Signos de fe

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La vida cristiana suele ser caracterizada por ser algo interior, sin embargo, hay signos que muestran exteriormente nuestra fe.

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Signos de Fe Manifestaciones de la fe en la vida diaria del creyente

Introducción 5

I. La oración como signo 9

1 Timoteo 2:8

II. Nuestro exterior testifica 17

1 Timoteo 2:9-10

III. Vidas irreprensibles 25

1 Timoteo 3:1-7

IV. De una sola pieza 33

1 Timoteo 3:8-13

V. Libertad con sabiduría 41

1 Timoteo 4:1-5

4

5

Introducción

Los signos forman parte esencial de nuestra comunicación.

Cada signo señala hacia algo específico y dentro de la cultura

donde es utilizado es comprendido ya que cada uno de ellos

tiene un cometido y una circunstancia donde es utilizado.

Cada signo representa algo. En realidad el mismo signo

puede ser de una naturaleza totalmente distinta a lo que

señala. Sin embargo, al hacerlo tiene contenidos que son

claramente entendidos.

Tomemos por ejemplo el signo de no

estacionarse. Este signo puede estar

elaborado de cualquier material y

colocado en diversos espacios. La

naturaleza misma del que está hecho es

completamente diferente a lo que señala.

Pero donde quiera que lo veamos muestra inequívocamente

un contenido. Que ha de ser obedecido o en su defecto

enfrentar las sanciones correspondientes.

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En la vida cristiana, también existen signos, que se utilizan

para señalar algunos de los actos de Dios o en su caso el

carácter cristiano.

El arcoíris es un signo del Pacto de Dios con Noé.

11 Estableceré mi pacto con vosotros, y no exterminaré

ya más toda carne con aguas de diluvio, ni habrá más

diluvio para destruir la tierra. 12 Y dijo Dios: Esta es la

señal del pacto que yo establezco entre mí y vosotros y

todo ser viviente que está con vosotros, por siglos

perpetuos: 13 Mi arco he puesto en las nubes, el cual

será por señal del pacto entre mí y la tierra. Génesis

9:11-13

Los elementos de la Santa Cena, son signos del Pacto de

redención.

19 Y tomó el pan y dio gracias, y lo partió y les dio,

diciendo: Esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado;

haced esto en memoria de mí. 20 De igual manera,

después que hubo cenado, tomó la copa, diciendo: Esta

copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros

se derrama. Lucas 22:19-20

Como podemos observar el arcoíris, el pan o el vino, en su

naturaleza, no tienen nada que ver con el Pacto al que

señalan. Sin embargo lo comunican. Y aun cuando son

recursos pedagógicos, no pueden ser substituidos por otros,

sin que se pierda el sentido de lo que están mostrando.

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De forma semejante a estos signos, podemos también hablar

de los signos que muestran la fe de un creyente y que señalan

su madurez y carácter.

De este modo si bien la fe es un bien intangible, no por ello

deja de mostrarse a través de diferentes signos. De tal

manera que cada uno de estos señalan hacia la fe que les

produce, aunque en sí mismos no son la fe.

El considerar estos signos, en la vida de un creyente, ha de

servirnos a nivel personal para corroborar nuestro propio

avance en la fe. Cada uno de ellos muestra la madurez que

podemos esperar al respecto de los que han caminado con

Cristo.

También estos signos al mostrarse externamente nos

permiten identificarnos con los que han seguido el camino.

Sin embargo hemos de reconocer que no es el signo lo que

nos hace cristianos, sino que cada uno de ellos y su conjunto

(aunque reconocemos que hay más signos, nos hemos

limitado a estos por los propósitos de nuestro estudio)

señalan aquello que lo ha producido, que es precisamente el

haber nacido de nuevo en la fe de Cristo.

Reconocemos también que los signos pudieran ser

reproducidos artificialmente, pero el ejercicio conjunto de

los mismos, puede ser un buen síntoma para reconocer a los

que son de Cristo.

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La oración como signo Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, levantando

manos santas, sin ira ni contienda.

1 Timoteo 2:8

Si hay un signo tangible de la experiencia cristiana, no son los

grandes templos, o las innumerables obras de arte cristiano

que podríamos encontrar por todo el mundo. Sino algo más

intangible, pero al mismo tiempo inequívoco de una relación

con Dios. Se trata de la oración.

Es la oración un signo distintivo de aquel que tiene una

relación con Dios. Desde nuestros primeros pasos en la fe, se

nos enseña que tener una relación con Dios, es a través de la

oración y la lectura bíblica. Podríamos decir que desde la

experiencia humana la salvación inicia con la oración.

Iniciamos a ser hijos de Dios, cuando oramos confesando

nuestro pecado y recibiendo el perdón y salvación otorgados

por Cristo. De allí en adelante la vida de fe se debería de

caracterizar por la oración.

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Aprendemos que orar es la forma de comunicarnos con Dios.

Es la disciplina espiritual más accesible para cualquier

cristiano. Pues está al alcance de todos, en cualquier lugar, y

en cualquier momento.

La premisa sobre la que está basada la oración, es también la

más importante de todas para la fe cristiana. Pues más allá

del conocimiento de las doctrinas bíblicas. Un creyente en

cualquier momento, puede simplemente inclinar su cabeza y

orar. Teniendo la confianza de que Dios, estará

escuchándole.

La experiencia cristiana, transcurre toda, con la premisa de

que siempre estamos frente al rostro de Dios. En esto nos

diferenciamos de otras expresiones religiosas, que requieren

de ciertos lugares sagrados para establecer su relación con la

deidad, o por lo menos estar orientados hacia donde se

encuentre su santuario.

Con esto, no es que la fe cristiana desdeñe los lugares de

culto. Pues también se construyen estos con la misma

finalidad con la que fue construido el templo en la época de

Salomón.

Oye, pues, la oración de tu siervo, y de tu pueblo

Israel; cuando oren en este lugar, también tú lo oirás

en el lugar de tu morada, en los cielos; escucha y

perdona. 1 Reyes 8:30

Pero siguiendo las enseñanzas de Jesucristo, en lugar de

sacralizar solo el templo, como lugar de adoración.

11

Consideramos sagrado todo lugar donde su pueblo se reúne

para adorar.

Porque donde están dos o tres congregados en mi

nombre, allí estoy yo en medio de ellos. Mateo 18:20

De esta forma, podemos decir que el mundo completo es el

santuario donde podemos comunicarnos con Dios. Lo que

hace posible esto, es precisamente el saber que siempre

estamos en Su presencia.

Esto posibilita que podamos poner en práctica la

recomendación apostólica de: Orad sin cesar. 1Ts 5:17. Pues

ciertamente es posible hacer de la vida una oración

extensiva. Donde cada cosa que hago frente al Señor, pueda

ser una oración de gratitud.

Un signo del creyente es que ora.

Hay muchas formas de cómo valorar la experiencia cristiana.

En ocasiones se utilizarán factores externos, como la

asistencia regular al templo, o su participación en las

actividades u organizaciones de la iglesia. En otros casos

quizá se prefiera la participación en la evangelización o en la

obra social. Pero en todos estos casos son actividades

internas del individuo que si bien pueden ser resultado de

una experiencia de fe. También es posible que sea

simplemente el ejercicio de una religiosidad asimilada.

12

Por ello al considerar los rasgos distintivos del ser cristiano,

hemos de ir a lo profundo del ser. Y en ello la oración tiene

un papel preponderante. Pues mientras las otras actividades

se pueden realizar, por gusto, imposición o hasta por interés

personal. La oración surge de la necesidad de comunicarse

con Dios para alabarlo, agradecer y encontrar en El, dirección

y fortaleza.

Sin embargo también hemos de saber, que la oración no se

trata de ningún acto mecánico. Y si bien puede ser una

oración privada o comunitaria, tiene sus propios criterios,

que están establecidos en la Palabra. Aquí consideraremos

cinco de ellos.

1. Creer. Para algunos, esta observación puede ser

superflua. Pero realmente es esencial. La oración solo

puede hacerse desde el horizonte del que cree que

Dios es galardonador de los que lo buscan (Hebreos

11:6). Las palabras de Jesús sobre este tema son: Y

todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo

recibiréis. Mateo 21:22. Esto ha de hacernos

reflexionar, cuantas oraciones se hacen sin, de

verdad creer que Dios va a contestarlas. Acaso

porque nos las encargaron o porque debo hacerlas, e

incluso como parte de mi cultura evangélica, pero en

el fondo sin estar muy interesado de sobre el tema.

2. Perseverar. La oración es inherente a la vida

cristiana. Nuestro nuevo nacimiento, inicia con una

oración, y es la oración la práctica cristiana que habrá

13

de acompañarnos a lo largo de la vida, hasta que

lleguemos a la presencia de nuestro creador.

Perseverad en la oración, velando en ella con acción

de gracias; Colosenses 4:2 Perseverar en la oración,

es seguir orando a pesar de las dificultades que se

puedan presentar. No es un asunto de temporada,

sino algo en lo que nos empeñamos todos los días.

Cuando estoy pasando problemas, y más en los

tiempos en los que debo agradecer por las bondades

que Dios nos da. Cuando me siento inclinado a orar,

y mucho más aún cuando no tengo ganas, pues en

ese momento es cuando más lo necesito.

3. A favor de otros. Si repasamos las dos oraciones de

Jesús que están registradas en la Biblia (Padre

Nuestro y la Oración sacerdotal), nos podremos dar

cuanta del enorme contraste entre esas oraciones y

las que se suelen hacer en los templos. La oración en

los templos están plagadas de solicitudes

mayoritariamente personales o por asuntos de

nuestro interés. En contraste la oración del

Padrenuestro se limita a pedir lo necesario para el

día, el perdón y la capacidad para salir victorioso en

la tentación. Y en la oración sacerdotal Jesús, se

dedica a orar por sus discípulos. Eso es lo que

aprendió la iglesia primitiva. Y de allí la fortaleza

espiritual que le caracterizó. Orando en todo tiempo

con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando

en ello con toda perseverancia y súplica por todos

los santos; Efesios 6:18

14

4. Confiados. Algunas de las cosas que caracterizan a

nuestra cultura es el sentimiento de inseguridad. Las

personas llegan experimentar fuerte estrés, debido a

la inseguridad que perciben para su vida. Están pre-

ocupados, por el trabajo, la salud, los hijos, las

escuelas, la economía del país, y un largo etc. Esto

hace a las personas, propensos a accidentes y

enfermedades cardiacas. Se ponen irritables y las

personas que están cerca sufren las consecuencias de

ello, particularmente su familia, ya que es el espacio

donde pueden explotar, sin aparentes repercusiones.

La oración ha de llevarnos a un ambiente de paz y

contentamiento sabiendo que es Dios, quien tiene el

control y que Él puede dirigir nuestra vida mejor de lo

que nosotros, podemos hacerlo. Por nada estéis

afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones

delante de Dios en toda oración y ruego, con acción

de gracias. Filipenses 4:6.

5. Santidad. La oración se realiza desde la experiencia

del que ha sido reconciliado con Dios, y que ahora

puede llamarle Padre. Y es, en virtud de ese carácter

de Dios, que nosotros somos llamados a vivir en

santidad. Esto ha de llevarnos a que nuestras

oraciones, las realicemos por motivos lícitos, acordes

a la voluntad del Padre. Pero también en el ejercicio

de una conducta que agrada al Señor. Quiero, pues,

que los hombres oren en todo lugar, levantando

manos santas, sin ira ni contienda. 1 Timoteo 2:8

15

Orar en toda circunstancia

Si queremos reconocer entonces a un creyente en Jesucristo,

hemos de aprender a ver una persona que acostumbra orar

en todas las circunstancias. Como una manera natural de dar

la gloria a Dios, pero también como el que busca

constantemente la dirección de su Señor. La vida de oración

en ese sentido se vuelve extensiva para todas las áreas de la

vida.

13 ¿Está alguno entre vosotros afligido? Haga oración.

¿Está alguno alegre? Cante alabanzas. 14 ¿Está alguno

enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la

iglesia, y oren por él, ungiéndole con aceite en el

nombre del Señor. 15 Y la oración de fe salvará al

enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiere cometido

pecados, le serán perdonados. 16 Confesaos vuestras

ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que

seáis sanados. La oración eficaz del justo puede

mucho. Santiago 5:13-16

Este breve fragmento nos muestra la gama e importancia de

la oración en la vida de los creyentes. Incluso cuando algunos

de los que se desvían de la fe, agregan cargas, a los creyentes,

ajenas a lo escrito en el Evangelio. Allí la oración como acto

de búsqueda de dar la gloria a Dios, ha de servir para

bendecir al Señor por todo lo que Él ha puesto en este mundo

para bendición de sus hijos.

Porque por la palabra de Dios y por la oración es

santificado. 1 Timoteo 4:5

16

Finalmente oramos sabiendo que en algún momento,

cuando estemos en la presencia del Señor ya no será

necesario. Pero mientras llega ese momento nos

preparamos para ese encuentro, donde también hemos de

dar cuenta de esta mayordomía que Dios nos encomendó.

Mas el fin de todas las cosas se acerca; sed, pues,

sobrios, y velad en oración. 1 Pedro 4:7

17

Nuestro exterior testifica Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con

pudor y modestia; no con peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni

vestidos costosos, sino con buenas obras, como corresponde a

mujeres que profesan piedad.

1 Timoteo 2:9-10

Es cierto que la fe cristiana, tiene que ver con la

espiritualidad y esto es un asunto interno. Así como también

es cierto que la nueva vida en Cristo, es algo que ocurre

primordialmente en el corazón y esto también es interno y

espiritual. Pero el corazón al ser el centro de la experiencia

humana, habrá de manifestarse externamente. Tal y como

Jesús dijo:

El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca

buenas cosas; y el hombre malo, del mal tesoro saca

malas cosas. Mateo 12:35

De modo que conforme es el corazón del ser humano, de

esta forma habrá de manifestarse. Entonces un signo de la

presencia de Cristo en la vida de una persona son los cambios

que se producen en su forma de vivir.

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Estos cambios habrán de abarcar diversas áreas.

1. Hábitos religiosos.

2. Comportamiento social

3. Moralidad y carácter

4. Ética de vida

En el estudio anterior, nos ocupamos brevemente de los

hábitos religiosos, y mencionamos que un signo, de un

creyente es que ora, como un medio de adoración y

búsqueda de la dirección de Dios para su vida. Ahora nos toca

concentrarnos más en el comportamiento social. Como

dijimos anteriormente estos signos en sí mismos no son lo

que nos hacen cristianos, y ninguno de ellos de forma aislada

nos mostraría que estamos frente a un verdadero cristiano.

Pero el conjunto de estos signos, es lo que podemos esperar

ver, como la forma en cómo se manifiesta externamente la

fe de un creyente. El Apóstol Pablo escribiendo a Timoteo, le

insta a llevar una vida ejemplar es estas áreas.

12 Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo

de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu,

fe y pureza. 13 Entre tanto que voy, ocúpate en la

lectura, la exhortación y la enseñanza 1 Timoteo 4:12-

13

Se trata de ser ejemplo. O dicho de otra forma de ser modelo

en el mundo, de la obra que Cristo hace en la vida de los que

creen en El. De allí que nuestra manera externa de

comportarnos es la que da testimonio de en quien creemos.

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Transformación integral

Cuando un sociólogo revisa los cambios producidos en un

creyente, es posible que considere en primer lugar los

hábitos religiosos. En ese nivel puede como ya muchas veces

se ha señalado, que se trate solamente de una sustitución de

ritos. Es decir antes asistía a la misa y ahora asiste al culto, la

parroquia se convirtió en templo y la diferencia pareciera

radicar solamente en la cantidad de ocasiones que asiste a

una actividad religiosa. El porcentaje de católicos que asiste

con regularidad a misa es de un 45 % mientras que del lado

protestante el porcentaje al 85%.

Si bien esto refleja un buen síntoma, no es esto lo que la

Biblia nos lleva a considerar cuando hablamos de hombres y

mujeres que habiendo nacido de nuevo, han sido

transformados por el poder del evangelio. Pues hemos de

esperar en quienes han nacido de nuevo una transformación

integral que afectará todas las áreas de su comportamiento

social. Como el Apóstol Pablo señalo:

Solamente que os comportéis como es digno del

evangelio de Cristo… Filipenses 1:27

El comportarme dignamente, en las Escrituras, tiene

referentes claros. Que si bien no delimitan específicamente.

Si presentan ejes de acción que los creyentes podemos

seguir en cualquier cultura y en cualquier época,

indistintamente de si somos hombres o mujeres o la edad

que tengamos. Estos ejes de acción son:

20

Una nueva forma de pensar

No os conforméis a este siglo, sino transformaos por

medio de la renovación de vuestro entendimiento,

para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de

Dios, agradable y perfecta. Romanos 12:2

Una nueva forma de hablar

Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca,

sino la que sea buena para la necesaria edificación, a

fin de dar gracia a los oyentes. Efesios 4:29

Una nueva forma de relacionarse

Pero a vosotros los que oís, os digo: Amad a vuestros

enemigos, haced bien a los que os aborrecen;

bendecid a los que os maldicen, y orad por los que os

calumnian. Lucas 6:27-28

Una nueva forma de instruirme

Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero,

todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo

amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud

alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.

Filipenses 4:8

Una nueva forma de comer

Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo

todo para la gloria de Dios. 1 Corintios 10:31

21

Una nueva forma de disponer del tiempo

Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como

necios sino como sabios, aprovechando bien el

tiempo, porque los días son malos Efesios 5:15-16

Una nueva forma de utilizar el dinero

Pues doy testimonio de que con agrado han dado

conforme a sus fuerzas, y aún más allá de sus fuerzas,

pidiéndonos con muchos ruegos que les

concediésemos el privilegio de participar en este

servicio para los santos. Y no como lo esperábamos,

sino que a sí mismos se dieron primeramente al Señor,

y luego a nosotros por la voluntad de Dios; 2 Corintios

8:3-5

Una nueva forma de vestir

Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa

decorosa, con pudor y modestia; no con peinado

ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos, sino

con buenas obras, como corresponde a mujeres que

profesan piedad. 1 Timoteo 2:9-10

Una nueva forma de ver la vida 12 De manera que la muerte actúa en nosotros, y en

vosotros la vida. 13 Pero teniendo el mismo espíritu de

fe, conforme a lo que está escrito: Creí, por lo cual

hablé, nosotros también creemos, por lo cual también

hablamos, 14 sabiendo que el que resucitó al Señor

Jesús, a nosotros también nos resucitará con Jesús, y

nos presentará juntamente con vosotros. 15 Porque

22

todas estas cosas padecemos por amor a vosotros,

para que abundando la gracia por medio de muchos,

la acción de gracias sobreabunde para gloria de Dios. 16 Por tanto, no desmayamos; antes aunque este

nuestro hombre exterior se va desgastando, el

interior no obstante se renueva de día en día. 17

Porque esta leve tribulación momentánea produce en

nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de

gloria; 18 no mirando nosotros las cosas que se ven,

sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son

temporales, pero las que no se ven son eternas. 2

Corintios 4:12-18

Para algunos el considerar cada uno de estos ejes de acción

en los que los cristianos han sido llamados a participar,

pueden parecer un tanto abrumadores. Pero hay que

recordar que en realidad se trata de vivir de acuerdo con la

nueva naturaleza espiritual que hemos recibido al ser nuevos

creyentes.

De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura

es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas

nuevas. 2 Corintios 5:17

Este proceso de cambio, ha de ocurrir desde el interior. Pues

no se trata de asumir tal o cual postura.

Por ejemplo podríamos con cierta facilidad modificar nuestra

forma de vestir. Las mujeres usar faldas largas y todos los

varones empezar a vestir de trajes obscuros. Pero el texto no

dice eso específicamente. Sino que dice que vistamos con

decoro, pudor y modestia. El solo cambiar nuestra

23

vestimenta sería equivalente a usar nuestro disfraz de

cristianos, para venir al culto.

Por ello es que el cambio ha de venir desde dentro y

exteriorizarse integralmente. Y esto ocurre como una obra

de la acción del Espíritu en la vida del creyente

Espiritualidad vivencial

Para algunos hablar de las cosas del espíritu es hablar de algo

intangible y metafísico. Pero la espiritualidad en la Biblia,

lejos de ser algo solo para el interior del ser, se manifiesta a

través de toda la vida. Así que la nueva vida en Cristo se vive

bajo la influencia del Espíritu. De esta forma, espiritualidad y

santidad han de manifestarse de forma natural en todas las

cosas que hacemos, y no de manera limitada en los actos

religiosos.

Esta espiritualidad vivencial, nos llevará a experimentar

cambios profundos en nuestra conducta e incluso en nuestro

carácter. Y aun cuando el cambio lo produce el Espíritu de

Dios quien mora en nosotros, también nosotros somos

participantes del proceso de santificación. Por ello se nos

requiere que cambiemos nuestra forma de vida. 22 En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos

del viejo hombre, que está viciado conforme a los

deseos engañosos, 23 y renovaos en el espíritu de

vuestra mente, 24 y vestíos del nuevo hombre, creado

según Dios en la justicia y santidad de la verdad.

Efesios 4:22-24

24

Por la acción del Espíritu de Dios actuando en la vida del

creyente, se espera que esta transformación ocurra. Como

fruto natural de nuestro andar en Cristo.

Parte del ser cristiano, es ser diferente. Pero no se trata

meramente de ser contra-culturales, rechazando

simplemente lo que está a nuestro derredor. Sino de

transformar la cultura donde Dios nos ha puesto, siendo en

ella Sal y Luz.

Tampoco se trata de asilarnos del mundo, o de hacer como

que no estamos allí. No podemos ser como el avestruz, que

entierra su cabeza mientras que todo su cuerpo sigue

expuesto. Fuimos puestos como luminares del mundo, para

señalar y transformarlo a través de nuestras acciones.

Se trata de usar el carácter cristiano, como medio para la

evangelización. Que en términos del evangelio de Marcos

sería algo como esto: en tanto vas por el mundo, predicar el

evangelio a toda criatura. Marcos 16:15 paráfrasis

Las formas de hacerlo abarcan, nuestras palabras, y acciones.

De modo que toda nuestra vida sirve para testificar de la

obra que Cristo ha hecho en nosotros y a través de la cual

testificamos y damos gloria a Dios. Es por ello que bien

podemos decir como el himnólogo. Más santidad dame.

Para así cumplir con mi papel de dar testimonio de Cristo a

través de la forma en cómo vivo en este mundo.

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Vidas irreprensibles 1 Palabra fiel: Si alguno anhela obispado, buena obra desea. 2

Pero es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de una

sola mujer, sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para

enseñar; 3 no dado al vino, no pendenciero, no codicioso de

ganancias deshonestas, sino amable, apacible, no avaro; 4 que

gobierne bien su casa, que tenga a sus hijos en sujeción con toda

honestidad 5 (pues el que no sabe gobernar su propia casa,

¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?); 6 no un neófito, no sea que

envaneciéndose caiga en la condenación del diablo. 7 También es

necesario que tenga buen testimonio de los de afuera, para que

no caiga en descrédito y en lazo del diablo

1 Timoteo 3:1-7

En la naturaleza hay signos distintivos que nos hablan de la

madurez. Podemos reconocer que la fruta está madura, por

su color, aroma y textura. E incluso la madurez en el ser

humano se denota, en los cambios físicos, pero

particularmente en las formas de pensar y actuar. Donde

sentimientos, emociones y carácter son considerados como

símbolos de la madurez humana.

26

De forma análoga, podemos hablar de cristianos maduros,

aquí los signos, no son cuantos años tiene asistiendo al

templo. Pues los años en el templo son signo de antigüedad

no de madurez. Piense en un joven que asiste desde

pequeño al templo. Seguramente en ese sentido tiene más

antigüedad que un adulto que se integró a la iglesia hace tres

años. Por ello la madurez cristiana, no tiene que ver con años

de permanencia. La madurez cristiana la hemos de reconocer

como dominio propio.

Este dominio propio se expresa en las escrituras como el

tener vidas irreprensibles. Que hemos de aspirar a ver en

cada creyente maduro en Cristo.

Irreprensibles

Un cristiano maduro es un hombre al que no se le puede

criticar de nada. Se trata de una condición de vida que no

está expuesta al ataque, de una vida que no está expuesta a

la censura. Dentro de sus labores es tan perfecto que no se

le puede encontrar un fallo. Si se trata de su confidencialidad

esta es inviolable.

No solo se trata de estar libres de faltas a que se puedan

señalar, sino también tener tan buen carácter que no le

permita estar expuesto a la crítica. La palabra que usa la

Biblia es irreprensible. Es decir una vida tal que aún sus

enemigos no tengan nada que puedan usar en su contra.

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Este es el ideal de la madurez cristiana. En el día de hoy

nuestra vida puede parecer lejos de ese ideal, es la meta

hacia la que hemos se seguir caminando. 12 No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto;

sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo

cual fui también asido por Cristo Jesús. 13 Hermanos,

yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero

una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda

atrás, y extendiéndome a lo que está delante, 14

prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento

de Dios en Cristo Jesús. Filipenses 3:12-14

Expresar madurez en Cristo es necesario por causa de

nuestro testimonio. El mundo necesita conocer vidas con tal

modo de pureza, que no deje ninguna grieta abierta para la

crítica. Las características de una vida irreprensible son

mostradas a través de cinco elementos que se encuentran en

positivo y otros cinco que son enunciados de forma negativa.

Dignidad y fidelidad en el matrimonio.

Una persona madura en la fe, es una persona fiel en su

matrimonio y mantiene su matrimonio en pureza. Esto que

parece tan obvio es importante en nuestra cultura como lo

fue en la cultura judía del NT. Pues se ha dicho, y con mucho

acierto, que la única virtud totalmente nueva que aportó al

mundo el Cristianismo fue la castidad.

Entre los judíos como con los romanos y griegos el tener

diversas esposas era lo común. Y aun cuando en los distintos

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grupos se consideraba estar casado como el estado ideal, al

mismo tiempo podían llegar a tener diversas concubinas y el

divorcio era un asunto común. Generando con esto todo un

caos moral en la sociedad y la consecuente desintegración

social.

En nuestro país, la situación no es muy diferente. Según el

INEGI en los últimos 10 años el monto de los matrimonios se

redujo en 19 % y el de los divorcios aumento el 74 %.

Por ello un signo de la madurez cristiana es permanecer

siendo marido de una sola mujer. La Iglesia cristiana ha de

mantenerse como señal de santidad y estabilidad en medio

de una sociedad que necesita dirección.

Control en su carácter

Las personas maduras en la fe, tienen control de su carácter.

No quiere decir que nunca se disgusten, sino que saben

controlarse Ef. 4:26 y el enojo, no llega a causar daños

mayores ni a ellos ni a la gente que está a su alrededor. Es

decir no actúan motivados por su enojo.

Dos palabras califican el carácter de los cristianos maduros:

Sobriedad y Prudencia

Sobriedad: la persona que se controla y es moderada en su

forma de actuar, al tiempo que es sencillo, sin artificios.

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Prudencia: Una persona que con mente sana, tiene dominio

propio. No se deja guiar por sus sentimientos.

Como signos de madurez cristiana, cuán importante resulta

cuando una persona, no emprende acciones por las

apariencias, corazonadas y menos aún en medio de su enojo.

Por el contrario, evalúa posibilidades, y las confronta con la

Palabra de Dios que le sirve de guía en su vida y toma tiempo

para consultar en oración. Incluso cuando se requiere una

respuesta rápida, al estar impregnado de la Palabra, actuará

en función de esos principios.

Ordenado

Si hay algo que puede desalentar a las personas que están a

nuestro lado, es cuando nuestra vida misma es un caos. El

orden es algo esencial cuando consideramos la madurez. Se

requiere para muchas áreas de la vida personal y más aún

cuando se manejan relaciones interpersonales.

Desde el noviazgo y hasta en las relaciones de trabajo. El ser

ordenado es un factor, que siempre habrá de dar buen

testimonio de las personas. Por el contrario, los que son

desordenados, se vuelven no confiables, para las personas

que le rodean. Llegan tarde, no cumplen con sus

compromisos o solo lo hacen parcialmente.

Hospedador

He aquí una, una característica de los que llegan a la

madurez. No solo se trata de los que están dispuestos a

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hospedar personas, sino que se sienten amor por los que son

extraños. El amor que prodigan a los foráneos les hace crear

grandes lazos de empatía. Que se desarrollan de forma

natural, de modo que disponen los recursos que Dios les

brindó a favor del otro, superando la otredad, para hacerse

familia con ellos.

Discipulador

La madurez cristiana, también tiene como objetivo el

reproducir la experiencia que Dios nos ha permitido vivir,

ahora en favor de otros, desarrollando discípulos de Cristo.

Enseñándoles que guarden todas las cosas que Cristo nos ha

mandado.

La reproducción discipular, es parte esencial de llegar a la

madurez, ahora está en la capacidad de reproducir la fe que

le ha sido dada por Cristo, a través de otros creyentes.

Sirviendo de modelo y guía para otros. Toda su vida, se

convierte en el modo de como enseñan, no solo sus palabras.

El ejemplo de su casa es la prueba misma de su madurez.

Pues la forma en como lo ha hecho en su familia, es una

muestra tangible de su madurez.

Del mismo modo que se hacen cinco afirmaciones sobre lo

que significa ser irreprensibles, también se destacan cinco

afirmaciones por la vía de lo que no es compatible con el

tener una vida libre de reprensiones. Aquí hay que reconocer

que la partícula No, en este sentido es excluyente, es decir,

lo que debe estar presente.

31

No dado al vino

La sobriedad es un asunto de vital importancia cuando

hablamos del carácter cristiano. En culturas como la nuestra

donde el alcoholismo es una enfermedad social, cuan

importantes es mantener el testimonio cristiano. Pues quien

se embriaga, también pierde el buen juicio y puede poner en

mal el carácter de la fe cristiana. No os embriaguéis con vino,

en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu,

Efesios 5:18

No belicoso

En ocasiones, se llega a considerar como un signo positivo,

aquella persona que lucha y agrede a otros por defender sus

ideas o los que consideran sus derechos. Pero otro signo de

la obra del Espíritu de Dios en la vida del creyente es la

amabilidad. La bondad y la misericordia son las formas de

como Jesús se comportó en este mundo, incluso con sus

enemigos. El apóstol Pablo después de describir como Jesús

no se aferró a ser igual a Dios, nos recomienda. Vuestra

gentileza sea conocida de todos los hombres. Filipenses 4:5

No Codicioso.

La codicia es un mal que fácilmente corrompe al ser humano.

Pues pretende estar haciendo lo correcto, cuando en verdad

está defraudando a las personas. Es la búsqueda de una

ganancia deshonesta acosta de la integridad de otra persona

y con consecuente prejuicio. Pesa falsa y medida falsa,

Ambas cosas son abominación a Jehová. Proverbios 20:10

32

No tacaño.

La avaricia en el Nuevo Testamento es considerada como

idolatría (Col 3:5). Pues la obtención de más dinero se vuelve

en el fin de algunos seres humanos, olvidándose con ello de

la solidaridad y gratitud. En lugar de ser generosos con lo que

Dios les ha dado, buscan atesorar para sí. Porque raíz de

todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando

algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de

muchos dolores. 1 Timoteo 6:10

No un recién convertido

La madurez en Cristo es fruto de haber andado con Cristo y

con su iglesia. No es cuestión irrestricta de años, sino de la

experiencia vital de estar con Dios. Donde la iglesia misma

sirve de testigo de que es alguien que ha permanecido.

Madurez, también equivale a fidelidad. Es por ello que se

considera como signo de madurez cristiana, a aquellos que

desde que fueron llamados a estar con Cristo, han

permanecido sin fluctuar.

Cada uno de estos rasgos, integra a una persona que puede

ser considerada como irreprensible. Y son las características

que hemos de buscar desarrolladas en las personas que son

de Cristo.

Sabiendo que el crecimiento lo proporciona Dios, pongamos

nuestra vida en sus manos para que Él nos moldee y nos

permita ser instrumentos de honra para gloria suya.

33

De una sola pieza 8 Los diáconos asimismo deben ser honestos, sin doblez, no

dados a mucho vino, no codiciosos de ganancias deshonestas; 9 que guarden el misterio de la fe con limpia conciencia. 10 Y éstos

también sean sometidos a prueba primero, y entonces ejerzan el

diaconado, si son irreprensibles. 11 Las mujeres asimismo sean

honestas, no calumniadoras, sino sobrias, fieles en todo. 12 Los

diáconos sean maridos de una sola mujer, y que gobiernen bien

sus hijos y sus casas. 13 Porque los que ejerzan bien el diaconado,

ganan para sí un grado honroso, y mucha confianza en la fe que

es en Cristo Jesús.

1 Timoteo 3:8-13

En los trabajos artesanales se consideran como objetos de

mucho valor cuando las piezas labradas son elaboradas de

una sola pieza. La forma de su elaboración es más compleja

y solo los artesanos más competentes son capaces de

realizarlos. En otros casos cuando los productos son

elaborados de una sola pieza, esto es símbolo de una mayor

resistencia, ya que no hay partes que sean potencialmente

puntos de debilidad. También hay otro tipo de productos,

donde lo importante es que no haya mezclas en su

34

elaboración de esta forma el que sean 100 % de una sola fibra

es símbolo de calidad y pureza.

Integridad Cristiana

Todas esas características que apreciamos de distintos

productos, los podemos comparar con lo que esperamos de

cristianos que están plenamente desarrollados. Para usar las

mismas palabras, los cristianos maduros son de una sola

pieza, es decir no presenta puntos de debilidad, Dios ha

trabajado en el arduamente, para hacer de su vida un

instrumento de honra. Son 100 % cristianos, es decir

manifiestan su fe todo el tiempo. En los distintos escenarios

donde día a día su vida discurre ellos actúan siempre guiados

por la Escritura. El salmo 15 en tan solo 5 versículos nos

presenta una poderosa descripción de lo que implica la

integridad cristiana.

1 Jehová, ¿quién habitará en tu tabernáculo?

¿Quién morará en tu monte santo? 2 El que anda en integridad y hace justicia,

Y habla verdad en su corazón. 3 El que no calumnia con su lengua,

Ni hace mal a su prójimo,

Ni admite reproche alguno contra su vecino. 4 Aquel a cuyos ojos el vil es menospreciado,

Pero honra a los que temen a Jehová.

El que aun jurando en daño suyo, no por eso cambia; 5 Quien su dinero no dio a usura,

Ni contra el inocente admitió cohecho.

El que hace estas cosas, no resbalará jamás.

35

Justicia como Valor central

En la tríada que nos presenta nuestro texto de referencia,

podemos ver que la práctica de la justicia es un elemento

central. Y aun cuando en la estructura del texto existen otros

elementos como honestidad y verdad, estos son también

partes integrantes de la justicia. Pues no puede haber justicia

sin verdad y tampoco habría justicia sin honestidad en la

forma de vida.

vida honesta hace lo justo dice la verdad

No ofende a nadie

No busca el mal de otros

No calumnia

El paralelismo que utiliza el texto, también coloca los mismos

valores en su sentido prohibitivo, para reforzar el principio

positivo.

La integridad, tiene componentes específicos, más allá de

una vida religiosa, se trata de una ética de vida. Vive de forma

honesta. Esto inmediatamente tiene referentes sociales. Su

forma de obtener los ingresos cotidianos para la vida son

medios honestos, no solamente legales. Su comportamiento

social, familiar e individual, también son considerados

honestos, por su propia sociedad, que es donde vive y en la

que da testimonio.

Practicante de la justicia. Pues hay una enorme diferencia

entre estar de acuerdo con la justicia e incluso hablar de ella

y ser practicante de la misma. El ser practicante de la justicia,

le involucra personalmente. Su vida en este sentido esta

36

vinculada con lo que hace. Ser practicante de la justicia, le

lleva a tomar posición al respecto de las injusticias que ve en

su derredor. De modo que su hacer justicia, le compromete

con prácticas específicas donde el mismo es gestor de justicia

para otros.

La verdad. Su hablar es sencillo y directo. Dice la verdad, no

hay en sus palabras segundas intenciones y de ningún modo

sus palabras tienen como propósito el engaño. La verdad no

tiene matices, solo es una.

Hacer lo que Dios hace

Es un signo de la madurez cristiana, seguir los caminos de

Dios, es por ello que le lleva a apartarse de las prácticas de

unos al mismo tiempo que reunirse y honrar a otros.

Se aparta de los que Dios rechaza

Honra a los que honran a Dios

Nos son conocidas las prácticas que Dios rechaza y que en las

Escrituras son consideradas como el fruto de la carne.

19 Y manifiestas son las obras de la carne, que son:

adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, 20

idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos,

iras, contiendas, disensiones, herejías, 21 envidias,

homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a

estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo

37

he dicho antes, que los que practican tales cosas no

heredarán el reino de Dios. Gálatas 5:19-20

Algunos pensarían que apartare de los que practican estas

cosas equivaldría a tener que generar una sociedad distinta.

Y de hecho se han generado históricamente proyectos, de

colonización solo para cristianos o incluso proyectos más

reducidos, como escuelas clubs, etc. Solo para cristianos.

Pero estos proyectos olvidan que fuimos llamados a dar

testimonio de Dios en este mundo. Justo las personas que

más necesitan el testimonio cristiano, son las practicantes de

esas obras de la carne. Entonces nuestro posicionamiento ha

de ser otro que solo aislarnos o rechazar el contacto con

estas personas. Se trata de un modo concreto de no ser

participar de las obras de injusticia

No seáis, pues, partícipes con ellos. 8 Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz. Efesios 5:7-8

Integridad a toda prueba Seguramente la integridad de los que deciden seguir el camino de cristo en algunos momentos ha de ser probada, pero podemos salir victoriosos, cuando en dependencia de nuestro Dios, nos dejamos conducir por las acciones del espíritu a través de una ética social que habrá de permitirnos dar testimonio del Dios en el que hemos creído.

Cumple aunque salga perdiendo

Presta sin cobrar intereses

No acepta sobornos

38

La integridad de un cristiano, es un asunto que debería ser a

toda prueba. Ya que su palabra y testimonio no son cuestión

de su religión, sino que tienen que ver con su propio ser, ya

que realmente tienen que ver con el reflejo de su propia

naturaleza que ha recibido por la acción del Espíritu de Dios.

Por tratarse de la forma en cómo se manifiesta

exteriormente nuestro ser cristiano. Le lleva a tomar

seriamente lo que dice y hace. Siempre guiado por las

premisas de justicia emanadas de su relación con el que es

Totalmente Santo. Es por ello que cumplirá los tratos donde

ha empeñado su palabra, aun cuando en ello pudiera perder

la ganancia esperada. Sabe que es más importante su

testimonio (y de mayor valía) que el hecho de obtener algún

ingreso extra.

En el trato que tiene para con sus semejantes, les trata con

respeto y dignidad, es por ello que siguiendo las enseñanzas

de la Ley del Dios, no participa de los proyectos donde la

usura está presente.

Cuando prestares dinero a uno de mi pueblo, al pobre

que está contigo, no te portarás con él como logrero,

ni le impondrás usura. Éxodo 22:25

Los conceptos de justicia y honestidad, evitan que medre a

costa de la vida de otra persona, pues reconoce en su

prójimo a otros que también pueden ser llamados a ser

pueblo de Dios.

39

Reconoce que abusar del pobre que tiene que recurrir a un

préstamo es contrario a la voluntad de Dios, por atentar

contra la dignidad del otro. 36 No tomarás de él usura ni ganancia, sino tendrás

temor de tu Dios, y tu hermano vivirá contigo. 37 No

le darás tu dinero a usura, ni tus víveres a ganancia.

Levítico 25:36-37

Afectar al pobre ganando a costa de él, es un prejuicio a la

misma humanidad. Y significa no solo no reconocer la

dignidad de mi semejante, sino también considerar la

dignidad que Dios nos ha dado como insignificante. Pues al

ser todos participantes de un mismo proyecto de Dios, la

dignidad del otro es al mismo tiempo la mía. Por ello no se

hará participe de proyectos que puedan poner en

cuestionamiento la sobrevivencia digna de alguno de sus

semejantes. Incluso como practicante de la justicia, habrá de

señalar como un pecado social cuando otros así lo

practiquen.

La integridad cristiana, es uno de los valores que han de

caracterizar a cada miembro del cuerpo de Cristo. De modo

que en el trato con los demás por ser practicantes de una

vida honesta, habrán de abstenerse de la práctica del

soborno.

En el sentido pasivo, hemos de evitar ser sobornados, en

cualquiera de las formas que este se presente. Pues el

soborno, si bien en ocasiones se hace en forma económica o

en especie. También en ocasiones adquiere otras formas.

40

Como es el tráfico de influencias, otros momentos adquiere

formas más sutiles, pero no por ello menos eficientes, pues

el chantaje sentimental, también tiene como propósito el

vulnerar la justicia, para obtener el bien o el favor deseado,

sin respetar los derechos de los otros y quebrantando la

justicia y en ocasiones la legalidad.

En su sentido activo, hemos de cuidarnos de no practicar el

cohecho o soborno para la obtención de lo que nos interesa.

En lugar de ello, hemos de aprender a esperar en Dios, en su

Justicia, bondad y providencia. Creyendo que el proveerá lo

necesario para la subsistencia nuestra y la de los que

dependen de nosotros.

Evitar la práctica del sobornos, tiene propósitos más amplios

que la moralidad. Pues si bien vivimos en una sociedad

acostumbrada a ese estilo de vida. Nuestra motivación no

está en la moralidad. Sino en poder reflejar la presencia de

Dios en este mundo.

para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios

sin mancha en medio de una generación maligna y

perversa, en medio de la cual resplandecéis como

luminares en el mundo; Filipenses 2:15

41

Libertad con sabíduría 1 Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos

algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores

y a doctrinas de demonios; 2 por la hipocresía de mentirosos que,

teniendo cauterizada la conciencia, 3 prohibirán casarse, y

mandarán abstenerse de alimentos que Dios creó para que con

acción de gracias participasen de ellos los creyentes y los que han

conocido la verdad. 4 Porque todo lo que Dios creó es bueno, y

nada es de desecharse, si se toma con acción de gracias; 5 porque

por la palabra de Dios y por la oración es santificado.

1 Timoteo 4:1-5

El uso de la libertad es un signo de madurez

Conforme los niños van creciendo van adquiriendo más

capacidades y con ello, van adquiriendo más libertades. Sin

embargo en el proceso mismo, es común que no tengan el

conocimiento adecuado y pueden llegar a tener accidentes,

muchos de ellos sin consecuencias, pero si no se les sigue

instruyendo acerca de las libertades que adquieren, es

posible que se puedan causar daños irreparables.

Por ejemplo un niño aprende a andar y con ello la libertad de

andar por toda la casa, pero hay espacios dentro de la casa

que pueden ser peligrosos para él. Sus padres, han de ir

42

instruyéndolo acerca de ello, por ejemplo aproximarse a una

escalera puede ser peligroso para él. Su andar sin embargo

más adelante le llevará a salir de casa, seguramente los

primeros pasos acompañado de sus padres, pero poco a

poco también deberá aprender que en la calle ha de

conducirse con sabiduría al cruzar las calles. Abusar de su

libertad y cruzar sin ningún cuidado puede causarle la

muerte.

Con el paso del tiempo, andar en las calles será algo común

para el ahora joven. Ha adquirido capacidad para poder

deambular libremente. Pero eso no quiere decir que pueda

usar su libertad irrestrictamente. Pues si bien puede ahora

tiene libertad para estar en muchos sitios, ha de usar el

siguiente principio para el uso de su libertad.

Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es

lícito, pero no todo edifica. 1 Corintios 10:23

La libertad es un don que Dios nos ha dado, para que la

disfrutemos, pero hemos de aprender a usar con sabiduría

para que resulte en bendición para nuestra vida.

La sabiduría para usar la libertad, que Dios nos ha dado, se

deriva del conocimiento de la voluntad revelada de Dios. Por

ello Él nos doto de la presencia del Espíritu, para que

conociendo la verdad fuéramos verdaderamente libre.

y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres. Juan

8:32

43

Cuida la libertad que Dios te dio

En la medida que el cristianismo se ha propagado por el

mundo, han crecido también a su lado otros grupos que con

la intención de llevar la verdad más lejos de lo revelado y

terminan creando interpretaciones ajenas a las Escrituras.

Para la época del ministerio de Jesús ya había ese tipo de

desviaciones. Sobre enfatizaban ciertos puntos de la

Escritura, de tal forma que lo enseñado por ellos, provocaba

que las personas se alejaran del mandamiento de Dios.

Porque dejando el mandamiento de Dios, os aferráis

a la tradición de los hombres: los lavamientos de los

jarros y de los vasos de beber; y hacéis otras muchas

cosas semejantes. Marcos 7:8

Esta actitud persiste hasta el día de hoy, los errores de

interpretación bíblica se siguen sobreponiendo a lo

enseñado en las Escrituras y se reproducen

generacionalmente, perpetuando y acrecentando la

tendencia del error.

Cuatro tendencias comunes son:

Judaizar al Cristianismo: Hoy es común encontrar un

sinnúmero de grupos de corte mesiánico. Su tendencia

es repetir ciertas prácticas judías, como si se tratara de

un modo de ser más cristiano. Olvidando lo enseñado

en la Biblia sobre el no judaizar. Gal. 2:14

44

Sincretización de la fe: Crean un acomodo de los conceptos

mágico religiosos de la cultura, y revistiéndolos de un

barniz cristiano. Son presentados como una versión

más espiritual y cercana a las personas. Cuando en

realidad les están vendiendo su propia religiosidad del

animismo ancestral.

Religiones de éxito: Todos sus predicadores son presentados

como pertenecientes al grupo de Ricos y Famosos. No

es raro que entre estos estén relacionados algunos

artistas que se han hecho cristianos. Su producto es

fácil de conseguir en el amplio mercado religioso

evangélico que se ha creado. Ha resultado fácil olvidar

que nuestro Salvador, se hizo pobre, de tal forma que

no tuvo en donde recostar su cabeza.

Sensualidad espiritual: Sin duda que los seres humanos

somos también personas con sentimientos y no solo es

intelecto. Pero cuando la religión pasa a ser solo la

búsqueda de la experiencia sensual, se convierte en un

camino interminable, pues la experiencia de los

sentidos, siempre ha de ir más lejos. La experiencia de

catarsis que se genera con el canto y danza, son

interpretados como fruto de la llenura del Espíritu,

cuando lo que más se ha enfatizado es el darle gusto a

la carne.

Cada una de están tendencias, tienen su propia forma de

limitar la libertad cristiana. Algunas ocasiones imponiendo

formas de vestir, comer, etc.

45

En otras ocasiones la fe la tornan sobre objetos o personas.

Creando una especie de amuletos o fetiches. Cuando la fe

bíblica habla de ver al invisible.

En el tercer caso se le venden a las personas falsas

esperanzas de éxito, que se suelen pagar caro

económicamente además a la obediencia irrestricta al

ministro o al grupo. Claro siempre hay uno que si

experimento el éxito como muestra de que el sistema

funciona y así poder seguir manteniendo el sueño de éxito.

En el cuarto caso el enardecer los sentidos, tiene sus

consecuencias, y es donde más abusos de personas se suelen

generar. Pues una vez que los centros de los sentidos son

afectados, es mucho más sencillo manipular a las masas.

Las cuatro tendencias, comparten elementos comunes.

1. Uso superficial de las Escrituras.

2. Personalidades fuertemente carismáticas

3. Religiones centradas en el ser humano

La libertad que Dios nos ha dado es valiosísima, costó la vida

de Jesús. Hemos de mantenernos firmes en ella sin

participar de tendencias que nos hagan desvalorar la gracia.

Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos

hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de

esclavitud. Gálatas 5:1

46

Disfrutar la libertad con responsabilidad

De inicio nuestro título podría parecer una paradoja, pero

ese es justo el mensaje que viene desde el inicio de la Biblia.

Dios creo un Edén y puso a Adán y a Eva en el para qué

disfrutaran de lo que Dios había hecho para ellos. La

encomienda es que lo usarán para los propósitos para los

que se los dio.

Pongamos un ejemplo. Un teléfono celular, tiene funciones

específicas para el cual fue diseñado. Y puede operar

eficientemente, si lo utilizas para ese propósito y le das el

cuidado adecuado. Pero cuando lo usas de forma diferente a

los propósitos para los que fue diseñado o no lo cuidas

adecuadamente. Seguramente su vida útil habrá de

disminuirse considerablemente. Y no es difícil que pronto

quede inutilizado.

Dios nos diseñó con propósitos específicos, y de hecho aun

cuando todos compartimos una misión común consistente

en darle la gloria a Dios y disfrutar de su presencia. También

podemos fácilmente identificar que ese dar la gloria a Dios,

adquiere dimensiones particulares, en cada uno de nosotros.

Los propósitos específicos de Dios para cada uno de

nosotros, están relacionados con los dones y talentos que Él

nos ha otorgado. Así como el entorno específico donde nos

ha puesto para que desde esa experiencia exclusiva

disfrutemos de Su presencia y demos frutos para su gloria.

47

Podríamos decir en ese sentido que hay un proyecto

específico para cada uno de nosotros. Donde ejercemos la

libertad que Dios nos ha dado, la disfrutamos y le honramos

de acuerdo con lo que el mismo nos ha dado. Usemos los

siguientes versículos para poder visualizarlo.

De manera que cada uno de nosotros dará a Dios

cuenta de sí. Romanos 14:12

Cada primer día de la semana cada uno de vosotros

ponga aparte algo, según haya prosperado,

guardándolo, para que cuando yo llegue no se recojan

entonces ofrendas. 1 Corintios 16:2

Cada uno de nosotros agrade a su prójimo en lo que

es bueno, para edificación. Romanos 15:2

Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a

los otros, como buenos administradores de la

multiforme gracia de Dios. 1 Pedro 4:10

Los cuatro versículos representan un área específica, pero

mantienen en común el énfasis de que cada uno, de

nosotros, como creyente maduro ha de ser responsable de

lo que Dios le ha dado.

1. El cómo usamos la libertad, y los dones que Dios nos

ha brindado es un asunto personal. Pero nuestras

individualidades tienen repercusiones en el conjunto

del pueblo creyente. David peco, y las consecuencias

48

fueron para todo el pueblo. Como responsables de

familia, pecamos y las consecuencias pueden

repercutir en toda nuestra familia. Un pecado

individual, también repercute en toda una iglesia.

Entonces, si bien es cierto que habremos de dar

cuentas solo por lo nuestro, lo que hacemos también

beneficia o perjudica a la comunidad completa.

2. Nuestra respuesta en gratitud a lo que Dios nos dio

es también personal. Damos de lo que Él nos dio. No

se trata de poner cuotas ni hay mínimos o máximos

establecidos. Cada uno, hemos de nosotros ha de dar

gracias y participar de la obra, de acuerdo al nivel de

bendiciones que ha recibido y de la gratitud que

manifiesta para Dios.

3. El servicio al prójimo, también es de carácter

individual. Si bien en ocasiones hemos de

organizarnos como iglesia para servir a nuestra

comunidad. El servicio empieza en lo individual, de

acuerdo a lo que tú posees y que te ha sido dado por

Dios, en dones, tiempo, habilidades, etc.

4. Los dones que hemos recibido no son para usufructo

personal sino para bendición de la comunidad. Al

ejercerlos eficientemente, estamos contribuyendo a

la edificación del cuerpo de Cristo.

Se trata entonces de ser buenos mayordomos de la libertad

que Dios nos ha dado. Esa mayordomía inicia cuando usamos

sus dones para darle la gloria a Dios y para bendición de su

pueblo.