San Fermín, la Fiesta

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TEXTO DE JOSÉ MARÍA DE PABLO Y MIGUEL MARQUÉS. FOTOS DE PATXI ÚRIZ SANFERMINES Emoción, color, riesgo e intensidad son sólo algunos de los elementos de una fiesta que es toda una expresión cultural. Cada uno la siente de un modo diferente, pero nadie que la descubra puede dejar de vivirla. SAN FERMÍN, la fiesta CHUPINAZO El cohete que se lanza el 6 de julio al mediodía desde el balcón del Ayuntamiento de Pamplona marca el comienzo de los Sanfermines y congrega a una expectante multitud.

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Reportaje sobre las fiestas de San Fermín, el más loco de los eventos populares que se celebran en Europa, tal vez en el mundo. Se muestra el espíritu de la fiesta a través de cinco personajes sin cuya participación no sería posible.

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texto de José María de Pablo y Miguel Marqués. fotos de Patxi úriz

sanfermines

Emoción, color, riesgo e intensidad son sólo algunos de los elementos de una fiesta que es toda una expresión cultural. Cada uno la siente de un

modo diferente, pero nadie que la descubra puede dejar de vivirla.

San Fermín,

la fiesta

chupinazo El cohete que se lanza el 6 de julio al mediodía desde el balcón del Ayuntamiento de Pamplona marca el comienzo de los Sanfermines y congrega a una expectante multitud.

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Post scriptum El mejor sitio para ver los fuegos artificiales es tumbado en el césped de la Vuelta del CastilloPost scriptum

muchas fiestas en unaIZQUIERDA: la banda municipal recorre las calles del Casco Viejo en Las Dianas.ARRIBA: expresión de la fiesta a la luz del día en la céntrica Plaza del Castillo.ABAJO: celebración del Chupinazo.

en el comedor entre una mesa de australianos, otra de japoneses y otra de gente de Pamplona que bro-mean entre ellos. El resto del año sería impensable”. Si esto ocurre en un restaurante con una estrella Michelin, qué no puede ocurrir en la calle.Mikel Urmeneta es, vitalista confeso, nuestro guía por la noche sanferminera más canalla: “lo que hace mágica la juerga sanferminera es el sentimien-to de libertad que invade el ambiente. Presientes que te pueden ocurrir cosas que no te suceden el resto del año”. Para poder aguantar tantos días, nos desvela su truco: “desayunar unas magras con tomate seguidas de un pequeño aperitivo, dormir y volver a empezar”.

os sanfermines son la fiesta popular por excelencia, una ‘explosión’ diver-

tidísima abierta las 24 horas, del mediodía del 6 de julio a la medianoche del 14. Todo se inicia con un grito –“Pamploneses, pamplonesas, Viva San Fer-mín, Gora San Fermín”– y un cohete, lanzados casi al unísono desde el balcón del Ayuntamiento, señales inequívocas de que la veda del ‘todo es posible’ se ha abierto por 9 intensos días, que cada uno vivirá a su manera.Cinco destacados conocedores de la fiesta nos han contado cómo la viven.El primer día es el favorito de todos los pamploni-cas, aunque sólo los madrugadores y los más intré-pidos puedan acceder a la plaza del Ayuntamiento y a las calles adyacentes para vivir en directo la orgía de alegría incontrolada que revienta con el chupinazo. Mikel Urmeneta, director artístico de Kukuxumuxu, uno de los personajes que más ha hecho por la modernización de la imagen de la fies-ta, cree que el momento más divertido de los san-fermines es la media hora posterior al lanzamiento del cohete: “es una explosión de energía, la gente está absolutamente loca. De repente, toda la ciudad

L comprar churros de la mañueta.

La churrería artesanal de la familia Elizalde-Fernández mantiene viva una tradición que dura ya 137 años. Sólo abre los dos últimos sábados de junio, del 7 al 14 de julio y los domingos de octubre.Después del encierro algunos corredores recorren las tiendas de fotos con fotógrafo acreditado en la carrera para ver si salen en alguna. Tras ello, almuerzan en lugares típicos como Casa Paco (Lindatxikia, 20).La salida de las peñas de la plaza de toros. Salen por el callejón y se dirigen cada

una hasta su sede tocando y bailando en un recorrido que puede durar horas, sólo hay que unirse a una y dejarse llevar.Los espectáculos callejeros. Multitud de grupos tocan en cualquier esquina del Casco Viejo. Un clásico suelen ser los hermanos Ugarte, que tocan la txalaparta el día 6 por la tarde en la calle Mercaderes.el encierrillo tiene lugar todos los días al anochecer. Los toros son conducidos desde los Corrales del Gas hasta los de Santo Domingo. Es un acto íntimo que sólo disfrutan los auténticos entendidos en la fiesta.

‘momenticos’

cambia su estilo de vida radicalmente, viviendo de noche, durmiendo de día. El ritmo es muy inten-so”. Testigo especial de esta transformación es el fotógrafo Luis Azanza, que inmortaliza cada chu-pinazo desde la misma puerta del Ayuntamiento, codo con codo con los mozos, ataviados con su aún impoluta ropa, esperando la orden oficial para descorchar el espumoso ‘especial’.Los Sanfermines son también una fiesta de buen ambiente universal. “Puedes empezar el día con tus amigos y terminar con gente que acabas de cono-cer”, coinciden Azanza, Urmeneta y Koldo Rodero, chef del restaurante Rodero. “Me gusta mucho el ambiente cosmopolita y de complicidad que se crea

pobre de míLa Plaza Consistorial, 12 de la noche del 14 de julio. Los

pamploneses se despiden de los Sanfermines hasta el año siguiente.

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encierro en eL caLLejón La adrenalina estalla en el momento más emocionante de los Sanfermines. Son 825 metros en los que toros y mozos viven un espectacular cuerpo a cuerpo.

Ver pasar los toros es cuestión

de segundos y la emoción del momento perdurará en nuestra memoria dependiendo del lugar elegido. Una buena opción es alquilar un balcón con desayuno, desde 35 e por persona si se busca por Internet, 50 e a través de agencias como erreka (Curia, 18; tel. 948 221 506) o regateando en el momento. Una hora antes suele haber gente por el recorrido ofreciendo balcones. Cuanto más alto sea más se ve, pero en un piso bajo se siente más la emoción. Otra opción es la plaza de toros. El día 7 y el fin de semana se cobra entrada en toda la plaza, unos 7 e. El resto, sólo en grada y andanada, la entrada de tendido es libre. La última opción es la calle. Hay pocos sitios buenos y la espera es de más de dos horas. Es importante situarse en la segunda valla, la primera tiene que estar libre para los corredores y los espectadores serán desalojados. Los mejores emplazamientos son la curva de telefónica, desde aquí se ve el final de la calle estafeta y el callejón, y la barandilla del museo, que domina casi toda la cuesta de santo domingo.

dónde Ver eL encierro

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Uno de los rituales con más aceptación son los almuerzos y cenas con la cuadrilla de amigos. El Restaurante Rodero, fundado en 1975 por los padres de Koldo y probablemente uno de los mejo-res de la ciudad, no es ajeno a esta costumbre. Durante esta semana el menú se simplifica para poder dar servicio a la avalancha de clientes. “Hay una trilogía gastronómica sanferminera: pochas de Navarra, ajoarriero y estofado de toro”, nos explica este cocinero que se codea con los más grandes y al que no le duelen prendas para reconocer el placer de tomarse el clásico ‘bocata’ en la calle, el menú más popular durante estos días.“Una mesa en los sanfermines es un bien precia-do. Muchos toreros, famosos e, incluso, chefs de prestigio se han ido sin comer por no reservar con suficiente tiempo; especialmente el fin de semana es necesario hacerlo casi con un año de antelación. Quien sí se fue servido sin reserva previa fue Pierre Gagnaire, uno de los más grandes cocineros del mundo, “para mí es un ídolo, un compositor de platos. Se presentó con cuatro amigos, entró en la cocina, me dio cuatro besos y no me quedó otra que improvisar una mesa como pudimos, no sé incluso si no les pusimos en una caja de Coca Colas con un mantel, algo espectacular. Oye, disfrutaron....“Indiscutiblemente es el acto central de la fiesta. La celebración del Encierro se pierde en la Edad Media aunque oficialmente sólo existe desde 1867, cuando una ordenanza municipal reguló un acto consi-derado hasta entonces poco más que una gambe-rrada de los mozos. Paco Romera, crítico taurino y comentarista del encierro de Radio Nacional y otros medios especializados, piensa que “los mejo-res corredores son los de Pamplona, gente que ha heredado la costumbre de sus padres. También hay buenos corredores de fuera, pero hay algunos que están más preocupados de la pose que de otras cosas”, dice refiriéndose a los denominados ‘divi-nos’, un grupo de corredores que se las apaña siem-pre para salir en la foto del periódico con nombre y apellido. De similar opinión es Luis Azanza, cada día desde 1987 encaramado al vallado en la curva de Mercaderes, el punto más dramático de un reco-rrido que suma en total 846,6 metros. Allí “los toros se tienen que parar, la gente se cruza y se pueden captar momentos de máxima intensidad. Me inte-resan las fotos dramáticas y espectaculares donde

la fiesta dura nueve intensos días que cada uno vivirá a su manera

el primer testimonio documental de la Procesión del Santo es de 1527, cuando

todavía se celebraba el 10 de octubre –en 1591 se traslada al 7 de julio–, pero se cree que la tradición se pudo iniciar en el siglo XII. El santo, primer Obispo de Pamplona en el siglo III, sale de la iglesia de san Lorenzo a las 10.30 y realiza un vistoso recorrido por el Casco Viejo acompañado, entre otros, del cabildo catedralicio, la corporación municipal, la banda de La pamplonesa, la comparsa de Gigantes y cabezudos y representantes de las peñas. La comitiva va parando a lo largo del recorrido para que la gente le cante ‘joticas’ al santo o le hagan ofrendas. Es lo que se conoce como los ‘momenticos’, el más emocionante acontece a la entrada del santo en la catedral a eso de las 14.15, cuando los gigantes bailan mientras repica la campana maría.

La procesión deL santo

fiesta popuLar y también reLiGiosaARRIBA: visitantes en el quiosco de la Plaza del Castillo.IZQUIERDA ARRIBA: la Procesión del Santo es el momento de la devoción en el que la imagen de San Fermín recorre el Casco Antiguo de Pamplona.IZQUIERDA ABAJO: el Zaldiko, personaje popular.

Post scriptum El Riau-Riau, con La Pamplonesa tocando el Vals de Astrain, tiene lugar el 6 de julio por la tardePost scriptum

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se refleje la aventura y el riesgo, pero siempre con final feliz”. Ni Paco ni Luis han corrido el encierro, pero saben perfectamente en qué consiste sentir la adrenalina a flor de piel de quienes se la juegan sobre los adoquines. “Los toros golpean la valla, a veces los cuernos te llegan a la altura de la cámara”, recuerda el fotógrafo. “Alguna vez ha salido un parasol volando, han arrancado alguna acredita-ción e incluso han herido a algún fotógrafo. Tienes un subidón que te quita el cansancio de golpe”. El crítico sigue el desarrollo de la carrera desde un balcón de la parte central de la calle Estafeta. “A mí me han llegado a decir que he hecho llorar a toda España retransmitiendo el encierro de la emoción que le pongo”, asegura.

el Premio Nobel de literatura vino a

Pamplona por primera vez en 1926 con el encargo de narrar la fiesta para el Toronto Star. Sus crónicas, pero sobre todo su novela Fiesta, son para algunos la razón de la universalización de los Sanfermines. Fernando Hualde, relaciones públicas del Hotel La Perla, no niega la importancia del escritor en la fama de la fiesta, pero asegura que ya en 1899 “los sanfermines eran famosos en todo el mundo: ese año se acreditaron 40 periodistas extranjeros”. Para celebrar el 50º

aniversario de su última visita, la ciudad ha marcado los lugares favoritos del escritor: el café iruña, el bar txoko, el hotel La perla, todos ellos en la plaza del castillo, junto a otros que han desaparecido, como casa marceliano, en la trasera del ayuntamiento, donde disfrutaba de un buen ajoarriero. “Lo que más le gustaba al escritor eran los toros, comer y beber bien. Buscaba unos sitios muy concretos donde hubiera buen coñac, buen anís o buen vino, sus bebidas favoritas”, explica Fernando.

La ruta de heminGway

Casi enfrente de su puesto de comentarista se encuentra el Hotel La Perla, un cinco estrellas con solera, el único que puede ofrecer habitaciones con vistas a la carrera. Una de ellas, la 201, se mantiene tal y como la conoció su huésped más notable, el Premio Nobel Ernest Hemingway. Fernando Hualde, que trabaja ahí desde hace 32 años como recepcionista y relaciones públicas, nos cuenta que la habitación estaba reservada hasta el año 2004 por un sueco fanático de la fiesta y de Hemingway, al que con el cierre del hotel durante dos años para su reforma no le quedó otra que comprarse su propio piso en la Estafeta. “Ahora procuramos repartir la suite entre las personas interesadas. Hay que tener en cuenta que quien ocupa esa habitación queda abrumado por la cantidad de entrevistas que le hace la prensa”.Según nuestro experto taurino, Paco Romera, la personalidad es la principal característica de la Feria de Pamplona: “yo destacaría la presentación de los toros”, cuidada al máximo por la Casa de Miseri-cordia, propietaria del coso. En Pamplona se lidia el toro más importante del orbe taurino, con caja, mucho trapío, gran seriedad por delante, y sobre

GiGantes de cartón piedra Por las mañanas la Comparsa de Gigantes y

Cabezudos se adueña de la ciudad, precedida de los kilikis y zaldikos. La tradición se remonta al año 1850.

las expresiones populares como los gigantes y cabezudos relajan la tensión del encierro

Post scriptum Las 4 parejas de gigantes (de 4 metros) representan a los reyes de Europa, África, Asia y AméricaPost scriptum

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todo, con los pitones exentos de manipulación frau-dulenta. El público también tiene un papel impor-tante, “muy sensibilizado, ya que por la mañana ha compartido con ellos, en el pavimento de las calles, carrera e incertidumbre”. Y, por último, habría que poner el acento en la presión ambiental de un coso que acoge casi 20.000 espectadores, sumergido en una incesante barahúnda festiva sanferminera pro-cedente del tendido de sol, más concentrado en sus juegos que en la faena.En esta plaza han triunfado, por citar las más memorables faenas, Rafael de Paula, Ruiz Miguel, Manili, Julio Robles, Hermoso de Mendoza... Todos ellos observaron cómo a la muerte del tercer toro se inicia el ritual de la merienda colectiva. Sol y som-bra desenfundan bocadillos de ajoarriero, magras e incluso pastelillos, todo ello regado con el mejor vino o sangría transportada en cubos. Los más siba-ritas se acercan hasta el restaurante de Koldo Rodero,

tendido de soL Los mozos de las peñas

participan dando color al espectáculo con sus cantos.

en un lateral de la plaza, para encargar un bocata de alta cocina: “de ajoarriero o de un buen jamón ibérico con tomate natural y su chorro de aceite de oliva, aunque también nos han pedido cosas raras, como llenar una nevera portátil de piña colada”. El chef tiene también buenas ideas para los aficionados del tendido de sol que disfrutan manchando al resto: “voy a patentar para ellos unos chipirones en su tinta, para ver quién mancha más, si sus pla-tos caseros o el de un restaurante de lujo, pero de momento voy a dejar el invento para el año que viene”, dice riendo.Lo que está claro es que sin la colaboración de todo el mundo, pamploneses y visitantes, y sin la increí-ble labor de quienes trabajan esos días, no sería posible mantener en pie esta divertidísima locura colectiva que debería abrir el catálogo de momen-tos de felicidad Patrimonio de la Humanidad, si alguna vez existiera dicho registro.

pampLona taurina La corrida tiene lugar en la Plaza de Toros todos los días a las 18.30, con los mismo toros del encierro.

el coso acoge casi 20.000 espectadores sumergidos en una barahúnda festiva