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1 Universidad Autónoma de Sinaloa Facultad de Historia Maestría en Historia AGROIDUSTRIAS E SIALOA: EL CASO DE CULIACÁ, 1970-1982 Tesis que presenta: Elvia Carolina iebla Ojeda para optar por el grado de Maestro en Historia Director de tesis: Dr. Arturo Carrillo Rojas Dra. María de Jesús López López Culiacán, Rosales, diciembre de 2009

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tesis de historia de las agroindustrias de sinaloa

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Universidad Autónoma de Sinaloa

Facultad de Historia

Maestría en Historia

AGROI�DUSTRIAS E� SI�ALOA: EL CASO DE CULIACÁ�, 1970-1982

Tesis

que presenta:

Elvia Carolina �iebla Ojeda

para optar por el grado de

Maestro en Historia

Director de tesis:

Dr. Arturo Carrillo Rojas

Dra. María de Jesús López López

Culiacán, Rosales, diciembre de 2009

2

Dedicatoria

Esta tesis la dedico a aquellas personas que han formado parte importante en mi

vida y que de una u otra forma me apoyaron para culminar este proceso, me

refiero en especial a mis padres Rosa Elvia Ojeda de Niebla y Jorge Alfredo Niebla

Álvarez y a mis abuelos, Benito Niebla Gutiérrez, Juana Ojeda Armenta y

Secundina Álvarez Lizárraga, que en paz descansen, y a mi abuela Felicitas

Ojeda, quien todavía sigue con vida, a ellos porque desde muy pequeña me

incentivaron a leer, estudiar y a investigar y se esforzaron para que salga

adelante, y pueda ser una persona que sirva a la sociedad.

3

Agradecimientos

A través de este medio externo mi más profundo agradecimiento a aquellas

personas que me mostraron su paciencia en este proceso de aprendizaje: a mis

maestros de la Facultad de Historia; a mis tutores los doctores Arturo Carrillo

Rojas y María de Jesús López López; a mis lectores Dr. Eduardo Frías Sarmiento

y Dr. Gustavo Aguilar Aguilar. También hago extensivo este agradecimiento a las

personas de las instituciones en donde estuve realizando la investigación, sobre

todo al personal de base y directivo del Registro Público de la Propiedad de

Culiacán; a los trabajadores del Departamento de Estadística del Estado de

Sinaloa; a las compañeras de la Biblioteca de la Facultad de Historia; así como al

personal del Centro de Ciencias.

También expreso mi reconocimiento a los apoyos que tuve para realizar el

presente trabajo de investigación, por un lado conté con una beca por dos años de

Conacyt, que se otorga a los alumnos que estamos en Maestrías en el PNP y al

terminar ésta, conté con otra beca proporcionada por el Dr. Arturo Carrillo de su

proyecto PROFAPI 2008/033, denominado “Sistemas productivos regionales y

fertilidad empresarial en el noroeste de México. Estudio de caso: el valle de

Culiacán”, proyecto donde se inscribe esta tesis y trabajé como asistente.

4

Índice General

Dedicatoria 2

Agradecimientos 3

Índice 4

Introducción 6

Capítulo I. Contexto económico mundial y nacional 13

1.1 Escenario económico mundial 13

1.2 La situación económica de México 19

1.3 La agroindustria en México 27

1.3.1 La importancia de la agroindustria en la economía nacional 27

1.3.2 Características de las grandes empresas agroindustriales 31

Capítulo II. Contexto económico de Sinaloa y las características

de la agroindustria.

35

2.1 La situación económica sinaloense y los sectores económicos 35

2.2 Antecedentes de la agroindustria en Sinaloa 43

2.3 Estrategias creadas por el gobierno del estado para el desarrollo

industrial desde los años setentas 47

2.4 Parque industrial de Culiacán 57

2.5 Situación de la agroindustria sinaloense en el periodo de estudio 60

5

Capítulo III. La agroindustria alimentaria en Culiacán 63

3.1 Análisis comparativo de los Directorios Industriales de 1979 y

1983 63

3.2 Análisis de las constituciones por rama agroindustrial 67

Capítulo 4.- La industria de elaboración de aceites y la industria

harinera: dos estudios de caso

77

4.1 Industria de aceites y pastas comestibles 77

4.2 Industria de harina de trigo 84

Conclusiones 94

Anexos 97

Bibliografía 101

6

Introducción

Los estados del noroeste de México, en donde se ubica Sinaloa, históricamente

han sido considerados entre los más destacados, y con mayor potencial para

abastecer el país de productos agrícolas y alimentos procesados. De ahí la

importancia que tiene estudiar a nuestro estado bajo esta temática, puesto que

Sinaloa ha sobresalido por su actividad agrícola desde hace mucho tiempo

(incluso antes de la apertura económica, nuestro estado venía creciendo

económicamente). Para entender lo anterior, es necesario estudiar el periodo de

1970 a 1982, ya que después de este último año México cambió su política

comercial,1 de ahí la necesidad de estudiar el periodo anterior a este proceso de

transformación. Pero también porque es en este período, que a pesar de la crisis

económica a nivel nacional, en nuestro estado se desarrollaron agroindustrias, de

ahí que sea de interés estudiar cuáles fueron éstas nuevas empresas que se

crearon, es decir, estudiar si hubo algún cambio en la estructura de crecimiento, o

si continuaron las mismas que habían surgido después de los años cuarentas.

Por otra parte, es necesario mencionar que la historia económica de

nuestro estado, es la historia de un estado productor de materias primas que se

obtienen de la agricultura, ganadería, pesca, minería, orientado a la exportación y

al abastecimiento del mercado interno. Pero sobre todo, en el caso de la

agricultura, Sinaloa se ha desenvuelto productivamente en alimentos. Esto ha

permitido que la industria se haya venido fortaleciendo hasta crearse una industria

de transformación de mediana importancia, en especial a partir de los años

setenta.2

1 El Estado mexicano para enfrentar la crisis económica que se inicia en 1981 en Estados Unidos decide cambiar de estrategia después de 1982: la de sustitución de importaciones por la de cambio estructural en la industria y en el comercio exterior. Esto es, la puesta en marcha de un nuevo patrón de acumulación de capital que debía conducir, oficialmente a un proceso de industrialización endógeno y de exportación. Arturo Retamoza Gurrola, El Estado y la industrialización en Sinaloa, UAS, Culiacán, 1994, p. 19. 2 Santos López Leyva et al., Los sistemas regionales de innovación. Un acercamiento al caso de Sinaloa, UAS, Culiacán, 2002, pp. 231-232.

7

Para comprender mejor este proceso, así como lograr un adecuado

planteamiento, es importante definir primero qué son las agroindustrias. Para

algunos estudiosos del tema estas son las industrias que elaboran productos

agrícolas, es decir, excluyen a las ramas industriales que producen maquinaria,

equipo e insumos para la agricultura. De esta manera, las ramas que componen la

agroindustria son: I) productos alimenticios, bebidas, y tabaco; II) textiles, prendas

de vestir e industria del cuero; III) industria de la madera y productos de madera;

IV) papel, productos de papel.3

Para otros investigadores las agroindustrias son aquellas que transforman

productos primarios, es decir, insumos provenientes del campo para su consumo,4

como son la industria pecuaria, azucarera, aceitera, granos y cereales, textil

basada en el algodón, papel, frutas y la forestal. De igual forma, por agroindustria

también se podría entender aquella que fabrica tecnología para el agro,5 sin

embargo, para la realización de esta investigación me basaré en la primera

definición dejando de lado aquellas ramas que producen maquinaria, insumos y/o

equipo para la agricultura.

La agroindustria y la industria alimentaria son dos conceptos que tienen

mucha relación, pues de acuerdo con Felipe Torres Torres, ésta última es el

conjunto de productos de origen agrícola, pecuaria o marina que se elaboran para

el consumo humano directo y que han pasado al menos por un proceso de

transformación industrial, donde se ha incorporado mínimamente un insumo

adicional a la materia prima básica, además de ser manufacturados y distribuidos

por establecimientos formales, independientemente de su nivel tecnológico, del

3 Gerardo Fujip, “La agricultura, la agroindustria y la restricción externa al crecimiento económico de México”, en Problemas del desarrollo Revista Latinoamericana. UNAM, Vol. 31, núm. 122, julio-septiembre, 2000, p.23. Información con base en la FAO, El estado mundial de la agricultura y la alimentación 1997, Roma, 1997, p. 222. 4 Así también se incluye en ésta la industria de bienes intermedios cuyo destino es proveer a otras industrias de insumos para su posterior procesamiento, como es el caso del algodón, el papel y la madera, Javier Delgadillo Macías, et al. Los sistemas de abasto alimentario en México frente al reto de la globalización de los mercados, Instituto de Investigaciones Económicas, UNAM, México, 1993, p. 235. 5 Ibid., p. 238.

8

tamaño de la empresa y de sus formas de vinculación con el mercado;6 o bien si

se prefiere aquella actividad relacionada con la conservación de productos de

origen agropecuario y pesquero, en bienes que satisfacen las necesidades de

consumo alimenticio de la población.7

Para Arturo Retamoza Gurrola, investigador local, la industria en Sinaloa es

el resultado principalmente de las actividades primarias, sobre todo de la

agricultura, pesca, y ganadería. En la mayoría de las manufacturas, la materia

prima principal es abastecida estatalmente, y en algunas de manera exclusiva,

como en el caso de ingenios azucareros, molienda de arroz, despepite de

algodón, entre otras.8

Esto nos lleva a confirmar que la definición del sector agroindustrial queda

ubicada dentro de lo que se considera industria manufacturera.9

Para el estudio de la agroindustria en Sinaloa nos apoyaremos en parte en

la clasificación de Louis Malassis, quien utiliza el porcentaje de materias primas

agrícolas que entran en el bien final y cuyo esquema es el siguiente:10

6 Santos López Leyva et al. Op. Cit. p. 239. Información con base en Felipe Torres Torres, (coordinador), Dinámica económica de la industria alimentaria y patrón de consumo en México, Instituto de Investigaciones Económicas, UNAM, México, 1997, p. 19. 7 Dirección de Promoción de la Productividad, Dirección General de Capacitación en la Industria de Productos Lácteos, Secretaría de Trabajo y Previsión Social, México, p.1. 8 De acuerdo, con el autor, existen manufacturas que presentan características de talleres artesanales, y que se localizan en la industria de bienes de producción, como es en el caso de la industria de madera. Pero en esta industria hay otras ramas, que casi producen para el consumo improductivo final como molinos de harina, y molienda de arroz. Arturo Retamoza Gurrola, El proceso de industrialización en México: el caso Sinaloa. Ed. Félix Poded, Rafael Centeno, Elsa Nacarella, UAS, Culiacán, 1987, p. 98. 9 La palabra manufactura se deriva de las palabras latinas manus (manos) y factus (hacer); esta combinación de términos significa hacer con las manos. La palabra inglesa manufacturing tiene ya varios siglos de antigüedad, y la expresión “hecho a mano” describe precisamente el método manual que se usaba cuando se acuñó la palabra. De igual forma, la manufactura, como campo de estudio en el contexto moderno, puede definirse de dos maneras: tecnológica y económica. Tecnológicamente es la aplicación de procesos químicos y físicos que alteran la geometría, las propiedades, o el aspecto de un determinado material para elaborar partes o productos terminados. Los procesos para realizar la manufactura involucran una combinación de máquinas, herramientas, energía y trabajo manual. La manufactura se realiza casi siempre como una sucesión de operaciones. Cada una de ellas lleva al material cada vez más cerca del estado final deseado. Manufactura [En línea]. Dirección URL:< http://materias.fcyt.umss.edu.bo/tecno-II/PDF/cap-11.pdf> [Consulta 06 de abril de 2009]. 10 Absolón Machado C. y Jorge Torres O., El sistema agroalimentario, una visión integral de la cuestión agraria en América Latina, Siglo XXI, Bogotá, 1982, p. 313. Información con base de Louis Malassis, “Economie Agro-Alimentaire” I. Economic de la consommation et de la production agro-alimentaire. Edición Cuyas, 19, París, enero 1979.

9

Cuadro 1. Clasificación de la agroindustria

I. Agroindustrias propiamente dichas

(AI) (en el cual un +50% del consumo

Intermedio proviene de la Agricultura)

1. Agroindustrias alimentarias

(AIA)

Carne

Leche

Cereales

Azúcar

Grasas diversas

2. Agroindustrias no

alimentarias

Tabaco

3. Agroindustrias productoras

de bienes intermedios

Alimentos compuestos

para animales

II. Industrias Ligadas a la Agricultura (-

del 50% proviene de bienes

intermedios de la agricultura)

Bebidas y alcoholes

Textiles

Cueros y calzado

Madera y muebles

Por otro lado, en el proceso en que interactúan el sector agrícola y el

industrial existen integraciones verticales u horizontales, es decir, se integran los

procesos de comercialización y provisión de insumos. Esto quiere decir que

cuando hablamos de integración vertical en la agroindustria, nos referimos

básicamente a empresas que controlan, dirigen, programan y manejan en una

misma dirección todo el proceso de producción y distribución de alimentos.11 En

otras palabras, de manera vertical, la agroindustria comprende la fase de la

producción primaria, pasando por otras que le proporcionan valor agregado; así

como comercialización, acondicionamiento y/o conservación, transformación

industrial intermedia y final, para su distribución y concluir con el consumo.12

En tanto que la integración horizontal se define como un sistema que busca

las dimensiones más convenientes en la unidad productiva para una explotación

económica, y así realizar una producción agrícola moderna, industrializada,

11 Es la verdadera centralización empresarial basada en el control de los medios de producción. Ibid., pp. 304-307. 12 Felipe, Torres Torres (coordinador), Dinámica económica de la industria alimentaria y patrón de consumo en México, Instituto de Investigaciones Económicas, UNAM, México, 1997, p.85.

10

organizada y masiva. Para el caso de la agroindustria se manifiesta cuando los

productores agrícolas forman parte de ella o se encuentran integrados no como

propietarios de la empresa, sino como suministradores de materias primas a

través de contratos específicos que acuerdan asistencia técnica y crédito.

Además, es aquí donde intervienen una serie de elementos como el proceso de

producción; integración entre las diversas fases del proceso productivo; desarrollo

científico-técnico disponible; y participación de los agentes económicos, incluido el

estado como ente regulador y/o productor.13

Si bien esta tesis aborda la temática de la agroindustria, debe considerarse

también la estrategia implementada por el estado durante este período, porque

ella propició la generación de nuevas agroindustrias. Esto debido a que la década

de 1970 se caracterizó por dos aspectos: 1) el papel del Estado, como rector y

orientador económico de la sociedad y 2) el establecimiento de empresas

públicas, que incentivaron la creación de un marco económico caracterizado por la

promoción de la industrialización en nuestra entidad.14

Lo anterior pudo ser posible gracias a que el Poder Ejecutivo Federal

decretó una serie de estímulos a las empresas industriales, en especial aquellas

que se encontraban especializadas en productos agropecuarios, pesqueros y en

general.

Asimismo, debido a que esta investigación analiza a las empresas

agroindustriales, se retoma la concepción de empresa de Alfred Chandler, de

acuerdo con él ésta la entidad legal destinada a la producción de bienes y/o

servicios, constituida por el capital líquido.15

13 Ibid., p. 85. 14José Ángel Espinoza García, Política industrial y sector manufacturero en Sinaloa, una perspectiva tecnológica, Tesis para obtener grado en Maestro en Ciencias Económicas, Facultad de Economía, División de Estudios de Posgrado, Ciudad Universitaria, México, 1997, pp. 41-42. 15 María de Jesús López López, Agricultura comercial, creación de empresas y actividad empresarial en el Valle de Culiacán, 1948-1970, Tesis de Doctorado, Doctorado en Ciencias Sociales, UAS, Culiacán, 2006. Información con base en Alfred D. Chandler, “What is a firm? A historical perspective” en Eupean Economic Review, No. 36, North-Holland.

11

Esta investigación se encuentra sustentada por el paradigma del Sistema

Productivo Local (SPL),16 el cual plantea que en determinados territorios

predominan la aglomeración de pequeñas, y medianas empresas en un sector

determinado, presentando gran flexibilidad, especialización y división del trabajo.

Además, esta aglomeración facilita el establecimiento de redes de cooperación

empresarial, es decir las relaciones que existen entre empresas y empresarios,

para producir, comercializar o industrializar la producción, dando como resultado

una mayor eficiencia colectiva. Esto también gracias al ambiente institucional que

vuelve favorable al conjunto de empresas más competitivas en los ámbitos

nacional e internacional.

Considero que dicho paradigma nos ayuda a entender la forma en que se

desarrollaron y comportaron las empresas agroindustriales en Sinaloa y en

especial Culiacán, durante este período.17 Asimismo se retoman algunos

postulados del neoinstitucionalismo de Douglass North quien describe a las

instituciones como las reglas del juego en una sociedad o las limitaciones ideadas

por el hombre que dan forma a la interacción humana; y generan una estructura

de incentivos en el intercambio humano, político, social o económico.18

De esta manera, se tiene que las instituciones formadas a lo largo del

tiempo, mediante aprendizaje y evolución de las costumbres, así como los factores

de producción tierra, trabajo, capital y nuevos factores de crecimiento como capital

humano y progreso técnico constituyen un ambiente que propicia el crecimiento y

desarrollo económico. Para el nuevo institucionalismo económico la empresa es

concebida como un conjunto de contratos y trabajadores, proveedores y clientes

16 Es un tipo de organización social y un sistema de valores local que se ha conformado históricamente. 17 María de Jesús López López y Gustavo Aguilar Aguilar. “Sistema Productivo Local, en el Valle de Culiacán, a partir de la Agricultura Comercial: 1948-1970” en María Eugenia Romero Ibarra y Arturo Carrillo Rojas (coordinadores), en Empresa y agricultura comercial en el 5oroeste de México. Historia económica y tendencias actuales, UNAM, México, 2009. 18 Douglass North, Instituciones, cambio institucional y desempeño económico, FCE, México, 1993, p. 13.

12

internos, así como externos, además es considerada como un conjunto de

recursos tecnológicos que generan un determinado producto.19

El objetivo central de esta investigación es analizar el surgimiento,

crecimiento y desarrollo que tuvieron las empresas agroindustriales y su

participación en la economía del estado, durante el periodo señalado.

La hipótesis que manejamos es que en el periodo de 1970 a 1982, la

agroindustria en el Valle de Culiacán tuvo un importante crecimiento que se reflejó

sobre todo en una política pública favorable al desarrollo del sector industrial y en

la constitución de nuevas empresas agroindustriales ligadas principalmente con la

producción agrícola, seguido por la relacionada con el sector ganadero.

19 Ramón Martínez Huerta, Innovación tecnológica y crecimiento económico en la horticultura sinaloense de exportación 1980-2000, UAS, Culiacán, 2007, pp. 34-35. Con base en información de Simón Kuznets, “El crecimiento económico moderno, hallazgos y reflexiones” en Los Premios nobel de Economía, 1967-1977, FCE, núm. 25, pp. 110-115.

13

Capítulo I. Contexto económico mundial y nacional

1.1 Escenario económico mundial

Desde los años sesentas, los países industrializados sufrieron un cambio en sus

sistemas productivos que trajeron como consecuencia una serie de cambios en los

flujos mundiales de manufacturas, frente a un mercado en recesión, y esto a su

vez una mayor competencia y desajustes monetarios que desencadenó más

adelante políticas neoproteccionistas en un mercado mundial. 20

Lo anterior significó para los países industriales una pérdida de

competitividad en sus ramas industriales más productivas frente a artículos

manufactureros que provenían de países en vías de desarrollo. Tales son los

casos de países como Japón, Corea del Sur, Taiwán, México y Brasil, quienes

adquirieron ventajas competitivas en industrias como la siderurgia, textil,

petroquímica básica, automotriz, calzado así como en diversos productos

electrónicos. Esto significa que las potencias industriales perdieran importantes

segmentos de mercado.

Ante esta situación los países industriales tuvieron que activar el

crecimiento económico, dinamizar el sector industrial, atacar la inflación y el

desempleo, recuperar la competitividad en los mercados internacionales y

disminuir la dependencia estratégica de materias primas. Esto a su vez generó el

despegue de las nuevas industrias.

Básicamente el proceso de restructuración que se optó sobre las

actividades industriales fueron las siguientes: a) industrias altamente

consumidoras de energía; b) industrias poco flexibles en sus procesos productivos

(aquellas que no fácilmente se adaptaban a los nuevos cambios); c) industrias

20 Jesús Manuel Llanes Cañedo, Retos y perspectivas: la industria sinaloense ante la globalización de la economía. Memoria de Servicios Social, Escuela de Economía, Universidad Autónoma de Sinaloa, Culiacán, 1993.

14

fuertemente dependientes de las importaciones de materia prima y d) industrias

con mayor competencia en los nuevos países industrializados.

Esto originó que para los años setentas los países no sólo desarrollados,

sino en general tuvieran que afrontar fuertes desequilibrios macroeconómicos y de

productividad que se manifestaron a través de la desocupación e inflación.

De acuerdo con Margarita Calleja Pinedo, en Intermediarios y

Comercializadores, Canales de distribución de frutas y hortalizas mexicanas en

Estados Unidos (2007), desde el punto de vista de la economía política, la

integración de los países en el comercio y la especialización productiva mundial

fue una respuesta a las necesidades de las empresas por incrementar la

acumulación de capital y a la mezcla de políticas internas y externas de las

naciones a favor del liberalismo. Posteriormente la autora se refiere a McMichael y

Raynolds, para sugerir tres períodos históricos distintos que han estructurado los

intercambios agrícolas y la especialización que existen entre los países del tercer

mundo y los países metropolitanos: el colonialista, el fordista y el de la

reestructuración de capital.

El primero corresponde al periodo del expansionismo colonial europeo,

cuando la incorporación del Tercer Mundo a la división internacional del trabajo

definió una relación comercial basada en la importación de bienes manufacturados

y servicios financieros de la metrópoli y la exportación de materias primas (como

caucho y tintas naturales para textiles) para apoyar el proceso de industrialización

europeo, además de especias de lujo y seda para la elite de Europa. En el curso

del siglo XIX algunos países del Tercer Mundo adoptaron el sistema de producción

de las plantaciones para exportar nuevos productos agrícolas tropicales como

azúcar, café, té, cacao y aceites vegetales a la creciente población urbana de

Europa. En tanto que en el sistema latinoamericano de plantaciones, que se

caracterizó por ser un enclave con poca o ninguna articulación entre el sector

agroexportador y la economía nacional o local, evolucionó junto con la persistencia

de un campesino que cultivaba el suelo de manera marginal para producir su

propia comida en combinación con el trabajo temporal en las plantaciones de

15

exportaciones tropicales. En cambio, la baja densidad demográfica de la población

de origen europeo en Estados Unidos, Australia y Nueva Zelanda, así como la

vasta extensión de tierra, propició el desarrollo de una agroindustria altamente

productiva en relación con la mano de obra utilizada y el capital invertido. Desde el

mediados del siglo XIX, el eslabonamiento industrial hacia arriba y hacia abajo

para productos inorgánicos, pesticidas y maquinaria, llegó a ser el escalón no sólo

para el crecimiento económico nacional de estos países, sino también para la

agricultura mundial ya que permitió la gran producción y el consumo masivo de

comestibles.

La segunda fase es conocida como sistema fordista agroalimentario, que

tuvo lugar en el periodo de la posguerra, la cual modificó la división internacional

del trabajo en la agricultura, la distribución de recursos y los patrones de consumo

del mundo. Los subsidios del gobierno de Estados Unidos a la agricultura y el

proteccionismo nacional de dicho país consolidaron el sistema agroindustrial

fordista en los países del Tercer Mundo, mientras que productos agrícolas

tercermundistas como azúcar, aceites, cacao, café y tabaco fueron embarcados

como materias primas al primer mundo para convertirlos en ingredientes clave en

la elaboración de productos alimenticios estandarizados para el consumo masivo

de esos países.

Por otra parte, la presencia en el Tercer Mundo de corporaciones

multinacionales fabricantes de alimentos moldeó de nuevo la asignación interna de

recursos en los países tercermundistas, apoyó la expansión de las exportaciones

tropicales e introdujo el sistema agroindustrial en ellos. Cantidades grandes de

granos importados a bajo costo por países del tercer mundo, sobre todo de trigo,

cobraron mayor importancia no sólo por ser fuente de alimento barato para la

población urbana de los países tercermundistas, sino también como elemento

clave de la política alimentaria de estas naciones y de la intervención de sus

Estados como subsidio al crecimiento industrial.

Además, en el Tercer Mundo la producción local de nuevas variedades de

trigo de alto rendimiento y el cultivo de productos tropicales para la exportación

16

cambiaron la organización de los recursos nacionales en perjuicio tanto de la

producción de granos tradicionales (como arroz y maíz) como de la economía

campesina a través de la administración por el estado de las políticas de la

revolución verde, que fueron diseñadas para establecer el modelo agroindustrial

de Estados Unidos.

Como resultado de lo anterior, no sólo fueron alterados los patrones locales

de producción y consumo, sino que también surgió un régimen de alimento

excedente como producto de la nueva división internacional del trabajo y de una

política comercial entre naciones que instauró un sistema mundial de producción y

consumo de alimentos.

De 1947 a 1972 el mundo experimentó una estabilidad económica y política

basada en la nueva división del trabajo agrícola y en las prácticas estables de

producción, distribución y comercio regidas por el poder económico y estratégico

de Estados Unidos, que protegió su sector agrícola nacional por medio de

controles a las importaciones y subsidios a la exportación de sus excedentes

mediante programas de ayuda en alimentos al exterior, como sucedió en el caso

del Plan Marshall para la reconstrucción de Europa en la posguerra y más tarde en

países del Tercer Mundo y en Japón.

En tanto que en el tercer período histórico del capitalismo hubo una

reestructuración mundial de la agricultura, gestada a partir de dos tendencias

económicas. La primera de ellas fue la crisis de la economía mundial que fue

ocasionada por la disminución del proceso de acumulación de capital en la

agricultura, la industria y los servicios seguida del colapso de los Acuerdos de

Bretton Woods del intercambio estable de divisas. La segunda tendencia fue la

crisis de la deuda externa del tercer mundo. En la década de los setenta la

inestabilidad de los mercados financieros y agrícolas del mundo ocasionó

desorden, por lo que se reestructuraron para recuperar su competitividad en la

economía mundial. También, durante los años setenta el mercado de los

productos tropicales típicos no sólo disminuyó sino que algunos de ellos como el

azúcar y los aceites tropicales fueron sustituidos por otros como el jarabe de maíz

17

y los aceites de soya, lo cual aunado al proteccionismo de estas nuevas industrias

en el primer mundo, contribuyó al problema del desequilibrio de la balanza

comercial de muchos países del tercer mundo.

Lo anterior, aunado al aumento de precios de los granos importados y del

petróleo, el mayor uso de insumos industriales importados y de créditos externos,

así como el aumento en las tasas de interés, amenazaron la estabilidad

económica de muchos países tercermundistas durante los años ochenta.21

De acuerdo con Eric Hobsbawm, las décadas posteriores a los setentas no

fueron una gran depresión como la de 1873 debido a que el crecimiento del

Producto Interno Bruto (PIB) de las economías avanzadas apenas fue

interrumpido por cortos períodos de estancamiento durante los años de recesión

de 1973-1975 y de 1981-1983.22

En la crisis económica internacional de 1973 se acentuó el alza de los

precios del petróleo, lo que originó la disminución del ahorro interno en los países

industrializados y un mayor desequilibrio en los pagos internacionales.

Asimismo, el estancamiento de la productividad, el menor ritmo de

innovación tecnológica y de la planta productiva, manifiestos en Estados Unidos

desde mediados de los años sesenta así como en Canadá, Gran Bretaña y en

otros países europeos, introdujeron graves desequilibrios en las relaciones

comerciales y financieras entre los países desarrollados y reflejándose esto en la

inflación, propiciando con esto la crisis económica a nivel internacional. Esto

debido, a que la revolución tecnológica que había iniciado en los años cuarenta

dentro del sistema capitalista empezó a manifestar signos de agotamiento en

1968, por lo que estallaron en crisis de 1971 a 1972.23 Es por esta razón, que

estos países tuvieron inflación y desequilibrios en las relaciones comerciales,

financieras y repercutieron en el interior y exterior. Esto se acentuó en 1973 por el

21 Margarita Calleja Pinedo, Intermediarios y Comercializadores, Canales de distribución de frutas y hortalizas mexicanas en Estados Unidos, Universidad de Guadalajara, Profmex, Casa Juan Pablos, Centro Cultural, S.A. de C.V., Zapopan, 2007, pp. 49-53. 22 Eric Hobsbawm, Historia del siglo XX, 1914-1921, Crítica, Barcelona, 1997, p. 405. 23 Arturo, Retamoza Gurrola, Op. Cit., pp. 62-63.

18

alza de los precios del petróleo que condujo a una disminución del ahorro interno

en los países industrializados, así como a un desequilibrio en los pagos

internacionales.

A principios de los ochenta la situación crítica se vio reflejada en los países

capitalistas desarrollados, en donde el crecimiento anual del PIB entre 1980 y

1983, no alcanzó el 1%, mientras que en los setenta fue 3.2 por ciento.24

Pero en cuanto al índice de precios de los productos básicos, que calcula el

Fondo Monetario Internacional considerando el valor en dólares de 30 de estos

productos, registró una disminución del 15% en 1981, la segunda peor caída en

treinta años. En 1982 volvió disminuir, esta vez en un 12%. En resumen, dos años

consecutivos hubo una reducción fundamental en los precios de aquellos

productos que continúan siendo la fuente principal de las divisas de la gran

mayoría, si no de la totalidad, de los países del Tercer mundo.25

Esto nos señala que la recesión intensa y prolongada afectó a los países

capitalistas, pero también a la Unión Soviética y a los países socialistas de Europa

Oriental, quienes presentaron indicadores similares de estancamiento y

desequilibrio. Este grupo de países redujo su expectativa de crecimiento, en 1976

fue de 4.3%, y en 1980 de 3.2%. En tanto que la tasa de inversión fue de 8.2%

entre 1971 y 1975, y cayó en 1% entre 1979 y 1981. Lo anterior, nos muestra que

ellos también quedaron expuestos a los problemas económicos del mundo.26

En 1977, las tasas de interés aplicables a la deuda del Tercer Mundo fueron

poco superiores al 6%, para 1981 estuvieron entre 18 y 20%. Esto significa que

por cada punto que subían las tasas, los países subdesarrollados en su conjunto

realizaban un pago adicional por la deuda externa, entre 2 y 3 mil millones de

dólares. En consecuencia, el servicio de los créditos antiguos empieza a exigir

24 Jaime Stéves, “Crisis Mundial y Proyecto Nacional”, en Pablo González Casanova, y Héctor Aguilar Camín, (compiladores), México ante la Crisis, el contexto internacional y la crisis económica, Siglo XXI, UNAM, México, 1986, p. 46. 25 Para 1982, el FMI registró una disminución del 12% en los precios del petróleo, y derivados de él que eran fuente principal de las divisas de la gran mayoría de los países del Tercer Mundo. Eric Hobsbawm, Op. Cit., p. 283. 26 Pablo, González Casanova, Op. Cit., p. 47.

19

cada vez mayores créditos nuevos, en un crecimiento exponencial de la deuda

total. En 1977, el 54% de los nuevos desembolsos de los países subdesarrollados

se destinó al pago de los adeudos antiguos; en 1980 esa proporción era ya de

78%. Así como en los años setenta la banca transnacional había inducido el

endeudamiento de nuestros países, en su desesperada búsqueda de clientes para

triunfar en la competencia interbancaria, ahora el mecanismo especulativo se

invirtió y al primer síntoma de que podría haber dificultades de pago, la banca

retrajo la oferta de nuevos créditos provocando la situación que quería evitar.

Por su parte, el alza de las tasas de interés en los países industrializados,

correspondió a la baja de las actividades industriales y de sus negocios. A partir

de 1977 las tasas de interés en los centros financieros internacionales

comenzaron a ser elevadas paulatinamente, hasta que en 1980 y 1982,

alcanzaron los niveles reales más altos desde la gran crisis de los años treinta.27

Esto los forzó a industrializarse y a incrementar el comercio exterior con los países

en desarrollo, afectando a los productores internos de México, en especial a las

pequeñas y medianas empresas que elevaron sus precios internos y no pudieron

resistir a la competencia internacional.28

Por otra parte, las nuevas industrias del Tercer Mundo abastecieron no sólo

a unos mercados locales en expansión, sino también al mercado mundial, ya que

fueron artículos producidos por su industria como los que se ocupaban en los

países desarrollados.29

1.2 La situación económica de México

Si bien este estudio se ubica entre lo años de crisis de la década de los setenta y

primeros años de los ochenta, debe señalase que nuestro país ya venía

27 José Blanco, “Política económica y lucha política (un examen de la coyuntura mexicana, 1983-1984)”, en Pablo González Casanova, y Héctor Aguilar Camín, Op. Cit., p. 402. 28 Dávila R. Aldás, Del milagro a la crisis, la ilusión… el miedo… y la nueva esperanza, análisis de la política económica mexicana 1954-1994, CSES, FONTAMARA, México, 1995, p. 141. 29 Eric Hobsbawm, Op. Cit., p. 283.

20

arrastrando una serie de problemas económicos desde finales de los sesenta

como consecuencia del desmoronamiento del sistema de sustitución de

importaciones.

Sin embargo, los aspectos más sobresalientes dentro de este período de

estudio se ubican dentro de los períodos de gobierno de Luis Echeverría Álvarez

(1970-1976) y de José López Portillo (1976-1982). En los inicios de la crisis de

este período, México desarrolló inflación y desequilibrio en la balanza de pagos, lo

que contribuyó al agotamiento del sistema de sustitución de importaciones y dio

inicio a la etapa de expansión hacia fuera por medio de la promoción de

exportaciones. Por ejemplo, los financiamientos externos a partir de 1970 se

triplicaron y en 1975 se volvieron a multiplicar, y la deuda externa creció en la

misma proporción desmesurada. El déficit de la cuenta corriente de la balanza de

pagos evidenció los desequilibrios estructurales del comercio internacional que se

entrecruzaban con los desbalances del sector público. De tal forma que el

desarrollo estabilizador para mediados de 1970 desestabilizó finalmente la

estructura económica,30 provocando la crisis económica del país en 1976 y en

1982. También debe señalarse que se debió además al exceso de gasto público

en forma de programas gubernamentales y al nivel de ingresos nominal, así como

al incremento de las importaciones, ocasionando que la moneda local se

sobrevaluara, lo que generó la suma de demanda de divisas y, por lo tanto, la

presión sobre la balanza de pagos.31

De esta manera, nuestra economía recurrió a solicitar préstamos en el

extranjero. Por ejemplo, en los primeros meses de 1976, tuvimos un saldo

negativo de 723 millones de dólares; y el déficit del sector público ascendió a 30 Dávila R. Aldás, Op. Cit., p. 98. 31 A partir de 1972, la economía acelera su ritmo de expansión a través del gasto público financiado con endeudamiento externo (entre 1972 y 1973 el ritmo de crecimiento de la economía sube de 3.4% en 1971 a 7.3% y 7.6% respectivamente). Se iniciaron, a su vez, ambiciosas programas de inversión y de seguridad social, acompañados de cambios legislativos y de reformas para hacerlos efectivos. Sin embargo, las contradicciones políticas internas y externas que afloraron, a partir de este viraje económico y que el gobierno tuvo que sortear, cancelaron muy pronto las esperanzas de un crecimiento económico acompañado de equidad. La reforma fiscal, destinada a intervenir sobre el capital acumulado para redistribuirlo, fue bloqueada por las fuerzas empresariales y transnacionales en alianza con los altos funcionarios financieros opuestos a la participación creciente del Estado en la economía de mercado. Dávila R. Aldás, Op. Cit., p. 130.

21

4,478.16 millones de dólares, y la deuda externa para este año era de 19,600

millones de dólares. Para darnos una idea de la situación crítica durante el período

de 1970 a 1982, nuestra deuda externa se incrementó durante esos años a 8,630

millones de dólares en 1970 para pasar a 74,350 millones al final de 1981. De tal

forma, que para antes de manifestarse la crisis de 1982, el saldo de la deuda llegó

a 92,410 millones de dólares.32

Otro aspecto de la crisis económica fue la gran corrupción existente, puesto

que los profesionistas y políticos que colaboraban para las administraciones

públicas en estos años se aferraban en conseguir ingresos por la vía de la

corrupción.33 De igual forma, en los comienzos de la década de los años setenta,

en México existió una estructura política que conservó formas autoritarias,

caracterizada por una escasa participación, y una maquinaria electoral cuyo

control monopólico alejó a nuestro país de la democracia. Todo ello generó

tensiones sociales justamente cuando se presentaron fallas en la economía del

desarrollo estabilizador.34

En este contexto, entre los años setentas y ochentas, la economía del país

disminuyó su ritmo de evolución y presentó perturbaciones sociales más serias

que en años anteriores.35 Lo anterior se debió a que la devaluación, la

especulación de los precios, así como los desajustes en la planta productiva del

país trajo el perjuicio de una gran masa social, como sectores medios

(profesionales), y los más vulnerables (campesinos, obreros, y sectores

populares). Por tal motivo los sectores obreros presionaron al gobierno por

aumento salarial, y los campesinos además de los problemas de tenencias de sus

32 Enrique Cárdenas, La política económica en México, 1950-1994, FCE, México, 1996, p. 89. 33 Dávila R. Aldás, Op. Cit., p. 144. 34 Ibid., p. 118. 35 No resulta extraño, entonces, la perturbación de acrecentadas capas de la población en extrema pobreza, según revelan indicadores censales de 1970. Si bien, vistas a lo largo de las últimas dos décadas, tales proporciones disminuyen, su nivel, en 1970, señala que una parte muy importante de la población continúa en un grave estado marginalidad. El fenómeno es más severo en el campo, donde registra índices por arriba de 40, 50 y hasta 60%; y en algunos estados como Oaxaca, Chiapas y Guerrero. Elsa M. Gracida, “El desarrollismo”, en Enrique Semo, Historia Económica de México, UNAM, OCEANO, México, 2004, pp. 63-68.

22

tierras, también fueron afectados económicamente registrándose brotes de

violencia.

Una muestra de la desigualdad social fue que en 1963, el 40% de las

familias más pobres de México apenas recibía el 11.7% del ingreso total, mientras

que las más ricas recibía el 54.2%. Para 1975 esto empeoró, pues las familias

más pobres obtenían el 8.3%, mientras que el 20% de las familias más ricas

concentraba su ingreso para obtener el 60 por ciento.36

Asimismo, aún cuando el censo de 1970 demostraba que el nivel de

pobreza extrema había disminuido, una parte muy importante de la población

continuaba en grave estado marginal, sobre todo para el caso del campo en los

estados de Oaxaca, Chiapas y Guerrero, los cuales registraban un índice de 40,

50 y hasta 60 por ciento.37

Aunque la estructura económica durante el período de 1971 a 1981, siguió

básicamente igual, el sector agropecuario perdió trascendencia en el producto.38

Por ejemplo, mientras que la agricultura coadyuvó anteriormente con un 5.2% del

PIB, para 1981 contribuyó con sólo un 3.6%. En tanto que la participación de la

industria extractiva creció a través del petróleo de 2.4 a 3.5% del PIB. Por su

parte, la industria, prosperó ligeramente por encima del crecimiento promedio de la

economía, de tal suerte que su participación ganó poco más de dos puntos

porcentuales del producto.39

Hubo otra serie de elementos que complicaron nuestra economía, como el

déficit del sector público. Por ejemplo, de 2.5% del PIB pasó en 1971 a 14.1% en

1981, para luego pasar a 16.9% en 1982. En lo que respecta a la inflación, en el

periodo fue de 17.9% promedio y en 1982 se posicionó con un 92.6%; el déficit de

36 Dávila R. Aldás, Op. Cit., p. 111. 37 Elsa M. Gracida, Op. Cit., pp.62-63. 38 Por otra parte, los desequilibrios estructurales de la agricultura y del comercio aparecieron en los años sesentas, pero se acentuaron en los setentas. Esto se debió a la faltante de alimentos, que debía importarse en un mercado mundial que se encontraba en crisis, y que por la misma situación tenía precios altos. Dávila R. Aldás, Op. Cit., p. 98. 39 Enrique Cárdenas, Op. Cit., pp. 89-91.

23

la cuenta corriente de la balanza de pagos pasó de 0.2% como porcentaje del PIB

en 1971, a 6.0% en 1981, como consecuencia de la recesión de ese mismo año.40

Puede decirse que nuestra economía de 1971 a 1981 creció a una tasa

media anual de 6.7%, y 3.7% por habitante y si bien nuestra economía

experimentó un crecimiento acelerado, éste fue interrumpido por una crisis dentro

la balanza de pagos en 1976 que fue incentivada por un gasto público muy

deficitario y por un endeudamiento externo creciente,41 como más adelante se

señalará.

Otro fenómeno fue que la devaluación del primero de septiembre de 197642

trajo como consecuencia mayor inflación. También la actividad industrial en la

segunda mitad de este año se colapsó, cuando cayó en 6.7% entre agosto-

septiembre de 1976 y enero-febrero de 1977 y sólo comenzó a recuperarse hasta

después del primer semestre de ese año.

Pero para mediados de 1978, la economía en general aceleró su

dinamismo con una tasa de expansión del PIB de 6.6% gracias a que la

producción del petróleo mexicano ascendió a un millón 200 mil barriles diarios,

cifra superior en un 23.5% a la registrada en 1977.

El auge del petróleo, permitió al gobierno recuperar gran parte de su

capacidad política para emprender algunas reformas que estaban encaminadas a

acelerar la modernización del país.

De esta manera, el auge petrolero brindó la oportunidad de atacar

problemas de la economía, en especial los que se habían presentado entre los

empresarios y los sectores obreros, sin mayores lesiones para el gobierno.43

40 Ibid., p. 89. 41 Ibid., p. 89. 42 Con la devaluación cambiaria de septiembre de 1976 y las otras que siguieron hasta enero de 1977, la especulación de precios y los desajustes en la planta productiva del país no solo golpearon a los sectores campesinos, obreros y populares sino también a los sectores medios y de profesionales que se vieron sujetos a un proceso de exportación violenta pero solapada que no tardó en generar tensiones sociales. Los sectores obreros organizados presionaron al gobierno por incrementos salariales; los campesinos, cansados de las soluciones jurídicas dilatorias a sus problemas ancestrales de tenencia de la tierra, llegaban a la violencia. Pablo González Casanova y Héctor Aguilar Camín, (compiladores), Op. Cit., p. 144. 43 Ibid., p. 151.

24

Sin embargo, al comenzar a caer los precios del petróleo en los años

ochenta, el país se encontró en la dificultad de hacer frente a la deuda externa, lo

que provocó el cierre de los mercados de capitales en México y en toda la región

latinoamericana, teniéndose que ajustar el sector externo, a contraer la actividad

económica, ocasionando que el producto cayera en 0.6 y 3.5% en 1982 y 1983,

así como en 1986.44

Lo anterior se debe a que los ingresos petroleros se convirtieron en

subsidiadores de las importaciones y pudieron acelerar el proceso de acumulación

de utilidades de las industrias monopólicas internas. No obstante, el auge

petrolero hizo que el sector público y privado multiplicara su capacidad de gasto y

con ello su endeudamiento para principios de los años ochentas, lo cual no sólo

contribuyó a exponenciar los desequilibrios económicos y la marginación social

sino la dependencia externa del país.45

Mientras tanto, entre 1979 y 1980, la producción de las actividades como la

industria de la construcción, y las demás decayeron en su ritmo de crecimiento;

mostrando con ello una mayor desaceleración en la producción manufacturera y la

eléctrica.46

Por su parte la inflación en 1980 alcanzó un 30%, la cual fue estimulada por

el alto nivel de importaciones –que en 1981 alcanzaron la cifra récord de 23 mil

millones de dólares,- para finales de 1981 alcanzó 40%. Esto se reflejó en 80% de

la población total que se encontraba compuesta por trabajadores, empleados,

subempleados y desempleados, quienes, en promedio, disponían de ingresos de

sólo 5 mil pesos mensuales para sus familias de 5 o más miembros.

La inflación estuvo relativamente sostenida por tres factores principales: 1)

el aumento de la oferta de alimentos dado el rápido crecimiento del sector

agrícola: 12.1% entre 1978 y 1981; 2) la apertura de la frontera a la importación de

mercancías, lo que aumentó la oferta disponible, y 3) la retención de precios y

44 Gerardo Fujip, Op. Cit., p. 20. 45 Pablo González Casanova y Héctor Aguilar Camín, Op. Cit., p. 155. 46 Ibid., p. 153.

25

tarifas del sector público, como gasolinas y energía eléctrica, los cuales

significaron fuertes subsidios al consumo.47

Entre 1977 y 1980, el incremento de la deuda pública fue moderado aunque

después se aceleró. Pero la deuda de la banca y del sector privado creció mucho

más rápido, a una tasa promedio anual de 35%, para llegar a un saldo en 1980 de

16,900 millones de dólares. Sin embargo, para el año siguiente debido a la fuga de

capitales y por haber mantenido una política económica expansionista, el gobierno

incrementó el saldo de la deuda en 19,148 millones de dólares, es decir, hubo un

aumento de 56% en sólo un año.

El PIB real se contrajo en 1982 en 0.5% con respecto al año anterior, en

donde la producción industrial -0.3% fue contrarrestado por el buen desempeño

del sector agropecuario con 4.9%. No obstante, el alza del tipo de cambio así

como la contracción económica hicieron descender las importaciones casi 40%, y

aumentar la carga financiera de las empresas en más de 300% en sólo un año, lo

que las debilitó aún más.48

Para el período del Presidente Miguel de la Madrid la economía se

caracterizó por: fuerte déficit fiscal, rezago en los precios del sector público,

contracción del sector externo, excesiva deuda externa, así como el tener dudas

sobre la capacidad del país para realizar los pagos de su servicio, desempleo y

contracción de la actividad económica creciente; inflación, desintermediación

financiera y la existencia de aversión entre los sectores privado y gubernamental.

Es por esa razón que a pesar de todo lo que se hizo para salvaguardar a

nuestro país, no fue posible. Un ejemplo de ello es que la inflación que en 1982

había llegado al 100%, para finales de 1987 se había registrado un 131.8%.

Además, la deuda aumentó hasta llegar a 107,470 millones de dólares en 1987.49

Otro problema fue el tipo de cambio, que estuvo sobrevaluado

durante la mayor parte del sexenio anterior, por lo que la crisis de la balanza de

pagos de 1981-1982, aunado a lo demás, dio como resultado las devaluaciones 47 Enrique Cárdenas, Op. Cit., p. 109. 48 Ibid., p. 116. 49 Ibid., p. 118.

26

del peso desde febrero hasta diciembre de 1982. Como consecuencia hubo cierre

de negocios debido a la contracción del mercado, por incapacidad de cubrir

adeudos y por lo costoso de las materias primas y refacciones que tenían que

importar.

Después de 1982 surgieron en nuestro país cambios estructurales en dos

sentidos: 1) La reducción del tamaño y complejidad del sector público y 2)

Comenzó la apertura económica a la competencia del exterior. Estas dos

vertientes del cambio estructural tuvieron consecuencias muy grandes en el

desarrollo de la economía durante el sexenio de Miguel de la Madrid Hurtado. A

fines del sexenio anterior el sector público había crecido en importancia, teniendo

como suceso trascendental la nacionalización de la banca privada en septiembre

de 1982. Desde ese entonces, la nueva administración de Miguel de la Madrid

comenzó a privatizar empresas, vender su parte de acciones donde tenía minoría,

o bien eliminar fideicomisos gubernamentales que fueron muy populares en el

período de Luis Echeverría. De esta forma, el número de empresas con alguna

participación pública pasó de 1155 en 1982 a 941 en 1985, y a 617 en 1987, esto

nos da una idea de lo que pasó en el proceso de privatización.

Fue en los años ochentas cuando comenzó la apertura de la economía al

exterior, al desmantelar el aparato proteccionista que existía desde 1957. Lo

anterior, se debe que nuestro país se encontraba con la crisis de 1982, por lo que

decidió cambiar de estrategia de industrialización, es decir pasar del modelo de

sustitución de importaciones al del comercio exterior.50 De ahí que las autoridades

más adelante fueron relajando el sistema proteccionista al liberar a 16.4% de las

importaciones, hasta que finalmente se tomó la decisión de ingresar al GATT.

Sin embargo, la rápida apertura comercial no pareció haber generado un

cierre de empresas o despidos masivos de trabajadores por dos razones

fundamentales. Primero, la política de mantener un tipo de cambio subvaluado

para evitar problemas de balanza de pagos servía como una protección

arancelaria a los productos nacionales y segundo porque la contracción 50 Arturo Retamoza Gurrola, El Estado y la industrialización…,. Op. Cit., p. 19.

27

económica que el país vivió durante esos años, con la seguida reducción de la

inversión ejerció poca presión sobre las importaciones es probable que por estas

razones la política de liberación no haya enfrentado oposición de empresarios o

trabajadores que percibieran riesgo sobre sus empresas o empleos, detalle que

cambió más adelante cuando resintieron más fuertemente la competencia

externa.51

En el período de Miguel de la Madrid la economía mostró signos de

recuperación, la cual se debió a los aumentos del gasto público y a la reactivación

del gasto privado, así como al volumen de la actividad industrial que aumentó en

7.2% para 1985, estimulado por el crecimiento de la industria manufacturera y la

construcción, mientras que el sector agropecuario aumentó su volumen de

producción. Si bien esta reactivación económica tuvo efectos positivos sobre el

empleo, el aumento de la demanda presionó los precios hacia arriba, y así fue

como volvió a deteriorar la balanza de pagos y presionó el mercado cambiario.

En lo que se refiere a los requerimientos financieros del gobierno, estos

aumentaron en más del doble de los originalmente presupuestados, de 2.2

billones de pesos a alrededor de 4.5 billones. Ello repercutió en el alza de las

tasas de interés internas para captar ahorro privado, presión adicional sobre los

precios y menos recursos disponibles para el sector privado.

1.3 La agroindustria en México

1. 3.1 La importancia de la agroindustria en la economía nacional

Para algunos autores52 la importancia de la agroindustria reside en que aumenta el

bienestar de la población al mejorar notoriamente los patrones alimentarios de las

clases populares. Este objetivo pertenece al concepto de bienestar social que se

desea para nuestro país, teniendo como finalidad una organización del trabajo, 51 Enrique Cárdenas, Op. Cit., p. 136. 52 Efigenia Martínez de Navarrete et al., Alimentación básica y desarrollo agroindustrial, FCE, México, 1977, p. 17.

28

capitalización y modernización tecnológica tanto interna como externa del sector

agropecuario para lograr un equilibrio entre el campo y la ciudad al elevar los

niveles de vida de ambas poblaciones. Así pues se considera que la agroindustria

propicia un desarrollo más estable al abatir las presiones sobre los precios y sobre

la balanza de pagos.

Para un país como el nuestro, que es gran productor de materias primas, la

creación de agroindustrias es de suma importancia, pues esto permite darle mayor

valor agregado a las materias primas, diversificar las exportaciones y generar con

ello mayores posibilidades de empleo.

No obstante, lo anterior no garantiza al país una creación suficiente de

empleos ni la repartición más equitativa del ingreso; como tampoco soluciona los

desequilibrios causados por un intenso fenómeno migratorio, ni los problemas de

la urbanización vertiginosa aunada a una creciente pobreza en el campo. Pues a

pesar de que una parte importante del sector industrial del país se encuentra

formada por agroindustrias, que tiene como criterio lo expuesto, es evidente que

su evolución ha sido insuficiente para promover un desarrollo equilibrado en el

país.53

De acuerdo con Enrique Leff, no basta sugerir un proceso integral de

transformación de nuestros recursos, sino que es de suma importancia la

distribución de actividades que aseguren la conservación del medio ecológico y un

equilibrio social basado en la distribución de las actividades productivas y una

participación creciente dentro de la propiedad de los medios de producción por

parte de los trabajadores de la ciudad y del campo.

Asimismo, este autor nos señala que las agroindustrias se pueden clasificar

en:

1) Agroindustrias urbanas, son aquellas que -como su nombre lo indica- se

encuentran ubicadas en zonas urbanas;

2) Agroindustrias rurales, aquellas localizadas en el campo, que a su vez se

clasifican en a) agroindustrias ejidales, aquellas que transforman parte de su 53 Ibid., p. 358.

29

producción primaria dentro del mismo ejido, en donde puede que los medios de

producción sean de propiedad de los mismos ejidatarios, o bien que los medios de

producción sean privados, arrendándose tanto el predio ejidal como el trabajo y b)

agroindustrias privadas, en donde tanto la tierra como los medios de producción

industriales pertenecen a propietarios privados. De este sub-ramo se desprenden

otros subgrupos, de acuerdo con sus inversiones en capital, número de

trabajadores y volumen de producción y mercados que proveen: pequeños

propietarios o pequeña organización ejidal, donde se emplea procesos sencillos,

abasteciendo el mercado comunal; mediano propietario privado o ejidatarios, que

emplean técnicas modernas, que abastece el mercado regional; Así también el

gran propietario, que abastece un gran mercado regional, nacional o extranjero.54

La importancia que tiene la agroindustria en la economía, en el período

1970-1981, se refleja en la contribución a la generación del PIB nacional, con un

10.5% del valor de la totalidad de bienes y servicios, lo que representó el 43% del

PIB del sector manufacturero.55

Sin embargo, la agroindustria también tuvo altibajos durante este período,

pues se observó un rezago en su crecimiento con respecto al resto de la

economía, pues su tasa superó únicamente al sector agropecuario y fue inferior al

crecimiento del PIB nacional.

En un primer momento, la agroindustria generó empleo dentro del sector

manufacturero. Pero disminuyó su dinamismo en la década de los setentas, por

ejemplo, en 1970 se daba empleo al 58% del sector manufacturero, mientras que

para 1980, éste se redujo en 51%. Esta evolución determinó que la agroindustria

pasara, de absorber un 7.4% del personal ocupado nacional en 1970 a un 6.7% en

1980.56

En México la mayoría de los sistemas agroindustriales que comercializaron

la producción en el mercado interno perdieron dinamismo durante la década de los

54 Ibid., p. 359. 55 Teresa Reina Trujillo, Foro: panorama de la agricultura mexicana, reflexiones, preguntas, respuestas. UNAM, México, 1986, p. 139. 56 Ibid., p. 140.

30

ochenta, sobre todo en los sistemas de alimentos balanceados, trigo y leche. La

contracción de la demanda interna asociada con la crisis económica nacional

afectó particularmente el desarrollo de las industrias orientadas hacia el mercado

nacional. Frente a la contracción de la demanda interna de productos de consumo

generalizado, las industrias del ramo tuvieron que buscar mercados alternativos, lo

que significó que intentaran orientarse hacia el mercado externo o bien hacia la

producción de bienes para el consumo de población de mayores ingresos.

(yogures, quesos, delicatesen, vinos, etc.) cuyo consumo fue menos afectado por

la crisis.57

Asimismo, la situación inflacionaria se reflejó en el crecimiento de los

precios de productos agroindustriales. Esto se puede ver en el índice de precios

que se encontró en la producción bruta agroindustrial; para 1975 fue del 10% y,

para 1981 de 47%.

Debe señalarse que la agroindustria contribuyó en la generación de divisas,

sin embargo, su participación en las exportaciones disminuyó, al pasar de un 25%

en 1975 a 8.8% en 1980 a nivel nacional. De igual forma, las importaciones

agroindustriales se cuadruplicaron en ese mismo período, lo que condujo a que la

balanza comercial agroindustrial pasara de un superávit de 139 millones de

dólares en 1975 a un déficit de 2,100 millones de dólares en 1980.

Debe destacarse que las empresas públicas-privadas fueron las únicas que

mostraron tendencias positivas. No obstante, aún cuando fue la categoría que

contribuyó con la mayor generación de empleo, presentó problemas en su proceso

de consolidación.58

Debido a que la industria alimentaria tiene una gran relación con el

concepto de agroindustria, es pertinente hablar de la primera como si se tratase de

la misma59, por lo que para el período de 1975 a 1983, el valor de la producción

57 Felipe Torres Torres, Op. Cit. Información con base en Manrubio Muñóz, “La agroindustria en México, problemática y perspectivas” de Horacio Santoyo y Manrubio Muñóz (coords.), Alternativas para el desarrollo agroindustrial, Universidad Autónoma de Chapingo, México, 1993, pp. 27-28. 58 Ibid., p. 141. 59 Existen dificultades para analizar los flujos comerciales de la agroindustria. Esto debido a que existió una heterogeneidad estadística de las fuentes oficiales. De ahí, que partir de 1972, se pudo rehacer una serie

31

bruta tuvo una tasa media de crecimiento anual de 4.5% a precios de 1970, un

poco por arriba del 4.45% que registró el total de las manufacturas: así su

participación con respecto a la producción bruta total del sector que presentó un

comportamiento cíclico durante el período, y se restableció al final del mismo, a

pesar de que tuvo un descenso en su ritmo de crecimiento entre 1982 y 1983, por

efecto de las condiciones económicas que efectuaron a la industria.60

1.3.2 Características de las grandes empresas agroindustriales

El rasgo fundamental del modo de operar de las grandes empresas

agroindustriales que se observa en la fase de producción primaria es que hay una

integración de la etapa agrícola con la industrial. Es decir, la gran empresa

subordinó la producción primaria y los agentes que en ella intervenían; un caso

común es el método de la agricultura por contrato. Este mecanismo, sin embargo,

genera impactos perjudiciales para los productores, en especial para aquellos que

disponen de menores recursos. Cabe señalar que generalmente el contrato se

establece en desventaja para los productores, tanto en relación con el precio que

se fija antes de la cosecha, como respecto al control de calidad que implica

severos castigos en el precio. Estos dos factores redundan en una transferencia

hacia la industria del valor generado en el sector primario y un obstáculo a la

posibilidad de acumular para el agricultor.61

Si el productor primario es débil, el vínculo para él es desfavorable. Esto se

relaciona con el hecho de que la contratación es individual, por lo que los

medianos y pequeños productores pierden todo poder de negociación en el

momento de fijar las condiciones del contrato. Asimismo, este modo de

completa de indicadores más relevantes como de la Secretaría de Agricultura, el Banco de México y el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática. Felipe Torres Torres, (coordinador), Op. cit., p. 69. 60 Dirección de Promoción de la Productividad, Op.Cit., p. 2. 61 Ibid., p. 158.

32

contratación atenta contra los avances organizativos de los productores

campesinos y por tanto refuerza su bajo poder de negociación.62

Por otro lado, los rasgos fundamentales que definen el modo de operar de

la gran empresa agroindustrial en la fase de procesamiento han tenido un efecto

nocivo sobre el conjunto de la economía nacional, por la baja generación de

empleo en el sector y el desplazamiento de las empresas medianas y pequeñas,

se debe sobre todo al tipo de producción agroindustrial que se coloca en el

mercado.63

Si bien es cierto que la agroindustria ha generado un bienestar para las

familias mexicanas porque los artículos de consumo son de gran practicidad,

también hay algunos problemas que las agroindustrias han propiciado,

principalmente las grandes empresas. Entre ellas destacan: 1) la deformación que

la gran empresa agroindustrial ha generado en el suelo agrícola, 2) así también

porque las mejores tierras son utilizadas para sembrar la materia prima que luego

serán procesadas por las agroindustrias, 3) y aún cuando los productos contienen

un alto valor protéico, éstos productos son de escaso valor nutritivo y su consumo

es generalizado.64

Asíu, poco a poco la agroindustria ha provocado el desplazamiento de

empresas de menos recursos ya que muchas de las grandes empresas

agroindustriales (GEAI), pueden operar en mercados oligopólicos, lo cual les

ayuda a tener capacidad para determinar los precios, y ello ha traído la

desocupación laboral. Pero también se debe a que ellas pueden controlar el

mercado externo, gracias a los niveles de integración que las grandes empresas

poseen, pues éstas manejan los servicios de distribución y controlan o tienen

vínculos con los canales de comercialización en el exterior, con lo cual suelen

62 Ibid., pp. 158-159. 63 Ibid., p. 159. 64 Los productos elaborados por estas empresas, que contienen algún valor nutritivo, están dirigidos al consumo de los estratos de mayores ingresos, en tanto que la producción que realizan es para un mercado generalizado llamados “alimentos pacotilla”, de nulo valor nutritivo y que distorsionan las pautas de la dieta alimenticia del conjunto de la población. Rodolfo Echeverría Zuno, (coordinador). Transnacionales, agricultura y alimentación. Colegio Nacional de Economistas A.C. Editorial Nueva Imagen, México, 1982, pp. 159-160.

33

ocupar un lugar preponderante en la distribución dentro del mercado mundial.65

Para un país como México, caracterizado por la cantidad de gran población

desempleada o subempleada en edades activas, esto ha sido perjudicial.66

Las grandes empresas mexicanas se abastecen de tecnología en el

exterior, lo cual acentúa la dependencia del país y repercute desfavorablemente

en nuestra balanza de pagos. La ausencia de apoyo a la investigación tecnológica

nacional y el escaso desarrollo de la industria de bienes de capital, vinieron a

reforzar la dependencia tecnológica. Además, las innovaciones en agroindustria se

relacionan más con la diferenciación de productos existentes en función de la

competencia en el mercado que con el desarrollo de técnicas más eficientes de

abaratamiento de costos de producción o mejoramiento de la calidad de los

productos procesados. En algunos casos, los productos nutritivos fueron

reemplazados por los industriales, de escaso valor nutritivo.

Por otra parte, la modernización de sectores importantes de la agricultura

llevó consigo una modificación en la estructura agraria, creando fenómenos de

concentración de la mejor tierra productiva, del crédito y de recursos técnicos que

entre otras cosas dieron lugar, al abandono de la producción de alimentos

populares, dado el estancamiento de las pequeñas unidades productoras que no

se ven favorecidas ni por la propia inversión extranjera ni por los apoyos e

inversiones que realiza el Estado del país receptor.67

México no fue ajeno a este proceso, pues la agroindustria en nuestro país

está dominada por empresas transnacionales. Su forma de operar en la captación

de materias primas para su procesamiento y en la orientación del consumo,

permiten sugerir que hace tiempo ha entrado en concentración con los

requerimientos de desarrollo agropecuario y agroindustrial y es factor de peso en

el agravamiento de la crisis rural. Esta contradicción se manifiesta en torno a la

meta de autosuficiencia: mientras el interés de los campesinos, como el de la

nación, da en México prioridad a la producción de cereales y oleaginosas, el 65 Ibid., p. 160.

66 Ibid., p. 159. 67 Ibid., pp. 276-277.

34

agronegocio transnacional se lo da a la carne, frutas y hortalizas y otros, tanto

para la exportación como para cubrir la demanda interna. El fortalecimiento de la

gran empresa transnacional productora de alimentos, desde su recolección hasta

productos elaborados, tanto para consumo humano como animal, se observa en

sus 75 matrices con capital extranjero y 890 filiales de empresas transnacionales.

En esta rama se ha generado un fuerte proceso de concentración industrial. Para

citar un ejemplo, baste señalar que en la producción de alimentos infantiles cuatro

empresas elaboran el 100% de los productos.68

68 Ibid., p. 277.

35

Capítulo II. Contexto económico de Sinaloa y

las características de la agroindustria

2.1 La situación económica sinaloense y los sectores económicos

Algunos elementos que caracterizaron la economía nacional durante la década de

1970 fueron la inflación, la disminución de la producción agrícola, la baja en las

exportaciones de los productos primarios, el incremento de los precios en los

bienes de consumo de la población y de las materias primas industriales, así como

la crisis monetaria internacional.69

A nivel estatal, los rasgos generales de nuestra economía alrededor de los

setentas, se distinguen por ser una economía mayormente primaria, y a su vez, el

sector terciario contaba con alta participación en el producto interno bruto estatal

(PIB) y también con un sector industrial enfocado hacia la transformación de los

productos agropecuarios que empezaban a cobrar significación.70

Aunque la base de la producción de nuestro estado se sustentaba para ese

período en la agricultura, actividad que otorgaba ocupación a casi la mitad de

nuestra población económicamente activa.71

Durante los años de 1975 a 1980, el PIB estatal creció a 9.1%, frente al PIB

nacional que fue de 6.5%. Con esto podemos observar que a pesar de la

situación crítica por la que atravesaba nuestro país, nuestro estado se encontraba

menos sumido en ella, como a continuación lo veremos.

A nivel nacional la participación industrial en el PIB iba siendo cada vez más

grande en contraste con Sinaloa, pues la participación agrícola es la que se

69 Gobierno del Estado de Sinaloa, Sexto Informe de Gobierno, Gobierno del Estado de Sinaloa, Culiacán, 1974. 70 Secretaría de Desarrollo Económico del Estado de Sinaloa, Op. cit., p. 76. 71 Gobierno del Estado de Sinaloa, Lineamientos para la ordenación territorial del parque industrial de la actividad de Culiacán, Gobierno del Estado de Sinaloa, Secretaría de Desarrollo Económico, Culiacán, 1980, p. 3.

36

incrementó, debido a que nuestro estado continuaba siendo eminentemente

agrícola. La industria en nuestro estado por su parte fue mejorando su

participación en el PIB al pasar de 17.9% en 1970 a 21.2% en 1975, aunque el

auge que se manifestó sólo en el sector de la construcción que representó 5% en

1970 y 8.1% en 1975. En cuanto a la industria manufacturera su participación se

mantuvo igual, con 12.1%. Sin embargo, para 1980 estos dos subsectores

redujeron su participación; el primero a 7.1%, y el segundo a 11.6%, y originaron

una disminución en la participación industrial al haber descendido a 19.9%. Como

puede verse, hubo un mayor dinamismo en el sector primario y terciario, pero

sobre todo en las actividades agrícolas.72

El sector industrial en el país aumentó gradualmente su participación en el

PIB, de 31.1% en 1960 para representar 34.5 y 37.8% para 1970 y 1980. Y el

sector manufacturero nacional también incrementó su participación, pues en 1960

esta fue de 19.2% y en 1970 de 22.8%, para en 1980 llegó a 23.5%. Para 1970 en

Sinaloa los 2 mil 361 millones de pesos que le correspondieron a la agricultura no

fue únicamente una cantidad que sobrepasara la de la manufactura, sino también

la del sector secundario en su conjunto. Para 1975 el PIB agrícola fue más de dos

veces mayor que el PIB manufacturero. Esto viene a ser un claro ejemplo de la

importancia de la agricultura en la economía sinaloense, mientras que la

manufactura estatal fue perdiendo presencia en ambas economías.73

A pesar de lo anterior, la manufactura representó el segundo lugar en

mayor importancia en la estructura productiva estatal. Aunque dentro del sector

secundario perdió peso: en 1970 la manufactura representó 67%, pero para 1980

su participación descendió a 59%, debido a un mayor crecimiento de la industria

de la construcción.74 En tanto, en el nivel nacional se tiene que la manufactura

representó 66% del PIB industrial y en 1980 su participación bajó a 62%, gracias a

la fuerte expansión de la industria petrolera.

72 Arturo Retamoza Gurrola, El proceso de industrialización…Op. Cit., pp. 74-75. 73 Ibid., pp. 75-76. 74 Ibid., p. 76.

37

La industria manufacturera, al interior del PIB estatal estuvo estable durante

la década de los setenta, puesto que en 1970, ocupó el 12.1%, y se mantuvo

estable en 1975, pero descendió a 11.6% en 1980. Sin embargo, tuvo un aumento

de 14.7% en 1984.

A nuestro estado se le puede ubicar, en el grupo de entidades que

concibieron y se han convertido en regiones para la agricultura moderna, al poseer

las mejores ventajas y condiciones para este tipo de actividad. Esto se demuestra

en la importante presencia que tuvo el sector agrícola en el PIB, y sobre todo

dentro de las actividades primarias.75

El comportamiento del sector agrícola ha jugado un papel importante dentro

del PIB estatal y aunque ha ido disminuyendo su tasa de crecimiento, a nivel local

tiene mayor peso: en los 70’s fue de 10.7% en el PIB estatal; mientras que en el

PIB nacional, la agricultura fue de 3.0% para 1975 a 1977 y de 2.8% para 1977 a

1980.

En el caso de la industria la tasa de crecimiento anual entre 1970 y 1975

fue de 7.3%, la cual se logró gracias al fuerte dinamismo que se dio en los

subsectores de construcción y electricidad, cuyas tasas de crecimiento fueron muy

superiores a las del PIB. Pero, para 1975 y 1980 la situación fue muy diferente,

puesto que el PIB creció anualmente 8.9% y la industria lo hizo a 7.4 por ciento.76

La manufactura estatal registró un crecimiento promedio anual de 8.0%

durante los años de 1975 a 1980, sin haber modificado su estructura ni haber

renovado parte importante de su capital fijo.77 Debe destacarse que el crecimiento

de las manufacturas fue resultado del nuevo patrón de cultivos que tomó como

referencia a los productos agrícolas, y que ocuparon el primer lugar nacional.

75 Arturo Retamoza Gurrola. Ensayos de Economía: análisis de la realidad sinaloense, Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales, Universidad Autónoma de Sinaloa, Culiacán, 2003, p. 34. 76 Por su parte, el sector de la construcción, tuvo un importante crecimiento en el área de nuevas construcciones y reconstrucciones del sector privado, que se encontraba motivado por el creciente auge de las inversiones en bienes raíces, a pesar de las restricciones crediticias que existían desde 1973. Por ejemplo, el sector de la construcción fue de 13.8% y el sector eléctrico de 8.9%, lo que se tradujo en un incremento en la participación del sector secundario dentro del PIB, al pasar de 20.0% en 1973 y al 20.9% en 1974. Secretaría de Desarrollo Económico del Estado de Sinaloa, Op. Cit., p. 76. 77 Arturo, Retamoza Gurrola, El proceso de industrialización en México: el caso Sinaloa, Op. Cit., p. 78.

38

Entre ellos se destaca a la industria arrocera, la industria de aceites, grasas

vegetales, y por último, la industria de preparación de frutas y legumbres.78

Es por esa razón que para 1982, en el sector oficial, se consideraba que

nuestro estado ya había empezado el camino de la industrialización, gracias a que

la pequeña y mediana agroindustria tenía gran preponderancia.79

En el sector primario, la agricultura creció a la tasa del 10% para este

período debido a la escasez de agua causada por fenómenos meteorológicos,

pues la falta de lluvias diminuyó el almacenamiento en las presas, presentándose

con ello menores volúmenes de exportación de hortalizas y disminución en la

producción de granos.80

El sector agrícola representó en el PIB estatal 21.7% en 1970, y 26.2% en

1975, 22.0% en 1980, y 24.1% en 1985, por lo que se dice que en estos años

adquirió un mayor dinamismo. Ello se debió a las grandes obras de irrigación, así

como a un cambio de patrón de cultivos que empezó en la década de los setentas.

Hubo así un incremento de las producciones agrícolas, lo que originó la creación

de nuevas industrias del mismo tipo que tuvo la entidad antes de 1970, es decir,

industrias relacionadas al sector agrícola, que son de mayor importancia dentro

del crecimiento industrial.81

Cuadro 2. Resultados de producción en principales cultivos (1977-1978) Cultivos Superficie

(Has.) Producción

(Tons.) Valor

Granos y cereales

459 501 1´048 819 3´269 736

Alpiste 1 436 2 165 1 908 Arroz 41 945 171 975 515 925 Avena 104 177 566 Cebada 10 24 79 Frijol 76 698 59 165 375 369 Garbanzo 34 075 41 959 482 529

78 Arturo Retamoza Gurrola, Ensayos de economía…, Op. Cit., pp. 298-299. 79 Gobierno del Estado de Sinaloa, Directorio Industrial de Sinaloa, Secretaría de Alimentos, Productos y Servicios Esenciales, Culiacán, 1983, p. 22. 80 Secretaría de Desarrollo Económico del Estado de Sinaloa, Op. Cit., p. 77. 81 Arturo Retamoza Gurrola, Ensayos de Economía…, Op. Cit., p. 298.

39

Maíz 107 304 137 392 412 176 Sorgo 114 075 302 308 613 687 Trigo 107 304 333 654 867 500 Oleginosas 332 583 463 988 2´904 120 Ajonjolí 52 348 25 566 255 660 Cacahuate 16 690 16 569 149 121 Cártamo 195 650 289 602 1´708 651 Girasol 4 468 5 337 29 354 Linaza 120 300 1 650 Soya 63 307 126 614 759 584 Fibras e industriales

74 558 3´396 127 2´036 428

Algodón 38 349 124 080 1´302 840 Caña de azúcar 34 569 3´270 160 719 435 Sorgo escobero 1 640 1 887 14 153 Forrajes 356 885 296 415 Alfalfa 1 640 24 088 15 175 Flor de Zempoalxochitl

1 645 25 429 35 346

Pastos y forrajes 7 190 307 368 245 894 Hortalizas 33 259 613 185 6´400 000 Total 912 307 5´879 004 14´906 699

Fuente: Delegación Estatal de Economía Agrícola

El producto bruto aportado por el sector ganadero, aumentó a una tasa

anual de 9.5%, en cambio los sectores de la porcicultura y la avicultura tuvieron

por producto bruto correspondientes a un crecimiento de 172% y 57%

respectivamente. Por su parte, el PIB del sector pesquero para 1974, fue de

169.12 millones de pesos; lo que equivalió a 1.4% del PIB estatal permaneciendo

este sector en el nivel más bajo de producto por hombre ocupado.

Asimismo, tanto la silvicultura como la extracción de minerales, hasta 1974

sostuvieron una participación dentro del PIB estatal, al 0.8%. Por otra parte, dentro

del sector secundario, las manufacturas y sobre todo la construcción, mostraron

un dinamismo notable en aquellas ramas enfocadas a la elaboración de alimentos

40

como la harina de trigo, algodón de pluma, cemento, cerveza y azúcar (aunque

esta última en menor proporción).82

Es notorio que dentro del sector terciario, el comercio siguió manteniendo

su alta tasa de participación dentro del PIB; siendo para 1974 de 24%. Así

también, el sector turismo siguió ocupando un lugar importante, puesto que los

ingresos del turismo fueron de 770 millones de pesos para 1974.

En este sentido el crecimiento económico estatal fue de 9.2% lo cual refleja

altas tasas de crecimiento si se compara al nacional y en lo relativo a la industria,

ésta muestra un grado de diversificación bajo, ya que tan solo 10 ramas

industriales representaron más del 80% del valor total del sector.83

Para el segundo lustro de la década de los setenta la situación económica

era la siguiente:84 la actividad ganadera participaba con un 6.0% en el PIB estatal,

generando con esto 11,980 empleos y representando el 2.75% de la población

económicamente activa de Sinaloa. La superficie de agostadero se estimaba en

1´173,722 has. y se encontraba distribuida en cerros, el 74.4%, y en llanuras, el

25.6 por ciento. Del total del ganado, sobresale el bovino, por su número de

1´221,859 cabezas, de las que el 97% era ganado de carne y un 3% lechero; el

ganado porcino contaba con 365,889 cabezas y representaba el 80% de su

producción y el 20% de las existencias.

Por su parte, la avicultura lograba un crecimiento en su población, en la que

se estimaban 3.6 millones de aves para la producción de huevo y carne. El 97%

de la explotación se realizaba en granjas, y su producción se dirigía al comercio y

el 3% eran aves de producción doméstica para autoconsumo.

El total de la actividad pecuaria ascendió 2,709 millones de pesos,

representada en un 65.7% por la producción de 65, 897 tons. de carne tanto las

especies vacuno, porcino, caprino y ovino, como de pollo y gallinas; un 25% de

valor se encuentra representado por la venta de 2’351,836 cajas de huevos y la

diferencia 4.8% es la producción de leche. 82 Secretaría de Desarrollo Económico del Estado de Sinaloa, Op. Cit., p. 78. 83 Ibid., p. 80. 84 Gobierno del Estado de Sinaloa, Lineamientos para la ordenación territorial…, Op. Cit., pp. 6-19, 23-26.

41

La actividad pesquera ocupa el primer lugar en cuanto a valor y el cuarto

lugar en cuanto a volumen, con una producción de 37,917 tons. en 1975 y 40,584

para 1978. Este volumen significó el 8.4% y 6.5% del total nacional y su valor el

24.6% para los mismo años. Asimismo, esta actividad, jugaba un papel importante

en el producto bruto estatal, pues en 1970 fue de 1.4% hasta que disminuye a

1.3% para 1975 con el mismo nivel para 1978.

No obstante, esta actividad no ha incrementado su participación, pues las

capturas del camarón representaron en 1978 un 35.2% con 14, 279 tons. que

representaban el 86.7% del valor total de la actividad pesquera estatal. Otras

especies capturadas son: la sardina, lisa y almeja que, junto al camarón,

representan más del 73% y un 91% del valor total de esta actividad en Sinaloa.

Si bien en un principio la minería fue de las más significativas ramas de la

economía local ésta vino ha disminuir hasta casi desaparecer, a pesar de esto se

venía vislumbrando una actividad prometedora para las inversiones que desearan

participar en el desarrollo de Sinaloa. En nuestro estado se extraen seis minerales:

oro, plata, zinc, cobre, plomo y fierro. Para 1975 el volumen total ascendió a

28,372 tons., es decir el 1.46% del valor nacional; para 1977 el volumen pasó a

35,032 toneladas.

El desarrollo de la industria en general se caracteriza por ser productora de

materias primas y en forma secundaria por elaborar productos terminados. En el X

Censo Industrial, de 1975, se observaron 1,665 establecimientos que dieron

ocupación a un total de 19,892 personas.

Las empresas manufactureras mostraban en conjunto una limitada

diversificación productiva; el 33% de los establecimientos se encontraba

representado por seis giros industriales: a) ingenios azucareros; b) despepitadoras

de algodón; c) congeladoras de camarón; d) plantas arroceras; e) y empacadoras

de productos alimenticios.85

85 Se estima que para 1978 estas empresas contribuyeron con un valor total de producción de 9,087 millones de pesos, mismo que a su vez representa el 80% del valor de la producción de la industria mediana; el 20% restante se integra con elaboración de productos químicos, astilleros, industria metalmecánica, fabricación de

42

En cuanto al aprovechamiento de la capacidad de producción instalada, las

industrias de cerveza, de cemento, harinera, algodón y embotelladoras de

refrescos integran entre un 70 y 85% de su producción, aún cuando en algunas de

ellas los tiempos de labores durante el año son bajas en comparación con otras.

En vista de lo anterior, en esos años se consideraban las posibilidades de

apoyar industrias enfocadas a mercados locales (pequeñas fábricas) con base en

las materias primas ganaderas, así como el proponerse el establecimiento de

plantas elaboradoras de alimentos balanceados para animales, considerando no

sólo al mercado local sino regional.

Por otro lado, en 1978 la actividad turística disponía de 118

establecimientos de hospedaje, teniendo como total 5 440 habitaciones y 331

establecimientos con servicio de alimentación y bebida. Para este mismo año, la

ocupación de hospedaje representó un 77% lo que generó una derrama

económica superior a los 1,359 millones de pesos.

El sector comercial en nuestra entidad se encontraba caracterizado por el

crecimiento acelerado de la compra-venta de mercancías y el de servicios de

transporte en general que generaron un valor agregado de 3,896 millones de

pesos durante 1978 y teniendo con esto una participación de 23.3% en el PIB.

Este sector mantenía una población ocupada de 45,000 personas, es decir

el 9.9% de la Población Económicamente Activa (PEA). Para 1982 la PEA se

componía de 69,039 personas, que se encontraban distribuidas en los siguientes

sectores:

Cuadro 3. La participación de la población económicamente activa por sectores (1982)

Sectores % Número

Sector primario 38.3 264,675

muebles, productos para la construcción, etc. Gobierno del Estado de Sinaloa, Lineamientos para la ordenación territorial…, Op. Cit., p. 16.

43

Sector Secundario 13.1 90,333

Sector terciario 48.6 336,036

Fuente: Directorio Industrial de Sinaloa, 1983, Secretaría de Alimentos, Productos y Servicios Esenciales del Gob. del Estado.

Como podemos observar, el sector terciario es el que mayormente participa

acercándose a un 50% de la PEA, después se encuentra el sector primario que

concentra aproximadamente el 40%, mientras que el secundario tiene una menor

participación. En resumen, si bien nuestra economía tenía un gran peso en el

sector agropecuario, al igual que el comercial, el sector secundario también lo

tenía en la medida que la agroindustria de alimentos ejercía un impacto dentro de

la industria manufacturera, además que este sector influía mucho dentro del

comercio.

2.2 Antecedentes de la agroindustria en Sinaloa

La tradición industrial se inició a través de las primeras factorías, las cuales

surgieron en el siglo XIX. Pero a partir, de los años cuarenta del siglo XX, fue

cuando la agroindustria se desarrolló, desde ese entonces ha sido la principal

rama de la industria.86

De acuerdo con lo planteado en el Programa de Fomento Industrial del

Estado de Sinaloa, 1985-1990, fue precisamente en los años setentas, en especial

de 1970 a 1984, cuando Sinaloa inició un proceso fuerte de industrialización,

reflejándose en el producto bruto del sector, que se elevó en casi 3.5% y que

creció a un promedio anual de 11.2% frente a un rápido crecimiento general de la

economía con un 8.0%.

Ello se vio reflejado en el dinamismo del sector, el cual se manifestó

fuertemente entre 1970 y 1980, en donde el producto industrial creció a 13.9%

86 Gobierno del Estado de Sinaloa, Programa de Fomento Industrial del Estado de Sinaloa, 1985-1990. Gobierno del Estado de Sinaloa, Culiacán, 1985, p. 90.

44

anual, declinando en 1980-84 cuando se desarrolló a un 4.6% anualmente, por

efecto de una caída que tuvo la industria textil, arrocera, azucarera y cervecera,

tasa que aunque inferior, a pesar de la crisis por las que atravesaba nuestro país,

no fue tan perjudicial para nuestro estado.

Para el período de 1970-84, como consecuencia de la ampliación de la

planta productiva y la producción, se incorporaron al trabajo industrial casi 30,000

personas. Mientras que la ocupación del sector creció a un ritmo del 6.7%

ligeramente más rápido que el crecimiento de la población, aunque si bien en esta

década el crecimiento del empleo industrial disminuyó su ritmo a un 5.6% anual.

Por su parte, la fabricación de productos alimenticios fue el factor que

mayor importancia tuvo en la actividad, al posicionarse anualmente con un 15.6%

en 1970-1980, viéndose amortiguado en los últimos cuatro años al registrar una

tasa de crecimiento anual de 4.1%. Esto lo podemos observar en el siguiente

cuadro:87

Cuadro 4. Crecimiento del Producto Bruto de la Industria de Transformación

Actividades Tasas Medias Anuales

1970-84 1970-80 1980-84

Fabricación de alimentos 12.2 15.6 4.1

Elaboración de bebidas 5.4 8.0 0.9

Industria textil -5.0 -2.5 -10.8

Otras industrias 12.8 14.8 9.3

Sumas 11.2 13.9 4.6 Fuente: Censo Industrial de 1970

Este dinamismo de la producción de alimentos se demuestra con el

incremento de su capacidad instalada, el aumento de los establecimientos

dedicados a la preparación y envasados de frutas y legumbres, así como la

construcción de nuevas plantas y empresas que se dedicaron a la elaboración de

87 Ibid., p. 75.

45

pasta y puré de tomate, ya no sólo para el mercado nacional, sino también para

exportar; tendiendo las industrias a utilizar los tradicionales procesos de enlatado,

así como la deshidratación de diversos productos.

La agroindustria tiene sus antecedentes desde los cincuenta y aún antes,

por ejemplo, al comenzar la década de los años cincuenta se desarrolló en nuestro

estado la industria despepitadora de algodón, la cual tuvo su auge entre 1956 y

1974; fue en esta época en donde se establecieron más de veinte plantas

despepitadoras en Sinaloa.

Asimismo, otra agroindustria que floreció durante la década de los años

cuarentas a sesentas, fue la industria arrocera, que alcanzó su punto máximo de

crecimiento con la creación de los distritos de riego y el incremento de la superficie

dedicada a este cereal. Inclusive, fue en el período de los años ochentas, que la

industria arrocera constituía el más fuerte aporte de la actividad agroindustrial en

Sinaloa, como se muestra a través de la existencia de veinte molinos, que fueron

beneficiadores de Palay88 pues procesaron toda la producción de arroz en nuestro

estado, y como veremos más adelante, se enuncia el número de establecimientos

industriales que se crearon en este período.89

La industria harinera fue también otra actividad que se desarrolló en

Sinaloa. Durante el comienzo de los años ochentas, existieron cuatro plantas

harineras con una capacidad de molienda de 93,100 toneladas por año. De tal

manera que para esos años la producción anual oscilaba entre los 300 y 400 mil

toneladas;90 sobresaliendo seis empresas fabricantes de harina: tres en el norte:

Harinera del Noroeste, Molinera del Fuerte y Molinos Mochis; dos en el centro:

Harinera de Sinaloa e Industria Agrícola Marfil y una en el sur: Molinos Harineros

de Mazatlán.

88 El grano de arroz es el ovario maduro que se le conoce como Arroz Palay. 89 Es por esta razón que Sinaloa que tradicionalmente se ha distinguido por ser el principal proveedor de arroz en el país, continúa cubriendo en ocasiones hasta más del 50% de la demanda nacional. Gobierno del Estado de Sinaloa, Programa de Fomento Industrial del Estado de Sinaloa…, Op. Cit., p. 77. 90 María Concepción Acosta Arreola, La Agricultura de Sinaloa: período 1968-1978. Tesis profesional, Licenciatura en Economía, UNAM, México, 1983, pp. 84-85.

46

De igual forma, surgió en nuestro estado la industria extractora de aceite y

la industria elaboradora de pasta de tomate. La primera de ellas se desarrolló

hasta principios de los ochentas cuando surgen cuatro molinos, que en conjunto

sumaron 270 mil toneladas por año, teniendo un porcentaje que equivalía a 43%

de la producción estatal de oleaginosas.

En tanto que la industria de la elaboración de pastas de tomate, para 1982,

tenía en Sinaloa ocho plantas funcionando, siendo solamente una de éstas la que

había logrado integrar y diversificar su línea de producción.91

Acerca de la industria de la panificación, tenemos que en 1982 se inició la

producción de pan de caja, observándose además en las principales ciudades un

proceso de modernización en las instalaciones de las empresas dedicadas a la

fabricación de este producto. De igual forma, la elaboración de bebidas fue

también una actividad de expansión hasta 1980.92

Tiene razón Arturo Retamoza Gurrola, cuando afirma que es entendible por

qué en Sinaloa las industrias que predominan aún en la actualidad son las

agroindustrias, caracterizadas por la falta de modernidad, señalando además que

nuestro estado posee una forma de industrialización regional que es muy singular

en establecer vínculos indirectos y marginales con el aparato nacional.93

Pese a todo, no se puede negar la importancia que tiene la agroindustria en

nuestro estado. Un ejemplo de esto es la contribución que realiza para mejorar los

niveles de la población rural, por ejemplo:

a) Brinda oportunidades para generar nuevas actividades en zonas rurales

y con ello crea nuevas opciones de empleo e ingreso en regiones de

escaso desarrollo.

91 Ibid., p. 84. 92 Gobierno del Estado de Sinaloa, Programa de Fomento Industrial del Estado de Sinaloa…, Op. Cit., pp. 79-80. 93 Arturo Retamoza Gurrola, Memorias, Tomo I, Primer congreso Estatal de Responsables de Proyectos de Investigación en Ciencias Sociales, UAS, Consejo Estatal de Ciencia y Tecnología, Culiacán, 2001.

47

b) Permite fortalecer los procesos organizativos del campo, para incorporar

a la población marginada esquemas de desarrollo, y con ello mejorar el

nivel de vida en el medio rural.

c) Incentiva una eficiente articulación entre las actividades agrícolas,

pecuarias, forestales, industriales y comerciales.

d) Así también, organiza una base para reducir pérdidas de productos

perecederos y disminuir la actuación de agentes intermediarios en los

procesos de comercialización.94

Otro aspecto importante que tiene la agroindustria es que ayuda a mejorar

la calidad en el manejo de los alimentos, lo que contribuye a una mejor salud, así

como el consentir la existencia de una gran variedad de alimentos en el transcurso

del año.

Al darse la mayor incorporación de la mujer en el mercado laboral, surgen

nuevas necesidades de contar con nuevos productos agroindustriales. Esto ha

originado la necesidad de desarrollar alimentos industrializados para que la mujer

como la familia organicen mejor su tiempo.95

2.3 Estrategias creadas por el gobierno del estado para el desarrollo

industrial desde los años setentas

Debido a que el panorama nacional era crítico por las presiones inflacionarias, la

escasez de energéticos, el fuerte aumento en los precios de los artículos de

importación, la crisis monetaria internacional, la disminución de la producción

agrícola, la baja en las exportaciones de algunos productos primarios y el

incremento exagerado de los precios en los bienes de consumo de la población y

de las materias primas industriales, el gobierno de la República hizo lo posible por

94 Teresa Reina Trujillo, Op. Cit., p. 144. 95 Felipe Torres Torres, Op. Cit., p. 21.

48

desarrollar económicamente a Sinaloa.96 De ahí que desde los años setentas, el

Estado empezara a realizar acciones para impulsar a la industria sobre todo a la

agroindustria. Además, el gobierno proporcionó incentivos que favorecieron a

entidades como la nuestra, como fondos para financiar actividades industriales

con la finalidad de exportar y sustituir importaciones.97

Así, para 1970 el gobierno ya tenía como objetivo desarrollar la industria en

nuestro estado, de ahí que se fomentara medidas para desarrollar la industria,

como la creación de parques industriales caracterizados por contener empresas

autónomas capaces de planear y promoverse, como el caso de los parques

industriales de Culiacán, Mazatlán, Los Mochis, Guasave, Topolobampo y Valle

del Carrizo.98

Si bien es cierto nuestro gobierno trató durante este período de estudio

incentivar la industrialización, también debe señalarse que ideó algunas iniciativas

que no necesariamente coadyuvaron al desarrollo de la industria. Por ejemplo, el 4

de abril de 1970 el gobierno decretó una “ley del impuesto especial a la industria

harinera” dirigida a las empresas que se dedicaran a la industria de transformación

del trigo –para la producción de harina- en el que se establecía una cuota de 13.75

pesos por tonelada de ella cada mes. Si bien este impuesto no era de gran

magnitud, debe considerarse que para ese entonces un total de 10,969 de

toneladas de harina producidas por año sí representaba una cantidad

considerable.99

Además, otras de las estrategias realizadas por el gobierno era la

realización del primer Directorio Industrial que concentrara información sobre las

principales industrias que se encontraban en nuestro estado, así como la

96 Gobierno del Estado de Sinaloa, Sexto Informe de Gobierno, Gobierno del Estado de Sinaloa, Culiacán, 1974. 97 Gobierno del Estado de Sinaloa, Quinto Informe de Gobierno, Gobierno del Estado de Sinaloa, Culiacán, 1973. 98 Gobierno del Estado de Sinaloa, Segundo Informe de Gobierno, Gobierno del Estado de Sinaloa, Culiacán, 1970. 99 Gobierno del Estado de Sinaloa, Lineamientos para la ordenación territorial…, Op. Cit., p. 33.

49

publicación del Manual del Inversionista Industrial, en donde aparecieran factores

de localización y sobre los incentivos que el gobierno ofrecía para que se

establecieran nuevas industrias.100

Interesado en lograr una tasa del PIB del 10%, el gobierno estatal se

preocupó por llevar a cabo el evento “Sinaloa 70-80 Desarrollo Integral” con el

patrocinio de diversas cámaras industriales, entre ellas la de la Cámara Nacional

de la Industria de la Transformación para informar a los inversionistas nacionales

sobre el potencial y desarrollo económico de Sinaloa, sus progresos institucionales

y la proyección económica estatal hasta 1980.

En este mismo año se promulgó la Ley de Desarrollo de Centros Poblados

del Estado, con la finalidad de lograr un desarrollo urbano uniforme e integral y de

esa manera atraer inversiones de tipo comercial e industrial y así estimular el

desarrollo integral de Sinaloa.

En 1971 se creó una ley que dio lugar al organismo público descentralizado

denominado Parques Industrializados para permitir zonas y parques industriales

en las principales ciudades de nuestra entidad. Asimismo, se registró una

creciente oferta de bienes industriales como el azúcar y algodón, principalmente a

que los ingenios azucareros en este año, junto con los despepites de algodón,

incrementaron sus abastecimientos de materias primas en un 32 y 13% con

respecto a 1970.101

En 1972 la actividad económica, en lo referente a la ocupación, oscilaba en

alrededor de 360 mil personas, de las cuales el 57% se ocupaban en actividades

primarias, el 14% en la industria, y el 28% en el sector servicios. Asimismo, el

panorama industrial era alentador, pese al receso productivo de las plantas

beneficiadoras del camarón. Esto debido a que los ingenios azucareros y los

despepites de algodón, incrementaron su abastecimiento de materias primas en

100 Ibid., p. 7. 101 Gobierno del Estado de Sinaloa, Tercer Informe de Gobierno, Gobierno del Estado de Sinaloa, Culiacán, 1971.

50

un 32 y 13% con respecto al año anterior, mientras que por parte de las

procesadoras del arroz, se calculaba un aumento del 11 por ciento.

De igual forma, se hablaba de la promoción de la industrialización, a través

de su fomento, dándole prioridad a los objetivos sociales y cuidando la operación

eficiente de las nuevas industrias.102 Para el 7 de noviembre de este mismo año,

en el periódico oficial estatal se informa que el gobierno federal estableció un

decreto que señala una serie de incentivos a las empresas industriales, en donde

otorgó el consentimiento de la ampliación de las empresas con la finalidad de

lograr el beneficio de todas las regiones del país a través del desarrollo industrial,

principalmente a las empresas industriales que elaboran productos agropecuarios,

pesqueros.

Lo anterior fue posible gracias al otorgamiento de créditos que el Banco de

México realizaba, así como a través de estímulos fiscales, ayudas técnicas para la

investigación de mercados, estudios de preinversión y factibilidad, asesoría para el

abastecimiento de materias primas, asesoría sobre los requisitos que debían

cumplir para la adquisición y selección de maquinaria y equipos y procesos de

fabricación, en donde se remarcaba se priorizará a la empresa pequeña y

mediana.103 Además cuando se tratara de empresas con menos de un millón de

pesos de capital social se les otorgaba asesoría para su constitución y

organización a través de la Secretaría de Industria y Comercio.

Para el caso de Sinaloa se reducía hasta un 60 a 100% para los impuestos

de importación en maquinaria y equipo, materias primas; así como de timbre,

sobre la renta, la cual correspondía a las ganancias derivadas de la enajenación

de bienes inmuebles del activo fijo de las empresas.

102 Gobierno del Estado de Sinaloa, Cuarto Informe de Gobierno, Gobierno del Estado de Sinaloa, Culiacán, 1972. 103 “Artículo 4, se consideran actividades industriales en el país la manufactura o fabricación de mercancías que no se produzcan en éste, siempre que no se trate de meros sustitutos de otras que ya se estén produciendo y que contribuyan en forma importante al desarrollo económico del país”, Gobierno del Estado de Sinaloa, Periódico Oficial del Estado de Sinaloa, Gobierno del Estado de Sinaloa, Culiacán, 1972.

51

Se establecía también que sólo se autorizaría la importación con garantía o

libre de impuestos de aquellos artículos que no se produjeran en el país siempre y

cuando las empresas cumplieran una serie de requisitos como: a) poseer una

estructura del capital social, en donde la participación de mexicanos represente

mínimamente el 51%, b) siempre y cuando los créditos contraídos en el exterior y

los intereses a cubrir sobre los mismos estén limitados a las cantidades que

apruebe la Comisión, c) el cumplimiento con normas de calidad que fijara la

Secretaría de Industria y Comercio, d) tener como mínimo un 60% de contenido

nacional en el costo directo de la producción, e) siempre y cuando la dirección y

administración de la empresa debiera estar a cargo de mexicanos, o bien en su

mayoría.104

Para ese mismo año se declaró la saturación de industrias dedicadas al

procesamiento de masa y tortillas en el municipio de Culiacán, con el objetivo de

proteger a los intereses de éstos, permitiéndose así el establecimiento de nuevos

giros que se justificaran por el incremento demográfico de la localidad donde se

pretendiera establecerse.

Por otra parte, en 1973 las actividades primarias aportaron el 34% del

producto, en tanto que las actividades secundarias o industriales el 19% y el

sector terciario el 47%; como podemos observar, la actividad industrial era

bastante reducida y la población iba en aumento, por lo que la desocupación

empezó a convertirse en serio problema en nuestra entidad, es por esa razón que

el gobierno se esforzó en crear mecanismos de aceleración industrial, a través del

apoyo a la pequeña y mediana industria, por ser una fuente generadora de

empleos. De ahí que durante este año se establecieron 211 pequeñas y medianas

industrias gracias al Fomento para la Pequeña y Mediana Industria, que concedió

créditos de capacitación, y financiamiento a más de 100 empresas, con un total de

24 millones de pesos.

104 Ibid., pp. 1-9.

52

Mediante el Fideicomiso de Conjuntos, Parques y Ciudades Industriales el

gobierno promovió el establecimiento de parques industriales en Culiacán y Los

Mochis. Además se creó el Fondo de Fomento Industrial del Estado de Sinaloa

para apoyar con capital de riesgo a nuevas empresas que se consideraron

necesarias para desarrollar la industria en Sinaloa.

Para 1974 se constituyó la Promotora de Empresas Industriales de Sinaloa,

que tenía como función promover, organizar y asesorar a las nuevas industrias en

la viabilidad de los proyectos y en la constitución física de la empresa. De igual

forma en este año se fortaleció la empresa Alimentos del Fuerte, con un capital

social de 25 millones de pesos.105

En este año se apoyó al sector ejidal al constituirse 112 unidades en todo el

período de administración, de ellas una estuvo integrada por ejidatarios y

pequeños propietarios para operar una despepitadora de algodón, ubicada en El

Batamote, Guasave.

Durante este año se registró un incremento en la producción de las

industrias de harina de trigo, algodón, cerveza y azúcar, algodón pluma y

cemento, en tanto que las procesadoras de camarón se encontraban teniendo un

25% para incrementar sus volúmenes industrializados.106

Para 1975 el gobierno trató de lograr el arraigo de los pobladores en la

zona de los altos y en el sur del Estado y a la vez aprovechar los recursos

naturales con los que contaba, así se impulsaron proyectos como: Envasadora de

Cacahuate, Envasadora de miel de abeja, industrializadota de pulpa de guayaba,

ciruela y durazno, huarachería, así como fábrica de harina de pescado. Se

estableció también la empresa “Papelera del Noroeste, S.A.”, la cual utilizaba para

su producción el bagazo de caña como materia prima.107

105 Gobierno del Estado de Sinaloa, Quinto Informe de Gobierno, Gobierno del Estado de Sinaloa, Culiacán, 1973. 106 Gobierno del Estado de Sinaloa, Sexto Informe de Gobierno, Gobierno del Estado de Sinaloa, Culiacán, 1974. 107 Gobierno del Estado de Sinaloa, Primer Informe de Gobierno, Gobierno del Estado de Sinaloa, Culiacán, 1975.

53

La Secretaría del Desarrollo Económico en este año creó un directorio

industrial con la finalidad de conocer sus carencias, limitaciones y aptitudes para

ayudarlos a expandir y aumentar las fuentes de ocupación. Asimismo, la Dirección

Industrial de la Secretaría promovió el establecimiento de industrias, sobre todo de

pequeñas y medianas, en los principales centros poblados del estado.

Así también, se realizó un programa para generar empleos dirigido al área

rural. Con ello se crearon 4 tortillerías en los municipios de Ahome, Guasave,

Sinaloa y Mocorito; 2 plantas manufactureras de ropa de trabajo en Salvador

Alvarado y Guasave, así como una Industrializadora de pulpa de guayaba; ciruela

y durazno; huarachería; fábrica de muebles coloniales en los Altos y en el sur de

Sinaloa.

De tal manera se instalaron 36 nuevas industrias en todo el estado para

transformar materias primas y generar nuevas fuentes de ocupación, generando

1,232 nuevos empleos. Con esto, la inversión ascendió a 236 millones 500 mil

pesos.108

En 1976, para impulsar el desarrollo forestal, se puso en funcionamiento un

aserradero en Surutato, Badiraguato al incorporar 38,700 hectáreas de bosques.

En el mismo año el gobierno realizó estudios con el objeto de alcanzar en 1982

una producción de 400,000 toneladas en la industria azucarera.109 Así también se

apoyó a 5 pequeñas industrias de la región de los Altos, entre ellas sobresale una

fábrica de sombreros en el ejido de Baburia, Sinaloa.

En 1977, con la finalidad de analizar la problemática de la industria de

Sinaloa, se creó para ello el comité promotor para la industrialización del estado, y

de esta manera ayudar al pequeño y mediano industrial de Sinaloa. Asimismo, se

generó una inversión a la industria, llegando a la cantidad de 487 millones. Se

establecieron así seis plantas para la extracción de aceites y pastas oleaginosas

con el fin de transformar la producción de granos estatal. La empresa de El Fuerte

realizó una fuerte inversión para ampliar la capacidad de su equipo de producción, 108 Ibid. 109 Gobierno del Estado de Sinaloa, Segundo Informe de Gobierno, Gobierno del Estado de Sinaloa, Culiacán, 1976.

54

así como una coinversión con empresarios japoneses para deshidratar frutas y

legumbres.110

En este mismo año se realizaron estudios de preinversión en 100 proyectos

industriales para apoyar a la pequeña y mediana industria, mediante el comité

promotor para la industrialización del estado111 y desde el 5 de enero se decretó

una ley para crear el organismo público descentralizado denominado “Desarrollo

integral de la comunidad rural del estado de Sinaloa”, con domicilio en Culiacán,

con el objeto de procurar la organización de núcleos de producción ejidales,

comunales, de pequeños propietarios, de comunidades o de cualquier otra índole

para comenzar, incrementar y reactivar las actividades agropecuarias, industriales,

comerciales, pesqueras, turísticas, entre otras.112 Se estableció también de

acuerdo al artículo 9, inciso h), organizar la instalación de plantas de beneficio y

de industrialización de la producción agropecuaria en el medio rural.

Para 1978, la inversión industrial llegó a 487 millones de pesos;113 mientras

que en 1979, se invirtió mil 473 millones de pesos en establecimientos

industriales.114

Debe señalarse que la década de los ochenta es relevante porque fue

durante estos años que se gestaron operaciones alrededor de la cuarta parte

(24.5%) de las unidades productivas, lo que llama la atención debido a que fue en

este período cuando se inicia la crisis en el país motivada por la apertura de la

economía al comercio internacional.115

110 José Ángel Espinoza García, Política industrial…, Op. Cit., p. 47. 111 Gobierno del Estado de Sinaloa, Tercer Informe de Gobierno, Gobierno del Estado de Sinaloa, Culiacán, 1977. 112 Gobierno del Estado de Sinaloa, Periódico Oficial del Estado de Sinaloa, Gobierno del Estado de Sinaloa, Culiacán, 1977. 113 Gobierno del Estado de Sinaloa, Cuarto Informe de Gobierno, Gobierno del Estado de Sinaloa, Culiacán, 1978. 114 Gobierno del Estado de Sinaloa, cuarto Informe de Gobierno, Gobierno del Estado de Sinaloa, Culiacán, 1978. 115 Santos López Leyva, Op. Cit., p. 249.

55

Por otro lado, para 1979 se invirtieron 1 473 millones de pesos en

establecimientos industriales, lo que significa un incremento del 94% en la

inversión con relación al año anterior.116

Para este mismo año, como ya se mencionó, el 31 de marzo se decretó una

ley para “el fomento y desarrollo de conjuntos, parques, ciudades y corredores

industriales del estado de Sinaloa” en los principales centros urbanos de Sinaloa,

debido a que es en ellos donde se encuentran características propicias para el

desarrollo de la industria. De tal manera, que en el artículo 4 se le autoriza a la

Secretaría del Desarrollo Económico del Estado para llevar a cabo las acciones de

coordinación para el establecimiento de parques, conjuntos y corredores

industriales.

En el artículo 5, de dicho decreto se define qué es un conjunto industrial, el

cual se le designa como aquél agrupamiento de varias industrias, pequeñas o

medianas que centralizan distintas funciones administrativas, técnicas y de

servicio para aumentar la eficiencia y con ello disminuir costos de producción, sin

perder su independencia y su flexibilidad.

Asimismo, como parque industrial, es denominada la superficie subdividida

en lotes destinados a empresas industriales en un número mayor que el conjunto,

de forma planificada, en donde se localizan servicios comunes, infraestructura y

áreas de expansión.

La ciudad industrial es otro concepto que se establece, el cual es definido

como la unidad formada por distintas partes que integran una organización urbana

como: industrial, habitacional, de equipamiento cívico, comercial, educativo,

deportivo, recreativo y demás, en donde existe una vialidad e infraestructura la

cual debe estar protegida y delimitada por áreas verdes.

No obstante, en el artículo 19 se señaló que no se generarían impuestos de

cambio de dominio, así como de derechos de registro público: a) ya sea por

adquisición de terrenos para realizar la actividad industrial; b) por transmisión de

116 Gobierno del Estado de Sinaloa, Quinto Informe de Gobierno, Gobierno del Estado de Sinaloa, Culiacán, 1979.

56

propiedad ya sean éstas casas, departamentos, cuando el precio de éstas no

excedan al considerado por la vivienda de interés social; c) así como por

transmisión de locales para pequeños comercios y talleres domésticos.

Asimismo, para 1981, el gobierno tuvo como prioridad desarrollar la

agroindustria. Prueba de ello fue el plan estatal que se creó para incentivarla, a

través del Fondo de Fomento a la Agroindustria que otorgó créditos por 446

millones y tuvo solicitudes al término de este año por 370 millones.117 Por otra

parte, en este mismo año, los rendimientos de la industria azucarera ya venían en

detrimento.

Así también, el Fondo de Fomento a la Pequeña y Mediana Industria,

autorizó 660 millones. Este indicador, nos refleja que la industria estaba siendo

tomada en cuenta para dinamizar nuestra economía. De igual forma, se

encontraba en construcción la empresa Anhidro, S.A., con una inversión de 50

millones para deshidratar frutas y legumbres.

Para 1982 se logró producir 415 mil toneladas de subproductos

agroindustriales y se contaron con una disponibilidad superior a 2 millones de

toneladas de esquilmos.118 Se promovieron los estudios para que uniones ejidales

y de la pequeña propiedad se integraran a la agroindustria en un complejo de 6

plantas extractoras de aceite.

De igual forma, la industria de transformación creció dos veces al pasar de

20 mil 114 personas ocupadas en 1970 a 50 mil en 1984. En tanto que el sector

industrial representó el 25% y la rama alimenticia representó el 70% del valor

agregado industrial manufacturero.

Finalmente, el viernes 8 de mayo de este mismo año, se decretó la ley que

creaba el Fondo Impulsor de Sinaloa, S.A. de C.V. con e4l objetivo de fomentar las

actividades de interés social, inicial y aquellas relacionadas con el campo y el

campesino en el nivel de propiedad ejidal, comunal y en pequeño y estructurar la

117 Gobierno del Estado de Sinaloa, Primer Informe de Gobierno, Gobierno del Estado de Sinaloa, Culiacán, 1981. 118 Gobierno del Estado de Sinaloa, Segundo Informe de Gobierno, Gobierno del Estado de Sinaloa, Culiacán, 1982.

57

empresa agropecuaria; con la artesanía e industria doméstica, comprendidos los

talleres en el campo, en las comunidades rurales y urbanas así como en las

ciudades, así como apoyar la industria pequeña o mediana para desarrollar las

regiones.119

2.4 Parque industrial de Culiacán120

Para 1980 se crearon una serie de alternativas con la finalidad de seleccionar

terrenos para el parque industrial, en donde se tomó como referencia la carretera

Culiacán-Costa Rica en el lado Este, pues el desarrollo agrícola se extiende de

esta carretera hacia el suroeste, y otras sobre la carretera Culiacán-Navolato.

Para ello se tomó en cuenta la distancia entre las ciudades de Navolato y

Costa Rica con Culiacán, puesto que estos centros darían servicio al área

industrial con su capacidad de servicios instalados.

Asimismo, se pensó en la carretera Culiacán Costa Rica y la vía del

ferrocarril teniendo como distancia aproximada 10 Kms de Culiacán, se consideró

como límite el poblado El Diez, teniendo un área de 301 Has para una primera

etapa y contando con posibilidades de expansión en etapas futuras; tiene 7

predios, cuyos propietarios son: Humberto Batiz Rivas, Ernesto Batiz Rivas, José

Ángel Urbina, Mélida Avilés de Aguilar, Antonio Amézquita Logan, Heriberto

Murillo Retamoza y Gilberto Urbina Cárdenas, quienes sobresalían por cultivar

arroz, cártamo, caña de azúcar, cuyos principales plantíos se irrigaban gracias al

canal principal oriental.

Finalmente se proponía el kilómetro 1º con relación a la ciudad de Culiacán,

que serviría de apoyo en cuanto a servicios y equipamiento

En relación a los asentamientos humanos generados por la actividad

industrial se propuso una serie de políticas como las siguientes:

119 Gobierno del Estado de Sinaloa, Periódico Oficial del Estado de Sinaloa, Gobierno del Estado de Sinaloa, Culiacán, 1982. 120 Gobierno del Estado de Sinaloa, Lineamientos para la ordenación territorial…, Op. Cit., pp. 28-60.

58

a) Se consideró a Costa Rica y Culiacán para la concentración de

asentamientos humanos;

b) Este proceso debería estar apoyado por programas habitacionales;

c) Programación de sistemas de transporte masivo para el traslado de obreros

hacia sus trabajos;

d) Concentración de viviendas no terminadas a trabajadores del parque

industrial y

e) Políticas con referencia a la estructura vial (integración de la carretera

Culiacán-Costa Rica, para tráfico lento; establecimiento de zonas de tráfico

rápido en apoyo del un boulevard teniendo dos sentidos y calles de

penetración.

Asimismo, se sugerían acciones como:

1) La utilización del dique para la obtención de agua, diferenciando las

necesidades entre agua cruda y agua potable,

2) El reciclaje de desechos,

3) Energía eléctrica para abastecer la Carretera Culiacán-El dorado y

4) Drenaje pluvial

Además se realizó una serie de políticas para usos y destinos del suelo: por

ejemplo, en la zona industrial grande, sería una zona para la pequeña y la

mediana industria, así como para zona comercial, zona verde con vialidad.

Mientras que las áreas que tuvieran una influencia o beneficios de esta obra

tendrían lo siguiente: zona de reservas, zona de servicios complementarios, zona

urbanizable, zona de vivienda de interés social, zona de uso agrícola, zona de

preservación, así como zona no apta para el desarrollo urbano.

Se plantearon también una serie de estrategias para el desarrollo de este

parque industrial, entre las que destacaban:

a) La determinación de una zona de apoyo para la vivienda popular generada

por esta obra en el poblado El Diez, en donde se localiza el poblado “El

59

Quemadito”; en caso de deterioro a causa del desarrollo industrial se

apoyarían obras de lotes, servicios y vivienda progresiva en esta entidad;

b) Programas de infraestructura en el poblado “El Diez”;

c) La ubicación de la vivienda de interés social (para obreros), será en

Culiacán entre el entronque de la carretera Eldorado y el poblado de

Bachigualato, y en Costa Rica se iniciarán estudios para la determinación

de reservas territoriales en estas áreas;

d) Programación de obras para la implementación de la carretera Culiacán-

Costa Rica como libramiento carretero para comunicar éste con la salida

norte de la carretera Internacional en el kilómetro 10 y

e) Realización de carriles de baja velocidad en la parte de la carretera

Culiacán-Costa Rica con el área industrial.

Hubo además una serie de estatutos jurídicos para el establecimiento del

parque:

En el artículo 154, se le designa al gobernador de Sinaloa y presidentes

municipales el consentimiento para fomentar y crear nuevas industrias en el

estado. Ante esto se crea una ley para desarrollar y urbanizar al estado, del cual

se desprenden un conjunto de artículos: como el 2, donde se establece la creación

de condiciones que favorezcan una relación adecuada entre las zonas industriales

y de vivienda de trabajadores, así como el transporte de ambas, el trabajo y

descanso. En el artículo 3 se establece usos, reservas y destinos de áreas y

predios para interés social. De igual forma, el artículo 4 estipula el derecho de los

titulares sobre sus propiedades, así como cualquier otro sobre las tenencias.

Todas estas medidas definían en gran medida el futuro crecimiento de la

industria y la agroindustria en Culiacán, la cual se desarrollaría en estas zonas que

quedaron perfectamente delimitadas.

60

2.5 Situación de la agroindustria sinaloense en el periodo de estudio

Si bien la agroindustria, no sólo comprende el aspecto alimentario como carne,

leche, cereales, azúcar y distintas grasas, también intervienen en ella el tabaco y

alimentos para animales, bebidas y alcoholes, textiles, cueros y calzados,

maderas y muebles. En Sinaloa, la agroindustria se distingue por tener un fuerte

dominio en el sector de alimentos, el cual es representado en su mayor parte

durante este período por la industria arrocera, la industria de aceites y grasas

vegetales, así como de la industria de frutas y verduras.

Para 1970121 el panorama de la agroindustria se puede observar en el

cuadro siguiente:

Cuadro 5: Características de los establecimientos industriales en Sinaloa (1970) Industrias Número de

Estableci-mientos

Personal ocupado

Sueldos, salarios y prestaciones

Capital invertido

Producción bruta total

Total Industrias de transformación

1,903 20,548 323.9 2,428.0 2,395.8

Manufactura de productos alimenticios

940 10,441 179.5 1,638.2 1,478.9

Elaboración de bebidas

25 1,664 44.1 181.0 256.0

Todas las otras industrias

938 8,443 100.3 608.8 560.9

Los sueldos, salarios y prestaciones con base a millones de pesos. Fuente: Citado por Carrillo, Op. Cit..

Las cinco ramas más importantes de acuerdo al valor de la producción

eran: molienda de caña de azúcar y destilación de alcohol etílico, 19.% con sólo 6

establecimientos; beneficio y fabricación de productos de molino, 12.5%;

conservación, empacado y enlatado de pescados y mariscos, 12.1%, con 17

establecimientos; preparación, hilado, tejido y acabado de textiles de fibras

121 La información de 1970 la retomé de la ponencia de Arturo Carrillo Rojas titulada “Evolución y características del sector agroindustrial alimentario en Sinaloa (1940-2005)”, presentada en el Coloquio “Sector agropecuario, agroindustria, empresa y empresariado en el 5orte de México (1930-2005)”, Matamoros, Tamaulipas, 30 de mayo de 2008.

61

blandas, 9.1%, con 21 establecimientos, y fabricación de productos alimenticios,

8.7 por ciento. 122

Estas 5 ramas, relacionadas 4 de ellas con alimentos, ocupaban el 54.2%

del personal ocupado en la industria, pagaban el 68% de los insumos totales,

generaban el 50.5% del valor agregado y representaban el 67.3% del capital

invertido en el sector y el 61.6% del valor de la producción industrial en la entidad.

De las 5 ramas, 3 dependían de un solo producto cada una de ellas y éstos

eran de carácter estacional lo que le imprimía ciertas características a la

agroindustria sinaloense: los ingenios dependían de la caña de azúcar, las

congeladoras del camarón y los despepites del algodón, su grado de elaboración

era elemental y su mercado era el de exportación. La actividad de estas industrias

era estacional: los despepites de algodón funcionan 55 días al año, los ingenios y

arroceras un promedio de 180 días, en cambio las congeladoras de camarón

funcionan 240 días al año.

La distribución geográfica de la agroindustria mencionada era la siguiente:

en la zona norte del estado, específicamente en el eje industrial Los Mochis-

Guasave se encontraban 20 de los 23 despepites de algodón, 6 plantas arroceras,

3 empacadoras de productos alimenticios, 2 embotelladoras, un ingenio y un

molino de harina. Había además una congeladora de camarón en Topolobampo y

un despepite en el municipio de El Fuerte.

En la zona centro, en el valle de Culiacán, se contaba con 11 arroceras de

las 18 que existían a nivel estatal, 5 empacadoras de productos alimenticios, 4

embotelladoras, 3 ingenios, 2 congeladoras de camarón, 2 despepites, una fábrica

de cerveza y un molino harinero. Había también una congeladora de camarón en

La Reforma, municipio de Angostura.

En Mazatlán se encontraban las industrias más importantes de la zona sur

del estado: 7 congeladoras de camarón, 3 embotelladoras, 2 empacadoras de

122 Medardo Tirado Aramburu, Fernando Aldrete Lozano y Francisco Javier Ortiz de Montellano, La economía del Estado de Sinaloa, Banco de Comercio, México, 1976, p. 49.

62

productos alimenticios; una fábrica de cerveza y un molino harinero. En Escuinapa

había una congeladora de camarón y una embotelladora en El Rosario.

En términos generales la situación de la agroindustria de alimentos en el

período de estudio fue:

a) La industria arrocera. La mayoría de los molinos empiezan a

establecerse a partir de 1970, hasta llegar a 22 en 1980, la cual ya era

muy importante desde la década de los años sesenta.

b) La industria de aceites y grasas vegetales. A principios de la década de

los setenta operaban dos plantas, y fue en los ochenta cuando cobraron

auge las nuevas instalaciones, sumando ocho plantas para 1985 (siete

de ellas fueron exclusivamente para extraer el aceite crudo y la otra para

refinar tan sólo aceite de cártamo). Esta última se creó en 1983, pero

dejó de operar en 1988.

c) La industria de frutas y verduras. A principios de los setenta, contaban

con dos plantas pioneras, mientras que en 1985 tenía 17. De ellas, un

solo establecimiento produjo puré de tomate, y pasta de tomate; 11

plantas produjeron solamente pasta de tomate y 4 restantes se

dedicaron a la deshidratación de productos como el tomate y chile desde

1980.123

d) En otros giros de la rama alimenticia, destacan dos molinos de harina de

maíz; una gran empresa beneficiadora de café, que además de tostado

y molido producía soluble y estaba exportando alrededor de una tercera

parte de su producción.124

123 Arturo Retamoza, Gurrola, El Estado y… Op. Cit., pp. 39-40. 124 Gobierno del Estado de Sinaloa, Programa de Fomento Industrial del Estado de Sinaloa…, Op. Cit., p.79.

63

Capítulo III. La agroindustria alimentaria en Culiacán

3.1 Análisis comparativo de los directorios industriales de 1978 y 1982125

Una forma de contar con un panorama de las empresas agroindustriales

dedicadas a la producción de alimentos es revisar los Directorios Industriales, y

para nuestra suerte encontramos dos: el de 1978 y el de 1982. Al mostrar la

composición y las diferencias de las empresas existentes en los dos años

referidos nos daremos cuenta de qué rubros crecen más y cuáles permanecen

igual.

Para las empresas dedicadas al procesamiento de alimentos para animales

en 1978 existían 8 empresas: 1) Alimentos Balanceados de Sinaloa, S.A.; 2)

Alimentos Balanceados de Angostura; 3) Forrajes del Humaya, S.A.; 4) Granos y

Forrajes de Sinaloa, S.A.; 5) Granja Avícola Bachoco, S.A.; 6) Molino Mexquital

del Oro, S.A.; 7) Productos Deshidratados de México, S.A. y 8) Alimentos

Balanceados Padilla, S.A.

De las 8 empresas que existían en 1978, sólo 5 permanecieron para 1982,

las otras 3 desaparecieron, ellas son: 1) Alimentos Balanceados de Sinaloa, S.A.;

2) alimentos Balanceados de Angostura; 3) Granos y forrajes de Sinaloa, S.A.

Tenemos entonces que para 1982 existían en total 22 empresas porque se

crearon 17 nuevas empresas: 1) Granjas Avícolas Técnicas Especializadas; 2)

Nutripac; 3) Bachoco, S.A. de C.V.; 4) Francisco Gallardo Condueños; 5)

Nutrientes del Pacífico, S.A.; 6) José Gallegos Espinoza; 7) Bruno E. Zamudo C;

8) Isidro Espinoza de los R.; 9) Ma. Isabel Osuna López; 10) Pedro Enciso

Sánchez; 11) Rafael Paez Lizárraga; 12) Fábrica de Enmelazados Villa Unión; 13)

Forrajes San Ramón, S.A.; 14) Gallegos Esparza, J.S; 15) Ernesto Lizárraga Bibo;

16) Eloisa Díaz Osuna; 17) Laboratorio Bioquímex, S.A. de C.V.

125 Este análisis se basó en dos trabajos: Gobierno del Estado de Sinaloa, Directorio industrial de Sinaloa. Gobierno del Estado, Secretaría de Alimentos, Productos y Servicios Esenciales, Culiacán, 1979 y Gobierno del Estado de Sinaloa, Directorio industrial de Sinaloa. Gobierno del Estado, Secretaría de Alimentos, Productos y Servicios Esenciales, Culiacán, 1983.

64

En el caso de las arroceras, para 1978 existían 21 empresas, ellas son: 1)

Arrocera San Francisco, S.A.; 2) Arrocera Mochis, S.A.; 3) Arrocera Santa Rosa,

S.A.; 4) Arrocera El Globo, S.A.; 5) Arrocera del Noroeste de los Mochis; 6)

Arrocera El Dorado, S.A.; 7) Arrocera del Palmito, S.A., 8) Arrocera del Camino,

S.A., 9) Arrocera del Noroeste, S.A.; 10) Arrocera Tres Ríos, S.A.; 11) Arrocera

Cosmos, S.A.; 12) Arrocera La Florida, S.A.; 13) Arrocera Tepeyac; 14) agrícola

Industrial Arrocera San Lorenzo, S.A.; 15) CIA. Arrocera EL Milagro, S.A.; 16)

Industrial Arrocera de Guamúchil, S.A.; 17) Industrial y Comercial Aurora, S.A.; 18)

Industrial del Valle del Fuerte, S.A.; 19) Industrial y Comercial de Sinaloa, S.A.; 20)

Industrias Corerepe, S.A.; 21) Nueva Arrocera del Valle de Culiacán, S.A.

Tres de las 21 empresas que existían desde 1979 ya no aparecieron en

1982, ellas son: Arrocera San Francisco, S.A.; Arrocera Tepeyac y Arrocera El

Milagro, S.A. Para este último año aparecen registradas 22 empresas, gracias a

que se crearon 4 nuevas empresas, ellas son: 1) Planta Beneficiadora de Arroz; 2)

Industrias Agricultores, S.A.; 3) Arroz Marfil, S.A. y 4) Arroz Selecto, S.A.

Para la industria harinera se tiene que para 1978 existían 4 de ellas: 1)

Harinera de Sinaloa, S.A.; 2) Harinera del Noroeste de México, S.A.; 3) Molinera

del Fuerte, S.A. y 4) Molino Harinera de Mazatlán, S.A. Para 1982, existían 8

empresas porque se crearon 4 empresas nuevas: 1) Maíz industrializado

Conasupo, S.A. (Minsa); 2) Molino Azteca de Culiacán, S.A.; 3) Molinos Mochis,

S.A. y 4) Industrias Agrícolas Marfil.

En la extracción de aceites vegetales, existían en 1978 únicamente 4

empresas dedicadas a este ramo como son: 1) Aceites y Proteínas S.A.,

2)Anderson Clayton & Co. S.A.; 3) Arrocera Industrial El Palmito, S.A., y 4)

Alimentos y Forrajes de Sinaloa S.A. En tanto que para 1982 existían 8 empresas,

gracias a que se crearon 1) Vegetales y Pigmentos Naturales, S.A. de C.V.; 2)

Pastas y Aceites Corerepe S.A. de. C.V; 3) Asociación Rural de Intereses

Colectivos de R.I. “La Libertad”; 4) Aceitera “La angostura”, permaneciendo las 4

empresas creadas en 1978.

65

La industria azucarera, en 1978 estaba compuesta 4 empresas: 1)

Compañía Azucarera de los Mochis, S.A.; 2) Compañía Azucarera de Navolato,

S.A.; 3) Ingenio Rosales, S.A.; 4) Ingenio El Dorado, S.A. y para 1982 son las

mismas empresas de 1978 las que siguen operando.

En el rubro de Varios Productos Alimenticios Industrializados, para 1978

existían 12 empresas: 1) Café El Marino, S.A.; 2) Chilorio Sinaloa; 3) Empacadora

de Especies; 4) Empacadora Jalisco, S.A.; 5) Empacadora Rol. I.; 6) Fábricas

Salsas La Guacamaya, S.A. de C.V.; 7) Fábrica de Culiacán, S.A.; 8) Productos

Chata, S.A.; 9) Productos de Cacahuate; 10) Productos Satélite del Noroeste,

S.A.; 11) Proveedora de Carnes Frías y Derivados y 12) Salchichonería Traub.

Para 1982 dejaron de funcionar 5: 1) Chilorio Sinaloa; 2) Empacadora Jalisco,

S.A.; 3) Empacadora Rol I; 4) Productos Chata, S.A. y 5) Proveedora de Carnes

Frías y Derivados.

Para 1982 existían 24 empresas de esta rama, gracias a que se crearon 17

nuevas empresas como: 1) Empacadora de Especias Mochis, S.A.; 2) Cacahuates

de Sinaloa, S.A. de C.V.; 3) Procesadora de Cacahuate Evora; 4) Félix Corral

Ricardo; 5) Chilorio Napo; 6) Productos Mocorito; 7) Productos Chata, S.A.; 8)

Productos Alimenticios del Noroeste, S.A.; 9) El Siglo XX; 10) Productos Bachoco;

11) Empacadora La Cima del Pacífico, S.A. de C.V.; 12) Salsa Humaya S.A.; 13)

Salsa Picante Brava: 14) Sinaloa Exportaciones S.A. de C. V:; 15) Bimbo del

Pacífico; 16) Indvel, S.A. de C.V.; 17) Tostadería Chayito, S.A.

En el caso de la industria de productos lácteos para 1978 existían 3

empresas: Lácteos de Mazatlán, S.A.; Pasteurizadota de los Mochis, S.A. e

Industrias de Ganaderos, S.A. y para 1982 existen las mismas 3 empresas.

En el ramo de productos marinos transformados, para 1978 existían 12,

ellas eran: 1) Empacadora Ceballos, S.A.; 2) Empacadora de Mariscos y

Conservas, S.A. de C.V.; 3) Empacadora Mazatlán; 4) Productos Pesqueros de

Mazatlán, S.A. de C.V.; 5) Productos Pesqueros de Sinaloa, S.A. de C.V.; 6)

Deshidratadora de Mazatlán, S.A.; 7) Fábrica de Harina de Pescado de Mazatlán,

S.A.; 8) Harina y Aceite de Pescado del Pacífico, S.A.; 9) Pesca Marina de

66

Topolobampo; 10) Productos Pesqueros de Sinaloa, S.A. de C.V.; 11) Proteínas

Piza, S.A. de C.V.; 12) Planta Procesadora de Harina de Pescado, S. de R.L.

De las 12 empresas que existían en 1978, sólo 9 empresas permanecieron

y 3 ya no aparecen para 1982, éstas son: Fábrica de Harina de Pescado de

Mazatlán, S.A.; Harina y Aceite de Pescado del Pacífico, S.A., y la Planta

Procesadora de Harina de Pescado, S.de R.L. Para este último año existían 21

empresas, pues se crearon 12 nuevas: 1) Productos Pesqueros de Sinaloa, S.A.

de C.V.; 2) Productos Aviles, S.A.; 3) Alimentos Kay, S.A.; 4) Productos Pesqueros

de Mazatlán, S.A. de C.V.; 5) Productos Pesqueros de Sinaloa, S.A. de C.V.; 6)

Pesquera Industrial de Topolobampo, 7) Harina y Aceites de Pescado de Sinaloa,

S.A.; 8) Harina y Aceite de Pescado de Occidente, S.A.; 9) Fábrica de Harina de

Pescado del Castillo; 10) Pescados Industrializados, S.A.; 11) Carlos García

Lizárraga; 12) Productos Pesqueros de Escuinapa, S.A. de C.V.

Para el caso del procesamiento de frutas y verduras, se tiene que para

1979 existían 12 empresas: 1) Agroproductos Industrializados de Sinaloa, S.A.; 2)

alimentos del Fuerte, S.A. de C.V.; 3) Alimentos Mexicanos Selectos, S.A.; 4)

Empacadora Bamoa, S.A.; 5) Fes, S.A.; 6) Frutícola Industrial, S.A.; 7)

Sinalopasta, S.A. de C.V.; 8) Paisa, S.A.; 9) Productos Avilés, S.A.; 10) Productos

Industrializados, S.A.; 11) Productora y Exportadora de frutas y Legumbres del

Sur, S.A. de C.V. de R.L. e I. P.; 12) Ernesto Ruíz V. (Productos Evaru). Para 1982

permanecieron 10 empresas ya que desaparecieron 2: Agroproductos

Industrializados de Sinaloa, S.A. y Productora y Exportadora de Frutas y

Legumbres del Sur de C.V. de R.L. e I.P.

En 1982 aparecen registradas 17 empresas, gracias a que se crearon 7

nuevas empresas: 1) Productos Deshidratados del Fuerte; 2) Productos

Deshidratados de México, S.A. de C.V.; 3) Vimsa; 4) Productos Deshidratados de

Escuinapa, S.A. de C.V.; 5) Soc. Cooperativa Deshidratadora de Ciruela; 6)

Productos Industrializados del Fuerte; 7) Anhidro, S.A.

Para las empresas dedicadas a la industria de refrescos, se tiene que para

1978, existían 8 empresas 1) Bebidas Purificadas de Culiacán, S.A.; 2) Bebidas

67

Purificadas de Los Mochis, S.A.; 3) Bebidas Purificadas de Mazatlán, S.A.; 4) Cia.

Embotelladora de Culiacán, S.A.; 5) Cia. Embotelladora del Pacífico, S.A.; 6) Cia.

Embotelladora de Sinaloa, S.A.; 7) El Manantial, S.A., 8) Embotelladora Modelo de

Culiacán, S.A. Para 1982 aparecen solamente 7 de las 8 empresas creadas desde

1978, que son las mismas que las mencionadas a excepción de Embotelladora

Modelo de Culiacán, S.A.

Para el caso de la industria de cerveza, existían 2 empresas: 1) Cervecería

Cuauhtémoc, S.A.; 2) Cervecería del Pacífico, S.A. las cuales permanecieron para

1982.

3.2 Análisis de las constituciones por rama agroindustrial126

Al revisar las escrituras en el Registro Público de la Propiedad en Culiacán,

durante el período de estudio, se detectaron la constitución de más de treinta

empresas relacionadas con el sector agroindustrial alimentario, que corresponde a

nueve ramas. Además, se localizaron 15 aumentos de capital y una operación de

disolución y otra de fusión de sociedad.

Cuadro 6. Gestiones empresariales del sector

agroindustrial alimentario (1970-1982)

Gestión Cantidad

Constitución 32

Disolución 1

Aumento de capital 15

Fusión de sociedades 1

Total 49

Fuente: Registro Público de la Propiedad de Culiacán

126 Retomado de: Elvia Carolina Niebla Ojeda y Arturo Carrillo Rojas, “Negocios agroindustriales en Sinaloa. El caso Culiacán, 1972-1982”, ponencia presentada en el V Encuentro de Historiadores de Sinaloa, Archivo Histórico General del Estado de Sinaloa, Culiacán, septiembre de 2009.

68

De igual forma, al analizar las constituciones por rama agroindustrial

tenemos el siguiente panorama:

Elaboración de alimentos para animales

En esta rama se constituyeron 10 empresas con una inversión total de 30’550,000

pesos, siendo con esto una de las más importantes dentro del sector en su

conjunto como lo presentamos a continuación:

En 1973, se creó la sociedad Productos Alimenticios Pecuarios, S.A., con

un capital de 1,000,000, canalizándose a la industrialización de alimentos para

aves y ganado; siendo sus socios Luis Alfredo Doig Alvear, Dolores Torrero de

Doig, Luis Alfredo Torrero de Doig, Luis Alfredo Torrero de Doig, Héctor Aguirre

Zamora, Rafael Vázquez Frayre siendo esta empresa familiar;

En este mismo año se constituyó una empresa grande denominada

Alimentos Balanceados de Sinaloa S.A. de C.V., con un capital de 18,000,000 de

pesos, con la finalidad de fabricar harinas protéicas y pasta oleaginosa. En esta

sociedad participaron el Fondo de Fomento Industrial y la Unión Ganadera

Regional, entre otros socios importantes.

Asimismo, para 1974, se originó la empresa Brahman`s de Sinaloa, S.A.,

con un capital de 1,200,000, dirigiéndose a la producción de alimentos

balanceados para ganado; siendo sus socios: Alfredo Valdéz Montoya, Ma. Gpe.

Valdéz Gaxiola de Cervantes, Judith Gaxiola de Gómez Llanos, Alfonso Valdéz

Gaxiola y Ramiro Valdéz Montoya; siendo esta una empresa familiar.

Al año siguiente se constituyó la Compañía Impulsora Agropecuaria con un

capital de 1,400,000 pesos, aportando la mayor parte José Martínez Rosillo y

Rubén Idelfonso Sandoval López.

En 1976 se fundó la sociedad Granja Avícola del Noroeste, S.A. con un

capital de 500,000 para dedicarse a la elaboración de alimentos balanceados;

siendo sus socios José Ramón Verdugo Barraza, José Atilano Molina Alderete,

Ramón Rodríguez García y Joster Esquerra de los Ríos e Ignacio J. Hernández

Guill.

69

En 1977 se constituyó la empresa familiar Establo Guaycura, S.A. con un

capital de 3,000,000 pesos, enfocándose a la producción de forrajes, alimentos y

leche por lo que se encuentra dentro de alimentos para compuestos para

animales; siendo sus socios José Gaytán Vega, Fernando Rochín, Consuelo

Gallardo de Rochín, y Brígida Cárdenas Vda. de Gallardo.

Mientras que para el año de 1978 se constituyó la empresa Avicultores

Industriales de Culiacán, S.A. con una cantidad de 3,000,000 pesos para

dedicarse a la elaboración de concentrados para alimentos de aves y ganados,

siendo los socios que la constituyeron Francisco Rochín Gallardo, Dolores Uriarte

León, Aarón Rochín Gallardo, Mercedes Uriarte de Rochín y Dolores Uriarte de

Rochín, siendo esta empresa familiar.

De igual forma, para este año, se constituyó, la empresa Avícola El Dorado,

S.A. de C.V., teniendo un carácter familiar, con un capital de 100,000 para

elaborar alimentos y vitaminas para animales, entre otros; siendo sus socios José

Santos Gutiérrez García, Carmen F.López Vda. De Gutiérrez, José Santos

Gutiérrez Luken.

Mientras que para 1979 se constituyó otra empresa familiar denominada

Forrajes de Sinaloa, S.A. con capital de 500,000 pesos, para elaborar alimentos

en general, así como industrializar forrajes, por lo que se localiza en la industria de

alimentos para ganado; siendo sus socios Luis Esquer Gallardo, Etanislao

Gallardo Gastélum, Óscar Raúl Esquer Gallardo, José María Gallardo Inzunza y

Concepción López Vargas. Al igual que las otras son miembros de la misma

familia los que la constituyen.

Así también, para 1982 se formó la empresa Forrajes Payán S.A. de C.V.

con un capital social de 1,850,000 pesos, con la finalidad de elaborar alimentos

balanceados para animales, siendo sus socios Jesús Payán Cázarez, Juana María

Uriarte de Payán, Sonia Maribel Payán Uriarte, Sergio Rafael Payán Uriarte, y

Cleofás Payán Uriarte siendo esta empresa familiar.

70

Elaboración de productos cárnicos

Esta rama fue otras de las más importantes por el número de empresas

constituidas y por el monto de capital social invertido, pues sumó la cantidad de

15,100,000 pesos, siendo esta rama la segunda más importante del sector, similar

a la industria harinera por su monto de inversión, pero de las más importantes por

el número de empresas constituidas en su giro industrial.

Para 1974, se fundó la sociedad Empacadora Roly, S.A., para dedicarse a

la elaboración de carnes frías, con un capital de 300,000, siendo sus socios: María

del Rosario Zazueta Ramos, Roberto Alfredo Castaño Frías, César González

Cárdenas Roberto Luis Cárdenas, Ernesto Yuriar Zúñiga, siendo esta una

empresa familiar.

Para 1975, se constituyó la sociedad Salchichonería Traub, S.A. con un

capital de 200,000 para dedicarse a la elaboración de carnes frías, siendo sus

socios Ma. Hilda Rojo Vea de Traub, George Traub Wicker, Guadalupe Rojo Vea,

Luis Rojo Vea, Mario Rojo Vea, José Ramón Verdugo Barraza, José Atilano

molina Alderete, Ignacio J. Hernández Guill, Ramón Rodríguez García y Joster

Esquerra de los Ríos, siendo esta una empresa familiar.

En el año de 1980 se constituyó la empresa Especialidades y Carnes Frías

de Noroeste, S.A. con un capital social de 1,000,000 de pesos para la fabricación

de carnes frías, entre otros, siendo sus socios constituyentes Ma. Hilda Rojo Vea

de Traub, Georgina Traub Wicker, Luis Rojo Vea, Carmen Arce Pérez y Mario

Rojo Vea, miembros de una misma rama familiar.

Asimismo, al año siguiente se constituyó la empresa familiar Carnes

Industrializadas, S.A. de C.V. con una cantidad de 1,000,000 de pesos para

industrializar carnes de puerco, de cabras y de reses, por lo que se ubica con la

segunda empresa de esta rama agroindustrial; siendo los socios que la

constituyeron Juan Manuel Ley López, Marco Ley López, Álvaro Ley López, Diego

Ley López, Sergio Ley López y Héctor Ley López, todos miembros de la familia

Ley.

71

En 1981, se constituyó la empresa Productos Sazón Rico, S.A. de C.V. con

una cantidad de 600,000 para dedicarse a la industrialización y comercialización

de productos del campo, y del ganado porcino y vacuno, siendo sus socios

Fernando de Jesús Valdéz Medina, José Marcial Zazueta Verdugo, Dolores

Guadalupe Oliveira Jones, José Luis Gamas Najar y Jesús Armando Ochoa

Alvarado.

Para 1982 se constituyó la empresa Idvbel S.A. de C.V. con una cantidad

de 3,000,000 pesos, para industrializar productos de cerdo y elaborar alimentos

para consumo animal, siendo los socios que la constituyeron Marcia Beltrán

Sauceda, José Manuel Velásquez Favela, Rosalía Favela Félix de Velásquez,

José Manuel Velásquez Gutiérrez, Silva Carrizosa de Beltrán y Mario Cruz

Espinoza Labato. Esta empresa también es familiar, aunque la mayoría de sus

miembros no sean parientes.

De igual forma, en este año se constituyó la empresa familiar Pie de Cría

Chuyín, S.A. de C.V. con un capital de 9,000,000 de pesos para industrializar

carnes, y otros derivados, de hecho fue la empresa más grande en este rubro, por

lo que sus socios tuvieron que aportar fuertes sumas de capital: Juan Antonio

Beltrán López, Marcial Beltrán Sauceda, Ángel Antonio Beltrán Sauceda, Rosario

Antonio Beltrán Ureta y Víctor Manuel Morales.

Industria harinera

En el caso de esta rama únicamente encontramos una constitución en 1981, pero

corresponde a una de las empresas más grandes, denominada Industrias

Agrícolas Marfil, S.A. con un capital de 15,000,000 de pesos, con la finalidad de

industrializar granos como trigo, arroz y oleaginosas, siendo los socios de esta

importante empresa: José Luis Garza Sada, Ma. Francisca Gladis Salazar, Cira

Ma. Cristina Garza Salazar y Martha Lorena Lizette Garza, probablemente de la

familia Garza Sada de Monterrey, Nuevo León. Esta empresa se caracteriza por

ser familiar.

72

En ese año existían en la entidad un total de cuatro molinos harineros

ubicados dos en Ahome, uno en Culiacán, y uno en Mazatlán, cuya capacidad

instalada anual era del orden de 147 mil 500 toneladas de harina, teniendo un

rendimiento de 75.0%, al convertir el trigo en harina, posteriormente surgirían otros

cuatro como ya mencionamos en la revisión de los directorios.

Arroceras

En el caso de las arroceras encontramos dos constituciones con una inversión

total de 11,000,000 de pesos, por lo que se encuentran en cuarto lugar según el

monto de la inversión

En 1977 se constituyó la empresa Arroz Selecto, S.A. con una cantidad de

10,000,000 pesos, para el procesamiento de arroz y otras semillas; siendo sus

socios: Héctor Blanco Jester, Ma. Teresa Torres Pompa de Blanco, Héctor Blanco

Torres, Nora Patricia Blanco Torres y José Arturo Blanco Torres. Esta empresa es

de carácter familiar.

En 1979 se constituyó la empresa familiar Industrial Arrocera Santa Clara,

S.A. con una cantidad de 1,000,000 pesos127 con el objeto de industrializar el arroz

y otros productos agrícolas, siendo los socios constituyentes José Oscar Padilla

Valencia, Carlos Gerardo Padilla Valencia, Mariano Padilla Alfaro, María de

Lourdes Ruíz Padilla y Teresita de Niño Jesús Gómez de Padilla, miembros de la

familia Padilla.

Elaboración de productos alimenticios

En este rubro localizamos la formación de dos empresas familiares que sumaron

sus capitales más de 1,000,000 de pesos. Estas son: Productos Alimenticios del

Noroeste, S.A., constituida en 1975, con una cantidad de 180,000 pesos para

elaborar tortillas y otros productos alimenticios de harina; siendo sus socios: Rosa

Silvia Ley López, Efrén Elías Barragán, Olivia Galaviz Rubio, Francisca Cañedo

127 Entre los aumentos de capital destaca el de Industrial Arrocera Santa Clara, S.A. de C.V. que en 1981 aumentó su capital en 4,000,000 de pesos alcanzando la cantidad de 5,000,000 pesos.

73

Tostado, Manuel de Jesús Yañez Valdèz y Octavia Llanes Valdez y la empresa

Tostadería Chayito, S.A., surgida en 1981, con una cantidad de 1,000,000 pesos

para elaborar botanas de maíz, así como tortillas de harina de trigo y de maíz,

entre otros, siendo sus socios Alfredo Quiroz Castro, Gloria Pérez Juárez, Rosario

Quiróz Pérez, Dolores Castro López y Guillermo Quiróz López.

Procesamiento y empaque de productos marinos

Con relación a productos provenientes del mar encontramos dos empresas con un

capital de 4,000,000 de pesos: la sociedad Planta Productora de Harina de

Pescado, S. de R.L., formada en 1976, con una cantidad de 3,000,000 pesos,

dedicándose a la industrialización y comercialización de harina de pescado; siendo

sus socios, Gobierno del Estado de Sinaloa, Cooperativa de Producción Pesquera

Boca del Río San Lorenzo y la empresa Promotora Sinaloense de Pescados y

Mariscos, S.A., que surgió en 1981, con una cantidad de 1,000,000 pesos. Aún

cuando el nombre de esta sociedad hace alusión a mariscos y pescados, se

dedicaba a producir también otro tipo de alimentos para la ganadería y otras

actividades, pero su actividad principal estaba en los productos marinos; siendo

sus socios Rosario Martínez Ayala, Marcelino Félix Silva, Rosario Villegas, Isidro

Armenta Valdéz y Manuel Benítez.

Elaboración de aceites vegetales

En el caso de la elaboración de aceites vegetales se constituyó en 1981 la

empresa Promotora Mexicana de Semillas, S.A. con un capital de 3,000,000 de

pesos con el objeto de procesar semillas y extraer aceites, siendo sus socios José

Jorge Gabino Barrera, María Elena Castaños García, Rodrigo Gutiérrez Silerio,

José Carrillo Montenegro y Roberto Alfredo Castaños García. Esta empresa es

familiar.

En el estado existían 5 plantas procesadoras de oleaginosas para ese año

que se encargan de obtener aceite crudo y pasta para alimentos balanceados, con

una capacidad instalada de 1,225 toneladas/día de materia prima,

74

aprovechándose actualmente el 81.40% de su capacidad, generando

aproximadamente un total de 523 empleos por un período promedio aproximado

de 270 días por año.

Procesamiento y enlatado de frutas y verduras

En 1981 se constituyó la empresa Alimentos Deshidratados del Pacífico, S.A. de

C.V. con un capital de 1,000,000 de pesos con la finalidad de deshidratar

productos agrícolas, frutales, ganaderos o de pesca; siendo sus socios Jorge

Psihas Chaul, Mónica González de Psihas, Salvador Psihas Farfán, Martha Tirado

de Psihas y Ricardo Cariaya Arredondo, siendo una empresa familiar.

Otras agroindustrias

En el trabajo de archivo localizamos otras 6 empresas que no pudimos ubicarlas

en una rama específica por lo que las agrupamos como “Otras Agroindustrias”.

Una característica es que sus montos de inversión son muy variadas

comprendiendo desde 25,000 pesos hasta una de 9,500,000 pesos, pero también

se distingue por ser una de los sectores que más aporta, pues en conjunto suma

un total de 12,955,000 pesos.

Para 1972, se creó Productos Avícolas del Sol, S.A., con un capital de

300,000 pesos, dedicándose a la producción de huevos y a la crianza de gallinas;

siendo sus socios: Angelina Viedas de Gómez, Enrique Maximiliano Gómez,

Manuel García; Rubén Rodríguez y Rosa Isela González.

Para 1973, se fundó la sociedad Lares, S. de R.L., con un capital de 25,000;

dirigiéndose al procesamiento de productos agrícolas en general, así como de

ganadería; siendo sus socios: Luis Guillermo Echavarría de la Vega, Alberto Haas,

Benjamín López Ezquerra, Ricardo Rodríguez y Santiago Gaxiola Clouthier.

En 1977 se constituyó la empresa Inter-Nal, S.A. con un capital de

2,500,000 pesos, destinándose a la industrialización de toda clase de mercadería,

productos agropecuarios, forestales, entre otros, aunque se localiza en el sector

de la agroindustria alimentaria no pudimos ubicar su rama; siendo sus socios

75

Miguel Ángel Suárez Quezada, Margarita Bátiz de Suárez, Jaime Alejandro

Serrano Ramírez, Rabel Meza Verdugo y Jesús David Hernández Rodríguez.

Al año siguiente se constituyó la Sociedad de Producción Rural, de

Responsabilidad Suplementada de la Costa del Valle de Culiacán, S. de P.R. de

R.S. con una cantidad de 30,000 pesos, para realizar cualquier tipo de actividad

agrícola, ganadera o industrial; siendo sus socios los familiares Arturo Angulo

Hernández Gaxiola y Melesio Angulo Gaxiola. Esta sociedad es la que se formó

con el capital más pequeño del periodo.

En 1979 se constituyó otra sociedad de producción rural denominada La

Joya, S. de P. R. L. con una cantidad de 600,000, para realizar actividades

agrícolas, ganaderas e industriales, entre otros, siendo sus socios miembros de la

familia Bátiz: Raúl Bátiz Echavarría, Jorge Bátiz Echavarría, Ma. De Los Ángeles

Bátiz de Ferrera, Raúl Guillermo Bétiz Guillén, Jaime Bátiz Guillén, Lourdes Bátiz

Guillén, Jorge Guillermo Bátiz , Pedro Guillén, Francisco Bátiz Guillén, Magdalena

Gamboa de Bétiz y Silvia del Carmen Esquer de Bátiz.

También, en 1982 se constituyó la empresa Granja San Vicente, S.A. de

C.V. con una cantidad de 9,500,000 pesos, con la finalidad de industrializar

productos agropecuarios, siendo sus socios miembros familiares Jorge del Rincón

Jarero, Jorge del Rincón Bernal, Juan Pablo del Rincón Jarero, Marco Iván del

Rincón Jarero y Olivia Irene Armienta Campaña.

En el cuadro siguiente se observa que de 1972 a 1976 se constituyen de

una a 3 empresas por año, esto en parte se debió a que país aún atravesaba

momentos críticos en lo económico y lo social. A partir de 1977 empieza a

regularizarse la economía y observamos que se constituyeron 3 empresas, al igual

que en 1978 y en 1979, mientras que para 1980 sólo se constituyó una, situación

que cambia radicalmente para 1981 cuando se da un fuerte incremento al pasar a

8, para 1982 vuelven a constituirse 3 empresas. Lo que nos indica que el periodo

previo a este año tuvo un mayor dinamismo en el crecimiento de las agroindustrias

76

Cuadro 7. Constitución de empresas relacionadas

con el sector agroindustrial de 1972 a 1982 Ramas y sub-ramas

1972 1973 1974 1975 1976 1977 1978 1979 1980 1981 1982 Total

Alimento para animal

- 2 1 1 1 1 2 1 - - 1 10

Productos cárnicos

- - 1 1 - - - - 1 2 2 7

Arroceras - - - - - 1 - 1 - - - 2

Productos Alimenticios

- - - 1 - - - - - 1 - 2

Industria Harinera

- - - - - - - - - 1 - 1

Procesamiento de productos marinos

- - - - 1 - - - - 1 - 2

Elaboración de aceites vegetales

- - - - - - - - - 1 - 1

Procesamiento y enlatado de frutas y verduras

- - - - - - - - - 1 - 1

Otras agroindustrias

1 1 - 1 1 1 - 1 - 6

Total 1 3 2 3 2 3 3 3 1 8 3 32 Fuente: Registro Público de la Propiedad de Culiacán.

77

Capítulo 4. La industria de elaboración de aceites y

la industria harinera: dos estudios de caso128

Para tener un panorama más completo sobre las características de la

agroindustria alimentaria en Culiacán, se retoman dos estudios de caso que nos

permiten observar cómo las empresas aceiteras y harineras, localizadas en la

capital del estado, formaban parte de una industria estatal que repercutía a nivel

nacional. Asimismo se puede captar la gran dependencia que tienen con respecto

a la materia prima que proviene de la agricultura en el estado.

4.1 Industria de aceites y pastas comestibles129

La industria de Aceites y pastas comestibles se encuentra integrada por empresas

procesadoras de semillas oleaginosas para la obtención de algunos productos

principales como los aceites comestibles de: cártamo; frijol soya; semilla de

algodón; ajonjolí; semilla de girasol; copra; cacahuate; olivo; mezclados; manteca

vegetal; margarina, así como pastas. Para ilustrar su situación se tomará como

referencia a la industria Aceites y Proteínas, S.A.

Debemos señalar que la producción de oleaginosas ha crecido a una tasa

promedio anual de 5.7% durante los años de 1970 a 1979. sin embargo, debido a

variaciones en las condiciones y características de cada cultivo la tendencia de

éstas ha sido irregular.130

128 Los trabajos que sirvieron de base para este capítulo fueron proporcionados por el Dr. Arturo Carrillo Rojas y son fuentes para su propuesta de investigación que versa sobre “Empresa, complejos agroalimentarios y dinámica empresarial”. 129 Este inciso se retomó fundamentalmente del trabajo: Perfil Económico para una Planta Extractora de Aceites y Pastas Vegetales, Gobierno del Estado de Sinaloa, Secretaría de Alimentos y Productos y Servicios Esenciales, Culiacán, 1981, pp. 2-29. 130 Por ejemplo, durante los períodos el análisis en Sinaloa se ha cosechado un promedio anual de 605,000 toneladas de oleaginosas, a pesar de esto han existido años malos por distintos factores, como en el caso de 1975-1976 en el cual sólo se cosecharon 276,514 toneladas. Ibid., p.3

78

De igual forma, las áreas de cultivo para la producción de oleaginosas se

han aumentado de 1,154,700 Has. en 1970 a 1,730,700 Has. para 1979, lo cual

representó un 7.7% y 11.7% de la superficie cosechada en esos años.

A pesar de lo anterior, la producción fue insuficiente para satisfacer al

consumo interno, por lo que fue necesario importar más del 30% de la producción

nacional en los últimos tres años.

Por otra parte, para el año agrícola de 1979 a 1980 la producción de

oleaginosas fue de 457 342 toneladas y para 1980 a 1981 fue de 782,283

toneladas, en tanto que a nivel nacional el estado participó en 1979 a 1980 con

17.2% en algodón y con el 51.3% en soya, y para el año de 1980-1981 se estimó

una participación del 63.4% en cártamo, del 18.6% en algodón y un 75.9% en

soya.

Cuadro 8. Producción obtenida en los distritos agropecuarios, riego y temporal

(Toneladas)

Cultivo 1974-75 1975-76 1976-77 1977-78 1978-79 1979-80 1980-81

Soya 307 312 82 211 315 925 123 134 365 225 150 130 388 500

Cártamo 248 482 164 234 234 024 276 002 249 730 211 424 299 654

Algodón 22 418 9 439 36 713 59 228 46 564 48 861 52 127

Ajonjolí 5 920 16 331 10 248 24 989 18 952 37 511 41 900

Cacahuate 4 094 4 299 2 850 16 354 3 003 9 416 102

Total 588 226 276 514 599 760 499 707 683 474 457 342 782 283

Estimado de acuerdo con el programa de siembra autorizado por SARH. Fuente: Perfil económico, Op. Cit., p. 6

Cuadro 9. Superficie Cosechada en los distritos de riego y temporal (Hectáreas)

Cultivo 1974-75 1975-76 1976-77 1977-78 1978-79 1979-80 1980-81

Soya 150 450 36 476 157 140 60 727 170 710 71 081 185 000

Cártamo 164 601 131 714 185 006 198 270 228 294 160 316 239 892

Algodón 18 974 5 909 23 775 36 490 38 560 32 933 31 300

Ajonjolí 47 745 39 030 30 119 51 522 55 013 73 964 78 952

Cacahuate 9 845 5 317 4 052 15 361 6 063 9 953 85

79

Total 391 615 218 446 400 092 362 370 498 640 348 247 535 229

Programa de siembra autorizado por SARH Fuente: Perfil económico, Op. Cit., p.7.

Cuadro 10. Valor de la producción

Cultivo 1974-75 1975-76 1976-77 1977-78 1978-79 1979-80 1980-81

Soya 996 894 301 823 1´634

366

682 091 2´034

725

1´201

040

4´195

800

Cártamo 813 703 532 667 966 942 1´565

868

1´386

737

1´543

394

2´376

300

Algodón 56 045 30 205 122 989 207 298 162 974 239 419 351 850

Ajonjolí 29 453 90 257 80 705 286 917 240 353 431 376 498 480

Cacahuate 14 332 25 944 25 750 201 729 23 556 95 525 1 020

Total 1´910

409

980 896 2´830

752

2´943

903

3´848

345

3´510

754

7´423

460

Fuente: Perfil económico, Op. Cit., p.8.

Debe señalarse que a nivel nacional, el número de establecimientos mostró

variaciones durante el período de 1970 a 1979, pues de 112 empresas registradas

para 1970 pasaron a 83 en 1975, pero posterior a esos años se establecieron

nuevas empresas y para 1979 ya existían 92 establecimientos.

Cuadro 11. Evolución del número de empresas a nivel nacional

Concepto 1970 1975 1976 1977 1978 1979

Números de

establecimientos

112 83 87 91 91 92

Fuente: Perfil económico, Op. Cit., p.10.

La localización de las principales zonas de producción y consumo de

oleaginosas se encuentra en 22 estados del país: 25 en la Cd. de México, 21% en

Jalisco, 9% en el Estado de México, 6% en nuevo León, 6% en Sonora y el resto

distribuidas en los Estados de Veracruz, Coahuila, Durango, Puebla, Sinaloa,

Michoacán, Guerrero, entre otros.

80

Para el caso de nuestro estado existen cinco plantas procesadoras de

oleaginosas que llegaron a producir 1, 225 toneladas por día de materia prima, y

aprovecharon el 81.40% de su capacidad, generando con ello 523 empleos; se

encontraban en esos momentos en proceso de construcción dos plantas, las

cuales entrarían en operación en 1982 en los municipios de Ahome y Guasave.

Con esto se estimaba un aumento de 1,625 toneladas de producción.

Cuadro 12. Localización y capacidad de molienda de la industria aceitera en

Sinaloa

Nombre de la empresa Localización Capacidad (tons./día)

Aceitera El Palmito, S.A. Culiacán 450 Aceites y Proteínas, S.A. Culiacán 350 Anderson y Clayton, S.A. San Blas 75 Vegetales y Pigmentos, S.A. Los Mochis 250 Oleaginosas del Norte, S.A. Guamúchil 100 Aceitera La Libertad Guasave 200 PACSA Ahome 200 Total 1 625 Fuente: Perfil económico, Op. Cit., p.17.

En el cuadro siguiente podemos observar que aunque no se utilizó toda la

capacidad instalada sí se utilizó una buena parte de ella.

Cuadro 13. Proyección de consumo de oleaginosas de la industria aceitera de

1980-1981 (Soya)

Empresa Capacidad instalada (tons./día)

Cap. Aprovechada (Ton./día)

No. De días laborando

Consumo de oleaginosas

Aceites y proteínas, S.A.

350 245 240 58 800

Aceites del Noroeste, S.A.

100 70 250 17 500

Vegetales y Pigmentos Naturales

250 225 330 74 250

Anderson y Clayton Co. 75 75 230 17 250

81

Arrocera del Palmito, S.A.

450 350 300 105 00

Total 1 225 965 1350 272 800 Fuente: Perfil económico, Op. Cit., p. 20.

Con base a la información anterior que se disponía en ese entonces se

estimaba un incremento de 6% por año, contándose a las empresas Pastas y

Aceites Corerepe y La Libertad.

Cuadro 14. Producción de pastas y aceites

Año Consumo Porcentaje de capacidad

aprovechada

1980- 1981 272 800 82

1981-1982 327 000 85

1982-1983 384 386 88

1983-1984 407 449 93

1984-1985 431 896 98

1985-1986 438 750 100

Fuente: Perfil económico, Op. Cit., p.21

Al tomarse como base la proyección de la superficie y producción de

oleaginosas de los distritos de riego y temporal, se presenta la disponibilidad

potencial de estas semillas que son la fuente de abastecimiento de la industria

aceitera.

Cuadro 15. Producción de oleaginosas

Año Producción de

oleaginosas

Consumo de oleaginosas

Disponibilidad Porcentaje

1980-1981 782 283 272 800 509 483 65.1

1981-1982 769 487 327 000 442 487 57.5

1982-1983 889 787 384 386 505 401 56.8

1983-1984 1´010 338 407 449 602 889 59.7

82

1984-1985 1´054 587 431 896 622 682 59.0

1985-1986 1´102 846 438 750 664 096 60.2

Fuente: Perfil económico, Op. Cit., p.22.

Al considerarse que una planta estándar de 200 toneladas/día base soya,

requiere de 54,000 toneladas de semilla y analizando las cifras resultantes del

cuadro anterior, se puede decir que en nuestro estado hay un gran potencial para

desarrollar la industria aceitera en el mismo.

Un análisis sobre la disponibilidad de oleaginosas por distrito de riego arrojó

los siguientes resultados:

Cuadro 16. Producción oleaginosa distrito temporal ciclo 1982-1983 Distrito Toneladas Porcentaje

Distrito I 28 363 31.4 Distrito II 47 091 52.0 Distrito III 11 802 13.0 Distrito IV 3 214 3.6

Total 90 470 100.0 Fuente: Perfil económico, Op. Cit., p.25.

Para tener una idea de la inversión que ocupaba una planta con capacidad

de 200 tons./día, de productos de soya, tenemos la siguiente información:

Cuadro 17. Inversión en una planta de pasta y aceites a) Inversión fija

Terreno Equipo de proceso importado Equipo auxiliar y de servicio de fabricación nacional Obra civil Obra mecánica Obra eléctrica Equipo de oficina, comedor y cocina Equipo de laboratorio Equipo de transporte (una camioneta pick up) Equipo de mantenimiento, incluyendo herramientas y accesorios Lote de refacciones

5,000,000 96,594,935 37,165,925 27,349,512 14,981,819 12,994,053

650,000 620,000 250,000

995,000

4,013,000

83

Total 200,614,244 b) Inversión diferida

Ingeniería de detalle Compras, Inspección y Expedición Supervisión técnica y administración de la obra Fletes y maniobras Pruebas y puesta en marcha (incluye un técnico extranjero) Derechos de acometida Impuestos sobre equipo importado Sub total de inversión fija y diferida Impuesto al valor agregado Impuesto de construcción (3.75%)

3,048,500 737,500

3,391,430 455,000 357,675

1,500,000 20,300,000

230,404,349 10,223,000 2, 074,702

Inversión Fija y diferida 242,702,051 Fuente: Perfil económico, Op. Cit.

Tomándose en consideración que el proyecto se realizaría un año

después se puede corregir la cifra anterior para considerar el incremento por la

inflación de 30-40%, por lo que quedaría en una inversión de 340,000,000 de

pesos.

Los proyectos que se encontraban en proceso de construcción,

obtuvieron créditos refaccionarios, sobre todo del Fondo de Agroindustrias, ya

que tuvieron grandes dificultades para conseguirlos de otras fuentes

financieras.

Por su parte, los dos proyectos mencionados, se encontraban

comprendidos en distintas tipos de empresas.

1) Sociedades Anónimas, para los cuales el fondo exige una estructura

de financiamiento de 2:1, aunque al parecer estaba operando con

una proporción de 4:1

2) Asociaciones Rurales de Interés Colectivo, en las cuales el fondo

agroindustrial aportaba el total del capital.

En ambos casos se pedía como garantía los activos propios del proyecto.

En lo que respecta a los financiamientos de avío, se presentaron problemas para

su obtención, debido al monto elevado que se requería (del orden de 300,000.00).

84

Para la obtención de este monto, acudieron a fuentes como el fondo de

agroindustrias, Banrural, Fogain y Fira.

4.2 Industria de harina de trigo131

En nuestro estado existían cuatro plantas harineras instaladas, las cuales

consumían aproximadamente el 30.0% de la producción de trigo del ciclo de 1980-

1981, del cual se envió 70% de su producción a las plantas del D.F., Estado de

México, Puebla, Jalisco y Guanajuato; el consumo de estas plantas representó

alrededor del 17.0% de la producción que estimaba recolectar en el ciclo 1981-82

en Sinaloa, quedando con ello un excedente de 83 por ciento.132

En la ciudad de Los Mochis, en 1982, se pretendía localizar una nueva

planta, gracias a la proximidad y al potencial de recursos que existía en los valles

de El Fuerte y El Carrizo y abastecer 18 mil toneladas de trigo para esa planta.133

Para el caso de estudio de esta rama se tomará como muestra a la industria

Harinera de Sinaloa, S.A.

De acuerdo a las estadísticas de 1980, se producían 3.7 millones de

toneladas de trigo equivalentes a 2.8 millones de toneladas de harina, lo que

resultaba un 83% de la capacidad instalada.

Cuadro 18. Distribución geográfica de producción de harina en nuestro país: Región Harina porcentaje D.F. y Estado de México 750 000 27.3 Puebla 375 000 13.6 Centro 422 775 15.4 Norte 571 725 20.8 Jalisco 126 837 4.6 Noroeste 487 500 17.7 No agrupados 16 705 0.6

131 La información se retomó fundamentalmente de: Estudio del mercado de harina de Trigo, Gobierno del Estado de Sinaloa, SAPSE, Culiacán, 1982, pp. 1-35. 132 Ibid. 133 Por otra parte, los inversionistas interesados en el proyecto producían alrededor de 30 mil toneladas anuales de trigo, que serían suficientes para la operación normal de la harina en proyecto.

85

Total nacional 2´750 542 100.0

Además de la capacidad instalada de molienda de trigo en nuestro estado,

ella ascendió a 147 500 toneladas, de las cuales 110 625 toneladas de harina, así

resultó una utilización de 90.5% de esta capacidad distribuida de la siguiente

manera:

Cuadro 19. Producción de harina en Sinaloa ZONA Harina Ton./año Porcentaje Norte 64,969 65.0 Centro 21,000 21.0 Sur 13,500 13.5 Total: 99,469 99.5 Fuente: Estudio del mercado de harina de trigo, Op. Cit.

La región noroeste registró un excedente en 1980-1981 del orden

aproximadamente 275 mil toneladas, de las cuales se calculaba que 52 mil

toneladas correspondieron al estado de Sinaloa. De acuerdo a encuestas

realizadas, el 52% de la producción de harina de Sinaloa se comercializó fuera de

la entidad, los principales compradores fueron de Durango, Nuevo León, Nayarit,

Jalisco, Chihuahua y Guanajuato.

Los productos derivados del trigo, para el ciclo de 1980-1981, en Sinaloa se

obtuvo una producción de aproximadamente 33 mil toneladas incluyendo salvado,

salvadillo y granillo. De este volumen el 82.0% se consumía en nuestro estado y el

resto se dirigía al estado vecino de Sonora.

Debe señalarse que en la región del noroeste, el 51.2% se destinó a la

fabricación de pan, el 45.0% lo consiguieron los mayoristas y el 3.8% se dedicó a

la elaboración de tortilla.

De acuerdo con los empresarios industriales del estado, el subsidio

consistía en 281.00 pesos por saco que equivalió a 44 kilogramos de harina

semifina.

86

Por otro lado, debe señalarse la descripción de los productos y

subproductos de la harina de trigo, los cuales se adquieren a través de un proceso

de molienda y tamizado del grano de trigo. La harina se clasifica en tres grados: a)

Harinas finas y extrafinas, b) harinas semifinal y c) harinas estándar o comunes.

Las harinas finas y extrafinas se obtienen del moler trigos blandos de mejor

calidad debido a sus propiedades alimenticias y de fácil transformación, y se

clasifican dentro de los grupos 1, 2 y 3, siendo los dos primeros de donde se

adquiere la harina extrafina, que se caracteriza por su blancura, resistencia y

elasticidad.

En tanto que la harina fina se obtiene de los trigos del grupo 3, pero si la

mezcla es muy variada o de baja calidad entonces es mezclada con trigos de los

grupos 1 y 2. En cuanto a las harinas semifinas, éstas resultan de los trigos del

grupo 4 que es ocasionalmente mezclada con otros grupos más blandos.

Mientras que la harina estándar o común era considerada la de menor

calidad. Además, de los tipos de harina señalados, se adquieren los subproductos

conocidos como: salvado, salvadillo y acemite.134

Respecto a la producción en el nivel nacional, debemos señalar que el trigo

durante el período de 1960-1970 registró una tasa de crecimiento medio anual de

9.6% que fue suficiente para abastecer el consumo interno y exportar. Sin

embargo, de 1971 a 1980, esto fue diferente, pues el ritmo de crecimiento

disminuyó enormemente ubicándose en 4.8% en promedio anual. Esta contracción

de la oferta de trigo se debió a que la superficie que se destinaba a su cultivo, se

destinó a otros cultivos que ofrecían una mayor rentabilidad.

Ante esta situación, el gobierno federal realizó una serie de medida para

estimular la producción del grano, lo que generó que para 1980 se recuperara,

pues se logró un aumento del 22.6%, en contraste con el año anterior. Asimismo,

la producción nacional de trigo en 1981 fue de 3.2 millones de toneladas, que

correspondió a un consumo per cápita de 45.8 kilogramos.

134 Salvado con muy poca harina.

87

Y debido al creciente consumo de trigo durante el período de 1970 a 1980,

se obligó a recurrir a las importaciones, lo que contribuyó a disminuir el saldo en la

balanza comercial, ya que los precios internacionales de trigo eran superiores a

los precios de garantía y a los precios medios rurales.

Cuadro 20. Evolución de los precios del trigo

Año Precio de garantía

Precio de importación

Precio medio rural

1970 856 -- 842.0 1971 800 808.0 860.0 1972 800 914.6 850.0 1973 800 1 338.9 890.0 1974 1 300 2 377.0 1 340.0 1975 1 750 -- 1 720.0 1976 1 750 -- 1 740.0 1977 2 050 3 230.0 2 127.0 1978 2 600 3 091.6 2 700.0 1979 3 000 4 236.2 3 080.0 1980 3 550 4 349.0 3 549.9 1981 4 600 n.d. n.d 1982 6 300 n.d. n.d. Fuente: Estudio del mercado de harina de trigo, Op. Cit., p.10.

Cuadro 21. Evolución de la producción, importación y exportación del trigo

Años Superficie de cosechada (miles de Ha.)

Producción nacional (miles de tons.)

Importaciones (Miles de tons.)

Exportaciones (Miles de tons.)

Consumo aparente per cápita (Kgs.)

1970 886 2,676.5 --- 41.7 52.9 1971 614 1,830.9 176.0 85.9 39.6 1972 687 1809.0 655.8 16.7 44.5 1973 640 2,090.8 745.0 23.4 48.9 1974 774 2,788.6 1,073.4 19.9 66.7 1975 778 2,798.2 54.2 36.0 44.9 1976 894 3,364.0 --- 15.7 43.8 1977 709 2,453.7 493.0 12.6 55.6 1978 759 2,642.8 508.4 --- 45.8 1979 632 2,272.0 1,422.9 --- 56.7 1980 739 2,785.3 779.2 20.0 51.4 1981 861 3,189.4 --- --- 45.8

Fuente: Estudio del mercado de harina de trigo, Op. Cit., p.9.

88

Un análisis sobre las importaciones de los volúmenes de producción de

trigo de 1981 muestra que las principales entidades productoras como Sonora

aportó un 40.1, Sinaloa 13.1%, Guanajuato 13.0%, Chihuahua 8.1%, Baja

California Norte 6.4%, y el resto se produjo en las demás entidades donde se

cultiva la gramínea, tal y como se observa en el cuadro. Si bien nuestro estado no

arroja el mismo porcentaje que Sonora fue uno de los que más aportó para el

consumo nacional.

Cuadro 22. Superficie y volumen de producción por entidades federativas 1980-

1981

Entidades Hectáreas Porcentaje Toneladas Porcentaje Sonora 288 000 33.4 1´280 000 40.1 Sinaloa 125 498 14.6 419 925 13.2

Guanajuato 92 144 10.7 415 555 13.0 B.C. Norte 49 629 5.8 202 754 6.4 Chihuahua 68 220 7.9 259 340 8.1 Michoacán 29 684 3.5 104 844 3.3

Jalisco 26 689 3.1 83 217 2.6 Nvo. León 31 919 3.7 62 647 2.0 Coahuila 33 104 3.8 53 891 1.7

Otras 116 243 13.5 307 229 9.6 Total 861 130 100.0 3´189 402 100.0

Fuente: Estudio del mercado de harina de trigo, Op. Cit., p.11

Para el caso de Sinaloa, dentro de su diversidad de cultivos, el trigo se

colocó como uno de los principales. Esto se ve reflejado en un estudio realizado

durante el período de 1971-1972/1980-1981, en donde la superficie cosechada

pasó de 62, 661 hectáreas en el año base a 126 973 para 1980-1981, que se

registra una tasa media anual de crecimiento de 8.2%; asimismo, los años que

destacan en dicho lapso son 1976, con poco menos de 123 mil hectáreas, 1980

con casi 110 mil y 1978 con un poco más de 83 mil hectáreas.

Asimismo, la producción estatal de trigo creció en este período a una tasa

media anual de 9.1%, al pasar de 192 mil toneladas en 1972 a casi 420 mil en

89

1981, siendo los mejores años intermedios 1976 con 520 mil 158 Tons., 1978 con

328 mil 363 toneladas y 1980 con un poco más de 460 mil.

Para el ciclo 1971-1972 el valor de la producción de trigo fue de 150.7

millones de pesos, el cual aumentó para 1980-1981 a casi 1931.7 millones es

decir, un poco menos de 14 veces el valor de la producción obtenida en el ciclo

inicial del período.

Los aspectos de superficie, volumen y valor de la producción estatal de trigo

se presentan en el siguiente cuadro.

Cuadro 23. Indicadores más importantes de la producción del trigo en Sinaloa

Ciclo agrícola

Superficie cosechada

(Has.)

Rendimiento (Kg./Ha.)

Producción (Ton.)

Precio medio

rural ($/ton.)

Valor ($)

1971-1972 62 661 3 068 192 266 784 150 737 1972-1973 58 616 3 545 207 771 825 171 411 1973-1974 72 261 3 985 287 991 1 230 354 229 1974-1975 81 309 3 750 304 878 1 417 452 012 1975-1976 122 942 4 231 520 158 1 642 854 099 1976-1977 77 646 2 458 190 828 1 988 379 366 1977-1978 83 379 3 938 328 363 2 485 815 982 1978-1979 52 476 4 481 235 126 2 822 663 526 1979-1980 109 657 4 199 460 439 3 338 1´536 945 1980-1981 126 973 3 307 419 926 4 600 1´931 660

Fuente: Estudio del mercado de harina de trigo, Op. Cit., p.14.

En lo referente a la superficie y producción estatal de trigo por distritos de

riego para el ciclo agrícola 1981-1982 estas se presentaron de la siguiente

manera:

Cuadro 24. Superficie sembrada y producción estimada de trigo por distrito de

riego

Distrito Superficie (Has.)

Rendimiento (Tons./Has)

Producción (Tons.)

No. 10 (Culiacán) 49 691 4.000 198 764 No. 74 (Mocorito) 9 857 4.000 39 428 No. 63 (Guasave) 23 684 4.000 94 736

90

No. 75 (El Fuerte) 63 220 4.000 252 880 No. 76 (V. del Carrizo) 34 798 4.000 139 192 Unidades de Riego 514 4.000 2 056 Total 181 764 24.000 727 056 Avance de siembras al 26 de febrero de 1982. Fuente: Estudio del mercado de harina de trigo, Op. Cit., p.15

De igual forma, de acuerdo con los censos industriales y con la Cámara

Nacional de la Industria del Trigo, para 1970 existía en México un total de 175

empresas productoras de harina de trigo, número que para 1975 disminuyó a 158

y para 1980 a 155 molinos.

Por otro lado, la sub-rama de harina de trigo, la cual tenía un carácter

estratégico debido a la fabricación de pan y pasteles, galletas y pastas

alimenticias, durante el último decenio registró un crecimiento medio anual de 3.4

por ciento.

Las principales empresas productoras de harina de trigo se localizaban en

el D.F. con 21, en el Estado de México 12, en Sonora 15, en Nuevo León 3 y en

Sinaloa 4.

Debe señalarse que en esta época la mayoría de las industrias de harina de

trigo, medianas y pequeñas, presentaron problemas de descapitalización y

disminución en sus niveles de rentabilidad.

Cuadro 25. Dinámica del perfil económico de la fabricación de harina de trigo a

nivel nacional

Concepto 1970 1975 1976 1977 1978 1979 1980 No. de establecimientos

175 158 156 157 155 155 155

Producción: Volumen (miles de Tons.) Valor (millones de pesos)

2 135.4

2 783.1

2 417.9

5 944.3

2 430.7

6 807.9

2 611.0

8 364.7

2 615.4

9 583.9

2 688.8

11,185.8

2 989.1

12,975.5

Insumos totales 2 193.3 4 705.8 5 434.6 6 691.8 7 667.1 8 965.3 2 854.7 Valor agregado 5 89.9 1 238.5 1 373.3 1 672.9 1 916.8 2 220.3 8 907 Personal ocupado 6 226 7 522 9 038 8 215 8 412 8 734 1 089.3 Sueldos, salarios y prestaciones

135.1 359.7 446.3 612.3 710.7 892.9 1 885.5

Activos fijos brutos 760.6 1 161.4 1 246.5 1 353.5 1 469.6 1 595.7 1 885.5

91

Índice de los precios de la producción

100.0 194.9 216.9 258.4 284.3 322.7 382.2

Fuente: Estudio del mercado de harina de trigo, Op. Cit., p. 23.

Para 1970 la producción nacional de harina de trigo ascendió a 2.1 millones

de toneladas, la que aumentó a 2.7 millones en 1979, registrando con esto una

tasa media anual de crecimiento de 2.5% y para 1981 esta tasa incrementó a

3.4% para obtener casi 3.1 millones de toneladas.

Cuadro 26. Producción de harina de trigo en la República Mexicana Año Miles de toneladas 1970 2 135.4 1975 2 417.9 1976 2 430.7 1977 2 611.0 1978 2 615.4 1979 2 668.8 1980 2 989.1 1981 3 090.7

Fuente: Estudio del mercado de harina de trigo, Op. Cit., p.25.

Durante 1972-1981 hubo un total de 525.6 miles de toneladas, creciendo a

una tasa media anual de 3.8% que se incrementó a 738 mil toneladas en 1981,

aún cuando hubo altibajos en 1975, 1976 y 1979, pero el incremento anual más

importante fue de 15.3% y se registró en los años de 1974 y 1978.

Durante el ciclo de 1979 a 1980 la producción de la industria harinera fue de

2.3 millones de toneladas, que procedían del D.F. con un 32.7% y del Edo. de

México; el 19.9% de la zona Norte; 16.3% de Puebla; 14.7% en la Región

Noroeste y la diferencia provenía de los demás estados productores del país.

Cuadro 27. Destino de la producción de harina de trigo de la región noroeste

(ciclo 1979-1980) Concepto Prod.

Ton/Año Son. Sin. Jal. Dgo. N.L. Mich. Chih. Nay. Otros

Sonora 232 290 35.2 1.2 6.2 0.4 57.0 Sinaloa 70 125 2.1 36.6 22.4 5.2 3.7 5.9 5.3 15.0 3.8 Fuente: Estudio del mercado de harina de trigo, Op. Cit., p.31.

92

Se tiene además que para 1981 existía en la entidad un total de cuatro

molinos harineros ubicados dos en Ahome, uno en Culiacán y uno en Mazatlán,

cuya capacidad instalada anual era del orden de 147 mil 500 toneladas de harina,

teniendo un rendimiento de 75.0%, al convertir el trigo en harina.

De la producción total, un 54.2% correspondío a Molinera del Fuerte, S.A.

localizada en el Predio Santa Rosa, Zona Industrial, en Los Mochis; 20.3% a

Harinera de Sinaloa, S.A. de Culiacán; 13.2% a Harinera del Noroeste de México,

S.A., localizada también en el Predio Santa Rosa, en Los Mochis; y el restante

12.3% que es la capacidad del Molino Harinero de Mazatlán, ubicado en la ciudad

del mismo nombre.

Para el ciclo de 1980-1981, se tuvo una producción total que ascendió a 99

mil 469 toneladas, de las cuales un 54.3% se produjo en Molinera del Fuerte, S.A.;

en Harinera de Sinaloa, S.A.; 13.6% en Molino Harinero de Mazatlán, S.A. y el

restante 11.0% en Harinera del Noroeste de México, S.A. De lo anterior, se

deduce que la capacidad anual aprovechada en la planta harinera estatal durante

el ciclo 1980-1981 fue alrededor del 90.0%.

Cuadro 28. Capacidad Instalada y aprovechada por empresas Nombre de la empresa Capacidad

instalada Molienda

Harina Ton./año

Producción de Harina Tons./Año

Utilización (%)

Harinera del Noroeste de México, S.A.

19 500 14 625 10 969 75.0

Molinera del Fuerte, S.A. 80 000 60 000 54 000 90.0 Harinera de Sinaloa, S.A. 30 000 22 500 21 000 93.0 Molino Harinero de Mazatlán, S.A.

18 000 13 500 13 500 100.0

TOTAL 147 500 110 625 99 469 90.0 Fuente: Estudio del mercado de harina de trigo, Op. Cit., p.33.

Cabe aclarar que los cuatro molinos referidos obtuvieron como productos

terminados las harinas extrafina, fina y semifina; normalmente trabajaban tres

turnos/día y utilizaban un promedio de 300 días por año.

93

Por lo que a los subproductos del trigo se refiere, para el ciclo 1980-1981 en

el estado se obtuvo una producción total de aproximadamente 33 mil 131

toneladas incluyendo salvado, salvadillo y granillo. De dicho volumen alrededor del

82% se consumió en Sinaloa, y el resto se destinó al estado de Sonora; estas

exportaciones sinaloenses se realizaron en la época de verano cuando la

demanda local bajaba considerablemente, distribuyéndose por molinos el total de

subproductos obtenidos durante el ciclo de referencia. Fue Molinera del Fuerte,

S.A., la principal aportante, con un 54.3%; siguiendo en importancia Harinera de

Sinaloa, S.A., con 21.1%; 13.6% para Molino Harinero de Mazatlán, S.A. y el

restante 11.0%, lo produjo Harinera del Noroeste de México, S.A.

Respecto al destino de las ventas de la harina de trigo producida en

Sinaloa, los datos obtenidos en una encuesta revela que aproximadamente un

48.0% se destinó a los principales centros consumidores de Sinaloa, como son

Culiacán, Los Mochis, Mazatlán, Guasave y Guamúchil y el restante 52.0% se

comercializó fuera de la entidad, siendo los principales compradores Durango,

Nuevo León, Nayarit, Jalisco, Sonora, Chihuahua y Guanajuato.

94

Conclusiones

En el primer capítulo se discuten en general los períodos históricos que han

estructurado los intercambios agrícolas, así como los resultados de estos cambios

en la economía mundial durante el lapso estudiado. Después esbozamos algunos

de los rasgos más importantes de la situación económica de nuestro país, en

donde se divide al período en dos partes, el sexenio de Luis Echeverría y el de

José López Portillo, el énfasis se puso en la crisis de todo los sectores

económicos como el de la manufactura y el petróleo, entre otros. Así también se

muestra en distintos años cómo se encontraba el PIB en México. Posteriormente,

se estudia la agroindustria, en donde se muestra la importancia durante el período,

así como las características de ella; asimismo, se estudia el modo de operar de las

agroindustrias, sobre todo las grandes empresas agroindustriales.

En el capítulo dos analizamos la situación económica de nuestro estado, así

como las características de la agroindustria, estudiamos la composición del PIB

estatal durante el período señalado; los distintos sectores como la manufactura, el

agrícola, silvicultura, el comercio, y las principales agroindustrias estatales; así

también se analiza el crecimiento económico del estado, y de manera muy somera

la población económicamente activa de 1982 por sectores.

De igual forma se estudia las primeras agroindustrias que se empezaron a

formar desde el siglo XIX hasta en la actualidad, así como el estudio de por qué la

agroindustria mejora los niveles de la población rural; asimismo se analizan las

estrategias que se crearon durante el gobierno de este período con la finalidad de

desarrollar a la industria, en especial la agroindustria, así como la situación

económica de Sinaloa, de acuerdo con los informes de gobierno de estos años de

estudio.

En el tercer capítulo se compara la agroindustria en dos momentos

distintos, en 1979 y en 1982, mostrando que aunque se trate de un lapso corto

hay diferencias en la existencia de las mismas. También se estudia detenidamente

95

a las empresas constituidas en nueve divisiones: 1) alimentos para animales, 2)

elaboración de productos cárnicos,; 3) arroceras, 4) industria harinera, 5) aceites

vegetales, 6) productos alimenticios, 7) procesamiento y empaque de productos

marinos, 8) procesamiento y enlatado de frutas y verduras, y 9) otras

agroindustrias, en donde se estudia el monto de inversión de cada una de ellas, el

año en que se constituyeron y los principales socios.

Al analizar el ritmo de la constitución de las empresas del sector de la

agroindustria alimentaria detectamos que destaca la rama de producción de

alimentos para ganado, pues tuvo 10 constituciones; seguido de la elaboración de

productos cárnicos, con 7 empresas nuevas; las otras ramas aparecen con dos o

una constitución. Con esto podemos concluir que la producción relacionada con el

ganado, ya sea como alimento para éste o el ganado para el consumo humano,

constituyen las ramas con mayor número de empresas creadas en el período de

1972 a 1982 aunque, como señalamos en su momento, si vemos el conjunto de

todas las ramas, predomina el sector agrícola..

En el último capítulo se parte de dos estudios de caso que nos permiten ver

cómo las empresas aceiteras y harineras de Sinaloa, formaban parte de una

industria estatal que repercutía a nivel nacional, asimismo se pudo captar la gran

dependencia que tienen con respecto a la materia prima que proviene de la

agricultura en el estado.

En el estado existían cinco plantas procesadoras de oleaginosas con una

producción de 1, 225 toneladas por día de materia prima, las cuales trabajaban

con el 81.40% de su capacidad, y ocupaban 523 trabajadores. Por otro lado,

existían otras cuatro plantas harineras instaladas, las cuales consumían

aproximadamente el 30.0% de la producción de trigo del ciclo de 1980-1981, del

cual se envió 70% de su producción a las plantas del D.F., Estado de México,

Puebla, Jalisco y Guanajuato; el consumo de estas plantas representó alrededor

del 17.0% de la producción que estimaba recolectar en el ciclo 1981-82 en

Sinaloa, quedando con ello un excedente de 83 por ciento

96

Con el desarrollo de la tesis confirmamos la hipótesis del crecimiento de la

importancia de la agroindustria en este periodo, reflejada en las políticas públicas

dirigidas a este sector y sobre todo por el surgimiento de nuevas empresas

agroindustriales relacionadas con el sector agrícola y ganadero.

97

ANEXOS Relación de agroindustrias constituidas en Culiacán destinadas al ramo de agroindustrias alimentarias de 1972 a 1982 Fecha Nombre de la

empresa Nombre de los socios

Capital social (Miles de pesos)

Rama

13/10/1972

Productos Avícolas del Sol, S.A.

Angelina Viesa de Gómez Enrique Maximiliano Gómez

300 Otras agroindustrias

24/01/1973 Productos Alimenticios Pecuarios

Luis Alfredo Doig Alvera Gándara Dolores Torrero de Doig Luis Alfredo Torrero de Doig

1,000 Alimento compuesto para animal

31/10/1973 Alimentos Balanceados de Sinaloa, S.A. de C.V.

El Fondo de Fomento Industrial, Unión Ganadera Regional de Sinaloa, Edificaciones de Culiacán, S.A.

18,000 Elaboración de alimentos para ganado

28/09/1973 Lares, S. de R.L. Luis Guillermo Echaverría de la Vega, Alberto Haas, Benjamín López Esquerra

25 Otras agroindustrias

12/11/1974 Empacadora Roly, s.A.

María del Rosario Zazueta Ramos, Roberto Alfredo Castaño Frías, César Gonzalo Cárdenas

300 Productos cárnicos

23/11/1974 Brahman´s de Sinaloa, S.A.

Alfredo Valdéz Montoya, Ma. Gpe. Valdéz Gaxiola de Cervantes,

1,200 Alimento compuesto para animal

98

Judith Gaxiola de Gómeza Llanos

20/03/1975 Productos Alimenticios del Noroeste, S.A.

Rosa Silvia Ley López Efrén Elías Barragán Olivia Galaviz Rubio

180 Productos alimenticios

28/04/1975 Compañía Impulsora Agropecuaria

Jorge Martínez Rosillo Rubén Idelfonso Sandoval López Magin Canales Hernández

1,400 Alimento compuesto Para animal

17/12/1975 Salchichonería Traub, S.A.

Ma. Hilda Rojo Vea de Traub Gerge Traub Wicker

200 Productos cárnicos

16/02/1976 Granja Avícola del noroeste, S.A.

José Ramón Verdugo Barraza José Atilano Molina Alderete Ignacio J. Hernández Guill

500 Alimento compuesto Para animal

08/12/1976 Planta Productora de Harina de Pescado S.de R.L.

Gobierno del Estado de Sinaloa Cooperativa de Producción Pesquera Boca del Río San Lorenzo

3,000 Producto marino

31/01/1977 Establo Guaycura, S.A. de C.V.

José Gaytán Vega Fernando Rochín Gallardo

3,000 Elab. De alimentos para ganado

12/11/1977 Arroz Selecto, S. A.

Héctor Blanco Jester Ma. Teresea Torres Pompa de Blanco

10,000 Arrocera

23/11/1977 Inter-Nal, S.A. Miguel Ángel Suárez Quezada Margarita Bátiz de Suárez

2,500 Otros

29/05/1978 Avicultores Industriales de Culiacán, S.A.

Francisco Rochín Gallardo Dolores Uriarte León

3,000 Elab. De alimentos para ganado

27/11/1978 Sociedad de Arturo Angulo 30 Otros

99

Producción Rural, de la Responsabilidad Suplementada de la Costa del Valle, S de P. R. de R.S.

Hernández Elva Isela Angulo Casado Arturo Angulo Casado

05/12/1978 Avícola El Dorado de Sinaloa, S.A.

José Santos Gutiérrez García Alberto R. Gutiérrez García Jorge Ignacio Gutiérrez García

100 Elab. De alimentos para ganado

13/06/1979 Forrajes de Sinaloa, S.A.

Luis Esquer Gallardo Estanislao Gallardo Gastélum

500 Elab. De alimentos para ganado

18/09/1979 La Joya, Sociedad de Producción Rural de Responsabilidad Limitada.

Raúl Bátiz Echavarría Jorge Bátiz Echavarría María de los Ángeles Bátiz de Ferreira

600 Otros

1979 Industrial Arrocera Santa Clara, SA de CV

José Oscar Padilla Valencia Carlos Gerardo Padilla Valencia

1,000 Arrocera

13/12/1980 Especialidades y Carnes Frías del Noroeste, S.A.

María Hilda Rojo Vea de Traub Georgina Traub Wicker

1,000 Elab. De productos cárnicos

01/07/1981 Tostadería Chayito, S.A.

Alfredo Quiroz Castro Gloria Pérez Juárez

1,000 Elab. De productos alimenticios

04/07/1981 Promotora Mexicana de Semillas, S.A.

José Jorge Gabino Barrera María Elena Castaños García

3,000 Elab. Y beneficio de aceites vegetales

10/07/1981 Carnes Industrializadas, S.A. de C.V.

Juan Manuel Ley López Marco Ley López Álvaro Ley López

1,000 Elab. De productos cárnicos

20/10/1981 Productos Sazón Rico,

Fernando de Jesús Valdéz Medina

600 Elab. De productos

100

S.A. de C.V. José Marcial Zazueta Verdugo

cárnicos

11/11/1981 Promotora Sinaloense de Pescados y Mariscos, S.A.

Rosario Martínez Ayala Marcelino Félix Silva

1,000 Proc. Y empaque de productos marinos

21/11/1981 Industrias Agrícolas Marfil, S.A.

José Luis Garza Sada María Francisca Gladis Salazar Garza

15,000 Industria Harinera

16/12/1981 Alimentos Deshidratados del Pacífico, S.A. de C.V.

Jorge Psihas Chaul Mónica González de Psihas Salvador Psihas Farfán

1,000 Procesamiento y enlatado de frutas

27/02/1982 INDVBEL, S.A. de C.V.

Marcial Beltrán Sauceda José Manuel Velásquez Favela Rosalba Favela Félix de Velásquez

3,000 Elab. De productos cárnicos

16/03/1982 Forrajes Payán, S.A. de C.V.

Jesús Payán Cázarez Juana María Uriarte de Payán

1,850 Elaboración de alimentos para ganado

22/04/1982 Pie de Cría Chuyín, S.A. de C.V.

Juan Antonio Beltrán López Marcial Beltrán Sauceda

10,000 Elab. De productos cárnicos

101

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