ÓRGANO DEL COMITÉ PROVINCIAL DEL PARTIDO COMUNISTA DE CUBA / CAMAGÜEY, 23 DE MAYO DEL 2020 “AÑO 62 DE LA REVOLUCIÓN”. No. 21. AÑO LXII. 20 Ctvs. (ISSN 0864-0866). Cierre: 7:00 p.m.

“Jamás sin dolor profundo produjo el hombre obras verdaderamente bellas”.

José Martí

Fuente: Conferencia de prensa diaria de la Dirección Provincial de Salud en Camagüey

Siete laboratorios camagüeyanos es-tán listos para asumir la tecnología SUMA (Sistema ultra microanalítico) que permi-tirá analizar las muestras en la provincia. Esta prueba diagnóstica se realizará en lugar del test rápido y después se confir-maría con un examen PCR.

En fase de validación ya se aplica en La Habana. Según explicó Juan Jesús Llambías Peláez, director del Centro Pro-vincial de Higiene, Epidemiología y Mi-crobiología de Camagüey, el sistema de diagnóstico SUMA detecta la presencia de anticuerpos a la COVID-19, y confirma si una persona padece la enfermedad de manera asintomática o ha estado infecta-da con anterioridad.

Siete laboratorios listos para asumir la prueba

diagnóstica SUMALos laboratorios que se preparan para

asumir estas pruebas son el del Centro Provincial de Higiene, el del Hospital Pe-diátrico y el del Banco de Sangre; ade-más se extenderá a los municipios de Nuevitas, Guáimaro, Santa Cruz del Sur y Florida, de manera que queden distri-buidos por toda la provincia.

Refiere el sitio Infomed que este sis-tema ya se sometió a todas las evalua-ciones, incluida la de los laboratorios del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí. Permitirá hacer estudios en la po-blación, incluida la de zonas intrincadas del país, con el objetivo de detectar a po-sitivos asintomáticos.

Jorge Enrique Jerez Belisario

Foto: Leandro Pérez Pérez

Entre más de 4 120 exámenes PCR realiza-dos en Camagüey, 48 (24 mujeres y 24 hom-bres) han resultado positivos.

De los pacientes de COVID-19, ya se recu-peraron 40, lo cual representa el 83,3 %.

El municipio con más casos es Camagüey con 34 y presencia de Sars-CoV-2 en siete de sus nueve áreas de Salud. Le siguen Florida, Nuevitas, Esmeralda y Vertientes.

Este sábado concluye la primera fase del estudio poblacional de prevalencia del nuevo coronavirus, cuya segunda etapa iniciará el 2 de junio, 21 días después de tomadas las pri-meras muestras.

Los primeros 174 resultados, de las 246 personas estudiadas, fueron negativos.

Ya iniciaron las labores de desinfec-ción del hospital Amalia Simoni para su vuelta a la normalidad en las labo-res asistenciales. El Militar Octavio de la Concepción atenderá a todos los sospechosos y confirmados.

De los más de 2 300 colaboradores que en 26 brigadas del contingente Henry Reeve contribuyen al enfrenta-miento de la enfermedad en 24 países, 124 en 18 naciones son camagüeyanos (52 médicos, 64 dedicados a la enfer-mería y ocho de otras especialidades).

Este 18 de mayo, la Organización Mundial de la Salud realizó por vez primera su Asamblea de manera virtual. En la cita, José Ángel Portal Miranda, ministro de Salud Pública, reiteró la disposición de Cuba de cooperar y compartir sus experiencias en la prevención y control de la COVID-19. Afirmó que ningún país puede enfrentar esta pandemia solo, es necesaria una respuesta mundial basada en la unidad, la solidaridad y la cooperación.

La Dirección Provincial de Educación convoca a las fami-lias camagüeyanas a continuar acompañando a sus infantes y adolescentes en el seguimiento a las teleclases y la realización de tareas y actividades de estudio independiente, pues no hay una fecha definida para la reanuda-ción del curso escolar. Cuando las condiciones lo aconsejen prudente, será anunciado el co-mienzo de tres semanas para el diagnóstico y la recapitulación de contenidos, la cuarta para evaluaciones, dos para revalori-zación y exámenes extraordina-rios, y en la séptima y octava la entrega de notas, matrículas para el próximo calendario y bonos para la compra de uniformes. De igual modo, el Ministerio de Edu-cación Superior divulga entre sus estudiantes las resoluciones 48 y 49 con las variantes concebi-das para ese reinicio todavía por definir, incluidos los ejercicios de culminación de carreras y el in-greso a ese nivel educativo.

Hasta este viernes

Cuatro páginas impresas resultan insuficientes ante la grandeza de mujeres y hombres del Camagüey, em-peñados, dentro y fuera de su tierra, en vencer a la COVID-19. Nuestro diario web Adelante.cu le cuenta otras historias y le actualiza de las decisiones cotidianas implementadas en la provincia para hacer más llevadero el período de aislamiento en los hogares. Si escanea este código QR accederá directamente a dichos contenidos.

Variada

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CAMAGÜEY, SÁBADO 23 DE MAYO DEL 2020

Por Enrique Atiénzar Rivero. Foto: Cortesía de la Empresa de Bombas de Agua

Cinencio Morales Fernán-dez recuerda el diluvio que cayó una de estas tardes

de mayo, y todavía los pelos se le ponen de punta. El correcorre fue grande en las oficinas. Te-mían que las lluvias sepultaran las bombas dedicadas a extraer aguas cargadas de lodos mine-ros del fondo del vaso de la mina de cromo.

Para la eficaz explotación del mineral resulta imprescindible el achique del lago que se forma producto del escurrimiento de decenas de manantiales creados durante la perforación.

“La tecnología empleada en esta difícil tarea es diseñada, pro-yectada, fundida, maquinada y ensamblada por la industria me-talmecánica en la fábrica de bom-bas para agua de Camagüey, conocida también como la fundi-ción de los hermanos Steere, en-tidad que recientemente cumplió setenta y cinco años de produc-ción ininterrumpida”, explica Edel Fonseca López, ingeniero mecá-nico, de 50 años, con tanto arte en la promoción comercial como para andar con hierros.

El artefacto, concebido en la década del ‘90 del pasado siglo, se acopla tanto a un motor eléc-trico como a uno diésel MAZ 500 de fabricación rusa, y está empla-zado ahora a más de 50 metros de profundidad, con un ritmo de

trabajo de 22 horas hasta el ago-tamiento del mineral.

“La valía se había comproba-do con efectividad en el riego de agua para plantaciones agríco-las, en grupos contra incendios de gran porte, en el abasto de acueductos urbanos, en el bom-beo de aceites comestibles, de aguas industriales y del mar”, ar-gumentó Edel.

Antes, la Empresa Geominera Camagüey carecía de una bom-ba para asegurar la extracción del líquido, acorde con las ofer-tas comerciales en el exterior y las limitaciones financieras. El ingeniero metalúrgico Miguel Mendoza, quien hoy funge co-mo especialista de tecnología de la unidad empresarial de base (UEB) Cromo laboró hace años en esa planta como tecnólogo y jefe de taller del área de fundición y fue el iniciador del acercamien-to que actualmente se fortalece entre ambas entidades.

La preferencia de la Geominera es agradecida por los fabrican-tes. El director de la UEB Fábrica de Bombas de Agua, ingeniero Guillermo Piñeiro Libera, argu-mentó que el agua con sedimen-to minero resulta agresiva para las partes y piezas, por lo que bombearla los llevó a una tarea técnica conjunta con la Geomi-nera Camagüey para mejorar las propiedades del hierro, hacer el equipo más duradero en el tiem-

po y elevar la calidad en la extrac-ción, pues el que se usa está con-cebido para agua a temperatura ambiente.

La alianza los ayudará a perfec-cionar el producto y a demostrar la posibilidad de respaldar sensi-bles procesos industriales gene-radores de fondos exportables, con equipamientos procesados en Cuba.

Cinencio, al frente de la UEB Cromo, opina que aunque las bombas todavía no son las más eficaces, pues además deben erradicar ciertos problemas con

los rodamientos, les han resuelto el desagüe de las minas, criterio compartido por Kadir Adán, es-pecialista en mantenimiento en la entidad.

El manto freático en las minas Victoria I y Victoria II, en explota-ción a cielo abierto, es bastante activo, mucho más con las llu-vias de mayo. Para cuando ter-minen las extracciones allí, está negociándose con los órganos decisores la posibilidad de dejar el área como reservorio de agua para utilizarse en la producción agropecuaria.

“Sin estas bombas podrían ponerse en juego las exportacio-nes”, razonó Cinencio, técnico analista químico de profesión y con 36 años en este giro.

Desde las minas los camiones siguen transportando cromo ha-cia la planta de mejoramiento, de allí al embarcadero y luego al puerto de Nuevitas para la salida del cromo rajón y de arena cromita hacia la exportación, en cumpli-miento del plan del quinto mes del 2020.

Alianza en las entrañasde las minas

La bomba debe extraer agua a casi 70 metros de profundidad en el fondo del vaso de la mina de cromo.

Texto y foto: Rolando Sarmiento Ricart

Bebo no sabe por qué le llamaron así desde que abrió los ojos en Camalote, debajo de una mata de plá-tano como él mismo dice. Su nombre, para el pa-

saporte y todos los trámites legales es Orlando Ramos Gutiérrez. Nacido y criado en la hoy finca La Esperanza, vinculada a la cooperativa de créditos y servicios Antonio Maceo, confunde a quien lo ve ágil y laborioso entre los surcos de sembradíos y árboles frutales y no se imagina que tiene 75 años.

Vivió una niñez sin juegos y obtuvo apenas un cuarto grado en los tiempos de miserias y olvidos antes de 1959. En las aulas de la Revolución logró el noveno grado y le sumó la vasta experiencia campesina para ser un guaji-ro de ciencia y conciencia agroecológica. Sus resultados lo distinguieron para representar a Camagüey, a Cuba, en un evento agrario en República Dominicana (2012), donde recordó aquellas malas vivencias de su infancia y adolescencia.

“Muy ‘vejigo’ debía trabajar con el viejo para darles de comer a nueve bocas de la casa, pues el pedacito de tie-rra que heredó de sus padres no alcanzaba para sobre-vivir. Cuando viajé a República Dominicana encontré en las vivencias de otros representantes las mismas que sufrí en la Cuba de la dictadura de Fulgencio Batista, cuando un guajiro analfabeto no valía nada para los latifundistas explotadores y los (des)gobiernos de turno.

“Cuando el viejo mío ajustaba la chapea de un potre-ro iba con él y casi toda la familia que podía trabajaba también por unos míseros centavos… ¿Hoy?, ya lo ven: trabajo con amor y cariño porque así se trata al suelo que nos da riqueza, en la finquita de 7,5 hectáreas sembradas de frijol, hortalizas, frutales y distintas variedades de ciclo corto intercaladas.

“¿Por qué tan limpia? Porque al principio trabajé duro con mis hijos Miguel y Orlando. Son dos leones en estas faenas… y ahora no existe hierba mala porque la erradica-mos, pero siempre hay algo que hacer…”, y ríe el pícaro campesino, sin titubear frente a cámaras y grabadoras.

Bebo afirma que la clave de cualquier cultivo para evitar que la plaga prospere es preparar bien la tierra, sembrar-la en fecha con buena semilla y regarla oportunamente. Él tiene pocas hectáreas bajo riego mediante una fuente subterránea (pozo), pero aplica abono orgánico en lugar de productos químicos y, además, emplea viejas mañas guajiras como la luna cuarto menguante combinadas con consejos científicos inocuos para plantar, cultivar y reco-ger cosechas saludables.

Lo del pasaporte —aclara— “fue para viajar al evento: yo nací y crecí aquí en Camalote y aquí deseo morir, de-bajo de una mata de plátano, pero sin malas hierbas…”. Y se despide con una carcajada y la invitación retadora a que volvamos, a ver si encontramos una hierbecita en sus productivas tierras.

Guajiro “cepilla’o” de ciencia y conciencia

Deportes/CulturaCAMAGÜEY, SÁBADO 23 DE MAYO DEL 2020

A cargo de Yanetsy León González

A cargo de Félix Anazco Ramos

•Niños del taller Fantasibarro, de la mano de su instructor de arte, pintan sus días desde la comunidad de Batalla de Las Guásimas

Por Malena Alvarez Julín. Fotos: Cortesía de Iván Castillo Guerrero

Arte infantil de concurso

Iván Castillo Guerrero es el joven y entusiasta instructor de arte que hace una década fundó el taller Fantasibarro. Enseña el dibujo y el esgrafiado; y el uso de materiales naturales como semillas, aserrín, cascarones de huevo y yagua.

“Pretendo que la creación artística genere actitudes positivas, además de felicidad y confianza en el ser hu-mano”, y luego enfatiza a esta periodista que si mañana no son artistas, no importa; les reconfortará el tiempo que han disfrutado.

Abelardo Arias Aguilar tiene 15 años y ya olvidó la cuenta de los dibujos que ha enviado a concur-sos que en Camagüey, Cuba y el mundo premian la creación infantil.

De los sueños que persigue este jovencito de octavo grado —del centro mixto Carlos Ro-

dríguez Careaga— “habla” en su obra alistada para

el Concurso Inter-nacional de Dibujo Infan-til del Progra-ma Mundial de Alimentos (PMA).

P r e p a r a una pintura

para el salón Los colores de mi ciudad, de la galería Alejo Car-pentier. Ya compite en el International Environmental Children’s Drawing Contest, con sede en Japón; y en el concurso Trazaguas, del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos.

Mereció el Gran Premio de artes plásticas en el evento Para un amigo sincero, y el trofeo y el reconocimiento Yo recupero materias primas.

Annerys Zulueta Batalla también combina varias activida-des en la casa. La jovencita de 13 años —estudiante de la Escuela de Iniciación Deportiva Cerro Pelado— despliega sus habilidades artísticas.

Ella practica el balonmano y en su equipo es la portera; además de los ejercicios para mantenerse en forma y las teleclases, se concentra en una obra con la técnica del es-grafiado para el PMA.

El año pasado fue reconocida por el Memorial José Martí.

Cristian Deivid Fernández Castellanos ha estudiado el tema de la reforestación, por-que el concurso Conciencia verde propone ese tópico en su convocatoria. Si usted llega a su apartamento, sonriente le muestra su dibujo a punto de terminar.

Estudia en la escuela primaria del pueblo, y en sus pinturas los trenes encuen-tran espacio siempre. Solo tiene diez años.

Cristian Deivid Fernández Caque el concurso Concienusted llega a su apartame

Estudia en la escuela ptran espacio siempre. So

Dos meses alejado de los reflectores mediáticos es mucho tiempo para Miguel Borroto, personaje ha-bitual dentro de la trama deportiva. Esta semana, el

actual manager del equipo Cuba y de los Toros de la Lla-nura rompe el silencio: “Si no se puede jugar por lo me-nos hablamos, el béisbol es un antivirus para nosotros”.

Desesperado, como un bateador tras larga espera, co-menzó sin pregunta previa: “Primero sufrí la cancelación del preolímpico, pero ya en los Estados Unidos la situa-ción de la COVID-19 era compleja. Al décimo día de en-trenar con Camagüey, se suspendió y ya sumamos dos meses en casa, cuidándonos”.

—Ha surgido incertidumbre sobre su continuidad al mando del equipo Cuba.

—La gente cree que el Comisionado Nacional hizo declaraciones a mis espaldas. Y no. Me comunico conti-nuamente con la Comisión y el Inder. Soy el director del “Cuba” para luchar por la clasificación olímpica, lo urgen-te. Después comenzará esta política. Como la próxima Serie se celebrará antes, me mantendré con mis Toros buscando el campeonato. Por Cuba doy la vida, pero Ca-magüey significa todo para mí. La estrategia de que el ma-nager del nacional no dirija en provincia tiene tanta gente a favor como en contra, ya veremos si resulta efectiva.

—Hay muchas dudas sobre el inicio de la competen-cia deportiva y se especula sobre el sistema…

—Si todo sigue así, pronto comenzaremos a entrenar. Yo sugiero cuatro semanas de preparación. Tengo fe en que en agosto podríamos jugar con distanciamiento en las gradas, y otras decisiones. Aun empezando en sep-tiembre, pueden disputarse perfectamente 70 partidos.

—¿Le preocupa lo que a quienes temen porque su team no pueda repetir la actuación del pasado torneo?

—Para nada. Si el campeonato hubiera comenzado es-taríamos entre los tres primeros. Hay mucha motivación, todos entrenan por su cuenta, según el plan de los doc-tores en Ciencias a cargo de la parte física. Felipe Sarduy, Darío Cid y el resto del colectivo técnico se mantienen al tanto y me informan. Hay que ver lo logrado por mucha-

chos como José Ramón Rodríguez, Carlos Pérez, Segura y Jorge Álvarez. Ese ímpetu y la guía de los más experi-mentados, nos llevarán de nuevo a discutir medallas.

Sin embargo, la principal arma del equipo, el staff de lanzadores, ha sufrido bajas importantes.

Tendremos cuatro ausencias fuertes respecto al inicio de la Serie pasada: Yariel Rodríguez, Dariel Góngora, Car-los Espinosa y Erisleri Basulto. Diseñamos una estrategia sin los primeros, pero la triste pérdida de Erucho la mo-dificó. Él había ganado la confianza para abrir. Su muerte motivará más a sus compañeros. Honrarán su memoria.

“Hasta el momento pienso en una rotación de cinco, en-cabezada por Pepe (Rodríguez) —quien se merece que le dé la pelota para la primera fecha—, luego estarán dos estelares como Yosimar Cousín y Frank Madan, y dos jó-venes de los que esperamos un salto de calidad: Juan Sebastián Contreras y Lizander Hernández. Para cerrar contamos con Carlos Pérez, acostumbrado a esa función, y con Roger Trenchs, con condiciones técnicas y valentía.

—El caso Yordanis Samón trae a los fanáticos elu-cubrando sus alineaciones. ¿Cómo solucionaría eso?

—Ya es un hecho que Samón jugará con nosotros. Hablo casi todos los días con él y se mantiene haciendo ejercicios y entusiasmado con la idea de venir. Tiene muy buenas relaciones con la mayoría de los Toros y será un plus de alegría dentro del dogout. La solución a ese pro-blema que se plantea la gente es simple: Leslie Anderson trabaja para alcanzar su mejor forma deportiva y confío en que estará listo para alternar en el jardín derecho. Comen-zaría de regular y en las últimas entradas sería sustituido por Leonel Moas Jr. o Yanmichel Flores.

“Mantendríamos a Segura en primera base y Samón ac-tuaría como designado. Cambiarían esos roles en el ter-cer choque de cada subserie. En el jardín central estaría González Azcuy, y en el izquierdo, Chapellí Zulueta; en la receptoría Yendri Téllez; como camarero Humberto Bra-vo; como torpedero Alexander Ayala y como tercera base Yandy Yanes. Así quedaría la formación ideal. La verdad se verá en el terreno. Por fortuna, tenemos el banco lleno

de calidad: Marino Luis, Yosbel Pérez, ‘La Pólvora’, Eglis Eugellés, Jorge Cardosa y Leonardo Casado, un juvenil que me enamoró y será una estrella”.

—Todo perfecto en su cabeza, pero la realidad es más rica y en ocasiones cruel…

—Por supuesto, las cosas podrían complicarse; sin embargo, nunca trabajo con miedo, por fea que esté la situación. A los peores equipos se les pueden sacar bue-nas cosas. Contaré de nuevo con Pedro Luis Lazo como entrenador de pitcheo y René Legón lo acompañará ante la sensible baja de Alexander Infante por contrato en el exterior; también está José Manuel Cortina y el resto del colectivo del pasado año. Ellos son el soporte de una gran familia que integra a los aficionados y a los facto-res externos. Los peloteros están muy agradecidos por el inmenso apoyo de todas las instituciones, organizacio-nes y los dirigentes del Partido y el Gobierno, y saben que contarán con ellos en las buenas y en las malas. En ocasiones un resultado negativo motiva a los dirigentes a quitarte el puesto, como me ha sucedido varias veces, pero no por gusto el pueblo confía en mí. Hoy hay una provincia entera esperando que empiece la pelota.

Borroto actualiza el “antivirus”

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El instructor del Fantasibarro fotografió a Evyan cuando trabajaba en el patio de su casa para lograr una pieza que representara al taller de creación in-fantil en el concurso Los colores de mi ciudad. Con la imagen, contamos la historia del pequeño.

CAMAGÜEY, SÁBADO 23 DE MAYO DEL 2020

Página mensual del Periódico ADELANTE

Diseño y realización: Yanetsy León González, Yonney Martín Morejón y Alejandro Bonet Piñón. Corrección: Carmen Martín Cruz. Fotos Leandro Pérez Pérez y tomadas de http://www.cubacine.cult.cu/es/articulo/el-mayor-coincidencia-o-gusto y https://www.elcineescortar.com/2020/03/12/se-estrena-el-mayor-largometraje-postumo-de-rigoberto-lopez

Crónicas raras

Para curiosos

Al lector

La película

Historia de la canción

Viñeta

Mayo nos devuelve los dolores y nos remedia las heridas. No podemos dejar de encontrar al Agramonte que se fue a la guerra con 27 años y murió en com-bate a los 32. Rebuscamos en un libro precioso, acudimos a causas y azares de una canción y seguimos la pista a la película dedicada al héroe epónimo de Camagüey, un patriota cabal para nuestro tiempo. Dedicamos la edición a la memoria de quienes protegieron sus reverberaciones.

Buscando aristas que nos permitieran imaginar mejor al joven Ignacio, la

museóloga Yilena Fernández Segura, de

la Casa Natal de El Mayor, recomendó

la lectura de Para no separarnos nunca

más. Cartas de Ignacio Agramonte a

Amalia Simoni (Casa Editora Verde Oli-

vo, 2018). En la página 32 de esa com-

pilación de Elda Cento Gómez, Roberto

Pérez Rivero y José María Camero Álva-

rez, aparece la referencia de su vida de

estudiante en La Habana, contada por el

amigo Manuel L. de Miranda: “…frecuentaba Agramonte el gimna-

sio, y tomó lecciones de esgrima, de un maestro afamado, llegando a ser mag-nífico tirador de florete, temible en el manejo de la espada y certeza en el del rifle; llamando la atención por su agilidad y fuerza. Levantaba pesos que pocos hombres de más edad podían levantar, sin que notara en él agitación ni esfuerzo alguno.

“Sin ser robusto, fue Ignacio siempre fuerte, saludable, musculoso y de gran resistencia física y moral”.

Resistencia

Nuestro entrañable Armando Boudet Gómez, a quien reconocimos en vida como el Director Histórico de Adelante, escribió

para el periódico La verdadera historia de la can-ción El Mayor. El texto publicado el 11 de mayo del 2011 incluyó esta carta de gratitud de Silvio Rodríguez a Giraldo Mazola Collazo, entonces dirigente del Partido en Camagüey. Su re scate ensancha su luz.

***Aquí Silvio:Cuando tú me escribiste en 1973 para que

hiciera una canción para la conmemoración de la caída en combate de El Mayor, yo llevaba años pensando que le debía esa canción. De los patriotas que estudié en primaria, Agra-monte siempre fue uno de los que me atrajo, porque su historia se enseñaba ligada a los as-pectos de su vida personal, humanización que hace más atractivo al héroe, porque al ‘bajarlo a tierra’ nos identificamos con él más fácilmente.

Recuerdo que me telefoneaste y te dije que necesitaba refrescar la vida del patriota. Me mandaste los documentos que el Partido esta-ba usando para preparar el evento que se acer-caba. Yo empecé a leérmelos, pero eran dema-siado densos para mí. Entonces me sumergí en la Historia de la Guerra de los 10 años, de Ramiro Guerra, y en otros libros.

No era seguro que la canción viera la luz al menos en la celebración oficial, porque una comisión partidista debía aprobarla. Aún así, cuando faltaba una semana para el acto, yo había hecho al menos dos bocetos de can-ción pero ninguno me convencía. Faltando apenas unos días y pensando que todavía no había dado con lo que deseaba, compuse El Mayor, tal y como se le conoce de principio a fin.

Al día siguiente debíamos grabarlo con el Grupo de Experimentación del Icaic, donde trabajaba, y la grabación debía volar hasta Ca-magüey, donde sería examinada. O sea, que el mismo día en que escribí la canción tuve que hacerle el arreglo.

La respuesta se demoró en llegar como dos días. Ya yo estaba pensando que era negativa, cuando de pronto nos dijeron que teníamos que tomar un vuelo para Camagüey, porque íba-mos a interpretar la canción en el acto. Aquello sí que fue una total sorpresa, porque yo pen-saba que la canción era para usarla de fondo, nunca para cantarla en vivo y mucho menos en el mismísimo acto en que hablaría Fidel.

Por entonces yo estaba más o menos cues-tionado oficialmente. Cinco años atrás habían suspendido mi música y mi presencia de la radio y la televisión cubanas y, aunque ese veto ya se había levantado, todavía me seguía cierta fama de tipo conflictivo y, para algunos,

apartado de la Revolución. Haydée nos había abierto las puertas de Casa de las Américas, Alfredo las del Icaic y gracias a eso teníamos un centro de trabajo y de estudios. Ser televisa-do en un acto oficial en el que el Comandante en Jefe haría el resumen, era lo último que por aquellos tiempos podía pasar por mi cabeza.

Dos o tres días después, en La Habana, un amigo me despertó a ‘periodicazos’. Cuando logré sentarme en la cama, me puso el perió-dico delante de los ojos: en la tercera página de Granma aparecía una foto mía, junto a mis compañeros músicos, tocando en la Plaza de San Juan de Dios. Al lado de la foto estaba la letra de mi canción a El Mayor. Lo primero que se me ocurrió fue que aquel amigo había im-preso un simulacro de Granma para hacerme una broma. Cuando metí la cabeza en agua y logré abrir los ojos, supe que era verdad.

Gracias, Mazola, por lo que te toca en esta breve historia.

Desde que salió a relucir la idea de una película a Ignacio Agramonte, nos man-tenemos atentos porque él es una zona

sagrada del Camagüey. Como un paralelo a la vida truncada del amado patriota, la historia

propia del filme también ha estado marcada por la tragedia, debido al fallecimiento de su director, Rigoberto López. Entonces, el direc-tor de fotografía Ángel Alderete, de indiscuti-ble jerarquía creativa, tuvo que velar solo por

la terminación. Finales de marzo era la fe-cha del estreno, pero la COVID-19 obligó al aplazamiento. Recientemente encontramos estas pistas visuales que avivan las expec-tativas.

Daniel Romero encarna el protagónico de El Mayor, la más reciente producción del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográfi cos (Icaic) que también contó en el equipo técnico y artístico con Santiago Llapur (producción), Eugenio Hernández Espinosa (coguionista con Rigoberto López), José María Vitier (música) y Beatriz Candelaria (edición).

La recreación de las batallas de la famosa caballería fue uno de los retos, así como vestuarios, armamentos y utilería del siglo XIX.

Alertas ante COVID-19CAMAGÜEY, MAYO DEL 2020Suplemento Especial de Adelante

Por Olga Lilia Vilató de Varona. Foto: Cortesía de la entrevistada

Hasta Andorra, ese pequeño principado independiente si-tuado entre Francia y España

en las montañas de Los Pirineos, conocido por sus instalaciones tu-rísticas, su estado de paraíso fiscal encaminado al comercio sin pago de impuestos, y su capital Andorra Vieja, llegó la COVID-19 a quitar el sueño a sus poco más de 77 540 habitantes.

A 7 553 kilómetros de Cuba, allí predomina el grupo etario más vul-nerable ante el SARS-CoV-2, pues re-gistra más personas que superan los 64 años de edad que menores de 15.

Quiso ese país, como otros 23, que profesionales cubanos de la Salud apoyaran sus labores sanitarias con una de las 26 brigadas del contin-gente Henry Reeve diseminadas por el mundo con este propósito. Hacia allá salió una integrada por 39 médi-cos y personal de enfermería, capa-citados para enfrentar situaciones de desastre.

Desde esa nación lejana y desco-nocida, la Licenciada en Enfermería Leidisbet López Cantero, quien con 16 años de experiencia trabaja en el hospital universitario Manuel As-cunce Domenech, de Camagüey, me res-pondió vía Internet con prontitud y con una aureola de esperanza y optimismo muy ne-cesarios para estos tiempos.

“Fuimos esperados aquí con gran expec-tativa. Este pueblo, a pesar de ser tan frío, nos ha acogido con un calor inmenso, y lo percibimos hasta en las calles. Al paso de algunos miembros de la brigada, agradecen nuestra presencia con gestos muy lindos”, inició el diálogo.

“Hemos vivido un intercambio de expe-riencia profesional muy especial con los integrantes del Servicio Andorrano de Asis-tencia Sanitaria (SAAS) que a ellos y a no-sotros nos ha servido de mucho”.

Acerca de los aportes en ese país, consi-deró: “Ha sido valioso. Me voy a referir a la enfermería, aunque con los médicos ocurre lo mismo. Cuando llegamos había alrede-dor de 15 a 17 ingresados en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Nostra Senyora de Meritxell, donde ofrez-co mis servicios, por lo general ventilados, y hoy tenemos solo tres. Fuimos 15 los en-fermeros incorporados a ofrecer nuestros conocimientos y, sin lugar a dudas, esto fa-vorece a la recuperación de los enfermos”.

Indagamos por alguna anécdota que la hubiera marcado y no titubeó: “No olvido a un paciente en la UCI, que cuando iba a ser trasladado a una Sala de Medicina me llamó a su cuarto aislado y me dijo: ‘Te pre-fiero a todas las enfermeras, sé que no eres de mi país, que eres cubana, pero me has tratado con el amor que jamás había reci-bido’. Ese significa el mayor regocijo que sentimos con sano orgullo”.

Más de 30 años ha vivido Leidisbet en Ca-magüey; sin embargo, no olvida sus raíces en Morón, Ciego de Ávila. “Allí tengo una parte importante de mi familia numerosa, mis tíos y primos, y descansan los restos

de mis amados abuelos y de mi padre. En Camagüey vivo con mi madre, Vilma Can-tero, quien es mi árbol, mi roble; con mi otro padre, Ismael Borges, que me acogió como a su propia hija; mis hijos, mis teso-ros, Richard Ovando, de 16 años, y Randy Michel, de 11, y mi esposo Yoan Martínez.

“Gracias a ellos puedo estar aquí. Me apoyan y me animan a que continúe cum-pliendo con el deber. Nunca dicen algo que me preocupe, solo me incitan a dar lo mejor de mí”.

Aunque a muchos nos premia con su ejemplo, valentía y deseo infinito de ayu-dar al prójimo sea quien sea y esté donde esté, ella quiso agregar otros agradeci-mientos: “A mis vecinos por su apoyo, a mis compañeros de trabajo, otra parte de la familia, pendientes a todo lo que sucede en casa, a todos muchas gracias y besos. Por favor, quédense en los hogares para acabar con la COVID-19 o al menos tratar de superar la etapa tan difícil por la que ahora pasamos.

“Envío un beso inmenso para cada cuba-no. Estén tranquilos, porque la Brigada Mé-dica de Andorra regresará pronto a la Patria, todos sanos y con la satisfacción del deber cumplido”.

Quizá Leidisbet y el resto de la brigada tengan la posibilidad de conocer algo más de ese lugar. Quizá no olviden el barrio an-tiguo, Barri Antic, que acoge a la Iglesia ro-mánica de Santa Coloma, la cual llama la atención por su campanario circular. Mas, indudablemente, jamás borrarán de sus corazones el recibimiento con aplausos y toques de cláxones de los taxistas del aero-puerto de Madrid, ni cada muestra de afec-to de los andorranos, como ese Himno de Bayamo con que los han sorprendido a su paso por una que otra calle.

Por Enrique Atiénzar Rivero. Foto: Cortesía del entrevistado

Cuenta Luz Angélica Leyva Barceló, ca-sada con Manuel

Emilio López Sifontes desde 1989, que cuando él estudiaba en el preuni-versitario, sus notas de 100 puntos eran cons-tantes en Matemática y en Física, y se inclinaba por el estudio de Inge-niería Civil. Sin embargo, al finalizar la enseñanza media superior en su mente se produjo un giro de 180 grados.

Manolito decidió incor-porarse al II Contingen-te de Ciencias Médicas Carlos J. Finlay y en 1977 terminó la carrera. No cejó en sus empe-ños de superación hasta concluir la especialidad de Medicina General Integral.

En 1995 empezó a prestar servicios como intensivista en el hospi-tal Manuel Ascunce Do-menech, considerado por él su segunda casa, y resulta común verlo en la UCIE (Unidad de Cuidados Intensivos de Emergencia) del cuerpo de guardia con carácter afable, devolviéndole la vida a muchas personas, y sin delirio de grandeza.

Cuando hace pocas semanas le preguntaron la disposición de partici-par en una brigada del contingente internacio-nalista de médicos espe-cializados en situaciones de desastres y epidemias Henry Reeve, no dudó en dar el paso al frente.

Tenía en su haber otras tres misiones en Mali (2004-2006), Venezue-la (2013-2016) y Bolivia (2017-2019) en la que lo acompañó su espo-sa como entomóloga y terminó antes tronchada por el golpe de Estado al presidente constitucional Evo Morales.

“Ahora, cuando di el ‘sí’, no sabía el lugar que me tocaría. En La Ha-bana me seleccionaron como intensivista de la segunda brigada médica que iría en Italia hacia la región de Piamonte, en la provincia de Turín.

“Como camagüeyano sentí el orgullo de que sería mi pequeño aporte a erradicar la pandemia,

paso siempre difícil por-que se deja atrás a la fa-milia, la que se preocupa por el riesgo que uno va a enfrentar, a la vez que la sé segura en nuestra Patria y apoyada por mis compañeros”.

La brigada en la que la-bora Manolito la confor-man 38 profesionales (20 galenos y 18 licenciados en Enfermería) que de-sarrollan sus actividades en un hospital adaptado de 90 camas, refiere el entrevistado, quien men-cionó la presencia allí de otro camagüeyano, Adalberto García López, especialista en MGI y urólogo.

“Lo más difícil no fue ver al primer paciente contagiado de COVID-19, sino adaptarme a andar con el traje, escribir en la computadora la histo-ria clínica del paciente y sentir nublarse los pro-tectores oculares por el calor. El idioma no sig-nifica una gran barrera. Médicos italianos nos ayudan”.

En cada cambio de turno cuentan con la co-laboración de dos epide-miólogos en el acto de retirarse y ponerse los trajes como medida de

bioseguridad, porque un error puede ser costoso.

Desde que empezaron a dar altas, por iniciativa de compañeros que par-ticiparon anteriormente contra el ébola, en África, colocan frente al hospital cintas blancas en un ár-bol como expresión de la recuperación de los egresados con esa terri-ble enfermedad.

“A mis compañeros de trabajo les digo que se cuiden, que apliquen las medidas de bioseguri-dad, tanto aquellos que están dando su aporte frente a la pandemia co-mo quienes atienden los problemas comunes de la población”.

Batallan estos solda-dos de las batas blancas en Turín, ciudad capital de Piamonte, en el norte de Italia, conocida por su arquitectura y su cocina refinada y a la vera de Los Alpes que se alzan al noroeste de la ciudad con sus paseos arbola-dos y las plazas.

Batalla en Turín el doc-tor Manolito, que quizá hubiera sido un brillante ingeniero civil, pero se hizo médico, de los bue-nos, y salvando vidas al-canza las mejores notas.

Pese al frío,inmenso calor humano

Las mejores notaspara Manolito

2 CAMAGÜEY, MAYO DEL 2020Suplemento Especial de Adelante

Por Carmen Luisa Hernández Loredo. Fotos: Leandro Pérez Pérez

Los hospitales se cimientan en su gente. Las grandes institu-ciones cobran el cuerpo y el

calor de quienes las hacen a dia-rio sin reparos, a fuerza de tesón y de entrega. La espina dorsal de los centros asistenciales deam-bula por los pasillos vestida de overol, detrás de probetas, llena de agua hasta los codos, aho-gada de calor por los bullones al fuego, moviendo los carritos que con su ruido característico de años de uso y desgaste anuncian los horarios de comida… nada se mueve ni se salva sin el personal de servicio.

En “Amalia Simoni”, muy lejos de la zona roja, se sienten los vapores de la cocina, el lugar donde más le brillan los ojos a Eloy Cutiño Díaz. La pasión por este arte hizo que cambiara la Biología marina por su verdadero sueño. “De joven no tuve la opor-tunidad de estudiar lo que quería y después de dejar la carrera por problemas familiares obtuve el técnico de nivel medio en alimen-tos y zootecnia en ‘Pino Tres’.

“Llegué aquí hace 20 años como camillero; después me su-peré en la culinaria y pude optar por una plaza, empecé en el co-medor de los médicos de guardia y ya me ve”, y sube la mirada como quien muestra su reino en-tre los olores del menú del día. A este esmeraldense cocinero inte-gral se le descubre la sonrisa por debajo del nasobuco, al tiempo que confiesa “si dicen que mi co-mida es la mejor, bueno, que lo digan ellos. Eso motiva”.

Dos años más que él lleva Sil-via Padrón Farías desandando cada sala. “Como pantrista he pasado por todas. Disfruto ver la evolución de los pacientes, hay que ser muy profesional, atenta con ellos, necesitan recuperarse y nuestro trabajo influye en eso”.

Silvia estuvo en el centro del peligro en los primeros días de la COVID-19, pero a sus 58 años la diabetes y la hipertensión la sa-caron de allí. “Ahora hago lo ne-cesario, ayudo a las ‘muchachi-

tas’ (las pantristas más jóvenes) para que aprendan y no dejo de venir ni un día, desde las 7:00 a.m. hasta la hora que haga falta. Una coge lo que está pa’ una, no im-porta si está en la casa o en el tra-bajo, por eso solo me iré el día de la jubilación”.

Diariamente unas 20 personas organizan el trabajo del área de cocina, comedor y pantries en “Amalia Simoni”, además del gastronómico que se queda de un día para otro con el fin de garantizar los alimentos de los especialistas de guardia y la en-trega de la leche a la unidad a las 3:00 a.m. Conforman el equipo de los “magos” que distribuye los alimentos según las dietas de los enfermos en sus seis momentos.

Al frente de ocho de ellos la-bora Diosahiris Arias Allen. “Soy gastronómica A, B y C, estuve antes en unidades que brindan este servicio y hace cinco años trabajo aquí”.

En medio de los reajustes pa-rece la mujer orquesta: “si hace falta vendo los tiques para la co-mida, ayudo en el traslado de los alimentos y en la administración. Me gusta mucho lo que hago y tengo voluntad para estar el tiempo que se precise. El trabajo es diario, sin horario, y duro, pero muy gratificante”.

DOSIS DE AMOR

Las dinámicas también han va-riado en el “Eduardo Agramonte Piña”. Desde el momento en que se decidió que en el Hospital Pe-diátrico fueran atendidos los me-nores de 18 meses sospechosos, contactos y confirmados la vida cambió dentro del recinto.

“La mayoría de los casos ya llegan clasificados con un in-greso directo, pero para los que se acercan al centro habilitamos un cuerpo de guardia para afec-ciones respiratorias, también con acceso restringido, el per-sonal labora durante 24 horas y tiene todas las condiciones

de estancia para los pacientes. En caso necesario hay un clasi-ficador en la puerta que remite a los servicios, porque no se ha cerrado ninguno. Seguimos tra-tando los casos de nefrología, de terapia intensiva y brindando la atención regional a Ciego de Ávila y Las Tunas”, asegura el director, Dr. Carlos M. Busquet García.

“Para el tratamiento de la COVID-19 habilitamos un área cerrada, nadie puede salir ni de los cubículos. El personal que permanece allí durante 24 horas dio su disposición y sabe que ante un confirmado no regresará a la casa hasta pasado el ciclo de 14 días y el aislamiento. Nuestros trabajadores están muy conscien-tes de su misión y adoptamos las medidas para que ningún servi-cio se vea comprometido”.

Con Iramis García Morales con-versamos a distancia. Ella estaba justo a mitad de camino en un largo pasillo, nosotros justo en el umbral de la puerta. Entre las ba-tas, los guantes, las botas, los es-pejuelos y el nasobuco mañana no la reconoceré en la calle y no habrá oportunidad de bromear

por aquella “entrevista a distan-cia”, celular mediante, en la que se sostuvo a sus implementos de limpieza con la fuerza de quien prefiere verse de frente a una pandemia y no ante un grabador de periodista.

Por cada tres palabras de Ira-mis, cuatro veces repetía “amor”, porque esta auxiliar de limpieza de poco más de 50 años tiene bien claras las esencias de su empeño. “Para que los médicos puedan trabajar seguros hay que tener los pisos y las áreas bien limpias, la higiene debe ser cons-tante. Lo más difícil toca cuando se libera un local, hay que desin-fectar hasta las paredes. Ojalá no pase, pero si un día llegamos y no podemos irnos, estamos pre-parados para limpiar, y muy bien, con mucho amor, el tiempo que haga falta”.

LA OBRA DE HACER

“Buenos días”, dijo mientras se arreglaba la bata al tiempo que

miraba al fotógrafo. “Pasen, esta es la central estéril, el corazón del hospital”, y así se definen cla-ros los orgullos de la licenciada en Enfermería Leily Cairo Ferrer, quien labora en el “Octavio de la Concepción y la Pedraja”.

“Trabajan 24 horas, en dos tur-nos, donde las asistentes se en-cargan de garantizar el material estéril tanto para trauma, la acti-vidad quirúrgica, y el grave, siem-pre bajo la supervisión de una enfermera. De aquí sale toda la producción de torundas, gasas, así como la tela e instrumental.

“Hasta que llegó este coronavi-rus también nos encargábamos del reúso de los guantes, pero ahora eso, que era una fuente de ahorro, no lo podemos hacer. Lo

que se utiliza en pacientes con-firmados, se bota. Nuestro depar-tamento tiene la responsabilidad de la protección de quienes están allá dentro.

“En el turno laboran cuatro asis-tentes y una enfermera, y sabe-mos las necesidades de las salas a través de los mensajeros. Esta clasifica como área de no riesgo, única forma en que podemos certificar que no haya un entre-cruzamiento de la enfermedad.

“Al inicio nos sentíamos muy nerviosas, pero nos crecimos. Ahora nos comunicamos más, estamos al tanto de las familias de las otras, lloramos cuando alguien ha sentido un malestar, nos preocupamos por las fami-lias de quienes entran a trabajar. Aquí hay disposición para asumir un turno de 24 horas, o de más tiempo. Esta es nuestra zona roja”.

Otra área resulta vital, la de abastecimientos médicos. Alexis de la Cruz Valladares, Licenciada

en Servicios farmacéuticos, co-mentó sus funciones en medio de una pandemia: “en el área del dispensario se preparan las solu-ciones desinfectantes, acuosas o alcohólicas, como el hipoclorito. De aquí sale todo el producto para las labores de descontami-nación, sea de manos, vajilla o superficies. Lo hacen diariamente cuatro personas, al principio se trabajó sin tiempo, hasta de ma-drugada, pero ya suman ocho horas.

“Además, somos un laboratorio para la producción tanto de me-dicina verde como dispensarial y cubrimos las necesidades de Camagüey y Las Tunas en sus unidades militares. Nuestros ren-glones abarcan todos los grupos farmacológicos”.

Muy cerca del dispensario está la lavandería. Allí, hace poco más de un mes, trabaja de voluntario Yariel Díaz Ferrer, sargento ins-tructor del regimiento de defensa antiaérea de Minas: “lavo la ropa de los pacientes. Entro a las 7:00 a.m. y salgo cuando ya no queda una pieza sucia. Vine porque hacía falta gente, cuando conté mi de-cisión en la casa me dijeron que si podía apoyar y dar mi mano, la diera”. Responde con el desen-fado de sus 20 años y el asombro ante quienes buscan en su obra más que una acción necesaria.

La humildad resulta el común denominador de estas conver-saciones. Caridad Toledo García, Licenciada en Farmacia, con 25 años de trabajo en el “Octavio”, sentenció: “esto es lo que pode-mos hacer, otro granito de arena en un momento tan decisivo”. Hace una pausa, sube los hom-bros y dice casi en susurro “no será… pero es nuestra forma de ayudar”.

Y una quiere llenar ese silencio de puntos suspensivos, aunque se quede con las ganas y lo haga en palabras, con un abrazo (de esos que hemos aprendido a ex-trañar y redefinir en relevancias) que pruebe que es importante, y es mucho, y es digno y hermoso lo que hacen, lo que entregan los héroes anónimos que an-dan levantando con su trabajo el cuerpo y el calor de un hospital ante una batalla a vida.

Anónimos

Caridad

Iramis

3CAMAGÜEY, MAYO DEL 2020Suplemento Especial de Adelante

Por Félix Anazco Ramos. Fotos: Leandro Pérez Pérez

La 6005 y la 6007 son de las ambulancias que le po-nen la piel de gallina a mi vecina. “¡Solavaya!”, grita cada vez que las sirenas rompen la calma nocturna.

Desde que la COVID-19 llegó a Camagüey ella vive con el temor de que todas las que pasan por la avenida rumbo al hospital Amalia Simoni, trasladan al “pasajero de Wuhan”.

La verdad, en el municipio cabecera solo esas dos han tenido el histórico encargo, que comenzó el día que Rei-nier Sánchez y Yorseny Hernández surcaron la ciudad para buscar a un sospechoso en el policlínico Julio Anto-nio Mella: “Estábamos de guardia el 15 de marzo y llama-ron con urgencia porque lo que describía la boleta tenía todo para ser el primer positivo. Nosotros íbamos asus-tados, pero en el camino pensamos que peor debía sen-tirse el hombre que trasladaríamos y nos llamamos a la calma”, recuerda Yorseny, quien, aunque ya suma varios años como Licenciado en Enfermería, comenzó a traba-jar en el Sistema Integrado de Urgencias Médicas (SIUM) hace apenas tres meses.

“Casualmente también tuvimos la oportunidad de regre-sarlo hasta su casa cuando le dieron el alta. Es la tarea más linda: llevar a los que se recuperan te llena de ener-gías. Por lo menos llego con algo bueno que contarles a mi mujer y mis dos hijos”, reconoce Reinier. Su com-pañero tiene menos público para las buenas y las malas nuevas: decidió alejar a sus tres vástagos en otro hogar familiar, pues no conciliaba el sueño con la preocupación de tenerlos bajo su mismo techo.

El 11 de marzo quedó habilitado el primer móvil exclusivo para casos de SARS-CoV-2 y una semana después incorporó otro para la ciudad y se activaron unidades en todos los municipios. En este período, la dupla de Ángel Ávila e Isaura Domínguez resulta de las que más pacientes ha movido en la 6007.

Él nos cuenta que “aunque el encargo es peligroso, mi familia siempre me apoyó. En cada regreso ellos comprueban paso a paso mi ritual de seguridad antes de abrazarme. Ni siquiera imaginan que previamente lo hago todo dos veces, para asegurar”.

“Mi mamá me ‘quema’ el teléfono todos los días. Yo le digo que me deje traba-jar, pero cada llamada suya me hace sen-tir protegida”, nos cuenta la muchacha de Vertientes.

Antes de declararlos como “la caballería” que enfrentaría al virus en Camagüey, los especialistas de Higiene y Epidemiología los prepararon sobre sus par-ticularidades para crear un protocolo de trabajo con este tipo de pacientes. No obstante, los días previos al primer caso significaron un cas-tigo de incertidumbre.

Según Ángel, “el temor nunca desaparece, pero con el paso del tiempo confirma-mos que si se toman todas las medidas, el riesgo de con-tagio es casi nulo. Ese miedo nos hace actuar con precau-ción, por lo cual aplicamos la desinfección correctamente y tratamos a todos los pacien-tes como positivos”.

Isaura narra lo más difícil: “hemos transportado perso-nas muy nerviosas o intran-quilas, preocupadas por sus

familiares y otras con mucha falta de aire. En dichos casos corresponde primero tratar de transmitirles confianza y tranqui-lidad para que nos permitan atenderlos con éxito”.

De crearse una brecha en las medidas preventivas durante su actuar, deben in-formarla inmediatamente para ser ais-lados, pero hasta el momento tal situa-ción no ha ocurrido en la provincia. Las seis parejas de profesionales del llamado SIUM se hospedan en la aca-demia provincial de boxeo durante las guardias para permanecer más cerca del Hospital Militar y no tener contacto con el resto de sus colegas.

El 23 de marzo la “seño” Adisley Rodríguez hizo su viaje de 35 kilómetros desde Nicaragua, en Jimaguayú, hasta el nuevo alojamiento con una certeza: “Esto puede matarme. Nada de lo vivido en mis 15 años de servicio ha sido tan peligroso, porque la COVID-19 no perdona y puedo contagiar a mis compañeros si no tra-bajo según lo indicado”. Adislenis e Isabela, sus niñas, saben que hay pocas mujeres más valientes que mamá, mas también sufren. “Yo les explico que el riesgo es parte de mi profe-sión, que me siento realizada como enfermera de urgencias porque casi todas las personas que atiendo están entre la vida y la muerte y en ese momento somos lo único que tienen”.

No todos nacemos con tal don, con el fuego interno que obliga a algunos a dedicar sus me-jores años a luchar por la vida de los demás. A Mariela Davis, por ejemplo, la llama le quemó el pecho hasta hace una semana. “Cuando hicieron el primer llamado decidí mantenerme al margen por instinto maternal; sin embargo, cuando empecé a ver los primeros casos de niños contagiados decidí incorporarme. Mis compañeros me apoyaron y me ayudan a tra-

bajar segura. Hay mucha gente que necesita de mí, y mi Norlis Fabián, con seis años, ya lo entiende”.

En el interior de las ambulancias 6005 y 6007 se per-cibe un intenso olor a cloro, hay además varios equipos de respiración artificial y reanimación, camillas y medica-

mentos, pero si se le hace lugar al silencio, suma el latir apurado de decenas de corazones que las han habitado desde marzo pasado. En ese inquietante concierto, las doce almas de batas verdes y blancas han sonado más fuerte, marcando el ritmo de la esperanza de los 40 “hués-pedes” salvados.

Sirenas y latidos

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4 CAMAGÜEY, MAYO DEL 2020Suplemento Especial de Adelante

Múltiples son las preocupa-ciones e incertidumbres de la población ante la si-

tuación provocada por el nuevo coronavirus. Por ello, el Consejo de Defensa Provincial (CDP) ocu-pa cada noche gran parte de su agenda en analizar las llamadas telefónicas al Puesto de Direc-ción, y otras opiniones recibidas por diversas vías, incluidos los medios de prensa, a fin de solu-cionar cada queja o problemática.

Desde su activación en la últi-ma semana del mes de marzo di-cho órgano rige la vida cotidiana del Camagüey y la prevención y control de la COVID-19. A dia-rio, evalúa la situación sanitaria y epidemiológica de la provincia, el cumplimiento de las medidas indicadas nacionalmente durante este período y la continuidad de las actividades económicas y de servicios, con énfasis en la pro-ducción de alimentos.

A propósito, los grupos Eco-nómico-Social (a través de los subgrupos Salud; Global; Ali-mentos; Transporte; Agua; Ener-gía y Combustible; Turismo; Industria; Construcción, Inver-siones y Comunales; Educación, Cultura y Deportes, y Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente), Político-Ideológico, Jurídico, In-focomunicaciones, Orden Inte-rior y Defensa Civil informan a las máximas autoridades no solo el cumplimiento de sus tareas aso-ciadas a la situación excepcional, sino la marcha de los principales indicadores de aquellos organis-mos y entidades que los integran.

El sentir popular centra todos sus análisis y acciones.

CON PRECISIÓN DE RELOJSolo del 1ro. al 20 de mayo,

fueron procesadas por el Centro de Dirección del CDP 625 llama-das, 103 de estas referidas a du-das o sugerencias. Las 522 res-tantes corresponden a quejas e insatisfacciones y han constituido

acuerdos de ese órgano de direc-ción, chequeados al día siguiente de tomados y siempre con la exi-gencia de que se haya visitado o contactado a quien comunicó el problema. Hasta esa misma fe-cha, están pendientes nada más nueve respuestas, junto a ocho pertenecientes a abril.

Tal sistema ha permitido, por ejemplo, asegurar el acceso a los alimentos a núcleos familia-res que no cuentan con libreta de abastecimiento por disímiles cau-sas; trasladar entre municipios o provincias casos urgentes por salud u otras dificultades; mejo-rar la distribución de productos hacia comunidades alejadas, e identificar ancianos a los que aún no se les había visitado para co-nocer su situación o auxiliarlos en la satisfacción de necesidades básicas.

En este último caso, Ariel San-tana Santiesteban, presidente del CDP, insistió en revisar nue-vamente, con mayor detalle y sistematicidad, la visita a cada camagüeyano que sobrepasa los 60 años. “Si seguimos reci-biendo alertas e insatisfaccio-nes acerca de la atención a ese grupo vulnerable, es porque aún no hemos llegado en realidad a su totalidad”, dijo el también pri-mer secretario del Partido en la provincia.

Según datos de la Dirección Provincial de Trabajo y Seguridad Social, más de 2 570 ancianos están a cargo de trabajadores sociales y de diversos sectores, fundamentalmente de Cultura y Deportes, quienes les llevan a sus casas los alimentos, medica-mentos y cualquier otro recurso necesario, para que no salgan a la calle. Sin embargo, a diario se conocen casos que permanecen desvalidos.

La insolvencia o desprotec-ción de familias vulnerables, el desabastecimiento de mercados y placitas y la inestabilidad de la tienda virtual son otros de los

principales asuntos vinculados al enfrentamiento a la pandemia alertados por el pueblo, junto a la preocupación por las largas colas que todavía genera la venta de productos altamente deman-dados e incluso sin la existencia de estos. Sin embargo, también son atendidos imprevistos no vincu-lados con la pandemia o reclamos antiguos como necesidades de vi-vienda, salideros o falta de agua, obstrucciones del alcantarillado, vertimientos de fosas, fallas en la recogida de basura, microverte-deros, litigios de tierras.

Cada sábado, el programa radiotelevisivo Toque de Clarín refleja la solución de problemáticas de la semana, el agradecimiento de los beneficiados y la insatisfacción de quienes no resultan convencidos o comunican nuevas dificultades.

DESDE LO URGENTE Y DESDE LO BÁSICO, LA COTIDIANIDAD

Incrementar la producción de alimentos resulta esencial hace mucho para la aspiración de Cuba de alcanzar la sobera-nía alimentaria. En tiempos de COVID-19 ello se agudiza ante la imposibilidad de adquirirlos en el exterior, ya no solo por el recru-decimiento del bloqueo de Esta-dos Unidos contra nuestro país, sino por la reducción de la activi-dad comercial a nivel global.

El CDP exige a diario una mejor distribución de los productos del campo disponibles, aún alejados de la demanda de un territorio de más de 700 000 habitantes. Ade-más, chequea la preparación de tierras; la siembra, con énfasis en cultivos de ciclo corto como el boniato, la yuca, el maíz y la calabaza; la obtención de leche, recuperándose poco a poco en mayo luego de meses de afecta-ción; la construcción de módulos pecuarios, a un ritmo lento con 130.

Al respecto, Santana Santieste-ban ha insistido en llegar a cada productor para comprometerlo con el aprovechamiento de los terrenos y la entrega de lo aco-piado para el beneficio de todo el pueblo, y también en la expli-cación oportuna: “Tenemos que aclarar la situación difícil que afrontamos, sobre todo con las viandas. Ahora estamos sem-brando bastante, pero los frutos no se verán hasta dentro de dos o tres meses, y los de ciclo lar-go hasta un año. En tanto, Aco-pio debe balancear mejor lo que asigna a cada municipio, llevarlo a punta de lápiz, sin desproteger a la ciudad cabecera”.

Las industrias alimentarias en Camagüey no han detenido acti-vidades, a pesar de sus limitacio-nes tecnológicas y las tensiones con las existencias de materias primas, pero la población necesi-ta mayor disponibilidad. Acercar esas y más opciones a los repar-tos y a las comunidades alejadas (incluida la venta con puntos mó-viles donde la cadenas Caribe y Cimex no cuentan con estableci-

mientos) es una iniciativa aplau-dida, aunque perfectible.

De igual modo, se da segui-miento a la calidad de las comi-das elaboradas para llevar des-de las unidades del sistema de Comercio. Ante irregularidades, sobre todo, con su oferta cruda a algunos usuarios no ha faltado la denuncia popular y la inmedia-ta actuación de los directivos del sector.

El funcionamiento de los conse-jos energéticos y su exigencia so-bre el uso racional de la energía eléctrica permite que la provincia se enmarque dentro de los 3 010 MW.h planificados para cada día, y en los previstos para los dos horarios pico. Ello se logra por la reducción del gasto de las enti-dades estatales, pues en el área residencial hay un incremento no solo por la permanencia en los hogares, sino por la no aplicación de medidas de ahorro, por lo que el CDP insta a las personas a una actuación más consecuente.

Acerca de la situación laboral y el tratamiento salarial, Yaniris Hernández Vento, directora pro-vincial de Trabajo y Seguridad Social, informó esta semana que más de 39 400 personas laboran a distancia y 7 951 empleados se encuentran interruptos. De estos últimos 4 446 están reubi-cados en sus centros o en otros puestos, fundamentalmente de la Agricultura, y en sitios dedica-dos al aislamiento de contactos o viajeros, en la mensajería de

las farmacias y la atención a los ancianos.

La reubicación es la primera opción, y no el pago del 60 % del salario, explicó la directiva, pues ello beneficia no solo a los afec-tados por el cierre temporal de su actividad, sino a la vitalidad y la economía de la sociedad, al cubrir plazas siempre necesarias pero ahora vitales para enfrentar la pandemia. Tal responsabilidad corresponde a los administrati-vos de cada entidad, cuyos jefes de Recursos Humanos deben despachar sistemáticamente con las direcciones municipales de Trabajo la situación individual de su personal y la disponibilidad de vacantes.

Más de 330 lamentables he-chos delictivos han sido proce-sados, sobre todo los tipificados como propagación de epide-mias, actividad económica ilícita, acaparamiento y especulación.

Las alrededor de 300 personas alertadas o multadas como pro-medio cada día por autoridades de orden interior por incumplir el distanciamiento físico, el uso del nasobuco y medidas higiéni-cas, evidencian que todavía hay muchos irresponsables frente a tanta entrega del personal de Sa-lud y de otros organismos y del esfuerzo del Estado cubano por garantizar los servicios a la po-blación para que salga a la calle solo a lo imprescindible.

•Daicar Saladrigas González•Foto: Leandro Pérez Pérez

Con el oído en la gente

La creciente confianza de la población en la atención del CDP a sus preocupaciones y sugerencias, refuerza el rol de los consejos de defensa municipales. Esas estructuras deben dar seguimiento con igual rigor a la solución de las demandas populares. Para ello han habilitado los siguientes teléfonos:

Camagüey: 32-240022 y 32-297826Carlos Manuel de Céspedes: 32-569357 y 32-569528Esmeralda: 32-673166 y 32-673173Florida: 32-515355 y 32-513718Guáimaro: 32-812051 y 32-813444Jimaguayú: 32-399442 y 32-399086Minas: 32-696483Najasa: 32-864113 y 32-864282Nuevitas: 32-414514 y 32-416560Santa Cruz del Sur: 32-852830Sibanicú: 32-380594 y 32-380368Sierra de Cubitas: 32-615495Vertientes: 32-306235 y 32-307849