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SER SIGNO, hoy, aquí,

ahora...

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Sumario

Signifi car la Presencia de Dios. Félix Urquijo

25 años Adsis en Latinoamérica1603 EDITORIAL

04 QUE NOS QUIERAN MÁS POR LO QUE SOMOS QUE POR LO QUE HACEMOS

08 SER SIGNO CON OTROS Y OTRAS

Cenas alpha en Barcelona 08

Asambleas Adsis Canarias 10

¿Qué me mueve a buscar un cambio sociopolítico?

Alkartegi – mesa de comunidades 12

15

AYÚDANOS A MEJORAR

22 ENCUENTRO DE ASOCIADOS ADSIS

24 AMOR SIGNIFICATIVO

26 PRESENTES EN ZARABOBO

30 LOS PIBES DEL PASO

31 CINE ESPIRITUAL

La experiencia de signifi car la experiencia de Dios desde el recorrido en Latinoamérica de Félix Urquijo

16 25 años Adsis en LatinoaméricaEl día 20 de junio celebramos en Chile el 25 aniver-sario de la llegada de Adsis a Latinoamérica.

Escribe tus opiniones y propuestas a hola@adsis.orgó realiza la encuesta de la revista en:presenciaadsis.org/encuesta/ adsis.org

ADSI

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EVIS

TA 2

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SER SIGNO, hoy, aquí,

ahora...

nº25Edita: Adsis.Miguel Aracil, 5428035 MADRIDTEL.: 91 373 25 95

Servicio de Comunicación: hola@adsis.org

Imprime: PRINTHAUS.www.printhaus.es

DL: BI-1727-2013

Puedes enviar sugeren-cias o contenidos para la revista, al mail: hola@adsis.org

Serán publicados en la misma o en la web presenciaadsis.org dependiendo del tipo de contenido y la caducidad de los mismos.

Agradecemos la disponibilidad y servicio a todos los que colaboran con los contenidos fi jos de la re-vista, a los autores de los conte-nidos específi cos de este número, y a las personas que han colabo-rado en la localización y contacto con los autores de los mismos.

20 PASCUA ADSIS Este año 2015, jóvenes y adultos en tres localidades diferentes, celebraban la experiencia de la Pascua.

Ese tiempo nos cambió a todas y todos los paradigmas, los sueños y las maneras de ser y estar en la realidad. Desde Zaragoza/Abobo nos llega esta refl exión.

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Somos una sociedad rodeada de mensajes… tal vez “somos mensaje”.

Mensajes que fl uyen en las redes, en los medios de comunicación… Una sociedad hiperinformada, hiperconectada… Y en medio de todos los mensajes, cada per-sona desea activar su impronta personal. Es la era de la participación, de consignar opiniones, de compartir ideas, imágenes, noticias… Imágenes y signos que se movilizan a una velocidad tal que somos incapaces, cada vez más, de captar. Mensajes de vida fugaz, que rápidamente son sustituídos por nuevos mensajes, nuevas ideas, nuevas imágenes…

¿Dejan hoy esta gran cantidad de mensajes alguna huella signifi cativa? ¿Es el mensaje o es el canal el que deja huella?. Tal vez seguimos anhelando, al menos una huella signifi cativa, no tanto

por su popularidad (“me gusta”) o por su recorrido (“re-twit”) sino porque generen movimientos individuales y colectivos… porque al menos, provoquen en el día a día, el día siguiente…

La signifi catividad, «ser signo» es experiencia, don y tarea en Adsis porque es una presencia signifi cativa, la de Dios, la que ha movido nuestro corazón y nuestra vida. Cada hermano y hermana, cada comunidad, cada iniciativa, quiere llevar y ser en sí misma un mensaje que pueda dejar alguna huella de que es po-sible compartir lo que somos y hacemos en fraternidad; de que es posible amar a cuerpo entero; de que es posible com-partir en la pluralidad; de que es posible acompañar…

En este número compartimos algunas ex-periencias, sueños y deseos Adsis de «ser signo». El primero viene de la mano de la experiencia de un hermano en Esmeral-das, tras un largo recorrido siendo signo del signo recibido, por varias de nuestras comunidades latinoamericanas. Y también contamos con la experiencia de nuestra comunidad en Zaragoza que nos acerca la vivencia de la signifi catividad cotidiana que genera procesos de transformación social y personal. También compartimos en esta revista algunos de los espacios eclesiales y sociales en los que queremos ser signos con otros y otras (en Canarias, Barcelona y Bilbao) y de una manera más específi ca el testimonio de una hermana y su presencia sociopolítica.

Muchos jóvenes han podido encontrarse en la Pascua, con las comunidades, con el sig-

no con mayúsculas, y por ello presentamos testimonios de 3 de estas celebraciones. Y, por supuesto, la riqueza de ser signo desde la pluralidad que nos ofrece el carisma con nuestros hermanos y hermanas asociadas y renovando el amor signifi cativo de nuestros matrimonios y célibes.

Una experiencia que queremos compartir en especial es el 25 aniversario de nues-tras comunidades Latinoamericanas, que iniciaron su andadura en Chile. Dios se nos ha regalado y nos ha urgido “dismi-nuir nosotros para que El crezca” en el contexto de una nueva tierra.…

Ojalá que esta revista nos acerque y renue-ve el regalo y la tarea de ser signos de la presencia fundamental, la presencia de Dios Padre en un mundo deseoso de mensajes…

EDITORIAL

¿Dejan hoy esta gran cantidad de mensajes

alguna huella signifi cativa?“

22 ENCUENTRO DE ASOCIADOS ADSIS

24 AMOR SIGNIFICATIVO

16 25 años Adsis en Latinoamérica

Ser signo

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Que nos quieran más por lo que

somos que por lo que hacemos

Una palabra: ¡Gracias! ¿Por qué? Porque en medio de mi ambigüedad saboreo la fi rmeza de Dios que me hace caminar con mis hermanas y hermanos adsis y con muchos hombres y mujeres que me

enseñan el Evangelio de Jesús. Parafraseando a Pablo en Rom 7,25 reconozco muchas veces que no acierto a ayudar con lo que hago e incluso que hago daño a los demás pero eso me hace abrirme a la fe

en Jesús con más realismo para cambiar y encontrar la felicidad en el camino más que en los éxitos.Félix Urquijo

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Signifi car la presencia de Dios

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Cuando nos preparábamos para venir a Chile allá por el 90 una de las preguntas que más me complicaban era: y ¿qué voy a hacer allá?. ¿En qué podré trabajar? Acababa de terminar la teología a trancas y barrancas y sólo tenía la experiencia laboral de las clases de religión en el colegio Berrio Otxoa y de los años en Lankopi. Por eso me llegaron mucho las palabras que nos dirigió nuestro amigo obispo Jano en la eucaristía que celebramos en la llegada a Valdivia el 29 de junio de 1990. Entre otras cosas nos dijo: “Que la gente les quiera más por lo que son que por lo que hacen”. O algo así… Claro, una de mis preocupaciones principales que en ciertos momentos se ha tornado en una obsesión es ¿qué hacemos-hago aquí? Y cuando uno se sitúa a bas-tante distancia geográfi ca y cultural del medio en el que puede haber una mayor estabilidad y seguridad vital, la pregunta va unida de un cierto senti-miento de temor ante la difi cultad de acertar porque parece que lo que uno «hace» es lo que justifi ca estar por acá. Era la pregunta que me hacia la gente conocida en Bilbao ¿y qué vas a hacer allá? La respuesta que nos dábamos sobre todo en los primeros años, es que hemos venido a fundar Adsis en Chile y después en Ecuador. Así de simple y así de complejo.

Casi todos los hermanos/as venidos a Latinoamerica hemos tenido posibilida-des de mucha proyección profesional. A mí me marcó mucho la experiencia del trabajo con jóvenes de la población Lanín en Temuco, en el Departamento de Acción Social del obispado de Temu-co con un equipo de gente entrañable, junto a Mari Jose Salazar (adsis) y Andrés Reyes, entre otros, de los que aprendí harto, sobre todo a querer a quienes parece más difícil querer encontrando la puerta o la ventana por donde entrar y a ver la vida desde fuera de la sociedad de bienestar que genera tanta insensibilidad. Antes había

comenzado a trabajar de profesor de religión en los liceos A-26 y A-28 pero al ver la posibilidad de internarme de lleno en el mundo de la marginación en trabajo con jóvenes me metí de cabeza y cambié de trabajo. Sin tener una for-mación académica para ello el trabajo de esos años me hacía proyectarme con ilusión en este campo. También apareció la posibilidad de hacer alguna clase de “teología” para universitarios en la Católica de Temuco. Fue un com-plemento adecuado con el trabajo de educador en Lanín.

El ritmo de trabajo fuerte y con muchos desafíos vocacionales fue de la mano de una experiencia de mucha vida pastoral sobre todo en la pastoral juvenil de la parroquia Santo Tomás de Villanueva y en la Pastoral Universitaria de la mano de Miguel Angel Nuñez y Luzio Uriarte. Todo un lujo haber com-partido con ellos y con el conjunto de una comunidad volcada en la apuesta por los jóvenes con tanta creatividad y dedicación en aquellos años. Y los frutos vocacionales llegaron pronto con las opciones de los primeros temuca-nos/as por el proceso de formación vocacional adsis. Ellos nos ayudaron a meternos mucho más en la vida chilena compartiendo de cerca sus búsquedas y apuestas.

En medio de tanta vida y tanta intensi-dad la decisión de Antonio Montero y MariCarmen de dejar el movimiento nos hizo mirar nuestra fragilidad vocacional. Fue la primera crisis de hermanos que viví de cerca en Latinoamérica. Lo viví con mucho dolor por la amistad de tiempo con ellos y me hizo tomar más conciencia de que llevamos el tesoro del Evangelio en vasijas que se pueden romper porque son de barro, porque somos de barro, o sea, ambiguos y contradictorios en el fondo de nuestro ser. ¡Cuántas situaciones de fragilidad vividas en comunidad en estos años me han hecho sentir con fuerza la

Aprendí harto, sobre todo a querer

a quienes parece más difícil querer

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SIGNIFICAR LA PRESENCIA DE DIOS

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necesidad de volver a la invitación del aterrizaje en Valdivia hecha por Jano “que nos quieran más por lo que somos que por lo que hacemos”!

El crecimiento de las comunidades hizo posible y necesario abrir la segunda casa en Valdivia en San Pablo a fi nales del 1994. Para mí, estar disponible a las necesidades de las comunidades era obvio; lo que no caí en cuenta hasta haber pasado unos meses en Valdivia era lo que me costaba sacar el corazón de Temuco. Allí había echado raíces como primera tierra nueva y Temuco me jalaba. Me costó un año de desarreglo intestinal desapegarme de Temuco y estar entero en Valdivia. Fue importante el cursillo de febrero del 1996 comparti-do con Guillermo, al que no había visto desde mucho antes del viaje a Chile porque él había salido de Bilbao para Canarias. Una pluma de un tiuque en el día de desierto puso la imagen a mi pelea al reconocerme mudando de piel para poder crecer y así desapropiarme de Temuco con todo lo que signifi caba. Me acuerdo que en el acompañamiento con Gonzalo, en medio de la crisis, le decía que me sentía dándole patadas a mi celibato por culpabilizarle de no estar en Temuco al acoger con dispo-nibilidad célibe la propuesta de cambio a Valdivia. En el fondo era el reconocer que si no estaba en Temuco que era donde me sentía poniendo todo en juego era porque me abría a seguir dejando otras tierras queridas del alma y a otros hermanos y amigos como así ha venido pasando. Temuco fue el primer amor la-tinoamericano y Valdivia la primera crisis vocacional que tanto me ayudó a crecer y a aprender a seguir las huellas de Jesús. ¡Qué paciencia tuvieron conmigo Rafa, Elvira, Mariano y Marta! ¡Cuánto me ayudaron a dejarme de autorrollos y a vivir poniendo la vida en los demás, saliendo de mí! Qué importante fue com-partir de cerca con el grupo de Convo-catoria Vocacional que me ayudaron a poner el corazón en la voluntad de Dios!

Claro, en ese contexto de cursillo y teniendo a Guillermo cerca (después de muchos años sin verle) con el que había conversado en Bilbao alrededor de ocho años atrás sobre el ministerio presbiteral, me vino la pregunta de si el discernimiento (que había hecho acom-pañado con Pedro Antón en el 89, en el cual veía claro que ser cura no era lo mío), podría tener otro enfoque porque estaba más centrado en las constatacio-nes de mi limitación y mis sensibilida-des. Esa noche le di bastantes vueltas al tema y al día siguiente hablé con Guillermo y le pregunté qué necesidad de curas había en el movimiento. En alguna visita a Temuco de José Luis Pérez me había dicho: “si ves que el ministerio presbiteral te puede ayudar a servir mejor a los jóvenes y a los pobres me avisas”. En aquel contexto le había respondido que me sentía a full en el compromiso adsis tal como vivía. En Valdivia me abrí a la posibilidad de un nuevo discernimiento desde el revolcón en la experiencia de fe.

¡Y yo que creía que iba a ser chileno forever! Llegó la propuesta de ir a Esme-raldas en Ecuador. Con la lógica de ejer-citar la disponibilidad acogí la propues-ta. Me sabía mal dejar Valdivia porque después de haberles «dado el año» a los hermanos me parecía que lo propio era compartir la nueva etapa. Pero en la clave de no caer en lecturas demasiado psicologizadas me despedí de Valdivia a los pocos días de las primeras opciones defi nitivas de hermanos chilenos. Todo un acontecimiento.

La acogida calurosa de la gente de Esmeraldas, la dinámica de trabajo cen-trada en la encomienda de la PUCESE en contacto con muchos jóvenes, la vida eclesial muy volcada en la misión, me ayudaron a plantearme de nuevo el discernimiento sobre el ministerio presbiteral y esta vez apostar por vivir profundizando en la fe acogida como regalo de un pueblo lleno de fe humilde y sencilla. La ordenación me cambio

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PRESENCIAS ADSIS

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la forma de entrar en relación con la gente. Ahora era el “padrecito”, a lo que yo sugería “mejor el padrezote”, en bro-ma, para decirles en el fondo que mis amigos me dicen Félix… La dedicación a las clases de la PUCESE la combiné con la atención ministerial a la parro-quia de Tachina. Fue un año y medio de experiencia pastoral a lo esmeralde-ño, subiendo y bajando lomas por los campos y los recintos. La comunidad, nutrida de hermanos, iba apostando por crecer en relaciones con jóvenes. En el contexto esmeraldeño buscábamos formas de entrar en caminos de mayor formación.

A fi nales del 99 discernimos asumir la encomienda de la parroquia del vecin-dario, “La Anunciación”. En noviembre falleció mi aita de repente debido a un aneurisma de la aorta. Yo salía de un retiro personal pidiendo a Jesús que me renovase con su Espíritu… La dureza del golpe por su partida no me quitó sentir el profundísimo agradecimiento por tanta vida recibida de él con todo su arte y cariño. El había compartido la celebración de la ordenación el año anterior junto con mi ama y mi tía Maru viniendo a Esmeraldas en pleno fenómeno del “niño”. Esa es la imagen que más me viene a la mente, en la que expresaba su forma de creer: “Yo creo en mis hijos”, y nos acompañó de cerca a cada uno de mis hermanos/as por caminos bien diferentes.

La apuesta de la comunidad por la parroquia se reforzó con la dedicación laboral de Lola gestando el espacio de promoción familiar “Abriendo puertas”. Con su creatividad y buen hacer fue abriendo una línea de promoción donde lo acostumbrado eran las ayudas asisten-ciales. Cuánta alegría en los niños y en las señoras del barrio que participaron en aquellos años del programa. ¡Gracias Lola por tanta entrega y cariño a la gente!

Y de nuevo una propuesta de cambio de comunidad a Iñaquito. Me costó

mucho salir de Esmeraldas cuando me sentía echando raíces nuevas después de un lento proceso de inculturación. Me dije que lo importante era cómo dar respuesta a las necesidades del movimiento que entonces pasaba por apoyar Quito. Allá me sentí potenciado en la dinámica comunitaria. Tuve la oportunidad de cultivar con más profun-didad la espiritualidad. Pude hacer los ejercicios de la vida cotidiana acompa-ñado por Marco Vinicio Rueda, sj. Con su sabiduría y perspicacia me ayudo a reconocer a Jesús como quien daba sentido a todas las decisiones y cambios de comunidad en mi vida y que en lo práctico, mi vida iba quedando marcada por El y así quería que fuese. Me ayudó en aquellos años el preparar el cursillo a los hermanos/as de Chile a donde volvía, después de muchos años, alegre de poder reconocer como Dios iba cui-dando de las comunidades y cómo los hermanos chilenos tenían cada vez más protagonismo. Los jóvenes quiteños me ayudaron a saborear la sal quiteña con toda su chispa.

A principios del 2006 cambié a la comunidad de Portoviejo. En el replan-teamiento que hacía la comunidad sobre su presencia me tocó hacer de bisagra con la etapa nueva orientada a simplifi car los proyectos para que la parroquia pudiera tener un perfi l más sencillo que permitiese un ritmo de vida que oxigenase más a la comunidad.

Entré en una dinámica parroquial a full, llena de coordinaciones y sobre todo compartiendo con mucha gente muy comprometida. Cuando abrimos en la comunidad la apuesta por el movi-miento amplio ellos fueron los que más respondieron a hacer un proceso de formación de adultos cara a participar de nuestro movimiento. ¡Qué generosa la respuesta de los asociados actuales capaces de abrirse a lo nuevo y apoyar con tanto cariño la vida de la comuni-dad! Portoviejo ha sido la comunidad en la que más tiempo he vivido, algo más de siete años. Ha sido el lugar donde me he sentido entregando lo mejor de mí en medio de mis difi cultades. Testigo de ello son los hermanos/as actuales de Portoviejo a los que me siento muy unido. Cada ciudadela con su sabor especial hizo que la experiencia de Por-toviejo fuese como un rico mosaico lleno de colores y formas diferentes.

A inicios del 2013 cambié de nuevo a Esmeraldas. ¡Quién me iba a decir que iba a poder compartir de nuevo con la gente de Esmeraldas! Y aquí estoy, aprendiendo de nuevo a ser esme-raldeño con el corazón agradecido al Señor Jesús porque siento que cuenta conmigo después de tanta torpeza manifestada en cada comunidad pero sobre todo con tanta alegría por sentir la vocación adsis crecer en mí y en mis hermanos en la medida que nos abri-mos en comunidad a nuevos desafíos y retos. Siento que hoy, de nuevo, lo más importante es fundar adsis en Esmeral-das desde el compartir fraterno entre los hermanos/as, acogiendo la apuesta por el movimiento amplio y desde la presen-cia audaz y sencilla entre los jóvenes y pobres que son nuestros vecinos.

¡Ojalá dentro de otros 25 años podamos celebrar tanta vida y tantas bendiciones con las que el Señor Jesús nos siga regala cada día!

Felix Urquijo (comunidad de Esmeraldas, Ecuador)

Y aquí estoy, apren-diendo de nuevo a ser

esmeraldeño con el corazón agradecido al

Señor Jesús

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PRESENCIAS ADSIS

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“La pastoral en clave de misión pretende abandonar el cómodo criterio pastoral del siempre se ha hecho así. Invito a todos a ser audaces y creativos en esta tarea de repensar los obje-tivos, las estructuras, el estilo y los métodos evangelizadores de las propias comunidades”. Así nos exhorta el papa Francisco en Evangelii Gaudium número 33.

Antonio Manuel Reina López

Cenas Alpha en BarcelonaUna nueva formade evangelizar

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SER SIGNO CON OTROS Y OTRAS

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Desde esa clave pastoral, en la co-munidad adsis de Barcelona hemos ensayado un nuevo método de evan-gelización: El Curso Alpha.

El Curso Alpha nace en una pa-rroquia anglicana a principios de los años ochenta y se comienza a difundir a partir de 1991. Pronto llega a todas las confesiones cristianas, y en la actualidad está presente en 169 países y ha sido traducido a 112 idiomas. Se estima que más de 23 millones de personas han participa-do en un curso Alpha. En la iglesia Catolica está presente en 65 países, con una presencia muy signifi cati-va en Francia, y un auge creciente en Latinoamérica de la mano del CELAM.

En España se desarrolló desde el año 2003, y en los últimos años se ha introducido en muchas diócesis como Getafe, Alcalá, Solsona, Tarra-sa, Tortosa, Madrid, Valladolid, Tene-rife, Burgos, Astorga, San Sebastián, Santander, Barcelona y Valencia.

Alpha es un método de primer anuncio del evangelio dirigido a los alejados de la fe, personas ateas, agnósticas, cristianos enfriados o sin una experiencia de conversión

personal. Por su propia índole no es un movimiento, ni responde a un carisma particular, sino que pretende ser útil a cualquier comunidad de la iglesia que quiera evangelizar de una manera sencilla y efi caz. Corresponde a la comunidad que lo imparte dar continuidad a los invitados e invi-tadas mediante un catecumenado, itinerario o lo que proceda según la situación de los participantes.

La experiencia consiste en una introducción a la fe, que se imparte a lo largo de 10 semanas mediante un encuentro semanal estructurado en torno a una cena, una charla y un debate. Además tiene un día o fi n de semana de retiro, centrado en la persona del Espíritu Santo.

La temática, antes del retiro del fi n de semana, introduce en la persona de Jesucristo, su historicidad y su divinidad. También se ven aspec-tos como: pecado y salvación, fe, oración, palabra de Dios y cómo nos guía Dios.

Tras el fi n de semana se tratan algunos temas fi nales como: el mal, la necesidad de testimoniar, la acción sanadora de Dios, y por último, la Iglesia como lugar donde continuar la experiencia de fe vivida.

Hermanos y hermanas de la comuni-dad Adsis de Barcelona, jóvenes de

la basílica Santa María del Mar, de la parroquia de Belén y de la Delega-ción de Juventud de nuestra diócesis, nos capacitamos para poder impar-tir un curso Alpha en la parroquia de Santa Anna, dirigido a jóvenes adultos. Como el método pide que sean jóvenes quienes evangelicen a jóvenes, los hermanos Adsis pasamos a la retaguardia y nos dedicamos a cocinar, ayudar en todo lo que fuera apoyo logístico y también, mientras los jóvenes cenaban, nosotros cele-brábamos la eucaristía y la ofrecía-mos por el buen desarrollo de Alpha.

La experiencia fue excelente. No solo porque conseguimos convocar y entusiasmar un grupito de jóve-nes alejados de la fe, sino porque efectuar este curso Alpha signifi có afi anzar las pastorales juveniles de las parroquias que participaron y crear interesantes lazos afectivos y vocacio-nales entre todos los que colabora-mos en la puesta en marcha de este nuevo método evangelizador. Como el experimento resultó, ahora estamos continuando con un Curso Beta. La idea es seguir profundizando con los jóvenes que han quedado engan-chados. Constatamos que, una vez creado un ambiente juvenil creyente, después, todo fl uye con facilidad, porque los jóvenes, como hemos sa-bido siempre, atraen a otros jóvenes. Será cuestión de seguir dándoles protagonismo en la evangelización, sin dejar de acompañarlos.

Antonio Manuel Reina López (comunidad Adsis en Barcelona)

La idea es seguir pro-fundizando con los

jóvenes que han que-dado enganchados.

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Será cuestión de seguir dándoles protagonismo

en la evangelización, sin dejar de acompañarlos.

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SER SIGNO CON OTROS Y OTRAS

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AsambleasAdsisCanarias

En los últimos años la Presencia de la Comunidad Adsis Las Palmas y la presencia social, con jóvenes y pobres, desde los proyectos de Fundación Adsis Las Palmas, se ha ido fundiendo en un mismo ser y hacer. El Espíritu Santo, aprovechando la debilidad humana de la comuni-dad, nos ha ido haciendo más abiertos y seculares, y nos ha ido haciendo madurar y enraizar nuestra fe y urgencia cristiana en una experiencia de compartir y de confi anza mutua, que nos ha ampliado miras y nos hace confl uir en proyectos e iniciativas compartidas.

Oscar Lorenzo

En un primer momento nos íbamos abriendo a compartir retos y proyectos los y las hermanas de comunidad y los y las hermanas asociadas, para poste-riormente irnos abriendo a todas aque-llas personas con las que hacemos posible la presencia Adsis (comunidad y Fundación) entre jóvenes y pobres.

Es así como hemos ido desarrollando en los últimos años distintas asam-bleas en las que confl uimos hermanos

de comunidad y asociados con pro-fesionales de Fundación, voluntarios y voluntarias, socios-colaboradores y amigos y amigas de años que han ido compartiendo esta aventura de presencia entre jóvenes y pobres.

El pasado 21 de marzo realizábamos otra asamblea /encuentro en el que se partía de la creación de una comisión mixta de trabajo, que preparaba y diseñaba el encuentro. Esta comisión

estaba compuesta por un hermano de comunidad, un hermano asociado y una trabajadora de Fundación Adsis Las Palmas. Ellos nos prepararon con rica creatividad y muy alta calidad, una asamblea en la que todas las personas que colaboramos en la presencia Adsis pudimos profundizar en los valores de Fundación. En este encuentro lo fundamental desde el principio fue compartir entre personas con un mismo sentir y parte de un mismo mo-

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SER SIGNO CON OTROS Y OTRAS

revista 25.indb 10 16/7/15 11:15

Esta experiencia abierta de celebra-ción viva de la vida y la presencia nos

está trascendiendo y está renovando profundamente

nuestra comunidad.

“vimiento; más allá de roles o pertenen-cias múltiples, pudimos profundizar y comunicarnos en relación a los valores de Presencia Transformadora, Utopía, Fraternidad, etc.

La Asamblea, como en las últimas realizadas en estos años, contaba con distintos momentos en los que todos nos implicamos desde nuestro ámbito y con distintas formas de participa-ción. Mediante vídeos, baile, cancio-nes, clowns y trabajo por grupos, etc. fuimos profundizando en los valores que nos mueven y vinculan. Es de destacar que los hijos de la comuni-

dad y los y las jóvenes y pobres desti-natarios de nuestra presencia tuvieron también parte activa en la asamblea.

Es un signo de los tiempos y del Espí-ritu poder constatar como la asamblea no es nuestra, en sentido reducido y de propiedad, sino que pasa a ser “nuestra Asamblea” compartiéndola. Hemos sentido cómo algo que parte de nosotros (Comunidad: hermanos y asociados) se enriquece de matices, formas, estrategias de participa-ción, rostros y energías nuevas. Esta experiencia abierta de “celebración viva de la vida” y la presencia nos está trascendiendo y está renovando profundamente nuestra comunidad. O, mejor dicho, es signo de cómo esta comunidad se ha ido renovando desde la apertura a los jóvenes, a los pobres y a toda la gente que nos ayuda cada

día a acercar el rostro samaritano de Jesús en cada proyecto de presencia que realizamos.

Las últimas experiencias de Asam-bleas de presencia Comunidad-Fun-dación, cómo esta última asamblea/encuentro abierto del 21 de marzo de 2015, han estado llenas de dinamismo y pluralidad que nos permiten sen-tirnos juntos y mezclados, formando parte y compartiendo horizontalmen-te, sin etiquetas ni rangos que nos separen de lo fundamental: ampliar la

presencia Adsis, contagiar entusias-mo, compartir vida y valores que nos vinculan e identifi can a todas y todos.

Hemos podido experimentar con inmensa alegría que cuando nos junta-mos de esta forma signifi camos mejor lo que de verdad somos: movimiento amplio y plural, obra del Espíritu del resucitado que nos sigue resucitando cada día, regalándonos tanta vida en medio de un mundo convulso y en crisis… y que la presencia Adsis está llena de valores y personas que, como diría el poeta mozambiqueño Armando Artur, están urgidas a:

“… inventar nuevos atajos, abrir sendas al viento…

… romper el silencio y traer la espe-ranza reprimida por la angustia.

Es urgente partir sin miedo…Sin mie-do y sin demora hacia donde nacen los sueños.

Es urgente buscar artes nuevas don-de esculpir la vida”.Oscar Lorenzo(comunidad Adsis en Las Palmas)

Compartir e inventar nuevos atajos

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SER SIGNO CON OTROS Y OTRAS

revista 25.indb 11 16/7/15 11:15

Desde siempre, la vida de ALKARTE-GI ha tenido de todo: momentos fuer-tes y otros de desorientación, ideas de futuro y realidad estrecha, grandes objetivos y práctica desilusionante... El número de comunidades que nos hemos hecho presentes en la Mesa a

lo largo de estos 30 años también ha sufrido los vaivenes propios de un pro-yecto que nace más de la ilusión que de la apuesta profunda de cada una de las comunidades y de la propia Dióce-sis. En la actualidad las comunidades que forman la Mesa son: Acción So-

Desde hace ya 30 años, unas cuantas iniciativas comunitarias de la Iglesia de Bizkaia hemos querido compartir y poner en práctica nues-tra propia naturaleza comunitaria en una fraternidad más amplia…

ALKARTEGI-MESA DE COMUNIDADES es un proyecto de coor-dinación y de comunión eclesial, que nació en Bilbao, allá por 1985, por impulso del Secretariado Diocesano de Juventud y de las propias comunidades que desde sus inicios comprendieron esta iniciativa como vehículo necesario para caminar hacia una Iglesia Comunidad de Comunidades, en línea con lo aprobado en la Asamblea Diocesana y en sus Planes de Evangelización. Unos años más tarde fue el propio Secretariado Diocesano de Juventud el que nos hacía ver que la realidad de ALKARTEGI superaba el mundo estrictamente juvenil, y comenzamos a tener un funciona-miento autónomo.

Txaro Alonso Salvador

Nuestros hechos han sido siempre humildes pero creemos que sig-

nifi cativos en el camino hacia los objetivos que nos habíamos marcado

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ALKARTEGI – MESA DE COMUNIDADES (1985-2015)

30 años de experiencia de

comunión

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SER SIGNO CON OTROS Y OTRAS

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lidaria, Adsis, Ailedi, Bidari, CVX, Fe y Justicia, Ibarrekolanda, Itaka, La Salle, Seglares Claretianos (CES) y Verbum Dei. Adsis ha estado presente en ella durante estos 30 años.

Los objetivos de la Mesa de Comuni-dades son:

- ser lugar de encuentro y de co-munión de las comunidades de Bizkaia.

- ser estímulo para cada comuni-dad en el camino de su consoli-dación, sin dependencias ni ins-trumentalizaciones,

- ser decidido apoyo a los grupos de referencia y comunidades na-cientes, que desean un proceso en la identidad señalada,

- dar a conocer la realidad comu-nitaria dentro de la Diócesis,

- ser una presencia conjunta en el ámbito de la Pastoral Juvenil, como punto de referencia de es-tilo comunitario,

- tener una presencia pública pun-tual, en función del compromiso transformador de la sociedad.

Nuestros hechos, siempre humildes pero creemos que signifi cativos son, entre otros:

- reuniones quincenales y un encuen-tro anual de los componentes de las comunidades presentes en ALKAR-TEGI, y de otras experiencias que han querido aceptar nuestras invitaciones. En estos encuentros, organizamos conferencias sobre diversos temas de la vida comunitaria o del compromiso social.

- diálogos, refl exión e intercambio de experiencias e inquietudes acerca de la vida de las comunidades en torno a diversos temas de interés común: comunitariedad, espiritualidad, comunicación de bienes, estructura comunitaria, iniciación cristiana de adolescentes y jóvenes, realidad comunitaria en la diócesis, la propia vida de nuestra Iglesia...

- Intercambio de materiales, partici-pación en charlas y mesas redondas, retiros espirituales,...

- Celebraciones compartidas

LA MESA es un lugar de encuentro, de comunión

y de comunicación de la vida que parte de las

propias comunidades

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SER SIGNO CON OTROS Y OTRAS

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- Presencia e impulso en los Consejos Diocesanos de Comunidades y de Juventud,

- Diálogo y testimonio de nuestra realidad a otros grupos y apoyo a movimientos y plataformas cercanas (Carta de Derechos Sociales, 0,7%, Objeción, Plataforma por la Solidari-dad, etc.),

- Redacción de artículos para diver-sas publicaciones diocesanas y ela-boración de materiales sobre temas comunitarios,

Por otra parte, desde el año 1994 viene funcionando en esta diócesis de Bizkaia el denominado Consejo de Comunidades (CDC), organismo

constituido por el Sr. Obispo de Bilbao en el seno de la Delega-

ción Diocesana de Apos-tolado Seglar. Al día de

hoy las comunida-des

que integran el CDC son: Comuni-dades Eclesiales de Origen Diocesa-no, Sal y Luz, Neocatecumenales, Focolares, Seminario del Pueblo de Dios, Renovación Carismática, Inmaculada Lunes 8,30 y todas las que componen ALKARTEGI-Mesa de Comunidades. También esta-mos presentes en el Consejo Diocesano de Juventud.

La Mesa tiene por tanto un papel doble: es un lugar de encuentro, de comunión y de comunicación de la vida que parte de las propias comunidades y como tal le comu-nica su pleno sentido y también la propia Mesa solicitó en la Diócesis un espacio de corresponsa-bilidad en el organigrama diocesano, espacio que la Mesa había perdido tras separarnos del Secretariado de Juventud.

En respuesta

a esta peti-ción y al interés

manifestado por otras comunidades

y el propio Obispado se constituyó el Consejo de

Comunidades.

Alkartegi nace de la vida de la base y de la comunidades de base y el Consejo es la respuesta de la autoridad diocesana, «desde arriba», de una demanda de las comunidades de Alkartegi y de otras.

Txaro Alonso (comunidades de Bizkaia)

ser estímulo para cada comunidad en el camino de su consolidación, sin dependencias ni instru-

mentalizaciones

“

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SER SIGNO CON OTROS Y OTRAS

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¿Qué me mueve a buscar un cambio sociopolítico?Chelo Bravo, perteneciente a la comunidad Adsis de Salamanca, participa de la nueva agrupa-ción política “Somos Santa Marta”, que se ha presentado a las elecciones municipales 2015 y ha obtenido dos concejales. En un acto realizado la semana previa en la plaza del pueblo de Santa Marta de Tormes, le pidieron que diera un testimonio público respondiendo a la pregun-ta que ves arriba. Esta fue su respuesta:

“No te rindas, aún estás a tiempode alcanzar y comenzar de nuevo,aceptar tus sombras,enterrrar tus miedos, liberar el lastre,retomar el vuelo.No te rindas, que la vida es eso,continuar el viaje,perseguir los sueños, destrabar el tiempo,correr los escombros,y destapar el cielo.No te rindas, por favor, no cedas,aún hay vida en tus sueños.porque cada día es un comienzo nuevo, porque ésta es la hora y el mejor momento…”

¡porque no nos rendimos, porque somos Santa Marta!

“Hola, buenas tardes a todos. Soy Chelo, casada, madre de 4 hijos. ¿Qué me mueve hoy a estar aquí? Varias cosas…

Desde mi identidad cristiana veo necesario comprometerme activa-mente en el campo sociopolítico, porque estas estructuras son las que más condicionan a los hombres y mujeres, porque hoy necesitamos un cambio profundo. Por todo ello, jun-tos con esta agrupación de electores “Somos Santa Marta”, creemos en la transformación de nuestras estructu-ras sociales, económicas, políticas y culturales, favoreciendo la responsa-bilidad compartida y la participación de las personas.

Hoy me mueve la lucha por la justicia, la lucha por las políticas sociales, la defensa de los vecinos de Santa Marta, sobre todo nuestra infancia, nuestros jóvenes, nuestros mayores. Me preocupan la altas tasas de desempleo, la poca participación ciudadana… Hoy tenemos la opor-tunidad de trabajar juntos por una Santa Marta nuestra. Porque “Somos Santa Marta”.

Queremos una Santa Marta que respete el principio de la igualdad, donde el núcleo de nuestra lucha sea la persona, el ser humano. Porque creo que la vida de este pueblo no debe girar en torno a interés eco-nómicos de unos pocos, sino que vamos a trabajar por la dignidad de cada persona, por los interés del pueblo. Debemos ser protagonistas del cambio. Hoy os invito a todos a construir nuestra Santa Marta, ¡ahora es el momento!

Termino con algunos fragmentos de un poema de Mario Benedetti:

Chelo Bravo

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SER SIGNO CON OTROS Y OTRAS

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GRACIASLatinoamérica

Estimado hermanos y hermanas:

En la imposibilidad de acompañar-les en este día que celebran los 25 años de presencia en Valdivia y en Chile, he querido hacerme presente con estas líneas para expresarles mi gratitud por el servicio a la Iglesia diocesana, en los diferentes frentes, que a lo largo de estos 25 años han asumido tanto como Asociación como personalmente, ya sea en ser-vicios laicales como sacerdotales.

La peculiaridad carismática y forma de vida ha sido, sin duda, una rique-za para la diócesis. Nuevas formas de vida consagrada que han visto la luz después del concilio Vaticano II, han dado a la Iglesia un mayor vigor apos-tólico y una imagen más genuina de la riqueza de su misterio. Las Comu-nidades ADSIS son un eslabón muy importante en esta cadena de dones que el Señor ha regalado a la Iglesia y de la que nosotros, como diócesis austral, hemos sido bendecidos.

Que el Señor les siga bendiciendo y haga cada día más fecunda su pre-sencia en la diócesis y regale abun-dantes vocaciones a la Asociación, para realizar la tarea evangelizadora entre los jóvenes y los más margina-dos de nuestra sociedad.

En la alegría de ver la obra de Dios crecer ante nosotros, les bendice

Ignacio Ducasse MedinaObispo de Valdivia

25 aniversario de Adsis en Chile

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El día 20 de junio celebramos en Chile el 25 aniversario de la llega-da de Adsis a Latinoamérica. Y lo hicimos en la capilla de la Catedral de Valdivia, primera ciudad que nos acogió, acompañados de hermanos y amigos de las comunidades Adsis de Temuco y Santiago, y por muchos amigos y compañeros de camino y misión, algunos de los primeros años, otros de estos últimos.

La eucaristía la presidió el Padre Nelson Huaiquimil, Vicario General de la Diócesis, en nombre de nuestro Obispo.

Las lecturas de la Palabra se fueron uniendo a la experiencia vocacional con citas del Credo Adsis:

“He escuchado la opresión de mi pueblo…” “Ante la injusticia y peca-do…”;

“Todos los creyentes estaban juntos y tenían todo en común…” “Creemos que cada día el Padre nos vincula por el Espíritu en comunidad de herma-nos…”;

“Yo soy la vid, vosotros los sarmien-tos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto…” “…cada

día el Padre nos posee más profun-damente y nos hace penetrar en la oración…”

El ofertorio fue el momento en el que presentamos al Señor signos de la vida de este pueblo y de esta Iglesia entre los que hemos intentado ser fi eles al carisma recibido:

- Nuestro servicio diocesano en las parroquias San Pablo y San Pío X, de las que hemos aprendido a vivir la fe con sencillez y la fraternidad univer-sal desde una solidaridad permanen-te.

- El servicio en la Pastoral de Edu-cación Superior, acompañando a numerosos jóvenes en sus búsque-das vitales y en sus búsquedas de fe, haciéndonos familia con ellos.

- El compromiso social y la animaciòn de la solidaridad con los jòvenes a travès del Voluntariado social.

- Nuestra casa Adsis, donde los her-manos hemos compartido oraciones, eucaristías, reuniones, convivencias, entre nosotros y con muchos otros.

- El pan y el vino signos de la vida de los hombres y mujeres de nuestra tie-

rra chilena, con quienes compartimos anhelos y esperanzas.

La mesa de la eucaristía se llenó de personas y de muchas manifestacio-nes de cariño que fueron expresa-das en la acción de gracias. Como recuerdo de este día, al fi nal de la celebración, repartimos un imán con la imagen del mural que está pintado en el frontis de nuestra casa en Valdivia, que recoge muchos motivos valdivianos.

Seguidamente, en el salón de la Pas-toral Universitaria que ha sido testigo de tantos encuentros y reuniones, continuamos compartiendo, dialogan-do, viendo fotos del ayer y del hoy.

¡Gracias a todos los que nos acompa-ñaron en este día con su presencia y/o con su oración! Sin ustedes no habríamos podido celebrar…

¡Gracias a Dios por habernos llamado a salir de nuestra tierra y por ser hoy comunidad con otros y junto a otros, en esta otra hermosa tierra, nuestra también!

Nieves González(Comunidad Adsis de Valdivia)

25 ANIVERSARIO DE ADSIS EN CHILE

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Queridos hermanos y amigos:

Recuerdo como si hubiera sido ayer cuando a fi nal de junio de 1990 lle-gamos los primeros hermanos Adsis a Valdivia. Recuerdo que nos fue a recoger el obispo Alejandro Jiménez al terminal de buses, que el padre Ivo nos visitó enseguida y que así fuimos conociendo a tantos que en esa ciudad nos acogieron no como forasteros sino como hermanos. Jano decía que “Dios es valdiviano”, y es cierto. Al Señor lo fuimos encontran-do en las parroquias de San Pablo y San Pío, en la pastoral universitaria, y en tantos espacios y servicios dio-cesanos en los pudimos participar en

estos años. Recuerdo con emoción el día de mi ordenación sacerdotal en el galpón que hacía las veces de ca-tedral, y en los años siguientes tantas eucaristías compartidas, en esa casa de todos en la que hoy están cele-brando este 25 aniversario. Es un día para dar gracias a Dios por cómo nos ha acompañado y regaloneado, en Valdivia a los Adsis de la primera hora y a los que han vivido ahí a lo largo de este cuarto de siglo. Para agrade-cer a Dios este carisma que después de Chile se fue extendiendo por otros pueblos hermanos latinoamericanos. Pero sobre todo es un día para feste-jar que Dios sigue siendo valdiviano y nos reúne para celebrar tantas luchas

y esperanzas compartidas, sobre todo con los jóvenes y los pobres. Ya saben que este tiempo me toca acompañar a mis padres mayores en España, ellos estuvieron allá por dos ocasiones y les envían saludos. Sepan que están en mi corazón y que pido por ustedes especialmente en este día. Que el Señor nos siga manteniendo unidos, en comunión de carismas y servicios, como Iglesia profética y peregrina en camino hacia el Reino.

Un abrazo fraterno.Mariano Montero.Consejero de la Región Cono Sur

Queridos hermanos y hermanas Adsis, amigos y participantes, querido Padre Nelson, que preside la cele-bración:

En nombre de todas las comunidades Adsis, quiero compartir con ustedes la inmensa alegría por la celebra-ción del 25 aniversario de Adsis en Chile, nuestra primera presencia en Latinoamérica.

Uno de los acontecimientos más importantes y renovadores para Adsis ha sido la fundación de comunidades en Chile y en los diferentes países del continente, posteriormente. Así, tam-bién, creo que ha sido un gran regalo

para nuestra querida Iglesia chilena y latinoamericana. Por ello doy gracias a Dios, que tanto nos ha regaloneado en estos años, sobre todo dándonos hermanos y amigos, haciéndonos parte de esa tierra y pueblo chileno, y de su Iglesia peregrina.

Habiendo compartido un tramo de esa historia en los once años que viví en Santiago, siento especial cariño por todos ustedes, y agradezco profun-damente haber sido bendecido con tantos encuentros y experiencias que me han transmitido el amor de Dios.

Así pues, gracias a todos los herma-nos y hermanas Adsis que pasaron

por Chile entregando y recibiendo vida abundante, gracias a los que hoy siguen construyendo fraternidad con tanta gente, gracias a todos ustedes, amigos y miembros de esa querida Iglesia, por su acogida y valoración, por caminar junto a ustedes sirviendo al Reino y anunciando a Jesús.

Que el mismo Jesús vivo y resucitado les siga bendiciendo e impulsando a la entrega gratuita y dichosa en el anuncio del Evangelio.

Un fraternal y entrañable abrazo en Cristo

Fermín Marrodán GoñiModerador General Adsis

25 ANIVERSARIO DE ADSIS EN CHILE

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El signo que se quiere hacer signo

Temuco

Este año 2015, jóvenes y adultos en tres localidades diferentes, celebraban la experiencia de la Pascua siendo así testigos y signos de la experiencia, del ACONTECIMIENTO de la fe…

Conectados…. ¡Y RESUCITADOS! Este tiempo de Semana Santa ha sido especialmente signifi ca-tivo para los jóvenes Adsis que nos hemos juntado en Chol-Chol (Temuco) para celebrar la Pascua de Jesucristo acompañados por la comunidad de Temuco. Comenzamos la experiencia el jueves, recordando la última cena del Señor, haciendo nuestra su enseñanza de CONECTARNOS PARA SERVIR, de ser comuni-dad de hermanos solidaria y sig-nifi cativa para otros.

Ese fi n de semana recibí mucho más que chocolates, obtuve re-conciliación con Jesús. El Jueves en Getsemaní, sentí la soledad… pude conectar quizá un poco con esa pena de Jesús y la de los de-más chicos…, quiero hacer algo con ese sufrimiento... hacerlo motor. Hoy quiero compartir la vida con mis hermanos, sobre todo con los desconectados, con aquellos quienes sufren. (Javier, Temuco)

En nombre de todos y todas lo que participamos de esta entra-

ñable Pascua, gracias Padre por seguir invitándonos a dar la vida por amor y a encontrarnos con Jesucristo crucifi cado en tantos oprimidos y resucitado en la vida de los hombres y mujeres com-prometidos (Credo Adsis, 10). Gracias a la Comunidad de Te-muco por la acogida, el servicio y la fe compartidas. Gracias a cada joven que participó y que hace posible que el Reino siga aconteciendo.

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Pascua Adsis

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Conocemos a la comunidad Adsis desde hace muchos años. Nunca hicimos procesos Adsis pero en nues-tros primeros años apoyaron nuestro crecimiento en la fe en la parroquia. Llevamos mucho tiempo junto a ellos y nos han regalado el apoyo que espi-ritualmente necesitamos para crecer como personas y como pareja.

Hoy lo siguen haciendo por medio de sus Pascuas abiertas además de otros encuentros comunitarios.

Somos asiduos a ellas porque que-remos seguir viviendo en nuestra fe cada año este intenso momento.

Nuestra conexión con la comunidad son unas viejas amigas con las que iniciamos nuestro seguimiento a Jesús en un grupo de fe parroquial y que se integraron en Adsis. Ellas nos invitan cada año y, si podemos, nos apunta-mos encantados.

Hoy por hoy no somos regulares asistiendo a las celebraciones parro-quiales porque echamos de menos una urgente renovación de las liturgias (lenguaje, formas, cantos,...). Y más en los “ofi cios” de la Semana Santa.

Sin embargo, nos sentimos a gusto en las pascuas de Adsis. Siempre nos han acogido fenomenalmente y de en-trada eso es muy importante para los que asistimos a estas celebraciones.

Por otro lado, sus pascuas están bien preparadas: tienen un hilo conductor a lo largo de los días, alternan mo-mentos de silencio y oración perso-nal con otros de trabajo en grupo, incorporan elementos de audio y vídeo en las celebraciones, tienen un magnífi co grupo de música que cuida los cantos y la teología que se maneja se hace muy cercana...por dar unas pinceladas.

Tampoco han faltado las comidas fraternas en las que se comparte lo que se trae a la mesa con los herma-nos, tras haber compartido la mesa del altar.

Nos hemos lavado los pies unos a otros, hemos acompañado a Jesús en el Calvario, hemos hecho silencio en su muerte, y al fi nal, en la vigilia, hemos celebrado la resurrección de Jesús. A lo largo de los tres días hemos sido llevados poco a poco de la muerte a la vida y es un regalo el poder vivir esto intensamente.

Resumiendo, acogida, fraternidad, silencio, oración, sentido, paso, vida.

Salimos resucitados tras la vigilia. ¡Qué más podemos pedir! Gracias Adsis por este regalo. Toñi y Rubén (Bilbao)

Bilbao

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PASCUA ADSIS

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En Aranda de Duero nos juntamos 100 jóvenes a compartir y celebrar la Pascua. Unos días intensos que han supuesto un antes y un después para muchos de no-sotros. Una experiencia intensa y un paso más en ir descubriendo quién es Jesús para nosotros y para afi anzar nuestro proceso de fe en el grupo en el que comparti-mos nuestra vida.

Por primera vez se realizaron dos dinámicas diferenciadas en función de los grupos de edad. Dinámicas, celebraciones, actividades, testimonios,... Disfruta del resu-men visual y el reportaje fotográfi co en:

Aranda de Duero

www.presenciaadsis.org/pascua-aranda

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PASCUA ADSIS

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Compartir, y aprender de la experiencia de otros para recrear nuestra vocación desde el matrimonio.

Javier A. Isla (Comunidad Adsis de Valladolid)

En Abril nos juntamos en Amorebieta en el Encuentro de Matrimonios Adsis de este año: la mejor oportunidad para compartir, formarnos y aprender de la experiencia de otros como nosotros en este camino que es ir redescubriendo nuestra vocación desde el matrimonio. Un lujo vamos.

En este encuentro, alimentado de espa-cios de comunicación e intercambio, y como lato fuerte tuvimos la oportunidad de contar con Javier Vitoria que en un momento único e irrepetible (él mismo dijo que en 47 años nunca había hablado sobre el matrimonio) compar-tió con nosotros su siempre particular y original forma de analizar la vida, su historia de fe, sus experiencias, para darnos orientaciones sobre el matrimo-nio cristiano.

Javier Vitoria nos conoce desde nuestro origen y sabe de nuestras luces y de

nuestros défi cits, que sabe transformar en retos para que podamos trabajar en el futuro. Es una mirada que nos refl eja nuestra propia historia para lanzarnos desde la esencia de nuestro carisma. Una ocasión para escucharle y poste-riormente contrastar con nuestra

pareja a lo largo del encuentro. La-mentó la poca separación en los textos de nuestra Iglesia entre la familia y el matrimonio, el único modelo familiar que defi ende la jerarquía, compartió su deseo de que seamos matrimonio des-de el encuentro con Dios, y amarnos mejor a nosotros mismos, a nuestros hijos y a los más pobres, según nuestro carisma.

En la mañana del domingo escu-chamos la intervención de Fermín Marrodán en la que orientó sobre los retos y desafíos sobre el matrimonio al hilo de la última asamblea celebrada

en 2013. La puesta en común a esta intervención por grupos de generacio-nes fue uno de los momentos en los que más riqueza se transmitió desde la cotidianedad, la pobreza, limitación y también los desafíos de nuestro día a día, en nuestro ser matrimonio, familia, y hermanos de una misma vocación. La guinda del encuentro fue la presen-tación del cuaderno de oración: “Un tiempo para los dos”, a cargo de Txarli y Begoña. Un cuidado material que contiene oraciones, textos, músicas para favorecer el encuentro de oración en la pareja. Un tesoro. Reservar fecha y el sitio, porque ambos están fi jados para el próximo año, para que tengáis tiempo de bloquear la fecha. Muchas gracias a todos los organizadores, a los matrimonios que prepararon los talleres y los materiales que tanto nos servirán para nuestra oración durante este tiem-po. ¡Qué Grandes!

Vídeo íntegro de la ponen-cia de Javier Vitoria

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Amor signifi cativo

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Julio Pérez (Comunidad Adsis de Valladolid)

El treinta de Enero como venimos haciendo una vez al año nos reunimos el fi n de semana en Peñagrande, (Madrid) los hermanos y hermanas de Europa con opción por el amor célibe.

Los saludos, la acogida, los abrazos, las risas en torno a la mesa compar-tida nos recuerdan que la ternura es sanadora y que el tesoro encontrado es fecundo.

El encuentro estuvo guiado el primer día por Pepa Torres, religiosa apostó-lica, que vive en una comunidad de inserción en el barrio de Lavapiés en Madrid, está convencida del poder de los abrazos y no cree en un mundo con fronteras…

“Vivir la fecundidad del evangelio desde un corazón célibe” fue el título

del encuentro y su hilo conductor.A lo largo de la mañana redescubrimos o descubrimos, según los casos, cual es la fuente del amor célibe. Resulta que la mayoría de las veces no se ve la fuente, pero sí se disfruta de sus consecuencias ¡Que suerte para los que nos rodean¡ porque el celibato sabe del amor y la ternura y huye del poder y el control!. El tema avanza por los caminos del cuidado de la fragili-dad y la vida amenazada, instándonos a “cuidar a la manera de Jesús”, sin rompernos ni romper, atentos a lo pequeño y a lo débil y haciéndonos conscientes del latido de nuestro corazón. Se nos recuerda que hay que transitar y saltar fronteras.

En el encuentro también contamos con comunicaciones y testimonios de hermanos y hermanas célibes

de nuestras comunidades (Julene, Zoraida y Carlos). Tres comunicacio-nes desde tres escenarios distintos hoy: Zaragoza, Rumanía, Madrid pero que recogen la experiencia de muchas ciudades más y con similares inquietudes: “formando parte de la levadura con otros que también son fermento”…”escenarios de cambio y movimiento”…”acompañando trozos de camino”…”manos abiertas”… “ge-nerosidad, gratuidad, esperanza”…

Terminado el encuentro, cada her-mana y hermano volvemos a recorrer el camino de vuelta con el corazón ilusionado pero con el frio y la nieve acompañándonos. Aún así deseamos ser amantes célibes para mediar, tender puentes, transitar las orillas de la comunión y derribar muros.

Amor célibe: Amor fecundo desde el Evangelio

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AMOR SIGNIFICATIVO

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Itinerarios nuevos de liberación y comunión para unas comunidades nuevas

El Movimiento Adsis se confi gura con hermanos y hermanas que viven en común, y hermanos y hermanas que comparten el mismo carisma sin la vida comunitaria: asociados/as, voluntarios/as, adsis joven, cooperadores/as… Compartimos en este artículo una experiencia de esta pluralidad que quiere ser signifi cativa en nuestro mundo…

CRÓNICA DEL ENCUENTRO DE ASOCIADOS ADSIS RESPALDITZIA, 29-31 de Mayo de 2015

Cristóbal RomeroNo importa para nada cuántos seamos, ni de dónde venimos, ni siquiera hacia dónde iremos dentro de pocos años; Sólo que nos sentimos urgidos, seduci-dos a seguir sus huellas por el desierto africano, por las montañas nevadas o por las estepas del neoliberalismo más salvaje! Ese era el sentimiento común que predominó entre los/as hermanos/as asociados/as durante este entrañable, histórico y a la vez novedoso encuentro de asociados adsis celebrado durante el último fi n de semana de mayo en una preciosa y pintoresca casa de San Juan

de Dios, en el municipio de Respalditzia, a pocos kilómetros de Bilbao.

El Espíritu nos moviliza para el encuen-tro, la comunión y la misión…

Veníamos todos y todas desde los pun-tos más distantes: Rumanía, Canarias, Asturias... para encontrarnos en el País Vasco con la mayoría de hermanos/as, que eran de las comunidades de Bilbao, con el deseo de comunicar, rezar, con-vivir y celebrar el acontecimiento central de nuestras vidas: la vocación y el ca-

risma adsis. ¡Qué pasada! ¡Qué gozada! ¡Qué gracia y regalazo del Espíritu esta vivencia de la comunión de hermanos y hermanas de diferentes comunidades en un fi n de semana donde nuestra Iglesia celebraba el Misterio de nuestro Dios, el Misterio de la Trinidad !

¡Nos hemos sentido desbordados por tanta gracia! ¡Superados por tanto don del Espíritu! Desde la presencia de las Cristinas, Budau de Rumanía y García de Asturias; la una con su mirada contemplativa y sonrisa permanente, la

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Encuentros Adsis

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otra con su escucha atenta y cultivada destreza para recoger y hacer memoria rigurosa de lo comunicado en el plenario y en los grupos de trabajo. Desde la dedicación y esfuerzo preparativo de la Urresti por una oración “perfomance”, con derroche de creatividad, sensibilidad y espontaneidad, donde Esther no escati-mó en todo lujo de detalles, transporta-dos cariñosamente desde Asturias, hasta la originalidad de Pipo, para motivar e ilustrar un trabajo por grupos, siempre imbuido del humor y actitud desenfa-dada que, sutilmente, introdujo en el trabajo de la mañana del sábado. Es-tuvimos presididos por la fi gura “muy hu-mana” del Papa Francisco, acompañado de nuestro Moderador General, quienes al parecer, intercambiaron impresiones acerca de este encuentro de Asociados Adsis en Madrid o quizá en Roma. Eso sí, todos/as haciendo el payaso para no olvidar nuestra condición de barro y la importancia de la “candidez” y alegría en la relación fraterna y en el contagio a otros de nuestro carisma. ¡Nos sentimos en las manos de Dios y de los hermanos/as ! ¡ Nunca, los hermanos asociados, habíamos hecho tan bien y concienzuda-mente de payasos ¡ A las imágenes de la intranet me remito para los que no den crédito a mis palabras…

La tarde del sábado transcurrió muy apretada de vivencias varias e intensas: puesta en común del trabajo de grupos, paseo por el monte, partido apasionante del Atlétic – Barça, para concluir con una tertulia donde Cristina Budau nos comunicó la realidad de los/as asocia-dos/as rumanos/as y su diáspora por Londres y otros lugares. Así, con el

corazón cargado de emociones intensas y la certeza de que el Espíritu Santo hace milagros y nos está haciendo recorrer nuevos itinerarios como Movimiento, nos fuimos a la cama porque, como nos escribe nuestro iniciador, “vivimos en el tiempo de Dios”.

El domingo a la mañana, después de desayunar y rezar, animados por los cantos de dos artistas extraordinarios, Txelu y Marta, disfrutamos de una larga, virtual e interconectada asamblea con Rumanía, toda ella presidida por Fermín que vino acompañado de Patricia Soto y Txema Zelaia (miembros del Consejo Ge-neral Adsis). A la asamblea se sumaron más hermanos asociados, como Manolo Garrido, Javi Deán, Mer, Patrizia de Rumanía y Curtis que ya lo hizo desde primera hora de la mañana; En total, con la presencia virtual de Patrizia desde Rumanía, éramos 23 asociados.

Patricia Soto nos compartió la vivencia que tienen las comunidades sobre la relación entre hermanos asociados y de opción defi nitiva, comunicada en el encuentro de delegados y delegadas de las comunidades en Europa. Otros hermanos: de Valladolid, Cristina García, Cristina Budau, Javi y Mer, compartieron sus “cortos”, testimoniando su vocación Adsis de una manera sencilla, didáctica y apta para todos los públicos.

Fermín nos presidió en el momento más importante de este encuentro: la cele-bración de la eucaristía. Previamente, en el plenario, también nos alimentó la identidad con sus palabras vivas, llenas de madurez, ternura y profundidad.

Algunos de estos suculentos platos fueron:

a) Hay un movimiento que necesitamos asimilar más en nosotros: desde dentro hacia fuera y el que fl uye desde fuera hacia dentro. Todo él es Movimiento del Espíritu.

b) Uno de los grandes desafíos es “ser testigos hoy de la fe”. Es importante el lenguaje pero sobre todo es importante “exponerse”, “ser auténticos”.

c) Estamos llamados a agradecer, disfru-tar y vivir. La presencia es mucho más. No es sólo “lo que hacemos”.

d) La amplitud tiene que ver con la eclesialidad; Tiene que ver “con otros”. Este tiempo nos obliga a trabajar más eclesialmente.

Con la foto y el almuerzo, dimos por concluida una página más de este itine-rario que como hermanos y hermanas asociadas realizamos en este Movimiento de comunidades nuevas en el tiempo de Dios, en la persona de su Hijo y por su Espíritu. No quiero terminar esta crónica sin antes agradecer la dedicación, gene-rosidad y buen hacer de la Comisión de Asociados, que tan elegantemente des-empeñó Ismael Redondo, que nos sirvió rigurosamente en la organización del encuentro. A todos y todas las hermanas, ¡gracias!, ¡Muchas gracias por tanta vida regalada y compartida!

Que el Dios de los pobres nos siga bendi-ciendo con su presencia en este nuevo itinerario de nuevas y amplias comuni-dades.

Cristóbal Romero Bordón (comunidad de Las Palmas)

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ENCUENTROS ADSIS

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Presentes en

Venimos de un tiempo de gestación de una esperanza común en nuestras calles y plazas, en tardes de foros y asambleas en torno a la acampada del 15 M. Ese tiempo en el que la urgencia por el estado de bienestar, en

proceso de desmoronamiento, se transformó en la de crear un estado de dignidad, nos reclamó a todas y todos una nueva forma de estar presentes, nos cambió a todas los paradigmas, los sueños y las maneras de ser y estar

en la realidad. Y de ahí venimos…Felipe Soret

(Zaragoza - Abobo)Zarabobo

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Es signifi cativo que vivimos ligeros de equipaje, no nos hemos cargado con estructuras, proyectos o decisiones que no pueden revertirse si así lo reclaman los tiempos. A lo más nos apoyamos en un pequeño local, que mantenemos con nuestros ingresos y algunos donativos, donde llevamos a cabo las actividades que impulsamos específi camente nosotras.  Eso nos

permite ir en cada momento discer-niendo, sin grandes ataduras, si sigue teniendo sentido mantener las cosas que vamos haciendo de la misma manera o no. Por ejemplo, ya vamos viendo que seguir manteniendo las clases de español para extranjeros en nuestra ciudad, con las personas como las que hemos ido acompa-ñando estos años, ha perdido sentido

Escribimos esto en los días de la campaña electoral previa al 24M, 4 años después de ese despertar del 15M… en un tiempo que parece que es el mejor momento posible para provocar un cambio de sistema que revierta las cosas. Y que como ya cantó María, se derribe del trono a los poderosos quedando honrados los humildes, los hambrientos colmados mientras los ricos son despedidos con las manos vacías…

¿Cómo hacer para desandar el cami-no hecho que ha querido acabar con la protección social de las personas y sustituir el modelo de la benefi cencia que nos han implantado por el mode-lo de  justicia social?

Desde el 15 M a hoy hemos ido expe-rimentando en los movimientos que han ido de las plazas a los barrios, a las realidades concretas y sus necesi-dades, en diferentes grupos en donde

hemos ido aprendiendo a poner en común (nuestras refl exiones para una autoformación compartida,  nuestro apoyo para seguir denunciando los abusos, nuestra participación en redes de apoyo y solidaridad, nuestro cuidado para proteger los derechos civiles, …) alentando también la formación de  plataformas que irrum-pan en el sistema político ofreciendo nuevos horizontes y alternativas.

PRESENCIAS ADSIS

Y que como ya cantó María, se derribe del trono a los poderosos

quedando honrados los humildes

“

Que seamos en común: 

· en común ponemos nuestros bienes y necesidades, lo cual nos permite sostenernos y poder ayudar a sostener a otros y otras, apuntalando ante algunos avisos de derribo de quienes son aún más frágiles que nosotras. Es curioso cómo este ser en común llama tanto la atención y provoca admiración a nuestro alrededor, aunque no arranque de otras, apuestas equivalentes.

· en común ponemos nuestras apuestas de ser y estar en cada lugar aunque luego cada una este-mos de forma individual desde lo que es y su momento: el refuerzo escolar, las clases de español, el grupos de derechos civiles, los ritmos de resistencia, los espacios de autoformación,...

· en común con otras (sobre todo mujeres, proféticas, provocadoras, cuestionadoras, refl exivas, per-sistentes, solidarias, coherentes, más mayores y más jóvenes que

nosotras,..) tratamos de poner luz a este tiempo que quiere alumbrar vida pero que aún no sabe bien cómo y nos ayudamos a estar alerta a tener las lámparas llenas de aceite

· en común con la ciudad, en el momento en el que las iniciativas políticas reclaman lo común, los comunes,…apoyando y acompa-ñando a quienes concretan estas iniciativas con apuestas políticas con la marca “en común”.

Algunas cosas que nos parecen signifi cativas son:

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PRESENCIAS ADSIS

porque unas ya se manejan y no ven aliciente a mejorar su lenguaje mien-tras no mejoren sus posibilidades de sobrevivencia y, otras, porque viven nómadas siguiendo el calendario de las siembras o las recolecciones…

Es signifi cativo que vivamos al día, no solo en nuestros medios de vida sino en la presencia que vivimos y proyectamos; y con la rapidez con la que pasan las cosas y los movimien-tos de las personas. Eso nos hace estar constantemente en cambio. A veces una querría tener más planifi -cado o claro el futuro, saber que en algo concreto va a poder apoyarse, reclinar la cabeza,… pero al tiempo

todo se mueve y hay que desperezar-se. Aprendemos de muchas mujeres y hombres de nuestros contextos que viven en provisionalidad no tanto por elección sino porque así les sobre-viene la vida y tratamos de encontrar con ellos lo que de este tiempo pueda ser oportunidad para vivir con fres-cura, con novedad y con esperanza la vida cotidiana. Forma parte de eso poner la vida en el centro, los cuida-dos en nuestras redes de amistad, en los duelos y pérdidas, en las apuestas comprometidas,… intentando que sea algo mutuo.

Es signifi cativo formar parte de la le-vadura con otros y otras que también

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PRESENCIAS ADSIS

son fermento en esta sociedad, nos corrige de miradas cortas y rigideces, nos libera y nos pone en escenarios de cambio y movimiento y también, de alguna manera, nos hace vivir la fecundidad de otros. Por ello, nos hemos ido haciendo parte de esta corriente junto a otras personas y muchos jóvenes, antes en la red de apoyo a personas sin papeles, luego en los ritmos de resistencia, en el grupo de dere-chos civiles, en un proyecto de autoformación política y social que se llama «nociones comunes», formar parte de un grupo de autoconsumo por la soberanía alimentaria…..cada cual en aquello que se ve más capaz y con mayor posibilidad de aportar… Todos son espacios cambiantes que mutan a otras realidades o desaparecen a medida que cambia el contexto, el momento,…

Para ello creemos en la iniciativa personal, en la propia fecundidad, hacer experiencia cada uno y cada una y creer en las propias opciones, gestarlas, cuidarlas, compartirlas, contagiarlas… reconocer que esa iniciativa ya es colectiva y común porque en mi ya está esa dimensión del común como parte radical de mi persona, que en todo caso entre

todas podemos corregir en ocasio-nes,… o, rectifi car rumbos…

Es signifi cativo reconocer también que esa iniciativa personal que construye

el común nos haya traído a la comu-nidad la presencia en Abobo (Etiopía) cuando durante tanto tiempo hemos dicho que nuestro norte es el sur. Es algo nuevo el considerar aquella pre-sencia tan lejana de una de nosotras como presencia del común. Nos tra-

tamos de apoyar y de compartir, de estar al tanto y sabernos

unidas en la globalidad de lo que somos. Acá nos

recuerda que el mun-do es más amplio

que lo que desde aquí se percibe, mantenemos viva la urgencia por los últimos de la tierra conscientes de que mucho de lo que allá les sucede se decide muy cerca nuestro.

Y allá, estando tan lejos, signifi ca

formar parte de un proyecto de vida, de

una forma de entender la presencia y la espiri-

tualidad. Allá se agradece formar parte de una comuni-

dad que les abre al mundo, a las distintas realidades que vivimos unas y otras pero que son interdependien-tes. Nos comunicamos lo esencial de la vida compartiendo más allá de un cotidiano diverso: caminos, búsque-das, sentido y sinsentido y esto es riqueza, es fraternidad

Felipe Soret (comunidad Adsis en Zaragoza)

mantenemos viva la urgencia por los

últimos de la tierra conscientes de que

mucho de lo que allá les sucede se decide

muy cerca nuestro.

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PRESENCIAS ADSIS

¿Por qué nos reunimos? ¿Qué nos motiva a juntarnos? Esta es la única instancia en nuestra vida cotidiana que no se vuelve rutina; es decir, es rutina juntarnos, pero no hacemos siempre lo mismo.

¿Que hacemos? Hacemos actividades en donde trabajamos sobre la con-fi anza en el grupo, sobre como poder vivir, aceptar y dejar pasar los días que tuvimos, sean buenos o malos. Nos expresamos a través de las pinturas y escrituras en nuestro diario personal.

Éste es un cuaderno donde registra-mos al fi nal de cada encuentro lo que hicimos, cómo nos sentimos haciendo las actividades y lo que es muy personal como para compartir con otros.

Dentro de nuestras actividades, salimos a nuevos lugares a experimentar me-diante convivencias que pueden durar desde uno hasta cinco días. Las convi-vencias más memorables que tuvimos en el grupo son:

Monasterio (benedictino) La Pascua al cual fuimos dos veces. Aquí fuimos reci-bidos por Jorge, un monje benedictino. Ambas convivencias fueron a principio de año como un comienzo tradicio-nal donde hacemos una desconexión tecnológica; esta nos ayuda a estar más conectados con la naturaleza, algo que

habitualmente no tenemos.

En febrero del 2015 fuimos cinco días a Buenos Aires, en donde conocimos a otro grupo parecido al nuestro, pa-seamos y visitamos la Comunidad de Ituzaingo. Por ser la experiencia más extensa, en otro país, fue también de las más intensas que hicimos como grupo.

Campamento en las sierras de Aguas Blancas. Esta convivencia fue el primer y único campamento que hicimos; fue esencial para conocernos, para respe-tarnos y para apreciarnos más.

Algo personal: “Todo empezó una tarde de ping pong... Un amigo me preguntó si quería jugar al ping pong y acepté. Era un grupo y me gusto. El amigo que me había invitado se fue pero yo seguí, porque salían, me entretenía y charla-ban de cosas interesantes” Dice Gonza, el único varón del grupo.

Anabella no recuerda cuando empezó ni cómo, pero si porqué lo sigue haciendo “me gusta pasar tiempo con todos y me divierte, es lindo venir y saber que tienes a todos que te apoyan, que podés

contar con ellos cuando la necesitas”.

La hermana mayor de Anabella, Geor-gina si recuerda cómo llegó al grupo,“-llegué porque mi catequista me habló sobre un nuevo grupo de adolescentes

en el que hacían juegos y que podía pasarlo bien con otras personas, pero nunca me decidía por venir. Luego mi hermana se unió y me dijo que fuera, que era un lindo grupo. Así fue… des-pués de tres años es como mi segunda familia.”

“Ellos un día cayeron a mi casa a invitar-me al grupo, entonces empecé a venir y me pareció recopado” dice Fiorella, que vive a una cuadra de la comunidad. “Seguí viniendo porque me

gusta mucho estar con otros adolescen-tes, compartir cosas (aunque yo no soy de compartir mucho), y tener nuestro espacio para escribir cosas”.

Una de las “fundadoras” recuerda: “co-mencé a los doce años cuando iba a un grupo de niños donde todos los sábados hacíamos juegos y merendábamos. Un día con una amiga descubrimos que los

más grande iban para otro lado, pero para ir tenías que ser mayor de trece años y entonces mentimos… Me acuer-do que la primera vez las charlas eran sobre sexualidad y me gustó porque

no era tanto juegos sino que charlába-mos…” Recuerda Mika.

Y así vamos entretegiendo el telar de nuestras historias, cada uno con la lana de su color.

Los Pibes del Paso… vieron signos…Somos un grupo de nueve personas que nos reunimos una vez cada 15 días. Este grupo está compuesto por 6 ado-lescentes y 3 animadores. Cuando el grupo comenzó era un grupo abierto, venia quien quería y cuando quería. A medida que pasaba el tiempo, el grupo se conformó con los que veníamos regularmente asi poder crecer como grupo, y poder profundizar más en la confi anza que teníamos en nosotros mismos y con respecto a los de más.

Paso Carrasco (Uruguay)

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Cultura

Cine Espiritual para todos PEIO SÁNCHEZ

Animación de fantasía del director Tomm Moore que nos asombró en “El secreto de Kells” y que vuelve con otra maravi-llosa aventura que fue nominada a los Oscar de animación en el 2015. Contra-punteada por el folk irlandés desde la música melódica del compositor Bruno Coulais y el grupo Kila.

Ben y Maina viven con su padre en la parte alta de un faro de una pequeña isla. Para estar a salvo de los peligros del mar, se marchan a la ciudad a vivir con su abuela.

Un día, Ben descubre que su hermana es un hada del mar, cuyo canto puede liberar a los seres mágicos de caer en las garras de la bruja. Ben y Maina se embarcan en una aventura en la que tendrán que enfrentarse a sus mayores temores y peligros para ayudar a luchar contra la bruja y que todos los seres mágicos recuperen sus poderes.

El cine cubano cuenta con una larga tradición de fuerza narrativa desde una estética de la austeridad, “Con-ducta” (2012) de Ernesto Daranas (“Los últimos gaiteiros de La Habana”, “Los dioses rotos” y “Bluechacha”) no defrauda. Se trata de un homenaje a las personas frente a los sistemas de los cuales son víctimas. Un canto a la dig-nidad de cada ser humano que cuenta con la educación como mediación de resistencia y recuperación.

Chala -el pequeño actor Armando Valdés borda un papel lleno de natura-lidad- tiene once años y una vida difícil. Su madre, drogadicta y alcohólica, más que cuidar a su hijo necesita ser cuida-da por él. Para ayudar a sobrevivir a la pequeña familia, el muchacho realiza dos trabajos antagónicos, por una parte entrena perros para las peleas con apuestas, y por otra cría palomas para venderlas.

En el siglo XIX, una adolescente sordo-ciega acude a una institución educativa de las Hijas de la Sabiduría. Allí encargan a la hermana Marguerite la tutela la de joven Marie. La película refl eja su proceso de transformación desde el aislamiento asocial a la comunicación y el encuentro. Una historia sobre la educación desde la relación maestra-discípula, donde el crecimiento se hace mutuo y donde el que da recibe.

Jean-Pierre Améris ya nos había acostumbra-do a historias que fi lman el alma, sea en “La vida” (2001) donde se nos cuenta la relación entre una joven madre voluntaria y un enfermo terminal de cáncer, en “Tímidos anónimos” (2011) sobre una historia de amor casi impo-sible o a la adaptación de la obra homónima de Víctor Hugo “El hombre que ríe” (2012). En este caso y como es habitual realiza una estu-penda dirección de las dos actrices, Isabelle Carré que ya había trabajado con Améris y la actriz sorda Ariana Rivoire que nos ofrece un recital expresivo impresionante.

LA PASIÓN DEL MAR(2015)TOMM MOORE.

El Cielo Abierto Timbuktu Mandarinas La Casa del Tejado Rojo

CONDUCTA(2012)ERNESTO DARANAS

LA HISTORIA DE MARIEHEURTIN(2015)JEAN-PIERREAMÉRIS

+ Info y Comentario de Peio:presenciaadsis.org/cineespiritual+ Toda la información y materiales:semanacineespiritual.org

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