“SÍNTESIS Y CARACTERIZACIÓN DE SISTEMAS DE Ti-Zr PARA EL ...
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INSTITUTO POLITÉCNICO NACIONAL
ESCUELA SUPERIOR DE INGENIERÍA QUÍMICA E INDUSTRIAS EXTRACTIVAS
“SÍNTESIS Y CARACTERIZACIÓN DE SISTEMAS DE Ti-Zr PARA EL
ALMACENAMIENTO DE HIDRÓGENO”
T E S I S
QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE
INGENIERO QUÍMICO INDUSTRIAL
PRESENTA
DIANA GUTIÉRREZ MONTES DE OCA
DIRECTOR DE TESIS
Dr. JOSÉ G. SALMONES BLÁSQUEZ
Septiembre de 2007
Diana Gutiérrez Montes de Oca 2
ÍNDICE Página
RESUMEN 4 INTRODUCCIÓN 5
Objetivos Generales 7
Objetivos Específicos 7
Justificación 8
CAPÍTULO I GENERALIDADES 9
1.1 Almacenamiento de Hidrógeno 10
1.1.1 Hidrógeno 10
1.1.2 Hidruros Metálicos 13
1.2 Materiales 20
1.2.1 Titanio 20
1.2.1.1 Características de las aleaciones de Titanio 22
1.2.2 Zirconio 23
CAPÍTULO II
DESARROLLO EXPERIMENTAL 25
2.1 Síntesis de Materiales 26
2.1.1 Molienda Mecánica 26
2.1.2 Procedimiento de la molienda 27
2.2 Caracterización de los materiales 30
2.2.1 Difracción de Rayos X 30
2.2.2 Área Específica y Distribución de Poro 31
2.2.2.1 Generalidades el Proceso de adsorción 31
2.2.2.2 Isotermas de Adsorción 35
2.2.2.3 Textura porosa de sólidos 38
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2.3 Evaluación de los materiales 46
2.3.1 Adsorción de hidrógeno por quimisorción 46
CAPÍTULO III
DISCUSIÓN Y ANÁLISIS DE RESULTADOS 49
3.1 Difracción de Rayos X 50
3.2 Caracterización mediante textura 52
3.3 Almacenamiento de Hidrógeno 63
CONCLUSIONES 72
REFERENCIA BIBLIOGRÁFICAS 75
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RESUMEN El presente trabajo de carácter experimental es una contribución para el
estudio del almacenamiento de hidrógeno mediante la síntesis y caracterización de
materiales de Titanio – Zirconio, para su posible utilización en sistemas autónomos
de transporte; para ello se estudiaron con dos sistemas. El primer sistema (Sistema
I), lo constituye la mezcla de dióxido de titanio (TiO2) y acetilacetonato de zirconio
(C20H28O8 Zr) con una composición de 50 % en peso respecto de los elementos
Titanio y Zirconio, es decir, la cantidad en masa del Titanio en la mezcla es
exactamente la misma que la cantidad de Zirconio en ésta. El segundo sistema
(Sistema II), compuesto por dióxido de titanio (TiO2) y tetracloruro de zirconio (ZrCl4)
con la misma composición en peso de cada elemento que el sistema I. Ambos
sistemas fueron sometidos a molienda mecánica a las mismas condiciones durante
distintos tiempos (2, 5, 7, 15, 30 y 70 hrs.)
La investigación se llevó a cabo en tres etapas: Síntesis de los materiales,
caracterización de los mismos y evaluación de éstos con la finalidad de conocer la
capacidad de almacenaje de hidrógeno. La síntesis se llevó a cabo mediante la
molienda mecánica de una mezcla de polvos de los compuestos de Titanio y Zirconio
antes mencionados en un molino de bolas de alta energía (Spex) variando el tiempo
de molienda. Las muestras fueron caracterizadas con análisis de difracción de rayos
X (DRX) con el fin de identificar los compuestos presentes en las mezclas después
de la molienda y fisisorción de Nitrógeno (BET) para conocer área específica,
volumen de poro, tamaño de poro y distribución de poro de cada muestra. Para la
evaluación del material se efectuó un análisis de quimisorción de hidrógeno en la que
se midió el % de hidrógeno almacenado en cada muestra. Las conclusiones de este
trabajo de investigación están respaldadas por los resultados obtenidos de los
análisis realizados a las muestras, los cuales fueron de suma importancia para
llegar a conclusiones concisas y concretas.
Diana Gutiérrez Montes de Oca 5
INTRODUCCIÓN
La demanda energética mundial anual, estimada en unos 10,000 millones de
toneladas equivalentes de petróleo, se ve cubierta en más de un 87% por
combustibles fósiles como el carbón, petróleo y gas natural.[1] Esta dependencia de
combustible tiene importantes repercusiones tanto económicas como ambientales.
Por el lado económico cabe destacar que su producción centralizada en
determinadas zonas del mundo está gobernada por factores esencialmente políticos,
lo que resulta en precios volátiles y elevados. Así mismo, en ausencia de alternativas
viables, el agotamiento de las reservas de petróleo, estimadas en no más de 40
años,[1] resultará en un encarecimiento progresivo hasta niveles tales que afecten el
desarrollo económico global.
El hidrógeno se ha considerado como un combustible conveniente, limpio y
económico debido a las diversas formas en que puede obtenerse, éste puede
producirse a partir de una amplia variedad de fuentes de energía tales como: el gas
natural, el carbón, la biomasa, el agua, etc., así como de las aguas negras, de los
residuos sólidos, llantas y desechos de petróleo.[2] También es considerado el
combustible del futuro ya que es el elemento más abundante en la naturaleza, el más
liviano (alto contenido de energía por unidad de masa) y su combustión con oxígeno
es limpia, generando agua como subproducto. Sin embargo, comparado con otros
combustibles de origen fósil (tal como el petróleo o el carbón), el hidrógeno almacena
la menor cantidad de energía por unidad de volumen en condiciones ambiente.[3]
La producción de hidrógeno no representa un problema para los
investigadores, pues a pesar de que aún se encuentran en estudio una gama de
opciones, ya se conocen muchas formas en que puede obtenerse este combustible;
el aspecto que tiene una gran relevancia dentro de este ámbito es el cómo
almacenar el hidrógeno. La cuestión que se plantea con la utilización del hidrógeno
como combustible es su generación o almacenamiento en las cantidades requeridas
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por un medio de transporte y sin que resulte peligroso, ya que se trata de un gas
altamente inflamable.[4]
Se han explorado diferentes alternativas para el almacenamiento de
hidrógeno, como su compresión a altas presiones o la condensación al estado líquido
o al estado sólido; sin embargo, cuestiones de seguridad y de economía hacen estas
opciones poco viables para aplicaciones móviles. En este sentido, los hidruros
metálicos constituyen una alternativa viable, ya que proporcionan un medio seguro y
eficiente de almacenar hidrógeno.[3]
El hidrógeno reacciona con distintos metales o compuestos intermetálicos
formando hidruros. Esta capacidad es una característica propia del hidrógeno, ya que
ninguno de los combustibles líquidos o gaseosos existentes, poseen esta
particularidad. Bajo adecuadas condiciones de temperatura y presión esta reacción
es reversible, se supone que una cierta masa metálica puede ser cargada y
descargada un número prácticamente ilimitado de veces, pudiendo utilizarse como
un tanque para el almacenamiento sólido del hidrógeno.[5]
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OBJETIVOS GENERALES Obtener y caracterizar un material del tipo Titanio - Zirconio que permita
incrementar la capacidad de almacenaje de hidrógeno para su posible utilización
en sistemas autónomos de transporte.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
• Obtener materiales de Titanio - Zirconio tipo másico.
• Caracterizar los materiales de Titanio - Zirconio mediante técnicas de alta
especificidad tales como son: Difracción de Rayos-X (DRX), Fisisorción de
Nitrógeno.
• Efectuar las mediciones de almacenamiento de Hidrógeno a temperatura y
presión controlada en sistemas de microescala, a nivel laboratorio.
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JUSTIFICACIÓN
El almacenaje en hidruros metálicos tiene la ventaja que se requieren bajas
presiones (menores que 1 atm.)[5] y que estos almacenadores son muy seguros,
pues en caso de producirse una pérdida brusca de oxígeno, el sistema reaccionará
inhibiendo la producción de liberaciones adicionales del gas. La ventaja de esta
forma de almacenamiento está asociada al tipo de material adsorbente: en el mejor
de los casos se llega a aproximadamente el 7% del peso del hidrógeno total.
El almacenamiento de hidrógeno gaseoso comprimido necesita de altas
presiones en los depósitos de confinamiento mientras que el almacenamiento líquido
necesita de depósitos criogénicos. Ambos sistemas presentan dificultades; el
almacenamiento gaseoso es muy voluminoso y el almacenamiento líquido es poco
práctico en aplicaciones no industriales, además de caro. En esta coyuntura aparece
el almacenaje por hidruros metálicos que soslaya algunos de los inconvenientes
anteriores y presenta un modo compacto e intermedio en peso para el
almacenamiento.[2]
El almacenamiento basado en hidruros metálicos presenta una eficacia
energética potencialmente más elevada que el resto de opciones de almacenamiento
señaladas, puesto que el hidrógeno se retiene a baja temperatura y el 100% del
hidrógeno que se ha adsorbido se puede recuperar. [5]
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CAPÍTULO I
GENERALIDADES
CAPÍTULO I Generalidades
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CAPÍTULO 1 GENERALIDADES
1.1 ALMACENAMIENTO DE HIDRÓGENO
1.1.1 Hidrógeno
Primer elemento de la tabla periódica. En condiciones normales es un gas
incoloro, inodoro e insípido, compuesto de moléculas diatómicas, H2. El átomo de
hidrógeno, símbolo H, consta de un núcleo de unidad de carga positiva y un sólo
electrón. Tiene número atómico 1 y peso atómico de 1.00797. Es uno de los
constituyentes principales del agua y de toda la materia orgánica, y está distribuido
de manera amplia no sólo en la Tierra sino en todo el universo. Existen 3 isótopos del
hidrógeno: el protio, de masa 1, que se encuentra en más del 99.98% del elemento
natural; el deuterio, de masa 2, que se encuentra en la naturaleza aproximadamente
en un 0.02%, y el tritio, de masa 3, que aparece en pequeñas cantidades en la
naturaleza, pero que puede producirse artificialmente por medio de varias reacciones
nucleares.[6]
El hidrógeno común tiene un peso molecular de 2.01594. El gas tiene una
densidad de 0.071 g/l a 0ºC y 1 atm. Su densidad relativa, comparada con la del aire,
es de 0.0695. El hidrógeno es un elemento altamente inflamable. El hidrógeno es un
poco más soluble en disolventes orgánicos que en el agua. Muchos metales
absorben hidrógeno. La adsorción del hidrógeno en el acero puede volverlo
quebradizo, lo que lleva a fallas en el equipo para procesos químicos.[6]
El hidrógeno tiene una estructura hexagonal, la cual se presenta en la fig. 1.1
CAPÍTULO I Generalidades
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Fig.1.1 Estructura interna del hidrógeno
El hidrógeno se considera, dadas sus propiedades físicas y químicas, como un
combustible importante con amplio uso en un futuro a corto plazo. Esto se basa en
sus características de ser renovable, abundante y no contaminante, que lo convierten
en un combustible ideal. Efectivamente, el hidrógeno es limpio, pues el producto de
su combustión con el oxígeno es simplemente vapor de agua. Es abundante y
renovable, pues es posible extraerlo a su vez de la descomposición del agua
mediante la electrólisis, utilizando una fuente primaria de energía.[7]
El hidrógeno representa una alternativa viable a corto plazo para poder
reemplazar al petróleo como vector de energía. Así, se ha de cimentar una nueva era
energética que tendrá su alcance inmediato en una base económico-social
fundamentada en la economía de hidrógeno. La producción de energía eléctrica a
través de métodos no convencionales como el eólico o el solar, es necesario
complementarla con el almacenamiento de esa energía. Los almacenadores deben
ser confiables, estables y económicos. Uno de los métodos que ha alcanzado un
mayor grado de desarrollo para el almacenamiento y su utilización como energías
CAPÍTULO I Generalidades
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distribuidas es la conversión electroquímica de energía a través de celdas
fotoelectroquímicas, celdas de combustible, supercapacitores, etc.[8]
Para conseguir que se generalice el uso del hidrógeno como vector
energético, se debe lograr su transporte y almacenamiento de forma económica.
Esto supone un considerable cambio con respecto al transporte y almacenamiento
de los combustibles fósiles convencionales, debido a la baja densidad energética de
este gas. En la actualidad existen distintas formas de almacenar hidrógeno, tanto
para aplicaciones estacionarias como para el sector del transporte (en forma
gaseosa, líquida, combinado químicamente o adsorbido en sólidos porosos),
dependiendo su elección de diferentes factores como el proceso final en el que se
vaya a emplear, la densidad energética requerida, la cantidad a almacenar y la
duración del almacenamiento, la existencia de otras posibles formas de energía
disponibles, los costos y necesidades de mantenimiento de la instalación, y los
costos de operación. [9]
El almacenamiento y el suministro efectivo de hidrógeno, producido de fuentes
diversas y destinado a diversos usos, son elementos clave de la economía de
hidrógeno.[10] El uso del hidrógeno requiere un medio de almacenar el exceso de
producto para uso posterior, de transportar el hidrógeno almacenado desde el punto
de producción al de consumo, y de cargar y descargar hidrógeno en los centros de
suministro según las necesidades. El almacenamiento de hidrógeno para el
transporte automotriz debe operar con especificaciones estrictas en volumen y peso,
debe suministrar hidrógeno para una autonomía de conducción de unos 500 km, y
debe permitir cargar y recargar a temperatura ambiente. Los requerimientos de
almacenaje para el transporte son mucho más difíciles de cumplir que los de
aplicaciones residenciales e industriales, y el encontrar soluciones a este problema
constituye uno de los mayores desafíos para llegar a la economía de hidrógeno. En
la actualidad existen medios para almacenar hidrógeno en forma gaseosa o líquida,
pero el coste de la compresión o licuefacción es elevado y los tanques presentan
CAPÍTULO I Generalidades
Diana Gutiérrez Montes de Oca 13
muchos riesgos para el transporte. El almacenamiento de estado sólido ofrece las
oportunidades más prometedoras para aplicaciones en vehículos.[11]
Los tanques a alta presión pueden ser aceptables en ciertas aplicaciones de
auto transporte, tales como los autobuses y otros grandes vehículos que poseen el
espacio físico necesario para almacenar el suficiente hidrógeno, pero resulta ser
complicado el manejo de éste en automóviles. Además, los costos de tales tanques
son 10 veces mayor de lo debido para ser competitivos los costos de los automóviles
que los incorporen.[12]
1.1.2 Hidruros metálicos
Algunos investigadores están centrando sus esfuerzos en una clase de
materiales llamados hidruros metálicos reversibles, los cuales fueron descubiertos en
1969 en los laboratorios de Philips Eindhoven en los países bajos. Los
investigadores en su momento encontraron que al exponer la aleación de samario–
cobalto con hidrógeno gaseoso presurizado, este podía adsorber el hidrógeno de
manera similar que una esponja se moja con agua. Cuando la presión fue removida,
el hidrógeno contenido en la aleación se liberaba; en otras palabras, el proceso era
reversible.[12]
Los hidruros son compuestos que contienen hidrógeno y cualquier otro
compuesto. El hidrógeno se une principalmente con elementos metálicos de los
grupos IA, IIA, IIIA, IVA y VA. Algunos ejemplos de estos compuestos son el NaH
(hidruro de sodio), CH4 (metano), NH3 (amoniaco) y SiH4 (silano). Su fórmula general
es:
H + Metal Hidruro
Los compuestos binarios de hidrógeno reciben el nombre genérico de
hidruros. El hidrógeno, que forma compuestos binarios con la mayor parte de los
CAPÍTULO I Generalidades
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elementos, tiene una electronegatividad un poco mayor que la mediana de la
electronegatividad de todos los elementos de la tabla periódica.[6]
Por ello, el hidrógeno se comporta como un no metal débilmente
electronegativo y forma compuestos iónicos con metales muy electropositivos y
compuestos covalentes con todos los no metales. Además, el hidrógeno forma
hidruros metálicos con algunos de los metales de transición.[6]
Los hidruros son sales que presentan como anión el hidrógeno en el estado de
oxidación -1. Los hidruros del metal (formados cuando las aleaciones del metal se
combinan con hidrógeno) pueden adsorber y almacenar el hidrógeno dentro de sus
estructuras. Cuando están expuestos al calor, los hidruros desprenden su hidrógeno.
La naturaleza de estos compuestos es compleja. Son los electrones libres los
que les confieren el brillo metálico y la elevada conductividad eléctrica a estos
compuestos. La densidad del hidruro metálico suele ser menor que la del metal puro
a causa de cambios estructurales en la red cristalina metálica y los compuestos casi
siempre son quebradizos. También la conductividad eléctrica de los hidruros
metálicos suele ser más baja que la del metal progenitor.[6]
Este almacenamiento en estado sólido consiste en la acumulación de
hidrógeno en hidruros metálicos, en materiales de acumulación química, y en
nanoestructuras. En estos materiales, el hidrógeno se puede almacenar tanto
reversible como irreversiblemente. En el llamado almacenamiento reversible el
hidrógeno se libera aumentando la temperatura a una presión dada. El hidrógeno se
vuelve a acumular mediante control de temperatura y presión. En materiales
irreversibles, el hidrógeno se libera por reacción química con otro elemento como el
agua.[11]
CAPÍTULO I Generalidades
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Los hidruros metálicos son estables, por lo que no se requiere de energía
extra para mantener el hidrógeno almacenado, sin embargo se requiere de calor para
liberar el gas confinado. Los estudios de hidruros metálicos actualmente se centran
en materiales que poseen una alta concentración de hidrógeno inherente al material,
en donde los investigadores realizan modificaciones en la búsqueda de las
condiciones que permitan almacenar el hidrógeno a temperaturas cercanas a los
100ºC, presiones de entre 10 y 100 veces la atmosférica y que permita liberar flujos
que soporten aceleraciones rápidas del vehículo. En muchos casos, los materiales
que contienen proporciones útiles de hidrógeno son apenas estables a las altas
temperaturas a las que se realiza la liberación del hidrógeno. El magnesio por
ejemplo produce un hidruro con 7.6 % en peso de hidrógeno pero que tiene que ser
calentado a 300ºC antes de liberar el gas. [12]. En la siguiente figura se muestra
esquemáticamente la forma de como se almacena el hidrógeno.
Fig. 1.2 Almacenamiento de hidrógeno formando un hidruro
El almacenamiento del hidrógeno como hidruros es especialmente útil y
conveniente en el caso de pequeños sistemas energéticos aislados, como hogares
CAPÍTULO I Generalidades
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en zonas rurales, dónde la electricidad puede generarse a partir de las energías
eólica, solar o pequeñas plantas hidroeléctricas. [5]
Los hidruros desestabilizados son parte de una clase de materiales que
contienen hidrógeno llamados hidruros complejos. Desde hace mucho los químicos
han dudado que este tipo de materiales puedan ser apropiados para la recarga de un
vehículo, debido a que es irreversible la liberación del hidrógeno, una vez que éste
es liberado mediante la degradación del compuesto, deberán de ser reprocesados
los hidruros para retornarlos a su estado hidrogenado. Los químicos Borislav
Bogdanovic y Manfred Schwickardi de instituto Max Planck para Coal Research en
Mülheim, Alemania, a pesar de todo asombraron a la comunidad científica en 1996 al
demostrar que el hidruro complejo de alanato de sodio se vuelve reversible al
agregar pequeñas cantidades de titanio. Este trabajo desató una actividad frenética
en la pasada década. El hidruro de litio boro desestabilizado con hidruro de
magnesio, por citar un ejemplo puede albergar hasta un 9 por ciento de su peso en
hidrógeno de manera reversible a una temperatura de operación de 200ºC. Esta
mejora es notable, pero la temperatura de operación continua siendo demasiado alta,
además de que la liberación del gas es demasiado lenta para ser práctico su uso en
un automóvil. Sin embargo el trabajo hasta ahora desarrollado resulta ser altamente
prometedor.[12]
Los materiales sólidos de almacenamiento de hidrógeno se dividen en dos
categorías. La primera es la de materiales de almacenamiento “atómico”, como los
hidruros metálicos, que requieren la disociación de la molécula de hidrógeno, H2, en
dos átomos H, y el enlace de estos átomos con la red atómica del medio de
acumulación. En este sistema los átomos de hidrógeno realmente entran en la red
atómica de un medio sólido (Fig. 1.2) y se enlazan formando un nuevo compuesto.
La segunda categoría es la de materiales de almacenamiento “molecular” de
hidrógeno, los cuales, debido a su gran área superficial y microporosidad, almacenan
hidrógeno en su estado molecular H2 mediante enlaces débiles molécula-
superficie.[11]
CAPÍTULO I Generalidades
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El almacenamiento se produce del siguiente modo. Al principio el metal está
libre de hidrógeno. A una temperatura dada el hidrógeno se disuelve en la fase
metálica aumentando la presión. Al aumentar la temperatura llega un momento en el
que la fase alfa se convierte en la fase hidruro. Conforme aumenta la presión los
incrementos en el contenido de hidrógeno son cada vez menores hasta que el
material puede considerarse cargado. En la descarga, la presión disminuye de
manera que debe suministrarse calor si se quieren mantener condiciones isotérmicas
de reversibilidad. Sin embargo, aún en el mejor de los casos, se produce un efecto
de histéresis.[2]
En general, la capacidad de almacenamiento gravimétrica de los hidruros de
compuestos intermetálicos está limitada a no más de 3% en masa, una excepción es
el elemento Mg, que por ser un metal liviano, su hidruro MgH2(de carácter
iónico/covalente) tiene una capacidad de almacenamiento de 7.6% en masa. Pero
posee dos grandes desventajas dadas por su cinética lenta y su baja presión de
equilibrio a temperatura ambiente, por lo cual para tener presiones útiles de
desorción su aplicación resulta práctica sólo a temperaturas del orden de 300°C.
Actualmente se está trabajando para mejorar su comportamiento, basándose en la
adición de elementos o compuestos catalizadores mediante aleado mecánico con
molino de bolas, que producen un polvo muy fino de compuesto nanoestructurado
que mejora en forma considerable la cinética y permite bajar la temperatura de
desorción, sin desmejorar apreciablemente la capacidad (~5 a 6 % en masa).[8]
Algunos hidruros metálicos absorben y desorben hidrógeno a temperatura
ambiente y a presión constante, cercana a la presión atmosférica. Estas propiedades
son importantes para el almacenamiento de hidrógeno. El proceso consiste en
absorber el gas a baja temperatura y a una presión suficiente para que la aleación se
hidrure completamente. Posteriormente se calienta para liberar el gas a una presión
más elevada. Los recipientes de hidruro metálico para almacenar hidrógeno deben
poseer dispositivos que permitan enfriar y calentar el material. Por razones prácticas
y económicas las presiones de carga no debieran ser mayores que 27 bares y las de
CAPÍTULO I Generalidades
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descarga no menores a 2 bares y las temperaturas no menores que 10ºC ni mayores
que 100ºC, para la absorción y la desorción, respectivamente. Estas limitaciones de
presión y de temperatura se imponen para evitar un aumento indeseable de los
requerimientos de energía y equipos de soporte. La energía involucrada para operar
con un sistema de almacenamiento empleando hidruro metálico es relativamente
baja, del orden del 12% del calor de combustión del hidrógeno.[8]
Una de las desventajas de los hidruros metálicos es su fragilidad y en algunos
casos, el aumento de volumen de hasta un 25% respecto del material no hidrurado.
Esto hace que en unos pocos ciclos de adsorción–desorción, se produzca un
envejecimiento del material transformándose en polvo con tamaño de partículas del
orden del micrón, lo cual dificulta el flujo del calor, que es necesario para que el
proceso sea cinéticamente eficiente. La velocidad a la que la aleación hidrurada
pueda absorber o liberar hidrógeno depende de la transferencia de calor hacia dentro
o fuera de la aleación. Es muy importante tener en cuenta este aspecto en el diseño
de los recipientes contenedores de hidruros.[8]
Los problemas encontrados hasta el momento están relacionados con la
transferencia de calor, el deterioro del lecho metálico, la fragilización, la baja
densidad de almacenamiento, la baja densidad de energía y la necesidad de
desarrollar compresores de hidrógeno fiables.[13]
La velocidad en el proceso de carga y descarga del hidrógeno depende del
coeficiente de transmisión de calor en el lecho metálico y de las presiones y
temperaturas de almacenamiento. Sin embargo no se trata de un aspecto que no
pueda ser superado con eficacia. La emisión y absorción de calor asociada a los
procesos de hidrogenación y deshidrogenación parece causar el descascarillado de
los hidruros metálicos debido al cambio de volumen. Con el tiempo esta tendencia
disminuye el tamaño de grano del lecho metálico lo que supone una limitación en el
proceso.[13]
CAPÍTULO I Generalidades
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De acuerdo con la Asociación de Energía Internacional (IEA), un material es
considerado adecuado para almacenamiento de hidrógeno en aplicaciones móviles si
posee una capacidad de almacenamiento del orden de 5% en peso de hidrógeno,
presenta una temperatura de desorción cercana a 150 ºC y propiedades constantes
luego de 1000 ciclos de hidruración/deshidruración.[3]
Considerando estos requisitos, el empleo del hidruro de magnesio MgH2 para
el almacenamiento de hidrógeno es conveniente porque presenta elevada capacidad
(7.6 wt.% H), abundancia en la corteza terrestre y bajo costo.[14] Sin embargo
presenta algunas desventajas, como alta estabilidad térmica, requerimiento de
activación y bajas velocidades de absorción-desorción de hidrógeno a temperaturas
menores a 200 ºC. En este sentido, el empleo de hidruros complejos de las familias
MgxTHy (Mg2FeH6, Mg2CoH5 y Mg2NiH4) resultan interesantes porque tienen altas
capacidades de almacenamiento de hidrógeno (5.5%, 4.5% y 3.6%, respectivamente
-por ciento en peso todas ellas-), mejores cinéticas de hidruración / deshidruración
que el Mg puro, altas densidades de energía por unidad de volumen y bajo costo. En
esta familia, los hidruros Mg2FeH6 y Mg2CoH5 presentan la particularidad de que los
intermetálicos Mg2Fe y Mg2Co no han sido observados en forma estable.[15] Como
consecuencia, la síntesis de estos hidruros presenta importantes dificultades a
resolver.[16]
Para almacenar grandes volúmenes de hidrógeno se emplean tanques que
contienen metal granular, que adsorbe y libera hidrógeno con la aplicación de calor.
El tanque de hidruro metálico está considerado como un sistema de combustible muy
seguro en caso de colisión, ya que la pérdida de presión en caso de rotura enfría el
hidruro metálico e interrumpe la emisión de hidrógeno. Muchos investigadores creen
que los hidruros metálicos pueden representar un medio ideal de almacenamiento.[11]
Aún cuando los actuales hidruros metálicos poseen limitaciones, los
fabricantes de autos ven en ellos la solución más prometedora como vía de
almacenamiento a baja presión a mediano y corto plazo. Los ingenieros de la Toyota
CAPÍTULO I Generalidades
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y Honda, por ejemplo, han planeado usar la llamada aproximación híbrida, en un
sistema que combina un sólido hidruro metálico con una moderada presión de
operación (que es significativamente menor a las 10,000 psi), del cual predicen
permitirá un rango de conducción de alrededor de 300 millas. La General Motors
posee varios grupos expertos en almacenamiento y ha colaborado con los
Laboratorios Nacionales Sandia por cuatro años, en un esfuerzo de 10 millones de
dólares para producir un prototipo que use un sistema complejo de hidruros
metálicos.[12]
El elemento titanio al igual que el zirconio ya han sido utilizados para sintetizar
aleaciones almacenadoras del hidrógeno[17]. Estos elementos han formado
aleaciones independientemente pero también han sido parte ambos de una misma
aleación donde interviene uno o más elementos. La aleación Titanio-Zirconio
actualmente es usada en el mercado. Ésta se utiliza para aplicaciones médicas
siendo su uso para sustitución ósea y en primer lugar para implantes dentales ya que
el titanio presenta una buena resistencia a la corrosión y baja resistencia a
temperatura ambiente, y el zirconio es un elemento no-tóxico que se puede utilizar
sin problemas y sin peligro con respecto a sus reacciones en el cuerpo. Estas
aleaciones tienen la posibilidad única de combinar módulo elástico bajo y buena
resistencia a la corrosión.
1.2 MATERIALES
1.2.2 Titanio
El titanio es un metal de transición de número atómico 22, peso atómico 47.88
g/mol y cuya configuración electrónica es [Ar] 3d 2 4s 2. La capa d incompleta hace
del titanio un elemento muy reactivo, que puede adoptar las valencias +2, +3 y +4 y,
además, formar soluciones sólidas con muchos elementos sustitucionales. Este
metal ocupa el noveno lugar entre los elementos más abundantes en la corteza
CAPÍTULO I Generalidades
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terrestre (su concentración es del 0.8% en peso del total) y el cuarto entre los
metales más empleados habitualmente, a continuación del Al, Fe y Mg. [18]
El titanio en estado metálico es un material alotrópico, es decir, puede existir
en más de una forma cristalográfica. A temperatura ambiente presenta una
estructura hexagonal compacta (fase α) cuya densidad es de 4.5 g/cm3. Sin
embargo, a temperaturas superiores a 885 ºC sufre una transformación reversible a
la estructura cúbica centrada en el cuerpo (fase β) con una densidad de 4.4 g/cm3
(Fig. 1.3). En estado puro, el titanio presenta una resistividad eléctrica en el rango 0.4
a 0.6 µm, un valor bajo comparado con el de otros metales. En cuanto a sus
propiedades térmicas, el calor específico a presión constante es de 0.528 J/gºC, la
conductividad térmica es de 17 W/mºC, el calor latente de fusión es de 435.4 J/g, la
temperatura de fusión de 1670ºC y, por último, la de ebullición de 3260ºC.[17]
Fig. 1.3 Estructuras cristalinas del titanio (fases α-Ti y β-Ti)
El titanio puro es un material rígido y dúctil, que presenta un gran módulo de
elasticidad (108 GPa) y una elevada resistencia a la tracción (103 MPa), además de
ser muy tenaz. Sin embargo, adolece de una baja resistencia al desgaste debido al
bajo valor de la relación de los parámetros de red c/a (1.59) típico de las estructuras
hcp. Por este motivo, el titanio comercialmente puro (cp) 98.635-99.500% de pureza
CAPÍTULO I Generalidades
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al que se le añaden impurezas intersticiales de C, H, O, N, Fe y otras que disminuyen
su reactividad y, además, incrementan la relación c/a, mejorando así sus
propiedades mecánicas. En función de las concentraciones de impurezas añadidas,
el α-Ti cp queda catalogado en grados según la ASTM (American Society for Testing
and Materials). [18]
Debido a las dificultades de extracción y transformación, el titanio metálico
resulta caro comparado con otros metales de uso más extendido. Sin embargo, sus
excelentes propiedades mecánicas lo convierten en uno de los metales más
atractivos en un gran número de aplicaciones industriales.[18]
1.2.1.1 Características de las aleaciones de titanio
El titanio es el único metal ligero que presenta dimorfismo, ya que en estado
puro su estructura compacta hexagonal (fase α) presenta una transformación
alotrópica a 882º C, pasando a una microestructura cúbica centrada en el cuerpo
(fase β).
En equilibrio, la estructura β es inestable a temperaturas menores a 882º C,
descomponiéndose de nuevo en la fase α al enfriar el titanio por debajo de la
temperatura de transición. Esta transformación ofrece la posibilidad de obtener
aleaciones con microestructuras de tipo α, β ó α/β dependiendo de los elementos
aleantes que estabilizan una u otra fase. Según la capacidad de los aleantes de
estabilizar la fase α ó β, se definen tres tipos de aleaciones de titanio: las aleaciones
tipo α, aleaciones tipo α/β y aleaciones β. Las aleaciones tipo α/β se suelen clasificar
a su vez en casi-α, cuando tiene una estructura esencialmente α a temperatura
ambiente, y casi-β, cuando la estructura a temperatura ambiente es mayoritariamente
β. La manipulación de estas variaciones cristalográficas mediante adición de
CAPÍTULO I Generalidades
Diana Gutiérrez Montes de Oca 23
aleantes y procesos termomecánicos da lugar a un amplio rango de aleaciones y
propiedades.[17]
1.2.2 Zirconio
Elemento químico de símbolo, Zr, número atómico 40 y peso atómico 91.22.
Se encuentra en la naturaleza los siguientes isótopos: 90, 91, 94 y 96. El zirconio es
uno de los elementos más abundantes y está ampliamente distribuido en la corteza
terrestre. Es muy reactivo químicamente y sólo se halla combinado. En la mayor
parte de las reacciones se enlaza con oxígeno en preferencia sobre otros elementos,
encontrándose en la corteza terrestre sólo como el óxido ZrO2, baddeleyita, o como
parte de los complejos de óxido, como el zircón, la elpidita y la eudialita. Desde el
punto de vista comercial, el zircón es su mineral más importante. El zirconio y hafnio
son prácticamente indistinguibles en sus propiedades químicas, y sólo se les
encuentra juntos.[19]
El mayor empleo del zirconio corresponde a sus compuestos para la industria
cerámica: refractarios, vidriados, barnizados, moldes fundidos y arenas abrasivas,
componentes de cerámica eléctrica. La incorporación del óxido de zirconio al vidrio
incrementa significativamente su resistencia a los álcalis. El zirconio metálico se
utiliza casi exclusivamente para el revestimiento de los elementos combustibles de
uranio en las plantas nucleares. Otra aplicación significativa es la de su uso en los
sistemas de fotografía, conocidos amplamente como flashes.[19]
El zirconio es un metal lustroso, plateado, con una densidad de 6.49 g/cm3 a
20ºC. Se funde cerca de los 1852ºC. Se estima que su punto de ebullición es a los
3580ºC, pero ciertas observaciones sugieren que es cerca de los 8600ºC. Las
energías libres de formación de sus compuestos indican que el zirconio reaccionaría
sólo con cualesquiera de los no metales, excepto los gases inertes, a temperaturas
CAPÍTULO I Generalidades
Diana Gutiérrez Montes de Oca 24
comunes. En la práctica, se ha comprobado que el metal no es reactivo a la
temperatura ambiente, porque se forma una capa de óxido invisible en la superficie.
A temperaturas elevadas es muy reactivo con elementos no metálicos y muchos de
los elementos metálicos, y forma compuestos sólidos y en solución.[19]
El zirconio tiene una covalencia normal de 4, y exhibe casi siempre
covalencias coordinadas de 5, 6, 7 y 8. El zirconio posee un estado de oxidación 4 en
casi todos sus compuestos. Se han preparado halogenuros en que el estado de
oxidación es 2 y 3; mientras que el zirconio a menudo forma parte de complejos
aniónicos o catiónicos, no hay evidencia definitiva del ión zirconio monovalente en
algunos de sus compuestos. Las pruebas de manejo del zirconio realizadas
muestran que no tiene toxicidad. Generalmente no produce consecuencias el
contacto con sus compuestos, aunque algunas personas son alérgicas a ellos. Esa
alergia se manifiesta por la aparición de granulomas no malignos. La inhalación de
aspersores que contienen ciertos compuestos y polvos metálicos de zirconio tiene
efectos inflamatorios.[19]
Diana Gutiérrez Montes de Oca 25
CAPÍTULO II
DESARROLLO
EXPERIMENTAL
CAPÍTULO II Desarrollo Experimental
Diana Gutiérrez Montes de Oca 26
CAPÍTULO II DESARROLLO EXPERIMENTAL
2.1 SÍNTESIS DE MATERIALES
2.1.1 Molienda Mecánica
La molienda mecánica es una técnica de procesamiento de materiales en el
estado sólido por medio de la cual una mezcla de polvos es mecánicamente molida y
diferentes aleaciones, cerámicos, materiales amorfos, etc., pueden ser sintetizados a
temperatura ambiente.[20,21] En este proceso dos etapas fundamentales están
involucradas: “soldadura en frío” (cold welding) entre las partículas, y “fractura”
(fracturing) debido al impacto de alta energía de las bolas con las partículas
soldadas.[22] Estos procesos permiten que los polvos estén siempre en contacto
íntimo, minimizando la distancia de difusión de los polvos de partida y generando
superficies limpias, que vuelven a soldarse en los siguientes impactos.[23]
El aleado mecánico (AM) es una técnica poderosa para sintetizar materiales
almacenadores de hidrógeno. Debido a que el aleado mecánico crea defectos,
nuevas superficies metálicas y fronteras de grano, la molienda por sí misma mejora
las características de la cinética de absorción-desorción de hidrógeno, mientras que
una mejora adicional se logra cuando la molienda se hace directamente sobre la fase
de hidruro.
La molienda junto con la introducción de aditivos forma materiales
nanocompuestos que tienen una cinética de desorción de hidrógeno notablemente
mejorada. La técnica de aleado mecánico es capaz de producir aleaciones
nanoestructuradas y metaestables que llevan un mejoramiento de sus propiedades
de hidrogenación. La molienda de bolas reactiva (MBR) es una variante del proceso
de aleado mecánico, en el cual se usa una atmósfera reactiva de hidrógeno.[24]
CAPÍTULO II Desarrollo Experimental
Diana Gutiérrez Montes de Oca 27
Se han sintetizado hidruros empleando la molienda mecánica en atmósfera de
hidrógeno. Esta técnica posibilita la obtención de materiales con características
microestructurales particulares como consecuencia de la selección adecuada de los
parámetros que controlan el proceso (atmósfera reactiva, temperatura, energía de
impacto, tiempo de molienda).[3] Anteriormente, se reportó la síntesis de un hidruro
de titanio TiH1.924, alfa-ZrH1.66 y de un hidruro de magnesio MgH2 por medio de la
molienda de polvos metálicos puros utilizando la técnica RBM. Los hidruros de titanio
y de zirconio se formaron después de cinco horas de molienda, mientras que el
hidruro de magnesio se sintetizó después de aproximadamente 20 h. En estos
experimentos no se utilizaron catalizadores, y los autores explicaron sus resultados
por medio de procesos de pulverización y deformación debido a la alta energía de
molienda.[25]
2.1.2 Procedimiento de molienda
Se estudiaron 2 sistemas: sistema I constituido por TiO2 + C20H28O8Zr y
sistema II compuesto por TiO2 + ZrCl4. Ambos sistemas fueron molidos a tiempos de
2, 5, 7, 15, 30 y 70 horas, cada muestra guarda una relación del 50% en peso entre
los elementos Titanio - Zirconio, es decir tanto el elemento Titanio como el Zirconio
se encuentran presentes en la misma cantidad en gramos
Los materiales utilizados para las muestras fueron: para ambos casos Dióxido
de Titanio (TiO2) en fase anatasa, con pureza de 99.9%, peso molecular de 79.90
kg/kmol y adquirido de Aldrich. El segundo compuesto del sistema I es
Acetilacetonato de Zirconio (C20H28O8Zr), su peso molecular es de 487.66 kgl/kmol,
pureza de 98% y adquirido de Fluka. El ZrCl4 es el segundo compuesto del sistema
II, éste tiene un peso molecular de 233 kg/kmol, con 99.5% de pureza y conseguido
en Aldrich.
Tanto el sistema I como el sistema II guardan una relación de 50% en peso de
Titanio y 50% en peso de Zr, debido a que inicialmente se propuso una matriz de
CAPÍTULO II Desarrollo Experimental
Diana Gutiérrez Montes de Oca 28
experimentos en donde las muestras con distintas composiciones (25% Ti – 75% Zr,
50% Ti – 50% Zr y finalmente 75% Ti – 25% Zr) fueran molidas a un mismo tiempo.
Los experimentos de molienda mecánica comenzaron con las muestras del sistema I
con composición de 50-50, únicamente con la finalidad de conocer el tiempo óptimo
en que la mezcla formara una aleación.
Los problemas encontrados en la experimentación fueron que al analizar las
primeras muestras molidas a tiempos de 2 y 5 hrs. no se había reportado ningún
cambio por lo que se propuso un aumento de tiempo a 7 hrs. pero nuevamente el
análisis resultó fallido. Los siguientes aumentos de tiempo fueron por ausencia de
resultados adecuados.
En consecuencia se decidió cambiar el compuesto de Zr ya que en el análisis
de la bibliografía se encontró al TiO2 como parte de algunas aleaciones
almacenadoras de hidrógeno, sin encontrar en alguna de ellas al C20H28O8Zr a pesar
que se pensaba que con este compuesto sería más fácil la formación de la aleación
pues se consideraba más fácil el rompimiento de la molécula. El problema se resolvió
empleando ZrCl4 y manteniendo al TiO2. Este sistema fue molido a los mismos
tiempos que la experiencia anterior con el objetivo de establecer una comparación y
además de tener una visión de cómo las muestras de cada sistema iban variando
conforme iba aumentando el tiempo de molienda.
Debido a la falta de un análisis cualitativo por absorción atómica se cree que el
rango de composición real es el supuesto. Además, las composiciones de las sales
precursoras fueron analizadas antes de su preparación y se cree que el error
introducido únicamente es función de la resolución en la pesada de los materiales.
La molienda de los dos sistemas se llevó a cabo en un molino de alta
velocidad Spex 8000-D equipado con dos contenedores de acero inoxidable de 70
mm de longitud, 53 mm de diámetro y con peso de 862.4 g en promedio. Se
utilizaron 7 bolas de acero inoxidable con tamaño de 90.7 mm en cada contenedor
CAPÍTULO II Desarrollo Experimental
Diana Gutiérrez Montes de Oca 29
como medio de molienda; el número de balines usados fue decidido siguiendo la
relación peso que debe existir entre los balines y la muestra, es decir, por cada 1 g
de muestra se deben colocar lo correspondiente a 5 g de balines. Se molieron los
polvos en atmósfera del ambiente con enfriamiento continuo mediante el uso de un
ventilador.
En cada contenedor se colocaron 5 gr de mezcla de polvos. Se realizaron los
siguientes cálculos:
Del sistema I Para una cantidad de 0.7128 gr de Ti se tiene:
22 1889.1
9.479.79
7128.0 TiOgrTigr
TiOgrTigr =⎟⎟
⎠
⎞⎜⎜⎝
⎛
Para una cantidad de 0.7128 gr de Zr se tiene:
ZrOHCgrZrgr
ZrOHCgrZrgr 82820
82820 8111.32.91
66.4877128.0 =⎟⎟
⎠
⎞⎜⎜⎝
⎛
Por lo tanto para las muestras del sistema I se pesaron 1.1889 gr de TiO2 y
3.8111 gr de C20H28O8Zr, lo que hacen un total de 5 gr de muestra.
Del sistema II
Para una cantidad de 1.1835 gr de Ti se tiene:
22 9741.1
9.479.79
1835.1 TiOgrTigr
TiOgrTigr =⎟⎟
⎠
⎞⎜⎜⎝
⎛
CAPÍTULO II Desarrollo Experimental
Diana Gutiérrez Montes de Oca 30
Para una cantidad de 1.1835 gr de Zr se tiene:
44 0259.3
2.9166.487
1835.1 ZrClgrZrgrZrClgr
Zrgr =⎟⎟⎠
⎞⎜⎜⎝
⎛
Así para el sistema II se pesaron 1.9741 gr de TiO2 y 3.0259 gr de ZrCl4, que
forman una mezcla de 5 gr de muestra.
Las muestras del sistema I fueron molidas con 1 ml de metanol que, según la
bibliografía[26], el metanol sirve de medio reactivo para que ambos constituyentes de
la mezcla puedan reaccionar entre si y así poder formar un tercer compuesto. Sin
embargo no fue lo mismo para el sistema II; en este caso no se les agregó metanol
como medio reactivo ya que éste, inmediatamente al ser agregado, comenzaba a
reaccionar con los cloros del compuesto del Zirconio
2.2 Caracterización de los Materiales
2.2.1 Difracción de Rayos X
Los rayos X se producen al bombardear o chocar un haz de electrones contra
el ánodo de un metal duro. Los tubos de rayos X tienen un vacío permanente (10-6
mmHg). Los electrones son emitidos por un filamento de wolframio incandescente,
que constituye el cátodo, y son acelerados contra el ánodo mediante una diferencia
de potencial de unos 20 a 100 kV. La mayor parte de la energía de los electrones,
aproximadamente un 98%, se transforma en calor y por eso es necesario que el
ánodo esté constituido por un material de elevada conductividad térmica y que sea
enfriado por un flujo de agua que circule a su través. Normalmente los ánodos son de
cobre.
CAPÍTULO II Desarrollo Experimental
Diana Gutiérrez Montes de Oca 31
Los rayos X son emitidos desde el ánodo en todas direcciones posibles pero
sólo se usa un haz estrecho que forma un ángulo de unos 3 a 6º con la prolongación
plana de la cara del anticátodo y que pasa a través de una ventana constituida por
una sustancia de muy bajo coeficiente de absorción a la radiación utilizada,
normalmente de Be.
La técnica de difracción de rayos X se fundamenta en la incidencia, con un
determinado ángulo θ, de un haz de rayos X sobre una muestra plana. La intensidad
de la radiación difractada resultante de la interacción del haz con el sólido es función
de la distancia entre los planos cristalinos que configuran la estructura y del ángulo
de difracción θ. La forma de proceder en los experimentos consiste en realizar un
barrido partiendo de ángulos 2θ bajos hasta altos. La radiación difractada es recogida
por un detector móvil situado en todo momento en la dirección de los rayos
difractados. Por lo tanto, un difractograma proporciona información sobre los planos
cristalinos difractados en función del ángulo 2θ.
Los análisis de Difracción de rayos X (DRX) son usados convencionalmente
para identificar los compuestos que están presentes en mezclas policristalinas. Sin
embargo, éste es un método versátil que permite no sólo la identificación de los
compuestos químicos en la muestra, sino, que también permite evaluar la proporción
relativa de dichos compuestos (análisis cuantitativo) y estimar el tamaño de sus
cristales.
Dicha técnica se basa en la ley de Bragg (nλ= 2d sen θ), la cual se utiliza para
determinar el ángulo que forman los haces difractados con la superficie de un cristal,
donde λ es la longitud de onda del haz incidente, θ es el ángulo entre el plano y el
haz incidente, d la distancia interreticular (o interplanar) y n la interferencia aditiva.[27]
Así para identificar un compuesto, la lista de distancias interplanares obtenidas
experimentalmente, se utilizan los patrones de difracción contenidos en la base de
CAPÍTULO II Desarrollo Experimental
Diana Gutiérrez Montes de Oca 32
datos JCPDS (Joint Committee for Powder Diffraction Sources) de la ICDD
(International Center for Diffraction Data), archivo que contiene unos 16,000
diagramas de rayos X. En estas fichas figuran los ángulos de difracción,
intensidades, espaciados reticulares, índices de Miller de los planos, etc. así como
otras características del material, y las condiciones en que se hizo la difracción.
Los análisis de DRX para ambos sistemas se realizaron en un Difractómetro
marca Bruker axs modelo D8 focus con longitud de onda de Cu Kα. Todas las
muestras se corrieron desde 5° hasta 120° con velocidad de barrido de 2° por
minuto. El difractómetro fue operado con 35 kv de voltaje de aceleración y 35mA de
corriente para generar los rayos X.
2.2.2 Área Específica y Distribución de Poro
2.2.2.1 Generalidades del Proceso de Adsorción Física
La adsorción, se define como la acumulación de material en una superficie.
Las fuerzas que se implican en este proceso son de dos tipos: físico y químico, dando
lugar a la adsorción física (fisisorción) y a la adsorción química (quimisorción),
respectivamente.
La fisisorción depende de las fuerzas atractivas y repulsivas que son
responsables de la condensación de vapores y de las desviaciones de la idealidad de
los gases reales[29], mientras que la quimisorción se gobierna por la formación de
enlaces químicos entre las especies adsorbidas y los átomos (o iones) superficiales
del sólido.[30] La distinción entre ambos procesos no es tan rígida como se ha
señalado, ya que se suelen presentar unidos frecuentemente los dos procesos.[31]
El proceso de adsorción física de gases es, fundamentalmente, un fenómeno
termodinámico. Es lógico que sea así, ya que si se ponen dos fases, α y β, (se
CAPÍTULO II Desarrollo Experimental
Diana Gutiérrez Montes de Oca 33
entiende por fase toda parte de un sistema homogéneo en toda su extensión) en
contacto, aparece espontáneamente una región, cuyo espesor(s) suele ser del orden
de varios diámetros de la molécula del gas que se adsorbe, y en la que no existe
homogeneidad respecto a las fases α y β, tal como se esquematiza en la Figura 2.1.
En el caso de la adsorción física de gases las dos fases implicadas son la superficie
y el gas o vapor.
Fig. 2.1 Proceso de adsorción física de gases.
Se suele utilizar el término adsorbente para referirse al sólido, adsortivo para
el gas o vapor sin adsorber en la superficie del adsorbente, y adsorbato para el gas o
vapor adsorbido superficialmente.[32] Sin embargo, dado que los términos adsorbato y
adsortivo se usan indistintamente en la bibliografía, se usará el término adsorbato
para ambos.[33] En algunos casos, el proceso de adsorción puede acompañarse de
absorción, es decir, penetración del gas en la fase sólida. En este caso, es
conveniente el uso del término sorción (y entonces se usarán los términos sorbato,
sortivo y sorbente). El proceso de adsorción a temperatura constante (T) puede
seguirse por la medida del descenso de la presión (y/o volumen) de gas o el aumento
del peso del adsorbente. Tras un tiempo dado, la presión se hace constante y el peso
del sólido deja de aumentar. La cantidad adsorbida de gas dependerá de la presión,
la temperatura, la superficie específica y porosidad del adsorbente, y de la naturaleza
del sistema gas-sólido. Para un gas adsorbido en un sólido dado, a temperatura
constante, se tendrá:
CAPÍTULO II Desarrollo Experimental
Diana Gutiérrez Montes de Oca 34
TPoPfx ⎟⎠⎞
⎜⎝⎛= 2.1
donde x es la cantidad adsorbida y PoP la presión relativa del adsorbato ( Po es la
presión de saturación del adsorbato a la temperatura de adsorción T ). La
representación gráfica de x frente a PoP constituye una isoterma de adsorción.
Desde un punto de vista termodinámico, la fisisorción es un proceso espontáneo[34] por lo que se acompaña de un descenso de energía libre del sistema (ΔG). La
adsorción supone necesariamente la pérdida de algunos grados de libertad de las
moléculas gaseosas en el paso de la fase gas a la superficie, con lo que la entropía
(ΔS) disminuirá. Por ello, según la ecuación
STHG Δ−Δ=Δ 2.2
La variación de entalpía ( HΔ ) debe ser negativa y el proceso de fisisorción
será exotérmico.
Los términos de la ecuación 2.2 representan cantidades termodinámicas
integrales y la variación de entalpía del proceso se expresará por tanto como calor de
adsorción integral (o más estrictamente entalpía integral de adsorción). Sin embargo,
es más usual y útil el uso de magnitudes diferenciales en relación con las especies
adsorbidas. Así se tendrá:
STH Δ−Δ=Δμ 2.3
donde μΔ representa el cambio de potencial químico del gas adsorbido, HΔ y SΔ
son las correspondientes variaciones de entalpía y entropía diferenciales,
respectivamente. Las ecuaciones 2.2 y 2.3 tienen la misma forma general, ya que
ambas incluyen los términos entrópicos y entálpicos que contribuyen a la energía
CAPÍTULO II Desarrollo Experimental
Diana Gutiérrez Montes de Oca 35
libre. La diferencia en potencial químico ( μΔ ) entre el gas a su presión de saturación
( Po ) y en equilibrio con la fase adsorbida a la presión P se puede expresar como:
⎟⎠⎞
⎜⎝⎛=Δ
PPoRT lnμ 2.4
lo que puede considerarse como una medida de la afinidad del adsorbato por el
adsorbente, para un cubrimiento superficial correspondiente a una presión P . La
cantidad HΔ es la entalpía molar diferencial de adsorción y (- HΔ ) el llamado calor
isostérico de adsorción qst (o más estrictamente, entalpía isostérica de adsorción).
Dicho calor se calcula usualmente a partir de las isotermas de adsorción medidas a
varias temperaturas, según la ecuación:
( ) XTlPRqst ⎥⎦
⎤⎢⎣
⎡−=
δδ ln 2.5
En la deducción de la ecuación 2.5, que es una forma de la ecuación de
Clausius Clapeyron, se supone que el adsorbato se comporta como un gas ideal y
que el volumen molar de la fase adsorbida es despreciable comparado con el del
adsorbato. Everett[35] ha discutido la validez de estas suposiciones y estima que
pueden contribuir a un error en el valor de qst de alrededor de un 3%, para el caso
de vapores orgánicos por debajo de su punto de ebullición.
La entropía molar diferencial de adsorción ( SΔ ) se calcula a partir de la
ecuación 2.3, conocidos μΔ y HΔ . La entropía tendrá dos contribuciones
principales, la configuracional y la térmica, la primera: depende de la forma de
arreglos de las moléculas de adsorbato en la superficie del sólido, así como de las
interacciones entre ellas [36].
CAPÍTULO II Desarrollo Experimental
Diana Gutiérrez Montes de Oca 36
Es preciso discutir los métodos de evaluación de superficies específicas y de
cálculo de distribuciones de tamaños de poros. Considerando estos dos aspectos, es
necesario señalar previamente las distintas clases de interacciones adsorbato-
adsorbente (o fuerzas de adsorción) que pueden influenciar el mecanismo y
especificidad de la fisisorción.
2.2.2.2 Isotermas de adsorción: clasificación El hecho de que la energía potencial de una molécula de un gas disminuya en
las cercanías de una superficie, implica que la concentración será mayor en ella que
en el propio gas, es decir, que se habrá adsorbido. Con ello, la cantidad adsorbida no
se limitará a una sola capa, en la que se produce un mínimo de potencial de
adsorción, sino que irá aumentando conforme lo haga la presión del sistema y, si
existen mesoporos en el sólido, se acabará produciendo condensación capilar. Es
evidente que la cantidad adsorbida de un gas por un sólido depende de la
temperatura y presión, así como de la naturaleza del gas y del sólido. Por tanto, para
un sistema dado, a una temperatura constante, la variación de la cantidad adsorbida
con la presión constituye una isoterma de adsorción.
Las isotermas de adsorción no presentan siempre la misma forma, ya que
existen apreciables diferencias en los calores de adsorción de distintos adsorbentes
para un adsorbato dado, lo que significa que la forma de la isoterma es altamente
dependiente de la naturaleza del adsorbente. Si un determinado sólido es
mesoporoso, la condensación capilar se producirá a presiones relativas medias o
altas de la isoterma de adsorción, mientras que si es microporoso el llenado de los
poros se producirá a bajas presiones. Esta es la razón fundamental por la que la
forma de la isoterma de adsorción puede proporcionar información acerca de los
procesos que tienen lugar en la interfase sólido-adsorbato.
Se han propuesto muchas clasificaciones de las isotermas de adsorción[37,38],
pero la que es aceptada en la actualidad como más adecuada es la propuesta por
CAPÍTULO II Desarrollo Experimental
Diana Gutiérrez Montes de Oca 37
Brunauer, Deming, Deming y Teller (BDDT)[39], que distingue 5 tipos de isotermas, si
bien se incluye, además, un sexto tipo que ha sido identificado en los últimos años.
Los seis tipos de isotermas de adsorción se dan en la Figura 2.2. Se analizarán cada
uno de ellos por separado, indicando los procesos fundamentales diferenciadores
que se presentan en cada caso[34]:
• Tipo I o tipo Langmuir.- Es característico de procesos en los que se produce
el llenado de los microporos. Es el caso típico de los carbones activos. Su
interpretación se contempla fundamentalmente desde el punto de vista de la
teoría potencial de Polanyi-Dubinin.
• Tipo II.- Es característico de procesos de adsorción en sólidos no porosos o
macroporosos. Representa el caso de adsorción en mono-multicapa, cuyo
estudio queda perfectamente definido mediante el modelo B.E.T. Es
característico el llamado punto B, que indica el momento en el que se
completa la monocapa. Un ejemplo típico de este grupo lo constituyen los
carbones grafíticos no porosos y diversos tipos de zeolitas
• Tipo III.- Es característico de procesos de adsorción en sólidos no porosos en
los que la interacción adsorbente-adsorbato es débil, por lo que no se forma el
codo de las isotermas tipo II ni se puede definir el punto B. El estudio de estos
procesos es bastante difícil, debido a que no existe prácticamente una
interacción superficial sólido-gas. Ejemplos típicos son muchos óxidos
metálicos.
• Tipo IV.- Se caracteriza por la presencia de ciclos de histéresis. Su parte
inicial es semejante a la de la isoterma tipo II, pero a presiones medias
comienza la condensación capilar en mesoporos. A partir de la rama de
desorción de estas isotermas se puede determinar la distribución de tamaños
de los poros. Las sílices y alúminas son ejemplos representativos.
CAPÍTULO II Desarrollo Experimental
Diana Gutiérrez Montes de Oca 38
• Tipo V.- Son poco comunes y las de más difícil interpretación. La afinidad del
adsorbente (poroso en este caso, en contraste con el tipo III) por el adsorbato
es baja y la histéresis enlaza con el llenado de los poros; además, nunca se
obtienen superficies específicas, ni de distribuciones de tamaños de poros que
sean fiables. Es típica de la adsorción de vapor de agua por carbones a
temperaturas cercanas a la ambiente.
• Tipo VI.- Es característico de la adsorción en multicapa de gases nobles sobre
superficies altamente uniformes. Cada una de las primeras capas se adsorbe
dentro de un cierto rango de presiones correspondiendo cada escalón al
llenado de una capa, hasta un total de 2 ó 3 capas. Se trata de procesos de
adsorción cooperativos que contribuyen a que cada capa actúe positivamente
a la formación de la siguiente mediante interacciones laterales de las propias
moléculas. Son poco comunes, entre otras razones, porque la gran mayoría
de los adsorbentes utilizados suelen ser heterogéneos; no obstante, la
adsorción de Kr sobre “papyex” o “graphoil” (dos grafitos exfoliados)
constituyen ejemplos típicos.
Fig. 2.2 Clasificación BDDT de las Isotermas de Adsorción
CAPÍTULO II Desarrollo Experimental
Diana Gutiérrez Montes de Oca 39
2.2.2.3 Textura porosa de los sólidos
La adsorción física de gases y vapores constituye una de las técnicas más
completas y extendidas para el estudio de la textura de adsorbentes de todo tipo,
aunque no es la única que hoy se utiliza. Existen otras técnicas, tales como la
porosimetría de mercurio, medidas de permeabilidad, difracción de rayos X (de
ángulo pequeño y normal), técnicas cromatográficas, técnicas calorimétricas y
microscopía electrónica.[40] Ninguna de éstas es tan utilizada como la de adsorción,
debido a que aquellas suelen tener elevado costo y, en muchos casos, por ser de
implantación reciente; además, la adsorción física de gases permite el estudio de
todo tipo de texturas porosas, mientras que las demás técnicas cubren únicamente
un intervalo de porosidad más o menos restringido.
El término de textura engloba tres términos generales: superficie específica,
distribuciones de porosidad y establecimiento de la porosidad propiamente dicha en
cada adsorbente. Estos tres aspectos pueden englobarse en uno solo, porosidad, ya
que este término contiene y completa a los otros dos. Lo que ocurre es que la
cuantificación de la porosidad únicamente es posible en términos de superficie
específica y distribuciones de tamaños de poros.
Las propiedades superficiales que presentan los adsorbentes vienen
determinadas esencialmente, como ya se ha dicho, por su porosidad. Ello obliga a
señalar, de forma general, zonas de porosidad característica, las cuales definan
aspectos del sólido perfectamente diferenciados entre sí. Se han realizado muchos
intentos de clasificación de dichas zonas, sobre todo atendiendo a los tamaños de
los poros que se implican en cada una de ellas. El tamaño de un poro queda
definido, en principio, por varios parámetros, pero se ha sugerido como más
adecuado el radio hidráulico cuyo valor es el cociente entre la superficie y el
perímetro del poro.[41] En el caso de suponer poros cilíndricos (caso más usual) se ha
de utilizar el llamado radio equivalente, cuyo valor es dos veces el del radio
hidráulico.
CAPÍTULO II Desarrollo Experimental
Diana Gutiérrez Montes de Oca 40
Los poros son clasificados de acuerdo a su disponibilidad a un fluido externo
de la siguiente manera:
Poros cerrados: Totalmente aislados de sus vecinos. Influencian propiedades
macroscópicas como la densidad, fortaleza mecánica y conductividad térmica,
pero son activos en procesos como flujo de fluidos y adsorción de gases.
Poros abiertos: Poseen canales continuos de comunicación con la superficie
externa del material.
En la figura 2.3 se muestra gráficamente los modelos comunes y la geometría
de poros.
Fig. 2.3 Modelos comunes de poros y Tipos de poros
CAPÍTULO II Desarrollo Experimental
Diana Gutiérrez Montes de Oca 41
Las geometrías más frecuentes de los poros son:
Poros cilíndricos (por ejemplo en alúmina y óxido de magnesio).
Poros en forma de rendija o hendidura (en carbones activados y arcillas).
Espacios o huecos entre esferas de sólido conectadas (en sílice y otros
sólidos obtenidos a partir de geles).
Poros en forma de tintero (ink-bottle shaped): el cuerpo del poro es mayor
que su boca.
Poros en forma de embudo (funnel shaped): contrario al anterior.
La clasificación de poros que actualmente se admite, como más general, es la
sugerida por el IUPAC, que señala tres grupos:
- Microporos, con diámetros inferiores a 2 nm.
- Mesoporos, con diámetros comprendidos entre 2 y 50 nm.
- Macroporos, con diámetros superiores a 50 nm.
Dubinin [41] señala que los microporos se extienden hasta un diámetro de 0.7-
0.8 nm, siendo el intervalo comprendido entre 0.8 y 1.5 - 2.0 nm el correspondiente a
un tipo de poros intermedios entre micro y mesoporos, a los que denomina
supermicroporos.
El término es generalmente aceptado, si bien ello conllevaría también que se
definieran los supermesoporos y otros términos muchos más sutiles, que invalidarían
el intento de clasificación. Cabe señalar que un grupo reducido de autores[42] prefieren llamar submicroporos a los poros de diámetro inferior a 0.7-0.8 nm y
microporros a los que tienen de 0.8 a 1.5-2.0 nm de diámetro; el término no es usado
en la práctica, si bien sería más lógico lingüísticamente. En todo caso, si se
aceptase, la idea sería totalmente idéntica a la sugerida por Dubinin.
CAPÍTULO II Desarrollo Experimental
Diana Gutiérrez Montes de Oca 42
Ante todas estas limitaciones relativas a los tamaños de los microporos, cabe
plantearse el problema de los límites de porosidad considerando los diferentes
mecanismos de adsorción característicos de cada intervalo de tamaño de poros. En
los microporos, la energía de interacción para las moléculas es bastante mayor que
la correspondiente a una superficie no porosa. Por supuesto que la magnitud de la
energía de adsorción viene dada por la forma y el tamaño del poro, pero quizás lo
más importante sea la relación entre su tamaño y el de la molécula de adsorbato.
Si el llenado de los microporos se produce porque éstos son lo
suficientemente pequeños como para que se exalte el potencial de adsorción, el
límite superior de los microporos no será idéntico para todos los sistemas, sino que
dependerá de cada sistema adsorbente-adsorbato en concreto. Por otra parte, si se
consideran los microporos como aquellos poros en los que no puede tener lugar la
condensación capilar en el sentido clásico, entonces el límite superior debería
corresponder a 465 veces el tamaño de la molécula de adsorbato, cuando ya el
efecto de las paredes opuestas prácticamente desaparece. Sin embargo, cuando el
microporo tiene dimensiones ligeramente superiores a las del adsorbato, existe un
único mínimo de energía de interacción, que se sitúa entre las dos paredes opuestas
del microporo.
Cuando el tamaño del poro aumenta ligeramente, la energía disminuye
drásticamente pasando a presentar dos mínimos correspondientes a las capas
adsorbidas sobre cada pared de dicho poro, llegando a hacerse ambos mínimos casi
totalmente independientes. En este sentido se debería llamar microporos únicamente
a aquéllos que fuesen de dimensiones moleculares, llenándose a presiones relativas
muy bajas, (inferiores a 0.01[43]), en la región definida por la ley de Henry. Por ello,
teniendo en cuenta los tamaños de las moléculas de los adsorbatos más usuales, se
podría fijar el límite cerca de 1 nm. Para dimensiones algo mayores, el potencial de
adsorción disminuye, pero aún no se puede hablar de condensación capilar, por lo
que se introduce el término de supermicroporos
CAPÍTULO II Desarrollo Experimental
Diana Gutiérrez Montes de Oca 43
Para diámetros de poros comprendidos entre aproximadamente 1 y 2 nm de
diámetro; en este intervalo de porosidad el mecanismo de adsorción cambia sin
llegar a iniciarse la condensación capilar, que todavía no es posible. Pues bien, la
zona de los supermicroporos sería entonces la que corresponde al codo de las
isotermas de adsorción de tipo I, antes de que se inicie la porción recta de dichas
isotermas (presiones relativas inferiores a 0.3, por lo general). Esta nueva
clasificación de tamaños de poros está fundamentada en aspectos teóricos y en la
observación de multitud de isotermas que pretenden generalizar el comportamiento
de distintos adsortivos para un mismo sólido.
Se presentan cuatro grupos de poros, cada uno de los cuales está caracterizado
por las siguientes particularidades:
Microporos. Se llenan a bajas presiones relativas (como máximo a 0.01) en un
proceso de adsorción física de gases. Sus dimensiones son del orden de la
molécula a adsorberse, lo que descarta la posibilidad de una condensación
capilar, pues no es posible la formación de un menisco. El volumen ocupado por
estos poros oscila generalmente entre 0.2 y 0.6 ml/g de adsorbato líquido, y su
superficie constituye, al menos, el 95% de la superficie total de, por ejemplo, un
carbón activo[44].
Supermicroporos. Se llenan a presiones relativas comprendidas entre 0.01 y 0.3
en un proceso de adsorción física de gases. Sus dimensiones son algo superiores
a las de las moléculas a adsorber e inferiores a las de los mesoporos. El valor de
la superficie y volumen de poros se ha asociado tradicionalmente a los
microporos, por lo que no se señalarán valores para ninguno de los dos. Su
evaluación es también compleja.
Mesoporos. Se llenan a presiones relativas por encima de 0.3, siendo posible la
formación de menisco y de condensación capilar; por tanto, sus dimensiones
corresponden a varios diámetros moleculares. En el caso de un carbón activo
CAPÍTULO II Desarrollo Experimental
Diana Gutiérrez Montes de Oca 44
típico el volumen correspondiente a estos poros suele ser menor de 0.1 ml/g de
adsorbato líquido y su superficie es generalmente inferior al 5% de la superficie
total del adsorbente, aunque a veces se ha llegado hasta 200 m2/g[45]. Se evalúan
a partir de datos de condensación capilar, porosimetría de mercurio y empleando
algunas ecuaciones teóricas propuestas para la adsorción en mesoporos. En el
caso de grafitos constituyen más del 70% de la superficie total llegándose a
obtener valores de hasta 50 m2/g[46].
Macroporos. No se llenan, por razones cinéticas, mediante condensación capilar.
Su volumen ocupado, en el caso de una estructura zeolítica típica, es menor de
0.1 ml/g de adsorbato líquido y su superficie oscila entre 0.5 y 2 m2/g[47]. Son
evaluables generalmente mediante porosimetría de mercurio.
En la caracterización textural los parámetros a determinar son la superficie
específica, el volumen y distribución de los poros del material o catalizador. Para la
determinación de la superficie se recurre al proceso de adsorción de un gas,
generalmente nitrógeno, a baja temperatura. La isoterma de adsorción se determina
volumétrica o gravimétricamente: en el sistema volumétrico la cantidad adsorbida se
calcula mediante la aplicación de las leyes de los gases a partir de la presión y
volumen del adsorbato antes y después de la adsorción. En el sistema gravimétrico,
se mide directamente la ganancia de peso experimentado por la muestra como
consecuencia de la adsorción. En cualquier caso la representación de la cantidad
adsorbida en función de la presión de equilibrio es una curva isoterma.
El cálculo de la superficie a partir de la isoterma de adsorción se basa en la
facilidad de poder determinar en ella la zona que corresponde a la formación de la
monocapa de moléculas de gas adsorbido. Multiplicando el volumen de la monocapa
por el área ocupada por una molécula del gas adsorbido se puede determinar la
superficie.
CAPÍTULO II Desarrollo Experimental
Diana Gutiérrez Montes de Oca 45
Desde un punto de vista práctico, el conocimiento del volumen de poros y la
distribución de tamaño de los mismos, son los aspectos más importantes de la
caracterización de los materiales en general, puesto que estos parámetros son los
que van a permitir conocer directamente la cantidad de adsorbato que se puede
retener según el diámetro de las moléculas en relación al tamaño de los poros.
El volumen total de poros de una zeolita puede obtenerse a partir de las
densidades de helio y mercurio del material (32), puesto que los átomos de helio,
debido a su pequeño tamaño, pueden penetrar en los poros más pequeños, y el
mercurio no penetra en el sistema poroso a presión atmosférica debido a que no
moja los sólidos, así se entiende el fundamento de este procedimiento de cálculo. De
esta forma, el volumen total de poros puede calcularse según la expresión:
HeHg ddV 11
−= 2.6
donde Hgd , y Hed son las densidades respectivas del sólido determinadas con
mercurio y helio. Si en lugar de utilizar helio se seleccionan gases o líquidos de
dimensiones crecientes que puedan penetrar en los poros, se pueden calcular los
volúmenes de poros en función de los tamaños de los mismos, según la expresión:
aHga dd
V 11−= 2.7
siendo ad la densidad del sólido determinada con el líquido usado y aV es el
volumen adsorbido. De este modo se obtendría una distribución experimental de
tamaños de poros.
El volumen y distribución de los macro y gran parte de los mesoporos se
puede determinar mediante porosimetría de mercurio basada en la penetración de
CAPÍTULO II Desarrollo Experimental
Diana Gutiérrez Montes de Oca 46
este metal líquido en el sólido empleando crecientes presiones (la limitación de la
técnica es que no se produzca la rotura del sistema poroso como consecuencia de
las elevadas presiones que se suelen alcanzar).
El volumen y distribución de los meso y microporos puede obtenerse mediante
el adecuado análisis de las isotermas de adsorción de diferentes gases y vapores de
distintos tamaños moleculares. De nuevo, la suma de los volúmenes de poros
obtenidos mediante las diferentes técnicas deberá ser coincidente con el calculado
mediante medidas de densidades aparentes.
Un aspecto muy importante, en cuanto a porosidad se refiere, es el
concerniente a la forma de los poros de un adsorbente dado, así como al cálculo de
la distribución del tamaño de poros para cada adsorbente. Una forma de obtener esta
información por aplicación de las técnicas de adsorción física, consiste en estudiar la
rama de desorción de la isoterma y la forma y tamaño de los ciclos de histéresis.
Esto hace necesaria una revisión general sobre el fenómeno de la histéresis,
tendente a exponer la problemática actual en este campo. Sin embargo, en los
últimos años ha aparecido un fenómeno adicional consistente en que los ciclos de
histéresis en las isotermas de adsorción-desorción de sólidos microporosos no son
cerrados, sino que permanecen abiertos aún a muy bajas presiones.
La clasificación dada por la IUPAC consta de 4 tipos de curvas las cuales se
muestran en la fig. 2.4. La curva H1 es frecuentemente obtenida con aglomerados o
compactados de partículas, para la curva H2 la distribución del tamaño y forma de
poros no está bien definida, caso contrario a la H3 y la H4 consta de microporos.
CAPÍTULO II Desarrollo Experimental
Diana Gutiérrez Montes de Oca 47
Fig. 2.4 Clasificación de las Isotermas según la IUPAC.
2.3 EVALUACIÓN DE LOS MATERIALES
2.3.1 Adsorción de Hidrógeno por quimisorción
Esta prueba consiste en el análisis de una pequeña cantidad de muestra, (en
muestras sólidas se recomienda pesar entre 50 y 100 mg y en el caso de polvos muy
finos la muestra deberá ser menor a 50 mg ya que cantidades grandes de polvo fino
podrían bloquear el flujo de gas; lo que ocasionaría un incremento en la presión y
ésta forzaría a la muestra a salir del tubo provocando contaminación o daño al
analizador). Esta muestra se colocó en el microreactor donde se calienta por medio
del horno eléctrico, cuya temperatura es controlada por un programador.
La muestra se mantuvo en una corriente de gas inerte (Argón) a la presión
atmosférica. Antes de empezar la desorción, la muestra fue previamente tratada en
una corriente de Nitrógeno, a una temperatura de 200°C, durante un tiempo de 45
minutos, con la finalidad de eliminar humedad y volatilizar los gases y sustancias
contenidos en ésta. Posteriormente un gas (hidrógeno) fue adsorbido en la superficie
del sólido mediante su inyección por pulsos hasta su saturación. La desorción se
llevó a cabo cuando se incrementó la temperatura de la muestra hasta 500°C por 1
hr. En el proceso de desorción, la temperatura y el tiempo se comportan de manera
lineal.
CAPÍTULO II Desarrollo Experimental
Diana Gutiérrez Montes de Oca 48
El sistema de captación de datos está compuesto por un termopar insertado
estratégicamente en el reactor que permite monitorear la temperatura durante el
desarrollo del análisis. El detector de conductividad térmica (TCD) mide los cambios
de conductividad de la corriente del gas de arrastre durante todo el proceso.[28]
Una vez terminada la corrida experimental se obtiene un termograma, el cual
mediante un análisis de integración cromatográfico reporta las unidades de área
correspondientes a cada pico y previo cálculo del factor cromatográfico, se obtiene a
su vez, el consumo de hidrógeno por gramo de muestra.[28]
El análisis se llevó acabo en el equipo TPD (Desorción a Temperatura
Programada) / TPR (Reducción a Temperatura Programada) 2900 Micromeritics, el
cual está compuesto por un TCD –trabajando a una corriente de 51 mA-, un
microreactor de cuarzo, un sistema de válvulas de alimentación de gases (H2, N2 y
Ar), un programador de temperatura y un horno de calentamiento. En la figura 2.6 se
muestra un diagrama esquemático del equipo.
Existen otras pruebas para la evaluación del material como la prueba de TGA
(Análisis Termogravimétrico) la cual está basada en la medida de la variación de la
masa de una muestra cuando es sometida a un cambio de temperatura en una
atmósfera controlada (O2, N2, H2). Esta variación puede ser una pérdida o una
ganancia de masa. El registro de estos cambios proporciona información sobre si la
muestra se descompone o reacciona con otros componentes. La termogravimetría
puede utilizarse conjuntamente con otras técnicas, como por ejemplo ATD (Análisis
Térmico Diferencial) o DSC (Calorimetría por Barrido Diferencial), ya que permiten
obtener información complementaria acerca del comportamiento térmico de la
muestra.
CAPÍTULO II Desarrollo Experimental
Diana Gutiérrez Montes de Oca 49
Fig. 2.5 Diagrama de equipo TPD/TPR para análisis de adsorción a temperatura
Diana Gutiérrez Montes de Oca 50
CAPÍTULO III
DISCUSIÓN Y
ANÁLISIS DE
RESULTADOS
CAPÍTULO III Discusión y Análisis de Resultados
Diana Gutiérrez Montes de Oca 51
CAPÍTULO III DISCUSIÓN Y ANÁLISIS DE RESULTADOS
3.1 DIFRACCIÓN DE RAYOS X
En la figura 3.1 se representan los difractogramas del Sistema I en el cual se
puede observar que en la muestra 1 (2 hrs molienda) los picos encontrados tanto
para el TiO2 como para el C20H28O8Zr coinciden con los mismos picos observados en
la muestra 6 (70 hrs molienda), ésto quiere decir que a través del incremento en el
tiempo de molienda, la mezcla sigue con los compuestos base sin modificación
alguna y por lo tanto no presenta ningún pico ajeno que demuestra la existencia de
un tercer compuesto formado.
Los difractogramas para cada muestra del sistema acetilacetonato de zirconio
más dióxido de titanio revelaron que la mezcla resultante para cada caso es bastante
estable, ya que se observó que no existe cambio alguno al final de las moliendas, es
decir, los resultados arrojados indican que los compuestos puros siguen presente sin
presencia de algún producto.
Por el contrario en el sistema II se observa un cambio progresivo a través del
tiempo de la molienda. En la fig.3.2 se presenta el análisis de difracción de las
muestras correspondientes al sistema II. En primer lugar se observa de los
difractogramas obtenidos, que el TiO2 sigue presente aún después de la molienda de
70 hrs ya que los picos característicos de este compuesto se presentan sin cambio
alguno en los distintos tiempos de molienda. También se puede decir que el ZrCl4 ya
no está presente como tal ya que los picos obtenidos en este análisis no coinciden
con las tarjetas reportadas para este compuesto.
Es necesario mencionar que se presentaron muchas complicaciones para la
identificación de los demás picos existentes en los difractogramas obtenidos para
este sistema. Durante el análisis de Difracción de rayos X se observó que la muestra
CAPÍTULO III Discusión y Análisis de Resultados
Diana Gutiérrez Montes de Oca 52
se descomponía en el transcurso del análisis. Al comparar los picos obtenidos con
las cartas reportadas para ZrCl4 se encontró que ninguna de ellas coincidía con los
picos del difractograma. Se consultaron 3 bancos de información de los cuales se
obtuvieron las siguientes cartas para el ZrCl4: 074-0425, 003-0086, 003-0839 y 72-
1074. Para poder identificar los picos restantes y tomando en consideración que el
ZrCl4 se descompone en sus diferentes cloruros, se hizo el análisis con las cartas
para ZrCl, ZrCl2 y ZrCl3, encontrando que posiblemente los picos resultantes
pertenecen a estos compuestos.
A continuación se presentan los difractogramas obtenidos para cada muestra
de ambos sistemas en donde se puede observar claramente para el sistema I que los
compuestos base de los que se está partiendo continúan en la mezcla aún después
de que ésta fue sometida a 70 hrs de molienda.
Fig. 3.1 Difracción de rayos X del sistema I a tiempo variable de molienda.
CAPÍTULO III Discusión y Análisis de Resultados
Diana Gutiérrez Montes de Oca 53
Fig. 3.2 Difracción de rayos X del sistema II a tiempo variable de molienda.
3.2 CARACTERIZACIÓN MEDIANTE TEXTURA
La determinación exacta de la forma de poros esta íntimamente relacionada
con la isoterma de adsorción - desorción y más particularmente con el rizo o loop de
histéresis clasificado por la IUPAC (International Union of Pure and Apllied
Chemistry) [48].
En las figuras 3.3 y 3.4 se presentan las gráficas de adsorción-desorción y la
distribución de diámetros de poros para las muestras del sistema I sintetizadas
mediante el método de aleado mecánico.
CAPÍTULO III Discusión y Análisis de Resultados
Diana Gutiérrez Montes de Oca 54
0.0 0.1 0.2 0.3 0.4 0.5 0.6 0.7 0.8 0.9 1.00.0
0.1
0.2
0.3
0.4
0.5
0.6
0.7
0.8
Vólu
men
Ads
orbi
do
[cm
3 /g ]
Presión Relativa [P/Po]
Adsorción Desorción
Muestra 1 - Sistema I
(A)
0,0 0,1 0,2 0,3 0,4 0,5 0,6 0,7 0,8 0,9 1,00
2
4
6
8
10
12
14
16
18
20
Vólu
men
Ads
orbi
do
[cm
3 /g ]
Presión Relativa [P/Po]
Adsorción Desorción
Muestra 2 - Sistema I
(B)
0,0 0,1 0,2 0,3 0,4 0,5 0,6 0,7 0,8 0,9 1,00,00,20,40,60,81,01,21,41,61,82,02,22,42,62,8
Vólu
men
Ads
orbi
do
[cm
3 /g ]
Presión Relativa [P/Po]
Adsorción Desorción
Muetra 3 - Sistema I
(C)
0,0 0,1 0,2 0,3 0,4 0,5 0,6 0,7 0,8 0,9 1,00,00,20,40,60,81,01,21,41,61,82,02,22,42,62,83,0
Vólu
men
Ads
orbi
do
[cm
3 /g ]
Presión Relativa [P/Po]
Adsorción Desorción
Muestra 4 - Sistema I
(D)
0,0 0,1 0,2 0,3 0,4 0,5 0,6 0,7 0,8 0,9 1,00,0
0,5
1,0
1,5
2,0
2,5
3,0
3,5
4,0
4,5
5,0
Vólu
men
Ads
orbi
do
[cm
3 /g ]
Presión Relativa [P/Po]
Adsorción Desorción
Muetra 5 - Sistema I
(E)
0,0 0,1 0,2 0,3 0,4 0,5 0,6 0,7 0,8 0,9 1,00
2
4
6
8
10
12
Vólu
men
Ads
orbi
do
[cm
3 /g ]
Presión Relativa [P/Po]
Adsorción Desorción
Muestra 6 - Sistema I
(F)
Fig. 3.3 Isotermas de adsorción del sistema I, muestras A – F.
CAPÍTULO III Discusión y Análisis de Resultados
Diana Gutiérrez Montes de Oca 55
10 100 10000,0000
0,0005
0,0010
0,0015
0,0020
0,0025
0,0030
Muestra 1 - Sistema I
Volu
men
de
Poro
(cm
3 /g)
Diámetro de Poro (A)
AdsorciónDesorción
(A)
10 100 10000,000
0,005
0,010
0,015
0,020
0,025
0,030
0,035
0,040
0,045
0,050
0,055
Muestra 2 - Sistema I
Volu
men
de
Poro
(cm
3 /g)
Diámetro de Poro (A)
AdsorciónDesorción
(B)
10 100 10000,000
0,001
0,002
0,003
0,004
0,005
0,006
0,007
0,008Muestra 3 - Sistema I
Volu
men
de
Poro
(cm
3 /g)
Diámetro de Poro (A)
AdsorciónDesorción
(C)
10 100 10000,000
0,001
0,002
0,003
0,004
0,005
0,006
0,007Muestra 4 - Sistema I
Volu
men
de
Poro
(cm
3 /g)
Diámetro de Poro (A)
AdsorciónDesorción
(D)
10 100 10000,000
0,002
0,004
0,006
0,008
0,010
0,012
0,014
0,016
0,018
0,020Muestra 5 - Sistema I
Volu
men
de
Poro
(cm
3 /g)
Diámetro de Poro (A)
AdsorciónDesorción
(E)
10 100 10000,000
0,002
0,004
0,006
0,008
0,010
0,012
0,014
0,016
Muestra 6 - Sistema I
Volu
men
de
Poro
(cm
3 /g)
Diámetro de Poro (A)
AdsorciónDesorción
(F)
Fig. 3.4 Distribución de diámetros de poros adsorción sistema I, muestras A –F.
CAPÍTULO III Discusión y Análisis de Resultados
Diana Gutiérrez Montes de Oca 56
Muestra 1 – Sistema 1:
Para el caso de la muestra 1 (Fig. 3.3-A) de composición 50 % Ti- 50 % Zr,
presenta un área de 1.224 m2/g (BET). Presenta una área de 0.9632 m2/g (BET) a
P/Po de 0.1996, un área BET Total de 1.2274 m2/g y/o 0.7160 m2/g (BJH) para la
desorción, el diámetro promedio de poros fue de 35.3299 Å (BET) y de 39.0893 Å
(BJH-Adsorción) y/o 51.2710 Å (BJH-Desorción). El volumen de poro determinado
fue de 0.001084 cm3/g (BET) a P/Po de 0.989 y de 0.001152 cm3/g (BJH-Adsorción)
y/o 0.000918 cm3/g (BJH-Desorción)
Si bien la isoterma de adsorción y de desorción no presenta una
homogeneidad en el rizo de histéresis (Fig. 3.4-A), el comportamiento de la muestra
puede ser asociado de inmediato con la técnica de síntesis del material, en donde
además se menciona que la consolidación del material no es óptima a este tiempo
del proceso de molienda. El volumen adsorbido por la muestra es bastante bajo con
un valor máximo que oscila sobre 1 cm3/g.
En cuanto a la distribución porosa, la muestra presenta un comportamiento
mesoporoso con acentuado decremento a contener poros grandes de hecho al
realizar el análisis se ha determinado un diámetro promedio de poros fue de 35.3299
Å (BET) y de 39.0893 Å (BJH-Adsorción) y/o 51.2710 Å (BJH-Desorción), para esta
muestra.
Muestra 2 – Sistema I:
Presenta una isoterma del tipo no consolidado (Fig. 3.3-B). Si bien se conoce
que la curva H1 es frecuentemente obtenida con aglomerados o compactados de
partículas, en la realidad experimental es difícil su clasificación, se cree que esta
muestra está conformada principalmente por mesoporos, su distribución porosa está
descrita por un espectro amplio de tamaños de poros. Presenta una área de 15.7474
m2/g (BJH) para la desorción, el diámetro promedio de poros fue de 109.6516 Å
CAPÍTULO III Discusión y Análisis de Resultados
Diana Gutiérrez Montes de Oca 57
(BJH-Adsorción) y/o 76.1230 Å (BJH-Desorción). El volumen de poro determinado
fue de 0.030854 cm3/g (BET) a P/Po de 0.998 y de 0.031022 cm3/g (BJH-Adsorción)
y/o 0.029968 cm3/g (BJH-Desorción) (Fig. 3.4-B).
Muestra 3 – Sistema I:
Presenta un loop de histerésis del tipo H3 (Fig. 3.3-C), esta muestra está
conformada principalmente por mesoporos, su distribución está descrita por una
gaussiana unimodal (Fig. 3.4-C). Presenta una área de 1.8317 m2/g (BET) a P/Po de
0.1995, un área BET Total de 2.5428 m2/g y/o 3.2246 m2/g (BJH) para la desorción,
el diámetro promedio de poros fue de 51.9844 Å (BET) y de 61.5793 Å (BJH-
Adsorción) y/o 39.2366 Å (BJH-Desorción). El volumen de poro determinado fue de
0.003305 cm3/g (BET) a P/Po de 0.982 y de 0.003748 cm3/g (BJH-Adsorción) y/o
0.003163 cm3/g (BJH-Desorción) .
Muestra 4 – Sistema I:
Presenta una isoterma no consolidada (Fig. 3.3-D), esta muestra está
conformada principalmente por mesoporos, su distribución está descrita por una
gaussiana bimodal (Fig. 3.4-D). Presenta una área de 2.6472 m2/g (BET) a P/Po de
0.1997 un área BET Total de 4.6269 m2/g y/o 2.7731 m2/g (BJH) para la desorción, el
diámetro promedio de poros fue de 37.5618 Å (BET) y de 112.8001 Å (BJH-
Adsorción) y/o 46.2058 Å (BJH-Desorción). El volumen de poro determinado fue de
0.004345 cm3/g (BET) a P/Po de 0.987 y de 0.010528 cm3/g (BJH-Adsorción) y/o
0.003203 cm3/g (BJH-Desorción).
Muestra 5 – Sistema I:
Esta muestra está conformada principalmente por mesoporos (Fig. 3.4-E).
Presenta una área de 2.5344 m2/g (BJH) para la desorción, el diámetro promedio de
poros fue de 83.4271 Å (BJH-Adsorción) y/o 98.6232 Å (BJH-Desorción). El volumen
CAPÍTULO III Discusión y Análisis de Resultados
Diana Gutiérrez Montes de Oca 58
de poro determinado fue de 0.006586 cm3/g (BET) a P/Po de 0.983 y de 0.006835
cm3/g (BJH-Adsorción) y/o 0.006249 cm3/g (BJH-Desorción)
Muestra 6 – Sistema I:
Presenta una isoterma del tipo III e Histéresis tipo H3 (Fig. 3.3-F), esta
muestra está conformada principalmente por mesoporos (Fig. 3.4-F). Presenta una
área de 4.6029 m2/g (BET) a P/Po de 0.1992, un área BET Total de 5.7528 m2/g y/o
7.3560 m2/g (BJH) para la desorción, el diámetro promedio de poros fue de 95.8954
Å (BET) y de 90.6769 Å (BJH-Adsorción) y/o 81.0459 Å (BJH-Desorción). El volumen
de poro determinado fue de 0.013792 cm3/g (BET) a P/Po de 0.982 y de 0.015849
cm3/g (BJH-Adsorción) y/o 0.014904 cm3/g (BJH-Desorción).
Para las muestras del sistema II se presentan las gráficas de adsorción-
desorción y la distribución de diámetros de poros en las figuras 3.5 y 3.6
Muestra 1 - Sistema II
Presenta una isoterma del tipo III e Histéresis tipo H3 (Fig. 3.5-A), esta
muestra está conformada principalmente por mesoporos, su distribución está descrita
por una gaussiana bimodal (Fig. 3.6-A). Presenta una área de 39.6985 m2/g (BET) a
P/Po de 0.1975, un área BET Total de 40.8362 m2/g y/o 37.1622 m2/g (BJH) para la
desorción, el diámetro promedio de poros fue de 48.1893 Å (BET) y de 70.9928 Å
(BJH-Adsorción) y/o 58.8051 Å (BJH-Desorción). El volumen de poro determinado
fue de 0.049197 cm3/g (BET) a P/Po de 0.981 y de 0.049280 cm3/g (BJH-Adsorción)
y/o 0.054633 cm3/g (BJH-Desorción).
CAPÍTULO III Discusión y Análisis de Resultados
Diana Gutiérrez Montes de Oca 59
0,0 0,1 0,2 0,3 0,4 0,5 0,6 0,7 0,8 0,9 1,00
5
10
15
20
25
30
35
40
Vólu
men
Ads
orbi
do
[cm
3 /g ]
Presión Relativa [P/Po]
Adsorción Desorción
Muetra 1 - Sistema II
(A)
0,0 0,1 0,2 0,3 0,4 0,5 0,6 0,7 0,8 0,9 1,00
5
10
15
20
25
30
35
40
45
50
55
Vólu
men
Ads
orbi
do
[cm
3 /g ]
Presión Relativa [P/Po]
Adsorción Desorción
Muetra 2 - Sistema II
(B)
0,0 0,1 0,2 0,3 0,4 0,5 0,6 0,7 0,8 0,9 1,00
5
10
15
20
25
30
35
40
45
50
Vólu
men
Ads
orbi
do
[cm
3 /g ]
Presión Relativa [P/Po]
Adsorción Desorción
Muetra 3 - Sistema II
(C)
0,0 0,1 0,2 0,3 0,4 0,5 0,6 0,7 0,8 0,9 1,00
5
10
15
20
25
30
35
40
45
50
55
Vólu
men
Ads
orbi
do
[cm
3 /g ]
Presión Relativa [P/Po]
Adsorción Desorción
Muestra 4 - Sistema II
(D)
0,0 0,1 0,2 0,3 0,4 0,5 0,6 0,7 0,8 0,9 1,00123456789
1011121314
Vólu
men
Ads
orbi
do
[cm
3 /g ]
Presión Relativa [P/Po]
Adsorción Desorción
Muestra 5 - Sistema II
(E)
0,0 0,1 0,2 0,3 0,4 0,5 0,6 0,7 0,8 0,9 1,00
5
10
15
20
25
30
35
40
Vólu
men
Ads
orbi
do
[cm
3 /g ]
Presión Relativa [P/Po]
Adsorción Desorción
Muestra 6 - Sistema II
(F)
Fig. 3.5 Isotermas de adsorción del sistema II, muestras A – F.
CAPÍTULO III Discusión y Análisis de Resultados
Diana Gutiérrez Montes de Oca 60
10 100 10000,00
0,02
0,04
0,06
0,08
0,10
0,12
0,14
0,16Muestra 1 - Sistema II
Volu
men
de
Poro
(cm
3 /g)
Diámetro de Poro (A)
AdsorciónDesorción
(A)
10 100 10000,00
0,02
0,04
0,06
0,08
0,10
0,12
0,14
0,16
0,18
0,20
Muestra 2 - Sistema II
Volu
men
de
Poro
(cm
3 /g)
Diámetro de Poro (A)
AdsorciónDesorción
(B)
10 100 10000,00
0,02
0,04
0,06
0,08
0,10
0,12
0,14
0,16
0,18
0,20
Muestra 3 - Sistema II
Volu
men
de
Poro
(cm
3 /g)
Diámetro de Poro (A)
AdsorciónDesorción
(C)
10 100 10000,00
0,01
0,02
0,03
0,04
0,05
0,06
0,07
0,08
0,09
0,10
0,11Muestra 4 - Sistema II
Volu
men
de
Poro
(cm
3 /g)
Diámetro de Poro (A)
AdsorciónDesorción
(D)
10 100 10000,000
0,002
0,004
0,006
0,008
0,010
0,012
0,014
0,016
0,018
0,020
0,022
0,024
Muestra 5 - Sistema II
Volu
men
de
Poro
(cm
3 /g)
Diámetro de Poro (A)
AdsorciónDesorción
(E)
10 100 10000,00
0,02
0,04
0,06
0,08
Muestra 6 - Sistema II
Volu
men
de
Poro
(cm
3 /g)
Diámetro de Poro (A)
AdsorciónDesorción
(F)
Figura 3.6 Distribución de diámetros de poros adsorción sistema II, muestras A-F
CAPÍTULO III Discusión y Análisis de Resultados
Diana Gutiérrez Montes de Oca 61
Muestra 2 - Sistema II
Presenta una isoterma del tipo III e Histéresis tipo H3 (Fig. 3.5-B), esta
muestra está conformada principalmente por mesoporos, su distribución está descrita
por una gaussiana unimodal (Fig. 3.6-B). Presenta una área de 55.6706 m2/g (BET) a
P/Po de 0.1959, un área BET Total de 58.2980 m2/g y/o 61.8352 m2/g (BJH) para la
desorción, el diámetro promedio de poros fue de 47.5744 Å (BET) y de 62.6717 Å
(BJH-Adsorción) y/o 56.7254 Å (BJH-Desorción). El volumen de poro determinado
fue de 0.069337 cm3/g (BET) a P/Po de 0.979 y de 0.071660 cm3/g (BJH-Adsorción)
y/o 0.087691 cm3/g (BJH-Desorción).
Muestra 3 – Sistema II
Presenta una isoterma del tipo III e Histéresis tipo H3 (Fig. 3.5-C), esta
muestra está conformada principalmente por mesoporos, su distribución está descrita
por una gaussiana bimodal (Fig. 3.6-C). Presenta una área de 50.0270 m2/g (BET) a
P/Po de 0.1964, un área BET Total de 51.9243 m2/g y/o 55.5366 m2/g (BJH) para la
desorción, el diámetro promedio de poros fue de 52.2725 Å (BET) y de 71.5227 Å
(BJH-Adsorción) y/o 58.4434 Å (BJH-Desorción). El volumen de poro determinado
fue de 0.067855 cm3/g (BET) a P/Po de 0.979 y de 0.069303 cm3/g (BJH-Adsorción)
y/o 0.081144 cm3/g (BJH-Desorción)
Muestra 4 – Sistema II
Presenta una isoterma del tipo III e Histéresis tipo H3 (Fig. 3.5-D), esta
muestra está conformada principalmente por mesoporos, su distribución está descrita
por una gaussiana uniimodal (Fig. 3.6-D). Presenta una área de 23.0506 m2/g (BET)
a P/Po de 0.2000, un área BET Total de 25.2517 m2/g y/o 29.4126 m2/g (BJH) para la
desorción, el diámetro promedio de poros fue de 112.5100 Å (BET) y de 112.3393 Å
(BJH-Adsorción) y/o 100.8619 Å (BJH-Desorción). El volumen de poro determinado
CAPÍTULO III Discusión y Análisis de Resultados
Diana Gutiérrez Montes de Oca 62
fue de 0.071027 cm3/g (BET) a P/Po de 0.985 y de 0.077111 cm3/g (BJH-Adsorción)
y/o 0.074165 cm3/g (BJH-Desorción)
Muestra 5 – Sistema II
Presenta una isoterma del tipo III e Histéresis tipo H3 (Fig. 3.5-E), esta
muestra está conformada principalmente por mesoporos, su distribución está descrita
por una gaussiana bimodal (Fig. 3.6-E). Presenta una área de 4.4348 m2/g (BET) a
P/Po de 0.1999, un área BET Total de 4.8089 m2/g y/o 5.6590 m2/g (BJH) para la
desorción, el diámetro promedio de poros fue de 140.0726 Å (BET) y de 171.6661 Å
(BJH-Adsorción) y/o 119.9658 Å (BJH-Desorción). El volumen de poro determinado
fue de 0.016840 cm3/g (BET) a P/Po de 0.983 y de 0.019132 cm3/g (BJH-Adsorción)
y/o 0.016972 cm3/g (BJH-Desorción)
Muestra 6 – Sistema II
Presenta una isoterma del tipo III e Histéresis tipo H3 (Fig. 3.5-F), esta
muestra está conformada principalmente por mesoporos y poca cantidad de
mesoporos, su distribución está descrita por una gaussiana unimodal (Fig. 3.6-F).
Presenta una área de 22.8999 m2/g (BET) a P/Po de 0.1993, un área BET Total de
24.4854 m2/g y/o 32.1604 m2/g (BJH) para la desorción, el diámetro promedio de
poros fue de 86.0507 Å (BET) y de 98.2145 Å (BJH-Adsorción) y/o 70.1029 Å (BJH-
Desorción). El volumen de poro determinado fue de 0.052675 cm3/g (BET) a P/Po de
0.984 y de 0.057394 cm3/g (BJH-Adsorción) y/o 0.056364 cm3/g (BJH-Desorción)
En la tabla 3.1 se presentan los resultados para cada una de las muestras. Se
observa que para el sistema I, las muestras presentan áreas (BET) muy pequeñas -
entre 1.22 y 5.75 m2/g- comparadas con las del sistema II las cuales oscilan entre
24.48 y 58.29 m2/g; excepto por la muestra 5 que tiene un área muy pequeña,
presentando isotermas del tipo III y una histéresis tipo H3 para estas muestras, cuyos
CAPÍTULO III Discusión y Análisis de Resultados
Diana Gutiérrez Montes de Oca 63
poros o partículas abiertas son parecidas a cilindros. Lo significante de estas
muestras es su naturaleza porosa, la cual en su mayoría se compone por microporos
y poca cantidad de mesoporos; la distribución de cada sólido esta descrita
apropiadamente por una gaussiana unimodal o bimodal.
Muestra
Tiempo de
molienda (hrs)
Composición (% W)
Área (m2 / gcat)
Volumen de Poro
[cm3/gcat]
Diámetrode Poro
[Å] Tipo
Isoterma Tipo
Histéresis Gaussiana
SBET Vp (BET) Dp (BET)
1 2 TiO2 +
C20H28O8Zr
50 Ti - 50 Zr
1.2274 0.001084 35.3299 No definida No definida * * * * * 2 5 * * * * * 0.030854 * * * * * No definida H1 * * * * * 3 7 2.5428 0.003305 51.9844 Tipo 3 H3 Unimodal4 15 4.6269 0.004345 37.5618 No definida No definida bimodal 5 30 * * * * * 0.006586 * * * * * No definida No definida * * * * * 6 70 5.7528 0.013792 95.8954 Tipo 3 H3 * * * * *
1 2 TiO2 +
ZrCl4
50 Ti - 50 Zr
54.8362 0.069197 48.1893 Tipo 3 H3 bimodal 2 5 58.298 0.069337 47.5744 Tipo 3 H3 unimodal3 7 51.9243 0.067855 52.2725 Tipo 3 H3 bimodal 4 15 25.2517 0.071027 112.51 Tipo 3 H3 unimodal5 30 4.8089 0.01684 140.0726 Tipo 3 H3 bimodal 6 70 24.4854 0.052675 86.0507 Tipo 3 H3 unimodal
Tabla 3.1 Propiedades texturales por Fisisorción de N2 de las muestras obtenidas, mediante
Aleado Mecánico
Hemos determinado que a partir de los datos experimentales (Tabla 3.1), el
volumen de poro, así como el área, incrementa con el tiempo de molienda, de igual
manera, el rizo de histéresis se modifica ligeramente y no substancialmente entre
una muestra y otra; de la misma familia, probablemente estos cambios consideramos
son originados por un cambio en la morfología de los cristales aunado, con el
incremento en la concentración de la fase aleada.
CAPÍTULO III Discusión y Análisis de Resultados
Diana Gutiérrez Montes de Oca 64
3.3 ALMACENAMIENTO DE HIDRÓGENO
Del análisis de quimisorción para la evaluación de los materiales se obtuvieron
las gráficas de adsorción y desorción para cada muestra. Se presentan a
continuación las gráficas correspondientes del análisis, únicamente para una muestra
por sistema; las cuales son las más significativas en su grupo, pues son las que
poseen mayor porciento de hidrógeno adsorbido. Del sistema 1, se consideró la
muestra 5 (molienda 30 hrs) y la muestra 6 del sistema 2 (molienda 70 hrs).
En la gráfica de adsorción de la muestra 5 ( fig. 3.7) las señales derivadas del
equipo, señaladas como picos (en un graficador integral/PC) de los pulsos son más
anchos que los picos registrados para la muestra 6 (fig. 3.9); esto indica que la
muestra 5 adsorbe más hidrógeno que la muestra 6.
Muestra 5 - Sistema 1 - Adsorción
0
10000000
20000000
30000000
40000000
50000000
60000000
70000000
80000000
90000000
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100
Tiempo (min)
Seña
l
Fig. 3.7 Pulsos de hidrógeno para la Muestra 5 del Sistema 1
CAPÍTULO III Discusión y Análisis de Resultados
Diana Gutiérrez Montes de Oca 65
Se observa la presencia de 5 picos/señales en la muestra 5, y 6, en la muestra
6. Esto no es significativo para los resultados ya que los picos son todos casi de la
misma intensidad, esto significa que el hidrógeno adsorbido en la muestra
corresponde principalmente a la primera inyección. En caso de que los picos fueran
desiguales, es decir, que disminuyera su tamaño conforme aumentara el número de
inyecciones, esto indicaría que se requiere más de un pulso para saturar la muestra;
por lo tanto, se deberá continuar con las inyecciones de hidrógeno hasta que los
picos sean del mismo tamaño.
Muestra 5 - Sistema 1 - Desorción
0
2000000
4000000
6000000
8000000
10000000
12000000
14000000
0 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50
Temperatura (ºC)
Seña
l
Fig. 3.8 Gráfica de desorción de hidrógeno para la Muestra 5 del Sistema 1
Se observa en ambas gráficas de adsorción los pulsos existentes que revelan
que las muestras están adsorbiendo el hidrógeno. Sin embargo, la gráfica de
desorción para la muestra del sistema 1 (fig. 3.8), indica que ésta no desorbe el
hidrógeno confinado en ella, pues la señal de la desorción es solamente una línea
recta. En cambio, la muestra del sistema 6 (fig. 3.10) presenta la curva de desorción
de hidrógeno definida por una gaussiana en la que indica que ésta comienza a
desorber a temperatura de 250°C aproximadamente.
CAPÍTULO III Discusión y Análisis de Resultados
Diana Gutiérrez Montes de Oca 66
Muetsra 6 - Sistema 2 - Adsorción
0
20000000
40000000
60000000
80000000
100000000
120000000
140000000
160000000
0 5 10 15 20
Tiempo (min)
Seña
l
Fig. 3.9 Pulsos de hidrógeno para la Muestra 6 del Sistema 2
Muestra 6 - Sistema 2 - Desorción
0
5000000
10000000
15000000
20000000
25000000
30000000
35000000
40000000
0 100 200 300 400 500 600
Temperatura (ºC)
Seña
l
Fig. 3.10 Gráfica de desorción de hidrógeno para la Muestra 6 del Sistema 2
CAPÍTULO III Discusión y Análisis de Resultados
Diana Gutiérrez Montes de Oca 67
En la tabla 3.2 se reportan los porcentajes de adsorción de hidrógeno
obtenidos en la evaluación de los materiales para los dos métodos de síntesis
desarrollados en el laboratorio. Los resultados indican, para el sistema I, que la
capacidad de adsorción de las muestras es función del tiempo de aleado, es decir,
un mayor porcentaje de almacenamiento se alcanza a tiempos relativamente largos
de aleado. Así, la capacidad de adsorción de hidrógeno en los materiales
sintetizados requiere de al menos de 5 horas de aleado para que adsorba una
cantidad significativa de hidrógeno, siendo ésta de 2.58 %.
Muestra Tiempo
de molienda
(hrs)
Composicion
% W
% Adsorción
1 2 TiO2 +
C20H28O8Zr
50 Ti - 50 Zr
No adsorbe 2 5 2.58 3 7 9.36 4 15 13.40 5 30 15.53 6 70 3.95 1 2 TiO2
+ ZrCl4
50 Ti - 50 Zr
4.15 2 5 4.22 3 7 3.90 4 15 4.82 5 30 2.87 6 70 6.89
Tabla 3.2 Determinación de la capacidad de adsorción de las muestras
Se observa también que este sistema presenta excelentes porcentajes de
adsorción (9.36%, 13.45% y 15.53% para las muestras de 7, 15 y 30 horas
respectivamente), considerando que el mayor porciento de almacenamiento de
hidrógeno es de 7.6% en masa; sin embargo, las muestras no desorben el hidrógeno
almacenado, por lo tanto, no cumplirían con el objetivo de adsorción-desorción
CAPÍTULO III Discusión y Análisis de Resultados
Diana Gutiérrez Montes de Oca 68
El valor máximo de adsorción se ha encontrado para la muestra de aleado de
30 horas, si bien este valor no varia substancialmente con los demás, si es altamente
significativo pues aparentemente, como se mostrará en este capítulo contribuye e
influye en el grado de consolidación del material (Vea resultados de DRX y de
textura).
El sistema II muestra un comportamiento indefinido, pues en el transcurso del
tiempo de molienda la capacidad de adsorción no tiene una tendencia fija, sino que
es muy oscilante. En la figura 3.11 se puede observar que el % de adsorción
incrementa cuando el tiempo de molienda también aumenta de 2 a 5 hrs observando
un cambio de 4.15 a 4.22%, este incremento es muy pequeño.
Recordando la reactividad del compuesto de Zr de este sistema, ZrCl4, y
estudiando el incremento de adsorción llevado hasta las 5 primeras horas de
molienda, se podría pensar que en un siguiente aumento del tiempo de aleado, la
capacidad de adsorción para esta muestra también aumentaría.
Sin embargo, ésto no sucede así, ya que con 7 hrs de molienda el % de
adsorción decrece a 3.90% que está incluso por debajo de la muestra molida a 2 hrs
y en un cambio radical, al aumentar la molienda a 15 hrs. la capacidad de
almacenamiento también se incrementa; alcanzando valores hasta de 4.82% que es
mayor que cualquiera de los porcentajes anteriores. Pero, al aumentar nuevamente
el tiempo de molienda, ahora a 30 hrs, la capacidad cae hasta un nivel por debajo de
todos los anteriores, así a 30 hrs. de molienda el % de adsorción es de 2.87%.
Para finalizar, la muestra que se sometió a 70 hrs. de molienda; como
resultado de ello se observa una diferencia exorbitante en comparación con las
anteriores, pues hasta el momento el mayor % se tenía de 4.82 con la muestra de 15
hrs. y ahora para la muestra de 70 hrs. se tiene un % de adsorción de 6.89. Por lo
tanto se puede decir que de este sistema la muestra de 70 hrs. sería la adecuada
para el almacenamiento.
CAPÍTULO III Discusión y Análisis de Resultados
Diana Gutiérrez Montes de Oca 69
Cabe aclarar que a pesar de que las muestras del sistema I está adsorbiendo
en gran cantidad el hidrógeno, éstas no lo desorben, en cambio las muestras del
sistema II si desorben el hidrógeno acumulado en ellas.
En comparación con el sistema I, la muestra del sistema II correspondiente a 2
hrs si está adsorbiendo. Un punto sobresaliente en el sistema II es que al mayor
tiempo de molienda se tiene también el mayor % de adsorción, es decir la mejor
muestra para el almacenamiento es la muestra 6, el difractograma de este sistema
respalda este resultado.
0 1 0 20 3 0 40 50 6 0 70 8 00
5
1 0
1 5
Ads
orci
ón d
e H
idró
geno
(%)
T ie m p o d e M o lie n d a (h rs .)
S is te m a 1 S is te m a 2
Fig. 3.11 Capacidad de adsorción de hidrógeno para los sistemas I y II.
Conjuntando los resultados del análisis de textura (Area Específica y Volumen
de Poro) y los obtenidos en la evaluación de los materiales se presentan las
siguientes gráficas que describen con mayor profundidad el comportamiento de los
sistemas estudiados.
Con referencia al sistema 1, el comportamiento de las muestras (figura 3.12)
gráfica de porciento de adsorción contra área específica, se observa que conforme
CAPÍTULO III Discusión y Análisis de Resultados
Diana Gutiérrez Montes de Oca 70
van aumentando los porcentajes de adsorción en la muestras, las áreas también van
tienen un incremento.
0 2 4 6 8 10 12 14 160
10
20
30
40
50
60 Sistem a 1 Sistem a 2
Áre
a E
spec
ífica
(cm
3 / g ca
t )
% de Adsorción de hidrógeno
Figura 3.12 Correlación de hidrógeno adsorbido vs área del material
Este comportamiento se muestra del mismo modo para este sistema en la
gráfica de volumen de Poro (fig. 3.13). En comparación con el sistema dos, (indicado
en la misma figura) las áreas de éste no presentan una tendencia fija. Este
comportamiento es atípico y concluimos que se infiere, debido a la naturaleza “per
se” de los materiales obtenidos.
0 2 4 6 8 10 12 14 160.00
0.01
0.02
0.03
0.04
0.05
0.06
0.07
0.08
0.09 Sistema 1 Sistema 2
Vol
umen
de
Por
o (c
m3 /
g cat )
% de Adsorción de hidrógeno
Figura 3.13 Correlación de hidrógeno adsorbido vs volumen de poro
Diana Gutiérrez Montes de Oca 71
CONCLUSIONES
Conclusiones
Diana Gutiérrez Montes de Oca 72
CONCLUSIONES
1. Se representan los difractogramas del Sistema I en el cual se puede observar
que la muestra 1 (2 hrs molienda) coincide con los mismos picos observados
en la muestra 6 (70 hrs molienda), esto quiere decir que a través del
incremento en el tiempo de molienda la mezcla sigue con los compuestos
base sin modificación alguna y por lo tanto no presenta ningún pico ajeno que
demuestra la existencia de un tercer compuesto formado.
2. Los difractogramas para cada muestra del sistema acetilacetonato de zirconio
más dióxido de titanio revelaron que la mezcla resultante para cada caso es
bastante estable ya que se observó que no existe cambio alguno al final, es
decir, los resultados arrojados indican que los compuestos puros siguen
presente sin presencia de algún producto.
3. En los difractogramas de rayos X en el sistema II se observa un cambio
progresivo a través del tiempo de la molienda. En la fig.3.2 se presenta el
análisis de difracción de las muestras correspondientes al sistema II. En
primer lugar se observa de los difractogramas obtenidos que el ZrCl4 ya no
está presente como tal ya que los picos obtenidos de las moliendas no
coinciden con la tarjeta reportada para este compuesto; así mismo, se observa
que el TiO2 continúa presente.
4. Se han presentado los resultados para la caracterización de cada una de las
muestras. Se observa que para el sistema I, las muestras presentan áreas
(BET) muy pequeñas -entre 1.22 y 5.75 m2/g- comparadas con las del sistema
II las cuales oscilan entre 24.48 y 58.29 m2/g; excepto por la muestra 5 que
tiene un área muy pequeña, presentando isotermas del tipo III y una
histéresis tipo H3 para estas muestras, cuyos poros o partículas abiertas son
Conclusiones
Diana Gutiérrez Montes de Oca 73
parecidas a cilindros. Lo significante de estas muestras es su naturaleza
porosa, la cual en su mayoría se compone por mesoporos y poca cantidad de
microporos; la distribución de cada sólido esta descrita apropiadamente por
una gaussiana unimodal o bimodal.
5. Se ha determinado que el volumen de poro, así como el área, incrementa con
el tiempo de aleado, de igual manera, el rizo de histéresis se modifica
ligeramente y no substancialmente entre una muestra y otra; de la misma
familia, probablemente estos cambios consideramos son originados por un
cambio en la morfología de los cristales aunado, con el incremento en la
concentración de la fase aleada.
6. En cuanto a la capacidad de almacenamiento de hidrógeno se puede concluir
que la mejor muestra, es la muestra 6 del sistema II debido a que a pesar de
los altos % de almacenamiento de hidrógeno en las muestras del sistema I,
éstas no servirían de mucho para este fin ya que únicamente están formando
hidruros pero sin liberar el hidrógeno atrapado dentro de ellas. La muestra 6
es la que tiene la mejor capacidad para almacenaje y ésta desorbe el
hidrógeno.
7. En referencia a la textura del material, la mejor muestra para el
almacenamiento de hidrógeno es la muestra 2 del sistema II; debido a que a
indicó la mayor área específica y además tiene el diámetro de poro más
pequeño.
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Diana Gutiérrez Montes de Oca 74
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