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Semana del 25 de Febr al 3 de Marz
[E. Libro] [E.M.T] [R. Servicio] [Atalaya]
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[Cantico Nº120 ][E. Libro] [Inicio]
[ 1 ][ 2 ][ 3 ][ 4 ][ 5 ][ 6 ]
jr cap. 6 párrs. 1-6
Capítulo 6
“Obedece, por favor, la voz de Jehová”
1, 2. ¿Qué actitud tienen quienes siguen el “proceder popular”, y por qué debemos ser diferentes? [ 1 ] [Textos] OBEDECER no está de moda. Muchas personas ni siquiera se plantean si está bien o mal actuar de cierto modo, sino que hacen lo que les apetece o lo que les conviene. Esta actitud se ve en los conductores que cometen infracciones, los inversores que violan las leyes financieras y los altos funcionarios que burlan las leyes que incluso ellos mismos han contribuido a implantar. En los días de Jeremías también era común lanzarse al “proceder popular”, a sabiendas de que era incorrecto y perjudicial (Jer. 8:6).
[ 2 ] [Textos] Nosotros sabemos que quienes desean obtener el favor del Todopoderoso no pueden sencillamente seguir el “proceder popular”. Es digno de mención que Jeremías presentase un contraste entre los que no habían “obedecido la voz de Jehová” y los que procuraban hacerlo (Jer. 3:25; 7:28; 26:13; 38:20; 43:4, 7). Cada uno de nosotros tiene que analizar de qué lado está. ¿Por qué? Porque las embestidas de Satanás contra la integridad de los siervos de Dios se han vuelto
especialmente virulentas. Podemos asemejar al Diablo a una serpiente que espera silenciosa a su presa y súbitamente lanza su mortífero ataque. Nuestra determinación de obedecer la voz de Jehová nos impulsará a alejarnos del alcance de sus letales colmillos. Ahora, ¿cómo reforzar esta determinación? Los escritos de Jeremías nos ayudarán.
AQUEL A QUIEN DEBEMOS OBEDIENCIA
3. ¿Por qué merece Jehová nuestra obediencia?
[ 3 ] [Textos] ¿Por qué merece Jehová nuestra total
obediencia? Jeremías aporta una razón llamándolo “el
Hacedor de la tierra por su poder, Aquel que
firmemente estableció la tierra productiva por su
sabiduría” (Jer. 10:12). En efecto, Jehová es el Soberano
del universo, y debemos temerle por encima de todos
los demás gobernantes. Él posee el derecho absoluto a
esperar que cumplamos con sus sabios mandamientos,
que al fin y al cabo son para nuestro beneficio (Jer.
10:6, 7).
4, 5. a) ¿Qué verdad aprendieron los judíos en tiempos de sequía? b) ¿Cómo desperdiciaron los habitantes de Judá el “agua viva” de Jehová? c) ¿Cómo podemos beber del “agua viva” que nos regala Dios?
[ 4 ] [Textos] Jehová no es únicamente el Gobernante Universal, sino el Sustentador de la vida, nuestra vida. A los contemporáneos de Jeremías no les quedó ninguna duda al respecto. Mientras que Egipto dependía muchísimo de las aguas del Nilo, la Tierra Prometida dependía en gran manera del agua de las lluvias estacionales, que sus habitantes almacenaban en cisternas subterráneas (Deu. 11:13-17). Solo Jehová era capaz de hacer llover y empapar el suelo para que produjera. Por otro lado, él también podía retener las tan ansiadas lluvias. De ahí que en los días de Jeremías, los desobedientes judíos sufrieran una serie de sequías devastadoras que dejaron resecos sus campos, viñas, pozos y cisternas (Jer. 3:3; 5:24; 12:4; 14:1-4, 22; 23:10).
[ 5 ] [Textos] Aunque los judíos estimaban mucho el
agua literal, rechazaron el “agua viva” que Jehová les
ofrecía en abundancia. Lo demostraron desobedeciendo
deliberadamente la Ley divina y aliándose con otras
naciones. Llegaron a ser como alguien que durante una
sequía guarda la poca agua que tiene en una cisterna
rota, así que sufrieron las consecuencias (léanse
Jeremías 2:13 y 17:13). Nosotros no tenemos por qué
actuar como ellos y acarrearnos la ruina. Jehová
continúa regalándonos abundancia de “agua viva”, es
decir, la guía de su Palabra inspirada; pero solo nos
beneficiaremos de ella si la estudiamos y procuramos
seguirla.
6. a) ¿Cuál fue la actitud de Sedequías en cuanto a obedecer a Jehová? b) ¿Por qué fue insensato el rey?
[ 6 ] [Textos] A medida que iba acercándose el día en que Dios le ajustaría las cuentas a Judá, la obediencia era cada vez más vital. Si algún judío quería ganarse el favor y la protección de Jehová, tenía que arrepentirse y obedecerle. El rey Sedequías, que no se había mostrado firme a la hora de hacer lo recto, se encaró con esta decisión. Cuando sus subalternos le dijeron que querían matar a Jeremías, no tuvo las agallas para oponerse. Como vimos en el capítulo anterior, el profeta sobrevivió al intento de asesinato gracias a Ébed-mélec. Luego exhortó a Sedequías: “Obedece, por favor, la voz de Jehová” (léase Jeremías 38:4-6, 20). Estaba claro: por su propio bien, el rey tenía que decidirse. ¿Obedecería a Dios?
¿Por qué fue apropiado que Jeremías repetidamente exhortara a los judíos a que obedecieran a Dios?
[E.M.T] [Inicio]
[P.S] [Repaso]
[P.S] Lectura de la Biblia: Marcos 5, 6, 7, 8 | Puntos sobresalientes Respuestas a preguntas bíblicas:
6:51, 52. ¿Cuál era “el significado de los panes” que los discípulos no captaron? Apenas unas horas antes, Jesús había alimentado con solo cinco panes y dos pescados a 5.000 hombres, además de mujeres y niños. “El significado de los panes” que los discípulos deberían haber captado en aquella ocasión era que Jehová Dios le había dado poder a Jesús para realizar milagros (Mar. 6:41-44). Si hubieran entendido la magnitud del poder que Jesús había recibido, no se habrían sorprendido tanto cuando caminó milagrosamente sobre el agua.
8:22-26. ¿Por qué le devolvió Jesús la vista al ciego en dos etapas? Es probable que lo hiciera por consideración al hombre. El ciego llevaba mucho tiempo acostumbrado a la oscuridad, y recuperar la vista de forma gradual posiblemente le permitiera ir adaptándose al brillo de la luz solar. Lecciones para nosotros: 8:32-34. Deberíamos reconocer y rechazar rápidamente cualquier muestra de bondad equivocada por parte de otros. El discípulo de Cristo tiene que estar preparado para “repud*iarse+ a sí mismo”, es decir, negarse a sí mismo rechazando sus deseos y ambiciones egoístas. Ha de estar dispuesto a “tom*ar+ su madero de tormento”, es decir, a sufrir si fuera necesario, pasar vergüenza, ser perseguido e incluso asesinado, por ser cristiano. Y debe seguir “de continuo” a Jesús viviendo tal como él lo hizo. Si queremos ser discípulos de Cristo, hemos de desarrollar y mantener un espíritu de sacrificio semejante al suyo (Mat. 16:21-25; Luc. 9:22, 23).
[Repaso] Repaso de la Escuela del Ministerio Teocrático (Enero y Febrero)
Repaso de la Escuela
del Ministerio Teocrático
A continuación aparecen las preguntas del
repaso de la Escuela del Ministerio Teocrático
para la semana del 25 de febrero de 2013.
Se indica la fecha en que se analizarán las
preguntas a fin de que cada quien investigue
las respuestas en su preparación semanal
para la escuela.
1. ¿Por qué dijo Jesús que serían
felices “los que se lamentan”? (Mat.
5:4.) [7 de en., w09 15/2 pág. 6 párr.
6.]
(Mateo 5:4) ”Felices son los que se lamentan,
puesto que ellos serán consolados.
“Felices son los que se lamentan”
6 “Felices son los que se lamentan, puesto que ellos
serán consolados.” (Mat. 5:4.) “Los que se lamentan” son el mismo tipo de personas que “los que tienen conciencia de su necesidad espiritual”. No es que se lamenten por su situación en la vida, sino porque son pecadores y porque les duele ver el sufrimiento que causa la imperfección. Pero ¿por qué dijo Jesús que son felices si están lamentándose? Porque hallan consuelo en su relación con Jehová y porque ejercen fe en él y en su Hijo (Juan 3:36).
(Juan 3:36) El que ejerce fe en el Hijo tiene vida
eterna; el que desobedece al Hijo no verá la vida, sino
que la ira de Dios permanece sobre él.
2. ¿Qué quiso decir Jesús cuando pidió
en su oración modelo: “No nos metas en
tentación”? (Mat. 6:13.) [7 de en., w04
1/2 pág. 16 párr. 13.]
(Mateo 6:13) Y no nos metas en tentación, sino
líbranos del inicuo’.
13 El que intenta entramparnos, derribarnos
mediante artimañas y hasta devorarnos es Satanás
(Efesios 6:11, nota). Él es “el Tentador”
(1 Tesalonicenses 3:5). Cuando rogamos a Jehová
que no nos meta en tentación, lo que le pedimos es
que no nos permita caer en ella. En realidad, le
solicitamos que nos ayude a no ser “alcanzados por
Satanás”, a no sucumbir a las tentaciones (2 Corintios
2:11). Le pedimos que nos conceda permanecer en
“el lugar secreto del Altísimo” para así recibir la
protección espiritual que se ofrece a quienes se
someten a la soberanía de Jehová en todo lo que
hacen (Salmo 91:1-3).
(Efesios 6:11) Pónganse la armadura completa que proviene de Dios para que puedan estar firmes contra las maquinaciones del Diablo; (1 Tesalonicenses 3:5) Por eso, realmente, cuando ya no pude soportarlo más, envié para saber de la fidelidad de ustedes, puesto que tal vez de algún modo el Tentador los hubiera tentado, y nuestra labor hubiera resultado en vano.
(2 Corintios 2:11) para que no seamos alcanzados por Satanás, porque no estamos en ignorancia de sus designios. (Salmo 91:1-3) Cualquiera que more en el lugar secreto del Altísimo se conseguirá alojamiento bajo la mismísima sombra del Todopoderoso. 2 Ciertamente diré a Jehová: “*Tú eres+ mi refugio y mi plaza fuerte, mi Dios, en quien de veras confiaré”. 3 Porque él mismo te librará de la trampa del pajarero, de la peste que causa adversidades.
3. ¿Por qué afirmó Jesús que sus
discípulos no completarían el circuito de
predicación “hasta que lleg[ara] el Hijo
del hombre”? (Mat. 10:23.) [14 de en.,
w10 15/9 pág. 9 párr. 12; w87 1/8 pág.
8 párr. 6.]
(Mateo 10:23) Cuando los persigan en una ciudad,
huyan a otra; porque en verdad les digo: De ninguna
manera completarán el circuito de las ciudades de
Israel hasta que llegue el Hijo del hombre.
*** w10 15/9 págs. 9-10 párr. 12 Busquemos con empeño la bendición de Jehová ***
12 Comprendemos que el fin puede llegar
en cualquier momento. El horario divino ya está establecido, y no depende de que nosotros alcancemos a dar testimonio personalmente a cada habitante del planeta (Mat. 10:23). No obstante, Jehová nos ha dado instrucciones que nos permiten realizar la predicación de la forma más eficaz posible. Con fe participamos en esta obra dando lo mejor de nosotros y utilizando todos los recursos a nuestro alcance. ¿Abrazarán la verdad muchas personas en los territorios donde predicamos? En realidad, no podemos saberlo de antemano (léase Eclesiastés 11:5, 6). Nuestra responsabilidad es anunciar el mensaje, confiando en que Jehová bendecirá nuestra labor (1 Cor. 3:6, 7). Podemos estar seguros de que él ve cuánto empeño ponemos y de que, valiéndose de su espíritu, siempre nos dará las instrucciones que necesitemos (Sal. 32:8).
(Mateo 10:23) Cuando los persigan en una ciudad, huyan a otra; porque en verdad les digo: De ninguna manera completarán el circuito de las ciudades de Israel hasta que llegue el Hijo del hombre. (Eclesiastés 11:5, 6) Tal como no te das cuenta de cuál es el camino del espíritu en los huesos dentro del vientre de la que está encinta, de igual manera no conoces la obra del Dios [verdadero], que hace todas las cosas. 6 Por la mañana siembra tu semilla, y hasta el atardecer no dejes descansar la mano; pues no sabes dónde tendrá éxito esto, aquí o allí, o si ambos a la par serán buenos.
(1 Corintios 3:6, 7) Yo planté, Apolos regó, pero Dios siguió haciéndo[lo] crecer; 7 de modo que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios que [lo] hace crecer. (Salmo 32:8) “Te haré tener perspicacia, y te instruiré en el camino en que debes ir. Ciertamente daré consejo con mi ojo sobre ti.
*** w87 1/8 pág. 8 Preparados para la persecución ***
La vida y el ministerio de Jesús Preparados para la persecución
DESPUÉS de instruir a sus apóstoles en los métodos de efectuar la predicación, Jesús les advierte acerca de opositores. Dice: “¡Miren! Los estoy enviando como ovejas en medio de lobos [...] Guárdense de los hombres; porque los entregarán a los tribunales locales, y los azotarán en sus sinagogas. ¡Si hasta los llevarán ante gobernadores y reyes por mi causa [...]!”.
A pesar de la severa persecución que sus seguidores afrontarán, Jesús los fortalece con esta promesa: “Cuando los entreguen, no se inquieten acerca de cómo o qué han de hablar; porque en aquella hora se les dará lo que han de hablar; porque los que hablan no son únicamente ustedes, sino que el espíritu de su Padre habla por ustedes.
”Además —continúa Jesús—, el hermano entregará a la muerte al hermano, y el padre a su hijo, y los hijos se levantarán contra los padres y los harán morir”. Añade: “Serán objeto de odio de parte de toda la gente por motivo de mi nombre; mas el que haya aguantado hasta el fin es el que será salvo”.
La predicación es de importancia fundamental, de modo que Jesús da énfasis a que es necesario ejercer discreción para permanecer en libertad para seguir efectuando la obra. “Cuando los persigan en una ciudad, huyan a otra —dice—; porque en verdad les digo: De ninguna manera completarán el circuito de las ciudades de Israel hasta que llegue el Hijo del hombre.”
Es verdad que Jesús dio esta instrucción, advertencia y estímulo a sus 12 apóstoles, pero también era para los que participarían en la predicación mundial después de Su muerte y resurrección. Esto lo muestra el hecho de que dijo que sus discípulos serían „odiados por toda la gente‟, no solo por los israelitas a quienes se envió a los apóstoles a predicar. Además, los apóstoles evidentemente no fueron llevados ante gobernadores y reyes cuando Jesús los envió en su corta campaña de predicación. Tampoco hubo entonces creyentes que fueran entregados a la muerte por miembros de su familia.
4. ¿Qué dos aspectos resaltó Jesús en
su parábola del grano de mostaza? (Mat.
13:31, 32.) [21 de en., w08 15/7 págs.
17, 18 párrs. 3-8.]
(Mateo 13:31, 32) Otra ilustración les propuso,
diciendo: “El reino de los cielos es semejante a un
grano de mostaza, que un hombre tomó y sembró en
su campo; 32
la cual es, de hecho, la más pequeña de
todas las semillas, pero cuando ha crecido es la más
grande de todas las legumbres, y se hace un árbol, de
modo que vienen las aves del cielo y hallan albergue
entre sus ramas”.
La parábola del grano de mostaza
3 La parábola del grano de mostaza, que también
aparece en el capítulo 4 de Marcos, resalta dos ideas: en primer lugar, el sorprendente crecimiento en la cantidad de personas que han aceptado el mensaje del Reino, y en segundo lugar, la protección que estas reciben. Jesús dijo: “¿A qué hemos de asemejar el reino de Dios, o en qué ilustración lo presentaremos? Como un grano de mostaza, que al tiempo que se sembró en la tierra era la más pequeña de todas las semillas que hay en la tierra..., pero cuando se ha sembrado, sale y se hace mayor que todas las demás legumbres, y produce grandes ramas, de modo que las aves del cielo pueden hallar albergue bajo su sombra” (Mar. 4:30-32).Textos
4 En esta parábola se habla del crecimiento del “reino
de Dios”, crecimiento que se manifiesta en la gran difusión que ha tenido el mensaje del Reino y en el aumento que ha experimentado la congregación cristiana desde el Pentecostés del año 33. El grano de mostaza, que es diminuto, se utiliza a veces para representar cosas muy pequeñas (compárese con Lucas 17:6). Pero, aunque es de tamaño reducido, produce una planta que puede alcanzar una altura de 3 a 5 metros (10 a 15 pies) y llegar a tener ramas fuertes, por lo que prácticamente se la puede considerar un árbol (Mat. 13:31, 32).
(Lucas 17:6) Entonces el Señor dijo: “Si ustedes tuvieran fe del tamaño de un grano de mostaza, dirían a este moral: ‘¡Sé desarraigado y plantado en el mar!’, y les obedecería. (Mateo 13:31, 32) Otra ilustración les propuso, diciendo: “El reino de los cielos es semejante a un grano de mostaza, que un hombre tomó y sembró en su campo; 32 la cual es, de hecho, la más pequeña de todas las semillas, pero cuando ha crecido es la más grande de todas las legumbres, y se hace un árbol, de modo que vienen las aves del cielo y hallan albergue entre sus ramas”.
5 La congregación cristiana se formó cuando 120
discípulos fueron ungidos con espíritu santo en el Pentecostés del año 33. Aunque en ese momento constituían un grupo reducido, en relativamente poco tiempo se les unieron miles de creyentes (léase Hechos
2:41; 4:4; 5:28; 6:7; 12:24; 19:20). En menos de tres décadas aumentó tanto la cantidad de cosechadores que el apóstol Pablo pudo decir a la congregación de Colosas que las buenas nuevas ya se habían “predicado en toda la creación que est[aba] bajo el cielo” (Col. 1:23). ¡Qué crecimiento tan espectacular!
(Hechos 2:41) Por lo tanto, los que abrazaron su palabra de buena gana fueron bautizados, y en aquel día unas tres mil almas fueron añadidas. (Hechos 4:4) Sin embargo, muchos de los que habían escuchado el discurso creyeron, y el número de los varones llegó a ser como de cinco mil. (Hechos 5:28) y dijo: “Les ordenamos positivamente que no siguieran enseñando sobre la base de este nombre, y sin embargo, ¡miren!, han llenado a Jerusalén con su enseñanza, y están resueltos a traer la sangre de este hombre sobre nosotros”. (Hechos 6:7) Por consiguiente, la palabra de Dios siguió creciendo, y el número de los discípulos siguió multiplicándose muchísimo en Jerusalén; y una gran muchedumbre de sacerdotes empezó a ser obediente a la fe. (Hechos 12:24) Pero la palabra de Jehová siguió creciendo y difundiéndose. (Hechos 19:20) Así, de una manera poderosa, la palabra de Jehová siguió creciendo y prevaleciendo. (Colosenses 1:23) con tal que, por supuesto, continúen en la fe, establecidos sobre el fundamento, y constantes, y no dejándose mover de la esperanza de esas buenas nuevas que ustedes oyeron, y que se han predicado en toda la creación que está bajo el cielo. De estas [buenas nuevas] yo Pablo llegué a ser ministro.
6 Desde el establecimiento del Reino de Dios en los
cielos en el año 1914, las ramas del simbólico árbol de mostaza se han extendido mucho más allá de lo esperado. El pueblo de Dios ha presenciado el cumplimiento literal de la siguiente profecía del libro de Isaías: “El pequeño mismo llegará a ser mil, y el chico una nación poderosa” (Isa. 60:22). El grupito de ungidos que participaba en la obra del Reino a principios del siglo XX no podía siquiera imaginar que en el año 2008 habría casi siete millones de testigos de Jehová realizando dicha obra en más de doscientos treinta países y territorios. Un crecimiento extraordinario, sin duda, tanto como el del grano de mostaza de la parábola de Jesús.
(Isaías 60:22) El pequeño mismo llegará a ser mil, y el chico una nación poderosa. Yo mismo, Jehová, lo aceleraré a su propio tiempo.”
7 Pero ahí no termina el crecimiento. Llegará el
momento en que toda persona que viva en este planeta sea súbdito del Reino de Dios. Para entonces, todos los malvados habrán sido eliminados. Y eso no ocurrirá gracias a los esfuerzos humanos, sino a la intervención del Señor Soberano Jehová (léase Daniel 2:34, 35).
Entonces veremos el cumplimiento final de otra profecía de Isaías, que dice: “La tierra ciertamente estará llena del conocimiento de Jehová como las aguas cubren el mismísimo mar” (Isa. 11:9).
(Daniel 2:34, 35) Seguiste mirando hasta que una piedra fue cortada, no por manos, y dio contra la imagen en sus pies de hierro y de barro moldeado, y los trituró. 35 En aquel tiempo el hierro, el barro moldeado, el cobre, la plata y el oro fueron, todos juntos, triturados, y llegaron a ser como el tamo de la era del verano, y el viento se los llevó, de modo que no se halló ningún rastro de ellos. Y en cuanto a la piedra que dio contra la imagen, llegó a ser una gran montaña y llenó toda la tierra. (Isaías 11:9) No harán ningún daño ni causarán ninguna ruina en toda mi santa montaña; porque la tierra ciertamente estará llena del conocimiento de Jehová como las aguas cubren el mismísimo mar.
8 Jesús dijo que las aves del cielo hallan refugio bajo
la sombra del árbol, es decir, del Reino. Estas aves no representan a los enemigos del Reino que intentan comerse las semillas, como sucede con las aves de la parábola de los diferentes tipos de terreno (Mar. 4:4). En la parábola del grano de mostaza, las aves representan a la gente de corazón recto que busca refugio en la congregación cristiana. Tales personas ya están recibiendo protección de las prácticas moral y espiritualmente degradantes de este mundo (compárese con Isaías 32:1, 2). Jehová hizo una comparación similar entre el Reino mesiánico y un árbol al profetizar lo siguiente: “A la montaña de la altura de Israel la trasplantaré, y ciertamente echará ramas mayores y producirá fruto y llegará a ser un cedro majestuoso. Y debajo de él realmente residirán todos los pájaros de toda ala; en la sombra de su follaje residirán” (Eze. 17:23).
(Marcos 4:4) Y al ir sembrando, parte [de la semilla] cayó a lo largo del camino, y las aves vinieron y se la comieron. (Isaías 32:1, 2) ¡Mira! Un rey reinará para justicia misma; y en cuanto a príncipes, gobernarán como príncipes para derecho mismo. 2 Y cada uno tiene que resultar ser como escondite contra el viento y escondrijo contra la tempestad de lluvia, como corrientes de agua en país árido, como la sombra de un peñasco pesado en una tierra agotada. (Ezequiel 17:23) A la montaña de la altura de Israel la trasplantaré, y ciertamente echará ramas mayores y producirá fruto y llegará a ser un cedro majestuoso. Y debajo de él realmente residirán todos los pájaros de toda ala; en la sombra de su follaje residirán.
5. ¿Qué lección enseñó Jesús cuando
dijo: “A menos que ustedes se vuelvan y
lleguen a ser como niñitos, de ninguna
manera entrarán en el reino de los
cielos”? (Mat. 18:3.) [28 de en., w07
1/2 pág. 9 párrs. 3, 4.]
(Mateo 18:3) y dijo: “Verdaderamente les digo: A
menos que ustedes se vuelvan y lleguen a ser como
niñitos, de ninguna manera entrarán en el reino de los
cielos.
*** w07 1/2 págs. 9-10 ¿Qué podemos aprender de los niños? ***
La lección que Jesús enseñó es muy clara. Todos debemos cultivar la humildad de los niños si queremos heredar el Reino de Dios. Entre los miembros de la hermandad cristiana no hay lugar para el orgullo ni para el espíritu competitivo que promueve contiendas (Gálatas 5:26). Esas son precisamente las actitudes que impulsaron a Satanás a rebelarse contra Dios. ¡Con razón las odia Jehová! (Proverbios 8:13.)
Los cristianos verdaderos tratan de servir, no de ejercer poder. La verdadera humildad nos mueve a servir a los demás, por desagradable que sea la tarea o insignificante la persona. El servicio que se presta con humildad tiene muchas recompensas. Jesús dijo: “Cualquiera que reciba a uno de tales niñitos sobre la base de mi nombre, a mí me recibe; y cualquiera que me recibe a mí, no me recibe a mí solamente, sino también al que me envió” (Marcos 9:37). Si cultivamos un espíritu generoso y humilde como el de un niño, estaremos en unión con el Personaje más excelso del universo y con su Hijo (Juan 17:20, 21; 1 Pedro 5:5). Obtendremos, además, la felicidad que viene de dar (Hechos 20:35). Y sentiremos la satisfacción de contribuir a la paz y unidad que caracteriza al pueblo de Dios (Efesios 4:1-3).
(Gálatas 5:26) No nos hagamos egotistas, promoviendo competencias unos con otros, envidiándonos unos a otros. (Proverbios 8:13) El temor de Jehová significa odiar lo malo. El propio ensalzamiento y el orgullo y el mal camino y la boca perversa he odiado. (Marcos 9:37) “Cualquiera que reciba a uno de tales niñitos sobre la base de mi nombre, a mí me recibe; y cualquiera que me recibe a mí, no me recibe a mí *solamente+, sino *también+ al que me envió”. (Juan 17:20, 21) ”Hago petición, no respecto a estos solamente, sino también respecto a los que pongan fe en mí mediante la palabra de ellos; 21 para que todos ellos sean uno, así como tú, Padre, estás en unión conmigo y yo estoy en unión contigo, que ellos también estén en unión con nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste. (1 Pedro 5:5) De igual manera, ustedes, hombres de menos edad, estén en sujeción a los hombres de más edad. Pero todos ustedes cíñanse con humildad mental
los unos para con los otros, porque Dios se opone a los altivos, pero da bondad inmerecida a los humildes. (Hechos 20:35) En todas las cosas les he exhibido que por medio de laborar así tienen que prestar ayuda a los que son débiles, y tienen que tener presentes las palabras del Señor Jesús, cuando él mismo dijo: ‘Hay más felicidad en dar que en recibir’”. (Efesios 4:1-3) Yo, por lo tanto, el prisionero en [el] Señor, les suplico que anden de una manera digna del llamamiento con el cual fueron llamados, 2 con completa humildad mental y apacibilidad, con gran paciencia, soportándose unos a otros en amor, 3 esforzándose solícitamente por observar la unidad del espíritu en el vínculo unidor de la paz.
6. ¿Por qué le contestó Jesús al sumo
sacerdote con la expresión: “Tú mismo
lo dijiste”? (Mat. 26:63, 64.) [11 de
febr., w11 1/6 pág. 18.]
(Mateo 26:63, 64) Pero Jesús se quedó callado.
Por eso el sumo sacerdote le dijo: “¡Por el Dios vivo te
pongo bajo juramento de que nos digas si tú eres el
Cristo el Hijo de Dios!”. 64
Jesús le dijo: “Tú mismo [lo]
dijiste. Sin embargo, digo a ustedes: De aquí en
adelante verán al Hijo del hombre sentado a la diestra
del poder y viniendo sobre las nubes del cielo”.
*** w11 1/6 pág. 18 ¿Lo sabía? *** ¿Lo sabía?
¿Qué quiso decir Jesús con la expresión “Tú mismo lo dijiste”?
▪ Cuando Caifás, el sumo sacerdote judío, apremió a Jesús para que declarara en público si era el Cristo, el Hijo de Dios, este respondió: “Tú mismo lo dijiste” (Mateo 26:63, 64). ¿Qué quiso decir?
Él no estaba tratando de eludir la pregunta de Caifás. Al parecer, esta expresión era muy utilizada entre los judíos para asentir a una declaración. Por ejemplo, el Talmud de Jerusalén —obra religiosa judía compilada en el siglo IV de nuestra era— menciona que cuando se le preguntó a un judío si había muerto cierto rabino, respondió: “Vosotros lo dijísteis”. Esta respuesta sirvió para confirmar que, en efecto, el rabino había fallecido.
Jesús reconocía la autoridad del sumo sacerdote para exigirle una declaración jurada. Además, si se hubiera negado a hablar, su silencio podría haber dado a entender que no era el Cristo. De modo que la expresión “Tú mismo lo dijiste” constituyó una respuesta afirmativa a la pregunta del sumo sacerdote. El relato paralelo de Marcos señala que cuando Caifás exigió a Jesús que dijera si era el Mesías, él contestó con valor: “Lo soy” (Marcos 14:62; véanse también Mateo 26:25 y Marcos 15:2).
(Mateo 26:63, 64) Pero Jesús se quedó callado. Por eso el sumo sacerdote le dijo: “¡Por el Dios vivo te pongo bajo juramento de que nos digas si tú eres el Cristo el Hijo de Dios!”. 64 Jesús le dijo: “Tú mismo *lo+ dijiste. Sin embargo, digo a ustedes: De aquí en adelante verán al Hijo del hombre sentado a la diestra del poder y viniendo sobre las nubes del cielo”. (Marcos 14:62) Entonces Jesús dijo: “Lo soy; y ustedes verán al Hijo del hombre sentado a la diestra del poder y viniendo con las nubes del cielo”. (Mateo 26:25) Tomando la palabra Judas, que ya estaba para traicionarlo, dijo: “No soy yo, ¿verdad, Rabí?”. Le dijo: “Tú mismo *lo+ dijiste”. (Marcos 15:2) De modo que Pilato le hizo la pregunta: “¿Eres tú el rey de los judíos?”. En respuesta, él le dijo: “Tú mismo *lo+ dices”.
7. ¿Por qué se llama a Jesús “Señor
hasta del sábado”? (Mar. 2:28.) [18 de
febr., w08 15/2 pág. 28 párr. 7.]
(Marcos 2:28) así es que el Hijo del hombre es
Señor hasta del sábado”.
*** w08 15/2 pág. 28 Puntos sobresalientes del libro de Marcos ***
2:28. ¿Por qué se llama a Jesús “Señor hasta del sábado”? El apóstol Pablo escribió que “la Ley tiene una sombra de las buenas cosas por venir” (Heb. 10:1). Tal como estipulaba la Ley, el sábado venía al cabo de seis días de trabajo, y Jesús realizó muchas de sus curaciones en sábado. Aquello prefiguró el descanso pacífico y otras bendiciones que la humanidad disfrutará bajo el Reinado de Mil Años de Cristo una vez termine la opresiva dominación de Satanás. Por lo tanto, el Rey de ese Reino es también “Señor del sábado” (Mat. 12:8; Luc. 6:5).
8. ¿A qué se debió la reacción de Jesús
cuando se le dijo que su madre y sus
hermanos lo estaban buscando? (Mar.
3:31-35.) [18 de febr., w08 15/2 pág.
29 párr. 5.]
(Marcos 3:31-35) Entonces vinieron su madre y
sus hermanos, y, como estaban parados fuera, le
enviaron recado para llamarlo. 32
Sucedía que una
muchedumbre estaba sentada alrededor de él, de
modo que le dijeron: “¡Mira! Tu madre y tus hermanos
[están] fuera [y] te buscan”. 33
Mas él, respondiendo,
les dijo: “¿Quiénes son mi madre y mis hermanos?”. 34
Y habiendo mirado alrededor a los que estaban
sentados en torno de él en círculo, dijo: “Vean: ¡mi
madre y mis hermanos! 35
Cualquiera que hace la
voluntad de Dios, este es mi hermano y hermana y
madre”.
*** w08 15/2 pág. 29 Puntos sobresalientes del libro de Marcos ***
3:31-35. Al bautizarse, Jesús se convirtió en Hijo espiritual de Dios, y “la Jerusalén de arriba” llegó a ser su madre (Gál. 4:26). A partir de ese momento, Jesús sintió más cariño y afecto por sus discípulos que por sus parientes carnales. Esto nos enseña a poner los intereses espirituales en primer lugar en nuestra vida (Mat. 12:46-50; Luc. 8:19-21).
(Marcos 3:31-35) Entonces vinieron su madre y sus hermanos, y, como estaban parados fuera, le enviaron recado para llamarlo. 32 Sucedía que una muchedumbre estaba sentada alrededor de él, de modo que le dijeron: “¡Mira! Tu madre y tus hermanos *están+ fuera *y+ te buscan”. 33 Mas él, respondiendo, les dijo: “¿Quiénes son mi madre y mis hermanos?”. 34 Y habiendo mirado alrededor a los que estaban sentados en torno de él en círculo, dijo: “Vean: ¡mi madre y mis hermanos! 35 Cualquiera que hace la voluntad de Dios, este es mi hermano y hermana y madre”. (Gálatas 4:26) Pero la Jerusalén de arriba es libre, y ella es nuestra madre. (Mateo 12:46-50) Mientras él todavía hablaba a las muchedumbres, ¡mire!, su madre y sus hermanos se situaron fuera, y procuraban hablarle. 47 De modo que alguien le dijo: “¡Mira! Tu madre y tus hermanos están parados fuera, y procuran hablarte”. 48 Como contestación, dijo al que se lo decía: “¿Quién es mi madre, y quiénes son mis hermanos?”. 49 Y extendiendo su mano hacia sus discípulos, dijo: “¡Mira! ¡Mi madre y mis hermanos! 50 Porque cualquiera que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo, ese es mi hermano y hermana y madre”. (Lucas 8:19-21) Entonces vinieron hacia él su madre y sus hermanos, pero no podían llegar a él a causa de la muchedumbre. 20 Sin embargo, se le informó: “Tu madre y tus hermanos están de pie fuera, y quieren verte”. 21 En respuesta, les dijo: “Mi madre y mis hermanos son estos que oyen la palabra de Dios y la hacen”.
9. ¿A qué podría deberse que en el
relato de Marcos 8:22-25 Jesús haya
hecho un milagro en dos partes para
curar a un ciego, y qué aprendemos de
esto? [25 de febr., w00 15/2 pág. 17
párr. 7.]
(Marcos 8:22-25) Ahora bien, arribaron a Betsaida.
Aquí le trajeron un ciego, y le suplicaron que lo tocara. 23
Y tomando al ciego de la mano, lo sacó fuera de la
aldea, y, habiendo escupido sobre los ojos de este,
puso las manos sobre él y se puso a preguntarle:
“¿Ves algo?”. 24
Y el hombre miró hacia arriba, y
decía: “Veo hombres, porque observo lo que parece
árboles, pero están andando”. 25
Entonces él volvió a
poner las manos sobre los ojos del hombre, y el
hombre vio con claridad, y quedó restaurado, y veía
todo distintamente.
*** w00 15/2 pág. 17 párr. 7 ¿Tenemos “la mente de Cristo”? ***
7 Jesús era considerado con los demás. Era sensible
a los sentimientos ajenos. Le conmovía tanto ver a los afligidos que deseaba aliviar su sufrimiento (Mateo 14:14). También era considerado con las limitaciones y necesidades ajenas (Juan 16:12). En una ocasión, la gente le llevó un hombre ciego y le pidió que lo curara. Jesús le devolvió la vista, pero lo hizo gradualmente. Al principio, el hombre vio a la gente solo en contornos nebulosos, “lo que parece árboles, pero están andando”. Luego, Jesús le devolvió la visión completamente. ¿Por qué curó a ese hombre de manera gradual? Puede que lo hiciera para que se adaptara al impacto que suponía ver de repente un mundo iluminado y complejo, acostumbrado como estaba a la oscuridad (Marcos 8:22-26).
(Mateo 14:14) Ahora bien, cuando él salió vio una gran muchedumbre; y se compadeció de ellos, y curó a sus enfermos. (Juan 16:12) ”Tengo muchas cosas que decirles todavía, pero no las pueden soportar ahora. (Marcos 8:22-26) Ahora bien, arribaron a Betsaida. Aquí le trajeron un ciego, y le suplicaron que lo tocara. 23 Y tomando al ciego de la mano, lo sacó fuera de la aldea, y, habiendo escupido sobre los ojos de este, puso las manos sobre él y se puso a preguntarle: “¿Ves algo?”. 24 Y el hombre miró hacia arriba, y decía: “Veo hombres, porque observo lo que parece árboles, pero están andando”. 25 Entonces él volvió a poner las manos sobre los ojos del hombre, y el hombre vio con claridad, y quedó restaurado, y veía todo distintamente. 26 De modo que él lo envió a su casa, diciendo: “Pero no entres en la aldea”.
10. ¿Qué aprendemos de la reacción
de Jesús cuando Pedro lo reprendió?
(Mar. 8:32-34.) [25 de febr., w08 15/2
pág. 29 párr. 6.]
(Marcos 8:32-34) De hecho, con franqueza les hacía aquella declaración. Mas Pedro lo llevó aparte y comenzó a reprenderlo.
33 Él se volvió, miró a sus
discípulos, y reprendió a Pedro, y dijo: “Ponte detrás de mí, Satanás, porque tú no piensas los pensamientos de Dios, sino los de los hombres”.
34 Entonces llamó a sí a
la muchedumbre con sus discípulos y les dijo: “Si alguien quiere venir en pos de mí, repúdiese a sí mismo y tome su madero de tormento y sígame de continuo.
*** w08 15/2 págs. 29-30 Puntos sobresalientes del libro de Marcos ***
8:32-34. Deberíamos reconocer y rechazar rápidamente cualquier muestra de bondad equivocada por parte de otros. El discípulo de Cristo tiene que estar preparado para “repud*iarse+ a sí mismo”, es decir, negarse a sí mismo rechazando sus deseos y ambiciones egoístas. Ha de estar dispuesto a “tom*ar+ su madero de tormento”, es decir, a sufrir si fuera necesario, pasar vergüenza, ser perseguido e incluso asesinado, por ser cristiano. Y debe seguir “de continuo” a Jesús viviendo tal como él lo hizo. Si queremos ser discípulos de Cristo, hemos de desarrollar y mantener un espíritu de sacrificio semejante al suyo (Mat. 16:21-25; Luc. 9:22, 23). (Marcos 8:32-34) De hecho, con franqueza les hacía aquella declaración. Mas Pedro lo llevó aparte y comenzó a reprenderlo. 33 Él se volvió, miró a sus discípulos, y reprendió a Pedro, y dijo: “Ponte detrás de mí, Satanás, porque tú no piensas los pensamientos de Dios, sino los de los hombres”. 34 Entonces llamó a sí a la muchedumbre con sus discípulos y les dijo: “Si alguien quiere venir en pos de mí, repúdiese a sí mismo y tome su madero de tormento y sígame de continuo. (Mateo 16:21-25) Desde ese tiempo en adelante Jesucristo comenzó a mostrar a sus discípulos que él tenía que ir a Jerusalén y sufrir muchas cosas de parte de los ancianos y de los sacerdotes principales y de los escribas, y ser muerto, y al tercer día ser levantado. 22 Con eso, Pedro lo llevó aparte y comenzó a reprenderlo, diciendo: “Sé bondadoso contigo mismo, Señor; tú absolutamente no tendrás este *destino+”. 23 Pero él, dándole la espalda, dijo a Pedro: “¡Ponte detrás de mí, Satanás! Me eres un tropiezo, porque no piensas los pensamientos de Dios, sino los de los hombres”. 24 Entonces Jesús dijo a sus discípulos: “Si alguien quiere venir en pos de mí, repúdiese a sí mismo y tome su madero de tormento y sígame de continuo. 25 Porque el que quiera salvar su alma, la perderá; pero el que pierda su alma por causa de mí, la hallará. (Lucas 9:22, 23) pero dijo: “El Hijo del hombre tiene que pasar por muchos sufrimientos y ser rechazado por los ancianos y los sacerdotes principales y los escribas, y ser muerto, y al tercer día ser levantado”. 23 Siguiendo entonces, dijo a todos: “Si alguien quiere venir en pos de mí, repúdiese a sí mismo y tome su madero de tormento día tras día y sígame de continuo.
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Cántico 135
5 min. “¿Podríamos seguir un rato más?” Análisis con el auditorio.
¿Podríamos seguir un rato más? Hay publicadores que suelen predicar en el territorio hasta una determinada hora, tal vez hasta el mediodía. Es posible que las circunstancias de algunos exijan que se marchen a una hora específica. Pero conviene preguntarnos: ¿solemos terminar a cierta hora porque esa es la costumbre en donde vivimos? ¿Nos vamos tan pronto empiezan a irse los demás? ¿Podríamos dedicar unos minutos más al ministerio y predicar en las calles o en otros lugares públicos? ¿Qué tal si hacemos una o dos revisitas antes de regresar a casa? Piense en todo el bien que puede hacer si vuelve a encontrar a una persona interesada o si deja tan solo un par de revistas más en manos de un transeúnte. Si seguimos predicando un rato, nuestro “sacrificio de alabanza” será mayor (Heb. 13:15). (Hebreos 13:15) Mediante él ofrezcamos siempre a Dios sacrificio de alabanza, es decir, el fruto de labios que hacen declaración pública de su nombre. 10 min. El mensaje que debemos proclamar: “Dar testimonio de Jesús”. Discurso entusiasta basado en el libro Benefíciese, desde el subtítulo de la página 275 hasta el final de la página 278.
“DAR TESTIMONIO DE JESÚS”
DESPUÉS de resucitar y antes de regresar al cielo, Jesucristo dio las siguientes instrucciones a sus discípulos: “Serán testigos de mí [...] hasta la parte más distante de la tierra” (Hech. 1:8). Así mismo, la Biblia indica que hoy los siervos leales de Dios “tienen la obra de dar testimonio de Jesús” (Rev. 12:17). ¿Con cuánta diligencia participa usted en dicha labor? (Hechos 1:8) pero recibirán poder cuando el espíritu santo llegue sobre ustedes, y serán testigos de mí tanto en Jerusalén como en toda Judea, y en Samaria, y hasta la parte más distante de la tierra”. (Revelación 12:17) Y el dragón se airó contra la mujer, y se fue para hacer guerra contra los restantes de la descendencia de ella, los cuales observan los mandamientos de Dios y tienen la obra de dar testimonio de Jesús.
Muchas personas sinceras dicen creer en Jesús, pero desconocen que existió antes de ser hombre y que cuando estuvo en la Tierra fue realmente humano. Apenas entienden las implicaciones de que sea el Hijo de Dios, ni el cometido que desempeña en el cumplimiento del propósito divino. Ignoran qué está haciendo en la actualidad y cómo influirá en su vida lo que él haga en el futuro. Tal vez hasta piensen que los
testigos de Jehová no creen en Cristo. Es preciso, por tanto, dar a conocer la verdad sobre estos asuntos, y ese es nuestro privilegio.
Por otro lado, hay quienes sostienen que el Jesús descrito en la Biblia ni siquiera existió. Algunos lo consideran meramente un gran hombre y rechazan que sea el Hijo de Dios. “Dar testimonio de Jesús” a tales personas exige grandes dosis de esfuerzo, paciencia y tacto.
Prescindiendo de lo que crean nuestros oyentes, tienen que adquirir conocimiento de Jesucristo para beneficiarse de la dádiva de vida eterna que Dios ofrece (Juan 17:3). Él ha señalado su clara voluntad de que todo el que viva “reconozca abiertamente [...] que Jesucristo es Señor” y acate su autoridad (Fili. 2:9-11). Por lo tanto, no podemos limitarnos a eludir el tema cuando nos encontremos con gente aferrada a puntos de vista erróneos o prejuicios muy tajantes. Es cierto que a veces nos será posible hablar con toda libertad acerca de Jesús incluso en la primera visita, pero en otras ocasiones tendremos que hacer comentarios prudentes para ir dando la debida orientación a sus opiniones sobre Cristo. Quizás debamos plantearnos formas de incluir otros aspectos del tema en sucesivas visitas. Con todo, es posible que no logremos tratar todas las implicaciones hasta que no establezcamos un estudio bíblico con el interesado (1 Tim. 2:3-7). (Juan 17:3) Esto significa vida eterna, el que estén adquiriendo conocimiento de ti, el único Dios verdadero, y de aquel a quien tú enviaste, Jesucristo. (Filipenses 2:9-11) Por esta misma razón, también, Dios lo ensalzó a un puesto superior y bondadosamente le dio el nombre que está por encima de todo [otro] nombre,
10 para
que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los [que están] en el cielo y de los [que están] sobre la tierra y de los [que están] debajo del suelo,
11 y reconozca abiertamente
toda lengua que Jesucristo es Señor para la gloria de Dios el Padre. (1 Timoteo 2:3-7) Esto es excelente y acepto a vista de nuestro Salvador, Dios,
4 cuya voluntad es que hombres de
toda clase se salven y lleguen a un conocimiento exacto de la verdad.
5 Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre
Dios y los hombres, un hombre, Cristo Jesús, 6 que se dio a sí
mismo como rescate correspondiente por todos... de [esto] ha de darse testimonio a sus propios tiempos particulares. 7 Con el propósito de este testimonio fui nombrado
predicador y apóstol —digo la verdad, no miento—, maestro de naciones en el asunto de la fe y la verdad.
El cometido trascendental de Jesús en el propósito divino. Hemos de ayudar a las personas a ver que la fe en Jesús es imprescindible para tener una buena relación con Dios, pues Cristo es “el camino” y “nadie viene al Padre sino por *él+” (Juan 14:6). A menos que comprendan el papel fundamental que Jehová ha
asignado a su Hijo primogénito, es imposible que entiendan la Biblia. ¿Por qué? Porque Jehová ha hecho de su Hijo la figura clave en la realización de Sus designios (Col. 1:17-20). Las profecías bíblicas giran en torno a esta realidad (Rev. 19:10). Él es el medio para solucionar todos los problemas suscitados por la rebelión de Satanás y el pecado de Adán (Heb. 2:5-9, 14, 15).
Para apreciar en su justa medida las funciones de Cristo, hay que reconocer que los seres humanos se encuentran en una situación lamentable, de la que no pueden librarse por sí solos. Todos nacemos en pecado, hecho que nos afecta de modos muy diversos a lo largo de nuestra vida, y que tarde o temprano desencadena la muerte (Rom. 3:23; 5:12). Ayude a aquellos a quienes dé testimonio a reflexionar en esta realidad, y luego señale que Jehová brinda amorosamente la liberación del pecado y la muerte a cuantos demuestren fe en el sacrificio redentor de Jesucristo (Mar. 10:45; Heb. 2:9). Si así lo hacen, tendrán la perspectiva de vivir por toda la eternidad en perfección (Juan 3:16, 36). No hay otra forma de lograr este objetivo (Hech. 4:12). Pero cuando enseñe, sea en privado o en la congregación, no se conforme con enunciar estas verdades. Con paciencia y bondad, inculque gratitud por el papel de Cristo como Redentor. El agradecimiento por esta dádiva puede tener una gran influencia en las actitudes, acciones y objetivos de las personas (2 Cor. 5:14, 15). (Romanos 3:23) Porque todos han pecado y no alcanzan a la gloria de Dios, (Romanos 5:12) Por eso, así como por medio de un solo hombre el pecado entró en el mundo, y la muerte mediante el pecado, y así la muerte se extendió a todos los hombres porque todos habían pecado... (Marcos 10:45) Porque aun el Hijo del hombre no vino para que se le ministrara, sino para ministrar y para dar su alma en rescate en cambio por muchos”. (Hebreos 2:9) pero contemplamos a Jesús, que había sido hecho un poco inferior a los ángeles, coronado de gloria y honra por haber sufrido la muerte, para que por la bondad inmerecida de Dios gustase la muerte por todo [hombre]. (Juan 3:16) ”Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que ejerce fe en él no sea destruido, sino que tenga vida eterna. (Juan 3:36) El que ejerce fe en el Hijo tiene vida eterna; el que desobedece al Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios permanece sobre él. (Hechos 4:12) Además, no hay salvación en ningún otro, porque no hay otro nombre debajo del cielo que se haya dado entre los hombres mediante el cual tengamos que ser salvos”. (2 Corintios 5:14, 15) Porque el amor que el Cristo tiene nos obliga, porque esto es lo que hemos juzgado, que un hombre murió por todos; así pues, todos habían muerto;
15 y murió
por todos para que los que viven no vivan ya para sí, sino para el que murió por ellos y fue levantado.
Ahora bien, aunque Jesús entregó su vida en sacrificio una sola vez, actualmente desempeña con celo sus funciones de Sumo Sacerdote (Heb. 9:28). Ayude a sus oyentes a comprender lo que esto entraña. ¿Les abruman las tensiones, los desengaños, los sufrimientos o la desconsideración de quienes los rodean? Durante su vida humana, Jesús experimentó todas estas situaciones, de modo que entiende cómo nos sentimos. Dado que somos imperfectos, ¿vemos la necesidad de implorar la misericordia divina? Si pedimos perdón a Dios en virtud del sacrificio de su Hijo, Jesús obra como “ayudante para con el Padre” y “aboga por nosotros” compasivamente (1 Juan 2:1, 2; Rom. 8:34). Gracias al sacrificio de Jesús y a sus servicios sacerdotales, podemos acercarnos al “trono de la bondad inmerecida” de Jehová para recibir ayuda al tiempo apropiado (Heb. 4:15, 16). Aunque somos imperfectos, la ayuda del sumo sacerdote Jesucristo nos permite servir a Dios con conciencia limpia (Heb. 9:13, 14). (Hebreos 9:28) así también el Cristo fue ofrecido una vez para siempre para cargar con los pecados de muchos; y la segunda vez que aparece será aparte del pecado y a los que lo están esperando con intenso anhelo para [la] salvación [de ellos]. (1 Juan 2:1, 2) Hijitos míos, les escribo estas cosas para que no cometan un pecado. Y no obstante, si alguno comete un pecado, tenemos un ayudante para con el Padre, a Jesucristo, uno que es justo.
2 Y él es un sacrificio propiciatorio por
nuestros pecados, pero no solo por los nuestros, sino también por los de todo el mundo. (Romanos 8:34) ¿Quién es el que condenará? Cristo Jesús es aquel que murió, sí, más bien aquel que fue levantado de entre los muertos, que está a la diestra de Dios, que también aboga por nosotros. (Hebreos 4:15, 16) Porque no tenemos como sumo sacerdote a uno que no pueda condolerse de nuestras debilidades, sino a uno que ha sido probado en todo sentido igual que nosotros, pero sin pecado.
16 Acerquémonos, por lo tanto,
con franqueza de expresión al trono de la bondad inmerecida, para que obtengamos misericordia y hallemos bondad inmerecida para ayuda al tiempo apropiado. (Hebreos 9:13, 14) Porque si la sangre de machos cabríos y de toros, y las cenizas de novilla rociadas sobre los que se han contaminado, santifica al grado de limpieza de la carne, 14
¿cuánto más la sangre del Cristo, que por un espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin tacha a Dios, limpiará nuestra conciencia de obras muertas para que rindamos servicio sagrado a[l] Dios vivo?
Además, Jesús ostenta gran autoridad, pues Dios lo ha designado Cabeza de la congregación cristiana (Mat. 28:18; Efe. 1:22, 23). En tal capacidad, la dirige según sea necesario y de acuerdo con la voluntad divina. Cuando enseñe, ayude al prójimo a comprender que el Cabeza de la congregación es Jesús, y no ningún ser
humano (Mat. 23:10). Desde la primera conversación con una persona interesada, invítela a las reuniones, donde estudiamos la Biblia valiéndonos de la información provista mediante “el esclavo fiel y discreto”. Explíquele quién es este “esclavo” y también quién es el amo, para que tenga conciencia de la jefatura de Cristo (Mat. 24:45-47). Preséntele a los ancianos y menciónele los requisitos bíblicos que deben satisfacer (1 Tim. 3:1-7; Tito 1:5-9). Señale que la congregación no pertenece a tales hermanos, sino que ellos tan solo nos ayudan a seguir los pasos de Jesús (Hech. 20:28; Efe. 4:16; 1 Ped. 5:2, 3). Hágale ver que hay una hermandad mundial que funciona organizadamente bajo la dirección de Cristo. (Mateo 28:18) Y Jesús se acercó y les habló, diciendo: “Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y sobre la tierra. (Efesios 1:22, 23) Él también sujetó todas las cosas debajo de sus pies, y lo hizo cabeza sobre todas las cosas en cuanto a la congregación,
23 la cual es su cuerpo, la plenitud de aquel que
llena todas las cosas en todos. (Mateo 23:10) Tampoco sean llamados ‘caudillos’, porque su Caudillo es uno, el Cristo. (Mateo 24:45-47) ”¿Quién es, verdaderamente, el esclavo fiel y discreto a quien su amo nombró sobre sus domésticos, para darles su alimento al tiempo apropiado?
46 ¡Feliz es aquel
esclavo si su amo, al llegar, lo hallara haciéndolo así! 47
En verdad les digo: Lo nombrará sobre todos sus bienes. (1 Timoteo 3:1-7) Esa declaración es fiel. Si algún hombre está procurando alcanzar un puesto de superintendente, desea una obra excelente.
2 El superintendente, por lo tanto,
debe ser irreprensible, esposo de una sola mujer, moderado en los hábitos, de juicio sano, ordenado, hospitalario, capacitado para enseñar,
3 no un borracho pendenciero, no
un golpeador, sino razonable, no belicoso, no amador del dinero,
4 hombre que presida su propia casa excelentemente,
que tenga hijos en sujeción con toda seriedad 5 (si de veras no
sabe algún hombre presidir su propia casa, ¿cómo cuidará de la congregación de Dios?);
6 no un hombre recién convertido,
por temor de que se hinche [de orgullo] y caiga en el juicio pronunciado contra el Diablo.
7 Además, debe también tener
excelente testimonio de los de afuera, para que no caiga en vituperio y en un lazo del Diablo. (Tito 1:5-9) Por esta razón te dejé en Creta, para que corrigieras las cosas defectuosas e hicieras nombramientos de ancianos en ciudad tras ciudad, como te di órdenes;
6 si
hay algún hombre libre de acusación, esposo de una sola mujer, que tenga hijos creyentes no acusados de disolución, ni ingobernables.
7 Porque el superintendente tiene que estar
libre de acusación como mayordomo de Dios, no [ser] voluntarioso, ni propenso a la ira, ni borracho pendenciero, ni golpeador, ni ávido de ganancia falta de honradez,
8 sino
hospitalario, amador del bien, de juicio sano, justo, leal, que ejerza autodominio,
9 que se adhiera firmemente a la fiel
palabra en lo que toca a su [arte de] enseñar, para que pueda exhortar por la enseñanza que es saludable y también censurar a los que contradicen.
(Hechos 20:28) Presten atención a sí mismos y a todo el rebaño, entre el cual el espíritu santo los ha nombrado superintendentes, para pastorear la congregación de Dios, que él compró con la sangre del [Hijo] suyo. (Efesios 4:16) De él todo el cuerpo, por estar unido armoniosamente y hacérsele cooperar mediante toda coyuntura que da lo que se necesita, conforme al funcionamiento de cada miembro respectivo en la medida debida, contribuye al crecimiento del cuerpo para la edificación de sí mismo en amor. (1 Pedro 5:2, 3) Pastoreen el rebaño de Dios bajo su custodia, no como obligados, sino de buena gana; tampoco por amor a ganancia falta de honradez, sino con empeño;
3 tampoco
como enseñoreándose de los que son la herencia de Dios, sino haciéndose ejemplos del rebaño.
Los Evangelios nos enseñan que al entrar Jesús en Jerusalén, poco antes de su muerte, sus discípulos lo aclamaron como “El que viene como Rey en el nombre de Jehová” (Luc. 19:38). Cuando los estudiantes profundizan en la Biblia, aprenden que Jesús ha recibido autoridad regia sobre personas de todas las naciones (Dan. 7:13, 14). Tanto en sus intervenciones en la congregación como al dirigir estudios bíblicos, ayude a entender y valorar lo que debe significar para nosotros el dominio de Jesús. (Lucas 19:38) y decían: “¡Bendito es El que viene como Rey en el nombre de Jehová! ¡Paz en el cielo, y gloria en los lugares más altos!”. (Daniel 7:13, 14) ”Seguí contemplando en las visiones de la noche, y, ¡pues vea!, con las nubes de los cielos sucedía que venía alguien como un hijo del hombre; y al Anciano de Días obtuvo acceso, y lo presentaron cerca, aun delante, de Aquel. 14
Y a él fueron dados gobernación y dignidad y reino, para que los pueblos, grupos nacionales y lenguajes todos le sirvieran aun a él. Su gobernación es una gobernación de duración indefinida que no pasará, y su reino uno que no será reducido a ruinas.
Para ello, destaque que nuestro modo de vivir demuestra si de verdad creemos que Jesucristo es Rey y si nos sometemos de buen grado a su autoridad. Céntrese en la obra que Jesús, después de recibir la unción real, comisionó a sus discípulos (Mat. 24:14; 28:18-20). Hable de lo que él, el Maravilloso Consejero, enseñó acerca de las prioridades en la vida (Isa. 9:6, 7; Mat. 6:19-34). Dirija la atención al espíritu que manifestarían los seguidores del Príncipe de Paz, según él mismo indicó (Mat. 20:25-27; Juan 13:35). Tenga cuidado de no erigirse en juez y dictaminar si los demás hacen todo lo que debieran; más bien, anímelos a analizar si sus acciones reflejan sumisión a la realeza de Cristo. Al destacar todo lo anterior, reconozca que usted también tiene que obrar igual. (Mateo 24:14) Y estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.
(Mateo 28:18-20) Y Jesús se acercó y les habló, diciendo: “Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y sobre la tierra. 19
Vayan, por lo tanto, y hagan discípulos de gente de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del espíritu santo,
20 enseñándoles a observar todas las
cosas que yo les he mandado. Y, ¡miren!, estoy con ustedes todos los días hasta la conclusión del sistema de cosas”. (Isaías 9:6, 7) Porque un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado; y el regir principesco vendrá a estar sobre su hombro. Y por nombre se le llamará Maravilloso Consejero, Dios Poderoso, Padre Eterno, Príncipe de Paz.
7 De la abundancia
del regir principesco y de la paz no habrá fin, sobre el trono de David y sobre su reino a fin de establecerlo firmemente y sustentarlo por medio del derecho y por medio de la justicia, desde ahora en adelante y hasta tiempo indefinido. El mismísimo celo de Jehová de los ejércitos hará esto. (Mateo 6:19-34) ”Dejen de acumular para sí tesoros sobre la tierra, donde la polilla y el moho consumen, y donde ladrones entran por fuerza y hurtan.
20 Más bien, acumulen para sí
tesoros en el cielo, donde ni polilla ni moho consumen, y donde ladrones no entran por fuerza y hurtan.
21 Porque
donde está tu tesoro, allí también estará tu corazón. 22
”La lámpara del cuerpo es el ojo. Por eso, si tu ojo es sencillo, todo tu cuerpo estará brillante;
23 pero si tu ojo es inicuo,
todo tu cuerpo estará oscuro. Si en realidad la luz que hay en ti es oscuridad, ¡cuán grande es esa oscuridad!
24 ”Nadie
puede servir como esclavo a dos amos; porque u odiará al uno y amará al otro, o se apegará al uno y despreciará al otro. No pueden ustedes servir como esclavos a Dios y a las Riquezas.
25 ”Por esto les digo: Dejen de inquietarse respecto
a su alma en cuanto a qué comerán o qué beberán, o respecto a su cuerpo en cuanto a qué se pondrán. ¿No significa más el alma que el alimento, y el cuerpo que la ropa? 26
Observen atentamente las aves del cielo, porque ellas no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; no obstante, su Padre celestial las alimenta. ¿No valen ustedes más que ellas? 27
¿Quién de ustedes, por medio de inquietarse, puede añadir un codo a la duración de su vida?
28 También, en cuanto al
asunto de ropa, ¿por qué se inquietan? Aprendan una lección de los lirios del campo, cómo crecen; no se afanan, ni hilan; 29
pero les digo que ni siquiera Salomón en toda su gloria se vistió como uno de estos.
30 Pues bien, si Dios viste así a la
vegetación del campo, que hoy está aquí y mañana se echa al horno, ¿no los vestirá a ustedes con mucha más razón, hombres de poca fe?
31 Por eso, nunca se inquieten y digan:
‘¿Qué hemos de comer?’, o ‘¿qué hemos de beber?’, o ‘¿qué hemos de ponernos?’.
32 Porque todas estas son las cosas en
pos de las cuales las naciones van con empeño. Pues su Padre celestial sabe que ustedes necesitan todas estas cosas. 33
”Sigan, pues, buscando primero el reino y la justicia de [Dios], y todas estas [otras] cosas les serán añadidas.
34 Por lo
tanto, nunca se inquieten acerca del día siguiente, porque el día siguiente tendrá sus propias inquietudes. Suficiente para cada día es su propia maldad. (Mateo 20:25-27) Pero Jesús, llamándolos a sí, dijo: “Ustedes saben que los gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y los grandes ejercen autoridad sobre ellas.
26 No es así
entre ustedes; antes bien, el que quiera llegar a ser grande
entre ustedes tiene que ser ministro de ustedes, 27
y el que quiera ser el primero entre ustedes tiene que ser esclavo de ustedes. (Juan 13:35) En esto todos conocerán que ustedes son mis discípulos, si tienen amor entre sí”.
Ponga a Cristo como fundamento. La Biblia asemeja la formación de discípulos a la construcción de un edificio que tiene a Jesús por fundamento (1 Cor. 3:10-15). Por tanto, hemos de ayudarles a conocerlo tal y como lo describen las Escrituras. Evite que se consideren seguidores suyos y dirija la atención a Cristo (1 Cor. 3:4-7). (1 Corintios 3:10-15) Conforme a la bondad inmerecida de Dios que me fue dada, como sabio director de obras yo puse un fundamento, pero algún otro está edificando sobre él. Mas siga vigilando cada uno cómo edifica sobre él.
11 Porque nadie
puede poner ningún otro fundamento sino lo que está puesto, que es Jesucristo.
12 Ahora bien, si alguien edifica
sobre el fundamento oro, plata, piedras preciosas, maderas, heno, rastrojo,
13 la obra de cada uno se hará manifiesta,
porque el día la pondrá al descubierto, por cuanto será revelada por medio de fuego; y el fuego mismo probará qué clase de obra es la de cada uno.
14 Si la obra de alguien, obra
que él ha edificado encima, permanece, él recibirá galardón; 15
si la obra de alguien es quemada por completo, él sufrirá pérdida, pero él mismo será salvado; sin embargo, si así es, [será] como a través de fuego. (1 Corintios 3:4-7) Porque cuando uno dice: “Yo pertenezco a Pablo”, pero otro dice: “Yo a Apolos”, ¿no son ustedes simplemente hombres?
5 Pues, ¿qué es Apolos? Sí, ¿qué es
Pablo? Ministros mediante los cuales ustedes llegaron a ser creyentes, así como el Señor se lo concedió a cada uno.
6 Yo
planté, Apolos regó, pero Dios siguió haciéndo[lo] crecer; 7 de
modo que ni el que planta es algo, ni el que riega, sino Dios que [lo] hace crecer.
Si el fundamento está bien colocado, los estudiantes comprenderán que Cristo dejó un modelo para que “sigan sus pasos con sumo cuidado y atención” (1 Ped. 2:21). A fin de continuar la edificación, anímelos a leer los Evangelios viéndolos no solo como relatos verídicos, sino como una guía para la vida. Ayúdelos a tener muy presentes las actitudes y cualidades que caracterizaron a Jesús, así como a analizar lo que sentía hacia su Padre, su modo de afrontar las pruebas y tentaciones, su sumisión a Dios y su manera de tratar a las personas en diversas circunstancias. Destaquemos la actividad que llenó la vida de Cristo. De este modo, cuando los estudiantes se enfrenten a decisiones y pruebas, se preguntarán: “¿Cómo habría actuado él en esta situación? ¿Demostraré que agradezco lo que ha hecho por mí?”.
(1 Pedro 2:21) De hecho, ustedes fueron llamados a este [curso], porque hasta Cristo sufrió por ustedes, dejándoles dechado para que sigan sus pasos con sumo cuidado y atención.
Al dirigirse a la congregación, no debe razonar que, como sus hermanos ya tienen fe en Cristo, no es preciso centrar la atención en él. Las palabras que pronuncie serán más significativas si logran fortalecerles la fe. Cuando hable de las reuniones, relaciónelas con el papel de Cabeza de la congregación que desempeña Jesús. Si diserta sobre la evangelización, destaque el espíritu con que Cristo la llevó a cabo, y preséntela a la luz de lo que él está haciendo ahora, en su puesto de Rey, para reunir a las personas que entrarán vivas en el nuevo mundo.
Como es obvio, no basta con aprender algunos hechos básicos acerca de Jesús. Para ser un verdadero cristiano, hay que ejercer fe en él y amarlo de corazón. Dicho amor se traduce en obediencia leal (Juan 14:15, 21). Además, motiva a las personas a mantenerse firmes en la fe a pesar de las adversidades, a seguir los pasos de Cristo toda la vida y a demostrar la madurez cristiana propia de quienes están firmemente “arraigados y establecidos sobre el fundamento” (Efe. 3:17). Tal derrotero glorifica a Jehová, el Dios y Padre de Jesucristo. (Juan 14:15) ”Si ustedes me aman, observarán mis mandamientos; (Juan 14:21) El que tiene mis mandamientos y los observa, ese es el que me ama. A su vez, el que me ama será amado por mi Padre, y yo lo amaré y me mostraré a él claramente”. (Efesios 3:17) que mediante la fe [de ustedes] el Cristo more en sus corazones con amor; para que estén arraigados y establecidos sobre el fundamento,
15 min. Jehová nos da fuerzas para predicar (Filip. 4:13). Entreviste a dos o tres publicadores que participan con celo en el ministerio pese a sus problemas de salud. ¿Qué dificultades tienen? ¿Qué los ha ayudado a combatir el des ánimo? ¿Qué clase de ayuda práctica les ha brindado la congregación? ¿Qué bendiciones han obtenido gracias a que predican a menudo? (Filipenses 4:13) Para todas las cosas tengo la fuerza en virtud de aquel que me imparte poder. w01 15/6 7 w01 15/6 pág. 7 Cómo tener una actitud equilibrada con respecto al dinero w92 1/2 32 w92 1/2 pág. 32 “El poder que es más allá de lo normal” w92 1/2 pág. 32 ¿Aceptaría usted una visita? it-1 719 it-1 pág. 719 Dones de Dios w90 1/9 30 w90 1/9 pág. 30 ¿Seguirá usted andando en la verdad?
w86 1/7 27 w86 1/7 pág. 27 párrs. 11-16 Póngase de parte de los que mantienen integridad a Jehová w85 15/4 15-20 w85 15/4 pág. 15 párrs. 17-19 Sea fiel a Dios, “que mira en secreto” w85 15/4 págs. 15-20 Acepte la ayuda de Dios para vencer faltas secretas w84 15/5 11 w84 15/5 pág. 11 párrs. 3-7 Fortalecidos con poder más allá del normal w83 15/5 28-30 w83 15/5 págs. 28-30 Un secreto que aprendieron los filipenses w83 15/5 pág. 30 Preguntas de los lectores w75 43 w75 15/1 pág. 43 Los cristianos verdaderos no pueden ser cobardes w74 632 w74 15/10 pág. 632 ¿Qué impide el que usted se bautice? w73 663 w73 1/11 pág. 663 párrs. 19-24 Ante todo, tengan amor intenso los unos para los otros Cántico 42 y oración
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Sea valiente, Jehová está con usted
“Sé animoso y fuerte. [...] Jehová tu Dios está
contigo.” (JOS. 1:9)
Cántico 23
¿QUÉ RESPONDERÍA?
¿Qué debía hacer Josué para tener más fe y
valor? Párrafo 7
¿Qué ejemplos de valentía le han llamado la
atención? Párrafos 9-15
¿Qué ejemplo de fe y valor puede ayudarle a
participar en la predicación? Párrafos 18 y 19
1, 2. a) ¿Qué cualidades nos ayudarán a
enfrentarnos a las dificultades? b) ¿Cómo
definiría usted la fe? Ponga un ejemplo.
[ 1 ] [Textos] SERVIR a Jehová nos hace felices. Sin
embargo, no nos libra de los problemas que casi todo
el mundo tiene, y además es posible que suframos
“por causa de la justicia” (1 Ped. 3:14; 5:8, 9; 1 Cor.
10:13). Sin duda, para salir adelante necesitamos fe y
valor.
[ 2 ] [] Pero ¿qué es la fe? El apóstol Pablo escribió:
“Fe es la expectativa segura de las cosas que se
esperan, la demostración evidente de realidades
aunque no se contemplen” (Heb. 11:1). La primera
parte del versículo también puede traducirse así: “Fe
es el título de propiedad de las cosas que se esperan”
(Imágenes verbales en el Nuevo Testamento, de
Archibald T. Robertson). Si poseemos el documento, o
título, de propiedad de una casa, estamos seguros de
que la casa es nuestra, ¿verdad? Pues tener fe en que
Dios siempre cumple su palabra es como poseer un
valioso título de propiedad. Gracias a ella, no tenemos
ninguna duda de que veremos el cumplimiento de las
promesas bíblicas y estamos seguros de realidades
espirituales aunque no las podamos ver.
3, 4. a) ¿Qué es el valor? b) ¿Qué podemos hacer
para tener más fe y valor?
[ 3 ] [Textos] ¿Y qué es el valor? Cierto diccionario
bíblico lo define como “fortaleza espiritual, emocional
y moral para hablar y actuar sin temor ante
dificultades y peligros” (The New Interpreter’s
Dictionary of the Bible). La persona valiente es
enérgica, decidida y, en ocasiones, heroica (Mar. 6:49,
50; 2 Tim. 1:7).
[ 4 ] [] Claro está, todos deseamos tener fe y valor.
Pero ¿qué podemos hacer si tenemos la sensación de
que nos falta fe y de que no somos tan valientes?
Analizar el ejemplo de algunos de los miles de
hombres y mujeres de tiempos bíblicos que
demostraron estas cualidades. Así conseguiremos
tener más fe y valor.
JEHOVÁ ESTABA CON JOSUÉ
5. ¿Qué necesitaba Josué para cumplir con su
misión?
[ 5 ] [Textos] Viajemos al pasado unos treinta y cinco
siglos. Ya hace cuarenta años que la poderosa mano
de Jehová liberó a millones de israelitas de la
esclavitud en Egipto. El profeta Moisés, que ha sido el
líder de Israel durante todo ese tiempo, muere a los
120 años de edad en la cima del monte Nebo tras ver
de lejos la Tierra Prometida. Su sucesor es Josué, un
hombre “lleno del espíritu de sabiduría” (Deut. 34:1-
9). Los israelitas están a punto de ocupar Canaán, y
Josué necesitará la sabiduría divina para dirigirlos
bien. Además, tendrá que demostrar fe en Jehová y
ser valiente y decidido (Deut. 31:22, 23).
6. a) Según Josué 23:6, ¿para qué necesitamos
valor? b) ¿Qué nos enseña Hechos 4:18-20 y 5:29?
[ 6 ] [Textos] La sabiduría, el valor y la fe de Josué
durante la larga conquista de Canaán debieron de
animar a los israelitas. Sin embargo, además de
luchar con valor en el campo de batalla, para
obedecer a Josué necesitaban demostrar esta
cualidad de formas menos obvias. En el discurso de
despedida que Josué pronunció antes de morir, les
dijo: “Tienen que ser muy animosos para guardar y
hacer todo lo que está escrito en el libro de la ley de
Moisés nunca apartándose de ello a la derecha ni a la
izquierda” (Jos. 23:6). A nosotros también nos hace
falta ser valientes para obedecer a Jehová en todo
momento. En ocasiones, pudiera ser que simples
seres humanos nos pidan que hagamos algo que vaya
en contra de la voluntad divina (lea Hechos 4:18-20
y 5:29). Pero si confiamos en Dios y le oramos, él nos
dará valor para ponernos de su parte.
CÓMO PODEMOS TENER ÉXITO
7. ¿Qué debía hacer Josué para ser valiente y
tener éxito? [1ª Pregunta de Repaso]
[ 7 ] [] Si queremos tener el valor necesario para
hacer la voluntad de Dios, debemos estudiar y
obedecer su Palabra. Ese es el consejo que Jehová le
dio a Josué después de la muerte de Moisés: “Sé
animoso y muy fuerte para que cuides de hacer
conforme a toda la ley que Moisés mi siervo te
mandó. [...] Este libro de la ley no debe apartarse de
tu boca, y día y noche tienes que leer en él en voz
baja, a fin de que cuides de hacer conforme a todo lo
que está escrito en él; porque entonces tendrás éxito
en tu camino y entonces actuarás sabiamente” (Jos.
1:7, 8). Josué hizo caso y cumplió su misión con éxito.
Si lo imitamos, seremos más valientes y nos irá bien
en nuestro servicio a Jehová.
El texto del año 2013 es: “Sé animoso y fuerte. [...]
Jehová tu Dios está contigo” (Josué 1:9)
8. ¿Cuál es el texto del año 2013, y cómo cree
usted que le ayudará?
[ 8 ] [] Las palabras que Jehová le dijo a Josué
debieron de animarlo mucho: “Sé animoso y fuerte.
No sufras sobresalto ni te aterrorices, porque Jehová
tu Dios está contigo adondequiera que vayas” (Jos.
1:9). Hoy tampoco tenemos motivos para sentir
miedo, pues sin importar las pruebas por las que
estemos pasando, Jehová está a nuestro lado. A fin de
que este pensamiento nos fortalezca durante los
próximos meses, el texto del año 2013 es: “Sé
animoso y fuerte. [...] Jehová tu Dios está contigo”.
Además, contamos con otros ejemplos de fe y valor
que también nos animarán. Veamos algunos.
FUERON VALIENTES Y SE PUSIERON DE PARTE DE
JEHOVÁ
9. ¿Cómo demostró Rahab que tenía fe y valor?
[ 9 ] [Textos] Cuando Josué envió a dos espías a
Canaán, Rahab la prostituta los escondió y despistó a
los enemigos de Israel. Por su fe y valor, ella y su
familia no murieron cuando los israelitas
conquistaron la ciudad de Jericó (Heb. 11:30, 31;
Sant. 2:25). Claro está, ella tuvo que dejar su antigua
vida para agradar a Dios. Hoy, algunos de nuestros
hermanos han tenido la fe, el valor y la fortaleza
moral que se requieren para hacer cambios
parecidos.
10. ¿En qué situación se hallaba Rut cuando se
puso de parte de la religión verdadera, y cómo la
bendijo Jehová?
[ 10 ] [Textos] Después de la muerte de Josué, una
mujer moabita llamada Rut se armó de valor y se
puso de parte de la religión verdadera. Como era la
viuda de un israelita, es muy probable que ya supiera
algo de Jehová. Su suegra, Noemí —que también era
viuda y vivía en Moab— decidió regresar a la
localidad israelita de Belén. De camino a su tierra,
Noemí le rogó a su nuera que volviera a Moab, pero
Rut le respondió: “No me instes con ruegos a que te
abandone, a que me vuelva de acompañarte [...]. Tu
pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios” (Rut 1:16).
Rut estaba decidida a cumplir su palabra. Con el
tiempo, un pariente de Noemí, Boaz, se casó con Rut y
tuvieron un hijo. Como resultado, ella llegó a ser
antepasada de David y Jesús. Su caso demuestra que
Jehová bendice a quienes actúan con fe y valor (Rut
2:12; 4:17-22; Mat. 1:1-6).
MUCHOS ARRIESGARON SU VIDA
11. ¿Cómo demostraron valor Jehoiadá y
Jehoseba, y con qué buenos resultados?
[ 11 ] [Textos] Nuestra fe y valor se fortalecen
cuando vemos que Jehová apoya a quienes anteponen
la voluntad divina y el bienestar de los demás a la
conveniencia personal. Examinemos, por ejemplo, lo
que hicieron el sumo sacerdote Jehoiadá y su esposa,
Jehoseba. Tras la muerte del rey Ocozías, su madre,
Atalía, asesinó a casi todos los herederos al trono y se
proclamó reina. Pero Jehoiadá y Jehoseba arriesgaron
su vida al rescatar y esconder durante seis años a
Jehoás, el único hijo de Ocozías que había sobrevivido
a la matanza. Al séptimo año, este valiente
matrimonio consiguió que Jehoás fuera hecho rey y
que ejecutaran a Atalía (2 Rey. 11:1-16).
Posteriormente, Jehoiadá colaboró en las
reparaciones del templo que organizó el nuevo rey. Y
cuando Jehoiadá murió a los 130 años de edad, lo
enterraron con los reyes “porque había hecho el bien
en Israel y con el Dios verdadero y Su casa” (2 Crón.
24:15, 16). Además, gracias al valor de Jehoiadá y su
esposa se conservó la línea real de David, mediante la
que llegó el Mesías.
12. ¿Cómo demostró valor Ébed-mélec?
[ 12 ] [Textos] Ébed-mélec, un eunuco de la corte del
rey Sedequías, arriesgó su vida para salvar la del
profeta Jeremías. Los príncipes de Judá acusaron
falsamente a Jeremías de conspirar contra el rey.
Sedequías lo entregó en sus manos, y ellos lo
arrojaron en una cisterna de lodo para que muriera
(Jer. 38:4-6). Ébed-mélec habló con Sedequías para
ayudar a Jeremías, lo cual lo puso en una situación
muy peligrosa, ya que los príncipes odiaban al
profeta. Pero Sedequías lo escuchó y ordenó que 30
hombres lo acompañaran a sacarlo de la cisterna.
Posteriormente, Jehová le comunicó a Ébed-mélec
mediante Jeremías que no moriría cuando los
babilonios conquistaran Jerusalén (Jer. 39:15-18).
Como vemos, Jehová recompensa a sus siervos
valerosos.
13. a) ¿Cómo demostraron valor los tres hebreos?
b) ¿Qué aprendemos del ejemplo de los tres
hebreos?
[ 13 ] [Textos] En el siglo VII antes de nuestra era,
tres siervos hebreos de Jehová comprobaron que él
bendice a quienes tienen fe y son valientes. El rey
Nabucodonosor reunió a los funcionarios de
Babilonia y les ordenó que adoraran una imponente
imagen de oro. Quienes se negaran a hacerlo
morirían en un horno. Los tres hebreos le dijeron con
respeto al rey: “Nuestro Dios a quien servimos puede
rescatarnos. Del horno ardiente de fuego y de tu
mano, oh rey, nos rescatará. Pero si no, séate sabido,
oh rey, que a tus dioses no servimos, y la imagen de
oro que has erigido ciertamente no adoraremos”
(Dan. 3:16-18). En el emocionante relato que se
encuentra en Daniel 3:19-30 se describe lo que
Jehová hizo para rescatarlos. Aunque es improbable
que nos amenacen con echarnos en un horno, lo
cierto es que nosotros también nos enfrentamos a
situaciones que ponen a prueba nuestra lealtad. Pero
podemos tener la certeza de que Dios bendecirá
nuestra fe y valor.
14. Según el capítulo 6 de Daniel, ¿cómo demostró
valor ese profeta, y con qué resultado?
[ 14 ] [Textos] El profeta Daniel demostró fe y valor
cuando sus enemigos convencieron al rey Darío de
que emitiera cierto decreto. Ellos le dijeron al rey:
“Quienquiera que haga una petición a cualquier dios
u hombre, por treinta días, excepto a ti, oh rey, sea
arrojado en el foso de los leones”. En cuanto Daniel
supo que el rey había firmado esa orden, “entró en su
casa, y, las ventanas de su cámara del techo estando
abiertas para él hacia Jerusalén, hasta tres veces al
día se hincaba de rodillas y oraba y ofrecía alabanza
delante de su Dios, como había estado haciendo
regularmente antes de esto” (Dan. 6:6-10). El valiente
profeta acabó en el foso de los leones, pero Jehová lo
salvó (Dan. 6:16-23).´
15. a) ¿Qué ejemplo de fe y valor nos dieron
Áquila y Priscila? b) ¿Qué significan las palabras
de Jesús que leemos en Juan 13:34, y cómo han
demostrado muchos cristianos esa clase de amor?
[ 15 ] [Textos] Áquila y Priscila arriesgaron “su
propio cuello” para ayudar a Pablo en circunstancias
que la Biblia no especifica (Hech. 18:2; Rom. 16:3, 4).
Obedecieron con valor estas palabras de Jesús: “Les
doy un nuevo mandamiento: que se amen unos a
otros; así como yo los he amado, que ustedes también
se amen los unos a los otros” (Juan 13:34). La Ley
mosaica exigía a los israelitas amar a los demás como
a sí mismos (Lev. 19:18). Pero el mandato de Jesús
era nuevo en el sentido de que sus discípulos debían
amar a los demás hasta el punto de sacrificar su vida,
tal como él hizo. Muchos cristianos han sido valientes
y han arriesgado “su propio cuello” para que sus
hermanos no fueran maltratados o asesinados por
sus enemigos (lea 1 Juan 3:16).
Los primeros cristianos no cedieron al temor
16, 17. a) ¿A qué prueba de fe se enfrentaron los
primeros cristianos? b) ¿A qué pruebas similares
se han enfrentado algunos cristianos de nuestro
tiempo?
[ 16 ] [Textos] Tal como Jesús, los primeros
cristianos tuvieron el valor necesario para adorar
únicamente a Jehová (Mat. 4:8-10). Por ejemplo, se
negaron a quemar incienso en honor del emperador
de Roma (vea la ilustración). El escritor Daniel P.
Mannix indica: “Poquísimos cristianos abjuraron [o
renegaron] de su religión, aunque siempre se
mantenía un altar encendido en la arena por si se
retractaban. Todo lo que tenía que hacer el
retractado era esparcir una pizca de incienso sobre la
llama e inmediatamente se le otorgaba un certificado
de sacrificio y ya era libre. También se le explicaba
minuciosamente que esta renuncia no significaba que
tuviese que adorar al emperador, simplemente que
reconocía el carácter divino de este como cabeza del
estado de Roma. Aun así, muy pocos cristianos
aprovechaban esta oportunidad para escapar de la
muerte” (Breve historia de los gladiadores).
[ 17 ] [] En tiempos recientes, los cristianos presos en
los campos de concentración nazis vivían al borde de
la muerte. Y aunque tenían la oportunidad de quedar
libres si firmaban un documento en el que
rechazaban a Jehová, muy pocos lo hicieron. Durante
el genocidio de Ruanda, los Testigos hutus y tutsis
arriesgaron la vida para protegerse unos a otros. No
hay duda de que ante pruebas como estas hace falta
fe y valor.
NO LO OLVIDE: JEHOVÁ ESTÁ CON NOSOTROS
18, 19. ¿Qué ejemplos bíblicos de fe y valor nos
ayudan a participar en la predicación? [3ª
Pregunta de Repaso]
[ 18 ] [Textos] Tenemos el honor de participar en la
obra más importante que Dios ha confiado a los seres
humanos: predicar el mensaje del Reino y hacer
discípulos (Mat. 24:14; 28:19, 20). Estamos muy
agradecidos de contar con el incomparable ejemplo
de Jesús, quien “iba viajando de ciudad en ciudad y de
aldea en aldea, predicando y declarando las buenas
nuevas del reino de Dios” (Luc. 8:1). Como él,
necesitamos tener fe y ser valientes para hablar del
Reino. Con el apoyo de Jehová podemos imitar a Noé,
quien fue un valeroso “predicador de justicia” en un
mundo malvado y condenado a perecer en el diluvio
universal (2 Ped. 2:4, 5).
[ 19 ] [Textos] La oración nos ayuda a cumplir con
nuestra misión de predicar. Cuando unos seguidores
de Jesús que estaban siendo perseguidos le pidieron a
Dios valor para hablar de su Palabra, él se lo concedió
(lea Hechos 4:29-31). Si a usted le cuesta predicar
de casa en casa por culpa de la timidez, pídale a
Jehová más fe y valor, y él se lo dará (lea Salmo
66:19, 20).*
[Nota]
Encontrará más ejemplos de hombres y
mujeres valientes en el artículo “Seamos
animosos y muy fuertes” de La Atalaya del 15
de febrero de 2012.
20. ¿Con qué apoyo contamos los siervos de
Jehová?
[ 20 ] [] No es fácil obedecer a Dios en un mundo
plagado de maldad y de problemas. Pero no estamos
solos: Jehová y su Hijo, el Cabeza de la congregación,
están con nosotros. Además, en toda la Tierra hay
más de siete millones de testigos de Jehová. Por tanto,
todos juntos demostremos fe y prediquemos las
buenas nuevas, teniendo muy presente el texto del
año 2013: “Sé animoso y fuerte. [...] Jehová tu Dios
está contigo” (Jos. 1:9).
Regreso al Repaso y Cántico
Textos del Libro
Párrafo 1
(Jeremías 8:6) He prestado atención, y me quedé
escuchando. No era recta la manera como seguían
hablando. No había hombre alguno que se arrepintiera
de su maldad, y dijera: ‘¿Qué he hecho?’. Cada uno está
volviéndose al proceder popular, como caballo que va
lanzándose con ímpetu a la batalla.
Párrafo 2
(Jeremías 3:25) Nos acostamos en nuestra vergüenza, y nuestra humillación sigue cubriéndonos; porque para con Jehová nuestro Dios hemos pecado, nosotros y nuestros padres desde nuestra juventud y hasta el día de hoy, y no hemos obedecido la voz de Jehová nuestro Dios.”
(Jeremías 7:28) Y tienes que decirles: ‘Esta es la nación cuyo pueblo no ha obedecido la voz de Jehová su Dios, y no ha aceptado disciplina. La fidelidad ha perecido, y ha sido cortada de su boca’.
(Jeremías 26:13) Y ahora hagan buenos sus caminos y sus tratos, y obedezcan la voz de Jehová su Dios, y Jehová sentirá pesar por la calamidad que ha hablado contra ustedes.
(Jeremías 38:20) Pero Jeremías dijo: “No harán tal dar. Obedece, por favor, la voz de Jehová en lo que te estoy hablando, y te irá bien, y tu alma continuará viviendo.
(Jeremías 43:4) Y ni Johanán hijo de Qaréah ni ninguno de los jefes de las fuerzas militares ni nadie de toda la gente obedeció la voz de Jehová, de seguir morando en la tierra de Judá.
(Jeremías 43:7) Y por fin entraron en la tierra de Egipto, pues no obedecieron la voz de Jehová; y gradualmente llegaron hasta Tahpanhés.
Párrafo 3
(Jeremías 10:12) Él es el Hacedor de la tierra por su poder, Aquel que firmemente estableció la tierra productiva por su sabiduría, y Aquel que por su entendimiento extendió los cielos.
(Jeremías 10:6, 7) De ninguna manera hay alguien semejante a ti, oh Jehová. Tú eres grande, y tu nombre es grande en poderío. 7 ¿Quién no debería temerte, oh Rey de las naciones?, porque eso es propio [respecto] a ti; porque entre todos los sabios de las naciones y entre todas sus gobernaciones reales no hay absolutamente nadie semejante a ti.
Párrafo 4
(Deuteronomio 11:13-17) ”Y tiene que suceder que si ustedes obedecen sin falta mis mandamientos que les estoy mandando hoy de modo que amen a Jehová su Dios y le sirvan con todo su corazón y con toda su alma, 14 entonces ciertamente daré lluvia para su tierra a su tiempo señalado, lluvia de otoño y lluvia de primavera, y verdaderamente recogerás tu grano y tu vino dulce y tu aceite. 15 Y ciertamente daré vegetación en tu campo para tus animales domésticos, y verdaderamente comerás y quedarás satisfecho. 16 Cuídense por temor de que su corazón sea atraído seductoramente, y de veras se desvíen y adoren a otros dioses y se inclinen ante ellos, 17 y la cólera de Jehová ciertamente se encienda contra ustedes, y en efecto cierre él los cielos de modo que no ocurra lluvia, y el suelo no dé su producto, y ustedes tengan que perecer rápidamente de sobre la buena tierra que Jehová les da.
(Jeremías 3:3) De modo que se retienen los chaparrones copiosos, y ni siquiera ha ocurrido una lluvia primaveral. Y la frente de una esposa que comete prostitución ha llegado a ser tuya. Has rehusado sentirte humillada.
(Jeremías 5:24) Pero no han dicho en su corazón: “Temamos, ahora, a Jehová nuestro Dios, Aquel que está dando el aguacero y la lluvia del otoño y la lluvia de la primavera en su estación, Aquel que guarda para nosotros hasta las semanas prescritas de la cosecha”.
(Jeremías 12:4) ¿Hasta cuándo debe seguir marchitándose la tierra, y secarse la vegetación misma de todo el campo? A causa de la maldad de los que en ella moran, las bestias y las criaturas voladoras han sido barridas de allí. Pues ellos han dicho: “Él no ve nuestro futuro”.
(Jeremías 14:1-4) [Esto es] lo que le ocurrió como palabra de Jehová a Jeremías respecto a los asuntos de las sequías: 2 Judá se ha dado al duelo, y sus mismísimas puertas se han desvanecido. Han quedado contristadas hasta la tierra, y aun el alarido de Jerusalén ha subido. 3 Y sus majestuosos mismos han enviado a sus insignificantes por agua. Han llegado a las zanjas. No han hallado agua. Han regresado con sus vasijas vacías. Han quedado avergonzados y han sido desilusionados, y se han cubierto la cabeza. 4 A causa del terreno que se ha resquebrajado por no haber ocurrido aguacero sobre la tierra, los labradores se han avergonzado; se han cubierto la cabeza.
(Jeremías 14:22) ¿Existe entre los vanos ídolos de las naciones quien haga caer lluvia, o acaso pueden hasta los cielos mismos dar chaparrones copiosos? ¿No eres tú Ese, oh Jehová nuestro Dios? Y en ti esperamos, porque tú mismo has hecho todas estas cosas.
(Jeremías 23:10) Porque de adúlteros se ha llenado la tierra. Porque a causa de la maldición la tierra se ha dado al duelo, los pastos del desierto se han secado; y la manera de proceder de ellos resulta mala, y su poderío no es recto.
Párrafo 5
(Jeremías 2:13) porque hay dos cosas malas que mi pueblo ha hecho: Me han dejado hasta a mí, la fuente de agua viva, para labrarse cisternas, cisternas rotas, que no pueden contener el agua.’
(Jeremías 17:13) Oh Jehová, la esperanza de Israel, todos los que están dejándote quedarán avergonzados. Los que apostatan de mí serán escritos hasta en la tierra, porque han dejado a la fuente de agua viva, Jehová.
Párrafo 6
(Jeremías 38:4-6) Y los príncipes empezaron a decir al rey: “Désele muerte, por favor, a este hombre, porque así es como está debilitando las manos de los hombres de guerra que quedan en esta ciudad y las manos de toda la gente, hablándoles conforme a estas palabras. Porque este hombre no es uno que busque la paz de este pueblo, sino calamidad”. 5 De modo que el rey Sedequías dijo: “¡Miren! Está en la mano de ustedes. Porque no hay absolutamente nada en que el rey mismo pueda prevalecer contra ustedes”. 6 Y procedieron a tomar a Jeremías y a arrojarlo en la cisterna de Malkiya hijo del rey, la cual estaba en el Patio de la Guardia. Así que bajaron a Jeremías por medio de sogas. Ahora bien, en la cisterna no había agua, sino fango; y Jeremías empezó a hundirse en el fango.
(Jeremías 38:20) Pero Jeremías dijo: “No harán tal dar. Obedece, por favor, la voz de Jehová en lo que te estoy hablando, y te irá bien, y tu alma continuará viviendo.
Textos Atalaya
Párrafo 1
1 Pedro 3:14 Pero hasta si sufrieran por causa de la justicia, son felices. Sin embargo, no teman lo que para ellos es objeto de temor, ni vayan a agitarse. 1 Pedro 5:8, 9 Mantengan su juicio, sean vigilantes. Su adversario, el Diablo, anda en derredor como león rugiente, procurando devorar [a alguien]. 9 Pero pónganse en contra de él, sólidos en la fe, sabiendo que las mismas cosas en cuanto a sufrimientos van realizándose en toda la asociación de sus hermanos en el mundo. 1 Corintios 10:13 Ninguna tentación los ha tomado a ustedes salvo lo que es común a los hombres. Pero Dios es fiel, y no dejará que sean tentados más allá de lo que pueden soportar, sino que junto con la tentación también dispondrá la salida para que puedan aguantarla.
Párrafo 3
Marcos 6:49, 50 Al alcanzar a verlo andando sobre el
mar, ellos pensaron: “¡Es un fantasma!”, y gritaron.
50 Porque todos lo vieron y se perturbaron. Pero él
inmediatamente habló con ellos, y les dijo: “Cobren
ánimo; soy yo; no tengan temor”.
2 Timoteo 1:7 Porque Dios no nos dio un espíritu de
cobardía, sino de poder y de amor y de buen juicio.
Párrafo 5
Deuteronomio 34:1-9 Entonces Moisés procedió a
subir de las llanuras desérticas de Moab al monte
Nebo, a la cima de Pisgá, que da hacia Jericó. Y Jehová
se puso a mostrarle toda la tierra, Galaad hasta Dan,
2 y todo Neftalí y la tierra de Efraín y Manasés y toda
la tierra de Judá hasta el mar occidental, 3 y el
Négueb y el Distrito, la llanura-valle de Jericó, la
ciudad de las palmeras, hasta Zóar. 4 Y Jehová pasó a
decirle: “Esta es la tierra acerca de la cual he jurado a
Abrahán, Isaac y Jacob, diciendo: ‘A tu descendencia
se la daré’. Te he hecho verla con tus propios ojos,
puesto que no cruzarás allá”. 5 Después de eso,
Moisés el siervo de Jehová murió allí en la tierra de
Moab, por orden de Jehová. 6 Y él procedió a
enterrarlo en el valle, en la tierra de Moab, enfrente
de Bet-peor, y nadie ha llegado a conocer su sepulcro
hasta el día de hoy. 7 Y Moisés tenía ciento veinte
años de edad al morir. Su ojo no se había oscurecido,
y su fuerza vital no había huido. 8 Y los hijos de Israel
se pusieron a llorar a Moisés en las llanuras
desérticas de Moab treinta días. Por fin quedaron
completos los días del llanto del período de duelo por
Moisés. 9 Y Josué hijo de Nun estaba lleno del espíritu
de sabiduría, porque Moisés había puesto su mano
sobre él; y los hijos de Israel empezaron a escucharle
y se pusieron a hacer tal como Jehová había mandado
a Moisés.
Deuteronomio 31:22, 23 Así que Moisés escribió
esta canción en aquel día, para enseñarla a los hijos
de Israel. 23 Y él procedió a comisionar a Josué hijo
de Nun y a decir: “Sé animoso y fuerte, porque tú... tú
introducirás a los hijos de Israel en la tierra acerca de
la cual les he jurado, y yo mismo continuaré contigo”.
Párrafo 6
Hechos 4:18-20 Con eso, los llamaron y les
ordenaron que en ningún lugar hicieran expresión
alguna ni enseñaran sobre la base del nombre de
Jesús. 19 Pero, en respuesta, Pedro y Juan les dijeron:
“Si es justo a vista de Dios escucharles a ustedes más
bien que a Dios, júzguenlo ustedes mismos. 20 Pero
en cuanto a nosotros, no podemos dejar de hablar de
las cosas que hemos visto y oído”.
Hechos 5:29 En respuesta, Pedro y los [otros]
apóstoles dijeron: “Tenemos que obedecer a Dios
como gobernante más bien que a los hombres.
Párrafo 9
Hebreos 11:30, 31 Por fe los muros de Jericó
cayeron después de haber sido rodeados por siete
días. 31 Por fe Rahab la ramera no pereció con los
que obraron desobedientemente, porque recibió a los
espías de manera pacífica.
Santiago 2:25 De la misma manera, también, Rahab
la ramera, ¿no fue declarada justa por obras, después
que hubo recibido hospitalariamente a los
mensajeros y los hubo enviado por otro camino?
Párrafo 10
Rut 2:12 Que Jehová recompense tu manera de
obrar, y que llegue a haber para ti un salario perfecto
procedente de Jehová el Dios de Israel, bajo cuyas
alas has venido a buscar refugio”.
Rut 4:17-22 Entonces las vecinas le dieron nombre,
diciendo: “Le ha nacido un hijo a Noemí”. Y
empezaron a llamarlo por nombre Obed. Él es el
padre de Jesé, padre de David. 18 Ahora bien, estas
son las generaciones de Pérez: Pérez llegó a ser padre
de Hezrón; 19 y Hezrón llegó a ser padre de Ram; y
Ram llegó a ser padre de Aminadab; 20 y Aminadab
llegó a ser padre de Nahsón; y Nahsón llegó a ser
padre de Salmón; 21 y Salmón llegó a ser padre de
Boaz; y Boaz llegó a ser padre de Obed; 22 y Obed
llegó a ser padre de Jesé; y Jesé llegó a ser padre de
David.
Mateo 1:1-6 El libro de la historia de Jesucristo, hijo
de David, hijo de Abrahán: 2 Abrahán llegó a ser
padre de Isaac; Isaac llegó a ser padre de Jacob; Jacob
llegó a ser padre de Judá y de sus hermanos; 3 Judá
llegó a ser padre de Pérez y de Zérah mediante
Tamar; Pérez llegó a ser padre de Hezrón; Hezrón
llegó a ser padre de Ram; 4 Ram llegó a ser padre de
Aminadab; Aminadab llegó a ser padre de Nahsón;
Nahsón llegó a ser padre de Salmón; 5 Salmón llegó a
ser padre de Boaz mediante Rahab; Boaz llegó a ser
padre de Obed mediante Rut; Obed llegó a ser padre
de Jesé; 6 Jesé llegó a ser padre de David el rey. David
llegó a ser padre de Salomón mediante la esposa de
Urías;
Párrafo 11
2 Reyes 11:1-16 Ahora bien, en cuanto a Atalía la
madre de Ocozías, ella vio que su hijo había muerto.
De manera que se levantó y destruyó a toda la prole
del reino. 2 Sin embargo, Jehoseba hija del rey
Jehoram, la hermana de Ocozías, tomó a Jehoás hijo
de Ocozías y lo hurtó de entre los hijos del rey a
quienes iban a dar muerte, aun a él y su nodriza, [y lo
metió] dentro del cuarto interior para los lechos, y lo
mantuvieron ocultado del rostro de Atalía, y no fue
muerto. 3 Y él continuó con ella en la casa de Jehová,
escondido por seis años, mientras Atalía reinaba
sobre el país. 4 Y al año séptimo Jehoiadá envió y
entonces tomó a los jefes de centenas de la guardia de
corps caria y de los corredores, y los trajo a sí a la
casa de Jehová y celebró con ellos un pacto y los hizo
jurar en la casa de Jehová, después de lo cual les
mostró al hijo del rey. 5 Y pasó a mandarles, diciendo:
“Esta es la cosa que ustedes harán: Una tercera parte
de ustedes va a entrar el sábado y guardar bajo
rigurosa vigilancia la casa del rey; 6 y una tercera
parte estará a la Puerta del Fundamento, y una
tercera parte estará a la puerta detrás de los
corredores; y ustedes tienen que guardar la casa bajo
rigurosa vigilancia por turnos. 7 Y entre ustedes hay
dos divisiones de las que todos saldrán el sábado, y
ellos tienen que guardar bajo rigurosa vigilancia la
casa de Jehová en pro del rey. 8 Y ustedes tienen que
rodear al rey todo en derredor, cada uno con sus
armas en la mano; y cualquiera que entre dentro de
las filas será muerto. Y continúen con el rey cuando
salga y cuando entre”. 9 Y los jefes de centenas
procedieron a hacer conforme a todo lo que había
mandado Jehoiadá el sacerdote. De manera que
tomaron cada uno a sus hombres que estaban
entrando el sábado, junto con los que estaban
saliendo el sábado, y luego entraron a donde Jehoiadá
el sacerdote. 10 El sacerdote ahora dio a los jefes de
centenas las lanzas y los escudos circulares que
habían pertenecido al rey David, que estaban en la
casa de Jehová. 11 Y los corredores se quedaron de
pie, cada uno con sus armas en la mano, desde el lado
derecho de la casa hasta el mismo lado izquierdo de
la casa, junto al altar y junto a la casa, todo en
derredor cerca del rey. 12 Entonces él sacó al hijo del
rey y puso sobre él la diadema y el Testimonio; y así
lo hicieron rey y lo ungieron. Y se pusieron a batir las
manos y a decir: “¡Viva el rey!”. 13 Cuando Atalía oyó
el sonido de la gente que corría, en seguida fue a la
gente en la casa de Jehová. 14 Entonces ella vio, y allí
estaba el rey de pie junto a la columna conforme a la
costumbre, y los jefes y las trompetas junto al rey, y
toda la gente de la tierra regocijándose y tocando las
trompetas. Al instante Atalía rasgó sus prendas de
vestir y se puso a gritar: “¡Conspiración!
¡Conspiración!”. 15 Pero Jehoiadá el sacerdote dio
orden a los jefes de centenas, los nombrados de la
fuerza militar, y les dijo: “¡Sáquenla de dentro de las
filas, y, en cuanto a cualquiera que vaya tras ella, que
haya una ejecución de muerte a espada!”. Porque el
sacerdote había dicho: “Que no se le dé muerte en la
casa de Jehová”. 16 De manera que le echaron manos,
y ella vino por el camino de la entrada de los caballos
de la casa del rey, y allí le dieron muerte.
2 Crónicas 24:15, 16 Y Jehoiadá envejeció y llegó a
estar satisfecho de años, y gradualmente murió:
ciento treinta años de edad tenía al morir. 16 De
modo que lo enterraron en la Ciudad de David junto
con los reyes, porque había hecho el bien en Israel y
con el Dios [verdadero] y Su casa.
Párrafo 12
Jeremías 38:4-6 Y los príncipes empezaron a decir al
rey: “Désele muerte, por favor, a este hombre, porque
así es como está debilitando las manos de los
hombres de guerra que quedan en esta ciudad y las
manos de toda la gente, hablándoles conforme a estas
palabras. Porque este hombre no es uno que busque
la paz de este pueblo, sino calamidad”. 5 De modo que
el rey Sedequías dijo: “¡Miren! Está en la mano de
ustedes. Porque no hay absolutamente nada en que el
rey mismo pueda prevalecer contra ustedes”. 6 Y
procedieron a tomar a Jeremías y a arrojarlo en la
cisterna de Malkiya hijo del rey, la cual estaba en el
Patio de la Guardia. Así que bajaron a Jeremías por
medio de sogas. Ahora bien, en la cisterna no había
agua, sino fango; y Jeremías empezó a hundirse en el
fango.
Jeremías 39:15-18 Y a Jeremías le ocurrió la palabra
de Jehová mientras se hallaba encerrado en el Patio
de la Guardia, diciendo: 16 “Ve, y tienes que decir a
Ébed-mélec el etíope: ‘Esto es lo que ha dicho Jehová
de los ejércitos, el Dios de Israel: “Mira, voy a realizar
mis palabras sobre esta ciudad para calamidad y no
para bien, y ciertamente sucederán delante de ti en
aquel día”’. 17 ”‘Y de veras te libraré en aquel día —es
la expresión de Jehová—, y no serás dado en la mano
de los hombres de quienes tú mismo estás asustado.’
18 ”‘Porque sin falta te suministraré un escape, y no
caerás a espada; y ciertamente llegarás a tener tu
alma como despojo, porque has confiado en mí’, es la
expresión de Jehová”.
Párrafo 13
Daniel 3:19-30 Entonces fue cuando Nabucodonosor
mismo se llenó de furor, y la expresión misma de su
rostro fue cambiada para con Sadrac, Mesac y
Abednego. Respondía y decía que se calentara el
horno siete veces más de lo que se acostumbraba
calentarlo. 20 Y a ciertos hombres físicamente
capacitados de energía vital que estaban en su fuerza
militar dijo que ataran a Sadrac, Mesac y Abednego,
para arrojar[los] en el horno ardiente de fuego.
21 Entonces fue cuando estos hombres físicamente
capacitados fueron atados en sus mantos, sus
prendas de vestir y sus gorros y su demás ropa, y
fueron arrojados en el horno ardiente de fuego.
22 Solo porque la palabra del rey era dura y el horno
había sido calentado excesivamente, estos hombres
físicamente capacitados que levantaron a Sadrac,
Mesac y Abednego fueron aquellos a quienes la llama
de fuego mató. 23 Pero estos [otros] hombres
físicamente capacitados, los tres, Sadrac, Mesac y
Abednego, cayeron atados en medio del horno
ardiente de fuego. 24 En aquel tiempo
Nabucodonosor el rey mismo se asustó, y se levantó
de prisa. Respondía y decía a sus altos funcionarios
reales: “¿No fueron tres los hombres físicamente
capacitados que arrojamos atados en medio del
fuego?”. Ellos respondían y decían al rey: “Sí, oh rey”.
25 Él respondía y decía: “¡Miren! Contemplo a cuatro
hombres físicamente capacitados que se pasean
libres en medio del fuego, y no sufren daño, y la
apariencia del cuarto se asemeja a un hijo de los
dioses”. 26 Entonces fue cuando Nabucodonosor se
acercó a la puerta del horno ardiente de fuego.
Respondía y decía: “¡Sadrac, Mesac y Abednego,
siervos del Dios Altísimo, salgan y vengan acá!”. En
aquel tiempo Sadrac, Mesac y Abednego fueron
saliendo de en medio del fuego. 27 Y los sátrapas, los
prefectos y los gobernadores y los altos funcionarios
del rey que estaban reunidos se pusieron a
contemplar a estos hombres físicamente capacitados,
que el fuego no había tenido poder sobre sus cuerpos,
y ni un cabello de su cabeza había sido quemado
ligeramente, y ni en sus mantos había habido cambio,
y el olor del fuego mismo no les había venido.
28 Nabucodonosor respondía y decía: “Bendito sea el
Dios de Sadrac, Mesac y Abednego, quien envió a su
ángel y rescató a sus siervos que confiaron en él y que
cambiaron la palabra misma del rey y entregaron sus
cuerpos, porque no quisieron servir y no quisieron
adorar a ningún dios en absoluto excepto a su propio
Dios. 29 Y de mí una orden se emite, que cualquier
pueblo, grupo nacional o lenguaje que diga cualquier
cosa mala contra el Dios de Sadrac, Mesac y
Abednego sea desmembrado, y su casa sea convertida
en excusado público; puesto que no existe otro dios
que pueda librar como este”. 30 En aquel tiempo el
rey mismo hizo que Sadrac, Mesac y Abednego
prosperaran en el distrito jurisdiccional de Babilonia.
Párrafo 14
Daniel 6:6-10 Por lo tanto, estos altos funcionarios y
sátrapas mismos entraron en tropel al rey, y esto es
lo que le decían: “Oh Darío el rey, sigue viviendo aun
para tiempos indefinidos. 7 Todos los altos
funcionarios del reino, los prefectos y los sátrapas, los
altos oficiales reales y los gobernadores, han entrado
en consejo juntos para establecer un estatuto real y
dar vigor a un entredicho: que quienquiera que haga
una petición a cualquier dios u hombre, por treinta
días, excepto a ti, oh rey, sea arrojado en el foso de los
leones. 8 Ahora, oh rey, dígnate establecer el estatuto
y firmar el escrito, para que no se cambie, conforme a
la ley de los medos y los persas, que no se anula”.
9 De acuerdo con esto, el rey Darío mismo firmó el
escrito y el entredicho. 10 Pero Daniel, tan pronto
como supo que el escrito había sido firmado, entró en
su casa, y, las ventanas de su cámara del techo
estando abiertas para él hacia Jerusalén, hasta tres
veces al día se hincaba de rodillas y oraba y ofrecía
alabanza delante de su Dios, como había estado
haciendo regularmente antes de esto.
Daniel 6:16-23 De acuerdo con esto, el rey mismo
dio orden, y trajeron a Daniel y lo arrojaron en el foso
de los leones. El rey respondía y decía a Daniel: “Tu
Dios a quien sirves con constancia, él mismo te
rescatará”. 17 Y fue traída una piedra, y fue colocada
en la boca del foso, y el rey la selló con su anillo de
sellar y con el anillo de sellar de sus grandes, para
que nada se cambiara en el caso de Daniel. 18 En
aquel tiempo el rey fue a su palacio y pasó la noche en
ayuno, y no se trajeron instrumentos musicales
delante de él, y su propio sueño huyó de él.
19 Finalmente, el rey mismo, al rayar el alba,
procedió a levantarse a la luz del día, y de prisa fue
directamente al foso de los leones. 20 Y al llegar cerca
del foso, gritó con voz triste aun a Daniel. El rey se
expresaba y decía a Daniel: “Oh Daniel, siervo del
Dios vivo, ¿ha podido tu Dios a quien sirves con
constancia rescatarte de los leones?”.
21 Inmediatamente Daniel mismo habló hasta con el
rey: “Oh rey, sigue viviendo aun hasta tiempos
indefinidos. 22 Mi propio Dios envió a su ángel y
cerró la boca de los leones, y no me han arruinado,
puesto que delante de él se halló inocencia misma en
mí; y también delante de ti, oh rey, ningún acto
nocivo he hecho”. 23 Entonces fue cuando el rey
mismo se alegró mucho, y ordenó que a Daniel mismo
lo alzaran del foso. Y Daniel fue alzado del foso, y no
se halló ningún daño en él, porque había confiado en
su Dios.
Párrafo 15
Hechos 18:2 Y halló a cierto judío de nombre Áquila,
un natural del Ponto que recientemente había llegado
de Italia, y a Priscila su esposa, por el hecho de que
Claudio había ordenado que todos los judíos se
fueran de Roma. De modo que fue a ellos
Romanos 16:3, 4 Den mis saludos a Prisca y a Áquila
mis colaboradores en Cristo Jesús, 4 los cuales por mi
alma han arriesgado su propio cuello, a quienes no
solo yo, sino todas las congregaciones de las naciones,
dan gracias;
Levítico 19:18 ”’No debes tomar venganza ni tener
rencor contra los hijos de tu pueblo; y tienes que
amar a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy Jehová.
1 Juan 3:16 En esto hemos venido a conocer el amor,
porque aquel entregó su alma por nosotros; y
nosotros estamos obligados a entregar [nuestras]
almas por [nuestros] hermanos.
Párrafo 16
Mateo 4:8-10 De nuevo el Diablo lo llevó consigo a
una montaña excepcionalmente alta, y le mostró
todos los reinos del mundo y su gloria, 9 y le dijo:
“Todas estas cosas te las daré si caes y me rindes un
acto de adoración”. 10 Entonces Jesús le dijo: “¡Vete,
Satanás! Porque está escrito: ‘Es a Jehová tu Dios a
quien tienes que adorar, y es solo a él a quien tienes
que rendir servicio sagrado’”.
Párrafo 18
Mateo 24:14 Y estas buenas nuevas del reino se
predicarán en toda la tierra habitada para testimonio
a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.
Mateo 28:19, 20 Vayan, por lo tanto, y hagan
discípulos de gente de todas las naciones,
bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del
espíritu santo, 20 enseñándoles a observar todas las
cosas que yo les he mandado. Y, ¡miren!, estoy con
ustedes todos los días hasta la conclusión del sistema
de cosas”.
Lucas 8:1 Poco después iba viajando de ciudad en
ciudad y de aldea en aldea, predicando y declarando
las buenas nuevas del reino de Dios. Y con él iban los
doce,
2 Pedro 2:4, 5 Ciertamente si Dios no se contuvo de
castigar a los ángeles que pecaron, sino que, al
echarlos en el Tártaro, los entregó a hoyos de densa
oscuridad para que fueran reservados para juicio; 5 y
no se contuvo de castigar a un mundo antiguo, sino
que guardó en seguridad a Noé, predicador de
justicia, con otras siete [personas] cuando trajo un
diluvio sobre un mundo de gente impía;
Párrafo 19
Hechos 4:29-31 Y ahora, Jehová, da atención a sus amenazas, y concede a tus esclavos que sigan hablando tu palabra con todo denuedo, 30 mientras extiendes tú la mano para hacer curaciones y mientras ocurren señales y portentos presagiosos mediante el nombre de tu santo siervo Jesús”. 31 Y cuando hubieron hecho ruego, el lugar donde estaban reunidos fue sacudido; y todos sin excepción quedaron llenos del espíritu santo, y hablaban la palabra de Dios con denuedo. Salmo 66:19, 20 Verdaderamente Dios ha oído; ha prestado atención a la voz de mi oración. 20 Bendito sea Dios, que no ha apartado mi oración, ni su bondad amorosa de mí.
Cántico 120
Jehová bendice al que escucha y obedece (Lucas 11:28)
1. Las enseñanzas de Cristo nos guían
por el camino de la salvación.
Quien las escuche tendrá alegría;
mas quien las viva tendrá bendición.
(ESTRIBILLO)
Oye la voz de Jehová,
cumple con su voluntad.
Cosecharás paz y felicidad
por toda la eternidad.
2. El fiel es como la sólida casa
que sobre la roca se construyó:
las tempestades del mundo aguanta;
por su obediencia tendrá bendición.
(ESTRIBILLO)
Oye la voz de Jehová,
cumple con su voluntad.
Cosecharás paz y felicidad
por toda la eternidad.
3. Tal como árboles junto a riachuelos,
que dan el fruto en su estación,
los que obedecen al Dios de los cielos
eternamente tendrán bendición.
(ESTRIBILLO)
Oye la voz de Jehová,
cumple con su voluntad.
Cosecharás paz y felicidad
por toda la eternidad.
(Véanse también Deu. 28:2; Sal. 1:3; Pro. 10:22; Mat.
7:24-27.) Volver
Cántico 135
Aguantemos hasta el fin (Mateo 24:13)
1. El fin ya pronto llegará;
hay que perseverar.
En las promesas de Jehová
debemos siempre confiar.
A diario hay que recordar
que el gran día cerca está.
Al mantener integridad,
la fe se refinará.
2. En la batalla de la fe
tenemos que vencer.
El celo por servir al Rey
jamás queremos perder.
Librémonos con decisión
de las dudas y el temor.
Nos fortalecerá el Señor;
él es nuestro Salvador.
3. Dios en su libro anotará
el nombre del leal.
La vida eterna le dará
si aguanta hasta el final.
Si vigilamos con tesón
nuestra mente y corazón,
Jehová nos colmará de amor,
tendremos su bendición.
(Véanse también Heb. 6:19; Sant. 1:4; 2 Ped. 3:12; Rev.
2:4.) Volver
Cántico 42
Ayudemos a los débiles (Hechos 20:35)
1. Todo hombre es pecador:
nadie es la excepción;
aun así, Jehová nos ve
con gran compasión.
Muy rico es en bondad,
grande en fidelidad.
Como él queremos ser
demostrando amor.
2. “Si mi hermano débil es,
yo lo soy también”,
dijo Pablo al compartir
el dolor del fiel.
Su sangre Cristo dio,
a todos nos compró;
débiles o fuertes son
propiedad de él.
3. A las almas débiles
has de socorrer,
en lugar de condenar
o ver con desdén.
Su llanto enjugarás,
consuelo les darás.
A Jesús imitarás,
cumplirás su ley.
(Véanse también 2 Cor. 11:29; Isa. 35:3, 4; Gál. 6:2.)
Volver
Cántico 60
Jehová te dará fuerzas (1 Pedro 5:10)
1. ¡Con cuánto amor Jehová te atrajo a la verdad!
Libró tu mente de la oscuridad.
En tu interior, él vio tu gran sinceridad,
tu anhelo por cumplir su voluntad.
Juraste dedicar tu vida a Dios,
y él siempre te dará su protección.
(ESTRIBILLO)
Por ti pagó un gran precio
tu Padre celestial,
él fuerzas te dará;
Jehová te cuidará.
Dios nunca te ha dejado:
¡eres su propiedad!
Él fuerzas te dará...
Jehová te cuidará.
2. Por ti murió Jesús aunque eras pecador.
¡Qué clara prueba del amor de Dios!
Si tu Creador cedió a su Hijo en tu favor,
¿acaso no te infundirá valor?
Él no es injusto y nunca olvidará
tus años de completa lealtad.
(ESTRIBILLO)
Por ti pagó un gran precio
tu Padre celestial,
él fuerzas te dará;
Jehová te cuidará.
Dios nunca te ha dejado:
¡eres su propiedad!
Él fuerzas te dará...
Jehová te cuidará.
(Véanse también Rom. 8:32; 14:8, 9; Heb. 6:10; 1 Ped.
2:9.) Volver
Cántico 23
Jehová es mi fuerza (Isaías 12:2)
1. Oh Dios, tú eres mi fuerza y poder,
en ti confío con todo mi ser.
Fiel testimonio de ti quiero dar
aunque la gente no quiera escuchar.
(ESTRIBILLO)
¡Mi Roca, Jehová, mi fuerza y poder!
Tu ilustre nombre ensalzaré.
Omnipotente, glorioso Señor,
eres mi torre, mi Libertador.
2. Me regocijo en tu luz y verdad,
lumbre que guía mi paso al andar.
Tus mandamientos feliz cumpliré,
fiel a tu Reino por siempre seré.
(ESTRIBILLO)
¡Mi Roca, Jehová, mi fuerza y poder!
Tu ilustre nombre ensalzaré.
Omnipotente, glorioso Señor,
eres mi torre, mi Libertador.
3. Tu voluntad me complazco en hacer
pese a la lucha con el Diablo cruel.
Aun si la vida me llega a quitar,
mi integridad mantendré hasta el final.
(ESTRIBILLO)
¡Mi Roca, Jehová, mi fuerza y poder!
Tu ilustre nombre ensalzaré.
Omnipotente, glorioso Señor,
eres mi torre, mi Libertador.
(Véanse también 2 Sam. 22:3; Sal. 18:2; Isa. 43:12.)
Volver
(Marcos 5:1-8:38)
5 Ahora bien, llegaron a la otra orilla del mar, al país
de los gerasenos. 2 E inmediatamente después que él salió de la barca, vino a su encuentro de entre las tumbas conmemorativas un hombre bajo el poder de un espíritu inmundo. 3 Este tenía su guarida entre las tumbas; y hasta aquel entonces absolutamente nadie podía atarlo firmemente ni siquiera con una cadena, 4 porque muchas veces había sido sujetado con grilletes y cadenas, mas las cadenas las había roto con estallido, y los grilletes realmente quedaban hechos pedazos; y nadie tenía fuerzas para domarlo. 5 Y continuamente, noche y día, aquel estaba en las tumbas y en las montañas dando gritos y cortándose con piedras. 6 Pero al alcanzar a ver a Jesús desde lejos, corrió y le rindió homenaje, 7 y, habiendo clamado en alta voz, dijo: “¿Qué tengo que ver contigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te pongo bajo juramento por Dios que no me atormentes”. 8 Porque él le había estado diciendo: “Sal del hombre, espíritu inmundo”. 9 Pero se puso a preguntarle: “¿Cuál es tu nombre?”. Y él le dijo: “Mi nombre es Legión, porque somos muchos”. 10 Y le suplicó muchas veces que no enviara a los espíritus fuera del país.
11 Ahora bien, allí junto a la montaña una gran piara de cerdos estaba paciendo. 12 De modo que ellos le suplicaron, diciendo: “Envíanos a los cerdos, para que entremos en ellos”. 13 Y él se lo permitió. Con eso, los espíritus inmundos salieron, y entraron en los cerdos; y la piara se precipitó por el despeñadero en el mar, unos dos mil de ellos, y uno tras otro se ahogaron en el mar. 14 Pero sus porquerizos huyeron y lo informaron en la ciudad y en la región rural; y la gente vino a ver qué era lo que había acontecido. 15 De modo que llegaron a Jesús, y contemplaron al endemoniado sentado, vestido y en su cabal juicio, este que había tenido la legión; y tuvieron temor. 16 También, los que lo habían visto les contaron cómo le había ocurrido esto al endemoniado, y acerca de los cerdos. 17 Así que comenzaron a suplicarle que se fuera de sus distritos.
18 Entonces, al entrar él en la barca, el que había estado endemoniado se puso a suplicarle que le dejara continuar con él. 19 Sin embargo, él no le dejó, sino que le dijo: “Vete a casa a tus parientes, e infórmales acerca de todas las cosas que Jehová ha hecho por ti, y de la misericordia que te tuvo”. 20 Y él se fue y comenzó a proclamar en la Decápolis todas las cosas que Jesús había hecho por él, y toda la gente se admiraba.
21 Después que Jesús hubo pasado de nuevo a la ribera opuesta en la barca, se le reunió una gran muchedumbre; y él estaba a la orilla del mar. 22 Ahora bien, uno de los presidentes de la sinagoga, Jairo por nombre, vino, y, al verlo, cayó a sus pies 23 y le suplicó muchas veces, diciendo: “Mi hijita está gravísima. Sírvete venir y poner las manos sobre ella, para que recobre la salud y viva”. 24 Ante aquello, él se fue con él. Y le seguía una gran muchedumbre, y lo apretaba.
25 Ahora bien, había una mujer que padecía flujo de sangre desde hacía doce años, 26 y muchos médicos le habían hecho pasar muchas penas, y ella había gastado todos sus recursos y no se había beneficiado, sino que, al contrario, había empeorado. 27 Cuando ella oyó las cosas acerca de Jesús, vino por detrás, entre la muchedumbre, y le tocó la prenda de vestir exterior; 28 porque decía: “Si toco nada más que sus prendas de vestir exteriores, recobraré la salud”. 29 E inmediatamente se secó la fuente de su sangre, y sintió en su cuerpo que había sido sanada de la penosa enfermedad.
30 Inmediatamente, también, Jesús reconoció en sí mismo que de él había salido poder, y, volviéndose entre la muchedumbre, se puso a decir: “¿Quién tocó mis prendas de vestir exteriores?”. 31 Mas sus discípulos empezaron a decirle: “Ves la muchedumbre que te aprieta, y ¿dices tú: ‘¿Quién me tocó?’?”. 32 Sin embargo, él miraba alrededor para ver a la que había hecho esto. 33 Pero la mujer, atemorizada y temblando, sabiendo lo que le había pasado, vino y cayó delante de él y le dijo toda la verdad. 34 Él le dijo: “Hija, tu fe te ha devuelto la salud. Ve en paz, y queda sana de tu penosa enfermedad”.
35 Mientras él todavía estaba hablando, vinieron algunos hombres de la casa del presidente de la sinagoga y dijeron: “¡Tu hija murió! ¿Por qué molestar ya al maestro?”. 36 Mas Jesús, oyendo por casualidad la palabra que se hablaba, dijo al presidente de la sinagoga: “No temas, ejerce fe solamente”. 37 Y no dejó que nadie siguiera con él, sino Pedro y Santiago y Juan el hermano de Santiago.
38 De modo que llegaron a la casa del presidente de la sinagoga, y él contempló la ruidosa confusión y a los que lloraban y daban muchos plañidos, 39 y, después de entrar, les dijo: “¿Por qué causan ruidosa confusión y lloran? La niñita no ha muerto, sino que duerme”. 40 Ante aquello, ellos empezaron a reírse de él desdeñosamente. Pero, habiendo echado fuera a todos, él tomó consigo al padre y a la madre de la niñita y a los que estaban con él, y entró a donde estaba la niñita. 41 Y, tomando la mano de la niñita, le dijo: “Tál·i·tha
cú·mi”, que, traducido, significa: “Jovencita, te digo: ¡Levántate!”. 42 E inmediatamente la jovencita se levantó y echó a andar, pues tenía doce años. Y en seguida estuvieron fuera de sí con gran éxtasis. 43 Pero él les ordenó repetidas veces que no dejaran que nadie se enterara de esto, y dijo que le dieran a ella algo de comer.
6 Y partió de allí y entró en su propio territorio, y
sus discípulos le siguieron. 2 Llegado el sábado, comenzó a enseñar en la sinagoga; y la mayor parte de los que estaban escuchando quedaron atónitos y dijeron: “¿De dónde consiguió este hombre estas cosas? ¿Y por qué se le habrá dado esta sabiduría a este hombre, y que tales obras poderosas sean ejecutadas por medio de sus manos? 3 Este es el carpintero, el hijo de María y el hermano de Santiago y de José y de Judas y de Simón, ¿no es verdad? Y sus hermanas están aquí con nosotros, ¿no es verdad?”. De modo que empezaron a tropezar a causa de él. 4 Pero Jesús pasó a decirles: “El profeta no carece de honra sino en su propio territorio y entre sus parientes y en su propia casa”. 5 De modo que no pudo hacer allí ninguna obra poderosa salvo poner las manos sobre unos cuantos enfermizos y curarlos. 6 De hecho, se admiró de la falta de fe de ellos. Y recorría las aldeas en circuito, enseñando.
7 Entonces mandó llamar a los doce, e inició el enviarlos de dos en dos, y empezó a darles autoridad sobre los espíritus inmundos. 8 También, les dio órdenes de que no llevaran nada para el viaje, sino solamente un bastón; ni pan, ni alforja, ni dinero de cobre en las bolsas de sus cintos, 9 pero que se ataran sandalias, y no llevaran puestas dos prendas de vestir interiores. 10 Además, les dijo: “Dondequiera que entren en una casa, quédense allí hasta que salgan de aquel lugar. 11 Y dondequiera que algún lugar no los reciba ni los oiga, al salir de allí sacudan el polvo que está debajo de sus pies, para testimonio a ellos”. 12 De modo que ellos salieron y predicaron para que la gente se arrepintiera; 13 y expulsaban muchos demonios y untaban con aceite a muchos enfermizos y los curaban.
14 Ahora bien, esto llegó a oídos del rey Herodes, porque el nombre de [Jesús] se hizo notorio, y la gente decía: “Juan el bautizante ha sido levantado de entre los muertos, y por eso operan en él obras poderosas”. 15 Pero otros decían: “Es Elías”. Y otros decían: “Es profeta como uno de los profetas”. 16 Pero cuando Herodes lo oyó, se puso a decir: “El Juan a quien decapité, este ha sido levantado”. 17 Pues Herodes mismo había enviado a arrestar a Juan y lo había atado en prisión a causa de Herodías, la esposa de Filipo su hermano, porque se había casado con ella. 18 Porque
Juan había dicho repetidas veces a Herodes: “No te es lícito tener a la esposa de tu hermano”. 19 Pero Herodías le abrigaba rencor y quería matarlo, pero no podía. 20 Porque Herodes le tenía temor a Juan, sabiendo que era varón justo y santo; y lo tenía protegido. Y después de oírlo estaba muy indeciso en cuanto a qué hacer; sin embargo, continuaba oyéndole con gusto.
21 Pero vino un día oportuno cuando Herodes, en su cumpleaños, dio una cena para sus hombres de primer rango y para los comandantes militares y para los insignes de Galilea. 22 Y entró la hija de la misma Herodías y danzó y agradó a Herodes y a los que con él estaban reclinados. El rey dijo a la jovencita: “Pídeme lo que quieras, y te lo daré”. 23 Sí, le juró: “Cualquier cosa que me pidas, te la daré, hasta la mitad de mi reino”. 24 Y ella salió y dijo a su madre: “¿Qué debo pedir?”. Ella dijo: “La cabeza de Juan el bautizante”. 25 Inmediatamente ella entró de prisa al rey e hizo su petición, diciendo: “Quiero que me des ahora mismo en una bandeja la cabeza de Juan el Bautista”. 26 Aunque se contristó profundamente, el rey, sin embargo, no quiso desatenderla, a causa de los juramentos y de los que estaban reclinados a la mesa. 27 De modo que el rey inmediatamente despachó a uno de la guardia y le mandó traer la cabeza [de Juan]. Y este se fue y lo decapitó en la prisión, 28 y trajo la cabeza de aquel en una bandeja, y se la dio a la jovencita, y la jovencita se la dio a su madre. 29 Cuando los discípulos de él lo oyeron, vinieron y tomaron el cadáver y lo pusieron en una tumba conmemorativa.
30 Y los apóstoles se reunieron delante de Jesús y le informaron todas las cosas que habían hecho y enseñado. 31 Y él les dijo: “Vengan, ustedes mismos, en privado, a un lugar solitario, y descansen un poco”. Porque eran muchos los que venían e iban, y ellos no tenían tiempo libre siquiera para tomar una comida. 32 De modo que se fueron en la barca a un lugar solitario donde estuvieran solos. 33 Pero la gente los vio ir y muchos llegaron a saberlo, y de todas las ciudades concurrieron allá a pie, y se adelantaron a ellos. 34 Pues, al salir, él vio una muchedumbre grande, y se enterneció por ellos, porque eran como ovejas sin pastor. Y comenzó a enseñarles muchas cosas.
35 Para entonces la hora se había hecho tarde, y sus discípulos se le acercaron y se pusieron a decirle: “El lugar es aislado, y la hora es ya muy avanzada. 36 Despídelos para que se vayan a la región rural y a las aldeas de alrededor y se compren algo de comer”. 37 Él, respondiendo, les dijo: “Denles ustedes de comer”. Entonces ellos le dijeron: “¿Nos iremos y compraremos doscientos denarios de panes y se [los] daremos a comer?”. 38 Les dijo: “¿Cuántos panes tienen? ¡Vayan a
ver!”. Después de averiguarlo, dijeron: “Cinco, además de dos pescados”. 39 Y mandó que toda la gente se reclinara por compañías sobre la hierba verde. 40 Y se recostaron en grupos de a ciento y de a cincuenta. 41 Entonces, tomando los cinco panes y los dos pescados, él miró al cielo y dijo una bendición, y partió los panes e iba dándolos a los discípulos para que los pusieran delante de la gente; y dividió los dos pescados para todos. 42 De modo que todos comieron y quedaron satisfechos; 43 y recogieron los trozos: doce cestas llenas, aparte de los pescados. 44 Además, los que comieron de los panes fueron cinco mil varones.
45 Y, sin demora, él obligó a sus discípulos a subir a la barca e ir adelante a la ribera opuesta hacia Betsaida, en tanto que él mismo despedía a la muchedumbre. 46 Pero después de haberse despedido de ellos, se fue a una montaña a orar. 47 Cuando ya había anochecido, la barca estaba en medio del mar, pero él solo en tierra. 48 Y cuando vio que se hallaban en un aprieto al remar, porque el viento estaba en su contra, como a la cuarta vigilia de la noche vino hacia ellos, andando sobre el mar; pero pensaba pasarlos de largo. 49 Al alcanzar a verlo andando sobre el mar, ellos pensaron: “¡Es un fantasma!”, y gritaron. 50 Porque todos lo vieron y se perturbaron. Pero él inmediatamente habló con ellos, y les dijo: “Cobren ánimo; soy yo; no tengan temor”. 51 Y subió a la barca con ellos, y el viento se apaciguó. Con esto, se asombraron mucho dentro de sí, 52 pues no habían captado el significado de los panes, sino que su corazón continuaba embotado e incapaz de entender.
53 Y habiendo hecho la travesía, vinieron a Genesaret y anclaron cerca de allí. 54 Pero luego que salieron de la barca, la gente lo reconoció, 55 y corrieron por toda aquella región y comenzaron a llevar en camillas a los que se hallaban mal, a donde oían que él estaba. 56 Y dondequiera que entraba en aldeas, o en ciudades, o en región rural, ponían a los enfermos en las plazas de mercado, y le suplicaban que les dejara tocar siquiera el fleco de su prenda de vestir exterior. Y cuantos sí lo tocaban recobraban la salud.
7 Ahora bien, los fariseos y algunos de los escribas
que habían venido de Jerusalén se juntaron en torno de él. 2 Y cuando vieron a algunos de los discípulos de él tomar su comida con manos contaminadas, es decir, no lavadas 3 —porque los fariseos y todos los judíos no comen a menos que se laven las manos hasta el codo, teniendo firmemente asida la tradición de los hombres de otros tiempos, 4 y, al volver del mercado, no comen a menos que se limpien por rociadura; y hay muchas otras tradiciones que han recibido para tenerlas firmemente asidas: bautismos de copas y cántaros y vasos de
cobre—; 5 de modo que estos fariseos y escribas le preguntaron: “¿Por qué no proceden tus discípulos conforme a la tradición de los hombres de otros tiempos, sino que toman su comida con manos contaminadas?”. 6 Él les dijo: “Aptamente profetizó Isaías acerca de ustedes, hipócritas, como está escrito: ‘Este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está muy alejado de mí. 7 En vano me siguen adorando, porque enseñan como doctrinas mandatos de hombres’. 8 Soltando el mandamiento de Dios, ustedes tienen firmemente asida la tradición de los hombres”.
9 Además, siguió diciéndoles: “Diestramente ponen ustedes a un lado el mandamiento de Dios para retener su tradición. 10 Por ejemplo, Moisés dijo: ‘Honra a tu padre y a tu madre’, y: ‘El que injurie a padre o a madre termine en muerte’. 11 Pero ustedes dicen: ‘Si un hombre le dice a su padre o a su madre: “Todo lo que tengo por lo cual pudieras sacar provecho de mí es corbán (es decir, una dádiva dedicada a Dios)”’..., 12 ya no le dejan hacer ni una sola cosa por su padre o su madre, 13 y así invalidan la palabra de Dios por la tradición suya que ustedes transmitieron. Y hacen muchas cosas parecidas a esto”. 14 Entonces, llamando a sí otra vez a la muchedumbre, procedió a decirles: “Escúchenme, todos ustedes, y capten el significado. 15 Nada hay que entre en el hombre de fuera de él que pueda contaminarlo; mas las cosas que proceden del hombre son las cosas que contaminan al hombre”. 16 ——
17 Ahora bien, cuando hubo entrado en una casa, apartado de la muchedumbre, sus discípulos se pusieron a preguntarle acerca de la ilustración. 18 De modo que les dijo: “¿Están ustedes también faltos de percepción como ellos? ¿No se dan cuenta de que nada que de fuera entra en el hombre puede contaminarlo, 19 puesto que no entra en [su] corazón, sino en [sus] intestinos, y sale a la cloaca?”. Así declaró limpios todos los alimentos. 20 Además dijo: “Lo que procede del hombre es lo que contamina al hombre; 21 porque de dentro, del corazón de los hombres, proceden razonamientos perjudiciales: fornicaciones, hurtos, asesinatos, 22 adulterios, codicias, actos de iniquidad, engaño, conducta relajada, ojo envidioso, blasfemia, altanería, irracionalidad. 23 Todas estas cosas inicuas proceden de dentro y contaminan al hombre”.
24 Levantándose de allí, se fue a las regiones de Tiro y Sidón. Y entró en una casa y no quería que nadie llegara a saberlo. Sin embargo, no pudo pasar inadvertido; 25 antes bien, inmediatamente una mujer cuya hijita tenía un espíritu inmundo oyó acerca de él, y vino y se postró a sus pies. 26 La mujer era griega, de nacionalidad sirofenicia; y siguió pidiéndole que
expulsara de su hija al demonio. 27 Pero él empezó por decirle: “Primero deja que los hijos se satisfagan, porque no es correcto tomar el pan de los hijos y echarlo a los perritos”. 28 Pero, en respuesta, ella le dijo: “Sí, señor; sin embargo, los perritos, debajo de la mesa, comen de las migajas de los niñitos”. 29 Ante aquello, él le dijo: “Por haber dicho esto, ve; el demonio ha salido de tu hija”. 30 De modo que ella se fue a su casa y halló a la niñita acostada en la cama, y que el demonio había salido.
31 Entonces, saliendo él de nuevo de las regiones de Tiro, se fue por Sidón al mar de Galilea y subió por en medio de las regiones de Decápolis. 32 Aquí le trajeron un hombre sordo y con un impedimento del habla, y le suplicaron que pusiera la mano sobre él. 33 Y él se lo llevó aparte de la muchedumbre, en privado, y puso sus dedos en los oídos del hombre y, después de escupir, le tocó la lengua. 34 Y con una mirada al cielo suspiró profundamente y le dijo: “Éffatha”, esto es: “Sé abierto”. 35 Pues bien, las facultades de oír de aquel fueron abiertas, y el impedimento de su lengua fue desatado, y empezó a hablar normalmente. 36 Con eso, él les ordenó que no lo dijeran a nadie; pero cuanto más les ordenaba, tanto más lo proclamaban. 37 De hecho, estaban atónitos de una manera sumamente extraordinaria, y decían: “Todas las cosas las ha hecho bien. Hasta a los sordos hace oír y a los mudos hablar”.
8 En aquellos días, cuando otra vez hubo una
muchedumbre grande y no tenían qué comer, mandó llamar a los discípulos y les dijo: 2 “Me compadezco de la muchedumbre, porque ya son tres días que han permanecido cerca de mí y no tienen qué comer; 3 y si los envío en ayunas a sus casas, desfallecerán en el camino. De hecho, algunos de ellos son de muy lejos”. 4 Pero sus discípulos le contestaron: “¿De dónde podrá alguien aquí en un lugar aislado satisfacer a estos con panes?”. 5 A pesar de eso, él procedió a preguntarles: “¿Cuántos panes tienen?”. Ellos dijeron: “Siete”. 6 Y mandó que la muchedumbre se reclinara sobre el suelo, y tomó los siete panes y, habiendo dado gracias, los partió, e iba dándolos a sus discípulos para que los sirvieran, y ellos los sirvieron a la muchedumbre. 7 También tenían unos cuantos pescaditos; y él, habiéndolos bendecido, les dijo que también sirvieran estos. 8 De modo que comieron y quedaron satisfechos, y recogieron trozos sobrantes, siete cestas de provisiones llenas. 9 Sin embargo, eran unos cuatro mil [hombres]. Por fin los despidió.
10 E inmediatamente subió a la barca con sus discípulos y entró en las partes de Dalmanuta. 11 Aquí salieron los fariseos y comenzaron a disputar con él,
buscando de él una señal procedente del cielo, para ponerlo a prueba. 12 De modo que él gimió profundamente con su espíritu, y dijo: “¿Por qué busca señal esta generación? Verdaderamente digo: No se le dará señal alguna a esta generación”. 13 Con eso los dejó, volvió a embarcarse, y se fue a la ribera opuesta.
14 Sucedió que se les olvidó llevar panes, y, con la excepción de un pan, no tenían nada consigo en la barca. 15 Y él se puso a ordenarles expresamente y a decir: “Mantengan los ojos abiertos, cuídense de la levadura de los fariseos y de la levadura de Herodes”. 16 De modo que iban discutiendo los unos con los otros sobre el hecho de que no tenían panes. 17 Notándolo él, les dijo: “¿Por qué discuten sobre el no tener panes? ¿Todavía no perciben ni captan el significado? ¿Tienen su corazón embotado e incapaz de entender? 18 ‘Aunque tienen ojos, ¿no ven?; y aunque tienen oídos, ¿no oyen?’ ¿Y no se acuerdan, 19 cuando partí los cinco panes para los cinco mil [hombres], cuántas cestas llenas de trozos recogieron?”. Le dijeron: “Doce”. 20 “Cuando partí los siete para los cuatro mil *hombres+, ¿cuántas cestas de provisiones llenas de trozos recogieron?”. Y le dijeron: “Siete”. 21 Entonces les dijo: “¿Todavía no captan el significado?”.
22 Ahora bien, arribaron a Betsaida. Aquí le trajeron un ciego, y le suplicaron que lo tocara. 23 Y tomando al ciego de la mano, lo sacó fuera de la aldea, y, habiendo escupido sobre los ojos de este, puso las manos sobre él y se puso a preguntarle: “¿Ves algo?”. 24 Y el hombre miró hacia arriba, y decía: “Veo hombres, porque observo lo que parece árboles, pero están andando”. 25 Entonces él volvió a poner las manos sobre los ojos del hombre, y el hombre vio con claridad, y quedó restaurado, y veía todo distintamente. 26 De modo que él lo envió a su casa, diciendo: “Pero no entres en la aldea”.
27 Entonces Jesús y sus discípulos partieron para las aldeas de Cesarea de Filipo, y en el camino se puso a interrogar a sus discípulos, diciéndoles: “¿Quién dicen los hombres que soy?”. 28 Ellos le dijeron: “Juan el Bautista, y otros: Elías, y otros: Uno de los profetas”. 29 Y él les hizo la pregunta: “Pero ustedes, ¿quién dicen que soy?”. Respondiendo, Pedro le dijo: “Tú eres el Cristo”. 30 Entonces les ordenó con firmeza que no dijeran a nadie acerca de él. 31 También, comenzó a enseñarles que el Hijo del hombre tenía que pasar por muchos sufrimientos y ser rechazado por los ancianos y los sacerdotes principales y los escribas, y ser muerto, y levantarse tres días después. 32 De hecho, con franqueza les hacía aquella declaración. Mas Pedro lo llevó aparte y comenzó a reprenderlo. 33 Él se volvió, miró a sus discípulos, y reprendió a Pedro, y dijo: “Ponte detrás de
mí, Satanás, porque tú no piensas los pensamientos de Dios, sino los de los hombres”.
34 Entonces llamó a sí a la muchedumbre con sus discípulos y les dijo: “Si alguien quiere venir en pos de mí, repúdiese a sí mismo y tome su madero de tormento y sígame de continuo. 35 Porque el que quiera salvar su alma, la perderá; mas el que pierda su alma por causa de mí y de las buenas nuevas, la salvará. 36 En realidad, ¿de qué provecho le es al hombre ganar todo el mundo y pagarlo con perder su alma? 37 ¿Qué, realmente, daría el hombre en cambio por su alma? 38 Porque el que se avergüence de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, el Hijo del hombre también se avergonzará de él cuando llegue en la gloria de su Padre con los santos ángeles”.
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Textos pregunta 4
(Marcos 4:1-41) Y de nuevo comenzó a enseñar a la orilla del mar. Y una muchedumbre muy grande se reunió cerca de él, de modo que él subió a una barca y se sentó más allá en el mar, pero toda la muchedumbre a la orilla del mar estaba en la ribera.
2 De modo que se
puso a enseñarles muchas cosas con ilustraciones, y les decía en su enseñanza:
3 “Escuchen. ¡Miren! El
sembrador salió a sembrar. 4 Y al ir sembrando, parte
[de la semilla] cayó a lo largo del camino, y las aves vinieron y se la comieron.
5 Y otra [parte] cayó sobre el
pedregal, donde, por supuesto, no tenía mucha tierra, y brotó inmediatamente por no tener profundidad de tierra. 6 Mas cuando salió el sol, se chamuscó, y, por no tener
raíz, se marchitó. 7 Y otra [parte] cayó entre los espinos,
y los espinos crecieron y la ahogaron, y no dio fruto. 8 Mas otras cayeron sobre la tierra excelente, y,
creciendo y aumentando, empezaron a dar fruto, y llevaban de a treinta y de a sesenta y de a ciento por uno”.
9 Entonces agregó la palabra: “El que tiene oídos
para escuchar, escuche”. 10
Ahora bien, cuando quedó solo, los que se hallaban alrededor de él con los doce se pusieron a interrogarle acerca de las ilustraciones.
11 Y
él procedió a decirles: “A ustedes se les ha dado el secreto sagrado del reino de Dios, mas a los de afuera todas las cosas ocurren en ilustraciones,
12 para que,
aunque estén mirando, miren y sin embargo no vean, y, aunque estén oyendo, oigan y sin embargo no capten el sentido de ello, ni nunca se vuelvan y se les dé perdón”. 13
Además, les dijo: “Ustedes no saben esta ilustración, así es que ¿cómo entenderán todas las demás ilustraciones?
14 ”El sembrador siembra la palabra.
15 Estos, pues, son aquellos a lo largo del camino donde
se siembra la palabra; mas luego que [la] han oído viene Satanás y se lleva la palabra que ha sido sembrada en ellos.
16 Y, así mismo, estos son los [que han sido]
sembrados sobre los pedregales: luego que han oído la palabra, la aceptan con gozo.
17 Sin embargo, no tienen
raíz en sí mismos, sino que continúan por un tiempo; entonces, luego que surge tribulación o persecución a causa de la palabra, se les hace tropezar.
18 Y hay otros
que son sembrados entre los espinos; estos son los que han oído la palabra,
19 pero las inquietudes de este
sistema de cosas y el poder engañoso de las riquezas y los deseos de las demás cosas van entrando y ahogan la palabra, y esta se hace infructífera.
20 Finalmente, los
que han sido sembrados en la tierra excelente son los que escuchan la palabra y la reciben favorablemente y llevan fruto de a treinta y a sesenta y a ciento por uno”. 21
Y siguió diciéndoles: “No se trae la lámpara para ponerla debajo de la cesta de medir, o debajo de la cama, ¿verdad? Se trae para ponerla sobre el candelero, ¿no es así?
22 Porque nada hay escondido
salvo con el propósito de que sea expuesto; nada ha llegado a estar cuidadosamente ocultado, sino con el propósito de que venga al descubierto.
23 El que tiene
oídos para escuchar, que escuche”. 24
También les decía: “Presten atención a lo que oyen. Con la medida con que ustedes miden, se les medirá a ustedes, sí, hasta se les añadirá.
25 Porque al que tiene se le dará
más; pero al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado”.
26 Y siguió diciendo: “De esta manera el reino
de Dios es como cuando un hombre echa la semilla sobre la tierra,
27 y duerme de noche y se levanta de día,
y la semilla brota y crece alta —precisamente cómo, él no lo sabe—.
28 Por sí misma la tierra gradualmente
fructifica: primero el tallo de hierba, luego la espiga, finalmente el grano lleno en la espiga.
29 Pero tan pronto
como el fruto lo permite, él mete la hoz, porque ha llegado el tiempo de la siega”.
30 Y siguió diciendo: “¿A
qué hemos de asemejar el reino de Dios, o en qué ilustración lo presentaremos?
31 Como un grano de
mostaza, que al tiempo que se sembró en la tierra era la más pequeña de todas las semillas que hay en la tierra...,
32 pero cuando se ha sembrado, sale y se hace
mayor que todas las demás legumbres, y produce grandes ramas, de modo que las aves del cielo pueden hallar albergue bajo su sombra”.
33 De manera que con
muchas ilustraciones de ese tipo les hablaba la palabra, hasta el grado que podían escuchar. 34
Verdaderamente, sin ilustración no les hablaba, pero privadamente explicaba a sus discípulos todas las cosas.
35 Y en aquel día, al anochecer, les dijo:
“Pasemos a la otra ribera”. 36
Por eso, después de haber despedido ellos a la muchedumbre, lo llevaron en la barca, tal como estaba, y había con él otras barcas. 37
Ahora bien, estalló una grande y violenta tempestad de viento, y las olas seguían lanzándose dentro de la barca, de modo que faltaba poco para que la barca se llenara.
38 Pero él estaba en la popa, durmiendo sobre
una almohada. De modo que lo despertaron y le dijeron: “Maestro, ¿no te importa que estemos a punto de perecer?”.
39 Con eso, él se despertó, y reprendió al
viento y dijo al mar: “¡Silencio! ¡Calla!”. Y el viento se apaciguó, y sobrevino una gran calma.
40 De modo que
les dijo: “¿Por qué se acobardan? ¿Todavía no tienen fe?”.
41 Pero ellos sintieron un temor extraordinario, y se
decían unos a otros: “¿Quién, realmente, es este, porque hasta el viento y el mar le obedecen?”.
(Marcos 4:30-32) Y siguió diciendo: “¿A qué hemos de asemejar el reino de Dios, o en qué ilustración lo presentaremos?
31 Como un grano de mostaza, que al
tiempo que se sembró en la tierra era la más pequeña de todas las semillas que hay en la tierra...,
32 pero
cuando se ha sembrado, sale y se hace mayor que todas las demás legumbres, y produce grandes ramas, de modo que las aves del cielo pueden hallar albergue bajo su sombra”.
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