SAN AGUSTÍN - · PDF fileEn aquel tiempo (tiene lugar la primera conversión) lee...

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  • SAN AGUSTN

    Nace en el 354 en Tagaste (Numidia), actual Tnez. Hijo de padre pagano y de Sta. Mnica es bautizado y educado en el Cristianismo. A los 16 aos se traslada a Cartago para estudiar Retrica; aqu, las costumbres licenciosas le llevan a unirse a una amante con la que tiene un hijo.

    Tras leer el Hortensio de Cicern, se adhiere a las enseanzas maniqueas por parecerle ms serias y lgicas a la hora de presentar la verdad. As, el Cristianismo explica que Dios cre el mundo entero y que l mismo es bueno, pero, desde aqu, cmo se explica el mal?. El Maniquesmo afirma la existencia de dos principios ltimos (Dualismo), Ormuz y Ahriman. Son dos principios en constante lucha la cual se refleja en el mundo y que ste no es otra cosa que el producto de esta contienda. Del mismo modo, en el hombre, el alma

    espiritual tiene su origen en Ormuzd y se dirige hacia la luz, mientras que el cuerpo,

    compuesto de materia grosera, est explicado por Ahriman. Este dualismo permiti a S. Agustn explicar su obsesiva inclinacin hacia los placeres carnales permitindole quedarse al margen en la causacin de su propio mal. Desde aqu, el hombre no es agente del mal, sino paciente.

    Esto supone lgicamente el alejamiento total del Cristianismo.

    En el 374 abre una escuela de retrica en Cartago mientras vive (du-rante 10 aos) con su amante y su hijo. Obtiene un premio de poesa y escribe su primer libro De pulcro et apto. Permanecer en Cartago hasta el 383. Poco antes de su partida, San Agustn tiene dificultades con los maniqueos por no poder dar stos respuesta a algunas dificultades que le preocupaban:

    a) Fuente de la certeza en el conocimiento humano.

    b) Razn por la que los dos principios estn en constante lucha.

    As, cuando sale hacia Roma, su fe maniquea est bastante insegura. En Roma abre una nueva escuela de retrica esperando que aqu los alumnos sean menos dscolos que en Cartago. Pero aunque el comportamiento es ms positivo, encuentra que los alumnos tienen el hbito de cambiar de escuela antes de pagar los honorarios. Ante esta situacin consigue un puesto de profesor municipal de retrica en Miln (384). A estas alturas S. Agustn ha renunciado casi definitivamente al maniquesmo del que slo acepta ya el materialismo.

    En Miln comienza a pensar algo mejor sobre el Cristianismo. oyendo los sermones de S. Ambrosio, pero an no est convencido de su verdad. Por estas fechas, su madre pretende casarlo con una muchacha con la esperanza de que el matrimonio lo haga cambiar de vida, pero

    incapaz de soportar la espera, toma mientras tanto otra amante (curioso).

    Sus pasiones son an ms fuertes.

  • En aquel tiempo (tiene lugar la primera conversin) lee S. Agustn los tratados platnicos (posiblemente las Enadas de Plotino transcritas por Porfrio). El neoplatonismo tiene el efecto de liberarle del materialismo y de que acepte una realidad inmaterial. El

    concepto plotiniano del mal (como privacin del bien) le permite desembarazarse del cada vez ms incmodo dualismo maniqueo.

    El plotinismo comenz a acercarlo al Cristianismo y, as, a leer el N. Testamento y a S. Pablo. Comienza a aprender del neoplatonismo la necesidad de la contemplacin de las cosas espirituales y del Cristianismo la necesidad de vivir en conformidad con esta sabidura (de forma contemplativa).

    En todo este ambiente influyen tambin sus encuentros con Simpliciano y Ponticiano. Simpliciano, anciano sacerdote, le refiere a Agustn la conversin de Victorino, neoplatnico convertido. Ponticiano le narr la vida de S. Antonio de Egipto, lo que le hace comprender su calamitoso estado moral. Todo esto culmina en la famosa escena del jardn oyendo una voz infantil que le repite tolle lege! (toma y lee) y as abre al azar el N. Testamento para encontrar la epstola de S. Pablo a los Romanos. A partir de aqu tuvo lugar su segunda conversin, la moral, la primera slo fue intelectual (386).

    DONATISMO

    Donato de Casae fue su fundador (+355). Los donatistas desconfan de todo lo terrenal y, por tanto, de cualquier tipo de asunto estatal. Desconfan y reniegan, por esto, no slo del Estado, sino de cualquier tipo de alianza entre la Iglesia y el Estado. Veneran a los

    mrtires y repudian a aquellos que en las persecuciones renegaron de su fe.

    La santidad de la Iglesia y la validez de los sacramentos depende de

    la santidad e integridad de quienes los administran (en el sentido de que estn ellos ausentes de pecado).

    En este sentido se pretendi formar una segunda iglesia formada slo por estos pocos puristas.

    En este ambiente hubo tambin, como es lgico, intereses ms mundanos como la rivalidad de la Iglesia africana contra la romana.

    Fueron exiliados por el Emperador y llegaron (en contra de sus concepciones

    antiterrenales) a enfrentarse blicamente con las tropas del imperio. Definitivamente la invasin de los vndalos acab con ellos.

    S. Agustn los combati para salvaguardar un bien, para l, superior e inalienable, la Unidad de la Iglesia.

  • PELAGIANISMO.

    (no acepta la predestinacin) Pelagio (360 425) consider las afirmaciones agustinianas sobre la predestinacin

    demasiado pesimistas y tendentes al dualismo (maniquesmo).

    Consider a Adn como un ejemplo de pecado; por tanto, su pecado le afect slo a l y en ningn caso se transmiti al resto de la humanidad. El hombre nace, pues, sin pecado; este, se comete, pero no se hereda. Dado esto, es pues superfluo el bautismo.

    El pecado y la muerte es consecuencia de la propia naturaleza del hombre, pero no

    porque sta sea en s malvada. El hombre no necesita de una concesin de gracia especial para salvarse, es suficiente la otorgada por Dios a la Naturaleza entera y de la que tambin el hombre participa como uno ms de sus atributos.

    Para salvarse son suficientes la Ley y los Evangelios.

    EL CONOCIMIENTO.

    S. Agustn no fue un intelectualista y, como tal, nunca le preocup el crear una epistemologa como propedutica (preparacin) a una metafsica. Al contrario, su teora del conocimiento tiene sentido en su obra, en la medida en que sta es el camino para conseguir la verdadera beatitud, siendo en este sentido un eudemonista.

    Lo que le preocupa es cmo la mente humana, finita y limitada, puede conseguir la certeza. Tras el maniquesmo y a punto de caer en el escepticismo, la lectura de Platn se convertir en una buena gua. Para Platn, la solucin est en la reminiscencia [Teora de Scrates y de Platn segn la cual el conocimiento de la verdad es innato al alma, la cual no tiene ms que reconocer dicha verdad por reflexin sobre s misma, mediante el recuerdo (o la anmnesis) del estado en el que preexista (antes de tomar un cuerpo concreto), estado en que contempl directamente las ideas (cuya rememoracin es ocasionada por las cosas sensibles).], slo as se explica que lo finito abarque lo infinito, pues slo estara recuperando lo que temporalmente tena marginado. Para S. Agustn, el camino hacia la certeza se convertir en algo ms, ser la demostracin de la existencia de Dios y de su accin.

    Pero se ha dicho anteriormente que la epistemologa o camino seguro hacia la certeza supone en San Agustn la felicidad; y sta slo se puede conseguir una vez conseguida la certeza. Pues bien, para l no da la felicidad la persecucin de algo que se desea, sino su consecucin.

    En Contra acadmicos, S. Agustn expone sus teoras al respecto. Afirma expresamente que el conocimiento de la verdad pertenece a la sabidura y sta a la felicidad.

    Verdad Sabidura Felicidad

    La felicidad slo se consigue tras conseguir la verdad.

  • Pero afirma igualmente que hasta los escpticos estn ciertos de algunas cosas, por ejemplo en la verdad de una de las partes de una disyuncin (El mundo es finito o infinito, Dios existe o no existe), esto es estar cierto al menos del principio de no contradiccin.

    Pero hay verdad al margen de lo puramente lgico?. Puedo poner en tela de juicio la concordancia de la verdad objetiva con lo que me dicen mis sentidos (por ejemplo, el caso de

    la distorsin visual que produce un remo metido en el agua), pero la situacin se clarifica cuando soy consciente del efecto ptico y de que no confundo el ser con el parecer. As, por lo mismo, nadie puede negar que al margen de la temperatura objetiva yo sienta calor o fro, algo me parezca liso o rugoso, agradable o desagradable.

    Por lo dems, todo el que sabe que duda, incluido el escptico, est al menos seguro de una verdad indudable, que est dudando y esto ya lo coloca fuera del escepticismo. Y tambin, el que duda es consciente de que est alejado de la verdad y con esto pasa de ser escptico para convertirse en un ignorante. Toda inseguridad respecto a la posesin de la verdad la est presuponiendo.

    Hay certeza tambin en las verdades matemticas, pues nadie afirma que 7 + 3 pueden ser 10, sino que lo son.

    Lo que es absolutamente indudable y lleno de toda certeza para cualquier hombre es su

    propia existencia. Podemos dudar de la existencia en general del mundo o de Dios, pero nunca

    de la propia, pues requisito bsico de la duda y el engao es la previa existencia. Si fallor sum, si me engao, existo. (Comparacin con Descartes).

    Es evidente que para el hombre, cuya existencia est clara, no podra existir si ste no viviese. As, tenemos tres certezas indiscutibles en cualquier hombre: existe, vive y entiende (duda).

    EL CONOCIMIENTO SENSIBLE.

    Lo que San Agustn piensa del conocimiento sensible es que ste puede depender de los rganos de los sentidos y estar sometidos al cambio y al movimiento tanto el objeto como el rgano receptor (platonismo); no es, pues, este conocimiento siempre fiable, aunque s creble en principio. Est claro que no le interesa para nada como a Descartes la existencia y cert