Tentaciones a Jesús

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4. LA TENTACIÓN DE JESÚS Lu 4:1-13 1, 2 Jesús, lleno del Espíritu Santo - La tentación de Jesús es relatada por Mateo (4: 1-11), Marcos (1: 12, 13) y Lucas. Las versiones de Mateo y Lucas son más completas que la breve referencia de Marcos. La tercera tentación en el relato de Mateo corresponde a la segunda en la versión de Lucas. El orden presentado por Mateo es el más aceptable. Mateo y Lucas dice que fue "conducido" por el Espíritu Santo, mientras que Marcos dice que "el Espíritu le impulsó al desierto". Mateo habla de "piedras" y "panes" mientras que Lucas habla en singular. Algunos dan esta explicación: Que el diablo primero había sugerido que Jesús ordenara a "estas piedras" que se convirtieran en pan; y que después sólo señala una piedra en particular y repite la tentación. Según esta explicación, Mateo relató la primera declaración del diablo, y Lucas la segunda. La cita de Deuteronomio 8: 3 es más amplia en Mateo que en Lucas; pero la referencia al Salmo 91: 11, 12 es más completa en Lucas; pero el relato es el mismo en ambos Evangelios. Lucas nos relata las palabras del diablo con más detalle. Jesús fue "lleno del Espíritu Santo" desde su bautismo. La tentación que le presentó Satanás fue la última fase en su preparación para el ministerio público. Por la influencia del Espíritu Santo fue llevado al lugar de la tentación, que consistió en tratar de convencerlo a que utilizara los poderes divinos, de los cuales estaba muy consciente, para beneficio propio, olvidando así la relación filial con Dios. En otras palabras, fue tentado a rebelarse contra Dios. Fue "impulsado" o "conducido" al desierto; probablemente era el desierto del Jordán, localizado al oeste de Jericó. Marcos 1: 13 dice que Jesús "estaba con las fieras", siendo tentado por Satanás durante cuarenta días, pero lo más fuerte de la tentación llegó a un punto crítico al final de ese tiempo de ayuno. 3, 4 El diablo le dijo - Algunos dicen que fue una sola tentación dividida en tres partes; pero otros consideran que fueron tres tentaciones por separado; y así es como nosotros las estudiaremos. La primera tentación fue tratar de hacer que Jesús convirtiera una piedra o piedras en pan. El reto era "si eres el Hijo de Dios, entonces debes tener el poder de hacer pan de estas piedras". Algunos interpretan la frase "si eres" como una expresión de duda. Sin embargo, aquí el "si" tiene el significado de "puesto que", "ya que" y no expresa duda, sino una afirmación: "Ya que eres el Hijo de Dios, ordena que estas piedras se conviertan en pan". Otros opinan que el diablo estaba tratando de que Jesús probara que era el Hijo de Dios, haciendo un milagro; el diablo sugiere un motivo noble para disfrazar un acto pecaminoso. Está en sí es una tentación doble: satisfacer la necesidad natural del hambre y al mismo tiempo probar que era el Hijo de Dios Jesús le respondió - Jesús cita Deuteronomio 8: 3 y sus palabras "está escrito" son las primeras de las

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4. LA TENTACIÓN DE JESÚS Lu 4:1-131, 2 Jesús, lleno del Espíritu Santo - La tentación de Jesús es relatada por Mateo (4: 1-11), Marcos (1: 12, 13) y Lucas. Las versiones de Mateo y Lucas son más completas que la breve referencia de Marcos. La tercera tentación en el relato de Mateo corresponde a la segunda en la versión de Lucas. El orden presentado por Mateo es el más aceptable. Mateo y Lucas dice que fue "conducido" por el Espíritu Santo, mientras que Marcos dice que "el Espíritu le impulsó al desierto". Mateo habla de "piedras" y "panes" mientras que Lucas habla en singular. Algunos dan esta explicación: Que el diablo primero había sugerido que Jesús ordenara a "estas piedras" que se convirtieran en pan; y que después sólo señala una piedra en particular y repite la tentación. Según esta explicación, Mateo relató la primera declaración del diablo, y Lucas la segunda. La cita de Deuteronomio 8: 3 es más amplia en Mateo que en Lucas; pero la referencia al Salmo 91: 11, 12 es más completa en Lucas; pero el relato es el mismo en ambos Evangelios. Lucas nos relata las palabras del diablo con más detalle.Jesús fue "lleno del Espíritu Santo" desde su bautismo. La tentación que le presentó Satanás fue la última fase en su preparación para el ministerio público. Por la influencia del Espíritu Santo fue llevado al lugar de la tentación, que consistió en tratar de convencerlo a que utilizara los poderes divinos, de los cuales estaba muy consciente, para beneficio propio, olvidando así la relación filial con Dios. En otras palabras, fue tentado a rebelarse contra Dios. Fue "impulsado" o "conducido" al desierto; probablemente era el desierto del Jordán, localizado al oeste de Jericó. Marcos 1: 13 dice que Jesús "estaba con las fieras", siendo tentado por Satanás durante cuarenta días, pero lo más fuerte de la tentación llegó a un punto crítico al final de ese tiempo de ayuno.3, 4 El diablo le dijo - Algunos dicen que fue una sola tentación dividida en tres partes; pero otros consideran que fueron tres tentaciones por separado; y así es como nosotros las estudiaremos. La primera tentación fue tratar de hacer que Jesús convirtiera una piedra o piedras en pan. El reto era "si eres el Hijo de Dios, entonces debes tener el poder de hacer pan de estas piedras". Algunos interpretan la frase "si eres" como una expresión de duda. Sin embargo, aquí el "si" tiene el significado de "puesto que", "ya que" y no expresa duda, sino una afirmación: "Ya que eres el Hijo de Dios, ordena que estas piedras se conviertan en pan". Otros opinan que el diablo estaba tratando de que Jesús probara que era el Hijo de Dios, haciendo un milagro; el diablo sugiere un motivo noble para disfrazar un acto pecaminoso. Está en sí es una tentación doble: satisfacer la necesidad natural del hambre y al mismo tiempo probar que era el Hijo de Dios Jesús le respondió - Jesús cita Deuteronomio 8: 3 y sus palabras "está escrito" son las primeras de las que tenemos razón en los Evangelios después que inició su ministerio público. Las primeras palabras de Jesús en su ministerio público enfatizan la autoridad de las Escrituras. El Señor respondió a cada tentación con una cita de los escritos del Antiguo Testamento. Jesús no niega el lugar y valor del pan para sustentar la vida, pero pone el énfasis en cosas más importantes. Aquí el Señor demuestra su confianza y dependencia en su Padre celestial, al mismo tiempo que expresa su determinación de no desviarse de los medios aprobados por Dios para sustentar su propia vida. Crear pan de las piedras, contra la voluntad de Dios, y en obediencia a Satanás, equivalía a morir, no a vivir. Jesús no alude a su relación de Hijo divino, porque no tenía que probárselo al diablo.5-8 El diablo le condujo a un alto monte - En el relato de Mateo esta es la tercera tentación, pero la segunda en la versión de Lucas. Nadie sabe ni puede saber la razón de este cambio de orden, y no es necesario especular. El cambio de orden es un hecho que debemos aceptar. Parece que Lucas ordena el relato de acuerdo a los lugares: El desierto, el monte y el templo. Aquí Jesús es conducido a un monte alto donde el diablo "le mostró en un momento todos los reinos de la tierra habitada". La frase "un momento" se traduce de una palabra griega que literalmente significa "la marca que deja un instrumento puntiagudo, un punto"; por extensión, "un punto de tiempo", es decir, "un instante", como un relámpago. En un breve instante el diablo le mostró a Jesús una visión del mundo, "todos los reinos de la tierra habitada". Jesús vio no sólo Palestina, sino también el mundo pagano sobre el cual Satanás tenía control espiritual. Desde las alturas se podían ver los reinos de los tetrarcas de Palestina y las regiones adyacentes, y el tentador podía mencionar y describir los imperios de todo el mundo, más allá del horizonte. Este acto sobrenatural permitió que Jesús todo esto "en un momento"; y la rapidez de la visión agregaba fuerza a la tentación. El diablo prometió darle todo eso, si se postraba y le adoraba. El diablo le promete todo el poderío y la gloria de los reinos terrenales. Algunos no creen que esos reinos pertenecieran a Satanás, y que no habría podido cumplir su promesa aun si Jesús le hubiese adorado. El tentador le pide que cambie su alianza con Dios y se una a Satanás. Lo que le está pidiendo

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equivale a que sea desleal a Dios, y que reconozca la soberanía y supremacía del diablo; todo lo cual equivaldría a aceptar una falsedad, porque Satanás no era supremo, ni soberano, sino un vil embustero.Jesús le respondió y le dijo: - Otra vez Jesús cita las Escrituras, diciendo: "Está escrito: Al Señor tu Dios adorarás, y sólo a él servirás". Según la versión de Mateo y Lucas, antes de citar Deuteronomio 6: 13, Jesús le dijo: "Vete, Satanás, porque escrito está". Con justa indignación, Jesús denuncia a Satanás como el mayor enemigo de su Padre Dios. Aquí el diablo se quita la máscara y muestra su carácter real, sólo para ser rechazado y detestado por el Señor. "Al Señor tu Dios adorarás, y sólo a él servirás", es la contundente respuesta de Jesús.9-12 El diablo le condujo a Jerusalén, - De acuerdo a la lista de Mateo, esta es la segunda tentación. No se nos explica cómo es que el diablo condujo a Jesús a Jerusalén y hasta el pináculo del templo; bien pudo haber sido en la misma forma en que el Espíritu arrebató a Felipe (Hch. 8: 39). Jesús permitió que Satanás hiciera estas cosas, de otra manera le habría sido imposible. El idioma original requiere que pensemos que pasaron de un lugar a otro, pero no especifica si el diablo transportó a Jesús en el aire, o no. De cualquier manera, le condujo a Jerusalén, y le puso de pie sobre el alero [pináculo] del templo, es decir, el punto más alto y reconocido por los judíos de ese tiempo. La palabra griega que se traduce "pináculo", literalmente quiere decir "alero", y se aplicaba a una estructura en forma de ala, un remate de tejado que está hecho con caballete y no aplanado. La palabra griega que se traduce "templo", tanto en este relato con en el de Mateo, se refiere a todos los edificios y salones del templo. En esta ocasión el diablo le dice: "Si eres Hijo de Dios, tírate de aquí abajo". Esta tentación también parece tener un significado doble: primero apelando a sus sentimientos naturales, y segundo, a sus aspiraciones mesiánicas.Respondiendo Jesús, le dijo: - Otra vez Jesús responde a Satanás con una cita de la Escritura: "Está dicho: No tentarás al Señor tu Dios". Al citar este pasaje el Señor da a entender que no debe probar a Dios con una confianza vana o poniendo en duda su veracidad innecesariamente. Poner a prueba a Dios equivaldría a dudar de él; y un despliegue del poder de Jesús, en estas circunstancias, sería contrario a su humildad. Jesús no acusa al diablo de citar mal las Escrituras, ni niega la promesa a la que se refiere el pasaje citado por Satanás; él sencillamente le respondió dándole otra cita. El pasaje citado por Jesús interpreta la cita que hace el diablo, pero no la refuta. Jesús reconoce que la cita que hace el diablo se aplica al Mesías, y se cumpliría a su debido tiempo, pero sería pecado ponerse en pecado innecesariamente, sólo con el propósito de "tentar" a Dios; y la cosa sería peor si se hacía obedeciendo una orden de Satanás.

13 Cuando el diablo dio por concluida toda clase de tentación - Esto quiere decir que Satanás toda clase de tentación, porque Jesús "fue tentado en todo", según nuestra semejanza, "pero sin pecado" (He. 4: 15). La primera tentación estaba dirigida a las necesidades físicas o apetitos de la carne, cuando Satanás le dijo que transformara las piedras en pan. La segunda tentación fue en el campo de la ambición terrenal, cuando le ofreció poderes humanos ilimitados y vanagloria abundante. La última tentación fue en la forma de curiosidad intelectual, cuando el diablo sugiere que Jesús debe experimentar lo que se siente al dejarse caer de lo alto y ser protegido de cualquier daño por las manos de los ángeles.Se alejó de él hasta un tiempo oportuno - Al diablo se le acabaron todos sus recursos infernales sin poder hacer que Jesús cayera en su trampa. La escena concluye con el triunfo de Jesús sobre el diablo. Los ángeles "servían" a Jesús (Mr. 1: 13). Posteriormente Jesús enseñó por medio de Santiago, que debemos "resistir al diablo", y él huirá de nosotros (Stg. 4: 7). Algunos creen que la frase "he aquí que se le acercaron unos ángeles y le servían" (Mt. 4: 11), quiere decir que los ángeles trajeron alimento a Jesús, así como un ángel alimentó a Elías después que el profeta antiguo había ayunado por cuarenta días (1 R. 19: 5). "Le servían" en el original también significa "ministrar, atender" como hace un siervo. Los ángeles atendieron a Jesús como los amigos que alguien a quien encuentran cansado, con hambre y solo.