teología de la fe y moral

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Unidad 5 – Ficha 3 Ficha 3 – Unidad 5 Teología de la Fe Crístico-Trinitaria como ilimunativa de la Teología Moral Presentación 1 INTRODUCCION Dios y el hombre La cuestión de Dios es un componente socio-cultural en toda la historia de la humanidad: “lo esencial de la cultura está constituido por la actitud con que un pueblo afirma o niega su vinculación religiosa con Dios, por los valores o desvalores religiosos” 2 . Objetivo del trabajo Intentamos hallar, desde una teología de la fe crístico- trinitaria en su vinculación e iluminación de la teología moral, una síntesis teológica que nos permita abordar los principales ejes teológicos para la opción de fe del creyente cristiano en la Iglesia. Pluralismo social y responsabili dad moral En el pluralismo de la sociedad actual secularizada y desacralizante, circulan múltiples imágenes de la fe y de la moral. Muchas veces, estos modelos no se ajustan al modelo ético cristiano. La dimensión moral estriba en la misma estructura psicológica del hombre; es una exigencia de la naturaleza humana su estructura moral. El empeño moral está y ha estado siempre presente en el corazón del hombre. El sentido moral de la existencia humana radica en la capacidad de la persona para conducir y construir su vida; capacidad de sentido, dirección y liberación progresiva. La responsabilidad moral pertenece a todos los hombres y a todos los grupos humanos. No es un privilegio cristiano, ni una exigencia exclusiva. Tenemos que obrar moralmente no porque seamos cristianos, sino por ser hombres solidarios con todos los hombres. La fe en Jesucristo hace cristiano el compromiso moral del creyente Reconociendo el carácter ético de la persona, sentimos también que la fe cristiana impregna toda nuestra vida. La vida cristiana tiene como eje y centro de referencia la fe en Jesús de Nazareth. Implica la proclamación de la fe en Cristo Jesús, encarnado, muerto y resucitado por la salvación de todos los hombres. En este sentido, la fe ilumina y orienta también la actividad moral del creyente. Y Jesús de Nazareth es aceptado y reconocido como la norma fundamental de la vida cristiana. 1 Esta ficha es una presentación-guía de mi trabajo Teología de la fe Crístico-Trinitaria como iluminativa de la Teología Moral… Ensayo de síntesis teológica. No editado; Buenos Aires, Diciembre 2001, 106 páginas. 2 DP 148 CESBA – Teología Moral Fundamental – JFT 1

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Unidad 5 – Ficha 3

Ficha 3 – Unidad 5Teología de la Fe Crístico-Trinitariacomo ilimunativa de la Teología Moral

Presentación1

INTRODUCCION

Dios y el hombre La cuestión de Dios es un componente socio-cultural en toda la historia de la humanidad: “lo esencial de la cultura está constituido por la actitud con que un pueblo afirma o niega su vinculación religiosa con Dios, por los valores o desvalores religiosos”2.

Objetivo del trabajo

Intentamos hallar, desde una teología de la fe crístico-trinitaria en su vinculación e iluminación de la teología moral, una síntesis teológica que nos permita abordar los principales ejes teológicos para la opción de fe del creyente cristiano en la Iglesia.

Pluralismo social y responsabilidad moral

En el pluralismo de la sociedad actual secularizada y desacralizante, circulan múltiples imágenes de la fe y de la moral. Muchas veces, estos modelos no se ajustan al modelo ético cristiano. La dimensión moral estriba en la misma estructura psicológica del hombre; es una exigencia de la naturaleza humana su estructura moral. El empeño moral está y ha estado siempre presente en el corazón del hombre.El sentido moral de la existencia humana radica en la capacidad de la persona para conducir y construir su vida; capacidad de sentido, dirección y liberación progresiva.La responsabilidad moral pertenece a todos los hombres y a todos los grupos humanos. No es un privilegio cristiano, ni una exigencia exclusiva. Tenemos que obrar moralmente no porque seamos cristianos, sino por ser hombres solidarios con todos los hombres.

La fe en Jesucristo hace cristiano el compromiso moral del creyente

Reconociendo el carácter ético de la persona, sentimos también que la fe cristiana impregna toda nuestra vida. La vida cristiana tiene como eje y centro de referencia la fe en Jesús de Nazareth. Implica la proclamación de la fe en Cristo Jesús, encarnado, muerto y resucitado por la salvación de todos los hombres.En este sentido, la fe ilumina y orienta también la actividad moral del creyente. Y Jesús de Nazareth es aceptado y reconocido como la norma fundamental de la vida cristiana.La fe en Cristo y su adhesión a El en el amor hacen cristiano el compromiso moral del creyente. Su comportamiento tiene que regirse y ordenarse de acuerdo con esta norma fundamental; de acuerdo con la doctrina, mensaje, vida y valores de Jesús; de acuerdo con la intencionalidad expresada en la fe-caridad.Para el cristiano, Cristo es la verdad última y definitiva de la vida, el criterio supremo de su obrar, el modelo en qué mirarse para aprender y confrontar las propias actitudes morales.

La vinculación a la fe: un rasgo característico de la moral cristiana

Entre los rasgos característicos de la moral cristiana, el primero de todos es su vinculación a la fe. La moral cristiana está íntimamente unida a la fe. No podemos separar en la vida cristiana, fe y moral.La fe orienta el comportamiento ético del creyente desde la misma opción fundamental: la opción por Cristo. El camino moral del creyente es el camino del seguimiento. Esta vinculación a la fe confiere a la moral cristiana un carácter religioso y una dimensión dialogal.La moral cristiana es moral revelada. Introduce al hombre en un diálogo amoroso y exigente con Dios. Dios llama al hombre. Y el hombre responde, acogiendo el don de Dios.La moral cristiana no es sólo tarea y esfuerzo humano. Es también gracia e iniciativa de Dios.

1 Esta ficha es una presentación-guía de mi trabajo Teología de la fe Crístico-Trinitaria como iluminativa de la Teología Moral… Ensayo de síntesis teológica. No editado; Buenos Aires, Diciembre 2001, 106 páginas.

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Unidad 3 – Ficha 1

Punto de partida: carácter dialogal entre fe y moral

Persiguiendo este intento de carácter dialogal entre fe y moral nos volcamos a una presentación detallada de las principales tesis de la teología católica, en un intento de síntesis teológica.

Esquema general del trabajo

Partiendo de la relación entre la fe y la teología de la revelación (capítulo I) nos introducimos en el dato bíblico de la fe y su relación con el Magisterio de la Iglesia como intérprete auténtico del dato revelado (capítulo II).Este proceso nos lleva a interpretar la fe como entrega personal a Dios por Cristo (capítulo III). Es allí cuando abordamos el estudio de la Cristología (capítulo IV) y del Dogma Trinitario (capítulo V), para descubrir, desde el mismo Dios revelado, la fecundidad y el poder de la gracia que actúa en el corazón del hombre y cómo éste corresponde a la misma (capítulo VI).Finalmente, volvemos nuevamente la mirada a la teología de la fe que ilumina y orienta la existencia y la praxis cristiana (capítulo VII), concluyendo con la vocación universal a la santidad (en el mismo capítulo) como aquella forma de concebir el obrar moral a la luz de la fe en tensión escatológica hacia la realización plena del hombre en Cristo

I – FE Y TEOLOGIA DE LA REVELACION

1. Concepto de Revelación

Concepto La Revelación implica varias realidades que conducen a la convicción de estar ante un mensaje que viene de Dios por su libre iniciativa; manifestación de su bondad que implica tanto al hombre como a Dios mismo.Es la “automanifestación de Dios en Cristo, quien en la medida en que manifiesta su conciencia nos revela al Padre” (J. Alfaro).

Intencionalidad, carácter personalista y categoría de encuentro

Se resalta la actitud personal y la intencionalidad de la Revelación. Más que una dogmática de la Revelación, se reflexiona sobre sus condiciones de posibilidad: el ser humano como apertura a una posible Revelación de Dios y la actitud personal de Dios al autorevelarse al ser humano en la historia. Encuentro interpersonal entre el Tú de Dios y el tú humano.

2. Revelación en las Escrituras

En el AT Israel, en su experiencia de Alianza y Éxodo, elabora su propio credo histórico al confesar lo que Dios ha hecho (Dt. 6,4-13). Dios se revela por la Palabra y por la Ley.Se presentan cuatro líneas de interpretación: la teológica, la sotereológica, la legislativa y la de la promesa.

En el NT: Unidad de carácter crístico. El conocimiento y la Revelación entre Cristo y el Padre es de carácter unitario, dinámico y mutuo.

Los sinópticos El binomio ocultar-revelar (cf. Mt. 11,25 y //).Cristo es el revelador del Padre que proclama la Buena Noticia del Reino en continuidad con la línea profética.

Juan La Palabra se hace carne y es presentada en términos como logos, luz, gloria, verdad.La idea de Revelación del Prólogo de Juan está muy unida al fin salvífico (Vida / Gracia / Hijo de Dios) y al concepto histórico de la misma (“Palabra hecha carne”).

Pablo La Revelación expresada como misterio (1Cor. 2,6-10; Rom. 16, 25-27; Col. 1,25-27): realidad escondida en Dios desde siempre y que ahora viene a la luz por la Revelación de Cristo y la predicación de la Iglesia (Col. 1,26).

3. Revelación en los Padres de la Iglesia

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Unidad 5 – Ficha 3

Ausencia de sistematización de una teología de la Revelación

Su reflexión

Ubicándolos en su contexto cultural e histórico, su mentalidad los lleva a encontrar en Dios la explicación inmediata de todo lo que acontece; por lo tanto no necesitaban sistematizar una teología de la Revelación porque era algo obvio, pues nada se puede dar al margen de Dios. Se trata, pues, de una misma y única manifestación divina absoluta.

Justino: Jesucristo como centro de la Revelación histórica y de la creación.Ireneo: la economía de la salvación como concordia entre el AT y el NT.Orígenes: el Verbo Encarnado como imagen visible del Dios invisible; elevación de todo en Cristo.Anastasio e Hilario de Poitiera: distinción entre creación y hecho histórico de la Revelación; aspecto histórico de la divinidad del Hijo (vs. Arrianismo).Agustín: intervención directa de Dios en el acto del conocimiento humano y presencia de Cristo en el hombre creyente (Escrituras y teoría de la Iluminación).

4. Revelación en el Magisterio de la Iglesia

IV de Letrán(a. 1215)

El concepto de Revelación en sentido progresivo y su relación con la sotereología.D. 800-801. 802

Trento(a. 1545-63)

La Tradición en su dimensión dinámica y abierta a nuevas propuestas de origen cristológico y pneumatológico. El evento Cristo y la guía del Espíritu Santo. D. 1501

Vaticano I(a. 1869-70)

Constitución dogmática Dei Filius: por primera vez se utiliza el término “Revelación”.D. 3026-3029

Pío XII Humani Generis (1950): necesidad moral de Dios de revelarse y respuesta del hombre por la fe. D. 3875-3876

Vaticano IIDefinición deRevelación

Dei Verbum (cap. I y II): tres categorías: Palabra, Testimonio y Encuentro. DV 2-6.Es la acción libre y sobrenatural de Dios por la que se da a conocer por y en Cristo, revelando su designio universal de salvación a todo hombre que responda mediante la fe.

5. Naturaleza y rasgos específicos de la Revelación

Naturaleza yrasgos fundamentales

Autocomunicación trinitaria Cristo mediador y consumador. 4 rasgos característicos: historicidad, encarnación, economía salvadora y carácter

dialogal y experiencia.

Clarificación del misterio del hombre en el misterio de la Encarnación

El misterio del hombre sólo se esclarece en el misterio del Verbo encarnado que manifiesta plenamente el hombre al propio hombre y le descubre la sublimidad de su vocación. Cristo, imagen de Dios invisible (Col. 1,15), es también el hombre perfecto. En Él la naturaleza humana asumida, no absorbida, ha sido elevada también en nosotros a dignidad sin igual. (GS 12.22)

Conclusión: Es Dios mismo quien se comunica y se autodona a través de la Palabra, viniendo al encuentro del hombre. En Cristo se ve qué es el hombre; Él es su gran explicación, y por Él el hombre tiene conciencia trascendente de Dios.La Revelación se convierte así en el accionar de Dios cuyo poder salvífico contribuye a reestructurar continuamente la experiencia de nosotros mismos y del mundo.

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Unidad 3 – Ficha 1

II – EL DATO BIBLICO DE LA FE EN EL MAGISTERIO DE LA IGLESIA

1. El problema actual del dato de fe

Planteo del problema

Un problema contemporáneo es cómo armonizar el saber actual con la fe cristiana.

2. Noción bíblica de la fe

Categorías

Carácter

Dos polos

En la Escritura, la fe se articula en categorías de confianza, obediencia y confesión.

Se nota el carácter personalista y existencial.

La fe tiene como dos polos: revela la confianza que se dirige a una persona fiel y reclama al hombre entero; y es un proceso de la inteligencia, a la que una palabra o signos sirven para acercarse a realidades que no se ven.

En el AT:principio hermenéutico y existencial

“La fe funda un modo de comprensión de la existencia y un estilo de realización de la praxis. La estructura dialógica de la alianza, configura una ética dialógica de carácter teonómico y de contenidos humanistas. A lo largo de las vicisitudes históricas, la fe actúa como principio hermenéutico fundamental de la existencia humana.” 3

En el NT:adhesión a Cristo

Fe como adhesión incondicional y total a Cristo. La comunidad de los pobres en torno al Cristo pobre. Perfección de la fe en Jesucristo y seguimiento hasta el Calvario. Nacimiento de la Iglesia.

Los Sinópticos Dos significados: confesión en el resucitado y confianza. Kerygma: fe – confianza – obediencia, como respuesta total del hombre en Cristo.

Pablo Apertura de la inteligencia del hombre a la sabiduría y el conocimiento de Cristo. Teoría de la justificación.

Conclusión: La noción bíblica de la fe (AT y NT) resalta la actitud del ser humano que, elevado por la gracia, responde a la palabra salvífica de Dios.Esta respuesta incluye cuatro elementos: el conocimiento y la confesión de la acción salvífica de Dios en la historia, el abandono confiado y sumiso a su Palabra, la comunión de vida con Dios en el mundo, y, finalmente, la orientación escatológica de toda la existencia del hombre en el mundo; todo ello, centrado en la persona del Hijo de Dios hecho carne que, con su Resurrección, inserta al hombre en un proceso de vida de acuerdo a una fe encarnada y pascual.Subrayando el Antiguo Testamento el carácter fiducial y acentuando el Nuevo Testamento la dimensión confesional, ambos se refieren a las características propias de la fe como dimensiones inmanentes de una única realidad.

3. El conocimiento del dato bíblico en el Magisterio de la Iglesia

Tubinga,León XIIIy Pío XII

Tubinga y luego León XIII en la Providentissimus Deus: afirman la importancia de la exégesis que ha de conocer la teología y, a su vez, la Sagrada Escritura que ha de influir sobre el hacer teológico. D. 3282.Pío XII en la Divino afflante Spirito: promueve el estudio de la Escritura para la predicación de la Palabra. D. 3826.

El giro Se exhorta a una vuelta a la Escritura y de una centralidad en el acontecimiento Cristo.

3 YAÑEZ M., op.cit. p. 279

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Unidad 5 – Ficha 3

metodológico del Vaticano II

Optatam Totius: dimensión histórico-salvífica de la revelación bíblica como el principio fundamental para la interpretación de las escrituras. La Escritura es la norma permanente que ha de regir el quehacer teológico.Dei Verbum: tres funciones fundamentales de la S.E.: teológica, ayuda a la predicación, colabora con la santificación del cristiano. SE como alma de la teología. Necesidad de conservarla.

Método genético progresivo promovido por el Vaticano II

La Teología es reflexión sobre la historia de la salvación y de la revelación. La comprensión de la palabra y de la acción salvífica de Dios se da en su devenir histórico. La tradición es transmisión viva de la palabra de Dios: se pone de relieve la dimensión histórica de la fe eclesial (en su doble dimensión de confesión y praxis) y se reconoce un progreso en la inteligencia misma de la palabra de Dios bajo la acción del Espíritu. El Concilio hizo suyo el método «genético-progresivo.

4. Teología de la fe

La fe: entrega personal del hombre a Dios por Cristo

Puntos esenciales de la teología de Alfaro: la fe como obra del Espíritu, respuesta a la gracia y a la revelación de Dios en Cristo, conocimiento integral de Cristo, opción personal, plenitud de sentido; dimensión comunitaria de la fe; la oración, expresión privilegiada de la fe; la fe, como opción por la verdad y el bien.

III – LA FE COMO ENTREGA PERSONAL A DIOS POR CRISTO

1. La cuestión sobre la Teología actual de la fe

La fe como lugar teológico

La fe sería como el lugar teológico donde la praxis adquiere la connotación antropológica fundamental de la fe, de la existencia cristiana en su totalidad.

2. La fe en cuanto entrega personal a Dios por Cristo

Caminos a abordar por la reflexión teológica

La reflexión teológica ha de abordar cuestiones fundamentales: el sentido de la vida humana, la cuestión cristológica, la función propia de la razón en la fe cristiana en cuanto opción libre y auténticamente humana, la misma fe cristiana como experiencia de salvación absolutamente gratuita y definitiva y en cuanto vivida hoy por los creyentes, y la significatividad y los caracteres del lenguaje mediante el cual se expresa.

Sentido de la vida humana

Se plantea una pregunta fundamental: ¿el sentido de la vida humana se agota dentro del horizonte cerrado de la relación mundo-hombre-historia, o lleva en sí mismo signos de trascendencia de la apertura a un plus de gratuidad absoluta, al don de una plenitud definitiva y metahistórica?.Intento de una estructura dialogal entre la capacidad e iniciativa de Dios y la respuesta de fe del hombre. Se plantea la problemática existencia humana y libertad.

La cuestión Cristológica

La relación entre fe y gracia la encontramos en la dimensión crístico-trinitaria. Es un regreso a la perspectiva teológica patrística y medieval como respuesta al giro metodológico del Vaticano II. Cristo como fundamento de la fe (cristología), como centro de la fe (cristocentrismo>) y como fin y promesa a la vez (cristoteleológico).Objeto de la persona divina de Cristo en su humanidad como revelador del misterio del Padre.

Función de la razón y opción libre del hombre

Centramos la cuestión de la fe en la libertad de la persona como opción personal. Se trata de la decisión radical de la existencia humana en el más profundo nivel de la libertad, comprometiendo la existencia del ser humano vivida en cada una de sus dimensiones fundamentales.La dimensión de responsabilidad rescata el amor de Dios en Cristo.Planteos de análisis: la gracia que libera, la opción permanente, sentido de renuncia y entrega, la opción posible y necesaria, la certeza fiducial.

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Unidad 3 – Ficha 1

Fe como experiencia de salvación absolutamente gratuita y definitiva

Pablo: justificación; gracia y dimensión fiducial de la fe.Trento: distinción entre fe – esperanza (confianza) – caridad. D. 1520-1583.Conclusión de controversias entre Lutero y Trento: la fe es una cuestión de experiencia fiducial en la gratuidad de la gracia que ofrece al hombre la salvación definitiva. En su espiritualidad finita el hombre busca, mediante el don de la fe y la justificación, una plenitud nunca plenamente lograda en esta vida y que se da mediante la aceptación, libre y responsable, de la posibilidad que Dios le ofrece en Jesucristo.

Fe vivida hoy por los creyentes

La fe como aceptación de una Persona (Cristo). Imitación de Cristo.Definición de la Dei Verbum: “Por la fe el hombre se entrega entera y libremente a Dios, le ofrece «el homenaje total de su entendimiento y voluntad», asintiendo libremente a lo que Dios revela. Para dar esta respuesta de la fe es necesaria la gracia de Dios, que se adelante y nos ayuda, junto con el auxilio interior del Espíritu Santo... Para que el hombre pueda comprender cada vez m{as profundamente la revelación, el Espíritu Santo perfecciona constantemente la fe con sus dones” (DV 5)

Significatividad y caracteres del lenguaje de la fe

Fe, coherencia y amor.Unidad de ortodoxia y ortopraxis.Fides quae y fides qua.

3. La respuesta de fe: plenitud de sentido como respuesta personal a Dios por Cristo

Búsqueda del hombre por la plenitud del sentido de su existencia

El ser humano en su espiritualidad finita está permanentemente buscando la plenitud. En este camino la fe se comporta como la virtud de aceptar la posibilidad de esa plenitud que Dios ofrece en Jesucristo. La fe no es tanto aceptación de un mensaje sino de una persona: Jesucristo. En conclusión, la fe presupone el conocimiento y la opción de la revelación presentada por Cristo. El hombre, en búsqueda permanente de su plenitud de sentido, sólo puede llegar a comprenderse a sí mismo y, por tanto, la totalidad de su existencia, a la luz del mensaje de Jesucristo.

IV – LA CONFESION DE CRISTO EN LA FE DE LA IGLESIA

1. El conocimiento y la aceptación de Cristo

Cristo revelador del Padre por el don del Espíritu

Cristo nos revela al Padre mediante el don del Espíritu. Por lo tanto, creer significa aceptar libre y responsablemente la persona de Cristo en su total divinidad y humanidad. Por medio de Cristo y la respuesta a su revelación, el hombre realiza su opción libre y responsable en camino hacia la plenitud de su existencia en Cristo.

El conocimiento de Cristo

Nos preguntamos quién es Jesucristo y no tanto qué hizo. Buscamos conocer su relación con el Padre en el Espíritu y con el hombre en una perspectiva dialogal.El Dios que nos invita a amarle en Cristo es el mismo que nos invita a conocer la misma persona de su Hijo Unigénito en su humanidad y divinidad integradas en el misterio salvífico-liberador que se manifiesta en la historia humana. Conocerlo en su experiencia humana y religiosa como dimensión fundamental de su humanidad y descubrir su autoconciencia humana como lugar de la revelación del Padre. Conocerlo en su vida de actitud fundamental basada en la esperanza radical respecto al Padre y en la entrega solidaria de su vida en favor de la humanidad. Conocerlo en su opción fundamental de solidariedad encarnatoria que invita al cristiano a vivir esta misma opción fundamental. Conocerlo en su experiencia fundamental de hombre en su conciencia de filiación respecto al Padre, que participa al mismo hombre a vivir esta experiencia por vocación originaria.

2. La cuestión cristológica

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Unidad 5 – Ficha 3

¿Quién es Jesucristo?...A partir del giro antropológico del Vaticano II

La cristología intenta abarcar algunos items fundamentales del conocimiento de Jesucristo: su relación singular con Dios como Padre (relación Abba), su unidad con el Padre en el Espíritu Santo, su predicación y proclamación del Reino de Dios, su doctrina del Reino y sus actividades salvíficas (=praxis soteriológica), la institución de la nueva alianza en la última Cena y en la cruz, la resurrección, exaltación y envío del Espíritu, la presencia personal de Jesús en la Iglesia y su venida definitiva para el juicio y la reconciliación universal.

3. Cristología bíblica y Jesús en el origen de la Cristología

Puntos de encuentro entre la Escrituras y la teología

El mesianismo en Israel: real, sacerdotal, apocalíptico y profético. Con Cristo llega el Reino de Dios. El ya pero todavía no. La conversión como respuesta

de fe. Cristo como centro de las Escrituras. Carácter escatológico, sotereológico y teológico.

El homousios Nicea (a. 325): proclamación del homousios: Cristo unigénito y consubstancial al Padre. D. 125.

4. La constitución humano-divina de Jesús de Nazaret

El misterio de la Encarnación del Hijo de Dios y su constitución ontológica

El misterio de la Encarnación: clave hermenéutica para la cristología; misterio de la Unión Personal del Verbo con la humanidad; inefable comunicación del ser personal del Hijo de Dios a la naturaleza humana; mutua relación de proyección entre gracia y encarnación (relación de trascendencia e inmanencia). La gracia humana equivale a la participación de la gracia de Cristo. Subsistencia de la persona de Cristo en la persona del Verbo.

La comunicación hipostática

Éfeso: “habiendo unido consigo el Verbo hipostáticamente una carne animada de alma racional, se hizo hombre de modo inefable e incomprensible y fue llamado hijo del hombre, no por sola voluntad o complacencia, pero tampoco por la asunción de la persona sola, y que las naturalezas que se juntan en verdadera unidad son distintas, pero que de ambas resulta un solo Cristo e hijo; no como si la diferencia de las naturalezas se destruyera por la unión, sino porque la divinidad y la humanidad constituyen más bien para nosotros un solo Señor y Cristo e Hijo por la concurrencia inefable y misteriosa en la unidad. ...” D. 250

Calcedonia: dos naturalezas: inconfuse, indivise, inseparabiliter. D. 301-302

Alfaro: por la Unión Hipostática (gracia increada) la persona divina del Verbo comunica su increada subsistencia a una naturaleza humana.

Unidad psicológica y conocimiento humano de Jesús

Unidad psicológica de Jesús partiendo del concepto de la unión hipostática. Conciencia humana y conciencia divina de Jesús. Autoconciencia humana de Jesús como lugar de revelación del Padre.

La experiencia religiosa de Jesús, su opción fundamental y sus actitudes

En Cristo toda su experiencia humana es experiencia religiosa en plenitud de santidad. Dos planos de la santidad: consagración y moral. Dos aspectos: (+) unión con Dios y (-) ruptura con el pecado. Gracia de unión en Cristo: santidad por la unión hipostática, infinita y universal. Misteriosa intimidad entre el Hijo y el Padre: milagros, predicación y oración en Cristo. Conciencia de su misión salvadora. Su actitud fundamental: obediencia al Padre. Progresividad de la encarnación. Cruz: experiencia filial-sacerdotal hacia la esperanza y la solidaridad.

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Unidad 3 – Ficha 1

5. La confesión de Cristo en la fe de la Iglesia y su significación salvífica

Unidad de natu-raleza humana y naturaleza divina en Jesucristo

El hilo conductor en la fe de la Iglesia conecta entre sí las perspectivas fundamentales de la cristología y su desarrollo global: la cuestión sobre la verdadera divinidad de Jesús de Nazaret en cuanto hombre, la plena, verdadera e íntegra naturaleza humana, sólo imaginable con un cuerpo humano real y un alma racional humana dotada de voluntad que garantiza la unidad del compositum corpóreo-espiritual de la naturaleza humana y puede realizar la referencia trascendental a Dios, la difícil pregunta de la unidad de ambas naturalezas en la persona/hipóstasis/subsistencia del Logos o Hijo eterno del Padre.

Cristo es centro finalizador del universo. En El se da la eternidad participada

El mundo creado está ordenado a Cristo, quien asume la temporalidad humana y la proyecta hacia la eternidad (supratemporalidad por la unión hipostática). El hombre en Cristo tiende hacia la eternidad participada.

Cristo: centro unificante de la humanidad

La humanidad dividida por el pecado y diseminada en el universo, es unificada por Cristo siendo El su cabeza y guía, hallando su modelo en la Iglesia.El hombre adquiere la adopción filial y la fraternidad universal.

Cristo: acontecimiento escatológico

Plenitud escatológica de la encarnación.

Conclusión:el existencial crístico y sus consecuencias antropológicas

El existencial crístico se convierte en la dimensión más profunda del ser humano y da plenitud de sentido a la humanidad y su mundo.Las consecuencias antropológicas de este dato de fe derivan en una metaética, en donde el hombre sea capaz de comprenderse a sí mismo y su mundo como asumido por el Verbo de Dios encarnado y eterno. En Cristo alcanza su transformación toda la historia y la acción del hombre, traduciéndose en opciones y actitudes concretas en todas las dimensiones de la existencia humana.

V – LA FE DE LA IGLESIA EN LA UNIDAD DE LA TRINIDAD

1. Situación del misterio “Trini-Unitario” de Dios

Definición y significación del tratado trinitario y su vinculación con la teología de la fe

El nexo fundamental entre Dios y el hombre nos lleva a plantearnos la definición y la significación del tratado trinitario y su vinculación con la teología de la fe. Nos situarnos ante el misterio “Trini-Unitario”: la Trinidad de las Personas en un Único Dios verdadero.El Dios revelado (Deus revelatus) es el mismo Dios oculto o misterioso (Deus absconditus); es el Dios infinito y siempre superior al ser humano (Deus semper maior). La fe monoteísta personal de la praxis cristiana adora la unidad de la esencia y la trinidad de las Personas.

Trinidad económica y Trinidad inmanente

Dios se autorevela como Creador, Redentor y Reconciliador de los hombres. De su oferta de Alianza a Israel y de su automanifestación como Padre de Jesucristo se desprende la doctrina de la unidad de Dios.La relacionalidad interna de Dios en su Palabra y en su Espíritu se revela en la relación histórica con la humanidad de Jesús y en la identificación de la Palabra divina con este hombre (encarnación de Dios y unión hipostática).La fe en la Trinidad es el reconocimiento reflejo de la autoapertura histórica de Dios en Jesús de Nazareth, en su Palabra y en su esencia, que se revela a través de la encarnación y de la misión escatológica del Espíritu.La Trinidad económica (histórico-salvífica) es la base del conocimiento de la Trinidad inmanente (intradivina). La Trinidad inmanente es el fundamento óntico de la Trinidad económica.

2. La revelación bíblica como realidad de acontecimiento trinitario

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Unidad 5 – Ficha 3

Fórmulas trinitarias y textos ternarios en el NT

Existencia de fórmulas trinitarias en un contexto doxológico y kerygmático (Mt. 28,19; 2Cor. 13,13; 2Tes. 2,13-14; 1Cor. 12,4-6).Presencia de textos ternarios aunque no sean directamente trinitarios (Gál. 3,11-14; 2Cor. 1,21.22; 3,3; Rom. 14,17-18; 15,16.40; Flp. 3,3; Ef. 2,18.20-22; 3,14-16; Ti. 3,4-6; 1Pe. 1,2; Ap. 1,4.5; Heb. 6,4).

Tipos de personificación de Dios en el AT

El AT presenta tres tipos de personificación de Dios: Sabiduría, Palabra y Espíritu. La acción de Dios manifestada en la historia, la creación y el juicio, presente en todas las dimensiones del tiempo, reflejada en la estructura literaria.

3. Originalidad de la doctrina “Trini-Unitaria” cristiana

Diferencias con otros credos y filosofías

Se presenta la diferencia esencial y original con otros credos y filosofías. La originalidad de la fe de la Iglesia radica en que Dios es Padre-Hijo-Espíritu: tres personas titulares de naturaleza divina única e indivisible.

Símbolos bautismales

La Carta de los Apóstoles (D.1); el papiro litúrgico Der Balzeh y las constituciones de la iglesia egipcia (D. 2-5); el Credo Apostólico en la Traditio Apostolica (D. 10).La originalidad de la fe cristiana se explicita paulatinamente en formulaciones más sencillas al principio y más desarrolladas después, hasta ir dando forma y estructura definitiva y doctrinal en la confesión de la unicidad y trinidad de Dios en el credo y en la liturgia de la Iglesia.

4. Ulterior desarrollo doctrinal “Trini-Unitario” en la fe de la Iglesia

Unidad de la esencia y diferencia de las Personas

El problema de la unidad de la esencia divina y de la diferencia de los tres nombres: padres apologetas (Atenágoras).La verdad de Dios en esencia, naturaleza o substancia; diferencia de las personas (prosopon, subsistencia) (Tertuliano).Insistencia en la Trinidad contra la polémica del “Triplex Deus” (Sínodo XI de Toledo). D. 525-527.528.

Preguntas estimulantes para la teología

¿Dios en sí mismo es Padre, Hijo y Espíritu, o esta es una forma retórica de expresarlo?; es Dios uno y único, pero ¿se manifiesta en tres modos distintos?; Jesús es Dios y el Espíritu es Dios, ¿o es una exageración de la piedad?.Siendo asía, ¿cómo sería el cuestionamiento trinitario?. Si el cuestionamiento es retórico, quiere decir que sólo los títulos son diversos entre sí. Pero si son reales, ¿en sentido de qué son reales?, ¿de qué están subordinados el uno al otro?

Controversia:Sabelio – Arrioy Nicea (a.325)

Respuestas erradas: tres modos de manifestarse del mismo Dios (Sabelio); el subordinacionismo y la negación de la divinidad de Jesús –no igual sino semejante al Padre– (Arrio).La respuesta de Nicea

Cuestiones de la Trinidad económica

Ireneo: salvación. Orígenes: dinamismo eterno de comunicación. Tertuliano: unidad por la subsistencia y distinción de las Personas. Padres Capadocios: las Personas divinas en un orden de relaciones: como existencia individual y concreta, pero la peculiaridad de cada persona se define en relación con la peculiaridad del Padre (ingénito), del Hijo (engendrado) y del Espíritu (procedente).El símbolo del Concilio de Constantinopla (a. 381).Agustín: consubstancialidad. Santo Tomás: unidad de la esencia y consubstancialidad, procesiones trinitarias, distinción de las Personas, relaciones reales entre sí.

Cinco interpretaciones normativas y vinculantes

a) Nicea (a.325): el Hijo consubstancial al Padre (homousios e hipostasis). D. 125-126.

b) Símbolo Niceno-Constantinopolitano (a.381): el Espíritu Santo es Dios con el Padre y con el Hijo. D. 150.

c) Toledo (a. 400): el Espíritu procedente del Padre y del Hijo (filioque). D. 188.

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Unidad 3 – Ficha 1d) IV Concilio de Letrán (a. 1215): armonía entre la Trinidad inmanente y la Trinidad

económica. D. 800-802.

e) Concilio de Florencia (a. 1431-1447): correcta interpenetración de las tres divinas personas (perijóresis).

5. Conceptos doctrinales fundamentales del dogma teológico trinitario

Siete conceptos fundamentales

1. La Trinidad es un misterio absoluto.2. Dios es uno y único en tres personas (hipóstasis, subsistencias). Única naturaleza

(esencia) divina, iguales en eternidad, en omnipotencia, etc.3. Diferenciación real entre las personas. Un orden de orígenes y de relaciones (ordo

relationis):a. El Padre posee la naturaleza divina sin recibirla de otro principio (agénesis,

ingénito).b. El Hijo procede de la esencia del Padre a modo de generación o nacimiento

(atemporal) y es con el Padre el único Dios.c. El Espíritu no es engendrado. Procede originariamente del Padre y del Hijo como

de un único principio (espiración).4. Varias relaciones y propiedades realmente distintas entre sí.5. Fórmula trinitaria básica: en Dios todo es uno, donde no obsta la oposición de la

relación. D. 1330.

6. Cada persona divina está en las otras: compenetración mutua (perijóresis).7. No se puede separar a unas personas divinas de las otras en su acción al exterior (ad

extra). En la operatio Dei ad extra se produce según el ordo relationis.

6. El pensamiento trinitario en Juan Pablo II

La tríada doctrinal de Juan pablo II

La: Redemptor Hominis (Cristo, Hijo y Salvador), la Dives in Misericordia (paternidad y maternidad de Dios como amor misericordioso) y la Dominum et vivificantem Espíritu Santo como don-amor): “nuestro Dios en su misterio más íntimo no es una soledad, sino una familia, puesto que lleva en sí mismo paternidad, filiación y la esencia de la familia que es el amor. Este amor, en la Familia divina, es el Espíritu Santo”.

Tres niveles de comprensión

1. En la historia (la revelación)2. En el kerygma trinitario (el testimonio)3. En la teología trinitaria (reflexión, estudio, interpretación y explicitación del misterio).

El analogante “familia”

En el analogante familia: el ad intra (el “es” de Dios) y el ad extra (el “siendo” de Dios).

El categorial “amor” en la Revelación

El categorial amor (ágape) como relación intratrinitaria; la revelación como relaciones extratrinitarias.Características del amor revelado: misericordia, alianza, donación hasta la muerte, fidelidad, fecundidad, totalidad.

Perspectiva teológica de la trilogía de JPII

La perspectiva teológica de la trilogía de Juan Pablo II radica en la centralidad del misterio de la Redención del Hijo como automanifestación misericordiosa de Dios para la redención del hombre.

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Unidad 5 – Ficha 3

VI – DIMENSION CRISTICA DE LA FE Y TEOLOGIA DE LA GRACIA

1. La Gracia como Libertad

Gracia de Dios y libertad humana como respuesta al giro antropológico propuesto por el Vaticano II

La gracia (“amor”) como esencia de Dios ha de encontrarse en este mundo a partir de los fenómenos que constituyen las experiencias y las cuestiones fundamentales del hombre.Gracia en la historia del hombre. Gracia y libertad humana por amor de Dios como don.La gracia como término fundamental de expresión de la experiencia de fe cristiana y concepto central de la teología que busca una nueva formulación en conexión con la vida del hombre en el mundo actual.

Gracia y autocomprensión del hombre en el existencial crístico

Partiendo de nuevos puntos de encuentro y de comprensión, propios de la antropología actual, y pasando por el mensaje bíblico sobre la gracia, se intenta una interpretación de la gracia como autocomprensión del hombre cara a la humanidad de Dios en el existencial crístico. Al tratar los problemas en torno a la Gracia, se está tratando aquella libertad que el hombre busca incansablemente, sin poder dársela a sí mismo y que sólo Dios le puede donar. La doctrina de la gracia es doctrina de la libertad cristiana en la respuesta de fe.

2. Cometidos fundamentales de la doctrina de la Gracia

Encuentro entre el Dios “Uni-Trino” y el hombre

1 Jn. 4, 9.13; Cf. Rom. 5,5.La doctrina de la gracia como cumbre y suma de toda la teología cristiana. Al enviar Dios Padre el Espíritu de su Hijo a nuestros corazones, compartimos en la gracia la relación filial de Jesucristo al Padre (Cf. Gál. 4,6). La esencia más íntima de la gracia es el amor que es Dios mismo en la realización de su vida trina y por el que se entrega a los hombres.

Necesidad del auxilium gratiae según San Agustín

Contrariamente a Pelagio (el hombre puede obtener la gracia en virtud de sus buenas obras y por iniciativa propia, por lo que no es necesario el impulso interno del Espíritu (gratia interna spiritus sancti) para la realización total y plena de su redención mediante la obra de Cristo (gratia externa).),Agustín señala la necesidad del auxilium gratiae para la naturaleza humana caída.

Conceptualización fundamental

La gracia es Dios mismo, que se comunica en la creación (gratia creatoris), en la redención (gratia Christi) y en la santificación y la justificación (gratia spiritus sancti), por lo que no puede ser una realidad creada.

La gracia es Dios mismo en el acontecimiento de su autocomunicación divina (gratia creata).

Esta adecuada disposición, creada por Dios en el hombre (gratia habitualis), recibe el nombre de gracia santificante (gratia sanctificans, iustificans).

A través de ella puede el hombre participar, conociendo, confiando y amando, del amor trino que es Dios mismo, mediante las virtudes sobrenaturales (divinas) y los actos de la fe, la esperanza y la caridad.

Dos aspectos formales

Gratia increata: autocomunicación de Dios en cuanto amor que se da y se comunica. Gratia creata: autocomunicación de Dios que produce en el hombre, mediante el

perdón de los pecados, la justificación y la nueva creación, aquella disposición por la que puede entrar en la comunicación de la autodonación divina.

Diversas formas de presentación de la gratia creata:

Gracia santificante (gratia santificans) y disposición básica de ánimo dada por Dios (gratia habitualis),

Gracia auxiliadora (gratia adiuvans actualis). Por su medio es elevado el hombre al nivel de la filiación divina (gratia elevans) y

convertido en templo del Espíritu Santo. Es necesaria para que el hombre pueda, con su ayuda preveniente (gratia preveniens),

concomitante (concomitans) y perfeccionante transformar la gracia habitual en los actos de la fe, al esperanza y la caridad en los que ejerce su comunión con Dios.

En cuanto que Dios da la capacidad para actos salvíficos sobrenaturales es gracia

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Unidad 3 – Ficha 1suficiente (sufficiens), y en cuanto que otorga el poder de realizarlos de hecho es gratia efficax.

La gracia para justificar y santificar a cada persona (gratia gratum faciens) y la que se concede para poder ejercer un ministerio con poder divino (gratia gratis data).

3. La Gracia en el Antiguo y en el Nuevo Testamento

En el AT Gracia como carácter dialógico entre Dios y el hombre.Génesis: alianza que exige la fe; oferta salvífica de Dios.Deuteronomio: pacto sinaítico donde la promesa y el don de la bendición y de la salvación depende de la libre aceptación del hombre. Función particular de los mandamientos. Comunión de afecto y amor racionalmente comprensible de Dios para con su pueblo.Oseas: concepción del amor como don de fe de la gracia divina, expuesto como dolorosa experiencia matrimonial. Características de la voluntad divina: sedeq (justicia y derecho), mispat (misericordia, compasión, amor), hesed (fidelidad) y rahamim (reconocimiento de Yahveh.Jeremías: mayor relación con la promesa de la Nueva Alianza. Bondad divina inagotable.Ezequiel: comunión salvífica en que Dios, Buen Pastor del futuro, promete un nuevo David. Renovación del corazón humano.Salmos: descripción de la acción salvífica de Dios y la respuesta a su obra se conjuga como bondad de Dios; todo es efluvio del amor y del afecto de Dios. La pecaminosidad y la lejanía de Dios en la que se halla el hombre, que produce impotencia y agobio mortal, encuentra en ese momento la misericordia de Dios y pide un corazón nuevo.

En el NT Llegada del Rey Mesías. Reino de Dios como Gracia. Nueva forma: el mandamiento del amor. Signos y palabras de Jesús que revelan al Dios misericordioso. Diferencia entre recompensa por las buenas obras y la autojustificación del hombre.Juan: gracia como comunión con Dios P-H-ES (koinonía). La Gracia es comunicada por la palabra de Cristo, el Espíritu, el Bautismo y la Eucaristía.Pablo: Gracia como nueva forma de ser en Cristo. Mediante la fe y el bautismo somos hijos en el Hijo. Comunión fraterna. Realización de la nueva justicia en Cristo y vocación universal a la santidad. Pecado – Gracia – Santidad – Obediencia a Cristo. La justificación por el don de la Gracia.

5. La doctrina de la justificación en el Concilio de Trento

La Reforma luterana

El hombre pecador ha perdido totalmente su libertad. Acento sobre la absoluta prioridad de Dios.

La respuesta de Trento

Coincidencia con la Reforma en cuanto no hay ninguna autosalvación del hombre; sólo por la gracia de Dios el hombre logra su salvación.Insistencia sobre dos aspectos esenciales: proceso de salvación (libertad humana y gracia de Dios) y el efecto en la criatura (el hombre es alcanzado en su realidad humana para convertirse de pecador en justo).Fruto de la justificación es el mérito de las buenas obras y la naturaleza del mérito.D. 1510-1516. Decreto sobre la Justificación: 1520-14583.

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Unidad 5 – Ficha 3

5. La dimensión crística de la Gracia

Fe, Libertad y Gracia

La fe en cuanto conocimiento integral de Cristo, es un camino de libre opción personal por Él y su evangelio. Centrábamos la atención desde la óptica de la libertad humana. Entra en juego el mensaje revelado y la realidad de la salvación: “la gracia libera la libertad del hombre” (Alfaro).

El pensamiento de San Agustín

Generosidad de la gracia de Dios y fe como don inmerecido.La Iglesia como realidad mixta (pecado y gracia).

Gracia y Trinidad El Padre es el manantial de la gracia, por engendrar eternamente al Hijo, quien es Persona en cuanto recibe la autocomunicación del Padre. El ser humano es interpelado por la dinámica interpersonal del Dios Trino que se manifiesta personalmente.Consecuencia: la gracia es dinamismo interpersonal, encuentro personal, relación viviente, interpelación de Dios Padre en Jesús por el Espíritu a cada ser humano, y Cristo es el mediador de la relación del creyente con las Personas Divinas.La gracia del cristiano es participación en la gracia de Cristo mediante el don del Espíritu que transforma interiormente al hombre, inspirando confianza filial y amor para invocar a Dios como Padre.

Vida teologal del Cristiano

Consiste en la relación personal con el Dios Trinitario y la relación personal con cada una de las Personas divinas.

El existencial crístico

Cristo es la gracia capital, fuente de todas las demás gracias.La gracia de Cristo es un don del Espíritu y lleva al hombre a un estado de vida moral en la Trinidad divina. GS 22.

VII – FE, EXISTENCIA Y PRAXIS CRISTIANA

1. Actualidad de la cuestión de Dios en la fe y la praxis cristiana

Actualidad del replanteo de Dios y de la cuestión del hombre

Una cultura será trascendente o inmanente siempre y en la medida que se introduzca como fundamento a Dios. Ante la sacralización, el positivismo, y el proceso de secularización, hoy se replantea nuevamente la cuestión de Dios.Es necesario situarnos ante el hombre que, abierto al horizonte teológico-trascendental en su vivir ético, está llamado a vivir su relación intramundana conforme a su obrar moral. En el intento de comprender desde el hombre mismo el sentido de la Revelación y de la Gracia de Dios por Cristo, intentamos iluminar el problema concreto de la existencia humana en la situación actual del mundo.

Nexo unitivo en este trabajo

El camino recorrido nos ha permitido una mayor amplitud de horizonte, superando esquemas rígidos, abriéndonos al conocimiento del dato bíblico y posibilitando el diálogo con otros ámbitos del quehacer teológico. Es necesario renovar el concepto de Revelación como automanifestación de Dios en Cristo y, por tanto, renovar también el concepto de fe como respuesta total del ser humano que incluye el aspecto práxico.

Vigencia de la unidad fe-praxis en el mundo actual

La experiencia de fe tiene plena vigencia en el mundo actual, tanto en su devenir histórico como cultural. Fe y praxis cristiana, con las connotaciones morales consecuentes, tiene carácter fundante y culturalmente testimonial en el mundo de hoy. La fe en Jesucristo hace de la existencia cristiana concreta un modo de vida creíble y actuante para el hombre contemporáneo. La metodología teológica propuesta apunta a las dimensiones fundamentales del hombre a la luz de la fe en Jesucristo, como camino para llegar a descubrir la fe como lugar teológico en la praxis del cristiano que lleva connotaciones antropológicas de alcance moral para la existencia humana.

2. La teología de la fe ilumina la teología práctico moral

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Unidad 3 – Ficha 1Mentalidad teológica del Vaticano II:el primado de la caridad en Cristo, la Iglesia y la moral

La propuesta totalmente renovadora para la reflexión teológica del Vaticano II insiste en dar primado a la caridad y, a la luz del misterio de Cristo, se preocupa por ir formando una mentalidad teológica fundada sobre Cristo, la Iglesia y el mensaje moral.La teología ha de iluminar la praxis cristiana fundamentando la moral. La vida de fe cristiana es una respuesta teológica a la gracia y a la revelación que se da mediante el conocimiento integral de Cristo.

Opción fundamental crística, tensión escatológica, santidad y unidad.

El hombre creyente, en virtud de su respuesta, compromete toda su persona haciendo opción fundamental por el existencial crístico; de esta manera está orientado a fundar su existencia en una praxis coherente de fe y vida (moral) en tensión escatológica hacia la plenitud de sentido (santidad).La fe da sentido y unidad a la espiritualidad finita. Se trata de vivir comunitariamente la fe, que se expresa en la oración y se manifiesta especialmente en la Eucaristía (anámnesis y koinonía).

3. La fe como opción por la verdad y el bien

Opción moral por la verdad y el bien ante la crisis global actual

La crisis global lleva a la ausencia del sentido moral por la misma ausencia de Dios.Desde la revelación de Dios y la opción crístico-trinitaria, el hombre puede abordar su opción moral por la verdad y por el bien.Se presenta una teología de la fe en conexión con la teología de la revelación, la antropología teológica y la cristología, mostrando su estrecha conexión. La ética cristiana se configura desde esta conjunción. Es preocupación constante de la Iglesia la relación auténtica entre fe y moral. (Sto. Domingo 160; Veritatis Splendor 88-90)

4. Fe y Moral vividas en respuesta a la vocación a la santidad

La unión con Dios

La Sagrada Escritura y la Tradición auténticamente interpretadas por el Magisterio de la Iglesia nos presentan la premisa de que la santidad consiste en la unión con Dios.

Categoría ontológica y moral de la santidad

La santidad posee una categoría ontológica y una categoría moral.Ontológicamente, la santidad proviene del acto creacional de Dios. La gracia de la santidad original era una participación de la vida divina, en la amistad con Dios nacía la felicidad de existencia del hombre en el paraíso. Estamos ante la categoría de la gracia santificante como don gratuito que Dios nos hace de su vida, infundida por el Espíritu Santo en nuestra alma para curarla del pecado y santificarla.Moralmente, el concepto de santidad se extiende desde el plano ontológico como realidad vivida deliberadamente, que penetra la existencia de una persona porque, con la realidad de su ser y de su libre voluntad, se une a Dios en el amor.

Categoría ontológica y moral de la fe

La fe también es realidad ontológica y moral, porque requiere de parte del hombre una respuesta libre y voluntaria a la gracia y a la revelación de Dios en Cristo que el hombre la realiza mediante una opción personal.El hombre, llamado a la unión con Dios en Cristo, puede acceder a dicha unión mediante su respuesta personal a la gracia que Dios mismo le ha dado. En esta certeza que obtenemos desde la teología de la fe y de la gracia, el cristiano entiende y acepta el compromiso de su opción crístico-trinitaria que lo lleva a vivir en plenitud la moral cristiana hasta el grado sumo de la santidad, aunque en esta vida no pueda realizarla plenamente pero a la espera de la escatología final.

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Unidad 5 – Ficha 3

CONCLUSION

Intento del camino recorrido

Hemos trazado un camino hacia el encuentro con una teología de la fe crístico-trinitaria en su vinculación e iluminación de la teología moral; una síntesis teológica que nos ha permitido abordar los principales contenidos teológicos de la fe cristiana que invita al hombre creyente a realizar su opción fundamental por el Cristo revelado, en medio de un mundo pluralista enmarcado en una sociedad actual secularizada y desacralizante, donde circulan múltiples imágenes de la fe y de la moral, y en la que el cristiano tiene el compromiso ético de vivir auténticamente su fe como seguimiento de Cristo y testimonio de la verdad eterna revelada.

Vida de fe en la comunidad Iglesia

El camino y la opción de fe, el cristiano no lo realiza sólo. Desde su vocación de ser humano, está llamado a vivir en comunidad humana, y, desde su vocación original de persona de fe, está llamado a vivir y manifestar su fe en comunidad eclesial. el sentido de la existencia humana y de su fe y esperanza radical enraizada en Dios, el creyente encuentra en la Iglesia el lugar teológico donde realizar sus opciones y vivir su original vocación a la santidad.

La Iglesia, cuerpo místico y sacramento de Cristo

De esta forma, así como Cristo es sacramento del Padre, la Iglesia es sacramento de Cristo. LG 1.El creyente encuentra en la Iglesia el lugar teológico donde realizar sus opciones y vivir su original vocación a la santidad.

En la Iglesia el cristiano se realiza como persona creyente

En el misterio de la Iglesia el cristiano encuentra el espacio para desarrollarse como persona y creyente. En ella el hombre recibe la gracia singular de la propia vida como hijo de Dios mediante el bautismo, crece y se desarrolla mediante las opciones de fe para lo cual se nutre con los otros sacramentos, especialmente el de la reconciliación y la eucaristía, y encuentra el espacio del desarrollo de su vocación, religiosa, laical o sacerdotal, que se concreta en la profesión de los consejos evangélicos o en la recepción de los sacramentos del matrimonio o del orden sagrado.

Unidad de vida y de gracia a nivel personal

La experiencia de vida cristiana significa en la unidad del vivir personal, donde se conjugan la fe y la vida. En la oración, el creyente encuentra lugar en la unidad del vivir personal, o sea, en nuestra relación con Dios, con el mundo y con los otros, porque la oración tiene necesidad de ser la escucha de la palabra que, al interno de la relación que Dios crea con el hombre, nos dice qué es el mundo, qué somos en este mundo, y nos lo dice. El cristiano no sólo lleva una vida cotidiana de compromiso, sino que también necesita rezar. Necesita de la experiencia privilegiada de la relación con Dios en que integre su fe y su libre responsabilidad. Sin embargo, se percibe de hecho que la oración del cristiano sufre muchas veces la imposibilidad de integrar la propia moralidad desde la fe.Nuestra relación con Dios es encuentro – diálogo – respuesta, y como esto afecta la vida moral, lo que está en juego es la formación de la conciencia moral, la libre responsabilidad. Se trata de no vivir la fe separada de la moralidad, por eso necesitamos de la vida de oración, integrada en la unidad del vivir personal.

María,modelo de fe

María es la mujer que, en su respuesta de fe absolutamente libre y generosa a la iniciativa de la gracia de Dios, aceptó hacer de su vida total, en la integridad de su ser personal, una ofrenda generosa dónde encuentra el Verbo eterno la posibilidad humana de encarnarse para realizar la promesa de salvación dada al género humano.En la fecundidad de la Madre de Dios y de la Iglesia, encuentran los cristianos el modelo acabado de persona humana que vive íntegramente su fe en relación y diálogo vital con su obrar moral.La respuesta de fe a la gracia de Dios vivida por María, anima al creyente a continuar su camino de respuesta generosa al Creador. Por ello el cristiano encuentra en María el modelo acabadamente humano a imitar y le rinde culto especial.

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