Revoluciones no violentas: el éxito del movimiento Solidaridad en Polonia

7/23/2019 Revoluciones no violentas: el xito del movimiento Solidaridad en Polonia

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REVOLUCIONES NOVIOLENTAS: EL XITO DEL MOVIMIENTO DE

SOLIDARIDAD EN POLONIA

MIGUEL DARO CLAVIJO McCORMICK

UNIVERSIDAD COLEGIO MAYOR DE NUESTRA SEORA DEL ROSARIO

FACULTAD DE CIENCIA POLTICA Y GOBIERNO

BOGOT, D.C., 2009


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Revoluciones Noviolentas: El xito del Movimiento de Solidaridad en Polonia

Monografa de Grado

Presentada como requisito para optar al ttulo de

Politlogo

En la Facultad de Ciencia Poltica y Gobierno

Universidad Colegio Mayor de Nuestra Seora del Rosario

Presentada por

Miguel Daro Clavijo McCormick

Dirigida por:

Freddy Cante

Semestre I, 2009


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CONTENIDO

Pg.

INTRODUCCIN

1. LA POSIBILIDAD DE LAS REVOLUCIONES NOVIOLENTAS 4

1.1 DE LA ACCIN COLECTIVA A LA ACCIN POLTICA NOVIOLENTA 5

1.2 DE LA ACCIN POLTICA NOVIOLENTA A LAS INSURECCIONES

NO ARMADAS 11

1.3 DE LAS INSURRECCIONES NO ARMADAS A LAS

REVOLUCIONES NOVIOLENTAS 15

1.4 UNA BREVE SNTESIS 18

2. CONTEXTO REVOLUCIONARIO EN POLONIA 22

2.1 CONTEXTO SOCIOECONMICO: LA VIOLENCIA CIVIL Y EL

RGIMEN COMUNISTA 23

2.2. CONTEXTO POLTICO: LOS SINDICATOS ANTES DE SOLIDARIDAD

Y EL RGIMEN COMUNISTA 26

3. SITUACIN REVOLUCIONARIA: LA PERSISTENCIA

DE LA NOVIOLENCIA 29

3.1 UNIDAD DE ACCIN 32

3.2 COHESIN SOCIAL 35


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3.3 MASIVIDAD 37

4. RESULTADO REVOLUCIONARIO: EL TRIUNFO DE LA

NOVIOLENCIA EN POLONIA 39

4.1 LA NOVIOLENCIA Y LAS TRANSFORMACIONES SOCIOECONMICAS 40

4.2. LA NOVIOLENCIA Y LAS TRANSFORMACIONES POLTICAS 43

5. CONCLUSIONES 49

BIBLIOGRAFIA

ANEXOS


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LISTA DE ANEXOS

Anexo 1. Documento: Los Mtodos de la Accin Poltica Noviolenta por Freddy Cante.

Anexo 2. Documento: Evolucin del ndice de Desarrollo Humano: 1975, 1990, 2005.


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LISTA DE GRFICOS

Pg.

Grfico 1. Diagrama de la Accin Colectiva. 20

Grfico 2. Esquema de Revoluciones Noviolentas. 21


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INTRODUCCIN

Varios observadores han hecho de la violencia parte de la definicin de revolucin. Ms

an, algunos entienden por revolucin la poltica de la Violencia1, haciendo que la idea

de revolucin noviolenta se muestre claramente como una contradiccin en trminos.

Sin embargo, otro nmero importante de acadmicos, que sin ser simpatizantes

de la noviolencia, han excluido a la violencia de sus definiciones de revolucin, sobre la

base de que la violencia no es inherente al concepto, y por ende su inclusin podra

obstruir investigaciones tiles respecto de si los cambios revolucionarios pueden ocurrir

o no a travs de luchas noviolentas.

Una aclaracin debe ser hecha: Con frecuencia se utiliza el trmino Noviolencia

para referirse a cualquier proceso noviolento, incluyendo procedimientos

institucionalizados como las elecciones. Tales procedimientos institucionalizados, an

cuando son correctamente contrastados con mtodos violentos, deben ser excluidos de

la concepcin de luchanoviolenta, de la cual se ocupa esta monografa.

Aqu, la lucha Noviolenta implica un apego a los mtodos de protesta, no-

cooperacin e intervencin (tales como protestas masivas, marchas y desobediencia). Susefectos pueden ser tan leves como profundos, llegar a ser asimilados con la guerra y ser

vistos como forma de poder coercitivo no destructivo.

De ah la posibilidad de hablar de Revoluciones Noviolentas. Esto no significa que

en ellas la violencia est totalmente ausente, ya que el desafo que supone la lucha

noviolenta es con frecuencia contestado con violencia. Significa en cambio, que los

medios utilizados por quienes se podran denominar revolucionarios, son exclusiva o

predominantemente noviolentos. Cabe aclarar que la accin poltica noviolenta tampoco

es pacifismo, de hecho se aleja bastante; se trata ms bien de una herramienta de accin

social estratgica2quecon frecuencia se utiliza contra una autoridad gubernamental.

1Ver Powers, Roger S. y Vogele, William B. (eds). Protest Power and Change: An encyclopedia of Nonviolent actionfrom Act-UP to Womens suffrage, 1997, p. 433. Traduccin libre del autor.2Por estrategia se quiere decir el proceso mediante el cual se analiza un conflicto y se determina cmoalcanzar objetivos al menor costo y riesgo posibles. Ver Ackerman, Peter y Kruegler, Christopher.StrategicNonviolent Conflict: The dynamics of people power in the Twentieth century, 1994, p 6.


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Las campaas de Gandhi revelaron posibilidades de accin masiva sin el uso

extensivo de la violencia, que tanto ha caracterizado a las revoluciones ms conocidas.Algunos observadores como Clarence Marsh, reconocieron que la tcnica poltica de

Gandhi a travs del poder de no-cooperacin y de varios mtodos constructivos y

asertivos, podra contener a sus oponentes mediante la movilizacin de la Fuerza sin

Violencia.

Dos episodios de lucha noviolenta que caben en una de la definiciones ms

simples de revolucin -el derrocamiento de un dictador-, pueden ser encontrados en

Centroamrica en 1944. Tanto en El Salvador como en Guatemala, los dictadores fueron

forzados por cadenas de protestas, huelgas, paros comerciales y finalmente presiones de

las lites, doctores, diplomticos, e incluso el gabinete del dictador salvadoreo.3

Claramente, estos casos califican como revoluciones polticas.

Pero qu hay de las revoluciones sociales noviolentas? Gandhi, quien para

muchos era un revolucionario social, logr una revolucin en este mbito a travs de la

preparacin cultural, la construccin de fuerza organizacional, campaas noviolentas y

demostraciones diseadas para dramatizar los objetivos del movimiento, mientras que

apelaba a un amplio abanico de valores, haciendo la represin por parte de los oponentesdifcil. De manera paralela, utilizo tcticas de no-cooperacin poltica y econmica, como

el no pago de impuestos y rentas, huelgas, boicots, desobediencia civil, etc. Ello dio lugar

a la creacin de instituciones paralelas y a su intervencin ante el gobierno, que

constituyen elementos fundamentales para una revolucin social.

Como el caso de la India, cabe pensar varios otros, pero atendiendo la

sugerencia4de investigar uno en el que la accin poltica noviolenta haya contribuido al

desarrollo de procesos revolucionarios polticos y sociales, esta monografa plantea el

debate de las revoluciones noviolentas a la luz del caso de Solidaridad en Polonia durante

los aos ochenta. En efecto, el desafo ms importante del movimiento Solidaridad en

3Comparar Powers y Vogele (eds). Protest Power and Change: An encyclopedia of Nonviolent action from Act-UP to

Womens suffrage, 1997, p. 434.4Durante la sustentacin del proyecto para esta Monografa, el jurado de la Universidad consider que porefectos de practicidad y espacio, sta debera concentrar su anlisis en un slo caso de estudio, que fuera losuficientemente representativo para comprobar la hiptesis reformulada.


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Polonia a la teora y prctica tradicionales de revolucin, es justamente su concepto de

revolucin autolimitada y noviolenta.Adems de lo anterior, se ha escogido este caso por tres razones: primero,

porque se trata de uno cuyos eventos permiten hablar de una revolucin poltica (en el

sentido que hubo cambio de rgimen), as como tambin de una revolucin social al

mejor estilo de Gandhi; segundo, porque se caracteriza por la constante disciplina de la

noviolencia y la instauracin de nuevos valores sociales, an frente a las respuestas y

provocaciones violentas del rgimen comunista; y tercero, porque los sucesos y las

transformaciones (que con el paso del tiempo se hacan mayores) terminaron

contribuyendo a la cada del imperio del comunismo en algunos Estados satlite de la

Unin Sovitica, lo que refleja su importancia para la historia moderna de Europa.

En ese orden de ideas, esta monografa se divide en dos partes: La primera est

compuesta nicamente por el primer captulo, que supone un esfuerzo por rescatar

desde la teora, la posibilidad de las revoluciones noviolentas. En dicho proceso se

identifican algunos elementos de la accin poltica noviolenta y se propone una manera

de encajarlos dentro del esquema de revoluciones sugerido por Charles Tilly, tambin

abordado en el captulo, y que sirve de gua a lo largo de los captulos posteriores.La segunda parte abarca los captulos 2, 3 y 4, en los cuales se desarrolla un

anlisis crtico sobre la manera en la cual se lograron las transformaciones polticas y

sociales en Polonia, asignando un captulo a cada una de las tres etapas que de acuerdo

con el esquema de revoluciones planteado en el captulo 1, identifican un proceso

revolucionario, a saber: primero, la configuracin de un Contexto Revolucionarioen el cual se

crean las circunstancias para que dos o ms partes generan tensiones y/o aspiraciones

incompatibles entre s con respecto al poder; segundo, el desarrollo de una Situacin

Revolucionaria que enmarca los enfrentamientos derivados de esas tensiones y que

producen una soberana mltiple o difusa; y finalmente, la obtencin de un Resultado

Revolucionario, en el cual se producen transformaciones polticas y sociales.

En concordancia con la hiptesis propuesta para esta investigacin, la

conclusin final seala la funcionalidad de la accin poltica noviolenta en el desarrollo

del proceso revolucionario para el caso estudiado, confirmando as que Polonia

constituye, en efecto, un ejemplo de Revoluciones Noviolentas.


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1. LA POSIBILIDAD DE LAS REVOLUCIONES NOVIOLENTAS

El uso de la violencia civil, como mtodo de accin colectiva irregular (ilegal) con fines

polticos, ha sido recurrentemente analizado a lo largo de la historia, en razn a los

alcances que sobre ella puede observar una sociedad determinada. En ese sentido, ms

que la aniquilacin total de un enemigo, el mximo resultado atribuible a un conjunto de

acciones violentas impulsadas por grupos (rebeldes), es la culminacin, en palabras de

Tilly, de un resultado revolucionario, que bien puede ser econmico, poltico o social.

De ah que la violencia haya logrado permear el ideario cultural de quienes reconstruyen,

interpretan y analizan nuestra historia, al punto de ser un elemento privilegiado en la

academia, tal como lo demuestran autores como Schmitt (1991), Weber (1995), Tilly

(1993) y Clausewitz entre otros.

No obstante, otra cara de la historia revela otro mtodo de accin colectiva tan

sistemtico como el de la violencia, pero menos analizado: la noviolencia. Pues bien, si

de la violencia cabe pensar resultados revolucionarios, por qu no pensar lo mismo de la

accin noviolenta? Al fin y al cabo, cada uno de los dos mtodos de accin es tan

antiguo como vigente. Acaso la historia se ha encargado de demostrar que las nicasrevoluciones exitosas son aquellas que han involucrado mtodos violentos? Es posible

que no haya tantas aproximaciones que revivan ejemplos histricos que reconozcan el

peso de la noviolencia como mecanismo de accin poltica alternativo y altamente

operativo en el desarrollo de procesos revolucionarios.

Este planteamiento surge al notar que la lectura que diversos observadores

hacen de las revoluciones y de la accin noviolenta, sugiere una incompatibilidad en

trminos. Por el primero Charles Tilly entiende una transferencia por la fuerza del

poder del Estado5, y puede ser econmica, poltica o social. Es econmica, cuando se

trata de una transformacin efectiva y radical de un sistema econmico en una

determinada sociedad y en un perodo de tiempo relativamente corto; es poltica, cuando

hay un cambio de rgimen poltico y consecuentemente una sustitucin de gobernantes;

y social -siendo sta la ms profunda y de mayor duracin-, cuando hay un cambio de

5Ver Tilly, Charles. Conflicto, Revuelta y Revolucin. En: Las Revoluciones Europeas 1492-1992, p. 26.


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estructuras de poder y de valores culturales. Por su parte, la accin poltica noviolenta

supone, de acuerdo con Kurt Schock, una accin colectiva no armada que representaun desafo a una institucin o a una autoridad gubernamental6. La incompatibilidad

entre los dos trminos radica en que en principio, la transferencia del poder del Estado

no sera contemplada como revolucin en aquellos casos en los que no sea producida

por la fuerza, lo que puede excluir de las investigaciones que se ocupan de este campo, el

anlisis de mtodos como la noviolencia.

Si bien es cierto que tanto el concepto de revolucin como el de accin poltica

noviolenta puede involucrar ms elementos que permitan nociones restrictivas, la idea de

contemplar el uso de la fuerza en el concepto de revolucin reafirma una visin violenta

de la historia, que opaca el reconocimiento que diversos estudios le han atribuido a la

accin poltica noviolenta.

De ah que este primer captulo suponga, en primer lugar, un esfuerzo por

rescatar los alcances de la accin poltica noviolenta identificando sus caractersticas ms

representativas; en segundo lugar, un intento de divorciar la violencia de la nocin de

revolucin; y finalmente, una propuesta de alineacin de ambos referentes, en lo que

aqu se denominar Revoluciones Noviolentas.

1.1 DE LA ACCIN COLECTIVA A LA ACCIN POLTICA NO-

VIOLENTA

La accin colectiva es un proceso de interaccin estratgica que requiere del

consentimiento moral, poltico o ideolgico (no disidencia, diferencia o apata) y de la

cooperacin racional de los individuos que pertenecen a una colectividad () adems, la

accin colectiva depende de las creencias y de las oportunidades endgenas y exgenas7.

Puede encontrar diversas fuentes de motivacin tales como la moralidad y las

preferencias sociales, los incentivos selectivos, las emociones, las creencias o las

6Ver Schock, Kurt. Insurrecciones No Armadas, 2008, p. 33.7Ver Cante, Freddy. Accin Colectiva, Metapreferencias, y Emociones. Cuadernos de Economa,UniversidadNacional, Nmero 47,( 2007). p 155.


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oportunidades. De cualquier manera, toda accin colectiva est determinada por alguna

forma de comportamiento colectivo8

.Existen al menos tres categoras que dictaminan el comportamiento colectivo.

La primera es el comportamiento irracional, respecto del cual diversos politlogos y

socilogos anuncian el estudio de muchedumbres violentas, hordas, desastres y pnicos.

Esta categora cobija el espectro de las emociones (odio, rabia, miedo, envidia, etc.), y de

hecho, algunas palabras utilizadas para describirlo son cataclsmico, irracional, voltil,

violento, no-programado y espontneo; y de la misma manera en que puede hacer ver a

los humanos en su nivel ms moral y heroico, tambin puede involucrar destruccin,

barbarismo, irracionalidad y otras conductas asociadas al componente instintivo del ser

humano. Una subcategora hara referencia al uso programado de la violencia por parte

de grupos minoritarios.

Una segunda categora puede ser denominada racional, y se fundamenta

principalmente en el uso de estrategias para la consecucin de fines polticos y

econmicos. En ella se desenvuelven, principalmente, las preferencias individuales, los

incentivos selectivos y las oportunidades de los individuos, tema que ha sido abarcado en

su mayora por la teora de la accin racional, popularizada por el profesor MancurOlson y ms que todo por T. Schelling.

La tercera categora, que hace alusin al comportamiento de razn, va ms all

de las preferencias individuales; deja de ocuparse del problema de los individuos y se

concentra, en cambio, en las metapreferencias o preferencias sociales; es decir, en la

racionalidad colectiva. Aqu, el consentimiento o coordinacin supone una

metapreferencia sobre determinado orden colectivo, la cual precede a la cooperacin y

puede ser alternativa a la visin del mundo imperante; supone una moral, una ideologa,

una posicin poltica o un inters de clase que lo sustente9.

Dado que el objetivo aqu es estudiar la accin poltica noviolenta, un primer

vistazo sugiere descartar la primera categora del comportamiento colectivo. No

obstante, se hace necesario un anlisis diferencial un poco ms profundo entre la

8 Comparar Cruz, Rafael. Conflictividad Social y Accin Colectiva: una lectura cultural. En:Nuevastendencias historiogrficas e historia local en Espaa. Actas del II Congreso de Historia Local de Aragn., 2001, pp. 175-189.9Ver, Cante. Accin Colectiva, Metapreferencias, y Emociones. p. 157.


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segunda y la tercera categora: An cuando ambas se enmarcan en la racionalidad, la

perspectiva economicista de la primera de ellas privilegia el clculo de costos ybeneficios, lo que supone una limitante, pues encuentra en la accin colectiva un

problema del Homo economicus, e ignora otras facetas del comportamiento humano, tal

como lo ha planteado el profesor Hirschman10. La ltima categora, en cambio, permite

la existencia de deseos de segundo orden, metapreferencias, con las cuales las personas,

adems de incluir a sus semejantes, tambin dan un sentido a su vida (una direccin y un

significado a sus escogencias cotidianas de primer orden). De acuerdo con el Profesor

Cante,

Desde esta perspectiva, el dilema del prisionero con el cual se asocia simplistamente elproblema de la inaccin colectiva, conduce a desastres colectivos cuando los individuosprefieren cuidar de s mismos, pero si existen metapreferencias (cierta moralidad, compromisoscolectivos o algunas preferencias sociales), puede existir cooperacin [] Tan slo especmenescon orfandad de valores y perfil de sicarios o mercenarios se uniran a cualquier accincolectiva, movidos solamente por preferencias estrictamente econmicas y por el clculo decostos y beneficios.11

Por esta razn, toda vez que la categora de las metapreferencias - o de

preferencias sociales o de razn colectiva, como se quiera llamar- permite una reflexin

de identidad grupal y de un sentido que parte del altruismo, es posible encontrar en ella

manifestaciones de accin colectiva que adems de su racionalidad, tambin se enmarcan

en la planeacin y se destacan por ser accionarias y altamente propositivas. Este

comportamiento colectivo puede implicar un desafo real a una autoridad injusta, y

denotar liberacin y renovacin. De ah que cuando un rgimen presenta los conceptos

de instituciny estructuracomo antagnicos a los de libertad, creatividad y adaptabilidad, la

idea de colectividad se pueda mostrar como motor de cambio.

En suma, la razn colectiva ayuda a desarrollar, transformar o eliminar

relaciones sociales, y su motivacin radica en la necesidad de los actores que recurren a

ella para ejercer o recuperar su capacidad de iniciativa en la creacin de su propio

mundo.

Ahora bien, la orientacin cultural (la visin del mundo), determina el

comportamiento social. Para autores como Gramsci, la existencia de relaciones verticales

10Comparar Hirschman, A. O. Shifting Involvements: Private Interest And Public Action.1982. p 134.11Ver, Cante. Accin Colectiva, Metapreferencias, y Emociones. p. 155.


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(gobernantes gobernados) hace que esta visin del mundo sea hegemnica en la medida

en que hay una imposicin (bien sea sutil o descarada) por parte de la clase poltica. stase expande a todos los mbitos de la sociedad civil y abarca ideologa, moralidad, cultura,

lenguaje y poder, configurndose como un conjunto de valores fundamentales que

permite diferenciar lo correcto de lo incorrecto, lo moral de lo inmoral, lo bueno de lo

malo, y lo verdadero de lo falso.

No obstante, y an en situaciones de gran especificidad cultural, hay un amplio

margen de emergencia de elementos no controlados. Por ende, la cultura no determina

en su totalidad -y de hecho no puede determinar- todo comportamiento colectivo. De

ah la posibilidad de que la accin colectiva genere mecanismos de accin diferentes a los

ya definidos por esa visin hegemnica, o incluso que los mismos mtodos de accin

sean utilizados como enfrentamiento a la cultura dominante.

Justamente, el comportamiento colectivo (de razn colectiva) involucra

situaciones de disenso en las que las personas rechazan algunos de los dictmenes y

operaciones de alguna cultura dominante, normalmente promovida desde el poder. La

sumisin y la pasividad en las personas podran hacer que ellas dejen de obtener lo que

consideran que les corresponde por derecho, como la libertad, la dignidad, la igualdad, latolerancia o la oportunidad. Sin duda, la razn colectiva puede suponer un desafo

cultural con una amplia connotacin poltica.

Sobre este particular, el profesor Schmitt propone que la distincin amigo-enemigo

constituye el criterio esencial del fenmeno de lo poltico en las relaciones sociales 12. Lo

interesante de esta aproximacin, es que por un lado, lo poltico deja de ser visto en

funcin de un espacio especfico, llmese Estado, y en cambio, es abordado en trminos

de relacin de oposicin, cualquiera sea su escenario. De ah la posibilidad de

circunscribir en la sociedad civil, ajena a las instituciones del Estado, un programa

poltico alternativo y propio en aquellas situaciones de rechazo a protocolos promovidos

desde el poder.

12El fenmeno de lo poltico slo se deja aprehender por referencia a la posibilidad real de la agrupacinsegn amigos o enemigos, con independencia de las consecuencias que pueden derivarse de ello para lavalorizacin religiosa, moral, esttica o econmica de lo poltico Ver Schmitt, Carl.El Concepto de lo Poltico.1991, p. 65.


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Es evidente que lo polticoes una expresin de la necesidad de diferenciacin, ya

que tambin denota complementariedad y afirmacin: La percepcin que un grupodesarrolla de s mismo en relacin con los otros, es un elemento que al mismo tiempo lo

cohesiona, lo distingue, lo fortalece. La posibilidad de reconocer al enemigo implica la

identificacin de un proyecto poltico que genera un sentimiento de pertenencia13. En

ese sentido, la participacin de un actor en la accin colectiva exige definir la identidad

de quienes se aglutinan en esa accin, la identidad de los oponentes y lo que est en

juego en el conflicto.

Estas observaciones permiten concluir que el componente poltico en la razn

colectiva le imprime una caracterstica constitutiva y una funcin antagnica: Es

constitutiva, puesto que exige la organizacin pblica de grupos alrededor de una

identidad que los erige, y antagnica, porque los opone a la institucionalidad de una

cultura poltica.

Lo anterior no es otra cosa que lo que el profesor Sidney Tarrow denomina

Accin Colectiva Contenciosa14. La accin colectiva se hace contenciosa cuando es usada por

personas que carecen de un acceso regular a las instituciones, actan en nombre de

valores nuevos o no aceptados y se comportan de maneras que desafanfundamentalmente a las autoridades.

Ahora bien, algunas preferencias sociales son expresin con frecuencia de la

existencia previa de colectividades o espacios autnomos de la sociedad, no controlados

por el Estado o la clase gobernante. Dichas colectividades son principalmente

movimientos sociales. Su base es la accin colectiva contenciosa. Los movimientos

sociales no son espontneos. De hecho, son cuidadosamente planeados y pueden

adoptar mltiples formas y mecanismos de accin. Volviendo a Schmitt, la identidad del

movimiento, cualquiera sea su naturaleza, es su fundamento constitutivo; y la alteridad,

lo que reafirma su vigencia.

Los movimientos sociales pueden ser definidos como esfuerzos organizados

para promover o resistir el cambio en la sociedad que recae, al menos en parte, en

13 Ver Delgado Parra, Maria Concepcin. El criterio amigo-enemigo en Carl Schmitt. Cuaderno deMateriales. Filosofa y Ciencias Humanas No. 14. (Marzo 2001).Documento electrnico.14Comparar Tarrow, Sidney. Power in Movement: Social Movements and Contencious Politics, 1998, p. 3.


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formas no institucionalizadas de accin poltica15. Cuando se hace alusin al trmino

no institucionalizado, simplemente se quiere decir cualquier accin que tenga lugar porfuera de de los canales polticos habituales, an cuando en sus etapas tempranas, los

movimientos sociales no hayan consolidado los niveles de coherencia y organizacin que

posteriormente alcanzan. Dicho de otra forma, los movimientos sociales se revelan

como desafos colectivos, basados en propsitos comunes y solidaridades sociales, en

interaccin sostenida con oponentes, lites y autoridades16, y como lo dira el profesor

Reyes Posada, esta interaccin es ejercida por actores que luchan por ampliar o defender

su control sobre su propia historia y protagonizan el planteamiento, negociacin y

resolucin de los conflictos sociales que produce la sociedad.17

Retomando los elementos de la accin colectiva contenciosa que han ido

apareciendo hasta este punto, a saber, a) que parte de preferencias sociales y no

individuales; b) que supone un desafo colectivo a una autoridad; c) que la compone un

conjunto de acciones activas y no pasivas; c) que es accionaria, solidaria y propositiva; d)

que busca la consecucin de un objetivo poltico y/o social colectivo; y e) que es ilegal y

opuesta a una autoridad gubernamental, se propone, siguiendo al Profesor Kurt Shock,

agregar las estrategias noviolentas deActos de Omisin(negarse a hacer lo esperado por lasociedad, la ley, etc.,),Actos de Comisin (como realizar actos no comunes, no esperados

por normas o tradiciones, y/o prohibidos por la ley), o una combinacin de ambos.

La razn es que, en aras de sugerir las herramientas analticas desde las cuales se

estudiar el caso de Polonia como se ha indicado en la introduccin de este captulo, es

precisamente la combinacin de todos estos elementos la que cabe en una nocin

restringida del trmino deAccin Poltica Noviolenta: una accin por lo general

colectiva, encaminada a conseguir un objetivo poltico o a preservar, reformar o incluso a

cambiar radicalmente un orden social, sin causar la destruccin de los adversarios, ni de

la naturaleza18. En ese sentido, la pregunta que se sigue es relativa a los alcances: hasta

15Ver Marx, Gary T & McAclary. Collective behavior and social movements: Processes and Structures.1994, p. 89.Traduccin libre del autor.16Ver Tarrow, Sidney, Power in Movement: Social Movements and Contencious Politics, 1998, p. 4.17Comparar Reyes Posada, Alejandro. La participacin en la accin colectiva y la autoproduccin de lasociedad.En: Participacin Comunitaria y Cambio Social en Colombia. p. 52.18Ver Facultades de Ciencia Poltica y Gobierno y Relaciones Internacionales. Qu es accin polticanoviolenta? EnAccin Poltica Noviolenta, una opcin constructiva para enfrentar el conflicto. 2008, p. 3.


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dnde puede llegar la accin poltica noviolenta? Qu efectos puede llegar a generar en

la sociedad y en una comunidad poltica?

1.2 DE LA ACCIN POLTICA NOVIOLENTA A LAS

INSURRECCIONES NO ARMADAS

Ante todo, la accin poltica noviolenta no debe ser confundida con el pacifismo o la

negociacin. Tampoco se trata de una renuncia a un conflicto. Se trata en cambio, de una

o varias acciones constructivamente agresivas emprendidas por movimientos sociales

en una situacin conflictiva, en la que si bien alguna de las partes rivales busca imponer

su posicin, no ceder y no negociar como en las opciones violentas, en sta se evita

causar daos severos.

El Profesor Sharp registra cerca de 200 mtodos de accin poltica noviolenta

en los que impera la doble finalidad de cortar las fuentes de poder del adversario y

generar fuentes alternativas de poder poltico (Ver anexo 1). En efecto, las diversas

expresiones de la accin poltica noviolenta se muestran como alternativas de disuasin

ejercidas por una colectividad frente a una contraparte poltica, y sus alcances puedenestar en el cambio de un rgimen, el cambio de un lder poltico, la modificacin y/o

creacin de creencias y valores sociales. Pero ms que eso, las tres categoras que los

Profesores proponen de estas formas de accin no-violenta, a saber, accin no-violenta

disruptiva, accin no-violenta constructiva y accin no-violenta basada en principios, comparten un

trasfondo constructivo y propositivo, as como una cualidad importante, y es que a

diferencia de los mtodos violentos, sta implica una reduccin de costos ambientales,

de vidas humanas y de recursos.

Los escenarios en los que diversas expresiones de accin poltica noviolenta

han tenido lugar varan en contexto, espacio y cultura. As,

En Rusia, entre 1904 y 1906, antes de la sangrienta revolucin bolchevique, ocurri una primerarevolucin no violenta. Hacia 1923, los alemanes se resistieron contra la ocupacin defranceses y belgas a la zona del Ruhr. Los daneses son recordados por su resistencia contra laocupacin nazi, de 1940 a 1945. Hacia mediados de siglo, Gandhi lider un paradigmticomovimiento no violento de liberacin nacional de la India. En los Estados Unidos, MartinLuther King Jr. lider un movimiento de los afroamericanos que, con estrategias no violentas,conquist importantes derechos civiles. Ms recientemente, bajo el liderazgo de Nelson


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Mandela, la accin poltica no violenta permiti nada menos que el desmonte del rgimen delapartheid y la fundacin de un rgimen pluralista en la Repblica Surafricana.19

Se puede hacer alusin a una gran variedad de manifestaciones de esta forma de

accin colectiva para impulsar y desarrollar procesos de cambio poltico y social en

pases de todos los continentes20. Pero si bien algunos procesos han logrado cambios

importantes en esos mbitos e incluso han alcanzado la instauracin de nuevos

regmenes democrticos (polirquicos), otros apenas dejan manifiesta la necesidad de

cambio, una pauta para el inicio de futuras construcciones democrticas en sus

respectivos pases. De cualquier manera e independiente de los resultados que se puedan

obtener a partir de la accin poltica noviolenta, su cualidad de bajos costos promueve la

creacin de culturas de noviolencia. An cuando en algunos casos no haya surtido un

cambio visible o drstico en el espectro poltico o social, al menos no se habrn

originado guerras civiles que por lo general dejan daos irreparables.

Pero en ese sentido, qu determina el xito o fracaso de procesos noviolentos?

No existe una frmula para abordar la pregunta. Como se ha dicho, la accin colectiva

encuentra expresiones en una gran variedad de contextos, pases y culturas. No obstante,

cabe reunir tres elementos de la teora de la accin colectiva contenciosa, cada uno de loscuales agrupa importantes aspectos de la accin poltica noviolenta, que permitirn

ensayar una aproximacin a la respuesta. El anlisis de estos elementos en un proceso

noviolento puede abrir una ventana para determinar los alcances, la magnitud y el

eventual xito o fracaso de un proceso revolucionario por este medio.

El primero es la Unidad de Accin, como producto de un inters colectivo y que

los individuos establecen a partir de s mismos y no simplemente de una manera reactiva.

Produce autnticas decisiones colectivas y por ende, acciones colectivas21.

La unidad de accin se establece en funcin de dos ejes distintos, peroparalelos: De una parte, opera cuando los individuos deciden espontneamente

19 Ver Facultades de Ciencia Poltica y Gobierno y Relaciones Internacionales.Qu es accin polticanoviolenta? p. 8.20 Para nombrar varios: Irn, Bolivia, El Salvador, Polonia, Pakistn, Filipinas, Chile, Sudfrica, Hait,Sudn, Corea del Sur, Tibet, Palestina (en la franja de Gaza), Burma, Bulgaria, China, la entoncesChecoslovaquia, la antigua Alemania Oriental, Hungra, Kenia, Bangladesh, Mongolia, Mal, Nepal,Nigeria, Tailandia, Madagascar, Indonesia, Ucrania y las anteriores repblicas yugoslavas.21Ver Tarrow, Sidney. Power in Movement: Social Movements and Contencious Politics, pp 5-6.


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organizarse para actuar de una manera mancomunada, y de otra, cuando existen ya

organizaciones y espacios de reunin y de accin a los que se suman los individuos yvarias organizaciones- para sumar fuerzas, economizar esfuerzos y alcanzar un xito en

sus propsitos de forma ms eficiente. En ambos casos, la unidad de accin es crucial

para determinar, en primer lugar, el nivel de compromiso de los participantes (activos)

respecto de una causa comn, as como su capacidad de convocatoria al establecer la

posibilidad de que otras personas o grupos se sumen al reto, y en segundo lugar, la lnea

de tiempo en la que la colectividad estara dispuesta a operar como tal.

En aquellos casos en los que la unidad de accin no es fuerte, se pueden

observar fenmenos como el desvanecimiento del objetivo principal con la aparicin de

otros sub-intereses u objetivos secundarios; manifestaciones concretas pero efmeras,

espordicas, poco duraderas y difusas; y la duplicacin de esfuerzos entre distintos

movimientos sociales cuyas diferencias entre s pueden impedir su mutua colaboracin.

Un segundo elemento es la Cohesin Social, que desde la teora de la Sociedad

Civil de Antonio Gramsci, se entiende inversamente proporcional a la legitimidad del

Estado22. En ese orden de ideas, y al considerar la accin poltica noviolenta como una

manifestacin de rechazo a un gobierno poco o nada democrtico, este elementoinvolucra tanto la cuestin de identidad de la colectividad, como la de creacin de

valores (carcter propositivo).

Desde este punto de vista, la accin poltica noviolenta no consiste en la

conformacin de organizaciones y programas de accin a partir de valores

predeterminados o previamente aceptados, sino por el contrario, en que los movimientos

sociales creen nuevos valores socio-polticos. Lo anterior resulta particularmente

relevante para determinar la operatividad de la accin noviolenta en la promocin de

cambios sociales y polticos, aspectos fundamentales en el desarrollo de procesos

revolucionarios.

Los movimientos sociales, en tanto desafiantes, adoptan un carcter abierto de

tal forma que crean cadenas de accin, solidaridad e interdependencia cada vez ms

22En el captulo 4 se desarrollar esta idea.


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amplias23. As, cuando el Estado y sus aparatos no pueden satisfacer las demandas de las

comunidades, el Estado mismo es sustituido en algunas de sus funciones por escalasmenores. Con ello, el problema de la cohesin social se revela tambin como el

problema mismo de la asignacin de tareas y la distribucin de responsabilidades. De

esta manera, la accin colectiva puede lograr:

a) Asignar responsabilidades, designar niveles y formas de decisin y de

accin que se deriven de la asignacin de esas responsabilidades;

b) Enfrentar la violencia generada por el Estado, por accin o por omisin,

despertando al mismo tiempo sistemas eficientes de solidaridad y comunicacin;

c)

La integracin y unidad de los diversos sistemas sociales, configurando

una red que tiene su centro en cada instancia, nivel y tipo de organizacin.

El tercer y ltimo elemento es laMasividad. Es, quizs, el ms evidente de todos

y tiene que ver con aquellos procesos noviolentos en los que priman acciones colectivas

masivas, dado que dependen del poder social para contradecir a quienes representan

puntos de vista opuestos y para desobedecer a los poderosos, a las burocracias o a las

elites, en lugar de ejercer oposicin mediante el uso de la fuerza fsica24. En efecto, la

organizacin de acciones colectivas verdaderamente masivas, fortalece el poder social quecrece con la participacin. Como bien lo sugiere el Profesor Cante: los noviolentos ()

son conscientes de que su fortaleza reside no en ser pocos y destructivos, sino en ser

muchos y solidarios25.

Ahora bien, una adecuada articulacin de estos tres elementos en un proceso

noviolento, sin decir con ello que no haya otros elementos en juego, anuncia la

posibilidad de que se surtan por lo menos cuatro efectos (alcances):

La conversin, que se da cuando es posible persuadir al adversario y

cambiar su visin del mundo.

La acomodacin o adaptacin, que ocurre cuando el rival resulta

debilitado por la prdida de sus fuentes de poder y decide ceder.

23Ver Tarrow, Sidney, Power in Movement: Social Movements and Contencious Politics, p. 6.24Ver Cante, Freddy. Deficiencias del orden social, accin colectiva contendiente y posiblidades denoviolencia en Colombia. En:Accin poltica no-violenta, una opcin para Colombia. 2005, p. 29.25Ver Facultades de Ciencia Poltica y Gobierno y Relaciones Internacionales. Qu es accin polticanoviolenta?p. 5.


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La desintegracin, que equivale a la desaparicin poltica del adversario y

la prdida total o quiebre de sus fuentes de poder. La formacin de valores como la solidaridad y la inclusin, gracias a los

mtodos noviolentos creativos26.

No cabe duda que los alcances de la accin poltica noviolenta pueden ser

profundos, sobretodo si se habla de su capacidad para generar cambios socio-polticos.

En ese sentido, la accin poltica noviolenta deja de ser vista ms que el medio de actuar

colectivo que realmente es, como un medio potencial para el desarrollo de proyectos

revolucionarios; autnticas Insurrecciones no armadas.

1.3 DE LAS INSURRECCIONES NO ARMADAS A LAS REVOLUCIONES

NOVIOLENTAS

El Profesor Kurt Schock, define las insurrecciones no armadas como desafos

populares organizados a la autoridad gubernamental, que dependen principalmente de

mtodos de la accin noviolenta en lugar de los mtodos armados27, y considerando

que el poder de la autoridad gubernamental en realidad se hace efectivo a partir delconsentimiento de los subordinados, stos desafos masivos pueden llegar a suponer

mecanismos adecuados para alcanzar una transicin poltica y/o social, lo cual significa,

en lnea con el Profesor Sharp, el establecimiento de nuevos gobiernos como parte de un

proceso que incluye el derrocamiento de dictadores, sistemas monopartidistas, o el

quiebre de sistemas dominados por partidos autoritarios.

Esta idea de proceso de transicin poltica y social no difiere, exceptuando el

componente de la violencia, de las caractersticas que Charles Tilly le atribuye al

concepto de revolucin, para quien los proceso revolucionarios tienen lugar cuando: a) al

menos dos bloques diferentes tienen aspiraciones incompatibles entre s con respecto al

Estado; b) una fraccin importante de la sociedad civil apoya activamente las

aspiraciones de alguno de los bloques, que pueden ser grupos homogneos

26Ver Facultades de Ciencia Poltica y Gobierno y Relaciones Internacionales. Qu es accin polticanoviolenta?p. 8.27Ver Schock, Kurt. Insurrecciones no armadas. p. 33.


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(normalmente estn formados por coaliciones, miembros de la poblacin y pretendientes

al poder); y c) se plantea una situacin revolucionariacon una soberana mltiple, ya que ladistincin entre gobernantes, miembros de la poblacin y pretendientes al poder se hace

menos ntida, es decir, la capacidad represiva del antiguo rgimen se debilita.

Es evidente que la accin colectiva noviolenta puede llegar a suponer

revoluciones en s mismas, y de ser as, se hablara, como propone el ttulo de este

captulo, de Revoluciones Noviolentas. Ejemplos como el de Irn, la India de Gandhi o la

Sudfrica de Mandela entre muchos otros, revelan cmo diversas estrategias de accin

poltica noviolenta han podido alcanzar transiciones polticas profundas en distintas

latitudes del globo.

No obstante, al notar cmo en mltiples casos la relativa ausencia de fuerza

armada, las estrategias de huelga masiva y general, y las manifestaciones pacficas no se

acomodan casi a ninguna concepcin de cmo es que las revoluciones tienen xito28, se

hace evidente que los cambios de rgimen producidos en varios pases por medio de

mtodos no armados, dejan de encajar en las concepciones prevalecientes que explican

las revoluciones. De hecho, los eventos definidos por los cientficos sociales como

revoluciones [tienden] a implicar rebelin armada, y tambin que los componentesviolentos de stas [sean] tpicamente enfatizados, cuando no glorificados, mientras los

importantes componentes no armados, que tambin han caracterizado tales eventos, a

menudo son subestimados, tratados con superficialidad u olvidados29.

Las falsas concepciones acerca de la accin noviolenta, contribuyen a mirar con

reticencia la efectividad de sus estrategias: Mientras que el fracaso de alguna insurgencia

guerrillera despus de una cantidad considerable de aos de lucha no es ampliamente

tomado como prueba de ser una insustancial estrategia para promover el cambio

poltico, cualquier falla de una campaa de accin noviolenta que contemple esos

mismos fines, hace que toda la estrategia resulte cuestionada sin identificar los elementos

que en un principio la pudieron haber originado.

En defensa de la noviolencia, es importante anotar que si bien sta requiere de

paciencia por su misma naturaleza, ello no necesariamente la hace ms lenta para generar

28Ver Schock, Kurt, Insurrecciones no armadas. p. 50.29Ver Schock, Insurrecciones no armadas. p. 53.


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cambios polticos si se le compara con la accin violenta30. Ha habido casos en los que

ante el fracaso de la accin violenta, las insurrecciones noviolentas se han mostradocomo una alternativa para alcanzar el xito. Slo basta recordar que mientras meses de

bombardeos de la OTAN fallaron para derrocar al dictador Slodoban Milosevic en

Yugoslavia, una insurreccin desarmada logr hacerlo en el ao 200031. De ah que otras

insurrecciones no armadas, como aquellas que impulsaron la Revolucin en Irn de 1978

y 1979, y la impulsada por el Movimiento de Solidaridad en Polonia durante la dcada de

los ochenta, resulten igualmente sorpresivas. Pero as como el nmero de casos de

transformaciones polticas efectivas abunda, tambin queda un registro de casos en los

que las insurrecciones no armadas no lograron su cometido32. De cualquier forma, es

claro que ningn rgimen es inmune a la presin de una insurreccin no armada

sostenida y con una amplia base social.

En ese sentido, si los retadores estn decididos a contribuir a la transicin de un

rgimen, o como dira el Profesor Tilly, a obtener un resultado revolucionario, les sera

conveniente buscar la manera de transformar las relaciones polticas. Esto es, contribuir

a la reconfiguracin del contexto poltico al minar el poder, los recursos y la legitimidad

del Estado; crear o exacerbar las divisiones de las lites, e invocar el apoyo de las terceraspartes. Aunque las relaciones entre las autoridades, quienes las desafan, y el contexto

poltico son no repetitivas y no predecibles, existen acciones y atributos del movimiento

que podran realzar su habilidad para promover transformaciones polticas una vez que

han surgido tales relaciones.

Con ello, si los mtodos de accin noviolenta son implementados de manera

disciplinada, organizada y persistente, entonces podran ser activadas ciertas dinmicas

30Las insurgencias armadas que sirvieron como modelos para una generacin de revolucionarios tomarondcadas para avanzar al xito: los comunistas en China estuvieron involucrados en el combate armado porms de veinte aos antes de que se tomaran el poder en 1949, y los vietnamitas estuvieron en combatearmado contra franceses, japoneses e imperialistas de Norteamrica por ms de tres dcadas antes dealcanzar la liberacin nacional. En contraste, los lderes del movimiento de solidaridad en Polonia tomaronposesin de cargos gubernamentales cerca de una dcada despus de haber emergido, y en Filipinastomaron slo treinta meses luego del asesinato de Benigno Aquino en agosto de 1983 para que elmovimiento del Poder Popular derrocara a Ferdinando Marcos. Cabe recordar que los comunistas filipinoshaban tratado de hacerlo a travs de mtodos armados desde 1969. Ver Schock, Insurrecciones no armadas.p. 57.31Comparar Shock, Insurrecciones no armadas. p. 52.32Ejemplo de ello son El Salvador, Nigeria Pakistn, Burma Tibet y China, Kenia y Timor del Este.


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que contribuyan a la alteracin de las relaciones de poder dentro de la sociedad. Adems,

existe un elemento extrnseco a la accin noviolenta y que bajo las condicionesmencionadas puede reafirmar los propsitos revolucionarios de una insurreccin no

armada: la reaccin de la autoridad gubernamental frente a ella.

Siendo la represin la estrategia de respuesta ms frecuentemente utilizada, sta

puede rebotar y cortar el poder del Estado en tres formas: Estando dirigida contra los

disidentes, puede fortalecer su compromiso en la lucha, de manera que cuando se reaviva

el accionar colectivo por la represin, miembros adicionales del movimiento podran

motivarse a participar. El Profesor Tilly encuentra en este fenmeno un proceso natural

de las revoluciones, algo secuencial y evolutivo, en el que aquellos que en un principio no

luchan, tienden progresivamente -aunque nunca totalmente- a movilizarse y participar en

l. Segundo, la represin violenta de ciudadanos no armados genera ms

cuestionamientos acerca de la legitimidad de la autoridad dentro de la lite poltica, que la

represin violenta a un desafo igualmente violento. Si existen divisiones en la lite, tal

represin podra proporcionar a un segmento de ella la oportunidad de alinearse con los

retadores en contra del segmento rival de la lite. Si no existen divisiones entre ella, ste

podra ser un factor que contribuya a su emergencia. Y tercero, las divisiones dentro delos militares o las fuerzas de seguridad, y los amotinamientos o el rechazo de las rdenes

por parte de los subordinados podra resultar de la represin violenta contra ciudadanos

desarmados.

En suma, queda claro que existen mltiples condiciones tanto propias como

ajenas a la accin poltica noviolenta, que en situacin de conflicto o inconformidad

social frente a un rgimen determinado, pueden favorecer el surgimiento y desempeo

de levantamientos no armados al punto de poder consolidar Revoluciones Noviolentas.

1.4 UNA BREVE SNTESIS

Se puede hablar, por lo menos, de tres clases de Accin Colectiva Contenciosa (ACC),

entendida como procesos de interaccin estratgica de desafo a una autoridad

gubernamental: la AC Violenta, que se fundamenta en emociones, insurgencia, etc.; la

AC Racional, en la que prevalece la lgica racional individualista y econmica de las


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personas; y la AC de Racionalidad Colectiva, que obedece a metapreferencias, como la

ideologa o un inters de clase.Esta ltima, adems de caracterizarse por las preferencias sociales y el desafo

que representa a una autoridad gubernamental, tambin supone un conjunto de acciones

propositivas y solidarias, y la formulacin de objetivos polticos y/o sociales colectivos.

Se produce fundamentalmente a travs de actos de Omisin, de Comisin, o una

combinacin de ambos.

Ahora bien, cabe hablar de tres formas de este tipo de accin colectiva: la

primera se produce como respuesta a injusticias sociales (paros o marchas sectoriales

aisladas), situacin en la cual se habla de Accin colectiva noviolenta reactiva. La segunda

forma supone un movimiento ms organizado, amplio, abierto a otros grupos sociales

as como un objetivo poltico y/o social funcional y claro, a partir del cual se coordinan

una serie de acciones noviolentas. De su organizacin depende que no se pierda en

campaas aisladas, temporales, espordicas y efmeras. Esta forma de accin se

denomina Insurrecciones No Armadas.

La ltima forma, parte del xito de una insurreccin no armada y exige un

proceso amplio, profundo y prolongado mucho ms intensivo en acciones noviolentasconstructivas. Se trata de expresiones civiles que apuntan a -y de hecho logran-

autnticas transformaciones sociales y polticas, lo que permite definir esta forma como

Revoluciones Noviolentas.(Ver figura 1).


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Hordas(Fundamentada

en las emociones)

Figura 1: Diagrama De La Accin Colectiva

Fuente: Figura elaborada por el autor de la presente monografa.

El profesor Charles Tilly habla de tres fases o etapas en un procesorevolucionario: la primera consta de un Contexto, que se caracteriza esencialmente por el

surgimiento de incompatibilidades y tensiones entre dos bloques con respecto al poder;

la segunda, denominada Situacin Revolucionaria, abarca todo el proceso de

enfrentamientos y acciones derivados de esas tensiones; y la tercera consiste en un

Resultado Revolucionario, que, si es poltico, implica la transferencia del poder o el cambio

de rgimen, y si es social, supone la creacin de nuevos valores sociales.

Noviolenta(metapreferencias)

ViolentaEstratgica

(Insurgencia)

Accin Colectiva(Proceso deinteraccinestratgica)

Accin ColectivaContenciosa(Desafa lasautoridades

gubernamentales)

Reactiva o Coyuntural(Acciones aisladas

motivadas por injusticias)

Insurrecciones no armadas(Desafos colectivos sin

aspiraciones de poder)

Noviolenta(Bajo el esquema

de costo-beneficio)

Revoluciones Noviolentas(Desafos masivos que

alcanzan transformacionessociales o la transferenciadel poder sin el uso de la

fuerza


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La propuesta de este captulo es observar el caso de estudio desde este modelo

de revoluciones, pero dado que para Tilly los enfrentamientos de la situacinrevolucionaria se componen principalmente de mtodos violentos, aqu se reemplazar

ese componente (la violencia) por el de la noviolencia, resaltando tres de sus cualidades,

con lo que se espera poder demostrar su operatividad en el desarrollo de procesos

revolucionarios (Ver Figura 2). Esta estructura analtica ser utilizada en los captulos

siguientes.

Figura 2: Esquema De Revoluciones Noviolentas

Fuente: Figura elaborada por el autor de la presente monografa.

I. Contexto Revolucionario(Enunciacin de las

circunstancias generadoras detensin)

II. Situacin Revolucionaria

III. Resultado Revolucionario(Anlisis de las Transformaciones

polticas y/o sociales)

(Anlisis de losenfrentamientosviolentosrespecto delpoder o un campo dehistoricidad comn)

(Anlisis de losenfrentamientosnoviolentosrespecto del

poder o un campo dehistoricidad comn)

Unidad de Accin

Cohesin Social

Masividad

Transformaciones socioeconmicas

Transformaciones polticas

Contexto Socioeconmico

Contexto Poltico


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2. CONTEXTO REVOLUCIONARIO EN POLONIA

Como se ha indicado con anterioridad, hablar de contexto revolucionario implica hacer

referencia a los escenarios de tensin previos a un enfrentamiento directo entre dos

partes en un conflicto; es la etapa previa a una Situacin Revolucionaria. En l, al menos

dos bloques diferentes muestran aspiraciones incompatibles entre s con respecto a un

campo de historicidad comn.

En el caso de Polonia, los dos bloques eran, por un lado, el partido comunista

que detentaba el poder y reclamaba ser la representacin del pueblo; se trataba de un

rgimen autoritario y bsicamente monopartidista, ampliamente influenciado por el

politbur sovitico. De otro lado, estaban los sindicatos obreros cuyas aspiraciones

iniciales apuntaban a su independencia del partido y a obtener mejores condiciones

laborales. A partir de varias escaramuzas -violentas y noviolentas- que protagonizaron

diversos sindicatos a lo largo de la dcada de los setenta, stos decidieron formar en

agosto de 1980 un gran sindicato independiente a nivel nacional, Solidaridad (Niezaleny

Samorzdny Zwizek Zawodowy (NSZZ) "Solidarno")33, que realmente representara al

pueblo polaco. En pocos das se convirti en la contraparte del partido comunista.En este captulo, y con el objeto de rescatar la importancia de la noviolencia en

Polonia, se har un breve balance de algunos levantamientos armados protagonizados

por algunos sindicatos en la dcada de los setenta, que aunque no lograron alcanzar las

transformaciones esperadas, sirvieron de antesala a la creacin de Solidaridad. De igual

manera, se identificarn aquellas circunstancias y coyunturas histricas tanto

socioeconmicas como polticas, que promovieron el surgimiento de tensiones entre la

sociedad y las autoridades gubernamentales.

El contexto revolucionario en Polonia se puede dibujar a lo largo de todo el

proceso conflictivo impulsado por Solidaridaden contra del rgimen comunista. Como se

podr ver a continuacin, se trata de un contexto revolucionario cambiante, nutrido

constantemente por eventos tanto internos como externos que penetraron los niveles

socioeconmico y poltico, y nunca dejaron de crear nuevos estmulos de lucha.

33Comparar Colin Barker. The Rise Of Solidarnosc. International socialism, issue 108. 2005. Documentoelectrnico.


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2.1 CONTEXTO SOCIOECONMICO: LA VIOLENCIA CIVIL Y EL

RGIMEN COMUNISTA

La historia de Polonia est enmarcada en procesos violentos. Las guerras que sostuvo

con Checoslovaquia y Lituania en 1919 y 1920 respectivamente, al igual que la guerra

Polaco-Sovitica, son prueba de ello. Si bien estas guerras representaron triunfos, los

costos fueron elevados. La multiplicidad de levantamientos blicos habra enseado a la

ciudadana que la violencia sera el nico mtodo aparente de accin colectiva.

Hablar del comunismo polaco es hablar de conflicto y crisis, ya que el

comunismo de estilo sovitico nunca fue propio de Polonia. Su imposicin por la fuerza

y el fraude, tras la segunda guerra mundial represent un nuevo captulo en la larga

historia del sufrimiento polaco en manos de varios imperios vecinos, principalmente

Rusia.

Contra la dominacin Rusa ya se haban dado varios levantamientos sangrientos

en 1794, 1830, 1848 y 1866. La guerra Polaco-Sovitica de 1919 a 1922 reaviv las

hostilidades tradicionales. Por lo anterior, no es difcil pensar que el proyecto comunista

en Polonia estuvo en problemas desde el principio, pues a un contagioso nacionalismoantisovitico y a un arraigado catolicismo que estaba en contra de los postulados del

marxismo leninismo, se le sumaba una sociedad en su mayora agrcola, es decir que

una colectivizacin total de la tierra se proyectaba como un absurdo.

La resistencia que representaban las fuerzas del nacionalismo, el catolicismo y la

agricultura privada al comunismo en Polonia, no permiti que los principales aspectos

del sistema sovitico fueran incorporados con xito en el pas. El papel protagnico del

partido comunista, su penetrante ideologa, un sistema arbitrario y autoritario de la ley, su

oligarqua poltica, la idea de una economa centralizada, el control omnipresente de la

polica, la censura de las comunicaciones masivas, todas vinieron a definir la vida en la

Polonia comunista, y a la vez su rechazo.

Dadas estas fuerzas antagnicas, la historia moderna de Polonia se caracteriza

por sucesivas luchas contra las autoridades comunistas. A mediados de los sesenta,

comenzaron a aumentar las dificultades econmicas y polticas. En 1956, 1968, 1970 y

1976 numerosos desafos al sistema fueron organizados. Cada uno sigui un patrn


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estndar, involucrando alguna resistencia civil a la provocacin, pero tambin varios

grados de violencia marginal, que produjeron ganancias ocasionales de corto plazo, pordems a un alto costo, y numerosas derrotas por represin.

A Polonia la segunda guerra mundial la dej casi en ruinas. Las ciudades fueron

devastadas y perdi una tercera parte de su poblacin, y con ello, su economa. Pero

cuando no terminaba de recuperarse, e incluso desde antes de que el ejrcito rojo entrara

en Polonia, la Unin Sovitica ya buscaba eliminar la resistencia anticomunista con el fin

de que este pas terminara bajo su influencia.

El comunismo hizo que el rgimen tuviera control absoluto sobre las decisiones

econmicas y la propiedad, lo que condujo a un desempleo masivo, migracin de la

fuerza laboral y una descapitalizacin de la economa, y a su vez imposibilit a Polonia a

crear polticas que compensaran esos efectos.

Polonia ya enfrentaba muchos problemas econmicos cuando llegaron las

invasiones hngara de 1956 y la checoslovaca de 1968, que ajustaron los lmites de la

tolerancia hacia los soviticos para un disenso en Europa del Este. La oposicin polaca

adquiri habilidad para mantenerse dentro de esos lmites, pero las crisis econmicas,

sociales y polticas empeoraron con el tiempo. Cada encuentro profundizaba ladesmoralizacin civil.

En diciembre de 1970, el gobierno anunci sorpresivamente fuertes

incrementos en los precios de los alimentos bsicos en un intento por evitar el colapso

econmico. A esto le sigui una oleada de movilizaciones populares, como la que

empez con una espontnea reunin masiva en los astilleros de Gdansk para protestar

en contra de nuevos incrementos en los precios. Esta vez demandaban dilogos con las

autoridades regionales del partido, pero ninguna se present, lo que gener una turba de

manifestantes que atacaron la sede regional del comit del partido. stos fueron

dispersados con unidades militares y arrestos, que nuevamente provocaron marchas y

ataques violentos en la sede del partido.

La suma de estos factores (el nacionalismo, el anticomunismo, el catolicismo, la

lucha por la propiedad agrcola, el aumento de los precios en los alimentos, el deterioro

social, las carentes condiciones laborales y de salud) y otros ms, fue lo que desencaden

una ola de choques con el partido Comunista en el Gobierno, el cual se vio obligado en


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diversas oportunidades a introducir nuevos programas econmicos que produjeran

mejoras en los niveles de vida. Por ejemplo, en 1970 hubo un incremento salarial leveque redujo las protestas, pero al tiempo que comenz a desarrollarse la crisis del petrleo

de 1973, el gobierno de Edward Gierek tuvo que subir de nuevo los precios, lo que llev

a una nueva oleada de protestas pblicas.

Hay que rescatar la huelga de la fbrica de metales en Radom en junio de 1976,

que tambin culmin en hechos violentos. En ella, varios de los activistas notificaron a

otras fbricas y formaron una gran marcha hacia la sede del comit regional del partido,

nuevamente demandando algn representante. Ante el desespero de no ser recibidos por

alguna autoridad, la muchedumbre se dio paso al interior de la edificacin, en donde los

activistas encontraron almacenes abastecidos con diversos productos de consumo diario

sobre los cuales haba recado un aumento considerable de precio. Esto provoc la furia

colectiva: La destruccin por parte de los manifestantes no se hizo esperar. Vidrios,

paredes y puertas fueron arrasadas; el edificio arda en llamas. Hubo destruccin e

incendios en el edificio y en los lugares aledaos. La milicia armada rompi las

manifestaciones, muchos trabajadores fueron arrestados y muchos ms fueron heridos.

Una conclusin parcial apuntara, por un lado, a la inoperatividad de la violenciapara alcanzar objetivos sociales en la Polonia de los setenta, ya que adems de costosos,

los resultados obtenidos eran de poca duracin. Lo rescatable de ella no obstante, es que

a partir de su fracaso, el pueblo polaco comprendi la viabilidad de probar nuevos

mtodos y prescindir de la idea de destruccin para acoger el principio de la solidaridad y

la cooperacin. Sin duda fue el precedente de la lucha de Solidaridad. El cono que la

representa, el Monumento a los Trabajadores Cados, es por su lado un smbolo

cohesionador.

De otro lado, cada una de estas crisis fue motivada por quejas econmicas pero

rpidamente llevaron a la articulacin de algunas demandas polticas bsicas. La

participacin de los trabajadores, la democratizacin en la toma de decisiones, y las

libertades bsicas de expresin, religin y asociacin comenzaron a ser relacionados con

algunas demandas econmicas especficas. Algunas de estas crisis trajeron una

liberalizacin temporal y cambios ocasionales en el liderazgo del partido, pero ninguna

de ellas result en reformas fundamentales, en estructuras econmicas o polticas.


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2.2 CONTEXTO POLTICO: LOS SINDICATOS ANTES DE

SOLIDARIDAD Y EL RGIMEN COMUNISTA

Como se ha planteado, Polonia fue afectada por las constantes ambiciones de sus

vecinos, invasiones e imposiciones de rgimen; ha pasado por un sinnmero de guerras y

de ocupaciones extranjeras de sus territorios, como en 1939 cuando Alemania y la Unin

Sovitica hicieron que Polonia se sometiera, y nuevamente en 1945 quedara bajo el

rgimen comunista.

El rgimen de partido nico gobernaba mltiples aspectos de la vida de las

personas en la sociedad, y en consecuencia, la conformacin de cualquier agrupacin

civil que no fuera aprobada por el Partido, era considerada anticomunista. De ah que

cualquier expresin civil para reclamar derechos constituyera un verdadero acto de

alevosa contra el rgimen.

Los inconformismos sociales se plasmaron en las huelgas obreras que

finalizando la dcada de los setenta, involucraron incidentes violentos en algunas fbricas

de Plock, Radom y el distrito de Ursus en Varsovia34, e implicaron un alto costo en vidas

humanas. Un aparente xito del Gobierno de sofocar stas clulas, atraa cada vez ms laatencin de intelectuales disidentes, quienes terminaron apoyando y formando a los

diversos movimientos obreros.

Las huelgas que siguieron, sentaron un precedente para lo que vendra en 1980

en Gdansk. All, el 14 de agosto, los Obreros de los Astilleros convocaron un Comit de

Huelga dirigido por Lech Walesa. Si bien inici con panfletos y no ms de 30

manifestantes, rpidamente se unieron ms de 1000 personas ese mismo da. En breve, la

intensin de huelga se haba propagado por los puertos y al transporte pblico,

difundindose a tres ciudades: Gdansk, Sopot y Gdynia35. Las autoridades bloquearon

las conexiones telefnicas entre la costa y el resto de Polonia, y los medios de

comunicacin oficiales se abstuvieron de mencionar los "disturbios laborales espordicos

34 Comparar Falk Barbara J. The Dilemmas of Dissidence in East-Central Europe: Citizen Intellectuals andPhilosopher Kings. 2003, pp. 32-3435Ver Fenmeno de Solidaridad. Diario de la Independencia nmero 2. Documento electrnico.


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en Gdansk"36. No obstante, estas medidas por parte del gobierno no lograron contener la

informacin: se propag una ola meditica que inclua el peridico Robotnik (ElTrabajador) y transmisiones de Radio Free Europe37.

Los huelguistas del Astillero en Gdansk acordaron la creacin de un Comit

Inter-empresarial de Huelga y el Ministerio del Interior cre un equipo para la Operacin

Verano 80, con el objetivo de contener la situacin, lo que gener un acuerdo, pero no

un cese de la huelga.

Dos das despus inici la huelga en los Astilleros de Szczencin, al cual con los

das se unieron ms de 142 empresas, motivando la Huelga en la Fbrica Metalrgica

Lennin de Cracovia. Esto hizo que el 24 de Agosto, las tropas soviticas ubicadas en

Polonia elevaran el grado de alerta y disponibilidad para el combate. El 27 de agosto, el

Comit Inter-empresarial de Huelga de Gdansk ya representaba 500 empresas en huelga.

Al da siguiente se unieron fbricas en Wroclaw, en Cracovia y en una mina en Silesia.38

Ahora bien, teniendo presente que el contexto revolucionario no slo abarca

eventos previos a -e iniciales de- la lucha y que ste tambin enmarca -y a la vez es

producto de- cada uno de los episodios a lo largo del conflicto, la Ley Marcial de 1981

tambin puede ser vista como componente contextual, pues adems de las malascondiciones sociales, laborales y de salud, en ella se declar ilegal al movimiento que

haba reclamado la legitimidad que el pueblo le haba quitado al partido comunista.

La ley marcial implic una serie de arrestos masivos, represin, vigilancia semi-

personalizada, coaccin laboral y uso de la fuerza del Estado en contra de los

simpatizantes, lderes y miembros de Solidaridad. Esto oblig el surgimiento de varias

estructuras clandestinas y la radio Solidaridad inici sus transmisiones, convocando la

continuacin de la lucha.

Otro componente contextual es que a pesar del poder del rgimen, la Unin

Sovitica, agotada militar y moralmente debido a las derrotas en Afganistn, y despus

con la llegada de Gorbachov al poder en 1985 (quien promovi las reformas internas

perestroikay medidas de liberalizacin poltica glasnost), estaba menos preparada que

36Ver Barker. The rise of Solidarnosc. Documento electrnico.37Comparar Urban, G. R.. Radio Free Europe and the Pursuit of Democracy: My War Within the Cold War. 1998,p. 147.38Comparar Fenmeno de Solidaridad. Diario de la Independencia nmeros 11 y 14. Documento electrnico.


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nunca para intervenir en el conflicto en Polonia. La misma Perestroika debilitaba el

comunismo en la Unin Sovitica.Adems, los movimientos sindicalistas en Polonia fueron ampliamente

apoyados por las potencias occidentales y la Iglesia Catlica, que logr influir de manera

significativa en el proceso impulsado por Solidaridad a travs de sus lderes. Su papel en

el proceso cobr gran relevancia para afianzar la restauracin de las libertades

democrticas y del capitalismo como sistema econmico y bajo un rgimen

multipartidista electoral.

En efecto, la Iglesia Catlica, encabezada por el cardenal polaco Karol Wojtyla,

comprendi desde temprano con las protestas sindicales las posibilidades que se abran

para contrarrestar al gobierno comunista. ste, elegido Papa en otoo de 1978, hizo una

visita triunfal a Polonia en junio de 1979, en la cual

Durante nueve das dio la sensacin de que el Estado no exista y Polonia no era una nacincomunista; en ocasiones, las autoridades estuvieron a punto de suspender las retransmisionestelevisivas del acontecimiento. La visita papal produjo en los polacos una mezcla desentimientos acerca de su conciencia nacional, de la capacidad de la sociedad para enfrentarseal Estado y de orgullosa unidad, que jug un papel decisivo en la transicin posterior hacia lademocracia.39

La posicin de la Iglesia era, por un lado, aconsejar prudencia y moderacin,

ante el riesgo que implicaba la violencia o la invasin sovitica para el progreso sindical; y

por el otro, reclamar continuamente de los Poderes medidas de libertad y respeto a los

derechos humanos y extender su proteccin a los huelguistas y sus lderes. De ah que la

mayor parte de las huelgas y movimientos de protesta se acompaaran de cnticos y

smbolos religiosos.

En suma, el profundo y arraigado nacionalismo, el exacerbado catolicismo y la

fuerte tradicin agrcola privada por parte del pueblo polaco; y por el lado comunista los

estrictos postulados del marxismo-leninismo, su rgimen autoritario e impositivo y sulgica represiva, hicieron estallar sus tensiones preexistentes desde la dcada de los

setenta, cuando las condiciones laborales de los obreros se deterioraron, los precios de

los productos de consumo diario tuvieron alzas sin precedentes y se desconocieron

varias libertades sociales.

39Ver Arte Historia. Polonia: la crisis de Solidaridad.Documento electrnico.


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Por su parte, los lderes de la Unin Sovitica creyeron que suprimir el

movimiento Solidaridad no era viable porque provocara justamente una huelga masivaque terminara ocasionando el fin de su gobierno en Polonia, pero la presin que ejerci

el partido sobre l desde Mosc, favoreci la toma del poder por parte del General

Wojciech Jaruzelki, quien no escatim esfuerzos para contrarrestar las acciones de los

anticomunistas41.

El 13 de diciembre de 1981, Jaruzelski comenz a tomar medidas enrgicas

sobre Solidaridad declarando la Ley marcial ("Stan Wojenny" o "Estado de Guerra") y

creando un Consejo Militar de Salvacin Nacional (Wojskowa Rada Ocalenia Narodowegoo

WRON). Los lderes de Solidaridad fueron capturados y aislados en instalaciones

vigiladas por el Servicio de Seguridad. En total, unos diez mil activistas fueron arrestados

por tiempo indeterminado en centros de aislamiento42. Con la ley marcial, inici la

militarizacin de las calles, la interrupcin de la comunicacin telefnica, as como de

programas de radio y televisin. Tambin hubo una franca limitacin a derechos civiles

fundamentales como: libertad de expresin y publicacin, libertad de sindicacin,

coalicin y concentracin, y privacidad en la correspondencia. Todas las asociaciones y

sindicatos fueron prohibidos. Al mismo tiempo, tropas de la URSS, Checoslovaquia yAlemania Oriental fueron movilizadas a las fronteras con Polonia para ayudar a las

fuerzas de la Ley Marcial Polacas, donde fuera necesario.

Yo iba [] al ensayo en el Teatro Polaco. De pronto, delante del Palacio Staszic vi lecherasen las que los policas metan a profesores y cientficos de la Academia Polaca de Ciencias, quesacaban del edificio por la fuerza, tirando de brazos y piernas. Era una imagen horrible,lamentable e inverosmil. Al lado, con largas porras en la mano, corran los policasenfurecidos. []. La gente se par en la calle, se abrieron las ventanas de las casas, la genteempez a gritar: Gestapo!, Gestapo!. Me un a los gritos [] Nos dispersaron, cientos depersonas huyeron por las bocacalles. Vi, como detrs de la ventanilla enrejada de una lecheraalguien levant la mano haciendo con los dedos la seal de la victoria.43

A pesar de estas medidas, Solidaridad nunca fue disuelta: Se desencadenaron

cientos de huelgas y ocupaciones pacficas, principalmente en las grandes fbricas y en

varias minas de carbn, aunque muchas de ellas fueron neutralizadas con brutalidad,

utilizando tanques, helicpteros y armas automticas. Una de las protestas de gran

41Comparar Paul Wehr, Guy Burgess, Heidi Burgess (ed.).Justice Without Violence, 1994, pp. 2842Comparar Michael H.. The Origins of Democratization in Poland. 1993. p. 14943Testimonio de Tadeusz Lomnicki. Ver Fenmeno de Solidaridad. Diario de la Independencia nmeros 16.Documento electrnico.


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impacto tuvo lugar en la mina de carbn de Wujek, donde por los disparos de las fuerzas

gubernamentales murieron nueve huelguistas y 22 ms fueron gravemente heridos.La ltima huelga de 1981 termin el 28 de diciembre, en la mina de carbn de

Piasten el pueblo de Bierun, que dur 14 das bajo tierra, con alrededor de 2.000 mineros

que iniciaron la huelga, de lo cuales solo la mitad se qued hasta el ltimo da, dadas las

condiciones. A pesar de los esfuerzos de Solidaridad por consolidarse como grupo de

representacin civil, ste continuaba ilegalizado y prohibido44.

Con las huelgas y protestas de los obreros, continuaron los asesinatos a

simpatizantes. Una de las que gener estupor en la sociedad fue en Nowa Huta, un

estudiante de 20 aos, Bogdan Wlosik, quien fue tiroteado por un oficial del servicio

secreto.

La ley marcial hizo que grupos clandestinos anticomunistas, para inicios de

1983, se agruparan alrededor de Solidaridad, que ya contaba con ms de setenta mil

miembros, cuyas actividades incluan la publicacin de ms de 500 ejemplares diarios de

peridicos clandestinos45, y las continuas protestas que terminaban por la violencia

policial.

En esta dcada, la violencia estatal nunca logr ser eliminada, pero tampoco lofue Solidaridad. La violencia estatal, de hecho, favoreci el respaldo de varios actores

sociales domsticos e internacionales, as como de la Iglesia catlica. Slo cabe recordar

el asesinato de un popular sacerdote pro-Solidaridad, Jerzy Popieluszko, por parte de tres

agentes del Ministerio de Seguridad Interna46. De nuevo, se fortaleca una situacin de

simpata social, que ms adelante el gobierno trat de suavizar liberando a miles de

prisioneros polticos. De cualquier manera, en los aos siguientes continuaron los

arrestos.

44Comparar Perdue, William D. Paradox of Change: The Rise and Fall of Solidarity in the New Poland. 1995, p. 945 Comparar Ramet, Sabrina P. Social Currents in Eastern Europe: The Sources and Consequences of the GreatTransformation. 1995.46Comparar Ramet. Social Currents in Eastern Europe: The Sources and Consequences of the Great Transformation.1995


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3.1 UNIDAD DE ACCIN

El postulado de Solidaridad en 1980 sostena que La historia nos ha enseado que nohay pan si libertad," a lo que un ao despus, un activista agregara "Lo que tenamos en

mente no solo era pan, mantequilla y salchichas, sino tambin justicia, democracia,

verdad, legalidad, dignidad humana, libertad de convicciones y la reparacin de la

Repblica47.

Lo que uni a los huelguistas desde un principio fue la necesidad de buscar

mejores condiciones econmicas, el respeto por los derechos de los trabajadores, la

construccin del monumento a los trabajadores de astilleros, la legalizacin de los

sindicatos independientes, el derecho a la huelga48.

En principio, se luchaba por las condiciones de los obreros, pero nuevos

grupos sociales auto-organizados como Solidaridad Rural para Agricultores y

Campesinos, varias asociaciones para estudiantes, pensionados y personas de negocios

pequeos, surgieron para afiliarse y unirse al movimiento de trabajadores, unos luchando

por sindicatos independientes y autnomos, otros por la justicia social, pero todos bajo

la unin de Solidaridad.

Con el tiempo, el movimiento creci rpidamente y desarroll tres niveles deorganizacin: el lugar de trabajo, el comit regional y finalmente la Comisin de

Coordinacin Nacional, compuesta por representantes de alrededor de 38 regiones. Esta

estructura fue fcilmente reproducida por uniones de otros sectores poblacionales, todo

bajo la premisa del dialogo y la noviolencia.

A partir del criterio de la Unidad de Accin, se puede decir que Solidaridad

tuvo xito en la articulacin de cuatro elementos: Primero, formul adecuadamente

objetivos funcionales. El llamado a sindicatos independientes es uno de los objetivos

mejor enmarcados. Solidaridad evit la tentacin de apelar al derrocamiento del rgimen,

lo que sin duda habra forzado una respuesta sovitica. Adems, el progreso del objetivo

de los sindicatos libres poda ser medible ms fcilmente.

47Ver Powers, Roger S. & Vogele, William B. (editores) Protest Power and Change: An encyclopedia of Nonviolentaction from Act-UP to Womens suffrage. 1997. p. 487.48Comparar Perdue, William D. Paradox of Change: The Rise and Fall of Solidarity in the New Poland. 1995, p.13.


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El objetivo de demandar sindicatos libres perme objetivos estratgicos

funcionales. Ms an, una lista de 21 demandas que llev a los acuerdos de Gdansk, eraparticularmente funcional para configurar encuentros tcticos.

Los objetivos en todos los niveles de impacto fueron concretos, tocaron

intereses vitales, y generaron un amplio soporte. Buscar el control de actividades sociales,

polticas y econmicas particulares, aunque limitado, fue valioso en s mismo, pues

contribuy a una organizacin ms profunda alrededor del objetivo principal.

Todas las variedades de huelgas y de no cooperacin social y poltica

redundaron en el objetivo. Los polacos fueron muy efectivos improvisando variaciones

de los mtodos ya conocidos. La pericia en la seleccin de objetivos por los lderes en

este caso puede ser atribuida en parte a las lecciones de las luchas de 1968, 1970 y 1976,

las cuales tenan objetivos ms amorfos.

En segundo lugar, Solidaridad desarroll una gran fuerza organizacional. Para

1980 Solidaridad se haba convertido en una de las mejores organizaciones de lucha en la

historia de conflicto estratgico noviolento49. Se trat del fruto de la experiencia reciente

con organizaciones afines como el Comit de Defensa Obrero (KOR), que imprimi en

Solidaridad alientos y profundidad.El liderazgo carismtico de Lech Walesa tambin fue altamente funcional. De

igual manera, el compromiso de Solidaridad con prcticas democrticas dentro de sus

propias estructuras, tena un aspecto tanto positivo como negativo. Los procedimientos

democrticos implicaban que el movimiento slo podra reaccionar de manera lenta y

bajo ciertos puntos de decisin. De otro lado, el apego a estos procedimientos brind un

soporte y una autoridad ms slidos, que los que se hubieran obtenido por otros medios,

y por supuesto, cuales fueran las debilidades de Walesa, stas podan ser compensadas

por la disciplinada toma de decisiones colectivas dentro de la organizacin.

Adems del estricto cuerpo de operacin dentro de Solidaridad, la sociedad en

s misma ofreci muchas oportunidades organizacionales. sta era una situacin ideal, en

la que se puso la mayor carga del conflicto sobre las fuerzas de represin, pues mucho

49Comparar Ackerman, Peter y Kruegler, Christopher. Strategic Nonviolent Conflict: The Dynamics Of PeoplePower In The Twentieth Century, p. 311.


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gir alrededor del afn colectivo por asegurar el cumplimiento de los acuerdos por parte

del gobierno.La cohesin social fue el elemento articulador en la generacin de opciones con

las cuales el movimiento poda atacar o defenderse. Solidaridad tambin tom el ejemplo

de Gandhi al exigir el mantenimiento de la disciplina personal (como la sobriedad) en las

fbricas para tener a las personas en sus cinco sentidos y su capacidad de rendimiento al

mximo nivel.50

En tercer lugar, los protagonistas noviolentos aseguraron el acceso a recursos

materiales crticos. El movimiento sindicalista, en virtud de su acceso directo a la

infraestructura de la sociedad polaca, control todo el material bsico necesario,

incluyendo el transporte y el suministro de provisiones de productos vitales.

La tradicin de proveer alivio por parte de organizaciones como KOR, signific

una ayuda para aquellos que eran severamente presionados. Aunque la situacin

econmica se estaba deteriorando para todos causando una tensin considerable, la

prdida de algunos recursos econmicos especficos no debilit a la resistencia. Por el

contrario, los aumentos en lo precios la estimulaban an ms.

Las organizaciones de autodefensa de los setenta le donaron a Solidaridad suexperiencia en organizacin clandestina. La prensa y dems comunicaciones ilegales

operaron de manera extraordinaria y no pudieron ser detenidas, ni con el establecimiento

de la ley marcial.

En cuarto y ltimo lugar, Solidaridad expandi su repertorio de estrategias y

sanciones. El repertorio inclua: huelgas masivas, trabajo constructivo, prensa

clandestina, instituciones paralelas, educacin alternativa, uso creativo de protestas

simblicas, desafos masivos, y comunicaciones ilegales tanto dentro como fuera de la

zona de conflicto. El uso oportunista de espacios religiosos (las iglesias catlicas) y de

smbolos fue importante. Huelgas al interior de fbricas y demostraciones cortas, fueron

especialmente efectivos. Muchas de estas estrategias y sanciones eran fcilmente

50 Comparar Powers y Vogele. Protest Power and Change: An encyclopedia of Nonviolent action from Act-UP toWomens suffrage. 1997. p. 487.


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reproducibles. Durante el curso de la campaa, las huelgas afectaron a ms de cien

empresas.51

3.2 COHESIN SOCIAL

Los intelectuales de la oposicin al partido, procedentes sobre todo de la Asociacin de

Cursos Cientficos independiente, entre ellos Tadeusz Mazowiecki y Bronislaw Geremek,

tambin se unieron a las numerosas personas que prestaban su apoyo a la protesta

(periodistas o artistas, tambin extranjeros) en los Astilleros de Gdansk.

Estos encuentros provocaron la primera brecha institucional en el bloque

comunista, que hasta entonces pareca inquebrantable. La escala de la protesta

sorprendi a los gobernantes en Polonia y tambin al Kremlin. No obstante, los

comunistas de Mosc no emprendieron un ataque armado en Polonia, por el riesgo que

supona, pues unos aos atrs haban sido derrotados en Afganistn. De cualquier

manera, s hubo respuestas armadas por parte del gobierno polaco, pero al final se

demostr que la solidaridad social fue ms fuerte.

La falta de presencia de la URSS en Polonia hizo que Solidaridad inclinara todaslas organizaciones existentes a su favor. La membresa de la masa al partido comunista se

debilit en aproximadamente un 50% de sus tres millones, fraccin que se uni al

movimiento y desobedeci ordenes del partido de no marchar.

Los intelectuales no fueron indiferentes a la situacin del pas. En un principio,

no tomaron partido, pero con el tiempo fueron un punto clave para la creacin de una

Solidaridad ms fuerte y con una visin clara.

La idea de un slo Sindicato Independiente Autogestionado de estructura

federal, unific a la clase obrera. Para 1980, ms que un movimiento de unin en el

sentido de sindicato obrero, comenzaba a ser una coalicin nacional que propenda por

derechos fundamentales, civiles, laborales nacionales. En breve, el movimiento sacudi

las bases del poder comunista en Polonia y a todos sus vecinos comunistas. Y entre ms

tratara el gobierno de limitar los canales de expresin, extinguir las huelgas y las voces de

51 Comparar Ackerman y Kruegler. Strategic Nonviolent Conflict: The dynamics of people power in the Twentiethcentury.1994. p. 311.


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inconformismo, ms personas se unan a Solidaridad y ms apoyo haba de todas las

clases sociales a la causa.Hacia finales de enero de 1982, mltiples protestas callejeras se levantaron

contra el estado de guerra en las principales ciudad de Polonia, y pronto se hizo visible

que a pesar de las difciles condiciones clandestinas, un nuevo y revitalizado movimiento

de Solidaridad se estaba formando; su catalizador era la lealtad de la gente a los 5000

prisioneros y al lder de la Unin, Lech Walesa, quien haba sido aislado de toda la

sociedad, excepto del personal del partido y de la polica, en una cabina remota cercana

Revoluciones no violentas: el éxito del movimiento Solidaridad en Polonia

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