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LASANTA, P. J., y OLMO, R. del, Dic- cionario doctrinal de san Agustín, EDIBESA, Madrid 2003, 967 pp. El diccionario es el libro de moda en nuestro mundo occidental dominado por las prisas. Si entra- mos en una biblioteca, por peque- ña que sea, una de las secciones más actualizada es la sección de diccionarios, y es que cada día se nos anuncia la aparición de alguno nuevo. Diccionarios sobre las materias más variadas, de todo tipo y grosor, enciclopédicos y sin- téticos, grandes y pequeños, de uno o varios volúmenes, muchos de ellos portadores de un intere- santísimo recetario muy útil para los tiempos que corremos y los hombres que somos. Hoy, que no se tiene mucho tiempo, un libro de las características del diccionario nos puede proporcionar un puñado de ideas que nos sacan de apuros en momentos puntuales, aunque tengan también el peligro de anes- tesiar nuestro espíritu y hacer que nos conformemos con fáciles fór- mulas y pequeños fragmentos. El diccionario permite una consulta rápida cuando no se puede o se quiere hacer lecturas reposadas. El que tenemos en nuestras manos es un Diccionario doctrinal de san Agustín. Pero ¿quién es Agustín para que merezca el tener un dicciona- rio doctrinal? ¿Cuál es su impor- tancia y trascendencia? ¿A cuento de qué gastar fuerzas y tiempo para estudiar a un hombre del pasado lejano? Sin duda Agustín es el más conocido y leído, y uno de los que más se habla entre los escritores antiguos; no sólo ahora, en nuestra época, sino a lo largo de la historia, aunque no deja de ser verdad que muchos hablan de él y sólo le conocen de oídas; por lo tanto, aunque no sea nada más que para llenar una laguna y acercar- nos un poco el pensamiento y los escritos de Agustín, bienvenido sea este diccionario. Porque leer y conocer hoy mejor a Agustín es un reto para nosotros, es un deber de cultura cristiana y humanística, ya que Cristianismo y Humanidad tienen en él un representante úni- co, índice de su grandeza, y por- que ninguna de las preocupacio- nes de la cultura de su tiempo y 211 RECENSIONES DE LIBROS DICCIONARIO DOCTRINAL DE SAN AGUSTÍN RELIGIÓN Y CULTURA, L, 228 (2004) ENERO-FEBRERO

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  • LASANTA, P. J., y OLMO, R. del, Dic-cionario doctrinal de san Agustn,EDIBESA, Madrid 2003, 967 pp.

    El diccionario es el libro de modaen nuestro mundo occidentaldominado por las prisas. Si entra-mos en una biblioteca, por peque-a que sea, una de las seccionesms actualizada es la seccin dediccionarios, y es que cada da senos anuncia la aparicin de algunonuevo. Diccionarios sobre lasmaterias ms variadas, de todotipo y grosor, enciclopdicos y sin-tticos, grandes y pequeos, deuno o varios volmenes, muchosde ellos portadores de un intere-santsimo recetario muy til paralos tiempos que corremos y loshombres que somos. Hoy, que nose tiene mucho tiempo, un libro delas caractersticas del diccionarionos puede proporcionar un puadode ideas que nos sacan de apurosen momentos puntuales, aunquetengan tambin el peligro de anes-tesiar nuestro espritu y hacer quenos conformemos con fciles fr-mulas y pequeos fragmentos. El

    diccionario permite una consultarpida cuando no se puede o sequiere hacer lecturas reposadas.El que tenemos en nuestras manoses un Diccionario doctrinal de sanAgustn.Pero quin es Agustn para

    que merezca el tener un dicciona-rio doctrinal? Cul es su impor-tancia y trascendencia? A cuentode qu gastar fuerzas y tiempopara estudiar a un hombre delpasado lejano? Sin duda Agustnes el ms conocido y ledo, y unode los que ms se habla entre losescritores antiguos; no slo ahora,en nuestra poca, sino a lo largo dela historia, aunque no deja de serverdad que muchos hablan de l yslo le conocen de odas; por lotanto, aunque no sea nada ms quepara llenar una laguna y acercar-nos un poco el pensamiento y losescritos de Agustn, bienvenidosea este diccionario. Porque leer yconocer hoy mejor a Agustn es unreto para nosotros, es un deber decultura cristiana y humanstica, yaque Cristianismo y Humanidadtienen en l un representante ni-co, ndice de su grandeza, y por-que ninguna de las preocupacio-nes de la cultura de su tiempo y

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    RECENSIONES DE LIBROS

    DICCIONARIO DOCTRINAL DE SAN AGUSTN

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    del hombre de todos los tiempos lefue extraa a este singular repre-sentante de lo humano y lo divino.Como dice Juan Pablo II: Nuncase ha podido estudiar a fondo eldesarrollo del pensamiento cristia-no sin estudiar los tratados de sanAgustn, y nunca ser posible.Entre los padres de la Iglesia, sanAgustn es uno de los que unen lateologa de Oriente con Occidente.Con l el pensamiento patrsticolatino alcanza un nivel muy eleva-do (Homila en Yaound, Came-rn, 15-9-1995).

    Tal vez por eso Agustn est tancerca de nosotros y, con sus intui-ciones y pensamientos, puede hoyayudarnos a orientar muchas denuestras reflexiones, y es que elobispo de Hipona, como talento,amplitud de cultura y doctrina, essuperior en gran medida a todoslos pensadores de la humanidad,ya que desde que la gracia delSeor lo tom, no hizo sino multi-plicar prodigios de elevacin yciencia. A la distancia de tantossiglos su doctrina es siempreactual (Juan XXIII, Alocucin enla audiencia general, 26-9-1959).

    Agustn es un conocedor pro-fundo; pero ms que de las cosas,que tambin de los senderos de loshombres, de los caminos exteriorese interiores que recorre el comnde los mortales, porque l es cono-cedor de los propios caminos,conocerse a s mismo y a Dios (cf.Soliloquios 1,2,7) ha sido su pri-

    mera y principal pasin. l conocesus grandezas y miserias, nos dacuenta de sus pensamientos msntimos y sublimes y de sus fondosms bajos, de sus luchas persona-les y sus grandes decepciones, esdecir, de todo lo que ocurre en loprofundo del corazn del hombre,y es que, dice l: Yo lo he experi-mentado; conozco la muchedum-bre de fbulas que es capaz dealumbrar el corazn del hombre; yqu es mi corazn, sino un cora-zn humano? (La Trinidad 4, pr-logo).

    Agustn pertenece a ese reduci-do grupo de hombres que, por suagudeza de vista, pone a nuestroalcance y ante nuestro espritu laesencia misma de la vida propiadel hombre, hecha de conquistas yesperanzas, pero tambin de fraca-sos y cadas. l supo ser, en mediodel ajetreo diario y de una activi-dad pastoral y social enorme, unhombre reflexivo, pero sobre todoha sabido ver todo desde el hondnde su ser, desde el corazn, verda-dero crisol donde se ve y se conocede verdad. Agustn es un hombreagudo y profundo, amigo de loslibros y de la reflexin, que adqui-ri una amplia cultura y que nos lasirve en sus propias bandejas paranosotros; es un hombre que hasabido armonizar lo antiguo y lonuevo, que vivi tan inquieto porla sabidura y la verdad que nuncaquiso guardarse sus conocimientosy conquistas para l slo, y as se

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    convirti en el vehculo transmisorde todo lo anterior, pero hecho yahumano en su propio interior. Poreso podemos afirmar que a Agustnhay que conocerlo bien, no sloutilizarlo para defender posicionesdoctrinales en clases de teologa opara adobar nuestras afirmacionesen el plpito.

    Decir que alguien, siendo anti-guo, se adelant a su tiempo y porlo tanto es actual, es una afirma-cin tpica de biografa de hombreilustre, pero decirlo de Agustn esuna expresin esencial, porque lha sabido como pocos, como nin-guno, dira yo, leer la realidad conmirada universal y porque es unhombre dotado de tal capacidadpara analizar los hechos que pare-ce que prev a largas distanciaslas consecuencias. Por ser como esy por decir lo que dice, y como lodice, ha conseguido reconocimien-to y alabanzas en su tiempo y en elnuestro de personas que son afinesy de gente poco sospechosa dedejarse ganar por el fcil elogio.Bstenos dos testimonios, el pri-mero de un contemporneo suyo yel segundo de uno nuestro. Mace-donio, lugarteniente de frica,recibi una carta de Agustn inter-cediendo por unos reos y, a la vez,le enva los primeros libros de Laciudad de Dios; a los pocos das lecontesta por carta diciendo:Mucho me ha impresionado tusabidura, tanto por tus escritoscomo por la carta que me enviaste

    acerca de la intercesin a favor delos reos. Porque los primeros tie-nen tanta agudeza, ciencia y santi-dad, que nada hay mejor; y tu car-ta es tan modesta, que si no hagolo que mandas, pensara yo que laculpa ha de atribuirse a m y no alreo He ledo tus libros; no erantan lnguidos e inertes que mepermitieran ocuparme en otra cosaantes que en ellos. Se apoderaronde m, y sacndome de otras cau-sas de preocupacin, me ataroncon sus vnculos de tal modo, queno s qu admirar ms en ellos, sila perfeccin del sacerdocio, losdogmas filosficos, el pleno cono-cimiento de la historia o la ameni-dad del estilo, la cual atrae tantoaun a los imperitos, que no sabendejarlo hasta acabar, y todava sequedan con ganas despus de ter-minar (Epstola 154,1-2). Entrenuestros contemporneos, Hum-berto Eco, aunque no es el nico,desde un punto de vista cultural,leyendo un libro de Agustncomenta: Tengo en estos dasentre las manos el tratado DeMagistro, o sea, El maestro de SanAgustn (Agustn para los ntimos),cuya lectura aconsejara. Podadecirse que recuerda al mejorWittgenstein, si Wittgenstein norecordara al mejor Agustn. Ntesecmo de un simple paseo con Ade-odato, su propio hijo natural, elpadre-maestro sabe extraer unaserie de iluminaciones sobre ququiere decir hablar. Digo de un

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    paseo, no simplemente en eltranscurso de un paseo, porque esla experiencia corporal de caminaren s misma que sugiere a Agustnexplicar mejor el uso que hacemosde las palabras a travs de gestos,movimientos, detenciones o acele-raciones del paso. Les aseguro:una delicia. Cuando un clsico esttan cerca de nosotros, nos lamenta-mos, leyndolo, de no haberlo hechoantes (Humberto ECO, Viaje a lasraces, La Nacin, Buenos Aires10-4-1994).

    La personalidad de Agustn estan completa que no se puede cap-tar de una sola mirada o desde unsolo punto de vista, y es tan rica,que necesita muchos ojos y muchosintentos para poder acercarnos unpoco, y es que decir que Agustn esde esta o de aquella manera, quehizo o dej de hacer esto o aquello,que su pensamiento es as o de nos qu otra forma, es presentar sufigura y doctrina de manera incom-pleta, porque su vida es tan plena,su cuerpo doctrinal tan extenso, lasinsinuaciones que nos hace tansabias y ricas, que toda iniciativapara desvelar un ngulo ms omenos oscuro de su vida, su doctri-na o sus intuiciones es de agradecery ha de ser aplaudido. Es verdadque en los ltimos tiempos se hapublicado mucho y bueno sobre l ysu doctrina, y adems tenemos lasuerte de disponer ya en nuestrapropia lengua de todas sus obraspara que podamos acudir a l sin

    intermediarios; sin embargo, consi-dero un regalo el libro que ahoratenemos en nuestras manos, porqueadems de dejar hablar a Agustncon sus propias palabras, podemospalpar sus pensamientos y dejarnospenetrar por su doctrina.

    Ante la imposibilidad de decirtodo, hay que ser selectivos, y es loque pretende este diccionario alacercarnos a Agustn en sus face-tas principales y ms atrayentes desu doctrina. Los textos que nospresenta, escritos por un hombrede una humanidad desbordante,con la elegancia y naturalidad deun genio, destilan el aroma absor-bente que pueden calmar nuestrasprisas, y proporcionar la tranquili-dad y la paz al corazn, y desperta-rn sin duda los deseos de profun-dizar ms en su doctrina, porque loque nos puede proporcionar undiccionario es slo el aperitivo delo que ha de ser una buena comidaque alimente el espritu.

    Siendo nuestra obra un diccio-nario, evidentemente la intencinde los autores es ofrecer a loscuriosos y a los estudiosos, al afi-cionado y al experto, pero siempreamantes del saber, una pequeaobra de consulta rpida y certera.En este caso los materiales son decontenido doctrinal, es decir, tex-tos que contienen los conceptosfundamentales de la obra de Agus-tn seleccionados temticamentede entre la selva enorme de susescritos. Si uno se acerca por

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    curiosidad a este diccionario, esseguro que al final pedir ms,porque se ha acercado a una fuen-te que es capaz de refrescar la vidae introduce, al que se aproxima, enlos frtiles campos de la inquietudy la reflexin sobre uno mismo, yAgustn mismo, con su sabidura,se hace compaero por los cami-nos sustanciales de la propia viday de la orientacin existencial. Siuno se acerca como estudiosoencontrar aqu material doctrinalque le facilitar la investigacin ypuede dar alas a sus inquietudesintelectuales. Y tal vez alguno,como Severo, uno de los amigos deAgustn, pueda decir: Oh abejade Dios, verdadera artfice, queconstruyes panales llenos de divi-no nctar que redunda en miseri-cordia y verdad! Pasando por ellosse deleita el alma ma y trata deresarcirse y cobrarse con ese pastovital de todo lo que en s mismaencuentra menguado o siente defi-ciente. Dios es bendecido por elpregn de tu boca y por tu fielministerio. Reflejas y repites tanbien lo que el Seor te canta, quetodo lo que viene fluyendo desdela divina plenitud hasta nosotrosse hace ms alegre y grato por tuelegante servicio, por tu gil plu-ma, por tu fiel, casto, simpleministerio (Epstola 109,1-2).

    Es evidente que en un diccio-nario como ste, aunque seencuentre una ordenada coleccinde textos para iluminar las diver-

    sas temticas de la doctrina deAgustn, slo se puede presentar loesencial del cuerpo doctrinal, yque los matices y detalles se pier-dan por no poder ser atendidos; aslo reconocen los propios autores enla presentacin: Hemos tratadode recoger lo ms notable y seerodel pensamiento agustiniano. Con-sideramos que las pginas quesiguen a continuacin pueden ser-vir de gran ayuda para la forma-cin doctrinal y teolgica de losmiembros de la Iglesia. La formade presentar tales enseanzaspodr ayudar, notablemente, a ladivulgacin del pensamiento deSan Agustn, que goza de granvalor y actualidad, para afrontartantas cuestiones que hoy nos inte-resan y preocupan. Al mismo tiem-po, podrn enriquecer y nutrir lavida espiritual de los cristianos(p. 16).

    Los autores, presbtero uno yreligioso agustino el otro, manejancon soltura la obra de Agustn, quesin duda conocen bien, y nos ofre-cen lo ms granado de las 230entradas que nos presentan. Algu-nas de ellas, las menos, tienen unoo dos textos, las otras ms y algu-nas muchos ms, hasta constituiruna coleccin de 2.779 pensa-mientos. Todos ellos van encabeza-dos con una frase que quiere resu-mir lo que dice el texto, es decir,no hay anlisis de los temas nicomentarios a los textos, sino quese trata de prrafos de Agustn, de

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    un cuerpo doctrinal de este autor.El trabajo, el gran trabajo, es deacarreo, pero el saber elegir lostextos entre muchos y organizarlosde forma coherente es uno de losgrandes mritos del presente libro.

    Es verdad que hasta ahoranadie haba elaborado un diccio-nario de esta magnitud, aunquetenamos colecciones de textos anuestra disposicin ms o menosvaliosos, como los llevados a cabopor Sahelices, Capnaga, Rubio yotros. La obra que ahora estamospresentando tiene un carcterenciclopdico y presenta muchostemas que eran preocupacin deAgustn en su tiempo y que pue-den ofrecer una luz al lectormoderno para el propio tiempo.Sin duda hay aspectos, temas ypreocupaciones que son tpicos delhoy y que Agustn ni trat ni pudotratar y, en consecuencia, novamos a encontrar en este diccio-nario. Pero personalmente echo enfalta algunas entradas que, por laimportancia que considero que tie-nen para Agustn, sera necesarioque figurasen, como por ejemplo, yes slo un ejemplo, no un listadode lagunas, corazn, comunin,patria Si hay una segunda edi-cin sera bueno que se incluyesenestas y otras races significativas, yde no pequeo valor doctrinal, enAgustn.

    Ciertamente con esta obra sepone al alcance de todos un buennmero de textos de la doctrina

    agustiniana, se simplifica as elacceso a la comprensin de la doc-trina de Agustn y se abren puertaspara la vivencia de su mensaje. Esverdad que al sacar los textos desu contexto y dejarlos sin referen-te, y al hacerlo de forma alfabtica,para un inexperto pueden perderel hilo conductor doctrinal y verseslo como unidades independien-tes y no como un todo. Adems, undiccionario de este tipo tiene elpeligro de que el que lo tenga ensu biblioteca y lo lea de vez encuando pueda creer que ha ledo aAgustn, pero lo cierto es que otrosse lo han ledo por l, y eso novale. Este libro, ni ninguno de losescritos sobre un pensamiento oautor, puede dispensar de la lectu-ra directa, de la necesidad deacercarse a las obras escritas porel mismo autor, en este caso Agus-tn. Esto quiere decir que despusde esta iniciacin el lector intere-sado tiene que ampliar su conoci-miento acudiendo a las fuentesmismas escritas por Agustn.

    Al final del libro se aade unndice analtico que puede ser tilpara poder situarse. De todas lasmaneras, a pesar de los reparosque hemos manifestado, es nece-sario afirmar que tenemos en nues-tras manos una obra buena y deinters para el que quiera entraren contacto con Agustn. Es unaobra bien presentada y manejable.Se trata de un libro que puede ydebe tener un puesto en toda

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    biblioteca de estudios filosficos-teolgicos y en la de cualquierestudioso y pastor, porque es unaobra que presta una valiosa ayudaa todo el que est interesado enentrar en contacto con este hombrefuera de serie, y que es de utilidadpara catequistas y todo el que esttrabajando en labores pastorales.

    Slo nos queda elogiar con sin-ceridad el trabajo y el esfuerzorealizado por los autores, porque

    para hacer este diccionario esnecesario invertir muchas horas dededicacin y de estudio, muchotiempo para seleccionar y controlarun sinnmero de textos y porquehan realizado una obra importantede acercamiento del pensamiento,la doctrina y la persona de Agustnal lector de lengua hispana que essiempre de agradecer.

    Santiago Sierra, OSA

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    ABADIE, Ph.; LMONON, J.-P., (eds.), Le Judasme laube de lre chrtienne,XVIII congrs de lACFEB (Lyon septembre 1999), Les ditions du Cerf,Pars 2001, 412 pp.

    No podemos comenzar si no es felicitando y agradeciendo a Les ditionsdu Cerf esta publicacin que rene las conferencias dictadas con ocasin delDecimoctavo Congreso de la Asociacin Catlica Francesa para el estudio dela Biblia, celebrado en Lyon en 1999. Ya nos tiene habituados a estas mag-nficas presentaciones en todas las obras que corresponden a la coleccinLectio Divina, de la que sta hace el nmero 186. Las conferencias, todasellas expuestas por grandes estudiosos, han sido organizadas en seis partes,que corresponden a los puntos neurlgicos de inters de estos das de traba-jo. La primera parte, titulada poltica y cultura, rene cuatro presentaciones.Estudian la llegada a las regiones del Oriente Prximo de los griegos y de losromanos y las grandes consecuencias que en el interior del pueblo judotuvieron estos choques culturales, donde se llegaron a formar grupos consensibilidades distintas recordemos el ejemplo de Flavio Josefo por causade estos enfrentamientos. Tambin Qumrn est relacionado con eventospolticos. La segunda parte, la ms amplia y titulada los Maestros de Israel,examina los textos de la tradicin rabnica, pero desde una nueva ptica. Esuna seccin muy interesante y que nos puede ayudar a leer y entender msfcilmente el Nuevo Testamento. Sobre todo nos ayudar a comprender mejorla tradicin oral. Tambin se muestra el desconocimiento que existe delmundo de los fariseos, muchos de cuyos pensamientos no estn lejos de losque tenan los discpulos de Jess. La tercera parte se concentra en la Apo-calptica, tema que no poda faltar por su notable influjo en el siglo primero,si bien su perodo existencial es ms amplio, tanto antes como despus deCristo. Se trata de precisar las races y cules son las condiciones que larodean en su origen y de no reducirla slo al gnero literario llamado apo-calptico, como muchos autores pretenden. La lectura del texto de Apoca-lipsis 8,1-11,19 ayuda a ver la originalidad cristiana, dada a este texto quepertenece al mundo de la apocalptica, por la perspectiva cristlogica que loenvuelve. La cuarta parte, Resurreccin de los muertos-Misin, pretendeexponer cmo el pensamiento cristiano del primer siglo se ocupa de aquellostemas propios del ambiente cultural de la poca en el que se encuentra

    SAGRADA ESCRITURA-TEOLOGA

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    inmerso. Los dos autores de este apartado subrayan la originalidad cristianaque marca la resurreccin de Cristo y el anuncio de un Evangelio (misin)que se presenta como tal a las naciones. La quinta parte, sobre Padres de laIglesia y el judasmo, se centra, a ttulo de ejemplo, en Justino y Efrn elsirio. La finalidad es resaltar que los Padres eran conscientes de un ligamencon el judasmo y con los judos de su tiempo. La sexta y ltima parte, Reac-ciones de un eclesilogo, expresa la valoracin positiva de un telogo, indi-cando las aportaciones, pero que tambin seala las carencias. Varios ndi-ces concluyen esta estupenda obra.

    Alejandro Moral Antn

    DURRWELL, F. X., Cristo nuestra Pascua, Ed. Ciudad Nueva, Madrid 2003,181 pp.

    El padre Durrwell, redentorista francs y autor de obras traducidas a lasprincipales lenguas del mundo, nos invita en este libro a que hagamos unareflexin profunda acerca de la resurreccin de Jess, verdad fundamentalde nuestra fe. La elaboracin teolgica que nos presenta el autor parte de laidea de que la muerte y la resurreccin del Seor no son hechos antagnicos,sino que hacen parte y son constituyentes de una misma realidad oriunda delPadre. La resurreccin es fuente y fundamento de la Iglesia, y en la expe-riencia que ella hace del resucitado surge la posibilidad de la plenitud. Porla resurreccin el Padre otorga a Cristo la oportunidad de volver a su estadooriginal, por lo cual gozaba, antes de la encarnacin, de la plenitud en la glo-ria divina. Dios lo resucita por la accin del Espirito Santo, dndole la opor-tunidad de rescatar su identidad filial. De la misma manera abre el caminohacia la plenitud a todos los creyentes. Encontramos tambin un pensamien-to sobre el significado de la muerte de Cristo y de su importancia como vade acceso hacia la revelacin de la plenitud divina. Con la afirmacinexpuesta en el texto de que la muerte nos abre a la posibilidad de la resu-rreccin, Durrwell nos presenta una visin referente a la realidad de la fini-tud humana mucho ms positiva (contrariando la visin de carcter negativoque por tanto tiempo ha reinado en la Teologa); partiendo del presupuestode que en ella no se llega al fin, sino al inicio de nuestra verdadera existen-cia. Por su resurreccin Jess se constituye en fuente de redencin; es elnuevo Adn desde el cual Dios crea la nueva humanidad, libre del pecado yabierta a la gratitud de su amor. Esta redencin del Cristo no viene comopaga por nuestras culpas (como accin compensatoria), sino que es fruto de

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    la gratitud del Padre que nos ama siempre. Lo nico que Dios nos pide esque acojamos esta salvacin que l nos ofrece gratuitamente, buscando unavivencia nueva que est regida solamente por el mandamiento del amorincondicional. El misterio de la redencin se encuentra en la propia personade Jess. Cuando dejamos que l viva en y por nosotros obtenemos, por lagracia de Dios, la oportunidad de una vida plena. Desde esta realidad laIglesia fundada por el propio Jess pasa a ser un camino privilegiado de lle-gada, hasta la plenitud que se revela en las seales visibles de la presenciadel Cristo (Palabra y Sacramentos). La Iglesia, por tanto, es fuente de cono-cimiento de la revelacin del Padre en la encarnacin del Hijo por la accindel Espritu y nos aproxima, as, del plan de redencin al cual somos llama-dos a participar. La Iglesia, por el testimonio de sus fieles en el mundo, asu-me su carcter escatolgico, pasando a ser instrumento de manifestacin delpropio Cristo y de su salvacin futura. Nuestra participacin en este plan desalvacin se tiene que manifestar en acciones concretas que sean el comien-zo de una nueva sociedad ms justa y fraterna. Dios nos ha creado para lasalvacin y para que lleguemos hacia ella. l nos llama a reconocer en laresurreccin de Jess nuestra propia posibilidad de alcance de la plenitudeterna. Por fin, al concluir su reflexin, el padre Durrwell trata del EsprituSanto y de su papel en este plan redentor reservado a nosotros desde la cre-acin; presentndolo como origen de la paternidad del Padre y de la filiali-dad del Hijo. Toda la obra fue compuesta en un lenguaje muy agradable yde relativa facilidad de comprensin. Las posiciones asumidas a lo largo deltexto vienen siempre acompaadas de referencias; sean ellas bblicas,patrsticas o de otros autores, cuyas aportaciones al pensamiento teolgicoson de gran profundidad y relevancia. En resumen, se trata de una buenaexposicin doctrinal sobre el resucitado que nos puede ayudar a conocer losdesignios de salvacin que Dios tiene para con nosotros, sus hijos amados.

    Pedro Moiss de Carvalho

    GIRONS, G, La Divina Arqueologa y otros estudios, Ed. Edil, Valencia 2003,400 pp.

    Con motivo de su 40 aniversario de docencia, el Dr. Gonzalo Girons Gui-llem, catedrtico de Cristologa y Mariologa de la Facultad de Teologa deValencia, publica una antologa de sus mejores artculos, precedida por unaobra de gran envergadura teolgica: La Divina Arqueologa. Este autor tieneuna fecunda trayectoria teolgica, con prestigiosas publicaciones, entre las

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    que destacan sus estudios sobre Trinidad, Cristologa, Mariologa y otros tra-tados teolgicos. La presente publicacin es una muestra de teologa estimu-lante y especulativa de gran calidad e inters. Los profesionales de la teolo-ga, sacerdotes y toda persona culta que quiera profundizar en lacomprensin de la fe hallarn en las pginas de este libro riqusimo material.Desde la Trinidad (considerada en su Principio en La Divina Arqueologacomo fundamento de una gran sntesis teolgica) hasta el controvertido temadel sacerdocio femenino, pasando por temas de creacin, gracia, sacramen-tos, Iglesia y escatologa, el lector podr confrontarse con un experto telogo entemas actuales de teologa catlica. Claridad, erudicin y gran experienciaacadmica son cualidades que caracterizan los escritos teolgicos del Dr. Gon-zalo Girons recogidos en esta publicacin.

    Rafael de la Torre

    JERIC BERMEJO, I., El Smbolo Apostlico. Historia y comentario, Ed. Revis-ta Agustiniana, Madrid 2002, 452 pp.

    Este libro desarrolla, en veintinueve temas coordinados y dependientesentre s, las doce sentencias o artculos del Smbolo Apostlico. Con lenguajedirecto y preciso, el autor, experto y ponderado telogo, enuncia y desgranacada uno de los artculos de fe que los cristianos estn obligados a saber y acreer expresamente. Cada una de las verdades se expone con sorprendentemaestra, conjugando la sntesis con la virtud y el don de la claridad, al tiem-po que se apoya en una biografa asequible y general, la cual aparece al prin-cipio de cada explanacin temtica. Al final de cada exposicin se adjuntantres textos del magisterio que, por lo general, corresponden a un texto delCatecismo de San Po V, otro texto al Credo del Pueblo de Dios de Pablo VI yun tercer texto se toma del Catecismo de la Iglesia Catlica de Juan Pablo II.Pero conviene aceptar las orientaciones que ofrece el autor en la presentaciny en el prlogo, as como las sabias matizaciones que hace en el eplogo conel que se cierra esta obra. En esos complementarios se traza el proceso, lametodologa y los cuatro pilares sobre los que se basan el conjunto del pre-sente estudio, que pretende abarcar sumariamente el contenido de la fe cat-lica: la fe catlica, la regla de fe, el artculo de fe y, finalmente, el dogma defe. Bien harn los no iniciados en teologa si comienzan ilustrndose condichas indicaciones epilogales. No dudamos en recomendar esta obra a laicosy estudiantes de teologa, as como en felicitar a la Editorial Revista Agusti-niana por esta publicacin de nivel tan aquilatado y conseguido.

    Herminio de la Red Vega

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    JUAN DAMASCENO, Exposicin de la fe, introd., trad. y notas de J. P. TorrebiarteAguilar, Ciudad Nueva [Biblioteca de Patrstica, 59], Madrid 2003, 345 pp.

    Escrita en el s. VIII, final de la vida de Juan Damasceno, la Exposicin dela Fe o De fe ortodoxa es una ambiciosa sntesis de teologa, en cuyos 100captulos se condensan los grandes misterios del cristianismo: Trinidad(cc.1-14), creacin visible e invisible (cc. 15-44), cristologa (cc. 45-81),cuestiones diversas como el bautismo, la veneracin de la cruz (cc. 82-99) yla resurreccin (c. 100). Los primeros forman lo propiamente teolgico, puesversan sobre la vida ntima de Dios. Sigue la economa, o designio redentorde Dios, de la que forma parte el tratado sobre la creacin y las criaturas,que culmina con un resumen de la antropologa filosfica: sin buena antro-pologa no es posible una correcta cristologa, porque desconociendo qu esel hombre mal podremos saber quin es Cristo. El peso cristolgico del tra-tado gravita sobre estos dos grandes pilares. Repite a menudo el Damascenoque Cristo es perfecto Dios y perfecto hombre. El misterio de la vida ntima deDios y de la creacin son usados para iluminar el misterio de la vida de Cris-to y de su obra redentora. Cita Pr 22, 28 al inicio de la Exposicin de la Fepara asegurarnos que no transgredir ni la Revelacin ni la Tradicin. Secie a ello citando literalmente, y por extenso, a los mejores maestros. Granobra la suya, compilatoria, seguida en estructura y mtodo por los grandesautores cristianos occidentales y orientales hasta nuestros das. Cronolgica-mente hablando, el Damasceno (750) es el ltimo de los Padres y doctoresorientales. En Occidente esa frontera es san Isidoro de Sevilla (636).Declarado doctor de la Iglesia en 1890 por Len XIII, la presente traduccines la primera edicin ntegra en castellano.

    Pedro Langa

    KEHL, M., Y despus del fin, qu? Ed. Descle de Brouwer, Bilbao 2003,206 pp.

    Cuatro son los temas importantes que aborda el autor, jesuita alemn, eneste libro. Temas que son de rabiosa actualidad y que preocupan a muchoshombres y mujeres de buena voluntad: el fin del mundo, la consumacin, lareencarnacin y la resurreccin de los muertos. En ellos est resumido elpensamiento cristiano sobre lo que antes se llamaban los novsimos, luegolas postrimeras y ahora las ultimidades, es decir, lo que hay despus y msall del fin. Ante tanto profeta de calamidades, tanto esoterismo suelto, tan-

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    to horscopo inconcreto y tanta videncia en directo; ante tanto presumir deque no se cree en Dios para luego creer en cualquier cosa, como deca Ches-terton; ante tanta esperanza humana en esas cosas, el profesor Kehl, deFrankfurt, expone lo ms sencillamente posible lo que la esperanza cristianatiene que decir sobre esos temas. Y lo hace desde una perspectiva muy inte-resante: desde el anlisis de los cantos de los cristianos cuando se renen ensus celebraciones comunitarias de la Eucarista, especialmente aquellas enque ms de cerca se viven estos temas, como son los funerales. Bien podraalguien de nuestras latitudes hispanas hacer lo mismo con los cantos queaqu se entonan en esas mismas circunstancias, sobre todo ahora, que vamosa entrar en una nueva revisin y profundizacin de la liturgia. En cuanto a lareencarnacin, que se est propiciando en algunos mbitos cristianos, elautor hace una severa crtica a los fundamentos en que se basan: la idea delprogreso permanente cuando ste ya conoce sus lmites, lo que no parecemuy serio y digno de tenerse en cuenta. Por otra parte hay que destacar que,al hablar de la consumacin, el autor ve a la muerte de cada persona como ellugar y momento de encuentro personal del Seor con ella y, por tanto, que lasegunda venida de Cristo se realiza ya para cada uno de los hombres en elmomento de su muerte. Con un estilo metdico del paso a paso, el autor vaclarificando numerosas cuestiones del ms all que preocupan a los hombresde hoy, y les va dando respuestas partiendo de la fe de la Iglesia, pero bus-cando con verdadero inters nuevas explicaciones y planteamientos teolgi-cos que satisfagan al hombre de hoy que est preocupado por ellos y que res-pondan a la fe de los creyentes en Cristo. Un libro, pues, que quiereresponder a las ltimas inquietudes y preocupaciones para darle las orienta-ciones que ofrece la esperanza cristiana.

    Rafael del Olmo Veros

    PONS, G., Los ngeles en los Padres de la Iglesia, Ed. Ciudad Nueva [Textospatrsticos], Madrid 2003, 127 pp.

    El simple dato de la bibliografa confirma el inters creciente de los lti-mos aos por la escatologa y el mundo de los ngeles. Algo similar ocurrecon los estudios patrsticos. El menorqun G. Pons, con numerosos artculosy ms de 10 libros de mariologa y patrstica, y en esta misma coleccin conobras similares acerca de Jesucristo, el Padre, el Espritu Santo, la Trinidad,Mara y el ms all, da a conocer en estas pginas la visin de los Padres dela Iglesia sobre los ngeles, realidad firmemente enraizada en las fuentes dela revelacin y de la tradicin cristiana sobre la que el Catecismo de la Igle-

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    LIBROS

    sia Catlica afirma: La existencia de seres espirituales, no corporales, quela Sagrada Escritura llama habitualmente ngeles, es una verdad de fe. Eltestimonio de la Escritura es tan claro como la unanimidad de la Tradicin(n. 328). El lector puede regalarse aqu con nada menos que 142 textos enlos que aquellos grandes maestros en la fe hablan de la fidelidad y rebeldade los ngeles, de su presencia en el A y NT, de su relacin con Mara, de lasjerarquas anglicas, de los ngeles custodios, etc. Para facilitar su consultael volumen cuenta con oportuna introduccin sobre la sensibilidad religiosade los pueblos, la historia de la salvacin y, en ella, el pensamiento patrsti-co en torno a los ngeles, sus jerarquas, su realidad en el AT y en el miste-rio de Cristo Salvador, la Iglesia y la Madre del Seor. Completan el libro tresndices: de autores y obras, temtico y bblico.

    Pedro Langa

    THEISSEN, G., La religon des premiers chrtiens. Une thone du cristianismeprmtive, trad. Joseph Hoffmann, Ed. Les ditions du Cerf et Labor et Fides,Paris-Genve 2002, 528 pp.

    G. Theissen, autor de Lombre du Galilen y de otras obras famosas sobreel cristianismo primitivo, aborda en este libro el anlisis de la religin de losprimeros cristianos; no desde una perspectiva teolgica, sino desde la cien-cia de la religin (introduccin, pp. 11-43). Para ello parte de la definicinde la religin como un sistema cultural de signos (pp. 15-24), con tres for-mas de expresin bsicas: el mito (parte primera: mito e historia en el cris-tianismo primitivo, pp. 47-109), la tica (parte segunda: el ethos del cristia-nismo primitivo, pp. 113-193) y el rito (parte tercera: el lenguaje ritual de lossignos de/ cristianismo primitivo, pp. 197-257). El autor analiza con perspi-cacia el camino que cada uno de estos elementos sigue hasta adquirir unaconfiguracin propia en las comunidades cristianas. Este proceso llevar alos cristianos a constituirse en una religin independiente despus de habernacido y de haberse mantenido durante un tiempo en el mbito del judasmo.Como muy bien seala el autor, la separacin no se realiza uniformemente,sino que hay un proceso de grupos que van precediendo, hasta consolidarseposteriormente y separarse de ese mbito inicial y originario. El autor estu-dia cronolgicamente los primitivos textos cristianos con la finalidad dedocumentar este proceso hacia la autonoma, cada vez ms grande, respectoal judasmo. Los escritos de Pablo, Sinpticos y Juan dejan constancia deesta evolucin (cuarta parte: la religin cristiana primitiva como mundoautnomo de signos, pp. 261-325) y de cmo cada una de las comunidades

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    en las que las obras neotestamentarias fueron escritas tenan acentos y mati-ces muy propios a la hora de interpretar y de vivir la fe en Jess. Theissenseala que si bien la confrontacin con la religin madre contribuy en granmedida a la autonoma del cristianismo, tambin influyeron de modo impor-tante otros y diversos elementos, entre los que no conviene despreciar lascrisis que el mismo cristianismo sufri en su interior desde muy temprano(parte quinta, captulo X: la crisis del cristianismo primitivo, pp. 329-391).He aqu la gran riqueza que se refleja en los escritos del cristianismo primi-tivo: la diversidad de comprensin y vivencia, que no impide, sin embargo,proponer y llegar a formular unos axiomas y motivos comunes a todas lascomunidades. Esta unidad dentro de la pluralidad, conoce muy pronto susfrutos, entre ellos el a. destaca la relativamente temprana formulacin delcanon de libros bblicos (parte quinta, captulo XI- pluralidad y unidad en elcristianismo primitivo y la formacin del canon, pp. 393-447). Algunas con-sideraciones finales (parte quinta, captulo XII: construccin y plausibilidaddel mundo de los signos del cristianismo primitivo pp. 449-481), una impor-tante bibliografa y los ndices de los textos citados concluyen esta valiossi-ma obra del conocido profesor de Heidelberg.

    P. Alejandro Moral Antn

    BERZOSA MARTNEZ, R., Diez desafos al cristianismo desde la nueva culturaemergente, Ed. Verbo Divino, Estella 2004, 337 pp.

    Se trata de una obra de palpitante actualidad, al tiempo que de sntesis yde maduracin. La acreditacin y sensibilidad que ha mostrado el autor porotras numerosas publicaciones en temas al respecto son una garanta y susci-ta fundada simpata en la primera aproximacin a esta obra. Una obra que,efectivamente, no defrauda porque est redactada con mente y corazn, por-que satisface en fondo y forma, porque colma expectativas y esperanzas, por-que recoge el dato ms fresco bibliogrfico y denota una asimilacin sorpren-dentemente lcida y equilibrada, y porque ofrece y aborda en diez entradaslos desafos que tiene el cristianismo al comenzar este siglo y milenio: Nuevomilenio: la herencia del siglo XX; nuevo contexto espaol y europeo; postmoder-nidad; globalizacin; neopaganismo y religiosidad popular; Nuevas tecnolog-

    RELIGIN-ESPIRITUALIDAD

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    as; evolucin humana; new Age y nuevos movimientos; dilogo interreligioso,y ecologa. El eplogo con el que se cierra esta obra, reboza esperanza; unaesperanza serena y bien fundada, en la lnea de la exhortacin postsinodalIglesia en Europa (2003) de Juan Pablo II. Aunque se echa en falta una refe-rencia dilatada al fenmeno migratorio, celebramos la aparicin de esta obra,que valoramos con entusiasmo y gratificacin.

    Herminio de la Red Vega

    GRN, A., Camino a travs del desierto, traduc. de Ofelia Lpez Garca, Ed.San Pablo, Bogot (Colombia) 2003, 102 pp.

    Anselmo Grn, monje benedictino, expone en este pequeo libro las for-mas de vida espiritual que tuvieron una serie de anacoretas llamados Padresdel desierto. Fueron gentes desilusionadas de la vida y costumbres de unasociedad decadente entre los siglos segundo y sexto. Por ello buscaron el reti-ro en los pasajes desrticos de Egipto y Siria. Estos hombres espirituales noslegan su doctrina sin grandes teoras doctrinales, con frases cortas y de ricocontenido llamadas apotegmas o mximas. Anselmo Grn hace una cortaseleccin, pues de ms de 1.000 existentes, slo hace referencia a 20, a lasque acompaa siempre de una breve exposicin e interpretacin. Esto es loque conforma la primera parte del libro. En un segundo apartado comentaunas cuantas mximas ms de Evragio Pntico. Estos apotegmas y escritos delos padres del desierto constituyen un claro y refrescante manantial de vidaespiritual. Los Padres del desierto nos reflejan una experiencia que tuvieroncon ellos mismos y con Dios. Es esto lo que nos quieren transmitir y ensearpara nuestra vida, en la que sigue habiendo demonios y ngeles, odios y amo-res. Son, por otra parte, expertos psiclogos que indican la forma de adquiriry conseguir la libertad espiritual consigo mismo y su trasmisin a los dems.Hace luego Anselmo un breve glosario de nombres de los ms sealados mon-jes y de los lugares a los que se retiraron para encontrarse con Dios. Si lo bue-no y breve es dos veces bueno, en esta obra se encuentran ambas cosas.

    Eliseo Bardn

    NGUYEN VAN CHAU, A., Cardenal F. X. Nguyen Van Thuan, El milagro deesperanza, Ed. S. Pablo, Madrid 2003, 375 pp.

    Estamos ante un libro que se lee con gran inters y provecho espiritual.El autor es doctor en Humanidades por la Sorbona y ha enseado Literatura

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    y escritura creativa en su pas. Estudi al mismo tiempo que el cardenal enel seminario de An Ninh. Conocedor profundo de sus races. Aos anteshaba escrito la biografa de su madre. Este libro nace como respuesta aldeseo explcito y reiterativo de Van Thuan para que el autor escribiera sobresu vida y espiritualidad. La empresa no resultaba nada fcil, no slo por elhecho de tener que encerrar una vida tan rica en unas pginas, sino porquetransmitir la espiritualidad de una persona, as como su itinerario de fe, con-lleva el riesgo de la parcialidad. El libro pone de manifiesto que la fe en Diosno es un simple aditivo en la vida del creyente cuando ste se la apropia y laconvierte en gua de sus pasos y referente permanente de su esperanza. Dioselige desde el seno materno, pero nadie sabe las vicisitudes de esta eleccin.En el recorrido que nos hace el autor emerge la figura de un gigante en la fe,de un testigo consciente de los riesgos que entraa ser obispo en un pas y enunas circunstancias adversas a la Iglesia catlica y de un enamorado de supas. Sufre lo indecible, tanto por defender su fe como por no someterse a losdictmenes y arbitrariedades de un rgimen totalitario que ve en l un poten-cial enemigo. Su ascendencia familiar ser otro elemento desencadenante deeste proceso. Como miembro del clan Ngo Dinh, supona un riesgo para losdirigentes comunitas tenerlo en Saign. Advertido de las consecuencias quele puede originar su permanencia en la ciudad, en ningn momento vacila enpermanecer fiel al nombramiento que desde el Vaticano se le haba hecho dearzobispo coadjutor de la capital de Vietnam del Sur. Acusado de que sunombramiento era un complot entre el Vaticano y los imperialistas, unanoche es llevado al palacio imperial en el ms riguroso de los secretos paraevitar toda reaccin popular y es arrestado. Empieza un calvario que se pro-longara por muchos aos con el fin de doblegar su resistencia y poder some-terlo a los dictmenes de los carceleros. Paralelo a este camino de sufrimien-to, comienza un itinerario espiritual que le llevara a ponerse en las manosde Dios de una forma totalitaria y de la que saldra transformado en undefensor y testigo de la fe. Son aos de desierto espiritual y de sufrimientoque le llevan a convertirse en una voz de esperanza en los cinco continentes.No obstante la situacin extremamente precaria, Van Thuan no se ha dejadoabatir por la resignacin o el desasosiego. Ha vivido su encierro transfor-mndolo en una poca extraordinariamente fecunda, haciendo que su expe-riencia vivida bajo la intensa luz de la fe se transforme en mensaje de espe-ranza para la comunidad cristiana, primero en su pas y despus en todo elmundo. Incluso este perodo de reclusin se convirti en tiempo frtil deapostolado. Manifiesta en todo momento gran comprensin y respeto haciatodo tipo de personas, de tal manera que a pesar del duro combate interiorque tuvo que mantener en algunos momentos, siempre consigui vencer el

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    perdn hacia sus enemigos. Tambin para quienes haban asesinado a miem-bros de su familia. La aceptacin del designio de Dios en medio de los ava-tares de la vida fue su norte. Tras su puesta en libertad, y ante los riesgos quecorra permaneciendo en Vietnam, se traslada a Roma, donde ejercer car-gos de responsabilidad en la Curia romana. En el consistorio del 21 de febre-ro de 2001 es nombrado cardenal. Falleci el 16 de septiembre de 2002. Sulegado, igual que su esperanza, permanecen. Su lectura no defraudar acuantos se acerquen a l.

    Eleuterio del Dujo

    PRADES, J. (ed.), La voz que yace bajo las voces, Publicaciones de la Facultadde Teologa San Dmaso, Madrid 2003, 240 pp.

    Esta publicacin recoge nueve intervenciones efectuadas durante el ao2002 en los Actos de Extensin Universitaria de la Facultad de Teologa SanDmaso (Madrid). Tras la presentacin se ofrece una conferencia sobre laRealidad histrica y presente del Islam. Fe religiosa y cosmovisin musulmana,y se adjunta un dilogo con el ponente Khalil Samir, profesor de la Universi-dad Saint Joseph de Beirut. Se trata de una exposicin lineal, serena, lci-da (pp. 15-43), que se complementa con la del obispo de Tnez, Fouad Twal:Occidente y el Islam. Retos y perspectivas (pp. 45-56). La breve aportacin deRamn Armengod, ex embajador de Espaa en Jordania y Kwait, sobre el di-logo necesario entre Occidente y el Islam cierra el primer ciclo de estas con-ferencias (pp. 57-62). En el segundo ncleo aparecen tres intervenciones acargo de los profesores sobre un tema comn: Pensar sobre Dios en Espaa.Aunque el estilo de A. Prez de Laborda sea diverso al de Dalmacio Negro, yel de ste muy distinto del de Carlos Daz, los tres son bastante coincidentesen el diagnstico que hacen y las reivindicaciones que apunta incisivamenteC. Daz: una autocrtica purificadora y dialogal; ni slo tradicin, ni slo pro-greso; ni monarquia medievalizante, ni repblica ilustrada; ni inmovilismo,ni relativismo; ni hedonismo ni ascetismo; ni humanismo sin teocentrismo, niteocentrismo sin humanismo; ni palabras sin conviccin, ni conviccin sinpalabras. Satisface la ponencia de Jos Mara Gil-Robles al enfocar la identi-dad de Europa, en la lnea marcada por Po XII, como un conjunto de valoresespirituales y civiles acumulados por Occidente. Pero estimamos que sobre-sale entre todas estas ponencias por su actualidad y profundidad la del profe-sor de la Universidad de Navarra Jos Miguel Odero: Literatura en Teologa.La obra de Tolkien (pp. 159-202). La contextualizacin y radiografa que hacedel autor de la bella leyenda ucrnica de El Seor de los Anillos, as como la

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    lectura profunda que realiza de la misma, constituye una aportacin quemerece nuestro ms sincero y agradecido reconocimiento.

    Herminio de la Red Vega

    SANTOS, C., Plegarias de mar adentro, 23 Caminos de la oracin cristiana,Ed. Descle de Brouwer, Bilbao 2003, 219 pp.

    En su Carta Apostlica sobre el Nuevo Milenio Juan Pablo II reclama uncristianismo que se distinga, ante todo, en el arte de la oracin. Para Lograr-lo el Santo Padre supone que hace falta que la educacin en la oracin seconvierta de alguna manera en un punto determinante de toda programacinpastoral. Siguiendo esa invitacin, Ceferino Santos ha querido contribuircon su libro a fomentar y ensear veintitrs modos diferentes de oracin cris-tiana que recojan las riquezas inagotables de la tradicin orante, tanto en laIglesia de Oriente como en la de Occidente. El libro parte de la invitacin deEspritu a orar, y nos muestra distintas formas de orar, desde la oracin vocal,la meditacin, la oracin de peticin..., a la oracin de sanacin. Se lee bien,muy interesante, buenos ejemplos y de gran ayuda para invitar a orar y paratrabajar con grupos que quieran iniciarse en este camino.

    Agustn Riveiro

    WRIGHT, N. T., El desafio de Jess, Ed. Decle de Brouwer, Bilbao 2003, 260 pp.

    Ante tanta noticia y teoras extraas sobre Jess, que salen casi a diario(de que fue un gur, un masn, un revolucionario hippy...), y ante esas imge-nes de Jess que parecen muy devotas, pero que ignoran lo que de hecho diceel Nuevo Testamento sobre el ser humano Jess de Nazaret, o lo que significsu mensaje en su contexto originaL.., el autor del libro aboga por la investiga-cin histrica sobre Jess como un aspecto necesario y no negociable delseguimiento cristiano. Se propone llevar a cabo la compleja, apasionante ydifcil tarea de demostrar lo que los judos del siglo I pensaban, cmo razona-ban acerca de los temas que trata (Reino de Dios, sbado, nacin, Templo,familia, Tor, resurreccin...), para despus dar el paso siguiente: deducircmo los entendi Jess. El libro se lee bien; la edicin (Descle) es buena.El lenguaje que usa es sencillo, fcilmente comprensible. A travs de conti-nuas sugerencias nos expone sus puntos de vista, su teora, sus tesis. Hacefrecuentes paradas para reorganizar la argumentacin. Termina la mayorade los captulos con una conclusin, para que las ideas expuestas queden

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    perfectamente claras; conclusin final que va preparando para la siguienteafirmacin que hace. Es de gran claridad expositiva; el autor se esfuerza porusar un estilo pedaggico. Sigue un razonamiento coherente: hace afirmacio-nes muy razonables que hacen pensar serenamente, y llenan de esperanza yoptimismo. No impone: sugiere. N. T. Wright se presenta como responsablehistoriador del siglo I y predicador. Portador de las tradiciones protestantes yevanglicas, de lo que se siente orgulloso. Toma opcin clara y comprometida:se decanta con claridad ante una postura u otra; y al lector le pide no slo quelea como observador externo interesado, sino tambin que se implique l mis-mo. Se nota que domina el tema. Escribe con pasin. Como es tpico en l,no se queda en la teora: pasa a la prctica. De vez en cuando hace sus incur-siones en la actualidad, trae ejemplos o acontecimientos de la actualidad paracompararlo con lo que acaba de afirmar l. Apunta posibles soluciones, acti-tudes a desarrollar. Es loable el esfuerzo que realiza para llevar a la prcticaen esta sociedad postmoderna del tercer milenio esas ideas que expone, y elinters por encontrar la clave que nos ayude a traducir el mensaje de Jess ennuestro propio mensaje (aunque en estos captulos no se da tanta lucidez yclaridad como en los anteriores). Es un libro bueno y recomendable, en gene-ral, para todos, pero especialmente para aquellas personas que desde hacealgn tiempo no hayan ledo sobre el tema; se lee bien y ayuda a ponerse alda, ofrece nuevos puntos de vista o como dice el autor arroja luz. Algoque puede llamar la atencin es que la mayora de las citas de autores quehace a pie de pgina (ms del 60 %) son de otros libros escritos por l mismo(a dos de ellos, que estn relacionados con este tema, se remite con muchafrecuencia; tanta en ocasiones, que puede provocar indiferencia), como dan-do la impresin que el presente libro es como la guinda que corona la obraque ha iniciado en los anteriores.

    Marcos Pea

    FERRER, U., Qu significa ser persona?, Ed. Palabra, Madrid 2002, 286 pp.

    El tema de la persona es un tema con una enorme dificultad, pero a la vezsumamente importante, porque, entre otras cosas, es el tema central para lafundamentacin del saber moral. El autor, profesor de tica de la Universi-

    FILOSOFA-CIENCIAS DEL HOMBRE

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    dad de Murcia y hombre de una muy amplia cultura, quiere ofrecernos, comodice el prologuista del libro, Rafael Alvira, A un concepto de persona a lavez unitario y lleno de diversidad de matices (p. 9). El libro tiene su origenen un Seminario de Antropologa organizado por la Asociacin para el estu-dio de la doctrina social de la Iglesia en junio de 1996, sobre el sentido de laexistencia del hombre; aunque, a decir verdad, es fruto de la dedicacin delautor durante varios aos al tema de la persona. Nuestro autor, que participen aquel Seminario, se propuso profundizar en la nocin de la naturaleza ydignidad del hombre investigando a fondo el concepto y el significado de lapersona humana. El libro est dividido en dos grandes apartados, en el pri-mero Ame refiero, dice el propio autor, en apretada sntesis, a ciertasvas ensayadas por la filosofa del ltimo siglo para el redescubrimiento de lapersona como agente singular, sujeto de actos libres (p. 15), y se analizanlas posturas de Kant, Fichte, Husserl, Scheler, Stein, Hildebrand y Taylor, esdecir, se pone especialmente el acento en la Fenomenologa, en la Cienciasocial postweberiana y en la reflexin hermenutica sobre las dimensioneslingstica, histrica y pblica del hacer del hombre. El segundo apartado,que es ms sistemtico, contiene una directa, que refleja y desarrolla losresultados hallados en la primera (p. 15), articulndolo en torno a tres cap-tulos: de sus caracteres al ser de la persona; persona y comunidad, y la per-sona, realidad moral. En el libro el aparato crtico y la bibliografa son abun-dantes, y termina con una conclusin que ayuda a clarificar e iluminar eltema tratado.

    Santiago Sierra

    FREYD, J. J., Abusos sexuales en la infancia. La lgica del olvido, Ed. Morata,Madrid 2003, 208 pp.

    La autora, catedrtica de Psicologa de la Universidad de Oregn (USA),trata el tema del olvido de los abusos sexuales en la infancia. Teniendo comoteln de fondo varios casos reales, analiza las causas que originan el olvidode estos sucesos siguiendo su propia teora, denominada trauma de la trai-cin. Aunque hace algunas alusiones al psicoanlisis para comprender losmecanismos que entran en juego ante estos hechos, si embargo la fuerza desu argumentacin la sostiene con principios de psicologa cognitiva y algo deneuropsicologa. Son muchos los aspectos que toca. Entre otros: las secuelasque se producen en las vctimas; por qu olvidan estos sucesos; por qu nose recuerdan estas traiciones; qu nexos se producen entre vivencia cogniti-va y vivencia afectiva; formas que tienen los nios de olvidarlas; papel de

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    adaptacin social que realiza la memoria en la psicologa de la traicin. Lamayora de los apartados que hace son tratados de forma breve; no obstante,dedica gran parte del libro al anlisis de la lgica del olvido, que, adems,est muy bien tratado desde la perspectiva de la psicologa cognitiva. Haceuna descripcin extensa de la memoria, analizando los tipos, divisiones yfunciones que realiza y las relaciones que se dan entre recuerdos y viven-cias. Al aplicar estas descripciones a los nios que han sufrido los abusossexuales adquiere solidez su teora. Adems, la autora completa el mbitoterico aportando datos emprico significativos de carcter cuantitativo ycualitativo que confirman la lgica del olvido vista a travs de la psicologade la traicin.

    Jess M. Reyes

    GARCA-MINA FREIRE, A., Desarrollo del gnero en la feminidad y la masculi-nidad, Ed. Narcea, Madrid 2003, pp. 125.

    Este libro tiene como finalidad aclarar la confusin y el solapamiento rei-nante en torno a las nociones y usos de los trminos sexo y gnero. La cate-gora gnero surge como respuesta a la necesidad sentida por muchas muje-res y varones de desmitificar la categora sexo y transformarla en unavariable operativa que permita una mayor y mejor comprensin de la exis-tencia humana. El gnero articula subjetividades con cultura, ideales decomportamientos, modelos normativos con expresiones de desequilibrioemocional. El libro se estructura en cuatro partes. En la primera se analizanlos orgenes y significados que, a lo largo de estas ltimas dcadas, se hanelaborado en torno a la realidad sexo/gnero. La segunda profundiza sobre larepercusin que el gnero, como categora de anlisis, ha tenido en la masculi-nidad y la feminidad psicolgicas. En la tercera se recoge la reconceptualiza-cin desarrollada sobre el estudio psicolgico de los sexos, en las reas demetodologa y de salud mental, as como sobre la naturaleza integradorainherente al concepto gnero. La cuarta parte ofrece un marco comprehensi-vo desde el que analizar esta compleja realidad. El propsito de la autora alestudiar los orgenes de esta categora, as como su relevante repercusin enel estudio psicolgico de la masculinidad y la feminidad, es sumarse a aque-llos estudios cuyo objetivo principal es hacer visible la desigualdad existen-te en los sistemas de gnero, as como las estrategias sociales de su legitimi-zacin.

    Agustn Riveiro Lamas

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    RELIGIN Y CULTURA

    GIMENO SACRISTN, J., El alumno como invencin, Ed Morata, Madrid 2003,256 pp.

    El profesor Gimeno Sacristn aade otro libro a su elenco de obras escri-tas hasta el presente. Esta vez reflexiona de forma crtica, histrica y creativasobre el alumno, siempre bajo el prisma pedaggico. Presenta dos partes: elalumno considerado en s mismo como sujeto que va a ser escolarizado y elalumno escolarizado. El alumno, nos dice en la primera parte del libro, es unaconstruccin creada por el adulto. Multitud de procesos relacionados con lahistoria, la economa, la cultura, los valores, etc., condicionan el modo deconstruir y ver al sujeto menor de edad. Hoy da uno de los aspectos que msinfluye en el modo de comprender al nio es la cultura. Obviamente, depen-diendo de la idea que se tenga del sujeto las relaciones con el menor cambia-rn de una manera a otra. En conjunto, esta primera parte es una buena apor-tacin sobre las diversas realidades y los diversos modos que se haninventado sobre cmo se concibe al nio y los modos de actuar en consecuen-cia con las ideas creadas. La segunda parte del libro, el alumno escolarizado,aborda temas relevantes del hacer educativo, como las relaciones que se danen educacin; races culturales que sustentan la dinmica escolar y dan sen-tido al alumno; cmo hacer compatible el agrado, los afectos, el placer deaprender, la formacin y el progreso del alumno. Son varios captulos queresultan a todas luces interesantes, sobre todo porque la cultura escolar espa-ola est en un proceso continuo de rpidos cambios, en el que los alumnosson los ms profundamente implicados. Contemplar de cuando en cuando lahistoria de la educacin y analizar la vida escolar actual en su contexto, comohace nuestro autor, es prepararse para el arte de saber educar.

    Jess M. Reyes

    HILDEBRAND, D. y A., Actitudes morales fundamentales, Palabra, Madrid2003, 192 pp.

    Dietrich von Hildebrand, discpulo de Husserl y amigo de Scheler, y suesposa Alice escribieron una serie de ensayos a partir de la dcada de lossesenta que han sido recogidos y presentados conjuntamente en nueve cap-tulos en esta obra, que trata de los valores. Aunque el ttulo original es Elarte de vivir, sin embargo el que aparece en lengua castellana es adecuado alcontenido del libro. Con sensibilidad y esmero los autores describen lasdimensiones bsicas y permanentes de la vida moral en siete captulos: reve-rencia, fidelidad, responsabilidad, veracidad, bondad, comunin y esperan-

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    LIBROS

    za. Estos mbitos humanos los presentan como bienes que deben ser descu-biertos por el hombre, apropirselos y actuarlos ms all de su propia subje-tividad, pues son valores objetivos en s mismos, Se trata, pues, de valoresimportantes para la vida moral del hombre. Los captulos nueve y diez quecierran la obra, se titulan la virtud hoy y el corazn humano. Para los autoreshablar de la virtud hoy es confrontar nuestro tiempo con los valores naturalesy sobrenaturales desde el punto de vista cristiano. Aunque la exposicin esbreve, est bien llevada. El ltimo captulo es un anlisis lcido sobre lasrespuestas afectivas al valor. El libro es de fcil lectura. A los educadores lespuede servir como material de trabajo con grupos de adolescentes o jvenespara analizar los temas aqu tratados. A los padres, para dialogar en familiacon los hijos sobre el tema de los valores como contrapunto a tanta invasinde modelos sociales tan diametralmente opuestos a los aqu presentados.Finalmente, para una nueva reimpresin corregir en la pgina 134 la palabraespresiones.

    J. M. Reyes

    INGARDEN, R., Lo que no sabemos de los valores, Ed. Encuentro, Madrid2002, 70 pp.

    Lo que se propone el autor, que es el mejor seguidor de la filosofa feno-menolgica en el medio polaco, en el presente libro es mostrar lo que no sesabe del mundo de los valores, del que hoy ha hecho su objeto la axiologa,porque es la primera de las tareas del filsofo, es decir, demostrar lo que nose sabe sobre esto o aquello, pero sabiendo que slo esa singular clase de nosaber que se sabe, sin embargo, a s misma, esa docta ignorancia, puedeinducir al hombre a buscar el saber, despertar el amor a la sabidura, esdecir, dar lugar a la filosofa (p. 5). El presente libro tiene su origen en unaconferencia dictada por su autor en Cracovia, en 1965, ante la SociedadPolaca de Filosofa y despus repetida en distintas Universidades, y que sepublic en 1966, y tres aos despus fue traducida al alemn. La versinque tenemos en nuestras manos, debida al profesor Garca-Bar, es traduc-cin de la alemana y es la primera versin en lengua castellana. Es evidenteel inters, en nuestros ambientes culturales e intelectuales por los diversosproblemas referentes a los valores, pero existe el peligro de tratar los distin-tos problemas particulares abandonando los problemas fundamentales gene-rales, por eso el autor quiere dirigir nuestra atencin a algunas cuestionesbsicas de la Teora General de los Valores, hacernos cargo de que siguen sinresolver y preguntarnos por qu propiamente es as (p. 9). Por otra parte, en

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    el libro se quiere sealar las dificultades y percatarse de los vacos del saberacerca de los valores, sin negar su valor ni querer reducirlos al mundo sub-jetivo del hombre. Y por eso quiere responder, y a esto dedica todas las pgi-nas, a las siguientes preguntas: Dnde esta la distincin de las esferasdiversas de valores? De qu ndole son la forma del valor y la relacin delvalor con el objeto? Cmo existen los valores? En qu se funda la diferen-cia de altura entre los valores? Hay valores autnomos? Hay objetividadde los valores? La respuesta a cada una de estas preguntas constituyen losdistintos apartados del presente libro.

    Santiago Sierra

    POZO, J. I., Adquisicin de conocimiento, Ed. Morata, Madrid 2003, 272 pp.

    Hace tiempo que J. I. Pozo ha superado la dbil metfora de la informti-ca como punto de referencia para investigar la mente humana. Nuestro autorha elegido directamente la mente del hombre porque piensa que el objeto deestudio no puede ser algo externo a la compleja realidad analizada: laadquisicin de conocimiento por parte del hombre o la carne hecha palabra.Alejado de cualquier reduccionismo animal o informtico, se adentra en laesencia de la carne que se hace verbo con la pretensin de entender lo querealmente es especficamente humano en el conocimiento y cmo se adquie-re. Por un lado, emplea una metodologa analtica y crtica para comentar loque otros autores, sobre todo de corte de psicologa cognitiva, han sealadoya sobre el aprendizaje. Por otro, y principalmente, con aguda reflexin per-sonal expone lo que l mismo va descubriendo sobre la mente del hombre yla adquisicin de conocimiento. A lo largo de seis captulos hace un recorri-do magistral, centrndose en dos temas: niveles de anlisis en la adquisi-cin de conocimiento y adquisicin de conocimiento en dominios especfi-cos. Algunas formas que tiene el hombre de adquirir conocimiento, nosargumenta, tambin las poseen otros animales; otras son especficamentehumanas; stas son las que le interesan. Estudia cmo se realizan, qu fun-ciones desempean, qu niveles las distinguen de otras adquisiciones mselementales y cmo se ha ido moldeando el cerebro humano para poderlasejercitar. Cerebro y cultura, en definitiva, conforman la existencia adecuadapara el cocimiento del homo discens. Muchas son las cosas que se puedendecir de este extraordinario libro. Pero me limitar a resaltar que estamosante una plataforma adecuada para que los estudiosos de psicologa cogniti-va investiguen el objeto propio de la mente humana desde una perspectivacoherente y humanamente deseable, es decir, la mente humana en su com-

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    LIBROS

    plejidad, no otra cosa. El libro contiene una amplia bibliografa, ndice ono-mstico, ndice temtico y, por parte de ediciones Morata, una seleccin deobras de inters.

    Jess M. Reyes

    ROSAL, R., Qu nos humaniza? Qu nos deshumaniza?, Ed. Descle DeBrouwer, Bilbao 2003, 272 pp.

    Hoy es frecuente hablar de tica, sobre todo por el inters que suscitanciertos problemas relacionados con la misma, desde la tica social a la bio-tica, pasando por el inters suscitado por los ltimos avances cientficos enel campo de la ingeniera gentica y en los mecanismos de clonacin. Bastafijarse en la frecuencia con que estos temas aparecen, directa o indirecta-mente, en medios de comunicacin, conversaciones ordinarias e incluso endiscursos polticos. El objetivo que persigue este libro es contribuir a lo lar-go de sus diferentes captulos, a humanizar nuestro estilo de vida a la vezque mostrar el efecto deshumanizador que originan las actitudes contrarias.Por otra parte, el autor ha considerado imprescindible sealar las formas dis-torsionadas y deshumanizadoras de tales actitudes, lo que podramos deno-minar pseudo, virtudes o pseudovalores. La obra Qu nos humaniza? Qunos deshumaniza?, de Ramn Rosal, recoge las propias reflexiones y conclu-siones ticas a las que llega el autor desde el campo de la psicologa y espe-cialmente desde la observacin e investigacin de las tendencias y motiva-ciones humanas. Los profesores de tica de la Enseanza Secundariaobligatoria encontrarn en esta obra un material interesante de consulta parala preparacin de sus temas de reflexin tica, aunque igualmente puederesultar interesante a los lectores en general sensibilizados en el tema. A lolargo de los nueve captulos de que consta este libro, su autor pone de mani-fiesto, de una forma especial, su inters por las cuestiones de AntropologaFilosfica y la tica, teniendo en cuenta las aportaciones que en este sentidorealiza la psicologa cientfica. La obra, partiendo de una actitud esperanza-da y valorando la independencia personal, sin caer en el individualismo seabre a la experiencia personal, potenciando la grandeza de alma y la con-fianza en el ser humano, a la vez que invita a incrementar deseos de supera-cin y aceptacin de la realidad no exenta de lmites y dificultades, invitan-do a una actitud de profundidad de vida que implique plenamente suproyecto existencial y en el que no predominen los pasatiempos, activis-mos, evasiones o ritos vacos. Sin que esto lleve a descalificar el arte

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    RELIGIN Y CULTURA

    del ocio humanizador, o las formas autnticas de vivencia del ocio; todo elloenfocado desde un sentido tico integracionista.

    Juan Enrique Canca

    SEDGWICK, M. J., Breve introduccin al sufismo, Ed. Sgueme, Salamanca2003, 140 pp.

    El presente libro quiere poner las bases para que podamos conocer lanaturaleza y la historia del sufismo tal como surgi en el mundo islmico y talcomo pervive hoy, incluso en Occidente, y es que comprender el sufismo esprobablemente el mejor camino para conocer lo que es el Islm, desde luegoes un camino mucho mejor que el fundamentalismo y otros caminos alternati-vos. El sufismo nos llevar a conocerlo como religin viva y nos ayudar aentender la realidad que late en el corazn de las sociedades islmicas delpasado y del presente. El sufismo es una experiencia religiosa de las msdifundidas e importantes del mundo, aunque siga siendo para los occidenta-les un tanto misterioso. El presente libro nos presenta los elementos esencia-les del sufismo y muestra cmo viven y oran los sufs y por qu lo hacen. A lolargo de cinco captulos va desgranando los distintos aspectos que clarificaneste fenmeno. En el captulo primero nos presenta la esencia y el origen delsufismo. En el segundo, cmo hacerse suf y dnde podemos encontrarlos. Enel tercero se expone detalladamente las rdenes sufes en el mundo islmicoy en todos los otros lugares donde estn presentes. En el cuarto, el autor ponede relieve el significado poltico, social y econmico del sufismo; es decir, elsufismo, adems de un camino religioso, en la prctica es otras muchas cosas,con una importancia econmica por las actividades comerciales de los sufesy con una clara importancia militar, poltica y social. En el quinto captulo setrata de responder a las preguntas de cmo y por qu el sufismo se ha conver-tido en uno de los aspectos ms discutidos de la vida religiosa del islm con-temporneo. El libro termina con un glosario, til para entender los trminosutilizados en el texto, y con una amplia bibliografa.

    Santiago Sierra

    TOMS DE AQUINO, Sobre la eternidad del mundo, Ed. Encuentro, Madrid2002, 35 pp.

    El presente libro de santo Toms, que segn los estudiosos lo escribihacia el final de su vida, se sita en el ambiente de la polmica que surge

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    LIBROS

    cuando entra en el mundo intelectual y religioso de la escolstica el pensa-miento aristotlico. Santo Toms, que desde el principio se adhiere a lametodologa cientfica de Aristteles, se senta obligado a dar respuesta tam-bin a esta cuestin discutida en su tiempo; de hecho, el contenido del ops-culo refleja ese ambiente tenso y polmico, como si los que admitiesen laposibilidad de un mundo creado ab aeterno pudiesen ser acusados de hete-rodoxia, y es que la tradicin del pensamiento cristiano consideraba que laEscritura afirmaba que el mundo y el hombre haban comenzado a existir enun momento del tiempo. Por esto santo Toms comienza afirmando: supues-to, conforme a la fe catlica, que el mundo tuvo comienzo de duracin, perose pregunta si pudiera haber existido siempre (p. 17). De todas las maneras,aunque se admita que el mundo existi siempre, se debe afirmar que es cau-sado por el que tiene el ser en plenitud. El librito quiere dar respuesta a lacuestin de si es compatible que algo exista siempre y dependa, segn el ser,de Dios. Y santo Toms analiza todos los puntos de vista desde los que esposible afrontar dicho problema. Analiza si es contradictorio que algo creadoexista siempre y muestra la compatibilidad entre la total dependencia del sercreado respecto de Dios y la ausencia de un comienzo de la duracin de talser creado.

    Santiago Sierra

    WADELL, P. J., La primaca del amor. Una introduccin a la tica de Toms deAquino, Ed. Palabra, Madrid 2002, 256 pp.

    Puede resultar sorprendente lo que el mismo autor afirma al comienzomismo de la Introduccin: este libro tiene como objetivo introducir de nuevola teologa moral del telogo catlico ms minuciosamente estudiado detodos los tiempos (p. 29). Pero ya desde el inicio del libro resulta claro elporqu de ese introducir de nuevo, y es que siempre se haba considerado latica de Toms de Aquino desde un punto de vista demasiado racional, conlo cual poco o nada tena que decirnos hoy, mientras que el presente libronos ofrece un nuevo enfoque de su pensamiento tico. Para nuestro autor elcentro de la tica de Toms no es la ley natural, como se ha defendido confrecuencia, sino las virtudes, entendidas como estrategias de amor, es decir,como los medios a travs de los cuales las personas que aman a Dios setransforman por la bondad de Dios. Es ms, en la tica de Toms no se trataesencialmente de saber, sino de vivir, de participar. El libro, de hecho, nospropone una manera de vivir de la que todos podemos participar, orientandola propia interioridad humana, y sin el olvidar el papel que juegan las pasio-

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    RELIGIN Y CULTURA

    nes, afectos y emociones en nuestra vida moral, sabiendo que el motor pri-mero del comportamiento humano no es otro que el amor. El libro consta denueve captulos, a travs de los cuales se desgrana la tica de Toms deAquino con un lenguaje sencillo y claro. En el primero nos acerca a Toms;en el segundo nos presenta lo que es la teologa moral para Toms; en el ter-cero lo que entiende por felicidad, concluyendo con Toms que nuestro gozoms perfecto y duradero est en Dios; en el cuarto captulo se analiza lo quesignifica que nuestra felicidad es la caridad; en el quinto lo que entiende porpasiones y especialmente por el amor; en el sexto se tratan los dos tipos deemociones; en el sptimo el concepto de las virtudes, y en el octavo se anali-za la relacin de cada virtud con la caridad y la vinculacin entre las virtu-des y los dones del Espritu Santo; el noveno es el captulo conclusivo de lavisin de Toms de Aquino sobre la vida moral.

    Santiago Sierra

    AL-RASHEED, M., Historia de Arabia Saud, Cambridge University Press,Madrid 2003, 320 pp.

    La Historia de Arabia Saud que aqu presentamos es breve en extensinpero densa en contenido. Ilustra sus primeras pginas con dos mapas intere-santes: el primero sita ciudades y regiones y el segundo localiza las princi-pales tribus y su distribucin por el pas, lo cual facilita mucho las cosas allector. La obra se centra en el siglo XX; sin embargo, dedica una bien docu-mentada primera parte a explicar la situacin de un territorio cuyo protago-nismo histrico pas por manos ajenas a sus habitantes. Resulta admirableel esfuerzo realizado por el autor para explicar cmo desde el siglo XVIII, sellev a cabo la expansin saud-wahab y fue impuesta a sus habitantes. Al-Rasheed sabe describir con acierto, a veces con detalle, la lucha, en ocasio-nes feroz, entre las distintas tribus y familias por imponerse a sus enemigos.Incluso entre hermanos de las mismas tribus para alcanzar el liderazgo sinparar en obstculos. A veces se busca establecer las diferencias entre losclanes ms poderosos, sin olvidar por ello la lucha por escapar de las garrasdel Imperio Otomano. En ocasiones es el control econmico o comercial elque enfrenta a tribus o clanes. Los intereses occidentales, especialmente los

    LITERATURA-HISTORIA

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    LIBROS

    britnicos antes y despus de la Primera Guerra Mundial, pasarn tambin

    sobre la historia de la regin, siempre segn sus intereses y complicando an

    ms las cosas en la pennsula Arbiga. Los primeros aos del siglo XX sern

    clave para el control del Hiyad por parte de la familia saud. La presin reli-

    giosa, junto con la poltica, ser un factor primordial para controlar la zona.

    En 1932 Arabia se convierte en reino y la familia de Ibn Saud se afianza en

    el poder, relegando a cuantos no siguieron la lnea por ellos marcada. El

    petrleo consolid an ms su situacin, especialmente a partir de 1938,

    cuando empez a exportarse en cantidades industriales. En cualquier caso,

    el poder de los saudes slo se entiende si se tiene en cuenta sus relaciones

    con el mundo religioso de los wahabes. Los aos cincuenta fueron muy con-

    vulsos en el mundo rabe, con notables repercusiones en Arabia Saud. Los

    veinte aos que siguen a 1950 son de una lucha feroz por el poder entre los

    hijos de Ibn Saud. A esto deben aadirse las influencias polticas y religiosas

    exteriores. Y como teln de fondo un mundo islmico convulso debido, en

    parte, a las derrotas rabes ante Israel y a los enfrentamientos ideolgicos

    dentro del mundo rabe. La guerra del Yon Kippur de 1973, con el embargo

    del petrleo a Occidente y el espectacular aumento del crudo, atrajo sobre

    Arabia una riqueza incalculable. Pero la fragilidad de su rgimen y su inca-

    pacidad para autodefenderse llev al pas a depender excesivamente de las

    potencias extranjeras, especialmente de los Estados Unidos; y eso resultaba

    caro. La euforia dur poco. Los ochenta sern aos de austeridad porque el

    dficit presupuestario se haba incrementado demasiado. La Guerra del Gol-

    fo de 1991 cambi mucho las cosas en Arabia Saud. Sobre sus fronteras

    penda la grave amenaza de invasin de su vecino Iraq. Esto le oblig no slo

    a fortalecer sus relaciones con los Estados Unidos, sino tambin a invitar

    a una fuerza multinacional a establecerse en su territorio. Madawi Al-Rashe-

    ed nos presenta la Historia de Arabia Saud como un gran panel donde se

    proyecta un nuevo reino formado en el siglo XX, en medio de grandes luchas

    y dificultades, que supo librarse de las intervenciones externas y que ha

    tenido y sigue teniendo graves dificultades para conformarse como un Esta-

    do donde se pueda mantener un verdadero equilibrio entre la religin, la tra-

    dicin y la modernidad. Situacin que posiblemente mantenga mientras el

    petrleo siga fluyendo de sus pozos. El autor ha sabido establecer un buen

    equilibrio entre lo esencial y lo anecdtico. Una selecta y abundante biblio-

    grafa, que llega hasta el ao 2001, facilita, adems, las cosas a cuantos

    alberguen el deseo de conocer ms ampliamente la historia de este pas.

    Andrs Guijarro Mayor

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    RELIGIN Y CULTURA

    BENGOA, J. M., Las agustinas recoletas de Eibar y su convento (1603-1940),Ed. Augustinus, Madrid 2002, p. 206.

    En algo ms de 200 pginas Jos Manuel Bengoa nos relata la historia delprimer convento de la recoleccin agustiniana femenina que se funda enEspaa. Para su estudio minucioso se basa en el Historial, dos volmenesque comprenden los perodos de 1603-1888 y 1889-1941, escritos por Sil-verio F. de Echeverra, primer vicario del convento que no perteneca a laOrden de San Agustn, y otra documentacin encontrada. Son muchos losacontecimientos que vive el convento y las distintas comunidades de religio-sas que lo habitan: desde su fundacin en 1603 hasta su destruccin en1937, momento en que la comunidad se traslada a Berriz, aunque por pocotiempo, ya que tienen que regresar a Eibar, pero no a su antiguo convento.Poco tiempo despus residirn en Lequeitio, lugar donde hoy continanviviendo con intensidad la vida religiosa agustiniana. Complementa el libroun til ndice onomstico que facilita la bsqueda rpida de los protagonis-tas de la historia.

    Enrique Martn

    BROCKMAN, J. R., Monseor scar Romero. La violencia del amor, Ed. SalTerrae, Santander 2002, 214 pp.

    El 24 de marzo del ao 1980 monseor scar Romero perda su vidamientras estaba celebrando la misa en la capilla de un hospital de San Sal-vador por predicar el Evangelio de Cristo y decir con toda claridad la verdad.Entreg todo lo que tena por la Iglesia y por el pueblo de su queridapatria. Fue investido obispo el 22 de febrero de 1977. Desde es fecha, ydurante tres aos seguidos, a las 8 de la maana predicaba la palabra deDios con conviccin y sencillez. Sus sermones eran escuchados, bien direc-tamente en la catedral o a travs de la emisora, por gran nmero de personas.Aunque sus homilas no eran grandes piezas oratorias, s expresaban sussentimientos, que iban directamente al corazn de las gentes, exhortndolasa trabajar por la paz, inculcando el perdn y animando a todos para que tra-bajasen por conseguir una mayor justicia social. Sus palabras ayudarn a losfieles a conservar la fe o a recuperar la de aquellos que la haban perdido. Eljesuita P. James R. Brockman, nos deja en este libro una breve seleccin delos textos ms significativos de los sermones y homilas de Mns. scarRomero. Henri J. M. Nouwen, que prologa el libro, dice al final: Ruego que

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    LIBROS

    las palabras de scar Romero toquen el corazn de quienes las lean y engen-dren en ellos tambin aquello nuevo que el mundo espera. Su lectura, ilu-sionante y enriquecedora, es una excelente escuela de aprendizaje paraquienes, por su oficio pastoral y parroquial, tienen que dirigirse frecuente-mente a personas carentes de estudios y cultura, pero hambrientos de or yentender la palabra de Dios.

    Eliseo Bardn

    INIESTA, A., Recuerdos de la transicin, PPC, Madrid 2002, 237 pp.

    Dicen que es bueno recordar la historia para no volver a repetirla. Coneste libro el hoy emrito obispo auxiliar de Madrid, Mons. Iniesta, nos haentregado algunos recuerdos, en ocasiones muy personales, de los momentosde la transicin. 0 mejor, una mirada a veinte aos de historia de la Iglesia enEspaa (1965-1985) verdaderamente decisivos. Abarcan desde la celebra-cin de la primera asamblea plenaria de la Conferencia Episcopal, alentadapor el Concilio Vaticano II, hasta la noche triste del 23 F. A m los recuer-dos de Mons. Iniesta me han parecido bastante pobres y demasiado pegadosa los documentos, lo que, sin embargo, tiene una ventaja: aportar documen-tacin a la historia oficial. En cuanto a la encuesta que se hizo al clero espa-ol en casi todas las dicesis sobre los documentos del Concilio Vaticano II,al poco tiempo de su terminacin, da los datos, pero no los profundiza. Datosque, por otra parte, no siempre se tuvieron en cuenta. Y es una lstima. Enmis recuerdos est que la participacin fue alta, pero que pocos los habanledo con un cierto detenimiento y muchos menos los haban estudiado. Elobispo auxiliar de Madrid recuerda tambin, como no poda ser menos, lacelebracin de la famosa Asamblea conjunta de obispos y sacerdotes de1971, en cuya preparacin trabaj en el mbito diocesano, y puedo certificarel entusiasmo, la dedicacin y al entrega que los sacerdotes desplegamos entodas las reuniones. Pero sobre todo, y es lo ms interesante del libro,recuerda la polmica Asamblea de Vallecas de 1972, de la que el autor fueprotagonista junto con sacerdotes y laicos de aquella vicara, cuyas propues-tas, ledas 30 aos despus, suenan a obvias e inocuas, pero que entoncesfueron tan polmicas que, al conocerlas antes de ser votadas, la autoridadgubernativa prohibi la celebracin de la asamblea en que debieron votarse.Qu gran labor ha hecho el tiempo y el esfuerzo tesonero de muchos! Entrelos recuerdos de Iniesta no omite las veces que tuvo que ir a la crcel deCarabanchel (Madrid) a ver a sus curas, all encerrados por negarse a pagarlas multas que por una homila les haba impuesto la autoridad gubernativa.

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    RELIGIN Y CULTURA

    Y es que hay que recordar que en 1974 lleg a haber 111 sacerdotes multa-dos y encarcelados precisamente por haber pronunciado homilas quemolestaron al gobierno de entonces. Como recuerdo personal puedo apuntarque alguna vez lleg a mi parroquia algn sacerdote para que colaborarapara pagar la multa y sacar a un sacerdote de la crcel. Finalmente, Mons.Iniesta recuerda la primera visita del Papa a Espaa en 1982,con un gobier-no en funciones y un gobierno ya votado socialista, y concluye con el aconte-cimiento de 23 de febrero de 1983, el golpe de Tejero, ante el que la Confe-rencia Episcopal que estaba reunida creo que no supo reaccionar a tiempo,en apoyo de la democracia. El eplogo es un fervorn para cristianos piado-sos, pero todo el libro da una panormica de cmo fue la Iglesia haciendocamino al andar, aunque, a veces, no muy acertadamente.

    Rafael del Olmo Veros

    JARAMILLO, R., (coord.), Huellas agustinianas. Compendio de historia de laOrden de San Agustn para Amrica Latina, Mxico 2002, 278 pp.

    Proyectos como el actual, que persiguen el mayor y posible acercamientode la vida agustiniana pasada a las generaciones actuales, especialmente desus formandos religiosos, ciertamente deben tener la mejor de las acogidaspor la nobleza de sus orgenes y la relevante altura de miras de sus objetivos.Es el obligado camino para no perder la memoria histrica que debe alimen-tar el permanente sentimiento de pertenencia e identificacin con una insti-tucin, en este caso la Orden Agustiniana en la Amrica Hispnica, en susdos etapas, colonial y nacional. Este tercer ensayo, ms avanzado que los dosanteriores, Los Agustinos en Amrica Latina. Presente y pasado, editado porla OALA en 1987 y compilado por el P. Roberto Jaramillo y con el mismottulo editado en 1995, tambin por la OALA, y cuyo compilador fue aqu elP. Joaqun Garca. Digo que ms avanzado porque aqu se parti de la convo-catoria hecha en Mxico en enero del 2001 a todos los historiadores agusti-nos en Amrica Latina para organizar y distribuir las tareas de esta inevita-ble y urgente tarea. Sin embargo, entre el anterior empeo y el que ahorareseamos le ha faltado, ms que mayor distancia temporal para facilitar unamejor visin retrospectiva y una ms madura proyeccin histrica, el impres-cindible avance de la inevitable investigacin histrica primaria, base deestas exposiciones ms generales. Lo mismo cabe decir de los dos primeros yanteriores intentos reseados, en los que la pequea historia, por hacer dosclaras referencias, de las Provincias de Ecuador y del Per, los autores sonlos mismos, pero sin ninguna progresin investigadora por idntica repeti-

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    LIBROS

    cin textual, lo que atenta contra el sagrado principio y regla de oro escols-tico: No multiplicar los entes sin necesidad. El presente trabajo creemos que,en lneas generales, est bien concebido, lo que denota destreza y prepara-cin tcnica en la direccin del mismo. Est dividido en ocho captulos,cada uno de ellos bien inserto en las corrientes histricas generales: Los or-genes del Monacato; El proyecto de San Agustn; Las rdenes mendicantes, laOrden de San Agustn, Una nueva poca: los Agustinos en Amrica es sobreel perodo colonial; Un proyecto de Iglesia: la recuperacin del espacio per-dido este captulo est referido al perodo postcolonial; Caminos de inser-cin e inculturacin, y Agustinos preclaros, referido lamentablemente casislo a la Orden en general, con escasa participacin americana, lo que esten contradiccin con el objetivo bsico de esta obra: ser herramienta impres-cindible y necesaria en la formacin de todos los aspirantes a ingresar en laOrden Agustiniana. El esquema de cada captulo es idntico en su desarro-llo, lo que mantiene su unidad orgnica, precedido siempre por el cuerpobibliogrfico, base documental del mismo. Aqu se tiene la ventaja de lainmediatez y precisin bibliogrfica, pero no se evita la constante repeticinparcial en otros captulos de la misma bibliografa, y que es ms amplia quela de cada uno de los captulos aqu desarrollados. Echamos de menos en elcaptulo octavo, junto a Agustinos notables por su santidad, ciencia y aposto-lado, en sus dos apartados: poca moderna y contempornea, otros dos idn-ticos e individualizados referidos a Amrica, por fidelidad al objetivo prima-rio de la obra, el captulo quinto, La defensa de los derechos indgenas,creemos que tendra aqu su lugar natural y menor extensin que el actual,pues nos parece desproporcionado con la extensin del presente conjunto,no con el futuro deseable. En este mismo captulo echamos tambin demenos otro apartado biogrfico breve de los obispos agustinos americanos,unido al de los religiosos ms notables por los cargos ocupados en la Orden,por su ciencia, santidad o martirio en su trabajo misionero. En este mismocaptulo, el apartado La Escuela Agustiniana nos parece que su contenidotiene una ubicacin muy forzada en este contexto y manifiestamente mejora-ble en el contenido. Los captulos centrales dan la impresin de haber sidodados definitivamente a la imprenta sin la pertinente correccin de las prue-bas, debido a su deficiente puntuacin, adems de palabras y expresionesseguidas y repetidas por duplicado. Es de alabar la amplia, precisa y claradescripcin de los conceptos y terminologa privativa de cada tema, en laque junto a la proximidad a otros similares se indica claramente su diferen-ciacin, como La jurisdiccin Real-eclesistica, el Real Patronato, el RegioVicariato, los poderes de los mendicantes, etc. De todos los vacos que quere-mos detectar, el ms lamentable, debido a imponderables administrativos en

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    RELIGIN Y CULTURA

    su momento oportuno, es el inexistente y obligado captulo dedicado a losAgustinos Cuyanos, con los dos conventos de Mendoza y San Juan, que fue-ron forzados ilegalmente por los poderes polticos a independizarse, erigin-dose anticannicamente como Provincia de Cuyo. Tiene una pgina escasaque demanda en el posible futuro una actualizacin en el ttulo y un dignodesarrollo en los contenidos. En conjunto, creemos que stos son inferiores alos anteriores, menos claros y de menor extensin, no slo por la diferenteorientacin temtica, sino por la mayor pobreza de contenidos, que no debiproducirse del que llamaramos inexplicable abandono de material en elcamino del trabajo histrico. La misma dinmica histrica implica perfeccio-namiento. Y concretamente las primicias del benemrito P. Hans van denBerg en las anteriores obras de la OALA sobre la gloriosa presencia agusti-niana en el antiguo Alto Per, hoy Bolivia, no debi abandonarse. Nos hagustado el captulo del P. Joaqun Garca, Caminos de insercin e incultura-cin, bien en consonancia con el espritu de los ltimos tiempos, pero que lse qued anclado en Conocoto, que aunque decisivo, ya tiene pasos msrecientes, maduros y decisivos. Con el convencimiento de que es mucho msfcil detectar posibles carencias a suplirlas personalmente, tenemos que darla ms cordial enhorabuena a todo el aguerrido equipo redactor de esta obra,que deseamos sea un simple y primer esbozo. Ha realizado una labor enco-mistica, que no se dej influir por las dificultades de los inicios. Muchasfelicidades al incansable P. Roberto Jaramillo, que tan paciente y eficazmen-te ha sabido liderar este antiguo sueo y presente proyecto, y que ademstiene el mrito de haber cargado sobre sus resistentes espaldas con el gruesode la redaccin de este libro.

    Emiliano Snchez

    JAVIERRE, J. M., La Jesuita Mary Ward. Mujer rebelde que rompi moldes enla Europa del XVII, Ed. Libros Libres, Madrid 2002, 628 +XXV pp.

    Jos Mara Javierre nos relata en este interesante libro dividido en 66apartados y 50 cuadros, la interesante y sorprendente vida de una mujerpolmica y atrevida, sufrida y resignada, perseguida y viajera por distintoslugares de Europa. Esta dama fue miss Mary Ward, seora de Neville, con-desa de Westmoreland, oriunda del condado de York, que vivi los difcilestiempos de la reforma protestante de Enrique VIII. Conoci la ferocidadhumana y la persecucin familiar, teniendo adems que ejercitar en la infan-cia y juventud sus creencias religiosas, lo mismo que los primeros cristianosen la catacumbas. Educada con esmero por sus padres, tuvo que andar casi

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    LIBROS

    de posada por las casas de los parientes, ya que los progenitores, por confe-

    sar su fe, eran constantemente penados en sus dineros y bienes. Varias veces

    pensaron en casarla, pero estaba destinada para otros fines. Su familia estu-

    vo implicada en la conspiracin de la plvora contra Jacobo I, por lo que

    algunos pagaron caro su atrevimiento, bien con la muerte o presidio en la

    torre de Londres. En lo mejor de su vida logra escapar, legalmente, a Francia

    y all, por consejos de unos y los caprichos de otros, junto con diversas

    damas inglesas entra a formar parte de una comunidad de religiosas pobres,

    que se dedican a recaudar limosnas para que vivan otras hermanas ricas de

    la misma congregacin. Pronto abandona esta empresa y funda un nuevo ins-

    tituto, que es abolido por Urbano VIII, pero que sigue permanente tomando

    distintos nombres, segn los pases por los que se extendi. Mary Ward es

    considerada como la mujer rebelde. En su vida lleva una impronta jesutica,

    pues tiene un espritu parecido al de los discpulos de Ignacio. No en vano

    sus confesores pertenecieron a la Compaa, y algunos de los sacerdotes que

    celebraban los sacramentos a escondidas en la casa de sus padres, eran tam-

    bin jesuitas. La gran empresa de esta mujer consiste en sacar a las monjas

    de los conventos, ejercer su apostolado fuera de la clausura y empearse en

    la educacin de la juventud. Sus seguidoras se llamarn las damas irlande-

    sas, IBMV de Loreto o Instituto de la Bienaventurada Virgen Mara. El libro

    es sumamente interesante. El autor se esmera, con un elegante castellano, en

    recopilar esta interesante vida con un gran cmulo de conocimientos histri-

    cos, tanto de Inglaterra como de los Pases