SUMARIO · 2016-07-13 · Yo Soy 132 mexicano ante las crisis del neoliberalismo ... movimiento; lo...
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ublicación coordinada, editada y distribuida por el grupo que integra el proyecto Revés
Histórico, medio crítico que transita por las ciencias sociales y humanidades abordando
problemáticas disciplinarias y socioculturales con el objetivo de estimular la libre reflexión, el dialogo, el debate y la comunicación de diversas interpretaciones históricas, sociológicas,
antropológicas, literarias y artísticas; propuestas que retumben, tensen y adquieran sentido
dentro y fuera de los muros académico-científicos. Cabe destacar que como medio autogestivo,
esta revista-fanzine tiene una cuota de recuperación de $15.00 destinada a la publicación de los
siguientes números. Si te interesa colaborar con el proyecto puedes contactarnos a través de:
facebook: Revés Histórico [email protected] twitter: @reveshistorico https://reveshistorico.wordpress.com/
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SUMARIO
1 Editorial
Grupo Revés Histórico
3 “La rebeldía de los estudiantes secundarios-universitarios chilenos y del
Yo Soy 132 mexicano ante las crisis del neoliberalismo”
Nadia Anel Juárez Titla
6 ¿Rol social, responsabilidad histórica, ejercicio de documentación o
utopía? en relación al investigador social
Saida Aranda Palacios
10 Sobre el mito
Naohcatzin Mújica N.
14 Geografía histórica, historia ambiental y su divulgación científica en
México
Míchel Lizana Saldaña
18 Ilustración:
Gerardo Zayarzabal
19 Estridente atroz poeta. En memoria de Ektor Zetta Ek Balam
Erlantz Castforth
22 El tiempo y los relojes. Una tarde con Walter Benjamin en Londres
Alfredo Duarte Corte
25 El antes y el después de la tragedia
Carlos Morales Galicia
27 “La lectura del adiós”, reseña de Diccionario de adioses de Gabriel Albiac
Emilia Quiyahui Vélez Silva
29 El orden de la memoria, un libro de Jacques Le Goff
Práxedis Praxis
31 When The Wind Blows (Cuando el viento sopla)
Felipe Yáñez
32 Ruido Subterráneo – RS1
Transgresor
33 Biblioteca Social Reconstruir
Anarkímedez
* Diseño de portada: Estudio Ricachá
* La mayoría de las imágenes utilizadas fueron tomadas de internet
EDITORIAL
GRUPO REVÉS HISTÓRICO
El presente es, en tanto lo han hecho los sujetos, y la
postura sobre el devenir histórico se hará en función de las
circunstancias sociales de cada tiempo actual en el que se
esté situado, ya que las temporalidades están en
movimiento; lo que se recupere hoy, lo que adquiera un
carácter histórico, tal vez ya no lo será para mañana ni lo
fue ayer. Depende del momento mismo desde el que se
realice la mirada y de la perspectiva ético-política del sujeto
que lleva a cabo este proceso. Quedando fuera de esta
configuración historiográfica cualquier pretensión de
objetividad e imparcialidad, la historia se hace desde donde
estamos y lo que somos, porque “la historia no sólo es una
ciencia, sino no menos una forma de rememoración”.
Walter Benjamin
n nuestro día a día es común escuchar que poseemos una historia, pero
¿quiénes son los que “hacen” la Historia y quiénes realmente la poseen? La
respuesta sería el “historiador” y la “sociedad”. Sin embargo, esto es una
paradoja porque al conocimiento histórico se le impone tomar distancia con su objeto
de estudio y sociedad, anteponiendo a su escuela, institución o corriente
historiográfica que legitime su investigación. Así, la mayor parte de los trabajos
históricos creen que “hacen” Historia al “decir lo que ha ocurrido”, contemplando y
escarbando en una montaña de archivos en la búsqueda de evidencias que muestren la
verdad, como si fuera un caso a resolver y la Historia fuera juez del pasado.
Pero en esta sociedad carente de sentido ¿qué utilidad tiene un conocimiento que
dice lo que “verdaderamente ha ocurrido” y hasta qué punto es aceptable? Alain
Badiou en su libro El siglo, llama a nuestra sociedad la de “la pasión de lo real” que
trata de evidenciar la distancia entre lo ficticio y lo real partiendo siempre de la
sospecha. Por esta razón, se duda del pasado y aún más de quienes lo escriben (los
historiadores). Entonces, cabe preguntarse si en esta época que sospecha de todo y sin
sentido ¿es posible hablar de hacer historia? La respuesta es sí, siempre y cuando
estemos dispuestos a cuestionarnos sobre el papel de la disciplina y de los que
participamos en ella.
Para salir de esta sospecha, más que esclarecer será necesario destruir todo tipo de
legitimación, partir de la nada: sin escuelas, sin instituciones, nadar a contracorriente
de los pensamientos y creencias, entre las esperanzas y frustraciones compartidas y
“hacer” frente a nuestra realidad. Puesto que articular el pasado no significa
contemplarlo en búsqueda de la verdad, sino actuar en él desde el presente, captar
esos destellos cargados de olvidos y de fuerza subversiva, porque en esta sociedad sin
sentido, lo único real es que se necesita de él y por tanto, no se puede prescindir del
conocimiento histórico siempre que esté al servicio de la realidad misma.
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El historiador debe olvidarse de las etiquetas, dar sentido de urgencia al peligro
que se anuncia de la imposición de un pasado para la extinción del presente. Será
necesario abandonar nuestro lugar, movernos fuera de la academia en diálogo e
intercambio con otras disciplinas como una acción necesaria para nutrir a las ciencias
sociales, generar espacios de diálogo franco y abierto sobre temas en común con
miradas diferentes. Por ello, la propuesta de este nuevo número de Revés Histórico es
la “multidisciplinariedad”, buscando ese espacio compartido esperando sea el
primero de muchos.
En esta ocasión, la revista presenta un análisis de la Educación en México y en
Chile ante la crisis del neoliberalismo, el rol y la responsabilidad del investigador
social y su razón de ser, algunos aspectos del mito y su vigencia en la actualidad y la
divulgación en México de la geografía histórica y la historia ambiental, aportes desde
las ciencias sociales que nos presentan miradas reflexivas en dialogo con la disciplina
de la historia. Poesía infrarrealista en homenaje a Ektor Zetta Ek Balam (1955-2016),
un cuento pequeño que aborda el encuentro con Walter Benjamin en Londres al
tiempo de los relojes; además de la recomendación de los libros: La travesía de las
tortugas, Diccionario de adioses y El orden de la memoria, así como una reseña de la
película Cuando el viento sopla, el sonido punk de Ruido Subterráneo y la invitación
a conocer la Biblioteca Social Reconstruir, un espacio especializado en la historia y
en la actualidad del anarquismo en México, España y Latinoamérica.
Revés Histórico se congratula de presentar este tercer número producto de la
participación de distintas personas decididas a comunicar su sentir ante la mordaza
inherente en la que vivimos, revalorando la actitud de diálogo y rompiendo fronteras.
La reflexión sobre los encuentros y desencuentros multidisciplinares es permanente y
necesaria, no sólo por los niveles teórico-epistemológicos de cada disciplina que
permiten el avance del conocimiento científico, sino por la importancia social de las
ciencias y por la necesidad imperiosa del diálogo y del enriquecimiento mutuo.
Comprender la manera en que se articulan las sociedades, es algo que compromete el
esfuerzo del conjunto de las ciencias sociales o humanas y otras disciplinas.
Esperamos que disfruten este lugar de encuentro tanto como nosotros.
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“LA REBELDÍA DE LOS ESTUDIANTES SECUNDARIOS-
UNIVERSITARIOS CHILENOS Y DEL YO SOY 132 MEXICANO
ANTE LAS CRISIS DEL NEOLIBERALISMO”
NADIA ANEL JUÁREZ TITLA
n la última década la crisis neoliberal ha ido en aumento, con la llegada del
siglo XXI la ola de movimientos sociales: progresistas, indígenas,
ambientalistas, estudiantiles, democráticos, entre otros, se presentan como
signo de hartazgo del sistema político y económico. La nueva conflictividad se da en
un escenario democrático liberal, en donde se enfrentan ciudadanos y Estado, el
neoliberalismo como sistema económico-político no ha dado respuesta a las viejas y
nuevas demandas de los pueblos. El caso Chileno sobresalta en toda América Latina,
2011 marca el regreso a las protestas callejeras de jóvenes chilenos, exigiendo
educación gratuita y de calidad; dando fin a lo que Camila Vallejo ha llamado “la
educación de Pinochet” (Jornada, 2012). Desde la década de los ochenta la educación
en Chile fue delegada a lo que Gómez Leyton llama “Sostenedor educativo”, que no
es más que un empresario de la educación. Los problemas educativos tienen
antecedentes en la forma en cómo la educación se convirtió en el único vehículo de
ascenso social no sólo en Chile sino en toda América Latina.
Desde el golpe de Estado la instauración del neoliberalismo parecía ser inapelable,
el modelo Chileno se presumía triunfante; el autoritarismo de los países
latinoamericanos y la dictadura perfecta del PRI en México marcaron una tendencia
favorable a dicho modelo. El caso chileno ha sido reconocido como exitoso, el
neoliberalismo en Chile tuvo un proceso de interiorización en la memoria colectiva de
su pueblo. Es decir, el éxito del neoliberalismo fue que se hegemonizó como idea
entre la gente, el supuesto bienestar económico y social fue posible por los métodos
violentos de la dictadura y por el inactivo papel político de los chilenos. En el Caso
mexicano sucedió completamente lo contrario, desde los primeros pasos del
neoliberalismo la movilización social y el rechazo total de sus políticas fue evidente.
El momento más catastrófico fue el denominado “error de Diciembre” que trajo una
de las crisis económicas más duras al país. Sin embargo, los métodos violentos fueron
comparables a los de la dictadura de Pinochet, las matanzas de Acteal y la represión
que hasta la fecha se mantiene a las comunidades autónomas de Chiapas y los
múltiples movimientos sociales y guerrilleros surgidos a partir de la implementación
fallida del neoliberalismo nos anuncian su emergente crisis.
La movilización de los jóvenes secundarios chilenos o “pingüinos” representa el
estallido de la rebeldía, el neoliberalismo se introdujo apabullante en todos los
ámbitos de la vida cotidiana: trabajo, escuela, comercio, etcétera. La ley “LOCE” Ley
Orgánica Constitucional de Enseñanza de 1990 (Coscione, 2008: 03) fue la punta de
lanza para la desarticulación de la educación en chile y el reduccionismo del Estado
en este ámbito. Los pingüinos chilenos en 2006 pusieron sobre la mesa pública la
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crisis del sistema neoliberal. Posteriormente vendrían una cantidad interesante de
movilizaciones hasta llegar al 2011, en donde los estudiantes de nivel superior
salieron a las calles demandando educación pública y de calidad. Sin tener claro hasta
donde llegaría el alcance de este movimiento, pues ha puesto en una encrucijada
política y económica a un país que había sido visto hasta entonces como el modelo a
seguir en América Latina, ”considerado por los entusiastas del libre mercado como
una prueba de que el friedmanismo funciona” (Klein, 2007: 120).
Arriba se ha mencionado que el escenario político donde surgen estos
movimientos sociales se da en democracias-liberales, el caso mexicano está
directamente ligado al proceso electoral presidencial reciente. La imposición
mediática del candidato de la derecha Priista, Enrique Peña Nieto se volvió tan
evidente que era inevitable o mejor dicho incontenible el descontento de los
ciudadanos. La incesante campaña televisiva a favor de este candidato provocó serias
dudas acerca de quiénes estaban detrás de él, es decir, a quiénes preocupaba tanto su
triunfo o fracaso en las urnas. El viernes 11 de mayo la visita del candidato a la
Universidad Iberoamericana desató la furia contenida de cientos de jóvenes ante el
descaro de Peña y la respuesta que dio a la pregunta del caso de San Salvador Atenco
en 2006. El grito de “fuera peña” y su aparente refugio en los baños de la Universidad
marcó un parte aguas en el proceso electoral, y yo me atrevería a decir, en la vida
política de México. Los siguientes días fueron hostiles entre el PRI y la Universidad
sobre todo cuando el presidente de este partido afirmó en rueda de prensa que habían
sido acarreados los que gritaban en contra de su candidato. La respuesta casi
inmediata de 131 jóvenes estudiantes de la Iberoamericana expresada en un video
recorrió el mundo en cuestión de minutos, mostrando su credencial de estudiantes así
como el número de matrícula que los acredita como tal. La hostilidad característica
del PRI no se hizo esperar y mediante otro video se veía al candidato en su jet privado
recibiendo información acerca de una integrante de estos 131 estudiantes. Dicho acto
generó una indignación y enojo generalizado difundido vía internet a todo el país.
Ambos movimientos surgen desde el seno estudiantil evidenciando el fallido
sistema y sus debilidades, se manifiesta mediante la protesta callejera, la toma de
instituciones educativas y políticas. Su crecimiento numeroso los pluraliza incluyendo
a personas con distintas actividades laborales e incluso de distinta clase social con un
motivo común, el hartazgo político y económico neoliberal. La intención de estudiar
ambos movimientos de forma paralela es responder a las preguntas: ¿Está realmente
en crisis el neoliberalismo? y ¿Cómo se presenta la rebeldía ante este sistema en
México y Chile?
La comparación entre ambos movimientos se manifiesta pertinente debido a que
ambos están aconteciendo en el momento actual, son convocados por estudiantes,
están desarrollándose en América Latina, se presentan en países donde se ha
implementado el neoliberalismo, utilizan como medio de protesta las manifestaciones
callejeras masivas teniendo como herramienta la inmediatez mediática del internet y
sus redes, y hacen un cuestionamiento al sistema político-económico neoliberal.
La principal distinción entre ellos se observa en el surgimiento, por un lado el
movimiento estudiantil chileno critica en una primera instancia el sistema educativo,
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mientras que el Yo Soy 132 hace una crítica al sistema democrático y a los medios de
comunicación masiva. Otra diferencia se presenta en la cuestión interna, los líderes
chilenos son visibles e incluso han desarrollado personalidades fuertes,
manteniéndose organizados desde las escuelas. A diferencia Yo Soy 132 no tiene
líderes, mantienen una política asamblearia en donde el portavoz es rotativo y su
organización interna se presenta a través de asambleas por facultades y universidades.
Si bien se han estudiado ambos movimientos de forma individual y desde el contexto
nacional, hacerlo de forma paralela es un ejercicio académico que pretende generar un
panorama latinoamericano de la educación en un primer momento, y de las cuestiones
económicas, políticas y sociales en un segundo momento. Así como afirmar que estos
movimientos son consecuencia de la actual crisis neoliberal y que esta misma no es
exclusiva de un país o región, sino global.
Podemos concluir que el movimiento Yo soy 132 y el estudiantil chileno se
presentan como una ruptura con la hegemonía neoliberal, son herederos de viejos
movimientos locales dentro de un largo proceso democratizador en ambos países. Los
jóvenes son el nuevo sujeto rebelde que ha sido marginado por las políticas
neoliberales de elementos para acceder a la escuela, el trabajo, la vivienda y la
reproducción de la vida social en su conjunto, las nuevas formas de organización y
del hacer política representan una alternativa al sistema político, la construcción de
otra forma de pensar a la sociedad es la oportunidad de romper con el sistema
neoliberal dominante.
Bibliografía:
Coscione, Marco, (2008), “Los pingüinos en el imaginario chileno”, 30 de marzo de 2008, Santiago de Chile. http.//www.rebelion.org/noticia.php?id=65209 (página web consultada 21 de septiembre de
2012).
Klein, Naomi, (2007), “La doctrina del shock, el auge del capitalismo del desastre”. Barcelona,
España: Paidós.
La jornada (2012), “A veinte años Chile aún no se recupera de la dictadura”: Camila Vallejo.
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¿ROL SOCIAL, RESPONSABILIDAD HISTÓRICA,
EJERCICIO DE DOCUMENTACIÓN, O UTOPÍA?
EN RELACIÓN AL INVESTIGADOR SOCIAL
SAIDA ARANDA PALACIOS
Taller Multidisciplinario de Historia Oral TaMuHO
n el presente artículo se reflexiona el cómo analizar la relación que el
investigador social establece con el archivo vivo, que representan los
testimonios. Es decir, presentamos algunos conceptos clave en torno a los
procesos de memoria, olvido y por-venir que entran en juego en la relación del
historiador/investigador social, quienes se ocupan del tiempo presente, del tiempo
vivo. Analizamos la función de este tiempo y su problemática al pensar los
acontecimientos para una reconstrucción histórica de procesos traumáticos o de
extrema violencia, que desde nuestra perspectiva representan un problema no sólo
historiográfico, sino también social y político.
La necesidad de recuperar las memorias implica, por otro lado, reconocer su
carácter social y colectivo. Si bien, sabemos que el individuo porta sus memorias, las
produce y las comparte, no podemos poner en duda que la memoria está arraigada y
situada allí donde compartimos espacios, lazos de pertenencia, solidaridades y
sociabilidades. La memoria posibilita la creación de espacios de cohesión familiar,
social, nacional, y es justamente, esta fuerza la que permite entender por qué en los
períodos sociales más calmos tiene menor visibilidad y en los momentos de tensión y
crisis –cuando las identidades y pertenencias se desestabilizan y desestructuran–
adquiere mayor fuerza y visibilidad (2010: p. 45).
Ahora bien, el historiador Jörn Rüsen, ha reflexionado sobre los periodos de la
historia que se pueden considerar como ciclos cerrados, en este caso el Holocausto,
pero ¿Qué pasa con aquellos periodos que siguen vigentes y dónde prevalece el
trauma? ¿Qué pasa con aquellos periodos que no han cerrado su ciclo histórico, los
que se están desarrollando en el tiempo presente? Este trabajo apela a la posibilidad
de construir interpretaciones históricas con lapsos temporales que históricamente no
han culminado, partiendo de la importancia de preservar la memoria de un periodo
que se está viviendo. Es decir, rechazamos la perspectiva que considera a la historia
como un proceso continuo del pasado, presente y futuro (Nora, 2001: p. 243).
Un ciclo, en el que la memoria preservada a través del testimonio es el eje de
articulación para dicha reconstrucción. Lo anterior no es una propuesta novedosa,
Pierre Nora asegura que sin duda es indispensable retomarla para proponer una
discusión teórico/práctica entre diversos sectores de la sociedad con la intención de
asumir el rol social de las/los historiadores frente a una realidad traumática, que
actualmente afecta al grueso de la población en México (p.15).
La narrativa histórica más allá del cuento contado se interesa en su sentido, por lo
tanto, “tiene un eje analítico”. El historiador es el que selecciona el tema, las fuentes,
la metodología y los conceptos, pero siempre en relación a preguntas del presente y
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teorías de la ciencia social. “La narrativa histórica debe lidiar con algo más que la
presentación de los resultados de la investigación. Ante todo, está el problema de la
representatividad cronológica, geográfica y social de los fenómenos analizados. Está
también la cuestión de la escala a que es realizado el análisis, del cual dependerá el
grado de detalle en que será preciso incurrir” (Franco, 2010: p. 41).
En este sentido, las narrativas de la guerra son esenciales para comprender qué
pasó y cómo pasó, porque se busca desentrañar los procesos sociales y políticos, y sus
significaciones culturales, para indagar los elementos del imaginario que posibilitan
memoria colectiva y conciencia pública (p. 39). Sin duda, tanto en la historia, como
en otras ciencias sociales, se observa un retorno al testimonio como herramienta
metodológica, ya sea como una noción recurrente en los discursos, o bien, como un
valor heurístico del objeto de investigación.
La noción de reconstruir históricamente los procesos traumáticos es un
acontecimiento que continúa siendo un testimonio y permite agrupar los llamados
hechos históricos en una unidad coherente de interrelación y comprensión, así como
de enunciación. Según Elizabeth Jelin, “en los procesos de construcción de memorias,
hay parte de los actores, en diversos escenarios, cuyas luchas intentan imponer una y
su versión del pasado como hegemónica, legítima, „oficial‟, normal, verdadera o parte
del sentido común aceptado por todos. Y esto es y será siempre cuestionado y
contestado por otros”. Esto arrastra consecuencias metodológicas en el análisis.
Así mismo, la autora distingue algunos ejes: primero, partir de una noción en
plural, “las memorias”, para poder abordar los procesos ligados a sus construcciones
en escenarios políticos donde se desatan las luchas sobre los sentidos del pasado.
Segundo, abordar el tema desde una perspectiva histórica, es decir en un devenir que
implica cambios y elaboraciones en los sentidos que individuos y grupos específicos
dan a esos pasados en conflicto. Tercero, considerar las memorias no sólo como
fuentes históricas, sino como fenómenos históricos, a partir de los cuales podemos
reconstruir la génesis social del recuerdo como problema social y finalmente un
cuarto, reconocer que el “pasado” es una construcción cultural siempre delimitada y
representada desde el presente (2010: p. 45).
Para el caso de reconstruir históricamente los procesos traumáticos, debe existir
coherencia y comprensión de los acontecimientos vividos en el pasado o presente, en
donde el sujeto es afectado por su historicidad y se manifiesta con una posible o
imposibilidad de ser dicho, enunciado, descrito y asimilable a nuestro tiempo.
El testimonio busca traer historias desconocidas, contestatarias e invisibilizadas en
los medios de comunicación y la academia, para canalizar la atención de la sociedad
hacia esas personas y regiones olvidadas (2010: p. 43). Un ejemplo de lo anterior y
además actual, es el tema de la memoria colectiva como un dispositivo estratégico de
resistencia de los sujetos enfrentados a los procesos de despojo territorial, que es parte
de la acumulación de capital y de las condiciones actuales de la globalización
neoliberal. En este caso la memoria, no es un gesto nostálgico o romántico, sino una
manera de resistir que implica, en algunas experiencias, la negación abierta de las
expresiones más agresivas y predatorias del capital. En particular lo que importa
destacar es la resistencia contra el capital, el antagonismo social y ciertos rasgos
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anticapitalistas de su manifestación y la comprensión de estos movimientos como
emergencia de una nueva constelación de lucha de clases (Tischler, 2011: pp. 67-80).
La memoria como ejercicio colectivo de apropiación del pasado habilitada por la
lucha presente, alcanza a reconocerse en el testimonio de un integrante del Consejo de
Ejidos y Comunidades Opositoras a la Presa La Parota CECOP del Estado de
Guerrero, (2011: p. 71) quien dice… la memoria le confiere profundidad a la lucha.
No es sólo el enfrentamiento por una reivindicación determinada, sino una lucha en la
que se ponen en movimiento las generaciones del pasado, sus logros, esperanzas y
fracasos. Este giro permite la elaboración de la conciencia en la que la comunidad es
algo más que individuos con intereses comunes inmediatos. La comunidad es
también, una relación con los antepasados, tiene la profundidad del tiempo de los
muertos, un tiempo traducido en lealtades y esperanzas.
La complejidad de la memoria y su relación con el ser humano, se ha convertido
en tema de reflexión, análisis y múltiples discusiones. Actualmente, la historia ha
dejado de entenderse como una disciplina aislada y cuenta entre sus vertientes con
estudios del pasado a través de los cuales reconstruyen episodios que, en ocasiones, la
historia oficial oculta o niega. De igual manera, existe una relación estrecha entre la
memoria y sus manifestaciones culturales como el arte, la literatura y la música,
expresiones que reinterpretan, desde el presente, la realidad de otras épocas.
La memoria forma parte primordial en la construcción de la historia de la
humanidad. En su faceta particular, define la identidad de un individuo, y en su
carácter colectivo da sentido y futuro al curso evolutivo de una sociedad. De esta
manera, la memoria se muestra como un elemento fundamental para la formación de
la identidad de un pueblo, una nación, de un Estado. La historia la escriben los
historiadores, pero la memoria es la transmisión de vivencias personales.
Por último, dejamos abierta la pregunta inicial de la importancia de reflexionar en
la reconstrucción histórica utilizando el testimonio como medio para explicar los
procesos de violencia y trauma del tiempo presente. Dejaríamos sentado que sólo
habremos hecho una modesta aportación y que las interrogantes iniciales todavía
están por contestarse, el ¿Cómo, por qué y para qué?
Bibliografía:
(2010), Recordar para pensar - Memoria para la democracia. La elaboración del pasado reciente en el Cono
Sur de América Latina. Santiago de Chile: Ediciones Böll Cono Sur. Disponible en
http://www.repositorio.uchile.cl/handle/2250/122979
Cisicanqui Rivera, Silvia, (1987), “El potencial epistemólogo y teórico de la historia oral: de la historia
instrumental a la descolonización de la historia” en Temas Sociales de la carrera de sociología, UMSA.
Franco, Natalia; Patricia Nieto y Omar Rincón, (2010), Tácticas y estrategias para contar. Historias de la
gente sobre conflicto y reconciliación en Colombia. Bogotá: Centro de Competencia en Comunicación para
América Latina Friedrich Ebert Stiftung.
Hartog, François, (2007), Regímenes de historicidad. Presentismo y experiencias del tiempo. México: UIA.
Nora, Pierre, (2001), Les lieux de mémoire. París: Gallimard.
Rénique, José Luis, (2003), “La voluntad encarcelada: las luminosas trincheras de combate” en Sendero
Luminoso del Perú. Lima: IEP.
Rüsen, Jörn, (2004), Tiempo en ruptura. Sperling Cristhian (trad.), UAM: México.
Tischler, Sergio; Navarro, Mina, (2011), Tiempo y memoria en las luchas socioambientales en México.
Puebla: ICSyH-BUAP.
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SOBRE EL MITO
NAOHCATZIN MÚJICA N.
“Sabeos contar muchas falsedades
que se parecen a lo verdadero, pero
también lo verdadero”
Hesíodo Teogonía
l pensamiento griego antiguo se centra en el mito; el mito, desde el punto de
vista Aristotélico, se usa de tres modos distintos: como forma atenuada de
intelectualidad; como forma autónoma de pensamiento o de vida y como
instrumento de control social. En la antigüedad clásica fue considerado como un
producto inferior o deformado de la actividad intelectual. Se le atribuyó la
verosimilitud frente a la verdad. Platón en el Gorgias, opone el mito a la verdad o al
relato verdadero, pero en cierto sentido hay verdad dentro del relato (Platón, 2007, p.
207) por qué el mito no se aparta de la realidad como tal, ya que existen personajes
que de cierta manera vivieron o que pertenecen a la memoria colectiva. ¿Hasta qué
punto es verdad lo relatado en un mito? Si los teólogos cristianos y los creyentes nos
dicen que Dios existe, ¿existe en verdad? Desde el punto de vista racional Dios no
existe, pero existe en la escritura y en la creencia. Así sucede con el mito griego,
solamente que la esencia del mito estriba en que es un relato oral de generación en
generación. ¿Pero qué validez tiene esto?
El mito se concibe como el relato maravilloso de la creación del mundo, donde
participan dioses y héroes. Estos personajes, de cierta manera, dan realidad a la
existencia de un pueblo. Toda sociedad antigua está hecha de mitos. Ellos mismos son
quienes harán de su existencia el mito. Tienen validez, ya que es la primera respuesta
a la representación del ser en el mundo. La existencia del ser y la sociedad giran en
torno al mito. Nada ni nadie escapa del mito ya que de él está hecho su ser. Al
contrario, el humano debe dar dadivas a los dioses por su existencia. La
representación del ser en el mundo en la Grecia antigua se debe, ante todo, a
representaciones míticas en su mundo, esto es, no se puede explicar nada donde no
intervenga el mito. En el Gorgias, Platón hace una crítica al pensamiento mítico, el
mito es breve en la persuasión de la corta vida humana, pero permanece más allá de
ella. Sufre cambios y en conjunto su dominio está representado por la zona que se
halla fuera del estrecho círculo del pensamiento racional (Platón, 2007, pp. 241-242).
El mito es una palabra que con el tiempo adquiriere significado diferente. El
muthos, como dice Vernant, se presenta no como una forma particular de
pensamiento, sino como el conjunto de los encuentros, contactos, conversaciones, ese
poder sin rostro, anónimo, ese Pheme, que Platón llamó y que es el rumor. El mito no
solamente se concibe como una narración sobre el origen del mundo, del tiempo,
también se presenta como un conjunto de narraciones, cuentos, leyendas, genealogías,
teogonías. Pero a decir de Eliade, el mito:
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“cuenta una historia sagrada, el mito cuenta cómo, gracias a la hazaña
de los seres sobrenaturales, una realidad ha venido a la existencia, sea está
la realidad total, el cosmos, o solamente un fragmento. Es, pues, siempre un
relato de una creación, se narra cómo algo ha sido producido, ha
comenzado a ser”.
Se conserva vía oral, y como sostiene Leticia Flores Farfán (2006, p. 32), las
culturas orales son tradicionalistas y conservadoras porque lo que se repite en voz
alta, se olvida y muere. Lo que hace es forzar la memoria para que los mitos perduren,
esto hace que los mitos no se pongan en juicio, ya que el mito no permite análisis, ni
mucho menos crítica. Lo que se hace es repetir el hecho mitológico tal y como fue.
Evidentemente el mito a través del tiempo va perdiendo su valor y se tergiversa.
Trastrocar.
Para Gadamer la cuestión del mito está relacionada con el pensamiento racional
humano. Si bien el mito se pregunta y da respuesta a los acontecimientos de la
creación del universo, de la formación de las cosas fundamentales en la naturaleza,
también hay un grado de racionalidad en los mitos. Porque la respuesta la determina
el ser, y el ser está predispuesto, si bien con determinaciones mitológicas, a dar una
respuesta a la funcionalidad de la naturaleza, es decir, el ser humano da una respuesta
meramente racional a la pregunta por el origen de las cosas. De ahí que los
presocráticos partan de la naturaleza, para determinar el origen de las cosas. Kant
determina que el espacio y tiempo son fundamentales, no sólo para estar en un lugar
determinado, sino, también, para determinar el contexto del pensamiento.
En la época en que vivimos el mito no tiene ningún derecho legítimo y sin
embargo, justamente en esta época de la ciencia se infiltra la palabra griega, elegida
para expresar un más allá del saber y de la ciencia en la vida del lenguaje y de las
lenguas. La relación entre mito y ciencia es sencillamente connatural a la palabra
mito. Que ciencia sea la designación bajo la cual el occidente grecocristiano –termino
gadameriano- se ha convertido en la civilización mundial imperante hoy implica que
la misma ciencia ha recorrido una historia y que sólo en el curso de esta historia ha
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llegado a ser la ciencia. De modo que también la relación entre mito y ciencia ha
tenido una relación desde los comienzos de nuestra cultura científica, una historia que
alberga muchos acontecimientos en su seno (Gadamer, 1997, p. 23) La historia de la
civilización occidental está formada por las bases del pensamiento grecolatino.
Gadamer encuentra diversos usos del término “mito”. En el antiguo uso lingüístico la
palabra mito es el discurso, proclamación, notificación, el dar a conocer una noticia.
En el uso lingüístico nada indica que el discurso llamado mythos fuese acaso
particularmente poco fiable o que fuese mentira o pura invención, pero mucho menos
que tuviese algo que ver con lo divino. Allí donde la mitología se convierte en un
tema expreso, en la Teogonía de Hesíodo el poeta es elegido por las musas para
realizar su obra, y éstas son plenamente conscientes de la ambigüedad de sus dones:
“Sabeos contar muchas falsedades que se parecen a lo verdadero, pero también lo
verdadero”. La palabra mito no se encuentra en lo absoluto en este contexto. Sólo
siglos después, en el curso de la ilustración griega, el vocabulario épico de mythos y
mythein se establece el perfil que acuña el concepto de mito y resalta el mythos como
un tipo particular de discurso frente al logos, frente al discurso explicativo y
demostrativo. La palabra designa en tales circunstancias todo aquello que puede ser
narrado, las historias de los dioses y de los hijos de los dioses.
La palabra logos narra nuestra historia desde Parménides y Heráclito. El
significado originario de la palabra reunir, contar remite al ámbito racional de los
números y de las relaciones entre números en que el concepto del logos se constituyó
por primera vez. Se encuentra en la matemática y en la teoría de la música de la
ciencia pitagórica. Desde este ámbito se generaliza la palabra logos como concepto
contrario a mythos. En oposición a aquello que refiere una noticia de la que sólo
sabemos gracias a una simple narración, “ciencia” es el saber que descansa en la
fundamentación y en la prueba. Con la creciente conciencia lingüística que en el
tardío siglo V acompaña al nuevo ideal educativo retorico-dialectico, mythos viene a
ser casi exclusivamente un concepto retórico para designar en general los modos de
exposición narrativa. Naturalmente narrar no es probar; la narración sólo se propone
convencer y ser creíble. Los maestros de retórica se comprometían a exponer sus
materias en la forma de un mito o en la forma del logos según los deseos de cada cual.
El mito se convierte en fábula en tanto que su verdad no sea alcanzada mediante un
logos. El mito para Aristóteles se encuentra en una posición natural a lo que es
verdadero. No obstante, también reconoce el uso retórico-poético de la palabra. Ante
sus ojos Heródoto aparece como el narrador de historias y en su teoría de la tragedia
designa con la palabra mythos el contenido narrable de la acción. En este contexto,
tampoco puede hablarse de la oposición extrema entre mito y logos con que estamos
familiarizados. Las historias inventadas poseen asimismo verdad. En este sentido,
Aristóteles menciona que: las historias inventadas poseen más verdad que la noticia
que informa de acontecimientos reales que transmiten los historiadores. Esto es
evidente desde el punto de vista del concepto del saber de la antigüedad, de acuerdo
con el cual episteme refiere a la pura racionalidad y en absoluto a la experiencia. Lo
que narran o inventan los poetas, comparado con el informe histórico, tiene algo de
12
verdad en lo universal. Con ello, en modo alguno se restringe la primacía del
pensamiento racional frente a la verdad mítico-poética.
La viva voz conserva en el campo del lenguaje tanto la primera como la última
palabra. La palabra que se encuentra hablando es la que tiene que ser encontrada de
nuevo en la lectura de textos, si es que queremos que los textos hablen. Esto es válido
tanto para la voz del que habla como para la lectura, incluso cuando se trate de un
mundo que ha surgido literariamente y que no tiene voz. Es algo que realizan
conjuntamente nuestra corporalidad y la vida que llevamos dentro. Nos damos cuenta
de ellos cuando pensamos en las modernas técnicas de reproducción mediante las
cuales una voz fijada de un modo mecánico se transforma en voz. Esto significa que
la voz ya no habla realmente. Es más bien una especie de escritura fónica. Incluso el
gran significado de la técnica de reproducción posee para la actual cultura musical no
cambia nada el hecho de que exige saltos sobre el abismo (Gadamer, 1997, p. 100).
Aun cuando los sonidos que salen del aparato reproduzcan muy bien la ejecución
viva, al oyente le sigue quedando una nueva tarea, la de romper la solidificación que
no se da en la convivencia viva entre los músicos y los oyentes que llevan el ritmo de
la música. Esto no mengua el significado de la escritura.
El lenguaje se convierte en literatura, pero en el fondo se debe a que las leyendas
orales habían llegado a ser susceptibles de ser escritas. Las narraciones deben tener
tensión, pero también deben transmitir a los oyentes algo con un significado. Tienen
que ser relatos que enriquezcan nuestro saber. Esto presta a las historias narradas una
apariencia de verdad, que no es por cierto de la credibilidad que poseen los
testimonios, como reconocen
incluso las musas, cuya madre es
Mnemósine (Gadamer, 1997, p.
107). Las narraciones deben
excitar la capacidad soñadora del
alma humana y realizarse en las
repercusiones de esa narración. La
tradición legendaria de los pueblos
ha atravesado en la línea occidental
con las formas de la epopeya, la
tragedia, y la gran lírica un amplio
espacio de la fantasía en la
narración.
Bibliografía:
Flores Farfán, Leticia, (2006), Atenas, ciudad de Atenea. Mito y política en la democracia
ateniense antigua. México: Facultad de Filosofía y letras, UNAM.
Gadamer, Hans-Georg, (1997), Mito y razón. Barcelona: Editorial Paidós.
Platón, (2007), Diálogos. México: Editorial Porrúa.
Vernant, Jean-Pierre, (2008), Los orígenes del pensamiento griego. Argentina: Editorial Paidós.
13
GEOGRAFÍA HISTÓRICA, HISTORIA AMBIENTAL
Y SU DIVULGACIÓN CIENTÍFICA EN MÉXICO
MÍCHEL LIZANA SALDAÑA
l siguiente escrito se fundamenta en la necesidad de reflexionar intensamente
sobre la divulgación científica histórica (en tanto conocimiento y como
disciplina), en particular, de la Geografía Histórica y su relación
epistemológica con la Historia Ambiental. Esto es, desde su complejidad teórica-
metodológica bajo ciertos modelos de comprensión intelectual (corrientes) generados
a lo largo del tiempo, los cuales dan como resultado la conformación múltiple de
varios paradigmas (anteriores y recientes) para la praxis disciplinar científica (desde
cualquier ámbito), así como de cuestionamientos inevitables en torno a la emisión de
novedosos discursos históricos, pero divergentes en significados colectivos sociales.
Los cuales, conllevan a generar explicaciones de la propia realidad, mediante
interpretaciones hechas por comportamientos característicos en cada sociedad, acorde
a sus circunstancias temporales-espaciales, dentro del proceso evolutivo
experimentado por la humanidad (sin excepción).
Pues bien, la Geografía1 analiza la Tierra y su relación (entre sí) con las
sociedades que la habitan; además de los territorios y paisajes que integran el espacio
terrestre, mediante su representación gráfica. Dicha ciencia se divide en dos áreas
fundamentales: por un lado, la Geografía Física (estudio del medio físico y sus
elementos); y por el otro, la Geografía Humana (estudio de las sociedades y su
territorio). A la vez, dentro de esta última se ubican otras áreas adyacentes a la
misma: entre ellas destacan la Geografía Económica, la Geografía Política y,
especialmente, la Geografía Histórica:2 una ciencia encargada de analizar la
geografía física y humana de los sucesos en el pasado. Es decir, en cómo una región
delimitada ha cambiado con el tiempo, a partir de patrones geográficos organizadores
del paisaje cultural (habitantes/ambiente); siendo su objeto de estudio una variedad de
fuentes históricas que incluyen mapas antiguos, datos estadísticos, libros notariales,
publicaciones periódicas, libros de viajeros, novelas, etc.
Un detalle a considerar es que los antecedentes de la Geografía Histórica
provienen desde la Geografía tradicional o clásica (siglos XVIII, XIX y primera
mitad del siglo XX). Sin embargo, su punto de origen data en la segunda mitad del
siglo XX, debido al vínculo paradigmático que mantuvo con la ciencia histórica, hasta
culminar en su transformación gradual (teórica-historiográfica) a mediados de este
siglo, en la denominada historia ambiental.3 Ambas comparten características
similares, acerca de la visión futurista realizada por algunos de los intelectuales
inmersos en el tema, para prevenir una crisis medioambiental inminente y en la
1 Geografía [en línea]. Internacional: Wikipedia, 2015. 2 Geografía Histórica [en línea]. Internacional: Wikipedia, 2015.
3 Grove, Richard H. «Historia medioambiental». Formas de hacer Historia, 2da. Ed. Madrid: Alianza, 2003.
E
14
divulgación del deterioro progresivo que representaría con el paso del tiempo, donde
los Estados-nación (hegemónicos) y su expansión colonialista serían factor clave para
contenerlo. También, algunos de sus precursores establecieron un ímpetu sobre los
cambios repentinos ante las circunstancias de la crisis medioambiental a nivel
histórico (en los estudios historiográficos), junto con la apreciación analítica de la
evidencia sucesiva, mostrada en su interacción con el espacio social.
De cierta manera, fueron catalogados como profetas del medio ambiente y, en
ocasiones, profetas del desastre. Todo esto, bajo la influencia estadunidense desde sus
inicios, tras volverse portavoces frente a la crisis regional y global. Otra similitud
entre geografía histórica e historia ambiental radica en sus antecedentes netamente
imperialistas, al igual que periférico-subalternos, obteniendo el rechazo y pugnas
entre sus propios intelectuales. Con ello se dio el nacimiento de la historia
medioambientalista (posteriormente, ambiental); producto de la geografía clásica, en
obras fundamentales como Trace and the Rodhian Shore: Nature and Culture in
Western Thought, from Ancient Times to the End of the Eighteenth Century (1967, de
Clarence Glacken) y el surgimiento de historiadores especialistas como Russell
Meiggs, Donald Hughes y Oliver Rackman, entre otros.
No obstante, el medioambientalismo como ideología, aparece en 1840, cuando el
medio ambiente sufre importantes cambios en la periferia colonialista
(decimonónica). De este modo, sus pensadores adeptos inmediatamente se
convirtieron en historiadores medioambientalistas, al utilizar pruebas tangibles del
cambio ecológico para demostrar así la enorme explotación de los recursos naturales,
del impacto antrópico directo sobre el clima y del temor potencial ante una
desecación global (aridez) provocada por la actividad humana constante, a la par de
su expansión imperialista mundial. Ejemplo de ello son Physical Description of New
South Wales (de Strzelecky), Forests and Gardens of South India (de Cleghorn),
Foresty in the British Empire (de Ribentrop), Hidrology of South Africa (de Brown) y
Man and Nature: The Earth as Transformed by Human Action (de Marsh).
En este sentido, la preocupación por el clima trajo consigo un revés y,
paralelamente, cierta fortaleza para establecer un vínculo trascendental entre la
historia humana y el cambio ambiental a partir de 1860 (desde aquel instante y hasta
la Segunda Guerra Mundial); ya que el reconocimiento integral de los geógrafos
15
históricos se dio en su incursión a la historia mundial novedosa. Gracias a la
documentación histórica, el conocimiento ecológico y los análisis geográficos fue
posible la creación de una historia holística viable, en base a las comunicaciones junto
con sus preocupaciones, circunstancias y problemas a resolver posteriormente, a raíz
de la expansión capitalista; donde el protagonismo de geógrafos franceses y británicos
(incluyendo a los estadunidenses) demostró esa visión amplia para mantenerse
disipados por el mundo (por ejemplo, en los trópicos), siempre estrecha y/o
lejanamente al servicio de aquel imperialismo decimonónico.
Luego, a comienzos del siglo XX hubo un renovado interés en el medio ambiente
por geógrafos; pero, en esta ocasión, con el desarrollo de las teorías milenaristas sobre
la desecación universal. Por un lado, se conformaron aportes teóricos actualizados de
la mano con sus nuevos exponentes, afines al colonialismo. Siendo los más
representativos Ellsworth Huntington (EEUU) en The Pulse of Asia (1907), acerca del
determinismo desecacional y medioambiental; y Kropotkin (Rusia) en Geographical
Journal (1904), artículo sobre la preocupación ambiental en las zonas tropicales y en
la interpretación climatológica de la historia. Mientras que, por el otro, se dedicaron a
reflexionar las relaciones globales directas entre el cambio ambiental, poder político y
cambio social: Harold Mackinder en Britain and the British Seas (1902) y H. B.
George en The Relations of Geography and History (1901). En seguida, la Gran
Guerra dio pie a la destrucción humana de gran magnitud, convirtiéndose en factor
sumamente importante para promover y deducir un posible desastre medioambiental a
escala mundial. Por lo que la proliferación de publicaciones y de comisiones
coloniales sobre las relaciones directas entre sequía y actividad humana se
desarrollarían desde 1920.
Dicha influencia angloparlante de la geografía tradicional tuvo eco en Francia,
plasmándose en textos clásicos como Geographie Humaine (1920, de Jean Brunhes),
La Terre et l’Évolution Humaine (1922) y Une Introduction Geographique d’Historie
(1924, ambas de Lucien Febvre), al igual que Principes de Geographie Humaine
(1926, por Paul Vidal de la Blache) y sin olvidar La Méditerranée (El
Mediterráneo…; 1949, de Fernand Braudel). Mientras, desde otras partes del mundo
hubo nuevos bríos al colonialismo británico; principalmente desde Australia con The
Dawn of European Civilization, More Light on the Most Ancient East (1933) y Man
Makes Himself (Los Orígenes de la Civilización, 1936; todas, por Vere Gordon
Childe). Ahora bien, entre estas posturas francesas y australianas permitieron retornar
el debate geográfico hacia su punto de partida: en Reino Unido con Historical
Geography of England Before 1800 (1936), A Scientific Survey of the Cambridge
Region (1938) y The Medieval Fenland (1940); por Henry Clifford Darby.
Así mismo, a mediados de 1930 aquella convergencia entre las historias
descriptiva y medioambiental analítica hizo que geógrafos, antropólogos y ecologistas
colaboraran nuevamente, en base a los planteamientos referentes al contexto
imperialista mundial y la evaluación de los recursos naturales en las colonias como
factores esenciales para la consolidación de perspectivas, junto con metodologías en
investigaciones sobre conocimientos en ecología y geografía. Ya para la Gran Guerra
Mundial (Segunda Guerra Mundial), se elaboraron síntesis enfocadas a la historia
16
medioambiental e interacciones antrópicas; ejemplo de ello es The Geography behind
History (1938, de Gordon East), escrita en torno al contexto bélico de guerra (el
Holocausto y las bombas atómicas en Japón), volviéndose así el reflejo de una
angustia latente por la capacidad del ser humano para generar la destrucción natural y,
lógicamente, de su autodestrucción.
Más adelante, las bases para un tratamiento amplio del medio ambiente y de la
historia fueron definidas sistemáticamente a través de la escuela estadunidense, con
Man’s Role in Changing the Face of the World (1956, una compilación de William
Thomas). De esta manera, tanto geógrafos como historiadores estarían contendiendo
por atribuirse el crédito de la historia ambiental en la segunda mitad del siglo XX; y
con ello, dando su apertura crucial a la Posguerra/Poscolonialismo (que impera en la
actualidad): por un lado, Clarence Glacken con Trace on the Rhodian Shore (1967),
hablando sobre el movimiento universal de la concientización ambiental en 1968,
como reacción social ante la Guerra de Vietnam; mientras que Carl O. Sauer con The
Early Spanish Main (1966), donde recibió el reconocimiento historiográfico especial
tras haber realizado una historia escrita, en manos de un geógrafo.
Como se puede observar, la divulgación científica sobre Geografía Histórica en
México ha sido de nulo interés intelectual colectivo; puesto que aún prevalecen esas
mismas condiciones socioculturales y económico-políticas adversas para su desarrollo
teórico, metodológico e historiográfico. Sin lugar a duda, con la crisis de la
modernidad-modernismo (1950-1960) y el auge de la posmodernidad-posmodernismo
(a finales del siglo XX), el debate interdisciplinario entre ciencias sociales-
humanidades ha condicionado esa contribución integral afín al enfoque de las ciencias
exactas-naturales; y viceversa. Por lo tanto, la Historia requiere una pronta evolución
a la par de la humanidad misma, conforme las exigencias socioculturales y
socioeconómicas de las sociedades informáticas actuales lo hacen manifestándose
cotidianamente. Lo cual, esto implica renovar los debates y la praxis didáctica sobre
contenidos histórico-geográficos, tanto para estudiantes como profesionales de este
siglo XXI.
Bibliografía:
Burke, Peter, (2003), “Historia medioambiental” en Formas de hacer historia. Madrid: Alianza.
Vázquez Mantecón, Álvaro (2002), “La divulgación de la historia como problema historiográfico” en
Reflexiones en torno a la historiografía contemporánea. México: UAM, 2002.
Internet:
Revista Aleph Zero. El Problema de la divulgación científica en México: ¿Crear para divulgar? o ¿Divulgar
para crear? [En línea]. México, 2007. Disponible en: <http://revista-alephzero.blogspot.com/2007/02/el-
problema-de-la-divulgacin-cientfica.html>
Revista Aleph Zero. El Problema de la divulgación científica en México: Los caminos de la divulgación [en
línea]. México, 2007. Disponible en: <http://revista-alephzero.blogspot.com/2007/02/el-problema-de-la-
divulgacin-cientfica_15.html>
Wikipedia. Geografía [en línea]. Internacional, 2015. Disponible en:
<https://es.wikipedia.org/wiki/Geograf%25C3%25ADa?oldid=86668797>
Wikipedia. Geografía histórica [en línea]. Internacional, 2015. Disponible en:
<https://es.wikipedia.org/wiki/Geograf%25C3%25ADa_hist%25C3%25B3rica?oldid=82795831
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18
ESTRIDENTE ATROZ POETA
En memoria de Ektor Zetta Ek Balam (1955 - 2016)
ERLANTZ CASTFORTH
“MÁS ALLÁ D LA COOL_TURA MÁS ALLÁ DEL KG... ARTE D LO XQUISITO/ MÁS ALLÁ D LA
REALIDAD/ NACIENDOLE DESDE ABAJO/ TUPIENDOLE POR ARRIBA... DE ZERO A ZERO UNA
POESÍA ATROZ/ TREMULA/STRIDENTE... SIN ANESTECIA”
éctor Zendejas Pineda, mejor conocido como Ektor Zetta Ek Balam (Jaguar
negro en lengua maya), hermano del poeta infrarrealista Mario Santiago
Papasquiaro, nació en la ciudad de México en 1955 en el barrio de Santa María la
Rivera. Estudió ciencias políticas, periodismo y cinematografía y participó en ese
movimiento amplio de la lucha social del México de los 70´s y 80´s, retomando su
vocación literaria como poeta, narrador y ensayista en la década de los 90´s.
Ektor pudo viajar a Europa y residió en París, Francia, realizando continuos viajes
a Barcelona, España. Participó en un gran número de recitales de poesía infrarrealista
y sus escritos transitan en los callejones de la cultura alternativa, independiente y
marginal, así como en el mundo cibernético. Entre sus publicaciones destacan: “La
Xtabay Del Camino Rojo y Otros Cuentos Del Mayab”, “Zero Para Tus Ojos”,
“París De Noche”, “Korazón De Nadie”, “No Solo Escribo De Amor”, “New York
City Lights”, “Yohuac”, “Triste Muñeca Rota” y “Viva México Kabrones”.
Debido a algunas complicaciones de salud, Ektor Zetta murió el 18 de febrero de
2016 en la ciudad de Puebla, lugar donde residía. Hoy Revés Histórico recuerda al
escritor alternativo e irreverente, al inconforme con la realidad establecida y fiel
creyente en la utopía de la transformación de la humanidad y su planeta.
¡Descanse en paz el estridente atroz poeta Ektor Zetta Ek Balam!
H
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LOS POEMAS SIGUEN LADRANDO
Los poemas siguen ladrando
aullando/ gruñendo...
Nos miran con sus ojos mezcaleros
Los poemas nos disparan
con sus flechas punta piedra
Nos disparan 9 mm
en los sesos desflorados
Nos miran desde los charcos
llenos de reflejos
de rascacielos envejecidos ...
Nos cantan una lluvia
de eucaliptos desgajados
Un croar de ranas y de sapos
nos dice que la ciudad de los hombres
aún es un pueblo grande
Los poemas siguen ladrando
aullando/ gruñendo....
En la calle los narcos soldados
se agarran a balazos
La TV curvilínea la belleza
la cerveza desparrama la espuma
La noche es un coctel de tragos y pastillas
Cinco letras neón nos atrapan en sus cuartos
Amanece peach durazno
los borrachos continúan su debacle
duermen hasta después de medio día
La vida es una playa después de aparearse
huracanada
Los poetas siguen buscando pepitas doradas
en los cauces de arroyos secos
continúan cabalgando solitarios
en un desierto sin nombre y sin madre
bajo la tormenta aúllan por un paraguas
bajo la lengua han parido las navajas
Los muñones se regeneran
brotan dedos transformados
en cañones de revólver
trazan signos en los muros de dios
tocan a la puerta y nadie les abre
¡La puerta esta abierta!
La poesía esta de Okupa
ha asaltado el cielo
La poesía esta de perros
persiguiendo alegremente
a las mil y una vírgenes
20
ME HUBIERA ENCANTADO SER BUKOWSKI…
Me hubiera encantado ser Bukowski…
K tú fueras mi quimera sobre 1 cama lapida
tatuada de mitologías
K te hubieras robado mis poemas
en lugar de haberme expropiado la cordura
Me hubiera fascinado ser algo más para ti
K la mitad caballo del centauro
K fuera tu Dragón de Fuego
&
no tu lagarto enamorado
Me hubiera encantado ser Bukowski…
Teclearte el alma mientras tú
te bebes la luna derretida
Me hubiera encantado ser Bukowski…
beberme el whisky entre tus muslos
brindar con la copa de tus tetas
Maldecir la noche
Gritarte ¡Puta!… Putita mía
Lamerte toda…
k yo hubiera dejado la piel en cada 1 de tus uñas
Verter la sangre en medio de la oscuridad de la cerveza
Insaciable vampira de poetas
Me hubiera encantado ser Bukowski…
paladear tu vaginita a cucharadas
¡Maldita sea!
21
EL TIEMPO Y LOS RELOJES
Una tarde con Walter Benjamin en Londres
ALFREDO DUARTE CORTE
“Cada segundo encuentra a la conciencia dispuesta a parar su golpe”
Walter Benjamin
a cita estaba programada para las doce del día pero los dos llegamos más
tarde de lo acordado, Walter Benjamin llegó 11:43 y yo lo hice 11:25,
supongo que la impuntualidad fue parte de la emoción. El objetivo era
aprovechar mi estancia en Londres después del Encuentro Global de Otros Haceres y
aprovechar también la estancia de Benjamin en el Reino Unido a los setenta y tres
años de su muerte. El lugar de encuentro fue la tumba de Marx en el Highgate
cementery. Nos saludamos, me presenté y le hablé inmediatamente de mi interés por
su teoría y la importancia de sus escritos en este tiempo oscuro. Él me dijo que no
quería hablar mucho de eso, que mejor diéramos un paseo y que de ahí iría saliendo la
plática. Después de dejar flores sobre la tumba de Marx caminamos colina abajo a la
estación del subterráneo de Archway con rumbo a Piccadilly Circus.
Abordamos el tren del subterráneo, le pedí que me platicara cómo estaba Asja, me
contestó que estaba bien, que seguía siendo una inalterable comunista heterodoxa y
rebelde, que aún estaba trabajando en su proyecto de teatro libertario, le dije que
algún día me gustaría conocerla y él contestó que seguramente así sería. Al
transbordar en la estación Leicester Squere los dos sentimos que algo nos
incomodaba, los pasillos del subterráneo parecían demasiado impersonales, la gente
caminaba con ritmo preciso y en dirección única, había cámaras de vigilancia en todas
las esquinas y un silencio casi absoluto. Nos sorprendimos de la exactitud con que
todo ocurría, justo cuando todos llegaban al andén, después de transbordar de estación
a estación, el tren paraba y se abrían las puertas, no había margen para errores de
tiempo, todo parecía estar calculado de forma obsesiva, eran pocas las personas que
hablaban en los pasillos, toda la gente parecía tener prisa por llegar a su destino
(seguramente el trabajo). Benjamin no lo soportó y comenzó a bailar y a cantar
mientras caminábamos, la gente lo miraba como a un loco pero la ruptura de la
cotidianeidad que generaba con su baile provocaba sonrisas en algunos de los
transeúntes.
El ambiente de automaticidad del metro de Londres me hizo pensar en una idea
que me había dado vueltas en la cabeza durante los últimos meses, el
condicionamiento temporal y espacial en que nos encontrábamos atrapados bajo la
lógica de los pasillos del subterráneo, me recordaron el constreñimiento estructural
que Anthony Giddens utilizó para elaborar su teoría a la que yo llamo “el laberinto sin
salida”, somos lo que comemos pensé al tratar de adentrarme en la mente de Giddens.
L
22
Justo cuando llegamos al siguiente anden el tren iba llegando, toda la gente subió
pero nosotros, un músico pakistaní y dos ancianos ingleses decidimos esperar el
siguiente tren (no había prisa). Benjamin me preguntó por México, por el zapatismo y
los demás movimientos sociales, yo le di un panorama general de lo que había
pasado, le hablé de la militarización en el país y de cómo el discurso del miedo había
ido tomando fuerza desde hacía siete años, pero le hablé también de la gran esperanza
que las luchas de la gente común contra la realidad habían ido generando día a día.
Después de subir al tren en el segundo turno y avanzar varias estaciones llegamos
a Piccadilly, miramos los grandes anuncios electrónicos de Coca cola y Toyota -
¡tomemos unas fotos de los anuncios para mi colección!- Me dijo. Nos detuvimos por
un momento a las fotografías y después seguimos calle abajo hasta la plaza de
Trafalgar, ahí paramos nuevamente junto a las estatuas. Benjamin se enfadaba con las
estatuas, me dijo que representaban la imagen precisa de la historia escrita desde el
poder, que éstas simbolizan el olvido de la riqueza del pasado, pero que con todo y
eso podíamos hacerlas polvo y que al hacerlo podríamos reconocer en cada una de las
partículas de éstas las miles o millones de historias de lucha del pasado y volverlas
presente, que los fragmentos de las estatuas pulverizadas anunciarían el tiempo del
recuerdo, el tiempo de la redención.
Seguimos caminado, en el transcurso de unas cuantas calles Benjamin debió haber
tomado más de cien fotografías: los letreros comerciales, los autos, los semáforos, los
policías, las cámaras de vigilancia; todo parecía obsesionarle y siempre, después de
cada foto mencionaba que necesitaba ampliar su colección.
Desde que salimos del subterráneo, Benjamin mencionó que una especie de mirada
omnipresente seguía nuestros movimientos y los de las demás personas, yo pregunté
que quién nos miraba pero el no contestó, calles más adelante enunció que era el Big
Ben, que ése gran reloj se manifestaba como la exacta representación del tiempo
lineal, homogéneo y único; que vigilaba el caminar de las personas estando siempre
ahí para que nos quedara bien claro en todo momento que el tiempo nos ha dejado de
pertenecer.
Benjamin me pidió que camináramos hasta el majestuoso reloj. Al llegar ahí me
platicó una de las historias que él sabía sobre el coloso, mencionó que cada noche,
antes de dormir, la Reina Isabel Segunda observa desde el Palacio de Buckingham el
Big Ben para estar segura de que todo está en orden, que lo hace para cerciorarse que
el tiempo que determina la exactitud del trabajo y de la historia, sigue siendo el
tiempo que marcan las manecillas del enorme reloj, sólo después de cerciorarse de
eso, la reina duerme.
¿Cómo cambiar el ritmo? -Pregunté a Benjamin.
-Hacer saltar el continuo de la historia, traer el pasado a nuestro presente,
sobreponer nuestros propios calendarios, nuestro tiempo del recuerdo…
…¡Habrá que disparar a los relojes!
-¡Habrá que disparar a los relojes!- Respondí.
23
24
EL ANTES Y EL DESPUÉS DE LA TRAGEDIA
CARLOS MORALES GALICIA
a transcurrido un año con siete meses desde la desaparición forzada de los
estudiantes normalistas de Ayotzinapa. Antes del 26 de septiembre de
2014, esta palabra, que en idioma náhuatl significa “tortuga preñada cuatro
veces”, poco decía a todos nosotros. Las horas, los días y los meses sucedieron y
quizás todavía no damos cuenta de la magnitud de la barbarie. Ayotzinapa marca un
antes y un después en la Historia reciente de México.
La tragedia de los normalistas se ha convertido en una constante en las
manifestaciones ciudadanas, encabezados periodísticos, foros de Derechos Humanos,
etc. Por supuesto que esto no ha escapado de la mercadotecnia editorial. Para nadie es
extraño mirar en las mesas de novedades al menos un libro que verse en torno a ello.
Si tomamos en cuenta el tiempo, 19 meses, y miramos la gran cantidad de textos que
versan sobre la tragedia, bien valdría la pena preguntarse ¿qué leer sobre Ayotzinapa?
La travesía de las Tortugas reúne una serie de crónicas escritas por el colectivo
Marchando con letras, quienes se dieron a la tarea de hacer una investigación sobre
cómo era la vida de los estudiantes desaparecidos antes de la noche del 26 de
septiembre. Lo primero que llamó mi atención fue lo poco en común que los jóvenes
normalistas tenían entre sí. Salvo la pobreza extrema y los largos trayectos que debían
emprender para llegar a la Normal “Raúl Isidro Burgos”, la mayoría de los estudiantes
no tenían aspiraciones docentes. Muchos de ellos optaron por ingresar a esta escuela
para no emigrar a los Estados Unidos o unirse a las filas del crimen organizado. Lo
segundo fue leer una perspectiva más periférica en torno a los familiares de los
normalistas: desde quienes dejaron lo poco que tenían para unirse a las caravanas
nacionales e internacionales hasta los padres que decidieron quedarse en su hogar
para cuidar al resto de la familia y sus escasas pertenencias.
Los textos varían en cuanto a estilo y forma, pero en todos prevalece la escritura
documental. En “Ellos quieren votar”, Carlos Acuña narra cómo un grupo de
estudiantes normalistas, acompañados de padres de los jóvenes desaparecidos,
impiden que se lleven a cabo las elecciones en Tixtla. Por una parte, están los
ciudadanos que exigen respeto al sufragio, pues insisten que el crimen de Iguala
sucedió tan lejos de esa tierra, que no es posible que esto sea utilizado como pretexto
para impedirle a la gente que emita su voto. Error, tras una rigurosa investigación,
Acuña cuenta cómo este lugar ha sido de suma importancia para la Historia de
México:
Don Bernabé no lo sabe, pero hace poco más de dos siglos, apenas
iniciado el movimiento de Independencia, en este punto exacto, se
libró una batalla ejemplar. Según relató Ignacio Manuel Altamirano,
nacido en Tixtla, Morelos combatió mano a mano con Vicente
H
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Guerrero contra un ejército realista que los triplicaba en número y
parque. Morelos y los insurgentes lograron tomar El Fortín en menos
de una hora, a puro golpe de sable, sin disparar un solo tiro. En aquel
entonces, Morelos, Guerrero, Nicolás Bravo y todos sus
acompañantes eran tildados de revoltosos, herejes, tunantes y
pendencieros por los curas y caciques de la región. También ellos
tuvieron que enfrentarse a pobladores que los odiaban sin conocerlos. Esa misma tarde, los colonos inconformes con el boicot,
convocarán a una marcha para llamar a la paz. Porque Tixtla, dirán, es
sobre todo un territorio de paz. Nadie se acordará de Morelos y
Guerrero, tomando El Fortín, junto a los Bravo. Pocos recordarán al
general Vicente Jiménez, otro tixtleño célebre, quien combatió contra
los invasores gringos, se levantó en armas a favor del Plan de Ayutla
y en contra de Santa Anna hizo de Tixtla el centro de su revuelta.
Nadie recordará a Julián Blanco, quien tomó Tixtla, en 1914, esta vez
con el ejército zapatista. No, éste no es un terreno pacífico. Ha sido un punto clave en cada
uno de los conflictos armados que han definido a México (p.114).
De esta manera, cada vez que
vemos o leemos una noticia que
censura a quienes no respetan “la
libertad electoral”, bien valdría la pena
recordar un texto como el anterior. He
ahí la importancia de un libro como La
travesía de las Tortugas, que se vuelve
una lectura necesaria para quienes
desconocemos una buena parte nuestra
historia. Crónicas que nos obligan a
pensar y repensar el horror en el que
vivimos, pues no buscan formar parte
de ese mercado editorial que lucra con
Ayotzinapa. De esta manera, la
escritura documental se vuelve
imprescindible para solidarizarse ante
el dolor de los demás. Al dotar de una
voz a esos nombres que enunciamos
durante las marchas, quizás sea más
fácil condolernos.
Varios autores, Ayotzinapa. La travesía de las tortugas. La vida de los normalistas antes del 26
de septiembre de 2014. Prólogo de Héctor de Mauleón. México: Ediciones Proceso, 2015.
26
“LA LECTURA DEL ADIÓS”
Reseña de Diccionario de adioses de Gabriel Albiac
EMILIA QUIYAHUI VÉLEZ SILVA
uidado: Este no es un texto apto para puristas de los géneros literarios ni
para aquellos que salen corriendo al ver a las disciplinas sociales como
ramas de un mismo árbol que se entrecruzan, yuxtaponen, mezclan e incluso
a veces, no se diferencian.
La palabra “diccionario” proviene del latín dictionarium y según la Real Academia
de la Lengua Española se puede definir como: “catálogo de noticias o datos de un
mismo género, ordenado alfabéticamente”. Gabriel Albiac traslada la característica de
compendio a su obra; pues su libro no se podría considerar sólo como un ensayo,
memorias o diarios. Este dictionarium de adioses es un catálogo compuesto por nueve
apartados, ordenados alfabéticamente: Escribir, Exilio, Idénticos (los): nacionalismo,
socialismos, fascismos; Idolatrías, Judeofobia (de Dreyfus a Yenín), Nada: muerte,
guerra política; Revolución, Revolucionario y Terrorismo.
Los apartados transitan desde el siglo pasado como el fin de una época que,
iniciada con la Revolución Francesa, se consumió en 1989 con la caída del muro de
Berlín; hasta este siglo XXI. Cada uno de ellos está repleto del característico estilo
frío y distante de Albiac, quien no teme hacer referencias literarias, filosóficas,
históricas, políticas y sociales; así que será familiar encontrarnos dentro del texto a:
Marguerite Duras, Chandler, Keats, Platón, Pascal, Lacan, Hitler, Malraux, Blanchot,
San Agustín, F. de Quevedo, Fichte, San Juan de la Cruz, Heráclito, Sun- Tzu, Freud,
Éluard, Kant, Hobsbawn, Aristóteles, Schmitt, Hobbes, Condorcet, Chateaubriand,
Baudelaire, Mao Tsé-Tung, Lévi-Strauss, Rousseau, Robespierre, Spinoza, Hegel,
Flaubert, Stendhal, Bertolucci, Lenin, Engels, entre otros. Sin embargo, a pesar de la
maestría de Albiac por trenzar sus capítulos con nociones y conceptos de autores
clásicos, modernos y contemporáneos; no se le dibuja ningún tipo de halo retórico o
sabelotodo.
C
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Albiac, con su libro, no pretende exponer una postura ideológica o política sino
que nos ofrece un catálogo de temas, de adioses, los cuales se sirven de la experiencia
histórica-social para desarrollar y promover el análisis con miras a buscar la verdad, a
pesar de las contingencias personales. Los temas propuestos por Albiac son aquellos
adioses que permanecen en la memoria, una y otra vez puede regresarse a ellos para
desmenuzarlos y darle sentido a la realidad que fue, que es y que será.
Puede ser que aprendamos a pensar sólo cuando estamos ya de despedida. Sólo.
Cuando ya nada importa demasiado, y todo se reduce a silueta en el instantáneo
esplendor del crepúsculo, sobre cuyas planas tintas sólo es perceptible el perfil
cortante que la demasiada luz oculta.
Y ahora es tiempo de ir diciendo adiós.
Pensemos Diccionario de adioses precisamente como aquel libro que se consulta
frecuentemente por duda, curiosidad y/o necesidad de entender los signos con los que
se forma una época iniciada en la Revolución Francesa. Su lectura no es apta para
impacientes pues el texto es denso y contiene un enigma final en su última página:
“En Madrid, 536 años después de un 3 de mayo”.
Albiac, Gabriel, Diccionario de adioses. Barcelona: Seix Barral, 2005.
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EL ORDEN DE LA MEMORIA
Un libro de Jacques Le Goff
PRÁXEDIS PRAXIS
Para Jacques Le Goff, el concepto de
memoria es algo crucial, hablando de ésta
como acto participe en las ciencias humanas,
específicamente entre historia y antropología.
Le Goff ve la memoria como la capacidad
que conservar información determinada, la
cual remite a funciones psíquicas donde el
hombre está condenado a actualizar
impresiones o informaciones pasadas. Por
ende, el estudio de la memoria puede
denunciar problemas de la memoria histórica
y de la memoria social donde el proceso de la
memoria en el hombre hace intervenir no
sólo la preparación de recuerdos, sino
también la relectura de tales recuerdos y los
procesos de relectura pueden hacer intervenir
centros nerviosos complicadísimos y gran
parte de la corteza cerebral.
Le Goff ve las formas de la memoria en sus aspectos biológicos y psicológicos,
como resultados de sistemas dinámicos de organización que existen sólo en cuanto la
organización los conserve o los restituya. Así que el acto mnemotécnico (alcance de la
memoria mediante el ejercicio para facilitar el recuerdo) es el “comportamiento
narrativo” basándose en su función social. Es una comunicación de una información
que interviene en el lenguaje como producto social, “lenguaje y memoria”; lenguaje
hablado luego escrito con tal de alcanzar nuestra memoria saliendo de nuestro cuerpo
para llegar a otras memorias, ya en bibliotecas.
Siguiendo a André Leroi-Gourhan, Le Goff considera la memoria en un sentido
muy lato, distinguiendo ésta en tres tipos: memoria específica, memoria étnica y
memoria artificial, considerando que la memoria es base de toda inteligencia sobre
las que se registran las concatenaciones de los actos. La memoria específica se
encargará de definir comportamientos de las especies animales; la memoria étnica
asegurará la reproducción de comportamientos en sociedades humanas y la memoria
artificial o electrónica será la reproductora de actos mecánicos concatenados, sin
instrumentos de serias reflexiones.
Por otro lado, Le Goff ve que el estudio de la memoria social es uno de los modos
fundamentales para afrontar los problemas del tiempo y de la historia, en relación con
lo cual la memoria se encuentra ya hacia atrás y ya más adelante. Por ello, en el
estudio de la memoria histórica es necesario atribuir una importancia particular a las
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diferencias entre sociedades de memoria esencialmente oral y sociedades de memoria
esencialmente escrita, y a periodos de transición de la oralidad a la escritura, eso que
según Le Goff, Jack Goody llama “la domesticación del pensamiento salvaje”.
Hay grandes intereses en las sociedades con escritura en cuanto a la memoria
colectiva: identidad colectiva del grupo, sobre ciertos mitos de origen, el prestigio de
la familia dominante expresado en las genealogías y el saber técnico trasmitido a
través de fórmulas prácticas impregnadas de magia religiosa. La escritura pertenece a
la memoria colectiva representada en dos formas: conmemoración como la
celebración de un evento memorable y el documento escrito que toma el carácter de
monumento con el fin de comunicar a través del tiempo y del espacio; procurando al
hombre un sistema de marcación, memorización y de registro. De tal manera, la
evolución de la memoria ligada a la aparición y difusión de la escritura, depende de la
evolución social y del desarrollo urbano.
Por consiguiente, tras serias reflexiones, Jacques Le Goff considera la memoria
colectiva como uno de los elementos más importantes de las sociedades desarrolladas
y de las sociedades en vías de desarrollo, de las clases dominantes y de las clases
dominadas; todas en lucha por el poder o por la vida, por sobrevivir y por avanzar. La
memoria es un elemento esencial de lo que hoy se estila llamar la “identidad”,
individual o colectiva, cuya búsqueda es una de las actividades fundamentales de los
individuos y de las sociedades de hoy en la fiebre y en la angustia. La memoria, que
atañe a la historia y que a su vez la alimenta, apunta a salvar el pasado sólo para servir
al presente y al futuro. Por ello, se debe actuar de modo que la memoria colectiva
sirva a la liberación y no a la servidumbre de los hombres.
Jacques Le Goff (1924-2014) fue un historiador francés
especializado en los siglos XII y XIII. Como representante
destacado de la Nouvelle Histoire, de la tercera generación de
la Escuela de los Annales, Le Goff abordó en su obra los
temas fundamentales del medievo, en sus escritos combinó
historia, antropología y sociología con la historia de la
cultura y de los sistemas económicos. Siendo un joven
investigador, Le Goff vivió en Praga la toma de poder por
parte de los comunistas, en 1948. Se consideraba un hombre
de izquierdas, agnóstico y militaba por una Europa unida,
fuerte y tolerante. Hablaba inglés, italiano, polaco y alemán y
encarnaba la Europa del diálogo. A partir de los años 70 fue
uno de los padres del movimiento Nueva Historia, con una
reflexión sobre la profesión de historiador en ensayos como Hacer historia (1986) o Historia y
memoria (1988). Entre sus libros destacan: Los intelectuales en la edad media (1957), La
civilización del Occidente medieval (1962), El nacimiento del Purgatorio (1981), La bolsa y la
vida (1986), El hombre medieval (1989), Lo maravilloso y lo cotidiano en el Occidente medieval
(1986), Mercaderes y banqueros de la Edad Media (1969), El orden de la memoria: el tiempo
como imaginario (1991). Desde otra perspectiva, Pensar la historia: modernidad, presente,
progreso (2005), La Edad Media explicada a los jóvenes (2007) entre otros.
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WHEN THE WIND BLOWS (Cuando el viento sopla)
FELIPE YÁÑEZ
Si has visto y te ha agradó “el cementerio de las
luciérnagas” de Isao Takahata, puede que ésta
sea una integrante más de tu videoteca. De
inicio, considerada un hibrido en la técnica que
utiliza al mezclar dibujos animados y stop
motion, lo cual le da artísticamente un toque
sensacional ya que los protagonistas, una pareja
jubilada, están dibujados y la mayor parte de los
objetos en su hogar (en Sussex, región de
Inglaterra) son reales. Esto en cuestión de
técnica hace agradable la película ya en sí,
ahora añadámosle la música ambientada con
una banda sonora compuesta por dos grandes de
la música, Roger Waters y David Bowie. Ya se
podrán imaginar la calidad de esta fusión. Pero qué hay del guion y de la historia, bueno, se describe un ataque nuclear en el
Reino Unido orquestado por la Unión Soviética bajo los sentimientos y perspectivas
de la pareja de pensionados, los cuales han vivido el siglo bélico siempre recordando
las guerras pasadas. Se pensará que todo es un relato de guerra escrito por los
vencedores, pero más allá de ello, es una crítica a lo sucedido en Japón y a ese
constante temor a los comunistas. Esto hace que por un lado se pueda observar la
historia como un drama, y por el otro como un aporte histórico, con sentimientos
catárticos como todo libro de Historia. La historia se ve acompañada por imágenes reales de sucesos que se presentaron
en la guerra, así como de ideas vigentes y crítica constante. Por lo que debido a la
cualidad del guion, y a la fusión visual y musical, esta obra es ampliamente
recomendable para todos aquellos que gozan de tener un corazón de pollo.
Director: Jimmy Murakami
Producción: John Coates
Guion: Raymond Briggs
(basado en su novela gráfica) Música: Roger Waters y
David Bowie
Protagonistas: John Mills y
Peggy Ashcroft
País: Reino Unido Año: 1986.
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RUIDO SUBTERRÁNEO – RS1
TRANSGR3SOR
Una historia de lenta agonía
hemos tenido que arrastrar
con la mentira de esta puta realidad
economía de libertad
revienta pueblo revienta
revienta y no pares de luchar
nunca más
on más de dos décadas encima y una inmensa cantidad de experiencias
(musicales y extra-musicales), Ruido Subterráneo sigue contagiando a las
nuevas generaciones con su peculiar y melódico punk rock, convirtiéndose
en una de las bandas más aferradas y simbólicas de la ciudad de Puebla. A través de
un sonido enérgico y letras subversivas de gran originalidad, influencia del “punk
ibérico” y del “rock radical vasco”, los “Ruido” (como muchas personas los
identifican) han llevado su “rock combativo” a diversos espacios locales y nacionales
alternando con un gran número de bandas de distintos géneros y estilos.
Tras un largo proceso caracterizado por la espontaneidad en la composición, tanto
en las letras como en la música, Ruido ha sabido guiarse por la satisfacción de tocar
más allá de vacías pretensiones; revitalizando su sonido, nutriéndose de nuevas
experiencias y de otros géneros y ritmos musicales. Esto le ha permitido a la banda
adaptarse a los nuevos tiempos dándole sentido a su vigencia en torno a problemas
sociales, políticos, económicos y culturales presentes.
Después de varias grabaciones independientes (no tan en forma), Ruido nos
presenta “RS1”, su trabajo más reciente; un disco con 12 tracks que forma parte de
una trilogía que busca rescatar todas las canciones de la banda desde sus orígenes
hasta la actualidad. Te invitamos a escuchar esta producción musical de Ruido
Subterráneo, una significativa banda de punk que busca sentido presente a su pasado.
Grupo: Ruido Subterráneo Género: Punk Rock
Título: RS1
Temas:
1. Pinches culeros
2. Revienta pueblo revienta
3. El pase
4. Dulce pequeña 5. Muerto en vida
6. El teatro de las drogas
7. Super Cop
8. Sed de rat
9. Cuando estés aquí
10. Puta Virginia
11. Hasta la victoria siempre
12. Todos contra todos Grabación, mezcla y master: Alfredo Duarte
Producción: Black Box Records, Puebla, 2014.
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BIBLIOTECA SOCIAL RECONSTRUIR
ANARKÍMEDEZ
“Somos un pequeño, apenas minúsculo
espacio perdido en este monstruo que es la
ciudad México, dedicado a preservar y
difundir las ideas, la historia y el
pensamiento anarquista a través de las
palabras y las letras impresas en libros,
revistas, fanzines y periódicos libertarios”
undada en 1978 por el exiliado anarquista catalán Ricardo Mestre Ventura
(1906-1997), la Biblioteca Social Reconstruir es un espacio libertario que se
ha mantenido a pesar de las adversidades a través de los años, convirtiéndose
en un punto de encuentro (social, cultural, político e ideológico) entre anarquistas,
punks, estudiantes, investigadores y la sociedad en común. Actualmente, como centro
de estudios, la biblioteca cuenta con un gran acervo de libros, periódicos y revistas de
carácter filosófico, histórico, pedagógico, literario, antropológico, sociológico,
artístico, político y más documentación sobre el pensamiento anarquista no sólo de
México. Hoy los que integran el colectivo de trabajo de esta Biblioteca Social,
extienden la invitación abierta a todo el público que quiera visitar las instalaciones
para así poder compartir experiencias, conocimientos e ideales.
La Biblioteca Social Recontruir invita:
No hay nada más frío que una biblioteca sin gente; que un libro arrinconado al olvido.
Desde sus albores, el anarquismo ha dado una garrafal importancia a las ideas y a la
historia contenidas en trozos de papel y tipografías entintadas: libros, fascículos,
revistas y periódicos han sido atesorados por los y las anarquistas, por ser una forma
de potencializar la comunicación y la socialización de las ideas y las historias más allá
de las distancias geográficas y temporales. Una forma de entablar diálogo y
comunicación que rompe barreras con el fin de construir en colectivo un algo que nos
acerque hacia esa vida libre que reivindicamos y soñamos.
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El anarquismo encontró en los materiales impresos una forma de extenderse y
socializarse, de mirarse en las distancias y no perderse en la historia. Encontró una
forma de socializar las ideas, las luchas y caminar por hacerlas colectivas desde un
rincón del mundo hasta el otro; desde sus albores hasta la actualidad. Ahí puede uno
entender la importancia que representa para el anarquismo el compartir libros y otros
materiales impresos, más allá de la lógica de la ganancia y el poder. Y es también ahí
donde uno puede entender la importancia que el anarquismo, los y las anarquistas, le
han dado históricamente a los espacios libres: las bibliotecas sociales.
Para el anarquismo, el mantener las ideas y las historias vivas en comunicación y
socialización ha sido importante, al grado de que históricamente individuos y grupos
anarquistas han dirigido sus esfuerzos por abrir espacios en los cuales resguardar esos
materiales, intentando mantener vivas esas ideas y esas historias impresas entre tintas
y papeles que se hacen amarillentos con los años. Las bibliotecas sociales, para el
anarquismo, no tienen por objetivo ser sólo contenedores de materiales y libros viejos
y raros; sino se trata de intentar que esas ideas y esas historias no se pierdan en el
marasmo del olvido; ser un espacio abierto en donde quien se interese pueda acceder
a ellas para así intentar dotarlas de vida. Pero tampoco se trata sólo de ser un espacio
en dónde se presten libros o que sirva a que los eruditos se auto-inventen como tales.
Para mantener las ideas y las historias vivas es indispensable pasar del “devorar”
libros como lo hacen los eruditos, hacia el hacerles útiles y vivos, y eso sólo es
posible en la medida en que dichas ideas se socializan y colectivizan. O sea, que el
objetivo de las bibliotecas desde el anarquismo, sí es resguardar esas historias y esas
ideas impresas como lo es mantener espacios donde las unas y los otros puedan
conocerlas y leerles, pero se requiere ir más allá de lecturas individualizadas a la
usanza de los eruditos y las elites del pensamiento. Así, para una biblioteca anarquista
es vital soñarse como un espacio libre, ajeno a toda relación de dinero y poder, en
donde nos podamos encontrar, leer, saber y poder hacer.
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Que las historias e ideas impregnadas en papeles y tipografías se hagan vivas en
nuestras mentes, en nuestras manos, en nuestros pies, en nuestros pasos. Por ello, para
una biblioteca anarquista es vital ser un espacio libre para encontrarnos, mirarnos,
sentirnos, sonreírnos y de ser necesario disentirnos para poder construir en colectivo.
Aquí en la Biblioteca Social Reconstruir, buscamos ser constantemente ese espacio y
mantener vivas las ideas y las historias anarquistas. Nuestra apuesta es ésta, nuestro
pequeño aporte es éste, así que no lo dudes y te esperamos cuando gustes, cuando
tengas ganas, tiempo o alguna necesidad. Aquí podrás encontrar un buen acervo de
libros, fanzines, revistas, periódicos y folletos del pensamiento y de la historia del
anarquismo, además de literatura general.
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