Tendencias Globales 2015 Raúl Jaramillo.pdf

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AutoresAutore Caracas, Agosto 2015

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AutoresAutore Caracas, Agosto 2015

Las Tendencias Globales

Las Tendencias Globales son visiones completas de las ideas y tendencias

que se mueven el mundo. Se recogen los grandes debates en toda su diversidad y

pluralismo. Seleccionamos y resumimos, relacionamos y ordenamos las

principales tendencias que atraviesan una realidad global cambiante, haciéndolas

accesibles. Con todo ello ofrecemos a las organizaciones el contexto para

entender la complejidad en la que operan".

Una visión completa de la diversidad de ideas y tendencias que mueven la

realidad global, ordenada y sintetizada para ofrecer inteligencia contextual a

organizaciones que operan en un entorno internacional complejo.

VISIÓN: Una visión transversal y multidisciplinar de las ideas y análisis más

relevantes para entender la realidad internacional.

DIVERSIDAD: Recogemos los grandes debates de ideas que mueven el

mundo, en toda su diversidad y pluralismo.

SÍNTESIS: Seleccionamos y resumimos, relacionamos y ordenamos las

grandes tendencias de la realidad global, haciéndolas accesibles: 400 artículos x

mes de 240 fuentes globales (medios, think tanks, blogs).

CONTEXTO: Ofrecemos el contexto para entender la complejidad en la que

operan las organizaciones.

1. Economía Global: Un Mundo en Crisis

Panorama:

Comercio Internacional

Sistema Financiero

Bancos

Sistema Monetario

Las Grandes Economías a Debate:

EEUU

Europa: Alemania - Reino Unido - Francia - Italia – España

Emergentes: China India Rusia Brasil

Debates

Austeridad vs Estímulos Empleo y Tecnología

2. Desarrollo: Camino a un Mundo Mejor

3. Energía:

Modelo energético

Petróleo – Nuclear – Gas – Renovables

4. Medio Ambiente:

Cambio climático

Biodiversidad / bosques

Contaminación aire, agua

Sostenibilidad

5. Sociedad:

Pensamiento Político y Social

Mujer / Feminismo / Políticas de Género Internet / Medios de

Comunicación

Educación y Universidad

Sanidad

Ciencia

Religión

Demografía / Envejecimiento / Inmigración Arte y cultura Empresa y

Tecnología

Sexualidad

6. Política Internacional (Orden Global)

Panorama Global

Política exterior de EEUU

Entre las Grandes Potencias China-EEUU

China en el Mundo

Europa

Japón

Rusia

India

Seguridad y Defensa

OTAN

Proliferación Nuclear Rearme y venta de armamento

Terrorismo Justicia Global

7. Conflictos Internacionales

Israel-Palestina

Irán

Pakistán-India

Afganistán

Corea del Norte.

Cada año el Foro Económico Mundial aprovecha el conocimiento, las

observaciones y la experiencia de los miembros de su Consejo para la Agenda

Global, y les pide que identifiquen los problemas que ellos creen que tendrán el

mayor impacto en el mundo durante los siguientes 12 a 18 meses. Las opiniones

que de ahí surgen, recabadas con la ayuda de la Encuesta sobre la Agenda

Global, terminan por generar las 10 Principales tendencias, una predicción de los

problemas sociales, económicos y políticos clave que residen en nuestro horizonte

colectivo:

1. La profundización en la inequidad de ingresos

2. El crecimiento persistente sin empleo

3. La falta de liderazgo

4. La competencia geoestratégica en aumento

5. El debilitamiento de la democracia representativa

6. La contaminación en aumento en el mundo en vías de desarrollo

7. El aumento de fenómenos meteorológicos graves

8. La intensificación del nacionalismo

9. El aumento del estrés hídrico

10. La creciente importancia de la salud en la economía.

En la primera posición de la lista de este año aparece el empeoramiento en

la inequidad de ingresos. Conforme las personas ricas del mundo siguen

acumulando riqueza a un ritmo récord, la clase media está en dificultades

económicas. Hoy día, el 1% más rico de la población recibe un cuarto de los

ingresos en Estados Unidos. Durante los últimos 25 años, el ingreso promedio del

0.1% ha crecido 20 veces más comparado con el del ciudadano promedio. El año

pasado, esta tendencia apareció en segundo lugar en el Panorama; este año, está

en la primera posición de la lista.

Otro tema recurrente del informe anterior, la preocupación por el desempleo

continuo, ha ascendido al segundo puesto, esta vez en la forma de “Crecimiento

persistente sin empleo”. Es posible que nuestras economías estén creciendo, pero

el número de trabajos disponibles no se ha podido mantener al ritmo. Para

muchas personas, la situación es urgente y la insatisfacción popular con la

respuesta gubernamental se refleja en dos tendencias subsecuentes: ´La falta de

liderazgo‟ y „El debilitamiento de la democracia representativa‟, y ambos sugieren

una inquietante desconexión entre el público y las autoridades que lo gobiernan.

En el tercer lugar de la lista, las preocupaciones en aumento sobre la

seguridad en todo el mundo amenazan la estabilidad de los estados y sus

ciudadanos. Desde la violencia renovada en Gaza a la intervención de Rusia en

Ucrania y el ascenso del Estado Islámico, las tensiones geopolíticas han

dominado los encabezados por gran parte de 2014. Se están llevando a cabo

esfuerzos dedicados para desactivar estos conflictos, pero parece ser casi seguro

que dos tendencias relacionadas, “La competencia geoestratégica en aumento” y

“La intensificación del nacionalismo” seguirán generando preocupaciones globales

durante los siguientes 18 meses.

Este año, dos temas grandes dominan la lista: la economía y el medio

ambiente. Estas dos áreas de enfoque están inextricablemente relacionadas. La

prosperidad económica a largo plazo depende de la sustentabilidad del medio

ambiente. Hoy día presenciamos las consecuencias de la mentalidad económica a

corto plazo y del imprudente uso de los recursos del planeta: las disputas sobre el

agua entre naciones vecinas, más frecuentes y poderosos fenómenos

meteorológicos severos ocasionados por el calentamiento del clima, una continua

crisis de deforestación global, una rápida acidificación de los océanos, la erosión

del suelo y de la capacidad agrícola y una alarmante crisis de la biodiversidad sin

paralelo en la historia moderna.

Ahora, más que nunca antes, las preocupaciones ambientales aparecen en

la primera fila de nuestro diálogo global. Estamos ante una bifurcación crucial en el

camino, un periodo de decisión que dictará la salud y la viabilidad de nuestra

civilización por décadas por venir. En el año 2015, las naciones del mundo se

reunirán en París para negociar el siguiente acuerdo mundial sobre el clima. Hay

mucho en juego, pero yo tengo esperanzas.

Para reiterarlo de nuevo, los problemas que debemos confrontar son

enormes en escala y expansivos en alcance, pero debemos confrontarlos con

fortaleza y con un espíritu cooperativo y colaborativo. Las siguientes páginas

contienen debates que resaltan las amenazas –y las oportunidades– que residen

en el corazón de nuestras 10 Principales tendencias, y exploran algunas de las

indicaciones para el progreso. Al reconocer los problemas a los que nos

enfrentamos hoy, podemos comenzar a comprender los problemas que podrían

yacer en el futuro.

Las 10 tendencias globales de consumo en 2015

La empresa en investigación de mercado, Euromonitor International reveló

las 10 principales tendencias globales de consumo para 2015. La falta de tiempo

está abriendo nuevos negocios.

De acuerdo con el reporte de Euromonitor titulado “Las 1o tendencias

globales de consumo en 2015‟ los consumidores están maximizando su tiempo y

dinero al encontrar productos y servicios que satisfacen múltiples necesidades.

Por ejemplo, una empresa suiza de taxis ofrece terapeutas dentro del auto, por un

valor de US$165 la hora, para los usuarios que están estresados y cortos de

tiempo.

En tiempos post-recesión, los consumidores están preparados para pagar

por productos que simplifican su vida, que es cada vez más ocupada y rápida,”

afirma Daphne Kasriel-Alexander, la autora del reporte y consultora de tendencias

del consumidor en Euromonitor International. “La tecnología juega un papel

importante en la conveniencia y las opciones de compra omnicanal borran las

fronteras entre las tiendas del mundo real y del mundo virtual lo que es muy

atractivo para los consumidores.

De acuerdo con el reporte, este año también verá un crecimiento en el

consumo colaborativo y una cultura de compartir productos y servicios, algo frente

a lo cual las marcas mainstream ya están reaccionado. Por ejemplo, la marca de

ropa Patagonia se asoció con eBay para redistribuir artículos usados. La

mentalidad de compartir ha llevado a un gran número de emprendimientos

relacionados que van desde jardinería comunitaria a espacios de trabajo

compartidos y crowdfunding (financiamiento en grupo).

En 2015, la economía colaborativa está creciendo y afectando en la

manera en que los individuos piensan acerca del espacio y la propiedad. Los

consumidores están cada vez más preocupados por poder tener acceso a los

bienes más que por ser sus dueños,” concluye Kasriel-Alexander.

Cabe destacar, El consumo, es tendencia primordial para la economía

global, por tal motivo, se menciona las 10 principales tendencias globales de

consumo presente en este año 2015:

1. Comprar conveniencia: Más consumidores están dispuestos a comprar

productos y servicios que optimizan el uso de su tiempo. Otro ejemplo de esta

tendencia es la idea de comprar breves momentos de ocio, tales como masajes de

15 minutos en los centros comerciales.

2. Malls y centros comerciales en modo comunidad: los proyectos urbanísticos

donde se tiene todo en un mismo lugar están en auge. Espacios para vivir, trabajar

y entretenerse.

3. La privacidad importa: los consumidores están más atentos a la protección de

sus datos, por lo que las marcas ofrecerán privacidad a sus compradores.

4. Consumo como una ruta hacia el progreso: el consumo responsable de bienes y

servicios y la idea de vivir en un mundo mejor estarán más presente en el 2015.

5. Personas influyentes: cada vez más como nosotros. Las celebridades ya no

serán los únicos influenciadores de compra, los blogueros también mandarán la

parada en el consumo, por ejemplo en temas de moda y estilo de vida.

6. Compartamos: surge la vida sin equipaje. Compartir es la palabra clave de esta

tendencia. La economía colaborativa va en aumento y las personas están más

interesada en poder acceder a bienes y servicios que en ser los dueños.

7. Los Millennials: son los consumidores de hoy, los nativos digitales y los

teléfonos inteligentes andantes. Según Euromonitor son 2,6 mil millones de

personas de edades comprendidas 12-32 años a nivel mundial en 2013.

8. De compras por el mundo: Las compras online de productos extranjeros

seguirán creciendo. En 2015, muchos consumidores van a realizar unas

vacaciones de compras, o al menos hacer turismo de compras.

9. De lo virtual hacia lo real y de regreso: el mundo de los consumidores estará

tanto en lo virtual como en lo real. Lo digital es un factor determinante en lo que la

gente compra.

10. Conexión y bienestar: salud conectada. Llevar una vida saludable es una

prioridad para los consumidores y se apoyarán en la tecnología, a través de

aplicaciones, para mantenerse saludables.

Según Adrián Done, profesor de IESE Business School, en una

conferencia de eKISS, utiliza la siguiente estadística: menos de una de cada cinco

de las mayores empresas sobrevive más de 40 años. Desde los años 60 hasta el

fin del siglo XX, un 19% ha sobrevivido en su forma original durante esos 40 años,

mientras que dos tercios de las compañías han desaparecido o bien ya no

existen en su forma original.

Según Adrián, la razón detrás de este resultado es la falta de (pre)visión de

esas grandes tendencias que en su momento supusieron una disrupción. De ahí

su (pre)ocupación por identificar esas líneas para, en la medida de lo posible,

gestionar el encuentro con determinados Cisnes Negros.

A continuación, mencionaremos las doce tendencias globales indicado por

Adrián Done, a continuación:

La primera se refiere a las repercusiones de la crisis, al impacto del nivel

actual de deuda. Para acercarlas más, “humaniza” una cifra: la deuda griega per

cápita, unos 36.411 dólares.

La segunda tendencia, los cambios de poder geopolítico. Adrián se

pregunta de dónde viene el poder de los países. La respuesta es clara: del PIB,

del porcentaje de contribución al PIB mundial. En 2007, EEUU tenía el 21% del

PIB mundial, China estaba ligeramente por encima del 10% y Europa sumaba en

torno a un 12%.

Tercera tendencia: cambios tecnológicos. Por un momento, Adrián nos

hace soñar sobre cómo será el mundo cuando la impresión 3D, los exoesqueletos

y los medicamentos anti-edad formen parte de nuestra vida cotidiana –o la de

nuestros hijos o nietos. Todas estas nuevas tecnologías (y muchas otras que ni

siquiera podemos imaginar), que ya existen en un laboratorio y sólo necesitan dar

un salto para llegar al mercado masivo, tendrán un gran impacto en nuestras

vidas.

¿Positivo o negativo? Es muy posible que en este punto nos embargue el

optimismo, pero no es así cuando pensamos en el cambio climático ni en la falta

de agua y alimentos (cuarta y quinta tendencias). El calentamiento global es un

hecho, así como los alarmantes niveles de CO2. Los científicos dan un 50% de

probabilidad a que las temperaturas suban 5 grados en un futuro próximo. No

parece mucho, pero si tenemos en cuenta que la temperatura actual es tan sólo 5

grados superior a la que había en la última edad de hielo sí da qué pensar.

Íntimamente relacionada con esta cuestión está la agricultura, que representa el

70% del uso mundial de agua, esto es, menos agua, menos comida, mayores

precios.

Sexta tendencia: educación. Cifra: el 16% de los adultos en el mundo no

sabe leer. Y lo más preocupante de todo es que la mayoría de estos adultos están

en los países que dirigirán el mundo en los próximos años.

Pensemos ahora en los cambios demográficos: en 2050 el crecimiento de

la población se estabilizará con unos 9.500 millones de personas. Un aumento del

nivel de población supone una presión adicional sobre los recursos, pero una

disminución tampoco es necesariamente positiva, puesto que afecta

negativamente a la estructura de la pirámide de población que, según Adrián, se

convierte en un “ataúd poblacional”, con una reducción del número de

trabajadores por persona de edad avanzada.

Guerras, terrorismo y agitación social. Otra cifra que habla por sí misma:

casi de la mitad de las guerras (en términos de número de muertos) ha tenido

lugar en el siglo XX. ¿Qué ocurrirá con la seguridad en este nuevo siglo? Las

tendencias expuestas hasta ahora constituyen motivos para iniciar una guerra.

Al igual que la siguiente: oferta de energía. El 35% de la energía mundial

proviene del petróleo. Si le sumamos el gas natural y el carbón, esto es, toda la

energía proveniente de fósiles, el porcentaje asciende a casi el 90%. ¿Y dónde

están las principales reservas? En Arabia Saudí, Irán, Irak, Kuwait, Emiratos

Árabes Unidos, Venezuela, Rusia, Libia, Kazajistán y Nigeria. Parece haber cierta

correlación entre la inestabilidad y la localización de la energía.

Tendencia décima: ecosistemas y biodiversidad. Adrián menciona aquí

el Índice del Planeta Vivo (Living Planet Index), que mide el número de especies

en la Tierra y su evolución. Lo cierto es que desde los años 70 el índice ha

decrecido un 30%, esto eso, hay un 30% menos de especies desde entonces. Y

otro dato, esta vez relacionado con la huella humana. Actualmente, los recursos

que necesitamos y los residuos que generamos equivalen a 1,4 planetas. A este

ritmo, en 2050 estaremos utilizando 2 planetas, lo que resulta claramente

insostenible.

Salud: algo que todo ser humano contempla, aunque sea porque está

destinado a envejecer. Las enfermedades crónicas van en aumento y las

infecciosas están desapareciendo, pero muchos científicos sostienen que es

simplemente una cuestión de tiempo que empiecen las pandemias.

La duodécima y última tendencia: desastres naturales. Cada vez hay

menos gente que muere por esta causa, pero al mismo tiempo, cada vez hay más

gente afectada.

Tendencias Globales de Venezuela

Según el autor de Un sacrificio civil es más probable que un golpe militar en

Caracas de Financial Times, Daniel Lansberg – Rodríguez señala: quienes

esperan un golpe militar inminente para liberar a Venezuela de los herederos de

Hugo Chávez tendrán que seguir aguardando. Para el partido es mejor mantener a

Nicolás Maduro como pararrayos del descontento popular hasta las elecciones del

año que viene, y decidir entonces si se busca otra opción. Crecen los rumores de

una intervención por:

1) La oleada de deserciones de militares de alto rango.

2) La difusión por parte del Gobierno de conversaciones subversivas entre

algunos generales.

3) El creciente descontento ciudadano. Sin embargo, un golpe no es

probable en un Ejército mimado por Hugo Chávez y Maduro.

El Gobierno ha enriquecido a muchos militares al permitir florecer el

contrabando en las fronteras. 11 de los 23 gobernadores y ocho ministros

provienen del Ejército. Incluso en bancarrota, se sigue comprando armamento y se

suben los salarios militares.

En Venezuela, los golpes militares los han promovido oficiales de menor

rango para reemplazar a la cúpula militar. Pero tras 15 años de impunidad

simbiótica entre militares y Gobierno, una nueva administración es un riesgo que

no merece la pena.

Según el autor de La otra crisis de Venezuela: un sistema judicial

desmantelado desde dentro de World Politics Review, David Smilde señala: El

dominio de un solo partido en Venezuela durante 16 años de chavismo ha

generado un sistema judicial que no solo está politizado, sino que es

extremadamente ineficaz.

Hay una atomización de funcionarios en estructuras inestables, cuya

permanencia y promoción dependen más de su relación con el partido en el

Gobierno que con cumplir su deber. Estos fallos explican la incesante ola de

criminalidad, la violencia en las cárceles, las disfunciones económicas y el acoso a

la oposición política.

Se ha detenido a los opositores María Corina Machado, acusada de

conspirar para asesinar al presidente, y Leopoldo López, al que hacen

responsable de incitar a la violencia en las protestas ciudadanas contra el

Gobierno.

El índice que publica World Justice Project sitúa al país a la cola en respeto

a la ley en 99 países analizados. La Constitución de 1999 que se aprobó con Hugo

Chávez establecía avances en esta materia: se creó el Poder Ciudadano, un

consejo integrado por la Fiscalía General, el Defensor y la Contraloría General.

También estableció salvaguardas de independencia, como la exigencia de dos

tercios de la Asamblea para nombrar y destituir jueces. Pero no se han cumplido:

en 2004 la Asamblea Nacional, controlada por Chávez, cambió la ley para poder

nombrar o apartar a los magistrados del Tribunal Supremo por mayoría simple.

Desde entonces, esta Corte ha apoyado los deseos del Gobierno y el Poder

Ciudadano ha perdido su autonomía.

Según el autor de La Casa Blanca redobla las sanciones contra Venezuela,

de The Washington Post, Karen De Young señala: EEUU profundiza su

enfrentamiento con Venezuela con una segunda ronda de sanciones, después de

las aprobadas en diciembre.

Se han bloqueado los activos y propiedades de siete dirigentes

venezonanos. Ningún norteamericano podrá hacer negocios con ellos. Y tienen

prohibida la entrada en EEUU.

En la lista no está Nicolás Maduro ni el presidente de la Asamblea Nacional,

Disodado Cabello, número dos del Estado. La orden de sanciones califica la

situación en Venezuela como “una extraordinaria amenaza a la seguridad nacional

y la política exterior de EEUU”. Es el lenguaje habitual en estos documentos. Pero

sin pretenderlo ayuda a Maduro a convencer a la población de que Washington ha

redoblado el desafío, de que el objetivo es derrocar a su Gobierno. Le permite

continuar culpando de la crisis interna al enemigo imperialista.

La frustración de Washington es comprensible, pero es difícil ver en qué

ayuda esta retórica. El lenguaje no se corresponde con los medios que EEUU está

dispuesto a utilizar en estas circunstancias”, señala el presidente del think-tank

estadounidense Inter-American Dialogue.

El Foro Económico Mundial (FEM) presentó en Dubái las 10 tendencias

para el 2015, de acuerdo con el informe Panorama sobre la Agenda Global (4ta.

edición). En el encuentro, de tres días, se mostró una visión integral del mundo de

hoy, así como un análisis de cómo los expertos -una comunidad de más de 1.500

expertos mundiales esperan que estas tendencias se desarrollen en los próximos

12-18 meses.

Encabeza la lista el eje económico con dos tendencias: el incremento en la

desigualdad de los ingresos (1º) y el crecimiento constante del desempleo (2º). En

los países desarrollados y en desarrollo, la mitad más pobre de la población a

menudo obtiene menos de $2 por día.

En Venezuela, especialmente, los sectores sociales débiles y los jóvenes

excluidos de la participación en los procesos productivos y sociales son

marginados, lo que debilita la cohesión social y la seguridad.

La globalización de los mercados exige que la economía del país sea

inclusiva. En la que hombres y mujeres tengan acceso: a un empleo decente, a

servicios financieros, una buena infraestructura y protección social. Según la

encuesta de Global Agenda 2014, Asia (25%) sería la región que se verá más

afectadas por la profundización de la desigualdad de ingresos el próximo año,

seguida por las Américas (18%).

El informe propone que las tres mejores soluciones para atacar la

desigualdad en Latinoamérica son: el mejoramiento de la educación, la política

tributaria y la política de bienestar social. La agenda política se mueve de reducir

la pobreza a erradicarla. Hasta ahora los esfuerzos han sido para reducirla.

La segunda tendencia (crecimiento sin empleo constante) se refiere al

fenómeno que está sucediendo hoy, en el cual las economías salen de las

recesiones mientras sólo mantiene -o, en algunos casos, hasta disminuye- el nivel

de empleo.

En Venezuela, el modelo se basa en el incremento sostenido de la

demanda a través del redireccionamiento en el reparto de la renta petrolera,

mediante sucesivos aumentos salariales. Sin que este esté acompañado por

aumentos proporcionales de la producción nacional, generando un sector

productivo privado frágil. Según el Grupo del Banco Mundial, Venezuela en la

clasificación de las economías de la Región para hacer negocios (Doing Business)

ocupa el último lugar.

El FEM plantea que para cambiar la tendencia del crecimiento constante del

desempleo en Latinoamérica es necesario mejorar la educación -resaltando en el

pensum lo que la automatización de los procesos productivos y servicios no

pueden hacer como son: la colaboración, la innovación y el liderazgo-, fomentar la

innovación y crear las condiciones para la generación de empleo a través de

rehabilitar y construir la infraestructura de los países.

Las tendencias la falta de liderazgo (3º) y el debilitamiento de la democracia

(5º) sugieren una desconexión entre el ciudadano y las autoridades que los

gobiernan. La crisis de liderazgo global es una tendencia que atraviesa todas las

demás, y está aumentando de forma acelerada. El riesgo es que en lugar de

transformarse e integrarse para hacer frente a los retos sociales y económicos, las

naciones y los líderes están en retirada, aislándose. Agravado aún más por la

retórica nacionalista y una reversión de los viejos paradigmas del juego de poder

geopolítico del siglo pasado. Los encuestados identificaron varias características

del nuevo liderazgo, como son: una perspectiva global e interdisciplinaria; un

enfoque pragmático a la planificación de largo plazo; fuertes habilidades de

comunicación; superponer la justicia social y el bienestar al crecimiento

económico; la transparencia, la empatía; el coraje; la moral; y la colaboración

natural.

En el caso de Venezuela el liderazgo del gobierno de Maduro está

cuestionado por la corrupción y legitimidad. En el Índice de Percepción de la

Corrupción 2013, Venezuela alcanza el penúltimo lugar en Latinoamérica. Según

el FEM, la relación gobierno-ciudadano debe cambiar, al dejar de ser el gobierno

el centro de todo, por una relación basada en el ciudadano como parte de la

solución.

Dos retos que no habían aparecido desde el lanzamiento de Panorama

sobre la Agenda Global en 2010 son el aumento de la competencia geoestratégica

(4º) y la intensificación del nacionalismo (8º). Esto propone un aumento en la

fragmentación de las políticas internacionales y una reacción contra la

globalización. Existe un patrón persistente de la competencia a todos los niveles

(multidimensional) con un debilitamiento de relaciones ya establecidas. Una

tendencia que avanza e impacta a múltiples sectores y situaciones. En este fluir -

un orden mundial impreciso-, se debe manejar los desafíos tanto asimétricos y

simétricos entre sí. Las propuestas para contener la fragmentación son las

asociaciones y cooperación, tomar conciencia de la situación y la formación de

ciudadanos.

No obstante, los cambios que enfrentan los partidos políticos no se limitan

sólo a la economía y a la política, sino que también están relacionados al medio

ambiente. Los expertos destacan el aumento de la contaminación en el mundo en

vías de desarrollo (6º), el aumento de fenómenos meteorológicos graves (7º) y el

aumento del estrés hídrico (9º) como inquietudes graves. Todo esto tiene el

potencial de infligir inestabilidad social, económica y política en todo el mundo.

La última de las 10 tendencias es una oportunidad y un reto. La creciente

importancia de la salud en la economía es indicativa de un vínculo simbólico entre

una población y una economía saludables. También resalta las dificultades a las

que muchos sistemas de salud se enfrentan para poder adaptarse al cambio

demográfico, al aumento de las enfermedades no contagiosas, así como a la más

amplia amenaza de pandemias y otras brotes de enfermedades infecciosas. No

obstante, también representa una oportunidad para los líderes, ya que la

tecnología abre posibilidades para proporcionar una mejor atención médica de

costo más efectivo, lo cual por consiguiente podría dar paso a un crecimiento

económico sustentable y a una mayor prosperidad.

Nunca antes la necesidad de encontrar nuevas soluciones a problemas

compartidos ha sido tan clara (Espen Barth Eide). Los retos de la actualidad son

de naturaleza íntimamente relacionada y de una urgencia crítica. Y, estos sólo

podrán abordarse por medio de un mejor entendimiento y de una fuerte

cooperación de todas las partes interesadas en mantener los valores de libertad,

justicia, fraternidad y paz.

Otras tendencias que cabe destacar, según el Analista Víctor Álvarez

Rodríguez, señala lo siguiente:

1. Caída de la renta petrolera nos sorprendió sin ahorros

Luego de tres años de estabilidad en torno a los 100 $/b, en el segundo

semestre de 2014 los precios del petróleo cayeron en más del 40%. El detonante

de esta pronunciada baja es un exceso en la oferta de petróleo y una menor

demanda por la desaceleración de la economía mundial. La combinación de una

menor actividad económica global, con una mayor producción de países No-

OPEP ha provocado un exceso de oferta estimada en 2 millones de barriles

diarios. Si bien los EE.UU. e Inglaterra muestran tasas de crecimiento económico

positivas, la Unión Europea no termina de recuperar un ritmo de crecimiento

estable y sostenido. China e India dan muestras de una desaceleración del ritmo

de crecimiento y Japón pareciera entrar en una nueva recesión.

Pero lo más importante en la tendencia de los precios del petróleo a

mediano y largo plazo son los cambios estructurales en la matriz energética

mundial. La difusión de las tecnologías de información mejora la eficiencia y

facilitan el cambio de la matriz energética en todo el mundo, hoy es posible

producir una tonelada de acero, de aluminio o de PIB con mucho menos energía y

eso repercutirá en la demanda futura de petróleo. En 2017, EE.UU. pasará a ser el

primer productor de crudos con su petróleo de esquisto, y la OPEP

seguirá perdiendo terreno frente a los productores No OPEP. La economía

mundial está en franca desaceleración, incluyendo a China e India, y ni siquiera

los sucesos geopolíticos de Ucrania y el grito de guerra contra el Estados Islámico

-que otrora habría desquiciado los precios-, esta vez no han tenido ningún impacto

en detener la baja en la cotización de los crudos. En tales circunstancias, resulta

poco probable esperar un considerable rebote de los precios del petróleo en el

corto plazo.

Por si fuera poco, el fortalecimiento del dólar acentúa la drástica caídade los

precios del petróleo. La apreciación del dólar en comparación con otras monedas

de reserva afecta negativamente los ingresos de los países exportadores de

petróleo y materias primas que facturan en dólares sus exportaciones. Un mayor

poder de compra del dólar debilita el precio del petróleo y las materias primas en

el mercado internacional.

Países como Arabia Saudita, Emiratos, Kuwait y Qatar están en mejores

condiciones de soportar una prolongada caída de los precios del petróleo, toda

vez que ahorraron en los tiempos de bonaza un considerable volumen de recursos

que ahora les permite encarar el comportamiento errático de los precios del

petróleo. Pero en Venezuela, las Reservas Internacionales cayeron en torno a los

$ 20.000 millones, muy por debajo del nivel óptimo estimado en $ 29.000 millones.

Para inflarlas, el Directorio del BCV incluyó monedas extranjeras de fácil

conversión en divisas, diamantes y demás piedras o metales preciosos que, en

realidad, deberían considerarse como activos de reserva, toda vez que los mismos

no aumentan la liquidez en divisas que la economía requiere.

Es muy probable que los precios del petróleo permanezcan por debajo de

70 $/b en el primer semestre de 2015, aunque se espera cierta recuperación en el

segundo semestre del año, impulsado sobre todo por el nivel mínimo que

requieren los nuevos petróleos de esquistos para ser rentables. Un precio para el

WTI menor a 60 $/b, perjudica y hace inviable la explotación de altos costos de los

yacimientos no convencionales.

2. Perspectivas para 2015

El PIB registró tres trimestres consecutivos de caída en el año 2014. El total

de la producción nacional de bienes y servicios en el primer trimestre cerró con

una baja de 4,8%, en el segundo tuvo otra caída de 4,9% y en el tercero retrocedió

2,3%[i]. Pero esta caída del PIB no puede ser atribuida única y exclusivamente al

descalabro de los precios del petróleo, toda vez que en el primer semestre los

precios del crudo se mantuvieron cerca de $ 100 por barril. En todo caso, la caída

de los ingresos petroleros del segundo semestre vendría a ser un catalizador de la

contracción económica que ya venía desde comienzos de 2014. Sin embargo, a

pesar de que es en el tercer trimestre cuando comienzan a derrumbarse los

precios del petróleo, el ritmo en el que retrocede el PIB en este trimestre es

apenas la mitad de la caída en los dos trimestres anteriores.

La política económica en 2014 fue de contingencia, enfocada en combatir

los problemas de escasez, acaparamiento y especulación a través de operativos

de controles, multas y penas de cárcel, sin mayores actuaciones en materia de

políticas macroeconómicas y sectoriales.

Según el último reporte del BCV, en el tercer trimestre 2014, a pesar de la

caída del PIB, crece la actividad “Productores de Servicios del Gobierno General”,

asociada a servicios de salud, administración pública y defensa, enseñanza y

seguridad social que, en conjunto, crecen 2,1%, superior al crecimiento de 1,6%

registrado en el IIT. También crecen “Instituciones financieras y Seguros” y

“Comunicaciones”, con variaciones positivas de 13,2% y 4,1%, respectivamente.

Pero en el IIIT2014 se registra un nuevo descenso de las actividades de

manufactura y comercio, en -4,4% y -9,5%, respectivamente.

La caída de las importaciones privadas en -12,3% fue en alguna medida

compensada por el aumento de las importaciones públicas en 16,5[ii]. Pero en

2015, año de restricciones de divisas que impedirán importar, la solución

estructural para reactivar la economía y derrotar la escasez y la inflación tendrá

que ser a través de políticas que estimulen la producción. Compensar el impacto

de la baja de los precios del petróleo exige una política macroeconómica

coherente con nuevas políticas agrícolas, industriales y tecnológicas que

contribuyan a reactivar el PIB.

La proyección del Gobierno para este año quedó plasmada en el

Presupuesto 2015 en el que estima un crecimiento del PIB de 3% y una inflación

entre 25%-30%, afirmando que el tipo de cambio se mantendrá en 6,30 Bs/$. El

gobierno se propone aumentar la producción de alimentos entre 15% y 18%. Pero

el reiterado incumplimiento de las metas presupuestarias en términos de

crecimiento del PIB, inflación, precios del petróleo, reservas internacionales, tasa

de cambio, etc. le resta credibilidad a sus predicciones.

Los organismos internacionales así como agencias de calificación de riesgo

pronostican para Venezuela un 2015 con menor producción y más inflación. El

Fondo Monetario Internacional (FMI) estima una caída de -1% del PIB y una

inflación de 62,9%. Por su parte, la Comisión Económica para América Latina y el

Caribe (Cepal), coincide con el FMI al estimar una caída entre 0,5-1. En tanto,

calificadoras de riesgo como Fitch Ratings considera que la economía venezolana

seguirá en recesión en 2015 y rebajó la calificación de la deuda externa

venezolana a niveles de probable impago[iii]. En otra tónica, la calificadora

Moody's considera que los desequilibrios fiscales no representan un peligro

inmediato para la capacidad de pago de la deuda del país, aunque la alta inflación

y unas cuentas externas impactadas por la caída de los precios del petróleo

plantean riesgos que habrá que monitorear[iv]. La mayoría de los analistas

coincide en que el año 2015 tendrá dificultades económicas, muchas de ellas

relacionadas con la administración de divisas y el tipo de cambio[v].

De no tomarse las correcciones necesarias en la economía y especialmente

en el área cambiaria, continuarán disparándose el tipo de cambio paralelo que se

ha convertido en la tasa marcadora en el proceso de formación de los precios, sin

que el gobierno haya podido pulverizarlo, tal como lo prometió una y otra vez en

años anteriores. Al momento de redactar este análisis aún no se habían anunciado

las medidas para "equilibrar la economía", pero se espera que el Sicad II se

convierta en la modalidad predominante para la adquisición de divisas al permitir

operaciones directas de compra-venta de divisas sin la mediación del BCV. Con

inflaciones de 56.3% 3n 2013 y 70% en 2014, no es descabellado ni alarmista

pronosticar una inflación de 80% para este año electoral. Incluso, luce

subestimada si el gobierno no corrige el déficit fiscal y se empeña en financiarlo a

través de emisiones de dinero inorgánico.

Parecieran inevitables e inminentes los ajustes económicos y es muy

probable que el gobierno los ejecute de manera disimulada y encubierta, tal como

lo ha hecho con los ajustes de precios rezagados que no son publicados en la

Gaceta Oficial, o como las devaluaciones a cuenta gotas que ha realizado a través

de los Convenios Cambiarios 30 y 32. Lo mismo tendrá que hacer con el subsidio

a los servicios públicos de electricidad, gas doméstico y agua, así como con

los ineficientes subsidios a los alimentos y medicinas que estimulan el

contrabando de extracción e impiden que los productos lleguen al consumidor.

Lo cierto es que precios del petróleo relativamente bajos dominarán la

escena económica durante 2015. Debido al auge inflacionario y la restricción de

divisas, resulta difícil que la expansión fiscal sea suficiente para reactivar la

economía sin provocar más inflación. La disminución de los ingresos fiscales y la

propensión a financiarlo con emisiones de dinero inorgánico, reservas

internacionales muy por debajo del nivel óptimo, la brecha cambiara que estimula

la especulación y la corrupción, el peso de los pagos de la deuda externa, la

destrucción del sistema de precios relativos, el desplazamiento del aparato

productivo por más de una década de importaciones subsidiadas y por los rígidos

controles de precios, definitivamente son los grandes retos que el gobierno del

Presidente Nicolás Maduro tendrá que encarar en el año 2015.

3. La política económica

La política económica en lugar de corregir las causas de las distorsiones

fiscales monetarias, cambiarias y de precios se enfocó en atacar las

consecuencias. El gobierno lanzó una ofensiva a través de la Ley Habilitante con

el fin de reforzar las regulaciones y controles sobre la economía. La acción más

emblemática por su inocuidad fue la Ley Orgánica de Precios Justos y la creación

de la Sundde. Pero a pesar de toda la expectativa y despliegue que se generó,

luego de un año tales medidas no pudieron contener la inflación, escasez,

acaparamiento y especulación. El gobierno confundió especulación con inflación y

al no corregir los desequilibrios macroeconómicos que generan la presión alcista

sobre los precios, atacó el problema con controles, multas y penas de cárcel,

como si de un delito se tratara, cuando la inflación en realidad es causada por las

distorsiones fiscales, monetarias y cambiarias que aún no han sido corregidas.

a) El desequilibrio fiscal

A lo largo de 2014, la política económica se propuso estimular el ritmo de

actividad a través de la expansión fiscal. Esto generó undéficit fiscal en torno a

18,0% del PIB, el cual ha sido financiado a través de la impresión de dinero sin

respaldo por parte del BCV. Analizando las fuentes de este déficit, se observa que

un 7% lo causa el desequilibrio fiscal del Gobierno Central, mientras que la mayor

proporción es causada por los problemas financieros de PDVSA, lo cual explica un

11% del déficit.

Semejante desequilibrio en las cuentas fiscales se debe a que la compañía

petrolera se ha visto muy perjudicada al ser obligada a vender la mayor proporción

de sus divisas a una tasa de cambio oficial de 6.30 Bs/$. En consecuencia, la

cantidad de bolívares que recibe a esta tasa de cambio tan baja no le rinde para

pagar una nómina de más de 140 mil trabajadores, cancelar a tiempo la deuda con

proveedores y contratistas y transferir fondos a las misiones sociales. A esa tasa

de cambio ni siquiera puede mantener al día sus obligaciones fiscales, razón por

la cual entrega pagarés al Tesoro Nacional que luego éste intercambia por efectivo

en el BCV, propiciando un desproporcionado crecimiento de la liquidez monetaria

en un mercado con creciente escasez. Esto atiza la inflación, eleva la demanda

de divisas escasas y ensancha la brecha entre la tasa oficial y el paralelo.

En lugar de ahorrar en tiempos de bonanza para encarar los tiempos de

escasez, el gobierno mantuvo una política fiscal pro-cíclica con aumentos del

gasto público cada vez que aumenta el ingreso petrolero y recortes

presupuestarios cuando cae el ingreso. El mandato del artículo 321de la CRBV de

activar el Fondo de Estabilización Macroeconómica -concebido para estabilizar los

gastos del Estado ante las fluctuaciones de los ingresos ordinarios-, ha quedado

como letra muerta. En ausencia de este mecanismo amortiguador, la economía

venezolana sigue expuesta a los shocks externos que se presentan debido al

comportamiento errático del mercado petrolero.

Un gobierno rentista suele apelar a la devaluación como el mecanismo más

rápido para corregir el déficit fiscal. Como el Estado es el perceptor del mayor

porcentaje del ingreso petrolero, en lugar de optimizar el gasto, le resulta más fácil

vender las divisas a un precio mayor. El Estado automáticamente obtiene

cuantiosos ingresos que le permiten corregir el déficit, sin pagar el mayor costo

político que implica disciplinar el gasto y atacar las verdaderas causas

macroeconómicas del deterioro fiscal. La política cambiaria se utiliza así con fines

fiscales, toda vez que la devaluación es, en los hechos, un impuesto cambiario.

Por esta razón, el gobierno ha puesto en práctica una devaluación encubierta al

migrar a Sicad I y II un número creciente de rubros inicialmente presupuestados a

la tasa de Cencoex. Asimismo, los recientes Convenios Cambiarios 30 y 32 que

respectivamente autorizan a PDVSA a vender a cualquier tasa de cambio oficial el

porcentaje de divisas que debe entregar en bolívares a Fonden, así como los

ingresos en divisas derivados de los convenios de cooperación energética,

constituyen ambos una manera de sortear el déficit fiscal por la vía de la

devaluación.

b) El desequilibrio monetario

A pesar de que el artículo 320 de la CRBV señala que “el BCV no estará

subordinado a directivas del Poder Ejecutivo y no podrá convalidar o financiar

políticas fiscales deficitarias”, desde 2010 el instituto emisor ha venido financiando

a PDVSA. Según datos oficiales, hasta noviembre de 2014 el BCV ha transferido a

la compañía petrolera Bs. 664.000 millones[vi], sin que haya aumentado la

producción. Esta política de expansión monetaria, lejos de estimular la economía

generó una mayor presión sobre los precios, apreciación del tipo de cambio real y

agotamiento de las reservas internacionales. En consecuencia, las reformas a la

ley del BCV no arrojaron los resultados esperados.

De hecho, uno de los factores que más ha propagado la inflación ha sido la

emisión de dinero inorgánico para financiar empresas públicas deficitarias. La

inyección de dinero sin respaldo en el contexto de una economía con altos índices

de escasez, no hace más que erosionar el poder de compra de la moneda

nacional. Cada vez hay más bolívares procurando comprar productos que se

hacen más escasos. Los propios datos oficiales revelan que el financiamiento a

PDVSA ha sido la principal causa de la expansión desproporcionada de la liquidez

monetaria que se ha convertido en un factor propagador de la inflación. PDVSA

debe sanear sus finanzas y eso pasa por sincerar tanto la tasa de cambio oficial

como el precio de la gasolina, así comofijar límites inquebrantables a las

operaciones que el Gobierno puede hacer con el BCV.

Para recoger el exceso de liquidez que él propio BCV genera, la autoridad

monetaria ha incrementado el encaje legal, primero de 17% a 19% y luego de 19%

a 20% en octubre y diciembre de 2013, respectivamente. Y nuevamente, en junio

de 2014, lo elevó de 20 a 21.5%. Esto significa que los bancos deben congelar

el 21,5% del dinero que captan. Obviamente, la política monetaria del BCV ha

sido contradictoria. Por eso, el exceso de liquidez no ha bajado y es más el dinero

sin respaldo que con una mano el BCV inyecta a la circulación doméstica, que el

que saca con la otra mano a través del encaje legal. Ciertamente, un aumento del

encaje de 4,5% es poco lo que puede neutralizar ante un desmesurado aumento

de la base monetaria que entre noviembre de 2013/noviembre de 2014 fue de 80

%, sin que la oferta de bienes haya crecido en la misma proporción.

Por otra parte, la relación entre tasas activas y pasivas fijadas por el BCV

no contribuye a contener las presiones de demanda que generan inflación.

Las tasas de interés vigentes son negativas, no compensan la inflación, penalizan

el ahorro e incentivan el consumo. Y los intentos aislados por contener la liquidez

bancaria a través derestricciones sobre el crédito terminan anulados por una

mayor emisión de dinero para financiar el déficit fiscal.

Una vez que el gobierno comprenda que el auge inflacionario es la

inevitable consecuencia de las emisiones de dinero inorgánico para financiar

empresas públicas deficitarias, quedará claro que un paso clave para recuperar la

fortaleza del bolívar, abatir la inflación y proteger los salarios tiene que ver con la

recuperación de la autonomía del BCV, que sabiamente quedó plasmada en la

Constitución de 1999. Un BCV más independiente podrá resistir las presiones para

financiar el déficit fiscal con emisiones de dinero sin respaldo y defender de mejor

manera la meta de inflación.

c) El desequilibrio cambiario

La tasa de cambio equivale al monto de bolívares entregado por cada

unidad de divisa extranjera. Así, entre dos economías normales (sin la distorsión

del ingreso rentístico) la tasa de cambio suele estar determinada por sus

productividades relativas, toda vez que en su proceso de intercambio comercial, lo

que pasa de un país a otro son bienes y servicios que resultan de sus niveles de

productividad, cuya expresión monetaria es la tasa de cambio.

Ahora bien, cuando el 95 % del ingreso en divisas proviene de una renta

internacional -y no de exportar bienes con valor agregado nacional- encontrar una

tasa de cambio que exprese la productividad de la economía real no es una tarea

fácil. El Estado-propietario recibe unos dólares del resto del mundo que no tienen

una contrapartida en el esfuerzo productivo interno, por lo que su decisión de

repartirlos a través del mercado suele cumplirse a una tasa de cambio que se fija

sin tener en cuenta la productividad real del aparato productivo. En consecuencia,

un abundante ingreso rentístico tiende a sobrevaluar la moneda nacional. Esto se

concreta en una tasa oficial barata que solo se modificará en situaciones de

escasez de divisas y déficit fiscal. Por lo tanto, en la sobrevaluación de la tasa de

cambio reside uno de los mecanismos más importantes para distribuir la renta

petrolera en favor de los agentes económicos y sociales internos.

La sobrevaluación de la tasa de cambio permite comprar barato afuera, lo

que resulta más caro adentro. A través del intercambio desigual en el mercado de

divisas, el Estado transfiere la renta petrolera a quienes compran la divisa barata

mientras dure la sobrevaluación de la tasa de cambio. Ante un mal manejo de la

política cambiaria, el crecimiento de la agricultura e industria nacionales se ve

seriamente obstaculizado. La consecuencia no deseada es la importación

ventajosa de toda clase de bienes que inhiben y desplazan la producción nacional,

perjudicando así el logro de los objetivos de soberanía alimentaria y productiva.

Ante la drástica caída de los precios del petróleo, el anclaje cambiario y la

sobrevaluación del bolívar terminaron siendo un costoso subsidio que ya no

soporta ni PDVSA ni el fisco. El régimen de cambiaos múltiples está muy

distorsionado y debe ser unificado. La existencia de cuatro tasas de cambio, tres

oficiales y una paralela, estimulan la especulación cambiaria y la fuga de capitales.

La sobrefacturación de importaciones, la subfacturación de exportaciones, las

empresas de maletín, los “raspacupos” son estimulados por el enorme diferencial

que existe entre las diferentes tasas de cambio. La tasa oficial de 6.30 Bs/$ es un

verdadero manjar para los cazadores de renta que -en complicidad con

funcionarios corruptos- controlan y capturan buena parte de la asignación de las

divisas oficiales, sin que este subsidio cambiario se traslade al precio de venta al

público. Las distorsiones del régimen de cambios múltiples impiden que el mayor

porcentaje de los dólares preferenciales finalmente se traduzcan en una mayor

oferta de mercancías importadas, toda vez que la abismal diferencia entre los

diferentes tipos de cambios es el mayor incentivo a la especulación cambiaria y la

fuga de capitales.

4. Auge inflacionario y caotización de los precios

La inflación, a pesar de ser permanentemente maquillada y subestimada,

alcanzará en 2014 el nivel más alto en los últimos 15 años, en torno al 70%,

incremento muy superior al 56,3% registrado en 2013. Este auge inflacionario es

la inevitable consecuencia del desmantelamiento del aparato productivo interno y

de una política fiscal deficitaria que se financia con emisiones de dinero sin

respaldo por parte del BCV. Al subestimar el impacto que la expansión monetaria

origina en una economía signada por crecientes índices de escasez, los precios se

han desquiciado. Mucho dinero detrás de pocos bienes conduce a que suban los

precios. Lejos de lograr un aumento en el PIB, las políticas fiscales deficitarias lo

que han hecho es atizar cada vez más la inflación.

También ha influido en el alza de los precios una devaluación encubierta

que se lleva cabo al desplazar al Sicad I y II un creciente número de rubros

inicialmente presupuestados a la tasa Cencoex de 6.30 Bs/$. Las persistentes

dificultades para tener acceso oportuno a las divisas a cualquiera de las tasa de

cambio oficial contribuye a la certeza de que más temprano que tarde los demás

rubros de Cencoex serán pasados a Sicad I y II. En estas circunstancias, el

exceso de liquidez presiona la cotización del dólar en el mercado paralelo, dando

origen a la perniciosa práctica de imponer el mismo como base de cálculo en el

proceso de formación de precios.

En un reciente intercambio con la prensa, el Presidente Nicolás Maduro

reconoció que el contrabando de extracción alcanzó el 32% de los productos

importados con dólar preferencial o subsidiados por el gobierno nacional. Al

referirse una vez más a la “guerra económica”, denunció que los que conspiran

contra la Revolución Bolivariana pretenden “colapsar el sistema de abastecimiento

de la Nación mediante actividades de acaparamiento, especulación y caotización

de precios”.

Si bien un proceso revolucionario siempre sufrirá la reacción de los

intereses que afecta, también es necesario reconocer el impacto que han tenido

los errores de política económica en la caotización y destrucción del sistema de

precios relativos, lo cual se expresa en la irracional coexistencia de bienes muy

baratos con otros muy caros que no permiten el intercambio de equivalentes y, por

lo tanto, estimulan la especulación y el contrabando de extracción. Las más

perversas distorsiones sobre el sistema de formación de precios las genera el

régimen de cambios múltiples, los rígidos controles de precios y los subsidios que

no llegan a la población. Expliquemos como estas desviaciones y errores de la

política económica caotizan los precios.

Primero que todo es necesario entender que el gobierno venezolano,

debido a la presión inflacionaria que ejerce el desequilibrio entre la pujante

demanda y la rigidez de la oferta, recurre al anclaje cambiario como instrumento

de política antiinflacionaria. La situación hace crisis cuando cae la renta petrolera o

se retrasa la liquidación oportuna de divisas. Se activa, entonces, un mercado

paralelo hacia el cual se desplaza la demanda insatisfecha, originando una

creciente brecha entre la tasa de cambio oficial y la cotización de la divisa en el

mercado ilegal. Esta última cotización se termina convirtiendo en la tasa de

cambio que se aplica para el cálculo del precio de venta al público, incluso de los

productos que se importan a la tasa de cambio oficial. Esta práctica -a todas luces

especulativa-, termina anulando el efecto antiinflacionario de la política cambiaria,

a la vez que asegura exorbitantes ganancias a los especuladores y corruptos que

resultan favorecidos con la asignación de la divisa a la tasa preferencial, pero que

defraudan a la Nación y especulan en contra del consumidor. El nefasto régimen

de cambios múltiple es una verdadera tentación para los cazadores de rentas que

logran capturar los dólares de Cencoex y Sicad I, pero fijan los precios con base

en la cotización del dólar paralelo, obteniendo escandalosas ganancias que son el

detonante de la caotización de los precios.

El control de precios también contribuye a agravar el problema, toda vez

que al congelar el PVP del producto final pero dejar liberados los precios de las

materias primas, insumos, maquinarias, fuerza de trabajo, etc, llega un momento

en el que los crecientes costos superan a los precios controlados y, al provocar

pérdidas, se desestimula la producción.

Finalmente, los millardarios subsidios a productos de la canasta básica

alteraran aún más los precios relativos, lo cual estimula el contrabando de

extracción, la escasez, el acaparamiento, la especulación, la corrupción y la

dolarización de la economía con base en la cotización del mercado paralelo.

Al prolongar las distorsiones del régimen de cambios múltiple, los controles

de precios y los ineficientes subsidios, el propio gobierno estimula los negocios

fraudulentos. Son los autogoles del gobierno los que facilitan los ataques de los

especuladores, contrabandistas y corruptos, lo cual está generando un creciente

malestar en la población. Mientras el gobierno no corte por lo sano y corrija estas

distorsiones, una y otra vez se repetirán las olas especulativas, las cuales se

verán catalizadas con cada aumento salarial o pagos de aguinaldos y

utilidades. Ante una creciente inflación que devora el poder adquisitivo de los

salarios, las personas que viven de un ingreso fijo no quieren tener dinero y por

eso se anticipan a comprar toda suerte de bienes que se revaloricen con el

tiempo. Ante la expectativa de que todos los precios van a seguir subiendo se

refuerzan las presiones de demanda y la consiguiente escasez sirve de caldo de

cultivo para que se recrudezcan las perversas prácticas del acaparamiento y la

especulación. Un nefasto círculo vicioso que solo se puede cortar si se erradica de

una vez por todas los perniciosos incentivo que ofrecen la abismal brecha entre

los distintos tipos de cambio, los rígidos controles de precios y los exagerados

subsidios que estimulan el contrabando de extracción.

Sin lugar a dudas, el auge inflacionario y la caotización de los precios

comprueban el agotamiento de los controles de cambio y de precios como

instrumentos de política antiinflacionaria y anulan la tasa oficial como referente

para formación de precios. Al confundir la inflación con la especulación, la

caotización del sistema de precios intentó ser combatida con controles, multas y

penas de cárcel que atacan la manifestación del problema pero no erradican sus

verdaderas causas, las cuales tienen que ver con las distorsiones que generan

tanto el régimen de cambios múltiples, como los rígidos controles de precios y los

subsidios que son las verdaderas causas del contrabando de extracción, la

escasez, el acaparamiento y la especulación.

5. El peso de la deuda externa

La caída de los precios del petróleo ha generado toda clase de rumores

sobre un posible default de Venezuela. Para saber con certeza la posibilidad real

de que el país incumpla sus compromisos de deuda externa, es necesario estimar

el ingreso petrolero como la más importante fuente de divisas. Según su Informe

de Gestión, PDVSA extrajo 2.898.000 bdp en 2013, 2.905.000 en 2012 y

2.985.000 en 2011. La producción ha venido declinando y ahora los precios del

petróleo están cayendo. Para calcular el ingreso neto en divisas que recibe el país,

hay que restar el consumo interno de 750.000 bdp. Al saldo de 2.148.000 se

deben descontar los envíos a Cuba, PetroCaribe y Alba, equivalentes a 300.000

bdp. Y a esta nueva cifra hay que deducir las entregas a China por un mínimo de

230.000 para cubrir los tramos A y B del préstamo y 100.000 para el tramo C;

aunque según el Informe de Gestión, PDVSA realmente entregó 475.000 en 2013,

449.00 en 2012 y 415.000 en 2011. Si se restan 300.000 de los acuerdos y

330.000 de China, quedan 1.518.000 bdp para exportar. A un precio de 100 $/b

por 365 días da un ingreso de $ 55 mil 400 millones. Pero a 75 $/b la cifra cae a $

41 mil 500 millones. Si al menos se logra el precio estimado en el Presupuesto

2015, el ingresó será de $ 33 mil millones. ¿Alcanzará esta cantidad para cubrir

las importaciones esenciales, cancelar la deuda interna y mantener al día los

pagos de la deuda externa?. Veamos.

Existen dos tipos de bonos denominados en dólares: los bonos soberanos

de la República y los bonos de PDVSA. Las amortizaciones y pagos de cupones

para la deuda soberana en divisas y la de PDVSA superarán los $ 11 mil millones

anuales para los próximos tres años. Para garantizar las importaciones esenciales

que el Estado realiza, seguramente la deuda interna pendiente con el sector

privados desde la transformación de Cadivi en Cencoex una vez más se

pospondrá, sobre todo si se priorizan los pagos de la deuda externa. Las

importaciones que llegaron a su máximo de $ 59 mil millones en 2012, tendrán

que ser considerablemente reducidas, por debajo de $ 40 mil millones. Venezuela

podría prorrogar el pago de capital emitiendo nuevos bonos para cancelar el

capital que debe, lo cual liberaría cerca de $ 6 mil millones, limitándose a pagar $5

mil millones en intereses. En todo caso, los pagos por importaciones y deuda

suman $ 51 mil millones, sin contar los pagos por las indemnizaciones pendientes

y por los fallos del CIADI.

En diciembre de 2013 la agencia S&P rebajó la calificación de Venezuela

de “B” a “B-”. Menos de un año después, volvió a rebajar la calificación de “B-” a

“CCC+”, por las profundas distorsiones de la economía y la caída de los activos en

dólares. Subyace en esta calificación la posibilidad real de un default, lo cual se

traduce en un mayor grado de dificultad para conseguir nuevas fuentes de

financiamiento externo. El incumplimiento en el pago de la deuda soberana se

podría traducir en un embargo de las exportaciones de petróleo y esto podría

afectar la única fuente de divisas que el país tiene.

Sin lugar a dudas, en 2015 habrá mayores restricciones en el acceso a las

divisas. Esto obligará a renegociar la deuda externa en vista de que no resulta

viable tener que cancelar $ 11.200 millones en servicio de la deuda externa en

momentos en que se registra una drástica caída de los ingresos de divisas y la

capacidad de financiamiento está prácticamente cerrada. Una opción muy cara

sería colocar deuda en moneda extranjera con un interés superior el 16,0%. Como

ya lo apuntamos, saldar la deuda en estas condiciones implicaría posponer el

pago de la deuda privada que dejó pendiente la extinta Cadivi y sacrificar

importaciones que son esenciales para reanudar el crecimiento de la economía.

6. ¿Por qué está en crisis el neo-rentismo socialista?

El neo-rentismo socialista es un modelo de dominación que se basa en el

uso intensivo de la renta petrolera para financiar la inversión social y crear una red

clientelar que le sirve de apoyo social. Debido a la contracción del aparato

productivo interno y su incapacidad para generar nuevos empleos al ritmo que

crece la población económicamente activa, el neo-rentismo socialista tiende a

acentuar el papel empleador-clientelar del Estado, el cual no logra generar un

trabajo realmente emancipador y liberador, toda vez que éste queda mediatizado

por la lógica opresiva del Estado burocrático que funcionariza y somete a la fuerza

de trabajo. En tales circunstancias, la dominación se logra a través de un sistema

de premios y castigos para asegurar la lealtad de los seguidores políticos, comprar

la simpatía de grupos ambivalentes y castigar o disuadir a los adversarios.

Este modelo confunde la sociedad con el Estado. Asume que desde el

entramado burocrático se representa y defiende el interés social, a pesar de las

enormes contradicciones que la sociedad tiene no solo con el mercado sino

también con el Estado. Al igual que el capitalismo rentístico, el neo-rentismo

socialista se sustenta en el extraordinario poder político, económico y social que

confiere el control de la renta petrolera.

a) Expresiones distintas del mismo modelo de acumulación extractivista

El capitalismo rentístico y el neo-rentismo socialista son expresiones

distintas del mismo modelo de acumulación extractivista. El neo-rentismo

socialista funcionó a la perfección mientras los ingresos petroleros crecieron

exponencialmente y resultaron más que suficientes para financiar la inversión

social y alimentar los canales para distribuir la renta.

Con la reconstrucción de la OPEP, el restablecimiento de las cuotas, la

recuperación de los precios del petróleo, el pago de dividendos por parte de las

filiales de PDVSA y el considerable aumento de las regalías, el abundante ingreso

fiscal de origen postergó la necesidad de aumentar la presión fiscal sobre el sector

privado. Pero con el estancamiento de la producción petrolera y la caída de los

precios en el mercado internacional, este modelo nuevamente ha entrado en

crisis.

En lugar de ahorrar en tiempos de bonanza para encarar los tiempos de

escasez, el neo-rentismo socialista se sustentó en una política fiscal pro-cíclica

con aumentos del gasto público cada vez que aumenta el ingreso petrolero y

recortes presupuestarios cuando cae el ingreso. Con el descalabro de los precios

del petróleo este modelo ha entrado en crisis y ya no puede sostenerse.

b) De la cultura rentista a la cultura del trabajo

En circunstancias de restricciones económicas y presupuestarias como las

que plantea la actual caída de los precios del petróleo, el gobierno ya no puede

seguir gastando igual ni mantener cuantiosos subsidios a empresas estatales que

no son estratégicas.

Resulta escandaloso que en empresas públicas secuestradas por el

burocratismo y donde se reproducen los mismos conflictos obrero-patronales de la

IV República, se cancelen millardarias sumas de dinero por concepto de bonos de

productividad y hasta dividendos, cuando lo que arrojan son cuantiosas pérdidas.

Esa práctica, lejos de expresar valores socialistas, revela la mentalidad rentista

que espera que todo lo pague el petróleo. Semejante desviación del neo-rentismo

socialista solo podrá superarse a través de nuevas formas de propiedad social

bajo el control de los trabajadores directos y de la comunidad organizada.

Superar sin traumas el neo-rentismo socialista implica avanzar de la

estatización a la socialización de la propiedad para generar un verdadero trabajo

emancipador y liberador. Este es el mejor incentivo para mejorar el desempeño en

esas empresas cuyos nuevos propietarios-accionistas serían los trabajadores en

asociación con el capital privado, para así fortalecer su gerencia, dignificar el

trabajo y transformar la cultura rentista que pretende vivir de ingresos que no son

fruto del esfuerzo productivo, en una nueva cultura sustentada en el valor del

trabajo, y no en las dádivas o prebendas.

7. El margen de maniobra

2015 comenzó con un anuncio que sugiere el inicio de la corrección de una

serie de distorsiones que -en el contexto de las restricciones presupuestarias que

surgen del descalabro de los precios del petróleo- el país ya no puede prolongar ni

soportar. El presidente Nicolás Maduro autorizó reactivar 71 peajes que serán

administrados por las gobernaciones. Esta decisión comenzará con el cobro del

peaje a los vehículos de carga y se espera que luego sea extendida a los

particulares, pudiendo quedar exonerado el transporte público.

La orden de reactivar los peajes en las principales vías del país revoca una

decisión tomada por el Presidente Chávez en 2008, y puede ser el inicio de la

corrección de una serie de distorsiones heredadas por el Presidente Nicolás

Maduro, entre las cuales se destacan el anclaje cambiario, el presupuesto

paralelo a través de Fonden, el financiamiento del déficit fiscal por parte del BCV,

el subsidio a la gasolina y los rígidos controles de precios que desincentivan la

producción y los convenios de cooperación energética.

a) Revisar PetroCaribe y acuerdos de cooperación energética

En un contexto de restricciones presupuestarias, Venezuela no puede

prolongar acuerdos que amenazan la gobernabilidad económica. Esto emplaza a

adecuar los acuerdos de cooperación energética, tal como ya se hizo con el Fondo

Chino. Como los pagos a China fueron contemplados a precio de mercado y la

caída de los precios obligaba a entregar una mayor cantidad de petróleo, para

mitigar este impacto a finales del año 2014 se anunció la eliminación del cupo en

barriles y la prolongación del plazo para pagar.

Con este mismo propósito debería procederse a la revisión de los demás

acuerdos de cooperación energética. Si asumimos que en 2015 PDVSA vende a

90 días el mismo volumen de 300.000 bdp a un precio de 70-80 $/b, el cobro

anticipado pudiera generar un ingreso aproximado de $ 9 mil millones. Pero, si

mantiene el mismo subsidio y financia el 60% a 15-20 años de plazo, recibirá en

efectivo menos de $ 4 mil millones, lo cual es sencillamente insostenible en el

actual contexto de restricciones económicas y presupuestarias. Compensar la

caída de los precios del petróleo para evitar un déficit fiscal aún mayor pasa por

adecuar los convenios de cooperación energética a las nuevas circunstancias de

restricciones presupuestarias. No se trata de interrumpir el suministro sino de

cobrar en 90 o 120 días la factura petrolera que se financia a 15-20 años de plazo

b) Promoción de la inversión extranjera

Si un lado bueno tiene la caída de la renta petrolera es que obliga a volver

la mirada hacia un modelo económico sustentado en la agricultura, industria y

construcción como los sectores que proveen los bienes que resultan

imprescindibles a la hora de satisfacer las necesidades básicas y esenciales de la

sociedad.

La precariedad actual del aparato productivo interno ofrece a su vez

enormes oportunidades para promover la inversión extranjera asociada a la

transferencia de tecnología, la formación del capital humano, la asistencia técnica

a las Pymes venezolanas y la transformación de las abundantes fuentes de

materias primas e insumos básicos en productos de mayor valor agregado que

sustituyan ese enorme volumen de importaciones y, además, diversifiquen la

oferta exportable para reducir la dependencia del ingreso petrolero.

Las medidas para promover inversiones que permitan la reactivación

productiva traerán al debate la revisión del marco legal, particularmente las leyes

del Trabajo, Precios Justos, Antimonopolio e, incluso, la ley del BCV. Particular

atención habrá que darse a la Ley de Promoción de Inversiones.

Venezuela cuenta con un enorme potencial para sanear su economía. A

medida que se transforme la economía rentista e importadora en un nuevo modelo

productivo exportador, la dinámica interna se hará menos dependiente del reparto

de la renta petrolera.

c) Escasez de divisas: oportunidad para Industrializar

La caída de los precios del petróleo, al agudizar la escasez de divisas, es al

mismo tiempo una enorme oportunidad para relanzar la industrialización de la

economía venezolana. Ya no se cuenta con la abundante renta petrolera que

propició la sobrevaluación de la tasa de cambio y entronizó una prolongada

tendencia a comprarle al resto del mundo lo que bien pudiera producirse en

Venezuela. En adelante, las necesidades básicas y esenciales del consumo

interno tendrán que ser cubiertas con productos nacionales.

En efecto, los problemas relacionados con la liquidación oportuna de divisas

que restringen la capacidad de importación, deben ser vistos como una gran

oportunidad para relanzar y reimpulsar el desarrollo industrial. No hay que esperar

a que reboten los precios del petróleo y se produzca un nuevo auge de la renta,

toda vez que la abundancia de dólares es lo que ha estimulado la tendencia a

importar y posponer la industrialización de la economía venezolana, lo cual se

expresa en la inercia de comprarle al resto del mundo los productos agrícolas e

industriales que pudieran generarse internamente.

Una vez más el país sufre la paradoja de ser un país rico en materias

primas pero pobre tecnológicamente para transformarlas en productos de mayor

valor agregado. Impulsar la manufactura nacional es una necesidad que hoy más

que nunca debemos reconocer, sobre todo si tenemos en cuenta el efecto

multiplicador que el desarrollo de este sector es capaz de ejercer sobre otras

actividades económicas orientadas a generar la oferta de bienes, servicios y

empleos destinados a satisfacer las necesidades de nuestra sociedad.

Industrializar la economía venezolana es la clave para transformar el capitalismo

rentístico dependiente e importador en un nuevo modelo productivo soberano y

exportador.

Pero la industrialización no puede ser un proceso que se deje en manos de

la mano invisible del mercado, sino un esfuerzo bien planificado que asegure la

rápida reactivación de las capacidades productivas y tecnológicas que están

cerradas u operando a media máquina. En adelante, la política industrial debe ser

un componente fundamental de la política económica orientada al logro de los

objetivos de seguridad y soberanía alimentaria y productiva. Además, es la mejor

manera de generar empleos verdaderamente fructíferos, cuya remuneración tenga

como contrapartida la producción de una abundante oferta de bienes y servicios

destinados a satisfacer las necesidades básicas y esenciales del pueblo

trabajador, sin romper el equilibrio que se debe preservar entre la oferta y la

demanda para contribuir a estabilizar los precios.

Al satisfacer la demanda interna con producción nacional se evita que los

ajustes en el tipo de cambio -que encarecen el componente importado y

repercuten en la estructura de costos-, desborden las presiones inflacionarias.

Importante es armonizar la política macroeconómica con las políticas sectoriales,

particularmente la agrícola, industrial y tecnológica. El punto de partida radica en

desalentar las importaciones para favorecer la producción nacional a través de un

tipo de cambio que exprese la verdadera productividad de la economía no

petrolera, una política arancelaria y tributaria que proteja el esfuerzo productivo

nacional, y una gama de incentivos fiscales y financieros para la inversión

productiva y el fortalecimiento de las capacidades tecnológicas e innovativas.

En Venezuela, la industrialización está llamada a ser la fuerza motriz para

impulsar la transformación de una economía rentista, que poco produce y casi

todo lo importa, en una nueva economía independiente y soberana. Es la única

estrategia posible para transformar el modelo primario-exportador que nos

condenó a ser exportadores de petróleo y materias primas, en un nuevo modelo

productivo capaz de sustituir eficientemente importaciones, diversificar la oferta

exportable y, de esta manera, ahorrar y generar nuevas fuentes de divisas que

nos hagan menos dependientes del ingreso petrolero.

Los países que han alcanzado un creciente grado de bienestar social han

reconocido la importancia de la industria como la fuerza motriz del desarrollo

económico. En su proceso de transformación productiva, el crecimiento del sector

manufacturero con frecuencia ha sido mayor que la velocidad de crecimiento del

PIB, convirtiéndose así en el sector dinamizador del desarrollo económico, lo cual

se expresa en un aumento del grado de industrialización, es decir, de la

contribución de la industria en la conformación del PIB, en comparación con el

aporte de los demás sectores económicos. Según los indicadores internacionales,

un país ha logrado su grado de industrialización cuando el sector manufacturero

aporta al menos el 20% del PIB. En Venezuela la industria contribuye con apenas

el 13 %. Sin lugar a dudas, este el gran reto que el país tiene plateado para

superar los problemas de desabastecimiento, escasez, acaparamiento y

especulación que tanto malestar generan en la población.

8. La economía al mando

El Presidente Nicolás Maduro anunció que en 2015 le dará prioridad a la

atención del área económica[viii]. Tal es la gravedad de la crisis económica actual

que la anterior idea de priorizar la política por encima de la economía empieza a

ser sustituida por la importancia que el Primer mandatario ahora reconoce a la

economía.

El propio Presidente anunció al país su decisión de delegar las demás

áreas de gobierno para concentrase en la atención de la problemática económica.

Con esta sentencia reconoce que la economía ha pasado a ser la restricción que

no era en los tiempos de abundante renta petrolera. El dato ahora es la economía

y la variable que se va a ajustar es la política.

Y no podía ser de otra manera. En esta nueva crisis de la economía

rentista, la oferta de dólares ya no crece a una velocidad mayor que la demanda

de divisas. La otrora abundante renta petrolera se ha tornado en una severa

escasez de divisas y esto sentencia el descalabro del modelo rentista que todo lo

resolvió a fuerza de petrodólares. Estimular la inversión nacional y extranjera para

reactivar la economía obligará a una revisión y adecuación del rígido sistema de

controles que inhibió la producción nacional. Solo unanueva lógica de inversión

productiva generará trabajo digno, estable y bien remunerado que es la mejor

manera de ganarle la batalla al desempleo, la pobreza y la exclusión social.

a) Ajuste económico en un año electoral

2014 fue uno de los pocos años en los que no hubo elecciones ni de

presidente, ni de gobernadores, ni de alcaldes, ni de parlamentarios. Un ambiente

político despejado era el mejor viento a favor para recuperar el clima de sana

gobernabilidad que conviene al interés nacional. Pero se fue el año 2014 y no se

tomaron las medidas necesarias para recuperar los equilibrios macroeconómicos

que se necesitan para reactivar la economía.

En 2015 habrá elecciones parlamentarias. Adoptar medidas para estabilizar

la economía en medio de un ciclo electoral resulta complejo por el costo político

que se le atribuye. La creencia limitante es que a los ajustes macroeconómicos, a

las medidas de cambio estructural y a la erradicación de las prácticas clientelares,

se les atribuye un costo político que el gobierno no está dispuesto a pagar en la

antesala de las elecciones parlamentarias. Así, la racionalidad económica queda

subordinada a la lucha por el poder. Ganar las elecciones presidenciales,

parlamentarias o regionales siempre será la prioridad. Si se pierden los comicios,

otros serán los que controlen el reparto y uso de la renta.

Pero no ajustar la economía empeorará los problemas de escasez,

acaparamiento y especulación. Ante la evidencia cada vez más clara de que estos

flagelos son causados por los errores de política económica, los mismos no

podrán seguir siendo atribuidos a la “guerra económica”. Eso ya no es creíble por

la población y el gobierno no debería insistir más en ese pretexto, a riesgo de

provocar una crisis de gobernabilidad con un creciente descontento social que en

cualquier momento puede explotar. Las descomunales colas en los

supermercados en enero confirman el agotamiento de los inventarios y sentencian

el colapso de los controles de cambio y de precios. Los anaqueles solo podrán

llenarse si se corrigen las distorsiones macroeconómicas y se aplica una eficaz

política de reactivación industrial que permita compensar lo que ya no se puede

importar.

b) Del asistencialismo rentista al esfuerzo productivo

En la primera etapa de la política social bolivariana prevaleció una

orientación asistencialista, toda vez que resultaba urgente desactivar la bomba de

tiempo social heredada de la IV República. La inversión social de la renta petrolera

permitió aliviar los estragos de la pobreza, pero sin tener muy claro que las

compensaciones tendrían un carácter temporal ni que deberían ser sustituidas por

nuevos programas orientados a profundizar la inserción de la población pobre y

excluida al sistema educativo y de capacitación productiva.

La clave de una política social que contribuya a transformar la mentalidad

rentista en una nueva cultura del trabajo radica en transformar las asignaciones

permanentes y sin condiciones en un incentivo temporal, sujeto al logro de metas

para elevar el nivel educativo y la capacitación técnica, como fundamento para el

desarrollo de proyectos productivos que hagan posible la inserción de los

excluidos en la construcción de un nuevo modelo productivo liberador. El poco

peso de la economía social en el PIB y en la Población Económicamente Activa

indica que la política social de carácter asistencialista y compensatoria no ha

contribuido a este propósito. Esto impone una profunda revisión y rectificación de

una política social que, si bien ha aliviado las condiciones de los hogares pobres a

través de una amplia gama de gratuidades y subsidios, no ha erradicado las

causas estructurales que generan desempleo, pobreza y exclusión social.

c) Reinvención de las misiones sociales

La política social asistencialista y compensatoria no ofreció antes, ni podrá

ofrecer nunca, una solución estructural a la problemática del desempleo, la

pobreza y la exclusión social. La prolongación incondicional de las

compensaciones, lejos de erradicar sus causas, por el contrario exacerban la

cultura rentista que pretende vivir indefinidamente de ingresos que no son fruto del

trabajo. Las medidas compensatorias crean inercias que condicionan su evolución

a largo plazo y las asignaciones se vuelven “derechos inalienables”,

comprometiendo cuantiosos recursos que tendrían mejores resultados si fuesen

destinados a la capacitación técnica y al financiamiento de proyectos productivos.

La reinvención de las misiones sociales implica que la compensación se

mantendrá pero será coyuntural e irá desapareciendo a medida que el aumento

del nivel educativo, la capacitación técnica y el financiamiento a proyectos

productivos faciliten la inclusión social en el sistema económico, de tal forma que

los favorecidos dejen de depender de las asignaciones de las misiones y puedan

satisfacer sus necesidades a partir de su propio esfuerzo productivo. A través de

la creación de millares de empresas comunales y de propiedad social, bajo el

control de los trabajadores y la comunidad, se facilitará la incorporación de los

excluidos en la producción de los bienes y servicios que resultan imprescindibles

para satisfacer sus necesidades básicas y esenciales.

De allí la importancia de repensar y reinventar las misiones que nacieron

con una orientación asistencialista y compensatoria para impulsar su salto

cualitativo, cuyo nuevo principio rector debe ser: “De cada quien según su

capacidad y a cada cual según su trabajo”. A la luz de este principio socialista, las

asignaciones quedarán condicionadas al logro de metas en materia de estudio y

capacitación técnica, superando la cultura rentista que pretende vivir de ingresos

que no son fruto del esfuerzo productivo y así abrirle paso a una nueva cultura

sustentada en el valor del trabajo.

Referencias Bibliográficas

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http://victoralvarezrodriguez.blogspot.com/2015/01/la-economia-venezolana-

balance-2014.html

Panorama sobre la Agenda Global. Autor: Al Gore es presidente y cofundador de

Generation Investment Management, así como vicepresidente de Estados Unidos (1993-

2001).