S1695403301775455_S300_es

download S1695403301775455_S300_es

of 8

Transcript of S1695403301775455_S300_es

  • 372 ANALES ESPAOLES DE PEDIATRA. VOL. 54, N.o 4, 2001

    ARTCULO ESPECIAL

    Recomendaciones sobre el uso de frmulas para el tratamientoy prevencin de las reacciones adversas a protenas de leche de vacaComit de Nutricin de la Asociacin Espaola de Pediatra: A. Ballabriga (Presidente), M. Moya (Secretario), M. Martn Esteban, J. Dalmau, E. Domnech, M. Bueno, I. Cano, J. Cornell, J. Cubells, J.M. Martinn, P. Sanjurjo, R. Tojo y J.C. Vitoria(An Esp Pediatr 2001; 54: 372-379)

    INTRODUCCINLas reacciones adversas a las protenas de la leche de

    vaca (PLV) se producen cuando tiene lugar una respuestaanmala a los antgenos de la leche de vaca. Esta res-puesta es de mecanismo inmunolgico, unas veces detipo inmediato, mediada por IgE, conocida generalmentecomo alergia a PLV (APLV), y otras con una patogeniams compleja, que se conoce como intolerancia a PLV(IPLV). La primera comprende cuadros de carcter por logeneral general agudo, con sntomas preferentemente ex-traintestinales, aunque tambin son posibles las manifes-taciones digestivas, que pueden incluso causar el cho-que anafilctico. Suelen aparecer en clara relacin con laingesta de PLV y es habitual detectar anticuerpos de laclase IgE frente a estas protenas.La IPLV engloba situaciones clnicas con sntomas fun-

    damentalmente gastrointestinales de carcter agudo ocrnico, con repercusin variable en el estado nutricionaldel paciente, que mejoran al suprimir las PLV de la dieta,con recada tras la exposicin. Puede demostrarse unaenteropata (enteropata sensible o inducida por leche devaca [ESLV]). Tambin hay formas agudas o subagudascomo la esofagitis o gastritis eosinoflica, o la enterocoli-tis y la proctitis1.Investigaciones de los ltimos aos indican que las

    reacciones adversas a PLV, incluyendo APLV e IPLV, pre-sentan una incidencia de alrededor del 2 por 1002,3 enmuestras de lactantes sanos, no seleccionados, nacidos atrmino, lo que da una idea de la magnitud de problemay de la importancia que su prevencin y tratamiento tie-nen en la prctica peditrica.

    Es bien conocida la eficacia de la lactancia materna enla prevencin y el tratamiento de las reacciones adversasa PLV. Sin embargo, se plantean problemas complejoscuando el paciente es, como ocurre en la mayor parte delos casos, un lactante cuyo nico alimento es una frmu-la de leche de vaca. Por ello, han surgido controversiasentre diferentes sociedades cientficas sobre los criteriosdiagnsticos de estas enfermedades, sobre cundo ycmo pueden ser tratadas y/o prevenidas, as como lascaractersticas y composicin de las frmulas, y su efica-cia y seguridad durante el tratamiento o prevencin4-8. EnEspaa, las Sociedades de Inmunologa Clnica y Alergolo-ga Peditrica (SEICAP)9 y de Gastroenterologa y Nutri-cin Peditrica10 han expuesto de manera clara y concisalos criterios diagnsticos y caractersticas de las frmulasalimentarias que deben utilizarse en la APLV y en la ESLV,respectivamente. Sin embargo, las caractersticas, composi-cin y seguridad de estas frmulas durante su utilizacincontina siendo objeto de debate, por lo que a continua-cin se expone la situacin actual sobre estos aspectos.Existen tres tipos de frmulas alimentarias que pueden

    utilizarse cuando se diagnostica APLV, IPLV o ESLV. En laactualidad se han delimitado las indicaciones de cada unade ellas dependiendo del diagnstico y las caractersticasdel paciente (edad, estado nutricional, rgano de expre-sin de los sntomas, etc.). Estas frmulas son las hidroli-zadas, las de soja y las dietas elementales.

    FRMULAS HIDROLIZADASLas frmulas hidrolizadas, denominadas originalmente

    dietas semielementales, se desarrollaron hace ms de

    Correspondencia: Dr. M. Moya.Departamento de Pediatra. Hospital Universitario San Juan.Ctra. Alicante. Valencia, s/n. 03550 San Juan. Alicante.Correo electrnico: [email protected]

    Recibido en noviembre de 2000.Aceptado para su publicacin en diciembre de 2000.

    Documento descargado de http://analesdepediatria.elsevier.es el 21/06/2014. Copia para uso personal, se prohbe la transmisin de este documento por cualquier medio o formato.

  • ANALES ESPAOLES DE PEDIATRA. VOL. 54, N.o 4, 2001 373

    Recomendaciones sobre reacciones adversas a protenas de leche de vaca

    seis dcadas para el tratamiento de pacientes con maldi-gestin-malabsorcin debidos a enfermedades digestivas.Desde entonces su utilizacin se ha incrementado nota-blemente, debido en gran parte a su mejor formulacin ya la mejora de las tcnicas de fabricacin, lo cual ha per-mitido ampliar el espectro de procesos patolgicos en elque pueden emplearse. Actualmente, en los pases desa-rrollados, el uso mayoritario de las dietas semielementalesson los procesos con prevalencia creciente, como laAPLV, as como en las diversas formas de IPLV, de preva-lencia menor.

    Caractersticas y composicinLas clsicas dietas semielementales son frmulas ali-

    mentarias cuyos principios inmediatos han sido tratadoscon diferentes tecnologas para facilitar su digestin yabsorcin, por lo que las protenas se aportan como pp-tidos, los hidratos de carbono como dextrinomaltosa condiferentes grados de dextrosa equivalente (trmino utili-zado para indicar la longitud de su cadena, es decir, elnmero de unidades de glucosa que forman la dextrina),y los lpidos se aportan como triglicridos de cadena me-dia (MCT) y un aceite que contenga cidos grasos esen-ciales.Con el fin de que las protenas de estas frmulas pue-

    dan ser absorbidas por pacientes con enfermedad diges-tiva, es conveniente que los pptidos estn constituidospor cadenas de entre 2 y 8 aminocidos, lo que equivaleaproximadamente a un peso molecular de hasta 1.200 Da,con lo que pueden ser hidrolizados por enzimas entero-citarias incluso en pacientes desnutridos11. Para pacien-tes con APLV se recomienda que las protenas estn hi-drolizadas, puesto que a mayor grado de hidrlisis existemenor capacidad antignica12, de manera que hidroliza-dos con pptidos de peso molecular inferiores a 1.500 Daofrecen ms seguridad13. Se considera que la antigenici-dad y alergenicidad de los pptidos aumenta de maneraconsiderable cuanto el peso molecular es superior a5.000-6.000 Da14.Igualmente, es recomendable que el grado de dextro-

    sa equivalente de la dextrinomaltosa sea de entre 20 y 30,para que pueda ser hidrolizados por enzimas enterocita-rias, incluso en lactantes desnutridos15-17.La disminucin del uso de dietas semielementales en

    pacientes con enfermedad digestiva y/o nutricional y suincremento para tratar la APLV y ESLV han hecho que seintentara modificar la composicin de estas dietas. As, afinales de la dcada de los ochenta aparecieron en elmercado las llamadas frmulas hipoalergnicas o, tam-bin, hipoantignicas (conocidas comnmente comofrmulas HA). En ellas, las protenas han sido sometidas aun cierto grado de hidrlisis, con el fin de disminuir elriesgo de sensibilizacin, siendo los hidratos de carbono,los lpidos, las vitaminas y los minerales similares a los delas frmulas de inicio. A estas frmulas ESPGAN4 las de-

    nomin frmulas con bajo grado de hidrlisis y ESPACI5frmulas parcialmente hidrolizadas, trmino este ltimoms empleado en la bibliografa (F-PH). La hidrlisis par-cial permite que existan pptidos con pesos molecularesentre 5.000 y 12.000 Da e, incluso, pueden contener pro-tenas de leche no degradadas18. Este aspecto, unido a lano demostracin de forma convincente de su eficacia enla prevencin de la sensibilizacin a protenas lcteas5,9,ha hecho que se fabricaran a mediados de los noventaotras frmulas en las que las protenas estaban muy hi-drolizadas, como en las dietas semielementales. A estetipo de frmulas, con las protenas alta o extensivamentehidrolizadas y con el resto de principios inmediatos, vita-minas y minerales, igual que en las frmulas de inicio, seha propuesto denominarlas como frmulas alta o extensi-vamente hidrolizadas para diferenciarlas de las dietas se-mielementales clsicas19,20 que no tienen lactosa y s con-tienen MCT (tabla 1).

    IndicacionesActualmente la principal indicacin de las frmulas hi-

    drolizadas en los pases desarrollados es el tratamiento yla prevencin de la APLV y el tratamiento de la IPLV encualquiera de sus formas. Recientemente se ha estableci-do un consenso entre ESPACI y ESPGHAN21 sobre las in-dicaciones de cada tipo de dichas frmulas, el cual es se-mejante a lo que se vena preconizando en Espaa9,10,20.En resumen, las conclusiones primordiales son:

    Dietas semielementales. Estn indicadas para el trata-miento nutricional de la APLV (cualquiera que sea su ma-nifestacin clnica: digestiva, respiratoria, cutnea, etc.),sobre todo si coexiste malabsorcin-malnutricin. Tam-bin se ha demostrado su eficacia en prevencin primariade las alergopatas, con efecto similar al que tiene la lac-tancia materna22-24, aunque son necesarios ms estudiosque demuestren esta accin. Estn, igualmente, indicadasen el tratamiento de la IPLV, sobre todo en algunas de susformas anatomoclnicas como la ESLV y la colitis alrgica.No hay datos que demuestren un efecto preventivo de lasdietas semielementales en la aparicin de estos procesos.Frmulas extensivamente hidrolizadas (F-EH). Terica-

    mente, tienen las mismas indicaciones que las dietas se-

    MCT: triglicridos de cadena media.

    TABLA 1. Tipos de frmulas hidrolizadas

    Hidrlisis Hidratos Lpidosproteica de carbono

    Dietas semielementales + + + + Dextrinomaltosa MCTNo lactosa

    Frmulas extensivamente hidrolizadas + + + + Lactosa No MCT

    Frmulas parcialmente hidrolizadas + + Lactosa No MCT

    Documento descargado de http://analesdepediatria.elsevier.es el 21/06/2014. Copia para uso personal, se prohbe la transmisin de este documento por cualquier medio o formato.

  • ARTCULO ESPECIAL. Comit de Nutricin de la Asociacin Espaola de Pediatra

    374 ANALES ESPAOLES DE PEDIATRA. VOL. 54, N.o 4, 2001

    mielementales en el tratamiento y prevencin de la APLV.Incluso podran ser de eleccin en estas situaciones, yaque en ellas no hay problemas de nutricin que justifi-quen la ausencia de lactosa ni la adicin de MCT. Sin em-bargo, su contenido en lactosa, la cual puede estar con-taminada con PLV, hace que su empleo deba hacerse conreservas, ya que se ignora si esas pequeas cantidades dePLV intactas que acompaan a la lactosa puedan originarsntomas en pacientes muy sensibilizados, o bien, aunqueno los produzcan, sean un factor de facilitacin de la per-sistencia de la sensibilizacin. En este sentido, se hanpronunciado la SEICAP9 y el consenso ESPACI-ESPGAN21.Para aclarar estos aspectos es deseable la realizacin deestudios comparativos de tolerancia y evolucin entredietas semielementales y frmulas extensivamente hidro-lizadas en grupos homogneos de pacientes con APLV.Igualmente, estudios que demuestren su eficacia en laprevencin primaria, que sera la indicacin prioritaria.Estas frmulas no deben utilizarse cuando exista una en-teropata malabsortiva.Frmulas parcialmente hidrolizadas (F-PH). Estn con-

    traindicadas en el tratamiento de cualquier forma de APLV,IPLV o ESLV. Su eficacia en la prevencin primaria de laAPLV u otras alergopatas en nios de alto riesgo atpi-co, no est demostrada de forma convincente5,9,21,24. Al-gunos estudios parecen demostrar una menor incidenciaacumulativa de sntomas atpicos cuando se estudia unnmero amplio de nios de riesgo seguidos durante 6 a60 meses25,26, aunque por problemas metodolgicos(identificacin de nios de riesgo, criterios diagnsticosde sntomas alrgicos, pautas de alimentacin, tiempo seseguimiento, etc.) los resultados obtenidos son difcilesde evaluar. En cualquier caso, cuando se han comparadolas extensivamente hidrolizadas con las parcialmente, losmejores resultados en trminos de prevencin se han ob-tenido con las primeras24,27.

    Si bien estas son las indicaciones actuales de las distin-tas frmulas hidrolizadas con respecto a ALPV, IPLV yESLV9,10,20,21 es conveniente tener presente las siguientesconsideraciones cuando un paciente tenga estos diagns-ticos confirmados.El tratamiento nico de APLV consiste en la supresin

    de las protenas causantes de la enfermedad. Las frmulashidrolizadas sirven para nutrir al paciente, objetivo pri-mordial, sin causar efectos nocivos, lo cual no es siem-pre posible porque ninguna frmula hidrolizada es noalergnica. De hecho, mltiples trabajos muestran que to-das tienen, en menor o mayor medida, cierta capacidadalergnica residual28-30, no existiendo ningn mtodo invitro capaz de cuantificar antes de su utilizacin la posi-ble repercusin en la prctica clnica31-33. El bajo pesomolecular de los pptidos no garantiza su inocuidad,puesto que, dependiendo del mtodo de hidrlisis in-dustrial, puede haber diferencias entre lotes34-36 e, inclu-

    so, contaminacin con fracciones antignicas de lechede vaca37. Adems, secuencias de pptidos constituidospor 3-6aminocidos pueden constituir un eptopo29,38 ca-paz de desencadenar sntomas en nios altamente sensi-bilizados. A pesar del relativo valor del peso molecular,puesto que a mayor hidrlisis existe menor posibilidad desensibilizacin12, la mayor seguridad en pacientes alrgi-cos se tiene con hidrolizados cuyos pptidos tengan pe-sos moleculares inferiores a 1.400-1.800 Da13,29,35.Por estas razones, los requisitos de una frmula hidro-

    lizada siempre que rena una serie de caracteres fisico-qumicos de peso molecular y longitud de pptidos, parapoder ser considerada como hipoalergnica se basan fun-damentalmente en criterios clnicos39. As, se consideraque una frmula es hipoalergnica cuando, estudiada porprueba de provocacin controlada en un grupo de pa-cientes alrgicos comprobados a la protena nativa, el90% de los pacientes toleran la frmula sin presentar sn-tomas (intervalo de confianza [IC] del 95 %)21,39,40, y sehan realizado diversos estudios en este sentido41-43. Sinembargo, estos valores podran estar en dependencia conel tipo de pacientes sometidos a este tratamiento43.En lactantes puede ser difcil efectuar el diagnstico de

    APLV o ESLV, sobre todo en las fases iniciales. En estoscasos es preceptivo realizar un estudio detallado, en unmedio apropiado, para poder llegar hasta una prueba deprovocacin controlada que establezca el diagnsticodefinitivo. Esta actitud debe primar en la actividad del pe-diatra, con el fin de evitar, por un lado, un sobrediagns-tico y, con ello, la administracin no justificada de unafrmula hidrolizada, o, por otra parte, una infravaloracinde la situacin que pueda originar la aparicin de reac-ciones adversas.

    FRMULAS DE SOJALa utilizacin de las frmulas de soja en la prevencin

    y el tratamiento de la APLV, IPLV o ESLV ha sido polmi-ca, posiblemente por un uso inadecuado en alguno destos y otros procesos, como el sndrome postenteritis,ciertas diarreas infecciosas, etc., al intentar extraer con-clusiones comunes.No se ha demostrado reactividad cruzada entre los an-

    tgenos de PLV y los de soja5. Sin embargo, esto no signi-fica que las frmulas de soja no sean antignicas, y de he-cho, dicha antigenicidad se ha demostrado44, por lo queno es sorprendente que las frmulas no sean eficaces enel tratamiento de procesos digestivos en lactantes peque-os en los que concurren ciertas circunstancias: a) inma-durez del sistema de defensa inmunitario digestivo; b) laalta carga antignica que significa el uso de protenas in-tactas de las frmulas, y c) la frecuencia con que padecenalteraciones que incrementan la permeabilidad a prote-nas intactas (prematuridad, malnutricin, enteritis vricas,ciruga digestiva, reflujo gastroesofgico, enfermedadesdigestivas crnicas)45, circunstancias que se producen con

    Documento descargado de http://analesdepediatria.elsevier.es el 21/06/2014. Copia para uso personal, se prohbe la transmisin de este documento por cualquier medio o formato.

  • ANALES ESPAOLES DE PEDIATRA. VOL. 54, N.o 4, 2001 375

    Recomendaciones sobre reacciones adversas a protenas de leche de vaca

    frecuencia en sndromes como ESLV, postenteritis, diarreapersistente, etc., cuya etiopatogenia es diferente a la de laAPLV. Diferentes estudios clnicos han demostrado queun porcentaje variable (14-50%) de lactantes con estossndromes que no toleran la leche de vaca tampoco tole-ran las frmulas de soja46-49 porcentaje que el Comit deNutricin de la American Academy of Pediatrics50 aceptaque puede alcanzar el 60%.As pues, las frmulas de soja pueden estar indicadas

    en el tratamiento de APLV documentada, aunque pareceprudente no administrarlas en lactantes pequeos (meno-res de 6-12 meses), cuando los sntomas son digestivos ycoexiste alguna de las alteraciones citadas anteriormente(estado nutricional no ptimo, antecedentes de ciruga di-gestiva, prematuridad, etc.). En casos de anafilaxia por le-che de vaca comprobada pueden utilizarse50, pero noestn indicadas para el tratamiento de ESLV, que deberealizarse con frmulas hidrolizadas.Algunos autores han preconizado el empleo de estas

    frmulas con fines preventivos51, pero dado que no hayevidencia de que las frmulas basadas en protenas dife-rentes a las de la leche de vaca sean menos alergnicas21,actualmente no se recomiendan las frmulas de soja parala prevencin de la alergia alimentaria en recin nacidosde riesgo atpico13,21,50,52,53.

    DIETAS ELEMENTALESLas dietas elementales son frmulas a base de L-ami-

    nocidos, dextrinomaltosa, aceite de maz y MCT. Su ca-pacidad sensibilizante es tericamente nula. Sin embargo,su alta osmolaridad, la falta de estudios a medio o largoplazo que documenten la tasa de absorcin entre los di-ferentes aminocidos, vitaminas y minerales, su mal sabory alto precio hacen que su empleo se reserve a pacientesen los que hayan fracasado las anteriores frmulas y/opresenten malnutricin grave10,45. Cada vez son ms loscasos en los que la utilizacin de frmulas hidrolizadas ode soja fracasan54-58, por lo que es creciente el nmero depacientes que precisan dietas elementales. Lamentable-mente, no se dispone de un criterio para predecir si unlactante con hipersensibilidad inducida por PLV o sojavaya o no a tolerar frmulas hidrolizadas, por lo quedebe valorarse en cada paciente el uso de dietas elemen-tales cuando existe intolerancia a mltiples frmulas, es-pecialmente si coexisten eccema y enteropata43,54.

    ASPECTOS NUTRICIONALES DE LAS FRMULASDE SUSTITUCINEl objetivo primordial de todas estas frmulas es nutrir

    a lactantes que padecen diversas enfermedades, por loque, adems de asegurar la composicin idnea para po-der ser utilizadas en el tratamiento de cada una de ellas,hay que comprobar su eficacia y seguridad nutricional,teniendo en cuenta que estas enfermedades pueden sertan diferentes como, por ejemplo, malnutricin grave se-

    cundaria a sndrome de intestino corto o APLV sin mal-nutricin59.En un intento de asegurar los aspectos nutricionales, la

    Unin Europea ha llevado a cabo una reglamentacin so-bre la composicin de estas frmulas60, aunque proba-blemente sea necesario la evaluacin de cada una en susefectos nutricionales y metablicos, tanto a corto como alargo plazo21, lo que es difcil de realizar. Por definicin,se requiere haber demostrado la idoneidad nutricional yun desarrollo pondostatural normal en, por lo menos,20 recin nacidos a trmino, con edad menor de 1 mesal inicio del estudio, seguidos durante 3 meses como m-nimo4,40, recomendndose la realizacin de estudios ana-lticos complementarios (albmina, prealbmina, retinol,aminograma, etc.)4. En nuestro medio se han realizadoestudios que cumplen estas normas generales61. Sin em-bargo, diversos trabajos han comprobado que el uso dealgunas frmulas hidrolizadas puede mostrar diferenciasclnicas y bioqumicas. As, en un estudio prospectivo rea-lizado en recin nacidos a trmino, sanos, alimentadoscon diferentes frmulas hidrolizadas se encontraron dife-rencias significativas en los incrementos de peso, talla eincluso permetro ceflico entre los que reciban algunade las frmulas y los que tomaban lactancia materna62, di-ferencias que tambin se han demostrado en nios conESLV63 y con APLV64.Tambin en pacientes que reciban frmulas hidroliza-

    das se han observado concentraciones bajas de marca-dores bioqumicos proteicos64 y desequilibrios en el ami-nograma (aumento de treonina y glicina, y disminucinde tirosina, cistena y lisina)65,66, deficiencias de vitami-nas67, baja absorcin de calcio que puede contribuir aldesarrollo de raquitismo68,69, etc.A los comentarios anteriores hay que aadir el hecho

    de que an no se conoce la composicin ideal de unafrmula hidrolizada. As, por ejemplo, no slo no se de-muestran las aparentes ventajas nutricionales de la pre-sencia de MCT (mejor absorcin que los LCT), sino queen determinados grupos de riesgo pueden producirseproblemas, como interferencias en el metabolismo de ci-dos grasos esenciales70-72. Quiz las frmulas extensiva-mente hidrolizadas (con lactosa que favorece la absorcinde calcio, y sin MCT aadido), cuando estn indicadas,ofrecen ventajas nutricionales con respecto a las dietassemielementales. As mismo, la especial composicin deestas frmulas podra estar involucrada en la aparicinde lactobezoares73.En resumen, aunque la mayora de pacientes toleran

    bien las frmulas hidrolizadas, pueden aparecer proble-mas nutricionales, por lo que debe realizarse una cuida-dosa valoracin nutricional al empezar y durante su utili-zacin, con el fin de evitar o detectar precozmenteenfermedad nutricional74-76.Las frmulas de soja que tienen la composicin reco-

    mendada por los Comits de Nutricin de ESPGAN77 y de

    Documento descargado de http://analesdepediatria.elsevier.es el 21/06/2014. Copia para uso personal, se prohbe la transmisin de este documento por cualquier medio o formato.

  • ARTCULO ESPECIAL. Comit de Nutricin de la Asociacin Espaola de Pediatra

    376 ANALES ESPAOLES DE PEDIATRA. VOL. 54, N.o 4, 2001

    la American Academy of Pediatrics50 son, en principio,adecuadas desde el punto de vista nutricional. Sin em-bargo, datos recientes sobre la presencia de determinadassustancias en las frmulas de soja cuestionan, al menosparcialmente, su idoneidad nutricional.La ausencia de lactosa en las frmulas de soja puede

    comprometer la absorcin de calcio y la mineralizacinsea78, igual que se ha comentado en las hidrolizadas.A ello puede contribuir la presencia de fitatos, tcnica-mente difciles de eliminar en las de soja77. Los efectosnegativos de los fitatos parecen ser de ms importanciapara el cinc que para el calcio, magnesio, hierro o cobre.En cualquier caso, no se han descrito efectos perjudicia-les a corto plazo con respecto a estos minerales cuandose utilizan frmulas de soja que los contienen en las can-tidades recomendadas79.La soja, al igual que la mayora de plantas, tiene un alto

    contenido en manganeso. Las frmulas de soja lo contie-nen en aproximadamente 300 mg/l, mientras que en la le-che materna es 3-8 mg/l, con notables diferencias entrelos datos comunicados por diferentes autores. No se handescrito casos de intoxicacin por manganeso tras inges-tin de frmulas de soja, si bien los lactantes alimenta-dos con stas presentan concentraciones sanguneas su-periores a las de los alimentados con leche materna. Estasaltas concentraciones se normalizan rpidamente al sus-pender la frmula. Dado que los mecanismos de trans-porte intestinal no son capaces de diferenciar entre elhierro y el manganeso, en caso de ferropenia podra ab-sorberse mayor cantidad de manganeso y contribuir a al-tas concentraciones sanguneas, cuya posible repercusina largo plazo no se ha estudiado79.Aunque las frmulas de soja contienen mayor canti-

    dad de aluminio que la leche materna (6-12 frente a470-600 mg/l), no hay diferencias significativas en susconcentraciones plasmticas (5-10 frente a 5-20 mg/l, res-pectivamente)80. El aluminio compite con el calcio parasu absorcin, por lo que una ingesta elevada de alumi-nio puede ocasionar una mayor absorcin y depsito enel hueso, favoreciendo el desarrollo de osteopenia; asmismo, la alta ingesta de aluminio facilitara su depsitoen el sistema nervioso central. Estas situaciones se pre-sentaran en prematuros y/o en casos de insuficiencia re-nal (por el alto contenido en lquidos de dilisis y en so-luciones de nutricin parenteral)81. Sin embargo, noparece existir riesgo en la administracin de frmulas desoja en nios a trmino con funcin renal normal50.Todos los alimentos basados en protenas de soja son

    ricos en fitostrgenos. La concentracin de los principa-les fitostrgenos presentes en la frmulas de soja (daid-cena y genistena) oscila entre 32-47 mg/ml, mientras queen la leche humana es de 5-15 mg/ml82. Por ello, su in-gesta mediante frmulas de soja en lactantes puede serms elevada, por kilogramo de peso corporal, que la deadultos que reciben dietas vegetarianas. Tambin sus

    concentraciones plasmticas en lactantes alimentados confrmulas de soja (550-1.775 ng/ml) son muy superiores alas de los que reciben lactancia materna (4-5 ng/ml) o alas de adultos vegetarianos (50-200 ng/ml)82. Estas con-centraciones de fitostrgenos son mucho ms altas quelas de estradiol y, por lo tanto, la administracin conti-nuada de frmula de soja en un organismo en crecimien-to puede tener efectos adversos a largo plazo (cambiosen el desarrollo gonadal)83. No obstante, los receptoreshumanos para los fitostrgenos son mucho menos acti-vos que para el estradiol50,84 y, a pesar de que las de sojavienen utilizndose desde hace ms de 30 aos, por aho-ra no se han descrito efectos adversos de este tipo85. Sinembargo, en espera de que se disponga de ms datossobre los posibles efectos a largo plazo83,84, parece pru-dente no utilizar frmulas de soja sin una clara indicacinmdica.Aunque la suplementacin con yodo en las frmulas

    de soja contrarresta su factor bociognico, se han descri-to casos de nios con hipotiroidismo congnito que pre-cisan aumentar la dosis de hormona tiroidea cuando es-tn tomndolas86,87.En general, las dietas elementales tienen, desde el pun-

    to de vista nutricional, los mismos problemas que las fr-mulas hidrolizadas. Adems, se desconoce cul es lacomposicin ideal en aminocidos dado que sus reque-rimientos no son bien conocidos, existe interaccin com-petitiva en su absorcin entre diferentes aminocidos ypptidos, y los estudios realizados para definir sus nece-sidades tienen problemas metodolgicos88. Por ello nose conoce la composicin ideal de las dietas elementales.

    PROBLEMAS DE MANEJOLas caractersticas fisiopatolgicas de lactantes malnu-

    tridos hace que toleren peor altas osmolaridades89-91, altacarga renal osmolar92,93, o que, dependiendo del gradode dextrosa equivalente, la digestibilidad de los hidratosde carbono vare15,16. Los pacientes que reciben estas fr-mulas pueden tener cambios en el patrn de hormonasgastrointestinales (fundamentalmente motilina), lo quepuede inducir a un trnsito intestinal diferente94. Estos he-chos deben ser reconocidos por el pediatra que las pres-cribe, con el fin de evitar problemas de manejo, y es ne-cesario control estricto al inicio del tratamiento y, en eltranscurso del mismo, incrementar de manera progresivay alternativa el volumen y la concentracin de la frmulaescogida.De forma particular, la introduccin de dietas semiele-

    mentales o frmulas extensivamente hidrolizadas en pa-cientes con APLV requiere una especial precaucin, de-bido a que algunos pueden presentar reacciones adversascon estos productos54-58. Por ello, es buena prctica quela primera toma se realice en un medio adecuado, con vi-gilancia estricta, donde pueda controlarse la posible apa-ricin de sntomas.

    Documento descargado de http://analesdepediatria.elsevier.es el 21/06/2014. Copia para uso personal, se prohbe la transmisin de este documento por cualquier medio o formato.

  • ANALES ESPAOLES DE PEDIATRA. VOL. 54, N.o 4, 2001 377

    Recomendaciones sobre reacciones adversas a protenas de leche de vaca

    RECOMENDACIONES FINALESLa prolongacin de la lactancia materna es el mejor

    mtodo de prevencin y tratamiento de las reacciones ad-versas a la PLV. Slo debe recurrirse a frmulas especialescuando aqulla deba suplementarse o no pueda llevarsea cabo.Las frmulas hidrolizadas deben ser nicamente utiliza-

    das cuando existan indicaciones claras. Cada tipo de fr-mula tiene su especial indicacin: a) dietas semielemen-tales en el tratamiento de la APLV, IPLV, as como en laprevencin primaria de la APLV en nios de alto riesgoatpico; b) frmulas extensivamente hidrolizadas: podranser el sustituto adecuado de las dietas semielementales ennios con APLV, cuando pueda disponerse de una lactosano contaminada con PLV o se demuestre que esa posiblecontaminacin no influye en la tolerancia y evolucin alargo plazo, y c) frmulas parcialmente hidrolizadas: es-tn contraindicadas en el tratamiento de cualquier formade APLV, IPLV o ESLV y su eficacia en la prevencin pri-maria de la APLV est por demostrar.El uso de estas frmulas debe ser individualizado a

    cada paciente.Aunque la mayora de nios que reciben frmulas hi-

    drolizadas presentan un crecimiento y desarrollo normal,se han descrito problemas nutricionales diversos, por loque es necesario un estrecho seguimiento de los pacien-tes mientras dure su utilizacin.Por la especial composicin de las frmulas hidrolizadas

    (alta osmolaridad y carga renal osmolar, diferencias en elgrado de dextrosa-equivalente, induccin de alteracionesen la secrecin de hormonas gastrointestinales, etc.) sutratamiento debe ser cuidadosamente controlado.Las frmulas de soja pueden utilizarse en el tratamien-

    to de la APLV en todas sus manifestaciones, salvo lasdigestivas en lactantes. No estn indicadas con fines pre-ventivos. La presencia de manganeso, aluminio y fitos-trgenos en su composicin requiere estudios a largo pla-zo que documenten la falta de efectos adversos.Las dietas elementales estn nicamente indicadas en

    los casos de APLV y de IPLV que no toleran las frmulasalternativas (frmulas hidrolizadas o de soja).

    BIBLOGRAFA

    1. Sampson HA, Anderson JA. Summary and recommendations:classification of gastrointestinal manifestations due to immuno-logic reactions to foods in infants and young children. J PediatrGastroent Nutr 2000; 30: S87-S94.

    2. Hst A, Halken S. A prospective study of cow milk allergy inDanish infants during the first 3 years of life. Clinical course inrelation to clinical and immunological type of hypersensitivityreaction. Allergy 1990; 45: 587-596.

    3. ESPGAN. Committee on Nutrition. Comment on antigen-reduced infant formulae. Acta Paediatr 1993; 82: 314-319.

    4. ESPGAN. Committee on Nutrition. Comment on antigen-reduced infant formulae. Acta Paediatr 1993; 82: 314-319.

    5. Businco L, Dreborg S, Einarsson R, Giampietro PG, Host A,Keller KM et al. Hydrolysed cows milk formulae. Allergenicityand use in treatment and prevention. An ESPACI positionpaper. Pediatr Allergy Immunol 1993; 4: 101-111.

    6. Bjrkstn B. Comment on comment on Antigen-reduced infantformulae. Acta Pediatr 1993; 82: 660-662.

    7. ESPGAN Committee on Nutrition. Antigen-reduced infant for-mulae. Acta Paediatr 1993; 82: 1087-1088.

    8. Comit de nutrition de la Socit franaise de pdiatrie. Utilisa-tion des formules charge antignique rduite. Arch Pdiatr2000; 7: 302-306.

    9. Martn Esteban M, Bon J, Martorell A, Nevot S, Plaza AM.Grupo de Trabajo sobre Alergia a Protenas de Leche de Vacade la Sociedad Espaola de Inmunologa Clnica y AlergologaPeditrica. Reacciones adversas a protenas de leche de vaca.Pediatrika 1998; 18: 319-354.

    10. Vitoria JC, Dalmau J, Ros L, Olivera JE, Snchez-Valverde F.Grupo de Trabajo de la Sociedad Espaola de Gastroenterolo-ga y Nutricin Peditrica. Enteropata sensible a protenas deleche de vaca. An Esp Pediatr 1995; 42: 355-360.

    11. Schmitz J. Malabsorption. En: Walker WA. Durie PR, HamiltonJR et al, eds. Pediatric gastrointestinal disease: pathophysio-logy, diagnosis, management. Filadelfia: BC Decker, 1991;79-89.

    12. American Academy Pediatrics. Committee on Nutrition. Proteinhydrolysate formulas. En: Kleinman RE, ed. Pediatric NutritionHandbook, 4. ed. Illinois: Elk Grove, 1998; 38-39.

    13. American Academy Pediatrics. Committee on Nutrition. Hypo-allergenic infant formulas. Pediatrics 2000; 106: 346-349.

    14. Bindels JG, Boerma JA. Hydrolysed cows milk formulae.Pediatr Allergy Immunol 1994; 5: 189-190.

    15. Lebenthal E, Heiteinger L, Lee PC, Mord KS, Hodge C, BrooksSP et al. Corn syrup sugars: in vitro and in vivo digestibility andclinical tolerance in acute diarrhea of infancy. J Pediatr 1983;103: 29-34.

    16. Fagundes-Neto V, Viaro T, Lifshitz F. Tolerance to glucose poly-mers in malnourished infants with diarrhea and disaccharideintolerance. Am J Clin Nutr 1985; 41: 228-234.

    17. Fomon SJ, Bell EF. Energy. En: Fomon SJ, ed. Nutrition ofnormal infants. St Louis: Mosby, 1993: 103-120.

    18. Ragno V, Giampietro PG, Bruno G, Businco L. Allergenicity ofmilk protein hydrolysate formulae in children with cows milkallergy. Eur J Pediatr 1993; 152: 760-762.

    19. Vandenplas Y, Heymans HSA. A proposal for classification ofhydrolysates. 28 th Annual Meeting ESPGAN. Jerusalem(Israel), 1995.

    20. Dalmau J. Concepto e indicaciones de las frmulas hidroliza-das. An Esp Pediatr 1996; (Supl 86): 79-81.

    21. Hst A, Koletzko B, Dreborg S, Muraro A, Wahn V, Agget P etal. Society for Paediatric Allergology and Clinical Immunology(ESPACI) Committee on Hypoallergenic Formulas and theEuropean Society for Paediatric Gastroenterology, Hepatologyand Nutrition (ESPGHAN) Committee on Nutrition. Dietaryproducts used in infants for treatment and prevention of foodallergy. Arch Dis Child 1999; 81: 80-84.

    22. Halken S, Hst A, Hansen LG, sterballe O. Preventive effectof feeding high-risk infants a casein hydrolysate formula or anultrafiltrated whey hydrolysate formula. A prospective, rando-mized, comparative clinical study. Pediatr Allergy Immunol1993; 4: 173-181.

    23. Zeiger RS, Heller S. The development and prediction of atopyin high-risk children: follow-up at seven years in a prospectiverandomized study of combined maternal and infant food aller-gic avoidance. J Allergy Clin Immunol 1995; 95: 1179-1190.

    Documento descargado de http://analesdepediatria.elsevier.es el 21/06/2014. Copia para uso personal, se prohbe la transmisin de este documento por cualquier medio o formato.

  • ARTCULO ESPECIAL. Comit de Nutricin de la Asociacin Espaola de Pediatra

    378 ANALES ESPAOLES DE PEDIATRA. VOL. 54, N.o 4, 2001

    24. ldus G, Anjou K, Bjrkstn B, Moran JR, Kjellman NIM.Extensively and partially hydrolysed infant formulas for allergyprophylaxis. Arch Dis Child 1997; 77: 4-10.

    25. Vandenplas Y, Hauser B, Van den Borre C, Clybouw C, MahlerT, Hachimi-Idrissi S et al. The long-term effect of a partial wheyhydrolysate formula on the prophylaxis of atopic disease. Eur JPediatr 1995; 154: 488-494.

    26. Chandra RK. Five-years follow-up of high-risk infants withfamily history of allergy who were exclusively breast-fed or fedpartial whey hydrolysate, soy, and conventional cows milk for-mulas. J Pediatr Gastroenterol Nutr 1997; 24: 380-388.

    27. Halken S, Skanstrup Hansen K, Jacobsen HP, Estmann A,Engberg Flling A, Hansen LG et al. Comparison of a partiallyhydrolyzed infant formula with two extensively hydrolyzed for-mulas for allergy prevention: a prospective, randomized study.Pediatr Allergy Immunol 2000; 11: 149-161.

    28. Dalmau J, Nieto A. Allergenic properties of hypoallergenic milkformulae. En: Businco L, Oehling A, Renner B, Morn J, eds.Food Allergy in Infancy. Madrid: Garsi, 1992: 239-247.

    29. Van Beresteijn ECH, Meijer RGM, Schmidt DG. Residual antige-nicity of hypoallergenic infant formulas and the occurrence ofmilk-specific IgE antibodies in patients with clinical allergy. JAllergy Clin Immunol 1995; 96: 365-374.

    30. Van Hoeyveld EM, Escalona M, De Swert LFA, Stevens EAM.Allergenic and antigenic activity of peptide fragments in a wheyhydrolysate formula. Clin Exp Allergy 1998; 28: 1131-1137.

    31. Obispo T, Moscoso J, Nieto A, Dalmau J. Allergenic activity ofhypoallergenic infant formulae Clin Exp Allergy 1990; 20(Suppl 1): 32.

    32. Siemensma AD, Weijer WJ, Bak H. The importance of peptidelengths in hypoallergenic lengths in hypoallergenic infant for-mulae. Trends Food Science Technology 1993; 4: 16-21.

    33. Niggemann B, Binder C, Klettke U, Wahn U. In vivo and invitro studies on the residual allergenicity of partially hydrolysedinfant formulae. Acta Paediatr 1999; 88: 394-398.

    34. Dalmau J, Nieto A. Evolucin de las frmulas altamente hidro-lizadas. Pediatrika 1994; 14: 88-89.

    35. Gortler I, Urbanek R, Forster J. Characterization of antigens andallergens in hypo-allergenic infat formulae. Eur J Pediatr 1995;154: 289-294.

    36. Hoffman K, Sampson HA. Serum specific-IgE antibodies topeptides detected in a casein hydrolysate formula. PediatrAllergy Immunol 1997; 8: 185-189.

    37. Isolauri E, Sutas Y, Makinen S, Oja SS, Isosomppi R, TurjanmaaK. Efficacy and safety of hydrolyzed cow milk and aminoacid-derived formulas in infants with cow milk allergy. J Pediatr1995; 127: 550-557.

    38. Aas K. The biochemistry of food allergens: what is essential forfuture research?. En: Reinhardt D, Schmidt E, eds. Food Allergy.Nueva York: Raven Press, 1988; 1-11.

    39. Kleinman RE. Cow milk allergy in infancy and hypoallergenicformulas. J Pediatr 1992; 121: S116-S121.

    40. Kleinman RE, Bahna S, Powell GF, Sampson HA. Use of infantformulas in infants with cow milk allergy. A review and recom-mendations. Pediatr Allergy Immunol 1991; 2: 146-155.

    41. Sampson HA, Bernhisel-Broadbent J, Yang E, Scanion SM.Safety of casein hydrolysate formula in children with cow milkallergy. J Pediatr 1991; 118: 520-525.

    42. Halken S, Hst A, Hansen LG, sterballe O. Safety of a new,ultrafiltrated whey hydrolysate formula in children with cowmilk allergy: a clinical investigation. Pediatr Allergy Immunol1993; 4: 53-59.

    43. Martin Esteban M, Garcia Ara MC, Banque M, Boyano MT,Martin Muoz F, Diaz JM. Evaluation of an extensively hydroly-

    zed casein-whey protein formula in immediate cows milkprotein hypersensitivity. J Pediatr Gastroenterol Nutr 1998; 26:398-401.

    44. Eastham EJ, Lichauco T, Pang K, Walker WA. Antigenicity ofinfant formulas and the induction of systemic immunologicaltolerance by oral feeding: cows milk versus soy milk. J PediatrGastroenterol Nutr 1982; 1: 23-28.

    45. Lake AM. Beyond hydrolysates. Use of L-amino acid formula inresistant dietary protein-induced intestinal disease in infants. JPediatr 1997; 131: 658-660.

    46. Jakobsson I, Lindberg T. A prospective study of cows milkprotein intolerance in Swedish infants. Acta Paediatr Scand1979; 68: 853-859.

    47. Hill DJ, Ford RPK, Shelton MJ, Hosking CS. Study of 100 infantsand young children with cows milk allergy. Clin Rev Allergy1984; 2: 125-142.

    48. Burks AW , Casteel HB, Fiedorek SC, Williams LW , PumphreyCL. Prospective oral food challenge study of tow soyheanprotein isolates in patients with possible milk or soy protein SA,Burks enterocolitis. Pediatr Allergy Immunol 1994; 5: 40-45.

    49. Zeiger RS, Sampson HA, Bock SA, Burks AW , Harden K, NooneS et al. Soy allergy in infants and children with IgE-associatedcows milk allergy. J Pediatr 1999; 134: 614-622.

    50. American Academy Pediatrics Committee on Nutrition. Soyprotein-based formulas: Recommendations for use in infantfeeding. Pediatrics 1998; 101: 148-153.

    51. Businco L, Cantani A. Prevention of childhood allergy bydietary manipulation. Clin Exp Allergy 1990; 20 (Suppl 3): 9-14.

    52. Zeiger RS. Prevention of food allergy in infancy. Ann Allergy1990; 65: 430-441.

    53. Zeiger RS. Dietary aspects of food allergy prevention in infantsand children. J Pediatr Gastroenterol Nutr 2000; 30: S77-S86.

    54. Hill DJ, Cameron DJS, Francis DEM, Gonzalez A, Hoshing CS.Challenge confirmation of late-onset reactions to extensivelyhydrolyzed formulas in infant with multiple food protein into-lerance. J Allergy Clin Immunol 1995; 96: 386-394.

    55. Isolauri E, Sutas Y, Makinen S, Oja SS, Isosomppi R, Turjanaa K.Efficacy and safety of hydrolyzed cow milk and amino acid-derived formulas in infants with cow milk allergy. J Pediatr1995; 127: 550-557.

    56. Vanderhoof JA, Murray ND, Kaufman SS, Mack DR, AntonsonDL, Corkins MR et al. Intolerance to protein hydrolysate infantformulas: An underrecognised cause of gastrointestinal symp-toms in infants. J Pediatr 1997; 131: 741-744.

    57. De Boissieu D, Matarazzo P, Dupont C. Allergy to extensivelyhydrolyzed cow milk proteins in infants: Identification and tre-atment with an amino acid-based formula. J Pediatr 1997; 131:744-747.

    58. Sotto D, Tounian P, Baudon JJ, Pauliat S, Challier P, Fontaine JLet al. Lallergie aux hudrolysats de protines du lait de vache.A propos de huit cas. Arch Pdiatr 1999; 6: 1279-1285.

    59. Dalmau J. Utilizacin de frmulas alimentarias especiales.Aspectos nutricionales. Pediatrika 1998; 18: 311-316.

    60. Commission of the European Communities. Commission direc-tive 96/4 EC, 16 February amending directive 91/321 EEC oninfant formulae and follow-on formulae. Official Journal of theEuropean Commission 1996; 39: 12-16.

    61. Bousoo C, Lpez M, Alonso MA, Dieguez MA, Banqu M.Intolerancia a protenas vacunas. Seguimiento nutricional trasdieta con frmula hipoalergnica con protenas adaptadas.Pediatrika 1995; 15: 497-503.

    62. Rigo J, Salle BL, Putet G, Senterre J. Nutritional evaluation ofvarious protein hydrolysate formulae in term infants during thefirst month of life. Acta Paediatr 1994; 83 (Suppl 402): 100-104.

    Documento descargado de http://analesdepediatria.elsevier.es el 21/06/2014. Copia para uso personal, se prohbe la transmisin de este documento por cualquier medio o formato.

  • ANALES ESPAOLES DE PEDIATRA. VOL. 54, N.o 4, 2001 379

    Recomendaciones sobre reacciones adversas a protenas de leche de vaca

    63. W alker-Smith JA, Digeon B, Phillips AD. Evaluation of a caseinand a whey hydrolysate for treatment of cows milk sensitiveenteropathy. Eur J Pediatr 1989; 149: 68-71.

    64. Isolauri E, Sutas Y, Salo MK, Isosomppi R, Kaila M. Eliminationdiet in cows milk allergy: Risk for impaired growth in youngchildren. J Pediatr 1998; 132: 1004-1009.

    65. Rigo J, Salle BL, Cavero E, Richard P, Putet G, Senterre J. Plasmaamino acid and protein concentrations in infants fed humanmilk or a whey protein hydrolysate formula during the firstmonth of life. Acta Paediatr 1994; 83: 127-131.

    66. Decsi T, Veitl V, Szasz M, Pinter Z, Mehes K. Plasma amino acidconcentrations in healtht, full-term infants fed hydrolysateinfant formula. J Pediatr Gastroenterol Nutr 1996; 22: 62-67.

    67. Higuchi R, Noda E, Koyama Y, Shirai T, Horino A, Juri T et al.Bitorin deficiency in an infant fed with amino acid formula andhypoallergenic rice. Acta Paediatr 1996; 85: 872-874.

    68. Moya M, Corts E, Ballester MI, Vento M, Juste M. Short termpolycose substitution for lactose reduces calcium absorptionin healty term babies. J Pediatr Gastroenterol Nutr 1992; 14:57-61.

    69. Davidovits M, Levy Y, Avramovitz T, Eisenstein B. Calcium defi-ciency rickets in a four-year old boy with milk allergy. J Pediatr1993; 122: 249-251.

    70. Whyte RK, Campbell D, Stanhope R, Bayley HS, Sinclair JC.Energy balance in low birth weight infants fed formula of highor low medium-chain triglyceride content. J Pediatr 1986; 108:964-971.

    71. Seaton TB, Welle SL, Warenko MK, Campbell RG. Thermiceffect of medium-chain and long-chain triglycerides in man.Am J Clin Nutr 1986; 44: 630-634.

    72. Carnielli VP, Rossi K, Badon T, Gregori B, Verlato G, Orzali A etal. Medium-chain triacyl-glycerols in formulas for preterminfants: effect on plasma lipids, circulating concentrations ofmedium-chain fatty acids, and essential fatty acids. Am J ClinNutr 1996; 64: 152-158.

    73. Lowichik A, Matlak M, Nuttall K, Curtis J, OGorman M. Intesti-nal lactobezoars in twins receiving a reconstituted elementalformula. J Pediatr Gastroenterol Nutr 1999; 28: 104-107.

    74. David TJ, Waddington E, Stanton RHJ. Nutritional hazards ofelimination diets in children with atopic eczema. Arch DisChild 1984; 59: 323-325.

    75. Roesler TA, Barry PC, Bock SA. Factitious food allergy andfailure to thrive. Arch Pediatr Adolesc Med 1994; 148: 1150-1155.

    76. De Vizia B, Mansi A, Giangregorio A, Troncone R. Metabolicalkalosis due to the use of an oligo-antigenic diet in infancy.Acta Paediatr 1995; 84: 103-105.

    77. ESPGAN. Committee on Nutrition: Comment on the composi-tion of soy protein based infant and follow-up formulas. ActaPaediatr Scand 1990; 79: 1001-1005.

    78. Mimouni F, Campaigne B, Neylan M, Tsang RC. Bone minerali-zation in the first year of life in infants fed human milk, cow-milkformula, or soy-based formula. J Pediatr 1993; 122: 348-354.

    79. Lonnerdal B. Nutritional aspects of soy formula. Acta Paediatr1994; 83 (Suppl 402): 105-108.

    80. Hawkins NM, Coffey S, Lawson MS, Delves HT. Potential alu-minium toxicity in infants fed special infant formula. J PediatrGastroenterol Nutr 1994; 19: 377-381.

    81. American Academy Pediatrics. Committee on Nutrition. Alumi-nium toxicity in infants and children. Pediatrics 1996; 97:413-416.

    82. Setchell KDR, Zimmer-Nechemias L, Cai J, Heubi J. Exposure ofinfants to phyto-oestrogens from soy-based infant formula.Lancet 1997; 350: 23-27.

    83. Irvine CHG, Fitzpatrick MG, Alexander SL. Phytoestrogens insoy-based infant foods: Concentrations, daily intake, and possi-ble biological effects. Proc Soc Exp Biol Med 1998; 217: 247-253.

    84. Tonz O, Zimmerli B. Les phyto-oestrognes dans lalimentationdes nourrissons base de protine de soja. Paediatrica 1997; 8:16-17.

    85. Setchell KDR, Zimmer-Nechemias L, Cai J, Heubi JE. Isoflavonecontent of infant formulas and the metabolic fate of these phy-toestrogens in early life. Am J Clin Nutr 1998; 68 (Suppl):1453S-1461S.

    86. Chorazy PA, Himelhoch S, Hopwood NJ. Persistent hypothy-roidism in an infant receiving a soy formula. Case report anreview of the literature. Pediatrics 1995; 96: 148-150.

    87. Jabbar MA, Larrea J, Shaw RA. Abnormal thyroid function testin infants with congenital hypothyroidism: The influence ofsoy-based formula. J Am Coll Nutr 1997; 16: 280-282.

    88. Fomon SJ. Protein. En: Fomon SJ, ed. Nutrition of normalinfants. St. Louis: Mosby, 1993; 121-146.

    89. Paxson CL, Adcock EW, Morriss FM. Osmolalities of infant for-mulas. Am J Dis Child 1977; 131: 139-141.

    90. Cavell B. Effect of feeding an infant formula with high energydensity on gastric emptying in infats with congenital heartdisease. Acta Paediatr Scand 1981; 70: 513-516.

    91. Atakent Y, Ferrara A, Bhogal M, Klupsteen M. The adverseeffects of high oral osmolal mixtures in neonates. Clin Pedia-trics 1984; 23: 487-491.

    92. Fomon SJ, Ziegler EE. Carga renal de solutos y agua. En:Fomon SJ, ed. Nutricin del lactante. Madrid: Mosby-Doyma,1995; 90-101.

    93. Fomon SJ, Ziegler EE. Renal solute load and potential renalsolute load in infancy. J Pediatr 1999; 134: 11-14.

    94. Tormo R, Potau N, Infante D, Moran J, Martn B, Bergada A.Protein in infant formulas. Future aspects of development.Early Hum Develop 1998; 53 Suppl: S165-S172.

    Documento descargado de http://analesdepediatria.elsevier.es el 21/06/2014. Copia para uso personal, se prohbe la transmisin de este documento por cualquier medio o formato.