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Parque Nacional Patagonia 130 Papel procedente de fuentes responsables Impreso en papel FSC ® Coleccionable: Aves y Plantas de Isla Martín García Red Argentina de Reservas Privadas SIG y Conservación Cambio Climático en Samborombón Gato del Pajonal Tarragó Ros en Palabras Mayores Además, dos nuevas secciones: Nuestro Equipo y Nuestros Socios Enero - Marzo 2015

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  • Parque Nacional Patagonia

    130

    Papel procedente defuentes responsables

    Impreso en papel FSC

    130

    Coleccionable: Aves y Plantas de Isla Martn Garca

    Red Argentina de Reservas Privadas SIG y Conservacin Cambio Climtico en Samborombn Gato del Pajonal Tarrag Ros en Palabras Mayores Adems, dos nuevas secciones: Nuestro Equipo y Nuestros Socios

    Enero - Marzo 2015

  • Vida Silvestre 130 | Fundacin Vida Silvestre Argentina

    Consejo de administracin Presidente Miguel Reynal Vicepresidente Hctor Laurence Tesorero Matas BreaSecretaria Eva Soldati Ex presidentes Juan Patricio OFarrell, Teodosio Brea, H. Laurence, M. ReynalVocales Franklin Williams, Marina Harteneck, Susana Merlo, Claudio Bertonatti, Francisco von Wuthenau, Mauricio Rumboll, Alejandro de la Tour, Jos Fonrouge, Miguel Reynal (h), Alex Pryor, Gabriel Griffa. Consejo cientficoJos Paruelo, Carolina Morales, Adrin Monjeau, Martn Hall, Claudio Daniele, Andrs Novaro, Enrique Bucher, Fernando Zuloaga, Pablo Tubaro, Roberto Bo, Vctor Ramos, Marcelo Cabido y Osvaldo Sala

    Consejo asesor internacionalSarah Morrison, Julio Tresierra, Cees Boer y Katrina Brandon Equipo ejecutivo Director General Diego Moreno

    Departamento de AdministracinDirectora Mercedes Lardizbal Sandra Alliana, Guillermo Bellinotto, Carolina Dydzinsky, Nicols Pugliese, Celeste Salvio

    Departamento de Conservacin y Desarrollo SustentableClaudia Amicone, Alejandro Arias, Esteban Bremer, Guillermo Caete, Alejandra Carminati, Vernica Cirelli, Vernica Garca, Manuel Jaramillo, Rafael Lorenzo, Andrea Michelson, Mayra Milkovic, Fernando Miarro, Marcelo Rivero, Daniela Rode, Karina Schiaffino, Ariel Tombo, Jonathan Villalba, Carlos Fernndez Balboa , Pablo Preliasco, Daniela del Valle Departamento de Desarrollo InstitucionalDaniela Del Valle, Adriana Mandirola, Catalina Portela, Agustina Ramos Meja, Carlos Tanides, Pablo Cortinez

    Departamento de ComunicacinDirectora: Mara Ins Lanz Martn Font, Agustina Ruiz Huidobro, Emiliano Salvador, Leonel Roget

    Departamento de Educacin AmbientalCoordinador Juan Ojea Quintana, Soledad Moreno, Federico Baggio, Juan Carlos Foricher

    Departamento de Relaciones InstitucionalesDirectora: Aleandra Scafati

    Fundacin Vida Silvestre Argentina Defensa 251 Piso 6 K c1065aad

    Ciudad de Buenos Aires Tel: (011) 4331-4864/3631/2217

    www.vidasilvestre.org.ar

    EQUIPO

  • 3EDITORIAL Enero - Marzo 2015 Nmero 130

    Como todo ao electoral, el 2015 se presenta complejo y activo. Los debates sobre el futuro de nuestro pas estn a la orden del da y siempre son una oportunidad para procurar que la agenda ambiental cobre relevancia.

    Es por eso que desde Vida Silvestre estamos planificando este ao con un condimento particular: intentar incidir sobre ese debate, acercando propuestas concretas de polticas ambientales prioritarias para un desarrollo sustentable de nuestro pas.

    Estaremos trabajando en una nueva edicin de la Situacin Ambiental 2015, una publicacin que Vida Silvestre viene desarrollando desde hace casi 20 aos y que releva fundamentalmente el estado de conservacin de los ecosistemas de nuestro pas. Sobre esta base de diagnstico queremos plantear nuestras propuestas para intentar detener la degradacin de los recursos naturales y promover soluciones concretas y viables.

    Al mismo tiempo, seguimos impulsando muchas de las acciones que hemos comenzado aos anteriores, fundamentalmente la creacin de nuevas reas protegidas privadas a travs de la Red Argentina de Reservas Naturales Privadas que conformamos en 2014 y con el desafo de incorporar nuevas reas de importancia para la biodiversidad en las regiones de Cuyo y Patagonia. Tambin acompaando los esfuerzos del Estado en la consolidacin y ampliacin de los sistemas pblicos. As, pondremos en marcha acciones a travs de un acuerdo recientemente firmado con el Ministerio de Defensa, donde brindaremos apoyo tcnico para el manejo de las Reservas Naturales de la Defensa que han sido creadas hasta el momento.

    Estas son solo algunas muestras del desafo que tenemos por delante en este 2015, que iniciamos con entusiasmo y el mismo compromiso de siempre para cumplir nuestro sueo: lograr que nuestro pas se desarrolle, utilizando responsablemente y conservando sus recursos naturales.

    Miguel Reynal Presidente

  • Vida Silvestre 130 | Fundacin Vida Silvestre Argentina

    SUMARIO

    10

    Comunicate con nosotros! Esperamos tus comentarios en [email protected]

    El Ministerio de Defensa tiene a su cargo la administracin de 7 reservas naturales y partir de este ao Vida Silvestre se en-cuentra colaborando en su manejo. Tam-bin se prev organizar safaris educati-vos.

    Reservas de la Defensa

    Compartir para conservar: un estimulante desafoLas reservas privadas cobran cada vez ms importancia como protagonistas en la crea-cin de reas protegidas en todo el pas.

    10

    La baha en problemasEl cambio climtico acenta los problemas en Baha Samborombn: retraccin de la costa, aumento de la cantidad de tormentas e inundacin de campos. Momento de tomar decisiones para adaptarse a esta realidad.

    16

    22

    28

    4

    Sistemas de Informacin Geogrfica y Teledeteccin ayudan a cuidar el ambienteEl ttulo es largo y parece complejo pero es-peramos que al finalizar esta nota muchos de ustedes estn en condiciones de contar-le a un familiar o un amigo de qu forma las teledeteccin y los SIG pueden contribuir a la conservacin y cuidado del ambiente.

    El Ministerio de Defensa tiene a su cargo la administracin de 7 reservas naturales y partir de este ao Vida Silvestre se encuen-tra colaborando en su manejo. Tambin se prev organizar safaris educativos.

    Reservas de la defensa

    Vida Silvestre 130Editor

    Miguel Reynal

    Editora periodstica Lorena Lpez

    Editor de Fotografa Daro Podest

    Colaboraron en este nmero:

    Aleandra Scafati, Alejandra Carminati, Fernan-do Miarro, Florencia Morales, Hernn Casa-as, Karina Schiaffino, Mayra Milkovic, Nstor

    Maceira, Paula Bertolini, Paz Gonzlez.

    Diseo Leonel Baldoni

    Diseo original Liebre de Marzo

    Nuestra tapa y contratapa: Un pichn de mac tobiano de tres das de vida, reclama alimento a sus padres. Esta

    especie crticamente amenazada est aho-ra protegida de forma parcial en el flamante

    PN Patagonia.

    Foto: Daro Podest

    Cedieron el uso de imgenes

    Tomas Thibaud, Ricardo Fernndez Chaves, Beln Etchegaray, Alejandro Insegna, Nata-lia Deshayes, Cynthia Bandurek, ngel Pra-to, Andrs Ruggeri, Gabriel Battaglia, Mara Teresa Dozo, Sofa Quiroga, Paco Prez, Ma-

    riano Fernndez y Daro Podest

  • Enero - Marzo | 2015

    130

    Vida Silvestre Reg. Prop. Int. 82181.Defensa

    251 6 piso (c1065aac) - Ciudad Autnoma de Buenos Aires Tel. (011) 43433778 43314864.

    No se permite la reproduccin total o parcial de notas firmadas y fo-tos sin autorizacin expresa de los autores. Los editores no se res-

    ponsabilizan por el contenido de las notas firmadas. Impresin: Bahia Graf.

    El papel de esta revista proviene de fuentes

    responsables.

    Papel procedente de fuentes responsables

    Dedicatoria: A la Academia Nacional de Ciencias y la Sociedad Cientfica Argentina, que desde 1869 y 1872 respectivamente impulsan la ciencia nacional.

    Parque Nacional Patagonia: emblema natural y marca registradaSe ubica en el noroeste de San-ta Cruz y fue creado por ley en enero de 2015. Es el hogar del mac tobiano y alberga una im-portante historia antropolgi-ca que se encuentra en estudio.

    Entrevista:

    Lo que se mide mal, se gestiona mal

    32

    38

    Vida Silvestre fue distinguida con el primer premio de la Asocia-cin de Entidades Periodsticas Argentinas ADEPA) en las catego-ras Bien Pblico(1999) y Eco-loga y Medio Ambiente (2003). Tambin recibi el Premio San-ta Clara de Ass (2004) y Mencin 2012 en el Premio UBA A los Con-tenidos Educativos y Culturales.

    5

    Secciones6 Galera41 Opinin43 Aventureros46 Socios por la conservacin47 Nuestro Equipo48 Abrevadero 49 Salud51 Libro rojo53 Instantneas54 Notioso56 Palabras mayores

    50 Jardn: Palo fierro

    del Escritorio al CampoAves y Flora de la Reserva Provincial Isla Martn Garca

  • 6 Vida Silvestre 130 | Fundacin Vida Silvestre Argentina

    GALERA

    La Paciente Espera

    Los mntidos, especialistas en la emboscada, se mantienen muy quietos o se mecen para imitar el movimiento de la vegetacin. Este pequeo mide apenas un centmetros y solo pude descifrarlo a travs del aumento de mi lente.

    CYNTHIA BANDUREK (www.cynthiabandurek.wix.com/artandphotography)

    Canon t2i, lente Canon 100mm, f/22, 1/80, Iso 100

  • 7Enero - Marzo | 2015

    Corzuelitas

    Esta foto fue tomada en el Parque Provincial Urugua- camino a Andresito, Misiones. La escena fue la siguiente: acechando una pava yacutinga, asidua del lugar, veo salir de la espesura a esta corzuelita colorada con la cra, que se inquiet ante nuestra presencia y se refugi rpidamente en la selva.

    NGEL PRATO ([email protected])

    Canon 5d MarkIII, Lente Canon 800 mm f5,6. Monopi

  • 8 Vida Silvestre 130 | Fundacin Vida Silvestre Argentina

    Recorrimos muchos kilmetros de ruta en busca de fotos sureas. El Cabo San Pablo, en Ushuaia, ofrece un atractivo paisaje, rodeado de flora y fauna. Desde lejos avist este individuo de caranca, posado en la costa junto a dos ejemplares ms. Apront mi equipo y camin hasta llegar a un lugar para poder camuflarme; en posicin de tumbing y agazapndome, llegu al punto, esper y logr atrapar esta imagen. Un momento nico e irrepetible.

    NATALIA DESHAYES ([email protected])

    Canon Xti, Lente: Canon 400 mm 5.6 L, Tiempo de exposicin: 3200 s, Apertura de diafragma f/5.6, ISO: 400. Flash Canon 430: +1 2/3.

    Despegar de caranca

    GALERA

  • 9Enero - Marzo | 2015

    Antes de la cena y linterna en mano, sal con el objetivo de buscar artrpodos. Al encontrar la rana, aproveche la posicin que tena y jugando con las lneas que me daba la planta posicione la cmara en vertical, quedando una iluminacin superior e inferior. Utilic uno de los flashes a menor potencia para atemperar las sombras resultantes del otro flash.

    ANDRS RUGGERI (www.ruggeriandres.fotonat.org - www.facebook.com/AndresRuggeriFotoNaturaleza - Andrs Ruggeri Foto-Naturaleza)

    Canon EOS 7D, Lente Canon 300mm, Distancia Focal 300mm, 1/800 seg; f/7.1, ISO 400. Exposicin manual.

    Tranquilo y despejado

  • 10 Vida Silvestre 130 | Fundacin Vida Silvestre Argentina

  • 11Enero - Marzo | 2015

    La preocupacin por el futuro de la biodiversidad tras-ciende fronteras y desde hace dcadas es objeto de congresos y acuerdos internacionales. Entre las estra-tegias que se abordan, las reas protegidas y su correc-ta implementacin tienen un rol destacado. Son uno de los puntos centrales del Convenio de Diversidad Biol-gica, un acuerdo internacional al que se adhirieron 194 pases, incluyendo a la Argentina. Los estados firman-tes se han comprometido a destinar el 17% de su territo-rio terrestre con fines de conservacin para el 2020. Est claro que la superficie de las reas protegidas p-blicas es central para alcanzar esta meta, pero en los l-timos aos se ha extendido tambin la creacin de re-servas privadas. As lo revela un informe de la Unin Internacional por la Conservacin de la Naturaleza pre-sentado en el Congreso de Parques y reas Protegidas realizado en Sydney (Australia) a fines de 2014. El continente americano se destaca por importantes avances en este tema. Es comn que los actores vin-culados estn organizados en redes nacionales pa-ra potenciar su trabajo y sortear las dificultades que enfrentan. Este ao se celebrara el XI Congreso Lati-noamericano de Conservacin en Tierras Privadas en Costa Rica y en Estados Unidos tendr lugar el encuen-tro anual de la Land Trust Alliance que rene a ms de 2.000 participantes.

    El trabajo de Vida SilvestreDesde sus inicios Vida Silvestre trabaja para promo-ver la conservacin en tierras privadas. Lo hace con sus propias reas, San Pablo de Valds y Urugua-, y tam-bin en la Red de Refugios de Vida Silvestre. Y es del tra-bajo conjunto con propietarios visionarios que se han trazado el objetivo de manejar reservas privadas, que la institucin ha generado capacidades y cosechando experiencia en el tema. Poco a poco, ha ido demostran-do que esta es una alternativa vlida para complemen-tar las reas protegidas pblicas. Hoy, despus de 30 aos, vemos con gran satisfaccin como conviven en el territorio argentino ms de 200 re-servas privadas: son campos de personas fsicas, em-presas, organizaciones sin fines de lucro, clubes y has-ta universidades que tienen distintas motivaciones pero confluyen en objetivos de conservacin y uso sus-tentable. As, suman una superficie que est a la altura de otros pases de la regin, como es el caso de Brasil, que a diferencia del nuestro cuenta con una normativa a nivel nacional que reconoce a estas reservas y que con-templa una serie de incentivos que las promueve.

    Ms all de la extensin, significa la presencia activa en el territorio de propietarios que, con una mirada a largo

    Compartir para Conservar: un estimulante desafo

    Por Alejandra Carminati, coordinadora del Programa Refugios de Vida Silvestre

    Las reservas privadas cobran cada vez ms importancia como protagonistas en la creacin de reas protegidas en todo el pas.

  • 12 Vida Silvestre 130 | Fundacin Vida Silvestre Argentina

    En el encuentro realizado en el refugio La Aurora del Palmar, fue todo un xito.

  • plazo, se interesan en el destino de los ambientes natu-rales, su investigacin cientfica y difusin, involucran-do en algunos casos a comunidades vecinas. Adems, las reservas forman parte de corredores biolgicos, reas de amortiguacin de parques nacionales y reser-vas provinciales, y varias de ellas estn generando acti-vidades econmicas compatibles con la conservacin, como es el turismo y la ganadera.

    Y este en este momento, que finalmente se concreta un viejo anhelo: la Red Argentina de Reservas Naturales Privadas un espacio de intercambio entre propietarios de reservas y tcnicos de organizaciones que trabajan en todo el pas. Intentando vencer el gran desafo que nos impone nuestra extensa geografa, la Red se ha em-pezado a organizar en nodos regionales como es el ca-so del Noreste. Con entusiasmo y dedicacin, sus inte-grantes estn demostrado los frutos que da el trabajo colaborativo y vemos con satisfaccin que los propieta-rios de los Refugios, son ahora referentes para muchos que estn empezando, y que a su vez, renuevan ener-gas al conocer los logros y desafos de otros pares con inquietudes y espritus similares.

    Mantenemos as una lnea de trabajo que ha sido orgu-llo de nuestra entidad y apostamos a que integrando un espacio con otras organizaciones y propietarios de au-naremos esfuerzos en pos de un mayor reconocimiento y apoyo del Estado para potenciar este tipo de reservas que hasta el momento vena trabajando en silencio. As esperamos el futuro ocupados, y no preocupados, por el destino de nuestro patrimonio natural.

    Una Red para sumarsePor Florencia Morales*

    La Red Argentina de Reservas Naturales Privadas (RARNAP)

    es la primera iniciativa en el pas destinada a articular a las

    reservas y organizaciones ambientalistas comprometidas

    con la conservacin en tierras de propiedad privada. La ne-

    cesidad de generar un espacio de estas caractersticas existe

    desde hace varios aos, pero finalmente pudimos impulsarla

    a travs del Proyecto Fortalecimiento de la Conservacin en

    Tierras Privadas en la Argentina que ejecutamos desde Vi-

    da Silvestre con financiamiento del Fondo para las Amricas.

    Formalizamos la Red en junio de 2014 y desde entonces se

    siguen incorporando miembros: ya son ms de 20 organiza-

    ciones de la sociedad civil y alrededor de 60 reservas natura-

    les privadas. La razn de ser de la Red es trabajar para lograr

    objetivos comunes a todos los actores comprometidos con la

    conservacin voluntaria en el pas; objetivos que no son al-

    canzables por una asociacin, una fundacin o una reserva

    por s sola, sino que requieren de fuerzas colectivas y alian-

    zas estratgicas. Estos objetivos comunes son, por ejemplo,

    el intercambio de experiencias y la transferencia de conoci-

    mientos entre propietarios y tcnicos; la promocin de pol-

    ticas e incentivos que impulsen esta herramienta de traba-

    jo; la difusin y el reconocimiento por parte de la sociedad a

    la labor de las reservas y de sus propietarios; y el trabajo ar-

    ticulado con organismos pblicos y privados del mbito na-

    cional e internacional.

    En diciembre de 2014 nos animamos a organizar el Primer En-

    cuentro Nacional de Reservas Naturales Privadas, que re-

    sult ser un xito por la excelente convocatoria obtenida, el

    nivel de las ponencias, el nutrido intercambio grupal y las ex-

    celentes perspectivas de trabajo y alianzas que surgieron.

    La Red Argentina de Reservas Naturales Privadas ya est en

    marcha, trabajando para dar visibilidad e impulsar a la socie-

    dad civil argentina a trabajar activamente en pos de la con-

    servacin de la biodiversidad y el desarrollo sustentable. Su

    mayor desafo, claro est, es lograr su continuidad y el cum-

    plimiento de su misin.

    La Red en cifras: 20 organizaciones ambientalistas 58 reservas naturales privadas de 15 provincias argentinas 169.000 hectreas implicadas 5 reservas y 5 organizaciones integrantes del Comit Directivo http://reservasprivadas.org.ar/ Face: redreservasprivadas

    *Coordinadora del Proyecto Fortalecimiento de la Conservacin en Tierras Privadas en la Argentina de Vida Silvestre Argentina

  • Compromiso con la tierraPor Nstor Oscar Maceira*

    Hay muchas maneras de relacionarse con la tierra y con la

    vida. Tienen que ver con la forma de vivir y de pensar de

    las personas.

    En los ltimos aos en Argentina y gran parte de Sudamri-

    ca hemos asistido a una progresiva tercerizacin y desperso-

    nalizacin de la produccin agropecuaria, principalmente en

    las regiones pampeana y chaquea. Frente a este panorama

    donde la tierra es considerada simplemente un insumo ms

    para la produccin, es reconfortante constatar que otros pro-

    ductores valoran el sentido integral de la tierra como espacio

    que fugazmente nos toca administrar, espacio que no puede

    reducirse a la consideracin de insumo sino que encierra toda

    una riqueza biolgica, ecolgica y cultural que es tan valiosa

    como los granos, la carne o la madera que nos entrega para

    nuestro sustento material directo.

    Estas personas representan, a mi modo de ver, una avanza-

    da en la concepcin de ser productor agropecuario, ya que co-

    nocen el inmenso valor de los ecosistemas que nos sustentan

    y por ende asumen la responsabilidad de conservarlos, res-

    tando incluso parte de la superficie a la produccin para crear

    reas de reservas naturales.

    La conservacin es un modo de produccin que preserva la

    potencialidad de los recursos naturales, ya sea que tengan

    valor econmico o ecolgico actual o que representen op-

    ciones para el futuro. La produccin agropecuaria realmen-

    te sustentable requiere no solo de un buen manejo del suelo

    sino tambin conservar la biodiversidad y sus valiosas fun-

    ciones ecosistmicas, la produccin de agua limpia, la regu-

    lacin climtica, el control natural de plagas y patgenos, y la

    conservacin de recursos genticos, adems de ofrecernos

    bienes estticos y recreacionales.

    La dedicacin de parte de sus tierras a la creacin de reservas

    naturales constituye una respuesta de profundo valor ecol-

    gico y social por parte del productor agropecuario, que me-

    rece ser reconocida y promovida por la sociedad y los gobier-

    nos nacional, provinciales y municipales, ya que marca una

    evolucin positiva hacia un desarrollo ms integral, humano

    y sustentable.

    *Coordinador Programa Nacional Recursos Naturales, Gestin Am-biental y Ecorregiones. INTA.

    El Nodo NEA/MisionesPor Karina Schiaffino* y Paula Bertolini **

    En el nordeste argentino, en especial en la provincia de Mi-

    siones, se concentra el mayor nmero de reservas privadas

    del pas. Dado el alto valor en biodiversidad que albergan y

    su proximidad territorial surgi la necesidad de trabajar de

    manera coordinada para potenciarlas, enfrentar las amena-

    zas existentes y transformar las oportunidades en fortalezas.

    De esta manera, el 30 de agosto de 2014 qued conformado el

    Nodo NEA/Misiones de la Red Argentina de Reservas Natura-

    les Privadas (RARNAP), integrado por 24 reservas de las cua-

    les 20 estn Misiones, 3 en Corrientes y 1 en el Chaco, y que

    representan el 44% de las Reservas Privadas de la Red Argen-

    tina. Adems de estas reservas que formalmente integran la

    RARNAP, participan representantes de otras reas protegi-

    das que se encuentran interesados en unirse a esta iniciativa.

    El Nodo tiene como objetivos prioritarios difundir y fortale-

    cer la RARNAP en la regin, posicionar y dar visibilidad a la

    conservacin en tierras privadas; gestionar ante organis-

    mos pblicos y privados acciones de inters comn; fomen-

    tar alianzas estratgicas; compartir experiencias y desarro-

    llar alternativas de financiamiento.

    Las mayores preocupaciones son la caza furtiva, la intrusin y

    la extraccin ilegal de otros recursos, y se est trabajando en

    desarrollar incentivos como compensacin por los servicios

    ambientales que prestan las reservas (por ejemplo, exencin

    de impuestos), en encontrar mecanismos de financiamiento y

    en implementar mejores prcticas de conservacin.

    *Responsable Proyecto reas Protegidas Privadas NEA de Vida Sil-vestre y **Coordinadora del Programa reas Protegidas de Funda-cin Temaikn

  • 15Enero - Marzo | 2015

    Desde sus inicios Vida Silvestre trabaja para promover la conservacin en tierras privadas que complementen las reas protegidas pblicas.

  • 16 Vida Silvestre 130 | Fundacin Vida Silvestre Argentina

    La baha en probLemas

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  • 17Enero - Marzo | 2015

    Por Fernando Miarro y Paz Gonzlez*

    El cambio climtico acenta los problemas en Baha Samborombn: retraccin de la costa, aumento de la cantidad de tormentas e inundacin de campos. Momento de tomar decisiones para adaptarse a esta realidad.

    Venado de las pampas en pastizales de Baha Samborombn.

  • 18 Vida Silvestre 130 | Fundacin Vida Silvestre Argentina

    A pesar de contar con numerosos reconocimien-tos por su valor ambiental y de ser declarado Humedal de Importancia Internacional (Sitio Ramsar), la Baha Samborombn est siendo amena-zada por distintas actividades que provocan que esta regin y sus habitantes estn en serios problemas.

    El sobrepastoreo del ganado, la sobrepesca, los pe-rros y chanchos cimarrones son algunas de las proble-mticas que la aquejan, que se ven agravadas por el cambio climtico, por tratarse de una regin altamen-te vulnerable a sus impactos. Es por esto que desde Vi-da Silvestre encargamos una investigacin para cono-cer en mayor detalle los impactos del cambio climtico en la Baha y las medidas posibles de implementar pa-ra adaptarse y disminuir las consecuencias. El estudio, que forma parte del boletn tcnico Apor-tes para abordar la adaptacin al cambio climtico en la Baha Samborombn1, fue realizado por un gru-po interdisciplinario de reconocidos investigadores conocedores de la regin, liderado por el Dr. Osval-do Canziani especialista en temperie y clima. Las con-clusiones son categricas: tanto cientficos como po-bladores afirman que el cambio climtico ha llegado y agrava los problemas existentes.

    El da a daEl cambio climtico llega a la baha acelerando su ero-sin natural, que hace que su costa retroceda de ma-nera ms acelerada a razn de 80 centmetros por ao. El aumento del nivel del mar y la mayor frecuencia de tormentas que produce un mayor anegamiento del rea agravan la retraccin de la costa al punto de que la famosa Punta Rasa ha perdido su forma histrica al reducirse notablemente, segn lo atestiguan los po-

    bladores de la zona de San Clemente del Tuy, como el pescador Luis Omar Leclercq.

    Estos fenmenos tambin repercuten en la biodiver-sidad y en la produccin ganadera, ya que las mareas extraordinarias se incrementan y baan con agua sala-da una mayor superficie terrestre, lo que podra estar generando cambios en las comunidades de los pas-tizales afectando a aquellas de mayor valor forrajero para el ganado y especies silvestres amenazadas co-mo el venado de las pampas, adems de que aumenta la salinizacin de los acuferos y cursos de agua por la influencia marina. Es decir que el aumento del nivel del mar no solo afecta a la costa, sino que comienza a evi-denciarse tierra adentro. Al respecto, Raul Rodrguez Moulin, productor ganadero, nos ha comentado que el ingreso de agua salada es algo que afecta su campo directamente y es notorio el cambio en el pastizal lue-go de las inundaciones producidas por el aumento de las mareas.

    1 El boletn tcnico Aportes para abordar la adaptacin al cambio climtico en la baha Samborombon puede descargarse desde el siguiente link: http://www.vidasilvestre.org.ar/sala_redaccion/opublicaciones/?11340/Aportes-para-abordar-la-adaptacin-al-cambio-climtico-en-la-Baha-Samborombn

    A causa del cambio climtico la Baha sufe retraccin de la costa, aumento de la cantidad de tormentas e inundacin de campos.

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  • 19Enero - Marzo | 2015

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  • 20 Vida Silvestre 130 | Fundacin Vida Silvestre Argentina

    El intendente del Parque Nacional Campos de Tuy, Mario Beade, record que cuando lleg a la zona, en 1979, las mareas extraordinarias se vean solo dos o tres veces al ao. El rgimen se ha modificado y el fe-nmeno se presenta hasta una o dos veces al mes.

    El cambio climtico tambin origina un incremento de las precipitaciones en la cuenca alta del ro Salado que desemboca en la Baha Samborombn, lo cual aumen-ta da a da el riesgo de inundaciones con agua dulce. Cuando se observa la baha se puede ver que est cru-zada por numerosos cursos de agua naturales y cana-les artificiales que hacen su recorrido desde la zona alta de la cuenca. Esto implica que cuando las precipi-taciones son intensas, el agua llega a inundar los cam-pos de la regin de la Baha aunque las lluvias se ha-yan producido a kilmetros de distancia.Estas inundaciones tambin afectan a la produccin ga-nadera y a la vida de los pobladores por el anegamiento de los caminos. En una visita reciente de Vida Silvestre a la Escuela Rural Nmero 15 Santos Vega, la docente Patricia Escola, los estudiantes y madres que colaboran refirieron que frecuentemente, tras lluvias intensas, de-ben acercarse al colegio a caballo o tractor.

    QU eS

    la baha Samborombn es el humedal ms gran-

    de de la argentina y su importancia es tal que los

    gobiernos de los municipios que comparten su

    geografa y el gobierno nacional y provincial de-

    cidieron conservarlo con la creacin de 7 reas

    protegidas. adems est reconocido a nivel inter-

    nacional como Sitio ramsar, que nuclea a los hu-

    medales de todo el mundo.

    es el hogar de ms de 350 especies de aves, 27

    especies de peces y del delfn Del Plata o fran-

    ciscana. la baha conserva una de las reas ms

    extensas que quedan de pastizales pampeanos na-

    turales, convirtindose en el ltimo lugar poblado

    por uno de los mamferos herbvoros ms amena-

    zados de la argentina: el venado de las pampas.

    este humedal tambin provee servicios y bienes

    ecosistmicos como la formacin y conservacin

    del suelo evitando su erosin, lo que favorece la

    regulacin del clima a nivel mundial- y la provi-

    sin de agua potable. algunos de estos servicios

    son claves para las principales economas loca-

    les: ganadera y pesca.

    Para recorrer la regin hay que estar con el ojo afi-lado para disfrutar del paisaje en su totalidad. lo

    que desde lejos parece plano tiene, en realidad,

    zonas altas y bajas habitadas por distintas espe-

    cies de pastos. lo que a primera vista parece pas-

    to se convierte rpidamente en un grupo de an-

    des o en un venado. la quietud de la costa de una

    ra se modifica rpidamente cuando el observador se acerca. lo que a la distancia parece una costa

    llena de piedras se transforma en cientos de can-

    grejos que, al detectar al intruso, se meten bajo la

    tierra con una velocidad impensada.

    Las crecientes inundaciones afectan la produccin ganadera y la vida de los pobladores con el anegamiento de los caminos.

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  • 21Enero - Marzo | 2015

    Qu hacer?El cambio climtico ya es una realidad y sus impac-tos seguirn presentes. Afortunadamente todos los actores pueden participar para minimizar sus impac-tos y las amenazas presentes en la Baha Samborom-bn. Los funcionarios tienen un rol fundamental a la hora de promover buenas prcticas actuando de for-ma anticipada y planificada, monitoreando, ordenan-do el territorio y tomando decisiones basadas en el conocimiento de las condiciones pasadas, actuales y futuras. Es decir, reformulando el uso que se le da al territorio hacia un desarrollo sustentable de las acti-vidades socioeconmicas que se realizan en la baha, asegurar la conservacin de la biodiversidad y de los servicios ecosistmicos del rea y, sobre todo, cuidar la seguridad de las poblaciones que la habitan.

    Los productores ganaderos tienen la gran oportuni-dad de convertir sus campos en reas de conservacin junto con la produccin, sin dejar de generar ganan-cias y beneficiando a toda la comunidad y a la biodi-versidad. La implementacin de un uso sustentable del pastizal natural en los planteles de cra bovina una de las pocas actividades productivas que per-

    miten las tierras ms bajas de la Cuenca del Salado- brinda mejores resultados productivos respecto de esquemas basados en pasturas implantadas que ade-ms sufren mucho ms los impactos del del exceso de lluvias. Hay productores que ya se han sumado a este modelo de trabajo -como Pablo Nazar, propietario del campo Los anduces- y notan un claro beneficio vin-culado al uso sustentable del pastizal nativo ya que se pudo sobrellevar mejor las inundaciones y lograr un incremento importante en la produccin de carne, sin necesidad de intensificar mediante el reemplazo de pastizales por pasturas que afectan la conservacin de la biodiversidad presente en los campos.

    Por otro lado, la participacin y compromiso de la socie-dad civil es fundamental para tomar decisiones cotidia-nas que favorezcan la conservacin de esta maravillosa zona. El guardaparque Maximiliano Navarro destac la importancia de conocer las situaciones que amenazan a la riqueza natural parar involucrarse y tomar cartas en el asunto, como evitar la proliferacin de perros cima-rrones que atacan a la fauna y la caza furtiva.

    * Coordinador del Programa Pampas y Gran Chaco de la Fundacin

    Vida Silvestre Argentina y Consultora en Ciencias Ambientales y

    Cambio Climtico, respectivamente.

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  • El ttulo es largo y parece complejo pero esperamos que al finalizar esta nota muchos de ustedes estn en condiciones de contarle a un familiar o un amigo de qu forma las

    teledeteccin y los SIG pueden contribuir a la conservacin y cuidado del ambiente.

    Por Mayra Milkovic*

  • 24 Vida Silvestre 130 | Fundacin Vida Silvestre Argentina

    L a teledeteccin es el rea vinculada con datos provenientes de sensores remotos (en su mayora montados en plataformas que orbitan alrededor de la tierra) como por ejemplo, las imgenes satelita-les. Una imagen satelital es una matriz donde cada una de sus celdas contiene un registro o dato. Este registro puede ser la energa que refleja la superficie terrestre, el contenido de vapor de agua de la atmsfera o la al-tura sobre o bajo el nivel del mar, entre otras cosas.

    Una de las ventajas que tiene la incorporacin de im-genes satelitales o ndices derivados de ellas en los es-tudios ambientales es la posibilidad de mirar con un mismo protocolo de observacin una porcin de la tie-rra de forma peridica y constante en el espacio. Es de-cir, si por ejemplo nos interesara analizar variaciones histricas de la temperatura de la superficie para el par-tido de Bolvar, podramos hacerlo mediante los regis-tros de un sensor que orbita o visita -cada 16 das- ese sitio desde hace 45 aos.

    Por su lado un Sistema de Informacin Geogrfica (SIG) permite integrar, analizar, editar y combinar ba-ses de datos de distintas fuentes de informacin, en su mayora espacialmente explcita, decir, definidas por coordenadas. La informacin proveniente de los sensores remotos como est referenciada a un si-tio particular- se puede integrar e incluso analizar en un SIG. Este tipo de herramientas fue mejorando en el tiempo, tanto en aspectos de interfaz como de an-lisis espaciales, y hoy existen numerosos programas en los cuales es posible desplegar informacin espa-cialmente explcita y de forma relativamente senci-lla realizar un anlisis espacial y una salida cartogr-fica o mapa.

    Algunos ejemplos de SIGs son Google Earth, Google Maps, Street View o Google Engine; la interfaz insta-lada en los GPS de los autos y las aplicaciones GPS de los celulares. Una de las operaciones ms usadas en un SIG es la consulta espacial, que es lo que estamos haciendo en Google Maps cuando escribimos una di-reccin en la ventana de bsqueda. Este SIG en parti-cular fue diseado para poder tener en un mismo lugar una cantidad de bases de datos de inters y de modo relativamente rpido y sencillo poder ubicar un sitio o una ruta que conecta dos sitios. Uno puede o bien re-cordar el recorrido o capturar la pantalla obteniendo un mapa solo con la informacin seleccionada.

    Tecnologa para la conservacinLa potencia de estas herramientas para su uso en la Conservacin radica en la posibilidad de consultar y vincular bases de datos considerando su disposi-cin en el terreno que en forma manual es casi impo-sible realizar. Por ejemplo, en un SIG se puede disear un corredor biolgico considerando el tipo de suelo, el trazado de los caminos, la divisin de las parcelas en el terreno y los relevamientos de aves o mamferos caractersticos del rea. Se generan una o ms capas que sintetizan distintas opciones y permiten elegir la que beneficia a la mayora de las partes.

    Un ejemplo del uso de imgenes satelitales procesadas es la generacin de mapas de cobertura y uso del terri-torio que permitan estimar la proporcin relativa de los distintos tipos o clases identificadas, como bosques, reas desnudas, cuerpos de agua o cultivos (Ver recua-dro Misiones).

    MisionesUno de los proyectos que Vida Silvestre desarrolla en Igua-

    z, est relacionado con acciones para la conservacin del

    yaguaret. Un indicador utilizado para evaluar el estado de

    conservacin del hbitat de este felino ha sido la distribucin

    y cuantificacin de cobertura remanente de selva, para lo cual se gener una clasificacin a partir de imgenes satelitales Landsat 5TM que permitieron diferenciar distintas categoras

    de los tipos de uso y cobertura presentes ms frecuentes en

    la provincia (bosque bajo o caaveral, bosque mixto, planta-

    ciones, tierras agrcolas, zonas urbanas o cuerpos de agua).

    Al integrar informacin en un SIG se pudo cuantificar la pro-porcin de cada categora por departamento como se indica

    en la figura. Este tipo de informacin, resulta til para planifi-car de forma integrada actividades de conservacin compati-

    bles con la produccin y el desarrollo social.

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  • 25Enero - Marzo | 2015

    21 son los meses de antigedad del rea en Vida Silvestre

    719 es el nmero de mapas generados

    4 son los departamentos para los que se gener informacin (Conservacin, Educacin Ambiental, Desarrollo Institucional y Comunicacin)

    24 son los proyectos para los que se generaron mapas

  • 26 Vida Silvestre 130 | Fundacin Vida Silvestre Argentina

    A su vez, este tipo de informacin puede ser integrada y modelada para estimar impactos generados por alguna actividad antrpica y disear un protocolo para su moni-toreo en el tiempo, o puede servir como herramienta pa-ra disear una propuesta de zonificacin para el mane-jo de un rea (ver recuadro Refugios). En la utilizacin de las herramientas es inherente el uso de modelos con-ceptuales para plantear posibles escenarios como por ejemplo, estimar el suelo que se pierde por erosin si en una cuenca se elimina el total de la cobertura vegetal.

    El trabajo de Vida SilvestreDurante el primer ao se generaron algunos productos puntuales para proyectos que estaban en marcha y se invirti gran parte del tiempo en la gestin, armado y sistematizacin de la base de datos con la que se traba-ja actualmente. Se gener material (en su mayora, ma-pas) para documentos de los distintos departamentos de Vida Silvestre.

    Refugios de Vida SilvestreLa Red de Refugios de Vida Silvestre est compuesta por

    17 campos en 10 provincias argentinas, sumando 180.000

    hectreas protegidas. Este programa en gran medida tie-

    ne el objetivo de incorporar la conservacin de los recursos

    naturales dentro del manejo productivo de propiedades

    privadas, promover el aprovechamiento de recursos nati-

    vos no tradicionales y el contacto entre entidades dedica-

    das a la investigacin y propietarios privados. La incorpo-

    racin de un establecimiento a la red necesita la generacin

    de un Relevamiento Ecolgico Rpido que detecta y descri-

    be el valor de los recursos naturales de la propiedad. Un SIG

    permite compilar las capas de informacin relevantes para

    generar una propuesta de zonificacin de la propiedad se-gn los ambientes y tipos de usos presentes.

  • 27Enero - Marzo | 2015

    Hasta hace unos aos, el acceso a este tipo de informacin era pago. Sin embargo, el aumento en el uso y aplicaciones de las imgenes satelitales en distintos sectores de la sociedad gener la necesidad de disponer gratuitamente de este tipo de informacin.

    Algunas de las bases de datos con las que trabajamos fueron generadas por instituciones nacionales (INTA, Secretara de Ambiente, Parques Nacionales y otras) y universidadess. Otro tipo de informacin con la que se cuenta es la que se gener hace algunos aos en con-junto otras organizaciones y grupos de expertos: la identificacin y delimitacin de reas de Alto Valor para la Conservacin de Pastizales, del Gran Chaco America-no, los Bosques Valdivianos y la identificacin de reas para la proteccin del yaguaret en el Bosque Atlntico.Este ao el rea de GIS y Teledeteccin se encuentra ms consolidada y existe una notable mejora en la pla-

    nificacin de los proyectos de cada rea. Se est inician-do la gestin y sistematizacin de informacin marina y ocenica y desarrollando herramientas dinmicas y vi-suales con base cartogrfica para la mejora en la comu-nicacin y asistencia a consultas de pblico no experto. A su vez, se est colaborando en el armado de una base de indicadores que permitan evaluar y monitorear el es-tado de salud de los ecosistemas argentinos.

    *Responsable del rea de GIS y Teledeteccin de Vida Silvestre. Lic. en Ciencias Biolgicas. Mg. en Recursos Naturales de la Fauba, UBA. Docente universitaria.

    Una de las ventajas que tiene la incorporacin de imgenes satelitales es la posibilidad de mirar con un mismo protocolo de observacin una porcin de la tierra de forma peridica y constante en el espacio.

  • 28 Vida Silvestre 130 | Fundacin Vida Silvestre Argentina

    Reservas de la Defensa

    Las Fuerzas Armadas tienen asignadas en uso y administracin importantes extensiones de tierra de propiedad del Estado Nacional, destinadas a distintos usos, principalmente actividades de instruccin y entrenamiento. Muchas de ellas presentan un alto grado de conservacin de sus caractersticas na turales.

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  • 29Enero - Marzo | 2015

    A fines del ao pasado Vida Silvestre firm un conve-nio con el Ministerio de Defensa que fue el puntapi ini-cial para planificar una serie de acciones conjuntas pa-ra la proteccin de las Reservas Naturales de todos los argentinos.

    El objetivo es implementar acciones tcnicas y educati-vas dentro del Convenio de Cooperacin que existe en-tre el Ministerio de Defensa y la Administracin de Par-ques Nacionales, para cumplir con los compromisos asumidos con la comunidad internacional que postulan que los pases deben tener un 15% de su territorio bajo el sistema de reas protegidas.

    En la actualidad la Argentina cuenta con una superfi-cie bajo proteccin equivalente al 9,51% del territorio y se ha propuesto como meta, cumpliendo con los com-promisos asumidos como pas signatario de la Conven-cin de la Biodiversidad, alcanzar para 2015 el 10% con reas protegidas (teniendo en cuenta que lo deseable es un 15% de superficies resguardadas en cada ecorre-

    gin). En este sentido, Vida Silvestre puede cumplir un rol fundamental como asesor tcnico de ambos orga-nismos del Estado Nacional.

    Reservas y safarisSe prev realizar las actividades en conjunto a partir de abril de 2015, especficamente con Safaris Educativos en las reas donde el Ministerio de Defensa est traba-jando con intensidad. Uno de esos lugares que tiene un atractivo muy particular es la Reserva de Darwin, ubica-da al sur de la provincia de Buenos Aires, dentro de los terrenos de la Base Puerto Belgrano, el apostadero na-val ms importante del pas.

    Esta rea protegida mantiene el mismo paisaje que con-templ a su paso por la zona Charles Darwin, en 1832. El naturalista ingls se asombr por la cantidad de fsi-les que encontr en las barrancas, hoy denominadas de Monte Hermoso o Farola Monte Hermoso, de donde ex-

    El Ministerio de Defensa tiene a su cargo la administracin de 7 reservas naturales y partir de este ao Vida Silvestre se encuentra colaborando en su manejo. Tambin se

    prev organizar safaris educativos.

    Por Aleandra Scafati, directora de Relaciones Institucionales de Vida Silvestre.

    Reservas de la Defensa

  • 30 Vida Silvestre 130 | Fundacin Vida Silvestre Argentina

    Qu es una reserva natural de la Defensa?

    Es una superficie perteneciente al dominio de la Nacin, asignada en uso y administracin al Ministerio de De-fensa, las Fuerzas Armadas u otra dependencia de dicha jurisdiccin ministerial. Es identificada como un Espa-cio Natural de Inters para la Conservacin de la Biodi-versidad por:

    Sus caractersticas naturales originales Albergar ambientes naturales y poblacin de flora y fauna de alto valor representativo y hasta nico en la re-gin donde se encuentra Ser lindera a otras reas protegidas y servir como zo-na de amortiguacin

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    1- R.N.D. Puerto Pennsula (Ejrcito Argentino)

    2- R.N.D. Isla El Tala (Fuerza Area Argentina)

    3- R.N.D. Campo Garabato (Fuerza Area Argentina)

    4- R.N.D. La Calera (Ejrcito Argentino)

    5- R.N.D. Mar Chiquita- D. de Malvinas (Fuerza Area Argentina)

    6- R.N.D. Bateras- Ch. Darwin (Armada Argentina)

    7- R.N.D. Punta Buenos Aires (Armada Argentina)

    5000 250km

    Reservas Naturales de la DefensaLmites provinciales

    31Enero - Marzo | 2015

    trajo desde huesos de pequeos roedores hasta gigan-tescos mamferos como megaterios, scelidoterios, glip-todontes y macrauquenias. Varios autores sostienen que estos hallazgos fueron las primeras evidencias que condujeron a Darwin a elaborar su mundialmente famo-sa teora evolutiva.

    La Reserva, ubicada en un espacio que ha sido catalo-gado como rea Valiosa de Pastizal, ocupa parte de la franja costera medanosa que integra la denominada Pampa Austral, una subregin de la ecorregin pam-peana. Fue creada el 25 de noviembre de 2013 en el m-bito de la Armada Argentina y cuenta con 1.000 hect-reas de superficie.

    7 Reservas en el pas Puerto Pennsula (Misiones) Campo Garabato (Nordeste de Santa Fe) Isla El Tala (Centro este de Santa Fe) La Calera (Crdoba) Campo Mar Chiquita Dragones de Malvinas (Centro de

    Buenos Aires)

    Bateras Charles Darwin (Sur provincia de Buenos Aires) Punta Buenos Aires (Chubut)

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    Laguna El Cervecero, uno de los principales sitios de nidificacin del mac tobiano en la meseta del lago Buenos Aires.

  • 33Enero - Marzo | 2015

    Parque Nacional Patagonia: emblema natural y marca registrada

    Se ubica en el noroeste de Santa Cruz y fue creado por ley en enero de 2015. Es el hogar del mac tobiano y alberga una importante historia

    antropolgica que se encuentra en estudio.

    Por Hernn Casaas/Aves Argentinas

  • 34 Vida Silvestre 130 | Fundacin Vida Silvestre Argentina

    La historia de la creacin del Parque Nacional Patago-nia se sustenta en el trabajo de un conjunto de ONG, organismos y personas que difcilmente puedan ser nombradas en una nota de esta extensin sin caer en exclusiones injustas. El camino hacia el Parque se el descubrimiento de una especieque resultara aban-derada de la lucha conservacionista de los aos 80: el mac tobiano. Luego del descubrimiento de esta ave zambullidora (descripta por primera vez por Mauricio Rumboll en 1974), la Fundacin Vida Silvestre comenz el trabajo de campo que sera la lnea de base de todas las investigaciones modernas y que fue realizado prin-cipalmente por el recordado Andrs Johnson.

    Ya en pocas ms recientes, Aves Argentinas y la orga-nizacin provincial Ambiente Sur retomaron los traba-jos sobre este endmico zambullidor, alzando la voz de alerta ante su delicada situacin poblacional e in-dicando cul era el relicto ms importante para la es-pecie, donde su poblacin y entorno se mantenan en buen estado de conservacin. Al mismo tiempo, en Par-ques Nacionales ya exista la intencin de establecer un rea protegida en la Meseta del Lago Buenos Aires (esa Colina de Dios, segn palabras del explorador ingls George Musters que recorri la zona), hbitat de exclu-sivas formas de vida hasta ahora no protegidas.

    Fue la conviccin de una comunidad como Los Anti-guos, tan vapuleada por la misma naturaleza (en 1991 la erupcin del Volcn Hudson la dej cubierta de ceni-zas), la que dio los primeros pasos solicitando la pro-

    teccin de sus aguas y su entorno en 2007, en una car-ta enviada al entonces presidente Nstor Kirchner. Finalmente, Parques Nacionales junto con las distin-tas organizaciones impuls un proyecto que cont con la rpida intervencin de legisladores locales y nacio-nales y en un lapso de tiempo inusual, se estableci el Parque Nacional Patagonia en diciembre de 2014. La Fundacin Flora y Fauna Argentina coron el proceso con la compra de las tierras que hoy representan la co-lumna vertebral del Parque: la Estancia El Sauco, en la porcin sur de la meseta.

    Quin vive?Las 52.000 hectreas del Parque Nacional Patagonia se ubican en la porcin centro sur de la Meseta del La-go Buenos Aires, en la provincia de Santa Cruz. Su di-seo, por el momento, incluye una porcin de tierras fiscales cercanas a la Laguna del Sello y la estancia El Sauco, adquirida por la Fundacin Flora y Fauna Ar-gentina antes mencionada.

    Las tierras bajas son representativas de la estepa pata-gnica arbustiva (con precipitaciones que no superan los 200 mm anuales, en parte como nieve) al igual que la zona alta con extensos pastizales (ya por sobre los 1.100 metros sobre el nivel del mar), con precipitacio-nes variables pero principalmente nveas.La vegetacin tiene tambin algunos elementos caractersticos de la provincia altoandina.

    La zona de la meseta alberga un importante nmero de lagunas de origen basltico, donde se reproduce el mac tobiano. En particular la conocida como El Cerve-cero es epicentro, ao a ao, de uno de los eventos re-productivos ms importantes para la especie, donde se congregan ms de 100 individuos. Al mismo tiempo, en la laguna El Sello otras aves encuentran uno de los humedales ms productivos de la Patagonia, habin-dose registrado un nmero superior a 6.000 cisnes de cuello negro, entre otras especies acuticas.

    Tres o cuatro especies de lagartijas, dependiendo de la visin sistemtica que se utilice, seran representativas y exclusivas de la zona de esta meseta. El chinchilln anarajado, considerado una especie vulnerable a nivel internacional, posee una importante poblacin en los paredones del ro Ecker y en diversos promontorios ro-cosos de la meseta; tambin guanacos, pumas y cndo-res son habitantes habituales de esta regin aparente-mente inhspita.

    Parque Nacional Patagonia Fecha de creacin: Ley 27.081 sancionada por Diputados el 16 de diciembre de 2014 y promulgada en enero de 2015.Ubicacin: noroeste de la provincia de Santa Cruz, departa-mento Lago Buenos Aires.Localidades cercanas: Perito Moreno, Los Antiguos, Bajo Caracoles, Lago Posadas.Cmo llegar: Se accede por la ruta provincial 41 (ripio), des-de la localidad de Perito Moreno por la ruta nacional 40 (asfaltada).O desde la localidad de Los Antiguos, por la ru-ta provincial 41. Acceso restringido y regulado por Parques Nacionales.Superficie: 52.000 ha.Ecorregin: Estepa patagnica

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    Santa Cruz

    Parque Nacional

    Patagonia

    Ubicacin GeoGrfica

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    Tpico paisaje de la meseta con sus lagunas baslticas, sus cielos cambiantes y la vegetacin moldeada por los rigurosos vientos del oeste.

  • 36 Vida Silvestre 130 | Fundacin Vida Silvestre Argentina

    Todas estas manifestaciones biolgicas estn siendo monitoreadas por tcnicos de diversas instituciones que trabajan desde hace tiempo en la Estacin Biolgi-ca Juan Mazar Barnett, ubicada en la vecina estancia 9 de Julio, administrada por Aves Argentinas y fruto de un convenio con la Fundacin Flora y Fauna Argentina.

    De aqu en msLa reciente creacin del Parque Nacional Patagonia constituye un hito para la conservacin del mac to-biano y de muchas especies no representadas en el Sistema Nacional de reas Protegidas. Es producto exitoso del trabajo mancomunado de las comunida-des locales, ONG y estados provincial y nacional.

    Su nombre podra inducir al oyente desprevenido a pensar en una falta de creatividad, pero si lo anali-zamos con detenimiento encontraremos que, jus-tamente su nombre, representa una enorme opor-tunidad para el desarrollo de las comunidades que comienzan a apropiarse de una marca registrada de trascendencia mundial como lo es la Patagonia.

    Esta oportunidad cobra an mayor importancia si nos trasladamos a la regin vecina de Aysn, en Chi-le, donde el Proyecto de PN Patagonia tambin tiene su versin transandina en las tierras de la ONG Con-servacin Patagnica. La estancia Valle Chacabuco se convertir en un futuro no muy lejano en otro parque nacional, vecino a las reservas de Jeinimeni y Taman-go. As, toda el rea en su conjunto podra representar un perfecto gradiente de ambientes naturales que al-bergan algunas de las exclusividades ms interesan-tes de nuestra Patagonia Austral.

    Arqueologa Los estudios del arquelogo Carlos Gradn insinan la impor-tancia antropolgica de toda la regin, vecina de la mundial-mente renombrada Cueva de las Manos. La meseta constituye una enorme fuente de informacin sobre la ocupacin de la Pa-tagonia Central cuyas manifestaciones culturales en forma de petroglifos, parapetos y artefactos estn siendo estudiadas.

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    Colonia de nidificacin de mac tobiano en la laguna El Cervecero. Al fondo se observa el imponente cerro Zeballos.

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    (Arriba) Chinchilln anaranjado (Lagidium wolffsohni), roedor endmico de la Patagonia y de distribucin restringida a algunos sectores rocosos. Cuenta con poblaciones dentro del Parque.(Abajo) Este llamativo lagarto (Liolaemus silvanae) fue descripto en la dcada del 70 y solo vive en la meseta del lago Buenos Aires.

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  • w38 Vida Silvestre 130 | Fundacin Vida Silvestre Argentina

    entrevista

    Lo que se mide mal, se gestiona mal

    El director ejecutivo del Consejo Empresario Argentino para el Desarrollo Sostenible (Ceads) sostiene que hay que repensar el concepto de progreso y que hablar de economa sostenible es redundante porque en definitiva es la nica

    forma de una economa a largo plazo.

    Por: lorena lpez

    Cada disciplina aborda los problemas desde su propia perspectiva. Para Sebastin Bigorito, director ejecutivo del Ceads, lograr que 9.000 millones de personas vivan bien dentro de los lmites planetarios es, principalmen-te, un complejo ejercicio de la economa. Y que el hecho de que las proyecciones indiquen que de seguir los pa-trones de consumo/produccin actuales al ao 2050 se precisaran 2,3 planetas tierra, deja en claro que somos ineficientes en el uso de los recursos. O sea: no es que el planeta no alcance, sino que no estamos haciendo un uso econmico o, en terminologa ambiental, que no somos ecoeficientes. Para serlo debemos generar des-de grandes transformaciones conceptuales dentro de la economa hasta cambios herramentales, como m-tricas adecuadas, porque lo que se mide mal, se ges-tiona mal: la forma en la que se mide el progreso, tanto desde lo micro como en lo macro, se encuentra sesgada por variables poco relacionadas con la calidad de vida de la gente, explica.

    Y qu significa esto? Que hoy se otorgan o no recur-sos en funcin casi exclusiva del PBI, cuando ya se sa-be que ste es un indicador bastante incompleto para medir desarrollo y progreso. El ndice de Desarrollo Hu-mano (IDH) de Naciones Unidas es quizs el mayor es-fuerzo para salir de ese PBIsmo, aunque todava falta desarrollar mediciones ms cercanas a la realidad so-cioeconmica de las regiones y territorios. A nivel de los pases, si bien hay un correlato entre el nivel de in-gresos y estndares de vida, cada vez ms empieza a verse que esa correlacin no es tan unvoca. Los ran-kings cambian en su orden cuando se corren variables relacionadas al progreso social como acceso al agua

    potable y alcantarillado, nivel de educacin, calidad de las instituciones, valoracin de los ecosistemas y polti-cas de inclusin, entre otros. Esto lo muestra muy bien el nuevo Social Progress Index desarrollado por Mi-chael Porter, el mismo economista que cre hace aos el ndice de Competitividad.

    Para el especialista, otro error es creer que la sustenta-bilidad solo se trata de establecer marcos legales con exigencias y castigos, y que es un despropsito dejar de lado a los mercados como herramientas a favor de la sustentabilidad. Hoy los mercados, y sobre todo los de capitales, tienen como valor intrnseco el corto pla-zo y eso explica muchas realidades no deseadas, des-cribe. El cortoplacismo es quizs la contracara de la sustentabilidad: imaginemos accionistas e inversores evaluando el riesgo y los beneficios a largo plazo de un proyecto: Invertimos en este proyecto que desmonta bosques sin ningn criterio? Si pienso en mi renta a lar-go plazo, no me conviene porque sera un negocio de alta renta pero de corta duracin Pensemos enton-ces en la cantidad de herramientas econmicas, fisca-les, tributarias, legales, operativas que se pueden reali-zar para fomentar inversiones de largo plazo. Claro est que esto debe estar anclado en polticas pblicas y pla-nes de desarrollo que los Estados deberan fomentar para crear reglas de juego que premien la rentabilidad de mediano y largo trmino.

    En este contexto, el caso de Costa Rica es muy intere-sante porque muestra que con un ingreso medio mu-cho ms bajo que otros pases, sus indicadores de Pro-gresos Social son medio-alto, es decir que han sido muy

  • w39Enero - Marzo | 2015

    eficientes en el uso de recursos para aplicarlos a lo so-cial y a lo ambiental.

    Vida Silvestre: cmo se ubica argentina?S. B.: El caso de Argentina es bastante extrao puesto que hay algunas variables dentro del ndice de Porter que nos dan bastante bien (acceso a Internet, univer-sidades prestigiosas, matriculacin primaria y libertad de asociacin) y otras bastante mal (mortalidad mater-na, acceso a la electricidad, proteccin de la propiedad privada, educacin media). Pero estamos hablando de un indicador que va a mejorar con el tiempo. Lo impor-tante es que a nivel global estos indicadores son cada vez ms reconocidos como los ms adecuados para la toma de decisiones vinculadas con el desarrollo y per-mite ir saliendo del determinismo del PBI como indica-dor nico.

    V.S.: De qu forma considera que las onG ambienta-les aportan a una economa sostenible? S.B.: Las ONG deben cumplir varios roles y por eso exis-ten diferentes tipos de organizaciones. Por un lado, las ONG de reclamo y denuncia cumplen un papel funda-mental en un mundo globalizado en donde los meca-nismos de control son difciles de extender. Luego es-tn las ONG con causa que concientizan y mantienen en agenda temas cuya importancia se ve desplazada por culpa de lo urgente. Por ltimo, las ONG que tienen la capacidad de trabajar en alianzas tanto con gobier-nos como con el sector privado. Son stas las que ms han crecido en los ltimos 10 aos y, creo yo, es el mo-delo que va a prevalecer. Esto no quita la importancia de mantener ONGs que sigan custodiando y denun-ciando en el tiempo, pero es innegable el poder trans-formador de las alianzas entre sector privado y tercer sector. Porque las empresas pueden tener una muy buena gestin sustentable y un alto compromiso, pero su fin es producir bienes y servicios, por eso la genera-cin de alianzas estratgicas con organizaciones socia-les es imprescindible para generar impacto y escala.

    V.S.: Qu cambios ha visto en la actitud empresarial en los ltimos tiempos?S. B.: Lo ms notable es que no existe hoy en da un CEO que no conozca, al menos por aproximacin, la impor-tancia de una gestin de la sustentabilidad. Por ah le llaman RSE o Ambiente, pero las antes llamadas non-market strategies hoy estn presentes en la agenda de los nmero uno. Esto no implica que tengan en toda empresa el mismo nivel de prioridad. Pero estar est, y se es un logro realizado aunque parezca poco.Por otro lado, hay conciencia de que la empresa tiene un rol en la sociedad que no es el mismo que el de ha-

    Sebastin bigorito

    Egresado de la Facultad de Ciencias Econmicas de la UBA. Orient sus estudios de posgrado y especializa-ciones en disciplinas vinculadas con la sustentabili-dad, tales como Economa de los Recursos Naturales y Energticos, Evaluacin Social de Proyectos, Comer-cio y Medioambiente, Derecho Ambiental y Sistemas de Gestin.

    Participa en aquellos foros internacionales y naciona-les sobre RSE y Desarrollo Sustentable, tales como el Global Reporting Initiative, World Business Council for Sustainable Development e International Standard Or-ganization, entre otros.

    Es el Director Ejecutivo del Consejo Empresario para el Desarrollo Sostenible (Ceads), entidad que nuclea a ms de 80 empresas de primera lnea, formando par-te de una red global de ms de cincuenta institucio-nes similares.

  • 40 Vida Silvestre 130 | Fundacin Vida Silvestre Argentina

    ce veinte aos. Legitimar una actividad productiva ya no es un trmite burocrtico solamente, existe una se-rie de variables cuya incertidumbre decrece en funcin de la capacidad de una empresa en gestionar su Licen-cia Social para Operar. Esto tambin lo tiene claro la al-ta direccin de las grandes empresas, algunos sectores ms que otros, y en muchos casos todava y lamenta-blemente, a posteriori de un conflicto y no antes. Por eso trabajamos el enfoque de que la sustentabilidad es tambin una gestin inteligente y moderna de riesgos.

    V.S.: Qu buscan las empresas al asociarse al ceads?S. B.: Depende de la actividad, del nivel de madurez y del liderazgo del management. Somos una institucin empresarial que brinda servicios de vanguardia a las empresas para la gestin de sus agendas de sustentabi-lidad. Adems, continuamos con la representacin del sector empresarial en temas de responsabilidad social, ambiente y reglamentaciones, al igual que con la inci-dencia en polticas pblicas para que la produccin de bienes y servicios sea compatible con una economa sustentable. El Ceads est estructurado en seis departa-mentos: Energa y Clima; Gestin Ambiental; Normati-vas; Responsabilidad Social; Inclusin y Comunicacin.

    V.S.: cul es la tendencia en el mundo?S. B.: El prximo ao culminan los Objetivos de Desarro-llo del Milenio lanzados por Naciones Unidas en 2000 y se clausuran con la foto de un vaso medio lleno pe-ro tambin medio vaco. Estos objetivos de desarrollo van a ser reformulados con dos grandes diferencias: la primera es que en esta ocasin no se trata de Objetivos de Naciones Unidas para los Gobiernos exclusivamen-te, sino que hay un rol bien claro del sector empresarial en este desafo post 2015. La otra gran diferencia es que esta vez se van a llamar Objetivos de Desarrollo Sus-tentable, ya que finalmente la agenda de desarrollo so-cioeconmico y la de sustentabilidad confluyen en un mismo esqueleto.

    V.S.: cmo se diferencia la voluntad genuina de ser sustentable del greenwashing?S. B.: Hay una interpretacin errnea de que cuando una empresa hace algo real por lo social o por el am-biente pero sus intenciones originarias son mejorar su imagen, est mal y se lo mete en la bolsa del greenwas-hing. Y no es as.Lo que hace que una accin sea greenwashing no es la falta de altruismo previo, sino que esa accin no sea real, que sea comunicada engaosamente, o que se le brinde una visibilidad meditica desproporcionada en relacin a su impacto real. Es decir, el engao o la distraccin para tapar otra accin reprobable.

    Pero si a una accin genuina el rea de marketing le ve un gran atractivo para ser comunicada y tiene una intencio-nalidad de mejora de la reputacin, a nosotros no nos in-teresa esa intencionalidad, sino que esa accin sea real y tenga impacto. Creemos que, justamente, las reas de ambiente, RSE o sustentabilidad de las empresas son exi-tosas cuando logran que las acciones que llevan adelan-te sean atractivas para el resto de las reas con sus pro-pias lgicas. Incluso en lo comunicacional y comercial.

    V. S.: Qu sanciones o multas existen para las em-presas que no cuidan el ambiente?S. B.: La Argentina tiene un plexo normativo ambien-tal muy complejo y en algunos aspectos de avanzada. La Ley General del Ambiente fue la primera de la regin en establecer la Responsabilidad Objetiva del genera-dor del dao y tambin establece el instituto del Dao de Incidencia Colectiva como algo diferente a la accin civil. Esto es muy importante y un logro de las ONG: no slo la Ley sino tambin su aplicacin, sobre todo cuan-do es criteriosa y razonable. Luego cada jurisdiccin tie-ne sus competencias en la materia, y hoy estamos en una etapa de des-armona entre los diferentes niveles de gobierno. Pero el tiempo lo debera solucionar con dilogo y confianza de por medio. V.S.: en nuestro pas, cree que el consumidor estara dispuesto a comprar un producto sustentable aunque sea ms caro?S. B.: Hoy no creo, pero esperemos un muy corto tiem-po para que la Generacin Y o Millenials tengan el bolsillo un poco ms lleno y capacidad de decidir.

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  • OPININ

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    Vuelta de pgina esperanzadora para los bosques salteos

    por Fernando Miarro, coordinador de los programas Pampas y Gran Chaco de Vida Silvestre

    Enero - Marzo | 2015

    Desde Vida Silvestre celebramos que se abra una nueva etapa para una implementacin seria de la Ley de Bosques Nativos en Salta.

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  • 42 Vida Silvestre 130 | Fundacin Vida Silvestre Argentina

    En diciembre del ao pasado el gobierno de Salta dero-g los decretos*que permitan desmontes en reas con algn valor de conservacin, en el marco del Ordena-miento Territorial de Bosques Nativos (OTBN). Al mismo tiempo, coordinado por el Ministerio de Ambiente y de Produccin Sustentable, se cre un Consejo Asesor de Revisin del OTBN integrado por organizaciones vincu-ladas al ambiente y el gobierno salteo se comprometi a agudizar los controles sobre los predios recategoriza-dos donde hoy en da se permite el desmonte.

    Desde Fundacin Vida Silvestre Argentina celebramos la decisin tomada, ya que se trata de un paso fundamen-tal que no solo pone un freno a los importantsimos des-montes que venan ocurriendo en la provincia (se ha-ban recategorizado como factibles de desmontar ms de 125.000 hectreas de bosques inicialmente zonifica-dos en las categoras rojo y amarillo) sino que tambin abre una nueva etapa para una implementacin seria de la Ley de Bosques Nativos en Salta que beneficie a todos los actores del territorio, abordando los aspectos socia-les, productivos y ambientales, tal como lo propone el espritu de la Ley.

    Este 2015 se presenta como un ao importante para la Ley de Bosques Nativos ya que debern revisarse los OT-BN realizados hace unos 5 aos por las distintas provin-cias. En perspectiva de lo que viene, desde Vida Silvestre consideramos que es clave:

    -Poner especial atencin en la ecorregin chaquea que viene sufriendo las mayores prdidas de bosques en los ltimos 20 aos. En este sentido es fundamental el di-logo entre los gobiernos provinciales para que las revi-siones de los OTBN trasciendan las fronteras polticas y exista una continuidad ecolgica entre las distintas pro-vincias que abarcan la ecorregin.

    -Revisar los posibles modelos productivos sustentables para implementar en las reas amarillas, en el marco de un anlisis y genuino dilogo entre los sectores produc-tivo, social y ambiental. Ya existen distintas experiencias piloto de manejo ganadero y forestal respetando el bos-que nativo que se vienen llevando a cabo y es importan-te analizar los resultados y extender las buenas prcticas en la regin.

    -Hacer ms eficiente la ejecucin de los fondos de la Ley por parte de las provincias, acompaado por un aumen-to de los fondos destinados a la Ley en el Presupuesto Nacional 2015.

    Desde Vida Silvestre esperamos que este 2015 sea el punto de inflexin para una genuina y eficiente imple-mentacin de esta Ley que protege los bosques nativos de nuestro pas.

    *Decretos 2211/10 y 3136/11

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  • 43Enero - Marzo | 2015

    Por Jos Muoz Azpiri

    Hacia all y para acFlorin Paucke (1719 1780)

  • Vida Silvestre 130 | Fundacin Vida Silvestre Argentina

    Florin Paucke naci en Wisko, Polonia, el 24 de septiembre de 1719. En octubre de 1736 ingres a la Compaa de Jess y, entre 1739 y 1741, curs Filosofa en Praga. El ao 1742 lo encontr dictando clase de Humanidades en Bres-lau, Silesia (Polonia).

    Al tercer ao de su carrera de Teologa solicit a sus superiores ser enviado a Amrica. A principios de 1748 fue ordenado sacerdote y se le concedi el permiso del ansiado traslado. El 16 de enero de aquel ao comenz el peregrino viaje que du-r doce meses y que lo llev por fin a Buenos Aires en el navo Santa Ana y de las Almas. Este viaje, rico en aventuras, pone de manifiesto su alto grado de observacin, puesto que en su libro quedaron minuciosamente reflejados todos los porme-nores acontecidos. Llegaron a Colonia de Sacramento el 29 de diciembre de 1748 y, dos das despus, fueron trasladados a Buenos Aires. Esta etapa de su vida ser inolvidable y durar dieciocho aos.

    Recibidos por el Gobernador y por las ms altas autoridades eclesisticas, pas Paucke junto a otros jesuitas dos meses y medio en Buenos Aires. Hacia fines de marzo de 1749 partieron los misioneros desde algn lugar de los actuales barrios de Colegiales o Chacarita en una caravana compuesta por alrededor de ciento cincuenta personas, distribuidas en noven-ta y cinco carretas y la necesaria tropa de caballos para los recambios, que los conducirn finalmente a la ciudad de Crdo-ba, donde haba sido destinado. La expulsin de los jesuitas, en tiempos de Carlos III, alej de Amrica al padre Paucke y as en 1767 volvi a su patria. La disolucin de la orden en 1773 lo llev a Neuhaus en Bohemia. Ah falleci a mediados de 1780, pasados los sesenta aos de edad.

    la obra En Neuhaus redact la descripcin de sus andanzas por tierra americana. Una copia del manuscrito original, que parece haberse extraviado, fue hallado en 1922 por el padre Guillermo Furlong Cardiff en el Monasterio de Zwettl, Austria.

    La obra est dividida en seis partes, entre las que se destacan la estada con los mocoves, el cristianismo entre los indios, la expulsin de los jesuitas y una descripcin del Gran Chaco. Contiene todas las observaciones surgidas del estrecho y prolongado contacto de un ilustrado religioso europeo, dotado de espritu curioso y reflexivo, en el ambiente humano y f-sico de las actuales provincias de Buenos Aires, Crdoba, Santa Fe y Chaco. Contiene tambin el relato minucioso del viaje desde el Viejo Mundo y la narracin de regreso. La lectura del texto hace patente la personalidad de organizador y hombre de accin del autor, como tambin su aguda capacidad de observacin, no exenta de sentido crtico. Ms de doscientas pginas del tercer volumen de esta obra est dedicada al suelo, a la flora y a la fauna de la regin santa-fesina y chaquea que Paucke conoci y estudi personalmente, y aunque en esas pginas hay observaciones y notas de gran inters, son las lminas de flora y fauna las que merecen la mayor ponderacin. No era, en verdad, un experto en el uso del pincel, y algunos de sus diseos son de un simplismo pueril, pero aun en esos casos la precisin cientfica no falla.

    Misionero de egregias dotes supo cultivarse las simpatas de los indios mocoves, entre los que pas diecisiete aos en la reduccin de San Javier y la de San Pedro. El captulo segundo de la sexta parte de su Hacia all y hacia ac o una Estada en-tre los indios Mocoves, 1749-1767, est dedicado a la calidad del terreno en el valle del Chaco y el duodcimo est con-sagrado al clima, vientos y tormentas en el Paraguay, entendindose por Chaco lo que, al norte de Santa Fe, Paucke ha-

    ba conocido personalmente.

    Algunas de sus observaciones sobre el clima, vientos y tor-mentas son de una exactitud total, en especial sus anota-ciones sobre la humedad y sus desagradables efectos. So-bre los huracanes del sudoeste llamados pamperos, di-ce: Llegan generalmente con la mayor fuerza, con rayos y granizo de granos hasta del tamao de un huevo de ga-llina; tras semejante tormenta, los indios hallan muertos gansos silvestres, patos cigeas y muchas otras aves. Doce largos y nutridos captulos le dedica a la fauna riopla-tense en general y a la santafesina en particular: a los an-fibios, a las aves acuticas, a las de rapia, a los loros, a las avestruces, a los puercos monteses y a las sabandijas. Abundan los carpinchos y yacars, sobre los cuales diser-

  • 45Enero - Marzo | 2015

    ta extensamente. El captulo que dedica a las fieras carn-voras no es menos interesante, ya que tuvo gran relacin con tigres y leones, otrora tan abundantes en las llanu-ras santafesinas. Termina Paucke su estudio con uno so-bre las serpientes. Evidentemente conoci muy de cerca a la vbora de cascabel o Crotalus terrficus, a la vbora de la cruz o Bothrops alternata, a la vbora de coral o Elaps cora-llinus, a la Clelia o Oxyrhopus Claelia que considera acu-tica, a la caicala y otras, cuya peligrosidad expone con ca-sos acaecidos a l mismo o a sus indios.Hacia all y para ac interesa sobre todo por sus referencias intrnsecas, pero aunque se trata de una obra de carcter descriptivo, esto no impide que en las entrelneas, y a veces en frases explcitas, se encuentren elementos que permi-ten bocetar la pintura psicolgica del personaje que la com-puso. Posey Paucke un espritu profundamente religioso, bondadoso y comprensivo, ingenuo y alegre, ordenado y espontneo. Gran aficionado a la msica, fue tambin des-tacado compositor, intrprete y hbil fabricante de instru-mentos musicales. Con sus indios, adiestrados en el arte de las notas, lleg a organizar verdaderos conciertos en Buenos Aires. Mostr experiencia manual en diversos tra-bajos y, como todos los misioneros, por imperio de las ne-cesidades fue arquitecto, agricultor herrero, carpintero, ebanista, pintor, ganadero y cocinero. Las interesantes, ri-cas y amables modalidades humanas reflejadas en muchos pasajes de la obra hacen atractiva su lectura a todos los aficiona-

    dos a las curiosidades del pasado americano. Adems, la explicacin de ciertas costumbres y la descripcin de algunos ras-

    gos psicolgicos de los indgenas chaqueos no han perdido actualidad.

    Es evidente que el traductor, Edmundo Wernicke, tuvo que vencer arduas dificultades: unas caligrficas, como las surgidas

    por la borrosa grafa de los caracteres alemanes del siglo XVIII; otras ortogrficas, en parte ocasionadas por las diferencias

    fonticas entre las voces indgenas y el sistema prosdico alemn; otras etimolgicas, por la confusin semntica de los

    vocablos influidos por latinismos, hispanismos y modismos de distinta procedencia. De igual modo, el traductor ha debido

    salvar los inconvenientes motivados por el estilo intrincado del autor, a quien parece haber alcanzado la muerte antes de la

    redaccin definitiva de la obra.

    La mayora de los ciento cuarenta y tres

    dibujos originales coloreados a

    la acuarela e insertos en el manuscrito,

    se encuentran reproducidos en la primera

    edicin en idioma castellano: Ha,

    Florin Paucke. Traduccin castellana de

    Edmundo Wernicke. Universidad Nacional

    del Tucumn, en colaboracin con la

    Institucin Cultural Argentino-Germana.

    Tomos I, II y III (en dos volmenes).

    Buenos Aires, Imprenta y Casa editora

    Coni, 1942,1943 y 1944, con 174, 322 y 445

    pginas, respectivamente.

    Paucke supo ganarse las simpatas de los indios mocoves, entre los que pa-s diecisiete aos en la reduccin de San Javier y la de San Pedro.

  • 46 Vida Silvestre 130 | Fundacin Vida Silvestre Argentina

    NUESTROS SOCIOS

    Por Victoria Coppini, responsable de Socios

    C omenzamos 2015 con un espacio nuestros socios son protagonistas. Por qu quisimos inaugurar esta seccin en la revista? Porque los socios son quienes colaboran aportando a la conserva-cin y a la gestin de estrategias para el uso sustentable de los recursos naturales. Y, ade-ms, porque confan en el trabajo que reali-zamos en Vida Silvestre.

    En esta ocasin nos visitan Jos Mara Aguirre y familia, de la provincia de Crdoba.

    Hace muchos aos, de novios con mi esposa, mirbamos maravillados el aviso institucio-nal Manos* de Vida Silvestre con la inquie-tud de acercarnos a la Fundacin. El tiempo pas, formamos una familia y con los hijos vi-nieron ms naturalistas aficionados .

    Nuestro hijo mayor mostr siempre una fuerte inclinacin hacia toda forma de vida y eso fue convirtindose en su caractersti-ca personal; fue entonces que a mediados de 2008 recibi como regalo un ejemplar de la revista Vida Silvestre y all encontramos la puerta para asociarnos.

    Ya habamos comenzado, aos atrs, un re-corrido que nos llev y sigue llevando por los tesoros naturales de nuestro pas. Mucho de todo ese camino natural vino ayudado por el impulso de Vida Silvestre porque para no-sotros, como familia asociada, la principal funcin de VS es educar y difundir todo lo re-lativo a nuestro patrimonio natural, su valor y la necesidad de protegerlo.

    Desde que supimos que Malln, un paraje cercano a Tanti en nuestra provincia de Cr-doba, supo ser sitio de observacin de gran-des cantidades de sapitos de colores (Mela-nophryniscus stelzneri), este pequeo an-fibio se transform para nosotros en un ser cuasi mitolgico, pues conocamos todo de l pero nunca lo habamos visto. Lamenta-blemente en pocos aos las cantidades baja-ron de manera preocupante y lleg a pensar-se que el sapito haba desaparecido de Ma-lln. Finalmente lo vimos en La Florida, San Luis, y signific una verdadera fiesta de emo-ciones para toda la familia. Aos despus si-guieron La Cumbre, Cabalango y finalmente Malln, adonde el mito revivi. Podemos afir-mar que desde entonces tenemos agenda-das visitas anuales que ambas especies (ho-mnidos y anfibios) respetamos caballerosa-mente, cumplidas en reencuentros felices (al menos para nosotros).

    Si quers participar de esta seccin o hacer una con-sulta escribinos a [email protected] con el asunto Nuestros Socios.

    *el aviso gan el Premio clo en 1991. fue creado por ogilvy & mather argentina y se puede ver en you tube.

    La familia Aguirre y su historia con la naturaleza y Vida Silvestre. Sapitos de colores (Melanophryniscus stelzneri)

  • Diego Moreno*

    nUesTro eQUIpo

    47Enero - Marzo | 2015

    Desde chico tuve la oportunidad de crecer disfrutan

    do de la vida en

    la naturaleza. Tanto en el Ro de la Plata como en los v

    iajes que sola-

    mos hacer junto con mi familia al interior del pas, casi n

    unca queda-

    ba pendiente una oportunidad para visitar alguna pro

    vincia argenti-

    na y conocer su historia y naturaleza.

    Pero recin al terminar el colegio secundario, en 198

    9, comenc a conocer y entender los problemas que

    aquejaban

    a las especies y a los ecosistemas de la Argentina. Y fu

    e de la mano del Oso Hormiguero, en un Safari conser

    vacionis-

    ta que se organiz al Parque Nacional Lann, donde su

    rgi la base que poco tiempo despus me decidi a seg

    uir el ca-

    mino de trabajar por la conservacin y el uso sustenta

    ble de los recursos naturales.

    Mientras avanzaba en la licenciatura en Ciencias Biol

    gicas en la UBA segu participando como voluntario

    y hacien-

    do pequeas changas` en la Reserva Ecolgica de C

    ostanera Sur como gua en los Safaris, dando charlas

    en escue-

    las o participando en la elaboracin de materiales ed

    ucativos. Tambin, trabajando en relevamientos de c

    ampo pa-

    ra evaluar la posible creacin de nuevas reas prote

    gidas, o en programas de conservacin de especies

    amenaza-

    das, como el huemul.

    As se fueron combinando varias de mis pasiones: dis

    frutar y conocer la naturaleza, la ciencia y trabajar act

    ivamen-

    te para aportar un grano de arena para resolver los p

    roblemas ambientales de nuestro pas. Fue en Vida

    Silvestre,

    donde en 1996 comenc a trabajar en el Programa Re

    fugios, donde no solo encontr el canal para poder ha

    cer, sino

    tambin el lugar donde cientos de personas convergi

    eron a lo largo de los aos, con un inters y pasin qu

    e se ve en

    pocos lugares.

    Si hay algo que destaco de todos estos aos en Vida

    Silvestre ha sido justamente esto ltimo: el espritu,

    la pasin

    y la calidad humana de la gente que ha pasado y an e

    st vinculada a la organizacin. Por eso me siento sum

    amente

    orgulloso y privilegiado de ser todava parte de este fa

    scinante Equipo del Oso.

    *Director General de Vid

    a Silvestre

    el equipo del oso siempre listo para trabajar en al naturaleza.

  • 48 Vida Silvestre 130 | Fundacin Vida Silvestre Argentina

    ABREVADEROcrticas y comentarios: matos Garra

    ORGENES (Ed. del Autor, 2013, Buenos Aires, 228 pgs). Por Mario Echeverra Baleta.

    Este autor sigue suman-do libros para el mejor co-nocimiento de la folkloro-loga y antropologa de la provincia de Santa Cruz. En este libro, ilustrado por l mismo, sintetiza distintos aspectos de la vida de los tehuelches o chonkes, tan ligada a las especies silves-tres patagnicas. De este modo conjuga la relacin entre el patrimonio cultural con el natural.

    Ms informacin: Telfono 02966-432304

    FLIX DE AZARA, SU VIDA Y SU POCA (Ed. Diputacin Provincial de Huesca, 2011, Zaragoza, Tres tomos de 228, 470 y 320 pginas, respectivamente). Por Julio Rafael Contreras Roqu.

    El autor es el principal bigrafo del gran naturalista F-lix de Azara (1742-1821). Ampliando su trabajo anterior (Tras las huellas de Azara) dedic estos volmenes para describir y reflexionar sobre su vida y su poca. Una poca muy vinculada a los primeros tiempos de la Argentina y a los primeros pasos del conocimiento de su naturaleza. Como la obra se imprimi limitadamen-te y en Espaa, se ofrece desde Internet en su versin digital.

    Ms informacin: Tomo 1: https://archive.org/details/FelixDeAzaraBiografiaTomoI Tomo 2: https://archive.org/details/FelixDeAzaraBiografiaTomoII Tomo 3: https://archive.org/details/FelixDeAzaraBiografiaTomoIII Tras las huellas de Azara: https://archive.org/details/TrasLasHuellasDeFelixDeAzara

    MAMFEROS TERRESTRES DE LA PATAGONIA, SUR DE ARGENTINA Y CHILE (Vzquez Mazzini Editores, 2014, Buenos Aires, 208 pgs), por Juan Carlos Chebez, Ulyses Pardias y Pablo Teta.

    Una obra sorprendente, con fichas tcnicas para ca-da una de las 84 especies, que condensan la mejor in-formacin, acompaadas por sus respectivos mapas y fotos de primer nivel. Fundamental para naturalistas, bilogos, guardaparques y guas de turismo.

    Ms informacin: www.vmeditores.com.ar

    PARQUE NACIONAL EL IMPENETRABLE (The Conservation Land Trust Argentina, 2014, Buenos Aires, 92 pgs).

    Este libro se adelant a la creacin del mismo Par-que Nacional y, de hecho, fue una herramienta que sum para impulsarlo. Contiene una caracterizacin social y ecolgica de esta regin de la provincia de Chaco, con fotos espectaculares. Puede descargarse su versin digital desde Internet.

    Ms informacin: http://www.caja-pdf.es/2014/10/15/el-impenetrable-manual/el-impenetrable-manual.pdf

    FE DE ERRATAS: en el comentario del nmero anterior dedicado al cuadernillo educativo de La Reserva Natural Municipal Los Robles debi decirse que para Ms in-

    formacin: [email protected]

  • SALUD + NATURALEZA

    El bola

    mente el reposo y las medidas higi-nico-dietticas brindarn algo de apoyo al paciente.

    ProfLa prevencin es el punto en donde de-bemos fijar ms la atencin. Por culpa de fallas en este aspecto, padecieron tam-bin la enfermedad Mal, Senegal, Nige-ria, Estados Unidos, Espaa y Alemania. Todos los que tratan a pacientes con bo-la deben trabajar con trajes especiales, guantes y botas, a fin de evitar cualquier contacto casual con las secreciones del enfermo. Esto es de vital importancia y ya se han dado casos que por descuido o negligencia se produjo el contagio. Esta epidemia ya se ha llevado consigo a ms de 10.000 seres humanos.

    En ArgentinaEs difcil, aunque no imposible, que el brote nos afecte. En primer lugar porque no existe el reservorio del virus (los ani-males transmisores) y en segundo trmi-no porque no existen vuelos directos a la zona afectada. No obstante, el Hospi-tal Muiz (en Buenos Aires) se encuentra en alerta y con el equipo necesario para afrontar la situacin.

    El 6 de diciembre de 2013 marc un hi-to en la historia de esta temible enfer-medad; falleci Emile Ouamouno, un nio de 2 aos en la Repblica de Gui-nea (frica) a causa del virus del bola. El brote se extendi rpidamente a dos pases limtrofes: Liberia y Sierra Leona.

    El virus No es ms que una molcula de ARN (cido ribonucleico) rodeado por una cpsula. Se lo conoce con el nombre de bolavirus, del cual se han identificado cinco cepas. La que provoc la epidemia actual corresponde al zaire bolavirus. Parece ser que el agente de esta en-fermedad vive en animales salvajes que han adquirido inmunidad a l, co-mo varias especies de monos africa-nos y ms especficamente los gran-des murcilagos frugvoros que viven en frica, Asia y Oceana.

    El contagio y los sntomas El virus del bola se introduce en la po-blacin humana por contacto con san-gre, secreciones u otros lquidos corpo-rales de animales infectados. Posterior-mente, el virus se difunde de persona a persona, por contacto directo con san-

    gre o secreciones de personas infec-tadas, o indirecto por materiales con-taminados. Luego de un perodo de in-cubacin de 2 a 21 das, aparece fiebre elevada (generalmente superior a los 38), debilidad intensa, dolores de ca-beza, de garganta y musculares, erupci-n cutnea, vmitos, diarrea y, en casos severos, hemorragia digestiva.

    La evolucin Entre el 7 y 10 da se decide la suer-te del paciente. Es en este perodo cuando el sistema inmunolgico es capaz o no de detener al virus con la consecuente inmunidad o la muerte por deterioro orgnico generalizado, lo que ocurre entre el 40 y el 90% de los infectados.

    Diagnstico y tratamiento Se realiza por el cuadro clnico del paciente y por los test de laborato-rio que permiten en tan slo quince minutos y mediante una gota de san-gre u orina, saber si un paciente pa-dece la enfermedad. Al momento ac-tual no existe terapia alguna contra el virus permaneciendo an las va-cunas en estado embrionario. Sola-

    Por el Dr. Eduardo Esparrach

    Mapa de distribucin

    Pases ms afectados

    liberia, Sierra leona y la rePblica De GUinea.

    49Enero - Marzo | 2015

    ilaxis

  • Descripcin: pato de pico aguzado y es-trecho, con cuerpo fusiforme y larga cola aguda. Esbelto, mide entre 43 y 46 cen-tmetros, de los cuales 12 corresponden a la cola. Pesa entre 315 (hembras) y 440 (machos) gramos, siendo ms pequeos los de la raza nortea.El pico es rojo -con un sutil reborde superior azulino- y las grandes patas (que utiliza para aferrarse a las rocas) moradas oscuras.

    Macho: posee la cabeza y el cuello blan-cos, con la corona y dos lneas en traza negras. La espalda es negra pero con un estriado blanco bien extendido. Los flan-cos tambin son negros. La raza del sur posee, adems, una tercera lnea que ba-ja por el lagrimal (ausente en la raza del noroeste). De pecho negro, ste conti-na castao (en poca reproductiva) o plido por el resto del vientre. El espejo alar es verde brillante, enmarcado por dos lneas blancas, observable especial-mente durante el vuelo. Su nombre cien-tfico armata responde a los espolones ubicados en los hombros alares, utiliza-dos para los despliegues o las defensas territoriales.

    Hembra: corona y mejillas de color plo-

    mizo. Dorso negro con estras cenicien-tas o blanquecinas. Todo lo ventral, la ar-ganta y los flancos son castaos acane-lado.

    Juveniles: hasta el ao y medio de vida atraviesan diferentes patrones en la dis-tribucin del color hasta definir el plu-maje de adulto; presentan bsicamente tonos grisceos y blanquecinos.

    Los pichones tienen plumn blanco con pico y delineado negro en cabeza, post ocular, odo, cuello, espalda y alas.

    Distribucin geogrfica: se distribuye de manera