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NotadelEditorTienesentusmanosunaobradeficción.Losnombres,personajes,lugaresyacontecimientosrecogidossonproductodelaimaginacióndelautoryficticios.Cualquierparecidoconpersonasreales,vivasomuertas,negocios,eventosolocalesesmeracoincidencia.

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NotadelEditor1234567891011121314151617181920212223242526272829EpílogoAgradecimientos

Aloslectores,porhacerquelailusiónsigaviva.

1

—¡Teodio!Elgritoderabiayfrustraciónprecedióporsegundosalgolpedela

puertaalcerrarse.Cristina, refugiada en su habitación, respiró aliviada. Siempre

ocurría igual. Desde que su memoria le alcanzaba a recordar, se habíavistoobligadaasoportaraquellasencendidasdiscusionesentresupadreysuhermana,enlasquesemezclabanlasrecriminatoriaspalabrasdeélconlaspotentesréplicasdesuhija.

Daba igual el motivo. Incluso, el mismo variaba según lastemporadas, aunque siempre con la base común de la diferencia dementalidadentreunoyotrounidoalfuertecarácterdominanteenambos,queseempeñabanennodarningunosubrazoatorcer.

Al menos, cuando su madre vivía, las disputas no eran tanencarnizadas. Ella, con su tímida pero inflexible voz, intervenía en losmomentos de tensión hasta que lograba calmar a su marido y hacerrazonarasuhija.Desdesumuerteunañoantes,estasescenasserepetíanconmayorfrecuenciayacritud.

¡Cómo la echabademenos!, yno solopor la armoníaque lograbaimponerenaquellacasa.Añorabasu tiernasonrisa,sudulceyafectuosamirada,suapoyo,suamor…

Nada había sido igual desde su muerte. Su padre estaba triste,malhumoradoymuchomásirascible.Pasabalamayorpartedeltiempoensuestudiodedicadoa sucolecciónde sellos, loúnicoquedespertaba suatención. Él también la añoraba. Fueron una pareja enamorada cuyafelicidadsoloseveíaalteradaporlosconflictosentrepadreehija.

EncuantoaLaura,unavezdesaparecidalaúnicapersonaquelograbacontrolarlayconseguíasuavizarsuexplosivocarácter,sehallabaperdidaen su egoísta mundo de fantasía, pretendiendo vivir al margen de losdemás y rechazando la autoridad de su padre; algo que este no estabadispuestoaconsentirasuhijadediecisieteaños.

Desde hacía unos meses, las polémicas se centraban en un nuevotema:eldeseodeLauradeconvertirseenactriz.Daniel,sunuevonovio,colaborabaenunpequeñogrupodeteatrodelbarrioyellaestabadecidida

aacompañarlesenlagirateatraldelpróximoverano.Supadresenegabaylerecordabaque,mientrasfuesemenordeedadyviviesebajosumismotecho,debíaacatarlasórdenesqueéldictara.

Cristina sabía que esa situación no duraría mucho. Su hermanacumpliríalosdieciochoañosenpocosdíasysupadrenopodríaimpedirleque semarchase.Confiaba enqueLaura recapacitase y comprendiera eltremendo error que cometería si se dejaba llevar por su impulsivocarácter.

Ellasdoseranmuydiferentespesealgranparecidofísicoylosdosaños de edad que se llevaban.Ambas habían heredado los rasgos de sumadre y su abundante cabellera oscura. Solo el color de los ojos eradiferente.LosdeLaurateníanunpreciosocolorazulvioleta,comolosdesumadre,yCristinahabíaheredadodesupadreeltonoverdosomatizadoconreflejosdorados,queleconferíanunaexóticayatractivamirada.

En cuanto al temperamento, no podía ser más opuesto. Laura erairresponsable, egoísta, voluble, impulsiva, frívola y muy independiente.No le gustaba que la dominasen o le dijeran lo que debía hacer,convencidadellevarsiemprelarazón.

Cristina, en cambio, se consideraba más reflexiva y prudente;también más tímida y reservada y con unos estrictos criterios moralesinculcados por sus padres y por las religiosas del colegio en el queestudiaba desde la infancia. Su carácter tranquilo, tan parecido al de sumadre, congeniaba con el de su padre por lo que apenas existíandesacuerdosentreellos,yconeldesuhermana,alaqueenvidiabaporsuosadía.

Desdelamuertedesumadre,ellaeralaqueseencargabademediarenlasdiscusiones,fracasandolamayoríadelasveces.Condieciséisañosreciéncumplidosysuescasaexperiencia,seconsiderabademasiadojovenpararealizarladifíciltareadelaquesumadreseestuvoencargandohastasumuerte.

Marta,conscientedesufatalenfermedad,lepidióasuhijamenor,alaqueconsiderabadotadadegranmadurezasucortaedad,queprocurasecontinuarconsulaborconciliadoraenunhogartanconflictivo.

Cristinalointentaba.Habíansidomesesdecontinuatensióntemiendoqueen cualquiermomento saltara la chispaque encendía susvolcánicostemperamentos, ocultando las repetidas ausencias de su hermana,mintiendosobresusactividadesysusirresponsablesaventuras…

Estaba cansada de tanta angustia. Deseaba que todo terminase paravivircomounaadolescentenormal,paratenertiempodeocuparsedesuspropiosproblemase inquietudes,parasalirconsuscompañerasdespuésdeclaseynotenerlaobligaciónmoralderegresaracasaloantesposibleparaimpedirquesupadreysuhermanaseenzarzasenenotradisputa.

Aquella tarde, al igual que en anteriores ocasiones, quiso mediarentreellosparaquenoserepitieralahabitualescenadegritos,insultosyamenazas. Desistió cuando su padre le ordenó que se retirase a suhabitación, desde donde escuchó la discusión hasta que su hermana semarchó.

Estaba ya casi dormida cuando oyó unos pasos amortiguados y, acontinuación, cerrarse la puerta de la habitacióndeLaura, contigua a lasuya.Ellasiempreeramuycautelosacuandoregresabatantarde.Aunquelegustabadesafiarlaautoridadpaterna,eraconscientedequeregresaralascincodelamadrugadaresultabaexcesivo.

Cristina la escuchó durante varios minutos moviéndose por lahabitación,loquelaalarmóydecidióaveriguardequésetrataba.

Conelcorazónaceleradoy temiendoquesupadresedespertaraencualquier momento, se dirigió al cuarto de su hermana y llamó consuavidad a la puerta. La actividad cesó, pero Laura no dio señales dehaberlaoído.Cristinaentródetodosmodos.Abriólapuertacontemorysesorprendióalverlavestidayconungranbolsodeviajeenlamano.

—¿Qué quieres? —preguntó Laura irritada. Se acercó a ella y laempujóhacialasalidademalosmodos—.Lárgateynomemolestes.

Cristinanosedejóamedrentarypermaneciódentrodelahabitación,cerrandolapuertatrasella.Miróhacialacamayviounamaletaamediollenarconlasropasyobjetosdesuhermana.

—¿Quépiensashacer?—lamiróconojosespantados,sinatreverseaexpresarsussospechasyesperandoqueestasnoseconfirmasen.

Lauralediolaespaldayvolvióasutarea.—¿Túquécrees,tonta?Mevoyahoramismo.Yanolosoportomás.

Siquierebuscarme,que lohaga;aunqueserá tiempoperdidoporquenopiensoregresar.Pasadomañanahabrécumplidolamayoríadeedadynopodráobligarmeanada.

Cristina permaneció inmóvil, negándose a creer lo que acababa deescuchar.

—No…nopuedesirte.

—Pueslovoyahacer.Observa.Laura continuó preparando la maleta, decidida a no perder más

tiempo.—¿Peroquépiensashacer?¿Dequévasavivir?—NosmarchamosaLondres.Allínosuniremosaungrupodeteatro

enelquetrabajaunamigodeDaniyquevaacomenzarunagiraporelReino Unido. A mí también me han prometido un pequeño papel en laobra.Dicenquetengomaderadeactriz—respondióconorgullo.

¡ALondres!Cristinaestabaatónita.—Nopuedeshacereso;papásellevaráungrandisgusto.Además,el

curso no ha terminado—le advirtió, asustada por aquella decisión queenfureceríaasupadre.

—¡Ja!Loquemeimportaamíeso.Ysisedisgusta,queseaguante.Se lo tiene merecido por déspota —acusó con los ojos encendidos deodio. Después, encogiéndose de hombros, continuó en el mismo tonodespectivo—.De todas formas, no creo que le preocupe. Incluso piensoqueloestádeseando.Nuncamehaqueridolomásmínimo.

—¡Noescierto!—protestóconcalor.—¿No? De sobra sabes que esperaba un niño y se llevó una gran

decepcióncuandoyonací.Unhijoquefueseelgranarquitectoqueélnopudoseryperpetuasesuapellidopor los siglosde los siglos.Nuncahadejadodelamentarseydeecharmeencaralapobreopiniónquetienedemí—suspalabrasrezumabanrencor.

Cristina se acercó a ella temblorosa, negándose a admitir que teníarazón.¿Cómoeracapazdedeciresodesupadre?Nonegabaquelehabríahechoilusióntenerunvarón,perosiempresesintióorgullosodesusdoshijasyleshabíademostradoquelasamaba.

—Estásequivocada,Laura.Papátequiereysolodesealomejorparati.¿Notedascuenta?—intentabahacerlerazonar.

—Sí, me doy cuenta del amor que me tiene y que siempre me hademostrado al apoyarme en mis decisiones y concederme todos loscaprichos, como hace contigo—el resentimiento era patente en su voz.Empujóasuhermanaparaapartarladesucamino.

Cristina comenzó a llorar y Laura, arrepentida de su estallido decelos,seacercóaellaylaabrazó.

—Perdona, he sido injusta. Tú no tienes la culpa de nada y teagradezcoloquehashechopormí.Sinohubiesesidoportuayuda,me

habríalargadocuandomamámurió.Siempremehasdefendidoanteélyeso es algo que nunca olvidaré. —La miró y le sonrió, secándole laslágrimasconlamano—.Vuelveatuhabitaciónyduérmete.Deboterminardeprepararmiscosas.Danipasaráarecogermealasochodelamañana,cuandopapásehayamarchadoalaoficina.

Cristinalamirócontristeza.QueríaaLauraapesardesuegoísmo.Supadreysuhermanaeranlaúnicafamiliaquelequedabayahoraperdíaaunodeellos,talvezparasiempre.

—¿Tevolveréaver?Sabesquepuedescontarconmigopara loquenecesites—seofrecióconsinceridad.

—Gracias, Tina.Me pondré en contacto contigo de vez en cuando,pero no le digas nada a papá. Tampoco le digas que sabías que memarchaba; puedes tener problemas. ¿Me lo prometes?—Y ante el gestoafirmativodeCristina,laabrazó—.Algúndíatesentirásmuyorgullosadetenerunahermanafamosa,yaloverás.

Cristinalabesóenlamejillaysedirigióalapuerta.Unavezallí,sevolvióy lamiró.Laura lesonrió, intentando infundirle laconfianzaqueella misma no sentía. Era un gran paso el que iba a dar, un paso sinposibilidadde retroceso, pero estaba enamoraday confiaba en el futuroprometedorqueteníapordelantegraciasasujuventudysuvalentía.

Cristina regresó a su habitación. Estuvo llorando durante bastantetiempohastaqueel sueñoyel cansancio lavencieron.Si sumadre, a laquetantonecesitaba,continuaseconvida,habríaconvencidoasuhijadequeabandonasesusinsensatosplanes.

A la mañana siguiente despertó tarde y muy cansada. Guardaba laesperanzadequetodohubiesesidounsueño,unapesadillamásbien;perolacasaestabasilenciosa.

Laura no se encontraba en su habitación y la cama seguía sindeshacer. Revisó el armario y los cajones. Estaban vacíos. No se habíatratadodeunsueño,sinodeunapenosarealidad.Seangustió;suhermanaseadentrabaenunfuturoinciertoymuypeligroso.

Fuealcuartodesupadreyhallósobrelamesilladenocheunsobrecerradodirigidoaél.Reconoció la letradeLauray sealegródeque lehubiese escrito, tal vez para explicarle su decisión. Suspiró algo másaliviada; ya no tendría que ser ella la que le diese la noticia. Aun así,esperointranquilasullegada.

CuandoGermánllegóporlatardeypreguntóporLaura,Cristinale

comunicó que no estaba en la casa. Él, resignado a sus continuasausencias, no le dio importancia. Cuando se retiró a su habitación ydescubriólanota,buscófuriosoasuhijamenor.

Cristina, que se hallaba en su habitación aguardando temerosa lareacción de su padre, contuvo la respiración al oír sus pasos por elpasillo.LapuertaseabriódegolpeyGermánseacercóalacama.

—Sabías que tu hermana se ha marchado, ¿no es cierto? —lereprochóconlavozrotadedolor.

Ella,temblando,negóconlacabeza.—Notecreo.Vosotrasoslocontáistodo—insistió.Cristina consiguió sacudirse parte del temor que la dominaba y se

sinceró.—Losospechéalencontrarestamañanalacamahechayloscajones

vacíos,peronoteníaformadeconfirmarlo.La mentira le pesaba como una losa, pero el confesarle la verdad

solo serviría para que le guardara rencor, y la convivencia en el futuroresultaramásdifícil.NadasehabríasolucionadosilehubieseadvertidolanocheanteriordelasintencionesdeLaura.Suhermanaestabadecididaamarcharsedesuhogaryelquesupadreseloimpidieraenesemomentosolohabríasupuestoqueloaplazaraunosdías.

—Bien, ella lo ha querido. Desde este mismomomento hamuertoparanosotros.Esmás,nuncahaexistido.Yosolotengounahija,tú.Noloolvidesporsialgunavezdeseareaparecerennuestrasvidas.

—Nopuedeshacereso,papá.Tienesqueaceptarquenecesitaunpocodelibertad—lerogóconlágrimasenlosojos—.Noestangraveloquehahecho.Sabesquesiemprelehangustadolosviajesylasaventuras.Yaveráscomoregresapronto.

—¿Aventuras? ¿Llamas aventura a su decisión de casarse? Locura,diríayo.

—¡¿Qué?!Cristinaestabapasmada.Suhermanalehabíaocultadoqueestuviese

planeandocasarse.Ellaimaginabaque,trasunoodosmesesdevagarporahíconlacompañíadeteatro,regresaríaarrepentidadesulocadecisión.

—Esoes loquepone aquí. ¿No te loha contado?—y lemostró lanotaqueestrujabaenlamano.

EllaleyóconansiedadlascortasfrasesenlasqueLauraexplicabasudecisión de marcharse de aquella casa, en la que solo recibía

incomprensiónporpartedesupadreyenlaqueseasfixiaba,paracasarsecon el hombre que amaba y dedicarse a la profesión que siempre habíasoñado.

Cristina se quedó abatida ante aquella noticia. Su hermana era unairresponsable al querer contraer matrimonio a su edad. Una cosa eramarcharseunosmesesyotramuydistintacasarseconunchicoqueapenassuperabalaadolescenciayquenoposeíamediosparamantenerla.

—¡Debesimpedírselo,papá!—leurgió.—Noloharé.Sielladeseavivirsuvidasindarcuentasanadie,que

lo haga. Puede que entonces comprenda muchas cosas —declaróinflexible.

—No puedes quedarte tan tranquilo mientras Laura comete esalocura.Porfavor,tenemosquehaceralgo.SédóndeviveDani.Sufamilianos dirá dónde se encuentra. Podemos llegar a tiempo de evitar que secasen —insistió a punto de echarse a llorar—. Si mamá viviese, labuscaría.

—Nonombresatumadre.Bastantelamalcriócuandovivía—lavozse le quebró al recordar a su esposa fallecida—.No insistasmás, ya hetomadomidecisión.Y,sialgunavezseponeencontactocontigootienesnoticias suyas, te agradeceré que no la mencionases. —Y se marchócerrandolapuertaconunfuertegolpe.

Cristina comenzó a llorar. Le apenaba el sufrimiento de su padreaunque no comprendía ni compartía su intransigencia.Con todo, lo quemás le atormentaba era no poder hacer nada para evitar que Lauracometieseeseerror.Esperabaestarequivocadayqueacabasesiendofeliz.

2

Nueveañosdespués. Sentadaante lamesacubiertade librosypapeles,Cristinamostrabaun gesto de pesar.No podía aprobar a aquel alumno pormucho que lodesease. Las notas durante todo el curso habían sido pésimas y sucomportamiento muy negativo, faltando reiteradamente a las clases apesardelasnumerosasllamadasdeatenciónporsuparte.

Eraconscientedequeelchiconoteníatodalaculpa.Procedíadeunhogarconflictivomarcadoporlaseparacióndelospadresyvivíaenunaconstanteincertidumbre,sometidoalaguerrainternaentreloscónyugesporobtenerelmayorbeneficiopropio.

Denadahabíanservidolosavisosparaqueasistiesenalasreunionespropuestasporsusprofesores,demostrandounatotalfaltadeinterésenlaeducacióndesuhijo.Parecíanestartanocupadosenhacersedañoelunoalotroquenoadvertíanelqueaélleestabancausando.

Cristina veía impotente cómo, el que fuera un alumno destacado elañoanterior,sehabíadedicadoaharaganeara todashoras,frecuentandomalas compañías y encerrándose en su mundo interior, al que no lepermitía acceder. Ella había luchado por cambiar esa actitud, intentandoestimularleensusestudiosyayudándoleentodoloqueestabaensumano.

De poco habían servido sus esfuerzos, pero se negaba a darse porvencida.Porello,habíavueltoacitaralospadresaquellatarde.Esperabaquealgunodeellosacudiesealacitaenestaocasión.

Cristina era una buena profesora. Amaba su profesión y eso sereflejaba en la entrega que mostraba más allá de su deber, lo que leocasionaba numerosos disgustos y preocupaciones a la vez que algúnenfrentamientoconpadresyprofesores.

Pensabaqueuneducadornodebía limitarseal reducidoespaciodelaula y tenía que proyectar su labor a todos los ámbitos de la vida delalumno. Esto incluía el preocuparse por los problemas personales,ayudándoles en lo que pudiese. Esa era una de las razones de que susalumnos la adorasen y respetasen por igual. Veían en Cristina unaprofesionalcompetenteyhonesta,perotambiénunaconfidenteenlaquevolcar suspenasyalegrías, sus ilusionesyproyectosde futuro.Ella les

correspondíaconsuentregadesinteresadaysussabiosconsejos.Había elegido esa profesión por auténtica vocación, consciente de

queconello frustraba lasesperanzasde supadredeverlaconvertidaenarquitecto. Él lo comprendió y la apoyó en todo lo que pudo.Ahora sesentíamuyorgullosodesuhijaysoportabaconestoicismolascontinuasvisitas de alumnos y padres a su propia casa para tratar algún asunto.Cristina le agradecía su paciencia y comprensión, y le compensaba conamorycuidados.

Germánhabíaenvejecidomuchoenlosúltimosaños.Apesardenohaber cumplido los sesenta años, aparentaba muchos más. Se le veíacansadoyamargadoaunqueéltratabadedisimularloparanopreocuparla.Cristina imaginaba la causa de esa tristeza: no terminaba de superar lamuertedesuesposayladesercióndesuhijamayorunañodespuésparaemprender aquella vida disipada de continuos escándalos que tanto leavergonzaba.

AunqueLaurahabíacambiadodenombreydeaspecto,lareconociónadamás verla en la portada de una revista sensacionalista e imaginabaquesupadretambiénlohizo.Desdequeseisañosantescomenzóadarseaconocer con el nombre de Lori Martel, se había visto envuelta ennumerosos escándalos en los que se aparecían involucradas personasimportantesdelaindustriacinematográfica.

LoúltimoquehabíaleídosobreLauravariosmesesantessereferíaasufuturabodaconunimportantehombredenegocios,patrocinadordesuúltima película, una vez que este hubiese conseguido el divorcio. Lanoticiaocupabalasprimeraspáginasdetodoslosdiariossensacionalistasdebidoalasastronómicasexigenciasdelaexesposaylosjugosostrapossuciosqueseestabanaireando.

EsperabaquesupadrenohubiesevistoningunadelaspelículasenlasqueLauraintervenía,todasdealtocontenidoeróticoyenlasquemostrabasucuerpocongenerosidad,porque lehabríaavergonzadoal igualqueaella. También le avergonzaba la fama que se había creado demujer sinescrúpulos,dispuestaa todoparaabrirsecaminoeneldifícilmundodelcine.

Cristinasentíalástimaporsuhermana.Nopodíacreerquelegustaraesetipodevida,siempredefiestaenfiestaysiendoobjetodelacosodelaprensa. Se la veía demacrada, agotada. A pesar del maquillaje queutilizaba, se apreciaban las arrugas que marcaban su rostro con solo

veintisiete años. También había observado un brillo de tristeza en sumiradayunrictusdeamarguraensuboca,loquelehacíapensarquenoerafeliz.

Unossuavesgolpesenlapuertalaapartarondesuspensamientosyladevolvieron a la realidad. Tras un formal «adelante» se preparó paraenfrentarsealospadresdesualumno,quealfinhabíandecididoaparecer.

Vioentrarporlapuertaaunhombreylesonrióconamabilidad.—Buenosdías—saludóelreciénllegadoentonoinseguro.—Buenos días. Usted debe de ser el padre de Raúl. Me alegro de

conocerle. Siéntese, por favor—le pidió Cristina, indicándole una sillajuntoalescritorio.

—¿Raúl?—Eldesconocido semostróperplejo.Alcomprenderquese trataba de una equivocación, aclaró con rapidez—. Creo que seconfunde, señorita Ayala. El problema que me trae aquí no estárelacionadoconningunodesusalumnos.

Cristina se sintió decepcionada e intrigada al mismo tiempo. Noimaginabaquédeseabaaquelhombrejoven,vestidoconelegancia,quelaobservabacondesasosiego.

—Entonces,usteddiráenquépuedoayudarle,señor…—Miguel Salcedo, para servirle —se presentó, levantándose de la

sillayextendiendolamano,queCristinaestrechó.Acontinuación,dedicósuatenciónaobservarelaula—.Tieneunaclasemuyampliayluminosa.

—Gracias.ACristinano se lehabía escapadoel nerviosismodel hombrey su

reticencia para iniciar el tema que le había llevado allí. De pronto, unaterriblesospechaacudióasumenteylepreguntóalarmada:

—¿Lehaocurridoalgoamipadre?—No,queyosepa—latranquilizó—.Verá,yovengodepartedesu

hermana; ella me envía.—Bajó la cabeza, interesado de repente por elestadodesuszapatos.

—¡¿Laura?! —exclamó sorprendida. Hacía mucho tiempo que suhermana no se comunicaba con ellos por lo que pensaba que se habíaolvidadodesufamilia.

Recordólaúnicacartaquelehabíaescritoochoañosatrás.Enellalepedía dinero y le indicaba una dirección donde mandárselo. HabíaabandonadoaDani,conelquenollegóacasarse,yalgrupodeteatroenel que se enroló y se encontraba sinmedios paramantenerse hasta que

encontraraun trabajo.Leasegurabaqueestababien,queera feliz,yquenoteníaintenciónderegresar.Leinsistíaenquenodijeranadaasupadreyleprometíaseguirencontactoconella.

Cristina tuvo que echarmano de sus ahorros, con los que pensabapagarse un curso de inglés en Irlanda, y los mandó a su hermana. Novolvióarecibirnoticiassuyashastaqueunostresañosdespuéscomenzóasalir en la prensa, donde se la calificaba de joven promesa del cineespañol.¿Yahoraveníaunhombredesconocidodiciendoquesuegoístahermana le enviaba? Algo debía necesitar para que se acordara de queteníaunafamilia.

—Sí.Mehapedidoqueleentregueesto.Esunregalodesuparte.Cristinaobservóelobjetoquehabíadejadosobrelamesa.Setrataba

de una cajita de plata con incrustaciones de piedras semipreciosas. Laabrió con expectación. Contenía una pulsera de oro que reconoció almomento.Levantólavistaylomirósorprendida.

—Suhermanapensóqueustedrecelaríadeloqueleestoydiciendo.EstodemuestraqueLaurameenvía—explicóantelamudapreguntaquereflejabaelrostrodeella.

Ellanolodudóniporunmomento.Lapulserahabíapertenecidoasuabuela y su madre se la dio a su hija mayor cuando hizo la primeracomunión. Cristina siempre deseó poseer esa sencilla joya por su granvalor sentimental, y envidiaba a su hermana por tener la suerte deposeerla.

—No puedo aceptarla, es de Laura;mimadre se la regaló.—Y leentregóeljoyero.

—Eso es algo que deberán discutir ustedes dos. De momento,quédesela,porfavor.

Ellalaaceptó.Almenosseríasuyaduranteunashoras,pensó.Volviósuatenciónalhombreylepreguntóintrigada:

—¿Quédeseamihermana,señorSalcedo?—Lorimehaenviadoabuscarla.Quiereverla;aunquedeberáseren

elmásestrictosecreto.A Cristina no le sorprendió esa petición. A su hermana no le

interesabaqueselarelacionaseconellos.—¿Paraquéquierevermeyaquésedebetantomisterio?—Ella se encargará de darle todas las respuestas. Yo no estoy

autorizadoparahacerlo—respondióMiguelconreticencia.

Cristina pensó en negarse. Estaba enfadada con Laura por eldespreciohaciasufamiliaduranteesosnueveaños,peroqueríaconocerlas razonesque teníaparaponerseencontactoconelladespuésde tantotiempoycuandoyanonecesitabaayudaeconómica.

—Deacuerdo.¿Cuándoydóndedeboencontrarmeconmihermana?—Lo antes posible, si no tiene inconveniente. —La sonrisa de

satisfacción y el tenue suspiro de alivio no pasaron desapercibidos aCristina—.YolarecogeréenellugarquemedigaylallevaréconLori.Noestálejosdeaquí.Yrecuerde,nodebedecirloanadie;enespecialasupadre.Esalgoquesuhermanaleruegaencarecidamenteyesperaquelocumpla.

Cristinanolopensódemasiado.Almenos,tendríalaoportunidaddedecirleenlacaraloquepensabadeella.

—Paseporaquímañanaalasonce;estarépreparada.Ydescuide,nohablaré de ello ymenos ami padre.No tengo interés en provocarle unataque al corazón. —No pudo evitar mostrarse irónica. Aunque esehombreleresultabaagradable,elqueviniesedepartedesuhermanaerasuficientemotivodedesconfianza.

Cristina despidió a Salcedo con un cortés saludo y se quedópensativa.NoimaginabaelmotivoquellevabaaLauraaquererreunirseconella.Loquesícomprendíaerasusdeseosdeocultarlaentrevista.Noleinteresabaquelosperiodistasdescubriesenlaidentidaddesuverdaderafamilia cuando se rumoreaba que era hija de un importante financierocatalán,cosaqueLauranohabíadesmentidoenningúnmomento.

A su hermana siempre se le dio muy bien manipular a la gente ydejarlessuponerloqueelladeseabaquecreyesen.Lasutilezaeraunadesus habilidades. ¡Y pensar que durante su adolescencia había sido sumodelo a seguir y envidiaba su carácter fuerte y decidido! Ahoracomprendíaqueelegoísmoylasoberbiaeranlosrasgosquedestacabanensupersonalidad.

Miró el reloj de pulsera; eran más de las seis de la tarde.ComprendiendoquelospadresdeRaúlnoacudiríanalacita,recogiósuscosasysemarchó.

Elcolegioestabadesiertoaesashorasdelatarde,vísperasdefindecurso.Saludóalconserje,que leabrió lapuerta,ydecidiódarunpaseoantesdetomarelautobúsquelellevabaasucasa.Latardeerasoleadaylatemperaturaagradable;apetecíapasearporaquellasampliasavenidasdela

eleganteurbanizaciónenlaqueestabasituado.Había tenido mucha suerte de encontrar ese trabajo. Apenas

terminadalacarrera,unodesusantiguosprofesoresleinformódequeenunimportantecentroeducativocercanoaMadridnecesitabanunprofesorsustitutodeinglés.Ellanolodudóy,abaladaporsumagníficoexpedienteacadémico y los cursos de verano realizados en el Reino Unido, sepresentóalpuestoyfueaceptada.Despuésdelasustituciónleofrecieronuncontratotemporalyalpocounofijo.

Cristinasesentíafelizyorgullosaporrealizareltrabajoquesiemprehabía deseado y obtener con ello independencia económica, aunqueprefería continuar viviendo en casa de su padre para que se sintieseacompañado.Loteníacasitodoparaserfeliz;sololefaltabaverreunidaasu familiadenuevo,y ese encuentro con suhermanapodía resultar unabuenaocasiónparaconseguirlo.Teníaqueintentarloalmenos.

Con esa esperanza regresó a casa. Se padre se encontraba en suestudio.Llamóalapuertayentró.Germánestabasentadotraselescritorioy parecía dormido, apoyando la cabeza en el sillón. Lo miró durantelargosminutos;parecíatancansado…

Unafuerteoleadadeternuralainvadióalverelsufrimientoreflejadoen aquel rostro tan querido, y se prometió que intentaría devolverle laalegría.

Aunqueledolíamentirle,nopodíahablarlesobrelafuturaentrevistaconsuhermana.Nosoloporque lohabíaprometido, tambiénporquenodeseabainfundirvanasesperanzasenélhastaquesupieselas intencionesdeLaura.Pormuchoquerenegaradeella,seguíaqueriéndolayañorandosuregreso.

Pensó en la inminencia de las vacaciones. Aunque le encantaba sutrabajo, reconocía que necesitaba ese descanso. Había sido un cursoagotador. Además, estaba deseosa de iniciar aquel cursillo en Londresdondeyateníabuenoscompañeros.Seríaenelmesdejulioyenagostosemarcharíaconsupadrealpueblecitodelasierramadrileñadondesiemprepasabanlasvacaciones.

Enlacasaheredadadesusabuelos,supadreserelajabaencontactocon los amigos de la infancia y recorriendo los parajes de su niñez. Suánimocambiabaenaquelambiente,rodeadodeunentornotanfamiliaryquerido,yesobastabaparasuplirelaburrimientoylafaltadeestímulosque el pequeño pueblo perdido entre las montañas ofrecía a una joven

comoella.

3

MiguelSalcedollegóalahoraindicadaconduciendounAudinegroy partieron de inmediato en dirección a la ciudad, perdiéndose en elcomplicado tráfico de aquellas horas del día. Él no le dio ningunaindicacióndellugarhaciaelquesedirigíanyellanoquisopreguntar.

Cristina estaba intrigada por la relación que unía a ese hombre tanamableconsuhermana.Asuspreguntas,éllerespondióqueerasuagenteartísticoaunquetambiénejercíadesecretariopersonalyasesorjurídicoyfinanciero.EraabogadoyhabíaabandonadoelprestigiosobufetedondetrabajabacuandoconocióaLaura;desdeentonces,seencargabadetodossus asuntos. Ella se preguntó si les uniría otra relación aparte de laprofesional,yaqueleparecióadvertiruntiernoacentocuandosereferíaasuhermana.

Después de un trayecto de casi una hora por las atestadas calles,Miguelaparcóenlapuertadeunaclínicaprivadayleindicóquebajara,introduciéndoseambosrápidamenteenelinterior.

—¿Le ha ocurrido algo ami hermana? ¿Está enferma?—preguntóalarmada.

—Noesnadagrave,créame—latranquilizóél,volviendoaguardarsilencio.

Se dirigieron en el ascensor a la última planta y de allí, por unapuertaqueexhibíaelletrerode«Solopersonalautorizado»,accedieronaunalaquesehallabaseparadadelresto.Continuaronporellargopasillohasta llegaraunapuertaalfinaldelmismo.Miguel llamóy, trasrecibirunlacónico«pase»,abrióysehizoaunladoparaqueCristinaentrara.

Lahabitacióneramuyespaciosa.Ennadaseparecíaalasdehospitalque ella había visitado durante la larga enfermedad de su madre. Estaparecíalasuitedeunlujosohotelyestabadecoradacomotal.Nofaltabaningúndetalledecomodidadyrefinamiento.Enelcentrohabíaunacamaarticuladayenellaseencontrabatendidaunapersonaconpartedelrostrovendadoyunapiernaenyesadayelevadaporunapolea.

—¿Tina?—pronunciólavozdelapersonaqueseencontrabatendidaenlacama,alargandolamanohaciaella.

Cristina no reconoció la voz que surgía amortiguada por los

vendajes, pero supo desde el primer momento que se trataba de suhermana.

—¡Laura, ¿qué te ha ocurrido?! —exclamó, acercándose a ella yagarrandolamanoqueletendía.Losojosseleanegarondelágrimasporlaimpresióndeverlaenaquelestado.

——No temas, no es nada irreparable. En realidad estoy en esteestado porque han reparado los daños causados por el accidente —leexplicó,emocionadaantelareaccióndesuhermana.

—¿Elaccidente?¿Cómo?¿Cuándo?LaurahizoungestoaMiguelyesteseacercódeinmediato.—Mickey, cariño, informa a Tina; yo me fatigo demasiado. —Y

entornólosojoscongestodecansancio.—Verá, señorita Ayala —comenzó a explicarle con su habitual

serenidad—.Suhermanatuvounaccidentedeautomóvilelpasadofindesemanacuandosedirigíaencompañíade…

—Sindarexcesivosdetalles,porfavor—interrumpióLauraconvozirritada.

—Perdona,Lori.—Miguelsesonrojóporlainesperadareprimenda—.Enelaccidente, suhermanasufrió importantes lesionesenel rostro,apartedefracturadefémurydedoscostillas.Lasfracturassecuraránporelprocesonormal,peroelrostrohanecesitadocirugíaestéticadebidoalagravedaddelaslesiones,queamenazabancondejarledesfiguradadeporvida.Yacomprenderáqueestonosepodíapermitirdebidoasuprofesión,quecomodebesaber…

—Gracias,Mickey; ella sabeaquémededico, ¿noes así,Tina?—volvióainterrumpirLaura.

—Sí; ahora eres LoriMartel, una deslumbrante estrella de nuestrofirmamento nacional y asidua portada de las revistas del corazón —respondiómordaz.Leofendíaquesuhermanaestuviesetanorgullosadesureputaciónymuysatisfechadecómolahabíaconseguido.

—Asíes,hermanita.Mecomplacequehayasseguidomisprogresosartísticosypersonales—afirmóLauraconpresunciónunavezrecuperadade su momentánea debilidad emocional. Calló durante unos minutos ygirólacabezahacialaventana—.¿Éllosabetambién?

Cristina comprendió a quién se refería sin necesidad de decir sunombre.

—¿Cómoibaadejardeenterarsesisalesatodashorasenlosmedios

decomunicación?Aunquehascambiadodeaspecto,unpadrereconoceasuhija,¿nocrees?

—¿Yquéopinanuestroqueridoyrespetableprogenitordetodoesto?¿Continúa tan enfadado como siempre? —sondeó con aparenteindiferencia.

A Cristina le dolió esa falta de consideración hacia su padre. Nisiquieralehabíapreguntadoporsusaluddespuésdetantosaños.

—Puedesimaginarsuopiniónyaqueconocessusprincipiosmorales—respondiómolesta—.Detodasformas,esuntemaquenosetrata.Estáprohibido hablar de ti desde el día que te marchaste, y yo respeto sudecisión.

—¿Tútambiénestásenfadadaconmigo,Tina?Cristina advirtió un vestigio de preocupación en la voz de su

hermana,comosileimportasesurespuesta.Ysí,estabamuydisgustadaapesar de la alegría que experimentaba al volver a verla y de lapreocupaciónporsusalud,porquecomprendíacontristezaquenohabíacambiado en absoluto. Laura continuaba siendo una persona egoísta yvanidosa,cuyaúnicapreocupacióneransusinteresesynecesidades.

—¿Cómo quieres que me encuentre después de nueve años sinnoticiastuyasexceptoporunacartaenlaquemepedíasdinero?—estallóal fin con rabia—. ¿Sabes lo preocupada que estuve durante todo esetiempo, sin saber si seguías viva o no, para luego descubrir por lasrevistasquetehabíasconvertidoenuna…?

—¿Desvergonzada?—le ayudóLaura a completar la frase con unacínicasonrisa.

Cristinasearrepintiódesuarrebato;talvezestabasiendoinjustaconella. Al fin y al cabo, ese debía de ser el comportamiento usual en elambiente artístico. Su forma de actuar no se diferenciaba del resto dejóvenes actrices que luchaban por destacar y abrirse un hueco en eldespiadadomundodelceluloide.

No tenía derecho a juzgarla por sus acciones, aunque estas no lepareciesen honradas y no estuviese dispuesta a defenderla.Lo que no leperdonabaeraeldolorquelehabíaprovocadoasupadrealhuirdecasaalosdiecisieteañosparaenrolarseenaquelgrupodeteatroambulanteylahumillación que le ocasionaba cada vez que se proyectaba una de susindecentespelículasoseaireabaalgúnescándalosuyoenlaprensa.

—Yonosoyquiénparajuzgarte,Laura—continuómáscalmada—;

loquenovoyaolvidareseldañoquehascausadoanuestropadre.—¿Y qué querías que hiciese si no me dejaba hacer realidad mi

sueño?—sequejó,yCristinapudoapreciarensuvozporprimeravezundejodeamargura.

—Habíaotrasformas.¡Erasmuyjoven!—Sí, después lo comprendí, aunque en aquellos momentos me

pareció laúnicasolución—reconoció,ycerró losojosconungestodedolor.

—Nodebesfatigarte,Lori;estásmuydébil.Yocontinuaréexplicandoatuhermanaelproblemaquetenemos—leaconsejóMiguel.

Laura asintió, permaneciendo con los ojos cerrados y la cabezavueltahacialaventana.

Miguel se acercó aCristinay le rogóque se sentase enunode lossillones, haciéndolo él a su lado.Ella advirtió su inquietud y el enormeesfuerzoquelecostabacomenzarahablar.

—Verá,suhermanaseencuentraenunadifícilsituaciónynecesitasuayuda.—Hizounapausaparacomprobarelefectoqueleprovocabanesaspalabras y continuó con voz clara—. A causa del accidente y de lassecuelasque lehaocasionado,debepermaneceren reposodeunoadosmeses. Esto no representaría un inconveniente si no importara darpublicidad al asunto, pero es necesario que no trascienda debido a laidentidadde lapersonaque leacompañabay lasnegativasrepercusionesqueleacarrearía.Tambiénestáelproblemadelaslesionesenelrostro.Alhabernecesitadocirugíaestética,podríanconfundirse las razonesque lehan llevado a someterse a ella. En este mundillo hay que tener muchocuidadoconloquesehaceycómosehace;nosésimeentiende…

MiguelmiróaCristinabuscandosuconfirmación.Ellahizoungestoafirmativoconlacabezayél,másanimadoporsureceptividad,continuóexponiéndolelasituación.

—Elcasoesque,sisedivulgasentodosestoshechos,perjudicaríalacarreraartísticadeLori,quetienecomometaintroducirseenlaindustrianorteamericana. Ha recibido una propuesta para hacer una película enEstadosUnidos,enlaqueellatendríaunodelospapelesprotagonistas.Afinales de agosto viajaremos a Hollywood para realizar el casting, yconfiamosqueseaseleccionada.Estaofertaesunagranoportunidadenlacarreradesuhermana,quenodebedejarescapardeningunamanera.

Cristinahabíaescuchadoconatenciónlasexplicacionesdelhombrey

entendía la importancia del problemaque tenían entremanos, lo quenollegabaacomprendereralacausadesupresenciaallí.

—Por ello —continuó Miguel más animado— es imprescindibleguardarenelmásabsolutosecretoelestadoenelqueseencuentra.Siseenterasenlosamericanos,podríanpensarqueLorinosevaarestablecerporcompleto,ovaatardarmásdeloprevisto,yseinclinaríanporunadelasotrascandidatas.¿Comprendelagravedaddelasituación?

—Sí, lo entiendo.—Ydirigiéndose a su hermana que la observabacon preocupación—: No temas, no pienso comentarlo con nadie; nisiquieraconpapá.

—Mickey, díselo ya de una vez y acabemos con esta tensión—leapremióLauraexasperada.

Miguelmiróenaquelladirecciónytragósaliva.Cristinaintuyóquenoleagradabaloqueteníaquedecir,ysetemíaqueaellatampocoleibaagustarescucharlo.

—Aparte de su silencio, necesitamos que… nos haga un pequeñofavor—anuncióconvozteñidadeinquietud.

Cristinasintiólástimaporél.¿Quétendríaquepedirlequelecostabatantoesfuerzoproponer?

—Intentaréayudarlesen loqueestéenmimano.Dígamedequé setrata—loanimóconunasonrisa.

Miguelinspiróconfuerzaylamiródecidido.—NecesitamosquesehagapasarporLoriduranteeltiempoqueella

permanezcaenlaclínica,queserámásomenosunmes.—¡¿Qué?!—Cristinanodabacréditoaloqueacababadeescuchar.—En realidad no es tan complicado como parece a primera vista.

Solosetrataríade…—seapresuróaañadirMiguel.Cristinayano le escuchaba.Se levantódeun saltoy se acercóa la

cama,encarándoseconLaura.—¡Estás loca! —exclamó—. ¿Cómo se te ocurre una idea tan

descabelladasabiendoloquepiensodelaasquerosavidaquellevas?—Gracias, hermanita; no esperaba otra cosa de ti.—Laura intentó

parecer irónica,perosumiradanoocultabaeldolory ladecepciónquesentía.

—¡Noseteocurraecharmeencaraquemeniegueaparticiparenesefraudedespuésdeldolorquenoshascausado!

—¿Yquéqueríasquehiciesesiélmedespreciaba?¿Sabeslasveces

que estuve tentada de visitaros, de llamar por teléfono para oír vuestravoz? ¿Sabes lo sola que me he sentido durante todos estos años?—sedefendió Laura en un arrebato de frustración que le causó un intensodolor.Gimió,peroprosiguió,enestaocasiónconmenospasión—.Temíalareaccióndepapásidecidíaponermeencontactoconvosotros.Élnuncameperdonará, bien lo sabes.Es tan cabezota comoyo—reconoció conamargura.

—Debiste intentarlo. Papá ha cambiado mucho en estos años. Estámuytristedesdequetemarchaste.Yanoeselmismo,puedescreerme.Séqueteechademenosynoterechazaríasidecidiesesvisitarle.

—No,Tina; aúnno estoypreparadapara enfrentarmea él.Tal vez,cuandodéamividaelgiroquetengoproyectado,logrequeseolvidedetodoloanteriorymeaceptedenuevo.

4

Cristina se sintió conmovida por la angustia y la sinceridad queexpresaban las palabras de su hermana. Deseaba ayudarle, pero estabaconvencidadequenoseríacapazdehacerloquelepedían.¿Suplantarlaydurantetodounmes?¡Quélocura!

—Sientomucho que te encuentres en esta situación, pero no puedoaccedera loquemepides.Esunplanquenodaríaresultado—continuóCristina,enunnuevointentoporhacerlarazonar.

—Tranquila;noteguardarérencor.Noestásobligadaanadadespuésdecómomeheportadoconvosotros.

Cristinacomenzabaadesesperarseantetantaobstinaciónporsuparte.—Esa no es la razón, créeme. Si considerase que tengo la menor

posibilidaddedesempeñaresatarealoharía,aunquemepareceimposible.Somosmuydiferentes.Apenasnosparecemosfísicamentey,sobre todo,yonopodríaactuarcomotúenningúnmomentoporquenosoyactriz.

Lauravislumbróunanotadedebilidadenlavozdesuhermanaylaesperanzarenacióenella.

—No lo necesitas porque lo único que te pido es que te dejes verduranteunosdíasporalgunaplayademodayquetuimagenaparezcaenla prensa como si nada hubiese ocurrido. Y ¿quién dice que no nosparecemos? Siempre nos confundían cuando éramos pequeñas porquetenemos los mismos rasgos. Ahora podemos parecer diferentes porqueme he retocado los labios y he cambiado el color del pelo; lo que sesolucionaríaconunbuentinteyunadecuadomaquillaje.

Lauranosedabaporvencida,erapartedesupersonalidad.Cuandoalgose lemetíaentrecejaycejanoparabahastaconseguirloyacababaconvenciendoacualquiera;exceptoasupadre,claro.

Miguel, que hasta entonces se mantenía al margen, intervino paraapoyaraLaura.

—Peseaqueenunprincipionoestabadeacuerdoconelplanideadopor Lori, al estudiar las fotografías comprendí que era factible. Elparecido entre ambas es asombroso, Cristina. Como ella dice, elmaquillajeyunexpertopeluqueroharánelresto.

—¿Qué fotografías? —preguntó Cristina extrañada. No recordaba

haberleenviadoningunaasuhermanaenlosúltimosaños.Miguel, avergonzado, se dirigió a unamesa cercana donde tenía la

cartera,extrayendodeellaunasfotografías.Cristinamirósorprendidavariosprimerosplanosenlosqueaparecía

en diferentes gestos y perfiles. Dirigió una interrogativa mirada a suhermana,perofueMiguelquienrespondióasumudapregunta.

—Cuando comenzamos a trazar la idea, lo primero que hice fuecomprobarsielparecidoentreambaseratangrandecomoLoriafirmaba.Melimitéaseguirlaunatardealsalirdelcolegioytomarlasfotografíasque tiene en su mano. Al estudiarlas, me convencí de que sería muysencillorealizarlatransformación.

Miguel se acercó a Cristina para examinarla. Le cogió el mentónentrelosdedosylehizogirarlacabezaparaamboslados.

—Es indudableque los rasgos faciales soncasi idénticos: lamismanariz, la línea de la mandíbula, el mentón… La forma de las cejas esdiferente, pero se puede redibujar —prosiguió. Después, alejándose unpoco, laevaluóconlamirada—.Tambiénsonmuysimilaresenalturaycomplexión.Deben gastar lamisma talla, aunque usted tienemás pechoque Lori. Lo que no constituye ningún problema porque ella pensabaaumentárselo para adecuarse mejor a los gustos de los espectadoresamericanos. Sin exagerar los términos, por supuesto—ydirigiéndose aLaura—: ¿No crees que el tamaño de Cristina esmás adecuado que lasvoluminosasprótesisquepensabasimplantarte?

Laura asintió demala gana. Aunque ahora se dejara convencer, yahabríatiempodeaumentárselosdespués.

—Cuandoserecupereunpoco—explicóMiguel—,sesometeráalaoperación; así, cuandovuelva a asumir supersonalidad,no se apreciaráningunadiferenciay todospensaránquehaaprovechadoestosmesesdedescansopararealizarelcambio.

—Veo que lo tienes todo calculado —comentó Cristina, mirandoirritadaasuhermana.

—Hemoshecholosdeberes,hermanita.—Ysonriódivertidaantesuvisibleenojo.

—Pero se os olvida algomuy importante: el color de los ojos—apuntóCristina,satisfechaporhaberencontradounfalloinsalvableenlaelaborada estrategia—. Porque no negaréis que es diferente.Y, a no serquevayasiemprecongafasdesol,nopodríaengañaranadie.

—Eso tampoco representa un problema —le explicó Miguel.—Existenenelmercadounas lentillasde coloresquepermitencambiar elcolor de los ojos a voluntad. El azul de Lori es uno de los quemayordemandatienen.

Cristinasesentíacadavezmásacorralada.—Bien, admito que con algunos cambios terminaríamos

pareciéndonos,pero¿ylavozolaformadeandar,dedesenvolverme…?Tampococonozcodetallesdetuvidaduranteestosúltimosaños,sololoquehaaparecidoenlosmediosdeinformación;quenoesmuchoexceptotusaventurasamorosas.Esassíhansidoaireadascantidaddeveces.

—Esoeraloquesepretendía,guapa.¿Ocómocreesqueseescalanposicionesenestaprofesión?—sedefendióLaura.Comenzabaacansarsedelasreticenciasymojigateríasdesusantahermana.

Miguel se apresuró a intervenir para evitar otra desagradablediscusiónentreellasyuncambiodeactitudenCristina,queleparecíamásreceptivaalaideapropuesta.

—Apenas se advertirán esos cambios. Lo que Lori pretende es quepase la mayor parte del tiempo en la casa que hemos alquilado enMarbella.Sedejaráverenlapiscinaparaquelosfotógrafosdeprensalacapten con teleobjetivo o entrando y saliendo de la villa.Tal vez tendráqueasistiraunaodosfiestasdelasqueseorganizanallí.Aunquenodebepreocuparse—seapresuróaafirmaranteelgestodeespantoenelrostrodeCristina—,porquesontanmultitudinariasyruidosasquenoadvertiránla diferencia. Su tono de voz es algo más grave que el de ella, perosiempre se puede recurrir a la excusa de una afonía pasajera. Y comonecesitará que sus cuerdas vocales descansen, no resultará extraño quehable lo menos posible. En cuanto a la forma de moverse y actuar engeneral,solotendráqueestudiaralgunosvídeosenlosqueLoriaparece.Prontocaptarásusmovimientosypodrá imitarla.Nocreoque le resultedifícil. Y sobre la vida de su hermana, yo le proporcionaré toda lainformación que necesite por si se ve en la necesidad de responder apreguntas, cosa que dudo porque yo estaré siempre a su lado y nopermitiréquelosperiodistaslaatosiguen.

La amplia sonrisa deMiguel transmitía confianza; aun así,Cristinacontinuaba reticente. Veía problemas por todos lados, aparte de losdesagradablesescrúpulosdeconcienciaquelapropuestalecausaba.

—¿Y si nos encontramos con alguien que conozca a Laura… en

profundidad, y advierte la diferencia? ¡Me descubrirá de inmediato!;porquenollegaríatanlejosenlasuplantación,porsupuesto.

Nocreyónecesarioprecisareltipodeintimidadalqueserefería.Elintensosonrojoque tiñosusmejillas lodejababienclaro.Seescuchó larisaahogadadesuhermanayellaseruborizóaúnmás.

—Notemas,hermanita.Cuandomecansodeunhombrenovuelvoarepetirconél.Aunquepuedequenotevinieramalunpocodediversiónde ese tipo. No me extrañaría que continuases siendo virgen. Con lomodosita que siempre has sido y sometida al férreo control de nuestropadre…

Cristinamiróasuhermanaconfiereza.¿Cómoseatrevíaaburlarsedeella?

—Nocreoquemividaprivadaseadetuincumbencia.Miguel,temerosodeperderelpequeñoavanceconseguido,advirtióa

Laura con la mirada de que no debía continuar con las puyas. Para susorpresa, Laura decidió que era lo más prudente y, con un suspiro deresignación,cerrólosojos.

—Debe disculpar a Lori; esta situación la tiene muy alterada —intervino en tono conciliador—.Todo está calculadopara que le resultemuy sencillo. Con toda seguridad, esos días se convertirán en unasrelajantesvacaciones.

—¿Ynoresultarádemasiadoextrañotantodescansocuandoellasehapasado los últimos veranos de fiesta en fiesta?—objetó con sarcasmo,mirandoasuhermana.

Estaabriólabocaparacontestar,perounanuevamiradadeMiguelseloimpidió.

—Diremosqueestáagotadatrassuúltimapelícula,queterminóhacedos semanas, y necesita descansar para comenzar con excelente formafísica su andadura americana. A nadie le extrañará que no desee correrriesgosyperderuncontratotanimportante,¿nocree?

—¿Y papá? Él no permitirá que me preste a esa locura aunquevosotrosloveáistansencillo.—Nosehabíaacordadodesupadreyahoracomprendía que, aunque estuviese dispuesta a hacerlo, no sería posibleporqueélseopondría.

—¡Noseteocurradecirlenada!LarápidaintervencióndeLaurasobresaltóaambos.Esta,alarmada,

intentabaincorporarseenlacamamientraslamirabaconojosespantados.

Migueltuvoqueintervenirparacalmarla.Cuandoloconsiguió,sedirigióaCristina.

—No creemos que sea prudente comentarle nada a su padre—dijocon voz conciliadora—. Él no lo entendería puesto que no conoce losentresijos de esta profesión. Si Lori pierde esta oportunidad, es posibleque no vuelva a presentársele otra similar y eso sería un insalvableobstáculo en su carrera. Además, es conveniente que estén enteradas elmenornúmerodepersonasposible.Soloconocemoslasituaciónnosotrostres, el médico que la atiende y algún personal de la clínica de totalconfianza y que han firmado una cláusula de confidencialidad que lesimpide revelar lo que saben. Con ello, reducimos las posibilidades decometererroresydequetodosedescubra.

Cristinaseindignó.—¿Ycómopensáisquepuedoocultárselo,apartedelhechodequeno

deseohacerlo?—¿Quépasa,Tina? ¿Tanto te cuestadecir unapequeñamentira?—

saltóLauraexasperada.Cristina fue a responder como su hermana se estaba mereciendo,

perolavozdeMiguellacalmódenuevo.—A su padre no le beneficiaría en nada saber que usted está

desempeñando una labor que él puede considerar peligrosa, aunque enrealidad sea muy sencilla como ya le he explicado. Sabemos que teníaintención de pasar elmes de julio enLondres realizando un cursillo deconversaciónenlenguainglesa.—Ysonrióanteelasombroquemostrabala cara deCristina—.Él puede continuar creyendo que se encuentra allímientrasustedestáenotraparteconelaspectodeLoriMartel.Lellamaríaporteléfonoosecomunicaríaconélporinternet;tambiénpodríaenviarlealguna carta si lo prefiere, que nosotros le haríamos llegar desde esaciudad.Nuncasospecharálaverdad.Créame,esmejorquecontinúeenlaignoranciaporalgúntiempo;almenos,hastaquetodosesolucione.

Cristinaquedópensativaunossegundos.Noleagradabamentirleasupadre de esamanera.Nunca lo había hecho excepto las veces en que seveíaobligadaaprotegerasuhermana;comoenestaocasión.

Miró aLaura, que la contemplaba expectante, y advirtió la angustiaquesentíayquesereflejabaensusojos.Suorgulloleimpedíaadmitirquela necesitaba y pedir ese favor, aunque Cristina sabía que era su últimaesperanzaynopodíadejarlaenlaestacada.

—De acuerdo, lo intentaré—dijo al fin mirando a su hermana; yescuchóconsatisfaccióncomoexhalabaunsuspirodealivio.

—Gracias, Tina. Sabía que nome fallarías—le agradeció con losojosnubladosporlaslágrimas.

—Pero… —se detuvo Cristina meditando sus siguientes palabras.Tanto Laura como Miguel la miraron expectantes—, si deseas que teayude,debesprometermeuna cosa;de lo contrario,memarcharé ahoramismoynomeverásmás.

—¿Imponiendo condiciones? —ironizó Laura. Después, con tonoresignado,preguntó—:¿Quédeseas?

Cristinasearmódevalorymiróasuhermanaalosojos.—Quieroquelepidasdisculpasapapáytereconciliesconél.Lauracasisaltódelacamaaloírlapetición.—¿Estásloca?¡Siélnoquiereverme!Seavergüenzademíyyono

estoyparaquemeechenencaraciertascosas;ymenosél.Cristina se mantuvo firme. No dejaría pasar esta oportunidad de

reconciliarlosyverunidadenuevoasufamilia.—Pues deberás hacerlo.Cuando estés restablecida, iremos ambas a

verley tedisculparás.Lepedirásque teperdonepor todoelsufrimientoque le has provocado y aguantarás su reprimenda sin rechistar. No tequepadudadequeél estádeseandoperdonarte, soloesnecesarioque túdeselprimerpasoalser laquesemarchóynohadadoseñalesdevidahastaahora.

Laura gruñó con impotencia. Lo que su hermana le pedía erademasiado,peronopodíaarriesgarseaquelenegarasuayuda.Necesitabahacer esa película y, si para ello tenía que suplicar a su padre que laperdonase,loharía.Alfinyalcabounpadrenuncareniegadesuhija,oesosedecía.Noestaríamalvolveratenerunafamilia;almenos,tendríalaoportunidaddepasarlasnavidadescomoelrestodelosmortales.

—Estábien, lo intentaré.Pero si seponeborde,doy lavueltaymelargo. Ahora no soy la adolescente que debía acatar sus órdenes —aseguróconseriedad—.Y,hastaquellegueesemomento,teruegoquenole digas nada. No me gustaría que estropease nuestros planes con sumentalidadpuritana.Tampocomeagradaríaquemevieseeneste estadodespuésdetantosaños.

Cristina sonrió. Laura no cambiaría nunca, aunque ya era un granpaso que accediese a enfrentarse a su padre y estuviese dispuesta a

doblegarsuorgulloypedirleperdón.Llegóunaenfermeray les indicóquedebíanmarcharseparaque la

pacientedescansara.—Volveréprontoavisitarte—leprometióCristinaasuhermana.Cuandosalierondelaclínica,Miguellaacompañóhastaelcolegió.—¿Leparecebienquepasemañanaarecogerla?Tenemospocosdías

y nos quedanmuchas cosas por hacer—le preguntó él con una nota deansiedad.Temíaquesehubiesearrepentidodesudecisión.

—Deacuerdo,puedepasarmañanaalamismahora—aceptó.Miguel llevaba razón, tenía mucho trabajo por delante si quería

suplantarconéxitoalafamosaLoriMartel.

Al día siguiente, como le había prometido, Miguel la recogió yfuerondenuevoavisitaraLaura,comenzandoelprocesoquelallevaríaaconvertirseensudobleduranteunmes.Apartirdeahí,sesucedieronunaseriededíasagotadoresquepusieronapruebalacapacidadderesistenciadeCristinaysupacienteyabnegadocarácter.Tambiénsusgrandesdotespara la interpretación, que ignoraba poseer, asombrándose de la solturaconlaqueasumiósupapeldesdeelprimermomento.

Acudía a diario a visitar a su hermana en la clínica, donde pasabaagradables ratoscharlandoconella, recordandoanécdotasdesuniñezyaprendiendoaimitareltonilloafectadodevozqueLoriMartelutilizaba.EnesashorasdecharlapudoconoceralaauténticaLaura,unamujerllenadeinseguridadesyconunagrannecesidaddecariñoqueseescondíabajolafachadadeirónicainsolenciaquesolíamostraralosdemás.

Como tenían previsto, preparó todo lo necesario para su supuestoviaje a Inglaterra con la intención de que su padre no sospechase nadainusual. También llamó a la universidad deWestminster, donde pensabarealizarelcursillo,paraanularlareservadeplazapretextandounasúbitaenfermedadquelaobligabaaguardarreposodurantevariassemanas.

EldíaquedebíaemprenderviajeaLondres,sedespidiódesupadreprometiéndolequelellamaríaconfrecuenciay,envezdeiralaeropuerto,sedirigióalpisoqueLaura teníaen laciudad, instalándoseallíhasta supartidahaciaMarbella.

Apartirdeesemomentocomenzósutransformaciónfísica,siemprebajo la tutela e inestimable apoyo de Miguel Salcedo, que apenas seseparabadesulado.

Enprimer lugar,acudióauncentrodebellezadondecambiaronsuaspecto. Tuvo que teñirse el cabello y ponerse unas extensiones parasimular la larga y ondulada melena rubia que Laura lucía. Tambiénmodificaronlaformayespesordelascejasyleenseñaronamaquillarsecomosufamosahermana.

El resultado fue sorprendente.Acabó pareciéndose tanto a la actrizque al salir de allí se le acercaron varias personas para pedirle unautógrafo.Porsuerte,suhermanalehabíaenseñadoafirmarcomosolíahacerlo y Miguel a comportarse en esas situaciones, por lo que no lesupusoningúnproblema.

El hecho de haber salido airosa de este primer examen leproporcionó una gran confianza en sí misma y comenzó a pensar queteníamuchasposibilidadesdellevaracaboconéxitolasuplantacióndesuhermana.Aldíasiguienteestuvierondecompraspordiversastiendasdelcentro, en las que adquirió numerosos artículos y continuóponiendo enprácticalasenseñanzasylosconsejosrecibidos,tantodeMiguelcomodeLaura.

Trasvariosdíasdeensayos,Miguelconsideróqueestabapreparadaparaunadelaspruebasmásdifíciles:viajaraMarbellayenfrentarsealosreporteros que plagaban el aeropuerto de Barajas en aquella época delaño.

Por suerte, no hubo ningún contratiempo. Como le habíanaconsejado,Cristinaselimitóasonreírdeformaseductora,negándoseacontestar a las preguntas que le formulaban. Tuvo que enfrentarse almismo problema al llegar al aeropuerto de Málaga y lo resolvió deidénticamanera.

ACristina lepreocupabaque losperiodistasrecelasendesu inusualactitud ya que su hermana siempre semostraba deseosa de despertar elinterés de la prensa; pero, segúnMiguel, esa era lamás adecuada paraconseguirborrarlapésimareputaciónquesehabíaganado.

Lauraestabamuyilusionadaconlaoportunidadqueselepresentabade instalarse en Estados Unidos. Esto no solo suponía un importanteavance en su carrera profesional, también le brindaba la posibilidad dedejaratrástodoloquelerodeabahastaahoraenEspaña.

Sin problemas, se instaló en la villa alquilada en una lujosaurbanizaciónmarbellí y se dispuso a dejar pasar los días en placenterarelajación,queeraloquenecesitaba.

5

Cristina se paseaba nerviosa por su habitación dominada por unagran inquietud. Miguel le acababa de comunicar que al día siguientedebíanasistiraunafiestay,aunquedesdeunprincipiosabíaqueacabaríapasandoporesaexperiencia,leaterrorizabaelpensarquenotardaríanendescubrirqueeraunaimpostora.

LehabíasugeridoaMiguelquerechazaralainvitaciónyélleexplicóque no tenían elección. Resultaría sospechoso permanecer enclaustradadurante tantos días, rehusando una invitación tras otra; además, elanfitrión era un importante hombre de negocios al queLaura no queríadesairar.

Miguel la tranquilizó asegurándole que todo iría bien.Le prometióquepermaneceríanenlafiestaelmenortiempoposibleyqueélestaríaasuladoparasolucionarlosproblemasquepudieransurgir;queesperabafueran losmínimosyaqueen la listade invitadosnoaparecíanadiequeconocieseasuhermanalosuficientecomoparadetectarelcambio.

Cristina pensaba que estaba preparada para hacer el papel de LoriMartel con soltura.Trasnumerosashorasvisionando suspelículasy lasentrevistas para televisión, había conseguido desenvolverse con laespontaneidadyseguridadquesuhermanaexhibía. Imitababastantebiensuvoz,lasensualmiradaylosgestosvehementesalosqueeratanasidua.Había estudiado su trayectoria profesional y a las personas que serelacionaronconellaenesosañosgraciasalosinformesdeMiguel,quela propia Laura había ampliado con algunas intimidades; si bien,sospechabaquesehabíaguardadobastantesmás.

Cristina se tumbó en la cama y cogió el libro que estaba leyendo,dejándoloaunladotrasunosminutos.Eltemorylaincertidumbreporloque pudiera suceder la noche siguiente le impedían concentrarse en lalecturayalterabanlacalmaquehastaesemomentolehabíarodeado.

Nodejabade reconocerque,en lasemanaque llevabaenMarbella,habíadisfrutadodeunosdíasdeauténticodescansoentrelecturasybañosenlapiscina,amenascharlasconMiguelyllamadasdiariasasuhermanayasupadre.

Germán le aseguraba que se encontraba bien y le deseaba que se

divirtieraenLondresyaprendieramuchoenelcurso.ACristina,elhechodementirleasupadrelepesabacomounalosaensuconciencia.Sesentíatandisgustadaconsigomismacadavezqueacababaunaconversaciónqueprocurabademorarlasllamadastodoloposible,cosaqueMiguelsiemprelereprochaba.

Encuantoasuhermana,seguíafastidiadayechandomuchodemenosaMiguel,quesiempresabíaloquedebíahaceryresolvíalosproblemassin esfuerzo. Se sentía abandonada, a merced de médicos tiránicos eineptas enfermeras y mortalmente aburrida. Cristina soportaba duranteunosminutos sus innumerables quejas y le recordaba que ella tampocoestaba allí divirtiéndose; después, le pasaba el teléfono aMiguel, que seencargabadetranquilizarlayanimarlacontiernaspalabras.

Miguel, que al fin había consentido en tutearla y llamarla por elfamiliar nombre de Tina, era un ser entrañable al que había llegado aquerer como a un hermano y a respetar por su enorme capacidad einteligencia. A pesar de que su aspecto físico no era nada espectacular,poseía una bondad y generosidad de carácter que le convertían en unapersona encantadora. Era educado, atento y muy paciente. Jamás sealterabaoenfadaba,encarandoconestoicismoyunaperennesonrisaloscontinuos caprichos de Laura o las quejas y cambios de humor quepadecíaacausadesuinmovilidad.

Cristina sospechaba, por los continuos desvelos más allá de laobligación profesional, que Miguel estaba enamorado de su hermanaaunqueellanoloadvirtiese.Eraunapenaquenoapreciaseeltesoroquetenía a su lado, pero Laura valoraba más la apariencia externa o larelevancia social de los hombres con los que se relacionaba e ignorabaotrascualidadesmuchomásimportantes.

Encuantoaella,Miguelsemostrabasiempreamableyprotector.Erauna persona con un gran sentido del humor, muy culto y un excelenteconversador con el que se podían pasar agradables ratos charlando dediferentestemas.

Lavillaenlaquesealojabaeraespléndida;amplia,soleadayconunagranpiscinaenlaqueCristina,granamantedelanatación,pasabamuchosratos;ysehallabasituadaenunazonatranquilaconmaravillosasvistasdela sierra ydelmar.Todo resultabamuyagradabley ella lodisfrutaba apesardelacrecientesensacióndeenclaustramiento.

Echabademenoselsalirapasear,mezclarseconlagente,sentarseen

unlugarbulliciosoyobservarasualrededor;encambio,pasabatodoeltiempoconlaúnicacompañíadeMiguelylaseñoraqueseencargabadeatender la casa, a la que ayudaba en la preparación de las comidas paraevitarqueelaburrimientonoseapoderasedeella.

Le había propuesto aMiguel en varias ocasiones visitar la ciudad,quenoconocía,o recorrer la costaybañarse enalgunaplaya tranquila.Peroéllerecordabaquelospaparazisobservabantodossusmovimientos,porloquepreferíapermanecerentreaquellosmurosylimitarlassalidasa cuando fuesen necesarias. Aquella zona era frecuentada por artistas yLauraeramuyconocidaporlamayoríadeellos,loquepodíaacarrearlealgunosproblemas.

A pesar de esas pequeñas quejas por su parte, reconocía que todoestabaresultandomássencillodeloqueenprincipioimaginó.Aunqueesatranquilidadsehabíaacabadoyahoratendríaqueenfrentarseaundifícilexamen.

Cristina volvió a mirarse al espejo y se sintió satisfecha. La horalarga que había empleado en maquillarse y arreglarse según lasinstrucciones recibidas había sido provechosa y el resultado eraespectacular; incluso paraMiguel, que conocía el cambio. Tras algunosconsejosmásporpartedeesteylarecomendacióndequenosedespegasede su ladoyhablara lomenosposible, llegaron a la discotecadonde secelebrabalafiestaenlalimusinaquehabíaalquiladoMiguel.

Al principio todo marchó bien. Posó para los periodistascongregadosalaentradaconunaampliasonrisaysenegóaresponderasus preguntas achacando su mutismo a una leve y pasajera afonía queexigía el reposo de las cuerdas vocales. A continuación entraron en ellocal, que se hallaba atestado de gente, y saludó al anfitrión y a laspersonasqueMiguelleibaindicandooqueseacercabanaella.

Seencontrabanallíalgunospersonajesdelaaltasociedadmarbellíyvariosmásque estabandeseososde codearse congente importante parapromocionarseacambiodefavoresdetodotipo;algoqueLauratambiénhacíaydeloquenoseavergonzaba.

Tras casi una hora, y cuando estaban a punto de marcharse, se leacercó un hombre al que había saludado con anterioridad. En aquellosmomentos se encontraba sola, ya que Miguel se había ausentado unosminutos.

Cristinaintentóescabullirse,peroéllaagarródelbrazoylaarrastróhacia un reservado, ignorando sus protestas. Una vez dentro, la aplastócon su cuerpo contra la pared y comenzó a acariciarle los pechos contorpezamientrasintentababesarla.

—¡Suélteme! —exclamó indignada, resistiéndose con todas susfuerzas.El hombre le repugnaba, con su rostro sudoroso y el pestilentealientoaalcoholytabaco.

—Notehagaslaestrechaahora.Cuandonecesitabasmiayudanotemostrabas tan desdeñosa —le recordó con voz sofocada. Tenía larespiración agitada y los ojos vidriosos. Continuó con sus manoseos,ajenoalosintentosdeellapordesasirse.

Cristinasintiópánicoyunasinconteniblesnáuseas,perotuvofuerzaspara levantar una rodilla y propinarle un fuerte golpe entre las piernas,quelehizodoblarsededolorysoltarladeinmediato.

—¡Hijadeputa!Cristina, arrepentida, intentó ayudarle a levantarse. El hombre no

tenía culpa de nada. De haberse tratado de la auténtica Lori, habríaaceptadosuscariciascongusto.

—Losiento.Perdóneme—le rogó,olvidándosede imitar lavozdesuhermana.

Él la miró perplejo durante unos segundos. Después, con visibleasombro,exclamó:

—¡TúnoeresLori!Ella se sorprendió e, incapazde reaccionarde formacoherente, no

vio mejor solución que salir corriendo. Al darse la vuelta chocó conMiguel, que la estaba buscando. Le explicó lo sucedido y decidieronmarcharseparaevitarcomplicaciones.

Cristina logró mantener la compostura hasta que estuvieron en lalimusina. Una vez allí comenzó a llorar, liberando el miedo que habíaexperimentado.Miguel la dejó desahogarse sin intervenir, consciente delossentimientosquelaembargabanenesosmomentos.

—Lo he estropeado todo. No debí actuar de ese modo, pero nopodía…nopodía…—logróarticularentresollozos.

—Notemas,Tina.Nocreoquesedecidaacomentarsussospechas.NoleinteresaquesuesposaseenteredesuaventuraconLori.Tampococreoqueestédispuestoaadmitirsufracaso.

—¡Hesidotantorpe!

—Relájateynopiensesmás en ello.Pronto estaremosen lavillaypodrásdescansar.—Sileparecióexageradalareacciónanteelataque,nolodemostró.

Cristina agradeció su delicadeza. Tenía razones que justificaban suestadoyquelecostabareconoceranteél.¿Cómoexplicarlequelaúnicarelaciónsexualquehabía tenido,cuandoapenascontabadieciochoaños,resultótandesafortunadaquelemarcóparasiempre?

Todo ocurriómuchos años atrás aunque lo tenía bien fresco en sumemoria. Ella acababa de ingresar en la universidad cuando conoció aPablo,uncompañerodeclasesimpáticoyatractivo,alquetodaslaschicasperseguían.Sesintiómuyhalagadacuandolepidióquesalieranjuntosy,porsupuesto,aceptó;necesitabasentirsequerida.

Desdelamuertedesumadrenohabíarecibidoelcaloryelafectodeotra persona. Su hermana, mientras vivió con ellos, no le prestaba lamenor atención y solo recurría a ella cuando necesitaba que le hiciesealgúnfavor.Supadreeraunapersonamuyseriaypocodadaamanifestarsus sentimientos.Ella sabíaque laqueríamucho,pero lehabríagustadoquese lodemostrasedevezencuando.Poreso, leparecióun regalo laofertadePablo,enelquesehabíafijadodesdeelprimerdía.

Comenzaronasaliryyadesde losprimerosdíasél laapremióconsus exigencias sexuales y a impacientarse por su reticencia y falta deexperiencia.Ledecía que a su edad era inconcebible que fuesevirgenyqueeraunaanticuadaporinsistirencontinuarsiéndolo.

Cristina estaba angustiada por la tensión a la que la sometía y porforzarla a tomar una decisión. Deseaba complacerle y tambiénexperimentar las sensaciones de las que sus amigas hablaban con tantoentusiasmo.Legustabanlascariciasylosbesos,peronoseatrevíaadarel siguiente paso. Los rígidos principios morales inculcados por lasreligiosasdelcolegioalquehabíaasistidodesdepequeñaseoponíanalasdemandasdePablo.

Ellaintentabahacérselocomprenderylepedíatiempoparaacallarsuconcienciaculpable, sinconseguirlo.Él sedisgustabacuandoCristina leobligaba a detenerse y la amenazaba con abandonarla por alguna de laschicas que iban tras él y que eran más modernas y complacientes. Lereprochaba su frigidez y egoísmo, que le impedía satisfacer sus deseos.Sus encuentros solían acabar en una fuerte disputa, tras la cual él semarchaba ofendido y ella se quedaba desolada; por ello se planteó

complacerle.Unalluviosatardedeprimavera,enlaquesehallabanenelcochede

Pabloenundescampadoalasafuerasdelaciudad,élcomenzóabesarlayella se dejó llevar por el dulce abandono que experimentaba con suscaricias.Contodo,seresistiócuandoadvirtióquecomenzabaadesvestirlaaunquenocontantadeterminacióncomoenocasionesanteriores, loqueconvencióaPablodequeibaaconseguirsuobjetivo.

Los besos se volvieron más ardientes y las caricias más íntimas.Cristina comenzó a arrepentirse de su decisión y continuó con losreparos; pero Pablo, cegado por el deseo, no la escuchaba e intentabaconvencerladeloqueseestabaperdiendoporsusridículostemores.

Se tendiósobreellaycomenzóaacariciarlaentre laspiernas.Ella,reacia al principio, acabó abandonándose al goce que le proporcionaba.Perdida en un mundo de creciente placer y cercana al orgasmo, noadvirtióqueéllapenetrabahastaquesintióunpunzantedolor.Emitióunagudogritoeintentóapartarlo,peroélloignoró,centradoenalcanzarsupropiasatisfacción.

Eldolorfueenaumentodebidoalabrusquedadqueimprimíaasusmovimientos y ella se obligó a soportarlo, rogandoque acabara prontoese suplicio. Cuando se desplomó, vencido por la laxitud posterior alorgasmo,Cristinaloempujóparaliberarsedesupesoyseencogióenelasientodoloridayhumillada.Cogiósus ropasycomenzóavestirseconmanostemblorosas.

—Vamos,Tina,novayasaenfadarteahora.¡Si loestabasdeseando!—quisojustificarsePabloconsocarronasonrisa.

—No así. Esperaba que…que…—Nopudo continuar.No sabía loquehabíaesperado;desdeluego,noesafrialdadydesconsideración.

—¿Quieresdecirquenotehagustado?Puesamítampoco.Hasidocomo tirarse a unamuñeca hinchable. ¡Eres una frígida!—le soltó conrabia.Terminódevestirseyarrancóelcoche,iniciandolamarcha.

Ante sus insultos,Cristinanopudo reprimir las lágrimasquehabíaestado controlando con esfuerzo. Esto aumentó la cólera de Pablo que,heridoensuorgullo,sedetuvo.

—¡Largo!—le gritó, abriéndole la puerta y empujándola para quesaliera—.Aquítequedas.Quetelleveotroatucasa.

Cristinaobservóatónitacómoélarrancabaelcocheysemarchaba.Tras unos minutos de aturdimiento, se refugió bajo un árbol de la

caudalosa lluvia que caía y esperó, convencida de que Pablo solopretendíadarleuna lecciónypronto regresaríaporella.Nopodíacreerquehubiesedecididoabandonarlaasusuerteenmediodeaquellugar.

Estaba calada hasta los huesos, aterida de frío y magullada; pero,sobre todo, se sentía decepcionada. Cuando transcurrió un buen rato ycomprendióquePablono ibaa regresar, seencaminóporaquellasendapedregosahastaquellegóalacarretera.Desdeallíregresóacasagraciasaunamableautomovilistaqueseprestóallevarlaenvistadesuangustia.Tuvo la suerte de no encontrar a su padre esperando, lo que le evitóembarazosaspreguntas.

Al día siguiente no se encontró con ánimo de ir a clase. Estabaavergonzadaporsupartederesponsabilidadenlosucedidoydecididaano volver a salir con él; tampoco sabía cómo afrontar la situación. Porsuerte,notuvonecesidaddeello.Pablonilasaludócuandovolvióaverleunasemanadespués,dedicadoyaaotraconquista.Elalivioquesintiófueinmenso.

Aquella experiencia la marcó más de lo que hubiese imaginado,comopudocomprobarcuando,pasadosdosaños,decidiósalirconotrochico.Apesardecongeniarencasitodoslosaspectos,cuandoélintentabaalgún avance de tipo sexual, Cristina se retraía. Tras unos meses, él ladejó. Desde entonces no había salido con nadie, centrándose en losestudiosoeltrabajo.

Ambosfracasoslehicieronperderlaconfianzaenlasrelacionesdepareja,hastaelpuntodenegarseasalirconningúnhombreapesardequeno le faltaron las propuestas. Había tenido tan poca suerte en susexperiencias que estaba convencida de que nunca encontraría a ningunoquelehiciesesuperarlaaversiónquesentíaporellos.

6

Tumbada en la hamaca junto a la piscina, Cristina repasaba lasrevistasqueMiguelacababadetraerle.Enlamayoríadeellasocupabalaportadayunamplioreportajeenel interior.Tambiénhabíaaparecido lanoticiade la fiestaenunfamosoprogramade televisión,enelquese laveíaradianteyperfectaensuimitacióndeLoriMartel.Nosemencionabaningún tipo de incidentes ni suspicacias por su temprana marcha, queatribuyeron a las levesmolestias de garganta que venía sufriendo desdequeacabósuúltimotrabajoyqueleimpedíanconcederentrevistas.

A pesar de que todo había salido bien y su hermana estaba muysatisfecha con el resultado,Miguel considerómás prudente no asistir aotras fiestas hasta que la verdadera Lori Martel pudiese hacer acto depresencia,yasíevitabaaCristinanuevosincidentesdesagradables.

Miguelconsiderabaqueyahabíacumplidoconlalaborquelallevóallí,porloquenodebíaarriesgarseaquesedescubrieralasuplantación.Dedicaría los días que le quedaban a descansar y a exhibirse ante lospaparazisocultosenlosalrededores.

Cristinacoincidíaconél.Todohabíasalidobienhastaahora,muchomejor de lo que esperaba, y no debía arriesgarse a estropearlo por unpequeñodesliz.Peseaello,sesentíaasfixiadaentreaquellosmuros.

Estabacansadadeadoptarlapersonalidaddesuhermanayfingirantelos sirvientes durante el tiempo que estos pasaban en la casa. Leexasperaba la continua inactividad, la soledady el aislamiento a los queestabasometida.Echabademenosasupadreyasusamigas,conlasquesolíasalirdevezencuando;añorabaloslargosysolitariospaseosporlascallesdelaciudad,elbarrioenelquevivíaydondetodoslaconocíanysaludabanconcariño…Todoesoleresultabaahoramaravillosoysedabacuentadeloafortunadaqueeracuandoteníalaoportunidaddedisfrutardesulibertad.

Necesitabasalirdeallí.Pensóque,sisecamuflaba,podríaabandonarla casa sin serdetectadapor los fotógrafosydisfrutardeunashorasdelibertad. Pero Miguel no se lo permitía. Lo habían hablado en muchasocasionesysiempresemostrabatajante.Encontradesuopinión,pensabaque la reconocerían apesardeldisfrazque llevase, ymás si iba él a su

lado.Porquenipensarenirsolaaningúnlugar.—Tina;¿estásdormida?CristinasesobresaltóaloírlavozdeMiguelasuladoysintióquese

ruborizaba,comosiélhubiesepodidoleersuspensamientos.—No;estabameditando.¿Quédeseas?Élsesentóenunatumbonaasuladoylamiróconafecto.—Ha llamadoLorihaceunosminutos.DeseaquevayaaMadrid lo

antesposible.—¿Quéleocurre,seencuentramal?—Sealarmóanteesanoticia.Su

hermana no le habría llamado si no fuera por algo urgente. Sabía queMigueleraimprescindibleallí.

—No creo. Al menos eso me ha asegurado, aparte del consabidomalhumorpor la inmovilidadquepadeceylascontinuasquejassobrelaasistencia que recibe. Ya conoces a tu hermana—le dedicó una sonrisacómplice y ella respondió con un gesto de asentimiento—. Solo quierequelleveacaboalgunasgestionesconlosamericanosyquelehagaalgodecompañía.

Cristina comprendió que Miguel se sentía feliz por tener laoportunidaddevolveraverladespuésdetantosdías.Lasemocionesquereflejabansurostroeranfácilesdeinterpretar.

—AmasaLaura,¿noescierto?—lepreguntóenunimpulsoquenopudocontener.

Miguel se sonrojóybajó la cabezaal sabersedescubierto.Se creíamuyhábil escondiendo sus sentimientos, aunqueno lo suficientepara laperspicazmujer que tenía enfrente.Almenos, era su hermana la que lohabía descubierto y no la propia Lori, pensó con alivio.Debería de sermás cuidadoso si no quería descubrirse ante ella y conseguir que seburlasedesussentimientoso,peoraún,lerechazaseporellos.

—Sí—admitió,alzandolosojosconvalentíaparamirarla.Deseabapublicarlo,gritarloaloscuatrovientos,perosabíaqueera

imposibleyseconformabaconconfesárseloaCristina,conscientedesudiscreción.Había llegadoaapreciarlaenaquellosdías.Laadmirabaporsu inteligencia y la respetaba por su profesionalidad y abnegación. Lahabíavisto transformarseenLoriMartel,ynosoloenelaspecto físico,comprobando asombrado que poseía unas innatas cualidades de actriz.Pero lo que más apreciaba en ella era su generosidad; algo de lo queLaura carecía, preocupada únicamente por satisfacer sus propias

necesidades.TinaeratandiferenteaLoriqueélseasombrabadequetuviesenlos

mismosprogenitores.Lamentabanohaberlaconocidoantesporque,contoda seguridad, se habría enamorado de ella. Ahora era tarde; habíaentregado su corazón a la hermana equivocada y sabía que tendría quesufrirporello.

Cristina le sonrió de manera alentadora, mostrándole su apoyo ycomprensión.LeharíamuyfelizqueaquelhombremaravillososeganaseelcorazóndeLaura.Estabaconvencidadequeconélencontraríalapazylafelicidadquetantonecesitaba.

—¿Cuándotemarchas?—seinteresó.—Tomaré un avión esta misma tarde y espero estar de vuelta en

veinticuatro horas; de no ser así, lo haría lo antes posible. No deseodejartesoladurantemuchotiempo.Nuncasesabeloquepuedesuceder.

—Noveolanecesidaddetantaprecipitación.Puedesquedartetodoeltiempo que necesites. ¿Qué me va a suceder encerrada en esteinexpugnablecastillo?—ironizóalgomolesta.

—No empieces otra vez con tus descabelladas ideas, Tina —lereprendió al percatarse de la implícita protesta que se advertía en suspalabras—. Sabes que no debemos correr riesgos innecesarios y máscuandoquedanpocosdíasparaque todaesta farsa termine.Prontoseráslibre para hacer lo que desees en completo anonimato; hasta entoncesdebemos ser prudentes. Comprende que entre estas cuatro paredes estásprotegida, pormuyagobianteque la situación te parezca.—Lecogió labarbillaentrelosdedosparahacerlevolverlacabezaymirarlaalosojos—.Regresaréencuantopueda.Deesemodotendrásaalguienconquiendiscutir.

Cristina hizo un mohín de disgusto ante la reprimenda. Sabía queMiguel tenía razón y quemiraba tanto por los intereses de su hermanacomoporsupropiaseguridad.Asintióconunsuspiroyelrostrodeélseiluminódealivio.

—Lehepedidoalaasistentaquesequedeapasarlanoche,¿teparecebien?

—Deacuerdo.Puedesirtranquilo;noabrirélapuertaaningúnloboferoz.

Miguelriodivertidoylaabrazóconcariño,aloqueellarespondiócon idéntico sentimiento. Después, cogidos del brazo, se dirigieron al

interiordelacasa.

UnavezqueMiguelsehubomarchado,Cristinacambiódeparecer.Sabía que esa iba a ser la única oportunidad que tendría de escabullirsepor unas horas y no estaba dispuesta a desaprovecharla. Esa noche seacostómadurandounplanquepensabaponerenpráctica.

Alamañanasiguienteselevantómuytempranoconelpropósitodeescaparalamenorocasión.Sehabíacamufladobajounapelucamorena,grandesgafasoscurasyunaampliacamisaqueocultabasufigura.Seríamuydifícilquealguienlareconocierayellapasaríalamañanahaciendoloqueleapeteciesesinlevantarsospechas.

Pensabaestardevueltaaprimerashorasdelatarde,muchoantesdequeMiguel regresaradeMadrid,por loquenoseenteraría.Conello ledemostraríaquenoeratanarriesgado,convenciéndoledevolverarepetirlaexperiencia.

Laocasiónsepresentóhacia lasnuevede lamañanacon la llegadadel empleado del supermercado que traía la compra encargada el díaanterior. Cristina sabía que le sería posible abandonar la casa por suspropiosmedios.Nodisponíadecocheniseatrevíaallamarauntaxi,asíquesedecidióacontarlesuplanalaasistentaypedirlesucolaboración.

Esta, que estaba acostumbrada a las excentricidades de los famosospor haber servido a muchos año tras año, no se asombró ni pusoobjecionesparaayudarla.Despuésdeestudiar lasdistintasposibilidades,llegaronalaconclusióndequelamejorformadeabandonarlacasasinservistaeraescondidaenlafurgonetaderepartodelsupermercado.

Y así lo hizo. El chico, que apenas la reconoció, se sintió muyorgullosodeprestarseallevaraunafamosaactriz.Apartedelagenerosapropina que ella le prometió si la dejaba en la ciudad sin levantarsospechas,tendríaunasabrosahistoriaquecontarasusamigos.

Todo resultó sin ningún contratiempo y media hora más tardeCristina se encontró en medio de aquella pintoresca población,recorriendo sus calles y saboreando el ambiente y la alegría de sussimpáticoshabitantes.

Comprobó que nadie le prestaba una atención especial, debido a lobienquehabíaconseguidocamuflarse,yquecompletóconunagorrabiencalada con la que apenas se le veía la nariz y la boca. Comió en unapequeñatabernaydecidiótomarunautobúshaciaalgúnpuebloalejadode

laspopulosasplayasmarbellíesdondebañarsesinserreconocida.Trasuncortotrayecto,sebajóenunpueblecitoquelerecomendaron

y se dirigió a una cala que estaba solitaria a esas primeras horas de latarde, cuando la mayoría de la gente estaba comiendo o durmiendo lasiesta.Conalivio,sedespojódelagorraylapelucaysesumergióenlascristalinasaguasquelaatraíancomounimán.

Llevabacasi unahoradebañoyno teníaganasde salir, nadandoaratoso flotandocon losojoscerradosmientras sedejabamecerpor lasolas.Adoraba elmar, su inmensidad, su bravura, y pocas veces tenía laoportunidad de disfrutarlo. Ahora se estaba saciando a gusto puesimaginaba que no tendría la oportunidad de repetir la experiencia envariosdías.

Suspiró y una placentera sonrisa iluminó su rostro. Tal vez habíacometido una locura, pero estaba tan feliz de disfrutar de esas horas delibertad que bien valía la pena la regañina que recibiría siMiguel y suhermanallegabanaenterarse.

Seincorporóymiróasualrededor.Sesorprendióalcomprobarquese encontraba a considerable distancia de la playa. El suave viento quehabíacomenzadoasoplarpocoanteslaestabaadentrandoenelmar.Noseasustó; era una experta nadadora y podía llegar a la costa sincomplicaciones.

Contodo,comprendióquelellevaríaunbuenratoconseguirloconelviento en contra y, para entonces, la bolsa en la que llevaba suspertenenciashabríadesaparecido.Seencontraríaenungranaprietoparavolveralavillasiesoocurría.Enellallevabaeldinero,elteléfonomóvilylosartículosutilizadosparacamuflarsuaspecto.

Advirtiólapresenciadeunenormeyateancladonolejosdedondeseencontraba.Enunprimermomentoseviotentadadepedirlesayudaparaquelaacercaranalaplayaenlapequeñalanchaamarradaasupopa,perodecidióarreglárselasporsuspropiosmedios.InspiróprofundamenteysepreparóparacomenzarelregresoalaorillaantesdequesevieraprivadadetodolosuyoytuvieraseriosproblemaspararegresaralavillasinqueMiguelseenterara.

Estabamirandohacialalejanalíneadeplayacuandosintióungritoasusespaldasy,de inmediato,ungolpeen lacabezaque la sumióenunatotaloscuridad.

Ryanestabaaterrado.Nolahabíavistohastaquefuedemasiadotardeparaevitarelgolpe.¿Peroquéhacíaesamujerenaquellazonatanalejadadelaplayayfueradelademarcacióndelalíneadebaño?Eraunalocuraadentrarse tantoenelmar,ni siendounconsumadonadador.Por suerte,pudoviraratiempoysololegolpeóconlavela.Temblóalimaginarquéhubieseocurridodehaberlaatropelladoconlatabla.Nocreíaqueelgolpefuesedeimportancia,aunasí,ellahabíaperdidoelconocimientoyahoralallevabainconsciente,tendidasobrelatabla,yendirecciónalbarco.

Conunenormeesfuerzoporsuparte,debidoalpesoextrayalvientoencontraperograciasasupericiacomosurfista, logró llegarenpocosminutos.Pidióayudaparaizarlaeindicóquelallevasenasucamaroteyavisaranalsanitarioqueformabapartedelatripulaciónparaque,unavezevaluados los daños, indicaría la necesidad o no de ingresarla en unhospital.

ElsanitariollegócuandoRyanlequitabaaCristinaelmojadobikiniy la cubría con una sábana. Tras reconocerla, lo tranquilizó sobre elestadodesaluddelaaccidentada.

—Piensoquenose tratadenada importante.Larespiraciónypulsoson normales y no presenta heridas o fracturas de ningún tipo,exceptuando una pequeña contusión en la cabeza a causa del golpe. Demomento,noveonecesariasuhospitalización.Noobstante,si tardaraenrecobrar el conocimiento sería necesario someterla a un estudio máscompletoparacomprobarposibles lesionescerebrales.Aunquecreoquenotardaráenhacerloyloúnicoquesentiráseráunfuertedolordecabezadurante unbuen rato.Deberá descansar y tomar un analgésico cada seishoras; después, podrá desplazarse. En todo caso, si lo desea, puedogestionarsutrasladoalhospitalyestaríaallíenmenosdeunahora.

—Prepárelotodoporsifueranecesario.Esmejornocorrerriesgos—decidióRyantrasescuchareldiagnóstico.

—Mepondréaello.El hombre se marchó tras dejarle un frasquito con varios

comprimidosylasindicacionesparasucorrectaadministración.Ryansesentóenunabutacacercanaalacamaysededicóaobservar

a la joven.Erapreciosaysurostro leresultabamuyfamiliar,sin lograrrecordardónde lahabíavistoconanterioridad.Talvezenalgunade lasfiestasa lasquehabíaasistidoen losdíasque llevabaallí.Se trataríadeuna de esas chicas que invitaban para amenizar y dar colorido a las

reuniones.

7

Cristinagimióysemovióinquietaloqueprovocóquelasábanaquecubríasucuerposeapartaradejándolocasialdescubierto.Ryansintióunsúbitoramalazodedeseoantelavisióndeaquellosmagníficossenos,degrandesyoscurospezones,quesemostrabanincitadores.

Se reprimió con esfuerzo y la volvió a cubrir, levantándose yalejándosedeella.¿Cómoeraposibleque,contreintaycuatroañosyunalargaexperiencia,seexcitasecomounadolescenteantelavisióndeunospechosdemujer?Claroquetambiéninfluíaelsaberladesnudayaccesibleensucama.

Pasóunamanoporsu frente.Elautocelibatoquesehabía impuestoibaaacabarconél.Estababienquequisiesesentarcabeza,perotampocoeracuestióndeperderlareprimiendosusfuertesimpulsossexuales.Teníaquesatisfacerdealgunaformalasnecesidadesfisiológicaspropiasdeunhombre joven y sano y, al no estar Susan allí para ayudarle en esacuestión,deberíabuscarsustituta.

Detodasformas,aellanoleimportaríasillegabaadescubrirlo.¿Nole había garantizado que podía continuar con sus antiguas costumbressiempre que fuese discreto? Si eso no era una invitación para que sebuscase ladiversiónenotraparte, no imaginabaqué tendríaquedecirleparaqueloviesemásclaro.

Sufuturomatrimonioeraunacuerdodeayudaycolaboraciónmutuano una historia de amor. Él había renunciado muchos años antes a esesentimiento.Yanoeraelestúpidojovencitodeideasrománticasycorazóntierno que se sentía morir de adoración por una mujer y se mostrabadispuestoahacertodoloqueestalepidiese.

Había pagado bien cara su estupidez casándose con una que loengañó repetidas veces antes de abandonarle por su último amante,dejándole conunniñodecorta edady ladudade si era suyo.Tuvoquehacerse una prueba de paternidad para cerciorarse, aunque sabía que, siesta resultaba negativa, nunca lo abandonaría y seguiría queriéndolo ycuidandodeélcomohabíavenidohaciendodesdequenació.

Apartirdeentonces,nosedejóengañarmáspormiradasseductorasopalabrasdulces.Élsabíaquetodaslasmujereseraniguales,egoístasy

calculadoras,persiguiendosupropiobeneficio,comoocurríaconSusan.Almenos,ellatuvoladecenciadeconfesarloyesofueloqueledecidióapedirlequesecasaseconél.

Susaneraunamujerinteligenteysabíaquenolaamaba,aligualqueera consciente de que ella solo sentía por él un interés económico y derespaldosocial.Apesardeello,presentíaqueibaaserunabuenaesposaymadreparasuhijoynuncaleridiculizaríaconescándalosdeningúntipo;nonecesitabanadamás.

Kevinya teníadiez años, pero llevaba casi seis sin los cuidadosdeunamadre,a laqueapenasveíaunospocosdíasalaño,yya ibasiendohora de que los tuviera. Le faltaba poco para entrar en la pubertad, unaetapadifícilenlaquelafiguramaternarepresentaungranapoyoparaunchico. Lo sabía por propia experiencia. Él mismo quedó huérfano condoceañosylaechómuchodemenos.

Susan era una hermosa mujer de su misma edad con la tristeexperienciadedosmatrimoniosfallidosylaimposibilidaddetenerhijos.Eraabogadaenelbufetequellevabalosasuntoslegalesdesusempresasyseconocíandesdehacíaaños.Existíaentreellosunabuenacamaraderíaytenían diversas afinidades que harían que su matrimonio no resultasedemasiadotedioso;además,suhijolaaceptabadebuengrado.

Habíanfijadolafechadelabodaparaseptiembre,traselregresodesuviajeaEuropa,yaunquedabaporciertoqueaellanoleimportaríaquetuviesealgunaaventuraenesetiempo,estabadispuestoaserlefiel.Claroquehasta ahora nohabía conocido a una criatura tan encantadora comoaquellayhacíacasidosmesesdesdelaúltimavezquelehizoelamoraSusan.

¡Hacerelamor!Esaeralapalabramenosadecuadaparadescribirloque ellos realizaban en la intimidad del dormitorio y en contadasocasiones.Loscontactossereducíanaunamerasatisfacciónfísicaporsuparte,yaqueledabalaimpresióndequeSusannosentíaelmenorplacerconsuscaricias.Selimitabaasoportarlascomopartedesusobligacionesdefuturaesposa;algoquenosemolestabaendisimularconlaesperanzadequeéldesistieseo,almenos,redujeselafrecuenciadesusencuentrossexuales.

Sehabíaesforzadoporcambiaresasituaciónmostrándosepacienteydesplegandotodossusrecursosdeamante,peroellapermanecíarígidaensusbrazos.Aunasí,noestabadispuestoaquesumatrimoniofracasasepor

dicharazón.Sufriríalafaltadepasiónensuvidaconyugalporelbiendesu hijo. Cuando no pudiese soportarlo más, se buscaría una discretaamiguitaconlaquesatisfacersusnecesidades,aligualquemuchosdesusconocidos.

Cristinavolvióaemitirunsuavegemidoymoviólacabeza,abriendolentamente losojos.Alverelcontornodeuna figuramasculina frenteaella,seincorporóunpoco.

—Miguel—dijo con voz débil, y volvió a caer sobre la almohadaconunlastimeroquejido.

Ryan comprendió que le había confundido con otra persona y seacercó a ella. El temor se reflejaba en su rostro al advertir ladesorientaciónquemostrabalajovenysusgestosdedolor.

—NoMiguel;yoRyanCaine—sepresentóenunpésimocastellano.Aunque entendía bastante cuando le hablaban en ese idioma, no era

nadadiestroexpresándoseenélpesealosesfuerzosdeFredyDolores,elmatrimonioquecuidabasucasaenPalma,paraqueaprendieraesalenguaquealeparecíamuydifícil,conaquellosincomprensiblesgirosverbalesy el extenso vocabulario. Kevin, al ser más joven y, tal vez, por tenermayor facilidad para los idiomas, había avanzado más que él. Enmomentoscomoaquel,searrepentíadenohabersidomásaplicado.

Cristina,haciendoungranesfuerzoparadisiparlosrestosdebrumaque poblaban su cabeza, contemplo al hombre con ojos asombrados einterrogadores;después,miróasualrededor.

—¿Dóndeestoy?—preguntó encorrecto inglés, imaginandoqueéllaentenderíamejor.

—¡Hablami idioma!—sesorprendióRyan,sindejardecontemplarsusbonitosojosverdesconreflejosdorados.Esamujereraunaauténticatentación.

Cristina se esforzó en recordar lo ocurrido antes de despertarse enaquella habitación. Estaba nadando hacia la playa, preocupada por si lehabíanrobadosubolsa,cuandosintióungolpeenlacabeza;nadamás.

—¿Estoyenunhospital?—volvióapreguntar.Sieraasí, se tratabade un hospital muy extraño. El hombre que tenía delante, y que ibacubiertoporunescuetobañador,nodebíaperteneceralpersonalsanitario.

—Noseránecesario llevarlaauno, señorita; amenosque se sientamal—le aclaró Ryan, y se sentó en la orilla de la cama—. ¿Cómo seencuentra?

—Como si una taladradora estuviese perforándome el cerebro.—Cerró los ojos con gesto de dolor y se llevó unamano a la zona de lacabezaenlaquehabíarecibidoelgolpe.Alpalparelbultoquecomenzabaaformársele,sequejó—.¿Dóndeestoyentonces?

Ryan se acercó a la mesa en la que se hallaba el frasco con loscomprimidosquedebíatomar.Cogiódosyllenóunvasoconagua.

—Tómese esto, por favor. —Le acercó el medicamento y, ante elrecelodeella,añadió—:Prescripciónfacultativa.

—¿Esustedmédico?—Lodudada,peroquisoasegurarse.—No.—Yriodivertido—.Solomelimitoacumplirórdenes.CristinamirócondesconfianzaloqueRyanledaba.—Esunsimpleanalgésico,quenoesnecesarioque tomesinoestá

convencidaypuedesoportareldolor.—Gracias,perocreoquenomemorirésiprescindodeellos.—Yle

devolvióloscomprimidos.Ryan se encogió de hombros aunque comprendía, y hasta le

complacía, su prudencia. Demostraba inteligencia al negarse a tomarmedicamentosqueleofrecíaundesconocido.

—Ybien,señor…—Caine, Ryan Caine —volvió a presentarse con sonrisa

tranquilizadora.—SeñorCaine,¿puededecirmedóndemeencuentrooesunsecreto

de estado? —Comenzaba a impacientarse ante el gesto burlón quemostrabaelatractivorostrodesuinterlocutor.

Élselimitóasoltarunacarcajadaantelaocurrenciadeella.Apartedetentadora,eradelomásingeniosaydivertida.

—Por supuesto.Estáenunbarcocercadel lugardel accidente—leaclaró—. Debo disculparme por haberla atropellado con la tabla dewindsurf,aunquehededecirenmidefensaqueustedsehallabafueradelazona reservada para el baño y no la descubrí hasta el últimomomento.Creí conveniente traerla aquí porque era el lugar más cercano ydisponemos de asistencia sanitaria. Parece ser que no ha sufrido máspercance que un buen golpe en la cabeza que le ha provocado un levehematoma superficial y el consiguiente dolor. No obstante, está todopreparado para llevarla al hospital donde le harán un exhaustivoreconocimiento.

Cristinanegóconlacabezaymiróelrelojquellevabaenlamuñeca.

Habían pasado cuarentaminutos desde la última vez que lo hizo.De nodarseprisa,Miguelllegaríaantesqueellaalavilla.

—No lo creo necesario, gracias; me encuentro bien. Lo que leagradeceríaesquemeacercasehastalaplaya—pidió,imaginandoqueyanoencontraríaallísubolsa.

Quiso incorporarse impulsada por una repentina necesidad demarcharse de aquel lugar y él se lo impidió apoyando unamano en suhombro.

—No debe levantarse. Necesita descansar un pocomás.—Con unamuecaburlona,añadió—:Prescripciónfacultativa,¿recuerda?

Ella le dirigió una mirada entre ofendida y suplicante e intentódesasirse.

—Deboregresar;esmuytarde.Ryanadvirtiósuinquietud,perosemantuvofirme.—¿Estabasolaenlaplaya?—preguntó.Noselehabíaocurridohasta

entoncesquealguienpodíaestaresperándola.—Sí.Ymiscosastambiénloestánenestemomento.Élcomprendiósustemores.—Notema,verésiseencuentranallí—seofrecióparatranquilizarla

—.¿Dígamedequésetrata?Ellaledescribiólabolsaoscura,lagrantoalladebañotendidasobre

laarenaylassandaliasquecalzaba.—Nocreoquetengaproblemasenreconoceresosobjetos.Mientras,

usteddescanseduranteunrato.Yalallevaréasucasadespués.Cristina se alarmó. No podía permitir que la llevara a la villa y,

mucho menos, que descubriese su identidad; mejor dicho, su supuestaidentidad. Además, ¿y si se trataba de un chiflado que pretendíaaprovecharsedeella?¿Dóndehabíaleídoquelasredesde,tratadeblancaseranmuyactivasenaquellazona?

—Noesnecesarioquesemoleste;meencuentrobien.Inclusopuedollegarhastalaplayanadando—consideróqueeralomásacertado.

Se incorporó para levantarse y, al retirar la sábana con la que secubría,comprobóqueestabadesnuda.SevolvióacubrirhastalabarbillaydirigióaRyanunamiradaen laquesemezclaban la indignaciónyunlevetemor.

—¿Qué… qué ha hecho? —tartamudeó atónita, sintiendo que sesonrojaba.¡Esehombreeraunpervertido!

—No iba a dejarle el traje de baño mojado, compréndalo —sejustificó, conuna sonrisa pícara—.Y, por supuesto, nopodráponérselohasta que esté seco. Por lo tanto, si no desea regalarnos un bonitoespectáculo,leaconsejoquenosalgadelcamarotehastaqueyoregrese.

—Estoes…es…¡unatropello!—logróarticularCristina.Sentíaqueun creciente disgusto se adueñaba de ella haciendo que olvidase suinquietud—. Le exijo que me devuelva mi ropa de inmediato para quepuedamarcharmeoledenunciarépor…por…secuestro.

—Elsanitariohaaconsejadoquedescanseduranteunashorasyesoes loquehará;después,puededenunciarmesi lodesea.Noquiero tenersobremiconcienciaunempeoramientodesusalud.

Las palabras de Ryan la tranquilizaron. Él solo quería acallar suconcienciaporhaberlaatropellado.

—¿Cómo se llama?—lepreguntóRyan al advertir queno sabía sunombre.

—Cristina —respondió de forma espontánea, arrepintiéndose almomento.¿Cómoeratanestúpidadedarsuverdaderonombre?

—Cristina—repitióélcomopaladeandolapalabra.El oír su nombre pronunciado por aquella voz grave, tan varonil,

provocóenellaunaextrañaeinoportunaemoción.—Unpreciosonombre.Igualdebonitoquesudueña—yañadió,con

un brillo sensual en la mirada—: Dime, Cristina, ¿te espera alguien…especial?

Porlaentonaciónquedioasuspalabras,ellaentendiósusignificado.—Nocreoqueesoseadesuincumbencia,señorCaine—respondió

molesta,negándoseasecundarlafamiliaridadqueélpretendíaimponereneltrato.

ARyan le resultaba divertido su enfado.Lamiró con detenimiento.Era preciosa y el color que la furia daba a sus mejillas la volvía másatractiva aún. Si no tenía compromiso, intentaría convencerla de quepasaselaveladaconél.Semerecíaalgodesuerte,pensó.

—Imaginoqueno.Magnífico—consideróconsatisfacción—.Enesecaso, cenarás conmigo. Así nos aseguraremos de que estás restablecidacuandoregresesatucasa.

—¡Por supuestoquenoharé tal cosa!—le indignabaeldespotismodeaquelindividuo.Erainconcebible.

—Sí, loharás.—Saliódelahabitaciónriendoacarcajadasyconel

bikini en la mano antes de que ella tuviese tiempo de continuarprotestando.

Cristinasequedóparalizadaporelasombroylainquietud.Nopodíadarcréditoaloqueestabasucediendo.¡Esehombreestabaloco!¡Ademásdeatropellarlalamanteníaprisionera!

Se preguntó si no sería más acertado darle la razón. Ese tipo depersonas nunca se sabía cómo terminarían reaccionando. Pero no podíapermitirlo.Tenía quemarcharse de allí lo antes posible.No solo por elriesgoqueellosupondría,tambiénporqueteníaqueconseguirllegaralavillaantesdequeMigueldescubriesesuescapada.Coneltiempoacabaríaconfesándoselo, pero ahora no deseaba que él se preocupase al noencontrarlaallí.

Selevantóyseenrollólasábanaalrededordelcuerpo.Sedirigióalapuertaylaabrióconsigilo.Respiróaliviadaalverquenoestabacerradaconllave.Temíaquelahubiesedejadoencerrada.Inspeccionóloscajonesy el armario en busca de alguna prenda para ponerse. Toda la ropa eramasculinaylequedabaenorme.Alfinalsedecidióporunacamisa,quelecubríahastalamitaddelmuslo,yunosajustadosslips.Noleimportóquelas prendas pertenecieran a aquel tirano. ¡Ojalá le molestase que se lashubiesellevado!

Volvió a la puerta y salió del camarote con sigilo, comenzando acaminar por un largo y estrecho pasillo. Debía tratarse de unaembarcaciónenorme.Encontróunaescaleraquedescendíaybajóporella.Oyó voces y se asustó. No debía permitir que la descubrieran o leimpediríanmarcharse. Se ocultó unosminutos hasta que todo quedó ensilencioysedecidióasalir.

Una vez en cubiertamiró alrededor.La pequeña cala se encontrabamuyalejadaylesupondríaungranesfuerzollegarhastaellasinservista.Aesashorasdelatardeestabaalgomásconcurridayalgunosbañistasseadentraban en el mar atraídos por el yate anclado en las cercanías. Silograbamezclarseconellos,pasaríadesapercibida.Conesaesperanza,sedeslizóporunaescalasinhacerruidoynadóhacialacosta.

Estabaamediocaminocuandoviounapequeñaembarcaciónamotorquesedirigíaalyate.SupusoquesetratabadeCaine,queregresabadelaplaya,ydecidiónoarriesgarseaquelareconociera.Sezambullóynadóbajoelaguaduranteel tiempoquesuspulmones lepermitieron.Cuandovolvióaemerger,laembarcaciónsealejaba.Sonrióorgullosadesubuena

formafísica.Imaginóque,cuandodescubriesesuhuída,regresaríaalaplayapara

buscarla, por lo que no tenía tiempo que perder. Nadó con renovadasansias y en pocos minutos la alcanzó. Salió del agua ante la miradacuriosa de los otros bañistas, que la observaban con su larga camisaempapadayadheridaalcuerpo,yseencaminóhacialapoblacióncercana.Unavezallí,sesintióseguraentrelasconcurridascalles.

Entonces se dio cuenta de su comprometida situación. No teníadinero,ni tarjetadecrédito,nidocumentaciónque lepermitieraalquilaruncocheparallegarhastalavilla.Tampocoseatrevíaatomaruntaxi.Sialgúnpaparaziestabaapostadopor losalrededoresyladescubríaconelaspecto que presentaba en esos momentos, su imagen saldría en lasportadasdelasrevistasysemontaríaunbuenescándalo.Nopodíahacerleesoasuhermana.

Comprendió que la mejor solución que tenía para salir de aquelembrollo era esperar a que Miguel regresara y que él mismo fuese arecogerla.Confiabaenquehubiesedecididotomarelvuelodeesatarde,que llegaba sobre las ocho al aeropuerto deMálaga.Al no disponer deteléfonomóvil, que había dejado en la bolsa, ni recordar el número deMiguel,tendríaqueesperaraqueestellegaraalavillaparallamarle.Porsuerte, tuvo laprecaucióndememorizarlo esamañanapor si necesitabaponerseencontactoconlaasistenta.

Miróelrelojdepulsera.Eranlasseisymedia,loquesuponíatenerqueesperarunasdoshorasparallamarle.

Por lasmiradas de la gente que circulaba por el lugar, imaginó eldesastroso aspecto que debía presentar.La camisa se había secado, peroestabaarrugadayconrestosdesal.Ibadescalza,despeinadaynollevababolso.Porotraparte,suactitudpareceríasospechosa,vagandodeunlugaraotroconlacabezaagachadaymirandoasustadaasualrededor.

Sicontinuabadeesemodosoloconseguiríallamarmáslaatenciónyalguien acabaría reconociéndola; pero no podía refugiarse en un barporquetendríaqueconsumirynoteníadinero.Alfinaloptóporsentarseenunparqueysimularqueestabadescansando.

LevabaallíunbuenratocuandovioapareceralolejosaRyanCaine.Asustada, se apresuró a entrar en una tienda cercana y se dedicó acuriosearlosartículosmientrasvigilabaporlasventanaslosmovimientosdelhombre.Lovioirdeunladoparaotromirandoentodasdirecciones.

Enlamanollevabasubolsaabandonadaenlaplaya.Sealegródenollevardocumentaciónninadaquelaidentificaseyde

haberapagadoelteléfonomóvilcuandodecidióbañarse,deesemodonotendríaoportunidaddemirarsuscontactosyhaceralgunallamadaquelacomprometiera. Estaba segura de que era imposible localizarla por elcontenido de la bolsa y eso le tranquilizaba. Le extrañaría encontrar lapeluca,pero¿quéleimportabasinoleibaavolveraver?

CuandoRyan semarchó, ella volvió a esperar sentada en el bancocercanoalacabinatelefónicahastaque,pasadosunosminutosdelasochode la tarde, sedecidióa llamaraMiguelporcobro revertido.Rogóqueestenohubiesedecididoposponerelviajeparaeldíasiguiente,encuyocasosítendríaunauténticoproblema.

Suspiróaliviadacuando,trasunosminutosdeespera,oyólavozdeMiguelquecontestabaasullamada.

8

Cristina estaba muy arrepentida de su desafortunada hazaña ydesoladaporeldisgustoquehabíaocasionadoalbuenodeMiguel;yesoquenolehabíaconfesadotodolosucedido.

Cuando pocas horas antes llamó a la casa para pedirle desesperadaquefuesearecogerla,nopudoimaginarquesuinocentechiquilladaibaaenfurecerletanto.

Miguelcomenzóareprocharlesuprocederdesdeelprimerinstante,incluso levantando lavoz, algo inusual enunhombreque solía emplearsiempreuntonosuaveycomedido.Ellaledejóquedescargasesuenfadohastaquepudoexplicarledóndeseencontrabayenquésituación.Élllegóenpocosminutosyjuntosregresaronalavilla.

Durante todo el camino de vuelta tuvo que soportar su reprimendacomounaniñaalaquehabíanpilladohaciendounagravetravesura.Sinlugar a dudas, había sido una estupidez impropia de una mujer deveinticincoaños.Porello,estabadeacuerdocon todos los reprochesdeMiguel.Ellamismaselosestuvohaciendomientrasloesperaba,temiendoqueeltalCaineaparecieseencualquiermomentoparallevarlaarastrasalbarco.

Si hubiese sido Laura la autora de aquella extravagancia locomprendería; pero en ella, que siempre destacaba por su sensatez yprudencia, resultabaalgodisparatadoyquesolopodía justificarporunaenajenaciónmentaltransitoriafrutodesucontinuadoenclaustramiento.Sereprochaba la inmadurez que había demostrado al poner en peligro eltrabajo y, sobre todo, traicionar la confianza que tantoMiguel como suhermanahabíandepositadoenella.

Miguel estaba más preocupado por su seguridad que por losproblemasquehubieseoriginadodeserdescubierta.Aquellaeraunazonamuypopulosaen laquesedabancita todaclasedepersonas,muchasdeellaspocorecomendables,yenlaqueunajovenatractivacorríaungranpeligro;sinolvidarelriesgoañadidodequelahubiesenreconocido.

Cristina asumió en silencio el rapapolvo y se alegró de haberleocultado parte de lo ocurrido. La hinchazón ocasionada por el golpeestabaocultaentresuscabellosylapérdidadesuspertenenciaslajustificó

explicandoquehabíatenidoquesalircorriendoalveraunapersonaquele pareció conocida. Por suerte, Miguel no había reparado en el slipmasculinoquellevababajolacamisa,delocontrariolehabríaresultadomuydifícilinventarunahistoriaqueresultaracreíble.

Una vez en la villa, y más calmados por la seguridad que esta lesproporcionaba, Miguel le confesó el temor que había sentido al noencontrarlaallí,ymáscuandolaasistentaadmitiólosucedido,incluidasuparticipación. Estaba decidido a llamar a la policía cuando sonó elteléfonoyoyósuvoz.Enesemomentoexperimentótantaalegríaque,envezdetranquilizarla,reaccionódescargandosuansiedadenella.

Le rogó que comprendiese sus razones y le perdonase su bruscareacción. Cristina aceptó sus disculpas y le prometió no volver aarriesgarseenexcursionesdeningúntipo,anoserensucompañía.

—¿Cómo se encuentra mi hermana? —le preguntó mientrasdescansabandespuésdelacena.

—Bastantemejorada, pero continuaba con sus innumerables quejas.Los vendajes en el rostro se los quitarán en unos días. Entoncescomprobaremoselresultadodelaoperación;aunquecontinuaráhinchadoyamoratadovariosdíasmás.Encuantoalaescayoladelapierna,tendráque esperar unos quince días para que se la puedan retirar, por lo quepiensaaprovecharparasometersealaoperacióndeaumentodepecho.

—¿Ylasgestionesqueteníasquerealizarconlosamericanos?¿Todobien?

Porlainquietudquemostraba,aCristinalediolaimpresióndequehabíaalgúnproblema.Élselevantóysesirvióunacopa;algoinusualyaquenosolíabeber.

—¿Quéocurre,Miguel?—preguntóintranquila.—Sehapresentadounpequeñocontratiempo,Tina—dijodespuésde

apurarsucopadeuntrago.—¿De qué se trata? ¿Esmi hermana? ¿Ha surgido algún problema

conlaoperaciónquenomehascontado?—Debíadeseralgorelacionadocon Laura porque a su padre lo había llamado la tarde anterior y seencontrababien.

—No.Yatehedichoquetodovabieneneseaspecto.Elproblemaesdeotrotipoy…bastanteembarazoso.—Sesentóasuladoenelsofáylecogió una mano—. Verás, Tina; tu hermana me llamó porque leinformarondequeJasonDrake,eldirectornorteamericanoquedirigirála

película en la que está tan interesada en participar, tenía pensado visitarEspañayqueríaaprovecharpara realizar lapruebadecastingpendiente.Loriqueríaquehiciese lasgestionesoportunasparacerciorarmedequees cierto. Y, en efecto, parece ser que Drake va a estar muy ocupadodurantetodoelmesdeagostoypartedeseptiembrerodandoexterioresenlaRepúblicaChecayquieredejarresultoesetemaloantesposible.

—¿Pero no me dijiste que vosotros viajaríais a Estados Unidos afinalesdeagosto?—preguntóalarmada.

—Eso era lo previsto, pero Drake ha cambiado de planes. PiensapasarloquequedademesenEspañayquiereaprovecharparaconoceraLori y realizar la prueba aquí. De hecho, creo que llegaba hoymismo.Duranteunosdías sealojaráenelyatedeunamigoqueestáancladoenPuertoBanús.

—¿Yquépensáishacer?Porquemihermananoestáencondicionesdesometerseaesatarea,nisiquieradeentrevistarseconél.—Leapenabaquetodoslosesfuerzosquehabíarealizadoresultaseninútiles.

—Enefecto,ellanopodráhacerlo…—hizounapequeñapausaylamirócondecisión—,perotúsí.

Cristinaselevantódeunsaltoacausadelaimpresiónrecibida.—¿Cómo?¿Oshabéisvueltolocoslosdos?—Por supuesto que no vas a realizar esa prueba —se apresuró a

explicar Miguel—, aunque no creemos que sea tan desatinado que teentrevistesconél.YahasdemostradoquetedesenvuelvesmuybienenelpapeldeLoriMartel.

—¡No puedo creer lo que estoy oyendo!—exclamó. No dejaba depaseardeunladoparaotroconnerviosismo.

—Cálmate,porfavor.Cristinaseplantóanteélconelrostroencendidodefuria.—¿Que me calme? ¿Pero no os dais cuenta de que me pides un

imposible?Unacosaesiraunafiestallenadegenteenlaquehaymuchasposibilidades de pasar desapercibida o posar en la piscina para que tehagan fotos con teleobjetivo, y otra muy distinta entrevistarse con unapersonaque tevaaanalizaraconciencia.Nopodríaengañarlo.Debedehaber visto todas las películas de Laura y descubrirá de inmediato lasuplantación.

—No lo creo, Tina. Piensa que él solo la conoce por susinterpretaciones o por lo que haya leído en la prensa, lo que es una

ventaja. Además, la cámara suele cambiar bastante a las personas y laspequeñasdiferenciasnoseadvertirán.Ledisuadiremosdehacerlapruebaen esta ocasión y nos trasladaremos donde él nos indiquemás adelante,unavezquetuhermanapuedaencargarsedeello.Tútelimitarásaimitarlacomo has hecho hasta ahora,muy bien por cierto, y no tendrás ningúnproblema. Tampoco deberás hacer nada fuera de lo común aparte deintercambiaralgunaspalabras,tomarunacopa,puedequecenar…

—¿Acostarmeconéltambién?—saltórecelosaanteloquecreyóeraunaveladainsinuación.

—¡No, porDios!—se defendió él, ofendido por la suposición a laque Cristina había llegado—. Nunca te propondríamos que hicieses talcosa.

—PeronomenegarásqueesoesloqueLauraharíaenestasituación,ypuedequesealoqueélespera.

Migueldesviólamirada,molestoanteelcomentariodeCristina.Ledolíaaceptarque tenía razón.Laurahabíaconseguido lamayoríadesuscontratos utilizando esos medios e intentaría hacer lo mismo con estecuandoestuvieserestablecida,peseahaberafirmadoquepensabadaruncambioasucarreraprofesional.

—Tu hermana no va acostándose con todo el que se le pone pordelante—ladefendióaunsabiendoqueeraciertoloqueCristinainsinuaba—. Y en cuanto a Drake, tengo entendido que es un conquistadorinsaciableytienefamadeintimarconlasactricesqueintervienenensuspelículas. Se ha divorciado tres veces y todas ellas a causa de susinfidelidades, pero también es un gran profesional y nunca se le hanconocidoescándalosdeacosoosobornosacambiodefavoressexuales.No lo necesita, según parece. Creemos que, si él te hace algunaproposicióndeesetipoylarechazas,novaainsistirenellonieliminaraLoride la listadecandidatas,ymenossincomprobar susaptitudesparaesepapel.

—Estábien,supongamosquenotengaproblemasporeselado,peropiensa que yo no conozco nada del mundillo en el que mi hermana semueve. Me resultaría imposible conversar con él porque descubríaenseguidaquesoyunfraude.

—No debes temer nada. Lori nunca se ocupa de los problemastécnicos; es algo que deja ami cargo. Tendrás que estudiar un poco latrayectoria de este director y algunos temas más relacionados con la

industria del cine. Algo que te resultará fácil porque eres inteligente ytienesbuenamemoria.Loúnicoquedebeshaceresmostrartesimpáticaeinteresada en todo lo que diga y dejarme los detalles a mí. Yo estarésiempreatulado,apoyándoteyayudándoteenloquepuedasnecesitar,aligualquehehechohastaahora.ComoDrakenohablaniunapalabradecastellano,laconversaciónsedesarrollaráeninglés.Deesaforma,sihayalgoquenosabesonodeseasresponder,solotendrásquefingirquenolohas entendido.Recuerdaque el dominioqueLori tienede esa lengua esmenor que el tuyo, aunque está realizando grandes esfuerzos paramejorarlo. Es algo que deberías tener presente para no ponerla en unaprietoenelfuturo.

Por mucho que Miguel se esforzara en hacerle creer que era unatarea fácil, a Cristina le seguía pareciéndole un desatino. ¡Qué locura!Debió de haber perdido la razón cuando aceptó tomar parte en aqueltremendoembrollo.

—¿Y si se empeña en hacerme la prueba para el papel de todosmodos?

—Entonces simularemos una repentina enfermedad que te obliga aestarencamaduranteunosdías,oel tiemposuficienteparaqueél tengaquemarcharse.

Apesardequelosargumentoseranválidosdesdecualquierpuntodevista, Cristina consideraba que ya había llegado demasiado lejos y nodebíadarunpasomás.Elproblemaeraquenoteníavalorparadejarasuhermanaenlaestacadacuandomáslanecesitaba.

Comenzóapasearsenerviosaporlahabitación.Estabaasustadaantela inmensa responsabilidad que había recaído sobre ella y, al mismotiempo,sesentíaenlaobligacióndecumplirconsupromesa.Separóylomiró.

—¿Cuándoydóndesellevaríaacabolaentrevista?—preguntóconlaesperanzadequeesemomentoestuvieselejano.

—Un jequeárabedamañanauna fiesta en sumansiónyDrakeestáentre los invitados. Al enterarse de que te encuentras por la zona, hapedidoque asistasparaveros allí.Las invitacionesme llegaránmañana,segúnmehainformadosuayudante.

—¿Mañana? ¡No puedo estar lista en tan poco tiempo!—Su rostroempalidecióyensuvozsemezclabanlasorpresayeltemorquesentíaenesosmomentos.

—Sí, lo estarás. Te he preparado unos expedientes con lainformación que necesitas sobre Drake. Tienes tiempo suficiente paraestudiarlos. Por lo demás, has aprendido a comportarte como Lori y aimitarbastantebiensuvoz.Si te limitasasonreírycoquetearunpocoymedejasamíelpesodelaconversación,nodeberíansurgirproblemas.Esunadmiradordelasmujereshermosasytúloeres;nocreoquerepareennadamásdemomento.

Ellasellevólasmanosalrostroenungestodeimpotencia.Miguel,comprendiendo sus temores, se acercó a ella e intentó reconfortarlarodeándolaconsusbrazos.

—Notengasmiedo,porfavor;todosaldrábien.Acuéstateydescansa.Mañana lo verás de distintomodo y te convencerás de que el proyectotienegrandesposibilidades.

Cristina se despidió deMiguel con un leve beso en lamejilla y sedirigió a su habitación.En las próximas horas tendría que enfrentarse amuchasdificultadesynecesitabaestardescansada.

Al día siguiente, nadamás levantarse,Miguel entregó a Cristina lainformaciónsobre laviday trayectoriaprofesionaldeJasonDrakeparaquelaestudiasemientrastomabaelsolenlapiscina.Despuésdecomer,sereunió con él para repasar lo quehabía leídoy practicar algunas de lasfrases y actitudes favoritas de su hermana. A media tarde comenzó aprepararseparalafiesta.

AlhaberadquiridolasuficientemaestríaparamaquillarseypeinarsecomoLaura,nolellevódemasiadotiempohacerlo.Secolocóunasuñasdeporcelanay seenfundóun largoyajustadovestidonegroquedejabasus pechos casi al descubierto. Si el americano estaba pendiente de suescotenolamiraríademasiadoalacara,sedijo.

Hacía días que había perdido gran parte de la timidez que en unprincipio le provocabamostrar su cuerpo, por lo que ya no le suponíatantoesfuerzoponerseaquellosatrevidosatuendoporlosquesuhermanasentíapredilección.Ahoralosconsiderabaunrecursoeficazparadesviarlaatenciónydisimularlasdiferenciasqueexistíanentreambas.

Terminócalzándoseunasaltassandaliasparaequipararsealaalturade su hermana, que la superaba en unos centímetros, y se adornó convistosasjoyas;algoaloqueLauratambiéneramuyaficionada.Cuandosemiróalespejo,sonriósatisfecha.SeparecíatantoaLoriMartelquenadie

notaríaladiferencia.LomismopensóMiguelcuandolavioaparecer, loquelegeneróalgomásdeconfianzaensímisma.

Partieron de inmediato para la residencia del jeque árabe donde secelebraba la fiesta.Cristina intentabadisimular losnervios,peroMiguelnodejódeadvertirlo.

—Todosaldrábien,Tina.Yoestaréatuladoentodomomento—latranquilizó cuando aparcaron ante la puerta de la enormemansión, y lediounoscariñososgolpecitosenlamano.

Cristinaleagradecióelgesto.Colocóensurostrolasensualsonrisaquecaracterizabaasuhermanaysepreparóparaeldurísimoexamenquedebíasuperar.

Nada más abrir la puerta de la limusina, sintió los flashes de losfotógrafoscegándolaysusvocesformulandopreguntassincesar.Cristinase limitó a sonreír y, conMiguel cogiéndola del brazo, entraron en laresidencia. Siguieron al mayordomo hasta un enorme jardín en el queestaban reunidas un gran número de personas sentadas en las mesas odeambulando por él. En una esquina habían dispuesto el buffet ynumerosos camareros paseaban con bandejas llenas de copas. En otrazona una orquesta amenizaba la velada y, ante ella, varias personasbailabanalcompásdelamúsica.

Cristinasealegródequelafiestaestuviesetanconcurridaporquedeesa forma pasaríamás desapercibida. Pero ella no era consciente de suenormeatractivo,realzadoporelescotadovestido,ydelacuriosidadquedespertabalafamosaLoriMartel.

Tuvo que saludar al anfitrión, que se mostró muy interesado enconocerla desde que se enteró de su asistencia, y a muchos de losinvitados. Como siempre, contaba con la ayuda de Miguel, que no sedespegabadesuladoylaibaasesorandosobreloquedebíadecir.

Tras una larga búsqueda, divisaron a la persona que esperabanencontrar.Eldirectornorteamericanoestabasentadoenunamesajuntoaunabellamujer,yhaciaallísedirigieron.

JasonDrakeeraunhombremuyatractivo,alto,morenoyconunospenetrantesojosgrisesdemiradasagaz.Debíatenerpocomásdecuarentaañosyconservabaunaatléticafigura.Vestíadeformaimpecable,conunpantalónoscuroyunachaquetaclarasobrelacamisadelmismotono,queresaltabasubronceadorostro.Alverlesacercarse, se levantóy lecogióunamanoaCristinaparabesarleeldorso.

—Esunverdaderoplacerconocerlaenpersona, señoritaMartel.—Laardientemiradaqueposósobreellanodesmentíasuspalabras.

—Yo también estoy feliz de conocerle, señor Drake—saludó ella,empleandountoscoinglés.

—Hededecirlequeresultamuchomáshermosaalnaturalqueessuspelículas. Sin duda, la iluminación y el maquillaje no fueron los másacertados para resaltar su belleza; algo que tendremos que corregir sillegamosaunacuerdo.

—Es usted muy amable —respondió con seductora sonrisa—. Lepresentoamiagente,MiguelSalcedo.

Losdoshombressesaludarondeformacordial.Miguelsedisculpóanteelamericanoporlapocadesenvolturaquesurepresentadamostrabaconsuidioma,asegurándolequeestabahaciendograndesesfuerzosparamejorarlo.Tambiénleindicóquecualquiercosaquedesearacomunicarlealaactriz,élselotraduciríasinoeracapazdeentenderlo.

Tras el breve coloquio, se sentaron a la mesa y el director lespresentó a su acompañante. La mujer, Bárbara, resultó ser su últimaconquista.SetratabadeunavedettederevistadeciertafamaenLasVegas,a la que había conocido unas semanas antes y que pretendía llegar alestrellato a través de él. Esta, desde el primer momento, se dedicó aobservar a Cristina con ceñudo gesto, dándole a entender que no seatrevieraacazareneseterrenoporqueerasucotoprivado.

Cristina, siguiendo el consejo de Miguel, se limitó a sonreír ycoquetearconDrake;enfureciendoconelloaBárbara,quelamirabacadavezmáscolérica.Comprobóquesetratabadeunhombreencantadorquesabíahalagaraunamujer,deahísumerecidafamadeconquistador.

Jasonnodejó de elogiar su belleza y sus dotes de actriz, aparte demostrarseentodomomentocomounperfectocaballero.Lecomentóquehabía visto sus últimas películas y le parecía la persona idónea para elpapel,aunquedeberíasometersealapruebadeactoresantesdedecidirseafirmarelcontrato;todoellosinapartarlosojosdesuescoteyhaciendocasoomisodelvisibleenfadodesuacompañante,queintentabaportodoslosmediosllamarsuatención.

9

—¿Nomepresentasatuamiga,Jason?Cristinasesobresaltóalescucharaquellavozasuespaldaysegiró

despaciocon laesperanzadeestarequivocada.Nofueasí.Se tratabadelhombredelbarco,elquelahabíaatropelladoconlatabladewindsurfy,después,quisoretenerlaencontradesuvoluntad.Lamirabaconsonrisatraviesay ella comprendióque la había reconocidoy se divertía ante eldesconciertoquepresentaba.

—Notemolestes,loharéyomismo—rectificódeinmediato—.RyanCaineparaservirle,señoritaMartel.—Ylecogiólamano.

—En…encantada—logróbalbucirella,aturdidaporlaimpresión.—Hededecirlequeesmuchomásbellaalnaturalqueenlapantalla

—reconoció,aligualqueeldirectormomentosantes.Cristina se limitó a sonreír forzadamente e intentó retirar lamano

queélsostenía.Ryanacaricióconsuslargosdedoslaparteinternadesumuñeca y ella sintió un estremecimiento por la sensual caricia. Sonriósatisfechoantesureacción.

—Teníamuchas ganas de conocerla. Aunque, después de ver todassuspelículas, escomosinoshubiésemosencontradoenalgunaocasión.¿Nolepareceextraordinario?—Suvozysumiradachispeanterevelabanunasecretadiversión.

Cristinanosupoquédeciranteesaalusiónasuanteriorencuentroyprefiriósimularquenolohabíaentendido.VolviósurostrohaciaMiguel,queletradujoelcomentario.

RyancentrósuatenciónenMiguel.—¿Elnuevo…guardaespaldas?—preguntóentonoácido.—Soy Miguel Salcedo, agente artístico y consejero legal de la

señoritaMartel—le sorprendía lamanifiesta hostilidad que lemostrabaaquelsujetoalquenoconocíadenada,peroalquedebíadeferenciaporseramigodeDrake.

—¡Ah, el agente! Bien, entonces le dejaré que trate los detallestécnicosconJasonmientraslaseñoritaMartelyyonosservimosalgodecena—cogióaCristinadelbrazoycomenzóacaminarhacialamesadelbuffet, desoyendo las tímidas protestas de ella y las de Miguel, que se

empeñabaenacompañarlos.—Silencio, preciosa, o daremos un buen espectáculo enmedio del

jardín—leadvirtióenunsusurro.Cristina prefirió obedecer, convencida de que no tendría

inconvenienteencumplirsusamenazas.Seleveíamuyenfadado.Continuaronalejándosede laconcurridazonayseadentraronen la

partemásoscuraydesiertadel jardín.ÉlsedetuvojuntoalmuroquelocerrabaporeseladoehizoqueCristinaapoyaralaespalda,bloqueándolaconsucuerpo.

—Ahora,explícameporquétemarchasteayeranado,desoyendolosconsejosdelsanitarioyarriesgandotuvidadeformatanimprudente.

Cristina sintió un creciente temor, no solo por la indignación queadvertía en sus palabras, también por la extraña sensación que suproximidad le provocaba. Intentó serenar los acelerados latidos de sucorazónyseleenfrentó.Nopensabadejarseintimidarporaquelindividuoenningúnsentido.

—Yaledijequeteníamuchaprisaynopodíaquedarmemástiempo—seleencaróconbastanteaplomo.

Temía su reacción y los problemas que pudiera causar. Pese a queparecíacreerqueeraLoriMartel,noseríadifícilquellegaseaimaginaralgo raro al advertir los cambios que se habían producido en ella.TampocoleapetecíaquelemencionaseaMiguelsuanteriorencuentro.

—Esoyalosé,eimaginoquedebíatratarsedealgomuyimportantepara cometer esa estupidez. ¿De qué se trataba? ¿Tal vez un encuentroclandestinocontuúltimoamante?

Ellasesorprendióantelaconclusiónalaquehabíallegado,yquenoera difícil de deducir conociendo la fama de su hermana. Por una vez,agradeció a Laura el que fuese una devoradora de hombres. Una citaclandestina era la mejor solución para explicar su aventura de la tardeanterior.

—No pienso responder a sus impertinentes preguntas. No es de suincumbencia lo que haga o deje de hacer —se defendió—. Y ahora,suélteme,porfavor.Deboregresarconlosdemás.

Cristina intentó zafarsedel cercoque aquellosbrazosmantenían entornosuyoysoloconsiguióqueesteseestrecharamás.

—No,preciosa;aúnnoheterminadocontigo.—Suenfadoeracadavez más evidente—. Y, por supuesto, sí era de mi incumbencia porque

estabapreocupadoportusalud.Teestuvebuscandodurantehoras,¿sabes?Primero dando vueltas con la barca por si habías sufrido undesvanecimiento a causa del golpe y después por los alrededores, alcomprenderqueestabassinropaysindinero.Lleguéaacudiralapolicíapara comprobar si habían encontrado algún cuerpo en elmar o alguienhabíadenunciadoladesaparicióndeunamujerenlasúltimashoras.Estamañanaigual,hastaquerecordédóndehabíavistotucaraycomprendílarazón de que llevaras una peluca oscura en la bolsa. ¿Comprendes lapreocupación y los problemas que me has causado por tu insensatadecisióndemarchartesindespedirte?

Cristinasesintióavergonzada.Encircunstanciasnormalesnohabríaactuadodeesaforma.Elproblemaeraquenopodíadecirlelaverdadsindescubrirse.Tampocopodíaconfesarlequetemíaquefueraunpervertidoquequeríaaprovecharsedeella.

—Losiento,señorCaine.No imaginéque llegaríaaesosextremos.Yaleexpliquéqueeraunabuenanadadora,ycomomeencontrababien…

—Nointentesengañarme,guapa.Sabíasquemesentíaresponsabledeti e intentaría encontrarte, pero no querías que descubriera tu citaclandestina, ¿no es cierto? —seguía empeñado—. Y dime, ¿mereció lapenaelriesgoquecorristeoacabódecepcionándote?

Seacercómásaella,loqueobligóaCristinaapegarsealapared.—Levuelvoarepetirquenoesdesuincumbencia—contestóirritada

y haciendo grandes esfuerzos por apartarlo ymarcharse de allí. Estabamáspreocupadapor lasextrañassensacionesqueél le suscitabaqueportemorasuspalabras.

Ryan emitió una risita ahogada y acercó su rostro al de ella paramirarelbrillodesusojos,queloatraíancomounimán.Aquellacriaturaeraembriagadora.Olvidadasuinicialindignaciónporloocurridoeldíaanterior, estaba hechizado por su tentador cuerpo y no pensaba dejarlamarchar antes de haber degustado sus encantos, como llevaba deseandodesde el primer momento que la vio. Según tenía entendido, ella nopondríaningúnreparoenacabarproporcionándoleloquedeseabaapesardesureticencia.

Conocía las historias sobre la generosidad con la que repartía susfavoresadirectoresoproductoresdesuspelículas.Cuandoseenteródeesedespreciablemododeobtenerbeneficiososcontratos,sintiórepulsiónpeseasuinnegableatractivoyseopusoaqueJasonvaloraraelincluirla

ensupróximapelícula,queélfinanciaríaenpartealigualquehabíahechoconotras.

No le gustaban los actores que comerciaban con algo más que sutalento para conseguir una oportunidad y consideraba que ese tipo depublicidad era negativa para cualquier producción que se preciara deseria. Con todo, su amigo acabó convenciéndolo de lo estupenda actrizqueeraydequesufamanoleperjudicaríaenEstadosUnidos,dondeeraunadesconocida,ysílesbeneficiaríaenlospaísesiberoamericanosdondeseproyectabanconéxitosuspelículasygozabademuchaaudiencia.Peroeso fue antes de conocerla. Ahora, bajo el hechizo de su irresistibleatractivo, no estaba dispuesto a que sus reparos morales le impidiesendisfrutardeella.

Cuandolasubióalbarcotraselaccidente,leresultófamiliar,peronola reconoció; claro que en esa ocasión ella mostraba una imagen muydiferente de la que aparecía en sus películas. Cuando recordó dónde lahabíavisto,comenzóacomprendermuchascosas,comoelhechodequellevase una peluca en la bolsa. Aún continuaba intrigándole el diferentecolordeojosyeltamañodelospechos.

Habría jurado que eran naturales aquellos senos que contempló latardeanterioryquepoblabandesdeentoncessussueños.Elcirujanohabíarealizadoungrantrabajoyaqueresultabamuydifícildescubrirasimplevistalosimplantesdesiliconaquellevaba.Jasonestaríaencantadoconlainiciativade laactriz.Ya lehabíacomentadoquepensabasugerirlealgosobre el tema. El personaje que le tocaba interpretar, si acababaasignándoleelpapel,pedíaunosatributosmásvoluminososque losquemostrabaentodassuspelículas.

Suamigoeramuyestrictoenesostemasynopermitíadoblesenlasescenasdedesnudo,algoquelosactoresyactricesdebíanaceptardesdeelprimermomentosideseabantrabajarasusórdenes.Aél lepareciómuyseductora sin necesidad de recurrir a la cirugía; pero, en vista de lossatisfactoriosresultados,sealegrabadequehubiesetomadaesadecisión.

Loquenoaprobabaeraelcambiodelcolordelosojos.Élpreferíalos bonitos iris verdes con reflejos dorados que lo habían mirado confuriaaaquellas insípidaspupilasazulvioláceoquemostrabaenpúblico.¿Por qué camuflaba uno de susmayores encantos? ¿Y por qué tenía sucabellodeaquelrubioestridentecuandosuimagenganaríaconsunaturalcoloroscuro?Aveceslasmujereseranincomprensiblesylasactricesaún

más,sedijoconvencido.—Imaginoquetunuevoamigonoquierequelorelacionencontigo.

¿Otro marido descontento? No temas, no lo divulgaré. Sé guardar unsecreto,enespecialsimeofrecenalgoagradableacambio—lesusurróaescasoscentímetrosdesurostro.

Cristinareaccionóanteelcalorqueemanabadelcuerpotancercadelsuyo. Su respiración se aceleró y una creciente excitación comenzó aextenderseporsuinterior.

—Debo regresar. —Intentó dotar a su voz de un tono enérgico yofendidocon la esperanzadeque él accediera.Resultabamuypeligrosoesetorbellinodeemocionesqueexperimentababajosuencendidamirada.

Ryanignorósuspalabras.Leretiróconsusmanosellargoflequilloy la observó a la brillante luz de la luna que iluminaba aquel apartadorincón.

—¡Eres tanbella!Nodeberíaspermitirqueelcabello teocultaseelrostro.—Comenzóabesarleelcuellomientrasdeslizabalasmanosporsucuerpoenexpertascaricias.

Cristina se dejaba hacer, con su voluntad anulada, sin oponerresistencia.Sabíaloquepretendíaydeberíaevitarlo,peronoteníafuerzasparahacerlo…onolodeseaba.

Se asombraba de que su cuerpo no hubiese reaccionado ante estecontacto con repulsión y miedo, al igual que le sucedió en ocasionesanteriores.Percibíasuardienterespiraciónenelcuelloyladurezadesumasculinidadenelvientrey,envezdeasquearla, leexcitabacomonadaantes lo había hecho. ¿Y esa urgente necesidad que iba creciendo en suinterior?Nopodíacreerloqueleestabasucediendo;¡lodeseaba!

Ryanbajó los tirantesdesuvestidoydejósussenosaldescubierto.Losmasajeócondelicadezahastaquelospezonessepusieronrígidos.

—Nonecesitabas rellenar estapartede tu cuerpo, preciosa.Aunquehedereconocerquehasidounacierto.

Cristinanocomprendióaqué se refería; estabademasiadoocupadaasimilandolassensacionesqueleprovocabansuscaricias.

—No…nodeberíahacereso—leabochornabasentirsetanexpuesta,peronohizonadaparaimpedírselo.

Éllasilencióponiéndoleundedoenloslabios.—Ssss…Debo,quieroyvoyahacerlo.Admiteque túno lodeseas

también—susurrójuntoasuoído.

El agónico gemido de Cristina, cuando él le lamió el lóbulo de laoreja,fuerespuestasuficienteparaRyan.Emitióunaleverisitaycontinuóexplorando su cuello, confirmando su estado de excitación en lasaceleradas palpitaciones del pulso. Eso le agradó y, con un gruñido desatisfacción,letomólabocaenunbesoapasionado.

Cristinaestabasorprendidadesupropiareacciónantelascariciasdeaquel hombre. Ya no le valía la excusa de que debía permitírselo portemoraqueladescubriese.Siloestabahaciendoeraporquelodeseaba.

Tendría que rechazarle y no responder con ese entusiasmo, peroestaba tan fascinada que apenas advertía lo que le estaba haciendo. Solopodía sentir; sentir subocadevorando la suya, unasveces suaveyotrascasi con violencia, sentir sus manos abrasando su piel, acariciantes,incitadoras,sentirsuprominentevirilidadpresionandoentresuspiernas,queellaabríadeformanaturalparaqueelcontactofuesemásíntimo…

EldominioqueRyanejercíasobreellaeratanaplastanteque,aunquehubiese deseado negarse, no estaba segura de haberlo conseguido. Susexpertascariciasladebilitabandetalformaquehabríacaídoalsuelosiélnolatuvieseaprisionadaentresucuerpoylapared.Ytodoellosindejardegemirporlosestragosqueaquelladulcebocaprovocabaensucorduraylashábilesmanosensusinflamadossentidos.

Nolopudoevitaryseasióaélcomosiconellosalvarasuvida.Alzólosbrazosylosenroscóensucuello,acariciandosuespesamatadesuavecabello al tiempo que se pegabamás a su cuerpo, acompasándolo a lossensualesmovimientosdelascaderasmasculinas.

Ryan emitió un gruñido ante la apasionada respuesta de ella y,bajando la boca hasta sus senos, comenzó a lamer y mordisquear losexcitadospezones.Susmanossevolvieronmásosadasybajaronhastasusnalgas,apretandoypellizcando los firmesmúsculosdeaquellazona.Lelevantóunapiernaylaenroscóensucintura,presionandosuinglecontraelpubisfemenino.

Cristina,dominadaporunansiaquenoatinabaacontrolar,leagarróelpeloylevantósucabezaparabesarleconvoracidad.Estabasorprendidadesuosadía,peroera tal eldeseoquesentíaenaquellosmomentosquesololefaltabarogarlequenotardaraniunminutomásenposeerla.Noleimportabaellugarenelquesehallabanniqueellanofueselapersonaala que deseaba; solo sabía que le necesitaba para satisfacer el dolorosoardorquesehabíadesatadoensuinterior.

Ryan, consciente de los sentimientos que la dominaban, idénticos alos suyos, le levantó la falda y rasgo de un fuerte tirón la fina prendainterior,acariciandocondestrezalazonaqueestaprotegía.

Ella,seducidaporcompleto,ledejóhacermientrasoleadasdeplacerleprovocaban incontrolados temblores;hastaqueél comprendióquenopodríasoportarmásaquellatorturaytomósubocaconsalvajedesvaríointentando al mismo tiempo desabrocharse el pantalón para liberar sucongestionadomiembro.

10

—¿Lori?Ryan ahogó un gemido de frustración y maldijo entre dientes.

Cristina, por su parte, emitió un débil grito de sorpresa al reconocer lavozdeMiguelquelallamaba.

—Marchémonos de esta estúpida fiesta—dijo Ryan. La agarró delbrazoyseencaminóhacialasalidaevitandolaszonasmásconcurridas.

Cristina le siguió con docilidad, confusa por los momentos deturbaciónvividos.Perolossonidosdelacercanareuniónladevolvieronalarealidadysepercatódetodolosucedido.¡Casisehabíaentregadoaunhombrealqueapenasconocíaycontraelmurodeunjardín!Ylopeoreraque no lo había evitado una repentina recuperación de la lucidez o delsentidodelamoral,sinolaoportunavozdeMiguel.

Cristinasedetuvoe intentósoltarsubrazode lamanodeRyan.Noibaapermitirqueesedesconocido lehicieseelamorpormuchoque lodeseara. Ella no era una desvergonzada como su hermana. Había sidoeducadaenunasrígidasnormasdeconductay,aunqueestabaobligadaainterpretar un papel, no lo haría hasta ese punto. Además, no podíamarcharse sin una explicación; Miguel se preocuparía por su ausenciadespuésdehaberlavistomarcharseconCainedeaquelmodo.

—Novoyairconusted.—¡Qué!—exclamóRyan, intentando contener los esfuerzos de ella

porsoltarse.—Loquehaoído:nopiensoiraningúnlugarporahoraymenoscon

usted—repitiócondecisión.Ryan no podía creer lo que estaba oyendo. La miró con los ojos

entornadosyunbrillodefiereza.—¿Pretendes insinuar que no vamos a terminar lo que hemos

iniciado?—Esoesloqueacabodedecir.—¿Ycuáleslarazóndeestasúbitafrialdad,preciosa?Porquenome

negarásquehaceunosminutosestabasmásquedispuestaaquetetirasealsueloyteposeyeseallímismo.Solotehafaltadopedirlo.—Lasarcásticacarcajadaquesiguióasuspalabrasfueaúnmáshumillante.

—Noescierto,yo…—¿Que no es cierto? Tú tenías tantas ganas como yo, encanto. ¿O

quiereshacermecreerquetodostusgemidosysuspiroseranfingidos?Sinopensabasterminar,nodebisteempezarlo—laacusólevantandolavoz.

Cristina se alarmó. Temía llamar la atención de los concurrentes yprovocarunescándalo;algoquedebíaevitaratodacosta.Tampocoibaamarcharse con él porque ella no era como su hermana, una mujeracostumbradaaesetipodeaventuras.Peseatodo,comprendíaquellevabarazón:habíasidounerroralentarsusexpectativas.

Debiócortarderaízcualquierinsinuaciónporsuparte,peroRyanlaatraía de una forma irresistible. Había comenzado a desearlo desde elmismomomentoenqueloconoció.Cuandosedespertótraselaccidenteylovioanteella,pensóqueeraelhombremásatractivoquehabíaconocidoensuvida.Surostrodevaronilesrasgos,susojososcurosdeinquietantemirada, su impresionante altura… Todo él le pareció magnífico y surecuerdo la había estado persiguiendo desde entonces. Por esa razón nohabía podido resistirse a su arrolladora masculinidad momentos antes;peroahoranoestabaentre ladulzona fraganciade los jazminesydebíarazonardeformacoherente.

En ese momento apareció Miguel ante ellos y Cristina respiróaliviada.

—Lori, llevounratobuscándote—leexplicó;ypreocupadoante laagitación de ella y el gesto contrariado de Caine, preguntó—: ¿Tienesalgúnproblema,querida?

—No,yo…—comenzóadecir.—Laseñoritayyoestábamosapuntodemarcharnoshaciaunlugar

menosbullicioso.Tenemoscosasqueresolverenprivado—tercióRyansinsoltarelbrazodeCristina.Miguellamiróconsorpresa.

—¿Esesocierto,Lori?ACristinalaconsumíalaincertidumbre.Sabíaquenodebíaalejarse

de laproteccióndeMiguel, pero almismo tiempo teníaque impedir unenfrentamientoentreellos.Miróaambos.RyanteníaunaactitudbelicosaquedabaaentendersusintencionesyMiguel,conscientedeellas,parecíadecididoanodejarqueellasemarchaseconelamericano.

LaoportunallegadadeJasonDrakesalvólaembarazosasituación.—Al fin la encuentro, Lori. Ryan es un desconsiderado por

monopolizarla de esta manera —dijo de forma relajada al advertir la

tensión reinanteentre los tres.YdirigiéndoseaCaine—:Debespermitirquedescubrapormímismo losencantosde laseñoritaMartel.Yasabesque no me dejo guiar por la opinión de los demás en temas tanimportantesparamí.

EltonodevozempleadohizocomprenderaRyanquesuactituderainapropiadaylasoltó.

—¿Bailamos,querida?—pidióaCristinaconlaintencióndealejarladesuamigo.

Lacogiódelbrazosinesperarunarespuestaycaminóhacialapistadebaile.Alllegar,laenlazóporlacinturaylahizogirarconmaestríaalson de lamúsica. Esa era otra de sus habilidades de seductor que debíaañadiralalista,pensóCristina.

—Mehacomentadotuagentequeoshasorprendidomuchomivisita—comentóJasonconlaesperanzadequeellaleentendiera.

—Escierto,señorDrake…—Jason,porfavor—lainterrumpióconunadeslumbrantesonrisa.—Escierto,Jason.Noesperábamosvertehastadentrodeunmesen

LosÁngeles,comoestabaprevisto—respondióCristina,esforzándoseenpronunciardeformaincorrecta.

—Confíoenquenotehayasupuestouninconvenienteinterrumpirlasvacaciones.

—Al contrario, ya empezaba a aburrirme de tanta inactividad —comentóimitandoelacentoafectadodesuhermana.

—Mealegrodeelloporquedesearíadejarconcluidoeltemaantesdemarcharme a Praga a principios del mes próximo. —Ante el gesto deextrañeza de ella, añadió—: Me refiero a la prueba pendiente, querida.Tendremosqueadelantarla.

Cristinadisimulóelsobresaltoquesintióanteesaspalabrasyquisoeludireltema.

—Esos asuntos deberá tratarlos con Miguel. Él se encarga degestionarmiagenda.

—Asíloharé.Yahora,dejemosdehablardenegociosydisfrutemosdelavelada,¿teparece?

Cristinaasintióyéllaestrechóunpocomás.Jasonestabaintrigadoysorprendidoconellaporvariosmotivos.En

primerlugar,dabalaimpresióndeserunapersonadiferentealaatrevidaycaprichosaactrizquelehabíandescrito.Estaparecíaunajovenjuiciosa

yamableconlaquesellevaríademaravilla.Nosoportabaalasdivas,oalas que pretendían serlo. También le agradaba que se defendiese consoltura en su idioma a pesar de que su agente insistía en que le faltabafluidez.

Con todo, lo que le había dejado perplejo eran aquellos generosossenosqueahoraseaplastabancontrasupecho.Nohabíapodidodejardeadmirarlosdesdeelmomentoenelqueaparecióporelderrocheconelquelosmostraba.Confiabaenqueellahubiesedecididoagrandarlosynoque se tratase de una ilusión óptica fruto de alguno de esosmilagrosossujetadoresqueestabandemoda.

Cristinamiróhacia lamesaquehabíanocupadoconanterioridadyvioaMiguelcongestodepreocupación.SentadajuntoaélestabaBárbara,que le lanzabamiradas asesinas.Aquienno logródescubrirporningúnladofueaRyan.

Respiró algomás tranquila al imaginar que, cansadode esperar, sehabía marchado. Con un poco de suerte, no lo volvería a ver. Que esepensamientoleprovocaraunenormedesconsueloeraalgoquesenegabaaadmitir.

Acabada la pieza, regresaron a la mesa. Cristina se disculpó y seausentó.Deseabaestarunosmomentosasolasparareflexionarsobrelosúltimosacontecimientosyponerordenensusalteradossentidos.

Sedirigióal interiordelaviviendayentróenunodelosbaños.Serefrescólacarayretocóelmaquillaje.Unavezcalmada,saliódispuestaarepresentarsupapellomejorposibleduranteunratomás.

Ibaensimismadaensuspensamientoscuandotropezóconuncuerpoaltoyfuerte.Musitóundescuidado«perdone»yquisocontinuar;nopudoporquedos fuertesbrazos se lo impidieron.Levantó la cabeza alarmadaparaencontrarseconaqueltemidoyatractivorostro.

—Holadenuevo,preciosa—seburlóRyan,manteniéndolapegadaasu cuerpo—. ¿Has cumplido con todos tus compromisos profesionales?¿Podemosmarcharnosya?

Cristina abrió los ojos con asombro. Aquel hombre eraverdaderamente persistente. Miró temerosa a su alrededor. Por suerte,estabanenunrincónpocotransitadoyprotegidoporunagruesacolumna;nadielosveíadesdeelexterior.TampocoMiguel,alquenecesitabaparaque la librase deCaine y también de ellamisma.El deseo comenzaba anacer en su interior con el simple contacto de su cuerpo y el brillo

apasionadodesusojos.—¿Nocontestas?¿Tienesotrocompromiso?—preguntóRyananteel

mutismo de ella—. Te prometo que no te arrepentirás si decidesacompañarme.Teharégozarcomonuncadurantemuchas,muchashoras—le susurró con aquella grave y sensual voz que tenía el poder dealetargarsussentidos.

Cristina se sintió arder ante aquellas palabras y la promesa queencerraban. Un alarmante abandono la invadió y pensó que seríamaravilloso compartir momentos de pasión con aquel hombre, que leprovocabasensacionesdesconocidashastaahora,ydescubrirporprimeravezelplacersexualensusbrazos.

Porsusilencio,Ryaninterpretóqueestabadeacuerdoylaapretóconmayor fuerza. Buscó su boca y la unió a la suya en un beso suave ycargadodepromesas.

Cristina se dejó llevar por la maravilla del momento. No queríapensar,solosentir.

—Vámonos, princesa. No perdamos más tiempo en este malditolugar—leurgióélconvozenronquecidaporlapasión.

Ante estas palabras,Cristina pareció salir de un sueñoy reaccionó.Nodebíairconélpormuchasrazones,ymenosparaloquepretendía.Yasehabíarepetidoalgunasdeesasrazonesyahorateníaqueañadirotranomenosimportante:sufaltadesolturaentemassexuales,queélnodejaríadeadvertiryqueleharíasospecharquenosetratabadelaverdaderaLoriMartel.

Sienalgoseconsideraba incapazde imitara suhermanaeraensugranexperienciaconloshombres,quehabíasidoaireadahastalasaciedadporellamismayporgranpartedesusamantes.Elquehubiesedejadodeservirgenporunadesafortunadacasualidadnoqueríadecirquefueseunamaestraenesostemas;yLaurasíloera.

Cristinasetensóydijocontonoresuelto:—Losientomucho.Notengointencióndeabandonarlafiestaaún;y,

cuandolohaga,seráparairacasaencompañíademiagente.Ryanlamiróindignado.—¿Asíqueesas tenemos?Vuelvesaabandonarteenmisbrazos,me

calientasporsegundavezenpocosminutosyahorapretendeslargartecontuamanteparaqueélseocupedesatisfacerte.Dime,¿esesatuformadeactuar o es que tienes algún problema conmigo? Porque me han

comentado que no sueles negarte a compartir cama con quien te parecemásrentable.YsiestáspensandoenreservarteparaJason,teadviertoquevasatenerproblemasparadeshacertedesuacompañante.Esamujerestádecididaaatraparloynocreoquetepermitaningúntipodeacercamiento,porloquenotendráslaoportunidaddeempleartussuciostrucosconél.Yoestoydisponibley,encalidaddecoproductordelapelícula,notendríainconvenienteenrecomendartealahoradetomarunadecisión.

Esaspalabras ladesconcertaron.Nadie lehabíaadvertidoqueCaineeraunodelosproductoresdelapelículayqueteníapoderparainfluirenlaadjudicacióndelcontrato.Noeraaconsejabledesairarledeesaforma,sobre todoporquesuhermananohabríaesperadoaqueél lehiciera talproposición.

Seencontrabaenungranaprietoynosabíacómosalirdeél.Teníaqueinventarunaexcusacreíbleparaevitarloy,almismotiempo,noherirsuorgullomasculino.¡SialmenosestuvieseMiguelallíparaayudarla!

Lamencióndelagentedesuhermanalediounaidea.—Siento haberle dado la impresión de que estaba dispuesta a

corresponderasus…proposiciones.Ysí,esciertoqueenotrotiemponodudé en emplear los métodos a los que usted alude con tan pocadelicadeza,perotodoesohaacabado.Meheenamoradoypiensoserlefielamiprometido—confesóconfingidatranquilidad.

—¿Sí?¿Yquiéneselafortunado?—preguntóélsuspicaz.—Miguel, mi agente artístico. No hemos decidido aún publicar

nuestro compromiso y le agradecería que usted tampoco lo divulgase.Tenemospactadalaexclusivaconunarevista.

Ryan continuó mirándola. ¿Qué clase de mujer era aquella queafirmabaestarenamoradadeunhombreyseentregabaa lascariciasdeotro? ¿Cómo era tan insensible, tan despiadada? No debería extrañarlepues conocía su fama, pero se había dejado engañar por su aparenteinocencia. ¡Si incluso llegó a sonrojarse al descubrir su desnudez laprimeravezquesevieron!Eraunagranactrizsinduda.

Y,siestabacomprometidaypretendíaserle fielasufuturomarido,¿conquiénsehabíacitadolatardeanterior?Noibaaconvencerledeeseamor que decía sentir por su representante. Su comportamiento no separecía en nada al de unamujer enamorada; aunque, en realidad, él nohabíavistoaningunahastaahora.

—¿Demanera que estás enamorada de él? Bien, en ese caso no es

cuestióndeseguirinsistiendoconlomismo,¿noteparece?—suvozsonómordaz—. Permíteme que te felicite y te desee un futuro feliz. Esperohacerlotambiénconelnovioantesdequeacabelavelada.

—Gracias; es usted muy amable. Ahora, he de volver con miprometido.Debedeestarbuscándome.

Cristinasemarchóconrapidez.TeníaquehablarconMiguelantesdeque Caine cumpliera su promesa y lo felicitara por su supuesto futuromatrimonio.

11

CristinasesentíaaliviadadehaberselibradoalfindelapersecucióndeRyan,perohabíacreadounnuevoproblemaalafirmarqueMiguelerasuprometido.

AlsaliraljardínloviosentadoenlamesaencompañíadeJasonysuamiga.SeacercóaellosycogiólamanodeMiguel,tirandodeellaparaqueselevantase.

—¿Vamosabailar,cariño?—pidióconsutonomástiernoyseductor—.Nohemostenidolaoportunidaddehacerloentodalanoche.

Miguel obedeció sin comprender a qué se debía ese extrañocomportamiento.

—Porsupuesto,Lori.Sabesquetusdeseossonórdenesparamí.—Laenlazóporeltalledirigiéndoseamboshacialapistadebaile.

—¿Quéocurre,Tina?—lepreguntócuandoestuvieronlejosdeoídoscuriosos.

Cristina se acercó más a él y le rodeó el cuello con sus brazos,pegandolamejillaasurostroenunreveladorgestodeintimidad.

—¿SabíasqueRyanCaineescoproductordelapelícula?—Sí, me lo acaba de comentar Drake. —A él tampoco le había

agradado el asunto y lo demostraba su gesto de fastidio—. Son viejosamigos y han participado juntos en varios proyectos. ¿Cómo te hasenteradotú?

—Me lo ha confesado él mismo cuando ha intentado que… —ACristinalecostabaexpresarloqueRyanlehabíapropuesto,talvezporqueno quería reconocer que deseabamarcharse con él. Suspiró y continuóhablando—. Imaginarás lo que pretendía. Parece ser que la fama demihermanahasaltadoelcharcoyleprecededondequieraquevaya.

—Siento que hayas tenido que escuchar esas proposiciones. Nuncafue nuestra intención que te vieras involucrada en situaciones parecidas.Tu hermana te quieremucho y no te expondría a ese riesgo de haberlosabido. —Estaba furioso al imaginar la desagradable experiencia quehabíatenidoquesoportar.

—Losé,Miguel,ynoosculpo.Soyconscientedeque lascosas sehan complicado más de lo que imaginábamos, pero creo que he

encontradounasoluciónaceptableparaevitarfuturasinsinuacionesyque,almismotiempo,noseveaperjudicadalarelaciónconlosamericanos.

Éllamiróperplejo.—Explícate, por favor. —No se le ocurría ninguna solución que

justificaraese radicalcambiodecomportamientoen laactriz.Aunque ledolierareconocerlo,deencontrarseallílaauténticaLoriMartelyaestaríaenlacamaconelproductoroeldirectordelapelícula.

—Le he confesado que estoy enamorada de ti y que pensamoscasarnosenbreve.

—¿Qué?¿Enamoradademí?—dejódebailarylamiróconauténticoasombro.

Cristina volvió a cercarlo con los brazos, intentando disimular sureacción,ylediounlevebesoenloslabios.HabíadescubiertoqueRyanlos observaba y quería convencerle de lo enamorada que estaba de suagenteartístico.

—Porfavor,intentacomportartecomosiloestuviésemos.Élnonosquitaojodeencima.Talveznomehacreído.

—No creo que sea la mejor forma de resolver este problema. Aligualqueél,loadvertirátodoelmundoyenlospróximosdíasapareceráenlaprensalanoticiadequeLoriMartelysuagenteestabanbailandoenactituddemasiadocariñosaparatratarsedeunarelaciónprofesional.Atuhermananolevaagustarnadalanoticia,teloaseguro.

—Pues tendrá que aguantarse o que no me hubiese pedido que laayudara;además,fueloúnicoquesemeocurrióenesemomento,cuandometeníaacorraladaenelpasilloy…—Calló,ruborizada.

Cristina no podía borrar de su memoria las imágenes de los dostórridosencuentrosconRyanesanoche,principalmenteelocurridoeneloscurorincóndeljardín.Serepusoconesfuerzoycontinuóexplicándolelosucedido.

—He intentado no desairarle para no poner en peligro el contratopara la película. De todas formas, no veo ningún problema en lo queacabodeproponer.CuandoLaurasereincorporealavidaactivaloúnicoque tiene que hacer es desmentir los rumores o afirmar que todo haacabado.

Miguel imaginaba la reacción de Lori cuando se enterase de lasituación. La conocía bien y nunca admitiría de buen grado que larelacionasensentimentalmenteconuntipocomoél.Seríaperjudicialpara

sureputación,diría.—Estábien;lasituaciónnosepuedecambiar—terció—.Tampocoes

una mala idea. Como bien dices, de ese modo se evitarán futuroscompromisosyjustificaremoselretirodeestosdíasylaescasaasistenciaaeventossociales.Todospensaránqueestamosviviendounaapasionadahistoriadeamorquenecesitaintimidad.

Miguel sonrió con amargura al percatarse de lo irónico de lasituación. Él, que estaba enamorado de Lori, tenía que representar unacomediaconsusustitutacuandoloquedeseabamásquenadaenelmundoeravivirelromanceconlaverdadera.

Cristinasedabacuentadeldolorqueaquellolesuponíaysintióunagranpena.Dehaberencontradootrasolución,nohabríarecurridoaunataninjustaparaél.Esperabaquenoleguardaserencorporhaberlometidoenaquelembrollo.Otracuestiónerasuhermana.Montaríaencólera,perotendría que resignarse si deseaba continuar con la farsa ideada por ellamisma.

Estuvieron bailando durante algunos minutos. Cristina vio a Ryanintercambiar unas palabras con Drake y marcharse a continuación.Volvieron entonces a la mesa para queMiguel ultimase con el directoralgunosdetallespendientesyretirarseellostambién.

Lanochehabíaresultadolargayextenuante.Cristinaestabaagotadaen todos los sentidos y deseaba regresar a la villa para recuperar suidentidadyponerenordensuscontradictoriossentimientos.

Como Drake también se disponía a abandonar la fiesta en esemomento, los convocó al día siguiente en el yate donde se alojaba paracontinuar conversando y tener la oportunidad de conocerse un pocomejor.Trasdarleselnombreysituacióndelbarco,semarchóseguidoporunaencolerizadaBárbara,quenointentabadisimularsuhostilidadhacialaactriz española que había encandilado al hombre con el que pretendíacasarse.

—CreoqueserámejorcontarleaDrakenuestrosupuestoidiliooteverásexpuestaalamismasituaciónqueconCaine.Noshaquedadoclaroatodosquelehascausadounagratísimaimpresión—sugirióMiguel,queobservabaalapareja.

Cristinapensóqueno le resultaríanadadifícil frenarcualquier tipodeinsinuaciónporpartedeldirector.Élnoleprovocabaesastumultuosassensacionesnianulabasuvoluntadcomolesucedíaconsuamigo,alque

esperabanovolveraver.—Nocreoqueesolehicieradesistirniacostadeprovocarlairade

esatigresaquetieneporamiguita—dijoCristina,alrecordarlainsinuantemiradacon laque sedespidióde ella—.Sientoquemihermananoestéaquí;disfrutaríadelolindoconlasituación.—Sonrióconmalicia.

—Ylahabríafomentadocongusto,nolodudes—añadióMiguelenelmismotono.

Ambosrieron.Porsuerte,sedijoCristina,lasituaciónparecíaestarresolviéndosemuchomejordeloqueellacreyóenunprincipio.Esperabaque en la próxima entrevista con Drake se solucionaran todas lascuestiones pendientes y pudiera volver a la tranquilidad que disfrutabaentrelosprotegidosmurosdelavilla.

Elcaminodevueltafuetenso.AMiguelseleveíapreocupadoyellaestaba perturbada por los recientes acontecimientos. También se sentíaculpable por no haberle revelado a Miguel su anterior encuentro conRyan; pero decidió ahorrarle otra preocupación porque creía que novolveríanaverle.

Cuandollegaronalavilla,Cristinasedirigióasuhabitaciónconlaintencióndeacostarsedeinmediato;necesitabadescansarparaafrontarenlasmejores condiciones posibles la dura jornada que le esperaba al díasiguiente.Sinembargo,lecostóquedarsedormida.Nolograbaolvidarloocurridohorasantesni seexplicabacómo fuecapazde respondera suscariciasdeesaformatanapasionada.

Cuando logró quedarse dormida, su sueño estuvo plagado deturbadoras imágenes eróticas en las que un hombre alto y atractivo decabello oscuro y brillantes ojos castaños le hacía el amor de formainsaciable, y al que ella respondía con idéntico ardor. Se despertóempapadaensudoryconlarespiraciónagitada;después,lecostómuchovolverseadormir.

Alamañanasiguiente,oscurasojerascercabanlosojosdeCristinaysupiel aparecíapálidaydemacrada.Miguel sealarmóalver suaspectodemacrado y supuso que se debía al temor que le causaba la inminenteentrevistaconDrake.

—Notepreocupestanto;lopeoryahapasado—intentóanimarla—.Tevioayerynocreoqueadvirtieranadasospechoso.Tedesenvolvistedeforma magistral y él quedó encantado contigo. Hoy será algo similar.

Apenas estaremos allí el tiempo necesario para programar todo lorelativoalcasting,quepor supuestonoharás,y luegopretextaremosuncompromiso previo y nosmarcharemos lo antes posible. Como partiráparaMallorcaesamismatarde,segúnmecomentó,notendrásocasióndevolveraencontrarteconél.Tampocohabránecesidaddeasistiraningunafiestamás.Pasaremoselrestodelmesdescansandoenlavilla.

Cristina se alegró de que Miguel no imaginase los verdaderosmotivosdesudesasosiego.

—Séquesoyunatontaporpreocuparmetanto.Reconozcoquetodoestásaliendomuybienydeberíaestaragradecidaporello,peronopuedoevitaragobiarme.Séloimportantequeesparamihermanaconseguiresepapel.

—Tecomprendo.Yotambiénsientoalgodetemoranteeldesarrollode laentrevistadeestamañana,aunqueconfíoen tucapacidadparasalirairosa de ella. Lori no podrá reprocharte nada si al final no esseleccionadaporque tuactuaciónestá siendo inmejorable.Esafortunaaltenertecomohermanaylosabe;coneltiempoloadmitirá.

Miguel le dio un reconfortante abrazo y Cristina se sintióemocionadayagradecidaporesegesto.

Despuésdetomarunligerodesayunosededicóamejorarsuaspectoparaaparecertanradiantecomolaocasiónrequería.Suhabitualdestrezaconelmaquillajelogróborrarlashuellasdecansancio.Decidióponerseotroescotadovestidoparadesviarpartede laatencióndesu rostro,queibaaserescrutadoalaluzdeldía.Lanocheanteriorlehabíadadobuenresultado ese sistema, consiguiendo que Drake y el resto de asistentesestuvieranmáspendientesdesufiguraquedesucara.

Trasdos intensashorasde trabajoaparecióanteMiguel.Este lediosu aprobación y se pusieron en marcha para llegar a la cita a la horaacordada.

Porelcamino,Cristinaintentócalmarsusnerviosyadoptarunairede confianza en símismaqueno sentíapese a laspalabrasde apoyodeMiguel.CuandollegaronaPuertoBanús,dondeestabaatracadoelyateenelqueJasonDrakesealojaba,Cristinavolvióasentiruncrecientetemor.El Nereus le resultó muy familiar; tanto que hasta podría jurar que setratabadelmismoenelquehabíaestadodosdíasantes.

DesdequecomprobóqueCaineyDrakeseconocíanyrecordóqueeldirector estaba pasando unos días en el yate de un amigo, comenzó a

sospecharquesetratabadelamismapersona,aunquesenegóaadmitirlo;no podía tener tan mala suerte. Ahora, al ver la impresionanteembarcación, tan parecida a la que recordaba, la sospecha volvió agolpearlaconfuerzaycasilaparalizó.

Claro que eso no quería decir nada porque allí había varios de suscaracterísticas y muy similares entre ellos. Y, aunque se tratase de lamisma embarcación, no tenía por qué estar en ella la persona a la quemenosdeseabaencontrar.

Intentóapartaraquellosnegrospensamientosdesucabezaycolocóla sensual sonrisa, tan característica de su hermana, preparándose parapelearelsiguienteasalto.

Alacercarse,vieronapareceraDrakeenunadelascubiertas,quelessaludó y les invitó a subir. Iba ataviado con un corto pantalón y unaholgadacamisa,ysecubríaconunagorra.NoseveíarastrodeCaineporningún lado, lo que la tranquilizó enparte.Tal vezhabía exagerado sussospechas,sedijo.TampocoseveíaaBárbarayesotambiénlealegró.Nodeseaba enfrentarse a la animosidad que le mostraba ni a sus posiblespreguntasinsidiosas.

Unavezabordo,yaprovechandolaausenciadesuamiga,Drakelasaludó con un beso en cada mejilla y un apretado abrazo; después, lesllevóhastaunaterrazaentoldadaenlacubiertadelaplantabajadondeseacomodaron. De inmediato se acercó un camarero para ofrecerles unabebida.

Drake les informó de que Bárbara y su anfitrión habían ido decomprasantesdepartir.Cristinaestuvotentadadepreguntarleelnombredeldueñodelbarco,peronoleparecióoportunomostrartantointerésenundesconocido.

Comenzaronahablardelfuturoproyectoydelospreparativosdelaprueba.DrakelepreguntóaCristinasobreelguiondelapelículaquelehabía remitido y que ella había estudiado con detenimiento. Estuvieroncomentando sobre el resto de los actores que participarían en ella y lasfechas previstas para el rodaje, que se realizaría en unos estudios deHollywood con exteriores en México. A continuación, se dedicaron altemaeconómicoylosproblemaslegalesquepudieransurgir.

Cristinaapenasprestabaatenciónaloqueamboshombresdiscutían.Estabaentensión,presintiendoquealgoibaaocurrir.Nodejabademiraren todas direcciones, convencida de que en cualquier momento vería

aparecer a Ryan Caine. Ese pensamiento le provocaba incontrolablesestremecimientos,mezcladeplacerytemor,al igualqueleocurríacadavezquepensabaenél.

12

—¿Teaburres,Lori?La voz de Drake la hizo volver a la realidad. Lo miró de forma

seductora al tiempo que le dedicaba una amplia sonrisa y apoyaba unamanosobresubrazodesnudo.

—Losiento,Jason.Mehedejadollevarporlabellezadelpanoramaquesedivisadesdeestelugareimaginabalomaravillosoqueseríahacerun largo viaje en un barco tanmagnífico. Además, siempre delego losasuntostécnicosyeconómicosenMiguel.Élcuidademisinteresesmuchomejorqueyomisma—dijoconsensualvozyesforzándoseendemostrarun pobre dominio del idioma—. ¿No es cierto, amor? —preguntó aMiguel, acercándoseaélypremiándoleconunprovocativobesoen loslabios.

—Por supuesto —respondió él, enlazándola por la cintura yacercándolamásasucuerpo—.Miúnicametaesservirte.

Unavoz,queCristinaconocíayestabatemiendooírdesdequesubióalyate,seescuchóasusespaldas.

—Me encanta presenciar una tierna escena entre enamorados; esconmovedor.¿Noestásdeacuerdo,Jason?

Cristina se volvió con el rostro pálido. Sus sospechas se habíanconvertido en realidad y él estaba allí, con su característica sonrisaburlonaylamiradaintensaqueparecíadesnudarla.

—Hola,Ryan.¿YahabéisvaciadolastiendasoesquesehaquedadosinfondoslatarjetadeBárbara?—preguntóJasonalreciénllegado.

—Ambascosas,porsuerte.Nomeapetecíaprestarlelamíapormuyamigosqueseamos—respondióelaludidoconunguiñodecomplicidad.

Sesentóconellosalamesaypidióunabebidaalcamarero.Después,ysindejardemiraraCristina,añadió:

—El único interés en la vida de una mujer parece ser el ver ennúmerosrojoslascuentasbancariaspropiasolasdeloshombresquesearriesganacompartirlasconella; inclusoambasa lavez.¿Teocurre lomismo,Lori?

Cristina,casisuperadoelinicialnerviosismoporlarepentinallegadadeRyan,intentóadoptarunaactitudserena,agarradaalbrazodeMiguel.

Este había advertido su nerviosismo ante la presencia de Caine y leoprimíalamanoconlaintencióndedarleánimos.

—Porsupuesto—respondióella,coneltonomásrelajadoquepudo—.Nohaynadaqueproporcionetantoplaceraunamujer.

Ryanintentóprovocarla.—¿Nisiquieraelsexo?—Nisiquieraelsexo—dijo,desafiándoloconlosojos.—Si opinas de esa manera debe ser porque no has encontrado al

amanteadecuado.Cristina,molesta por la familiaridad con la que la trataba, no supo

quéresponderanteelobvioinsultohaciasusupuestoprometido.Miguelsemovióinquietoensuasiento,perotampocoreplicó.Drake,

desconcertadoporlahostilidadquesuamigomostrabaporelagentedelaactriz,quisoaliviarlatensiónquehabíacausadoelcomentario.

—No recuerdo haberles mencionado anoche que me alojaba en elyatedeRyan,alqueyaconocieron.—Anteelgestoafirmativodeambos,continuódirigiéndoseaeste—.EstabadiscutiendoconLoriysuagentelafecha de la prueba. Yo pienso que debe hacerse aquí y dejar el temaresueltoantesdeincorporarmealrodajeenPraga,peroelseñorSalcedoaseguraqueenveranoesmuydifícilencontrarunestudiodegrabaciónencondiciones de ser utilizado. Proponen trasladarse el mes próximo allugar de rodaje y realizar allí la prueba de casting; de ese modo,aprovecharíamos el dispositivo técnico del que dispondremos. Además,Loritienequeseguirperfeccionandosuinglés.

—Yo creo que su inglés es muy bueno —opinó Ryan mirando aCristina.LeintrigabaquesudominiodelidiomamejoraracuandoestabanasolasyresultarabastantemediocrealhallarseenpresenciadeJason—.Yen cuanto al retraso en la prueba,me temoqueno es posible.Elmespróximo lo tengo ocupado y no podré desplazarme hasta el lugar delrodaje;yesalgoquenodeseoperdermeyaquemiopiniónpesaraenladecisión final—dejócaerensutil amenazay,mirandoaMiguel, añadió—: Por lo tanto, le aconsejo que se dedique a buscar un estudio encondiciones o lamentaremos prescindir de la encantadora Lori comocandidataparaprotagonizarnuestrapróximapelícula.

AJasonlesorprendieronlaspalabrasdeRyan.Élnuncainterveníaenla selección del reparto en los proyectos que habían desarrollado encomúnpuesconfiabaensubuencriterio.¿Aquésedebíatantointerésen

estaocasión?Reconocióqueestabacambiadoenlosúltimosdías.¿PorlapresenciadelaexuberanteLoriMartel?Loentenderíaporqueaélmismoleprovocabareaccionesinsospechadas,peronohastaelpuntodeperderlosbuenosmodales.

CristinamiróaMiguelconunamudasúplica.Debía impedirquesefijaralafechadelcastingantesdequeLauraestuvieseencondicionesderealizarla.No podía hacerla pasar por eso; sería un auténtico fracaso yterminarían por no contratarla, aparte de la amarga experiencia quedeberíavivir.Teníaqueresolverelproblemadeformaconvenienteparalosinteresesdesuhermanaoellasenegaríaacontinuarconlafarsa.

MiguelcaptóelsilenciosomensajequeCristinaleenviabayleapretólamanoenunintentodeinfundirleconfianza.

—Haré lo que pueda, señor Caine, aunque no le prometo nada—tercióMiguel—.Usted no conoce las condiciones técnicas en este país,quedistanmuchodelasquesedisfrutanenelsuyo.Además,contanpocotiempo…

—En ese caso, es necesario que no se demore demasiado; esmás,creo que debería ponerse de inmediato a trabajar en ello con el fin dedejarresueltoelproblemaloantesposible—lecortóRyan,dispuestoanodejarseconvencer.

AMiguellemolestólaactituddeCaine.Nocomprendíasusprisasniel papel decisivo que representaba en la elección de la candidata, peroprefirió no arriesgarse a molestarlo con una negativa que pudieramalograrelcontrato;Lorinoseloperdonaría.

—De acuerdo. Esta misma tarde partiré paraMadrid con el fin delocalizarunestudioaceptabledonde sepueda llevaracaboel rodaje—concedióconreticencia.NodeseabaqueCainesupieraquehabíaganadocontantafacilidad.

—Estupendo. Celebro su buena disposición, señor Salcedo. Y paraque Lori no se quede sola en aquella aislada villa, propongo que nosacompañeennuestratravesíahastaMallorcayallíesperesusnoticias.Legustarápasarunosdíasenlacasaqueposeoenlaisla—dijoRyan,ysuspalabrassonaronmásaordenqueasugerencia.

TantoCristinacomoMiguelsequedaronatónitosantela inesperadapropuesta,aunqueamboscomprendieronsuintención.

—¡No!—exclamóCristinadeinmediato.—¿Por qué no, Lori? —preguntó Ryan con fingida inocencia—.

Tengo entendido que no tienes ningún compromiso en lo que queda demesyhasmencionadoqueteencantaríahaceruncrucero,¿noescierto?SeguroquetedivertirásmásquepermaneciendosolaenMarbella.

—Escierto,peroyo…resultaque…Cristinaestabaaturdidasinacertaradarunarespuestacoherenteasu

tajantenegativa.Ryancomprendióquelateníaacorralada.SevolvióhaciaDrakepara

solicitarsucolaboración.—Jason,¿nocreesqueseríabeneficiosoparatodosquelaprincipal

candidata para la «Lupe» de Cruzando la frontera pasase unos días ennuestracompañía?Deesemodopodríamosconocerlamejor.

—Sí,desdeluego.Seríaestupendocontarconsupresenciaduranteeltiempoquepasemosenestepaís—respondióelaludido.

AJasonnolesorprendiólaidea.ComprendíalasrazonesdeRyan;suamigoestabadecididoaquitardeescenaalagente,yprobableamantedeLori,conelfindellevarsealaactrizasucamasinquenadieleestorbase.

CristinamiróaMiguelconunasúplicaenlosojos:nodebíaaccedera lo que le pedían.No sería capazde pasar un solo día en compañía deesos dos hombres aunque contase con su presencia, mucho menosquedarse sola con ellos. ¿Cómo soportar aquella mirada que parecíadesnudarlaolasonrisadecomplicidadquenoabandonabasurostroyquelerecordabaacadainstantelaintimidadquehabíancompartido?

Huboun tenso silencio.Miguel no estaba en situacióndenegarse alaspropuestasdelamericanoytampocoqueríameteraCristinaenaquelaprieto; seríapedirledemasiado.Sucerebro,acostumbradoasolucionarcon rapidez los problemas que se le presentaban, no acertaba a dar conunasalidaaceptableparaelqueteníaentremanosyquecontentaseatodoslosimplicados.

EraconscientedequeCainepretendíaapartarledeellaparaseducirla.Resultabanevidentes sus intencionespor la formaenque lamirabay elinterés en deshacerse de él. No sabía hasta qué punto había llegado larelación entre ambos, pero imaginaba que la noche anteriorintercambiaron algomás que un cordial saludo. Cuando los halló en eljardín,Cristinaestabasofocadayconloslabioshinchadosyélimpacienteyfastidiadoporlainterrupción,loquerevelabaqueacababandemanteneruntórridoencuentro.

MiguelenlazóaCristinaporlacinturaylaacercóasucuerpo.Nole

agradaba abandonarla a su suerte, pero no le quedaba otra opción quecomplaceralamericano.Soloesperabaquefuesehábilynocayeraensusredesoconseguiríahacerfracasarlosplanesdesuhermana.

—ElseñorCainetienerazón,amor;debosolucionarelproblemadelestudioparareunirmecontigoloantesposible—dijocontiernoacento,yacalló con un beso la incipiente protesta de ella para continuar en elmismotono—.Soloseránunpardedías.Seguroquedisfrutarásdelviajeenbarco.YcuandolleguesaPalma,yoestaréallíesperando.

Cristina también comprendió que no se podía hacer otra cosa o searriesgaban a malograr todo el trabajo que habían realizado hasta esemomento;noobstante, lo intentó.Leechólosbrazosalcuelloehizounmohíndedisgustoconloslabios.

—Pero sabes que no deseo separarme de ti,Mickey—dijo con suacento más sensual mientras le suplicaba con los ojos que no laabandonase—.¿Porquénovienesconnosotrosyhaces los trámitesporteléfono?

—Esoesimposible,cariño.Necesitovisitarlosestudiosyhablarconlostécnicos—semantuvofirme.Leresultabamuydifícilmiraraquellosojosaterrados.

Lo que en realidad necesitaba era hablar con Lori para ponerla alcorrientede loscambiosydificultadesa losque seenfrentabanyhallarentreamboslamejorsolución.Además,queríacomunicarleenpersonalanoticia de su supuesto romance antes de que se enterase por la prensa.Temíaqueestallaraencólerayesoretrasaríasurecuperación.

Ladecepción se reflejóenel rostrodeCristinaalveresfumarse laúltimaoportunidaddeevitarquedarsesolaconaquelhombre.Temblóanteese pensamiento. No estaba segura de poseer la suficiente fuerza devoluntadpararesistirseaél.

—¿Todo arreglado?—preguntóRyan, irritado por la tierna escenaque se estaba desarrollando ante sus ojos. Por lo que había llegado aentender de la conversación entre Cristina y su agente, parecía que esteestabadispuestoaseguirsusinstrucciones.

—Porsupuesto,señorCaine—contestóMiguelcondisgusto.—Estupendo.Puedemandarelequipajedelaseñoritaporaviónala

direcciónqueleescribo.Todoslomiraronconasombro.—¡Pero no puedo marcharme sin mis cosas! —protestó Cristina.

¿Estaba loco? ¿Cómo iba a emprender un viaje de varios días con lopuesto?

—No veo el problema; serán apenas tres días. Bárbara te puedeprestarloquenecesiteso,siloprefieres,locomprascuandoanclemosenelpuertodeAlicante.Acabasdedecirquenadateproducemásplacerqueirdecompras,¿noescierto?Ycreorecordarqueunainvitadaseolvidóalgunas prendas de ropa al marcharse conmucha precipitación; seguroquetequedanbien—mencionócondiversiónenlamirada.

—No creo que sea necesaria tanta precipitación, señor Caine. Lorinecesitasusobjetospersonales.Leprometoqueestaremosdevueltaenunpardehoras.

—Me temo que no podemos esperar tanto. El capitán me hacomunicadoqueseavecinaunatormentaporeloesteydebemoszarpardeinmediato para evitar que nos alcance —anunció Ryan, mostrándoseinflexible en ese punto. Por una inexplicable razón, se negaba a quecontinuaseencompañíadesuprometido.Necesitabasepararladeél.

AJasonlesorprendióelcambiodeplanesyaquehabíanquedadoenpartiraprimerashorasdelatarde.Inclusoteníanreservaenunrestaurantedelpuertoparacomer.

—Por lo tanto, comprenderáqueno tenemosunminutoqueperder—continuó Ryan, dirigiéndose al taciturno Miguel—. Pero no sepreocupe, procuraremos queLori se sienta lomás cómoda posible y lacuidaremos hasta que usted haya solucionado todos los problemas y sereúnaconnosotros enmicasadeMallorca.—Lamiradade triunfoquedirigióaCristinafuetodaunadeclaracióndeintenciones.

No quedaba otra opción que acatar sus deseos. Así lo entendierontodos.

—Entonces, no les retrasaré más —aceptó Miguel de mala gana,como correspondía a un amante resentido. Estaba preocupado porCristina.

SelevantóyalargólamanoparaestrecharladeDrake.—Esperotenerbuenasnoticiascuandonosvolvamosaver.Lesdeseo

unabuenatravesía.—Gracias,señorSalcedo.Ynotema,dejaaLorienbuenasmanos—

dijoJason,enunintentoporaliviarlatensiónsurgidaentrelosotrosdos.—Nolopongoenduda—respondióMiguel,mirandoceñudoaRyan.

Sedespidiódeesteconuna leve inclinacióndecabezaysevolvióhacia

Cristina—.¿Meacompañashastaelcoche,amor?Cristina se levantó y, cogida de sumano, le siguió por la cubierta

hastaelmuelle.—Esperoquesepas loquehaces,Ryan—leadvirtióJasonmientras

veíaalejarsealaparejaendirecciónalcocheaparcadoapocosmetrosdelyate. Después de observar durante unos minutos el pétreo rostro de suamigo, y sin lograr una respuesta de este, se marchó a su camarotedejándolosoloydudandosihabríaescuchadosuspalabras.

Estabasorprendidoeintrigadoporsuextrañocomportamiento.LorieraunatentadorabellezaycomprendíalosintentosdeRyanporllevarlaalacama.ÉlhabríaactuadodelmismomodosinohubieseestadoBárbaraallíparacontrolar todossusmovimientos;peronohabría insistidotantoalcomprobarquelachicanosemostrabainteresadaenello.Parecíaestarenamorada de su agente y forzar la situación estaba fuera de lugar; encambio,suamigolasometíaaunapersecuciónimplacable.

HabíasidomuyreveladoralaformadequitarseaSalcedodeencima.Unavileza impropiadeRyan,que siempre sehabíacaracterizadopor larectitudyhonestidadensus relaciones, tanto laboralescomopersonales.¡Sihasta le estuvopagandounapensióna suadúltera esposadespuésdeabandonarlo!

Tampocosededicabaaperseguiralasestrellasdesuspelículas;niamujeralgunaenrealidad.Apartedesuesposa,quefuesuprimeranovia,no se le conocían romances hasta que se comprometió con Susan. Porello, le resultaba tan extraño el comportamiento con la actriz española.Parecía un amante celoso y posesivo por la forma de mirarla y losintentospormantenerlaalejadadesuprometido.

Debíahablarconélparadeterminarenquéformaleestabaafectandola situación y poner solución al conflicto. No deseaba que problemasajenosalrodajeinterfirieranenelmismo,yunromanceentrelaestrellayelproductorhabiendocompromisosmatrimonialesporambaspartessoloacarrearía publicidad negativa a la película.Él ya se había decidido porLoriparaelpapelsinnecesidaddepasarporcastingalguno,ynodeseabaquenadapudiesehacerpeligrarelfuturocontrato.

13

Cuando llegaron almuelle, Cristina cogió del brazo aMiguel y leretuvo.

—¡Nopuedoirconél,nolocomprendes!—exclamóangustiada.Miguel miró hacia el barco y, al ver a Ryan que los observaba,

continuóandandohaciaelcoche.—Porfavor,escúchame—lerogódesesperada.Élseapoyóenelcocheylarodeóconsusbrazos,atrayéndolahacia

sucuerpo.Cristinacomprendiósusintencionesynoseresistióalabrazo.—Tecomprendo,peronopodemosnegarnosaloquepide.Nosería

lógico,Tina—ledijoaloído.—¡PorDios,Miguel!¿Notedascuentadeloquepretende?—Desdeluego.Estámuyclaroquetedeseaati;aunquenotecausará

ningúnproblemasiactúasconnormalidad.Noleconsideroundesalmadoque te obligue a hacer nada en contra de tu voluntad.Y estáDrake paraimpedírselosifuesenecesario.

Cristinatambiénlopensaba.Porsuformadeactuar,lehabíaparecidoquenuncaintentaríatomarlaporlafuerza.Y,comoMigueldecía,contabaconlapresenciadeldirectorysuamigaenelbarco;unlugartanreducidoquenofacilitabademasiadolaintimidad.Peroloqueenrealidadtemíaeraaellamisma,anopodercontrolarsussentidosysuvoluntad.

Depronto,Miguelsoltóunaimprecaciónysetensó.—Un periodista nos está fotografiando y no tardará en venir hacia

nosotros —le informó en un susurró—. No podemos continuar. Debomarcharme,Tina.

Cristinalocomprendióyasintióensilencio.Eratalelnudoqueteníaenlagargantaqueleresultabaimposiblearticularpalabra.

—No temas; serán solo tres días —intentó tranquilizarla—. Teprometoestar enPalmaparacuando lleguéis.—Cogió la carteray sacótodoeldineroquellevabaencima—.Sientonodisponerdemásefectivo.Conestotendrássuficienteparacomprartelomásurgente.

Cristina lo aceptó de forma automática mientras intentaba impedirquelaslágrimasasolaransusojos.

—Ahoradebesregresaralbarcoantesdequeelreporterocomience

ahacerpreguntas.Intentaactuarcomohasvenidohaciendohastaahoraytodosaldrábien;¿meloprometes?

Ellavolvióaasentir.Miguellaabrazóconfuerzaylediounbesoenla mejilla; a continuación, se introdujo en el coche, lo arrancó y sedespidióconunasonrisadealiento.

Cristina quedó desolada. Se sentía desamparada y asustada ante lodesconocido. Reaccionó al oír la voz del periodista que la llamaba. Nopodíacontinuarparadaenmediodelmuelleosebuscaríamásproblemas.DebíaregresaralbarcoaunqueparaellotuviesequeenfrentarseconRyan.

Con un esfuerzo, ahuyentó las lágrimas de impotencia y se hizo elfirmepropósitode impedirqueél laamedrentase.Ella siempresehabíacaracterizado por su valentía y decisión, que le permitió superar losnumerosos obstáculos que se le presentaron en su camino desde bienjoven.Elpapelque representaba le exigía comportarse comounamujerexperimentadaquesabíadesenvolverseencualquiersituación,yesoharía.Inspiróconfuerzaysedirigióalyate.

Ryan la esperaba al pie de la pasarela. Cuando llegó a su lado, seplantóanteellacortándoleelpaso.

—Haresultadoconmovedoraesaapasionadaydramáticadespedida,encanto. ¿Ha sido en mi honor o para los lectores de las revistas delcorazón que pronto tendrán una exclusiva en sus quioscos?—preguntóconsarcasmo.

Cristina lo miró con rencor, olvidando sus buenos propósitos demomentos antes y la promesa que había hecho a Miguel de mostrarseserenaynodejarsealterarporsuanfitrión.

—¿Qué leocurre,señorCaine?¿Nuncahaestadoenamoradoyporeso no reconoce los síntomas? —En su voz se leía la furia que ladominaba.

—¿Deverdadestásenamorada,preciosa?Permítemequelodude;almenosdeél.

Cristina estaba roja de indignación. Le hubiera gustado abofetearlehastahacerquedesapareciera lacínicasonrisade su rostro.Secontrolócon esfuerzo, le dedicóunadeslumbrante sonrisay le pidió con fingidaamabilidad:

—¿Sería tan amable de indicarme el camarote que voy a ocupar?Estoyalgofatigadaydeseodescansarantesdelacomida.

—Porsupuesto—Ryanlacogiódelbrazoylaacompañóalinterior.

Subieron un corto tramo de escaleras y caminaron por un pasillohastadetenersefrenteaunapuerta.Ryanlaabrióysehizoaunladoparaqueellapasara,entrandoacontinuaciónycerrandolapuertaasuespalda.

—Heimaginadoquetegustaríaocuparelcamarotequeyaconocíasdelavezanterior.Deesemodotesentiráscomoencasa,¿noteparece?—Unaladinasonrisacurvósuboca.

—Peroesteeselsuyo—recordóellaalarmada.—Cierto.¿Deseasquelocompartamos?—¡No!Ryansoltóunacarcajadaanteelgestodeestupordeella.—Como imaginé que te negarías, hice trasladar mis cosas al de

enfrente.Seremosvecinos.—Gracias.Esmuyamable.Cristina vio cómo Ryan se acercaba y se apartó con rapidez. Él

continuó en dirección a la cama donde se hallaba lamochila que habíadejadoenlaplayadíasantesyselamostró.

—Creo que esto te pertenece.Comprueba si te falta algo de lo quellevabas.

Ella extrajo los objetos de su interior. Advirtió que le faltaba elteléfonomóvilyelmonedero,peronoseatrevióapreguntarsiloshabíacogidoél.

—Estátodo,gracias—mintió.Ryan aceptó la explicación. Cogió la pelucamorena y se acercó a

Cristina.—Permíteme.Tengocuriosidadporsabercómoerescontucolorde

cabellonatural.—Antesdequeellapudieranegarse,selacolocó.Cristina enrojeció al comprender cómo había descubierto que era

morenaysequedóparalizadaantelaintensamiradamasculina.Ryan se retiró unos pasos para observarla y, tras unos largos

segundosdeescrutinio,sonriócomplacido.—Asíestámejor;muchomejor—consideró—.¿Porquéte tiñesde

esecolortanexcéntricocuandoelcabellooscurotefavorecemuchomás?Haceresaltaresosbonitosojosverdesquetienes.

Ellavolvióa sobresaltarse.Esperabaquenosehubiese fijadoenelcolordesusojoseldíadesuprimerencuentro,peronopodíatenertantasuerte.

—El…estilistaconsideróquemiimagensaldríabeneficiadaconese

cambio—confesóconbastanteaplomo.—Puescreoquedebescambiardeestilista,preciosa;notieneniidea

de lo que más te favorece. Es una equivocación camuflar tus encantosnaturalesbajoesavulgarimagenderubiaplatinoconojosazules.TendréquehablarconJasondeello.

—¡No!—gritóasustada.Nadiemásdebíaconocersusecreto.Ryan la miró desconcertado y Cristina, comprendiendo que había

exagerado su negativa y que solo conseguiría que él se mostrase másinteresado en comentarlo con Drake, quiso dar una explicaciónconvincente.

—Prefieroquenoseconozcanloscambiosquesehanproducidoenmi imagen. Como fueron hechos al comienzo de mi carrera, ahora esdemasiadotardepararectificar,¿comprende?

Ryanopinabaquenollevabarazón.Uncambiofavorecedorsiempreera beneficioso, pero no iba a imponérselo si no lo deseaba. Era unamujerpreciosaconcualquiercolorqueutilizaseyél ladeseabacomoaninguna,enesemomentoyencualquierotro.

Se acercó y le colocó una mano bajo la barbilla para elevarle elrostro.Cristinavolvióaperderseenaquellosprofundosojososcurosquelanzabandestellosdedeseoyelcorazónseleaceleróalsentirsusdedosacariciándolelamejilla.

Élsesorprendiódequenolerechazaray,conteniendolarespiración,deslizóelpulgarsobresubocaparadibujarsucontorno.Cristinaseparólos labiosanteelelectrizantecontactoy rozóeldedocon lapuntade lalengua.Ryaninspiróconfuerzayseinclinósobreella,atrayéndolahaciasucuerpo.

Cristina supo que la iba a besar y no tuvo fuerzas suficientes paranegarse. Se encontraba hechizada, prendida de aquellas pupilas y delardientemensajequetrasmitían.Unatenuevocecitaensuinteriorledecíaquelodetuviese,queevitasesucontactooestaríaperdida;perolaignoróy,cerrandolosojos,serindióalasdeliciasqueaquelloslabiosprometían.Despuéssereprocharíaelhabersedejadoseducir,ahoranoteníafuerzasnideseosparaanalizarsuconducta.

ElbesoqueCristinapresentíavorazyposesivocomoenanterioresocasiones,fuetanlevequeapenaslonotó.Élposósubocasobreladeellaconexquisitalentitudyladejóquieta,sinmovernipresionar,aligualqueelrestodesucuerpo.Asombradayexpectante,esperabaquelaabrazaray

explorarasubocaconpasión,noesafrustranteinmovilidad.Abrió losojosyseestremecióante loquevio.Ryan teníael rostro

pegado al suyo y la miraba, aunque lo que más la excitó fue lo quetrasmitían sus pupilas. La pasión estaba allí, fuerte e impetuosa, peroférreamentecontenida,esperandoaqueella tomase la iniciativa.Yhabíaalgomás,unlevereflejodenecesidadmezcladoconvulnerabilidadquelaemocionó.

Emitióunprimitivogemidodedeseoyselanzósobreél,apretándosecontrasucuerpoaltiempoqueleechabalosbrazosalcuelloylebesabacondesenfreno,comonuncahabíahechoconningúnhombre.

Esa era la respuesta que Ryan esperaba y, enfebrecido por ella, laestrechóentresusbrazosyrespondióconidénticoardor.Parecíanquererdevorarseunoalotro.Cristinagemíayjadeabaapretadacontrasucuerpo,comosiquisiese fusionarseconél.Lapresiónyel calorde lahinchadamasculinidadsobresuvientreejercíantalurgenciaquecorríaelriesgodevolverlalocasinolasatisfacíadeinmediato.

Ryan nunca había experimentado tal deseo, tanta necesidad deintroducirse en el cuerpo de una mujer. Temía estallar en sus propiospantalonessinolaposeíaenesemomento.Sindejardebesarla,bajólostirantes de su escueto vestido y este se deslizó hasta los pies. Intentódesabrocharelsujetadoryacabórompiendoelcierredeunfuertetirón.

Cristina,mientrastanto,seesforzabapordesabrocharlelacamisay,al no conseguirlo, optó por desgarrarla.Necesitaba tocarle, acariciar sutorso, rozar sumejilla en el suave y oscuro vello que cubría su pecho,mordersuspezoneshastaoírlegritardeplacer…

—Nosigasomeobligarásacomportarmecomounanimal—ordenóRyanconvozronca,sacudidoporlascariciasdeella.Lecogiólacabezaparaalzarlayvolverasuboca,quetomócondesesperación,mordiendosuslabiosysubarbilla.

Cristina gimió, sacudida por un placer embriagador, y tampoco seprivódemorder.Estabadescubriendounapasióndesconocidaenellaquelaasombrabaporsuintensidad,peroquenoleavergonzabareconocer.

Ryanlaagarróporlasnalgasyla izóparatenerunmejoraccesoasuspechos,quebesóconentusiasmo.Ella, con laspiernasabrazandosucintura, presionaba la cabeza masculina sobre su seno mientras hondossuspirosescapabandesuboca.

Unos fuertes golpes en la puerta les sacaron de su ausente delirio,

devolviéndolesalarealidad.Ryanlevantólacabezaexpectante,deseandoquehubiesesidosuimaginación.

—¿Señor Caine? —preguntó una voz al otro lado de la puerta,repitiendoimpacientelallamada.

—¿Quédesea?—preguntóRyan.Suvozsonóirritada.—Suprometidahallamado,señor.Dicequenopuedecontactarcon

ustedylepidequelallamedeinmediato.Ryanemitióunafuerteimprecaciónylasoltó.Habíadejadosumóvil

enlacubierta.—Espérame;volveréenunosminutos—lepidióenunsusurro,con

lamiradallenadefuturaspromesasdeplacer.Cristina,mareadaporlaintensidaddelosmomentosvividos,lovio

salirdelcamaroteycerrarlapuertasincomprenderdeltodolasituación.Solo sabía que él ya no la abrazaba y eso le provocaba un profundodesconsuelo.

¿Prometida?¿Aquelhombrehabíadichoalgodeunaprometida?,sepreguntóaturdida,parallegardeinmediatoalaconclusióndequeesoeraloquehabíaoído.Ryanestabaprometido,algomuynaturalporcierto;loque no resultaba normal era los estragos que esa noticia le provocaba.¿Porquéteníaquedolerletantocuandonodeberíaimportarle?

Recogióelvestidoy se lopuso.Se sentó en la camacon la cabezaembotada. Necesitaba tranquilizarse y pensar, analizar la situación. Trasunosminutos,llegóalaconclusióndequenodebíadejarsearrastrarporlapasiónnipermitirqueserepitieranescenascomolaanterior.

Ennada lebeneficiaría acabar enamorándosedeunhombrequenoeralibreyquelacreíaotrapersona.Perocomohabíacomprobadoquenoeracapazdecontrolarlasreaccionesdesupropiocuerpocuandoleteníacercayasolas,laúnicasolucióneraevitarcualquiercontactoconél.

Oyóquealguienavanzabaporelpasilloyseprecipitóhacialapuertaparaecharelcerrojo.Sise tratabadeRyan,eso le impediríaelpaso.LamanecilladelapuertagiróyCristinacontuvolarespiración.Unossuavesgolpessonaronseguidosdeunasusurrantevozqueconocíamuybien.

—SoyRyan.Abrelapuerta.El corazón deCristina se aceleró al percibir el deseo en su voz, y

tuvo que hacer un gran esfuerzo para evitar correr hacia la puerta,arrojarse en sus brazos y volver a sentir el torbellino de la pasióncorriendoporsusvenas.Sinembargo,habíatomadounadeterminacióny

no iba a echarse atrás. Se concedió unos segundos para tranquilizarse yfueaabrir,enfrentándoseaélconelrostroserio.

Ryanintentóentraryabrazarla.Cristinasemantuvofirmeensusitioylehablóconvozneutra.

—Losiento,elmomentoyahapasado.Él lamiróperplejo,comosihubiese recibidoun fuertegolpeen la

cabeza y no comprendiese lo que le decía. Solo sabía que ella ya no semostraba receptiva a sus caricias y él continuaba deseándola comomomentosantes.Sucuerpoardíaconlosrestosdelapasiónyleresultabamuydifícilrenunciaralasatisfacciónquenecesitaba.

—¿Estás segura?, porque eso no era lo que pensabas hace unosminutos,preciosa.¿Quétehahechocambiardeopinióncontantarapidez?—lepreguntóconsarcasmo,reflejandoenlosojoslaprofundadecepciónqueleocasionabasurechazo.

Cristinaluchóparanodejarseenternecerporeldesconsueloqueveíaensurostro.Seríatansencilloentregarseaaquellosbrazosqueprometíanplaceresnuncaexperimentados, sería tanmaravillosoconvertirseenunamujer entre las cariciasde aquelhombre al quedeseaba comoaningúnotro y al que, ni en susmás enardecidas fantasías de adolescente, soñóentregarse; pese a ello, no podía permitírselo. Debía negarse aunquehiriesesuorgulloyseexpusieseasurencor.Lomirócondecisión.

—En esosmomentos acababa de separarme demi prometido ymesentíadesolada.Túestabasaquíymeofrecisteunaformadeconsuelo.Porsuerte, la llamada de tu prometida me ha hecho comprender que seríaofensivoparanuestrasrespectivasparejascontinuarconloqueestábamoshaciendo,¿nocrees?

ARyanledolieronesaspalabras.¿Demodoquesolohabíasidoundesahogoparasufrustración?

—Siento que te hayas enfriado con tanta rapidez, preciosa.Habríamospasadounratomuyagradable.—Lafuriacontenidaquebullíaensuinteriorsereflejabaensuspupilasaunquelavozsonarafría.

Sin darle tiempo a reaccionar, la abrazó y la besó con fiereza,descargandoenesacariciatodaladecepciónquesentía.Después,lasoltódegolpeysemarchó.

Cristina quedó aturdida. Era consciente de que Ryan solo queríahacerledaño,perosucuerposehabíaalterado,avivandolosrescoldosdeldeseoquecontinuabanardiendoensuinterior.

Setocóloslabios.Esehombreerapeligroso,muypeligroso.Debíaapartarsedeélantesdequetuvieraelpoderdeherirla.

14

Cristinapensóeninventarunaexcusacuandoelcamareroleanuncióque la comida se serviría enunosminutos en el comedorde laprimeraplanta. No se encontraba con ánimos de enfrentarse a Ryan y a suimplacablemirada,perocomprendíaqueesanoeralasolución.Teníaquemostrarsefirmeensudecisión.Tampocodebíarehuirsusobligaciones,yestaseranconseguirparasuhermanaelcontratoquetantodeseaba.

Porsuerte,RyannoaparecióporelcomedorytampocoBárbara,quesufríaunaindisposición.Drake,conelquecompartiólacomida,hizogaladesucaballerosidadysemostrómuyamableentodomomentoy,sobretodo, paciente con su torpe inglés. Tras acabar, ambos se retirarondispuestosaecharunapequeñasiesta.

PerocomoCristinanoestabaacostumbradaaello,alpocoabandonósucamarotedecididaadisfrutardelabrisamarina.AlnoveraRyanporningúnlado,seanimóatenderlatoallaenlacubiertaalta.

Llevabaun ratobajo los suaves rayos,amodorradaporelbalanceodel barco, cuando advirtió una sombra. Al mirar le vio junto a ella,observándolaconojosencendidos.

—¿Molesto?—Deningunamanera;estásentucasa—respondió.Aunquehubiese

queridonegarse,nopudoporqueélyasehabíatendidoasulado.Ryansonrióanteelligerosarcasmoqueimpregnabasuspalabras.—Espero que hayas disfrutado de la comida. Al enterarme de que

Bárbaranoacudiría,hepreferidodejarossolosparaquedisfrutaraisdelanecesaria intimidad. Un director y su actriz deben conocerse muy bienantesdetrabajarjuntos,¿nocrees?

ACristina lemolestaron sus veladas insinuaciones, pero resistió elimpulso de contestarle como merecía porque no estaba dispuesta aseguirleeljuego.Cerrólosojosyseesforzópormostrarserelajada.Noleibaaregalarelplacerdeverlaalteradaporsupresencia.

Ryan no estaba dispuesto a darse por vencido. Deseaba irritarla,demostrarlelofalsaqueerasuindiferencia,hacerletragarsuspalabrasdehorasantes.

—¿Serías tan amable de untarme la espalda con protector solar,

preciosa?Nomequieroquemar.ACristina le sorprendió la petición y, por unos instantes, pensó en

negarse. No deseaba un contacto tan íntimo con aquel cuerpo quelevantaba oleadas de calor en el suyo. Pero como debía continuardesempeñandoelpapeldelamundanaactriza laquesuplantaba,decidióignorarlapequeñavocecitainteriorqueleadvertíadelpeligro.Cogiósubotedeprotectorsolaryprocedióaembadurnarlelaespaldaalavezqueintentabahacerloenelmenortiempoposible.

Ryan tenía los ojos cerrados y apoyaba la cara sobre sus manoscruzadas. Ante esta aparente indiferencia, ella se recreó en lacontemplación de su poderosa anatomía. Era tan delicioso deslizar susmanosporaquellaampliasuperficie,cálidaysuavealtacto,quesindarsecuenta se recreó en ello, logrando que sus sentidos se alteraran. Jadeócuandosintióquesetensabanlosmúsculosmasculinosbajosusmanos.

—Unpocomásabajotampocoestaríamal,encanto—Ryanquisodarun tono ligero a sus palabras aunque su voz sonó ronca. No habíacalculadoqueelacariciantemasajeleibaaexcitartanto.Suestrategiasehabíavueltocontraél

Cristina se sobresaltóy lomiró.Él la contemplabacon tantodeseoquesesintióaturdida.

—Creo que ya he tomado demasiado sol —se excusó turbada y,recogiendosuscosas,seencaminóalcamarote.

La carcajada de Ryan la acompañó en su precipitada huída,recordándolequeenestaocasiónlahabíavencido.

Ese encuentro le confirmó el peligro que corría de caer bajo suseducción, y se prometió evitar situaciones como aquella. Estabademostrado que, cuando se hallaba en su presencia, olvidaba todaprecauciónysolodeseabadejarseenvolverpor lacalidezdesusbrazos.Porello,permanecióensucamarotehastaqueelcamareroleanuncióquelacenaseserviríaenunosminutos.

Se arregló lo mejor que pudo con los escasos medios de los quedisponía.Noteníaropaqueponerse,yaquenopensabautilizarlaquelehabíanllevadoyquedebíaperteneceraBárbara.Tambiénechabaenfaltaelmaquillajeconelqueacentuabaelparecidoconsuhermana;aunasí,semaquilló losojosysepintó los labioscon loque llevabaenelpequeñobolsodemano.

Pero lo que más necesita en esos momentos era la presencia de

Miguel, que siempre sabía cómo calmarla y reconfortarla con suamabilidad y sus sabios consejos. Lo malo era que no tenía forma decomunicarse con él pues no disponía de teléfono móvil; y aunque lotuviese, tampoco lo podía llamar porque no recordaba su número, queestabamemorizadoenelqueperdióenlaplaya.Todohabíasucedidocontanta rapidez que no le dio tiempo de comprar otro, ni se acordó depedirle que le dejara el suyo antes de zarpar. Tendría que esperar hastallegaraPalma.

Cuandollegóalcomedor,tantoelanfitrióncomoeldirectorestabanallí.

—¿NonosacompañaBárbaraenestaocasión?—preguntóCristinaaladvertirquesolohabíacolocadostresserviciossobrelamesa.

—Seencuentra indispuestayprefieredescansar—le informóJasonconevidentefastidio.

Cristinasesintióaliviada.Yateníasuficientesproblemascomoparalidiarconlaanimosidaddelamujer.

—Esoquieredecirquevasacontarcontodanuestraatención.Esperoque no te abrume—comentó Ryan con su característica media sonrisaburlona.

—Porsupuestoqueno.Mesientoafortunadaporacapararsuinterés,señores —respondió en tono ligero y provocativo, como su hermanahabríahecho.

—Ynosotrosdeofrecerlo,nolodudes.—Elbrilloapasionadodesusojosnodesmentíasuspalabras.

—¿CómoseencuentraSusan?Creoquehallamadoestamañana—seinteresóJason,másconelpropósitodedesviarlaatenciónquededicabaasuinvitadaquedeconocerelestadodelaprometidadesuamigo.

Ryan lo miró con mal disimulado disgusto al comprender laintención del otro. Sabía que a Jason no le agradaba Susan; incluso lehabíadadoaentenderqueleparecíaunerrorsufuturomatrimonio.

—Bien, segúnme ha asegurado. Llamaba para informarme de queKevinllegapasadomañanaaPalma.

—Teníaentendidoquesereuniríaconnosotrosafinalesdemes.—AJasonleextrañóeladelanto.

—Esoseranlosplanes,perohadecididoabandonarelcampamentoyadelantarsullegadaaEspaña.

—¿Y cuál es la causa de ese abandono? ¿Te ha dado alguna

explicación?—Laalarmaquesentíasehizopatenteensuvoz.—NohetenidolaoportunidaddehablarconKevin,ySusannoseha

explayadoenel tema.Solomehacomentadoquenoestácontentoallíyqueyame lo explicará él cuando llegue. Imaginoque la experiencia noestaba resultando como esperaba y ha pensado que aquí se lo pasaríamejor.—A pesar de sus palabras, su rostro mostraba claros signos depreocupación.

—Disculpa,Lori;esmuydesconsideradopornuestrapartehablarentu presencia de personas que desconoces —dijo Jason, y procedió aexplicarle—:KevineselhijodeRyan.Unniñoencantadoralquetuveelgustodeapadrinar.EncuantoaSusan,setratadesuprometida.

—Graciasporaclararlelascosas,amigo.Hasidotodoundetalleportuparte.—Ryanacompañólaacidezdesuspalabrasconunacarcajada—.Aunque ella ya sabía de la existencia de Susan, ¿no es así, Lori?—Lapícara mirada que le dirigió no dejaba dudas de por dónde iban suspensamientos.

Cristina se limitó a asentir mientras se esforzaba en aparentar unadespreocupaciónquenosentía.

LacenatranscurriódeformaamenayrelajadagraciasalencantodeDrake, que animó la charla con anécdotas y comentarios. En cuanto aRyan, se mostró en todo momento amable, pero sin dejar de posar suardientemiradasobreella,haciéndolasentirincómodayagitada.

Él sabía loque leprovocabay sedivertía fomentándolo.Yno soloeran aquellos ojos encendidos de deseo, también los continuos roces, avecesevitables,oelencantoquemostraba.Todoelloerasuficienteparadesbocar los sentidos de Cristina y mantenerla en aquella perenneexcitaciónquenolograbaevitarcuandoloteníacerca.Parecíacomosiélquisiesedemostrarlelasgrandesdotesdeseducciónqueposeíayalasqueellanosepodíaresistir.

Ryanlescomunicóquealdíasiguienterecalaríanduranteunashorasen el puerto deAlicante para repostar combustible y visitar la ciudad, ydesde allí partirían haciaMallorca con una breve escala en Ibiza. TeníainterésenqueDrakeconociera la islay, enespecial, aunabuenaamigaque residía allí. Esperaba llegar a Palma al día siguiente, a tiempo derecogeraKevinqueaterrizabaesamismatarde.

Cristinasealegróde lanoticiaporquesuponíaacortar la travesíaysuprimir algunas de las escalas programadas con anterioridad; de esa

forma, no se vería obligada a compartir aquel reducido espaciodurantevariosdíasmás.

La cena resultó muy agradable. Cuando terminaron, Ryan pusomúsica y la invitó a bailar. Cristina no pudo negarse; en presencia deldirector,debíaseramableconsuamigo.Loacompañóhastalaterrazadepopa,dondellegabanlasnotasprocedentesdelcomedor,ysedejóllevarporsuexpertocompañero.

Se sintió hechizada por el entorno, que resultaba muy romántico;peroeraelcalordeaquelcuerpovigoroso,elembriagadoraromavaronilquedesprendía,elsuaverocedesumejillaenlasienylalevepresióndesusmanosensucinturaloquecontribuíaadebilitarsuvoluntadynublarsujuicio.

¿Por qué se vería incapaz de evitarlo?, se preguntaba, y por unosinstantes se permitió la dicha de abandonarse en sus brazos, deseosa desentirelestremecimientodeplacerqueexperimentabacadavezqueél laabrazaba. Lo deseaba con todas sus fuerzas aunque sabía que estabacometiendoungranerror.

Ryan percibió ese abandono y lo aprovechó de inmediato. Laestrechócontraélparahacerlesentirsudeseoydeslizóloslabiosporsucuello,provocándoleescalofríosdeplacer.

—Vamosalcamarote—susurrójuntoasuoído.—¿Qué? —jadeó Cristina con voz soñadora y apenas audible. Se

encontrabaenunmundolejanoymaravillosoenelquetodoslossueñospodíanhacerserealidad,ycuyaúnicaaspiracióneramantenerseabrazadaaaquelhombrequeteníaelpoderdeenloquecerla.

Ryanemitióundesesperadosuspiroylaabrazóconfuerza.—Vamos a tu camarote. Prometo hacerte el amor durante toda la

noche—dijoconapremioenlavoz.Cristina sintió su quemante aliento y su cuerpo se estremeció. Lo

miróconlosojososcurecidosporlapasión,advirtiendoelmismobrilloenlosdeél.Perocuandosuspalabrasatravesaronlabrumadedeseoquenublabasumente,reaccionóysedesprendiódesusbrazos.

Éllasujetó,impidiendoquesemarchase.—¿Porquéteechasatrás?Amboslodeseamos,noloniegues.—Su

voz estaba desprovista de arrogancia, en ella solo se apreciaba unadescarnadanecesidad.

Ellanocontestó; leestaríamintiendosi lonegaba.Sedesprendióy,

asustadadesupropiadebilidad,huyóalinterior,deseosadealejarsedeél.Había estado muy cerca de rendirse al fuego que Ryan avivaba en suinterioryseprometiónovolveraarriesgarse.Apartirdeesemomento,evitaría quedar a solas con él aunque para ello se viese obligada apermanecerensucamarotetodalatravesía.Yainventaríaalgunaexcusa;alfinyalcabo,seestabaconvirtiendoenunaconsumadamentirosa.

Cuandoentróenelsalónaúnestabaconfusayexcitada.Jasonseinquietóaladvertirsurespiraciónagitadayelrubordesus

mejillas.—¿Teencuentrasbien,Lori?—Sí,…gracias;soloesfatiga.Noestoyacostumbradaaestoslargos

viajespormar.Simedisculpas,meretiraréadescansar.—Porsupuesto,noteentretengomás.Quepasesunabuenanoche.LallegadadeRyaninterrumpiólahuídadeCristina.—Esdemasiadoprontoparaprivarnosde tucompañía,Lori.Sinos

concedes unos minutos, me gustaría comentar algunas particularidadesque me han llamado la atención en tus películas. ¿Recuerdas que lohablamos,Jason?

—Escierto,perocreoquepodemosesperaramañana;Loripareceagotada—respondióDrakeperplejoantelapeticióndesuamigo.

—No importa. Es demasiado pronto para acostarme —accedióanimosa.SeríapocoprofesionalporsupartenegarsealapeticióndeRyanaunqueimaginasesusverdaderasintenciones.

Sesentóenunodelossillonesconfiandoenqueseleccionaraunadelaspelículasmenosescandalosasdelaampliafilmografíadesuhermana;cosaquedudabapuestodasseguíanunmismopatrón:excesodeerotismoyguionflojo.

Como temía, no tuvo tanta suerte. Ryan eligió una de las últimasfilmaciones en la que Laura interpretaba numerosas escenas de fuertecontenido sexual. Cuando Cristina fue al estreno de la película estuvotentada de abandonar la proyección antes de que terminara debido a lavergüenza que le provocó.En esta ocasión, y con lamirada ardiente deRyansobreella,noaguantaríahastaelfinal.

Durantelaproyección,Drakefuehaciendocomentariosypreguntasque a Cristina no le supuso ningún problema contestar; gracias a laprevisión de Miguel, se había documentado muy bien. Pero cuandollegaron las atrevidas escenas de sexo, se sintió morir de vergüenza

pensandoqueamboshombrescreíanqueeraellaquienlasinterpretaba.Porsuerte,hacialamitaddelapelículayenunadelasescenasmás

escandalosas,Ryanselevantóysemarchópretextandoqueestabacansadoy deseaba acostarse. Jason se sorprendió ymiró aCristina.Esta bajó lacabeza para disimular el fuerte sonrojo que sentía. Cuando terminó lapelícula, estuvieron comentando algunos pormenores más sobre ellamientrastomabanunaúltimacopa.

Cristina,bastantemásrelajadaporlaausenciadeRyan,disfrutabadelaconversaciónyde la suavebrisanocturna.Alpoco,decidióacostarseellatambién.Habíasidoundíamuyintensoynecesitabarelajarse.

15

Cristinasedesperezóenlaampliacama.Percibióquelosmotoresdelbarcoestabanparadosysupusoquehabíanatracado.Elsolsefiltrabaporlascortinas,loquelehizopensarqueeratarde.Miróelrelojycomprobóqueeranlasdiezdelamañana.DebíandellevarallíalgúntiempoporquehabíaoídocomentarlanocheanterioraRyanquellegaríanaAlicantealamanecer.

No le sorprendió el haberse despertado tan tarde ya que le costóconciliarelsueño lanocheanterior.Tampocoestehabíasidoreparador,porloquesesentíacansadaybastantedesanimada.

Selevantóysedirigióalcuartodebaño.Laimagenqueledevolvióelespejolepreocupó.Surostroseveíademacrado,conprofundasojerasy los ojos enrojecidos. Tendría que esmerarse si quería presentar unaimagenaceptableante laspersonasque teníanensusmanosel futurodeLaura.

Tras una refrescante ducha y después de peinarse ymaquillarse, sesintió con ánimos para continuar desempeñando el papel que le habíanasignadoenaquellarepresentación.

Alllegaralcomedorlesorprendiónoencontraranadieallí.—¿Soy la primera en desayunar esta mañana? —preguntó al

camareroqueseapresuróaservirle.—No,señorita.ElseñorCaineysusdosinvitadosdesayunaronhace

másdeunahoraybajaronapuerto.A Cristina no le extrañó que Bárbara, que llevaba recluida en su

camarotedebidoaunpersistentemareo,estuvieseansiosadepisar tierrafirme;ymássielloledabalaoportunidadderealizaralgunascompras.

Aunque ella no conocía esa ciudad, no le pareció oportunoarriesgarse a deambular por sus calles. Prefería disponer de un rato desoledad.

Terminó de desayunar y subió a la cubierta superior, desde dondeteníaunabonitaimagendelaciudad.Estabadisfrutandoconlavisióndelpaseomarítimoylosnumerososbarcosancladosenélcuandodivisóunacabinatelefónica.Estolerecordóquehacíatresdíasquenohablabaconsu padre. Como se temía que no iba a disponer de otra oportunidad en

variosdíasmás,decidióaprovecharlaausenciadelosdemásparabajaralmuelle. Para no arriesgarse a que la reconocieran y provocar algúnincidente,pensóencamuflarsecomoyahabíahechoenMarbella.

Bajóasucamaroteysecolocólapelucaoscura,lasgrandesgafasdesol y la gorra y se encaminó hacia la cercana cabina pensando en unabuena excusa por si se encontraba con alguien en el trayecto; aunquedudabamuchoque la reconocieranunavezen tierra,ni siquieraRyanoDrake.

Le fastidiaba no haber memorizado los números de teléfono deMiguel y de su hermana porque ahora tenía una buena oportunidad dellamarles.Debíandeestarpreocupadosalnopodersecomunicarconella.El de su padre sí lo recordaba, pero no podía utilizarlo. Si lo hacía,advertiría que no le llamaba desde Londres, donde se suponía que seencontrabaenesosmomentos.

Llamóainformaciónyprontoconsiguióelnúmerodesutrabajo.LasecretarialepasóconsuextensiónyCristinaseenternecióalescucharsuvoz;leechabademenos.

—Hola,papá.AGermán le extrañó oír a su hija por esa línea. Tenía el teléfono

móvil sobre lamesa esperando su llamada.Durante todo el día anteriorestuvointentadocomunicarseconellasinconseguirlo.

—¿Tina?¿Porquéllamasaquí?¿Ocurrealgo?—Heperdidomimóvilynorecordabatunúmero.Eldelaempresa

meharesultadofácildeaveriguar—lemintióenparte.—Mealegraquelohayashecho.Estabaintranquilo.—Lo siento, papá. Sabes que estoy muy ocupada y apenas tengo

tiempo libre. El curso está resultando más duro de lo que imaginaba.Demasiadashorasydeintensocontenido.Elnivelesmuyaltoytengoqueesforzarmeparaseguirlo.—Nuevasmentiras.Porsuerte,nopodíaverla.Élsiempredetectabacuándoleestabaengañando.

—Noteagotes.Dedicaalgúnratoadivertirte.—Lointentaré.Ytú,¿cómoteencuentras?—Bien. Deseando comenzar las vacaciones. El calor enMadrid es

insoportable.¿Cuándoregresas?Comotemíaquesuhermananoibaaestarrestablecidaparalafecha

enlaquedeberíaregresardeInglaterra,teníaunpretextopreparado.—Deesoqueríahablartetambién.Puedequemequedeunpocomás

poraquí.UnpardecompañerosvanapasarunosdíasvisitandolacostadeGalesyestoypensandoenacompañarles.Enesecaso,mereuniríacontigoamiregreso.Noteimporta,¿verdad?

—Porsupuestoqueno.Diviértetemuchoyllevacuidado,cariño.—Gracias, papá. Pero prométeme que no retrasarás tus vacaciones

pormí.YomedirigiréallíamiregresoaEspañaypasaremosjuntoselresto del mes —le pidió. Sabía que estaba deseoso por marcharse alpuebloyreencontrarseconsusviejosamigos.

—Te lo prometo —respondió divertido. Su hija se empeñaba encuidarlecomosifueraunniñodesvalido.

UnpitidolerecordóaCristinaqueapenaslequedabatiempo.—Mehequedadosinmonedas,papá.Tevolveréallamarloantesque

pueda.Cuídate,porfavor.—Loharé,descuida,peronotardestantolapróxi…La voz de su padre se extinguió y Cristina colgó el teléfono

entristecida.Añorabaasupadreyéltambiénaella;lohabíapercibidoeneltonoafligidodesuvoz.Seesforzóensuperarsutristezaysegirópararegresar al barco. Se le escapó un grito al toparse con la suspicaz einterrogadoramiradadeunosconocidosojoscastaños.

RyanhabíaobservadodesdelejosalamujermorenaquebajabadelbarcoysupoquesetratabadeLori.Imaginandoquesedisponíaadarunpaseoporlaciudad,decidióseguirlayobservarsusmovimientos.Perolapersecuciónfuecorta,acabandoenunacabinadeteléfonoquehabíamuycercadeallí.

¿Aquiénestaríallamandoyporquélohacíadesdeeselugar?¿Esqueno tenía móvil? Y en caso de que no dispusiese de uno, ¿por qué noutilizabaeldelbarco?Noquerríaquenadieescuchaselaconversaciónoquequedaseregistradoelnúmeroalquellamaba,pensó.

Esa actitud confirmaba la sospecha que le venía rondando desde elprimermomento:ella teníaunamantesecretocuya identidadnodeseabaquesedescubriese,bienportemoraperderlaexclusivayconellounadesusimportantesfuentesdeingresosoportratarsedeunapersonaquenodeseabaquelarelacionasenconellaenpúblico:unhombrecasado,ricoeinfluyente,comoerasucostumbre.

Jason le comentó que circulaban rumores sobre un supuesto idilioconunaristócrataespañol,por loque larelaciónconsuagenteartístico

debíadeserunatapadera.Noleextrañaría,teniendoencuentasufamadeoportunista y sus numerosos escándalos, protagonizados con la únicafinalidad de hacerse publicidad y conseguir contratos. Pensaba que noteníanecesidadderecurriraesosmétodosporquesetratabadeunabuenaactrizencasilladaenpapelesquenoleayudabanademostrarsutalento.

Esa mujer no dejaba de sorprenderle. Había muchas cosas que leintrigaban,comosuscambiosdepersonalidad.UnasvecessecomportabacomolaLoriMartelqueimaginóantesdeconocerla:unamujerseductoraeinmoral,dispuestaacualquiercosaparaconseguirunbuencontrato.Encambio, en otras se mostraba como una joven tímida e inocente, queparecía descubrir el placer por primera vez y se entregaba a él conentusiasmo,comoocurríacuandolaestrechabaentresusbrazos.Enesosmomentosnadaensuformadeactuarrecordabaalaactrizexperimentadaymundanaquearrastrabaunalargalistadeamantesyescándalostrasella,yélsesentíaperplejoalavezquefascinado.

Eran dos mujeres diferentes en un solo cuerpo: la actriz, fiel a suimagendedevoradoradehombres,y lamuchachitadulcee ingenuaquesolo afloraba en la intimidad. Esa era la que él deseaba, la que habíaconocidoen suprimer encuentro,yque llegóa impresionarle tantoquehabía decidido saltarse algunos de sus principios morales paraconseguirla.

Estabaactuandodeformainusual,losabía.YlopeoreraqueJasonlohabíaadvertidoyesolemolestaba.Aúnestabairritadoporladiscusióndemomentos antes y por el recuerdo de las agrias palabras que se habíandedicadoaldespedirse.Eranamigosdesdehacíamuchosaños.Siemprelehabía aconsejado bien y, en esta ocasión, seguro que también lo hacía;peroélnoqueríaescucharlo,cegadoporellocodeseoquesentíaporesamujer.

—¿Conquiénhablabas?—preguntóRyanconvozhelada.Cristinasealarmó, temiendoque lahubiesedescubierto.Porsuerte,

habíautilizadoelcastellanoyélnodebióentenderloquedecían,encasodehaberescuchadolaconversación.

—Con mi prometido —respondió con una forzada sonrisa, en unintentodeocultarsutemor.

—¿Notienesmóvil?—Sinaguardarsurespuesta—:¿Porquénohasutilizadoalgunodelosquetenemosabordo?Soloteníasquepreguntaracualquiertripulante.

—Miteléfono loolvidéenMarbella.Ynoheutilizadoeldelbarcoporquedeseabaunpocodeintimidad—lecontestóconpartedelaverdad.

—Perdona que no me crea esa bonita historia de amor, encanto.Seguroquequeríasintimidad,peronoparahablarcontunovio.Setratabadeotrapersona,¿noescierto?—Noibaadejarseengañar.

Cristinasesonrojóantesusacertadassuposicionesy reaccionóconvivacidad.¿Peroquiéneraélparaespiarla?

—¿Ysiasífuera?—seencaródesafiante.Ryanlacogiódelbrazoylaacercóasucuerpo.—Siasífuera,supondríaqueelbuenodetuagentenoeselúnicoque

recibetusfavoresy,enesecaso,yotambiénquierobeneficiarmedeellos.Cristinatemblóporelcontactoyporelsignificadodesuspalabras.

Aunasí,semantuvofirme.—¿Ysiyonodeseoesetipodeintimidadcontigo?—¿Qué no la deseas?—rio escéptico—.Nome engañas, preciosa;

me deseas tanto como yo a ti. Lo que no comprendo es la causa de turechazo.

—Puedes pensar lo que te apetezca. La realidad es que estoyenamoradadeMiguelaligualquetúdebesestarlodetufuturaesposa—replicómordaz.Élteníarazón,aunquenopodíacederasusexigencias.

—Así que se trata de eso. ¿Ahora sales con los escrúpulos deconciencia?Debe de ser algo nuevo para ti porque tengo entendido quenuncatehanimportado.

Cristinanosedejóamedrentar.—Como te expliqué en cierta ocasión, no pretendo influir en la

decisiónquedebéis tomar.Quieroquesemevalorepormi trabajo,pormisdotesdeactriz,ynopor…otrotipodehabilidades.

Ryan lamiró durante unosminutos calibrando la sinceridad de suspalabras.Nocreíaniporunmomentoquefuesenciertas,peronoinsistiríaporahora.

—¿Eso quiere decir que deberé esperar hasta que estés rodando lapelículaparaquemeaceptesentucama?—preguntómordaz.

Cristina comprendió que había pasado sin querer el problema a suhermanaynoleimportó.Ellatambiénlahabíacargadoconsusconflictossinobtenernadapositivoacambio.YaseencargaríaLauraderesolverlasituación cuando surgiese, se dijo; tenía la suficiente experiencia paraconseguirlo.InclusoseríabeneficiosoparalacarreradeLoriMarteleste

cambiodeconducta.—¿Volvemos al barco? —sugirió, negándose a responder a su

pregunta. Y se encaminó al muelle donde estaba atracado el yate sincomprobarsiéllaseguía.

Ryanacusólaindirectaysequedómirandocómosemarchaba.Habíaconfirmado sus sospechas. Todo respondía a una ingeniosa y calculadaestrategiaparaasegurarseelpapel:seducir,prometery,unavezfirmadoelcontrato,cumplirsuspromesasono,segúnleapeteciese.

Nopodíanegarqueerainteligenteycalculadora.SospechabaquelehabíahecholamismasugerenciaaJason,quelaaceptaríasindudar;pero,comoeraprevisoraynodeseabacometererroresnidejarcabossueltos,lo había incluido a él en sus manejos. ¿Qué otra explicación podríajustificar ese interés en excitarlo, enhacerle probar lo que, unavezquetuvieraelpapelensusmanos,degustaríaaplacer?

Tambiéncomprendíalosintentosdesuagenteporretrasarlapruebaalaquedebíasometerse.Temíanquenoresultasesatisfactoriayporellohabía cambiado de táctica. Ahora pretendía aplazar el pago. Aunque seequivocaba.Élnoesperaríatanto.Haríaquelepagaseporadelantado.

Cristina subió al yatemuydisgustada y se dirigió con rapidez a sucamarote. Deseaba evitar a Ryan elmayor tiempo posible. Sabía que lavigilabaynodebíapermitirqueporcualquierinocenteerrordescubrieratoda la trama cuando faltaba poco para terminar y existían grandesposibilidadesdequetuvieseéxito.

Cuando calculó que era la hora de la comida, e imaginando queDrake y Bárbara ya habrían regresado, decidió esperar en el comedorhastaqueestasesirviese.Conunpocodesuertetendríalaoportunidaddeentretenerse charlando con el director, siempre que Bárbara no hubiesedecididoacompañarlos.

Abandonósuencierroysedirigióalacubiertadepopa,dondesolíasentarse el director norteamericano para tomar el sol mientras leía ocorregía algún guion. Al llegar, se sorprendió de no encontrarle allí.Preguntó al camarero y este le explicó que no le había visto desde eldesayuno.

Sesintió intranquilapor laextrañaausenciadeDrake.Sepaseóporlas diferentes cubiertas del barco para comprobar si se encontraba enalguna de ellas.Al no encontrarle, imaginó que se había quedado en la

ciudad; y eso suponía que tendría que comer con la única compañía deRyan.Comoqueríaevitarloatodacosta,regresóalacubiertadepopayleindicóalcamareroquetomaríaalgoallímismo.EstelecomunicóqueelseñorCainelaesperabaenelcomedoryqueserviríalacomidaencuantollegase.

Cristina estuvo tentada de negarse, pero comprendió que no eraapropiadonibeneficiaríaaLauraqueseganasesuenemistad.Ellaestabaen ese lugar para desempeñar un trabajo y quería realizarlo lo mejorposible.

Resignándose a lo inevitable, se dirigió al comedor rogando queDrakesereunieraconellosparahacermásllevaderalasituación.

Cuandollegó,Ryanestabahablandoporteléfonoyleindicóconungestoqueledisculpara.Laconversaciónfuebreveyélrespondióapenasconmonosílabos.Alterminar,fuehaciaelpequeñobar.

—¿Tesirvounacopa?—lepreguntó.—No,gracias—denegó el ofrecimiento.No estaba acostumbrada a

tomarnadaantesdelacomidaytampocodeseabaqueestasealargaraconaperitivos.

Antesunegativa,Ryansesirvióunaparaélypidióalcamareroqueseretirasehastanuevoaviso.

Mientras se preparaba el combinado de espaldas a ella, Cristina sepermitió regalarse la vista con su agradable figura.Nopodíanegar queera un hombre muy apuesto. A su elevada estatura se unía un cuerpoatlético ymuy bien proporcionado, resaltado en esosmomentos por uncorto pantalón y un ajustado suéter de manga corta. A ello había queañadir la masculina belleza de sus rasgos, su alta frente, los grandes yrasgados ojos de mirada perturbadora, la recta nariz y la boca desensualeslabios,quetaninquietantesrecuerdosledespertaba.Todoenéleramagníficoyellasentíatalatracciónquellegabaaasustarla.

Sería tan fácil ceder a sus instintos y entregarse a la pasión que ladominaba, pensó con añoranza; pero no debía aprovecharse de laidentidad de su hermana. ¿Cómo se sentiría sabiendo que él le estabahaciendoelamoraotramujeraunquefuesesucuerpoelqueposeía?Ellanoeratanfrívola.Cuandoseentregaraaunhombreloharíasiendoellamismaynoelreflejodeotra.

—¿Encuentrasalgoqueteguste?—dijoRyanconchispeanteacento,aúndeespaldas.

Cristinasesonrojóydesviólosojosconrapidez.Élparecíaleersuspensamientos.

—Nohevisto a Jason en toda lamañana. ¿Dónde está?—preguntócambiandodetema.

Ryan se acercó a ella con una socarrona sonrisa que aportaba a surostrounperversoatractivo.

—¡Ah!¿Peronotelohecomentado?Parecía tan inocente como un niño de chupete. Cristina no se dejó

engañary,tensándose,sepreparópararecibirdesagradablesnoticias.—Nuestroquerido Jasonhadecididoportarse comoun caballeroy

hacedidoalosruegosdesudolientedama,quelanguidecíaensulúgubrecamarotepresade lapeorde las torturas—explicóguasonamente.Hizounapequeñapausaparadegustarlabebidamientrasobservabadivertidolaexpectación con la que ella esperaba que continuase—. Por lo que hanpartido esta mañana para Palma en avión. Le ha costado renunciar alplacerdeesteviajepormary,sobretodo,atuinestimablecompañíaque,deesaforma,quedaparamiúnicodisfrute.—Lasonrisadetriunfoconlaqueterminólaexplicaciónfuetodaunadeclaracióndeintenciones.

Cristina contuvo la respiración ante el impacto de sus palabras, lasúltimas que esperaba oír. El que Jason hubiese abandonado el barcosuponíaqueella ibaaestarsolaconéldurante todounlargodía.Era lapeornoticiaquepodíarecibirenaquellosmomentos.

—¿Tienes algún problema con ello? —preguntó Ryan ante sumutismo.

Sí,claroque lo tenía; tenía todos losproblemasdelmundo,aunquenopensabaadmitirloanteél.

—En absoluto. ¿Y cómo es que lo han decidido de improviso?—Hacía grandes esfuerzos por no estallar en cólera o echarse a llorar,siendoambasalternativasválidasparadarsalidaalestadoemocionalenelqueseencontraba.

—En realidad fue anoche cuando comenzó a considerar la idea.Bárbara se encontró mal durante todo el día y no dejó de protestar.Decidimosque,sisalíaunavióndesdeAlicanteaunahoraprudencial,locogerían.Estamañanahellamadoalaeropuertoyhemostenidosuerte.Yahanllegadoalavilla.Estabahablandoconélcuandoaparecistehaceunosminutos. Me ha dado recuerdos para ti y te desea un final de travesíaagradable.

Cristina se mordió los labios para no gritar. Ese… ese…endemoniado lo había preparado todo para quedarse a solas con ella.Estabaconvencidadeque lehabíapropuesto la ideaaDrake.Temblóalpensaren lasveinticuatrohorasque lequedabanpordelante.¿Qué ibaahacerahora?

Se reprochó otra vez la absurda decisión que había tomado derenunciar al cursillo de formación en Inglaterra para ayudar a unahermana que los abandonó años antes y que, con seguridad, volvería aignorarlos cuando todo se hubiese solucionado; porque, conociendo sucarácterorgullosoyresentido,noesperabaquecumplierasupromesadedarelprimerpasoparareconciliarseconsupadre.

—¿Comemos?La voz de Ryan cerca de su oído sobresaltó a Cristina, que estaba

abstraídaensuspensamientos.Selevantóyfuehacialamesa.Élleretirólasillaparaqueseacomodaraysesentóenfrente.Comieronensilencioapenasinterrumpidoporalgunafrasealusivaaltiempoypocomás.

Cristina trataba de disimular su irritación. Ryan no dejaba deobservarla, haciendo que se sintiese incómoda. Por su parte, él semostrabadivertidoysurelajacióncontrastabaconelfastidiodeella.Paraaumentarlo, parecía que el camarero estaba decidido a prolongareternamente la comida ya que, los numerosos platos, eran servidos conexcesivalentitud.

Cristina se arrepintió mil veces de no haberse quedado en sucamarote como tenía previsto. Al final, no pudiendo soportar por mástiempolasituaciónytemiendoperderlosnerviosdeunmomentoaotro,renuncióalpostreyledijoaRyanqueseretirabaadescansar.

Cuando llegó a su camarote suspiró aliviada, liberando la tensiónacumulada durante la comida. En aquel espacio se sentía a salvo de lamiradadesuanfitrión,quelaenfurecíayexcitabaalmismotiempo.

16

Cristinapermanecíaechadaenlacama,entretenidaenlalecturadeunlibroquehabíaencontradoenlasurtidabibliotecalatardeanterior,yconlaintencióndenoabandonarelcamarotehastallegaraPalma.Allíestaríasegura,rodeadadegenteyconlapresenciayelapoyodeMiguel.

Sin embargo, cuando llevaba confinada en aquella pequeñahabitación por espacio de tres horas, comenzó a sentirse angustiada;necesitabalacariciadelsolylabrisamarina.Además,elpermanecerallínolelibraríadeRyan.Siledecíaquenoseencontrababien,insistiríaenllamaralsanitarioynosesepararíadesulado.

Habíaadvertidounratoantesquelosmotoresdelaembarcaciónseparaban. Imaginó que se trataba de algún problema que pronto sesubsanaríay lo ignoró.Peroal comprobarque transcurrían losminutossin que el barco continuase su travesía, se arriesgó a salir de allí yaveriguarquéocurría.

Al subir a cubierta lo primero que advirtió fue que se encontrabancerca de la costa. Nomuy lejos se divisaba una amplia franja de playadesiertaysalvaje.Comonoteníaideadedóndeseencontraban,preguntóaun marinero. Este le informó que estaban anclados frente a la isla deFormentera.Al parecer,Ryan había decidido parar durante un rato parapracticarwindsurf.

Si continuaban demorándose, no llegarían a Palma hasta la tardesiguiente,sedijocondisgusto.Comonopodíahacernadaporacelerarelviaje, pensó en aprovechar para darse un baño en aquellas cristalinasaguas.

Bajóasucamaroteysecolocóelbikini.Cuandovolvióacubierta,miró en todas direcciones para comprobar siRyan se encontraba en lasproximidades.Unavezconvencidadequenohabíapeligro,sezambullóen las frías aguas y nadó hacia la playa para entrar en calor. Deseabatenderseenladoradaarenaydisfrutardelsolsobresupiel.

La desierta playa constituía una tentación irresistible. Sabía que esaislapermanecíacasivirgen,sincederalamasificaciónurbanísticacomoocurría con el resto de las islas del archipiélago, y había conseguidoevitar el caos turístico que constituía la fuente primordial de riqueza en

aquella zona del Mediterráneo. Solo una pequeña parte de la islapermanecíahabitaday,sinduda,noeraaquella.

Enpocosminutosllegóalaorilla,exhaustaaunquesatisfechaporelejerciciorealizadodespuésdelosdíasdeforzadainactividad.Setendióenla arena y dejó que el sol calentara su piel. Por unos largos minutosdisfrutó de la relajación que el entorno le proporcionaba, hasta quepercibióunlevesonidoasuladoyabrióasustadalosojos.

Cegada por la luz, no distinguió a la persona que estaba ante ella,vislumbrandosolamenteunaaltafigura.Seincorporócontemorhastaqueunafamiliarvozlatranquilizó.

—Nodebistealejartedelbarco.Estapartedelaislaesmuysolitariaynosesabequiénpuedeestarporlosalrededores.Podríashabertellevadouna desagradable sorpresa—la recriminóRyan con voz alterada por lapreocupación, en la que se apreciaba un matiz apasionado, mientras lamirabaconelceñofruncidoylosojosbrillantesdedeseo.

Cristinaintentóaparentarserenidadanteelardienteescrutinio.—Lo siento. No pensé que pudiera correr ningún peligro —se

disculpó—.Regresaréalbarco.Se levantóysedispusoazambullirseenelagua.Ryan lacogiódel

brazoparadetenerla.—Noesnecesarioquelohagassinolodeseas.Tardaremosunahora

enzarpar.Yoteharécompañía.—Gracias,peronodeseopermaneceralsolpormástiempo.Nohe

traído protector solar y tengo la piel muy sensible. Comienza a estarenrojecida—seexcusó.Nodebíaquedarsesolaconél.Noconfiabaensufuerzadevoluntadpararechazarlesiinsistíaconsusproposiciones.

Ryanpaseóunaperezosamiradaporelesbeltocuerpo.—Regresemos entonces. No debes castigar esa deliciosa piel. —

Deslizó una mano por su brazo en lenta y sugerente caricia. El levetemblordeellanolepasódesapercibido.

Sin darle tiempo a reaccionar,Ryan fue hacia la tabla dewindsurf,queestabatendidasobrelaarenaapocosmetrosyarrastrandoaCristinaconél.

—¿Sabesmanejarla?—lepreguntó,señalandolatablaconlaveladebrillantescolores.

ACristinaleintrigólapregunta.¡Noestaríapensandoenenseñarla!—No,nuncahesubidoaunadeesas.

Éllesoltóelbrazoydeslizólatablahastaelagua;después,subióaella e izó la vela. Al hacerlo, los potentes músculos de sus brazos ypiernassetensaronyCristinaadmirósufuerzaybelleza.¿Setensaríandeigualmodocuandohacíaelamor?¿Quéaspectotendríasurostrosumidoenlosespasmosdelplacer?

—¿Lori?Elladiounrespingoypareciódespertardelapeligrosaensoñación

enlaquesehabíarecreado.¿Cómosepermitíapensarenesascosas,yeneseprecisoinstante?SeestabavolviendolocayesoselodebíaaLauraysu brillante idea. Con un gesto de fastidio se recriminó por haberpermitidoquesuimaginaciónsedesbocaradeformatanpeligrosa.

Ryanletendiólamano.—¿Nopretenderásquesubaaeseartefacto?—lomiróespantada.—Esaesmiintención,desdeluego.Sinuncahassubidoenuna,ahora

tieneslaoportunidaddehacerlo—respondióconunasonrisapícaraanteelpavorqueadvertíaensurostro.

Le encantaba ver ese desconcierto en ella, la hacía parecer máscercanaymuchomásatractiva.Sintióeldeseodeabrazarlayasegurarlequenadadebíatemerasulado,queélsiemprelaprotegería.

—¡No puedo! ¡Me caeré al primer intento! —exclamó Cristina,retrocediendodeformainstintiva—.Notengoniideadecómosemaneja.Me parece algo peligroso e innecesario. Puedo llegar al barco pormispropiosmedios.

—No temas. Yo subiré contigo y te guiaré. No hay peligro, te loaseguro.Enpocosminutosestaremosenelyate.

¿Que iban a subir los dos en aquel estrecho tablón?, se asombróCristina.¡Siapenashabíaespacioparaunapersona!Además,estaríantanjuntosqueacabaríaalterándose,comosiemprequelaabrazaba.

—Gracias, pero nome apetece en absoluto subir a ese… inestableartefacto.Prefieroregresaranado.

Anteesarespuesta,lasonrisadeRyanseintensificó.—Metemoquenoesposible.Lafuerzadelvientohaaumentadoyel

yate se encuentra a una buena distancia. No has tenido problemas parallegarhastaaquíporqueteníaselvientoafavor,peroahoraterequeriríaungranesfuerzoyacabaríasagotada.Novoyaconsentirquealapresuntaestrellademipelícula leocurraalgúntipodeaccidente;Jasonnomeloperdonaríajamás—comentóconfingidainocencia.

Cristinacomprendióqueteníarazón.Elbarcoseveíamuyalejadoydudabadequepudierallegarhastaél.Fastidiadaportenerqueclaudicarysindecirunapalabra,asiólamanoqueletendíaysubiódeunsaltoalaresbaladizatabla.

Ryan le pidió que se agarrara a la barra horizontal y relajara elcuerpomientras él se colocaba pegado a su espalda y sujetaba la barraparaestabilizaryorientarlavelaenladireccióndeseada.

Paralizadaporeltemorqueleprovocabalainestablesuperficie,aloque se unía la velocidad que estaba adquiriendo, Cristina apenas podíaatenderasujetarseconfuerzaparanoestrellarsecontralasolas.

Sin embargo, y conforme pasaban los segundos, la sensación demiedofuesiendosustituidaporelfamiliarhormigueodedeseodebidoalcontactoconelcuerpoqueteníaasuespalda.

Se encontraba tan pegada a él que sentía cada movimiento de losmúsculosmasculinos como si fuesen los suyos.Y luego estaba el calorcreciente en la parte baja de su espalda, en la zona que se hallaba enestrechocontactoconlapelvisdeRyan,queseibaendureciendoconcadaroce.

Élpercibiósuexcitaciónyflexionómáslaspiernasparafacilitarleelcontacto con su duro miembro. Cristina necesitó de toda su fuerza devoluntadparamantenerlacorduraynocederalatentación.Eldeseoeratanfuertequesintiócómosucorazónlegolpeabaconviolenciaelpechoylatensiónsexualcrecíaensubajovientre.

Ungemidodefrustraciónsaliódesubocacuando, tras lucharunossegundos contra los escrúpulos de conciencia que su orgullo le dictaba,acabó abandonándose a la necesidad que sentía y, con apenas rozarse,experimentó una intensa descarga de placer que la sacudió con fuerzaarrasadora.

Sesintiódébilyseabandonócontrasupecho,incapazdesostenersepor símisma.Aquellosmomentosde relajación trasel instantedegoce,con la seguridad de los fuertes brazos en torno a ella y la fresca brisamarinaazotandosurostrofueronmuygratificantes.

Todofueperfectoporunospocossegundoshastaqueoyólavozdeélensuoído.

—Recomponte, preciosa; estamos llegando y hay bastante públicoobservando—leadvirtióRyanconacentoburlón.

Cristina se recuperó de golpe y se enderezó todo lo que pudo. Se

sentíaabochornadaporloqueacababadeocurrirylarisotadadeélsolocontribuyóaaumentarsuvergüenza.

Ryanmaniobró para dirigirse a popa, donde estaba desplegada unaplataformaquelesfacilitabaelaccesoalbarcoyenlaqueseencontrabandosmarineros.

Cristinasubiólomásdignamentequepudoysedirigióasucamarotepara encerrarse en él y rumiar a solas su humillación. No queríaengañarse. Sabía que Ryan se había dado cuenta de todo y estaba muysatisfechodehaberloprovocado.

Era una perfecta idiota por haberse dejado llevar por sus sentidos,sucumbiendoa lafascinaciónqueRyanleprovocabaencadafibradesutraidorcuerpo.Sehabíapuestoenridículoalpermitirseesadebilidad.Yen esta ocasión no podía culparle porque apenas había hecho nada paradespertarsudeseo.Tampocopodíaculparalentornoporqueeraelmenosrománticoque sepudiera imaginar: cabalgando sobre lasolasy aplenaluzdeldía.¿Sepodíacaermásbajo?

En fin, lo hecho, hecho está, se dijo en un intento por animarse.Tendría que soportar de ahora en adelante su derrota frente a aquelhombrequenodejaríapasarlaocasiónderecordárselaysacarventajadeella.

Debió quedarse dormida durante un buen rato porque, cuandodespertósobresaltadaporunosgolpes,anochecíayelcamarotesehallabasumido en la penumbra.Tardó en reaccionary losgolpes se repitieron,estavezacompañadosporlavozdeRyanquelallamaba.

Selevantóyfueaabrirlapuertasinhabersedespejadodelsueño.—¿Sí? —preguntó con voz pastosa, entrecerrando los ojos al ser

deslumbradaporlaluzdelpasillo.Ryanestabaparadofrentealapuertaylamirabaconojosardientes.—¿Quéocurre?—insistió,impacienteanteelsilenciodeél.Siguióladireccióndesumiradaydescubriólacausadesumutismo:

había olvidado ponerse la parte superior del bikini. Ryan estabaensimismadoenlacontemplacióndesussenosdesnudos.

Cerróconungritodeespantoy fueaponerseunacamisamientrasescuchaba una fuerte carcajada a su espalda. Una vez cubierta, volvió aabrirlapuertayseenfrentóaélconelceñofruncido.

Ryanestabaapoyadoenlapareddeenfrenteconlosbrazoscruzadossobre el pecho y una sonrisa burlona en el rostro. Iba vestido con una

americana oscura sobre una impecable camisa blanca sin corbata, queresaltaba su bronceado rostro. En el suelo, junto a él, se amontonabanvariospaquetesenvueltosconcoloridospapeles.

—Ybien.¿Quédeseas?—preguntóCristinaconacritud,molestaporhabersemostradosemidesnuda.

—Hereservadomesaparacenarytienesmediahoraparaarreglarte—leinformó,divertidoanteelenfadodeella—.Teagradeceríaquefuesespuntual;medisgustahaceresperaramisamigos.

Cristinaestabaconfundida.Enelbarcoestabanellossolos,anoserquehubieseinvitadoalatripulación.

—¿Cenar?¿Dónde?¿Conquién?—EnelEbesus,elmejorrestaurantedelaisla.Tegustará.—¿Yaestamos enPalma?—preguntó asombrada.Ohabían llegado

volandooellaestuvodurmiendoduranteveinticuatrohoras.—Porsupuestoqueno.EstamosenIbiza—leaclaróél.Cristina recordó que la noche anterior Ryan había comentado con

Drake algo sobre recalar en la isla para visitar a una amiga, pero almarcharseeldirectorimaginóquehabíamodificadolosplanes.Detodasformas, lemolestó elqueno lahubiese informadodurante la comiday,sobre todo, que pareciese no tener prisa por llegar a su destino cuandoellaloestabadeseando.

—¿Ibiza? Pensaba que ya no atracaríamos aquí. Si continuamosretrasándonos,nollegaremosmañanaaPalma.

—Notemas,preciosa;mañanaestarásallíalahoraprevista.Esperoque tu prometido acuda puntual a la cita —comentó malicioso—.Arréglate,porfavor;yatehedichoquenosesperan.

RecogiólospaquetesyselosentregóaCristina.Ellalostomóylomirócongestointerrogativo.

—Como tu vestuario es bastante reducido, me he permitidocomprartealgode ropa.Nocreohabermeequivocadocon la talla.—Lededicó una insinuante sonrisa y, dando media vuelta, se alejó por elpasillo.

Cristina cerró la puerta con rabia. Ese hombre era insufrible, uncompletodéspota.Enningúnmomentolehabíapedidoquecenaraconélysusamigos,sehabíalimitadoaordenárselocomosiellafueseunaesclavaconlaobligacióndecomplacertodossuscaprichos.

Pensó en negarse a acompañarle, pero su fuerte sentido del deber

volvióa indicarlequenoeraunaactitudprudente.Suhermananunca senegaríaaunapeticióncomoaquellaaunquefueseexpresadacontanpocaamabilidad.

Abrióintrigadalospaquetes.Elmayorconteníaunvestidoblancodeseda, largo hasta los tobillos. Los finos tirantes iban bordados conpedrería, así como el filo del amplio escote delantero y la pronunciadaaberturadelaespalda,queladejabaaldescubiertohastacasilacintura.Alo largo de todo el talle llevaba una serie de tiras de encaje de varioscentímetros de anchura y situadas de forma estratégica para que norevelaran nada inconveniente, pero que dejaban el pecho casi aldescubierto.

Cristinasesintiósofocada.Nuncahabíallevadonadatanescandalosoynoestabaseguradepoderhacerloenestaocasión.Estabaconvencidadeque él lo había elegido precisamente por eso. Aun así, sería unadescortesíanoponérseloymáscuandoseadaptabaalestiloprovocadorydesinhibidodeLoriMartel.

Conunsuspiroderesignaciónsedespojódelacamisayseloprobó.Sino lequedababienya tendríaunaexcusaparanoponérselo.Peronotuvo tanta suerte. La delicada prenda se deslizó por su cuerpo en suavecariciayseadaptóaélcomounasegundapiel.Erapreciosoylequedabademaravilla,haciendoresaltarsussinuosascurvasyelbronceadodesupiel.Sabíaqueestabahermosaysesentíamuyfemenina.

Enelrestodelospaquetesencontróunasfinassandaliasplateadasdealto tacón adornadas con pedrería y un pequeño bolso-joya. Tambiéncontenían varias braguitas de satén de diversos colores y numerososartículosdebellezaymaquillaje.

Cristinaadmirótodoelconjunto.Ryanteníabuengustoenvestuariofemeninoosabíadejarseaconsejar sobreello.Poralgunaextraña razónque no le apetecía analizar en esos momentos, deseaba que él lacontemplara con aquella sugerente prenda y que la hallara bella ydeseable.

17

Media hora más tarde, Cristina salió a cubierta donde Ryan laesperaba. La destreza adquirida en las semanas anteriores le habíafacilitado la tarea, y le permitió aparecer deslumbrante y dispuesta adesempeñar a la perfección su papel ante cualquier invitado que suanfitriónhubiesedecididopresentarle.

Ryan se quedó aturdido cuando la vio aparecer. Había elegido elvestidoporsuosadodiseño,pensandoqueaellaleincomodaríallevarlo,perosinpreverqueelincómodoyalteradoibaaserél.Estabafascinanteymuydeseable.Sucuerporeaccionódeformainmediataconunincómodoendurecimientoenciertazonanadaconvenienteenaquellosmomentos.

Lopeoreraqueloshombresquelacontemplasensentiríanlomismoqueél;yesoeraalgoquenoleagradabaquesucediese.Estabaclaroquesehabíaequivocadoconlaeleccióndevestuario.

—¿Teparecequeme sientabien?—preguntóCristina condescaro,alentadaporlamiradaardientedeél.

Era consciente, por la expresión de su rostro, que le gustaba suaspecto y eso le satisfacía. Superada la turbación de ver sus senos casidesnudosacausadeltransparenteencaje,quelahizodudarhastaelúltimomomento, ahora se alegraba de haber tenido la suficiente valentía paraponérselo.Soloesperabacontinuarpensandodeigualformaalbajardelbarco y enfrentarse al resto de miradas que recibiría a lo largo de lanoche.

—¿Nosvamos?—propuso,divertidapor la turbaciónquemostrabaelrostromasculino.

Ryan, con un mal disimulado gesto de disgusto y un gruñido porrespuesta,lacogiódelbrazoyseencaminóhacialapasareladedescenso.

Elbarcoestabaatracadoenelpuertodeportivode labonitaciudad.Bajaron de él y se dirigieron andando hasta el restaurante que quedabamuycerca.

Cristinaestabaasombradaante laanimacióny laabigarradamezcladegentesquepululabanpor la zonade losmuelles.Conocía la famadeextravagante que tenía Ibiza aunque nunca llegó a imaginar que leresultaría tan sorprendente. Por sus estrechas y empinadas callejuelas

deambulabanunsinfíndevariopintospersonajesque leprovocaronmásdeunasonrisapor locuriosoyatrevidodesuatuendo,olvidándoseconellodesuincomodidad.

—¿Habíasvisitadolaisla?—lepreguntóRyan,divertidoporlacaradeasombrodeella.

Cristina se alarmó. No recordaba que Laura o Miguel le hubiesenhabladosobreello,peroimaginabaquesuhermanahabríaidoenalgunaocasiónyaquedebíaagradarleelambientededesenfrenoquereinabaallí.

—Estuvehaceaños.Yanorecordabalodivertidaquees—leexplicó,evitandocomprometersedemasiado.

—Yosuelovenirconfrecuenciasiemprequeandoporestapartedelmundo.Megusta el ambiente bullicioso, tan diferente del señorial de laciudaddePalma;además,tengobuenosamigosaquí—confesóRyan.Lallevabacogidadelbrazoylaguiaba,sorteandolosgruposdegentesquecirculabanporlasestrechascalles.

—¿Conquién vamos a cenar?—preguntó ella con cierta inquietud.Cabía la posibilidad de encontrarse con alguien que conociese a suhermana,loquelameteríaenunbuenaprieto.

—Setratadeunabuenaamigaquetienecasaenlaisla,enlaquepasalamayorpartedelaño.Esinglesa,divorciadayunapintoradegranéxito.

Cristinarespiróconmástranquilidad.ErapocoprobablequeLaurayesa mujer se conociesen. No parecía pertenecer a los círculos que suhermanafrecuentaba.

En pocos minutos llegaron al restaurante. Ryan dio su nombre almaîtreyestelesacompañóhastaunamesaenlaqueestabansentadasdospersonas,un jovenmuyguapoyunaatractivamorenaquesuperabaconcreceslatreintenaeibavestidadeformamuyprovocativa.

—¡Ryan,quéenormeplacervertedenuevo!—exclamóelladeformaefusiva,ysearrojóasusbrazos.

—El placer es todo mío, Fiona —respondió él, recibiendo conagradoelsaludodesuamiga.

Trasunossegundos,Ryanhizolaspresentaciones.—Fiona, ella es LoriMartel, una actriz española de la que esmuy

probablequehayasoídohablar.LamujermiróaCristinaconmaldisimuladaantipatía.—Pues no, lo siento; nome suena de nada—comentó con desdén,

volviendodeinmediatosuatenciónaRyan—.Prométemequetequedarás

unosdías,querido.Tengotantascosasquecontarte…—Nocreoque seaposible—dijoconcierta sequedad.Yqueriendo

subsanarladescortesíadeFiona,segiróhaciaelacompañantedeestaysepresentóélmismoalargándolelamano—.RyanCaine.

—Boris Shevchenko—respondió el joven, apretando con fuerza lamanodeRyan.SegiróhaciaCristinay la saludóconunbesoenambasmejillas—:Yosíhevistoalgunasde suspelículas, señoritaMartel,yentodasmehagustadomuchosuactuación.

—Gracias, me alegra escucharlo —Cristina le dedicó una sincerasonrisa.

ACristina le impresionó la belleza de Boris, de rasgos exquisitos,sorprendentesojosazulesylargamelenarubia;aunque,sedijo,preferíaelmasculinoatractivodeRyanaaquellaangelicalcara.

Sesentarona lamesay,desdeelprimermomento,FionadedicósutotalatenciónaRyan,ignorandocondescaroalosotros.

Por los retazos de conversación que llegaban a sus oídos, Cristinadedujoqueenelpasadohabíanmantenidounaíntimarelación;algoquelapintoraestabaansiosaporreanudar.Boristambiéndebiódeinterpretarloasí,puessugestoseagriabaconformepasabanlosminutos.

Cristina estaba molesta por la desatención de Ryan, que solo teníaojos para Fiona. Era evidente que estaba muy a gusto junto a aquellamujer, que no dejaba de manosearlo y cuchichearle al oído como siestuviesensolos.Laindignaciónfuecreciendoenellaanteaquellafaltadedelicadeza y también por algo más, un sentimiento que le resultabadesconocidoyanteelqueno sabíacómo reaccionar,peroquenopodíaserotracosaqueunosrabiososcelos.

Conunadisculpa, se levantóy fueal servicio.Necesitaba serenarsedespués de observar las disimuladas caricias que se prodigaban. Allípermaneció durante largos minutos en los que intentó controlar susemocionesyreflexionarsobreloscontradictoriossentimientosqueRyanleprovocaba.

Cuando regresó a la mesa la encontró vacía. Alarmada, miróalrededorbuscandoa suscompañeros.Temíaquesehubiesenmarchadoolvidándosedeella.

Ya estaba por abandonar el restaurante y dirigirse al barco cuandodescubrió a Ryan y Fiona. Estaban bailando en una pequeña pista pocoiluminadayubicadaenunrincóndeljardín,mezcladosconotrasparejas.

Lo que vio le provocó una reacción de furia. Fiona estaba colgada delcuello de Ryan y tan pegada a él que parecía una prolongación de supropiocuerpo.Ambossemovíanallentocompásdelamúsica.

Un nuevo zarpazo de celos la atacó de improviso. Pidió al maîtrelápiz y papel y dejó aRyanuna escueta nota en la que explicaba que seencontrabaindispuestayregresabaalbarco.

Cuando se marchaba, con los ojos anegados de lágrimas defrustración y dolor, unamano la sujetó. Se volvió furiosa y encontró aBoris, que la contemplaba con una mirada cargada de apenadacomprensión.

—Yo también me marcho. Creo que los dos estamos de más estanoche.

Cristinaasintiómientrasintentabacontenerlaslágrimas.Éllasujetódelbrazoycomenzóacaminarasulado.

—Teacompañarédondedesees.Noesprudentequevayassolaaestashorasdelanoche.

Ella agradeció el ofrecimiento y ambos se encaminaron a losmuelles.Apesardequesoloteníaveinteaños,Borisparecíamuymaduro.Durante el trayecto le confesó que estaba enamorado de Fiona y vivíanjuntosdesdequellegóalaisla,seismesesantes.Lehabíaheridolaactituddeellaesanoche,aunquenolesorprendíaporqueamboshabíanpactadounamutualibertadparacambiardeparejacuandolodeseasen.LaideafuedeFiona,yéllaacatabaaunquenolacompartía.

Esaactituderanormalenaquellasociedad,tanliberalypobladaporlosreductosdelosantiguoshippiesquedescubrieronlaislaenladécadadelossetenta;peroaél,queprocedíadeunatradicionalfamiliaucranianayteníamuyarraigadoelsentidodelafidelidad,lecostabaasimilarlo.

Con la pena reflejada en sus rostros y sintiéndose traicionados porsus respectivos acompañantes, llegaron al muelle donde se hallabaatracadoelNereus.

Cristina sedespidiódeBoris y corrió a refugiarse en su camarote,conelcorazónoprimidoporunangustiosodolor.

RyansoltóelairequehabíaestadoconteniendocuandovioqueLorisedespedíade suacompañanteante la escalerilladelbarcoy subíaa él,mientrasBorisdesaparecíaentrelamultitudquepoblabalazona.

Habíaactuadoimpulsadoporunosinjustificadoscelosyahoradebía

regresaralrestauranteydisculparseconFiona,alaquehabíaabandonadoenmedio de la pista de baile con un apresurado «disculpa» cuando viomarcharseaLoriycomprendiólospeligrosalosqueseenfrentaba.

Suintencióneraasegurarsedequellegabasanaysalvaalbarcoparavolverjuntoasuamiga,peroalverlaacompañadadeBorisleasaltóunaterriblesospecha.Imaginóqueacabaríanunoenbrazosdelotroenalgunode los oscuros clubes que proliferaban en el paseo del muelle y lascallejuelas adyacentes; o tal vez tenía intención de llevarlo al barco yaprovecharlaintimidaddelcamarote.

Pero sus sospechas habían sido infundadas y Fiona merecía unadisculpa. La velada no iba a terminar como ella esperaba, aunqueintentaríaresarcirlaconunacopayunpocodecharla.Noteníanprisaporzarpar.Podíadisfrutardealgunashorasmásenaquellugar.

Cuando llegóal restaurante, suamiga sehabíamarchadodejándoleuna nota. Al principio no entendió su significado, pero tras unosmomentosdereflexiónllegóacomprenderla.Lanotadecíaasí:«Soloenotraocasiónheapreciadoesebrilloentumirada.Esperoqueestaveznote decepcione la persona elegida. ¿Es innecesario agregar que siento nohabersidoyolafavorecidaporlafortuna?»

Ryanestuvovagandoporlascalles,mezclándoseconlagente,enuninútilintentoporacallarsupropiocorazónqueseempeñabaenconfirmarlas palabras de Fiona. Pero era imposible. Lo que sentía por Lori erasimplelujuria,algocomprensibletratándosedeunamujertandeseableyporlaquemuchoshombressuspiraban,apartedelafamadeperversaquele acompañaba y que le confería un atractivo añadido a sus muchosencantos. No estaba enamorado. Sus ojos solo reflejaban deseo, puro ysalvajedeseo.

Nole llevaronaningúnlugarsusreflexiones,perosísuspasos.Seencontróotravezenelmuelle,frentealbarco.Subióyordenóalpatrónquelevaraanclasyzarparandeinmediato.Deseaballegarasudestinoloantesposibleparaponerunmayorespacioentreélylamujerquesehabíaconvertidoensuobsesión.Unavezenlacasa,ladejaríaallíysealejaríaparanovolverhastaquesuhijoestuvieseconél.ConKevinasulado,suspensamientosseapartaríandeella.

18

Elbarcosurcabavelozlaplateadasuperficiedelasaguasmientraslalunase reflejabaenellasconunaestela luminosa.A lo lejossedivisabaalguna luz procedente de otras embarcaciones y en el cielo las estrellasbrillaban con deslumbrante fulgor. El silencio era casi absoluto,interrumpido por el débil zumbido de losmotores y el chapoteo de lasolasalchocarcontraelcascodelaembarcación.Elaireestabasaturadodeunintensooloramar.Todoerarelajante,embriagador.Nadaturbabalaplacidez y el sosiego de aquella noche en medio de las aguas; sinembargo, Cristina no podía admirar toda aquella belleza porqueangustiosospensamientosocupabansumente.

Siemprehabíasoñadoconesemomento,consentarseenunacómodahamaca ymirar el cielo estrelladomientras, rodeada por la inmensidaddelocéano,sequedabadormidaarrulladaporelbatirdelasolas.Ahoraquehabíahecho realidad su sueño,que se encontrabanavegandoenaltamar, en un magnífico barco y con todo el tiempo para disfrutarlo, lainquietudquesentíaleimpedíasaborearlo.

Miróelrelojdepulsera.Erancasi lastresdelamadrugada,aunqueno tenía sueño ni deseos de regresar a su camarote.Almenos en aquellugar, sentada en la cubierta de popa con la suave brisa acariciando surostro,sesentíamenosatormentada.

Volvió a preguntarse por qué no había renunciado mucho antes aaquellafarsaysimerecíanlapenatantosproblemasysinsaboresparaverreunidaotravezalafamiliayborrarlatristezadelrostrodesupadre.Surespuestafueinmediata:sí,mereceríalapena,apesardelgranprecioqueestabapagando.

Aquella situación la estaba destrozando. Ya no se trataba solo delesfuerzo que suponía actuar durante veinticuatro horas, con el continuotemoraserdescubiertaoadecepcionara losamericanosyqueestossenegasenapensarensuhermanaparaelpapel.Habíaalgomás,algoquelaangustiabaydeloquenoveíaformadedespojarse.Enrealidadnoqueríadarnombreaesainquietudinterior,aesefuertesentimientoqueocupabasu corazón, por temor a reconocer que se estaba enamorado de Ryan.Pero,¿paraquénegarlosiloscelosylaangustialaconsumían?

Gimió al recordar a Fiona. Era muy seductora y con unapersonalidadqueeclipsabaacualquierotraqueestuvieseasulado.Ellasesintióinsignificanteantelafascinaciónqueproyectaba,comoelpatitofeoydesvalidoenpresenciadeunmajestuosocisne.

Comprendía el interés deRyan por aquella hermosamujer y no leextrañaríaqueterminaralaveladaencasadeellaoenelpropiobarco.

ElimaginarloenbrazosdeFiona,entregadosalplacer,leprovocabaunagudodolor.

Ryan,ocultoenlassombras, laobservabasinatreversearevelarsupresencia. Él tampoco soportaba el agobio del pequeño camarote ydecidiósaliralexterior.Yallíestaba,enunoscurorincóndelacubierta,cuandoellallegóysesentóenunadelashamacas.

¿Cómoeraposiblequeesamujerconsiguieratrastornarlodeaquellaforma?Leatraíacomoningunaotrayloconfundíayexasperabatambién.Supresencialeprovocabaunosviolentosdeseosdehacerleelamory,almismo tiempo, despertaba en él sentimientos que creyó no volver aexperimentar.Cuando laveíacomoahora, tristeyvulnerable, sentíaunainmensaternuraqueleimpulsabaacogerlaentresusbrazosyconsolarla.

SabíaqueLorisesentíaatraídaporél.Nofingiríaesasapasionadasrespuestas ni el deseo que brillaba en sus ojos cuando sus cuerpos serozabansinofuesecierto.Comolatardeanterior,cuandolallevósobresutabladewindsurf.Estuvoapuntodehacerleelamorenelaguayellaselo habría permitido; pero se contuvo con gran esfuerzo. Quería quesintieraeltormentodelrechazo,quelacorroyesenlosmismoscelosqueélpadecíacuandolacontemplabaenbrazosdesuagenteoenlasescenaseróticas que se desarrollaban en sus películas. También queríademostrarse a sí mismo que no la deseaba tanto como su cuerpo seempeñaba enmanifestar, ni la necesitaba como su corazónnodejabadedictarle.

Debatiéndose entre la incertidumbre de sus propios sentimientos ydeseosy laconvenienciade ignorarlosydejarque todoocurriesecomodebería,decidióbajarasucamaroteparadescansarlaspocashorasquelequedabanhastallegaraPalma.

Se levantó con sigilo y dio unos pasos cuando oyó su llanto y sucorazón se conmovió. Sin poder evitarlo, se acercó a ella. Solo queríaconsolarla,aliviarsudolor,fuesecualfuese.Nosoportabasusufrimiento.

Cuandoestuvoasulado,leapoyóunamanoenelhombro.Cristinasesobresaltóalsentirelcontactoyemitióungritó.

—Notemas.Tedejarésola—dijoRyanconamargura,interpretandodeformaequivocadasureacción.

Fueamarcharsecuandoellalecogiólamanoenunespontáneogestoylallevóasumejilla,rozándolaenunatímidacaricia.

Ryansequedóparalizado.Notaba lahumedaddesus lágrimasen lapalma de la mano y una fibra sensible de su corazón se contrajoconmovida.

—¿Qué te ocurre? ¿Puedo ayudarte? —le preguntó mientras seinclinabasobreellayleretirabaelcabellodelrostroconternura.

Cristinanegóconunmovimientodecabeza.¿Cómoexplicarleloquesentíaporélyquelosceloslatorturaban?Conscientedelaestupidezquecometíaalmostrarlesussentimientos,soltósumanoconla intencióndehuirdeallíyevitarseunanuevahumillación.

Ryanseloimpidió.Lalevantóylaabrazó,haciendoqueapoyaralacabeza en su hombro hasta que ella se fue relajando poco a poco. Noqueríaanalizarlasemocionesquelodominabanenesemomentoporqueseasemejabanmuchoalaideaqueteníadelafelicidad.

Perolainicialternurafueprontosustituidaporunsentimientomuchomás intenso. El deseo que sentía por ella lo inundó, nublándole todopensamiento lógico, y comenzó a regar su cuello y sus mejillas conpequeños besos. Paladeó el sabor salado de sus lágrimas y eso loenardeció más. No sabía por quién las estaba vertiendo, pero eraconscientedequeenesemomentolenecesitaba;erasuficienteparaél.Laapretó con fuerza contra su cuerpoy reclamó suboca, fundiéndose conellaenunapasionadobeso.

Cristina no entendía su reacción. Lo único que sabía era que, aladvertirsupresencia,sehabíasentidolamujermásfelizdelatierrayellola llevó a querer retenerle a su lado. Era probable que terminaraarrepintiéndose de esa debilidad, pero ahora solo podía pensar enresponderasuscariciascontodalafuerzaqueeldeseoledictaba.Noleimportaba nada, solo sentir aquellos poderosos brazos alrededor de sucuerpo y aquella dominante boca devorándola con ardor. Lo añoraba ynecesitabaesasmuestrasdepasión.

La certezadeque él yano ladeseaba lahabía estadoatormentandotanto que, al comprobar que se había equivocado, no podía ocultar su

dicha.Esanochellegaríahastaelfinalsinimportarlequésucederíaaldíasiguiente ni pensar en las complicaciones que le acarrearía. Queríasentirlo dentro de ella, llenándola por completo, y experimentar eseéxtasis que intuía exquisito. Tampoco le importaba que él acabara dehacerle el amor a Fiona; incluso que ella pudiera estar en su camarote.Ahoraerasuyo,ladeseabaaella;eraloúnicoquenecesitabasaber.

Conesospensamientosbullendoensucabezayllenandosucorazón,Cristinacomenzóaresponderalascariciasconunímpetudesconocidoyunasansiasdesbordantesdepasión.

Entusiasmado con su reacción, Ryan se olvidó de los motivos queellapudieratenerparaentregarseodesupropiafaltadeéticaalaceptarlo,porque en esos momentos no le importaba que la actriz, famosa porrecurrira los favoressexualesparaconseguir loscontratos, leestuvieseutilizandoparaasegurarseelpróximo.

Dejódeladosusprincipiosmorales,quesiemprelehabíanllevadoanocederantepresionesdeningúntipo,ydecidióqueesanocheellaseríala asustada joven que recogió del mar y él un hombre enloquecido dedeseo.Aldíasiguiente,unavezsaciadalalujuriaqueledominabadesdeque la conoció, podría pensar con calma en las obligaciones que leacarrearía; ahora no estaba dispuesto a que nada ni nadie le impidiesesaborearesedeliciosomanjar.Ibaadarleloqueleestabapidiendoconsucuerpoydisfrutarconello.

Cristina,ajenaalasdudasqueatormentabanaRyan,estabaentregadaalapasión.Conlarespiraciónagitadayelcuerpoinflamado,sededicabaabesarymorderaquellabocaquelatrastornaba,altiempoquesusmanosrecorrían ansiosas la ancha espalda con torpesmovimientos, intentandoliberarledelacamisaparaaccederasupiel.

—¡Aquíno!—exclamóélconvozenronquecida,ylaalzóenbrazosparasubirlaestrechaescaleraqueconducíaaloscamarotes.

Ellaabandonósubocaparafacilitarlelavisiónycontinuóbesándoleelcuelloyllenándoselasfosasnasalesconelaromadesupiel.Estabaenotromundo, unmundo de sensaciones en el que los sentidos primabansobrelarazónylosdeseossobrelosdictadosdelamoral.Sabíaquehabíaperdido la batalla contra estos últimos y estaba feliz de haberse dejadovenceralfin.

Había sido una tonta al resistirse durante tanto tiempo. Ahora leparecíanpuerileslasexcusasenlasqueseescudódurantedíasparaevitar

caerensusbrazos.Ellayanoeravirgen,porloquenodebíatemerquesospechase nada extraño; y en cuanto a su falta de experiencia encuestionessexuales,siemprepodíasuplirlacongrandesdosisdeaudacia.

Noteníanadaquetemerniestabaobligadaarendircuentasanadie,ni siquiera a su hermana cuando descubriera que había mantenido unarelaciónconelproductordelapelículaenlaqueconfiabaparticipar.Queresolviera entonces el problema si era necesario, se dijo. ¿No la habíacargadoLauraconlossuyos?Mañana,cuandovolvieraaserdueñadesusactos, intentaría hallar una solución; pero ahora, con la razón embotadaporeldeseo,soloeraconscientedeloquesentía.

Ryan tuvobastantesproblemaspara llegara lapuertadelcamarote,puestoque él tampoco teníavoluntadparadejar debesarla.Sin soltarla,abrióyseintrodujodentro,cerrándolaacontinuacióndeunapatada.

Sedirigióalacamaylatendióenella,quitándolelalargacamisetaydescubriendosucuerpo.Sequedómirándolaextasiadobajolaprofusaluzde la luna que se filtraba por la ventana, prendido de las promesas deplacerqueofrecíansusojos.

Cristinalocontemplabaasuvezconfundida.Ardíaconundeseotanabrasadorquenocomprendíaporquésequedabainmóvilynolallenabaconsucuerpo,queeraloqueellamásansiabaenesemomento.

Sealarmó.Estaríacalculandolasconsecuenciasdedejarsellevarporlapasión.Pensaríaquenodebíaserinfielasuprometidao,conociendolafamadesuhermana,nodeseabaproporcionarleunmotivodepresiónenelfuturo.

Girólacabezaparadejardemirarleycerrólosojos,preparándosepara su rechazo. Estaba tan decepcionada pensando que la fama de suhermanaacabaría ahuyentandoalúnicohombrequehabíadespertado supasiónen todosaquellosaños,quese sorprendiócuandoadvirtióque ladescalzaba y le elevaba los pies hasta su boca para besarlos. Era unacaricia tan sensual y erótica que el deseo mitigado momentos antesrenació en ella. Emitió un gemido de anticipación y se concentró enaquella exquisita lengua que comenzaba a avanzar por sus piernas endirecciónalosmuslos.

Ryanseirguió,mirándolaconunatraviesasonrisa,yvolvióalamersuspiesaltiempoquefrotabalassensiblesplantasporelsuavevellodesupecho.

Cristinasintióundeliciosocosquilleoyseagitóanhelante.Élquería

jugar y parecía no tener prisa, pero ella sí la tenía. Se estaba volviendoloca de ansiedad. Se incorporó con la intención de hacérselo saber.Extendiólosbrazosyquisoagarrarledeloshombrosparaatraerlosobreella.

—Nomeprivesdeestapreciosavista,encanto—dijoRyandivertido.Seretiróylelevantóunpocomáslaspiernas,consiguiendoquevolvieraatenderse.

Ellasupoqueestabaatrapada.Enaquellaposición,tendidaenlacamay con las piernas elevadas y sujetas, se sentía indefensa. Eseconvencimiento le proporcionó una excitante sensación y decidióabandonarse a su capricho. Se relajó con un voluptuoso suspiro deresignación.

Ryan estaba asombrado de su propia serenidad. La impaciencia deminutosantessehabíaesfumadoparadarpasoaunaplacenteracalmaenla que sus sentidos se agudizaban y el deseo se refrenaba con el fin desaborear con toda intensidad el esperadomomento. Tenía tiempo; teníatoda la noche y no quería que la precipitación restara placer a aquellashoras.

Aunqueesonoeratodo.Ensufuerointernodeseabaqueellagozaracomo nunca. Pretendía que olvidara a todos los hombres que habíaconocido,atodoslosquelaposeyeron.Deseabaserelmejoramantequehubiesetenido.

Ryansearrodillóycolocólaspiernasdeellasobresushombros,detalmaneraquelasrodillasabrazaransucuello.Deslizósusmanosporlosmuslosfemeninosconenardecidascariciashastallegaralascaderas.

Cristinasentíasurespiración,cadavezmásacelerada,acariciandolaparte interna de susmuslos y una increíble sensación de anticipación lainvadió ante la inminencia de la caricia que intuía. Se tensó al sentir lalenguasaboreandolaparteinternadesusmuslosenunlentoavancehaciaaquellapalpitantezonade sucuerpo.Exhalóun suspirocuandosintióelesperado contacto y se arqueó. Pero algo estorbaba para que el placerfuera más intenso y la caricia más profunda. No había advertido quellevabapuestalabraguitahastaquenotóqueéllarasgabaconlosdientes.

Ryanseparómássusmuslosycolocólasmanosbajosucuerpoparalevantarsupelvisytenerunmejoraccesoaaquellapartequeleatraíaconunimán.Enterrósurostroentreloscortosrizosysuaromapenetróporlas fosas nasales hasta llegar a su cerebro.Era comouna potente droga

queleembotólossentidosynublósurazón.Ybebióenaquellainagotablefuentecomosideunmoribundosetrataseyesafueselaúnicaformadesalvarsuvida.

Ajenoatodoloquenofueranlosgemidosdeellayestimuladoporlosmovimientosdesucuerpo,RyancontinuóhastaqueCristinasesintióestallardeplacerytiródelacabezaparaatraerlahaciasuboca.Peroélnoestabadispuestoadejaresagozosatarea,delaquenuncapodríasaciarse,ycontinuóhastaquelosagudosgritosdeléxtasisdeellaledevolvieronalarealidad.Seincorporóylacontempló.

Cristina,conlarespiraciónagitadayelcorazónpalpitanteacausadelviolentoorgasmoquelahabíasacudido,movíalacabezadeunladoaotrodesbordadaporlasemocionesqueacababadeexperimentar.Unasonrisade masculino orgullo curvó la boca de Ryan y el deseo le golpeó conredobladafuerza.Sepusodepieycomenzóadesnudarseconrapidezaltiempo que se dirigía al cuarto de baño contiguo. Regresó en pocossegundos con un pequeño paquete. Lo rasgó impaciente y extrajo unpreservativo.

Ella,perdidaenun tumultodesensaciones,noadvirtió loqueRyanhacía hasta que lo sintió sobre ella, comprobando asombrada cómo sucuerpo,alquecreíasaciado,volvíaareviviralcontactodelacálidapielmasculina.

Élcomenzóabesarlaconlentitud,dándoletiempoparaquelapasiónretornara. Pero el deseo y la necesidad de poseerla eran tantos que lecostabaunesfuerzosobrehumanoreprimirellocoanhelodeintroducirseen aquel cuerpo enloquecedor y regocijarse en sus ardientesprofundidades. A pesar de ello, decidió contenerse un poco más; nodeseabaacabar tanpronto.Queríaproporcionarle todoelplacerdelquefuesecapaz.

Apartó su boca de la de ella y se dedicó a torturar el cuello contiernos besos y pequeños mordiscos al tiempo que frotaba susobreexcitadamasculinidadporel suave terciopelodelvientre femeninoconmovimientoscadavezmásurgentes.

Cristina,contagiadaporlaferozpasióndeél,sedejóarrastraraunnuevofrenesídeemociones,respondiendoconrenovadoímpetu.Recorríasu espalda con urgentes caricias, pronunciando confusas palabras entresuspirosdeplacer.

CuandoRyanabandonósucuelloparadirigirseasussenos,supoque

nopodíaesperarmás.Buscósubocaparabesarleenfebrecida,alzandolascaderasenunamudasúplicaparaquenosedemorasemás.Anhelabaconurgencia sentirlo dentro de ella, llenándola con su pasión, y tener laoportunidad de apreciar por primera vez el placer que ese contactoproporcionaba.Laúnicaexperienciadeese tipohabíasido tanfrustrantequesesentíacomounavirgenapuntodeserdesflorada.

Ryan, captando el mensaje implícito en los movimientos de ella,separó con sus rodillas las piernas, y la penetró con un fuerte impulso.Entre la nebulosa que embotaba su mente, le pareció percibir unamomentánearigidezenella,queatribuyóalabrusquedaddelmovimiento.

—Relájate,preciosa,otedañarésinnecesidad—leaconsejóconvoztanronca.

Olvidó pronto su temor al advertir que ella se relajaba con unsuspiro. Quedó quieto por unos momentos, sin fuerzas para moverse,concentrandotodosuserenesapartedesucuerpoquesehallabaenvueltoporaquellaardienteyhúmedasuavidad.

Levantó lacabezay lamiróa losojos.Loquevioenellos lehizoarder la sangre en las venas y se desbocó como un caballo fuera decontrol. Comenzó a moverse con fuerza, con potentes y rítmicasembestidas, mientras continuaba mirándola. No podía dejar de miraraquellos ojos. Estaba como hipnotizado por su brillo y absorto en lasemocionesquereflejaban.Nuncahabíavistotalexpresióndeplacerenelrostrodeunamujer,ydealgomásquenoacertabaadefinirenaquellosmomentos.Siemprelegustóobservarlasreaccionesdesusparejas,peroloqueestabapercibiendoenestaocasiónleproporcionabatalcantidaddesensaciones que llegó a pensar que esa era la primera vez que hacía elamor.

Viocómoellacerraba losojosysubello rostrosecontraíaenunamuecaextraña,altiempoqueemitíaunagudogritodeéxtasis.Entoncesélnopudocontenersemásy,enunaúltimaypotenteembestida,sederramóentreplacenterasconvulsiones.

Exhausto, se desplomó sobre ella con un suspiro de satisfacción ysintiócómoelcuerpofemeninoloacogíayloenvolvíaconsuternura.

19

Ryan apartó un mechón del oxigenado cabello para contemplar elserenorostroalapálidaluzdelamaneceryserecreóenlavisióndetantabelleza. Observó sus largas pestañas, la fina nariz, los sensuales labioshinchados por los besos, la delicada barbilla enrojecida por el continuoroceconsuásperabarba…Todolesubyugabayconseguíaquebrotarandentrodeéltiernossentimientosquecreíadesterradosparasiempredesucorazón.

Elladormía, agotada trasvariashorasde continuabatalla amorosa.Unaorgullosa sonrisaaparecióensu rostroal recordar sus súplicas.Alfinal,conmovidoporsuvisibleagotamiento,decidiódejarladormir.Peronopormuchotiempo,sedijo;aúnnosehabíasaciadodeesemaravillosocuerpoqueseleentregabacontantagenerosidadyconidénticapasiónalasuya.

Peroexistíaalgomás.Enellaapreciabaalgodistinto.Sus inocentescaricias, la dulzura que mostraba en ellas, el brillo de sus ojos y susemotivaspalabrasdeamoreranalgonuevoparaélporquenuncalohabíaobservado en sus anteriores parejas, ni siquiera en su exesposa; y, porsupuesto,tampocoenlosfríosencuentrosconSusan.

Esa mujer le intrigaba más que antes de poseerla. La imaginabainsensibleyegoísta,dispuestaadesplegartodosuencantoyactuarcomounaexperimentadaramerahastaconseguirsuobjetivo.Encambio,ensusbrazos se había mostrado generosa y apasionada; a veces tímida einexperta,aunquesiempremaravillosaensuabiertaentrega.

Tambiénlesorprendíasufaltadeinterésporabordareltemaqueleinteresaba.Imaginóquenoibaadesaprovecharelmomentodedebilidadpara asegurarse la promesa del futuro contrato y le extrañaba que nohubiesehechoningunareferencia.

Tampoco le había dado muchas ocasiones para mantener algunaconversación, reconoció con una sonrisa. Apenas le dejó la boca libredurante algunosminutos seguidos, y en esosmomentos ella solo podíagemirysuspirar.

Debíatratarsedeotradesuselaboradasestrategiasparaseducirle;ymuy efectiva por cierto, ya que en esos momentos se encontraba más

seducidoporella.Ahoracomprendíasumerecidafamadeconquistadora,deexcelenteamante.Erapreciosa, tentadoraymuy inteligente,apartedeuna gran actriz. Con todos esos atributos no tardaría en triunfar enHollywood.Productoresydirectorespugnaríanporofrecerlelosmejorescontratos, inclusoantesdehaberrecibidosusfavores.Cualquierhombrequeestuvieseconellanopodríaolvidarla,y se rendiría a sus caprichoscomounmansocordero.

Una punzada de dolor le traspasó al imaginarla en brazos de otroshombres,ofreciéndolesaelloslascariciasqueaéllehabíaregalado.Nodebíaolvidardequiénse tratabanialbergaresperanzasdeque llegaraacambiar. Teníamuy presente que la íntima relación que habían iniciadoesa noche no iría más allá de la firma del contrato para la película,dedicándoseapartirdeentoncesaseduciraotroqueleaportaramayoresbeneficios; por ello, debía aprovechar al máximo los días quepermanecieranjuntosparadisfrutardetansuculentomanjar.

Porlaactituddeellaenlasúltimashoras,presumíaquenosenegaríaarecibirloensucamaaunqueestuvierasuprometidoenlacasa.Y,enelimprobable caso de que el bueno y liberal señor Salcedo no estuviesedispuestoapermitirlo,yaseencargaríaéldebuscarlealgunaocupaciónamuchos kilómetros de donde se encontrara la sugestiva Lori. Ya se lohabíaquitadodeencimaconanterioridadyvolveríaahacerlootravezsieranecesario.

Miró por la ventana del camarote y, a la tenue luz del amanecer,advirtió que no se divisaba la costa de la isla, por lo que calculó quetardarían en llegar a puerto. Él también estaba cansado y necesitabadormir,aunqueleseríaimposiblehacerlojuntoaella.Decidiómarcharsea su camarote para dormir un rato antes de llegar a Palma.Una vez enpuerto,llamaríaalacasaparaenterarsedelasúltimasnovedades.

Quería hablar con Jason para que le informase de la situación. Lanocheanterior,cuandole llamó,nopudocomunicarseconél.Comoerasu costumbre, solía desconectar el teléfono cuando no deseaba que lomolestasen;yenesosmomentosdebíadeestarmuyocupadoconBárbara.

TampocoteníanoticiasdeMiguelSalcedo.Imaginabaqueyahabríasolucionado los problemas técnicos para realizar la prueba y estaríaesperándoles en Palma.Deseó estar equivocado para continuar gozandodeaquelladeliciosacriaturaqueenesosmomentossemostrabarelajadaymuy apetitosa. Se asombró de que, a pesar de sus exiguas fuerzas, su

cuerposehubiesetensadoalcontemplarla.Conunsuspiroderesignación,dejóelconfortablelechoysedirigió

asucamarote,prometiéndoseregresarmástarde.Dioordendequenolemolestaran en varias horas y se tendió en la cama, sumiéndose deinmediatoenunprofundosueño.

Cristina despertó cegada por la brillante luz que entraba a raudalespor la ventana.En un acto reflejo, se giró en la camapara abrazarse alhombreconelquelahabíacompartidodurantetodalanoche.Sellevóunadecepción al no hallarlo en ella. Deseaba estrecharlo entre sus brazos,hacerelamorotravez.Eratal laalegríaquelaembargabaquesesentíaestallarcomounglobodemasiadohinchado.

¿Sehabíaenamoradodeél?Noestabaseguraporquenuncasehabíasentido así. Era una sensación tan maravillosa que estaba dispuesta adisfrutarlaalmáximo,porquetalvezseríalaúnica.Deesemodopodríaatesorarlasvivenciasyrecordarlascuandolarealidadvolvieseasituarlaenellugarquelecorrespondía.Seconformabasoloconeso.

Noerataningenuadeesperarnadamásqueunosdíasdepasiónjuntoal hombrequehabía despertado esos sentimientos hasta que suhermanaretomarasuidentidad.Enprimerlugar,porqueélnosentíalomismoporella.Eraconscientedequesololeguiabaeldeseoytambiénelacicatequelesupusosuresistenciainicial.

Roy tenía una prometida con la que pensaba casarse en breve.Unapersona de su exclusivo círculo social, al que ella nunca soñaría enpertenecer ni le apetecía tampoco. No le agradaba el mundo ficticio ycorrompidoque rodeaba a la industria cinematográfica.Ella prefería suvidatranquilaysencilla,desólidosvaloresmoralesyfuertestradiciones;peseaello,nosabíaloqueestaríadispuestaahacerporamor;talvez…Además, si Ryan se enteraba de la farsa que habían urdido, no laperdonaría.

Estabaviviendounamentiraynopodíapermitirquesuegoísmo leimpulsara a desvelar la suplantación y perjudicar a Laura. Y si todo sedescubría,Ryanlaodiaría.Nadadebíacambiar,nisiquieraarriesgándosea acabar con el corazón destrozado. Al fin y al cabo, era la únicaresponsable de lo sucedido. Si se hubiese negado como en ocasionesanteriores,élhabríadesistido.

Si quería saber lo que se experimentaba al hacer el amor lo había

cumplido con creces. Fue maravilloso. Aunque no tuviese otrasreferencias para comparar, sabía queRyan era unmagnífico amante. Sufalta de egoísmo, sus esfuerzos por satisfacerla, la ternura de suscaricias…

Era consciente de que nunca encontraría otro hombre igual, quetendríaqueresignarseconpálidosreflejosdelapasiónvividaconRyan;aunasí,eraconscientedesdeelprincipioyloaceptó.

No debía ilusionarse con un futuro en común. Él se marcharía aEstadosUnidos, se casaría con su prometida y pronto la olvidaría. Ellaregresaría a sus clases, su vidametódica y falta de ilusiones a partir deentonces y pensaría que todo había valido la pena si conseguía unir denuevoasufamilia.Ese triunfo leayudaríaaolvidarleo,almenos,anoañorarledeformadolorosa.

Le contaría a Laura lo que había sucedido entre ellos para queestuviesepreparada.Noibaaconsentirqueseenfrentaseaélsinestaraltantodelaíntimarelaciónquehabíanmantenidoyloarruinasetodoporello.Tendríaquesoportarsusrecriminaciones,aunquenolepreocupaba.Algún provecho debería sacar ella de todo aquello, ¿no? Tampoco suhermanaera lamás indicadaparacensurarsuactuacióncuandoeramuyprobable que no hubiese tardado tanto en meterse en su cama. Inclusocabíalaposibilidaddequelohiciesecuandoseencontrasen.

Esepensamiento leprovocóunagranamargurayhundió la cabezaen la almohada para ahogar un sollozo. Era una estúpida por albergartalessentimientosdeposesión.Élnoerasuyoynuncalosería;esaeralacrudarealidad.Debíaintentardisfrutardeloqueteníamientraspudieseylimitarseaolvidarledespués,onosufrirdemasiadoporsupérdida.Seríadifícil.Suvidaleresultaríainsípidaapartirdeesemomentopero,sieseera el precio que debía pagar por unos pocos días de felicidad junto aRyan,bienvalíalapena.

Seacercóa laventanayadvirtióqueelbarcoestabaatracadoenelmuelle. Desde allí se apreciaba una bonita vista de la ciudad, con sucatedralalfondo.Siempredeseópasearporsufamosopuertodeportivo,perderseporlascallejuelasdelaviejaciudadytomarunbañoenalgunadesusparadisíacascalas.Esperabatenerocasióndedisfrutardetodoeso.

Se dirigió al cuarto de baño para ducharse y arreglarse. Le habríagustado esperar a Ryan en la cama y volver a hacer el amor, perocomprendía su impaciencia por recoger a su hijo y ella no deseaba

retrasarle. Confiaba en compartir nuevos momentos de pasión cuandollegaran a la casa. No quería pensar en el momento que tuviera quemarcharse.Queríavivirelpresentecomoselepresentabayaprovecharloal máximo. Ya lloraría la perdida después; tendría todo el tiempo delmundo.

Cristinasalíadelbañoenvueltaenunatoallacuandooyóunavozdemujerencubiertadiscutiendodeformaacaloradaypensóquese tratabade Bárbara, que había venido a recibirles o, más probable, a recogeralgunapertenenciaolvidadaensuprecipitadamarcha.EsperabaqueJasonlahubieseacompañado.DeseabasabersiteníanoticiasdeMiguely,sobretodo,siseencontrabayaenlaisla.

Se sorprendió al mirar el reloj y comprobar que pasaban unosminutosde lasoncede lamañana.Nocomprendíacómohabíadormidotanto, ella que solía madrugar. En realidad sí lo sabía, pensó con unaensoñadorasonrisa.Peroesonoeraexcusa.Ryandebiódespertarlaantes.Estaríadeseandollegarasuhogar.

Se dirigió a la revuelta cama con el fin de buscar las prendas queRyanlehabíaquitadolanocheanterior.Recordabalalargacamisetaylaspequeñasbraguitasderasoqueélleregaló.Lacamisetaestabaenelsuelojunto a la cama así como sus zapatillas, pero no había ni rastro de laprendaíntima.

Buscó en todos lados. No le apetecía que la hallara el personal delimpieza y más al recordar que estaba rasgada, lo que provocaríamaliciososcomentarios.Lasencontróentrelasrevueltassábanasysonrióalverlasdesgarradas.Asumenteacudieronimágenesdehorasantesysucuerposetensódedeseo.¡Quétristeibaasersuvidacuandonopudieradisfrutardesupresencia!

Se desprendió de la toalla y se acercó al armario para buscar algoqueponerse.DeseabaqueMiguelhubieseenviadoelequipajeparavariarun poco su atuendo. Pensó en ponerse el precioso vestido que Ryan leregaló la noche anterior. Recordaba cómo la había devorado con lamiradaydeseóvolverasentirsusojosardientessobreella.

Conungestoderesignación,ahuyentóaquellospensamientos.Esenoera el momento de demorarse en fantasías por muy placenteras quefuesen; tampocoeraunaprendaadecuadaparaesahoradeldía.Deberíarecurrir a la única decente que tenía: el vestido que llevaba cuandoembarcódosdíasantesenMarbella.

Cristinasegirósobresaltadacuandolapuertaseabriódegolpeasusespaldas,yemitióungritoaladvertirquenoeraRyanelqueentrabaenelcamarote.Setratabadeunaaltaybellamujerquelamirabacongestodesorpresa.

—¿Quién…quiénesusted?—logróarticularCristina,altiempoqueintentabacubrirsudesnudezconlasábanaqueteníaamano.

Lamujernorespondióy,esbozandounacínicasonrisa,sedirigióalbañoymiróensuinterior.

—¿DóndeestáRyan?—preguntóenuntoscocastellano,idiomaqueCristinahabíaempleado.

Cristina, molesta por la actitud despectiva de la intrusa, respondióindignadayencorrectoinglés.

—No sé dónde se encuentra el señorCaine en estosmomentos. Loque es evidente esqueno está en este camaroteni usted tienederecho airrumpirenélsinpermiso.

Lamujerlaobservócondetenimientoy,sinresponder,sedirigióalasalida. Iba a abandonar el camarote cuando se abrió una puerta frente aellayaparecióenelumbralunasombradoRyan.

—Hola, Susan. ¿Qué haces aquí? No te esperaba —saludó, y seacercóaellaparaestamparundesapasionadobesoensusfríoslabios.

—Eso es evidente, querido—respondió ella sin perder su habitualaplomo—. ¿Tendrías, al menos, el detalle de presentarme a tu nueva«amiga» española? Es incómodo estar en presencia de dos personasdesnudassinconoceraambas.

Ryan advirtió en esemomento que no llevaba nada encima.Mediodormido,habíaoídolabrevediscusiónencubierta,peronolarelacionóconsupropiobarco.Solocuandoidentificólasdosvocesfemeninasenelcamarotefrentealsuyo,sedespejóe,intuyendoproblemas,seprecipitóalasalidasinrepararensudesnudez.

Aunque tenía un acuerdo no escrito con Susan por el que ambostenían libertad para llevar con discreción una vida privada propia, ledesagradabaque le hubiesepillado con suocasional amante.Por suerte,teníalaoportunidaddefacilitarleunaexplicaciónconvenienteparaambosalnohaberlesdescubiertoenlamismacama.OtracosaeraloqueSusanimaginara, aunque suorgullo le impediría organizar un escándalo en elquetodossaliesenperjudicados.

Con una disculpa, Ryan se ausentó unos segundos para regresar

cubiertoporunatoalla.—Ella es Lori Martel, la actriz española en la que Jason está

interesadoparaincluirenelrepartodesupróximapelícula.—Lepresentóa Cristina con aplomo una vez repuesto de la impresión inicial yaparentando una tranquilidad que no sentía en ese momento. Después,dirigiéndosealaavergonzadaCristina,queseaferrabaasusábanacomosienellolefueralavida,leexplicó:

—EllaesSusanForrestmi…miabogaday…—Su prometida —se adelantó la aludida con una sonrisa de

superioridad—. Encantada, señorita Martel. Espero que la travesía hayaresultado agradable y la negociación se resuelva de forma satisfactoriapara usted. —Dirigiéndose a Ryan, añadió—: ¿Podemos hablar enprivado,querido?Tenemosuntemaimportantequetratar.

—Por supuesto. Pasemos a mi camarote. Este lo he cedido a miinvitadacomohabráscomprobado.

SehizoaunladoparadejarlapasarydirigióunapreocupadamiradaaCristina,quepermanecíadesconcertadaenelcentrodelahabitación.

20

Ryan cerró la puerta tras ellos y se encaró con Susan, queinspeccionaba el camarote con unamueca de disgusto en sumaquilladorostro.

—Ybien,¿aquésedebeestaimprevistavisita?Measegurastequenopodías librarte de tus obligaciones para pasar unos días con nosotros.¿Hascambiadodeopinión?—preguntóinteresado.Sedirigióalarmarioysecolocóunospantalones.

Apesardelaaparenteligerezaqueintentabaimprimirasuspalabras,estaba muy preocupado. Intuía que algo grave había ocurrido para queSusanhubiesedecididoabandonarsutrabajoyrecorrertantoskilómetros.

—Niunacosanilaotra—respondióella,quesehabíasentadoenunsillón y estaba encendiendo un cigarrillo—. Sabes que no puedodesatenderamisclientesenestosmomentospara tomarmeunosdíasdevacaciones,yenestepaístercermundista.Simehedesplazadohastaaquíes porque considero que, como tu futura esposa ymadre deKevin,meatañensusproblemasytengoderechoaintervenirenelgraveconflictoenelquesehallaenvuelto.

Ryanseobligóatenercalmayescucharloqueteníaquecomunicarlepormuygraveque fuese.DesdequeSusan le llamódosdías antes paraanunciarle que Kevin había abandonado el campamento y tenía laintencióndereunirseconélenMallorca,sehabíaestadopreguntandoporlacausadeaquellarepentinadecisión.NilasexplicacionesdeSusannilasdesupropiohijo,cuandoconsiguióhablarconél,lesatisfacíanyporellopresagiabaalgúnproblema.

Kevin alegaba que se había cansado de aquel lugar, que no legustaban las actividades que se realizaban y que las instalaciones leparecían muy incómodas. A Ryan le extrañó esa actitud ya que habíaasistidoelveranoanterioryenningúnmomentosemostródescontentoenél;alcontrario,llevabatodoelañoesperandoconilusiónelmomentoenelquesereencontraríaconsuscompañeros.¿Tantohabíacambiadodeunaño para otro?No lo creía.Además, en su voz advirtió que le ocultabaalgo.Habríadiscutidoconalgunodelosmonitoresoconsuscompañerosyesolepreocupaba.

AunqueKevineramuysensatoymaduro,sabíaqueconunniñodeesaedadcualquiercosapodíaocurrir.Suhijoatravesabaporunperíodomuy difícil y él debía armarse de paciencia para sobrevivir a esatormentosa adolescencia. Pero las últimas palabras de Susan le hacíantemer que le había ocultado un espinoso asunto y eso le molestaba. Setrataba de su hijo y estaba en su derecho de estar informado en todomomentodeloqueleocurría;ellalosabíabien.

—¿Le ha ocurrido algún accidente?—preguntó alarmado. Aunqueamboslehabíanaseguradoquenosetratabadeningúnproblemadesalud,noleperdonaríaquelehubiesementido.

—Notemas.Kevinestábienydeseandoverteparadartesuversióndeloocurrido.No teexpliquédequése tratabaporquemepidióqueno lohiciera.Comotedigo,insisteenhablarteenpersona;ycomoimaginoquesu intenciónesmanipular loshechos,hedecididoadelantarmeyponerteen antecedentes de lo que ocurrió en realidad, según me explicó eldirectordelcampamento.

—¿Kevin ya está aquí? Cuando hablé contigo creí entender quellegabaestatarde.

—Sí, espera en la casa. Decidí acompañarle y tomamos un vueloanterioralprogramado,conescalasenNuevaYorkyLondres.Llegamosanoche.Tengotrabajopendienteydeboregresarmañanamismo.

Ryan comenzaba a ponerse nervioso, muy nervioso. Se acercó alpequeñofrigoríficoysesirvióunacopa.OfrecióotraaSusan.

—Demasiadoprontoparamí,gracias—rehusóella.—Dispara entonces. Cuéntame en qué consiste ese conflicto tan

monumentalenelquesehavistoenvueltomihijoyquetehaobligadoaabandonar tus importantes ocupaciones. —Se dirigió hacia la pequeñaventana y miró el exterior. No quería que Susan advirtiese la inquietudreflejadaensurostro.

LaironíaquedestilabansuspalabrasnohizomellaenSusan.—Kevin ha sido expulsado del campamento al descubrírsele varios

objetosrobadosensupoder.Ryan se giró con la sorpresa reflejada en el rostro. No imaginaba

algoparecido.—No lo puedo creer. —Le costaba aceptar que su hijo fuese un

ladrón.—Séqueesalgoinauditoenél,aunqueesunhechoprobado.

—¿Lohaadmitido?—Lo niega, por supuesto, a pesar de que los objetos estaban

escondidosensubolsadeviaje.—Elhechode quehayan aparecido entre sus cosas noquiere decir

queél seael responsablede suhurto.Mihijonoesun ladrón;noes sunaturalezanitampocolonecesita—lodefendióconcalor.

—No lo disculpes antes de conocer todos los hechos, Ryan. Debessaberquehaytestigosquelocorroboran.

Ryan,quehabíacomenzadoapasearsenerviosoporlahabitación,separóensecoymiróaSusanconasombro.

—¿Testigos?—Sí.Varioscompañeroslevieronregistrarlamochiladeunodelos

instructores, de la que desapareció uno de los objetos que luego se leencontróentreelresto—lecortóellaimpaciente.

ARyan le costaba creer lo que estaba oyendo. Su hijo nunca habíahechonadasemejante.Desdepequeñoloeducóenelrespetoalosdemás,¿cómo iba a actuar ahora de esemodo, que contravenía todo lo que lehabíaenseñado?¿Oesquenoconocíaasuhijotanbiencomocreía?Sí,loconocíabienysabíaqueeraincapazdetalesacciones.

—¡Noescierto!—exclamóconfirmeza—.Puedequeseequivoquenoesténmintiendo.Siélniegahaberlohecho,yolecreo.

—Reconozco que es doloroso admitirlo, Ryan, pero no sería algoinusual.Yasabesqueaesaedad…

—¿Ya has dado tu veredicto, Susan? ¿Tanto te cuesta creer en lainocencia de mi hijo? Pues te demostraré que estás equivocada ydescubriré al verdadero culpable de todo aunque tenga que ir allí parademostrarlo—leadvirtió,decepcionadoporlaposturadeella.

—No considero acertado volver a destapar el asunto, Ryan. Helogrado convencer, tanto a los implicados como al director delcampamento,dequenopresentenunademandacontraKevinysesilencietodoacambiodeunajustaindemnización.Sidecidesremoverelcaso,loúnicoqueconseguirásesquesearrepientandesudecisiónydenuncienatuhijo.

—No,Susan.Sitúnoestásconvencidadesuinocenciayosíloestoyynovoyaconsentirqueseleinjuriesinmotivo—ledefendiólevantandolavoz—.Pleitearéconellossiesnecesario,perolimpiaréelnombredeKevin.—Ycomenzóaabrircajonesymetertodoenunamaleta.

—Porfavor,sérazonable.Piensaqueloúnicoquevasaconseguirespublicidadnegativapara tiypara tuhijo,apartedelenormedesembolsoeconómico que supondrían las costas judiciales y las indemnizaciones apagar.Sinolvidarqueexistelaposibilidaddequeeljuezcreaconvenientecastigar a Kevin con la reclusión en un centro de menores por algúntiempo.LasleyesdeCaliforniasonmuyestrictasconestetipodedelitosaunque los cometan menores de edad. ¿Imaginas lo que eso supondríaparaKevin?

—Poreso,porquesécómoesmihijo,meniegoaadmitirquehayacometidoeseroboypiensodemostrarlo.Despuéspensarésidemandamosaesaspersonasporinjuriasodejamoscorrerelasunto.

—Bien,siasí lodeseas…—serindió,conscientedelainutilidaddediscutir con él—. Pero te advierto que no estoy dispuesta a secundar tudescabellada cruzada. Si deseas demandarles, no cuentes con que yo osdefienda. No pienso perder mi tiempo ni mi credibilidad en un casoperdido.

Ryanlamiróconunaexpresióndedecepciónteñidadeamargura.—Graciasportuconfianzayapoyo,querida.—Estabadolidoporla

actituddesuprometida.Aunquenoesperabaamorporsuparte,niaélniasu hijo, sí esperaba su lealtad después de los años de amistad que losunían. Le dolía pensar que tampoco podría contar con eso en el futuro.IntentaríaqueKevinno loadvirtiese.Sabíaquesuhijo laapreciabayélteníalaobligacióndeevitarquesesintiesedefraudado.

—Compréndeme —intentó disculparse, consciente de la negativaimpresión que estaba dando—.El que queramos aKevin y deseemos lomejor para él no quiere decir que debamos cerrar los ojos ante laevidenciay,segúntodaslaspruebasensucontra…

Ryan, asqueado por su actitudmaterialista, decidió terminar con lapolémicaydirigirseloantesposiblealacasaparahablarconsuhijo,queenestosmomentoslenecesitabaasuladoparaprestarletodosuapoyoycomprensión,ynodeseabademorarsemásconinútilesexplicaciones.

—No temas. No tengo derecho a esperar que otorgues la mismaconfianzaqueyodepositoenKevinpuestoque,apartedequelequiero,loconozcodesdequenacióyséquenuncaharíaalgotanmezquino.Ypuedoasegurartetambiénque,siélloniega,esporquenolohahecho.Ahora,sino tienes inconveniente, avisaré para que recojan el equipaje y nosmarcharemosdeinmediato.

Abriólapuertaysehizoaunladoparadejarlapasar.Unavezfuera,llamóalapuertadelcamarotedeenfrente.

EstaseabrióyunanerviosaCristinaaparecióenella.—Encuantoestéspreparada,nosmarchamos—leanunciócongesto

serio—.Teesperamosenelcoche.Noteretrases,porfavor.Cristinafuearesponderqueestabalista,peroélyahabíaagarradoa

Susan del brazo y se encaminaban a las escaleras. Se quedó atónitamirando cómo se marchaban. El parecía disgustado y ella irritada. Leshabía estadooyendodiscutir sin llegar a entender loquedecían, aunqueimaginabalacausadelapolémica.

La prometida de Ryan debía de haber sacado sus propiasconclusionesalavistadeloshechos.Apartedehaberterminadosoloslatravesía, la había encontrado en el camarote de Ryan; por suerte, nocompartiendolamismacama.Todoellounidoalafamadelibertinaquesu hermana arrastraba, y que Susan debía conocer, ¿cómo no imaginarquesuprometidoylaactrizteníanunaaventura?Elhechodepresentarseinesperadamentedemostrabaquesospechabaalgoporelestiloysehabíaapresurado a ponerle solución. Con su presencia en la casa, la relaciónterminaríaySusaneraconscientedeello.

Cristinasonriócontristezaalcomprenderquesusdudasytemoressehabíaresueltodeunaformatansencilla:Ryannoseatreveríaacontinuarcon la relación estando su prometida bajo elmismo techo.Y, aunque éltuvieselainsolenciadepretenderlo,ellanoloconsentiría.

ApesardelavergüenzaylosremordimientosquelaembargabanydelresentimientoquesentíaporRyanenesosmomentos,noloculpabadenada.Élsehabíalimitadoaactuarcomocualquierhombrehabríahecho;cualquierhombresinescrúpulos,desde luego.Fueella laque,enúltimocaso, accedió a sus proposiciones siendo consciente deque tenía pareja.Pudonegarsesabiendoqueexistíaunatercerapersonaimplicadaalaquesedañaría,peronadadeesoleimportócontaldesatisfacersusdeseos.Siél no tenía ni un ápice de consideración con la mujer a la que debíarespetar ella, que siempre se había destacado por su honestidad, debióhabersenegado.

Noteníaexcusa.Sehabíacomportadodeformaabominable;y,peoraún,habríacontinuadoacostándoseconéldenohabersepresentadoSusanallí. ¿Tantosehabíametidoenelpapeldesuhermanaqueya leparecíaadecuadoesetipodecomportamiento?

Entró en la habitación, recogió el bolso con sus pertenencias y sedirigió a cubierta donde la esperaba su anfitrión.No quería que tuviesequeretrasarseporsucausa.Ellatambiénestabadeseosadellegaralacasa.PensabadecirleaLauraqueabandonabaaquellafarsa.Noibaacontinuarni un día más con aquella situación. Ya había hecho bastante por suhermana.Sialgunavezledebióalgo,selohabíapagadoconcreces.Noteníaderechoaexigirlemásniaaprovecharsedesugenerosidadydelosdeseosdehacer feliz a supadre.Cuando llegasea la casa, estuvieseallíMiguel o no, anunciaría que pensaba tomar el primer avión que salieseconrumboaMadrid.

Noteníavalorparacompartirelmismotechoconaquellamujerquela miraba con desdén y la consideraba una vulgar prostituta. Tampocosoportaría el ver a Ryan junto a otra mujer o imaginando que estabanhaciendoelamorenalgunahabitacióndeaquellamismacasa.

Salió a cubierta y preguntó por su anfitrión a unmarinero, que leseñaló el Mercedes negro aparcado en el muelle a pocos metros. Sedirigióaél.

Ryan, que se paseaba de un lado a otro, abrió una de las puertastraseras y le indicó que se sentara junto a Susan, haciéndolo él en elasientodelantero.Deinmediato,iniciaronlamarcha.

El trayecto hasta la casa fue una auténtica pesadilla para Cristina.Aparte del sinuoso camino que tuvieron que recorrer durante más demediahora,alencontrarselafincaenunaremotazonadeagrestepaisaje,elambientequeserespirabaenelinteriordelcocheeradelomástenso.Ryan no despegó los labios salvo para responder con monosílabos aalguna pregunta de Susan. En cuando a ella, la mujer la sometió a undescaradodesprecio,comosisenegaseaadmitirsupresenciaenelcoche.Cristinanoledioimportanciaaesehechoporqueestabamáspreocupadaporhallarunabuenaexcusaquejustificasesuprecipitadamarchaqueenquedarbienantelaarroganteypresuntuosaamericana.

Cuando llegaron, Ryan se bajó del coche, dio unas brevesindicaciones a un hombre mayor con uniforme de mayordomo que seencontraba esperándoles en la puerta de la vivienda y desapareció en elinterior de esta. Susan hizo otro tanto, tras ordenar al hombre que lesubieseunatazadetéasuhabitacióneignorandodeformadeliberadaaCristina.EstasequedóparadaenmediodeljardínsinsaberloquedebíahaceryrogandoparaqueMiguelaparecieraloantesposible.

—Buenosdías,señorita;mellamoFred—sepresentóelmayordomocon amable sonrisa y un aceptable dominio del castellano—. Si hace elfavordeseguirme,laacompañaréhastasuhabitación.—Cogiólabolsadelasmanosdeellaycomenzóacaminarhaciaelinteriordelaresidencia.

Cristina le siguió por la amplia construcción. Se trataba de unaantigua masía rehabilitada y dotada de los más novedosos adelantostécnicos, aunque conservaba la belleza rústica con la que se habíaedificado.Elhombrelaguióhastaunaluminosahabitaciónenlaprimeraplanta.Sedirigióaunarmarioyloabriómostrandoelinterior.

—Suequipaje llegóayerporavión, señorita.Noshemos tomado lalibertaddecolocarlo—leexplicó—.Sideseaalgunacosa,descuelgueelteléfono.

—Gracias.¿Sabesiha llegadoMiguelSalcedo?Leestoyesperando—preguntóesperanzada.

—Nohallegado,señorita.Cristina sequedódesolada; teníagrandesesperanzasenencontrarle

allí.—Gracias.—Lacomidaseservirádentrodeunahora,sielseñornoindicaotra

cosa.Cristina, consciente de la animosidad de Susan y prefiriendo evitar

cualquierconflictoquepudierasurgirporesacausa,decidiópermanecerensuhabitaciónunashorasmás.Consuerte,Miguelllegaríaesatarde.Supresenciarepresentaríaungranapoyoylefacilitaríalaformadesalirdeallíloantesposible.

—Creo que estoy demasiado cansada para bajar a comer. Si esposible, prefiero que me suban algo para tomar ahora y acostarme—sugirió. Estaba hambrienta ya que no había probado bocado desde lanocheanterior.

—Por supuesto, señorita. Le pediré a Dolores que prepare unabandejayselasubo—ofrecióFred,saliendoycerrandolapuerta.

21

Cristinasesintióseguraenlaespaciosahabitación.Dentrodepocashoras se vería libre de aquella farsa y de la perturbadora presencia delúnico hombre que había conseguido llegar hasta su corazón pararompérseloenmilpedazos.

Sedirigióalosventanalesqueseabríansobreunaterrazacorridaysalióalexterior.

Elpaisajequesecontemplabadesdeallíeraimpresionante.Lacasasehallabaubicadajuntoalacosta,enunpequeñopromontoriorocoso,ylaterraza estaba construida en cornisa sobre los acantilados y rodeada deunagranextensióndeazuladasaguas, loquedaba la impresióndeestarsobreelmar.Alagranterrazaseabríanvariaspuertasmás,pertenecientesaotrashabitacionesdelacasa.

Sintió la tentación de explorar toda la zona, pero consideró másprudentepermanecerensuhabitaciónparaevitarencuentrosnodeseados.Yaibaaretirarsealinteriorcuandounasvoces,entrelasquereconocióladeRyan,lellamaronlaatención.Seacercóconcautelahastaelfinaldelaterraza,desdedondesedivisabaunodeloslateralesdeledificioenelqueseencontrabalapiscina.

Las voces correspondían a Ryan y a un niño de unos diez años.ImaginóquesetratabadeKevin,elhijodeRyan,porelenormeparecidoentre ambos y por lasmuestras de cariño que se profesaban a pesar deestarenzarzadosenunaacaloradaconversación.LesacompañabaSusan,quepresenciabalaescenasinintervenirapenas.

Desdeelprimermomento,Cristinaintuyóquealgoibamal.Elniñoparecíaapuntodelloraryexplicabaalgoasupadreconvozexaltada.Enesemomento,intervinoSusanyRyanpareciódesaprobarsuopinión,porlo que ella se marchó con gesto ofendido. Entonces, Kevin comenzó allorarysupadreloatrajoasusbrazosylobesóyconsolóconternura.

—¿Por qué no me cree, papá?—preguntó Kevin abatido mientrasgruesaslágrimasbañabansusmejillas.

ARyanseleencogióelcorazónanteladolorosadecepciónqueveíaenlosojosdesuhijo.NuncaperdonaríaaSusansufaltadelealtadhaciael

que iba a convertirse en un miembro de su familia. Tampoco elsufrimientoque lehabíaprovocadoalnegarsea tomarenconsideraciónsusexplicaciones.

—No importa; yo te creo y demostraré tu inocencia. —Lo atrajohaciaélyloabrazóenunintentoporinfundirleconfianza.

Kevinmiróasupadreconlosojosanegadosdelágrimasenlosqueseleíaelalivioquelecausabanesaspalabras.

—¿Ycómoloharás?—Descubriendo al verdadero ladrón, desde luego. Alguien te ha

incriminadoytenemosquesaberporquélohahecho.—Serámuydifícil.Todoscreyeronqueeraculpable—dijoKevin,y

ladesolaciónmásabsolutasereflejóensurostro.—Tenconfianza;todosaldrábien—intentóanimarle,convencidode

suspalabras—.Dime,¿tepeleasteconalgunodetuscompañerosotuvistealgúnproblemaconlosmonitores?

—No,papá.Mellevababiencontodosyloestabapasandomuybien.Las actividades me gustaban mucho, sobre todo las acampadas y laspruebasdeorientaciónenlanaturaleza;tambiénelcursodefotografía.Yoasistía a todas las que me daba tiempo porque eran muy divertidas.—Sonrióconnostalgia.

Ryan imaginaba la tristeza que le habría supuesto abandonar aquellugarenelqueseestabadivirtiendotanto.

—Susandicequetevieronvarioscompañerosregistrandolascosasdeunodelosinstructores,¿escierto?

Kevinseruborizó.—Bueno…sí;peroyonolequitélabrújula,deverdad.—Miróasu

padreconimpotencia.—Yalosé,Kevin;pero¿porquélohiciste?—Yo solo quería ver las fotos que había hecho esa tarde porque…

porquesalíaunachicaquemegusta—admitióconunfuertesonrojo.Ryansonrióanteelapurodesuhijo.—De todas formas, no debiste cogerle la cámara sin su permiso.

Estuvomal,Kevin—lereprendióconseriedad.—Pensé que no le importaría porque otras veces me había dejado

verlas. Adam es muy simpático, pero ese día se disgustó mucho y megritó.—Lavozseleahogóylaslágrimasvolvieronallenarsusojos.

Ryanloabrazóenungestodecomprensión.

—Ydel resto de cosas que aparecieron en tu bolsa, ¿sabes a quiénpertenecíanolashabíasvistoantes?

Kevin frunció el entrecejo concentrado en lo que su padre le habíapedido.

—Soloalgunas.ElMp3de Justin,y laGameBoydeZac,queeranmiscompañerosdecuarto,ylabrújuladeAdam,claro.Habíatambiénunmóvil,unasgafasdesolyunalinterna,quenolashabíavistoantes.¡Peroyonolasrobé,papá!—insistióconvehemencia—.Además,silohubiesehecho,¿cómoibaasertantontodeesconderlasenmibolsa?

Ryansonrió.Apesarde su inocencia,Kevin llevaba razón;unniñointeligente como él no habría cometido ese gran error. Analizó lainformaciónquelehabíadado.Todosesosobjetoseranfácilesdesustraery cualquiera habría podido ponerlos en aquel lugar. Pero lo quemás lellamabalaatencióneralainsólitaactituddelinstructor.¿PorquésehabíadisgustadotantoenesaocasióncuandoenotrasnoleimportóqueKevinmanipulasesucámaradefotos?

—Háblame deAdam. ¿Cómo es? ¿A qué se dedica?—le pidió conunaanimosasonrisa.Aunquepensabainvestigaraesapersona,leparecíaimportanteconocerlaimpresióndesuhijo.

—Yonoloconocíaporquehavenidonuevoesteaño.Seencargadedarelcursodefotografíaytambiéndeorganizarlasacampadas.Esmuysimpáticoyamable;elmejordetodoslosmonitores.Noshacíaregalos,fotos, nos contaba historias divertidas… También nos ayudaba cuandonecesitábamosalgooteníamosalgúnproblema.

—¿Habíaistenidoalgúnotroconflicto?—No, nunca.Megustabamucho estar con él, esmuy divertido.Yo

eraunodesusayudantesymedejaballevarlelabolsadelascámaras.Ryan frunció el entrecejo en un gesto idéntico al que su hijo había

hechomomentosantes.NocabíadudadequeKevinapreciabaalhombre,peroélnoestaba tanconvencidodeque fuera lamagníficapersonaqueestabadescribiendo.

—¿Quécosasosregalaba?—Golosinas,nosinvitabaaheladosorefrescos.AZacleregalóuna

cámaradefotosporquelasuyaselerompió…—Cuéntamequéocurriócuandolecogistelacámara.Kevin volvió a concentrarse en lo que su padre le pedía sin dar

muestrasdeimpacienciaocansancio.

—Salimos de acampada y cuando regresábamos hicimos undescanso.Levifotografiandoa laschicas lanocheanterioryqueríaverlasquelehabíahechoaLindsay—enrojeció,perocontinuóhablando—.Abrísumochilaycogílacámara.

—¿Llegasteaverlas?—No.Eraunacámaranueva,muycomplicada,ynosupeutilizarla.

Lamíamegustamás.—Lesonrióagradecidoporelregaloquelehabíahechoantesdeiniciarlaacampada.

—¿Entoncessedisgustó?—loanimóacontinuar.—Sí.Megritóquedejaralacámara,quenomehabíadadopermiso

paracogerla,quesilahabíarototendríaquepagarla…Todosserierondemí.Mesentímal.—Lacongojasereflejóensurostro.

Una terrible sospecha rondaba la mente de Ryan, pero no eramomentodehablardeelloconsuhijo.

—Unacosamás,¿cuándoocurrióelincidenteconAdam?—Esa mañana. Por la tarde, después de la comida, fue cuando el

directormellamóasudespachoparadecirmequehabíanencontradolosobjetosrobadosenmibolsa.Yoledijequenoloshabíacogido,peronomecreyó.

—Notepreocupes;novoyapermitirqueseteacusedealgoquenohashechoaunquetengaqueviajarhastaallíparaesclarecerlaverdad.—Lerevolvióelpeloenungestodecariñosoaliento.

Cristina se sintió culpable por estar observando esas muestras decariñoentrepadreehijoysegiróparavolverasuhabitación,chocandoen ese momento con Susan que estaba parada a escasos centímetros deella.Sofocóungritoantelainesperadaaparición,apuradaporhabersidodescubiertaobservando.

—¿No lepareceuna total faltadeéticaescuchar lasconversacionesajenas?—inquirióSusancongestoagrio.

—Yo… yo… bueno salí a tomar un poco de aire y me parecióescucharvoces,entonces…

—Entoncesdecidióaveriguardequésetratabaparacomprobarsieraposible sacar algún beneficio de ello. Tengo entendido que la venta deexclusivas a la prensa sensacionalista de este país es una fuente deingresosparausted,¿noesasí?—laacusó,conocedoradelasartimañasquelaactrizempleaba.

—De ningunamanera he pretendido espiar a nadie, está ustedmuyequivocada.De todas formas, comopodrácomprobar si lodesea,desdeeste lugar no es posible entender nada de lo que están hablando —sedefendióCristina,ofendida.

—Perdone, pero no la creo; y me da la impresión de que Ryanllegaráalamismaconclusióncuandoleexpliquecómolahedescubierto—leadvirtióconunamaliciosasonrisaqueafeabasuhermosorostro.

LairainvadióaCristinaantelaretorcidaimaginacióndeSusan.Noleibaadarelgustodesuplicarlequeguardarasilencio.

—Piense usted lo que le venga en gana, señora. —Dando mediavuelta,seretiróasuhabitaciónsinañadirpalabra.

Entró en ella y cerró la puertaventana con violencia. Estaba muyfuriosa por las malignas insinuaciones. Imaginaba que, al sospechar loquehabíaocurridoentreRyanyella,intentaríaevitarqueseleadjudicaseelpapelenlapelículayelacusarladeespiarseríaunabazaasufavor.Siél daba crédito a su prometida se vería en un serio problema, y todo elsacrificioquehabíarealizadoseríaenvano.

Debía hablar con él y aclarar la situación antes de que Susan leconvencieseconsuversióninexactadeloshechos.Nopermitiríaqueloscelos de esamujer pusieran en peligro aquello por lo que tanto habíanluchado. Pero antes necesitaba acumular el suficiente valor paraenfrentarse a Ryan sin correr el riesgo de arrojarse en sus brazos. Elconseguirlolellevaríaalgunashoras,imaginó.

Sinapenashabertenidotiempodedesahogarsufrustraciónyserenarsus emociones, sonaron unos golpes en la puerta yCristina fue a abrir,imaginandoqueseríaelmayordomoconlacomida.Enefecto,setratabadelabandejaquehabíapedidoaunqueeraRyanelquelallevaba.

—¿Puedo pasar? —preguntó con socarrona sonrisa ante lainmovilidaddeella.

Cristina se hizo a un lado para dejarle pasar a la habitación.En unprincipio, la impresión de ver en su puerta a la persona que menosdeseaba en esos momentos la había paralizado. No creía que Susan lehubiese puesto tan pronto en antecedentes de lo ocurrido en la terraza,peroasíparecíayélveníaaacusarla.Bien,erahoradedarexplicaciones.

Ryancolocólabandejaenunamesaauxiliarysesentóenlabutacaquehabíaallado.Cristina,viendoquenoteníaintencióndemarcharse,sesentó sobre la cama, único lugar que quedaba libre, y esperó que él

iniciase las recriminaciones.Evitabamirarle. Su presencia le alteraba elpulsohastaelpuntode temerqueélpudieseoír losfuertes latidosdesucorazón. La memoria le jugó una mala pasada al evocar inoportunasimágenesdeunaexperta lenguaacariciandosuspartesmás íntimasyunescalofríodeplacerlarecorrió.LaanhelantemiradadeRyanlecalentabalasangre.

—¿Aquésedebeeserepentinomalestarqueteimpideacompañarnosen la comida?—preguntó él tras unos minutos en los que se dedicó acomérselaconlosojos.

Cristinasesorprendióporlapregunta.Esperabaquecomenzaseconlasacusaciones.

—Estoy…bastantecansadayprefierotomaralgoligeroytendermeunrato;sinoteimporta,porsupuesto—respondióconelmayoraplomoquepudoreunir.

—Nomeimportasieseeselverdaderomotivo.PerosiloqueocurreesquetemesunenfrentamientoconSusan,nodebespreocuparte.Ellanohavistonaday,si lo intuye,esdemasiadoeducadacomoparaorganizarunapúblicaescenadecelos;enelcasodequeloestuviera,cosaquedudo—Ryan quiso tranquilizarla.Además, desde unas horas antes tenía claroquenopensabacontinuarconelcompromisodematrimonio;cosaquelecomunicaríaaSusanloantesposible.

Cristina pensó que él estaba equivocado ya que esa no era laimpresiónquelehabíadadolamujer.Alcontrario,suprometidaparecíauna mujer celosa y vengativa; y demasiado inteligente como para nosospecharnada.

Ryansonriódivertidoporlaincredulidadquemostrabaelrostrodeella. Con un brillo especial en los ojos y un gesto de complacencia, selevantóyfueacerrarlapuerta;despuésseacercóy,poniéndoleunamanobajolabarbilla,laobligóamirarle.

Cristina se dejó arrastrar por el anhelo que conseguía despertar enellalamiradadeaquellososcurosojosynoseopusocuandolalevantó,laestrechóensusbrazosylabesóconpasión.

—¡Oh,preciosa!Esunapenaque tengaquemarcharmeestamismatardeporquepodríamosrepetirlodeanocheymejorarlo.Perovolveréloantes posible —prometió con voz enronquecida por la pasión—.Espérame,porfavor.YprocuramanteneralbuenodeMiguelocupadoenotrascosasylejosdeaquí;¿deacuerdo?

Cristina,apesardeltorbellinodedeseoquenublabasurazónenesosmomentos fueconscientede laspalabrasdeélyse tensófuriosa.¿Creíaqueteníaderechoahacerloquelevinieraengana,convencidodequeellaseprestaríaatodossuscaprichossinoponerlamenorresistencia?

Siélteníaeldescarodepretendercontinuarconlaaventuraestandosu futura esposa a escasos metros de distancia, ella no era tan inmoralcomoparaolvidaresedetalle.¡Cuántolodespreciabaenesosmomentos!¿Cómopudosentirseatraídaporunhombretanmezquino?Peronoibaaregalarleelplacerdecontemplarsuhumillación.Pornadadelmundoibaapermitirqueélsupieracuántoleheríansuspalabras.

Seapartóylomiróconunaplomoqueestabalejosdesentirenesosmomentos.

—Creoquetendremosqueprescindirdenuestragrataaventura.—¡Ah,no!—exclamóéldesorientado.—Entiéndeme, Ryan; no me parece adecuado dadas las

circunstancias,nihonradoconnuestrasrespectivasparejas—explicóellamirándoloalosojoscondeterminación.

—¿Yporqué?ASusannoleimportaenabsolutosidecidosustituirlaenlacama;ymedalaimpresióndequeatuagentetampocolemolestaríademasiado,¿meequivoco?—insistióél.

Cristinadebíaconvencerlede lo indecorosoqueresultabacontinuarcon esa relación a pesar de desearlo de forma dolorosa; no solo porrespeto a Susan, a Miguel y a su hermana, cuya reputación se veríadesacreditada aunque a ella no le importase, también por su propiadignidad.Haciendo un enorme esfuerzo y aparentando una desenvolturaquenosentía,seacercóaélyseapoyócontrasucuerpo,enlazándoleelcuelloconsusbrazos.

—Losiento.Hasidomaravilloso.Eresunmagníficoamante,porellome encantó que estuvieras cerca en esos momentos que necesitaba lacompañíadeunhombrefuerteyapasionado—dijoconvozmelosajuntoa su oídomientras enroscaba sus dedos en los cabellosmasculinos y leobligabaabajarlacabeza—.PeroestoyprometidaaMiguely,estandoélamilado,nodeseoninecesitoreemplazarlepornadie.

—¿Estás segura?—cuestionó él furioso, sin querer admitir que laintimidad compartida horas antes solo había sido fruto de la necesidadfísicaocasionadaporlaausenciadesuprometido.

—Lo estoy, cielo; aunque tal vez dentro de un tiempo, cuando nos

volvamosaencontrarenLosÁngeles…—sugiriódeformatentadoraaltiempoqueseesforzabaporevitarlacrecienteexcitaciónquesentíaantela proximidad de él. Sabía que era una bajeza pasar el problema a suhermana,peroenesemomentonoveíaotravíadeescape.

La reacción de Ryan fue inmediata. Se tensó y desprendió sindelicadeza los brazos de ella, empujándola sobre la camay cubriéndolaconsucuerpo.

Ella permaneció inmóvil, impresionada por el peligroso brillo quelanzabansuspupilasyelaspectoferozdesuatractivorostro.

—Escucha,preciosa.Sicreesquevasa jugarconmigoal igualquehasvenidohaciendoconlamayoríadeloshombresquetehasencontradoa tu paso, estás muy equivocada—amenazó Ryan con voz ronca, muycercadesucara—.Nomecreonadadeloquemehascontado.Sitehasacostado conmigo ha sido para asegurarte el contrato y, si quieresconseguirlo,tendrásquecontinuarhaciéndolo.Nomevalenlaspromesasfuturas.Tequieroahora,nodentrodeunosmeses.Y,sinodeseasquetunovio sufra, te aconsejoque lo envíes lejos con algún recaditoy así noestarápresentecuandotereclameenmicamaunayotravezhastaquemesacie de ti. Por lo tanto, te quiero aquí y bien dispuesta para cuandoregrese,¿hascomprendido?

Ellahizoun levegestodeasentimientocon lacabeza sinapartar lavista de aquellos ojos que, en esosmomentos, adoraba y temía a partesiguales.

Ryansearrepintiódeinmediatodesuspalabrasydesubruscaactitud.No era tan canalla de cumplir sus amenazas.Nunca había tomado a unamujerquenoestuviesedeseosadeentregarseynoibaahacerloahorapormucho que ella fuese muy diferente a las demás y le provocase esosincontrolablessentimientos.Perofueincapazdevolverseatrás.Estabatandisgustado y decepcionado con ella que, al menos, le recompensaba ladesazónqueadvertíaensurostro.

Permaneció durante varios minutos contemplándola mientras sedebatía entre el deseo de rectificar y la necesidad de defender su amorpropio. Al final, venció su orgullo herido y, levantándose, se marchó.¿Qué le importaba si le creía un desalmado dispuesto a cumplir susamenazas? Ella no era mejor pues le utilizaba para conseguir suspropósitos.

CristinaquedótendidaenlamismaposiciónenlaqueRyanlahabía

dejado,haciendograndesesfuerzosporevitarecharsealloraracausadelacongojaquesentía.Traslaternuradelanocheanteriorllegóapensarque se había equivocado al juzgarlo, que él no era esa persona sinescrúpulos dispuesto a traficar con los favores sexuales de una actrizaunqueestautilizaraesemétodoparaconseguir suspropósitos.Pero lasamenazasdemomentosantesseloconfirmaban.

¿Por qué había tenido que enamorarse de aquel hombre que ladespreciaba y que solo la utilizaba para satisfacer sus bajas pasiones?Cristinanopudoreprimirpormástiemposudolorysegiróenellecho,hundiendolacabezaenlaalmohadaycomenzandoallorarconamargura.

22

Cristina no supo cuánto tiempo estuvo llorando hasta que se quedódormida.Al despertar, comprobó que había anochecido y solo una leveclaridadentrabaporlosventanales.

Selevantóentumecidayconunasensacióndemareo.Recordóquenohabía comidonadadesde lanocheanterior.Miróhacia lapequeñamesaubicadaenunaesquinadelahabitaciónycomprobóquecontinuabaensulugarlabandejaqueRyanletrajerahorasantes.

Seacercóymiróelcontenido.Elpolloestabafrío,laensaladamustiayelpandemoldereseco.Volvióacolocarlatapaalabandeja.Sicomíaalgodeello,sesentiríapeordeloqueyaseencontraba.

SepreguntósiMiguelhabía llegado.Esperabaquesí,aunquequisodejarladescansar.Pensóquelomásconvenienteeraquedarseensucuartohasta que él fuera a buscarla, pero necesitaba verle y no podía esperarmás.Decidió bajar con la esperanza de no encontrarse conRyanni conSusan. ¿No lehabíadicho él que semarchaba esamisma tarde?Conunpocode suerteya estaría lejosy ella severía librede supresenciaparasiempre. Sonrió con amargura al comprobar que, lejos de aliviarla, eseconvencimientolecausabamásdolor.

Pasó al cuarto de baño y se miró al espejo. Se horrorizó ante supropiaimagen.Teníalanarizylosojosrojosehinchados,elmaquillajecorridoyelpeinadohechoundesastre.ConeseaspectonoleeraposiblebajaryenfrentarseaDrake;lareputacióndesuhermanaseveríaafectada.

Aunque no había visto al director norteamericano a su llegada,suponíaquedebíaencontrarseenlaresidenciao,conunpocodesuerte,sehabríamarchadotambién.

Sepreguntópor la urgenciaquehabía llevado aRyan a emprenderese precipitado viaje estando su hijo allí. Alguna complicación con susempresas,imaginó;aunqueaellanoleimportabansusproblemas.

Seesforzóensubsanarlosestragosqueelllantohabíaocasionadoensurostro.Duranteeltiempoqueestuvieseobligadaapermanecerenaquellugar,debíapresentarunaimagenperfectaentodomomentoyevitarquelosdemásadvirtieseneldolorylaamarguraquesentíaensuinterior.

Apenas tardómediahoraenarreglarse.Sediounaducharápida,se

secóelpeloy semaquilló conesmero.Cuandoabrióelguardarropa sesintió animada al ver que todo su vestuario estaba colocado.Almenos,tenía la oportunidadde elegir entrevariasprendas, pensó con alivio.Sedecidióporunsencillovestidocortoysecalzóunassandalias.

Almirarsealespejo,sesintiósatisfechaymásanimadaqueunratoantes. Con suerte, a la mañana siguiente saldría de allí y acabaría conaquella farsa, que había resultadomás complicada de lo previsto en unprincipio, e intentaría desalojar de su corazón al hombre que lo habíaocupadoporcompleto.

Coneseconvencimiento,bajó lasescalerasysequedóparadaenelvestíbulo,laúnicapartedelacasaqueconocía.Noseoíanvocesyesoladesorientó,porloquedecidióirenunadirección.Esperabaencontrarlacocinaoaalgunodelossirvientesquepudierafacilitarlealgodecena.

Suspasoslallevaronhaciaunapuertatraslacualsefiltrabaunhazdeluz.Quedóindecisaduranteunosminutos.¿Ysi trasesapuertaestabaalguna de las personas que menos deseaba ver en esos momentos? Unrepentinosonidoemitidoporsusintestinosledecidióacontinuar.

Llamóunavezyoyóunavozinfantilquelainvitabaaentrar.Abrióyse encontró con una amplia estancia ocupada en el centro por una granmesarodeadadesillas.Debíatratarsedelcomedor,yrespiróaliviadanosoloporhaberdadoconellugarqueestababuscando,tambiénporqueallísoloestabaunniño.

—Hola.TúdebesdeserKevin—saludóCristinaeninglés,altiempoqueseacercabaaélyletendíalamano.

Elniñoselevantóylaestrechócontimidezmientrasafirmabaconlacabeza.

—YtúlaactrizespañolaquevaasalirenlapelículadetíoJason—dijoconvencido.

—Aúnnoesseguro.Tengoquesometermeaunapruebadecastingydespuésdecidiránentretodaslascandidatas.

Cristina le sonrió y él le devolvió el gesto. Parecía un niño muyagradable.

—¿Has cenado ya? Puedes acompañarme si lo deseas—le ofrecióKevinconexpectaciónenlavoz.

—Gracias.Laverdadesquellevohorassintomarnadaymemuerodehambre.

Kevinrioconganasyellasesentóalamesafrenteaél.Sabíaquese

estaba arriesgando a que apareciese en cualquier momento Ryan y suprometida,peroestabahambrienta.Tampocoseatrevíaapreguntarsisehabía marchado ya. Intentaría no demorarse mucho y regresar lo antesposibleasuhabitación.

—Te he reconocido por la película que vi, aunque el pelo es algodiferente—comentóconespontaneidad.

Cristinaseasombródeque lehubiesenpermitidoveralgunade laspelículasdesuhermanaporqueeraninadecuadasparaunniñodeaquellaedad al ser todas de alto contenido erótico. Desaprobaba que Ryan nocensuraseasuhijoesetipodeobras.

—¿Cuáldeellasviste?—lepreguntóconlaesperanzadequehubiesesidounadelasmásdecentes,siesquesepodíaencontraralgunaentrelafilmografíadeLoriMartelquesepudiesecalificardeesemodo.

—No… no sé. Solo vi un poco —balbució con las mejillasencendidasybajandolacabeza.

Cristina comprendió a qué se debía su repentina turbación. Tras suespontánea respuesta, debió recordado el tipo de películas a las quepertenecía y se avergonzaba de admitir que la había visto. Su padre nodebíasabernadadeelloynoloaprobaríaencasodeenterarse,deahíelsentimientodeculpaquenolograbadisimular.

Enesemomentoseabrióunapuertalateral.FredentróporellaconunabandejaycomenzóallenarelplatoqueKevinteníadelante.

—¿Deseacenarustedtambién,señorita?—lepreguntó.—Sí,gracias.AcompañaréaKevin.¿HallegadoyaelseñorSalcedo?—No, señorita. Tal vez su avión se ha retrasado—respondió Fred

conanimosasonrisaaladvertirsuansiedad.Colocóanteellaunserviciocompleto.

—¿Querráhacérmelosabercuandollegueollameporteléfono,porfavor?Heextraviadomimóvilynotengoformadecomunicarmeconél—lepidió,fastidiadaporlatardanzadeMiguel,loquelehacíapresagiarnuevosproblemas.

—Porsupuesto.Aunque,silodesea,puedellamardesdelalíneafija.—Yotepuedodejarelmío,Lori—ofrecióKevinconespontaneidad.—Gracias; el problema es que no recuerdo su número. Esperaré a

queélvengaollame.Cristina sabía que no le resultaría difícil ponerse en contacto con

Lauraa travésde laclínicaen laqueestaba ingresadaodejarunrecado

allí para que ellos la llamaran, pero eso supondría revelar unainformaciónqueasuhermanaleinteresabamantenerensecreto.Apesarde su precaria situación, prefería esperar a que Miguel se pusiese encontactoconella; cosaqueharíaaldía siguienteyaquepensaríaque seencontrabadetravesía.

Debíandeestarpreocupadosalnohaberconseguidohablarconella.Ya tendría tiempode explicarle loocurridoo, almenos, laparteque seatrevíaadesvelar.

ElmayordomoseretiróyKevinesperóaqueellaempezara.Duranteunos minutos estuvieron comiendo en silencio la deliciosa vichyssoisequeFredleshabíaservido.

Cristina aprovechó para estudiar al niño con disimulo. Ya habíaadvertido, al verlo esamañana en la piscina, el gran parecido que teníaconsupropiopadre,peroahoracomprobabaqueerancasiidénticos;losojos del mismo color y forma, la misma pronunciada barbilla con elatractivo hoyuelo en su centro, los mismos labios carnosos y bienperfilados…Sí,seríatanatractivocomoRyan.

—Notemas.Nolediréatupadrequehasvistounademispelículas—le aseguró con un guiño de complicidad al comprender que se sentíaarrepentidodesuconfesión.

Kevinlevantólamiradaylesonrióconalivio.—Gracias. La cogí por error y solo vi un trozo—se defendió—.

Además, estaba en versión original y yo no entiendo demasiado bien elespañol.

Cristinalecreyóydecidiódarporzanjadoeltemaparanocontinuarabochornándolo. Parecía un buen chico, educado y tímido. Su padreestaríamuyorgullosodeél.Aunque teníaunciertoairede tristeza,másbien de preocupación, que la inquietaba. Había visto esa expresión entantos alumnos que la reconocía al momento y podía asegurar que eraocasionada por algún grave asunto familiar. La inminente boda de supadre,talvez.Enfin,lostípicosproblemasquesufríanloshijosdepadresseparadosyqueparecíanserlosmismosentodaspartesfuesecualfueselaculturaoelnivelsocialdelosimplicados.

Por desgracia, no estaba en su mano ayudarle; en primer lugarporque semarcharía al día siguiente y, en segundo, porque no deseabainmiscuirseenlosproblemasfamiliaresdeRyan.Leagradabaelniñoyledisgustabaquetuviesequesufrirlasconsecuenciasdelaconductadisoluta

de su padre. Porque, y de ello estaba convencida, la separación de susprogenitoressedebíaalasinfidelidadesdeRyan.¿Cómopodíaserdeotraformasienvísperasdesuenlacehabía tenidounaaventura,a laquenoestaba dispuesto a renunciar ni sospechando que su prometida estaba altantodeella?

Lomiróconsimpatía.Leparecióqueseencontrabasoloy faltodeafecto,algotípicoenloshijosdematrimoniosrotos.Legustaríaayudarlea aliviar su tristeza y a superar el trauma que le estaría ocasionandoaquellasituación,peronoseríaprudentehacerlopuescorríaelriesgodeencariñarseconaquelniñoyesoseríaunerror;yalohabíahechoconelpadre,¿paraquéaumentarsutormento?

VolvióFredconelsegundoplatoyCristinaobservóqueretirabacasiintactoelanteriordeKevin.

—¿No te ha gustado la crema? —le preguntó Fred con cariñosapreocupación.

—Estabamuybuena,gracias.Peroesqueestanochenotengomuchoapetito —se disculpó en un vacilante castellano, idioma que elmayordomoseempeñabaenutilizar.

—Debesalimentarte,Kevin.Cuandotupadreregresetienesqueestarfuerteparasaliranavegar.

—Lointentaré.Estepescadopareceapetitoso.¿Quéhaydepostre?—Tufavorito:tartadechocolate.—¡Estupendo!—exclamóentusiasmado—.DalasgraciasaDoloresy

dilequemereserveunbuentrozoparamañana,porfavor.—Loharé.Ahora,cómetetodoelpescado,¿deacuerdo?Kevin hizo un gesto afirmativo con la cabeza y comenzó a comer.

Fredsalió,llevándoselosplatossucios,yvolvieronaquedarensilencio.CristinaimaginabaqueRyansehabíamarchado,peronosabíasiSusanoDrakecontinuabanallí.Decididaaacabarconlaincertidumbre,preguntóaKevinconaparentedesinterés:

—¿Dóndeseencuentranlosdemás?—Mi padre y Susan se han marchado después de comer hacia el

aeropuerto. Iban a tomar el primer avión que saliera con rumbo a LosÁngeles.

Era evidente que el viaje de su padre le había entristecido, aunqueCristinasolopodíapensarenlanoticiaqueacababadedarle.¡RyanysuprometidaestabanrumboaEstadosUnidos!Cuandoéllecomunicóquese

marchabadeviajenopudoimaginarqueibaasertanlejos.Esosuponíaque estaría fuera varios días, por lo que ya no estaría allí cuandoregresase,calculómientrasseesforzabaen ignorar laamarguraqueesacertezaleprovocaba.

—¿Jason y su acompañante también se han marchado? —Cristinadeseaba salir de dudas lo antes posible. Con un poco de suerte, soloquedaría aquel encantador niño para acompañarla. Sí, eso seríamaravillosoylasolucióndefinitivaasusproblemas.

—No. El tío Jason y Bárbara han ido a visitar a unos amigos quetienenunacasaenPuertoAndratxynosécuándoregresarán.

—¿Ycuánto tiempopiensaestar tupadreausente?Estabainteresadoenasistiralaprueba,segúnmecomentó.—Queríasaberaquéatenerseenelfuturo.

—No lo sé. Puede que solo una semana. Me ha prometido que,cuandoseresuelvatodo,regresará.

Cristina asintió aliviada al haber confirmado sus suposiciones.Aunque no era lo que ella hubiese deseado, sin la presencia de Ryan ySusan se haría más llevadero el tiempo que le quedaba de representaraquellacomedia;yhastatendríalaoportunidaddeconocerlaisla,sedijoilusionada.

Cuando acabaron de cenar, Kevin le propuso jugar una partida deajedrezyellaaceptódebuenagana.Lesorprendiólahabilidaddelniñoenese juego, al que acabó ganando con esfuerzo. Pasada la media noche,Cristina sugirió que se acostasen para podermadrugar al día siguiente.Habíanplaneadosalirdeexcursiónenbicicletaporlosalrededoresantesdequeelsolsofocasedemasiado.

A la mañana siguiente, cuando Cristina bajó camuflada con lasgrandesgafasdesolylagorra,encontróaKevinpreparadoeimpacienteporpartir.Traseldesayunoyequipadosconropacómodayunplanodelos alrededores, se pusieron en marcha. Llevaban también abundantesprovisionesqueleshabíapreparadoDolores,laesposadeFredycocineradelacasa,quellevabanallídesdequeRyanlaadquiriócincoañosantes.

Aunquesuintenciónerapasarsolounpardehorasyregresarprontopor si Miguel llegaba o se ponía en contacto, no pudo negarse a lassúplicasdeKevinyacabaronrecorriendolospueblosdelosalrededores,donde compraron algunos recuerdos, se bañaron en calas de aguascristalinas,comieronenunpequeñoyacogedorrestauranteyregresaron

aprimerashorasdelatarde,agotadosyfelices.—SeñoritaMartel,elseñorSalcedolahallamadoestamañana.Alno

sabercuándoregresarían,mehadejadoestenúmerodeteléfonoparaquelollameustedencuantotengaocasión—lecomunicóFredalverla,yleentregóunpapelconelnúmeroescrito.

—Gracias. Le llamaré de inmediato. —De dirigió a su habitaciónparahablarconlasuficienteintimidad.

Esamismamañanahabíaintentadocomprarunteléfonomóvil,peroledijeronenlatiendaquenecesitabaalgúntipodedocumentaciónyellanodisponíadeninguna.

—¿Miguel?—preguntóalavozmasculinaquecontestóalallamada.—Tina,¿quéocurre?;nocontestasamisllamadas;tumóvilaparece

apagado.Estábamosmuypreocupadosalnosabernadadeti.Cristinasesintióculpablealadvertirlainquietudquereflejabalavoz

deMiguel y se recriminó por no haber puesto el suficiente empeño encomunicarseconellosduranteesosdías,ytambiénpornohabertenidolavalentíadesincerarseconélyconfesarlequehabíaperdidoelmóvilensuaventuraensolitarioenMarbella.

—Losientomucho.Loperdíelprimerdíaynorecordabavuestrosnúmeros, por eso no os he llamado.—No era toda la verdad, pero separecíabastantealoquehabíaocurrido.

—Pudiste ponerte en contacto con nosotros por otros medios—lereprochó.

—No tuve oportunidad,Miguel.Hasta ayer estuvimos de travesía yaquítampocohasidofácil,comocomprenderás—intentójustificarseaunsabiendoqueteníarazón.Confiabaenqueélnoadvirtieraqueeransoloexcusas.

—Deacuerdo.Reconozcoquetedebedeestarresultandomuydifícil.Perodime,¿cómoteencuentras?¿Hansurgidoproblemas?—Eraloquemásleimportabasaberenesemomento.

Cristina pensó que tenía muchos problemas y muy importantes,aunqueelprincipaldeellosnopensabacontárseloaMiguel;nisiquieraasuhermana.

—Estoybienyno,nohasurgidoningúnproblemaquenosepuedasolucionar. Caine acortó el viaje en un día porque su hijo llegaba devacaciones,yalpocodellegarsemarchóaEstadosUnidos.EncuantoaDrake está de visita en casa de unos amigos y puede que ni tenga

oportunidaddeverle.Tampocohamencionadoeltemadelcasting,porloque no creo que tengamos que preocuparnos demomento.Creo quemitrabajoyaestáhechoypuedomarcharmesinpeligrodequeelproyectofracase. Ya hablaremos de ello cuando vengas —le explicó consatisfacción y sin querer dar excesivos detalles por si había alguienescuchando—.YLaura,¿cómoseencuentra?

Tras unos segundos de silencio, en los que Cristina pensó que lacomunicaciónsehabíacortado,seoyólavozconmocionadadeMiguel.

—No…nomuybien.Metemoquesehancomplicadolascosas.Cristinaseasustó.—¿Quéleocurreamihermana?—leurgióellaelevandolavoz.—Hacogidounaneumonía,queporsuerteyahanlogradocontrolar,

peroqueestáretrasandosurestablecimiento.—¿Puedo hablar con ella? —preguntó ansiosa. Quería oír de sus

labiosloqueMiguelafirmaba.Setemíaquepudierasermásgravedeloquequeríahacerlecreer.

—Noesposibleenestemomento.Estádormidaynoesconvenientedespertarla, pero te aseguro que ya está fuera de peligro. No obstante,deberápermanecerenlaclínicahastaqueserestablezca.

—Entonces,déjaladescansar.Encuantoamí,notepreocupes.Verésipuedocogerunvuelohoymismo.Encasocontrario,loharémañana.Noesnecesarioquevengaspormí.Debesestarasulado.

Lauranecesitaba atención constanteyMiguel era lapersona idóneapara proporcionársela; y, conociendo lo que sentía por su hermana, noestaríadispuestoasepararsedeellaenmomentostandolorosos.Yaselasarreglaríaellaparasalirdeallí.

—Verás,Tina—élcarraspeóunpoco.Necesitabatiempoparaelegirlaspalabras.AligualqueCristina,noqueríarevelarnadaporteléfonoquepudieracomprometerles—.Creemosqueesconvenientequepermanezcasallíduranteunosdíasmás,almenoshastaqueLaurapuedamarcharseacasa.Seríacomplicadoqueabandonarasahora,cuandoelproyectonohaconcluido;¿comprendes?

Ellase tomóuntiempopararesponder.Sí,comprendía lasituación.SisemarchabaantesdequeLauraestuvieseencondicionesdeasumirsuidentidad,acabaríamalográndosetodoloconseguidohastaesemomento;peroeso lesupondríacontinuar representandoaquella farsadurantemástiempo,algoquecadavezlecostabamásesfuerzo.

—Sabemosqueesdifícilparati,pero…teagradeceríamosmuchounúltimoesfuerzo—continuóMiguelanteelmutismodeella.

—Estábien.Mequedaréunosdíasmás—accedióalfin.Enrealidad,sin la presencia de Ryan en la casa, ella no estaba tan deseosa demarcharse. Incluso esos días podrían convertirse en unas auténticas yrelajantes vacaciones. Drake había llamado la noche anterior paracomunicarquesequedaríaunpardedíasencasadesusamigos,por loque solo quedaba Kevin para hacerle compañía. Le resultaría difícilmentirle al niño, al que comenzaba a apreciar, aunque intentaríarecompensarleconcariñoydedicacióneltiempoqueestuvieraasulado.

—Gracias,Tina.Tuhermanayyoteestaremosmuyagradecidos.—El alivio en la voz era manifiesto—. Procura comprar un móvil y mellamaslapróximavezdesdeél.Seríamáscómodoparatodos.

—Yaloheintentado,Miguel,peroelproblemaesquemepidenunaidentificación incluso para los móviles prepago. Además, apenas mequedadineroytampocodispongodetarjetasdecréditoodealgúntipodedocumentaciónquemepermitasacarlodemicuenta.

—Es cierto, no había reparado en ello.No te preocupes, te enviaréunopormensajeríaurgente.Tambiénunatarjetadecréditoaminombreylaclaveparaquepuedassacardinerodealgúncajeroautomático.Deesemodo,tendrássuficienteparacomprarelbilletedevuelta.Solotienesquedarme la dirección de la casa y el nombre de alguien que se hagaresponsabledeaceptarelenvío;¿teparecebien?

—Estupendo.Tevolveréallamarconlosdatosquemepides.Cristina se sintió más aliviada al colgar. No era la solución que

esperaba, pero, al menos, no resultaba tan mala como en un principiocreyó.PasaríaunosdíasallíysemarcharíaantesdequeRyanregresase.EncuantoaDrake, intentaríaconvencerlodequeMiguelcontinuabaconlas gestiones. Él acabaría marchándose a Praga para incorporarse alrodaje y la prueba se pospondría hasta que su hermana estuviese encondicionesderealizarla.

23

RyansepaseabainquietoporeldespachodelagenteespecialdelFBIJackCyrusenLosÁngeles.

Trasaterrizarunpardehorasantes,apenashabíapasadoporsucasaparaducharseycambiarsederopa.Estabaagotadodespuésdedocehorasde vuelo y otras tantas de espera en los aeropuertos de Palma, París yNuevaYork, pero no tenía tiempode descansar; cualquier demora seríacrucialpararesolverelcaso.

Llamó a su amigo por teléfono antes de partir de la isla paraexponerleelproblemaqueteníayestabaimpacienteporescucharloquehabíaaveriguado.

Susan, que en un principio quiso acompañarle en el viaje, alpercatarse de que su actitud no había sido la adecuada, decidió al finalquedarse en Nueva York con el pretexto de visitar a un cliente. Ryansuponía que esa repentina decisión tenía que ver con la discusiónmantenidaduranteelvueloyenlaquelehabíaconfesadosudecisióndecancelar la boda.Si se sintió herida por ello no lomanifestó de ningúnmodo, acatando su decisión con lamisma frialdad que solíamostrar entodossusactos.

Él,encambio,sesentíaaliviado,comosisehubiesequitadoungranpesodeencima.Reconocíaque lacausaprincipalque lehabía llevadoadisolver el compromiso era la gran decepción que le supuso la falta delealtad hacia su hijo, algo inexcusable en su futura esposa. HabíacomprendidoqueenrealidadellanoqueríaaKevinniestabadispuestaaesforzarseporganarsesucariñoenelfuturo.

Peroexistíaotrarazónymuypoderosatambién.DesdequeconocióaLori, comenzóa replantearse sudecisióndecasarseconSusan. Intuíaelenormeerrorqueibaacometeralunirsuvidaaunapersonaalaquenisiquiera deseaba. Ella nunca había logrado despertar en él esostumultuosossentimientosque laactrizespañola leestabahaciendosentirensolounosdías,ynoestabadispuestoarenunciaraello.

SabíaqueleresultaríadifícilconseguirqueLoriseenamorasedeél.Cabíalaposibilidaddequenomintiesealafirmarqueestabaenamoradadesuagente,perolointentaría.CuandoregresaseaMallorca,lucharíapor

ellacontodoslosmediosasualcanceyesperabaganar;porque,aunquese esforzase en disimularlo, ella lo deseaba al menos. Pero ahora elproblemamásacucianteeradescubriralapersonaquehabíainculpadoasuhijoenundelitodelqueerainocente.

La puerta del despacho se abrió entrando por ella la persona queRyanesperabaconimpaciencia.

Jack Cyrus, amigo de la infancia y compañero de universidad deRyan, era un hombre atractivo demirada sagaz y sonrisa pícara que nosolodestacabaporsuinteligencia,tambiénporsudeterminaciónycorajedemostradosenlaspeligrosasmisionesquehabíallevadoacabo,muchasdeellasinfiltradoenbandasdedelincuentes.

—Me alegro de que hayas venido porque no tengo buenas noticiasparati—dijoelreciénllegadoaltiempoquelepalmeabalaespaldacongestoanimoso.

Ryanlomiróconexpresióndedesaliento.—Explícate,Jack.Cyrus se sentó tras la mesa y colocó sobre ella el expediente que

llevabaenlamano.—LosagentesquerevisaronlosefectospersonalesdeAdamMorgan

no encontraron nada de lo que sospechas y, al interrogarle, continuómanteniendolamismaversión:quevioaKevinregistrandosumochilaypocodespuésdescubrióquelefaltabalabrújula.Sospechandodeél,selocomunicóaldirectordelcentroyambosfueronalahabitacióndetuhijodescubriendo en su maleta el objeto robado junto a otros que, conposterioridad,comprobaronquetambiénhabíansidosustraídosaalumnosopersonaldelcentro—leexplicóobservandosureacción.

Ryanhizounamuecadedisgusto.Sabíaquenoibaaresultarfácil.—¿Lohabéisinvestigado?—Por supuesto. Morgan es un estudiante de último curso en la

universidaddeStanford.Solicitóeltrabajoparaayudarseenlosestudiosyfuecontratadoparatodoelverano.Eldirectorestámuysatisfechoconél,loconsideraunbuenprofesionalyesmuyqueridoportodoslosalumnosy compañeros. En el tiempo que lleva desempeñando el trabajo no hasurgido ningún problema. Tampoco tiene antecedentes policiales; nisiquieraunamultadeaparcamiento.Parecetaninocentecomounniñodeparvulario.

—Demasiadoinocente,¿nocrees?—especulóRyansuspicaz—.Está

mintiendo,lopresiento.AlguienhaqueridoquitaraKevindeenmedio;ylamejor explicación que seme ocurre es queMorgan pensó que habíavistoalgunasfotografíasquenodeberíadehaberhechounapersona taninocente como él. Si lo desacredita haciéndole aparecer como unladronzuelo,nosoloconsigueque leexpulsendelcampamento, tambiénquenadielocreasidecidecontarloquehavisto.

—Esa es una hipótesis entremuchas otras, Ryan. ¿Te has parado apensarquepodría tratarsedeunabromayel responsablenoseatreveadar lacaraalverelrevueloquesehacreado?Pornomencionarquesedebiesealavenganzadealgúncompañeroconelqueteníarencillasyhaquerido resarcirse de esa retorcida forma.Ya sabes lo que pasa en esossitios y a esas edades. Ambos los conocemos bien. —Una miradanostálgicavelósusojosdeunazultormentoso.

—Claroqueheconsideradovariasopciones,perorevisandotodalainformaciónylasimpresionespersonalesdemihijo, laexplicaciónmásverosímilesesa—insistióconvencido—.Sondemasiadascoincidencias,Jack:elhechodequesedescubrierael robohorasdespuésdel incidentecon la cámara de fotos de Morgan, el que dos de los objetos robadosfuesendesuscompañerosdecuartoyotrodelmismoinstructor,alqueleresultaba muy conveniente denunciarlo; por no hablar de que le gustafotografiaraloschicosyhacerlesregalos.Nosétú,peroamímeparecelaformadeprocederdeunpedófilo.

—Puede ser, pero no tenemos pruebas. En caso de que sea comodices,hatenidotiempodedeshacersedecualquiermaterialqueguardase.Tantolasmemoriasdelasdoscámarasqueselehanintervenidocomoeldiscodurodesuordenadorportátilestabanlimpios,segúnelexpertoqueloshaexaminado.Tampocosehaencontradonadaenlosordenadoresdelasaladeocionisehanregistradoenvíosointercambiosporinternet.

Ryansepasólamanoporelpeloenungestodeimpotencia.Confiabaen su hijo y sabía que no estaba mintiendo. Algo se les escapaba. Deprontoseleocurrióunaidea.

—¿Ysitieneuncómplice?Otromonitor,personaldemantenimiento,abastecedores…, cualquiera que pueda guardar el material sin levantarsospechas.

—Espocoprobable.Lospedófilossuelenactuarsolos.Tampocoesnormalquesedeshagandeélporqueconstituyeparaellosungrantesoro;sinembargo,loinvestigaremos.Mepondréencontactoconlaunidadde

delitos informáticos y, tal vez, consigamos algo. Ahora, márchate adescansar. Te avisaré en cuanto tenga nuevas noticias que darte —leaconsejó al observar el aspecto demacrado que presentaba—.Déjalo ennuestrasmanos.Sieséloalguiendesuentorno,acabaremosatrapándole.

Ryan abandono las oficinas delFBIy se dirigió a su casa.Ennadabeneficiaríaasuhijoqueenfermaseporagotamiento.Confiabaenlagranprofesionalidad de Jack. Le avalaban sus numerosos éxitos en laresolucióndedelitosyenlacapturadedelincuentes.

MiróelrelojycalculóqueenEspañadebíaserlahoradelacena.Apesardenotenerbuenasnoticiasquedarle,decidióllamarasuhijo.Sabíaquesehabíaquedadomuypreocupadotrassumarcha.

CristinaseacercóaKevin,quesentadoalbordedelapiscina,mirabalas iluminadas aguas congesto pensativo.Había observado la expresióntriste y preocupadaquemostraba su rostro desde que terminóde hablarcon su padre por teléfono un rato antes. También estuvo muy calladodurantelacena,algoinusualenunniñotanalegreycomunicativocomoél.

—¿Te encuentras mal, Kevin? —le preguntó con sincerapreocupaciónenlavoz.

Kevin la miró e intentó, sin conseguirlo, dibujar en su rostro unasonrisa.

—Estoybien,Lori.Graciasporpreocupartepormí.ACristinaseleformóunnudoenlagargantaporelsufrimientode

eseniñodulceygeneroso.—Si crees que puedo ayudarte en algo, solo tienes que decírmelo;

¿deacuerdo?—seofrecióysedispusoamarcharse.Noqueríaagobiarleconsupresencia.

—Se trata de mi padre. Nome ha dado buenas noticias—confesócuandoellayasealejaba.

Cristina se paró y, sin hacer ningún movimiento, esperó a que élcontinuarahablandosilodeseaba.

—¿Porquéalgunaspersonasquierenhacertedañoaunque túno leshayashechonada,Lori?

Ellanosabíaaquiénserefería,perolecontestódelaformaquesucorazón le dictaba en esemomento. Se sentó a su lado y lo abrazó conternura.

—Hay muchas formas de maldad, Kevin. Algunas personas, porenvidia o por deseos de acumular riqueza y poder, no sientenremordimientosencausarelmalalosdemás.Ellassonunejemplodeloquenosedebehacer.Otrastienenlamenteenfermayesolesllevaaactuarde manera dañina con los que le rodean. En ese caso, es importantedescubrirlasporquepuedensermuypeligrosas.

—Yonosupehacerlo—sequejó, sinpoderevitarque las lágrimasacudieranasusojos.

—No te culpes de ello, cariño; lamayoría de las veces no es fácildarsecuentayacabanperjudicándote.

Kevinapoyólacabezaensuhombroy liberóenformade llanto latensión que llevaba acumulando desde que su padre semarchó.Cristinaesperó a que él se tranquilizara manteniendo un respetuoso silencio,sobrecogidaporsudolor.

Cuandopasaronunosminutos,él se secó losojosy, sinmirarla, leabriósucorazón.Leexplicólacausadesuexpulsióndelcampamento,laimpotenciaquehabíasentidoalnopoderdefendersedelasacusacionesyalcomprenderque todospensabanqueeraculpable, inclusoSusan.Solosupadrecreíaensuinocenciayhabíaviajadohastaallíparademostrarlaydescubrir al verdadero responsable de aquellos robos. Aunque, cuandoestuvo hablando con él antes de la cena, le confesó que no habíandescubierto al culpable. Kevin temía que, si no lo encontraban, todoscontinuaríanpensandoqueéleraunladrón.

CristinaentendiólagravedaddelasituaciónyelempeñodeRyanporesclarecer el asunto. También la reacción de Susan al descubrirlaobservando desde la terraza. Pensaría que iba a vender la noticia a laprensa.

—Notepreocupes; tupadredescubrirá laverdadynadie teculpará—intentóanimarle.

—¿Túmecrees,Lori?—Claro que sí —contestó con sinceridad. Aunque solo hacía

veinticuatrohorasqueloconocía,intuíaqueeraunniñohonestoeincapazderealizarlasaccionesqueseleatribuían.

—Gracias.—Lesonrióaliviado.Peroprontosustituyólasonrisaporun gesto de tristeza—. Susan no me cree. No me hizo caso cuando leexpliqué que yo no había robado esos objetos y creyó todo lo que eldirectorlecontó.Meriñódelantedeélydevariosprofesoresmás.Medio

muchavergüenza—admitióconpesadumbre.Cristina se compadeció de él. Si su futura madrastra no había

descubiertosuverdaderanaturalezaysenegabaaapoyarleenmomentostancrucialesparaél,larelaciónentreambosnoibaaseragradableenelfuturo y el niño sufriría. Ryan debería de haberlo advertido aunque, siestabaenamoradodesuprometida,nadamástendríaimportanciaparaél.

Nosiempreerafácilcongeniarconloshijosdelaparejayrespetabaelderechoqueteníanlospadresdeserfelicesconlapersonaelegida,peroera triste que los niños tuviesen que pagar siempre las consecuenciasdesagradablesdetalesproblemas,siendoquienesmenosculpateníandelasituación.

—Nopiensesmásenello,Kevin.Prontoestaráolvidado.Algomásanimadoporlaspalabrasdesuamigaespañola,comoélla

llamaba, Kevin recuperó la sonrisa. Decidieron ver una película yacostarsetempranoyaqueestabanagotados.HabíanplaneadopasareldíasiguienteenPalmaydebíanlevantarsetemprano.

Elniñoestabaentusiasmadoconlaposibilidaddehacerdeciceroneya que conocía muy bien la ciudad por haberla visitado en numerosasocasiones durante los años que llevaba pasando allí las vacaciones deverano.

Drake, que había llamado esa mañana para informar de que sequedaríaunpardedíasmásencasadesusamigos,llegócuandoaúnnosehabíanacostado.

—Hola, tío Jason; no os esperábamos hasta el jueves—dijoKevincomplacido.

Cristinayélestabansentadosen la terraza,comiendounagenerosaración de la sabrosa tarta de chocolate de Dolores y ultimando lospreparativosparaeldíasiguiente.

—Hevenidoyosolo.Bárbarahadecididopermanecerunpocomásdisfrutando de aquella zona tan concurrida y animada; además, echabamucho de menos a cierto jovencito que siempre suele ganarme a losvideojuegos—explicóconsucaracterísticamediasonrisaqueleconferíaunirresistibleatractivo.

Cristina disimuló una sonrisa. Imaginaba que, cansado de laempalagosa Bárbara, había decidido concederse algunos días detranquilidad.

—Genial.MipadremeregalólaPlayStation4porhaberaprobadoel

curso y tengo unmontón de juegos nuevos. Si quieres, podemos jugarahora—ofrecióKevinconentusiasmo.

—Es tarde y estoy cansado. Pero mañana prometo tomarme larevanchadelaúltimavez.

—Vale,tíoJason—respondiódesilusionado.Nohabíajugadoconsunueva consola y estaba deseando demostrar su maestría. Después, alrecordarloquehabíanplaneadoparaeldíasiguiente,rectificó—.TendráqueserporlanocheporqueLoriyyovamosaPalma.Nolaconoceyyoselavoyaenseñar.¿Quieresvenirtútambién?

—No voy a poder. Tengo que resolver algunos asuntos y eso metendrá casi todo el día al teléfono. Si queréis, podemos hacer unaexcursión al día siguiente donde os apetezca, siempre que no sea enbicicleta; ya sabes que no dominomuy bien esos trastos—ofreció conpícarasonrisa.

—¡Eso sería estupendo! —Miró a Cristina para que ella loconfirmase—.¿Dóndequieresir,Lori?

—Yasabesquenoconozconadadelaisla,porloquecualquierlugarque decidáis estará bien para mí —respondió, emocionada por lagenerosidaddelniño.

—¿Ytú,tíoJason?—OpinoigualqueLori,comotampococonozcocasinada,prefiero

quenosaconsejes.Trasrecapacitarunossegundos,Kevindijo:—Haymuchos sitios que os gustarán, como las cuevas del Drach,

Valldemossa, Pollença…Yo los conozco todos, aunque no me importarepetir.

—Estaríabienempezarporlascuevasydejarparaotrodíaelresto,¿quéteparece?—propusoJason.

—Bien.Tenemosqueirencocheporqueestánmuylejos.—¡Qué alivio!—suspiró cómicamente, provocando la carcajada de

losotrosdos—.CreoqueeshoradequeteacuestesyasípodrehablarconLoridenegocios,¿deacuerdo?—pidióaKevin.

Cristina se tensó ante esas palabras.No había hablado con él desdequeabandonaronelbarcoe imaginabaque tampoco lohabíahechoconMiguel. Estaría interesado en conocer cómo iban las gestiones que elagentedesuhermanaestabarealizando.

Elniñoobedecióy,dandounbesoenlamejillaacadauno,subióasu

cuarto.—Un chico estupendo. Ryan es un hombre afortunado —comentó

Jasonconcariñosoacento.Cristina asintió; cualquier padre se sentiría orgulloso con un hijo

comoél.Era innegable el afecto que Jason sentía porKevin, al que conocía

desdequenació.Elniñotambiénloqueríayloconsiderabadelafamilia,apesardequenolesuníaparentescoalguno.LehabíaexplicadoaCristinaenunaocasiónqueDrakecolaboróconsuabueloenmuchaspelículasyahoralohacíaconsupadre.Aélleencantabaquelollevaraalosrodajesparaverasusactoresfavoritosypedirleautógrafos.

—¿Cómo han transcurrido estos últimos días, Lori?—le preguntósinapartarsumiradasagazdeella.

—Bien,gracias—selimitóaresponderconlamayorserenidadquepudo.

AJasonlebastóobservarelsonrojoquecubríasurostroylamiradahuidizadeellaparaconfirmarsussospechas:habíaexistidounarelacióníntimaentre ellos; aunqueél no iba a interferir en las relacionesdedospersonasadultas.Soloesperabaporelbiendeambosquesupieranloqueestabanhaciendo.

—¿Ylasgestionespararealizarlapruebapendiente?Cristinaesperabaytemíaesapregunta.—Creo que no van por buen camino a pesar de que Miguel está

haciendotodoloqueestáensumano.—Entiendo. El problema es que tengo la intención de partir para

Pragaeltresdeagostoy,sinoconsigueunestudioaceptableparafinalesdemes,deberéisdesplazaroshastaelsetdelrodaje—leadvirtiómientrasestudiabasusreacciones.

ElgestodealiviodeCristinanopasódesapercibidoparaJason,quetomóbuenanotadeello.

—Porsupuesto.Nohabríaningúnproblema.Ahora,simedisculpas,megustaríaacostarme;estoymuycansada.Esdifícil igualar lavitalidaddeKevin.

—Perdonaporhaberteentretenido.Hastamañana.Cristina se despidióde formaun tanto apresuraday se dirigió a su

habitación.Noqueríafomentarlafamiliaridadentreellosyarriesgarseacometeralgúnerrorquepudieraperjudicarasuhermanaenelfuturo.

SepreguntabacómoconseguiríaLauraevitarqueJasonadvirtieraelcambio.No le cabía dudadde que acabaría reparando en las diferenciasentre la Lori Martel de aquellos días y la que aparecería después. Lasdistintas personalidades se evidenciaban más en la intimidad. Deberíaprevenir a su hermana; aunque ese era un riesgo al que sabía que seexponíacuandoconcibióaquellaabsurdaficción.

Ya se las arreglaría Laura cuando llegara el momento, pensó. Erainteligente y encontraría una excusa convincente que justificara loscambios.

24

Cristina miró las fotografías que ocupaban varias páginas de larevista congestode fastidio.Como se temía, ladespedidadeMiguel enPuerto Banús había sido captada por el paparazi y, según esa y variasrevistasmásquecompróeldíaanterior,elidiliodelaactrizysuagenteartístico se convertía en una de las sorpresas del verano a pesar de nohabersidoconfirmadaporningunade laspartes implicadas.TambiénserumoreabasobrelafuturaincorporacióndeLoriMartelaunaproducciónnorteamericana rodadaenHollywoodycuyasnegociacionesse llevabanmuyensecretoportemoraquefracasasen.

Lauraestabamuydisgustada,segúnleaseguróalhablarconellaesamismamañana,peroCristinapensabaqueeramuyafortunadasieseeraelúnico precio que tendría que pagar por todo aquel embrollo. Ella, lerecordó,estabasoportandolapeorparteynoarmabatantorevuelo.

Enrealidad,desdequeRyanmarchó,lasituaciónhabíacambiadodeformaradicalysuestanciaallíseestabaconvirtiendoenunasvacaciones,que no le disgustaría prolongar hasta que recuperase su identidad; perosabía que era imposible. Ryan no tardaríamucho en regresar y ella noqueríaestarallíparaentonces,porloquelehabíadichoasuhermanaquesemarchabadePalmaenunpardedías.

ALauranotardaríanendarleelaltayterminaríaderestablecerseensupisodeMadrid,dondeCristinapermaneceríahastaquepudierasimularsuregresodeLondresyvolviesearecobrarsuaspecto.

Habían sido unos días estupendos, reconoció Cristina con miradasoñadora mientras observaba los juegos de Kevin en la piscina. Hacíatiempoquenolopasabatanbienysedivertíatanto.Tuvolaoportunidadde recorrer pintorescos rincones de gran belleza, de disfrutar de largosbañosenlasaguasmediterráneas,deapetitosacomidaydelacompañíadeKevin,unniñomaravilloso, inteligenteymuymaduroparasuedad,queya ocupaba buena parte de su corazón y con el que compartía muchosgustosyaficiones.

LavisitaaPalmadedosdíasantesleencantó.Kevin,comosiempre,habíaejercidodemagníficoguíayapenassedejaroncosasporver.Sinembargo,cuandomejorlopasófuealdíasiguiente,enlaexcursiónporla

parteestedelaisla.LascuevasdelDrachleparecieronespectaculares,asícomo el agreste paisaje de aquella zona, de gran belleza natural. A lavuelta,JasoninsistióenpararenelpueblodeManacor,dondeadquirieronartículos de piel y unos preciosos pendientes de perlas, tan famosas enaquella zona, que el director le regaló. Regresaron al atardecer ydisfrutarondeunamagníficacenayuna relajante tertuliaen la tranquilaterrazaconvistasalmar.

Un día maravilloso, en agradable camaradería, durante el cualdescubrióalverdaderoJasonDrake,unhombreencantadorqueescondíaun carácter noble y afectuoso bajo su cínico aspecto. Le sorprendiócomprobarelcariñoquesentíaporKevin,alquemimabaconunaternuraypacienciaquesorprendíaenunhombrecomoél,talvezporqueveíaenel hijo de su amigo al que no había logrado tener en ninguno de susmatrimonios.

También advirtió que apreciaba a Ryan como a un hermano y lodefendía con decisión. Jason le había pedido que perdonara a su amigoporlaformapococaballerosadetratarla,quesealejabadesuverdaderocarácter, nobleygeneroso, y lehablóde su frustradomatrimonioydelgranamorquesentíaporsuhijo,hastaelpuntodeplanearunmatrimoniocon Susan para proporcionarle una madre a Kevin y una estabilidadfamiliaraunquenoestuvieseenamoradodeella.

Esamañana,unallamadadeBárbarapidiéndoleaDrakequefuesearecogerla,habíadesbaratadolosplanesqueteníandevisitarValldemossaypasearseenelfamosotrendeSóller,porloqueKevinyellasehabíandedicado a descansar, tomar el sol y bañarse en las limpias aguas quelamían los acantilados sobre los que se elevaba la casa, y a las que seaccedíaporunestrechosenderoquebajabahastaunapequeñacala.

Kevinqueríasaliranavegarenlapequeñaembarcaciónavela,peroCristinasehabíanegado.Noqueríacorrerelriesgodequelesocurriesealgún accidente, por lo que aguantó sus protestas y consiguió pasar lamañana en feliz armonía entre juegos y confidencias. Después de lacomida, insistió en descansar unas horas para evitar las intensasradiacionessolares,ydesdeprimerashorasdelatardeseencontrabanenlapiscina,disfrutandodelapazdeaquellugar.

Apesardelofelizquesesentía,nopodíaevitarlosremordimientosque la acosaban por estar engañándolos, sobre todo aKevin. El niño lehabía tomadoungrancariñoyella le correspondíade igualmanera; lo

quehabíasidounerrorporqueloúnicoqueibaaconseguireraaumentarsudolorcuandotuvieraquedespedirsedeélparanovolveraverle.

—¿Aquenomealcanzasestavez,Lori?La alegre voz de Kevin lanzó el reto desde el otro lateral de la

piscina.—¿Quénosapostamos?—loprovocóCristina,riendofeliz.—¿Laraciónquequedadelatartadechocolate?—insinuóelniño.—Vale.—Yselanzóalapiscinatrasél.Nadóvigorosamenteylogró

atraparlo antes de que llegara al otro extremo—. Reconoce que soyimbatible—dijoconlarespiraciónentrecortadaporelesfuerzo.

—Perosoloporque túeresmásaltay tienes losbrazosmás largos.Cadabrazadatuyaescomodosdelasmíasyporesoavanzasmásrápido.Espera a que crezca un poco más y comprobarás que no es tan fácilganarme—sejustificóKevin.

Cristinalerevolvióelpeloyletendióunatoalla.Elniñomostrabaelinocente orgullo infantil por el que se negaba a admitir que unamujerpudieraganarleenalgunaprácticadeportiva.

—Deacuerdo.El añopróximovolveremosabatirnosyesperoqueparaentonceslasfuerzasesténmásniveladas.

—Puedesapostarporello—lesonrióKevinconsuficiencia—.Soyelmásaltodemiclaseypapádicequedentrodepocosañoslesuperaréaélmismoenaltura.

—No lo dudo, Kevin. Y hasta serás más atractivo—concedió elladivertida.

—¿Te parece atractivo mi padre? —le preguntó con una nota deansiedadenlavoz.

—Por supuesto. Incluso podría convertirse en actor. Tendríamontonesdeadmiradorasentre lasqueyomecontaría—continuóenelmismotonojuguetónsinqueporellosuspalabrasfueranmenosciertas.

—Esunaposibilidadquenohabíaconsiderado—seoyódeciraunaconocidavoz.

—¡Papá,yahasvuelto!—exclamóKevinconentusiasmo,yselanzóenunarápidacarreraalosbrazosdesupadreparafundirseenunestrechoabrazo.

Cristina se giró con una extraña expresión en el rostro,mezcla dealegríaytemor.Lasorpresaeratalquesucerebrosenegabaaasumirla.¡Élhabíaregresadoysolocuatrodíasdespuésdesumarcha!¿Peronose

suponíaqueibaaestarausenteunasemana?—¿Cómohas regresado tan rápido?¿Quéhaocurrido?—preguntó

Kevinconansiedad.—Tranquilo; todo ha idomuybien.Acompáñame ami cuarto para

que pueda cambiarme y te contaré las novedades—respondió con unaampliasonrisa.

Ryansesentíafelizalobservarlaexpresióndealivioenelrostrodesuhijo.Habíavalidolapenaelagotadorviajeeneljetprivadoquealquilóen Los Ángeles. Aunque esa no era la única razón que le impulsó aacelerarsuregreso,reconociómientrasdevorabaconlosojoselcuerpodeCristinaembutidoenunfavorecedorbikini.

—Mealegraencontrarteaquí,Lori—lasaludójuguetónalrepararenlainquietudqueintentabadisimularsinéxito.Sabíaqueseencontrabaallíy,además,sinsuagente,peronoquisoanunciarsuregresopor temoraquedecidieramarcharseantesdequellegara.

El intenso brillo de deseo que desprendían los ojos de Ryan nocontribuyó a tranquilizar a Cristina, que apenas se atrevió amusitar unaudiblesaludo.

—Espero que hayas atendido a nuestra invitada como se merece,Kevin.

—Claro.Noslohemospasadomuybienestosdías;¿verdad,Lori?—Semostróorgulloso.

—Sí.Hansidoestupendos—respondió,superandolaturbaciónqueleprovocaba la intensa mirada masculina junto a los encontradossentimientosquelaabrumabanenesosmomentos.

—Asímegusta—dijoRyanconsatisfacción.Después,dirigiéndoseasu hijo, le indicó con ansiedad—:Vamos arriba, Kevin. Volveremos enunosminutosypodréisinformarmedevuestrasaventuras.

Cristina los vio dirigirse hacia la casa y comenzó a pensar conceleridad.TodoslosplanesquehabíantrazadoMiguelyelladíasantessehabíanderrumbadoyahoraurgíaidearotrosnuevosparasalirdeaquellainesperadasituación.¡Yellaquesehabíahechoelpropósitodenovolveraverle!Maldijosumalasuertecuandoapenasquedabancuarentayochohoras para abandonar la personalidad de Lori Martel y regresar a supacíficavida.Ahorasearrepentíadenohaberseguidosuprimerimpulsoyhabersemarchadoaldíasiguientedesullegada.

TendríaquellamaraMigueleinformarledeaquelimprevisto.Élla

ayudaríaaencontrarunaexcusaadecuadaquelepermitieraabandonarlacasa lo antes posible sin herir los sentimientos de Kevin y levantar lassuspicacias deRyan y Jason; y, en esta ocasión, no aceptaría una nuevademora.Peroelteléfonomóvilquelehabíaenviadopormensajeríajuntoalatarjetadecréditoseencontrabaensuhabitación.Tendríaqueesperaraquebajasenparaacercarsealacasayrealizarlallamada.Eratardeparamarcharseesemismodía,aunqueloharíaenelprimeraviónquepartieraparaMadridaldíasiguiente.

Lomás difícil sería permanecer durante esas horas bajo el mismotecho y resistir la tentación que ese hombre le suponía. Porque, aunqueintentara negarlo, seguía deseándolo igual que antes, y así se lo habíademostrado su cuerpo al verle de nuevo. El corazón le había dado unvuelcodealegríaytuvoquereprimirconfuerzaeldeseodecorrerhaciaélyestrecharloentresusbrazos.

Al menos estaba libre de la presencia de Susan y su rencorosainquina, sedijo.Kevin lehabíacomentadoque laprometidadesupadrenoibaaregresar.Setratabadeunamujermuyocupadaquededicabacasitodosutiempoaltrabajo,perotampocolegustabaaquellugar.ACristinale dio la impresión de que el niño se alegraba de ello. No apreciabademasiadoasufuturamadrastraylaaceptabaporelamorqueleteníaasupadre.

Cristinaintentóserenarse.Lasituaciónnoeratangravey,siteníaquepermanecerveinticuatrohorasmásenaquellugar,almenoscontabaconmayoresventajasquedurantelatravesía.Disponíademásespacioydelacompañíadeotraspersonas.LapresenciadeKevineraunabazaasufavorpuesRyan querría estar con su hijo y le dedicaríamenos tiempo a ella.Hasta cabía la posibilidad de que hubiese perdido el interés por ella, sedijo esperanzada; aunque el brillo de deseo que había advertido en susojosmomentosantesledecíalocontrario.

«Te quiero aquí y bien dispuesta para cuando regrese», fueron suspalabras antes demarcharse, yCristina se estremeció al recordarlas; unestremecimientoenelquesemezclabanlaexcitacióneinquietud.

25

—Cuéntame lo que has descubierto —le urgió Kevin a su padremientrassealejaban.

—Comopensábamos,habíaunapersonaquequeríaimplicarte.Robóesosobjetosy loscolocóentubolsadeviajeparaacusarteyquefuerasexpulsadodelcampamento.

—¿Quiénfue,papá?—Laansiedadquesentíasemostrabaensuvoz.—AdamMorgan.Kevinmiróasupadrecongestodesorpresa.—¿Adam? —No acababa de creer lo que había oído. ¡Si era su

amigo!Ryandudabadeexplicarletodolosucedido.Habíaciertoshechosque

deberíaocultarle,perosuhijoyateníadiezañosyprontoseenfrentaríaalacrudarealidaddelavida.

—Verás, Kevin; tal vez no sepas que hay personas que sienten uninterés…inapropiadoporlosmenoresdeedad;uninterésdetiposexual.—Lomiróconatenciónparacalibrarsureacción.

—Claro,papá,nosoytaninocente.Enelcolegionosadvirtieronquelleváramoscuidadoconellos—respondióconnaturalidad.

Ryannopudoevitarsonreír.Talveztendríaqueponermásinterésenlaeducacióndesuhijo.Estabacreciendoapasosagigantados.

—Puesbien,Adamesunadeesaspersonas.El asombro, unido a un gesto de repugnancia, afloró al rostro de

Kevin.Ryanasintió,conscientedelagrandecepciónquelehabríasupuesto

eldescubrir queunapersonapor laque sentía afecto era en realidadunpeligrosopervertido.Perohabíaunapreguntaquellevabadíasqueriendohacerle y no pensaba esperar más. Necesitaba salir de dudas lo antesposible.

—Él…él sehaportado correctamente contigo; quierodecir, nuncahaintentadonadadeshonesto.

—¡Claroqueno,papá!—exclamóKevindeinmediato.Por la franqueza de su reacción, Ryan quedó convencido de la

sinceridaddesuspalabrasyvolvióarespirarconnormalidad.

—¿Yporquéqueríaquememarcharadeallí?—Pensó que habías visto las fotografías cuando estuviste

manipulando la cámara. Si aparecías como un ladrón a los ojos de losdemás,nadietecreeríasilocontabas.

—¡Siyonovinada!—Élnolosabía,Kevin,ynopodíacorrerningúnriesgo.Creyóque

lomejor sería que desaparecieras de allí con la esperanza de que nadiedecidiesecomprobarsierasculpableono.

Nohabía resultadofácildesenmascararle.Se tratabadeunapersonamuycuidadosa,quesabíacubrirmuybiensurastro.PeroJackCyrus,conla ayuda de la unidad de delitos informáticos, descubrió en un chat aalguienqueintentabapasarmaterialdesdeunadirecciónIPqueresultóserladelordenadordeldirectordelcampamento,delqueconocíalaclaveydesdeelqueseconectabacuandonadieloveía.Graciasalascámarasdevídeo que habían instalado en varias zonas estratégicas, lograrondescubrirle cuando entraba en el despacho del director. En el nuevointerrogatorio,yalaluzdelaspruebasensucontra,confesóloshechosyfueacusado.

Jackestabamuysatisfechoconlosresultadospuestoquesetratabadeuno de los miembros más activos de una importante red dedicada a laproducción y distribución de pornografía infantil, a la que llevabantiempo persiguiendo, y tenía grandes esperanzas de atrapar al resto demiembrosconlainformaciónquelespudierafacilitar.

Ryan consideró oportuno no demandarle por haber implicado aKevin. No quería hacer pasar a su hijo por todos los problemas ysinsaboresqueunjuicioleacarrearíanymásestandopormediountematansórdidocomoeldelapedofilia,quelaprensaairearíadeinmediato.

—¿Lohandetenido?—Sí, y ha confesado que él sustrajo esos objetos. Ha quedado

probada tu inocencia y el FBI me ha pedido que te felicite por haberayudado a desenmascarar a un peligroso delincuente —le explicó consatisfacción.

Kevin sonrió con orgullo, olvidando el disgusto que le habíasupuestodescubrirlaverdad.

Cristinaoyóunasvocesqueseacercaban.Reconociólaexcitadavozde Kevin, que explicaba algo, y la divertida carcajada de Ryan como

respuesta a sus palabras. Se obligó a ocultar las emociones que ladominabanyaimpedirqueadvirtiesensunerviosismo.

PorlaalegríaquemostrabanylasveladaspalabrasdeRyancuandollegó,Cristinadedujoque el resultadodel viaje había sido satisfactorio.Cuando pudiera, hablaría conKevin para que le informara. No deseabaqueRyan supiese que ella estaba al tanto de los problemas de su hijo eimaginara,comohizoSusan,quepensabavenderlanoticiaalaprensaybeneficiarseconello.Debíaexplicarlequenoutilizaríaesa informaciónporsisuprometidalehabríacomunicadosussospechas.

Les vio aparecer por el sendero que conducía a la piscina desde laparte posterior de la casa. Ryan se había cambiado de ropa y ahoraaparecíaconuncoloridotrajedebañoyunatoallaalhombro.Estabatanatractivo que Cristina sintió un fuerte ramalazo de deseo que la dejójadeante.Seríatanfelizsipudierasentirunavezmásaquelcálidoysuavecuerposobreelsuyo,acariciándolaconternurayposeyéndolaconardor.Peronopodíapermitírselo.Debíaapartaresostentadorespensamientosdesucabezayresistirsealosdeseosdesutraidorcuerpo.

Secolocólasgafasdesolysimulóestarmuyinteresadaenlalecturadelarevistaqueteníaentrelasmanos.

—Lori, papá dice quemañana iremos a navegar si no hacemuchoviento—leanuncióKevinconalegríacuandollegóasulado.

—Esoesestupendo.CristinaevitabamiraraRyan,quesehallabaparadofrenteaella.—¿Vendrásconnosotros?—ledemandóKevinsuplicante.Ella tardó unos segundos en responder. No quería defraudar sus

ilusionesnegándoseairconellos,peroeraconscientedequedebíaevitarlacercaníadeRyanduranteelmayortiempoposible.Sesintióobservada,tantoporelpadrecomoporelhijo,ambospendientesdesurespuesta.

—Creoquenoesconveniente,Kevin.Nosénavegarysoloseríaunestorbo para vosotros —intentó excusarse, consciente de lo pococonvincentesquesonabansuspalabras.

—No te preocupes, Lori. Papá es un gran marino y yo estoyaprendiendomucho.Entrelosdosmanejaremoslasvelasytúnotendrásquepreocupartepornada.¿Noesciertopapá?—insistió,dispuestoanoaceptarunanegativaporsuparte.

—Loes;aunque,sideseaaprender,estaremosdispuestosaenseñarla—respondióRyanconunachispeantesonrisa.

—Claro,teenseñaremos.Yaveráscómotegustacuandoaprendas;esfenomenal.

Cristina se sintió divertida ante los esfuerzos del niño porconvencerlaylomiróconternura,cosaquenopasódesapercibidaalosatentosojosdeRyan.

—Bueno,iré.Perosolosimedejáisllevarsalvavidas—concedióalfinconhumor.

—¡Bien!—exclamóKevinaltiempoqueselanzabaalcuellodeellayleestampabaunsonorobesoenlamejilla—.Esestupenda;¿notelohabíadicho,papá?

Ryanriodivertidoanteelentusiasmodesuhijo.—Creo recordar que varias veces en los últimosminutos. Y ahora

queyahasconseguidolapromesadeladama,¿podemosbañarnos?Estoyacalorado.

Cristinacaptólainsinuacióndelúltimocomentario.Desdequehabíallegado,élnodejabadecontemplarlaconfebrilesojos.

Kevinnoesperóaquesupadrelorepitierayselanzóalapiscinadecabeza.RyanfueadejarlatoallaenunatumbonaalladodeCristinay,enunrápidomovimiento,lequitólasgafas.

—Megustavertuspreciososojoscuandotemiro,aunqueinsistasencamuflarsubellocolornaturalconesasridículaslentillasazules—ledijoenunsusurrojuntoasurostroaltiempoquelerecorríaelbrazoconunainsinuante caricia—. ¿Recuerdas la conversación que tuvimos antes demarcharme?—añadióentonosugerente.

Ella se tensó y un escalofrío recorrió su cuerpo como respuesta alleve contacto de lamanomasculina y el significado que encerraban susúltimas palabras. Ryan soltó una carcajada y corrió a zambullirse en lapiscina,nadandohaciadondesuhijoseencontraba.

Cristina vio que ese era elmomento ideal para realizar la llamada.Aprovechóquepadreehijojugabanenelaguaparalevantarseydirigirsea lacasa,procurandoquesumarchapasara inadvertida.Conunpocodesuerte, podría hablar con Laura o Miguel y planear juntos una rápidasalida a su actual situación. Si en algún momento albergó la remotaesperanza de que Ryan hubiese olvidado sus intenciones, las anteriorespalabrasledemostrabanqueestabaequivocada.Élplaneabacontinuarconla relaciónyelladebíaevitarlopormuchoque lodeseara;y lodeseabamásquenada,esaeralatristerealidad.

ARyan,queestabapendientedeella,nose leescapósuprecipitadamarchaysepreguntóquésetraeríaentremanos.Susanlehabíaexplicadoque la descubrió espiando la conversación entre padre e hijo el día quellegaron y le recordó su afición a vender todo tipo de información.Aunqueélnoeraconocidoenaquelpaís,lanoticiaacabaríafiltrándosealaprensanorteamericanayallísí tendríarepercusiones.Porsuerte, todosehabíaresueltoyKevinestabalibredesospecha,peronodeseabaquesunombre apareciera en los medios de comunicación. Tendría que hablarconLori.Nopensabapermitirqueelbienestardesuhijoseviesealterado.

Otracosaquelehabíallamadolaatencióneralaasombrosaformaenque Kevin se había encariñado con la actriz. Se lo confirmaba suentusiasmoalreferirseaellayelafectoquesedesprendíadesuspalabras;y el sentimiento parecía ser mutuo. Nunca imaginó que aquella frívolamujereracapazdemostrar tanta ternuraypacienciahaciaunniño,anoserquetodosetratasedeotramaniobraparaconseguirsusfines.Ciertoono,eltrabajoestabarealizadoyKevinsemostrabafascinadoconella;aligualqueelpadre,pensóconciertaamargura.

¿Cómohabíapermitidoqueselemetiesetandentro,hastaelpuntodequeloúnicoenloquepudopensardesdequesemarchótresdíasanteseraenvolver loantesposibleparaestarasu lado?Aquellosdíasalejadodeellahabíansupuestounaauténticatortura.Soñabaconsusojosencendidosdepasiónysentíaunasirreprimiblesansiasderegresarasusbrazos.

Qué equivocado estuvo al pensar que una vez que gozara de ellalograríasuperarsufascinación.Alcontrario,parecíacomosisehubieseavivado la ardiente llamade su deseo hasta convertirse en una auténticahogueradifícildesofocar.Sabíaqueestabaadentrándoseenunasituaciónpeligrosa; y no solo por la fiera pasión que despertaba en su cuerpo,tambiénporlospeligrosossentimientosquealbergabaensucorazón.

26

—Hede deciros quememarchomañana—anuncióCristina con elmayoraplomoquepudoreunir.

RyanyKevinlamiraronsorprendidos.Se encontraban reunidos alrededor de la mesa disfrutando de la

excelente cena que Dolores había preparado y, al llegar a los postres,comprendióqueyanopodíaretrasarmáselmomento;eranecesariodarelpaso.Sabíaquese tendríaqueenfrentara lasuspicaciadeRyanya ladesilusión de Kevin y estaba preparada para hacer frente a ambas. Porsuerte,JasonyBárbarahabíancomunicadoporteléfonoquenopensabanregresarhastamástarde.

—Perovolveráspronto,¿verdad?—dijoKevin.Cristinanoesperabaqueleibaaafectartantolatristezaquedetectó

ensuvozytuvoquehacerunesfuerzoparapareceroptimista.—Intentaréregresar.Nomeperderíaesepaseoenbarcapornadadel

mundo.Kevin bajó la cabeza y continuó comiendo lamousse de chocolate

con manifiesto disgusto. A Cristina se le encogió el corazón. Le dolíatener que mentirle a aquel niño, que le mostraba tanta franqueza ysimpatía.Sabíaqueleestabatraicionando,peronoteníaotraalternativa…Sí,latenía,yladeseabacontodassusfuerza,peronosepodíapermitirellujodeaceptarla;erademasiadopeligrosaparaella.

—¿Yaquésedebeesarepentinadecisión?—preguntóRyanmientraslaobservabaconintensidadyadvertíasusesfuerzosporevitarsumirada.

—He hablado esta tarde con Miguel. Ha concertado un reportajegráficoconunarevistayhedeestarmañanaporlatardeenMadridparaprepararlo—contestósinlevantarlacabeza.

—¿Otra de tus famosas exclusivas? —quiso saber Ryan. Tal vezSusan tenía razón y ella pensaba vender a una agencia de prensa lainformaciónsobreelproblemadeKevin.

—No. Se trata de un reportaje fotográfico en el que muestro losdiseños de una importantemarca comercial para la próxima temporada.Ya realicé uno similar el año pasado y en esta ocasión también hanqueridocontarconmigoparadaraconocersusmodelos.

Cristina se atrevió a mirarlo a la cara. Se arrepintió de inmediatopues lo que vio en aquellos ojos no la tranquilizó en absoluto y ledemostró que le iba a resultar difícil convencerle, aunque podríacomprobarlosilodeseaba.

Cuando llamó esa tarde a Miguel para comunicarle el repentinoregresodeRyanylanecesidaddeabandonarloantesposibleaquellugar,le urgió para que encontraran un buen pretexto que le permitieramarcharse sin levantar sospechas. Fue Laura la que lo proporcionó. Acausa del accidente había tenido que aplazar la sesión fotográfica hastaqueestuvieserestablecida,peropodíanadelantarlosilapropiaCristinaseencargaba de hacerlo. De esa forma, tenía un verdadero motivo pararegresar a Madrid, y los americanos no sospecharían ningunairregularidad.

Cristina se opuso en un principio al considerar que no era capaz,perotantosuhermanacomoMiguelleaseguraronquenotendríaningúnproblema después de la maestría que había adquirido imitando a LoriMartel.SelimitaríaaserfotografiadaenvariadasposesyMiguelestaríaasuladoparaayudarlayasesorarla.

A pesar de sus reservas, decidió aceptar, y aunque le parecíaarriesgadosuplantarasuhermanatambiéneneso,eratallanecesidaddehuirdeaquellugarqueestabadispuestaahacerloquefuesenecesario.

Eralamejorsoluciónparaacabarconaquellaficción.Ryannopodíaoponerse pues se trataba de su trabajo. Y, si continuaba insistiendo enrealizar lapruebaantesdequeDrakesemarchase,Miguelseencargaríade que los trámites para alquilar el estudio se fuesen complicando yposponiendo hasta que el director tuviera quemarcharse a laRepúblicaCheca.Paraentonces,suhermanayaestaríaencondicionesderetomarsupropia personalidad y ella habría desaparecido de escena para siempre.Todoparecíabienplaneado,eralógicoynoadmitíaobjecionesporpartedenadie;aunqueCristinaestabaconvencidadequeRyanlasencontraría.

—¿Y cuánto tiempo te llevará este… trabajo? Sabes que estápendienteel temade lapruebayJasonhademarcharseenpocomásdeunasemana—lerecordóRyansinperderdevistasuexpresión.Supétreosemblantenodejabatraslucirsicreíaonosusexplicaciones.

Cristina, imaginando que sacaría ese tema, había preparado unaexplicación.

—Nohayproblema.Elreportajeapenasmellevaráunoodosdíasy

Miguelmehacomentadoqueel temadelestudiovamuyadelantado.Entodo caso, y de no poder efectuarla en esas fechas, ya sabes que notenemosningúninconvenienteentrasladarnosallugarqueélnosindique—le informó con estudiada naturalidad, y contuvo la respiraciónaguardandosuréplica.

Ryanpermaneciósilenciosohastaelfinaldelacena,aumentandoconellolainquietuddeCristina.Ellahubiesepreferidomultituddepreguntasnoesemutismoqueleparecíasospechoso.

Traslacena,decidieronpasaralsalónparaverunapelículamientrasesperabana Jason.Este llegóun ratodespuésy seunióa ellosmientrasBárbaraseretiróasuhabitación.

ApeticióndeRyan,CristinaleexplicóaJasonlasnovedades.Esteleaseguró, como ya había hecho con anterioridad, que no teníainconvenienteenaplazarlagrabacióndelapruebahastaqueellahubiesesolucionado sus compromisos, ya que el rodaje de la película nocomenzaríahastadentrodevariosmeses.Tambiénleinformóquelalistade candidatas se había reducido a dos y ella la encabezaba. Cristina sesintiómástranquila.Yaimaginabaqueconélnoibaatenerproblemas.

Ryanselimitabaamirarlaconintensidad,evaluandosusrespuestasyreacciones.Desde su regreso la notaba nerviosa, lamirada huidiza y elconstante rubor de sus mejillas se lo indicaban. Sabía que no estabadiciendo toda la verdad, que solo intentaba huir de él, ¿pero por qué?¿Acasohabíaolvidadolosmomentosdeintimidadcompartidos?Élsabíaque no era cierto. Los recordaba y deseaba revivirlos. Se lo decían susojoscuandolemirabanylaagitaciónquesentíaconsucontacto;entonces,¿porquéesedeseodehuirdesulado?

Leresultabaimposibledejarpasarunsolominutosinpensarenellaysindesearlacontodassusfuerzas,porloquelaideadeestarvariosdíassin verla le provocaba auténtica angustia. Tenía la sospecha de que noregresaríaapesardehabérseloprometidoasuhijo.

Ensimismado en sus pensamientos, no oyó la tímida despedida deCristinayreaccionóaladvertirqueselevantabaysalíadelsalón.

—¿Estás aquí,Ryan, o te hasmarchado a otro planeta?—preguntóJasonconsarcasmo.

—¿Cómo?—pronunciódesorientado.—Yaveoqueestásaaños luzde laTierra.Cuando regreses,me lo

comunicas.

—Perdona.Tengodemasiadascosasenlacabeza.—Yodiríaquedesdehaceunratosolotienesuna.Perosiinsistesen

falsear la evidencia, no tengo inconveniente en darte la razón —lerecriminómolesto—.Enfin,túsabrásloquetetraesentremanos.Nosoyel más indicado para dar consejos, aunque por los años que nosconocemos y la prerrogativa que esa circunstanciame concede, te diríaqueolvidasesese tema,queestá fuerade tualcance,y te centrasesen tufuturaboda.

—Oído,viejo.—Peronoaceptado,¿verdad?—Anteelmutismodesuinterlocutor,

movió lacabezacon resignación—.Bien,eresmayorcitopara tenerqueexplicarteelriesgoquecorres.Síteadvertiréquenopiensotolerarqueseponga enpeligro el proyecto porque tú nopuedasmantener la braguetacerradaanteesamujer.

—Como tú mismo has dicho, ya soy mayorcito—respondió Ryanconfrialdad,levantándoseymarchándosedeallí.

Jason quedó pensativomientras veía alejarse a su amigo. Desde elprimermomentoquelesviojuntossupoquesurgiríanproblemas,ynosehabíaequivocado.Ignorabalosucedidoentreellosduranteelrestodelatravesía,aunqueloimaginaba.LorisemostrabainquietaanteRyanyesteexaltadoyposesivoconlaactriz.LamujerdeestanochenoseparecíaennadaalaquehabíadescubiertodurantelosdíasqueRyanestuvoausente.Esta seveía sofocada,nerviosa, hasta atemorizaday aquellaparecíaunajovendesenfadada,alegre,feliz.

QueRyanlaintimidabaconsupresenciaeraobvioyqueellaestabadeseando marcharse de su lado también. Esperaba que su amigorecuperaselacorduraylaolvidaseloantesposible.Enesascondiciones,lesupondríaungranproblemaelrodarconella.Paraélsutrabajoeraloprimeroy, si teníaqueprescindirde sucolaboracióneconómicapara lapelícula,loharía.Deesaformaevitaríasusinterferenciasenelproyecto.

Cristinadabavueltasenlacamasinpoderconciliarelsueño.Llevabamás de dos horas intentándolo y no lo conseguía. Al principio, por eltemordequeéldecidieseacudirasucuartocomohabíaprometidoantesdemarcharse,perocuandolosminutosfueronpasandoynadiellamóasupuerta, fueeldesconsuelo loque reemplazóa la expectaciónanterior;yesoeraalgoquesenegabaaadmitir.

Losencontradossentimientosquelaabrumabanenesosmomentosleimpedíandescansar.Sabíaquedebíamarcharseporsupropiobien,peroalmismo tiempo deseaba quedarse junto a él, gozar con su presencia,temblarantesuintensamirada,sentirsuenloquecedorapasión…

A la mañana siguiente partiría a primera hora hacia el aeropuertodejandoatrástodoloquehabíarevolucionadosuplácidaexistenciaentanpocosdíasyconvencidadequesuvidayanovolveríaasercomoantes.Sucorazónno latiríadelmismomodoysucuerponovolveríaavibrarcontantaintensidadcomolohabíahechoentreaquellosbrazos.Ahogóunsollozocausadoporeldolorqueleprovocabaelvacíointeriorquesentíayquelecostaríallenar.

¿Porquésemostrabatancrueleldestino?Habíaperdidoasumadrecuandomáslanecesitabaypocodespuésasuhermana,queconstituíaungranapoyoparaella,yconambasasupadre,queparecíaausentedesdequesuhijamayordesapareció,comosinadaleimportaseyaenelmundo.Ahoradebíarenunciartambiénalhombrequeamabayesoerademasiado.

Si pudiera disfrutar de unos pocos días a su lado se consideraríaafortunada. Sabía que eso era imposible, pero quedaba esa noche; ¿porquéno?Semerecíadisfrutarde la ternurayelplacerqueél le regalabaparaatesoraresosrecuerdosconlosqueseresignaríaavivirapartirdeentonces.Conellonoperjudicabaanadieexceptoasímisma,yeseeraunprecioquepagabagustosaacambiodeesashorasdedicha.

Conladecisióntomada,selevantóysedirigióalapuertaventanaquecomunicabaconelbalcóncorrido.Sabíacuálera lahabitacióndeRyan,estaba al final de la terraza y aislada del resto de las habitaciones, quedaban al lado opuesto. Nadie la vería, evitándose la afrenta que lesupondríamostrarpúblicamentesurendición.

Salió al exterior y la fresca brisa de la noche le provocó unescalofrío.Esonoladetuvoyrecorriópresurosalosescasosmetrosqueseparabanambashabitaciones.Sinembargo,alencontrarseantelapuertaacristalada,el fuerte impulsoque lahabía llevadoparecióextinguirsedegolpe y hacerle recobrar el sentido común. Allí estaba ella, descalza,vestidaconunlivianocamisón,buscandolascariciasdeunhombrecomounavulgarmujerzuelasedientadesexo.¿Quélocuraibaacometer?

AhogóungritoalverquelapuertaseabríayaparecíaenellalaaltafiguradeRyan.Estabadesnudoydespeinado,ylamirabaconintensidad.Transcurrieronunoslargosminutosdetensaesperaenlosqueningunose

movió.Entonces,élabriólosbrazosenunaclarainvitaciónyellaolvidópor completo sus escrúpulos de conciencia y se arrojó, con un gozosogemido,enaquellosfuertesbrazosquelaesperabanimpacientes.

Sefundieronenunfebrilabrazoenelquenopudieron,niquisieron,enmascarar sus sentimientos,mostrándolos sin tapujos. Parecía como siesos cortos días de separación hubiesen incrementadohasta tal punto sudeseo,quelesresultabadolorosocontenertodalapasiónquepugnabaporderramarse al mismo tiempo. Las manos de él recorrían el cuerpofemeninoconenardecidascaricias,queinflamabanlosexcitadossentidosdeella.

Cristina, a su vez, no podía dejar de besar aquel rostro tan amadomientrassusuñasarañabandeformainconscientelaespaldamasculinayfrotaba suvientre contra el inflamadomiembrode él, haciéndole emitirroncosgemidosdenecesidad.

Ryan,casiallímitedesuresistencia,lacogióenbrazosysedirigióalrevueltolecho,dondeladepositó.Confrenéticaimpacienciaysindejardebesarla,lequitóelcamisónylaescuetabraguitaycomenzóaacariciarsuspechosconunamano,mientrasqueconlaotrarevolvíaenelcajóndelamesilladenoche.Sacóunpequeñopaqueteyprocedióa colocarse elpreservativoconrápidosmovimientos.

Se tendió sobre ella, que le esperaba anhelante, y la penetró deinmediatoconunapotenteembestida.Elgritodeplacerfuemutuoanteeseansiado primer impacto, quedándose inmóviles, saboreando el sublimemomento. Pero la urgencia de Ryan era tanta que no pudo resistirse alembriagador placer que comenzaba a extenderse por todo su cuerpo.AtrapólabocadeCristinaenunvorazbesoycomenzóamoverseensuinterior con rápidas acometidas, mientras su lengua imitaba el mismoritmodentrodelabocadeella.

Cristinase liberódeaquellaenloquecedorabocaparagritarcuandosesintióestallardeplaceracausadelfulminanteorgasmo,yapenasllegóa oír los agónicos gemidos de Ryan antes de verse envuelta en unaplacenteranubequelaaislabapocoapocodelarealidad,sumiéndolaenunapaciblesopor.Entrebrumas,lepareciósentirunalluviadepequeñosbesos en su cabello y una tierna voz junto a su oído que le susurrabadulcespalabrasdeamor.

La luz inundaba la habitación cuandoCristina despertó al oír unos

golpesen lapuertaseguidosde lavozdeKevinque llamabaasupadre.SintióqueRyanseincorporabayrespondíaconvozsoñolienta.

—¿Quéquieres,Kevin?—Dijiste que te llamara a las siete y media, ¿recuerdas? Me

prometiste que nos daríamos un baño en la cala antes de desayunar—respondióelniñocontonoimpaciente.

Cristinasecubrióconlasábana,sonrojadabajolaencendidamiradamasculina.

—Espérame abajo. Enseguida me reuniré contigo —contestó a suhijo,yunapícarasonrisaasomóasuslabios.

—¡Notardes!—leurgióKevin;traslocual,semarchócorriendoporlasescaleras.

Cristina fue a levantarse para volver a sudormitorio, pero él se loimpidió sujetándola por un brazo y acercándola a su lado. Ella intentóresistirse.Estabaaturdidaybastanteabochornadaalrevivirlasescenasdehorasantes.Enlaoscuridaddelanochetodoparecíamenosvergonzoso.Ahora, a plena luz del día, no comprendía cómo pudo ceder a aquellanecesidadquelellevóabuscarleyentregarseotravezaél.

—¿Estás arrepentida?—lepreguntóRyan conunanotade ansiedadenlavoz.

¿Estabaarrepentida?Cristina sopesóporunos instantes lapregunta.¿Lamentaba haber disfrutado de aquellos maravillosos momentos depasiónconelhombrequeamaba?No loestabaporque suentregahabíasidounactodeamor,aunqueestenofuesecorrespondido.

Negóconlacabezayviocómoel rostrodeRyanse iluminabaconunasonrisa,desapareciendolashuellasdelaincertidumbrequemomentosantesestabanimpresasenél.

Ryanseinclinósobreellaylabesóconunaternuraquelaconmovió.—Regresaré a tiempo para llevarte al aeropuerto. Espérame —le

pidió,mirándola conuna expresiónde alegríaque le hacíaparecermásjoven.

Se levantó y se colocó un traje de baño. Después, con la mismaprecipitación, se dirigió a la puerta y desde allí se giró y le lanzó unaúltimasonrisaunidaaunaprofundamiradadedeseo,cerrandolapuertaydesapareciendotrasella.

Cristina continuó unos minutos más saboreando el inconfundibleolormasculinoquedesprendíanlassábanasysepermitiósoñarporunos

momentos que la sensación de felicidad que experimentaba continuaríadurantemuchotiempo.Elplacerdedespertarentresusbrazos,aunquedeforma tan brusca, había sido maravilloso. El calor de su cuerpoenvolviéndola, el roce de sus labios, el tacto de su piel,…¿Cómo iba aprescindirdetodoelloapartirdeahorayparasiempre?

Ahogóunsollozoyselevantódeunsalto.Erainútil llorarporunailusión, una bonita fantasía con la que solo tendría ocasión de soñar apartirdeahora.Sedirigióasucuartotemiendoquealguienpudieseverla.Tenía que marcharse de allí antes de que Ryan regresara. No debíapermitirquelaacompañaraalaeropuertoporque,sipasabamástiempoasu lado, le resultaría más difícil la separación. Además, ella estabarepresentandounafarsa,suplantandoalaverdaderaLoriMartel,ypodíansurgirproblemasquesupresencianoayudaríaaresolver.

Terminódehacerlasmaletasysevistióconuncortopantalónyunacamiseta.Teníapensadoponerselapelucaoscuraquehabíautilizadoparasu escapada enMarbella. No quería que la reconocieran los periodistasquepululabanporelaeropuertomallorquínenaquellasfechas.

Bajó a desayunar. El comedor estaba solitario a esas horas de lamañana y se alegró de ello. No deseaba despedirse de Jason ni de suinsufribleamiguita.EncuantoaRyan,ledejaríaunanotaexplicándolequeprefería ir sola para evitar cotilleos de la prensa, prometiéndole que lellamaríaparainformarcómoibanlostrámitesparalaprueba.

PidióaFredquellamaraauntaxiylediolanotaparaRyan,despuéssubióasuhabitaciónparaterminardearreglarse.Conlapeluca,lasgafasoscuras y la amplia gorra de visera que camuflaba sus rasgos, sintióreforzada su confianzay se convenció de que lograría superar la nuevadificultadqueteníapordelante.

Cuando dejó atrás la casa en la que había disfrutado de las últimashorasdepasiónenbrazosdelhombrequeamaba,setragólaslágrimasyse hizo el firme propósito de olvidar aquella noche y el resto demomentos compartidos con Ryan. Sabía que era la única forma derecuperarelequilibrioperdidoyaportarunpocodesosiegoasuvida.

27

CuatrohorasdespuésdeabandonarlacasadeRyan,CristinallegóaMadrid sin problemas. Nadie reparó demasiado en la mujer morena degrandesgafasoscurasygorracaladahastalasorejasquepermaneciótodoeltiempoenunrincónconaspectodesolado.

Unavezenlaciudad,seencaminóaladirecciónquesuhermanalehabíadadolatardeanteriorporteléfono.SetratabadelacasadeMiguel,unamplioy luminosoático enplenobarriodeSalamanca,dondeLaurahabía decidido trasladarse tras abandonar esa misma mañana la clínicaparaevitarvisitasdecuriososyel acosode laprensa.Aella también lepareció conveniente permanecer allí durante los días que quedaban paraacabarelmes,cuandovolveríaaasumirsuverdaderapersonalidad.

Le sorprendió encontrar a su hermana tan restablecida. Aún lequedabanalgunosleveshematomasenelrostroyelvendajeenlapiernafracturada,quedeberíallevarduranteunosdíasmásyleimpedíamoversecon libertad. Lo que no había mejorado era su carácter, y Cristina loadvirtiódesdeelprimermomento.

—Hola, hermanita; observo que continúas de una pieza. Por tullamadadeauxiliopenséque teestabapersiguiendoun locosanguinario—la saludóLaura con su habitual cinismo cuandoCristina se le acercóparabesarla.

Miguelyalehabíaprevenidodequesuestadodeánimonoeratodolo bueno que debería tras el mes largo de encierro forzoso y le pidiópaciencia.

—Veo que tu sentido del humor hamejoradomucho en estos días.¿Haspensadodedicartea lacomedia?—respondióCristinaenelmismotono.

—Eso lo dejo para ti. Según Mickey, tienes un gran futuro en elséptimoarte.

Cristinasonrió.Esecomentarioeralomáscercanoaunafelicitaciónqueibaarecibirporsuparte.

—No lo creo. Este mundillo es tan pestilente como imaginaba.Prefierocontinuareducandoaniños;almenos,ellossonmássinceros.

Miguelvioconveniente intervenirantesdeque lasdoshermanas se

enzarzaranenunadiscusiónquepusieraenpeligro lasesiónfotográficaprogramadaparaeldíasiguiente.

—Tina,porproblemasdeagendadel fotógrafoquevaa realizarelcatálogo, la sesión ha sido programada para mañana —le anunció. YdirigiéndoseaLaura—:¿Qué talsi leexplicasenquéconsistiráycómodebeactuar?

Anteesaspalabras,Cristinasaltócomounresorte.—¿Mañana? ¡Si apenas tendré tiempodeprepararme!¿Nosepuede

aplazarhastaqueLauraestéencondicionesderealizarla?Creoqueyahecumplidosobradamenteconelacuerdo.

—¿Tanto te cuesta hacer un último favor, guapa? —le reprochóLauraconirritación.

Cristinainspiróconfuerzaparaserenarseyevitarcontestarlecomosemerecía.

Miguel ledioaentenderaLauracon lamiradaqueseesforzaraencontrolarsufuertetemperamentooloecharíatodoaperder.Comprendíaque se le estaba exigiendo demasiado a esa joven, que se mostrabapaciente y con gran espíritu colaborador, y cuyos resultados estabansiendomagníficos;aunasí,debíapedirleunúltimoesfuerzo.

—Losiento,Tina;seríamuypocoprofesionalqueaplazásemosotravezlafecha.Elfotógrafonotieneotrohuecoentodoelmesyelreportajeesparalatemporadaotoño-invierno,porloquedebecomenzaraaparecerenlosmediosdecomunicaciónamediadosdeagostocomofechalímite—leinformóconsuamabletonodevozqueteníalafacultaddeconvenceracualquiera.

—¿Quétendríaquehacer?—preguntó.Cristina no tenía valor para dejar a su hermana en la estacada.

Además,considerabaqueselodebía.Aunquenosearrepentíadelaíntimarelación que había mantenido con Ryan, le avergonzaba confesárselo aLaura.Ydebíahacerloparaquelasuplantaciónnofuesedescubiertasienelfuturoteníaqueenfrentarseaél.Perodecidióesperarunosdías,cuandoreunieraelsuficientevalorparaconfesarleloquehabíaocurrido.

—Loprimeroseránlaspruebasdevestuarioy,sinohayproblemasconlasprendasseleccionadas,comenzaráslasesiónconMarcosGalán,elfotógrafoque se encargará este añode realizar el reportaje.Es ungranprofesional,queteiráguiandopasoapaso.Ylagranventajaesquenuncaha trabajado con Lori, por lo que no sospechará nada raro. Ahora te

dejaré ver el vídeo de la sesión del año pasado para que observes eintentesimitarlosmovimientosyexpresiones.

—Estábien;loharé—aceptóconresignación.Miguel suspiró de alivio. Pero quedaba otra cuestión no menos

embarazosa.—RyanCainemehallamado,dosveces.Quierehablarcontigo.Lehe

dicho que no te he visto aún y que tampoco respondes almóvil.Me hapedido tu número y no se lo he dado. Prefería esperar a que meautorizasesahacerlo.

La sola mención de Ryan alteró a Cristina. Su rostro evidenciabasorpresa teñida de temor. Se repuso con esfuerzo e intentó dar a suspalabrasuntonodedespreocupaciónquenosentía.

—Mealegraquenose lohayashechoporquenoquierohablarconél. Ya he soportado durante demasiado tiempo a ese individuo. Inventaalgunaexcusa,quemehemarchadoa…adondeseteocurra;túverás.

—Lo intentaré. Aunque me ha parecido muy empeñado encomunicarse contigo.Me temoquenosva a dar problemas si te niegas.Reconsidéralo,Tina.Seríasolounallamada—insistióMiguel.

—Pues tendréisque resolveresosproblemas si surgen—zanjóconsequedadysemarchórápidahaciasuhabitación.

A Miguel le extrañó la reacción de Cristina, tan inusual en ella;tampoco comprendía esa obcecación por parte de una persona tanrazonable. Si se tratara de Laura, tan caprichosa y voluble, podríacomprenderlo, pero no en su hermana.Debía de haber pasado algo quequeríaolvidar.

ALauranolesorprendióesareacción.Eraobvioqueocultabaalgo.Miguel le había comentado el interés que el productor norteamericanomostraba porCristina y, aunque a ella parecía desagradarle, durante losdías que estuvieron en tan estrecho contacto pudo cambiar de opinión.HabíavistounafotografíadeRyanCaineyreconocíaqueeraunhombremuyatractivo.Cristina,pormuymojigataquefuese,eraunamujerypudosentirse tentada. Ahora estaría arrepentida de esa debilidad y leavergonzabaadmitirlo.

—Si el tal Caine vuelve a llamar, dile que estoy ilocalizable; yaveremosloquehacemosdespués.Sitengoquehablaryoconél,loharé;mientras,intentaréaveriguarloquehaocurridoentreellos—dijoLaura.

Ayudada por lasmuletas, se dirigió a la habitación que ocupaba su

hermana y llamó a la puerta. Al ver que no contestaba, abrió y entró.Cristinaestabaduchándose.Laurasesentóenunsillónyaguardó.

Cuando Cristina salió del baño envuelta en una gran toalla sesobresaltóalverasuhermanaallí.

—¿Hay algo que has olvidado decirnos?—preguntóLaura. Su vozestabaexentadereprochesyelloanimóaCristina.

Ya lehabíacomentadoaMiguel loocurridoduranteesosdíasparaqueestuvieranaltantodeelloyevitarancometeralgúnerror,omitiendola íntima relación con Ryan. Pero comprendía que no debía continuarocultándoloyse loconfesóa suhermana.Alhacerlo,comprobóquesequitabaungranpesodeencima;sibien,seguardólomáshumillante:quesehabíaenamoradocomounaadolescentedeaquelhombrequelautilizócomounmediodediversión.

En contra de lo que Cristina esperaba, su hermana se mostrócomprensiva.

—Notepreocupes,Tina;tuaventuraconCainenosupondráningúninconveniente,aunquemealegraquemelohayascontadoparasaberaquéatenermesicoincidoconélenalgunaocasión—leaseguró—.Reconozcoqueesunhombreimpresionante,ydeberresultardifícilresistirteaél.Amíme habría ocurrido lomismo, no lo dudes—añadió con una pícarasonrisa.

ElruborcubrióelrostrodeCristina,ylacarcajadadesuhermananocontribuyóaaliviarsubochorno.

CristinasepresentóenelestudiodeMarcosGalánaprimerahoradelamañana.Tras probarse el vestuario que iba a lucir, comenzó a posar.Siguiendo las indicaciones del fotógrafo, lo que había visto hacer a suhermanaysupropiaintuición,todoresultómuchomássencillodeloqueesperabayconcluyóesemismodía.

La profesionalidad demostrada sorprendió a Miguel, que laacompañóentodomomento,yenespecialaellamisma.

—Has estado fantástica, Tina. Tengo que reconocer que albergabamisdudas,perohecomprobadoquetienescualidadesinnatasparaesto.Siquisieras,podríasganartelavidamuybiencomomodeloyactriz.¿Notetienta?—sugirióMiguelmientras sedirigíanacasa,dondeunaansiosaLauralosesperaba.

—No, gracias; con una en la familia es suficiente—respondió ella

conunasonrisa.Estabacontentaporelresultadoy,sobretodo,porqueconello concluía su aportación a aquella farsa que ya estaba durandodemasiado. Era hora de retomar su verdadera identidad y volver a susencillavida.

Guardaron silencio durante unos minutos. Miguel conducíaaparentementeconcentradoeneltráficodeaquellashorasdelatarde,peroen realidadhabía algoque le perturbaba: tenía quepedirle aCristinaunúltimofavorylecostabahacerlo.

—Cainehavueltoallamar.Insisteenquetieneuntemapendientequetratar contigo. Sé que es pedirte demasiado, pero, si consintieras hablarcon él, podrías dejarlo zanjado, sea el que sea, y evitarle a tu hermanadificultadesenelfuturo.—Consutonodabaaentenderqueimaginabadequésetrataba.

A Cristina le turbaron las insinuantes palabras de Miguel y, enespecial,lasapasionadasimágenesqueacudíanasumemoria.Lasdesechóysecentróenloquelepedía.Aunqueasuhermanalesobrabaexperienciaysabríamanejar lasituaciónsi teníaqueenfrentarseaRyan,esaeraunacomplicación adicional que ella había creado y tenía el deber deresolverla.

—Le llamaré. Dame su número—aceptó conmenos firmeza de laquelehubiesegustado.

Migueldejóescaparelairequeestabaconteniendoylamiróconunbrillo de admiración, consciente del gran esfuerzo que tendría querealizar.

—Es mejor que lo llames desde mi teléfono, así evitarás que sepongaencontactocontigoytetengalocalizada—sugirió.

Cristinaafirmó.Miguelsiempreestabapendientedetodo.Cuando llegaron al parking del edificio, él marcó el número y se

bajó del coche para dejarle intimidad. Cristina, con el corazóngolpeándole con fuerza en el pecho, aguardó la respuesta. Tras variostonosdellamada,escuchólainconfundiblevozdeRyan.

—Buenastardes,señorSalcedo.¿Dígame?El sonido de aquella voz tan conocida le hizo vibrar por dentro y

desató emociones y recuerdos que se empeñaba en enterrar. Tuvo quehacerunenormeesfuerzoparaserenarseyaparentarunaindiferenciaqueestabamuylejosdesentir.

—Hola,Ryan.SoyLori.Mehandichoquequeríashablarconmigo.

Aquímetienes.¿Quédeseas?Ryan se quedó mudo de la impresión. No esperaba que ella le

respondieraymuchomenosconaqueltonodistantequeempleaba.—¿Cómo te encuentras? Me quedé preocupado tras tu repentina

marcha—lepreguntóconanhelo.—Muybien.Teagradezcoelinterés.UnaenormedecepcióncomenzóaadueñarsedeRyan.Nopodíacreer

quesemostrasetanfríadespuésdeloquehabíancompartido.—¿Porquétefuiste?Tedijequemeesperaras,queyotellevaríaal

aeropuerto.Queríahablarcontigo.EltonodesoladoquenotóensuvozhizoqueelcorazóndeCristina

seencogiera;peroteníaquemantenersefirme.—Teexpliquémisrazonesenlanota.¿TeladioFred?—Sí,pero…—Puesnohaynadaqueaclarar.Lleguéperfectamente, aunquealgo

cansadaynecesitabaunacuradesueño,deahíquenoquisieraquenadiememolestara. Gracias por preocuparte. Y ahora, sime disculpas, estoymuyocupadaconelreportajefotográficoquetecomenté.Mealegrahaberhabladocontigo,Ryan.DarecuerdosaKevinyJasondemiparte.

—¿Qué te ocurre, Lori? ¿Tan pronto has olvidado lo que sucedióentrenosotros?

Cristinaestuvoapuntodesucumbiralpercibirlatristezaquebañabasuspalabras.Ledolía,aunquenopodíavolverseatrás.

—Escucha, Ryan. Esa breve aventura que mantuvimos fue muyestimulante, pero ya sabías que no llevaría a ninguna parte. Ambostenemosparejayyo,almenos,estoymuyfelizconlamía;que,porcierto,me gustaría que no llegara a enterarse. Espero que te portes como uncaballeroynodesvelesnuestrosecreto.

—Notemas,nadasaldrádemislabios.—Gracias.Tengoquedecirtequehedisfrutadomuchocontigo.Eres

ungranamante.Yahoratedejo,Miguelseacerca.Meencantarásaludarteen Hollywood… si llegamos a vernos. —Soltó una risita que le sonóforzada.

Ryannoestabadispuestoadejarlascosasasí.—Dame tu número de móvil. Tenemos que continuar esta

conversación—pidióconbrusquedad.—Losiento,estaconversaciónhaacabado.Paratemasdetrabajo,te

sugieroquecontactesconmiagente;siemprelosdelegoenél,yalosabes.Adiós.

LaspalabrasdeCristinafueroncomoungolpeenelestómagoparaRyan.¿Esoeraparaél,un temade trabajo?Fuea replicar,peroadvirtióquelacomunicaciónsehabíacortado.

Una mezcla de sentimientos bullían dentro de él: decepción, rabia,dolor…Nopodíacreerquenosintieranadaporélcuandoseleentregabatan generosamente; no lo creería hasta que sus ojos lo corroborasen.Teníaqueverla,decidió.CogeríaelprimeraviónquesalieraparaMadridal día siguiente e insistiría enverla.La amenazaría con eliminarla de lalista de aspirantes si era necesario. Con lo interesada que estaba en esepapel,nosenegaría.Aversiteníavalordedecirlealacaraquesolosehabíaacostadoconélparaasegurarseelcontrato.

Cristinaperdió la enterezaquehabíamantenidohasta entoncesy sederrumbó nada más acabar de hablar. Los sollozos la sacudieron y notrató de impedirlos. Necesitaba liberar parte de la angustia que llevabaacumulandodurantetantosdías.

28

Alamañanasiguiente,Cristinaacudióauncentrodeestéticadondemodificaronelcortedepeloyselotiñerondesucolornatural,conloqueel parecido con la actriz de moda se redujo. También se libró de laslentillas azules, el exceso de maquillaje, los descomunales tacones y laropa provocativa que había estado utilizando durante ese último mes.VolvíaaserCristinaAyala,unajovennadaespectacular,yesoleencantó.Yaestabapreparadapararegresaracasaydebíadecírseloasuhermana.

Lauraestaba tomandoelsolen la terraza.Leapenabadespedirsedeellaporquesabíaquepasaríaalgúntiempoantesdequevolvieranaverse,peronecesitabaretomarelcursodesuvida,verasupadreypasarunosdíasconél, reflexionarsobresufuturoycomenzaraolvidaralhombrequelehabíarobadoelcorazón.

—Hedecididomarcharme,Laura;papámenecesita—leanunció.LauralamiróehizounamuecaenlaqueCristinacreyóadvertirun

punto de desilusión mezclado con tristeza, pero pensó que debían serimaginacionessuyas.

—¿Cuándovolveremosavernos?—lepreguntóLauraconaparenteindiferencia.

—Eso depende de ti. Debes dar el primer paso para que la familiavuelva a unirse.Novoy a forzarte a cumplir la promesa quemehicistecuandotodoestocomenzó;tienesquedesearlo.

—Lodeseo,Tina,perotengomiedodequemerechace.—Lauranointentóocultarlainseguridadquesentía.

—Tenunacosapresente:papátequiere,nuncahadejadodehacerloyestádeseandoabrazartedenuevo.Esloquelefaltaparaserfeliz.

Lauranoestabaconvencidadeelloaunquedeseabaquefuesecierto.—Tellamaréamenudoparasabercómoteencuentras—leprometió

Cristinaconunasonrisadealiento.LediounbesoyfueadespedirsedeMiguel.

—MickeymehadichoquehablasteayerconCaine.Graciasporeseúltimo esfuerzo —dijo Laura antes de que su hermana abandonara laterraza.

Cristinasegiróeintentómostrarunaexpresiónserena.

—Yocreéelproblemaydebíaresolverlo.Esperoquenotevuelvaamolestar.

—Tal vez dentro de un tiempo… podría existir la posibilidad deaclararlascosas—ofrecióLaura.

—¡No!—exclamóconvehemencia.Secalmóunpocoycontinuó—:Solohasidounaaventura,nadaimportante.Yaestáolvidado.

ALaura ledio la impresióndeque suhermanamentía.Sentía algomásquedeseoporelnorteamericano,encasocontrarionosehabríaidoalacamaconél.Estabaenamorada,laexpresióndeamarguraensurostroloproclamaba, aunque si ellanoquería reconocerlo,noeracuestióndeponerlaenevidencia.

—Como quieras, Tina. —A Laura le apenaba que su hermanaestuviesesufriendoporello.

Cristina se arrepintió de su brusca reacción. Comprendía que suhermanasoloqueríaayudarla.

—Antes de marcharme te prepararé una tarta de chocolate con larecetademamá.¿Recuerdascuántonosgustaba?

—Si te sale la mitad de buena que a ella, pienso comérmela toda.¡Llevotantosañossinprobarla!—SucómicogestohizoreíraCristina.

—Yaverás;tevasachuparlosdedos—leaseguróydesaparecióporlapuertaacristaladaquedabaalsalón.

MiguelesperóaqueCristinasalieraparahablarconLaura.—¿Quéocurre,Mickey?—preguntóalarmadaalverlainquietudque

mostrabasurostro.—Tenemosunproblema.RyanCaineacabade llamarme.Estáen la

ciudadyquierehablarcontigo…bueno,enrealidadconTina.Dicequenosemarcharáhastaquelohagayque,denegarse,tepuedesirolvidandodehacercarreraenHollywood.

ALauraseletorcióelgesto.Todoslosesfuerzosnohabríanservidoparanada si no accedía a las exigenciasde esehombre, pero le costabapedirleasuhermanaquevolvieraapasarporello.Sabíaaloquevenía.Ella había conocido amuchos hombres de ese tipo, ricos y arrogantes,acostumbradosahacervalersusinfluenciasparaconseguiralamujerquedeseaban.

—Hay que encontrar una solución que no involucre a Tina; ya lehemos exigido demasiado. Además, antes o después debo tomar lasriendasyenfrentarnosalasituación.

—Estoy de acuerdo, aunque lo veo difícil. Tú aún no estásrestablecida.

—Precisamente. Le diremos que acabo de tener un accidente y quedebomantener reposoduranteunpar de semanas, de esemodo tambiénsolucionamoseltemadelapruebapendiente.

—Noesmalaidea.Conelaspectoquepresentasahoramismo,ynoteofendas, se le quitarán las ganas de insistir en… lo que tenga enmente.Procura hablar lo menos posible y mostrarte algo desorientada. Leexplicaréqueesacausadelamedicaciónyquenecesitasdescansar.Yonomedespegarédetulado.

—Piensoquelamejormaneradeconvencerledequelaaventuraquemantuvimoshaterminadoesreforzarlaideadequeestamosenamorados—sugirió Laura—. Interpretaré el papel de adúltera temerosa de que sedescubra la infidelidad. ¿Recuerdas aquella escena en La mujerinsatisfecha, con la mirada huidiza, el semblante avergonzado y la voztemblorosa? Creo que eso bastará para convencerle de que no existe lamenor posibilidad de reanudar la relación. —Esperaba que elencaprichamientodeCaine conTina, de ser cierto, se le hubiesepasadopara cuando ella comenzase el rodaje. Sería muy incómodo tenerloremoloneandoasualrededoratodashoras.

—La recuerdo.Una actuaciónmemorable—dijoMiguel con aquelbrillodeadmiraciónenlamiradaqueaellatantolegustabaobservar.

Comoenvariasocasionesdurantelasúltimassemanas,Laurasintióuna calidez interior almirarle y se encontró sonriendo comouna tonta.¿Cómo no había reparado nunca en los ojos tan bonitos que tenía? Serepuso de esa momentánea debilidad. Solo le faltaba enamorarse de suagente.

—Está bien, cuanto antes lo resolvamos, más tranquilos nosquedaremos.LlamaaCaineydilequepuedevenirenunahora.Necesitotiempoparamaquillarme.Intentarédisimularloshematomasenelrostro,novayaadesilusionarsedemasiado.TúavisaaTinadeloquevaaocurrirparaquetengalaoportunidaddemarcharsesilodesea.

Miguel ayudó aLaura a llegar hasta su habitación y llamó aRyan;después,fuehastalacocinadondeCristinaseafanabaenprepararelpastelbajo la atenta mirada de María, la asistenta y cocinera, que no queríaperder detalle. La veía tan contenta que le dolía comunicarle lasdesastrosasnoticias.

Ryan colgó el teléfono con un gesto de preocupación. El

representante deLori acababa de comunicarle que esta había sufrido unleveaccidenteenunapierna,loqueleobligabaamantenerreposodurantedos semanas al menos y, aunque estaba bastante dolorida y bajomedicación,estaríaencantadadesaludarle.Lehabíadadounadirecciónyleesperabaenellaenunahora.

No sabía si creerlo o si se trataba de otra evasiva para evitarencontrarse con él; tendría que averiguarlo.Abandonó la habitación delhoteldondesehospedabaycogióuntaxi,queenpocosminutoslellevóala dirección que le había dado, un elegante edificio en la zona másdistinguidadeMadrid.

Cuando llamó a la puerta del piso indicado, no le extrañó que leabrieraMiguelSalcedo.

—Buenos día, señor Caine. Pase, Lori le espera —saludó Miguelextendiendolamano,queRyanestrechó.

Sedirigieronhaciaelampliosalón,dondeLaurasehallabasentadaenunsillónyconlapiernaheridadescansandosobreuntaburete.

Unaseriedeemocionesse reflejaronenel rostrodeRyanalverla:regocijo,angustia,desazón…ytambiénperplejidad.¡Estabatancambiada!

Laura lo vio acercarse y se sintió inquieta; aquellos ojos ardientesparecían taladrarla.Leofreció lamejillaparaque labesaray forzóunasonrisa.

—Mealegrode saludarte,Ryan. ¿Has tenidobuenvuelo?—dijo eninglés, y esforzándose por pronunciar correctamente—. Siéntate, porfavor.—Leindicóunsofáalgoalejadodeella.

—Megustaríahablarcontigoenprivado—pidióRyancadavezmásconfusoysindejardeexaminarlaconlamirada.

Miguelsecolocójuntoaellaylecogiólamano.—Comoyalehedicho,Lorinoseencuentrabien.Losmedicamentos

que está tomando para el dolor son tan fuertes que apenas puedemantenerse en pie. Se ha levantado para recibirle —le explicó con laesperanzadequeRyandesistiera.

—Déjenossolos,Salcedo;Loriyyotenemosuntemaimportantequetratar.Nolacansaré,descuide—insistióélconfirmeza.

—Notepreocupes,amor;soloseránunosminutos—indicóLauraaMiguel,quenoseatrevíaamarcharse.

Miguel salió y Ryan se acercó otra vez a Laura. Había algo en suaspecto que le desconcertaba. Parecía mayor, tal vez porque ibamaquillada en exceso, y estabamuy delgada. ¿Tanto había cambiado ensolotresdías?

—Agradezco tu visita, Ryan, pero en este momento no estoy encondiciones de realizar la prueba. Como te comunicó Mickey, ya nostrasladaremosdespuésallugarquedecidáis.

Suvoz sonabadiferentey seexpresabaconvacilación.Pero loquemásleintrigabaerasumirada;esonopodíacambiar.Sinofueraporqueleparecíaimposible,diríaquesetratabadeotrapersona.

—No he venido para eso. Tenemos que hablar sobre nosotros.Meprometiste romper con tu prometido, al igual que yo lo he hecho conSusan—leechóencara.

—¿Lohice?—Lauranopodíacreerquesuhermanahubiesesidotanimprudentedeprometeralgoasí.

—Por supuesto. ¿Ya lo has olvidado?—Su gesto de dolor parecíasincero.

—No…no,claroque lorecuerdo.Perdona,estoyunpococonfusa;lamedicación…

Ryanreaccionó.Nopodíacreerlo.Lehabíatendidounatrampayellahabíacaído.

—Nosetratadelamedicación;estásmintiendo.¡TúnoeresLori!—dijoenfurecido.

La sorpresa teñidade temor se reflejóde inmediatoenel rostrodeLaura. ¿Cómo lo había descubierto tan rápido? Y ella que pensaba queestabahaciendounagraninterpretación.

—¿Pero qué dices? ¡Claro que lo soy! —Laura intentó mostrarseofendida,perosuexpresiónnoresultómuyconvincente.

El gesto de espanto en la cara de Laura acabó de confirmar lassospechasdeRyan.

—Nomientas.Quierosaberdóndeestáellayquélehabéishecho—exigiólevantandolavoz.

Miguel,queaguardabaalotroladodelapuerta,entródeinmediato.—¿Quéocurre?—preguntóalarmado.—Se ha vuelto loco. Dice que no soy Lori Martel —le explicó

atropelladamente.—SinomedicendóndeestáLorideinmediatollamoalapolicía—

advirtióRyancondeterminación.LaurayMiguelsemiraron.Laexpresióndeferocidadenelrostrode

Ryannodejabalugaradudasdequeibaacumplirsuamenaza.Nopodíanpermitirse un escándalo de ese tamaño. Ambos comprendieron que lamejor opción era contarle la verdad y esperar que no decidiera revelarnada.

—Cuéntaselo,Mickey—pidióLauracongestodederrota.—Quieresentarse,señorCaine—lepidióMiguel.—Noquierosentarme.Yrespondadeunavez,¿dóndeestáLori?—Noes tan sencillo.Lori está anteusted.Ella es laverdaderaLori

Martel. La… la persona que usted conoció era una doble —intentóexplicarleMiguel.

—¿Cómo?—Ryannosalíadesuasombro.—Verá.Hacepocomásdeunmes,Lori—dijo,señalandoaLaura—

tuvounaccidentedetráficoqueledejógravesheridas,principalmenteenel rostro.Comoqueríamosevitarque se ledierapublicidadal asunto,ydebido a que la prensa en este país siempre está al tanto de las idas yvenidasdelosfamosos,pensamoscontrataraunadoblequelasuplantaraduranteeltiempoquedurarasuconvalecencia.SoloteníaquededicarseadescansarenlacasaquehabíamosalquiladoenMarbellaydejarseverenalgún acto social. —Hizo una pausa y miró a Ryan, que seguía suexplicación cada vez más crispado—. Cuando Jason Drake llamóanunciandoqueveníaaEspañayqueríaverseconLori,nonosatrevimosacontarlelaverdadportemoraquedecidieraprescindirdeellaporcreerquenovolveríaarecuperarsuaspecto.

—¡Peroesoesunfraude!—estallóRyan.Ahora comprendía muchas cosas que antes le intrigaban: sus

repentinos cambios de personalidad y de aspecto físico, la timidez einocenciaquemostrólaprimeravezquelehizoelamoryquelellevóapensarqueerafalsalafamadelibertinaqueseleatribuía,lainsistenciaenhacerle creer que estaba enamorada de su agente cuando él dudaba quefuese cierto, la desenvoltura con la que hablaba en inglés y que parecíaolvidar cuando se encontraba en presencia de otros… Demasiadasincongruencias que debió detectar porque le indicaban que algo extrañosucedía.

—No creemos que lo sea. Mucha gente utiliza dobles para… —intentódefenderseMiguel.

—No quiera convencerme de lo contrario—la cortó Ryan—. Noshanengañado.Hancometidoundelitoquenovaaquedarimpune.

Laura, que había entendido gran parte de lo que hablaban, decidióintervenir.Esehombreestabadispuestoacrearunescándalodelquenoserepondría.Inclusolespodríallevaralacárcel.

—Por favor, señor Caine, le ruego que nos crea. No era nuestraintenciónllegaraesasituación,nosvimosobligados.Teníamuchointerésenparticiparenlapelículaynoqueríaqueunadesagradablecircunstanciameprivaradeesaposibilidad.

Apesardelafuriaqueledominabaporverseenvueltoenesasuciatreta,podíacomprenderlasrazonesdelaactriz.LoquenoperdonabaeraquehubiesenllevadoelengañoelextremodequelafalsaLoriMartellosedujeraparaasegurarseelpapel. ¿Cómohabía sidocapazde jugarconsussentimientos?

—¿Dónde está? Quiero su nombre y dirección —ordenó Ryan.Cuando se la echara a la cara, pensaba felicitarla por su granprofesionalidadyabnegacióneneltrabajo.

—Estoyaquí.Todosgiraronlacabezaalmismotiempo.Cristina,conelsemblante

extremadamente pálido, estaba en la puerta y miraba a Ryan con unamezcladeemocionesenlasqueeltemornoeralaquedominaba.

Incapazdemarcharsecomohabíanacordado,cuandobajóalacallesequedóenunbarcercanoaledificio.Soloqueríaverleporúltimavezcuando llegara,pero tambiénporque teníaelpresentimientodequealgopodía irmal y ella debía estar allí para ayudar. Así que, cuando lo vioentrar, decidió subir al piso y escuchar la conversación. Si no eranecesario,nointervendría;sialgosalíamal,daríalacara.

Lo primero que experimentó Ryan al verla fue sorpresa por sucambiodeaspecto,perolareconocióenseguida.Susojos,deaquelcolorverde que él adoraba, lo miraban con una expresión de temor yarrepentimientoquelellegóalcorazón.Serehízodeinmediato.Noibaadejarse engañar otra vez por aquellamujer sin escrúpulos cuyo trabajoeraelengaño.

Sindejardemirar aRyan,Cristina fue avanzandohasta llegar a sulado. Tenía que hacer un gran esfuerzo para reprimir el deseo deabrazarle,depaliardealgunaformalamiradaheridaqueveíaensusojosyquelafurianolograbaocultar.

Éllacogióporelbrazoylallevóalaterraza.Cristinalosiguiósinoponerresistencia,mientraslesindicabaasuhermanayaMiguelconlamiradaquenointervinieran.

Ryancerrólapuertayseencaróconella.—¿Porquéteprestasteaestafarsa?¿Tantotehanpagado?—Nohasidopordinero.Loriesmihermana.Soloquiseayudarla—

dijoensudefensa.—¿Engañando, burlándote de todos? ¿Cómo crees que se sentirá

Kevincuandoseentere?¿YJason?—No era nuestra intención, créeme; almenos, yo nunca pensé que

llegaríamosaesasituación.—Perocuandosucedióbienqueloaprovechasteparaasegurarleatu

hermanaelcontrato,¿noescierto?¿Poreso teacostasteconmigo?—sequejóconamargura.

—No fue por eso. Yo… —La vergüenza que Cristina sentía leimpedíacasirespirar.

Ryannoescuchaba.Estabalocoderabiaydolor.—¿Cómohaspodidohaceralgotandespreciable?¿Sabesenloquete

hasconvertido?Ylopeoresquemehicistecreerquepodíamostenerunfuturojuntos—suvozsequebró.

A ella se le partía el corazón al ver el sufrimiento reflejado enaquellosojosquetantoamaba.

—Ryan,porfavor…—Déjalo. Nome interesa conocer tus razones. Ya no quiero saber

nadadeti.Creíaqueerasunapersonadiferente,dignaderespeto,peronoeresmásqueuna…una…—Ryannoacabólafrase,sugestodedespreciolodecíatodo.Eraunaconsumadaintrigantequelohabíaseducido…yélsehabíaenamoradocomounestúpido.¿Cómopudodejarseengañarporsegundavez?

Atravésdelaslágrimas,Cristinaviocómosemarchabaysucorazónserompióenpedazos.

29

Cristinarecogióloslibrosesparcidosporlasmesasyloscolocóenlas estanterías. Suspiró; los chicos no cambiaban sus hábitos a pesar decontarunañomás.

Unavezordenadalaclase,guardóensucarteraalgunosexpedientesque deseaba repasar esa noche y se dispuso amarcharse.Miró el reloj.Eran más de las seis de la tarde. Se había demorado bastante, pero yaestaba acostumbrada a que eso ocurriera a principios de curso. ¡Teníatantoquehacer!

Saludó al conserje y salió al exterior. El sol comenzaba aaproximarse al horizonte en aquella cálida tarde de mediados deseptiembre,porloquedecidióregresarcaminandoacasa.Noteníaprisapor llegar.Nadie la esperaba allí. Supadre estaría en el local social delbarriojugandoalgunapartidadeajedrezconlosamigosynoregresaríahasta la hora de la cena. Podía demorarse un rato paseando por lastranquilascalles,saboreandoaquellapazquetantonecesitaba.

Sehabíaincorporadoasutrabajoenelcolegioconlaesperanzadequeesaactividadleayudaseaolvidaraquelextrañoveranoy,sobretodo,a Ryan. Lo había intentado desde el primer momento y continuaríaintentándolodíaadía,aunquesetemíaquenoloibaaconseguir.Talvezconeltiempoencontraríaotrohombreporelquesentiralgoparecido,secasaría, tendría hijos y hasta llegaría a ser feliz, pero él continuaríaocupando un lugar destacado en sus pensamientos y en su corazón; elprimeramornuncaseolvida.

No había pasado ni un solo día sin añorar los momentostranscurridos a su lado, preguntándose si él sentiría lo mismo y, alsegundo siguiente, recriminándose por ser tan ingenua. ¿Pero quéesperaba? ¿Que la buscaría para confesarle que la amaba y que queríacompartir con ella cadaminuto de su vida? Era una pérdida de tiemposoñar con esa posibilidad. Si Ryan llegó a sentir algo por ella, esossentimientosdebierontransformarseenodioaldescubrirlasuplantación.Lohabíaheridoensuorgullo,yesoeradifícildesuperarparacualquierhombre.Soloteníaquerecordarlamiradadedesprecioqueledirigiólaúltimavezquesevieron.

Habían pasado muchas cosas desde ese día, mes y medio antes, lamayoría buenas, por lo que al final aquella aventura no resultó tandesafortunadacomotemían.

EllaabandonóelpisodeMiguelesamismatarde,perosemantuvoencontactoconsuhermana.Alprincipio,eltemorfueconstanteparatodos.No sabían cómo iba a reaccionar Ryan, si pensaba denunciarlos oinformaralaprensa.Cuandopasaronlosdíasylapolicíanollamóasupuerta ni apareció ninguna noticia en las revistas, respiraron mástranquilos;perolaincertidumbrecontinuaba.

Imaginaban que Ryan le habría contado a Jason Drake la artimañaurdida y daban por hecho que el sueño americano se había evaporado.Lauraestabaresignada,inclusoCristinalanotótranquila,ypresumíaqueMiguel tenía algo que ver en ello. Había observado una entonacióndiferenteenlavozdesuhermanacuandosereferíaasuagente.

Contratodopronóstico,Jasonavisóqueestabadecididoahacerlelaprueba, por loqueLaurayMiguel se trasladaronamediadosde agostohastaPraga,dondeDrakeestabarodando.

—Todohaidogenial,hermanita.Dicequeheestadomagníficayqueelpapelesmío.Enrealidadyasehabíadecidióantesdeconocerme,perola productora le imponía ese trámite —le comunicó Laura llena deentusiasmo.

—¿Noestabadisgustado?—Enabsoluto.Hastalepareciódivertidalasituación.Dicequevalora

lavalentía que tuvimos al correr tantos riesgospara conseguir el papel.Tenías razón, esunverdaderoencanto, educado,discreto, caballeroso…Temandarecuerdosyesperavolveraverte.

Cristina no lo creía posible, pero se alegraba de que aquellaarriesgada aventura hubiese tenido el final deseado; y el que Laura leatribuyerapartedelméritolellenabadeorgullo.

Apartirdeentonceslascosassesucedieronrápidamente.PocosdíasdespuéssuhermanalecomunicóquesecasabaconMiguelydeseabaque,tantosupadrecomoella, fueran los testigos.Cristinaestaba tancontentaque la sonrisa volvió a su rostro, no solo porLaura yMiguel, tambiénporqueellodaríapiealareconciliaciónentresupadreysuhermana.

Laboda se había celebrado la semana anterior en el juzgadodeunpequeñopueblosegovianoyenlamásestrictaintimidad.Soloasistieronun hermano de Miguel, la única familia que tenía, su padre y ella. A

CristinalesorprendióqueLauranoaprovecharaaqueleventoparavenderunaexclusiva,comoerasucostumbre.PerosuhermanahabíacambiadoyMigueleraelautordeesemilagro.Locomprendióalverlafelicidadquereflejabasurostroyelamorconelquemirabaasumarido.

Lo más emocionante fue el encuentro entre padre e hija. Si en unprincipioCristinacreyóquesupadreseopondríaaellodespuésdetantosaños sin nombrarla, comprobó que estaba equivocada. Ambos sefundieron en un fuerte abrazo, sin reproches, solo muestras de cariño,aceptaciónyalegríay lapromesadequeestaríanencontactoapartirdeentonces.Aquellaimagencompensabatantossinsabores,pensóCristina.

Llegóacasasinapenasdarsecuenta,abstraídaensuspensamientos.De no ser así, habría advertido la presencia de un impresionante cochedeportivoestacionadoalotroladodelacalle;algoinusualenaquelbarriomodesto.

Seapresuró;supadreyadebíaestarencasa.Entróysedirigióasuhabitación.

—¿Tina?—Sí,papá.Esperaunmomentoquemecambie—lecontestó.Sediounaducharápida,serecogióeloscurocabelloenunajuvenil

coletaysepusounvestidodetirantes.—Jaque.Sonrió al oír la voz de su padremientras avanzaba por el pasillo;

debíadehaberinvitadoaunamigoajugaralajedrez.—Si hace otro movimiento de ese tipo, no tendré problemas para

ganarle,amigo—continuóGermánentonodivertido.Cuandoelaltoextranjerosepresentóunahoraantespreguntandopor

Tina,imaginóquesetratabadeunodelosamigosinglesesdesuhijayleinvitó a pasar. Llevaban un buen rato enfrascados en una interesantepartida, en la que no estaba decidido el ganador hasta minutos antes,cuandosucontrincantesedesconcentróderepente,enconcretodesdequeellallegó.Eramuyreveladoreseestadodeansiedadqueintentabaocultarsinéxito,asícomolasdisimuladasmiradasalapuerta.

—Ustedmueve—lerecordóalverqueparecíaconfundido.—Disculpar.Yodistraermucho—respondióunavozmasculinacon

inconfundibleacentoextranjero.Cristinasedetuvo.Esavoz…Perono,estabasoñandodespiertaotra

vez.Surebeldecorazónnoseresignabaaolvidarleylellevabaaconcebir

vanasilusiones.¿Cuándodejaríadeanhelarloimposible?Ryansehabríaolvidado de su agradable aventura prematrimonial con la doble de laactrizespañolayestaríacasadooapuntodehacerloconlabellaSusan;loque no le impediría ejercer su seductor atractivo con otrasmujeres queintentasenabrirsecaminoenelmundodelceluloide.

Forzóuna sonrisa con la que enmascarar su amargura.Nodeseabapreocuparasupadreconsusproblemasymenosahoraqueleveíafelizyoptimistadespuésdetantosaños.

Abriólapuertadelestudioysequedóinmóvil.Surostroevidenciabaunagransorpresateñidadetemor.¡Ryan!

Nunca imaginó encontrarlo allí, ni estaba preparada para verle.Unaluddeemocioneslaembargaron:dicha,alegría,ilusión…Peroelfuerteimpulsodecorrerhaciaélyabrazarlefuereprimidoatiempo.¿Ysihabíavenido para vengarse contándole a su padre la verdad? Aunque laexpresióndesurostroeraserena,sinlafuriayeldolorquelodominabanlaúltimavez,nodebíadescartarlo.

Miró con cautela a su padre para descubrir si estaba al tanto de loocurrido;alnodetectarsignodealteración,setranquilizó.

—Pasa, hija. Tu amigo lleva un buen rato esperando y haciendoesfuerzos por comprender lo que le hablo —dijo divertido—. No levendríanmalunasclasesdecastellano,porqueyoestoymuymayorparaaprenderidiomas.

RyanmiróaGermánconclarossignosdenoentenderloquedecía.Cristinaseadelantóyletendiólamano,altiempoquepronunciabauncasiinaudiblesaludoeninglés.

—Debemosinvitarleacenar.Meacercaréalatiendaporprovisiones.¿Teparecebien,Tina?—lepreguntóGermán,quenopensabamarcharsehastaqueseloindicase.

Elgestoafirmativodeellaleconvenciódequenohabíapeligro.—Seguroquesemevamásdeunahoraentreiryvolver—comentó

sinpodercontenerunasonrisa.Elloscontinuaronparadosunofrentealotro,prendidaslasmiradasy

sin advertir loqueocurría a su alrededorhastaque lapuerta se cerróyCristinareaccionó.Leindicóconunademánquesesentaraenunodelossillones,haciéndoloellaenotromásalejado.

Ryan laobservabaen silencioy congesto serio.Parecía asustadaymuyavergonzada,loqueleprovocóunfuertesentimientodeproteccióny

unas locas ansias de ofrecerle consuelo. Se contuvo; antes tenía queaveriguaralgoimportante.

Las locas ilusiones concebidas tras la última noche que pasaronjuntos se desvanecieron al descubrir la trampaque le habían tendido.Eldesengañofuetalquesemarchódeallídestruidoyconseddevenganza.

Fueronsemanasdeincertidumbreyfrustración.Nopodíaolvidarlosucedido y, sobre todo, le corroía la duda de si la íntima relación quehabíamantenidoconCristinafueunactovoluntarioporsuparteo,porelcontrario, había recurrido al truco más despreciable para conseguir elcontrato para su hermana. Hasta que Jason le convenció de que estabaactuandocomounestúpido,negándoseadescubrirlaverdadpormiedoallevarseundesengaño.

Por ello había acabado sucumbiendo al deseo que durante todo esetiempo logró mantener bajo control y allí estaba. Debía conocer sussentimientos para poder expresarle los suyos. Anhelaba que ella leconfirmasequesehabíaentregadosiguiendolosdictadosdesucorazóny,porencimadetodo,quecontinuabasintiendodeigualmanera.

Cristinaseesforzóporserenarsey,dealgunaparte,sacófuerzasparapreguntar.

—¿Aquéhasvenido,Ryan?—No temas, no pienso revelar nada a tu padre —intentó

tranquilizarlaaladvertirsutemor.Ellasuspiróaliviadayagradecida.—Perotenemosquehablar.Lohemosaplazadodemasiadotiempo—

dijoRyan.Cristinaasintióy,deformaatropellada,comenzóahablar.Noquería

que en esta ocasión le impidiera exponer losmotivos que le llevaron aparticiparenaquellamascaradailegal.

—Sientomucholosucedido.SéquenodebíaccederaloqueLauramepropuso,peroellateníatantailusiónenhacerlapelículayyoquesereconciliaraconnuestropadrequenopudenegarme—dijomirándoloalosojos.

—Lo sé; y, aunque no me hace gracia quedar como un idiota, meconsuelaquehaservidoparaunabuenacausa—reconocióélsinmostrarsignosdeenfado—.Perohayalgoquemecuestaaceptar.

Ellasesintióavergonzada;sabíaaquéserefería.—¿Porquélohiciste?

Cristinavolvióapercibir en suvozesaamarguraque le rompíaelcorazón, y se decidió a contarle la verdad a pesar de que implicabamostrarlesussentimientosyarriesgarseaqueserieradeellos.Yaestababiendementiras;noselomerecía.Conlosojosbajosyelrostroardiendoconfesó:

—Noerami intenciónpresionarte para asegurarle el contrato amihermana, créeme. Yo… yome enamoré de ti y no lo pude evitar. Soloquería…disfrutardeesosmomentos.

Ryanexhalóelairequehabíaestadoconteniendoyseacercóaella.Arrodillado,lelevantólabarbillaparaquelomirara.

—¿Y qué sientes ahora? —Su voz era apenas un murmulloesperanzado.

Cristina levantó los ojos y lo miró. Él vio reflejados en ellos losmismos sentimientos que había leído en otra ocasión, la última vez quehicieron el amor, y no necesitó respuesta. Con el corazón henchido defelicidad,laestrechóentresusbrazos.

—Me porté como un canalla, no debí dudar de ti. ¿Podrásperdonarme?—rogóconelrostrohundidoensucuello.

Cristina acalló sus palabras con un beso lleno de promesas, con elquequisoolvidarelpasadoeiniciarunnuevoymaravillosofuturojuntos.

Epílogo

Cristinacaminabaporlarojaalfombradeslumbradaporlaslucesdelosflashesysinapenasadvertirloqueocurríaasualrededor;solosabíaqueelbrazoalqueibaagarradaeraeldelhombrequeamabayporelqueeracorrespondida.

HabíaaccedidoaasistiralagaladeentregadelospremiosOscar,alosquesuhermanaestabanominadacomomejoractrizdereparto,antelainsistenciadeesta,quedeseabacompartiresetriunfoconsufamilia.

Supadre,queenunprincipiosenegóenrotundoaviajarhastaLosÁngeles,sedejóconvencertraslosruegosdeKevin,queestabadeseosode ver otra vez a su abuelo español, como él lo llamaba, y ahora lesprecedían en animada charla. Bastante más atrás, y constantementeinterrumpidapor losperiodistasquesedisputaban laatencióndeunadelasprotagonistasdelanoche,caminabasuhermanadelbrazodeMiguel.

Lauraestabamuybellaensuquintomesdeembarazo,ynosoloporel atractivo natural de sus rasgos. Su rostro irradiaba tal felicidad queincrementabasubelleza.

—Si sientes envidia de Lori, puedo hablar con Jason para que teincluyaenelrepartodesupróximapelícula.Yasabesquetengoungranpoderdedecisiónenesostemasymedejosobornarconfacilidad—dijoRyanaloídodeCristinacon losojosencendidosdepasiónyunapícarasonrisaenelrostro.

Ellalediouncontundentecodazoylomiróconreprobación.—Si desease protagonizar una película no necesitaría tu

recomendación, cariño. De hecho, Jason me ha sugerido en variasocasionesqueestaríadispuestoahacermeunaprueba.

—¿Esohahechoelmuy…?Recuérdameque,cuandoacabelagala,ledéunrepasoaesacaradeconsumadosinvergüenzaquetiene—comentóRyanconfastidio.

Cristinanopudoevitarlacarcajadaquelasacudióconfuerza.—No sé por qué temolesta. ¿Acaso crees que no saldría airosa de

ella?—No, preciosa; estoy convencido de que lo harías a la perfección

porque debes llevarlo en los genes, pero no me haría la menor gracia

verterodeadadeesosguaperasdepelículaatodashorasy,muchomenos,quealgunotepusieralamanoencima.—Elamenazadorgestoqueasomóa su rostro decía bien a las claras lo que estaría dispuesto a hacerle alpobredesdichadoquelointentara—.Losiento,peroyonoestoyhechodelamismapastaquetucuñado.Nomeexplicocómopuedesoportarverasumujerrodandociertasescenas…

—Es una actriz, Ryan, y él sabe que solo está actuando —lointerrumpióantesdequevolvieraaexplayarseconelmismotema.

—Aunasí,yonopodríasoportarlo.Porlotantomiesposa,oseatú,selimitaráaactuarparamíenlaintimidad.Seguroquenoencontraráunpúblicomásentregado.—Leguiñóunojoconpicardía.

Cristinasonrió.Esehombreeraunverdaderodemoniocuandoseloproponía.

—Esasdemostracionesdecelosnosonmuyacertadas.Alasmujeresnonosgustanlosmaridostiránicosquenosimpidendesarrollarnuestrasaptitudes. Si continuas con esas ideas, tal vez llegue a arrepentirme dehabermecasadocontigo.

—No son celos, es espíritu de supervivencia. En estemundillo haymuchastentacionesyseríamuytontopormipartedartelaoportunidaddequeteencapricharasdelgalándeturno.¿Ocreesquenohevistocómotemirantodosloshombresconlosquenoshemostropezado?

—¡Perosilamayoríasongais!—exclamódivertida.—Por si acaso. —Le pasó un brazo por la cintura en un gesto

posesivoqueprovocóotracarcajadaenella.Una vez dentro del espléndido teatro en el que se desarrollaría la

gala,ocuparonlosasientosreservadosalosfamiliaresdelosnominados.Laura, junto a Miguel, se encontraba situada en las primeras filas yaguardabanerviosaelmomentodelaentregadepremiosasucategoría.

Cuando casi al final de la larga ceremonia, los dos actoresencargadosdeentregarelpremioalamejoractrizderepartoleyeronenelsobreelnombredeLoriMartel,todoslospresentesirrumpieronenunagranovación.

Laura, incapaz de contener la emoción, se abrazó a sumarido conlágrimasenlosojosy,ayudadaporMiguel,fuearecogerlo.

—Les doy las gracias a los señoresmiembros de laAcademia porhaberconsideradomitrabajoenCruzandolafronteramerecedordeestepremio.AJasonDrakeporhabermeconfiadoesteimportantepapelpara

mi carrera y, en especial, agradezco la ayuda, el apoyo y los grandessacrificios de mi familia, sin los que en este momento no estaríalevantandoelpreciadotrofeo.Micorazónsiempreestáconellos.

Losaplausosvolvieronaatronarcomohomenajealaspalabrasdelaactrizque,emocionada,seretiródetrásdelascortinas.

Cristina llorabadefelicidadabrazadaasupadre,alverelsueñodeLaura realizado y el orgullo que reflejaba el rostro de este. Que él nocomprendieraelsignificadodelaspalabrasdesuhijamayor,nolashacíamenosemocionantes.

Ryan, contento al igual que Kevin, sonreían ante las muestras dealegría a su alrededor. Pero les quedaba otra agradable sorpresa. JasonDrake, que estaba nominado para mejor director, pero que no aparecíaentrelosfavoritossegúnlasprediccionesdelosentendidos,sealzóconelgalardónantelasorpresademuchosyelreconocimientodelamayoría.

Lafiestaquesiguióalaentregadepremiosenunodeloshotelesmáslujosos de la ciudad, en el que estaban alojados, fue la ocasión paracelebrarelgranéxitodelapelículaydelaspersonasquelohabíanhechoposible.

—Sabesquelamitaddeestepremioestuyo,¿verdad,hermanita?—dijoLaura,quenoacababadecreérselo.

—Puedesquedarteconesafeaestatuaaunqueestébañadaenoro.Sientera es horrorosa imagina partida por la mitad —bromeó Cristinaexultantedefelicidad.

—Siteempeñas…Perolaofertaestáhecha.—Siento interrumpir lasconfidenciasdemisdosmujeres favoritas,

peroyaeshoradeque laembarazadadescanse;¿teparecebienquenosretiremos a nuestra habitación, Lori? —propuso Miguel, siemprependientedelbienestardesuesposa.

—Me parece perfecto. —La mirada de intenso agradecimientoindicaba lo agotada que se sentía después de casi seis horas de durotrabajoyfuertesemociones.

JasonseacercóaCristinadespuésdehaberdespedidoconunbesoaLaura.

—Tefelicito,Jason.Unpremiomuymerecido.—No estoy de acuerdo, Tina. Elmérito de todo director está en el

buen trabajo de los actores que dirige; en este caso, yo he sabidorodearme de algunos de losmejores. Pero no se lo digas a nadie ome

quitaráneltrofeo—lecomentóaloídoconsupeculiarironía.Cristinarioanteelcomentario.—Ya está bien de secretitos conmimujer, Jason, o verásmi puño

machacando tu cara hasta borrar esa sonrisa de sátiro que tienes—dijoRyanconfingidahostilidad.Despuésabrazóasuamigo,alquenohabíatenidolaocasióndefelicitar.

—¿Qué has visto en este energúmeno,Tina?Tu hermana ha tenidomejor gusto al elegir marido —comentó Jason, regodeándose con lairritadamuecaquemostrabalacaradeRyan.

—Tuvo que ser aquel viaje en barco que me hizo perder el pocojuicioquemequedaba;noveootraexplicación—reconocióCristinaconfalsaresignación.

—Un caso perdido el tuyo, por lo que veo. De todos modos, sidecidesrecuperarlarazón,aquítienesaundirectordecinemaduroperode buen ver, segúnme dicen, simpático e inteligente y, desde hace unashoras,conunOscarensupoder.Noloolvides.

—Veo que estás deseando que te hagan la cirugía estética, viejo—gruñóRyanlevantandoelpuño.

—Aún no me hace falta aunque tendré en cuenta tu oferta —leesquivó con agilidady cogió lamanodeCristinapara darle unbeso—.Debodejarte,midulcedama.Meesperaunaguapaaspiranteaactrizquenecesitamisconsejosparaabrirsecaminoenestedifícilmundillo.—Leguiñóunojoconpicardía.

—Nolahagasesperarentonces,galantecaballero;laguapaaspirantenecesitarámuchosconsejosynocreoqueencuentre anadiemejorparaproporcionárselos—lesiguióellaeljuego.

—¡Qué mujer tienes, bribón; inteligente y hermosa! Los hay consuerte.

—Esoyalosé,amigo.¿Porquétecreesquenomedespegodeella?Jason soltó una carcajada mientras palmeaba la espalda de Ryan;

despuéssedirigióhaciaunajovenydespampananterubiaquelorecibióconunaampliasonrisa.

—¿Quéteparecesinosretiramosnosotrostambién,amor?—sugirióRyanmientrasdeslizabalamanoporlaespaldadesuesposaenunalentaeincitantecaricia.

—Gracias por proponerlo. Estoy agotada—contestó con un ligeroestremecimiento.Sumaridoteníaelpoderdeexcitarlaconunsimpleroce.

—¡Quépena!—sequejóélconunamuecadedecepción.—Bueno,talvezmequedenfuerzaspara…No pudo acabar la frase porque Ryan la silenció con un beso

apasionadoantesdesacarladeallí.La risa encantada de Cristina no dejó de escucharse hasta que la

puertadelahabitaciónsecerrótrasellos.

Agradecimientos

Mi agradecimiento va en primer lugar para los lectores, esos quemantienen viva la ilusión por crear historias, que convierten ensatisfacción el esfuerzo que este trabajo conlleva, que me animan acontinuar cumpliendo sueños… De no ser por ellos, esta novela no sehabríaescrito.

Agradezco a Marisa Grey, escritora a la que admiro, su amistad,apoyo y buenos consejos. Solo ella podía sintetizar la esencia de estanovelaenunafrase.

AEdicionesKiwi,porcontinuarapostandopormisobras.Y,cómono,amifamilia,elejesobreelquegiramiexistencia.