SíGUEME...Para vivir en unión con Dios necesitamos orar tanto individualmente como en co-munidad....

2
DOMINGO XII DEL T. ORDINARIO, S. JUAN BAUTISTA Lectura del libro de Isaías 49, 1-6 Te hago luz de las naciones Sal 138, 1-3. 13-14. 15 Te doy gracias porque me has escogido portentosamente Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 13, 22-26 Antes de que llegara Cristo, Juan predicó Lectura del santo evangelio según san Lucas 1, 57-66. 80 A Isabel se le cumplió el tiempo del parto y dio a luz un hijo. Se enteraron sus vecinos y parientes de que el Señor le había hecho una gran misericordia, y la felicitaban. A los ocho días fueron a circuncidar al niño, y lo llamaban Zacarías, como a su padre. La madre intervino diciendo: «¡ No! Se va a llamar Juan. » Le replicaron: «Ninguno de tus parientes se llama así.» Entonces preguntaban por señas al padre cómo quería que se llamase. Él pidió una tablilla y escribió: «Juan es su nombre.» Todos se quedaron extrañados. Inmediatamente se le abrió la boca y la lengua, y empezó a hablar bendiciendo a Dios. Los vecinos quedaron sobrecogidos, y corrió la noticia por toda la montaña de Judea. Y todos los que lo oían reflexionaban diciendo: «¿Qué va a ser este niño?» Porque la mano del Señor estaba con él. El niño iba creciendo, y su carácter se afianzaba; vivió en el desierto hasta que se presentó a Israel. Palabra del Señor. SíGUEME www.parroquiagenoves.org Publicación semanal de la Parroquia Ntra. Sra. de los Dolores de Genovés Curso 2011-2012 Nº 141 Semana del 18 al 24 de junio Le pondrás por nombre Juan San Juan Bautista fue el precursor, la "voz" enviada a anun- ciar al Verbo encarnado. Por eso, conmemorar su nacimiento signi- fica en realidad celebrar a Cristo, cumplimiento de las promesas de todos los profetas, y el mayor fue el Bautista, llamado a "preparar el ca- mino". Todos los Evangelios comienzan la narración de la vida pública de Jesús con el relato de su bautismo en el río Jordán por obra de san Juan. San Lucas encuadra la entrada en escena del Bautista en un mar- co histórico solemne. De Jerusalén y de todas las partes de Judea la gente acudía para escuchar a Juan Bautista y para hacerse bautizar por él en el río, confesando sus pecados. La fama del profeta que bautizaba creció hasta el punto de que muchos se preguntaban si él era el Mesías. Pero él —subraya el evangelista— lo negó decididamente: "Yo no soy el Cristo". En cualquier caso, es el primer "testigo" de Jesús, habiendo recibido del cielo la indicación: "Aquel sobre quien veas que baja el Espíritu y se queda sobre él, ese es el que bautiza con Espíritu Santo". Esto aconteció precisamente cuando Jesús, después de recibir el bautismo, salió del agua: Juan vio bajar sobre él al Espíritu como una paloma. Fue entonces cuando "conoció" la plena realidad de Jesús de Nazaret, y co- menzó a "manifestarlo a Israel" , señalándolo como Hijo de Dios y redentor del hombre: "Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo" . Como auténtico profeta, Juan dio testimonio de la verdad sin componendas. Denunció las trans- gresiones de los mandamientos de Dios, incluso cuando los protagonistas eran los poderosos. Así, cuando acusó de adulterio a Herodes y Herodías, pagó con su vida, coronando con el martirio su servicio a Cristo, que es la verdad en persona. Esta fiesta nos ayuda a meditar sobre nuestra identidad como cristianos y como testigos del Evangelio en el mundo de hoy. Dios elige a sus profetas. No se arrogan ellos la misión: Dios es quien los llama ya desde el seno materno. Por eso, no celebramos tanto la grandeza de Juan, sino cómo se mostró en él el plan salvador de Dios, correspondido por Juan con una actitud de fe. También a nosotros nos ha elegido Dios. Estamos llamados a ser fieles a Dios dándolo a conocer y preparando el camino a Jesús, siendo heraldos, pregoneros de la Buena Noticia de Jesús. Pero Juan no era la luz, sino testigo de la luz. No era la Palabra, sino pregonero de la Palabra. Juan era la voz, Cristo era la Palabra. Nosotros, llamados a ser profetas y testigos, no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Cristo: Él tiene que crecer y noso- tros tenemos que menguar. Hemos de superar nuestros deseos de protagonismos humanos, para dejar que brille la luz de Cristo. Juan fue recio en su testimonio: asceta en el desierto, humilde ante la aparición del Mesías, decidido y fuerte en el anuncio del Evangelio, en la llamada a la conversión y en la denuncia del pe- cado. Su palabra era incómoda y fue mártir de la verdad que proclamaba. El nacimiento de Juan fue motivo de alegría para todos: está anunciando la alegría y nos invita a nosotros a comunicar la alegría a los demás. No la alegría exterior y efímera del mundo, sino la alegría pro- funda, definitiva y sanadora de sabernos amados y salvados por Dios.

Transcript of SíGUEME...Para vivir en unión con Dios necesitamos orar tanto individualmente como en co-munidad....

Page 1: SíGUEME...Para vivir en unión con Dios necesitamos orar tanto individualmente como en co-munidad. La oración personal nos permite dialogar íntimamente con nuestro Creador, estrechar

DOMINGO XII DEL T. ORDINARIO, S. JUAN BAUTISTA Lectura del libro de Isaías 49, 1-6 Te hago luz de las naciones

Sal 138, 1-3. 13-14. 15 Te doy gracias porque me has escogido portentosamente

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 13, 22-26 Antes de que llegara Cristo, Juan predicó

Lectura del santo evangelio según san Lucas 1, 57-66. 80

A Isabel se le cumplió el tiempo del parto y dio a luz un hijo. Se enteraron sus vecinos y parientes de que el

Señor le había hecho una gran misericordia, y la felicitaban. A los ocho días fueron a circuncidar al niño, y lo

llamaban Zacarías, como a su padre. La madre intervino diciendo: «¡ No! Se va a llamar Juan. » Le replicaron:

«Ninguno de tus parientes se llama así.» Entonces preguntaban por señas al padre cómo quería que se llamase.

Él pidió una tablilla y escribió: «Juan es su nombre.» Todos se quedaron extrañados. Inmediatamente se le

abrió la boca y la lengua, y empezó a hablar bendiciendo a Dios. Los vecinos quedaron sobrecogidos, y corrió

la noticia por toda la montaña de Judea. Y todos los que lo oían reflexionaban diciendo: «¿Qué va a ser este

niño?» Porque la mano del Señor estaba con él. El niño iba creciendo, y su carácter se afianzaba; vivió en el

desierto hasta que se presentó a Israel. Palabra del Señor.

SíGUEME w w w. p a r r o q u i a g e n o v e s . o r g

Publicación semanal de la Parroquia Ntra. Sra. de los Dolores de Genovés

Curso 2011-2012 Nº 141

Semana del 18 al 24 de junio

Le pondrás por nombre Juan San Juan Bautista fue el precursor, la "voz" enviada a anun-ciar al Verbo encarnado. Por eso, conmemorar su nacimiento signi-fica en realidad celebrar a Cristo, cumplimiento de las promesas de todos los profetas, y el mayor fue el Bautista, llamado a "preparar el ca-mino". Todos los Evangelios comienzan la narración de la vida pública de Jesús con el relato de su bautismo en el río Jordán por obra de san Juan. San Lucas encuadra la entrada en escena del Bautista en un mar-co histórico solemne. De Jerusalén y de todas las partes de Judea la gente acudía para escuchar a Juan Bautista y para hacerse bautizar por

él en el río, confesando sus pecados. La fama del profeta que bautizaba creció hasta el punto de que muchos se preguntaban si él era el Mesías. Pero él —subraya el evangelista— lo negó decididamente: "Yo no soy el Cristo". En cualquier caso, es el primer "testigo" de Jesús, habiendo recibido del cielo la indicación: "Aquel sobre quien veas que baja el Espíritu y se queda sobre él, ese es el que bautiza con Espíritu Santo". Esto aconteció precisamente cuando Jesús, después de recibir el bautismo, salió del agua: Juan vio bajar sobre él al Espíritu como una paloma. Fue entonces cuando "conoció" la plena realidad de Jesús de Nazaret, y co-menzó a "manifestarlo a Israel" , señalándolo como Hijo de Dios y redentor del hombre: "Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo" .

Como auténtico profeta, Juan dio testimonio de la verdad sin componendas. Denunció las trans-gresiones de los mandamientos de Dios, incluso cuando los protagonistas eran los poderosos. Así, cuando acusó de adulterio a Herodes y Herodías, pagó con su vida, coronando con el martirio su servicio a Cristo, que es la verdad en persona.

Esta fiesta nos ayuda a meditar sobre nuestra identidad como cristianos y como testigos del Evangelio en el mundo de hoy. Dios elige a sus profetas. No se arrogan ellos la misión: Dios es quien los llama ya desde el seno materno. Por eso, no celebramos tanto la grandeza de Juan, sino cómo se mostró en él el plan salvador de Dios, correspondido por Juan con una actitud de fe. También a nosotros nos ha elegido Dios. Estamos llamados a ser fieles a Dios dándolo a conocer y preparando el camino a Jesús, siendo heraldos, pregoneros de la Buena Noticia de Jesús. Pero Juan no era la luz, sino testigo de la luz. No era la Palabra, sino pregonero de la Palabra. Juan era la voz, Cristo era la Palabra. Nosotros, llamados a ser profetas y testigos, no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Cristo: Él tiene que crecer y noso-tros tenemos que menguar. Hemos de superar nuestros deseos de protagonismos humanos, para dejar que brille la luz de Cristo. Juan fue recio en su testimonio: asceta en el desierto, humilde ante la aparición del Mesías, decidido y fuerte en el anuncio del Evangelio, en la llamada a la conversión y en la denuncia del pe-cado. Su palabra era incómoda y fue mártir de la verdad que proclamaba.

El nacimiento de Juan fue motivo de alegría para todos: está anunciando la alegría y nos invita a nosotros a comunicar la alegría a los demás. No la alegría exterior y efímera del mundo, sino la alegría pro-funda, definitiva y sanadora de sabernos amados y salvados por Dios.

Page 2: SíGUEME...Para vivir en unión con Dios necesitamos orar tanto individualmente como en co-munidad. La oración personal nos permite dialogar íntimamente con nuestro Creador, estrechar

Mario en busca del champiñón dorado Campamento en Talayuelas (Cuenca) Del 3 - 12 DE JULIO de 2012

180 € si resides o tus padres son de Genovés. 200 € si resides fuera. Descuentos por hermanos y ayudas de Cáritas Parroquial en www.parroquiagenoves.org

Inscripciones: Hasta el domingo 24 de Junio.

La gran seducción Martes, 22:00 h. Los habitantes del pueblecito de Sainte-Marie-La-Mauderne, antaño orgullosos pescadores, se ven obligados a vivir de subsidios. Pasa el tiempo, siguen cobrando los talones, pero el orgullo desaparece, dejando sitio a la melancolía, la somnolencia y la desesperación. Para colmo de males, el alcalde se muda a la ciudad y Germain se queda a cargo del pueblecito. Una empresa está dispuesta a instalar una fábrica en el término municipal, pero una de las condiciones es que el pueblo tenga médico. Los habitantes del pueblo, a los que los sucesivos gobiernos han engañado regularmente, no lo ven posible, pero nace una esperanza cuando se enteran de que un joven médico deberá pasar un mes en Sainte-Marie. Germain, consciente de que es la única posibilidad, deci-de convertir el pueblecito en el lugar ideal para el médico.

Sin que el joven médico lo sepa, Germain consigue hacerse con mucha información personal para poder satisfacer el más pequeño detalle del huésped. Desde la ropa que llevan las mujeres, pasando por la comida, hasta las enfermedades de los pacientes, todo está diseñado para complacer al médico. A pesar de ser un poco brutos y torpes, incluso los más desengañados se unen a la causa común. Igual que antes cuando salían de pes-ca, el pueblo entero trabaja en armonía y con ganas para seducir al médico y convencerle de que Sainte-Marie-La-Mauderne es el sitio más bello del mundo para establecerse... (FILMAFFINITY)

Concierto- Oración fin de curso Jueves, 22:30 h. Orar es dialogar con Dios, pero para conversar con él necesitamos escucharlo. Dios nos habla de manera especial a través de su Palabra. Es escuchándolo como recibimos su amor misericordioso, su llamado a vivir cerca de él y su invitación a colaborar en la misión de Jesús. Su palabra nos da a conocer sus designios maravi-llosos para nosotros y nos ayuda a descubrir el sentido de nuestra vida. La otra parte de la oración es nuestra respuesta a Dios, la cual no se da sólo en los momentos en que oramos, sino que se ex-tiende a la vida entera. De esta manera nuestras actividades diarias se convierten tam-bién en oración. Para vivir en unión con Dios necesitamos orar tanto individualmente como en co-munidad. La oración personal nos permite dialogar íntimamente con nuestro Creador, estrechar nuestra relación con Jesús y gozar con la acción del Espíritu Santo en nosotros. La oración comunitaria refuerza nuestra fe, nos ayuda a dejarnos guiar por la palabra de Dios, nos exige autenticidad ante nuestros hermanos, nos une con la comunidad eclesial en todo el mundo y con la iglesia triunfante que ya goza de la eternidad de Dios. Para concluir el curso nos reuniremos en la Capilla y algunos jóvenes de nuestra pa-rroquia nos ayudarán a orar comunitariamente con cantos y textos intercalados. El Grupo de Oración nos preparará después un pequeño refrigerio.

Misa fin de curso Domingo, 11:30 h. A Juan XXIII, el papa que convocó el Concilio Vaticano II, le gustaba hablar de la parroquia como la fuente que todo pueblo tenía en su plaza, a donde los vecinos iban a saciar su sed y a encontrarse. Una parroquia de-bía de ser ese lugar en el que beber de Dios y en el que sentirse comunidad. Por eso para terminar el curso, ahora que ya han concluido todos los grupos en la pastoral parroquial, nos reuniremos para celebrar juntos la eucaristía en un ambiente de gozo y fiesta, cerrando una etapa y presentando la “Porta Fidei”, la convocatoria de Benedicto XVI para renovar la fe y compromiso en la Iglesia; y en el contexto de la fiesta de Juan Bautista.