Ribnica: Jamás te olvidarépor Katia Zorc Kobi y Carlos Newland

31
Ríbnica: jamás te olvidaré ITINERARIO DE LA FAMILIA RUDEZ Por Katia Zorc Kobi y Carlos Newland [email protected] Por Katia Zorc Kobi y Carlos Newland [email protected] Ríbnica a fines del siglo XVII según un grabado de Valvasor 1

description

Historia de la familia Rudez en la localidad eslovena de Ribnica

Transcript of Ribnica: Jamás te olvidarépor Katia Zorc Kobi y Carlos Newland

Page 1: Ribnica: Jamás te olvidarépor Katia Zorc Kobi y Carlos Newland

1

Ríbnica: jamás te olvidaré ITINERARIO DE LA FAMILIA RUDEZ

Por Katia Zorc Kobi y Carlos [email protected]

Por Katia Zorc Kobi y Carlos [email protected]

Ríbnica a fines del siglo XVII según un grabado de Valvasor

Page 2: Ribnica: Jamás te olvidarépor Katia Zorc Kobi y Carlos Newland

2

Presentación “Un día fuera de Ríbnica es un día perdido”, repetía frecuentemente Anton Rudez (II) y la frase representa bien la relación afectiva de la familia Rudez con la pequeña localidad de Eslovenia, relación que se inició hacia 1783 y que todavía perdura, tanto por los miembros de la familia que aun viven allí, como en la añoranza de aquellos que emigraron a la Argentina. Esta es una pequeña historia de Ríbnica a través de los recuerdos de descendientes de los Rudez que hoy habitan en Buenos Aires, en particular de Katia Zorc Kobi, la última miembro de la familia que habitó en el castillo del pueblo.

Esta presentación fue en buena medida fruto de las conversaciones en Katia y su sobrino Carlos Newland (hijo de Olga Zorc Newland) en los años 2012 y 2013. Al texto se sumaron una serie de fotografías históricas, y de imágenes de muebles y objetos que originalmente estaban en el castillo y que hoy están en manos de los descendientes argentinos de los Rudez.

La historia de cualquier familia es la historia de la humanidad: esto es particularmente patente en la exposición que sigue, donde la secuencia de generaciones se vio alterada por eventos de gran magnitud, tales como la Revolución Francesa, el fin del sistema feudal, las guerras, las migraciones y el desarrollo y el fin del comunismo. Por ello, pensamos que esta presentación supera el mero interés familiar. Destacamos que la motivación primordial ha sido que los registros de recuerdos, vivencias e imágenes no se pierdan en el tiempo.

Katia Zorc Kobi, en el puente del castillo de Ríbnica (sobre el rio Bistrica) en 1931. Es el último miembro de la familia que aún vive y que habitó en el castillo. El último miembro de la familia que nació en el castillo fue su hermana María Antonia Zorc Rudez (Miska) nacida el 15 de agosto de 1927. Fue también el último miembro de la familia bautizada en la capilla del castillo.

Page 3: Ribnica: Jamás te olvidarépor Katia Zorc Kobi y Carlos Newland

3

¡Oh abuela (Olga Rudez Kosler), tenías razón al decir que siempre te quedarías en Ríbnica, donde estaba tu corazón y enterrada tu familia. Es imposible imaginarte como una inmigrante, no podría ser… Recuerdo todos los hermosos momentos contigo. Cada vez que me relajo sueño sobre el pequeño arroyo en los prados en que caminaba con el abuelo, con la Velika Gora como fondo. A lo lejos, el viejo castillo con sus anchas paredes, sus misteriosas torres, sus escondidos escaleras. Los hermosos días en el refugio de caza, la bella foresta, las montañas y toda la naturaleza plena de misterios. Ríbnica: jamás te olvidaré! Katia Zorc Kobi

Vista del valle de Ríbnica desde la residencia de Ugar en 1939. En la foto Iuri Rudez con Mady (esposa de Marco Rudez). Años después la casa sería convertida en una sede de la OSNA, la policía secreta yugoeslava. En la actualidad la casa es la residencia de Iuri Rudez (h.).

Page 4: Ribnica: Jamás te olvidarépor Katia Zorc Kobi y Carlos Newland

4

La llegada de los Rudez a Ríbnica

La localidad de Ríbnica se encuentra ubicada al sur de Eslovenia en la Baja Carniola. Comprende uno de los tantos valles rodeados de montañas, pertenecientes a las estribaciones de los Alpes Julianos. Esos ámbitos geográficos contenían siempre tierras agrícolas y bosques y un poblado central, junto con un castillo. Hasta 1848 la forma de organización económica era muchas veces de tipo feudal, normalmente señoríos pertenecientes a miembros de la nobleza austro húngara. A la par de un señor feudal propietario que brindaba servicios de administración, justicia y policía, existía una población siervos y campesinos libres que trabajaban la tierra.

Ríbnica c. 1830. Sección de una pintura de Mateo Langus (“Retrato de Anton Rudez”.

Page 5: Ribnica: Jamás te olvidarépor Katia Zorc Kobi y Carlos Newland

5

La familia Rudez llega a la comarca de Ríbnica a finales del siglo XVIII a través de la persona de Anton Rudez (1757-1823). Anton pertenecía de una familia de viñateros de Primorska: luego de cursar estudios universitarios en Italia se emplea como administrador del Conde Guido Cobenzl, un noble austríaco con múltiples propiedades a lo largo del Imperio Austro Húngaro y en particular en Eslovenia. Una de sus propiedades era el condado de Ríbnica, que incluía un castillo con origen en el siglo XIII, un pequeño pueblo y 4300 hectáreas de tierras, de las cuales 1400 estaban dedicadas a la agricultura (trigo y lino) y en menor medida a la ganadería. El resto, unas 2900 hectáreas, estaba cubierta por bosques, cuya madera todavía no se explotaba intensivamente.

Anton Rudez (I), en un retrato que se encontraba en el comedor del castillo.

El Salón Blanco del Castillo de Ríbnica, utilizado para la recepción de visitas, c. 1930. Los muebles fueron confeccionados por el carpintero ebanista contratado por Anton Rudez hacia 1810. A la derecha una de las sillas originales del Salón, hoy en manos de descendientes de la familia en Argentina.

Page 6: Ribnica: Jamás te olvidarépor Katia Zorc Kobi y Carlos Newland

6

La propiedad de los Cobenzl cubría un valle, cuyo perímetro estaba marcado por las montañas de Mala y Velika Gora (de algo más de 1000 metros de altura). El señorío contaba una población de siervos, que tributaban pagos anuales en efectivo y especie, por el uso de las tierras que ocupaban. Como era usual bajo el feudalismo el Conde designaba la autoridad judicial-policial y tenia veto sobre designación del párroco local. Anton Rudez, quien destacó por sus habilidades de gestión y emprendedurismo, fue designado en 1783 administrador de la propiedad, a la vez que cabeza judicial. Su trabajo fundamental era recaudar los pagos de los siervos, y proveer servicios policiales y judiciales a nivel local. Pocos años después de la llegada de Anton Rudez a Ríbnica toda Europa fue conmocionada por la Revolución Francesa y las guerras napoleónicas, que impactaron gravemente al Imperio Austro Húngaro, que se trasformaría alternativamente en aliado y en enemigo de Napoleón. En 1797, 1805 y 1806 tropas francesas ocuparon Eslovenia. Finalmente entre 1809 y 1813 la región se transformó en la Provincia Illiria, parte del Imperio Francés. La injerencia francesa -que no desarticuló el sistema feudal - sería especialmente problemática para una propiedad de una familia austríaca noble, como los Coblenzl. Seguramente Anton Rudez aprovechó bien esta situación y en 1792 logra pasar de ser administrador a arrendatario del Conde Coblenzl. Rudez debe haber mantenido buenas relaciones con los ocupantes franceses ya que más adelante fue designado por ellos Alcalde de Ríbnica. Finalmente en agosto de 1810, un mes antes de la muerte del Conde Phillip Coblenzl (hijo de Guido y quien durante parte de su juventud había residido en Ríbnica), Rudez le compra la propiedad por 160.000 florines, una parte al contado (40.000 florines) y el resto en cuotas a largo plazo. La alta inflación de la época le permite subsecuentemente saldar la deuda con facilidad, al licuarse los valores de las cuotas a pagar. A Ríbnica Anton sumó muchas otras propiedades rurales vecinas adquiridas en la época, como los castillos de Breg y Tolsti Brh.

Page 7: Ribnica: Jamás te olvidarépor Katia Zorc Kobi y Carlos Newland

7

Olga Rudez Zorc en 1902, sobre una silla de cuero negro (del Siglo XVIII) del castillo. La silla posiblemente fue uno de los muebles existentes en el edificio antes de la llegada de Anton Rudez (I).

Antonio y Carlos Newland Zorc, nietos de Olga Rudez Zorc, con dos de las mismas sillas que aun ser conservan en la Argentina. Entre ellos un cuadro con el rostro de Cristo, perteneciente a la capilla del castillo de Ortenek.

Iuri Rudez junto con Katia Zorc Kobi durante la presentación del diario de Olga Rudez Kosler en Ríbnica en 1995. Iuri Rudez (1973- ) es el descendiente de Anton Rudez (I) actualmente es propietario de buena parte de las tierras que fueron de la familia por más de dos siglos.

Page 8: Ribnica: Jamás te olvidarépor Katia Zorc Kobi y Carlos Newland

8

Hacia 1810, luego de adquirir el castillo, Anton le realizó importantes reformas y refacciones. Por otra parte contrató a un capintero-ebanista quien dotó al edificio de nuevo mobiliario. El castillo incluía en la época habitaciones utilizadas como vivienda, oficinas de administración, biblioteca, capilla, cocina y una gran sala de recepción-comedor. En sus dos torres se ubicaba la armería y los calabozos (luego transformados en ahumadero y depósitos). Asimismo contaba con establos y dependencias de servicio. Es así que en 1810 Anton Rudez se encuentra en la extraña situación de tener en Ríbnica las atribuciones de un señor feudal sin pertenecer a la nobleza. Sus años como propietario están signados por su intento de lograr una administración eficiente de las tierras.

El Salón Blanco del castillo de Ríbnica c. 1930. A la derecha Olga Rudez Zorc en Buenos Aires en 1990. A su espalda el cuadro de Mateo Langus (c. 1830?) “Die Schoene Pepi” (de Josefina Rudez, hija de Joseph Rudez (I)).

Anton Rudez era un hombre muy inteligente, severo y exigente, que pretendía que su hijo Joseph le escribiera cada vez en otro idioma, alemán, francés, italiano. Era materialista y calculador, un celoso defensor de su patrimonio. Ante los robos de madera en sus bosques prefería aplicar castigos corporales, que encierro, ya que esta última opción implicaba perder horas de trabajo del penado. Era muy consultado sobre temas de gestión y administración por otros propietarios rurales de la región.Katia Zorc Kobi

Page 9: Ribnica: Jamás te olvidarépor Katia Zorc Kobi y Carlos Newland

9

El status quo feudal continuaría con Josef Rudez (I) (1793-1846) -hijo de Anton- quien fue el propietario del Señorío de Ríbnica hasta su muerte. Josef, luego de estudios universitarios en Viena, se dedicó a administrar las tierras, al tiempo que se ocupaba en la investigación de las letras y composiciones musicales populares eslovenas, tema que ya había interesado a su padre. Por otra parte se dedicó a estudios históricos, en particular sobre el distrito vecino de población de origen germano de Kočevje. Josef destacó por sus amistades intelectuales y por ampliar el acervo de la biblioteca del castillo, que llegó a contar con una muy abundante bibliografía eslava.

Josef Rudez (I). A la derecha Saumador Wedgewood, regalo de casamiento recibido por Josefina Rudez (hija de Josef Rudez) en 1832. Fue un regalo del Conde Parovich, un antiguo pretendiente de Josefina. Parovich lo había adquirido en Londres a donde se había trasladado en un barco a vela, pagando por el objeto 20 guineas de oro. El Saumador es propiedad de los descendientes de la familia en Argentina. A la derecha Josef Rudez (II) c. 1860.

Josef era hombre culto, mecenas de innumerables poetas y escritores eslavos en la época del surgimiento del nacionalismo. Se interesaba especialmente por las canciones “nacionales” que anotaba y coleccionaba, y que nacen en el pueblo mismo y se transmiten de boca en boca. Durante sus años estudiantiles en Viena, donde su padre Anton lo mantenía con gran lujo, Josef se casa con una Sta. Kogel y de este matrimonio nace su primera hija Josefina, mientras que su madre muere en el parto. Josefina es conocida en la familia como “La linda Pepita”. Mi madre tenía en sus dormitorio un retrato Josefina pintada por Langus…Katia Zorc Kobi

Page 10: Ribnica: Jamás te olvidarépor Katia Zorc Kobi y Carlos Newland

10

La familia Rudez después de 1848

El Hijo de Josef (I), también llamado Josef (II) (1819-1871), heredó toda la propiedad como primogénito en 1846. Poco después, el año 1848 significó una conmoción económica para los Rudez, ya que se eliminó el mayorazgo y produjo la emancipación de los siervos en todo el Imperio Austro Húngaro. Ello implicó tanto la perdida de los ingresos pertinentes, como parte de las tierras, que fueron entregadas a los campesinos. Así la propiedad se redujo de 4300 a unas 2200 hectáreas (300 agrícolas y el resto de bosques). Al morir sin descendencia Josef (II) en 1871 y al haber pedido vigencia la primogenitura, la propiedad se divide entre sus hermanos. Theodor (1838-1913), el menor, logra mantener la unidad de la propiedad adquiriéndola a sus hermanos en 1878, con fondos obtenidos mediante la venta anticipada de 12 años de la madera extraída en los bosques. La operación le significó una fuerte estrangulación financiera por más de una década. Theodor, quien había realizado estudios de derecho en la Universidad de Viena, se había desempeñado como notario antes de hacerse cargo del castillo y sus tierras.

Recogiendo heno en los campos de Ríbnica, posiblemente cerca de Ugar, c. 1915.

Page 11: Ribnica: Jamás te olvidarépor Katia Zorc Kobi y Carlos Newland

11

Theodor Rudez c. 1870. A la derecha la familia Rudez en Ríbnica en 1905. En el centro Theodor (de barba), y en su falda su nieta Olga Rudez Zorc. A su derecha su nuera Olga Rudez Kosler, quien tiene en su falda a su hijo Anton (III). Entre el matrimonio está su hijo Anton (II). A la izquierda de Theodor se encuentra su esposa Mathilde Kantz, y sobre su falda su nieta Gabriela Petrovan.

Page 12: Ribnica: Jamás te olvidarépor Katia Zorc Kobi y Carlos Newland

12

Juego de cubiertos de plata, ajuar de Theodor Rudez c. 1850. Regalo de sus padres, fue confeccionado por un platero de Viena. A la derecha el regalo de confirmación de Johann Kosler a Theodor Rudez en 1846. Ambos actualmente en manos de los descendientes de la familia en Argentina.

Anton Rudez, Olga Rudez Kosler, Olga Rudez Zorc y Vinko Zorc en las termas de Karlovy Vary (Bohemia) en 1931.

Page 13: Ribnica: Jamás te olvidarépor Katia Zorc Kobi y Carlos Newland

13

A Theodor lo sucede al frente de Ríbnica su hijo Anton (II) (1871-1932), a quien su padre transfirió el castillo y parte de las tierras en 1901. Anton (II) había realizado estudios de Ingeniería forestal en Viena, fue participante activo del partido liberal y miembro del parlamento regional. Llegaría a ser presidente de la asociación de la industria maderera eslovena. Al recibir la propiedad se comprometió a pagar a su progenitor un usufructo, además de abonar en efectivo a sus hermanas su parte de la herencia. Esta operación fue posible gracias al respaldo económico recibido por la fortuna de su esposa, Olga Rudez Kosler (1874-1952). Con Olga, una viuda con tres hijos, tuvo tres hijos: Olga Rudez Zorc (1902-1995); Anton (III) (1904-1937) y Marco (1906-1976).

Anton era una persona en general tranquila aunque en casos temperamental. Gran cazador, sin grandes dotes como empresario, de gran honestidad, muy estimado localmente, que estimaba por sobre todas las cosas Ríbnica, de la que no le gustaba alejarse. Amaba los bosques y a los árboles y la única vez que lo vi muy enojado fue en una ocasión en que corté a un pequeño pino. Katia Zorc Kobi

Anton Rudez de caza en Velika Gora c. 1910.

Page 14: Ribnica: Jamás te olvidarépor Katia Zorc Kobi y Carlos Newland

14

Dormitorio de Olga Rudez Kosler del castillo c. 1930. La Crucifixión (escuela de Guido Reni-siglo XVII) fue adquirida por Peter Kosler en Venecia en 1853, y trasladada al catillo por Olga Rudez Kosler. Está en manos de descendientes de la familia en Argentina.

Habitación de huéspedes del castillo (c. 1930). El juego de dormitorio (cama y mesas de luz sonde la época de Josef Rudez (II) c. 1850. A la derecha el juego de dormitorio en la actualidad en la Argentina. Se observa sobre la pared un ángel barroco del siglo XVII que estaba en la capilla del castillo.

Page 15: Ribnica: Jamás te olvidarépor Katia Zorc Kobi y Carlos Newland

15

Los bosques, la caza y el aserradero familiar

Los densos bosques de Ríbnica cubrían la mayor parte de la comarca, y en particular las laderas de Velika Gora. El árbol mas común que contenía era el pino (en sus variedades piramidales o redondeadas), aunque también había arces, tilos y hayas. Por otra parte incluía una fauna variada: ciervos, venados, lobos, osos, faisanes, perdices y gallos de montaña. Entre la flora salvaje se encontraban lilas, margaritas, hongos, frutillas, moras y frambuesas.

Los bosques de Velika Gora eran especialmente conocidos por sus enormes osos, infrecuentes en otras partes de Europa. La familia tenía una gran pasión por la caza a la que dedicaba buena parte de su tiempo. Anton edificó en el bosque para su esposa Olga un refugio de caza en un lugar muy bello: creo que allí pasaron los mejores momentos de su vida. La caza era un deporte extremadamente importante para ellos. Su práctica estaba estrictamente limitada al coto de caza. Para los habitantes locales los bosques eras un lugar mágico, habitado por duendes y hadas que usualmente aparecían en las noches oscuras.Katia Zorc Kobi

Jelenov Zleb, el refugio de caza de Velika Gora, en 1934. Fue incendiado y destruido por tropas italianas en 1942, dado que estimaban que podía ser utilizado por los partisanos.

Page 16: Ribnica: Jamás te olvidarépor Katia Zorc Kobi y Carlos Newland

16

Un tema que preocupó en especial a Anton Rudez (I) desde principios del siglo XIX fue el cuidado de los bosques y que los siervos no extrajeran madera sin autorización. Los campesinos la requerían en esa época principalmente para la elaboración de productos artesanales, como utensilios de cocina, cuya producción distinguía a la zona. Ríbnica había recibido en 1492 el privilegio de vender sus artesanías en todo el imperio sin pagar impuestos, por su resistencia contra los invasores turcos.

Los bosques de Ríbnica c. 1930. En la foto carboneros de Bosnia, que producían carbón con las ramas y madera sobrante luego de la tala de los arboles. El producto se utilizaba principalmente en las herrerías. A la derecha del carro Marco Rudez. Más a la derecha la capilla de San Antonio.

Page 17: Ribnica: Jamás te olvidarépor Katia Zorc Kobi y Carlos Newland

17

La producción maderera a escala comenzó después de la segunda mitad del Siglo XIX y tenía como destino su exportación, en particular al norte de África. La producción de árboles se daba en forma natural, y luego de cada tala los árboles resurgían naturalmente. Sólo se realizaban plantaciones en casos de incendio. Los bosques eran custodiados por una media docena de guardabosques, que cuidaban a los arboles, limpiaban el terreno, vigilaban la acción animales como lobos y osos y evitaban los robos de madera. En 1901 Anton (II) instaló un aserradero en la montaña de Velika Gora, para el corte de la madera de los bosques. El aserradero estaba mecanizado y contaba con una sierra mecánica a vapor e incluía cisternas para recolección de agua. También poseía una línea telefónica privada que se comunicaba con el castillo. Luego de la muerte de Anton (II), el emprendimiento fue administrado por sus hijos Marco y Anton Rudez.

Primer aserradero de la familia Rudez, en Velika Gora, c. 1935. Foto tomada poco antes de su traslado a Ríbnica.

Martin Kralj (1888-1995), con Katia Zorc Kobi en 1979. Martín se desempeñó como guardabosque de la familia Rudez desde 1905 hasta su muerte en 1995. Después del advenimiento del comunismo continuó supervisando diez hectáreas de bosques que había conservado Olga Rudez Zorc.

Page 18: Ribnica: Jamás te olvidarépor Katia Zorc Kobi y Carlos Newland

18

Con la llegada de los camiones se facilitó el traslado de los troncos desde la montaña al valle y por ello el aserradero se trasladó hacia 1935 al pueblo de Ríbnica, a un terreno sobre las vías del ferrocarril. Además de la preparación de tablas, el aserradero producía diversos objetos de madera, como perchas. Durante la Segunda Guerra Mundial en el aserradero se confeccionaron culatas de madera para los rifles de las tropas del Eje.

El aserradero de la Familia Rudez en el pueblo de Ríbnica c. 1938. A la derecha de la foto se encuentra la casa que se construyó Marco Rudez, administrador del aserradero, con lo obtenido por la venta del castillo. En la vivienda también tenía un departamento su madre, Olga Rudez Kosler, que conservó hasta su muerte. En el fondo la montaña de Mala Gora.

Marko Rudez en 1925.

Page 19: Ribnica: Jamás te olvidarépor Katia Zorc Kobi y Carlos Newland

19

Aparte de su valor económico y productivo, los bosques de Ríbnica se utilizaban para la caza, un entretenimiento que apasionó a la familia Rudez. Se realizaba en Velika Gora, siendo su centro el refugio de Jelenov Zleb, ubicado en el mismo lugar donde estaba el primitivo aserradero de la familia. El deporte, que era más individual que social, se desarrollaba a lo largo de diversos meses del año; las presas podían ser liebres, ciervillos, ciervos y osos. Entre los cazadores destacaba Olga Rudez Kosler, quien a lo largo de su vida mató cuatro osos en Velika Gora. Su última presa, un ciervillo, fue lograda en 1941.

Olga Rudez Kosler, en 1907 y en 1929 luego de cazar un ciervo y oso en Velika Gora.

Page 20: Ribnica: Jamás te olvidarépor Katia Zorc Kobi y Carlos Newland

20

La Primera Guerra Mundial y el nuevo Reino

Ríbnica no fue directa y físicamente afectada por la primera guerra mundial, aunque parte de su población fue destinada al frente ruso, donde las bajas fueron menores que en el sangriento frente italiano. A la comarca se enviaron para trabajar durante la guerra a prisioneros rusos, que reemplazaron a los trabajadores locales movilizados. Durante conflicto Anton (II) fue destinado a Montenegro. Mientras su esposo estaba en el ejército, Olga Rudez Kosler administró las propiedades familiares. Olga destacaría por su carácter enérgico, su inteligencia y por su interés por la caza, los viaje, la música y en particular sus parientes.

Anton Rudez (II), en 1914 en Ríbnica con su uniforme de capitán de reserva del ejército Austro Húngaro. A su derecha Anton (en el centro) c 1915 en Montenegro, junto con otros oficiales, sobre el límite de la frontera con Albania.

Page 21: Ribnica: Jamás te olvidarépor Katia Zorc Kobi y Carlos Newland

21

Una vez finalizada la contienda y desmembrado el Imperio Austro Húngaro Ríbnica (y toda Eslovenia) pasaron a integrarse al Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos, que en 1929 se transformó en el Reino de Yugoeslavia. En 1919 el Rey Alejandro pasaría por Ríbnica, la única propiedad rural que visitó en Eslovenia en razón de ser sus propietarios eslovenos y no austríacos.

El Rey Alejandro I (de uniforme) sobre el puente de entrada al castillo de Ríbnica en 1919. El Rey, que esforzó en lograr la unificacion de Yugoeslavia, fue asesinado en 1934. Mantendría vinculaciones con Vinko Zorc, esposo de Olga Rudez Zorc. A la izquierda del Rey el político esloveno paneslavista Ivan Hribar, al momento Ministro Plenipotenciario del Reino en Checoslovaquia, quien se suicidaría en 1941 en protesta por la ocupación alemana.

Recuerdo que lloramos muchísimo por la muerte del Rey Alejandro porque fuimos educadas con sentimientos pro realistas. Llegaron varios parientes nuestros a Belgrado, para asistir al entierro del Rey. A la reina María (de origen alemán), esposa de Alejandro, le gustaba mucho Eslovenia, donde pasaba sus vacaciones y donde muchísima gente hablaba alemán, por ser una zona de reciente independencia de Austria, con una educación muy germánica.Katia Zorc Kobi

Page 22: Ribnica: Jamás te olvidarépor Katia Zorc Kobi y Carlos Newland

22

Comedor principal del castillo perteneciente a Anton Rudez, c. 1930. Abajo, el juego de comedor del castillo, actualmente en la Argentina. La mesa, originalmente para 24 personas, permaneció en el castillo hasta 1935. Una de las sillas fue utilizada por el Rey Alejandro I en su visita a Ríbnica y en su recuerdo se talló una corona en el respaldo.

Page 23: Ribnica: Jamás te olvidarépor Katia Zorc Kobi y Carlos Newland

23

Cuando en el Reino se acercaba la aplicación de una reforma agraria los terratenientes de la zona convencieron a Vinko Zorc (yerno de Anton Rudez (II)), a trasladarse a Belgrado para instalar un estudio jurídico en Belgrado para defender sus intereses. Gracias a sus gestiones la reforma agraria de 1925 afectó poco a los Rudez, que solo perdieron 100 hectáreas en Ríbnica. Otros terratenientes austriacos de Eslovenia sufrirían quitas mucho más importantes en sus propiedades. Las relaciones de la familia con el Reino culminaron en 1935, cuando Anton Rudez (III) vendió el castillo de Ríbnica al ejército, quien lo utilizó primero como comandancia militar zonal y más adelante como hospital. La venta, por un monto elevado de dos millones de dinares, fue gestionada por Vinko Zorc en Belgrado, posiblemente gracias a sus fuertes contactos gubernamentales. Para la familia el edificio se había transformado en un incordio, por sus enormes dimensiones y su alto costo de mantenimiento. La venta del castillo, junto con problemas familiares, afectaron mucho a Anton (III), quien se quitó la vida en 1937. Con los fondos obtenidos la familia construiría la residencia de Ugar y la casa vecina al aserradero de Ríbnica.

El Castillo de Ríbnica en 1904, pintura de M. Ruppe, en manos actualmente de descendientes de la familia en Buenos Aires. A la derecha postal del Castillo de Ríbnica, c. 1915.

Page 24: Ribnica: Jamás te olvidarépor Katia Zorc Kobi y Carlos Newland

24

Vinko Zorc (1893-1971), quien representó bien los intereses de la familia en esta época, había sido estudiante secundario en Liubliana, prosiguiendo luego con estudios de derecho en la Universidad de Viena. Desde jovén se mostró como ambicioso, promotor del paneslavismo y miembro del partido liberal. Su carrera fue interrumpida por la Primera Guerra Mundial, donde debió servir como oficial de artillería del Ejercito Austríaco en Polonia (donde fue condecorado con la Cruz de Hierro). Finalizada la contienda terminaría sus estudios jurídicos en la recientemente creada Universidad de Liubliana. En 1922 fue designado Juez en Ríbnica donde conoció y contrajo matrimonio con la hija de Anton Rudez (II), Olga. Luego de abrir su estudio en Belgrado militaria en el partido socialdemócrata, aunque era ideológicamente liberal. Pasó a la fama cuando en 1929 tomó la defensa de Puniša Račić, un parlamentario serbio que asesinó al lider del partido croata de los campesinos (Stjepan Radić), en una sesión del congreso. Zorc logró que Račić no fuera condenado a muerte y sólo se le aplicara el arresto domiciliario. Al parecer, como premio por su trabajo, fue designado abogado de la Casa Real. Su estudio juridico fue exitoso, con gran clientela nacional e internacional.

Casamiento de Vinco Zorc con Olga Rudez Zorc en 1923, última ceremonia de este tipo realizada en la capilla del castillo. A la izquierda de los novios Gerta Lazzarini y Anton Rudez (II). A su derecha Olga Rudez Kosler. En la foto de la derecha Olga Rudez Zorc vestida con un típico traje regional esloveno en un Festival de la agrupación Sokol en Ríbnica en 1921. A su derecha, su prima Iela Petrovan. Los trajes eran del siglo XVIII y estaban conservados en el castillo. En el medio un joven, también en traje regional. A los costados miembros de la agrupación Sokol.

Page 25: Ribnica: Jamás te olvidarépor Katia Zorc Kobi y Carlos Newland

25

La Segunda Guerra Mundial

La segunda guerra mundial afectó a Ríbnica a partir del inicio del conflicto entre Yugoeslavia y el Eje en abril de 1941. Ese mes fue ocupada por tropas italianas que permanecieron en el lugar hasta Septiembre de 1943. Ríbnica fue ocupada por un destacamento a cargo del Coronel Aldo Princivale, que sería alojado en la casa familiar de los Rudez junto al aserradero, mientras que la tropa ocupó un sector de castillo. Las relaciones de la familia con los invasores italianos fueron relativamente cordiales. La situación local se fue volviendo más tensa por la creciente acción de los partisanos, que habitaban y se refugiaban en la montaña en Velika Gora (y en menor medida en Mala Gora). Los guerrilleros bajaban a Ríbnica -usualmente por la noche- para buscar alimentos, grasa y otros objetos o para realizar atentados contra el ferrocarril o los convoyes que transitaban de Kočevje a Liubliana. El diario escrito por Olga Rudez Kosler ilustra muy bien la tensión vivida en la época. Al mismo tiempo que los partisanos le solicitaban comida, el uso de su maquina de escribir y su auto y que alojara a heridos, era acusada de ser pro alemana y de posible colaboracionismo. Su hija Gerta (de su primer matrimonio, con Johann Kosler) inclusive murió al ser ametrallado su automóvil en el camino a Liubliana, al llevar al hospital a un niño que debía operarse. Aparentemente su coche fue confundido con el de un oficial alemán.

Una caseta en el bosque para esperar osos. Fue destruidos por tropas italianas en 1942, dado que estimaban que podía ser utilizada por los partisanos.

Page 26: Ribnica: Jamás te olvidarépor Katia Zorc Kobi y Carlos Newland

26

En Septiembre de 1943 se produce la rendición italiana y Ríbnica fue ocupada por tropas alemanas comandadas por un Capitan Weis (un ingeniero de Colonia, mas adelante muerto por los partisanos). Con este militar Olga Rudez Kosler estableció una buena relación social y ello le permitió interceder para impedir algunos fusilamientos de pobladores locales, acusados de conspirar o ser partisanos. Este tipo de hecho y de otras ayudas brindadas a los partisanos, explica porqué no fue perseguida por el régimen comunista después de la guerra. Al mismo tiempo Marco Rudez interactuaba con los ocupantes alemanes. Indudablemente fue obligado a elaborar culatas de madera para rifles por los alemanes, aunque probablemente fuera también un negocio rentable. Para los partisanos sus actos fueron considerados colaboracionismo.

Del Diario de Olga Rudez Kosler7/1/1944: Mientras tanto vino Stefancic a decirme que me esperaban unos partisanos en casa. Eran cinco muchachos jóvenes que pedían salamines y otras cosas que comer. Les dije que no tenía salamines, porque hace poco los había enviado a Liubliana. Después de esto uno de ellos me gritó otra vez diciendo que yo apoyo a los blancos. También yo me puse mal diciendo que todo eso era mentira. El partisano sostuvo que Marco estaba en el comando de los blancos en Liubliana. Otra vez me gritó y tomó en la mano la ametralladora; yo lo palmee en la espalda y le dije: la familia Rudez fue siempre eslovena. El me dijo que no, que yo era alemana. Después pidió cigarrillos. Cuando le prometí los cigarrillos y aguardiente, lo llevé a la oficina de Marco y también le di un poco de salame. Así nos hicimos amigos.

La Sodnija, una propiedad de la familia Rudez en Ríbnica, inicialmente una cervecería, pasando luego a ser el tribunal local. Fue construido c. 1800 con la piedra extraída del castillo de Breg. Durante la segunda guerra mundial fue incendiado por los partisanos. Olga Rudez Zorc, su propietaria final, lo vendió por un muy bajo precio en 1946.

Page 27: Ribnica: Jamás te olvidarépor Katia Zorc Kobi y Carlos Newland

27

Del Diario de Olga Rudez Kosler1/1/1944: A las once escuche una detonación muy fuerte. En realidad la primera a las siete de la mañana, a las siete y media vino Francka (la cocinera) y me dijo que estaba ardiendo el castillo. Después vino Stefanija (la hermana de su esposo Anton). A las 10 de la mañana vino a buscarme el peón de Ortenek y me llevó por el camino por la Gasa para que vea al castillo en llamas. Mi ex dormitorio tenía un enorme orificio y estaba sin techo. También en la torre había una perforación grande. A la tarde volví con (el cochero) Stefancic. Oscar y los chicos me acompañaron hasta el bache en el camino. Cuando llegué a Ríbnica encontré al Dr. Orazem que me informó que llegó una orden del general (alemán) desde Kočevje ordenando apagar el incendio de inmediato. Todos los hombres de Ríbnica debían ayudar a apagar el fuego. A la noche vinieron (los partisanos) a buscar gasolina para el surtidor.6/1/1944: El castillo se sigue quemando.

El castillo de Ríbnica fue incendiado y luego bombardeado por los partisanos al final de la Segunda Guerra Mundial. Finalmente demolido fue en los inicios del régimen comunista.

Los restos del castillo en la actualidad. En 1961 se restauraron dos de sus torres que funcionan como un museo local.

Page 28: Ribnica: Jamás te olvidarépor Katia Zorc Kobi y Carlos Newland

28

Después de 1945

El régimen comunista que se estableció en Yugoeslavia después de la Guerra expropió a los miembros de la familia prácticamente todas sus tierras y la mayor parte de sus inmuebles. En esta época Olga Rudez Kosler recibió una pequeña pensión del régimen. Las autoridades le permitieron alojarse en un par de habitaciones de su departamento en la casa familiar próxima al aserradero. Por su parte, su hija Olga Rudez Zorc (y nieta Olga Zorc Newland) se mantendría tomando huéspedes en la propiedad veraniega de Kralieviza en Croacia, que logró conservar. También vendería, a muy bajo precio, el edificio de tribunales de Ríbnica que estaba a su nombre. Luego del fallecimiento de Olga Rudez Kosler, su hija Olga y su nieta Olga emigraron a la Argentina a principios de 1953, para encontrarse con Vinko Zorc y sus hijas Katia Zorc Kobi y María Zorc Rus que se habían establecido en Buenos Aires en 1948. Con su partida ya no quedaron miembros de la familia Rudez en Ríbnica. Por su parte, Marco Rudez emigró a Austria, ya que al ser acusado de colaboración con el Eje, su vida corría riesgo si caía en manos de los partisanos. El aserradero familiar fu confiscado.

Entre 1946 y 1952 yo pasaba los fines de semana en Ríbnica con mi abuela Olga (Rudez Kosler) acompañado por mi primo Iuri (Rudez). Nos trasladábamos en tren desde Liubliana en unos vagones atestados de gente. En Ríbnica patinábamos en el rio en invierno y jugábamos a las cartas. Salíamos a caminar por los bosques y a retirar alimentos que los campesinos regalaban a mi abuela. Sólo hablábamos en esloveno, ya que teníamos miedo de usar el alemán, nuestro canal habitual de comunicación antes de la guerra.Olga Zorc Newland

Mi abuela Olga (Rudez Kosler) era de personalidad avasallante y generaba naturalmente el respecto de los terceros, incluyendo a jefes partisanos. Después de la guerra campesinos la ayudaban llevándole gratuitamente alimentos como papas, repollo y trigo. Katia Rudez Kobi

Page 29: Ribnica: Jamás te olvidarépor Katia Zorc Kobi y Carlos Newland

29

La experiencia en Argentina fue dura para la familia, pero eventualmente lograron un pasar económico acomodado. Katia Zorc Kobi (1926) con su marido Drago Kobi se convirtieron en pequeños empresarios textiles, logrando cierta prosperidad que les permitió inclusive adquirir una pequeña estancia en el norte del país. Olga Zorc Newland (1934) luego de un tiempo contrajo matrimonio con un hacendado local anglo argentino, Leonardo Newland. María (1928-2002), por su parte se casaría con Srecko Rus, que abriría un taller mecánico y eventualmente seria directivo de una empresa automotriz. En cambio Vinko y Olga Zorc no lograron adaptarse bien al nuevo país, dependiendo de sus hijas para su supervivencia. Por su parte Iuri Rudez Iuri (1935-1997) hijo de Anton (III), permaneció en Eslovenia trabajando en la gestión de empresas públicas en Liubliana. Olga Rudez Zorc logró enviar a la Argentina diversos muebles y objetos familiares, muchos de ellos pertenecientes originalmente al castillo de Ríbnica. Otros objetos del castillo se encuentran actualmente en Eslovenia en manos de Iuri Rudez (h.).

Vinko Zorc en Buenos Aires en 1953, junto con otro exilado en Argentina, el servio Milan Stoyadinovich, quien había sido Primer Ministro del Reino de Yugoeslavia entre 1935 y 1939. Ya amigos en Belgrado, en Buenos Aires almorzaban juntos casi todos los días.

Ivanca Peterlin con Katia Zorc Kobi, tomada durante la primera visita de Katia a Eslovenia en 1972 luego de la emigración a la Argentina . Ivanca fue cocinera del castillo a partir de 1925, y luego continuaría trabajando con Olga Rudez Kosler. En el centro Francka Sega e Ivanca con Katia (en el medio) en la casa de Vinko Zorc en Belgrado en 1935.

Page 30: Ribnica: Jamás te olvidarépor Katia Zorc Kobi y Carlos Newland

30

Katia Zorc Kobi volvería a Ríbnica en 1972 y Olga Zorc Newland en 1973 acompañadas por su tío Marco. Eran visitas a familiares y lugares de su juventud en un país con un régimen comunista que les impresionaba como triste y gris. A Katia le impactó fuertemente volver a Ríbnica y al lugar donde había estado el castillo y observar las ruinas que quedaban. Su destrucción le pareció un “sacrilegio”. Su hermana Olga se emocionó al visitar el panteón familiar en el cementerio y encontrarse con los familiares y antiguos empleados de la familia. En esa época las hermanas Zorc Rudez nunca imaginaron que algún día recobrarían parte de las propiedades familiares.

55 años después reunión de cuatro nietos de Olga Rudez Kosler en Velika Gora en 1994, en la época en que el Estado les estaba devolviendo las propiedades familiares. De izquierda a derecha, Olga Zorc Newland, Iuri Rudez, y Katia Zorc Kobi y María Zorc Rus.

Olga Rudez Kosler con sus seis nietos en Jelenov Zleb en 1939: Katia, María, Hubert y Renee Kosler. En su falda Iuri y Olga.

Page 31: Ribnica: Jamás te olvidarépor Katia Zorc Kobi y Carlos Newland

31

Después de la Independencia de Eslovenia

Luego de la independencia de Eslovenia en 1991 el gobierno devolvió a la familia alrededor de 1600 hectáreas confiscadas por el régimen comunista, la casa del aserradero de Ríbnica y la residencia de Ugar. Los descendientes de Olga Rudez Zorc, que residían en Argentina finalmente vendieron las tierras. Por otra parte los descendientes de Anton Rudez (III), su hijo Iuri y luego su nieto Iuri conservarían y ampliarían sus propiedades, recomprando de las hermanas Zorc Rudez las tierras que vendieron. En la actualidad Iuri Rudez, que instaló un centro equino en Ugar, es propietario de buena parte del patrimonio original de la familia en Ríbnica.

En 1906 Anton Rudez construyó en Jelenov Zleb (Velika Gora) una capilla dedicada a San Antonio Abad para uso de los trabajadores del aserradero. Después de la guerra fue abandonada y utilizada como cobertizo. Fue restaurada por iniciativa de Katia Zorc Kobi y reabierta en una misa presidida por el Arzobispo Alojzij Šuštar el 21de Julio de 1996.