Revista Mensual

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El Minero Revista mensual de Volcan Compañía Minera S.A.A. I N° 001 I Julio del 2010 Responsabilidad SOCIAL EMPRESARIAL

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Compañía Minera Volcan S.A.A.

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El MineroRevista mensual de Volcan Compañía Minera S.A.A. I N° 001 I Julio del 2010

Responsabilidad

SOCIAL EMPRESARIAL

Page 2: Revista Mensual

Para ciertos sectores, un condenado por terrorismo que ya

cumplió su condena debe quedar marcado para siempre. Pero

hay casos y casos. Hay dirigentes altamente ideologizados que

no han cambiado, pero también gente que ha pagado cárcel por

haber volanteado o pintado una pared. “Tuvimos un proceso de

violencia política que llevó a muchos peruanos a la cárcel.

Algunos ya han salido y otros están por salir. Pero eso no

significa que el terrorismo va a resurgir de manera automática.

Las condiciones del país son otras, existe un rechazo probado

ahora sobre las formas de violencia de estos grupos. Los que

salgan libres tienen derecho a rehacer su vida y el Estado

también tiene derecho a protegerse de ellos con la inteligencia

debida. Eso es lo adecuado”, dice Javier Torres, de SER.

Por estos días también se debate la posibilidad de que miem-

bros de estos grupos violentos puedan participar en política.

“Si hay personas que fueron militantes, han pagado sus culpas

y han reformado sus ideas del pasado, no se debería impedir su

participación en política.

En América Latina hay casos de personas que participaron en

movimientos subversivos y luego del paso de los años, del pago

de sus culpas, han tenido presencia política. Lo que ocurre en el

Perú es que el caso de Sendero Luminoso fue de una violencia

extrema y es entendible que la población tenga dudas sobre la

capacidad de sus militantes de rehabilitarse”, dice Eduardo

González. Finalmente, si cualquier miembro de estas organiza-

ciones se decide a participar en política, en elecciones, la gente

puede expresar ahí el rechazo que siente por ellos. ¿Por qué no

confrontarlos dentro de la legalidad, en el juego democrático?

También se ha dicho que el decreto 927 dado en el gobierno de

Alejandro Toledo beneficia a los terroristas porque les permite

salir al cumplir tres cuartos de la pena. Esta es la historia: la

Corte Interamericana de Derechos Humanos dispuso que el

Estado peruano adecúe la legislación antiterrorista de

Fujimori porque iba en contra de normas internacionales. Y el

gobierno de Toledo debió aceptar un fallo del Tribunal

Constitucional.

Calidad TotalÍndice

SEGURIDAD. Cumplimiento de los procedimientos de

trabajo seguro, delineados en la norma internacional

OHSAS 18001.

ISO 14001. Distinción que y reconoce a la gestión

ambiental que desarrolla Volcan en todas sus

operaciones.

6

4

8

10

12

14

TECNOLOGÍA. Implementación del Sistema

de Salud, Seguridad Ocupacional, Medio Ambiente

y Calidad (SSOMAC).

DESARROLLO. Los programas de Responsabilidad Social que realiza en sus zonas influencia.

RECURSOS HUMANOS. Las gestiones que se realizan para mejorar las condiciones laborales de los empleados de Volcan.

TURISMO. Conozca el santuario nacional más importante de la región

centra. “El Bosque de Piedras de Huayllay”.

El MineroRevista mensual de Volcan Compañía Minera S.A.A.

REVISTA MENSUAL

Producido por la oficina de Relaciones Públicas de la UEA - Cerro de Pasco.

Anexo: 4216 I E-mail [email protected]

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Para ciertos sectores, un condenado por terrorismo que ya

cumplió su condena debe quedar marcado para siempre. Pero

hay casos y casos. Hay dirigentes altamente ideologizados que

no han cambiado, pero también gente que ha pagado cárcel por

haber volanteado o pintado una pared. “Tuvimos un proceso de

violencia política que llevó a muchos peruanos a la cárcel.

Algunos ya han salido y otros están por salir. Pero eso no

significa que el terrorismo va a resurgir de manera automática.

Las condiciones del país son otras, existe un rechazo probado

ahora sobre las formas de violencia de estos grupos. Los que

salgan libres tienen derecho a rehacer su vida y el Estado

también tiene derecho a protegerse de ellos con la inteligencia

debida. Eso es lo adecuado”, dice Javier Torres, de SER.

Por estos días también se debate la posibilidad de que miem-

bros de estos grupos violentos puedan participar en política.

“Si hay personas que fueron militantes, han pagado sus culpas

y han reformado sus ideas del pasado, no se debería impedir su

participación en política.

En América Latina hay casos de personas que participaron en

movimientos subversivos y luego del paso de los años, del pago

de sus culpas, han tenido presencia política. Lo que ocurre en el

Perú es que el caso de Sendero Luminoso fue de una violencia

extrema y es entendible que la población tenga dudas sobre la

capacidad de sus militantes de rehabilitarse”, dice Eduardo

González. Finalmente, si cualquier miembro de estas organiza-

ciones se decide a participar en política, en elecciones, la gente

puede expresar ahí el rechazo que siente por ellos. ¿Por qué no

confrontarlos dentro de la legalidad, en el juego democrático?

También se ha dicho que el decreto 927 dado en el gobierno de

Alejandro Toledo beneficia a los terroristas porque les permite

salir al cumplir tres cuartos de la pena. Esta es la historia: la

Corte Interamericana de Derechos Humanos dispuso que el

Estado peruano adecúe la legislación antiterrorista de

Fujimori porque iba en contra de normas internacionales. Y el

gobierno de Toledo debió aceptar un fallo del Tribunal

Constitucional.

Calidad TotalÍndice

SEGURIDAD. Cumplimiento de los procedimientos de

trabajo seguro, delineados en la norma internacional

OHSAS 18001.

ISO 14001. Distinción que y reconoce a la gestión

ambiental que desarrolla Volcan en todas sus

operaciones.

6

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8

10

12

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TECNOLOGÍA. Implementación del Sistema

de Salud, Seguridad Ocupacional, Medio Ambiente

y Calidad (SSOMAC).

DESARROLLO. Los programas de Responsabilidad Social que realiza en sus zonas influencia.

RECURSOS HUMANOS. Las gestiones que se realizan para mejorar las condiciones laborales de los empleados de Volcan.

TURISMO. Conozca el santuario nacional más importante de la región

centra. “El Bosque de Piedras de Huayllay”.

El MineroRevista mensual de Volcan Compañía Minera S.A.A.

REVISTA MENSUAL

Producido por la oficina de Relaciones Públicas de la UEA - Cerro de Pasco.

Anexo: 4216 I E-mail [email protected]

Page 4: Revista Mensual

En abril de 2009 la alta dirección de la empresa revisó la Política SSOMAC donde se esta-

blecieron objetivos globales y compromisos para mejorar el desempeño de la organiza-

ción.

de rencor y hasta creo que han jugado

con los sentimientos de la gente, con esa

sensibilidad que todavía está a flor de

piel”, precisa Torres. Desde hace varios

años otros presos por terrorismo vienen

dejando las cárceles –con beneficios o

porque simplemente cumplieron su

condena– y no tenemos esa espiral de

violencia que muchos quieren hoy

sacarse de la manga. Ahora que Berenson está en

libertad, no solo hay quienes le han

armado plantones frente al edificio en

que vive, o la han insultado, también los

políticos que buscan casos como este

para salir en los medios han empezado a

insuflar miedo y rencor en la población:

“Hay que ver a dónde los expulsamos,

son asesinos y criminales” o “Deben

quedarse adentro toda la vida”. Esas

afirmaciones no se sostienen en una

democracia, donde aquel que cumple su

condena tiene que ser liberado y tiene

derecho a reintegrarse a la sociedad, a

trabajar y hasta a incursionar en política

dentro del marco de la ley. “El sentido

de la prisión en una sociedad democráti-

ca es la rehabilitación y no la vengan-

za”, dice el sociólogo Eduardo

González Cueva, especialista en

derechos humanos. Además, muchos de

los encerrados bajo cargos de terroris-

mo han renunciado a sus organizacio-

nes en prisión y están desvinculados. Uno de los casos más notorios es por

ejemplo el de Alberto Gálvez Olaechea,

ex dirigente del MRTA, quien militó en

esa organización desde 1986 y renunció

a ella en 1992. De sus 62 meses de

militancia estuvo preso 42 meses. Él ha

pedido perdón por sus acciones y

todavía cumple una condena de 24 años.

En unos años estará libre. Ha publicado

un libro en prisión y ha sido galardona-

do dos veces en concursos narrativos.

Cuando salga, ¿tendrá que vivir

estigmatizado toda la vida tras pagar

con creces los delitos cometidos? ReinsertarsePara ciertos sectores, un condenado

por terrorismo que ya cumplió su

condena debe quedar marcado para

siempre. Pero hay casos y casos. Hay

dirigentes altamente ideologizados que

no han cambiado, pero también gente

que ha pagado cárcel por haber

volanteado o pintado una pared.

“Tuvimos un proceso de violencia

política que llevó a muchos peruanos a

la cárcel. Algunos ya han salido y otros

están por salir. Pero eso no significa que

el terrorismo va a resurgir de manera

automática. Las condiciones del país

son otras, existe un rechazo probado

ahora sobre las formas de violencia de

estos grupos. Los que salgan libres

tienen derecho a rehacer su vida y el

Estado también tiene derecho a

protegerse de ellos con la inteligencia

debida. Eso es lo adecuado”, dice Javier

Torres, de SER. Por estos días también se debate la

posibilidad de que miembros de estos

grupos violentos puedan participar en

política. “Si hay personas que fueron

militantes, han pagado sus culpas y han

reformado sus ideas del pasado, no se

debería impedir su participación en

política. En América Latina hay casos

de personas que participaron en

movimientos subversivos y luego del

paso de los años, del pago de sus culpas,

han tenido presencia política. Lo que

ocurre en el Perú es que el caso de

Sendero Luminoso fue de una violencia

extrema y es entendible que la pobla-

ción tenga dudas sobre la capacidad de

sus militantes de rehabilitarse”, dice

Eduardo González. Finalmente, si

cualquier miembro de estas organiza-

ciones se decide a participar en política,

en elecciones, la gente puede expresar

ahí el rechazo que siente por ellos. ¿Por

qué no confrontarlos dentro de la

legalidad, en el juego democrático?También se ha dicho que el decreto

927 dado en el gobierno de Alejandro

Toledo beneficia a los terroristas.

El Minero I Revista mensual de Volcan Compañía Minera S.A.A.

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Desde el inicio de sus operaciones Volcan ha venido utilizando e implementando los últimos adelantos tecnológicos, tal es el caso del Sistema de Salud, Seguridad Ocupacional, Medio Ambienta y Calidad (SSOMAC), basado en la norma OHSAS 18001 y los estándares internacionales ISO 14001, e ISO 9001 que le permite producir eficientemente en armonía con el medio ambiente, fortalecimiento de la seguridad laboral y el bienestar de los trabajadores y comunidades vecinas.

Por Johnny Uribe / Cerro de Pasco

La reciente liberación de Lori

Berenson ha exacerbado la

in to lerancia de a lgunos

sectores de nuestra sociedad y sembra-

do el miedo por las futuras excarcela-

ciones de otros terroristas. Esta nota

responde a una pregunta central en esta

polémica: ¿Acaso los presos por

terrorismo liberados no tienen derecho

a reinsertarse en la sociedad? Tuvo que salir en libertad la

norteamericana Lori Berenson,

mediática figura del desarticulado

Movimiento Revolucionario Túpac

Amaru (MRTA), para que el país

viviera niveles de intolerancia pocas

veces vistos hasta ahora y se desatara la

polémica por la excarcelación de presos

acusados por terrorismo. El caso ha

servido para que ciertos sectores

interesados –los fujimoristas por

ejemplo– levanten el 'cuco' de que se

viene una oleada de excarcelaciones o,

lo que es peor, un rebrote del terrorismo

por la debilidad de los tres últimos

gobiernos. Pero no es así. “Lo que se

está haciendo es construir un fantasma,

porque eso da réditos políticos”, dice

Javier Torres, antropólogo y directivo

de Servicios Educativos Rurales (SER). ¿Se justifica la intolerancia, la grita,

la condena desatada contra Berenson?

No. “Hay una sensibilidad comprensi-

ble en la sociedad debido a que la

violencia desatada por el MRTA y

Sendero Luminoso está muy fresca en

la memoria. Pero creo que los medios de

comunicación y ciertos voceros han

sobredimensionado el tema, han

instigado a la población, la han cargado

SSOMAC: Un adelanto tecnológico

en GESTIÓN MINERA

RESULTADO. Según la

revisión la política

SSOMAC se mantiene

relevante y apropiada.

Tecnología

Page 5: Revista Mensual

En abril de 2009 la alta dirección de la empresa revisó la Política SSOMAC donde se esta-

blecieron objetivos globales y compromisos para mejorar el desempeño de la organiza-

ción.

de rencor y hasta creo que han jugado

con los sentimientos de la gente, con esa

sensibilidad que todavía está a flor de

piel”, precisa Torres. Desde hace varios

años otros presos por terrorismo vienen

dejando las cárceles –con beneficios o

porque simplemente cumplieron su

condena– y no tenemos esa espiral de

violencia que muchos quieren hoy

sacarse de la manga. Ahora que Berenson está en

libertad, no solo hay quienes le han

armado plantones frente al edificio en

que vive, o la han insultado, también los

políticos que buscan casos como este

para salir en los medios han empezado a

insuflar miedo y rencor en la población:

“Hay que ver a dónde los expulsamos,

son asesinos y criminales” o “Deben

quedarse adentro toda la vida”. Esas

afirmaciones no se sostienen en una

democracia, donde aquel que cumple su

condena tiene que ser liberado y tiene

derecho a reintegrarse a la sociedad, a

trabajar y hasta a incursionar en política

dentro del marco de la ley. “El sentido

de la prisión en una sociedad democráti-

ca es la rehabilitación y no la vengan-

za”, dice el sociólogo Eduardo

González Cueva, especialista en

derechos humanos. Además, muchos de

los encerrados bajo cargos de terroris-

mo han renunciado a sus organizacio-

nes en prisión y están desvinculados. Uno de los casos más notorios es por

ejemplo el de Alberto Gálvez Olaechea,

ex dirigente del MRTA, quien militó en

esa organización desde 1986 y renunció

a ella en 1992. De sus 62 meses de

militancia estuvo preso 42 meses. Él ha

pedido perdón por sus acciones y

todavía cumple una condena de 24 años.

En unos años estará libre. Ha publicado

un libro en prisión y ha sido galardona-

do dos veces en concursos narrativos.

Cuando salga, ¿tendrá que vivir

estigmatizado toda la vida tras pagar

con creces los delitos cometidos? ReinsertarsePara ciertos sectores, un condenado

por terrorismo que ya cumplió su

condena debe quedar marcado para

siempre. Pero hay casos y casos. Hay

dirigentes altamente ideologizados que

no han cambiado, pero también gente

que ha pagado cárcel por haber

volanteado o pintado una pared.

“Tuvimos un proceso de violencia

política que llevó a muchos peruanos a

la cárcel. Algunos ya han salido y otros

están por salir. Pero eso no significa que

el terrorismo va a resurgir de manera

automática. Las condiciones del país

son otras, existe un rechazo probado

ahora sobre las formas de violencia de

estos grupos. Los que salgan libres

tienen derecho a rehacer su vida y el

Estado también tiene derecho a

protegerse de ellos con la inteligencia

debida. Eso es lo adecuado”, dice Javier

Torres, de SER. Por estos días también se debate la

posibilidad de que miembros de estos

grupos violentos puedan participar en

política. “Si hay personas que fueron

militantes, han pagado sus culpas y han

reformado sus ideas del pasado, no se

debería impedir su participación en

política. En América Latina hay casos

de personas que participaron en

movimientos subversivos y luego del

paso de los años, del pago de sus culpas,

han tenido presencia política. Lo que

ocurre en el Perú es que el caso de

Sendero Luminoso fue de una violencia

extrema y es entendible que la pobla-

ción tenga dudas sobre la capacidad de

sus militantes de rehabilitarse”, dice

Eduardo González. Finalmente, si

cualquier miembro de estas organiza-

ciones se decide a participar en política,

en elecciones, la gente puede expresar

ahí el rechazo que siente por ellos. ¿Por

qué no confrontarlos dentro de la

legalidad, en el juego democrático?También se ha dicho que el decreto

927 dado en el gobierno de Alejandro

Toledo beneficia a los terroristas.

El Minero I Revista mensual de Volcan Compañía Minera S.A.A.

05

Desde el inicio de sus operaciones Volcan ha venido utilizando e implementando los últimos adelantos tecnológicos, tal es el caso del Sistema de Salud, Seguridad Ocupacional, Medio Ambienta y Calidad (SSOMAC), basado en la norma OHSAS 18001 y los estándares internacionales ISO 14001, e ISO 9001 que le permite producir eficientemente en armonía con el medio ambiente, fortalecimiento de la seguridad laboral y el bienestar de los trabajadores y comunidades vecinas.

Por Johnny Uribe / Cerro de Pasco

La reciente liberación de Lori

Berenson ha exacerbado la

in to lerancia de a lgunos

sectores de nuestra sociedad y sembra-

do el miedo por las futuras excarcela-

ciones de otros terroristas. Esta nota

responde a una pregunta central en esta

polémica: ¿Acaso los presos por

terrorismo liberados no tienen derecho

a reinsertarse en la sociedad? Tuvo que salir en libertad la

norteamericana Lori Berenson,

mediática figura del desarticulado

Movimiento Revolucionario Túpac

Amaru (MRTA), para que el país

viviera niveles de intolerancia pocas

veces vistos hasta ahora y se desatara la

polémica por la excarcelación de presos

acusados por terrorismo. El caso ha

servido para que ciertos sectores

interesados –los fujimoristas por

ejemplo– levanten el 'cuco' de que se

viene una oleada de excarcelaciones o,

lo que es peor, un rebrote del terrorismo

por la debilidad de los tres últimos

gobiernos. Pero no es así. “Lo que se

está haciendo es construir un fantasma,

porque eso da réditos políticos”, dice

Javier Torres, antropólogo y directivo

de Servicios Educativos Rurales (SER). ¿Se justifica la intolerancia, la grita,

la condena desatada contra Berenson?

No. “Hay una sensibilidad comprensi-

ble en la sociedad debido a que la

violencia desatada por el MRTA y

Sendero Luminoso está muy fresca en

la memoria. Pero creo que los medios de

comunicación y ciertos voceros han

sobredimensionado el tema, han

instigado a la población, la han cargado

SSOMAC: Un adelanto tecnológico

en GESTIÓN MINERA

RESULTADO. Según la

revisión la política

SSOMAC se mantiene

relevante y apropiada.

Tecnología

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EJEMPLO DE TRABAJO SEGURO

La gestión de seguridad y salud ocupacional que realiza Volcan,

está basada en el cumplimiento

de los procedimientos de trabajo

seguro, delineados en la norma

OHSAS 18001, cuya certificación

internacional se encuentra

vigente. Asimismo, la empresa responde adecuadamente y en forma oportuna a los

Por Raúl Andamayo

Tuvo que salir en libertad la

norteamericana Lori Berenson,

mediática figura del desarticu-

lado Movimiento Revolucionario

Túpac Amaru (MRTA), para que el país

viviera niveles de intolerancia pocas

veces vistos hasta ahora y se desatara la

polémica por la excarcelación de presos

acusados por terrorismo. El caso ha

servido para que ciertos sectores

interesados –los fujimoristas por

ejemplo– levanten el 'cuco' de que se

viene una oleada de excarcelaciones o,

lo que es peor, un rebrote del terrorismo

por la debilidad de los tres últimos

gobiernos. Pero no es así. “Lo que se

está haciendo es construir un fantasma,

porque eso da réditos políticos”, dice

Javier Torres, antropólogo y directivo

de Servicios Educativos Rurales (SER). ¿Se justifica la intolerancia, la grita,

la condena desatada contra Berenson?

No. “Hay una sensibilidad comprensi-

ble en la sociedad debido a que la

violencia desatada por el MRTA y

Sendero Luminoso está muy fresca en

la memoria. Pero creo que los medios de

comunicación y ciertos voceros han

sobredimensionado el tema, han

instigado a la población, la han cargado

SIEMPRE VIGILANTES.

Los Comités de

Seguridad cumplen su rol

fiscalizador y de apoyo

en la prevención de

accidentes.

Seguridad

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de rencor y hasta creo que han jugado

con los sentimientos de la gente, con esa

sensibilidad que todavía está a flor de

piel”, precisa Torres. Desde hace varios

años otros presos por terrorismo vienen

dejando las cárceles –con beneficios o

porque simplemente cumplieron su

condena– y no tenemos esa espiral de

violencia que muchos quieren hoy

sacarse de la manga. Ahora que Berenson está en

libertad, no solo hay quienes le han

armado plantones frente al edificio en

que vive, o la han insultado, también los

políticos que buscan casos como este

para salir en los medios han empezado a

insuflar miedo y rencor en la población:

“Hay que ver a dónde los expulsamos,

son asesinos y criminales” o “Deben

quedarse adentro toda la vida”. Esas

afirmaciones no se sostienen en una

democracia, donde aquel que cumple su

condena tiene que ser liberado y tiene

derecho a reintegrarse a la sociedad, a

trabajar y hasta a incursionar en política

dentro del marco de la ley. “El sentido

de la prisión en una sociedad democráti-

ca es la rehabilitación y no la vengan-

za”, dice el sociólogo Eduardo

González Cueva, especialista en

derechos humanos. Además, muchos de

los encerrados bajo cargos de terroris-

mo han renunciado a sus organizacio-

nes en prisión y están desvinculados. Uno de los casos más notorios es por

ejemplo el de Alberto Gálvez Olaechea,

ex dirigente del MRTA, quien militó en

esa organización desde 1986 y renunció

a ella en 1992. De sus 62 meses de

militancia estuvo preso 42 meses. Él ha

pedido perdón por sus acciones y

todavía cumple una condena de 24 años.

En unos años estará libre. Ha publicado

un libro en prisión y ha sido galardona-

do dos veces en concursos narrativos.

Cuando salga, ¿tendrá que vivir

estigmatizado toda la vida tras pagar

con creces los delitos cometidos? ReinsertarsePara ciertos sectores, un condenado

por terrorismo que ya cumplió su

condena debe quedar marcado para

siempre. Pero hay casos y casos. Hay

dirigentes altamente ideologizados que

no han cambiado, pero también gente

que ha pagado cárcel por haber

volanteado o pintado una pared.

“Tuvimos un proceso de violencia

política que llevó a muchos peruanos a

Durante el 2010 se viene implementando un pro-

grama de salud ocupacional, incluyendo los

exámenes exigidos por ley.

la cárcel. Algunos ya han salido y otros

están por salir. Pero eso no significa que

el terrorismo va a resurgir de manera

automática. Las condiciones del país

son otras, existe un rechazo probado

ahora sobre las formas de violencia de

estos grupos. Los que salgan libres

tienen derecho a rehacer su vida y el

Estado también tiene derecho a

protegerse de ellos con la inteligencia

debida. Eso es lo adecuado”, dice Javier

Torres, de SER.

Por estos días también se debate la

posibilidad de que miembros de estos

grupos violentos puedan participar en

política. “Si hay personas que fueron

militantes, han pagado sus culpas y han

reformado sus ideas del pasado, no se

debería impedir su participación en

política. En América Latina hay casos

de personas que participaron en

movimientos subversivos y luego del

paso de los años, del pago de sus culpas,

han tenido presencia política. Lo que

ocurre en el Perú es que el caso de

Sendero Luminoso fue de una violencia

extrema y es entendible que la pobla-

ción tenga dudas sobre la capacidad de

sus militantes de rehabilitarse”, dice

Eduardo González. Finalmente, si

cualquier miembro de estas organiza-

ciones se decide a participar en política,

en elecciones, la gente puede expresar

ahí el rechazo que siente por ellos. ¿Por

qué no confrontarlos dentro de la

legalidad, en el juego democrático?También se ha dicho que el decreto

927 dado en el gobierno de Alejandro

Toledo beneficia a los terroristas porque

les permite salir al cumplir tres cuartos

Sendero Luminoso fue de una

violencia extrema y es entendible que la

población tenga dudas sobre la

capacidad de sus militantes de rehabili-

tarse”, dice Eduardo González.

Finalmente, si cualquier miembro de

estas organizaciones se decide a

participar en política, en elecciones, la

gente puede expresar ahí el rechazo.

El Minero I Revista mensual de Volcan Compañía Minera S.A.A.

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EJEMPLO DE TRABAJO SEGURO

La gestión de seguridad y salud ocupacional que realiza Volcan,

está basada en el cumplimiento

de los procedimientos de trabajo

seguro, delineados en la norma

OHSAS 18001, cuya certificación

internacional se encuentra

vigente. Asimismo, la empresa responde adecuadamente y en forma oportuna a los

Por Raúl Andamayo

Tuvo que salir en libertad la

norteamericana Lori Berenson,

mediática figura del desarticu-

lado Movimiento Revolucionario

Túpac Amaru (MRTA), para que el país

viviera niveles de intolerancia pocas

veces vistos hasta ahora y se desatara la

polémica por la excarcelación de presos

acusados por terrorismo. El caso ha

servido para que ciertos sectores

interesados –los fujimoristas por

ejemplo– levanten el 'cuco' de que se

viene una oleada de excarcelaciones o,

lo que es peor, un rebrote del terrorismo

por la debilidad de los tres últimos

gobiernos. Pero no es así. “Lo que se

está haciendo es construir un fantasma,

porque eso da réditos políticos”, dice

Javier Torres, antropólogo y directivo

de Servicios Educativos Rurales (SER). ¿Se justifica la intolerancia, la grita,

la condena desatada contra Berenson?

No. “Hay una sensibilidad comprensi-

ble en la sociedad debido a que la

violencia desatada por el MRTA y

Sendero Luminoso está muy fresca en

la memoria. Pero creo que los medios de

comunicación y ciertos voceros han

sobredimensionado el tema, han

instigado a la población, la han cargado

SIEMPRE VIGILANTES.

Los Comités de

Seguridad cumplen su rol

fiscalizador y de apoyo

en la prevención de

accidentes.

Seguridad

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de rencor y hasta creo que han jugado

con los sentimientos de la gente, con esa

sensibilidad que todavía está a flor de

piel”, precisa Torres. Desde hace varios

años otros presos por terrorismo vienen

dejando las cárceles –con beneficios o

porque simplemente cumplieron su

condena– y no tenemos esa espiral de

violencia que muchos quieren hoy

sacarse de la manga. Ahora que Berenson está en

libertad, no solo hay quienes le han

armado plantones frente al edificio en

que vive, o la han insultado, también los

políticos que buscan casos como este

para salir en los medios han empezado a

insuflar miedo y rencor en la población:

“Hay que ver a dónde los expulsamos,

son asesinos y criminales” o “Deben

quedarse adentro toda la vida”. Esas

afirmaciones no se sostienen en una

democracia, donde aquel que cumple su

condena tiene que ser liberado y tiene

derecho a reintegrarse a la sociedad, a

trabajar y hasta a incursionar en política

dentro del marco de la ley. “El sentido

de la prisión en una sociedad democráti-

ca es la rehabilitación y no la vengan-

za”, dice el sociólogo Eduardo

González Cueva, especialista en

derechos humanos. Además, muchos de

los encerrados bajo cargos de terroris-

mo han renunciado a sus organizacio-

nes en prisión y están desvinculados. Uno de los casos más notorios es por

ejemplo el de Alberto Gálvez Olaechea,

ex dirigente del MRTA, quien militó en

esa organización desde 1986 y renunció

a ella en 1992. De sus 62 meses de

militancia estuvo preso 42 meses. Él ha

pedido perdón por sus acciones y

todavía cumple una condena de 24 años.

En unos años estará libre. Ha publicado

un libro en prisión y ha sido galardona-

do dos veces en concursos narrativos.

Cuando salga, ¿tendrá que vivir

estigmatizado toda la vida tras pagar

con creces los delitos cometidos? ReinsertarsePara ciertos sectores, un condenado

por terrorismo que ya cumplió su

condena debe quedar marcado para

siempre. Pero hay casos y casos. Hay

dirigentes altamente ideologizados que

no han cambiado, pero también gente

que ha pagado cárcel por haber

volanteado o pintado una pared.

“Tuvimos un proceso de violencia

política que llevó a muchos peruanos a

Durante el 2010 se viene implementando un pro-

grama de salud ocupacional, incluyendo los

exámenes exigidos por ley.

la cárcel. Algunos ya han salido y otros

están por salir. Pero eso no significa que

el terrorismo va a resurgir de manera

automática. Las condiciones del país

son otras, existe un rechazo probado

ahora sobre las formas de violencia de

estos grupos. Los que salgan libres

tienen derecho a rehacer su vida y el

Estado también tiene derecho a

protegerse de ellos con la inteligencia

debida. Eso es lo adecuado”, dice Javier

Torres, de SER.

Por estos días también se debate la

posibilidad de que miembros de estos

grupos violentos puedan participar en

política. “Si hay personas que fueron

militantes, han pagado sus culpas y han

reformado sus ideas del pasado, no se

debería impedir su participación en

política. En América Latina hay casos

de personas que participaron en

movimientos subversivos y luego del

paso de los años, del pago de sus culpas,

han tenido presencia política. Lo que

ocurre en el Perú es que el caso de

Sendero Luminoso fue de una violencia

extrema y es entendible que la pobla-

ción tenga dudas sobre la capacidad de

sus militantes de rehabilitarse”, dice

Eduardo González. Finalmente, si

cualquier miembro de estas organiza-

ciones se decide a participar en política,

en elecciones, la gente puede expresar

ahí el rechazo que siente por ellos. ¿Por

qué no confrontarlos dentro de la

legalidad, en el juego democrático?También se ha dicho que el decreto

927 dado en el gobierno de Alejandro

Toledo beneficia a los terroristas porque

les permite salir al cumplir tres cuartos

Sendero Luminoso fue de una

violencia extrema y es entendible que la

población tenga dudas sobre la

capacidad de sus militantes de rehabili-

tarse”, dice Eduardo González.

Finalmente, si cualquier miembro de

estas organizaciones se decide a

participar en política, en elecciones, la

gente puede expresar ahí el rechazo.

El Minero I Revista mensual de Volcan Compañía Minera S.A.A.

Page 8: Revista Mensual

La reciente liberación de Lori

Berenson ha exacerbado la

in to lerancia de a lgunos

sectores de nuestra sociedad y sembra-

do el miedo por las futuras excarcela-

ciones de otros terroristas. Esta nota

responde a una pregunta central en esta

polémica: ¿Acaso los presos por

terrorismo liberados no tienen derecho

a reinsertarse en la sociedad? Tuvo que salir en libertad la

norteamericana Lori Berenson,

mediática figura del desarticulado

Movimiento Revolucionario Túpac

Amaru (MRTA), para que el país

viviera niveles de intolerancia pocas

veces vistos hasta ahora y se desatara la

polémica por la excarcelación de presos

acusados por terrorismo. El caso ha

servido para que ciertos sectores

interesados –los fujimoristas por

ejemplo– levanten el 'cuco' de que se

viene una oleada de excarcelaciones o,

lo que es peor, un rebrote del terrorismo

por la debilidad de los tres últimos

gobiernos. Pero no es así. “Lo que se

está haciendo es construir un fantasma,

porque eso da réditos políticos”, dice

Javier Torres, antropólogo y directivo

de Servicios Educativos Rurales (SER). ¿Se justifica la intolerancia, la grita,

la condena desatada contra Berenson?

No. “Hay una sensibilidad comprensi-

ble en la sociedad debido a que la

violencia desatada por el MRTA y

Sendero Luminoso está muy fresca en

la memoria. Pero creo que los medios de

comunicación y ciertos voceros han

sobredimensionado el tema, han

instigado a la población, la han cargado

de rencor y hasta creo que han jugado

con los sentimientos de la gente, con esa

sensibilidad que todavía está a flor de

piel”, precisa Torres. Desde hace varios

años otros presos por terrorismo vienen

dejando las cárceles –con beneficios o

porque simplemente cumplieron su

condena– y no tenemos esa espiral de

violencia que muchos quieren hoy

sacarse de la manga. Ahora que Berenson está en

libertad, no solo hay quienes le han

armado plantones frente al edificio en

que vive, o la han insultado, también los

políticos que buscan casos como este

para salir en los medios han empezado a

insuflar miedo y rencor en la población:

Responsabilidad SocialVolcan mantiene un alto grado de relacionamiento con 55 Comunidades Campesinas, así como también

con Comunidades Urbanas e Instituciones Públicas y Privadas, ubicadas en las regiones de Cerro de

Pasco, Junín, Lima y Huánuco, principalmente. En cada una de ellas (comunidades) se ejecutan

programas de responsabilidad social que buscan su desarrollo sostenible.

Volcan mantiene un alto grado de relacionamiento con 55 Comunidades Campesinas, así como también

con Comunidades Urbanas e Instituciones Públicas y Privadas, ubicadas en las regiones de Cerro de

Pasco, Junín, Lima y Huánuco, principalmente. En cada una de ellas (comunidades) se ejecutan

programas de responsabilidad social que buscan su desarrollo sostenible.

Responsabilidad Social

Por Abel Cruz

“Hay que ver a dónde los expulsamos,

son asesinos y criminales” o “Deben

quedarse adentro toda la vida”. Esas

afirmaciones no se sostienen en una

democracia, donde aquel que cumple su

condena tiene que ser liberado y tiene

derecho a reintegrarse a la sociedad, a

trabajar y hasta a incursionar en política

dentro del marco de la ley. “El sentido

de la prisión en una sociedad democráti-

ca es la rehabilitación y no la vengan-

za”, dice el sociólogo Eduardo

González Cueva, especialista en

derechos humanos. Además, muchos de

los encerrados bajo cargos de terroris-

mo han renunciado a sus organizacio-

nes en prisión y están desvinculados. Uno de los casos más notorios es por

ejemplo el de Alberto Gálvez Olaechea,

ex dirigente del MRTA, quien militó en

esa organización desde 1986 y renunció

a ella en 1992. De sus 62 meses de

militancia estuvo preso 42 meses. Él ha

pedido perdón por sus acciones y

todavía cumple una condena de 24 años.

En unos años estará libre. Ha publicado

un libro en prisión y ha sido galardona-

do dos veces en concursos narrativos.

Cuando salga, ¿tendrá que vivir

estigmatizado toda la vida tras pagar

con creces los delitos cometidos? ReinsertarsePara ciertos sectores, un condenado

por terrorismo que ya cumplió su

condena debe quedar marcado para

siempre. Pero hay casos y casos. Hay

dirigentes altamente ideologizados que

no han cambiado, pero también gente

que ha pagado cárcel por haber

volanteado o pintado una pared.

“Tuvimos un proceso de violencia

política que llevó a muchos peruanos a

la cárcel. Algunos ya han salido y otros

están por salir. Pero eso no significa que

Especial

08

Se han suscrito 80

convenios por concep-

to de servidumbres,

cesiones en uso y de

apoyo social. Todos

ellos con amplia parti-

cipación y aprobación

de las comunidades

involucradas.

el terrorismo va a resurgir de manera

automática. Las condiciones del país

son otras, existe un rechazo probado

ahora sobre las formas de violencia de

estos grupos. Los que salgan libres

tienen derecho a rehacer su vida y el

Estado también tiene derecho a

protegerse de ellos con la inteligencia

debida. Eso es lo adecuado”, dice Javier

Torres, de SER.

Por estos días también se debate la

posibilidad de que miembros de estos

grupos violentos puedan participar en

política. “Si hay personas que fueron

militantes, han pagado sus culpas y han

reformado sus ideas del pasado, no se

debería impedir su participación en

política. En América Latina hay casos

de personas que participaron en

movimientos subversivos y luego del

paso de los años, del pago de sus culpas,

han tenido presencia política. Lo que

ocurre en el Perú es que el caso de

Sendero Luminoso fue de una violencia

extrema y es entendible que la pobla-

ción tenga dudas sobre la capacidad de

sus militantes de rehabilitarse”, dice

Eduardo González. Finalmente, si

cualquier miembro de estas organiza-

ciones se decide a participar en política,

en elecciones, la gente puede expresar

ahí el rechazo que siente por ellos. ¿Por

qué no confrontarlos dentro de la

legalidad, en el juego democrático?También se ha dicho que el decreto

927 dado en el gobierno de Alejandro

Toledo beneficia a los terroristas porque

les permite salir al cumplir tres cuartos

de la pena. Esta es la historia: la Corte

Interamericana de Derechos Humanos

dispuso que el Estado peruano adecúe la

legislación antiterrorista de Fujimori

porque iba en contra de normas

internacionales. Y el gobierno de

Toledo debió aceptar un fallo del

Tribunal Constitucional para adecuar

dicha legislación. “Si no se expedía una

norma legal que otorgara y regulara los

beneficios penitenciarios para los

condenados por terrorismo, estos

demandarían la inaplicabilidad de la

norma que los prohibía para sus casos.

Con ello podrían haberse acogido a los

beneficios para no terroristas, obtenien-

do la libertad condicional con solo un

tercio de la pena”, explicó Fausto

Alvarado, ministro de Justicia de

Toledo, en un comunicado. Además el

otorgamiento del beneficio está

supeditado a la discrecionalidad del

juez, que puede concederlo o no. Queda pendiente una pregunta final:

¿Qué lugar tienen los derrotados de esa

guerra que vivimos en los ochenta en

nuestra sociedad? Javier Torres.

GESTIÓN SOCIAL. El

resultado es un clima

estable y favorable a

nuestras operaciones

mineras.

09

Page 9: Revista Mensual

La reciente liberación de Lori

Berenson ha exacerbado la

in to lerancia de a lgunos

sectores de nuestra sociedad y sembra-

do el miedo por las futuras excarcela-

ciones de otros terroristas. Esta nota

responde a una pregunta central en esta

polémica: ¿Acaso los presos por

terrorismo liberados no tienen derecho

a reinsertarse en la sociedad? Tuvo que salir en libertad la

norteamericana Lori Berenson,

mediática figura del desarticulado

Movimiento Revolucionario Túpac

Amaru (MRTA), para que el país

viviera niveles de intolerancia pocas

veces vistos hasta ahora y se desatara la

polémica por la excarcelación de presos

acusados por terrorismo. El caso ha

servido para que ciertos sectores

interesados –los fujimoristas por

ejemplo– levanten el 'cuco' de que se

viene una oleada de excarcelaciones o,

lo que es peor, un rebrote del terrorismo

por la debilidad de los tres últimos

gobiernos. Pero no es así. “Lo que se

está haciendo es construir un fantasma,

porque eso da réditos políticos”, dice

Javier Torres, antropólogo y directivo

de Servicios Educativos Rurales (SER). ¿Se justifica la intolerancia, la grita,

la condena desatada contra Berenson?

No. “Hay una sensibilidad comprensi-

ble en la sociedad debido a que la

violencia desatada por el MRTA y

Sendero Luminoso está muy fresca en

la memoria. Pero creo que los medios de

comunicación y ciertos voceros han

sobredimensionado el tema, han

instigado a la población, la han cargado

de rencor y hasta creo que han jugado

con los sentimientos de la gente, con esa

sensibilidad que todavía está a flor de

piel”, precisa Torres. Desde hace varios

años otros presos por terrorismo vienen

dejando las cárceles –con beneficios o

porque simplemente cumplieron su

condena– y no tenemos esa espiral de

violencia que muchos quieren hoy

sacarse de la manga. Ahora que Berenson está en

libertad, no solo hay quienes le han

armado plantones frente al edificio en

que vive, o la han insultado, también los

políticos que buscan casos como este

para salir en los medios han empezado a

insuflar miedo y rencor en la población:

Responsabilidad SocialVolcan mantiene un alto grado de relacionamiento con 55 Comunidades Campesinas, así como también

con Comunidades Urbanas e Instituciones Públicas y Privadas, ubicadas en las regiones de Cerro de

Pasco, Junín, Lima y Huánuco, principalmente. En cada una de ellas (comunidades) se ejecutan

programas de responsabilidad social que buscan su desarrollo sostenible.

Volcan mantiene un alto grado de relacionamiento con 55 Comunidades Campesinas, así como también

con Comunidades Urbanas e Instituciones Públicas y Privadas, ubicadas en las regiones de Cerro de

Pasco, Junín, Lima y Huánuco, principalmente. En cada una de ellas (comunidades) se ejecutan

programas de responsabilidad social que buscan su desarrollo sostenible.

Responsabilidad Social

Por Abel Cruz

“Hay que ver a dónde los expulsamos,

son asesinos y criminales” o “Deben

quedarse adentro toda la vida”. Esas

afirmaciones no se sostienen en una

democracia, donde aquel que cumple su

condena tiene que ser liberado y tiene

derecho a reintegrarse a la sociedad, a

trabajar y hasta a incursionar en política

dentro del marco de la ley. “El sentido

de la prisión en una sociedad democráti-

ca es la rehabilitación y no la vengan-

za”, dice el sociólogo Eduardo

González Cueva, especialista en

derechos humanos. Además, muchos de

los encerrados bajo cargos de terroris-

mo han renunciado a sus organizacio-

nes en prisión y están desvinculados. Uno de los casos más notorios es por

ejemplo el de Alberto Gálvez Olaechea,

ex dirigente del MRTA, quien militó en

esa organización desde 1986 y renunció

a ella en 1992. De sus 62 meses de

militancia estuvo preso 42 meses. Él ha

pedido perdón por sus acciones y

todavía cumple una condena de 24 años.

En unos años estará libre. Ha publicado

un libro en prisión y ha sido galardona-

do dos veces en concursos narrativos.

Cuando salga, ¿tendrá que vivir

estigmatizado toda la vida tras pagar

con creces los delitos cometidos? ReinsertarsePara ciertos sectores, un condenado

por terrorismo que ya cumplió su

condena debe quedar marcado para

siempre. Pero hay casos y casos. Hay

dirigentes altamente ideologizados que

no han cambiado, pero también gente

que ha pagado cárcel por haber

volanteado o pintado una pared.

“Tuvimos un proceso de violencia

política que llevó a muchos peruanos a

la cárcel. Algunos ya han salido y otros

están por salir. Pero eso no significa que

Especial

08

Se han suscrito 80

convenios por concep-

to de servidumbres,

cesiones en uso y de

apoyo social. Todos

ellos con amplia parti-

cipación y aprobación

de las comunidades

involucradas.

el terrorismo va a resurgir de manera

automática. Las condiciones del país

son otras, existe un rechazo probado

ahora sobre las formas de violencia de

estos grupos. Los que salgan libres

tienen derecho a rehacer su vida y el

Estado también tiene derecho a

protegerse de ellos con la inteligencia

debida. Eso es lo adecuado”, dice Javier

Torres, de SER.

Por estos días también se debate la

posibilidad de que miembros de estos

grupos violentos puedan participar en

política. “Si hay personas que fueron

militantes, han pagado sus culpas y han

reformado sus ideas del pasado, no se

debería impedir su participación en

política. En América Latina hay casos

de personas que participaron en

movimientos subversivos y luego del

paso de los años, del pago de sus culpas,

han tenido presencia política. Lo que

ocurre en el Perú es que el caso de

Sendero Luminoso fue de una violencia

extrema y es entendible que la pobla-

ción tenga dudas sobre la capacidad de

sus militantes de rehabilitarse”, dice

Eduardo González. Finalmente, si

cualquier miembro de estas organiza-

ciones se decide a participar en política,

en elecciones, la gente puede expresar

ahí el rechazo que siente por ellos. ¿Por

qué no confrontarlos dentro de la

legalidad, en el juego democrático?También se ha dicho que el decreto

927 dado en el gobierno de Alejandro

Toledo beneficia a los terroristas porque

les permite salir al cumplir tres cuartos

de la pena. Esta es la historia: la Corte

Interamericana de Derechos Humanos

dispuso que el Estado peruano adecúe la

legislación antiterrorista de Fujimori

porque iba en contra de normas

internacionales. Y el gobierno de

Toledo debió aceptar un fallo del

Tribunal Constitucional para adecuar

dicha legislación. “Si no se expedía una

norma legal que otorgara y regulara los

beneficios penitenciarios para los

condenados por terrorismo, estos

demandarían la inaplicabilidad de la

norma que los prohibía para sus casos.

Con ello podrían haberse acogido a los

beneficios para no terroristas, obtenien-

do la libertad condicional con solo un

tercio de la pena”, explicó Fausto

Alvarado, ministro de Justicia de

Toledo, en un comunicado. Además el

otorgamiento del beneficio está

supeditado a la discrecionalidad del

juez, que puede concederlo o no. Queda pendiente una pregunta final:

¿Qué lugar tienen los derrotados de esa

guerra que vivimos en los ochenta en

nuestra sociedad? Javier Torres.

GESTIÓN SOCIAL. El

resultado es un clima

estable y favorable a

nuestras operaciones

mineras.

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Page 10: Revista Mensual

El cuidado y protección del ambiente es un componente esencial en las operaciones de Volcan, que una de las primeras empresas del país en obtener la certificación ISO 14001. Esta distinción ratifica la responsabilidad ambiental de la empresa y reconoce a su gestión ambiental como respetuosa de las más exigentes leyes internacionales.

Por Christian Ramírez

salir en libertad la norteamerica-

na Lori Berenson, mediática

f igura de l desar t icu lado

Movimiento Revolucionario Túpac

Amaru (MRTA), para que el país

viviera niveles de intolerancia pocas

veces vistos hasta ahora y se desatara la

polémica por la excarcelación de presos

acusados por terrorismo. El caso ha

Generando desarrollo en

armonía con la naturalezaEl ISO 14001. Es una

norma internacional

desarrollada por la

Organización

Internacional para la

Estandarización (ISO).

Ambiente

3

El proceso de certifica-

ción estuvo a cargo de

la empresa Bureau

Veritas Certification,

después de una larga

auditoría.

servido para que ciertos sectores

interesados –los fujimoristas por

ejemplo– levanten el 'cuco' de que se

viene una oleada de excarcelaciones o,

lo que es peor, un rebrote del terrorismo

por la debilidad de los tres últimos

gobiernos. Pero no es así. “Lo que se

está haciendo es construir un fantasma,

porque eso da réditos políticos”, dice

Javier Torres, antropólogo y directivo

de Servicios Educativos Rurales (SER).La reciente liberación de Lori

Berenson ha exacerbado la intolerancia

de algunos sectores de nuestra sociedad

y sembrado el miedo por las futuras

excarcelaciones de otros terroristas.

Esta nota responde a una pregunta

central en esta polémica: ¿Acaso los

presos por terrorismo liberados no

tienen derecho a reinsertarse en la

sociedad? Tuvo que salir en libertad la

norteamericana Lori Berenson,

mediática figura del desarticulado

Movimiento Revolucionario Túpac

Amaru (MRTA), para que el país

viviera niveles de intolerancia pocas

veces vistos hasta ahora y se desatara la

polémica por la excarcelación de presos

acusados por terrorismo. El caso ha

servido para que ciertos sectores

interesados –los fujimoristas por

ejemplo– levanten el 'cuco' de que se

viene una oleada de excarcelaciones o,

lo que es peor, un rebrote del terrorismo

por la debilidad de los tres últimos

gobiernos. Pero no es así. “Lo que se

está haciendo es construir un fantasma,

porque eso da réditos políticos”, dice

Javier Torres, antropólogo y directivo

de Servicios Educativos Rurales (SER). ¿Se justifica la intolerancia, la grita,

la condena desatada contra Berenson?

No. “Hay una sensibilidad comprensi-

ble en la sociedad debido a que la

violencia desatada por el MRTA y

Sendero Luminoso está muy fresca en

la memoria. Pero creo que los medios de

comunicación y ciertos voceros han

sobredimensionado el tema, han

instigado a la población, la han cargado

de rencor y hasta creo que han jugado

con los sentimientos de la gente, con esa

sensibilidad que todavía está a flor de

piel”, precisa Torres. Desde hace varios

años otros presos por terrorismo vienen

dejando las cárceles –con beneficios o

porque simplemente cumplieron su

condena– y no tenemos esa espiral de

violencia que muchos quieren hoy

sacarse de la manga. Ahora que Berenson está en

libertad, no solo hay quienes le han

armado plantones frente al edificio en

que vive, o la han insultado, también los

políticos que buscan casos como este

para salir en los medios han empezado a

insuflar miedo y rencor en la población:

“Hay que ver a dónde los expulsamos,

son asesinos y criminales” o “Deben

quedarse adentro toda la vida”. Esas

afirmaciones no se sostienen en una

democracia, donde aquel que cumple su

condena tiene que ser liberado y tiene

derecho a reintegrarse a la sociedad, a

trabajar y hasta a incursionar en política

dentro del marco de la ley. “El sentido

de la prisión en una sociedad democráti-

ca es la rehabilitación y no la vengan-

za”, dice el sociólogo Eduardo

González Cueva, especialista en

derechos humanos. Además, muchos de

los encerrados bajo cargos de terroris-

mo han renunciado a sus organizacio-

nes en prisión y están desvinculados. Uno de los casos más notorios es por

ejemplo el de Alberto Gálvez Olaechea,

ex dirigente del MRTA, quien militó en

esa organización desde 1986 y renunció

a ella en 1992. De sus 62 meses de

militancia estuvo preso 42 meses. Él ha

pedido perdón por sus acciones y

todavía cumple una condena de 24 años.

En unos años estará libre. Ha publicado

un libro en prisión y ha sido galardona-

do dos veces en concursos narrativos.

Cuando salga, ¿tendrá que vivir

estigmatizado toda la vida tras pagar

con creces los delitos cometidos? ReinsertarsePara ciertos sectores, un condenado

por terrorismo que ya cumplió su

condena debe quedar marcado para

siempre. Pero hay casos y casos. Hay

dirigentes altamente ideologizados que

no han cambiado, pero también gente

que ha pagado cárcel por haber

volanteado o pintado una pared.

“Tuvimos un proceso de violencia

política que llevó a muchos peruanos a

la cárcel. Algunos ya han salido y otros

están por salir. Pero eso no significa que

el terrorismo va a resurgir de manera

automática. Las condiciones del país

son otras, existe un rechazo probado

ahora sobre las formas de violencia de

estos grupos. Los que salgan libres

tienen derecho a rehacer su vida y el

Estado también tiene derecho a

protegerse de ellos con la inteligencia

debida. Eso es lo adecuado”, dice Javier

Torres, de Ser. Las condiciones del país

son otras, existe un rechazo probado

ahora sobre las formas de violencia de

estos grupos. Los que salgan libres

tienen derecho a rehacer su vida y el

Estado también tiene derecho a

protegerse de ellos con la inteligencia

debida.

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Page 11: Revista Mensual

El cuidado y protección del ambiente es un componente esencial en las operaciones de Volcan, que una de las primeras empresas del país en obtener la certificación ISO 14001. Esta distinción ratifica la responsabilidad ambiental de la empresa y reconoce a su gestión ambiental como respetuosa de las más exigentes leyes internacionales.

Por Christian Ramírez

salir en libertad la norteamerica-

na Lori Berenson, mediática

f igura de l desar t icu lado

Movimiento Revolucionario Túpac

Amaru (MRTA), para que el país

viviera niveles de intolerancia pocas

veces vistos hasta ahora y se desatara la

polémica por la excarcelación de presos

acusados por terrorismo. El caso ha

Generando desarrollo en

armonía con la naturalezaEl ISO 14001. Es una

norma internacional

desarrollada por la

Organización

Internacional para la

Estandarización (ISO).

Ambiente

3

El proceso de certifica-

ción estuvo a cargo de

la empresa Bureau

Veritas Certification,

después de una larga

auditoría.

servido para que ciertos sectores

interesados –los fujimoristas por

ejemplo– levanten el 'cuco' de que se

viene una oleada de excarcelaciones o,

lo que es peor, un rebrote del terrorismo

por la debilidad de los tres últimos

gobiernos. Pero no es así. “Lo que se

está haciendo es construir un fantasma,

porque eso da réditos políticos”, dice

Javier Torres, antropólogo y directivo

de Servicios Educativos Rurales (SER).La reciente liberación de Lori

Berenson ha exacerbado la intolerancia

de algunos sectores de nuestra sociedad

y sembrado el miedo por las futuras

excarcelaciones de otros terroristas.

Esta nota responde a una pregunta

central en esta polémica: ¿Acaso los

presos por terrorismo liberados no

tienen derecho a reinsertarse en la

sociedad? Tuvo que salir en libertad la

norteamericana Lori Berenson,

mediática figura del desarticulado

Movimiento Revolucionario Túpac

Amaru (MRTA), para que el país

viviera niveles de intolerancia pocas

veces vistos hasta ahora y se desatara la

polémica por la excarcelación de presos

acusados por terrorismo. El caso ha

servido para que ciertos sectores

interesados –los fujimoristas por

ejemplo– levanten el 'cuco' de que se

viene una oleada de excarcelaciones o,

lo que es peor, un rebrote del terrorismo

por la debilidad de los tres últimos

gobiernos. Pero no es así. “Lo que se

está haciendo es construir un fantasma,

porque eso da réditos políticos”, dice

Javier Torres, antropólogo y directivo

de Servicios Educativos Rurales (SER). ¿Se justifica la intolerancia, la grita,

la condena desatada contra Berenson?

No. “Hay una sensibilidad comprensi-

ble en la sociedad debido a que la

violencia desatada por el MRTA y

Sendero Luminoso está muy fresca en

la memoria. Pero creo que los medios de

comunicación y ciertos voceros han

sobredimensionado el tema, han

instigado a la población, la han cargado

de rencor y hasta creo que han jugado

con los sentimientos de la gente, con esa

sensibilidad que todavía está a flor de

piel”, precisa Torres. Desde hace varios

años otros presos por terrorismo vienen

dejando las cárceles –con beneficios o

porque simplemente cumplieron su

condena– y no tenemos esa espiral de

violencia que muchos quieren hoy

sacarse de la manga. Ahora que Berenson está en

libertad, no solo hay quienes le han

armado plantones frente al edificio en

que vive, o la han insultado, también los

políticos que buscan casos como este

para salir en los medios han empezado a

insuflar miedo y rencor en la población:

“Hay que ver a dónde los expulsamos,

son asesinos y criminales” o “Deben

quedarse adentro toda la vida”. Esas

afirmaciones no se sostienen en una

democracia, donde aquel que cumple su

condena tiene que ser liberado y tiene

derecho a reintegrarse a la sociedad, a

trabajar y hasta a incursionar en política

dentro del marco de la ley. “El sentido

de la prisión en una sociedad democráti-

ca es la rehabilitación y no la vengan-

za”, dice el sociólogo Eduardo

González Cueva, especialista en

derechos humanos. Además, muchos de

los encerrados bajo cargos de terroris-

mo han renunciado a sus organizacio-

nes en prisión y están desvinculados. Uno de los casos más notorios es por

ejemplo el de Alberto Gálvez Olaechea,

ex dirigente del MRTA, quien militó en

esa organización desde 1986 y renunció

a ella en 1992. De sus 62 meses de

militancia estuvo preso 42 meses. Él ha

pedido perdón por sus acciones y

todavía cumple una condena de 24 años.

En unos años estará libre. Ha publicado

un libro en prisión y ha sido galardona-

do dos veces en concursos narrativos.

Cuando salga, ¿tendrá que vivir

estigmatizado toda la vida tras pagar

con creces los delitos cometidos? ReinsertarsePara ciertos sectores, un condenado

por terrorismo que ya cumplió su

condena debe quedar marcado para

siempre. Pero hay casos y casos. Hay

dirigentes altamente ideologizados que

no han cambiado, pero también gente

que ha pagado cárcel por haber

volanteado o pintado una pared.

“Tuvimos un proceso de violencia

política que llevó a muchos peruanos a

la cárcel. Algunos ya han salido y otros

están por salir. Pero eso no significa que

el terrorismo va a resurgir de manera

automática. Las condiciones del país

son otras, existe un rechazo probado

ahora sobre las formas de violencia de

estos grupos. Los que salgan libres

tienen derecho a rehacer su vida y el

Estado también tiene derecho a

protegerse de ellos con la inteligencia

debida. Eso es lo adecuado”, dice Javier

Torres, de Ser. Las condiciones del país

son otras, existe un rechazo probado

ahora sobre las formas de violencia de

estos grupos. Los que salgan libres

tienen derecho a rehacer su vida y el

Estado también tiene derecho a

protegerse de ellos con la inteligencia

debida.

11

Page 12: Revista Mensual

NUESTRO MEJOR CAPITAL, NUESTRO MEJOR CAPITAL,

LOS TRABAJADORESLOS TRABAJADORES

Para Volcan el capital más valioso son sus trabajadores. Por eso la compañía busca siempre generar las mejores condiciones laborales para que sus empleados puedan realizar su trabajo de la manera más productiva.

Por Johnny Uribe / Cerro de Pasco

Tuvo que salir en libertad la

norteamericana Lori Berenson,

mediática figura del desarticu-

lado Movimiento Revolucionario

Túpac Amaru (MRTA), para que el país

viviera niveles de intolerancia pocas

veces vistos hasta ahora y se desatara la

polémica por la excarcelación de presos

acusados por terrorismo. El caso ha

servido para que ciertos sectores

interesados –los fujimoristas por

ejemplo– levanten el 'cuco' de que se

viene una oleada de excarcelaciones o,

lo que es peor, un rebrote del terrorismo

por la debilidad de los tres últimos

gobiernos. Pero no es así. “Lo que se

está haciendo es construir un fantasma,

porque eso da réditos políticos”, dice

Javier Torres, antropólogo y directivo

de Servicios Educativos Rurales (SER).

RR.HH.

¿Se justifica la intolerancia, la grita,

la condena desatada contra Berenson?

No. “Hay una sensibilidad comprensi-

ble en la sociedad debido a que la

violencia desatada por el MRTA y

Sendero Luminoso está muy fresca en

la memoria. Pero creo que los medios de

comunicación y ciertos voceros han

sobredimensionado el tema, han

instigado a la población, la han cargado

de rencor y hasta creo que han jugado

con los sentimientos de la gente, con esa

sensibilidad que todavía está a flor de

piel”, precisa Torres. Desde hace varios

años otros presos por terrorismo vienen

dejando las cárceles –con beneficios o

porque simplemente cumplieron su

Una encuesta demostró el compromiso de nuestros empleados con la

empresa, así como el ánimo de expresar sus opiniones personales.

condena– y no tenemos esa espiral de

violencia que muchos quieren hoy

sacarse de la manga. Ahora que Berenson está en

libertad, no solo hay quienes le han

armado plantones frente al edificio en

que vive, o la han insultado, también los

políticos que buscan casos como este

para salir en los medios han empezado a

insuflar miedo y rencor en la población:

“Hay que ver a dónde los expulsamos,

son asesinos y criminales” o “Deben

quedarse adentro toda la vida”. Esas

afirmaciones no se sostienen en una

democracia, donde aquel que cumple su

condena tiene que ser liberado y tiene

derecho a reintegrarse a la sociedad, a

trabajar y hasta a incursionar en política

dentro del marco de la ley. “El sentido

de la prisión en una sociedad democráti-

ca es la rehabilitación y no la vengan-

za”, dice el sociólogo Eduardo

González Cueva, especialista en

derechos humanos. Además, muchos de

los encerrados bajo cargos de terroris-

mo han renunciado a sus organizacio-

nes en prisión y están desvinculados. Uno de los casos más notorios es por

ejemplo el de Alberto Gálvez Olaechea,

ex dirigente del MRTA, quien militó en

esa organización desde 1986 y renunció

a ella en 1992. De sus 62 meses de

militancia estuvo preso 42 meses. Él ha

pedido perdón por sus acciones y

todavía cumple una condena de 24 años.

En unos años estará libre. Ha publicado

un libro en prisión y ha sido galardona-

do dos veces en concursos narrativos.

Cuando salga, ¿tendrá que vivir

estigmatizado toda la vida tras pagar

con creces los delitos cometidos? ReinsertarsePara ciertos sectores, un condenado

por terrorismo que ya cumplió su

condena debe quedar marcado para

siempre. Pero hay casos y casos. Hay

dirigentes altamente ideologizados que

no han cambiado, pero también gente

que ha pagado cárcel por haber

volanteado o pintado una pared.

“Tuvimos un proceso de violencia

política que llevó a muchos peruanos a

la cárcel. Algunos ya han salido y otros

están por salir. Pero eso no significa que

el terrorismo va a resurgir de manera

automática. Las condiciones del país

son otras, existe un rechazo probado

ahora sobre las formas de violencia de

estos grupos. Los que salgan libres

tienen derecho a rehacer su vida y el

Estado también tiene derecho a

protegerse de ellos con la inteligencia

debida. Eso es lo adecuado”, dice Javier

Torres, de SER. Por estos días también

se debate la posibilidad de que miem-

bros de estos grupos violentos puedan

participar en política. “Si hay personas.

PLAN DE

COMPENSACIÓN.

Nuestras escalas

salariales son una de las

más competitivas del

mercado.

El Minero I Revista mensual de Volcan Compañía Minera S.A.A.

13

Page 13: Revista Mensual

NUESTRO MEJOR CAPITAL, NUESTRO MEJOR CAPITAL,

LOS TRABAJADORESLOS TRABAJADORES

Para Volcan el capital más valioso son sus trabajadores. Por eso la compañía busca siempre generar las mejores condiciones laborales para que sus empleados puedan realizar su trabajo de la manera más productiva.

Por Johnny Uribe / Cerro de Pasco

Tuvo que salir en libertad la

norteamericana Lori Berenson,

mediática figura del desarticu-

lado Movimiento Revolucionario

Túpac Amaru (MRTA), para que el país

viviera niveles de intolerancia pocas

veces vistos hasta ahora y se desatara la

polémica por la excarcelación de presos

acusados por terrorismo. El caso ha

servido para que ciertos sectores

interesados –los fujimoristas por

ejemplo– levanten el 'cuco' de que se

viene una oleada de excarcelaciones o,

lo que es peor, un rebrote del terrorismo

por la debilidad de los tres últimos

gobiernos. Pero no es así. “Lo que se

está haciendo es construir un fantasma,

porque eso da réditos políticos”, dice

Javier Torres, antropólogo y directivo

de Servicios Educativos Rurales (SER).

RR.HH.

¿Se justifica la intolerancia, la grita,

la condena desatada contra Berenson?

No. “Hay una sensibilidad comprensi-

ble en la sociedad debido a que la

violencia desatada por el MRTA y

Sendero Luminoso está muy fresca en

la memoria. Pero creo que los medios de

comunicación y ciertos voceros han

sobredimensionado el tema, han

instigado a la población, la han cargado

de rencor y hasta creo que han jugado

con los sentimientos de la gente, con esa

sensibilidad que todavía está a flor de

piel”, precisa Torres. Desde hace varios

años otros presos por terrorismo vienen

dejando las cárceles –con beneficios o

porque simplemente cumplieron su

Una encuesta demostró el compromiso de nuestros empleados con la

empresa, así como el ánimo de expresar sus opiniones personales.

condena– y no tenemos esa espiral de

violencia que muchos quieren hoy

sacarse de la manga. Ahora que Berenson está en

libertad, no solo hay quienes le han

armado plantones frente al edificio en

que vive, o la han insultado, también los

políticos que buscan casos como este

para salir en los medios han empezado a

insuflar miedo y rencor en la población:

“Hay que ver a dónde los expulsamos,

son asesinos y criminales” o “Deben

quedarse adentro toda la vida”. Esas

afirmaciones no se sostienen en una

democracia, donde aquel que cumple su

condena tiene que ser liberado y tiene

derecho a reintegrarse a la sociedad, a

trabajar y hasta a incursionar en política

dentro del marco de la ley. “El sentido

de la prisión en una sociedad democráti-

ca es la rehabilitación y no la vengan-

za”, dice el sociólogo Eduardo

González Cueva, especialista en

derechos humanos. Además, muchos de

los encerrados bajo cargos de terroris-

mo han renunciado a sus organizacio-

nes en prisión y están desvinculados. Uno de los casos más notorios es por

ejemplo el de Alberto Gálvez Olaechea,

ex dirigente del MRTA, quien militó en

esa organización desde 1986 y renunció

a ella en 1992. De sus 62 meses de

militancia estuvo preso 42 meses. Él ha

pedido perdón por sus acciones y

todavía cumple una condena de 24 años.

En unos años estará libre. Ha publicado

un libro en prisión y ha sido galardona-

do dos veces en concursos narrativos.

Cuando salga, ¿tendrá que vivir

estigmatizado toda la vida tras pagar

con creces los delitos cometidos? ReinsertarsePara ciertos sectores, un condenado

por terrorismo que ya cumplió su

condena debe quedar marcado para

siempre. Pero hay casos y casos. Hay

dirigentes altamente ideologizados que

no han cambiado, pero también gente

que ha pagado cárcel por haber

volanteado o pintado una pared.

“Tuvimos un proceso de violencia

política que llevó a muchos peruanos a

la cárcel. Algunos ya han salido y otros

están por salir. Pero eso no significa que

el terrorismo va a resurgir de manera

automática. Las condiciones del país

son otras, existe un rechazo probado

ahora sobre las formas de violencia de

estos grupos. Los que salgan libres

tienen derecho a rehacer su vida y el

Estado también tiene derecho a

protegerse de ellos con la inteligencia

debida. Eso es lo adecuado”, dice Javier

Torres, de SER. Por estos días también

se debate la posibilidad de que miem-

bros de estos grupos violentos puedan

participar en política. “Si hay personas.

PLAN DE

COMPENSACIÓN.

Nuestras escalas

salariales son una de las

más competitivas del

mercado.

El Minero I Revista mensual de Volcan Compañía Minera S.A.A.

13

Page 14: Revista Mensual

El bosque de piedras

Huayllay

A 5 Km de Chungar en la región Pasco, el Santuario Nacional de Huayllay es considerado uno de los mejores museos geológicos del mundo, se afirma que por su extensión y tipo de formación es tan interesante como el Jardín de los Dioses en los Estados Unidos o el Bosque de Piedras de Shilin en la República Popular China. Son 11 las rutas establecidas para visitar cada

uno de sus misterios, y en cada una de ellas se

encuentra, además de formaciones pétreas únicas,

geoglifos, aguas termales, lagunas altoandinas y una

gran biodiversidad.

Por Johnny Uribe

Ahora que Berenson está en

libertad, no solo hay quienes

le han armado plantones

frente al edificio en que vive, o la han

insultado, también los políticos que

buscan casos como este para salir en los

medios han empezado a insuflar miedo

y rencor en la población: “Hay que ver a

dónde los expulsamos, son asesinos y

criminales” o “Deben quedarse adentro

toda la vida”. Esas afirmaciones no se

sostienen en una democracia, donde

aquel que cumple su condena tiene que

ser liberado y tiene derecho a reinte-

grarse a la sociedad, a trabajar y hasta a

incursionar en política dentro del marco

de la ley. “El sentido de la prisión en una

sociedad democrática es la rehabilita-

ción y no la venganza”, dice el sociólo-

go Eduardo González Cueva, especia-

Turismo

Se encuentra en el corazón de la Meseta de Bombón, con el fondo escénico

de la Cordillera de Huayhuash, la cual atraviesa el departamento de Pasco.

lista en derechos humanos. Además,

muchos de los encerrados bajo cargos

de terrorismo han renunciado a sus

organizaciones en prisión y están

desvinculados. Uno de los casos más notorios es por

ejemplo el de Alberto Gálvez Olaechea,

ex dirigente del MRTA, quien militó en

esa organización desde 1986 y renunció

a ella en 1992. De sus 62 meses de

militancia estuvo preso 42 meses. Él ha

pedido perdón por sus acciones y

todavía cumple una condena de 24 años.

En unos años estará libre. Ha publicado

un libro en prisión y ha sido galardona-

do dos veces en concursos narrativos.

Cuando salga, ¿tendrá que vivir

estigmatizado toda la vida tras pagar

con creces los delitos cometidos? ReinsertarsePara ciertos sectores, un condenado

por terrorismo que ya cumplió su

condena debe quedar marcado para

siempre. Pero hay casos y casos. Hay

dirigentes altamente ideologizados que

no han cambiado, pero también gente

que ha pagado cárcel por haber

volanteado o pintado una pared.

“Tuvimos un proceso de violencia

política que llevó a muchos peruanos a

la cárcel. Algunos ya han salido y otros

están por salir. Pero eso no significa que

el terrorismo va a resurgir de manera

automática. Las condiciones del país

son otras, existe un rechazo probado

ahora sobre las formas de violencia de

estos grupos. Los que salgan libres

tienen derecho a rehacer su vida y el

Estado también tiene derecho a

protegerse de ellos con la inteligencia

debida. Eso es lo adecuado”, dice Javier

Torres, de SER.

Por estos días también se debate la

posibilidad de que miembros de estos

grupos violentos puedan participar en

política. “Si hay personas que fueron

militantes, han pagado sus culpas y han

reformado sus ideas del pasado, no se

debería impedir su participación en

política. En América Latina hay casos

de personas que participaron en

movimientos subversivos y luego del

paso de los años, del pago de sus culpas,

han tenido presencia política. Lo que

ocurre en el Perú es que el caso de

Sendero Luminoso fue de una violencia

extrema y es entendible que la pobla-

ción tenga dudas sobre la capacidad de

sus militantes de rehabilitarse”, dice

Eduardo González. Finalmente, si

cualquier miembro de estas organiza-

ciones se decide a participar en política,

en elecciones, la gente puede expresar

ahí el rechazo que siente por ellos. ¿Por

qué no confrontarlos dentro de la

legalidad, en el juego democrático?También se ha dicho que el decreto

927 dado en el gobierno de Alejandro

Toledo beneficia a los terroristas porque

les permite salir al cumplir tres cuartos

de la pena. Esta es la historia: la Corte

Interamericana de Derechos Humanos

dispuso que el Estado peruano adecúe la

legislación antiterrorista de Fujimori

porque iba en contra de normas

internacionales. Y el gobierno de

Toledo debió aceptar.

ACCESO. Se accede

desde Lima a través de la

carretera central, ruta

Lima-La Oroya-Junín-

Carhuamayo-Huayllay

(312 kilómetros, 7 horas

de viaje).

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Page 15: Revista Mensual

El bosque de piedras

Huayllay

A 5 Km de Chungar en la región Pasco, el Santuario Nacional de Huayllay es considerado uno de los mejores museos geológicos del mundo, se afirma que por su extensión y tipo de formación es tan interesante como el Jardín de los Dioses en los Estados Unidos o el Bosque de Piedras de Shilin en la República Popular China. Son 11 las rutas establecidas para visitar cada

uno de sus misterios, y en cada una de ellas se

encuentra, además de formaciones pétreas únicas,

geoglifos, aguas termales, lagunas altoandinas y una

gran biodiversidad.

Por Johnny Uribe

Ahora que Berenson está en

libertad, no solo hay quienes

le han armado plantones

frente al edificio en que vive, o la han

insultado, también los políticos que

buscan casos como este para salir en los

medios han empezado a insuflar miedo

y rencor en la población: “Hay que ver a

dónde los expulsamos, son asesinos y

criminales” o “Deben quedarse adentro

toda la vida”. Esas afirmaciones no se

sostienen en una democracia, donde

aquel que cumple su condena tiene que

ser liberado y tiene derecho a reinte-

grarse a la sociedad, a trabajar y hasta a

incursionar en política dentro del marco

de la ley. “El sentido de la prisión en una

sociedad democrática es la rehabilita-

ción y no la venganza”, dice el sociólo-

go Eduardo González Cueva, especia-

Turismo

Se encuentra en el corazón de la Meseta de Bombón, con el fondo escénico

de la Cordillera de Huayhuash, la cual atraviesa el departamento de Pasco.

lista en derechos humanos. Además,

muchos de los encerrados bajo cargos

de terrorismo han renunciado a sus

organizaciones en prisión y están

desvinculados. Uno de los casos más notorios es por

ejemplo el de Alberto Gálvez Olaechea,

ex dirigente del MRTA, quien militó en

esa organización desde 1986 y renunció

a ella en 1992. De sus 62 meses de

militancia estuvo preso 42 meses. Él ha

pedido perdón por sus acciones y

todavía cumple una condena de 24 años.

En unos años estará libre. Ha publicado

un libro en prisión y ha sido galardona-

do dos veces en concursos narrativos.

Cuando salga, ¿tendrá que vivir

estigmatizado toda la vida tras pagar

con creces los delitos cometidos? ReinsertarsePara ciertos sectores, un condenado

por terrorismo que ya cumplió su

condena debe quedar marcado para

siempre. Pero hay casos y casos. Hay

dirigentes altamente ideologizados que

no han cambiado, pero también gente

que ha pagado cárcel por haber

volanteado o pintado una pared.

“Tuvimos un proceso de violencia

política que llevó a muchos peruanos a

la cárcel. Algunos ya han salido y otros

están por salir. Pero eso no significa que

el terrorismo va a resurgir de manera

automática. Las condiciones del país

son otras, existe un rechazo probado

ahora sobre las formas de violencia de

estos grupos. Los que salgan libres

tienen derecho a rehacer su vida y el

Estado también tiene derecho a

protegerse de ellos con la inteligencia

debida. Eso es lo adecuado”, dice Javier

Torres, de SER.

Por estos días también se debate la

posibilidad de que miembros de estos

grupos violentos puedan participar en

política. “Si hay personas que fueron

militantes, han pagado sus culpas y han

reformado sus ideas del pasado, no se

debería impedir su participación en

política. En América Latina hay casos

de personas que participaron en

movimientos subversivos y luego del

paso de los años, del pago de sus culpas,

han tenido presencia política. Lo que

ocurre en el Perú es que el caso de

Sendero Luminoso fue de una violencia

extrema y es entendible que la pobla-

ción tenga dudas sobre la capacidad de

sus militantes de rehabilitarse”, dice

Eduardo González. Finalmente, si

cualquier miembro de estas organiza-

ciones se decide a participar en política,

en elecciones, la gente puede expresar

ahí el rechazo que siente por ellos. ¿Por

qué no confrontarlos dentro de la

legalidad, en el juego democrático?También se ha dicho que el decreto

927 dado en el gobierno de Alejandro

Toledo beneficia a los terroristas porque

les permite salir al cumplir tres cuartos

de la pena. Esta es la historia: la Corte

Interamericana de Derechos Humanos

dispuso que el Estado peruano adecúe la

legislación antiterrorista de Fujimori

porque iba en contra de normas

internacionales. Y el gobierno de

Toledo debió aceptar.

ACCESO. Se accede

desde Lima a través de la

carretera central, ruta

Lima-La Oroya-Junín-

Carhuamayo-Huayllay

(312 kilómetros, 7 horas

de viaje).

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