SUPLEMENTO CULTURAL - HP 620

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Como niño superdotado que fue, estudió arte, música, diseño, trazado y composición tipográfica, teatro, mímica, arte circense Por: Redacción Comunicante Págs: 4 y 5 Bowie: “quiero ser un superhumano” Comunicante Comunicante Comunicante VIERNES 15 DE ENERO DE 2016 SUPLEMENTO CULTURAL 61 Susan Sontag: la necesidad de la imagen "Las fotos brutales exigen una brutalidad previa que es necesario conocer. Con la que es necesario encararse. Una sociedad democrática debe someterse a ese tipo de ejercicios" Drogas y psicopatías en “El país de las maravillas” ¿Aparecen síntomas de psicopatías y de consumo de drogas en las obras más famosas de Lewis Carroll? Para algunos, dados los antecedentes del propio autor, esto es muy posible Estefanía Magro Pág. 8 Arcadi Espada Pág. 7

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Bowie: "quiero ser un superhumano"

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Como niño superdotado que fue, estudió arte, música, diseño, trazado y composición tipográfica, teatro, mímica, arte circense

Por: Redacción Comunicante Págs: 4 y 5

Bowie: “quiero ser un superhumano”

ComunicanteComunicanteComunicanteVIERNES 15 DE ENERO DE 2016 SUPLEMENTO CULTURAL 61

Susan Sontag: la necesidad de la imagen

"Las fotos brutales exigen una brutalidad previa

que es necesario conocer. Con la que es necesario encararse.

Una sociedad democrática debe someterse a ese tipo de ejercicios"

Drogas y psicopatías en “El país de las maravillas”¿Aparecen síntomas de psicopatías y de consumo de drogas en las obras más famosas de Lewis Carroll? Para algunos,dados los antecedentes del propio autor, esto es muy posible

Estefanía Magro Pág. 8Arcadi Espada Pág. 7

VIERNES 15 DE ENERO DE 2016

Editor / Ricardo Bonilla Diseño / Grupo Editorial HADEC

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Luis XVI, rey de Francia, intentó -en seis ocasiones- un gobierno reformista en contra de usos heredados del feudalismo, pero su esfuerzo fue rechazado por la nobleza del Parlamento de París y la Corte de Versalles. Pasó a la historia como un déspota, lo cual, sin embargo, no hace justicia a la verdad. El 17 de enero de 1793, la Convención Nacional decide por un solo voto de diferencia la pena de muerte del rey Luis XVI. Fue guillotinado el 21 de enero de 1793.

Henry y June… la creación de Anaïs

(Nació el 15 de enero de 1964).

“El campo sigue minado y nadie dice nada por salvar a los ciegos”, Saúl Hernández.

“Soy una escritora de pági-nas fantásticas, pero no sé cómo vivirlas…

“Ambos encontraron en mí la imagen intacta de ellos mis-mos, su respectiva identidad potencial: Henry vio al gran hombre que puede ser; June, su soberbia personalidad. Cada uno se aferra a su imagen bus-cando en mí la vida y la fuerza.

“June, sin seguridad inte-rior, solo puede mostrar su grandeza mediante su poder destructivo. “Henry, hasta que me conoció, solo podía afirmar su grande-za en sus ataques a June. Se devoraban mutuamente: él la caricaturizaba; ella lo debilita-ba al protegerlo. Y cuando han logrado destruirse, matarse,

Henry llora la muerte de June y June llora porque Henry ya no es un dios y necesita un dios para quien vivir.“June quiere que Henry sea un Dostoyevski, pero, involuntaria e instintivamente, se lo impide. Quiere que él cante para alabar-la, no que escriba un gran libro. (…) Yo he magnificado a Henry. Puedo hacer de él un Dostoye-

vski. Le infundo fortaleza. Soy consciente de mi poder, pero mi poder es femenino; exige combatir, pero no vencer.“Puedo desatender las exigen-cias de mi yo, rendirme al arte, a la creación. Sobre todo a la creación. Y eso es lo que hago ahora: crear a June y a Henry”. (“Diarios amorosos”, Anaïs Nin; murió el 14 de enero de 1977).

Nomás por hablar de algo...La Efeméride

La Expedición Punitiva fue la campaña militar del Gobierno de EU contra México para capturar a Francisco Villa, quien había atacado el destacamento de Columbus el 9 de marzo de 1916. El Gobierno de Estados Unidos autorizó, el 14 de marzo de 1916, una expedición militar con el fin de atrapar a Villa. El Gral. Pershing, con cuatro mil 800 soldados -luego serían 12 mil-, recorrió las montañas de Chihuahua, pero nunca dio con Villa. El ataque a Columbus es la única invasión reconocida por el Gobierno de EU. El 15 de enero de 1917 se decidió la retirada de la Expedición.

VIERNES 15 DE ENERO DE 2016

3SATÍN Y SEDA

Tiempo de pesas, abdominales… y masacre de dignidades y ego

Nadia Bracho

Pase, por favor, y acomódese en la segunda fila -con este preámbulo de bienvenida, entré a mis clases de

acondicionamiento físico (especifico: acon-dicionamiento físico, porque hay cierta edad en que anhelar un atractivo visual “pa-ratráfico”, simplemente es para reírse tres horas sobre un escritorio. Solamente quiero sentir-me bien, ¿es correcto?).

Con precaución y tra-tando de no hacer obvia la tardanza, me acomodo detrás de mis compañe-ras y… ¡comienzan los estiramientos! Uno, dos y regreso, uno dos y regreso… ¿regreso?, cómo es posible que regresen si ni siquiera puedo terminar la secuencia, pensaba para mis adentros tratando de llevar el ritmo con mi compañera de al lado. Un poco desespe-rada cambié de “modelo a seguir” y traté de imitar a quien estaba frente a mí, dándole un calificativo de “dislexia total, aunada con leves síntomas de esquizofrenia” a quien anteriormente seguía en su rutina.

La sesión de estiramientos fue todo un éxito, todas mis compañeras estaban total-mente relajadas para proseguir el entrena-miento, y yo me encontraba “estirándome” el pelo, ya que nunca conseguí hacer un ejercicio completo y coordinado.

-Es mi primer día -pensé en un afán de disculparme… pero ¿quién se lo iba a ex-plicar a las 17 personas que estaban a mi alrededor totalmente “mortificadas” con mi torpe presencia?

-Bien, ahora vamos a relajarnos y traten de estirarse, como si tocaran el techo –indi-ca la instructora mientras revisa a cada una de las alumnas.

-¡Fácil! -me dije. “Estirar es mi segundo nombre”… y, con más ansias que deseos de cumplir, estiré mis brazos lo más que pude y… algo se rompió dentro de mí (y no me refiero a mi ropa interior), posiblemente un pequeño “aire” que se quedó entre la espal-

da y un poco más abajo del hom-bro derecho, acaso si moviera el

La sesión de estiramientos fue todo un éxito, todas mis compañeras estaban totalmente relajadas

brazo hacia atrás, la articulación podría volver a su normalidad y… ¡por Dios!, esto duele muchí-simo, pero yo voy a… ¡¡¡Auuuch!!! Tan inapro-piada, fuera de lugar, poco femenina y ordinaria exclamación, hizo que mis compañeras de gim-nasio pararan sus rutinas (y también los electri-cistas que estaban reparando una conexión en

la calle. A ese grado estuvo mi delicada queja).

Con los brazos aún arriba, me dirigí con mi instructora, quien a bocajarro exclamó:

–Pues, ¿cuál es su edad? -si estuviera en posición nor-

mal, posiblemente le hubiera picado el ombligo y pisado los callos mientras le dijera acerca de lo peligroso que es contestar tal interrogante. Pero, encontrándome con mis extremidades superio-res totalmente hacia arriba, sentí que me esta-ban amagando y apuntándome con el “látigo de su desprecio”.

-¿Eso es muy importante? -lo incorrecto de contestar una pregunta con otra, se me hizo lo más certero y maravilloso en ese momento.

-Creo que debe hacer los ejercicios con algo de cuidado para que no se lastime… -fue la con-testación de la maestra, a la vez que movía mi brazo y acomodaba el esternocleidomastoideo.

¡Qué tal! mi maestro de Anatomía Humana es-taría orgulloso de mí, así como los cientos de me-lones que dibujé con el cráneo humano para poner en práctica dónde se ubican el occipital, el parietal, así como la famosa y nunca igualada silla turca. (Esos meses de estudio dieron como resultado un repunte en la economía del sector melonero).

Con el ego totalmente “triturado”, me si-tué con mi compañera del otro lado y seguí instrucciones.

-Suman totalmente el es-tómago de quien tengan en-frente -dijo la maestra.

¿Sumirle el estómago?, pero casi toco lo columna vertebral de esta “fla-cura”, y, por no dejar, traté de ubicarme en mi realidad. De las 17 personas que estaban traba-jando el físico, 16 de ellas lucían un estómago envidiable y perfectamente definido, piernas fir-mes, brazos tonificados y a simple vista una nula

existencia de “llantitas” (faltó pasar el mi-croscopio para confirmar científicamente), y la “bienvenida al caso” era yo, luciendo un pants largo y grueso, calcetones blancos, una camiseta de “We are the champions”, frase del famoso cantante de Queen y el “look” de Olivia Newton John, en su exitoso tema “Físico”. Nada qué ver con las microli-cras y tops que lucían mis compañeras, ha-ciéndome ver de la época precámbrica, una contemporánea más de “Trucutrú”.

Cabe hacer mención que, en la tercera serie de abdominales, combinadas con inhala-ciones y exhalaciones, así como movimientos de cabeza, mi persona cayó derrumbada a los pies de la instructora, pidiendo clemencia y piedad para los que sufren.

Le agradecí su com-pleta disposición férrea (de acabar con la huma-nidad entera, antes que lo haga con cataclismo), y

me retiré pensando seriamente en mi edad.¿Cree que es tiempo de acondiciona-

miento físico? ¡Excelente! Busque unas clases de ajedrez o damas chinas. Su cuerpo, mente y espíritu quedarán agradecidos.

“Pues, ¿cuál es su edad? -Si estuviera en posición normal, posiblemente le

hubiera picado el ombligo…

Eso de hacer ejercicio en un gimnasio, es cosa de pensárselo seriamente

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VIERNES 15 DE ENERO DE 2016

Bowie: “quiero ser un superhumano”“El conocimiento viene con la liberación de la muerte”

Como niño superdotado que fue, estudió arte, música, diseño, trazado y composición tipográfica, teatro, mímica, arte circense

Por Redacción Comunicante

Todos nos vamos a morir. To-dos, un día lo haremos.

Y es que no hay fecha que no se cumpla ni plazo que no se venza. Podrán ser muchos los años y tantas las esperanzas, podrán haber sido tan-tos los muchos sueños, pero la muerte -la única de las amantes que conserva inmaculada, intocada, virginada, su fidelidad- siempre llegará a la cita, ni antes ni después, aunque casi siem-pre parezca que se adelanta. Y es que si a la vida nadie le enseña nada, a la muerte menos todavía.

Todos nos vamos a morir un día. Todos, incluso David Bowie, ese que en los noventa se atrevió a con-fesar: “siempre tuve una necesidad repulsiva de ser algo más que un humano y pensé: ‘al diablo, quiero ser un superhumano’”.

David Robert Jones, su nombre primero en este transcurso del cami-no, aunque el verdadero es aquel que uno se lleva a la tumba, nació el 8 de enero de 1947; es decir, apenas había llegado a los 69 (número paradigmá-

tico tratándose de quien se trató) y dos días después ya se estaba yendo.

Dicen que un cáncer en el hígado le ganó la batalla. Aun-que tal vez se trató tan solo de un compañero del camino que llevaba incubado para cuando fuera propicio el momento, como ese cuchillo, el “Bowie”, que se echa uno en el bolsillo por si acaso. A final de cuentas, los motivos de la vida y de la muerte son solo atisbos del mismo Misterio. ¿Quién puede saber, con certeza, por qué nacemos? ¿Quién puede saber por qué morimos?

Pero nadie se va del todo, no al menos mientras aquellos que sigan mentando el nombre de los idos con-tinúen aquí, aunque dice la Palabra que incluso ellos se irán un día. Ese día sí que nos habremos ido del todo. Mientras, pues, Bowie continuará siendo en el mundo de los vivos, como su otro yo, Ziggy Stardust, su alter ego que nació en el 72 del siglo pasado (un mundo de tiempo) gracias a “The Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars”, con el que El Duque escri-biría su nombre entre los nombres de aquellos que, al menos por un tiempo, se quedan para siempre.

Afirmó el Hijo del Carpintero que al árbol se le conoce por sus frutos. Sean entonces los frutos los que hablen, los que digan y aunque nadie escapa al juicio de los hombres (homo homini lupus), con Bowie vale la pena enfrentar el riesgo. Dicen que murió el 10 de enero de 2016. Tal vez. Pero no se ha ido. Bowie sigue aquí.

BIOGRAFÍA EN BREVE

Con David Bowie la muerte aguardó un momento, pues aún quedaba un pendiente por hacer: la publicación de su último disco, “Blackstar”. Apenas días después de hacerlo, entonces vino el silencio. La historia, sin embargo, tiene más para decir acerca de él…

- Nació en Brixton, Londres, el 8 de enero de 1947. Su cumpleaños coincide con el de Elvis Presley.- Peter Frampton fue el mejor amigo de Bowie en la escuela.- Comenzó a tocar el saxofón cuando tenía 12 años.- Un amigo de la escuela, George Underwood, le dio un puñetazo en un ojo y eso llevó a que tuviera una de sus pupilas permanentemente dilatadas… y ojos de dos colores distintos.- Se cambió el nombre a Bowie para evitar ser confundido con Davy Jones del grupo musical Monkees.- A los 17 años era el fundador de la Sociedad para la Prevención de la Crueldad contra los Hombres de Pelo Largo. Decía entonces: “no es nada agradable cuando alguien te llama cariño y cosas así”.- El primer hit de Bowie en Reino Unido –“Space Oddity”, 1969- fue usado por la BBC para la cobertura de la llegada a la Luna.-Terry, el medio hermano de Bowie, era esquizofrénico y se suicidó en 1985. Esto le inspiró varias canciones: “Aladdin Sane”, “All The Madmen”, “The Bewlay Brothers” y “Jump They Say”.- Se cree que Bowie vendió alrededor de 140 millones de álbumes en toda su carrera.

Fuente: BBC Mundo.

EL LADO OSCURO

“Bowie se pregunta el porqué del maldito infarto que le dejó sin poder hacer una vida normal, hasta quitarle todas ‘sus sustancias’ favoritas. En el mundo onírico de Bowie se ha inventado otro personaje: Lazarus, ya que dice que ha resucitado de la muerte. Y en el mismo tema ‘Lazarus’, semilla de un musical que ha defraudado en Off-Broadway, canta que en su segundo nacimiento ‘tiene a Nueva York como dueño, está viviendo como un rey, gastando el dinero que le da la gana y

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VIERNES 15 DE ENERO DE 2016

Bowie: “quiero ser un superhumano”“El conocimiento viene con la liberación de la muerte”

Como niño superdotado que fue, estudió arte, música, diseño, trazado y composición tipográfica, teatro, mímica, arte circense

Por Redacción Comunicante

SUS PALABRAS

De la abundancia del corazón habla la boca. Sea pues… Modestia aparte: “sin afán de ser modesto, te darás cuenta de que, salvo un par de excepciones, la mayoría de músicos con los que he trabajado han hecho su mejor trabajo, de lejos, conmigo”.

Familia esquizoide: “hay una tendencia esquizoide en la familia, así que me atrevo a decir que estoy afectado por esta. La mayoría de mis familiares ha estado en algún tipo de institución mental y mi hermano no quiere salir. Le gusta mucho”.

Religión para el miedo: “la religión es para la gente que tiene miedo de irse al infierno. La espiritualidad es para aquellos que han estado ahí”.

Experiencias y opio: “creo que he hecho prácticamente todo lo que es posible hacer. Realmente tuve un

- “Life on Mars”

- “Heroes”

- “Starman”

- “Changes” - “Space Oddity”

DIEZ DE SUS CANCIONES Aunque son muchas, vale esta lista con apenas diez de ellas…

- “Le

t’s D

ance

- “Ziggy

Stardust”

- “Ash

es to A

shes”

- “Reb

el Reb

el”

- “Fame”

hambre de experimentar

todo lo que la vida tenía que ofrecer, desde el opio hasta cualquier otra cosa”.

Fidelidad: “creo que un artista ha de ser siempre fiel a los dictados de su corazón”.

Soberbia: “hubo un tiempo en que los cantantes de rock nos creímos dioses y pensábamos que íbamos a poder cambiar el mundo”.

Éxito: “no hay nada que aprender del éxito. Todo se aprende del fracaso”.

Muerte: “y cuando el sol está abajo y los rayos en lo alto, puedo verlo ahora, puedo sentir que muero”.

Fuente: BBC Mundo. / Muy interesante.

que solo ve el culo del infarto’.“Y todo ello basado en la novela de Walter Tevis, ‘El hombre que cayó a la tierra’. Pero para mí, Bowie siempre será ‘el hombre que vendió al mundo’, tras haber alunizado en la notoria novela de ciencia ficción de Robert A. Heinlein. ‘El hombre que vendió la Luna’. David vive seguramente en el lado oscuro de la luna, como su ídolo Syd Barret, fundador de Pink Floyd”. (“La vida secreta de David Bowie”, Julián Ruiz; elmundo.es; 11 de enero de 2016).

En el mundo de la moda, le homenajearon Jean-Paul

Gaultier, Dior, Miu Miu y Gucci

Bowie influyó en decenas de artistas y grupos (Marilyn

Manson, Lady Gaga, Duran Duran, Suede, Pet Shop Boys…)

“Reinventé mi imagen tantas veces que creo que originalmente era

una mujer coreana con sobrepeso”

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“Pero es que yo era un truhan, era un señor, algo bohemio y soñador”

“‘Finnegans Wake’ ni siquiera se ha podido traducir en su totalidad a algunos idiomas. Con esa obra me desfogué durante años”, Joyce

Por Juan García Ponce

Biografías: James Joyce

James Joyce dijo en alguna ocasión —yo no soy tan preciso como Ri-chard Ellmann—: “he llenado mi

obra de tantos secretos que van a ne-cesitarse dos o tres generaciones de in-vestigadores para agotarla”. Nosotros agregamos que nada puede agotar esta obra hasta el punto que el último de sus libros, “Finnegans Wake”, escrito durante cerca de 17 años, tiene un len-guaje tan particular, armado con base en referencias privadas, tan plagado de una importancia del sonido sobre el significado, que siendo absolutamente musical es también incomprensible.

Puede emocionarnos, pero la verdad es que no podemos entenderlo; opi-nión compartida por algún crítico, cuyo nombre no recuerdo, pero cito usando un recurso del que se sirven con tan-ta frecuencia los biógrafos de William Faulkner o Truman Capote, quienes solo dicen “un crítico” o un “investiga-dor opina”: “pobre James Joyce perdien-do la vista en su empeño por escribir una obra ilegible”. Richard Ellmann ni siquiera se ocupa de esta opinión. Para él todo está perfectamente claro. Tal vez, tal vez. Los ineptos debemos ser tantos lectores fracasados; pero hasta Harriet Shaw Weaver, protectora de Joyce desde los tiempos de “Ulises”, le confiesa a él no entender su nuevo libro. En seguida le pide disculpas. Nosotros tam-bién lo hacemos.

James Joyce es James Joyce. Tenía derecho hasta a escribir una obra in-comprensible para algunos ignaros. Uno de ellos adelanta la opinión de que esto se debe a que cuando escribe “Finnegans Wake” le interesaba más el sonido de las palabras que el hecho de que pudieran ser interpretadas de

acuerdo con un código común…No nos adelantemos tanto

entonces. Volvamos atrás, al

principio del principio. Joyce, de acuerdo con Richard Ell-mann y con cualquiera, nace el 2 de febrero de 1882 en Du-blín, por supuesto. En 1903 muere su madre y Joyce tiene un abierto gesto de rebeldía negándose a actuar como católico en esas dramá-ticas circunstancias. En 1904 conoce a la que sería su compañera durante toda

su vida y madre de sus dos hijos, la empleada en un hotel, Nora Barnacle. Es irlandés y por tanto bebe abundantemente. La bebida elegida para

toda la vida por él es el vino blanco. Dicen las malas lenguas que algunas veces se quedó tirado en la calle. Malas lenguas o no, estamos tratando de ser bue-nos biógrafos tal como Richard Ellmann, aunque debemos admitir no ser capaces de precisar cada detalle de su vida a pesar de haber leído meticulosamente todos sus libros. Ni modo, no somos biógrafos profesionales…

Pasemos a otros aspectos de la vida de James Joyce, el lado familiar. Fiel a su concepción anticatólica del mundo, solo se casó legalmente con Nora Barnacle muy cerca de su muerte y por motivos testamentarios. Fiel a su concepción

del mundo, Nora nunca le pidió que lo hiciera.

Tampoco se molestó en leer las obras de Joyce. Él tenía una voz de te-nor admirable y ella pensaba que en vez de perder el tiempo con la litera-tura, Joyce debería haber sido cantan-te de ópera. Y en efecto, a los dos les gustaba mucho la ópera, además de que bajo los efectos del vino blanco Joyce siempre terminaba cantando.

El final de la biografía, ya lo sa-bemos, es triste. Lucia internada en diferentes sanatorios, George, Nora y Joyce teniendo que abandonar París en precarias condiciones y encon-trando finalmente refugio en Zurich, solo para que Joyce muera muy poco después, en 1941. Citemos a Richard Ellmann en su descripción del final de Joyce:“Frau Giedion-Welcker pi-dió, con el consentimiento de Nora, que el escultor Paul Speck hiciera

una mascari-lla mortuoria. Un sacerdote católico ha-bló con Nora y George para ofrecerse a ha-cer un servicio religioso, pero Nora dijo: ‘no podría hacerle

esto a él’. Cuando el féretro de ma-dera era colocado en la tumba, Nora extendió su brazo, en parte como despedida, en parte como si tratara de impedirlo. Hasta ahí la vida mor-tal de Joyce. Comienza su otra vida en las páginas de sus libros. (Letras Libres; marzo de 2000. Edición Comunicante. Joyce murió el 13 de enero de 1941).

En 1922, con la publicación de “Ulises”, alcanzó fama internacional

“No hay pasado ni futuro, todo

fluye en un eterno presente”

“Una nación es mucha gente que vive en el mismo

lugar”

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“La ambición se alimenta de todo, hasta de otras ambiciones”

“La verdad es balance. No obstante, lo contrario de la verdad, que es desequilibrio, puede no ser una mentira”

Por Arcadi Espada

La necesidad de la imagen: entrevista con Susan Sontag

AE: “Encuadrar es excluir”, dice usted en un momento del libro.

SS: Sí, la exclusión puede ser tan significativa y ruidosa como la inclu-sión. No pienso en fotografías de una forma tan abstracta. Cada proyecto fotográfico tiene una intención par-ticular. Y está rodeado de una gran cantidad de contextos particulares. Pienso en la fotografía, tan famosa, de la caída de la estatua de Sadam en el centro de Bagdad. ¿La recuerda?AE: Sí, la estatua cayendo...

SS: La estatua cayendo, derribada, y en torno a ella un grupo de personas mirando satisfechas. No eran más de veinte personas, pero la peculiaridad del encuadre hacía creer que esas personas eran como una sinécdoque de la plaza. El espectador creía que la plaza estaba repleta de gente que aplaudía satisfecha el momento simbólico de la caída de la estatua del dictador. (…) Bueno, pues lo cierto es que esas veinte personas eran las únicas que estaban en la plaza. Yo

he visto otras fotografías de aquel momento, en la plaza, tomadas

con gran angular. La plaza está prácticamente vacía.

Susan Sontag

publicó en España

“Ante el dolor

de los demás”

(Alfaguara, 2003),

un ensayo sobre la

violencia y su

representación, en

el que contradice

algunas de las tesis

de su conocido

libro “Contra

la interpretación”.

El libro y algunos

de sus análisis es

el principal tema

de la conversación

que mantuvo con

Arcadi Espada.

AE: En cuanto a la objetividad...SS: La objetividad no es un término que yo tenga en

gran estima. No creo que explique demasiado. En parte porque es un elemento polarizado, parte de una dicotomía. En el momento en que dices objetivo obligas a hablar de subjetivo. (…) Yo creo que la tensión entre objetividad y subjetividad crea muchos problemas falsos, y que la prime-ra obligación de cualquier análisis es evitar la posibilidad de que aparezcan problemas falsos.AE: La ausencia de fotos en la catástrofe del 11 de sep-tiembre. De fotos de cadáveres...

SS: Me pareció muy mal. Yo soy partidaria de que circu-le siempre la mayor información posible.AE: Aunque sea brutal.

SS: Las fotos brutales exigen una brutalidad previa que es necesario conocer. Con la que es necesario encararse. Una sociedad democrática debe someterse a ese tipo de ejercicios. Si no se convierte, en cierto sentido, en una so-ciedad cómplice de la brutalidad.AE: ¿El cadáver de un acto terrorista no deja de ser un cadáver privado para convertirse, en cierto modo, en un cadáver público?

SS: Hummm. Pregunta perturbadora. Es verdad. Sí, creo que es verdad. Pero es muy difícil atreverse a decir eso.

SS: Yo parto de la realidad. Ni me interesa Hazlitt, ni Burke, ni Bataille, ni Baudelaire, ni el malditismo, ni lo de-moníaco, ni nada de eso. ¿Sabe lo que a mí me interesa? Ruanda. El genocidio a cuchillo de Ruanda. La literatura es totalmente secundaria. A mí me interesa la realidad. (…)

¿Sabe usted lo que es Ruanda?AE: No, no lo sé.

SS: Ruanda es un pequeño país. Un pequeñísimo país. Más pequeño que Cataluña. Y con un noventa y cinco por ciento de sus habitantes que son católicos. ¿Para qué tengo que leer a Baudelaire?AE: Es desmoralizador que el arte no sirva en los momentos gigantescos.

SS: No es cero o cien. No se trata de que no sirva. Se trata de que cual-quiera que haya visto la guerra sabe que su representación poco tiene que ver con ella. Sí, está Tolstoi, está Goya. Pero no estaban allí. El ruido, por ejemplo, el ruido de la guerra. Si no ha estado no puede imaginárselo.

Como un concierto de rock en el que usted estuviera con la oreja pega-da al altavoz y multiplicado ese ruido por cinco. ¿Dónde está ese ruido? ¿En qué cine? ¿En qué sala de concierto? ¿En qué teatro? El arte sólo es un ges-to en la dirección de esas experiencias. Un gesto solo, aunque imprescindible. (Letras Libres, abril de 2004. Edición Comunicante. Sontag nació el 16 de enero de 1932).

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VIERNES 15 DE ENERO DE 2016

“‘No quiero caminar entre locos’, dijo Alicia. ‘Oh, no puedes hacer nada’, le respondió el gato, ‘todos estamos locos aquí’”

Todo tiene un compromiso moral, si usted lo puede encontrar

Por Estefanía Magro

Drogas y psicopatías en “El país de las maravillas”

¿Aparecen síntomas de psicopa-tías y de consumo de drogas en “Alicia en el país de las maravi-llas” (1865) y “Alicia a través del

espejo” (1871), las obras más famosas de Lewis Carroll?

En los años sesenta floreció el mo-vimiento hippie en Estados Unidos y, desde entonces, se cuestionaron los posibles efectos psicotrópicos que aborda la obra de Carroll. La pelícu-la producida por Walt Disney, bajo la dirección artística de Mary Blair, se asoció durante unos años a “la cultura de la droga”. La cinta, que se proyec-taba en las universidades, fue retirada de las facultades porque a la empresa más famosa de dibujos animados no le gustaba que su creación se asociase con los jóvenes hippies.

Charles Lutwidge Dodgson, más conocido por su seudó-nimo artístico Lewis Ca-rroll, fue un inglés po-lifacético del siglo XIX: escritor, fotógrafo, mate-mático, lógico y diácono anglicano. Su salud también fue va-riada: tartamudo, sordo del oído dere-cho, tenía artritis y migraña crónica. De pequeño sufrió un trauma infantil porque era zurdo, lo que le obligó a contrarrestar su tendencia natural a utilizar el lado izquierdo. Además, se dice, aunque no está demostrado, que en su infancia sufrió abusos sexuales.

Es probable que, para combatir los fuertes dolores de cabeza que sufría

Carroll, tomase láudano, un me-dicamento común de la época

compuesto por vino blanco, opio y azafrán. Si se ingería en grandes dosis, producía efectos psicotró-picos. Por las referencias que aparecen en la obra sobre posibles sustancias psicodélicas, se cree que Carroll escribió “Alicia” bajo este brebaje. Y que con su obra intentó describir, a través de sus perso-najes, los efectos de las drogas alucinógenas.

Desde el primer capítulo se contemplan cam-bios y transformaciones en el tamaño de Alicia, bien por ingerir dulces, bebidas, o por un trozo de seta que le hace crecer unas cuantas pulgadas. “Un lado te hará cre-cer y otro menguar”, le dijo la oruga a Alicia. Es decir, que el sombrerete le haría aumentar y el talo disminuir. Estas propiedades se describen en ciertos hongos que al comerlos ocasionan alucinaciones relacionadas con el tamaño y las distancias. Por ejemplo, con la Amanita Muscaria que pro-duce macropsia o micropsia, un trastorno neurológico, tam-bién llamado síndrome de Alicia en el país de las maravillas, que altera la visión de las proporciones de las cosas.

Esta enfermedad está relacionada con la migraña, pero tam-bién con las drogas psicoactivas como el LSD o los hongos.

La Oruga, tumbada en una seta, fuma de su misteriosa narguille (pipa oriental), bos-teza, habla a Alicia con voz lánguida y so-ñolienta. Este insecto puede representar al fumador de opio, ya que, en la época de la so-ciedad victoriana inglesa, esta sustancia era

legal. Uno de los efectos visuales más sorprendentes que la película de Disney ilustró fueron los anillos multicolores que exhalaba la oruga en forma de letras y objetos.

Carroll era tartamudo y cuando pronunciaba su apelli-do decía “Do-Do-Dodgson”. El Dodo, esta ave extinta que aparece en “Alicia en el país de las maravillas”, es la carica-tura del propio autor.

El Conejo Blanco es el segundo personaje que aparece en el primer capítulo de “Alicia en el país de las maravillas”. Se caracteriza porque lleva un reloj de bolsillo en la mano, siempre lleva prisa, y va vestido con chaqueta y chaleco. El Conejo Blanco es el título de una canción, “White Rabbit”, del grupo Jefferson Airplane, banda pionera a finales de los

sesenta del movimiento rock psicodélico influenciado por el LSD. La canción inclu-ye varios personajes de la historia de Carroll como el conejo blanco, la oruga que fuma, la Reina de Corazones, y los cambios de tamaño por los dulces o las setas.

Dodgson representó a Humpty Dumpty –conocido personaje de una canción infantil inglesa que aparece en “Alicia a través del espejo”–, en forma de huevo. Este personaje discu-te con Alicia sobre el significado lógi-co de las palabras del “Jabberwocky”, un poema absurdo, escrito por el autor británico, considerado como la mejor poesía sin sentido.

Pero a los neurólogos de la revis-ta “Neurol Neurosurg” lo que les lla-mó la atención de Humpty Dumpty fue su incapacidad de reconocer caras conocidas, un trastorno cerebral en la percepción del rostro denominado prosopagnosia.

–Si nos volviéramos a ver no te reconocería –replicó Humpty Dump-ty en tono malhumorado, dándole a estrechar un dedo–; eres exactamente igual que los demás.

“Pero la vida es observada racio-nalmente y sin ilusión, parece un disparate contada por un matemático idiota”, expresó Martin Gardner en “Alicia anotada”. Lo mejor será que nos dejemos llevar por la lectura sin pararnos a pensar el significado lógico de cada capítulo. (ABC, España; 1 de septiembre de 2012).

“No creo haber escrito todavía nada digno de una

verdadera publicación,

pero no desespero de

hacerlo algún día”,

julio de 1855

Lewis Caroll murió

el 14 de enero de

1898

“No puedo volver al ayer, porque ya soy una persona

diferente”