roN MOTIVO DEL ENSAYO EL PUENTE DE LAS...

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© Del documento, los autores. Digitalización realizada por ULPGC. Biblioteca Universitaria, 2008 ; . I Núm. 33 NI Ñ E.Z ... Manuell'v1artín de los Ríos las activas gestiones que ha reali- zado para la rápida tramitación de este proyecto. Oportunamente daremos a conocer en estas columnas la trascendente significación que tiene para nuestra isla la eje- cució:,: de tan importantes obras. ' Por noticias particulares sa- bemos que varios entusiastas del deporte de la -vela», Qui- (Pasa a la otra página) Atardece. El sol agoniza tras los Ajaches y sus últimos rayos ensalJgrientan la tarde. Mar quieto. Quietud de la na- ttlraleza y del espíritu. Es do- mingo. HombreS de fiesta y . fiesta del día que engalana su faz con múltiples colores. Si- lencio. Silencio de hombres. Gritos de nrnos. De niños que corretean por el muelle. Que juegan', ríen y lloran. Reoo- 1'1'0 todas las escalas de la in- fancia. El bebé que pasea en regazo o en carricoche en po- sición impensante. El niño; que balbueea; que habla asom- brándose de sus palabras; que juega sólo e inventa. sus jue- I gos Los que corren se agru- pan; forman sociedad; se orga- nizan y se vislumbra el Jefe. La risa la tónica de estos juegos. Bisa sin prejuicios. No es irónioa; ni cínica; ni. triste: es la verdadera risa. Todos visten bien, casi con lujo; pei- nados; blancos de limpieza. Existe una casi igualdad de vestimenta. A.llá tras el kiosco se aso- man dos cabezas y otean el juego. Deseo bren sus cuerpos y ha-sta sus pies. No tienen zapatos. Limpios; risueños; y modestamente vestidos. Se acercan. Llegan al coro. Es- peran invitación Mucho espe- rar. Se deciden y se in corpo- ran ApriSiOnan manecitas y juegan. De repente sin orden alguna cesa el juego. Sola- mente una voz 0ántaj la del bebé que quiere aprender. Se apagaron las risas. Caras hos- cas; viejas. Aquellas dos ca- bezas vuelven a otear desde el kiosoo. Lapso de tiempo. Nue- coro. Nuevos cantos. Se fué el sol. Se fué la ale- gría. Vino la noche. La oscu- ridad abogó los cantos infan- tiles. Aquellas dos cabezás del kiosco desaparecen; ya no las veo. Pero que irán tristes, acongojadas y unidas por la mano 1 .llorando el desprecio. ,YALDO '''''._--------¡ Noticias locales Respecto a la noticia publi- \:ada en nuestro número ante- rior referente a la aprobación técnica en Madrid del'proyec- to de Abastecimiento de Aguas de esta población (1.800.000 ptas) hoy podemos adelantar a nuestro lectores que dicho pro- yecto ha sido ya aprobado de- finitivamentE! según nos comu- nica el Secretario del CabHdo Insular don José Diaz Santan=t. La obras serán sacadas a su- basta próximamente para en seguida comenzar los trabajos. Agradecemos al Sr. Ingenie- ro-Jefe de Obras Públicas don la Armería, donde todavía quiero escuchar el ronco do- londón del tenso parche y las claras y agudas notas de clari- nes y trompetas del relevo de la gU6fdia. Dragones, corace- ros, húsares de Ja Reina, po- nen la viva nota de SU!l llama- tivos trajes en el maroo de la tarde. Llego después de este peregrinar hasla la balaustra- da abierta sobre el Campo del Moro; mientras allá, en el fon- do, se contempla aún con sus peladuras la Casa de Campo Recostado en el barandal dejo volar la fantasía; miro abajo las ayer cuidadas alame- das, senderos de amor holla- dos por chapines que ence- rraban el lindo pie de una in- fantica traviesa, mientras tro- vado: e'(:o cortesano de!'grana en su oído, prohibidos madri- gales. Y más allá. una linda azafata de la Reina, cruza ve- loz una senda qua la llevará hasta una encubier- ta puerta, empotrada en la ta- pia exterior par a abrir á 1 amante que espera cruzar la tupida yedra, que como tapiz de amor la disimula. Cortesa- nos de almidonadas gorgueras conspiran como único ent.rete- nimiento sentados bajo un &.lto ciprés, mudo guardián del parque. Pero el sol, bajo una loma de la Casa de Campo, esconde su rubicunda faz y las som bras le devuel ven al paisaje su es- tática inmovilidad a lo que yo, . como el travieso Puck,di vida y calor Los senderos y a.lame- das se ocultan bajo una vege- tación espontánea y Los personajes vuelvec a ser sombras en las sombras. Los sones de clarines y taro bares se apagan en la tarde y la ye- dra es una mancha obscura en el fondo blaneo de la tapia, mientras yo paso a ser una sombra, un número, que se mueve en el trajin cosmopoli- ta de la ciudad. -Madrid, 1946' PUCK MISCELANEAS ARREClFE DE LANZAROTE 13 DE AGOSTO DE 1946 ....- .. .--- --.- .--.- - . @t'ft°r}es ") - -- SEMANARIO DE.PORTIVO, LITERARIO y ARTlsTICO DE LANZAROTE. PRECIO: PTAS. 0'50 REDACCIÓN YADMINISTRACiÓN: CABRERA TAVío, 4 :-: TALLERES: TIPOGRAFíA MINERVA JOSÉ ANTONIO, 19 CASA VASCA (Avenida del Generalísimo, 10.- Teléfono 56) H a reanudado sus servicios de restaurante a "cargo de su nuevo dueño don fosé Morín Paz. Excelente cocina. Precios mód icos \ roN MOTIVO DEL ENSAYO EL PUENTE DE LAS BOLAS DE FIDEl ROCA Cuando apareció en la columnas de PRONOSTICOS el ;nsayo de F.idel Rooa¡ .El verde», aun bajo la grata de las 00n trucc,ones rítmicas del reverso, pen- -se que aqli el trabaJo no podía ser escrito sino por una pluma . bastante avezada y experta N° haber leído nada que me gtl·tara tanto, y larO"o rato estuvB envuello en una v,;r- da.dexa lluvia. ¿Oómo es posible-me decía. un penoLÍlCO pequeño, ba.lbuciente aún, en un pequeño de se haya publioado un trabajo de tanta en- Jun Iterarla y poética? El autor era desconocido. Fidel Ro- ca... ¿q n ara, q uiéu En Arrecife no había. no hay nin- guna persona de ese nombre y apellido. CercioradQ de que se trateba de un pseudonimo, pensé entonoes en la casualidad. Lo más era que ensayo lleno de poesía suave y fuer- te, de guas. y. ?on trucCIOnes esencialmente ih,'minadas por una profunda VlSlOn de la realidad en un solo 00101' n:era obra del a.za,r y la casualidad. ' Este ensayo de Fidel Rooa, «El verde-, publicado en el nú- mero 13 de PRONOSTIOOS, fué y aúu sigue siendo en mi con- cepto una verdadera revelación de las letras localetl isleñas. El E·' y sutil, tan delicado y significativo eu la mú- VO eae Ion IUca. de mIl colores en un solo color' mÚ>ólica v belleza de la na- 1i11l'&lez.e: y buena; hierbas',' flores, ' nidos .., toda la las cosas al mágico conjuro evoca.ClOfi poetl.ca de un mundo heoho para el cariño y el amor de mis sueños tejidos al momento; Vida les brujo sentimiento de todas las cosa1> que nacen y son creadas... _ si del que canta'el sentimiento es pUfO. ... Verdes campos, verdes mieses, promesas a las eras '. Verde piedra La rosa por ser flor, se hace mujer; que fulgura y llama a los verdes ojos de la bella dama ... Verde hojarasca late con fuerza un corazón de piedra; trama de nido ... embriaguez del verdor. Aromas de menta que a la tapiz de triunfo, en la pared, la hiedra vida presentas tu verde licor. los hace an i paTecer. El reverso, de giros recios y frases fuertes y sonoras, va pro- y asr el paisaje que, 8 mi vista, fria yectando la película looa de la. humanidad en su eterna trage- Y muerto se prEsenta en su aridez, dia. de dolor y miseria '.. lo animo con amor, con nuevo brío, . y muerte. Nada quedá vivo, todo yace inerte. La amplia Sl1- y apura su beilaza mtavidez. perflcle de los mares se liñe de aceites y en los avatares áel luchar muy Asr al darle la vida y la armonfa duro sucumben los templos, calcínanse llltares... Y en los ;campos me ofrendan 8 mis pies su PDESIA. del llano a la cumbre, yacen cuerpos verdes por la podredumbre. La ciudad moderna, con s-qs Convencido de qUfil la casualidad o azar veLía aser el verda- mil ruidos, pone a prueba dero autor de tan enjundioso ensayo, y más convencido toda- nuestros débiles nervios. Un Tía de que el tal señor Roca por los días de su vidA. no volve: día de esos, una de esas tardes ría. a escribir nada igualo parecido, 801 Martes siguien- en que el sofocante calor viene Ul. Efectivamente el nombre de Fidel Roca no apareció_ en el adeseqoilibrarnostodavíamás, numero 14 de PRONOSTICOS. Pero al otro en cuanto hiciéronme encaminar los pa- cogí el periódico lo primero que salto a mi vista fué .. El agua sos sin ruta fija hacia un lugar &qub, ensayo, por Fidel Roca; una verdadera joya literaria en donde la paz, rein,ando, me die- 8U género; de tanto valor y quizá de mayor atrevimiento artís- ra un poco de calma con que tico'que el anterior. Y después,para rematar, el más delicado de mitigar la fatigay la agitación ">dos, todo inocencia. y belleza: cLa margarita, publicado en de nuestra época. .1 número 21 .... Cruzando ls. calle deArenal, .•.La bella margarita, fa flor de tallo esbelto. de áurea cabecita. pren- dejé muy pronto atrás la esta- dida en cuello inciertQ la gola blanca de breye Colombina. Flor, toda de tua pequeñita y llena de gra- dulce quietud y modestia, sin aroma, sin espina. Marca del camino y orá- . el 1 . 1 1 culo adiyjno, alegre sencillez de la campiña. Flor mágica, siempre mujer cla e a rema sabe, reina y siempre niña... ¡Cuántas rutas inciertas se buscan en la bella margarita! manola por su pueblo, ¡Qué cosas tan grandes la adolescencia pide a una flor tan chiquita!_. víctima propiciatoria de UD si- Yen numeros sucesivos, varios ensayos más: .Barquito ala glo de intIjgas, tantas veces parte., cAlas blancas-, cLa brisalanzaroteña',etc. Yporúl- bajada y vuelta a poner en su timo, el que apareció en el número anterior: El Puente de las sencillo pedestal. También Bolas». Es este quizá el más logrado del autor. Un triplevalm' quedó atrás la Opera, ma.ciza lo informa, o sea, desde tres planos diferentes abarca Fidel m e qUG un incendio hizo en- Roca una. clara y precisa estampa de Arrecife. Es este ensayo dec.er y que corrientes sub- 1.. concepción histórico-filosófico-poética de Arrecife. Son tres erráneas minan sus cimientos rasgos, tres momentos de la vida popular arrecifeña .... I día a día, como si quisieran .. .Pétreo cúmulo bifurcado de esféricos remates y crepitante paralitico que nÍngUJ..Ia voz de nuevO se rastrillo que del tiempo y del mar resistes los embates y sigues siendo eleve en su ámbito después de guardián fiel del vetusto Casti!Jo. A tus pies. al igual que las aguas eu haber escuchado la Melodiosa mansa corriente, va pasando la vida de Arrecife y, latente en ti quedan de Gayarre y ser allá en.-&u prendidas todas las edades y travesuras. de infancias ya idas.... escondida veta desconsolada Tolios los hijos de Arrecife, todos los que hemos nacide en N espectadora dE> su tragedia,gue Arrecife, tenemos algo que el viejo Puente no's guarda o ca- hoy lloran gota a sobre be duda que el Puente de las Bolas da a nuestra Ciudad un los viejos cimientos el dolor de Talor y un sabor esencialm.entetradioional y poético; la luz de 'd su partl a Cruzo 1 uego los hoy la luna reflejada en las aguas, al atravesar bajo sus arcos, ha- modernísimos jardines de la cen creer en una mitología arrecifeña; parece como si algo eter- Plaza de Oriente, donde las 110 envolviera. sus toscas pi.edras, cde cantos sin aristas ya por risas infantiles y las alegres la erosión». campanillas de un carrillo tira- Nos dice el señor Roca en este ensayo, algo en lo que por lo do por un simpático borriqui- menos yo no había reparado. Dice: to, Donen una nota de infantil Todas las mañanas Y al apuntar el dia, entre la lozania áe una aurora alegOría hasta en las desnariga- marina, Puente de las Bolas. saludas a tu antigua vieja torre vecina y por sobre ¡as casas que dan a la Marina, tus bolas reflejan el primer rayo das estatuas de estos reyes que de so] para que, como símbolo fraterno de amor, todas las mañanas les la adornan, fantasmas tráns- lleven tus saludos a sus claras campanas,.. fugas, construidos para ser co- y es verdad: parece como si al amanecer el puente telegra- locados en la azotea dePalacio, fiara a la torre la llegada del nuevo día; las bolas; con el pri- y que no pudo ser por no po- mer rayo del sol, hacen juegos de espejo; y nuestra. torre pa- del' resistir el frágil edificio el rece como si recogiera el mensaje y entonoes campanaS:, p.esede tanta gloria; y hoy, esbeltos y claros sonidos, hicieran saber a la Ciudad aun dor- desperdigados por mil sitios, mida}a hora de una nueva. jornada., escondidos entre las frondas Sirvan est-aslíneas de respeto, admiración. y gratitud al delRetiro,sedescubrendevez más fiel y constante colaborador de PRONOSTICOS: Fidel' en cuando sus graníticas figu- Roca., gracias a quien podemos enorgullecernos de nuesb.-a ras. Parece que al mirarlas,con pequeña prensa local. . MELQUIA.DES una mueca de risa en loslabios recobran vida y me dicen:- InÍrame bien; el tiempo pudo al granito en que me copiaron, pero no pudo con mi fama.-Y volvieron a enmudecer de nuevo. Prontolo dejé atrás tambien, para entrar por un amplio por- talón a la espaciosa Plaza de

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Núm. 33

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Manuell'v1artín de los Ríos lasactivas gestiones que ha reali­zado para la rápida tramitaciónde este proyecto.

Oportunamente daremos aconocer en estas columnas latrascendente significación quetiene para nuestra isla la eje­cució:,: de tan importantesobras. '

Por noticias particulares sa­bemos que varios entusiastasdel deporte de la -vela», Qui­

(Pasa a la otra página)

Atardece. El sol agonizatras los Ajaches y sus últimosrayos ensalJgrientan la tarde.Mar quieto. Quietud de la na­ttlraleza y del espíritu. Es do­mingo. HombreS de fiesta y

. fiesta del día que engalana sufaz con múltiples colores. Si­lencio. Silencio de hombres.Gritos de nrnos. De niños quecorretean por el muelle. Quejuegan', ríen y lloran. Reoo­1'1'0 todas las escalas de la in­fancia. El bebé que pasea enregazo o en carricoche en po­sición impensante. El niño;que balbueea; que habla asom­brándose de sus palabras; quejuega sólo e inventa. sus jue-

Igos Los que corren se agru­pan; forman sociedad; se orga­nizan y se vislumbra el Jefe.La risa ~s la tónica de estosjuegos. Bisa sin prejuicios. Noes irónioa; ni cínica; ni. triste:es la verdadera risa. Todosvisten bien, casi con lujo; pei­nados; blancos de limpieza.Existe una casi igualdad devestimenta.

A.llá tras el kiosco se aso­man dos cabezas y otean eljuego. Deseobren sus cuerposy ha-sta sus pies. No tienenzapatos. Limpios; risueños; ymodestamente vestidos. Seacercan. Llegan al coro. Es­peran invitación Mucho espe­rar. Se deciden y se in corpo­ran ApriSiOnan manecitas yjuegan. De repente sin ordenalguna cesa el juego. Sola­mente una voz 0ántaj la delbebé que quiere aprender. Seapagaron las risas. Caras hos­cas; viejas. Aquellas dos ca­bezas vuelven a otear desde elkiosoo. Lapso de tiempo. Nue­vó coro. Nuevos cantos.

Se fué el sol. Se fué la ale­gría. Vino la noche. La oscu­ridad abogó los cantos infan­tiles. Aquellas dos cabezás delkiosco desaparecen; ya no lasveo. Pero sé que irán tristes,acongojadas y unidas por lamano 1 .llorando el desprecio.

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Noticias localesRespecto a la noticia publi­

\:ada en nuestro número ante­rior referente a la aprobacióntécnica en Madrid del'proyec­to de Abastecimiento de Aguasde esta población (1.800.000ptas) hoy podemos adelantar anuestro lectores que dicho pro­yecto ha sido ya aprobado de­finitivamentE! según nos comu­nica el Secretario del CabHdoInsular don José Diaz Santan=t.La obras serán sacadas a su­basta próximamente para enseguida comenzar los trabajos.

Agradecemos al Sr. Ingenie­ro-Jefe de Obras Públicas don

la Armería, donde todavíaquiero escuchar el ronco do­londón del tenso parche y lasclaras y agudas notas de clari­nes y trompetas del relevo dela gU6fdia. Dragones, corace­ros, húsares de Ja Reina, po­nen la viva nota de SU!l llama­tivos trajes en el maroo de latarde. Llego después de esteperegrinar hasla la balaustra­da abierta sobre el Campo delMoro; mientras allá, en el fon­do, se contempla aún con suspeladuras la Casa de Campo

Recostado en el barandaldejo volar la fantasía; miroabajo las ayer cuidadas alame­das, senderos de amor holla­dos por chapines que ence­rraban el lindo pie de una in­fantica traviesa, mientras tro­vado: e'(:o cortesano de!'granaen su oído, prohibidos madri­gales. Y más allá. ~ una lindaazafata de la Reina, cruza ve­loz una e~condida senda quala llevará hasta una encubier­ta puerta, empotrada en la ta­pia exterior par a abrir á 1amante que espera cruzar latupida yedra, que como tapizde amor la disimula. Cortesa­nos de almidonadas gorguerasconspiran como único ent.rete­nimiento sentados bajo un &.ltociprés, mudo guardián delparque.

Pero el sol, bajo una lomade la Casa de Campo, escondesu rubicunda faz y las sombrasle devuel ven al paisaje su es­tática inmovilidad a lo que yo, .como el travieso Puck,di viday calor Los senderos y a.lame­das se ocultan bajo una vege­tación espontánea y s~.Jvaje.

Los personajes vuelvec a sersombras en las sombras. Lossones de clarines y taro baresse apagan en la tarde y la ye­dra es una mancha obscura enel fondo blaneo de la tapia,mientras yo paso a ser unasombra, un número, que semueve en el trajin cosmopoli­ta de la ciudad. -Madrid, 1946'

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MISCELANEAS

ARREClFE DE LANZAROTE 13 DE AGOSTO DE 1946

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SEMANARIO DE.PORTIVO, LITERARIO y ARTlsTICO DE LANZAROTE. PRECIO: PTAS. 0'50

REDACCIÓN YADMINISTRACiÓN: CABRERA TAVío, 4 :-: TALLERES: TIPOGRAFíA MINERVA JOSÉ ANTONIO, 19

A~O

CASA VASCA(Avenida del Generalísimo, 10.- Teléfono 56)

Ha reanudado sus servicios de restaurante a"cargo de su nuevo dueño don fosé Morín Paz.Excelente cocina. Precios mód icos \

roN MOTIVO DEL ENSAYOEL PUENTE DE LAS BOLAS

DE FIDEl ROCACuando apareció en la columnas de PRONOSTICOS el

priDle~ ;nsayo de F.idel Rooa¡ .El verde», aun bajo la grata8~gestlon de las re~la 00n trucc,ones rítmicas del reverso, pen­-se que aqliel trabaJo no podía ser escrito sino por una pluma

. bastante avezada y experta N° re~ordaba haber leído nadaque me gtl·tara tanto, y larO"o rato estuvB envuello en una v,;r­da.dexa lluvia. ~~ l~gares co~unes. ¿Oómo es posible-me decía.-qu~.e~ un penoLÍlCO pequeño, ba.lbuciente aún, en un pequeñoperI(~dlC? de ~ueblo se haya publioado un trabajo de tanta en­Jun Iterarla y poética? El autor era desconocido. Fidel Ro­ca... ¿q n ara, q uiéu e~? En Arrecife no había. no hay nin­guna persona de ese nombre y apellido. CercioradQ de que setrateba de un pseudonimo, pensé entonoes en la casualidad. Lomás nat~ral era que aq~el ensayo lleno de poesía suave y fuer­te, de guas. y. ?on trucCIOnes esencialmente ih,'minadas por unaprofunda VlSlOn de la realidad en un solo 00101' n:era obra dela.za,r y la casualidad. '

Este ensayo de Fidel Rooa, «El verde-, publicado en el nú­mero 13 de PRONOSTIOOS, fué y aúu sigue siendo en mi con-cepto una verdadera revelación de las letras localetl isleñas. El E·'a~verso, ~erte y sutil, tan delicado y significativo eu la mú- V O ea e IonIUca. de mIl colores en un solo color' mÚ>ólica v belleza de la na-1i11l'&lez.e: inoo~~te y buena; hierbas',' flores, ' nidos .. , toda la Viv~n las cosas al mágico conjuroevoca.ClOfi poetl.ca de un mundo heoho para el cariño y el amor de mis sueños tejidos al momento;Vida les da~el brujo sentimientode todas las cosa1> que nacen y son creadas... _ si del que canta'el sentimiento es pUfO.

... Verdes campos, verdes mieses, promesas a las eras '. Verde piedra La rosa por ser flor, se hace mujer;que fulgura y llama a los verdes ojos de la bella dama... Verde hojarasca late con fuerza un corazón de piedra;~tre trama de nido... embriaguez del verdor. Aromas de menta que a la tapiz de triunfo, en la pared, la hiedravida presentas tu verde licor. los hace an i ~onjuro paTecer.

El reverso, de giros recios y frases fuertes y sonoras, va pro- y asr el paisaje que, 8 mi vista, friayectando la película looa de la. humanidad en su eterna trage- Ymuerto se prEsenta en su aridez,dia. de dolor y miseria '.. lo animo con amor, con nuevo brío,

.:.~oledad y muerte. Nada quedá vivo, todo yace inerte. La amplia Sl1- y apura su beilaza mtavidez.perflcle de los mares se liñe de aceites y en los avatares áel luchar muy Asr al darle la vida y la armonfaduro sucumben los templos, calcínanse llltares... Y en los ;campos tristes~ me ofrendan 8 mis pies su PDESIA.del llano a la cumbre, yacen cuerpos verdes por la podredumbre. La ciudad moderna, con s-qs

Convencido de qUfil la casualidad o azar veLía aser el verda- mil ruidos, pone a pruebadero autor de tan enjundioso ensayo, y más convencido toda- nuestros débiles nervios. UnTía de que el tal señor Roca por los días de su vidA. no volve: día de esos, una de esas tardesría. a escribir nada igualo parecido, e~eré 801 Martes siguien- en que el sofocante calor vieneUl. Efectivamente el nombre de Fidel Roca no apareció_ en el adeseqoilibrarnostodavíamás,numero 14 de PRONOSTICOS. Pero al otro Mart~s, en cuanto hiciéronme encaminar los pa­cogí el periódico lo primero que salto a mi vista fué ..El agua sos sin ruta fija hacia un lugar&qub, ensayo, por Fidel Roca; una verdadera joya literaria en donde la paz, rein,ando, me die­8U género; de tanto valor y quizá de mayor atrevimiento artís- ra un poco de calma con quetico'que el anterior. Y después,para rematar, el más delicado de mitigar la fatigay la agitación">dos, todo inocencia. y belleza: cLa margarita, publicado en de nuestra época..1 número 21.... Cruzando ls. calle deArenal,

.•.La bella margarita, fa flor de tallo esbelto. de áurea cabecita. pren- dejé muy pronto atrás la esta­dida en cuello inciertQ la gola blanca de breye Colombina. Flor, toda de tua pequeñita y llena de gra-dulce quietud y modestia, sin aroma, sin espina. Marca del camino y orá- . el 1 . 1 1culo adiyjno, alegre sencillez de la campiña. Flor mágica, siempre mujer cla e a rema sabe, reinay siempre niña... ¡Cuántas rutas inciertas se buscan en la bella margarita! manola amad~ por su pueblo,¡Qué cosas tan grandes la adolescencia pide a una flor tan chiquita!_. víctima propiciatoria de UD si-

Yen numeros sucesivos, varios ensayos más: .Barquito ala glo de intIjgas, tantas vecesparte., cAlas blancas-, cLa brisalanzaroteña',etc. Yporúl- bajada y vuelta a poner en sutimo, el que apareció en el número anterior: •El Puente de las sencillo pedestal. TambiénBolas». Es este quizá el más logrado del autor. Un triplevalm' quedó atrás la Opera, ma.cizalo informa, o sea, desde tres planos diferentes abarca Fidel m e qUG un incendio hizo en-Roca una. clara y precisa estampa de Arrecife. Es este ensayo dec.er y que corrientes sub-1.. concepción histórico-filosófico-poética de Arrecife. Son tres erráneas minan sus cimientosrasgos, tres momentos de la vida popular arrecifeña.... • I día a día, como si quisieran

...Pétreo cúmulo bifurcado de esféricos remates y crepitante paralitico que nÍngUJ..Ia voz de nuevO serastrillo que del tiempo y del mar resistes los embates y sigues siendo eleve en su ámbito después deguardián fiel del vetusto Casti!Jo. A tus pies. al igual que las aguas eu haber escuchado la Melodiosamansa corriente, va pasando la vida de Arrecife y, latente en ti quedan de Gayarre y ser allá en.-&uprendidas todas las edades y travesuras. de infancias ya idas.... ~ escondida veta desconsolada

Tolios los hijos de Arrecife, todos los que hemos nacide enN espectadora dE> su tragedia,gueArrecife, tenemos algo que el viejo Puente no's guarda o ca- hoy lloran gota a go~a sobrebe duda que el Puente de las Bolas da a nuestra Ciudad un los viejos cimientos el dolor deTalor y un sabor esencialm.entetradioional y poético; la luz de 'dsu partl a Cruzo 1uego los hoyla luna reflejada en las aguas, al atravesar bajo sus arcos, ha- modernísimos jardines de lacen creer en una mitología arrecifeña; parece como si algo eter- Plaza de Oriente, donde las110 envolviera. sus toscas pi.edras, cde cantos sin aristas ya por risas infantiles y las alegresla erosión». campanillas de un carrillotira-

Nos dice el señor Roca en este ensayo, algo en lo que por lo do por un simpático borriqui-menos yo no había reparado. Dice: to, Donen una nota de infantil

Todas las mañanas Y al apuntar el dia, entre la lozania áe una aurora alegOría hasta en las desnariga­marina, tú Puente de las Bolas. saludas a tu antigua vieja torre vecina ypor sobre ¡as casas que dan a la Marina, tus bolas reflejan el primer rayo das estatuas de estos reyes quede so] para que, como símbolo fraterno de amor, todas las mañanas les la adornan, fantasmas tráns­lleven tus saludos a sus claras campanas,.. fugas, construidos para ser co-

y es verdad: parece como si al amanecer el puente telegra- locados en la azotea dePalacio,fiara a la torre la llegada del nuevo día; las bolas; con el pri- y que no pudo ser por no po­mer rayo del sol, hacen juegos de espejo; y nuestra. torre pa- del' resistir el frágil edificio elrece como si recogiera el mensaje y entonoes s~s campanaS:,~.: p.esede tanta gloria; y hoy,esbeltos y claros sonidos, hicieran saber a la Ciudad aun dor- desperdigados por mil sitios,mida}a hora de una nueva. jornada., escondidos entre las frondas

Sirvan est-aslíneas de respeto, admiración. y gratitud al delRetiro,sedescubrendevezmás fiel y constante colaborador de PRONOSTICOS: Fidel' en cuando sus graníticas figu­Roca., gracias a quien podemos enorgullecernos de nuesb.-a ras. Parece que al mirarlas,conpequeña prensa local. . MELQUIA.DES una mueca de risa en los labios

recobran vida y me dicen:­InÍrame bien; el tiempo pudoal granito en que me copiaron,pero no pudo con mi fama.-Yvolvieron a enmudecer denuevo.

Prontolo dejé atrás tambien,para entrar por un amplio por­talón a la espaciosa Plaza de