territorio religioso

8/6/2019 territorio religioso

1/30

MOLINA/CONFIGURACIN REGIONAL DEL TERRITORIO RELIGIOSO EN MXICO, 1950-2000 9 1

91

Configuracin regional del territorio

religioso en Mxico, 1950-2000

Jos Luis Molina Hernndez*

RESUMEN

En este ensayo analizamos la relacin entre territorio y religin desde tres perspectivas distintas:

en los aspectos terico y metodolgico revisamos diferentes enfoques para el anlisis de las

regiones en general y para la construccin de los conceptos de territorio religioso y regiones

religiosas en particular; desde un punto de vista histrico describimos algunas de las formas en

que la religin resignifica al territorio a partir de su propia dinmica; y en el terreno emprico, con

base en los datos de los censos nacionales de Mxico de 1950 a 2000, reconstruimos la configu-

racin regional del territorio religioso mexicano para cada variable religiosa en cada dcada. Deesta forma se ilustra la distribucin regional de las corrientes religiosas en Mxico y la evolucin

histrica de esta distribucin en la segunda mitad del siglo pasado, y con ello se sientan las bases

para futuros anlisis que incorporen elementos de orden ms cualitativo.

Palabras clave: 1. religin, 2. regin, 3. territorio, 4. Mxico, 5. Norteamrica.

ABSTRACT

In this paper the author explores the link among territory and religion from three different

point of view: in a theoretical and methodological level is made an examination of the different

approach for the regional analysis, and for the building of concepts like religious terr itory and

religious region; in an historical level, the focus is put on the way that religion change the

meaning of the territory with a basis on its own dynamics; and in an empirical level, the Mexican

national census figures from 1950 to 2000 serves to draw maps of the regional configuration of

the Mexican religious territory for each decade and religious category. This way is tried to showthe basic regions shaped by the religious streams in Mexico in the second half of the Twenty

Century, opening the possibilities for a new and more qualitative studies around this point.

Keywords: 1. religion, 2. region, 3. territory, 4. Mexico, 5. North America.

*Investigador del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Autnoma de

Baja California y miembro del Sistema Nacional de Investigadores. Direccin electr-

nica: [email protected].

Artculo recibido el 18 de septiembre de 2002.

Artculo aceptado el 12 de diciembre de 2002.

91

Configuracin regional del territorio

religioso en Mxico, 1950-2000

Jos Luis Molina Hernndez*

RESUMEN

En este ensayo analizamos la relacin entre territorio y religin desde tres perspectivas distintas:

en los aspectos terico y metodolgico revisamos diferentes enfoques para el anlisis de las

regiones en general y para la construccin de los conceptos de territorio religioso y regiones

religiosas en particular; desde un punto de vista histrico describimos algunas de las formas en

que la religin resignifica al territorio a partir de su propia dinmica; y en el terreno emprico, con

base en los datos de los censos nacionales de Mxico de 1950 a 2000, reconstruimos la configu-

racin regional del territorio religioso mexicano para cada variable religiosa en cada dcada. Deesta forma se ilustra la distribucin regional de las corrientes religiosas en Mxico y la evolucin

histrica de esta distribucin en la segunda mitad del siglo pasado, y con ello se sientan las bases

para futuros anlisis que incorporen elementos de orden ms cualitativo.

Palabras clave: 1. religin, 2. regin, 3. territorio, 4. Mxico, 5. Norteamrica.

ABSTRACT

This essay analyzes the relationship between territory and religion from three distinct

perspectives: On the theoretical and methodological planes, it reviews various

approaches for analyzing regions, in general, and for the construction of the concepts

of religious territory and religious regions, in particular. From a historical point of

view, it describes some of the ways in which religion redefines terri tory based on its

own dynamic. On the empirical plane, the regional configuration of Mexico's religious

territory is reconstructed for each religious variable in each decade based on Mexicannational census data from 1950 to 2000. This illustrates the regional distribution of

Mexico's religious currents, and the historical evolution of that distribution in the

second half of the twentieth century. Thus, the groundwork is laid for future analyses

that may incorporate elements of a more qualitative character.

Keywords: 1. religion, 2. region, 3. territory, 4. Mexico, 5. North America.

*Investigador del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Autnomade Baja California y miembro del Sistema Nacional de Investigadores. Direccin

electrnica: [email protected].

Artculo recibido el 18 de septiembre de 2002.

Artculo aceptado el 12 de diciembre de 2002.


2/30

FRONTERA NORTE, VOL. 15, NM. 30, JULIO-DICIEMBRE DE 20039 2

INTRODUCCIN

Las transformaciones del territorio mexicano estn articuladas a los cambios en

los modelos productivos, que incluyen la innovacin tecnolgica, las formas deorganizacin del trabajo, los patrones de localizacin y las polticas del Esta-

do, entre otros factores (De la Garza, 1993; Hiernaux, 1995). Junto con estas

dimensiones cambia tambin el perfil cultural de los grupos sociales involucrados

en la reproduccin social. Entre los cambios culturales, uno particularmente

interesante, en trminos de su expresin espacial, es el de la transformacin del

campo religioso nacional.

Si entendemos que la produccin, distribucin y consumo de bienes simbli-

cos y de bienes simblicos de salvacin en particular es un proceso perma-

nente, ligado inextricablemente a la produccin material y a formas de ocupacindel territorio, podremos visualizar cmo ste contiene estructuras y tendencias

generadas por la adscripcin religiosa de la poblacin, afinidad que expresa

luchas, hegemonas y rebeliones simblicas no siempre claras para los observa-

dores, tanto legos como especialistas.

En este trabajo nos proponemos realizar una aplicacin concreta de anlisis

espacial al fenmeno religioso, con el objetivo de establecer una regionalizacin

del campo religioso nacional a partir de las categoras censales bsicas, y con-

cluimos planteando algunas conjeturas en torno a la vinculacin entre las re-

giones definidas por este anlisis y las regiones histricas del pas, as comoestableciendo las consideraciones generales derivadas de la indagacin.

Las nociones de religin, territorio y regin son complejas y polismicas, de

ah que hayan dado lugar a interminables debates en cuanto a su definicin (Cfr.Duch, 2001). Conscientes de la amplitud de los campos abiertos por este deba-te, en este trabajo partiremos de definiciones operativas de esos conceptos, a fin

de entrar en materia sin ms prembulos.

En el anlisis que sigue, entenderemos la religin en una de sus dimensiones,

a saber, como un conjunto de prcticas sociales orientadas por creencias en

fuerzas supramundanas a las cuales el creyente les reconoce el poder de normarlas acciones de los seres humanos, generalmente incluidas en una institucin

religiosa especfica, y susceptibles de clasificacin, cuantificacin y ubicacin

espacial a travs de la adscripcin religiosa declarada por el individuo y registra-

da por los censos de poblacin.

El territorio es concebido aqu como el espacio fsico, geogrfico, socioe-

conmico y cultural, en el cual tienen lugar las manifestaciones empricas del


3/30


fenmeno religioso, y que en ese sentido las enmarca y sustenta. Entenderemos

por regin al conjunto de entidades federativas que, siendo adyacentes, compar-

ten determinadas caractersticas sociorreligiosas, o que se ubican dentro de un

mismo rango en una distribucin porcentual relativa a la adscripcin religiosa.Finalmente, una regin religiosa implicara, en un sentido ms estricto, no slo

cierta afinidad en la adscripcin religiosa sino tambin en un conjunto de ras-

gos de orden etnogrfico, como, por ejemplo, los sistemas religiosos y los tipos

de doctrinas y prcticas predominantes, entre otros.

CONFIGURACIN REGIONAL DEL TERRITORIORELIGIOSO EN MXICO

El campo religioso nacional, 1950-2000

Los ejercicios de regionalizacin del campo religioso son siempre necesarios no

slo por lo limitado de nuestros conocimientos acerca de l, sino adems por-

que se trata de un fenmeno en constante transformacin y, por lo tanto, la

comprensin de su estructura y evolucin implica un seguimiento y actualiza-

cin constantes (Casillas y Hernndez, 1990). Asimismo, para establecer patro-

nes espaciales en el desarrollo de los movimientos religiosos, exige un enfoqueque se apoye en bases estadsticas, herramientas demogrficas, aportes de la

historia y la antropologa y conceptualizaciones de la sociologa de la religin.

Para este apartado partimos de la idea de que las afiliaciones religiosas pro-

ducen perfiles regionales particulares, aun en el caso de tradiciones religiosas

que, siendo masivas es decir, que cuentan con millones de feligreses, se distri-

buyen a lo largo del territorio nacional. Si esto es cierto, entonces cabe esperar

que en Mxico el territorio religioso sea heterogneo, e incluso que est en un

proceso creciente de heterogeneizacin,1 orientndose hacia una mayor diversi-

dad regional.Ya hemos expuesto las posibilidades de anlisis espacial que permite la apli-

cacin del modelo de Meneses, basado en la composicin de los campos religio-

sos. En el caso mexicano, sin embargo, este modelo tiene claras limitaciones ya

1Una gran cantidad de trabajos ponen de manifiesto este hecho. Entre ellos se cuentan los de Valderrey,

Bastian, Masferrer, Gimnez, Molina y muchos ms.


4/30


que se trata de un campo religioso homogneo, con predominio casi total de

una sola fuerza. Las diversas corrientes no catlicas son demasiado pequeas

tanto en trminos absolutos como relativos como para equilibrar la correlacin

de fuerzas.Pese a ello, queda abierta la posibilidad de analizar la composicin del campo

si consideramos la disidencia religiosa a partir de categoras ms generales, como

las que ofrecen los censos de poblacin y vivienda. Esta categorizacin que es

criticable desde otro punto de vista, ya que agrega fuerzas que son heterogneas

y generaliza una realidad que tiene muchos matices2 permite al menos un

anlisis general de la evolucin de la estructura del campo religioso, y con ello,

de sus tendencias de diversificacin regional.

Para el anlisis que sigue tomamos como base los porcentajes de poblacin

catlica, protestante y sin religin con respecto a la poblacin total para cada

entidad federativa en 1950, 1960, 1970, 1980, 1990 y 2000; es decir, las variables

bsicas que se manejaron en los censos de poblacin en Mxico hasta 1990. Las

distribuciones porcentuales para el perodo de 1950 a 1990 se dividieron en

sextiles, para lo cual al valor mayor del perodo se le rest el menor, y el resul-

tado se dividi entre seis, y luego, una vez calculados los rangos para todo el

conjunto de datos, se dividi cada una de las distribuciones por dcada con ese

rango para obtener los agregados correspondientes para cada decenio y cada

una de las corrientes religiosas. Como los rangos son generales y los sextiles sonpara todo el conjunto de datos, las distribuciones por dcada no siempre inclu-

yen los seis sextiles sino que, por el contrario, stos se van agregando progresi-

vamente en cada decenio hasta completar los seis en las ltimas dcadas (vase

el cuadro 1). Para el ao 2000 se mantuvieron los mismos rangos, pero como los

porcentajes crecieron y el rango superior original fue rebasado, slo en el caso

de la poblacin sin religin siguieron siendo sextiles, mientras que para los

catlicos se registraron siete categoras y ocho para los protestantes.

Como ya fue mencionado, en un trabajo previo (Molina, 1993a) emprendimos

este tipo de anlisis construyendo ndices de cambio religioso y de desarrollourbano, slo que en esa ocasin no consideramos cada una de las corrientes en

s mismas, y adems los intervalos se definieron discrecionalmente, lo que ayu-

d a obtener una regionalizacin ms ntida pero menos rigurosa. En este caso,

por tratarse de rasgos simtricos, los perfiles regionales aparecen menos marca-

2Un anlisis tipolgico de estas tres variables lo hemos emprendido en otro trabajo (Cfr. Molina, 1993b).


5/30


dos, pero permiten ver con mayor fidelidad el grado de cercana o distancia-

miento entre las entidades al interior de la estructura porcentual. El anlisis

puntual de cada caso ayudar a aclarar esta diferencia.

Antes de iniciar la revisin, cabe hacer una observacin en cuanto a la con-

sistencia de los datos: mientras que los correspondientes a las dcadas de 1960 a

2000 muestran una evolucin bastante regular, los de 1950 tienen un comporta-

miento relativamente errtico, como podr observarse en las regionalizaciones

respectivas.

a) Poblacin catlica

En 1950, todas las entidades, excepto Tabasco, caan en el primer sextil (vase el

cuadro 2) y sobre una amplitud de intervalo de 5.3 puntos porcentuales. El

ltimo estado del sextil (Chihuahua) distaba casi un punto porcentual del lmite

inferior, lo que define un perfil religioso sumamente homogneo y dominado

por la religin catlica (vase el mapa 1). Tabasco, la nica entidad del segundo

sextil, se despegaba 1.3 puntos porcentuales de su lmite superior. El ms alto

Fuente. Estimaciones propias con base en el VIIIy IX Censos generales de poblacin, 1960 y 1970; X, XIy XII Censosgenerales de poblacin y vivienda, 1980, 1990 y 2000.

CUADRO 1. Porcentaje de poblacin por variable religiosa con respecto a la poblacin total.Rangos e intervalos para el perodo 1950-2000

&DWROLFLVPR 3URWHVWDQWLVPR 3REODFLyQVLQUHOLJLyQ

/tPLWHV /tPLWHV /tPLWHV

6XSHULRU ,QIHULRU 6XSHULRU ,QIHULRU 6XSHULRU ,QIHULRU

,QWHUYDOR

,QWHUYDOR

,QWHUYDOR

,QWHUYDOR

,QWHUYDOR

,QWHUYDOR

5DQJR


6/30


CUADRO 2. Porcentaje de poblacin catlica con respecto a la poblacin total en Mxico,por dcadas y entidades, 1950-2000


(QWLGDG

$JXDVFDOLHQWHV

%DMD&DOLIRUQLD

%DMD&DOLIRUQLD6XU

&DPSHFKH

&RDKXLOD

&ROLPD

&KLDSDV

&KLKXDKXD

'LVWULWR)HGHUDO

'XUDQJR *XDQDMXDWR

*XHUUHUR

+LGDOJR

-DOLVFR

0p[LFR

0LFKRDFiQ

0RUHORV

1D\DULW

1XHYR/HyQ 2D[DFD

3XHEOD

4XHUpWDUR

4XLQWDQD5RR

6DQ/XLV3RWRVt

6LQDORD

6RQRUD

7DEDVFR

7DPDXOLSDV

7OD[FDOD

9HUDFUX]


7/30


VH[WLOHV

Categoras

1) 99.9-94.6

2) 94.5-89.2

MAPA 1. Distribucin del catolicismo en 1950

Fuente.VII, VIIIyIX Censos generales de poblacin, 1950, 1960 y 1970; X, XIyXII Censos generales de poblacin y vivienda, 1980, 1990 y 2000.


Categoras

1) 99.9-94.62) 94.5-89.2

VH[WLOHV


VH[WLOHV


8/30


porcentaje de catlicos se concentraban en entidades del centro y occidente,

aunque Baja California Sur apareca en segundo lugar, slo debajo de Quertaro.

Una dcada despus, otras cinco entidades se sumaron al segundo sextil, tres

de ellas del sureste, lo que inaugur un perfil regional que se agudizara en lossiguientes 50 aos. Tabasco continu encabezando el intervalo, en tanto que se

sumaron Chihuahua y Baja California (vase el mapa 2).

En 1970, Tabasco y Quintana Roo alcanzan el tercer sextil, en tanto que

Chiapas y Campeche se mantienen en el segundo, y se incorporan Veracruz,

Morelos y Sinaloa. Los estados de la frontera norte se ubican todos en el primer

sextil, pero se aproximan al lmite inferior. Aguascalientes, Quertaro, Gua-

najuato, Jalisco y Colima conservan los porcentajes ms altos, y los estados del

centro ocupan posiciones intermedias, matizando la aparente uniformidad del

intervalo (vase el mapa 3).

Este patrn subyacente se revela con claridad en la siguiente dcada, cuando

se agudiza la transformacin, y de 25 se reducen a 11 las entidades del sextil 1;

es decir, de mayor presencia catlica. En el segundo sextil (con mayores grados

de diversidad religiosa) se ubican todos los estados de la frontera norte adems

Categoras

1) 99.9-94.62) 94.5-89.2

3) 89.1-83.8


VH[WLOHV


VH[WLOHV


9/30


de Oaxaca y Morelos y ligeramente abajo en su disidencia los del centro. En

los sextiles que indican la mayor heterogeneidad religiosa queda el conjunto del

sureste, adems de Veracruz y Sinaloa. Chiapas baja casi 15 puntos porcentua-

les y rebasa a Tabasco, que desciende ocho puntos. El mapa 4 es sumamente

ilustrativo y muestra cmo el ncleo fuerte catlico se reduce, el conjunto sigue

cambiando y el sureste acelera su transformacin.

En la dcada de 1990, el proceso contina y el ncleo catlico baja a siete

estados, cuatro de la frontera norte pasan al sextil 3, y en especial Tamaulipas y

Baja California se aproximan a los niveles de Yucatn y Veracruz, mientras que

los dems estados del sureste abren una brecha sumamente amplia respecto del

resto del pas y entre s (vase el mapa 5).En la ltima dcada del siglo XX, los rasgos generales de la distribucin regio-

nal del campo religioso se mantienen pero a la vez las tendencias se agudizan,

como se muestra en el mapa 6. En el mbito nacional, el catolicismo retrocede

1.5 puntos porcentuales, aunque entre las entidades el retroceso es heterogneo:

en Chiapas es de 6 puntos, y en Baja California, de 3.7, mientras que otras 27

entidades registran entre 3.4 y 0.5. El hecho ms notable, sin embargo, es que,

Categoras

1) 99.9-94.6

2) 94.5-89.2

3) 89.1-83.8

4) 83.7-78.4

5) 78.3-73.0


VH[WLOHV

VH[WLOHV



10/30

FRONTERA NORTE, VOL. 15, NM. 30, JULIO-DICIEMBRE DE 2003100


Categoras

1) 99.9-94.62) 94.5-89.2

3) 89.1-83.8

4) 83.7-78.4

5) 78.3-73.0

6) 72.9-67.6

FDWHJRUtDV


p h r t h

&

% !

$

# #

" &

!

%

Categoras

1) 99.9-94.6

2) 94.5-89.23) 89.1-83.8

4) 83.7-78.4

5) 78.3-73.0

6) 72.9-67.6


VH[WLOHV

VH[WLOHV



11/30

MOLINA/CONFIGURACIN REGIONAL DEL TERRITORIO RELIGIOSO EN MXICO, 1950-2000 101

por primera vez en los ltimos 50 aos, se da el caso de que haya entidades con

diferencia positiva; es decir, no pierden puntos porcentuales. Estos tres estados

son Michoacn, Sinaloa y Tabasco, y si bien es cierto que tal diferencia resulta

mnima (0.5, 0.5 y 0.1, respectivamente), debe remarcarse que en medio siglo esla primera vez que esto ocurre.

En general, las tres categoras de mayor presencia catlica pierden entidades

en la dcada de 1990: Colima pasa de la categora 1 a la 2; Sonora y Nuevo Len,

de la 2 a la 3; mientras que Baja California, Veracruz, Tamaulipas y Morelos se

desplazan de la categora 3 a la 4 (esta ltima no tena ninguna entidad en 1990).

Finalmente, en el extremo de mayor disidencia, la categora 6 se mantiene con

dos entidades (Tabasco y Quintana Roo) y aparece una categora 7 con Chiapas,

que es la segunda entidad del pas con menor porcentaje de catlicos.

En su conjunto, el perodo 1950-2000 registra un proceso continuo de dismi-

nucin del porcentaje de catlicos en el conjunto de la poblacin, lo que acelera

la heterogeneizacin del campo religioso, como lo muestran las notables dife-

rencias entre las entidades en los ltimos 50 aos: en Aguascalientes se redujo

3.4 puntos, 7.6 en el Estado de Mxico, 14.4 en Baja California, 24.8 en Quinta-

na Roo y 33 puntos en Chiapas.

b) Poblacin protestante

Por su volumen, el desarrollo del catolicismo marca los rasgos ms evidentes de

la evolucin del campo religioso, no obstante lo cual, el anlisis de las otras dos

categoras por separado revela otras configuraciones y tendencias que comple-

mentan la visin regional del territorio religioso.

En el caso del protestantismo (vase el cuadro 3), en 1950, el mapa es prcti-

camente igual al del catolicismo, ya que el pas entero, de nuevo con la excep-

cin de Tabasco, queda incluido en el primer sextil. Tabasco registra en esos

momentos una ruptura bastante radical, ya que casi alcanza el lmite superior

del segundo sextil. En la parte alta del primer sextil se observa una composi-cin heterognea: tres del sureste (Quintana Roo, Chiapas y Campeche), cuatro

de la frontera norte (Tamaulipas, Nuevo Len, Coahuila y Baja California) y

tres del centro (Morelos, Distrito Federal y Tlaxcala). La regin bajo-occidente

se muestra como la ms impermeable. En esta dcada, aunque se asoman las

tendencias a la regionalizacin, an son incipientes y, hasta cierto punto, no

estn diferenciadas (vase el mapa 7).


12/30


CUADRO 3. Porcentaje de poblacin protestante con respecto a la poblacin totalen Mxico, por dcadas y entidades, 1950-2000


(QWLGDG

$JXDVFDOLHQWHV

%DMD&DOLIRUQLD

%DMD&DOLIRUQLD6XU

&DPSHFKH

&RDKXLOD

&ROLPD

&KLDSDV

&KLKXDKXD

'LVWULWR)HGHUDO

'XUDQJR *XDQDMXDWR

*XHUUHUR

+LGDOJR

-DOLVFR

0p[LFR

0LFKRDFiQ

0RUHORV

1D\DULW

1XHYR/HyQ 2D[DFD

3XHEOD

4XHUpWDUR

4XLQWDQD5RR

6DQ/XLV3RWRVt

6LQDORD

6RQRUD

7DEDVFR

7DPDXOLSDV

7OD[FDOD

9HUDFUX]


13/30


En 1960, estas orientaciones se mantuvieron y Tabasco alcanz el tercer sextil,

mientras que Quintana Roo, Chiapas, Campeche y Tamaulipas arribaron al se-

gundo. Morelos, Yucatn y el resto de la frontera norte (excepto Sonora) se

ubicaron en la parte alta del primer sextil, constituido por 27 entidades. La

heterogeneidad de la distribucin va dejando lugar a los perfiles regionales,

como puede verse en el sureste y en el norte (vase el mapa 8).

Despus de 10 aos, la transformacin continuaba pero haba disminuido

notablemente su ritmo, que en la dcada precedente haba avanzado cuatro d-

cimas, mientras que en sta slo lo hizo una dcima. Esto se not tambin en la

distribucin regional, que es casi idntica a la de 1960, si bien Quintana Roo se

sum al tercer sextil, y Morelos, al segundo. Aunque todos los estados aumenta-

ron su porcentaje, no cambi la composicin por sextiles ni la ubicacin de losbloques regionales (vase el mapa 9).

En 1980, las tendencias presentes desde 1950 se desarrollan abiertamente y la

heterogeneizacin del campo se acelera y se vuelve notable, ganando ahora 1.5

puntos porcentuales, tres veces ms que el total de las dcadas anteriores. Tabasco

y Chiapas brincan hasta el quinto sextil; Quintana Roo llega al cuarto; y Campe-

che y Yucatn, al tercero, con lo cual reafirman su especificidad; tambin Ta-

VH[WLOHV

Categoras

2) 5.5-2.9

1) 2.8-0.2

MAPA 7. Distribucin del protestantismo en 1950


VH[WLOHV


14/30


Categoras

3) 8.3-5.6

2) 5.5-2.9

1) 2.8-0.2

MAPA8. Distribucin del protestantismo en 1960


VH[WLOHV

VH[WLOHV

Categoras

3) 8.3-5.6

2) 5.5-2.91) 2.8-0.2



VH[WLOHV

VH[WLOHV


15/30


maulipas llega al tercero, y el resto de la frontera norte (otra vez con la excep-

cin de Sonora), al segundo, junto con Veracruz y otras entidades del oriente,

con lo cual queda conformado un continuo norte-este-sureste de mayor trans-

formacin, frente a otro centro-occidental con menores niveles de cambio (va-se el mapa 10). A estas alturas, tres entidades han rebasado ya 10% de la poblacin

protestante, y otras cuatro, 5%, mientras que, en el otro extremo, cinco entida-

des tienen 1% o menos.

En 1990, esas tendencias se consolidan: Chiapas y Tabasco alcanzan el sextil

ms alto y superan 15%, Campeche y Quintana Roo llegan al quinto con ms de

10%, y Yucatn se ubica en el cuarto, acercndose a ese mismo porcentaje. Los

estados de la frontera norte se ubican en el tercer sextil (con la excepcin ya

mencionada) y forman un continuo territorial que inicia en Baja California y

recorre Chihuahua, Coahuila, Nuevo Len, Tamaulipas, Veracruz y Oaxaca. A

ellos se suma Morelos en un segundo bloque de transformacin. Ahora bien, el

conjunto de baja transformacin, conformado por 16 entidades en la dcada

previa, desciende a 10 y se concentra en el rea de mayor predominio catlico,

definida con la variable anterior, y se suma el caso de Sinaloa (vase el mapa 11).

Categoras

5) 13.7-11.1

4) 11.0-8.43) 8.3-5.6

2) 5.5-2.9

1) 2.8-0.2

MAPA 10. Distribucin del protestantismo en 1980Fuente.VII, VIIIyIX Censos generales de poblacin, 1950, 1960 y 1970; X, XIyXII Censos generales de poblacin y vivienda, 1980, 1990 y 2000.

VH[WLOHV

VH[WLOHV


16/30


Los resultados del censo de 2000 (vase el mapa 12) muestran un claro avan-

ce de estas tendencias. Como mencionamos en el principio de este trabajo,

manteniendo los rangos definidos para los sextiles de 1950 a 1990, en esta lti-

ma dcada aumentan a ocho las categoras, lo que muestra una mayor amplitud

en la distribucin de las entidades en la clasificacin del cuadro 3; es decir, el

conjunto de entidades se vuelve ms heterogneo y los perfiles regionales se

definen con mayor claridad.

Los cambios ms importantes se registran en tres niveles. La categora 1, que

es la de menor presencia protestante, se reduce de 10 a slo tres entidades:

Michoacn, Aguascalientes y Guanajuato. La categora 4 aumenta de una enti-

dad a cinco. En la parte alta, cuatro estados se despegan: en la categora 6 apare-ce solo Campeche, que con 16.2% supera por casi cinco puntos a la entidad ms

prxima (Tamaulipas, con 11.3%); surgen dos categoras ms: la 7, con dos

entidades (Tabasco y Quintana Roo), y la 8, en el caso de Chiapas, que con 23%

contina abriendo la distancia con el resto del pas.

Cabe destacar dos caractersticas de esta distribucin: por un lado, cuatro enti-

dades han rebasado 15%, 10 han pasado de 10%, y ninguna tiene menos de 2%;

Categoras

6) 16.4-13.8

5) 13.7-11.1

4) 11.0-8.43) 8.3-5.6

2) 5.5-2.9

1) 2.8-0.2



VH[WLOHV


17/30


por el otro, se confirma el continuo territorial norte-oriente-sureste, conforma-

do por 13 estados, que rodea por tres de sus flancos al ncleo de menor presencia.

Los resultados anteriores nos permiten visualizar cuatro niveles de trans-

formacin:

El ms alto, en el que se ubican los estados del sureste, excepto Yucatn,

oscila entre 16.2% y 22.6%.

El segundo, integrado por el corredor norte-oriente-sur, desde Baja California

hasta Oaxaca, con la adicin de Yucatn y la excepcin de Sonora, se ubica

entre 8.2% y 11.3%.

El tercero se integra por entidades que estaban en el sextil 1 hasta la dcadade los ochenta y que ahora conforman un subgrupo intermedio entre los

estados de menor transformacin y el bloque norte-oriente-sur, e incluso

fsicamente ocupan una posicin intermedia entre ambos. Tal es el caso de

Hidalgo, Guerrero, Sonora, Puebla, San Luis Potos, Baja California Sur,

Durango, Estado de Mxico, Distrito Federal, Sinaloa, Colima, Tlaxcala y

Nayarit (entre 4.1 y 6.8%).

Categoras

6) 16.4-13.8

5) 13.7-11.14) 11.0-8.4

3) 8.3-5.6

2) 5.5-2.9

1) 2.8-0.2



FDWHJRUtDV


18/30


El cuarto es el de menor transformacin e incluye todos los estados del

ncleo fuerte catlico (regin bajo-occidente): Guanajuato, Aguascalientes y

Michoacn, seguidos por Quertaro, Zacatecas y Jalisco.

c) Poblacin sin religin

El anlisis de la variable correspondiente a la poblacin sin religin (vase el

cuadro 4) presenta especificidades interesantes, si bien el comportamiento es me-

nos consistente que en los casos previos, en especial en las dos primeras dcadas.

En 1950, por ejemplo, Tamaulipas apareca en el sextil 3, y cuatro entidades

en el sextil 2 (Tlaxcala, San Luis Potos, Nayarit y Oaxaca), sin un patrn detectable

entre ellas, mientras que las 27 restantes estaban en el sextil 1 (vase el mapa 13).

Una dcada despus, todas las entidades, sin excepcin, se ubicaban en el

sextil 1, y Tabasco, Quintana Roo y Sinaloa, las de mayor porcentaje, estaban

casi un punto porcentual por debajo del lmite superior de su intervalo, que era

de 2.2 frente a 1.4, 1.3 y 1.2 que tenan, respectivamente, estos tres estados. Pese

a esta aparente uniformidad, la distribucin jerrquica observada indicaba ya

MAPA 13. Poblacin sin religin en 1950

VH[WLOHV

VH[WLOHV

Categoras

3) 6.5-4.4

2) 4.3-2.31) 2.2-0.2



19/30


(QWLGDG $JXDVFDOLHQWHV

%DMD&DOLIRUQLD

%DMD&DOLIRUQLD6XU

&DPSHFKH

&RDKXLOD

&ROLPD

&KLDSDV

&KLKXDKXD

'LVWULWR)HGHUDO

'XUDQJR *XDQDMXDWR

*XHUUHUR

+LGDOJR

-DOLVFR

0p[LFR

0LFKRDFiQ

0RUHORV

1D\DULW

1XHYR/HyQ 2D[DFD

3XHEOD

4XHUpWDUR

4XLQWDQD5RR

6DQ/XLV3RWRVt

6LQDORD

6RQRUD

7DEDVFR

7DPDXOLSDV

7OD[FDOD 9HUDFUX]


20/30


las tendencias que mostraran las entidades en los siguientes 30 aos, algo que

no revelaba el mapa de 1950 (vase el mapa 14).

En 1970 aparecen ya perfiladas estas tendencias, e incluso llama la atencin

que, en el mbito nacional, la poblacin sin religin crezca un punto porcentualmientras que la poblacin protestante aumenta una dcima en el mismo pero-

do. Sinaloa llega al sextil 3 y muestra un comportamiento singular en su regin,

en tanto que, en el sureste, el crecimiento del protestantismo es acompaado

por el de la poblacin sin religin (Tabasco, Chiapas, Quintana Roo, Veracruz y

Campeche caen al sextil 2). Los estados de la frontera norte (Chihuahua, Sono-

ra, Tamaulipas y Baja California) tienden a ubicarse en la parte alta del sextil 1

(vase el mapa 15).

Al igual que en el caso del protestantismo, en la dcada de 1980, la poblacin

sin religin aumenta 1.5 puntos porcentuales, se agudizan las transformaciones

y se delinean con claridad los perfiles regionales. Chiapas y Sinaloa suben hasta

el sextil 5, Tabasco al 4, y Veracruz, Campeche y Quintana Roo, al 3. Otras 15

entidades se ubican en el sextil 2, incluyendo a las de la frontera norte excepto

Nuevo Len, que permanece en el sextil 1 junto con el ncleo catlico menos

VH[WLOHV


Categoras

1) 2.2-0.2

VH[WLOHV



21/30



Categoras

5) 10.7-8.74) 8.6-6.6

3) 6.5-4.4

2) 4.3-2.31) 2.2-0.2

VH[WLOHV

VH[WLOHV


Categoras

3) 6.5-4.4

2) 4.3-2.3

1) 2.2-0.2

VH[WLOHV

VH[WLOHV




22/30


Michoacn, pero aadiendo al Estado de Mxico, Puebla y Tlaxcala (vase el

mapa 16).

Sorprendentemente, en 1990 (mapa 17),este ncleo de bajo avance de la

poblacin sin religin creci de 11 a 14 entidades, en un movimiento regresivopoco usual en la conformacin del territorio religioso: a las ya mencionadas en

el prrafo anterior se sumaron Hidalgo, Michoacn y el Distrito Federal. Y

mientras la poblacin protestante nacional creci 1.6 puntos porcentuales, la

poblacin sin religin slo subi una dcima. Asimismo, el conjunto ampli su

diversidad: Chiapas lleg al sextil 6, Tabasco al 5, Sinaloa disminuy ocho dci-

mas (algo inusual tambin) y baj al sextil 4 junto con Campeche, que subi 1.8,

y en el 3 se ubicaron Quintana Roo y Veracruz con ms de 6%, y Baja California,

con 4.5% (esta entidad subi medio punto en la dcada).

A semejanza de las variables anteriores, en 2000 (vase el mapa 18) la pobla-

cin sin religin mantiene y agudiza los perfiles regionales de la dcada ante-

rior, aunque a diferencia de estas variables, aqu hay mucho menos modificaciones:

sigue tratndose de seis categoras, no se ampla la distribucin y, por el contra-

VH[WLOHV


Categoras

6) 12.8-10.8

5) 10.7-8.74) 8.6-6.63) 6.5-4.4

2) 4.3-2.3

1) 2.2-0.2



23/30


rio, se reduce ligeramente su rango de variacin. Individualmente llama la aten-

cin el descenso sostenido de Sinaloa, que pas del primer lugar en 1970 al

segundo en 1980, al tercero 10 aos despus, y al quinto en 2000, superado por

los cuatro estados del sureste (excepto Yucatn).La evolucin de los rangos de variacin por dcada (vase la figura 1) nos

permite visualizar las tendencias hacia la heterogeneizacin del campo, eviden-

te en el progresivo incremento de la diferencia entre el valor mayor y el menor

en cada distribucin de frecuencias por dcada para cada variable.

El catolicismo registra los mayores niveles de variacin, pasando de 6.5 en

1950 a 31.6 en 2000, aunque en la ltima dcada se redujo la velocidad con la

que se ampla su rango; el protestantismo pas de 5 a 20.4, manteniendo su

velocidad de heterogeneizacin; y la poblacin sin religin, en cambio, aument

de 5 a 11.3, pero la amplitud de su rango decreci ligeramente seis dcimas en la

ltima dcada.


Categoras

6) 12.8-10.8

5) 10.7-8.7

4) 8.6-6.63) 6.5-4.4

2) 4.3-2.3

1) 2.2-0.2

VH[WLOHV



24/30


Esta aseveracin se complementa observando las diferencias porcentuales

que registraron cada entidad y el conjunto entre 1950 y 2000, como se muestra

en el cuadro 5, que confirma la distribucin regional que se ha perfilado hasta

ahora: Chiapas, Quintana Roo, Campeche y Tabasco son las entidades en lasque ms se ha transformado el campo religioso, y Aguascalientes, Guanajuato y

Michoacn, en las que menos cambios ha habido.

CONSIDERACIONES FINALES

El anlisis precedente sugiere algunas conclusiones y lneas de reflexin. En prime-

ra instancia, pretende mostrar la base terica y metodolgica heterognea desde

la cual concebimos el concepto de regiones simblico-religiosas, ilustrando latrayectoria de construccin de un panorama de lo religioso articulado a su expre-

sin territorial. En este sentido, en el presente trabajo se muestra cmo el fen-

meno religioso se relaciona con usos particulares del espacio, determinados en

gran medida por los dogmas religiosos y los patrones culturales asociados a ellos.

Desde las primeras manifestaciones religiosas, el territorio constituye algo

ms que un marco o un escenario de fondo: es una base objetiva que condiciona


FIGURA 1. Rangos de variacin de los porcentajes de protestantes, poblacin sin religiny catlicos por entidad con respecto a la poblacin total en Mxico, 1950-2000

' p F D G D V

S

h

t

q

r

h

v

h

p

v

y

Q S P U @ T U 6 I U @ T I P S @ G D B D P T P T 8 6 U G D 8 P T


25/30


CUADRO 5. Variacin porcentual de las poblaciones catlica, protestante y sin religinen Mxico, por entidad federativa, entre 1950 y 2000

.

Fuente.VIIIy IX Censos generales de poblacin, 1960 y 1970; X, XIy XII Censos generales de poblacin y vivienda, 1980, 1990 y 2000.

3URWHVWDQWHV 9DU 6LQUHOLJLyQ 9DU &DWyOLFRV 9DU&KLDSDV &KLDSDV $JXDVFDOLHQWHV

4XLQWDQD5RR 4XLQWDQD5RR *XDQDMXDWR

&DPSHFKH &DPSHFKH 0LFKRDFiQ

7DEDVFR 7DEDVFR -DOLVFR


26/30


las producciones materiales y simblicas de los agentes religiosos y a su vez esta

base es transformada por ellas. Las utopas, los proyectos de sociedad, las espe-

ranzas de redencin, la competencia por la clientela religiosa, la lucha por insti-

tuciones y espacios, todo ello da lugar a formas de organizacin espacialcaractersticas, irrepetibles en muchos casos, como en el de los menonitas.

Una de esas formas es la que permite una regionalizacin, dado que ms all

de la relativa dispersin espacial que caracteriza a la feligresa de los grupos

religiosos en la sociedad urbana contempornea, existe una tendencia marcada

hacia la identidad simblica de quienes son contiguos fsica y territorialmente.

La exploracin de estos patrones, tal como la hicimos en el ltimo apartado, nos

permiti ver cmo las relaciones entre religin (entendida en trminos de afi-

liacin religiosa) y territorio pueden resultar muy ntidas si se les da el trata-

miento metodolgico pertinente.

Encontramos un campo religioso altamente homogneo con antecedentes

monolticos desde el punto de vista institucional en un proceso creciente y

sostenido de heterogeneizacin. No obstante ello, la reconfiguracin del terri-

torio religioso tiende a producir espacios simblicos regionales relativamente

homogneos y claramente delimitados, ya que las entidades forman continuos

territoriales a partir de su adscripcin religiosa predominante.

El anlisis espacial de las configuraciones regionales del campo religioso (es

decir, la expresin territorial de las identidades religiosas) revela tendencias yestructuras que ayudan a comprender la dinmica de transformacin de las

corrientes y en general, del mbito religioso, dinmica que no es perceptible

desde otros puntos de vista.

Al margen de que todas las entidades registran un descenso de los porcenta-

jes de catolicismo, esto tiene muchos matices:

1. Los rangos de variacin entre 1950 y 2000 difieren considerablemente entre

las entidades: de 2.3 en el caso de Aguascalientes hasta 29.9 en el caso de

Chiapas. Estos rangos de variacin tambin se expresan en patrones regiona-

les homogneos.2. Las orientaciones de conversin de los estados tambin difieren: algunos

cambian al protestantismo, otros optan por la ausencia de adscripcin reli-

giosa, y algunos ms, por ambas opciones a la vez.

3. Varan tambin los ritmos de cambio por entidad y regin inducidos por

factores extrarreligiosos como, por ejemplo, el grado de desarrollo urbano,

los cuales estimulan no slo la heterogeneizacin del espacio, sino la amplia-


27/30


cin de la estructura porcentual, lo cual implica una mayor distancia entre las

diversas entidades y regiones.

4. Asimismo son distintos los ritmos y la trayectoria seguida en su transforma-

cin por cada una de las tres variables.Por otra parte, hay por lo menos una coincidencia espacial entre las regiones

derivadas de nuestro anlisis y las regiones definidas por hechos histricos,

rasgos culturales, movimientos polticos y modelos de desarrollo econmico;

esto es, el sustrato histrico-cultural de las regiones religiosas. Aunque aqu nos

limitamos a mencionar las coincidencias espaciales sin desarrollarlas ms, su

enunciacin muestra el campo de anlisis abierto en este sentido.

En el caso del campo religioso norteamericano, la regin ocupada por los

estados de la confederacin separatista, y centro de las batallas ms encarniza-

das de la Guerra de Secesin, tiene un perfil claramente distinto al del resto de

esa nacin: encontramos ah el predominio de la corriente bautista, considerada

por algunos, no sin nimo despectivo, como una religin de negros.

En el caso de Mxico es apreciable cmo el ncleo duro del catolicismo coin-

cide espacialmente con el rea de la guerra cristera (Cuamea, 1995), y el segundo

anillo de ese ncleo corresponde al centro hegemnico de la vida cultural, eco-

nmica y poltica de este pas. En cambio, las regiones de mayor conversin se

ubican, por un lado, en la frontera norte articulada, desde su origen al desarro-

llo de la frontera sur de Estados Unidos ms que al centro del pas y, por elotro, en la zona del sureste, en la cual la rebelin tnica y campesina est siem-

pre en estado latente.

Hay algunos casos particulares que por la ausencia de datos quedan en el

nivel conjetural. Por ejemplo, el de la alta transformacin del campo religioso

en los siguientes lugares: el rea morelense, tradicionalmente insurgente; la re-

gin tabasquea, marcada por el movimiento anticatlico de Garrido Canabal y

sus camisas rojas (Gonzlez, 1981); las regiones indgenas del sureste, tradicio-

nalmente opuestas en trminos identitarios; y Sinaloa, donde el crecimiento de

la poblacin sin religin no parece tener una explicacin clara.El caso contrario es decir, estados que cambian poco, ubicados en regiones

de alta transformacin religiosa es ilustrado por Sonora y en menor medida

Nuevo Len, cuya articulacin con el poder central tiene antecedentes histri-

cos muy claros.

Esbozadas apenas, estas coincidencias espaciales sugieren nexos causales que

an quedan por explorarse.


28/30


Finalmente, podemos hablar de las tres regiones bsicas en el territorio reli-

gioso mexicano en trminos de su orientacin religiosa predominante, con to-

dos los matices que ya hemos sealado: el del centro, fiel a la tradicin catlica,

el del norte, apartndose moderada pero inequvocamente, y el del sureste, en elcual la transformacin religiosa alcanza las proporciones ms altas, cercanas a

las de Centroamrica.

Ms all de esto, para entender ms a fondo la configuracin regional del

campo religioso y su transformacin, es importante considerar, por una parte,

la caracterizacin histrica de las regiones para darle un sentido trascendente a

su evolucin y, por ende, tener ms elementos para reconstruir su pasado, com-

prender su presente y prever su futuro.

Por otro lado, hay una serie de elementos cualitativos no desarrollados en

este trabajo, como los componentes tnicos, la cultura regional, el tipo de cam-

po religioso, las relaciones con el mbito poltico, etctera, que plantean nuevasinterrogantes y dejan abierto el camino para nuevas pesquisas.

BIBLIOGRAFA

Bastian, Jean Pierre, El impacto regional de las sociedades religiosas no catli-

cas en Mxico, Cristianismo y sociedad, nm. 105, Mxico, 1990, pp. 59-72.Casillas, Rodolfo y Alberto Hernndez, Demografa y religin en Mxico: Una

relacin poco explorada, Cristianismo y sociedad, nm. 105, 1990, 76-88.Cuamea-Velzquez, Felipe, Religin y comportamiento poltico en Mxico:

En busca de tendencias regionales, Revista mexicana de sociologa, vol. 3,nm. 95, 1995, pp. 107-130.

De la Garza M., Enrique, La competitividad de la industria mexicana frente al T.L.C.,un anlisis de zonas industriales, resumen general del proyecto, mimeo, Mxi-co, UAM-I, 1993.

Duch, Llus,Antropologa de la religin(versin espaola de Isabel Torras), Barce-lona, Editorial Herder, 2001.

Gimnez, Gilberto, Sectas religiosas en el sureste: Aspectos sociogrficos y estadsticos.Mxico, Centro de Investigaciones y Estudios Superiores de Antropologa

Social del Sureste, 1988 (Cuadernos de la Casa Chata, nm. 161).

Gonzlez, Luis, Los das del presidente Crdenas, Historia de la RevolucinMexicana, 1934 -1940, tomo 15, Mxico, El Colegio de Mxico, 1981.


29/30


Hiernaux Nicolas, Daniel, Tiempo, espacio y apropiacin social del territorio:

Hacia la fragmentacin en la mundializacin?, Diseo y sociedad, nm. 5,primavera de 1995, pp. 12-22.

Masferrer, Elio, Nuevos movimientos y tendencias religiosas en Amrica Lati-na, Religiones latinoamericanas, enero-junio de 1991, pp. 43-56.

Molina H., Jos Luis, La religiosidad urbana, Civitas, nms. 8-9, enero-agosto,1992a, pp. 73-88.

, La nocin de campo religioso, en Intrngulis, nm. 4, enero-abril,1992b.

, Desarrollo urbano y campo religioso, Tres perspectivas de anlisis, tesis de maes-tra en desarrollo urbano, Mexicali, Facultad de Arquitectura e Instituto de

Investigaciones Sociales, Universidad Autnoma de Baja California, 1993a.

, Composicin tipolgica de los campos religiosos, segn categoras censales, indito,Mexicali, 1993b.

, Los marcos urbano-regionales del campo religioso en Mxico, Fron-tera norte, vol. 8, nm. 15, enero-junio de 1996, pp. 7-38.

Secretara de Economa,XVII Censo general de poblacin, Mxico, Direccin Ge-neral de Estadstica, 1952.

Secretara de Industria y Comercio, VIII Censo general de poblacin, 1960, Mxico,Direccin General de Estadstica, 1962.

, IX Censo general de poblacin, 1970, Mxico, Direccin General de Esta-dstica, 1972.Secretara de Programacin y Presupuesto,X Censo general de poblacin y vivienda,

1980, Mxico, Instituto Nacional de Estadstica, Geografa e Informtica, 1984.,XI Censo general de poblacin y vivienda, 1990, Mxico, Instituto Nacional

de Estadstica, Geografa e Informtica, 1991.

, XII Censo general de poblacin y vivienda, 2000, Mxico, Instituto Nacionalde Estadstica, Geografa e Informtica, 2001.

Stern, Claudio, Un anlisis regional de Mxico, Demografa y economa, vol. I,

nm. 1, 1967, pp. 92-117.Valderrey Falagn, Jos, Las sectas en Centroamrica, Pro mundi vita, nm.

100, 1985-1.


30/30

territorio religioso

Documents

Transcript of territorio religioso