Ensayo sobre la imagen

Roma Imperial

Los avances de la técnica conforme a la necesidad

en función de perdurar

Alvariñas, Melisa

Diseño de interiores

0107054

Taller de reflexión artística II

Prof. Ferrari, Carla

2020 – 2do cuatrimestre

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Índice

Resumen …………………………………………………………………………...…… Página 2

Palabras clave ……………………………………………….……………...…………. Página 2

Desarrollo ………………………………………………………………………...… Página 3 a 9

Bibliografía……………………………………………………………………………. Página 10

Anexo……………………………………………………..………………………. Página 11 a 12

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Resumen

El imperio Romano comprende desde el 29 a.C. hasta su caída en el año 476 d.C., tras

la división del imperio en oriente y occidente. Fue durante este período que su

expansión territorial llego a su máximo auge. El desarrollo político, cultural y tecnológico

fueron los grandes impulsores hacia una civilización que marcó un antes y un después

dentro de la historia.

Perdurar implica subsistir una determinada cantidad de tiempo. La subsistencia del

imperio Romano tuvo múltiples causas y consecuencias, en este trabajo se abordarán

las de índole material y perceptible, aquellas que dejaron un legado que aún hoy en día

persiste.

La técnica jugo un rol protagonista en el perdurar; las construcciones romanas y sus

innovaciones permitieron e impulsaron el poder territorial y político. Dichas innovaciones

partían de una necesidad de los habitantes y sus soluciones mejoraban la calidad de

vida de las ciudades, así como también, denotaban una imposición del poder del

imperio por sobre la civilización.

Lo particular de este imperio no solo son sus invenciones, sino también el pensamiento

de un todo, es decir, tanto la arquitectura como la tecnología romana se pensaron como

una función conjunta entre sí. Se hizo un balance entre la vida social, la necesidad, las

capacidades constructivas y la búsqueda de la conquista de territorios, un modo de

interacción sistemática.

Palabras claves

Hechos - Sistema – Técnica – Expansión – Poder – Necesidades – Propiedad -

Acueductos – Termas – Urbanismo – Foro – Argamasa - Cardo – Decumanus - Poder -

Edificios Públicos - Operatividad – Tecnología - Ciudades - Puentes – Puertos –

Sectorización - Emperador – Arquitectura Civil - Élites - Canales - Obras Públicas -

Simbólico - Templo - Ideología - Entretenimiento – Esquema – Supremacía - Historia

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Roma imperial

Los avances de la técnica conforme a la necesidad en

función de perdurar

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“... ¿Qué clase de hombres fueron los romanos? Se suele decir que los hombres se

conocen mejor por sus hechos; por tanto, para contestar a esta pregunta habrá que

recurrir, en primer lugar, a la historia romana para buscar los hechos y, en segundo

lugar, a la literatura para encontrar el espíritu inspirador de los hechos. A los romanos

les hubiera complacido que se les juzgara por su historia; para ellos historia significaba

hecho; en latín se dice res gestae, simplemente “cosas hechas” ...”.

Barrow, R. and Villegas de Robles, M., 1950

Es debido a su apogeo, durante el período del 27 a.C.-235 d.C., aproximadamente, que

el Imperio romano prevalece en la historia caracterizado por la fuerza de su carácter,

mediante el cual, conquistaron su lugar en el mundo mediterráneo, dejando una

impronta en las nuevas naciones europeas nacidas bajo su Imperio. Los romanos tenían

como objetivo poseer nuevos territorios y aceptar el reto que estos les hacían. La tierra

les proporcionaba la alegría de la propiedad y la satisfacción de hacerla producir.

En la multiplicación de las ciudades por todo el Imperio, se empleó en las grandes obras

arquitectónicas una utilidad práctica, es decir, se construían para satisfacer alguna

necesidad de la población y, solían ser monumentales, para demostrar el poder Imperial.

En la mayor parte de las provincias ya existía la vida urbana. Sin embargo, los romanos

le dieron un nuevo impulso, y con frecuencia rehacían los planos de las ciudades y las

reconstruían. Siempre que fundaban una ciudad, la planeaban sobre trazos muy

definidos. Por medio de un sencillo aparato con el cual el agrimensor determinaba un

ángulo recto, se trazaban dos amplias calles que se cortaban perpendicularmente.

Desde este cruce como punto de partida se marcaban parcelas rectangulares; a

intervalos se trazaban calles de determinada anchura. En el centro se situaban los

edificios públicos, las oficinas, la basílica, que se utilizaba para las reuniones y como

sala para los tribunales de justicia, a veces una biblioteca, siempre un templo, y el

espacio abierto del foro con sus columnatas (1) ver anexo.

El foro funcionaba como la galería histórica de las ciudades, mostraba el nivel de vida al

estilo romano que se difundía, propagando la identificación de cada ciudad con todo un

Imperio. La demostración de su riqueza, la evidencia de su lealtad a las tradiciones del

principado y los ejercicios de auto representación de sus élites confluían en un mismo

espacio que era simultáneamente un área necesaria para el funcionamiento urbano y un

escaparate de la ciudad. La ampliación de estos espacios públicos venía acompañada

de una fuerte carga ideológica que respondía a una decisión de magnificar la figura del

emperador. Son estas, las operaciones que demuestran una voluntad política de ejercer

un dominio simbólico por sobre el principal escenario cívico de la ciudad, el foro.

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Es así como, estos se convirtieron en los espacios privilegiados para la exaltación de la

imagen del emperador y de su familia. Donaciones de todo tipo, conmemoraciones de

magistraturas, homenajes a los patronos urbanos y a la familia imperial por parte de

miembros de las élites, etc; todo esto influye, en el conocimiento de la vida ciudadana,

uno de cuyos incentivos era, sin duda, la promoción personal dentro de la sociedad;

denotando que el culto imperial establece un camino idóneo. Este gigantesco escenario

constituía el ámbito de proyección de aquellos grupos que esperaban resultados

tangibles de estas manifestaciones externas de su fuerza y su poder económico.

Si bien los romanos, en busca de demostrar su poder, fundaron ciudades y

desarrollaron arquitectura civil por motivos políticos y económicos, la ciudad romana fue

también, el elemento integrador de las diferentes artes. El trazado de las ciudades sobre

dos ejes (el “cardo”, de norte a sur, y el “decumanus”, de este a oeste) fue aplicado,

primero, en los campamentos militares y, luego, en las ciudades que fueron fundando

por todo el Imperio (2) ver anexo. Crearon un sistema organizado, buscando su operatividad,

se trazaban según un modelo en retícula dentro de un perímetro defensivo rectilíneo

determinado. Las tiendas se instalaban en barrios determinados, sectorizando cada

rubro. Los arcos monumentales a la entrada de las ciudades tenían esculturas y

estatuas; a veces se cubría la confluencia de dos caminos con arcos en cuatro

direcciones. Baños, teatros, circos y anfiteatros eran una necesidad incluso en las

ciudades más pequeñas. Se construyeron grandes edificios, puentes, puertos,

acueductos, calzadas y sólidas murallas. Se produjo una aplicación y pluriformidad del

territorio y de la arquitectura, sin precedentes hasta entonces, con un estilo propio.

Ahora bien, ¿Cómo se construyeron estas obras? ¿Cuál fue el elemento diferenciador

de la ingeniería y arquitectura romana que la hacen distinguible de aquellas que la

precedieron y de aquellas que la siguieron? Con el tiempo, los romanos heredaron en

gran medida la técnica griega de fabricación de morteros de cal, pero fue en el siglo II

a. C. cuando aparece en sus construcciones su gran invento: el hormigón romano o

argamasa, que ellos llamaban opus caementiciu (3) ver anexo. Se trata de un material

pétreo con el que se formaba un mortero denso de calidad, apto para la realización de

muros y bóvedas de los edificios públicos. Los constructores romanos solían cubrir las

superficies así logradas y recubrirlas con ladrillo o piedra. Este revolucionario material

que endurecía con el agua, era una mezcla de piedra volcánica triturada extraída de

Pozzuoli (al pie del Vesubio), cal y áridos gruesos como grava y canto rodado. Con la

aparición de este nuevo material se le dio una identidad propia a todo el Imperio

Romano. Con la puesta en práctica del hormigón romano o argamasa en las obras, se

da fin a la limitación tradicional de las experiencias constructivas pasadas, de grandes

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piedras. Para entender su importancia, se puede mencionar que, los distintos niveles del

Coliseo estaban hechos a partir de un apilamiento de abovedamientos de argamasa

hechos en forma de anillos concéntricos, y el Coliseo mismo estaba rodeado de un

muro de contención de argamasa (4) ver anexo.

Otra de las obras que se benefició del uso de la argamasa son las termas romanas (5)

ver anexo. Las termas públicas romanas respondían a una función social y política. Hay

que pensar en la importancia social de estas, ya que podían acceder a ellas todos los

ciudadanos sin ningún tipo de distinción de clase o de sexo. Fueron lugares ideales para

la conversación relajada, el recreo y la relación social, con todo lo que ello significaba.

Ofrecían también salas de reunión, bibliotecas y a veces estaban rodeadas por campos

de deportes para realizar ejercicios atléticos, salas de masajes y de depilación. Las

termas se hallaban bajo poder del Estado que las solía arrendar. El arrendador solía

cobrar una entraba bastante reducida que a veces incluso se suprimía cuando un rico

protector o magistrado pagaba al arrendador el dinero de la entrada por un período de

tiempo así los baños en Roma eran gratuitos. En general los emperadores para

asegurarse su popularidad establecían unas tarifas bastante bajas o gratuitas. Las

mismas, termas estaban compuestas por una serie de habitaciones: El apodyterium,

donde quienes concurrían dejaban sus ropas; luego podían pasar por el gimnasio y de

ahí tenían dos opciones: la primera era ir al tepidarium, una sala a temperatura

ambiente, que luego daba paso al calidarium, un ambiente de temperatura más elevada

que a veces incluía una piscina de agua fría; mientras que la segunda opción era ir

directamente al frigidarium, un ambiente no calefaccionado reservado para baños fríos

con una gran pileta central. Los recintos termales estaban calefaccionados por un

sistema de suelo radiante. Desde sus inicios, las termas adoptaron el empleo del

abovedamiento de argamasa. La gran variedad de salas de las termas, sus innovadoras

formas y su monumental tamaño no podrían haber sido alcanzados sin un material tan

maleable y resistente como la argamasa.

Del mismo modo, el empleo de este material permitió la construcción de cerca de dos

mil puentes que resultaron tan duraderos que no se construyeron nuevos en Roma

hasta el año 1886 (6) ver anexo. Los acueductos, que en principio son muy similares a los

puentes, también aplicaban la misma técnica de arcuación (es decir, la curvatura del

arco). Por supuesto hay algunas desemejanzas siendo que, los puentes no tenían que

estar a nivel con las colinas de alrededor y solían ser más bajos y anchos que los

acueductos para permitir el tráfico normal, empero ambos eran construidos con gran

solidez, con pilares y arcos de argamasa. Este tipo de arquitectura estaba

especialmente diseñada para poder resistir el ímpetu del agua e incluso se diseñaban

aberturas en los pilares para aliviar la presión de la corriente.

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Los romanos mejoraron el modelo etrusco incorporando la dotación de agua corriente a

través de acueductos, fuentes, cisternas y alcantarillas. Se suministraba a las ciudades

una abundante provisión de agua que se transportaba por medio de canales

subterráneos o de acueductos; desde los depósitos se llevaba el agua en tuberías de

plomo hasta las casas. Catorce acueductos, con una longitud total de 426 km, cubrían

las necesidades de la ciudad de Roma, suministrando quizá más de doscientos litros

diarios por habitante (7) ver anexo. La primera labor que tenían los ingenieros hidráulicos

romanos era encontrar el lugar adecuado de donde se podía extraer el agua más pura y

en suficiente cantidad para abastecer la demanda pública y trasladarla a la ciudad

preservando sus condiciones. La captación directa del río era una de las maneras más

comunes que se utilizaron para la toma y captación de agua para la conducción.

Algunas de las técnicas eran: la construcción de un pequeño resalto que frenaba la

velocidad del cauce aumentando la altura de la lámina de agua y desviando

lateralmente parte del agua; y la apertura directa en un lado del cauce un canal de

desvío del río. En busca de aguas limpias y puras, intentaron llevar el río de montaña a

la ciudad, mediante el uso de canales que, permitían preservar la captación de aguas

para luego desembocar en múltiples ramificaciones, manteniendo su funcionamiento

continuo hasta desaguar. El canal principal, conectaba con un partidor, que actuaba

como depósito para suministrar el agua a los surtidores de las fuentes públicas. La

distribución acataba un orden en el que se priorizaba el abastecimiento público,

teniendo en cuenta tanto surtidores como fuentes. Una vez que la oferta aumentaba, se

empezaba a distribuir a obras públicas (termas) dejando como último eslabón del

esquema de distribución a las concesiones privadas. En la medida que, la demanda de

agua comenzó a aumentar, las concepciones sociales fueron cambiando y con ellas

surgió la necesidad de modificar las conducciones de aguas. Este nuevo esquema

planteaba una mayor complejidad, ahora se implementaban nuevas derivaciones

previas a la ciudad. Concedidos por el emperador o por el mismo gobierno, se

implementaron depósitos desarenadores, un gran decantador primario que una vez ya

en la ciudad conectaba con partidores. A lo largo del tramo se ubicaban otros

decantadores de menor carácter, que propiciaban la distribución de agua de manera

equitativa para todos.

La impronta y grandeza de Roma, como se puede apreciar, se manifestó principalmente

en su arquitectura, llegando las nuevas técnicas a ser lo más notable en conjunto a la

importante política de infraestructura basada en la recaudación de impuestos y el uso de

materiales económicos.

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Como se ha descripto a lo largo del trabajo, durante el imperio romano se realizaron

grandes avances tecnológicos en pos de un bienestar social. Las obras fueron de

carácter monumental y su sistema constructivo acompañó ese cambio de paradigma en

cuanto a la arquitectura como demostración del poder imperial e incluso el poder

personalista de cada uno de sus gobernantes. La sociedad Romana se beneficiaba en

el día a día de comodidades, en ocasiones impensadas para ese contexto espacial-

temporal como lo eran la distribución del agua, las termas, los teatros y el

entretenimiento, entre otros previamente mencionados. Si bien sus habitantes eran

primordialmente beneficiados, los emperadores de cada etapa del imperio tenían un

cometido extra: demostrar su supremacía. Ese poder los impulsó a conquistar tierras, a

ser el imperio más grande de toda la historia.

En muchas ocasiones se menciona a Grecia como principal inventor de varias de las

tecnologías que luego utilizaron los romanos y se le atribuyo su éxito. A lo largo de este

trabajo se logra identificar que el uso y su objetivo era lo que marcó la diferencia.

“... Aunque los romanos heredaron los órdenes de la arquitectura griega clásica, su

intención no era primordialmente simbolizar una multitud de arquetipos ideales. El nuevo

concepto de sistema implica, más bien, que las partes están condicionadas por una

imagen comprensiva general. Los elementos individuales de los griegos fueron así

reemplazados por el concepto de interacción sistemática...”

Norberg Schulz, C., 1999. Arquitectura Occidental.

Esta cita nos da cuenta de que el mayor logro que tuvieron los romanos como imperio,

fue la creación de un sistema, algo más complejo que elementos individuales y

protagonistas, sino más bien la contemplación de un todo, y ese todo se pensó desde la

obra de arquitectura más mínima, hasta los conceptos de urbanismo e incluso a la

organización del imperio en sí. Su arquitectura tenía un uso, una función específica y

mejoraba la calidad de vida de sus habitantes, pero más importante aún, es cómo esa

necesidad satisfecha por tecnología lograba lo que tanto anhelaban: Subsistir, perdurar.

La tecnología fue simplemente el medio más audaz que utilizaron y a su vez el que

perduró.

Personalmente creo el abordaje de este recorte temático fue de gran aprendizaje para

mí. Me ayudó a comprender a la arquitectura de una manera que no veía, empecé a

concebirla como un todo. Esto que menciono fue importante, el dejar de ver a la

arquitectura romana como esos elementos individuales y saber que los mismos, en

realidad conformaban algo más grande, un sistema impulsado por un trasfondo de

poder, digno de un imperio para lograr imponerse por sobre el resto, y es lo que lo hace

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fundamental en la historia a lo largo de los siglos. En la actualidad, utilizamos el

hormigón como material noble para una gran cantidad de construcciones, disponemos

de un sistema de red de agua y distribución, generamos espacios de ocio con piletas,

espacios sociales de entretenimiento y el planeamiento urbano juega un rol clave en la

organización de una ciudad. Todos estos conceptos, fueron planteados por una

civilización en el siglo II: el gran Imperio romano.

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Bibliografía consultada

- Barrow, R., Villegas de Robles, M., 1950. Los romanos. México, D.F.: Fondo de

Cultura Económica.

- Norberg Schulz, C., 1999. Arquitectura Occidental. Barcelona: Gustavo Gili,

pp.78-112.

- Aranda Gutierrez, F., Aranda Alonso, F., Carrobles Santos, J. and Isabel

Sánchez, J., 1997. El Sistema Hidráulico Romano De Abastecimiento A Toledo.

Toledo: Instituto Provincial de investigaciones y estudios toledanos.

- Risebero, B., 1997. Historia Dibujada De La Arquitectura. Madrid: Celeste.

- De La Peña Olivas, JM. Sistemas romanos de abastecimiento de agua.

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Anexo

1. La plaza del foro Las columnas del Templo de Saturno (s. V) y, enfrente, el Arco

de Septimio Severo, construido el año 230

Fuente: National Geographic

4. El coliseo romano

Fuente: Memphis Tours

5. Termas Romanas

Fuente: Cultura10

7. Esquema de funcionamiento acueductos romanos Fuente: http://www.iduesarchiaponi.com/

6. Puentes romanos Fuente: Wikipedia

12 | P á g i n a

3. Hormigón armado o argamasa Fuente: http://anacridear.blogspot.com/2014/05/anfiteatro-de-flavio.html

2. Esquema de planta de foro Fuente: http://roma1esoccss.blogspot.com/2016/05/cardus-y-decumanus.html

Taller de reflexión artística II

Carla Ferrari

Melisa Alvariñas 02 11 20

Roma imperial “Los avances de la técnica conforme a la necesidad en función de perdurar”

TALLER

DE

REFLEXIÓ

N ARTÍSTIC

A II

ROMA IMPERIAL

Los avances de la técnica conforme a la

necesidad en función de perdurar

CARLA FERRARI

MELISA ALVARIÑAS

DISEÑO DE INTERIORES - 0107054

2020 - 2DO CUATRIMESTRE

IMPERIO ROMANO (29 a.C. hasta el año 476 d.C)

TÉCNICA > NECESIDAD > PERDURAR

La técnica jugo un rol protagonista en el perdurar.

Las construcciones romanas impulsaron el poder

territorial y político.

Dichas innovaciones partían de una necesidad de

los habitantes y sus soluciones mejoraban la calidad

de vida de las ciudades.

Denotaban una imposición del poder del imperio por

sobre la civilización.

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“... ¿Qué clase de hombres fueron los

romanos? Se suele decir que los

hombres se conocen mejor por sus

hechos... para ellos historia significaba

hecho; en latín se dice res gestae,

simplemente “cosas hechas”...”

Barrow, R. and Villegasde Robles, M., 1950

CARDO + DECUMANO

LA GALERÍA HISTÓRICA DE LAS CIUDADES+

EL CENTRO NEURÁLGICO+

DOMINIO SIMBÓLICO

EL ESPACIO URBANO

FORO IMPERIAL

Calle principal orientada de norte a sur Calle principal orientada de este a oeste

HORMIGÓN ROMANO O ARGAMASA

Una especie de cemento (opus caementicium) que se hacía

a partir de cascajo de piedra, cal (o cenizas de mineral que

contenían cal) y agua.

Con la puesta en práctica del hormigón romano o argamasa

en las obras, se da fin a la limitación tradicional de las

experiencias constructivas pasadas, de grandes piedras.

Los distintos niveles del Coliseo estaban hechos a partir de

un apilamiento de abovedamientos de argamasa hechos en

forma de anillos concéntricos, y el Coliseo mismo estaba

rodeado de un muro de contención de argamasa.

LAS TERMAS

Caldarium o piscina de baño caliente,

Tepidarium o piscina de baño templado,

Frigidarium o piscina de baño frío.

Respondían a una función social y política, podían acceder a ellas

todos los ciudadanos sin ningún tipo de distinción.

Se hallaban bajo poder del Estado que las solía arrendar para

asegurarse su popularidad, estableciendo unas tarifas bastante

bajas o gratuitas.

Además de albergar los baños, eran lugares de diversas

actividades de ocio y de salud: Relación social, masajes y

ejercitación física. Constan de tres tipos de piscina:

LOS ACUEDUCTOS

Catorce acueductos, con una longitud total de 426 km, cubrían

las necesidades de la ciudad de Roma, suministrando quizá más

de doscientos litros diarios por habitante.

Se podía extraer el agua más pura y en suficiente cantidad para

abastecer la demanda pública y trasladarla a la ciudad

preservando sus condiciones.

Llevaron el río de montaña a la ciudad, mediante el uso de

canales que, permitían preservar la captación de aguas para

luego desembocar en múltiples ramificaciones, manteniendo su

funcionamiento continuo hasta desaguar

IMP

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“... Aunque los romanos heredaron los

órdenes de la arquitectura griega clásica,

su intención no era primordialmente

simbolizar una multitud de arquetipos

ideales. El nuevo concepto de sistema

implica, más bien, que las partes están

condicionadas por una imagen

comprensiva general. Los elementos

individuales de los griegos fueron así

reemplazados por el concepto de

interacción sistemática...”

Norberg Schulz, C., 1999.Arquitectura Occidental.