Cuando supe que tendríamos una Royal Enfield en nuestras manos, no pude más que alegrarme por conocer de primera mano cómo sería el funcionamiento de una moto de hace 50 años. Lo primero que hice con ella fue llevársela a mi progenitor y decirle “vaya papá, dese una vuelta”, su cara no ocultaba la nostalgia, pero no declinó la oferta y salió muy puesto a los mandos de la Royal Enfield Bullet 500. Cuando ya empezaba a preocuparme, fue apareciendo muy orondo y con una sonrisa en la cara me dijo: “funciona igualitico a la Matchless”. Que mejor opinión que la de semejante personaje.

Quedó claro entonces que la Bullet 500 es toda una apología a las motos de antes, que a pesar de sus detalles actuales como la inyección electrónica y el freno de disco

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Bullet 500Royal Enfield

Pistonadas del pasado

Subirse en esta moto es transportarse a una época en la que el motociclismo tenía un sabor muy diferente.

Fuera de Serie

Texto: AMG - fotos: JCP

Desde niño he escuchado infinidad de historias de mi padre sobre las aventuras que ha tenido en sus motos, y de las que más me gustan son las que

recrea a los mandos de su adorada Matchless inglesa por allá a finales de los años 60, ésta era una monocilíndrica de 350cc del año 1959 adquirida de segunda mano pero cuidada como una niña, que lo llevo a recorrer casi todo el país por unas carreteras ahora impensables para nosotros, donde la grava, el pantano y el polvo eran las superficies por donde se rodaba en aquellos lejanos años. Por eso la pasión por las dos ruedas me viene de herencia y siempre he sentido curiosidad por conocer la moto que tantas aventuras les regalo a mis papás por esas épocas, porque mi mamá, de parrillera, también vivió muchas de ellas.

delantero, sigue con ese sabor retro tan delicioso que evoca épocas de verdaderas batallas contra los elementos y de verdadero amor entre el piloto y su montura.

Los orígenes de esta marca se remontan al año 1893, fecha en que fue creada la firma Royal Enfield y aunque sus inicios fueron en Inglaterra, sus motos se fabrican desde 1970 en la India. Esta monocilíndrica de 500cc vibra en parado como con ganas de salir a rodar sola, el motor emite los traqueteos propios de su configuración, haciéndose sentir con fuerza para que no nos olvidemos nunca de él, advirtiéndonos que llevamos debajo de las posaderas un motor brioso y robusto, que poco gusta de altas revoluciones y donde cada pistonada es un acto de fe para con la historia misma.

La silla del piloto logra una gran comodidad gracias a un par de resortes sobre los que va apoyada y que destacan su estilo retro, siendo uno de los detalles que más resalta en su estructura.

Con la Bullet 500 uno quiere olvidarse de lo sintético y reem-plazarlo por el cuero, usar un casco abierto con orejeras y unas gafas de aviador de la segunda guerra, para salir convertido en un aventurero del pasado dispuesto a todo sobre una moto de acero puro.

Las frases “Completa libertad”, “el viento en la cara”, “solos mi moto, el asfalto y yo” cobran verdadero valor al rodar con esta Royal Enfield, es cómoda, agradable y con ese espíritu que lo hace

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Para la rodada principal teníamos planeada una carretera bastante diversa tanto en curvas como en paisaje, el clima nos trato bastante mal porque llovió todo el día, pero sirvió para poner a prueba nuestra “bala” en todo tipo de terrenos, desde pantano, tierra y piedras hasta asfalto impe-cable donde sus llantas Avon “Made in England” presentaron una adherencia tan suficiente como para arrastrar los bajos de la moto en cada curva si uno se lo proponía.

Las vías en mal estado no la asustan y su poder tractor nos saca de apuros con mucha facilidad y aunque es una moto bajita si se maneja con cuidado la parte del cárter no sufrirá en estos pasos en mal estado tan comunes en nuestras carreteras. Las luces de su particular faro, que viene con “visera”, no son las de mayor potencia, pero permiten rodar a ritmos tranquilos de noche y las luces medias se ubican en un par de “cocuyos” bastante particulares encima de esta.

En esta moto es delicioso sentarse a disfrutar del asfalto y del paisaje a ritmo relajado, mo-viéndonos a la velocidad que el motor imponga pistonada a pistonada. A todo vapor puede llegar a 140, pero entre los 90 y los 100km/h es donde el monocilíndrico se siente más cómodo y este paso es totalmente demoledor, más si vamos en una moto donde aventura es una palabra que viene intrínseca en su carácter.

Luego de casi 200 kilómetros bastante pa-sados por agua quedamos con ganas de seguir rodando y con el cuerpo antes que cansado, agra-decido por el masaje del monocilíndrico que con sus vibraciones, que no son para nada molestas, nos mantuvo relajados pero alerta todo el tiempo. Es increíble disfrutar de aceleraciones fuertes con un sonido tan pausado como el de esta mecánica, tomar curvas de 80 ó 90 kilómetros por hora con el motor girando a bajas revoluciones, petardeando delicioso y al mismo tiempo entregando la po-tencia linealmente, es toda una experiencia que cualquier motociclista debería sentir algún día.

La Bullet es una moto de época, que marca a quien se sube en ella y en la que parece que se sincronizaran los latidos de nuestro corazón con las explosiones de su pistón, hablando de aquello del amor entre el piloto y su montura.

a uno sentirse como Ernesto el “Che” Guevara cuando partió desde Buenos Aires con su amigo Alberto Granados a bordo de la “Poderosa”, una Norton Commando también inglesa, para recorrer América en una aventura épica en dos ruedas que se cuenta en el libro “Diarios de Motocicleta”.Toda una estrella

La Bullet 500 es la moto más sociable en la que me he subido jamás, todo el mundo tenía que ver con ella, sin importar si estaba parqueada o en movimiento, admiradores no le faltaron nunca y en su mayoría todos pensaban que era una restauración y asombrados quedaban cuando recibían la respuesta que era modelo 2010. Salir de un parqueadero a veces era difícil, pero no a causa de la maniobrabilidad sino de los seguidores que siempre la rodeaban y nos esperaban para bombardearnos con preguntas, por lo que son varios los amigos que le debemos a la Royal Enfield.

“Made like a gun”El lema “Hecha como un arma”, que reza en

el tanque, hace referencia a una de las primeras actividades de la fábrica y por lo visto ahora tratan de revestir sus motos con ese aspecto fuerte y rudo que seguro poseían sus armas cuando las fabri-caban. Sin embargo algunos detalles de pintura como los ribetes del tanque se realizan todavía a mano, algo que le da un toque de exclusividad.

Cuando iniciamos la prueba con la Bullet 500, pensábamos que sería una moto tosca para maniobrar en la ciudad, con un grado de calentamiento que achicharraría nuestras piernas, pero no es así, aunque algunos de sus acabados se vean poco pulidos, las sensaciones sobre ella son muy agradables, no sufre de recalentamientos y es tan dócil como cualquier sport-urbana de 200cc del mercado actual. La ventaja de esta moto radica en su descomunal torque que con solo acelerar en cualquiera de sus cinco cambios empuja con decisión, el veterano motor de carrera

larga es el que permite obtener esta cualidad sin queja alguna de la mecánica.

En la ciudad la Bullet tiene dos atractivos prin-cipales, su manejabilidad y lo impactante que se torna para cualquiera que se cruce con ella, estos aspectos la consolidan como una urbana fácil y con mucho estilo.

Definitivamente salir a rodar ahora con el equipamiento que usaban hace 50 años es algo completamente impensable, así nos haga sentir transportados de época no es conveniente, ni legal usarlo. Por tanto tomamos nuestro casco, nuestra chaqueta de lona con protecciones y las botas de turismo y salimos a devorar kilómetros con la Royal Enfield.

Antes de comenzar vimos que la posición de manejo se perfila un tanto “deportiva”, básicamente por la forma y ubicación de su manubrio demostran-do que estamos ante la “racing” de la familia, esto queda confirmado con el nombre Bullet = Bala.

El motor se ve, se siente y es construido como los de antes, se nota que es actual por la inyección electrónica a la vista. Un detalle muy especial es el faro con visera y ese par de "cocuyos" arriba.El tablero es 100% a la vieja usanza, pero con un testigo de la inyección de combustible.

FS

Motor

CilindradaRel. compresiónTorque Máx.Potencia Máx.AlimentaciónEncendido TransmisiónEmbragueSusp. Del.Susp. Tra.

Freno Del. Freno Tra.Peso Capacidad TanquePrecioPara saber másFi

cha

Técn

ica

Monocilíndrico, 4T, OHV,Refrigerado por aire

499 c.c.8.5 : 1

4.2 kg/m a 4.000rpm23hp a 5.250rpm

Inyección electrónicaEléctrico

5 velocidadesMultidisco en aceite

Telescópica Doble amortiguador

regulable en precarga Disco 280mm diam.

Tambor187 kg en seco

3.8 galones (14 L) $17.500.000

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Fuera de Serie Royal Enfield Bullet 500

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