Siete Leyes de La Vida Mayo 2010

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SIETE LEYES DE LA VIDA

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SIETEL E Y E S D E LI N I V E R S OTomo I

JORGE ELICER TRIVIO R.

DEDICATORIA:A LOS BUSCADORES DE LA LUZ

Felix qui potuit rerum cognoscere causas VIRGILIO

Cultiva el gozo de diseminar el conocimiento de las leyes eternas; el gozo de sentir la grandeza del Universo; el gozo de la accin fecunda, y sobre todo, cultiva el sublime gozo de la comprensin de los misterios de la vida y del SerMorya

EXORDIO

Cuando el hombre va en pos del conocimiento del Universo, por donde quiera que busque, halla las leyes que rigen en el inmenso espacio; ya penetre en las aguas, avance por la tierra, otee hacia el aire u observe hacia la inmensidad ilmite poblada de planetas, soles, estrellas y galaxias.EL ABSOLUTO las ha esparcido por cada rincn para ayudar al crecimiento y elevacin de las criaturas que habitan en cada sistema, pero estas, son ejecutadas por diversos seres ya que una ley no puede existir sin sus respectivos ministros, pues es necesaria la existencia de entidades facultadas para hacerlas cumplir.LA VIDA est difundida AD INFINITUM y penetra cada tomo con su santo dinamismo.EL ABSOLUTO rige con precisin matemtica, con sensibilidad soberana y con sabidura infinita el curso de su Creacin.He aqu siete leyes para adquirir conocimientos acerca del hombre, de la naturaleza y de la Divinidad -cualquiera sea el nombre que posea de l-. Ojal que ellas sirvan para el mejoramiento de la raza humana y para facilitar la bsqueda de la verdad.Gracias a la Fraternidad Blanca por permitir que se brinde a la humanidad este sagrado blsamo que dar liviandad al trasegar en la senda espiritual.

PRIMERA PGINA

Oh Arcano,para subir a ti, dame la mano!Dame noche encendida,luz y t, dame vida(pues el viaje es muy largo, el tiempo breve)ms tiempo an para escalar la nieveperpetua, donde el sol no tiene velosni hay ya la azul mentira de los cielos,sino el glacial vaco, el astro hirsuto,con sus lenguas de hidrgeno inflamado,lamiendo la negrura del abismo.... Y despus el pavor de lo ABSOLUTO,donde est el INCREADO,en silencio ... mirndose a s mismo!

AMADO NERVOEL SENTIDO DE LA VIDA

La vida, he aqu que a su paso por la tierra florecen las plantas, murmuran las fuentes, alientan la brisa voces sutiles, diafanidad los cielos y fulguraciones supremas la aurora y el poniente, al paso de sus alas invisibles se inunda de perfumes la campia, trinan las aves dulces arpegios y en bandadas de vuelo tembloroso matizan la pradera de vivos colores. Al roce de sus alas se encrespa y tupe la melena rubia de los leones, cobra vigor la armada testa de los toros salvajes de la pampa y grcil silueta los siervos corredores. Y es azul el firmamento, tiene voz la Vida de la tierra y el inmenso mar se cubre de blancas espumas fugitivas y del rumor de sus cambiantes olas. Y andando, incansable y fecunda, visita al fin el dormido corazn del hombre. A su contacto milagrosa fuerza prodigiosa recibe aquel y en su espacio reducido, acaso imponderable en comparacin del Universo, copia toda la Vida Universal y la refunde en su Espritu. La refunde y la engrandece proyectndola en alas de su anhelo, hacia la callada eternidad. La Vida da ritmo al murmullo de los vientos y las olas, cadencia al canto de la naturaleza y voz a las secretas emociones del Alma; y as surge la magia de la msica en el mundo. Cincela en el mrmol y traza en el muro y en la tela la efigie de los seres vivos y las cosas, con su propio calor y la indescifrable precisin del movimiento. Vierte en la palabra la sutileza de los ms delicados sentimientos y hace de ella encendido crisol de ideas o arpa cadenciosa de divinas emociones. Al roce de sus alas invisibles, el corazn del hombre refleja a su manera, todas las creaciones de la divinidad.

LUIS LPEZ DE MEZA

Los principios humanos, en todos los planos, son correlativos a fuerzas ocultas de naturaleza sptuple; siendo las correspondientes a los planos ms elevados, de una potencia formidable

MADAME BLAVATSKY

Siete sagradas antorchas iluminan el sendero. Si en la letra que mata buscas al Espritu que la vivifica, hars ms rpido tu andar y tu carga se tornar ms liviana.

LEY DEL ORDEN

LEY DE PLENITUD

LEY DE Armona

LEY DE ABUNDANCIA

LEY DE LUCHA

LEY DE ADAPTACIN

LEY DE INDUCCIN

LEY DEL ORDENTodo el Kosmos es dirigido, vigilado y animado por series casi interminables de JERARQUIAS DE SERES SENCIENTES, teniendo cada uno una misin que cumplir.Varan hasta el infinito en sus grados respectivos de conciencia e inteligencia.MADAME BLAVATSKY

Cuando observamos al Universo manifestado, hallamos dentro de l fuerzas correlacionadas por orden de gradacin. Una fuerza superior controla una inferior ad infinitum .El hombre para poder supeditarlas y usarlas, debi estudiarlas por separado para conocer su intensidad y aplicacin para ponerlas a su servicio.La posibilidad de avanzar en el elemento agua, dio a la humanidad nuevas perspectivas de transportarse hacia tierras lejanas, nunca antes soadas, al ulterior descubrimiento de especies animales, vegetales y al conocimiento de culturas antiqusimas, que la mente jams imagin; posteriormente, avanz por la tierra, creando vehculos dotados de fuerza dinmica, conquistando los ms inhspitos lugares, viajando a travs del desierto, las llanuras, los valles y el mismo hielo polar y en su afn de proseguir la conquista, logr surcar el aire con aparatos sofisticados, al igual que lo hacen las aves millones de aos antes; pero no se content con ello, pues por su deseo vehemente de traspasar las fronteras limitantes, surgi en su alma el anhelo de elevarse ms all de la atmsfera; para ello, hizo clculos matemticos, cre modelos dinmicos, forj metales hacindolos cada vez ms livianos y dctiles y utiliz la poderosa fuerza de la imaginacin creadora, dotando a la materia de movimiento. La fuerza gravitacional que nos ata a la tierra, ya que todos los seres que habitan en ella, estn sujetos a su poder, debi ser vencida inyectndole a los cohetes una potencia mayor, que permitiera el despegue hacia la atmsfera. Esta fuerza de impulsin logr romper la barrera restrictiva y permiti el viaje de naves a la superficie lunar y el lanzamiento de satlites artificiales a otros planetas.Estos son algunos ejemplos de aplicacin de fuerzas superiores contra otras inferiores y para lograrlo, el hombre, tuvo necesidad de conocerlas, saber las magnitudes y cuantificarlas para luego usar esos conocimientos, hasta lograr el lanzamiento de cohetes hacia el espacio; de igual manera el ocultista debe conocer adecuadamente las fuerzas que maneja, para no sucumbir ante ellas.Los fracasos de la mayora de quienes intentan manejar dichas fuerzas, se deben al desconocimiento del orden riguroso de las leyes.Con respecto a la ley de orden o jerarqua, Max Heindel, uno de los mayores ocultistas de nuestro tiempo, se expresa as: En armona con el axioma hermtico: Como es arriba es abajo y viceversa, los Sistemas Solares nacen, mueren y tornan nuevamente, siguiendo ciclos de actividad y reposo, semejantemente al hombre. Hay un constante flujo y reflujo de actividad en todos los dominios de la Naturaleza, correspondientes a las alteraciones de da y de noche, verano e invierno, vida y muerte.En el principio de un da de Manifestacin, se dice que cierto Gran Ser (llamado en Occidente Dios, pero con otros nombres en otros pases) se asla a S Mismo en cierta porcin del espacio, en la que crea un Sistema Solar para la evolucin y aumento de su propia consciencia.Incluye en su propio Ser huestes de gloriosas Jerarquas, de para nosotros, inconmensurables poder y esplendor espiritual. Estas jerarquas son el fruto de las pasadas manifestaciones de ese mismo Ser y tambin otras Inteligencias, de decrecientes grados de desarrollo hasta que no han adquirido un estado de consciencia tan elevado como el de nuestra humanidad actual. Por lo tanto, en Dios -ese Gran Ser colectivo- existen seres inferiores de toda clase de inteligencias y de estados de consciencia tan elevado como el de nuestra humanidad actual. Por lo tanto, estas ltimas no podan acabar su evolucin en este sistema. En Dios- ese Gran Ser colectivo- existen seres inferiores de toda clase de inteligencias y de estados de consciencia, desde la omnisabidura hasta la inconsciencia, ms profunda an que la del trance profundo.Durante el perodo de manifestacin con el que estamos relacionados, esos seres de varios grados estn trabajando para adquirir ms experiencia que la que posean al principio de este perodo de existencia. Aquellos que, en manifestaciones anteriores, haban alcanzado el ms alto grado de desarrollo, obran sobre los que an no han desarrollado consciencia alguna. Inducen en ellos un estado de consciencia propia, con la cual pueden seguir trabajando en lo sucesivo. Los que ya haba principiado su evolucin en un da de manifestacin anterior, pero que no han progresado hasta llegar a un grado superior cuando aquel termin, prosiguen ahora su tarea nuevamente, de igual manera que nosotros proseguimos nuestro trabajo cada maana despus de la noche de reposo anterior.Todos estos seres, sin embargo, no continan su tarea desde el primer momento de manifestacin. Algunos deben esperar hasta que los seres que les preceden hayan creado las condiciones que son necesarias para su progreso ulterior. No hay ningn proceso instantneo en la Naturaleza. Todo es un desarrollo extraordinariamente lento, un desenvolvimiento que, aunque lentsimo, es absolutamente seguro y alcanzar la suprema perfeccin. De igual manera que hay estados progresivos en la vida humana: infancia, adolescencia, virilidad y decrepitud, as tambin, en el macrocosmos existen los diferentes estados correspondientes a los varios perodos de vida microcsmica.Un nio no puede hacerse cargo de los deberes del padre o de la madre. Su adormecida mente y su condicin fsica lo hacen incapaz de ejecutar semejante trabajo. Y lo mismo es cierto en esos seres poco desarrollados al principio de la manifestacin. Tienen que esperar hasta que los ms desarrollados hayan creado las condiciones necesarias para ellos. Cuanto ms inferior es el grado de inteligencia de un ser evolucionante, tanto ms depende de la ayuda externa.En el principio, los seres ms elevados los que han progresado ms obran sobre los que tiene mayor grado de inconsciencia. Ms tarde, los guan hacia algunas entidades menos desarrolladas, las que pueden llevar ese trabajo un poco ms adelante.Por ltimo se despierta la conciencia de s, del yo. La vida evolucionante se ha convertido en humana.Desde el punto en que la propia conciencia individual del Ego se manifiesta, debe seguir adelante para extender y expansionar su conciencia sin ayuda exterior alguna. La experiencia y el pensamiento tienen que tomar entonces el lugar de los instructores externos, y la gloria, poder y esplendor que puede adquirir son ilimitados.(1)Abandonado a ti mismo te has caracterizado por el desorden de las ideas y de los actos.Medicina para tal desorden es volver a entrar en ti mismo. El esfuerzo de voluntad continuo y duradero necesita una regla de vida.La regla de vida comporta una serie de actos espirituales que es preciso que cumplas escrupulosamente (2)

Estas palabras resumen la labor disciplinada que debe cumplir todo aspirante al conocimiento de si mismo.El hombre es y debe ser el fiel reflejo de la Divinidad, pues Tal como Dios crea, el hombre crea.Existe un ser de tan alta consciencia y sabidura, que ocupa el primer nivel en la escala jerrquica y a quien se le denomina EL ABSOLUTO.Por encima de nosotros, en las esferas eternas de las que emanan la luz y la vida, reina el misterio insondable y esplndido del ABSOLUTO.EL ABSOLUTO circunscribe nuestro ser como los ptalos de un capullo y cie el crculo de nuestros conceptos precisos; en toda cosa ha impreso su sello.Desconocido y tenebroso por los que no poseen la ciencia, es un velo que oculta la causa primera y que se alza ante los iniciados.Bienaventurado el que haya sabido desgarrarlo antes de la hora! Pues la luz que conozca ya no le cegar con su visin inesperada. (3) El ABSOLUTO est ms all de toda comprensin. Ninguna expresin o smil de los que somos capaces de concebir, puede expresar la verdadera idea. La manifestacin implica limitacin. Por lo tanto, podemos caracterizar mejor al ABSOLUTO diciendo que es un Ser Ilimitado: La Raz de Toda Existencia. De esta Raz de la existencia procede el Ser Supremo, en la aurora de la manifestacin. Este es el UNO. En el primer captulo de San Juan, este gran Ser es llamado Dios. De este Ser Supremo eman la palabra, el Fiat Creador sin el cual no se hace nada. Y esta palabra es el bien amado Hijo, nacido de su Padre (el Ser Supremo) antes que todo; pero positivamente no es Cristo. Grande y glorioso como es ese Gran Ser. Ciertamente la palabra se hizo carne, pero no en el sentido limitado de un cuerpo, sino carne de todo lo que es, en este y en millones de otros sistemas solares. El primer aspecto de este Ser Supremo puede ser caracterizado como Poder. De este procede el segundo aspecto, el Verbo; y de estos procede el tercer aspecto: Mocin (movimiento). De este Ser Supremo Triple proceden los siete Grandes Logos. Estos contienen en si mismos las grandes jerarquas que se diferencian ms y ms conforme van difundindose a travs de los varios planos Csmicos. Hay cuarenta y nueve jerarquas en el segundo Plano Csmico; en el tercero otras 343; cada una de estas puede tener divisiones y subdivisiones septenarias, as que en el plano Csmico inferior, en el que se manifiestan los Sistemas Solares, el nmero de divisiones y subdivisiones es casi infinito.En el mundo ms elevado del sptimo Plano Csmico est el Dios de nuestro Sistema Solar y los Dioses de todos los otros Sistemas Solares del Universo. Estos Grandes Seres son tambin triples en su manifestacin, similarmente al Ser Supremo.Sus tres aspectos son Voluntad, Sabidura y Actividad.Cada uno de los siete Espritus Planetarios que proceden de Dios y tienen a su cargo la evolucin de la vida en cada uno de los siete planetas es tambin triple y se diferencian dentro de s mismos Jerarquas Creadoras que siguen una evolucin septenaria. (4)

Pero para poder comprender a cabalidad la ley de jerarqua, que acta desde el nivel ms material hasta el ms sutil, se hace necesario saber que la composicin del hombre tambin es septenaria, al igual que el universo, pues tal como es arriba es abajo segn el axioma hermtico, como lo corrobora Max Heindel, Mme. Blavtsky, Leadbeater, etc.

Como se puede apreciar con claridad, el Ilimitado e Inmensurable Universo, ha sido emanado del ABSOLUTO con orden, peso y medida.Como deca Albert Einstein: Dios no juega a los dados.Bulwer Litton, en una de las ms destacadas obras dela literatura ocultista, dice al respecto de esta ley:En toda creacin, desde el Arcngel al ms humilde gusano, desde el Olimpo al guijarro, desde el radiante planeta hasta la nube que cruza por nuestro horizonte, la primera ley de la naturaleza es la desigualdad.Mientras exista el mundo, el sol iluminar antes la cumbre de las montaas que la llanura. Difundid todos los conocimientos que contiene la tierra entre la humanidad de hoy y maana ya habr hombres que aventajarn a los dems. Y esto no es cosa dura, sino una ley benfica: LA VERDADERA LEY DEL PERFECCIONAMIENTO. (5)

La Divinidad, adems de haber instituido las leyes para el desenvolvimiento de cada criatura que puebla su Universo, provee la posibilidad de avance y mejoramiento, mediante faros espirituales que se encuentran esparcidos por todo el planeta y se caracterizan por un inconmovible amor por la humanidad, por su desarrollo y por la dacin de su sabidura.Existe, desconocida an para muchos, LA JERARQUIA OCULTA, un grupo de seres conscientes del Plan Divino de Evolucin, que colaboran con la humanidad en el desarrollo de sus facultades, en el plan de direccin y de diseminacin de conocimientos de carcter espiritual.Elevada, perfecta en sus lineamientos, guarda la sangre redentora de la Sabidura en su cliz divino, para ofrecerla a cada Alma sedienta de servir; y a quienes buscan alivio para sus males.

As como el sol derrama su luz y calor sobre el mundo, de suerte que sus rayos animan toda la vida terrestre y a su calor germinan las semillas, vegeta la planta, alienta el animal y es posible la vida humana, as tambin estos grandes Seres, soles del firmamento espiritual, derraman sobre la tierra su fuerza y sabidura, desarrollan los grmenes del bien latentes en la humanidad y nos infunden la energa necesaria para progresar. No se ponen en nuestro lugar ni pueden substituirnos; pero en la virtud de su idntica naturaleza, de la altura a que planean sobre nosotros, pueden efundir su vida para estimular nuestro desenvolvimiento y gracias a este estmulo de su podero se transmutar en fortaleza nuestra debilidad.De esta suerte auxilian al mundo. Lo ayudan por los medios que vamos a exponer sumariamente. De tres distintas maneras puede efundirse sobre la humanidad la vida de esta Jerarqua. Su luz desciende de las grandes esferas espirituales, como una bendicin general y lo ilumina todo sin diferencia, como la luz del sol a que acabamos de compararla. Todos podemos aprovecharnos de esta luz en la medida en que estemos preparados a recibirla, segn abramos a ella nuestro corazn y la aspiremos como la atmsfera que nos rodea. Del mismo modo que podemos abrir las ventanas de par en par para que los benficos rayos del sol penetren en nuestros aposentos, o por el contrario, podemos cerrar los postigos e impedir que el sol entre a traer en sus rayos la vida y la salud, as tambin podemos abrir o cerrar nuestros corazones a la bendicin y vida que constituyen la atmsfera espiritual y que como luz espiritual se derraman. Abrid vuestras ventanas y penetrar su luz que est tras los postigos. Abrid los postigos y Su luz y Su fuerza inundarn vuestro Espritu.Un maestro especialmente designado da Su bendicin y derrama Su energa en los movimientos y congregaciones religiosas. Las grandes religiones del mundo son a manera de vasijas de distintas formas, como vastos depsitos destinados a recibir la misma agua espiritual que de ellos fluye para calmar la sed espiritual de los hombres. En las diferentes religiones organizadas con objeto de difundir las doctrinas espirituales, un Maestro derrama Su vida y Su inspiracin sobre los fieles. De aqu las diferentes religiones del mundo con sus distintos sacramentos o medios de obtener la gracia, adaptadas a las diversas condiciones de la poca en que se fundaron y al temperamento de los pueblos a quienes estn destinadas a instruir y desenvolver, dotndolos de una civilizacin peculiar, para as dirigir y ayudar a las razas y sub-razas de la humanidad.El tercer procedimiento de auxilio que emplean los Maestros de Sabidura consiste en difundir por el mundo vigorosos pensamientos de ciencia, belleza e inspiracin, destinados especialmente a los hombres geniales capaces de asimilrselos y servir de conductores por donde lleguen a todos los mbitos del mundo. Infunden pensamientos cientficos al sabio; pensamientos de belleza al artista; de potencia creadora al poeta y al literato. Por medio de estos pensamientos se manifiesta la bendicin de los Maestros de Sabidura para ayudar y realzar a los hombres. No hay ni una sola inspiracin poderosa que conmueva el espritu o el corazn, ni un solo pensamiento vigoroso que ilumine un campo de conocimientos, ni una forma deliciosa de belleza para encanto de la vista o del odo, que al abrirse campo en nuestra atmsfera terrestre no emanen de la Gran Jerarqua cuyos miembros solo existen para ayudar a los hombres y no cesan de idear nuevos mtodos y elaborar nuevos planes para realzar a la raza y acelerar la evolucin.

Entre los Maestros de Sabidura los hay que admiten por discpulos a quienes desean seguir el Sendero que Ellos recorrieron. As nunca le faltarn a la Gran Jerarqua idneos obreros, mientras los hombres necesiten ayuda y la humanidad subsista en nuestro globoAdems del auxilio que de la Gran Jerarqua reciben la humanidad en general y algunos individuos en particular, hay dos departamentos ministeriales en que la labor de la Jerarqua aparece claramente visible a los sagaces observadores. Estos dos ministerios o departamentos de la Jerarqua son los de ESTADO y de INSTRUCCIN Y CULTOS.El Ministerio de Estado de la Jerarqua aplica las leyes, dirige la evolucin natural, preside los cataclismos geolgicos, la construccin y destruccin de los continentes, el nacimiento, desarrollo y extincin de las razas y el destino de las naciones; echa cimientos de toda civilizacin y de cuando en cuando forma el balance de cuentas entre las razas y las naciones. Este vasto departamento ministerial se halla a cargo del hombre ideal, del Man, como se le llama en Oriente, quien dirige y regula las actividades del ramo bajo la direccin del Jefe Supremo de la Jerarqua, el Seor de nuestro mundo.El departamento ministerial de Instruccin y Cultos es la fuente de donde manan todas las religiones e inspira y matiza las civilizaciones. Est a cargo del Instructor Supremo, superior de dos grados en categora a los Maestros. Es el instructor de ngeles y hombres, el Boddhisattva en Oriente, el Cristo en Occidente. Su deber es velar por los espirituales intereses de la humanidad; guiar, bendecir y sostener las diversas religiones del mundo cuyas lneas generales El mismo trazara.Al frente de cada religin coloca el Boddhisattva a un Maestro como gua o protector especial de ella, mientras que Su bendicin abarca a todas las religiones vivas de la poca. Y cuando llega la plenitud del tiempo, el mismo Boddhisattva reaparece para inspirar una nueva religin y pulsar una nueva nota que enriquecer el majestuoso y variado pero armnico coro de nuestra humanidad, que a pesar de sus diversas notas resuena en admirable acorde. (6)Cuando en la poca lemrica la humanidad se hallaba con suficiente evolucin impulsada por el espritu de la tierra, entonces la Gran Jerarqua de los Seores del Fuego, descendi para ayudar a la humanidad en su proceso de superacin, mostrndole senderos para ir logrando la divinizacin del ser.Para el advenimiento de los Seores de la Llama se escogi la poca coincidente con el inslito fenmeno astronmico de una especial conjuncin de planetas que colocaba a la tierra en las ms favorables condiciones magnticas. Sucedi esto hace unos seis millones de aos, cuando ya no quedaba por cumplir otra labor que la que nicamente podan llevar a cabo los Seores de la Llama. Con el estruendoso bramido de un torrente y envuelta en gneas nubes que cubran el firmamento de disparadas lenguas de fuego, descendi entonces de inconcebibles alturas, relampagueando a travs de areos espacios, la carroza de los Hijos del Fuego, de los Seores de la Llama, que venidos de Venus, posaron sobre la Isla Blanca risueamente tendida en el seno del mar de Gobi. Estaba la isla verdeciente de follaje y radiante de matizada floracin, como si la tierra ofreciese la ms amorosa y galana bienvenida a su llegado rey, el Kumara Sanat, el doncel de diez y seis estos, el de perpetua y virginal juventud, el nuevo gobernador de la tierra, que advena a su reino acompaado de sus discpulos, los tres Kumaras y sus ayudantes, los treinta poderosos seres que, demasiado grandes para que la tierra pudiese conocerlos en orden graduado, estaban revestidos de los gloriosos cuerpos que Ellos mismos haban formado por el poder de Kriyashakti.Ellos eran la primera Jerarqua Oculta, las ramas del nico rbol baniano alimentador de los futuros adeptos y centro de toda vida oculta. La morada de estos Seres fue y es la imperecedera Tierra Sagrada en que sempiternamente brilla la estrella refulgente, smbolo del monarca de la tierra, el inmutable polo en cuyo trono se enhebra de continuo la vida de nuestro planeta.Dice un catecismo:De los siete Kumaras, se sacrificaron cuatro por los pecados del mundo y la instruccin de los ignorantes, para permanecer hasta el fin del actual manvtara. Estos cuatro Kumaras son la cabeza, el corazn, el Alma y la Simiente del inmoral conocimiento.Y aade Blavatsky:Mayor que los Cuatro hay solamente UNO, as en la tierra como en el cielo. Es el todava ms misterioso y solitario Ser llamado el Vigilante Silencioso. (7)Otros ocultistas han podido conocer de primera mano la existencia de la GRAN Jerarqua Oculta. He aqu otro texto en el que adems da claras claves para llegar hasta ellos: La insigne maestra H.P. Blavatsky, con la tenacidad sin igual de una voluntad superhumana, viaj al oriente cinco veces con el fin de poder entrar en contacto directo con la Jerarqua Blanca compuesta de doce grandes seres, ms uno, los cuales encarnan los poderes del Logos y suministran la evolucin de los seres que se desenvuelven en la entera superficie del planeta tierra. Despus de luchas vigorosas, en las cuales fue puesta a prueba la voluntad de la insigne Maestra, logr tener la dicha, la inmensa fortuna de ser conducida a la regin Trashimalyica, en la cual tiene su sede la existencia de estos seres super-humanos llamados Maestros de Compasin que son los que dirigen sublimando la evolucin del mundo. All en aquel remoto lugar de la tierra, la Maestra encontr lo que su corazn ansiaba: el contacto directo con aquellos grandes seres cuya magnitud real es injuzgable, pues no existe pluma, por maestra que sea, que pueda describir la grandeza, la sublimidad que los caracteriza, lograda a travs de las edades con esfuerzos cuyo podero est ms all de todo posible clculo. De estos grandes seres, doce pertenecen a la sublimacin humana, y uno ha venido de otro sistema para ser el mentor espiritual del nuestro, y es llamado con justeza El Rey del Mundo. De estos doce jerarcas hay siete que se ocupan vivamente de la humanidad y le dan a cada uno tanto como se ha capacitado y hecho digno de recibir. Cinco de aquellos jerarcas se ocupan de correlacionar los poderes logoicos con las energas que actan a travs de la humanidad. El nmero trece, el ms grande de ellos Maha Gur el gran jerarca, conocido en las leyendas como Rey del mundo trabaja en la esfera de relacin que acta vinculando el magnetismo de nuestro sistema solar al influjo de la energa que proviene del sistema al cual el sol nuestro pertenece como satlite. Todas las formas expresivas en sentido y profundidad ideolgicas y filosficas son poca cosa frente a la realidad de hechos cuyo alcance est ms all de nuestra bien pobre, como humana inteligencia. Hay personas que a pesar de estar vinculadas a Escuelas ideolgicas, niegan la posible realidad de la Gran Jerarqua Oculta. Nosotros estamos muy lejos de intentar convencer a nuestros amables lectores de tan grandiosa realidad. Porque al fin de cuentas todos vamos marchando por el sendero de la vida, a travs de encarnaciones sucesivas, hasta que un da alcancemos experiencias que nos darn conviccin, y que al ser ntimas y subjetivas por tal razn no pueden ser transmitidas ni objetivadas, y quiz esa misma transferencia si fuera posible, no sera til, porque lo realmente importante es la conciencia y esto es lo que todos debemos trabajar por actualizar. Sin embargo, no dejaremos de hacer sencillas reflexiones, que quiz sirvan para que se admita al menos hipotticamente tales hechos, ya que ello mucho ha de servir a la inteligencia del que al menos por lgica comprensin de tales poderes de la evolucin, trate de establecer lnea de relacin simptica con tan sublime jerarqua, porque tal actitud mental ser muy til; y si de all logra trascender la actitud y alcanza el sentido de la vida, habr dado un gran paso en su interno bienestar, fuente positiva de la verdadera armona, del verdadero cielo que todo ser debe conquistar. Si dentro del alcance de nuestra posible observacin encontramos bien demostrado que entre todas las ramas del saber humano hay seres excepcionales que superan al comn de la especie por qu hemos de poner en duda que en el ms sutil campo del desarrollo ntimo, del alcance espiritual, no hay seres excepcionales, que estn a la cabeza de la evolucin? Entre los miles de mdicos encontramos a uno o algunos, bien limitado el nmero, que justamente merecen el ttulo de sabios o de genios. En el campo de la mecnica ha habido cerebros prodigiosos, mentalidades nicas, que han logrado concebir mecanismos tan sutiles, que solo al pensar en ellas, el hombre corriente se trastorna. En el terreno musical, la penetracin y delicadeza de un Beethoven, Wagner, Bach y otros que no han sido superados, no encarnan una excepcin de grandiosidad? Podramos llenar pginas y pginas probando que en todas las pocas ha habido seres que se han superado en forma visible sobre el resto de la especie, en la esfera de su actividad; Por qu negar pues, lo que los hechos muestran claro, posible y muy natural como lgico resultado de la evolucin humana? Si entre el comn de los seres humanos encontramos supremacas ostensibles por qu hemos de dudar, qu razn tenemos para ello humanamente sobre la existencia y realidad de la Jerarqua Blanca? La Fraternidad Blanca es la ms grande, la ms sublime realidad. Para acercarnos a esos grandes seres, no es cuestin de movernos fsicamente en la superficie del planeta; el problema est en ennoblecer nuestras vidas, para hacernos dignos de tal acercamiento. Un axioma endotrico dice: Cuando el discpulo est preparado, el Maestro llega (8)Y ya para finalizar, el poeta Oscar Ponce de Len acerca de la imposibilidad de la existencia de igualdad, la expresa en este hermoso poema:

IGUALDADLa igualdad que pretenden ciertos hombreses el error ms grande de este siglo,pues Dios hizo una escala de valoresque asciende, en espiral, al infinito

Un rosario de vidas sucesivasque a travs de experiencias dolorosas,har del vil gusano una crislida,y ms tarde una alada mariposa

Son las leyes divinas que nos rigenen la senda que Dios nos ha trazado,por donde vamos con la cruz a cuestascamino del simblico calvario

Qu igualdad puede haber entre nosotros si somos tan extraos y distintos?...Entre Gandhi, el asceta, y un Hitler fatuo y loco,abri la eternidad un hondo abismo!...

Qu igualdad puede haber entre un Tiberiocon alma de chacal y de vampiro,y Francisco de Ass, el dulce hermanode la flor, de la nube y del roco?...

LEY DE PLENITUD

Dios hace existir criaturas vivientes en todos los elementos, y no hay cosa alguna que no tenga vida. Lo que se manifiesta en el mundo visible ha tenido su origen en las regiones superiores. Sin esta generacin arriba, no podra manifestarse abajo.PARACELSO

La ley de plenitud, plantea que no existe ni un solo tomo del Universo que no posea alguna forma de vida, ya que en realidad SOLO EXISTE LA VIDA.

En lo pequeo, lo mismo que en lo grande, Dios ha arrojado profundamente la Vida. El viajero mira al rbol y cree que sus ramas fueron formadas para librarle de los rayos del sol en el verano o para combustible durante los fros del invierno.

En cada hoja de esas ramas, sin embargo, EL CREADOR HA ESTABLECIDO UN MUNDO POBLADO DE INNUMERABLES RAZAS. Cada gota de agua de aquella cascada, es un orbe ms, lleno de seres que hombres cuenta un reino. En todas partes, en este inmenso DESIGNIO, la ciencia descubre nuevas vidas. La vida es un eterno principio y hasta lo que parece morir y podrirse, engendra nuevas existencias y da nuevas formas a la materia. Razonando pues, por evidente analoga, si no hay una hoja ni una gota de agua que no sea como aquella estrella un mundo habitable, lo mismo el hombre no puede ser en s ms que un mundo para otros seres, de los cuales millones de millones habitan en las corrientes de su sangre, viviendo en su cuerpo como el hombre en la tierra. El sentido comn si vuestros eruditos lo tuvieran, bastara para ensearles que el infinito fluido al cual llamis espacio, el impalpable ilimitado que separa la tierra de la luna y de las estrellas, est tambin lleno de correspondientes y proporcionados seres. No es un absurdo suponer que una hoja est llena de Vidas y que la Vida no existe en las inmensidades del espacio? La ley del Gran Sistema no permite que se desperdicie un solo tomo, ni conoce ningn sitio donde haya algo que deje de respirar. En nuestro cuerpo se encuentra un principio de produccin y de animacin, No es verdad? Si esto es as Podis concebir que el espacio que es el mismo infinito, solamente sea un desierto sin vida, menos til al designio de una existencia universal que el esqueleto de un perro, que la poblada hoja y que la gota de agua? El microscopio os muestra seres en la hoja y si no descubrimos los de un gnero ms elevado y perfecto que pueblan el ilimitado espacio, es porque no se ha descubierto todava un instrumento a propsito. (9)

Existen en los planos o niveles etricos, una vasta cantidad de seres. La literatura Universal est llena de alusiones acerca de ellos dndoles denominaciones afines con las diferentes culturas.

Obran en el plano etrico de cada elemento. En el elemento tierra, los Gnomos; en el agua las Ondinas; en el aire los Silfos y en el fuego las Salamandras. Nosotros los humanos tenemos un espritu interno, es decir que hemos llegado al grado de individualizacin necesario para poder educir consciencia. Pero hay otra evolucin aparte, paralela a la nuestra, que no ha logrado ese estado de individualidad tan adecuado como las del ser humano y por lo tanto solamente son parte del Alma del Mundo, y su vida aunque demasiado larga, con respecto a la vida humana siempre tiende a asimilarse dentro del Gran Todo dentro de la Consciencia Logoica en la cual estamos evolucionando. Estas entidades o fuerzas naturales o entidades semi-inteligentes a las cuales nos estamos refiriendo, son los Elementales quienes son los encargados de que la naturaleza toda pueda manifestarse con el esplendor y magnitud que vemos. Los Elementales tienen la posibilidad dentro de nuestro ser interno de ir despertando el aspecto idlico, romntico, sensible que la otra polaridad ha sembrado en nosotros. Por lo tanto, debemos entregarnos hoy a un estudio muy delicado y muy especial: es la parte etrica de mundo fsico. Estas entidades siendo fsicas tambin son intangibles a nuestros sentidos, invisibles a nuestra vida normal, pero visibles a algunos pocos que se han esforzado en desarrollar la capacidad de verlos en su lnea de accin. Este mundo fsico o tridimensional por lo tanto, depende de las lneas de fuerza, que son dirigidas, coordinadas por estas entidades o fuerzas. Los Elementales han sido conocidos y respetados por los msticos y sabios kabalistas a travs delas edades, porque realmente nosotros debiramos acercarnos a ellos para ir despertando muchas latentes potencialidades de nuestro ser interno y as verificar definitivamente aquel trabajo ltimo alqumico que es la consagracin a la Gran obra o regeneracin fsica y espiritual del ser humano. Dentro de los elementales tenemos los que estn en relacin con la esfera sacro coccgea, gnomos que realmente representan al mundo mineral en todos los aspectos, porque tienen la posibilidad de atravesar perfectamente la materia densa debido a que su cuerpo etreo como es, no tienen ninguna imposibilidad para verificarlo de esa manera. Las ondinas estn en relacin con el reino vegetal y los lquidos, los silfos estn en relacin con el reino humano y el aspecto gneo de la naturaleza. De tal suerte que los ms elevados de aquellas entidades elementales son las salamandras. Salamandras y Salamandros porque en todo existe ese estado bipolar y eso es parte del conocimiento del ocultista para utilizarlo en su progreso interno. Los gnomos y su contraparte femenina, las gnmides, tiene la posibilidad de trabajar en nosotros la parte slida, es decir nuestro esqueleto, pero tambin posibilitan al estudiante activar el potencial de energa radicado en la esfera sacro coccgea, llamada por los orientales la energa de Kundalini, llamado por los alquimistas el oro, que debe ser adecuadamente utilizado para consagrarnos a la Gran Obra o virtud de de TIPHARETH que es la espiritualizacin interna. La manera de tomar contacto con las gnmides y los gnomos, es cultivando la simpata y es solamente cuando nuestra vida utilizamos adecuadamente el discernimiento, que es la virtud caracterstica de la esfera de los gnomos; es as como podemos tomar contacto con aquellas fuerzas de la naturaleza. Los nios de corta edad tienen la posibilidad de ver a los gnomos y de ser sus amigos, pero en los adultos, cuando nuestras emociones, nuestros instintos y nuestras pasiones imperan en nuestra vida, nos alejan totalmente de esa senda espiritual dentro de la contraparte etrica del mundo fsico y es por eso que no tomamos contacto con ellos, pero cuando nuestra vida vibre en simpata y en admiracin por la naturaleza toda, en ese momento realmente tomaremos contacto con la contraparte sutil del mundo fsico. De tal suerte que si observamos a todos los orfebres y a todos los que trabajan con sus manos para darle forma a la materia fsica, ellos estn inspirados y tienen un contacto subconsciente, endoconsciente dijramos, con respecto a los gnomos, porque los gnomos son los que inspiran a los joyeros para hacer las maravillas con respecto a las joyas. Tambin son los encargados de ir cristalizando la parte ms pura del planeta, para convertirlo en piedras preciosas cuya finalidad es reflejar la Luz Astral en sus diferentes modos o manifestaciones dentro del dentro del aspecto septenario del Logos de este sistema. Es as como el sol ha logrado a travs de una evolucin increble durante millones y millones de aos, aportar el poder gneo de la Luz Astral para cada que cada uno de los planetas pueda recibir el impulso espiritual que necesita, porque cada planeta tiene su Logos tambin. En el planeta tierra, el Logos terrestre se llama Jehovah, que es el encargado de dirigir la evolucin y el trabajo de los gnomos. Los gnomos no actan independientemente sino que tiene un regente: el Elfo, pero realmente todos dependen de la energa terrestre de seor Jehovah; del Logos del planeta tierra. Cada vez que nos solazamos admirando una escultura, admirando una joya o admirando todas aquellas actividades que han hecho las personas con su simpata, con su bondad, gracias a la sensibilidad de su ser interno, los gnomos se solazan de felicidad al ver que la obra que ellos inspiraron es adorada por los humanos; pero cuando despreciamos algunos de los aspectos que han sido trabajados con amor y simpata por el orfebre, por el escultor, por el arquitecto, entonces ellos se entristecen y se marchan del lado de ese humano en el cual el sentido mstico de la vida no existe. Por lo tanto el Kabalista es un ser que transita permanentemente el sendero de la armona y de la espiritualidad. Las ondinas y los ondinos, estn en relacin con la vitalidad de planeta; y qu es lo que hacen? Toman la sustancia que ha sido formada inicialmente por los gnomos y a ella le agregan la humedad que debe servir como base para que los ngeles puedan trabajar definitivamente en esa sustancia y as dar el espritu del germen de la semilla, para perpetuar las especies animales, vegetales y humanas. Pero tambin miremos en toda la naturaleza la actividad de estas entidades elementales: observamos una rosa o las plantas, con sus bellas tonalidades y no nos damos cuenta del trabajo gigantesco que verifican estas entidades semi-inteligentes; ellas no solamente se encargan del crecimiento y desarrollo del planeta sino tambin de darles las tonalidades exquisitas que deleitan nuestro sentido dela vista para que podamos solazarnos en la belleza de la misma; an la florecilla ms pequea que pasamos con desprecio por encima de ella sin fijarnos adecuadamente, forma parte de ese trabajo magnfico que los gnomos y las ondinas se encargan de verificar para solazar nuestros sentidos. Pero como somos faltos en el cultivo del alma, es decir que nos falta sensibilidad, solamente admiramos si es que admiramos lo ms objetivo para nuestros sentidos, pero aquello que es un poco ms pequeo, aquello que no nos llama la atencin suficientemente, quizs lo despreciamos. Nada se debe despreciar en la naturaleza, nada se debe despreciar en la evolucin, porque todo, absolutamente ha sido hecho con amor para poderle entregar a la humanidad un divino mensaje de luz y belleza, si as lo quiere, dentro del sistema evolutivo. Los silfos tienen su accin dentro de ese trabajo, siendo los encargados del intercambio gaseoso que verifican las plantas permanentemente, al igual que los animales y el hombre. En los animales, los silfos impregnan su energa emocional y en los hombres adems de lo emocional se encargan de los pensamientos. Los pensamientos que nosotros pensamos realmente ya han sido pensados en su mayora por otras personas y lo que hacen los silfos es traernos ese informe que han escuchado en otras partes y ponerlo a tono con nosotros cuando tratamos de visualizar algo en lo cual estamos interesados. Solamente los sabios y los prohombres de la raza, son los nicos que logran pensar pensamientos independientes. Nosotros estamos muy lejos de aquello con autosuficiencia, llenos de vanidad y superficialidad, creemos que cualquier idea que nos llega a la mente, es simplemente algo que ha nacido de nuestra superior mentalidad. Nada de eso. La mentalidad superior la tienen aquellos pocos, genios de la raza como el seor Einstein o la armona o espiritualidad del seor Albert Schweitzer o la genialidad y trascendencia espiritual del seor Jess, o la consciencia ya de bastante evolucin del seor Buda. Estos seres si lograron pensar pensamientos individuales, pero nosotros lo nico que hacemos es continuar con las ideas que otros nos han entregado. De tal suerte que los silfos son importantes desde el punto de vista de la informacin que llevan y traen y del intercambio gaseoso que se verifica en todos los seres vivientes; pero aquella genialidad que la tienen muy pocos seres en la evolucin humana, est en relacin directa con las salamandras y Salamandros. La genialidad tiene que ver con el fuego interior, porque genio es una palabra que significa movimiento del fuego interno. Es el fuego interior que a medida que aumenta en los seres que se dedican a la sublimacin de las energas generadoras, van desarrollando ms consciencia y ms sensibilidad. All es donde actan las salamandras, ellas son totalmente inquietas en relacin con la sensibilidad de la humanidad y solamente se acercan a aquel mstico que vive una devocin extraordinaria hacia la vida y hacia todos sus congneres. Para el que no cultiva la devocin, para el que no cultiva la mstica, es imposible ponerse en contacto con esa energa divina de las salamandras. Tanto los Gnomos como las Ondinas, Los Silfos y las Salamandras toman contacto con nosotros cuando estamos vibrando en el sentido espiritual de la vida; cuando no, ellas se alejan y dan cabida a las entidades larvarias o elementarios, los cuales viene a arruinar la armona y a destruir nuestra vitalidad y evolucin. Estas entidades larvarias en donde no solamente los ncubos y scubos son los nicos que nos afectan, sino tambin el odio, los celos, la envidia, el temor, la incertidumbre, etc. que son simplemente elementarios que hemos ido generando, engendrando a travs de nuestra evolucin, durante evoluciones sucesivas y que por la ley de secuencia se acercan nuevamente a nosotros a tentarnos, es decir, a amargar nuestra vida, a ver si le damos ms cabida al temor, generando ms ira y destruccin. El gran dao y quiz el principal que la religin catlica le ha hecho a la evolucin de la humanidad, se refiere al uso o no uso de la energa generadora. La religin a travs de algn sacerdote desbordado, desquiciado en los instintos, culp de todos los males que la humanidad sufre, a la mujer, diciendo que ella tena pacto con el demonio y cosas por el estilo. No tuvo el valor de decir que a l le faltaba sublimacin y que esta falta de sublimacin le haba enloquecido, y as por no poder satisfacer adecuadamente sus instintos psicogensicos, culpan a quien l crea, era la causante de todo eso; pero el nico causante era su falta de sublimacin. As son todos nuestros desequilibrios, todos nuestros psicopatologismos, porque son enfermedades del alma, las cuales han surgido a travs de las frustraciones y represiones, especialmente con relacin a la energa psicosexual. As tenemos la neurosis tan extendida hoy en da en los varones, que es debido a no sublimar adecuadamente sus energas habindolas reprimido sin darle una direccin justa y adecuada y la histeria en el caso de las damas que tambin tienen como razn de ser, el uso correcto de esa energa, por eso toda energa que se acumula dentro de la humana interioridad, llega el momento en que hay que darle una salida o una direccin adecuad, porque de lo contrario produce desequilibrios de toda ndole. Es en este punto que otros grupos pseudo-esotricos le ocasionaron y le estn ocasionando gran dao a las humanidades en curso, pero no mostrndole el camino de la sublimacin de esa divina energa y as generando locuras de toda ndole que estn en este momento enfermando a la humanidad. (10) Los elementales no son espritus, porque tienen carne, sangre y huesos; viven y propagan su especie, comen y hablan, obran y duermen, etctera y por consiguiente no pueden propiamente ser llamados espritus. Son seres que ocupan un lugar entre los hombres y los espritus, parecindose a los hombres y mujeres en su organizacin y forma y parecindose a los espritus en la rapidez de su locomocin. Son seres intermediarios o Compsita, formados de dos partes en una; lo mismo que dos colores mezclados parecern como un color, no parecindose a ninguno de los dos originales. Ni el agua ni el fuego pueden daarles y no pueden ser encerrados en nuestras prisiones materiales. Estn, sin embargo, sujetos a enfermedades. Sus costumbres, acciones, formas, maneras de hablar, no son muy diferentes a las de los seres humanos; pero hay muchsimas variedades. Tienen solo intelecto animal y son incapaces de desarrollo espiritual: (Lib. Filos. II.) Estos espritus de la naturaleza no son animales; tienen razn y lenguaje como el hombre; tienen mente pero no alma espiritual. Esto puede parecer extrao e increble; pero las posibilidades de la naturaleza no estn limitadas por el conocimiento que el hombre tiene de ellas y la sabidura de Dios es insondable. Tienen hijos y estos son como ellos. El hombre est hecho a imagen de Dios y los espritus elementales de la naturaleza no son seres humanos, aunque se parecen al hombre. Pueden enfermar y mueren como animales. Sus costumbres se parecen a las de los hombres, trabajan y duermen. Comen, beben y hacen sus vestidos y as como el hombre est ms cerca de Dios, as ellos estn ms cerca del hombre. (Lib. Filos. II) Viven en los cuatro elementos: Las Ninfas en el agua, las Slfides en el aire, los Pigmeos en la tierra y las Salamandras en el fuego. Son llamados tambin Ondinas, Silvestres, Gnomos, Vulcanos, etc. Cada especie se mueve nicamente en el elemento a que pertenece y ninguno de ellos puede salir de su elemento propio, que es para ellos como el aire es para nosotros, o el agua para los peces y ninguno de ellos puede vivir en el elemento que pertenece a otra clase. Para cada ser elemental, el elemento en que vive es transparente, invisible y respirable, como la atmsfera lo es para nosotros. Las cuatro clases de espritus de la naturaleza no se relacionan entre s; los Gnomos no se comunican con las Ondinas o Salamandras, ni los Silvestres con ninguna de aquellas. As como los peces viven en el agua que es su elemento, as cada ser vive en su propio elemento. Por ejemplo, el elemento en que el hombre respira y vive es el aire; pero para las Ondinas el agua es lo que el aire para nosotros y si nos sorprendemos de que estn en el agua, tambin ellas se pueden sorprender de que estemos en el aire. As pues, el elemento de los Gnomos es la tierra y pasan por las rocas, paredes y piedras como un espritu, porque tales cosas no son para ellos ms grandes obstculos de lo que el aire es para nosotros. En el mismo sentido el fuego es el aire en que las Salamandras viven; pero los Silvestres o Slfides, son los que estn en ms cercana relacin con nosotros; porque viven en el aire como nosotros, se ahogaran si estuviesen bajo el agua, se sofocaran en la tierra y se quemaran en el fuego, porque cada ser pertenece a su propio Caos y muere si es transportado a otro. Si ese Caos es denso, los seres que viven en l son sutiles, y si el Caos es sutil, los seres son densos. Por lo mismo tenemos cuerpos densos para que podamos pasar por el aire sin impedimento, y los Gnomos tienen formas sutiles, para que puedan pasar por las rocas. Los hombres tienen sus jefes y autoridades; las abejas sus reinas, los gansos y otros animales sus guas tambin y lo mismo los espritus de la naturaleza; pero los espritus de la naturaleza lo preparan por s mismos. La omnipotencia de Dios no est limitada a cuidar solo al hombre, sino que se extiende a cuidar tambin de los espritus de la naturaleza y de muchas otras cosas de que los hombres no saben nada. Todos estos seres, ven el sol y el firmamento lo mismo que nosotros, porque cada elemento es transparente para los que viven en l. As pues, el sol brilla a travs de las rocas para los Gnomos y el agua no impide a las Ondinas ver el sol y las estrellas; tienen sus primaveras e inviernos y su tierra les produce frutos; porque cada ser vive del elemento del que ha brotado. (Lib. Filos. II) Con respecto a la personalidad de los Elementales, se puede decir que los que pertenecen al elemento del agua se parecen a los seres humanos de ambos sexos, los del aire son ms grandes y fuertes; las Salamandras son largas, delgadas y secas; los Pigmeos o Gnomos, son de dos palmos de estatura, pero pueden extender o alargar sus formas hasta que parezcan como gigantes. Los Elementales del aire y el agua, las Slfides y las Ninfas, son de bondadosa disposicin para con el hombre; las Salamandras no se le pueden asociar a causa de su naturaleza gnea en que viven y los Pigmeos son generalmente de naturaleza maliciosa. Estos construyen casas, bvedas y edificios de extrao aspecto, con ciertas substancias semimateriales desconocidas para nosotros. Tienen una clase de alabastro, mrmol, cemento, etctera; pero estas substancias son tan diferentes de las nuestras como la tela de una araa es diferente a nuestro lino. Las Ninfas tienen sus residencias y palacios en el agua; las Slfides y Salamandras no tienen moradas fijas. En general, los Elementales aborrecen a las personas presuntuosas y obstinadas, tales como los dogmticos, cientficos, borrachos y glotones, lo mismo que a los pendencieros y gentes vulgares de todas clases; pero aman a los hombres naturales, que tienen mente sencilla y son como los nios, inocentes y sinceros. Mientras menos vanidad e hipocresa haya en el hombre, ms fcil les ser acercarse a l; pero si es lo contrario, son tan reservados y huraos como los animales silvestres. (11)

De manera que todo, absolutamente todo est lleno de vida de distinta densidad, poblando el inmensurable espacio. El hecho que no poseamos an las capacidades y virtudes desarrolladas para poderlas ver, no es razn verdadera para negar su existencia.

LEY DE ARMONA

Pues todo lo que no est en armona no puede vivir eternamente; mas todo lo que est en perfecta armona, no tiene en s mismo elementos de destruccin, porque en semejante organismo todos los elementos se quieren los unos a los otros y el amor es creador y conservador de la vida.JAKOB BOEHME

La fundamental ley de la existencia es armona; la armona sostiene en punto equilibrante la dualidad, lo masculino y lo femenino, la electricidad y el magnetismo, la luz y la sombra, el espritu y la materia. De tal suerte que la armona es la ley de la existencia en cualquier cosa o ser, de todos los que pueden ser definidos y estudiados dentro del conjunto universal.

Si tuvisemos suficiente evolucin para sostener la armona de los opuestos dentro de nuestro ser psico-fsico, podramos conservar nuestra existencia humana en forma indefinida; pero carecemos todava de evolucin suficiente, prepondera en nosotros alguna fuerza que al causar inarmona en el conjunto de nuestro ser, va destruyendo progresivamente nuestro organismo pisco-fsico y naturalmente tiene que llegar el momento en que haya que huir como Egos, abandonando el organismo que al haber perdido la armona, ya no es un adecuado templo para nuestro ser interno.

Mientras exista armona entre la asimilacin y la eliminacin proporcionadas, ciertamente habr inmortalidad en la vida celular; pero cuando domina la eliminacin o a la inversa, viene la natural inarmona y por tal razn la destruccin de la forma, la dispersin de la substancia, la terminacin de la vida de una clula, que es la base y fundamento de la estructura organizada de un ser viviente cualquiera.

Al movilizar el punto matemtico de la armona, resulta la actuacin de una ley conocida como Causalidad o Karma, hecho que nos permite ver con claridad todos los acontecimientos que rodean la vida de un ser, de una especie, de un mundo o de un sistema de mundos.

La ley de causalidad, la nica que explica la razn de las diferencias tanto humanas como de seres y cosas emerge, procede, tiene su origen en el punto matemtico de la armona.

Y aqu llegamos a algo que los estudiantes de Amrica no conocan en ninguno de los libros hasta ahora escritos ni en los cursos de ninguna de las instituciones que hasta el momento distribuyen informacin filosfica conocida en este hecho esencial, es decir, de dnde procede o parte la actividad llamada Causalidad. La Causalidad, Nmesis de los griegos, Karma de los filsofos de Oriente, tiene su raz en el punto matemtico llamado armona. Od o bien electromagnetismo.

Concebir la existencia de algo como abstracto y absoluto espritu; o bien imaginar que sea absoluta la materia, es concebir solamente los extremos de una misma cosa nica y eterna. Espritu sin substancia, sera fuerza sin resistencia o mejor dicho nada; concebir substancia nicamente o sea resistencia sin fuerza, sera concebir la absoluta inercia, lo que realmente no existe en ninguna parte, puesto que todo est en perpetuo movimiento. De tal suerte que espritu-materia, fuerza-resistencia, electricidad-magnetismo, etc., son la verdad fundamental de la verdadera ciencia endotrica.

El punto matemtico, el punto medio de ese imn universal, el cual atrae por un polo e irradia por el otro, es dentro del ser humano el ente llamado Alma. El Alma es por lo tanto el punto matemtico de armona entre el Ego y el cuerpo, entre el espritu encarnado y la materia que le sirve de instrumento. El Ego es el espritu dentro del hombre, el cuerpo la materia del mismo y el Alma el electromagnetismo, el Od, o sea la armona que debe existir para que los dos aspectos cumplan la funcin que les est encomendada dentro del ritmo maravilloso de la evolucin.

Los estudiantes deben meditar seriamente hasta actualizar la completa consciencia concerniente a la ley de armona, ley que an no haba entrado en el escalafn de nuestras investigaciones ocultas y que hoy en este curso entra en la esfera del conocimiento, para que un da llegue a la realizacin. Comnmente satisfechos estbamos con comprender las diferencias humanas y los estados en la evolucin, al saber que la ley de causalidad o Nmesis, defina con satisfaccin los hechos, pero seguramente no haba pasado por nuestra inteligencia de estudiantes el inquirir cul es la raz, el punto matemtico del cual deba partir la accin para convertirse en reaccin, cual el punto de apoyo para palanca del que nos habl Arqumedes; pues bien, ese punto de apoyo para mover las fuerzas del universo, es la armona; no habiendo armona, no hay estabilidad, no hay apoyo, no puede haber desplazamiento de fuerza efectiva.

Por ello, cada estudiante debe meditar seriamente en la armona para que comprenda que ella en el hombre es el Alma, que ella en el Universo es el punto matemtico de la cruz, que permite que las fuerzas centrfuga y centrpeta mantengan la estricta marcha armnica de los mundos y de los sistemas de mundos, de la humanidad y sus ntimas correlaciones en la evolucin y multiplicacin de la especie, de los animales, de los vegetales y sobre todo, de la potencia base de todo el proceso bioqumico que es en s el reino mineral, esqueleto de la tierra, esqueleto de animales y hombre y base fundamental de la estructura morfolgica del vegetal.

Oh armona!, oh punto matemtico!, centro maravilloso de la cruz divina, rosa esplendente de los Rosacruces, armona de los opuestos, razn de ser de todo cuanto existe, a ti divina esencia de nuestras mentes y de nuestros corazones! (12)

Y as se expresa de ella con gran esttica y belleza, el gran poeta Amado Nervo:

HARMONANous ne voyons jamais quunSeul cot des choses V.H.

As como nos muestra solo una faz la luna,de la propia manera no vemos ms que unasola faz de las cosas, como pens el poeta.La otra est en la sombra... Y por ser incompletala visin, ve esperanzas en donde hay Harmona,y noche en el nublado que disimula el da.

San Agustn nos dijo que el mundo es un dechadovisto al revs; encima, Dios borda; al otro ladomulticolores hebras, con su red caprichosa,despintan nuestros juicios ... Oh labor misteriosadel bordador divino, ya todos te veremos,cuando en nuestra ascensin milenaria lleguemosal vrtice del ngulo final, de cuyo puntose abarca la sublime plenitud del conjunto.

Entre tanto, poeta, no murmures. Tu versosea uncioso, cual salmo de amor al universo.Quien traz el plan del Cosmos, no puede a la raznnaciente de los hombres dar una explicacinque convenza; su lgica, no es la tuya de hormiga.

No juzgues, pues, adrale y deja que prosigasus intentos arcanos, su labor portentosa.Que rice en espirales de luz la nebulosa;que prenda sus translcidas caudas a los cometas;que plasme entre sus manos de titn los planetas;que encienda las divinas antorchas estelares;que empine las montaas y que ahonde los mares ... (13)

La ley de la armona es la nica que hace posible el concepto de belleza. La armona es belleza y quien est generando armona est edificando belleza.

La naturaleza le ensea al hombre cmo es que puede producir armona para mantener una justa y regular ordenacin de las partes. Los animales y las plantas a travs de su conservacionismo, presentan al hombre cuadros sencillos y formas de comportamiento armoniosos.

El cuerpo humano es un gran ejemplo de armona. Si una de sus partes falla, siempre por culpa del hombre mismo, se reflejar en todas sus actividades. Cada rgano, cada miembro, cada glndula, cada hormona, tomo, trabajan en funcin de todos los dems para llevar la unidad de salud y felicidad al hombre que la desea.

El ejemplo ms acertado de una perfecta armona y adecuada relacin entre las partes y el todo, nos la da El Creador al presentarnos la magna combinacin del Cosmos. Todos los universos, las galaxias y los miles y millones de planetas y de sus respectivos satlites naturales, girando a velocidades sorprendentes sin que exista una colisin y con varios movimientos simultneos, son la representacin viva de la armona. Si no existiera armona csmica sera imposible cualquier tipo de manifestacin.

La armona es la clave de la matemtica y del crecimiento en proporciones geomtricas, aplicables en todos los campos del conocimiento. Cada ser forma parte de un todo, tanto individual como familiar, gremial, planetario, universal y csmico. Formamos parte de una gran unidad de armona y somos piezas valiossimas de una maquinaria social. Esta es la responsabilidad de la cual el hombre debe estar consciente y sentirse orgulloso. (14)LEY DE ABUNDANCIA

As como todo poder se sustenta en la voluntad de Dios, todos los dones materiales y espirituales proceden del ocano de su abundancia ilimitada.PARAMAHANSA YOGANANDA

La palabra abundancia proviene de ahondancia o profundizacin. EL ABSOLUTO, penetra cada vez con mayor ahnco con el buril de su elevada sensibilidad y consciencia en todos los mundos, para evolucionar y darle a su vez un impulso a su creacin. Quien comprende el valor de la palabra inagotabilidad en su real sentido, debe saber que la vida no es el fenmeno objetivo que caracteriza la relativa existencia de las formas; debe saber que la vida es el aliento universal y que el punto matemtico de su causa gnesis, es fuente inagotable de suprema actividad sacando de su estado latente a condicin activa todas las fuerzas de la naturaleza y que por tal razn, lo que hasta ahora se ha expresado como exteriorizacin de ese Omnipotente poder, no es sino apenas una leve silueta de lo que se ir expresando en el eterno devenir. En lnea recta y cada vez ms sutil, como de ingente podero en el sostenimiento de soles, universos y mundos, est el corazn, punto matemtico de expresin de la esencia de la vida. An aquellos cuerpos de inerte manifestacin como los minerales, poseen un punto (corazn) ncleo fundamental de su organizacin y contextura, en directa relacin con la fuente primaria de energa o corazn del Logos de un sistema y a travs de l de todos los sistemas. Este punto matemtico es lo que hoy los fsicos han hallado en la ntima manifestacin de materia llamada tomo.

El fuego interno de cada cosa es conocido en ocultismo con el nombre de Kundalini o se la llamada Madre del Mundo segn los maestros de Oriente, el fuego externo es el magnetismo o PRANA de los maestros del Oriente, los dos poderes con los cuales se mantiene el ritmo de las cosas.

En el caso peculiar que estudiamos, prana es el IOD, al par que Kundalini es el HE, los que al ser armonizados, producen el OD de la ciencia trascendental.As tenemos pues, que la inagotabilidad se dualiza para expresarse en fuerza y materia, en espritu y substancia. El espritu del logos solar es llamado Cristo por los Gnsticos, es decir, por los primitivos y verdaderos cristianos.

Cristo nace de La Virgen Madre y ella se conserva siempre virgen y madre, porque en la naturaleza, por ms que se multipliquen sus creaciones, nunca se agrega ni se quita nada a su integridad.

As como los Gnsticos explican esotricamente el sentido cientfico de la encarnacin del Cristo, Logos Solar, y su manifestacin en los seres vivientes, el Verbo se hace carne, segn la expresin del Evangelio. Entonces, siendo un poco ms explcitos, podemos decir, que el Logos Solar al unificarse consciente y armnicamente con el fuego interno (Kundalini) o Espritu Santo, exterioriza o manifiesta sus poderes de la luz de los adeptos como Jess, Hermes, etc.

Ya podemos comprender cmo en el corazn se deben unificar las dos fuerzas procedentes del punto matemtico del universo o inagotabilidad, las que se dualizan para manifestarse en nuestro mundo en la Luz Astral o Prana y en el fuego interno o potencia interatmica o Kundalini.

De tal suerte que todos los fenmenos vitales se deben a la actuacin de estos poderes que en el corazn son uno, y este uno se halla en relacin con la fuente inagotable de vida y energa. El endoterista debe pues meditar en su corazn y pensar que all se expresa la energa inagotable del universo.

La profunda meditacin sobre el sentido de la palabra inagotabilidad, dar al practicante una intrepidez excepcional, porque comprender que la esencia de la vida procede de un manantial inagotable y se manifiesta en l segn su capacidad receptiva. La receptividad depende de la armona que logre cultivar, y la intensidad de esa capacidad se va afinando y perfeccionando a medida que el hombre centraliza su consciencia en lo espiritual, evitando as la alternabilidad de los opuestos, Prana y Kundalini, energa y substancia, o consciencia y forma. (15)

Cada mundo, cada criatura, cada cosa lleva la impronta, el sello majestuoso de la Divinidad latente y su tendencia es despertarla, desarrollarla y elevarla en el decurso del tiempo. Para armonizarte con El, debes desechar de tu mente todo pensamiento de escasez o pobreza. La mente Universal es perfecta, no conoce escasez o deficiencia y para estar unido a esta plenitud indeficiente, debes crear en ti la conciencia de la abundancia aun en el caso de que no sepas de dnde vendr la prxima moneda cuando dejes de desconfiar y angustiarte, cuando hagas tu parte y confes en que Dios har la suya, vers cmo fuerzas misteriosas vienen en tu ayuda y todos tus deseos constructivos se realizan.

Puesto que Dios es la fuente de todo poder, paz y prosperidad, no quieras ni actes sin ponerte antes en contacto con Dios, para dirigir as tu voluntad y actividad hacia la meta debida. As como no puede transmitirse la voz a travs de un micrfono roto, tampoco podrs enviar a Dios tu oracin a travs de una mente desordenada e inquieta. Por medio de la calma profunda puede repararse tu micrfono mental y aumentar la receptividad de tu intuicin, a fin de que puedas comunicarte con l, hablarle y recibir sus respuestas. (16)

Y as como l penetra en cada criatura, no es menos verdad que cada tomo, cada partcula por minscula que sea, est imbuida de s mismo.

Una de las caractersticas primordiales de la Vida es la de penetrar absolutamente todo, pues como habamos expresado, alienta su divino soplo en toda forma. Las formas son los moldes y estn sujetos a cambios, mientras ella permanece inalterable.

Tras la evolucionante forma retoa siempre la Vida eterna, la Vida divina que penetra la naturaleza toda, la cual no es ms que la multicolor envoltura construida por el mismo Dios. (17)

LEY DE LUCHA

Nacido en los abismos insondables del Espacio, del elemento homogneo llamado el Alma del Mundo, cada ncleo de materia csmica, lanzado sbitamente a la existencia, comienza su vida bajo las circunstancias ms hostiles. Al travs de una serie de pocas innumerables, tiene que conquistar POR SI MISMO UN LUGAR EN LOS INFINITOS. Circula alrededor, entre cuerpos ms densos y ya fijos, movindose por impulsos sbitos; dirjese hacia algn punto dado o centro que le atrae, tratando de evitar, a manera de buque metido en un estrecho cuajado de arrecifes y escollos, otros cuerpos que a su vez le atraen y le repelen. Muchos perecen, desintegrndose sus masas en el seno de otras ms potentes y principalmente en las simas insaciables de los Soles diversos, cuando nacen dentro de un sistema. Los que se mueven ms lentamente y son impelidos en una trayectoria elptica, estn condenados a la aniquilacin ms pronto o ms tarde. Otros, movindose en curvas parablicas escapan generalmente a la destruccinMADAME BLAVATSKY

Este precioso texto, dado por la gran tesofa, muestra con claridad la forma de actuacin de la ley magna y extraordinaria que acontece en el plano sideral, como en el microcosmos hombre. Segn la ley de correspondencia TAL COMO ES ABAJO, ES ARRIBA, aplicada en los minerales, en las plantas, en los animales y en el ser humano, tambin acontece y si no, observad en el reino base de los dems, cmo luchan por manifestarse o surgir a la luz los minerales que se hallan enclavados en las profundidades ms oscuras de la tierra. Cada uno desea servir a la magna obra del ABSOLUTO. En todos los reinos de la naturaleza, desde la misma base de la materia, compuesta por elementos minerales, se puede concluir, que ellos sufren las mismas ansias, los mismos deseos y las mismas angustias que los vegetales, animales y los seres humanos.

Todo grita en el fondo que quiere ser parte del crecimiento, que quiere ver la luz y brillar con luz propia. Investigaciones rigurosas hechas por cientficos audaces, comprueban los hechos y leyes espirituales, como veremos claramente, con respecto a los minerales:

Esta voluntad metlica, el alma misma del metal, queda claramente puesta en evidencia en uno de los hermosos experimentos hechos por Ch. Ed. Guillaume. Una barra de acero calibrado es sometida a una traccin continua y progresiva cuya potencia se registra con ayuda del dinamgrafo. Cuando la barra va a ceder, manifiesta un estrangulamiento cuyo lugar exacto se fija. Se detiene la extensin y la barra vuelve a sus dimensiones primitivas. Luego, se reanuda el experimento. Esta vez el estrangulamiento se produce en un punto distinto al primero. Prosiguiendo la misma tcnica, se advierte que todos los puntos han sido experimentados sucesivamente y que han ido cediendo, uno tras otro, a la misma traccin. Pero si se calibra una ltima vez la barra de acero, reanudando el experimento por el principio, se advierte que es preciso emplear una fuerza muy superior a la primera para provocar la aparicin de los sntomas de ruptura. Ch.-Ed. Guillaume concluye de estos ensayos, con mucha razn, que el metal se ha comportado como lo hubiera hecho un cuerpo orgnico: ha reforzado sucesivamente todas sus partes dbiles y aumentado a propsito su coherencia para defender su integridad amenazada. (18)

Si observamos el reino vegetal, hallaremos anlogos procederes. Quiero simplemente recordar aqu algunos hechos conocidos de todos los botnicos. No he hecho ningn descubrimiento, y mi modesta aportacin se reduce a algunas observaciones elementales. No tengo, intil es decirlo, la intencin de pasar revista a todas las pruebas de inteligencia que nos dan las plantas. Estas pruebas son innumerables, continuas sobre todo entre las flores en que se concentra el esfuerzo dela vida vegetal hacia la luz y hacia el espritu. Si se encuentran plantas y flores torpes o desgraciadas, no las hay que se hallen enteramente desprovistas de sabidura y de ingeniosidad. Todas tienen la magnfica ambicin de invadir y conquistar la superficie del globo multiplicando en l hasta el infinito la forma de existencia que representan. Para legar a ese fin, tienen que vencer, a causa de la ley que las encadena al suelo, dificultades mucho mayores que las que se oponen a la multiplicacin de los animales. As es que la mayor parte de ellas recurren a astucias y combinaciones, a asechanzas, que, en punto a balstica, aviacin y observacin de los insectos, precedieron con frecuencia a las invenciones y a los conocimientos del hombre. Sera superfluo trazar el cuadro de los grandes sistemas de fecundacin floral: en juego de los estambres y del pistilo, la seduccin de los perfumes, la atraccin de los colores harmoniosos y brillantes, la elaboracin del nctar, absolutamente intil para la flor y que sta no fabrica sino para atraer y retener al libertador extrao, al mensajero de amor, abejorro, abeja, mosca, mariposa, o falena que debe traerle el beso del amante lejano, invisible, inmvil. Ese mundo vegetal que vemos tan tranquilo, tan resignado, en que todo parece aceptacin, silencio obediencia recogimiento, es por el contrario aquel en que la rebelin contra el destino es la ms vehemente y la ms obstinada. El rgano esencial, el rgano nutricio de la planta, su raz, la sujeta indisolublemente al suelo. Si es difcil descubrir, entre las grandes leyes que nos agobian, la que ms pesa sobre nuestros hombros, respecto a la planta, no hay duda: es la que condena a la inmovilidad desde que nace hasta que muere. As es que sabe mejor que nosotros, que dispersamos nuestros esfuerzos, contra qu rebelarse ante todo. Y la energa de su idea fija que sube de sus tinieblas de sus races para organizarse, y manifestarse en la luz de su flor es un espectculo incomparable. Tiende toda entera a un mismo fin: escapar por arriba ala fatalidad de abajo; eludir, quebrantar la pesada y sombra ley, libertarse, romper la estrecha esfera, inventar o invocar alas, evadirse lo ms lejano posible, vencer el espacio en que el destino la encierra, acercarse a otro reino, penetrar en un mundo moviente y animado. No es tan sorprendente que lo consiga como si nosotros logrsemos vivir fuera del tiempo que otro destino nos seala, o introducirnos en un universo eximido de las leyes ms pesadas de la materia? Veremos que la flor da al hombre un prodigioso ejemplo de insumisin, de valor, de perseverancia y de ingeniosidad. Si hubisemos desplegado en levantar diversas necesidades que nos abruman, por ejemplo las del dolor, de la vejez y de la muerte, la mitad de la energa que ha desplegado tal o cual pequea flor de nuestros jardines, es de creer que nuestra suerte sera muy diferente de lo que es. Esa necesidad de movimiento, ese apetito de espacio, en la mayor parte de las plantas, se manifiesta a la vez en la flor y en el fruto; o, en todo caso, no revela en l ms que una experiencia, una previsin ms compleja. Al revs de lo que sucede en el reino animal, y a causa de la terrible ley de inmovilidad absoluta, el primero y peor enemigo de la semilla es el troco paterno. Nos encontramos en un mundo extrao, en que los padres, incapaces de cambiar de sitio, saben que estn condenados a matar de hambre o ahogar a sus vstagos. Toda semilla que cae al pie del rbol o de la planta es perdida o germinar en la miseria. De ah, el inmenso esfuerzo para sacudir el yugo y conquistar el espacio. De ah los maravillosos sistemas de diseminacin, de propulsin, de aviacin, que en todas partes encontramos en el bosque y en el llano, entre ellos, por no citar de paso ms que algunos de los ms curiosos: la hlice area o smara del Arce, la brctea del Tilo, la mquina de cernerse del Cardo, del Amargn y del Salsif; los resortes explosivos del Euforbio; la extraordinaria pera surtidora de la Momrdica; y mil otros mecanismos inesperados y asombrosos, pues puede decirse que no hay semilla que no haya inventado algn procedimiento particular para evadirse dela sombra materna. El que no haya practicado un poco de Botnica no puede creer el gasto de imaginacin y de ingenio que se hace en esa verdura que regocija nuestros ojos. Mirad, por ejemplo, la bonita olla de semilla de la Anaglide roja, las cinco cpsulas con disparador de Geranio, etc. No dejis de examinar, si tenis ocasin de hacerlo, la vulgar cabeza de Adormidera que se encuentra en todas las herboristeras. Hay en esa buena cabeza una prudencia y una previsin digna de mayores elogios. Se sabe que encierra millares de semillas negras sumamente pequeas. Tratase de diseminar esa semilla lo ms hbilmente y lo ms lejos posible. Si la cpsula que la contiene, se agrietase, cayese o se abriese por debajo, el precioso polvo negro no formara ms que un montn intil al pie del tallo. Pero no puede salir sino por aberturas practicadas encima de la cscara. Esta, una vez madura, se inclina sobre su pednculo, inciensa al menor soplo de aire y siembra, literalmente, con el gesto mismo del sembrador, la semilla en el espacio. Hablar de las semillas que prevn su diseminacin por los pjaros y que, para tentarlos, se acurrucan, como el Murdago, el Enebro, el Serbal, etc., en el envoltorio de azucarado? Hay tal razonamiento, tal inteligencia de las causas finales, que no se atreve uno a insistir por temor de renovar los cndidos errores de Bernardino Saint-Pierre. Sin embargo, los hechos no se explican de otra manera. El envoltorio azucarado es tan intil para la semilla como el nctar, que atrae a las abejas, lo es para la flor. El pjaro se come el fruto porque esa dulce y se traga al mismo tiempo la semilla que es indigestible. El pjaro vuela y devuelve poco despus, tal como la recibi, la semilla desembarazada de su vaina y dispuesta a germinar lejos de los peligros del lugar natal. Recordad los magnficos esfuerzos hacia la luz de las ramas contrariadas, o la ingeniosa y valiente lucha de los rboles en peligro. Yo no olvidar nunca el admirable ejemplo de herosmo que me daba el otro da en Provenza, en las agrestes y deliciosas gargantas de lobo embalsamadas de violetas, un enorme Laurel centenario. Se lea fcilmente en su tronco atormentado y por decirlo as, convulsivo, todo el drama de su vida tenaz y difcil. Un pjaro o el viento, dueos de los destinos, haban llevado la semilla al flanco de una roca que caa perpendicularmente como una cortina de hierro; y el rbol haba nacido all, a doscientos metros sobre el torrente, inaccesible y solitario, entre las piedras ardientes y estriles.

Durante las primeras horas, haba enviado las ciegas races a la larga y penosa busca del agua precaria y del humus. Pero eso no era ms que el cuidado hereditario de una especie que conoce la aridez del medioda. El joven tronco tena que resolver un problema ms grave e inesperado: parta de un plano vertical, de modo que su cima, en vez de subir hacia el cielo, se inclinaba sobre el abismo. Haba sido pues necesario, a pesar del creciente peso de las ramas, corregir el primer impulso, acodillar tenazmente, ras con ras de la roca, el tronco desconcertado y mantener as como un nadador que echa hacia atrs la cabeza, con una voluntad, una tensin y una contraccin incesantes, derecha y erguida en el aire, la pesada y frondosa corona de hojas.

Desde entonces, en torno de ese nudo vital, se haban concentrado todas las preocupaciones, toda la energa consciente y libre de la planta. El codo monstruoso hipertrofiado, revelaba una por una las inquietudes sucesivas de una especie de pensamiento que saba aprovecharse de los avisos que le daban las lluvias y las tempestades. De ao en ao, se haca ms pesada la copa del follaje, sin ms cuidado que el de desarrollarse en la luz y el calor, mientras que un cancro obscuro roa profundamente el brazo trgico que la sostena en el espacio. Entonces, obedeciendo a no se qu orden del instinto, dos slidas races, dos cables velludos, salidos del tronco a ms de dos pies por encima del codo, haban amarrado este a la pared de granito. Haban sido realmente evocados por el apuro, o esperaban, quiz previsores, doblar su auxilio? No era ms que una feliz casualidad? Qu ojo humano asistir jams a esos dramas mudos y demasiado largos para nuestra pequea vida? (19) Y en cuanto a las flores, de nuevo plantea el mismo autor: Dirase que las ideas acuden a las flores de la misma manera que nos ocurre a nosotros. Tantean en la misma obscuridad, encuentran los mismos obstculos, la misma mala voluntad, en el mismo desconocimiento.

Conocen las mismas leyes, las mismas decepciones, los mismos triunfos lentos y difciles. Parece que tienen la misma paciencia, nuestra perseverancia, nuestro amor propio; la misma esperanza y el mismo ideal. Luchan como nosotros, contra una gran fuerza indiferente que acaba por ayudarlas. Se podran citar otros ejemplos sobre los vegetales, sobre cmo luchan por alejarse del seno materno, para as crecer libres y fuertes sin las limitaciones y ataduras; el ingenio que muestran para poder ser polinizadas por insectos de variadas formas y tamaos y hasta cmo escapan del dominio de la planta que surgieron, a travs del viento, mediante sistemas diversos y formas aerodinmicas para poder surcar el aire. En los animales, el hecho ms evidente en los primates, donde el territorio es marcado y defendido con ahnco.

En los felinos como el tigre, la ley de la lucha es bastante acentuada y fcil de inferir. Y si pasamos al plano de los seres humanos, por donde quiera que observemos, notamos la lucha tenaz con los elementos para poder lograr los fines buscados por l para la construccin de civilizaciones y de nuevos asentamientos para la sociedad o vida comunitaria.

Y si penetramos a su interior, la lucha entre los elementos anmicos, es ms considerable para el logro del ideal.

Loor a esta formidable ley que permite el avance paulatino, lento, y seguro en el camino de la realizacin de la divinidad subyacente en cada criatura del universo!

LEY DE ADAPTACIN

La puerta del xito descansa en la unidad de VOLUNTAD y PROPSITO y la justa adaptacin de los medios al fin.FRANZ HARTMANN

Todas las formas de vida existentes en el planeta tierra y ms an en el universo, han debido pasar por transformaciones, para poder expresar con vehculos ms acabados y finos un nivel de vida superior cada vez.

En todo el transcurso de la evolucin a travs de los perodos, globos, revoluciones y razas aquellos que no mejoran formando nuevas caractersticas, se quedan atrs y comienzan inmediatamente a degenerar. nicamente los que permanecen plsticos, flexibles y adaptables para modelar nuevas formas, apropiadas para la expresin de la conciencia que se expande, nicamente la vida que es capaz de cultivar las posibilidades de mejoramiento inherentes en la forma que anima, puede evolucionar con los adelantos de cualquier oleada de vida. Todos los dems quedan rezagados. (20)

La vida es un devenir perenne de la consciencia y del alma de los seres, pero no puede permanecer ajena a los cambios de las formas en que ella habita, lo cual presupone la adaptacin permanente y paulatina. Para comprender la actuacin de esta maravillosa ley, veamos lo que dice el seor Heindel al respecto:

Imaginemos el caso de un inventor pensando en una mquina. Primero la construye mentalmente y la ve completa en su imaginacin, realizando perfectamente el trabajo para el que est destinada. Luego la dibuja y al hacerlo, quizs encuentre que es necesario modificar algo. Cuando despus de dibujarla ha quedado satisfecho y cree su idea viable, procede a construir su mquina con los materiales apropiados.

Es casi seguro que habr necesidad de nuevas modificaciones antes de que la mquina pueda realizar el trabajo requerido.

Puede hasta ser necesario variarla totalmente, o comprobarse que en su forma actual es completamente intil; y entonces habr necesidad de hacer otros planos nuevos y mejores. Pero ntese esto, porque ah est lo importante: el nuevo plan se har para eliminar los defectos de la mquina intil primitiva. Si no se hubiera construido una mquina material que hiciera evidentes los defectos de la ideacin o concepcin mental, la segunda idea apropiada no se habra conocido.

Esto se aplica igualmente a todas las condiciones de la vida: sociales, mercantiles o filantrpicas. (21)

La definicin ms acertada de inteligencia, es la de la adaptacin del hombre al medio en el que se desarrolla; sin embargo esta inteligencia es innegable en los diversos seres que habitan el planeta tierra.

Baste citar el ejemplo de las plantas que se han originado en un punto geogrfico, pero debido a su capacidad de diseminarse por medios como el viento, los insectos, el agua y por otros animales, incluyendo al hombre, han ido adquiriendo inteligencia, pues han aprendido a adaptarse al clima y a las condiciones vitales ms adversas para su crecimiento.

Una de las plantas ms conocidas por el comn de las gentes, el Diente de Len, denominado cientficamente Taraxacum Officinale, crece profusamente en los pramos. Sus hojas dentadas, poseen un color verde oscuro, son grandes y gruesas. Descendiendo sobre el nivel del mar, se le encuentra en casi todos los pisos trmicos. Es posible que sus semillas hayan sido esparcidas por el viento, ya que poseen vilanos, que son elevados por corrientes de vientos con suma facilidad, debido a su levedad, o las hubiera transportado el agua o algn animal. Pues bien, en los valles las hojas son por el contrario delgadas, de color verde claro, ms pequeas y hasta el tamao de la planta es menor.

Para reforzar nuestro concepto sobre el proceso de adaptacin, es preciso que conozcamos lo que nos dice Mauricio Maeterlinck sobre las flores:

Las flores precedieron a los insectos en la tierra; por consiguiente, cuando aparecieron estos, aquellas tuvieron que adaptar a las costumbres de estos colaboradores imprevistos toda una maquinaria nueva. Este solo hecho, geolgicamente incontestable, entre todo lo que ignoramos, basta para establecer la evolucin y esta palabra un poco vaga no significa, en ltimo anlisis, adaptacin, modificacin, progreso inteligente? (22) Todo ser debe acostumbrarse a nuevas situaciones ambientales, anmicas, ya sean locales o Csmicas, pues la Deidad Suprema ha dispuesto todas las posibilidades para el desenvolvimiento de los seres. El hombre ha tenido la oportunidad de conocer diversas formas ambientales, pasando por el fro polar, donde reina la oscuridad ms larga del planeta y el hielo intenta paralizar el movimiento muscular.Existen zonas donde las cuatro estaciones le proporcionan cambios moderados en el hbitat, pues la primavera le solaza con el florecimiento y la alegra de poder disfrutar de la plenitud solar y del canto y gorjeo de los pjaros, como si reviviera el Edn. El invierno le brinda otra forma de vida diferente, pero plena de potencialidad, donde puede percibir cmo el elemento cueo es vital para el desarrollo de las criaturas que habitan bajo su halo. El verano le inunda con su hlito suave y moderado y su fuego solar indicndole y ensendole una modalidad preciosa del clima donde puede percibir la magnificente Vida en funcin. El otoo con su color blanco pursimo le inserta en el Alma el sentido de aparente inercia en donde el movimiento permanece con su lenta vibracin manteniendo el germen de la Vida para despertar posteriormente. Existen zonas ecuatoriales, donde se puede disfrutar de todos los climas posibles a la vez, con solo ascender o ir de un lugar a otro.

Se puede concluir que, invariablemente, todo ser o cosa posee el germen de la vida ya sea latente o en actividad manifiesta y se adapta a sus necesidades de desarrollo, ya lo realice por si mismo o se valga de otro; esto lo ha comprobado la ciencia oficial en sus investigaciones, de las cuales hay cantidades notorias en los anales cientficos. De ellas, extractamos unos cuantos hechos, para probar con certeza, que stas leyes, operan a todos los niveles en todos los reinos de la naturaleza.

ADAPTACIN EN LA ORUGA MARIPOSA SALTADORA No hay un modo elegante de describir esto: las heces estn volando por el aire. La biloga de la Universidad de Georgetown, EUA, Martha Weiss lo observ mientras estudiaba la manera en que la oruga de mariposa saltadora Epagyreus clarus construye un nido de hojas.Weiss se percat de que sus sujetos de estudio, que miden cuatro centmetros de largo, lanzaban bolitas fecales que caan a un metro y medio de distancia me qued intrigada dice Weiss. Descubri que el proyectil de desecho de la oruga es un comportamiento de adaptacin que aleja a las avispas depredadoras que son atradas por el aroma del estircol. Un incremento de la presin sangunea desde el ano del animal hasta la punta del abdomen, es lo que expulsa el desecho.(23)

ADAPTACIN EN LAS ESTRELLAS SERPIENTE

Ningn equinodemo, como las estrellas serpiente, parecen tener ojos. Pero los bilogos marinos que bucean cerca de arrecifes han observado que algunos ofiuroideos parecen verlos acercarse y huyen. Estas criaturas lucen un matiz ms oscuro a la luz del da, que sea clara por la noche. Joana Aizenberg, cientfica de los laboratorios Bell de Lucent Technologies descubri que al menos una especie, la Ophiocoma Wendtii, est cubierta entre 50 y 100 mil pequeas lentes, que como los ojos, concentran la luz. De da es como si usaran anteojos para el sol-dice Aizenberg- Exudan un pigmento que cubre las lentes y bloquea la luz. Por la noche, la estrella serpiente deja ver las lentes, formadas por cristales de calcita. De cerca lucen como protuberancias.(24)

ADAPTACIN EN LOS SERES HUMANOS

En cierto sentido somos los ltimos de los mamferos. A decir verdad, compartimos rasgos definitorios con los primeros mamferos, rasgos que se encontraban en evolucin, incluso cuando los morganucudntidos se abran paso entre los dinosaurios para alimentarse: tenemos sangre caliente, poseemos mandbulas especializadas de las que dos huesos, en el comienzo de nuestra evolucin, pasaron a formar los huesecillos del odo interno que nos permite percibir sonidos mejor que otros animales; tenemos dientes diferenciados, especializados para moler y masticar nuestro alimento de tal modo que obtenemos ms elementos nutritivos de lo que ingerimos; tenemos pelo; somos criados por madres esplndidas a las que la evolucin les ha proporcionado adaptaciones fsicas- como las glndulas mamarias y la placenta- que otorgan a las cras de los mamferos una importante ventaja al nacer.(25)

Adaptacin en los mamferos Segn Rick Gore: Hasta hace 65 millones de aos, los dinosaurios dominaron la tierra. Los ocanos bullan de enormes tiburones y voraces reptiles marinos, Los dinosaurios y otros depredadores de gran tamao ocupaban los nichos ms ricos, donde la evolucin era un paso ms obvio, manteniendo a los mamferos al margen. Entonces se desencaden un suceso cuya escala todava nos es difcil comprender. Un objeto de casi 10 kilmetros de dimetro se estrell cerca de la actual pennsula de Yucatn, Mxico, creando un crter de 180 kilmetros de dimetro. Este impacto pudo haber sido uno de los muchos que se registraron durante los siguientes varios cientos de milenios, cuya destruccin se sum a la de los otros; pero el dao hecho nicamente por el impacto de Yucatn es impresionante: olas de 150 metros de altura azotaron a Amrica del Norte y la temperatura alcanz 500 gra