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Soja: Ecofisiología y Manejo - Ing. Agr. Rubén Toledo 1 Soja: Su ecofisiología y manejo Ing. Agr. Rubén E. Toledo (1) [email protected] .edu.ar (1) Cereales y Oleaginosas, FCA-UNC TEMARIO Estadística Descripción taxonómica Desarrollo-Estados Vegetativos Desarrollo-Estados Reproductivos Factores que afectan el desarrollo-Temperatura Factores que afectan el desarrollo-Fotoperiodo Crecimiento Rendimiento Manejo del cultivo Agua Zonas de Producción Características bióticas-plagas Características bióticas-enfermedades Características bióticas-malezas Elección adecuada de la FS y GM Elección del cultivar Plan de siembra para las diferentes regiones productivas Algunos aspectos de la nutrición del cultivo Nitrógeno Fosforo Azufre Calidad: Prueba de hipoclorito en semilla/grano de soja Normas de comercialización Bibliografía ESTADISTICA La producción mundial de soja Glycine max (L.) Merr, en la campaña 2012/13 fue de 268.020.000 de toneladas, donde Argentina representó el 18% del total mundial por detrás de EEUU (31%) y Brasil (31%) (USDA, 2013) Figura 1. El cultivo en el país ocupó una superficie de 19.700.000 has, una producción de 48.501.962 has con un rendimiento promedio nacional de 25 qq ha -1 . BCBA (2013), y una proyección para la campaña 2013/14 de 54.000.000 toneladas (USDA, 2013). En los últimos 20 años a nivel provincial se destacaron Córdoba, Santa Fe, y Buenos Aires como principales provincias productoras de soja con más del 80% del total nacional; en 2 do orden se destacan Entre Ríos y Santiago del Estero (9%) Figura 2. Particularmente en la campaña 2012/13 para la región Sur de Córdoba la producción fue de 3.015.064 toneladas con un rendimiento promedio de 22 qq ha -1 ; en la región Centro Norte de Córdoba la producción fue de 5.803.200 toneladas y una productividad promedio de 23 qq ha -1 . (BCBA, 2013).

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Soja: Ecofisiología y Manejo - Ing. Agr. Rubén Toledo 1

Soja: Su ecofisiología y manejo

Ing. Agr. Rubén E. Toledo (1)

[email protected] .edu.ar (1) Cereales y Oleaginosas, FCA-UNC

TEMARIO

Estadística

Descripción taxonómica

Desarrollo-Estados Vegetativos

Desarrollo-Estados Reproductivos

Factores que afectan el desarrollo-Temperatura

Factores que afectan el desarrollo-Fotoperiodo

Crecimiento

Rendimiento

Manejo del cultivo

Agua

Zonas de Producción

Características bióticas-plagas

Características bióticas-enfermedades

Características bióticas-malezas

Elección adecuada de la FS y GM

Elección del cultivar

Plan de siembra para las diferentes regiones productivas

Algunos aspectos de la nutrición del cultivo – Nitrógeno

Fosforo

Azufre

Calidad: Prueba de hipoclorito en semilla/grano de soja

Normas de comercialización

Bibliografía

ESTADISTICA

La producción mundial de soja Glycine max (L.) Merr, en la campaña 2012/13 fue de 268.020.000 de

toneladas, donde Argentina representó el 18% del total mundial por detrás de EEUU (31%) y Brasil (31%)

(USDA, 2013) Figura 1. El cultivo en el país ocupó una superficie de 19.700.000 has, una producción de

48.501.962 has con un rendimiento promedio nacional de 25 qq ha-1

. BCBA (2013), y una proyección para la

campaña 2013/14 de 54.000.000 toneladas (USDA, 2013).

En los últimos 20 años a nivel provincial se destacaron Córdoba, Santa Fe, y Buenos Aires como principales

provincias productoras de soja con más del 80% del total nacional; en 2do

orden se destacan Entre Ríos y

Santiago del Estero (9%) Figura 2.

Particularmente en la campaña 2012/13 para la región Sur de Córdoba la producción fue de 3.015.064

toneladas con un rendimiento promedio de 22 qq ha-1

; en la región Centro Norte de Córdoba la producción

fue de 5.803.200 toneladas y una productividad promedio de 23 qq ha-1

. (BCBA, 2013).

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Figura 1: Participación nacional en la producción mundial Figura 2: Participación provincial en la producción nacional

DESCRIPCION TAXONÓMICA

Reino: Vegetal

División: Espermatófitas

Subdivisión: Angiospermas

Clase: Dicotiledóneas

Orden: Fabales

Familia: Fabáceas (Leguminosas)

Subfamilia: Papilionoideas

Género: Glycine

Especie: Glycine max (L.) Merr.

DESARROLLO

La escala desarrollada por (Fehr et al., 1971) es la más utilizada para la descripción de los estadios

fenológicos externos del cultivo, donde se distinguen dos etapas principales; una que describe los estados

vegetativos y se representa con la letra V y la otra los estados reproductivos simbolizados con la letra R.

Estados Vegetativos

VE - Emergencia - Se observa el hipocótile en forma de arco, empujando al epicótile y a los cotiledones,

haciéndolos emerger sobre la superficie del suelo.

VC - Etapa cotiledonar - El hipocótile se endereza y cesa su crecimiento. Los cotiledones se despliegan

totalmente en el nudo cotiledonal (nudo 0), y lo que hay que considerar para definir este estado es que en el

nudo inmediato superior (nudo 1) los bordes de las hojas unifoliadas no se toquen. Las reservas de los

cotiledones cubren las necesidades de las plántulas hasta unos 7-10 días luego de VE. La pérdida de un

cotiledón tiene bajo impacto en la tasa de crecimiento de la planta (Baigorri, 2009).

A partir de aquí el resto de los estados vegetativos se los identifican con el número de nudos.

V1 - (1er

nudo) - El par de hojas opuestas unifoliadas están expandida totalmente (nudo 1), y en el nudo

inmediato superior se observa que los bordes de cada uno de los foliolos de la 1er

hoja trifoliada no se tocan

(nudo 2). Es decir que para hablar de estado V1 se debe observar el par de unifoliadas desarrolladas y la

1era

trifoliada expandiéndose.

V2 - (2do

nudo) - La 1er

hoja trifoliada está totalmente desplegada (nudo 2), y en el nudo 3 (inmediato

superior) los bordes de cada uno de los foliolos de la 2da

hoja trifoliada no se están tocando. Normalmente,

se observa el amarillamiento de los cotiledones (fin de la removilización de sus reservas).

82,1

82,0

48,5

13,5

12,0

EEUU

Brasil

Argentina

China

India

Producción mundial de Soja (mill ton) 2012-13

Buenos Aires 26%

Córdoba 28%

Santa Fé 27%

Sgo del Estero

3%

Entre Rios 6%

Resto 9%

Participación Provincial (promedio campañas 1992-2012)

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V3 - (3er

nudo) - La 2da

hoja trifoliada está completamente desarrollada en el nudo 3 y en el nudo inmediato

superior (nudo 4) los bordes de cada uno de los foliolos de la 3er

hoja trifoliada no se tocan.

Vn - (n: número de nudos) - La hoja trifoliada del nudo (n) está expandida totalmente, y en el nudo

inmediato superior los bordes de cada uno de los foliolos no se tocan.

Estados Reproductivos

R1 - Inicio de Floración - Se observa una flor abierta en cualquier nudo del tallo principal. El inicio floral

está controlado por el fotoperiodo, la temperatura y el genotipo. En el embrión maduro están diferenciados

los nudos de los cotiledones, las hojas primarias y la 1er

hoja trifoliada por lo cual en condiciones normales

el nudo que produce la primera flor es donde se inserta la 2da

hoja trifoliada (Hicks, 1983). En general la

floración comienza en el tercer a sexto nudo del tallo principal en la parte media de la planta progresando

hacia la parte superior e inferior. La aparición de nuevas flores alcanza su máximo entre R2 – R3 y está casi

completa en el estado R5. (Baigorri, 2009).

R2 - Floración completa - Se observa una flor abierta en uno de los nudos superiores del tallo principal con

hojas totalmente desplegadas. Esta etapa indica el comienzo de un período de acumulación diaria y

constante de materia seca y nutrientes que continuará hasta poco después de R6, asimismo se incrementa

rápidamente la tasa de Fijación Biológica de Nitrógeno (FBN) por parte de los nódulos.

R3 - Inicio de formación de vainas - Una vaina de 5 milímetros de largo en uno de los 4 nudos superiores

del tallo principal, y con hojas totalmente desplegadas. Condiciones de estrés no generan grandes efectos

sobre el rendimiento entre R1-R3. En caso de que el número de vainas se vea afectado, la planta puede

compensar con el número de granos por vaina y con el tamaño de los mismos, pero con límites

determinados genéticamente. Por lo tanto los mayores incrementos del rendimiento resultan principalmente

del aumento del número de vainas por planta. (Baigorri, 2009).

R4 - Vainas completamente desarrolladas - Una vaina de 2 cm en uno de los 4 nudos superiores del tallo

principal con hojas totalmente desplegadas. Algunas de las vainas de los nudos inferiores del tallo principal

han alcanzado su máximo tamaño, pero en general la mayoría lo logra en R5.

R5 - Inicio de formación de semillas - Una vaina, ubicada en uno de los 4 nudos superiores del tallo

principal, contiene una semilla de 3 mm de largo. En la etapa final de formación de vainas comienza el

periodo crítico del cultivo; entre R4,5 y R5,5 es el momento más sensible, ya que ha finalizado la floración y

cualquier situación de stress alrededor de R5 (déficit hídrico, de nutrientes, defoliación por orugas,

enfermedades foliares, ataque de chinches, granizo, etc), afectará el número final de vainas y de granos,

influyendo negativamente en el rendimiento.

R6 - Semilla completamente desarrollada - Una vaina, en cualquiera de los 4 nudos superiores del tallo

principal, contiene una semilla verde que llena la cavidad de dicha vaina, con hojas totalmente desplegadas.

Situaciones de estrés entre el estado R6 y R6,5 pueden provocar marcadas reducciones de rendimiento, esto

es principalmente provocado por la disminución del tamaño del grano; así mismo dicha reducción se puede

deber a una caída en el número de vainas por planta y en el número de granos por vaina. La caída en la

productividad es menor cuando el estrés se produce entre el estado R6,5 y R7, debido a que el grano ya ha

acumulado gran parte del porcentaje de su peso seco. (Baigorri, 2009).

R7 - Inicio de maduración - Una vaina normal en cualquier nudo del tallo principal ha alcanzado su color

de madurez. En general, y si no hay otro factor que lo ocasione o impida, la planta comienza a perder las

hojas. El grano ha finalizado la acumulación de peso seco (madurez fisiológica), y comienza junto con la

vaina a perder la coloración verde virando al color amarillo Sin embargo el proceso de maduración y

acumulación de materia seca está íntimamente relacionado con la disponibilidad hídrica de la semilla (Egli,

1990). Un estrés hídrico generaría una alta tasa de pérdida de agua de las vainas, y la semilla no podrá

sintetizar las enzimas necesarias para la maduración, permaneciendo de color verde y disminuyendo su

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capacidad germinativa. Otra situación de estrés en este momento (p ej: una helada) no ocasionaría perdidas

de granos para cosecha.

R8 - Maduración completa - El 95 % de las vainas de la planta han alcanzado el color de madurez. Se

completa el ciclo ontogénico, culminando con la maduración iniciada en la etapa anterior.

Hay que tener en cuenta que:

En R5: La planta logra la máxima altura, la máxima expansión radicular y la máxima diferenciación de

nudos. Se incrementa y maximiza la tasa de FBN para luego disminuir marcadamente, y a nivel de grano se

inicia una rápida acumulación de materia seca y nutriente. En esta etapa lo ideal es que se haya logrado el

Índice de Área Foliar (IAF) crítico dado que en este momento se está produciendo el pleno desarrollo del

número de granos, alcanzándose el máximo valor de biomasa vegetativa con alta dependencia del grupo de

madurez (GM) y la fecha de siembra (FS) elegida.

En R6: A partir de esta etapa se logra el máximo peso y la máxima acumulación de nutrientes en planta. Las

hojas comienzan a ponerse amarillas, el envejecimiento y su caída comienzan en los nudos inferiores y

continúa hacia arriba. Aproximadamente entre R6 y R6,5 el grano registra alrededor de un 80% de Humedad.

En R7: En madurez fisiológica el grano logra el máximo peso y la máxima acumulación de nutrientes,

alcanzando un 60% de Humedad.

En R8: El grano tiene aproximadamente un 30% de Humedad; en promedio y según las condiciones

ambientales se debería esperar entre 5-10 días para alcanzar la madurez de cosecha con valores cercanos

al 13,5% de Humedad, que es el establecido como Humedad Comercial en la Norma XVII de Calidad para

la Comercialización de Soja.

La planta de soja puede presentar tres tipos de Hábito de crecimiento (HC):

a) HC determinado: Una vez que se inicia R1 termina prácticamente su crecimiento en altura

desarrollando ramas laterales y culminando la producción de nudos en el tallo principal, formándose en

su extremo apical un ramillete floral. El 20% de la duración del ciclo puede haber superposición entre

crecimiento vegetativo y reproductivo. Florece a partir de la porción media del tallo principal. Gran parte

de las variedades del GM VI, VII y VIII tienen este tipo de HC. Figura 5a.

b) HC indeterminado: Luego de R1 la planta continúa diferenciando nudos en el tallo principal, donde es

posible que dicho número se duplique y hasta se triplique luego de la floración; el 40% o más del ciclo

puede haber superposición entre crecimiento vegetativo y reproductivo. En teoría florecen a partir de la

porción basal del tallo principal. Otra característica es que puede haber gran diferencia de tamaño entre

las vainas basales respecto de las apicales, sin embargo todas maduran al mismo tiempo, debido a que

el grano de las vainas apicales tienen altas tasas de crecimiento. Los GM II, GM III, GM IV, GM V,

algunos materiales de GM VI y GM VII tienen este tipo de HC. Figura 5b.

Figura 3: a) HC determinado y b) HC indeterminado

a ba b

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c) HC semideterminado: Los tallos continúan creciendo vegetativamente luego de iniciado R1

(característica propia del HC indeterminado) para luego terminar en un ramillete floral como los de HC

determinados, con un número intermedio de nudos con respecto a los de HC indeterminados y

determinados. En Argentina solo unas pocas variedades tienen este tipo de HC.

En función de los tres HC descriptos, siempre y cuando se compare cultivares de la misma longitud de ciclo

(por ej. el GM VI) y sembrados en una misma FS, los cultivares de HC determinado generalmente tienen

menor altura de planta a madurez que los semideterminados y estos a su vez que los de HC indeterminado.

FACTORES QUE AFECTAN EL DESARROLLO

La temperatura y el fotoperíodo son los factores ambientales que regulan la duración de las fases de

desarrollo del cultivo, actuando en forma simultánea en las plantas y con evidencia de interacción entre

ellos. (Kantolic et al., 2004a).

TEMPERATURA

La temperatura base varía entre 6 y 10°C; las temperaturas óptimas diurnas para fotosíntesis están

comprendidas entre los 30 y 35 °C. Las temperaturas óptimas nocturnas para crecimiento se encuentran

entre los 21 y 27 °C. La fijación de vainas se retarda con temperaturas menores a 22 °C y cesa con

temperaturas menores a 14 °C (Jones et al., 1991). Los requerimientos de sumas térmicas de siembra a

emergencia son 105ºC días y 125 ºC días si se considera temperatura de suelo y aire respectivamente. Por

lo tanto la temperatura óptima para el desarrollo normal vegetativo y reproductivo del cultivo se encuentra

entre los 25ºC y 30ºC.

La duración de una fase (habitualmente medida en días) depende de la temperatura, siendo esta

determinante en la duración de cada uno de los distintos estados fenológicos del cultivo. La relación entre la

duración de una fase y la temperatura no es lineal, por ello se prefiere caracterizar la longitud de una etapa

a través de su inversa. Esta función inversa de la duración se llama tasa de desarrollo y su unidad es

1/día. (Figura 4). En términos generales esta tasa aumenta linealmente entre la temperatura base

(temperatura por debajo de la cual no hay desarrollo) y óptima donde se incrementa la velocidad con que se

cumple cada etapa; entre la temperatura óptima y la temperatura máxima la tasa disminuye. Por debajo de

la temperatura base y por encima de la máxima el desarrollo prácticamente se detiene y la duración de la

fase tiende a ser infinita (Sadras et al., 2009). Figura 5.

La temperatura regula el desarrollo durante todo el ciclo, donde no existirían respuestas diferenciadas

entre genotipos en cuanto a lo observado en la Figura 5, es decir que habría una respuesta universal a la

temperatura por parte de todos los GM; sin embargo los requerimientos de tiempos térmicos para que se

produzca la floración tiende a disminuir desde los GM mayores hacia los GM menores (Piper et al., 1996).

Figura 4: Efecto de la temperatura sobre la duración de fase

Figura 5: Efecto de la temperatura sobre la tasa de desarrollo, Modificado de Kantolic 2004b

Temperatura

0

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Temperatura

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FOTOPERIODO

El efecto principal de la longitud del día en el desarrollo de la soja es el de inducción de la floración, los

días cortos inducen el inicio del proceso de floración (Hicks, 1983).

En términos generales la soja se clasifica como planta de días cortos, y que según la respuesta

fotoperíodica se la puede clasificar en: a) cualitativa donde es necesario superar un valor de umbral crítico

para que se produzca la floración; y b) cuantitativa donde la mayor o menor respuesta va a depender del

grado de sensibilidad del GM. (Miralles, et al., 2002) Figura 6a. O sea que cada cultivar tiene un valor crítico,

por debajo de dicho valor la etapa emergencia-floración no modifica su longitud por efecto del fotoperiodo. A

medida que aumenta las horas de luz la velocidad de desarrollo disminuye y se retrasa la floración. Figura 6b.

El fotoperiodo influye y regula la mayor parte de los eventos reproductivos condicionando el inicio y final de

las diferentes fases y la tasa con que progresan los cambios dentro de la planta (Kantolic et al., 2004b).

Figura 6: a) Respuesta cuantitativa y cualitativa al fotoperiodo en soja. Modificado de Miralles et al., 2002. b) Efecto del

fotoperiodo sobre el tiempo a floración y sobre la tasa de desarrollo

A diferencia de la temperatura que influye durante todo el ciclo del cultivo, la mayoría de los genotipos

presentan una corta fase juvenil o preinductiva donde la inducción floral puede ocurrir en cualquier estadio

después del desarrollo de la hoja unifoliada (Hicks, 1983). Se puede asumir que a partir de la expansión de

las primeras hojas trifoliadas la planta comenzaría a ser sensible al fotoestímulo fotoperiódico, y esta

respuesta se prolonga hasta el estado de madurez fisiológica. (Sadras et al., 2009). Por lo tanto el

fotoperiodo regula el desarrollo desde V1-V2 hasta R7. Figura 7.

A nivel mundial existen genotipos de soja con un rango muy amplio de sensibilidad fotoperiódica; los que

son insensibles al fotoperíodo, los que tienen valores críticos altos adaptados a mayores latitudes que

florecen con fotoperíodos muy largos, y los que están adaptados a bajas latitudes que florecen con

fotoperíodos más cortos y que poseen alta sensibilidad fotoperiódica.

Figura 7: Influencia de la temperatura y el fotoperíodo en función de la fase-etapa del cultivo

En Argentina se lo divide en los denominados GM menores o bajos (II, III, y IV) que requieren mayor

fotoperíodo para la inducción (menos sensibles); y los GM mayores o altos (V, VI, VII, VIII) que se inducen

Fotoperiodo

Resp

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Sensibilidad

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TEMPERATURA

FOTOPERIODO

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con menor fotoperíodo (más sensibles). Cuanto mayor el GM será mayor su sensibilidad y determina un

mayor tiempo a inicio de floración y mayor duración del ciclo para una condición fotoperiódica determinada.

Los cambios estacionales también afectan la longitud del día, por lo tanto la FS determina si el cultivo se

desarrolla durante días cortos o largos; en las regiones templadas la temperatura y la distribución de las

lluvias determinan conjuntamente la época del cultivo.(Whigham et al.,1983) Por ejemplo una siembra

temprana (octubre) en la Región Central de Córdoba el GM VI inicia su floración en promedio a los 70 días,

en cambio el GM IV es a los 40 días; si los mismos GM se sembraran tardíamente (diciembre) el GM mayor

comienza la floración a los 55 días, en cambio el GM de menor ciclo lo hace a los 35 días. Esta mayor

diferencia en la duración de la etapa vegetativa entre el GM mayor y el GM menor habla de la mayor

sensibilidad del GM VII ante modificaciones en la FS. (Toledo, 2011). Figura 8.

Por lo tanto la duración de la etapa VE-R1 depende fundamentalmente del fotoperíodo de la latitud del lugar

donde se siembra (Pascale et al., 2004). Dado que los cultivares se inducen fotoperiódicamente con

diferentes umbrales según el GM al cual pertenecen, en el norte de la región sojera (p ej: en Posadas) se

sembrarían cultivares que necesitan menos horas de luz para florecer (GM mayores); en tanto hacia el sur

(p ej: en Balcarce) se utilizarían aquellos cultivares con menos requerimientos de horas de luz para

inducirse (GM menores). Hay que tener en cuenta que las plantas que florecen anticipadamente debido a la

existencia de días cortos, generalmente tienen poco desarrollo en altura de planta y reducida área foliar. El

ciclo se acorta es decir que la maduración de estas plantas se adelanta y entonces el rendimiento en grano

es inferior al normal (Hicks, 1983).

La inducción floral provoca la transformación de los meristemas vegetativos en meristemas reproductivos y

la edad de la planta en que se produce dicha transformación determinara el tamaño final de la planta y por

lo tanto su potencial de rendimiento (Baigorri, 1997a) Las modificaciones en la FS hacen que haya

diferencias en la longitud del día y determinan el número de días que transcurren desde VE a R1 y hasta R8

(Hicks, 1983). El atraso en la siembra reduce la duración de los ciclos de las variedades, básicamente por el

mayor acortamiento del número de días de R1 a R8, sin embargo no es solo una disminución de la etapa

reproductiva sino también de la etapa vegetativa.

Un ejemplo de interacción entre temperatura y fotoperiodo se observa en la Figura 9 donde se registra la

respuesta de un genotipo A (línea continua) y un genotipo B (línea discontinua) en dos ambientes con

temperaturas controladas (18ºC y 28ºC). Bajo condiciones óptimas (28º) el genotipo A (más sensible) tiene

un umbral crítico menor, requiere menos horas de luz para que haya variación en la longitud de días de VE

a R1 con respecto al genotipo B (menos sensible). En condiciones sub óptimas (18ºC) se genera una

modificación en la sensibilidad al fotoperiodo, donde el umbral crítico se incrementa, desplazándose hacia

más horas de luz, tanto para el genotipo A como para el B, lo que puede ocurrir en el primero es que

desaparezca la influencia del fotoperiodo. Esto es observable en FS tempranas con temperaturas media

ambientales más frescas, donde además de aumentar el tiempo a floración disminuyen la sensibilidad al

fotoperiodo.

Por lo tanto la respuesta de la soja a la longitud del día se puede modificar por efecto de la temperatura, y

que esta influye significativamente en aquellos GM de menor sensibilidad al fotoperiodo, de modo tal los

cultivares de maduración temprana (ciclo corto) responden mas a los cambios en la temperatura y los

cultivares de maduración tardía (ciclo largo) responden mas a cambios en el fotoperiodo. Temperaturas por

debajo de los 25ºC atrasan la floración independiente de la longitud del día. Con fotoperiodos largos y

temperaturas mayores a 32ºC se producen abortos de flores y vainas. (Whigham et al., 1983)

En la Figura 10a se observa que la duración de la etapa VE a R1 tiene una tendencia decreciente a medida

que se atrasa la FS; el GM IV sembrado en septiembre registra en promedio 40 días de duración de la

etapa, el GM V florece a los 58 días y el GM VI a los 67 días promedio. En enero la duración de la etapa es

de 30 días para el GM IV, en los GM V 40 días y en el GM VI florece en promedio a los 42 días de

emergidos. Esto genera que el GM VI tuvo una diferencia de 24 días promedio entre las FS extremas, el GM

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V 18 días y en el GM IV esta diferencia fue de solo 9 días, esto es un ejemplo del efecto de la modificación

del ambiente, en este caso la FS, sobre la respuesta cuantitativa de cada GM.

La duración del ciclo sigue la misma tendencia decreciente que la etapa vegetativa, la pendiente fue más

pronunciada en los GM mayores con respecto a los de menor ciclo; donde el GM IV pasa de tener un ciclo

de 155 a 107 días según fuera sembrado en setiembre o enero respectivamente; el GM V redujo su ciclo

de 178 a 117 días; y el GM VI disminuyó de 181 a 124 días. Figura 10b.

CRECIMIENTO

Toda práctica de manejo que genere un cambio ambiental (por ejemplo la época de siembra), tendrá un

impacto diferente según el momento de ocurrencia, ya que el cultivo estará en una etapa fenológica

diferente de su proceso de generación de estructuras o del RTO (Kantolic, et al., 2004b). El crecimiento

comienza con la germinación de la semilla, esto ocurre cuando absorbió el 50-55% de su peso en agua

(Baigorri, 1997a), otros autores establecen el 30-40% de su peso (Sadras et al., 2000). La tensión hídrica

del suelo no puede ser menor que -6,6 bares para que germine la semilla dentro de los 5-8 días a una

temperatura de 25ºC. (Hicks, 1983).

Figura 10: Tendencia de duración promedio de a) VE a R1 y de b) VE a R8 promedio de FS (campañas 2002/03 al 2012/13)

Campo Escuela, FCA-UNC. (31º19’LS, 64º13’LW)

Luego de la expansión de los cotiledones se produce la aparición del primer par de hojas unifoliadas y

opuestas, el resto de las hojas son trifoliadas y alternas, las mismas continúan apareciendo hasta avanzado

10

20

30

40

50

60

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Fotoperíodo (hs)

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Fotoperíodo (hs)

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23-sep 13-oct 02-nov 22-nov 14-dic 12-ene

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E a

R1

FS

GM IV GM V

GM VI Tend GM IV

Tend GM V Tend GM VI det

100

110

120

130

140

150

160

170

180

190

23-sep 13-oct 02-nov 22-nov 14-dic 12-ene

Dia

s d

e V

E a

R8

FS

GM IV GM V

GM VI Tend GM IV

Tend GM V Tend GM VI det

Figura 9: Interacción temperatura y fotoperiodo,

basado de Cober et al., 2001

Figura 8: Efecto del fotoperíodo (horas de luz) sobre la duración en días de emergencia a floración. Modificado

de Kantolic, et al., 2006

a

b

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el estado R4; a nivel embrional la diferenciación de hojas comienza luego de la floración hasta avanzado el

estado R5.

La apertura de la primera flor indica el comienzo del estado R1 y la floración continua hasta el estado R5.

Luego de la fecundación comienza la formación de vainas y puede continuar hasta avanzado R5. Una vez

que las vainas alcanzan el máximo tamaño se inicia el desarrollo de las semillas/granos y continúa hasta R7.

Entre el estado R5 y R6 concluye la formación de tallos, hojas, flores y raíces, es el momento que se registra

la máxima altura de planta, el mayor número de nudos en tallo principal y lo óptimo sería lograr en esta

etapa la máxima área foliar. Figura 11.

Figura 11: Esquema del ciclo ontogénico de soja. Cambios morfológicos, estado de los órganos reproductivos más avanzados de los nudos superiores del tallo principal y los periodos aproximados de diferenciación y aparición de órganos. Iniciación floral (IF) y cambio de ápice (CA). Kantolic, et al., 2004a

La representación del crecimiento es la típica curva sigmoidea con una primer etapa de crecimiento

vegetativo lento (desarrollo del área foliar), luego una etapa de crecimiento lineal acelerado (corresponde a

la formación del área foliar, tallo, flores y vainas), una etapa de crecimiento reproductivo lineal que comienza

en R5 con el llenado de granos y culmina con el amarillamiento y caída de hojas. En R7 el crecimiento

reproductivo se produce a menor tasa (etapa final de llenado de granos). Figura 12.

La tasa de crecimiento del cultivo (TCC) está estrechamente relacionada a la intercepción de radiación solar

(Figura 13a), la que a su vez depende del IAF. La TCC aumenta a medida que aumenta el IAF hasta que

alcanza un valor crítico capaz de interceptar el 95% de la radiación solar incidente (Figura 13b), esto se

conoce como IAF crítico y se encuentra entre 3,1 y 4,5 (Figura 13c) y depende de la estructura de la planta,

que a su vez depende de la FS y el GM; la densidad de siembra y el espaciamiento entre surco son otras

variables que influyen sobre la estructura. De modo tal que si el cultivo no logra alcanzar el IAF crítico, la

primera consecuencia es su menor eficiencia en la captación de la radiación, esto lleva a una disminución

de la TCC por lo tanto el RTO se reduce (Figura 13d). La soja puede alcanzar IAF muy altos, sin embargo la

TCC no disminuye. (Baigorri, 1997b) lo que significa que las hojas sombreadas no son parásitas para la

planta. (Shibles et al., 1965).

En todas las regiones de Argentina la siembra en noviembre permite lograr la máxima altura de planta en la

mayoría de los materiales recomendados para cada ambiente, siguiendo un patrón de comportamiento en

función del momento de siembra la altura registrada para cada cultivar varía con las condiciones

ambientales, principalmente con la disponibilidad hídrica, es decir, mejores condiciones implican más altas

campanas de crecimiento (Baigorri, 2002) (Figura 14a); el objetivo será el de elegir adecuadamente el GM en

función de la calidad ambiental para así generar un adecuado desarrollo, sin que el cultivo crezca en exceso

y se genere vuelco, o que su crecimiento sea insuficiente con una carga de vainas muy próximo al suelo.

Diferenciación de

hojas *

Diferenciación de hojas **

Diferenciación de flores

Fecundación

Aparición de hojas

Aparición de flores

Aparición de vainas

Crecimiento de semillas

Cam

bios

externosC

ambios

internos

S E V1… V5… R1 R3 R4 R5 R6 R8

*Hojas diferenciadas en tallo principal

**Hojas diferenciadas en embrión

IF CA

S VE V1 V2 ... V5 R1 R3 R4 R5 R6 R7 R8

PERÍODO CRÍTICO

R4,5-R5,5

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En la Figura 14b se observa como ejemplo el efecto de la FS sobre la altura final de la planta, donde en

general los GM van describiendo la típica campana de crecimiento con valores máximos promedio en

noviembre para los GM más bajos y entre septiembre y octubre para los GM mayores, con una tendencia

general de que a medida que se va atrasando la FS, a partir de noviembre, la altura de planta fue

disminuyendo. Así mismo se puede observar el comportamiento del GM VI de HC determinado con una

menor reducción en los registros, con valores superiores al resto de los GM en enero

Lo dicho anteriormente se explica en parte porque la luz tiene alta influencia en la morfología de la planta, al

modificar el momento de la floración y de la madurez, lo cual resulta en diferencias de alturas, tamaño de

vaina, área foliar, vuelco y otras características incluyendo el RTO. Las plantas que florecen temprano

debido a la existencia de días cortos, generalmente no desarrollan estructura ni área foliar normal, la altura

a menudo alcanza tan solo la mitad cuando el genotipo es sembrado en ambientes inadecuados, esta

respuesta es debida principalmente a la floración temprana, las vainas más bajas se forman muy cerca de la

superficie del suelo y como consecuencia aumenta la dificultad para la cosecha. (Hicks, 1983) Esta

característica se observa en la Figura 14b y es más propia de los GM menores sembrados en fechas

extremas.

Figura 14: a) Patrón de altura según FS, Baigorri 2002. b) Tendencia de altura (cm) promedio según FS (campañas 2002/03 al

2012/13) Campo Escuela, FCA-UNC. (31º19’LS, 64º13’LW)

40

50

60

70

80

90

100

OCT. NOV. DIC. ENE. FEBSET

110

ALTU

RA

(cm

)

Alta Calidad ambiental

Intermedia calidad ambiental

Baja Calidad ambiental

FECHA DE SIEMBRA

30

35

40

45

50

55

60

65

70

75

80

85

90

95

23-sep 13-oct 02-nov 22-nov 14-dic 12-ene

Alt

ura

(cm

)

FS

GM IV GM V

GM VI det GM VI indet

Tend GM IV Tend GM V

Tend GM VI det Tend GM VI ind

R7

R3

R4

R1

Semillas

Carpelos

Tallos

Peciolos

Peciolos caídos

Hojas

Hojas caídas

Figura Nº 13: a) Relación entre el % de Radiación Interceptada (RI) y la Tasa de Crecimiento del Cultivo (TCC); b) Relación entre el Índice de Área Foliar (IAF) y el % de TCC; c) Relación entre la % de RI y el IAF y d) Relación entre la TC planta

-1 dia

-1 y el NG planta

-1 Figura 12: Acumulación de materia seca en diferentes

partes de la planta durante el ciclo del cultivo. Modificado de Baigorri, 1997a

,

IAF

TC

C (

%)

b

RI (%)

TC

C

a

0.0

0.2

0.4

0.6

0.8

1.0

1.2

0 1 2 3 4 5 6 7 8 9

IAF

Inte

rcep

ció

n d

e R

ad

iació

n

soja

3,5

c

0 0.25 0.5 0.75

100

50

0

150

250

200

NG

po

r p

lan

ta

TC (g/planta día)

d

a

b

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RENDIMIENTO

El RTO depende directamente de la interacción existente entre el genotipo y el ambiente.

Para obtener un RTO ACTUAL o real, existen medidas para proteger la estructura del cultivo a través de los

Factores Reductores, que favorecen el normal crecimiento del cultivo. Lo segundo es reducir la brecha con

el RTO LOGRABLE o factible y esto se logrará con un uso adecuado y eficiente de los Factores

Limitantes; la diferencia entre el último RTO mencionado y el RTO POTENCIAL dependerá de los

Factores Definidores o determinantes y que dependerá del total control de los factores antes mencionados

y uso eficiente de los recursos, es decir que el RTO POTENCIAL es aquel que puede ser logrado cuando

se maximiza los recursos de un ambiente, minimizando las limitaciones de agua o nutrientes que pudieran

presentarse, y disminuyendo la incidencia de plagas, enfermedades, malezas, vuelco, etc. El RTO

POTENCIAL no es estático ni atemporal, variando en el espacio (latitud, longitud y altitud, propias de un

lugar de cultivo, con determinados valores promedio de radiación y temperatura) y en el tiempo (nuevos

cultivares rinden más en función del progreso genético). (Santos, 2011). Figura 15.

Figura 15: Esquema de RTO potencial, lograble y real en función a factores reductores, limitantes y definidores.

Modificado de Santos, 2011

Del total de recursos que se incorporan al sistema, una parte se destina a órganos vegetativos (raíces, tallos

y hojas) y sólo una proporción de la biomasa, representada por el índice de cosecha (IC), es lo que

finalmente compone el RTO. Estos conceptos se resumen en un modelo simple que describe la relación

entre generación del RTO y la captura y uso de recursos por parte del cultivo:

RTO = Rinc x ei x ec x IC

Donde Rinc es la radiación incidente o disponible, ei es la eficiencia de intercepción de la radiación

fotosintéticamente activa y está condicionada por el IAF; ec es la eficiencia de conversión y representa la

capacidad de la planta de producir biomasa por cada unidad de radiación fotosintéticamente activa

interceptada. Ambas eficiencias, principalmente ei, está directamente ligada a la disponibilidad de agua y

nutrientes, por lo tanto las prácticas de manejo contribuyen principalmente al aumento de la cantidad de

recursos disponibles para las plantas. (Kantolic et al., 2004b).

Los dos aspectos principales del RTO son el potencial y la estabilidad. El potencial de RTO es un atributo

genético condicionado fuertemente por el ambiente, donde los GM menores tendrían mayor potencial de

RTO que los GM mayores pero a su vez exigen mejores condiciones ambientales durante el período crítico.

La estabilidad del RTO en cambio está asociada en forma directa al largo de ciclo, por lo tanto los GM

mayores que tienen mayor duración de ciclo, presentan mayor estabilidad. (Baigorri, 1997c)

Radiación

TemperaturaGenotipo

Agua

Nutrientes

Malezas

EnfermedadesInsectos

Etc

Nivel de Rendimiento

Factores

Definidores

Factores Limitantes

Medidas para

incrementar el

rendimiento

Medidas para

proteger el

rendimiento

Factores Reductores

POTENCIAL

FACTIBLE

ACTUAL

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Al ser el RTO un atributo complejo se lo puede subdividir en variables más simples de comprender: el

número de granos por unidad de superficie y el peso de los granos; si bien existen compensaciones entre

estos componentes, guardan cierta independencia entre sí, que permite suponer que un aumento en

cualquiera de los dos puede producir un aumento en el RTO. Sin embargo en un rango amplio de

condiciones agronómicas el número de granos es el componente que mejor explica las variaciones en la

productividad del cultivo. (Kantolic et al., 2004a)

En función de los resultados obtenidos se observa que la variación del principal componente generó una

mayor respuesta en el rendimiento, donde la variación productiva está explicado el 75% de las veces por la

modificación del número de granos, y el 25% de la modificación del rendimiento lo explica el incremento del

peso de 1000 granos (Figura 16a y b) Según el momento de ocurrencia de un estrés será el componente de

rendimiento más afectado; si ocurriere durante R3-R6 afecta significativamente la cantidad de granos, y si

fuere entre R6-R6,5 influye principalmente la acumulación de materia seca en los granos. (Vega, 2006).

Figura 16: a) Relación del número de granos con el rendimiento y b) Relación del peso de 1000 granos con el rendimiento,

promedio de campañas 2002/03 al 2012/13 Campo Escuela, FCA-UNC. (31º19’LS, 64º13’LW)

Particularmente para la región centro-norte de Córdoba pueden observarse comportamientos

característicos:

a) La de los GM IV y GM V corto que a partir de septiembre incrementan marcadamente sus

respuestas productivas hasta llegar a un máximo en noviembre para luego disminuir, siendo el

22/11 donde tanto el GM IV corto (3639kg ha-1

) y el GM V corto (4046kg ha-1

) registraron el mayor

promedio, y el 02/11 para el GM IV largo (3738kg ha-1

). Figura17a.

b) Tanto para los GM V largo y el GM VI existen dos épocas donde se obtienen máximos

rendimientos, una muy temprana (septiembre) y prácticamente descartada en nuestro ambiente por

la baja disponibilidad hídrica, pero interesante en cuanto a comportamiento productivo de los GM

mayores, tanto del GM V largo (3777kg ha-1

) y el GM VI de HC determinado (3351kg ha-1

) se

destacaron con una perfomance superior. La segunda FS destacable es fines de noviembre, donde

se obtuvieron altos registros, donde el GM V largo rindió 3668 kg ha-1

y el GM VI 3307 kg ha-1

. En

las FS tardías se reducen significativamente los rendimientos, sobre todo en los GM V, con una

tendencia de ser superado por el GM VI en la FS extrema tardía. Figura 17b.

En función de las tendencias observadas según GM y FS, se definen diferentes ambientes productivos para

la región centro-norte de Córdoba Figura 18a. Un 1er

ambiente de mayor calidad (entre la 2da

quincena de

octubre y la 2da

quincena de noviembre) con una perfomance promedio de 3547 kg ha-1

. Un 2do

ambiente

de calidad intermedia (sin considerar las FS extratempranas) de diciembre con un promedio de 3142 kg

ha-1

, y un 3er

ambiente productivo donde se reduce notoriamente la respuesta de los diferentes GM, siendo

un ambiente que registra un promedio de 1862 kg ha-1

, y un mayor impacto en los GM menores.

En la Figura 18b se muestra la distribución de los rendimientos según la interacción genotipo (GM) y

ambiente (FS). Con un promedio de registro mínimo de 275kg ha-1

a un máximo de 7420kg ha-1

. Los

y = 1,4329x + 246,94R² = 0,7519

0500

100015002000250030003500400045005000550060006500700075008000

0 500 1000 1500 2000 2500 3000 3500 4000 4500 5000

Ren

dim

ien

to (kg

ha

-1)

Numero de granos m-2

y = 23,924x - 130,88R² = 0,2529

0500

100015002000250030003500400045005000550060006500700075008000

0 25 50 75 100 125 150 175 200 225

Ren

dim

ien

to (kg

ha

-1)

Peso de 1000 granos (g)

a b

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Soja: Ecofisiología y Manejo - Ing. Agr. Rubén Toledo 13

percentiles 10 y 90 fueron 1594 y 4945 kg ha-1

respectivamente, es decir que un 90 % de los rendimientos

fueron mayores a 15 qq ha-1

, el 50% de las veces se registraron valores superiores a 30 qq ha-1

y el 10% de

los rendimientos fueron superiores a 49 qq ha-1

; estos resultados muestran el amplio impacto que pueden

tener sobre el RTO de la región, el efecto de la FS y el GM en combinación con la variabilidad ambiental

interanual. (Toledo et al, 2011)

Figura 17: a) Rendimiento y Tendencia de GM IV corto (línea de puntos) y GM IV largo (línea continua) y b) Rendimiento y

Tendencia de GM V corto (línea de puntos), GM V largo (línea continua) y GM VI determinado (línea discontinua) según FS

(campañas 2002/03 al 2012/13) Campo Escuela, FCA-UNC. (31º19’LS, 64º13’LW)

Figura 18: a) Medias ajustadas de rendimiento y errores estándares para FS (letra común no son significativamente diferentes (p > 0,05) y b) Distribución empírica de rendimientos anuales alcanzables considerando el conjunto de datos de los GM IV corto y largo, GM V corto y largo y GM VI, a través de GM según FS (campañas 2002/03 al 2012/13) Campo Escuela, FCA-UNC. (31º19’LS, 64º13’LW)

MANEJO DEL CULTIVO

El principal objetivo de manejo es lograr un adecuado establecimiento del cultivo que permitirá maximizar el

crecimiento durante el periodo crítico, de modo tal que se alcance el IAF critico en un momento de alta

exigencia del cultivo como para así utilizar eficientemente los recursos disponibles.

La secuencia de prácticas de manejo más adecuadas en función de su orden de importancia son:

1. Caracterización del ambiente de producción.

2. Adecuada combinación de la FS y GM.

3. Elección del cultivar (HC, Sanidad, respuesta a la FS, potencial de rendimiento).

4. Distribución espacial. (espaciamiento y densidad)

1. Caracterización del ambiente de producción. El ambiente de producción define como crecerá y

se desarrollará el cultivo, condicionando cuál GM es el más adaptado en la búsqueda de mayores

productividades; y se debe tener presente:

R² GM IV corto = 0,9263

R² GM IV largo= 0,9851

1000

1250

1500

1750

2000

2250

2500

2750

3000

3250

3500

3750

4000

4250

23-sep 13-oct 02-nov 22-nov 14-dic 12-ene

Ren

dim

ien

to (

kg

ha

-1)

FS

GM IV corto GM IV largo

Tend GM IV corto Tend GM IV largo

R² GM V corto = 0,7314

R² GM V largo = 0,7676

R² GM VI = 0,7254

1000

1250

1500

1750

2000

2250

2500

2750

3000

3250

3500

3750

4000

4250

23-sep 13-oct 02-nov 22-nov 14-dic 12-ene

Ren

dim

ien

to (

Kg

ha

-1)

FS

GM V ind cortoGM V ind largoGM VI detTend GM V cortoTend GM V largoTend GM VI det

22-nov 02-nov 13-oct 14-dic 12-ene

FS

1000

1300

1600

1900

2200

2500

2800

3100

3400

3700

4000

Re

nd

imie

nto

(kg

.ha

-1)

AA A

B

C

AA A

B

C

2º Ambiente

3º Ambiente

1º Ambiente

500 1500 2500 3500 4500 5500 6500 7500

Rendimiento (kg ha-1)

0,00

0,10

0,20

0,30

0,40

0,50

0,60

0,70

0,80

0,90

1,00

Dis

trib

ució

n e

mp

íric

a

a b

b

a

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Soja: Ecofisiología y Manejo - Ing. Agr. Rubén Toledo 14

Características abióticas:

a) Agua (régimen de precipitaciones, agua inicial, napa freática (manejo del agua)

b) Temperatura

c) Radiación

d) Edáficas (serie, capacidad de uso)

e) Capacidad de almacenamiento del suelo

f) Capacidad exploratoria de raíces

g) Características químicas

AGUA

En este punto se verán algunos aspectos que hacen al manejo eficiente del agua.

La evapotranspiración de los cultivos (ETC) es la suma de la evaporación desde el suelo y la transpiración

desde las plantas (cuando no hay deficiencias de agua). La evapotranspiración real (ETR) es la cantidad de

agua evapotranspirada por el cultivo en las condiciones ambientales en que se desarrolla; en condiciones

de estrés la ETR es siempre menor a la ETC. La ETC se calcula como el producto de la evapotranspiración

potencial (ETP) y el coeficiente de cultivo (Kc), dicho producto permite cuantificar el requerimiento de agua

del cultivo. (Della Maggiora et al., 2000).

La ETP generalmente se la calcula incorporando distintos datos climáticos. El método de Penman permite

estimarla, ya que es un método semiempírico que en general presenta buen comportamiento para distintas

regiones climáticas, y combina los principales factores que gobiernan la pérdida de agua, como la radiación

solar, la temperatura, la humedad del aire y la velocidad del viento. (Della Maggiora et al., 2000) El Kc varía

en función del estado de desarrollo del cultivo y altamente dependiente de su cobertura. Por esto habrá

varios valores de Kc durante su ciclo evolutivo (Andreani, 1997) Figura 19.

La eficiencia de uso del agua (EUA) es la relación entre la producción de granos (kg ha-1

) y el consumo de

agua en milímetros (mm) necesarios para dicha producción. En el caso de la soja se registran valores entre

5-6kg ha-1

mm-1

y 11kg ha-1

mm-1

(Della Maggiora et al., 2000), tomándose una EUA promedio de 8 kg ha-1

mm-1

. El consumo va variando de un mínimo en las primeras etapas de desarrollo (promedio de 1mm dia-1

),

incrementándose a mayor velocidad a partir de R1 y llegando a un máximo en R5 (promedio de 8mm dia-1

),

para luego reducirse hacia la madurez del cultivo. Figura 20.

Figura 20: Consumo de agua (mm) del cultivo

El consumo de agua del cultivo va a depender de:

0 20 40 60 80 100 120 140

DDE

R 1 2 3 4 5 6 7 8

V C 1 3 5 7 9 11 13 15 17 19

12

10

8

6

4

2

0

mm/d

0 20 40 60 80 100 120 140

R 1 2 3 4 5 6 7 8

V C 1 3 5 7 9 11 13 15 17 19

R 1 2 3 4 5 6 7 8

V C 1 3 5 7 9 11 13 15 17 19

12

10

8

6

4

2

0

12

10

8

6

4

2

0

mm/d

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Soja: Ecofisiología y Manejo - Ing. Agr. Rubén Toledo 15

1. la demanda atmosférica: a mayor demanda atmosférica la planta evapotranspira mayor cantidad

de agua, hasta un límite fijado por el potencial agua de sus hojas, y depende de: la radiación

incidente, la temperatura, la humedad relativa del aire y del viento.

2. la duración del ciclo del cultivo: mayor largo del ciclo del cultivar, mayor es la cantidad de agua

consumida, esta longitud depende de la FS y el GM utilizado.

3. el área foliar desarrollada: Casi toda el agua transpirada pasa a través de estomas ubicados en la

superficie de las hojas. De manera que a medida que aumenta el área foliar aumenta linealmente el

consumo de agua del cultivo.

En condiciones de secano es muy frecuente que las necesidades de agua del cultivo no sean satisfechas,

en estas condiciones la disponibilidad de agua va a depender de:

1. las precipitaciones: Las mismas varían en intensidad y distribución de campaña en campaña y de

localidad en localidad. Desde el punto de vista agrícola, la precipitación total que llega a la superficie

del suelo se divide en dos componentes:

a. La precipitación efectiva: agua que infiltra y llega a la zona radical del cultivo.

b. La precipitación escurrida: agua que no ingresa al sistema y escurre sobre la superficie,

esta última es un proceso denominado escurrimiento superficial y que aumentará cuando

mayor sea:

i. La intensidad de la lluvia

ii. La pendiente del suelo

iii. La humedad del horizonte superficial

iv. La falta de cobertura en la superficie del suelo

2. la exploración de raíces: la máxima profundidad de las raíces es lograda aproximadamente en el

estado R5, y dicha capacidad exploratoria depende de:

a. La densidad del suelo.

b. El estado nutricional del cultivo.

c. El largo de ciclo de la variedad.

La profundidad efectiva de las raíces en Manfredi (Córdoba) medidas sobre un suelo Haplustol éntico en R4,

dio que para el GM III las raíces profundizaron 1,3 mts, el GM V 1,9 mts y el GM VII registró un máximo de

2,3 mts de profundidad (Dardanelli, 1997). Como se observa en la Figura 21 en general puede establecerse

que la planta de soja tiene la capacidad de explorar próximo a los 2 mts de profundidad, con un patrón de

desarrollo del sistema radical que va evolucionando a lo largo del ciclo del cultivo y que junto con el

desarrollo de la parte aérea llega a su máxima expresión alrededor de R5, y cuanto mayor es el GM será

mayor su capacidad para desarrollar estructura aérea y raíces.

3. la capacidad de almacenaje de agua: directamente relacionada con la textura y porosidad del

suelo, en el área sojera núcleo predominan los suelos franco-limosos, que son los de mayor

capacidad de retención. (Andriani, 1997).

Figura 21: Patrón de crecimiento de raíces y parte aerea de un cultivo de soja, Andriani 1997

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Existen tres subperíodos con respuesta diferenciada según el momento de ocurrencia del estrés:

a. De VE a R1: En este período un estrés hídrico de mediana intensidad (40-50% de agua útil) no

afectaría el rendimiento pero si influye sobre la altura de planta y el área foliar; mayor intensidad de

estrés (20-40% de agua útil) puede ocasionar reducciones del 10% del rendimiento. (Andreani,

2006).

b. De R1 a R5: Este período es más susceptible a la etapa anterior, donde puede reducirse un 20% o

más del rendimiento, provocado por el aborto de flores y vainas siendo en parte compensado con el

peso de los granos si cesa la deficiencia hídrica luego de R5. Sería correcto establecer un nivel del

50% de agua útil en el suelo como límite del agua almacenada. (Andreani, 2006)

c. De R5-R7: Es el período más crítico del cultivo, ya que el estrés provoca reducciones

simultáneas del número de vainas, del número de granos por vainas y del peso de los granos, sin

que haya probabilidad de compensación. Pueden producir pérdidas de rendimiento muy importantes

(40% o más); lo aconsejable sería mantener un valor superior al 60% de agua útil en el suelo,

durante este período. (Andreani, 2006)

ZONAS DE PRODUCCION

En la Figura 22a se presentan las zonas con limitaciones productivas para el cultivo de soja donde la Zona I

presenta menores registros de precipitaciones y de alto estrés hídrico; la Zona II con suelos arcillosos

(Vertisoles); la Zona III con predominio de suelos arenosos; la Zona IV con anegamientos y napas altas y la

Zona V con presencia de toscas. En Argentina en función del período libre de heladas el área productiva de

soja se divide en tres zonas (Figura 22b):

a) Región Norte (al norte de los 30º LS): con suelos franco arenosos y limosos hacia el oeste y

arcillosos hacia el este. En esta región puede sembrarse en un amplio rango de meses, utilizándose

cultivares de GM IV-V hasta el GM VIII.

b) Región Pampeana Norte (entre los 30 y 36º LS): con suelos arenosos a franco arenosos hacia el

oeste, y arcillosos hacia el este. Se siembran materiales de GM IV al GM VI siendo posible utilizar

cultivares de ciclo largo de GM III hacia el sur y cultivares de GM VIII hacia el norte de la región.

Región Pampeana Sur (al sur de los 36º de LS): con suelos arenosos al oeste y francos hacia el este,

donde ambos pueden presentar tosca. Es la región más limitada en cuanto a combinación de GM y FS

sembrándose cultivares de GM II al IV.

Características bióticas:

a) Plagas: Figura nº 23

Que están relacionados al suelo

Gusanos blancos (Diloboderus abderus)

Bicho bolita (Armadillidium vulgare)

Siete de oro (larva) (Astylus atromaculatus)

Grillo subterraneo (Anurogryllus muticus)

Nematodos:

Nematodo del quiste (Heterodera glycines)

Nematodo de la agalla (Meloydogine incognita y M. javanica).

Gusano alambre (Conoderus sp, Agriotes sp).

Chinche subterránea (Scaptocoris castanea).

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Figura 22: a) Zonas con limitaciones productivas, Baigorri, 2002; b) Grandes ambientes de producción de soja, fechas de siembra (FS) y GM factibles de ser utilizados

Que afectan la emergencia del cultivo

Paloma (Zenaida auriculata).

Liebre (Lepus europeus).

Orugas cortadoras:

Oruga áspera (Agrotis malefida).

Oruga grasienta (Agrotis ipsilon).

Oruga variada (Peridroma saucia).

Oruga parda (Porosagrotis gypaetina).

Figura 23: Plagas y momentos de ocurrencia durante el ciclo del cultivo

Que afectan los foliolos

Oruga medidora (Rachiplusia nu).

Oruga de las leguminosas (Anticarsia gemmatalis).

Oruga militar tardía (Spodoptera frugiperda).

Oruguita de la verdolaga (Loxostege bifidalis).

Oruga falsa medidora (Pseudoplusia includens).

Gata peluda norteamericana (Spilosoma virginica).

Trips (Caliothrips phaseolis).

Arañuela (Tetranychus urticae).

Mosca blanca (Bemicia tabaci)

Umbral de daño

Existe un umbral general de 10 orugas m-1

lineal que define el límite para el control y que según la especie

determinará el momento y tipo de tratamiento (Igarzabal et al., 2009) Estudios realizados en EE.UU. indican

I

II

III

IV

V

I

FS: SET - ENEGM: III – VI REGION PAMPEANA

NORTE

FS: AGO - FEB GM: IV – VIII

REGION NORTE

FS: OCT - DIC GM: II – IV REGION PAMPEANA

SUR

30 °

36 °

II

III

Oruga cortadoras

Chinche verde

Chinche de la alfalfaPalomas

Liebres Barrenador de brote

Orugas defoliadoras

Siembra Emergencia Etapa Vegetativa Floración Formación vainas Llenado de granos Cosecha

a

b

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que defoliaciones de 1/3 del área foliar en estado vegetativo o en pleno R2 no provocaría reducciones

significativas en el rendimiento. Defoliaciones mayores a partir de R2 hasta R4 son los que generaría caídas

marcadas en la producción, y a partir de R6 la tolerancia vuelve a incrementarse. (Aragón, et al., 1997)

Para el monitoreo de los daños de defoliadoras se recomienda tener presente un umbral de daños según el

momento, las condiciones ambientales y el GM. (Tabla 1). A su vez también es recomendable utilizar un

patrón de determinación del grado de defoliación del lote. (Figura 24). Se debe tomar al azar 5 folíolos del

tercio superior, 5 del tercio medio y 5 del inferior, promediando así la defoliación del lote. El valor resultante

de la medición siempre será inferior y mucho más real al estimado visualmente en forma directa, ya que

esta última tiende a magnificar la verdadera defoliación. (Iannone, 2011).

Que afectan puntos de crecimiento

Barrenador del brote (Epinotia aporema)

Que afectan la etapa reproductiva

Chinches

Dentro del complejo de chinches en nuestro país se destacan:

Chinche verde (Nezara viridula)

Chinche de la alfalfa (Piezodorus guildinii)

También atacan al cultivo con menor incidencia

Chinche marrón (Dichelops furcatus)

Alquiche chico (Edessa meditabunda) Tabla 1: Umbrales de manejo (espaciamiento a 0,35m) (Iannone, 2011)

Figura nº 24: Patrón de defoliación

A modo de resumen se detallan los niveles de decisión (NDE) tanto para chinche verde como para chinche

de la alfalfa con espaciamiento de entresurcos de 0,52m. Tabla 2

Tabla 2: NDE para chinche verde y chinche de la alfalfa con EES de 0,52m (Iannone, 2006)

PLAGA

NDE SEGUN ESTADOS REPRODUCTIVOS DE SOJA

R3-R4

Formación de vainas

R5

Formación de granos

R6-7 (1)

Después grano lleno

Chinche verde N. viridula 0,6 – 0,7 / m 1,5 / m 5,5 / m

Chinche de la alfalfa P. guildinii 0,4 – 0,5 / m 0,7 / m 3 / m

(1) Los umbrales correspondientes al estado R5 continuarán siendo los mismos en R6-7, estado a partir de grano lleno, en el caso de soja

para semilla.

b) Enfermedades: (Figura 25)

Periodo Condiciones Grupos Umbrales

20 % de Defoliación

Buenas condiciones III y IV y

(adecuado 5 o más orugas/m > 1,5cm

desarrollo) 30 % de Defoliación

V y VI y

VEGETATIVO 5 o más orugas/m > 1,5cm

10 % de Defoliación

Estrés hídrico III y IV y

(limitado más de 2 orugas/m > 1,5cm

desarrollo) 15 % de Defoliación

V y VI y

más de 2 orugas/m > 1,5cm

8 – 10 % de Defoliación

Desde R3 III y IV y

REPRODUCTIVO hasta R5 5 orugas/m > de 1,5 cm

(inclusive) 15 – 20 % de Defoliación

V y VI y

5 orugas/m > de 1,5 cm

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Las enfermedades del cultivo de soja pueden constituirse en importantes factores limitantes de producción,

dentro de la diversidad de enfermedades se destacan las denominadas Enfermedades de Fin de Ciclo

(EFC) que aumentan su intensidad después del estadio de desarrollo R3-4 y que pueden causar pérdidas de

rendimiento del 8-10% con un máximo de hasta 30%. Con la senescencia de la planta, los mecanismos

naturales de resistencia se vuelven menos activos y consecuentemente junto con las condiciones lluviosas y

húmedas de ese período aumenta la manifestación de este complejo de enfermedades, además la mayoría

afectan la calidad de la semilla cosechada. (Carmona et al., 2004).

Figura 25: Enfermedades y momentos de ocurrencia durante el ciclo del cultivo

EFC causadas por patógenos necrotóficos

Mancha marrón (Septoria glycines)

Tizón de la hoja (Cercospora kikuchii)

Mancha ojo de rana (Cercospora sojina)

Antracnosis (Colletotrichum truncatum)

Mancha anillada (Corynespora cassiicola)

Tizón de la vaina y tallo (Phomopsis sojae)

Mancha foliar por Alternaria (Alternaria spp)

EFC causadas por patógenos biotròficos

Roya de la soja (Phakopsora pachyrhizi)

Oidio (Microsphaera diffusa)

Mildiu (Peronospora manshurica)

Enfermedades causadas por bacterias (biotròficos)

Pústula bacteriana (Xanthomonas campestris pv. glycines)

Tizón bacteriano (Pseudomonas syringae pv. glycinea).

Enfermedades causadas por virus (biotròficos)

Virus del mosaico común de la soja (VMCS)

c) Malezas

El incremento del uso del glifosato ha generado la aparición de malezas con distintos grados de tolerancia a

dicho herbicida, teniendo en cuenta a su vez que a medida que avanza el estado de desarrollo el control se

hace menos efectivo. En la Tabla 3 se observa el listado de malezas tolerantes al glifosato.

Podredumbre de la raiz y de la base del tallo

Podredumbre húmeda de tallo

Complejo de Enfermedades de Fin de Ciclo

Cancro del tallo Muerte súbita

Siembra Emergencia Etapa Vegetativa Floración Formación vainas Llenado de granos Cosecha

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Tabla 3: Listado de malezas con tolerancia al glifosato, (Rodríguez, 2004)

Especie Nombre común Familia botánica Biología

Parietaria debilis Parietaria, Ocucha Urticácea Anual

Petunia axillaris Petunia, Coroyuyo Solanácea Perenne

Verbena litoralis Verbena Verbenácea Perenne

Verbena bonariensis Verbena Verbenácea Perenne

Hybanthus parviflorus Violetilla Violácea Perenne

Iresine diffusa Amaranthacea Perenne

Commelina erecta Flor de Sta. Lucía Commelinácea Perenne

Ipomoea spp. Bejucos Convolvulácea Perenne, algunas anuales

Trifolium repens Trebol Leguminosa Perenne

Oenothera indecora Flor de la noche Onagrácea Anual

Gomphrena perennis Siempreviva Amarantácea Perenne

Viola tricolor Pensamiento Violácea Anual

2. Elección adecuada de la FS y GM. La correcta caracterización del ambiente se constituye en la

herramienta fundamental en todo sistema productivo y como paso previo a lo que sigue: la selección y

combinación adecuada de FS y GM en la búsqueda y obtención de los máximos rendimiento. El cultivo

debe sembrarse en una fecha tal que la ocurrencia del período crítico ocurra en condiciones ambientales

favorables; para ajustar dicho momento el productor cuenta con dos elementos claves: el ciclo de la

variedad y la época de siembra. (Andrade et al., 2000).

Los cultivares comerciales de soja se aglutinan en GM o grupos de precocidad de los cuales de los trece

(000 al X) existentes en el mundo, en Argentina son utilizados los GM II, GM III corto y largo, GM IV corto

y largo, GM V corto y largo, GM VI, GM VII y GM VIII; este agrupamiento se basa fundamentalmente en la

duración de la etapa de emergencia (VE) a floración (R1), y explicaría la distribución geográfica de los

GM en el área de producción de soja (De la Vega et al., 2004).

La soja es una planta de días cortos con respuesta cuantitativa y cualitativa, en función de la misma cada

GM tiene un comportamiento medio en una banda latitudinal de adaptación (aproximadamente 200km de

longitud), al sur de su respectiva franja responderá como un GM de mayor ciclo, y cuanto a mayor latitud

nos desplazamos generaría un mayor atraso en el momento de inicio de la floración, provocando por lo

tanto un retraso en el período de llenado de los granos lo que puede ser interrumpido por heladas

tempranas. Si se desplaza hacia el norte de su respectiva franja de adaptación cada uno se comportaría

como un GM de menor ciclo, debido a que nos desplazarnos hacia una menor latitud; el momento de

floración se adelantaría provocando una reducción del tamaño de la planta que traerá como consecuencia

principal un menor rendimiento.

En Argentina por lo tanto hay que tener en cuenta que la utilización de un GM con un determinado largo de

ciclo va a depender de la latitud, lo que hace que hacia el sur de país se siembren genotipos de menor

largo de ciclo, esto básicamente provocado por un menor periodo libre de heladas, y a medida que nos

desplazamos hacia el norte el rango se amplia permitiendo la utilización de mayor número de GM y de

mayor largo de ciclo (Figura 26).

3. Elección del cultivar

Las características del cultivar que deberán tenerse en cuenta son:

a) Longitud de ciclo.

b) HC.

c) Respuesta fenológica ante modificaciones de la FS.

d) Comportamiento frente a enfermedades y plagas.

e) Vuelco.

f) Potencial de rendimiento y estabilidad.

g) Calidad de semilla, etc.

Características de los cultivares de GM de menor largo de ciclo

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a. Principalmente en épocas de siembra no favorables es necesario el mayor ajuste de la distribución

espacial de las plantas, ya que es marcado el bajo desarrollo y altura de las mismas.

b. Salvo en situaciones ambientales óptimas raramente se observa vuelco.

c. Mayor respuesta productiva cuanto mejores son las condiciones ambientales (alta fertilidad y

disponibilidad hídrica).

d. Si bien su característica es el alto potencial productivo, son muy inestables en su respuesta ante

cualquier deficiencia u estrés ambiental.

e. Desocupan más rápido los lotes por menor longitud de ciclo.

f. Son más susceptibles a problemas de calidad de semilla.

g. Por su menor estructura de planta, requieren un mayor control de plagas, enfermedades, etc.

h. Son de HC indeterminado.

Figura 26: Franjas latitudinales de adaptación, Baigorri 2009

Características de los cultivares de GM de mayor largo de ciclo

a. En general, salvo en épocas de siembras tardías, por su mayor desarrollo de planta no requieren un

mayor ajuste de la distribución espacial de las mismas.

b. Son proclives al vuelco bajo situaciones de alta calidad ambiental.

c. Se adaptan a suelos con limitantes físico-químicas, etc.

d. Su principal característica es la estabilidad productiva, siendo esta mayor cuanto mayor es el GM y

sobre todo en los de HC determinado.

e. Por su mayor ciclo permanecen más tiempo en el lote, siendo esto más marcado cuanto más

temprano se siembre.

f. Son de menor productividad que los GM menores en condiciones óptimas ambientales.

Las denominaciones comerciales identifican a los cultivares con letras que corresponden al nombre de la

empresa, luego en general le siguen 4 números. A los fines prácticos importan los 2 primeros, donde el 1ero

indica el GM, y el 2do

revela el largo de ciclo de la variedad en cuestión dentro del GM.

Por ejemplo dos variedades: DM 4200 RR y DM 4712 RR, pertenecen a la empresa Don Mario cuya

denominación identifica a una variedad de GM IV de ciclo corto y de ciclo largo respectivamente. Si se

tratara de NA 5009 RG se trata de un cultivar de la empresa Nidera de GM V de ciclo corto. Ocurre en

algunas empresas que una variedad puede ser identificada a través de los dos números finales, p ej: TJ

2170 RR, denominación que indica una cultivar que pertenece a la empresa La Tijereta de GM VII de ciclo

corto. En todos los casos los acompaña las siglas RR (resistente a Round Up) o RG (resistente a Glifosato).

La juvenilidad es una característica genética que permite mayor desarrollo vegetativo, retrasando el inicio

de R1, esta característica puede encontrarse en algunos cultivares de GM más altos de HC determinado con

mayor sensibilidad fotoperiódica y que florecen con menor altura de planta. La incorporación de este

carácter tiene como objetivo la obtención de cultivares adaptados a mayores rangos de latitud y época de

siembra. La juvenilidad permite que los cultivares de HC determinado y semideterminado registren mayor

VIII

VII

V-VI

IV L

IV C

III L

III C

II

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altura de planta, y que a su vez tengan mayor plasticidad a la FS, permitiendo adelantar el momento de

siembra y ser cultivados más al norte que los del mismo HC que no posee esa característica.(Baigorri, 2002)

El vuelco se expresa con relación directa a las condiciones ambientales. Los GM mayores de HC

indeterminados son los más proclives al vuelco, aunque dentro de cada GM puede encontrarse diferencias

significativas entre cultivares; por ello la modificación de la FS, la densidad de siembra y el espaciamiento

entre surcos, son prácticas de manejo recomendables. A su vez el excesivo desarrollo de la planta suele

verse reducida en lotes con limitaciones físico-químicas o en situaciones de estrés ambiental.

Los GM bajos son los más susceptibles al deterioro de calidad de semilla, debido a que su maduración es

más temprana en siembras anticipadas, por lo que son sometidas a mayores temperaturas aumentando la

posibilidad de deterioro del grano, además es destacable señalar que a mayor tamaño de grano es más

proclive al deterioro en su calidad física.

Un adecuado manejo del arreglo espacial tiene como objetivo lograr una mejora en la cobertura del suelo

para maximizar la captación de la radiación solar, considerando que a menor distancia entre surco:

1. Se reduce el vuelco y altura.

2. Se reduce la emergencia tardía de malezas.

3. Es menor el tiempo para alcanzar el IAF crítico.

4. Se reduce la erosión del suelo.

5. Se distribuye más uniformemente el sistema radical.

En situaciones donde existan altas probabilidades de lograr una altura de planta inferior a 70cm, la

reducción del espaciamiento a menos de 0,52 incrementaría el rendimiento. (Kruk et al., 2003).El ajuste

tanto del espaciamiento como de la densidad está destinado principalmente a los GM bajos cuyas

estructuras se ven afectadas en FS extremas; dichos GM tienen la capacidad de generar altos rendimiento

pero siempre y cuando las condiciones ambientales sean las óptimas, son de altos potenciales productivos

pero son muy inestables cuando son sembrados en épocas no recomendables.

En general la tendencia son espaciamientos de 0,52m sobre todo en FS óptima en las diferentes regiones

de nuestro país y con reducción en FS extremas. (Figura 27a). En la región Pampeana Sur se caracterizaba

por que la distancia entre hileras en FS óptimas es de 0,35m (Figura 27b), pero dicho distanciamiento está

comenzando a ser utilizado en FS óptima en el resto de las regiones sobre todo en el sur de la región

Pampeana Norte.

Figura 27: Espaciamiento entre surcos sugerido en función de la FS a) para la Región Pampeana Norte, b) para la Región

Pampeana Sur

La soja es una especie con alta plasticidad a la densidad de siembra, ante cualquier situación de estrés

compensa produciendo mayor número de ramas y vainas por planta. Sin embargo la densidad que

maximiza el rendimiento puede ser muy variable entre campañas dependiendo del genotipo, de la FS y de

las restricciones hídricas y nutricionales (Kruk et al., 2003). La densidad de plantas óptima es aquella que:

1. Permite un buen crecimiento evitando el vuelco.

2. Reduce la incidencia a enfermedades.

Octubre Noviembre Diciembre

35 cm

52cm

52 cm 52cm

35 cm

Altur

a

Campana de crecimiento a

Octubre Noviembre Diciembre

35 cm

35 cm 35 cm

Altur

a

Campana de crecimiento

b

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3. Asegura una adecuada inserción de las vainas inferiores.

La densidad óptima a su vez depende de:

1. La FS (tanto en siembras tardías, como extratempranas (septiembre) es conveniente aumentar la

densidad)

2. La latitud (a mayor latitud las densidades óptimas tienden a ser mayores)

3. Las condiciones ambientales (cuando el ambiente limita el crecimiento del cultivo, es necesario

incrementar la densidad)

4. Las características del cultivar (los cultivares con mas crecimiento, ya sea por su mayor longitud de

ciclo, tendencia al vuelco o altura, tienen densidades óptimas menores)

5. El espaciamiento entre surcos

Duncan (1986) planteó dos postulados que explican el efecto del arreglo espacial sobre los rendimiento:

a) Se incrementa con una densidad inclusive superior al necesario para alcanzar la máxima

intercepción de radiación.

b) Dentro de ciertos límites, cuanto mayor sea la materia seca acumulada en los tejidos vegetativos al

inicio del período de crecimiento de los granos, mayor será el rendimiento.

La competencia interplanta es dividida en diferentes fases. Duncan (1986):

a) En la Fase 1 existe un rango donde a medida que aumenta la densidad aumenta la cobertura y el

rendimiento, y no hay competencia por la luz entre plantas.

b) En la Fase 2 la intercepción de luz por la canopia se incrementa hasta hacerse máxima. Con

mayores densidades, la luz interceptada permanece constante de manera que el incremento en el

rendimiento es atribuible a la eficiencia con la que se utiliza la luz para producir grano.

c) En la Fase 3 por más que se incremente la densidad, no hay modificación en la intercepción de luz,

y el rendimiento obtenido es el máximo para el cultivar y el ambiente, manteniéndose constante a lo

largo de la fase.

d) Y en la Fase 4 un aumento de la densidad sería contraproducente en el rendimiento. Figura 28.

Dos conceptos generales son frecuentemente usados para explicar la relación entre el espaciamiento, la

densidad y el rendimiento. Primero la productividad máxima puede lograrse solamente si la población de

plantas generan un área foliar que permita la máxima intercepción de luz durante la etapa reproductiva; y

segundo que el espaciamiento entre las plantas sea equidistante para maximizar el rendimiento, y minimizar

la competencia entre plantas. (Egli, 1988)

Figura 28: Relación entre densidad y RTO relativo

Hay una densidad de siembra por debajo de la cual el rendimiento se deprime, la misma se la podría

establecer en 30-35 plantas m2. En un año favorable y con buenas condiciones hídricas, una disminución

muy pronunciada en la densidad (entre 35-55%), puede provocar mermas en los rendimientos de hasta 15-

31% y 20-25% según la distribución de plantas fuera uniforme o desuniforme respectivamente. (Baigorri,

2009).

Los efectos causados por el atraso en la FS son:

0

40

60

80

100

Rendim

iento

Rela

tivo

1 2 3 4

Densidad

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a) Acortamiento del periodo vegetativo y reproductivo (ciclo total).

b) Menor desarrollo de planta.

c) Menor numero de nudos que se transforman en reproductivos.

d) Menor desarrollo del sistema radicular.

e) Atraso e ineficiente cierre de la canopia, que genera mayores pérdidas de agua del suelo por

evaporación.

Las variables a manejar para reducir el efecto negativo:

a) Utilizar una variedad de un GM mayor.

b) Disminuir la distancia entre hileras.

c) Aumentar la densidad.

PLAN DE SIEMBRA PARA LAS DIFERENTES REGIONES PRODUCTIVAS

Región Norte:

La época de siembra se extendería entre la 1er

quincena de septiembre y la 2da

quincena de enero o 1er

quincena de febrero.

En la región se utilizarían GM V al VII (hacia el NOA) y GM IV a VIII (hacia el NEA) comenzando con el GM

V entre la 2da

quincena de septiembre y octubre (donde se dan las mejores condiciones ambientales); entre

fines de octubre y noviembre se podrían utilizar los GM VI y VII, este último se lo sembraría en enero, y el

GM VIII entre fines de diciembre y enero donde las condiciones ambientales son de peor calidad por el

mayor estrés térmico. De modo tal que en la Región Norte a medida que se atrasa el momento de siembra

disminuye la calidad ambiental y mayor debería ser el GM ha utilizar. (Figura 29a)

Región Pampeana Norte:

La FS recomendada se extendería entre la 2da

quincena de septiembre y la 1era

de enero.

Se podrían sembrar cultivares del GM III al VI. En siembras extratempranas (septiembre-1er

quincena de

octubre) se utilizarían en general cultivares de GM V o GM VI de HC indeterminado; entre la 2da

quincena de

octubre y noviembre se recomendaría al GM IV preferentemente de ciclo largo y si el ambiente lo permite

(mayor fertilidad química y física de los suelos, mayores precipitaciones, riego o presencia de napa, etc) en

la 1er

quincena de noviembre se podría sembrar materiales de GM III de ciclo largo o GM IV de ciclo corto.

En diciembre lo recomendable son los GM mayores nuevamente comenzando con los GM V de HC

indeterminado de ciclo corto, para luego utilizar hacia fines de diciembre y enero al GM V de ciclo largo de

HC indeterminado. En siembras muy tardías podrían utilizarse los GM mayores de HC determinado. Estos

podrían sembrarse hacia fines de diciembre y no más allá de la 1er

quincena de enero sobre todo en lugares

sometidos a alto estrés ambiental. (Figura 29b)

Región Pampeana Sur:

La época de siembra se extiende entre la 2da

quincena de octubre y la 1er

quincena de diciembre

Se emplearían cultivares de GM II, III y IV. En siembras temprana de fines de octubre se optaría por

materiales de ciclo largo de GM IV cuando el ambiente es de menor calidad y cuando este tiene

características intermedias se utilizaría un cultivar de ciclo más corto del mismo GM; los materiales de

mayor ciclo de GM III se sembrarían en la 1er

quincena y los más cortos en la 2da

quincena de noviembre; el

GM II se utilizarían entre la 2da

quincena de noviembre y 1er

quincena de diciembre. Es decir en la Región

Pampeana Sur a medida que se atrasa la FS menor debe ser el GM utilizado. (Figura 29c)

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Figura 29: FS y GM recomendados para: a) Región Norte, b) Región Pampeana Norte y c) Región Pampeana Sur en base a la calidad ambiental (de Muy Alta a Muy Baja), Modificado de Baigorri 1997a

En todos las regiones lo principal, y dentro de una adecuada caracterización del ambiente, es identificar la

FS óptima para luego así sembrar el GM más bajo que permita el respectivo ambiente.

ALGUNOS ASPECTOS DE LA NUTRICION DEL CULTIVO

Como todos los cultivos la soja no es indiferente a la necesidad de absorber una importante cantidad de

nutrientes para su crecimiento y definición de RTO; los que tienen mayor incidencia son el Nitrogeno (N) el

Fósforo (P), el Azufre (S) y el Calcio (Ca), en menor medida el Boro (B) y el Magnesio (Mg) (Fontanetto et

al, 2011). En la tabla 4 se observa, comparativamente con maíz y trigo, los mayores requerimientos y

extracción (IC) unitarios de nutrientes por parte de la soja; por lo tanto para producir una 1 tonelada de

grano se necesitan 75 kg de N, 7 Kg de P y 6 Kg de S, con 75, 84 y 48% respectivamente de IC.

Nitrógeno

La soja es una leguminosa cuyo grano tiene un alto contenido de proteína, esta es una de las razones por

las que es altamente demandante de N desde VE hasta R5. Las deficiencias nitrogenadas se manifiestan

por marcadas reducciones en el crecimiento y amarillamiento de las plantas con la aparición de los primeros

síntomas en las hojas inferiores (hojas viejas). Al tratarse de una oleaginosa, la planta se nutre del N que

obtiene a través de dos mecanismos, ya sea por absorción del suelo o por FBN donde las bacterias

fijadoras de N atmosférico (N2) (Bradyrhizobium japonicum) convierten el N en amonio mediante la acción

de la enzima nitrogenasa y que luego la soja fija el N2 a través de su simbiosis con las bacterias.

GM HC SET OCT NOV DIC ENE

I

I

D

I

D

D

FECHA DE SIEMBRA

V

VI

VII

VIII

MUY ALTA

MUY BAJA

GM HC SET OCT NOV DIC ENE

II a III corto I

III medio-largo I

IV corto I

IV largo

FECHA DE SIEMBRA

MUY ALTA

BAJAI

MEDIA-ALTA

MEDIA

GM HC SET OCT NOV DIC ENE

III I

IV I

I

I

D

V

VI

FECHA DE SIEMBRA

MUY ALTA

ALTA

MEDIAMEDIA a BAJA

BAJA BAJA a MUY BAJA

MUY BAJA

a b

c

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Tabla 4: Requerimientos totales de nutrimentos e índices de cosecha para la soja, el maíz y el trigo (Fontanetto, et al., 2011)

Nutriente

Requerimientos totales Indice de cosecha

Soja Maíz Trigo Soja Maíz Trigo

kg/tn de grano %

Nitrógeno (N) 75 22 30 75 66 70

Fósforo (P) 7 4 5 84 75 75

Potasio (K) 40 19 19 50 21 20

Calcio (Ca) 16 3 3 20 10 13

Magnesio (Mg) 9 3 4 40 50 70

Azufre (S) 6 4 5 48 35 35

Boro (B) 0,030 0,020 0,025

Cloro (Cl)

Cobre (Cu) 0,027 0,013 0,010

Hierro (Fe) 0,232 0,125 0,137

Manganeso (Mn) 0,170 0,189 0,070

Molibdeno (Mo)

Zinc (Zn) 0,062 0,053 0,052

Es importante destacar que el N obtenido por FBN es energéticamente costoso para la planta: por FBN

necesita 2,9 – 6,1 g C/g N, y por absorción y asimilación de nitratos del suelo necesita 0,8 – 2,4 g C/g N

(Sprent, 1989).

Las bacterias demoran de 5 a 10 horas para penetrar a través de los pelos radiculares a la planta, donde a

partir de los 20 días de VE los nódulos se hacen visibles para alcanzar su máximo tamaño en R6; la FBN

comienza unos 30 días después de la emergencia y la tasa de FBN se va incrementando hasta un valor

máximo en R5 para luego disminuir. Hasta floración las necesidades de N son cubiertas mayormente por la

oferta edáfica mientras que los aportes por FBN son muy importantes luego de la floración y durante el

llenado de los granos (Zapata et al, 1987).

El aporte de N por FBN tiene un rol fundamental en la producción del cultivo; estimaciones para la región

productora del centro y norte del país indican que entre el 26% y el 71% del N acumulado es aportado por la

FBN, por esto se considera en Argentina un aporte promedio de 50%. (Collino et al., 2007). La magnitud

del aporte de la FBN se vera seriamente afectada por la aplicación de fertilizantes nitrogenados, por el

aporte de N a través de la mineralización de la materia orgánica, o por una fuerte intensidad de fertilización

nitrogenada en lotes con cultivos antecesores que dejan altos contenidos residuales de nitratos, por lo tanto

mayor disponibilidad de N en el sistema ejerce un efecto antagónico sobre la FBN. (Salvagiotti, et al., 2009)

La fertilización con N a la siembra no ha mostrado respuestas en RTO, mientras que aplicaciones en

estados reproductivos avanzados los resultados son variables; por esta razón y para evitar afectar la FBN,

no se recomienda la fertilización nitrogenada de soja. (Garcia et al., 2009).

El Bradyrhizobium japonicum al no ser una cepa nativa es necesario incorporarla a nuestros sistemas a través de la inoculación para que la simbiosis sea efectiva. Según la resolución SENASA Nº310/1994:

Los inoculantes deben contener no menos de 1000 millones de rizobios g-1

o ml de producto a la

fecha de elaboración y no menos de 100 millones g-1

o ml a la fecha de vencimiento.

Por inoculación se deben incorporar 80 mil rizobios por semilla de soja.

En el envase debe constar obligatoriamente la fecha de vencimiento y el número de lote.

Los inoculantes comerciales se presentan de distintas formas (tipo de soporte):

a) Turba

b) Dolomita

c) Líquidos

Líquidos oleosos

Líquidos oleosos + Inoculante solido

Líquido oleoso + Fungicida + Inoculante

Líquidos acuosos

Al inocular la bacteria se naturaliza en los suelos y puede permanecer en el suelo mas de 10 años,

teniendo en cuenta que al cabo de 4 a 5 años de introducida, la cepa es prácticamente diferente de la

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Soja: Ecofisiología y Manejo - Ing. Agr. Rubén Toledo 27

original. En este punto cabe remarcar que las cepas naturalizadas son más competitivas y mas resistentes

al estrés pero menos eficientes en la FBN que las recientemente introducidas. (Racca, 2002)

En condiciones óptimas la soja de 1ra

tiene pronta y abundante nodulación. En cambio la soja de 2da

o de

1ra

sembrada en un suelo con poca humedad se demora la nodulación, y cuando ésta se produce tiende a

ubicarse en las raíces secundarias. Ante la detección de deficiencias en la inoculación, la reinoculación de

plantas adultas no es factible, ya que las raíces primarias son receptivas solo en los primeros días. (Racca,

2002).

Como recomendación:

Inocular siempre en campos sin historia sojera y/o en soja de 2da

o en soja de 1ra

con suelos secos, y

cuando se da la combinación de un buen inoculante, una buena técnica de aplicación y bajo costo. En

campos con historia sojera inocular con muy buena concentración. Teniendo en cuenta que el cambio

anual de diferentes inoculantes no tendría mayores respuestas y el consejo de inocular una vez cada 3

años no seria razonable (Racca, 2002).

Limitaciones para la simbiosis:

Los suelos con moderada o alta disponibilidad de formas inorgánicas de N y/o importantes tasas

de mineralización durante el ciclo del cultivo, retardan el inicio de la nodulación y/o inhiben el

funcionamiento.

Carencias de P, K, Ca, S y de micronutrientes disminuyen la formación de nódulos y por

consiguiente la FBN.

La simbiosis es sensible a condiciones de anegamiento con sólo 2 a 3 días de inundación se

puede provocar alta mortandad de nódulos.

Condiciones de sequía en la siembra provocan mortandad de bacterias afectando la nodulación.

En etapas tempranas retrasa la aparición de nódulos y en etapas reproductivas limita la FBN.

(Perticari, 2006).

Cada vez que el agua útil disminuye por debajo del 60 %(umbral crítico para la soja durante el llenado de

granos) se compromete también la fijación de N, que es máxima en esta etapa. Normalmente la capacidad

de fijación de los nódulos se restablecen si las condiciones de sequía no son tan severas o duran muchos

días, no obstante con menos del 10 % del agua útil, aunque los nódulos y el cultivo recuperen su humedad

al llover o regarse, la capacidad de fijación se torna irrecuperable (Racca, 2002).

Fosforo

La soja posee la capacidad de crecer y desarrollarse con niveles de P más bajos que los cereales. Es

importante su disponibilidad para lograr un rápido crecimiento y un desarrollo adecuado de la parte aérea,

de las raíces, de los nódulos (número, ubicación y tamaño) y de una eficiente FBN. En caso de deficiencia

se refleja una marcada disminución del crecimiento inicial. Se observan hojas pequeñas de color verde

oscuro y más gruesas; deficiencias severas pueden retrasar la maduración del cultivo. (Garcia et al., 2009)

El P se acumula sostenidamente a altas tasas hasta una etapa ligeramente posterior al cese de la absorción

del N, comenzando a ser importante su absorción unos 15 días mas tarde con respecto al N. Las tasas

máximas de acumulación tienen lugar durante el llenado de los granos y decaen recién hacia la finalización

de este periodo. (Garcia, et al., 2009)

La respuesta a la fertilización fosfatada depende del nivel de P disponible en el suelo, pero también es

afectada por factores del suelo (textura, temperatura, materia orgánica, pH), del cultivo (requerimientos,

nivel de RTO) y de manejo del fertilizante. Para el eficiente manejo de la nutrición fosfatada, se recomienda

para las diferentes áreas agrícolas de Argentina, la determinación del contenido de P extractable de los

suelos (método de Bray Kurtz 1) en la capa de 0 a 20 cm de profundidad; habrá respuesta en soja cuando

los valores sean inferiores a 14-17 ppm. (Fontanetto et al., 2011)

Azufre

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La dinámica de absorción del S sigue un ritmo muy similar a la del N, y también esta asociada a la

expansión foliar y el crecimiento vegetativo de la planta. Se acumula a elevadas tasas alrededor de R3,

decayendo el ritmo de absorción en etapas posteriores. (Garcia, et al., 2009) Los síntomas de deficiencia

son similares a los de N (hojas amarillentas) pero se dan en las hojas superiores (más jóvenes) Fontanetto,

et al., 2011). Generalmente presenta una clorosis general incluyendo nervaduras, y los tallos se tornan

finos, duros y elongados. Debido a la participación en proteínas estructurales de la planta es que su

disponibilidad debe ser adecuada desde la germinación misma. La deficiencia de S en soja puede reducir la

síntesis de las enzimas que forman parte del aparato fotosintético. Se considera también que debido a la

estrecha relación entre el metabolismo del S y del N, las deficiencias del primero afectan la asimilación y

concentración del segundo en las hojas.

Debido a la alta movilidad de los iones sulfato en el suelo, la determinación de S-sulfato a la siembra es

solamente orientativa, se indican umbrales de 8-10 ppm como nivel crítico, por debajo de los cuales

puede encontrarse respuesta a la fertilización. Otros elementos que pueden utilizarse para determinar la

necesidad de S:

Suelos arenosos de baja materia orgánica (<2%).

Suelos degradados (sistemas intensivos) con reducciones marcadas de materia orgánica.

Cultivos de alto rendimiento fertilizados con N y P.

Relaciones N:S en suelo mayores de 5-7:1.

Relaciones N:S en tejido vegetal superiores a 15:1 (Garcia, 1998)

En la Figura 30 se observa un diagrama orientativo para el manejo nutricional del cultivo, donde como 1er

medida se plantea la inoculación y si se detectara alguna falla en la misma seria conveniente, pero poco

practicable, una fertilización nitrogenada. En base al análisis del suelo, si el contenido de materia orgánica

estuviera por debajo del 2% y los niveles de sulfato por debajo de 10ppm se recomendaría emplear fuentes

azufradas directamente o en los cultivos previos que integran las rotaciones, dada la residualidad

encontrada. (Fontanetto et al., 2006); cuando el nivel de fosfato esta por debajo de las 20ppm estará en

función del técnico fertilizar con P en base a que no hay respuesta por parte del cultivo pero serviría para el

mantenimiento del nivel de P en el suelo, ya por debajo del nivel critico de 15 ppm el cultivo respondería a la

fertilización.

Figura 30: Diagrama para el manejo de la nutricion de soja, modificado de Fontanetto, et al., 2006

Calidad: Prueba de hipoclorito en semilla/grano de soja

Una forma rápida de conocer la calidad externa del grano al lado del camión es realizar una conocida

prueba rápida:

a) Se prepara una solución de hipoclorito al 0.5% y para ello se toman 5 ml de una solución de lavandina

comercial (5-5.5%) y se completa a 100 ml con agua corriente o destilada preferentemente.

b) Se toman 100 semillas al azar representativas del proceso y se sumergen en la solución.

Análisis de Suelo

Inocular

P < 20 ppmSI

NO

P < 15 ppm

No hay respuesta, puede

fertilizarse (mantener)

NOSI

Fertilizar con P

(Dosis= P10)

Fertilizar con P

(Dosis > P10)

Otros:

Ca, Co, Mo,

Mg, etc.

Experiencias locales

y/o Regionales

(faltan datos)

MO < 2%

S-SO4 < 10 ppm

Fertilizar con S

Fallas de

Inoculación

Fertilizar con N

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Soja: Ecofisiología y Manejo - Ing. Agr. Rubén Toledo 29

c) Se esperan 10 a 15 minutos como máximo.

d) Se observan y cuentan las semillas que han alcanzado entre 2 y 3 veces su tamaño original.

e) Se establece directamente el porcentaje (%) de daño físico de la muestra.

Para finalizar en la tabla 5 se presenta la NORMA XVII de calidad para la comercialización de soja.

Tabla 4: Bases estatutarias de soja

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Rubros Base Tolerancia Rebajas Mermas

Para valores superiores al 1,0% y hasta el

3,0% a razón del 1,0% o fracción proporcio-

cional. Para valores superiores al 3,0% a ra-

zón de 1,5% por cada porciento o fracción

proporcional

Para valores superiores al 20,0% y hasta el

25% a razón del 0,25% por cada porciento

o fracción proporcional. Para valores supe-

riores al 25% y hasta el 30% a razón del 0,5%

por cada porciento o fracción proporcional.

Para valores superiores al 30% a razón del

0,75% por cada por ciento o fracción prop.

Granos Dañados Para valores superiores al 5,0% a razón de

(brotados, fermentados, 5,0 5,0 1,0% por cada por ciento o fracción propor.

ardidos p/calor, podridos)

Incluidos Para valores superiores al 1,0% a razón de

Granos Quemados o "Averia" 1,0% por cada por ciento o fracción propor.

Para valores superiores al 5,0% y hasta el

10% a razón del 0,2% por cada por ciento

o fracción proporcional. Para valores superio-

res al 10,0% y se rebajará a razón del 0,3%

por cada porciento o fracción proporcional.(*)

Ahora: Para valores sup. Al 5,0% se rebajará

a razón del 0,2% por cada por ciento o fra-

cción proporcional.

Para mercadería recibida que exceda la tolerancia de recibo se descontará las mer-mas correspondientes de acuerdo a las ta-blas establecidas

Para mercadería recibida que exceda la Ahora: 5 la tolerancia de recibo se descontará las

sem.P/kg (*) mermas correspondientes

Insectos y/o arácnidos vivos : Libre

un arbitraje de 0,50% a 2,0% según intensidad.

(*) Res. 220/2005 art. 1 SAGPyA

(*) Res.151/2008

Chamico

Arbitraje : Para rubros "olores comerciales objetables", "revolcados en tierra" y "granos amohosados" se establece

BASE ESTATUTARIA DE LA SOJA

Granos Verdes 5,0 10,0

Humedad 13,5

20,0 30,0

1,0

Materias extrañas 1,0 3,0

Granos negros 1,0% (*)

Granos Quebrados

y/o partidos

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