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UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR
FACULTAD DE FILOSOFÍA, LETRAS Y CIENCIASDE LA EDUCACIÓN
CURSO DE NIVELACIÓN DE CARRERA
SOCIEDAD Y CULTURA
Estudiante:
MADELYNE GUAMANTICA
NATHALY GUAYASAMÍN
DANIELA GUERRERO
ELIZABETH GUAMÁN
MARJORIE JIMÉNEZ
MIRYAN JAMI
Docente:
ING. ALEJANDRO DE LA CADENA
Curso:
A4 – FI – V05
QUITO
2014
ANTECEDENTES
El surgimiento de la revolución industrial
Llamamos Revolución Industrial al cambio fundamental que se produce en una
sociedad cuando su economía deja de basarse en la agricultura y la artesanía para
depender de la industria.
Localización: La Revolución Industrial nace en Gran Bretaña y se extiende luego al
resto de Europa.
Antecedentes: La economía existente antes de la revolución industrial estaba basada
en el mundo agrario y artesanal; tres cuartas partes de la población subsistían con
trabajos agropecuarios. Principalmente estaba basada en el autoconsumo y no en la
comercialización de los productos obtenidos, puesto que además la productividad era
muy baja. Las ciudades eran pocas, pequeñas y poco desarrolladas. Hay que recordar
que el régimen de gobierno de estas sociedades eran las monarquías absolutistas, en
las que todo, incluyendo las personas, se consideraba una propiedad del rey.
Origen y nacimiento de la Revolución Industrial: Nace en Gran Bretaña a mediados del
siglo XVIII. Fue posible por la existencia de una monarquía liberal y no absolutista, que
consiguió evitar el panorama de revoluciones que se estaban extendiendo en otros
países. Gran Bretaña quedó libre de guerras, ya que aunque estuvo involucrada en
algunas, no se desarrollaron en su territorio. A esto se unió una moneda estable y un
sistema bancario bien organizado. El Banco de Inglaterra se fundó en 1694.
INFORMACIÓN RELEVANTE
Consolidación de sindicatos
El movimiento sindical nace a finales del siglo XVIII con la revolución industrial,
situación que permitió a los empresarios aumentar sus ganancias, convirtiendo al
obrero, en un simple operario. El acelerado proceso industrial, no permitió que la clase
trabajadora pudiera organizarse a la velocidad que lo hicieron los empresarios. Al
dueño de la fábrica lo único que le interesaba era la acumulación del capital. Si el
obrero no servía o se enfermaba lo sustituían de inmediato.
Por otra parte, el aparato político, en particular el Estado, tampoco respaldaba al
obrero. Los gobiernos se oponían a la formación de organizaciones que defendieran
sus intereses de clase.
Con el triunfo de la Revolución Francesa en 1789, se reivindican los derechos del
hombre, sin embargo, se produce una situación paradójica, las coaliciones obreras no
eran aceptadas porque atentaban contra la libertad individual. Como a los trabajadores
no se les permitía agruparse, optaron por la clandestinidad.
Movimientos obreros y de mujeres
A principios del siglo XIX, las masas obreras y sus movimientos clandestinos inician
levantamientos producto de las crisis económicas. El sindicalismo se consolida de
hecho y se inician una serie de movimientos revolucionarios, producto de la Revolución
Francesa de 1848 y la aparición del Manifiesto Comunista, exigiendo el derecho al
trabajo y a la protección de los trabajadores. Para mediados de este siglo, un número
considerable de países europeos reconocen la asociación obrera. En 1864, nace en
Londres, la Asociación Internacional de Trabajadores (AIT), primera organización
mundial de la clase obrera, conocida como la Primera Internacional.
A raíz de la muerte de cinco huelguistas en mayo de 1886, en Chicago, se declara el 1
de mayo del Día Internacional de los Trabajadores y se adopta la reivindicación de la
jornada de ocho horas en la Segunda Internacional, celebrada en París el 14 de julio de
1889.
En 1917 se produce la Revolución Rusa y se establece el primer Estado Socialista. El
nacimiento de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), contribuye a la
consolidación del movimiento obrero. Dos años después, nace la Organización
Internacional del Trabajo (OIT). En el siglo XX, se consolidan tres corrientes mundiales
sindicales: los comunistas, Federación Sindical Mundial (FSM) los socialdemócratas,
Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres (CIOSL) los
socialcristianos, Confederación Mundial del Trabajo (CMT)
El 1 de noviembre de 2006, la CIOSL y la CMT se fusionaron con varias federaciones
independientes, en la Confederación Sindical Internacional (CSI), con 168 millones de
afiliados a nivel mundial. Estas nuevas confederaciones nacen a raíz de los procesos
de globalización.
La Revolución Industrial y la introducción del maquinismo provocaron una profunda
transformación de las condiciones de trabajo. El maquinismo hizo aumentar
enormemente la división del trabajo. El obrero ya sólo participaba en una pequeña fase
del proceso productivo y no necesitaba ni una fuerza física singular ni una gran
especialización.
Así, durante casi todo el siglo XIX el aumento del coste de la vida fue superior al
aumento de los salarios, hecho que condujo al empobrecimiento de la clase obrera.
La necesidad de conseguir una gran acumulación de capital por parte de los
empresarios tuvo como consecuencia el mantenimiento de unos salarios muy bajos y
de unas pésimas condiciones de trabajo. Las jornadas laborales eran largas y
agotadoras. Además, el trabajo se hacía en lugares insalubres.
Era normal que los niños y mujeres trabajasen, tanto en las fábricas como en las minas.
Sus sueldos eran necesarios para completar la economía familiar, pero eran inferiores a
los de los hombres. La disciplina laboral era muy rígida, los obreros podían ser
despedidos en el momento en que el empresario lo quisiera, y los castigos y
penalizaciones eran también frecuentes.
No existía ningún tipo de legislación laboral que regulase el trabajo o que garantizase
alguna protección en caso de enfermedad o accidente. Las primeras leyes del trabajo
se hicieron en Gran Bretaña en 1833.
ACONTECIMIENTOS
Aumento de la población
Entre los años 1700 y 1800 la población europea pasó de unos 115 a 190 millones de
habitantes. Comparando este crecimiento con el experimentado en los dos siglos
anteriores se aprecia que se estaba produciendo un cambio radical en la demografía.
Los datos permiten afirmar que esta transformación se produjo sobre todo a partir de
mediados del siglo XVIII. Estos datos son cada vez más seguros y fiables, porque en
esta época se realizaron ya verdaderos censos. Se trata de recuentos de la población
referidos a individuos, tal como se hace hoy en día, y no fiables como se había hecho
hasta entonces.
El crecimiento continuado de la población hizo que al finalizar el siglo XIX, en 1900,
Europa alcanzara ya unos 400 millones de habitantes; en ese siglo el aumento de la
población fue más del doble.
Este crecimiento demográfico fue muy importante para la Revolución Industrial, porque
significaba mano de obra abundante para la industria y un mayor consumo de toda
clase de productos.
Descenso de la mortalidad
La gran transformación demográfica de esta época se debe, fundamentalmente, a un
descenso continuado y progresivo de la mortalidad.
El descenso continuado de la mortalidad se advierte sobre todo en las tasas de
mortalidad infantil aunque el dato que llama la atención es la desaparición de las
terribles epidemias que anteriormente desolaron los países europeos.
Sin embargo para que la población aumente es preciso, además, que se mantenga la
elevada natalidad. Y efectivamente, a lo largo de este siglo eso ocurrió.
La combinación de una mortalidad en descenso y una natalidad elevada provocaron el
alto crecimiento vegetativo, cuya consecuencia no fue sólo el aumento de la población
en todos los países europeos, sino también una fuerte emigración desde Europa a otros
continentes.
La Revolución Agrícola
El crecimiento de la población se suele relacionar con la mejora de la alimentación y por
tanto aumento de la producción agrícola. Esta circunstancia se produjo por primera vez
en Inglaterra transformando los sistemas de cultivo de la tierra. Tan importante es este
cambio que recibe el nombre de revolución agrícola.
Con la revolución agrícola se instauraron nuevas técnicas y nuevos sistemas de cultivo
que permitieron aumentar la producción con el mismo trabajo y menos personas.
Un progreso continuado
Las transformaciones agrícolas fueron extendiéndose lentamente. Con lo que la
alimentación de los europeos fue más abundante y variada.
A lo largo del siglo XIX hubo progresos en las herramientas agrícolas y en los sistemas
de trabajo: arados que profundizaban más, drenaje de tierras pantanosas, extensión del
regadío y difusión de abonos. También se empezó a introducir maquinaria agrícola:
aradoras, segadoras, trilladoras.
El resultado fue la racionalización de la agricultura: cada región se empezó a dedicar a
lo que convenía a su suelo y su clima y así aumentaron los rendimientos. Con los
nuevos medios de transporte los cereales se transportaban de un lugar a otro con
rapidez y así nació la especialización.
Revolución del transporte
La aplicación de la máquina de vapor a medios de locomoción permitió la invención del
barco de vapor y de la locomotora. La máquina de vapor fue la aplicación de una serie
de estudios sobre la presión atmosférica. James Watt es considerado su inventor que
fue patentado en 1765. El funcionamiento era sencillo: el vapor producido por el
calentamiento del agua sube por un cilindro. La expansión del vapor acciona un pistón
que pone en movimiento una biela que hace girar la rueda.
El transporte de personas y mercancías se hizo más rápido y barato, lo que permitió el
comercio internacional y los movimientos migratorios. Por este motivo se habla de la
revolución de transportes.
El barco de vapor
El barco de vapor era impulsado por una rueda de palas que era movida por una
máquina de vapor. En una primera etapa sólo se aplicó a la navegación fluvial pero más
adelante el barco fue perfeccionándose: la hélice sustituyó a la rueda de palas y, en vez
de madera, se construyeron barcos de hierro.
El ferrocarril
En las minas de carbón inglesas se utilizaban vagonetas sobre raíles empujadas por
hombres o mulas. Pronto se pensó impulsarlas por una máquina de vapor creando así
la locomotora.
Después de varios intentos logró ponerse en funcionamiento este sistema de
transporte, que tenía grandes ventajas sobre los utilizados hasta entonces.
La rapidez y baratura del transporte facilitó y desarrolló el comercio. Grandes
cantidades de materias y productos se transportaron entre países.
Se inició el transporte de productos agrícolas evitando el hambre.
La construcción de líneas férreas, locomotoras y vagones desarrolló las industrias
siderúrgica y metalúrgica, y la minería del carbón.
El automóvil
Desde los primeros años del siglo XIX hubo inventores que trataron de aplicar la
máquina de vapor al motor de un vehículo. El primero que lo consiguió logró poner en
marcha un motor a gas de combustión interna atado a un carro. Fue perfeccionándose
con la combustión de gasolina y aire.
Fuentes de energía
El carbón
Se necesitaban fuentes de energía para el funcionamiento de los transportes y de las
industrias. La primera de ellas fue el carbón mineral que era una fuente de energía
barata, abundante y de gran poder calorífico aunque bastante contaminante. Fue la
fuente de energía básica de la Revolución.
La electricidad
El uso de la electricidad como fuente de energía se produjo a partir de finales del siglo
XIX, gracias a diversos inventos tecnológicos: la dinamo (1866), los transformadores
(1880) y la utilización de la fuerza de la caída del agua (hulla blanca, 1890). Una de las
primeras aplicaciones de la electricidad fue el alumbrado y se fueron creando motores
eléctricos.
El petróleo
En la década de 1880 las investigaciones habían puesto a punto el motor de explosión
y un motor de aceites pesados, utilizando derivados del petróleo como fuente de
energía.
La industria de prospección, extracción y refinado del petróleo se convirtió en una de las
más importantes.
La industria textil
La demanda de tejidos de algodón
A principios del siglo XVIII la fabricación de tejidos era la industria que absorbía mayor
mano de obra.
A partir del siglo XVI Inglaterra se convirtió en un importante productor de tejidos de
lana. Pero más adelante los comerciantes ingleses importaron desde la India tejidos de
algodón estampados. Empezaron a pensar en fabricar en Gran Bretaña tejidos de
algodón comparables con los indios pero el problema era la fabricación del hilo.
La industria textil en el siglo XVIII
El hilado mecánico
La primea hiladora mecánica se inventó en 1764: la spinning-jenny. Estaba formada por
un mecanismo movido manualmente que no resultaba ni muy grande ni muy caro. Las
primeras sólo tenían ocho usos y tras veinte años de huso podía tener ochenta husos.
La Water Frame
En 1769 se inventó un nuevo tipo de hiladora mecánica: la water-frame. El hilo que
fabricaba era de más calidad que el anterior: era más fino y resistente pero ere un
mecanismo grande y pesado.
Para accionarla se empezó a utilizar la fuerza hidráulica de los ríos. Otro problema era
su precio, mucho más elevado que las anteriores.
En 1785 se inventó el primer telar mecánico, un mecanismo grande y pesado, bastante
caro, que precisaba gran fuerza para su utilización.
Los primeros telares mecánicos eran movidos por caballos y a partir de 1789 se
empezaron a mover también por máquinas de vapor.
La industria textil en el siglo XIX
La industria algodonera continúo su progreso: las máquinas hiladoras y tejedoras fueron
perfeccionándose y eran movidas por máquinas de vapor.
El ferrocarril facilitó el transporte de la materia prima hasta los centros industriales. Y de
la misma manera facilitó la exportación.
Otros territorios europeos se fueron convirtiendo en centros importantes de industria
textil.
Ese desarrollo de la industria textil provocó la aparición de conflictos: la necesidad de
exportar excedentes de producción que no se vendía en el propio país iba a dar lugar a
frecuentes enfrentamientos de tipo comercial entre países.
La expansión de la industria
Los altos hornos de coque
Hasta muy avanzado el siglo XVIII el hierro se obtenía calentando capas de material y
de carbón vegetal en hornos de varios metros de altura. El producto obtenido era un
hierro de gran calidad: el hierro forjado o hierro dulce.
Los altos hornos consumían tanto carbón vegetal que la madera empezó a escasear,
por lo que hubo necesidad de buscar otro tipo de combustible.
En Gran Bretaña abundaban los yacimientos de carbón mineral, pero ardía con
dificultad. Se encontró una solución: utilizar en los altos hornos un derivado del carbón
mineral: el coque.
Para activar la combustión en los hornos de coque era preciso inyectarle una corriente
de aire fuerte y hacía 1775, con la aplicación de la máquina de vapor, se encontró el
sistema para generar esa corriente de aire.
Mejora la calidad del hierro
Aún quedaba otro problema por resolver: el exceso de azufre que contenía el hierro, por
lo que era frágil. Ese tipo de hierro, llamado fundición de hierro, sólo servía para fabricar
cierto tipo de objetos. Pero los objetos más caros y delicados exigían el hierro forjado.
En 1784 se inventó la pudelación que consistía en remover y batir la masa de hierro
fundido dentro del alto horno de forma que esta masa se aireara y perdiera el exceso de
azufre que contenía.
Los procedimientos para convertir el hierro en acero eran muy lentos y caros, hasta que
en 1855 se inventó un convertidor que transformaba grandes cantidades de fundición
de hierro en acero.
La industria química
Ya muy avanzado el siglo XIX se desarrolló una nueva industria que permitía fabricar
productos hasta entonces desconocidos o poco utilizados.
Se trataba de la industria química. De la destilación de la hulla se obtiene gas para el
alumbrado; los ácidos sulfúricos y clorhídricos y la sosa se utilizaban en el blanqueado
de tejidos. También del refinado del petróleo se obtenían diversos productos además de
gasolina; mediante sistemas químicos se fabricaban también abonos para la agricultura
y cemento para la construcción.
La industria farmacéutica, que hasta entonces se había limitado a extraer productos de
las plantas con métodos tradicionales, comenzó a sintetizar ingredientes por medio de
complejos sistemas químicos de elaboración.
CAUSAS
Aumento de la población: Desde el siglo XVIII las epidemias de peste fueron
desapareciendo y el desarrollo de la agricultura permitió el crecimiento de la
producción de alimentos y se produjo entonces un descenso de la mortalidad
catastrófica (hambre, guerras, epidemias).
La mortalidad europea, igual que la mortalidad infantil, se redujeron.
La natalidad fue disminuyendo lentamente, aunque se mantuvo alta, como
consecuencia el crecimiento vegetativo aumentó bastante.
El aumento de la población fue mayor en las ciudades. También se produjeron
migraciones, especialmente hacia América.
Mejoras en la agricultura: Continuaron existiendo los recintos (concentración de
las tierras en grandes propiedades) con el apoyo de los gobiernos, que
permitieron la introducción de mejoras técnicas, además, algunas zonas se
especializan en los cultivos más rentables.
Las mejoras en la agricultura favorecieron la Revolución Industrial de 4 formas:
El aumento de la producción permitió alimentar a una población en rápido
crecimiento.
Las mejoras técnicas redujeron el número de campesinos necesarios para
trabajar la tierra, y proporcionaron mano de obra para la industria.
Los beneficios obtenidos por los terratenientes fueron invertidos en la agricultura,
el comercio y las nuevas industrias.
Las necesidades de metales para los instrumentos agrícolas y la demanda de
maquinaria, provocaron el desarrollo de la industria metalúrgica y siderúrgica.
Desarrollo tecnológico: El aumento de la demanda de maquinarias hizo que se
produjeran innovaciones técnicas que aumentaron la producción y los beneficios.
Estos inventos comenzaron en Inglaterra en el sector textil, al principio fueron
inventos muy sencillos, construidos en madera y realizados por artesanos y
personas sin preparación científica.
El desarrollo tecnológico favoreció la Revolución Industrial en 2 aspectos:
Lo importante no es el invento, sino su difusión en la industria; un invento sólo se
aplica cuando al empresario le sale rentable.
Cada invento no es muy importante en sí mismo, sino porque provoca nuevas
innovaciones. La innovación más importante fue la máquina de vapor de James
Watt que produjo consecuencias de gran importancia:
EFECTOS
La revolución industrial operó un cambio en los aspectos social, económico, político y
del estilo de vida de la humanidad, debido a la invención y la aplicación en gran escala
de las maquinas.
En lo económico:
Se incrementó un alto grado de rendimiento del trabajo y se redujo el costo de
producción, lo que reporto un enorme crecimiento de las riquezas de las naciones
industrializadas.
Se acumularon grandes capitales que dieron desarrollo a compañías y sociedades
anónimas.
Se diseñaron, desarrollaron y perfeccionaron las vías de comunicación y los medios de
transporte, haciendo posible el intercambio entre las naciones.
Se crearon las cámaras de comercio, las compañías de seguros, los bancos, etc.
Se desarrolla el sistema de rentas a crédito. Surgieron los métodos de publicidad y las
competencias comerciales.
La artesanía y la manufactura no pudieron competir con la gran fábrica capitalista y
fueron desapareciendo paulatinamente.
El modo de producción capitalista que se formó en el seno del feudal, había vencido
ahora todas las formas de economía precapitalista, condenándolas a la ruina y el
hundimiento irremisible.
En lo social:
Culminó el proceso de desaparición del campesino Inglés.
Aparecieron las grandes ciudades, que se convirtieron en centros industriales. Es decir,
el abandono del campo y el aumento de la población de las ciudades.
Cambió radicalmente la estructura profesional de la población: a cuenta de la población
agrícola se incrementó el número de personas ocupadas en las diferentes ramas de la
industria.
La agudización de los problemas obreros y la organización de los trabajadores en
gremios, sindicatos, etc.
La consecuencia principal de la revolución industrial fue la aparición de las dos clases
de la sociedad capitalista: La burguesía industrial y el proletariado fabril, es decir, los 2
grandes grupos sociales: capitalista y obrero.
La aparición de doctrinas que alegan dar soluciones a los problemas sociales:
socialismo, socialismo utópico, y la social-democracia, etc.
El desarrollo impetuoso de la economía acarreó un incremento del lujo y la riqueza de la
burguesía y a su vez, de la pobreza y la indigencia en las masas trabajadoras.
En lo político:
Afianzamiento político de la burguesía.
El estado no interviene directamente como patrono en las actividades económicas, sino
que auspicia la industrialización y regula la legislación social a favor de los trabajadores.
La industria ocupó una situación predominante.
Cambios en los modos de vida:
La población se concentró en las ciudades con actividad industrial.
La producción en serie abarató muchos artículos. Y así mejoraron las condiciones de
vida.
El trabajo doméstico se hizo más corto, al incorporarse miles de mujeres al trabajo
industrial. Y las costumbres de la familia cambiaron a medida que las mujeres
comenzaron a trabajar fuera del hogar.
CONCLUSIONES
La aparición de la maquina como nueva fuerza productiva en reemplazo de la
fuerza del hombre provoca cambios sustanciales en diferentes ámbitos.
Iniciada en gran Bretaña por diferentes factores políticos, socio-económicos que
propiciaban el desarrollo como los incentivos por iniciativas de sus ciudadanos.
Se produce revoluciones en trasporte, demografía y agricultura con la reforma
agraria.
Agrario: sembradora, segadora, trilladora; Sector algodonero: máquinas
automáticas; Transporte: ferrocarril, barcos a vapor.
Difusión: Francia, Bélgica, Comunidad Germánica, España.
Como consecuencias sociales trajo la aparición de un nuevo estamento: el
proletariado. Pero al ser eliminadas las leyes de estos estamentos estos
desaparecen, sin embargo las diferencias de riquezas se hicieron más acusadas.
El éxodo rural trae consigo la creación de grandes suburbios, alrededor de las
fabricas (condiciones deplorables) por lo que era habitual que los obreros
contrajeran tifus.
Abuso del empresario en la carga laboral e impulsa el trabajo infantil y de
mujeres ya que el salario era tres cuartos menos que el de los hombres.
Las condiciones de los obreros eran consideradas como normales hasta la
segunda mitad del siglo XVIII.
La concentración de estos en las fábricas hace que tomen conciencia y
empiecen a actuar de forma colectiva.
Aparición de asociaciones de obreros.
Surgen tres movimientos de protesta: Ludismo se conducían a la destrucción de
la maquinaria. Cartismo elaboran la “carta del pueblo; y el Marxismo cran la
Asociación Internacional de Trabajadores.
El capitalismo absoluto no permitía ninguna asociación pero la persistencia de
los sindicatos hizo que se establecieran poco a poco los derechos que exigían.
Con el paso del tiempo se eliminaban leyes que atentaban con la seguridad e
integridad de las mujeres y niños.
Levantamiento tras levantamiento propicio que las voces de los trabajadores se
escucharan aunque para esto haya sido necesario el derramamiento de sangre.
Se consolidan sindicatos y organizaciones para defender los derechos del
obrero.
BIBLIOGRAFÍA
https://prezi.com/7saw_v0ttxxf/la-revolucion-industrial/
http://es.slideshare.net/juanjimenez22/revoluciones-industriales
http://joseluistrujillorodriguez.blogspot.com/2012/11/la-mujer-en-la-revolucion-
industrial-ii.html
http://www.portalplanetasedna.com.ar/revolucion_industrial.htm
http://www.finanzasparatodos.es/gepeese/es/inicio/laEconomiaEn/laHistoria/revol
ucion_industrial.html