REVISTA EDICA - BINASSS

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FI:BJI&RO 1961, - NUMERO 345 ARO XXX REVISTA TOMO XX EDICA Dr ManriquB 50le> P Dr Héctor M6iqL:eZ M. Dr Ger'lro H ZE'nI'eno '11 ? MENINGIOMAS. ESTUDIO ANATOMOCLINICO DE 18 CASOS 41 Télélono 2920 MENSUAL fundador Sal1 JMÓ. Costa Rica PUBLICACION DI, Se roio GlJe\'ora F LA ENFEJlMEDAD DE HIRCHSPRUNG DffiECCION y ADMINISTRACION Director Jefe de Redacción DE COSTA RICA Dr. LONGINO SOTO P. Dr. RODOLFO VlNOCOUR G. Jefe de Cirugía Asistente de Medicina Interna Hospital del Seguro Social Hospital del Seguro Social Dr. JOAQUlN ZELEDON ALVARADO CONSEJO EDITORIAL Dr. MANUEL AGUlLAR B. Dr. GUIDO MIRANDA G. Jete de CHnica de Cirugía Jefe de Clínica Medicina Interna Hospital San luan de Dios Hospital del Seguro Social Dr. MANUEL ZELEDON P. Dr. FERNANDO ZELEDON P. Apartado 978

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FI:BJI&RO 1961, - NUMERO 345

ARO XXX

REVISTA

TOMO XX

EDICA

Dr ManriquB 50le> P Dr Héctor M6iqL:eZ M. Dr Ger'lro H ZE'nI'eno '11

? MENINGIOMAS. ESTUDIO ANATOMOCLINICO DE 18 CASOS

41

Télélono 2920

MENSUAL

fundador

Sal1 JMÓ. Costa Rica

PUBLICACION

DI, Se roio GlJe\'ora F

LA ENFEJlMEDAD DE HIRCHSPRUNG

DffiECCION y ADMINISTRACION

Director Jefe de Redacción

DE COSTA RICA

Dr. LONGINO SOTO P. Dr. RODOLFO VlNOCOUR G.Jefe de Cirugía Asistente de Medicina Interna

Hospital del Seguro Social Hospital del Seguro Social

Dr. JOAQUlN ZELEDON ALVARADO

CONSEJO EDITORIAL

Dr. MANUEL AGUlLAR B. Dr. GUIDO MIRANDA G.Jete de CHnica de Cirugía Jefe de Clínica Medicina InternaHospital San luan de Dios Hospital del Seguro Social

Dr. MANUEL ZELEDON P. Dr. FERNANDO ZELEDON P.

Apartado 978

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Año XXXSAN JaSE, caSTA RICA

Número ~ 3'-\5FEBRERO DE 1963

Tomo XX

La Enfermedad de Hirchsprung

Por

Dr. Sergio Guevara Fallas •

lNTRODUCClON

Desde que Hirchsprung hizo la primera descripci6n de laenfermedad en 1887 hasta el momento en que fue correctamenteconocida y tratoda, pasaron más de 60 años llenos de ideas ytJ:atamientos tan imprecisos y variados como erróneos.

Ehrenpreiss demostró el primero, en su tesis en 1946, c¡ueel megacol6n era la consecuencia de un disfuncionamiento d<i'10 evacuación intestinal, de origen desconocido, la dilatación hi~pertrólica siendo un resultado y no uno causa como se pensaba (\).

Poco después, en 1948 aparecieron las primeras pul::Ií­caciones anatolllopatológicas de Zu<!lzer y Wilson y luego deWhitehouse y Kemohan constando la agenesia constante de losplexos intramurales en el segmento estrecho, al mismo tiempoque Swenson y Bill (2) publicaban sus primeros resultados satis­factorios gracias a la exeresis del segmento recto-sigmoideo es­trecho.

Bodian (3) en 1949 confirma, gracias a sus trabajos, losQnteriores resultados y separa de este grupo el megacolón ilelio­pático.

Etiologia

La Enlermedad de Hirchsprung es relativamente rara. Sufrecuencia oscilcr entre 1 por 2.500 a 1 por 8.500 nacimientos.

Existe una predominancia neta por el sexo masculino perono se han podido encontrar antececlentes ~ignilicativos ni du­rante el embarazo, ni durante el parto, como tampoco en los as­cendentes o colaterales.

* Cirujano de Niños del liospj fal San j"uan de Dios.

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Habitualmente se manifiesta corno una malformación ais­lada. Las alteraciones descritas en Jos otros órganos, en particu­lar el órbol urinario, se deben casi siempre a compresionf'" ori­ginadas por las asas cólicas enormemente dilatadas. Swenson 14)

sin embargo, ha señalado asociaciones frecuentes de megacol6ncon megauréter.

Anatomía Patológica

Tanto microscópica como macroscópicamente se puedenperlectamente distinguir tres segmentos intestinales:

1-) Un segmento estrecho, de ap:¡riencia normal, cuyalongitud es variable, aunque en el 90 o¡. de los casos no se ex­tiende mós alló de la unión recto-sigmoidea.

Histológicamente este segmento se caracteriza por la au­sencia completa de células ganglionares de Auerbach :¡ue seencuentran reemplazadas por troncos nerviosos anormales c~m­

puestos de fibras amielínicas densas y onduladas,netamente de­limitadas por una conca de tejido conjuntivo. (5)

2') Un segmento intedmediario, en general corlo,:¡ue vaamplióndose progresivamente en forma de embudo. Microscó­picamente existen raras células ganglionares y también fibrasnerviosas amieHnicas.

Este segmento constituye, tanto microcópica como macros­cópicamente, la zona de transición entre el segmento aganglio­nar y la parte dilatada.

3') Un segmento dilatado proximal. que puede no exis­tir o estar apenas marcado en los niños muy pequeños.

Este segmento es espeso, despulido, muy distendido cuan­do la enlermedad ha tenido una larga evolución. Todas las ca­pas, en particular la musculosa, se hallan muy hipertróficas. Lascélulas ganglionares san abundantes e histógicamente normales.

Fisiología y Patogenia

Ademós de las ondas ¡:erist61ticas normales, exislen dosotros tipos de contracción a nivel del intestino grueso: de unaparte unas ondas potentes, lentas, que envuelven grar.des por­ciones del intestino, de otra parte ondas antiperistóltico, débiles(más frecuentes en los colon esp6sticos).

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Las ondas potentes y lentas (mass contractions) se pre­sentan una o dos veces por 24 horas. Estas ondas son propulsi­vas sin ser realmente peristálticas, pues envuelven simultánua­mente contracciones peristálticas de grandes porcione. del co­lon y empujan el contenido del colon proximal hacia la l'artemás distal.

El tracto gastro-intestinal puede asegur::;¡r S\J.S fur.ci·.;ne3principoles fuera de toda participaci6n del sistema nervioso cen­tral Esta autonomia se debe primero a la pres~n~:a de los ple­xos de Auerbach y de Meissner y, segundo, a la~ propiedade.particulares de las fibras musculares lisas, sien'"!.:> ~""-::s, proba­blemente, las responsables de las ondas antiperistálticas. \~)

Los plexos de Auerbach, constituidos po, neur.:>n:1S mo­toras, están situados entre las dos capas musculares del intesU­no. Los plexos de Meissner, formados de neuronas sensitivas, seencuentran en la capa submucosa.

Entre estos dos tipos de neuronas existen sinopsis que"hacen corto circuito" los relevos centrales realizan las ondas decontracciones rítmicas, precedidas por ondas de dilataci6n, queconstituyen el peristaltismo intestina!. (7)

Los influjos que vienen del sistema nervioso central. porel intermedio de las fibras simpáticas y parasimpáticas, no traenmás que incitaciones globales, excitantes o moderadora., peroque no pueden asegurar directamente el peristaltismo

Los efectos inhibidores predominan cuando el múscul·:> esactivo o con un tonus elevado y los efectos excBante:; cuandosucede lo contrario. (6)

En la ausencia de los plexos mientéricos. toda ac:ividcrdperistáltica y propulsiva queda suprimida ya que el "istema ner­vioso central no puede asumir esas funciones por no t~ner unreceptor apropiado.

El resultado de ello es una zona distal agangionar ccmple­tamente at6nica y, más arriba, un col6n en lucha que termino porhipertrofiarse y finalmente dilatarse.

CuC!dro Clínico

El cuadro clásico de la enfermedad lo encontr-::remos so­bre todo en los niños mayores. Es característico el estreñimiento

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rebelde, progresivo desde el nacimiento del mno, que provocupoco una distensi6n abdominal a veces espectacular y una alte­raci6n importante del estado general, con gran atraso pondero­estatural.

Lo primero que llama la atenci6n en estos enfermitos esel contraste entre sus raquíticas extremidades y su voluminosoabdomen.

El interrogatorio revela siempre un airoso de la evacua­ción meconial o un estreñimiento crónico desde el nacimiento y.muy a menudo, crisis de oclusi6n o suboclusi6n intestinal.

Bill A. (8) Y colaboradores descartan defintivamente el diag­n6stico de enfermedad de Hirchsprung en todos aquellos niñosque no han tenido estreñimiento antes del 2" año.

El tacto rectal demuestra una ampolla vado.

En los recién nacidos y lactantes pequeños el cuadro esmuy a menudo mucho más complejo. El diagn6stico es siempredificil y a veces s610 podrá afirmarse gracias a los exámenescomplementarios yola biopsia rectal.

Debe pensarse en una Enfermedad de Hirchsprung en cadacaso de oclusi6n neonatal. (9) En efecto, la Enfermedad de Hirchs­prung ocupa el segundo lugar en el orden de frecuencia de losoclusiones neonatales, después de las atresias intestinales. (10)

La prueba de la sonda (que consiste en introducir unasonda rectal más allá de la zona estrecha, provocando rápida­mente una salida abundante de gases y materias), constituye unmedio de diagn6stico importante. (10)

Sin embargo, en muchos de estos niños la sintomatologíase reduce a un estreñimiento o simplemente una distensi6n ab­dominal. Pero es raro que después de algunos meses, especial­mente en el momento de un cambio de dieta, el cuadro clásicono se manifieste.

Diagnóstico Radiológico

El examen radiol6gico es de suma importancia, no sola­mente para hacer el diagn6stico de Enfermedad de Hirchsprung,sino también para dar su localizaci6n.

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Después de una placa simple de abdomen, se hace un·enema opaco, muy lento y siguiendo su progresión bajo escopia.Hay que detenerse cuando la sustancia opaca comienza a llenarla pa:rte dilatada y, si la }:orción inferior "no está suíicientementedibujada, en lugar de inyectar d~ nuevo, darle vuel1as al niñosobre él mismo de manera a tapizar las partes de esfe infundí­bulo megac6Iico." (111

Se aconseja como liquido de contraste las soluciones di­furdas de bario para nO añadir el estreñimento causado pOr esteproducto a la retención crónica tan considerable en estos n.iños.

Es necesario buscar las incidencias 6ptimos que pondránen evidencia mayor, Jo zona aganglionar y que son: oblicua o-n­terior derecha, perfil estricto en decubito lateral izquierdo y unoincidencial axial de la pelvis. 111) (Figura].)

HG. 1

Incidencia a:dal que permite po­n~: en evi:ie~cic: uno: zona Qgan­glionar reetosir;¡tt".oideet corta.

SE:: evitará sobre todo la introducción de un volumen im­portante de líquido de contraste, respon8abie de colapsos cardio­vasculares grClVes 'f rupturas intestinales. El {;;:nemo: se hará bajo

presión débil, con el tanque o una. jeringa.

E3 importante hacer una o más placas algunas horas des··pués de la evacuación del enema, para juzgar 10 eventual reten­ción anormal del líquido de contraste.

La inieipre1ación de las imáger.~s obtenidas ~ermi\e dE.'dar un diagnóstico muy preciso. Se verán fácilmente los signos

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típicos de la enfermedad de Hirchsprung; un recto normal o es·trecho, seguido de una porción (Figura 2)reeto-sigmoidea pera·lizada y estrecha que se continúa por un colon bruscamente am­pliado en embudo (11). Existen a veces u1ceraciones y modific:::­ciones de la mucosa en el segmento dHatado que son muy ca­racterísticas.

1

flG.2

La imagen radiológica típica existe prácticamente siemprecuando los niños tienen más de dos meses, (ll) pero en el Tec~én

nacido y el lactante pequeño, el diagnóstico radiológico es mu­cho menos fácil ya que la distensión cólica no aparece con evi··dencia. Hay que acordarse entonces que unr:r retención signifi­

cativa de bario l:uede ser el único síntoma precoz de la En!er­medad de Hirchsprung. (12)

Aun si el enema opaco no demuestra signos típicos. noso­tros enfocaremos como lo hacen Sauvegrain y Enero, (13) el diag­nóstico de enfermedad de Hirchsprung ante la asociación:

Atraso a la evacuación me=:oniaLAccidentes oclusivos precoces,Distensión aérica o hidroaérica a la vez sobre el intestinodelgado y el intestino grueso,Colapso cólico espontáneo nulo o insuficiente después delenema.

La Biopsia Rectal

No es raro que los signos clínicos y la radiografía dejendudas f50bre el diagnóstico. La biopsia rectal constituye enton-

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ces el método seguro que permitirá descartar o afirmar definiti­vamente el diagnóstico de enfermedad de Hirchsprung. Se haráobligatoriamente cada vez que el diagnóstico sea dudoso. Sus in­dicaciones mayores son: (14)

l') Las formas malignas de la Enfermedad de Hirchsprung,ya que fos signos radiológicos antes de los dos mesesno son siempre evidentes.

2') Las formas muy cortas en las cuales los clichés radiográ­ficos dan signos equivocas.

3') Las enfermedades de Hirchsprung en las que se ha hechouna colostomía de urgencia a causa de una oclusión, sinhaber ¡:;odido precisar el diagnóstico en ese momento.

4') Las enfermedades de Hirchsprung en las cuales el estre­miento está escondido bajo una diarrea crónica.

La ausencia de células neuronales en los plexos mientéri­<:os constituye ya un elemento positivo en levor del diagnósticode Hirchusprung; la p,esencia, en su fugar, de grandes troncosamiellnicos trae una confirmación útil poro el diagnóstico. Wl

"La constatación. en la biopsia, de una sola célula neu­ronal pennite descartar formalmente el diagnóstico de Enferme~

dad de Hirchsprung. (14)

Clasificación

Aunque una clasificación parece, a primera vista, sin im~

portando, creemos útil considerar separadamente dos grupos:

a) Según la malignidad de la enfermedad;

b) Según la longitud del segmento aganglionar.

a) Según la malignidad

En este grupo vamos a considerar por un lado las formasmalignas, por otro lado las formas toleradas. Claro está, la lon­gitud del segmento aganglionar no constituye aqul el iaclor de­terminante de la malignidad o benignidad de la lesión. ExistenEnlermedas de Hirchsprung precoces y malignas tanto en lasformas cortas como en las formas largas.

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j') Formas malignas

Ciertas formas muy precoces tienen una mortalidad tanalta que se puede, sin exagerar, hablar de formas malignas dela Enfermedad de Hirchsprung, (lO)

El cuadro severo se instalada de una vez desde el naci·miento, realizando frecuentemente una oclusión neo-natal y evO­lucionando muy r6pidamente hacia la agravación, a menudo ha­cia la muerte. H6gase 10 que se haga es muy dificil recuperarestos niños. Es evidente que nos encontramos ante formas dela enfermedad particularmente mal toleradas. Las intervencio­nes ¡:::aliativas en estas circunstancias dramáticas soportan unamortalidad elevada y dispanemos de muy pocos medios pamhacer la enfermedad m6s soportable y obtener una sobrevidaque permita una terapéutico m6s adecuada, en mejores condi·ciones.

Aunque la mortalidad de estas formas malignas pasa aveces la cifra de 50 %, no nos lOarece exagerada si se toma encuenta el estado dram6tico, preagónico, con que estos niños Ile··gan al hospital. Sin embargo, los resultados van en franca me·jorla gracias a un mejor conocimiento de la enfermedad y, sobretodo, a los progresos aportados a las técnioas de reanimación.

2,) Formas toleradas

Sen las formas que realizan el cuadro cl6sico. La morta­lidad antes del descubrimiento del tratamiento adecuado era muyalta, especialmente en los lactantes. En realidad, como 10 ha·cen resaltar Laurence y Lagache, (15) los niños que llegaban auna edad avanzada eran los sobrevivientes, portadores de en·fermedades m6s o menos toleradas. Tarde o temprano la com­plicación venia, llev6ndose al enfermito o bien dej6ndolo en U"

estado cada vez peor, haciendo su sobrevida m.6s y m6s pro­blemótica.

Estos nmos son sumamente frógiles y aquéllos que sobre­viven a las infecciones, oclusiones y perforaciones intestinaIt.ls,lo mismo que aquéllos que no han presentado ningún episodiograve, llevan las marcas de la enfermedad: un atraso pondero­estatura! marcado y un estado general muy mediocre.

Sin contar con que no quedan al abrigo de los accidentesbruscos y que, aun después de la intervención quirúrgica, un

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certo número de estos niños son todQvia una presa fácil parelas enfermedades corrientes. (16)

Señalaremos el gran !=eligro de los enemas de grandes can­tidades de líquidos, responsables de shocks mortales debidos ala distensión brusca del colon; igualmente peligrosos son los ene­mas de agua pura, que pueden causar una intoxicación, casisiempre irreversible, debida la reabsorción masiva de agua, quepasa en la circulación sanguínea ("water intoxication") (16),

b) Según la longitud Jlel segmento aganglionar

En este grupo distinguiremos:

}'?) Las formas cortas, que no pasan la unión rectosigmoideo.2°) Las formas rectosigmoideas largas que ocupan la totali·

dad del recto y del sigmoides. (Fig. 3.)

FIG.3

Forma Reetosigmoidea largo

3';'-) Las formas extendidas hasta el ángulo esplénico.4") Las formas extendidas hasta la mitad del tranve'so.5') Las formas extendidas a la totalidad 0",1 colón y aun a

parte del intestino delgado.

Fuera de la noción de malignidad o de benignidad, la mOr­talidad es m6s alta cuando el segmento aganglionar es más largo.

Sólo las formas del primer grupo y a veces las del segundogrupo pueden beneficiarse de un "nursing"; en todas las otras

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so

formas deberá hacerse una colostomla, en espera de la inter­vención definitiva.

Diagnóstico Diferencia!

Las alecciones que pueden ser causa de error en el diag­nóstico son numerosas. Nos contentaremos de citar las princípaies.

l.) El megacolón secundario: debido a un obstáculo me­cánico, es la consecuencia habitual de las imperforaciones ana­les después de una intervención imperfecta o con fistula vaginalo perineal consideradas erróneamente como satisfactorias. (lIl Eldiagnóstico no presenta aquí ninguna dificultad.

2.) El megacolón luncional o idiopático: se trata de unestreñimiento crónico, sin ninguna causa anatómica, que trae se­cundariamente una dilatación cólica. La sintomatologia es muyparecida a la de la Enfermedad de Hirchsprung, pero estos mega­colon funcionales no empiezan casi nunca a! nacimiento. El exo­men radiológico demuestra que la dilatación cólica comienzadesde el año y que no existe la zona intermediaria en lorma deembudo. llIl Además, en la ampolla rectal se encuentra casi siem­pre un fecaloma, lo que es excepcional en la Enfermedad de Hirchs­prung.

39) Las atresias intestinales e íleos meconiales pueden sereliminados cuando ha habido expulsión meconia!. La prueba dela sonda es VD excelente medio para reconocer las oclusiones neo­natales debidas a la Enfermedad de Hirchsprung por la emisiónabundante de meconio que se produce en cuanto la sonda pasala zona estrecha. 110)

4°) Las esténosis congénitas del colon y el vólvulo del in­testino delgado o de la asa umbilical pueden descartarse, ante lapermeabilidad y la topografía normal del colon a! enema opaco. (lO>

SO) Las toxicosis que provocan distensión abdominal, es­pecialmente si hay infección a bacilos ccli 111 B4 (que se presen­tan también muy a menudo en la Enfermedad de Hirchsprungipueden ser causa de error (11). El enema op:tco y, sobre todo labiopsia rectal, petmiten descartarlos.

Tratamientos Paliativos y Tratamiento Quirúrgico

1. Nursing.

Cuando un lactante pequeño o un recién nacido llegan alhospital con un cuadro de oclusión o suboclusión intestinal y que

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el diagnóstico formal de Enfermedad de Hirchsprung se ha hecho,se logrará, la mayoría de las veces, provocar la evacuación degases y materías fecales gracias a una sonda rectal introdu·cida suficientemente lejos para que pase la zona aganglionar ató··nica.

Habiendo resuelto este problema urgente, se conseguirá man­tener el tránsito y variar el intestino gracias a pequeños lavadosyola sonda rectal.

Estos pequeños cuidados diarios pueden ser realizados en­seguida, en el domicilio del enfermito por los padres (excepto claroestá, si se trata de una forma larga de la enfermedad) y el niñoserá seguido regularmente en la consulta.

Habrá que insistirle a los padres sobre la importancia vital.para el niño de estas pequeñas maniobras, fácilmente realizablessin peligro, a condición de rodearse de algunas precauciones muysencillas:

1) Introducir siempre la sonda bien vaselinada, con suavidad.sin efectuar nunca maniobras de fuerza;

2) Hacer los lavados diariamente con pequeñas cantidades desuero fisiológico (o agua salada);

3) Traer al niño al hospital en cuanto se nete el menor atrasoen la evacuación intestinal o si el estado general se altera.

El niño podrá osi mantenerse en buenas condiciones y la In­

tervención podrá hacerse entonces, prácticamente sin peligro, cuan­do alcance un peso de 8 a 12 Kg.

Si a pesar de todo, la evolución no parece satisfactoria, sepodrá intervenir aún más temprano, pero es evidente que el resul­tado será mejor cuanto más grande esté el niño. Este tratamientode espera es realmente eficaz y su realización es muy sencilla. Loscasos que siguen rebeldes al "nursing" podrán beneficiarse con unacolostomia, ¡::ero es raro que no se pueda mantener estos niños,una vez que el episodio agudo ha pasado, hasta por lo menos. 6meses de edad y hacer entonces una intervención definitiva, evi­tando los peligros y complicaciones de la colostomfa.

Las formas largas, sin embargo, siguen siendo una indica­ción formal a la colostomía en zona sana.

La Colostomía

No hay que despreciar, sin embargo, la colostomía, ved:>­dera operación milagrosa en muchas casos. En las formas tolera.

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das su indicación es, sin duda, excepcional, sea porque el niñotenga una edad suliciente para soportar la rectosigmoidectomia.sea porque la respuesta lavorable al nursing no justifique un gestoquirúrgico paliativo.

En las lormas malignas y en las formas largas su indicaciónes mucho más amplia. En las formas largas la colostomla sistemá·tica, de principio, está ampliamente justificada. En las formas ma·lignas que siguen ocluídas a pesar de la sonda rectal o que tienenuna evolución desfavorable a pesar del nursing, la colosiomía estambién una necesidad.

Esta intervención no es nada banal en los niños pequeños.La anestesia reporta cierto peligro y las complicaciones por ml­nimas que parezcan, especialmente las diarreas infecciosas puedenser muy graves.

Sin embargo, cuando la evolución es satisfactoria, se veráa estos niños mejorar espectacularmente y llegar a la edad de laintervención en excelentes condiciones.

La colostomla debe hacerse en zona sana para que seaelicaz. Se verificará por una biopsia hecha a esle nivel y que debemostrar un intestino normalmente inervado.

En general, se hará en el colon tranverso. pero su situaciónserá otra si, durante la intervención, se ve que la zona aganglionares más extendida.

PIe-operatorio

Una preparación cuidadosa. de prelerencia en medio hos­pitalario, será la mejor garantla de éxito para la intervención.

Unos 10 días antes de ésta, por lo menos, se harán los exá­menes y análisis necesarios para establecer el equilibrio biológicodel paciente. Si luese necesario, las perfusiones intravenosas ade­cuadas y pequeñas transfusiones sanguíneas ayudarán a poner aestos niños en condiciones biológicas lo más cercanas posibles dela normalidad.

Se logrará vaciar el intestino completamente mediante pe­queños enemas diarios, la introducci6n de una sonda rectal y laadministración de productos aceitosos corno Jo parolina. Los ene­mas se harán con soluciones saladas isotónicas.

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El régimen alimenticio será rico en proteínas y pobre enresiduos.

Se examinará cuidadosamente el aporto urinario, aseguran10su desinlecci6n mediante antibi6ticos.

La desinfecci6n intestinal de principio, se hará con cautela.Es preferible no prolongarla mucho tiempo. Se administrará untratamiento a base de sulafguanidina, estreptomicina, neomicina,unos cinco dios antes de la intervenci6n.

Los enemas con soluciones diluidas de neomicina puedenser útiles, la vispera de la intervenci6n.

Si existen lecalomas, hay que procurar evacuarlos mediant"una perlusión, gota a gota, rectal.

Tratmniento ,quirúrgico

La resección del segmento aganglionar, como lo propusoSwenson, es la única intervenci6n realmente eficaz. Algunas mo­dificaciones han sido introducidas pero sin variar sus principios.Las principales son:

1) Operación de State (18) o resecci6n intra abdominal. Losresultados han sido poco satis/aetorios y las recidivas muy nume­rosas.

2) Operación ide Duhame (19) (20) o "abaissement retro-rectal"Sus principios son los siguientes:

-Por vio abdominal se corta el recto, se cierra y se lija en ellondo del Douglas;

-Después de resecar la zona estrecha-sigmoidea y la asa me·ga06lica, se moviliza el colon pélvico, de manera de poderbajarlo hasta el recto, haciendo las secciones vasculares neocesarias;

-El espacio retro reetal se disocia en su lfnea media hasta lle­gar al nivel del plan muscular perineal;

-Por vio perineal Se hace una incisión sobre la mediacircun~

lerencia posterior de la Unea ano-cutánea;

-La ¡;ared propia del canal anal es separada de la lase axialdel esllneter externo, lo que permite alcanzar el despegamien­to retro-rectal hecho par vIo abdominal y bajar entoncesel colon hasta el plan de la incisi6n cutánea;

-El segmento cólico posterior se sutura a la piel retro-analy dos pinzas fuertes se ponen adelante, una rama en el

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colón bajado y otra en el recto, formando entre eilas una"V" abierta hacia afuera. Una vez cerradas, ellas ama­rran sólidamente el colon bajado y el recto abandonado.Las pinzas de enterotomia caen espontáneamente de 4 a8 días más tarde.

Las ventajas de esta técnica son las siguientes:

a) Se reemplaza la anastomosis término-terminal por unaenterotomía progresiva;

b) Se preserva integralmente el aparato estincteriano. con­servando la mucosa anal sensitiva al mismo tiempo quese baja hasta el margen anal un colón funcional.

e) Se suprime la disección del recto pelviano.

Esta técnica ha reemplazado en muchas partes la opera­ción de Swenson, especialmente en los niños muy pequeños. Susresultados parecen ser bastante satisfactorios con una mor!:::Ili­dad prácticamente nula.

vasSu indicación es, en todo caso, imperativa

debidas a una primera resección insufjciente.

Aspecto Radiológico del intestinodespués de una intervención tipooperación de DUHAMEL.

en las recídi­(Fig. 4)

3) Operación de Swenson modificada por Pellerin. Susprincipios son:

--Decúbito dorsal, piernas abiertas y fijadas en rectitud alas piernas de la mesa, inclinada de 45 d.:

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-Sonda vesical fijada al muslo. Dilataci6n anal;

-Laparotomía oblicua izquierda. Se liga la arteria epigás­trica y luego se hace la incisi6n del peritoneo, exteriori­zándose el sigmoides dilatado;

-El intestino delgado se quita del campa operatorio empu­ióndolo hacia el abdomen superior par medio de panosabdominales y separadores. En las niñas se ponen doshilos tractores en el ligamento redondo lo que abrirá elDouglas;

-Sección del meso-sigmoideo. Se abre transversalmente elpliegue de reflexi6n rectovesical y se despega la fase pos­terior de la veiiga;

-Ligadura de las ramas de la arteria mesentérica inferior;

-Se prosigue entonces la disecci6n del recto hacia abajo,quedándose lo más cerca posible de la pared rectal, enel tejido conjuntivo que lo rodea. Para facilitar esta disec­ción se pasa una cuerda umbilical bajo el rectosigmoide.w

-Los vasos se ligan a medida de su encuentro, prefiriendo ligarvarias veces el mismo vaso que alejarse de la pared rectal;

-Se infiltra novocaina en el meso-sigmoides;

-Se identificará de "aso los dos uréteres y, en el mno, elcanal deferente. En las niñas se despejará el recto detoda la vagina, acordándose que ésta es dos veces másgrandes que el útero. Seccionar los ligamentos útero-sa­cros;

-La disección se proseguirá hacia abajo hasta ef plan delos músculos elevadores. Será suficiente cuando un" to­runda montada haciendo presión suave del lado abdomi­nal, permite ver el levantamiento que produce en el perinéalrededor del ano;

-Habrá que ligar las arteras hemorroidal superior y hemo­rroidal media. En ningún momento se harón traccioneso maniobras violentas.

-El sigmoides y recto, liberados de todas sus adherencias,pueden ser bajados fácilmente sin tracciones. Hacia arri-

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ba el meso-cclón se despega ampliamente. Se empiezaun despegamiento colo-epiploico prepar6ndose a una pa­sible liberaci6ndel ángulo izquierdo que tal vez sea ne­cesaria.

-·EI limite de la zona bien vascularizada se señala con unaseda (hilo de seguridad.)

-Con seda gruesa se hace entonces una ligadura a1r.,de­dar del reclo-sigmoides, a la mitad de la zona estrecha.Un asistente introduce una pinza de J. L. Faure par el ano.Cuando esta pinza topa con el landa de saco debido a laligadura del recto-sigmoides, se abre y el cirujano empujaun paco el intestino de manera de invaginarle una pe­queña porci6n sobre la que se cierra la pinza.

Tiempo perineal

El asistente jalará entonces la pinza hacia abajo con trac­ciones suaves y r::rogresivas y pequeños movimientos laterales demanera de entubar el sigmoides dentro del recto y de voltearcompletamente este último hacia el exterior.

El cirujano ayuda desde el abdomen y vigila la tensi6ndel meso y la vascularizaci6n del colon.

Se secciona entonces el canal anal circularmente a \.5 Ó

2 cms., del margen anal y se exterioriza el sigmoides hasta elhilo de seguridad vascular. Se secciona este intestino exterio­rizado, dejándolo pasar unos 5 a 8 cms. Se introduce una sondagruesa en su luz (unos· pocos centlmetros evitando que penetrehasta el orilicio anal) y se fija amarrando el intestino alrededcrcon una seda gruesa, lo que asegura al mismo tiempo la he·mostasis.

Tres puntos amarran los dos cilindros solidarizados a lapiel del periné. Un pequeño dren se deja entre los dos cilin­dros duronte cuatro días. Después de unos diez dlas se seccionael excedente de colon y la anastomosis se ha hecho espont6nea­mente. Unos cuantos puntos de catgut hacen la hemostasis y elprolapso se reintegra entonces por simple presión. Las venta­jas de esta técnica son:

1) Evita las estrecheces ya que no se hace ninguna suturaa nivel de las anastomosis.

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2) Se evitan las Ustulas vaginales ya que no hay que temerlas infecciones debidas a necrósis de la anastomosis (lavascularizaci6n del canal anal es muy mediocre) o ¡:er­meabilizaciones de las anastomosis por incongruencia delas extremidades.

3) No se hace ninguna resecci6n abdominal, lo que suprimetodo riesgo de infecci6n.

El inconveniente es el mismo de todas las intervenciC'nesdE' "ste tipo: la larga, dillcH y tediosa disecci6n del reclo pel­viano.

Post-Operatorio

A portir del dio siguiente de la intervención hay emlSlOr.normal de heces. Unos diez días más tarde se puede cortm

el excedente de colon exteriorizado y reintegrar el prolapso yaque la anastomosis se ha hecho espontáneamente. Esta pe­queña intervención no provoca ningún desorden funcional y elniño continúa expulsando heces normales cada dio.

La mejoría, tanto funcional como general, es espectacular.Los niños pueden irse del hospital unos quince días después dela intervención. Los que se han o¡:erado muy pequeños, ere 'fE'

6 meses y dos años, continúan a veces con distensión abdominaly estreñimiento moderado un cierto tiempo, pero todo eso cedeespontáneamente con la reeducaci6n funcional.

Para evitar desórdenes urinarioa, se deja una senda ve­sical permanente durante los primeros cinco días. Se hacen "e­piractones duodenales únicamente en caro necesario. La cm:i­bioterapia se proslg;Je hasta el décimo o <.1cc"ovo dio.

Le m'>iorla clínica inmediato no está en relacl6n con lasimágenes radiológicas. En efecto, si biel' es cierto que el colondisminuye progresivamente de volumen, no da una imugen ra­diológica normal sino hasta mucho tiempo después de la in­tervenci6n. No debe tampoco olvidarse que varias semanas des­pués de la intervención el segmento c6lico bajado puede po­recer estrecho debido a un edema local persistente. (11) Eso notiene, sin embargo. ninguna consecuencia sobre la funci6n in­testinal y desaparece espontáneamente en pocos meses. Hayque darle entonces más importancia a la retenci6n de bario, entiempo y en cantidad, que a la dilataci6n intestinal. (21)

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Hiperlonia Eslincteriana

Algunos niños, operados pequeños, entre 12 y 24 meseD,siguen presentando durante un tiempo variable, más o menoelargo según el medio familiar, una distensión abdominal y di­ficultades pora evacuar sus materiales. Estos desórdenes tienende porticular su completa desaparición durante la noche, reapa­reciendo de nuevo al día siguiente. Todo se pasa como si exís­tiese una hipertonia eslincteriana cuyo control cesa con el sueño.En la noche estos niños se ensucian, frecuentemente, hay emisiónabundante de gases y de materiales y el abdomen no está dk­tendido. Durante el dia, el abdomen Se distiende, pere la m­treducción de cualquier objeto por el ano (termómetro, dedo),supositorio) basta para provocar las heces y hacer desaparecerla distensión abdominal.

Siempre se trata de nmos que no habían sido educado~

funcionalmente, pere con edad suficiente para tener concienciace ello.

Esta hipertonía eslincleriana podría tener un origen psí­quico. En efecto, ninguno de los niños operados antes de IOD9 meses, a quienes se les pudo dar una educación funcional nor­mal, no presenta el menOr desorden, como tampaco los niñosoperados después de los dos años y medio, en el momento enque ya se puede contar con su colaboración. Es más, muy amenudo basta un simple cambio de medio (viaie al campa, va­caciones donde los abuelos), para que todo Se componga. Laduración de estos desórdenes es, muy a menudo, inversamenteproporcional al grado de educación de los padres.

Swenson (Ij) señala ya esta particularidad entre algunosde sus operados y realiza con éxito una esfincterotomia pasterior.

RESUMEN Y CONCLUSIONES

Un análisis del conjunto de los hechos que hemos expuesto,nos permite hacer en primer lugar, una constataci6n esencial:el diagnóstico de la enfermedad de Hirchsprung es muy fácilen el niño grande pero sigue siendo muy difícil en el reciénnacido y el lactante pequeño.

Sin embargo, gracias a la radiografía y a la biopsia rec­tal, es posible hacer un diagnóstico precoz, y aplicar, a partir deese momento un "nursing" muy vigilado que permitirá a estosniños alcanzar un peso suficiente para ser operados.

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Si el "nursing" no parece dar resultado o si se trata deformas largas de la enfermedad, se podrá entonces recurri' alas intervenciones paliativas. Una sola intervención paliativumerece nuestra atención y es la colostomia de derivación. Estaúltima, sin embargo, no pane al niño al abrigo de las compli ..caciones y su indicación, indiscutible en ciertas formas mahg­nas, tiene mucho menos razón de ser después del tercer mes deedad. La mortalidad pasada en esa edad, es casi casi y el "nur­sing" sólo será entonces suficiente para mantener éstos niñosen buenas condiciones hasta el momento de la intervención de­finitiva.

Hay que admitir sin embargo, que la colostomia consti­tuye una excelente medido de "salvamento" qlle se emplearácoca vez que la evolución es desfavorable, sin esperar.

La reetosigmoideetomia cura definitivamente la enferm,,·dad de Rirchsprung, pero sus resultados son medioares antes delos seis meses de edad, y su realización técnica es sumamentedificil y laboriosa. Lo ope-ación de Cuhamel evita justamentetodas estos dificultades y pareciera que sus resultados son buenos.

Las formas precoces malignas de lo enfermedad tienenuna mortalidad muy alta. Se puede sin embargo recuperar porlo menos 50 % de estos niños gracias al "nursing" y a las inter­venciones paliativas.

Las formas largas son en general más graves que las cortas.

La hiperton[a del esfineter no constituye una complicaci6nseria y cederá gradas a una buena reeducación funcional smdejar secuelas.

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MeningiomasEstudio Anatomoclínico de 18 Casos

Por

Dr. Manrique Soto Pacheco '* Dr. Héc:torMárquez Monter **

Dr. Genaro H. Zente':1o ***

CONSIDERACIONES GENERALES:

El meningioma es tal vez el tumor cereb~al más conocidoantiguamente (3J. En 1774, Louis publicó una de las primerasreferencias a los tumores cerebrales citando "tumores fungo3QSde la duramadre" (41. Cruveilhier y Rokitaneky describieron ca­ses bien definidos y Virchow (14), fue el autor ¿e la primera des­cripción precisa de los "sarcomas" y "¡:;sammomas" de la dura­madre, pero no fue sino hasta 1922 cuando .Cushing introdujoel término "MENINGIOMA" para designar los tumores que Seoriginan en las meninges (6).

Los meningiomas son tumores de origen mesodérmico. de­rivados frecuentemente de las vellosidades o granulaciones arac­noideas, de crecimiento lento, no infiltrantes, compresivos y quea veces alcanzan gran tamaño. Desde la prime:a clasificaciónefectuada por Oberling en 1922, diversos autores han intentadonumerosas clasificaciones, aceptándose para este trabajo por susencillez práctica, la sugerida por Kernohan (111) quien siguie!1doa 8ailey y Buey (1) distingue tres variedades que comprenden ala mayoria de los tumores de este tipo: fibroblásticos, meningo­tel'ales y psamomatosos y considera igualmente que del Rio Hor­tega, a los meningiomas llamados angiomatosos como tumoresde estirpe vascular y por tanto enteramente diferentes. Las cla­sificaciones, como se señal6 antes, se han multi!=,licado, conside-

Curso de Postgraduados en Neurocirugio. Escueb de Medicina. U.N.A.M.• I.M.S.S.

.. Unidad de Patologia. Escuela Nacional de Madicina. U.N.A.M.. HospitalGeneral.

*** Médico adscrito. Unidad de Neurologia y Neurocirugia. Hospital General.

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rondo cada una de ellas un número diferente de tipos. Cushingy Eisenhardt (6) consideraron hasta 22 variedades. BaiJey y Buey(1), Jos dosificaron en 8 grupos, y Bland y Russell (5) en 1938 deacuerdo con sus observ,aciones del crecimiento de los meningio~

mas en cultivo de tejidos describieron 5 tipos de meningiomas.Si se comporan las dosificaciones de Jos autores citados en losdos últimos términos: 'como lo permite Jo Tabla 1, se puede ad­vertir que además de las dilerencias de número, la nomencla­tura es totalmente dilerente y coincide únicamente en una solade las denominaciones: meningioma fibroblástico. El hecho deque la nomenclatura señale con dilerentes nombres a un mismotipo de meningiomas, puede quedar adorado con la Tabla H,en el que se presenta la sinonimia que señalan Russell y Ru­benstein (12).

En la apariencia macroscópica los meningiomas, son tu­rnares duros, de consistencia ahulada, siendo rara la forma quis­tica aunque pueden encontrarse a veces zonas de reblandeci­miento por necrosis (ocaJes. Pueden ser oBféricos, c6nicos ()adoptar formas planas o "en placa" y su superficie puede pre­sentar las impresiones que deja el hueso al crecer el tumor.

La edad de aparición es muy variable, se han encontra­do en niños y ancianos, pero su mayor frecuencia corresponde ala 4' y 5' décadas de la vida aunque en estadísticas como jo deFrench (1) se consideran más comunes entre la 5. y 7. décadas.Respecto a su localización, Se ha reconocido desde hace tiemposu predilección por los sitios en que son más abundantes lasgranulaciones o vellosidades aracnoideas, como son el seno lon­gitudinal superior, la hoz del cerebro, el ala menor del esfelloi­des, Jo lámina cribiforme deJ etmoides y otras manos frecuen­tes, incluyendo las cavidades ventriculares.

En distintas series informadas, se calcula la frecuencia delos meningiomas, entre los tumores cerebrales en cifras vano­bies (Tabla HI). En una revisión de uno de los autores (Zenleno)de 503 expedientes del archivo de la Unidad de Neurología yNeurociruglo del Hospital General se encontraron 290 ca30S detumores cerebrales de los cuales 40 correspondieron a meningio­ma y fueron los segundos en frecuencia de la serie, representan­do el 16.8'1'. de los 'tumores cerebrales (Tabla IV). Aunque secitan casos de meningiomas malignos, especialmente en niños,el comportamiento de estos tumores desde el punto de vista h;s­tológico es casi siempre benigno (10), Se han descrito casos demeningiomas ectópicas en relación con defectos congénitos ocon previas craneotomías amplias y que constituyen casos r::I~

ros (13).

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MATERIAL Y METODOS:

El material para este trabajo ha sido tomado de las au­topsias realizadas en la Unidad de Patología de la Escuele: deMedicina de la U. N. A. M., desde enero de 1954 a abril de 1962inclusive. En 4130 autopsias se encontraron 18 casos de menin­giomas que representan el 0.43 de las necropsias. Se revisa­ron los protocolos de autopsias y las historias clínicas de cadocaso tratando de establecer la corre1aci6n de datos anatomocli­rucos. También se revísaron los cortes histol6gicos de los 13 ca­sos, preparados con tinci6n de hematoxilina y eosina.

RESULTADOS:

Frecuencia: En las 4130 autopsias se encontraron 99 tu­mores del sistema nervioso central, cifra que representa el 2.3 "/"mós alta que la publicada por Newbill y Anderson (11) quienesseñalan que la frecuencia de tumores cerebrales en 10.112 au­topsias rutinarias fue de 1.3 %. Los 18 casos de meningioma enla presente serie, representan un 18.1 % entre los tumores delsistema nervioso, frecuencia semejante a la de grandes seriescomo las de Cushing y Grand (Tabla I1I). De los 18 casos, 4fueron hallazgos de autopsia y los otros 14 tuvieron ",aniíestCl­ciones cllnicas y fueron causa importante de la muerte.

Datos Cllnicos. En 18 casos revisados, se encontraron ;4del sexo femenino y 4 del sexo masculino con predominio delprimero en una proporci6n de 3.5 a 1. La edad fue variable, en­contróndose el mayor númerO entre los 20 y 40 años (10 casos);4 casos correspondieron a la 5. década, 3 a la 6. década. El demayor edad fue de 75 años; el caso mós joven fue el de unamujer de 24 años. El promedio de edad para el sexo femeninofue de 40 años, para el masculino de 47, y el total íue de 41años (Tabla V).

La duraci6n de los sintomas atribuibles el tumor intracra­neano en los 14 casos en que la hubo, fue variable. La menorduraci6n fue de 6 meses y la mayor d~ 13 años. Entre estosdos extremos se encontraron distribuidos los otros 12 casos, oh­servóndose un promedio de 4.7 años.

La cefalea y los trastornos 6pticos de dilerente tipo fuer::>nlos síntomas que se presentaron con mayor frecuencia. En los18 casos recopilados se anotaron como sintomas predominantesen 13 casos (72.2 %l. Solamente en 5 pacientes no existieron ('s""ssintomas¡ entre los cuales se encontraron 4 casos considerad03

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como hallazgos de autopsia, y otro con un meningioma libro­bl6stico de localización sub-occipital y cervical que cursó ~n

cuadriparesia e hiperalgesia de miembros superiores. La ce­falea en los 13 casos se presentó tempranamente, siendo por logeneral de mediana intensidad y sin localización precisa. Lostrastornos ópticos variaron en su forma de presentación uesdedisminución de la agudeza visual en seis cosos, hasta la 'l!llaU­

rosis en -tres casos. En dos casos existió ambliopía, que cursóen uno de ellos con nístagmus horizontal. En otro caso se anotóen la historia clínica el dato de papiledema, sin consignar di>­fectos en la agudeza visual. y el último paciente se le hizo enu­cleación del ojo izquierdo por protruisión del mismo por la ccm­presión tumoral. En todos ellos se anotaron signos evidente deedema papilar de diferente grado.

Los trastornos motores fueron de diversa magnitud, va­riando desde paresia hasta par6lisis de localización diferenteen seis pacientes (33.3%). Hubo crisis convulsiva, generalizadasy sin datos de localización en cuatro de ellos (22.2'1'.). Se pr,,·sent6 vómito como sintoma predominante en el cuadro clínicoen seis pacientes (33.3 %) y que tuvo como característica gen,,·ral la casi ausencia de n6usea precedente, pues solamente enuno de ellos se señaló en la historia clínica.

La sensibilidad estuvo alterada en cuatro pacientes(22.2 %), presentando en dos de ellos caracteristicas de délicity en otros dos de dolor espont6neo y de hiperalgesia respecti­vamente. Hubo afasia en dos casos( 11.1 %l. uno de les cualestuvo relación con la localización ¡;arietal izquierda del tumor, yen otro como consecuencia de la intervención quirúrgica de leque se recuperó poco tiempo antes de su muerte. Finalmente,se observó un caso de anosmia (5.5%), con localización tumo­ral en hoz del cerebro y compresión de la zona olfatoria corticf.ll,y otro caso que presentó vértigo en relación con un tumor delángulo pontocerebeloso izquierdo (Tabla VI).

DATOS ANATOMICOS

La localización anatómica de los meningioma. en los 18casos revisados fue como sigue: cinco de ellos se observaron enlos inmediaciones del lóbulo frontal (27.7')'.) y constituyeron enesta serie Jos de mayor frecuencia. Tres se encontraron en e;lado derecho y dos en el izquierdo, de estos últimos, uno deinvaginó en el ventriculo lateral y el otro tenia salida por elagujero óptico izquierdo y produjo protrusión del globo ocular.Los tumores de localización frontal fueron de diferente tamaño:

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el más pequeño midi6 dos centímetros de diámetro, correSDOn­dió al grupo de los asintomáticos y fue diagnosticado postmer­ten; los cuatro restantes fueron tumores grandes (3 a 6 cms., yuno de 8 cms., de diámetro). con sintomatologla muy sobresa­liente que consisti6 en cefalea, trastornos ópticos y trastornos mo­tores. Los de localización porasagital siguieron en frecuenciacon cuatro casos (22.2%), encontrándose entre ellos iguairr,enteuno que curs6 antintomático, de un centimetro de diámetro yfue un hallazgo en la necropsia; los otros tres fueron tumores de8. 5 Y 4 centimetros, correspondiendo todos a la mitad anteriordel cráneo. Los del lóbulo paretal se encontraron con una fre­cuencia de 16.6 'Y" que corresponde a tres tumores en esta serie;el mayor fue de tipo fibrobláslico de 6 cms., otro fibroblástico de 5cms., y el tercer caso tuvo la particularidad de haber mostr"dotres meningiomas fibroblásticos de 0.2, 0.5 Y 3.5 cms., con inva­sión de hueso. Los meningiomas del lóbulo occipital ocurrieroncon la misma frecuencia, ya que se encontraron 3 casos (16.6 '10).con la caracterlslica común de ser todos pequeños (3, 2 Y 1 cms.).los dos primeros fueron de tipo fibroblástico, el último, de tipopsamomatoso, correspondió al grupo de los asintomáticos y elsegundo fue un tumor que invadió la región cervical dando.fen6menos compresivos medulares importantes. En la fosa po.­terior se encontraron dos tumores (11.1 %), uno de ellos pequeño,de dos centímetros, asintomático y de tipo fibroblástico, y el otro,grande situado en ángulo pontocerebeloso y de tipo mixto (me­ningotelial y fibroblástico). Por último, se encontró un solo tumorde tipo meningotelial con localización en el peñasco izquierdode 3.5 cms., de diámetro, que dio poca sintomatologia. (TablaVIl). Trece casos presentaron, al examen macroscópico en laautopsia, aplanamiento de circunvoluciones, hernia del uncus yhernia de amigdalas cerebelosas.

El peso cerebral excedió el Umile tomado como norma!(1200) en solamente seis casos, todos en relación con datos di­nicos y anatómicos de hipertensión intracraneano.

En relación al tipo morfológico 9 tumores correspondíeronal tipo fibroblástico, 7 al meningotelial. un caso de tipo mixto(libroblástico y meningoterial) y otro caso de tipo psamomatoso(Tabla VIII).

COMENT.!\ffiO:

La edad promedio de presentación de estos tumores .3neste grupo correspondió a 41 años, lo que está de acuerdo =onlas series publicadas por diferentes autores (6,", 14).

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De los 18 casos, en cuatro no existió sintomatolog!a detumor cerebral (22.2%). se encontraron en dilerentes lugares dela cavidad craneal. fueron de distinto tipo histológico y tuvieronen ;;cmón su pequeño tamaño. ya que ninguno excedió 2 centí­metros de diámetro. Individualmente los casos ocurrieron. el pri­mero en un individuo del sexo femEmino de 40 años de edadcon diagnóstico final de glomerulonefritis crónica y como hallaz­go de autopsia. meningioma de un centlmetro de diámetro detipo psamomatoso y situado en el lóbulo occipital izquierdo. Otrocaso en un individuo del sexo femenino de 62 años. con diagnós.tico final de peritonitis por perforación intestinal y como haHazgode autopsia un meningioma fibroblástico de dos centímetros d"diámetro situado en fosa cerebelosa. El tercero correspondió auna mujer de 65 años con diagnóstico final de fibrosarcoma me·tastásico a riñón izquierdo y como hallazgo de autopsia se ob·servó un meningioma meningotelial de 1 cm.• de diámetro:- si­tuado en el seno longitudinal superior. El último de los casosfue un carcinoma broncogénico. en un paciente del sexo rnc:scu­lino de 75 años de edad. en cuya autopsia se encontró ('Cmohallazgo un meningioma meningotelial de 2 cm.• de diámetrc enel surco olfatorio derecho.

Los otros 14 pacientes (77.8%). fueron casos que dieronsintomatología característíca de masa oeupativa intracranea! yque como ya se ha señalado. la cefalea y los trastornos óptic0sfueron los sintomas principales. siendo el prímero de eHos casisiempre el sinloma más precoz en presentarse. Los trastornosópticos, también fueron sintomas predominantes. aunque no muyprecoces y muy variables en intensidad y sin relación al sitiode crecimiento del tumor, a excepción del caso de prolrusi6n delojo. por la penetración del tumor en la órbita. Al igual que lacefalea los trastornos visuales estuvieron más bien en relaci6ncon el aumento de la presión intracraneana. producida por le:presencia del meningioma. El vómito fue un sfntoma que ""presentó en 6 pacientes de los 18 casos y que igualmente so de­bió al incremento de la presión intracraneana. sin tener ningúnvalor como slntoma localizador. Los trastornos motores fuercmlos que tuvieron más importancia. desde el punto de vista deldiagnóstico topográfico de la lesión. ya que los cuatro casos quepresentaron crisis convulsivas. tuvieron relación directa con lazona prerrolándica. asf como los casos en que se presentó parálisiso paresia de los miembros. El caso de topografla suboccipita! ycervical. tuvo relación con cuadriparesia e hiperalgesia de miem­bros superiores por compresión directa de las vías nerviosa,>en el tronco cerebral. Entre los trastornos sensitivos. la explica.ción de la sintomatología no fue localizadora. por la gran va.

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riedad de manifestciones que presentaron. En los trece casos €:nque se observaron datos clínicos de hipertensión intracranecma(cefalea, edema de papila o vómitos), se comprobó aplanamien·to de circunvoluciones cerebrales. huella de la tienda del cereobelo en la circunvolución del uncus y la herniación de las amigodalas cerebelosas, demostrado por la impresión del foramen melg·num en ellas. En los otros cinco casos no hubo evidencia niclínica ni anatómica de hipertensión intracraneano.

El lipo histológico de tumor tuvo como característica lapredominancia de meningiomas de tipo fibr.oblástico, siguiendoen frecuencia los meningoteliales, con la particularidad de ha·ber encontrado un s610 caso de tipo psamomaloso y otro clasi·ficado como mixto, (fibroblástico y meningotelial).

CONCLUSIONES:

En esta corta serie se encuentra un predominio de menin­giomas en el sexo femenino, como había sido señalado por Cush·ing y Eisenhardt (6).

La frecuenda encontrada para los meningiomas en rela­ción a los tumores primarios del sistema nervioso central !Ut·

de 18.1 -y, Y para el total de autopsias de 0.43 ~~.

No se encontr6 correlación entre el tipo histológico y lasintomatologia. Aún cuando el estudio histológico no dio evi·dencia de malignidad, la topografía de la mayoría de eUos pro­dujo cuadros clinicos severos que llevaron a la incapacidad par­cial o total y llegaron a ser el factor determinanete de la muerte.

Es interesante también hacer resaltar el hecho de su len­titud de crecimiento, lo que puede favorecer al enfermo s\ seestablece el diagn6stico tempranamente, antes de que Uegue aproducir daños que compormetan seriamente funciones impor­tantes del sistema nervioso. Otra conclusi6n importante en loque se refiere a la edad de presentaci6n, es que si bien el pro­medio de edad corresponde a la 5' década, se encontraron doscasos en la 3' y ocho en la 4' década de la vida, lo que nos in­dica que el meningioma es un tumor que puede presentarse enindividuos jóvenes con bastante frecuencia. móxime si se con­sidera que casi todos los casos presentados tenían sintomato­logia de varios años de evolución, aun sin haberse demostradoel tumor.

El hallazgo de 3 meningiomas en uno de los casos, con­firma la posibilidad de multiplicidad de estos tumores.

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La topografía de los meningiomas de esta serie correspon<:le a la descrita por la mayoría de los autores.

RESUMEN;

Se comunica el estudio anatomoclinico de 18 casos coromeningiomas. Esto constituye el 18.1 % de los tumores primariosdel sistema nerviose central y el 0.43 del total de autopsias.Existe un predominio del sexo lemenino en proporción de 3.5 o1. La edad media fue de 41 años. Los síntomas más importantesfueron cefalea y alteraciones de la agudeza visual. La topogl(1·!la más frecuente fue en el lóbulo frontal 5 cases. en el lóbulopariental 3. en occipital 3. en hoz del cerebro se localizaron 4.Los tipos histológicos predominantes fueron el librose y el me­ningotelial. Cuatro de los cosos fueron asintomáticos. Un caso~p. estos present6 tres tumoraciones pequeñas.

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flG. 1

Meningioma de situación temporo-parietal de'recho conhemorrag,ia central. Existe compresión cortical y re<::haza~

miento del sistema ventricular.

C!ü. ;¿

Meningioma parasagital con zonas de hemorragia ycompresión acentuada de corteza cerebral.

71

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72

fIG. 3

Meningioma de la región ce'tvico:l ¿elraquis, mostrando comprési6n y aplanCi'miE!nto de la médula espinal. Existe herniabilatera] de las amígdalas cerebeloscts.

FIG. 4

Microfotografía ql'.e demuestra compresión de la cortezapOr un meningioIna de tipo fibroso. X-25.

Page 33: REVISTA EDICA - BINASSS

FlG. 5

Mi:;r:::JologroÍi::::: de un

me:'tingicmc de li]::o me.

n:ngol.elicl que muestra

g¡I,l!:OS de célula.s con

cilaplasm:;¡ abundante y

nticleo ovoide, 1'n.:mdase;\ grupos cen d:,;posi·

ción laminar en un es·

treme de libras coláge·

nas. X·IOO

FIG. 7

Menil1gioma: con nu·

mer<JSQS estructuras no­

dulares con calcifica­

ción concen!rica, carac­

leristicos de la variedad

psam,:¡malosa. X-lOO.

Microfotografías. de un

meningioma de tipo li­

broblástico que muestra

células lusiformes dis­

puestas en fascículos.

E.xisten algunos núcleos

gigantes hipercromáti­

cos pero no se obser­

van mitOEis. ;-\"-ICC.

Page 34: REVISTA EDICA - BINASSS

74

TABLA 1

CLASIflCACION DE LOS MENINGIOMAS

Bailey y Buey

MeningoteliomatosoPsamomatosoFibroblásticoMelanoblásticoMesenquimatosoLipomatosoOsteocondroblásticoSarcomatoso

TABLA n

BJand r R1U5CU(1938)

Endoteliomatoso

Fibroblástico

AngioblásticoXantomatoso

Mixomatoso

GIQbus

LeptomeningiomaPrimitivo

FibroblastomaduralSubtipo deleptomeningioma

SINONIMIA

Río Hortega

Exotelioma difusoExotelioma tlodularnodular lobuladoExotelioma laminar

Turn::>r de lipoesencialmentevascular

Cushing l' Eisenhardt(1938)

Meningotelial tipo ¡Meningotelial lipo l!

Fibroblástico

Angioblástico

Kerhohllll(1953)

Ruudl y Rllhinstein(l9i9)

MeningotelialPsamomatoS<)FibroblásticoTumor de tipo

esencialmentevascular

SincicialTransiciona!FibroblásticoAngioblástico

Page 35: REVISTA EDICA - BINASSS

75

TABLA m

FRECUENCIA DE LOS MENJNGIOMAS'

Autor Año :'\úmero de rnaningij}ID¡U PUJCl:'llt~j\:

tumore~

Tooth 192? 61 6 9.8 ""Dew 1912 234 37 15.8 %Dowman y Smith 1927 95 11 11.5 ~,

Davidoff y Ferrero 1929 73 25 35.6 '/.Cox 131 15 11.4 '-/.,

Cushing 1832 2023 372 18.4 ,~

Olivercrona 520 82 15.8 0;.,

Gran! 1956 2326 407 17.5 %Soto. Márquez y

Zenteno 196? 99 18 18.1 ".,

Totales 5562 973 j,',7.49':\

(Modificada de Kinnier.Wibon, 1955).

TABLA IV

503 CASOS DE LESIONES INTRACRANEALES

Servicio e Neurocirugía. Hospilal General México 1939 - 1959

lMionc\ :"Úml.'fO de Porcentaje PorcentajeCilSOS d!'1 total do lumures

Gliomas ·15 8.9% 15.5%Meningiomas 43 9.7% 16.8~

Adenoma hipolisiario ~O 9.9% 17.2%Metástasis i2 2.0 C¡O 4.1 %Congénitos 16 3.1 ~.;. 5.S~·,

Tumores vasculares 7 1.3% 2.4%Miscelánea III ?2 % 38.5%Total Parcial 2Sa 569~·. 100. .,.,Cisticercosis 130 25.8,}"Granulomas 33 6.9:/~

Hematomas 2·'1 S.2%lAbscesos Cerebrales 2·¡ S.2~

Total General 50~'¡ 100. %

Page 36: REVISTA EDICA - BINASSS

76

TABLA V

SEXO Y EDADES DE LOS CASOS DE MENINGIOMAS

Sl:''to ~o. Ed...d :\(a)"llr '-farurca!l';)~ prom..dio

0 4 17 7< 34, o

G 1'; 40 65 24

Total lB 41 73 24

TABLA VI

SINTOMAS

:So.casos

%

CefaleaTrastornos VisualesVómitosCrisis convulsivasTrastornos motoresTrastornos sensibilidadAfasiaAnosmiaVértigoAsintomálico

\:313646421I4

72,272.233,322.233,322,3IUS,SS,5

222

Page 37: REVISTA EDICA - BINASSS

TABLA VII

TOPOGRAF1A DE LOS MENINGIOMAS

l. n. :\0. rASOS %

2 3 Lóbulo frontal 5 27.73 Lóbulo occipital 3 16.63 Lóbulo parietal 3 16.6I I Fas" posterior 2 IU4 Parasagital 4 22.2I Peñasco 1 5.5

TABLA VIII

TIPOS HISTOLOGICOS

N... casos

77

FibrosoMeningotelialPsamomatosoMixtos

971

5038.8

5.65.6

100.0

Page 38: REVISTA EDICA - BINASSS

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