Suplemento en ABC de Sevilla: Patrimonio de la US: el pasado convertido en futuro

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Patrimonio de la US: el pasado convertido en futuro Patrimonio de la US:

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Patrimonio de la US: el pasado convertido en futuro

Patrimonio de la US:

Un Patrimonio rico y diverso

a Universidad de Sevilla ha ido acumulando a lo largo de la historia un valioso conjunto de obras de carácter monumental y artís-tico. Describir este ingente patrimonio es tanto como narrar la propia historia de la

institución universitaria. Puede decirse que la Universidad de Sevilla

nunca ha manifestado, salvo en contadas oca-siones, la voluntad expresa de formar una colección

artística propia y, sin embargo, hoy la riqueza de sus fondos es algo que sorprende.

Pero sí ha puesto siempre un fuerte empeño en conservar esos conjuntos y colecciones, que el tiempo y el azar le han ido confiriendo, a través del fomento del estudio y el conocimiento de estas obras.

Fruto de ello es un patrimonio de más de 4.000 obras con un carácter muy heterogéneo debido a la distintas formas de ingreso y procedencias que han tenido cada una de las piezas.

Hay, por ejemplo, una colección arqueológica y numis-mática, representación del arte de la antigüedad, junto a la colección egipcia.

Se conserva una mínima representación del patrimonio del siglo XVI procedente de las escasas piezas de la Iglesia de la Anunciación, destacando en especial las obras del escultor Juan Bautista Vázquez el Viejo.

La expropiación del patrimonio jesuítico dejó una colec-ción de arte barroco del siglo XVII, tanto de pinturas como de esculturas de autores como Martínez Montañés, Juan de Mesa, Pacheco, Juan de Roelas, Pablo de Céspedes o Herrera el Viejo.

De la Real Escuela de las Tres Nobles Artes, germen de la Academia de Bellas Artes de Sevilla y de la Facultad de Bellas Artes, se conserva una colección de dibujos acadé-micos de los siglos XVIII y XIX.

Además, también posee una colección de reproducciones de esculturas en yeso, de los siglos XVIII, XIX y XX realizadas mediante la técnica del vaciado, que son en su mayoría de carácter clásico, aunque también contiene obras de arte sevillano.

Destacable es también la colección de retratos de los siglos XIX y XX representando a rectores, obispos doctores y personajes ilustres universitarios, a la que se suma una serie de retratos de sevillanos ilustres, encargada por la antigua Biblioteca Provincial y Universitaria.

La Fototeca del Laboratorio de Arte, por su parte, posee una riquísima colección fotográfica de principios del siglo XX.

El profesorado también ha colaborado en numerosas ocasiones a aumentar esta colección, como el de Bellas Artes, gracias al que hay una muestra de pinturas y escultu-ras contemporáneas: o los jóvenes creadores, que también han donado sus obras, como es el caso de los premios del Concurso Nacional de Artes Plásticas, convocados por la Universidad de Sevilla desde 1994.

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Escultura de Maese Rodrigo de Santaella

Iglesia de la Anunciación, antigua sede de la Universidad

Editado por:ABC de SevillaC/ Albert Einstein, 10954 488 600

Diseño y maquetación:3dsignia

Fotografía:Luis SerranoPepe MorónMarta Morera

3Patrimonio de la Universidad de Sevilla

El Comité que vela por el Patrimonio de la Universidad

a conservación y gestión del amplio patri-monio de la Universidad de Sevilla está encomendado a un órgano consultivo que se encarga de asesorar técnicamente a los órganos competentes sobre esta materia.

Es el Comité de Patrimonio de la Universi-dad de Sevilla, que se creó en abril de 2012

y actualmente es presidido por la directora del Centro de Iniciativas Culturales de la Universidad de

Sevilla (Cicus), Concepción Fernández. Con el objetivo de preservar dicho patrimonio y realizar

la mejor y más eficiente gestión del mismo, el comité des-empeña distintas funciones. Informa sobre los proyectos de conservación y restauración de las obras pertenecien-tes al patrimonio artístico de la Universidad de Sevilla, así como sobre la urgencia y prioridad de los mismos; emite informes sobre las peticiones de préstamo de obras de arte de la institución universitaria; ofrece asesoramiento sobre la programación anual y la realización concreta de exposiciones relacionadas con el patrimonio; desarrolla propuestas de actuación relacionadas con el patrimonio histórico artístico; elabora informes sobre los procesos de gestión, así como sobre cualquier cuestión vinculada con el patrimonio que sea solicitado por los órganos competentes de la Universidad.

Para ello, se cuenta con un equipo de expertos que acom-pañan a Concepción Fernández en esta labor. El organis-mo está compuesto por Luis Méndez, profesor titular de Historia del Arte y director de la Fototeca, que además en

este curso ha sido nombrado director del Secretariado de Patrimonio Histórico-Artístico y subdirector del Cicus; José Fernández, catedrático de Historia del Arte; María Arjonilla, vicedecana de Cultura de Bellas Artes; Miguel Ángel Tabales, arqueólogo y profesor titular de Ingeniería de la Edificación; Víctor Pérez Escolano, catedrático de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura; y Juan Bosco Díaz de Urmeneta, profesor titular de Estética e Historia de la Filosofía y crítico de Arte Contemporáneo.

Acceso al patrimonio a través de la webEl patrimonio es un elemento vivo no sólo físicamente, sino también de manera virtual. A través del portal www.patri-monioartistico.us.es se puede acceder a cualquier servicio relacionado con los distintos edificios de la Universidad de Sevilla y que están a disposición de la comunidad y de la sociedad. Son numerosas las visitas diarias que se reciben para solicitar algún servicio relacionado con la investigación, la difusión o la exhibición de las obras.

Además, también se incluyen las actualizaciones en la catalogación de nuevas piezas y su correspondiente estudio identificativo. Frente a las 1.700 piezas catalogadas en la primera versión del portal, este nuevo sitio abarca más de 2.500 obras. Entre las novedades destacan las colecciones de arqueología, antropología, cerámica, numismática y de patrimonio científico-técnico.

Igualmente, se puede acceder a todo tipo de información relacionado con la exposición de este patrimonio, tanto dentro como fuera del ámbito universitario.

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Miembros del comité de Patrimonio de la Universidad de Sevilla. De izquierda a derecha José Fernández, Juan Bosco Díaz de Urmeneta, María Arjonilla, Concepción Fernán-dez, Luis Méndez, Victor Pérez Escolano y Miguel Ángel Tabales

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uál es el valor patrimonial de la Universidad de Sevilla?El valor patrimonial de la Universidad de Sevilla se lo da la propia historia de una Universidad más de cinco veces centenaria. Conocer la historia de la US nos permite comprender cómo

se ha ido formado esa colección, ese conjunto valioso de obras tan diversas, sin que necesa-

riamente haya tenido que haber una conciencia o voluntad expresa de «formar» una colección. Pocas, muy pocas universidades tendrán un patrimonio comparable, en cantidad, calidad y variedad, al de la US.—¿Cuáles son las principales actuaciones y/o proyectos que desde la US se acometen para preservar y potenciar este patrimonio? —La US vive pendiente de su patrimonio histórico-artístico. Son muchas y de muy diversa índole las actuaciones que impulsan su preservación, conocimiento y difusión. Una actuación fundamental y muy propia de la identidad uni-versitaria han sido y siguen siendo las iniciativas relaciona-das con la investigación, el estudio, la docencia. Trabajos continuados a lo largo de muchas décadas confieren al patrimonio la mejor arma para su protección. Pero a todo ello hay que unir una decidida voluntad política de protección activa, a través de programas de conservación preventiva y de intervenciones oportunas. En la actualidad, es el Comité de Patrimonio, interdisciplinario y formado por académicos expertos en muy diversas áreas patrimoniales, el órgano que asesora e impulsa múltiples acciones relacionadas con la catalogación, tutela, conservación, restauración, difusión y gestión del patrimonio. Recientemente se ha creado tam-

bién, dependiendo orgánicamente de la dirección del CICUS un Secretariado de Patrimonio dirigido por el profesor Luis Méndez, doctor en Historia del Arte.—¿Cómo se está trabajando para incrementar el fondo patrimonial de la US?—Además de las tareas relacionadas con la tutela y con-servación —conservar es, a la larga, incrementar—, y de las donaciones que con no poca frecuencia llegan a la Univer-sidad, bien por parte de artistas, bien de coleccionistas (hay de hecho un protocolo de actuación para la admisión y el registro de tales donaciones), en los últimos años, desde 2008 se ha iniciado un fondo de arte contemporáneo (que puede contemplarse en la galería junto al Paraninfo), y del que forman parte ya obras de Paco Reina, Manuel Barbadi-llo, Juan Suárez, Carmen Laffón, Gordillo, Lacalle, Miki Leal, Parrilla, José Soto y Gerardo Delgado.—¿Cuál es el mayor «tesoro» de la Universidad de Sevilla?—En un patrimonio tan rico es difícil inclinarse por desta-car algún tesoro único. Siendo muy esquemática, podría mencionar algunos realmente ineludibles; dentro de la arquitectura civil, naturalmente la antigua Real Fábrica de Tabacos; como arquitectura religiosa, la Iglesia de la Anunciación; en paisajismo, los Jardines de Forestier; como patrimonio bibliográfico, la Biblia de Gutenberg; y dentro del patrimonio mueble, podríamos destacar, además de las obras de la Anunciación, los cuadros de Pablo de Céspe-des «Aparición de Cristo a San Ignacio», y el de Francisco de Herrera, «Éxtasis de San Francisco Javier», ambos en el Paraninfo de la Universidad; asimismo, no podríamos dejar de mencionar las esculturas de San Ignacio y San Francisco de Borja, de Juan Martínez Montañés, y el Cristo

«Todos tenemos que hacer un esfuerzo para poner la cultura en el lugar que le corresponde»

CONCEPCIÓN FERNÁNDEZ

Presidenta del Comité de Patrimonio

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de los Estudiantes de Juan de Mesa. No es poco, como ves, y aún podríamos alargar la lista, sin desmerecerla.—¿Tienen algún programa en marcha para poner en valor, por ejemplo, los jardines Forestier o algún otro patrimonio que no tenga vida universitaria?—Tenemos, como es natural, programas de visitas guiadas para todos nuestros BIC, entre ellos los Jardines de Forestier. El Comité de Patrimonio ha impulsado además reciente-mente la publicación de unos polípticos patrimoniales, con información histórica, gráfica y planimétrica que sirva de complemento a estas visitas guiadas. Ya se ha publicado el primer número, centrado en la iglesia de la Anunciación; está a punto de salir el segundo, sobre el Panteón de Sevillanos ilustres; y en el plazo de un año completaremos los doce números de la colección.—¿Alguna actuación de urgencia porque algún patrimonio de la Universidad esté en peligro?—Más que de actuaciones de urgencia, porque la tute-la constante impide que el patrimonio esté en peligro, yo hablaría de actuaciones planificadas para la mejora de las colecciones. En estos momentos, por ejemplo, se está lle-vando a cabo un plan integral de restauración y limpieza de las esculturas en yeso ubicadas en el edificio del Rectorado, en colaboración con la Real Academia de las Bellas Artes San Fernando, que culminará en una exposición permanente, con la debida señalética, que será incorporada también a las visitas guiadas del edificio, con la intención además de dar a conocer el valor histórico y artístico de esta colección. Recientemente también se ha trabajado sobre la muy valiosa colección arqueológica, hoy ya catalogada por completo y debidamente custodiada, y estamos a punto de terminar

los dibujos artísticos de una buena selección para su uso didáctico.—La Universidad cuenta con un patrimonio ingente, ¿somos conscientes en Sevilla de ello?—Sin duda. La Universidad de Sevilla tiene su campus in-tegrado en la ciudad; a través de sus edificios, muchos de ellos BIC y alguno Premio Nacional de Arquitectura (como la Facultad de Matemáticas, de Alejandro de la Sota), los ciudadanos abren la puerta hacia el conocimiento de sus bienes patrimoniales: colecciones artísticas, fototeca, her-bario, minerales, fondo antiguo bibliográfico. En todo caso, es nuestra responsabilidad contribuir a su difusión.—Y las administraciones públicas, ¿son conscientes de ello? ¿Colaboran en su conservación?—Sí, sí, naturalmente que lo son. Otra cosa es ya la cola-boración para su conservación, no siempre fácil, dadas las circunstancias presupuestarias. Es frecuente, de hecho, la búsqueda de patrocinios privados o mecenazgos para su preservación. Todos tenemos que hacer un esfuerzo para poner la cultura —y, dentro de ella, el patrimonio— en el lugar que le corresponde. Desde la Universidad lo hacemos sin duda.—¿Qué visibilidad tiene el patrimonio de la US en relación con otras universidades?—Las universidades españolas son conscientes del patrimo-nio de nuestra universidad, muy bien conocido, no ya sólo a través de la muy completa página web, sino de numerosas publicaciones y estudios a cargo de grandes especialistas. Es más, también fuera de España es muy conocido el patrimonio de nuestra universidad. Piezas nuestras han viajado, incluso allende los mares, a formar parte de grandes exposiciones; a la National Gallery de Londres y la National Gallery of Art de Washington, al International Museum of Art de Indianá-polis; y próximamente la imagen de San Ignacio de Loyola de Martínez Montañés formará parte de una exposición sobre Velázquez que tendrá lugar en París, en las Galeries Nationales du Grand Palais, del 25 de marzo al 13 de julio del próximo año.—¿Debería ser el patrimonio un tema transversal en todos los estudios universitarios?—Es un hecho que el patrimonio se aborda desde muchas disciplinas y áreas de conocimiento. Yo misma soy filóloga clásica, latinista, y al trabajar sobre inscripciones latinas tratando de interpretar sus textos, me topo con piezas patri-moniales… y necesito la intervención de arqueólogos, histo-riadores, paleógrafos, arquitectos, físicos… Muchos estudiosos podemos encontrar un punto común en el patrimonio.

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l edificio de la antigua Fábrica de Tabacos representa la importancia de la industria-lización emprendida durante la Ilustración para el progreso de la economía del país. Su construcción, además de cumplir con el

propósito de modernizar la producción de tabaco sustituyendo a la antigua Fábrica de

San Pedro, fue determinante para la expansión de Sevilla hacia el Sur.

Edificio de colosales dimensiones, su arquitectura neo-clásica conjuga características propias de la fábrica, el palacio y la fortaleza. Su organización original respondía con pragmatismo a los requerimientos de una industria avanzada: en su lado Norte, próximo a la ciudad, se situaba el área residencial de la fábrica, donde se localizaban las casas de los jefes y superintendentes, mientras que

la zona fabril se ubicaba en el Sur, extendiéndose sobre dos terceras partes de la superficie total del edificio, y resuelta mediante un sistema estructural abovedado que permitiese tanto la instalación cómoda de la maquinaria, como la flexibilidad compositiva ante posibles modifica-ciones obligadas por el uso.

Fue concebida por diversos ingenieros y arquitectos, que dirigieron su construcción entre 1728 y 1766. Entre ellos, destacan las figuras de Ignacio Sala y Diego Bor-dick, autores de los proyectos iniciales del edificio, y especialmente la del holandés Sebastián van der Boch, quien redactó el proyecto definitivo y estuvo al frente de las obras desde 1750 hasta 1766.

Dentro de una composición general austera y rotunda en su volumetría, la fachada Norte se ofrecía como la principal del conjunto, con una singular portada barroca

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De Fábrica de Tabacos a sede universitaria

Patio del Reloj, en el Rectorado de la Universidad de Sevilla

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esculpida por el artista portugués Cayetano da Costa, que se corona con la estatua de la Fama, convertida hoy día en emblema de la Universidad. Otros elementos sin-gulares de esta gran estructura son el amplio vestíbulo, con grandes arcos rebajados, y los llamados patios del Reloj y de la Fuente, que forman parte de la estructura original.

Su conversión a uso universitario fue resultado de un proceso de intervención que se extendió entre 1950 y 1972, que aprovechó la regularidad de su estructura fabril para la apertura de nuevos patios, aulas y despachos, así como de las nuevas portadas de las fachadas Sur, Este y Oeste. Esta ambiciosa reforma estuvo a cargo de destacados arquitectos modernos de la ciudad, como Antonio Illanes del Río, Alfonso Toro Buiza, Alberto Bal-bontín de Orta y Antonio Delgado Roig.

Vista aérea de la Universidad de Sevilla, antigua sede de la Real Fábrica de Tabacos

Atrio de la Facultad de Filología

Patio de la antigua Casa de Ingenieros

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odrigo Fernández de Santaella fue el artífice de la Universidad de Se-villa. A comienzos del siglo XVI, tras su paso por Bolonia e Italia, se encargó de organizar los estudios

universitarios en torno al colegio de Santa María. Fue exactamente en 1505

cuando el sacerdote obtuvo una bula del papa Julio II para erigir en la ciudad hispalense un colegio y una Universidad.

Aunque la institución continúa su labor desde entonces y ya suma más de 500 años de historia, convirtiéndose en uno de los centros docentes españoles más antiguos, a nivel de infraestructura lo único que se conserva de aquella primera sede universitaria es la antigua capilla de Santa María de Jesús, en la esquina de la Puerta de Jerez.

La Universidad siguió transformándose en los siglos siguientes. Con la llegada del carácter reformista de los Borbones en el siglo XVIII se produjeron importantes mo-dificaciones en la enseñanza. Entre ellas, una de las más destacadas, la expulsión de los jesuitas en 1767, ya que supuso el traslado de la institución a la Antigua Casa Profesa de la Compañía de Jesús en 1771.

Durante los siglos siguientes se continuaron ampliando las disciplinas, conllevando a su vez la adquisición de nuevas sedes. Fue a mediados del siglo XX cuando surgió la idea de trasladar la primitiva sede de la antigua Universidad Literaria al edificio de la Fábrica de Tabacos en la calle San Fernando.

Buscando los orígenesEl 2 de septiembre de 1565 se colocó la primera piedra de un templo que se convertiría, poco más de 200 años después, en sede de la Universidad de Sevilla. Se trata de la Iglesia de la Anunciación, que formó parte del conjunto original de la casa profesa de los jesuitas.

Fue declarada Bien de Interés Cultural en la categoría de monumento en 1931, junto con la antigua Universidad Literaria, que ocupaba el espacio de la casa profesa. Este edificio tenía en su origen tres plantas en torno a un patio central, aunque actualmente sólo se conserva la Iglesia. En su solar se construyó la nueva Facultad de Bellas Artes.

Por su parte, el diseño del templo se debe al jesuita Bartolomé de Bustamante, aunque el proyecto definitivo corrió a cargo de Hernán Ruiz, maestro mayor de la catedral, lo que la hermana con otros dos ejemplos destacados de la arquitectura renacentista en Sevilla, como la iglesia del convento de Madre de Dios y la antigua iglesia del Hospital de la Sangre, actual sede del Parlamento de Andalucía.

La iglesia es de planta latina y se cubre con bóvedas vaídas en sus brazos, mientras que el crucero se remata con una cúpula semiesférica. La sobria apariencia exterior de su fábrica de ladrillo contrasta con la riqueza cromática del interior, especialmente en la zona del crucero, con profusión de dorados, rojos y negros. Especial interés tienen los magníficos retablos de la iglesia, elementos de extraordinario valor.

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Buscando el origen

Cúpula de la Iglesia de la Anunciación

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En el brazo derecho del crucero se encuentra la puerta que comunicaba el claustro con la Casa Profesa, con un arco de medio punto flanqueado por pilastras dóricas. En la clave del arco hay una ménsula con la fecha de 1568.

La portada principal es obra de Hernán Ruiz. Construida en piedra, se integra gracias a un orden arquitectónico gi-gante, constituido por dos columnas jónicas sobre el que se sostiene un entablamento. En el cuerpo central aparece un altorrelieve de la Virgen con el niño realizado por el escultor Juan Bautista Vázquez el Viejo entre 1565 y 1576, mientras que en los laterales se sitúan dos esculturas del XVIII que representan a un arcángel y a San José.

La cúpula de la Iglesia responde al modelo sevillano de alboaire, revestida de azulejos, con un ajedrezado de co-lores blanco y azul. La linterna, renovada tras el derrumbe provocado por el terremoto de Lisboa, se refuerza por gran-des ménsulas que apean sobre plintos, con unas volutas fingidas, realizadas a base de losetas azules de cerámica.

Panteón de sevillanos ilustresEntre los años 1836 y 1842 se realizan reformas en la Igle-sia y en la cripta para alojar sepulcros de altas cualidades artísticas, así como para acoger los restos de sevillanos reconocidos por la ciudad.

El panteón se encuentra bajo el crucero, al que se ac-cede desde la vecina Facultad de Bellas Artes. Acoge un conjunto de sepulcros y laudas que desde el siglo XIX se encontraban en la Iglesia superior. En este panteón repo-san, entre otros, los restos de Arias Montano (humanista), Valeriano Bécquer (pintor), Fernán Caballero y Mateos Gago (escritores), Alberto Lista (ilustrado) o Gustavo Adolfo Bécquer (poeta).

Iglesia de la Anunciación

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no de los edificios más emblemáticos de la Universidad de Sevilla es el Convento de Madre de Dios, hoy convertido en sede del Centro de Iniciativas Culturales de la US (Cicus). Ubicado en el centro histórico,

en el barrio de San Bartolomé, es fruto del trabajo de los arquitectos Juan de Simancas,

Hernán Ruiz II y Pedro Díaz de Palacios.La intervención para convertir al edificio en sede

del Centro de Iniciativas Culturales de la Universidad de Sevilla ha consistido en el rediseño del acceso princi-pal y la provisión de espacios expositivos, así como un auditorio y la nueva pavimentación del claustro. El patio constituye el elemento fundamental del edificio, y hacia él se abren galerías en sus cuatro lados, disponibles para la realización de proyectos expositivos.

Esta galería conecta diversos elementos de especial interés, como son: —La galería MDD, sala multiusos y espacio expositivo del centro, neutro en su apariencia para la mínima inter-ferencia con el contenido expositivo. —El auditorio, con graderío inclinado y revestido de pa-neles acústicos, en la planta baja de la crujía hacia la calle Federico Rubio.

La superficie del patio se reviste con un gran damero de piezas blancas y negras, que se interrumpe para construir los parterres de los cipreses de grandes dimensiones que pueblan el patio.

Las últimas obras de reforma se están centrando en la creación de un espacio expositivo singular en la primera planta, con una superficie superior a los 500 m2.

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Madre de Dios, un lugar para exponer la cultura

Patio de la sede del Cicus, antiguo convento Madre de Dios

Espacio expositivo de la primera planta del edificio

Auditorio del Cicus

Fachada del Centro de Iniciativas Culturales de la US

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iseñados como zona de recreo del Palacio de los Guzmanes (actual Colegio Mayor Santa María del Buen Aire), en Castilleja de Guzmán, los Jardines de Forestier forman parte del patrimonio natural y paisajístico

de la Universidad de Sevilla. Tanto los jardines como el edificio perte-

necieron a la antigua hacienda Divina Pastora, conjunto declarado Bien de Interés Cultural con categoría de monumento.

El núcleo primitivo de este conjunto data de los siglos XVII y XVIII, que pasó más tarde a ser propiedad de don Joaquín Rodríguez de Rivas y de la Gándara, II Conde de Castilleja de Guzmán. A principios del siglo XX este noble mandó reformar su propiedad, de 270 hectáreas, para des-tinarla a residencia permanente. Levantó una edificación casa-palacio y encargó a Forestier la realización de los jardines, que se llevaron a cabo entre 1920 y 1928. Fueron los últimos que el arquitecto francés diseñó en España.

Como consecuencia de su ruinosa situación económica, el Conde pierde la propiedad, que es adquirida en subasta pública por la firma «Lissen Hermanos», en 1933, quienes, a su vez, la ofrecen gratuitamente a la denominada «Junta de Utilización de Inmuebles» en 1937. Es entonces cuando el Ayuntamiento adquiere el compromiso de cuidar los jardines. Finalmente, la cesión por parte del Consistorio al Ministerio de Educación Nacional se produjo en 1943, con objeto de destinarla a la residencia de artistas, estudiantes y profesores hispanoamericanos. Su último uso ha sido como Colegio Mayor, hasta la actualidad.

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La belleza natural de Forestier

Espacio expositivo de la primera planta del edificio

Fachada del Centro de Iniciativas Culturales de la US

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res de los edificios de la Universidad de Sevilla que más valor artístico y monu-mental tienen son los pabellones de Brasil, Uruguay y México, que se erigieron para la Exposición Iberoamericana de 1929 y que

están declarados Bien de Interés Cultural. El primero de ellos, el de Brasil, fue diseñado

por Pedro Paulo Bernades Vastos, originaria-mente en estilo neobarroco colonial. La historia

de este pabellón refleja a la perfección los cambios que experimentaron algunos de estos edificios, aprovechando en muchos casos la sencillez compositiva y estructural de sus áreas expositivas, que los hacía capaces de ser reutilizados para albergar usos enormemente diversos.

Así, este edificio sufrió en 1935 una reforma que modificó por completo su apariencia exterior para empezar a fun-cionar como cuartel de sanidad. Tras décadas de uso, una nueva reforma trajo a este centro las primeras Escuelas de Arquitectura y de Aparejadores de la Universidad, que estuvieron funcionando en este Pabellón hasta que se trasladaron a la avenida Reina Mercedes. Tras un tiempo sin estar vinculado a la institución universitaria, se retomó su uso como sede administrativa.

Todos estos cambios de uso desde su construcción no han interferido en la conservación del elemento más desta-cado de este pabellón: un singular pavimento de maderas tropicales importado de Brasil que reviste el vestíbulo y la escalera principal del edificio.

Por su parte, el Pabellón de México fue uno de los más singulares de la época. El mexicano Manuel Amabilis Do-mínguez, su constructor, trató de integrar las obras del escultor Leopoldo Tommasi y el pintor Víctor Manuel Reyes.

Lleno de evocaciones icónicas, el edificio organiza su planta en cruz griega, que se gira para formar las aspas de una X, y que remite a la particularidad ortográfica del nombre de su país. Sus fuentes de inspiración se encuen-tran en las culturas maya y tolteca, presentes de manera rotunda en la fachada principal, con las reproducciones de los Chac mool y las cabañas del palacio de los Tigres de Chichén Itzá, así como las columnas serpentiformes de la ciudad de Uxmal que flanquean la entrada. La riqueza decorativa de sus referencias al pasado se encuentra correspondida con una espacialidad generosa, basada en el empleo del hormigón armado. El vestíbulo central del edificio, desarrollado en dos plantas de altura, y bañado por la luz filtrada a través de vidrieras de color, constituye sin lugar a dudas uno de los episodios más afortunados de la arquitectura del primer tercio de siglo en la ciudad.

Por último, el Pabellón de Uruguay se sitúa en un entor-no privilegiado, en las inmediaciones del Parque de María Luisa, junto a otros pabellones como el de Perú, Chile o Estados Unidos.

En este edificio se representa el eclecticismo de la arqui-tectura de los años 20, que combina los guiños a la tradición de su portada neobarroca, de las cresterías neogóticas y el lenguaje popular de la teja cerámica con una composición en planta de absoluta modernidad.

Llama la atención su vestíbulo, de dos plantas de altura, con elementos art decó y con arcos de hormigón armado que son deudores de la composición del revolucionario mercado sevillano de la Puerta de la Carne.

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Una Universidad con pinceladas del 29

Pabellón de México, uno de los más singulares en su época

Pabellón de Brasil, actualmente empleado como sede administrativa y de gobierno

El Pabellón de Uruguay representa el eclecticismo de la arquitectura de los años 20

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Hermandad de la Esperanza de Triana. 1923. Gelatinobromuro sobre vidrio. 9x12 Archivo fotográfico. SGI Fototeca-Laboratorio de Arte. Universidad de Sevilla

a Universidad de Sevilla cuenta con una de las mejores fototecas universitarias euro-peas. Su origen se remonta a 1907, cuando el catedrático Francisco Murillo Herrera creó un «gabinete fotográfico», siguiendo mode-

los alemanes y franceses, como un espacio donde desarrollar la ciencia histórica a través

de unos estudios modernos que necesitaban la imagen para la puesta en marcha de nuevos estudios, téc-nicas de intervención en la restauración de monumentos y para la elaboración de los catálogos monumentales que por primera vez en España defienden el uso de la fotogra-fía como instrumento de estudio del patrimonio español. Las instituciones de mayor prestigio comenzaban a reunir colecciones fotográficas para desarrollar sus estudios modernos con innovadoras metodologías historiográfi-cas. Un centro de investigación y enseñanza debía contar con un banco de imágenes y un gabinete fotográfico que pudiese documentar las obras de arte que se estaban descubriendo y clasificando. Ésa fue la idea que trajo de Europa Francisco Murillo Herrera. De este modo, la Foto-teca tuvo un carácter pionero en la modernización de los estudios universitarios de Historia del Arte. Fue la primera en su género en España y estuvo orientada a recopilar la más amplia documentación gráfica sobre los monumentos sevillanos, andaluces y del resto de España, aunque entre sus colecciones encontramos testimonios únicos de otros países europeos y americanos.

A partir del año 1999 pasó a estructurarse como un Servi-cio General de Investigación, con el objetivo de asegurar a la colección unas adecuadas condiciones de conservación, en un proceso continuo que además permita el acceso de la comunidad investigadora y del resto de la sociedad a estos fondos. Lo que conocemos actualmente como el Servicio General de Investigación de Fototeca-Laboratorio de Arte es un archivo histórico que alberga un conjunto de colecciones fotográficas de gran valor. En más de cien años, la Fototeca ha ido produciendo imágenes, enriqueciéndose con donaciones y adquisiciones, reuniendo en la actualidad un conjunto único de más de 150.000 fotografías, de gran

valor tanto por su unidad como por su creación pionera en el seno de los estudios universitarios en Europa.

De todo ello ha quedado un testimonio único en la ve-racidad de estas fotografías. Cronologías, atribuciones, definiciones y argumentos históricos se sustentaban en la veracidad que introducía el documento fotográfico. La colección actual alberga imágenes en negativo y positivo desde finales del siglo XIX en diferentes tamaños, sobre vidrio, acetatos, nitratos, celuloides, metal, papel o cartón, realizados asimismo con diferentes procedimientos foto-gráficos, incluyendo además fotograbados y litografías. La Fototeca conserva además su colección de cámaras de manufactura alemana de inicios del siglo XX, así como un valioso instrumental fotográfico, adquirido a la casa Erne-mann de Dresde. Los fotógrafos aprovechaban sus viajes para tomar un buen número de fotografías con cámaras pesadas de madera, con unos negativos en soporte de vidrio que transportaban en sus chasis y portaplacas. Con todo este equipaje cargado en alguno de los coches de la época se lanzaron a fotografiar el patrimonio, y en alguna imagen se inmortalizaron haciendo un alto en el camino. Estos viajes permitieron acrecentar los fondos de la insti-tución con sorpresas tan notables como el descubrimiento de obras de arte completamente inéditas.

Hay que destacar que en este periodo como Servicio General de Investigación se ha conservado, dinamizado y modernizado la colección con acciones como la digitaliza-ción del patrimonio fotográfico, la puesta a disposición de éste a nivel mundial a través de una plataforma web (www.fototeca.us.es) y el desarrollo de actividades formativas encaminadas a dar a conocer los fondos mediante talleres y cursos sobre procedimientos fotográficos primitivos, la gestión de archivos o la protección de la fotografía.

La Fototeca ha modernizado sus instalaciones con la creación de nuevos archivos para la conservación de sus colecciones, en un proceso abierto, que permiten asegurar las condiciones de protección, de identificación, cataloga-ción y manipulación adecuadas de sus fondos. Además se suman nuevas actuaciones que se centran en la labor de conservación preventiva.

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Cien años alimentando la Fototeca

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a Biblioteca de la Universidad de Sevilla custodia una de las colecciones históricas más importantes de España. Integran este conjunto más de un millar de manuscritos, varios archivos privados, 332 incunables,

más de 8.000 impresos del siglo XVI y cer-ca de 30.000 de los siglos XVII y XVIII. A ello

hay que sumar la documentación del Archivo Histórico de la Universidad, unido a esta Biblioteca

desde 1895, el cual constituye un fondo documental que supone la principal fuente para el estudio de la historia de la institución desde la época fundacional.

La pieza bibliográfica más valiosa custodiada en los anaqueles de la Biblioteca es la Biblia de las 42 líneas, también conocida como Biblia de Gutenberg, primer libro impreso de la historia, que salió de las prensas de Johann Gutenberg, en Maguncia, entre 1454 y 1456.

Junto a ella figuran como auténticas joyas varios có-dices del siglo XV, entre ellos las Apostillas de Nicolás de Lira y otros dos códices bíblicos con una espléndida decoración miniada.

La mayor parte de estos fondos se custodian en la Biblioteca General Rector Antonio Machado y Núñez y en el Archivo Histórico Universitario, aunque también hay otros fondos en diferentes centros como la Biblioteca de Humanidades. Está previsto que, en los próximos meses, la Biblioteca General se traslade a un nuevo edificio en la Avenida de Eritaña.

Todo este fondo histórico es objeto de numerosas consultas por parte de investigadores de la Universidad de Sevilla y de otras instituciones científicas y acadé-micas, así como por parte de estudiantes de diversas disciplinas como cartografía histórica, literatura, historia, medicina, arquitectura, filosofía natural, etc.

En los últimos años, la Universidad ha llevado a cabo una labor de difusión de este patrimonio bibliográfico y documental a través de un ambicioso proyecto de digitalización que permite a los usuarios consultar a través de Internet todos los libros y otros documentos, como una base de datos de 43.000 grabados en la que se puede buscar por autores, títulos y materias. Este Portal de Fondos Digitalizados, que actualmente cuenta con un fondo de más de 6.000 títulos, ofrece también a los usuarios la posibilidad de solicitar a la Biblioteca la digitalización de sus libros antiguos y documentos del Archivo.

Otra actividad encaminada a difundir la riqueza del patrimonio bibliográfico es la de las exposiciones vir-

tuales, que pueden consultarse en el Espacio Virtual de Exposiciones de la Biblioteca de la Universidad de Sevilla (expobus.us.es). Cada año se realizan dos exposiciones. La última de ellas lleva por título «Fondos y Procedencias» y propone un recorrido por la historia de la Biblioteca, desde el momento de su nacimiento como librería del Colegio de Santa María de Jesús, fundado por el Arce-diano Maese Rodrigo Fernández de Santaella en 1505.

El germen de esta Biblioteca fueron, de hecho, los libros donados por Fernández de Santaella, a los cuales se fueron añadiendo en los siglos siguientes donaciones y adquisiciones realizadas con ayudas económicas de colegiales distinguidos.

Más tarde, cuando el Colegio y la Universidad se sepa-raron, muchos de estos libros pasaron a la Universidad, como puede verse en algunos volúmenes que conservan el sello de «Colegio-Universidad».

Cuando la Universidad emprendió su actividad inde-pendiente, la formación de una colección bibliográfica propia se vio favorecida por la incorporación de las Bi-bliotecas de colegios de los Jesuitas y de la misma Casa Profesa de la Compañía. Más tarde se unirían también otras bibliotecas pertenecientes a las demás órdenes religiosas establecidas en Sevilla y su provincia, que se vieron afectadas por la Desamortización de Mendizábal.

Donaciones posteriores de bibliotecas públicas o de particulares continuaron enriqueciendo los fondos bibliográficos de la Universidad hasta nuestros días, ya que son muchas las personas e instituciones que donan su biblioteca a esta institución con la certeza de que los fondos estarán bien custodiados y su consulta asegurada.

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El Fondo Antiguo de la Biblioteca, un tesoro al alcance de todos

Biblia de Gutenberg

15Patrimonio de la Universidad de Sevilla

Biblia de Gutenberg

Apostillas de Nicolás de Lira Digitalización del Fondo Antiguo de la Universidad de Sevilla

16 Patrimonio de la Universidad de Sevilla

Un legado pictórico forjado durante siglos de historia

Francicos Herrera el Viejo. Éxtasis de San Francisco Javier

a Universidad de Sevilla posee una in-teresante colección pictórica que se ha configurado a través de diversas cir-cunstancias históricas.

En primer lugar, se formó con parte de las pinturas que fueron de la Compañía

de Jesús y que se integraron en su patri-monio por formar parte de los retablos de la

Iglesia de la Anunciación. Más tarde, en 1911, la colección se enriqueció al recibirse como depósito del Museo del Prado un reducido pero importante grupo de obras que se han conservado y que se exponen con cuidado, haciendo en este caso justificable este usufructo de obras de pertenencia estatal.

Uno de los conjuntos pictóricos más destacados de esta colección es el de la Iglesia de la Anunciación. Se trata del más antiguo de la Universidad de Sevilla y es el que figura en el retablo de la Virgen de Belén, situado en el muro de la Epístola de la Iglesia de la Anunciación.

Presiden todo el conjunto una representación pictórica de la «Virgen de Belén», realizada por el artista flamenco Marcello Coffermans. Se fecha hacia 1560, en la plenitud artística de este autor. Esta pintura fue el punto de partida para que en 1588 los jesuitas encargasen un retablo y un conjunto pictórico realizado sobre tabla, de amplia iconografía. Se ignora el autor, pero puede sugerirse que puede ser obra de algún discípulo o seguidor de Vasco Pereira.

En esta misma nave de la Epístola hay que destacar el lienzo de Juan del Castillo, «Alegoría de la Institución de la Eucaristía», pintada hacia 1612.

El Retablo Mayor es una obra mayor de la retablís-tica andaluza, ejecutado por Alonso Matías entre 1603 y 1606. Las pinturas que decoran los distintos cuerpos son la «Adoración de los Magos», de Gerolamo Lucente da Corregio, y la «Anunciación», de Antonio Mohedano.

Juan de Roelas pintó el lienzo principal, la «Circunci-sión», también la «Adoración de los pastores», los santos Juanes en los laterales del ático y el «Niño Jesús del Sagrario». De la misma época son las imágenes de San Pedro y San Pablo, en los extremos del ático.

Entre el conjunto pictórico que decora el despacho del rector de la Universidad de Sevilla destaca por su antigüedad una composición que representa a «San Jerónimo» y que puede atribuirse a un imitador de Ma-rinus Van Reymerswaele. También son destacables dos importantes pinturas de Francisco Pacheco pintadas sobre cobre, una de las cuales lleva la firma de este ar-tista con su monograma y la fecha de 1623. Representan por separado la escena de la Anunciación y proceden de alguna dependencia de la Antigua Casa Profesa de los Jesuitas de Sevilla.

Otra obra de gran interés es «La Inmaculada», cuyas características permiten ubicarla entre 1630 y1640, con influencia de Zurbarán.

Un «Ecce Homo», pintado sobre tabla de origen fla-

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17Patrimonio de la Universidad de Sevilla

Círculo de Zurbarán. Santo Domingo de la Calzada Marcelo Coffermans. Virgen del Belén

menco y fechable en la segunda mitad del siglo XVI, inspirado en modelos de Tiziano, se conserva en el de-canato de la Facultad de Geografía e Historia.

Asimismo, en la capilla universitaria se guardan algunas obras que narran el Martirio de San Cosme y San Damián, procedentes del templo de la Anunciación.

También el Paraninfo exhibe una de las pinturas más importantes de la Universidad de Sevilla: el «Éxtasis de San Francisco Javier», obra de Francisco Herrera el Vie-jo, que debió de estar situada en un altar de la antigua Casa Profesa de los Jesuitas. También aquí se exhibe una pintura que describe la «Aparición de Cristo a San Ignacio camino de Roma», obra que muestra el estilo del artista cordobés Pablo de Céspedes.

Otras obras relevantes son la representación alegórica que muestra a Cristo y a la Virgen como protectores de la Infancia, realizada por Esteban Márquez en 1649; el retrato de Carlos III, fechado hacia 1760, con características de la escuela sevillana; y el retrato de Isabel II, fechable en 1840 y relacionado con el arte del pintor romántico José Gutiérrez de la Vega.

Galería de retratosLa Universidad de Sevilla también ha dejado constancia a lo largo de los últimos siglos de la presencia de perso-najes de valía, de modelos importantes en la tradición cultural y universitaria española y de la imagen histórica

de sus principales miembros, como profesores, rectores, etc. por medio del retrato. Cuenta así con una galería que arranca en el siglo XVII y que ha llegado hasta nues-tros días con obras de artistas importantes vinculados fundamentalmente con la escuela pictórica sevillana y española en general.

La nómina de obras cuenta con autores de la talla de Francisco Zurbarán, Francisco Camilo, José María Arango, José Gutiérrez de la Vega, Joaquín Domínguez Bécquer, Manuel Cabral Bejarano, Eduardo Cano, José García Ramos, Manuel Wssel de Guimbarda, Gustavo Bacarisas, Manuel González Santos, Santiago Martínez, Alfonso Grosso, Juan Miguel Sánchez, Antonio Povedano, Amalio, Juan Antonio y un destacado grupo de pintores en plena actividad creativa.

En el campo de la escultura también se conservan algunos retratos de artistas como Antonio Susillo, Joaquín Bilbao o Jesús Gavira, entre otros.

Esta colección se encuentra distribuida entre las di-ferentes facultades y dependencias de la Universidad, existiendo un exhaustivo control sobre ella como se ob-serva en la clasificación minuciosa que se ha realizado y que va desde la galería de retratos de rectores a los de personajes ilustres, la serie de retratos de universitarios ilustres, la de decanos y otros profesores, la de reyes y jefes de estado, o la galería de retratos de sevillanos ilustres, así como algunos grabados.

18 Patrimonio de la Universidad de Sevilla

l grueso del patrimonio de retablos y escul-turas de la Universidad de Sevilla procede de los jesuitas. Goza de importancia den-tro del panorama artístico local y algunas de sus piezas podrían figurar en cualquier

selección de obras de la escultura hispá-nica en los períodos Manierista y Barroco.Cuando los jesuitas son expulsados de Es-

paña por Carlos III en el siglo XVIII, la Universidad de Sevilla se traslada a la Casa Profesa de la orden, hacien-do suyos algunos de los bienes artísticos de los religiosos. El patrimonio universitario aumentó con la desamortización de Mendizábal en 1835 con otras piezas escultóricas.

Con el traslado de la Universidad a la antigua Fábrica de Tabacos, realizado en el siglo XX, se volvió a incrementar el número de retablos y esculturas heredados de la pequeña capilla del siglo XVIII de este edificio.

El Retablo Mayor es una de las principales obras de la retablística andaluza. La monumentalidad de sus propor-ciones recuerda la arquitectura del Retablo Mayor de El Escorial. Fue ejecutado por el jesuita Alonso Matías entre 1603 y 1606, utilizando grabados del Templo de Salomón. Es de madera de borne de Flandes, dorado por Gaspar Ragis, salvo el banco, de mármol, y las losas de jaspe ne-

gro. Destaca el sagrario, realizado con ricas maderas de ébano, nazareno o caoba. Entre las pinturas que decoran los distintos cuerpos encontramos la Adoración de los Magos, de Lucente, la Anunciación, de Antonio Mohedano, la Circuncisión, y la Adoración de los Pastores de Juan Roelas. Este autor realizó también los santos Juanes en los laterales del ático. Las imágenes de candelero de San Ignacio de Loyola y de San Francisco de Borja son obras de Martínez Montañés.

En el crucero izquierdo se ubica un retablo moderno de tres calles, con la Virgen del Valle, el Cristo de la Co-ronación y un Cristo con la cruz a cuestas. En el lado del Evangelio se dispone otro retablo del siglo XVI con ricas pinturas como la de la Virgen de Belén.

En el crucero derecho se localiza un retablo dedicado a la Inmaculada, ejecutado por Juan Bautista Vázquez, el Mozo, en 1585. En el muro de la Epístola se dispone un re-tablo procedente del convento de Santa María del Socorro, dedicado a San Juan Bautista, con un soberbio relieve del Bautismo de Cristo, realizado por Martínez Montañés y con pinturas de Juan de Uceda.

Sobre pedestales se conservan en la nave de la Iglesia las esculturas exentas de San Cosme y San Damián, que proceden de un retablo desaparecido en el siglo XIX.

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Patrimonio escultórico y retablos de la mano de los jesuitas

Retablo Mayor Retablo de la Inmaculada

19Patrimonio de la Universidad de Sevilla

partir del primer trimestre de 2015, la Uni-versidad de Sevilla creará una exposición permanente con las colecciones de va-ciado en yeso propiedad de la institución.

Las colecciones más importantes de vaciados se ubican en dos espacios prin-

cipales, la antigua Fábrica de Tabacos y la Facultad de Bellas Artes. En el primer edificio se

conservan conjuntos en el Rectorado y en las Facultades de Filología y Geografía e Historia, cumpliendo una mera función decorativa. Aquí ya han comenzado los trabajos, dirigidos por Luis Méndez Rodríguez, director del Secreta-riado de Patrimonio Histórico-Artístico, y en los que también colaboran los profesores José Fernández, catedrático de Historia del Arte, José Beltrán, catedrático de Arqueología, y Ricardo Alario, profesor de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura. La Real Academia de Bellas Artes de San Fernando colabora en el asesoramiento en las tareas de documentación, análisis y propuestas de restauración.

Al mismo tiempo se avanza en el estudio histórico-ar-queológico, técnico y documental de las piezas y en la restauración.

En la segunda fase se centrarán en los vaciados de la Facultad de Bellas Artes, que también han cumplido una función docente en las clases de escultura o pintura.

El objetivo es presentar al público los resultados iniciales del programa de investigación sobre los vaciados y del estudio sobre el uso y función de las colecciones de yesos en Sevilla a lo largo de la historia reciente.

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Restauración del Diadumenos de Policleto

Sileno con Baco niño

El vaciado en yeso, a exposición

20 Patrimonio de la Universidad de Sevilla

Cristo de la Buena Muerte

n la pequeña capilla de la Fábrica de Ta-bacos se ubica una de las escul-turas más relevantes

de la Universidad de Se-villa: el Cristo de la Buena

Muerte.Juan de Mesa fue el artífice de esta obra

en 1620, tal y como se descubrió en 1983, cuando el Cristo (de 1,76 metros) era trasla-dado para celebrar el anual Quinario desde la Universidad a la iglesia de la Anunciación. Fue entonces cuando, al desprenderse la cabeza de la imagen de su ensamble, fue hallado un documento que decía «Ego feci Joannes de Mesa, anno 1620».

Fue hecha para ser titular de una Casa Pro-fesa de la Compañía de Jesús pero, al parecer, la entidad no tuvo larga vida y se conservó en el templo como imagen de devoción popular, a la que se le puso retablo barroco en 1687.

En 1771 se incorporó al patrimonio universitario y per-maneció en la iglesia hasta convertirse en titular de la hermandad de los Estudiantes, fundada en 1924 por un grupo de profesores y alumnos de la Universidad de Sevi-lla. A esta Hermandad le está cedida para el culto. Desde 1966 reside en la capilla de la antigua Fábrica de Tabacos, sede actual de la Universidad de Sevilla.

Se trata de una de las esculturas más logradas de Juan de Mesa. Iconográficamente representa el momento que sigue a la expiración, según los estudios realizados por Delgado Roig. La imagen es de una belleza corporal de concepciones muy humanas y de gran realismo.

Por todos estos efectos en particular, y por la producción de Juan de Mesa en general, se puede considerar esta escultura como una de las piezas claves en la evolución hacia el clima del Barroco por los senderos del realismo.

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21Patrimonio de la Universidad de Sevilla

a Universidad de Sevilla cuenta con una im-portante colección arqueológica fruto del trabajo que viene realizando el Comité de Patrimonio desde 2012, por iniciativa del arqueólogo y profesor de la Universidad

de Sevilla Miguel Ángel Tabales. Concreta-mente, ya se han reunido y catalogado más

de 2.000 piezas y fragmentos que cubren un amplio arco cronológico en el que queda repre-

sentada la práctica totalidad de los periodos históricos.Los materiales arqueológicos catalogados desde 2012

consisten en 300 piezas egipcias, ocho helenísticas, 523 de época prehistórica (Paleolítico superior, Neolítico, Cal-colítico y época del Bronce), 48 ibéricas e ibero-romanas completas y 25 fragmentos, 55 piezas completas de época romana y 215 fragmentos, 21 piezas completas de época tardoantigua y cuatro fragmentos, 39 piezas completas de época medieval islámica y 423 fragmentos, 33 completas de época bajomedieval cristiana y dos fragmentos, 29 piezas completas de época moderna y varios fragmentos

y 388 monedas (helenísticas, fenicio-púnicas, ibéricas e ibero-romanas, romanas, islámi-cas, modernas y contemporáneas).

El trabajo realizado para contar con esta valiosa colección ha consistido en recopi-

lar todos los datos sobre las piezas que se encontraban en diversas dependencias de la Universidad y establecer un sistema de cata-logación unitario para todas ellas, unas vez que

las mismas han sido limpiadas y adecuadas. Todos estos trabajos han hecho posible que en la actualidad el conjunto de la

colección arqueológica de la Uni-versidad esté unificado, regis-

trado y fotografiado. Las piezas se han organi-zado en un almacén ar-

queológico

provisional y el contenido completo de la colección está disponible en la página web de Patrimonio de la Univer-sidad de Sevilla (www.patrimonioartistico.us.es).

En estos momentos se están concluyendo las tareas de documentación gráfica de las piezas de especial interés científico, mediante la realización de dibujos arqueológicos (unas 500 piezas), que resultarán de gran utilidad para la docencia y la investigación.

El paso siguiente será la adaptación de un espacio pa-ra la correcta conservación, gestión y divulgación de la colección arqueológica, que se encuentra en proceso de constitución. El objetivo es habilitar tres espacios diferen-ciados y adecuadamente equipados, que puedan acoger una sala de trabajo para investigadores y estudiantes, permitiendo al mismo tiempo la gestión, manipulación, estudio y restauración del material; un espacio expositivo, accesible al público, con las piezas más destacadas, y un

tercer espacio de almacén, de acceso restrin-gido, para la conservación de la mayor parte de la colección. Esta organización permitirá a estudiantes e investigadores de la Universi-dad tener un acceso directo a este valioso y singular patrimonio que podrá ser objeto de estudios pormenorizados, así como de

publicaciones.Además, dado el alto valor científico y di-

dáctico de las piezas, pueden generarse y de-sarrollarse otras actividades como la gestión de posibles préstamos o la transmisión de los conocimientos básicos de nuestras raíces

culturales a un amplio grupo de visitantes, mediante el montaje de una exposición

permanente.En línea con la finalidad didác-

tica de una institución científica y educativa como la Universi-dad de Sevilla, se estudia la posibilidad de organizar visi-tas guiadas con citas previas

a esta colección, así como el desarrollo de una oferta de cursos y talleres dirigidos a alumnos y también a personas externas a la institución.

También se contempla la po-sibilidad de organizar exposi-ciones temporales temáticas en torno a aspectos concretos de la colección (piezas especí-ficas, periodos históricos, etc.).

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Más de 2.000 piezas componen el patrimonio arqueológico

22 Patrimonio de la Universidad de Sevilla

a Universidad de Sevilla propone, a través de sus edificios, una relación singular con la ciudad. Si nos centramos en el patrimo-nio construido en los siglos XX y XXI nos encontramos ante la paradoja de una ins-titución de más de 500 años de antigüedad

que alberga edificios puramente modernos, entre los cuales se cuentan muestras de la

mejor arquitectura reciente. Una de ellas es la Escuela Técnica Superior de Inge-

niería Informática. Es clave de la arquitectura del movi-miento moderno en Andalucía. Obra de Jaime López de Asiain, sirve de ejemplo de la integración de la herencia funcionalista con nuevas corrientes organicistas. Otra de ellas es la Facultad de Matemáticas, Premio Nacional de Arquitectura en 1974. Sirvió de aulario para el incipiente campus de Reina Mercedes hasta convertirse en sede de la Facultad de Matemáticas. Su autor fue Alejandro

de la Sota. La Residencia Universitaria Ramón Carande es otro de los exponentes de la arquitectura moderna de la Universidad de Sevilla. Supone un riguroso ejercicio de arquitectura residencial universitaria. El edificio de José Antonio Carbajal y José Luis Daroca presta espe-cial atención a los espacios libres y cuida la ejecución material.

La muestra emblemática de la arquitectura universitaria reciente a nivel internacional es la Facultad de Ciencias de la Educación, obra de los arquitectos Antonio Cruz y Antonio Ortiz.

El Instituto de Anatomía es otra obra clave de la ar-quitectura del movimiento moderno a nivel nacional. Sirve de muestra de la refinada experimentalidad de la arquitectura del primer tercio del siglo XX. Su carácter emblemático se despliega a niveles materiales, tecno-lógicos y estéticos, y sirven de muestra del buen hacer de Gabriel Lupiáñez y Rafael Arévalo.

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La Universidad de los siglos XX y XXI, adaptándose a una nueva realidad

Patio interior de la nueva Facultad de Ciencias de la Educación

Interior de la Facultad de Matemáticas Entrada principal de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Informática

Instituto de Anatomía de la Facultad de Medicina

23Patrimonio de la Universidad de Sevilla

a Universidad de Sevilla, como se ha visto en estas páginas, cuenta con un gran legado histórico tanto a nivel patrimonial como ar-tístico. Con el objetivo de seguir haciendo historia y de continuar dejando huella, en el año 2009 se pensó en la creación del Fondo

de Arte Contemporáneo, que iría engrosando sus espacios con una obra que cada año sería

encargada, con motivo de la apertura del curso, a un autor de reconocido prestigio.

Desde su puesta en marcha son distintas las obras que se han adquirido, como el óleo sobre lienzo de Paco Reina, «Desnudo», en 2008; el acrílico sobre lienzo de Manuel Barbadillo, «Cerene», en 2009; o el Paisaje II, de Juan Suárez, en 2010, realizado en técnica mixta de madera y metacrilato.

En 2011 la Universidad de Sevilla hace el encargo a la pintora Carmen Laffón, que en este pasado mes de no-viembre recibió el II Premio de Cultura de la institución por «Bodegón con libros», un óleo en el que la artista expresa su sensibilidad hacia Sevilla y su vinculación al mundo universitario.

En 2012 y 2013 el Fondo ha crecido con «Espacio hori-zontal azul y negro» de José Soto, «Las pinturas Vinagre & Miel I» y «Vinagre & Miel II», de Luis Gordillo; la acuarela de Miki Leal «Sin título»; la «Pintura acuática: Aurora» de Fernando Parrilla o la acuarela «Ruidos» de Abraham Lacalle.

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Fondo de Arte Contemporáneo

Carmen Laffón. Bodegón con libros Paco Reina. Desnudo

Manuel Barbadillo. Cerene

Juan Suárez. Paisaje II