Sufrimiento: realidad sin esencia

34
DOLOR Y SUFRIMIENTO: LA PREGUNTA POR UNA REALIDAD SIN ESENCIA IVÁN DANIEL GIRÓN PINTO UNIVERSIDAD PONTIFICIA BOLIVARIANA ESCUELA DE TEOLOGÍA, FILOSOFÍA Y HUMANIDADES FACULTAD DE FILOSOFÍA MEDELLÍN 2010

description

Estudio filosófico acerca del sufrimiento

Transcript of Sufrimiento: realidad sin esencia

Page 1: Sufrimiento: realidad sin esencia

DOLOR Y SUFRIMIENTO:

LA PREGUNTA POR UNA REALIDAD SIN ESENCIA

IVÁN DANIEL GIRÓN PINTO

UNIVERSIDAD PONTIFICIA BOLIVARIANA

ESCUELA DE TEOLOGÍA, FILOSOFÍA Y HUMANIDADES

FACULTAD DE FILOSOFÍA

MEDELLÍN

2010

Page 2: Sufrimiento: realidad sin esencia

2

DOLOR Y SUFRIMIENTO:

LA PREGUNTA POR UNA REALIDAD SIN ESENCIA

IVÁN DANIEL GIRÓN PINTO

Trabajo presentado en la cátedra

Metodología de investigación filosófica

Profesor

Conrado Giraldo Zuluaga

Doctor en Filosofía

UNIVERSIDAD PONTIFICIA BOLIVARIANA

ESCUELA DE TEOLOGÍA, FILOSOFÍA Y HUMANIDADES

FACULTAD DE FILOSOFÍA

MEDELLÍN

2010

Page 3: Sufrimiento: realidad sin esencia

3

RESUMEN

El sufrimiento es un problema que solo se presenta en el hombre. Está en su

interior afectando todo su ser, pero al tiempo es ajeno a él mismo, es una

realidad que le supera totalmente.

El sufrimiento toca en las raíces más profundas, en todos los componentes que

intervienen en la parte metafísica del ser humano: en el alma, en la esperanza,

en su amar y relacionarse con otros, y en su impulso natural a buscar una

realidad que trasciende su existencia; es decir, el hombre sufre porque sufre

todo el hombre en todo su ser integro.

El sufrimiento de alguna manera interioriza la persona, que comienza a

preguntarse por algo que en sí no tiene una esencia patente y resulta que en

esa dinámica termina preguntándose y conociéndose a sí mismo. El hombre

por medio del sufrimiento prueba la templanza de su razón de ser, en el fondo

es una evidencia clara de su existencia.

De golpe el hombre puede asumir el sufrimiento como un mal que le agobia y

menoscaba su vida, pero también está en sus manos hacer del padecer algo

positivo y constructivo, asumiendo la realidad y, en palabras de Frankl,

encontrando las respuestas correctas a las cuestiones que plantea el hecho de

existir.

El hombre, a través de la historia siempre se ha pregunta y lo ha hecho

sufriendo, en un intento agónico por entender el origen, el “por qué” y el “para

qué”, pero sus respuestas siempre han dependido de la dirección en la que ha

puesto su mirada, en que ha puesto sus esperanzas, e incluso en lo que cree.

Palabras clave: Dolor, sufrimiento, sentido de vida, realidad.

Page 4: Sufrimiento: realidad sin esencia

4

CONTENIDO

Pág.

INTRODUCCIÓN 5

1. REALIDAD Y SUFRIMIENTO 7

1.1 SOBRE LA REALIDAD 7

1.2 LA REALIDAD DEL SUFRIMIENTO 8

2. DOLOR Y SUFRIMIENTO 11

2.1 DOLOR CLINICO 11

2.2 SUFRIMIENTO METAFÍSICO 14

2.3 LA NECESlDAD DEL SENTIDO Y ESPERANZA DE VIDA 16

3. EL HISTORICO «JOB» DOLIENTE Y PENSANTE

ANTE LA CUESTION DEL SUFRIMIENTO 19

3.1 LA MIRADA DE LA FILOSOFIA CLASICA Y HELENISTICA 20

3.1.1 La mirada de la filosofía griega 20

3.1.2 La mirada del estoicismo 20

3.2 LA MIRADA DEL CRISTIANISMO 21

3.3 LA MIRADA DE RECIENTES POSTURAS FILOSOFICAS 22

3.3.1 La mirada de Leibniz: Racionalización del sufrimiento 22

3.3.2 La mirada de Teilhard de Chardin: La explicación del sufrimiento

en clave evolucionista 24

3.3.3 La mirada de Marx: El sufrimiento en clave histórica y social. 25

4. CONCLUSIONES 26

BIBLIOGRAFÍA 31

ANEXOS 33

Page 5: Sufrimiento: realidad sin esencia

5

INTRODUCCIÓN

“La pregunta es la clave para poder llegar a lo que no se sabe”1. El hombre se

cuestiona, indaga sobre todas las realidades, principalmente aquellas que no

puede controlar y de las que se siente sujeto. El estar sometido a algo hace

comparecer vulnerable, principalmente cuando esta realidad tiene un

dinamismo propio que invade y altera en el interior de su mismo ser. Es

entonces cuando el hombre pregunta y lo hace sufriendo.

Este ejercicio pretende, con un corto alcance básicamente conocer el origen

del sufrimiento. Hablar de esta temática es como hablar en astrofísica de los

agujeros negros en el espacio: son una realidad innegable, pero no se puede

estudiarlos directamente como tal, sino solamente a través de los efectos que

causa sobre otras realidades. Un agujero negro es un punto oscuro en una

galaxia que afecta principalmente a la luz, al tiempo y al espacio; se sabe que

existe porque la luz existe, y se deduce su presencia por sus efectos sobre la

luz; así el sufrimiento, que “es una realidad oscura, que nos resulta difícil de

pensar” 2 , se sabe que existe porque el hombre existe y son patentes e

innegables sus efectos: solo se puede examinar esta realidad, examinando

directamente al hombre, “la verdad del sufrimiento pertenece a la misma

verdad del hombre”3.

Sobre el tema hay muchos estudios variados, desde las diferentes ciencias,

pues el hombre es un ser integral, no se limita el sufrimiento a afectar el cuerpo,

afecta su interior, su alma. Este trabajo no pretende sobre ser otra cosa más

que un sencillo ejercicio de investigación documental acompañada por un

1 GIRALDO, Conrado. La incógnita insoportable. El sentido del hombre en Pedro Laín Entralgo. Medellín: UPB, 2007. p. 20. 2 FUSTER I CAMP, Ignasi. Sufrimiento humano: verdad y sentido. Barcelona: Balmes, 2005. p.16. 3 Ibid. p.33.

Page 6: Sufrimiento: realidad sin esencia

6

análisis hermenéutico que a su vez va de la mano con una investigación

práctica sobre el pensar de la gente común por medio de encuestas, para

simplemente acercarnos a introducirnos a una visión filosófica sobre la cuestión

del sufrimiento.

Page 7: Sufrimiento: realidad sin esencia

7

1. REALIDAD Y SUFRIMIENTO

1.1 SOBRE LA REALIDAD

Para poder comenzar a hablar del sufrimiento como realidad y para poder

comprender en parte su dinámica, hay que conocer primero qué es

propiamente la realidad. El Doctor Conrado Giraldo, ofrece una concreta y

acertada respuesta basándose principalmente a Pedro Laín Entralgo:

Considera Laín que lo más propio del hombre es estar en la realidad.

En ella el hombre espera y proyecta. De aquí que sea necesario

describir lo que entiende Laín por realidad. El contacto del hombre

con la realidad se la muestra ineludible, resistente, asombrosa,

inteligible y poseíble. Para él la realidad es:

Ineludible: Como asegura Zubiri, el hombre existe estando en la

realidad y abierto a ella, es decir, es un animal de realidades.

Resistente: Algo es real cuando ofrece resistencia a los sentidos o al

pensamiento, dice Laín.

Asombrosa: Lo real es para el hombre siempre capaz de novedad y

de sorpresa. Al asombrarse el hombre, la realidad se revela capaz

de darle más o algo distinto de lo que de ella se esperaba.

Inteligible: Aunque no totalmente, lo que se logra entender de ella da

crédito de la realidad, así se da cuenta o se da razón de ella.

Poseíble: Conocer es poseer, el hombre se apropia de la realidad

conociendo.4

El hombre, en palabras de Zubiri, es un animal de realidades. Nace en la

realidad, crece en la realidad, busca realizarse como persona en la realidad y

muere en la realidad. La realidad es todo aquello que rodea la vida humana y

4 GIRALDO, Conrado. Op. Cit. p. 199

Page 8: Sufrimiento: realidad sin esencia

8

en donde halla su sentido. El hombre se sitúa frente a ella y trata de abordarla

su gusto, tiene la capacidad de elegir libremente lo que le hará feliz, aunque no

sepa qué es exactamente lo que le portará la alegría deseada. El hombre

necesita ser y necesita ser-feliz, en tres realidades principales: en la realidad

del mundo –que comprende el relacionarse con otras personas-, en la realidad

de si mismo como hombre –que comprende su relacionarse consigo mismo-, y

en la realidad trascendental- que comprende un sentimiento profundo, su

necesidad de plenitud, un deseo por relacionarse con un Absoluto.

1.2 LA REALIDAD DEL SUFRIMIENTO

Hay una realidad oscura, ajena que le congela los huesos y le desgarra el

corazón, que le atrapa sin previo aviso y se aferra a su espina dorsal como un

fuerte parásito, que le quiere hacer desistir de todos sus sueños y esperanzas,

que le quiere hacer desaparecer de la faz de la tierra. Es la realidad del

sufrimiento que envuelve al hombre y altera críticamente todo su ser-integral en

el mundo: Su esfera corporal, su esfera psíquica y su espera espiritual,

afectando su libertad. “El sufrimiento es el modo específico con que el hombre

vive la frustración y el fracaso de sus propias empresas, o bien del mal de las

situaciones en que se encuentra metido sin poder salir de ellas”5 , “es un

verdadero mal que aflige al hombre en su ser más profundo”6

El hombre, como lo enseña la filosofía básica, ante las realidades que le

superan, se admira. Para esta realidad del sufrimiento igualmente se asombra,

pero con un matiz patético, con un sabor de repugnante amargura, con una

intención de escapar o cuando menos de negación. El hombre se admira, se

pregunta y lo hace nostálgico y sufriente, porque en él mismo se ha encarnado

el dolor. “El impulso a preguntarse por el sufrimiento brota de la mismidad del

5 GEVAERT, Joseph. El problema del hombre. Introducción a la Antropología Filosófica. Salamanca: Sígueme, 1983. p. 268 6 FUSTER I CAMP, Ignasi. Op. Cit. p.35

Page 9: Sufrimiento: realidad sin esencia

9

ser humano que lo experimenta”7. Continúa el Doctor en filosofía y sacerdote

Ignasi Fuster:

Se vive la existencia dolorosa como una espera de fundamento. La

pregunta por el sufrimiento se revela como esencia y eminentemente

metafísica. Es la misma naturaleza existencial del sufrimiento la que

pide respuesta última. El fenómeno patético del dolor en el ser

humano, nos plantea acerca de su verdad metafísica, de cara a

comprender la experiencia humana del sufrimiento en sus raíces…

Abordamos lo real y concreto de la persona humana que sufre. Esto

y solo esto es el sufrimiento humano. Sólo existe el sufrimiento

concreto: mi sufrimiento, tu sufrimiento. Tal realidad concreta del

sufrimiento corresponde con la realidad concreta del ser humano. En

la medida que se comprenda que cada persona es sujeto del

sufrimiento, el sufrimiento –su mal-, se hace inteligible, en cuanto

vivido, experimentado, padecido en el ser de mi persona. En cuanto

humano, el sufrimiento puede ser inteligible.8

“A diferencia de otras realidades, en las cuales puede distinguirse esencia y

existencia… el dolor se constituye como tal en cuanto que se instala en el

hombre. Si se quiere, es un accidente sin esencia, integrado puramente por su

in esse. Por ello mismo, se trata de un in esse “elaborado” por el hombre”9. El

hombre comienza pues a cuestionarse en todo su ser integral, es decir, no solo

haciéndolo en sus esferas previamente mencionadas –corporal, psíquica y

espiritual-, sino también sobre su relacionarse con las realidades que le dan

sentido, y que le son necesarias: su relacionarse consigo mismo, su

relacionarse con otras personas, y su necesidad de lo trascendente. Se hace

múltiples y variadas preguntas, pero detrás de estas, se pregunta por su ser

más fundamental. Escribe Fuster:

7 Ibid, p. 19 8 Ibid, p. 27-28. 9 POLO. Leonardo. La persona humana y su crecimiento. 2nd ed. Madrid: Rialp, 1996. <Disponible en: http://www.iterhominis.com/03_Polo/01_Livros/PHC/PHC_10.htm> [Consulta: 25 Abril 2010]

Page 10: Sufrimiento: realidad sin esencia

10

Con el sufrimiento, el hombre, y con él su sufrimiento, se presenta

ante sí mismo y se pregunta por sí mismo, por el sentido de su

propia existencia. Con el sufrimiento el hombre se sobrecoge ante sí

mismo, hace memoria de sí mismo, y se transforma en interrogante

para sí mismo. La inteligencia de lo parcial exige una visión última de

totalidad –es la integridad del hombre que está en juego-, que está

en consonancia con la unidad de la experiencia del sufrimiento del

ser humano.10

La vida el hombre es pues la única vía de acceso para comenzar a conocer el

sufrimiento. Cada persona hará preguntas distintas y querrá distintas

respuestas, pero en el fondo, se indaga por el mismo problema fundamental,

sobre si mismo, pero ante todo, de si mismo como un ser-libre en la realidad;

“el sufrimiento es contra la libertad, repugna a la libertad, no pertenece a la

esencia de la libertad… Soy yo, en mi libertad, que sufro”11.

10 FUSTER I CAMP, Ignasi. Op. Cit. p. 27 11 Ibid, p. 395

Page 11: Sufrimiento: realidad sin esencia

11

2. DOLOR Y SUFRIMIENTO

“El sufrimiento es exactamente –ni más ni menos- un mal”12. No se puede

perder ni olvidar esta primera premisa. El sufrimiento como realidad afecta todo

el ser-integro del hombre. Se puede intentar distinguir borrosamente dos

formas de sufrimiento, escribe Gevaert:

El sufrimiento puede ser de naturaleza fisiológica y en tal caso se

habla generalmente de dolor (que tiene también un significado

psicológico). La mayor parte de las veces el sufrimiento es

psicológico o moral, o sea, conscientemente presente de alguna

manera y debido al hecho de que el hombre se da cuenta de algo

que le falta o de que va mal.13

Sin olvidar que casi todo dolor físico es abordado por el sufrimiento moral y que

esto hace difícil su separación –pues no se puede entender el uno sin el otro-,

a continuación se tratará de hacer una aproximación al sufrimiento en las dos

formas ya mencionadas.

2.1 EL DOLOR CLINICO

El dolor físico como tal es falta o un fallo en la salud, escribe el doctor Piulachs:

...hace referencia al cuerpo y pertenece al mundo de las

sensaciones. Se origina como algo externo a la conciencia del yo, y

cuando ésta lo acusa, lo hace confiriéndole una localización

determinada, más o menos extensa, en el área somática... El dolor

físico es sentido por el sujeto como una aposición; cae sobre el ‘yo’, 12 Ibid, p.36 13 GEVAERT, Joseph. Op. Cit. p. 268-269

Page 12: Sufrimiento: realidad sin esencia

12

en dirección centrípeta, y su presencia destaca la polaridad

psicofísica del que lo sufre… el dolor físico tiene cierto carácter de

instante, está recortado en el tiempo, vive en presente, como una

realidad que pertenece al mundo de los objetos… es el dolor que

gime; el del que desea la curación y para obtenerla se apresta a la

lucha y pide ayuda.14

La medicina es una ciencia que se dedica a suprimir cualquier tipo de dolor. Un

dolor pequeño, o medianamente pequeño es fácilmente tratado y solucionado.

Ante las enfermedades que tienen una mayor gravedad o permanencia, busca

soluciones efectivas que eliminen la dolencia, y en caso de que no sea curable,

busca que por medio de tratamientos –como los terapéuticos, los medicinales,

etc…- hacer que la dolencia disminuya en un mayor grado posible, y sea

tolerante para el paciente. Sin embargo el hombre es un ser-integral, el dolor

no perjudica solamente en el cuerpo sino que su interior también se afecta.

Sobre esta integridad escribe la psicóloga Maria Helena Orozco:

Somos una unidad de partes inseparables (el todo no es igual a la

suma de sus partes), no es posible entender los misterios del ser

humano si lo que analizamos a través de sus partes, ya que, todo

actúa y está presente simultáneamente y, el aislar una parte de él

para observarla, es decir, mirar la parte material y la parte espiritual

independientemente, es como separar un brazo del cuerpo para

entender por qué se mueve o siente.15

Un médico examina lo físico, trata de aliviar el dolor, pero no puede dar una

explicación sobre el sufrimiento moral que experimenta la persona en su

interior. Dirá el filósofo Leonardo Polo: “debe evitarse la caída de nivel de la

investigación cientifista, biológica. Un biólogo podrá decirnos cómo se produce

14 PIULACHS, Pere. El sentido del dolor, citado por FUSTER, Ignasi. Op. Cit. p. 38-39 15 OROZCO. Maria Helena. Sentido de la vida y de la muerte en Teilhard de Chardin y Viktor Frankl. En: Ánfora. Manizales. No 4. (Jul. Dic 1994); p.39

Page 13: Sufrimiento: realidad sin esencia

13

en la periferia del cuerpo el estímulo doloroso y cómo se trasmite luego hasta el

cerebro. Pero no nos dirá nada del dolor humano.”16 Luego continuará:

La categorización médica del dolor es perfectamente admisible y se

corresponde con un determinado modo de presencia del dolor en la

vida. Si se atiende exclusivamente a dicha presencia, el dolor debe

combatirse. Pero al no coincidir dicha presencia con la raíz del

sufrimiento, se abre un espacio que otra actitud debe llenar... No se

trata ya, propiamente, de curación del dolor, sino, de salvación de la

persona, que no ha de ser curada, sino, más en el fondo, sacada del

dolor.17

Sin querer profundizar en el tema, hay que resaltar que la medicina moderna es

conciente de este hecho y trata por ello –pero sin meterse en campos que no le

corresponde como el de la psicología, por ejemplo-, de brindarle al paciente

“calidad de vida”, aconsejándole prácticas o tratamientos adicionales, como el

de aumentar el ejercicio físico, o el mejoramiento de la dieta diaria, etc… con el

fin último de mejorar su salud pero de la mano a mejorar el estado anímico de

la persona. Pero viéndolo superficialmente podría parecer insuficiente, el ser

humano necesita más que el mejoramiento de su cuerpo. Advierte el sacerdote

y psicólogo Luciano Sandrin:

L’approccio strettamente «medico» non è sufficiente a spiegare il

dolore a livello umano. Il dolore è infatti un’esperienza percettiva

complessa le cui qualità ed intensità sono influenzate anche da

variabili psicologiche. Funge da «sistema di allarme e di difesa», è

sintomo di malattia e di malattia vera e propria, ma anche potente

strumento di comunicazione. I modi di percepirle e di «agirle» sono

frutto anche dell’apprendimento. Il dolore è inoltre un’esperienza

emotiva ed affettiva complessa. La terapia del dolore deve essere

multifattoriale (agendo a livello specifico, sulla componente 16 POLO. Leonardo. Op. Cit. 17 Ibid.

Page 14: Sufrimiento: realidad sin esencia

14

emozionale e cognitiva o sul «perché» più profondo) e modulata sul

paziente con dolore nel suo complesso.18

2.2 SUFRIMIENTO METAFISICO

El hecho de que la medicina, ciencia que se dedica exclusivamente a sanar el

dolor corporal del hombre, necesite valerse de otros métodos, para mejorar las

condiciones de vida de una persona, incluyendo su estado anímico, es una

evidencia clara que el hombre es un ser complejo que no es solo materia,

también goza de una realidad espiritual, a la que llamamos alma. Escribe Laín

Entralgo: “En tanto que realidad inmaterial el alma no puede ser directamente

percibida; pero varias de las actividades del hombre –su pensamiento, el

ejercicio de su libertad, etc.- obligan a admitir su existencia real y a

considerarla principio constitutivo de la total realidad del hombre”19. Todo dolor

físico no se queda cerrado en su propia periferia, tiene una repercusión propia

en este principio constitutivo, y esto le da un carácter metafísico, se convierte

también en una pena del alma.

Sin embargo la dinámica del sufrimiento, no solamente es producto de un dolor

físico que impida trabajar o por los defectos corporales, también afecta

directamente al alma, y con más vehemencia, por un mal moral, por amor, por

las relaciones con los demás, etc. Esto quiere decir que el sufrimiento abarca

también la persona del hombre, y es su principio constitutivo, la realidad

primera que directamente nos revela, escribe Fuster, “siempre nos

18 SANDRIN, Luciano. Uno sguardo dentro l’oscura esperienza del morire e del soffrire. En: Credere Oggi. No. 29 (Sept.-Oct. 1985); p. 14. “La examinación estrictamente «médica» no resulta suficiente para explicar el dolor a nivel humano. De hecho, El dolor es una experiencia perceptiva y compleja cuya cualidad e intensidad es influenciada también por variables psicológicas. Hace las veces de «sistema de alarma y de defensa», es síntoma de enfermedad y de verdadera y propia enfermedad, pero también de potente instrumento de comunicación. Los modos de percibirle y de «trabajarle» son también fruto del aprendizaje. El dolor es además una experiencia compleja emotiva y afectiva. La terapia del dolor debe considerar muchos aspectos (obrando a nivel específico, sobre el componente emocional y cognitivo o sobre el «por qué» más profundo) y aplicada sobre el paciente en su complejidad”. Traducción propia. 19 LAIN ENTRALGO, El problema alma/cuerpo en el pensamiento actual, citado por GIRALDO, Conrado. Op. Cit. p. 184

Page 15: Sufrimiento: realidad sin esencia

15

encontramos ante una misma realidad humana, ante una experiencia única: el

hombre doliente, el sufriente”20. Sobre este dolor espiritual escribe Piulachs:

La pena, el dolor anímico o espiritual, se engendra en la misma

conciencia del yo, a la que, desde el comienzo, llena totalmente.

Afecta al ser de modo global y penetra en la intimidad de la persona.

Por eso, en el dolor físico podemos decir: ‘siento un dolor aquí’; en

cambio, afirmamos en el dolor anímico: ‘yo sufro una pena’, ya que

en esta, es toda la persona la que la experimenta… el sujeto no

recibe el dolor, sino que éste surge en expansión centrífuga, de su

propio yo, de modo que todo el sujeto es el que es dolor. Por eso en

la pena, la polaridad psicofísica desaparece… La pena… se vive en

distensión de temporalidad; puede, en rigor, producirse con toda

intensidad por hechos pasados, actualizados por el recuerdo y la

rememoración, o por antecedentes futuros, anticipados y previstos

en el temor, intuitivamente atisbados en un mal presagio. El estado

de pena se halla más íntimamente ligado al ser, en cuya interioridad

arraiga profundamente… el alma es el dolor que se silencia, el del

que ansía salvación y anhela consuelo en compañía y se atenúa con

el olvido.21

Este carácter de interioridad que posee el sufrimiento, a pesar de que su

repercusión en el alma sea provocada por las mismas causas tanto en una

persona como en otra –como el sufrimiento causado por cáncer, o por el

causado por la infidelidad del ser amado-, esta repercusión interior es única,

irrepetible e intransferible en cada persona. Afirma Leonardo Polo:

El dolor humano es, ante todo, una situación personal. El hombre

está atenazado, entumecido, en el dolor; algo en su actividad

existencial está quebrado y, paralelamente, inédito. El dolor como

límite infranqueable es anulación de actitud; en tanto duele, en tanto 20 FUSTER I CAMP, Ignasi. Op. Cit. p.37 21 PIULACHS, Pere. El sentido del dolor, citado por FUSTER, Ignasi. Ibid. 38-39

Page 16: Sufrimiento: realidad sin esencia

16

otra cosa, precisamente mi ser, no se despliega, no se yergue. El

dolor es grieta de la persona.22

El sufrimiento aparece aquí como una realidad que detiene y limita las

actividades propias del alma humana, “el hombre se encuentra solo, no sólo

ante sí mismo, sino también en su sufrimiento” 23 . De esto se rebela

precisamente la necesidad que tiene el hombre por preguntarse y responderse

frente al sufrimiento en vista de buscar dotarlo de sentido, para de alguna

manera cambiar su naturaleza meramente negativa, en algo positivo.

2.3 LA NECESlDAD DEL SENTIDO Y ESPERANZA DE VIDA.

Es una imperiosa necesidad que el hombre en su propio dinamismo, logre darle

una salida positiva a su vida que está socavada por el sufrimiento. “El mismo

sufrir es una forma de conocimiento existencial”24, y por ello hay que hablar,

aunque de manera superficial, sobre el sentido de la vida y de la esperanza,

porque las preguntas que se hace el hombre frente al sufrimiento son

meramente antropológicas y existencialistas.

El sentido de la vida es un concepto psicológico y filosófico que se enfoca

específicamente en la existencia del hombre. Es, en última instancia, la

búsqueda del ser humano por encontrar y comprender el fin de su existencia, el

‘por qué’ y el ‘para qué’ se encuentra sobre esta tierra.

No cabría hablar de la necesidad de sentido en el hombre si no se tiene en

cuenta la esperanza. Leonardo Polo escribe: “La esperanza es el armazón de

22 POLO. Leonardo. Op. Cit. 23 FUSTER I CAMP, Ignasi. Op. Cit. p. 43 24 GEVAERT, Joseph. Op. Cit. p. 269

Page 17: Sufrimiento: realidad sin esencia

17

la existencia del ser humano en el tiempo.” 25 Cree ver en ella dos dimensiones

principales –y de las cuales brotan otras más-:

La primera dimensión de la esperanza es el optimismo. No hay

esperanza sin optimismo, es decir, si no se entiende que existe un

futuro por alcanzar que es mejor que el presente…

El segundo elemento de la esperanza es la convicción de que el

advenimiento del futuro depende del actuar humano. 26

Es el hombre no se puede detener ante esta realidad límite pues es libre, y libre

debe obrar, con esperanza forjando su sentido de vida. Es la libertad interior “la

que confiere a la existencia una intención y un sentido”27, escribe más adelante

el psiquiatra Viktor Frankl, “cualquier hombre, en toda existencia, se verá cara a

cara con su destino y siempre tendrá la oportunidad de conquistar algún valor

por vía del sufrimiento, por vía de su propio sacrificio”28. El sentido de vida da

un aspecto positivo al sufrimiento que termina siendo prueba de la templanza

de ser y de su razón de ser. Escribe Piulachs:

El que sufre en su alma, se aparta de todo y se repliega dentro de sí

mismo; se ensimisma, penetra en su interioridad, en el sancta

sanctorum que alberga el núcleo íntimo de la persona. A través de

esta interiorización, de esta sumersión en la intimidad, el hombre va

hallándose a sí mismo. Este encuentro muchas veces tiene carácter

sorpresa, descubre su espíritu y le revela la oculta riqueza

inexplorada de un caudal de virtualidades que duermen su latencia.

Y siente un impulso que se apresta a actualizarlas en el esfuerzo de

perfilar, rectificar o vigorizar las líneas de su proyecto vital. Lo mejor

25 POLO. Leonardo. La esperanza. En: Scripta theologica. Pamplona. Nº 30-1. (1998); p. 157. <Disponible en: http://www.iterhominis.com/03_Polo/05_Artigos/Esperanza.htm> [Consulta: 30 Abril 2010] 26 Ibid. 27 FRANKL, Victor. El hombre en busca de sentido. Barcelona: Herder, 2004. p. 91 28 Ibid. p. 93

Page 18: Sufrimiento: realidad sin esencia

18

del alma de los otros lo conocemos, no a través del placer, sino a

través del dolor.29

El hombre se pregunta para responderse, quiere hallar las respuestas en pro

de un sentido para su vida. Pero esta respuesta Frankl, la ata a las

responsabilidades que la persona tenga frente a la vida y esto se traduce en

actos. En última instancia, la respuesta del sentido de la vida se encuentra por

medio de su propio actuar. Escribe Frankl:

Lo que de verdad necesitamos es un cambio radical nuestra actitud

frente a la vida. Debemos aprender por nosotros mismos, y también

enseñar a los hombres desesperados que en realidad no importa

que no esperemos nada de la vida, sino que la vida espere algo de

nosotros. Dejemos de interrogarnos sobre el sentido de la vida y, en

cambio, pensemos en lo que la existencia nos reclama continua e

incesantemente. Y respondamos no con palabras… sino con el valor

y la conducta recta y adecuada. En última instancia vivir significa

asumir la responsabilidad de encontrar la respuesta correcta a las

cuestiones que la existencia nos plantea; cumplir con las

obligaciones que la vida nos asigna a cada uno en cada instante

particular.30

29 PIULACHS, Pere. El sentido del dolor, citado por FUSTER, Ignasi. Op. Cit. p. 54 30 FRANKL, Victor. Op. Cit. p. 101

Page 19: Sufrimiento: realidad sin esencia

19

3. EL HISTORICO «JOB» DOLIENTE Y PENSANTE ANTE LA CUESTION DEL SUFRIMIENTO

El sacerdote y teólogo Jose María Cabodevilla, personifica en Job a toda la

humanidad, en aquel personaje bíblico que recibió sin motivo alguno toda clase

de sufrimientos físicos y morales y no pudo menos que preguntarse el ‘por qué’

de su desgracia. La humanidad entera durante la historia ante su propio

padecer, se ha preguntado y ha adoptado diferentes pareceres y dependiendo

de su postura ha forjado sus propias respuestas, han dado nuevas luces a la

reflexión filosófica. En este capítulo se pretende hacer un brevísimo recorrido

en la historia de la filosofía para conocer estas respuestas, por medio de

algunas ideas. Refiriéndose a la filosofía frente al sufrimiento escribe

Cabodevilla:

Grave problema este del mal. En cierto sentido, el único problema; y

toda filosofía que no lo coloque en el centro de su reflexión será

nada más una abstracción frívola, un puro ejercicio de estilo. Aunque,

por otra parte, quizá sea imposible pensar de modo correcto, a la luz

de la sola razón, sobre tal tema, inasible por envolvente. ¿Puedo yo

en verdad alejarlo de mi lo bastante para mirarlo, para convertirlo en

objeto de especulación? ¿No afecta ya el mal a mi base de

conocimiento, no impone ya una viciosa dirección a mi mirada?31

“Tal vez al dolor se deba, principalmente, que la filosofía interrumpa su vuelo

excesivamente ágil y sin peso, y vuelva a la tierra para intentar su ascensión

con la carga de la existencia humana a cuestas.”32 ¿Qué ha dicho este «Job»

histórico y doliente en torno al sufrimiento?

31 CABODEVILLA, Jose María. La impaciencia de Job. Estudio sobre el sufrimiento humano. Madrid: BAC, 1967. p. 89-90 32 POLO. Leonardo. La persona humana y su crecimiento. Op. Cit.

Page 20: Sufrimiento: realidad sin esencia

20

3.1 MIRADA DE LA FILOSOFÍA CLASICA Y HELENISTICA.

3.1.1 La mirada de la filosofía griega.

Escribe Leonardo Polo: “La cultura griega, en su magnífico despliegue, queda

en la región de acá. ¿Qué hay más allá del dolor? El griego no llegó a

contestar… reduce al hombre, disminuye su estatura, desbarata su empresa, lo

mantiene en su decaimiento según el dolor.”

Analiza el filósofo Viafora33, que Platón plantea en el Fedón que la muerte es

una separación del alma y del cuerpo. La primera queda libre para conocer lo

que ‘es’. La muerte viene pues concebida como una liberación. Al relativizar el

valor y la dignidad del cuerpo del hombre, en consecuencia también es

relativizado el sufrimiento. El dolor solo afecta al cuerpo, mientras que

solamente el mal obrar puede perjudicar realmente al hombre, pues le arruina

su alma.

3.1.2 La mirada del estoicismo.

Continua Viafora34 en su exposición, que el estoicismo introduce un carácter

optimista. Toda razón de sufrimiento viene explicada en clave de Dios.

El sufrimiento es un medio proveniente de una providencia, por el cual el sabio

viene probado y al superarlo con ánimo viril, le descubre un verdadero bien. En

última instancia, cuando el estoico se ve sometido a una situación insuperable,

como muestra de su independencia y de su libertad interior, opta por el suicidio.

De esta escuela de manera particular se destaca Séneca.

33 VIAFORA, Corrado. Sofferenza e morte <scandalo> dell’esistenza umana. En: Credere Oggi. No. 29 (Sept.-Oct. 1985); p. 17 34 Ibid. p.17-18

Page 21: Sufrimiento: realidad sin esencia

21

3.2 LA MIRADA DEL CRISTIANISMO

La filosofía cristiana ha permeado durante siglos la humanidad. La novedad

que trae el cristianismo al pensamiento del hombre está basada primero en una

relación existencial hombre y Dios, escribe Polo:

El dolor humano alcanza sentido en el dolor de Cristo, antes del cual

el hombre no podía hacer nada con su dolor, radicalmente hablando

—el dolor es suspensión de la condición real —. Ahora, el dolor

humano se abre a la esperanza, rompe su carácter más propio de

limitación o crispación y se anima de un movimiento. Cristo ha

desatado la ligadura del dolor, no precisamente anulándolo o

desterrándolo del mundo, sino dándole movimiento.35

Este movimiento lo expresa Pablo de un modo nunca antes concebido:

“Completo en mi lo que falta a la Pasión de Cristo” 36. El cristiano es conciente

que sufre en, con y por Cristo, al mismo tiempo que sufre con y por sus

hermanos. Su dolor tiene un carácter expiatorio, pero también tiene un carácter

redentor, en cuanto unido a Cristo, toma un alcance divino. El movimiento que

Cristo le da, está originado en el amor. El cristiano se une en su sufrir con

Cristo con el fin de amar como Él le ha amado.

Como segundo –y el más importante- elemento a resaltar, es la resurrección.

Viafora37 plantea que en el cristianismo no se destaca tanto en su pensamiento

sobre la inmortalidad del alma, sino sobre todo en la resurrección de los

muertos, cosa que era absurda para los antiguos griegos.

Sobre la actitud cristiana del sufrimiento y su carácter de felicidad escribe Max

Scheler:

35 POLO. Leonardo. La persona humana y su crecimiento. Op. Cit. 36 Colosenses 1, 24 37 VIAFORA, Corrado. Op. Cit. p. 18

Page 22: Sufrimiento: realidad sin esencia

22

Questo è il procedimento tipicamente cristiano nei confronti della

sofferenza: rinunciando a eluderla edonisticamente con le risorse

della ragione e della volontà egocentrica, a debellarla con

l’atteggiamento dell’eroe o a sopportarla con stoica caparbietà,

aprendo la propria anima attraverso Cristo alla potenza di Dio e

raccomandandosi e consegnandosi alla sua misericordia, il cristiano

sollecita il ritorno della beatitudine –che è pura grazia- al centro di se

stesso; di quella beatitudine che gli fa portare con gioia ogni

sofferenza in quanto immagine della croce. Ricevendo la sofferenza

come una realtà amica dalle mani dell’amore misericordioso, e nella

consapevolezza del suo valore di purificazione, il cristiano acquista

una certezza sempre più salda e più chiara di quella beatitudine e di

quella sicurezza interiore che sono la sua forza. Questa forza di

sopportazione della sofferenza scaturisce dunque per lui da una

profonda felicità. E a sua volta ogni sofferenza scava dentro di lui il

“luogo” di questa felicità più profondamente ancora che in passato.38

3.3 LA MIRADA DE RECIENTES POSTURAS FILOSOFICAS

3.3.1 La mirada de Leibniz: Racionalización del sufrimiento.

Para Viafora39, Leibniz pretende conciliar el problema del mal y del sufrimiento

en el mundo, con la existencia de un Dios infinitamente bueno. Plantea que si

bien existe un dolor físico, un dolor psíquico, un mal moral, todo Dios lo permite

para un mayor bien.

38 SCHELER, Max. Il dolore, la morte, l’immortalità, citado por: VIAFORA, Corrado. Ibid. p. 19-20. “Este es el procedimiento típico cristiano frente al sufrimiento: renunciando a eludirlo hedonísticamente con los recursos de la razón y de la voluntad egocéntrica, a derrotarla con la actitud del héroe o a soportarla con testarudez estoica, abriendo su alma por Cristo a la potencia de Dios, recomendándose y entregándose a su misericordia, el cristiano solicita el regreso a la beatitud –que es pura gracia- al centro de si mismo; a aquella beatitud que le hace llevar con alegría cada sufrimiento en cuanto que este es imagen de la cruz. Recibiendo el sufrimiento como una realidad amigable de las manos del amor misericordioso, y con la conciencia de su valor de purificación, el cristiano adquiere una certeza siempre más firme y clara de aquella beatitud e de aquella seguridad interior que es su fuerza. Esta fuerza para soportar el sufrimiento brota para él de una profunda felicidad. Y a su vez cada sufrimiento abre en su interior un lugar más profundo para esta felicidad. Traducción propia. 39 VIAFORA, Corrado. Op. Cit. p. 20

Page 23: Sufrimiento: realidad sin esencia

23

Gevaert 40 anota que el mal viene considerado por Leibniz como un límite

metafísico del hombre, que ha establecido Dios sin arbitrariedad, ya que lo ha

dispuesto todo en el mejor orden posible. Escribe, “El mal existe bajo diferente

formas, pero es más aparente que real. Lo más importante es no mirar

únicamente a los males, exagerándolos más todavía, mientras se cierran los

ojos ante el bien que se realiza en el universo y que se saca incluso de las

situaciones de mal”41.

Ante esta posición, Gevaert plantea dos cuestionamientos que refutan la

validez del pensamiento de Leibniz: “si el mal tiene una función positiva, ¿para

que empeñarme en combatirlo? Si todo se desarrolla según la mejor de las

razones, ¿cómo podré justificar que yo sigo otra razón, esto es, la de mi

libertad que rechaza el orden del mal existente en el mundo?” 42

Viafora43 observa que aunque Dios viene defendido, para Leibniz no es el Dios

cristiano, sino el Dios de la razón. “Qui la ragione difende se stessa”44.

3.3.2 La mirada de Teilhard de Chardin: La explicación del sufrimiento en clave

evolucionista.

Escribe Maria Helena Orozco45 que para Chardin el mundo y el hombre está en

vía de perfeccionamiento, en un estado de evolución. Dentro de este marco,

considera que el mal, el sufrimiento y el fracaso, si bien limitan al hombre, el

confrontarse con estas realidades y superarlas, contribuyen directamente a la

maduración interior del hombre, en vista de una mayor evolución.

40 GEVAERT, Joseph. Op. Cit. p. 271-274 41 Ibid. p. 273 42 Ibid p. 274 43 VIAFORA, Corrado. Op. Cit. p. 21 44 Ibid. “Aquí la razón se defiende a sí misma”. Traducción propia. 45 OROZCO. Maria Helena. Op. Cit. p. 40-41

Page 24: Sufrimiento: realidad sin esencia

24

Observa Gevaert46, que el riesgo que se corre con el pensamiento de Chardin,

es el de no distinguir suficientemente el mal moral con el mal físico. “El hombre

corre el riego de ser considerado como «medio» y como «función» en el

devenir de una totalidad impersonal. La verdadera naturaleza del mal queda

disimulada bajo este disfraz.”47 Escribe más adelante, “se pierde de vista que el

mal moral propio y verdadero brota del núcleo más profundo y personal del

hombre, que no está dominado por las leyes de la materia y de la cantidad”48.

3.3.3 La mirada de Marx: El sufrimiento en clave histórica y social.

Escribe Viafora 49 que en el marxismo, el problema del sufrimiento queda

reducido prácticamente en el plano material. Es causado por el sistema

económico fundado en la propiedad privada, ya que en este no hay una justa

distribución de las riquezas. La solución al sufrimiento comienza suprimiendo la

propiedad privada, pero sabiendo que los cambios en sí generan lucha y más

sufrimiento, con el fin último de eliminar el mal: la diferencia de clases.

Conquistado este objetivo, el hombre socializado así se comportará y

relacionará justamente con los otros hombres y de por sí el mal y el sufrimiento

desaparecerán.

El problema con el marxismo lo explica magistralmente S.S. Benedicto XVI:

Con su victoria se puso de manifiesto también el error fundamental

de Marx. Él indicó con exactitud cómo lograr el cambio total de la

situación. Pero no nos dijo cómo se debería proceder después.

Suponía simplemente que, con la expropiación de la clase

dominante, con la caída del poder político y con la socialización de

los medios de producción, se establecería la Nueva Jerusalén. En

46 GEVAERT, Joseph. Op. Cit. 274-278 47 Idid. p.277 48 Ibid. p.278 49 VIAFORA, Corrado. Op. Cit. p. 23-25

Page 25: Sufrimiento: realidad sin esencia

25

efecto, entonces se anularían todas las contradicciones, por fin el

hombre y el mundo habrían visto claramente en sí mismos. Entonces

todo podría proceder por sí mismo por el recto camino, porque todo

pertenecería a todos y todos querrían lo mejor unos para otros. Así,

tras el éxito de la revolución, Lenin pudo percatarse de que en los

escritos del maestro no había ninguna indicación sobre cómo

proceder. Había hablado ciertamente de la fase intermedia de la

dictadura del proletariado como de una necesidad que, sin embargo,

en un segundo momento se habría demostrado caduca por sí misma.

Esta « fase intermedia » la conocemos muy bien y también sabemos

cuál ha sido su desarrollo posterior: en lugar de alumbrar un mundo

sano, ha dejado tras de sí una destrucción desoladora. El error de

Marx no consiste sólo en no haber ideado los ordenamientos

necesarios para el nuevo mundo; en éste, en efecto, ya no habría

necesidad de ellos. Que no diga nada de eso es una consecuencia

lógica de su planteamiento. Su error está más al fondo. Ha olvidado

que el hombre es siempre hombre. Ha olvidado al hombre y ha

olvidado su libertad. Ha olvidado que la libertad es siempre libertad,

incluso para el mal. Creyó que, una vez solucionada la economía,

todo quedaría solucionado. Su verdadero error es el materialismo:

en efecto, el hombre no es sólo el producto de condiciones

económicas y no es posible curarlo sólo desde fuera, creando

condiciones económicas favorables.50

De manera que el error del marxismo es olvidar que el hombre no solo se

satisface con lo material, tiene una interioridad que exige una explicación

fundamental del ‘por qué’ sufre. Marx también comete el mismo error de

Chardin, que se mencionó anteriormente, no tiene completamente en cuenta el

mal moral, no entiende bien el concepto integral de libertad humana.

50 BENEDICTO XVI. Carta Encíclica Spe Salvi. Vaticano: Libreria Editrice Vaticana, 2007. <Disponible en: http://www.vatican.va/holy_father/benedict_xvi/encyclicals/documents/hf_ben-xvi_enc_20071130_spe-salvi_sp.html> [Consulta: 30 abril 2010]

Page 26: Sufrimiento: realidad sin esencia

26

4. CONCLUSIONES

1. La pregunta del hombre por el sufrimiento es una pregunta-doliente. El

hombre pregunta porque siente comprometida su propia vida. El hombre

pregunta porque necesita seguir viviendo; si no se pregunta, se entrega al

estancamiento que pretende el sufrimiento, se entrega al sin sentido de la vida,

se entrega a la muerte.

El querer conocer el origen del sufrimiento pone en el centro al hombre: él es el

origen del sufrimiento, es el único que le padece en la naturaleza, sin la

realidad del hombre no hay realidad del sufrimiento.

2. El sufrimiento es una verdadera realidad, pero su dinámica es del todo

diferente a cualquier otra realidad que comúnmente el hombre entiende y

posee. Siguiendo las mismas características con que Laín Entralgo51 entiende

por realidad, se puede afirmar que el sufrimiento es:

Ineludible: El sufrimiento existe estando en el hombre, se cierne sobre él, le

limita, le estanca. El hombre que sufre quiere existir pero sin sufrir, no le es fácil

escapar: El hombre es un animal de dolores, todo hombre nació para sufrir.

Resistente: El sufrimiento es tan real que toca al hombre sin que este siquiera

desee tocarlo. Es el hombre que resiste al sufrimiento y afirma su realidad.

Cuando el hombre aplica sus sentidos y su inteligencia para tocar el sufrimiento,

resulta que se encuentra tocándose a sí mismo y sin embargo la realidad que

afirma es la realidad del sufrimiento al cual él está resistiendo.

51 GIRALDO, Conrado. Op. Cit. p. 199

Page 27: Sufrimiento: realidad sin esencia

27

Asombroso: El sufrimiento, como cualquier realidad, es capaz de novedad y

sorpresa, pero más bien de una novedad-dolorosa y de una sorpresa-dolorosa.

El hombre se asombra-sufriendo y lo hace con nostalgia; el sufrimiento no se

revela capaz de darle algo positivo al hombre, sin embargo es vía en que se

revela, que es el hombre mismo que debe dar algo más, algo distinto, dar

alguna novedad que le resulte positivo para sí mismo.

Ininteligible: El sufrimiento simplemente no se entiende, sin embargo se da

cuenta y razón de ella. Es una realidad meramente negativa y al indagar por el

sufrimiento, se indaga por el hombre mismo, se profundiza en su propia

inteligibilidad, conoce su propia realidad y da razón de si mismo.

Imposeíble: Antes que el hombre le posea por vía del conocimiento, el

sufrimiento ya le ha poseído. Ningún hombre por naturaleza quiere sufrir, no

quiere poseer el sufrimiento, sin embargo esto no se presenta al hombre como

una opción. El sufrimiento posee al hombre y el conocimiento resultante es del

hombre y por el hombre mismo.

Como ya se ha afirmado antes, el sufrimiento es una realidad negativa que

delimita la libertad del hombre. Sin embargo al obtener un mayor conocimiento

de sí mismo, parece que el hombre ejercita su libertad a través de su creencia

junto con sus esperanzas hacen de una realidad negativa un aprendizaje

positivo.

3. El hacer la distinción entre dolor clínico y dolor metafísico, directamente

revela que el hombre no es solamente materia. La medicina se muestra

insuficiente para realmente sanar al «hombre», en el complejo sentido que

comprende la palabra. El hombre como ser real en la realidad, no se puede

rebajar a este plano materialista, pues tiene necesidades más profundas que

trascienden la materia.

Page 28: Sufrimiento: realidad sin esencia

28

Se revela la grandeza del hombre en cuanto que tiene la capacidad de ser libre

y transformar la realidad negativa del sufrimiento en un aprendizaje positivo, en

madurez personal y por último, puede transformar la negatividad del sufrimiento

en una realidad positiva. El sufrimiento es único e intransferible en cada

persona, por eso requiere el hombre forjarse un sentido de vida, una razón

para vivir, no solamente basado en su querer y razonamientos, sino también en

sus deberes y responsabilidades.

4. El hacer una revisión histórica de la filosofía ante la cuestión del sufrimiento

ha aportado básicamente que siempre el hombre ha sentido en su naturaleza la

malignidad del sufrimiento pero las diferentes posturas filosóficas demuestran

un dinamismo propio humano: su intento por entender y sus respuestas –que

en su mayoría revelan un aspecto positivo-. En última instancia exaltan al

hombre. Las respuestas siempre dependerán siempre de «hacia donde» tenga

la mirada. El conocimiento del hombre que arroja el sufrimiento siempre

dependerá de la dirección de la mirada del hombre-doliente.

5. El análisis experimental 52 ha servido básicamente para corroborar en la

práctica, la investigación documental.

Se han entrevistado a trece personas distintas entre sí, con diferentes edades,

diferentes credos, diferentes profesiones, diferentes sufrimientos… etc. Las

preguntas fueron ideadas con la finalidad de que la persona primero

respondiera mirando el sufrimiento en sí mismo y luego respondiera mirando el

sufrimiento ajeno.

Con base en las encuestas podemos concluir:

o Preguntar por el sufrimiento es preguntar por el hombre. Cada persona

que respondió la encuesta, lo hizo con desde su experiencia personal,

52 Ver anexos.

Page 29: Sufrimiento: realidad sin esencia

29

confirmando así que la pregunta por el sufrimiento es una pregunta

existencial y antropológica.

o El sufrimiento es una realidad que conmueve. Nadie en el fondo es

indiferente a ella, bien sea en sí mismo o en otros.

o Las respuestas dependieron de acuerdo de la vivencia de dolor que han

tenido. Por lo general, quienes están pasando una situación de dolor o

no lo han superado, son más parcos de palabras que quienes o no están

en una situación dolorosa o ya la han superado.

o A pesar de que las respuestas fueron muy variadas, frente al sufrimiento

se repiten las mismas consecuencias. A nivel negativo: limita la libertad,

se siente soledad, vacío espiritual, traición de quien se ama, debilidad,

depresión, pesimismo, ininteligibilidad, resignación. A nivel positivo:

enseña, fortalece, interioriza, madura, humaniza, hace ser más

expresivo, más religioso, más creativo.

o Las personas que son creyentes, al hablar del sufrimiento lo mezclaron

con sus convicciones religiosas. El profesar un credo particular les da un

motivo de esperanza, una razón de ser, y esto se interioriza tanto que no

pudieron prescindir de este elemento, siempre dándole un tinte positivo

al sufrimiento.

o El sufrimiento es una realidad negativa. La mayoría de los encuestados

al responder a nivel personal sobre el sufrimiento pusieron en evidencia

la anterior afirmación. Sin embargo, estos mismos que a nivel personal

viven el sufrimiento de manera negativa, al preguntárseles sobre el

sufrimiento a nivel impersonal, han respondido que es una experiencia

positiva. Se pone en evidencia que, a pesar de que el sufrimiento es una

realidad negativa, se pueden lograr enseñanzas positivas.

Page 30: Sufrimiento: realidad sin esencia

30

6. Muchas han sido las respuestas que se han dado al sufrimiento y que no se

mencionan en este ejercicio; casi todas tienen la particularidad que buscan la

manera de trascender esta realidad negativa, en pro de una victoria del ser-

hombre. En particular el cristianismo presenta una propuesta del todo distinta a

cualquier corriente de pensamiento, basada en el amor, en donde quien sufre

no solo se conoce a sí mismo, sino que sufre por amor. Amar como Cristo ha

amado, presupone una entrega total al prójimo y a Dios mismo. Ya no es pues,

el hombre autónomo en su libertad que triunfa por sí mismo, sino un ser

conciente de su entorno social y trascendental. Por lo tanto cabe proponer un

mayor seguimiento investigativo, hermenéutico –sin caer en un plano

puramente religioso- desde la antropología filosófica-, del sentido de vida del

hombre-doliente como ser-social desde el sufrimiento vivido en Cristo que

comprende su entrega libre al mundo, como amante cristiano en un mundo que

inculca egoísmo y dispersión, y que a su vez, como hombre-sufriente, dota de

sentido al mundo mismo.

7. Este ejercicio no representa un avance frente a la reflexión filosófica, puesto

que no se plantean novedosas soluciones; pero si lo es para el autor, quien ha

conseguido su objetivo aumentando su deseo de conocer este campo

especialmente de la mano de la antropología filosófica.

Page 31: Sufrimiento: realidad sin esencia

31

BIBLIOGRAFÍA

BENEDICTO XVI. Carta Encíclica Spe Salvi. Vaticano: Libreria Editrice

Vaticana, 2007. <Disponible en:

http://www.vatican.va/holy_father/benedict_xvi/encyclicals/documents/hf_ben-

xvi_enc_20071130_spe-salvi_sp.html> [Consulta: 30 abril 2010]

CABODEVILLA, Jose María. La impaciencia de Job. Estudio sobre el

sufrimiento humano. Madrid: BAC, 1967. 476 p.

FRANKL, Victor. El hombre en busca de sentido. Barcelona: Herder, 2004. 157

p. ISBN 978-84-254-2331-4

FUSTER I CAMP, Ignasi. Sufrimiento humano: verdad y sentido. Barcelona:

Balmes, 2005. 521 p. ISBN 84-210-0653-3

GEVAERT, Joseph. El problema del hombre. Introducción a la antropología

filosófica. Salamanca: Sígueme, 1983. 360 p. ISBN: 94-301-0423-2

GIRALDO, Conrado. La incógnita insoportable. El sentido del hombre en Pedro

Laín Entralgo. Medellín: UPB, 2007. 340 p. ISBN 9789586966672

JUAN PABLO II. Carta sobre el sentido cristiano del sufrimiento humano.

Bogotá: Paulinas, 1996. 87 p. ISBN 958-607-040-9

OROZCO, Maria Helena. Sentido de la vida y de la muerte en Teilhard de

Chardin y Viktor Frankl. En: Ánfora. Manizales. No 4. (Jul. Dic 1994); p.37-42

POLO. Leonardo. La persona humana y su crecimiento. 2nd ed. Madrid: Rialp,

1996. 272 p. <Disponible en:

Page 32: Sufrimiento: realidad sin esencia

32

http://www.iterhominis.com/03_Polo/01_Livros/PHC/PHC_10.htm> [Consulta:

25 Abril 2010]

POLO, Leonardo. La esperanza. En: Scripta theologica. Pamplona. Nº 30-1.

(1998); p. 157-164. <Disponible en:

http://www.iterhominis.com/03_Polo/05_Artigos/Esperanza.htm> [Consulta: 30

Abril 2010]

SANDRIN, Luciano. Uno sguardo dentro l’oscura esperienza del morire e del

soffrire. En: Credere Oggi. No. 29 (Sept.-Oct. 1985); p. 5-14.

SENECA, Lucio Anneo. Tratados morales. Buenos Aires: Espasa-Calpe, 1945.

176 p.

VIAFORA, Corrado. Sofferenza e morte <scandalo> dell’esistenza umana. En:

Credere Oggi. No. 29 (Sept.-Oct. 1985); p. 15-32

Page 33: Sufrimiento: realidad sin esencia

33

ANEXOS

Se aplicó una encuesta a un nicho heterogéneo de 13 personas con la finalidad

concreta de conocer el pensamiento objetivo y real con respecto al sufrimiento.

Las preguntas que se usaron tenían la finalidad de que la persona primero

respondiera mirando el sufrimiento en sí mismo y luego respondiera mirando el

sufrimiento ajeno.

A continuación, primero se presentan gráficos estadísticos que resumen los

resultados obtenidos y luego las encuestas realizadas.

1. Cuando usted sufre, ¿cómo toma este sufrimiento? Positivamente o negativamente y ¿por qué?

62%23%

15%

PositivoNegativoLas dos anteriores

2.a ¿El sufrimiento cómo lo ha vivido usted a nivel Espiritual?

54%

46%PositivoNegativo

Page 34: Sufrimiento: realidad sin esencia

34

2.b ¿El sufrimiento cómo lo ha vivido usted a nivel Social?

8%

62%

31%

PositivoNegativoLas dos anteriores

2.c ¿El sufrimiento cómo lo ha vivido usted a nivel Personal?

23%

62%

8%

PositivoNegativoLas dos anteriores

3. ¿Considera usted el sufrimiento como algo negativo o positivo? Y ¿por qué?

46%

23%

31%PositivoNegativoLas dos anteriores

4. ¿Las personas como viven y enseñan el sufrimiento?

23%

0%

69%

8%Viven positvo, enseñanpositivoViven positvo, enseñannegativoViven negativo, enseñanpositivoViven negativo, enseñannegativo