Texto argumentativo

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La Iglesia ante el aborto nacida, en un mundo en que el aborto era una práctica frecuente. Uno de los primeros pensadores La Iglesia cristiana, en sus comiencos, se caracterizó por una clara afirmación del valor de la vida no- cristianos que se opuso al aborto fue Atenágoras (s. II). En su conocida Apología o Defensa de los cristianos respondía a la acusación existente entre los paganos de que aquellos sacrificaban un niño en sus celebraciones eucarísticas. Atenágoras arguye contra de esa acusación que cómo iban a sacrificar un niño inocente aquellos que consideraban sagrada la vida aun antes del nacimiento. Esta defensa de la vida no-nacida, afirmada por Atenágoras, era coherente con una actitud global que consideraba inaceptable el recurso a la violencla contra todo ser humano. La Iglesia preconstantiniana no sólo condenaba el aborto, sino que tenía actitudes muy críticas sobre la pena de muerte, la participación en el ejército y la misma defensa propia. Las afirmaciones de Jesús sobre la dignidad de todo ser humano, sobre el amor al enemigo y de no responder a la violencia con la misma violencia, de que no se vence el mal con el mal, sino con el bien… tuvieron un eco muy importante en las actitudes eclesiales ante la violencia física y el respeto debido a todo ser humano. Hoy existe una creciente conciencia en amplios sectores de la Iglesia de que se hace necesaria una actitud general de coherencia en el respeto a toda vida humana. Desde nuestro punto de vista, la actitud de respeto a la vida no-nacida debe extenderse a otros problemas en que la vida humana está cuestionada. Uno de ellos es el de la pena de muerte; la condición de «no-inocente» del delincuente no le priva de su intrínseca dignidad humana. El don de la vida no debe ser relativizado por el hecho de que se trate de una persona culpable. En esa búsqueda general de coherencia es extraordinariamente importante crear cauces de ayuda a las mujeres que viven su embarazo con dificultad. La institución eclesial, como otros movimientos que defienden la vida no-nacida, no pueden limitarse a declaraciones de principio y acciones legales. Tienen, además, el cometido de organizar sistemas de ayuda para poder evitar el aborto. Existen indiscutiblemente algunas realizaciones, pero habría que desarrollarlas y potenciarlas mucho más. Por otra parte, no se pueden eludir las responsabilidades sociales: detrás del problema del aborto hay injustas discriminaciones de la mujer -especialmente de la madre soltera- y situaciones de pobreza y de marginación que llevan a la mujer al aborto. Además hay que añadir que no sólo se aborta cuando se impide el nacimiento de un niño; también hay que hablar de otra forma de aborto: cuando el proceso de personalización de un ser ya nacido tropieza con dramáticas dificultades en su desarrollo, como consecuencia de la pobreza y del subdesarrollo. El que afirma el valor de la vida no nacida, pero que posee ya un «destino humano» debe ser muy sensible también al valor de otras vidas ya nacidas y cuyo destino humano está también amenazado. Adolfo Pérez Esquivel (Premio Nobel de la Paz, 1980) decía: «Quien justifica el aborto, justifica la pena de muerte, y yo estoy contra la pena de muerte y contra el aborto. Ser progresista significa defender la vida y nada más». Esta es también mi postura personal, insistiendo en que «defender la vida y nada más» significa una profunda remodelación y cuestionamiento de nuestras opciones y convicciones éticas. Más ejemplos de texto argumentativo y aquí todavía más ejemplos de textos argumentativos.

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Page 1: Texto argumentativo

La Iglesia ante el aborto

nacida, en un mundo en que el aborto era una práctica frecuente. Uno de los primeros pensadores La

Iglesia cristiana, en sus comiencos, se caracterizó por una clara afirmación del valor de la vida no-

cristianos que se opuso al aborto fue Atenágoras (s. II). En su conocida Apología o Defensa de los

cristianos respondía a la acusación existente entre los paganos de que aquellos sacrificaban un niño en

sus celebraciones eucarísticas. Atenágoras arguye contra de esa acusación que cómo iban a sacrificar un

niño inocente aquellos que consideraban sagrada la vida aun antes del nacimiento.

Esta defensa de la vida no-nacida, afirmada por Atenágoras, era coherente con una actitud global que

consideraba inaceptable el recurso a la violencla contra todo ser humano. La Iglesia preconstantiniana

no sólo condenaba el aborto, sino que tenía actitudes muy críticas sobre la pena de muerte, la

participación en el ejército y la misma defensa propia. Las afirmaciones de Jesús sobre la dignidad de

todo ser humano, sobre el amor al enemigo y de no responder a la violencia con la misma violencia, de

que no se vence el mal con el mal, sino con el bien… tuvieron un eco muy importante en las actitudes

eclesiales ante la violencia física y el respeto debido a todo ser humano.

Hoy existe una creciente conciencia en amplios sectores de la Iglesia de que se hace necesaria una

actitud general de coherencia en el respeto a toda vida humana. Desde nuestro punto de vista, la

actitud de respeto a la vida no-nacida debe extenderse a otros problemas en que la vida humana está

cuestionada. Uno de ellos es el de la pena de muerte; la condición de «no-inocente» del delincuente no

le priva de su intrínseca dignidad humana. El don de la vida no debe ser relativizado por el hecho de que

se trate de una persona culpable.

En esa búsqueda general de coherencia es extraordinariamente importante crear cauces de ayuda a las

mujeres que viven su embarazo con dificultad. La institución eclesial, como otros movimientos que

defienden la vida no-nacida, no pueden limitarse a declaraciones de principio y acciones legales. Tienen,

además, el cometido de organizar sistemas de ayuda para poder evitar el aborto. Existen

indiscutiblemente algunas realizaciones, pero habría que desarrollarlas y potenciarlas mucho más. Por

otra parte, no se pueden eludir las responsabilidades sociales: detrás del problema del aborto hay

injustas discriminaciones de la mujer -especialmente de la madre soltera- y situaciones de pobreza y de

marginación que llevan a la mujer al aborto. Además hay que añadir que no sólo se aborta cuando se

impide el nacimiento de un niño; también hay que hablar de otra forma de aborto: cuando el proceso de

personalización de un ser ya nacido tropieza con dramáticas dificultades en su desarrollo, como

consecuencia de la pobreza y del subdesarrollo.

El que afirma el valor de la vida no nacida, pero que posee ya un «destino humano» debe ser muy

sensible también al valor de otras vidas ya nacidas y cuyo destino humano está también amenazado.

Adolfo Pérez Esquivel (Premio Nobel de la Paz, 1980) decía: «Quien justifica el aborto, justifica la pena

de muerte, y yo estoy contra la pena de muerte y contra el aborto. Ser progresista significa defender la

vida y nada más». Esta es también mi postura personal, insistiendo en que «defender la vida y nada

más» significa una profunda remodelación y cuestionamiento de nuestras opciones y convicciones

éticas.

Más ejemplos de texto argumentativo y aquí todavía más ejemplos de textos argumentativos.

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Contra la estupidez

Todos los días tomamos decisiones sobre temas muy diversos, de mayor o menor importancia:

dónde invertir nuestro dinero, qué preparar para la cena, a qué Universidad mandar a nuestros

hijos, con qué medio de transporte trasladarnos de un sitio a otro, y muchos más. A veces

acertamos y a veces nos equivocamos y escogemos mal. Preparamos una cena demasiado

compleja, comemos demasiado y nos sienta mal, usamos el coche cuando podríamos ir

andando, pagamos más por un producto que podríamos comprar en otro sitio por menos

dinero, escogemos el banco equivocado o acertado para pagar nuestra hipoteca… ¿Por qué

nos equivocamos? Porque somos seres humanos y no somos calculadoras con funciones

altamente racionales. Además, estamos condicionados e influenciados por demasiada

información, por demasiada estupidez que se cuela a través de los medios de comunicación,

nos bombardea y nos hace sentir imbéciles si no las condividimos. A veces la avalancha de

información es tanta que hasta se nos olvida pensar. También la complejidad de la vida diaria,

la inercia y los límites de la fuerza de voluntad impiden escoger bien. Sin embargo, a veces,

nuestra pareja, un amigo, u otra circunstancia nos empujan en la dirección contraria y correcta

y nos ayudan a elegir bien, nos salvan de la idiotez. Creo que a menudo, lo que realmente nos

falta es silencio para pensar. La nueva Universidad de Berlín tenía un lema: “Soledad y

Libertad”. La esencia de la libertad es pensar lo que se dice, no decir lo que se piensa. El

silencio interior nos permite el diálogo con nosotros mismos, allí podemos interrogarnos sobre

todas las cuestiones y preguntarnos, por ejemplo, qué cosas haríamos de modo diferente si no

tuviéramos miedo a cometer errores o quedarnos aislados por tomar una decisión distinta a la

mayoría. Merece la pena pensar, escoger y actuar contracorriente para ser libres.

Es más fácil dejarse llevar en ciertas ocasiones y escoger y decidir algo solo porque casi todos

lo piensan y lo hacen así. Nos dejamos llevar por la corriente aunque no estemos convencidos.

¡Qué peligro! Decía Jean de la Fontaine que todos los cerebros del mundo son impotentes

contra cualquier estupidez que esté de moda.

Ya se sabe que en los tiempos que corren la estupidez abunda más que el aire. Nadie está libre

de decir estupideces. Lo malo es decirlas con énfasis, con convicción, como hacen algunos. Y

hoy es algo tan común que hasta mi indignación ante estupideces clamorosas de nuestros

políticos y gobernantes me empieza a parecer un signo sospechoso, tal vez otra manifestación

más de la idiotez humana.

Qué Dios nos libre. Aunque Goethe sostuviera que, contra la estupidez, hasta los dioses luchan

en vano.

Page 3: Texto argumentativo

CORRER DESCALZO (BAREFOOT)

He sido corredor toda mi vida y he corrido con zapatillas casi todo ese tiempo pero como

resultado de esta investigación pensé que debería probar a correr descalzo y debo decir que

realmente lo he disfrutado y que ha sido muy divertido.

Los humanos han corrido como poco durante dos millones de años y durante la mayor parte

de ese tiempo lo han hecho descalzos y la zapatilla moderna para correr se inventó a

mediados de los años 70. Ahora tenemos la idea de que para correr necesitamos un par de

zapatillas, es una afirmación muy común. Pero de hecho no es verdad, en realidadpara correr

no necesitas zapatillas sino pies.

Probablemente haya dos etapas en la evolución del pie: inicialmente el pie evolucionó para

caminar y también para escalar arboles pero en algún punto de la evolución humana,

pensamos que hace unos dos millones de años aproximadamente, hubo un gran cambio

medioambiental en África en el cual las zonas boscosas desparecieron y dieron lugar a las

sabanas. Y en ese punto nuevas comidas empezaron a aparecer y una de ellas evidentemente

fue la carne de los antílopes de las praderas. Así que para poder cazar el hombre empezó a

evolucionar hasta conseguir correr. Y en lo que somos buenos es en correr a velocidades que

haga a los animales galopar y si lo haces bajo el calor durante un periodo largo de tiempo eso

hará que ese animal se sobrecaliente puesto que los cuadrúpedos no pueden galopar y

transpirar (bajar la temperatura corporal) a la vez. Así que imagina que vas tras a una gacela,

un kudu o algún otro animal, si puedes perseguirlo y hacerlo galopar entre diez y quince

minutos ya tienes comida.

Queríamos saber cómo corría la gente sin zapatillas antes de que ésta fuera inventada porque

la gente ha estado corriendo durante millones de años y en realidad no sabíamos mucho de

cómo corre un corredor descalzo y cómo de bien pueden hacerlo. Así que empezamos a traer

al laboratorio a corredores que habitualmente lo hacen descalzos para ver como usaban su

cuerpo y sus pies.

Lo que descubrimos fue que los corredores descalzos corren de manera bastante diferente

que el típico corredor calzado. La zapatilla tiene un gran tacón diseñado para sentirse muy

cómodo aterrizando con el talón así que muchos corredores descalzos impactan con el talón

para luego impactar con el resto del pie.

Así que cuando pisas con el talón tu cuerpo hace una parada en seco, hay mucha masa y hay

un impacto, una fuerza rápida. Es lo mismo que tener a alguien golpeándote con un martillo en

el talón con una fuerza equivalente a dos o tres veces tu peso corporal. Así que cuando

empezamos a traer corredores descalzos al laboratorio descubrimos que no les gustaba hacer

eso ya que habitualmente impactan con la parte delantera del pie pero no de manera muy

pronunciada. Suelen aterrizar en las cabezas del cuarto y quinto metatarso y entonces bajan el

talón. Y fue entonces cuando vimos que no tenían ese gran pico de impacto propio de los

corredores calzados.

Page 4: Texto argumentativo

Así que lo que hacen los corredores descalzos es pisar con la parte delantera del pie y dejar

que el talón repose después permitiendo convertir lo que de otra manera sería una frenada en

seco, una deceleración vertical de la pierna, en energía rotacional.

[

Muchos corredores se lesionan y suele ser en gran medida lesiones por stress repetitivo. Una

hipótesis es que el impacto causado por pisar con el talón que genera esa gran transmisión de

impacto puede tener unas repercusiones en forma de lesión y se asocia con dolor en los

tejidos suaves del pie, con periostisis y que puede causar otros tipos de lesión. Así que nuestra

hipótesis es que los individuos que no pisan con el talón y que evitan esos grandes impactos

aterrizando con la parte delantera del pie pueden ser menos proclives a sufrir este tipo de

lesiones.

Así es que hemos estado estudiando corredores descalzos durante bastante tiempo: fuimos a

África y grabamos a gente que nunca había llevado zapatillas y que corrían veinte kilómetros al

día así que decidí que debería probar por mí mismo correr descalzo. Así que el verano pasado

mientras corría simplemente decidí quitarme las zapatillas y descubrí que

era increíblemente divertido y desde entonces empecé a correr descalzo de manera frecuente

y debo decir que me encanta y se siente genial. Dejé de pisar con el talón y ahora piso con la

parte delantera. Es genial.

Page 5: Texto argumentativo

Alegato a favor del Linux

En las cosas humanas sucede frecuentemente que lo que empieza siendo una

opción instrumental se convierte en una preferencia intrínseca. Lo que

llamamos `arte’ suele haber seguido esa vicisitud. Empiézanse construyendo

inmuebles para guarecerse de la intemperie y luego la arquitectura adquiere el

rango de un arte y (para algunos humanos) se convierte en finalidad en sí

misma. Pueden multiplicarse los ejemplos.

La computación es una de esas actividades. Muchos son aquellos que han

empezado por dedicarle un poquito de tiempo –como mero instrumento para

realizar otras tareas– pero para quienes, a la postre, el instrumento se ha

trocado en un fin en sí mismo. Para muchos se ha convertido en un modo de

vivir; para muchos más en uno de los principales pasatiempos; para no pocos

es una pasión. Igual que se puede querer el arte por el arte, puede quererse (y

a menudo se quiere) la computación por la computación.

Las consideraciones que voy a presentar aquí a favor de un sistema operativo

particular, el Linux, son (espero) asumibles independientemente de que el

lector se encuentre entre quienes dedican algo de tiempo a la computación sólo

a título de mero instrumento en aras de bienes intrínsecamente deseables o

entre quienes se han aficionado a ella hasta el punto de desearla como una

finalidad en sí misma.

Creo que hay motivos para optar por el Linux desde ambas perspectivas.

Quienes vean en la computación una finalidad podrán tener motivos adicionales

para adoptar una u otra opción (motivos que no serán sólo los de cuánto sirvan

los programas cuyo uso adopte uno para obtener tales o cuales resultados, sino

que incluirán también aspectos estéticos y similares).

Para no adentrarme en terrenos en los que es mucho lo que depende del gusto

personal, me limitaré e considerar el uso de sistemas operativos desde el punto

de vista meramente instrumental, como si la única razón para dedicar algún

tiempo a actividades de computación fuera el poder, con ella, alcanzar

resultados que son extrínsecos al mero manejo de computadoras (resultados

como pueden ser: preparar manuscritos; editar folletos o libros; imprimir;

hacer diapositivas o transparencias; obtener resultados de cálculos

complicados; llevar una contabilidad; poner –a través de la Web– ciertos

documentos al alcance de un amplio público; hacer trabajos de diseño; escrutar

textos impresos y utilizar lo así escrutado para alguna de las tareas recién

indicadas; reproducir discos compactos con álbumes de fotos, para ponerse a

salvo de pérdida de datos por rotura o extravío del soporte; etc.).

Para efectuar tales trabajos, necesita uno una computadora (normalmente un

PC), un sistema operativo y unos programas de software adecuados para las

tareas que se proponga realizar. Cuando digo que hace falta una computadora

entiendo que la misma lleve, como anejos, ciertos periféricos adaptados a las

necesidades: impresora, escrutadora, lectora o grabadora de CD-Rom, etc. O

sea, todo el hardware.

Page 6: Texto argumentativo

MANIFIESTO DE PROFESORES UNIVERSITARIOS ESPAÑOLES

CONTRA EL PAGO POR PRÉSTAMO EN BIBLIOTECAS

LAS BIBLIOTECAS NO DEBEN PAGAR POR EL PRÉSTAMO DE OBRAS

Cae fuera del ámbito de este artículo –y también de la competencia de quien lo

escribe– considerar alternativas al PC propiamente dicho (el IBM-compatible).

Sea como fuere, y hasta donde puedo juzgar, la gran mayoría de los usuarios

de computadoras se han decantado por PC‘s (IBM-compatibles), ya sea por el

precio, ya sea por las prestaciones, ya sea por imitación de lo que otros hacen

a su alrededor o por lo que sea. Vamos a dar por admitida esa opción

ampliamente mayoritaria, aunque no podremos desentendernos de la necesidad

de buscar en nuestro trabajo la mayor compatibilidad con los instrumentos

usados por la gente del Mac o por los usuarios de terminales UNIX.

Una vez que hemos optado por tener una computadora personal de tipo IBM

(un PC), nos toca dar el segundo paso, y seleccionar un sistema operativo

(para PC). Hay muchos.

No vamos aquí a considerarlos todos. Igual que, cuando uno se plantea en la

vida si se va a mudar y va a ir a buscar empleo, amor, u hogar a otro sitio no

se sienta ante un globo terráqueo dándole vueltas para ver dónde se posará el

dedo, tampoco normalmente hace uno una lista de todos los sistemas

operativos disponibles para sopesar sus respectivos pros y contras hasta ver

por cuál se decantará. En abstracto eso sería racional, pero en la práctica no lo

es, porque demandaría un esfuerzo demasiado grande. Lo normal es considerar

unas pocas alternativas, porque son aquellas con las que se ha topado uno, las

que le han salido al paso o no andan lejos.

Así, entre los sistemas operativos para computadoras personales hay algunos

que reúnen una serie de ventajas (y de inconvenientes), pero que, por la razón

que sea, casi nadie usa, como el OS/2 de la casa IBM, o algunas versiones

comerciales de UNIX para PC (p.ej. el SCO). Hay también diversas versiones

del DOS (Microsoft no tiene la exclusiva: están el PC-DOS de la IBM, el DR-DOS

de Caldera, versiones gratuitas como el FREE-DOS, etc). Aunque voy a centrar

la discusión en torno a dos grandes alternativas –el Linux y el Windows de

Microsoft–, buena parte de tales consideraciones valen también si, entre las

alternativas, barajamos a algunos de tales sistemas (valen en unos casos a

favor de los mismos y en otros casos en contra, según).

Ciñendo, pues, nuestro debate a dos grandes alternativas (el Linux y el

Windows de Microsoft, que a su vez se divide en

DOS+Windows3.1, Windows95, Windows98, Windows-NT), voy a ofrecer dos

grandes grupos de argumentos a favor del Linux: un primer grupo de

argumentos que podemos llamar `egoístas’ y un segundo grupo de argumentos

`altruistas’.

Page 7: Texto argumentativo

MANIFIESTO DE PROFESORES UNIVERSITARIOS ESPAÑOLES

CONTRA EL PAGO POR PRÉSTAMO EN BIBLIOTECAS

LAS BIBLIOTECAS NO DEBEN PAGAR POR EL PRÉSTAMO DE OBRAS

Como profesores universitarios, investigadores y, por tanto, usuarios de

bibliotecas, ante la exigencia de la Comisión Europea de aplicar de forma

indiscriminada la normativa comunitaria sobre pago por préstamo de obras, sin

realizar las históricas excepciones representadas por bibliotecas, archivos y

otros centros de información e investigación.

Manifestamos nuestro rechazo a que las bibliotecas, archivos y centros públicos

de información deban pagar por el préstamo de obras.

Esta medida supondría la consideración de las bibliotecas y los centros públicos

de información como entidades comerciales y no como instituciones culturales,

necesarias para el desarrollo de los ciudadanos y el ejercicio del derecho a la

educación, la información y la lectura que la Constitución Española reconoce.

Creemos que el pago por el préstamo de obras en centros públicos de

información implicaría un retroceso en las colecciones de las bibliotecas y otros

centros. En 1998 las bibliotecas públicas españolas gastaban una media de

3,64 euros por habitante, mientras que la media de Unión Europea era de

13,35 euros. La aplicación del canon por préstamo de obras vendría a empeorar

la situación actual, ya de por sí preocupante.

Las bibliotecas, como agentes implicadas en la formación, la información y el

entretenimiento de los ciudadanos, suponen un inmejorable medio para la

promoción de la creación y la difusión de la cultura y el pensamiento, papel que

siempre han desempeñado de forma desinteresada. Cualquier carga por el

préstamo de sus obras supondría un retroceso en sus servicios y colecciones.

De igual forma, apoyamos las declaraciones de los colectivos y profesionales

que han manifestado su protesta contra la aplicación de la medida del pago por

préstamos en bibliotecas, al tiempo que felicitamos a los autores que renuncian

a este posible cobro, conscientes de la labor cultural, educativa y social que

desempeñan las bibliotecas y los centros públicos de información.

Por este motivo, pedimos a la Administración que haga cumplir la legislación

española, que exime del pago de derechos de autor a entidades sin fines

lucrativos e instituciones de carácter cultural y científico, y que comunique

cuanto antes a la Comisión Europea la exención de este pago, a fin de cumplir

la normativa comunitaria.