Rosa de los Vientos nr1

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Tegucigalpa, D. C., Honduras, C. A. Octubre 12 de 1 990 DE NOSTALGIAS Y REALIDADES e Augusto SERRANO E stamos tocando a las puertas del s.XXI y parece ser que toda- vía· no hemos resuelto nin- guno de los grandes proble- mas generados por la modernidad:esa época que nace hacia 1492,con la lle- gada de Colón a América. Habrá quien piense que no vale la pena hacer en estas fechas acto alguno de re- cordación.Pero los tiempos no perdonan ni a los que ya lo saben todo,ni a los que le temen a la verdad y prefieren den cansar en sus , mitos. Medio milenio de hechos históricos y teorías,de olví- dos y desengaños,de espe- ranzas y sueños no siem- pre cumplidos;medio mile- nio-los 500 años que pron- to se cumplirán- · de ale- grías y medio milenio de mundo moder- no del que,nos guste o no,somos herederos,¿no vale la pena dedicarle un pensamiento? ' e EL MESTIZAJE EN AMERICA: Base de la Identidad Nacional e LA MAR OCEANO: Sus Leyendas y Desajios e LA MEMORIA HISTORICA PRO- FUNDA: Primicia de una Novela e LAS LENGUAS AMERINDIAS Y EL ARTE CRIOLLO SUMARIO e MARIO FELIPE CASTILLO: Las Ciudades Históricas y Artisticas de Honduras e OLGA JOYA: El Mestizaje e RAMON OQUELI: España vista por: Valle e ATANASIO HERRANZ: Aportes Léxicos de 'las Len- guas Indigenas Americanas al Español e JULIO ESCOTO: La Memoria de N os o tras(1495 J e CARLOS ECHEVERRIA: La Réplica Amerindia e JOSE A.SARMIENTO: La Cocina Americana que vio Colón e AUGUSTO SERRANO: Descubrimiento e ROBERTO CASTILLO: El Mestizaje

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Editado Conjuntamente por la Cooperación Cultural española en Honduras, Secretaría de Cultura y Turismo y el Diario Tiempo. Coordinador Augusto Serrano, Roberto Castillo y Atanasio Herranz

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Tegucigalpa, D. C., Honduras, C. A. Octubre 12 de 1 990

DE NOSTALGIAS Y REALIDADES

e Augusto SERRANO

E stamos tocando a las puertas del s.XXI y parece ser que toda­

vía· no hemos resuelto nin­guno de los grandes proble­mas generados por la modernidad:esa época que nace hacia 1492,con la lle­gada de Colón a América.

Habrá quien piense que no vale la pena hacer en estas fechas acto alguno de re­cordación.Pero los tiempos no perdonan ni a los que ya lo saben todo,ni a los que le temen a la verdad y prefieren den cansar en sus , mitos.

Medio milenio de hechos históricos y teorías,de olví­dos y desengaños,de espe­ranzas y sueños no siem­pre cumplidos;medio mile­nio-los 500 años que pron­to se cumplirán- · de ale­grías y sufrimi~ntos; medio milenio de mundo moder­no del que,nos guste o no,somos herederos,¿no vale la pena dedicarle un pensamiento? '

e EL MESTIZAJE EN AMERICA: Base de la Identidad Nacional

e LA MAR OCEANO: Sus Leyendas y Desajios

e LA MEMORIA HISTORICA PRO­FUNDA: Primicia de una Novela

e LAS LENGUAS AMERINDIAS Y EL ARTE CRIOLLO

SUMARIO

e MARIO FELIPE CASTILLO: Las Ciudades Históricas y Artisticas de Honduras

e OLGA JOYA: El Mestizaje

e RAMON OQUELI: España vista por: Valle

e ATANASIO HERRANZ: Aportes Léxicos de 'las Len­guas Indigenas Americanas al Español

e JULIO ESCOTO: La Memoria de N os o tras( 1495 J

e CARLOS ECHEVERRIA: La Réplica Amerindia

e JOSE A.SARMIENTO: La Cocina Americana que

vio Colón e AUGUSTO SERRANO:

Descubrimiento e ROBERTO CASTILLO:

El Mestizaje

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2 1 ROSA DE LOS VIENTOS

"No hay hombre cuerdo sobre el mar" (Las siete partidas)

DESCUBRIMIENTO

e AUGUSTO SERRANO

El agua, ese elemento tan A este desconcierto ante las (G. Bueno)-. si había que in­natural del que parece grandes masas de agua (las cluir en la esfera semejantes ser provenimos y que del mar que no tienen figura Y cantidades de agua? ¿Cómo constituye algo así como las del río donde. según Herá- pensar la "cerradura" del pla­

las tres cuartas partes de clito, nadie puede sumergirse neta con un elemento tan roa­nuestro cuerpo, era hacia dos veces) se suma el escaso leable , sutil y caprichoso? 1492 decididamente un ele- dominio físico-tecnológico. Co- ¿Qué recipiente podría ser ese mento no dominado. Por su- menzando por el hecho de que de la esfera, si. por su misma puesto que todavía menos lo el hombre. nadando, no puede forma. es la total negación de era al aire, por el que sólo los llegar muy lejos y siguiendo todo recipiente? ¡Porque resul­pájaros y los ángeles discu- por la dura realidad que, a fi- ta que un líquido sólo cabe róan. De los cuatro elementos nales del s. XV, la navegación imaginarlo dentro de algún ca­de Empédocles (tierra, agua, y sus artes andaban aún muy charro, puchero o barranco! aire y fuego). el aire quedaba retrasadas, el agua resultaba sólo ahí permite nuestra expe­casi fuera de la conciencia tec- un elemento extraño y hostil. rtencia aprisionar un líquido, nológica, apropiada sólo por ¿Cómo, si no, puede un peque- sea agua o sea vino. las aspas de los molinos y por ño río como el Bidasoa entre Habría que meditar muy las velas de los galeones; el España y Francia o el no tan bien lo que significa y, sobre fuego, con su carácter casi di- pequeño Segovía entre Hondu- todo, lo que supone y exige vino apenas si sobrepasaba ras y Nicaragua haber decidí- concebir la Tierra y todo lo que los umbrales del fogón y de la do fronteras politico-sociales la llena de forma esférica. Y no fragua; la tierra, por supuesto. tan definitivas y profun9as? seria el andar cabeza abajo de era el elemento propio, la casa Quizás no se haya pensado de- los antípodas el problema más en la que la vida se desenvol- tenidamente este asunto del difícil a resolver. Se me ocurre vía. agua. Pues, ¿cómo pensar la que, tratándose de grandes

Pero el agua, desde remotos esfericidad de la tierra -nada masas de agua como las que tiempos, era un elemento de menos que la teoría que per- exhibía el océano, no había límite y de frontera: a pesar de mite hablar con sentido de más remedio que rellenarlas cierto-s dichos sobre los ríos, "Descubrimiento" de América ·de bichos. monstruos, duen­

des. fantasmas y cosas, para darle consistencia y esferici­dad -al modo como se espesa una sopa con picatostes, tro­pezones y otros aderezos.

El agua de la mar océano has­ta esas fechas no era un medio, una mediación, sino un obstácu­lo, un estorbo y un enigma. Era, si se quiere, la frontera defini­tiva y rotunda entre Finisten'e (nombre dado por los romanos al lugar más avanzado del con­tinente europeo) y Cipango (Japón) (la isla que se conce­bía como el e¡dremo oriente "toda ella fabricada de oro" se­gún Alonso Núñez de Reinosa y cuyas casas tenían las "tejas de oro" como decía Martíri Alonso Pinzón) . Por eso algún poeta de "t ierra adenlro" ha llegado a decir que "La única frontera es el mar" (Rafael Ri- . vera).

Pero había una contradic­ción. La esfera, tan difícil de mantener en su forma con grandes masas de a_gua, era la cremallera 'Y la bisagra que ce­rraba la Tierra. Esa forma era la que podía animar lo hasta entonces imposible: el camino hacia occidente. Y esa es una

separaba a los hombres y a los --~,=-Ar----.:-;_;,_~1""":=-:::=_~, _ pueblos. El mar, el lago. el río -son fronteras que separan. Se · -. ~-=-::;;:- ;..-~ puede caminar sin sentido preciso por vastos territorios y aún así. cabe encontrar siem­pre algún "norte" que. por analogía, nos guíe. La tierra más ignota y lejana es siempre la madre tierra y no es sino la prolongación de la conocida y, aunque se sospe<;he en ella los más estrambóticos seres -hombres con cabeza de perro (cinocéfalosl. antropófagos. hombres con rabo, con un sólo pie o sin cabeza, sirenas, ama­zonas y grifos no cabe duda de que terótorios serán aquellos y que por ellos se podrá transi-

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tar. · Pero el agua. ¿permite dis­

currir por ella del mismo modo? La homogeneidad de -., este elemento, sobre todo cua~do de las grandes masas del océano se trata. desorienta al hombre y le obliga a buscar puntos externos de referencia.

El limite (Limes). el mojón. el "horos" griego, que son los lugares de apoyo y referencia para pensamiento y acción, esos hitos son de piedra, no de agua. No se puede arar en el mar.

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de las cosas que verdadera­mente se descubren en 1492: -Que lo que hasta ese momento se había considerado y había constituido un impedimento in­salvable -el océano-, comienza a ser nada menos que condiéión de posibilidad y única vía de ac­ceso a los intereses más precia­dos del momento.

Esos intereses -ya lo sabe­mos- consistían para toda Europa y no sólo para los es-pañoles en acceder al mercado de las especias . . de la seda y del or.o que se suponía abun­dantísimo en el extremo orien­tal de Asia.

Fray Toribio de Benavente (" Motolinía") afirma sobre esto: "cuando los españoles se embarcan para venir a esta tierra a unos les dicen. a otros se les antoja que van a la Isla de Ofir. de donde el rey Salo­món llevó el oro muy fino, y que allí se hacen ricos cuantos en ella van; otros piensan que van a las islas del Tarsis o al gran Cipango, a do por todas partes es tanto el oro, que lo cogen a haldadas" (Historia de los indios de la Nueva España. III, 11. S 381 pág. 167).

Y. además, se trataba de caerle al turcp por la espalda, pudiendo así y suponiendo el éxito de la empresa hacer de aquel viaje el único viaje , pues vencido el turco. ya no habría necesidad de seguir el camino peligroso del océano, cuandp bien se podía hacer como an­taño, siguiendo los viejos sen­deros de Samarkanda o de la India.

Decir, pues, que lo que se descubre en 1492 es un nuevo continente, o un nuevo mundo (novus orbis) como si se trata­I:a de algo que, habiendo esta­do oculto desde el origen de los siglos, viniera ahora a mos­trarse, no parece tener mucho sentido. O, si no, que se lo pre­gunten .a incas, mayas y a az-

. tecas cuando aparecieron aquellos ·hombres barbudos en su horizonte. ¿Quién des­cubría a quién?. Por supuesto que no puede decirse que los indios de América (que ni eran indios, ya que no era esto la India, ni era América pues ese nombre vino después a desig­nar algo distinto) descubrie­ran a los españoles, ya que ni andaban a la búsqueda de ellos ni tenían modo de in-

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l 1 ROSA DE LOS VIENTOS cluirlos en su horizonte cultu­ral; como no fuera en uno de aquellos mitos aztecas que ha­blaban de la venida por el este de gentes barbudas. Sólo que esa venida se esperaba como una vuelta de los que tiempos atrás se fueron de casa. Así que más podria tratarse de un reencuentro que de un descu­brtmiento.

Amértco Vespuche dice que "es lícito llamarlo Nuevo Mun­do, ya que nuestros antepasa­dos no tuvieron de él conoci­miento alguno y es cosa mux nueva para todo el que la oye ' ("Mundus Novus". 1503); y, riéndose de los "descubri­mientos" portugueses nada menos que de Vasco de Gama. afirmaba: "a tal viaje como éste no lo llamo yo a descu­brir, sino andar por lo descu­bierto, ya que ... su navegación no pierde nunca de vista la tie­rra y rodean toda la tierra de Africa por la parte del austro, que es la comarca de la que hablan todos los autores de cosmografía (carta a Lorenzo di P. de Médici, 18 de Julio de 1500).

Pero, claro está, volvemos a lo mismo: al europeo que ve el mundo desde su propio ombli­go. Y al que podria dársele res­puesta con palabras del gran portugués Duarte Pacheco Pe­reira: "Muchas opiniones hubo en estos reinos de Portugal, en los tiempos pasados, entre al­gunos letrados acerca del des­cubrtmiento de las Etiopías, de Guinea y de las Indias, por­que algunos decían que no se preocupasen en descubrir a lo largo de la costa del mar y que seria mejor ir por el piélago, atravesando el golfo. hasta to­par con alguna tierra de la In­dia o vecina de ella. y que por esta via se acortarla el camino; otros arguían que eran mejor descubrir por la costa de la tie­rra, recorriendo poco a poco lo que habla en ella ... para saber con certeza el lugar en que es­taban, por lo que podrian estar seguros en la tierra que iban a . buscar. pues de otra guisa no podrian saber la región en que estaban. Y a mí me parece que la segunda opinión fue más acertada; y así se hizo" (citado por Juan Gil: Mitos y Utopías del Descubrimiento. Alianza Editorial. 1989. Madrid. pág. 157).

Tampoco puede hablarse, sin más, de encuentro entre dos mundos cual si se tratara de una relación recíproca y si-

métrica. Y. sin embargo. a mi me parece que la denomina­ción de Encuentro es un térmi­no feliz, en tanto supone una decisión tomada y no arbitra­riamente por quienes quieren hacer de esta fecha un punto de partida hacia el futuro en lugar de permanecer anclados en un mar de glorias o de la­mentaciones. Y, ¿qué decir desde el punto de vista de los españoles que divisaron el 12 de octubre a los primeros se­res humanos de este lado del Atlántico?

Para comenzar. Colón, des­pués de tres viajes. siguió cre­yendo que estaba en las islas y costas de Asia. Así que él ni salió de su error, ni descubrió lo que se encontró en el cami­no.

Encuentro, Descubrimien­to, Invasión, Visita. Fusión, Encontronazo, ¿qué nombre le daremos a tan memorable fe­cha? Porque resulta que, to­mada aisladamente como día del calendario a secas. esa fe­cha no significa nada de eso. Sólo en contexto cabe asignar­le un sentido y, por tanto. un nombre. El 12 de Octubre de 1492 significa el arribo a un momento histórico, si se con­sidera el mundo anterior que animó el viaje de las tres cara­belas como condición de posi­bilidad; pero es el despegue de otro si, consideramos lo que sucedió después.

Y es aquí adonde queríamos llegar. El 12 de Octubre de 1492 sólo puede denominarse Descubrimiento, si por ello se entiende el ámbito temporal que con esa fecha se abre y que va mostrando poco a poco y con enormes dificultades co­sas que se desconocían en to­das partes y que afectaban. si bien de diferente manera. ato­dos los pueblos de la Tierra. Esa fecha. vista como punto en el calendario, lejos de supo­ner un descubrimiento. supu­so todo lo contrario: el equÍvo­co más grande de los siglos. Feliz para unos, infeliz para otros. pero determinante. deci­sivo y morrocotudo para todos. porque ahí comienza a caer el telón de 1@ que había sido el "Teatro del Mundo" de la anti­güedad; y ahí se levantaba el telón de este drama al que lla­mamos la modernidad: co­mienza a derrumbarse una época y comienza a surgir otra.

Contra la opinión de Colón y de sus contemporáneos y quizás contra sus intenciones, los hechos de aquellos días. pertinaces como son. rompie­ron en añicos el cascarón cul­tural que le daba forma a las cosas. Precisamente. las teo­rias y concepciones que dieron sentido a los viajes de Colón y sin las cuales la aventura ha­bria sido impensable reciben un duro golpe: aquel Océano lleno de monstruos; la sima fi­nal de la Tierra; los rios y mon­tañas que regalan fácilmente el oro; la entrada al Paraíso Terrenal; los "nuevos cielos y la nueva tierra" para la venida del Mesías; etc.

Y esto se inicia con lo que yo llamo la domesticación de la mar Océano. por supuesto que la del que más tarde se llamaria Atlántico. Vencido él, puede, el 25 de septiembre de 1513. Vasco Núñez de Balboa

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quienes dudan de estar en Asia (o en el Océano Indico o en el Mar Arábigo) o de que el oro se recoja en espuertas y con sólo alargar la mano. Con decir que, para el segundo via­je. la mayoría de los que se embarcan son artesanos y campesinos que habrán de atender a lo cotidiano y ele­mental: producir alimentos, te­cho y vestido: "La Ofir colom­bina (la tierra con la que había soñado) toma tintes ya m:;ts propios de un asentamiento agrario sue de una factoría co­mercial' (Juan Gil: Mitos y

desde las Cimas del Darién Utopías del Descubrimiento. I: asomarse a las "pacíficas" Colón Y su Tiempo Alianza aguas de la Mar del Sur, co- Editorial. Madrid 1989. pág. menzando así a dar sentido a 112): la esfericidad de la Tierra. , - Se comienza a descubrir- que

Asombra hoy ver las tram- no hay lugares privilegiados; pas. mentiras. arreglos a que que el mundo es uno y que es sometieron Colón y los de su muy diferente de lo que se sos­tiempo sus concepciones y el pechaba. ingenio que derrocharon para De estas fechas sale. pues. no perder el equilibrio dado el todo transformado. Ni todas vértigo que producía lo que las equivocaciones y mentiras iban descubriendo: porque lo de Colón ("Don Cristóbal de que ,poco a poco. iban descu- Cipango" como graciosamente briendo no casaba con lo que y parodiando a Don Quijote de habían pensado -como no ca- la Mancha le llama Salvador saría lo que pensaban y añora- de Maradiaga) ni los "arre­han aztecas y mayas con la glos" teológicos de la escuela dura realidad de la conquista. de Salamanca; ni los prejui­Este sí que fue un Terremoto, cios de Buffon contra lo Ameri­pues fue toda la Tierra la que cano -por no hablar de los de comenzó a moverse y a cam- Hegel-. bastaron para contener biar. esta avalancha hacia lo nuevo.

El hecho real y absoluto de Todo lo nuestro, no sólo de que muchos mitos se viniesen americanos y españoles, brasi­abajo no es nada, como descu- leños y portugueses, sino tam­brimiento. comparado con bién de chinos y japoneses, aquel que se hizo consistente en saber que el mundo del hombre no es ya el "viejo mun-do" ni el "nuevo mundo", sino todo el mundo, la tierra entera.

Todavía Colón busca el ce­rro que. como gran teta. alber­ga al Paraíso Terrenal. En al-gún lugar ceroono a la Española se suponen tierras indescriptibles por su rtqueza y belleza. Con una mentalidad aún mito-poética, destaca lu­gares, espacios y tiempos pri­vilegiados donde debe estar esto o aquello. Pero todo esto se desvanece muy pronto. An­tes del tercer viaje de Colón, hay quienes comienzan a du­dar de las fantasías que ani­maron el primer viaje. Ya hay

australianos. turcos. hindúes e ingleses, en fin.de todos los pueblos de la Tierra comienza a cambiar de forma y de senti­do, impulsado por un movi­miento que más tarde o más temprano lo ha envuelto y ab­sorbido todo en lo que Hegel interpretó como la moderni­dad (o capitalismo): Cambia o comienza a cambiar poco a poco - La concepción rural, provin­ciana y absoluta que se tenía del mundo. El mundo cerrado, sosegado. finito y heterogéneo da paso a la visión del univer­so infinito, abierto. cruzado por la homogeneidad de tiem­po y espacio y disponible a ca-pricho para la acción del hom­bre. - Cambian las tecnologías más afianzadas del transporte y de la medicina. d«;: la alimenta­ción, de la administración del trabajo y de la investigación. Quizás sean la manufactura y las compañías mercantiles, las !lcademias y los estudios anatómicos las formas más re­levantes de estos cambios. - Las relaciones sociales. rotos los lazos de la servidumbre, asumen formas inéditas y cos­mopolitas. -El surgimiento de los estados modernos obliga a inventar nuevas formas de administra-

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qÚisidor a destruí; lenguas y culturas y a llevárselo todo a casa. Y también en la ignoran­cia hundía sus raíces la ver­sión opuesta que situaba de un lado al indio haragán y su­cio, cobarde y mentiroso y en poder del diablo, mientras, del otro lado, aparecía al gallardo conquistador buscando pater­nalmente la salvación de las almas del indígena.

Pero seguir hoy en esto no es historia. Es irresponsable y criminal int~rpretación, que, siguiendo la razón perezosa", falsea la realidad con propósi­tos deshonestos y bastardos. Magnifica la ocasión que, cer­ca ya el 1992, se nos presenta a iberoamericanos y españoles para hacer lo que quizás sólo nosotros podamos hacer: dis­cutir, estudiar, investigar, ra­zonar, criticar, reflexionar acerca de un acontecimiento del que todos, no sólo ibero­americanos y españoles, sali­mos transformados.

Al referirse la historiografía a los anos finales de s. XV y primeros del s. XVI. habla de la "época de los descubrimien­tos". Se descubre la pólvora, la brújula, la imprenta y, claro está, se descubre América.

Pero la pólvora ya se cono­cía siglos antes en China. Y también, por lo que nos dice Needham, la brújula y la im­prenta. Y, lo que es más, pare­cer ser que, lejos de haber re­presentado en Europa una creación de tales instrumen­tos y elementos, fueron traídos

por las caravanas de Asia. En todo caso, los europeos descu­bren su uso y utilidad. Como sucedió con las lentes, el t i­món de codaste y otros inge­nios. Y, ¿qué decir de Améri­ca?

Descubrir es quitar el velo que oculta algo, pero el conti­nente que va del estrecho de Bertng a la Tierra del Fuego no estaba más oculto que los otros co:¡;¡tinentes pues, al ser este un concepto relativo, lo mismo podría decirse desde el Cuzco: . que los europeos esta­ban ocultos.

Lo que acaece flacia esas fe­chas (no en esa fecha, aunque ella haya sido un momento de­tonante) es una revolución en el sentido clásico que se ad­vierte en el término latino "re­volutio" = vuelta rotunda.

Los mapas más conocidos de la época -como el de Tolo­meo- describen sólo 120° gra­dos de la esfera terrestre: es lo va del el "extremo oriente" (donde estaba China) a Finis­terre y las Islas Británicas. Cualquier cálculo elemental, para que la Tierra no resultara un huevo sino una esfera, ha­bría exigido complementar lo conocido nada menos que con 240° grados más. Es decir que, la marcha a la India por occi­dente era dos veces más larga que por oriente, aunque se pensaba lo contrario.lmaginé­monos por un momento al consejo de Castilla escuchan­do de Colón las verdaderas distancias a la India por occi­dente.Se habrtan negado ro­tundamente a dicha aventura­. pues no había modo d e equipar una carabela para tan­to tiempo.En este err.or y en la fe que mostraba Colón,basan algunos autores la idea o sos­pecha de que el Almirante sa­bia más de lo que decía.

Y yo diría que fueron dos las grandes revoluciones de esa época y que las dos sacan de quicio al hombre: se trans­forman su lugar en el mundo y sus concepciones. Ambas fue­ron sucesos de muy largi\l du­ración (no se trataba, por tan­to, de una fecha, ni siquiera de unos pocos anos como lo fue la Revolución Francesa): - Por la primera, y yo diría más profunda y decisiva, los hom­bres, los pueblos de la Tierra comienzan a cobrar concien­cia de los otros, de otras cultu-

ras, de su propio relativismo. La gran disputa entre Fray Bartolomé de las Casas y Juan Ginés de Sepúlveda, por diver­sos caminos, llevará a la crea­ción del Derecho Internacio­nal; las que tienen lugar con Buffon, Hegel y Feijoo y otros sobre la "naturaleza america­na", que culmina en la objeti­vización y democratización" de las ciencias naturales y, so­bre todo, el reordenamiento de la economía y de la política mundial a partir de 1492, son algunos de los hitos de esta marcha revolucionaria de la historia moderna. - Por la segunda, la que inicia Copérnico, la Tierra es, a su vez, lanzada al espacio sin pre­ferencia alguna. Años y siglos pasarían -de Kepler a Newton y de Galileo a Lagrange, Plank y Einstein- para que esa relativi­dad de nuestro planeta se hi­ciera patente; pero ello signifi­có el otro pilote que permitió pensar lo nuestro como lo de todos, en un sentido universal.

Cada vez tenemos menos excusas para practicar la in­justicia. Y. aunque 1a llamada igualdad entre los hombres si­gue ahí como deseo -pues algu­nos son más "iguales" que otros-, el horizonte de sentido y de valores que estas revolu­ciones promovieron descalifi­ca cualquier intento de legiti­maCión de la opresión y de dominación de unos hombres por otros.

La conmemoración del V Centenario de esta nueva an­dadura del mundo moderno, que se inicia hacia finales del s. XV y que destaca al 12 de Octubre de 1492 como fecha clave de intelección, se legiti­ma plenamente desde la pers­pectiva que hemos expresado. Tanto los que quieren una ce­lebración o fiesta como las que exigen un duelo y un anatema se equivocan de fecha y de sen­tido: - Ninguno de los pueblos que despertarán la mañana del 1 de enero de 1992 son los pue­blos de 1492. En la escala hu­mana, 500 anos no son el sue­ño de una noche de verano. No puede haber heridas histórt­cas, salvo porque alguien las haya vuelto a abrir con ganas

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de dañar. Los conquistadores se pudren bajo la tierra desde hace ya 400 anos. - No se trata de volver al pasa­do, porque es imposible. Ade­más de que la historia es irre­versible, el ano 1992 no dejará de existir, porque le demos vuelta a la página del calenda­rio como si nada hubiese pasa­do.

Conmemorar no es cele­brar, sino hacer memorta, re­cordar lo sucedido. Pero resul­ta que lo sucedido en 1492 y en los anos que le siguieron fue de enorme trascendencia histórica y, por lo que se ve, estamos todavía hoy lejos de haberlo comprendido bien. Y roflexionar conjuntamente desde ambos lados del Atlánti­co sobre todos estos asuntos quizás permitirta romper los velos de la ignorancia, que suele ser madre de malenten­didos y desavenencias. Quie­nes tienen algo pendiente y no resuelto en esta historia bien pueden aprovechar la ocasión para hacerse oír y compren­der. Y, quienes se creen más allá de los determinismos del pasado a lo mejor perciben su responsabilidad con el futuro, que para todos debería ser me­jor.

Cada pueblo, hasta ahora, ha contado su historia bus­cando más la gloria que la ob­jetividad, la legitimación que la verdad. Y, para ello, no se ha escatimado nada: arreglos, ol­vidos, mentiras y exageracio­nes, distorsiones e inventos.

Pero nosotros, ladinos e in­dios, españoles, mulatos y ne­gros, portugueses y mestizos hemos hecho historia desde aquella fecha y podemos hacer algo inédito porque seguimos vivos y estamos en la posibili­dad de reescribir nuestra co-. mún andadura de modo dife­rente. Podemos estudiar nuestro pasado con todas sus grandezas y su ignominia, y tratar de comprenderlo con to­das sus consecuencias; esto es, estudiarlo y comprenderlo como parte de un proyecto que nos incluya a todos por igual y en el que no haya asimetrtas. Aquí diríamos con E. Bloch, que el saber se habría conver­tido en luz de acción.

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ls 1 ROSA DE LOS VIENTOS \

-IDENTIDAD CULTURAL Y NACIONALIDAD

é OLGA JOYA

E n todas las regiones la identi­dad cultural parece constituir hoy uno de los principios moto­

res de la historia: no se trata ni de una herencia fosilizada ni de un simple repertorio de tradiciones, sino de una dinámica interna, un proceso de creación~ continuo de la propia sociedad, que se nutre de di­versidades internas asumidas de manera consciente y voluntaria y re­cibe los aportes que le llegan del ex­terior, los asimila y, si es necesario, los transforma." (El Correo de la UNESCO. Enero 1983, Afio XXXVI, p .8-9).

En los últimos tiempos, se viene hablando mucho de la identidad cul­tural y de la nacionalidad. De todo lo que se dice y escribe al respe,cto, se corrige que no existe claridad en el concepto mismo, en su contenido y, lo que es más grave, pone nueva­mente de manifiesto el desconoci­miento de nuestro pa~ado histórico. La confusión con que se viene mane­jando los conceptos de identidad cul­tural y nacionalidad lo ponen así de manifiesto, ya que los mismos nos remiten necesariamente a la reali­dad histórica hondureña en la que se conforman.

Nuestra identidad cultural se ges­ta y se desarrolla durante la época colonial como producto del contacto permanente de las culturas aboríge­nes y la española. Tal proceso se im­pulsó por el mestizaje generalizado en la Honduras colonial. dando como resultado la síntesis histórico­cultural con que nos asomamos a la vida independiente. Del reconoci­miento o no de tal síntesis, se podrá sentar las bases de una nacionali­dad integradora, capaz de asumir su pasadu histórico en la construcción de una identidad. Esta se nutre, no sólo del conocimiento y del asumir su historia, sino también de. todos aquellos elementos que encuentra en su diario devenir y que la convier­ten en integradora, dinámica y crea­tiva. La otra concepción maneja una visión de la cultura y la nacionalidad elitista y criollista.

Esta última es la que, precisamen­te, se está manejando actualmente. Tiene sus orígenes en el concepto esbozado y manejado por el criollis-

EN HONDURAS

mo del siglo XVIII, como reacción a las pretensiones monárquicas eu­ropeas. A partir de ese momento, el criollismo se convirtió en el rector de la identidad nacional, compactada alrededor del acaparamiento de tie­rra y la explotación del trabajo ser­vil. Los mestizos, dependientes cul­tural y económicamente del criollismo, fácilmente se inclinaron hacia ese proyecto.

En la sociedad hondureña del si­glo XVIII, encontramos que su prin­cipal componente racial es el mesti-zo. Los grupos, denominados criollos (españoles nacidos en Amé­rica). son prácticamente inexisten­tes en términos raciales. Lo que pre­valece son sus formas de dominación económica y social que se reflejarán en la independencia. le­~ptima heredera del pensamiento

criollista". Este sentará las bases de un nuevo ordenamiento social •que refleje su ideología en el ámbito de la Nación que inaugura.

La cultura surge a partir de la existencia de una sociedad que com­parte un pasadq y un territorio co­munes, donde se expresan las con­tradicciones económicas y sociales

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de la misma. Esto da como resultado que la cultura de la clase dominante trascienda todas las esferas de la so­ciedad, auhque su orientación sea reproducir el sistema de explotación adoptado y, por tanto, la negación y el marginamiento de la cultura de las clases dominadas.

El tipo de dominación implantada por los colonizadores conforma un nuevo tipo de sociedad con tres ele­mentos culturales muy diferencia­dos: el elemento indígena, el africa­no y el europeo. A estos elementos seguirá un cuarto que tendrá un enorme dinamismo a lo largo del pe­riodo colonial, originando, no sólo variaciones raciales, sino también expresiones culturales propias de las que podemos llegar a determinar el significado d... nuestra identidad cultural actul con el fin de compren­derla y revalorizar sus elementos perdurables. La falta de claridad res­pecto a nuestra identidad cultural y nacionalidad deviene precisamente de ese concepto criollista que hemos mencionado anteriormente, que, como muy acertadamente señala el historiador guatemalteco, Severo Martínez Pelá~z ( 1), los mismos eran

expresión cultural de una clase do­minante a medias dado que compar­tía el poder económico y político en un plano de subordinación con la monarquía española a través de sus funcionarios.

La ideología de la clase criolla, le­jos de ser simple y coherente, se ma­nifiesta llena de ambigüedades expli­cadas a partir de una pugna multilateral de clases. El criollo, frente a indi6s, mestizos y mulatos, era dominante; pero frente a las autoridades españolas, era parcial­mente dominado. De ahí - según Martínez Peláez- la necesidad del criollo de elaborar t,ma idea de "pa­tria", algo que vale por si mismo y que debe ser valorado con abstrac­ción a cualquier imperio. Como re­sultado de esta dominación, nos en­contramos con una proyección de elementos culturales a través de me­canismos diversos sobre las distin­tas clases y capas que tienen como

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ROSA DE LOS VIENTOS

objeto la dominación de la provincia. De ahí que se transmitan o se nie­guen estos elementos, dependiendo de la necesidad que presentan para su provecho. Antes del siglo XVIII, no encontramos un concepto. claro de "cultura mestiza", ya que en Hondu­ras se encuentra todavía gestando el sincretismo. Esto no implica necesa­riamente una conciencia del hecho, pues los criollos y todas aquellas castas adeptas a ellos siguen identi­ficándose con la cultura metropolita­na que es precisamente la que le da sentido a la persistencia de la estra­tificación social·basada en castas. El mestizo, por lo general, vive práctica­mente "arrimado" a sus restos de raza blanca y de cultura metropolita­na a la que su situación económica y social le permite acceder. Este con­cepto criollista. manejado por la so­ciedad hondureña, pretende desco­nocer conscientemente la persistencia o la presencia de otros grupos culturales en el interior de nuestra sociedad y, sobre todo, aque­llos rasgos de la "cultura mestiza" que denotan un claro sincretismo de lo español y lo indio, propios de nuestra especificidad histórica. El resultado ha sido una cultura mesti­za con sesgos criollistas.

En consecuencia, es importante hacer una reflexión histórica sobre cómo se gesta este fenómeno. Para ello tomarémos los dos elementos más significativos del proceso: el mestizaje y el binomio cristianiza­ción-castellanización.

UN PRECIOSO CARGAMENTO: VEINTE DONCELLAS ESPAÑOLAS

_ P1edro de .Alvarad~. lugarteniente de Cortés y conquistador de Guatemala, h' ·

~es a travesta del oceano para promocionar sus ambici d f IZO _vanas ve­una carta que escribe al desembarcar en Puerto de Cab~ll: y hoe enderse de sus nvales. En ras) adelanta noticias al ayuntamiento de la ciudad de Guate~ati' :u:rto ~~és, en Hondu­la carta y de la premura con que escribe no d . d d t P sar e a brevedad de desea de sus súbditos españoles en las ~d~ :e ~~aacar que viene casado.-:-como el rey den¡• que ~~nsa vender (es decir, casar) pront~:~ada r::e~': ~:ceel:~~: ~:~~·.¡= ~~~ca-~ue_da tdagt ta nat~l que pocos años después asoló a la ciudad de Guatemala acabara tma cel~~ e a esposa e adelantado -ya por entonces viuda- y con la mayoría de estas d':n~

Magníficos señores:

Ya creo que por cartas mías que yo escribí a esa ciudad desde "alladolt'd sab · · · 'd [ d · • v' • rets mt ve m a Y e_ suceso e mz buen despacho. Ahora no habrá de nuevo qué decir, sino que, gracias a nuestro Senor, yo soy llegado a salvamento a este Puerto de Caballos con tr.es naos gruesas y trescientos arcabuceros Y otra mucha gente, donde pienso detenerme algunos días hasta que de esa ciudad venga des~acho y ayud~ para mi pasaj'!- Os pido, señores, por merced, que en todo se favorezc:: esos. espanoles que env~o, para que mas cumplidamente yo sea proveído de lo necesario para mi partzd~. Porq~e Y~ e_n~zo a mandar a Paz. que luego st _iunten los más indios que fuere posible de los _m_zos; y asz reczbrre merced con_ los demás que fuera de éstos se me enviaren; porque demás de re~1.brr yo merced en e_llo, Su Ma¡estad lo manda. Y más particularmente vuestras mercedes sa­b~els del portador de esta todo lo de mi jornada; por no ser largo lo dejo de decir, y porque la-Ciendo a nuestrb Señor nos veremos presto. . p

. Solamente me que~a de decir cómo vengo casado, y doña Beatriz está muy buena· trae vernte donce.llas muy gentrles mujeres, hijas de caballeros, y de muy buenos linajes; bien ere~ que es mercadena que no se me quedará en la tienda nada, pagándomela bien, que de otra manera ex-cusado e.:. hablar de ello. Nuestro Señor guardé a sus magníficas personas como vuestras merce­des desears.

De Puerto de Caballos, a 4 de abril de 1539. A servicio de Vuestras Mercedes.

EL MESTIZAJE El proceso de mestizaje que se

produce en la sociedad americana du_rante el régimen colonial español, fue uno de los procesos más dinámi­cos desarrollados por aquel enton­ces. Como tal, no se circunscribe a un momento determinado (la con­quista por ejemplo), sino que se da a lo largo del periodo colonial. Da paso a una amplia gama de clasificacio­nes raciales~ plasmadas en elabora­dos cuadros del mestizaje. " .. .Y los españoles vivieron y convivieron con indios y negros por más que cada grupo enfrentado viera en la existen­cia del mestizaje una serie de moti­V?S: actitu?es, prevenciones ~,Prejui­CIOS florec1eron por doquier.. (2).

En Honduras, el mestizaje abarca prácticamente la totalidad de la pro­vincia. De ahí, que al momento de producirse el fenómeno independen­tista, difícilmente puede diferenciar­se racial y culturalmente al blanco, al indio o al negro. En el año de 1804 -por citar un documento fron­terizo entre la colonia y la indepen­dencia-, el Gobernador de la Provin­cia de Honduras, Ramón Anguiano, elaboró un informe en el que la po­blación total de esta provincia es de 128,863 habitantes, de los cuales la población blanca representa el 6.5%, los indios el 27.4% y los ladinos el 61.8% (3). La población negra, con un 4.3% (posiblemente ya muy mes­tizada y ladinizada) representa el grupo minoritario de la sociedad co­lonial hondurena. De los datos arro­jados por Anguiano de la población india, habría que preguntarse cuán­to se acercan a la realidad racial, ya que este grupo (el indio) estaba con­trolado en las reducciones y se ve permanentemente afectado por el mismo mestizaje y, culturalmente, por la ladinizaciüon. El mismo An­guiano pone erl. tela de juicio los da­tos que aporta sobr~ la pureza de la

EL ADELANTADO ALVARADO

Archivo General de Centroaméria (ciudad de Guatemala).

r.oblacióñ blanca al señalar en la 'nota 4a." del informe:

"Aunque las familias de españo­les aquí expresadas presentan a la vista una población civil, nada vul­gar, y propia para la sociedad, con apariencia de sostener al pueblo baxo; no debe creerse así. Las más son familias criollas, a quienes si se busca el origen tal vez no mereceráñ esta distinción: debiendo advertir que tanto éstas. como las que verda­deramente lo son contribuyen a des­truir el Estado en lugar de fomentar-' lo; pues a excepción de los que tienen algunos bienes propios. los demás son unos verdaderos pobres de la República, porque su calidad

no les permite (particularmente a las mujeres) ir a buscar agua, leña, la­var la ropa, arar la tierra, servir de criados: de modo que viven de la li­. mosna, y varios van descalsos".

El texto nos senala dos situacio­nes de esta publicación; una, la

. i~ealidad de su pureza racial y, otra, la condición real de la economía de este minúsculo "grupo racial". De ello podemos deducir que difícilmen­te ha podido el criollo sustraerse del cuadro general de la provincia, pues los que eran criollos, o al menos es­taban considrados como tales, esta­ban muy mestizados. Esto pone nue­vamente de manifiesto el contraste entre el mestizaje como complejo so-

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cial y la mentalidad criollista de la población.

Esta mentalidad, con todos los complejos que trae aparejados. se manifestó en la etapa inicial de la Colonia en la compra de certificados de pureza de sangre. Por una canti­dad entregada se dispensaba la cali­dad de mestizo hasta la de pardo o quinterón y " .. . que se tenga por blan­co" . El otro hecho señalado por An­guiano es que, en términos económi­cos, los criollos tampoco estaban muy diferenciados como élite. Había élites económicos vinculadas a los grupos independentistas, en su gran mayoría mestizos, CO!) una profunda mentalidad criollista que es la que dirige el proceso político.

El Padrón levantado por Ang':liano no incluye en la lista de los pueblos visitados ni los zambos ni los mis­quitos ni los payas ni los jicaques. De los "zambos mosquitos·. señala únicamente que hace 50 años era 400; de los indios payas que eran de 6 a 7 mil almas, aunque aclara que " ... no se sabe lo cierto ... " Ambos gru­pos están en el departamento de Olancho. Los datos y comentru ios de los indios Jicaques del departamen­to de Yoro están basados en otro in­forme de 1794 y que cifra de 14 a 15 mil indios. Anguiano apunta que los Jicaques, debido al comercio, tenían relaciones con los ladinos, a pesar de ser un grupo en constante rebel­día y en masivas fugas de las reduc­ciones desde el siglo XV1. No cabe duda que, las continuas malas expe­riencias sufridas por éstos en su tra­to con los conquistadores y coloniza­dores, les hicieron reacios al trato con españoles y ladinos, pero, pese a ello, siempre hubo cierto grado de relación, ya fuese por los esporádi­cos contactos con la religión en las reducciones o por sus relaciones co­merciales con los ladinos. Su perma­nencia en lugares montañosos e inaccesibles evitó, por un lado, el mestizaje y, pro otro, permitió la per­vivencia de su lengua y sü cultura. El documento Anguiano dice: " ... Al mis­mo tiempo conviene advertir que siempre viven medrosos, y con rece­lo de nuestra mezcla, y contacto; porque creen que se les introduce la

peste o contagio de calenturas ... " Otro grupo que estuvo constante­

mente evadiéndose del control de las reducciones, fue el paya: pero, hasta cierto p-qnto, mantuvieron más con­tactos con los ladinos por el comer­ciéi y el contacto con los religiosos. Este contacto relativo tuvo escasos éfectos de ladinación y aculturació . pues, ellos crearon una serie de me­canismos de defen$a de su cultura, como se verá más adelante.

El mestizaje de la población abori­gen con la foránea (espqñol y negro) se evidenció desde sus inicios tanto en los informes de la Iglesia corno en los de algunas autoridades de la pro­vincia. Los españoles trasladados a América se vieron libres de las ata­duras religiosas y morales que les imponía su conservadora y católica sociedad. Corno los conquistadores de la sociedad aborigen americana, violaban a las mujeres. La excesiva

relajación de las costumbres no sólo afectaba la conducta sexual sino también la social. En 154 7. el Obis­po de Honduras, Cristóbal de Pedra­za. envió un amplio informe al Rey donde describe la situación de la provincia. Señala que los cristianos de esas tierras estaban " .. de muy malas costumbres .. ", ya que han es­tado mucho tiempo sin Obispo ni quien les responda y castigue por ofensas y pecados contra Dios. Aña­de, además, que: no guardan ningu-na fiesta ni tienen temor de excomu­nión ... e stando ... puramente amancebados con una y con dos y tres yndias dentro de sus casas y hombre hallado que mas abia de cin­co años que continuamente echaba consigo dos yndias a la cama y el enmedio dellas y corno no siente lo que hazen de estar <?bstinados en los vicios y pecados.. 4 "sventura­dos de los alcaldes y ju:::.u , esos lo hazen peor y estan mas <. manceba­dos que los demas y con e· to no lo castigan ni piensan en ello antes se ríen y hablan en ello por cosa de burla y pasatiempo. El alcalde tiene 3 y 4 menores y dizen que no es pecado y que no se entienda en ello y q' oydor ay que tiene otras dos y una casada y es el estandarte y escudo de todos los amancebados .. . ".(4)

La Corona española intentó que las leyes fuesen aplicadas en Indias

ROSA DE LOS VIENTOS

como en España por ser un solo rei­no, pero no cabe duda que las parti­culares de una colonización desarro­llada con capital e iniciativas privadas impusieron una tónica dife­rente tanto en el gobierno como en el comportamiento. Estas costumbres, introducidas por los conquistadores y primeros colonizadores, hicieron mella en la sociedad recién inaugu­rada. Los criollos y mestizos las mantuvieron. Este nuevo ambiente, creado por la colonización , será de­nunciado constantemente por las autoridades, sin éxito: " .. aunque yo lo he procurado remediar es la cos­tumbre tan envejecida que apenas se puede vencer ... "(5). La preocupa­ción de la Corona sobre estos com­portamientos sociales se puso nue­vamente de manifiesto al emitir en 1548 una cédula mediante la cual se mandaba que las leyes de los reinos de Castilla se ejecutasen en casos de adulterio contra mestizas casadas con españoles. (6).

El patrón pre-hispánico que había mantenido la población aborí~ on era básicamente monógamo. La fal -~ de estudios sobre las costumbres de los grupos indígenas prehispánicos en Honduras, no permiten entrar en de­talles. Anne Chapman señala que los leneas, al momento de la con­quista, mantenían un patrón de con­ducta monógamo (7). Añadirémos el

En la escala social, los macehualtin, u hom­bres comunes, que­daban por deba¡o de los pipiltin (nobles) y de los tlatoque (go­bernantes). Debido a la ausencia de bestias de carga, los t/ame­me, o cargadores (iz­quierda), se ocupa­ban del transporte de mercancías. La senci­lla indumentaria del macehualli (derecha) señala su pertenencia al pueblo llano.

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ROSA DE LOS VIENTOS

término de "seriado" utilizado por S. Nanda (8).

La inupci6n de la conquista y la colonización desgarró probablemen­te este comportamiento social, no por el propio grupo. sino por su con­dición de pueblo sometido y, por tan­to, coaccionado en sus costumbres sociales y su cotidianeidad. En el si­glo XVII, los matrimonios entre per­sonas de distintas aldeas eran muy comunes en Honduras. El estudio sobre el declive de la población de Honduras realizado por M. MacLeod (9) señala cómo el abandono de los pueblos de indios por distintas vias se convierte en un mecanismo de defensa ante la presión colonial. Ante la escasez de población indíge­na por el fracaso de la "reproduc­ción" de la población y por el trasla­do masivo al Caribe y al Perú, los colonizadores prohibieron la movili­zación de repartimientos, tratando de prevenir nuevas pérdidas de las aldeas bajo su control, decidieron evitar, además, la salida de indios fuera de esta jurisdicción por matri­monio.

"Usually the bride accompanied her new husband to his village of origin. Lavor starved Spaniards and Indian village leaders saw this as a loss to them, and took severa! kinds of action to prevent such migrations. One method was to try to prevent Indian females fron marrying outsi­de the village under their control, an action sure to lead to decreases in fertlity levels" ( 1 O).

Estos atropellos a los usos y cos­tumbres del indio también se vieron violentados, en parte. por otro grupo racial y cultural, el negro. El papel del negro esclavo o libre no tiene la misma dimensión que la del indio, pues el negro fue una fuerza de tra­bajo, hasta cierto punto, marginal en la economía colonial. La agresión a su lengua y cultura se había dado

antes y, en consecuencia, no era el foco principal de los atropellos de los españoles y criollos. A los negros le tocó jugar muchas veces el papel de vigilantes de los intereses económi­cos del encomendero, haciendo las veces de capataz o "calpisque''. De la crueldad desarrollada por los capis­ques negros y blancos entre la pobla­ción india, también quedó constan­cia escrita. Pedraza los denuncia en 154 7 señalando a los españoles como responsables de tener en los pueblos verdugo por calpisque " .. que los martiriza por sacarles el · algalia como a gatos .. ". En el año de 1554 se mandó que los señores dueños de hato de ganado que tenían esclavos en ellos no se les diera para servicio ni indios ni indias solteras o casa-

das " ... porque si son solteras los es­clavos se amanceban con ellas y si casadas les quitan por fuerza las muejeres a los maridos y las maltra­tan hasta que las dejan y se van .. " (11).

Pese a todas las disposiciones, el proceso de mestizaje con esclavos si­guió y dió origen a confusiones entre las autoridades coloniales sobre el estatuto jurídico que pasaban a to­mar los hijos, producto de estas uniones; como también las uniones legales entre esclavo e india. En la misma cédula de 1548, se aclara la situación de éstos. pidiendo, ade­más, a los religiosos que no casasen india con negro cautivo ni indio con negra cautiva " .. porque es gran de­servicio de Dios y V.M. pues el que

FUNDACIÓN DE PUEBLOS DE INDIOS

La politica de congregación o reducción de los indios tuvo uno de sus más convencidos y efi· caces defensores en don Francisco Marroquin, primer obispo de Guatemala. Los fragmentos de las tres cartas que siguen ·-toda.s ellas dirigidas al emperador en el transcurso de diez al'los- asilo prueban. Es interesante reparar en la opinión que el obispo tiene de los indios y en la compara­ción que hace con los pueblos de E.spal'la.

1 al

•Asimismo añado ciertas cosas que nunca he escrito a V. M., todo muy necesario para la instrucción de estos naturales, y es lo principal que las gentes de los pueblos se junten, digo los naturales que viven en el pueblo; ya V. M. estará informado que la provincia de Guatemala, la mayor parte de ella es toda sierras, tierra muy áspera y fragosa, y una casa de otra a mucha distancia: es imposible, si no se juntan, ser doetri· nados, y aun para el servicio ordinario que hacen a sus amos seria mucho alivio. Ante todas cosas debe V. M. proveer y mandar al gobernador que luego entienda en esto y llamen todos los señores naturales y se les diga cuán convenible cosa les es juntarse, y se les dé razones para ello, y porque esto no podrá ser sin que se les alce el servicio y tributo que dan a sus amos, es menester asimismo en la provisión se man­de suspender el servicio por todo el tiempo necesario para este negocio y que sólo entiendan en juntarse y hacer sus casas y sementeras. Esta es la cosa más importante para estas partes: pues que son hombres, justo es que vivan juntos y en compañia, donde redundará mucho bien para sus ánimas y cuerpos: cono· cerlos hemos y conocernos han.» (lO de mayo de IS37.)

* * * •En otras cédulas proveyó V. M. que se juntasen In~ naturales si cómodamente se pudiere hacer y

sin premia, y no contra su voluntad; sepa V. M. que ésta e:; la cosa más esencial para el fin que fueron con· quistadas estas tierras, y para lo que V. M. nos manda y desea, y si en cosa es licito sean apremiados es en ésta, pues es para su bien; gente tan sin conocimiento que totalmente hay en ellos senda ni centella de ra­zón, no tienen más de lo exterior del hombre (absorbido está el hombre interior), pues para que vengan en conocimiento de cosa en que tanto les va, icómo podrá ser ni haber efecto lo que V. M. manda y lo que nosotros tenemos obligación de procurar, sin que se congreguen y tengan policía humana, para venir a conocer la divina! Tengo por cierto que si los pueblos de España, de tantos años doctrinados, se derrama­sen como éstos están y sin quien' los doctrinase, en breve vendrían en grande ceguedad ... Lo que para esto conviene es reservarlos no den tributos de lo necesario por un año, o por el tiempo que pareciere a quien V. M. lo cometiere, para hacer los pueblos concentrados, y a los que no quisieren, pena; y licencia pal'a sa­carlos de donde quiera que se metiesen.• (20 de enero de IS39.)

* * * •Una de las tres cosas principales y necesarias para el bien de estos naturales es el juntarse, porque

~in esto no puede haber policia divina ni humana. Para este efecto me ha enviado V. A. dos cédulas, y así lo procuramos los religiosos y yo; y pues es ésta la cosa más importante, V. A. mande que un oidor o dos lo tomen muy a pechos, que nosotros daremos toda la orden que se debe tener.• (20 de septiembre de 1547.)

LAS CASTAS Y SU CLASIFICACIÓN

Del siglo XVIII nos han llegado varias tablas clasificatorias y una serie de cuadros o pinturas que intentaban en su momento establecer un orden y dar nombre a los múltiples resultados de la mezcla de razas, que fue una de las caracteristicas más notables de la historia de lberoarnérica Como ilustración de estos esfuerzos clasificatorios, tan discutibles como inefectivos a la hora de situar e:ocactamente a un indivi­duo en una categoria determinada. veamos un caso correspondiente a Mé:ocico y otro al Perú.

Serie de 16 cuadros conocida como Colección Riva Palacio, existente en el Museo Nacional de Historia de la ciudad de México:

l. De español e india, mestizo. 2. De mestizo y española, castizo. 3. De castiza y español. españoL 4. De española y negro, mulato. S. De mulata y español, morisco. 6. De español y morisca, albino. 7. De español y albina, tomatrás. 8. De indio y torna-atrás, lobo. 9. De lobo e india, sambaigo.

10. De sambaigo e india, cambujo. 11. De cambujo y mulata. albarawdo. 12. De albarazado y mulata. barquino. 13. De barquino y mulata. coyote. 14. De coyota e indio, chamizo. 15. De chamiw y coyota, coyote-mestizo. 16. De coyote-mestizo y mulata, ahí-te-estás.

Denominación utilizada en el Perú: l. De español e india, mestizo. 2. De español y mestiza, cuarterón de mestizo. 3. De español y cuarterona de mestizo, quinte­

rón. 4. Dé español y quinterona de mestizo, español

o requinterón de mestizo. S. De español y negra, mulato. 6. De español y mulata, cuarterón de mulato. 7. De español y cuarterona de mulato, quinte­

rón. 8. De español y quinterona de mulato, requin­

rón. 9. De español y requinterona de mulato, gente

blanca. 10. De mestizo e india, chelo. 11. De mulato e india, chino. 12. De español y china. cuarterón de chino. 13. De negro e india, sambo de indio. 14. De negro y mulata. wmbo.

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vende la negra casada con indio ven­de dos esclavos y le dan más dinero por ella que si fuera soltera y si el indio no quiere ir con su mujer se va a otro pueblo y se casa otra vez y halla indios que juren que no es ca­sado. Lo peor es q.,ue sus hijos que­dan por cautivos .. (12).

Por otro lado, la proliferación de mestizos era evidente. La corona ex­pidió cédulas en 1533 y 1558 para que se recogiesen los hijos de espa­ñoles e indias " ... los quales andan perdidos entre lso indios .. " y se ubi­casen en pueblos de cristianos (12). Ya en la primera mitad del siglo XVI, el mestizo era el grupo racial en constante ascenso. El obispado de Honduras se vió obligado, por la ausencia de sacerdotes españoles, a ordenar mestizos pese a las disposi­ciones de la corona de que no se hiciese por " .. sus ruines costumbres y vida viciosa y s tn recogimiento .. " Pese a todo, toleró estos ordena­mientos dadas las necesidades ur­gentes de la cristianización (13) .

"Los metizos presentan. desde el momento de su aparición, los rasgos propios de un sector social disloca­do; un grupo que tiene frente a si la tarea de ir encontrando, conforme va creciendo. su ajuste y acomodo en una sociedad cuyas grandes piezas estructurales, preexistentes y perfec­tamente definidas. van a ofrecerle un campo de desarrollo muy estre­cho. Los mestizos no eran ni querían ser indios siervos. Tampoco eran ni podían ser señores, pues no hereda­ban tierras ni gozaban del apoyo de clase necesario para obtenerlas. Eran trabajadores libres que tenían que encontrar un trabajo útil a la sociedad y reumerado por ella. Esto era de por si un problema. pero se veía agrabado por tres factores ... el aumento incesante del número de mestizos. el lentísimo desarrollo eco-

/9 nómico de la sociedad colonial ... y una política bloqueadora para estos nuevos sectores xlOr parte de los gru­pos dominantes (14).

(1) Martínez Pelaéz, Severo. La Patria del Criollo. Editorial Universitaria Cent roamericana (EDUCA), l Oa. ed ., 1985, San José, C.R. Cap. l. (2) Alvar , Manuel. Léxico del Mestizaje en Hispa{loamérica . Colección

Austral . Espasa Calpe. 1976. Madrid. pp.227-228. Como afirma Martínez Peláez, ta­

les circunstancias los obligó a ser astutos. intrigantes, irritables. agre­sivos, poco disciplinados y de crite­rios morales muy elásticos. Durante las tres centurias de colonización. los mestizos fueron encontrando su acomodo en pueblos. ciudades, ha­ciendas, minas, ferias, salinas, cuar­teles; desarrollando una actividad económica importante en la agricul­tura, la ganadería, la artesanía, el transporte y. en menor medida, en el comercio. A fines del período colo­nial, los mestizos, aparte de compo­ner el grupo económica y socialmen­te más importante en términos numéricos, se presentan como una gran masa inconsistente ideológica­mente y, culturalmente, inconscien­te de si misma. Esto explica, en par­te. la negligencia e incapacidad del mestizo en asumir la cultura sincré­tica que le heredaron tres siglos de historia.

(3) Archivo General de Indias (AGI), Sevilla. Indiferente General No. 1525. "Visita general de la P rovincia de Honduras en el Reino de Guatemala por su Gobernador Intendente y Comandante General, don Ramón Anguia­no ... Año de 1804". (4) AG I, Sev illa. Guatemala. Legajo No. 1164. Car ta del Obispo Cristóbal

de Ped raza al Rey. 1 de Mayo 1547. (5) AG I, Sevilla. Guatemala, Leg. No. 39. Solicitud de Cédulas Reales.

1554. . (6) Encinas, Diego de. Cedulario Indiano. Ed . Cultura Hispánica . Edición Facsímil. 1946. Madrid. Libro Cuarto, p.344. (7) Chapman, Anne, Los Hijos del Copa! y la Candela. Universidad Nacio­

nal Autónoma de México. Imprenta Universitaria. 1985. México. Tomo I, p.55. ¡ (8) anda, Serena. Antropología Cul tural, Adaptaciones socio-culturales.

Grupo Editoria l Iberoamérica. 1987. México.pp.204-205. (9) MacLeod, lprdo J . " Indian Family Size in Seventeenth-Century Hon­

duras; Sorne implications fo r Colonial Demographic History" en Estudios del Reino de Guatemala . Editor Dr. Duncan Kinkead. Publicaciones de la Escuela de Estud ios Hispano-Americanos de Sevilla. CCCIX (No. General). Sev illa, 1985. (10) MacLeod, Murd o J . Op. Cit. p.ll3. (11) AG I, Sevilla. Guatemala, Leg. No. 39, Año 1554. (12) Encinas, Diego de. Cedulario Indiano. Li bro Cuarto, pp. 342-343. (13) AGI, Sevilla. Gua temala, Lcg. No . 402. Carta del Rey al Obi ·po de Honduras.7 de junio 1576. (14) Martínez Pelaéz, Severo. La Patria del Cn ollo. EDUCA, Pan José, 1975.p.31.

e Augusto SERRANO COORDINADOR Agregado Cuhurnl

de la Embojado de España Doctor en Filosofia

Profesor de la uN.\11 e Robuto CASTILI.O

Sección PENSAM IE1\TO Licenciado en Filosolia Profe or de la UNA JI

e Atanasio HERRAr\Z Sección LE GUAJE

Licenciado en Ltngüi\tlca Profesor de la U All

UN MESTIZO ILUSTRE NOS ILUSTRA SOBRE LOS MESTIZOS

El Inca Garcilaso de la Vega nacio en el Cu zco, poco dc .<pue.< de la co11quis1a. e11 darlo 1539. Era lujo natural del capitán Sebas1ián Garcilaso de la Vega llar¡:a .s ."de la prince.sa C!umpu Odio. sohrina del último rey del Perú. Huai11a Cdpuc l11ca. Vil'ró <' 11 E<parla de.,de la edad de ''ellltirill atlas y murió en Córdoba el año/1616. Su or~ge11 mestizo - hecho biolog~<·o- no impidio que m aculturación fuera tan plena que dominara el castellano y l'll'iera según las nonnas .v fom1a .; de la sociedad española. Su talento literario le ha colocado en1re las figuras sobresalientes de la litera· tura española. En todos los sentidos fue un me.<tizo excepcional.

Et1 su obra Comentarios Reales de los Incas nos define a los mestizos .v se vanagloria de su condición de tal:

•A loa hijos de español y de India, o de Indio y española, nos llaman 1111!.1'/i-:.o .'- por decir que somos mezclados de ambas naciones; fue Impuesto por los prl~eros españoles que tuvieron hijos en Indias, y por ser nombres Impuestos por nuestros padres y por su slgnlflcaclóJ1, me lo llamo yo a boca llena y me honro con él.»

En el Libro VIII de sus Comentarios trata dd gobiemo del virrry don Francisco de Toledo, .v al narrar la rrsistencia _v posterior entrega del pn'ncipe Túpac Ama m . pone también de manifiesto la dificil _v ambigua posición de los mestizos que. por un lado. son hijos de los conquistadores de la tierra .v. por otro. descie11den en al¡~unos casos de la allligua noble :.a Ül<'a. El desti11o de estos mestizos es. sin embargo. cruel .v doloroso al tener que debatlrse ante una doble e irJ<·ompatible fi· delidad que afecta tanto a lo politico como a lo cultural. sin poder obtener provecho de ni11guna de sus dos lineas de ascendencia.

Una de las primeras acciones del virrey Toledo fue sacar de las montañas, donde estaba re­cluido, al príncipe Túpac Amaru, legítimo heredero de aquel Imperio, hijo de Manco Inca . Loa con­sejeros de este príncipe no eran partidarios de que acudiesen a la llamada del virrey. Don Francis­co de Toledo pidió parecer y consejo a sus familiares que decidieron ... • que pues aquel príncipe no había querido salir por bien lo sacase por fuerza, haciéndole guerra hasta prenderle y aun ma­tarle, que a la majestad católica se le haría mucho servicio y para todo aquel reino seria en gran beneficio ... que aseguraría aquel Imperio de levantamientos, que aquel mozo como heredero, con el favor y ayuda de los Indios Incas sus parientes que vivían entre los españoles y de los caciques sus vasallos y de los mestizos, hijos de españoles y de Indias, podía hacer siempre lo que pretendie­se, que todos holgarían de la novedad, así loa Indios vasallos como los parientes, por ver los unoa y los otros restituido a su Inca y los mestizos por gozar de loa deapojos con el levantamiento dian ha· ber, porque todos (según se quejaban) andaban pobres y alcanzados de lo necesario para la vida humana• .

Después de varias Incidencias, el Inca decidió entregarse a las tropiu reales y con él lo hiele­ron todos los Indios que le acompañaban. Se Inicia entonces un proceso contra el príncipe, sus vasallos y allegados.

También entraron en la acusación los mestizos hijos de los conquistadores de aquel Imperio y de las Indias naturales de él. Pusléronles por capítulos •que se habían conjurado con el príncipe Túpac Amaru con los demás Incas por vía de sus madres y que éstos en su conjuración se habían quejado al príncipe Inca diciendo que siendo hijos de conquistadores de aquel Imperio y de ma­dres naturales de él, que algunas de ellas eran de sangre real y otras muchas eran mujerea nobles, hijas, sobrinas y nietas de curacas señores de vasallos. Y que ni por los méritos de sus padres ni por la naturaleza y legitima. de sus madres y abu~los no lea había cabido nada, siendo hijos de loa más beneméritos de aquel Imperio, porque los gobernadores habían dado a sus parientes y amigos lo que sus padres ganaron y había sido de sus abuelos maternos y que a ellos loa dejaron desampara­dos, necesitados a pedir llsmonas para poder comer o forzados a saltear por los caminos para po· der vivir y morir ahorcados, que su alteza el príncipe se doliese de ellos, pues que eran naturales

. de sus Imperios y los recibiesen en su servicio y admitiesen en su milicia, que ellos harían como buenos soldados hasta morir todos en la demanda. •

Una India, madre de uno de los acusados, logró penetrar en la prisión y cuando supo que su hijo estaba condenado a tormento lo Increpó con estas palabras:

• Sabido he que estás condenado a tormento; súfrelo y pásalo como hombre de bien , sin con­denar a nadie , que Dios te ayudará y pagará lo que tu pa¡jre y sus compañeros trabajaron para ga­nar esta tierra para que fuese de cristianos, y los naturales de ella fuesen de su Iglesia. Muy bien se os emplea que todos loa hijos de los conquistadores muráis ahorcados en premio y paga de haber ganaao vuestros padres este Imperio.•

Salló {a madre a la calle dando gritos y J'regonando estos razonamientos. • Y valló mucho a los mestlzo"-este clamor que la buena madre hizo, porque viendo la razón que tenia se apartó el vi· rrey de su propósito por no causar más escándalo. Y as~ no condenó ninguno de loa mestizos a muerte, pero dlolea otra muerte más larga y penosa, que fue desterrarlos a diversas partes del Nue· vo Mundo, fuera de todo lo que aua padres ganaron.•

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ESPANA

VISTA POR

VALLE e RAMON OQUELI

J osé Díaz del Valle, biz­nieto de un español y funcionario también

como él del dominio hispáni­co en la capitanía general de Guatemala, se encuentra inscrito en la contradictoria situación de los criollos: he­rederos y a la vez insuficien­temente beneficiarios del ré­gimen al que servían. En el caso de Valle, la situación se agrava por su lamentable propuesta de escribir un me­morial ofreciendo denunciar los movimientos independis­tas, si se le aseguraba un cargo en la península. Des­cartando la divagación acer­ca de cuál hubiera sido la trayectoria intelectual y polí­tica de un Valle inscrito en la metrópoli. por ser lema más adecuado para una novela, sí se puede afirmar que fue consecuente al enjuiciar la conquista y colonia, con su concepción de que ningún hombre tiene derecho a es­clavizar a otro. ni ningún pueblo conquistar a otro pue­blo, ni ningún gobernante ostentar el poder absoluto.

En sus escritos hay una explícita condena a los "bár­baros opresores". "La con­quista no da derechos. Es una fuerza, es el poder del más fuerte sobre el débil. El silencio de los que la sufren prueba su opresión, no acre­dita su consentimiento y no podía donar mundos el Vica­rio del Fundador de la Reli­gión que dijo: "Mi reino no es de este mundo". En 1810, el mismo gobernador español reconoció el excesivo rigor empleado, cuando al dirigil­se a los americanos "confesó a la faz del mundo el despo­tismo que los oprimía. No sois ya (dijo cuando se pensa­ba en la Constitución que se abolió después) los mismos que antes encorvados bajo un yugo más duro mientras más distantes estabais del centro

del poder, mirados con indi­ferencia, vejados por la codi­cia, y destruidos por la igno­rancia". "El sistema colonial, que gravitó cerca de tre~ si­glos sobre la América. ha sido la suma de los sistemas funestos que han oprimido a los pueblos". "Guatemala es­tuvo sometida al gobierno de Castilla cerca de tres siglos (295 años porque según él la conquista de Centroamérica se inició un día 22 de no­viembre de 1526, fecha que también sería la de su naci­miento en 1 777 y la de la firma de la constitución fede­ral en 1824). Desaparecieron las familias reales de los cal­kchikeles, tzutujiles. etc.; desaparecieron sus templos y altares. sus sacerdotes y nobles. Pero quedó viva, pro­fundamente impresa ~en el alma, la memoria de lo pasa­do; quedaron los fragmentos, cenizas y sepulcros, quedó la san~re regada en los cam­pos .

De la misma manera que (siguiendo a Montesquieu es­tudió la legislación como pro­ducto histórico) analizó las leyes romanas como la con-sagración juridica-política-re­ligiosa de los intereses de los patricios, que concedían más importancia a su propiedad que a la vida de los plebeyos. describió los efectos de la le­gislación colonial. "Un país donde no había más que in­dios y españoles, donde la ley deprimía los primeros y elevaba a los segundos. don­de aquéllos tenían el carác­ter de conquistados, y éstos el de conquistadores; donde los unos eran muchos y los otros muy pocos, era preciso que los españoles desdeña­sen el matrimonio con las in­dias; pero era al mismo tiem­po regular que se uniesen con ellas en amistades o tra­tos no permitidos por la ley,

que fueran numerosas las generaciones ilegítimas, que existiesen los mestizos, que naciesen las castas, que és­tas se multiplicasen con la introducción de negros; y que miradas todas por la ley y consideradas por el Gobier­no con ojos distintos, se for­mase una población hetero­génea, separada en clases, dividida en intereses".

España, opresora de los indígenas llamados america­nos (algunos de ellos tam­bién conquistadores como los aztecas), víctima también de la conquista de árabes y romanos y expulsora de sus judíos, sufrió el despotismo implantado a partir de Car­los V que destruyó el poder municipal. Elogia al monar­ca reformista Carlos m. aun­que también lo acusa de do-

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ROSA DE LOS VIENTOS 1

blez y vacilación. En cambio es rotundamente devoto de figuras como Jovellanos y Flores Estrada. El primero "empapado de honor", "hombre raro, poeta, político y filósofo a un mismo tiem­po, desgraciado y perseguido por ese genio maligno que en todos tiempos y países se place en morder todo lo gran­de". Flores Estrada recono­ció en una carta haber escri­to su famoso Curso de Economía Política, por suge­rencia de Valle, y éste inten­tó crear en Guatemala la asignatura sobre el mismo tema para que la sirviese el perseguido liberal, intentan­do encontrar empleo para un sobrino suyo, Ramón Aran­go. Otros emigrados como Blanco White y José Mora, así como los militares pro-

gresistas Mina, Díaz Porlier, Richard, Lacy, Riego y Fer­nández Bazan, víctimas del absolutismo, son menciona­dos con fervor en sus publi­caciones. A un amigo entu­siasta de las fábulas de La Fontaine, le reprocha el me­nosprecio a la alta calidad de Iriarte en el mismo género. También manifiesta admira­ción por la liberalidad de las instituciones aragonesas.

Aunque el idioma español había logrado mayor perft;!c­ción en los últimos siglos, "La Península ha retrocedido desde la conquista, la Améri­ca no ha avanzado los espa­cios que podría adelantar, las dos son infelices"; "es preciso que la una no ponga obstáculos al desarrollo de la otra". La herencia recibida de España, que desde el pun­to de vista negativo se mani­fiesta en la tradición represi­va fomentada por instituciones y leyes colonia­les, debe convertirse en ac­ción transformadora en los campos físico, moral, eco­nómico, político, científico y literario. Llega a creer que en cada país de América se for­marán idiomas particulares, como ocurrió en Europa a partir del latín colonialista. Europa, superadora de Gre­cia y Roma, puede servir de guía para que América la su­pere. La lengua española, por ejemplE>, se hermoseará en el continente donde se impuso, surgiendo probablemente en Quito un nuevo tipo de poe­sía. Su pronóstico se cum­plió en Perú y antes en un pequeño poblado de Nicara­gua, tierra muy admirada por Valle, desde la lejanía guatemalteca. Cuando se ar­ticule su ambicioso plantea­miento teórico, podremos comprobar que algo muy im­portante ocurrió también en el campo del pensamiento americano, a partir del vásta­go de la unión en la poca po­pulosa Choluteca del último cuarto de siglo 18 de dos pri­mos hermanos, nietos de un español, originario .probable­mente de Andalucía.

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e ROBERTO CASTILLO

E n su novela LA TIENBA DE LOS MILAGROS, que cuenta la vida de Pedro Archanjo. bedel

negro de la Facultad de Medicina en la ciudad de Bahía. y, además. escri­tor aficionado, bebedor empederni­do, desaforado mujeriego y excelente conversador, Jorge Amado hace una de las más lúcidas e interesantes de­fensas del mestizaje. En cierto senti­do, toda la novela es un fino alegato. matizado de gracia y talento expresi­vo, en favor de una sola idea: que e1 mestizaje no constituye ninguna carga pesada para ra sociedad brasi­leña, sino que, por el contrario, es. junto con la fertilidad de la tierra, la principal riqueza del Brasil.

Esta idea, que tiene la fuerza de una verdadera revelación. es una de las mejores alusiones a la naturale­za del mundo tropical americano, que es el mundo del encuentro, de la fusión, del descubrimiento recípro­co. del conflicto, o como se le quiera llamar. de lo europeo (especialmente ibérico) con todas las razas y cultu­ras de la tierra. Y la palabra que mejor designa este fenómeno es MESTIZAJE.

El mundo tropical ha sido antici­pado en la conciencia europea desde los días de los viajes de los portugue­ses y tal vez la gran visión de él, en su conjunto, esté recogida en el poe­ma épico OS LUSIADAS, de Luis Vaz de Camoens. Mundo Tropical cuya complejidad sólo puede entenderse en contraposición con el otro polo: la naciente sociedad moderna europea que llevará la expansión de su técni­ca, su economía, su política y sus · ideas a todo el planeta. Porque lo que llamamos mundo tropical se riega por América, Asia, Africa y después por Oceanía.

Más que un hecho, el mestizaje ha sido y es un largo proceso no con­cluido, que ha venido a constituirse en el rasgo esencial de nuestras na­ciones, no sólo en lo étnico sino en toda la amplia gama de posibilida­des que la vida ofrece.

A diferencia de la América anglo­sajona, no nos constituimos en tie­rra de "libre" inmigración desde el comienzo. Un vasto orden, con una administración central, parecía ase­gurar que cada grupo humano per­manecería en el lugar correspon­diente. Nada parecía capaz de deshacer este esquema. Sin embar­go, andando el tiempo, nos encontra­mos con una situación diferente: el elemento humano ya no está conte­nido en rígidos compartimientos es­tancos, vive un flujo más o menos libre o lucha por esa libertad y. sobre todo, ejerce una presión irresistible por encontrar una expresión propia, llámese expresión americana, mesti­za, latinoamericana. hispanoameri­cana, etc.

ROSA DE LOS VIENTOS]

PENSAR EL MESTIZAJE

De los muchos movimientos so­ciales que ha habido y sigue habien­do en América las partes involucra­das aprendieron, entre otras, una grande y fundamental lección: que. para bien o para mal, tendrían que comunicarse, aunque históricamen­te esa comunicación no haya exclui­do los medios violentos. Pero si hoy día sostenemos un concepto de lo latinoamericano como un universal

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nuestro, desde el que abordamos la cultura contemporánea. es porque todo el elemento humano -diverso, heterogéneo, abundante en matices singulares- se unifica en Ato m o a la idea de un destino histórico común.

No fuimos producto de la libertad de conciencia que Lutero, Calvino y los reformadores predicaban para los individuos de una era nueva que se abría hacia adelante. Muy por el

contrario, por una veta somos des­cendientes directos de la Contrarre­forma y de su gran símbolo: el Conci­lio de Trento, que se las entendió con las concepciones religiosas no europeas a través de una violencia que ni las generosas formas de un barroco espléndido fueron capaces de ocultar completamente. Pero de este choque surgió una nueva vida. sin la que no sería explicable el mu­ralismo de Orozco o de Rivera o la obra ?e los grandes poetas. Y surgió tamb1én eso que para algunos escri­tores es una barroquización de la naturaleza y de la cultura en el mun­do laUnQamericano, que se traduce en un no poder hacer la vida si no es entre la desmesura de las formas, entre el derroche de imaginación creadora.

Este viejo molde. aprisionador al comienzo, fue rebasado en las más diversas direcciones: ya fuera por aquellas que rematan en la obra de los mejores maestros o por otras me­nos difundidas. marginales o clan­destinas en sus orígenes, y que con el paso de los años lo han trascendi­do ~ inundado todo, saltando por aqm. dando otra manifestación por allá, hasta llegar a constituir un con­junto moviente y gigantesco que vive por todas partes y que se llama cul­tura popular, cultura mestiza.

Nunca fuimos muy puristas de la lengua. Tal vez sólo en ciertos círcu­los restringidos cuya paciente obra bien pronto se encargaron de desha­cer los demás, sobre todo los escrito­res, pues han tenido propensión a ser anlisolenmes e iconoclastas,

Se conserva todavía, en tantas re­giones apartadas de los países lati­noamericanos, algo del gracioso len­guaje de los primeros españoles que llegaron: se oye el AGORA, el YO LA VIDE, el vuesa merced o el HIDEPU­TA, y tantos islotes de expresiones y

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ROSA DE LOS VIENTOS

palabras inmersos en un vasto espa­nol cambiante, audaz, irreverente y experimentador.

Comprendo el escándalo de los europeos ante el eclecticismo inte­lectual: la mezcla de elementos dife­renciados de procedencia diversa confunde, escamotea la compren­sión de los objetos y desOJienta. Pero los latinoamericanos practicamos el eclecticismo -forma de mestizaje in­telectual- como lo practicó la escuela de pensamiento griego que lo inven­tó: no en forma vergonzante, sino como una manera legítima de acer­carse a las cosas. Un mundo someti­do a la fuerza de muchos procesos desatados a la vez, una realidad des­mesurada que no se deja contener por formas que fueron pensadas para otra realidad. una imaginación igualmente desbordada donde tan­tos componentes se encuentran y desencuentran, una cultura nueva que irrumpe por direcciones no pre­vistas por nadie. obligan al pensa­miento a ser audaz allí donde tiene que serlo. Y esta audacia consiste en inventar instrumentos nuevos o bien dar uso distinto a los que ya existen. Por eso es tan corriente en el pensamiento latinoamericano que líneas y tendencias que ya habían cumplido su papel en otras partes del mundo renazcan con nuevo vi­gor, acampanadas de componentes que nunca les fueron propios, y apo­yadas en un poder de convencimien­to que viene de otra capacidad de asombro.

A casi quinientos anos de haberse iniciado el mundo tropical america­no, rico territorio de mestizaje crea­dor, y en vísperas de un nuevo siglo. cabe interrogarse por los nuevos sentidos que irán despuntando con la marcha de esta cultura.

LOS CUADROS DEL MESTIZAJE

«La cuestión de la terminologla nos da una de las principales claves para señalar el origen y fi11alidad de las series de "Cuadros del Mestizaje americano".

Todo nos hace creer que la nomenclatura que figura e11 ellos fue, en gran parte, una pura invención de la época o, al menos, que fueron adoptados una serie de términos ya existentes, a los que se quiso dotar de una validez. cientlfica con el objeto de realizar una clasificaciót1 de los tipos de mestizos originados por los diferen· tes cruzamientos ínter-raciales. Para algunos de éstos, la nomenclatura estaba ya consagrada por el uso desde siglos antes, e incluso habla sido utilizada en el texto de ciertas 11ormas legales -nos referimos a la termino/o· gfa de los cru;,czmientos de retorno a la etnia española-, pero en los demás casos apenas exist{a tradición en tal sentido.

La época en que surgen los "Cuatkos" no era, además, la mds adecuada para intentar una populariza· ción de las diferencias existentes entre todas y cada una de las clases de hibridos, pues, en realidad, éstos se agrupaban en muy pocos estratos sociales y no en la ·multitud de pequeños grupos que señalan las series pictó· ricas. El carácter hiriente y despectivo de las denominaciones que se intenta preconizar no halla corroboración en la práctica social de su tiempo, en que incluso a negros y mulatos se les comienza a denominar con los eufe· mismos de morenos y pardos respectivamente, a ralz. de la decadencia de la esclavitud en el altiplano de Mé-xico.

Las colecciones de "Cuadros del Mestizaje" no pueden responder, por consiguiente, a unos "tipos oficia· les de mestizaje", ni constitufan modelos teóricos para definir el grado de mezcla y la casta a que pertenecfan los individuos de dudosa procedencia racial, para "determinar su registro civil al ser bautizados". lA burocracia colonial no pudo atenerse a esta nomenclatura -como afirma Rosenblat-, por el simple hecho de que desconocerla totalmente gran parte de .1us términos o la significación precisa de los mismos, si exceptua­mos el caso de los mestizos de retorno tantas veces aludido.

A nuestro juicio, los "Cuadros dei'Mestizaje" nacieron esencialmente de un interés taxonómico. No hay que olvidar la influencia que en todo el mundo tuvo durante el siglo XVIII el métoda clasificatorio que propug­nara Linneo. El espfritu científico y racionalista de la Ilustración contribuyó grandemente a despertar esta in. quietud clasificatoria. que dio como uno de sus frutos las conocidas series pictóricas. Éstas constituirlan, acle· más, una prueba de la originalidad racial del continente y de su personalidad distinta a Europa; idea que es una de las constantes más destacadas de la Ilustración americana.

Que esto sea as{ nos lo ratifica el hecho de que también se realizaran obras como el lienzo de la "Historia natural, civil y geográfica del Perú"; los cuadros de tipos de la sociedad quiteña; el q~e representa al "negro pfo: y /a; figurillas de cera de tipos mexicanos. La misma mentalidlld produjo unas y otras realizaciones artísti· cas, aunque, como ya hemos señalado repetidamente, el principal interés que tienen actualmente para nosotros no se basa en los resultados obtenidos por sus creadores en cuanto a su finalidad consciente, sino precisamen· te en todo lo que inconscientemente nos transmitieron: en ser el reflejo gráfico de una sociedad en una época concreta.

Esta sociedad -la americana- no puede entenderse sin tener siempre e11 cuenta la realidad del mesti­zaje y de sus resultados y consecuencias en todos los órdenes. A la vez. el fenómeno del mestizaje no podrá ser comprendido en su total significación sin situarlo de una forma precisa en su contexto social concreto, que no es el mismo en todas las épocas ni en todas las regiones del Nuevo Mundo.•

ISIOOilO MORENO NAVARRO, Lo1 cU4drDI d1t tttlllltA/1 Gtttlrleo!llo.

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EL ENCUENTRO DE COLON CON LA COMIDA AMERICANA

e JOSE A. SARMIENTO

E l Quinto Centenario del Descu­brimiento de América, llamado ahora, con más propiedad en­

cuentro entre dos mundos, entre otras cosas, fue también el encuen­tro de dos cocinas, de formas de co­mer diferentes y exóticas para las dos partes y también fue el agregar al paladar de nuevos sabores culina­rios y la incorporación para ·ambos mundos de carnes, verduras y cerea­les desconocidos; España recibió de nosotros el maíz, los frijoles. la papa, el tomate, el chile, etc, y América descubrió el sabor del tocino, del pan, del chorizo, del aceite, del azú­car, etc, etc.

Colón en sus viajes de descubri­dor de nuevos mundos, entre relatos de las maravillas que pasaban por sus ojos, nos deja ver retazos de este encuentro con la prosaica comida. En su diario, anota tres días después del descubrimiento de América su encuentro con un nativo. quien venía en una canoa y "traía un r.oco de su pan" y unas "hojas secas· y esta es la primera referencia al descubri­miento del maíz y del tabaco por par­te de un europeo.- El 21 de octubre se encuentra. Colón con un animal. que en recuerdo de sus lecturas so­bre monstruos mitológicos que habi­taban al fin de la tierra, lo llamó "Sierpe", la cual huyó de los españo­les lanzándose al agua, pero los ma­rinos lo capturaron y desollaron; en el diario no lo dice. pero en el libro "La historia del almirante de los in­dios, don Cristobal Colón", su bió­grafo e hijo Bartolomé, dice que la tal sierpe era "La más agradable comi­da que tenían los indios porquf. de­sollada, tiene carne muy blanda de suavísimo y agradable gusto, y es llamada por los indios giwana". No hay duda que Colón comió de carne de la iguana, un detalle tan preciso de la descripción de su hijo sólo es posible a partir de un recuerdo gas­tronómico.

El domingo 4 de noviembre probó el Almirante el tubérculo llamado ba­tata, al cual le encontró forma de "zanahoria" y con sabor a "casta­ñas".- El jueves conoció a la proletria yuca, de ella-dijo- hacen los nativos un pan o la cuecen o la asan:

Cinco días después, el Rey de la Isla Española (Haití), llegó a visitar a Colón quien en esos momentos esta­ba comiendo en el castillo de popa de su carabela. El indio "a buen an­dar- dice Colón- se vino a sentar a la par de mí y no me quiso dar lugar a que yo saliese a él ni me levantase de la mesa salvo que yo comiese. yo pensé que él tenía a bien comer de nuestras viandas, mandé luego a traer cosas que él comiese". Esta fue la primera vez que compartió su fru­gal mesa de marinero con un indio o éste es el primer americano que pro­bó el tocino, el pan, los bizcochos, el queso y algún vaso de vino rudo como el que era usual encontrar en la despensa de los barcos de esa épo­ca; el Rey indio al terminar el magro yantar le dio a Colón dos "pedazos de oro labrados", quizás para que el anfitrión se olvidara del desparpajo de ese americano, desconocedor de las buenas maneras en la mesa. Pero el 26 de diciembre, en otro lu-

gar, invitó a otro Rey a un banquete en la carabela La Niña y el indio le dio en reciprocidad "colación de tres maneras de ajes (boniato) y con ca­marones y de un pan que llama ca­sabe"; debe de haberle gustado al indio los nuevos sabores ya que el siguiente día vino de nuevo a comer y trajo de invitados "a un hermano suyo y a otro de sus parientes''. Los regalos de comida por parte de los indios continuaron: el 21 de diciem­bre llegaron hasta donde estaban los descubridores unas mujeres de "muy lindos cuerpos", dice Colón, las cuales venían desnudas sin nin­gún rubor cargadas con "pan de aje" y "avellanedas", como por analogía identificó el humilde cacahuate. Ese día hubo más admiración por las be­llezas nativas que con toda naturali­dad ofrecían sus cuerpos a los ojo~ golosos de los marinos ayunos desde meses de carnes que no fueran las rancias y saladas de res.

En sus vistas a las islas todo era intercambio de pedazos de cuentas de vidrio o espejos por oro. Un caci­que invitó a toda la tripulación a co­mer en su aldea y. después de hacer trueque de baratijas por oro, que para los indios era también baratija, al atardecer, como despe~ida, le dio

ROSA DE LOS VIENTOS

a Colón "tres ánsares muy gordos", estos gansos salvajes deben haber terminado cocidos en el no muy va­riado puchero del Almirante. El 30 de diciembre "Salió el Almirante a comer a tierra, y llegó a tiempo que habían venido cinco reyes. Todos con sus coronas. representando muy buen estado", y el Almirante decía que Isabel y Fernando. de haber es­tado allí, "hubieran placer de ver la manera de ellos··. Con este recuerdo se borra la impertinencia de aquel indio que por la fuerza se hizo invi­tar del Almirante. Los nuevos ami­gos eran todo cortesía, regalos y fies­tas con los españoles y como un barco se le había deshecho y encalla­do, dejó al cuidado de sus amigos indios a un grupo de españoles quie­nes sin, la mirada severa de Colón, cometieron tales tropelías contra sus huéspedes y sus mujeres, "las de lindos cuerpos", que los indios terminaron matándolos a todos.

En otro viaje, con vientos y lluvias terribles, arribó el 16 de julio a Cuba con la tripulación puesta a ración de una libra de bizcocho y un vaso de vino por día. Casi desfallecidos por el hambre, llegaron al Cabo de la Cruz donde fue recibido amigablemente por los indios. quienes le trajeron "mucho casabe que es el nombre que dán a un pan hecho de raíces raspadas" (dice Colón), además de

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ROSA DE LOS VIENTOS

pescado y gran cantidad "de las fru­tas que ellos comen".- Ya fortaleci­dos, los navegantes, por las viandas obsequiadas, tomaron rumbo para Jamaica; allí desembarcaron y le die-· ron muerte a ocho lobos marinos y "muchas aves y palomas" y, como los animales no estaban acostum­brados a ver gente, se dejaron matar mansamente a palos.

En su tercera expedición, Colón y sus tripulantes descubrieon parte de Venezuela, la Guyana y el delta del río Orinoco. En el golfo de Paria, Co­lón prueba por primera vez el vino de los indios; así dice su hijo Bartolo­mé: "la bebida de estos indios es un licor blanco leche, y otros que tira­ban a negro, que sabían a vino de agraces o uvas mal maduras, bien que no se pudo saber de qué fruto lo hacían".

Es sabido que los marinos son hombres sedientos, por vivir gran parte de su vida en el mar, rodeados de agua salada, y precisamente por tener racionada el agua potable du­rante los meses que duraban las grandes travesías maritimas; al lle­gar a tierra beben licor en cantida­des navegables, para usar una expre­sión naútica, por eso no es remoto que, a pesar de ser el vino indígena rancio por falta de azúcar para su fermentación, lo degustaron hasta ponerse la primer borrachera espa­nola en tierras americanas.

Este tercer viaje terminó en forma cruel e injusta para el descubridor quien, junto con sus tres hermanos. fue remitido preso y cargado de cade­nas a Espana. Poco duró el cautive­rio del Almirante; libertado por los Reyes de Espana, y restituido en sus derechos y privilegios, y para desha­cerse de una persona cargante y pe­digüena como era, pronto le arma­ron una nueva expedición a tierras americanas.

En esta travesía sufrió una de esas tempestades que son frecuen­tes en el Caribe y de la cual salieron los barcos y los hombres muy mal­trechos y para~..:~ su gente se repu­siera de. ::.u padeé.lmientos les dio unos días de reposo en Haití, y como no tenían otros deleites y entreten­ciones se pusieron a pescar y fue en ese momento cuando se .encontra­ron con el manatí que es, según el derir de su hiJ.o

Hernando, 'tan grande como una ternera y su carne semejante con el sabor y el color".

El descubrimiento de Honduras sirvió para que los espanolcs cata­ran "cierto vino hecho de maiz" que traían unos indios comerciantes que venían en una gran canoa. La chi­cha, la bebida espirituosa de toda América, fue degustada en Honduras por los sedientos marinos espanoles a cuyo paladar les ha de haber sabi­do a algo desabrido.

El 15 de agosto en la costa de Honduras recibieron a los navegan­tes con abundantes "bastimentas" cien indios cargados de comidas exó­ticas como "gallinas de la tierra" , es decir pavos, a los que el hijo del Al­mirante hizo el primer honor a su sabrosura, al decir que eran "mejor que las muestras". También venían en los obsequios ánades, peces tos­tados, "habas coloradas y blancas" o sea frijoles; allí comieron también el humilde jobo o sea la ciruela que les supo a las "manzanillas" espanolas. A pesar de la cortesía de los indios, como algunos iban pintarrajeados, a los espanoles les parecieron horripi­lantes, aunque reconocían que se adornaban así "para parecer hermo­sos, aunque verdaderamente pare­cen diablos" . En otras palabras, le arruinaron la digestión a la marine­ría poca acostumbrada a disfraces tan exóticos en época que no era car­naval.

El vino de coyol, llamado por los buenos catadores "champán de espi­no", es la bebida tradicional de los olanchanos, pero pocos recuerdan que el primer europeo que la saboreó fue Cristobal Colón un 26 de febrero de 1503, en Veragua, Panamá. Su hijo Hernando, quien lo acampana­ba en este último viaje, tiempo des­pués recordaba este encuentro con el mejor vino auténticamente ameri­cano, con la siguiente explicación "y hacen otro vino de unos árboles que parecen palmas y yo creo que sean especies de ellos, aunque son lisos como los otros árboles y tienen en el tronco muchas espinas tan largas como los del puerco espín, de la mé­dula de estas palmas que son como palmitos, apretándola y exprimién­dola sacan el Zumo de que hacen el vino y cociéndolo en agua, echándole sus especies, le tienen por muy bue­no y precioso". La descripción hecha del coyol es tan precisa que no puede confundirse con otra palmera y, aun-

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que el vino probado por el descubri­dor de América estaba elaborado en diferente forma a la usual entre nos­otros,debe haberle impresionado por su sabor exótico y lo extraño de su procedencia.

Para finalizar este encuentro pin­toresco entre Espafla y América a través de la cocina, hay que recordar algo: El descubrimiento tuvo como objetivo la búsqueda de especias para darle sabor a la comida euro­pea, y si no encontró Colón lo que buscaba, desde ese momento las co­sas en la mesa nunca fueron las mis­mas, pues ambos mundos agregaron a sus recet as culinarias nuevos sa­bores y diferentes ingredientes; ejemplo de ello es el nacatamal, la yuca con chicharrón y el tapado olanchano, elaborados con carnes originarias del viejo mundo, y a pe­sar de esa combinación, para noso­tros los hondureflos son comidas tí­picas surgidas del encuentro de dos mundos.

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e JULIO ESCOTO

Hoy nos ha invadido la feroci­dad de los hombres de fuego que vinieron del mar en sus

casas flotantes de plata y de algodón hinchadas por un viento que las em­pujaba hacia las arenas y a las ori­llas de los templos, en donde noso­tros ya habíamos descubierto el humo nuevo que los anunciaba.

Llegaron vestidos de sol, quemán­donos los ojos con el relumbre de sus rostros blancos poblados de ve­llos espesos como la piel de los ja­guares, y con el retumbo de los true­nos y los relámpagos que guardan dormidos bajo los calores del brazo, donde los asientan y los anidan has­ta que nos los echan ávidos de san­gre a hincársenos en los pechos y rompernos los pies y secarnos las venas.

Aparecieron con el clareo del día, cuando el mar viene a la montaña para cobrar los jugos de los ríos, y los vimos de pronto mientras hacía­mos el oficio del col -que ellos llaman milpas, como los mexicas- salir del fondo del agua bajo un sol que les bebía la humedad y hacía redondos los enormes pendones de sus naves de madera, que son volantes pues no tocan la sal ni las espumas sino con el filo de la apariencia, como sosteni­das en la luz o anudadas por largos hilos que se juntan en el viento y por los que bajan y suben los hombres en la maroma de sus seiiales y sus cosas desconocidas para no otros.

Las naves destos son como una gran isla de tierra que se desliza y en la que se aposentan desconsolados los pájaros pescadores, o como una enorme serpiente cantil que navega corcoveando entre las olas, pegados a su espalda ligosa los espinares y las hojas de los bosques marinos. Allí viajan los hombres de fuego, quienes las guían con el manejo de los ojos claros de sus dos cabezas: la del hombre y la del caballo. al son del repiqueteo de sus cuatro patas negras y peludas. Nunca habíamos visto nada igual y creo que hoy he­mos nadado en el fondo del asom­bro.

Primero creímos que eran los ne­gros de las islas que llegaban otra vez a comer nuestros ninos y a des­pernar nuestras mujeres llevándo­nos prisioneros después de las bata­llas en que reina el rechinar de los ~dientes y el aprieto de sofoco que nos entrecorta la respiración. Y al sonar de los atables y las chirimías corrimos los varones a las armas, los ancianos a encerar las lanzas para que se deslicen más prestas en las carnes. Pero aquellos -que son oscuros y poblados los pelos del crá­neo con pedazos de hueso- no eran estos blanco como la farlna del maíz, que venían envueltos en corazas de algodón y formados por dos cuerpos grandes, de hombre y animal , de los que uno habla el lenguaje de las ma­riposas y el otro con chillidos y reso­plos que sacuden las hojas de la hierba y decapitan las flores.

Y cuando los vimos aparecer en el caldo fermentado del mar que des­pertaba en su lecho de vapores, co­nocimos que los ruidos de la noche anterior -en los que se entrechoca­ban filazos de metal y chapuzones de. piedra, junto a palabras roncas como lloro de tortuga por lo húmedo

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lA MfMORIA DE NOSO'IHOS (1495) de las voces- provenían de las casas destos que algo tienen de dioses en la mirada verde y en el blanco pelu­zal que se les hace bosque en la cara. En la cara de varón. que la otra sobre la que van montados es de bes­tia, muy semejante a las figuras que guardamos en los altares sagrados del altar Cu sobre los repechos de los barrancos y los portales de las casas, y así supimos que· cuando na­ve@:an uno destos cuerpos duerme, cogiendo fuerzas en los telares del fondo de sus palacios flotantes, en tanto que el otro. el que se apareja con nosotros en forma. vigila y con­duce levantando la vista a la altura. desde donde ha de recibir de sus espíritus las señales del camino y las indicaciones del rumbo.

Los monstruos caballunos que es­tos procrean habrán de ser lujurio­sos pues les cuelga gran tanate entre las patas. redondos los huevos, largo el cañuto que mea de vez en cuando mojando las milpas y mareando en contorsiones de espumarajo a las hormigas. De sus bultos emana un olor a mazapán fermentado y a yuca sin sal, como de raíz podrida. y su cabello les hace atrás una larga cola de quetzal. negra y de pelos lisos. la que levantan cuando cruzan los arroyos y cuando comen entre gran­des bascas, dejando ver un ahusado agujero por el que el viento les entra y les quita el calor que han de tener tan grandes cuerpos.

Y cuando corren es tan poderoso el retumbo de sus patas que arranca de cuajo las hierbas y los montes, alzan la arena y descombran las raí­ces. Nuestra primera visión destos nos hizo creer en el espanto de que se había vuelto a levantar la tierra y a mecerse, como ocurre cuando les viene el vómito a los volcanes. Y al verlos correr con el viento y estornu­dar sus sofocos al descansar, y cuan­do soltaban con los pies unos recios golpes de piedra, creímos que en efecto estos eran los dioses del sol. hacia donde van los pájaros cada que amanece y no se queman.

Maravillados nos tiene la abertura del hocico de estos que ellos llaman "caballo", narizona y orejuda, arma­da de unos dientes tan blancos como cal y tan largos como dedo de teje­dor, por los que les hace charco una

espuma clara como de cacao que les ha de provenir de sus fuentes inte­riores, pues al detenerse en los arro­yos nunca los hemos visto beber con el cuenco de las manos o agacharse para que les baje el manantial por el cuello. cual los perros, y eso que nos­otros los espiamos de continuo.

De principio no supimos que los caballos vivían pues los catillan los tenían escondidos en las habitacio­nes hondas de sus casas flotantes desde donde. creemos. se echan a trotar en el asiento del mar y por ello han de tener los ojos cristalinos como escama de pez y agua de sal. Y así. cuando aparecieron sus naves, animadas todas sus banderas. er.. el fresco de la mañana, y cuando creía­mos que eran los hombres de las islas y soltamos los pedernales para calzarnos los escudos y empuñar las lanzas sin siquiera tener tiempo para teñirnos de guerra, nos hicie­ron señas de paz levantando los bra­zos y mostrándonos dos palos cruza­dos -que ellos dicen son sus espíritus y donde mataron a su dios que se murió y después se desmurió y se fue volando- pero los grandes venados de cara peluda no aparecie­ron, que dormían de tan temprano que era.

Y a los catillan les decíamos que vinieran y salieran de sus casas ma­rinas, pues nuestro brazo no alcan­zaba para' negarles las flec~as, pero

ellos lo adivinaban y sólo se estaban dando vueltas y juntándose en col­mena en los puentes. hablándose en­tre sí.

Y cuando después nos acercamos chapaleando las canoas y estuvimos a tiro de arco y les rodeamos sus tres palacios de agua, vimos que estos estaban hechos de grandes maderas negras juntadas y pegajosas, tan arriba en estatura que el borde en que se apoyaban los castillan tenían el alto del brasero del templo en que adoramos y sacrificamos. Y luego in­tentamos abrirles un boquete con Jos pedernales pero ellos nos habla­ron con un lengua suyo y nos apala­braron y dijeron que por qué les ha­cíamos el daño de sus casas, que ellos sólo venían en son de paz man­dados por un tan poderoso Señor de mares y tierras, un rey de reyes lla­mado don Cario y algo más, que los había enviado guiándose por las lu­ces de la noche hasta nosotros para enseñarnos el camino del bien y qui­tarnos las prácticas del mal y supié­ramos de su dios -que es tres en uno­y cómo 'lo habían muerto por noso­tros, que ni lo conocíamos, y que ese dios derramaba ternura sobre todos ayudando a los castillan a componer las maldades y deshacer embrollos de malicia y otras cosas malpuestas que nosotros les habíamos de decir para que nos las corrigieran. Les preguntamos. siempre con el

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lengua que traían, si ellos nos po­dían dar un maíz que no _tardara tanto en parir, pero dijeron que no y ya no les creímos.

Después vinieron otras de nues­tras canoas y el mar se pobló de gentes, como en los tiánguez, que abrían los ojos descompasados con el brillo de luz que les brotaba de la cara a los castillan y a sus vestidos de colores de pájaros. Sus barbas luengas y redondas deberían tener mil años por lo esponjadas.

Y uno de ellos vino tan cerca de nosotros que le sentimos el aire de tierra que le salía de la boca. Y ha­ciéndonos acato nos preguntaba por el cacique, el que teníamos a la par, pero como no se declaraba, callába­mos.

Entonces el castillan, o castilan, se hizo una rápida cruz de dos dedos sobre el pecho y el rostro -que son sus cosas mágicas- y bajó la escalera de mecate y nos entregó un presente de agua dura, como de piedra trans­parente. En ella aparecían los caba­llos-venados subidos en dos patas y encima estaba un castilan con luce­ros en la frente, el que manejaba una lanza tostada de dos palmos frente a nuestro dios del Cu, y supi­mos entonces que estos eran en ver­dad los que estaban anunciados en el humo nuevo de los templos pues habían venido del sol, barbados y apretados en calzas y colores, llevan­do el trueno bajo el brazo y el retum­bo de la lluvia sobre sus casas, las que después vimos como en una nube de tormenta con el dios enoja­do.

Pues estando que estábamos en ello, el lengua de los castilan nos echó un largo parlamento diciendo que no se podían volver sin decir primero a lo que venían. Y era, dijo, que debíamos convertirnos a su fe de baptismo, fundada en un solo dios creador del cielo y de la tierrra y de los hombres -un dios que era al mismo tiempo el Tata, el hijo del Tata y el pensamiento del Tata y del hijo del Tata- y que el santo padre de Roma, cacique del Tata en toda la ierra y que tenía mando absoluto

sobre las almas y la religión, le había Jado estos territorios al muy podero­;;o rey de castillan, su Señor, y que él ba a tomar posesión dellos, pero ¡ue no nos echarían de aquí si qui­iéramos ser cristianos y vasallos de m soberano príncipe, con algún tri-

._. u to de oro que cada un año le diése­mos.

Sonriéndonos, a esto les dijimos que nos parecía bien lo de su dios y que aunque no entendíamos cómo tres se volvían uno, no queríamos disputar ni dejar nuestra religión. Que debía ser muy amigo de lo ajeno el santo padre, o muy revoltoso, pues daba lo que no era suyo. Y el rey, que era algún pobre pues pedía, y ade­más un atrevido que amenazaba a quien no conocía; y que intentaran tomamos la tierra, que les habría­mos de poner la cabeza en un palo, junto a muchos otros enemigos que habíamos tenido muy más podero­sos, y para prueba les mostramos con el dedo el sitio de las estacadas de los muertos, para que lo supieran por cierto.

Entonces les comenzamos a fle­char recio pero no les traspasába­mos las naves; antes bien se quebra­ban las lanzas. que se iban al agua en dos pedazos. Y todo se llenó de gritería cuando se vinieron los de la playa con el agua a la cinta llovién­dolos de pedradas y flechazos y vara-

zos muy fieros, por lo que los casti­llan se retiraron de la barda y aparecieron presto envueltos en hie­rro blanco y en costras de tortuga.

Era la mañana muy fresca y muy seca y el agua estaba ya tibia, revuel­ta de luces, cuando soltaron los true­nos como si fuera tormenta o si le hubieran abierto las compuestas al huracán, pues se cortó el aire y nos quedamos sin voz y sin grita. Y en otras veces aparecía la chispa en la boca de los castilan cuando nos apuntaban sus palos para ~irigimos el trueno, y caíamos uno y moríamos dos y nos ahogábamos tres, porque de los retumbos nos volteaban las canoas, nos levantaban el sostén del agua y nos partían las carnes de tra­vés.

Allí conocimos como nunca los fríos del miedo, pues nos lanzaban unas enormes pelotas que no alcan­zábamos a detener ni a mirar. tan bien cebadas eran, sino cuando caían chapoloteando untadas de ca­bello y de tripa en el agua y se iban al fondo dando vueltas, entintando la mar, revoloteando en la arena al asentarse.

Y sus casas flotantes se fueron envolviendo poco a poco en un lam-po de cielo, blanco y picante en el que se abrían los hornos rojos de los rayos y ya no los vimos más, que nos atenazaron a tres fuegos y nos des­bandamos braceando mojados de te­rror, infinitamente solitarios y des­consolados.

Más tarde vinieron con el lengua a llamamos donde llorábamos nues­tra vergüenza de varones apesara­dos bajo los ojos fijos de las mujeres y el silencio dudoso de los niños. Y nos daban palabra de paz, que no merecíamos dijeron, y aunque po­dían no nos desbarataban las casas ni nos talaban el maíz, que sería pe­nar de hambre, ni hacemos esclavos que besáramos los pies sino vasallos de su Señor y siervos de su fe, ale­gres de les servir y darles tributo. El

lengua tenia los ojillos brillantes como de codicia y mientras hablaba había otro dellos que hacía en largas tiras de papel sus dibujos de pajari­tos ahogados.

Les pedimos con los ancianos, pues el cacique destripado era, no comieran mujeres ni niños pero ellos rieron, se enojaron después y dijeron que nunca hartaban a la gen­te, más bien vedaban aquello, que entre cristianos no se daba tener tal práctica de bárbaros ni contento de sus dioses.

Y entonces que salimos de la mon­taña bajamos a rendirles las peces llevándoles jarros de miel, gallinas y piñas de rosas de la tierra, y los Pa­pas dellos andaban haciéndoles sa­humerios por don de pasaban, todo con gran acato como a teúles que eran, pero ellos no tenían tanta ne­cesidad de bastimento cuanta la ha­bíamos nosotros, y nos tocaban el pelo y nos levatanban las bragas para saber si éramos iguales a ellos, menos a las mujeres, que a esas no les ponían encima la mano sino que

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las andaban viendo y las rondaban simuladamente con los ojos, tan hu­medecidos que parecía iban a llorar. Y nos preguntaban los nombres re­cordándonos que no apellidáramos a nuestros guerreros ni les diésemos pelea pues prometido se lo teníamos, y nos tomaban los collares y los mor­dían hincándoles el diente, pregun­tándonos de dónde los habíamos, que ellos querían otros iguales para sus mujeres que los apreciaban en mucho y se los querían llevar.

Y como de concierto habíamosle puesto unos muchachos espías para que nos informaran de qué mal mo­rían estos dioses, si acaso morían, andaban en el real aquellos mozos conociéndoles todo, y así supimos que tenían pies con dedos como nos­otros, pues uno dellos se abrió las alpargatas para quemarse un pata­cón que se le había enconado, y co­nocimos que tenían las nalgas más blancas que el rostro, pues otro de­llos se fue muy quedo al monte y lo seguimos, y que siempre antes de comer hacían sus signos mágicos en la frente y en el pecho, temerosos de su capitán y del Papa que andaban llevando para que los confortara y les recordara las cosas de su fe. que nunca pasaban abajo de la cruz sin quitarse los cascos emplumados.

Eran fieros como guerreros y de voz muy ronca pero no tenían la cara labrada ni el bezo de abajo ho­radado, que quizás no era la usanza de su tierra. Más bien se pelaban las barbas mansamente o se las trenza­ban, con lo que daban pavor cuando combatían. Dijeron se irían pronto a encontrar Sipango, la ciudad de oro, ya que llevaban un mensaje de su rey para el señor de aquella pobla­ción. y después buscarían el reino de las mujeres guerreras que se corta­ban una teta para mejor disparar el arco. Les quisimos explicar que la mujer que se rebana una teta se pal­ma sin conseguir: marido, pero ellos bosticaban respondiendo que las mujeres guerreras no conocían va­rón. Y entonces, si era así, ¿cómo es que parían más mujeres?

Así que les enseñamos que más adelante de la tierra había una ciu­dad Cipao, blanca porque sus pare­des no son de arena de mar, se con­tentaban y nos regalaban espejos y cuentas y tijeras. Las espaldas no las querían cambia r por nada y tan preciadas y filosas las trahn.

del Cap.27 de su más reciente novela,Julio, 1990. No se autoriza ninguna otra repro­ducción que ésta)

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APORTES LEXICOS DE LAS LENGUAS INDIGENAS

AMERICANAS AL ESPAÑOL

e ATANASIO HERRANZ

T oda lengua refleja en cierto gra­do los complejos procesos his­tóricos y culturales. El español

de América e incluso del peninsular, en el campo léxico, lo refleja con ma­yor claridad que otras lenguas. La desbordante naturaleza americana, junto con el sorprendente desarrollo de algunas culturas indígenas como la azteca, la maya, la quechua y la aymará, fueron algunas de las cau­sas para la rápida adopción del cas­tellano de préstamos léxicos de las lenguas indígenas.

En los primeros momentos de la conquista, los españoles trataron de darles nombres castellanos a los animales y las plantas por el pareci­do en forma y tamaño a los de Casti­lla. Así, Colón en su Diario nos habla de las aves que orientan a los nave­gantes: alcatraces, rabihorcado, par­delas o golondrinas de mar, ánades, gaviotas, papagayos, rabos de junco y tórtolas. El contacto con una natu­raleza, tan pródiga como la de las islas del Caribe desbordó la capaci­dad de transposición léxica de los navegantes. No encuentran palabras en castellano para describir la gran velocidad y riqueza animal y vegetal. En el siguiente texto, a Colón le fal­tan palabras para describir la vege­tación caribena: Vi muchos árboles muy diferentes de los nuestros, y de ellos muchos que tenían los ramos de muchas maneras y todo en un pie. Y un ramito es de una manera y otro, de otra¡ y tan disfor­mes, que es la mayor maravilla del mundo cuenta es la diversidad de la una manera a la otra. Verbigracia: un ramo tenía las hojas de manera de cañas, y otro de manera de lentisco, y así en un solo árbol de cinco o seis de estas maneras, y todos tan diversos (Pág. 56).

Pronto se dieron cuenta los espa­noles que ante esta maravillosa rea­lidad, tan diferente a la española, te­nían que "tomar lengua" de los naturales y comenzaron a utilizar los términos indígenas. En la Histo­ria de Hemando Colón nos da algu­nas palabras. Mostraré un ejemplo

de esta asimilación cultural y lin­güística: Cerca de uno de estos (lagos) una sier­pe de siete pies de larga, que tenía el vientre de un pie de ancho¡ la cual ... mataron con las lanzas, no sin algún miedo y asombro, por su ferocidad y feo aspecto. Andando el tiempo supie­ron apreciarla como cosa agradable, pues era el mejor alimento que te.nían los indios, ya que, una vez qwtada aquella espantosa piel y las escamas de que está cubierta, tiene la carne muy blanca, de suavísimo y gr-•~ gusto¡ la llaman los indios iguana (Pág. 193).

Las islas de Cuba y Santo Domin­go se conviertieron en la base para conquistar "Tierra Firme". Este he­cho explica que un gran número de voces, y además las primeras que entraron en el espanol, fueran del arahuaco y, un menor número, del caribe, hablado en las Antillas Meno­res. Los españoles no sólo las lleva-

ron a la península sino que las ex­tendieron por toda América y el resto de lenguas de Europa. Las primeras que recoge el Almirante son: caci­que, bohío, ají, canoa, cazabe, hama­ca, aje y tiburón. De la lengua caribe deben proceder: caimán, colibri. ma­natí y piragua. Jesús Aguilar Paz en su obra Toponimias y Regionalis­mos indígenas de Honduras recoge setenta y ocho voces arahuacas y ca­ribes usadas en Honduras, aunque según mis registros al número es mayor. Las palabras arahuacas cari­bes de mayor uso y que aparecen en toda el área hispánica son: anona, arepa, barbacoa, bejuco, butaca, ca­bulla, caimito, caoba, carey. caribe, cayo, ceiba, comején, chicha "ebida alcohólica", enagua, guacamaya·, guanábana, guayaba, hamaca, hene­quén, huracán, iguana, jején, loro, macana, macuto, maíz, mamey, mantí, mangle, maní, mapurite, mico, nigua, papaya, pita "planta e

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hilo". sabana, tapaco, tiburón, tuna "árbol" y yuca. ·

Otra lengua que ha aportado un gran número de palabras al español es el náhuat o azteca o mexicana. Los aztecas, a la llegada de los espa­ñoles, se encontraban en su mayor apogeo cultural y en plena expan­sión en Centro América. A este he­cho, hay que añadir otras causas que pronocaron la expansión del ná­huat en Centro América y México. Los espal'wles reclutaron un buen número de guías e intérpretes na­huas para ~us conquistas; realiza­ron asentamientos de población ná­huat en Centro América como los pueblos de Mejicapa cerca de Gra­cias y Mexicanos, hoy barrios de El Salvador y Comayagua; el náhuat es declarado la lengua oficial de la evangelización para el Reino de Nue­va España por Felipe li en 1570 y, finalmente, en las primeras décadas

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de la conquista el náhualt, escrito con carácteres latinos, se usó para llevar registros oficiales de hechos importantes. testamentos, censos y escritos de jueces de milpas. Muchas de las voces náhualt pasaron del es­pañol a otras lenguas como el inglés: chile, chicle, chocolate, tomato (en espanol tomate), peyote, coyote, oce­lot (en español ocelote), metate, gua­camole, mescal. etc. Además de és­tas, las de mayor difusión en el área hispánica son: achiotes, aguacate. ají, atole, cacahuete, cacao, comal, copal, chayote, elote. hule, malacate, mapache. mecapa!, metate, mole, no­pal, petaca, petate, pinole. quetzal. tiza, tocayo y zapote. Alberto Mem­breflo publicó en México en 1907 un listado de palabras náhuatl utiliza­das en Honduras y. el mismo autor, publicó en Tegucigalpa en 190 l Nombres Geográficos Indígenas de Honduras. En esta obra de 880 tópo­nimos la mayoria los considera de procedencia náhualt. Debo seflalar que la afirmación de Membreflo, en términos generales. es cierta, pero incluye como náhualt algunos topó­nimos leneas.

La lengua maya influyó muy poco en el español. Hay dos razones de peso para justificar esta escasa in­fluencia léxica. La primera fue que la cultura maya, a la llegada de los es­pañoles. había perdido su antiguo explendor y, además, Fray Diego de Landa se encargó de destruir lo poco que de ella quedaba. La segunda, es que los espa(loles impulsaron la len­gua náhualt en detrimento de la maya. A estas dos, Manuel Alvar añade una tercera, que los mayas de Yucatán fueron tempranamente cas­tellanizados. Los términos mayas <I,Ue han pasado al español son ceno­te y cigarro. Buesa Oliver cree que, tal vez, henequén y huracán no sean arahuacos sino mayas. El resto de mayismos que quedan son regiona­lismos distribuidos en Yucatán, Guatemala y Honduras. En Hondu­ras son de origen maya: sacereque o c~reque, cucuyo "luciérnaga", cusul "vivienda o casa pobre" y, tal vez, cheje "uno de los dos tipos de pájaro carpintero".

De las lenguas indígenas de Amé­rica del Sur, la que más préstamos léxicos aportó al espanol fue el que­chua. El quechua fue una lengua ge­neral o franca impulsada por los es­pañoles en América del Sur, al igual

que el náhualt lo fue en Nueva Espa­ña. No obstante, por razones de es­trategia de los espanoles en la con­quista y porque la comunicación maritima de Perú, Argentina, Chile y Bolivia se hacía desde las Antillas a Panamá, son pocos los quechuísmos que pasaron a toda América y a Es­paña .. Los más extendidos son: can­cha, condor, chichimora, huaca, inca, llama, pampa, papa, pajuil. pu­cho "colilla", puma, quina y vicuña. Se encuentran más quechuísmos de uso en Honduras y Centro América en el Diccionario de Modismos y Regionalismos Centroamericanos que Alfredo Costales publicó en Cos­ta Rica a finales de los años sesenta.

Otra lengua sudamericana que ha aportado algunos términos al espa­ñol es el aymará. Los más conocidos son coca, coco. chinchilla "animal" y tití "variedad de mono". También tupí-guraní ha aportado entre otros: tapir y tucán. El resto de lenguas de América del Sur sólo han aportado regionalismos.

SE FUNDA UN PUEBLO EN HONDURAS

cEn el nombre de Dios Todopoderoso, e de la SanUslma Trinidad, Padre, Hijo e Esp!ritu Santo, que son tres personas y un solo Dios ver­dadero; e de la nuestra Señora la Virgen Santa Maria su preciosa Madre, amén. Estando en una c;abana grande que está junto al asiento del pueblo de unos indios que se dlze Tloloma, adonde está un árbol que se llama de cacao, que es en esta gobernación de Higueras y Honduras, veynte e seis d!as del rries de junio, año del nacimiento de Nuestro Salvador Jesucristo de mili e quinientos e treinta y seys años, el muy magnifico señor don Pedro Al varado ... , en presencia de ml, Gerónimo de San Mar­Un, escrlvano de Su Magestad e su notario público en su corte e en todos los sus reynos e señoríos, digo, porque conblene al servicio de Su Ma­gestad y del bien de la tierra e aumento de sus rentas reales que haya villa e ciudad en esta dicha gobernación ... , ha acordado e acuerda de •mandar hazer e fundar, como al presente haze e funda, una Villa en este dicho asiento e c;abana que arriba es dicho en nombre y para Su M a gestad , que mandaba que se llame. la Villa de Puerto de Caballos ... E luego su señorfa mandó hincar y se hincó en la plaza, que se señaló para la dicha Villa, un palo para picota donde se haga la justicia ... E luego su sefioria dijo, que mandaba y mandó que de hoy en adelante ... ninguna o ni algunas personas de cualquier estado que sean, de hoy en adelante, solos ni acompañados ... , se pasen a vivir della a otras par­tes, dejándola sola y despoblada ... , so pena de muerte y perdimiento de sus bienes .. . Luego su señor!a dijo: que para que la Villa sea perfecta en obra y nombre, ha de tener sus alcaldes e regidores e oficiales para que rijan e gobiernen la dicha Villa .. . Dijo que nombraba y nombró ... E luego su .señor! a a los dichos ... , sobre una cruz, en que pusieron'· sus manos derechas, tomó y rescibió juramento en forma debida de derecho por Dios Todopoderoso y por aquella santa cruz. donde pusieron sus manos, que usarán los dichos oficios de alcaldes ... sin amor ni temor dádiva ni prome>sa ... , como buenos alcald~s de Su ' Majestad .. . Y lueg¿ su señoría dió a cada uno dellos una vara con una cruz·; que tralgan en nombre de Su Magestad ... [Igual formalidad y ceremonias en la elec­ción y juramento de regidores). E luego señaló que en la casa de Cabildo que en la dicha Villa se hiciere, e donde se hobiere de juntarse el dicho Cabildo, sefialó dos dlas de cada semana para que hagan cabildo, e queato sea lunes e viernes, a las mañanas ... E luego su sel\oría dló e señaló por limites e jurisdicción de la dicha VIlla ... • ·

+ . EL LAZARILLO DE CIEGOS CAMINANTES dtsde Buenos-Ayres, hafia Lima con fu~ Itin t>rarios fegun la mas pun­tuaL obíervacion , con algunas no­ticias utiles a les ;-,¡ ucvos Comercian .

tes que tr<ltan en Mulas; y otras Hiltoricas.

SACADO DE LAS MEMORIAS QUE hiZO Don Alonfo Carrio de la V andera en efte dilatado Viage . y Comi1l(ln qut> tubo

por la Corte para el arreglo de e or' reos, y Eltafetas, Situacion . y

ajulte de Poltas, desde Montevideo.

POR DON CALIXTO BUST AMANTE CARLOS lnc.1, alias CONCOLORCOR YO Natural dd Cuzco. que Jcomp;duJ .¡/ rrfrriáo Comilio­n4dc tll dicbo Vlage . y tftribío (aJ Extraflos.

CON LlCENClA. En Gijon, er1 la Imprenta de la Rovad.:l. Año

de 17n

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LAS CIUDADES HISTORICAS Y ARTISTICAS DE HONDURAS

e MARIO FELIPE MARTINEZ CASTILLO

tes de entrar de lleno n materia, es necesa­o aclarar algunos con­

ceptos de nuestro pasado. Cuando hablamos con orgu­llo o con desprecio de nues­tro pasado, olvidamos que no hemos tenido "un solo pasa­do" sino "muchos pasados" que se han superpuesto unos a otros. Antes y a la llegada de los españ.oles, fui­mos mayas-chortís, leneas, payas, ulvas, tolupanes, su­mos y matagalpas. por sólo enumerar los grupos más importantes. Después con to­dos los pros y los contras, fuimos Colonia. El contacto cultural y étnico de españo­les, indios y negros conformó una cultura sencrética muy diferente a la anterior. Todos pasamos, y aún sentimos, las luchas y contradicciones que se dieron en el siglo XIX. Ahora, nuestra heter.ogénea sociedad intenta desespera­damente incorporarse a los últimos puestos de un mer­cado mundial ya repartido. Hemos sufrido en este último siglo una constante influen­cia extranjera en nuestras costumbres, comidas, músi­ca, idioma, etc'. Esta influen­cia ha roto el "continuum" histórico y cultural de los hondureños. Es necesario que todas las instituciones y personas interesadas anali­cen esta "despersonaliza­ción" :SOCiocultural, que ac­tualmente gravita sobre la sociedad hondureña para vislumbrar una sociedad más auténtica con su pasado y más renovadora para el fu­turo, a las puertas del siglo XXI.

Para afianzar y revitalizar la cultura . hondureña hace falta revisar críticamente nuestro pasado,, sin apasio­namientos ni sectarismos partidarios que tanto dañ.o han- hecho, y continúan ha-

ciendo, a nuestra cultura. Es necesaria una revisión histó­rico-crítica de nuestros pró­ceres. En la Historia de Hon­duras sólo se presentan sus aciertos y proezas, es necesa­rio mostrar también sus errores, como humanos que eran. La historia que se ense­ña es vertical, insulsa y mo­nótona que provoca tedio, y hasta rechazo, en nuestra ju­ventud. En esta línea, son muy apropiadas las palabras del dramaturgo guatemalte­co Manuel José Arce: "a mi me cae mal la historia, por­que la historia que se enseña es un cuentq de Caperucita, lleno de mentiras que inven­taron los liberales y cachure­cos del siglo XIX y que la me­moria de los grandes hechos históricos sólo se celebran con marchas y desfiles en los que los niños de las escuelas desfilan (sic) únicamente

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para que sus padres se sien­tan orgullosos de verlos con sus uniformes nuevos". Así , nos cuentan que nos inde­pendizamos de España para salir de la esclavitud, pero no nos dicen cuál fue la situa­ción de los indígenas des­pués de la Independencia;

nos hablan de que Valle fir­mó el acta de la independen­cia, pero se desconoce su gran veta humanística y científica; nos hablan del gran general Cabañas como hombre sin tacha y sin mie­do, pero no nos dicen que no ganó ninguna batalla; nos hablan de la modernización del país con la Reforma Libe­ral , pero nos ocultan que también fue el inicio de la dependencia comercial y el surgimiento de enclaves mi­neros en manos de extranje­ros.

Actualmente, nuestras autoridades apoyan la cons­trucción de hoteles, el acon­dicionamiento y venta de pla­yas a extranjeros, la apertura de casinos, el montaje de es­pectáculos y danzas folklóri­cas que no se bailan en nin­gún pueblo de Honduras; pero no apoyan ni promocio­nan los pocos guancascos que quedan de Honduras y que representan la perma­nente amistad entre dos o más pueblos, las pocas fies­tas que quedan de Moros y Cristianos que representan el sincretismo religioso de dos culturas, los nacimien­tos que servian para reunir a toda la familia en torno a la casa materna, la producción de colaciones tan comunes en las fiestas patronales, las escasas pastorelas que se re­presentan, las posadas o visi­tas de santos que tanto han

favorecido la creación popu­lar poética o simplemente la gran variedad de comidas y dulces tradicionales que no aparecen en el menú de nin­guno de nuestros restauran­tes.

LAS CIUDADES COMO PATRIMONIO CULTURAL Honduras puede enorgu­

llecerse de tener, después de Guatemala, un buen número de ciudades y pueblos que conservan una buena parte de su estructura urbana y ar­quitectónica colonial. Cada centro urbano que se fundó en la Colonia tenía funciones muy definidas. No se crearon por decisión personal de un conquistador, sino con un di­seño establecido y para cum­plir funciones diferentes. Así. Gracias a Dios, Valladolid de Comayagua, San Pedro Sula y San Jorge de Olancho se fundan como puntos de pe­netración y dominación de los valles más densamente poblados. Trujillo, Omoa y Puerto Caballos, para entre­lazar el comercio de estas tie­rras con la metrópoli y como centros defensivos de las ciu­dades del interior. Yoro, Olanchito, Sonaguera, La Vi­lla de San Antonio y Pajapas para asentar a los mulatos y como lugares de conexión con los pueblos de españo­les. Santa Bárbara y Santa Rosa de Copán para facilitar la comunicación entre el puerto de Omoa y la ciudad de Guatemala. Tegucigalpa, El Corpus, Cedros, Yuscarán, etc. como centros mineros. Por estas funciones diferen­tes las ciudades de Honduras van a caracterizarse por su diversidad ·y variada arqui­tectura. Ahora trataremos de tipologizarlas y describirlas.

Los centros político-admi­nistrativos. El centro político más importante de Hondu­ras fue Valladolid de Coma­yagua, que fue la capital de la Gobernación. En ella se erige la Catedral y es, además, la sede de las tres órdenes reli­giosas que llegan a Hondu­ras (Mercedarios, Francisca­nos y Hermanos Hospitalarios de San Juan de Dios). Se crea en ella la Casa Real de Hacienda que concentra la economía. Así, Valladolid de Comayagua se convierte en la capital políti­ca, administrativa, económi­ca, religiosa, cultural y co­mercial de la Gobernación de Honduras.

Los Centros agrícolas y ga­naderos. Estos centros sur­gen y se desarrollan en fun­ción de fáciles vías de comunicación. Cuando estas vias son inseguras o se cam­bia la ubicación de los puer­tos , estos centros mueren. Los más importantes de Hon­duras fueron: Valladolid de Comayagua en el centro del país, con fácil comunicación al Atlántico y al Pacífico; San

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Jorge de Olancho que expor­taba desde Trujillo, cuando este puerto desaparece, San Jorge de Olancho, también; la zona de Choluteca, con co­municación a Nicaragua, El Salvador y el Pacífico. Los centros agrícolas coloniales más impmtante están ubica­dos en el Occidente de Hon­duras. Corresponden a los pueblos con mayor asenta­miento de población indíge­na. Guarlta, Camasca y Colo­moncagua son grandes productores de trigo y atl.il. Intibucá de frutas y verdu­ras. El resto de pueblos del Centro y Occidente producen granos básicos, cuyos exce­dentes comercializan en los mercados de las villas de es­pañoles o en el exterior.

Los Centros Mineros. Es­tos fueron los que provoca­ron los mayores movimien­tos de población. pero no todos recorrieron el mismo camino. Unos, como el Real de Minas de Nueva Zaragoza, no pasaron de ser campa­mentos de mineros: otros, como el Real de Minas de Te­gucigalpa, pasaron de cam­pamento minero a núcleos urbanos importantes: aun­que tuvieron que esperar va­rias décadas . Finalmente, otros, apenas nacen. se con­vierten en centros urbanos importantes como El Corpus. Cedro&, Yuscarán. Por ejem­plo, El Corpus entre 1680 y 1690 se COil\irtió er. uuo de los centros urbanos más prósperos de CentroaméJica donde .legaban comerciantes del Perú y de Acapulco; sin embargo, su descenso pro­ductivo y poblacional es tan rápido que en 1708 la Casa Real se pasa a Comayagua. Yuscarán a los veinte años de descubiertas sus minas contaba con el mayor núme-ro de tiendas de toda la Alcal­día Mayor, así como del ma­yor núm~ro de casas de dos pisos; años después entró en franco retroceso con altos y bajos que se prolongaron hasta mediados del siglo XIX.

Centros Comerciales. Se crearon en los principales puertos y ciudades donde se realizaba un intenso tráfico de mercaderías de importa­ción y exportación. Surgen así las ciudades-puertos de Trujillo y Puerto Caballos en el Atlántico y Amatique en el Pacifico. Durante el siglo XVI, Trujillo es el principal puerto; Puerto Caballos lo es en el XVII y Omoa en el XVIII. Los ataques de piratas ingle­ses y holandeses a estos puertos provocaron incen­dios y saqueos constantes de estos centros poblaciones y. como consecuencia de la in­seguridad, la llegada escasa e irregular de barcos de la flota española. A mediados del siglo XVIII y principios

del XIX, Trujillo y Omoa vuel­ven a tener una gran impor­tancia comercial y, en conse­cuencia, se crean las aduanas, se construyen mu­ros defensivos, iglesias y hos­pitales, financiados por la Caja Real.

Centros Religiosos. Actua­ron corno focos devocionales y de peregrinación. Hondu­ras no contó con centros reli­giosos de primer orden como lo fueron el Santua rio de Nuestra Señora de Guadalu­pe en Méjico. El Señor de Es­quipulas en Guatemala o Nuestra Sel'lora de los Ange­les en Cartago, Costa Rica; no obstante hubo centros re­ligiosos importantes a nivel de provincia o región. Casi todos estos centros hondure­ños de peregrinación estuvie­ron en lugares con mayoría de población indígena. Des­tacan la Inmaculada Concep­ción de Cornayagüela, el Ecce Horno de Ajuterique, Nuestra Señora de Belén en Gualcho (Ocotepeque) y El Señor del Buen Fin en Quezailica. Hubo otros centros de menor interés como Nuestra Señora de Comala en Choluteca y El Señor del Buen Fin en C'e­dros.

Centros Industriales. En algunos centros urbanos se desarrolló una industria de transformación artesanal que potenciará la creación y fortalecimiento de los gre­mios, las cofradías y las her­mandades. Destacaron la in­dustria textil, de zapatos y velas en Valladolid de Coma­yagua; la artesanía de cerá­mica vidriada en la Villa de San Antonio; el tejido de ci­garreras, carteras y sombr~­ros de junco en todo el parti­do de Tencoa; la fabricación de cigarrillos, puros y rapé en los llanos de Santa Rosa; la producción de colorantes como la grana y el añil en

Comayagua; la producción de sal en los pertidos de Na­caome y Goascorán y la pro­ducción y curtiembre de cue­ros en Olancho. Además de Cornayagua, fueron impor­tantes en la producción de añil los pueblos fronterizos con El Salvador, desde Goas­corán hasta Ocotepeque.

El aislamiento y escaso de­sarrollo de muchos de estos centros urbanos durante la Colonia y la Independencia ha contribuido en gran medi­da a la preservación de su

trazado y arquitectura civil y religiosa, pero, paralelamen­te, la pobreza y desidia muni­cipal y del Estado ha permiti­do que muchos de los mejores edificios del patri­monio artístico y arquitectó­nico nacional fueran desapa­reciendo o quedaran convertidos en verdaderas ruinas. Comayagua, Santa Rosa de Copán o Gracias son algunas de las ciudades don­de podemos observar con tristeza la carencia de una política de conservación de nuestro patrimonio nacio­nal.

El relativo desarrollo in­dustrial y comercial de ciu­dades como Tegucigalpa, Co­mayagua, Santa Rosa y Choluteca ha provocado una inmigración rural intensa y prolongada con la subsi­guiente necesidad de vivien­da y especulación del suelo. Este crecimiento poblacional ha generado un fuerte co­mercio y la necesidad de am­pliar y mejorar los locales. De esta forma, se ha permiti­do que smj an edificios, dicen que modernos, en el centro de cascos urbanos que man­tenían uniformidad en el tra­zado y en su arquitectura. La uniformidad no sólo se ha roto por la altura y trazado de los nuevos edificios sino

/20 por el tipo de materiales nue­vos utilizados. La teja ha sido sustituida por la ofensi­va lámina de zinc o de albes­to, las columnas de madera de los soportales se han qui­tado o han sido sustituidas por fríos y mastodónticos pi­lares de concreto. Ante esta desastroza situación, es ur­gente la emisión y cumpli­miento de nuevas leyes que obligen a mantener las fa­chadas originales de los edi­ficios y se utilicen los mis­mos materiales de construcción tradicionales. Los nuevos edificios deben permitirse únicamente fuera de los cascos urbanos histó­ricos. Así lograremos tener lo que muchos países europeos y latinoamericanos han lo­grado: cascos históricos ur­banos conservados y, a la par. zonas modernas indus­triales y comerciales. ¡Qué diferentes serían las ciuda­des de Comayagua y Teguci­galpa, por ejemplo. si se hu­biera seguido esta política de urbanización! ¡Qué potencial turístico y de divisas tendría Honduras si las ciudades re­señadas en este artículo se conservaran, mejoraran y se crearan buenas vías de co­municación! Todavía pode­rnos rescatar muchas ciuda­des, manos a la obra.

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ROSA DE LOS VIENTOS

LA REPLICA

AMERINDIA

e CARLOS ECHEVERRIA

La investigación histórica ha ido desvaneciendo la leyenda blan­ca de una recepción no muy

traumática, y a ratos casi gozosa. de los extranjeros barbudos que cruza­ron el mar ancho. por parte de las poblaciones que habitaban este con­tinente a finales del siglo XV y prin­cipios del XVI.

Desde hace algunos años se ha ido reescribiendo la historia de esa conquista desde el punto de vista de los vencidos, para provecho de los descendientes peninsulares, indíge­nas y mestizos. La lucha de resisten­cia tuvo sus héroes innumerables en la vasta extensión continental; el más cercano a nosotros: Elempira.

Poco se ha destacado. sin embar­go. la polémica conceptual que se dio entre los voceros de los subyugados indígenas (convertidos por real de­creto en indios) y aquellos conquis­tadores. Existe al respecto una nu­merosa documentación que testimonia la amplitud de la temáti­ca abordada: de la moral a Dios. de la siembra al gobierno, de la pose­sión del territorio a las costumbres populares, de la farmacopea y la me­dicina al arte de la guerra.

Con frecuencia la réplica se dio a los frailes. pues su misión les lleva­ba más cerca de la vida cotidiana de esas poblaciones y porque represen­taban una via no armada de penetra­ción.

Los sabios amerindios disputaron acerca de un Dios Trino, concepto engorroso para quienes, como los nahuatls, creían en la Dualidad Divi­na; concepto simplista para quienes. como los oglala. discutían acerca de si en Wakán-Tanka se manifiesta en cuatro, ocho. o dieciseis personas. Y reclamaron airados:

Vosotros dijisteis que nosotros no conocemos al Señor del cerca y del junto, a aquel de quien son los cielos y la tierra. Dijisteis que no eran verdade­ros nuestros dioses. Nueva palabra es ésta, la que habláis, por ella estamos perturbados, por ella estamos moles­tos. Porque nuestros progenitores, los que han sido, los que han vivido sobre la tierra, no solían hablar así.

Su conclusión resume la amargu-

·•

ra y dignidad de su tragedia Es ya bastante que hayamos perdi­

do, que se nos haya quitado, que se nos haya impedido nuestro gobierno. Déjennos pues ya morir, déjennos ya perecer, puesto que ya nuestros Dioses han muerto. (1).

libertad del pueblo y del soberano: Barbudo, enemigo, hombre rojo,

... en la ruta que has recorrido no te abrasó el fuego del sol y, abriéndose a tus pies, la tierra no pudo sepultarte, y el océano, envolviéndote, no te hizo desaparecer ... vete, regresa a tu país antes de que levante esta mi clava de oro y vaya a terminar contigo. Enemigo

barbudo, ya te he dicho que a tu tierra te vayas.

En la literatura en lengua que­chua es notorio el reclamo por la

Barbudo enemigo, ¿Por qué al Inca, mi único señor, tan rudamente le mania­tas? El nació libre y suelto igual que la taruca, él es tan fuerte como el puma. Otro hombre tan notable y generoso como él, no existe. (2).

Se llegó a discutir como problema ~-----------------------------------------------------------------------,

UNA VISIÚN MAYA

Unos textos mayas que se conocieron en la segunda mitad dd siglo xvut han llegado hasta nosotros bajo d nomhre gencrico do.: Libros de Chilurn Bala,. Son copias o compilaciones muy tardías qu.: hacen referencia al profeta o dlilUIII de nombre Balam, que vivió a finales del siglo XV y probablement.: hasta entrado el siglo de la ~onquistu española. El tiempo introdujo en los textos numerosos elementos cristia· no,, pero l·ons<·rvan mu~ho de su signifi~ado original y del sentimiento do.: tragedia vivido por los mayas de Yu~auin tras la ~onquista. Los fragmentos que sigucn pon.:n de manifiesto estas características y t:l tuno de lamcntadón unte la actuacion de los ·~ristianos• , cuando ya esos mismos indios hablan y rcco. nu<·en al verdadero Dios, en cuya fc les intrudujcron los conquistadores.

•Esta es la memoria de las cosas que sucedieron y que hicieron. Ya todo pasó. Ellos hablan con sus propias palabras y así acaso 110 todo se en rienda en su significado; pero, derechame111e, ral como pasó roda, así está es· crito. Ya será otra vez IIIII.Y bien explicado todo. Y tal vez no será malo. No es malo todo cuanro esrá escrito. No llwcho lwv escmo a c11e111a de .ws trc1icio11es y de sus alianzas. Asi el pueblo de los divinos /tzaes, así los del gra11 lt:nwl, los del gran Aké, los de la grc111 Uxmal, así los de la gran /chcanasihó. Asilos nombrados Couoh 1C1111bié11.

Verdaderamente, muchos eran sus Verdaderos Hombres. No para vender rraiciones gustaban de u11irse unos con otros; pero 110 está a la vista todo lo que hay dentro de esto, ni cuanto ha de ser explicado. Los que lo saben vienen dt:l gran linaje de nosotros, los hombres mayas. Esos sabrán el significado de lo que hay aq¡lf cuando lo lean. Y entonces lo verán y entonces lo explicarán y entonces serán claros los oscuros signos del Katún. Porque ellos SOII los sacerdotes. Los sacerdotes se acabaron, pero no se acabó su nombre, tan antiguo como ellos.

Solamente por el tiempo loco, por los locos sacerdotes, fue que entró a nosotros la tristeza, que entró a no· sotros el Cristiamsmo. Porque los muy cristianos llegaron aq¡lf con el verdadero Dios; pero ese fue el principio de la •mserw 1111estra, el pri11c1pio del tribwo, el principiO de la limosna, la causa de que saliera la discordw oc11lta, el principio de lc1s peleas con annas de fuego, el principio de los atropellos, el principio de los despojos de wdo, el principio de la esclavitud por las deudas, el principio de las deudas pegadas a las espaldas, el princi· pio de la continua reyerta, el principio del padecimienro. Fue el principio de la obra de los españoles y de los padres, el principio de usarse los caciques, los maesrros de escuela y los fiscales.

iQue porque eran niños pequeños los muchachos de los pueblos, y mientras se les martirizaba! ilnfelices los pobrecitos! Los pobreciros no pro/estaban contra el que a su sabor los esclavizaba, el Anticrisro sobre la tierra, tigre de los puebios, garo montés de los pueblos, chupador del pobre indio. Pero llegará el dfa en que lleguen hasta Dios las lágrimas de sus ojos y baje la justicia de Dios de un golpe sobre el mundo.•

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[ROSA DE LOS VIENTOS

fu 1damental si los amerindios te­nían o no alma, si pertenecían o no a la raza humana. No obstante, hubo cronistas y frailes que supieron res­catar elementos de su cultura y valo­rarlos adecuadamente. Bartolomé de las Casas, y Francisco de Vitoria lle­garon a defender el derecho de estos pueblos al autogobierno, ya fuera en total soberanía o al menos como su­fragáneo del emperador español. Bernardino de Sahagún, junto a su obra histórica, suministra toda una enciclopedia de las costumbres y los conocimientos de los pueblos mexi­canos.

Cada vez más se estudia esos y otros testimonios en busca de una reconstrucción de lo .que fue real­mente el saber de nuestros pueblos. En ese esfuerzo ha de darse mayor sitio a los escritos y las crónicas de sus voceros. Antes de su llegada, todo estaba bien. Ellos (los de Castilla) han traí­do el mal y la enfermedad. Predican el amor cristiano pero nos tratan como animales. Tal es la denuncia del pueblo mayense del Yucatán:

Todo era bueno y entonces fueron los dioses abatidos. Había en ellos sa­biduría. No había entonces pecado. No había entonces enfermedad. No fue así lo que hicieron los azules cuando llega­ron aquí. Ellos enseñaron el miedo, vi­nieron a marchitar las flores. Para que

. su flor viviese, dañaron y sorbieron la flor de nosotros. ¡Castrar al sol! Eso vinieron a hacer aquí los azules .... Nos cristianizaron, pero nos hacen pasar de unos a otros como animales. Dios está ofendido con los chupadores.(3)

Por tierras centroamericanas las cosas pasaron de modo semejante. El cronista de la expedición de Enci­so cuenta la reacción de los señores principales ante el requerimiento: _ ... requirió de parte del Rey de Casti­lla a dos caziques que le obedeciessen y les hizo entender cuanto contenía el requerimiento que el Rey avía manda­do que se les notificasse; y que le res­pondieron que en lo que dezía que no avía sino un solo Dios que gobernaba el cielo y la ierra, que les parecía bien,

· e assr devía de ser; pero que el apa devra estar borracho cuando lo

hrzo, puE;s daba lo que no era suyo, y que el rey que pedía y tomava merced devía de ser algún loco, pues pedía lo que era de otros, que no fuesse a to­marlo, que le pondrían la cabeza en un palo, como tenían otras que le mostra­ron de sus enemigos; y que ellos eran señores de su tierra: y que no avían menester otro señor. (4).

No podría pedirse mayor claridad ni mayor firmeza. A lo largo y ancho del continente era lo mismo. Conoci­dos son los reclamos de tempranero acento ambientalista de algunos pueblos del Canadá o de los montes

SE CUMPLEN LOS PRESAGIOS FUNESTOS

LA visión del mundo que tenia" los pueblos de México era catastro/isla. y esta actiwd era c.<pe­cialmente finne entre los auecas. Creian que el wr11•erso !rabia sido creado y destruido varias ve· ces y que ellos l'ivian en el Quinto Sol o qu111ta creación. Su vida tra>Jscurn'á bajo el temor de que eu cualquier momelllo podia producirse una nueva destrucción. Con esta visión del mundo no era dificil interpretar ciertos fenómenos extraordinarios. no explicables, como signos que anuncia· ban una próxima catástrofe. LA aparición de los esparloles en el escenario mexicano y la consi­guiente destrucción causada por la conqt<ista vinieron a ser la confirmación de los temores a>Jces· trales. He aqui algunos de los presagios funestos que a principios del siglo XVI anunciaban la ca-tástrofe que muy pro/1/o se producirla. El texto lo conocemos gracias a los indios que sirvieron de informantes a fray Bernardiuo de Sahagtí>l , el gran estudioso y conocedor del pueblo azteca:

•Primer presagio funesto: Diez años antes de ve­nir los españoles primeramente se mostró un fu­nesto presagio en el cielo. Una .como espiga de fue· go, una como llama de fuego, una como aurora; se mostraba como si estuviese goteando, como si es· tuviera punzando en el cielo.

Ancha de asiento, angosta de vértice. Bien al medio del cielo, bien al centro del cielo llegaba, bien al cielo estaba alcanzando.

Y de este modo se veía: allá en el Oriente se mostraba, de este modo llegaba a la media noche. Se manifestaba: estaba aún en el amanecer; hasta entonces la hacía desaparecer el sol.

Y en el tiempo en que estaba apareciendo: por un año venía a mostrarse. Comenzó el año 12-Casa.

Pues cuando se mostraba había alboroto gene­ral: se daban palmadas en los labios las gentes; ha­bía un gran azoro; hadan interminables comen· tarios.

Segundo presagio funesto, que sucedió aqui en México: Por su propia cuenta se abrasó en llamas, se prendió en fuego: nadie tal vez le puso fuego, sino por su espontánea acción ardió la casa de Huitzilopochtli . Se llamaba su sitio divino, el sitio denominado "Tiacateccan" (casa de mando).

Se mostró: ya arden las columnas. De adentro salen acá las llamas de fuego, las lenguas de fuego, las llamaradas de fuego.

Rápidamente en extremo acabó el fuego todo el maderamen de la casa. Al momento hubo vocerío

estruendoso; dicen: "iMexicanos, venid de prisa: se apagará! iTraed vuestros cántaros!"

Pero cuando le echaban agua, cuando intenta· ban apagarla, sólo se enardecía flameando más. No pudo apagarse: del todo ardió.

Tercer presagio funesto: Fue herido por un rayo un templo. Sólo de paja era: en donde se llama Tzummulco. El templo de Xiuhteouhtli. No llovía recio, sólo lloviznaba levemente. Así se tuvo por presagio; decian de este modo: "No más fue golpe del sol." Tampoco se oyó el trueno.

Cuarto presagio funesto: Cuando habla aún sol, cayó un fuego. En tres partes dividido: salió de donde el sol se mete: iba derecho viendo a donde sale el sol, como si fuera brasa; iba cayendo en llu· via de chispas. Larga se extendió su cauda; lejos !le­gó su cola. Y cuando visto rue, hubo gran alboroto:

· como si estuvieran tocando cascabeles. Quinto presagio funesto: Hirvió el agua; el viento

la hizo alborotarse hirviendo. Como si hirViera en furia, como si en pedazos se rompiera al revolver­se. Fue su impt¡lso muy lejos, se lévantó muy alto. Llegó a los' fundamentos de las casas: y derruidas las casas, se anegarpn en agua. Eso fue en la laguna que está junto a nosotros.

Sexto presagio funesto: Muchas v~ces se oía: una mujer lloraba; iba gritando por la noche; andaba dando grandes gritos:

-iHijitos míos, pues ya tenemos que irnos lejos! Y a veces decía: -Hijitos mios, ¿adónde os llevaré?•

Apalaches, censurando al coloniza­dor por cazar por deporte y no por hambre, por desperdiciar el pescado y no saber tratar el bosque. Se de­nuncia la tortura. la violación y el maltrato de aquellos que decían cris­tianizar estas tierras. mientras que, paradójicamente, ellos, los humil­des. los perseguidos por la justicia iban abrazando una religión de la que estaban más cerca que sus nue­vos amos.

ción, ni las leyendas blancas. ni el olvido. Por lo menos no hemos queri­do olvidar nosotros a quienes alza­ron sus voces en protesta y en deba­te, ante el ocaso inminente de su magnífica cultura. Y sus herederos, que también lo somos de los penin­sulares. continuaremos analizando · esas voces cuyo eco no se silenciará hasta la obtención de una justicia que por tantos siglos les ha sido arrebatada. (5).

(2) "Tra~edia del Fin de Atahualpa", en J. lara: 'Literatura de los Quechuas", Ed. Canelas, Cochabamba, 1960. (3) "Chilam Balam de Cuyamel", del libro de los libros del Chilam Balam, Edición de A. Barrera, F.C.E., México, 1963. (4) "Décadas", de Herrera; anécdota contada por Remesa! y por las Casas, todos citados por C. láscaris en "Histo­ria de las Ideas en Centroamérica", EDUCA, San José, 1970.

Ciertamente no se puede juzgar estos hechos a la luz del actual dere­cho internacional, o en base a las nuevas concepciones de la comuni­dad mundial en materia de colonia­lismo. Pero tampoco vale la justifica-

(1) "Coloquios de los Doce Frailes", traducidos del nahuatl por Garibay, y citados por león Portilla de la versión de W. lehmann "Dioses que mueren y Mensaje Cristiano", Berlín, 1949.

(5) Sobre este tema véase además "El Reverso de la Conquista" de Miguel león Portilla, Edit. Joaquín Mortiz, Méxi­co, 1987.

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OCl~'.L\'o 1' 1<'11 /( IJ

Desde 15000 aC. diferentes oleadas migratorias, procedentes del Asia oriental, penetran en el conti­nente por el estrecho de Bering. Son cazadores y recolectores; su cultura y técnica son similares a las eurasiáticas del Paleolítico. Neolítico. Creciente sedentarización e incremento de la producción agrícola (maíz). Cerámica: culturas de Tehuacán (México), Ocós (Gua~emala), Monagurillo (Panamá), Valdivia (Ecuador), Chilca y Huaca (Perú). Período Arcaico (1500 aC.-100 dC.). Perfecciona­miento de la agricultura: algodón, yuca, frijol, papa. Fomento del com~rcio interregional. Surgen ciudades con edificaciones religiosas. Influencia de los sacerdotes. Período Clásico. Formación de grandes ciudades-esta­do de carácter teocrático (bien estructuradas urbanís­ticamente). Comercio y manufactura desarrollados; instituciones religiosas, políticas y administrativas orgAnizadas. Uso de moldes en la producción cerámi­ca (América central): empleo de obreros manuales no cualificados (dirigidos por artesanos). División de la sociedad en castas: sacerdotal (dominante) y popular (dominada). La presión político-económica de una sobre otra dará origen, al final del período, a levantamientos campesinos. Olmecas: pueblo de agricultores que penetra en México h. 200-500 dC. Cultivo del maíz; cerámica y tejidos. Toltecas: h. 800 dC. se exti'enden por México. Son comerciantes y· agricultores; construyen palacios y templos; veneran a un dios (serpiente plumada) al que ofrecen sacrificios incruentos. Fundan Tollan, la capital. Conocen un cómputo del tiempo. Aztecas: formas evolucionadas de civilización (supe­riores a las de los toltecas, mixtecas, zapotecas, etc.). H. 1200: testimonios de la existencia de entidades

políticas aztecas de caracter tribal.

ROSA DE LOS VIENTOS

MAPAS

HISTORICOS

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AME RICA

1325 (?) Fundación de Tenochtidán (México), sede de la tribu principal. Su jefe Itzcoatl hace tributa­rias (h. 1430) a las demás tribus y organiza la Liga de las tres ciudades (Tenochtitlán-Tetzcoco-Tla­copán), estableciendo un régimen absolutista.

1502-1520 Moctezuma 11 amplía el reino .que, tras su asesinato, es dominado por HERN AN CORTES .

Religión. Del caos primitivo QUETZALCOAT L (dios blanco y barbudo; posiblemente de origen maya) hace surgir la tierra y el hombre. Tras enseñar las labores agrícolas y otras artes, desaparece; pero volverá para redimir a su pueblo. Otros dioses: MICTLA.NTECUH­

TLI (deidad de la muerte), TLALOC (deidad de la lluvia). Ofrecimiento de corazones humanos al sol (HU ITZILOPOCH TLI).

Cultura._ Escritura jeroglífica sobre piedra, piel o corteza de árbol. Calendario : año de 18 meses (de 20 días cada uno) y 5 días "sin nombre"; 52 años constituyen un "ciclo".- Arquitectura. Templos ornados con bajorrelieves; pirámides (pirámide del Sol, la mayor del mundo). Desarrollo de la urbanísti­ca. Sociedad. Organización en tribus, compuestas por 20 familias (estirpes) con 4 jefes elegidos. Clases: sacerdotes, nobles, libres, siervos, esclavos. Monoga­mia; igualdad de derechos de la mujer. Rigurosa educación de los jóvenes de ambos sexos. Prestación de servicio militar (base de la estructura militarista azteca). - Economía. La tierra pertenece a los grupos familiares. Construcción de vías de comunicación y puentes. Los comerciantes practican el trueque.

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ROSA DE LOS VIENTOS

~OlfO

('ultura.~ pr~<:olombi na..en Anu:rh:a C~ntral ha 1510

Imperio h1ca. 1460.1532

100 k . -

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Mayas.Tribus procedentes del sur dominan a pueblos ya asentados, y desarrollan una rica cultura neolítica. Ciudades-templo (Chichen-Itza, con pirámide y t~m­plo al dios K u K u LC A N). Cerámica, escultura, pintu­ra al fresco (Bonampak). Escritura jeroglífica. Conoci­miento de la astronomía y la aritmética (numeración con el valor cero). Calendario: Haab (360 días más 5), Tzolkin o ritual (260 días). - Popol Vuh ( = libro de Consejos, cosmogonía). ss. IV-VD Imperio Antiguo: ciudades-estado regidas

por dinastías. ss. IX-X Dominio tolteca,. tras el cual los mayas

-agotado el suelo por sus procedimientos rudi­mentarios de cultivo- emigran al Yucatán. Apogeo del.

s. V Nuevo Imperio: Liga de Mayapán (toltecas) para someter a las ciudades mayas. Levantamiento de 1436, para expulsar a los toltecas, y retomo de los mayas a Guatemala.

Culturas de América del Sur 1) Los portadores de la cultura correspondiente a los hallazgos más antiguos -esculturas de piedra y cerámica de Chavin (h. lOO dC.), Tiahuanaco y Recuay- son indios de las montañas. 2) Pueblos de la costa crean h. 500 dC. núcleos culturales cerca de Parazca-Nazca, así como la cultura de Chimú, que se extiende durante el s. XII. 3) El reino 'Inca de los Quechúa s. XIII: Fundación de la capital, Cuzco, por el primer

inca MANCO CAPAC.

1438-1531 Desarrollo y e~pansión del Imperio me­dian te conquistas iniciadas por el 9. 0 inca, P A­CHACUTIC .

H. 1470, destrucción del reino Chimú. 1471-1493 TUPAC YUPANQUI avanza nacía el sur. 1513 HUAYNA CAPAC somete la región de Quito. A

su muerte 1527-1532 luchas por la sucesión entre HUASCA R

(Cuzco) y A T AH U ALP'A (Quito). 1532 ATAHUALPA es apresado y muerto en Caja­

marca por FRANCISCO PIZARRO . Toma de Cuzco por los españoles (1533).

Religión. Al dios del sol, personificado en el Inca (soberano), son consagrados todos los templos y ofrecidos sacrificios animales . Veneración de deida­des locales sobre huacas (= túmulos de piedra).-Arte. Templos y fortalezas construidos con bloques de piedra (sin argamasa) . Estatuillas votivas; cerámica. Sociedad. Inexistencia de escritura ; utilización de quipus (=cuerdas de nudos, coloreadas) para la contabilidad y los mensajes . Absolutismo teocrático. Núcleo social constituído por el ayl/u (=clan o tribu). División del suelo: tierras del Inca, del templo, comunales. Colectivismo primitivo. Trabajo obligato­rio para la construcción de regadíos, edificios públicos y carreteras: obligación del Estado de alimentar a los súbditos. Desarrollo de las comunicaciones (10 mil kms. de carreteras con puentes , túneles y alber-

gues). Administración evolucionada. Núcleos urbanos importantes (ruinas de Machu Picchu). 4) Cultura Chibcha. Tribus del altiplano de Bogotá, sujetas a un rey-sacerdote. Gracias al comercio de la sal, la fruta y, sobre todo, del oro, dominan la región del río Magdalena. Entre 1536 y 1541 (QUESADA,

--. 237) caen bajo el dominio español.

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MAPAS y CRONOLOGIAS

DESCUBRIMIENTO

OCEANC

r ¡ ...

M tA

Antecedentes.Tras la fundación de colonias en Groen­landia por ERIK EL ROJO (d. 984), SU hijo LEIF

ERIKSON arriba a las costas de América del norte h. 1000 (= Vinland). El descubrimiento vik.ingo carece de consecuencias: a) por no haber prosperado un tipo de colonización permanente; b) por el rompimiento de las comunicaciones, h. 1400, entre Groenlandia y las tierras descubiertas.

Descubrimiento y. primera exploración de América El encarecimiento de los productos orientales y la inseguridad de las rutas .terrestres ulilizadas para su transporte (expansión turca -+ 217) acentúan la nece­sidad de una vía marítima hacia Oriente. El perfec­cionamiento de la cartografía y del transporte maríti­mo (brújula, carabela), así como la idea de la esfericidad de la Tierra (-+ 233) son las condiciones que permiten, teóricamente, realizar la empresa (irú­ciada por los portugueses -+ 233). Inducido por los estudios de PLINIO, MARCO POLO, PEDRO

O' AILL Y, TOSCA N ELLI, etc ., Cristóbal Colón (14S.1-1506] propone (1483) a Portugal alcanzar la India por el Atlántico . El plan es rechazado, y en

1485 Colón llega a España. Estabtece relación con el duque de Medinaceli, con los frailes (JuAN PE­

REZ, ANTONIO MARCHENA) de La Rábida (Huelva) y con los hem1anos PINZON y PEDRO

ALONSO NIÑO . Tras la 1486 primera entrevista con los reyes (Alcalá de

Henares), COLON logra el apoyo de LUIS DE

SANTANGEL. tesorero de la Santa Hermandad y contable de la Real Casa ; pero la Junta que estudia

ROSA DE LOS VIENTOS

el proyecto lo desecha. Nueva entrevista con los monarcas en Granada: las condiciones económicas y las prerrogativas que exige son finalmente aceptadas en ·las

17-4-1492 Capitulaciones de Santa Fé:. COLON obtie­ne los títulos vitalicios y hereditarios de Virrey, Almirante y Gobernador, con poderes jurisdiccio­nales sobre las tierras a descubrir ; se le adjudica el 1 O por ciento de las riquezas halladas.

3-8-1492 1.er viaje: salen de Palos (Huelva) las carabelas "Pinta", "Niña" y "Santa María" con unos 100 hombres (MARTIN ALONSO, VICEN­

TE Y AÑEZ PINZON, PEDRO ALONSO NIÑO,

JUAN DE LA COSA).

12-10-1492 Descubrimiento de la isla Guanahani (=San Salvador),Cuba (=.Juana) y Santo Domingo (=Española); en la última se funda el fuerte Navidad (primer establecimiento europeo en Amé­rica). COLON desembarca en Barcelona: entrevista con los reyes (abril 1493).

25-9-1493 2.0 viaje. Con instrucciones sobre la evangelización, comercio y colonización de las nuevas- tierras parten de Cádiz l 7 carabelas con 1500 hombres (JUAN DE LA COSA, ALFONSO

DE OJEDA, el P. BOIL). fundación de la primera ciudad (!sabela) entre las ruinas del fuerte Navi­dad, destruido por los indios. Viajes a Cuba (que e o LO N cree ser la India) y a Jamaica; retorno a La Española, donde el gobierno de COLON produ­ce descontento. Planteamiento del problema de la esclavitud indígena (v. infra). Desde la metrópoli se envía a La Española (oct. 1495) un represen­tante real; ·COLON entrega el gobierno a su hermano Bartolomé y regresa a España para

defenderse de las acusaciones que se le hacen. 1494 Tratado de Tordesillas (-+ 253). 30-5-1498 3.er viaje. Desde Sevilla y Sanlúcar (con 6

carabelas) por dos rutas: una hacia La Española, otra hacia el suroeste. Descubrimiento de Trinidad y de la desembocadura del Orinco; en agosto, arribada a distmtos puntos del continente ( ="tie­rra firme", que COLON sigue creyendo ser las Indias orientales). Tras su regreso a La Española, sublevaciones (ROLDAN) contra COLON. BOBA­

o 1 L LA llega ( 1500) con" plenos poderes y procesa a e o Lo N , que es enviado a España en calidad de preso: supresión de sus privilegios, salvo los títulos de Virrey y Almirante. NICOLAS DE OVAN.DO,

gobernador con amplios poderes judiciales, paci­fica la isla (1502).

1500 El portugués Pedro Alvares Cabral [ 1460-1526] descubre el Brasil al tiempo que VICENTE y.

PI N :¡¡,o N llega _a su costa nordeste y a las bocas del Amazonas.-El tnismo año JUAN DE LA COSA

traza el primer mapa de las tierras exploradas. 11-5-1502 4.0 viaje (Cádiz, con 4 ca~abelas). Renova­

ción de todos los privilegios colombinos, pero prohibición de dirigirse a La Española. Llegada a la costa centroaméricana (Honduras, Panamá).

1505-1508 Juntas de Toro y de Burgos (VESPUCIO,

VICENTE Y. PINZON): Se estudia la posibilidad de hallar un paso a través del continente que conduzca a las Indias orientales.

1508 Creación del puesto de Piloto Mayor, para el que es nombrado AMERICO VESPUCIO

(1451-15121

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ROSA DE LOS VI5NTOS

Viajes menores (1503-13). Mediante establecimiento de Compaflías comerciales y el apoyo fmanciero de la Corona o de algunos banqueros extranjeros, ALONSO DE OJEDA, VESPUCIO, PINZON, JUAN DE LA COSA, ALONSO NIÑO, etc., recorren desde el t3rasil hasta las grandes Antillas: Trinidad, Venezuela, Co­lombia, Panamá, bocas del Amazonas y el Ori­noco.-De los relatos de AMERICO VESPUCIO se desprende que las tierras descubiertas forman un nuevo continente, que MARTIN WAISDSEEMU­LLER ("Cosmographiae Introductio") propone se denomine America. 1513 VASCO NUÑEZ DE BALBOA cruza el istmo

de Panamá y descubre el Océano Pacífico. 1515 Expediciones de JUAN DIAZ SOLIS por )as

costas uruguayas y río de la Plata: búsqueda de un paso Pacífico-Atlántico; retroceso ante los indios.

Exploración del área norteamericana. En 1499 JuAN CABOTO busca (por encargo de la Corona inglesa) el paso marítimo para las Indias y desembarca en Terranova; en 1524 JUAN VERRAZANO (al servicio de Francia) arriba a las costas de Nueva Inglaterra; CARTIER lleg_a al Canadá (1534).-Expediciones y conquistas espai'lolas en la misma área: Yucatán (1508), Florida (1512), bocas del Missisipi (DOMIN ­GO DE SOTO, PEORO DE ALVARADO, JUAN VAZQUFZ CORONADO, AYLLON, GRIJALBA, PONCE DE LEON). En 1565 PEDRO MENENDEZ funda San Agustín, la ciudad más antigua de los actuales Estados Unidos. 1519-22 ¡_a circurmavegación de la Tierra. FERNAN­

DO DE MAGALLANES (h. 1480-1521), portu­gués al servicio de Castilla, alcanza por occidente las islas de las Especias. Uno de sus cinco navíos, el

··v1crona , a• manoo ae JUAN :>I:.HA:::. JJAN

EL e A N o, regresa a Sevilla tras una travesía de 1124 días . Queda probada la esfericidad de la tierra.

CONQUISTA

México. Hernán Cortés [ 1485-154 7] sale de Cuba en 1519 hacia Yucatán y funda Veracruz. Rompe con el gobernador de Cuba (organizador de la expedición) y se alía con los tlaxcaltecas (enemigos de los aztecas); tras la conquista del Anahuac, al frente de 400 soldados, 15 caballos, 6 piezas de artillería y sus aliados tlaxcaltecas, llega a Tenochtitlán (=ciudad de México), donde es bien recibido por M o cT E z u M A, que se reconoce vasallo del rey-de Castilla. Avisado de la presencia en Veracruz de tropas enviadas por el gobernador de Cuba para detenerle, e o R TES abando­na Tenochtitlán dejando a PED·RO DE ALVARADO como lugarteniente. 1520 Sublevación de Tenochtitlán ante la conducta

de los españoles (destrucción de imágenes, matan­zas en el templo). CORTES vuelve a Tenochtitlán y, tras la muerte de MOCTEZUMA, retira sus hombres , sitiados por los aztecas ("Noche Tris­te"). - Tras el posterior triunfo de coRTES y de sus al ida dos en Otumba (7-6-152"1 ),

31-8-1521 cerco y rendición de Tenochtitlán (tenaz defensa dirigida por CU A U HTEM OC). - COR TES , nombrado capitán general, somete todo el Imperio azteca. Expediciones a Yucatán y Honduras, que son anexionados a Nueva España ( = México). Implantación de una sólida organización adminis­trativa.-Llamado a España para rendir cuentas, CORTES muere en 1547.

Perú y Chile. Francisco Pizarro [ 14 76-1514 ], o 1 EGo DE ALMAGRO y HERNANDO LUQUE salen de Panamá en 1531. Fundan San Miguel y toman Tumbez. Aprovechando una guerra entre el inca ATAHUALPA y SU hermano HUASCAR (-+- 235) logran dominar el país. PIzA R Ro se apodera de A T AH u A LPA en Cajamarca, y lo manda ajusticiar. Tras la

~e3nfulísnupcr ín marí 3ndíco rcpcrtís

La primera carta de Cristóbal Colon an unciando el descubri ­miento fue pronta y sucesivamente publicada. Estos dibujos

f iguraban en la edición de Basilea (1494)

15-11-1533 toma de Cuzco, capital del Imperio, PIZ ARRO nombra nuevo inca a MANCO . Funda­ción de ciudades: Jauja (h. 1529), R10 de Bamba, Quito (1531) , Trujillo (1530) , Lima (1535). AL M A G Ro inicia la penetración en Chile .

1537-54 Guerras civiles entre los conquistadores, que se disputan el territorio. ALMAGRO es agarrotado por orden de PIZ~RRO (1538).

1540 Expedición de PEDRO DE VALDIVIA a Chile (=Nueva Extremadura): fundación de Santiago (1541), La Serena (1545), Concepción (1550), La Imperial (1551).-PIZARRO es asesinado por par­tidarios de ALMAGRO.

1542 ORELLANA cruza el continente por la vía fluvial Maraflón-Arnazonas.

1 543 Sublevación de los indios araucanos, dirigidos por CAUPOLICAN. VALDIVIA , derrotado en Tucapel (25-12-1553), muere tras ser aprisionado.

1557 CA UPO LICAN es ajusticiado.-La conquista de Chile ha sido costosa (el valor de los araucanos es cantado por ERCILLA en "La Araucana"). La ausencia de yacimientos mineros fomenta la colo­nización agrícola del territorio, que comprende 2ran parte del área chilena.

Río de la Plata. Las expediciones de sous (1515) por el Plata atraen el interés hacia aquella región . En 1535 PEDRO DE MENDOZA inicia Ja exploración del territorio y lleva a cabo la 1 536 ¡_a fundación de Buenos Aires. Obligados por

las malas condiciones del terreno, el hambre y el hostigamiento de los indios, MENDOZA y sus hombres abandonan la ciudad(refundada en 1 580 por Juan de Garay). Fundación de Asunción (IRALA, 1537).

El período de conquista puede considerarse termina­do h. 1560.

COLONIZACION

Colonización de América: ~mpresa reservada al reino de Castilla, que se incorpora las nuevas tierras en las Cortes de Valladolid de 1518. En general no será acometida por soldados regulares ni costeada por el erario público. Los conquistadores (segundones de la nobleza, ex-soldados o aventureros, que buscan fun­damentalmente poder y riqueza y contribuyen a la

expansión del catolicismo) reclutan por su cuenta las tropas, adquieren las armas y avituallan los navíos (semillas, útiles;. animales para la aclimatación). Los pobladores, a quienes se exige "limpieza de sangre': fundan ciudades, abren minas y caminos, someten y colonizan , extensas regiones.-Las Capitulaciones constituyen un título jurídico negociable (venta, permuta) que regula las relaciones entre la Corona y los exploradores. La Corona, escasa de recursos económicos, concede cartas de merced o licencias por las que se autoriza a explorar, conquistar y colonizar.

Organización de América. Se trasplantan las concepciones políticas, sociales y religiosas de la metrópoli, a menudo de tipo feudal. 1) Casa de Contratación (Sevilla, 1503). Almacén de mercancías destinadas o provenientes de América ;· oficina de navegación (concesión de permisos de embarco de mercancías y selección de hombres) ; centro de investigación geográfica y marítima, y de formación de pilotos ; tribunal comercial; caree( para condenados por delitos mercantiles. 2) Real y Supremo Consejo de Indias (Se~Jia, 1524). Competencia : todo cuanto se relaciona.·cón América (leyes y decretos administrativos, exacciones, orden público, tutela de indios, censura de libros) , incluidas ciertas materias eclesiásticas (exequator para docu­mentos papales). El Corisejo se constituye en tribunal de apelación para las sentencias emitiJas en Indias o por la Casa de Contratación . Envía visitadores ( =ins-p~::ctores) . · 3) Virreinatos. Las Indias quedan divididas en dos grandes demarcaciones (=Virreinatos): Perú y Nueva España. Los virreyes, nombrados por el rey a propues­ta del Consejo de Indias, sustituyen a los primeros Gobernadores y Adelantados. Tienen. grandes atribu­ciones: presidencia de la audiencia . virreina], vicepa­tronato en asuntos eclesiásticos, capitanías generales (mando militar), gobierno administrativo. Están sometidos al juicio de residencia y a las visitas (ordinarias y extraordinarias) de los jueces; al termino del mandato han de redactar una Memoria de Gobierno justificativa.-A) Virreinato de México o Nueva España. Constituido en 1534, comprende dos Audiencias: México (1527) y Guadalajara (1548).-0tros tribunales: Consulado (asuntos comerciale•'

Dra gón nornw>do

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Minería; A~ordada (bandi~aje); Inquisición (d. 1571).-B) Virreinato de Nueva Granada. Audiencia d. 1594. Virrehtato d. 1717 (desgajado delPerú).-C) Virreinato del Perú. Constituido en 1542; tribunal de · la Inquisición d. 1569. Posteriormente van desgaján­dose los territorios de Nueva Granada, Buenos Aires y las capitanías generales de Chile y Venezuela.-D) Virreinato de Buenos Aires. Constituido en 1778; Audiencia d. 1661 (suprimida poco después y restl!-­blecida en 1783). 4) Audiencias (semejantes a las chancillerías de Espa­ña). Son los tribunales de justicia.con competencia en lo civil y criminal; 'sus sentencias son apelables ante el Consejo de Indias. Entien"den también en los asuntos contenciosos de policía y gobernació!J que depend~n de los virreyes o capitales generales. . · S) Provincia Mayor. Está dirigida por el presidente de la. Audiencia (pretorial) y gobernador de la provincia. Tiene las mismas atribuciones del virrey, salvo la representación real. 6) Provincia Menor. Es un cinturón estratégico-militar independiente . La dirige. uil Gobernador que reparte tierras e indios, dicta ordenanzas, nombra cargos, posee jurisdicción civil y criminal. • 7) Capitanía general . D. el s. XVlll ciertos territorios de interés estratégico son transformados e"n capitanías generales independientes~ sólo subordinadas al virrey. 8) ·Municipios. En las ciudades importantes se cons­tituye Cabildo {==consejo de 4 a 12 ciudadanos, o regidores,que eligen alcalde): como tribunal entiende de lo civil y criminal en l. a instancia, y tiene además otras competencias: obras públicas, administración de bienes comunales, beneficencia, abastos . Posterior­mente alcalde mayor y corregidor son nombrados por el rey o el virrey; así, la originaria organización democrática de los muni~ipios desaparece (la Corona vende estos catgos; son adquiridos por la oligarquía local. a menudo a título vitalicio) .

9) Los dos virreinatos se· dividen en 4 ,arzobispados y 24 obispados.

Repartición de tierras e indios La titularidad del suelo y del subsuelo pertenece a la Corona. Pero el rey, mediante repartimientos otorga tierras a los conquistadores, quienes a su vez las distribuyen entre los pobladores. Posteriormente el ConseJo de Indias atribuye .tierras de merced o gracia ·a los pobladores (peonias para los peones; caballerzas: de doble extensión que las peonías, para los caballe­ros).-La esclavitud de los indios queda prohibida (Junta de teólogos de Burgos, 1512): los indígenas son considerados "vasallos libres" pero "rústicos", "miserables" y "dignos de protección". ~ distribu­ción de indios se hace por Encomiendas: el encomen~ dero percibe los frut9s del trabajo y jos tributos del indio encomendado, al que está obligado a instruir en lá religión· católica y a proteger· contra arbitrariedades. Para defensa de los encomendados se crea el cargo de correstdor de indios. . . Hay trabajo forzoso para l.os remeros de río ("boga") y para los buscadores de .perlas (negros) . Otra forma de trabajo forzoso es la mita, establecida ~n 1575: reclutamiento obligado y remunerado de indios váli­dos para el trabajo por tiempo determinado. Los mitayos son transferidos con fami.iia y enseres desde su residencia habitual al puesto de trabajo. Salarios

-extremadamente bajos; elevado ·índice de mortalidad; despoblamiento de zonas obligadas a la prestación de mitayos. FRAY BARTOLOME DE LAS CASAS (1474-1566) denuncia la situación de los indios en sus obras "Brevísima relación de la destrucción de las Indias" e "Historia General de las Indias". Para sustituir a los indígenas (diezmados y crecientemente protegidos por las leyes), 1 SOl Isabel La Católica autoriza la introducción de

esclavos negros en América. El· tráfico, iniciado en gran escala d. 1518, está en manos de alemanes, holandeses, portugueses e~ 233) e ingleses.

Cultura Fundación de Universidades: Santo Domingo ( 1538),

Lima (1551), México (1553) , Bogotá (1592), S. An­tonio Abad-Cuzco (1598) , Caracas (1 642). - Intro­ducción de la imprenta h. 1538.-Estudios étnicos, lingüísticos, botánicos : JOSE DE ACOSTA

(1539-1600), G. FERNANDEZ DE OVIEDO,

F; . HERNANDEZ, MENARDES. Tratados sobre len­guas indígenas con fines misionales.-Repre­sentaciones teatrales.-Auge de la arquitectura (con­ventos, iglesias , audiencias) .·

Economía Población. A mediados del .s. XVl hay unos 12 mili. de indígenas. Los nuevos pobladores no pasan de 1 00 mil hasta 1550 (d. 1560, proceso de aceleración): representan el 1,25 por ciento h. 1570.- Matrimonios rnix tos ( == mestizaje). -Agricultura. Adaptación de · animales domésticos . y aclimatación de productos agrícolas (cereales, vid , olivo, legumbres, arroz, fru­tas). Es particularmente importante la introducción de la caña de azúcar (Antillas). Industria. Escaso desarrollo, condicionado por el monopolio peninsu­lar.-La minería constituye la base · de ·la economía americana. Gran importancia de la extracción de metales preciosos. Las minas son propiedad de la Corona, que cede los dlrechos de explotación a los particulares a cambio de tasas y 1 /5 del metal producido. - Moneda. En un principio se practican los cambios en especie; d. 1535, creación de Casas de Moneda (peso-oro, doble real, vellón rico, etc.).-Co­mercio. Monopolio real; con c·oncesión de licencias a terceros. Queda reservado el tráfico a Sevilla y Cádiz.

ROSA DE LOS VIENTOS

Consecuencias del descubrimiento Se desplaza el centro de gravedad económico desde los mares internos europeos al océano Atlántico. Incremento del comercio mundial y desarrollo de la agricultura (importación de los nuevos productos coloni~s: patatas, maíz, tabaco), que contribuirá al posterior crecimiento demográfico europeo.-La mayor demanda de dinero favorece el desarrollo capitalista y tiene repercusiones políticas. Fuerte alza de precios por la afluencia de oro; revalorización de los bienes inmuebles.- Políticamente, creciente importancia de los estados ribereilos de la Europa occidental frente a los de la Europa central: España y Portugal se convierten en grandes potencias. Desplazamiento de pueblos, fusión de razas. Expan­sión del catolicismo. Comienza el proceso de europeización del mundo, que se acelerará en el s. XVII.

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1 ROSA DE LOS VIENTOS

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Consiste en un círculo que tiene marcado a su alrededor los 32 principales rumbos en que se divide la vuelta del horizonte. En la antigüedad sólo se tenían en cuenta ocho direcciones de vientos derivadas de los cuatro puntos llamados cardina~ les: Norte, Sur, Este y Oeste, y los cuatro interme~ dios equidistantes, que son Nordeste, Noroeste, Sudeste y Suroeste. Los primeros se representan con las letras N., S., E., O., y los segundos, con NE,NO., SE., SO.

Comprendiendo, con el tiempo, que estas referen­cias eran insuficientes, se intercalaron otras ocho direcciones, equidistantes de las anteriores, las cuales tomaron el nombre de las dos entre las que se hallaban comprendidas. Así se denominaron: Nornordeste (NNE}, Sursudeste (SSE), ETC. ,Con posterioridad se introdujeron otros dieciséis rum­bos, uno entre cada dos, que recibieron el nombre de la dirección más próxima de las ocho primeras, añadiendo la indicación de que se acerca un cuarto a la inmediata. Por tanto, se dice: Norte cuarta al Nordeste (N l/4 NE), Suroeste cuarta al Oeste (SO 114 0). Con ello se formaron los citados 32 rumbos actuales, que pueden ampliarse hasta 64 si se desea.

Los puntos Norte, Sur, Este y Oeste están en los extremos de dos diámetros perpendiculares que determinan cuatro cuadrantes, denominados pri~ mero, segundo, tercero y cuarto. El primero es el del N. al E.; el segundo, el del S. al E.; el tercero, del S. al O.; y el cuarto, del N. al O. Cada uno de los cuadrantes va dividido en 90 grados. La rosa de los vientos puede ir unida a una aguja o a un sistema de agujas imantadas para formar la parte

móvil de los compases náuticos, brújulas o agujas de marear.

La aparición de nuevos instrumentos náuticos y el perfeccionamiento de otros ya existentes sirvió para asegurar una mejor navegación y constatar muchas de las aseveraciones geográficas teóricas, escritas en tratados y que· pudieron ser demostra­das con la práctica. La brújula prestó un gran servicio a los marineros. Los modelos fueron mejorando desde el primitivo, consistente en un trozo de metal imantado inserto en un pedazo de madera que flotaba en un recipiente con agua (la llamada brújula de flotador), a unos más comple­jos, compuestos por un alambre de hierro, igual­mente imantado, que podía girar sobre un círculo de cartón donde iban representados los rumbos o vientos principales. Todo el conjunto se guardaba en una caja para su seguridad. Dado que la aguja perdía magnetismo, el piloto de una nave precisa­ba disponer de un imán a bordo para devolverle su actividad. ,

Una de las primeras enseñanzas para los aprendi­ces y grumetes era distinguir el rumbo de la em­barcación a través de la dirección que indicaba la aguja de marear. En cada buque había varias brúju­las; una al menos era para el timonel y otra para el oficial encargado de señalar el rumbo. Este instru­mento merecía una especial protección de las inclemencias del tiempo y de los embates del mar; al mismo tiempo, el piloto no podía perderla de \:'ista y así, por la noche, se colocaba un farol cerca de ella. Desde los primeros años del siglo XVI se empleaban amortiguadores para nivelar las agujas náuticas y evitar los efectos del balanceo del barco.

Lltografia LOPEZ, S. de R. L.