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LA POBLACION DE LAS PROVINCIAS DE CASTILLA Y LEON

EN EL SIGLO XXI. 2011 Ignacio Molina de la Torre

S O R I A

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PRESENTACIÓN

La Fundación PERSPECTIVAS de Castilla y León, fiel a su compromiso de análisis y debate de los temas críticos que afectan a la comunidad presenta un informe provincial de la evolución de la población en el siglo XXI.

Los datos de referencia son los publicados por el INE con carácter de-finitivo. Los últimos, del pasado mes de diciembre, están referencia-dos a 1 de enero de 2010 y parecen marcar un cambio de ciclo de-mográfico en Castilla y León.

En la primera década del siglo XXI España incrementa en un 16,1% su población Castilla y León en un 3,2 %.

EVOLUCIÓN DE LA POBLACION ESPAÑOLA Y DE CASTILLA Y LEÓN 2000/2010

90,00

95,00

100,00

105,00

110,00

115,00

120,00

2000

2001

2002

2003

2004

2005

2006

2007

2008

2.009

2010

TOTAL ESPAÑACASTILLA Y LEÓN

El cambio de ciclo viene confirmado por las pérdidas netas de pobla-ción en el conjunto de la comunidad, que se producen por primera vez en 2009, lo que significa que la inmigración extranjera ya no compensa los datos negativos del saldo vegetativo y la emigración de la población de Castilla y León a otras comunidades.

Castilla y León es la comunidad que más habitantes pierde de España a lo largo de 2009:11 cada día. Sigue incrementándose la brecha demográfica entre Castilla y León y España, que gana un 0,6 % de población mientras nuestra comunidad pierde el 0,2%.

De las diez provincias españolas que pierden población a lo largo de 2009, 6 son de Castilla y León: Burgos, León, Palencia, Salamanca, Segovia y Zamora.

Tres provincias han perdido población entre 2000 y 2010: Zamora, Palencia y León. También en materia demográfica ésta es una Co-munidad con desequilibrios provinciales muy graves. El Estatuto de

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Autonomía crea herramientas aún inéditas para corregir estos des-equilibrios y garantizar la cohesión territorial.

Castilla y León sigue perdiendo peso en España de forma constante y sostenida: en 2000 representaba el 6,12% de la población y en 2010 el 5,44%.

El análisis de la evolución demográfica a lo largo de la década permite constatar la estabilidad de las tendencias desde 2000. Concluimos por ello que las presuntas políticas de población de la Junta de Casti-lla y León o no han existido o no han tenido ningún impacto en la evolución demográfica de la Comunidad ni de ninguna de sus provin-cias.

El cambio de ciclo demográfico, con la aparición de pérdidas netas de población en el conjunto de la Comunidad, deja al descubierto tam-bién en las grandes cifras la derrota demográfica de Castilla y León, que la inmigración extranjera de años precedentes enmascaraba y sólo permitía constatar en las áreas rurales de la Comunidad.

Las estimaciones de la población actual indican que la tenden-cia negativa marcada por los últimos datos oficiales sigue pro-fundizándose, como se percibe también desde la experiencia cotidiana.

Francisco Ramos Antón Presidente de la Fundación PERSPECTIVAS

de Castilla y León,

 

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INTRODUCCIÓN

El estudio de los datos oficiales de población recogidos por el INE en el periodo 2000-2010 no deja lugar a dudas: la Comunidad Autó-noma de Castilla y León se sitúa cada vez más lejos de la evo-lución del conjunto del país.

Si tenemos en cuenta que la primera década del siglo XXI ha sido la más importante en cuanto a la rapidez e intensidad del crecimiento de la población en España, la evolución demográfica y la existencia de numerosos municipios en los que continúa el proceso de pérdida de población hacen que en Castilla y León la última década pue-da definirse como una oportunidad perdida en cuanto a la búsqueda de soluciones para mejorar el gravísimo problema de la despoblación en la comunidad.

Las fichas demográficas referidas a las nueve provincias de Castilla y León demuestran, tanto con los datos generales como, sobre todo, con los referidos a los municipios rurales, la existencia de problemas demográficos estructurales específicos de Castilla y León, en muchos casos, que no pueden ser ocultados ni en coyunturas levemente posi-tivas con las que enmascararlos.

El periodo de análisis, hasta el 1 de enero de 2010, permite además comprobar la evolución demográfica después de que se hayan estabi-lizado los flujos de entrada de población inmigrante extranjera y, en el caso de Castilla y León, se demuestra que los únicos signos de tendencia demográfica positiva recogidos hasta 2008 no pueden rela-cionarse de forma directa con las políticas llevadas a cabo por la Jun-ta de Castilla y León, sino que derivan de la dinámica demográfica a escala nacional.

El estancamiento demográfico de Castilla y León entre el 1 de enero de 2008 y el 1 de enero de 2010 es un ejemplo palpable de la ineficacia de las políticas autonómicas destinadas al mantenimiento de la población una vez que se frena la llegada masiva de población inmigrante al país.

En cualquier caso, las fichas mostrarán las características específicas de cada una de las provincias, permitiendo un conocimiento más ve-raz de su situación demográfica, más allá de las cifras básicas de po-blación.

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 SORIA

Una dinámica condicionada por su escasa dimensión demográfica

 

Evolución demográfica

Entre 2000 y 2010 la población de la provincia de Soria aumenta en 4.347 habitantes, y pasa de 90.911 a 95.258 habitantes.

Es la provincia con menor número de habitantes en España, posición que no ha variado en la última década.

La provincia crece, en esta década, un 4,8%. Es decir, pese a su exigüidad de-mográfica, Soria crece, en valores relativos, más que el conjunto de Castilla y León, que lo hace únicamente en un 3,2%.

Ahora bien, España crece un 16% en el mismo periodo, lo que demuestra el grave problema demográfico al que se enfrenta la provincia de Soria, que, en la década de mayor crecimiento, tiene un crecimiento 11 puntos inferior.

Es decir, la brecha demográfica no hace sino incrementarse en este periodo.

Concentrando el análisis en el periodo 2008-2010, cuando se reduce la llegada de población inmigrante y se aprecian los efectos de la crisis económica internacional, la dinámica no es mejor.

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Entre 2008 y 2010 la provincia de Soria gana 612 habitantes (un 0,6% de su pobla-ción), pero en el mismo periodo España ha crecido un 2%, con el mantenimiento de la progresión demográfica a lo largo del decenio.

La tendencia en Castilla y León es decreciente en el mismo periodo, ya que se la re-gión pierde el 0,5% de su población.

Diferenciando la evolución en función de la nacionalidad, las tendencias registradas en la provincia de Soria son contrapuestas.

La población con nacionalidad española retrocede casi un 6% entre 2000 y 2010, lo que, en valores absolutos, se corresponde con una pérdida de casi 5.000 personas empadronadas.

La evolución de la población con nacionalidad española en Soria es más negativa in-cluso que en el caso de Castilla y León, donde se pierde casi el 3% de sus habitantes, e incomparablemente peor que la media nacional, ya que en este caso la población creció un 4% entre 2000 y 2010.

Por el contrario, la población con nacionalidad extranjera crece de una forma casi ex-ponencial en el mismo periodo, como se aprecia en el gráfico siguiente.

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Entre 2000 y 2010 el número de extranjeros aumenta en la provincia de Soria en casi un 1600%. Es decir, la población con nacionalidad extranjera se multiplica por 16.

El ritmo de aumento de inmigrantes casi duplica el registrado en Castilla y León (se multiplica por 9), y supera en 2,5 veces el registrado en España (se multiplica por 6,2).

En apenas 10 años, el número de inmigrantes extranjeros en la provincia de Soria cre-ció de 619 a 9.870 habitantes empadronados.

Soria es la 6ª provincia con un mayor ritmo de crecimiento de la población ex-tranjera, por detrás de Ciudad Real, Cuenca, Teruel, Albacete y Valladolid.

Sin embargo, en 2010 Soria es la 3ª provincia con un menor número de extranjeros empadronados, sólo por delante de Palencia y Zamora.

Este crecimiento supone que el porcentaje de extranjeros respecto al total de la pobla-ción se haya incrementado en Soria constantemente entre 2000 y 2010.

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En 2000, los extranjeros eran el 1,1% del total de población, igual que en Castilla y León. En 2010, representan el 10,4% de la población, frente al 6,6% de Castilla y León. Este porcentaje se ha aproximado al 12,2% de España.

Ahora bien, esta es una situación genérica que debe ser matizada en función de los resultados obtenidos en los distintos municipios de la provincia de Soria.

De los 183 municipios de la provincia de Soria, 152, es decir, el 83,1%, pierden población, y sólo 31 (16,9%) mantienen o aumentan su población.

El porcentaje de municipios que pierde población en Soria es ligeramente mayor que el ya de por sí elevado porcentaje de Castilla y León (79,7%), y muy superior al con-junto de España, donde el 51,5% de los municipios reducen su número de habitantes.

El porcentaje de España está muy condicionado por la región castellano-leonesa, pues el 43% de los municipios con tendencia negativa en el conjunto nacional se sitúan en Castilla y León.

Por lo tanto, aunque la provincia de Soria crece en población a lo largo de la última década, la mayor parte de los municipios pierden una parte importante de sus efecti-vos demográficos.

Dicho de otra forma, en 8 de cada 10 municipios sorianos se sufren los efectos de la despoblación.

El gráfico siguiente es nítido: la pérdida de población en Soria se concentra sobre todo en los municipios más vulnerables, como son aquellos con una población inferior a los 2.000 habitantes.

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Frente al aumento de casi el 5% de la población de la provincia de Soria en el periodo 2000-2010, los municipios menores de 2.000 habitantes pierden un 12% del total de su población, con una pérdida de población constante.

Es decir, a lo largo de la última década los 175 municipios menores de 2.000 habitan-tes en Soria pierden de media un 1,2% de su población cada año.

Si el estudio se circunscribe a los 161 municipios con menos de 500 habitantes, la pérdida de población en la última década es casi del 18%, es decir, casi ceden un 2% de su población cada año a lo largo de los últimos 10 años.

La negativa dinámica demográfica de los municipios rurales de la provincia de Soria se aprecia en el gráfico adjunto: el 85% de los municipios menores de 2000 habitantes pierde población, mientras que en el grupo de municipios mayores de 2.000 habitantes –que sólo cuenta con 8 municipios- el 75% mantiene su población o crece.

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Dinámica interna de la población: natalidad y fecundidad

En 2009, la tasa bruta de natalidad en la provincia de Soria es del 7,9‰. Se trata de una tasa ligeramente inferior a la tasa de Castilla y León (8,1‰), pero mucho menor que la tasa bruta registrada en España (10,7‰).

La tasa bruta de natalidad de la provincia de Soria es un 26% inferior a la media na-cional, que es un valor reducido en comparación con los de otros países del entorno.

La evolución de la tasa de natalidad a lo largo de la primera década del siglo XXI en la provincia de Soria se caracteriza por su variabilidad, más marcada que en España o en Castilla y León.

La tasa bruta de natalidad en Soria en 2000 y 2009 es de 7,9‰, pero a lo largo de la década oscila entre el 7,1‰ en 2002 y el 8,3‰ en 2008.

A lo largo de la última década se aprecia un comportamiento de la natalidad en Soria menos progresivo que en el promedio de Castilla y León, que pasa de 7,2‰ a 8,1‰ en el mismo periodo.

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En cualquier caso, a pesar del ligero aumento en la tasa bruta de natalidad, el número de nacimientos continúa siendo muy bajo, como lo atestigua el número de hijos por mujer.

Esta cifra apenas crece en Soria de 1,1 a 1,2, es decir, un aumento escasamente sig-nificativo, y que no ha conseguido alcanzar las cotas registradas en España (1,4 hijos por mujer).

Como también se aprecia en el gráfico siguiente, la provincia de Soria tiene un número relativo de nacimientos ligeramente superior a Castilla y León.

En 2009, el número de hijos por mujer en Soria se situó en 1,2, algo mejor que en Castilla y León, y con una comparación mucho más desigual en relación con el pro-medio nacional (1,4 hijos).

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Este menor número relativo de nacimientos debe relacionarse con las dificultades para tener hijos, de los que la edad media de la madre al tener el primer hijo es un indicador a tener en cuenta.

En la provincia de Soria la edad media de la madre primeriza se sitúa en 29,9 años, 0,3 años más que el promedio nacional y 0,5 por encima de la tasa autonómica.

La tendencia en la edad media de la madre primeriza es descendente, aunque con muchas oscilaciones a partir de 2007. Los datos son mejores que los registrados en Castilla y León.

Si en 2000 esta edad era un año superior en Soria que en España, en 2008 la media se equipara, aunque vuelve a crecer en 2009.

La edad media de la madre primeriza en Soria se sitúa entre los valores regionales, más elevados (30,4 años en 2009), y los nacionales, más reducidos (29,6 años).

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En cualquier caso, los datos generales de natalidad han de valorarse también a escala municipal.

En relación con el número de nacimientos, de los 183 municipios de la provincia de Soria, en 47 (el 25,7%) no se registró ningún nacimiento a lo largo de los últimos 10 años.

Es decir, en 1 de cada 4 municipios de Soria no ha nacido nadie en los últimos 10 años.

Si circunscribimos el análisis al trienio 2007-2009, son 107 (58,5%) los municipios sin nacimientos. Lo que es lo mismo: en 6 de cada 10 municipios no ha habido nacimien-tos los 3 últimos años

Y si analizamos el último año con datos (2009), la situación es aún más negativa: 133 municipios de la provincia de Soria no han registrado ningún nacimiento. Es decir, el último año en 7 de cada 10 municipios sorianos no hubo nacimientos.

Lógicamente, este porcentaje no es un hecho puntual, sino un problema estructural.

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Entre 2001 y 2009, en el 79% de los municipios en al menos 5 años no se regis-traron nacimientos.

Sólo en 39 municipios (21%) se inscribieron nacimientos en al menos 5 años entre 2000 y 2009

El resultado es evidente: la natalidad es un hecho casi coyuntural (no estructural) en buena parte de los municipios de la provincia de Soria.

Esto ocurre a pesar de que la llegada de población inmigrante en edad fértil ha permi-tido mantener unas tasas de natalidad ya de por sí reducidas, pero este proceso ha quedado en suspenso desde 2008 con la reducción de los flujos migratorios y la crisis económica.

Dinámica interna de la población: mortalidad y esperanza de vida

Si los datos de natalidad en Soria no son particularmente positivos, los datos de mor-talidad repiten la situación de problema demográfico estructural.

Entre 2000 y 2009 la tasa bruta de mortalidad en la provincia de Soria se ha situado entre el 11‰ y el 13‰, es decir, entre 3 y 5 puntos por encima de la tasa bruta de na-talidad.

La tendencia que sigue la tasa de mortalidad es bastante oscilante, con valores aproximados en 2000 y 2009.En esto existe una diferencia con lo sucedido en España, donde esta tasa se reduce casi en un 1‰, e incluso que Castilla y León, donde se aprecia una leve reducción de los niveles.

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Como se aprecia en el resumen de 2009, la tasa bruta de mortalidad de la provin-cia de Soria es 3,5 puntos superior a la media nacional, y un punto superior a la media regional.

Esta situación se explica, fundamentalmente, por el mayor envejecimiento de la pobla-ción de la provincia de Soria, lo que provoca el aumento de la población con edades muy avanzadas, y propicia un incremento estructural de la tasas de mortalidad a lo largo de las próximas décadas.

Por otro lado, este mayor envejecimiento y el aumento de las tasas brutas de mortali-dad tiene un efecto estadístico positivo en otra variable demográfica, como es la espe-ranza de vida.

Teniendo en cuenta que una parte importante de su población ha alcanzado una edad avanzada, la esperanza de vida media de la provincia de Soria es superior tanto a la media regional como a la nacional.

A lo largo de la última década, la esperanza media de vida en Soria ha pasado de 80,9 a 83,1 años, mientras en Castilla y León esta cifra llega a 82,7 años y en España a 81,6 años.

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Por sexos, se observa una clara diferencia entre hombres y mujeres. En la provincia de Soria la distancia se sitúa en 6,7 años (80 hombres y 86,7 mujeres), mientras en España esta diferencia es de 6,1 años (78,5 a 84,6 años respectivamente).

Dinámica interna de la población: saldo vegetativo

Cruzando los datos obtenidos, el saldo vegetativo de los municipios de la provincia de Soria en el periodo 2000-2009 es muy negativo.

De los 183 municipios de Soria, 119 tienen un saldo vegetativo negativo.

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El 65% municipios de la provincia de Soria registraron más fallecimientos que naci-mientos entre 2000 y 2009.

Es un porcentaje ligeramente mejor que el regional, ya que los municipios de la región con saldo vegetativo negativo son el 73%.

En el 61% de los municipios de la provincia de Soria (112 de 183), el número de muertes en 2009 al menos duplicó al de nacimientos.

Por tanto, la dinámica natural de la provincia de Soria puede caracterizarse como ne-gativa, cuando la mayor parte sus municipios están teniendo muchos más fallecimien-tos que nacimientos.

Lógicamente, sin la llegada de población inmigrante a Soria, que ha incrementado sig-nificativamente la tasa de natalidad provincial, la situación aún sería más compleja.

Por ello, la tendencia a corto y medio plazo, con una ralentización de la inmigración extranjera, se plantea con mayor incertidumbre aún.

Saldos migratorios

El análisis del saldo migratorio muestra cuál puede ser la tendencia de la población de la provincia de Soria en los próximos años, en un contexto de reducción de los flujos de inmigración.

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El saldo migratorio general de la provincia de Soria en 2009 fue claramente posi-tivo, en 440 habitantes.

En 2009 el saldo interior –habitantes que cambian de provincia dentro de España- fue ligeramente positivo, con un aumento de 106 personas en un año.

Por otro lado, se registró un saldo exterior positivo de 334 personas.

Se trata, en cualquier caso, de cifras bastante reducidas, en comparación con los sal-dos registrados en otras provincias de Castilla y León, tanto positivos como negativos.

Así, respecto al total de población, en Soria el saldo total representó un +0,5% del total de habitantes, una cifra muy superior al saldo registrado en Castilla y León, e incluso en España.

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Así, en Castilla y León el saldo migratorio en 2009 representó un 0,1% del total de población. En el caso nacional, el saldo supuso un aumento del 0,43% del total de sus habitantes.

Por tanto, los gráficos anteriores dan respuesta a las cuestiones anteriormente plan-teadas. Sin la llegada de población extranjera inmigrante, la dinámica demográfica de la provincia de Soria se puede agravar, con saldos vegetativos negativos en la mayor parte de sus municipios y saldos migratorios interiores muy reducidos.

En este sentido, los siguientes gráficos permiten explicar algunos problemas socioe-conómicos estructurales de la provincia de Soria.

En cuanto al saldo migratorio interior, en 2009 se registran cifras positivas en el caso de extranjeros y negativas en el de españoles.

El saldo migratorio interior de población española es mucho más negativo en el caso de las mujeres que de los hombres, lo que se deriva de la dificultad de las mujeres para encontrar empleos acordes a sus capacidades y su formación en la mayor parte de los municipios de la provincia de Soria. Además, esto provoca un agravamiento de los índices de masculinidad.

Respecto a los saldos migratorios con el exterior, se registra la llegada de un impor-tante grupo de población inmigrante extranjera a lo largo de 2009 a Soria, con un ma-yor número de mujeres que de hombres.

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A diferencia de otras provincias de la región, se aprecia aún un saldo migratorio exte-rior de españoles positivo, aunque con unas cifras muy limitadas.

Estructura de la población

Por último, hay que valorar los caracteres estructurales de la población en la provincia de Soria, en relación con Castilla y León y España.

En primer lugar, la tasa de juventud, que relaciona la población menor de 15 años con el total de población, es significativamente inferior en Soria que en España, y semejan-te a la media castellano leonesa.

De cada 100 habitantes, cerca de 12 tienen 15 o menos años, porcentaje algo mayor que el registrado en Castilla y León (11,8%), pero inferior al valor nacio-nal, superior al 14% -y que puede considerarse de por sí como un valor bajo-.

También se ha obtenido la tasa de vejez, que relaciona el volumen de población ma-yor de 65 años con el total de población.

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En este caso, la tasa de vejez de Soria supera claramente a las registradas en Castilla y León y España.

En Soria 1 de cada 4 personas tiene 65 o más años, valor ligeramente superior al de Castilla y León (22,4%), y muy alejado de la media nacional (16,6%).

De la relación de ambas tasas pueden obtenerse dos indicadores.

El primero es el índice de dependencia, que relaciona la población joven y anciana con la población adulta, e indica la carga demográfica de la población potencialmente acti-va (entre 15 y 64 años).

Como se comprueba, el índice de dependencia de la provincia de Soria se acerca al 60%.

En Soria, por cada 10 personas entre 15 y 64 años, encontramos 6 jóvenes o ancia-nos.

Descontando del grupo de población potencialmente activa la población inactiva (amas de casa, estudiantes o pensionistas), hay que plantear la escasa sostenibilidad del modelo demográfico en la provincia de Soria, así como en la región.

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El índice de dependencia es mucho más alto en Soria que en Castilla y León (52%) y en España (45%).

El segundo índice es el índice de envejecimiento, que relaciona población anciana y joven.

El índice de envejecimiento de la provincia de Soria ha alcanzado ya el 2,1.

Dicho de otra forma: en Soria hay 21 ancianos por cada 10 jóvenes menores de 15 años.

En un contexto de reducción o estancamiento de la natalidad y aumento de la espe-ranza de vida, la insostenibilidad del modelo demográfico es evidente a medio plazo.

El índice de envejecimiento en Castilla y León es algo inferior (1,9 ancianos por joven), aunque es una cifra objetivamente muy elevada, mientras en España esta cifra se acerca a 1 (1,1 concretamente), es decir, un índice de envejecimiento bastante menos marcado.

En lo referente al envejecimiento de la población en Soria, el siguiente gráfico muestra la incapacidad del modelo demográfico de ser sostenible a medio y largo plazo.

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En el 45% de los municipios de la provincia de Soria no hay registrado ningún de 4 o menos años.

Es decir, en casi la mitad de los municipios de Soria ya no hay menores de 5 años.

Esta falta de población infantil contrasta con el índice de sobreenvejecimiento, que mide el porcentaje de población mayor de 85 años respecto al conjunto de mayores de 65 años.

En el caso de la provincia de Soria, el 19% de los mayores de 65 años tienen ya más de 85 años, lo que indica un sobreenvejecimiento acusado y explica los ele-vados valores de la esperanza media de vida.

El índice de sobreenvejecimiento en Soria es muy superior al de Castilla y León (15,7%) y al español, seis puntos inferior (12,7%).

El gráfico siguiente ahonda en el problema del envejecimiento estructural de la mayor parte de los municipios de la provincia de Soria. En él se contabilizan los municipios en los que al menos la mitad de la población tienen ya 65 o más años.

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Los resultados son abrumadores, ya que casi en el 24% de los municipios la mitad de la población ha superado los 64 años.

Dicho de otra forma: en 1 de cada 4 municipios más de la mitad de la población ya es anciana.

En Castilla y León, este porcentaje es del 10%, mientras en España es algo menor (5% de los municipios, de los que más de la mitad se corresponden con términos si-tuados precisamente en Castilla y León).

Los problemas estructurales de Soria pueden agravarse con rasgos demográficos co-mo la masculinización de su población.

El índice de masculinidad de Soria en la población adulta-joven, es decir, en edad de procrear, es de 1,12. Es decir, por cada 100 mujeres en edad de procrear, se regis-tran 112 hombres, cifra superior a la de Castilla y León (1,07) o España (1,05).

En cualquier caso, en el 35% de los municipios de Soria, la población masculina entre 15 y 49 años ya duplica a la femenina, lo que dificulta considerablemente el incremento de las tasas de fecundidad o natalidad en los próximos años y evidencia la casi obligatoriedad de emigración en el caso de las mujeres.

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En el gráfico se ve que esta situación está sobredimensionada en el caso de Soria, con un valor que casi triplica al de Castilla y León (13,8%), y quintuplica a la media española, ya que el porcentaje se sitúa en el 7,6%.

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CARTOGRAFÍA MUNICIPAL

SORIA

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