¿Son Idénticos El Texto Mayoritario y El Texto Original_ _ Bible

27
¿Son idénticos el texto mayoritario y el texto original? Traducido por Rafael Serrano from the English version. Introducción En los últimos años un pequeño pero creciente número de estudiosos del Nuevo Testamento han estado promoviendo lo que parece ser un regreso al Textus Receptus (TR), el texto griego en que se basa la versión del Rey Jaime (King James, en inglés) de la Biblia, pero no todo es como parece. En realidad, estos estudiosos lo que están haciendo es abogar por «el texto mayoritario», que es la forma del texto griego encontrada en la mayoría de manuscritos existentes. No es por accidente que el Textus Receptus se asemeje al texto mayoritario, ya que en su compilación Erasmo usó como media docena de manuscritos tardíos que eran los que tenía a su disposición. Como señala Hodges: Sin embargo, difícilmente se puede afirmar que el TR es idéntico al texto mayoritario porque en el TR hay numerosos pasajes que no están basados en ningún manuscrito griego o en muy pocos manuscritos. Es precisamente por esa razón es que los partidarios del texto mayoritario difieren en estos pasajes de los partidarios del TR. Ellos tienen argumentos más HOME 1 La razón de esta semejanza, a pesar de la forma poco científica en que se compiló el TR, es fácilmente explicable. La tradición textual que se encuentra en los manuscritos griegos es en su mayor parte tan uniforme que seleccionar uno de los manuscritos de entre la masa de manuscritos testigos casi siempre dará por resultado un manuscrito muy parecido a todos los demás. Así fue que cuando se imprimieron las primeras ediciones de la Biblia, las probabilidades favorecieron a los primeros editores que se basaron en manuscritos que representaban el texto mayoritario. 2

description

ANALISIS BIBLICO

Transcript of ¿Son Idénticos El Texto Mayoritario y El Texto Original_ _ Bible

  • Son idnticos el texto mayoritario yel texto original?

    Traducido por Rafael Serrano from the English version.

    IntroduccinEn los ltimos aos un pequeo pero creciente nmero de estudiosos del Nuevo Testamentohan estado promoviendo lo que parece ser un regreso al Textus Receptus (TR), el texto griegoen que se basa la versin del Rey Jaime (King James, en ingls) de la Biblia, pero no todo escomo parece. En realidad, estos estudiosos lo que estn haciendo es abogar por el textomayoritario, que es la forma del texto griego encontrada en la mayora de manuscritosexistentes. No es por accidente que el Textus Receptus se asemeje al texto mayoritario, ya queen su compilacin Erasmo us como media docena de manuscritos tardos que eran los quetena a su disposicin. Como seala Hodges:

    Sin embargo, difcilmente se puede afirmar que el TR es idntico al texto mayoritario porqueen el TR hay numerosos pasajes que no estn basados en ningn manuscrito griego o en muypocos manuscritos. Es precisamente por esa razn es que los partidarios del textomayoritario difieren en estos pasajes de los partidarios del TR. Ellos tienen argumentos ms

    HOME

    1

    La razn de esta semejanza, a pesar de la forma poco cientfica en que se compil el TR, es fcilmenteexplicable. La tradicin textual que se encuentra en los manuscritos griegos es en su mayor parte tanuniforme que seleccionar uno de los manuscritos de entre la masa de manuscritos testigos casi siempredar por resultado un manuscrito muy parecido a todos los dems. As fue que cuando se imprimieron lasprimeras ediciones de la Biblia, las probabilidades favorecieron a los primeros editores que se basaron enmanuscritos que representaban el texto mayoritario.2

    ,

    !

  • detallados, y ms poderosos, que los partidarios del TR.

    En un artculo anterior el autor del presente artculo interactu con la teora del textomayoritario tal como ha sido expuesta concretamente en el The Greek New Testamentaccording to the Majority Text. La interaccin fue en su mayor parte con la singular defensaque hace Zane Hodges a favor del texto mayoritario. No todos los partidarios del textomayoritario comparten su enfoque. En realidad, muchas de las crticas que se han hecho a lareconstruccin sistemtica de la que habla Hodges en ese artculo, vienen de gente que espartidaria del texto mayoritario. El presente artculo, pues, es una crtica general de la teoradel texto mayoritario y especficamente busca interactuar con la defensa que hace WilburPickering de esta.

    El presente autor escribe desde la perspectiva de eclecticismo razonado, la teora de lacrtica textual que est detrs de casi todas las modernas traducciones del Nuevo Testamento(con excepcin de la versin New King James Version). Se discutirn tres temas del debateactual: las premisas teolgicas de la teora del texto mayoritario, la evidencia externa y laevidencia interna.

    La preservacin de la Escritura y el texto mayoritarioPara muchos partidarios del texto mayoritario o que favorecen el punto de vista del textomayoritario hay una doctrina en la que se basa todo el enfoque. La premisa que sostienenellos es que la doctrina de la preservacin de la Escritura requiere que los manuscritosantiguos no se puedan relacionar directamente con el texto original de la Escritura en unamejor manera que los manuscritos ms tardos porque los manuscritos ms antiguos sonuna minora en nmero frente a la mayor cantidad de manuscritos tardos.

    Pickering tambin parece abrazar esta doctrina. Por ejemplo en 1968 l sostuvo que estadoctrina es la ms importante y que uno la crea es lo que marca la diferencia . Yendoms lejos, l vincul de tal manera la doctrina de la preservacin de la Escritura al textomayoritario que la negacin de esta ltima implica necesariamente la negacin de laprimera: La doctrina de la preservacin divina del texto del Nuevo Testamento depende de lainterpretacin de la evidencia que reconoce que el texto tradicional es la continuacin de losautgrafos . En otras palabras, Pickering parece estar diciendo: Si rechazamos la teoradel texto mayoritario, entonces estamos rechazando la doctrina de la preservacin de laEscritura .

    Esta premisa teolgica tiene implicaciones de largo alcance. En primer lugar, Pickering acusaa Hort de estar prejuiciado contra el texto de tipo Bizantino: Parece que Hort no lleg a su

    3

    4

    5

    6

    7

  • teora despus de una relacin imparcial con los hechos. Mas bien, l deliberadamenteempez a construir una teora que pudiera apoyar su animosidad preconcebida contra elTexto Recibido Pero acaso Pickering no ha hecho lo mismo? Su punto de vista particularsobre la preservacin de la Escritura parece haber sido dictado por l para que la teora afavor del texto mayoritario tenga que ser la correcta. l afirma en cierto lugar:

    En otras palabras, de acuerdo a Pickering, parece que la presuposicin del cristiano es que eltexto mayoritario es el texto original. Aparentemente para muchos de los partidarios deltexto mayoritario, abandonarlo sera dejar la ortodoxia. Si eso es as, entonces cualesquieraque sean los mritos de este punto de vista y tiene muchos se debe hacer nfasis quemientras los partidarios del texto mayoritario mantengan este punto de vista de lapreservacin, ninguna cantidad de evidencia los convencer de que el eclecticismo razonadosea correcto, porque la teora del texto mayoritario es una declaracin de fe . Y comoPickering lo ha expresado tan claramente, esto no es slo una presuposicin, es unadoctrina.

    Esta premisa teolgica en muchos aspectos es loable. Demasiados evanglicos hanabandonado el aspecto de la fe cuando los asuntos se ponen difciles. El hecho de que losproponentes de la teora del texto mayoritario hayan mantenido esta posicin doctrinal apesar de la cada vez ms grande cantidad de evidencia es una indicacin de lo elevadas queson su piedad y conviccin. Pero en ninguna parte explican ellos por qu este punto de vistade la preservacin es doctrina bblica. Por ejemplo, en un punto, Pickering afirma: Yocreo que pasajes como Isa 40:8; Mat. 5:18Juan 10:35 [etc.]pueden razonablemente tomarsepara implicar una promesa de que las Escrituras se preservarn para el uso del hombre(viviremos de toda palabra de Dios). Pero l no da despus ningn argumento, ningunaexgesis. Su nica declaracin clara acerca de la doctrina de la preservacin es esta: Dios hapreservado el texto del Nuevo Testamento en una forma muy pura y este ha estadofcilmente disponible a Sus seguidores de todas las pocas por 1900 aos. No da ningntexto como prueba, slo esa escueta declaracin.

    El presente autor encuentra serios problemas en este punto de vista de la doctrina de lapreservacin, tres de los cuales se explican a continuacin. Primero, la Escritura noestablece la manera como Dios ha preservado el texto. Pudo haber sido en la mayora de

    8

    Presumiblemente la evidencia es la misma tanto para el creyente como para el incrdulo, pero lainterpretacin de los hechos depende de las presuposiciones que se empleen. Que no se avergencen loscristianos conservadores de sus presuposiciones son ms razonables que las del incrdulo . Dios tienepreservado el texto del Nuevo Testamentoel texto tradicional es en todo el sentido de la palabra,exactamente eso.9

    10

    11

    12

    13

    14

    15

    16

  • testimonios o en un puado de testimonios. De hecho, teolgicamente a uno le gustaraargumentar contra la mayora: generalmente es el remanente, no la mayora, quien est enlo correcto.

    Segundo, asumiendo que el texto mayoritario es el original, entonces esta forma pura deltexto ha estado disponible slo desde 1982. El Textus Receptus difiera de l en casi 2000lugares y tiene en efecto varias lecturas que nunca se han encontrado en ningnmanuscrito griego conocido y decenas, quizs cientos de lecturas que dependen slo de unpuado de manuscritos muy tardos. Muchos de esos pasajes son de textos teolgicamentesignificantes. Incluso de 1516 a 1881 virtualmente nadie tuvo acceso a ningn otro texto,un perodo de ms de 350 aos. En vista de todo esto es difcil entender lo que Pickeringquiere decir cuando dice que este texto puro ha estado disponible a los seguidores [de Dios]en todas las pocas a travs de 1900 aos. Eso de puro, parece ser un trmino relativo.

    Tercero, asumiendo otra vez que el texto mayoritario es el original y que ha estado disponiblepara los cristianos por 1900 aos, entonces debe haber estado disponible para los cristianosde Egipto en los primeros cuatro siglos. Pero se ha demostrado que esto no es cierto.Literalmente decenas de estudios en los ltimos 80 aos han demostrado este punto.Debido a consideraciones de espacio slo se citar una reciente disertacin doctoral. Despusde una cuidadosa investigacin de las citas del evangelio por parte de Ddimo, un escritoregipcio del siglo cuarto, Ehrman concluye: Estos descubrimientos indican que no existiningn texto protobizantino en Alejandra en la poca de Ddimo, o si existi al menos nohizo ningn impacto en la corriente principal de la tradicin textual que exista all.Pickering se refiere a los testimonios tempranos de Alejandra como corruptos yprovenientes de un tubo de alcantarilla. Ahora bien, si esos manuscritos son realmentetan defectuosos y si eso es todo lo que haba en Egipto en los tres o cuatro primeros siglos,entonces esta doctrina peculiar de la preservacin est en serio peligro, porque esos antiguoscristianos egipcios no tuvieron acceso a la corriente pura del texto mayoritario. Si uno definela preservacin en trminos del texto mayoritario, entonces uno termina con una opininque habla pobremente del cuidado soberano de Dios del texto en el antiguo Egipto.

    En realidad, argumentar de la pureza de la corriente del texto Bizantino como opuesta a lacontaminacin introducida por el texto de los manuscritos Alejandrinos es barrerdesproporcionadamente lo que son realmente las diferencias entre estos dos textos tantoen cantidad como en cualidad. Por ms de 250 aos, los estudiosos del Nuevo Testamento hansostenido que ninguna variacin textual afecta ninguna doctrina. Carson va ms lejoscuando sostiene que: nada de lo que nosotros consideramos doctrinalmente cierto y nada delo que se nos ha ordenado hacer es puesto en peligro por las variantes textuales. Esto es cierto

    17

    18

    19

    20

    21

    22

    23

    24

  • en cualquier tradicin textual. La interpretacin de pasajes individuales puede sercuestionada, pero nunca se afecta a ninguna doctrina. Lo extraordinario aqu es que estose aplica tanto a los textos crticos estndar del Nuevo Testamento en griego como al TextoMayoritario de Hodges y Farstad; las variantes que hay entre ellos no afectan la doctrina.

    Si la calidad del texto (i.e., su pureza doctrinal) no est en juego, qu, entonces, de lacantidad? Qu tanto es diferente el Texto mayoritario del Greek New Testament (NuevoTestamento en griego) de las Sociedades Bblicas Unidas o del texto de Nestle-Aland?Concuerdan ellos el 30 por ciento de las veces? Concuerdan quizs el 50 por ciento de lasveces? Esto se puede medir de manera general. Hay aproximadamente 300000 variantestextuales entre los manuscritos del Nuevo Testamento. El Texto mayoritario difiere del TextusReceptus en casi 2000 lugares. As que concuerdan en ms del 99 por ciento. Pero el Textomayoritario difiere de los textos crticos modernos solamente en casi 6500 lugares. En otraspalabras, los dos textos concuerdan en casi un 98 por ciento de las veces. No solo eso sinoque la inmensa mayora de esas diferencias son tan menores que ni se presentan en latraduccin ni afectan la exgesis. En consecuencia, el texto mayoritario y el texto crtico sonbastante similares, tanto en calidad como en cantidad.

    En resumen: siempre que la doctrina de la preservacin y la teora del texto mayoritario sevinculan inseparablemente, parece que por ms evidencia que haya no se puede superar lateora del texto mayoritario. Pero si la doctrina de la preservacin no est en juego,entonces los estudiosos y pastores evanglicos son libres de examinar la evidencia sin temorde abandonar la ortodoxia.

    Evidencia externaLa premisa principal de la teora del texto mayoritario es esta: Cualquier lectura que estatestiguada abrumadoramente por la tradicin de manuscritos es lo ms probable que sea laoriginal frente a otra(s) lectura(s) rival(es). En otras palabras, cuando la mayora demanuscritos estn de acuerdo, esa lectura es la original. Los partidarios del textomayoritario han convertido esta presuncin en una probabilidad estadstica. Pero en lainvestigacin histrica, casi siempre la probabilidad estadstica no tiene valor. David Hume,en su Ensayo sobre los milagros, argumentaba contra los milagros basado en la probabilidadestadstica. La mayora de la gente que conoca Hume jams haba resucitado. De hecho, l noconoca a nadie que hubiera resucitado. Pero la creencia en la resurreccin de Cristo no estbasada en probabilidades estadsticas, existe una evidencia, que en este caso, supera lasestadsticas.

    25

    26

    27

    28

    29

    30

    31

    32

  • En una investigacin histrica, la presuncin es tan slo una presuncin. Un gramo deevidencia vale lo que una libra de presuncin. Se cuenta que en la poca de Aristteles losfilsofos griegos haban desarrollado teoras complicadas acerca de lo que constituan lasentraas de una rana. De hecho, en general haba un buen consenso acerca de esto, lo quepodramos llamar el punto de vista mayoritario. Pero todo eso era presuncin y todo esose trastorn tan pronto alguien hizo una incisin, abri una rana y observ la evidencia.

    En la crtica textual hay tres categoras de evidencia externa: los manuscritos griegos, lasprimeras traducciones a otros idiomas y las citas del Nuevo Testamento que se encuentran enlos escritos de los padres de la iglesia. Si la teora del texto mayoritario es correcta, entoncesse esperara que esta forma del texto (frecuentemente conocida como el texto Bizantino) seencontrara en los manuscritos griegos ms antiguos, en las versiones ms antiguas y en lascitas de los primeros padres de la iglesia. No solo se esperara encontrarlo all sino tambinen la mayora de manuscritos, versiones y citas de los padres de la iglesia.

    Pero eso no es lo que se encuentra. Entre los manuscritos griegos existentes, lo que hoy seconoce como el texto mayoritario no se hizo mayoritario sino hasta el siglo noveno. De hecho,hasta donde revelan los testimonios existentes, el texto mayoritario no existe en los primeroscuatro siglos, Y no slo eso, sino que en cuanto a las cartas de Pablo se refiere, no existeningn manuscrito con el texto mayoritario de antes del siglo noveno. Abrasar la teora deltexto mayoritario en cuanto a las epstolas paulinas, requiere entonces de un salto de fe de800 aos.

    Cuando Westcott y Hort desarrollaron su teora de crtica textual, slo conocan unmanuscrito en papiro. Desde ese tiempo se han descubierto casi 100, de los cuales ms de 50son de mediados del siglo cuarto y ninguno de ellos pertenece al texto mayoritario. La teorade Westcott y Hort, con todo y sus muchas imperfecciones (las cuales reconocen todos loscrticos textuales), aparentemente sigue siendo correcta en su principio bsico: el texto detipo Bizantino o texto mayoritario no existi en los primeros tres siglos. La evidencia sepuede visualizar como sigue, con la anchura de las barras horizontales indicando el nmerorelativo de manuscritos existentes de cada siglo. [Century (Siglo), Alexandrian (textoAlejandrino), Western (texto Occidental), Byzantine (texto Bizantino) N. del T.]

  • Muchas hiptesis pueden aparecer acerca de por qu no hay manuscritos antiguos del tipoBizantino. Pero una vez ms, un gramo de evidencia vale que una libra de presuncin. En lainvestigacin histrica se debe empezar con la evidencia y luego formular las hiptesis.

    Ese esquema no cuenta toda la historia. Los manuscritos griegos existentes los testimoniosprincipales del texto del Nuevo Testamento en los primeros cuatro siglos no incluyen eltexto Bizantino. Pero qu acerca de las versiones y de los padres de la iglesia? Atestiguanellos el texto Bizantino en el perodo antiguo?

    Muchas versiones fueron traducidas del griego en una fecha muy antigua. La mayora deestudiosos consideran que el Nuevo Testamento fue traducido al latn en el siglo segundod.C. dos siglos antes de que Jernimo produjera la Vulgata. Casi cien manuscritosexistentes representan esta traduccin Latina Antigua y ellos atestiguan el texto de tipoOccidental. En otras palabras los manuscritos griegos que se utilizaron en la traduccin noeran del tipo Bizantino. La versin Cptica tambin data de una fecha muy temprana,probablemente del siglo segundo y fue una traduccin de manuscritos del tipoAlejandrino, no del tipo Bizantino. Las formas ms antiguas de la versin Siraca tambin sondel tipo Occidental o del Alejandrino.

    Cul es entonces la versin ms antigua que est basada en el texto mayoritario? En unestudio cuidadosamente documentado, Metzger seala que la versin Gtica es la msantigua que represente el tipo de texto Antioqueno [i.e., Bizantino]. Cundo de produjoesa versin? A finales del siglo cuarto.

    33

    34

    35

    36

    37

  • La importancia de estas versiones antiguas es doble: 1) Ninguna de estas versionesproducidas en los primeros tres siglos se baso en el texto Bizantino. Pero si la teora del textomayoritario es cierta, entonces cada una de estas versiones se bas en manuscritos griegoscorruptos a sugerencia que no le augura nada bueno a la proteccin providencial de Diosdel texto del Nuevo Testamento, tal como se entiende esa proteccin desde la teora del textomayoritario. Pero si estas versiones se basaron en manuscritos corruptos, se esperara queellos provinieran (y hubieran sido usados) en una regin aislada. Este no es el caso: lasversiones Copta, Etope, Latina y Siraca vienen todas de la regin Mediterrnea.Aparentemente en ninguna de esas localidades se us el texto Bizantino. Esta es unaevidencia muy fuerte de que el texto Bizantino simplemente no existi en los primeros tressiglos en ninguna parte. 2) Aun en el caso de que una de estas versiones antiguas sehubiera basado en el texto mayoritario, eso slo probara que el texto mayoritario existiantes del siglo cuarto. Pero eso no probara que era el texto mayoritario antes del siglocuarto.

    Los escritores patrsticos antiguos son particularmente valiosos en la crtica textual porquela poca el lugar donde vivieron. Muchos de ellos vivieron mucho antes de la fecha en que sedata cualquier manuscrito griego existente de un libro en particular. Algunos vivieron en laprimera o segunda mitad del siglo segundo. Si se pudiera determinar qu tipo de textousaban ellos cuando mencionaban citas del Nuevo Testamento, esa informacin seranaturalmente de un valor muy grande. Pero generalmente los crticos textuales no les danmucho peso a los padres de la iglesia. Existen algunas razones para ello, las cualesmencionamos a continuacin. Primero, cuando un padre de la iglesia hace una cita del NuevoTestamento no es posible siempre decir si est citando de memoria o de un manuscrito quehay tenido ante l. Segundo, un padre de la iglesia rara vez dice de qu libro cita. l puededecir como est escrito o tal como Pablo dice o Nuestro Seor dijo. Tercero, no existeninguno de los documentos originales que escribieron los padres de la iglesia. Casi todas lascopias de los escritores patrsticos antiguos vienen de la Edad Media. En otras palabras, lainvestigacin textual en cuanto a los padres de la iglesia, se debe hacer con el fin de observarcmo atestiguan ellos del texto del Nuevo Testamento.

    Este ltimo problema es importante porque el texto Bizantino fue el texto mayoritariodespus del siglo noveno. Y prcticamente todas las copias de los padres viene del siglonoveno o ms tarde. Cuando un escriba estaba copiando el texto del Nuevo Testamento citadopor un padre de la iglesia, l naturalmente ajustara el texto con el que l estuvierafamiliarizado. Este hecho ha sido reconocido en los pasados 80 aos. En 1912, Frederic G.Kenyon, crtico textual britnico, escribi: Sin tener ningn prejuicio contra el textorecibido [i.e., el texto Bizantino], se debe reconocer que, cuando se encuentran dos opciones,

    37

    38

    39

    40

    41

  • la que ms se aparta del texto recibido es probable que sea la que us originalmente el Padreen cuestin.

    Esta introduccin al uso patrstico de la Escritura es necesaria para subrayar los dos puntossiguientes: 1) Los estudios ms antiguos, que estaban basados en las copias tardas de lospadres de la iglesia y en ediciones que no fueron sujetas a la investigacin textual no sontiles al momento de determinar lo que dijeron los padres de la Iglesia. Y es precisamente aesos estudios antiguos a los que apelan los partidarios del texto mayoritario. 2) Hastadonde conoce el que esto escribe, en los ltimos 80 aos todo estudio basado en la crticatextual ha concluido que el texto mayoritario nunca fue usado por los padres de la iglesia delos primeros tres siglos. Fee, a quien se considera una de las principales autoridades enpatrstica hoy en da, escribi:

    En otras palabras cuando se hace un estudio basado en la crtica textual de un texto de unpadre de la Iglesia o cuando se descubren copias antiguas de los escritos de uno de ellos, eltexto mayoritario no est presente. Los antiguos padres de la iglesia tenan un texto que separece ms al de las modernas ediciones crticas y menos al texto mayoritario.

    Al recabar la evidencia de los antiguos padres de la iglesia, basados en la investigacintextual que se han hecho en los ltimos 80 aos en ninguno de los estudios se ha encontradoque los padres de la iglesia usaran durante los primeros tres siglos el texto mayoritario.Aunque en algunos de esos antiguos Padres se han encontrado lecturas Bizantinas, el msantiguo Padre de la iglesia en usar el texto Bizantino fue el hereje Asterio, un escritor del siglocuarto.

    Toda la evidencia externa sugiere que no hay prueba que el texto Bizantino hubiera existidoen los primeros tres siglos. No se ha encontrado en los manuscritos griegos existentes, ni enlas versiones antiguas, ni en los antiguos padres de la Iglesia. Y este es un lazo de tres cuerdasque no es fcil de romper. A decir verdad, se han encontrado lecturas Bizantinas aisladas,pero no el texto de tipo Bizantino. Aunque algunas lecturas Bizantinas existierontempranamente, el texto de ese tipo aparentemente no existi.

    Otro comentario que tiene que ver con la evidencia externa. En varias ocasiones los padres de

    42

    43

    En los ltimos ocho aos he estado recolectando evidencia patrstica griega sobre Lucas y Juan para elProyecto Internacional del Griego del Nuevo Testamento. En todo ese material he encontrado algoinvariable: una buena edicin crtica de un texto de un padre de la Iglesia, o el descubrimiento de unmanuscrito antiguo, siempre aparta del TR al texto del padre de la Iglesia y lo acerca al texto de lasmodernas ediciones crticas.44

    45

    46

    47

    48

  • la iglesia hicieron ms que citar el texto. Ellos tambin discutieron variantes textuales.Holmes seala el valor de ello para la discusin actual.

    Metzger trata algunas referencias en Jernimo, Orgenes y otros escritores antiguos dondeuna variante encontrada en la mayora de manuscritos de una poca se encuentra ahora enuna minora de manuscritos, as como el caso contrario. En otras palabras, variantes queuna vez estaban aparentemente en minora hoy son dominantes, y vice versa; algunas quefueron dominantes hasta han desaparecido. Este solo hecho descarta cualquier intento deestablecer cuestiones textuales por medio de medios estadsticos.

    Evidencia internaLa mayora de los crticos textuales estn persuadidos que la evidencia externa de los tresprimero siglos est concluyentemente en contra del texto mayoritario. Pero sera una granfalsificacin de los hechos decir que todos los testimonios del perodo antiguo concuerdantodo el tiempo el uno con el otro. Se reconoce muy bien que los manuscritos Bizantinos depor lo menos el noveno o dcimo siglos son ms uniformes que los manuscritos antiguosAlejandrinos u Occidentales. Algunos factores dan cuenta de esto, pero eso es accesorio parala presente discusin. La cuestin en este momento es esta: Cuando los manuscritos msantiguos no concuerdan el uno con el otro, Cmo debe decidir el texto crtico cul de ellos esel correcto?

    Aqu es cuando la evidencia interna entra en escena. La evidencia interna tiene que ver con ladeterminacin de cul variante es la original con base en los hbitos y el estilo del autor. Elobjetivo es escoger la lectura que explique mejor el surgimiento de las otras.

    En principio este proceso puede parecer subjetivo. Pero as y todo la gente lo sigue usandohoy en da cada vez que lee el peridico. Por ejemplo, si alguien fuera a mirar en la columnade partidos perdidos y partidos ganados para el equipo de Los Angeles Lakers y ve 38 perdidosy slo 12 ganados, la persona pensara que al redactor se le cruzaron los nmeros. Si vio unartculo de Harold Hoehner en el que se da el ao 33 d.C. como la fecha de la crucifixin, ellector podra estar seguro de que fue un error de imprenta. As que no toda evidencia interna

    La prueba final de que los manuscritos conocidos hoy en da no representan con seguridad el estado decosas del los primeros siglos viene de las referencias patrsticas a las variantes una vez ampliamenteconocidas pero encontradas hoy slo en pocos o en ningn testimonio. El final largo de Marcos 16:920{Marcos 16}, hoy se encuentra en una gran cantidad de manuscritos; pero aun as de acuerdo a Jernimosolo se encuentra en algunas copias del evangelio casi todos los cdices de Grecia no tienen estepasaje. Igualmente, en Mateo 5:22 l hace notar que la mayora de copias antiguas no tienen la frasesin causala cual, sin embargo, se encuentra en la gran mayora hoy en da.49

    50

    51

  • es subjetiva pues de otra forma los correctores de estilo no tendran trabajo.

    En otras palabras Westcott y Hort sin conocer los antiguos papiros que se han descubiertodesde su poca sintieron que el texto mayoritario era inferior debido a la evidencia interna.(Los papiros simplemente confirmaron su punto de vista). Los partidarios del textomayoritario objetan muy vigorosamente el uso de criterios de evidencia interna. Estoscriterios, afirman ellos, son solo generalizaciones amplias acerca de las tendencias de losescribas que a veces resultan equivocadas y frecuentemente en cualquier caso se cancelanmutuamente.

    Hay algo de verdad en este punto: De hecho Fee, un opositor ardiente del texto mayoritario,ha argumentado de igual manera. Pero el hecho de que la evidencia interna pueda sersubjetiva no significa que toda ella es igual de subjetiva. El eclecticismo razonado sostienehoy que varios criterios de evidencia interna son verificables objetivamente , oprcticamente lo son. Y donde se aplican ellos, el texto mayoritario (as como tambin el textoOccidental), casi siempre presentan una lectura inferior, mientras que los manuscritosAlejandrinos casi siempre tienen una lectura superior.

    Se puede consultas, por ejemplo el A Textual Commentary on the Greek New Testament(Comentario textual al Nuevo Testamento en griego) de Metzger para ver las razones depreferir una lectura sobre otra. Algunos criterios en cuanto a la evidencia interna son muysubjetivos pero no todos. Se deben observar especialmente los lugares donde Metzgerdefiende los puntajes calificados con una A en el texto de SBU.

    Aqu es necesario hacer otro comentario. Parece que los partidarios del texto mayoritariorecurren demasiado a la evidencia externa porque ellos desean que haya certeza sobre laredaccin original en cada lugar. Pero incluso en el texto Bizantino, hay cientos de grietasdonde no surge ninguna clara mayora. Un estudioso encontr recientemente 52 variantesen el texto mayoritario tan solo en dos versculos. En esos casos, cmo hacen lospartidarios del texto mayoritario para decidir cul es la lectura original? Si la evidenciaexterna es totalmente subjetiva, entonces en esos lugares el punto de vista mayoritario notiene solucin y no hay ninguna certeza. Tal vez por eso es que Pickering dijo recientemente:

    El elemento central en los procedimientos empleados por Westcott y Hortfue la evidencia interna de losdocumentos. Su alta estima por la tradicin textual [Alejandrina] al preferirla ante el resto de lecturas deestilo Occidental o Bizantino yace esencialmente en la evidencia interna de las lecturas es sobre esabase que la mayora de los crticos contemporneos, aun cuando rechacen las reconstrucciones histricade ellos [Westcott y Horts], continan siguindolos en cuanto a considerar el Texto Mayoritario comosecundario.52

    53

    54

    55

    56

    57

    58

    59

  • No slo no nos es posible actualmente especificar la redaccin precisa del texto original,sino que se requerir de tiempo y esfuerzos considerables antes de que estemos en posicinde poder hacerlo.

    En resumen, aunque la evidencia interna es subjetiva, no toda es igualmente subjetiva. Yprecisamente donde la evidencia interna es objetivamente verificable (o prcticamente loes) que la mayora de estudiosos de hoy sostienen que el texto mayoritario contiene unalectura secundaria. Adems en la bsqueda por la certidumbre, el texto mayoritario es peoren muchos sentidos que el eclecticismo razonado.

    El lector debe recordar una vez ms un punto presentado anteriormente. Aunque lainvestigacin textual no puede todava presentar con certidumbre la redaccin exacta deloriginal, esta incertidumbre afecta slo el dos por ciento del texto. Y en ese dos por cientosiempre existe apoyo para lo que dijo el original nunca queda uno en simples conjeturas.En otras palabras, en los manuscritos existentes no slo existe ese 90 por ciento del textooriginal sino que existe un 110 por ciento. La investigacin textual no est interesada enreinventar el texto original, sino que est interesada en descartar el texto espurio, en quemarla escoria para obtener el oro.

    ConclusinEs el texto mayoritario idntico al texto original? El que esto escribe piensa que no. No hayrazones doctrinales que lo obligue a creer que as es, y cuando se pesa la evidencia tanto laexterna como la interna la evidencia lo lleva contra ese punto de vista. Significa eso que eltexto mayoritario no tiene valor? De ninguna manera. Por una razn, el texto mayoritarioconcuerda con el texto crtico el 98 por ciento de las veces. Por otra razn, algunas lecturasBizantinas aisladas son antiguas y cuando tienen buenas credenciales por la evidenciainterna, el eclecticismo razonado las adopta como la lectura original. Pero esto no es, deningn modo, una adhesin incondicional al texto mayoritario. Y ese es precisamente elasunto de que trata este artculo.

    El 21 de febrero de 1990, Wilbur N. Pickering, presidente de la Sociedad del TextoMayoritario, dio una conferencia el Dallas Theological Seminary sobre el texto mayoritario yel texto original. El tom la posicin de que los dos son prcticamente idnticos. El escritordel presente artculo respondi el 23 de febrero. Este artculo es una adaptacin de esarespuesta.

    Zane C. Hodges: Defensa del texto mayoritario, Dallas: Dallas Seminary Book Room, s.f., p. 1.

    60

    61

    1

    2

    3

  • Daniel B. Wallace, Unos pensamientos posteriores sobre el texto mayoritario, enBibliotheca Sacra 146 (Julioseptiembre 1989), 27090.

    Editado en ingls por Zane C. Hodges and Arthur L. Farstad. Nashville: Thomas Nelson,1982.

    Wilbur N. Pickering, An Evaluation of the Contribution of John William Burgon to NewTestament Textual Criticism [Una evaluacin a la contribucin de John William Burgon a lainvestigacin textual del Nuevo Testamento] (ThM tesis, Dallas Theological Seminary, 1968),p. 86.

    Ibid., p. 91.

    Ms recientemente, Pickering ha vinculado tan estrechamente la inspiracin y lapreservacin que llega a sostener que negar la una es negar la otra. Vamos a decir que Diosno fue capaz de proteger el texto de Marcos o que a l simplemente no se le poda molestar?Yo no veo otra alternativa, sino o que no pudo o no le import. Cualquiera de esas opciones esfatal a la afirmacin que el evangelio de Marcos es inspirado por Dios (Marcos 16:920 yla doctrina de la inspiracin [documento no publicado que se distribuy a los miembros dela Sociedad a favor del Texto Mayoritario, septiembre de 1988], p. 1).

    Wilbur N. Pickering: The Identity of the New Testament Text (La identidad del texto delNuevo Testamento), 2. ed., Nashville: Thomas Nelson, 1980, p. 32. Nadie negara hoy que estefue el punto de partida de Hort. En efecto, los crticos textuales modernos han reconocidoque Hort dependi demasiado enteramente de Alef y de B tanto que las ediciones de las SBU(Sociedades Bblicas Unidas) han adoptado cotejos de lecturas que son atestiguadas por eltexto de tipo Bizantino (y otros testigos) frente a estos dos cdices. Precisamente porque loscrticos textuales modernos no comparten las mismas presuposiciones rgidas que mantenaHort, es que les es posible a ellos ver el valor de otras lecturas que no se encuentran en estosdos textos unciales. A este respecto, las presuposiciones de los partidarios del textomayoritario gobiernan sus mtodos de una manera ms drstica que lo que lo hacen laspresuposiciones de los que son partidarios del eclecticismo razonado. De hecho, lospartidarios del texto mayoritario frecuentemente ven el asunto de una manera tan de blancoo negro que incluso si se demostrara que una lectura del texto mayoritario es falsa, toda lateora se desplomara. Hort mantena lo opuesto (ninguna lectura definidamente Bizantinaes original), y los partidarios del la teora del texto mayoritario siguen escribiendo de unamanera triunfalista cuando pueden probar que Hort est equivocado en este punto,asumiendo generalmente que de esa manera el eclecticismo razonado tambin est

    3

    4

    5

    6

    7

    8

  • equivocado.

    Pickering, An Evaluation of the Contribution of John William Burgon to New TestamentTextual Criticism, p. 90. Las primeras cursivas se aadieron; las segundas son originales dePickering.

    Pickering, The Identity of the New Testament Text [La identidad del texto del NuevoTestamento], p. 154.

    Es digno de notar que Pickering cambi la redaccin, la cual es diferente en su tesis demaestra y luego en el libro The Identity of the New Testament Text. Lo que l llamaba en sutesis la doctrina de la preservacin, se convierte, a lo ms, en una presuposicin en ellibro Identity. Esta alteracin eufemstica enmascara el verdadero asunto: negar la teora deltexto mayoritario es abrazar una hereja. En un lugar l incluso afirma que: En opinin delautor, los estudiosos y las instituciones educativas que han propagado la teora de Hort y eltexto (Nestle es en esencia Hortiano) cargan con una pesada responsabilidad por la crecienteduda e incredulidad que se presentan a travs de la Iglesia. La desercin neo evanglica dela inerrancia de la Escritura es un botn de muestra (An Evaluation of the Contribution ofJohn William Burgon to New Testament Textual Criticism, p. 90). Con esa declaracinradical ha condenado a B. B. Warfield y D. A. Carson, al gran nmero de estudiosos de laEvangelical Theological Society [Sociedad Evanglica de Teologa] (cuya declaracin doctrinalsostiene firmemente la inerrancia de las Escrituras) y a casi toda la facultad del DallasSeminarypara no mencionar al primer lector de su propia tesis, S. Lewis Johnson, Jr.

    En 1980 Pickering sostena que: Cualquier persona pensante se dar cuenta que esimposible trabajar sin presuposiciones pero se debe hacer un esfuerzo para dejar que laeviencia cuente su propia historia. No es lcito declarar a priori lo que debe ser una situacin,basados en las presuposiciones de uno (The Identity of the New Testament Text, p. 153). Peroesta tesis, la cual sin ninguna vergenza declara su posicin doctrinal, precede 12 aos allibro.

    Ibid., p. 153 (cursivas suyas).

    Pickering, An Evaluation of the Contribution of John William Burgon to New TestamentTextual Criticism, p. 90.

    Aunque Pickering no suministra ningn texto que pruebe su punto de vista de la doctrinade la preservacin, l la ve como corolario lgico de la inspiracin: Si las Escrituras no hansido preservadas entonces la doctrina de la inspiracin es puramente un asunto acadmico

    9

    10

    11

    12

    13

    14

    15

  • que no tiene relevancia para nosotros hoy en da. Si no tenemos las palabras inspiradas o nosabemos con precisin cules son, entonces la doctrina de la inspiracin es inaplicable(Ibd., p. 88). En otro lugar el afirma que la incertidumbre sobre el texto no slo haceinaplicable la inspiracin sino tambin falsa (Marcos 16:920 y la doctrina de lainspiracin, p. 1). Hay muchas falacias en este pensamiento, tanto a nivel histrico como anivel lgico. Histricamente, slo a partir de 1982 ha estado disponible el The Greek NewTestament according to the Majority Text (que en adelante se mencionar como el TextoMayoritario). En consecuencia, asumiendo que este es una exacta reproduccin de losautgrafos, la doctrina de la inspiracin fue inaplicable por casi 2000 aos. Lgicamente sehacen tres observaciones: a) Equiparar la inspiracin con el reconocimiento que hace el serhumano de lo que es inspirados (con todas sus particularidades) pone virtualmente a Dios amerced del ser humano y requiere que el ser humano sea omnisciente. La carga es tan grandeque un mtodo de investigacin textual de slo contar cabezas es la nica forma en que el serhumano puede ser relativamente omnisciente. En qu otra rea de la enseanza cristianase requiere el reconocimiento del ser humano para que una doctrina sea verdadera?; b) Elargumento de que eclecticismo razonado no tiene las palabras inspiradas implica que loscrticos textuales deben constantemente recurrir a conjeturas al hacer enmendaciones i.e.,reinventar de la nada el original como si estuviera all. Pero esa no es una acusacin vlida.Los investigadores que siguen el mtodo del eclecticismo razonado no recurren a conjeturasal hacer las enmendaciones hay una base textual para las lecturas que ellos seleccionan. Enconsecuencia, es cierto que las palabras originales se encuentran ya sea en el texto o en elaparato textual; c) Incluso los partidarios del texto mayoritario no saben con precisincules son las palabras originales en cada lugar, como el mismo Pickering admite (TheIdentity of the New Testament Text [La identidad del texto del Nuevo Testamento], p. 150).Realmente esta clase de argumento es ms apropiado para los defensores del TextusReceptus. Puesto que este argumento se va en contra de los partidarios del texto mayoritario,no tiene lugar en la discusin.

    Para ver un crtica excelente vase Bart D. Ehrman, New Testament Textual Criticism:Quest for Methodology [Crtica textual del Nuevo Testamento: la bsqueda de unametodologa] (MDiv tesis, Princeton Theological Seminary, 1981), pp. 14052. Adems,cualquier posicin sobre la preservacin debe ser vlida para los dos testamentos, si no sequiere se acusado de marcionismo. Pero virtualmente todos los crticos textuales del AntiguoTestamento aun los que abrasan la inerranciareconocen la necesidad, rara no obstante,de conjeturar en algunas enmendaciones (y significantemente algunas conjeturas de unageneracin anterior han encontrado apoyo en los testimonios ms antiguos del texto hebreoencontrados en Qumrn). Esto difcilmente se aviene con la teora del texto mayoritario.

    16

    17

  • Harold W. Hoehner sugiri este argumento y analoga (en entrevista personal).

    Pickering afirma: En trminos de cercana al original, la versin del Rey Jaime y el TextusReceptus han sido lo mejor que ha estado disponible hasta ahora. En 1982 Thomas NelsonPublishers public una edicin crtica del Texto Tradicional (Mayoritario, Bizantino) quetuvo como editores a Zane C. Hodges, Arthur L. Farstad y otros, la cual no demostrar estarmuy cerca al producto final, creo yo. En ella tenemos un excelente texto griego provisionalpara usarlo hasta que se cuente la historia final y completa (The Identity of the NewTestament, p. 150).

    Bruce M. Metzger, The Text of the New Testament, 2. ed., Oxford: Oxford University Press,1968, p. 100.

    P.ej., 1 Juan 5:78 y Apocalipsis 22:19.

    Pickering no estaba conciente de as muchas diferencias entre el Textus Receptus y el TextoMayoritario cuando escribi esta nota. Originalmente, l calculaba que haba entre 500 y1000 diferencias (An Evaluation of the Contribution of John William Burgon to NewTestament Textual Criticism, p 120). Pero en vista de las 2000 diferencias pureza se haceun trmino un tanto elstico que deja de ser de consideracin doctrinal.

    Pickering no tiene conciencia evidente de ellos. Gordon Fee dice que Pickering ignoraliteralmente decenas de estudios eruditos que contradicen su afirmacin y afirma que: labibliografa que se pasa por alto aqu es tan numerosa que difcilmente cabe en una nota alpide de pgina. Por ejemplo, s de once estudios diferentes solamente sobre Orgenes quecontradicen toda la discusin de Pickering y de ninguno de ellos se reconoce siquiera suexistencia (A Critique of W. N. Pickerings The Identity of the New Testament Text: A ReviewArticle, en Westminster Theological Journal 41 [197879]: 415).

    Bart D. Ehrman, Didymus the Blind and the Text of the Gospels (Ddimo el ciego y el textode los evangelios), Atlanta: Scholars Press, 1986, p. 260 (cursiva aadida). Lo que despusconfirma esto es que Orgenes, el gran estudioso textual cristiano, habla de las variantestextuales que existan en la mayora de manuscritos de su poca, que hoy son minora yviceversa. Dando por sentadas a los partidarios del texto mayoritario todas las concesionesgratuitas, aqu por lo menos se demuestra que el texto mayoritario no estaba disponible alos cristianos de Egipto.

    Pickering, An Evaluation of the Contribution of John William Burgon to New Testament

    17

    18

    19

    20

    21

    22

    23

    24

  • Textual Criticism, p. 93.

    D. A. Carson, The King James Version Debate: A Plea for Realism (El debate sobre la versindel Rey Jaime: un llamado al realismo). Grand Rapids: Baker Book House, 1979, p. 56. Elpresenta autor cree que Carson quizs ha exagerado ligeramente el caso. l podra haberdicho ms prudentemente: Ninguna variante viable afecta ninguna doctrina importante.Pero se admite fcilmente que l est prcticamente solo en esto; ningn otro crtico textual,hasta donde l sabe, se adhiere a sus trminos tan decididamente. Hay algo ms que se debemencionar aqu: la declaracin de Carson de que las doctrinas cristianas no estn en peligropor las variantes textuales estn basadas en la evidencia de los manuscritos, no en ladoctrina de la preservacin. Este es un buen ejemplo en el cual la evidencia dicta la forma dela proposicin, no viceversa.

    Algunas veces se alega que la ascensin de Cristo no est en los textos occidentales (p.ej.,Theo. P. Letis, In Reply to D. A. Carsons The King James Version Debate, in The MajorityText: Essays and Reviews in the Continuing Debate, ed. Theo. P. Letis. Fort Wayne, IN:Institute for Biblical Textual Studies, 1987, pp. 199200). Eso no es cierto. Aunque algunaporcin del texto Occidental omite la ascensin en Lucas 24:51, la retiene en Hechos 1:11(unos pocos testimonios del texto Occidental omiten la segunda mencin al cielo [], pero no la tercera mencin al cielo). (Estos testimonios del texto Occidental nolos siguen los editores del texto de las Sociedades Bblicas Unidas (SBU)). Adems estadoctrina est implcita a travs del libro de Hebreos y en 1 de Pedro 3:2122. Se debe enfatizarque aunque ocasionalmente un texto que prueba una doctrina determinada se altera oelimina en los manuscritos, nunca esa doctrina se elimina completamente. Tambin laacusacin va en ambas direcciones. El hecho de que el Texto mayoritario altere el CommaJohanneum (1 Juan 5:78) (contra el Textus Receptus) significa que ha eliminado el texto queda la prueba ms contundente de la Trinidad en el Nuevo Testamento (No obstante laafirmacin ortodoxa de la Trinidad no depende del Comma Johanneum).

    Realmente este nmero es un poco alto, porque puede haber varias variantes de unproblema textual particular, pero slo una de ellas podra presentarse en un texto rivalimpreso. Sin embargo este punto no es para preocuparse. Si los porcentajes para el textocrtico disminuyen los del Textus Receptus tambin a su vez disminuirn.

    Zane Hodges es mucho ms prudente en la forma como l vincula la doctrina de lapreservacin y la teora del texto mayoritario (pero vase Ehrman, New Testament TextualCriticism: Quest for Methodology, pp. 14052). En su trabajo en paleografa, Hodges hademostrado realmente que el texto mayoritario es un texto minoritario en varios lugares

    25

    26

    27

    28

  • (vase Wallace, Some Second Thoughts on the Majority Text, pp. 27090). Previsiblemente,debido a que la doctrina de la preservacin es ms fundamental al punto de vista dePickering, l piensa que Hodges se equivoca al adoptar lecturas de textos minoritarios.

    Irnicamente Pickering no se da cuenta de que se est mirando en un espejo cuandoescribe: A travs de este trabajo se han mencionado abundantemente los escritos de autorescomo Aland, Colwell, y Zuntz quienes parecen estar cerca a la opinin de Burgon en un buennmero de detalles dentro de todo el campo. Y aun as, es obvio que estos autores norespaldan la posicin bsica o el mtodo de Burgon. Por qu? Posiblemente ellos tienendificultad en liberarse de las presuposiciones que les inculcaron durante sus das deestudiantes. Parecen reaccionar consecuentemente a la evidencia en puntos aislados, pero noles es posible romper la estructura de Hort. Parece haber una necesidad teolgicasubconsciente a no reconsiderar el status del texto Bizantino seriamente (An Evaluationof the Contribution of John William Burgon to New Testament Textual Criticism, p. 110). Laacusacin de necesidad teolgica pareciera aplicarse ms a Pickering que a los autores quel cita.

    The Greek New Testament according to the Majority Text, p. xi. Hodges y dan un segundoprincipio: 2) la decisin final acerca de las lecturas se debe hacer sobre la base de unareconstruccin de su historia en la tradicin del manuscrito. (p. XII). Pickering no aceptaeste segundo principio tan vlido y en consecuencia se separa de Hodges en este punto. Parauna crtica del principio paleogrfico vase Daniel B. Wallace, Some Second Thoughts on theMajority Text, pp. 28285.

    El 21 de febrero de 1990 en su conferencia en el Seminario de Dallas, Pickering afirm quesu mtodo era mucho ms complejo que solamente contar cabezas. Pero en The Identity ofthe New Testament Text l deja la clara impresin de que precisamente ese es su mtodo(vase especialmente el Apndice C, que trata con la probabilidad estadstica). Parece que lha confundido el mtodo con el fundamento del mtodo. El fundamento puede ser ms omenos complejo, pero el mtodo es muy simple: contar cabezas.

    The Identity of the New Testament Text, Apndice C: The Implications of StatisticalProbability for the History of the Text, pp. 15969.

    Vase la til discusin de Bruce M. Metzger en The Early Versions of the New Testament:Their Origin, Transmission and Limitations [Las versiones antiguas del Nuevo Testamento: Suorigen, transmisin y limitaciones]. Oxford: Clarendon Press, 1977, pp. 28593.

    29

    30

    31

    32

    33

    34

  • Ibid., pp. 12533.

    Los partidarios del texto mayoritario apelan a la Siraca Peshita afirmando que es del siglosegundo y que es una traduccin del texto bizantino. Sin embargo, aunque la investigacinreciente ha reconocido que la Peshita puede haberse originado antes del ao 431 d.C.,tambin ha concluido que 1) esta no es la forma ms antigua del texto en siraco,probablemente encuentra sus orgenes a finales del siglo cuarto, y 2) su afinidad textual noest completamente clara (vase ibid., pp. 5663).

    Ibid., p. 385. l aade: Al mismo tiempo no pocas lecturas del tipo Occidental estnincrustadas en esta base Antioquena, muchas de las cuales concuerdan con los testimoniosde la versin Latina.

    Hay tres puntos ms que se pueden mencionar. Primero, los partidarios del textomayoritario son muy aficionados a afirmar que puesto que las races del texto mayoritarioestn envueltas en el misterio, no deben haber venido de una recensin deliberada. Ellosargumentan sobre la analoga de una versin, la Vulgata Latina (porque se conocehistricamente que la produjo Jernimo). Pero la Vulgata es ms la excepcin que la regla.Metzger seala, por ejemplo: La fecha exacta de la primera versin Latina de la Biblia, ociertamente de cualquier parte de la Biblia, es incierta. Es notable que las iglesias latinasparecen no haber retenido ningn registro de este gran evento histrico para ellas. Losescritores patrsticos latinos no relatan ninguna leyenda o tradicin que hable de esteasunto (ibid., p. 286). En consecuencia, las races desconocidas de una tradicin particularno llevan a argumentar que ella se remonta al original.

    Segundo, los manuscritos existentes de las versiones virtualmente triplican en nmero a losmanuscritos griegos existentes (i.e., existen casi 15000 manuscritos de las versiones). La granmayora de ellos (mayormente 10000 copias de la Vulgata) no confirman el texto Bizantino.Si lo que se desea es hablar de la mayora, por qu restringir la discusin slo a losmanuscritos griegos existentes y no incluir los testimonios de las versiones en latn?

    Tercero, con respecto a la apelacin que hace Pickering a la doctrina de la preservacin:Argumentar que el texto puro ha estado fcilmente disponible para los cristianos por ms de1900 aos debe hacer referencia slo a los cristianos que saban griego. Y eso slo se aplica aun pequeo rincn del mundo despus del siglo cuarto. El hecho de que la Vulgata Latina separezca ms al texto Alejandrino que al texto Bizantino significa que los cristianos deoccidente nunca tuvieron fcil acceso al as llamado texto puro. No es relevante que laVulgata sea una versin; el sealamiento de Pickering a la doctrina de la preservacin serelaciona con el uso, como l muestra en su cita en cursiva de Mateo 4:4. Y si se relaciona con

    34

    35

    36

    37

  • el uso, entonces no se puede restringir al griego.

    Incidentalmente, en su discusin de 1 Timoteo 3:16 Pickering sugiere que las versionesSiraca, Copta y Latina ms antiguas adoptaron una lectura (el) que se bas en una lecturacorrupta (quien) del texto original (Dios) (El texto mayoritario y el texto original:Respuesta a Gordon D. Fee, en The Majority Text: Essays and Reviews in the ContinuingDebate (El Texto Mayoritario: Ensayos y revisiones en el debate que est en desarrollo), p. 39).l no slo no explica cmo una corrupcin de una corrupcin puede haberse colado tanrpidamente sino que aparentemente no reconoce que llamar corruptas en este punto a estasversiones es negar su propio punto de vista de la doctrina de la preservacin.

    Las versiones tambin aclaran la situacin de otra manera. Metzger se refiera a Orgenesy Jernimo, cuya continua labor investigativa sobre el texto de la Biblia est dentro de lasms sobresalientes de cualquier poca (Bruce M. Metzger, The Practice of Textual Criticismamong the Church Fathers, en New Testament Studies: Philological, Versional, and Patristic[Leiden: E. J. Brill, 1980], p. 189). Adems, Metzger argumenta: Orgenes y Jernimo estnentre los escritores patrsticos ms destacados de las Iglesias de Oriente y Occidenterespectivamente (St. Jeromes Explicit References to Variant Readings in Manuscripts ofthe New Testament ibid., p. 199). Es bien sabido que Orgenes us un texto Alejandrino. YJernimo, que produjo la Vulgata Latina con base en los mejores manuscritos griegos,deliberadamente busco orientar la Vulgata Latina con el texto de tipo Alejandrino(Metzger, The Early Versions of the New Testament: Their Origin, Transmission andLimitations[Las versiones antiguas del Nuevo Testamento: Su origen, transmisin ylimitaciones], p. 359).

    Este punto es importante porque los partidarios del texto mayoritario trabajanarduamente para probar simplemente la existencia del texto Bizantino, mientras asumentcitamente que esto tambin probara su superioridad numrica en los primeros siglos.

    Aunque los partidarios del texto mayoritario quisieran negar que los escribas hicieronesto, tal negacin destruira otro argumento usado por los partidarios del texto mayoritario.Frecuentemente, ellos se basan en la obra de Arthur Vbus sobre el texto de Rbulas deEdesa para desbaratar la idea de F. C. Burkitt de que Rbulas fue el que dio origen a la SiracaPeshita. Pero al hacerlo, los proponentes del texto mayoritario hacen que la evidencia digams de lo que realmente dice. Ellos argumentan que puesto que Rbulas no dio origen a laPeshita (un punto que Metzger considera como probado por Vbus, y en lo que ahoraestn de acuerdo prcticamente todos los crticos textuales), esa versin debe ser msantigua, quizs tan antigua como originada en el siglo segundo (para una refutacin de una

    38

    39

    40

    41

  • fecha tan temprana, vase ibid., pp. 5663).

    Qu relacin tiene esto con los cambios de los escribas a las citas patrsticas del NuevoTestamento? Esto tiene que ver con el mtodo que us Vbus para probar que Rbulas no dioorigen a la Peshita: A falta de un escrito extensor del mismo Rbulas, Vbus analiz latraduccin que hizo Rbulas al siraco de de Cirilo de Alejandra, pocodespus de la controversia nestoriana del ao 430. En esa traduccin, en lugar de verter lascitas que haca Cirilo de la Escritura, Rbulas insert la redaccin de la versin Siracacontempornea mtodo que ms de un autor segua al traducir del griego al siraco (ibid.,p. 58). Los partidarios del texto mayoritario tienen que reconocer esta insercin de unaversin en uso slo en una fecha tarda en lugar de la del escritor antiguo. De otra forma, unode los pilares ms fuertes (la supuesta fecha temprana de la Peshita) se caera al piso. Y unavez que ellos reconocen esto, otro pilar (que los antiguos padres deban haber usado el textomayoritario, puesto que las copias tardas lo hacen) no puede sostener el peso que ellos ledan.

    Frederic G. Kenyon, Handbook to the Textual Criticism of the New Testament (Manual deCrtica Textual del Nuevo Testamento), 2da ed. New York: Macmillan Co., 1912, p. 244.Pickering protesta contra este enfoque llamndolo manipulacin contra el TR. El dice:La generalizacin se basa en la presuposicin de que el texto Bizantino es tardo pero estees precisamente el punto a demostrar y no se puede asumir (The Identity of the NewTestament Text, p. 73). Realmente, como seala Kenyon, aqu no hay ningn prejuicio contrael texto mayoritario. La premisa no es que el texto Bizantino es tardo, sino que era elmayoritario cuando se hicieron las copias de los escritos de los padres de la iglesia.Seguramente que los partidarios del texto mayoritario estarn de acuerdo. Adems, si seasume que los escribas bizantinos hacan copias muy cuidadosas (como afirman lospartidarios del texto mayoritario), entonces la alteracin de un texto de un padre de la iglesiano puede deberse a descuido. Finalmente, con seala Fee, no es solamente la copia cuidadosay esmerada de un texto de un padre de la iglesia la que la aparta del texto de tipo Bizantino;toda copia antigua se aparta del texto Bizantino (vase nota 44). A menos que los partidariosdel texto mayoritario quieran argumentar que esas copias antiguas de los escritos de lospadres de la Iglesia existen todava porque no fueron usadas, ellos tienen que reconocer quelas copias de los escritos de los padres perjudican mucho el punto de vista que ellos sostienen.

    Es de notar que ms recientemente Pickering ha argumentado usando ambos lados delasunto. En su refutacin del artculo de Kurt Alands The Text of the Church? [El texto dela Iglesia?] (Trinity Journal 8 [1987]: 13144), donde Aland suministra evidencia sustancialde que los antiguos padres no usaron el texto mayoritario, Pickering dice: Algo que Aland

    42

    43

  • no explica, pero que demanda absolutamente atencin, es la medida en la cual estos antiguosPadres aparentemente no citaron ni los textos egipcios ni el Texto Mayoritario casi la mitadde las veces. Se debe interpretar esto como evidencia contra la autenticidad de los textosMayoritario y Egipcio? Probablemente no, y por la siguiente razn: se debe distinguircuidadosamente entre en mencin, cita y transcripcinToda mencin Patrstica necesitaevaluarse con esta distincin en mente y no debe llevarse ms all de sus lmites. En todocaso, la objetividad de Aland es sospechosa todas sus declaraciones de evidencia necesitanverificarse por alguien que tenga una tendencia diferente a la de l (The Text of theChurch [trabajo no publicado distribuido a los miembros de la Majority Text Society,Noviembre de 1989], p. 4).

    En otras palabras, Pickering apela a por lo menos una pizca de reconstruccin por parte de lainvestigacin textual de las palabras de un padre de la iglesia. Pero entonces sostiene en elsiguiente prrafo: John W. Burgon hizo en todas su obras numerosas referencias a las citasPatrsticas; Su catlogo de 86489 de ellas es el ms extenso que se conoce (hasta donde yo s)(Ibd.). Este comentario es en respuesta a la indicacin de Aland de que los protagonistas deltexto mayoritario pasan completamente por alto las citas del Nuevo Testamento que seencuentran en los escritos de los padres de la Iglesia (Aland, The Text of the Church, p.139). Pickering apela a un texto de los padres de la Iglesia que no ha estado sujeto a lainvestigacin textual, usando manuscritos tardos, como base para sugerir que el texto detipo Bizantino es antiguo e inmediatamente despus critica a Aland porque Aland no haceun estudio de los textos de los Padres de la iglesia basado en la crtica textual.

    Gordon D. Fee, Modern Textual Criticism and the Revival of the Textus Receptus[Crticatextual moderna y el renacer del Textus Receptus] Journal of the Evangelical TheologicalSociety 21 (1978): 26.

    Por ejemplo, respecto al comentario de Orgenes al evangelio de Juan, Fee dice que encitas donde tenemos el ms alto nivel de certeza, el texto de Orgenes es ciento por ciento detipo Egipcio (Origens Text of the New Testament and the Text of Egypt [(El texto deOrgenes del Nuevo Testamento y el texto de tipo Egipcio], New Testament Studies 28 [1982]:355).

    Deben hacerse algunos comentarios aqu sobre el reciente estudio de Aland en el TrinityJournal, puesto que ese estudio parece contradecir esta declaracin (cf. nota 43). Primero, noes un estudio crtico, tal como lo seala Pickering (The Text of the Church, p. 4).

    Segundo, aun con todas las concesiones hechas en direccin al texto mayoritario, i.e.,

    44

    45

    46

  • combinando porcentajes de lecturas que a) apoyan el texto mayoritario contra el textoAlejandrino y aquellas que (b) apoyan el texto mayoritario al igual que al texto Alejandrino,se encuentra que:

    Si estos escritores usaron el texto tipo Egipcio no es el asunto aqu; efectivamente, quizsAland lo enfatiza demasiado (como Pickering hbilmente seala). Pero suponer que ellosusaron el texto Bizantino como el tipo de texto primario es demostrable que no es cierto antesdel ao 341 d.C. (compare a Asterio, arriba mencionado, con sus predecesores).

    Tercero, Pickering argumenta que cualquier afirmacin que haga Aland a favor del textotipo Egipcio, basado en estos Padres, es una afirmacin que puede hacerse an msenfticamente a favor del texto Mayoritario (p. 3). Pero esto solo sera cierto si el apoyo delos Padres a las lecturas del texto mayoritario fueran en apoyo de lecturas caractersticas deltexto mayoritario. Si tales lecturas se encontraran en el texto Occidental, por ejemplo,entonces se dara por sentado ver necesariamente en ellas el apoyo al texto mayoritario afecha tan temprana. En relacin a esto es imperante notar que Hort sostiene que no se haencontrado ninguna lectura caracterstica del texto Bizantino en los escritos de los padres dela Iglesia en los tres primeros siglos, punto al que Fee hace eco.

    Es notable que los partidarios del texto mayoritario reconocen que Crisstomo no us untexto Bizantino desarrollado e incluso Focio, un escritor del siglo noveno, no fue concientede esto. Ellos usan este argumento contra la idea de encontrar las races el texto Bizantino enuna recensin oficial determinada. Cualesquiera sean los mritos de ese argumento, ellosdeben reconocer que si Focio no us el texto en el siglo noveno, entonces no pudo haberestado disponible incluso en ese tiempo. De hecho, hay alguna evidencia que sugiere que nofue sino hasta el siglo noveno o dcimo que los manuscritos Bizantinos realmenteconcordaron grandemente con el Texto Mayoritario. Ms de un estudio ha demostrado que a

    Marcin (c. 160?) apoya el TM 28% de las veces (18% contra el Alejandrino); Ireneo (d. 202) apoya el TM 33% (16.5% contra el Alejandrino); Clemente de Alejandra (d. 215) apoya el TM 44% (15% contra el Alejandrino); Orgenes (d. 254) apoya el TM 45% (17% contra el Alejandrino); Hiplito (d. 235) apoya el TM 50% (19% contra el Alejandrino); Metodio (280?) apoya el TM 50% (19% contra el Alejandrino); Adamancio (d. 300) apoya el TM 52% (31% contra el Alejandrino); Asterio (d. 341) apoya el TM 90% (50% contra el Alejandrino); Basilio (d. 379) apoya el TM 79% (40% contra el Alejandrino); Constituciones apostlicas (380?) apoya el TM 74% (41% contra el Alejandrino); Epifanio (d. 403) apoya el TM 74% (41% contra el Alejandrino); Crisstomo (d. 407) apoya el TM 88.5% (40.5% contra el Alejandrino); etc.

    47

  • medida que fue pasando el tiempo el texto Bizantino se fue haciendo ms uniforme yparecindose ms al Texto Mayoritario.

    Cuando se llega las lecturas Bizantinas en los padres de la iglesia o en algunos papiros, laevidencia no soporta la evidencia de que el texto de tipo Bizantino haya existido antes delsiglo cuarto. Los partidarios del Texto Mayoritario parecen confundir lectura con texto.Slo haciendo eso pueden ellos afirmar que el texto mayoritario existi en los primeros tressiglos. Esto se puede ver por analoga. La versin del Rey Jaime (KJV por su sigla en ingls) esun texto, como lo es la New American Standard Bible (NASB). Pero en el principio era elVerbo es una lectura. El hecho de que se encuentre en Juan 1:1 tanto en la KJV [publicadaen 1611, N. del T.] como en la NASB [publicada en 1971, N. del T.] no implica que la NASB intoto existi en 1611. (De hecho, cientos de frases y aun versculos completos de la NASB seencuentran en la KJV. Todos ellos son lecturas aisladas Aun cuando todas esas lecturasaisladas existieron en 1611, no es cierto que la NASB haya existido en 1611. Esa es la clase deinferencia que los partidarios del texto mayoritario tratan de hacer de las lecturas aisladasdel texto Bizantino que existieron antes del siglo cuarto, se puede demostrar que casi todas seencuentran en otros textos de otros tipos.

    Michael W. Holmes, The Majority Text Debate: New Form of an Old Issue [El Debatesobre el Texto Mayoritario: Nueva forma de un asunto antiguo] en Themelios 8:2 (1983): 17.

    Bruce M. Metzger, Patristic Evidence and the Textual Criticism of the New Testament[La evidencia patrstica y la crtica textual del Nuevo Testamento, en New TestamentStudies 18 (1972): 379400; idem, Explicit References in the Works of Origen to VariantReadings in New Testament Manuscripts [Referencias explcitas en las obras de Orgenes alas lecturas variantes en manuscritos del Nuevo Testamento] en Historical and LiteraryStudies, Pagan, Jewish, and Christian (Estudios histricos y literarios, paganos, judos ycristianos) (Leiden: E. J. Brill, 1968), pp. 88103; idem, St. Jeromes Explicit References toVariant Readings in Manuscripts of the New Testament [Referencias explcitas de sanJernimo a las lecturas variantes en manuscritos del Nuevo Testamento], en New TestamentStudies: Philological, Versional, and Patristic (Estudios del Nuevo Testamento: filolgicos, deversiones y patrsticos), pp. 199210.

    Holmes, The Majority Text Debate: New Form of an Old Issue [El Debate sobre elTexto Mayoritario: Nueva forma de un asunto antiguo]p. 17.

    Ibid.

    48

    49

    50

    51

    52

    53

  • Ibid. Vase, por ejemplo, Pickering: El defecto bsico, tanto fundamental como serio, decualquier caracterizacin basada en criterios subjetivos es que el resultado es tan slo unaopinin, no es algo verificable objetivamente (The Identity of the New Testament Text, p. 93).

    Vase Holmes, The Majority Text Debate: New Form of an Old Issue[El Debate sobreel Texto Mayoritario: Nueva forma de un asunto antiguo], p. 17.

    Pero esto no siempre es cierto. En decenas de lugares los editores de los textos crticosmodernos han adoptado una lectura Bizantina contra un alineamiento Alef-B (contra Hort).Esto ejemplifica dos cosas: 1) no slo los criterios internos son a veces muy objetivos porquela evidencia externa en tales casos est frecuentemente en contra de la lectura Bizantinasino que demuestra la falsedad del cargo que hace Pickering contra los crticos textuales demanipular el texto a favor de [sus] propias predisposiciones (The Identity of the NewTestament Text, p. 93); y 2) aunque el texto Bizantino no es antiguo, muchas lecturasBizantinas lo son y tiene el derecho de ser tenidas en cuenta cuando se considera laevidencia interna. Como este escritor ha sostenido en otros lugar, con base en la evidenciainterna una cantidad de lecturas Bizantinas que no aparecen en los textos de los crticostextuales modernos necesitan ser tenidas en cuenta (cf. Algunos pensamientos posterioresacerca del Texto Mayoritario y Una variante textual en 1 de Tesalonicenses 1:10: vs. [, en Bibliotheca Sacra 588 [OctoberDecember 1990]: 47079). Sedebe tener en mente tambin que esas lecturas Bizantinas casi nunca son lecturastpicamente Bizantinas.

    Que no haya muchos puntajes A (casi certeza sobre el texto original) en el texto de SBUno indica incertidumbre toral en los partidarios del eclecticismo razonado acerca del textodel Nuevo Testamento. Slo se hace mencin a 1440 problemas textuales, aunque hay ms de300000 variantes textuales entre los manuscritos. La gran mayora no se mencionan porquelos editores estn bien seguros acerca de la lectura correcta y/o que talres variantes noafectan la traduccin. De ah que Pickering exagera su posicin cuando l seala que puestoque hay quinientos cambios entre la primera y la segunda edicin del texto de SBU auncuando el mismo comit de cinco editores prepar ambas se deduce que en tanto losmateriales textuales se manejen de esa forma nunca estaremos seguros de la redaccinprecisa del texto griego (The Identity of the New Testament Text, p. 18). Adems la acusacinse podra voltear: Pickering y Hodges aparentemente no concuerdan en ms 150 ocasiones enla redaccin del texto de Apocalipsis (y mucho menos en el resto del Nuevo Testamento). Losestudios paleogrficos de Hodges lo llevan a adoptar un texto minoritario en ms de 150ocasiones en lo que respecta al libro de Apocalipsis.

    53

    54

    55

    56

    57

  • Ciertamente es ms objetivamente verificable contra los manuscritos que tratar con lasvariantes caso por caso. Vase en particular, Pickering, An Evaluation of the Contribution ofJohn William Burgon to New Testament Textual Criticism [Una evaluacin a la contribucinde John William Burgon a la investigacin textual del Nuevo Testamento], pp. 8691. Se debehacer mencin en particular a este comentario: Un rasgo prominente en el campo de lacrtica textual en el campo del Nuevo Testamento es la confusin e incertidumbrepredominantes ya es hora de los los conservadores reconozcamos este factor y susimplicaciones (ibid., p. 89). Adems de este deseo (o insistencia) en la certeza forma parteintegrante del vnculo inseparable entre inspiracin y preservacin al que especialmenteapela Pickering.

    Sera injusto decir que ninguna de esas grietas es importante (e.g., / enRom. 5:1).

    Aland, en The Text of the Church? [El texto de la Iglesia?] pp. 13637, comenta sobre 2Corintios 1:67a. Para ser justo, Aland no establece si no hay mayora clara 52 veces o si losmanuscritos Bizantinos tienen unos pocos defectos 52 veces. Sin embargo su punto es queuna suposicin respecto a lo que constituye realmente una mayora se basa en una evidenciadefectuosa y parcial (p.ej., el aparato de von Soden), no en un examen real de la mayora demanuscritos. Hasta que eso no se haga, es imposible hablar definitivamente acerca de los quese lee en la mayora de manuscritos.

    The Identity of the New Testament Text, p. 150.

    Esta bsqueda por la certidumbre reemplaza frecuentemente la bsqueda de la verdad.Hay una distincin sutil entre las dos. La verdad es la realidad objetiva; la certidumbre es elnivel de aprehensin subjetiva de algo que se percibe como verdadero. Pero en al reconocerque la verdad es la realidad objetiva, es fcil confundir el hecho de esta realidad con lo tantoque uno conoce de ella. Frecuentemente, el mtodo ms dogmtico de reconocimiento de laverdad, el que plantea las cosas en blanco o negro, se percibe como si el mtodo mismo fuerala verdad. Muy frecuentemente gente de profundas convicciones religiosas tienen certeza dealgo que no es cierto. Por ejemplo, los miembros de ciertas sectas frecuentemente mantienensus posiciones tan dogmticamente y con un fervor tan fiel que dan vergenza a losevanglicos; hay estudiantes de primer ao de griego a los que les gusta hablar del tiempoaoristo como significando una accin de una vez por todas; y casi todos quieren respuestassimples a los complejos interrogantes de la vida.

    Related Topics: Textual Criticism

    57

    58

    59

    60

    61

  • English