Sonámbula N°16 PDF

7/27/2019 Sonmbula N16 PDF

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Es necesario que me crean. Porque puedo dar fe: la existencia de estos geniales creadores,de entusiastas paroxistas , desesperados, fantasiosos, torturados, genios iracundos,profetas, sometidos, malditos, vidos de gloria, solitarios, soadores, perseverantes,videntes, linyeras, humillados, borrachos, fugitivos, jubilosos, sufrientes, revolucionarios,manojos de energa, cosmopolitas, desesperados por instinto, alquimistas emocionales,desenfrenados, extenuados, salvajes, rapsdicos, afiebrados, jugadores, aventureros, nios,amantes, herederos de la anarqua, erticamente estimulados para el futuro.

Es necesario que me crean. Porque los conoc en mis rondas por las calles, bares, estudios,talleres, viviendas, puentes, parques.

Es necesario que me crean. Porque hay que estar preparados: Sonmbula una revista parapersonas con estrecho criterio.

Alejandro Chiri


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Krampak 6.20 PM

Por mi corazn slo pasa

el amor convexo de mis manos,

la luz casi hueco de la soledad

otra vez el perfume de la nada.

La experiencia de la tarde me define

es un da complicado,

la vida es una miarda

vuelvo del trabajo pensando en eso

y eso se torna rosa, morado, cido

y domingo. Por un momento, me olvido

del domingo, de la tarde, de este krampak

que ya huele a msica triste

casi un verso desgarrado en la tarde-noche,

mi voz ya se apaga en el movimiento

de la mano mariposa

y all pasa (all se va) otra vez mi corazn

convexo, el amor hueco, la mano que se torna mosca.


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Krampak 11.59 PM

Necesito estar triste

es la solucin a mi problema

nada nuevo o nada raro

el alma teje la sombra de su destino,

tal vez una historia: ella morir en primavera

tal vez unas flores en hiprbole potica,

l le seguir en invierno

siempre fue la flor y nada ms:

(ya lo ven aqu tienen)

un pequeo drama obscuro

un pedazo de la vida

que muchos creen dorado

pero dime amor,

cmo nombrar ahora

sin importarnos ya los detalles desconchados

o las grietas de la luz,

esta rutina de frases inconclusas

que converge en krampak y nada ms

Ah ya estoy triste!

ah viene la vida arrechando a las estrellas,

la marea se retuerce,

un verso de Neruda a la ausencia,

otro verso desnudo en la mujer oscura

y la muerte, y la vida. La vida. La muerte

Ah la vida

la vida como otro violento lefarazo sin sentido. Daro Liendro


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"Ama y haz lo que quieras. Si callas, callars con amor; si gritas, gritars con amor;si corriges, corregirs con amor; si perdonas, perdonars con amor."

Tcito (55-115 a. C.) Historiador romano.

Mi Poema

Como un poemacon tus palabras desparramadasdiciendo disueltas.Mi pecho no comprendesi por el viento,si por la tormenta

de verano.Mi poema

no es.Eso es su razn de ser. Absoluto.Pero le conozco la raz; y en cada alba le acariciosu crecer nebuloso; y vierto en su frgil posarlgrimas colmadas de dulzura.

Un suspiro se me resbala y se hincha su raz.Se sabe poema.Se ondula

y crece.Se ondulase ondula.Se entreteje mi poema.

Tal vez se pierde y me grue. ViajaSolitariaSe piensa Y descansa en algn capullo tierno Y en su dormir

le doy mis ojos y mas que mis ojos

el alma completa,que le grita silenciosalo que le es imposible,

mi vozComo un poema. Carla Melina Vaca


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Porcelana

Soplan las opinionesy la vuelta al mundo le dan.Germinan los nacientesFlorecen los bellosMueren los marchitos.En algn sitiodonde los vendavales arribana un rostro de porcelana polvoriento,el mar hace su cuna.Sus pasos son de hadasde hroes perdidos.Sus manos guardanlos secretos del mundo.Ese porcelanato sabedel ardor, del fro y el calor mas placentero.Su estada en un no lugarlo convierte en la maravilla de lo pasajero.Se protege en el polvo,Se protege de los cfiros.Tan fuerteTan bello.Contempla el tiemposus juegos que entristecen a los humanos.

Carla Melina Vaca


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Intentos fallidos de poemas

I

Persguelos, revintalos

rmpelos, tralos

patalos a todos lejos

y ven

ven

derrumbmonos hacia otro lugar.

II

Algunas migajassolo el olor de la felicidad.

Podemos escribir todo de nuevo?

III

Si

puede ser

que la cuerda haya cedido.

Cre que por lo menos habra alguien rindose de m.


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Alejandro Chiri

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VI

La ciudad se va cayendo a pedazos.

Y yo con la conchudez de pedirte

un da que tengas de sobra.

VII

Viene sola, como una bala a la sien

sin espera de bienvenida

escondiendo el pual detrs de la sonrisa.

Jodidamente hermosa y yo sonri recibindola

busco unas zapatillas, un faso, una birra

por un momento todo desaparece.

Y no es lo ms sano.

No

no puedo negar los colores y los sonidos


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El voluble destino de los pobres

Hoy te conformaste con comer pan

No te olvides de esto

Hay pobreza alla afuera

Hay dolores no fsicos

De vidas pequeas

Que ya no sonren

La Disolucin de esta humedad

Es lo que buscamos

Este aire denso

Que Gilletea mis palabras

Quedando ya tan pocas

Que solo te miro lento esperando

El amanecer.

Colonias de hormigas, eso.

Mi identidad robusta y golosa

Adora lo bizarro

Es extraa, rara

Con tneles internos, como colonias de hormigas

Que tocan el pasto

Y los pies se le erizan.

Cecilia Toconas


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Ante la lluvia soy agua

Soy agua que bebe tu vaso

Soy flor deshilachada sin H

Hay cosas que nos definen masComo la hora a la que nos levantamos

Yo me levanto a las 8, beso a mi perro

Mi perro sin cola flota cuando me ve

Y yo muevo la cola por el

Soy papel con olor a limn

y sus letras son invisibles

y solo el fuego traer las palabras

soy flor deshilachada regada por

agua regalada.

El vaco taciturno de hoy

El cuerpo se gasta, el alma se desgasta y se cansa. Acongojo de sueos, en la espera derenacer. Esperanza de reverdecer. Conflictos inmateriales que nos atacan en la penumbradel cuartucho. Vemos pasar la luz por los muebles enmohecidos, luces, claroscuros quedeprimen, voces que golpean la puerta, seres que golpean nuestro nombre. Libros que yano ensean, solo lloran. Veo una pena que deforma; me deforma la inmaterialidad de laventanilla que pide a gritos piedad. Deformes peinados, deformes miradas, crueles callespisadas.

Cecilia Toconas


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Nmero desconocido

El plato de sopa est all, sobre la mesa. Humea, los trocitos de verduras rodean unapapa. Enrique toma la cuchara, la lleva hacia su boca y sopla. Luego toma un sorbo,otro, otro y otro ms hasta terminar con el lquido sin sabor, ni olor ni siquiera. Nosiente nada cuando el lquido se desliza por su lengua y baja al esfago. Mira el mantel

de la mesa y los cuadritos de su superficie no parecen tener un color definido, peroEnrique lo considera rojo y blanco aunque slo perciba tonalidades de grises en todo asu alrededor. Toma una servilleta de los mismos tonos grises del mantel. Se limpia laboca y despierta.

Es el mismo sueo cada noche. Desde que tiene uso de razn, Enrique ha soado lomismo. Cuando era nio sola creer que todo el mundo as. O alguna rutina similar,segn el soante. Pronto se percat de la variedad onrica en la que se desenvolvan los

dems. Pero para l, el mismo plato de sopa lo aguardaba una y otra vez, un ciclo decomputadora que enva el mismo programa cada vez que se reinicia desde haceveintisis aos.

El da comienza cada lunes a viernes un buen rato antes del horario de oficina.Compra las mismas marcas en el supermercado y va a la misma cajera. Tiene el mismoatuendo para cada da del mes. Luego los repite hasta que se desgastan y compra lo queno sirve lo ms parecido a lo que desech. Enrique tiene el dudoso consuelo de que laoficina es un lugar donde la conducta repetitiva no slo no es condenable, sino quedespierta elogios por parte de su jefe.

-Muy bien, Parra. Muy bien. Usted es el paradigma de empleado confiable y eficiente-Enrique le sonre en silencio. Contina ordenando expedientes y mandando notas,esencialmente el mismo modelo de nota, a la cual cambia la fecha, el destinatario,etctera.

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Esa maana, su auto no arranca. Levanta el cap, mira. No entiende nada demecnica as que sigue sin pasar nada. No puede llegar tarde. Decide tomar un taxi. Esun lunes como tantos y, luego de hacerle la seal de alto a una luz roja de LIBRE, quese le antoja similar a un saludo nazi, aborda un taxi. Acomoda su portafolio a un lado eindica la direccin al taxista. Un celular chato se topa con el dorso de su mano

izquierda. Enrique lo toma, lo examina como si jams hubiera visto un artefacto as entodo el universo. Es un celular de alta gama, de sos que tienen Internet, twitter, Mp3,4, 5, whasup, whatdejell, vaya uno a saber. A punto de drselo al chofer, vacila. Lo mirahechizado, cede al influjo y se lo guarda en el bolsillo interior del saco.


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Durante toda la maana, todo ritual que ejecuta Enrique, no logra conjurar al aparatode su mente. Si suena, ser su propietario desde otra lnea para rcuperarlo. Se lo llevaradnde ste indique, claro. Pero el rectngulo plateado permanece en la terquedad delsilencio. Ms tarde, en su departamento, lo contempla apoyando sus codos sobre lamesa. La lnea no ha sido dada de baja an. Su propietario no repar en su prdida?Tendra que llamar a alguno de sus contactos, revisar el face, buscar datos, algopero

ya se ha demorado mucho y debe ducharse. Luego decidir qu hacer. Mientras se lavala cabeza, una meloda de esos ritmos de ahora. Algo de Pitbull le llega entre el ruido dela ducha. Tpico. El telefono sonar cuando ests duchndote.Piensa Enrique.Manotea una toalla y moja el piso recin encerado puteando. Mira la pantalla: Nmerodesconocido.

-Hola, Thiago?-susurra una voz masculina desde el celular intruso aun chorreante Enrique.-Ehh, no, yoqun habla?-musita Enrique con los ojos enrojecidos dechamp.-V tu aviso en internet, quera un servicio para dentro de una horapuede ser?

Enrique est desconcertado, le pregunta en qu pgina y le dice vaguedades paraver adnde va esto. Por las dudas, anota todo en una libreta y le dice que bueno, en unahora va. Chau. Cuelga.

Enciende la notebook y se dirige a la pgina que mencion el tipo. Lee:

Mauricio, tu vicio, masculino servicio de acompaante alto nivel. Morboso, dispuesto a cumplir tus fantasas ms bizarras, 24 aos,discreto. Atencin hombres, mujeres. Zona centro.

Debajo del anuncio, tres fotitos del tal Thiago en alegres tarlipes. Eso s, con elrostro pixelado. Buscando espolear la curiosidad, crear un aura de misterio, conservarcierto anonimato, o en un ataque repentino de pudor, quizsno, esto ltimo, difcil.

Dilucidar los motivos que llevan a Enrique a adoptar una identidad ajena no vieneal caso. Pero Mauricio no es, supone Enrique, el nombre real, por lo tanto no lepertenece a nadie. Y, si adems se trata de cumplir fantasas que son por definicinalgo irreal aunque realizable, tampoco existen hasta que se lleven a cabo, concluyeEnrique en un razonamiento lgico el cual envidiaran todos los sabios de laantigedad.


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Adems, su vida es tan rutinaria.Si una noche de entre mil no se puede hacer algo fuerade lo previsto, qu sentido tiene vivirla, se dice un tembloroso Enrique ante el porteroelctrico de la direccin anotada. Revisa otra vez. 4 C. Profiere las palabras mgicas-Yo, Mauricio y las puertas del destino se franquean para l.

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El departamento es amplio, de da debe tener buena iluminacin, cunto pagar deexpensas. Minimalista todo. Blanco y negro, muebles de madera. Su propietario loestudia con rostro amable. Enrique no saba que esperar pero no esperaba esto. Losaluda con un apretn de manos un tipo de cincuenta aos bien llevados. Se ve y se oyemuy masculino. Tiene puestas unas bermudas, zapatillas y una remera. Le invita atomar algo pero Enrique dice que est bien, gracias. Sobre una repisa hay fotos de unamujer y dos nios. Se llama Fabio y en una foto se lo ve con ese grupo familiar en unaplaya. Enrique/Mauricio piensa que debe ser discreto y no pregunta nada pero suponeque el cliente es casado.

-No te parecs al de la foto- dice Fabio con un trago de algo azul en la mano. Te hacams musculoso.

-Ah, s. Es una foto vieja. Dej el gimnasio hace un tiempo.-Sentte.

Enrique/Mauricio toma asiento en un sof. Hablan de nada. Fabio es tranquilo, se

nota y Enrique/Mauricio piensa que Fabio podra ser uno de sus compaeros de oficinams veteranos, incluso su jefe. Pasan a la habitacin. Hay poca luz, Fabio le pone lamano en el brazo. Se desnudan y tienen sexo.O.o O.o O.o O.o O.o O.o O.o O.o O.o O.o O.o O.o O.o O.o O.o O.o O.o

Enrique sale recin duchado, el tipo le pas algo extra para el taxi e incluso unospesos de propina. Bueno, no estuvo tan mal pero no le d para repetir esto. No era nadadel otro mundo y unos pesos libres de impuestos no lo ofenden para nada. En el fondo,sabe que esa noche tal vez vuelva a soar con el mismo plato de sopa pero el diseo acuadritos interminable del mantel ya no ser exactamente el mismo. Y no le importa.

Esta vez tuvo suerte, y si el que lo llamaba era un conocido, un ex compaero de lasecundaria, o uno de sus compaeros de oficina?y si hubiera sido su jefe? O le daba unaumento o lo rajaba. Mejor no saber. Hay gente que puede vivir esas vidas peroEnrique no es uno de ellos. Alguien le dijo que la gente que labura en la noche sueletener varios celulares. El propietario de este celular todava ni se habr enterado de quelo extravi, lo deja sobre el asiento del taxi y se baja.

Un flaco parecido a Frodo sube justo despus de l. La meloda de Pitbull suenacuando el taxi apaga el letrero rojo de LIBRE. Arranca escupiendo monxido decarbono detrs de Enrique.^-^-^-^-^-^-^-^-^-^-^-^-^-^-^-^-^-^-^-^-^-^-^-^-^-^-^-^-^-^-^-^-^-^-^-^-^-^

Rafael Caro


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Sueos del despertar

Los gritos de don Evaristo se oyen por los cerros, llamando a Dios o a algn hijo ingratoque parti hacia la ciudad y no regres jams.

Sonia, es la nica hija que vive junto a l, soltera de amores y afectos, con la piel curtida

por el fro, con los pies llenos de callos por las hartas caminatas.Ella planea escapar de los gritos de su padre pero no sabe cmo. Busca lugares con laimaginacin, inventa lluvias, crea muertes, supone incendios, finge escapes, hasta que elviento le llena los ojos de arena o el fro del atardecer la empujan al rincn de paja y cuerosde chivo.

Los gritos dicen su nombre, llaman por ella, suplican su presencia, ruegan por ayudan,imploran agua. Ella no responde, no se mueve, no se levanta, se aferra ms al rincn, tocael adobe, rasgua la pared blanda. Cierra los ojos y de tanto apretarlos ve estrellasmulticolores dibujadas en sus parpados, hasta logra verse caminando por calles asfaltadas,con zapatos, con el cabello largo, con sonrisa, sin cabras y sin ovejas, imagina que sereencuentra con sus hermanos, imagina que deja de or gritos y siente felicidad, y sepierde por una esquina de la cuidad sin mirar atrs y sin escuchar nada.

Elizabeth Soto

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