Revista Núm. 254 - Comité 20/20

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44 REVISTA A Febrero 2016 En el 2016, el reto que tiene el Comité 20/20 de agroindustria es lograr su plena institucionalización como herramienta y escenario de construcción de política pública entre el Ministerio de Agricultura y el sector privado. P ara la ANDI, uno de los principales problemas que originan el rezago de la agroindustria en Colombia es la debilidad institucional en el sistema nacional agropecuario. Por ello, el principal esfuerzo de esta mesa se ha concentrado en el fortalecimiento de algunas de sus instituciones. La primera de ellas, si no la más importante, tiene relación con la modalidad en la tenencia de las tierras y el nuevo esquema que el gobierno pre- tende implementar con la Ley 1776 de 2016, por medio de la cual se crean las Zonas de Interés de Desarrollo Rural, Económico y Social (ZIDRES). Durante el año pasado, la ANDI acompañó el trámite legislativo y lideró la vocería del sector privado frente al nuevo modelo. Este año el comité concentrará sus esfuerzos en la reglamentación de la norma, con el fin de aclarar algunos aspec- tos conceptuales que generen mayor seguridad jurídica para la inversión en estas zonas. Aún se presentan algunos elementos particulares que requieren aclaración, tales como: las definiciones contenidas en el objeto, los componentes de los proyectos productivos, los bienes inmuebles para la ejecución del proyecto, la delimitación de las zonas y los planes de ordenamiento productivo de la UPRA, entre otros. Estos conceptos han sido abordados con nuestros afiliados y el concurso de las Cámaras de Servicios Legales, Alimentos Balanceados, Procultivos y Induarroz; así como de las seccionales Llanos, Antioquia y Valle. Además, el Comité adelanta una agenda de tra- bajo para el fortalecimiento institucional y calidad del servicio en entidades como el Invima, ICA, Cor- poica y Aunap. El libro ‘Estrategia para una Nueva Industrialización’ estableció una serie de recomen- daciones en materia de inspección, control, vigilan- cia y regulación basada en el riesgo, así como en el fortalecimiento de laboratorios, entre otros; funda- mentales para avanzar en el sector agroindustrial. Para la ANDI es prioritario el fortalecimiento de la relación entre productores, órganos reguladores y centros de investigación y transferencia de tecno- logía para un desarrollo armónico del sistema, que logre promover los negocios agrícolas, pecuarios y agroindustriales. Por ello, la agenda a trabajar versa sobre temas que van desde la regulación en gestión de riesgo, verificación de los procesos de registro, implementación de trámites en línea, habilitación de una red de laboratorios y rotación del capital humano hasta la inclusión de los actores del sector productivo en sus órganos de decisión. Además se requieren mecanismos para facilitar la financiación y el acceso a mercados, ya que son condiciones necesarias para el desarrollo del sector agropecuario y agroindustrial. Por otro lado, desde la ANDI se están identi- ficando sectores en los que sea viable adelantar exitosamente proyectos de encadenamientos agro- industriales. Es el caso del cacao, en el que se ha encontrado gran potencial de fortalecimiento de su cadena de valor, al desarrollar prácticas agrí- colas y jalonar a los pequeños productores con el mismo estándar de calidad y producción, para garantizar una oferta competitiva en el ámbito nacional e internacional. LOS COMITÉS 20/20 MIRAN AL AGRO COMITÉ 20/20

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44 REVISTA A Febrero 2016

En el 2016, el reto que tiene el Comité 20/20 de agroindustria es lograr su plena institucionalización como

herramienta y escenario de construcción de política pública entre el Ministerio de Agricultura y el sector privado.

Para la ANDI, uno de los principales problemas que originan el rezago de la agroindustria en Colombia es la debilidad institucional en el sistema nacional agropecuario. Por ello, el

principal esfuerzo de esta mesa se ha concentrado en el fortalecimiento de algunas de sus instituciones.

La primera de ellas, si no la más importante, tiene relación con la modalidad en la tenencia de las tierras y el nuevo esquema que el gobierno pre-tende implementar con la Ley 1776 de 2016, por medio de la cual se crean las Zonas de Interés de Desarrollo Rural, Económico y Social (ZIDRES).

Durante el año pasado, la ANDI acompañó el trámite legislativo y lideró la vocería del sector privado frente al nuevo modelo. Este año el comité concentrará sus esfuerzos en la reglamentación de la norma, con el fin de aclarar algunos aspec-tos conceptuales que generen mayor seguridad jurídica para la inversión en estas zonas. Aún se presentan algunos elementos particulares que requieren aclaración, tales como: las definiciones contenidas en el objeto, los componentes de los proyectos productivos, los bienes inmuebles para la ejecución del proyecto, la delimitación de las zonas y los planes de ordenamiento productivo de la UPRA, entre otros. Estos conceptos han sido abordados con nuestros afiliados y el concurso de las Cámaras de Servicios Legales, Alimentos Balanceados, Procultivos y Induarroz; así como de las seccionales Llanos, Antioquia y Valle.

Además, el Comité adelanta una agenda de tra-bajo para el fortalecimiento institucional y calidad

del servicio en entidades como el Invima, ICA, Cor-poica y Aunap. El libro ‘Estrategia para una Nueva Industrialización’ estableció una serie de recomen-daciones en materia de inspección, control, vigilan-cia y regulación basada en el riesgo, así como en el fortalecimiento de laboratorios, entre otros; funda-mentales para avanzar en el sector agroindustrial.

Para la ANDI es prioritario el fortalecimiento de la relación entre productores, órganos reguladores y centros de investigación y transferencia de tecno-logía para un desarrollo armónico del sistema, que logre promover los negocios agrícolas, pecuarios y agroindustriales. Por ello, la agenda a trabajar versa sobre temas que van desde la regulación en gestión de riesgo, verificación de los procesos de registro, implementación de trámites en línea, habilitación de una red de laboratorios y rotación del capital humano hasta la inclusión de los actores del sector productivo en sus órganos de decisión.

Además se requieren mecanismos para facilitar la financiación y el acceso a mercados, ya que son condiciones necesarias para el desarrollo del sector agropecuario y agroindustrial.

Por otro lado, desde la ANDI se están identi-ficando sectores en los que sea viable adelantar exitosamente proyectos de encadenamientos agro-industriales. Es el caso del cacao, en el que se ha encontrado gran potencial de fortalecimiento de su cadena de valor, al desarrollar prácticas agrí-colas y jalonar a los pequeños productores con el mismo estándar de calidad y producción, para garantizar una oferta competitiva en el ámbito nacional e internacional.

LOS COMITÉS 20/20 MIRAN AL AGRO

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