Revista Rebeldia N* 16

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1 En las últimas semanas, dos movimientos sociales han creado diversos niveles de polarización social en México la lucha del pueblo de Tlanepantla, Morelos, por que se reconozca su derecho a elegir a sus gobernantes con su propias leyes, sus tradiciones y su cultura, y la lucha de los braceros mexicanos de la década de los 40 por que s les devuelva el dinero que entre los banqueros norteamericanos y los corruptos gobernantes mexicanos les robaron Ambos movimientos han sacado a la luz la impresionante incapacidad de la clase política mexicana. Lo cual ha significado abonar más en la ausencia de legitimidad de los actos de gobierno. En Tlanepantla hemos visto cómo la actuación de los partidos políticos ha sido el factor esencial par generar una división en una comunidad que se distinguía por haber logrado una serie de consensos para crea una relación democrática entre gobernantes y gobernados. Al no respetarse los usos y costumbres de la comunidad y al registrar todos los partidos diversos candidato a la presidencia municipal esa lógica se rompió, lo cual ha permitido la escisión en la comunidad y la posterio represión en contra de ese pueblo por parte del gobierno del estado y los diversos cuerpos policíacos. E d i t o r i a l Primero de enero de 1994, San Cristóbal de las Casas, Chiapas ANTONIO TURO Altamirano, Chiapas, 3 de enero de 1994 MARCO ANTONIO CRU

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Revista zapatista con la mirada de compañeros zapatistas de Mexico y todo el Mundo. Con escritos, historias y comunicados del EZLN, Chiapas, Mexico.

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En las últimas semanas, dos movimientos sociales han creado diversos niveles de polarización social en Méxicola lucha del pueblo de Tlanepantla, Morelos, por que se reconozca su derecho a elegir a sus gobernantes con supropias leyes, sus tradiciones y su cultura, y la lucha de los braceros mexicanos de la década de los 40 por que sles devuelva el dinero que entre los banqueros norteamericanos y los corruptos gobernantes mexicanos les robaron

Ambos movimientos han sacado a la luz la impresionante incapacidad de la clase política mexicana. Locual ha significado abonar más en la ausencia de legitimidad de los actos de gobierno.

En Tlanepantla hemos visto cómo la actuación de los partidos políticos ha sido el factor esencial pargenerar una división en una comunidad que se distinguía por haber logrado una serie de consensos para creauna relación democrática entre gobernantes y gobernados.

Al no respetarse los usos y costumbres de la comunidad y al registrar todos los partidos diversos candidatoa la presidencia municipal esa lógica se rompió, lo cual ha permitido la escisión en la comunidad y la posteriorepresión en contra de ese pueblo por parte del gobierno del estado y los diversos cuerpos policíacos.

Editorial

Primero de enero de 1994, San Cristóbal de las Casas, Chiapas ANTONIO TURO

Altamirano, Chiapas, 3 de enero de 1994 MARCO ANTONIO CRU

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Atrás se deja ver esa innegable vocación de los partidos políticos por pisotear los derechos conquistadosen su angustia por obtener unos puntos más en los resultados electorales. Y, al mismo tiempo, su vocación porimpedir expresiones de autonomía que permitan sacar la conclusión de que la sociedad se puede gobernar porsí misma, sin intermediarios.

El caso de los braceros es igualmente revelador: desde el poder se han dado muestras permanentes paradejar claro dónde se ubican sus prioridades. Han decidido utilizar el dinero público para “rescatar” a los banque-ros por medio del Fobaproa y a los grandes constructores por medio del rescate carretero; para no hablar del botínque han puesto en manos privadas por medio de los Pidiriegas, con lo que se avanza en la privatización de los sec-tores energéticos (en especial el petróleo y la electricidad) y al mismo tiempo se están pagando intereses suma-mente altos por medio de los impuestos de la ciudadanía. Entre estas tres deudas estamos hablando de alrededorde 125 mil millones de dólares, es decir el 20 por ciento del Producto Interno Bruto de México.

Pero, no están dispuestos a reconocer la deuda que tienen con decenas de miles de braceros mexicanos.Cuando se trata de rescatar a los dueños del dinero y verdaderos hombres de poder, entonces no hay tardanza.

Destaca también la reacción de Andrés Manuel López Obrador al criticar la acción de uno de los gruposde braceros de tomar el rancho de la familia Fox, señalando que no hay que minar lo más sagrado de las institu-ciones del país: la investidura presidencial, y que “no hay que astillar la silla del poder”. Con esta declaración,este señor que se da por muerto para la contienda electoral del 2006, deja en claro cuáles son sus auténticas preo-cupaciones: la investidura presidencial y la silla del poder. Nadie puede decir que no habla claro.

Hace unos meses, en las páginas de nuestra revista Durito nos dijo lo siguiente: “Sólo hay una variación,cuando el rebelde topa con la Silla del Poder (así, con mayúsculas), la mira detenidamente, la analiza, pero enlugar de sentarse va por una lima de ésas para las uñas y, con heroica paciencia, le va limando las patas hasta que,a su entender, quedan tan frágiles que se rompan cuando alguien se siente, cosa que ocurre casi inmediatamente”.

Estas son las dos lógicas: cuando la izquierda tradicional comienza a ver la posibilidad de sentarse en la silladel poder entonces se preocupa por que nadie la astille, que nadie la lime. Su idea es sencilla, si antes fue necesa-rio el movimiento social para acercarse a la posibilidad de “tomar” el poder (que para ellos es una silla, una casa oun palacio), cuando ya se piensa que se acerca ese momento, el movimiento social no tan sólo es inútil sino moles-to; “hay que ganar sin que se molesten los rivales, es más, mejor sin que se den cuenta”. Así piensan.

Por eso, López Obrador se escandaliza porque un grupo de campesinos tome el rancho del presidente, nopor el actual sino por el próximo que sueña que va a ser él.

Tlanepantla y los braceros son otros síntomas de lo que está pasando abajo y muchas veces más abajo queabajo. Estos síntomas nos hablan de un rencor acumulado en el pecho, de gente que también ha dicho ¡Basta!

Mientras tanto la clase política se regodea en sí misma. Inventa y crea un escenario político en el que todose define por una especie de feria de las vanidades. Se regodean en pensar que la agenda nacional se mueve enfunción de esas vanidades; se parecen a esos señores obesos que van a la playa, se acuestan y solamente ven suombligo. Y cuando regresan hacen una larga narración sobre los colores que tenía el mar y el tipo de oleaje quehabía. Creen conocer el mar y lo único que realmente conocen es su ombligo. Pues bien hay que dejarlos quesigan obsesionados con esa parte de su cuerpo.

Lo fundamental se encuentra abajo. Abajo los colores son cada vez más diversos y por lo tanto, cada vezmás ricos y la marea está subiendo. Los caracoles zapatistas dieron la señal de arranque para dar un salto cuali-tativo en el proceso de organización social. Lo que veremos en el futuro próximo será el estallido de más sínto-mas, colectivos que, con sus propias ideas, cultura, política y tradición, harán su experiencia en el proceso deorganizar su vida sin intermediarios. Autonomía es la palabra.

Rebeldía. Año 2, número 16, febrero del 2004.Director: Sergio Rodríguez Lascano. Subdirectora: Adriana López MonjardinConsejo editorial: Javier Elorriaga Berdegué, Raúl Jardón, Gloria Muñoz Ramírez, Fernando Yáñez Muñoz.Fotografías: En este número se muestra la primera parte de la Exposición Fotográfica Colectiva “69 Miradas contra Polifemo”. En internet: www.revistarebeldia.org y correo electrónico: [email protected] Impresa en:

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La campaña EZLN: 20 y 10,el fuego y la palabra cul-minó el 12 de enero con elEncuentro “El zapatismo yla sociedad civil”, convoca-do por la revista Rebeldía yrealizado en el Museo de laCiudad de México. A travésde 22 intervenciones se ex-presaron distintas voces queprovienen de los mundos delpensamiento, la poesía, lamúsica, la historia, la cultu-ra, las creencias religiosas,la participación política, lospueblos indígenas, la inves-tigación, e incluso de lasopiniones críticas que hansurgido en el seno del propio

E Z L NE Z L N20 y10

EEll zzaappaattiissmmoo yy llaa ssoocciieeddaadd cciivviillYo no soy pesimista, no quiero ser pesimista, no puedo ser pesimista. Soy poseedora de una gran fe y unagran esperanza. Quiero luchar, quiero seguir luchando a pesar de todos los años que ya cargan misespaldas, que no son pocos; quiero seguir luchando con optimismo, sin amargura, con alegría, como lohacen los hermanos zapatistas, que han sufrido por muchísimo tiempo, mucho más que nosotros.

Palabras de Rosario Ibarra, integrante del Comité Eureka y madre de un desaparecido político.

Destrucción del Palacio Municipal de Altamirano, Chiapas, 3 de enero de 1994 FRANCISCO MATA

3Destrucción del Palacio Municipal de Altamirano, Chiapas, 3 de enero de 1994 MARCO ANTONIO CRUZ

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es marcha, es manifestación, es caravana, es plantón y es fies-ta. La palabra zapatista nos invita a bailar. ¿Bailaremos,sociedad civil? Bailaremos. La palabra zapatista y el zapatis-mo nos invitan a hacer música con ellos. ¿Haremos músicacon ellos? Haremos música con ellos.

El poder del dinero nos dice: la palabra no importa, notiene valor, utilízala solamente para conseguir lo que necesi-tas, lo que quieres; utilízala para ganar dinero; di libertadcuando quieras esclavizar, di democracia cuando quierasimponer tu dictadura, di libertad cuando quieras tener a lagente como autómatas. El zapatismo ha regresado el valor ala palabra, que la palabra tenga corazón, que nos haga sentir,que la palabra nos haga pensar, que tenga cabeza, que la pala-bra nos haga actuar, que vuelva, que siga caminando comopalabra. La poesía es palabra zapatista también, pues su pala-bra no solamente nombra, también sugiere, transforma, tienecabeza, tiene corazón y también hace actuar.

El poder del dinero nos dice: no pintes, la pintura no exis-te; vende, vende, anuncia, vende. El zapatismo es creación, sonlas pinturas murales que podemos ver en Bonampack, en lapintura mural que cuenta las historias, son la infinidad de carte-les, de murales que pueblan todas las paredes de los Aguasca-lientes y ahora de los Caracoles; son los graffiteros que estánluchando y diciéndole a la gente: si la calle es un espacio públi-co, si la calle es de todos, ¿por qué solamente nos vendencosas? ¿por qué no podemos llenarla de dibujos, de preguntas,de sueños? ¿por qué no podemos contar nuestra historia? Lapalabra zapatista es celebración, es celebración de la vida enresistencia, es un baile de todos los que sobran, los que sobranpara el poder del dinero; es un baile de los que somos más, detodos los que somos más en el mundo.

ejército mexicano. La conmemora-ción de los diez años del levantamien-to zapatista fue también un espacio dereflexión acerca de la emergencia dela sociedad civil, que en 1994 seencontró en las plazas y las calles,empeñada en detener la guerra y labarbarie del gobierno contra los pue-blos indígenas chiapanecos. En lassiguientes páginas recogemos algu-nas de estas intervenciones y frag-mentos de otras más, buscando dar aconocer las que siguen inéditas.

Palabras de Roco, vocalista del grupoMaldita Vecindad:

La palabra zapatista es flor y canto, Inxóchitl, In cuícatl, flor y canto del quehablaba Nezahualcóyotl, flor y canto,palabra sagrada, vivencia cotidianade los hombres, como lo dice el poetanáhuatl Natalio Hernández. Flor ycanto es la concepción indígena de lavida como acto creativo, la vida comocelebración, como acto colectivo decelebración; la vida entonces esdanza, la vida es música, la vida espoesía, la vida es pintura, la vida esuna fiesta, una fiesta cotidiana.

El poder del dinero nos dice: lamúsica es aquella tonada machaconaque se repite hasta el cansancio, esatonada que a fuerza de repetirse acabapor gustarnos. La palabra zapatista esmúsica, que como toda buena músicaestá formada de sonidos y de silen-cios, como toda buena música nosinvita a participar, haciéndola juntocon ellos. El poder del dinero nosdice: no bailes, marcha disciplinada-mente a la guerra; no bailes, fórmateen la fila del banco; no bailes, vetecon prisa, corre por las calles, trabaja.La palabra zapatista es danza, es bailede marimba toda la noche, es caminata,

¿Bailaremos, sociedad civil?

Vivimos en el mundo de la comunicación masiva, la era electrónica de fibrasópticas, era en que la noticia es divulgada al instante... Ojalá esto realmentenos acercara unos a los otros, pero estamos en un proceso de deshumaniza-ción aterrador, no nos conocemos, no sabemos el nombre de nuestro vecino,no nos saludamos en la calle, y dicen nuestros compañeros en los altos deChiapas que así como el que viene de la ciudad no conoce la montaña, el queestá en la montaña tampoco conoce la ciudad y no puede moverse bien enella. En este gran país pluricultural, no nos conocemos los mexicanos. Elmovimiento zapatista ha sido un movimiento de orientación, de acercamien-to, de cohesión, de hermanamiento de nuestra sociedad, en el momento pre-ciso en que el mundo es víctima de ese golpe devastador, aniquilador deculturas y costumbres que nos ha dado la globalización. El movimientozapatista ha logrado el rescate de nuestra fortaleza y unión, que es nuestraidentidad, el orgullo de ser quienes somos y de saber quiénes somos.

Angélica Aragón, actriz.4

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El zapatismo nos invita a entrar a este baile, a esta cele-bración, y junto con la poesía nos hace una pregunta quesigue estando en nuestros corazones: ¿podemos imaginarnosun mundo donde quepan muchos mundos? ¿podemos, al verla semilla, ver claramente al árbol que vive dentro de ella? Elzapatismo, como flor y canto, como la vida, como un actocreativo, colectivo, nos invita a vivir y a reflexionar cada unode nuestros segundos en arte.

El tiempo es dinero, dice el poder. No. El tiempo es arte,el tiempo es vida, contestan los zapatistas, y es por eso tal vezque la palabra zapatista, donde más resonancia ha tenido es entodo lo que es el medio cultural: los poetas, los músicos, lospintores. También donde más incide es en los jóvenes, en losjóvenes urbanos, en todos estos jóvenes que sabemos y senti-mos que la manera como vivimos, como hablamos, como nosvestimos, todos nuestros usos y costumbres, son nuestra vidaen sí. No queremos luchar por un mundo donde eso sea acepta-do, es nuestra vida misma la que va construyendo ese mundo.

Como es desde la música desde donde ha tocado la pala-bra zapatista el corazón de muchas gentes y en especial el míoy el de los músicos con los que he trabajado, traigo una can-ción para celebrar, así como vimos en esa manifestación dehace diez años que estaba llena de canciones y de pinturas yde música y de tambores y de alegría. Bien dicen los zapatis-tas: la rebeldía, la resistencia, es una fiesta, es una celebra-ción. Y yo traigo una canción para celebrar, en memoria deesos diez años, con todos ustedes, la presencia y la continui-dad de esa memoria del porvenir que es el zapatismo. Esto sellama “Caracol”.

Palabras del filósofo Luis Villoro, quien participó en elencuentro con un mensaje enviado por escrito:

Hace diez años resonó un grito: “¡Ya basta!” El “¡Ya basta!”zapatista no era sólo una exclamación de rebeldía contra un sis-tema que se negaba a escuchar, era también un llamado al des-pertar de una nación. La voz del zapatismo era el anuncio de ungiro radical en nuestra manera de sentir y pensar la nación.

Su llamado hacía callar la algarabía discordante en lasdisputas en las cámaras; con un gesto de desdén, hacía a unlado el lamentable espectáculo de la rebatinga por un pedazode poder. El grito zapatista de hartura daba un portazo a lafarsa. A la vez, era un llamado al despertar del verdaderoMéxico que ocultaba la farsa.

Frente a la lucha de partidos y facciones, frente al apegoa sus intereses, el llamado del zapatismo descubría de nuevo

Desgajar la voluntad de dominación

el México auténtico: el país real, for-mado por comunidades de hombres ymujeres concretos, que se relacionanen redes de servicio recíproco, en larealización compartida de valorescomunes, cotidianos. Es el puebloreal, el que desdeña participar en lafarsa, el que aún guarda la dignidadcomo un valor, el que rechaza el poderdisfrazado de codicia.

Porque hay un México real, vivoaún en la solidaridad de los pueblos,en la moral social de la convivencia ydel respeto recíproco. Es el Méxicoque opone el afán de lucro y el interéspor dominar, al “mandar obedecien-do” de las comunidades.

El grito zapatista era una afirma-ción de rebeldía. Pero no por quererremplazar un poder por otro. La claveque distingue al zapatismo de cualquierotro movimiento rebelde es el rechazoradical de todo afán de poder. Su men-saje más profundo es la negación delpoder para sí. Al no querer el poderpara sí, desgaja de cuajo la voluntad dedominación. El poder que postula es elde los hombres y mujeres en comuni-dades concretas; es el que reside en lasociedad real, ajena a toda dominación.“Para todos todo, nada para nosotros”.

Esa es la significación profundadel mensaje zapatista. Dice que lacomunidad real sólo se alcanza en lamedida en que pueda rechazarse elpoder. Y la realización de la comunidades el fin que da sentido a una nación.

¿Utopía? No. Rebeldía perma-nente contra una realidad desgarrada.Afirmación de la voluntad de cons-truir una auténtica nación.

Tal es el proyecto ético que debeorientar la marcha paulatina hacia unasociedad sin dominación, en el reco-nocimiento a todas sus diferencias.

Ese es el proyecto de una comu-nidad ajena al poder, el proyecto delzapatismo.

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personas ajenas, pero hoy estamos recuperando poco a poconuestro territorio, gracias también a nuestros hermanos zapa-tistas, que nos han encendido una luz del sur hacia el norte.

Por eso queremos agradecer a nuestros hermanos zapa-tistas ese entusiasmo, porque sin ellos, la organización deellos, todavía no encontraríamos el camino por dónde salir.Las Juntas de Buen Gobierno hasta allá nos han llegado, lohemos analizado, traducido a nuestra lengua, para adaptarloen nuestro pueblo. Y nosotros apenas estamos renaciendo,nos falta mucho por aprender, pero aquí estamos, aún segui-mos vivos después de 500 años de resistencia.

Palabras de José Carrillo de la Cruz,wixárika de la Comunidad San Sebas-tián Teponazhuatlán, Municipio Mez-quitic, Jalisco:

Yo les traigo la palabra y elsentimiento de mi pueblo,mi región, mi comunidad.Hace diez años, éramospueblos muertos, no tenía-mos voz ni voto en lascomunidades. Si no fuerapor nuestros hermanoszapatistas, hoy estuviéra-mos como antes. Hoy meven vestido, porque esto esmi vestuario, pero antes nonos atrevíamos a salir así denuestro pueblo por temor aser objeto de curiosidad.Estaban nuestras comuni-dades tan pisoteadas por

¿Por qué estamos aquí? ¿Para celebrar los20 y 10 años de la lucha del EjércitoZapatista de Liberación Nacional? ¿Paraconmemorar la marcha del 12 de enero de1994, esta movilización masiva de lasociedad civil? Sí, sí, claro que sí, peroeso no es lo importante. No estamos aquísolamente para festejar la lucha de losindígenas de Chiapas, para expresarnuestra solidaridad con ellos. Estamosaquí más bien porque reconocemos quesu lucha por la dignidad es nuestra luchapor la dignidad, su lucha para vivir esnuestra lucha para vivir.

John Holloway,pensador y escritor crítico.

A diez años de laerupción del volcán

indígena en Chiapas

Nosotros también llevamos más de un año viviendo en resistencia, esoquiere decir que estamos impulsando el mismo proyecto histórico de lospueblos indígenas. Estamos impulsando en los hechos los derechos quetenemos como pueblos originarios. En nuestras comunidades hay dostipos de gobierno, el gobierno tradicional y el gobierno constitucional.Nosotros supuestamente estamos fuera del Estado, pero en nuestrascomunidades gobiernan nuestras autoridades tradicionales elegidas enasambleas comunitarias.

Estoy viendo que hay mucha gente que le gusta pensar, que legusta reflexionar la realidad y qué bueno, está bien; pensamos noso-tros, pues, que la teoría debe de surgir de la práctica. Entonces es tiem-po de actuar nuestro papel como actores de nuestro destino, comoactores principales para el desarrollo de nuestras comunidades.

David Valtierra,amusgo del municipio autónomo de Xochistlahuaca, Guerrero.

FRIDA HARTZ

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Toma del Palacio Municipal, Las Margaritas, Chiapas, enero de 1994

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Mensaje escrito, enviado por el politólogo Lorenzo Meyer alEncuentro “El zapatismo y la sociedad civil”:

El trasfondo. Desde el arranque mismo de la construcción del Estadonacional mexicano al inicio del siglo XIX los cimientos fue-ron mal puestos. Los diseñadores de la nueva nación esta-blecieron, como principio fundamental, la igualdad jurídicade todos los miembros de la comunidad nacional recién crea-da, pero desde el inicio y hasta hoy esa igualdad resultó unaficción, una construcción ideológica que chocó con unaañeja realidad social donde la desigualdad en todos losórdenes era la gran regla política, económica, social y cul-tural.

Por trescientos años, la Nueva España —pieza clave delimperio español de América— se estructuró partiendo de unadicotomía tan básica como brutal: por un lado estaba la lla-mada “república de los españoles” o gente de razón y por elotro las “repúblicas de indios” con personas que por su natu-raleza estaban, supuestamente, impedidas de alcanzar ungrado de desarrollo moral e intelectual similar al de los euro-peos. Los mestizos no estaban contemplados en el orden ini-cial pero en la práctica fueron situados en algún puntointermedio de los dos polos originales, el de “los de razón” ylos “rústicos” permanentes.

Formalmente México dejó de ser un país de indios, peroen la práctica estos permanecieron y dieron una gran luchapor preservar su identidad y propiedades comunales e inclusopor extender su autonomía. Al doctor Luis Mora, el ideólogodel liberalismo mexicano original, y como a tantos otros libe-rales, le pareció apropiado que en la nueva república se elimi-nara el concepto de “indio”. Al final, esta visión se impusopero no logró eliminar del todo eso que consideró un elemen-to de atraso y premodernidad: lo indígena.

La Revolución Mexicana insistió en la igualdad políti-ca y jurídica de todos los mexicanos, pero reconoció la pro-piedad comunal de la tierra y diseñó programas especialespara esos descendientes de los “mexicanos originales” quese encontraban hasta el fondo de la pirámide social, progra-mas elaborados por no indígenas e impuestos casi sin con-sulta con los destinatarios. En todo caso, la idea era asimilara los indios al México mestizo hasta que la “moderniza-ción” exitosa los hiciera desaparecer y lo indio quedara

simplemente como historia y símbo-lo pasado de la identidad.Hace diez años.El Ejército Zapatista de LiberaciónNacional (EZLN) hizo su apariciónjusto cuando el proceso de “moderni-zación” mexicana en su fase neolibe-ral se encontraba en la cúspide, en sumomento de gloria nacional e interna-cional. Y por eso y de inmediato hizodos contribuciones fundamentales ymuy positivas al proceso de desarro-llo político del país. Por un lado, la crisis política desatadapor el EZLN en un año electoral(1994) obligó al gobierno de CarlosSalinas a aceptar una reforma electo-ral que, por primera vez, abrió la posi-bilidad de que en México hubiera unórgano electoral autónomo que per-mitiera que el proceso electoral pasa-ra de ser una formalidad a algorealmente sustantivo. Si el PRI fueobligado a dejar “Los Pinos” en el año2000, una parte de la explicación seencuentra en el EZLN y en la movili-zación política que impulsó en unaamplia zona geográfica y social delpaís.

La otra contribución del EZLNfue hacer visible e insoslayable la per-sistencia de la injusticia histórica ori-ginal sobre la que se había fundado larepública: la división entre un paíssobrexplotado, humillado en extremoy discriminado de manera sistemática—el México del 10 por ciento máspobre, el México de los indios— y elotro país, donde también campea laexplotación, la humillación y la dis-criminación, pero no en el gradoextremo que los indicadores de lapobreza y atraso social muestra queprevalece en las zonas indígenas deChiapas, Guerrero, Oaxaca, Veracruz,Hidalgo, Nayarit o Chihuahua, porsólo mencionar algunos ejemplosdramáticos.

Los cimientos de Méxicofueron mal puestos

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Fragmentos de lo dicho por el general Francisco Gallardo:

¿Por qué llama la atención de la opinión pública inter-nacional la insurrección chiapaneca? ¿En qué se distingue deotros conflictos o movimientos armados del resto del mundo?

Las condiciones de pobreza y marginación no explicanpor sí solas el surgimiento de una insurrección armada. Unasituación de opresión y autoritarismo tampoco basta para que

El EZLN ha hecho ya una grancontribución al desarrollo político,social y cultural de México, pero ni lademocratización de México ha avan-zado más allá del ámbito electoral —necesario e indispensable peroabsolutamente insuficiente— ni loque queda de las comunidades indíge-nas ha recibido de la autoridad elcambio que justamente ha demanda-do en sus condiciones económicas,sociales y jurídicas. Todo ha sidoinsuficiente.

El EZLN ni puede ni debe ser elresponsable del cambio. Esa socie-dad urbana que con tanto entusiasmose movilizó en el inicio del 2001 porel llamado de los nuevos zapatistas afavor de una autonomía indígenareal, es a la que le corresponde hacerahora el esfuerzo mayor. El esfuerzodel 2001 fracasó, pero es una obliga-ción de todo el México democráticoinsistir en apoyar la demanda de unaautonomía indígena real y, sobretodo, en exigir las grandes reformasdel Estado y del modelo económico,para superar la injusticia original.

Dentro de seis años se cum-plirán dos siglos de que se iniciaraen México la lucha por la inde-pendencia, pero el proyecto del curade Carácuaro y Necupétaro, donJosé María Morelos, de hacer de larecuperación de la soberanía mexi-cana la palanca para disminuir ennuestro país los extremos entre laopulencia y la pobreza extrema —larealidad creada por el sistema colo-nial— aún es sólo una meta y muydistante. El EZLN, en medio deenormes carencias y a un costo socialdemasiado alto, ya hizo su tarea porlograr enmendar el error de origencon que nació México. Ese esfuerzonos obliga al resto a hacer más delo que hasta ahora hemos hecho alrespecto.

“Pero no sólo dijeron ¡Ya Basta! con los fierros. También se organi-zaron para darse sus propias leyes, gobernarse a sí mismos, educarse,cuidar su salud, garantizar el abasto y practicar la autogestión. Parahacer realidad sus sueños, pues.”

Luis Hernández Navarro, analista político.

¿Qué trataba de ocultarel alto mando militar?

1 de enero de 1994, Subcomandante Insurgente Marcos,San Cristobal de las Casas, Chiapas

CARLOS CISNEROS/LA JORNADA

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se levanten en rebeldía grupos sociales. Para que se diera ellevantamiento armado en Chiapas, se conjuntaron dos tradicio-nes de lucha. De un lado, la herencia de la guerrilla de los seten-ta, curtida por la experiencia de la opresión. Del otro, laresistencia indígena chiapaneca que se mantiene desde el sigloXVI. Ambas tradiciones coincidieron en un momento históricocaracterizado por una pérdida de expectativas, propiciada porla farsa salinista de que ingresábamos al primer mundo.

Pero no se trata de una vanguardia revolucionaria que semonta en una clase social oprimida para abanderar una revo-lución, sino de un movimiento de sublevación en el que lasociedad civil organizada y su élite que la dirige vivieron unproceso de fusión que, a través de un aprendizaje mutuo, con-siguieron estructurar un ejército simbólico que, con rifles demadera cargados con proyectiles de razón, hirieron mortal-mente al sistema político mexicano.

Quiero platicarles una anécdota del impacto que tuvie-ron las armas que utilizaron los zapatistas en contra del ejér-cito mexicano, donde varios de mis compañeros perdieron lavida.

Un día de abril de 1994, apareceen todas las instalaciones del ejércitoy en la prisión militar del Camponúmero Uno —lugar donde estabarealizando un estudio de campo paraelaborar mi tesis de maestría sobre lareforma del ejército— una pancartade difusión mensual llamada Tres deDiana. En ella aparecían fotografíasde una veintena de militares queserían condecorados por decreto pre-sidencial, con bombo y platillo enceremonia militar, por haber muertoen combate en Chiapas.

El evento fue presidido por elcoamandante supremo de las FuerzasArmadas, Carlos Salinas de Gortari;el general Antonio Riviello Bazán,secretario de la Defensa; el almiranteRuano Angulo, secretario de Marina;el Dr. Jorge Carpizo Mc Gregor,secretario de Gobernación, el gabine-te en pleno, los familiares que iban arecibir la orden de honor y más de 20mil efectivos militares.

Poco después de este gran acon-tecimiento donde se enarboló el honordel ejército y la memoria de los caídospor la patria, llegaron a la prisiónvarios militares procesados por diver-sos delitos. Decepcionados del ejérci-to, platicaban sus tribulaciones y laspersecuciones de que eran objeto.

¿Qué era lo que trataba de ocul-tar el alto mando militar con esteencarcelamiento masivo?

Concluí que varios de los caídoshabían sido muertos en un enfrenta-miento entre dos batallones de infan-tería, provocado por negligencia o contoda intención desde el Estado Mayorde la Defensa Nacional, en esa época acargo del general Tomás Enrique Sal-gado Cordero, secretario de SeguridadPública en la gestión del regente OscarEspinoza Villarreal y responsabledirecto del asesinato de los jóvenes dela colonia Buenos Aires.

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Carretera a Rancho Nuevo, Chiapas, 3 de enero de 1994 FERNANDO CASTILLO

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supuestamente muertos en combate con los zapatistas, parasorpresa del Consejo de Guerra y de los asistentes militares,quienes son llevados a ese gran circo para recibir un mensa-je ejemplificador. El militar en el patíbulo fue absuelto ydado de baja por indigno de pertenecer al ejército, ademáscon la advertencia de no hablar porque socavaba la discipli-na militar y la “honorabilidad” del alto mando.

Tanto el militar liberado, como los muertos y sus deu-dos condecorados quedaron abandonados a su suerte. Lospolíticos y militares responsables, viven en la impunidad bajoel manto protector del gobierno federal.

Con todo respeto a los muertos y deudos de un lado yde otro, compañeros, compañeras, esto se los comento paraque vean en manos de quién está la defensa de la soberaníanacional.

Finalmente, vaya un reconocimiento a la lucha indíge-na, que ha permitido la apertura de espacios democráticos ennuestro país, y un absoluto repudio al poder corrupto e insen-sible que nos gobierna.

Fragmentos de las palabras del poeta chiapaneco JuanBañuelos, quien fue integrante de la Comisión Nacionalde Intermediación, Conai.

En el año 2004 no hay más opciones intermedias, no hayizquierdas ni derechas, sólo pobrísimos y multimillona-rios. No existe más, en esta nueva confrontación, el tér-mino mediación: o se está a favor o se está en contra delos indígenas. Quiere el gobierno reeditar la batalla ideoló-gica y de medios de comunicación que bien maneja (ymejor que el PRI de hace una década), sin atender lascausas que lo originaron y sin reconocer como interlo-cutores a sus principales actores, los indígenas, porquesegún el gobierno ya no existe un conflicto armado.Pero al contrario, hoy el ejército mexicano es un actorpolítico, a veces visible otras veces invisible en la gue-rra de Chiapas, y si crecen la tensiones en la región y anivel internacional, no nos extrañe la influencia de losmilitares norteamericanos en la estrategia y acción denuestra armada, como está sucediendo en otros países,no vaya a ser que los indígenas mayas sean convertidosen terroristas.

El colmo del cinismo y la sir-vengüenzada; uno de los militaresencarcelados estaba acusado de insu-bordinación causando la muerte alsuperior, se acercó a que lo asesorara,… me dio su expediente, al revisarlo,me percaté que al superior a quien lehabía causado la muerte aparecía enla lista de los condecorados.

Entonces, ¿cómo que caído encombate?

Al confirmar esta gran bajezade la autoridad militar me dio unagran rabia, por estar bajo el mandode una caterva de mentirosos y cri-minales. Durante el procedimiento,se aportó como prueba la pancartadel acuerdo presidencial que conde-coraba con gran pompa a los militares

En el 2004,ya no existe el

término mediación

Carretera San Cristóbal de las Casas-Rancho Nuevo,Chiapas, 3 de enero

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FABRIZIO LEÓN/LA JORNADA

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Según sabemos también, el Congreso de la Unión nosupervisa los presupuestos militares para la defensa nacional,menos sabe o intenta investigar de los grupos paramilitares yde las guardias blancas de los caciques chiapanecos o de otrogrupo civil militarizado. Si ya hay paz en Chiapas ¿qué espe-ran para actuar el señor Fox y el señor Salazar Mendiguchíaen el estado, para que regresen esos miles de soldados a suscuarteles?

Los mexicanos bien sabemos que es la continuacióndel racismo, de la corrupción y del despotismo del poder sinningún respeto a la dignidad humana. Este es el momento enque la sociedad civil debe actuar como ya ha empezado,creo, en Monterrey, para reforzar la iniciativa de los indíge-nas mayas que se inició hace diez años, para luchar contraun gobierno que está vendiendo nuestra soberanía al mejorpostor.

Cuando en las comunidades del sureste oímos frases,quejas, demandas, que se han vuelto trilladas para el gobier-no o que no las oye: “él me cortó la oreja izquierda”, “yo lequité el ojo derecho”, “él me sacó siete dientes”, “esos mili-tares violaron a mi hija”, “esos soldados le cosieron el culoa mis dos sobrinas”, “esos tipos quemaron nuestros culti-vos”, “él me cosió los labios para que no hablara”, “a ese lesaqué el corazón y se lo puse boca abajo”, “con su machete,aquél me sacó el hígado”, “me bebí su sangre”. Somos,somos todavía los huérfanos de Acteal, cuando oímos todoesto al recorrer las comunidades de los Altos de Chiapas,situación mantenida por militares y paramilitares gobiernis-tas, y descubrimos que en Chiapas la vida del hombre hadejado de ser la medida de la existencia y de que hay unaguerra, una guerra que el gobierno niega, argumentando que

la causa son “los conflictos interco-munitarios”, que son parte de la gue-rra de baja intensidad que elgobierno promueve.

En Chiapas se vive una tragedia,lo quieren borrar, pero aún así, paralos habitantes de la Selva y de losAltos de mi estado, el origen de lalibertad todavía está en la respiración,por eso luchan por la igualdad, el airees para todos y la libertad de respirares la primera acción notable de la dig-nidad.

Amigos de la sociedad civil deMéxico y del mundo, no temamos sertocados por lo desconocido, aprenda-mos a defender una y otra vez losderechos humanos de todo el país ydel planeta. En este momento sobretodo, no temamos tocar la carne inde-fensa del agredido, cuando nos mez-clamos entre la gente por una causajusta se pierde el temor al agravio ynace la comprensión por los demás.Amigos de la sociedad civil, hoy nostoca reiniciar lo que empezaron losindígenas. La aparición de la sociedadcivil ciertamente es enigmática, perode pronto nace donde antes no habíanada. Cuando un gobierno traicionala voluntad popular y vulnera los

Sin ser el factor único, el levantamiento del EZLN y su posterior evolución políticafavoreció la conciencia y la organización de muchos de los pueblos indios de México; faci-litó el surgimiento de una nueva conciencia en el país respecto a los derechos y significadode los indígenas; animó el crecimiento y la participación de la sociedad civil; retó a lasociedad política a buscar caminos nuevos; incidió en algunos de los pocos avances en lareforma del Estado. Hizo más visible la necesidad de transformación de la situación de lasinstituciones y de las relaciones sociales y económicas, evidenció las graves deficienciasdel sistema político mexicano y el largo camino que falta por recorrer para tener una demo-cracia digna. Exigió una respuesta responsable, todavía pospuesta, a las causas del conflic-to, por parte de los poderes del Estado. Cuestionó a las iglesias sobre su disponibilidadhistórica en la búsqueda de la justicia; puso en la palestra internacional el tema de los pue-blos indios y la denuncia del sistema neoliberal y sus consecuencias.

Samuel Ruiz, ex-obispo de San Cristóbal de las Casas,quien presidió la Comisión Nacional de Intermediación.

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Una democracia desde abajo

El EZLN, a fuerza de dirigirse a la sociedad civil, ha hecho deella un sujeto social, un actor político, un protagonista de acon-tecimientos nuevos. La sociedad civil ha devenido el principalespacio para la potencial expansión y transformación cualitati-va de la democracia, en países con regímenes formalmentedemocrático-liberales. Por ello, al dirigirse a la sociedad civil, elEjército Zapatista está indicando el espacio donde se encuen-tran las mayores posibilidades de democratización del país.

La idea de democracia elitista está emparentada más conla noción de mercado que con la de ciudadanía. En ella la socie-dad civil está integrada por votantes, esto es, por consumidorescautivos, y los partidos políticos desempeñan el papel deempresarios que ofrecen personal distinto en cada elección,previamente seleccionado por ellos. En el modelo elitista, lademocracia se agota en el voto y a partir de ese momento lasociedad civil no vuelve a interesarle a los líderes políticos. Aesta concepción de democracia de las élites, para las élites ypor las élites, el EZ propone una propuesta de conceptos articu-lados que combina democracia social, democracia directa,democracia participativa, y democracia representativa, enotras palabras: los zapatistas proponen una democracia desdeabajo, desde las comunidades indígenas y los poblados rurales,desde los barrios y las colonias, desde los sindicatos y las orga-nizaciones urbanas, desde los grupos ciudadanos y las ONG, osea, una democracia del pueblo, de la sociedad civil.

Dra. Paulina Fernández, politóloga.

derechos, las calles, todas las calles,adquieren una sola dirección, la direc-ción espontánea del pueblo reunido ysu crecimiento es la primera carac-terística de ese pueblo reunido, por-que la Nación no soporta más engañoni miseria.

Por ultimo, que debió ser el pri-mer punto en esta conmemoración delos diez años de la erupción volcánicaindígena, el poder económico sigueen manos de la oligarquía y de lapotencia del norte, la pobreza aumen-ta en México y en el mundo, por lotanto, la sociedad debe transformar suacción mas allá de lo partidos políti-cos, en luchas de liberación nacionalen contra de las oligarquías con apa-riencias de legitimidad y combatien-do el totalitarismo imperialista delseñor Bush y sus limpiabotas en Amé-rica Latina. Empecemos amigos, porfavor, por descubrir dentro de lasociedad civil una ética política de losmexicanos y hagamos entre todos unproyecto auténtico de Nación, todos,todos juntos. Esas son mis palabras,gracias.

Pero el EZLN hizo mucho más, y de lo mucho que hizo queremos destacar dos triunfospara el camino de la humanidad. Organizó el primer movimiento de los pueblos llamadosetnias, o considerados como minorías étnicas, o conocidos como “nacionalidades”, el pri-mer movimiento mundial de los pueblos indios por un mundo mejor en que prive la demo-cracia, la justicia y la libertad. E hizo otra aportación más, también de carácter mundial:con los Caracoles esbozó la práctica de un gobierno que es potencialmente mucho más queregional, mucho más que nacional o continental. El 6 de julio de 2003 anunció el fin de losAguascalientes, esos magníficos foros de discusión de lo universal y lo local, y su sustitu-ción por los Caracoles, nuevas estructuras de poder regional hechas para fortalecer lasautonomías de pueblos que antes estaban separados y que se unen a fin de decidir sobre sudestino en materia de educación y cultura, de alimentación y vivienda, de salud, seguridady “buen gobierno”, proyecto que llevan a la práctica hoy en una región de Chiapas, y quemañana otros y otros y otros más llevarán también a la práctica en distintas partes de Méxi-co y el mundo, con las más variadas aportaciones de los pueblos indios y no indios, minori-tarios y mayoritarios, sean de los países periféricos o centrales.

Dr. Pablo González Casanova,investigador universitario, quien fue también integrante de la Conai.

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Mensaje enviado al Encuentro “El zapatismo y la sociedadcivil” por José Saramago, Pilar del Río, Eduardo Galeano,Danielle Miterrand, Manu Chao y Ramón Chao:

La tierra se nos rompe por muchos sitios. A las terriblescatástrofes naturales que asuelan regiones enteras hayque sumar las que causan algunos hombres ante elsilencio pavoroso de tantos otros: éstas, las evitables,pretenden reducirnos a todos a la condición de siervosy a la más espectacular de las sumisiones. El poder hacomprendido que sembrando miedo controla hombresy pueblos, economías y beneficios. Nos quieren insta-lar en la era de la resignación silenciosa, del acata-miento de sus injustas leyes, en la decrepitud de unsistema que para persuadir tiene que utilizar el pánicoy la amenaza sistemática ante la falta de otros argu-mentos.

Sin embargo, no todos los hombres han bajado lacabeza ante las patrañas del poder: los zapatistas, quehace diez años nos mostraron que México y el continen-te americano eran mayores de lo que oficialmente seenseñaba y nos querían hacer creer, están ahí, y hoy,como hace años, son un ejemplo de que la insurgenciaes posible, de que no todo está perdido.

Los hombres y las mujeres que en Chiapas empe-zaron a hablar para asombro de quienes tenían planifi-cado el decenio, hoy tienen existencia y voz ante elmundo, son ellos y por ellos, y está lección sostenida nopuede acallarse. Porque la tierra se rompe cada día pormuchos sitios, sí, pero en algunos se construye.

Ojalá que el silencio que quierenimponernos no ahogue la voz de losindígenas zapatistas, de los pueblosque luchan. Ojalá que los demás, losque estamos fuera, no perdamos lacapacidad de oír, entender, colaborar,agradecer. Como humildemente agra-decemos diez años después.

Tal parece que las luchas de los explotados y oprimidos no han servi-do para nada. Es precisamente esto lo que los poderosos nos quierenhacer creer. Y no es cierto… Veo el enorme papel que desempeña elEZLN, la repercusión mundial de su actuación, en un momento enque los poderosos quieren hacernos creer que ya se acabó la historia,que ya no hay posibilidad de pugnar por un mundo de todos y paratodos. Ahí veo y saludo el gran mérito del EZLN, con sus 20 y 10años de lucha, con su fuego y su palabra.

Juan Brom, investigador universitario.

La tierra se nos rompe

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Ocosingo, Chiapas, 4 de enero de 1994 FERNANDO CASTILLO

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que son grupos terroristas además,que son unas cuantas personas que notienen base social. Ejemplos clarosque los puedo dar: desde el 1 de enerode 1994, los medios de comunicación,algunos publicaban la verdad, perotambién hubo otros quienes inventa-ban mentiras y así mal informaban ala gente y diciéndonos que nosotrosno somos mexicanos, que somosextranjeros, que somos un grupoterrorista. Y ya más después aquí en loaños más adelante del 1 de enero tam-bién empezaban a informar, a decir enlos radios, en la televisión, en losperiódicos, en las revistas, que ya loszapatistas ya se murieron, que ya noexisten, que ya no tenemos credibili-dad, que ya no tenemos base social,que el subcomandante Marcos ya estámuerto, que ya se murió, que loscomandantes David, Tacho y otroscomandantes que ya se rajaron, queya están trabajando pues su tierra,

El sistema de televisión intergaláctica, presenta al compañeroInsurgente Adolfo del servicio de transmisiones del EjércitoZapatista de Liberación Nacional, en la mesa “Zapatismo ymedios de comunicación”.Buenos días, buenas tardes, buenas noches. Hermanos y hermanas de México y del mundo:

Soy el Insurgente Adolfo del servicio de radio transmi-sión, también soy locutor de Radio Insurgente allá de la zonaselva fronteriza. Nosotros los de Radio Insurgente es nuestrodeber recordarles a los trabajadores de los medios de comuni-cación del planeta tierra que nosotros los zapatistas luchamospor el derecho a la información. Esto es una de nuestras trecedemandas.

Sabemos muy bien que los malos gobernantes tratan decomprar a los medios de comunicación para que informenmentiras y oculten la verdad, beneficiando al poder del dine-ro. Por eso, les pedimos a los medios de comunicación que nose dejen de comprar, que ya es tiempo de hablar e informar laverdad, lo que sucede en México y en el mundo. Por ejemplo,las luchas por la libertad que se hacen en otros países pobres.En estas luchas por la libertad que se hacen en otros rinconesdel mundo, no lo informan toda la verdad. En la radio, la tele-visión, el periódico, comienzan a publicar de una maneramuy diferente, diciendo que no son luchas revolucionarias,

E Z L NE Z L N20 y10Habla el Insurgente Adolfo

Carretera San Cristóbal de las Casas-Rancho Nuevo, Chiapas, 3 de enero de 1994 FABRIZIO LEÓN/LA JORNADA

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dedicándose a la producción, que yadejaron a un lado la lucha zapatista.Esto ustedes lo saben muy bien, a losque lo hicieron que esto es una menti-ra, son cosas falsas pues, que preparael mal gobierno junto con los mediosde comunicación como para despres-tigiar al EZLN.

Por eso hoy les hacemos un lla-mado a todos los trabajadores de losmedios de comunicación: que trabajenpor el interés del pueblo y que no tra-bajen por el interés del gobierno —porque todo esto lo hacen porque soncomprados y son controlados por elmal gobierno—, y así serán queridosporque van a publicar, van anunciarnoticias de la situación real sin inven-tar ni ocultar nada, absolutamentenada. Así serán bienvenidos en todaspartes. Estoy haciendo este llamado alos medios de comunicación: la radio,la televisión, la prensa y los otrosmedios que existen, que ya es tiempode hablar la verdad y no inventar másmentiras.

Nosotros los de Radio Insurgentedecimos cosas reales, publicamoscosas que le interesan a la gente, que lesirvan para desarrollar su mentalidad ysu pensamiento, que ayuden pues adesarrollar en todo tipo de pensamien-to que ellos quieran pensar para hacersus trabajos. Allá donde yo trabajo enla zona selva fronteriza, pues realmen-te el programa en que yo trabajo a lagente le ha gustado muchísimo, por-que hablamos no sólo de los zapatistas,hablamos de las diferentes organiza-ciones o partidos políticos y de lasdiferentes comunidades zapatistas yno zapatistas. Sabemos muy bien que ala gente el programa donde trabajo lesha gustado muchísimo. Hasta los sol-dados también comentan de que qui-sieran pues que trabaje RadioInsurgente las 24 horas, que no sola-mente por horas que esté trabajando; y

también a los soldados hemos enviado mensajes para ellosespecialmente, también canciones revolucionarias que lesdedicamos a los soldados para que se den cuenta de la situaciónreal, que ellos también están sometidos sólo por ganar dinero,mientras su familia también quiere la liberación; que tambiénellos son pobres.

Aunque ahorita allá donde yo trabajo en la zona selvafronteriza, en las montañas, los pueblos y los animales, lasaves, los tigres, los changos, etcétera, están de luto, porque eldía 4 de octubre del año 2003, como a las 21 horas empezaba allover y entre relámpagos y rayos, pues le tocó la desgracia alos aparatos de Radio Insurgente. Entonces la causa de su des-gracia y de su muerte de los aparatos de Radio Insurgente, queen esos momentos fue porque un rayo persiguió un radiocomunicación, impactando sobre la antena y pasando sobre elradio, también las instalaciones de Radio Insurgente le tocó; osea, todos los aparatos quedaron totalmente quemados y esto losentimos mucho, porque los pueblos realmente ya estabanacostumbrados de escuchar Radio Insurgente; ya saben exacta-mente qué hora iniciamos y qué horas terminamos. Entoncestodos los días sábado y domingo estaban totalmente pendien-tes, porque esos días transmitíamos nosotros en la zona selvafronteriza. Porque realmente Radio Insurgente —comentan loscompañeros y no compañeros—, es diferente que otras esta-ciones, porque todo lo que hace Radio Insurgente en otras esta-ciones no se escucha, ahí no pasa ese tipo de programa. Porqueeste es un programa que está interesado para el bien de todoslos hermanos y hermanas que viven en el planeta tierra. Elúnico problema es que no logramos llegar, mandar nuestraseñal en todo el mundo, pero adonde llegaba, sí hicimos todo loposible para hacer que se alegre la gente, porque ustedes sabenque nosotros los zapatistas estamos en resistencia, estamos enguerra. Pero cuando escuchas una música en un radio que televanta el ánimo, entonces, también nos ayuda muchísimo yeso es lo que hacía Radio Insurgente y, es ahí como entoncesdesgraciadamente ahorita, pues no está funcionando ahí en esazona lo que es Radio Insurgente.

Pero no se pongan tristes, ya conseguimos otro aparato yvamos seguir transmitiendo lo que quedó pendiente. En eseradio donde transmitíamos allá por la zona selva fronteriza erala frecuencia del 99.7 mega hertz en FM, entonces de todo estono nos hace rendirnos, no le tenemos miedo de lo que sea de lamuerte, de por sí todos somos unos pasajeros en este mundo.Pero lo más importante es morir luchando y no rendirse jamás.Dondequiera que nos sorprenda la muerte bienvenida sea.

Esto fue la voz de Radio Insurgente que transmite desdealgún lugar de las montañas del sureste mexicano, graciashermanos y hermanas.

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E Z L NE Z L N20 y10

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Habla la Insurgenta Angelina

Rancho Nuevo, Chiapas, 14 de febrero de 1994 EMILIANO THIBAUT

Los Altos, Chiapas, febrero de 1994 ANTONIO TUROK

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El Sistema Zapatista de Televisión Intergaláctica presenta ala compañera Insurgenta Angelina, del Servicio de Transmi-siones del EZLN en la mesa zapatismo y medios de comuni-cación.

Muy buenos días, buenas tardes y buenas noches.

Hermanas y hermanos de México, soy una compañeraInsurgenta Angelina, soy locutora de la Radio Insurgente,que transmite desde algún lugar de las montañas del surestemexicano. Es un trabajo en la Radio Insurgente, pues cuan-do iniciamos la transmisión así con el enchufe muy pobre,no tenemos buenos equipos pero sí sirve para el pueblo. Yadespués fue mejorando poco a poco y como yo, como mujer,soy locutora, ni conozco ningún equipo, ni una grabadorita.Ya después iba aprendiendo poco a poco, pues espero que sívoy a valer mi trabajo y sirve para el pueblo. Entonces comoahorita trabajamos más y ahorita escuchan varias personas:escuchan los zapatistas o no zapatistas, hasta los soldados ytienen volumen en sus radios, les gustan las canciones revo-lucionarias, músicas tradicionales y otras canciones tam-bién como cumbias, tropicales, todas las transmitimos,también de amores y esas sí les gustan a los muchachos, losjóvenes. Y es la que solicitan cuando mandan sus saludos,hasta mandan sus saludos a sus novias a Radio Insurgente yse alegran bastante escuchando todos los días. Hasta llegan20, 25 saludos; saludan a sus familiares, a sus mamás, a suspapás los que no están cerca ahí, y nosotros como locutor,locutora, transmitimos todos. Y así es la Radio Insurgente,como en otras radios estaciones no lo transmiten así, ni lopasan las canciones, ni lo pasan todos sus saludos, o sea,nada pues. En la Radio Insurgente sí lo pasamos todos, poreso a los compañeros zapatistas o no zapatistas les gustabastante. También lo producimos nuestro propio programa,lo editamos, lo armamos, hasta cuentos también los arma-mos, le ponemos ruidos o todo pues, lo que le conviene a uncuento.

Así trabajamos en la Radio Insurgente, y también traba-jamos un locutor cada día, y un locutor-locutora tiene queha-cer, tiene que buscar su canción, las complacencias, las quepiden los compañeros y compañeras. Y estamos así mezclan-do pues, como poner músicas, seleccionar las canciones,pasando saludos, pues así alegre.

Y esperamos también que ustedes así lo hagan; formensu radio que sirva para el pueblo, que no sea para el gobierno;es lo que queremos pues como indígenas. Y transmitimosnoticias, son las mejores noticias pues, en la Radio Insurgenteno transmitimos como quiera, transmitimos donde son ciertos,

comunicados, demandas; todo lo quesucede en el pueblo sí lo transmiti-mos. Es así pues lo que hacemos en laRadio Insurgente, y también comomandan sus saludos y le pasamostodo en un día, hasta 20, 25 comodigo, los pasamos todos. Hasta pidensus canciones revolucionarias, can-ciones revolucionarias que les gustanbastante, hasta los priístas. Sí pues,así escuchan en la Radio Insurgente ypues por eso, me da mucho gustodecirles, contarles cómo trabajamos,y para que sepan también ustedescómo trabajamos, cómo nos organiza-mos. Y así trabajamos cada día, ytransmitimos quince horas cada día.La gente no quiere que lo apagamos latransmisión, quiere que esté así trans-mitiendo diario hasta en la noche,pues como tiene el horario y lo apaga-mos. Hasta el siguiente día otra vez setransmite, pues como ya saben quéhora inicia, qué hora se cierra, pues lagente también está… ya saben pues aque hora termina la transmisión. Puesasí, hasta mandan saludos al Subco-mandante Insurgente Marcos, y man-dan saludos a los niños chiquitos, ylas niñas también hasta mandan florespara él. Pues así les gusta muchísimo,hasta los comandantes, comandantasy mandan saludos y para que escu-chen pues sus saludos donde quieraque estén —dicen los niños—, esos símandan los saludos, pues los com-pañeros donde trabajamos en laRadio Insurgente.

Es así compañeros y compañe-ras. Me da mucho gusto de platicarleseste día, pues espero que sí estén muycontentos y alegres.

Muy buenas noches y buenas tar-des o buenos días. Pues me da muchogusto saludarles a todas y todos,muchísimas gracias por escuchar mivoz. Soy la compañera que soy Insur-gente Angelina. Muchísimas gracias.

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Algunas t e n d e n c i a s del

neoliberalismoSergio Rodríguez Lascano

Selva Lacandona, Chiapas, insurgentes zapatistas, 1994 ARTURO TALAVERA

Comandante Tacho, Guadalupe Tepeyac, Chiapas, agosto de 1994 ARACELI HERRERA

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Desde hace ya varios años se ha veni-do desarrollando una polémica —algunas veces implícita y otrasexplícitamente— para tratar dedesentrañar la lógica con la que fun-ciona esta nueva fase del capitalismo(neoliberalismo). No tanto a partir desus “grandes” paradigmas (limitacióndel papel del Estado, en especial en elterreno de la regulación; proceso deprivatizaciones; eliminación del Esta-do social o benefactor; desregulaciónde la fuerza de trabajo; etcétera), sinoen función de su ubicación en rela-ción con otras fases del capitalismo.

Esto ha generado una inflaciónde interpretaciones: la que planteaque el proceso de globalización de laproducción y del mercado generó unareestructuración productiva, políticay social que ya concluyó y, por lotanto, que lo que hoy estamos vivien-do es el surgimiento de un nuevoImperio, nada más que éste no tiene aningún Estado o grupo de Estadoscomo fuerza dominante sino a lanueva organización del capital(Negri-Hardt).

O la de aquellos que, reivindi-cando la vieja idea braudeliana delsistema-mundo, no consideran que seviva una nueva fase de la organiza-ción del capital y analizan lo que estápasando como una continuidad de esesistema-mundo (Walerstein, Arrighi).

O la de aquellos que consideranque el neoliberalismo no es otra cosaque el perfeccionamiento del sistemaimperialista y que las característicasesenciales de éste se mantienen comotales (Amin, Petras).

Esto no nos debería sorprendermucho; normalmente la teoría marchasiempre con retraso de las grandestransformaciones sociales.

El problema es trabajar con sis-temas cerrados que busquen la conse-cución de un nuevo concepto teórico,

acabado, cuando lo que se está viviendo es el fin de una erapero no está claro todavía el inicio de qué. O bien, fortificarnuestras ciudadelas para impedir que nada nuevo se cuele alinterior del castillo y simplemente repetimos las mismas con-cepciones, en una historia circular carente de novedad.

Quizá sería preferible ir despacio y, en lugar de caracte-rizar, tratar de desentrañar las tendencias fundamentales quehoy se están expresando en el marco de la dominación delcapital, siguiendo el método propuesto por los zapatistas: “Ennuestras reflexiones teóricas hablamos de lo que nosotrosvemos como tendencias, no hechos consumados e inevita-bles. Tendencias que no sólo no se han convertido enhomogéneas y hegemónicas (aún) sino que pueden (y deben)ser revertidas”1.

La declinación estadounidensey los ciclos del capital

En el marco del debate del que hemos hablado se ubica otro:en cada fase que ha vivido el capital ha existido una locomo-tora que ha jalado al resto del ferrocarril. El problema es quevarios de los teóricos que están escribiendo sobre la situaciónactual del capitalismo hacen énfasis en el proceso prolongadode declinación del imperio norteamericano, incluso algunosde ellos llevan treinta años repitiendo esta visión.

Efectivamente, si uno analiza los datos fríos del com-portamiento de la economía de ese país no habría duda en lle-gar a esa conclusión:

“En 1950, EEUU proveía la mitad del producto brutomundial, contra sólo el 21% actual. El 60% de la producciónmanufacturera en 1950 venía de EEUU, y en 1999 sólo el25%. La proporción de EEUU en el comercio —la parte demás rápido crecimiento en la economía mundial— era del24% en 2001, mientras la Unión Europea tenía el 23% —un40%, si se contaban las exportaciones intra-Unión Europea(…)

“De las cien mayores corporaciones del mundo en elaño 2000, evaluadas según sus inversiones extranjeras, 23eran americanas. Juntos, Alemania, Francia, Reino Unido yHolanda, con un producto bruto combinado, de siete déci-mos del de los EEUU, tenían 40, Japón tenía 16. Durantelos 1990s, la participación de las multinacionales de EEUUen las ventas al extranjero de las cien más grandes multina-cionales decrecieron del 30 al 25 %, y la participación delas compañías con base en la Unión Europea creció del 40al 46%.

“En el 2001, el 21% de los stocks mundiales de inver-sión directa eran norteamericanos, comparados con el 47%

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propias del capitalismo. Estamoshablando de todo lo que fue conocidobajo el nombre de “socialismo real”en el centro y el este de Europa, perono únicamente, sino también deChina. Un poco menos de una terceraparte de la humanidad ha sido reinte-grada a las leyes del mercadogenerándose un mercado mundialcapitalista como nunca antes se habíavisto. El resultado está a la vista: tansólo Alemania, hasta 1999, ha inverti-do 10,025 millones de euros en laindustria manufacturera de la Repú-blica Checa, Hungría, Polonia, Eslo-vaquia, Rumania, Bulgaria y laex-Yugoslavia; de los cuales 3,071están destinados a la industria auto-motriz. Con una mano de obra de 341mil obreros, de los cuales 68 mil estánubicados en la industria automotriz, el75 por ciento de los cuales —conexcepción de Polonia— son exporta-dos hacia Europa occidental. El otroejemplo lo podemos ubicar en Chinadonde la inversión japonesa pasó de 5mil millones de yenes en 1985, a 159mil millones de yenes en el 20013. Sibien en un inicio una buena parte delas inversiones fueron destinadas a laproducción de bicicletas, desde hacecinco años estamos viendo cómo esainversión se diversifica, incluso haciasectores claves como la industriaautomotriz. China es ahora el merca-do más grande, afuera de Alemania,de los automóviles Volkswagen. Siuna de las características fundamenta-les que permiten los reascensos de laeconomía capitalista es la transforma-ción de las relaciones no capitalistas(precapitalistas o poscapitalistas) enfunción de la relación trabajo asala-riado-capital, como nunca antes en lahistoria del capitalismo eso ha sucedi-do en los últimos diez años y, sinembargo, eso no ha repercutido en unnuevo ciclo del capital.

de 1960. Durante 1996-2001, el 17% de toda la nuevainversión directa en el exterior vino de EEUU y el 16% deGran Bretaña; juntos, Francia, Bélgica y Luxemburgotenían el 21%.

De las 25 grandes fusiones y adquisiciones (M&As) enlos EEUU en 1998-2000, cinco fueron capturadas por multi-nacionales extranjeras (tres británicas, dos alemanas). De lasveinte mayores corporaciones comprometidas en M&Asinternacionales entre 1987 y 2001, sólo dos fueron norteame-ricanas (General Electric y Citigroup)”2.

Sin embargo, esta declinación se da en medio del mayordominio hegemónico que se haya expresado en la historia delcapitalismo. Efectivamente, en el terreno de la competenciaeconómica, la caída del Muro de Berlín liberó a los grandescapitales de las viejas ataduras y se inicio una lucha sin cuar-tel por los mercados. La inexistencia de una locomotora quejale al conjunto de los vagones está íntimamente relacionadacon la inexistencia de un “nuevo orden mundial”.

Esa inexistencia explica la otra inflación de interpreta-ciones sobre el ámbito de los conflictos: se inició con lavisión eufórica del “fin de la historia” (entendida como el findel conflicto), para pasar posteriormente a la “guerra de civi-lizaciones”, y llegar finalmente a la “guerra de globalizacio-nes”, entre otras. Desde luego, todas estas visiones tienencomo común denominador un interés particular de algunaagencia del gobierno norteamericano.

La realidad es, sin embargo, más compleja. La declina-ción del imperio norteamericano es quizá el elemento factualmás evidente, pero no es el único ni el más importante. Elhecho más significativo es que estamos viviendo una largafase de declinación mundial del capitalismo como tal, en loque tiene que ver con sus tasas de crecimiento, sus tasas deacumulación y sus tasas de ganancias. Si comparamos lastasas de crecimiento del capitalismo mundial veríamos cómoestamos lejos de los años de gloria. De 1914 a 1945 el creci-miento económico promedio de los países industrializadosfue de 2 por ciento, de 1945 a 1970 se viven los años doradosdel capitalismo y la tasa de crecimiento fue de 5 por ciento,mientras que de 1973 a la actualidad el crecimiento ha sido de1.8 por ciento.

La teoría de los ciclos largos de la economía tambiénestá en cuestión. Más aún si tomamos en consideración queuna serie de elementos fundamentales que siempre fueronvistos como la clave para el relanzamiento del ciclo económi-co se han cumplido:

a. La existencia de un proceso de reorganización delcapital a partir de la integración al mercado mundial capita-lista de una gigantesca región que no funcionaba con las leyes

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b. Una nueva reorganización deltrabajo. El proceso de flexibilizaciónlaboral para crear nuevos estándaresproductivos —por medio de la intro-ducción de la polivalencia y de la eli-minación de una serie de conquistasobreras y desde luego de un ataqueformidable al salario real de los traba-jadores—, junto con la puesta en piede una nueva división internacionaldel trabajo —que ha significado unproceso de dislocación de la fuerza detrabajo—, han sido los mecanismosesenciales para lograr un incrementosustancial de la tasa de explotación yla tasa de beneficio. En primer lugar,ese proceso de dislocación permitióque las trasnacionales crearan unaserie de fábricas de punta en variospaíses subdesarrollados. Los ejem-plos son variados: las fábricas de laFord en Hermosillo o de la GeneralMotors en Ramos Arizpe, Coahui-la; o las fábricas de bicicletas enGhana o en China; o las acereras enCorea, que generaron la crisis yquiebra de varias acereras en elEstado Español o en Francia; o lasfábricas textiles en China, noshablan de ese proceso.

Por otro lado, el mismo ClaudePottier nos da una serie de datosreveladores: mientras que en 1983las empresas trasnacionales conbase en los Estados Unidos conta-ban con 2,871,900 trabajadores, susfiliales en los países subdesarrolla-dos contaban con 1,357,700 traba-jadores. En el año 2000, estasmismas empresas contaban con2,904,500 trabajadores en EstadosUnidos —lo que significó un incre-mento de únicamente el 1.1 por cien-to—, mientras que la mano de obra deesas empresas en los países subdesa-rrollados fue de 2,162,900, lo que sig-nificó un incremento de 59.3 porciento4. La ansiedad por buscar mano

de obra barata para garantizar niveles de explotación másaltos ha significado el traslado de una buena parte de lasindustrias hacia países con niveles salariales muy bajos(México con salarios de 1.3 dólares la hora; el Caribe y Cen-troamérica con salarios de 1 a 1.5 dólares y más espectacular-mente China y la India con salarios de 60 centavos de dólar lahora). A pesar de ese proceso de sobreexplotación esto no seha traducido en un nuevo relanzamiento del capitalismo.

c. La introducción de nueva tecnología que acorte losprocesos productivos y sustituya el trabajo vivo por el trabajomuerto. La biotecnología, la informática, la ingeniería gené-tica, etcétera, junto con la nueva organización del trabajo hanacortado como nunca los tiempos de producción de las mer-cancías. Muchas veces nos encontramos con inventos que nisiquiera tienen el tiempo suficiente para su introducción alproceso productivo, porque en el ínterin entre su creación yaplicación se descubren otros más avanzados. Como nunca laciencia y la educación están subordinadas a los procesos pro-ductivos, haciendo realidad las palabras de Federico Engels,cuando dijo: “Hasta ahora se ha alardeado de lo que la pro-ducción le debe a la ciencia pero es infinitamente más lo quela ciencia le debe a la producción”.

d. Y el punto esencial en los análisis de los ciclos queplanteaba que la fase creciente del capitalismo solamente sepodía explicar en función de grandes derrotas de los trabaja-dores, en especial de los que estaban en el centro del proce-so productivo. Estas derrotas se produjeron, no sólo en loque tiene que ver con la caída del muro de Berlín (no porqueañoremos a esos viejos regímenes dictatoriales sino porque

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Bases de apoyo zapatistas, Chiapas, agosto de 1994 ARACELI HERRERA

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Pues bien, a pesar de todo estono se ha podido desencadenar unanueva fase de crecimiento generaliza-do de la economía capitalista y muchomenos la edificación de un nuevoorden mundial. Creo que las causasson muy variadas:

a. Por un lado, todo ese impre-sionante proceso de reestructuraciónproductiva está limitado por lamisma esencia de esta fase del capi-talismo. Atrás se encuentra un típicoproceso de sobreacumulación y desobreproducción de mercancías. Unejemplo claro lo podemos observaren el sector automotriz. Como yaseñalamos, la dinámica de creación

de fábricas de automóviles se haextendido por todo el mundo, enespecial hacia Europa del este yChina. Sin embargo, este sectorclave para el crecimiento económicopor su carácter multiplicador vive,desde 1990, un incremento que notiene comparación con la crecienteinversión. De 1961 a 1970 el creci-miento de este sector fue de 6.2 por

el muro se cayó aplastando a millones de seres humanos, enespecial a los trabajadores del campo y la ciudad), sino tam-bién en lo que tiene que ver con las condiciones de vida delos trabajadores de todo el mundo. La reorganización deltrabajo ha implicado la pérdida de una serie de conquistasde los trabajadores en el terreno salarial, contractual y en lavida cotidiana (seguridad social, servicios, habitación, edu-cación, etcétera). La ofensiva global del capital no fue para-da en su momento y esto ha significado una afectaciónglobal a los trabajadores y a los pobres del mundo. Simple-mente pensemos en ejemplos como la situación social en losEstados Unidos: “A nivel social, sin embargo, el sueño nor-teamericano, lejos de recuperarse, ha dado paso a una socie-dad más dividida social y racialmente. El 1 por ciento de lapoblación recibe el 12.2 por ciento de los ingresos y contro-la el 34 por ciento de la riqueza; el 9 por ciento siguiente, el21 por ciento de los ingresos y posee el 34.7 por ciento de lariqueza; mientras que el 90por ciento restante (y hayque tomar en cuenta que elpeso del tercio superior esdeterminante) sólo recibeel 66.6 por ciento de losingresos y posee el 31.3 porciento de la riqueza. Si seaplica el índice Gini —elíndice Gini mide la desi-gualdad, de 0 (igualdadabsoluta) a 1 (todo enmanos de una única perso-na)— el resultado es de0.496 para la renta y 0.366para el patrimonio (…). El12.7 por ciento de la pobla-ción de los Estados Unidosvive por debajo del índicede pobreza absoluta, cifraque llega al 36.7 de todoslos niños negros y el 34.4 de todos los niños hispanos”5.

La búsqueda por los salarios bajo no sólo ha significa-do un proceso de sobreexplotación de la mano de obra delos países pobres, sino un empobrecimiento absoluto de lostrabajadores de las grandes metrópolis. A esto hay que agre-gar el persistente y constante proceso de integración a lalógica del capital y la construcción de la gramática de laresignación de la inmensa mayoría de la izquierda mundial:de Blair a Lula, de Jospin a Fernández Huidobro, deSchröeder a López Obrador.

Selva Lacandona, Chiapas, 1994 ÁNGELES TORREJÓN

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ciento anual en promedio, mientrasque de 1990 a 2000 el crecimientofue de únicamente 1.3 por ciento y deesa fecha a la actualidad se ubica pordebajo del 1 por ciento. Esto a pesarde que se producen más automóvilesque nunca. Así, por ejemplo, se cal-cula que entre 2003 y 2006 llegarán alos Estados Unidos 708 mil nuevosautomóviles de las fábricas trasna-cionales de Asia, lo cual incremen-tará el ya de por sí alto número deautomóviles que no se venden en esepaís. Se calcula que de los 16 millo-nes de automóviles que año con añollegan al mercado norteamericano, 4millones no son vendidos; lo que

implica una sobrecapacidad del 25por ciento6. En la revista The Econo-mist, imposible de ser acusada deanticapitalista, se señaló lo siguien-te: “Debido a la enorme sobre inver-sión, especialmente en Asia, elmundo está saturado de sobrecapaci-dad productiva de chips para compu-tadoras, acero, coches, textiles yproductos químicos (…) la industria

automovilística, por ejemplo, tiene ya una capacidad no uti-lizada del 30 por ciento, pero se siguen construyendo nue-vas fábricas en Asia (…) No parece que este exceso decapacidad vaya a desaparecer rápidamente, porque lasempresas con problemas financieros siguen teniendo incen-tivos para mantenerse en funcionamiento, incluso con pér-didas. El exceso de oferta mundial está empujando a la bajade los precios. La devaluación no puede desaparecer lasobreproducción, simplemente traslada el problema aotros”7. Los incentivos de los que nos habla esa revista tie-nen que ver con los procesos de corrupción que los gobier-nos de todos los países llevan a cabo para favorecer a tal ocual empresa, partiendo de la idea de que el incremento enla competencia lo que ha creado es la idea de que no sepuede abandonar el mercado, a lo más que se puede llegar esa la dislocación de la fábrica de un país a otro para buscarmejores condiciones y mejores “incentivos”.

b. La burbuja finan-ciera, desde hace ya algu-nos años, comienza a ser ungrave problema del capital.La autonomía del capitalrentista creó la imagen deque lo que se estaba vivien-do era un nuevo ascensodel capitalismo mundial.Aún más tomando en con-sideración que el procesode privatizaciones que sevivió en el ámbito interna-cional favoreció el desarro-llo de la burbuja financiera.Sin embargo, se trataba deun gigante con pies debarro. Ya con la crisis deMéxico en diciembre de1994, o del sudeste asiáticoy Rusia en 1997, pero más

claramente en el crash del Nasdaq (índice que mide lasacciones de lo que se ha llamado pomposamente como la“nueva economía”, o sea los sectores productores de altatecnología) en el año 2000, la crisis comenzó a desplazarsehacia los Estados Unidos y las metrópolis europeas.“Entiéndase que la reproducción ampliada del capital y laacumulación se hacen más lentamente, pero no el movi-miento de centralización y concentración del capital. Favo-recidos por las políticas de liberalización, de desregulacióny de privatizaciones, los grandes grupos industriales han

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Subcomandante Insurgente Marcos, 17 de noviembre de 1994,Guadalupe Tepeyac, Chiapas

JESÚS RAMÍREZ

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En cuanto a una teoría sobre elcapitalismo actual, la cuestión es queel proceso es todavía muy inicial.Sacar conclusiones terminantes ydefinitivas no sólo es apresurado, sinoprofundamente equivocado. Elmundo se mueve en medio de unagran inestabilidad; las certezas deayer se muestran como limitadas y almismo tiempo no es posible sacarconclusiones finales. Más aún sitomamos en consideración que, comonunca, la teoría del derrumbe delcapitalismo por sus propias contradic-ciones internas es totalmente ilusoria.Efectivamente, lo abrumador de ladinámica y de estas tendencias nospuede llevar a buscar refugio enteorías pasadas o a la búsqueda denuevas, que cuentan con una cargaideológica profunda pero que noresisten la prueba de los hechos. Espreferible tener una paciencia impa-ciente. En tanto entendamos que elmovimiento antagónico al capitalestá, todavía, en una fase inicial. Lomás probable es que de los nuevosconflictos y las nuevas movilizacio-nes salgan las herramientas teóricasno sólo para elaborar una teoría, sinopara algo más trascendental: cambiaral mundo.

Notas:1.Subcomandante Insurgente Marcos: “Elmundo: Siete pensamientos en mayo del2003”. Revista Rebeldía No 7.2. Richard B. Du Boff: “La hegemonía deEEUU: declinación constante y peligro perma-nente”. Monthly Review. Traducción de F.García M. para Globalización, Sociedad yCultura.3. Claude Pottier: “Les multinationales et lamise en concurrente des salaries”. EditorialL’Harmattan 2003.4. Claude Pottier: (ídem.).5. G. Búster: “My name is Dubya and I’m myfather’s son”. Viento Sur No 55.6. The Economist: “The world in 2004”.7. The Economist: 22 de febrero de 1999.8. Francoise Chesnais: Herramienta No 23.9. Subcomandante Insurgente Marcos: “Otrageografía” Revista Rebeldía No 5.

podido retrasar el momento en que los efectos de la baja tasade acumulación se hagan sentir. Las quiebras espectacularesque se suceden en los Estados Unidos deben ser considera-das a la luz de este hecho (…) Para estimular la cotizaciónbursátil de sus empresas, los dirigentes de los grandes gru-pos norteamericanos no han vacilado en endeudarse y ocul-tar la magnitud del endeudamiento para inflar sus gananciastrimestrales. Lo hicieron con la activa complicidad de losbanqueros, analistas financieros y auditores de cuentas ycon la complicidad activa de los organismos reguladores.Una especie de gangrena relacionada con el carácter rentistade las finanzas recorre a los Estados Unidos”8. Con el casode Parmalat y Danone es obvio que el asunto no se restringea los Estados Unidos. La captación bursátil que fue vistacomo un motor de la economía capitalista se está convir-tiendo, poco a poco, en uno de sus mayores problemas. Laposible conjunción de una fuerte recesión productiva con uncrash financiero se plantea como una de las posibilidadesviables de esta nueva fase del capitalismo. En ese escenario,quien menos pinta es el viejo Estado-Nación.

c. Todo esto en medio de una competencia a rajatabla delas diversas empresas trasnacionales. Esa competencia noapunta a un nuevo orden mundial, sino a un gran desorden.Los mecanismos regulatorios, tanto nacionales como interna-cionales, evidencian su total incapacidad. La OrganizaciónMundial del Comercio ha fracasado constantemente en llegara una serie de acuerdos mínimos que permitan la creación deuna lógica interna. El mundo se asemeja más al paisaje previoa la primera guerra mundial que al bucólico que intentódiseñar George Bush a principios de los años 90.

Frente a esta dinámica, en esta fase del capitalismo seestá utilizando la guerra como el mecanismo de definiciónde los procesos. La guerra busca solventar las contradiccio-nes en el seno de los grandes capitales (de eso se trata laguerra en Afganistán y en Irak; responder a la pregunta:¿Qué empresas o grupos de empresas controlan las reservasestratégicas del petróleo y del gas?). Y también, de unamanera fundamental, es una guerra contra la rebeldía, lainsumisión, contra el “otro”. “En las épocas modernas elEstado Nacional es un castillo de naipes frente al vientoneoliberal. Las clases políticas locales juegan a que sonsoberanas en la decisión de la forma y altura de la construc-ción, pero el Poder económico hace tiempo que dejó de inte-resarse en ese juego y deja que los políticos locales y susseguidores se diviertan… con una baraja que no les pertene-ce (…) En la nueva Torre, la arquitectura es la guerra al dife-rente, las piedras son nuestros huesos y la argamasa nuestrasangre”9.

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Luis de la Peña Martínez

la rebelión discursiva del zapatismo

La voz alzada:

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Bases de apoyo zapatistas, primero de enero 2003, San Cristóbal de las Casas, Chiapas YAZMÍN ORTEGA CORTÉS

Aguascalientes de Guadalupe Tepeyac, Chiapas, agosto de 1994 RICARDO DENEKE

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priísta de Zedillo y, luego, el panista de Fox) habrían deseguir.

Así, el Hoy decimos: ¡Basta!, se convirtió lo mismoen un llamado fraternal y combativo a los muchos mexica-nos que se encontraban en desacuerdo con el gobierno deSalinas de Gortari y el sistema político que representaba,pero además se hizo a nombre de esos muchos. Se levantóla voz de unos para hablar (más que gritar) en voz alta por,para, y a esos muchos. La insurrección iniciada el 1 deenero de 1994 en Chiapas, aparte de ser un levantamientoarmado, fue, y ha sido desde esa fecha, una insurrección delas palabras. Una rebelión contra el orden discursivo impe-rante en el ámbito sociopolítico de México. La toma delpoder de la palabra por aquellos a quienes durante muchosaños les había sido negada la posibilidad de usarla paramostrarse ellos mismos como sujetos “de palabra” (así

como durante la época dela Conquista se discutía silos indígenas eran sujetosde “razón” y, por tanto,susceptibles de ser evan-gelizados). Los indígenaschiapanecos del EZLN,más que decir que se“empoderaron“, se “empa-labraron” (si se me permi-te acuñar este otrocacofónico neologismo).

Y desde entonces, elzapatismo ha ido definien-do su voz junto a otrasvoces. Ha creado un len-guaje propio y diferente ala vez, porque ha sabidoconjugar la multiplicidadde las voces (en ocasiones

discordantes) de distintos sectores y agrupaciones en supropio discurso.

Tal es el caso del vocero (o portavoz) de la Comandan-cia del EZLN, el Subcomandante Marcos, quien en sus dis-tintos textos ha llevado a través de su voz la voz de los otros.¿Quién habla (y escribe) en realidad bajo el seudónimo deMarcos? ¿Un único sujeto que algunos identifican con unprofesor de filosofía? ¿A quién pertenece esa voz enmascara-da? Las “máscaras discursivas” de Marcos, como por ejem-plo esos personajes como El Viejo Antonio y Durito, ¿aquiénes representan? Ya que de eso se trata, precisamente: dela representación de los otros por medio de un tipo de discurso

La insurreción de laspalabras y las muchas vocesdel zapatismo

Desde su irrupción en enero de 1994,el movimiento zapatista ha generadoun proceso de producción discursivava-riado y prolífico. De este modo,una de las características del discursozapatista es su heterogeneidad, estoes, la diversidad de sus orígenes, porlo que tendríamos que referirnos a sus“mu-chas voces”. Ya en la PrimeraDeclaración de la Selva Lacandona(en realidad, una declaración de gue-rra en contra del gobierno de Carlos

Salinas de Gortari) firmada por laComandancia General del EZLN, sehablaba en nombre de los millones deexplotados y desposeídos del país.

Todo esto en el marco socioeco-nómico que representaba el ingresode México al Tratado de LibreComercio con Estados Unidos yCanadá, con lo que se daba inicio alproceso de “globalización” de nuestraeconomía y a las políticas “neolibera-les” que los gobiernos (primero, el

Guadalupe Tepeyac, Chiapas, octubre de 1994 MARCO UGARTE

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“polifónico”, donde la voz del “autor” se entrecruza con la desus personajes, o donde su voz es la de uno más de esos per-sonajes. Es la de Marcos, en su anonimato (o seudoanonima-to) una palabra multiplicada, amplificada, que aunqueparezca hablar a nombre propio (como lo indica su firma alfinal de los textos), en verdad funciona como otra voz más enese coro de las muchas voces.

Red, malla o tejido de voces que conforman la textu-ra, o sea, el entramado o trama de los textos. Como esa redque el zapatismo ha ido tejiendo de a poquito (paciente otestarudamente, como se quiera ver) con las otras vocesque han sido convocadas por ellos para participar en lasdistintas acciones dialógicas como las Consultas Públicas(que hasta antes de las de ellos, nadie se atrevía a imple-mentar), las Convenciones Democráticas o los EncuentrosIntergalácticos, las Mesas de Diálogo, la creación de losAguascalientes o los Caracoles, o la asistencia a las mar-chas multitudinarias como la “Del color de la Tierra”,etcétera. Pluralidad discursiva que surge desde abajo ytransversalmente, y que busca, a través del intercambio dela palabra, llegar al acuerdo, a los acuerdos.

Con todo, la variedad discursiva del zapatismo es elresultado de una mezcla de distintos lenguajes (y de len-guas, por supuesto) que han dado origen a la aparición deeste singular fenómeno comunicativo y cuya combinatoriaparece obedecer más a una lógica de lo fragmentario ypolimorfo (como la lógica propia del deseo) que a lahomogeneidad autoritaria de la institución, para emplearun oposición señalada por Michel Foucault en relacióncon el funcionamiento de los discursos y sus mecanismosde control. En estos discursos el lenguaje de la política seacerca al de la literatura subversivamente, y viceversa: lasfronteras entre distintos “géneros discursivos” tienden adesaparecer. El lenguaje de los mitos y las leyendas seactualiza por medio de textos en los que lo oral y lo escritose empalman, así como éstos lo hacen con el lenguaje delos modernos medios audiovisuales. Y sin embargo, estasignificación dispersa y derramada que rebasa los límitesimpuestos a las formas y el sentido de los discursos, no esun mero capricho estilístico o de ornamentación, sino querepresenta una actitud madura hacia las implicaciones ylas consecuencias éticas y políticas del uso de los discur-sos no sólo como una forma de referencia a los hechos dela realidad social sino ante todo como una forma de trans-formación radical de esta misma realidad. Por lo que, másque descubrir la “eficacia de los discursos”, podemosdecir que el zapatismo ha entendido que hay que ponerlaen práctica.

Apalabrarse o dar (unaoportunidad a) la palabra:la concepción dialógica deldiscurso zapatista

La palabra es causa, medio y fin: apartir de ella, a través de ella y orien-tados hacia ella es que nos comunica-mos, es decir, formamos unacomunidad. La palabra es el puenteque nos conecta, que nos hace transi-tar de una a otra persona, de unacolectividad a otra. Somos un diálogoconstante, aun cuando monologamos,como M. Bajtín nos lo ha revelado, aldefinir a la palabra desde una pers-pectiva trans-linguística más quelingüística.

En nuestro léxico contamos conuna palabra que es utilizada tradicio-nal y popularmente para designar unaforma de compromiso o acuerdo ver-bal: apalabrar. Así, al dar nuestrapalabra, quizá el más preciado detodos los bienes (y el más peligroso,según la fórmula enunciada por Höl-derlin y retomada por Heidegger), noscomprometemos, que significa quehacemos una promesa a alguien o conalguien. Donar la palabra, darla enprenda, empeñarla, entregarla, endeu-darla, supone una relación de inter-cambio y reciprocidad. Doy mipalabra, recibo la palabra y devuelvola palabra de y a los otros (como loplantea el esquema propuesto porMarcel Mauss en su Ensayo sobre eldon). Me apalabro siempre con otro.Estoy de acuerdo, pacto, trato y con-trato con mi palabra y con la de otros(verbos compromisorios denominaráa éstos Austin, o comisorios, Searle).Por eso, los llamados Acuerdos deSan Andrés (nombre de la poblaciónchiapaneca donde se signaron dichosacuerdos el 16 de Febrero de 1996)fueron deshonrados por el gobiernofederal al faltar a su palabra. Y por

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largo de diez años de comenzada la insurrección que losdiera a conocer en todo el mundo. Han sabido que el diálo-go es un proceso complejo, que la simetría del diálogoimplica también, para decirlo con I. Lotman, su asimetría.O por lo menos, esa forma de simetría especular, como lallama el mismo Lotman, como la del verso palíndromo, o lade esa figura retórica preferida por el zapatismo como lo esel oxímoron, donde los contrarios se funden y el silenciohabla, la oscuridad brilla, las máscaras muestran y la resis-tencia es una forma de vida que hace de los zapatistas “sím-bolos vivientes”, que parecen encarnar a su modo lapropuesta de Pierce de que “todo símbolo es un enteviviente”.

La palabra como espejo o cristal, como materia refle-jante (y reflexiva) o refractora, o como Marcos escribe en suIntroducción a un texto titulado “El mundo: siete pensamien-tos en Mayo del 2003”, originalmente aparecido en la revistaRebeldía y publicado después por La Jornada:

“Conforme se van deteriorando los calendarios delpoder y las grandes corporaciones de los medios de comuni-cación titubean entre los ridículos y las tragedias que prota-goniza y promueve la clase política mundial, abajo, en elgran y extendido basamento de la Torre de Babel moderna,los movimientos no cesan, y aunque aún balbuceantes,empiezan a recuperar la palabra y su capacidad de espejo ycristal. Mientras arriba se decreta la política del desencuen-tro, en el sótano del mundo los otros se encuentran a sí mis-mos y al otro que, siendo, diferente, es otro abajo”.

Es el “excedente del otro”, para volver a Bajtín, quienen un “borrador”, conocido como “El hombre ante el espejo”afirmaba:

“Yo no miro al mundo con mis propios ojos y desde miinterior, sino que yo me miro a mí mismo con los ojos delmundo, estoy poseído por el otro”.

Y así más adelante del texto ya citado, Marcos señalarálas consecuencias de comprometer la palabra:

“Nosotros creemos que la palabra deja huella, las hue-llas marcan rumbos, los rumbos implican definiciones y com-promisos. Quienes comprometen su palabra a favor o encontra de un movimiento, no sólo tienen el deber de hablarla,también el de “agudizarla” pensando en sus objetivos. “¿Paraqué” y “¿contra qué” son preguntas que deben acompañar a lapalabra”.

Esto supone a su vez una crítica a eso que Marcos hadenominado, en un texto titulado “Otra geografía”, precisa-mente, como la “otra geografía de las palabras”, y en el que seindica el papel que los medios de comunicación juegan comoaliados del poder:

eso, los zapatistas han preferido envarias ocasiones el silencio que dialo-gar con quien no cumple con su pala-bra. O mejor dicho, con su silencio esque le responden.

Y así es como el zapatismo hahecho de su palabra (pero también desu silencio) no sólo un arma de luchasino además un motivo para la lucha.Los zapatistas nos han hecho ver y oír(sobre todo a quienes nos dedicamosa los estudios del discurso) el funcio-namiento de la palabra, las conse-cuencias y efectos de hablar, desimplemente hablar unos con otros.Cuestión en apariencia banal pero quesupone no pocos riesgos, tal como selo pregunta Foucault en su Orden deldiscurso: “…¿qué hay de peligroso enel hecho de que las gentes hablen y deque sus discursos proliferen indefini-damente?”

Y es el mismo Foucault quiennos recuerda que se puede hablar decualquier cosa y que no cualquiera lopuede hacer (“tabú del objeto, ritualde la circunstancia y derecho exclu-sivo o privilegiado de quien habla”llamará a esta tripleta de prohibicio-nes que controlan los discursos entoda sociedad). Como sucedió con lapolémica generada cuando los zapa-tistas y otros grupos de indígenasintentaban (y finalmente lo lograronel 28 de Marzo del 20001) hablar enla tribuna principal del Congreso dela Unión para defender la “Iniciativade Ley de los Derechos y la CulturaIndígenas” propuesta por la Cocopa(siglas de la Comisión para la Con-cordia y Pacificación), luego de unamarcha que recorrió parte del país,conocida como la Marcha del Colorde la Tierra.

¿En qué condiciones es puesposible dialogar? O mejor, cómo,con quién y para qué dialogar? Estolo han aprendido los zapatistas a lo

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“Las palabras cambian y también las imágenes (…)Hoy es en las portadas de las revistas, periódicos y noticierostelevisivos y radiales, que el dogma guarda la memoria de símismo en las hemerotecas, y se asegura de servir de coartadapara los continuadores de la pesadilla fundamentalista…”

“…las palabras cambian su geografía, no dicen ya loque dicen, sino lo que quieren ellos, los que son poder, quedigan”.

Es pues este el panorama discursivo al que se enfrenta elzapatismo: por un lado buscar el acercamiento con aquellosque buscan también desde sus propias realidades e interesesel cambio social que beneficie a los muchos, y por otra, laconfrontación con el discurso de esa minoría de poderosos ysus aliados ideológicos, todo ello, en diferentes espacios, quellevan de lo local y regional a lo nacional e internacional (yviceversa).

Sin embargo, lo anterior no implica un proceso sencilloy cómodo, donde la noción de “diálogo” estuviera definidadesde siempre, sino que se ha ido construyendo en la prácticacotidiana de los zapatistas, lo que no excluye tampoco erroreso conflictos con aquellos con quienes se intente o se ha inten-tado dialogar. Como ocurrió cuando bajo el lema de “Darleuna oportunidad a la palabra”, a propósito de la posibilidadde un debate entre Marcos y el juez español Baltazar Garzón,se propuso un encuentro entre los diferentes actores socialesy políticos del país vasco. Ni el debate ni el encuentro fueronrealizados, pero quizá esto sirvió para mostrar la forma comoel zapatismo ha buscado interlocutores incluso a nivel inter-nacional al solidarizarse con otros movimientos sociales,como es el caso de los piqueteros argentinos o los distintosmovimientos “globalifóbicos” (o si se quiere mejor llamarlos“altermundistas”) que luchan porque saben que “otro mundoes posible”, o por “un mundo donde quepan muchos mun-dos” para decirlo en lenguaje zapatista (o para decirlo tam-bién con el título del libro de John Holloway, por Cambiar elmundo sin tomar el poder). De este modo, el lema “Darle unaoportunidad a la palabra” (no exento de ecos lennonianos poraquello del Give peace a chance) podría significar: crear lascondiciones (subjetivas y objetivas) para poder apalabrarse yllegar así a acuerdos.

Y esto sucede hasta entre los mismos zapatistas y enrelación con quienes se han propuesto dialogar con ellos. Eldiálogo no ha sido fácil, aunque lo parezca. Porque parahablar unos con otros hay también que aprender a escuchar ya ser escuchado. Quizá ésta sea la lección que el zapatismo haaprendido y ha hecho aprender a otros. Lo que Marcos hadefinido como “el principal acto fundamental del EZLN”. Osea, el aprender a escuchar y hablar. Proceso que describe

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tanto con respecto a su vinculacióncon la “sociedad civil” como con lospueblos indígenas, en uno de los tex-tos de la serie de comunicados titu-lada “Chiapas: la treceava estela”donde se replantea la estrategia dediálogo de los zapatistas con las agru-paciones, en especial con las orga-nizaciones no gubernamentalesasistencialistas, que se han solidariza-do con ellos:

“Nosotros aprendimos a escu-char y hablar, al igual, imagino, que lasociedad civil. También imagino queel aprendizaje fue menos arduo paranosotros. Después de todo ése habíasido el origen fundamental del EZLN(…) ¿Cuánto tiempo tardamos en dar-nos cuenta de que teníamos queaprender a escuchar y después a

Subcomandante Insurgente Marcos, Guadalupe Tepeyac,Chiapas, octubre de 1994

MARCO UGARTE

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como las posibilidades que presupone todo diálogo (sea esteinterpersonal, intergrupal, intercultural o internacional) y quepermite cruzar o por lo menos rozar las fronteras semióticas,como las llama Lotman.

Y así es como Marcos nos detalla la forma como setoman los acuerdos entre los zapatistas, a propósito de lacreación de los “Caracoles”, que sustituyen a los “Aguas-calientes”: “…desde la curva más externa del caracol sepiensa en palabras como ‘globalización’, ‘guerra de domi-nación’, ‘resistencia’, ‘economía’, ‘ciudad’, ‘campo’,

‘situación política’ y otras que el borrador va eliminandodespués de la pregunta de rigor: ‘¿está claro o hay pre-gunta?’. Al final del camino de fuera hacia adentro, en elcentro del caracol sólo quedan unas siglas: ‘EZLN’. Des-pués hay propuestas y se dibujan, en el pensamiento y en elcorazón, ventanas y puertas que sólo ellos ven (…) La palabradispar y dispersa empieza a hacer camino común y colecti-vo. Alguien pregunta: ‘¿Hay acuerdo?’ ‘Hay’, responde

hablar? No estoy seguro, han pasadoya no pocas lunas, pero yo calculounos dos años al menos. Es decir, loque en 1984 era una guerrilla revolu-cionaria de corte clásico (…) para1986 ya era un grupo armado, abru-madoramente indígena, escuchandocon atención y balbuceando apenassus primeras palabras con un nuevomaestro: los pueblos indios”.

Esta dificultad y com-plejidad del diálogo quedarárepresentada mediante lafigura del caracol, una ima-gen metafórica que sintetizaun proyecto ético-político ala vez que una concepciónsimbólica de la comunidad yde la comunicación entrequienes la conforman, la quees expuesta por Marcos utili-zando una mezcla de recur-sos retóricos y estilísticosque van de la reiteraciónléxica y rítmica (que produ-ce una suerte de eco, simu-lando el sonido del caracol)hasta la sinestesia donde lossentidos se confunden:

“…dicen que dicenque decían que con el cara-col se llamaba al colectivopara que la palabra fuera deuno a otro y naciera el acuer-do. Y también dicen quedicen que decían que el cara-col era ayuda para que eloído escuchara incluso lapalabra más lejana. Esodicen que dicen que decían.Yo no lo sé. Yo camino contigo de lamano y te muestro lo que ve mi oído yescucha mi mirada. Y veo y escuchoun caracol, el pu´y, como dicen enlengua de acá”.

La espiral del caracol marca unrecorrido que lleva de afuera haciaadentro y de adentro hacia fuera,

Selva Lacandona, Chiapas, 1994 EMILIANO THIBAUT Mayor Moisés, Guadalupe Tepeyac, Chiapas

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afirmando la voz colectiva. De nuevo se traza el caracol,pero ahora en camino inverso hasta que sólo queda, llenan-do el viejo pizarrón, una frase que para muchos es delirio,pero para estos hombres y mujeres es una razón de lucha‘un mundo donde quepan muchos mundos’. Más despueci-to una decisión se toma”.

De este modo, en la práctica discursiva del zapatismose concibe al diálogo no sólo en su aspecto “polifónico” y“heteroglósico” (para abusar un poco del buen Bajtín),como entrecruzamiento de las múltiples y hasta encontradas

voces que participan en la toma de decisiones políticas,sino también el diálogo es considerado en función de losdistintos destinatarios a quienes el discurso va dirigido, opara decirlo con Ch. Perelman, la “heterogeneidad de losauditorios”, o como la ha denominado el español TomásAlbaladejo, la poliacroacis. Según este último: “La oratoriapolítica se caracteriza por la poliacroacis, es decir por laaudición múltiple, por la multiplicidad de posiciones de la

interpretación que es llevada a cabopor el auditorio retórico”.

Y muestra de ello fue la seriede discursos pronunciados por loscomandantes zapatistas en la inau-guración de los Caracoles en agostode este 2003, en la que se dedicó undeterminado discurso a un tipo dedestinatario específico como lo fue-ron los pueblos indios de México,

los campesinos, las muje-res, los jóvenes, y los pue-blos del mundo en general,una buena costumbre queel zapatismo tiene de iden-tificar y de identificarsecon sus posibles recepto-res.

De tal manera que elmovimiento zapatista hagenerado con sus discursos(que también son acciones)una situación inédita, porlo menos en nuestro país, alhacer de su palabra y consu palabra, como ya se dijo,una forma de interacciónsocial y política eficaz, queconvoca y provoca a otros aparticipar con sus propiosdiscursos (lo que no espoca cosa) en la toma dedecisiones colectivas: unade las características de unaauténtica vida democrática.Nos ha enseñado a escu-char y a reconocer el poderde la palabra más que lapalabra del poder, el poderde poder apalabrarnos, y

también nos ha enseñado a darle unaoportunidad a la palabra de cada unode nosotros, que a la vez somosotros.

Nota:Luis de la Peña Martínez es Profesor de Teoríadel Discurso en la Escuela Nacional de Antro-pología e Historia ([email protected]).

as, 2 de febrero de 1995 JESÚS RAMÍREZ Subcomandante Insurgente Marcos,Selva Lacandona, Chiapas, junio de 1994

RAÚL ORTEGA/LA JORNADA

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Hace 10 años nos levantamos contrael gobierno que decía que no existíamos,y cuando hablamos nos quiso callarcon sus cañones. Pero aquí estamos.Ni nos callamos ni nos fuimos.

Representante comunitario,en territorio rebelde.

En estos festejos de los 20 y 10 años del EZLN, afinal de cuentas, lo que estamos celebrando son los10 y 20 años de la renovación de la vieja lucha con-tra la cultura dominante, contra esa cultura de ado-ración al dinero y desprecio por la dignidadhumana. Después de haber pasado por un largoperiodo histórico de desaliento en el que los dueñosdel capital proclamaban a los cuatro vientos el finde la historia y nos aseguraban que vivíamos en el

Antonio Ramírez Chávez

Zapatismo y Creatividad

Convención Nacional Democrática, Guadalupe Tepeyac,Chiapas, agosto de 1994

JORGE CLARO

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mejor de los mundos posibles y que no había posi-bilidad ni cabida de otros mundos, ahora, en estanueva etapa, vemos en la lucha que renació en laSelva Lacandona, que la imaginación y la poesíason posibles y tienen un lugar, incluso en el queha-cer político mismo. El EZLN ha planteado y aplica-do una nueva manera de hacer política. Esta formaha crecido y, desde hace tiempo ya, rebasa las fron-teras del país como un viento esperanzador. Pero,aunque respiremos estos aires de esperanza, nodebemos, como se dice, bajar la guardia. En eseánimo quiero ofrecer aquí algunos puntos acercadel artista y su quehacer. Espero que, aunque sea

modestamente, aporten algo para una necesariadiscusión y, por tanto, sirvan para la reflexióncolectiva.

Existen muy variadas ideas de lo que el artis-ta es, pero desde que la burguesía puso el pie en elescenario de la historia, ha venido incubando unaidea muy peculiar de este hacedor. La imagen delartista que la clase dominante nos viene transmi-tiendo a lo largo ya de varios siglos, aquel sencillotrabajador, el hábil artesano de carne y hueso, adevenido en un ser especial, casi divino: un “sabe-lotodo” que no requiere de vivir otra realidad quela del arte mismo, pero entendiendo el arte comoun producto ajeno al suceder social y político. A la

fecha, no pocos productores artísticos abrazan estaconcepción justificando así el desinterés quemanifiestan por lo que acontece en la sociedad queles tocó vivir. Pero el artista, si artista es, de algunaforma estará absorbiendo su entorno y, si el arte escultura, y la cultura siempre ha requerido de criti-carse a sí misma para no sufrir estancamiento,entonces el artista verdadero es un agente de con-tracultura. De la misma manera, frente a la culturaimpuesta por los señores del dinero, el zapatismoes una fortísima expresión contracultural.

Es bien sabido que la actividad del arte estáintrínsecamente ligada al concepto de libertad, y

que así como la libertad es una necesidad humanairrenunciable, también lo es el arte. Para nosotrosqueda claro que éste no sólo es derecho y necesi-dad de un grupo de elegidos porque, igual que deaire y de alimento, todos requerimos de eso quellamamos “arte”, o sea, todos necesitamos decir-nos, y decirle poéticamente al otro, cómo vemos elmundo... y cómo lo quisiéramos. Por medio de esacrítica poética nos humanizamos. El poder es ene-migo de toda crítica y para él no hay más poéticaque la máxima ganancia; es por eso que poder ycultura se contraponen. En la medida en que uno sefortalece, proporcionalmente el otro se debilita.Así, todos los días vemos que el poder no puede

Construcción del Aguascalientes, Guadalupe Tepeyac, Chiapas, julio de 1994 RAÚL ORTEGA/LA JORNADA

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ver más allá de la cerviz doblada de sus apologis-tas; y el agraviado por él a veces no es escuchadoni por sus iguales. Esto lo digo tomando prestadaspor unos momentos algunas ideas de Luis Hernán-dez Navarro; en esta línea, pensemos en los milesde zapatistas que se presentaron ante la nación y elmundo aquel 1 de enero de 1994. Desde entoncesellos tuvieron que derrumbar tremendas barreraspara comunicarnos las ofensas sufridas. Desde losprimeros días pudimos ver en los indios rebeldesde Chiapas la generosidad, la creatividad en susacciones y palabras. Los rebeldes lograron serescuchados y vistos por nosotros en virtud de lamanera de decir las cosas; nos sacaron del letargoy, ante la imposibilidad de diálogo con el malgobierno —ese viejo sordo y ciego—, su imagina-ción política construyó un puente de comunica-ción con la otra parte del pueblo agraviado. Y así,en ese diálogo nos ha contado viejas cosas con unlenguaje sorprendentemente nuevo que bien haría-mos en analizarlo quienes nos movemos en elterreno del arte. Ellos, los zapatistas de Chiapas,han generado con su andar creativo amplísimasredes de comunicación en las que, a la vuelta de losúltimos diez años, hemos visto crecer un cúmulode manifestaciones realizadas por colectivos,organizaciones sociales, grupos e individuos.Música, fotografía, páginas web, videos, radiosindependientes, carteles, literatura, teatro, poesía ypintura, han venido surgiendo del propio movi-miento zapatista, en la zona de guerra y fuera deella, dentro del país y en el extranjero y, a pesar deesta avalancha cultural, el gobierno mexicano seha empeñado en ignorarlos, e ignorarnos a todoslos inconformes, a pesar de la nitidez de lasdemandas planteadas. Pero la resistencia sigue.

Ahora, me parece importante y necesario querevisemos qué tan a fondo estamos yendo en esaresistencia los que intentamos hacer arte. Quisieraseñalar, al menos, algunos problemas que perciboen el ámbito de la pintura: una primera reflexión esque no pocos compañeros han hecho innumerablestrabajos, kilómetros de pinceladas y brochazos queno hacen sino repetir esquemáticamente la imagende todo un ejército de personajes-símbolos sinaportar nada nuevo en cuanto a su factura. Estetipo de obras no va más allá de la incorporación deltema del zapatismo; se ha producido un verdadero

aluvión de pinturas que repiten hasta la saciedadun montón de imágenes descriptivas, con unalamentable pobreza de recursos plásticos al repre-sentar encapuchados, Zapatas, Marcos (con pipapara que no sea confundido), Ches, etcétera, etcé-tera, en un discurso visual que está estancado enlas viejísimas maneras de la “Escuela mexicana depintura” o del “Taller de gráfica popular” (por cier-to, muy otros y aportadores son, en general, losresultados en los murales colectivos realizados porlos no-pintores de las comunidades de la zonazapatista). Me permito decirlo así: más vale hacerun verso bien sentido y construido de manera queconmueva, que hacer mil cuartillas que repitanhasta el aburrimiento lo que la realidad a secas nosmuestra con mayor elocuencia. De este modo,independientemente de las buenas intenciones quedesde luego existen en los autores de dichos traba-jos, en la casi omnipresencia de sus obras se perci-be el engolosinamiento con la cantidad endetrimento de la calidad. Siempre es bueno dete-nerse, aunque sea por un momento, para mirar ypensar sobre lo que está uno haciendo. En el artecomo en la política es sumamente necesario anali-zar lo ya hecho para discutir, con más y mejoreselementos, planteamientos nuevos.

Hay otra vertiente sumamente importante adesarrollar por el artista plástico. Me refiero a que,independientemente de plasmar el sentir indivi-dual o grupal del pintor, hay que avanzar el trabajoen el sentido de generar entre la población no pin-tora el entusiasmo por pintar su sentir; con activi-dades concretas el pintor profesional puededestapar, hacer visible esa necesidad del arte que,insisto, está allí, aunque atrofiada por mil factoresque, como virus, flotan en los aires del sistema.Urge seguir reivindicando espacios para la expre-sión artística; comunicarnos con el otro en lascalles de las ciudades y los pueblos con formasrenovadas, esto es algo que se necesita para tentara los demás, al hombre y la mujer que no tiene alarte como su forma de expresión cotidiana, paraque también ellos nos digan su sentir. Dentro deesta idea, en la ciudad de Guadalajara, nos parecióimportante convocar a hombres, mujeres, niñas yniños a pintar una macro-manta de 1.80 de anchopor 400 metros de largo en marzo del año pasado.La gente atendió al llamado y, acompañada por

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algunos pintores profesionales, con material con-seguido en donación aquí y allá, se puso con pres-teza a pintar toda la mañana repudiando lainvasión de Estados Unidos a Irak. Por la tarde serealizó una nutrida marcha por las principalescalles de la ciudad mostrando la enorme serpientede manta pintada (nuestra obra colectiva), hastallegar al consulado norteamericano y envolverlomaterialmente por sus cuatro costados entre elfuerte estruendo de las percusiones de jóvenesmúsicos, consignas, el danzar vigoroso de bailari-nas y un sin fin de figuras emblemáticas de cartóny hule-espuma. De esa manera la gente se sumó en

aquella ocasión al repudio mundial contra elmayor poder militar y económico del mundo. Enuna de las ciudades que tanta fama tiene de conser-vadora, la gente envolvió con coraje y rebeldíahechas pintura, música y palabra, a la representa-ción “diplomática” del poder imperial. Este es sóloun ejemplo que nos tocó vivir de manera directa,sólo un ejemplo.

Por último, veamos lo siguiente. Rehuir altema para evitar caer en el “panfleto” es la actitudque ciertos artistas plásticos adoptan, es por eso talvez que algunos prefieren relacionarse con elmovimiento zapatista de una manera extra-artística, por la vía de diversos tipos de apoyos.

Una actitud solidaria, plausible desde luego, perociega en cuanto a ver al zapatismo como un movi-miento cargado de propuestas creativas, que lanzaretos a la imaginación y al arte. Aparte de todo, nohay que dejar de señalar que el panfleto tiene unafunción específica y que a todo movimiento socialle es necesario en determinado nivel... pero ladinámica de las necesidades no tiene porqué ago-tarse en él. Con riesgo de ser reiterativo hay quedecir que el tema no es el problema; finalmente, sipinto al subcomandante Marcos, al comandanteDavid, a Zapata o a Votán, lo que hay que ver escómo lo hago. Importa el qué, pero el cómo es

fundamental. Lo importante es profundizar, afir-mar la vida en el arte... y el arte en la vida. A mimodo de ver allí tenemos una gran tarea por reali-zar. Porque al poder hay muchas formas de enfren-tarlo, y una de ellas es con nuestro trabajo, por esodebemos empeñarnos en crecer nuestra obra encalidad, es decir en profundidad, y reafirmarnoscon ella como seres humanos.

Ante el poder, que siempre está ocupado encontrolar nuestras mentes y nuestros corazones, noveo otra alternativa que resistir:

Contra la destrucción, la actividad creadora.

Guadalajara, Jal., enero de 2004

Convención Nacional Democrática, Guadalupe Tepeyac, Chiapas, agosto de 1994 OMAR MENESES

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Las huelgas de 1958-559:una confrontación de

ccllaasseeccllaasseeEdmundo Jardón Arzate

Convención Nacional Democrática, Aguascalientes de Guadalupe Tepeyac, Chiapas, agosto de 1994 RICARDO DENEKE

Selva Lacandona, Chiapas, 1994 JULIO CANDELARIA

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La historia de los ferrocarriles en México no seresume, aunque sí es un presagio, en aquella con-cesión de la última etapa de Antonio López deSanta Anna en el poder, consistente en la construc-ción de un “camino de fierro” que cruzaría el Istmode Tehuantepec —comunicando el litoral delGolfo de México con el del Pacífico—, bajo elcontrol del ejército de los Estados Unidos de Amé-rica, cuyas tropas tendrían en todo el tiempo elderecho de transitar la zona.

Presagio porque ese “camino de fierro” estádentro de los proyectos de modernización englo-bados en el Plan Puebla-Panamá que, de materiali-zarse, no sólo partirá a nuestra República en dos,sino que dejará del otro lado —junto con Centro-américa— a un apreciable número de etnias, alEjército Zapatista de Liberación Nacional o a sussucesores y, por supuesto, a codiciadas riquezasnaturales, como los hidrocarburos, las selvas tropi-cales, las corrientes fluviales y sus potencialesenergéticos, el uranio, etcétera.

Los ferrocarriles sirven para transportar mer-cancías y personas; para abatir la economía deautoconsumo y estimular la economía mercantil;para ir del mercado local al regional y de ahí alnacional; para impulsar la producción manufactu-rera y ampliarla y para incrementar y diversificarel consumo de bienes o servicios. La construccióny el funcionamiento de los ferrocarriles represen-taban, al entrar el siglo XX, la generación de lamitad del ingreso per capita de los mexicanos.

A todo esto hay que añadir un elemento sin elque todo lo anterior carecería de sentido: los traba-jadores. Si de los ferrocarriles hablamos, hable-mos de los trabajadores ferrocarrileros.

Como otros de su clase —de la hoy desapare-cida del lenguaje cotidiano y político-sociológicoy filosófico, clase trabajadora, obrera o proleta-ria—, los ferrocarrileros mexicanos se organiza-ron en sociedades mutualistas cuya finalidadprincipal era ahorrar colectivamente para auxiliarindividualmente al socio que lo requiriese en casosde enfermedad. Pero la relación originada en el tra-bajo común conduce a algo más que a la solidari-dad elemental; lleva a la identificación deproblemas no individuales, sino colectivos, comu-nes, originados por lo que el patrón, el empresario,el dueño, impone como reglas laborales sin tomar

en cuenta a los trabajadores, que son quienes tie-nen que acatarlas hasta que descubren la trampa ydeciden luchar para salirse de ella.

Así, se dieron las tempranas huelgas de losferrocarrileros de la estación de Toluca en 1877contra los capataces yanquis y la de los rieleros delFerrocarril Central a los que se obligaba a trabajardespués de la hora convenida. Los trabajadores loentendieron bien: a nuevas condiciones, nuevasorganizaciones. De las mutualidades se pasó a lasuniones y a los círculos y esa entonces llamada“plebe intelectual” esparció peligrosas ideas con-tra Porfirio Díaz y sus “científicos”, calificando alrégimen de “extranjerismo desmesurado”.

El 26 de mayo de 1911 por la noche, acom-pañado del presidente del Ferrocarril Mexicano,Porfirio Díaz subió al “carro pullman” del tren quelos transportó al puerto de Veracruz para abando-nar el país.

A partir de ese momento, no sería uno, sinomuchos quienes viajarían en tren: “los de abajo”,los de “la bola”, “los revoltosos”, “los pelados”,“la plebe”, “los gañanes”, “los payos”, “la india-da”, sin la compañía de ningún presidente de nin-guna empresa ferrocarrilera. Y hasta vendría ahaberlos quienes dejaron de ser rieleros y decidie-ron hacer el viaje cono revolucionarios. El másrenombrado de entre ellos, el por muchos motivostemible Rodolfo Fierro.

Las concesiones a las empresas estadouni-denses para que construyesen, manejasen y explo-tasen los ferrocarriles dejaron secuelasinesperadas. Los ferrocarrileros recibieron lainfluencia directa de los gringos en dos sentidos:Por un lado estaba la acentuada discriminación enlos salarios, en el otorgamiento de viviendas y enlos servicios médicos; muy por encima en favor delos extranjeros de los que por esos y otros concep-tos se otorgaba a los mexicanos. O, mejor dicho,no les otorgaban porque, aparte de los salarioshasta diez veces inferiores a los percibidos por losextranjeros y del disfrute que tenían ellos de loscargos de mayor responsabilidad administrativa,de manejo de equipos complicados y de conoci-mientos y responsabilidades tecnológicas, losmexicanos eran relegados al desempeño de labo-res secundarias, carecían de cualquier prestación.Eso fue un aporte a la actitud en un principio de

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En 1933, los ferrocarrileros constituían elestamento más numeroso entre los de carácterindustrial de toda la República y su radio deinfluencia se dejaba sentir en todo el movimientoobrero. Entre 1932 y 1933, se celebró el IV Con-greso Nacional Ferrocarrilero, y en febrero de eseúltimo año se fundó el Sindicato de TrabajadoresFerrocarrileros de la República Mexicana que tuvocomo secretario general a Elías Terán Gómez, uncomunista.

Luego, el primer acto de nacionalización engran escala y en el área industrial realizado por elgobierno de Lázaro Cárdenas fue el de la nacionali-zación de todas las líneas ferroviarias existentes enel país en 1937, encomendando la administraciónde las mismas a Margarito Ramírez, el maquinistaque ayudó a escapar a Álvaro Obregón, disfrazadode fogonero, de la Ciudad de México, cuando loscarrancistas se le venían encima en 1920.

Con la creación del sindicato ferroviario, lastendencias socialistas proliferaron causando alar-ma en los centros del poder económico y políticode Estados Unidos y en los que tenían comocapitán indiscutible en lo político a Plutarco ElíasCalles, y en lo económico al “grupo Monterrey”,con los Garza Sada, los Elizondo, los Lagüera, losSalinas, los Prieto, etcétera. Y, en estante aparte, alos concesionarios anglo-holandeses-estadouni-denses del petróleo y a los accionistas de los fun-dos mineros.

Pero los tiempos cambiaron con la decisiónde Lázaro Cárdenas de nombrar como su sucesora Manuel Ávila Camacho y el giro a la derechallegó al extremo cuando, en 1948, el gobierno deMiguel Alemán decidió deshacerse de los dirigen-tes nacionales del sindicato ferroviario, quehabían promovido diversas acciones apoyando alos sectores populares que luchaban contra lacarestía de la vida. Arbitrariamente, y con la inter-vención de contingentes policíacos, fueron expul-sados de sus oficinas sindicales en la AvenidaHidalgo 59 de la Ciudad de México, Rogelio Flo-res Zaragoza y Emilio Pineda, así como decenasde dirigentes en todas las secciones del país. JesúsDíaz de León, dueño de un rancho de cría de caba-llos de raza, de donde le venía el apodo de “el cha-rro”, queda al frente de la secretaría general,sujeto a la “asesoría” de Alfredo Navarrete, un

antiextranjerismo, luego de antiyanquismo y, en elextremo, entre quienes recogieron una porción delanarquismo floresmagonista y le adicionaron loselementos de que disponían de socialismo, a unaposición antiimperialista.

El otro lado fue el reverso de la medalla.Entre los trabajadores gringos había quienes en supaís pertenecían a organizaciones sindicales y,aún más, quienes militaban políticamente en elsocialismo estadounidense que, influido por lasideas de Marx y Engels, llegó a tener importanciaa fines del siglo XIX y principios del XX. De elloslos trabajadores ferrocarrileros mexicanos apren-dieron las formas de organización, de agrupa-miento, que iban más allá de las mutualidades. En1912 se creó la Confederación Obrera de Mecáni-cos; en 1913, la Unión de Conductores, Maquinis-tas, Garroteros y Fogoneros. Poco más adelante laConfederación de Gremios Mexicanos, un avancehacia la desaparición de los agrupamientos porgremios, tendencia que se reforzó en la década delos 20, a raíz de la huelga de 1926-27, encabezadapor Hernán Laborde, quien logró la incorporaciónde los rieleros del Ferrocarril del Sudpacífico aesa huelga y a la Confederación de Transportes yComunicaciones.

Detenido en Altamira, Tamaulipas, Labordefue traído a la prisión de Santiago Tlatelolco comopaso previo a la aplicación de la "ley fuga" contraél. Pero se declaró en huelga de hambre, lo quesuscitó el reforzamiento de las movilizacionespopulares e intervenciones de Adalberto Tejeda,Lázaro Cárdenas, Heriberto Jara y Francisco J.Múgica ante Emilio Portes Gil, intervenciones quesirvieron para que éste convenciera al presidentePlutarco Elías Calles para que renunciara al turbioplan de matar a Laborde.

Una vez libre, el mismo año de 1928, Labor-de ganó la diputación federal por el distrito de Jala-pa, Veracruz, postulado y apoyado por el PartidoFerrocarrilero Unitario y por una fracción del Par-tido Laborista. Después, sería desaforado porhaber mostrado desde la tribuna de la Cámara labandera que César Augusto Sandino envió con unmensaje escrito en la misma exaltando al PartidoComunista, y porque se opuso a la visita a Méxicodel entonces presidente electo de Estados Unidosde América, Herbert Hoover.

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instrumento de la presidencia de la República que,en tiempos de Cárdenas, fue uno de los que enca-bezaron las luchas contra los empresarios y contraCalles.

Ese año de 1948 todavía no se creaba el Par-tido Obrero Campesino Mexicano (POCM), perosu núcleo representativo ya existía integrado porHernán Laborde, Miguel Ángel Velasco, ValentínCampa, Consuelo Uranga, Máximo Correa, PedroReséndiz, Juan Gallardo, Francisco Sánchez,Guadalupe López, Vicente Ojeda, Ricardo Gue-rra, Miguel Miriedas, Luciano Cedillo, FranciscoLeal Zamora, Rogelio Flores Zaragoza, EmilioPineda, Amós Salinas, Manuel Martínez, LuisChávez Orozco, Alberto Bremaunz, Demetrio

Vallejo y el autor de estas líneas, todos ellosmiembros del Comité Central de Acción Socialis-ta Unificada.

Mientras tanto, el régimen alemanista reformóel artículo 27 Constitucional, ampliando los lími-tes de la “pequeña propiedad” para encubrir lati-fundios y creando el “amparo agrario” para que loslatifundistas tuvieran más armas legales para evi-tar ser afectados. Fue una contrarreforma agrariaque luego sería imitada y llevada a su clímax conlas nuevas “reformas” constitucionales impuestaspor el señor Salinas de Gortari.

Lombardo Toledano, Enrique Ramírez yRamírez, Rafael Carrillo, Luis Torres, al lado deDionisio Encinas, Jorge Fernández Anaya, CarlosSánchez Cárdenas y Fernando Granados Cortés(los cuatro últimos del Partido Comunista), asu-mieron la defensa de esos actos del gobierno deMiguel Alemán, aduciendo que se creaban nuevascondiciones legales para impulsar la reforma agra-ria y que interrumpir la producción de cualquierade las ramas de la industria petrolera equivalía aayudar a desbrozar el camino para el retorno de lasempresas imperialistas.

Las reformas al artículo 27 pronto presiona-ron y en todas direcciones a la economía nacional.La imposición de Fernando Amilpa en la Secre-

taría General de la CTM,condujo a la separación delsindicato ferrocarrilero deesa central y a la creaciónde la Central Única de Tra-bajadores (CUT). La inter-vención del ejército contralos petroleros en Azcapo-zalco presentó como “nor-mal” —con los mediosperiodísticos justificandoel suceso— el “charrazo”del 24 de octubre de 1948,con militares disfrazadosde civiles y con decenas deauténticos agentes policía-cos.

La ofensiva contra los“conspiradores comunis-tas” iba en serio. Se tratabade expulsarlos de todos los

sindicatos y de todas las centrales de trabajadores,ferrocarrileros por delante.

Y siguieron mineros, petroleros, telefonis-tas, electricistas, azucareros, etcétera, quedandopequeños núcleos en la industria hulera, ya fun-dado el Partido Obrero-Campesino; en la de texti-les del DF y en Veracruz junto a los estibadoresincorporados al recién fundado Partido Popular,el de “nuevo tipo” anunciado por Lombardo,cuya organización quedó a cargo de cuadros delPartido Comunista que nunca retornaron al gru-po dirigido por Encinas, lo mismo que los del

La Realidad, Chiapas, octubre de 1995 YURIRIA PANTOJA MILLÁN

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reconsideración entre los maestros de las escue-las primarias y secundarias, militantes del PCM,de los planteamientos de Lombardo avalados porla dirección encabezada por Dionisio Encinas.Con Othón Salazar como su líder, poco a poco sefue gestando en el magisterio un movimiento endemanda de mejores salarios y una inevitableconfrontación con los líderes oficiales.

El “tortuguismo”

Y entre los ferrocarrileros las cosas también seiban moviendo, cambiando. En el auge de la cons-trucción de vías férreas, durante la dictadura dePorfirio Díaz, se expidió un reglamento destinado

a regular los desplazamientos de los trenes encamino, según fuesen de pasajeros o de carga e,igualmente, para su manejo en los patios adjuntosa las estaciones más importantes de la red, mismasque aumentaron en la medida en que el medio detransporte más avanzado de la época adquiría pre-ponderancia en la vida económica del país. En esereglamento se disponía que los desplazamientosde las locomotoras de camino o de patio, así comolos convoyes o trenes, no debían rebasar la veloci-dad de 10 kilómetros por hora dentro de las áreasde los patios.

noroeste de la República en los estados de Naya-rit y Sonora, con notable ascendiente entre peo-nes agrícolas y cañeros. De pilón, apenas enproceso de formación el partido de “nuevo tipo”,Lombardo fue expulsado de la CTM y, aunquenunca se oficializó, del PRI. Tenía que rectificary aceptar, como siempre a regañadientes, algúnentendimiento con los comunistas. No con los delPartido Comunista que lo seguían, sino con loscomunistas de Acción Socialista Unificada —cuando la Mesa Redonda de Marxistas— y, en1949, del Partido Obrero-Campesino. Lo hizotangencialmente. Fue a la prisión de Lecumberria visitar a Luis Gómez Z., —secretario generalde la CUT, cuyo sindicato más importante era elde los ferrocarrileros, ycontra el que se centraba laofensiva gubernamental—preso junto con ValentínCampa. Tangencialmente,pues, la visita a Gómez Z.fue entendida por quienestenían como secretariogeneral a Hernán Laborde,como una propuesta dealianza opuesta a los yapara entonces conocidoscomo “líderes charros”,por la generalización delapodo de Jesús Díaz deLeón, conservado por elsistema como secretariogeneral ferrocarrilero.

Siguieron seis años de“charrismo”, de dóciles ybien retribuidos dirigentessindicales que se apresuraron a “cerrar filas” enapoyo al gobierno de Adolfo Ruiz Cortines.

Pero otros fenómenos se iban gestando. Ladura experiencia de los mineros de Nueva Rosita,Cloete y Barroterán, todavía en la etapa deMiguel Alemán; la liberación de Gómez Z. a unaño de su encarcelamiento; la prolongación delproceso y de la privación de la libertad deValentín Campa, junto con el encarcelamientode Carlos Sánchez Cárdenas, del POCM, y deMario Rivera, del PCM, tras la agresión militar-policíaca del 1 de mayo de 1952, condujeron a la

Selva Lacandona, Chiapas, insurgentes zapatistas, 1994 CECILIA CANDELARIA

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Nadie se acordaba de ese reglamento y en lapráctica, las mejores técnicas tanto en carros depasajeros y de carga, lo mismo que en las locomo-toras, condujeron a acelerar el manejo del equipo,tal vez desde que el pueblo en armas se percató dela utilidad de los ferrocarriles.

Nadie, no. En las reuniones de activistas ydirigentes del POCM, Luciano Cedillo, trenista deTorreón, mostró un ejemplar del reglamento y,puesto que seguía estando en vigor, lo único quehabía que hacer era respetarlo tal cual como unarma de lucha que por delante planteaba unaumento en los salarios, pero que tenía como obje-tivos principales probar el grado de aceptación quese tenía entre todos los trabajadores del gremio, o,visto desde otro ángulo, el desgaste de los dirigen-tes “charros”. Fue el “tortuguismo”. Simultánea-mente, en Monterrey y en Torreón, lostrabajadores de patio, peones de vía, guardacruce-ros, garroteros, maquinistas, comenzaron a seguirel reglamento. Y en una hora, los patios estabancongestionados no sólo por la inmovilidad delocomotoras y convoyes, sino porque los taponesimpidieron la entrada y salida de trenes de pasaje-ros y de carga. A esas plazas se incorporaron en lassiguientes horas las estaciones de México, Queré-taro, Morelia, Guadalajara, Ciudad Juárez, NuevoLaredo, etc.

En 24 horas todo el sistema ferroviario delpaís estaba paralizado, sin que en las gerencias, nien el sindicato, ni en la Secretaría del Trabajo, nien la presidencia de la República se supiera quéhacer. Menos todavía desde que se hizo saber alencargado del poder ejecutivo federal que los “agi-tadores”, soliviantaron a los trabajadores usandoun reglamento de la época de Porfirio Díaz.

Los informes del espionaje policíaco noservían para entender el porqué de esa sorpresiva ygeneralizada paralización. Los ferrocarrileros que-daron incluidos entre los millones de trabajadoresque recibieron un aumento de 10 por ciento en sussalarios, al que accedieron empresarios y gober-nantes que, aunque no compensaba la deprecia-ción de los sueldos reales originada por lainflación particularmente aguda en los precios delos artículos alimenticios populares, se esperabasirviera para menguar el efecto de la devaluaciónmonetaria.

Tras la devaluación y los estira y afloja en losmeses de mayo, junio y julio, el secretario del Tra-bajo, Adolfo López Mateos, tuvo que vérselas conuna inconformidad que amenazaba con romper elcontrol ejercido sobre los trabajadores urbanos yrurales pues, con todo y el mismo, hubo 32 milemplazamientos a huelga en todo el país, aunquenada más estallaron 160, los de mayor trascenden-cia en las industrias textil y cinematográfica y, enel área rural, superando las objeciones de Lombar-do Toledano, trabajadores de la Unión General deObreros y Campesinos, dirigida por Jacinto Lópezy Lázaro Rubio Félix, afín al Partido Popular, ocu-paron miles de hectáreas de tierras en poder de loslatifundistas de Sinaloa y Sonora.

Todo eso lo entendían y pudieron dominarlo,cada cual en su ámbito de acción: el presidente de laRepública, sus colaboradores y achichincles en lossindicatos, igual que los empresarios, pero el “tortu-guismo” legal de los ferrocarrileros era un problemaque se salía del marco.

Se le vio como extemporáneo, ya que se inicióen septiembre, cuando quedaban atrás las marejadasde la inconformidad y los dirigentes “charros”, paraalivio del gobierno y de la iniciativa privada, habíanpodido reunir a más de 250 mil trabajadores entorno al Monumento a la Revolución, en respaldo ala política del presidente Ruiz Cortines.

Tampoco era suficiente para desentrañar supropósito real, el pliego de demandas hecho llegaral gerente de los Ferrocarriles Nacionales, RobertoAmorós, al margen de la dirección sindical oficia-lista, en el que incluían el pago de jubilaciones consalario completo, aumento del 30 por ciento alsalario de los operadores de máquinas diesel, pagode gastos de camino y semana laboral inglesa (condos días de descanso).

Añadido a la “actitud nociva” que el gerenteAmorós, en nombre del gobierno, y con el respal-do de la iniciativa privada para “proteger la eco-nomía nacional y el orden”, y como respuesta alreglamento que legitimaba el “tortuguismo”, seagregaron apresuradamente a las cláusulas delcontrato colectivo de trabajo dos en las que apa-recía la palabra “tortuguismo”, considerándolocomo “causa de cese definitivo” al trabajador quese valiera de él por “ocasionar intencionalmenteperjuicios materiales a la empresa”.

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castigos por su “mala conducta”. Valentín Campa,recién excarcelado, fue señalado como el “princi-pal instigador” de los enfrentamientos y, a juzgarpor los informes obtenidos por la dirección delPartido Obrero-Campesino, hubo la idea delgobierno de volverlo a encarcelar, pero la falla enlos cálculos oficiales para desatar una represión engran escala sirvió a Campa quien, de todos modos,aguardaba tranquilo con su compañera María en elsitio donde residía: el departamento número dos dela calle de República de Chile 38, alquilado porLuz Ofelia Guardiola y quien esto escribe.

El repliegue fue táctico

Empresa y dirigentes “charros”, incluyendo entreestos a los amontonados en el Bloque de UnidadObrera pastoreado por Fidel Velázquez, esperabanque los comunistas y sus seguidores o aliados,como era el caso de Luis Gómez Z., arrojaran todala carne al asador, pero las observaciones de los

Y aunque, en efecto, no se acudió a la fuerzapública para someter a los participantes en elmovimiento inmovilizador, los dirigentes delmismo se equivocaron al suponer que el gobiernono estaría en condiciones de echar mano de lasrepresalias. Uno de los líderes en Guadalajara,José Natividad Pérez Reza, maquinista jubilado,fue sancionado cancelándosele la pensión y otroscuatro fueron encarcelados, aún cuando despuésquedaron en libertad por “desvanecimiento dedatos”.

Con la misma facilidad con que habían con-gestionado toda la red ferroviaria del país, con esamisma facilidad los mismos autores del “desagui-sado” la despejaron sin renunciar a su pliego dedemandas.

La causa de fondo de su actitud, no desen-trañada por sus enemigos, quedaba clara para lospromotores: el “charrismo” dentro del SindicatoFerrocarrilero se resquebrajaba y crecía lainfluencia de quienes lo combatían: los “agitado-res comunistas”, en términos comunes al gobier-no y a la iniciativa privada. En lo sucesivo,además de las demandas inmediatas, deberíainsistirse en la reconquista de la democracia sin-dical como arma ofensiva y defensiva de los tra-bajadores, y como fortaleza de la soberaníanacional.

Si en 1954 una indiscutible mayoría de losferrocarrileros optaron por el “tortuguismo”, en1955 la empresa y la dirección “charra”, a su vez,pusieron a prueba a los “agitadores comunistas”, alconvenir que para el bienio 1955-1957, quedarancongelados los salarios. La réplica no se hizo espe-rar, más tal vez no en la dimensión esperada por losfirmantes del nuevo contrato colectivo de trabajo,pese a que se organizaron brigadas de choque queauxiliaron a las corporaciones policíacas en losenfrentamientos que se sucedieron en diversaspoblaciones del país, siendo los más violentos loshabidos en la Ciudad de México, donde los enfren-tamientos a balazos dejaron como saldo una dece-na de heridos; la consignación de varios supuestos“agitadores” y el despido de doce trabajadores endistintos sitios de la República. El gerente RobertoAmorós declaró que la actitud de la empresa fue“aceptada por los trabajadores en lo general” por-que los sancionados se hicieron acreedores de los

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líderes del movimiento opositor, aunadas a lasaportaciones hechas por las direcciones del Parti-do Obrero-Campesino y del Partido Comunista,detuvieron la proporción de la respuesta por dosrazones en concreto: porque no se contaba con laseguridad de que el grupo de Gómez Z. estuvieradispuesto y en condiciones de ir al desafío finalcontra los “charros”, y porque entre todos losferrocarrileros no existía aún el suficiente conoci-miento de la situación salarial comparada con lasotras ramas industriales. Y tampoco tenían clari-dad en cuanto a la importancia de los ferrocarrilesen el conjunto de la economía nacional.

Acerca de esto último, se intensificó la divul-gación del volumen de mercancías transportadaspor la red ferroviaria y en referencia a los salarios,en comparación con los trabajadores de la construc-ción, los textileros, los petroleros, los electricistas,los de las fábricas de papel y las huleras, los ferroca-rrileros aparecían como los más rezagados porcen-tualmente en las tasas anuales de incrementos entre

1952 y 1957, lo mismo que en las prestacionessociales durante igual periodo.

En enero de 1957, apenas electos “por unani-midad” como secretario general Samuel Ortega ycomo suplente Salvador Quesada, aquel llamó ensu discurso de toma de posesión a “mantener incó-lume la unidad que prevalece dentro del gremioferrocarrilero, eliminando el trato y la palabra ene-migo”, en un intento por atraerse o llegar a unacuerdo con el grupo de Gómez Z.

Un año después el “espíritu de concordia” deOrtega giró hacia “la empresa y sus trabajadores”,coincidiendo con el acuerdo aprobado en asambleade la sección 15 (del Distrito Federal), pidiendo alComité Ejecutivo del Sindicato negociar con laempresa una elevación de salarios, llamando alresto de las secciones a apoyar dicha petición.

En refuerzo de la iniciativa, la sección 27 enTorreón, Coahuila, propuso la creación de unaGran Comisión Pro Aumento de salarios, integra-da por un representante de cada una de las seccio-nes, encontrando el pronto rechazo de loscomponentes de los Comités Locales afines aOrtega. Sin embargo, la presión desde la base delos trabajadores obligó a Ortega a aceptar la inicia-tiva. En la sección 13 de Matías Romero, Oaxaca,se nombró representante a Demetrio Vallejo. Lostrabajos de la Gran Comisión se iniciaron en laCiudad de México el 2 de mayo de 1958.

Demetrio Vallejo era conocido dentro delgremio y fuera de él. Ingresó al Departamento deExpress en 1934 y en 1936 se incorporó al PartidoComunista. Comisionado por la jefatura de sudepartamento en Coatzacoalcos, Veracruz, juntocon otros comunistas colaboró en la creación delSindicato Nacional de Petroleros y en la formaciónde la Federación de Trabajadores de la Región Surcon ferrocarrileros y petroleros. En 1940, a raíz delas expulsiones del Partido Comunista de HernánLaborde y Valentín Campa, se separó de esa orga-nización y en 1944, al fundarse Acción SocialistaUnificada, antecedente del Partido Obrero-Cam-pesino, participa en el proceso, asistiendo al con-greso fundacional del segundo, donde se lenombra miembro del Comité Central y responsa-ble de la conducción del trabajo político entre losferrocarrileros de Oaxaca, Chiapas y la zona sur deVeracruz.

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ferrocarrileros, el promedio del salario mensualera de 583.83 pesos por trabajador en 1948 y de916 pesos en 1958. Que en esos 10 años el costo dela vida se elevó en 150 por ciento, por lo que elsalario mensual promedio debería ser de mil 259pesos con 83 centavos. En contraste, la productivi-dad promedio por trabajador había aumentado en80 por ciento. Así, el aumento de 350 pesos resul-taba moderado y en nada “repercutiría en la eco-nomía de la empresa”, como lo afirmó SamuelOrtega que, por su lado, tratando de distraer laatención de los trabajadores, sólo solicitó unaumento de 150 pesos mensuales.

Aquí empezaba la prueba de fuerzas llevadano al terreno escogido por la empresa y los líderes“charros” en 1957, sino en el señalado y delimita-do por los “agitadores comunistas” a los que deplano se alió Luis Gómez Z. y su grupo, muy pode-roso en el Distrito Federal, en Jalisco, Sonora,Querétaro y en Aguascalientes.

A la invocación de que “todos somos partede un solo movimiento social: la Revolución”, elgerente Roberto Amorós asistió a una reunióncon Samuel Ortega y el resto de “dirigentes”nacionales y seccionales y recibió formalmentela petición de aumento de 150 pesos mensuales,aprovechando el receso acordado por los miembrosde la Gran Comisión, sin que estuviese claro siAmorós y Ortega lo hacían para pulsar la reac-ción ante una y otra proposición entre el conjuntode los trabajadores, o para dar largas al problemaen medio de una campaña electoral por la presi-dencia de la República y de la renovación delCongreso de la Unión. Peras o manzanas, perotodas las mañanas; melón o sandía, te lo dije elotro día, en Tonalá, Chiapas, Federico Villalobosesbozó lo que vendría a ser el Plan del Sureste, enel que se rechazaba el aumento propuesto porOrtega y el plazo de 60 días “propuesto” por laempresa para estudiar la petición y se planteabadeponer a todos los comités ejecutivos secciona-les y exigir a la dirección nacional el reconoci-miento de las nuevas direcciones locales. Sinmás, y llevando a vías de hechos el Plan delSureste, los trabajadores de la sección 13 deMatías Romero, Oaxaca, destituyeron a losincondicionales de Ortega y eligieron un nuevocomité encabezado por Demetrio Vallejo.

Roberto Amorós gerente de los ferrocarriles,por instrucciones del presidente Adolfo Ruiz Cor-tines, se dio prisa tratando de cubrir el vacío que sehacía notar en la falta de una auténtica direcciónsindical.

Paralela a los trabajos de la Gran Comisión,inició una gira por el norte de la República, con-cediendo a los rieleros de Tampico un aumentoextraordinario a los salarios “por tratarse de unazona cara”. En Monterrey prometió la construc-ción de casas para los trabajadores y el remoza-miento técnico de instalaciones tales como las“casas redondas”, sin olvidarse de adquirir uncompromiso para elevar salarios y en Torreónhabló de eso “teniendo en cuenta los plazos quemarcan las leyes y el Contrato Colectivo de Traba-jo”. De regreso en la Ciudad de México, en decla-raciones de prensa, insistió en “mejorar el nivel devida de los trabajadores del sistema en lo referentea salarios y otras prestaciones”.

Los “agitadores” interpretaron los decires deAmorós como una maniobra que tendía a apaci-guar a los trabajadores restando importancia a lostrabajos de la Gran Comisión, presentándola comoinnecesaria.

A Samuel Ortega y a los comités seccionalescon los que contaba se les encomendó ocultar o noproporcionar la información necesaria para la ela-boración del estudio socio-económico que susten-tara las demandas que llegaran a presentarse a lagerencia. Ortega llevó la obstrucción hasta elintento de disolver la Gran Comisión, sustituyén-dola por una reunión de los secretarios generalesde las secciones.

No obstante, con la colaboración de especia-listas militantes de los partidos Obrero-Campesi-no, Comunista y Popular —éste último reciénincorporado a la alianza, aún con escasos afiliadosentre los ferrocarrileros—, el estudio pudo con-cluirse con abundancia de datos sólidos e irrefuta-bles. La Gran Comisión concluyó su tarea el 9 demayo. La demanda concreta fue de un aumento de350 pesos mensuales para todos los rieleros,haciendo a un lado las categorías laborales.

Entre las estimaciones que se incluyeron enel estudio, se destacaba que había una diferenciade 60 por ciento entre los salarios generales envigor y el costo de la vida. Que en tratándose de los

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El 11 de junio, en asamblea de su sección,Vallejo propuso dar un plazo de 10 días a lagerencia y a los “charros” del comité nacionalpara resolver el asunto del aumento de salarios yel reconocimiento de la nueva directiva de la sec-ción 13. Plazo del 16 al 25 de junio y, de no haberrespuesta positiva, abrir el día 26 una serie esca-lonada de paros. El primero de 2 horas, agregan-do 2 cada día hasta tener la respuesta demandada.El acuerdo se telegrafió por la red de despachadores

a toda la República y se convirtió en una deman-da nacional. Amorós o el presidente Ruiz Corti-nes, o ambos, no prestaron mayor atención a eseacuerdo ni tampoco Ortega y sus asociados,aferrándose al mutuo compromiso de tener unaresolución a la cuestión de los salarios hasta el22 de julio, es decir, pasadas las elecciones fede-rales.

Vallejo y otros delegados recorrieron distin-tas partes del país sin romper todavía de lleno conla empresa ni con Ortega, pero sin renunciar alacuerdo de los paros escalonados.

A las 10 de la mañana del día 26 de junio, niun minuto más ni uno menos, conforme a loshusos horarios que regulan el paso del sol en laRepública, se inició el paro. Duró exactamente 2horas y fue acatado lo mismo en talleres, enpatios, en estaciones, en trenes en los caminos y

en oficinas. El enojo alteró en esas dos horas elestado de ánimo de empresarios, gobernantes ylíderes oficialistas.

El día 27 se cumplió el segundo paro. Estavez de 4 horas. Y el enojo se trastocó a su vez en iray en desesperación. Salvo aguja en un pajar, lasnoticias y los comentarios periodísticos expresa-ron la ira de los empresarios contra los “rojillos”,los “comunistas”, los “intransigentes del trastornodel orden público”.

En el gobierno, la acti-tud de Amorós reflejó ladesesperación y el debilita-miento. Citó a los miem-bros de la Gran Comisión ehizo asistir a la reunión aSamuel Ortega y a Guiller-mo Velasco. El gerente pro-puso un aumento de 180pesos en los salarios, res-paldado por Ortega y Velas-co. Los miembros de laGran Comisión, en boca deDemetrio Vallejo, reviraroncon una propuesta de 250pesos. Y allí se quedaron;las demás peticiones nisiquiera se mencionaronporque Amorós hizo sabera los de la Gran Comisión

que el presidente Ruiz Cortines deseaba entrevis-tarse con ellos antes de la realización de las elec-ciones federales del 4 de julio. El 28 de junio,mientras transcurría el paro con duración de 6horas, miles de ferrocarrileros, acompañados demaestros del Movimiento Revolucionario delMagisterio encabezados por Othón Salazar, porpetroleros, tranviarios y estudiantes intentaronmarchar de Buenavista al Zócalo, pero fueroninterceptados por contingentes policíacos, produ-ciéndose feroces enfrentamientos. El doble juego:pláticas-represión comenzaba a ser puesto enpráctica por el gobierno, según lo habían previstolos dirigentes sindicales y políticos del movimien-to. Ningún medio de comunicación informó delzafarrancho.

El 29 de junio ocho; el 30, diez horas de paro.Itinerarios y horarios de trenes de pasajeros y de

La Realidad, Chiapas, agosto 1999 TIM RUSSO

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El 6 de julio, Demetrio Vallejo declaró que laGran Comisión había acordado realizar una con-vención para proceder a la reorganización del sin-dicato, incluyéndose la celebración de elecciones.Ortega y sus socios acusaron el golpe y denuncia-ron que “un grupo de agitadores asesorado por ele-mentos de reconocida extracción comunista”estaba “agrediendo a los legítimos representantesdel gremio” como parte de “un plan de subversiónnacional”.

Ante el inalterado acuerdo de la Gran Con-vención convocando a la Convención Nacionalque se inició el 12 de julio, el presidente Ruiz Cor-tines dio instrucciones a Roberto Amorós paraordenarle a Samuel Ortega que renunciara a lasecretaría general del sindicato, cosa que hizo eldía 13, quedando en su lugar Salvador QuesadaCortés. El presidente se daba tiempo a sí mismo.Quería probar si con el reemplazo y recogiendo laspeticiones de la Gran Comisión, como la reduc-ción de las cuotas sindicales, programa de cons-trucción de viviendas, incremento en los segurosde previsión obrera y desaparición del grupo depistoleros del “14 de octubre”, Quesada podía res-tar seguidores e impulso al movimiento opositor.

No hubo tal. La afirmación de DemetrioVallejo de “estar en pie de lucha hasta lograr laauténtica depuración sindical”, hecha durante el

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carga se trastornaban y el congestionamiento demercancías en los andenes correspondientes,impelía a subir el tono de voz y las exigencias delos empresarios que, telefónica o directamente,demandaban a Amorós “la aplicación de la ley sincontemplaciones”. El gerente ordenó suspenderlos pagos de la segunda quincena de junio para que“se respete el principio de autoridad”. En su despa-cho de Palacio Nacional, el presidente Ruiz Corti-nes recibió a los miembros de la Gran Comisión yles propuso un aumento de215 pesos; la media entrelos 250 de aquellos y los180 de la gerencia. La pro-posición fue aceptada y elparo del día 1 de julio ya nofue necesario. Así, por unaparte, el movimiento alcan-zaba un indiscutible éxito allograr un reconocimientotácito del gobierno, despla-zando a la dirección “cha-rra”. Y, por otra, el gobiernopodía esperar el 4 de juliocon tranquilidad en el fren-te, aunque otra forma dehacer política estaba porvenir.

Suponiendo que quie-nes ocupaban cargos derepresentación popular hubiesen sido elegidosdemocráticamente, la democracia, en el mejor delos casos, se quedaba en su ejercicio formal. Si sequería hacerla progresar más allá, era necesarioestablecer o restablecer plenamente la democraciaen las organizaciones sindicales, en todas lasagrupaciones de trabajadores urbanos y ruralesy, dentro de éstas, las instituciones indígenas. Unademocratización concebida, generada, formada ypracticada por y desde la base. Con dirigentessupeditados a la base y no con la base sometida alos dirigentes.

En síntesis, de esa manera se vio la cuestióndel desplazamiento de los líderes “charros” en elSindicato Ferrocarrilero, al quedar a la vista esaposibilidad, en el análisis hecho por los cuadrossindicales y los miembros del Comité Central delPartido Obrero Campesino Mexicano.

La Trinitaria, Chiapas, 1994 VÍCTOR MENDIOLA

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discurso de apertura de la convención nacional,estaba en marcha, sin que tampoco sirvieran lashistéricas denuncias contra los “conciliábulossubversivos” sostenidos por los dirigentes de laoposición ferrocarrilera y los de las direcciones delos partidos Obrero-Campesino, Comunista yPopular. Inútil también fue la convención paralelacitada por Quesada. El día 23 se emplazó a laempresa para que reconociera a la dirección elegi-da en la Convención Nacional promovida por laGran Comisión o, de lo contrario, se reanudaríanlos paros. Sin respuesta, el 26 hubo un paro de 2horas e inmediatamente el secretario de goberna-ción, Gustavo Carvajal, llamó a los disidentes asostener “pláticas en privado”, pero acompañó lainvitación con una orden de disolución de todomitin público. Otro fracaso y nuevo paro de 3horas el 1 de agosto. Al día siguiente, suspendidaslas labores, el presidente ordenó que contingentesdel ejército ocuparan todas las instalaciones ferro-viarias y la empresa advirtió que los paristas seríanconsignados y, por supuesto, despedidos definiti-vamente; los que reanudaran labores recibiríanprotección policíaca y militar. La mayoría de losintegrantes de la Gran Comisión, entre ellos Gil-berto Rojo, Antonio Sánchez, Tomás Correa,Amós Salinas y Roberto Godínez, fueron deteni-dos. Pero los paros dejaron de ser escalonados. Lainmovilización devino en indefinida.

Sin que le conviniera el cierre, en peligro deque le ahorcaran la mula de “seises” y con la pers-pectiva de perder el juego, el presidente, tan hábilen el dominó, prefirió perder puntos, una mano.Ordenó a Amorós que se reuniera con Vallejo ydemás miembros de la Gran Comisión que estabanlibres.

En tres sesiones secretas en las que estuvepresente, dos en el domicilio de Elías TeránGómez, primer secretario general del sindicato, yla última en la camioneta de Amorós estacionadaen la esquina que forman las calles de BasilioVadillo y Colón, se acordó que fueran retirados losmilitares y policías de todas las instalacionesferroviarias; que quedaran en libertad y sin ningu-na acusación penal o civil todos los detenidos; quese levantaría lo que ya no era paro, sino huelga;que quedaba sin efecto la objeción de Amorós,externada en la segunda reunión, en el sentido de

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que Vallejo no podía ser candidato a la secretaríageneral, ni a ningún otro cargo sindical, “por sercomunista”; y que las elecciones generalestendrían lugar dentro de un plazo de 15 días a con-tar del 4 de agosto. El 5 se empezó a normalizar elservicio y el 7 estaba completamente restablecido,tras 96 horas de inactividad.

En un proceso que hasta El Nacional, enaquel entonces órgano oficial del gobierno de laRepública, describió como ejemplar por la “purezade las elecciones”, entre el 7 y el 22 de agosto seescogió a los directivos de todas las secciones y delComité Ejecutivo Nacional, triunfando comosecretario general Demetrio Vallejo con 59 mil 759votos contra 9 de José María Lara y 6 mil absten-ciones.

El 27 de agosto tomaron posesión los nuevosdirigentes. La confrontación política, de clase aclase, entre el poder ejecutivo representativo de lagran empresa nacional y extranjera y los dirigen-tes sindicales y de partidos no sometidos al siste-ma, concluía en su fase de demandas inmediatas yde orden salarial y prestaciones sociales y, aunqueéstas seguirían presentes como avanzada deambas partes, lo que se dirimiría a continuacióneran dos concepciones ideológicas de proyecciónhistórica. O, siguiendo a Gramsci, la hegemoníahistórica, cosa nunca antes habida en la vida deMéxico.

Los planteamientos de los nuevos dirigentesferrocarrileros se acompañaban de observacionesde rechazo a los cimientos de la política económi-ca y social del gobierno, aunque no se desechasenprocesos e instituciones vistos como creacionessurgidas de causas nacionales, la soberanía estabapor delante como garante de lo nacional y de lanación en sí.

Si se quería que los ferrocarriles sirviesen aese fin superior, debían ser modernizados total-mente. Electrificarlos de todo a todo; construiraquí locomotoras, carros, góndolas, cajas, fabricarlos rieles, dejar de importar durmientes, etcétera.Si debían servir al desarrollo de la nación, lo queiba de la mano con el mejoramiento ininterrumpi-do de la calidad de vida de todos los mexicanos yno de parcelas sobrepuestas, urgía fijar tarifas dearrastre y traslado de mercancías a pagar porcomerciantes, industriales y especuladores, que

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El gobierno carecía de argumentos paranegar el aumento a esos trabajadores, puesto que lohabía aceptado para todos los demás. A trabajoigual, salario igual. Así de sencillo. Pero la direc-ción del sindicato aparentemente perdió el control.Mientras se negociaba un arreglo, los trabajadoresde esas líneas y los del Ferrocarril del Sureste sefueron a la huelga el 25 de marzo. Las pláticas seprolongaron estérilmente hasta el día 28 y enton-ces, en todo el país, entró en acción el ejército. Losprimeros en ser detenidos fueron Demetrio Vallejoy Hugo Ponce de León. Siguieron cientos, miles,hasta sumar 25 mil. El paro, la huelga generalizadafue declarada ese día 28 y continuó hasta el 13 deabril en que se levantó, atendiendo a un llamado deGilberto Rojo, secretario de organización quehabía eludido la persecución policíaca escondién-dose en el domicilio de Luz Ofelia Guardiola y elautor de este escrito en la calle del Apartado núme-ro 33. Su llamado se hizo público tras una reunióncon dirigentes de los partidos Obrero-Campesinoy Comunista. El Popular se marginó, se puededecir que a tiempo para él.

En el trasfondo de ese movimiento, de losparos, de las huelgas, quedaba la idea que permeóla conducta de los dirigentes ferrocarrileros mili-tantes del Partido Obrero-Campesino y de los diri-gentes de esa agrupación: desarrollar entre lostrabajadores una conciencia de lucha por el poder.

De algún modo, Adolfo López Mateos dijo laverdad cuando le planteó a Jacinto López el 30 demarzo: “Lo que Vallejo, Campa y los demás quie-ren, es destituirme, acabar con mi gobierno”.

No tan pronto, tal vez no era a él. Pero elpropósito era llegar al poder. Lograr que los traba-jadores se hicieran del poder.

Nota: Edmundo Jardón Arzate fue dirigente de Acción Socia-lista Unificada y del Partido Obrero Campesino Mexicano(POCM). Militó luego en el Partido Comunista, en el Movi-miento de Acción y Unidad Socialista y en el Partido Socialis-ta Unificado de México, por el cual fue diputado federal. Fuedirector del periódico Noviembre, del POCM. Dio a conoceren la prensa, para obligar al gobierno a cumplir lo pactado, laplática secreta entre Demetrio Vallejo y el gerente de los ferro-carriles, Roberto Amorós. Reportero y artículista en diarios yrevistas, fue el primer director de la agencia de noticias PrensaLatina en México entre 1959 y 1966 y el último de la revistaPolítica en 1967.

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compensasen los costos del servicio, dejasenganancia a la red y no como ocurría subsidiando aesos sectores en perjuicio, entre otros, de millonesde campesinos en un extremo y de millones deconsumidores urbanos en el otro. Las tarifas fija-das para minerales y metaloides también deberíanser revisadas, pues prácticamente, si los concesio-narios de las minas en su mayoría extranjerosexplotaban de muy diversas maneras a los trabaja-dores, empezando por los salarios, también explo-taban a los ferrocarrileros aprovechando las líneasferroviarias como si fueran de su propiedad, por-que lo que pagaban por el servicio era un regalo.

Argumentos como esos molestaban lomismo a los gobernantes que a la llamada iniciati-va privada.

Vino el error

Quizá exactamente dónde y por qué, ni gobierno niempresa sabrían decirlo, pero en los dos últimosmeses de 1958 y los dos primeros de 1959, se “res-piraba” la inestabilidad política amenazadoramen-te. Fidel Velázquez, dirigente principal de la CTMy el BUO, entró al quite y se puso al frente de unademanda por aumento de salarios. No se deseabaque los dirigentes ferrocarrileros encabezaran unllamamiento que de seguro podía rebasar a Veláz-quez y a todos los “buistas”.

En postrer arreglo, el presidente Ruiz Corti-nes concilió la demanda enarbolada por FidelVelázquez con el capricho de los empresarios y seevitó que la nueva corriente sindical democráticaentrase en acción, pero no impidió que ésta, apenasrindió protesta como presidente de la RepúblicaAdolfo López Mateos, plantease una nueva revi-sión de los contratos colectivos de trabajo, tenien-do en la gerencia de los Ferrocarriles Nacionalesde México a Benjamín Méndez. La demanda con-sistía en un incremento del 16.6 por ciento a lossalarios acordados en 1958.

Las negociaciones, iniciadas a fines deenero, se prolongaron hasta la madrugada del 25de febrero, llegándose a un acuerdo en el que seaceptaba el porcentaje propuesto por el sindicato,pero quedaron fuera los trabajadores de las líneasdel Pacífico, Mexicano y Terminal de Veracruz.Vino el error.

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noticias de la rebeldía

Tlalnepantla:

Resistencia y tradición

Benito Juárez Ávila, Alfredo Lima Zavala y Benyosef LagunaEntrevista realizada por Raúl Jardón

Inauguración del Aguascalientes II, Oventic, diciembre de 1995 ERNESTO RAMÍREZ

Servicio de sanidad insurgente, Prado, Chiapas, marzo de 1994 PATRICIA ARIDJIS

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noticias de la rebeldía

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El 14 de enero la policía minis-terial del estado de Morelosinvadió violentamente el pobla-do de Tlalnepantla, en dondeapenas tres días antes la comuni-dad había elegido e instalado suConsejo Popular Autónomoluego de mantener, desde el 6 dejulio de 2003, una larga lucha, aprimera vista contra la imposi-ción de un alcalde priísta pero,en el fondo, por el respeto a losusos y costumbres democráticostradicionales, no sólo en elcampo político, sino en el socio-económico e incluso religioso.

A mediados de febrero, y apesar de que se mantenía la ocu-pación policíaca y el gobiernointentaba nuevas maniobraspara aplastar o mediatizar lalucha de la comunidad, sus inte-grantes mantenían la resistenciay más de 500 pobladores sehallaban desplazados en MilpaAlta y en poblados de Morelospara eludir la represión.

En medio de esta situa-ción, los compañeros BenitoJuárez Ávila, Alfredo LimaZavala y Benyosef Laguna,integrantes de la Comisión deBarrios y Pueblos de Tlalnepan-tla, Morelos, se acercaron poriniciativa propia a nuestra revis-ta Rebeldía para concedernosuna entrevista en la que nosnarran por qué surgió su movi-miento y cómo se fue desenvol-viendo. Ellos prefirieron que susrespuestas aparecieran comoopiniones compartidas por lostres, para que ninguno destacaramás que otro.

Cabe resaltar que nuestrosentrevistados, y según nos con-taron el resto de los compañerosque han sido elegidos como

dirigentes de la Comisión y delConsejo Popular Autónomo, notenían experiencias, ni forma-ción o participación política pre-vias. En cambio se puedeobservar la fuerza y capacidadque la participación comunitariay la organización productiva lesha dado, lo mismo que la valora-ción de sus mecanismos autóno-mos en la selección de susautoridades. Todo esto los hadotado de una perspectiva polí-tica democrática que les ha ser-vido para enfrentar los retos queha tenido y sigue teniendo sumovimiento.

La revista Rebeldía pormedio de esta entrevista llama ala mayor solidaridad con estemovimiento y nos pronuncia-mos por el respeto a la auto-nomía de esa comunidad y elcastigo a los responsables direc-tos e indirectos de la represióncontra el pueblo de Tlanepantla,Morelos.

Rebeldía: Los medios de comu-nicación han presentado elmovimiento en Tlalnepantlacomo un asunto que estalló derepente y exclusivamente moti-vado por la inconformidad detipo electoral, pero ¿qué antece-dentes, situación social y expe-riencias organizativas tiene sumovimiento?

La experiencia organizativa nosviene desde la elección de lasmayordomías en la Iglesia Cató-lica. Posteriormente, en lo eco-nómico se organizan grupos deproductores de nopal verdura(en el municipio hay seis gruposorganizados de cultivadores denopal). Es decir, inicialmente

nos organizamos para la defensade los espacios en la Central deAbastos del Distrito Federal,pero esa organización es la baseeconómica de todo el munici-pio, pues el 80 por ciento de lagente se dedica a la producciónde nopal y, en el caso del pueblode Tlalnepantla, es el 90 o el 95por ciento.

En las mayordomías de laiglesia la elección por usos ycostumbres de los mayordomoses desde hace muchas décadas,tal vez cien años. En la organi-zación de nopaleros es más omenos a partir de 1980. Además,los representantes de bienescomunales también se eligen enasambleas desde hace unos 70años. En todos los casos, al decirusos y costumbres, hablamos deelección directa en asambleas dela comunidad que se celebran enla mayoría de los casos en laplaza central de Tlalnepantla.

Los grupos políticos nuncase metieron en las eleccionesreligiosas de mayordomos ni enlas de los nopaleros. Incluso laConfederación Nacional Cam-pesina (CNC) nunca se metió enla elección de representantes debienes comunales.

De allí nos viene la tradi-ción de que en las cosas políti-cas también elegimos por usos ycostumbres y no aceptamos quenos impongan las cosas desdefuera de la decisión de la comu-nidad.

Rebeldía: ¿Cómo se ejercíanlos usos y costumbres en laselecciones previas y desdecuándo. Cuál fue su participa-ción en las elecciones formalespasadas?

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Siempre, desde que hay munici-pio, fue costumbre que se con-vocaba a asamblea general en laplaza en la que la gente hacía suspropuestas y se elegía en votodirecto a mano alzada o apun-tando en un pizarrón el voto decada quien, sin planillas ni pro-paganda previa. Desde hacemuchas décadas el PRI sólo lle-gaba a anotar a los elegidos porusos y costumbres para presen-tarlos como candidatos en laselecciones oficiales. Como que

el PRI respetaba los usos y cos-tumbres del pueblo y el puebloaceptaba la formalización delnombramiento de los que habíanelegido por usos y costumbresen las elecciones oficiales.

Pero ahora, en las cam-pañas para las elecciones del 6de julio del año pasado, hubopor primera vez un manoseopolítico de siete partidos quellegaron a hacer discursosdemagógicos a la población ylograron entrar al pueblo a hacerpláticas ofreciéndole a diversas

gentes participar como candida-tos en las planillas. Hubo algunadivisión en las familias y pue-blos y de esa división surgió quehubiera, también por primeravez, candidatos del PAN, elPRD, el PVEM, Fuerza Ciuda-dana, Convergencia y AlianzaSocial. El PRI había dicho queno iba a poner candidatos ennuestro municipio y en otroscuatro de Morelos, pero, a últi-ma hora, una semana antes delas elecciones, metió el registro

de su candidato y echó ofreci-miento de créditos, compra devotos, etcétera.

Pero antes se hizo la asam-blea por usos y costumbres enmayo del año pasado y el puebloeligió a Conrado Pacheco. Lospartidos no se metieron en laasamblea y el pueblo, más demil personas que estuvieron enla asamblea, esperaba que,como era tradicional, el PRI seacercara a ofrecerle su registroal elegido. Y sí se lo ofrecieronpero, por no simpatizar con ese

partido, Conrado decidió noregistrarse por el PRI, sino porel de Fuerza Ciudadana (aunquesabemos que el PRI ya hastaestaba imprimiéndole propa-ganda). Hay que decir que luegoel compañero Pacheco estuvoactivo al principio del movi-miento pero se fue retirandopara que lo encabezara la Comi-sión de Barrios y Pueblos.

Entonces, el PRI registrófuera de tiempo a Elías Osorioy el 6 de julio la gente no se

presentó a los comicios oficialescreyendo que se iba a respetar laelección por usos y costumbres,todavía no había ninguna orga-nización de la gente.

El PRI obtuvo fraudulen-tamente 405 votos contra 402del PAN y el PVEM con 398,Fuerza Ciudadana 370 y el PRD240 votos. O sea que como quela votación estuvo muy pareja,aunque decimos que fue fraudu-lenta por que en realidad no votótanta gente, sino que se inflaronlos votos, sobre todo del PRI.

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Selva Lacandona, Chiapas, 1994 CECILIA CANDELARIA

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La verdad es que hay quereconocer que la gente pensó, seconfió, en que ya había elegido asu candidato por usos y costum-bres y por eso no fue a votar másdel 60 por ciento de la gente.Fíjate compañero, en el padrónhay alrededor de 4 mil 500 perso-nas y la población del municipioes de 5 mil 600 habitantes, inclu-yendo a los menores de edad.

El PAN impugnó los resul-tados pero fue una protestanomás formal y no hizo nada

por echar abajo los resultadosporque tampoco le conveníaaceptar lo decidido por el pueblopor usos y costumbres.

El 19 de octubre se hizouna asamblea general que origi-nalmente era para tratar asuntosde bienes comunales. Pero lagente aprovechó espontánea-mente para manifestar su incon-formidad con Elías Osorio, y esque nadie lo quiere porque ya loconoce. Él fue presidente muni-cipal por usos y costumbres hacenueve años y fue representante

forestal, de agua y de bienes co-munales y en todos sus cargos fuedeshonesto, se le descubrieronmalversaciones y malos mane-jos en todos y por eso la gente nolo quiere y salió de ella mismadesconocerlo, sin que nadieorganizara la cosa.

En esa asamblea se ratificóal candidato electo por usos ycostumbres Conrado Pacheco.Ahí mismo se forma la Comi-sión de Barrios y Pueblos, a esaasamblea asistieron unas 2 mil

500 gentes, o sea más del doblede los que habían hecho la elec-ción por usos y costumbres, peroya sólo faltaban unos 12 díaspara la toma de protesta del su-puestamente electo Elías Osorio.

Para el 1 de noviembreElías Osorio toma protesta en sucasa y, por decisión de la comu-nidad, Conrado Pacheco lo haceenfrente de la presidencia muni-cipal. O sea que hay dos presi-dentes municipales paralelos,uno por usos y costumbres yotro oficial.

Pero es importante decirque el presidente municipalsaliente, Donato González Flo-res, electo por usos y costum-bres tres años antes y registradopor el PRI, acató la voluntaddel pueblo y le entregó las lla-ves de todos los locales munici-pales a la Comisión de Barriosy Pueblos.

Otra cosa que es intere-sante decir es que en mayo laaplastante mayoría de los asis-tentes a la asamblea de usos y

costumbres en que se escogió aPacheco eran hombres pero,conforme crece el movimiento,eso ya no es así, pues ya partici-pan en las asambleas y en lalucha muchas mujeres y jóve-nes, cosa que antes no lo hacíanpues los activos eran los hom-bres adultos.

Rebeldía: Si me permitenhacerles una pregunta antes deque sigan adelante: ¿cómo estáintegrada la Comisión deBarrios y Pueblos?

Desplazados, Polhó, Chiapas LOURDES GROBET

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La Comisión está integrada pordos representantes de cada unode los cinco barrios y de cadauno de los tres pueblos delmunicipio, o sea que somos 16representantes en total. Losbarrios del municipio son SanPedro, San Felipe, San Nicolás,San Bartolomé y Santiago y lospueblos son El Pedregal, ElVigía y Felipe Neri. La Comi-sión surgió como una forma deorganizarse de las comunidadespara combatir la imposición deElías Osorio.

Rebeldía: Otros medios decomunicación han hablado delproblema del nopal como tras-fondo del movimiento ¿qué hayde real en eso y cuáles son losprincipales problemas socialesde la zona?

El principal problema es el de laeducación, pues Tlalnepantlaestá entre los municipios demayor analfabetismo de More-los. Otro es que tenemos pocosservicios de salud. Otro proble-ma principal es que hay muchafalta de agua potable, por ejem-plo, Felipe Neri y El Vigía notienen más que la que juntan dela lluvia.

Hace dos años el goberna-dor se comprometió a perforarpozos para dotar al municipio deagua, pero ni los perforó, aun-que sí hizo una gran campañapublicitaria anunciando que ibaa hacerlo.

No hay apoyos del gobier-no para la producción del nopal,sólo el esfuerzo de los seis gru-pos organizados de productoresdel nopal consiguió espaciospara comercializar directamente

el producto del municipio en laCentral de Abastos del DF y enotros estados. Ese esfuerzo hasido tanto que incluso ya vende-mos nopal en los Estados Uni-dos desde hace cuatro años.

El gobierno de Morelos,por el contrario, en lugar de bus-car mercados para la producciónde nopales de otros municipiosse ha dedicado a promover lainvasión de los mercados logra-dos por los de Tlalnepantla, osea que quiere enfrentar a cam-pesinos con campesinos en lasventas, en lugar de preocuparsepor abrir mercados para todos.

Hay que aclarar que, apar-te del nopal, en Felipe Neri secultiva trigo y avena, y en ElVigía jitomate, maíz y frijol,pero tampoco ellos recibenapoyo del gobierno estatal; nilos que trabajan la madera, elcarbón y la leña.

Rebeldía: ¿Cómo surgió laorganización del movimientoactual, cómo funciona pararepresentar a los pobladores?

La Comisión y la comunidad, osea unas mil personas que asis-ten a una asamblea, deciden ir alCongreso del estado el 3 denoviembre para informarle quela comunidad no acepta a ElíasOsorio y solicitar su destitución.Los diputados emitieron unaminuta de los coordinadores detodos los partidos PAN, PRD yhasta el PRI, y el secretario degobierno la aceptó, en la quedicen que mientras revisan lasituación no se le entregaránrecursos a Elías y que quienqueda a cargo de las instalacio-nes es la comunidad, o sea se le

otorgó el resguardo de las insta-laciones a la Comisión. En laminuta dijeron que el 6 denoviembre en la sesión del Con-greso estatal ventilarían el asun-to. El 4 de noviembre, laComisión fue con el secretariode gobierno, Eduardo Becerra,quien dijo que si por él fueraElías saldría y se comprometió arevisar la situación.

El 6 de noviembre, lacomunidad acuerda estar pre-sente con mil 500 personas en lasesión del Congreso. Elías sehace presente acompañado de300 simpatizantes priístas, perode otras comunidades llevadospor la diputada local y lideresadel PRI en Morelos, MariselaSánchez.

Pero en la orden del día dela sesión no se incluye el caso deTlalnepantla y, en el momentoen que algunos compañeros tra-tan de preguntar a un diputado larazón, los legisladores salenhuyendo y se suspende la sesión.

En los días siguientes seplanteó en la comunidad queuna forma de presionar al gober-nador es enviarle cartas primeroy se le mandan unas 550; luegollevar a cabo un plebiscito, quese realiza el 16 de noviembreaunque hubo obstáculos, comola negativa a asistir de un notariopúblico para que diera fe. En elplebiscito transparente y limpioparticipó la gente con credencialde elector, llevando su CURP yacta de nacimiento y dejandocopia de todo eso.

Se emitieron mil 312 votospara Conrado Pacheco y sólouno para Elías Osorio. Losresultados fueron entregados algobernador y al Congreso del

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estado. En esos días también seles entrega a los mismos un ofi-cio solicitando, con apego aderecho, la desaparición depoderes en el ayuntamiento.

Después de todas estasacciones, se realiza la marcha del26 de noviembre. La gente deci-de ir de Tlalnepantla a Cuernava-ca y encuentra el Palacio y laCámara de Diputados cerrados ynadie atiende sus demandas.

Ante esa cerrazón delgobierno estatal, se decidió tras-ladarse a la autopista a Acapulcoy bloquearla a la altura delpoblado de Chamilpa. Se hace elbloqueo unos 30 minutos y sedecide la retirada porque hay unallamada del gobierno diciendoque va a haber un acercamiento

al día siguiente, o sea el 27 denoviembre, pero cuando prácti-camente ya habíamos desalojadola carretera las mil personas queparticipábamos, se produce laagresión policíaca, incluso condisparos de armas de fuego.Hubo un herido y 60 detenidos,robos y daños.En esa situación acudimos conlos diputados del PRD para queayudaran a liberar a los presos.La gente, unas 3 mil personas,se reunió en la plaza de la comu-nidad y quería ir a Cuernavaca,pero se acordó no hacerlo paraque no hubiera otra represión.Pero en la madrugada llegaronal pueblo cinco patrullas congranaderos y la gente los obligóa retirarse.

Las familias de los presos yla gente en general formaron unacomisión para sacar a los presos,lograr la desaparición de poderesy el levantamiento de las órdenesde aprehensión. Al mismo tiem-po, todas las fracciones parla-mentarias, excepto la del PRI,hacen un pronunciamiento seña-lando que es necesario desapare-cer los poderes. Pero en la mesade diálogo del día 27 el gobier-no, por medio del subsecretariode gobierno Germán Castaño,dijo delante de los diputados queestá dispuesto a aceptar las de-mandas, pero que la comunidadno ponga demanda al gobiernopor la agresión del día 26 y queno se hagan comentarios a laprensa. Nuestra comisión, enprueba de buena voluntad,aceptó y el gobernador EstradaCajigal dijo en declaracionespúblicas que puede darse ladesaparición de poderes, pero eldía 28 se desdice.

El 30 de noviembre, el Tri-bunal Estatal Electoral envió unacomunicación manifestando queno se daría la desaparición depoderes y empeazron los rumo-res de la entrada de la fuerzapública a Tlalnepantla. Previ-niendo eso, el pueblo colocabarricadas el 15 de diciembre y elpresidente de la Comisión Estatalde Derechos Humanos, Francis-co Coronato, se presenta en elpueblo y se ofrece como interme-diario para un diálogo con ElíasOsorio. La comunidad pidió queel diálogo sea ahí y con el Con-greso y el gobierno estatal, sinElías Osorio, pero Coronato dijoque fuera en Cuautla. De todosmodos, esa plática evitó la entra-da de la fuerza pública.

Amador Hernández, Chiapas, abril de 1998 GILDARDO MAGAÑA

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Se hizo el diálogo los días17, 18 y 21 de diciembre y laComisión de Barrios y Pueblospropuso que se realizara otroplebiscito, con participación delgobierno estatal, diputados ymedios de comunicación o quehubiera una asamblea en lacomunidad y ahí se definan lascosas, aparte de la desapariciónde poderes. La gente de ElíasOsorio propuso darle al movi-miento ocho direcciones de laadministración pública, y que lodejáramos gobernar seis mesesy luego lo evaluáramos en asam-blea, lo que fue rechazado. Lapolémica fue legalidad oficialcontra legitimidad popular.

Es interesante destacar queen esos diálogos se dijo quemientras se mantuvieran las plá-ticas se suspendían las órdenesde aprehensión.

Las fiestas decembrinasmotivaron un paréntesis en elconflicto, pero, el 5 de enero, lacomunidad realizó otra asam-blea general y decidió romper eldiálogo por su falta de resulta-dos y que no se asistiera a lamesa del día 7 porque no se veíaen el gobierno voluntad deresolver el conflicto, sino nomásde encontrar el modo de soste-ner a Elías Osorio. Ante esto sedecidió formar el Consejo Popu-lar Autónomo.

Hay que aclarar que no seacordó formar un MunicipioAutónomo, sino nombrar al Con-sejo Popular Autónomo y queesto se hizo sencillamente por-que, en medio de la inexistenciade un gobierno municipal sehabían venido acumulando nece-sidades impostergables del pue-blo, como la de obtener agua

potable. Esa necesidad, lo mismoque la recolección de basura yotras cosas se venía haciendo,pero desorganizadamente, porcooperación de la gente, porejemplo para pagar la electrici-dad para el bombeo de agua.

Otra cosa es que, de hecho,se forma el Consejo porque nohabía otra alternativa luego dehaber usado todos los mediospara lograr la desaparición depoderes. El Consejo se instala el11 de enero como una respuestaa la falta de respeto a la demo-cracia y a la libertad para elegira los representantes. El ConsejoPopular Autónomo es integrado,entre otros compañeros, porRolando Alvarado Colín, Ray-mundo Rodríguez Riegos y

Pedro Pérez, todos ellos gentede respeto entre la gente de losbarrios y pueblos.

En la asamblea se acordó,con la aprobación de todos, quecada familia aportara 20 pesossemanales para los trabajos delConsejo, sobre todo en lo delsuministro de agua y el Consejocomenzó luego, luego, a echar aandar los recorridos de pipas deagua y otras tareas urgentesantes de que se produjera lainvasión policíaca del día 14.

Rebeldía: Los políticos, sobretodo en Morelos, se quejan de laintervención de organizacionesexternas en el movimiento.¿Cuál es la relación del movi-miento con otras organizaciones,

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Amador Hernández, Chiapas, abril de 1998 GILDARDO MAGAÑA

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qué es lo que ustedes solicitan dequienes se solidarizan y quecosas no aceptan?

Las organizaciones no guberna-mentales llegaron a solidarizarsea partir del 26 de noviembre,pero sólo para dar su apoyoincondicional. Quedó clarodesde el principio que su partici-pación era sólo hasta donde lacomunidad lo permitiera y quees la comunidad la que toma lasdecisiones, que sólo la asambleageneral puede tomar decisiones.Se ha dicho demasiado que lasorganizaciones externas nosinfluyen, pero eso es falso.Nadie ha condicionado suapoyo, y nosotros escuchamos atodo mundo para enriquecernuestros puntos de vista, pero lainformación se baja a las basespara que ellas decidan. No acep-tamos ni hay injerencias, ni deradicales ni de no radicales, ni departidos ni de grupos políticos.

Rebeldía: ¿Cuales son susdemandas actuales y de máslargo plazo y cuál es la estrate-gia que ustedes se plantean paraobtener su solución?

Antes que nada, como unamuestra de voluntad política delgobierno, exigimos que se reti-ren las órdenes de aprehensión yde presentación y los cargos porsupuestas responsabilidadescontra los compañeros deteni-dos el 26 de noviembre y el 14de enero. Demandamos que seretire la policía de todo el muni-cipio y que cese el hostigamien-to y amenazas contra losintegrantes del Consejo PopularAutónomo y de la Comisión de

Barrios y Pueblos, pues la perse-cución en contra nuestra se man-tiene y ha habido incursiones dela policía ministerial morelenseincluso en el DF, como ocurrióel 6 de febrero.

Luego, nuestra demandaes primeramente que se convo-que a una mesa de diálogo en elPalacio Legislativo de SanLázaro en la que participenrepresentantes de la Secretaríade Gobernación dotados decapacidad para resolver el con-flicto; diputados locales y fede-rales y representantes delgobierno de Morelos; que seacepte que en el diálogo hayaobservadores de la sociedadcivil, los medios de comunica-ción y los intelectuales y queestén también representantes delas organizaciones de derechoshumanos pero, en este caso, sóloen calidad de testigos. No esta-mos de acuerdo en la participa-ción de Elías Osorio.

Planteamos que es necesa-rio el castigo a los responsablesde las agresiones del 26 denoviembre y del 14 de enero, aquienes las realizaron material-mente y a quienes las ordenaron.

Exigimos indemnización alos familiares del compañeroGregorio Sánchez Mercado,asesinado el 14 de enero; el cas-tigo a los responsables de sumuerte y que no se fabriquenculpables, como se quiere haceren el caso de Benjamín MedinaBarrera, aunque las autoridadesno tienen pruebas reales.

Pedimos que se implemen-te un programa de apoyo agro-pecuario y de servicios pararesarcir los daños que ha sufridola comunidad por la represión y

por los robos de nopales hechospor la gente de Elías Osorio.

En la mesa de diálogo exi-giremos la desaparición depoderes del ayuntamiento y quese forme un Consejo Municipalpara convocar a eleccionesextraordinarias oficiales, perorespetando las decisiones de lacomunidad tomadas y que setomen por el método de los usosy costumbres.

Rebeldía: ¿Hay algo más quequieran agregar?

Sí, que el gobierno estatal yfederal deben tener claro quenuestro movimiento se mantie-ne aún bajo la represión y la per-secución. Seguimos realizandoasambleas con cuando menos500 personas, y muchas vecescon más de 800, y mantenemosla consulta por diversos medioscon la gente en los pueblos ybarrios para tomarla en cuentaaún cuando no pueden ir a esasasambleas. Necesitamos y valo-ramos la solidaridad de todos,pero sabemos que la fuerza delmovimiento es el respaldo de lacomunidad.

A los compañeros y organi-zaciones que quieran apoyarnosde algún modo, que tengan pre-guntas o tengan opiniones quequieran darnos o que, al revés,nos quieran contar de sus expe-riencias o problemas, les pedi-mos que se comuniquen a lossiguientes correos electrónicos:[email protected]@yahoo.com.mx, o bien que consultennuestra página de Internet en ladirección: htttp://.www.laneta.apc.org/tlalnepanlta/

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Hace dos décadas, dio inicio ungran proyecto neoliberal: condemocracia y mercado, Haitídebía convertirse en el “Taiwándel Caribe”. Para ello, se precisóde la intervención militar deEstados Unidos y del Consejode Seguridad de las NacionesUnidas; de la concurrencia de

asesores del Banco Mundial, elFondo Monetario Internacionaly la agencia norteamericanaUSAID, entre otros organismos;de promesas de ayuda económi-ca, así como de pactos y proyec-tos políticos.

Desde entonces, todas lasacciones del poder han tenido el

las perlas del neoliberalismo

Haití

Dos carascaras en la intervención

Guadalupe Tepeyac en el exilio, Chiapas, 1996 ENIAC MARTÍNEZ

Construcción de Guadalupe Tepeyac en el exilio, Chiapas, 1996 ENIAC MARTÍNEZ

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mismo sello. En el Pentágono,llamaron a la invasión de Haití“Uphold Democracy” y local-mente la propaganda oficialanuncia que las políticas neoli-berales son en beneficio de la“sociedad civil”. Por su parte, elDepartamento de Estado diseñóun programa llamado “Demo-cracy Enhanced”, destinado afinanciar al espectro de la clasepolítica. Otras agencias esta-dounidenses, como Internatio-nal Republican Institute, elNational Endowment for Demo-cracy, Haiti Democracy Projecty la Cámara Americana deComercio, también han propor-cionado financiamiento a losgrupos políticos de Haití.

Así, primero, Jean BertrandAristide aceptó un programaeconómico neoliberal como con-dición de Estados Unidos paraser reinstalado en el gobierno y,más tarde, también con apoyode Washington, nació la uniónopositora de centro, derecha e

izquierda haitiana, que adoptóel nombre de “ConvergenciaDemocrática”. En diciembre delaño 2002, también surgió elGrupo de los 184, una coaliciónorquestada con la intervencióndirecta de James Morrell, ex-oficial del Departamento deEstado que encabeza HaitiDemocracy Project.

En ese gran proyecto neoliberal ycontrainsurgente, sin embargo,no todo ha funcionado según loprevisto. En 1997, por ejemplo,sólo el 5 por ciento de los electo-res haitianos acudió a votar y,desde entonces, los analistas delPentágono se quejan. Un profesor

del Instituto de Estudios Estraté-gicos escribió en aquel año que“los americanos han moderniza-do cualquier cosa, excepto Haitíy los haitianos”… que siguensiendo rebeldes.

De cualquier modo, enWashington no se considera que

todo esté perdido. El proyectoDemocracy Enhancement seaplica también en países comoEl Salvador, Nicaragua oColombia. ¿Pensarán crear uno,dos, tres, muchos Taiwanes?

Al término de la II Guerra Mun-dial, en Alemania, como tam-bién en la ciudad de Kuwait,durante la Guerra del Golfo Pér-sico, eran pocas las organizacio-nes civiles presentes en el teatrode operaciones. El ejército era laúnica organización en condicio-nes operativas.

Por el contrario, en Haitílos elementos militares fueronen realidad los últimos en llegaral escenario. Una diversidad deorganizaciones de la ONU, laAgencia para el DesarrolloInternacional, y otras organiza-ciones llevaban ya mucho tiem-po en el terreno cuando llegaronlas fuerzas armadas estadouni-denses. Desde varios años antes,las organizaciones privadas con-ducían operaciones en el país. (Margaret Daly Hays y contraal-mirante Gary F. Weatley, Inter-agency and Political-MilitaryDimensions of Peace Opera-tions: Haiti. A Case Study).

Bajo los apremios de la CasaBlanca, el Fondo MonetarioInternacional y el Banco Mun-dial, hace dos décadas, el Estadohaitiano inició el programa ace-lerado de “liberalización delcomercio”. El impuesto a lasimportaciones de arroz —cultivobásico del país— se redujo del 50al 3 por ciento. En consecuencia,más de la mitad del arroz que se

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consume en Haití se compra hoyen Estados Unidos, la produc-ción interna está en quiebra y lapobreza se ha agravado.

En Jamaica sucedió algosemejante con la producción deleche, sólo que las compañías quese beneficiaron son nativas de laUnión Europea. Entre 1996 y2000, Ghana aumentó tres vecessu producción de cocoa, peroobtuvo ingresos tres veces meno-res. Por cada dólar de “ayudaextranjera”, los países pobrespierden dos dólares en el robodel “comercio liberal”, explicóun organismo canadiense.

En cierto modo, se puededecir que Haití es la estrella delneoliberalismo. Allí, el desem-pleo es superior al 70 por ciento,más de la mitad de los niñosestán severamente desnutridos,la mortalidad infantil y maternason las más altas del hemisferio,la población rural vive en condi-ciones apenas imaginables depobreza y emigra.

Uno de los videojuegos másvendidos actualmente en Esta-dos Unidos trata de un narcotra-ficante que se propone recuperarel dinero y la droga que perdióen una transacción. “Vas aencontrar a los que nos quitaronnuestra cocaína y los vas amatar”, dice la voz que invita adar inicio en cada partida. Entrelas distintas opciones, el jugadorpuede disparar sobre personas,golpearlas con bates de béisbol,cortarlas con machete en rodajaso las puede arrollar. Tambiénpuede recoger a una prostituta ytener relaciones sexuales conella en la parte trasera de un

coche robado, luego, la puedeasesinar a golpes. El jugadorobtiene puntos extra, para serganador, matando haitianos.

A finales del 2003, la com-pañía neoyorkina que produjo el“juego infantil” había vendido11 millones de copias. Tras unademanda judicial de organiza-ciones haitianas, Rockstar Gamesanunció que no lanzaría nuevasversiones del videojuego.

“La sociedad norteameri-cana es racista, aun si existenleyes anti-racistas”, declaró unministro religioso de NuevaYork. “Se funda en una antiguasociedad de propietarios deesclavos que ha dejado su huellay hay gente que cree que puedehacer dinero con el racismo”…(The Guardian)

El FMI nos exigió reducir eltamaño del Estado en 50 porciento, manifestó un economistahaitiano. Sin embargo, sólotenemos 49 mil empleados esta-tales para una población de sietemillones de habitantes. Compa-re con la República Dominica-na: con la misma población,ellos tienen 400 mil.

Fuera de la capital, PuertoPríncipe, podría decirse que elEstado no existe. Apenas hayunos pocos hospitales y escue-las. En Haití, el Estado ha sidouna fuerza presente sólo por suterror. En esas condiciones,agregó, apoyar al sector privadosignifica apoyar a diez o quincefamilias que controlan granparte de la economía. Ese sectorprivado no invierte en el país,sólo se encarga del pillaje y laespeculación. Ellos compran

café en Haití, lo venden en algúnlugar, y ponen el dinero en unbanco extranjero (la familia deldictador, Papá Doc, amasó unafortuna de 900 millones de dóla-res que conserva en Suiza).

Por su parte, los políticoshablan de austeridad, pero haygente en el gobierno que gana de10 a 15 mil dólares al mes.Usualmente —concluye— des-pués que estas personas salen delos ministerios se convierten enasesores del Banco Mundial odel FMI y ganan elevados suel-dos por el resto de su vida…como Zedillo y Salinas.

A pesar de la oposición de cam-pesinos, el gobierno de Haitíestableció una zona de librecomercio en la frontera con laRepública Dominicana, parafavorecer el establecimiento detalleres de maquila. “Aunquesean salarios malos, eso esmejor que nada”, declaró elministro de Economía. “Esosque nos critican, mejor deberíande buscar dónde poner a trabajara unos cuantos pobres”, agregó.

En la empresa Gilanex, untrabajador a destajo que coseropa Disney para niño, gana pocomás de dos dólares al día, menosde lo que cuesta la comida fami-liar de arroz con frijoles y pan.

En 1997, otro contratista deDisney salió de Haití a causa dela protesta de los trabajadores porlos bajos salarios. El taller demaquila se estableció entoncesen Ciudad Acuña, México, paraproducir la ropa Hércules, ReyLeón y 101 Dálmatas. Dicen queéste es un “país maravilloso”.

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Parece que hubiera un principioen el proyecto neoliberal: alejara la mayor cantidad de gente dela política y, a la vez, dar “realcea la democracia” con armas ydinero. Un haitiano lo exponeasí: El punto de vista estadouni-dense es que “si los dejamos a supropia decisión, vendría la anar-quía total”. Los poderosos llega-ron a esa conclusión porque a lacaída de la dictadura de Duva-lier se desplegó un fuerte movi-miento popular en Haití, que seorientó hacia una democraciaradical. Un movimiento en elque la gente pudo participarrealmente, un movimiento que

no se basaba en la práctica usualde que unos cuantos políticostoman las decisiones del país,mientras todos los demás semantienen como espectadores.

Tenemos muchas manifes-taciones concretas de lo que estosignifica. Tras la caída de Duva-lier, en muchos lugares del país,la población creó tribunalespopulares para enjuiciar a los

Tonton Macoutes y duvalieris-tas. Esta práctica fue muy acti-va, pero no encajaba en elconcepto estadounidense de lademocracia. El enfoque nortea-mericano es crear una “demo-cracia” sin la participación de lagente. Suponen que la gente nosabe cómo gobernarse a símisma. Su idea es construir una“democracia” que saque al pue-blo del escenario político.

El golpe de Estado de 1991tuvo un rol significativo para al-canzar ese objetivo: asesinando,destruyendo la organización po-pular, dando el estatuto de resi-dentes en Estados Unidos a

líderes de las organizacionespopulares. Durante el golpe, co-mo forma de decapitar al movi-miento popular, las agencias deEstados Unidos hicieron entre-vistas con mucha gente; cerca de12 mil luchadores destacados delas organizaciones popularesfueron sacados de Haití y se lesdio el estatuto de residencia per-manente en Estados Unidos.

Este es un aspecto impor-tante de la crisis política que semanifiesta desde el año de 1997.Los organismos internacionalestrataron de imponer institucio-nes moldeadas, sin la participa-ción de la gente. Así, se produjouna gran brecha entre la dinámi-ca de ese movimiento popular ylas nuevas instituciones que losorganismos internacionales hantratado de imponer.

Un gigantesco muro está siendoconstruido en el Tercer Mundopara ocultar la realidad de lasmayorías pobres.

Se construye un muroentre ricos y pobres para que lapobreza no moleste a los pode-rosos, así los pobres son obliga-dos a morir en el silencio de lahistoria. La desinformación esel muro para distorsionar lo quepasa en el Tercer Mundo.(Noam Chomsky, DemocracyEnhancement).

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