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TAREAS Panamá, septiembre-diciembre 1997 Tema Central LA GESTA DEL 9 DE ENERO Jorge E . Illueca • César A . de León • Víctor Avila Olmedo Beluche • Gregorio Selser N ' 97 n REAS PANAMÁ 11997
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TAREASPanamá, septiembre-diciembre 1997
Tema CentralLA GESTA DEL 9 DE ENERO
Jorge E. Illueca • César A. de León • Víctor AvilaOlmedo Beluche • Gregorio Selser
N' 97 nREASPANAMÁ11997
TAREASNúmero 97
REASPANAMA
Fundada en 1960
1997
ISSN 0494-7061
Revista del Centro de EstudiosLatinoamericanos (CELA)'justo Arosemena"Panamá, R. de Panamá
Director fundador. Ricaurte Soler (1932-1994)
Condit editorial : Carmen A . Miró, Guillermo Castro H.,Marco A . Gandásegui . y Enoch Adames M.
Secretario de redacción : Ricaurte Soler M.Edición al cuidado de Enrique Chuez, David Montoya yValeria Neumann C.Levantado : Tania Reyes M.
Portada : "Los bu~ vecinos", sanguina/tinta china sobre papelde Guillermo Trujillo
Para correspondencia, canje y Suscripción-CELA "justo Arosemena'Apartado 87-1918Panamá 7, R. de PanamáTeléfono: 223-0028, Fax: 269-2032C. electrónico: [email protected]
TarifaSuscripción anual en Panamá B/. 12.00América latina y el Caribe US$ 18.00Resto del mundo
US$ 24 .00Precio de venta
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TAREAS
N297Panamá, septiembre - diciembre 1997
INDICE
Tema centralLa gesta del 9 de Enero
Jorge E . illueca El rescate de la soberanía nacional
a
César A . de León El significado del 9 de enero de 1964
25
Víctor Avila Del tratado colonialista de 1909, a lainsurrección patriótica de 1904
37
Olmedo Beluche y La gasta del 9 de enero, el movimientoEnrique Neel obrero panameño y el proyecto nacional
81
Gregorio Selser La explosión del 9 de enero de 1994
71
TEMAS NACIONALES
José E . Torres A .
Lo que mínimamente debe contenerla ley bancaria
99
MEDIO AMBIENTE
Donald Worster
La fraglildad del desarrollo sustentable
99
Guillermo Castro H .
La conservación como desarrollo
119
TAREAS SOBRE LA MARCHA
Luis Navas Cuasimodo y el movimiento obrero
133
Los artículos que publica la revista TABLAS son de la exclusiva responsabilidad de sus autores y noexpresan necesariamente el pensamiento de su comité editorial.Para toda reproducción pardal o total de los trabajos aqui publicados . solicitamos que se baga menciónde la fuente y se envíe copia a la redacción.
CELA "Justo Arosemena"Apartado 87-1918
Panamá 7, R. de Panamá
Comité directivo : Marco A . Gandasegui,h .)secretario ejecutivo), Simeón Gonzalez H .,Carmen A. Miro y Guillermo Castro H. Secretaría
administrativa : Cora Saavedra y Tania Reyes M.Publication" : Koshiyin Torres y Enrique Chuez.Documentación : Rubén Gonzalez y Jamo Castillo.Informática: Valeria Neumann G . Investigadores
asociados : Gerardo Maloney, Juan Jované, RaúlLeis, Hildebrando Araica A . . Ligia Herrera J ., EnochAdames . Frangoise Guionneau-Sinclair . GeorgePriestley. Juana Camargo. Alvaro Uribe, DidimoCastillo . Giancarlo Soler T. . Jaime E. Gonzalez . yBolívar Franco .
Teléfono : 223-0028
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Presentación
En vísperas de cumplirse un aniversario más -el número 34- deltrágico glorioso 9 de enero de 1964, Tareas ha querido dedicar estenúmero de la revista a conmemorar esa gesta de nuestro pueblo, una delas que más ha contribuido a afirmar nuestra identidad como nación.
Una nación puede ser definida de múltiples maneras . Algunas deesas definiciones enfatizan la existencia de valores y propósitos comu-nes ; otras, las afinidades de orden étnico y cultural, y otras aún consi-deran a la nación como una forma histórica de organización de la luchade clases, y a esa lucha como la forma concreta de existencia de cadanación. Cada una de ellas, sin duda, contiene elementos de una verdadmás amplia, y todas coinciden además en la importancia de los símbo-los y proyectos comunes en la vida nacional . Y de eso se trata, justa-mente, el9 de enero.
En efecto, sí bien las raíces de la nacionalidad panameña pue-den ser rastreadas hasta el siglo XVIII, la nación que los panameñosaspiramos a constituir es la que se ha venido forjando a partir de dosfactores fundamentales . Uno, la fundación del Estado nacional en1903 y, el otro, la construcción del Canal de Panamá . En el pasado, enotras latitudes, grandes empresas y grandes Estados nacionales, capa-ces de una defensa feroz de su soberanía, han coincidido.
En nuestro caso, sin embargo, esa relación ha sido conflictivadesde sus Inicios . Aquí, como observa Omar Jaén Suárez, tanto laconstrucción como la operación del Canal se realizaron, "en gran medi-da", ignorando "la realidad política, económica, humana y ambiental "
del país . Con ello, agrega, si bien la gran empresa significó por un lado"una modernización extraordinaria de las estructuras y de la tecnolog'radel transporte transístmico por otro "contribuyó también a desarticu-lar el espacio geográfico, a alterar un cierto equilibrio ecológico y aretrasar el surgimiento de una más fuerte personalidad nacional, obli-gada a manifestarse más como mecanismo de defensa que como acu-mulación de experiencias creativas comunes" .'
A parUrde allí, los panameños iniciamos -a contramal, contra-lamuerte, como diría el poeta argentino Juan Gelman- un proceso deconstrucción de nuestra personalidad nacional que tiene su expresiónsimbólica más transcendente en la gesta del9deenero . Lasangredeloscaídos, y la indignación de los que entonces se empinaron, contribuyó adar un curso nuevo a nuestra historia . Desde allí surgió, enlaconfluen-
cla de los nacionalismos de los de arriba y los de abajo, lo que quizáshaya sido el primer atisbo de una verdadera experiencia creativa co-mún, capaz de conducirnos a la liquidación negociada del enclave colo-nial que fue la llamada "Zona del Canal", a partir de los Tratados Torri-jos-Carter de 1977.
Treinta y cuatro anos después, sin embargo, la personalidadnacional parece desdibujarse en la misma medida en que ese proceso dedescolonización se acerca al momento en que el Canal se convierta,finalmente, en patrimonio del Estado nacional de los panameños . Así,por ejemplo, un amplio sector de los ciudadanos de la nación querecibirá el Canal, en efecto, ha aceptado sin protesta visible que el 9 deenero pase a ser fecha propicia para la contabilidad de empresas deturismo interno, restándole a la fecha lo que debe tener de momentopara reflexionar sobre nuestro destino.
La decisión de convertir oficialmente el Día de los Mártires enferiado turístico forma parte de una cadena más amplia de acciones quenos conduce a un país que aún nos resulta dificil Imaginar . La privati-zación de las empresas públicas seva tornando en unvasto ejercicio dedesnacionalización de la economía, mientras se acentúan hasta extre-mos nunca vistos la concentración de la riqueza, la difusión de lapobreza y la subordinación del país entero a los intereses de la econo-mía de tránsito y servicios.
En el discurso de aceptación del Premio Universidad, la Dra.Carmen Miró urgió a los panameños a preguntarse si el Canal existíapara el país o si el país debía estar al servicio del Canal . A más de tresdécadas del 9 de enero de 1964, ha llegado la hora de dilucidar abierta-mente ese dilema para culminar la experiencia creativa común capaz dehacer de nuestro pueblo la nación que merece ser . Solo así honraremosdignamente la memoria de los mártires de enero.
'"El Canal de Panamá : los efectos sobre el medio ambiente de su construc-ción y su operación hasta el presente", en Cuadernos Nacionales, N°4, MedioAmbiente y Desarrollo en Panamá, Instituto de Estudios Nacionales, Universi-dad de Panamá, mayo de 1990, p . 13 .
TEMA CENTRAL
LA GESTA DEL 9 DE ENERO
EL RESCATE DE LA
SOBERANIA NACIONAL
Jorge E. Dlueca*
Los aguiluchos del Instituto NacionalNo puede hablarse de la erradicación del enclave colonial de
la Zona del Canal y de que a partir del mediodía del 31 de diciem-bre de 1999 sólo ondeará en el territorio nacional la bandera de laRepública de Panamá, libre de la presencia militar norteamerica-na, sin recordar con gratitud a los protagonistas de la gestaheroica del 9 de Enero de 1964.
Los estudiantes del Instituto Nacional encamaron el 9 deEnero de 1964 el orgullo, la conciencia y el sentimiento de laNación. Arriesgaron sus vidas en defensa de la dignidad, laaltivez y el decoro patrios al ingresar a la antigua Zona del Canalpara izar la bandera panameña y cantar el himno nacional en laplaza de la Escuela Superior de Balboa, donde sólo estaba izadala bandera de los Estados Unidos en franca violación del compro-miso concertado por los presidentes de los dos países.
Ex-p sidente de la República . Presidente de la XXXVIII Asamblea General delas Naciones Unidas .
La agresiónFrente a este gesto de valor del espíritu nacionalista de la
juventud, movida por el derecho inalienable, irrenunciable y ab-soluto de que el pendón panameño ondeara airosamente en todoel territorio nacional, se produjo la injusta agresión de la policíayel ejército norteamericanos contra el pueblo de Panamá.
Veinte y tres panameños muertos - estudiantes, la mayorparte de la escuela secundaria- y quinientos tres heridos, como loregistró el historiador Manuel Maria Alba, totalizaron las vícti-mas de esta "batalla' contra los que no tenían otra cosa que suspechos para recibir las balas ; mientras los cañones del CerroAncón, apuntaban a la Presidencia de la Repúblicay al Cuartel dela Guardia Nacional prestos para causar la destrucción en escalamayory los aviones tipo aviones a reacción, volando abaj a altura,informaban a la ciudadanía panameña su propósito homicida .'
La ruptura de relaciones diplomáticasEn las primeras horas de la noche de ese día, en mi capacidad
de director del diario El Panamá América, desde los micrófonos dela Radio Panamericana, en el viejo edificio de la Calle H ., hice unllamado al presidente de la República, Roberto F . Chiari, paraque considerara la ruptura de relaciones diplomáticas con Esta-dos Unidos de América y elevara la denuncia de la agresiónnorteamericana al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
Después concurrí a una reunión en la Casa del Periodistadonde se congregaron espontáneamente numerosos panameñosy panameñas de todas las capas sociales, ansiosos de orientaciónante la gravedad de la situación, y en busca de un liderazgo queno ofrecieron los partidos políticos; pero que asumió el ColegioNacional de Abogados . De allí encabezamos una marcha hacia laPresidencia, sumándose en el trayecto numerosas personas,siendo recibidos por el presidente Chiari en las escalinatas delpalacio presidencial, en donde le reiteré la petición colectiva deromper relaciones y llevar la denuncia de la agresión a las Nacio-nes Unidas en un ambiente de emoción, de solidaridad patrióticay de unidad nacional.
El presidente Chiari, que había pedido sin resultado, a lasautoridades militares de la Zona del Canal que hicieran un alto enla matanza de panameños indefensos, anunció a las 10 de lanoche la ruptura de relaciones diplomáticas.
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Escuela de patriotismoEl movimiento reivindicador iniciado sin etiquetas políticas
por los aguiluchos del Nido_de Aguilas, consagró a ese plantelcomo una escuela de patriotismo que produjo una ondaexpansiva de unidad nacional, que apuntó hacia el rescate de lasoberanía panameña en toda la extensión de la República.
A mi juicio, la mayor virtud de esa jornada heroica fue la decrear un consenso nacional que puso fin a la política revisionistade la Convención Hay-Bunau Varilla para ser reemplazada por lavoluntad de cancelar definitivamente ese Tratado que ningúnpanameño firmó, mediante una política reivindicadora de la ple-na soberanía y de la integridad territorial centrada en el ejercicioefectivo por Panamá de los atributos inherentes a su condición deEstado independiente.
Cancelación definitiva del Tratado de 1903Esa convicción se reafirmó entonces como una de mis cons-
tantes y sostenidas preocupaciones . El 10 de enero de 1964,como director de ese rotativo, publiqué en la primera plana de ElPanamáAméric(i, el editorial titulado "Cancelación Definitiva delTratado de 1903"2 , que expuso la ideacentral de que "Las deman-das reivindicadoras sólo podrán ser plenamente satisfechas me-diante la cancelación definitiva del ominoso Tratado de 1903 y lafijación de un término perentorio para que la franja canaleravuelva al completo dominio de la República de Panamá, únicasoberana en ese territorio."
'Toca al Ejecutivo, - agregué - en consulta con los dirigentescívicos y políticos del país, proclamar oficialmente las aspiracio-nes integrales del pueblo panameño en relación con la Zona delCanal, a fin de que la lucha por el logro de las reivindicacionesnacionales no se detenga en la simple gestión ante el Consejo dela Organización de Estados Americanos y ante el Consejo deSeguridad".
"Nuestros mártires estudiantiles, - concluyó el editorial - lospatriotas que cayeron inmolados por las ráfagas arteras de unasoldadesca vengativa, no habrán muerto en vano si la Naciónentera, los panameños todos, actuamos unidos en un solo hazpara rescatar nuestra soberanía y reclamar justicia para la Repú-blica, honor para su bandera, respeto para sus instituciones ygloria para los caídos."
Las propuestas del Colegio Nacional de AbogadosCon igual preocupación el Colegio Nacional de Abogados de
Panamá, se pronunció en una declaración histórica por la adop-ción perentoria de medidas para la denuncia de todos los tra-tados con Estados Unidos, con las firmas de Jorge Illueca, presi-dente; Manuel García Almengor, vicepresidente ; Carlos del Cid,tesorero; Mario Galindo Heurtematte, vocal; Carlos Bolívar Pe-dreschi, vocal ; Ricardo Alonso Rodríguez, vocal ; Dr. Ascanio Mul-ford, Secretario y Rodrigo Molina, sub-secretario.
A juicio del Colegio Nacional de Abogados "el Tratado de1903, que lleva en sí la ruda impronta de una política inmoral, fueun instrumento necesariamente frágil y transitorio que ha salta-do en pedazos al impacto del movimiento nacional que hoy vive laRepública . Los que le siguieron se enmarcan dentro del mismoespíritu de injusticia del tratado original".
Las medidas propuestas por el Colegio Nacional de Abogadosbajo mi presidencia fueron las siguientes:
1° . Denuncia de todos los tratados que regulan nuestrasrelaciones con los Estados Unidos de América.
2° . Denuncia de la agresión ante la Organización de EstadosAmericanos, el Consejo de Seguridad y la Asamblea General delas Naciones Unidas.
3°. Inmediatas representaciones diplomáticas ante los go-biemos de todos los Estados, sin excepción alguna, pidiendo elapoyo para nuestras demandas.
4° . Todo representante diplomático panameño debe provocarurgentes conferencias de prensa para denunciar la agresión y lainjusta política norteamericana en la Zona del Canal de Panamá.
5°. Establecer relaciones diplomáticas y comerciales con to-dos los Estados como reafirmación de soberanía y de indepen-dencia exterior.
6°. Promover la movilización de todas las fuerzas vivas delcontinente a fin de crear una atmósfera continental propicia a lasolución favorable de las demandas panameñas.
7° Mantenimiento de la ruptura de relaciones con los Esta-dos Unidos de América mientras no se satisfagan las siguientesexigencias mínimas:
a) Desmilitarización de la Zona del Canal de Panamá; b)nuevas negociaciones para la regulación del Canal Interoceáni-co; c) indemnización por los danos a las personas y bienes ocasio-
8
nados por las fuerzas militares y polictvas de los Estados Unidos.8° Coadyuvar a la formación de un Comité Nacional de Coor-
dinación que oriente al país en la presente crisis.9° Apelar a los colegios de abogados del continente con el fin
de promover una movilización hemisférica que se exprese en elrepudio decidido a la agresión brutal de que estamos siendovíctimas los panameños.
La Universidad de PanamáEl Consejo General Universitario de la Universidad de Pana-
má en resolución adoptada en la misma fecha con la firma delrector, Narciso E . Garay, y del secretario general, Diógenes A.Arosemena G., acordó igualmente demandar la ruptura mine-diata de las relaciones diplomáticas con los Estados Unidos deAmérica, la denuncia inmediata del Tratado del Canal de 1903 yde los pactos complementarios del mismo, así como la nacionali-zación del Canal de Panamá.
La Academia Panameña de Derecho InternacionalExpresión del sentimiento de unidad nacional producido por
la Gesta del9 de Enero fue la declaración que con las firmas de supresidente, Octavio Fábrega y de su secretario José M . Quirós yQuirós, emitió la Academia Panameña de Derecho Internacional,entidad cuya misión esencial es velar por el mantenimiento de lasrelaciones internacionales sobre la base de la justicia y equidadinternacionales, el respeto a la integridad territorial y soberaníade los Estados y a la dignidad de la persona humana.
La Academia no sólo instó al Gobierno de Panamá a quemantuviera ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidasel cargo de nación agresora formulado contra Estados Unidos deAmérica, hasta tanto se determine si son satisfactorias las medi-das que adopte la Organización de Estados Americanos paracondenar esta agresión, imponer las sanciones adecuadas, exigirla prestación de garantías eficaces de que los Estados Unidos deAmérica no reincidirán en estos actos agresores, y decretar elpago de las indemnizaciones correspondientes ."
La Academia, que anos antes contribuí a formar condistinguidos compatriotas, se manifestó también en la declara-ción suscrita el 11 de enero de 1964, 3 en el sentido de lograr que laOrganización de Estados Americanos, el Consejo de Seguridad
de las Naciones Unidas y, llegado el caso, la Asamblea General delorganismo mundial, formulen requerimientos o exhortacionesencaminadas a que, después de restaurado el orden y serle otor-gadas a la República de Panamá las satisfacciones, garantías eindemnizaciones mencionadas, se trate de solucionar de modopermanente el problema existente mediante la eliminación delTratado de 1903 y demás tratados complementarios y su reem-plazo por un nuevo tratado que, además de garantizar nuestraefectiva soberanía en la Zona del Canal, le reconozca a Panamá elusufructo adecuado del Canal de Panamá como un recurso natu-ral de nuestra República que debe ser aprovechado primordial-mente por el soberano territorial.
El Comité de Rescate de la Soberanía NacionalCon el fin de darle forma a la movilización de todos los secto-
res del país ante la magnitud de la crisis suscitada por los hechosdel 9 de Enero, se congregaron en el Paraninfo de la Universidadde Panamá, representantes de distintas organizaciones paraconstituir un Comité de Rescate de la Soberanía Nacional, concapítulos provinciales en el resto del país . Este organismo aldeclararse en sesión permanente bajo la presidencia del Presi-dente del Colegio Nacional de Abogados, se impuso tres tareasconcretas:
1) La promoción y coordinación del movimiento en todo elpaís. 2) La organización de la defensa civil de la población de laRepública y 3) La preparación de un documento que sirviese debase al Gobierno Nacional para denunciar de inmediato el17ata-do de 1903.
En consecuencia, a través de los medios de información seinvitó a las organizaciones cívicas, profesionales, políticas y a laNación en general a que se incorporaran al movimiento.
En una reunión subsiguiente realizada en la Casa del Perio-dista el 15 de enero con la asistencia de representantes de más de150 organizaciones, se acordó designar presidente a Jorge E.Illueca por el Colegio de Abogados ; vicepresidentes a Rubén Rei-na Pupo, del Comité de Coordinación Sindical y Víctor Avila de laFederación de Estudiantes de Panamá y secretario a RicardoArias Calderón, profesor de Filosofia de la Universidad de Pana-má, quienes con los mismos cargos integraron la mesa directivadel Congreso de la Soberanía Nacional convocado en el Paraninfo
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de la Universidad de Panamá los días 15 y 16 de febrero de 1964.
En la reunión se concretaron los siguientes objetivos:1) Denuncia del Tratado del Canal de 1903 y de los pactos
complementarios del mismo. 2) Conveniencia de que, a cortoplazo, se convoque una conferencia de plenipotenciarios con elpropósito de establecer las bases contractuales para laneutrali-zación del Canal de Panamá . 3) La nacionalización del Canal dePanamá como aspiración de la República. 4) La necesidad devigorizar las denuncias ante el Consejo de Seguridad de las Na-ciones Unidasy ante el Consej o de la Organización de los EstadosAmericanos, promovidas en virtud de la agresión del ejércitonorteamericano. 5) Gestionar que el Gobierno panameño toma-se, entre otras providencias de carácter diplomático, aquellasorientadas al establecimiento de las relaciones diplomáticas queconvengan a los intereses nacionales.
El pueblo panameño animado de un ejemplar sentido cívicode responsabilidad consolidó un frente común de vigoroso res-paldo al presidente Chiari en esa hora crucial para la vida de laNación . Todos los sectores del país, incluyendo a profesionales yobreros, a estudiantes y a empleados públicos y particulares, ainversionistas y a educadores, a todos los grupos y clases de lanación, se integraron en el Comité de Rescate de la SoberaníaNacional . Dicho comité que se fue ramificando por toda la Repú-blicay que adquirió resonancia internacional fue sin duda el mássólido apoyo popular y nacional para el Presidente de laRepúbli-ea.
IA Avenida de los MártiresComo tributo a los héroes de lajornada reivindicadora, por
iniciativa del concejal Ricardo Lince, el Consejo Municipal delDistrito de Panamá, mediante Acuerdo del 14 de enero de 1964,
bautizó con el nombre de Avenida de los Mártires a la antiguaAvenida 4 de Julio y le concedió idéntica nomenclatura a la Plazade las Banderas, anteriormente conocida como Triángulo Sha-ller.
El Congreso Extraordinario de MunicipalidadesLa imagen de unidad nacional alcanzó la más significativa
relevancia con la realización del Congreso Extraordinario de Mu-nicipalidades de Panamá que se inauguró el 18 de enero de 1964.
En ese congreso democrático los 63 municipios de la República11
pidieron en forma unánime, que se declararan nulos y sin valorlos Tratados del Canal que se han firmado desde 1903.
El Congreso de la Soberanía NacionalEl 5 de febrero de 1964, se convocó el Primer Congreso Nacio-
nal de Organizaciones por el Rescate de la Soberanía Nacional,para que tuviera lugar en el Paraninfo de la Universidad de Pana-má los días 14 y 15 de febrero de 1964, con la asistencia de loscapítulos del Comité de Rescate de la Soberanía Nacional queestaban funcionando en todas las provincias de la República.Fueron presidente del Congreso, Jorge E . Illueca; vicepresiden-tes, Rubén Reynay VíctorAvila ; y secretario, RicardoArias Calde-rón. La inscripción de delegados al Congreso se realizó en laCámara de Comercio, en donde estaban radicadas las oficinasdel Subcomité de Finanzas.
El Congreso de la Soberanía Nacional se celebró en un am-biente de unidad nacional y de férvido patriotismo, con la partici-pación de 377 organizaciones, cuyos delegados aprobaron porunanimidad trascendentales resoluciones . Fueron determinan-tes los trabajos realizados por el Comité Técnico creado paraformular propuestas sobre los derechos de Panamá en relacióncon el Canal de Panamá, que tuvo como núcleo básico los comitéstécnicos previamente formados por la Universidad de Panamá yla Sociedad Panameña de Ingenieros yArquitectos para estudiarlos problemas de la vía interoceánica . Señalada actuación tuvie-ron, por otra parte, la Comisión de Asuntos Jurídicos, la Comi-sión de Asuntos Económicos y la Comisión de Asuntos Políticosque fueron presididas por el Diógenes Arosemena, el profesorAlberto Quirós Guardia y la profesora Esperanza de Alvarez,respectivamente, y las distintas subcomisiones especiales, todaslas cuales consideraron importantes ponencias en los dos díasque duró el Congreso.
En su discurso de clausura, el Presidente del Colegio deAbogados, quien presidió las deliberaciones, manifestó que elCongreso iniciaba una nueva era histórica para la realizacióndefinitiva de la independencia de la República pues con el esfuer-zo concertado de todos los panameños, en apoyo de la patrióticaactitud asumida por el presidente Chiari en la crisis surgida ennuestras relaciones con Estados Unidos, se lograrían las aspira-ciones panameñas.
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la ConiW6n Internacional de JuristasEl Colegio Nacional de Abogados, bajo mi presidencia, pro-
movió, el 21 de enero de 1964, ante la Comisión Internacional deJuristas con sede en 2, Qua¡du Cheval Blanc, en Ginebra, Suiza,una acusación contra las fuerzas militaresy de policía de EstadosUnidos de América acantonadas en la Zona del Canal de Panamá,por violación de los derechos humanos en la ciudad de Panamá yColón durante los días 9, 10 y 11 de enero de 1964 . Concreta-mente, se señaló la infracción de la Declaración Universal deDerechos Humanos de las Naciones Unidas en lo atinente a lossiguientes artículos : artículo 3 que consagra que todo individuotiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su perso-na; el artículo 5, que señala que nadieserá sometido a torturas, nia penas, tratos crueles, inhumanos o degradantes ; y el artículo20, párrafo 1, que proclama que toda persona tiene derecho a lalibertad de reunión y de asociación pacíficas.
Adicionalmente, se consideró la violación del párrafo 1 delartículo 13 de la Declaración Universal de Derechos Humanosque estatuye que : Toda persona tiene derecho de circular lí-brementey a elegir su residencia en el territorio de un Estado . Laviolación fue evidente cuando el Ejército de Estados Unidos cerróel tránsito en el Puente de las Américas y en el corredor de Colón.
La Comisión Internacional de Juristas es una organizaciónno gubernamental reconocida como entidad consultiva del Con-sejo Económico y Social de las Naciones Unidas, interesada en laprotección de los derechos humanos y dedicada a promover elimperio de la ley. La Comisión contaba en 1964 con la colabora-ción de más de 40.000 abogados yjuristas en más de 70 países.El trabajo de la Comisión se fmancia mediante contribucionesprovenientes de fundaciones, de organizaciones de abogadosy deabogados yjuristas individualmente.
Los hilos de la CIA.¿Qué incidencia tienen los fondos de la CIA. en el financia-
miento de las actividades que realizan entidades como la Comi-sión Internacional de Juristas?
En un artículo de Richard Harwood, corresponsal de TheMiamiHeraldy de The Washington Post, publicado el 26 de febre-ro de 1967 en The Miami Herald con el título de "CIA . : How Deep
its'nes?" ( "La CIA: ¿Cuán profundos son sus hilos?"), se consíg-
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na que desde el momento en que se creó la Agencia Central deInteligencia (CIA.) en 1947, se hizo evidente el papel inmensa-mente importante que tenía que jugar la institución en aquelloque el presidente Kennedy mas tarde llamó "la larga lucha cre-puscular entre los adversarios envueltos en la guerra fría".
En términos crudos el articulista indica en primer términoque muchos millones de dólares del gobierno norteamericano,son usados por la CIA . para influir en las posturas políticas eideológicas de los grupos privados, dentro y fuera de EstadosUnidos, sin tener que rendir cuentas públicamente.
En segundo término se señala como evidente que las decisio-nes no son tomadas caprichosa o unilateralmente por quienesdirigen la CIA . Así lo hizo notar el subsecretario de Estado,Nicholas Katzenbach, en un informe al presidente Johnson, enel que se explica que "cuando la CIA . le otorga apoyo a ciertasorganizaciones privadas, no lo hace por propia iniciativa, sino deacuerdo con las políticas nacionales establecidas por el Consejode Seguridad Nacional de los Estados Unidos, en el cual partici-pan las Secretarías de Estado y de Defensa de ese país " .
Estas políticas tienen, además, la aprobación y colaboraciónabierta de lo que se ha descrito como el American Establishment,("El Establecimiento Americano") formado por esa vaga coaliciónde abogados, industriales y financistas, de quienes se piensa,correcta o incorrectamente, que guían sutilmente el marco de lasacciones públicas de Estados Unidos.
La CIA y la Comisión Internacional de JuristasLa lista de miembros del "Establishment" o "establecimenta-
rios", involucrados con la CIA. en su penetración de las institu-ciones privadas es larga. Entre ellas, el autor cita al prominenteabogado norteamericano Eli Whitney Debevoise.
La lógica pregunta es: ¿Quién es este caballero? Eli WhitneyDebevoise es un abogado de Nueva York, ex-consejero Generaldel Alto Comisionado de Estados Unidos en Alemania, miembroprincipal de la igualmente distinguida firma de abogadosDebevo-ise, Plimpton . Lyons and Grites . Pero a la vez se señala que elabogado Debevoise es una figura principal en el Consejo Ameri-cano de la Comisión Internacional de Juristas . Se destaca asi-mismo que la función primordial de este Consejo ha sido la decanalizar dineros de la CIA . en las finanzas de la Comisión Inter-
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nacional de Juristas . Cabe agregar, para completar el cuadro,que el Plimton que figura en la razón social de la firma de aboga-dos Debevoise, Plimptort, Lyoris and Gate, et al, es Francis T.P.Plimton, ex-embajador representante permanente adjunto deEstados Unidos en las Naciones Unidas.
El Comité de EncuestaLa Comisión Internacional de Juristas designó a un Comité
de Encuesta formado por A. D. Belinfante, profesor de la Univer-sidad de Amsterdam, Holanda; el magistrado Gustaf Petrén, deSuecia y Navroz Valdl, abogado de la India, el cual celebróaudiencias durante los días que corrieron del 1 ° al 14 de marzo de1964.
La representación de Panamá estuvo integrada así : ColegioNacional de Abogados de Panamá, Jorge E . Illueca (Jefe y porta-voz de la delegación) ; Eduardo Valdez, Diógenes A . ArosemenaG., Rodrigo Arosemena, Carlos Bolívar Pedreschi, GuillermoMárquez Briceño, Ricardo A . Rodríguez y Eloy Benedetti (asesorjurídico, Relaciones Exteriores)
Los Estados Unidos de América estuvieron representadoscomo sigue : Joseph A. Califano, asesor jurídico general del De-partamento del Ejército (Jefe y portavoz de la delegación) : Ster-ling J . Cotrell, subsecretario adjunto de Estado, encargado de losAsuntos Interamericanos ; John F. Woff, abogado del Estado;Dwight McKabney, asesor j urídico general adjunto de la Compa-ñía del Canal de Panamá y Robert K. Donlan, letrado de la Divi-sión de Asuntos Civiles del Departamento de Justicia.
Las conclusiones del Comité de EncuestaEl Comité de Encuesta no fue categórico en sus conclusiones
y aunque en un lenguaje ambiguo no aceptó que ocurrieran lasviolaciones imputadas ala policía y al Ejército de Estados Unidosasí como a los ciudadanos de ese país, sí señaló lo que a su juiciofue una conducta irregular de parte de los norteamericanos.
Laza utilizada por EE. UU . . fue excesivaEn lo que concierne al artículo 3 de la Declaración Universal,
que ampara el derecho a lavida, a la libertad y a la seguridad de lapersona humana, hizo los siguientes señalamientos:
1 . Como consecuencia de los disparos efectuados por la
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fuerza armada de los Estados Unidos, hubo una trágicapérdidade vidas panameñas.
2. Reconoció la existencia de algunas dudas acerca de lacuestión de saber si la fuerza utilizada no excedió en algunosmomentos, del mínimo absolutamente necesario . Al respecto, elComité de Encuesta dejó sentada su preocupación por los he-chos siguientes:
a) Una vez de que la policía de la Zona del Canal huboagotado la mayor parte de sus reservas de gas lacrimógeno, esun hecho que no procuró obtener más suministros . b)No parece que nadie procurara utilizar las mangas de riego paracalmar a la multitud y dominarla. c) Parece además que, si biense dio orden de disparar por encima de la cabeza o en el suelodelante de la multitud, los manifestantes fueron alcanzados porproyectiles que no eran balas de rebote . d) Un gran número deproyectiles (de 400 a 500) fue disparado por tiradores especialesdel Ejército de Estados Unidos que utilizan fusiles de tiro rápido.En una zonaresidencial, densamente poblada, elempleo genera-llzado de potentes armas de fuego es un acto que le causó preocu-pación al Comité de Encuesta. e) El despliegue y la demostraciónde fuerza realizadas por soldados del Ejército de Estados Unidosen forma de avance con equipo completo de combate hacia lamultitud congregada en Colón, con fusiles y bayonetas caladasen posición de ataque, es un hecho que también fue motivo depreocupación.
Falta de acción de la Fuerza Pública panameña3. Si bien, declara la Comisión que la fuerza pública y las
autoridades panameñas no hicieran nada para limitar y domi-nar las violentas actividades de la multitud, admite por otraparte, que la tuerza utilizada por las autoridades de la Zona delCanaly por el ejército de los Estados Unidos puede haber excedi-do en algunos momentos de lo que era estrictamente necesario ."
En lo tocante al Artículo 5 de la Declaración Universal quedispone que nadie será sometido a torturas ni a penas o tratoscrueles, inhumanos o degradantes, la Comisión indicó que a sujuicio el Artículo 5 se refiere a personas que han perdido ya sulibertad o están permanentemente suj etas a malos tratos, y no seaplica a una situación temporal de urgencia.
La violación atribuida a los Estados Unidos del párrafo 1, delArtículo 20 de la Declaración Universal que consigna el derecho16
que tiene toda persona a la libertad de reunión y de asociaciónpacíficas, fue negada aduciendo que la Policía de la Zona delCanal tenía derecho a emplear la fuerza y a disolver la reuniónpara prevenir desórdenes y el estallido de violencias . Noobstantela Comisión Internacional enunció las siguientes consideracio-nes que no le hacen ningún favor a la parte norteamericana:
1. Las autoridades de la Zona del Canal y, en particular laPolicía de dicha Zona habrían podido atender a la situación conmayor previsión.
2. El Capitán de la Policía norteamericana garantizó el pasolibre del pequeño grupo de estudiantes panameños que habíande desplegar su bandera y cantar el himno nacional : por ello,creemos -aduce el Comité de Encuesta- que los estudiantes pa-nameños habían de ser mejor protegidos y que se debía respon-der con mayor firmeza a los actos de provocación realizados porestudiantes y adultos norteamericanos.
Lamentable el empleo de la fuerza fvsica contra estudiantespanameños
3. Es de lamentar -dice la Comisión- el empleo de la fuerzafísica con la utilización de porras (toletes) contra los estudiantespanameños, a los que se le había garantizado previamente elpaso libre.
4. No se tuvo en cuenta que la bandera se había convertidoen un símbolo especial tanto para los panameños como para losnorteamericanos particularmente los estudiantes.
No se respetó el acuerdo sobre la bandera5. En esta atmósfera, y a la luz de lo convenido en junio de
1963 por los presidentes Chiari y Kennedy, -confiesa el Comité deEncuesta- no alcanzamos a comprender por qué las autoridadesde la Zona del Canal, comprendidas las de la Escuela Superior deBalboa, no adoptaron medidas más firmes y enérgicas para hacerefectivo el acuerdo sobre la bandera en relación con sus estudian-tes.
El bloqueo por los EE.UU. del Puente de las Américas y delCorredor de Colón
En lo referente al párrafo 1 del artículo 13 de la DeclaraciónUniversal que determina que toda persona tiene derecho a circu-lar libremente y a elegir su residencia en el territorio de un Esta-do, la Comisión no consideró que fuese una violación de este
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derecho el bloqueo realizado por el ejército de los Estados Unidosen el Corredor de Colón ni en el Puente de las Américas.
Sin embargo, los Juristas de Ginebra expresan lo siguiente:Cierre delCorredor de Colóne impedimento de libre circulación1. En la madrugada del 10 de enero, elementos de las fuer-
zas armadas de los Estados Unidos instalaron un puesto deinspección al final del Corredor de Colón con el propósito deimpedir el paso de personas con pertrechos y armas de fuego;pero aunque es evidente que se impidió el derecho de libre circu-lación en abierta violación de la Declaración Universal y del TYa-tado del Canal, curiosamente el Comité de Encuesta asume muyambiguamente que "no parece que se impidiera a nadie pasarmás allá del puesto" .
Cierre total del Puente de las Américas2. El Comité admite que "durante algunas horas de la noche
el Puente de las Américas estuvo totalmente cerrado al tráfico,con la excepción de cierto tráfico oficial" . (Es obvio que estaalusión se refiere al tráfico oficial de vehículos de Estados Uni-dos .)
3. "La interrupción del tráfico nocturno -admite el Comité-causó molestiasy hasta perjuicios en el caso del tráfico comercialpara el transporte de abastecimientos y artículos de primeranecesidad que se trasladan de noche, entre ellos la leche . "
Incomprensiblemente la Comisión de Juristas justifica estaflagrante violación de la Declaración Universal de los DerechosHumanos y TYatados del Canal en vista de la importancia degarantizar el estado y la seguridad del Puente y del tráfico que porél circula.
Esta conclusión es en extremo ilógica porque al estar el Puen-
te de las Américas totalmente cerrado no había circulación detrafico que mereciera ser garantizado.
Justicia de la causa panameñaSin llegar a una conclusión concreta sobre la desigualdad de
tratamiento en la Zona del Canal, la Comisión Internacional deJuristas se aventuró a dejar constancia de algunas preocupacio-nes que abonaron la justicia de la causa panameña a saber:
1 . Es de lamentar que los ciudadanos de los Estados Unidosque han vivido toda su vida en la Zona del Canal, y quizá másparticularmente, los de la segunda y tercera generación, que han
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nacido y se han criado en la Zona del Canal, hayan adquirido unestado de ánimo peculiar que no contribuye al fomento de relacio-nes más felices entre ellos y el pueblo panameño.
2. Este particular estado de ánimo ha tenido por resultado laacumulación de resentimientos a lo largo de decenios, resentí-intentos que han hallado expresión, en actitudes desequilibradasde las dos partes como la cuestión de enarbolar los pabellonesrespectivos, según se puso de manifiesto durante los desgracia-dos días abarcados por el presente informe y era evidente desdehacía bastante tiempo.
3. En lugar de borrar estas tendencias antagónicas, el trans-curso del tiempo parece haberlas agravado.
Necesidad de unareorientación y transformación dela menta-
lidad norteamericana4. Los Estados Unidos, teniendo en cuenta la situación espe-
cial que ocupan en el mundo y en vista de sus recursos e ideales,deberían reflexionar sobre estos tristes hechos y adoptar medi-das eficaces para hacer posible una reorientación y transforma-ción de la mentalidad e ideas de los que viven en la Zona delCanal .
5. Sin duda esta tarea es dificil y ardua, pero devengaría ricosdividendos en forma de relaciones más sanas con el pueblo dePanamá.
6. El Comité concluye haciendo un virtual llamado a la conci-liación y al entendimiento entre los gobiernos y los pueblos dePanamá y Estados Unidos.
En coincidencia con los puntos anteriores en que se puso demanifiesto que el Colegio Nacional de Abogados comprobó ante elComité de Encuesta los excesos, abusos y violaciones de losderechos humanos cometidos por la policía, el ejército, las auto-ridades y los ciudadanos norteamericanos, el abogado Peter P.Cecere, de la Universidad de Comell, sostiene que EE.UU . fueencontrado culpable de usar fuerza excesiva y de que no fuetotalmente exonerado de culpa por la Comisión de Encuesta . 4
El enjuiciamiento de las causas de conflictoLos juristas del Comité de Encuesta pusieron de relieve en su
informe la existencia de las causas de conflicto entre Panamá yEstados Unidos . Aunque dejaron claro que su informe no teníapor finalidad proponer soluciones a los problemas de interpreta-
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ción y de definición de los derechos de las partes, sí dejaronconstancia en términos inequívocos de que las disposiciones dela Convención del Canal ístmico "han dado lugar" acontroversiasentre los dos gobiernos con respecto a las cuestiones de sobera-nía casi desde el comienzo (o sea, desde 1903) hasta ahora . s
Es importante registrar que uno de los miembros del Comitéde Encuesta le confió a uno de los personeros del Colegio Nacio-nal de Abogados, que participó en las audiencias realizadas, queél había insistido en consignar esta cuestión legal en el informe,con el propósito de instar a las partes a la concertación de unnuevo tratado.
Quienes esperaban que la denuncia de violación de los dere-chos humanos promovida por el Colegio Nacional de Abogados,culminaría con una condena de los Estados Unidos, pudieronpercatarse al leer el informe del Comité de Encuesta, que lamisión de dicho Comité y de la Comisión de Juristas había sidoentendiday desarrollada por sus integrantes como una misión deconciliación dirigida a lograr la avenencia de las partes que en esemomento tenían sus relaciones diplomáticas interrumpidas, entanto que se ventilaban quejas de agresión ante el Consejo de laOrganización de los Estados Americanos y ante el Consejo deSeguridad de las Naciones Unidas.
Uamado a la avenencia, la cooperación y la amistadPuede entenderse así que Sean McBride, ex-ministro de Rela-
ciones Exteriores de Irlanda y premio Nobel de la Paz, en sucondición de Secretario General de la Comisión Internacional deJuristas, al dar a conocer el informe, expresa la esperanza de quelos trabajos del Comité de Encuesta habrán de contribuir a"acre-centar la avenencia, la cooperación y la amistad entre los dospaíses y entre el pueblo panameño y el pueblo norteamericano ."
La histórica declaración del presidente ChiariLa presencia en Panamá de la Comisión Interamericana de
Paz y de la Comisión General del Organo de Consulta de la Orga-nización de los Estados Americanos no produjo resultados signi-ficativos, pero dio pie para que el presidente Chiari formulara suhistórica declaración de que "Panamá no reanudará relacionesdiplomáticas con los Estados Unidos, sin que el Gobierno norte-americano prometa formalmente estar dispuesto a emprender,
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negociaciones para llegar en su momento a la concertación de unnuevo tratado".
La Declaración conjunta del 3 de abril de 1964Después de las declaraciones que hicieron el 21 y al 24 de
marzo de 1964 respectivamente, el presidente Johnson de Esta-dos Unidos y el presidente Chiari de Panamá, y después de unadiscusión semántica el embajador norteamericano ElisworthBunkery el embajador panameño Miguel J . Moreno suscribieronen la Organización de los Estados Americanos la DeclaraciónConjunta del 3 de abril de 1964 en que se acordaron las trespuntos siguientes:
1. Restablecimiento de relaciones diplomáticas;2. Designar sin demoras embajadores especiales con poderes
suficientes para procurar la pronta eliminación de las causas deconflicto entre los dos países, sin limitaciones ni pre-condicionesde ninguna clase;
3. En consecuencia, los embajadores designados iniciaranInmediatamente los procedimientos necesarios con el objeto dellegar a un convenio justo y equitativo que estaría sujeto a losprocedimientos constitucionales de cada país.
La impronta del. 9 de Enero en las negociacionesLos editoriales de los medios de información coincidieron en
señalar que la declaración del 3 de abril significaba claramenteque esta vez se establecerían los procedimientos adecuados pararesolver problemas cuya existencia se ha prolongado práctica-mente durante la historia de la Repúblicay que tuvieron dolorosaculminación durante los lamentables sucesos de enero de 1964.
Coincidieron también en la importancia de que los embaj ado-res especiales hubiesen sido revestidos de la más alta jerarquíade poderes representativos de los propios presidentes, y con au-toridad oficial suficiente para alentar la concertación de acuerdosy convenios de tal significación que requerían la aprobación delos organismos constitucionalmente autorizados para ello encada nación.
Los negociadores de los dos paisesImbuido del sentimiento de unidad nacional prevaleciente en
el país el presidente Chiari me designó como embajador especial
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de la República de Panamá para iniciar las negociaciones, to-mando en cuenta, sin duda, mi condición de presidente del Cole-gio Nacional de Abogados que había ejercido el mes anterior laPresidencia del Congreso de la Soberanía Nacional con la partici-pación de organizaciones de todo el país.
El presidente Johnson por su parte designó embajador espe-cial a Robert B. Anderson, ex-secretario delTesoro norteamerica-no .
El 6 de mayo de 1964, según se informó en un despacho de laPrensa Unida Internacional, "el presidente Johnson recibió lavisita formal del abogado internacionalista Jorge E. Illueca, en-viado especial del presidente Chiari para las conversaciones so-bre las diferencias de los dos países en tomo a la Zona del Canal.En el momento de recibir a Illueca, Johnson estaba acompañadopor Robert B . Anderson, representante norteamericano, para lasmismas conversaciones ."
La terminación del Tratado de 1903 como tema dela negociación
Los plenipotenciarios de los dos países convinimos inicial-mente en nuestra primera reunión formal en un temario tentati-vo compuesto entre otros de los siguientes puntos:
1. Abolición del régimen existente en la Zona del Canal, queconsidera a ésta como un enclave colonial.
2. Vigencia de la legislación panameña y administración deJusticia por Panamá en la Zona del Canal.
3. Participación adecuada en los beneficios del Canal.4. Fijación de un plazo determinación del Tratado y Admi-
nistración conjunta del Canal durante el período de duración quefuera convenido.
La renuncia del negociador panameñoMi misión como negociador, se inició el 6 de mayo de 1964,
dándose el caso de que el domingo siguiente, 10 de mayo, serealizaron las elecciones presidenciales en Panamá. Es obvio queante la niminente toma de posesión de un nuevo Presidente lospoderes de negociación que me había conferido el presidenteChiari quedaron seriamente limitados . La subsecuente eleccióndel presidente Marco A. Robles mermó aún más mi capacidadpara negociar con la parte norteamericana, a medida que la
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tmpronta del 9 de enero se fue debilitando con el nombramientode un nuevo Canciller en reemplazo de Galileo Solís.
No es el caso entrar aquí en la enunciación y el análisis de loshechos que se sucedieron . En noviembre de 1964 renuncié alcargo de negociador, sin que esa decisión fuese motivada pordesavenencias personales con el canciller Fernando EletaAlma-rán, sino exclusivamente por cuestiones de principios y senti-mientos de lealtad a los intereses superiores de la Nación Pana-meña. Sobre todo quise ser fiel a los nobles objetivos que fueronla razón de ser de la j ornada reivindicadora del 9 de enero y a losideales nacidos de esa gesta heroica tal como fueron recogidospor el Congreso de la Soberanía Nacional los días 15 y 16 defebrero de 1964.
Los proyectos de tratados Robles-JobnsonEl tiempo definió varias de las incógnitas que fueronconstan-
tepreocupación de laciudadanía . El 24 de septiembre de 1965 sehizo pública la Declaración Robles-Johnson anunciando la nego-ciación separada de tres tratados:
1. Un nuevo y moderno tratado que reemplace el tratado de1903 y sus modificaciones;
2. Un nuevo tratado concerniente a bases militares y statusde Fuerzas Armadas y
3. Un tratado para la construcción en Panamá de un nuevocanal a nivel del mar.
Los negociadores de los dos países, según acta firmada porellos en la Ciudad de Nueva York, el 22 de junio de 1967, reco-mendaron a sus respectivos gobiernos los tres proyectos detratados, con los siguientes títulos:
"1 . Tratado del Canal de Panamá;2. Tratado para la Construcción de un Canal a Nivel del Mar
por Panamá ; y3. Tratado de Defensa del Canal de Panamá y de su Neutrali-
dad".
El repudio de los proyectos de tratados Robles-JohnsonEstos tratados que comprometían e hipotecaban el futuro del
país hasta bien entrado el siglo XXI y que el presidente Marco A.Robles y su canciller Femando Eleta Almarán intentaron forma-lizar en 1967, fueron objeto de rechazo por sectores mayoritarios
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de la opinión pública, que coincidieron en la conclusión de que"los tres proyectos de tratados no cumplen con la finalidad deprocurar la pronta eliminación de las causas de conflicto entre losdos países."
El régimen militar que asumió el poder en 1968, después deconocer el dictamen adverso a esos tratados, emitido el 30 demarco de 1970 por la Comisión Asesora integrada por GalileoSolís, Hernán Porras e Ignacio Molino, dispuso repudiar esosinstrumentosy decidió que no fuesen utilizados, ni siquieracomobase de discusión, cuando se reanudaran las negociaciones conel gobierno de Washington.
Vigencia de los postulados de la Gesta de Enero de 1964A partir del repudio oficial y popular de los Tratados de 1967
cobraron renovada vigencia los objetivos de la Gesta de Enero de1964.
Concluyo reiterando que el sentido de nuestra historia nacio-nal, en las actuaciones de sus fuerzas popularesy en las reflexio-nes de sus grandes pensadores, ha sido el de la constante eincansable búsqueda de su integración humana y su integridadfísica, el de la recuperación del dominio sobre sus propios bienesy recursos materiales, el del pleno dominio soberano sobre susriquezas, sobre los frutos de su trabajo, sobre sus propios intere-ses y decisiones, así como ha sido el de su incansable esfuerzopara construir nuestro propio Estado nacional -moderno, cohe-rente y eficiente-, y por eliminar las distintas formas de ocupa-ción o tutelaje foráneo y de injusticias internas . Estas son lasconstantes de nuestra historia por la cabal institución del sernacional . Sobre ellas se vuelca y en ellas asimismo se fecunda eldesarrollo de nuestra conciencia nacional . Estos son los factoresque en el curso de esa historia se han empinado en el pensamien-to y la acción de los forjadores de la nacionalidad panameña,entre los cuales se destacan los protagonistas de la gesta históri-ca del 9 de Enero de 1964.
Not~1. M.M. Alba C ., Cronotog(ade los gobemantes de Panamd, 1510-1967, Impren-ta Nacional. 1966 . Panamá, 1967, p . 369.2. Editorial, El Panamá América, 10 de enero de 1964.3. 11 PanamáAmértea lunes ,13 de enero de 1964.4. Ia Estrella de Panamá, 30 de junio de 1967.5. Informe del Comité de Encuesta, p . 11.
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EL SIGNIFICADO DEL9 DE ENERO DE 1964
César A. de León E.*
Enero de 1964 representa un hito fundamental en la largalucha de la sociedad panameña por lograr la culminación delproceso de la formación de la nación con la constitución de unestado soberano, verdaderamente libre y dueño de su destino.
La evolución histórica de América Latina había desembocadoen la aparición de numerosos estados acomienzos del siglo=, yen cierta medida los mismos factores que condujeron a ese resul-tado, llevaron a los panameños -ya con identidad propia logradaa través de los siglos XVII y XVIII- a plantearse la cuestión deromper el vínculo colonial que nos mantenía unidos a España.
Pero en el caso de nuestro país -como ocurrió con otros pue-blos latinoamericanos- los acontecimientos históricos de la pasa-da centuria tomaron un curso distinto . Cuando en 1821 Panamáse declara independiente de España se une en el mismo momentoal estado multinacional creado por Simón Bolívar, que incluía enesos años a Colombia, Venezuelay Ecuador . Es decir, Panamá nose constituyó en un estado soberano.
•Pmiewr de Historia de la Universidad de °----^• .
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Este hecho trascendental determinó el sentido general de losacontecimientos que conformarony se concretaron en la historiade Panamá en el siglo XIX.
No es el propósito de este trabajo hacer la radiografía históricade nuestro país en esa centuria, pero sí debemos apuntar los queserán los ejes fundamentales que jugarían un papel preponde-rante para nuestra patria.
En primer lugar tenemos que subrayar que el istmo de Pana-má ha tenido como papel permanente a partir del siglo XVI el deservir de paso de un océano al otro, circunstancia que ha marca-do su existencia ya desde aquel mismo siglo.
El hecho de ser ruta interoceánica ha sido más decisivo aún enel siglo pasado y en el actual . Como se verá más adelante.
En segundo lugar debemos tener en cuenta la decisión de laclase dirigente de Panamá de hacer de nuestro país una parte delestado multinacional estructurado por Bolívar . Como es posibledemostrar, los intereses fundamentales de Panamá no fuerondebidamente comprendidos por los gobiernos que se sucedieronen Bogotá.
La oligarquía colombiana dueña y usufructuaria del poder enColombia no llevó a cabo una verdadera política de desarrollopara el Istmo, y cuando lo ensayó fue concediendo a potenciasextranjeras derechosy privilegios que incidieron definitivamenteen el devenir de Panamá.
En tercer lugar en el siglo XIX tres países fijaron su mirada enla ruta panameña y trataron de obtener su dominio . Nos referi-mos a Estados Unidos, a Inglaterra y a Francia. Esto ha tenidoefectos profundosy duraderos en la evolución de nuestro país, loscuales aún están presentes a finales de este siglo XX.
IIEl período de unión a la Gran Colombia, que se suponía debía
representar la solución positiva de los problemas del Istmo, y elcamino de la prosperidad futura, fue todo lo contrario de lo imagi-nado . Resulta ya un poco ocioso para un panameño repetir quedurante esos 82 anos no sólo se deshizo la estructura de la GranColombia, en 1830, sino que el estado colombiano, al cual Pana-má permaneció unido, ahora por la fuerza, se sumió en unatrágica y turbulenta vida política, en la cual naufragaron irremi-
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siblemente los proyectos y sueños de los habitantes del Istmo.Incontables revoluciones y golpes de estado, numerosos einfructuosos ensayos constitucionales, anarquía y desorden ins-titucional fueron los rasgos más distintivos de Colombia en eselapso. A esto habría que agregar la miopía del gobierno central,que le impedía ver los problemas y percibir los anhelos de lospanameños . Hacia finales del siglo XIX la agonía llegaba a susmomentos culminantes . La Guerra de los Mil días (1899-1902)destrozó por completo la riqueza nacional y sumió al país en lamás honda desesperación.
Pero, como es lógico imaginar, los habitantes del Istmo nopodían padecer estos males sin intentar recobrar su libertad.Como era de esperar, el siglo XIX presenció los repetidos esfuer-zos de los panameños para readquirir su status de nación inde-pendiente, o bien, para gozar los beneficios posibles a un EstadoFederal . Sólo los que ignoran que Panamá se separó de Colombiavarlasveces durante esos 82 anos pueden suponer el movimientoseparatista de 1903 fue inventado por los Estados Unidos . Estepaís no lo gestó, sino que lo impulsó y lo aprovechó en beneficio desus propios intereses. El 3 de noviembre de 1903 no es otra cosaque un intento más en una cadena de tentativas que se iniciaronen el momento mismo en que quedó disuelta la Gran Colombia,con la separación de Venezuela y Ecuador. Efectivamente, to-mando como pie esa circunstancia, Panamá se separó de Colom-bia el 26 de septiembre de 1830. Volvió a hacerlo el 9 de julio de1831 . De 1840 a 1841 Panamá fue durante trece meses unEstado independiente, con relaciones internacionales propias, ycon un gobierno debidamente establecido . El 27 de febrero de1855 quedó constituido en Estado Federal con cierta autonomía.
Cuando Panamá se separó de Colombia en 1903 se llevaba acabo una aspiración constantemente manifestada a través demuchos años, y legítima partiendo desde el punto de vista de losintereses nacionales de Panamá . Pero, veremos que la indepen-dencia nuevamente lograda, quedó de inmediato mediatizadapor la intervención del imperialismo norteamericano . Es ne-cesario explicar esto.
Si los colombianos no tomaban medidas prácticas para obte-ner de la situación del Istmo toda laventaja que era posible, otrospaíses sí se movían cada vez más abiertamente en el sentido de
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plantear el asunto de una comunicación interoceánicamás expe-dita que la representada por el ya viejo Camino de Cruces . Dosnaciones europeas, Inglaterray Francia, por un lado, y otra ame-ricana, los Estados Unidos, por el otro, miraban insistentementehacia el Istmo . Esto trajo consigo el temor por parte del gobiernode Bogotá. Entonces Colombia da un paso diplomático que va apesar sobre el destino de Panamá. En el año 1841 se firmaba unActa mediante la cual se encomendaba a Gran Bretaña la protec-ción del Istmo, pero las negociaciones se estancaron por la pro-testa del gobierno de los Estados Unidos, que vio en el hecho unaviolación de la doctrina Monroe . El 12 de diciembre de 1846 losEstados Unidos y la Nueva Granada firmaban un tratado de Paz,Amistad, Navegación y Comercio, en virtud del cual los EstadosUnidos "garantizan positiva y eficazmente a la Nueva Granada,por la presente estipulación la perfecta neutralidad del ya men-cionado Istmo, con la mira de que en ningún tiempo, existenteeste Tratado, sea interrumpido ni embarazado el libre transito deuno a otro mar ; y por consiguiente garantizan de la misma mane-ra los derechos de soberanía y propiedad que la Nueva Granadatieney posee sobre dicho territorio" . Colombia permitía, pues coneste tratado la injerencia e intromisión de los Estados Unidos enPanamá. (Art . 35 del Tratado Mallarino-Biddlack)
Acabamos de encontramos con dos poderes en pugna : el in-glés y el norteamericano . En la década del 40 sus fuerzas estánequilibradas en lo que a América Central se refiere . El asunto deun posible canal preocupaba a Washington y a Londres . Así, sefirmó en la capital norteamericana el Tratado Clayton-Bulwer, en1850, por el cual Gran Bretaña se comprometió a no construircanal alguno por el Istmo centroamericano sin dar participacióna los Estados Unidos . Mediante ese instrumento jurídico, ambasnaciones se neutralizaban.
Sin embargo el Contrato Stephens-Paredes, entre EstadosUnidos y Nueva Granada, fechada en ese mismo año de 1850,autorizaba a una empresa norteamericana para que pudieseconstruir un ferrocarril a través del Istmo . Cuando el 28 de enerode 1855 corrió el primer tren de mar a mar, los capitales norte-americanos y sus intereses adquirían en Panamá tal consisten-cia que desde esa décadahasta nuestros días, Estados Unidos noha dejado de intervenir en la historia y destino de nuestro país.
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Sin embargo, los Estados Unidos no tenían el dominio comple-to de la situación en Panamá. En la década del 70, Francia,constructora del Canal de Suez, abierto a la navegación el 17 denoviembre de 1869, se interesó vivamente en el proyecto pana-meño, y no sólo logró la concesión (20 de marzo de 1878), sino queinició la construcción de un canal, el 1 de enero de 1880 . Laempresa gala concluyó con el más absoluto descalabro, despuésde 20 anos de gigantescos esfuerzos, Graves fallas de organiza-ción, despilfarros, pestes y plagas, y las mismas dificultadestécnicas, vencieron a los franceses.
Mientras tanto, Estados Unidos había logrado hacia finalesdel siglo la preponderancia en todos los asuntos del Caribe . Ingla-
terra había tenido que ceder finalmente, y abandonar sus preten-siones hegemónicas en esa región . Símbolo de esta nueva situa-ción, del nuevo balance de fuerzas, fue el tratado Hay-Pauncefo-te, fumado en 1901 entre esas dos naciones, mediante el cual seconcedía a los Estados Unidos el derecho a construir y controlarun canal por el Istmo centroamericano, independiente de GranBretaña.
Con esto Estados Unidos tenía el camino expedito para inten-tar la construcción del canal, pues casi al mismo tiempo se habíaproducido dos hechos capitales : la quiebra francesa y la rendi-ción diplomática inglesa.
En 1902 la Ley Spooner autorizó al presidente Teodoro Roose-
velt para entablar con Colombia las negociaciones pertinentespara iniciar la construcción de un canal, y para comprar losderechos de la compañía francesa. En caso de que no pudierallegarse a un acuerdo con Colombia, se facultaba al Presidentepara abrir negociaciones en con el gobierno de Nicaragua.
El 22 de enero de 1903 se firmó el Tratado Herrán Hay en elque se especificaban las condiciones en que se construiría elcanal . Por fin los istmeños veían la posible realización del pro-yecto acariciado por varios siglos . De nuevo renació la esperanza
de mejores días.El rechazo del Convenio por el Senado de Colombia el 12 de
agosto de 1903, pareció a los panameños un acto injustificado.Ante la posibilidad de que el gobierno de Estados Unidos sedecidiese a hacer el canal por Nicaragua, los dirigentes paname-ños se decidieron a dar el paso definitivo para separarse de Co-
lombia .
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La legitimidad de esta decisión no fue seguida por el cumpli-miento y el logro de los anhelos hondamente sentidos por todoslos panameños . Recordemos que precisamente en esos anos losintereses fundamentales del imperialismo norteamericano exi-gían a toda costa la construcción de un canal, y por lo tanto, lasaltas esferas de ese país no tuvieron el menor escrúpulo de con-ciencia al animar, y ayudar a los panameños para que se separa-sen, a pesar de lo que habían prometido a Colombia en el TratadoMallarino-Biddlack. Y a partir del instante mismo de la separa-ción de Colombia, los intereses que primaron no fueron los delpueblo panameño, sino los de Estados Unidos . Durante los anossiguientes quedó en evidencia que el Tratado Hay-Bunau Varíllarepresentaba un duro golpe para el proceso de desarrollo denuestra nacionalidad . Nuestro territorio quedaba fraccionado endos mitades, con una Zona del Canal en medio; veíamos rotanuestra unidad cultural con la aparición de una población zo-neíta con otras costumbres, otra lenguay otros usos; y presenciá-bamos el aprovechamiento de nuestra principal riquezapor partede los Estados Unidos, al mismo tiempo que se acentuaba más ymás la distorsión de nuestro desarrollo económico, desfigurado ysacrificado por el imperialismo norteamericano . Y lo que consti-tuía la máxima aberración, nuestra condena era "a perpetuidad".
Desde este ángulo -puede verse ahora claramente- las luchasdel pueblo panameño representan nuevos y definitivos intentospara constituirse como nación libre y soberana, dueña absolutade su destino; son la manifestación de la más firme voluntadpanameña de sacar del territorio nacional a los norteamericanosque desde 1846 hacen y deshacen en el país ; constituyen seriosesfuerzos por recuperar su riqueza enajenada por el extranjeroopresor .
1111El tratado de 1903, conocido como el Tratado Bunau-Varilla
es uno de los documentos más extraños, absurdos y bochorno-sos que hayan aprobado alguna vez dos países . Ese instrumentojurídico significó la negación de los legítimos intereses de la na-cionalidad panameña, el desvirtuamiento de la evolución delsiglo XIX istmeño, y la aceptación por parte de los grupos gober-nantes en Panamá de una condición j u rídica algo semejante a lade un protectorado.
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A partir de 1904, y cada vez con más conciencia de nuestrodestino histórico y de nuestraj usticia y razón, Panamá ha inicia-do la lucha por lograr su total y absoluta independencia.
Incluso los sectores dirigentes que no supieron defender losverdaderos intereses de la patria en aquellos días finales de 1903empezaron a luchar por paliar los efectos del mencionado trata-do . Sin embargo, comprometidos con el imperialismo norteame-ricano nunca tuvieron ni han tenido la política de exigir integral-mente la reconquista de los derechos conculcados . Por eso, aúncuando desde el 11 de agosto de 1904 plantearon claramente lainterpretación de algunas cláusulas dándoles una significaciónque contradecía a la que les daba el Departamento de Estadonorteamericano el pueblo panameño no ha visto en ningún mo-mento en ellos a líderes patriotas y capaces que pudieran haberloconducido a la recuperación total de lo que nos fue negado.
Así, esos sectores bien pronto fueron perdiendo ascendientesobre las capas medias y sobre las masas panameñas, las quecomenzaron ya desde la década de 1920 una lucha por los in-tereses nacionales.
Se inicia en estas dos primeras décadas lo que hemos llamadola etapa revisionista de la lucha por la liberación nacional.
En julio de 1926, los dos gobiernos decidieron formar un nue-vo tratado . Sin embargo, la Asamblea Nacional por voto unánimede sus miembros resolvió abstenerse de ratificar dicho instru-mento jurídico hasta tanto pudiera obtenerse condiciones mássatisfactorias.
Eso fue posible en 1936 . Durante el gobierno de Franklin D.Roosevelt se abrió un nuevo período de negociaciones entre Estados Unidos yPanamá, y se llegó a la firma del llamado Tratado de1936, que representa importantes cambios con respecto al de1903 . Esa nueva Convención significa la conquista de variospuntos fundamentales y vitales para nuestro país . No sólo seinterpretaba el espíritu de las relaciones entre las dos naciones,sino que se derogaban dos oprobiosos artículos que durante añoshabían pesado sobre la vida de la República . Se suprimió lacláusula en virtud de la cual Estados Unidos se comprometía agarantizar la independencia de Panamá, cláusula que hacíadudar de la existencia de Panamá como estado soberano . Fue elimi-nado también el artículo en virtud del cual los Estados Unidospodían intervenir en la vida interna de la nación panameña cuan-
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do lo creyesen necesario para mantener el orden público . Se veíadesaparecer en esta forma la estipulación que había justificadopor espacio de casi cien anos los atropellos norteamericanos enPanamá.
El Tratado del 36 constituía un paso adelante en la marcha delpueblo panameño hacia su total liberación . Sin embargo, no seresolvían allí las cuestiones que afectaban los derechos sobera-nos de Panamá sobre la Zona del Canal.
Es en el curso de los años posteriores a la Segunda GuerraMundial cuando la economía panameña sufre una transforma-ción apreciable en el sentido del desarrollo de la producciónnacional y de la formación de grupos económicos cuyo interésvital residía en el incremento de dicha producción . Este fenóme-no hizo surgir elementos que fueron el germen de una nuevaburguesía nacional . Ellos se unieron a las capas medias y alpueblo en la campaña de independencia económica.
El año 1947 tiene especial significado para nuestro análisis.En esa fecha el pueblo panameño en masa, dando una demostra-ción de combativa decisión, frustró los planes del imperialismonorteamericano y de ciertos sectores de la oligarquía panameña,y obligó a los Estados Unidos a abandonar todas las bases milita-res que Panamá había permitido utilizar durante los años de laSegunda Guerra Mundial.
Es decir, el pueblo en las calles impidió que los norteamerica-nos ocuparan militarmente territorio panameño fuera de la Zonadel Canal.
Todo el desarrollo del país había llevado a una cada vez másgrave situación de las contradicciones entre Panamá y los Esta-dos Unidos. Y el grado alcanzado por dichas contradicciones eratal, que los reclamos ante esa potencia, las exigencias, son ex-puestas, incluso, por gobiernos que tienen dentro del país unaposición antidemocrática. En este sentido no es de extrañar queprimero José A . Remón, y luego Ernesto de la Guardia Jr. hayanplanteado algunas reivindicaciones.
El Tratado Remón-Eisenhower de 25 de enero de 1955 y losEntendimientos Acordados anexos a él representan fundamen-talmente una expresión de sectores que tienen intereses econó-micos propios y que están dispuestos a discutir con los EstadosUnidos.
Toda la problemática relativa al Canal de Panamá volvió al
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tapete de la discusión internacional cuando Egipto nacionalizó elCanal de Suez, el 26 de julio de 1956.
Entonces y aprovechando la ocasión, el Gobierno panameñono sólo se puso al lado del pueblo egipcio, sino que tomó una seriede medidas relativas a su flota mercante, en abierto pugna con el
parecer y las decisiones del Departamento de Estado norteameri-cano.
Los acontecimientos de noviembre de 1959 poseen una digni-ficación extraordinaria para Panamá y para toda la América Lati-na . Hasta ese momento el pueblo panameño no había participa-do en forma visible en el problema de la soberanía sobre la Zonadel Canal . Es decir, durante medio siglo el asunto fue discutidopor las Cancillerías respectivas, y las dos posiciones permanecie-ron irreductibles . Pero, ese mes y ese año las masas panameñasdecidieron que Panamá no había cedido su soberanía a los Esta-dos Unidos en dicha zona, y que, además, era preciso que elemblema que simboliza posesión y soberanía, la bandera pana-meña, debía flamear en ese territorio. Estudiantes, obreros, em-pleados, diputados, decidieron hacer lo que hace todo ciudadanodentro de su país, izar banderas panameñas en la Zona delCanal . Centenares de manifestantes portando la bandera "inva-dieron" sin ninguna clase de armas, el territorio zoneíta y eleva-ron el pendón nacional . El ejército norteamericano abrió fuegocontra los pacíficos y desarmados invasores, y se desató inmedia-tamente una crisis política.
La sangre derramada no fue inútil . Asustados los gobernantesnorteamericanos, terminaron por llegar a acuerdos parciales so-bre materias y asuntos concretos . Debemos mencionar lo relativoal uso de las banderas de los Estados Unidos y Panamá en la Zonadel Canal.
El primer acuerdo, que representó una concesión formal delimperialismo estadounidense consistió en que la bandera dePanamá fuese izada oficialmente en el llamado Triángulo Shalerde la Zona del Canal . Años después, el gobierno panameño insis-tió y logró un acuerdo más amplio : la bandera nacional debía serizada al lado de la de Estados Unidos en todos los puestos civilesen donde ésta apareciera . Estos son ya los antecedentes inmedia-tos que conducen a la crisis de enero de 1964 .
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IVEnero de 1964 inicia una nueva etapa en las críticas relacio-
nes que existían entre Panamá y los Estados Unidos. El estallídodel 9 de enero y días subsiguientes demostró la quiebra de aque-llas relaciones aún existentes, y la necesidad de re-estructurar-las. En lo concreto esto se tradujo en la exigencia inaplazable node seguir revisando el Tratado Hay-Bunau-Varilla y los otrostratados posteriores sino lograr la abrogación total de aquel tra-tado y la concertación de otro que recogiese las más caras aspira-ciones de los panameños: la propiedad del Canal, la supresión dela Zona del Canal y la desaparición de todo vestigio de colonialís-mo . Se iniciaba la etapa de la abrogación de todos los tratadosanteriores.
Esto estaba exigido por el desarrollo económico, socialy político de Panamá y por el clima internacional que predominaba enaquellos años en lo que tocaba a la supresión del colonialismo entodo el mundo.
En otras palabras, enero de 1964 inauguró un nuevo capítulode la larga historia de la nación panameña tras el objetivo delograr la condición de estado independiente, verdaderamentelibre y soberano.
La insurrección popular de esa fecha era la manifestación máscontundente de que las masas panameñas habían tomado ensus manos la bandera de la liberación nacional.
Como consecuencia de enero de 1964 ambos gobiernos entra-ron en negociaciones para concertar un nuevo tratado . Esastentativas desembocaron en el Tratado Robles-Johnson co-nocido con el nombre de "tres en uno", que fue rechazado por todoel país.
Posteriormente el gobierno liderizado por el general OmarTo-rrijos recogió el mandato de enero de 1964, y con el apoyo delpueblo panameño y de la opinión internacional logró la conclu-sión y aprobación de los Tratados Torrijos-Carter en 1977, queponen fecha precisa a la recuperación de la Zona del Canal y a laentrega del Canal a Panamá. (31 de diciembre de 1999, a las 12M .)
Sin embargo, uno de los dos tratados Torrijos-Carter, el trata-do de Neutralidad representa una oprobiosa continuación delpasado colonialista que ha pesado sobre Panamá . Por ello, y paralograr los objetivos ya centenarios de la nación panameña, es
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menester continuar la lucha no sólo para que se cumpla el trata-do Torrijos-Carter sobre el Canal y la Zona del Canal, sino poreliminar del Tratado de Neutralidad la parte que reproduce elderecho que se concede a los Estados Unidos de intervenir ennuestro país por la misma razón que menciona el artículo 35 delTratado Mallarino-Biddlack de 1846 . Dicho más claramente to-davía pesa sobre Panamá la amenaza que apareció sobre nues-tras cabezas a mediados del siglo pasado.
Esto significa que es nuestro deber histórico cumplir comple-tamente con el mandato de los mártires de 1964, y lograr losobjetivos de la nación por los cuales se batalla desde 1821.
En esta perspectiva nuestro pueblo ha reafirmado su decisióndespués de la criminal invasión militar que sufrimos el 20 dediciembre de 1989, y se mantiene vigilante frente a las oscurasconversaciones que llevan a cabo representantes del actualgobierno con los Estados Unidos, en tomo a la posibilidad de quetropas norteamericanas permanezcan en suelo panameño aúndespués del año 2000.
Como puede verse no se ha cerrado aún la etapa abierta porenero de 1964 .
Panamá, 1 de julio de 1997.
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DEL TRATADO COLONIALISTADE 1903, A LA INSURRECCION
PATRIOTICA DE 1964*
Víctor Avila D.**
Desde su nacimiento en 1903, la República de Panamáquedó intervenida por Estados Unidos en razón del Tratado Hay-Bunau Varilla suscrito el 18 de noviembre de 1903 en Washing-ton, y ratificado por la Junta Provisional de Gobierno de Panamáel 2 de diciembre de ese mismo año . Dicho Tratado concedió aEstados Unidos una serie de ventajas que le permitieron a dichapotencia estructurar un enclave colonial en nuestro territorio,que se denominó Zona del Canal. Allí se construyó la víainteroceánica, el complejo de servicios para la marina mercanteinternacional y de mantenimiento a esa portentosa obra deingeniería, así como edificios administrativos, centros hospitala-rios, escuelas, comisariatos y bases militares, entre otros.
La Zona del Canal tenía una extensión de 1,432Km 2 y partíaen dos la República. En dicho territorio, Estados Unidos tenía
-Conferencia pronunciada en el acto de conmemoración del X= aniversariode la Gesta del 9 de enero de 1964, efectuado en el Salón de Profesores de laFacultad de Humanidades de la Universidad de Panamá, el 6 de enero de 1995.--Profesor de Historia de la Universidad de Panamá .
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plena jurisdicción, razón por la cual las leyes que allí regían y labandera que flameaba eran las norteamericanas ; los jueces, lapolicía y el gobernador eran designados por el gobierno de Esta-dos Unidos. Todas las instalaciones y funcionarios que allí labo-raban dependían exclusivamente del gobierno estadounidense.El estado panameño no tenía injerencia dentro de ese territorio,pues la jurisdicción era ejercida de manera absoluta por EstadosUnidos, como si fueran los soberanos . La Zona del Canal seconstituyó en una colonia norteamericana en el centro del país;así nació la República.
Sin embargo, es preciso señalar que los panameños nuncaaceptaron de manera sumisa dicha presencia colonial . Prueba deello es que en 1904 el Dr . Belisario Porras planteó al presidenteManuel Amador Guerrero, la necesidad de estudiar de manerarigurosa elTratado del Canal, a fin de solicitarle a Estados Unidosreformas a ese instrumento jurídico para beneficio de la Repúbli-ca, en virtud de nuestros aportes para la construcción del canalinteroceánico.
Esas inquietudes del Dr . Porras fueron acogidas por el presi-dente Amador Guerrero designándose a los juristas FranciscoFilós, Facundo Mutis Durán y Belisario Porras para querealizaran el estudio aludido. Como consecuencia del mismo, surgió lallamada misión De Obaldía a Washington, integrada por José DeObaldía y Eusebio A. Morales, iniciativa diplomática que indujoal Presidente Teodoro Roosevelt a enviar a Panamá, en diciembrede 1904, a su ministro de Guerra y Marina William Taft, quienconversó con diversos sectores panameños sobre el tema delTratado del Canal . Al final de su visita, en enero de 1905, W . Taftsuscribió una serie de acuerdos que beneficiaban en ciertos as-pectos económicos a los sectores privados y al propio gobiernopanameño. De esta forma se inicia un largo proceso de revisiónprogresiva del Tratado Hay-Bunau Varilla de 1903.
Entre tanto, Estados Unidos puso en práctica una políticaagresiva y colonialista que ofendía la dignidad del país . Por ejem-plo, en 1904 obligó al gobierno panameño a la disolución delpequeño ejército nacional, y años después, en 1915, planteó lanecesidad de desarmar la policía, que era un cuerpo sumamentedébil . Esta medida -finalmente- fue impuesta por Estados Uni-dos en el año 1916, alegando en esa oportunidad, que con fre-cuencia surgían incidentes entre policías panameños y soldados
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norteamericanos . Personalidades panameñas como GuillermoAndreve, Eusebio A . Morales y Belisario Porras, entre otros, escri-bieron páginas memorables e hicieron declaraciones históricasdefendiendo la soberanía y la dignidad de la República.
Este proceso revisionista del Tratado Hay-Bunau Varilla seinició dentro del marco ideológico del liberalismo, ya que eran lossectores liberales quienes gobernaban el país en las primerasdécadas de la República. Dicho proceso revisionista, en razón delas limitaciones ideológicas del liberalismo, nunca sobrepasó elcontexto de las reformas parciales al Tratado de 1903 . Parecíaque un fatalismo histórico condenaba a la República a no liberar-se nunca de la presencia colonial de los Estados Unidos, ni apoder liquidar la perpetuidad estatuida en el ignominioso Trata-do Hay-Bunau Varilla.
Correspondió a los sectores populares, a partir de la décadade 1920, iniciar un cambio en el enfoque frente al colonialistaTratado de 1903 . En efecto, en 1921 se organiza la FederaciónObrera donde militaban trabajadores de diversos oficios e
ideologías; en 1923 surge Acción Comunal como grupo de las capasmedias profesionales e intelectuales urbanas, entidades queplanteaban diversas reivindicaciones sociales y alentaban unaposición nacionalista frente a Estados Unidos.
En 1924 se organiza el Sindicato General de Trabajadoresque hace un enfoque revolucionario desde una perspectiva cla-sista, y en el cual militan núcleos que se denominaban a símismos, anarquistas o comunistas . Este Sindicato General deTrabajadores, alienta la organización de la Liga Inquilinaria dePanamá, cuya meta era luchar contra el alto costo de la vida y elalza de los alquileres . Estas entidades, el Sindicato General deTrabajadores, Acción Comunal y la Liga Inquilinaria, se planteanluchas diversas contra la oligarquía tradicional, rompiendo encierta forma el monopolio político e ideológico que las clasestradicionales mantenían sobre el quehacer político en la Repúbli-ca. El nacionalismo panameño comienza en estas condiciones aasumir posturas francamente antimperialistas.
Como consecuencia del proceso de luchas populares, surgenlideres sindicales como Elíseo Echévez y Eugenio Cossani ; diri-gentes progresistas en Acción Comunal como el Lic . José ManuelQuirós y Quirós y el Dr. Ramón Mora; personalidades políticasque inician su carrera enarbolando banderas nacionalistas como
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el Dr. Harmodio Arias y el Dr . Arnulfo Arias, quienes re-presentaban en esos años a las capas medias profesionales ; diri-gentes de izquierda como el Lic . Cristóbal Segundo, Domingo H.Turner y Diógenes De La Rosa. En esta década de 1920, comoproducto de las luchas sociales, tiene lugar la ruptura política eideológica de los sectores populares con los grupos liberales quedominaban el escenario político del país . El tema de la soberaníase convirtió en elemento fundamental del discurso político.
En estas nuevas condiciones sociales tienen lugar las luchasinquilinarias de octubre de 1925, que se iniciaron por el alza delos cánones de arrendamientos a las casas de alquiler. El nivel delas protestas callejeras y la movilización popular, determinaronque el presidente Rodolfo Chiari solicitara al Ejército de EstadosUnidos, acantonado en la Zona del Canal, reprimir las protestasde los inquilinos.
Este movimiento tuvo amplias repercusiones en la vida delpaís, propiciando una confrontación de clases entre la oligarquíay el pueblo, así como consolidando la conciencia antimperialistade amplios sectores sociales.
El 12 de octubre de 1925 el Ejército de Estados Unidos ocupóla ciudad de Panamá con el propósito de apuntalar al Gobierno deRodolfo Chiari . El pueblo panameño luchó contra esa interven-ción, la que duró del 12 al 23 de octubre de ese año de 1925 . Laimagen de la República quedó maltrecha tanto en el plano internocomo en el plano internacional . El artículo 136 dela Constituciónde 1904, que facultaba a Estados Unidos a intervenir en Panamápara mantener el orden público, fue invocado por el gobierno deRodolfo Chiari para solicitar esa intervención, que luego aplaudiócon singular entusiasmo el Canciller de esa época Horacío Alfaro,más tarde, fundador de la Cámara de Comercio . Estos hechos de1925 dejaron una huella profunda en la conciencia panameña, locual se proyectó hacia las décadas siguientes.
El 2 de enero de 1931 el Movimiento Acción Comunal ejecutóun exitoso golpe de estado contra el gobierno de Florencio Harmo-dio Arosemena, régimen que contaba con el apoyo de los sectoresoligárquicos y liberales . No obstante, Acción Comunal no logróconcretar su programa de reivindicaciones, y optó más bien porconvocar a elecciones generales en el ano de 1932.
El Dr. Harmodio Arias, comprometido con los ideales de Ac-
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ción Comunal, gestionó una revisión del Tratado de 1903 y logróconcretar en 1936 el Tratado Arias - Roosevelt, por el cual
Panamá recuperó algunos atributos perdidos en 1903 . Se logró en eseTratado de 1936 eliminar la facultad de Estados Unidos deintervenir en la República, por lo cual fue necesario eliminar de laConstitución Nacional de 1904, el nefasto artículo 136 ; tambiénse anuló del Tratado de 1903 el artículo por el cual EstadosUnidos garantizaba con sus fuerzas armadas la independenciade la República de Panamá. Estas conquistas afi anzaron la per-sonalidad del Estado Panameño, mejorando nuestra imagen enel plano internacional . Sin embargo, los temas esenciales de la
perpetuidad y del espíritu colonial del Tratado de 1903 se mante-nían incólumes ; parecía que no había fuerza capaz de removeresas cláusulas onerosas impuestas por Estados Unidos al iniciode la República.
El Tratado Arias-Roosevelt de 1936 obligaba a Panamá acontribuir con la defensa del Canal, razón por la cual el país se vioforzado a conceder en 1942 sitios de defensa a lo largo de laRepública. Los 136 sitios concedidos sumaban más de 15,000hectáreas y estaban por todas partes del país : Punta Paitilla, RíoHato, Punta Mala, cerro Campana, volcán Barrí, islas de SanBlas, Bocas del Toro, es decir, pasamos a ser un
país virtualmente ocupado por el Ejército de Estados Unidos. Cabe anotar queesta fue una contribución que hizo el país a la derrota del nazi-fascismo en la Segunda Guerra Mundial . Dicho Convenio deBases fue firmado en mayo de 1942 por el presidente RicardoAdolfo de la Guardia.
Sin embargo, después de terminada la conflagración bélica,Estados Unidos intentó retener esos sitios de defensa alegandoque había riesgos de una tercera guerra mundial . En verdad, seiniciaba la "guerra fría' entre los dos grandes bloques que surgie-ron tras la segunda guerra mundial : el bloque capitalista encabe-zado por Estados Unidos, y el bloque socialista dirigido por laUnión Soviética.
Según el Convenio de Bases de 1942, los sitios de defensadebían revertir a la República un ano después de que terminara laguerra. No obstante, invocando los argumentos característicosde la "guerra fría', Estados Unidos presionó al gobierno de Enri-
que Jiménez para iniciar negociaciones que le permitieran am-pliar el plazo de los sitios de defensa . El 10 de diciembre de 1947
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se firmó el Convenio Filós que permitía a Estados Unidos retenerlas principales bases militares cedidas en 1942 . Ello desencade-nó una ola de protestas en todo el país.
En esas jornadas, el pueblo panameño encabezado por susestudiantes rechazó en las calles el 12 de diciembre de 1947, elConvenio aludido, y el 22 de diciembre la movilización popularobligó a la Asamblea Nacional a rechazarlo por unanimidad.Formidable papel desempeñaron en esta lucha patriótica losestudiantes universitarios y secundarios aglutinados en la Fede-ración de Estudiantes de Panamá. Estos acontecimientos histó-ricos tuvieron proyecciones políticas de extraordinaria importan-cia, afianzándose la conciencia nacional panameña.
En el año 1952 el coronel José A. Remón C . fue elegidoPresidente de la República proponiéndose dicho mandatarioalcanzar algunas reivindicaciones económicas para el país,
siguiendo la orientación revisionista y tradicional del Tratado de1903 . El presidente Remón logró concretar con el presidentenorteamericano, general Dwight Eisenhower, el llamado TratadoRemón-Eisenhower de 1955 . Este contenía una serie de ventajaseconómicas que favorecían a los sectores empresariales paname-ños, los que pudieron colocar sus productos industriales y agro-pecuarios en el mercado de la Zona del Canal . Panamá pudovender, a raíz de este Tratado de 1955, leche, helados, ron, ce-mento, cigarrillos, cerveza, azúcar, carnes, entre otros produc-tos, en el mercado de la Zona del Canal.
No obstante su contenido, que favorecía íntegramente a laburguesía, el Tratado fue positivo, propiciando un cierto desarro-llo económico del país, lo que trajo como consecuencia el creci-miento de la clase obrera panameña . Sin embargo, el TratadoRemón-Eisenhower de 1955 obvió los problemas de la soberaníay de la perpetuidad . Las posturas meramente revisionistas delTratado de 1903 no eran suficientes para sustentar un plantea-miento sobre el tema del colonialismo en la Zona del Canal,asunto medular que mediatizaba la evolución de nuestra socie-dad impidiendo la consolidación del Estado nacional panameño.
En los años 1958 y 1959, tienen lugar en Panamá grandesmovilizaciones estudiantiles que marcan el inicio de una nuevafase en la vida del país, caracterizada por el ascenso de las luchaspopulares y democráticas contra la oligarquía gobernante y por laradicalización del nacionalismo frente a Estados Unidos.
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La Federación de Estudiantes de Panamá se había reorgani-zado luego de las represiones del "remonismo" y celebrado unCongreso extraordinario el 12 de diciembre de 1957 . Ese Congre-so eligió un nuevo Consejo Ejecutivo Federal, reuniendo dichoevento a los delegados de la mayoría de los colegios secundariosdel país, así como a representantes estudiantiles universitarios.Allí se trazó una estrategia de lucha en favor de la educaciónpública, descuidada por los gobiernos de la llamada CoaliciónPatriótica Nacional (1952-1960), que fomentó el militarismocomo respuesta a las demandas populares.
En estas condiciones políticas y sociales tiene lugar a iniciosdel mes de mayo de 1958, la "Operación Soberanía", que consis-tió en "sembrar banderas panameñas" en los principales sitios dela Zona del Canal. A pesar de ser concebida como una acciónsemi-secreta, que no favoreció la participación masiva de losestudiantes, dicha iniciativa tuvo enormes proyecciones nacio-nales y amplias repercusiones internacionales.
Los planteamientos reivindicativos en favor de la educaciónpública no fueron escuchados por el Presidente Ernesto De LaGuardia (1956 - 1960), quien se negó a dialogar con la FEP .,hecho que generó, a mediados de mayo de 1958, tremendasconfrontaciones entre los estudiantes y la creciente fuerzamilitar de la oligarquía gobernante. En estas luchas -que adquirieronperfiles francamente revolucionarios- la FEP . ganó valiosas expe-riencias, se desarrolló políticamente y se preparó para las formi-dables jornadas que el futuro le deparaba.
En el mes de noviembre del ano 1959, multitudes de paname-ños invaden la Zona del Canal de manera pacífica, paseando elemblema nacional por dicho territorio, acción que expresaba losdeseos profundos de soberanía e independencia de la Nación . Lapolicía y el ejército norteamericano, fueron movilizados parareprimir a los patriotas panameños. Decenas de heridos y deteni-dos se produjeron en estas acciones.
Todos estos hechos fueron preparando a nuestro pueblo parauna demanda definitiva respecto a la presencia colonial de Esta-dos Unidos en el territorio nacional . Para ello, era preciso rompercon el mero revisionismo fragmentario y tradicionalista del Trata-do de 1903, plantear abiertamente el problema, incorporar lasorganizaciones populares, profesionales y sociales más repre-sentativas, a la lucha por la soberanía e independencia del país.
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En diciembre de 1963, los gobiernos de Panamá y EstadosUnidos, Roberto Chiari por Panamá, y Lindon Johnson por Esta-dos Unidos, suscriben un acuerdo por medio del cual la banderapanameña debía ser izada en algunos sitios públicos de la Zonadel Canal, previamente determinados, entre los cuales estaba laEscuela Secundaria de Balboa, el Edificio de la Administracióndel Canal, el Triángulo de Shaler, el Puente de las Américas, entreotros.
No obstante, a comienzos del mes de enero de 1964, civiles ypolicías norteamericanos de la Zona del Canal, impidieron elcumplimiento de ese acuerdo bilateral entre Panamá y EstadosUnidos. Allí donde se izaba la bandera panameña junto a lanorteamericana, la panameña era arrancada, destruida y piso-teada. Estos hechos fueron divulgados en los medios informati-vos locales generándose un estado de inquietud y malestar en laopinión pública panameña . La Federación de Estudiantes dePanamá convocó a una reunión para examinar el problema y sepreparaba una respuesta adecuada a esa insolencia de los llama-dos "zonians' (ciudadanos norteamericanos nacidos en el territo-rio de la Zona del Canal), quienes rechazaban toda acción omedida que reafirmara la condición soberana del Estado pana-meño, en ese territorio.
Los estudiantes del Instituto Nacional se adelantaron deci-diendo la AFIN y el grupo estudiantil " 12 de diciembre', penetraren la Zona del Canal, en la tarde del jueves 9 de enero de 1964, aizar la bandera panameña en la Escuela Secundaria de Balboa.Decenas de institutores fueron golpeados y maltratados por los"zonians", los estudiantes de la Escuela Secundaria de Balboa yla propia policía norteamericana. Al replegarse hacia el territoriopanameño, la noticia corrió como pólvora por la ciudad ; los perio-distas, las radioemisoras y televisoras cumplieron un papel ex-traordinario divulgando la noticia de estos hechos con gransentimiento patriótico.
De la Universidad salió de inmediato (6:00 p.m.), una colum-na de jóvenes, alrededor de 500 o 700 estudiantes, quienes mar-charon por la Vía7Yansístmicay laAve . Frangipani con el objetivode penetrar en la Zona del Canal, enarbolando la bandera pana-meña en abierto desafio a la policía y al Ejército de EstadosUnidos, que a esa hora comenzaba a disparar . El pueblo se sumóde inmediato a la lucha y miles de personas en ambas ciudadesterminales se introdujeron a la Zona del Canal, confrontando en44
condiciones desiguales a los soldados norteamericanos . Vein-tiún muertos y más de quinientos heridos fue el saldo de esasheroicas jornadas patrióticas.
El 9 de enero de 1964 el pueblo panameño protagonizó unaverdadera insurrección anticolonial con el propósito de reafir-marla soberanía del país . En David, Puerto Armuelles, Santiagode Veraguas, Chitré, Las Tablas, Aguadulce, Penonomé, se im-provisaron cabildos abiertos en las plazas o en las casas munici-pales, demandándose la salida definitiva y absoluta de EstadosUnidos de la Zona del Canal . Fue un verdadero alzamientoanticolonial, una demostración clara de que había madurado laconciencia patriótica de esas generaciones de panameños.
En la madrugada del 10 de enero, en los alrededores delPalacio Legislativo, los directivos de la Federación de Estudiantesde Panamá decidimos convocar para las 10 :00 de la mañana, auna gran reunión en el Paraninfo Universitario, a la que se invitópor los medios de comunicación a organizaciones sindicales,profesionales, de educadores, de campesinos, de artistas ; mien-tras tanto el pueblo seguía penetrando en la Zona del Canal, y lossoldados norteamericanos ametrallando y reprimiendo . La noti-cia se divulgó por los cables de prensa internacional a todos lospaíses del mundo . El nombre de Panamá comenzó a pronunciar-se con respeto y admiración en las diversas latitudes del planeta;la lucha de nuestro pueblo, así como el heroísmo nacional, fueronaplaudidos en todas partes, y la solidaridad internacional seexpresó en Madrid, Santiago de Chile, Buenos Aires, México,Moscú, La Habana, Bogotá, Lima y Caracas . La República dePanamá, tantas veces humillada por la poderosa presencia colo-nialista de Estados Unidos, se alzaba altiva, representando ladignidad de Nuestra América.
El 10 de enero, en las primeras horas de la mañana, decenasde organizaciones populares encabezadas por la Federación deEstudiantes de Panamá, se reunieron en el Parariinfo Universi-
tario. Enmi condición de Secretario General de la FEP, me corres-pondió presidir dicha reunión . Allí se decidió elaborar un docu-mento que expresara los anhelos fundamentales de la Nación;porque hasta esa hora la lucha directay heroica no estaba acom-pañada de un planteamiento integral que recogiera las aspiracio-nes del pueblo panameño. Allí se definieron cinco puntos esen-
ciales :
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Primero: Solicitar al Presidente de la República ruptura de relacio-nes diplomáticas con Estados Unidos.Segundo: Acusar a Estados Unidos ante las Naciones Unidas deagredir a la RepúblicaTercero: Solicitar a Estados Unidos negociaciones diplomáticaspara la abrogación total absoluta, delTratadoHay -Burro uVarillade 1903, y la devolución de la vía acuática y las tierras adyacen-tes, en un plazo determinado.Cuarto : Demandar la salida de las bases militares norteamerica-nas del territorio nacionalQuinto : Declarar la neutralidad de la República y delCanallntero-ceánico af n de que el mismo fuera utilizado para el comercio portodos los países del mundo.
Este planteamiento esencial que se aprobó en el ParaninfoUniversitario, se decidió llevario a la Presidencia de la Repúblicaesa mañana del 10 de enero de 1964 . Dicha propuesta no alcanzóa escribirse, por lo que un pequeño grupo quedó redactándola enla modesta oficina que tenía la Unión de Estudiantes Universita-rios, en el viejo edificio de la Facultad de Humanidades . La mayo-ría de los concurrentes iniciamos la manifestación hacia la Presi-dencia de la República . A medida que esa marcha avanzaba porla vía Transístmica y la avenida Central, se le unieron miles depersonas . Al llegar al parque de Santa Ana, eran muchos millaresde panameños de todas las edades y oficios, los que integrabanesa gran movilización patriótica.
Al llegar al Palacio Presidencial, fuimos recibidos por el presi-dente de la República, Roberto F . Chiari . Me correspondió ser elvocero de la asamblea del Paraninfo Universitario y de la marchapatriótica, expresándole al Presidente, los resultados de esa mag-na reunión . Fueron planteadas las demandas históricas del pue-blo panameño respecto al Tratado de 1903, ideales por los cualesla juventud y los estudiantes habían luchado desde los inicios dela República, y que eran las metas irrenunciables de la naciónpanameña.
En consecuencia, se solicitó al presidente Chiari romper rela-ciones diplomáticas con Estados Unidos, acusar a dicho país enla ONU de agredir a la República, demandar negociaciones parala abrogación total del Tratado Hay-Bunau Varilla de 1903, esta-blecer un plazo fijo para la devolución del Canal y de todas lasáreas adyacentes: desmantelar las bases militares extranjeras ydeclarar la neutralidad del país.
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El presidente Chiari escuchó con gran atención y sencillez,expresando que él participaba en lo fundamental de esa posturay que iba a proceder a formular un importante anuncio al país.Nos adelantó a los comisionados que iba a hacer pública la ruptu-ra de relaciones diplomáticas con Estados Unidos y a dar ins-trucciones a los representantes panameños para que acusaran adicho país en la ONU y en la OEA de agresión a la República.Igualmente señaló su intención de gestionar una negociación conel gobierno de Estados Unidos, para un nuevo tratado del Canal.El Presidente pidió a los comisionados que lo acompañáramos albalcón del Palacio y desde allí hizo el anuncio a la muchedumbreque rodeaba la Presidencia, sin alardes de oratoria, informaciónque fue recibida con aplausos y entusiasmo por los estudiantes yel pueblo allí congregado.
El país estaba realmente indignado por lo que ocurría . ElEjército de Estados Unidos aún seguía tiroteando a los jóvenespanameños en los perímetros de la Zona del Canal, tanto en laciudad de Panamá como en Colón . El pueblo enardecido comen-zó a pedir armas al Presidente . La manifestación se dirigió luegoal Cuartel Central, rodeándolo, pidiendo armas.
Allí hubo el más absoluto silencio . En vista de que no habíarespuesta, la multitudinaria marcha decidió seguir por la Aveni-das, penetrando a la Zona del Canal, por el sector de El Chorrillo,desafiando las tropas que impedían el acceso ala Zona del Canal.Habían tanques de guerra, helicópteros y cientos de soldadosnorteamericanos. Realmente era una lucha desigual.
Las jornadas patrióticas de los días 9, 10 y 11 de enero de1964 le permitieron al país plantearse porprimera vez, la abroga-ción absoluta del colonialista Tratado de 1903 y la recuperaciónde la vía acuática . Las negociaciones fueron iniciadas por elpresidente Roberto Chiari, siendo Canciller el Dr . Galileo Solís, ynegociador el Dr. Jorge Illueca . Las mismas comenzaron con muybuenos augurios y con amplio respaldo popular.
No obstante, con el ascenso a la Presidencia de la Repúblicadel señor Marcos Robles, en octubre de 1964, hubo un sensiblecambio frente a las negociaciones y con respecto a la políticainterna del país . El presidente Robles desató persecuciones con-
tra los sectores que habían participado en la lucha patriótica deenero de 1964 . Dicho mandatario persiguió a la Federación deEstudiantes de Panamá, a los educadores, sindicatos, campesi-nos e indígenas. La política reaccionaria del presidente Robles
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fue el anuncio de lo que serían las negociaciones con EstadosUnidos. Fue designado Ministro de Relaciones Exteriores, el in-geniero Fernando Eleta, quien destituyó al Dr . Jorge Illueca. Lasnegociaciones se desarrollaron en el más absoluto secreto, demanera bilateral entre Panamá y Estados Unidos, y nunca seinformó a la opinión pública de los problemas que se planteabande una y otra parte . El respaldo internacional que recibió el paísdurante los acontecimientos de 1964, se perdió en razón de lostitubeos y persecuciones del gobierno Robles, contra las organi-zaciones populares.
A mediados de 1967 se conocieron tres anteproyectos detratado que establecían la prolongación por un siglo más, de lapresencia colonialista de Estados Unidos en la Zona del Canalvirtualmente como estaba en elTratado de 1903 . Dichos antepro-yectos de tratados fueron rechazados de manera rotunda por laopinión pública ; su contenido indignó a la mayoría de los pana-meños, razón por la cual no fueron firmados . Dichas negociacio-nes fracasaron en junio de 1967, generándose un tremendo des-contento en el país. Las represalias del gobierno oligárquico no sehicieron esperar, desatándose una campana represiva contra lasorganizaciones populares.
La oligarquía gobernarite entró en una etapa de crisis, deagotamiento histórico, de falta de autoridad ante el país paradirigir la consolidación del Estado Panameño . Sin duda alguna,estos hechos fueron uno de los elementos que precipitaron elGolpe de Estado de 1968; aunque muchas veces se haya recurri-do a explicaciones unilaterales y simplistas respecto a las causasque lo motivaron . En verdad, el país vivía una crisis estructuraldel sistema políticoy social que afectaba tanto al poder oligárqui-co como a la presencia colonial de Estados Unidos en el Istmo.Este agotamiento del sistema oligárquico-imperialista en Pana-má, era consecuencia de las luchas populares, del desarrollo dela conciencia nacional y de nuestros profundos anhelos de sobe-ranía e independencia . Este es el significado histórico del 9 deenero de 1964, su mensaje profundo y sus proyeccioneslatinoamericanistas.
Debo señalar que los Tratados Torrijos-Carter de 1977 reco-gen en lo fundamental esas aspiraciones, estableciendo un pro-ceso descolonizador gradual, concebido a23 años de plazo, que lepermitió a la República recuperar -a fines del presente siglo-, elcanal interoceánico y las tierras adyacentes, así como desmante-
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lar las bases militares norteamericanas y afirmar la soberaníadel Estado Panameño . Sin duda, los Tratados Torrijos-Carterfueron un extraordinario paso adelante en el proceso de afirma-ción nacional . Es preciso reconocerle el mérito histórico al Gene-ral Torrijos por haber roto la diplomacia secreta y bilateral conEstados Unidos, y planteado al mundo el problema panameño,en la perspectiva de unalucha anti-colonial . La reunión en Pana-má, del Consejo de Seguridad de la ONU en marzo de 1973, tuvoextraordinaria importancia, pues allí se señalaron nuestras de-mandas ante la comunidad internacional . Igualmente, fue tras-cendental para la causa istmeña la asistencia de Panamá a laCumbre de Argel de los Países No Alineados (1973) y luego a la deSr¡ Lanka (1976).
El contacto con las fuerzas tercermundistas le permitió alpaisganarselasolidaridadintemacional . Ningúngobemantedelavieja oligarquía tuvo el acierto y lavisión histórica de demandarante los foros internacionales la abrogación del Tratado Hay-Bunau Varilla de 1903, y la terminación del colonialismonorteamericano en Panamá.
Sin embargo, es necesario señalar que en el Tratado de Neu-tralidad se introdujo por parte del Congreso de Estados Unidos lallamada enmienda De Concini, que modificó sustancialmente elarticulo cuarto de dicho instrumento jurídico, con el evidenteobjetivo de otorgar asidero legal a futuras intervenciones en losasuntos internos de Panamá, con la excusa de que lavía acuáticaestá amenazada en su seguridad o en su buen funcionamiento.El Tratado de Neutralidad forma parte de los Tratados Torrijos-Carter, y entrará a regir a partir del ano 2000, cuando el canalinteroceánico y las tierras adyacentes se hayan reintegrado alpatrimonio nacional.
Lo anterior significa que losTratadosTorrijos-Carter de 1977resuelven de manera clara el viejo problema colonial implícito enel Tratado Hay-Bunau Varilla de 1903, pero dejan pendientesamenazas intervencionistas desde el año dos mil en adelante,que constituyen expresiones arbitrarias y agresivas de la políticaneocolonial que viene aplicando Estados Unidos en el mundo, enesta época de la postguerra fria . Dicha política desconoce el ordenjurídico internacional y amenaza la soberanía e integridad de losEstados.
El 9 de enero de 1964 rompió con los esquemas meramenterevisionistas del Tratado de 1903, dentro del cual actuaron -por
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norma general- los políticos tradicionales . El patriotismo denuestro puebloy el sacrificio de los mártires de estas memorablesjorriadas de 1964, que hoy recordamos, abrieron la posibilidad deconsolidar el Estado Nacional y la identidad cultural panameña.
Cabe expresar que el retroceso que experimentó la lucha delos istmeños por la plena independencia, a raíz de la cruentainvasión norteamericana de 1989, no hará retroceder la rueda dela historia ni impedir el fin del colonialismo sobre nuestro territo-rio. La lucha panameña por la independencia y la autodetermi-nación tiene sus raíces en el siglo XIX, cuando Hispanoaméricase sacudía del colonialismo y se forjaban las nuevas repúblicas.Panamá no fue indiferente a este proceso liberador, y fueronmuchas las acciones y los hechos en esa dirección. En el siglo XX,la evolución social panameña ha presenciado muchas jornadasheroicas de nuestro pueblo, para alcanzar las metas de sobera-nía, independencia y dignidad . El 9 de enero de 1964 expresaestos profundos anhelos de la conciencia de los panameños.
De igual manera, nos preocupan las corrientes de opiniónque en la actualidad, tanto en Panamá como en Estados Unidos,se manifiestan en favor de la permanencia de las bases militaresnorteamericanas en nuestro país, más allá del año dos mil . Dichapostura se fundamenta en las políticas globalizadoras que partendel centro hegemónico del poder mundial, y que en nuestro me-dio han encontrado acogida, tanto en sectores del gobierno comode la oposición . Esto representaría un grave retroceso con res-pecto a los Tratados Torrijos-Carter de 1977 . Advertimos al paíslos riesgos que se derivan para el histórico proyecto nacional deun estado independiente y soberano ingresar al siglo XXI conbases militares extranjeras en nuestro territorio.
El mandato del 9 de enero de 1964, cuyo XXXI aniversarioestamos conmemorando, demanda de todos los panameños elcompromiso de honrar la memoria de los mártires, rechazandotodo intento de extender la presencia de lasbases militares norte-americanas en el suelo patrio.
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Formato Dieciséis.- Gasteazoro, Carios M. y otros, 1980 . Lahístortade Panamáen sus tezins, L 2,
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