Tangente 24, septiembre 2010

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AñO 2, N° 24, SEPTIEMBRE 2010, MAGAZINE DE DISTRIBUCIóN GRATUITA, MéXICO Tres minificciones Triste Independencia, feliz Conquista ¿Twitterliteratura? MEDICINE MAN QUE SANA LA LOCURA Sargento García Fotografía “Sargento García” por imacor.

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Magazine de entretenimiento, México

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Año 2, N° 24, SEPTIEMBRE 2010, MAgAzINE DE DISTRIBucIóN gRATuITA,

México

Tres minificciones

Triste Independencia,feliz conquista

¿Twitterliteratura?

MEDIcINE MAN quE SANA lA locuRA

Sargento garcía

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Tortuga 1910

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“La mexicanaEs la únicaRevolución

Que ha giradoComo loca

A 45RevolucionesPor sexenio.”

Efraín Huerta

www.tocatuvida.com

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4septiembre 2010 tocatuvida.com

Editorial

Año 2, N° 24, septiembre 2010. Tangente toca tu vida® es una publicación mensual editada y distribuida por Imaginario Colectivo/ Agencia de Comunicación. Editor responsable Javier Villagómez Peñaloza. Reserva de derechos de autor: 04-2010-081319222100-102, Certificado de licitud de título en trámite, Certificado de licitud de contenido en trámite, ante la Comisión Calificadora de Publicaciones y revistas Ilustradas de la Secretaría de Gobernación. El contenido de los artículos firma-dos no refleja necesariamente la opinión del editor. Los artículos contenidos en esta publicación, con excepción de las imágenes, podrán ser reproducidas siempre y cuando se cite la fuente, solicitándolo previamente por escrito al editor. Impreso en Oaxaca, México, Formas Continuas España S.A. de C.V. Tangente toca tu vida® no realiza intercambios de publicidad, ni acepta cortesías a cambio de reportajes, garantizando un punto de vista independiente. Tangente toca tu vida® investiga sobre la seriedad de sus anunciantes, pero no se responsabiliza por las ofertas o informaciones expresadas por los mismos. www.tocatuvida.com

N i centes ni becentes: feliz Conquista y triste In-dependencia, ¿o es al revés? Qué importa. Grite-mos al unísono mientras nos lanzamos hueva-

zos, comemos sopecitos y le mentamos la madre al de las chelas; total, el jolgorio por fin comienza y a nadie le duele nada: ni la crisis, ni lo chilango, ni lo rojo de la hora cero, ni lo padrecito Hidalgo que llevamos dentro. Festejemos, pues, este cente, bicente, ausente bichentenario, con todo y sus charros cibernéticos y sarapes de neón; que a nadie nos importe si maicean a ministros peliblancos; que a to-dos nos guste el mezcal y el tequila y las buenas acciones de Don Rivera, que por andar a la carrera, no escuchó al Profeta del Nopal cantar aquello de navego en el mar de las cosas exactas, voy clavado en momentos de semánticas gastadas...Vamos carnales carnavales, salgamos con nues-tras banderitas a sacudir al águila y la serpiente mientras cantamos desentonados el Cielito lindo y elevamos a ca-tegoría de cultura exquisita nuestro ¡Viva México! Igual y hasta salimos con novia; igual y hasta es la nueva encue-rada de Avándaro. Festejemos pues, los centes y bicentes y conmemoremos los veinticinco años sin Rockdrigo y sin ciudad, los cuarenta sin Hendrix y los treinta y nueve de un festival de rock que quedó enlatado. Y si lo nuestro es Internet, pues quedémonos en casa, quesque ahora exis-te la twitterliteratura: ciento cuarenta caracteres al servicio de la esquizofrenia. Pero si entre tanto festejo y misa que-remos leer minificciones ácidas, burlonas y agrias no os perdamos al sapo que se come al hada, ni a la muchacha que se burla de su amante. Áitá la nueva Tangente, que toca tu vida, nuestra vida, al unísono de un grito de guerra y de la buena rumba que se carga el medicine man, un tal Sargento García que sana la locura de los tiempos.

Rodolfo Villagómez P.DirEctor [email protected]

Fabián Arandacalderón de la BarcacoorDiNaDor [email protected]

Fabián ArandaArturo RíosRenato galicia MiguelAlmohada carnívoraProfe gomezlozaMónica Ponce de leónRodrigo Villegas Ruster zahirJavi MuñozEqUipo EDitorial

carlos Salazar RoncesDirEctor [email protected]

Raúl JiménezDirEctor DE artE y DiSEñ[email protected]

Javier Villagómez [email protected]

InformacIón y [email protected]@[email protected]

Móvil: 55.390.262.87 / 951.155.72.84

diRECtoRio

Fotografía “Sargento García” por imacor.

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5Secciónseptiembre 2010 tocatuvida.com

Ilustración “Burj-dubai ” por Javi Muñoz.

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6 abrapalabra

El SAPo quE DIcE TE quIERo y REcuERDA

Tres minificciones> Mónica Ponce de León VeLázquez

Maldito SapoTodo comenzó cuando desperté y estaba rodeada de agua. Me levan-té. Incrédula, no sabía qué pensar, pero en efecto, a mi alrededor, sólo había agua, agua dulce y cristalina que, al tener contacto con los rayos del sol, brillaba cual diamante fino. Más que el paisaje, me sorprendía mi aspecto físico y la ligereza de mi ser que se posaba en una hoja caída del árbol, de alguno de los tantos que había en el lugar.

Al darme cuenta me fui de espaldas. Con la cara al cielo y la men-te en blanco sentí una perturbación en mi espalda. Descubrí que eran unas alas. Me incorporé de nuevo y las abrí. Lo único que recuerdo es que caí de espaldas una vez más. Estaba confundida y muy mareada, estaba tan… tan… tan convertida en… ¡hada!, que me puse muy con-tenta cuando comprendí mi situación: siempre había soñado en trans-formarme en una criatura mágica y pequeña; en una criatura fantástica y etérea que todo mundo conoce, en un hada.

Feliz por haber hecho realidad mi más absurdo sueño, no me per-caté del enorme sapo que me estaba mirando, quizás me creía un mos-quito. No me dio tiempo de correr ni de volar, vamos, ni siquiera sabía usar mis alas. Fue entonces cuando me envolvió en su lengua babosa y me tragó. Mi maravillosa y efímera vida de hada, de criatura mágica y pequeña, terminó. Lo último que pensé fue: MALDITO SAPO.

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7 abrapalabra

El recuerdo El recuerdo es el olvido mismo de momentos dotados de hermosura, de sueños inalcanzables, de placeres mundanos, de amores cobardes. Recordar, jamás es volver a vivir, más bien y mejor, volver a olvidar. El recuerdo es el indicio de olvidos cercanos.

Recordar es olvidarte; recordar es dejar de preservarte en mi vida; es alejarme de mis pasiones por ti, paso a paso, y en el camino de la ausencia y la veracidad; es arrancar con irremediable dolor tu tacto sensible y vehemente en mi cuerpo; es darle fin a mis días a tu lado.

¿y aún te preguntas por qué?¿Y aún te preguntas por qué no soy capaz de estar contigo, entre tus brazos que me invitan a fundirme de deseo en ese tu cuerpo descar-nado, respirando tu aliento tibio, bebiéndome el cálido pero mortífe-ro veneno de tus labios, reflejándome en tus ojos lujuriosos y ávidos por el cuerpo mío? ¿Y aún te preguntas por qué mi cobardía para en-tregarme a ti, mi estimado amigo? Permíteme darte la respuesta a esa maldita espera que me tienta a ser tuya cada que te veo cerca, cada vez que escucho el palpitar del corazón tuyo, que ambos sabemos, irónicos como somos, que deja de ser tuyo cuando estás con ella y te olvidas de los te quiero míos para refugiarte en los te amo suyos.

Mónica Ponce de León Velázquez escribe minificciones desde la cárcel que ostenta el nombre de La Libre. A pesar de sus veinte años, tiene la esperanza de salir algún día y comerse al maldito sapo ese que le truncó su vida de hada.

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opuestos

El gRITo y lA hISToRIA coNTRAFAcTuAl

Triste Independencia, feliz conquista> arturo ríos aLejo / renato GaLicia MiGueL

l leva más de una hora en Palacio, comprobando por cuarta vez lo difícil que es controlar las emo-ciones, mantener el traje impecable. No importa

cuántas tablas tengas.Cuando su dulce esposa le hace un gesto impercep-

tible, que por supuesto no es de compasión, en todo caso comprensión, sabe que ha llegado el momento. A causa de los nervios (de la pasión por México, piensa) olvida el nombre preciso de la especie de cinturón que le colocan alrededor de la cintura. Por supuesto que no es mástil. Ahora a cargar la bandera, cada año más pe-sada, siempre gigantesca, desde aquellos días en que le tocaba ser abanderado en su primaria. Cuánto tiempo ha pasado, pareciera que han transcurrido varias vidas desde entonces, pero la bandera permanece; igual que ahora, se le enredaba en la cabeza y tenía que hacer un esfuerzo extremo para mirar el camino sin tropezar, sin desfallecer. Pero el deber, siempre el deber. El presiden-te de México, siempre México, enfila hacia el balcón.

El calendario electrónico, que con más de dos años de anticipación entró en la crisis de la cuenta regresiva, marca, a un costado de Palacio Nacional, 00. No falta un solo día para que los mexicanos celebremos la epope-ya que nos dio la libertad de aplaudir, aventar hueva-zos, y hasta de chiflar.

—¡Mexicanos!, grita por tercera vez el presidente, esperando que se escuche por toda la plaza y por todo el territorio nacional, ese falsete por donde corren dos-cientos años de libertad.

Qué orgullo tiene monsieur le president de ser mexi-cano, míralo, se enchina la piel.

—¡Mexicanos!, en estos tiempos [¿modernos?] di-fíciles los mexicanos y las mexicanas debemos estar unidos. Así lo hubiera querido el padrecito Hidalgo, así lo quiere ahora mismo, que nos mira desde el cielo, a la siniestra del Señor.

[Y uno se enternece imaginando al anciano peli-blanco diciendo presta acá a Ignacio Allende, mientras lo sorprende en un abrazo. Al fin se reconcilian dos viejos amigos. Devanarse los sesos en las siguientes imágenes es aún más esperanzador, escoja al gusto: Hi-dalgo abrazando a Juárez que está hecho un monolito; a Iturbide en Acatempan; sentados en corro, mientras meriendan, a Villa y a Zapata; a Fidel Velázquez mien-tras, satisfecho, se compara; al Chapo, al Oficial, al Es-purio y al de chocolate, a todos abraza el padre de la Patria, porque la Patria, como las sábanas, alcanza para todos, nomás es cosa de estirarle: lo mejor de México

es su gente, humana y generosa, que entrega y a la que entregamos nuestra existencia].

La verdad es que desde el balcón, no se sabe bien si la gente abuchea o silba o grita un ¡Viva! Tras otro. Y desde abajo tampoco se escucha demasiado bien lo que grita el Juan Escutia en potencia desde el bal-cón. ¿Sería capaz de aventarse del balcón para unir al pueblo mexicano? Sería interesantísimo descubrir la reacción de las decenas de miles de testigos que lo vie-ran caer en vivo y a todo color. Y qué pasaría con los cientos de miles, millones, que lo vieran por la tele en repeticiones, cuadro por cuadro, para que no quepa duda de que no fue una estupidez, sino un acto de pa-triotismo. ¿Se unirían los mexicanos en una carcajada? ¿En un ¡viva México!? ¿Histeria colectiva? ¿Se vendría el mundo abajo?

Pero afortunadamente, desde luego, eso no suce-derá. En Ciudad Juárez no habrá grito, recuerda el pre-sidente mientras contempla un Zócalo repleto de bote en bote, y no puede evitar un aire de tristeza. No saben de lo que se pierden.

Abajo, sumergidos en este mar de (habitantes, olo-res, gritos) mexicanos, todos esperamos escuchar los nombres propios, Allende, la Josefa, Guerrero, Aldama, Hidalgo…México…Viva México…tres veces o las que hagan falta para cerrar el primer tiempo de una noche maravillosa.

Juegos pirotécnicos, esquites, huevos rellenos de harina (en el mejor de los casos), hot cakes, buñuelos. Gente, mucha gente. Más niños de los que uno pensa-ría. En las cantinas y en las casas, el tequila y el mariachi. El pozole, los tamales. Es una gran noche mexicana, la mejor de las últimas setenta y tres mil noches. El presi-dente, esa reencarnación anual de Hidalgo, ha logrado convocar y unir a todos los mexicanos en un abrazo fraterno.

Si estamos en el Zócalo y miramos hacia el cielo, ese cielo de nubes cerradas que parece recargarse en las torres de la Catedral; si miramos con atención po-demos apreciar, como en una película vieja o, mejor, como en un recuerdo propio que compartimos todos, la imagen del padre Hidalgo grite y grite, fundando nuestra independencia, forjando la nación. Si alguien continúa mirando hacia arriba y nota que el cielo en-rojece, que el pobre de Hidalgo comienza a alargarse en su grito y a tomarse la alargada cabeza con sus lar-gas manos como si padeciera un dolor insoportable… igual ¡Viva México!

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10septiembre 2010 tocatuvida.com

opuestos

historia contrafactual

A quién le ha hecho justicia la Revolución y la Independencia y a quién no, es la pregunta clave que deberían hacerse los progres de

izquierda que no ven nada qué celebrar, mientras los gobiernos y los conser andan de farra desde principios de bicentenario. Los unos en el paño de lágrimas y los otros en el puro jolgorio: los izquierdosos tristones porque el señor López no nació en Dolores o en Ane-necuilco; los Calderón en la tertulia trigarante y made-rista; los Ebrard en la pachangona rockera moreliana y zapatista, y la televisión basura en el ritmo revolucio-nario, el reguetón independentista.

Por fortuna, contamos con la perspectiva de la historia contrafactual que, en correspondencia con el efecto mariposa, aquel de la película homónima donde el protagonista experimenta la teoría del caos planteada en forma de pregunta por el meteorólogo estadounidense Edward Lorenz: “¿Puede una maripo-sa que agita la alas en Brasil provocar un tornado en Texas?”, nos permite suponer lo que hubiera pasado si, en oposición a lo que es en el momento. Nada más como terapia progresista.

En lenguaje científico, el método alivianador con-siste en variar el pasado histórico para suponer el efec-to presente.

Si Hidalgo hubiera entrado a la capital de México después de su triunfo en el Monte de las Cruces: los criollos rebeldes le hubiesen dado asilo político a Fer-nando VII, cedido el trono de un primer imperio y esta-blecido la monarquía liberal…

—El arzobispo Norberto Rivera Carrera sería un déspota ilustrado: abogaría en las alturas por el abor-to, el bodorrio gay y la legalización de la drogas.

—El obispo Onésimo Cepeda sería monje fran-ciscano: pediría limosna para los pobres y fundaría una misión en la colonia Hank González de Ecatepec, la de mayor miseria en ese municipio del Estado de México.

El progresismo quedaría sin banderas, sin la defen-sa de las causas justas.

Si Maximiliano hubiera fusilado a Juárez: el capita-lismo y el liberalismo habrían seguido tan campantes, pero sin porfiriato, se hubiese establecido un segundo imperio, la monarquía republicana…

—La UNAM sería aristócrata: ahí sólo estudiaría la realeza (tendríamos realeza, como España y Holanda, ¡guau!), nadie enseñaría marxismo o idolatraría al Che, tampoco daría cabida a in y des adaptados, ni a under ni a ultras.

—Televisa sería una empresa privada de benefi-cencia pública: alfabetizaría a los iletrados, enseñaría lenguas indígenas, fomentaría la contracultura.

El progresismo quedaría sin tareas, sin filantropía y altruismo.

Si Zapata y Villa hubieran sido presidentes: la alter-nancia en el poder habría ocurrido desde la década de los diez, no existirían ni el PRI ni el PAN ni el PRD, nues-tro régimen sería el anarquismo institucional…

—Monsi seguiría vivo, pero como presidente de la Unión Nacional de Padres de Familia, foro desde el que, con su implacable ingenio, satirizaría los ideales progresistas; Lorenzo Meyer sería intelectual de dere-cha y Miguel Ángel Granados Chapa, vocero de la re-sistencia ultraconservadora.

—Carlos Cuauhtémoc Sánchez se convertiría en gurú de los intelectuales y los artistas de vanguardia; Jorge Serrano Limón, en el ideólogo de la militancia activista, y Elba Esther Gordillo sería la fea más bella: elevaría la superación personal a categoría de cultura exquisita.

El progresismo de izquierda no existiría, México sería un país sin progres.

Y si la terapia de historia contrafactual des-es-tre-san-te no funciona, siempre estará la opción progre-sista de ser contreras y celebrar el bicentenario inde-pendentista sólo porque los gachupines, como nos recuerda Charles Gibson en su clásico Los aztecas bajo el dominio español (editorial Siglo XXI), festejaron en 1721 el bicentenario de “la feliz Conquista”.

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collage “Hidalgo en la biblioteca del niño mexicano visto por un Charro” por imacojr. ilustración “Charro” por mondi bajo licencia de CC en Flickr.

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12septiembre 2010 tocatuvida.com

opinión

> rodriGo ViLLeGas ruster

—Sólo una pregunta más ¿Volverías a desnu-darte en otro festival?

—Nunca habrá otro festival.Eso contestó Alma Rosa, la chava que se encueró en

Avándaro, en una entrevista para la mexicana y rockera revista Piedra Rodante en 1972. Su respuesta fue una pro-fecía para una cultura y un festival de rock, adonde nunca llegaron las ruedas, pero sí la lluvia y el olvido.

El Woodstock mexicano, bautizado por algunos; el Fes-tival de Rock y Ruedas de Avándaro, oficialmente; o simple-mente Avándaro, para la banda, tiene ya ecos de treinta y nueve años de silencio. Lo que quería ser un tranquilo toquín de rock y carreras de autos, se convirtió, como pocas veces –quizás la única– en la historia de nuestro bicentenario país, en una natural expresión de libertad y de identidad gene-racional en medio de un ten-so ambiente político y social entre las décadas sesenta y setenta del ya pasado siglo.

Tres fueron los eventos que cambiaron el rumbo de esa generación, del futuro de la cultura juvenil, e incluso de una vena muy sensible de la historia de México: la masacre del movimiento estudiantil en Tlatelolco el 2 de octubre de 1968; la nefastamente me-morable represión del grupo paramilitar los “halcones” a la manifestación estudiantil ocurrida el 10 de junio de 1971 y el festival de Avándaro.

Dentro de los movimien-tos de la llamada contracultu-ra de los sesenta, el clima de Avándaro estaba inmerso en el espíritu de La Onda. Hippies, o mejor dicho jipitecas, tam-bién conocidos como chavos de la onda, fueron pioneros y pilotos de la psiquedelia, el rock y una combativa conciencia social. Si al norte de la frontera, la Era de Acuario, Martin Luther King, Vietnam y Woodstock buscaban revolución; el ambiente político de América Latina –misiles en Cuba, Salvador Allende y la cruda realidad nacional– también producía efectos de sacudida y prepararon la escena de Avándaro.

Muy cerca de Valle de Bravo, Estado de México, Aván-daro fue organizado el once y doce de septiembre de 1971 por el futuro productor de Televisa, Luis de Llano y otros

jóvenes de mucho dinero. Logrando la autorización del gobernador Hank González, las propas del festival reunie-ron a más de 250 000 jóvenes que llegaron en camión, en auto, a pie o como pudieron.

Muchas bandas de aquella escena rockera fueron contratadas por bajos precios y condiciones pésimas para tocar, sin contar con la lluvia que se desató. Para la tarde del sábado once el consumo de alcohol, música y distintas drogas, principalmente marihuana, se había extendido a la mayor parte de los asistentes. Los Dug Dugs, Peace and Love, Tinta Blanca, Los Locos del ritmo, El Amor, El Ritual, El Epílogo, la División del Norte, los Tequila, Three Souls in my Mind, son sólo algunos de los nombres de las bandas.

A las dos de la mañana ya del domingo doce, Alma Rosa baila, y poco a poco, al ritmo de la buena onda, se desprende de toda su ropa. Las leyendas y las rolas la eternizan por siempre como “la encuerada de Avánda-ro”. La lluvia produce un apagón. Peace and Love toca un himno de marihuana que se convierte en un eco inolvidable entre los bosques del lugar (y de los tiem-pos…daleee), y para las ocho de la mañana de ese domingo, Three Souls in my Mind logran resucitar a la banda sólo para que media hora después se des-plome todo el escenario.

Ese fue el último aliento de una cultura juvenil, espontánea y genuina que quedó atrapado en el tiempo y también en las latas del Telesistema mexicano, hoy Televisa, que se encuentran “extraviadas”, privándonos del testimonio que tanto alarmó al gobierno de esa época. Los pe-riódicos satanizaron el evento, hablaron de orgías, bacanales, muertos. Sólo fiesta dionisiaca: sexo, drogas, rock and roll, pero ningún muerto.

El rock mexicano quedó desterrado de la radio y de la co-

rriente principal de música para los jóvenes. El gobierno arrojó a Avándaro y a la cultura juvenil espontánea al olvi-do y a la clandestinidad. La caminata, cerebral o espiritual, como se guste, de aquellos que se hermanaron y canta-ron, no sólo ese fin de semana, sino de toda una época, también siguió escondida. Alma Rosa tuvo razón, José Agustín contó el relato, Monsiváis lo criticó, y hoy a treinta nueve años, sólo queda escuchar lo que Peace and Love sugirió esa noche: Chin chin el que no cante.

chIN chIN El quE No cANTE

Avándaro

collage “Flower girl” por Migrane Chick bajo licencia de CC en Flickr.

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Se solicitanlectores

con o sinreferencias

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14septiembre 2010 tocatuvida.com

libroteca

> eL Profe GóMezLoza

Dostoievski sin twitter

Jack Dorsey, a mediados del año 2006, desarrolló lo que actualmente conocemos como twitter: el flujo de conciencia en un parloteo. El sistema fue utiliza-

do por la empresa en la que trabajaba Jack, para mejorar la comunicación interna de los empleados. Un año más tarde se comercializó y consolidó como un sitio virtual con adeptos considerables. Desde entonces, la inmedia-tez fue el reportero del imaginario colectivo: gracias al twitter asistimos, en tiempo real, si es que eso existe, a la borrachera protagonizada por Cuauhtémoc Blanco y Ja-vier Aguirre en el mundial de Sudáfrica 2010, y pudimos observar las primeras fotografías de los atentados suici-das en el metro de Moscú, en marzo pasado.

Fiodor Mijailovich Dostoievski no tuvo una cuenta de twitter. Los hermanos Karamazov, novela publicada en 1880, hubiese sido imposible de escribir y leer en tweets: ciento cuarenta caracteres al servicio de la esquizofrenia. El autor ruso no habría tenido la posibilidad de narrar, en un espacio así de acotado, el juicio al que se enfrenta Di-mitri Karamazov por el asesinato de su padre, ni el trián-gulo amoroso que vive con Katerina y Grushenka.

Y si bien es cierto que el twitter se suma a las “redes sociales” (chismógrafos virtuales donde la intimidad es el mejor espacio público y puedes decir lo que te venga en gana) y es utilizado por agencias de comunicación para informar al instante sobre algún acontecimiento relevan-te o no, también comienza a ser aprovechado por cibern-autas que quieren contar historias.

Ser breve es la nueva tecnologíaA Cambalache, aquel tango escrito por Enrique Santos Discépolo, habría que agregarle la frase: ¡cualquiera es escritor! Sitos en Internet ofrecen el servicio de la auto-publicación: no importa qué tan mal escribas, puedes tener tus memorias en formato digital, rústico o empas-tado por una módica cantidad de billetes. De tal suerte que tus amigos pueden adquirir tu e-book, hipertexto, libro electrónico o como le llamen, y por fin saber qué papel higiénico prefieres o cuándo te orinaste por pri-mera vez. Pero si no te alcanzan los centavos para dicha empresa, la opción es recurrir al blog, twitter o facebook, soportes virtuales y gratuitos en los que haces saber a los demás qué fue lo que desayunaste y si te encuentras alegre, triste o indignado (claro, tus lectores deben po-seer un dispositivo informático para estar al tanto de lo que te sucede, es decir: un teléfono móvil, una agenda electrónica o una computadora).

Personas del orbe han estimulado sus ánimos es-criturales utilizando la plataforma virtual como espacio creativo y no sólo como medio de comunicación o entre-tenimiento. Entonces, a la manera de taller de escritura, respetan las condiciones que imperan en dichos sopor-tes y como mero ejercicio literario comienzan a escribir. Tal es el caso de la “blogonovela” Más respeto que soy tu madre del argentino Hernán Casciari, quien a la vieja usanza la fue publicando por entregas en su blog; más reciente aún, la publicación impresa de la “novela blog” Musofobia del mexicano Jorge Harmodio, escrita a ma-nera de post, con todo y links, prefigurando que el libro, pronto, muy pronto, tendrá conexión a Internet.

lA VuElTA Al MuNDo EN cIENTo cuARENTA cARAcTERES

¿Twitterliteratura?

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15septiembre 2010 tocatuvida.com

libroteca

No obstante, los cibernautas tomaron impulso con la aparición del twitter y las manifestaciones literarias han sido diversas: desde adaptaciones de las obras de Shakespeare y Cervantes, hasta novelas y cuentos colectivos, cuya única limitación es escribir capítulos de ciento cuarenta caracteres caracteres. A la “novela blog” y a la “blogonovela” habrá que sumar la “twit-terliteratura”, donde lo necesario y fundamental es ser breve. Sin lugar a dudas, Enrique VIII sería twittero.

twitternovela y novela twitterLa primera “twitternovela” (texto digital publicado en el twitter para ser leído en el twitter) lleva por título Ga-tubellísima. Fue escrita por el venezolano Luis Alejan-dro Ordóñez y narra la vida de la manicurista Elyuska y su novio KFC, un intento de reggetonero que se enfren-ta a la mafia que anda tras su novia. Después de la pu-blicación de ese texto han aparecido otros trabajos:Del Alto de las Brujas a Villa Sueño de autor colombiano, No goodend de Terry Taylor y The French Revolution de Matt Stwart, ambos estadounidenses. Y aunque después de leerlos pongamos en duda su calidad literaria, lo que es cierto es que para millones de cibernautas la casa edi-torial más importante es Internet.

Sin embargo, Francisco Balbuena es un escritor español que, irónicamente, no cuenta con twitter, ni blog, ni facebook, pero ha escrito una “novela twitter” (texto publicado en soporte físico que se vale de los ciento cuarenta caracteres propios del sitio web como recurso narrativo). No hay perro que viva tanto es el tí-tulo del escrito que narra la vida dominical de El Ras-tro de Madrid y la doble identidad de Andrés Ballester, inspector de policía que se adentra en el mundo de la comunicación virtual. Balbuena describe con pun-tualidad e ingenio a los personajes que participan en el relato. El trabajo obtuvo el XIV Premio de Novela Negra Ciudad de Getafe y se presentará en octubre próximo.

¿Existe la “twitterliteratura”? ¿Lo único que dife-rencia a la “twitternovela” de la “novela twitter” es que una se publica de manera digital y la otra de manera física? ¿Por qué recurrir a la forma del tweet para es-cribir una novela? ¿Es sólo una posibilidad literaria que presume de nuevo lenguaje? ¿Mercadotecnia? ¿Se puede dar la vuelta al mundo en ciento cuarenta caracteres?

El flujo de conciencia en el Ulises de Joyce, en es-tos tiempos posmodernos, se ha reducido a un simple parloteo, a un tweet.

Ilustración “Esto es lo que dicen…” por Cosio Blue bajo licencia de CC en Flickr.

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> zahir

El personaje

charlie Kaufman es un artificio: personaje dis-frazado de personaje, tal como Toru Okada, Melquíades, Ishmael, Jean Valjean, Hucklebe-

rry Finn, Juan Justino Judicial o Irineo Funes. El joven estadounidense, guionista y director de cine que uti-liza la otredad para construir sus argumentos, es una ficción dentro de la ficción; un invento que posterga todo lo postergable; el interior de una cabeza que experimenta dentro de otra para encontrar las pasio-nes, obsesiones y melancolías que hacen de la vida un rotundo sarcasmo.

Estar en la piel de otroDebutó en el séptimo arte tras realizar el guión de la película ¿Quieres ser John Malkovich? (1999) dirigida

por Spike Jonze. Cinta en la que Craig Schwartz (John Cussac), un titiritero con crisis de identidad y desem-pleado, sale en busca de trabajo y lo obtiene en una de las muchas empresas mundiales que cuentan con un piso 71/2: espacio ideal para que el trabajador se desplace cabizbajo y tenga en cuenta que su servi-lismo no le alcanzará para convertirse en tecnócrata. Pues bien, en este lugar descubre un túnel surrealista que lo conduce a la cabeza de Malkovich, sitio en el que puede estar durante quince minutos observando y oyendo todo lo que ve y escucha el actor. Termina-do el tiempo es expulsado del cerebro malkovichiano para caer en un basurero de New Jersey.

El éxito del largometraje colmó de trabajo a Kau-fman; sin embargo, se concentró en la escritura de Human Nature (2001), una película dirigida por Michel Gondry, que parodia la libertad del ser humano a través de Puff (Rhys Ifans), salvaje al que confunden dos intereses distintos: el de Nathan Bronfman (Tim Robbins), un científico que trata de ayudarlo para que

TITIRITERo coN cRISIS DE IDENTIDAD

¿quieres ser charlie Kaufman?

16septiembre 2010 tocatuvida.com

close-up

Fotograma New York en escena, agencia.

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pueda vivir en el mundo moderno y el de la naturalis-ta y bastante atractiva señorita Lila (Patricia Arquette), quien lo incita a no perder su memoria simiesca.

No obstante, la escritura claramente confusa de Kaufman lo llevó por senderos insospechados. Fue entonces cuando le entregó a Spike Jonze su tercer guión: El ladrón de orquídeas (2002), basado en un tex-to homónimo de Susan Orlean, que narra las aventu-ras de John Laroche (Chris Cooper), coleccionista y comerciante de flores al que le apasionan las orquí-deas hasta el colmo de la dicha. Como la narración del texto carece de estructura dramática, su adaptación al cine resulta un desafío creativo imposible de resol-ver; Kaufman optó, entonces, por describir las dificul-tades que tiene un guionista (Nicolas Cage) en el ins-tante de querer adaptar el libro a la pantalla grande, de tal suerte que cuando el escritor ordena sus ideas, la película va quedando clara para el espectador.

La idea de convertirse en otra persona por un momento es la propuesta de Kaufman en los tres

trabajos cinematográficos aquí comentados: pensar de manera diferente, moverse de manera diferen-te y sentir de manera diferente, quizás afiancen el pesimismo o la esperanza de seguir fumando en el camino.

Desmemoriarse: nunca me olvidesY si la vida se pone difícil es mejor desmemoriarse, porque ni metiéndose en la cabeza del otro la podre-mos sobrellevar. Eterno resplandor de una mente sin re-cuerdos (2004) representó la consolidación mundial y los reconocimientos para Gondry y Kaufman, director y guionista, respectivamente. Basados en el extenso poema Eloisa to Abelard del poeta inglés Alexander Pope, recorrieron los caminos de ese país olvidado y extraño que es el recuerdo: “How happy is the blame-less vestal’s lot!/ The world forgetting, by the world forgot./ Eternal sunshine of the spotless mind! /Each pray’r accepted, and each wish resign’d”. Algo así

17close-upseptiembre 2010 tocatuvida.com

Fotograma El ladrón de orquídeas, agencia.

Fotograma Eterno resplandor de una mente sin recuerdos, agencia.

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como: Qué felices son las vírgenes que no se ocul-tan, /el mundo olvidando al mundo olvidado. / El eterno resplandor de una mente sin recuerdos, /cada oración cumplida y cada deseo cumplido.

Clementine Kruczynski (Kate Winslet) y Joel Ba-rish (Jim Carrey) son dos amantes a punto del olvi-do, a punto del recuerdo. Dos amantes frenéticos que se tienen, que todo apuestan, que miran y se besan universalmente incluso en la distancia. Dos amantes que sin saber por qué o cuándo deciden partir, alejándose lo más posible, pero durmiendo con la añoranza, el recuerdo y el cuidado del otro, del que no está, del ausente. Dos amantes que se equivocan pero sonríen. Dos amantes privilegiados y envueltos por el nosotros, por el tú, por el yo. Dos amantes con historia.

Clementine, aturdida y cansada de su relación de pareja, decide borrar los recuerdos y expulsar de su existencia a Joel, su gran amor: para cuando despierta en la mañana, toda la historia con él ha sido debilitada o desaparecida. ¿Qué pasa cuando te enteras de que el ser amado te destierra de su memoria? Joel, angustiado y molesto, acude a la misma clínica a la que fue Clementine y también

decide borrar sus recuerdos con ella, pero se arre-piente justo en el instante en que empieza a ser desmemoriado.

Decide no seguir con el juego, así que toma de la mano a Clementine, o lo que recuerda de ella, y comienza recorrer todos los episodios y esce-narios vividos con su amor e inventando otros (el recuerdo dentro del recuerdo) para confundir a los trabajadores de la clínica que lo persiguen con el fin de terminar, de una vez por todas, con su me-moria. Con un recuerdo que no sea borrado, con un recuerdo que sobreviva, con un recuerdo que defienda Joel será suficiente para continuar o rei-niciar la historia.

Que si el amor empieza justo cuando recorda-mos; que si el amor comienza justo cuando termi-na el olvido; que si lo de Clementine es una nueva vida; que si lo de Joel es aferrarse al recuerdo her-moso de lo que siempre será; que si el final es feliz o es la despedida definitiva Eterno resplandor de una mente sin recuerdos es la anatomía de la desmemo-ria, donde la percepción exacta del tiempo consiste en los detalles y en los nombres propios: olvidarse de todo, o de casi todo, es distraerse del mundo.

Fotograma ¿Quieres ser John Malkovich? agencias.

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19septiembre 2010 tocatuvida.com

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New york en escenaEterno resplandor de una mente sin recuerdos conquis-tó un Oscar por mejor guión original y eso motivó a Charlie Kaufman a debutar como director con la pelí-cula New York en escena (2008); un largometraje en el que explora las tendencias caóticas del ser humano a través de la fragmentación y la sinécdoque, (figura retórica que indica la sustitución del todo por la par-te). Es entonces cuando New York se convierte en un bodegón ordenado, pero eternamente gris.

Caden Cotard (Seymour Hoffman) es un director de teatro que vive con su hija de cuatro años y su esposa Adele (Catherine Keener), pintora miniaturis-ta. A pesar de su inseguridad, la crisis conyugal que vive y las constantes enfermedades que lo aquejan, Caden trabaja para montar la obra La muerte de un viajante, de Arthur Miller. Después del estreno, y can-sada de soportar los berrinches de Caden, Adele y su hija lo abandonan. Hasta ese momento la cinta tiene una temporalidad y orden lógicos: un dramaturgo sin familia.

El abandono y la soledad acentúan las enferme-

dades de Caden e incrementan su ánimo amoroso. Al enterarse de que recibirá la beca MacArthur pien-sa en montar y dirigir una obra que narre su propia vida; una obra donde el tiempo no será verdadero pero tendrá lógica. Es así que construye New York y lo utiliza para representarse a sí mismo. No obstante, se obstina en meterse en las mentes de los demás, de los que están o estuvieron a su lado, y de esa manera entender sus alteraciones sentimentales, sufrimien-tos, nostalgias, odios, manías, desamores, relaciones ocasionales, vejez y ánimos dolorosos, todo para en-contrarse de una vez por todas y para siempre. Caden monta, pues, una obra donde el otro, que es uno mis-mo, es el protagonista de la ciudad.

la personaCharlie Kaufman es un artificio; un personaje disfra-zado de personaje; un titiritero con crisis de identi-dad al que le gusta robar orquídeas, manipular las mentes sin recuerdos y poner en escena a una ciu-dad que es él mismo: un New York raquítico, feliz e insostenible.

Fotograma Human Nature, agencia.

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20septiembre 2010 tocatuvida.com

Sección

> fabián aranda caLderón de La barca

Es un dragón, de su boca sale

P oderosas balas de insurrección, lamentos de cuando el mundo duele, deliciosas canta-tas a la dulce vida. Temidos de a ratos y casi

siempre venerados, justo como los viejos dragones, sobrevuelan las aldeas ciertos monstruos que conju-gan lo fantástico con lo iracundo. Por escamas llevan acordes y en lugar de garras arañan los oídos con ritmo y melodías dispares. He aquí uno gigante, un milico de la sabrosura que dirige pelotones caden-ciosos, un medicine man que sana la locura de los tiempos pregonando mamaye: señoras y señores, el Sargento García.

Parisino de origen y con alma de viajero, Bruno García inició su carrera musical navegando el punk en Ludwig von 88, banda ahora de culto en los recodos underground de París. Pero tiempo después, apos-taría fuerte por el agridulce sonido de otras tierras: “Puede parecer un poco extraño que un francés de repente se meta tanto en la onda latina, pero yo creo que todo eso viene de mi familia, que también es muy mestiza, yo soy de origen español, o sea vasco, y para quedarme en contacto con el idioma español me metí muy pronto a las fiestas latinas que organiza-ban en París. El barrio donde yo crecí es un barrio muy latino, donde se escuchaba mucha música africana, música latina, música rock, música de Turquía, de muchos lugares del mundo; entonces, eso también

ha hecho que mi mente no se enfoque solamente en una música como el rock, sino que me interese la música afroamericana, las raíces de toda esa música. Creo que esa es la energía que tiene la música latina: cuando metes un dedo te come todo el brazo”, com-parte el Sargento con Tangente, toca tu vida.

Fuego divino que lo limpia todoAjeno a la pólvora y los fuegos duros, esos que ac-tivan el dolor y la rabia, Sargento vocifera un fuego suave que recrea paseos por los géneros más queri-dos de los rumbos latinoamericanos: salsa, cumbia, rumba y reggae con frecuentes visitas al rock, el ska y la música africana. Arder en el fuego del Sargento García es navegar sobre un navío al que poco impor-tan los límites artificiales de los nacionalismos: “Yo tengo la suerte de poder pasar las fronteras, pero soy hijo de migrante también. En la época que mi papá vino a vivir a Francia, España era considerada como un país del tercer mundo. Cuando la humani-dad gozó de que cayera el Muro de Berlín, en reali-dad cayó un muro y construyeron diez más, y cada vez están haciendo de Europa o de Estados Unidos, de lo que llaman ‘el primer mundo’, una fortaleza impenetrable; pero donde se equivocan esos go-biernos es en que las fortalezas, aunque sean muy fuertes, terminan cayendo y siendo ruinas. Cada vez que construyen un muro, en realidad lo que hacen es impedir que fluya una energía que es natural en este mundo”.

MEDIcINE MAN quE SANA lA locuRA DE loS TIEMPoS

Sargento garcía

Fotografía “Sargento García” por imacor.

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Y en esa naturalidad del fluir, Sargento García son-ríe y le canta al amor, a las mujeres, a la playa y a la mú-sica, deseando más de una y hasta nueve vidas para regodearse en las cosas buenas de este mundo. Pero a veces también se queja, denuncia y reclama lo atroz de la pobreza, lo inútil de las fronteras y lo doloroso de la migración. Con una mirada que oscila entre la alegría y el desencanto, este músico tranquilo, libre como el fuego, se ha contagiado del pecu-liar sentimiento latino, aquel que festeja cada detalle, cada experien-cia, sea blanca, negra o multicolor. Al Sargento se le canta y se le baila del mismo modo que se le piensa y se le bebe, quedando en los labios sabor a mojito.

Una bomba yo quiero oír, el sistema vamos a destruirSin sangre derramada ni dolores innecesarios, Sargento tira bombas cargadas de palabra y sentimien-tos, con el único fin de sembrar la semilla escondida, de abatir las fronteras sabor mediante, de montarse máscaras divertidas y dejar a los locos del barrio un poquito quemaos: “No sé si concretamente tenemos mucho poder, pero sí tenemos el poder de cambiar algunas mentes o de hacer que el mundo evolucione, la gente escuchando las letras o escuchando la músi-ca también va reflexionando ciertas cosas que son de este mundo. No sé si mi combate, mi mensaje, sirva de mucho, pero sé que a mucha gente le llega y le da una fuerza para seguir adelante”.

Sargento pone su grano de arena no sólo cantan-do, sino siendo fiel a un estilo de vida libre y compro-metido con la música, tomando caminos a veces erra-dos pero corrigiendo la ruta cuando éstos amenazan quitarle el rostro real a su labor: “Con Sargento García empecé como independiente; después tuve la opor-tunidad de firmar con un sellito que fue comido por la Virgin y la Virgin fue comida por EMI y ya me encontré

con un monstruo ahí que no sabía ni quién era. Entonces, me salí de esa vaina y otra vez he vuelto a la independencia con el último dis-co Máscaras, del que ya solamente les dejé la distribución; ya con este nuevo disco no les voy a dejar ni la distribución”, asegura Bruno Gar-cía, convencido de que “la idea no es vender millones de discos y ser millonarios, sino poder vivir de tu trabajo como artista, de poder te-ner una relación de respeto con tu público”.

No le gustan los lujos, no le gusta lo impuesto, no le gusta lo plástico, y aunque “es muy difícil la

situación de los músicos hoy, en general, porque jus-tamente todavía hay un hueco entre el gran sistema del mainstream que abarca y mueve mucho dinero y la escena underground independiente que sobrevive como puede, muchas veces a fuerza de pasión y de amor a la camiseta”, Sargento se nutre de ese amor por la música y sigue tirando pa’lante a pesar de los problemas, aprovechando la marea de cambios y a favor de lo que es bueno y libre. Por eso, al compás de salsa muffin y sacándole brillo al suelo, aplaudimos a los muchos que respaldan: ¡Viva el Sargento!

¿qué es loque toca?

“La gente decía que era reggae latino, latin salsareggae, inventabantérminos; entonces yo un día dije: esto es salsa muffin”

En el horno

“Estuve unos meses en Colombia para grabar el nuevo video y aproveché para terminar el disco que empecé hace unos meses en Europa, entre Valencia y París, aunque grabé unas cositas en Cuba”. A la espera quedamos del nuevo material que paseará por algunos géneros como el bolero, el guaguancó y la cumbia andina, acompañado con gente de La Mojarra Eléctrica, Bomba Estéreo, La 33, Dub Killer Combo y Tres Coronas.

Un Poquito Quema’o2000

Machete abrecaminos afila-do en los bordes fronterizos de lo afroamericano. Tumba caña y cafetal cantando reggae y son. Sabores vario-pintos que van del mojito al maní, pasando por sucu-lentos toques medicinales rumbeaditos y rapeados. Acompáñese con ron, playa y asfalto barrial.

Máscaras2006

Vuelos de pájaros cumbie-ros que van pintando el mundo diferente. Camión que no para entre Guantá-namo y la locura, cantando a cinco sentidos anhelos y esperanzas. Sabor de dulce con chile que a caminar aprende a lomo de acordes. Ideal para disfrazarse de uno mismo espejeado en recodos desconocidos.

21Mustseptiembre 2010 tocatuvida.com

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Ausencia Cara B 19 de septiembre de 1985

Fotoarte “Ausencia cara A” por imacojr.

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indie-gentes

> aLMohada carníVora

ausencia cara B (19 de septiembre de 1985)

Van ondeando ya las banderas, las tricolor con aguilita, nopal y serpiente. Van festejándose uno y dos siglos de ve tú a saber qué cosa. Tronarán

los cohetes y el cielo se encenderá a dentelladas leoninas, mientras se devora una ingente cantidad de garnachas y van olvidándose mundanales tópicos como la muerte. Pasará inadvertido otro aniversario lamentable y doloro-so, ese que sólo se aprovecha para ensalzar la solidaridad mexicana en un discurso machacón e impostado, pero que también recuerda la incompetencia de las salas gu-bernamentales y la ausencia de un gran puño de vecinos.

Un cuartito de siglo hace que una gran sacudida sopló al castillo de naipes que llamamos hogar. Veinti-cinco añitos de aquel temblor. Dos décadas y media sin resolver indemnizaciones y poniendo bandera a media asta. Cinco lustros de ausencias. Una dolorosa, en parti-cular, para los amantes del rock. Nos repetirán hasta el cansancio la cantaleta de los héroes, consintiendo que se empolven tantísimos nombres que han dejado huella en las aceras. Ante la enorme lista de campeones mil veces mencionados, algunos preferimos a los andantes de lo cotidiano, juglares medianamente proscritos soltando sus mensajes, algunos preferimos al Profeta del Nopal.

Tampiqueño de origen y chilango a fuerza de vida, Rodrigo González, Rockdrigo, se ha inscrito en la historia del DeFectuoso como un valuarte de la podredumbre. Siempre alabando lo tétrico de esta ciudad que acabó co-miéndoselo, siempre desternillándose ante la atrocidad humana. Recordar a Rockdrigo es asomarse a esa parte oscura y magnética de los bichos citadinos. Una parte que en ocasiones preferimos negar, pero que igual nos sorprende de cuando en cuando al pasar por el metro Balderas, al sentirnos como perro en el Periférico, al ser víctimas de un asalto chido.

Poco valdría contar su historia de nuevo, caer en la fácil alabanza sin aceptar que nos gusta por feo y des-cascarado. Y dale que dale con la comparación: que si fue el Chava Flores de lo posmoderno, que si el papá de los rupestres, que si un revolucionario incomprendido. Quizá lo fue, no semos quién para negarlo. Pero lo cierto es que Rockdrigo aún sigue siendo una sombra borrosa, como él mismo cantaba. Ahora que lo chilango se de-fine en la condechi (Canana Films dixit), que el histórico centro le pertenece al millonetas más choncho del orbe

(llora Bill Gates a pesar del agandalle transnacional) y que aquellos que no quieren seguir siendo vulgares tipos au-tóctonos se regodean en las páginas del Monsi (en paz descanse él y sus gatos), cabría echarse de cabeza en los rasgueos crudos, en las melodías cogoteras de aquel que se preocupaba por la salud mental de todo el personal.

Y es que este sigue siendo un gran rancho electró-nico, pobladito todo de amas de casa un poco tristes; Gustavos que pierden la cabeza en un delirium tremens y mujeres que parecían machos. Asomémonos a la ven-tana (siempre queda tu hermana) para ver llegar al Ete, para escuchar el cantar del asfalto que sigue y seguirá sonando a rana con sinfónica… Y el que no me siga que se coma un cayuco, un balín y una agüita, que los que entienden de qué va preferirán chicles de bola antes de treparse al cuadro de boxeos interminables.

Al diablo cente y bicente, pa’qué nos sirven si no ati-namos ni siquiera a saber qué diablos con este bújero al que llamamos casa. Dejemos que suenen Moncayo y La Bamba, pero cerremos con broche de oro trepándonos a la máquina del tiempo, navegando entre aquel laberinto de los planetas muertos con el más feo por chofer.

Desde su iglesia cósmica, nos dejó legado, léase en-tre ron y tabaco, ejem, ejem:

Manifiesto rupestre“No es que los rupestres se hayan escapado del antiguo Museo de Ciencias Naturales, ni mucho menos del de Antropología; o que hayan llegado de los cerros escon-didos en un camión lleno de gallinas y frijoles.

“Se trata solamente de un membrete que se cuelgan todos aquellos que no están muy guapos, ni tienen voz de tenor, ni componen como las grandes cimas de la sabiduría estética o (lo peor) no tienen un equipo elec-trónico sofisticado lleno de sinters y efectos muy locos que apantallen al primer despistado que se les ponga enfrente.

“Han tenido que encuevarse en sus propias alcantari-llas de concreto y, en muchas ocasiones, quedarse como el chinito ante la cultura: nomás milando.

“Los rupestres, por lo general, son sencillos, no la hacen mucho de tos con tanto chango y faramalla como acostumbran los no rupestres, pero tienen tanto que proponer con sus guitarras de palo y sus voces acabadas de salir del ron; son poetas y locochones; rocanroleros y trovadores. Simples y elaborados; gustan de la fantasía, le mientan la madre a lo cotidiano; tocan como carpin-teros venusinos y cantan como becerros en un examen final del conservatorio”.

El PRoFETA DEl NoPAl y hENDRIx

un par de ausencias

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24septiembre 2010 tocatuvida.com

indie-gentes

ausencia cara a (18 de septiembre de 1970)

Te llamaste Johnny Allen y te llamaste Marshall. Mu-chos te conocieron como Buster. Para la mayoría

eres Hendrix y para los que te aman Jimmy. Perdona que te hable de tú y que lo haga en las vísperas de los festejos de mi tierra. Pero a veces, tú lo sabes, cabe despreciar el cartón de los moldes. Aprovecho la ocasión para saludar-te y enviarte un gran abrazo. Acá las cosas han cambia-do un poco, qué digo un poco, han cambiado cantidad. Ahora, uno de tu raza gobierna ese lugar que te hizo su-frir, ya ves cómo va girando todo.

Contamos ya cuarenta años desde tu partida y aún se preguntan cómo rayos pasó. Cosa que a mí no me inte-resa, más bien me asalta la curiosidad de saber si jalaste pa’rriba o pa’bajo. Me da por pensar, en mi aferrada vo-cación rockera, que andas ahora con el gran maestro Ro-bert Johnson alegrando las parrandas infernales, con tu Supro Ozark o tu Stratocaster al hombro y susurrándole al oído a Belcebú: “Are you experienced?”

En fin, querido Jimmy, te cuento que las cosas han cambiado. Ya se sabe que tenían razón al pregonar amor y flores, sobre todo porque ambas van escaseando y el planeta anda sacudiéndose las pulgas. Aunque ahora que lo pienso, valdría decir que tantísimo no han cambia-do. Aún el mundo está lleno de incomprensibles guerras, de marginación y hambre. El sexo nos sigue encantando y también el ruido. Pero hay un hueco que nadie ha sabi-do llenar. Pienso en ti y en tu tocayo Morrison y también en la Janis cada vez que escucho un nuevo disco “experi-mental”, cada vez que alguien se disfraza de provocador de los tiempos corrientes.

Nunca volvió a verse nada como Woodstock o el Monterrey Pop. Tenemos Coachella, pero no es lo mis-mo. En tus tiempos, ser rockero era ser profeta tan sólo comprendido por los feligreses del amor; vivir un infinito

verano poblado de colores; darle la espalda al mundo y al absurdo de sus caretas. Las estrellas de hoy tienen un brillo plástico, demasiado premeditado para ser auténti-co; demasiado MTV para ser real. Pero no todo anda tan mal. Dejaste legado y es palpable ahora. Como tú, como el niño dejado a su suerte un mal día, con orígenes de raigambre distinta a la de los demás, hay afuera miles de músicos apostando por lo nuevo, mirando el presente con hambre de cambio y sed de esperanza.

¿Qué te puedo yo contar? Ahora tenemos tecnología y más años por correr. Pareciera que todo está mejor y que el hombre arribó por fin a un mejor mañana. Al me-nos dicen eso los discursos. Pero a decir verdad, las en-telequias siguen siendo tan frágiles como absurdas. Acá, en la tercera roca desde el sol, seguimos sin vivir hoy y con depresiones maniacas. Que suene a chantaje bara-to porque lo es: haces falta, Jimmy. Hace falta tu salvaje figura quebrando moldes sobre la tarima, reinventando el sonido, arañando el espanto con eufórica demencia.

Qué delicia tus tiempos, cuando el rock era un so-berano ingenuo, cuando creer en algo distinto era ne-cesario, cuando la moneda de cambio sabía a psicodelia y amor. Nos asombraste tanto, aún lo haces, que ahora nada enciende la chispa. Pasan los años, pasan los discos, y no se revelan monstruos como tú. Hoy tu figura está en el Salón de la Fama y tu guitarra hecha trizas es pieza de museo. Te llenaron de solemnidades. De tu locura sólo quedó el hueco, como el que dejaron tantos: un Keith Moon, un Rey Lagarto, una Bruja Cósmica, un Lennon, un Mercury. Si me lo preguntan, diré que no te conozco, que soy actual y escucho happy punk, que me suena tu nombre y me sabe a yonki descarriado. Si en una fiesta alguien pone “Purple Haze” abuchearé al culpable. Pero al volver a casa te haré vociferar, me entregaré sin culpas a tus interminables jams con mi invisible guitarra, con suerte amaneceré ahogado en mi propio vómito y podré compartir contigo una copa en el olvido.

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25indie-gentesseptiembre 2010 tocatuvida.com

Ausencia Cara A 18 de septiembre de 1970

Fotoarte “Ausencia cara B” por imacojr.

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Escucha la transmisión de los programasBar Almohada y Unfashionable Music Show a través de:

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