Una alerta:

• En la iglesia, el área de salud ha sufrido como en la

religión, un celo excesivo, sin entenderlo.

Divulguemos el mensaje de salud con seguridad,

convicción y equilibrio.

“Guárdalos, pues, y ponedlos por obra; porque esta es vuestra sabiduría y vuestra inteligencia ante los ojos de los pueblos, los cuales oirán todos estos estatutos,

y dirán: Ciertamente pueblo sabio y entendido, nación grande es esta”.( Deut. 4:6)

¿Cuáles son los objetivos de Dios con el mensaje de

salud?

• Ejercer el poder de curar por nuestro intermedio.

Dios siempre demostró el deseo de proteger a sus

siervos de las enfermedades y por medio de éstos,

traer bendición a la humanidad.

“Si oyeres atento la voz del Señor tu Dios…ninguna enfermedad …te enviaré a ti,... porque yo soy Jehová tu sanador”. ( Exod. 15:26 ) “ así os salvaré y seréis

bendición”. ( Zac. 8:13)

Disminuir el sufrimiento del mundo y

purificar su iglesia

Los que aman a Dios deben enseñar y transmitir el

mensaje de salud al mundo. Satanás ha

intentado distorsionar esta obra utilizando todos

los instrumentos necesarios para estorbar a los

cristianos que están empeñados en divulgarlo.

Preparar un pueblo para la venida del

Señor

• El mensaje de salud es una luz que Dios nos da para no violar las leyes naturales mediante nuestras

propias satisfacciones. Por eso es importante que el asunto de la reforma de la salud esté en la mente del

pueblo de Dios, estimulado en la búsqueda de hábitos saludables.

“Es imposible que los hombres y mujeres, con

todos sus hábitos pecaminosos, destructores

de la salud y debilitantes del cerebro,

disciernan la sagrada verdad por medio de la

cual han de ser santificados, refinados,

elevados y hechos idóneos para la asociación

con los ángeles celestiales en el reino de

gloria”. (CRA, pág. 82,83).

• El mensaje de salud debe ser considerado un

privilegio de la Iglesia. Cuando seguimos los

consejos enviados por Dios, tenemos la

oportunidad de dar un fuerte testimonio al

mundo; que tenemos luz sobre el asunto.

• Recuerde: tener un estilo de vida saludable no es

garantía de santificación; pero, no reformar la

salud hace imposible recibir la plenitud del

poder santificador del Espíritu Santo.

La enseñanza de este mensaje es llamado la Obra Médico Misionera. Todo aquél que aceptó la invitación de Cristo debe llevarla adelante.

“Hemos llegado a un tiempo en el cual cada miembro de la iglesia debe hacer obra misionera médica. Este mundo se parece a un hospital lleno de víctimas de

enfermedades físicas y espirituales. Por todas partes, hay gente que muere por carecer del conocimiento

de las verdades que nos han sido confiadas”. (Consejos sobre el Régimen Alimenticio, pág. 548).

Lamentablemente vemos muchos cristianos que

ya recibieron la luz del mensaje, sin embargo

no hacen ninguna tentativa para reformarse.

Saber lo que es correcto y persistir haciendo

lo equivocado es considerado apostasía.

Otra causa de apostasía:

“La gran apostasía acerca de la reforma pro

salud se debe a que mentes imprudentes han

manejado el asunto y lo han llevado a tales

extremos que ha desagradado a la gente en

vez de convertirla”. (Ibíd., pág. 249)

Una persona radical en relación al mensaje de

salud, puede traer discordia y separación a la

iglesia.

• Vea la situación:

El radical critica a todos los que no tienen la

misma conducta alimenticia; y el relajado a

su vez, no tolera la idea de alterar sus malos

hábitos y critica vehementemente al radical.

La presentación inadecuada de este asunto y la introducción de falsos principios de salud, es parte del plan de Satanás para neutralizar el

poder de la iglesia.

“Un fanático causará mucho daño con su espíritu fuerte y sus ideas radicales cuando se dedique a oprimir la conciencia de los que desean obrar

correctamente. La iglesia necesita ser purificada de tales influencias”. (Mensajes

Selectos, T. 2, pág. 369).

Evite dar la impresión que somos fanáticos

“Debemos tomar posesión de toda reforma con

celo, y no obstante debiéramos evitar dar la

impresión de que estamos vacilando, y que

estamos sujetos al fanatismo”. (Consejos sobre el

Régimen Alimenticio, pág. 88).

Felizmente el Espíritu de Profecía dice:

“Pero Dios intervendrá para evitar los

resultados de aquellas ideas demasiado

estrictas”. (Ibíd., pág. 242, 243).