Señales medioambientales 2000

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Señales medioambientales 2000 Agencia Europea de Medio Ambiente Informe periódico basado en indicadores

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Señales medioambientales 2000

Agencia Europea de Medio AmbienteInforme periódico basado en indicadores

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ADVERTENCIA

El contenido de este informe no refleja necesariamente la opinión oficial de la Comisión Europeao de otras instituciones de la Comunidad Europea. Ni la Agencia Europea de Medio Ambiente nininguna otra persona o empresa que actúe en representación de la Agencia, serán responsablesdel modo en que se utilice la información de la presente publicación.

Está disponible en internet una gran cantidad de información adicional sobre la Unión Europea.Se puede acceder a ella mediante el servidor Europa (http://europa.eu.int).

Al final de esta publicación puede encontrarse un catálogo de datos.

Luxemburgo: Oficina de Publicaciones Oficiales de las Comunidades Europeas, 2000.

Cubierta y maquetación: Folkmann Design

ISBN 92-9167-xxx-x

© EEA, Copenhagen 2000

Agencia Europea de Medio AmbienteKongens Nytorv 6DK-1050 Copenhagen KDinamarcaTel. (+45) 33 36 71 00Fax (+45) 33 36 71 99E-mail: [email protected]ágina web: http://www.eea.eu.int

Revisión de la edición en español:

Este trabajo ha sido realizado por TAU Consultora Ambiental por encargo de la Subdirección Generalde Calidad Ambiental.

Coordinación (Tau Consultora Ambiental):

Laura Romero Vaquero

Supervisión, cooordinación y control (MIMAM):Juan Martínez SánchezFrancisco Cadarso GonzálezMª Cruz Anegón Esteban

Equipo de ediciónRodrigo Jiliberto Herrera, TAU Consultora Ambiental.Francisco Díaz Pineda, Universidad Complutense de Madrid.Miguel Angel Alario Franco, Universidad Complutense de Madrid.Santiago González Alonso, Universidad Politécnica de Madrid.José María Gascó Montes, Universidad Politécnica de MadridJosé Luís Sotelo Sancho. Universidad Complutense de Madrid.

Corrección de estilo y maquetación:Mullor y Asociados, SA.

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Prólogo ......................................................................................... 5

1. Introducción .......................................................................... 7

2. La integración de los aspectos ambientalesen las políticas sectoriales ..................................................... 11

3. El consumo de energía ........................................................ 14

4. El sector energético ............................................................. 21

5. Transporte ........................................................................... 26

6. Agricultura ........................................................................... 32

7. Industria .............................................................................. 40

8. El cambio climático .............................................................. 45

9. Agotamiento del ozono estratosférico ................................ 59

10. Contaminación atmosférica .................................................... 66

11. Residuos ............................................................................... 80

12. Disponibilidad de agua ........................................................ 87

13. Eutrofización ....................................................................... 93

14. Los humedales ................................................................... 103

15. El impuesto ecológico ......................................................... 109

16. Nuevos indicadores: necesidades totalesde materiales (NTM) .......................................................... 113

Índice de materias

Índice de materias

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Presentación

Hay una decisión política compartida por todos los países de la UniónEuropea, y expresada en el Tratado de Amsterdam, de caminar hacia undesarrollo sostenible y un medio ambiente con una calidad satisfactoria.Es un objetivo que mejorará la calidad de vida de los ciudadanoseuropeos, pero también contribuirá, en lo posible, a parar y remediar eldeterioro de ecosistemas, a frenar procesos como el cambio climático o eldeterioro de la capa de ozono.

Informes como la serie que se inicia con este libro, “Señalesmedioambientales 2000”, van a ofrecer cada año una evolución fiablesobre los resultados de las políticas que se aplican para conseguir elobjetivo mencionado al principio. Los indicadores ambientales definidospermiten evaluar la situación en cada momento, en cada sector. Pero casitan importante como esto es el hecho de que su elaboración periódicaofrecerá una visión rigurosa de las tendencias en curso, de la efectividad ola esterilidad de las políticas aplicadas. El ámbito europeo de sudefinición hace que se puedan comparar situaciones en países diversos, ycotejar los resultados de políticas que pueden ser diferentes.

La energía, el transporte, la agricultura, la industria, el cambio climático,la situación de la capa de ozono, la contaminación atmosférica, laspolíticas de residuos, los recursos hídricos, la eutrofización, loshumedales, son los temas principales abordados en esta edición delinforme sobre indicadores. Todos ellos encuadrados en la voluntad másgeneral de cuantificar y medir el progreso de la integración de loscriterios ambientales en las políticas sectoriales. Son los problemasfundamentales hoy planteados en los debates políticos sobre el medioambiente.

Lógicamente en cada edición de esta serie de informes, irán variando losenfoques, los sectores abordados, en función de la informacióndisponible, de la necesidad de repetición o de análisis de nuevossectores. La propia definición de los sectores elegidos puede variar segúnlos debates y las pruebas realizadas a lo largo de los años.

Pero es, en suma, el camino del rigor para la política ambiental lo que sepuede abrir con el método planteado por este informe inicial y los que leseguirán en años sucesivos. Se conseguirá un conocimiento real,contrastado, de situaciones complejas y variables, que permitirá abordarlas políticas en verdad necesarias y verificar gradualmente su efectividad.

Germán Glaría GalceránDirector General de Calidad y Evaluación AmbientalMinisterio de Medio Ambiente

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Prólogo

La primera edición de Señales medioambientales señala el principio de una nueva era en los informesde la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) destinados a los responsables políticos y alpúblico en general. Los informes anteriores como El medio ambiente en Europa: segunda evaluación y ElMedio Ambiente en la Unión Europea en el umbral del siglo XXI son documentos omnicomprensivos que,por las informaciones detalladas que contienen, sirven de apoyo a la formulación de políticas estra-tégicas a largo plazo en el ámbito del medio ambiente y de información al público en general. LaAEMA continuará con la publicación de este tipo de informes exhaustivos de “situación y perspecti-vas»; la edición siguiente está prevista para 2003/2004. Mientras tanto, la AEMA publicará informesregulares basados en indicadores, titulados «Señales medioambientales». La edición de Señalesmedioambientales 2000 contiene datos hasta 1997, y en algunos casos hasta 1998, que ponen demanifiesto tendencias relevantes. Se espera que, estableciendo una rutina periódica de elaborarinformes mejorará la realidad de los datos y la capacidad para entregar perspectivasmedioambientales a corto plazo, para así describir mejor la situación actual.

¿ Por qué Señales medioambientales? Las evaluaciones basadas en indicadores de esta serie anualproporcionarán señales sobre la situación actual en la aplicación de políticas medioambientales ysu integración en otras políticas (en relación con indicadores anuales de evolución económica ysocial). Las señales serán a la vez positivas y negativas - reflejando la evolución en el sentido de losobjetivos fijados por las políticas medioambientales actuales o en su contra.

Desgraciadamente, el presente informe no contiene sólo señales positivas. Recoge también ten-dencias negativas, en particular en la producción de residuos, el consumo de energía y el usointensivo de pesticidas. Por otra parte, otra serie de indicadores evolucionan en sentido positivo,pero de manera demasiado lenta para poder alcanzar los objetivos políticos antes de su fecha pro-puesta (por ejemplo, las emisiones de gases de efecto invernadero y la calidad del aire) o evitar da-ños importantes en el medio ambiente (en particular, la extracción de agua).

En mi opinión, estas tendencias negativas pueden imputarse a la lenta integración del medio am-biente en las políticas sectoriales. La evolución actual en algunos sectores - en particular, el trans-porte, el turismo y la agricultura - no responden a las exigencias medioambientales de cada uno deestos sectores, sobre todo en el uso del suelo y el desarrollo territorial. En estos sectores resulta portanto difícil conseguir un desarrollo más sostenible.

Las dificultades encontradas en el proceso de integración demuestran que existe una falta dereferencia y orientación relativos a las cuestiones fundamentales vinculadas al desarrollo sosteni-ble. ¿Qué esperamos de las políticas de transporte: más transportes o un acceso más fácil al traba-jo, a las escuelas, a los almacenes, a la familia y a los amigos? ¿Cuáles son nuestras expectativasrespecto al sector agrícola, una mayor cantidad o una mejor calidad de los alimentos, la conser-vación de los recursos naturales y el suministro de servicios (agua, paisajes, ocio, etc.)? Y final-mente, ¿qué esperamos del sector energético, más energía o la mejora en la calidad de vida gra-cias a una mejor concepción de edificios y equipamientos, la planificación física y las energíasrenovables? Estas cuestiones afectan no solamente a los sectores en cuestión sino que tienen quever con cada ciudadano europeo en su papel de consumidor. ¿Qué esperamos del futuro? ¿Undesarrollo económico en detrimento del capital natural, o una mejor calidad de vida para noso-tros y para las generaciones venideras gracias a una utilización eficaz y duradera de los recursosnaturales?

Como indica el Tratado de Amsterdam, la UE ha decidido evolucionar hacia un mejor medioambiente y un desarrollo sostenible. El sexto programa de acción sobre el medio ambienteanunciado por Margot Wallström (Comisaria europea de Medio Ambiente), las contribuciones na-cionales y de la UE al proceso de Rio+10, así como la participación de numerosos ciudadanos enestos procesos, deberían indicar la vía a seguir en el nuevo siglo.

Los informes anuales Señales medioambientales de la AEMA - así como los ejercicios en curso sobreindicadores sectoriales (sobre transporte, energía, agricultura, etc.) solicitados por el Consejo de

Prólogo

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Europa, deberían indicarnos el sentido y ritmo de nuestra marcha. Deberían también informarnossobre las tendencias y perspectivas. Los ejercicios sobre los indicadores nos permitirán definir nosólo los casos más graves (mencionando el nombre y la tendencia desfavorable) sino también lasmejores prácticas y los mayores éxitos (mencionando el nombre y la tendencia positiva) en relacióncon algunos ámbitos específicos. Debería ser también posible conocer qué está sucediendo a nivelsectorial, nacional, regional y local. Los indicadores deberían también favorecer un enfoque orien-tado a la acción - que permita a los sectores, países, regiones, comunidades locales y empresas com-petir por la excelencia medioambiental, una mejor calidad de vida y una actividad económica mássostenible.

Debemos estar a la altura del reto, y no será fácil: es preciso reforzar nuestro sistema de informa-ción para garantizar datos suficientes y fiables y detectar las tendencias y perspectivas. Sin embar-go, las ventajas son enormes. Espero que los indicadores que figuran en el presente informeconstituyan una primera etapa útil en este camino.

Domingo Jiménez-BeltránDirector EjecutivoNoviembre de 1999

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1. Introducción

El primero de la serie

El presente informe es el primero de la serie quela Agencia Europea de Medio Ambiente tieneprevisto elaborar periódicamente para los respon-sables políticos de alto nivel de los países miem-bros del EEE y de la Unión Europea. Su objetivo esinformar -mediante el uso de indicadores ambien-tales- de los progresos realizados en varios ámbitosde actuación política. El informe empieza tambiéna evaluar –con una selección limitada deindicadores– las causas que explican la situación aque se ha llegado en algunos de los principalesámbitos de actuación de la políticamedioambiental.

Otro importante objetivo de este informe es plan-tear preguntas como: ¿por qué se ha avanzado tan-to en el país X y por qué no han dado resultado laspolíticas adoptadas para resolver el problema Y?

Por limitaciones de espacio, resulta imposible in-cluir aquí toda la información necesaria para con-testar a estas preguntas. El lector interesado enobtener más información sobre los problemas am-bientales de Europa puede consultar los últimosinformes sobre el estado del medio ambiente pu-blicados por la AEMA (AEMA, 1998; AEMA,1999a). Además, en la página de la AEMA enInternet (http://www.eea.eu.int) se puede obte-ner información medioambiental detallada deámbito europeo, comunitario y nacional. Su servi-cio de información permite acceder a la mayorparte de las estadísticas en las que se basan losindicadores del presente informe, con lo que ellector podrá crear su propia versión de dichosindicadores. La base de datos STAR (un inventa-rio de objetivos de las políticas medioambientalesvigentes y de valores de referencia de lasostenibilidad) contiene información adicionalsobre los objetivos de las políticas nacionales y mul-tinacionales.

Este informe se ocupa de un conjunto de proble-mas medioambientales que son actualmente obje-to de debate político y de los cuales existen datosrecientes. Otros temas, como la gestión de las zo-nas costeras y el suelo, serán objeto de edicionesposteriores, y algunos de los problemas tratados enesta edición se revisarán con menos frecuencia.Por ejemplo, puede que la cuestión de loshumedales desde el punto de vista de la naturale-za y la biodiversidad vuelva a tratarse dentro de treso cuatro años, y la situación de otros hábitats pue-de abordarse en ediciones intermedias. En cadaedición, se escogerá también un tema específicorelacionado con los residuos, el estrés hídrico y losimpuestos ecológicos. Al final de cada capítulo se

enumeran algunos de los temas que se tratarán enel futuro.

Puede que algunos de los indicadores se revisencon menos frecuencia y que otros no vuelvan aaparecer por ser productos intermedios en el de-sarrollo de indicadores más estables. Algunos delos indicadores utilizados en el presente informe,como los que se mencionan en el capítulo sobrelos humedales, continúan sujetos a variaciones.Otros han encontrado aceptación internacional yson, en principio, estables. Sin embargo, en algu-nos casos sólo es posible presentar el primer año ouna primera generación del indicador por proble-mas de disponibilidad de datos. Los capítulos so-bre residuos, estrés hídrico y eutrofización contie-nen varios indicadores de este tipo. Un últimogrupo es el formado por los indicadores que pue-den considerarse estables y de los que existen se-ries cronológicas. Esos indicadores hacen referen-cia a objetivos y ofrecen una clara perspectiva delos progresos realizados o de la ausencia de ellos;en suma, se ajustan a los criterios que establece laOCDE para que un indicador medioambiental seconsidere adecuado. Los indicadores menciona-dos en los capítulos sobre contaminación atmosfé-rica y cambio climático pertenecen a esta catego-ría.

Con todo, la AEMA no tiene claro si debe dar alactual conjunto de indicadores (o incluso alsubgrupo de indicadores estables) la denomina-ción de “serie de indicadores medioambientalesde la AEMA”. El criterio de la AEMA es que, aun-que para simplificar la recogida de informaciónsobre el estado del medio ambiente en Europa, esnecesario disponer de un conjunto deindicadores aceptados, en cada informe deberíarealizarse una selección y presentación propia deesta familia de indicadores. En los próximos años,la AEMA y sus Centros Temáticos publicarán gru-pos de indicadores relativos a cada uno de los pro-blemas medioambientales de los que se ocupaesta Agencia. Se buscará el consenso sobre estasselecciones y se intentarán estabilizar losindicadores establecidos.

1.1. Selección y presentación de indicadores

Los dos criterios principales que se han seguidoen la selección de los indicadores que contiene elpresente informe han sido: la relevancia políticapara la mayoría de los países miembros de laAEMA, y la disponibilidad de datos adecuados enun número suficiente de países miembros.

Aunque tanto los indicadores como su análisis sesitúan dentro del marco FPEIR (Fuerzas motrices -

Introducción

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Presiones - Estado del medio ambiente - Impactos-Respuestas; véase la figura 1.1), no se han intenta-do establecer indicadores en cada una de sus cate-gorías. Como la mayor parte de la acción política secentra en los eslabones F y P de la cadena causal,los indicadores de mayor relevancia política sonlos que reflejan la evolución de las fuerzasmotrices o las presiones. También se han incluidoalgunos indicadores del estado del medio am-biente, bien por el interés que despierta en la opi-nión pública (por ejemplo, el aumento de la radia-ción ultravioleta como consecuencia de la destruc-ción de la capa de ozono), bien porque las políti-cas tienen objetivos de calidad (por ejemplo, lacontaminación atmosférica o la temperatura globalde la atmósfera). Aunque resulta difícil establecerindicadores de respuestas por falta de datos, sehan incluido en varios capítulos, como los quetratan el agotamiento del ozono estratosférico, loshumedales y, por supuesto, el impuesto ecológico.

Los indicadores que se refieren a varias categoríasFPEIR ofrecen una perspectiva de los procesos quetienen lugar en el medio ambiente y de la relaciónentre éste y las actividades humanas (AEMA,1999b). Los capítulos sectoriales del presente infor-me (consumo de energía, sector energético, trans-porte, agricultura e industria) contienen una seriede indicadores de la ecoeficiencia que combinanlas categorías F y P. En el capítulo dedicado a laeutrofización (véanse las figuras 13.2 y 13.4) se haceuna presentación combinada de fuerzas motrices ypresiones para ilustrar las relaciones existentes en-tre las distintas variables. Los gráficos relativos a losPaíses Bajos que contiene el capítulo sobre contami-nación atmosférica (véanse las figuras 10.16 y 10.17)combinan eficazmente fuerzas motrices, presiones yrespuestas en un único análisis.

Los indicadores que contiene el presente informeson de varios tipos (véase AEMA, 1999b). Para

cumplir con el objetivo de realizar una evaluaciónprecisa de los progresos realizados, se han inclui-do tantos indicadores de resultados como ha sido posi-ble (indicadores que entrañan o están relaciona-dos con objetivos). Sin embargo, también hay unnúmero importante de indicadores descriptivos. Estosreflejan la evolución de una variable, pero no es-tán relacionados con un objetivo concreto de ac-tuación política. No obstante, los objetivos cualita-tivos de estos indicadores (“aumentar...”, “estabili-zar...”) pueden incluirse en documentos políticos.Los indicadores de ecoeficiencia se utilizan, como ya seha dicho, en los capítulos sectoriales.

Dentro del marco anteriormente descrito, losindicadores se presentan con un formato estándar.La mayor parte de ellos se presentan a escala inter-nacional, indicando los totales correspondientes alos Estados miembros de la UE o de la AEMA. Estoes especialmente importante cuando existen acuer-dos internacionales para actuar sobre problemascontinentales o mundiales (por ejemplo, las emisio-nes de gases responsables del efecto invernadero) oen el caso de los procesos medioambientales gene-rales (por ejemplo, la invasión de los humedalespor los proyectos de infraestructuras). En la medidade lo posible y pertinente, se incluyen desglosesnacionales. Estos gráficos pueden ser de gran im-portancia para comparar la actuación de los distintospaíses en materia de medio ambiente, cuestionan-do las diferencias entre los más y los menos avanza-dos. La misma función tienen las tablas comparativasque aparecen al final de la mayoría de los capítulos,además de proporcionar estadísticas detalladas.

En algunos capítulos, los indicadores que reflejanuna evolución general, como en el caso del sumi-nistro de energía, van acompañados de unsubindicador que destaca tendencias concretasque requieren atención. Una característica impor-tante de estos subindicadores suele ser el ritmo alque se suceden los cambios. Aunque estos seanpequeños en términos absolutos, sí pueden serrepresentativos de nuevas tendencias significati-vas. Ejemplos de estas “señales significativas” sonel rápido crecimiento de la agricultura ecológica yla lenta progresión de las energías renovables.

Cada capítulo contiene además un cuadro en elque se describe una nueva e interesante respuestaa la degradación del medio ambiente. Aunquecada una de estas “historias de éxitos” puede te-ner un alcance reducido y su efecto individual nosiempre se refleja en las estadísticas europeas, elefecto global de éstas y muchas otras actuacionesno citadas por parte de los hogares, las industrias ylas administraciones, encabeza las tendencias posi-tivas que reflejan muchos de los indicadores in-cluidos en el presente informe.

En próximas ediciones se estudiarán con más deta-lle los indicadores utilizados para comparar la actua-ción de sectores o países y las “señales significativas”.Fuente: AEMA

Diagrama FPEIRFigura 1.1.

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1.2. Desarrollo actual de los indicadoresmedioambientales

En los últimos años, los indicadores medioam-bientales han dejado de limitarse a describir loscambios que se producen en el estado del medioambiente para convertirse en toda una familia degrupos de indicadores interrelacionados (véase lafigura 1.2).

En línea con la ampliación de la política ambientalpara integrar los problemas medioambientales enotros ámbitos de actuación política, se han desarro-llado indicadores sectoriales que reflejan las rela-ciones existentes entre el medio ambiente y lasactividades de los sectores sociales (transporte,energía, silvicultura, etc.). Estos indicadores, ade-más de reflejar la presión ambiental absoluta queejerce el sector en cuestión y su evolución en tér-minos de ecoeficiencia, ponen de manifiesto suscambios de tamaño y naturaleza y sus respuestasespecíficas a los problemas medioambientales.

Dentro de la UE se han creado grupos de trabajocon el fin de elaborar conjuntos de indicadores einformes de los progresos realizados para los Con-sejos respectivos. Este trabajo ha cumplido ya variasetapas.

Con respecto al transporte y el medio ambiente, se haelaborado una lista de unos treinta indicadores,que ya están desarrollados y que son objeto de uninforme que prepara Eurostat con estadísticas deapoyo. En el momento de publicarse el presenteinforme, la Agencia Europea de Medio Ambienteya ha efectuado una valoración de los progresosrealizados respecto a la integración del medio am-biente en las políticas del transporte (AEMA,2000). En el capítulo 5 se citan algunos de losindicadores más importantes de la mencionadalista de treinta.

En el caso de la energía y el medio ambiente, se ha pre-parado una lista de indicadores, pero todavía noha recibido aprobación formal. En esta lista se dis-tingue entre consumo de energía y generación deenergía, lo que también se refleja en el presenteinforme: los capítulos 3 (consumo de energía) y 4(sector energético) contienen una selección delos principales indicadores. Eurostat ha elaboradoun cuadernillo estadístico de indicadores energé-ticos, entre los que se incluyen la mayoría de losindicadores seleccionados para la elaboración deinformes sobre energía y medio ambiente(Eurostat, 1999).

En lo que se refiere al sector agrario y el medio ambien-te, hace muy poco que se ha comenzado a debatirel procedimiento de elaboración de informes. Elcapítulo 6 se basa principalmente en el trabajo dela Organización para la Cooperación y el Desarro-llo Económicos (OCDE) en relación con losindicadores agroambientales.

En otros sectores y ámbitos de actuación política -entre ellos la industria, el desarrollo y el mercadointerior- también se ha instado a la formulación deestrategias para la integración de las cuestionesmedioambientales y el desarrollo de indicadorespara observar su evolución. No obstante, hasta lafecha se ha avanzado muy poco en estos aspectos.

Los indicadores sectoriales y los indicadoresmedioambientales tradicionales coexisten y estáninterrelacionados. Los indicadores de problemascausados por las emisiones contaminantes pue-den reflejar las contribuciones sectoriales (véanse,por ejemplo, los capítulos sobre el cambioclimático y la contaminación atmosférica), mien-tras que los indicadores sectoriales pueden ponerde manifiesto la evolución de la contribución deun sector a los problemas del medio ambiente(véanse los perfiles sectoriales y los diagramas deecoeficiencia en los capítulos sectoriales).

La ampliación del ámbito de aplicación de las polí-ticas medioambientales también ha creado la nece-sidad de comunicar los principales problemas aotras partes interesadas. Por ejemplo, un ministrode Medio Ambiente puede tener que explicartodas sus preocupaciones a su colega de Transpor-tes en cinco frases. Ha sido esta necesidad la queha impulsado el concepto de los “indicadoresmedioambientales de cabecera” (figura 1.2).

Las caras que aparecen en los cuadros junto a cada indicador reflejan unavaloración concisa del mismo:

tendencia positiva hacia el cumplimiento del objetivo

evolución positiva, pero insuficiente para alcanzar el objetivo, otendencias contradictorias dentro del mismo indicador

tendencia desfavorable

Salvo que se indique explícitamente lo contrario, esta valoración se refiere a todo elperíodo contemplado en el indicador.

Fuente: AEMA

Introducción

Figura 1.2.Iniciativas en materia de indicadores

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La finalidad de los indicadores medioambientalesde cabecera es transmitir, tanto a los responsablesde la toma de decisiones como a la población engeneral, información clara y sencilla acerca de losprincipales factores que influyen en el estado delmedio ambiente y su evolución hacia lasostenibilidad. Los grupos de indicadores de cabe-cera son, por definición, pequeños. Se ha pro-puesto una lista de indicadores medioambientalesde cabecera referentes a la UE que comprendediez indicadores temáticos. Probablemente podríaañadirse un número similar de indicadores secto-riales.

Como la lista propuesta todavía no era definitivacuando se preparó el presente informe, no hasido posible incorporar aquí todos los indicadoresque contiene dicha lista, aunque sí algunos:

• emisiones de los tres principales gases conefecto invernadero: dióxido de carbono, meta-no y óxido nitroso (véase la figura 8.1);

• número de días de exposición de la poblacióna niveles de contaminantes superiores a lospermitidos por las normas comunitarias (véan-se las figuras 10.3 y 10.5);

• emisiones de gases acidificantes (véase la figu-ra 10.6);

• emisiones de precursores del ozono (véase lafigura 10.7);

• concentraciones de nitrógeno y fósforo en losgrandes ríos (véase la figura 13.1);

• extracción total de agua dulce (véase la figura12.2);

• consumo interior bruto de energía (véase lafigura 3.2);

• transporte de viajeros por diferentes medios(véase la figura 5.3).

1.3. Futuro del presente informe

La misión de la AEMA consiste en facilitar infor-mación oportuna, selectiva y fiable. Una de las con-secuencias prácticas del concepto de “informa-ción selectiva” es la coordinación de los principa-les informes de la AEMA para acontecimientospolíticos tales como conferencias ministeriales,elaboración de libros blancos y procesos de planifi-cación estratégica. Este informe se preparó justoantes del Consejo Europeo celebrado en Helsinki

en diciembre de 1999, con el objetivo de unificarlos mecanismos de información sectorial de la UEen lo referente a la integración y su coordinacióncon los indicadores de problemas medio-ambien-tales.

El próximo paso será realizar una evaluacióndetallada del presente informe y seguir mejo-rando su proceso de preparación. Al mismotiempo, se adoptarán medidas para ampliar sucobertura a los países en proceso de adhesión ala Unión Europea.

En consecuencia, está previsto que la próxima edi-ción del presente informe aparezca a finales de2001 y se tiene la intención de publicar una nuevaedición cada año a partir de entonces. La publica-ción de un informe de indicadores en las vísperasde 2002 servirá a distintos procesos políticos, entreellos la Conferencia de Río+10, la próxima Confe-rencia Paneuropea de ministros de Medio Am-biente que se celebrará en Kiev dentro del Progra-ma Medio Ambiente para Europa y la Conferenciade las Partes de la Cuenca Mediterránea que ten-drá lugar en 2001. También podrían prepararseinformes especiales basados en los indicadorespara esos acontecimientos, así como una ediciónpaneuropea especial del presente informe en2002. No obstante, ese proyecto paneuropeo sóloserá posible en cooperación con nuestras institu-ciones asociadas (la OCDE, la CEPE, Eurostat y elPNUMA), y siempre que se disponga de financia-ción.

1.4. BibliografíaAEMA (1998). El medio ambiente europeo: segunda eva-luación. Agencia Europea de Medio Ambiente,Copenhague.

AEMA (1999a). El medio ambiente en la Unión Europeaen el umbral del siglo XXI. Informe sobre el medioambiente nº 2. Agencia Europea de Medio Am-biente, Copenhague.

AEMA (1999b). Environmental indicators: typologyand overview. Informe técnico nº 25. Agencia Euro-pea de Medio Ambiente, Copenhague.

AEMA (1999c). A checklist for state of the environmentreporting. Informe técnico nº 15. Agencia Europeade Medio Ambiente, Copenhague.

AEMA (2000). Are we moving in the right direction?Indicators on transport and environment integration inthe EU. (En preparación). Agencia Europea deMedio Ambiente, Copenhague.

Eurostat (1999). Integration indicators for energy. Se-rie de indicadores esenciales. Comunidades Euro-peas, Luxemburgo.

Agrupaciones de países que se utilizan en el presente informe:

UE: Alemania, Austria, Bélgica, Dinamarca, España, Finlandia, Francia, Grecia,Irlanda, Italia, Luxemburgo, Países Bajos, Portugal, Reino Unido y Suecia.

AEMAE: UE + Islandia, Liechtenstein y Noruega.

Países nórdicos: Finlandia, Islandia, Noruega y Suecia.

Europa central: Alemania, Austria, Bélgica, Dinamarca, Irlanda, Liechtenstein,Luxemburgo, Países Bajos y Reino Unido.

Europa meridional: España, Francia, Grecia, Italia y Portugal.

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2. La integración de los aspectosambientales en las políticas sectoriales

En su reunión de junio de 1998 en Cardiff, el ConsejoEuropeo emplazó a sus respectivos Consejos a formularestrategias encaminadas a integrar las cuestiones am-bientales en sus políticas sectoriales y a elaborar conjuntosde indicadores para la evaluación de los progresos reali-zados. Los indicadores sectoriales pueden utilizarse paraevaluar los progresos realizados en cada sector y sirventambién para efectuar comparaciones intersectoriales. Lospocos indicadores seleccionados que se utilizan en el pre-sente informe revelan la existencia de desviaciones de losobjetivos marcados en los sectores de la energía y el trans-porte. En ambos casos, los precios incentivan el alejamien-to de dichos objetivos. En el sector agrícola, losindicadores apuntan, por un lado, a la continuidad dela intensificación, y, por otro, a un aumento de la ges-tión agroambiental (en zonas concretas).

En el 5º Programa de acción en materia de me-dio ambiente ya se mencionaba la integración delas cuestiones ambientales en las políticas secto-riales como uno de los principales ámbitos deactuación política. El Consejo Europeo de Cardiffimpulsó la organización práctica del proceso deformulación de las estrategias de integración y delos informes de progreso correspondientes. Enlos capítulos siguientes se evalúan los progresosrealizados en cada uno de los sectores, en fun-ción de determinados indicadores. En este capí-tulo se analizan los avances observados en los dis-tintos sectores comparados.

Aunque se observan considerables diferencias deun sector a otro, cabe señalar ciertos rasgos comu-nes en el proceso de integración (AEMA, 1999a y1999b):

• ¿Qué características de tamaño y forma del sectorson determinantes en relación con el medioambiente? ¿Cómo se han desarrollado a lolargo del tiempo? Por ejemplo, los principa-les aspectos del sector del transporte son laevolución hacia la movilidad total y la distri-bución modal; en el caso de la energía, lascuestiones fundamentales son la evolucióndel consumo de energía y la opción entrecombustibles fósiles, energías renovables yenergía nuclear; y las características principa-les del sector agrícola son la productividad yel sistema productivo empleado.

• ¿Se ha registrado en el sector un cambio, favo-rable o desfavorable, sobre el medio ambiente?

• ¿Cómo ha evolucionado la ecoeficiencia delsector? En otras palabras: los productos y ser-vicios comercializados, ¿se producen utilizan-do menos recursos y energía y emitiendomenos contaminación por unidad de pro-ducción?

• ¿Cuánto se ha avanzado en la aplicación demedidas de integración del mercado, institucio-nal y de gestión?

2.1. Progresos realizados de cara a laintegración

La evolución de los distintos sectores, tanto en suforma como en su tamaño, pone de manifiestouna situación dispar. En el sector del transportese aprecia una clara tendencia a la desviación conrespecto a los objetivos fijados en las políticas: eltransporte de viajeros y mercancías ha ido enconstante aumento, más por carretera que porotras modalidades (véanse las figuras 5.3 y 5.4).En el sector energético se observa una situaciónsimilar: ha aumentado el consumo de energía,siendo este aumento mayor en el caso de los com-bustibles fósiles y más limitado en el caso de lasenergías renovables (véanse las figuras 3.3 y 3.4).En el sector agrícola, los indicadores apuntan aque se ha producido una división entre las zonasdonde continúa la explotación intensiva –con unmayor consumo de fertilizantes y pesticidas porhectárea (véanse las figuras 6.3 y 6.5)– y un nú-mero cada vez mayor de zonas con regímenes es-peciales de gestión. En la industria no hay datossuficientes para realizar una evaluación de estetipo, que debería tener en cuenta la evoluciónmundial del comercio y la globalización.

Los progresos realizados en materia de eficienciaambiental reflejan tendencias comunes a todoslos sectores. Todavía no se ha producido una rup-tura significativa del vínculo existente entre laevolución de la producción y las emisiones, salvoen el caso del dióxido de azufre (figura 2.1). Lasemisiones de esta sustancia, así como las de óxi-dos de nitrógeno, han disminuido mucho, aun-que no tanto las de dióxido de carbono. En elsector del transporte existe un fuerte vínculoentre el transporte propiamente dicho, el consu-mo de energía y las emisiones de dióxido de car-bono. En el sector energético, la ligera rupturadel vínculo existente entre las emisiones dedióxido de carbono y la producción se debe prin-cipalmente al cambio del carbón y del petróleopor el gas natural en las centrales eléctricas, y alaumento de la producción de energía nuclear.La mejora de la ecoeficiencia en sectores tancruciales como el transporte y la agricultura hasido menor que en los sectores industrial y ener-gético.

Lamentablemente, las evaluaciones deecoeficiencia se limitan en la actualidad a la con-

La integración de los aspectos ambientales en las políticas sectoriales

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Señales medioambientales 200012

taminación atmosférica y a una serie de insumosque se utilizan en los distintos sectores. Todavíano existe información coherente y sistemáticasobre la producción de residuos y otros efectosen el medio ambiente.

Los informes sobre el estado de aplicación de lasmedidas de integración se limitan en la actuali-dad a la cuestión del “precio justo”, es decir, a losinstrumentos económicos. Está preparada ya unadescripción más cualitativa de los progresos reali-zados en materia de integración (AEMA 2000b).

Aunque los impuestos son una parte muy impor-tante del precio de la energía, los precios realesde casi todos los combustibles han caído durantelos diez últimos años (figura 3.5). Por lo tanto, noexiste ningún incentivo económico para ahorrarenergía. En el sector del transporte ha ocurridoalgo similar. Los datos facilitados por Dinamarca yel Reino Unido (AEMA, 2000a) revelan que elprecio del transporte público ha aumentado conmás rapidez, y en mayor cuantía, que el del trans-porte privado. De este modo, el incentivo de losprecios del transporte es contrario a los objetivospolíticos marcados. Por lo tanto, es necesarioadoptar nuevas iniciativas en el ámbito de las po-líticas, tanto en el sector energético como en eldel transporte, para invertir estas tendencias.

En el sector agrícola se han venido utilizandoinstrumentos económicos durante muchos años,en forma de contratos de gestión encaminados ala conservación del medio ambiente y del paisaje.En comparación con la financiación total disponi-ble para este sector, la cuantía de estas medidasagroambientales es muy reducida. Hay muchamenos experiencia en la inclusión de los costesmonetarios que comportan los efectos ambienta-les de la agricultura en el precio de los productosagrarios. Tan sólo tres Estados miembros de la UEy Noruega han establecido impuestos sobre lospesticidas, y únicamente dos (incluida Noruega)aplican un impuesto sobre los fertilizantes (véaseel capítulo 6). Dada la posible tendencia a la in-tensificación local de la agricultura, puede quelos impuestos y gravámenes sobre los insumos yproductos agrarios adquieran mayor importanciaen el futuro.

En el sector industrial se aplican principalmentegravámenes, que no están incluidos en las esta-dísticas disponibles en materia fiscal (véase elcapítulo 15). La mayoría de ellos gravan los pro-ductos de los procesos industriales y, al igual queen el sector agrícola, no es habitual que se esta-blezcan impuestos sobre los insumos (impuestossobre los recursos).

Fuente: AEMA

Figura 2.1. La ecoeficiencia en los cuatro sectores, en función de lasemisiones de los principales contaminantes atmosféricos

Page 13: Señales medioambientales 2000

13

Fuente: AEMA

2.2. Bibliografía

AEMA (1999a). El medio ambiente en la Unión Euro-pea en el umbral del siglo XXI. Agencia Europea deMedio Ambiente, Copenhague.

AEMA (1999b). Towards a common framework for theassessment of progress in environment-sector integration.(En preparación). Informe técnico. Agencia Eu-ropea de Medio Ambiente, Copenhague.

AEMA (2000a). Are we moving in the right direction?Indicators on transport and environment integration inthe EU. (En preparación). Agencia Europea deMedio Ambiente, Copenhague.

AEMA (2000b). Monitoring progress towardsintegration. (En preparación). Agencia Europeade Medio Ambiente, Copenhague.

La integración de los aspectos ambientales en las políticas sectoriales

Figura 2.1.La ecoeficiencia en los cuatro sectores, en función de lasemisiones de los principales contaminantes atmosféricos

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Señales medioambientales 200014

3. El consumo de energía

El consumo de energía en los países miembros de laAEMA aumentó entre 1985 y 1997. Los precios realesde casi todos los combustibles se mantuvieron bajos du-rante este período, lo cual explica en parte por qué seconsume tanta energía. Además, los impuestos quegravan la energía no han compensado la caída de losprecios.

En este capítulo se trata la cuestión de la ener-gía desde el punto de vista de su generación,transformación y consumo en todos los ámbi-tos de la sociedad. El capítulo siguiente se cen-tra en el sector energético, es decir, el sectorde la economía responsable de la producciónde la energía que necesitan el resto de los sec-tores (transporte, usos domésticos, industria).

La política energética comunitaria se basa entres “pilares” u objetivos básicos: competitividadgeneral; seguridad del suministro; y proteccióndel medio ambiente (Comisión Europea, 1995).

Para lograr esto último, es esencial cumplir losobjetivos acordados a escala internacional sobrelas emisiones de gases responsables del efectoinvernadero (véase el capítulo 8) y sobre conta-minantes atmosféricos (capítulo 10); el consumode energía es el principal causante de la mayoríade las emisiones a que se refieren dichos objeti-vos (figura 3.1).

Las emisiones de dióxido de azufre derivadas delconsumo de energía disminuyeron notablemen-te entre 1980 y 1996 (véase también la figura10.8). En 1996, la UE en su conjunto cumplió losobjetivos de emisión de dióxido de azufre esta-blecidos para el año 2000 en el segundo Protoco-lo sobre el azufre del Convenio de la CEPE sobrecontaminación atmosférica transfronteriza a lar-ga distancia (CLRTAP). Las emisiones de óxidosde nitrógeno también disminuyeron durante elmismo período (véase también la figura 10.10),pero en menor medida.

Figura 3.1. Emisiones atmosféricas causadas por el consumo de energía, como porcentaje de las emisiones totalesregistradas en los Estados miembros de la Unión Europea, 1996

Fuente: AEMA-CTE/EA

indicador cuestión a examinar FPEIR valoración

intensidad energética ¿sigue siendo necesario aumentar el consumo fuerza motrizde energía para promover el crecimiento económico?

oferta energética ¿se ha logrado reducir el consumo total de energía? fuerza motriz

cuota de las energías ¿aumenta el porcentaje de utilización de las fuerza motrizrenovables en la oferta energías renovables?energética

precio de la energía ¿la evolución de los precios incentiva la reducción fuerza motrizdel consumo de energía?

impuestos sobre ¿la evolución de los impuestos incentiva la respuestala energía disminución del consumo de energía?

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15

Las emisiones comunitarias totales de dióxidode carbono procedentes de todo tipo de fuentes(incluido el consumo de energía) permanecie-ron estables entre 1990 y 1996 (véase la figura8.3), mientras que las emisiones debidas exclu-sivamente al consumo de energía –la principalfuente de emisión de este gas responsable delefecto invernadero– aumentaron casi un 1,5%durante el mismo período. Este incremento vie-ne a subrayar la necesidad de adoptar nuevasiniciativas en este ámbito con el fin de cumplirel objetivo del Protocolo de Kioto.

En los capítulos 8 y 10 se enumeran los facto-res que contribuyen a reducir las emisiones.

3.1. Tendencias de la intensidad energética

El consumo de energía en los países miembros dela AEMA no ha dejado de aumentar a lo largo delúltimo decenio (tabla 3.1). La intensidad energé-tica -es decir, la cantidad de energía necesaria paraproducir una unidad de producto interior bruto(PIB)- ha experimentado una disminución gra-dual, que ha sido insuficiente para que el PIB pu-diese crecer sin aumentar el consumo de energía(figura 3.2). Entre 1985 y 1997, el PIB de los paí-ses miembros de la AEMA aumentó un 34% entérminos reales, frente al 13% de incremento delsuministro de energía. La intensidad energéticase redujo a razón de un 1,4% anual de media du-rante el mismo período. La mayor parte de estacaída se produjo entre 1985 y 1990, con una re-ducción anual media del orden del 2%. Entre1991 y 1997, la reducción fue mucho menor (-0,9%). En la UE se observaron niveles similares.

Resulta difícil determinar el efecto que han tenidolas iniciativas adoptadas para promover la eficien-cia energética -como los programas comunitariosTHERMIE y SAVE, los acuerdos ambientales y eletiquetado ecológico- sobre la disminución globalde la intensidad energética. Se considera que lareducción observada en los países miembros de laAEMA no es mucho mayor que la mejora que cabríaesperar en “condiciones normales”, es decir, comoconsecuencia de las inversiones en nuevos bienesde equipo y de las medidas de ahorro económicovinculadas a la prevención del despilfarro energéti-co. La mejora de la eficiencia energética podríapues ser independiente de las mencionadas inicia-tivas. La limitada reducción de la intensidad ener-gética que se registró en la UE de 1991 a 1997 esinferior a la previsión inicial de la Comisión Euro-pea para el período comprendido entre 1990 y2000 (Comisión Europea, 1996). Este dato pareceindicar que hay margen para adoptar nuevas inicia-tivas que contribuyan a incrementar la eficienciaenergética y para mejorar la aplicación de las yaexistentes.

Entre 1985 y 1997, el petróleo fue la principalfuente de energía en los países miembros de la

Nota: El consumo interiorbruto de energía es lacantidad total de energíaempleada en la transformaciónen otros productos (enespecial, electricidad y calor) yen el consumo directo.Fuente: Eurostat

Figura 3.3.Fuentes de energía en los países miembros del EEE,1985-1997

Fuente: Eurostat

El crecimiento económico sigue demandando un consumo adicional deenergía. No se ha conseguido romper el vínculo entre el crecimiento delproducto interior bruto y el aumento del consumo de energía.

El consumo de energía

Figura 3.2.Suministro de energía en comparación con el producto interiorbruto en los países miembros de la AEMA, 1985-1997

La oferta de energía en los países miembros del EEE continúadependiendo de combustibles que tienen o pueden tener importantesefectossobre el medio ambiente (los combustibles fósiles y la energía nuclear).

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Señales medioambientales 200016

AEMA (figura 3.3). El carbón fue el segundo com-bustible más importante en el decenio de losochenta, pero se vio desplazado por el gas a partirde 1992. El consumo de gas pasó del 16% del con-sumo interior bruto de energía en 1985 al 21% en1997, lo que supone un aumento aproximado del50%. En 1997, la energía nuclear aumentó hastacasi el 15% del consumo interior bruto de ener-gía, mientras que las energías renovables repre-sentaron tan sólo algo más del 6% (el 5,8% en laUE) (figura 3.4 y tabla 3.2).

Pese al aumento en el uso de las energías renova-bles, el potencial de estas fuentes de energía parareducir las emisiones de dióxido de carbono yotros contaminantes dista mucho de convertirseen una realidad. Si ha de cumplirse el objetivocomunitario de que el 12% de la energía utiliza-da en el año 2010 sea renovable, será necesarioadoptar importantes iniciativas adicionales.

Como parten de una implantación menor, laaportación al suministro total de las energíasrenovables más conocidas (energías eólica ysolar) es marginal. Sin embargo, en muchos delos países miembros de la AEMA se ha registra-do un crecimiento significativo. En términosrelativos, las energías eólica y solar térmica hanexperimentado un fuerte aumento en Alema-nia, Dinamarca y Grecia. Esto es fruto del interéspúblico y privado por el desarrollo de la energíaeólica, en el caso de Alemania y Dinamarca, y delos calentadores de agua solares, en el caso deGrecia.

Los programas comunitarios THERMIE yALTENER, así como los programas nacionales desubvención de las energías renovables, son políti-cas encaminadas a aumentar la utilización de es-tas energías. En algunos Estados de la Unión, losprecios de la electricidad producida a partir deenergías renovables están garantizados. La Comi-sión Europea prepara actualmente un proyectode directiva que pretende conseguir que los ac-tuales sistemas nacionales de apoyo a la electrici-dad obtenida de fuentes renovables sean compa-tibles en el contexto de los mercados liberaliza-dos de la UE. Algunos Estados miembros tambiénhan adoptado iniciativas de actuación “de abajo aarriba”, por las que los consumidores puedencomprar “electricidad verde” pagando un preciocon prima, a través de fondos o directamente(véase el cuadro “Opciones para el cliente” en elcapítulo 4).

En 1996, las fuentes renovables representaban enpromedio el 9,3% de la electricidad generada enla UE, aunque existen variaciones considerablessegún los Estados miembros (véase la figura 4.5).

3.2. Tendencias de los precios de la energía

Una de las razones más probables de que se utili-ce tanta energía es su bajo precio (figura 3.5).A lo largo de la historia, tan sólo se han regis-trado caídas bruscas de la demanda en dos oca-siones, a causa de las subidas de precios provo-cadas por las crisis del petróleo de 1973 y 1979.

Después de 1985, los precios de los combusti-bles bajaron, debido principalmente a la caídadel precio del petróleo en 1986, y a que losprecios del resto de los combustibles suelen irligados a éste. Otras causas fueron el procesode liberalización de los mercados de la energíaen algunos Estados de la Unión y la crecienteliberalización del comercio mundial, con laposibilidad de acceder a nuevos suministros decombustible. Asimismo se espera que la cre-ciente liberalización del mercado interior de laenergía de la UE comporte, en el contexto po-lítico actual, cierta reducción de los precios.

Entre 1985 y 1996, los precios que más bajaronfueron los del fuelóleo pesado y el gas natural deuso industrial (con un promedio del 7,9% y del7,3% anual, respectivamente). En el mismo pe-ríodo, los precios que menos bajaron fueron losde la electricidad doméstica y la gasolina súpercon plomo, del orden del 1% anual la primera ydel 1,3% la segunda, en términos reales.

Durante el decenio de los noventa, los preciosde los combustibles para el transporte subie-ron en términos reales. Sin embargo, apenas seobservó reacción en la demanda, demostrán-dose “la baja elasticidad de la demanda de

Fuente: Eurostat

Las energías renovables continúan representando un pequeño porcentajedel suministro total en los países miembros de la AEMA.

Figura 3.4.Porcentaje del suministro total que representan lasenergías renovables en los países miembros de laAEMA, 1985-1997

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17

Notas: Los precios indicadosson reales, es decir, noincluyen el efecto de lainflación, aplicándose a esteefecto los valores de 1990. Lamayoría de estos precios sonfinales, con todos losimpuestos incluidos. Se haexcluido el impuesto sobre elvalor añadido que se aplica ala industria y al gasóleo. Véaseen Eurostat (1999) cómo sehan calculado los preciosmedios en la UE.Fuente: DG de Energía

Entre 1985 y 1996, los precios de todos los combustibles se mantuvieron bajos en términos reales, por loque el incentivo que se ofrecía para la reducción del consumo de combustible era muy escaso.

El consumo de energía

Figura 3.5.Precios medios reales (1990) de la energía en los Estados miembros de la UE, 1985-1996

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Señales medioambientales 200018

Figura 3.6. Impuestos como porcentaje del precio final de la energía en los Estados miembros de la UE, 1990-1997

Nota: La carga fiscal que seaplica a los precios industriales

de la energía comprendetanto impuestos no deducibles

como el impuesto sobre elvalor añadido.

Fuente: Eurostat

La carga fiscal, en proporción al preciofinal, ha aumentado en casi todos loscombustibles. Sin embargo, ni la bajada delos precios antes de impuestos ni la escasarelación entre demanda y precio hancontribuido a incentivar la reducción delconsumo de energía.

Page 19: Señales medioambientales 2000

19

transporte en relación al precio”. El gasóleo deautomoción se ha mantenido mucho más baratoque la gasolina sin plomo, por lo que los propie-tarios de automóviles particulares no tienen nin-gún motivo para cambiar a esta última, que esmenos contaminante.

Si no hubieran aumentado los impuestos quese aplican a muchos combustibles (figura 3.6),los precios finales de éstos hubieran bajado aúnmás entre 1990 y 1997, por lo que el incentivopara consumir más combustible podría habersido aún mayor.

Sin embargo, la carga fiscal que soportan loscombustibles revela más el interés por recau-dar que por reducir el consumo. La recauda-ción de estos impuestos en la UE pasó de100.000 millones de ecus en 1990 a 158.000millones en 1997 (véase el capítulo 15). Apartedel incremento de la carga fiscal, este aumentorefleja el crecimiento del consumo.

Las políticas fiscales difieren según el tipo decombustible y según se trate del sector domés-tico, industrial o del transporte. La carga fiscal

es más elevada en los combustibles para el trans-porte y mucho más baja en el sector industrial,donde a menudo se otorgan exenciones a in-dustrias de gran intensidad energética. Estehecho refleja el deseo de los gobiernos de noperjudicar la competitividad de sus industriasen los mercados internacionales.

Los impuestos domésticos sobre el gas natural,del orden del 16% del precio final, fueron losmás bajos de todos los impuestos aplicados a loscombustibles en 1997. El tipo impositivo aplica-do al gasóleo de calefacción fue mucho másalto. La reducción de la carga fiscal revela, enparte, la preocupación política por el hecho deque la subida de los impuestos pueda aumentarel coste de la calefacción doméstica. La energíasuele considerarse un derecho fundamental delconsumidor, por lo que los gobiernos tienen laresponsabilidad de garantizar su disponibilidad,distribución y un precio justo, a través de instru-mentos reglamentarios y fiscales.

Notas: Liechtenstein no estáincluida en ninguno de lostotales de la AEMA. Islandia noestá incluida en el total de laAEMA correspondiente a 1997.Fuente: Eurostat

El consumo de energía

Tabla 3.1.Consumo interior bruto de energía per cápita en los países miembros de la AEMA

1985 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997

Alemania 4,6 4,5 4,3 4,2 4,1 4,1 4,1 4,3 4,2

Austria 3,1 3,3 3,5 3,2 3,2 3,2 3,3 3,4 3,5

Bélgica 4,4 4,7 4,9 5,0 4,8 4,9 5,0 5,3 5,4

Dinamarca 3,8 3,5 3,9 3,7 3,8 3,9 3,9 4,4 4,1

España 1,9 2,3 2,4 2,4 2,3 2,5 2,6 2,6 2,7

Finlandia 5,5 5,7 5,8 5,6 5,8 6,0 5,7 6,0 6,4

Francia 3,7 3,9 4,1 4,0 4,1 3,9 4,0 4,2 4,1

Grecia 1,8 2,2 2,2 2,2 2,2 2,3 2,3 2,4 2,4

Irlanda 2,5 2,9 2,9 2,9 2,9 3,1 3,1 3,2 3,4

Islandia 7,2 8,2 7,7 7,7 7,9 7,9 8,0 8,4 n/a

Italia 2,4 2,7 2,8 2,8 2,7 2,7 2,8 2,8 2,9

Luxemburgo 8,5 9,3 9,7 9,7 9,7 9,3 8,1 8,2 8,0

Noruega 4,9 5,1 5,2 5,2 5,4 5,4 5,4 5,3 5,6

Países Bajos 4,2 4,5 4,6 4,6 4,6 4,6 4,8 4,9 4,8

Portugal 1,2 1,7 1,8 1,9 1,9 1,9 2,0 2,0 2,1

Reino Unido 3,6 3,7 3,7 3,7 3,7 3,8 3,8 4,0 3,8

Suecia 5,6 5,5 5,6 5,3 5,3 5,6 5,7 5,8 5,7

UE 3,46 3,61 3,67 3,62 3,60 3,60 3,67 3,80 3,76

AEMA 3,48 3,63 3,69 3,64 3,63 3,62 3,70 3,82 3,78

Unidad: toneladas equivalentes de petróleo (tep) per cápita

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Señales medioambientales 200020

3.3. Bibliografía

Comisión Europea (1995). Libro Blanco - Unapolítica energética para la Unión Europea.COM(95)682 final. Comisión Europea, Bruse-las.

Comisión Europea (1996). European Energy to2020. A scenario approach. Energy in Europe,special issue. Comisión Europea, Bruselas.

Comisión Europea (1997). Comunicación de laComisión - Energía para el futuro: fuentes de energíarenovables - Libro Blanco para una estrategia y unplan de acción comunitarios. COM(97)599 final.Comisión Europea, Bruselas.

Notas: Liechtenstein no estáincluida en ninguno de los

totales de la AEMA. Islandia noestá incluida en el total de la

AEMA correspondiente a 1997y se utilizan los datos de 1996

para su porcentaje específicode renovables.

Fuente: Eurostat

Tabla 3.2. Participación de las energías renovables en el consumo interior bruto de energía de los países miembrosde la AEMA, %

Comisión Europea (1998a). Comunicación de laComisión - Consolidar la integraciónmedioambiental en la política energética comunita-ria. COM(1998)571 final. Comisión Europea,Bruselas.

Comisión Europea, DG de Energía (1998b).Energy in Europe. 1998 annual energy review,special issue. Comisión Europea, Bruselas.

Eurostat (1999). Integration indicators for energy.Key indicators series. Comunidades Europeas,Luxemburgo.

Porcentaje (todas las renovables) (%) Porcentaje en 1997 (%)1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 Hidro Biomasa, Geotérmica,

-eléctrica residuos eólica, solar,otras

Alemania 1,6 1,6 1,7 1,7 1,8 1,9 1,8 2,3 0,4 1,7 0,1

Austria 22,4 20,7 23,3 24,3 22,4 23,1 23,4 23,3 10,9 12,4 0,0

Bélgica 1,6 1,5 1,5 1,4 1,4 1,6 1,5 1,4 0,0 1,1 0,2

Dinamarca 6,3 6,4 6,7 6,9 7,0 7,3 6,8 8,0 0,0 7,1 0,8

España 6,7 6,6 5,7 6,5 6,5 5,7 7,2 6,5 2,8 3,6 0,1

Finlandia 18,5 18,2 19,2 19,7 19,2 21,4 19,8 20,7 3,2 17,0 0,5

Francia 5,4 7,0 7,2 6,9 7,4 7,3 6,9 6,6 2,2 4,3 0,1

Grecia 5,0 5,5 5,0 5,2 5,1 5,4 5,4 5,3 1,3 3,6 0,5

Irlanda 1,6 1,7 1,6 1,6 2,2 2,0 1,6 1,8 0,5 1,3 0,0

Islandia 63,2 65,5 64,3 63,4 62,8 64,4 61,8 18,1 0,0 43,7

Italia 5,4 5,9 5,9 6,1 6,4 5,6 6,0 7,9 2,1 4,0 1,8

Luxemburgo 1,3 1,2 1,3 1,2 1,3 1,4 1,2 1,4 0,2 1,2 0,0

Noruega 52,2 46,6 48,2 47,4 45,1 47,6 42,5 41,2 38,3 2,9 0,1

P. Bajos 1,3 1,3 1,3 1,3 1,4 1,4 1,7 2,0 0,0 1,9 0,1

Portugal 15,8 15,6 13,2 15,9 16,0 13,9 17,9 16,9 5,3 11,3 0,3

Reino Unido 0,5 0,5 0,7 0,7 0,9 1,0 0,9 0,9 0,2 0,7 0,0

Suecia 24,6 22,7 26,4 27,3 23,8 25,6 22,7 26,7 11,8 14,9 0,0

UE 4,7 5,0 5,2 5,3 5,4 5,3 5,4 5,8 1,8 3,7 0,3

AEMA 5,5 5,7 5,9 6,0 6,0 6,0 5,9 6,4 2,4 3,7 0,3

Page 21: Señales medioambientales 2000

21

4. El sector energético

Los combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas natu-ral) siguen siendo la principal fuente de energía enla producción de electricidad. La energía nucleartiene gran importancia en varios países miembros de laAEMA. A pesar del fuerte crecimiento experimentadorecientemente por las energías eólica y solar en algunosEstados miembros, las energías renovables constituyenun pequeño porcentaje de la electricidad generada. En-tre éstas, la más importante sigue siendo la energía hi-droeléctrica (generada en su mayor parte en grandescentrales). La producción combinada de calor y electri-cidad es aún escasa, si se compara con el objetivo comu-nitario, a pesar de la evolución observada en algunosEstados miembros.

La principal actividad del sector energético es laproducción de electricidad, la mitad de la cual segenera en centrales térmicas que utilizan com-bustibles fósiles. La fuerza motriz más importantedel sector es la política nacional y comunitariadirigida a liberalizar los mercados y promover lacompetencia. El aumento de la competencia po-dría ser beneficioso para el medio ambiente, yaque podría dar lugar a tecnologías de producciónmás eficientes. Sin embargo, también podría ocu-rrir que bajasen los precios, con lo que estos bene-ficios se verían anulados por un aumento de lademanda de energía y, por consiguiente, de lasemisiones contaminantes. Teniendo en cuentaesta situación macroeconómica y la actual tenden-cia al crecimiento del consumo de energía, unobjetivo interno importante del sector es el deaumentar la eficiencia ambiental de su propia pro-ducción.

4.1. La ecoeficiencia en el sector energético

La eficiencia de las centrales térmicas convencio-nales experimentó una pequeña mejora gradual,del 36% al 39%, entre 1985 y 1996, atribuible so-bre todo a la mejora “normal” de las mismas y a larenovación de las instalaciones (figura 4.1). En

otras palabras, alrededor del 60% de la energíaalimentada se “pierde” en forma de calor duranteel proceso de producción de electricidad. No todoeste calor generado se pierde realmente, ya queparte del mismo se utiliza en aplicaciones locales.Además, algunos países han invertido en la cons-trucción de centrales de producción combinadade calor y electricidad para alimentar sistemas decalefacción colectiva y para uso industrial (véase lafigura 4.6). Como estas aplicaciones tienen unalcance limitado, no afectan a la magnitud de laspérdidas de energía en la UE. Esta escasa mejorade la eficiencia indica que el sector ha reducido su

Nota: La produccióntermoeléctrica se define comoel proceso de producción deelectricidad a partir decombustibles (carbón, gasnatural, petróleo, residuos obiomasa) o fuentes de calorexistentes (energíageotérmica).Fuente: Eurostat

La eficiencia media de las centrales térmicasaumenta de forma constante, perolentamente

El sector energético

Figura 4.1.Eficiencia energética de las centrales térmicas en losEstados miembros de la UE

indicador cuestión a examinar FPEIR valoración

eficiencia energética de ¿ha mejorado la eficiencia global del proceso fuerza motrizlas centrales térmicas principal en el sector?

intensidad de las emisiones ¿se ha logrado romper el vínculo entre la actividad presiónen el sector energético económica del sector y las emisiones?

suministro eléctrico ¿se ha reducido la dependencia del sector fuerza motrizpor fuente de los combustibles fósiles?

participación de las energías ¿ha aumentado la participación de las energías fuerza motrizrenovables en la generación renovables?de electricidad

participación de la producción ¿se han explorado todas las posibilidades de la fuerza motrizcombinada de calor y producción combinada de calor y electricidad?electricidad (CHP) en lageneración de electricidad

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impacto ambiental, en su mayor parte, gracias a lasmodificaciones de los procesos de generación (in-cluida la sustitución de combustibles) y a la aplica-ción de tratamientos al final de los mismos. Hastaahora, este criterio ha dado buenos resultados conla mayoría de los contaminantes atmosféricos tradi-cionales, excepto con el dióxido de carbono (figura4.2). El sector tiene que desempeñar un importan-te papel en la solución de los problemas relaciona-dos con el cambio climático y la lluvia ácida, ya quees la principal fuente de emisión de dióxido deazufre y una de las más importantes de dióxido decarbono y óxidos de nitrógeno (figura 4.3).

Las emisiones de dióxido de azufre (figura 4.2)han disminuido en parte como consecuencia dela Directiva sobre grandes instalaciones de com-bustión, en la que se establecen límites a las emi-siones de dióxido de azufre, óxidos de nitrógenoy partículas de las centrales eléctricas. Esta Direc-tiva ha dado lugar a diversas mejoras técnicas.Además, el cambio del carbón por el gas naturalen la producción de electricidad ha contribuidoa reducir las emisiones de dióxido de carbono ytambién las de otros gases ácidos. Este cambio seha debido a la mayor disponibilidad del gas natu-ral, a los cambios que la UE y algunos Estadosmiembros han realizado en su legislación con elfin de permitir el consumo de este gas en la pro-ducción de electricidad, a la reducción de lassubvenciones al carbón en varios Estados miem-bros y a la liberalización de los mercados comu-nitarios del gas y la electricidad. La reestructura-ción del sector en la antigua Alemania orientaltambién ha contribuido a reducir las emisionesde dióxido de carbono y gases ácidos.

La Directiva sobre prevención y control inte-grados de la contaminación (IPPC) estableceque las centrales deben aplicar las mejores téc-nicas disponibles (MTD) para reducir la conta-

Nota: Emisiones procedentes de la producción combinada de calor y electricidad en el sector público,del refino del petróleo y de la fabricación de combustibles sólidos. Esta definición del sector energéticocorresponde a la categoría 1A1 del IPCC. La definición que se hace del sector en el presentedocumento no comprende las emisiones por fugas derivadas de las actividades de prospección,producción, almacenamiento y transporte de combustibles. Si se tienen en cuenta estas emisiones, losniveles de metano disminuyen tanto con relación al valor añadido bruto, como en términos absolutos.Fuente: AEMA-CTE/EA; NTUA

Figura 4.3. Participación del sector energético en las emisiones totales de los Estados miembros de la UE en 1996

Notas: Emisiones procedentesde la producción combinadade calor y electricidad en el

sector público, del refino delpetróleo y de la fabricación de

combustibles sólidos. Estadefinición del sector

energético corresponde a lacategoría 1A1 del IPCC. Ladefinición que se hace del

sector en el presentedocumento no comprende las

emisiones por fugas derivadasde las actividades de

prospección, producción,almacenamiento y transporte

de combustibles.Fuente: AEMA-CTE/EA

Figura 4.2 Ecoeficiencia del sector energético en los Estadosmiembros de la UE

Aunque se ha roto el vínculo entre las emisiones de gases ácidos (dióxidode azufre y óxidos de nitrógeno) y la producción de electricidad y losresultados económicos del sector, las emisiones de los gases responsablesdel efecto invernadero apenas han disminuido.

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minación y, de este modo, contribuir a reduciraún más las emisiones del sector. Sin embargo,esta Directiva sólo ha entrado en vigor para lasinstalaciones nuevas y no se aplicará a las ya exis-tentes hasta el año 2007.

El sector energético también produce cantidadesimportantes de residuos y sus actividades en elpasado han dado lugar a la contaminación delsuelo. Este sector es un importante usuario derecursos naturales: los propios combustibles fósi-les, agua destinada a refrigeración (véase la figura12.3), energía hidroeléctrica, suelo y materiasprimas. Las centrales nucleares pueden sufriraccidentes que liberan radiactividad y generanresiduos radiactivos. Otros problemas del sectorson la contaminación de las aguas y los vertidosde aguas residuales.

4.2. Tendencias en el sector de la electricidad

En 1996, el 48% de la electricidad generada enlos países miembros de la AEMA se producía encentrales térmicas (principalmente a partir decombustibles fósiles), el 34% en centrales nu-cleares y el resto en instalaciones eólicas y centra-les hidroeléctricas (principalmente estas últi-mas) (figura 4.4). Las cifras correspondientes a laUE son el 52% y el 35%, respectivamente.

Austria, Portugal y Suecia son los países conmayor participación de las energías renovablesen el sector eléctrico nacional (figura 4.5),mientras que Suecia, Francia e Italia son losque aportan más energías renovables al sectoreléctrico comunitario. La hidroeléctrica es,con diferencia, la energía renovable más im-portante del sector en la UE. La mayor partede esta energía se produce en grandes centra-les, que pueden tener considerables repercu-siones sobre los ecosistemas.

Se ha avanzado mucho en la producción deelectricidad a partir de la energía solar yeólica, sobre todo en Dinamarca y Alemaniapara la eólica. Sin embargo, la contribuciónreal de la electricidad “verde” todavía dista mu-cho de alcanzar todo su potencial, y podríahacerse mucho en el sector de la electricidad

Nota: Los combustibles fósiles son los que más se utilizan en la producción termoeléctrica. Labiomasa y la energía geotérmica representan menos del 5% de la misma.Fuente: DG de Energía

Fuente: DG de Energía

Los combustibles fósiles continúan siendo laprincipal materia prima para la producción deenergía termoeléctrica. La energía nuclear, consus especiales impactos y riesgos ambientales,ha adquirido cada vez mayor importancia envarios países miembros de la AEMA.

Las energías renovables sólo son significativasen algunos Estados de la UE. La energía eólica,a pesar de su reciente crecimiento, sólo tieneuna contribución marginal en algunos Estadosmiembros. La energía solar tiene aún menorimportancia.

El sector energético

Figura 4.4.Suministro eléctrico en los países miembros de la AEMA

Figura 4.5.Participación de las energías renovables en la

producción de electricidad de los Estados miembrosde la UE en 1996

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en este sentido para cumplir el objetivo comuni-tario de que el 12% de la energía eléctrica utili-zada en el año 2010 sea renovable.

La producción combinada de calor y electrici-dad sólo representa el 10% de la electricidadgenerada en los Estados de la Unión en 1996.La UE y algunos Estados miembros han esta-blecido objetivos para incrementar este tipo deproducción; para la UE en conjunto, se preten-de que represente un 18% de la produccióntotal en el año 2010. Varios Estados miembrosutilizan mucho este tipo de producción; con-cretamente Dinamarca, Finlandia y los PaísesBajos, y Austria en menor medida (figura 4.6).

4.3. Formulación de indicadores

Este capítulo se ha centrado principalmente enla generación de energía eléctrica. El análisisde las refinerías, que son parte importante delsector, permitiría tener una visión global máscompleta. Aunque se dispone en general degran cantidad de información, es necesarioprestar mayor atención a los indicadores relati-vos a la producción combinada de calor y elec-tricidad, las energías renovables, la aplicaciónde mecanismos de control a través de los pre-cios y la eficiencia energética, así como al aná-lisis de su eficacia en la reducción de los efec-tos sobre el medio ambiente.

En el futuro también será necesario formularindicadores sobre la generación de residuos, lautilización de recursos naturales, la contamina-ción de las aguas y los vertidos de aguasresiduales en el sector.

4.4. Bibliografía

Comisión Europea, DG de Energía (1998).Energy in Europe, 1998 Annual energy review, specialissue. Comisión Europea, Bruselas.

Comisión Europea (1997). Comunicación de laComisión al Consejo, al Parlamento Europeo, al Co-mité Económico y Social y al Comité de las Regiones -Estrategia comunitaria para promocionar la produc-ción combinada de electricidad y calor (CHP) y paraeliminar los obstáculos a su desarrollo. COM(97)514final. Comisión Europea, Bruselas.

OIE/OCDE (1999). International Energy Agency/OECD balances 1996-97. Organismo Internacio-nal de la Energía/OCDE, París.

Opciones para el cliente

A la mayoría de las personas les gusta darse de cuando en cuando un plácidobaño en agua caliente, pero ¿cuántas se dan cuenta de que un solo bañosemanal, además de la ducha diaria, supone un aumento de 223 kWh en sufactura media anual?

A la mayor parte de la gente le resulta difícil apreciar la importancia que tienenestas cifras. Los clientes de Vattenfall AB, una compañía eléctrica sueca, ya puedenutilizar modelos en Internet para calcular su consumo y simular el impactoambiental de su hogar. Las familias pueden así tomar decisiones informadas a esterespecto.

Vattenfall ofrece a sus clientes diferentes tipos de electricidad. Además de laelectricidad procedente de diversas fuentes (la opción inicial), los clientes puedencomprar electricidad generada en instalaciones eólicas y centrales hidroeléctricascon distintos niveles de homologación ambiental.

Muchas familias y empresas suecas se han pasado ya a este tipo de electricidad,aunque los precios son ligeramente superiores. Vattenfall informa que, desde juniode 1998, sus ventas de energía eólica se han multiplicado por cinco y las de energíahidroeléctrica por 2,5.

Fuente: www.vattenfall.se; véase ‘huset’

Fuente: Eurostat

La producción combinada de calor y electricidad es importante en algunosEstados miembros, pero en el conjunto de la UE sigue siendo escasa encomparación con el objetivo marcado.

Figura 4.6.Participación de la producción combinada de calor yelectricidad en el sector eléctrico nacional de losEstados miembros de la UE en 1996