¡La tierra es nuestra

amiga!El cuidado del medio

ambiente como buena nueva

Familias y educación ambiental:¿Qué mundo le vamos a heredar a las nuevas generaciones?

Cielos nuevos y tierra nueva hoy:Crisis ambiental y responsabilidad cristiana

Niñas y niños en solidaridad con la naturalezaLecciones desde la nueva generación

Juntos por la niñez y la adolescencia

Inspirando cambios a través de la acción colectiva

Junio-Agosto 2015 Nº 72

www.redviva.org www.viva.org VivaAmericaLatina

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Directorio

Contenidos

Dirección Ejecutiva:Carmen Álvarezcalvarez@redviva.org

Dirección Editorial:Priscila Barredo Pantírevista@redviva.org

Colaboración Editorial:Gaby SalgueroVictoria CesariLuisa SalgueroLuis CesariBlanca ValenciaBrenda DarkeRed Viva Guatemala

Comité Editorial:Victoria CesariMathías Albarracin BlancoIrene FoulkesEdesio Sánchez CetinaRuth AlvaradoCarlos Tamez LunaLoida CarrielRuth MooneyAlberto Quiñonez Sánchez

Diseño y diagramación: Línea Arte y Diseño

Diseño y página web:Oscar Mora

Administración y Finanzas:Joel PorrasRoger Vergara

Revista Viva “Juntos por la Niñez y Adolescencia” es un medio de circulación regional cuyo objetivo es promover acciones y generar la reflexión en lo relacionado a la protección de la niñez y ado-lescencia en riesgo en América Latina y El Caribe.

La revista Viva pertenece a Viva Network. Viva es una sociedad regida por la garantía N° 3162776, bajo el registro de Organizaciones No Gubernamentales N° 1053389 y registrada en Inglaterra en Unit

8, The Gallery, 54 Marston Street, Oxford, OX4 ILF, UK.

Viva para América Latina y El Caribe

La Uruca, San José Costa RicaTeléfono: +(506) 4030-7471

Web: www.redviva.orgAgradecemos la contribución de:

REFLEXIÓNEl cuidado de nuestra

casa: la tierra

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FAMILIATestamento

hacia mis hijas e hijos

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JUVENTUDLas niñas y los niños

nos enseñan. 20

IGLESIA Y MINISTERIOCielos nuevos y tierra nueva hoy. 14

TEOLOGÍALa creación:

nuestra gran amiga

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Puedes leer la revista en línea y descargarla

gratuitamente en: www.issuu.com/vivaong

Editorial

Estamos llegando a la mitad del 2015 y nuestros esfuerzos del inicio del año ya comienzan a

mostrar sus efectos en los planes es-tablecidos. Sin duda, el trabajo y la constancia nos han acompañado en nuestras tareas ministeriales y per-sonales en la iglesia, la organización y la familia; por esto, oramos y espe-ramos como Viva, que esas semillas sembradas den frutos suficientes para el bienestar comunitario, y que juntas y juntos, continuemos en la satisfactoria e inspiradora labor de sembrar y cosechar con agradeci-miento y esperanza.

Y es que, a propósito de la analo-gía de la siembra y la cosecha, en esta edición el tema central es La importancia del cuidado del medio ambiente, como ética del Reino de Dios, y sus efectos en el crecimiento integral de la niñez y adolescencia. Esto, en concordancia con el Objeti-vo Del Milenio (ODM) 6: Garantizar la sostenibilidad del medio ambien-te.

Con esta publicación pretendemos, en primer lugar, animar a las familias cristianas, a las iglesias locales y a las organizaciones cristianas, a ser practicantes y agentes que asegu-ren un medio ambiente sano y se-guro como creyentes responsables que administran los recursos de lo

creado por Dios, no como dueños o gobernantes, sino como mayordo-mos, como siervos y colaboradores que participan, en equidad, en la sostenibilidad de la tierra y lo que en ella habita. En segundo lugar, deseamos que este ánimo y con-ciencia social, trascienda a la niñez y adolescencia con la que trabaja-mos, inspirándola y sensibilizándola a través de la enseñanza, los juegos, la Biblia y otros recursos, pero sobre todo, a través de nuestro ejemplo.

El reto no es menor y confiamos en que Dios y nuestro compromiso con su creación nos ayudarán a cum-plir con la encomienda de cuidarla y sostenerla, pues formamos parte de ella. Por esto, en las siguientes páginas encontrarán reflexiones, herramientas e ideas clave para emprender esta noble y desafiante empresa.

Que el amor del Dios creador nos motive a seguir su segundo gran mandamiento: “amar a nuestro pró-jimo como a nosotros mismos”, en-tendiendo que, el mundo, que todo lo creado, también es nuestro pró-jimo.

Dirección EditorialRevista Vivarevista@redviva.org

PROGRAMA YO EXISTO

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PROGRAMA YO EXISTOTrabaja la inscripción de los Niños, Niñas y Adolescentes (NNA) que se encuentran en subregistro ante RENAP (Registro Nacional de las Perso-nas); tiene incidencia en todo el territorio nacional, trabaja con juzga-dos por los casos que necesitan ser tramitados por la vía legal.

Proyectos actuales que trabaja VIVA Juntos por la Niñez de Guatemala

GUATEMALA

DIVERSAS ACCIONES

• Trabajo con iglesias para capacitar so-bre cómo trabajar con NNA de calle. Se han desarrollado diplomados de capa-citación con duración de un año.

• Protagonismo Infantil. Se han realizado charlas en colegios para trabajar con políticas de protección en el colegio Benito Juárez.

• Trabajo con el coro de Viva, para la pre-vención de la callejización de NNA.

• Proceso de elección de embajadores en Hogar Nuestra Señora Consoladora en Santa Apolonia, Tecpán, Guatemala y Chimaltenango.

• El Taller para elección de embajadores es para enseñar cómo es un proceso democrático y cómo ser forma la ciu-dadanía.

• Actividades en asentamiento La Mina, para la prevención de la callejización de los NNA, en Colonia Bethania, asen-tamiento La Mina, Zona 7 y ciudad ca-pital.

• Incidencia de Viva en el programa tele-visivo de Canal 27 sobre el trabajo de Sub Registro (estos programas se pue-den ver a través de YouTube).

Coro Viva Guatemala

Taller Elecciones Santa Apolonia

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ENCUENTRO TEMPRANO GUATEMALATiene como objetivo principal la disminución del índice de niñas, niños y adolescentes en situación de calle. Para lograrlo trabaja los siguientes componentes:

• Estrategias operativas de calle (EOC)• Rescate• Sistema de mejoramiento de la calidad (SMC)• Protagonismo• Prevención de maltrato y abuso sexual• Incidencia

Su incidencia se centra en el Departamento de Guatemala, Chimal-tenango y Sacatepéquez y Antigua Guatemala.

DATOS DE CONTACTO:

ASOCIACIÓN VIVA JUNTOS POR

LA NIÑEZ DE GUATEMALA

20 avenida 11-78 zona 15

Vista Hermosa III, casa 1

• Teléfonos +(502) 2364-7387 / 2221-6815

• www.viva.org

• www.facebook/vivajuntosporlaninezdeguatemala

Guatemala, Centro América

Programa Canal 27

Asentamiento La Mina

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Viv

aEQUIPO:

• José Alfredo Quevedo Pérez es Contador, y está en cierre de pensum de la carrera de Abogado y Notario. Es Coor-dinador del trabajo de inscripciones de NNA ante RENAP, así como encargado de realizar incidencia en reuniones de mesas técnicas con el tema de Sub-registro de naci-miento y procesos de capacitación a comadronas.

• Rigoberto Palacios, es Licenciado en Economía y Asis-tente del programa identificando familias con NNA en Sub-registro, revisando y tramitando documentación ante instituciones públicas y privadas conjuntamente con los padres. Es el encargado de dar a conocer el programa con funcionarios y dirigentes a nivel nacional.

• Jeannete Meza Oquendo es Educadora y Pedagoga. Es Directora y representante legal de Viva Guatemala ante las instancias de gobierno y organizaciones de la sociedad ci-vil, además de ser la coordinadora de la ejecución de los proyectos.

• Aura Elizabeth Cuevas, es Perito Contador y cursa el se-gundo año de Auditoría. Es Asistente administrativa y contadora de los programas de Viva Guatemala. También es la encargada de realizar el trabajo contable y adminis-trativo de la institución.

• Hugo Moreno de León es Administrador Educativo, y Coordinador del Sistema de Mejoramiento de la Calidad (SMC); es el encargado del proceso de capacitación de los hogares que conforman la red en la mejora de la aten-ción por medio de los estándares de calidad del Consejo Nacional de Adopciones en Guatemala (CNA) y los están-dares de calidad a nivel internacional sobre políticas de protección a NNA.

• Hugo Leonel Juárez Santizo, es Contador y cursa el pri-mer año en la carrera de Teología. Es Coordinador de Es-trategias Operativas de Calle (EOC), trabaja con pobla-ción de NNA de calle en fases I, II, y III, realizando talleres deportivos y de formación de valores con el objetivo de disminuir la población en situación de calle.

• Irma Eugenia Barrera Rodríguez, es Trabajadora Social y es la Coordinadora del área social, dando seguimiento a los casos de rescates a través del acompañamiento a los NNA y familias en todas las áreas de TS.

• Aura Carolina Cumes Erazo, es Psicóloga Clínica y es la Coordinadora del área de Protagonismo Infantil y traba-ja empoderando y fortaleciendo el protagonismo de los NNA en los hogares por medio del liderazgo.

• Wendi Carolina Higueros González, es Bachiller y funge como Coordinadora de rescates de los NNA que son vio-lentados en sus derechos, realizando trabajos ante instan-cias de Gobierno, juzgados y familias ampliadas .

PROYECTOS A FUTURO PARA VIVA GUATEMALA• Programas de

Prevención de Abuso Sexual• Capacitación u Fortalecimiento

Sobre Políticas de Protección a Nna en Iglesias Locales

• Viva Deporte y Vida Adulta

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¡Viva, en concordancia con sus valores cristianos, se suma a los esfuerzos para seguir impulsando los logros de los Objetivos Del Milenio 2015!

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7razones para

7Reciclar

razones para

Fuente: www.reciclame.org

1 Protegemos los recursos naturales y el medio ambiente.

2 Reducimos la contaminación y combatimos el

cambio climático. 3Creamos fuentes de empleo.

6 Al reciclar se ahorran dinero y recursos.

7Reciclando papel se evita la tala indiscriminada de

millones de árboles.

4Al reciclar una botella

plástica ahorramos la

energía necesaria para

mantener encendido un foco

de 100 watts durante 4 horas.

5Permitimos

la creación

de nuevos

productos.

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La creación: nuestra gran amiga

• La espiritualidad ecológica es un retorno a una larga tradición que parte de la teología de la creación, en la que se coloca al ser humano en condición de cria-tura con los otros seres de la creación, siguiendo con la leyes de cuidado de la naturaleza, las alabanzas por el reconocimiento de la presencia del Creador en sus obras, encontrando una manifestación muy importante en los movimientos proféticos que asocian la corrupción humana con el deterioro de la creación.

• El símbolo de la niñez, junto al de la creación son utilizados tanto en el profetismo antiguo como en el anuncio de Jesús y de la misma manera en algunos ejemplos de las cartas de Pablo.

• La espiritualidad de los niños y niñas es reconocida en algunos textos bíblicos que recomiendan la enseñanza de la ley, pero también en aquellos que expresan cómo son capaces de alabar al Señor de la Creación y cómo son modelo del Rei-no de los Cielos.

• Uno de los objetivos de la educación cristiana debería ser el favorecer el descu-brimiento de la presencia del Espíritu en sí mismo, en los demás y en la naturale-za, como manifestación de la Fuerza Creadora.

• Los niños y las niñas son capaces de ser más sensibles a los gemidos de la natu-raleza, así como sus manifestaciones de belleza y diversidad. Una vida en con-sonancia con la creación favorece en la infancia una actitud de respeto hacia los procesos vitales y por lo tanto de cuidado y promoción de estos en sí mismos, en los otros y en el medio ambiente.

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Pautas pastorales• La experiencia en la realización de convivencias en lugares na-

turales, donde además de hablar de Dios, buscamos que Dios nos hable desde la belleza y lo terrible de la naturaleza. La eco-logía es una cuestión que atañe a los cristianos; los niños y niñas tienen que saberlo y es en el medio ambiente natural donde mejor pueden entenderlo, sugerimos la práctica de los campa-mentos ecológicos como un medio para el desarrollo de una espiritualidad ecológico comprometida.

• Es necesario que los formadores cristianos, que eligen cons-cientemente la opción ecológica, reincorporen en su lenguaje palabras que favorezcan en sus educandos un pensamiento más espiritual, no solo material de naturaleza.

Consejos prácticos• Escuchar a los niños y niñas. Muchas

veces lo que ellos y ellas nos enseñan es mucho más aleccionador que lo que nosotros y nosotras podemos enseñar-les sobre la vida.

• Escuchar a la naturaleza. Tratar de per-cibir lo que ella nos quiere dar y lo que nos pide. Es en el contacto estrecho con ella donde se puede desarrollar esta ca-pacidad. Se deben facilitar la realización de actividades al aire libre, aprovechan-do los espacios donde hay otros seres vivos.

• Aprovechar los ciclos vitales humanos y del resto de la creación. No se debe pasar el alto el curso de los astros, los niveles de las mareas, los cambios cli-máticos, el canto de los pájaros en las mañanas, la construcción de una tela de araña, el alumbramiento de unos cacho-rros, el abrir y cerrar de los pétalos de unas flores, etc.

• Realizar activida-des que permitan a los niños y niñas el placer de expe-rimentar y mejorar el medio ambiente. Subir la montaña, limpiar el margen del río, recoger las hojas, sembrar árboles, separar la basura y reciclarla. Luego de la experiencia es aconsejable hablar de ella, sobre lo que hizo, lo que sintió, lo que espera que suceda después a partir de lo realizado.

• Utilizar una lectura positiva de la realidad del medio ambiente. Favorecer aquellos procesos naturales que implican dolor para producir más vida.

• Utilizar libremente un lenguaje que evi-dencie la presencia del Espíritu en nues-tra vida, en la de los niños y niñas y en la naturaleza.

Información tomada de la tesis de Licenciatura en Ciencias Teológicas: Espiritualidad Ecológica Infantil, por Eugenia Zambrano, 2000. San José, Costa Rica.

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En 1 año ahorras:

1,345 kwh (luz)54,750 litros de agua

Reduces

255 kilos de basura

Salvas:

1 árbol

1. Bañarse en 5 minutos

2. Compartir el auto o usar bicicleta

3. Separar los desechos

4. Usar pilas recargables

5. Usar un termo para agua

6. Apagar la computadora y la luz del cuarto

7. Desconectar los electrónicos sin usar

8. Reusar la bolsa o canasta para el mandado

9. Cambiar los focos incandescentes por ahorradores

10. Inspirar a otras personas a unirse al compromiso

consejos para cuidar la

creación10

Con información de: ecoosfera.com

Viva se une al cuidado del medio ambiente, por medio de prácticas sostenibles para cuidar la creación y administrarla de la mejor manera.

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1. Orar con su equipo; nada mejor que empezar con un tiempo buscando la voluntad de Dios.

2. Decidir un tema que ayudará a todos y a todas a crecer: pensar en las necesidades del grupo ¿Tienen baja autoestima?, ¿Faltan oportunidades en la vida?

3. Planear con tiempo suficiente: para hacer un trabajo complejo se requiere más tiempo para la preparación a diferencia de otros campamentos. Este plan debe incluir la con-sulta con las familias, para obtener la información de cada niño o niña con discapaci-dad y de sus necesidades especiales.

4. Buscar un lugar accesible; hay que pensar en el grupo, si incluyen personas usuarias de sillas de ruedas, deben tener uso de un baño y ducha accesible más grande y con puerta más ancha, y averiguar si las instalaciones son accesibles en todo sentido. Cada persona va a tener diferentes requisitos pero lo importante es tener un lugar lo más plano posible y sin escaleras, con suficiente luz y espacio. Si tiene piscina es importante que no sea muy honda o por lo menos que tenga diferentes niveles.

5. Buscar apoyo económico. Los gastos pueden ser más altos, así que piensen en proyectos para levantar fondos, como pe-queñas ventas en las iglesias y en la comunidad, además de solicitar apoyo de donantes.

6. Buscar voluntarios; no tienen que tener experiencia previa sino deben ser personas cristianas con actitud positiva y disposición para ayudar en cada momento. Busquen jóvenes con energía, y deles capacitación. Si el grupo incluye adolescentes y jóvenes, es preferible encontrar personas de la misma edad para entablar amistades.

10 excelentes ideas para organizar un campamento para personas con discapacidad y sus familias:

Nuestra meta es la inclusión de la niñez con discapacidad, en igualdad de oportunidad. Tomamos las palabras de Jesús:

“Pidan, y se les dará; busquen, y encontrarán; llamen, y se les abrirá.” Mateo 7:7

Es tiempo que la iglesia, abra la puerta para la niñez con discapacidad.

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as7. Animar a las familias a pagar sus cuotas. Es impor-

tante entender, tomando en cuenta la situación de mayor pobreza relacionada con discapacidad, que muchas familias no van a poder colaborar con todo su cuota pero que pueden pagar una parte. No queremos crear dependencia; por ende es bueno proponer un plan de ahorros para las familias, ani-mándolas a separar una cantidad cada mes durante 6 meses antes del campamento.

8. Incluir una variedad de actividades en el programa; si un niño o niña no puede hacer una de las activida-des, por ejemplo en la piscina, quizás va a disfrutar algo diferente como juegos de mesa. También, en la población de niñez con discapacidad cognitiva, se necesitan cambiar la actividad con frecuencia. En un campamento realizado recientemente en Costa Rica, el programa incluyó dinámicas, tiempos de alabanza y enseñanza, diferentes talleres, juegos, tiempo en la piscina, noche de talentos, un rally para equipos de las familias y una fogata.

9. La alimentación, debe ser de muy buena calidad con la posibilidad de ofrecer alternativas por las personas con necesidades diferentes. Hay que te-ner la información de cada participante acerca de su alimentación. Sería importante tener disponible bastante liquido y meriendas extra por las que pa-decen de diabetes u otros trastornos.

10. Tener un plan de emergencia en caso de enferme-dad, accidente, incendio o terremoto. Tomar en cuenta otras situaciones de salud como alguien con epilepsia. Sería conveniente tener uso de teléfonos y por lo menos un carro. También es necesario lle-var por lo menos un enfermero o médico, tomando en cuenta que esta población es más vulnerable y para muchas sería la primera vez que duerman fue-ra de la casa o del hospital.

Más recursos:

Joni & friends tiene muchas materiales y organicen retiros con familias www.joniandfriends.org/international-family-retreats/

Campamentos Cristianos Internacionales para América Latina tiene información y ayuda sobre campamentos www.ccial.org

El libro “Un Camino compartido” por Brenda Darke, (Ediciones Puma, Lima, 2012), tiene información sobre el tema de discapacidad, con un marco teológico y pautas para la inclusión de personas con discapacidad.

Si tienen preguntas, ideas, o comentarios, pueden compartirlos con nosotros; queremos estar en contacto con ustedes. También queremos escuchar sus opiniones de los temas que podemos cubrir en el boletín CAPAZ.

Pueden ponerse en contacto con Brenda Darke, a través de:

correo: bdarke@redviva.org

skype: bdarke

teléfono: 506 89940614

Tomado del Boletín CAPAZ, sobre la niñez y discapacidad, elaborado por Brenda Darke, colaboradora

de Viva y especialista en discapacidad e inclusión.

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Una comunidad indígena de Brasil supo que el gobierno había decidido construir una presa que la afectaría mortalmente. Las autoridades prometían indemnizarles. El jefe Poké reunió

a toda la gente y, después de escuchar las opiniones, les dijo:

— No debemos aceptar ninguna indemnización. Llamaremos a nuestros parientes de todo Brasil para luchar y salvar el río amenazado.

Un joven interrogó: — Cuando nos pregunten por qué no aceptamos eso que lla-man “progreso”, ¿qué debemos responder?

El viejo no dudó en replicar: — Un cacique iroqués del siglo pasado les dijo a sus nietos: “Somos responsables de nuestro pueblo. Debemos tomar de-cisiones que tengan en cuenta la vida y el bienestar de la sép-tima generación después de nosotros. Cada vez que toma-mos una decisión debemos preguntarnos: ¿Esta decisión que estamos tomando beneficiará a la séptima generación des-pués de nosotros? Que esa sea nuestra regla de conducta.”1

Esta historia nos enseña que vivimos tiempos difíciles para la vida en su conjunto: cada día las acciones humanas depredadoras ame-nazan o desaparecen ríos, selvas, bosques, animales y a otras perso-nas. Como todo está interrelacionado, si una parte es afectada las demás también. En el caso de esa comunidad, si la presa era cons-truida, el río hubiera dejado de proveer alimento lo cual, a su vez, hubiera provocado hambre en la población, provocando el riesgo de que desapareciera.

Debemos tomar conciencia de que el sistema consumista en el que vivimos condiciona nuestras ac-ciones y afecta la vida en su totalidad. Es decir, su lógica está basada en dos gru-

1 Barros y Betto 2011, p. 125.

Cielos nuevos y tierra nueva hoyCrisis ambiental y responsabilidad cristiana

Por Blanca Valencia Salinas

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pos de seres: unos que son necesarios para la supervivencia y el desarrollo del mercado, y otros que no lo son, y por lo tanto, son desechables, innecesarios y no vale la pena conservarlos. Los re-cursos naturales son utilizados siguiendo el valor de la eficiencia: la máxima explotación para la máxima utilidad en los mercados.

Como afirma el teólogo Pablo Richard, “No basta decir que el mun-do está en crisis, hay que ser más específico: vivimos ‘una crisis de una ideología, una cultura, una ética y una espiritualidad idolátrica y criminal que es la racionalidad misma del sistema’. Tomar una op-ción por lo excluido es también tomar una opción contra la lógica misma del sistema.”2

Ante este panorama nada alentador cobran importancia las siguien-tes preguntas como personas e iglesias cristianas: ¿qué sí podemos hacer?, ¿cuál es nuestra respuesta para crear alternativas?, ¿qué éti-ca cristiana nos dirige?, ¿cuál es la luz que nos guía en medio de la tormenta?

Desde nuestra fe cristiana podemos responder que el mal ya ha sido derrotado con la resurrección de Jesucristo, por lo tanto, se puede vencer de nuevo. El mal no tiene futuro. Sin caer en la inge-nuidad, podemos decir que la victoria no es inmediata sino que es un proceso y nos alienta a obtenerla con base en la confianza, en la acción y en la vida consecuente con el Reino de Dios.3

2 Richard, Pablo. 2004. Fuerza ética y espiritual de la Teología de la Libe-ración en el contexto actual de la globalización. San José: DEI, p. 37.

3 Míguez Bonino, José. 2006. Ama y haz lo que quieras. Hacia una ética de la nueva humanidad. San José: Universidad Bíblica Latinoamericana.

“Vivimos ‘una crisis de una ideología, una cultura, una ética y una espiritualidad idolátrica y criminal que es la racionalidad misma del sistema’”

Tomar la cruz de Cristo, es tener fe y esperanza de que podemos construir

“un cielo nuevo y una tierra nueva”.

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oSabemos que Dios obra a través de su Espíritu y está presente en su creación y que se ha manifestado en la historia humana encar-nándose en la persona de Jesús. Como cristianos y cristianas del siglo XXI debemos volver nuestros ojos y nuestro corazón a la figura del galileo, a su mensaje del evangelio que nos trae buenas nuevas para todos y todas, incluso, buenas nuevas para la creación.

Llamarnos cristianos y cristianas es todo un reto para nuestra época. Desde un punto de vista ético implica actuar con responsabilidad (es decir, dando una respuesta a lo que acontece) para lograr una vida plena. Significa no quedarnos en la conformidad, sino partici-par en propuestas para tratar de solucionar los problemas de nues-tros diario acontecer. En este caso, significa tomar acción y opción por el medio ambiente con el que convivimos y con la naturaleza de la que subsistimos.

Tomar la cruz de Jesús implica actuar con coherencia ante las in-justicias y solidarizarnos con toda la creación, anunciando que otro mundo es posible. Tomar la cruz de Cristo, es tener fe y esperanza de que podemos construir “un cielo nuevo y una tierra nueva”.

La construcción del Reino de Dios en el aquí y en el ahora es una tarea inacabada por lo que todavía nos corresponde seguir reali-zándola. Ese Reino tiene una ética con valores opuestos al mundo consumista en el que habitamos. Al hablar de ética hablamos de va-lores que son los “pilares” que nos llevan a actuar y a relacionarnos en medio de realidades concretas con nuestros semejantes y con nuestro entorno, incluyendo la naturaleza. Podemos definir a la éti-ca cristiana como aquella orientada a edificar relaciones positivas, respetuosas y amorosas en todas las dimensiones de la vida: con la persona misma, con sus semejantes, con la naturaleza y con Dios.4

Nuestro trabajo con la niñez y adolescenciaEn el trabajo con la niñez y la ado-lescencia es muy importante fomen-tar valores éticos para la vida plena. También promover cambios positi-vos en las relaciones y en la visión de la vida. Significa aprovechar la oportunidad de contribuir a formar una nueva generación de perso-nas que respondan a los desafíos actuales del medio ambiente, de la injusticia social, de un modelo eco-nómico anti-vida que compromete la existencia. Es reafirmar la fe y la esperanza de construir un mundo nuevo.

4 May, Roy. 2006. Etica y espiritualidad. Pastoral de la espiritualidad. Qui-to: CLAI, p. 50.

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Podemos hacer aportes desde una ética cristiana fomentando ac-tividades que sean una alternativa real a la ética del sistema de consumo en el que vivimos, e ir superando los antivalores que nos gobiernan. Es construir comunidad en un mundo donde impera el individualismo. Es actuar con bondad donde hay odio, relacio-narse con libertad como compromiso de amor (Gál. 5:13) donde hay opresión e indiferencia. Es aprender a vivir con alegría, justi-cia, paz, cuidado, fidelidad, humildad, respeto y dominio propio. Asimismo, con honestidad, responsabilidad, bienestar, tolerancia, igualdad y equidad. Es cuidar de nosotras mismas, como perso-nas, de los y las demás, y de nuestra relación con Dios y con la naturaleza.

La familia y los valores del Reino de DiosTodos estos valores se aprenden. Las familias y la iglesia son agentes socializadores donde niños, niñas y adolescentes los ad-quieren. Empecemos implementándolos en nuestra vidas como padres y madres de familia, como pastores y pastoras, como per-sonas adultas, para luego llevarlos a las relaciones de nuestro en-torno. El cuidado a la naturaleza empieza por el cuidado a noso-tros y nosotras mismas. ¡Nuestro Dios es un Dios de vida y desea que esta sea plena y abundante!

Blanca Valencia Salinas es de Chiapas, México. Es Educadora y es Licenciada en Ciencias Teológicas de la Universidad Bíblica Latinoamericana. Sus áreas de estudio son las espiritualidades de los pueblos originarios, la mayordomía de la creación y el desarrollo comunitario. Actualmente trabaja en San Cristóbal de Las Casas con las iglesias presbiterianas en proyectos de desarrollo sostenible.

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Testamento hacia mis hijas e hijos

Por Luisa Salguero

Este cuerpo mío ha de perecer y regresar a la tierra de don-de vine, mis ropas no me acompañaran, ni mis joyas, ni mis bienes. Nada se irá conmigo… ¡nada!, pues regreso a la

tierra.

¿Qué he de dejar a mis hijos y mis hijas que les asegure la vida? La buena vida. Puedo dejarles dinero para que puedan comprar el agua, el aire, el sol, un poco de lluvia de vez en cuando, para que detengan la fuerza de los tornados, y para que sostengan la rabia del mar.

¡No! El dinero no es suficiente para comprar estas cosas; cuando el agua de los ríos ya esté totalmente contaminada no habrá di-nero que pueda limpiarla. Cuando el aire sea irrespirable no ha-brá dinero que pueda purificarlo. Cuando el suelo no pueda co-secharse no habrá dinero que nos sirva para comprar alimento.

A mí me fue heredada la tierra, a mi madre y a mi padre, a mis abuelas y abuelos, a mis antepasados, a todos y todas. Se nos heredó para cuidarle, para disfrutarle, para que fuese nuestro hogar y fuente de alimento. Se nos heredó para que, sabiendo utilizarle, nos proveyera de todo lo necesario para la vida. Pero ¿qué he hecho para cuidarla?, ¿Qué hago para asegurar que mis hijos y mis hijas tengan una herencia que les provea de lo que necesitan para la vida?

Dijo Dios: «Ved que os he dado toda hierba de semilla que existe sobre la haz de toda la tierra, así como todo árbol que lleva fruto de semilla; para vosotros será de alimento.

Y a todo animal terrestre, y a toda ave de los cielos y a toda sierpe de sobre la tierra, animada de vida, toda la hierba verde les doy de alimento.» Y así fue.

Genesis 1: 29, 30. Bíblia de Jerusalén

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Y es que la creación toda es el reflejo vivo del Reino de Dios, por lo tanto, es necesario que la cuidemos, que la respetemos, que la amemos. Tenemos la oportunidad de colaborar en el mante-nimiento del Reino terrestre de Dios, ese reino que nos rodea y nos bendice diariamente.

Es necesario que seamos agentes activos en la conservación de la creación, es la única herencia duradera e incorruptible que podemos dejar a nuestros hijos, hijas, nietos y nietas. Es funda-mental que les inculquemos el amor por la creación, por la natu-raleza entera. Es imprescindible y urgente que les enseñamos a cuidarla, a curarla y a tratarla como a nuestro prójimo.

Desde la casa, desde el hogar podemos y debemos inculcar el cuidado al medio ambiente. Es nuestra responsabilidad como cristianos y cristianas inculcar a los y las más jóvenes a tener una conciencia ambiental con prácticas cotidianas como el reci-claje, la reutilización y el rechazo de productos perjudiciales al ambiente.

Si creemos que Dios es amor y que este debe reproducirse en nuestro amor al prójimo, debemos tener presente que, el pró-jimo también es la creación, es decir, los animales, las plantas, la naturaleza, el agua y todos los elementos que la conforman. Ante esto, cabe la pregunta, ¿cómo estamos amando a nuestra tierra?

La conciencia y las acciones concretas por el cuidado y convi-vencia con la naturaleza, es lo que voy a heredar a mis hijos e hijas, una cultura de responsabilidad con el ambiente, de amor y cuidado para toda la creación. Al final de cuentas, cuando muera voy a regresar a la tierra de donde vine.

Luisa María Salguero Abrego, es Licenciada en Ciencias Jurídicas con es-pecialización en Derecho Internacional Público y Problemas Jurídicos Con-temporáneos graduada en la Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas” (UCA). Además, es estudiante de Biblia en la Universidad Bíblica Lati-noamericana y Postulante al Sacerdocio en la Iglesia Episcopal. Ha trabajado en la Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas” como asistente en el Departamento de Ciencias Políticas. Actualmente es la Coordinadora del Departamento de Autogestión y Proyectos de la Universidad Bíblica Latinoa-mericana.

Sus áreas de estudio abarcan: El derecho internacional público en el área de Leyes, el Nuevo Testamento en el área de Biblia, y en el área cultural el tema de pueblos originarios y el medio ambiente. En la actualidad colabora como Ministra Laica en la Iglesia Episcopal Cristo Resucitado en Guararí de Heredia.

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Las niñas y los niños nos enseñanReflexiones y acciones desde la nueva generación

Por Victoria Cesari Casas

La sensibilidad de la niñez no me deja de sorpren-der. Este verano participé

junto a niños, niñas y adoles-centes de iglesias de todo el país en un campamento. Jun-to con algunos amigos, nota-mos que había un problema con la cantidad de botellas de plástico que estábamos generando, por lo que nos propusimos juntarlas para lle-varlas a reciclar. Colocamos un recipiente específico para depositarlas. Casi todos los acampantes colaboraban en esta tarea.

El problema empezó cuando el número de botellas nos sobrepasó. Enseguida los lí-deres se acercaron y dijeron que había que tirar esa basu-ra. Me puse en campaña para conseguir un vehículo para llevarlas a la cuidad vecina que quedaba a 10 kilómetros de distancia y que ahí fueran recicladas. Resultó muy difícil, ya que a los líderes no les pa-recía importante el tema. No era visualizado como un pro-blema o una responsabilidad del campamento.

“(…) Jesús se regocijó en el Espíritu Santo, y dijo: «Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque estas cosas las escondiste de los sabios y entendidos, y las revelaste a los niños. ¡Sí, Padre, porque así te agradó!”

Lucas 10:21

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Al mismo tiempo, me puse a reducir el volumen de botellas. Los acampantes y líderes pasa-ban junto a mí, algunos me mi-raban raro y otros me acercaban alguna botella que estaban des-echando, pero los únicos que se pusieron a trabajar conmigo fueron los niños y niñas. Lo ha-cían con un entusiasmo y alegría que era contagiosa, disfrutable, ¡una fiesta! Uno de los niños le decía a los adultos que pasaban: ¡Estamos jugando a los recicla-dores!”. Esto me emocionó mu-chísimo y a la vez me entristeció por la indiferencia de los adultos con el tema.

Lo que más me impactó fue un niño de dos años que se acercó y observó por unos momentos mi rutina. Yo tomaba una botella de la bolsa, le sacaba la tapa y la colo-caba en una caja, luego colocaba en el piso, la pisaba y la ponía en una nueva bolsa. Él, que ni siquie-ra hablaba, hizo exactamente todo lo que yo hacía. Cuando no podía destapar solo la botella, me mira-ba y la extendía hacia mí para que yo la destapara. Su sensibilidad y la indiferencia de las personas adultas me llevó a pensar en el texto que se menciona al princi-pio. “Aprendamos de la sabiduría inspirada por Dios en los niños.”

Victoria Cesari Casas es uruguaya y tiene 19 años de edad. Actual-mente vive en Montevideo, Uru-guay con su familia y es estudiante de la carrera en Psicomotricidad. Desde pequeña ha participado ac-tivamente en la campaña de sensi-bilización pública contra el maltra-to a niños y adolescentes “Un trato por el buen trato”, la cual se efectúa desde hace once años. En el 2009 comenzó a trabajar como maestra de escuela dominical en su iglesia, con los más pequeños. También ha colaborado con el grupo de pre-adolescentes desde 2012.

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Por la felicidad de los árboles

Un pensamiento sobre la tala de árbolesPor Gaby Salguero

La tala de árboles no es buena porque cuando se tala uno, no se siembra ninguno y esto nos hace perder oxígeno, el aire que respiramos. Por supuesto, nadie quiere que esto

siga pasando, pero para cambiar las cosas debemos cuidarlos y sembrar más.

Debemos recordar que los árboles son el hogar de muchos ani-malitos como las aves o las ardillas, que nos dan sonidos lin-dos, nos alegran y que también son importantes para la vida de otros seres vivos.

Los árboles son el hogar, alimento, refugio, y hasta pueden ser medicinas, además de que nos dan brisa, sombra y belleza, pues son bellos adornos y son inspiración para pinturas, can-ciones y poemas.

Gaby tiene 10 años, es salvadoreña y vive

en Costa Rica.

Árbol feliz, porque no no hay necesidad de

talar los árboles.

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ión Hace dos me-

ses el Teólo-go Leonardo

Boff estuvo en Uruguay y com-partió una conferencia sobre ecolo-

gía y el nuevo paradigma civilizatorio. Desde nuestra comunidad local asistimos con entusiasmo al centro de conferencias

que desbordaba de público. Pude observar que hay un interés creciente sobre este tema, un interés basado en la crisis mundial que estamos vi-viendo y que compromete no solo la sobrevivencia de muchas especies o de la calidad del agua o del aire que te-nemos, sino que compromete la sobrevivencia de la raza humana y del

planeta tierra.

Cuando Leonardo Boff1 plantea un nuevo paradigma civilizatorio es porque estamos viviendo una profunda crisis en la civilización. La crisis cuestiona nuestra manera de vivir y de estar en el

mundo. Nuestra forma de consumir, de acumular riqueza y de vincularnos con el entorno no son sostenibles y están muy lejos del lugar que nos da el Creador como mayordomos/as. Adminis-

trar y cuidar la creación con un profundo sentido de respeto y valoración de todo ser vivo, con justicia social para toda la raza humana y para las futuras generaciones, parecen ser conceptos poco arraigados en nuestra ética.

Como iglesias y como creyentes debemos reconocer que somos parte del problema, pues somos co-constructores de esta civilización contemporánea. Nuestras carencias para cuidar y proteger la creación de Dios parecen ser evidentes; no obstante, nuestras predicaciones no suelen tocar el tema. Cuando escuchamos el testimonio de los cambios que se producen en la vida de una persona por su conversión a Cristo o como fruto del discipulado recibido en la iglesia, nos alegramos y enorgullecemos. Pero pocas veces escuchamos algo sobre los cambios en los hábitos de consumo y en la manera de cuidar y proteger la creación de Dios. Parece que esos no son testimonios impactantes.

1 Leonardo Boff es un destacado Teólogo brasileño que ha desarrollado un pensamiento teológico latinoamerica-no basado en la justicia, la equidad y el bienestar de todas las personas, especialmente las más desfavorecidas, y de la creación.

El cuidado de nuestra casa: la tierraLa construcción comunitaria de un mundo mejor para vivir Por Luis Cesari

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ión

Luis Cesari es uruguayo y Coordinador General de Programas en Juventud para Cristo Uruguay. Es Ingeniero Agrónomo y Psicólogo social, con estudios teológicos en Suiza. Ha realizado numerosos cur-sos en gerencia de proyectos sociales así como en temas vinculados a la niñez en riesgo.

Asumir esta realidad como iglesias nos per-

mitiría tener una nueva Re-forma. Renovarnos en nuestras

prácticas comunitarias y familiares así como tener una nueva mente y un nue-

vo corazón parece ser el camino. Para ello debemos desarrollar una ética del cuidado, un

sentido espiritual de la vida, formas de vida más coo-perativas, más sencillas y austeras, como la de Cristo.

En este sentido, los niños y niñas son especialmente sen-sibles a la hora de descubrir las maravillas creadas por Dios; esta curiosidad y exploración de su obra es una oportunidad ma-ravillosa para promover el protagonismo de ellos y ellas, y caminar jun-tos y juntas en la fe.

Algunas propuestas para la acción pueden ser: orientar a las familias para pensar este tema y encontrar dinámicas familiares de consumo responsable, de reciclaje de los residuos, de construc-

ción de una pequeña huerta y de hacer paseos y salidas que nos permitan disfrutar de la creación, entre muchas otras que podemos sugerir.

Vivir nuestra responsabilidad ciudadana es vivir nuestra vida cristiana con coherencia, sabiendo que esta crisis aunque nos afecta a todos y todas, afecta principalmente a las personas empobrecidas y excluidas que resienten más los efectos de la explotación de los recursos naturales. Esta realidad debe llevarnos a incidir en favor de políticas públicas que protejan y sean respetuosas con toda la creación, así como a reclamar formas de producción sustentables que preserven la tierra.

¡Que Dios nos ayude a vivir en armonía con todo lo creado y en diálogo permanente con Él!