Tebeosfera 10-06 El Universo Creativo de Liniers

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Tebeosfera nº 10 1 EL UNIVERSO CREATIVO DE LINIERS. ANÁLISIS DE SU CONFIGURACIÓN EN MACANUDO (TEBEOS- FERA, BOLONIA, 12-XI-2012) Autor: DELIA CÓCERA, MARINA PARTESOTTI Publicado en: TEBEOSFERA 2ª EPOCA 10 Ilustración de Liniers con los principales personajes de la tira Macanudo RESUMEN Acercamiento al personal universo creativo del historietista argentino Liniers mediante el análisis de su obra más conocida: Macanudo. ABSTRACT Approach to the personal creative universe of argentinian cartoonist Liniers by analyzing his most famous work: Macanudo. EL UNIVERSO CREATIVO DE LINIERS: ANÁLISIS DE SU CONFIGURACIÓN EN MACANUDO «Todos los horrores del mundo vienen de la incapacidad para imaginar a los demás.» Carlos Fuentes El creador argentino Ricardo Siri [1] , conocido como “Liniers”, es un maestro de la historieta, con una producción de notable recepción internacional, si bien hasta ahora ha recibido una escasa atención crítica. Liniers ha venido desarrollando un estilo personal y una destreza narrativa que lo han hecho descollar, en primer lugar, en Argentina, país donde la historieta forma parte de la historia cultural nacional [2] , y más tarde también su recepción viene siendo notable en países como España, Francia, Perú, Brasil e Italia. En este artículo abordaremos aspectos de su obra más conocida, Macanudo [3] , una tira humorística diaria que desde 2002 publica La Nación y que, manteniendo este título ha sido recopilada ya en ocho volúmenes.

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Tebeosfera nº 10 1

EL UNIVERSO CREATIVO DE LINIERS. ANÁLISIS DE

SU CONFIGURACIÓN EN MACANUDO (TEBEOS-

FERA, BOLONIA, 12-XI-2012)

Autor: DELIA CÓCERA, MARINA PARTESOTTI

Publicado en: TEBEOSFERA 2ª EPOCA 10

Ilustración de Liniers con los principales

personajes de la tira Macanudo

RESUMEN

Acercamiento al personal universo creativo del historietista argentino Liniers mediante el

análisis de su obra más conocida: Macanudo.

ABSTRACT

Approach to the personal creative universe of argentinian cartoonist Liniers by analyzing his

most famous work: Macanudo.

EL UNIVERSO CREATIVO DE LINIERS:

ANÁLISIS DE SU CONFIGURACIÓN EN MACANUDO

«Todos los horrores del mundo vienen de la incapacidad para imaginar a los demás.» Carlos Fuentes

El creador argentino Ricardo Siri[1]

, conocido como “Liniers”, es un maestro de la historieta, con una

producción de notable recepción internacional, si bien hasta ahora ha recibido una escasa atención

crítica. Liniers ha venido desarrollando un estilo personal y una destreza narrativa que lo han hecho

descollar, en primer lugar, en Argentina, país donde la historieta forma parte de la historia cultural

nacional[2]

, y más tarde también su recepción viene siendo notable en países como España, Francia,

Perú, Brasil e Italia. En este artículo abordaremos aspectos de su obra más conocida, Macanudo[3]

,

una tira humorística diaria que desde 2002 publica La Nación y que, manteniendo este título ha sido

recopilada ya en ocho volúmenes.

2 EL UNIVERSO CREATIVO DE LINIERS

* * *

Liniers recoge una vasta herencia cultural que engloba influencias y expresiones artísticas de índole

diversa. En su obra se conforma así una rica amalgama bien estructurada mediante un estilo de

enorme originalidad, permeado de una risueña nostalgia y una aguda ironía. Gran observador de los

pequeños detalles, por lo general imperceptibles para los demás, detalles de nuestro tiempo y de la

naturaleza humana, el autor exhibe una gran imaginación y un sentido del humor que raya en lo ab-

surdo, lo surrealista y lo poético. Como un viejo alquimista, en sus personajes Liniers recoge las emo-

ciones humanas con el fin de exponer la relación entre el hombre y su entorno.

En estas páginas analizaremos, por un lado, los rasgos característicos del humor de Macanudo a partir

del estudio de cuanto se entreteje entre un lenguaje visual (viñetas, imágenes, tipos de planos y an-

gulación, globos, bocadillos, cartuchos, formatos o colores) y un lenguaje verbal (onomatopeyas, tipo

de gráfica o contenido semántico) contextualizados en unos determinados segmentos temporales y

acciones narrativas, con unos temas y personajes a los que Liniers recurre más de una vez, presen-

tando igualmente a otros de manera esporádica.

Por otro lado, el objetivo de nuestro análisis también es el de mostrar la coherencia entre el valor

artístico de Macanudo y los elementos que constituyen la obra: las marcas estilísticas del creador, los

elementos gráficos, los personajes, las referencias culturales, los temas que se reiteran y cobran ma-

yor significado (la alteridad, las emociones, la cotidianidad, entre otros). A través del juego reiterativo

de dichos elementos, el autor nos invita constantemente a entrar activamente en su mundo. Con

ellos resalta la función lúdica del arte, mostrándole insistentemente al lector factores fundamentales

de la misma: las ideas, las sensaciones y las emociones. Además, su propia libertad artística le permite

no sentirse encerrado bajo un personaje o un esquema determinados, lo cual logra a través de un

proceso constante de experimentación. De ahí que a Liniers no le guste mantener esquemas fijos, al

contrario, se divierte con la exploración de las distintas posibilidades estilísticas que le ofrece la viñe-

ta diaria, tales como el recurso al humor negro y la enfatización de los procesos metaficcionales.

Precisamente con relación a las viñetas, es necesario señalar que, como en otras creaciones de dila-

tada trayectoria, la esporádica lectura de una viñeta no revela el complejo universo de la obra. Y es

que solo una lectura global permite descubrir que, bajo la aparente desconexión entre las viñetas, en

Liniers emergen isotopías que manifiestan la armonía de la obra.

1. Aspectos estilísticos de Macanudo

El estilo de Macanudo se caracteriza por la fantasía, el factor sorpresa, el humor absurdo, la poetici-

dad, la cotidianidad, la prosopopeya, la obviedad, el aspecto lúdico de la creación y la experimenta-

ción constante, tanto formal como temática en la tira humorística.

Uno de los rasgos definitorios de su estilo es la actitud reivindicativa de la libertad artística, que le

permite explorar ilimitadamente todos los aspectos de la creación a través de la fantasía, elemento

fundamental que Liniers enarbola como ingrediente indispensable para la vida, ya que no solo ayuda

al niño a crecer y a comprender el mundo, sino que también sirve en la madurez para desvincularse

de la rutina que acaba cegando al ser humano. La fantasía, capacidad humana que se mantiene viva

incluso entre adultos, como Liniers subraya, es considerada elemento neurálgico en esta obra dirigida

principalmente a un público adulto, como muestra la siguiente viñeta:

Tebeosfera nº 10 3

V/2/22[4]

.

La sorpresa es otro elemento estilístico indispensable, cuya importancia Liniers recalca al utilizar una

cita del humorista norteamericano Bill Watterson con la que abre el primer Macanudo: “La sorpresa

es la esencia del humor. Así que al hacer una tira diaria, el desafío es sorprenderse a uno mismo”

(2003: 4). Este mecanismo desempeña distintas funciones a lo largo de las viñetas: por un lado, es un

elemento clave que induce a la risa, como afirma en una entrevista el propio Liniers (Valle, 2006: 3);

por el otro, se trata de un instrumento eficaz para sacar a la luz el asombro característico del mundo

infantil. Ello acontece, por ejemplo, cuando Liniers nos acerca al mundo de Enriqueta, uno de los

personajes axiales de la obra, donde paradójicamente el adulto se sorprende y a veces se conmueve

leyendo el pasmo inusitado que provoca en la niña la cotidianidad. Una ulterior función de la sorpresa

es llevar a la reflexión, y así a tomar conciencia de una concreta situación. Liniers considera funda-

mental la simbiosis entre sorpresa y humor absurdo, ya que, como apuntó en otra entrevista, son

elementos que constituyen “la herramienta perfecta para la sorpresa, y la sorpresa es esencial para el

humor, es una aliada muy fuerte. Además, el absurdo te da libertad” (Stier, 2009: 2). En Macanudo,

las fuentes más citadas en torno al absurdo son Charles Chaplin y Monthy Python en el mundo cine-

matográfico.

Para captar el humor es indispensable que se establezca una complicidad entre el artista y sus lecto-

res. Como Alicia tras el conejito blanco, hay que dejarse llevar a ese mundo al revés que permite ver

la realidad con otra mirada, esto es, a través de la lente distorsionada del autor, quien nos descubre

su visión del mundo. Y es que el sentimiento del absurdo surge, como apuntó Noguerol (1995: 30),

cuando el hombre racional capta la disparidad existente entre lo que anhela y lo que en realidad

encuentra. De este modo el creador “critica la falsedad de los principios que rigen nuestra existencia,

ataca los excesos de la tecnología moderna y denuncia la deshumanización del hombre enfatizando la

trivialidad de su vida diaria” (ídem).

Liniers es un artista que consigue crear una fuerte empatía entre el lector y el personaje que protago-

niza una situación humorística en escenas cotidianas[5]

, sin caer nunca en sentimentalismos o afecta-

ciones, transformando de este modo la risa en sonrisa cómplice, derivada del humor considerado

como “fruto de la melancolía de un alma elevada que llega incluso a divertirse con aquello que le

entristece” (Acevedo, 1966: 281). Este uso particularmente marcado del pathos es lo que refuerza el

sentimiento poético en la obra. La revalorización de la humanidad se consolida y, como el propio

Liniers expresó en una entrevista (Gorodischer, 2006), la maldad es una carencia de empatía provo-

cada por el aislamiento que comporta la vida deshumanizada de la ciudad; por tanto, uno de los obje-

tivos del artista es advertirnos de la existencia de este peligro. Para resumir el humor de Macanudo,

sirva parafrasear a Baroja, quien afirmó en La caverna del humorismo (1919: 58):

4 EL UNIVERSO CREATIVO DE LINIERS

Es indudable que allá donde hay un plano de serenidad, de respetabilidad, hay otro plano de risa y

burla. Lo trágico y lo épico se alojan en primer plano, lo cómico en el segundo, el humorista salta

continuamente de lo uno a lo otro y llega a confundir a los dos; de aquí que el humorismo pueda

definirse como lo cómico serio, lo trivial trascendental, la risa triste, filosófica y cósmica. Esta mezcla

cómico-romántica, cómico-patética, cómico trágica, da un gusto agridulce que es el sabor de las obras

de humor.

Se trata, pues, de una risa de marcada hondura que se desarrolla a partir de situaciones triviales,

trascendentales, derivada de la contradicción existente, en algunos casos, entre las aspiraciones de

sus personajes y las debilidades que estos muestran.

Otro elemento del estilo de Macanudo es que su creación plasma un universo microhistórico: hay un

afán constante por detenerse y mostrar detalles de la vida cotidiana de sujetos anónimos con un fin

ejemplificador. Es el caso de la serie “Gente que anda por ahí” y de muchos otros personajes. Por ello

a Liniers le gusta demorarse y mostrar la obviedad, lo evidente, lo cotidiano, las conductas habituales,

lo que llamamos comúnmente vida diaria, lo que más trabajo cuesta ver, pues esa normalidad no

viene cuestionada ni analizada por el hombre, ya que lo obvio acaba siendo invisible, de modo que la

sociedad se va fosilizando. Y es aquí donde el autor porfía en el intento de desautomatizar acciones y

hacer conscientes actos reflejos:

IV/1/40.

2. Los elementos gráficos en las viñetas

En la era digital, Liniers se muestra como un artesano, pues no delega parte alguna de su trabajo

creativo a colaboradores especializados (guionistas, decoradores, entintadores, letristas o coloristas),

sino que él mismo realiza su obra desde el principio hasta el final con tinta china y acuarela, y lejos de

parecer anticuado, paradójicamente resulta novedoso. Su técnica en el uso de los colores pastel se

acerca a los orígenes de los dibujos animados y a los cómics de las primeras décadas del siglo XX, lo

que aumenta la sensación de una atmósfera onírica que potencia semánticamente con sus mons-

truos, sus “cosos” y sus espacios intergalácticos, así como con el uso frecuente de sombreros, para-

guas, pipas y pajaritas que remiten a un tiempo indefinido del pasado, confiriendo una percepción

anacrónica al texto. Dicha suspensión temporal aleja momentáneamente al lector del mundo real y

crea un distanciamiento subjetivo que ayuda a aceptar con buen humor las críticas que Liniers realiza

de nuestra sociedad.

Tebeosfera nº 10 5

Si sus sujetos y temas nunca son previsibles, tampoco lo es la composición formal de la viñeta, ya que

la tira refleja las mismas características de variación. Entre los rasgos definitorios de Macanudo que

más le gustan al autor, destaca precisamente la ruptura de estructuras habituales de un formato

aparentemente rígido como es el de la tira. Así, se inserta en la tradición ligada a la experimentación

gráfica característica del género desde sus inicios, con precursores como el estadounidense Winsor

McCay, autor de series a principios del siglo XX como Little Sammy Sneeze y Dream of the Rarebit

Fiend.

El formato de la viñeta y su secuenciación son parte integrante de la información semántica global.

No se trata de un simple marco donde circunscribir el dibujo: Liniers incluye desde la clásica presen-

tación de una viñeta en tres o cuatro secuencias hasta viñetas con una secuenciación mayor. Los

marcos pueden ser rectilíneos, oblicuos, redondos, en zigzag, con filigranas, pueden aparecer seg-

mentados o ser continuativos. Así también, a veces, los límites de las secuencias desaparecen, mien-

tras que en otras ocasiones se remarcan contornos que no coinciden necesariamente con la última

secuencia a la que pertenecerían. A menudo esas líneas separadoras pierden el valor delimitativo y

fronterizo, pues unas veces aparecen imbricadas, mientras otras sobrepasan las líneas secuenciales

avanzando hasta la segunda o tercera secuencia, rompiendo la clásica división espacio-temporal de la

viñeta. De este modo aporta una mayor efectividad y semantización al conjunto de la historieta, co-

mo se aprecia en el siguiente ejemplo:

VI/1/87[6].

Entre las características que definen la composición interna de las viñetas resalta el modo de poten-

ciar las emociones y los sentimientos. Liniers lo exhibe a través de extensiones de un fragmento del

cuerpo o de la indumentaria de los personajes. Por ejemplo, a través de la insistente extensión de los

brazos pone de relieve los anhelos, la confusión, los deseos frustrados y, sobre todo, la incomunica-

ción entre seres humanos:

VII/3/67[7].

Otra extensión frecuente se da con los gorritos puntiagudos o bonetes de los duendes, protagonistas

6 EL UNIVERSO CREATIVO DE LINIERS

habituales de Macanudo, con los que Liniers refuerza el componente lúdico de los mismos:

VI/3/51[8].

Igualmente destacable es el carácter expresivo del rotulado. Como muestra el siguiente ejemplo, la

disposición de los caracteres refuerza irónicamente el ambiente en que se desarrolla la viñeta: el halo

de misterio se remarca por la presencia de un viento que acompaña al hombre de negro, y un ritmo

cuasi melódico conforma la escritura.

III/1/60[9].

En Macanudo predomina un dibujo más emotivo que descriptivo. Más que contar una vivencia, Li-

niers transmite un pensamiento, define un sentimiento, esboza un concepto, manifiesta una idea,

valiéndose para ello de procedimientos como el predominio de figuras y el uso de colores planos. Las

primeras, a menudo, carecen de movimiento, son semifijas y están aisladas en un fondo sin profundi-

dad y vacío, lo que favorece la idea atemporal del dibujo y focaliza el tema que el autor quiere suge-

rir. La configuración de los distintos planos evidencia que se coordinan armónicamente con el resto

de la composición icónica y refuerzan la unidad semántica que se persigue. Además, el tiempo viene

escandido tan lentamente que las secuencias de las viñetas recuerdan los fotogramas de una película,

de modo que esta ralentización -y hasta suspensión temporal- provoca una sensación de silencio, de

melancolía y de poeticidad que induce a la reflexión.

3. Los personajes de Macanudo

En Macanudo, por lo general Liniers caracteriza a los personajes con trazos dulces, sencillos y aparen-

temente muy parecidos entre sí a primera vista. Sin embargo, al observarlos detenidamente se dis-

tingue su pormenorizada diferenciación: un tipo diverso de sombrero o de corbata; la forma de la

barba o el peinado; la dimensión de la nariz, de las orejas o de las arrugas de la frente. De este modo

se acaba descubriendo una obsesión de Liniers por los pequeños detalles con que distingue a sus

Tebeosfera nº 10 7

personajes. Valga como ejemplo el primer Macanudo, donde en cubierta y contracubierta se muestra

un enjambre humano donde todos los personajes aparentemente son iguales, aun cuando son dife-

rentes: sus rostros ovales se caracterizan, entre otros, por ojos con cuencas vacías y narices rojas de

dimensiones bastante pronunciadas en los hombres. Pueblan el mundo de Macanudo personajes que

aparecen, desaparecen o reaparecen a lo largo de sus viñetas. Dada su multiplicidad, seguidamente

se seleccionan aquellos de mayor relieve, bien por su número de presencias, bien por su notorio valor

metafórico, distinguiendo también el mundo infantil y el adulto que los personajes configuran y habi-

tan.

3.1. El mundo infantil

Con relación a los principales personajes individuales, el mundo infantil en las tiras de Macanudo lo

protagonizan Enriqueta, Fellini, Madariaga, Martincito, Olga, Origami Boy y los personajes de la serie

“Charlas entre chicos de cinco años”.

a) Enriqueta es un personaje clásico de Macanudo que recoge la iconografía de la niña, como lo fue-

ran en su tiempo Periquita, La Pequeña Lulú o Mafalda[10]

. Nunca aparece acompañada de otros seres

humanos, y su aparición llega a constituir una serie en el seno de la obra. Sus amigos son Fellini (un

gato) y Madariaga (un osito de peluche con el que solo puede establecer monólogos). La madre, per-

sonaje recurrente, solo aparece como una voz en off cuyos diálogos, a través de Enriqueta, se mues-

tran directa e indirectamente. La relación entre ellas es distante y fría: la voz del adulto refleja el

mundo de las reglas frente al mundo infantil e imaginario de la niña. Entre ambas no existen puntos

de intersección. En este sentido, resulta significativo el vocativo utilizado por Enriqueta para dirigirse

a su madre, pues no usa en ningún momento el término afectivo “mamá”: en su lugar, al llamarla

“madre”, el tratamiento de respeto y formalidad refuerza la distancia mencionada.

A través de la niña Liniers consigue crear un vínculo afectivo inmediato entre el lector y el personaje.

Nos conduce al limbo olvidado de la infancia gracias a los juegos, la gestualidad, la impaciencia, la

curiosidad y las bromas. La magia y la fantasía envuelven todo cuanto observa. Esta inconsciencia se

complementa con la capacidad más reflexiva que, en muchos casos, llega a ser poética. La niña tam-

bién muestra a veces una cierta tristeza pergeñada por su soledad, su amor a los libros y a la lectura,

su ensimismamiento, su interés por capturar el momento y disfrutarlo.

IV/1/20[11].

Por ello, Enriqueta simboliza modélicamente el mundo infantil, en el cual “uno es más parecido a uno

mismo” (III/2/74), tal como ella apunta, y es capaz de asombrarse ante las pequeñas cosas de la vida.

8 EL UNIVERSO CREATIVO DE LINIERS

Así, Enriqueta nos recuerda el placer del ocio y la esencia de sentidos como ver, sentir y tocar. Consi-

gue apreciar la naturaleza por lo que vale y no por lo que cuesta:

Además, Enriqueta banaliza hasta la ridiculización el mundo tecnológico creado por los adultos, y así

apunta: “No importa lo que digan las publicidades, no creo que un teléfono celular sea la gran cosa”

(III/2/81); o en otro lugar: “Mucho juego en 3D, on line, para jugar en red… pero la verdad es que si

querés una expereriencia 3-D posta… ¡la hamaca!” (III/2/88). De esta manera, Enriqueta remarca su

visión infantil ante las cosas primigenias, el instante, el constante asombro al contemplar el universo,

e incluso ante el libro como amigo ideal para la exploración de otros mundos: “Me gusta mirar mi

biblioteca. Está llena de universos” (III/2/83). Consigue ver lo que los adultos ya no perciben: esta

capacidad infantil única se plasma iconográficamente con la atribución de pupilas en sus ojos, mien-

tras los mayores tienen las cuencas vacías.

b) Fellini toma su nombre de un acertado juego de palabras entre ‘felino’ y ‘Fellini’, como homenaje

al apellido del gran cineasta italiano. Compañero inseparable de Enriqueta, también él evoca relevan-

tes figuras felinas y cinematográficas: Félix, Krazy, Dot o Mooch, como se indica en la viñeta IV/3/20.

Fellini encarna la celebración de la amistad y la armonía: “Un amigo puede ser considerado como la

obra maestra de la naturaleza” (IV/I/91). Pese a la especial relación con Enriqueta, es su contrapunto,

e incluso aparece en varias historietas sin la niña.

c) Martincito y Olga constituyen otra serie infantil que comienza a aparecer en los últimos tres volú-

menes de Macanudo. Representan la exaltación de la imaginación y la fuerza que encierra, reflejada

en la siguiente cita de Picasso: “Todo lo que puedes imaginar es real” (VI/3/85).

VII/1/61.

Olga es la proyección material del amigo imaginario, un monstruo con nombre femenino. Martincito

ha conseguido exorcizar el miedo infantil hacia los monstruos transformándolo en una amistad inse-

parable: Olga, personaje imaginario a quien ha creado, se convierte en su álter ego y en su mascota, y

le ofrece la seguridad que le falta en la vida cotidiana.

Curiosamente, Olga y cuantos monstruos aparecen en Macanudo tienen enormes ojos con pupilas

que sirven para recalcar la idea de Liniers, es decir, solo a través de la imaginación se consigue ver. En

las tiras se delinean atributos de la imaginación, al tiempo que se observan las contradicciones al

concebir un amigo imaginario, pues Martincito, por ejemplo, a Olga le atribuye tanto características

etéreas como físicas cuando le transfiere sus problemas cotidianos[12]

. A lo largo de la obra, este

monstruo adquiere vida propia: “A veces no sé cómo imaginás cosas que yo nunca podría imaginar

siendo que yo soy el que te está imaginando a vos” (VIII/3/77) y muestra sus propios deseos.

d) Otros personajes del mundo infantil menos frecuentes surgen en las series “Charlas entre chicos de

Tebeosfera nº 10 9

cinco años” y “Origami Boy”. Este último es un homenaje al cómic japonés: el niño protagonista ima-

gina que es un héroe cuyo poder se basa en la capacidad de dar vida a sus criaturas, que son origa-

mi[13]

, es decir, figuras de papel.

3.2. El mundo adulto

En Macanudo surgen personajes como “El señor del banjo”, “José Luis el infeliz”, “Pan chueco”, “Al-

fio, la bola troglodita” y “Conceptual incomprensible”, así como Figueroa, los deportistas o el detecti-

ve, cuyas series menores sirven para configurar el micromundo de Macanudo. No obstante, el mundo

adulto lo habitan principalmente los siguientes personajes:

a) “El misterioso hombre de negro” es tanto el título de una serie como el personaje en sí más abier-

to, al ser el menos caracterizado de todos. Además, no habla, lo cual lo convierte en una incógnita

para el lector con la que el autor se divierte. Viste con capa y chistera, su cara se asemeja a la de un

muñeco de nieve y evoca la caricatura de un personaje romántico anacrónico:

II/2/39.

Dicha incógnita se evidencia, por ejemplo, cuando en una historieta un conejo (trasunto de Liniers)

cita una frase de Buñuel y asevera: “El misterio es el elemento clave de toda obra de arte” (I/3/94), y

más tarde se completa este significado en otra viñeta con palabras atribuidas a Einstein: “La vida es

un misterio, no un problema para ser resuelto” (IV/3/52). El hombre de negro simboliza, pues, la

quintaesencia del arte.

VIII/1/61.

Lo acompaña un pájaro negro, su atributo[14]

. En la rica simbología que ha adquirido esta ave en las

distintas épocas y culturas, encontramos los más cercanos referentes en Die Krähe, de Schubert, The

Raven, de Poe y The Birds, de Hitchcock. En Macanudo, siguiendo con lo ya apuntado, el cuervo o

10 EL UNIVERSO CREATIVO DE LINIERS

pájaro negro simboliza el misterio de la vida y de la obra artística.

b) En la serie “Las verdaderas aventuras de Liniers” se muestra el trasunto del autor, quien aparece

como un tímido conejo blanco antropomorfo que evidencia los problemas habituales de un creador:

Aparte de su presencia en Macanudo, este conejo se convertiría más tarde también en el álter ego de

Liniers en la obra Conejo de viaje (2008). No se trata de un heterónimo ni de ningún tipo de desdo-

blamiento de personalidad, sino de una máscara. De este modo el autor deviene un personaje más

cuyo disfraz le permite la autorreferencia sin verse demasiado expuesto, como explicó en una entre-

vista el propio Liniers (Braceli, 2009).

c) Si en el mundo surrealista de Macanudo todos los objetos tienen sentimientos, Z-25, el robot sen-

sible encierra una sensibilidad que cuesta encontrar a menudo en el hombre. Este amasijo de hierro

es otro de los personajes singulares, al igual que Olga y los pingüinos, sobre los que volveremos. El

robot pletórico de sentimientos y emociones, de amor por la naturaleza y preocupación por el futuro

es, junto con Enriqueta, el personaje más poético. Si Olga es un monstruo personificado y los pingüi-

nos -que presentamos en el siguiente epígrafe- tienen alas pero no pueden volar, el robot exhibe los

sentimientos típicos de un ser humano, a pesar de ser una máquina. Su sensibilidad recuerda al Hom-

bre de Hojalata, creado por L. Frank Baum en 1900 (El maravilloso Mago de Oz), cuyo máximo deseo

era poseer un corazón para tener sentimientos:

VI/1/56.

d) “Lorenzo y Teresita” es una serie que representa los aspectos de la convivencia. En ellos el amor se

aleja del estereotipo romántico y muestra los aspectos más íntimos, cotidianos e intranscendentes

que se producen en la vida de una pareja.

e) Las series “El señor que traduce los nombres de las películas” y “La vaca cinéfila” muestran el inte-

rés de Liniers por el cine. En la primera, el circunloquio del título sirve para nombrar y presentar a un

personaje habitual que carece de nombre. El autor ridiculiza la falta de imaginación en la elección de

los títulos de ciertas películas, así como el modo en que vienen traducidos[15]

. La segunda serie, “La

vaca cinéfila”, expone y sintetiza los mecanismos más previsibles del séptimo arte mostrando la trivia-

lización de la realidad a través del código cinematográfico[16]

.

f) En la serie “Cosas que a lo mejor le pasaron a Picasso” cristaliza la admiración de Liniers por una de

las figuras fundamentales del arte contemporáneo en el siglo XX. El autor hace una reconstrucción

totalmente ficticia de la vida y obra de Picasso, que parodia junto con la de otros artistas que éste

pudo haber conocido: Breton, Dalí, Hemingway o Kalho, a través de actos cotidianos e insignificantes.

Llama la atención el hecho de que Picasso use el voseo y expresiones típicamente argentinas, adap-

tándose así al ámbito lingüístico del autor, quien añade una situación cómica para el lector al imagi-

nar al pintor con acento porteño:

Tebeosfera nº 10 11

IV/2/55.

Hay otra serie basada en artistas concretos que le sirven a Liniers como excusa para burlarse de las

musas, de la inspiración, entre otros: Marcel Duchamp; Franz Kafka; Edgard Alan Poe; Julio Cortázar y

Edvard Munch[17]

.

3.3. Galería de personajes colectivos

Al adentrarnos en esta galería destacan las siguientes series y personajes, humanos o no:

a) En la serie “Gente que anda por ahí”, el autor nomina a numerosos personajes caracterizándolos y

haciéndolos únicos, aunque sea por un instante, para luego dejarlos desaparecer en la masa. A veces

vienen descritos con una particularidad con la que, en algunos casos, el lector puede identificarse.

Otras veces simplemente vienen capturados in fraganti. Para ello un narrador omnisciente en tercera

persona no deja espacio a posibles monólogos o diálogos, como sucede con muchos otros personajes

anónimos puntuales. En este caso se trata de encuentros fugaces con el lector.

b) Las series del colectivo animal y muchas viñetas corales de personajes humanos muestran a menu-

do a un individuo diverso, bien por tener atributos diferentes, bien por estar fuera de lugar[18]

. Este

individuo heterogéneo, como elemento distorsionador, remarca en la obra la diversidad que tanto le

gusta mostrar al autor. Esta idea la enriquece a menudo con el mundo de los insectos o las aceitunas.

III/1/21.

c) Los duendes son otras de las figuras más populares de Macanudo. Personifican nuestro inconscien-

te y son los hacedores de los sueños y los actos fallidos; son los ejecutores de las cosas inexplicables

que nos ocurren a diario[19]

. En muchos casos sus travesuras recuerdan la figura del Puk shakespea-

12 EL UNIVERSO CREATIVO DE LINIERS

riano[20]

. Son seres mágicos con poderes especiales que saben disfrutar de la vida y a veces se com-

portan de manera extraña[21]

. El autor los caracteriza como personajes vírgenes, que sufren eisoptro-

fobia y temen que el viento les arranque sus enormes bonetes de colores con los que Liniers juega a

lo largo de la obra[22]

. Otras de sus características son sus amores imposibles, sus constantes peleas, el

placer de tomar té, la música, la moda y las apuestas[23]

.

I/2/74.

d) Una de las series más famosas de Macanudo es la protagonizada por pingüinos. Si por un lado el

autor recoge la idea común de que estos animales son dulces y graciosos por su torpe modo de an-

dar, por el otro plantea la semejanza de los pingüinos en sus aspiraciones y miedos con los seres hu-

manos. Estos personaje sueñan con llegar a volar un día, sufren la soledad y el aburrimiento en la

vasta Patagonia y asimismo evidencian los problemas típicos de los hombres para afirmar la propia

individualidad ante la masa[24]

.

I/3/86.

e) Otro grupo colectivo lo conforman las ovejas, ejemplo de animal gregario por excelencia. Esta serie

recuerda el humor surrealista de Larson en The Far Side (1980). Liniers ridiculiza el comportamiento

humano a través del humor absurdo: entre el rebaño puede aparecer la teoría de la evolución como

la ley de la gravedad o el teatro conceptual, mas las ovejas también bailan, se peinan a la moda o

practican deportes[25]

.

f) Los peces, tributo a los Monty Python (1983), cautivos en una pecera reflexionan sobre la vida con

diálogos absurdos, irónicos y surrealistas[26]

.

g) “El mundo de Oliveiro” es una serie cuyos protagonistas son aceitunas, y cuyo personaje principal

es precisamente Oliveiro, que se caracteriza por llevar un sombrero y consigue siempre escapar al

destino de sus compañeras, las cuales, al mostrarse siempre más inconscientes, terminan por ser

Tebeosfera nº 10 13

ingeridas. La serie, que es la que posee mayores tintes de humor negro, plantea a menudo un desen-

lace previsto. En el mundo de Oliveiro se dan también conflictos humanos en clave humorística origi-

nados por el amor, la integración racial, la compasión o la venganza[27]

.

4. Referencias culturales en Macanudo

Tanto explícitas como implícitas, las referencias culturales que aparecen en Macanudo son innume-

rables. Se trata de un intento de compartir aficiones y divulgar los propios gustos, entretejiendo una

red de inputs culturales. En alguna rara ocasión se filtra su escepticismo al burlarse de los críticos de

arte (I/2/17; VI/3/39). El autor se deleita en dar a conocer sus preferencias e influencias literarias,

musicales, cinematográficas o pictóricas:

I/1/84.

Así, en Macanudo hallamos referencias cinematográficas como La dolce vita (I/2/37), El chico (I/3/37),

Viaje a la Luna (I/3/49), El Llanero Solitario (II/3/67), Casablanca (II/1/95), Tiempos modernos

(III/1/14), Lo que el viento se llevó (III/2/42), La escalera de caracol (V/2/85), Los tres chiflados

(VI/1/93), Mary Poppins (VII/2/86), Freaks (VII/1-2/87; VII/2/89). Igualmente referencias sobre textos

literarios: Mujercitas (I/1/45), Hamlet (I/2/33), De la Tierra a la Luna (I/3/49), La vuelta al mundo en

ochenta días (V/2/88), Veinte mil leguas de viaje submarino (VII/3/20; VIII/2/6), Miguel Strogoff

(VIII/2/86), Los viajes de Gulliver (I/1/59), Alicia en el país de las maravillas (II/3/32, III/3/27), Peter

Pan y Wendy (II/1/44), Tom Sawyer (II/1/65), El principito (II/1/73), Las crónicas de Narnia (III/1/44),

Ulises (IV/3/71), El código Da Vinci (IV/3/71), El gato negro (III/2/50), Frankenstein (V/1/7), Las aven-

turas de Pinocho (VI/1/30). A pesar de estas referencias concretas a títulos de obras cinematográficas

o literarias, otras muchas aluden al campo cultural en general: Fred Astaire (I/2/25), Henri Matisse

(I/3/48), Luis Buñuel (I/3/94), Jacques-Louis David (II/1/90), George Bernard Shaw (III/1/37), Caetano

Velhoso (III/1/75), Oscar Wilde (III/3/85), Baldomero Fernández Moreno (III/2/87), Albert Einstein

(IV/3/52), Ralph Waldo Emerson (IV/1/91), Alfred Hitchcock (IV/2/93), Tim Burton (IV/1/80), Francis-

co de Goya (IV/1/87), Michael Jackson (V/2/4), Bill Gates (V/3/21), Franz Kafka (V/3/25), Horacio

Quiroga (V/3/28), Domenico Modugno (V/2/41), Woody Woodpecker (V/1/53), Andy Warhol

(V/1/65), Arthur Rimbaud (V/1/81), Julio Cortázar (VI/2/7), Stephen Hillenburg (VI/1/37), Pieter Cor-

nelis Mondriaan (VI/3/44), Gustav Klimt (VI/2/54), William Blake (VI/2/78), Pablo Picasso (VI/3/85),

John Steinbeck (VII/ 2/95), Quino (VIII/1/13). Del mismo modo, numerosas son las referencias paródi-

cas en torno a creadores como Caravaggio (III/2/15), Scott Joplin (V/1/6), Alejandro Lerner (V/3/34),

Stephen Edwin King (V/3/49), Samuel Beckett (V/2/55), (VII/2/83), René Magritte (VI/2/95), Samuel

Morse (VII/2/62), Joanne Rowling (VII/3/27), Frank Gehry (VII/1/35). También surgen referencias

lúdico-infantiles a través de encadenamientos, de la fórmula tradicional de cierre de cuentos (“y viven

felices, comen perdices...”), juegos, canciones populares, bromas, contar y cantar, creencias popula-

14 EL UNIVERSO CREATIVO DE LINIERS

res[28]

.

5. Los temas principales

Las tiras de Macanudo, como hemos destacado, son un modo de acercarnos al mundo, de hacernos

descubrir y reflexionar sobre el hic et nunc, de mostrarnos nuestra fragilidad y, por ende, constituyen

una obra mediante la cual se persigue que el lector, ante todo, esboce una sonrisa y reflexione sobre

el mundo. Liniers muestra una cosmovisión integrada por elementos que aportan un contacto prima-

rio con la naturaleza[29]

(árboles; cambio de estaciones; nubes...) y, además, son propios del universo

que el creador considera importante para un desarrollo emocional estable (V/2/76). Así, la multiplici-

dad de temas que convergen en los textos se configura a partir de la armonía necesaria entre el mun-

do exterior y el interior, entre el individuo y cuanto lo rodea.

En primer lugar, Liniers aborda el mundo como lugar de pertenencia, como espacio familiar de asom-

bro y arrobo que exige respeto y atención. Este modo de contemplarlo se concreta en muchas tiras

de personajes como Enriqueta y Z-25, el robot sensible, y hasta en algunos de aislada presencia. De

ahí que resulte fundamental la actitud vital. Ya el mismo título, Macanudo, entraña una visión opti-

mista y una aceptación de la vida. La lectura global del texto permite constatar que las expectativas

creadas por el título no se rompen. Pese a los momentos críticos de soledad y de nostalgia que tam-

bién definen al ser humano, la percepción generalizada que tiene el autor sobre el hombre y la vida

es siempre positiva. Liniers plantea la vida como asombro continuo por el mero hecho de estar vivos:

“En la vida hay que ir siempre para adelante, Enriqueta / ¿Por qué? ¿Qué hay delante? / Más vida …”

(I/3/77). Y la vida hay que vivirla con coraje y esperanza:

IV/3/69.

Es necesario, por lo tanto, empezar por la aceptación de uno mismo y de la propia existencia como un

hecho contingente y extraordinario mientras dura.

IV/3/29[30].

Tebeosfera nº 10 15

En su concepción del mundo Liniers recuerda que el ser humano integra un universo que, por mucho

que nos esforcemos en conocer, resulta inabarcable. Es esta cualidad inaprensible la que provoca en

el hombre angustias existenciales sobre las que Liniers ironiza, como siempre, con el fin de hacernos

reflexionar, en este caso concreto, a partir de la frivolidad del personaje:

II/2/78.

En esta actitud positiva hay que incluir también su percepción del tiempo, según la cual su transcurso

no crea angustia sino que se acepta en su inconmensurabilidad y se percibe siempre a través de las

numerosas acciones desarrolladas en un día y, por extensión, a lo largo de la vida. Tal insistencia en el

transcurso del tiempo expone cómo nuestro paso por el mundo es transitorio[31]

y cómo la posibilidad

de planificar el futuro[32]

está marcada por el escepticismo. En líneas generales, Liniers plasma las

grandes dudas existenciales con ligereza e ironía[33]

. Un ejemplo fehaciente de su actitud vitalista lo

resumen estas palabras: “Aprender a volar… no es fácil. Aprender a caer… tampoco. Pero vivir en el

suelo… aburre” (VIII/1/5). Este vitalismo, además, se opone a la racionalidad y a la imposición de

reglas que encierran la fuerza vital y que el hombre debe recuperar para alcanzar una existencia ple-

na.

En segundo lugar, diametralmente opuesto se halla el mundo material, vacío y ciego, propio de los

adultos, un mundo que se manifiesta alejado de la naturaleza y del orden previamente apuntado. Así

lo percibe Gutiérrez:

I/3/71.

16 EL UNIVERSO CREATIVO DE LINIERS

Liniers muestra a un hombre solitario, anónimo, que vive en ciudades hostiles y deshumanizadas[34]

:

V/3/20[35].

Obsérvese que es un hombre que carece de pupilas porque ha perdido la sensibilidad, la capacidad de

observación, aunque en algunos breves momentos se muestre vulnerable ante una emoción o en él

aflore el niño que lleva dentro[36]

. En este ambiente adverso resulta de vital importancia el hado y la

persistencia en la idea del encuentro o desencuentro fortuito de los personajes[37]

. En una ciudad,

como en una colmena, las personas se mueven frenéticamente, buscan con cierto afán la felicidad,

pero les cuesta trabajo encontrarla, en muchos casos porque la dejan pasar de largo sin darse cuenta:

III/2/39.

En otros casos el ser humano no consigue aferrar la felicidad (I/2/77). No es casual que acontezcan

novedades en las esquinas como lugar neurálgico de cruces y encuentros[38]

. Y es que una esquina

representa el paso previo a nuevas expectativas; en ella convergen corrientes, destinos, deseos y,

cómo no, pueden confluir corazones. Cuando esto sucede hay un momento mágico, los personajes

levitan[39]

, las esquinas se despiertan y hablan:

Tebeosfera nº 10 17

II/2/23.

Esta persistencia en la idea del azar[40]

se hace socarrona en otras ocasiones:

III/3/11.

Como muestra la siguiente viñeta, el enamoramiento llega casualmente como un flechazo sobre al-

guien conocido o no; prevalece la idea de que el amor permite ver y reconocer al otro, de modo que

este milagro cotidiano transforma la vida de los solitarios sujetos urbanos:

18 EL UNIVERSO CREATIVO DE LINIERS

VIII/1-2-3/9[41].

Liniers también muestra en muchas viñetas cómo la soledad deriva de un pesar por la ausencia o la

pérdida de alguien o algo[42]

que puede llevar a una profunda melancolía[43]

. Igualmente notable es el

tratamiento de la soledad entre la muchedumbre (I/2/59): por ejemplo, hay viñetas en las que apare-

cen seres que viven aislados e incomunicados, como O’Farrell, aludido como “ermitaño del faro de la

montaña”, personaje que dialoga solo o con la naturaleza[44]

. Liniers le atribuye el hecho de ser “el

hombre más solitario del mundo” (V/2/81).

En tercer lugar, destacable es el tratamiento del mundo emocional y de las relaciones interpersona-

les. El amor lo encarnan paradigmáticamente “Lorenzo y Teresita”, quienes muestran sus desencuen-

tros cotidianos por hechos como los ronquidos del otro[45]

, así como la posibilidad de poder amar

pese a la dificultad de no llegar a conocerse por completo: “Nunca te voy a terminar de conocer, pero

igual te voy a querer” (III/1/92). En otras tiras surgen personajes no definidos que muestran la incom-

prensión en la pareja, lamentan la falta de amor, plañen por haberlo perdido o temen no encontrarlo

nunca:

II/2/58[46].

Aunque la plenitud se alcanza a través del amor y la amistad, Liniers muestra de forma caleidoscópica

los obstáculos que impiden ser felices a los personajes Uno de los escollos lo representa la timidez,

cohibición que conlleva un aislamiento social[47]

. En otras ocasiones se trata de una carencia de com-

pañía, como en el caso del robot Z-25, que no encuentra a nadie que lo entienda o lo ame: es un mar-

ginado por su diversidad (I/3/36). Dicha plenitud la representan fundamentalmente los niños (Enri-

queta con su gato Fellini y su osito Madariaga, y Martincito con su amigo imaginario Olga). Se plantea

como estado de revelación del difícil acceso al mundo adulto, un mundo inmerso en un caos urbano

deshumanizado. Un ejemplo simbólico de amistad lo ofrece la siguiente viñeta, donde en el encuen-

tro entre dos seres distintos se detallan las condiciones necesarias para que se establezca un vínculo

amistoso:

Tebeosfera nº 10 19

II/1/62.

En cuarto lugar, la cotidianidad impregna toda la obra desde diferentes perspectivas. Se recoge en

numerosas tiras cuyos sujetos, por lo general, son anónimos. Se muestra un conjunto de instantes

fútiles e íntimos con los que Liniers consigue implicar emotivamente al lector en acciones insignifican-

tes, comunes a todos nosotros (II/2/73): “No sé por qué cada vez que le traen un café apoya la cucha-

rita sobre el líquido para ver si flota. A veces flota. A veces no. Las cosas poco importantes que hace-

mos son más” (V/1/19). Similares elementos se ven acentuados en las tiras de “Gente que anda por

ahí”, conformadas por secuencias independientes, protagonizadas por individuos solitarios cuyo tran-

che de vie se aplica a una colectividad humana y social[48]

. En otros casos Liniers muestra hechos coti-

dianos, “extraños milagros estadísticos” (V/1/9) que acontecen simultáneamente por toda la ciu-

dad[49]

. Así, en la serie “El momento terrible” el creador se acerca a pequeños actos ridículos del ser

humano[50]

, lo cual sirve para que el lector se detenga y reflexione sobre actos inconscientes y auto-

máticos en los que hoy día nadie suele reparar.

En esta visión de la realidad diaria, en Macanudo se focalizan los medios de comunicación, la publici-

dad, la tecnología, la moda, la cirugía estética y hasta la televisión basura, con una crítica particular-

mente dirigida contra los shows y los reality shows[51]

, la vacuidad de la fama y la superficialidad:

I/2/66[52].

Liniers aboga por la calidad frente a los gritos y la cursilería[53]

. Así también, evidencia la posibilidad de

elección del individuo entre encender o apagar la televisión[54]

y denuncia la pasividad que esta

20 EL UNIVERSO CREATIVO DE LINIERS

crea[55]

. Muestra la fractura entre los modelos estéticos televisivos –virtuales– y la realidad, mundos

difícilmente conciliables (IV/3/93). Ese mismo abismo se refleja en clave paródica entre el mundo

publicitario y el real:

De repente Gelfi se encontró rodeado de mujeres con cabellos increíblemente sedosos. La ropa blan-

ca era tan blanca. La hamburguesa que le dieron en un restaurant de comida rápida era igual a la de

la foto. Todos tenían sonrisas brillantes. Lo que pasa es que Gelfi se filtró a un universo paralelo don-

de las publicidades cumplen sus promesas… (V/3/69)[56]

.

Al criticar la publicidad, Liniers muestra la rebelión de los consumidores ante la tiranía mediática:

II/2/7[57].

Su crítica se hace punzante cuando se trata de denunciar la publicidad fraudulenta y su efecto en los

destinatarios, como en la siguiente viñeta que expone la dificultad de agregar al hombre soñador e

ilusionado a la uniformidad que genera el mercado:

IV/1/45[58].

En consecuencia, Liniers no deja de mostrar con ironía los vicios de la sociedad consumista[59]

. Por

ejemplo, véase cómo la superficialidad se subraya en este diálogo entre Enriqueta y Fellini:

También se ofrece otra perspectiva en ejemplos como el siguiente, donde la arruga es bella porque es

el fruto de haber sabido disfrutar de la vida. Curiosamente, es el único caso de Macanudo, hasta el

momento, donde aparece un ojo bien delineado, asociándose así a la importancia que la risa tiene

como elemento vehicular para percibir la vida:

Tebeosfera nº 10 21

II/2/16[60].

VI/1/85.

Otro ejemplo de vacuidad lo exhibe el uso de la imagen en la política, donde la victoria, desde la

perspectiva publicitaria, pasa a través de medios como la televisión[61]

. Difícilmente el autor se mues-

tra como crítico político o social de manera abierta, pero su humor se vuelve mordaz cuando se trata

de criticar los hábitos morales de los políticos y de los poderosos en general:

VIII/1-2-3/9[62].

También Liniers ironiza sobre el abuso de términos vinculados a la novedad y la tecnología, poniendo

22 EL UNIVERSO CREATIVO DE LINIERS

de relieve el paso de la posesión de objetos y afectos reales al almacenamiento virtual de todos los

efectos personales (fotografías, agenda, diario, mensajes de correo electrónico, canciones…), lo cual

convierte al ser humano en presa fácil de pérdida de identidad cuando los medios técnicos, como un

teléfono celular, fallan por algún motivo[63]

. Además, su posesión no humaniza ni ayuda al hombre a

alcanzar la felicidad ni la compañía de otros seres humanos.

En quinto lugar, relevante es el tratamiento de la ecología, que Liniers incorpora por el problema de

la deforestación y la tala indiscriminada[64]

que provocan la pérdida del equilibrio biológico natural en

las ciudades, lo cual se relaciona a su vez con la deshumanización que se percibe en la ciudad[65]

, an-

tes ya indicada. Todo esto lleva a pensar en la naturaleza[66]

como un ecosistema en el que cada orga-

nismo tiene una relación permanente y continua con el resto de elementos de su entorno. Desequili-

brada

e injusta acción resulta, pues, encerrar la naturaleza y forzarla al gusto humano.

I/3/27[67].

Estos ejemplos aparecen transversalmente en las distintas series, como las protagonizadas por Enri-

queta y Z-25, el robot sensible, pero también por los pingüinos, los duendes y no pocos personajes

anónimos. Así, en muestras como la siguiente, con sarcasmo se da una lección de comportamiento

ético y cívico:

II/3/91.

En sexto lugar, el perspectivismo y la alteridad son una temática constante en la obra. Los seres que

pueblan Macanudo, en su mayor parte antropomorfos, le dan a Liniers la posibilidad de mostrar, por

un lado, rasgos, tendencias, actitudes y comportamientos humanos habituales; por otro, actitudes y

Tebeosfera nº 10 23

rasgos diferentes o marginales. Por ejemplo, se apunta el resultado de la intransigencia: “Ahí está el

señor que odia tanto, odia a los que son diferentes a él, odia a los que no comparten sus ideas políti-

cas, odia a los que no siguen su religión. A los que no adhieren a su concepción de la historia... odia

todo lo que no entiende. Está bastante solo el señor que odia tanto” (V/3/42).

Liniers siempre trata de ponerse en el lugar “del otro” porque es el mejor modo para abarcar las dis-

tintas angulaciones del mundo. Enriqueta lo resume con estas palabras: “A mí me gustaría que mis

amigos fueran bien diferentes a mí / algunas personas sólo quieren estar con gente que es igual…

misma educación, misma religión, mismo trabajo, mismo todo. / ¿Qué cosas nuevas vas a aprender

de alguien igual a vos? ¿Qué sorpresas hay?” (III/3/67). La atenta mirada del autor se detiene particu-

larmente en los personajes más débiles e impensables, como las aceitunas, las ranas, las aves, los

bichitos, seres a los que nadie considera y cuya existencia, en ocasiones, es objeto de repulsión. De

este modo es palmaria la existencia del otro, en muchos casos a través del humor negro, con seres

socialmente carentes de empatía que incluso llegan a rebelarse[68]

:

I/3/53.

IV/2/61[69].

En otras ocasiones la alteridad se exhibe en viñetas donde es clara la heterogeneidad del mundo que

nos rodea:

24 EL UNIVERSO CREATIVO DE LINIERS

I/1/59[70].

Liniers ejemplifica la imposición o la prevalencia de distintos puntos de vista. Así, en una de sus viñe-

tas recurre a una cita de William Blake y apunta: “El cuervo deseaba que todo fuera negro / El búho

deseaba que todo fuera blanco” (VI/2/78). Evidencia así las realidades varias con las que cada indivi-

duo debe convivir. En este sentido, con la intención de adentrarse en esa diversidad, en sus tiras

Liniers recurre no solo a hábitos de comportamientos humanos sino también de otros seres[71]

, captu-

rando incluso lo inadecuado y lo diferente:

III/1/16[72].

II/2/68[73].

Tebeosfera nº 10 25

Por último, y en séptimo lugar, Macanudo aborda el tema de la mala suerte y la figura del perdedor,

como recogen varias series. Algunos personajes puntuales se caracterizan por la torpeza y la incapa-

cidad de alcanzar con éxito cualquier acción que emprendan (II/2/69), o bien otros son gafes y, en

ocasiones, provocan conmiseración, como las series “Figueroa, el mimo que no es muy bueno”

(I/3,23); “Hoy: José Luis el infeliz” (I/1-2/54); “Hoy: el señor del banjo”(I/1-2-3/51); y personajes como

“Álvarez el rey del jueguito”(I,2,9), los deportistas (VII/2/54) o el detective (I/3/21).

I/2/39.

6. Entre la realidad y la ficción: la lectura y la escritura

La lectura y la escritura ocupan un espacio privilegiado en el universo de Macanudo. Liniers se mues-

tra como lector ávido a través de los innumerables textos citados en su obra. Para él la lectura es el

medio por excelencia a través del cual el niño crece, conoce, ensancha sus horizontes y reflexiona. La

lectura estimula la imaginación y los sentimientos, así que todo ello, afirma el autor, incide en la per-

sonalidad del futuro adulto. Dice Enriqueta: “Voy a leer muchos libros en mi vida... pero los que lea en

mi infancia me los voy a acordar siempre” (IV/1/60). A través de este personaje, Liniers acentúa así la

necesidad de construir una sociedad más abierta y multicultural.

V/3/17.

Dado que un libro describe la realidad de una sociedad en un contexto histórico, con unos determi-

nados valores y desde una perspectiva concreta, personajes como Enriqueta necesitan leer muchos

26 EL UNIVERSO CREATIVO DE LINIERS

libros, reclaman mundos distintos que den vida a la complejidad de la sociedad, ya que una única

explicación o justificación los llevaría a un mundo empobrecido y totalitario. En general, el mensaje

de Liniers que la niña transmite viene a decir que con la lectura se amplía la visión del mundo: “Una

vez leí que nunca hay que confiar en la gente de un solo libro / y yo quiero poder confiar en mí...”

(III/1/55); se abren nuevos horizontes: “Una vida sin libros es como una casa sin ventanas” (II/1/92);

el libro deviene un viaje, una aventura: “Lo bueno de las vacaciones es que no tenés que ir a ningún

lado, entonces podés ir a cualquier lado...” (III/1/44); provoca el deleite intelectivo: “El placer enorme

de terminar un libro para empezar otro” (I/3/46); sensorial y olfativo: “Aaaaahhh libro nuevo,

aaaaaaahhh olor a libro nuevo” (II/3/78); visual: “¿Qué hacés Enriqueta? / Me gusta mirar mi biblio-

teca. Está llena de universos”(III/2/83). En suma, la lectura se convierte en puente para ensanchar la

imaginación: “Eso es lo bueno de algunas personas... te prestan un rato su imaginación para que

agrandes la tuya” (III/3/89).

VIII/3/13.

Si fundamental es la lectura, también lo es el tratamiento de la propia dinámica de la escritura, de la

creación en sí. Liniers cuestiona en Macanudo sus elementos creativos, destacando la condición de

artificio del texto y exhibiendo los mecanismos de su construcción en no pocos casos. Así, son fre-

cuentes los recursos metaficcionales que viabilizan el cuestionamiento del propio devenir del texto,

entre ellos: las referencias directas a otros humoristas gráficos, los personajes que se dirigen directa-

mente al lector o que interactúan con el creador, la interpelación al lector haciéndole partícipe del

proceso de creación, de los límites y la esencia de la obra artística y, por supuesto, el conflicto que en

su seno se establece entre ficción y realidad:

I/3/57.

Tebeosfera nº 10 27

II/2/36[74].

Dicho conflicto también se muestra en la siguiente viñeta, donde los duendes, como guionistas de los

sueños, se convierten en creadores de las “viñetas” en las que el narrador –trasunto del autor– apa-

rece aludido como un ser disfrazado de conejo:

I/1/48.

Valga apuntar igualmente este ejemplo, en el cual hay pingüinos dibujados con marcada figuración

realista frente a otro iconográficamente más abstracto y antropomorfo, propio del trazo de Liniers.

Hay, pues, una intrusión de la realidad en el código imaginario establecido, que crea hilaridad en el

lector:

III/3/95[75].

28 EL UNIVERSO CREATIVO DE LINIERS

En este sentido, en el siguiente ejemplo se muestra una imagen especular donde la figura de un niño

es real frente a su amigo imaginario. A su vez, el niño es imaginario frente a otra realidad posible: la

nuestra[76]

.

IV/1/35[77].

Liniers muestra las dificultades del artista y su entorno a la hora de crear. La autorreferencia surge

incluso en la obra en sí: “Hoy, desde Macanudo estamos trabajando para que usted, estimado lector,

tenga un muy buen día” (II/3/93). Valga apuntar este otro ejemplo, en el cual se confunde el nivel

gráfico con el fónico, de modo que un problema de tipografía se transforma en un problema de soni-

do. El remate de la tira es, como se puede apreciar, la cara de enfado de los duendes por tener que

repetir su papel:

II/2/27[78].

Por tanto, la metaficción se perfila mediante un amplio abanico que abriría la serie de viñetas con el

autorretrato de Liniers, a menudo representado sobre su mesa de trabajo rodeado de su instrumen-

tal: papel en blanco, tinta china, mate, plumín y pinceles, preparando los bocetos de sus historietas,

en las cuales se reconocen algunos personajes de Macanudo[79]

. En otras viñetas el título de la obra se

cita explícitamente, el narrador se refiere a la tira misma, al chiste diario o a otras viñetas y a sus

creadores:

Tebeosfera nº 10 29

VIII/3/49[80].

Así, en la serie “Las verdaderas aventuras de Liniers” se tratan aspectos vivenciales (la familia, los

amigos, la música, etc.), esto es, se crea un personaje a modo de trasunto del creador, incluso me-

diante el recurso a una voz en off.

III/1/27[81].

En otros casos el autor aparece como un director omnipotente que corrige las escenas y, no exento

de ironía, mueve a los personajes como si fueran títeres:

I/3/88[82].

30 EL UNIVERSO CREATIVO DE LINIERS

Igualmente metaficcionales son aquellas viñetas en las que Liniers hace una reflexión sobre la cons-

trucción de una tira:

VI/2/10[83].

También se manifiestan las ideas que cobran vida y la presencia de la inspiración en el proceso creati-

vo[84]

:

V/2/27[85].

Dado que toman cuerpo muchos personajes conscientes de su existencia, estos nos recuerdan que

estamos ante una historieta y muestran diversas actitudes vitales. Por ejemplo, se personifica la his-

torieta misma representada por los “cosos” (amarillo y azul): sabedores de su esencia ficticia, están

satisfechos de no padecer las constricciones del mundo real.

II/1/86.

En otras viñetas los personajes se cuestionan los límites de su realidad e intentan escapar inútilmente

de los confines de la historieta:

Tebeosfera nº 10 31

I/1/37.

IV/1/67.

En otros casos se recogen las reacciones -desde el pánico hasta la rebelión- que el creador provoca en

los dibujos cuando se muestra travieso, experimenta y somete a sus criaturas a situaciones difíciles:

VI/1/88[86].

En la siguiente viñeta, por ejemplo, un duende tiene asumida su condición de dibujo, y la ironía se

plasma mediante su queja ante las condiciones en que se halla, similares a las de una marioneta:

32 EL UNIVERSO CREATIVO DE LINIERS

V/3/64[87].

También hay situaciones de empatía por parte del narrador hacia el personaje. Así, en este caso, el

primero se compadece ante la soledad de Rivarola y le otorga un amigo:

I/2/59.

En este otro ejemplo, la viñeta expone la finalidad de la existencia de un personaje en función de su

capacidad para hacer reír. Sorprende, pues, la actitud conformista de quien conscientemente acepta

sus propios límites:

I/2/10.

Tebeosfera nº 10 33

Por último, el carácter metaficcional de la obra lo muestran viñetas como la escogida, donde la ironía

autorial marca a los personajes que dudan de la capacidad racional de su creador, capaz de concebir

unas criaturas tan disparatadas como ellas mismas:

VII/3/7.

En conclusión, frente a la atrofia creciente de la facultad imaginativa en el mundo actual, altamente

tecnológico, individualista y deshumanizado, en Macanudo se subraya el valor de la fantasía y su

convivencia con lo real, con el objetivo de hacernos descubrir el mundo desde la múltiple perspectiva

que lo configura. En efecto, Liniers evidencia cómo las preocupaciones de la sociedad contemporá-

nea, desde la soledad a la alteridad, que igualmente constituyen temas centrales en artes como la

literatura, el cine o la pintura, también encuentran su marcada presencia en el universo de la historie-

ta. La lectura global de Macanudo, como hemos tratado de demostrar, evidencia que tras la aparente

simplicidad e ingenuidad que aportaría un acercamiento parcial, conviven inquietantes sugerencias,

una extraordinaria riqueza poética y un mensaje que, en definitiva, invita a la reflexión sobre la exis-

tencia y el mundo que nos rodea, en el cual, evidentemente, no todo es tan macanudo.

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34 EL UNIVERSO CREATIVO DE LINIERS

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Tebeosfera nº 10 35

NOTAS

[1] Liniers (Buenos Aires, 1973) comienza su carrera artística a través de fanzines y con el tiempo publica en

revistas como Lugares, ¡Suélteme!, Hecho en Buenos Aires, Calles, Zona de Obras, Consecuencias, ¡Qué suerte!,

Olho Mágico, 9-11 Artists respond y Comix 2000. A partir de 1999 su tira titulada Bonjour aparece semanalmente

en el suplemento “NO!” de Página/12. Junto a Santiago Rial Ungaro, en 2001 edita Warhol para principiantes. Al

año siguiente comienzan a salir sus tiras diariamente en el periódico La Nación (que serán recopiladas en varios

tomos bajo el mismo título: Macanudo, publicados por diversas editoriales. En este trabajo hemos manejado los

textos de Ediciones de La Flor y Editorial Común, cuyas referencias constan en la bibliografía final). De modo casi

cronológico, y en el suplemento semanal "ADN Cultura" del mismo periódico, aparece la tira: “Cosas que te

pasan si estás vivo”. Actualmente colabora con revistas varias, entre ellas la digital El estafador (con bonete), y ha

publicado recientes títulos como El Macanudo universal (2010c) y Macanudismo (2010d), catálogo de la exposi-

ción itinerante que se inauguró en el Centro Cultural Recoleta el 25 de febrero de 2010.

[2] Entre los dibujantes y humoristas que marcaron dicha identidad encontramos a Alberto Breccia, Maitena

Burundarena, Andrés Cascioli, Alejandro del Prado (Calé), Juan Carlos Colombres (Landrú), José Antonio Guiller-

mo Divito, Cristian Dzwonik (Nik), Manuel García Ferré, Roberto Fontanarrosa, Sergio Langer, Joaquín Salvador

Lavado (Quino), Carlos Loiseau (Caloi), Guillermo Mordillo, José Muñoz, Héctor Germán Oesterheld, Hugo Pratt,

Dante Quinterno, Cristóbal Reinoso (Crist), Fernando Sendra, Francisco Solano López y Diógenes Taborda. Sobre

la historieta argentina, véanse aportaciones como Califa (2007), Gociol (2000), Majo (2008), Masotta (1970),

Merino (2003), Mora (2007), Rivera (1992), Saccomanno (1980), Sasturain (1995), Vázquez (1985). Muy reco-

mendable es el reciente catálogo Nos tocó hacer reír. La Argentina en viñetas, Faillace (coord.) (2010).

[3] Macanudo es voz de origen incierto que va desde la atribución a un simpático escocés de apellido McCanna,

quien deleitaba a los contertulios de su bar con historias llenas de proezas, hasta los más probables y perturba-

dores orígenes como macana (garrote), o la marca Nudo, denominación de un alambre con púas. Esta multiplici-

dad de acepciones muestra un paralelismo con los diversos significados que encierra el título de la obra, donde el

más evidente es ‘asombro ante la vida’. Si nos detenemos también en su acepción como ‘excelente’, no deja de

ser un tanto irónico porque, como analizaremos en este trabajo, el mundo descrito por Liniers evidencia que en

nuestra sociedad no todo es precisamente macanudo.

[4] De ahora en adelante, se menciona una selección extraída de los numerosos ejemplos de los libros de Maca-

nudo citados en la bibliografía (volúmenes del 1 al 8). Para una mayor claridad se citan numéricamente, si bien

con los signos I, II, III, IV, V, VI, VII y VIII, seguidos del número de la viñeta (1, 2 o 3) y del número de la página que

en cada caso ocupan.

[5] En cuanto a la tradición crítica sobre el humor, recuérdese la distinción propuesta por Pirandello entre lo

cómico y lo humorístico, cuando en L’umorismo (1908) planteaba la distinción entre avvertimento del contrario y

sentimento del contrario (Pirandello 1989: 134-140).

[6] Véanse ejemplos similares en: I/3/50; II/1/14; III/3/38; III/3/50; VI/3/13; VIII/3/27. Como en este caso, a partir

de ahora, en las imágenes reproducidas se apuntan a pie de página otros ejemplos que refuerzan las conclusio-

nes de este análisis.

[7] III/3/7; III/2/12; VI/1/14; VI/3/34; VIII/2/39; VII/1/23.

[8] IV/1/80; VI/2/13; VI/3/28; V/1/49; VI/2/12; VI/3/66; VII/2/18; VIII/2/67.

[9] II/1/58; IV/1/4;V/1-2-3/82; V/2-3/90; VIII/3/51.

[10] Periquita (Nancy en el original) es un personaje creado por Ernie Bushmiller en los años treinta, como La

Pequeña Lulú(Little Lulu), de Marjorie Henderson Buell. Mafalda, creada por Quino en 1964, se convirtió en uno

de los personajes principales de la tradición argentina.

36 EL UNIVERSO CREATIVO DE LINIERS

[11] II/1/85; III/2/59; III/2/69; III/2/87; VII/1/58.

[12] VI/3/67; VII/1/46; VII/1/11; VII/3/56; VIII/3/59; VIII/3/64.

[13] V/3/27; V/1/39; V/3/54; V/3/60.

[14] VII/3/16;VII/2/22;VIII/1/49.

[15] III/3/29; V/2/80; VI/1/92.

[16] II/3/11; III/3/91; IV/2/32.

[17] VIII/1/68; VIII/2/70; VIII/3/71; VIII/2/72; VIII/3/80.

[18] II/3/48; II/3/82; IV/2/81.

[19] II/3/42; II/1/63; IV/1/48; IV/1/54; V/3/40; V/1/75; VIII/1/89.

[20] II/3/26; II/3/71; III/1/17; IV/1/12; IV/1/82; V/3/56; VI/ 2/58; VI/2/79.

[21] I/3/52; I/3/59; I/1/66.

[22] IV/3/4; VI/ 2/13; VI/ 2/25; VI/ 2/57; VII/1/8.

[23] Véanse muestras de tales características en II/2/40; II/2/75; IV/1/56 - II/1/93; IV/2/95 - I/1/94; IV/1/64-

I/3/42; II/3/20; II/2/62; IV/3/50; VI/3/83.

[24] I/3/6; I/1/69; III/1/62; IV/1/57.

[25] II/3/51; II/3/58; III/3/17; III/3/53; V/2/32; V/2/18; VI/1/76; VII/3/61.

[26] I/1/15; I/3/20; I/2/21/ I/3/76; IV/2/11.

[27] II/3/8; II/3/46; II/3/75; VII/1/21.

[28] Véanse ejemplos de tales referencias en: II/1/40; II/2/58; V/3/83 (encadenamientos) - I/1/91 (cuentos) -

II/3/5; II/3/89; VII/2/93 (juegos) - VI/1/55; VII/3/77 (canciones) - VI/3/35 (bromas) - II/2/93; III/1/11; III/2/24;

IV/2/11(contar y cantar) - II/2/60; III/2/62 (canciones populares).

[29] II/2/52; II/3/55; V/1/18; VII/1/28; VIII/3/65.

[30] I/2/22; II/1/17; IV/3/29; V/2/46.

[31] II/3/15; II/2/37; II/2/41; VI/3/62.

[32] II/1/11; II/3/72.

[33] I/3/20; I/2/24; III/1/6; III/3/83; V/2/63; VI/1/28; VI/3/38; VI/1/68; VI/1/82.

[34] Según afirmó el autor: “Es que yo no conozco tanta gente mala; los ves por televisión, y cada tanto uno tiene

el gusto de morirse. Pero en la vida personal, no pasa. Son muchos más los buenos que los malos que conocí, y

nadie es completamente bueno o malo. La maldad, para mí, es falta de empatía. A uno le pasa que, viviendo en

la ciudad, pasás al lado de gente en situación de desesperación y no les das un peso. La ciudad te genera eso. Un

tipo del campo les preguntaría si necesitan ayuda. Cada tanto, conviene golpearnos la máquina y decirnos que si

vamos a ser robots, al menos seamos un robot sensible” Gorodischer (2006).

[35] V/1/37; V/1/76; VI/1/8; VI/1/34; VI/3/61.

[36] I/1/46; III/2/21; IV/2/59; V/2/60; VI/3/42; VIII/2/80.

Tebeosfera nº 10 37

[37] VIII/2/34; VIII/1-2-3/62-63.

[38] I/1/32; I/2/58; V/3/80.

[39] I/2/69; II/1/67;VII/1/47.

[40] III/3/55; V/1/12.

[41] II/1/52; III/2/25; IV/3/56; IV/2/71; V/2/58.

[42] I/3/72; I/1-2/73.

[43] I/3/81; VIII/2/77.

[44] VI/3/56; VI/1/ 57; VII/1/22.

[45] III/1/25; III/3/25; III/2/56; VI/1/14.

[46] I/1/8; VI/1/36; VII/2/58.

[47] II/3/69; VII/3/75; VIII/1/48

[48] I/3/82; I/3/84; II/2/33; II/1/82; III/2/32; III/1/43; IV/1/93; V/3/46; VI/2/6.

[49] I/3/64; III/1/40; VI/3/69.

[50] VIII/3/81; VIII/1/84.

[51] I/1/6; I/2/43; V/2/31; V/1/61; V/1/79.

[52] I/2/13; I/3/14; II/2/48; III/2/19; V/3/14.

[53] I/2/79; V/2/15 (gritos); II/2/65; III/2/15 (cursilería).

[54] II/3/10; V/2/65; VI/3/22; VIII/3/89.

[55] III/1/10; III/2/60; IV/3/76.

[56] Más ejemplos: I/3/93; VII/2/8; VII/1/24.

[57] I/1/82; II/2/54; IV/2/39; VII/2/92; VIII/3/78.

[58] II/1/80; IV/1/47; IV/3/95; V/3/53; VI/1/17; VI/2/90; VII/3/63.

[59] III/3/49; IV/3/42; IV/1/49; V/2/21; V/1/50; V/1/66; V/2/67; VI/3/94.

[60] I/3/28; III/1/7; III/2/9; III/2/17; VI/3/36; VI/1/74; VII/1/43;VII/3/47.

[61] V/3/68; VIII/2/33.

[62] I/1/27; I/2/42; I/3/70; II/3/27; III/3/12; V/2/86; VII/2/24; VII/3/59; VII/3/82; VII/3/89.

[63] III/1/32; III/2/52; III/2/88.

[64] I/3/45; II/1/66; VI/2/39; VI/2/68; VII/2/18.

[65] I/1/40; II/3/29.

[66] I/1/34; II/3/55; II/3/92; III/3/45; V/1/67.

38 EL UNIVERSO CREATIVO DE LINIERS

[67] III/2/61; V/3/5; VI/3/52.

[68] Muestra de ello ofrecen las viñetas I/2/88; II/3/8; II/3/13; II/3/45; II/3/59; II/3/75; V/3/6; VII/1/79 (aceitu-

nas); I/3/18; I/1/24; V/2/17; VI/2/43 (ranas); I/3/29; IV/3/86; IV/3/87; VII/2/64 (aves); I/1/20; I/3/66; III/2/4;

III/2/45; III/3/51 (bichitos); III/2/57; V/2/62 (muestras de repulsión); I/1/10; I/2/40; II/3/28 (el otro); I/1/14;

II/3/61; III/3/30;IV/3/23; IV/1/31; IV/1/39; VII/3/37 (poca empatía).

[69] I/3/38; III/2/58; V/2/36; V/1/44; VIII/1/16

[70] I/2/16; I/2/19; II/3/9; III/3/80; IV/1/79.

[71] III/2/68; VI/2/94.

[72] III/3/32; III/3/80; IV/2/83; IV/3/94.;

[73] I/2/18; II/2/13; II/3/82; II/1/91; IV/2/81; V/2/75.

[74] II/2/36; IV/2/46.

[75] V/2/57; V/3/81.;

[76] También claro resulta el ejemplo II/3/21, donde el diálogo entre dos personajes, un microcéfalo y un macro-

céfalo, deja entender que la jugarreta de su destino es obra del demiurgo de la obra artística.

[77] VII/2/12; VII/1/95.

[78] I/2/94; II/3/34; II/2/72; II/2/75; II/2/95; VI/2/40; IV/1/50; V/2/74; VI/3/28; VI/1/51; VI/2/67;VII/1/60;

VII/1/72.;

[79] III/3/18; III/3/23; III/1/45; III/1/47; IV/1/11; IV/ 3/55; VI/2/27; VII/1/60.

[80] I/1-2/5; I/1/17; I/2/91; II/3/93; IV/2/5; IV/2/22; IV/2/46; V/3/87.

[81] III/1/24; III/3/64; IV/2/68; IV/3/89; V/3/7; VI/1/52; VII/1/31; VII/1/77.

[82] I/1/43; VII/1/53; VIII/2/13.

[83] I/2/35; II/2/85; IV/1/8; IV/2/84; VI/1/89; VII/1/50; VII/1/95.

[84] A lo largo de Macanudo hay otros casos de personificación de ideas, pero no relacionados explícitamente

con la metaficción. Es el caso de IV/3/8 y V/3/26.

[85] II/1/8;III/3/54; III/2/92; IV/1/27; V/2/13; VI/3/95.

[86] I/2/32; II/3/95; VI/3/77; VII/1/78.

[87] IV/2/76; VII/1/78.

Tebeosfera nº 10 39

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CITA DE ESTE DOCUMENTO / CITATION:

DELIA CÓCERA; MARINA PARTESOTTI (2012): "EL UNIVERSO CREATIVO DE LINIERS. ANÁLISIS DE

SU CONFIGURACIÓN EN MACANUDO" en TEBEOSFERA 2ª EPOCA 10, BOLONIA : TEBEOSFERA.

Consultado el día 13-XI-2012, disponible en línea en:

http://www.tebeosfera.com/documentos/textos/el_universo_creativo_de_liniers_analisis_de

_su_configuracion_en_macanudo.html

© 2012 Delia Cócera y Marina Partesotti, con edición de Félix López y revisión de Alejandro Capelo. Datos e imáge-

nes tomados de ejemplares originales de las historietas analizadas, con permiso expreso de Liniers.

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