Socialismo Reformista

23
AMILCAR FORNO SOCIALISMO REFORMISTA

Transcript of Socialismo Reformista

  • A M I L C A R F O R N O

    SOCIALISMO REFORMISTA

  • E L A U T O R

  • PROLOGO

    La base de esta Obra consiste en unir las ideas socialistas ya tan divididas, bajo un solo fundamen- to :

    PROTEGER A LA' HUMANIDAD DETENIENDO LA BARBARIE

    Como todo evoluciona en el Mundo, todo debe adaptarse en conformidad a las circunstancias pre- sentes, y en vista de tantos fracasos del Socialismo de todos los tiempos, desde Jesucristo, Bebel, Marx, Engels, etc., que han introducido en sus obras mo- dificaciones fundamentales, y al mismo tiempo tras- cendentales, que para comprobarlo bastar con- frontar algunos textos de las a-ntiguas ediciones; n pesar de todo sto ha seguido fracasando en Italia- Francia, Alemania, Espaa, etc., siguiendo el mis- mo camino en Chile. Entonces, ;,por qu no funda- mentamos una ideologa sociolgica razonable y hu- manitaria que se encuadre dentro de un Socialismo Universal ?

    T, querido lector, que eres conciente ;por qu: no nos acompaas? Cualquier observacin en este sentido ser recibida con aprecio y atendida con verdadero reconocimiento por cl Autor, por lo tanto ruego acompaarme hasta el fin.

    Dicc Wener Sambart: "El Socialisino no ha veni- do a este mundo para convertirse en una ortodoxia o en una secta, sino para fluir como u11 raudal de vida1'. Entre tanto los socialistas trabajan que tra- bajan y su esfuerzo no le es fructfero.

    EL AUTOR

  • SOCIALISMO - EElTORMPSTA

    Empezaremos por proponer a las Hoiiorables ksniblcas sean aprubados por. iinanimiclad y respe- tados bajo jurametito de hoilor estos 8 ljuiltos Iun- damentales, ellos son :

    1.0 -- Reconocer y resl~etar Tia Coiistiti~ci~ii Poltica del Estado.

    2.0 - Libertad de Credos. 3.0 - Protecc.in al Hogar Coiistitudo y g_z-

    ranta a la propiedxcl privada. 4.0 - Combatir las Guerras. 5.0 - Acatar y Respetar los aciierclos dcl

    Partido. 6.0 - Acatar y Respetar la Jerarqua. 7.0 - Proteger y Defender al Capital; y 8.0 - Unin del Capital con el T~aba jo .

    Estos 8 puntos llevan por fin: evitar las luclias de clases, las guerras futuras y crear al mismo tiem- po el bienestar de todos, social y econmicamente, bajo una forma mejor de vida.

    Analicemos estos ocho puntos, uno por uno, para darnos cuenta cab,al de su func7ament.o.

  • El articulo 1.0 reconoce La Constitucin Poli- tica del Estado, porque sin ella, es lgico, no se po- dra gobernar.

    El artculo 2.0 faculta La Libertad de Credos;. E s muy natural si nosotros mismos predicamos la li- bertad de pensamiento bajo un Gobierno Democr- tico legalmente constitudo, que nos garantice ah- soluta .libertad, ridculo sera y un contra sentido pretender quitar al hombre el ineludible derecho de pensar libremente, cuyo derecho propio nos di la madre natura en forma netamente inviolable.

    Bien sabido es que en este campo, el que ms sabe, no sabe nada. Todava no ha nacido el funda- mentalista que nos haga conocer en forma inque- brantable cul de las Religiones debiramos acatar.

    Vemos lo que dice el Gran Filsofo y Materia- lista Augusto Bebel: "No hay espritu alguno, ni hu- mano ni sobrenatural; no existe ms que materia y todo lo dems es fantstico. El hombre como todo el sistema del Universo, es producto de la evolucin de la materia. La existencia personal termina con la muerte, en consecuencia el desfino del hombre es puramente terrenal: desenvolver sus energas y vi-

    vir su corta existencia lo ms bella y agradable posi- ble. La creencia en Dios y la esperanza en la otra vida son a juicio de los conscientes no sueos ino- centes, sino altamente perjudiciales.

    El Materialismo moderno desciende directa- inente del pauteismcj hegeliano. Hegel, consideraba el mundo, no como una creaciii de un Dios perso- nal, sino como la evolucin eterna y necesaria de una idea eterna imaginada por l.

    Beurbach, entendi con razn que era suprflua la idea fantstica de Hegel y se qued unicamente con la evolucin eterna de la materia. De esta ma-

  • iiera, natural y sencillsima, naci del idealismo He- gdiano el materialismo.

    Engelgert Icaser, agrega : Supuesta la exactitud del materialismo, el principio Marxista es tina con- secuencia necesaria. Es natural que si solo existe la materia y no liay espritu alguho, mal ha podido sle desarrollar su influencia en la historia de la Iiunianidad. Todo es necesariamente evolucin de la materia. Marx es un excelente lgico. pero, cmo se ha formado el Mundo? Se ha f ~ r m a d o por evolu- cin y continuar evolucionando eternamente.

    Algunos nos dirn: pero el mundo no ha podido foriilurse as mismp. ,Ipego es necesaria la existen- cia de un Ser que lo haya sacado de la liada. "El Mundo no ha sido hecho ni creado, se form por evolucin, volvemos a repetir;' la creacin forma- cin son conceptos que-solo existen en el entendi- miento del hombre: pero a los cuales no correspon- de conteiiido alguno en la naturaleza. Todo en ella se forma en virtud de -causas sometidas a leyes que todo lo domina y en todo impera la transformacin constante de la materia y de la fuerza. Jams en la naturaleza observaremos una accin con las que el hombre realiza, ni creacin alguna de la nada, sino la transformacin eterna, la evolucin de lo preexis- tente. Desde el. momento que se piensa en un crea- dor del mundo, se plantea por s misma esta otra pregunta: y quien es el creador de este creador?

    Dietzgen agrega: La humanidad es la nica co- sa Santa que queda. Las cosas santas y profanas

    deben desaparecer, para que subsista la nica cosa santa eterna y verdadera que es la humanidad.

    Hasta el presente.no se ha podido conseguir ins que ideas fantsticas, fomentando la creencia de un Dios invisible y-un reino habilitado por noso- tros exclusivamente. El eva-ngelio del presente pro-

  • mete redimir defiriitivamente nuestro valle de lgri- mas de un modo real, positivo y tangible. Dios esto es, el bien, la belleza, la santidad, debe hacerse hon~.. bre, y descender desde el Cielo a !a tierra, pero no

    de un modo maravilloso y religioso como en otro tiempo, pues ya estamos en el Siglo XX, sino por vas naturales y terrenales. Nosotros pedimos un redentor; reclmmos que nuestro evangelio, la pa- labra de Dios se haga carne; pero no debe tomar cuerpo en un e010 individuc, ni en una persona de- terminada, porque nosotros todos queremos, el pueblo en masa quiere ser hijo de Dios, de lo con- trario no es Dios el que ha hecho al hombre, sino que son los hombres que se hacen Dioses.

    A todo sto, el gran filsofo Dr. Engelbert Kaser, contesta: ;Puede imaginarse lenguaje ms disparatado y blasfemo! Como estas cuatro i~ala- bras del gran filsofo no vienen acompaadas de un fundamento contundente y preciso ni de una teoria absoluta y concluyente, solo por el hecho de haber- las lanzado l, debemos coi~siderarlas, ni ms ni me- nos, como una blasfemia al materialismo.

    El folleto de Stampfer demuestra hasta la evi- ciencia con ciianta ignorancia escriben estos repre- sentantes de la Ciencia sobre los problemas funda- mentales de la humanidad. E s falso de todo punto, que toda la ciencia sea irreligiosa. Ni una sola de las conclusiones comprobadas por la ciencia est en oposicin con las creencias positivas. E s igualmen-

    t e inexacto que todos los representantes de la cien- cia sean irreligiosos o enemigos de la religin. Sin embargo y sin esfuerzo alguno podra citarse una. lista interminable de hombres ilustres que fueron fervientes catlicos o por lo menos creyentes cris- tiniios desde Reple y Newtoi1,hasta Laplace, Volta, Gauss, Pasteur, etc., eto.

  • I-Iallc, agrega; cs pucs poco prctico el co~iibstii- tlircct~meiitc a la Tglc~ia, los qiie se empellaii eii roi~ihstirln saudameiite, cii lugar cle combatir la ni"~aiii7aciii de l a s clases sociales mal constituiclas, -..slstnil iiiiitilmeiitc siis eiiergas, clirigiiidose con- Ir? i t l i eririliiyo fa~ltA?tico.

    Intrariablemente se produce el mismo pensa- miento que debe dejarse a los obreros catlicos que ~~ractiqiien su religin.

    Las religiones se consideran de carcter esclii- sivamente econmico, y por lo tanto el SOCIALIS- MO REFORMJS-TA no tiene absolutamente ningn inters en que los compaeros adopten la religin que deseen, y sera una de nuestras ms grandes torpezas si obligramos a nuestros queridos coni- paeros a a d o p j r una determinada secta. Seamos razonables y dejemos libertad franca y absoluta dc credos. Dejemos que los centenares de miles de ca- tlicos que hoy siguen todava las banderas del cen- tro conserven su f y sus creencias en Dios. Taii pronto como hayamos logrado convencerles de qiie sus intereses son coinunes con los nuestros, de qur3 su causa es la causa de todos los catlicos, protes- tantes o judos, etc., cambiar radicalmente la si- tuacin y nos amaremos realmente como biienos hermanos.

    El coiiteiiido y fundamento del Art. 3, cstiinci C(UC 110 tiene discusin, y creo con razn que nadic cn el mundo lo rechazar, por cuanto todo ser. a,uii irracional, quiere a sus hijos, los ama, los defiende y muere por ellos; con mayor razn nosotros que somos seres racionales. Necesitamos un hogar don- de poderlos cobijar, y que ste sea respetado y ve-

  • iierado por todos. Es lgico yuc debeiraos exigir que se nos respete la propiedad donde nos cobija- mos, pues, si no estamos tranquilos en nuestro:; propios hogares en donde nicamente podemos re- cibir con amor una pequea caricia de los ~uestroa, eii donde el calor de nuestros corazones nos hace: aliviar en algo las duras tareas cotidianas de t r a - bajo, mejor sera, en caso coiltrarh, que i-eiluilrif~. ramos a la vida.

    Al respecto, dice Marx: "Se r ~ s ha reprocliado a los comunistas el querer abolir la ~ropiedad per- soilalmeilte adquirida por el trabajo, propiedad que se considera como la base de toda libertad, de toda actividad, de toda independencia individual. La pro- piedad personal, fruto del trabajo y del r:irito, 110 tenemos que abolirla; el progreso de la ;iiclustria, de los Bancos y de las Cajas de Crdito, son las que se encargarn cle hacer!oU.

    Cuandi! Marx las rer.oiloce, i~nsotros ciue soinoa Sc;cialistas Refo~mistas, con mayor razn.

    Pasando al Art. 4.0: "Coinbatir a las Guerrasu. E s natural que debemos admitir el j2rincipio Cris- tiano: "Amaos los unos a los otros", y liar esto, GUERRA A LA GUERRA.

    Ya se vislumbra la lucha a muerte entre la so- ciedad moderna y la antigua. Son tan poderos3s los medios con que se cuenta, que el mundo no iia pre- senciado ni ver jams una destruccin semeja 11 te. Nosotros no somos partidarios de las revoluciones, puesto que combatimos las guerras; pero sostene- inos cjue las reoolucioiies proceden cle arriba, de las clases poderosas, que 110 se allanan a satisfacer !os justos deseos del pueblo; esto no excluye natural- mente la posibilidad de llegar a una explosin san.-

  • grienta de una magnitud nunca vista, cuando el descontento popular haya llegado a su ms alto

    grado de exasperacin. Nadie en la humanidad puede considerarse co-

    mo representante de un iiuevo principio histrico del mundo, sino el proletariado de todos los pite- Elos civilizados, siendo los ms altos representan- tes de la evolucii? y frente al derecho de la evolu- cin y clel progreso, todos los adversarios carecen de absoluta razn, en consecuencia pueden ser ani- quilados sin escrpulos.

    Ello explica, que si obstramos por la teora qiic a la violencia debe responderse con la violencia, nuestra ruina no se hara esperar, por cuanto est en nuestra contra el 80 oto de la poblacin, dispo- niendo ellos del ejrcito, de la polica y de todo ele- inento blico, hacindonos acreedores de un ho- menda crimen e insensato proceder.

    Las revoluciones no se hacen, germinan, se forman y crecen orgnicamente; son el producto de las circui~stancias en que se desar.rolla el pro- greso histrico. (Bebe1 156).

    La sociedad podr5 transformarse sin derramar ni una gota de sangre, si no pone resistencia algu- na.

    El Socialismo Reformista no considera la re- volucin como un alzamiento del pueblo contra el Gobierno, sino como una transformacin del eslri- do sociaI. La esencia de la revolucin consiste en el fin, no en los medios que las circunstancias de la lucha impongan.

    Bernstein opina que, dando de mano a las aspi- raciones .supremas, debaii dedicarse con ms ardor a trabajar por conseguir reformas y mejoras pr&c- ticas y l~ositivas. Heine entenda que la demooracii~

  • socialista poda llegar a conquistar el poder por me- dio de la evolucin tranquila y sin espasmos ni sa- cudidas violentas. A pesar que esta idea no fu r~ceptada ni aprobada en ninguna de las Asambleas Inlernacioilales, yo sostengo la misma teora y me he propuesto proponer la evolucin contemplada en el Art. 8.0. (Ruego estudiarla concienzudamente a fondo). "Abolid la exl)lotmiii del hombre por el Iiornlrrc y Iiabris aholiclo la explotaal611 [le m r ~ ? 113- eiibii por otra". (Marx).

    El Art. 5.0 reza textualmente. "Acatar y rcs- petar los acuerdos del Partido". Naturalmente .que debe ser as, porque de lo contrario nos convertira- mos en totalitarios, cosa que debemos impedir y combatir. Salvo que llegara un duro momento en que las leyes sociales se degeneren y que la Consti- tucin Poltica del Estado se derrumbare.

    El Art. 6.0 ordena respetar la Jerarqua. Con- sidero que es indispensable guardar respeto y obe- diencia a sus superiores; donde no hay orden no hay nada. Para que toda industria, sociedad, fabri- ca o gobierno de cualquiera ideologa o color politi- co pueda triunfar y prospkrar, es de imprescindible necesidad obedecer y respetar.

    El Art. 7.0. "Proteger y defender al Capital". Por qu? Porque es el brazo derecho del proleta- I iado. Porque no debemos pep i t i r que se desarro- lle un conflicto entre ste y aqul; ni debemos acep- tar que el Supremo Gobierno tenga la obligacin de

  • darnos trabajo y capitales o mantenernos gratuita- meiite. Lo contrario sor, principios que cstn bajo 1% accin rle los charlataiies y demagogos que arras- tran iii1 grave peligro de fomentar las revolucione;

    sociales y gubernativas. Porque el CAPITAL ES LA BASE BIJNDAMENTAL DEL PROGRESO. DENTRO DE LA MAQUIIVA DEL DESARROLLCj DE LA PRODUCCION.

    Enrique C. Carey, expresa: "Capital es el iiis- triimento por e1 cual el liombre consigue el cloiilinio de la i1aturale7a y e1 de iiuestras propias energa : fsicas y mentales".

    Debemos irrevocablelliente convencernos c p c si11 capital, nada, pero nada, podemos hacer.

    Adanl Smith establece en su libro 2 o Cap 1 .o' que "aquella parte cleI ca~iclal del hombre yiie clebc proporcionarle un rclito, se denomina Capital".

    Ricarclo, clefine: "Capital es aquella parte de 1,) riqueza de un pas coasaqrada a la piocluceiil clc alimentos, trajes, herramientas, materias primas y maquinarias ilecesa.ias para el trabaio".

    E n resumen, los factores de la produccin son: TIERRA, TRABAJO Y CAPITAL.

    Tngase presente que salario es solo aq~iella parte del producto que se destina a la remuneraciil del trabajo, tenind-ose po+ entendido que el sallaio clel pescador es la pesca* el del cazado-, es la cam.

    Adam Smith establece que las pinges gailaii- cias del conlercio minorista suelen consideia~se co- mo salarios, porque coilstituyeii la recoinpeiisn clt. su trabajo y no de su capital.

    Siempre he sostenido y sostengo, que para uii mejor vivir se necesitan solo tres cosas a s a b e r UNION, TRABAJO y ECONOMIA; pero 1 1 : ~ ~ cluiei~ sostiene que para un mejor vivir, se necesita clue haya demanda de brazos, que coi1 esto veiiclr forio-

  • samente el aumento de salarios; claro est, no lo discuto, vendr el aumento de sueldo y salarios;

    pero no el mejor vivir, por cuanto si viene el aumen- to de salarios, detrs viene sin duda alguna, cl alza de los artculos de primera necesidad, y con stoj mayor caresta de la vida, cayendo indiscutiblemeii- te en el mismo CIRCULO VICIOSO.

    Fray Luis de Granada, deca: "Prciate de ilo deber nada a nadie y as tendrs el sueo quieto, la conciencia reposada, la vida pacfica y mente des- cansada". Para que puedas salir con sto, el medio es que pongas freno a tus apetitos y deseos, y no hagas todo lo que desees, ni gastes ms de lo que tienes, y de esta manera, midiendo el gasto, i ~ o con la voluntad, sino con la posibilidad, nunca tendrs por qu deber. Todas nuestras deudas nacen de nuestros apetitos y la moderaciil de stos, valen ms que muchas rentas.

    Se ha demostrado principalmente que no basta con que la clase obrera se apodere de la mquina del Estado o de las fbricas particulares para hacer- las servir a sus propios fines, como pas en Italia el ao 20, en la guerra civil en Francia, en Espa- a, etc.

    Adems. la situacin poltica ha cambiado com- pletamente n su base, y la evolucin histrica ha hecho desaparecer a la mayora de nuestros ideales.

    Marx y Engels, se explican en esta forma: "La Burguesa ha sometido el campo a la ciu-

    dad. Ha creado urbes inmensas, ha aumentado pro- digiosamente la poblacin de las ciudades a expen- sas de las de los campos, y as ha substrado un? gran parte de la poblacin rural al centralismo. Del mismo modo que ha subordjnado el campo a la ciil- dad, las naciones brbaras o semibrbaras a las na- ciones civilizadas, ba subordinado los pases agrico-

  • las a los pases iiidustriaies, el Oriente al Occidente. La burguesa suprime cada vez ms el fraccionad miento de los medios de groduccin de la propiedad y de la poblacin. Ha aglomerado la poblacin, cen- tralizando los medios de produccin y concentrando la propiedad en uii pequeo nmero de manos. La consecuencia fatal de estos cambios ha sido la cen- tralizacin poltica. Las provineias independientes o ligadas entre s por lazos federales, pero teniendo intereses, leyes, gobiernos y tarifas aduaneras dife- rentes, han sido reunirlas en iina sola nacin bajo uii solo gobieriio, una sola ley, un solo inters na- cional de clases, una sola tarifa aduanera.

    La Burgixcsa, despus de su advenimiento, apeiias hace iin siglo, ha creado fuerzas productivas inAs variaclas y rns colosales que todas las gencra- ciones pasadas tomadas en conjunto.

    1,a subyunacin de las fuerzas iiaturales, las mquinas, la aplicacin de la qumica a la industria y a la agricultura, la navegari11 a vai,oi, los ferro- carri le~, los tel~rafos, la roturacin de continentes enteros. la, caiia,lizacin de los ros, las poblaciones surgiendo de la tierra como por encanto, la electri- ciclacl jndustrial, la aviacin, los submarinos, etc., etc. ,Qu6 siglo anterior haba sospechado que se- meiai~tes fuerzas productivas durmieran cii el seno del trabajo social? He aqu pues lo que nosoti-os he- mos visto y vemos: los medios de produccin y de cambio, sobre cuya, base se ha formado la birgue- sia, y aue fu-eron ercados en las entraas de la so- ci'edad feudal.

    TJas armas dc que se sirvi la burguesa para, derribar al feudalismo se puede volver ahora coii- tra ella y en forma dest~nuctiva. La burguesa no ha forjado solamente las armas que deben darle muer- te ; h a producido tambin los hombres que maneja-

  • vAii esas armas, lo:; obreros inoderilos, los F'KOIdli:- TARIADOS.

    Eii la ] ) i~por~ ib i l en que se desenvuelve la biir- giiesa, es decir el capital, se desarrolla el proletd- riado. la clase de los obreros modernos que no vi- ven sino a condicin cle encontrar trabajo y que iici ciicueiltr.ail si su trabajo iio acrecienta el Cal~ital Estos obreros, dice Eilgels, obligados a vencleu;;~: tlii.iarncilte, so11 coino una inerca~le~a, como cual- qiiier otro artculo clc coiliercio, siifreil por coilsc-

    cucilria todas las viscisitucles de la ;oinpetciicia,, to- da s las f luctuacioces clel comercio.

    La iiltrocliiccin de la mquina y la divisin del trabajo, des1)ojaacio a la labor del obrero de todo carcter iiidividual, le ha hecho peicler todo atrac- livo. El producto resulta un simple apndice de la

    ~iiquina: no se exige, cle ll sino la operacin mBs sirnl~le, ms montona. ins rpida. Por consecueii- cia, lo que cuesta hoy da el obrero se deduce yoco ins o inenos a los medios de sosteilimiento de quc tiene necesidad para vivir para perpetuarse.

    Segn eso, el precio del trabajo, como el de to cla mercanca, es igual a su costo de produccin. Por consiguiente, cuanto ms seilcillo resulta el trabajo, ms bajan los salarios. Adems, la celeri- dad de trabajo se acrecienta con el desenvolvimien- to del maquiiiismo y de la djvisin del trabaio, sea por la prolongacin de la jornada, sea nor la ace- ler-ciii del movimieilto de las maiiinas, v ijar tanto, del reiidimieilto exigido eil un tiempo dado

    La jiidustr.ia mt)dmiia ha transformado el pr- queo taller del maestro a,rtesailo en la gran fhri- ca del hurgues capitalista. Masas de obreros smoii- t,oiiados en las fbricas estn orgailizados militar- ineiite; so11 como simp!es soldados de la industria colocaclos bajo la vigilancia cle uiia jerarqi1:t oc ofi-

  • ciales y suboficiales. No son solameiite ~.vcla~os dc la clase burgaesa, del Estado bwgus, si n diaria- i~iente :i todas horas, esdavos de la mquina, del cantramaestre y, sobre lodo, del mismo dueo de la fbrica,

    La lucha del proletariado contra 12 burguesa rica, debe lletar en forma aplastante, si no se toman medidas concretas; el proletariado de cada pas liuede acabar, de un momento a otro, con su propia burguesa.

    Hay que tener presente que el Capital iio es* obligado a proporcionar ni adelantar salarios. El salario es aquella parte del producto del trabnjc obtenido por el operario, como lo establece coi1

    mucho acierto Henry Gerge, como sostiene tqnbin, que en un Estado cualquiera de civilizacin, cuan- tas ms personas existan pueden estar mejor suiW-. tidas que cuando eran menos; no es la mezquindad de la naturaleza, sino la injusticia social la que produce la miseria y la escasez, que en igualdad de circunstancias; cuanto mayor sea la poblacin, au- mentar ms las comodidades que una equitativa reparticin de riquezas puede proporcionar a cada individuo, que en un estado de igualdad perfecta, el natural aumento de poblacin en vez de hacer ms pobre cada uno, lo har ms rico. Por lo tanto, hay

    que exigir a los grandes magnates del Capital inac- tivos, que hagan trabajar sus capitales, ya sea en la tierra, en la industria, o en la minera, basado naturalmente en las condiciones que seala ms adelante este texto, si se quieren tildar o llamar seores democrticos, porque no puede darse este ttulo a aquellos que acaparan para s: TODOS PA- RA UNO y tendramos, de seguro, UN MEJOR VIVIR.

  • Estudiando el origen de la crisis del trabajo, y del mm&esfa'r. social, se Hega a la conclusin de que 1a4L'ragedia humana tiene origen en la propiedad de la'tierra,: en cuanto se refiere al problema econ- riiico; porque teniendo unos hombres que pagar ren- ta a otros gor el permiso de laborar la tierra, que debiera ser de todos, se vulnera la ley natural y se hace posible que los que no producen cobren y los que producen' paguen. Para , solucionar este pro- blema se propone un remedio de lgica: consistente en que la Administracin Pblica se apodere de la renta del suelo que por ser de origen social corres- ponde a la colectividad y no a los individuos. Muy bien! .Pero, y jnuestra sagrada libertad, dndc

    yueda9'%s tambin lgico que con este sistema Ile. g a t i i r n ~ s al Comunismo, y nosotros debemos abo' gaeljor la libertad social y n.por la esclavitiid.

    Recuerdo: Que el Apstol Amrico Enrique C. G&my, dice : "Capitl es el instrumento por el cua,l el' hombre consigue el dominio de la naturaleza y e! de' nueStras propias energas fsicas y mentales".

    Ms o menos lo que yo he sostenido siempre: Capital es todo aqiiello que se emplea para el dei- arrollo de la produccin.

    Pasaremos a tratar el Art. 8.0 (base fundame~i- Csta obra)', en la que se establece la UNION

    DEL TRABAJO CON E L CAPITAL, acontecimien- to, prol9ablkmente r,unca visto, pero que. como esta- tnos observando diariamente, tanto en la qumica co- mo ~ 1 1 lo ~oe ia l , *uniendo la grasa con el agua, In- g1ttkrraLy Estados Unidos con Rusia, ;por qu nos- otros no podemos unir el Trabajo Con el Capital?. jAd$lante!, que con un poco de sacrificio y buena volunta(l, todo S: puede hacer en este mundo. ' ' Como'ya se fia dicho, una y mil veces, que el

    Capital es la base fundamental del progreso, y co-

  • mo ste sin el brazo del obrero nada adelantara, ni ste sin aqul; y si entre ellos se relacionan, S!: ayudan y por lo tanto, no son antagnicos ;qu es- peramos para iinirlos, hacer aumentar la produc- cin, el progreso, acelerando as el mejor vivir tan deseado? No veo ni diviso el escollo que nos se- para, ni la inm'ensa valla que parece que hubiere. Lo que slo veo es una mala comprension por am- bas partes, cosa que se puede subsanar en un'mo- mento de buena voluntad.

    A pesar de las grandes obras sociolgicas, idea- listas y teolgicas de nuestros antepasados, - conio ser: Angels, Bebel, Marx, etc., que jams traza- ron un programa definitivo, para un mejor porvs- ilir para el proletariado y la tranquilidad de ln burguesa, sin venirles a la memoria la espantbsa

    lucha de clases que indiscutiblemente vendr, to- do es un conglomerado de teoras vanas que com- prendindolas son evidentemente y materialmente impracticables.

    ;Socia.lishs Atitnticos y Proletariados de to- do el Mundo: untos con la burguesa capitalista, que esta unin esr In salvacin de la hiunaniilii(l1

    Empezar por proponer un sistema bastante lgico que, llevndolo a la prctica, estoy Seguro os dar esplndido resultado. Helo aqu:

    Es indispenasble que todos los gremio&' que' trabajan en tal o cual industria o empresa, desd'e el gerente, administrador hasta el ltimo gan" deben estar interesados en una forma equitativa y

    justa. Basndonos en este principio, trasladmosno!; n la Industria "X":

    Esta industria tiene un capital de un milln de pesos ($ 1.d00.000). Al terminar un ao de tra- bajo, sus libros o su balance arroj una utilidad 1-

  • quida de doscieiitos mil pesos ($ 200.000.-) esta utilidad debe ser repartida en esta forma:

    Intereses del capital al 3 por ciento, $ 30.000. Amortizaciii a1 2 por cleiito, . . . . . . $ 20.000. Fondo de Reserva al 2 por ciento, . $ 20.000. Para estas dos partidas ltimas se abrirn

    dos cuentas en el Libro Mayor. Nos quedaran para repartir $ 130.000, que

    haramos en esta forma:

    Para los capitalistas o dueos, 45 o10 ...,... $ 58.500 A los empleados y trabajadores, 45 ojo $ 58.500 Al Partido Socialista, 10 ojo .................... $ 13.000

    -

    ... . . . . . . . . . . . . . . . . TOTAL $ 200.000

    Se comprende que tanto el 45 OJO de las utili- dades, como el 3 o!o del inters de! capital, debe ser repartido a prorrata entre stos, o sea, entre los accionistas o capitalistas.

    Nos quedara por establecer la frmula del reparto entre los empleados y trabajadores, de los $ 58.500, que les pertenece como utilidad. Mi con- ciencia me dicta y considero a la vez, que debe ha-

    cerse por partesl en conformidad a las horas tra- bajadas y en relacin a su sueldo. Es lgico que el que lia trabajado ms horas, ms utilidades le ha dado a la Empresa, y 11or lo tanto debe tocar ms. Con este principio,. todos darian el mximo de ut i- lidad, y sobre todo, si el trabajo intelectual tuviera los mismos beneficios que el fsico. Basado en esta ideologa enteramente convincente, vamos a repar-

    tirlo :

  • Supoijieildo que la Industria y a iiombrada, se compone entre empleados, trabajadores, mozos, etc., de 16; y han trabajado en conjunto durante el ao 20.000 horas efectivas, que habindoles tocado dc utilidad $ 58.500, de reparto les pertenecera- a ra

    zn de $ 2.92,5 por hora trabajada, o sea: Al seor gerente o administrador ha trabajado

    1.000 Iioras: $ 2.925. Al seor subgereiite o subadministi-ador, 1.000

    horas, $ 2.925. Al Sr. 1 cr. tcnico, 1.500 horas, $ 4.377.50. Al Sr. 2.0 tecnico, 2.000 lioras, $ 5.850. Al Sr. mecnico, 1.300 horas, $ 3.802.50. Al seor empleaclo A. 1.300 lioras, $ 3.802.50. Al seor empleado B. 1.000 horas, $ 2.925. Al seor empleaclo C. 1.000 horas, $ 2.025. A1 seor empleado D. 1.000 horas, $ 2.925. Al seor empleado E. 1.400 horas. $ 4.095. Al sefior empleado F. 1.400 horas, $ 4.095. Al carpitero, einpleado G. 1.400 horas, $ 4.095.

    Albail H. 1.200 lioras, $ 3.510. Pen 1. 1.000 horas, $ 2.925. Carretero, J. 1.500 horas, P: 4.337.50. Contador, Q. 1.000 horas, $ 2.9'15. TOTAL REPARTIDO : $ 58.500.-

    Bajo este mismo principio y sistema. sc podi'A trabajar la tierra y la minera. Bastar repaitir n los acionistas o dueos el 3 por ciento de su capi- tal, segn el avalo municipal o gobernativo de la la tierra que se trabaja, como as de ia mina que se explota, siguiendo el mismo ritmo, condiciones y clusulas en la industria.

  • Es notoilio que e11 estas condicioiles de traba,jo, los capitales extrai~jeros e11 el pas, no emigra- ran, al coiltrario, aumentara ms el iliimero de capitales que veran con agrado invertir sus ecoiiG- mas en riuestra casa, para bien de ilosotros mismo2 y prosperidad cle la nacin.

    , Adems, vendra indiscutiblemente la sociali- zacin de la mquina de la produccin sobre iina base justa, coriduciendo sta a la ernancipacin pro- letaria, tanto ideolgica como material, trayildo- 110s indudableinente un MUNDO MEJOR. Por esta razn, y para bien de la humanidad, debemos acep- tar, defender y n combatir bajo ningn coacepto, cl sistema ECONOMICO CAPITALISTA.

  • i Estimados SOCIALISTAS REFORMISTAX ! No echis en saco roto este principio que, laiizaclo a la prctica os -dar un resultado esplndido, si se quiere, grandioso ; vendr una unin tan formida - ble en todo el mundo, que har suprimir la explota- cin, las reiicillas, la envidia y con sto se suprimi- rn los lmites entre paises y naciones; y suprimi- dos &tos, se eliminarn las banderas, y suprimidas Cstas, indiscutiblemente, se eliminar tambin nues- t ra eterna y fatdica GUERRA.

    Tened presente, que las guerras no se termina- rn ni se silprimirn con firmas estampadas en per- gaminos con letras de oro, pues estos tratados in- ternacionales slo son vlidos cuando discute e1 fiierte con el dbil, siendo siempre el primero el ganador; pero, cuando los litigantes son dos fuer- tes, la cosa cambia por completo, y los famosos per- gaminos escritos y firmados con letra de oro, to- man simplemente el caracter de PAPELES. Tene- mos ya como ejemplo, VERSALLES, GINEBRA, LA SOCIEDAD DE LAS NACIONES, etc., etc.

    "Abolid la explotacin del hombre por el honi- bre, y habris abolido la explotacin de.una, naciri por otra", dice Marx.

    La vida as dejar de ser un sacrificio humano, y no ser la muerte lo ms dulce, como se han ex- presados Fournier, Bacliunin, Jurez, Bebe1 y otros; a l contrario, habremos llegado al punto mximo clel pensamiento humano, dejando la verdadera Ley de

    Cristo: "AMAOS LOS UNOS A LOS OTROS".

  • IMPRENTA SANCHEZ

    - Via del Mar -