Rubén Blades - p o r t ad a 8 de junio de 2008 Siembra E · 2014-05-15 · 12LA REVISTA 8 de junio...

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12LA REVISTA 8 de junio de 2008 Siembra POR SARA DEL VALLE HERNÁNDEZ cir que “la gente entendía que esto era una obra maestra”. Cuando se les pregunta a ambos por qué ha tenido tanta trascendencia, son enfáticos en señalar los contenidos so- ciales de sus canciones. Mensajes, que según cuenta Richie Viera, muchos ca- lificaron en ese momento de atrevidos. “Antes de este disco no se había escrito una cosa tan social”, indica Don Rafael. “La gente abrió los ojos a la pobreza y a la desigualdad”, añade Richie Viera. En las letras se les cantaba a la “gente de carne y hueso que no se vendió”, al guapetón de barrio, a los trabajadores... Se le dijo a los latinos que usaran la conciencia, “no dejes que se duerma, no la dejes que muera”. Otro cambio que obró este disco fue el perfil de los oyentes de salsa. Antes de “Siembra”, este género musical era visto como de personas de clase media baja y clase baja. Pero después de su publi- cación, “se destaparon los riquitos”, a decir de Richie Viera. “Ellos mostraban el disco sin miedo. Es más, querían que la gente supiera que ellos oían 'Siembra'”, acota Richie Viera. “Lo compró todo tipo de gente. Además, lo pedían por su título”, puntualiza Don Rafael. Por su parte, el programador de la emisora radial Z93, Pedro Arroyo, ar- gumenta que otra cosa a favor de la grabación fueron sus arreglos musicales innovadores. “Yo recuerdo la primera vez que oí 'Plástico', que empieza con música disco. Yo dije, 'Que clase de huevo'. Pero cuando oí el mensaje y el final... Rubén dice 'Nicaragua sin Somoza'. Yo pensé que esa canción no la iban a poner en la radio”, recuerda. Para Arroyo el arraigo de este disco es indudable. Una de las cosas que lo prueba es que las primeras dos canciones que mas piden en Z93, cuya especialidad es la salsa, son “Pedro Navaja” y “Buscando Guayaba”, dos cortes de este disco. Asimismo, recuerda que hace cinco años, cuando a Rubén Blades le dedicaron el Día Nacional de la Salsa, todos los presentes cantaron de arriba a abajo todas las canciones que entonó Blades. “La gente se las sabe”. “Siembra es un best seller, es el disco que más ha vendido. Su calidad de so- nidos, de grabación, los arreglos, la letra... Se combinaron todos los talentos”, dice Arroyo. LAS MANOS DETRÁS DEL ÉXITO Cuando se habla de “Siembra”, cier- tamente se piensa en Colón y en Blades. Pero detrás de ellos, hubo un ejército de personas que también aportaron su gra- nito de arena para hacer de esta grabación una memorable. Uno de ellos, lo fue el compositor puertorriqueño Johnny Ortiz, quien es- cribió la única canción del disco que no es de la autoría de Blades: “Ojos”. “Cuando Rubén fue a grabar ese disco, me pidió una composición. Entonces yo fui y busqué una poesía que tenía y le puse la melodía”, explica el compositor. Ortiz, que es autor de otros éxitos como “Catalina La O”, popularizada por Pete “El Conde” Rodríguez, “El llanto de las flores”, cantada por Luigi Texidor con la Sonora Ponceña y “No se compara”, que Frankie Ruiz grabó con la orquesta de Tommy Olivencia, recuerda que fue un inmenso honor trabajar en ese disco por todo lo que implicó en plano musical y social. El timbalero y percusionista Jimmy Delgado, que toco los timbales en esa grabación, sostiene con su particular acento neoyorrican, que “Siembra” es un disco clásico. “Estoy muy honrado de haber participado en ese disco”, dice. Delgado manifiesta que la clave del éxito de este disco reside en que refleja cosas que son “realities, que pasan todos los días”. Sin embargo, lamentó que el sonido del disco no fuera tan fuerte como se oía en el estudio. “Cuando salió el disco estaba un poquito disappointed. Las mezclas po- dían haber sido mucho mejores. La mú- sica había perdido parte de su fuerza, el punch, you know”, argumenta. El trompetista Luis “Perico” Ortiz, arreglista de los temas “Plástico” y “Pedro Navaja”, sostiene que ese disco se hizo con “pasión”. “Nosotros hicimos un tra- bajo con contenido social y musical, pero sin olvidar al bailador”, añade. portada En cuanto a las composiciones, el co- nocido músico recuerda que las historias estaban ahí, “en la calle, todos los días”. Ortiz, que ha trabajado para artistas como Tito Puente, Machito, Mongo San- tamaría, Tito Rodríguez, Fania All Stars y Johnny Pacheco, recuerda que en esa época la salsa gozaba de gran popularidad en Nueva York. “Había como 60, 70, 80 clubs. Se bailaba todos los días. Era otra época”. SIEMBRA VIENTOS Y COSECHA TEMPESTADES “Este disco fue un dolor de cabeza para la Fania”, señala Richie Viera sobre los tropiezos que enfrentaron Colón y Bla- des para grabar el disco y los problemas que creó después de su publicación. Según cuenta Viera , esta disquera, que fue fundada en Nueva York en 1964 por Jerry Masucci y Johnny Pacheco y que tiene en su catálogo discos de cantantes como Celia Cuz, Johnny Pacheco, Ray Barreto, Eddie Palmieri y a Héctor Lavoe, entre otros, no le tenía mucha fe al proyecto. En principio, no querían grabar “Pedro Navaja”, paradójicamente la can- ción más famosa, porque la consideraban muy larga. No obstante, Blades logró convencer a Masucci para grabarla. Tam- bién hubo algunos reparos por las pos- turas políticas del disco. Después del lanzamiento, Masucci re- portó que el disco había vendido sólo 50,000 copias. “Rubén, que había re- partido el correo interno en Fania, sabía que allí entraba mucho más dinero que lo que se reportaba”, cuenta Viera. Luego, pasó una época en la que Blades y Colón se distanciaron. Esto pareció subsanarse en el concierto de los 25 años de la grabación, que se realizó el 3 mayo de 2003 en la Isla. Allí, los dos artistas deleitaron al público con lo mejor de las grabaciones que hicieron juntos. Sin embargo, días antes de ese con- cierto comenzaron a perfilarse los con- tornos de un nuevo problema. Tanto Blades como Colón llegaron a Puerto Rico sin haber recibido paga alguna de parte de la firma que los representaba, Martínez, Morgalo y Asociados. En una conferencia de prensa, los productores locales del concierto, César Sainz y Ariel Rivas, mostraron evidencia de que habían hecho los pagos correspondientes. Sainz y Rivas estuvieron acompañados por los dos artistas que dijeron que iban a cantar sin paga por el compromiso moral con el público. De este alegado incumplimiento de contrato no se supo más, hasta que en mayo de 2007 Willie Colón demandó a su ex compañero para exigirle el pago de $115 mil por concepto de su participación en el espectáculo “Siembra… 25 años des- pués”. Tan reciente como en abril, Blades pidió la desestimación de esa demanda, tildándola una necedad, una ridiculez y una pérdida de tiempo, cosa que fue denegada por el juez federal Jay García. Asimismo, aplaudió la decisión de Colón de incluir en la demanda a los promotores Roberto Morgalo y Arturo Martínez, so- cios de la firma Martínez, Morgalo y Asociados que, según Blades, se apro- piaron de alrededor de $350 mil. En la demanda original, ellos no había sido demandados. “Todo el mundo sabe que a los dos nos robaron. A él (Willie Colón) se le mete en la cabeza que yo le debo la plata y yo digo que no. Ahora se incluye a Martínez y Morgalo en la demanda, como debió ha- ber sido. Y me alegro profundamente que ahora participen para que digan qué fue lo que pasó”, le dijo Blades a El Nuevo Día en ese momento. En mayo, el promotor Roberto Mor- galo le respondió a Blades con una de- manda en la que asegura que no le debe dinero y le reclama sobre $300 mil por daños y perjuicios. AL FINAL Con todos estos truenos, hay que ol- vidarse de un concierto de “Siembra... 30 años después”. De hecho, Blades ha des- cartado de plano que este junte se realice. Lo único que queda por esperar es la salida de la edición de lujo de este disco, que según informó Richie Viera, saldrá a la venta en noviembre de este año. Así que salseros, sólo les resta esperar. [email protected] fecunda E n algun lugar, todavía Pedro Navaja ca- mina por la esquina del viejo barrio con el tumbao' que tienen los guapos al caminar. La gente no sabe a dónde se dirige, pero tal vez vaya al monte a buscar guayaba por la vereda del ocho y del dos. A la misma vez, pero en medio de una ciudad de plástico con edificios can- cerosos, un hombre le implora a María Lionza que le haga un milagrito. Con ojos de inmenso dolor, le pregunta cómo pue- de arrancarse del alma una pena de amor. A lo lejos, un radio solitario deja escapar el siguiente pregón: "Con fe, siembra y siembra y tú verás"... ¿Les parecen conocidas estas histo- rias? Si ha tenido el gusto de escuchar el álbum “Siembra”, es seguro que las re- cuerde. Y mientras esas escenas y otras similares no dejen de ser parte de la experiencia latinoamericana, los mensa- jes que grabaron hace tres décadas Willie Colón y Rubén Blades, seguirán tan fres- cos como el primer día. Tan vigentes para provocar que al día de hoy se hayan vendido sobre 5 millones de copias, lo que convierte esta grabación en la más ven- dida de la salsa. "Esto fue un álbum hecho para el mun- do entero, por eso pegó todas las can- ciones. Ese álbum nadie lo ha podido igualar", sostiene con contundencia el promotor artístico e historiador musical Richi Viera. “El disco recogía las vi- vencias de toda Latinoamérica. Todo el mundo se identificó”, remata sentado tras el escritorio de su padre, Rafael Viera, en la Catedral de la Música, Viera Discos. Don Rafael, quien fue promotor y es conocido como la “Enciclopedia de la Salsa”, escucha la conversación con aten- ción para no quedarse atrás. Con su particular parsimonia interviene para de- EL PROMOTOR artístico Rafael Viera posa frente a un dibujo de la carátula de 'Siembra', que aparece en una de las paredes de Viera Records. JOSÉ RODRÍGUEZ WILLIE COLÓN y Rubén Blades cantan a dúo en un concierto ofrecido en 2006. Actualmente, los legendarios gestores de 'Siembra' se encuentran distanciados por una demanda. J. ISMAEL FERNÁNDEZ REYES Tres décadas después de su nacimiento, la grabación “Siembra”, uno de los discos mas conocidos de la dupleta de Willie Colón y Rubén Blades, aún mantiene su vigencia

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12LA REVISTA

8 de junio de 2008

Siembra POR SARA DEL VALLE HERNÁNDEZcir que “la gente entendía que esto erauna obra maestra”.

Cuando se les pregunta a ambos porqué ha tenido tanta trascendencia, sonenfáticos en señalar los contenidos so-ciales de sus canciones. Mensajes, quesegún cuenta Richie Viera, muchos ca-lificaron en ese momento de atrevidos.

“Antes de este disco no se había escritouna cosa tan social”, indica Don Rafael.“La gente abrió los ojos a la pobreza y a lad es i g u a l d a d ”, añade Richie Viera. En lasletras se les cantaba a la “gente de carne yhueso que no se vendió”, al guapetón debarrio, a los trabajadores... Se le dijo a loslatinos que usaran la conciencia, “nodejes que se duerma, no la dejes quem u e ra ”.

Otro cambio que obró este disco fue elperfil de los oyentes de salsa. Antes de“Si e m b ra ”, este género musical era vistocomo de personas de clase media baja yclase baja. Pero después de su publi-cación, “se destaparon los riquitos”, adecir de Richie Viera.

“Ellos mostraban el disco sin miedo. Esmás, querían que la gente supiera queellos oían 'Siembra'”, acota Richie Viera.“Lo compró todo tipo de gente. Además,lo pedían por su título”, puntualiza DonRafael.

Por su parte, el programador de laemisora radial Z93, Pedro Arroyo, ar-gumenta que otra cosa a favor de lagrabación fueron sus arreglos musicalesinnovadores. “Yo recuerdo la primera vezque oí 'Plástico', que empieza con músicadisco. Yo dije, 'Que clase de huevo'. Perocuando oí el mensaje y el final... Rubéndice 'Nicaragua sin Somoza'. Yo pensé queesa canción no la iban a poner en la radio”,re c u e rd a .

Para Arroyo el arraigo de este disco esindudable. Una de las cosas que lo pruebaes que las primeras dos canciones quemas piden en Z93, cuya especialidad es lasalsa, son “Pedro Navaja” y “Bu s ca n d oGu aya b a ”, dos cortes de este disco.

Asimismo, recuerda que hace cincoaños, cuando a Rubén Blades le dedicaronel Día Nacional de la Salsa, todos lospresentes cantaron de arriba a abajo todaslas canciones que entonó Blades. “Lagente se las sabe”.

“Siembra es un best seller, es el discoque más ha vendido. Su calidad de so-nidos, de grabación, los arreglos, la letra...Se combinaron todos los talentos”, diceA r royo .

LAS MANOS DETRÁS DEL ÉXITOCuando se habla de “Si e m b ra ”, cier-

tamente se piensa en Colón y en Blades.Pero detrás de ellos, hubo un ejército depersonas que también aportaron su gra-nito de arena para hacer de esta grabaciónuna memorable.

Uno de ellos, lo fue el compositorpuertorriqueño Johnny Ortiz, quien es-cribió la única canción del disco que no esde la autoría de Blades: “O j os ”.

“Cuando Rubén fue a grabar ese disco,me pidió una composición. Entonces yofui y busqué una poesía que tenía y lepuse la melodía”, explica el compositor.

Ortiz, que es autor de otros éxitoscomo “Catalina La O”, popularizada porPete “El Conde” Rodríguez, “El llanto delas flores”, cantada por Luigi Texidor conla Sonora Ponceña y “No se compara”, queFrankie Ruiz grabó con la orquesta deTommy Olivencia, recuerda que fue uninmenso honor trabajar en ese disco portodo lo que implicó en plano musical ysocial.

El timbalero y percusionista JimmyDelgado, que toco los timbales en esagrabación, sostiene con su particularacento neoyorrican, que “Si e m b ra ” es undisco clásico. “Estoy muy honrado dehaber participado en ese disco”, dice.

Delgado manifiesta que la clave deléxito de este disco reside en que reflejacosas que son “realities, que pasan todoslos días”.

Sin embargo, lamentó que el sonido deldisco no fuera tan fuerte como se oía en elestudio. “Cuando salió el disco estaba unpoquito disappointed. Las mezclas po-dían haber sido mucho mejores. La mú-sica había perdido parte de su fuerza, elpunch, you know”, argumenta.

El trompetista Luis “Pe r i c o ” Ortiz,arreglista de los temas “Plástico” y “Pe d roNava ja ”, sostiene que ese disco se hizocon “pasión”. “Nosotros hicimos un tra-bajo con contenido social y musical, perosin olvidar al bailador”, añade.

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En cuanto a las composiciones, el co-nocido músico recuerda que las historiasestaban ahí, “en la calle, todos los días”.

Ortiz, que ha trabajado para artistascomo Tito Puente, Machito, Mongo San-tamaría, Tito Rodríguez, Fania All Stars yJohnny Pacheco, recuerda que en esaépoca la salsa gozaba de gran popularidaden Nueva York. “Había como 60, 70, 80clubs. Se bailaba todos los días. Era otraé p o ca ”.

SIEMBRA VIENTOSY COSECHA TEMPESTADES

“Este disco fue un dolor de cabeza parala Fania”, señala Richie Viera sobre lostropiezos que enfrentaron Colón y Bla-des para grabar el disco y los problemasque creó después de su publicación.

Según cuenta Viera , esta disquera, quefue fundada en Nueva York en 1964 porJerry Masucci y Johnny Pacheco y quetiene en su catálogo discos de cantantescomo Celia Cuz, Johnny Pacheco, RayBarreto, Eddie Palmieri y a Héctor Lavoe,entre otros, no le tenía mucha fe alproyecto. En principio, no querían grabar“Pedro Navaja”, paradójicamente la can-ción más famosa, porque la considerabanmuy larga. No obstante, Blades logróconvencer a Masucci para grabarla. Tam-bién hubo algunos reparos por las pos-turas políticas del disco.

Después del lanzamiento, Masucci re-portó que el disco había vendido sólo50,000 copias. “Rubén, que había re-partido el correo interno en Fania, sabíaque allí entraba mucho más dinero que loque se reportaba”, cuenta Viera.

Luego, pasó una época en la que Bladesy Colón se distanciaron. Esto pareció

subsanarse en el concierto de los 25 añosde la grabación, que se realizó el 3 mayode 2003 en la Isla. Allí, los dos artistasdeleitaron al público con lo mejor de lasgrabaciones que hicieron juntos.

Sin embargo, días antes de ese con-cierto comenzaron a perfilarse los con-tornos de un nuevo problema. TantoBlades como Colón llegaron a PuertoRico sin haber recibido paga alguna departe de la firma que los representaba,Martínez, Morgalo y Asociados. En unaconferencia de prensa, los productoreslocales del concierto, César Sainz y ArielRivas, mostraron evidencia de que habíanhecho los pagos correspondientes. Sainzy Rivas estuvieron acompañados por losdos artistas que dijeron que iban a cantarsin paga por el compromiso moral con elpúblico.

De este alegado incumplimiento decontrato no se supo más, hasta que enmayo de 2007 Willie Colón demandó a suex compañero para exigirle el pago de$115 mil por concepto de su participaciónen el espectáculo “Si e m b ra … 25 años des-pués”.

Tan reciente como en abril, Bladespidió la desestimación de esa demanda,tildándola una necedad, una ridiculez yuna pérdida de tiempo, cosa que fuedenegada por el juez federal Jay García.Asimismo, aplaudió la decisión de Colónde incluir en la demanda a los promotoresRoberto Morgalo y Arturo Martínez, so-cios de la firma Martínez, Morgalo yAsociados que, según Blades, se apro-piaron de alrededor de $350 mil. En lademanda original, ellos no había sidod e m a n d a d os .

“Todo el mundo sabe que a los dos nosrobaron. A él (Willie Colón) se le mete enla cabeza que yo le debo la plata y yo digoque no. Ahora se incluye a Martínez yMorgalo en la demanda, como debió ha-ber sido. Y me alegro profundamente queahora participen para que digan qué fue loque pasó”, le dijo Blades a El Nuevo Díaen ese momento.

En mayo, el promotor Roberto Mor-galo le respondió a Blades con una de-manda en la que asegura que no le debedinero y le reclama sobre $300 mil pordaños y perjuicios.

AL FINALCon todos estos truenos, hay que ol-

vidarse de un concierto de “Siembra... 30años después”. De hecho, Blades ha des-cartado de plano que este junte se realice.Lo único que queda por esperar es lasalida de la edición de lujo de este disco,que según informó Richie Viera, saldrá ala venta en noviembre de este año. Asíque salseros, sólo les resta esperar.

S D E LVA L L E @ E L N U E VO D I A .CO M

fecunda En algun lugar, todavía Pedro Navaja ca-mina por la esquina del viejo barrio con eltumbao' que tienen los guapos al caminar.La gente no sabe a dónde se dirige, perotal vez vaya al monte a buscar guayabapor la vereda del ocho y del dos.

A la misma vez, pero en medio de unaciudad de plástico con edificios can-cerosos, un hombre le implora a MaríaLionza que le haga un milagrito. Con ojosde inmenso dolor, le pregunta cómo pue-de arrancarse del alma una pena de amor.A lo lejos, un radio solitario deja escaparel siguiente pregón: "Con fe, siembra ysiembra y tú verás"...

¿Les parecen conocidas estas histo-rias? Si ha tenido el gusto de escuchar elálbum “Si e m b ra ”, es seguro que las re-cuerde. Y mientras esas escenas y otrassimilares no dejen de ser parte de laexperiencia latinoamericana, los mensa-jes que grabaron hace tres décadas WillieColón y Rubén Blades, seguirán tan fres-cos como el primer día. Tan vigentes paraprovocar que al día de hoy se hayanvendido sobre 5 millones de copias, lo queconvierte esta grabación en la más ven-dida de la salsa.

"Esto fue un álbum hecho para el mun-do entero, por eso pegó todas las can-ciones. Ese álbum nadie lo ha podidoigualar", sostiene con contundencia elpromotor artístico e historiador musicalRichi Viera. “El disco recogía las vi-vencias de toda Latinoamérica. Todo elmundo se identificó”, remata sentado trasel escritorio de su padre, Rafael Viera, enla Catedral de la Música, Viera Discos.

Don Rafael, quien fue promotor y esconocido como la “Enciclopedia de laSalsa”, escucha la conversación con aten-ción para no quedarse atrás. Con suparticular parsimonia interviene para de-

EL PROMOTOR artístico Rafael Viera posa frente a un dibujo de la carátula de 'Siembra', que apareceen una de las paredes de Viera Records.

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WILLIE COLÓN y Rubén Bladescantan a dúo en un conciertoofrecido en 2006. Actualmente,los legendarios gestores de'Siembra' se encuentrandistanciados por una demanda.

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Tres décadas después de sunacimiento, la grabación“Siembra”, uno de los discosmas conocidos de la dupleta deWillie Colón y Rubén Blades,aún mantiene su vigencia