Revista de Psicología Delirium II

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DELIRIUM Nº2 BOGOTÁ COLOMBIA JULIO 2013 ISSN 2344-7273 Revista Estudiantil de la Facultad de Psicología año 2 - volumen 2 Respaldo Académico de

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DELIRIUM Nº2BOGOTÁ

COLOMBIA JULIO 2013 ISSN 2344-7273

Revista Estudiantil de la Facultad de Psicologíaaño 2 - volumen 2

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Fotografía Portada

Laguna de la Huacachina en el desierto de Ica en el Perú, tomada en junio 2012

Alrededor de este lugar existe la leyenda de una joven princesa incaica. Que era conocida por todos como Huac-ca-China (la que hace llorar). Era una princesa de verdes pupilas, áurea cabellera y que cantaba de una manera extraordinaria hasta el punto que todo aquel que escu-chaba su melodía lloraba, porque ella tenía un secreto y es que su corazón quedo enamorado de un feliz varón.

La princesa buscaba un rincón donde llorar y al hallarse libre, cavaba ante el árbol un hueco donde hundir el dulce nombre de su amor. Cierta vez en el hueco que había abierto en la arena, ante el algarrobo, se llenó de agua tibia y sumergió su blanca desnudez. Cuando salió del baño, se envolvió en la sabana y al verse en el espejo, descubrió un espía, un cazador, que al ver su belleza, quedó prendado de sus encantos, viniéndose como un sátiro, hacia ella.

La princesa huyó seguida obstinadamente por el cazador entre las dunas y breñas en las cuales iba dejando trozos

desgarrados de su manto, que por momentos dejaban ver su desnudez. La sabana quedó enredada en un zorzal y la princesa quedó desolada sin fijarse en nada. Entonces la sabana abierta se hizo arenal. Siguió huyendo la princesa con su espejo en alto, cuando quiso dar un salto tropezó y de su puño falto de fuerzas, se escapó el espejo. Y ocurrió una conmoción, pues el espejo roto se volvió una laguna y la princesa se transformó en una sirena que en las noches de luna sale a cantar su antigua canción.

Los Comatraneros (ciudadanos de la zona) sostienen que existe una corvina encantada, la cual dicen haberla visto, pero más que calan las redes nunca llegan a apresarla. También hay una leyenda de la vieja que toca su cajita para aumentar de ese modo el caudal del agua y es la explica-ción que da la gente para ese extraño sonido de los cerros cuando lo bate el viento. Tomado de http://mitosyleyen-das-peru.blogspot.com/2010/05/historia-de-la-huacachi-na-ica.html.

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Presidente del ClaustroHernán Linares Ángel

RectoraSonia Arciniegas Betancourt

Vicerrector AcadémicoÁlvaro Velásquez Caicedo

Vicerrector AdministrativoCarlos Alberto Correa Gregory

Vicerrectora de Educación Virtual y a Distancia

Emma Beatriz Montero Corredor

Decano de la Facultad de Psicología (e)Manuel Sanabria Tovar

Dirección y EdiciónMillerlandhy VegaNubia Alejandra Acuña

FotografíaCristian David Beltrán

Centro de Producción Editorial

Director Pedro Bellón Amado

Diseño y DiagramaciónMaría Fernanda Avella Castillo

La Revista Estudiantil de Psicología Delirium es un espacio On-Line para publicar, en el que cada autor es responsable de su deseo hecho palabra, Delirium rescata el decir del escritor, sin irrumpir

en ese deseo aunque no lo comparta, solo solicita para su reproducción citar fuentes.

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Contenido

Metaposición y resiliencia. Herramientas claves para la adaptación al clima organizacional

La Artesanía: Comunidad, identidad y cultura

IV COLAEPSI. Congreso Latinoamericano de Estudiantes de Psicología

La Metaposición. Una estrategia para aprender lo que no puede ser enseñado

Un breve paseo por el amor y la muerte del imaginario del cine estadounidense

7 Editorial

Silvia Teresa Mateus Murillo

Luz Carmen Maffiol Arias

Sergi Torner

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Realidades Sociales

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Participación en Eventos

Convocatoria47

Invitación III Encuentro Colombiano de Psicología de la Liberación

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Editorial Con la publicación del segundo número de Delirium, se evidencia la confianza por parte de la comunidad académica (estudiantes y docentes), en la que se reconoce en la revista estu-diantil un espacio para fortalecer la producción escrita, incentivar la investigación y aportar para seguir construyendo comunidad.

En esta segunda publicación contamos con la participación de profesionales en Psicología de México, España y Colombia, que encontraron en Delirium un lugar para exponer y difundir sus posturas psicológicas con relación al lugar del Psicólogo como docente de profesionales en formación, y el pensar del estudiante de Psicología en la práctica profesional.

También en este número se da apertura a abordajes interdisciplinarios como la inclusión de diversas expresiones artísticas, entre ellas encontraremos fotografía, escritos sobre las costumbres y herencia de los artesanos, y un recorrido por el cine norte americano.

Finalmente, queremos decir a nuestros lectores y escritores que en esta publicación ya fue asignado ISSN, que identifica a Delirium como una publicación seriada, por lo que la revista se propone sacar dos publicaciones en el año, para ello les continuamos invitando a escribir, a investigar y publicar en Delirium.

Millerlandhy Vega Editora

Nubia Acuña Ariza Asistente Editorial

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Las momias de Chauchilla muy cerca de la ciudad de nazca en Perú, vestigios existentes de una necrópolis preincaica, en las vasijas se encuentran conchas y tuzas de maíz lo cual nos

da una idea de la importancia de estos dos elementos en su conocimiento del entorno.

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Silvia Teresa Mateus Murillo *

* Psicóloga especialista en salud ocupacional. Docente asesora de prácticas profesionales en la Facultad de Psicología de la Fundación Universitaria Los Libertadores. Cogestora del Blog http://metaposicion.blogspot.com. Correo Electrónico [email protected]..

Metaposición y Resiliencia.Herramientas claves para la adaptación al clima organizacional1

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º2 Durante esta experiencia de casi tres años en el proceso de asesoría de prácticas organizacionales y haciendo el seguimiento de muchos estudiantes de los Liber-tadores en esta interesante y retadora actividad de la práctica profesional, se ha podido observar como no todos los practicantes son para todos los sitios de prác-tica, o no encajan en la institución, empresa u organi-zación, sin importar sea una práctica clínica, educativa, organizacional o jurídica, en todas las áreas se observa el fenómeno que por algún motivo el estudiante que pensábamos podría ser un excelente practicante, se convierte en un problema, se siente fuera de lugar en el sitio de practica escogido por él, en el cual está realizando las funciones que se esperaba cumpliera en el área de formación.

Siguiendo está idea, se podría pensar en dos conceptos clave a tener en cuenta para comprender el fenómeno anteriormente descrito, metaposición y resiliencia. Los dos, herramientas con las que cuenta todo individuo, pero que muchas veces desconoce viene en su kit de ser humano, entonces ¿Cómo descubrirlas en cada uno de tal forma, que no sean las circunstancias y la reacción a éstas la guía de nuestro actuar? ¿Cómo elegir formas asertivas de comportamiento para que nos enfoquen hacia nuestros objetivos?

Veamos entonces qué nos ofrecen los procesos de meta-posición y resiliencia, y definamos cada uno de ellos:

Metaposición se define como “un proceso realizado por la persona, el cual le facilita la posibilidad de ir evaluando lo que va sucediendo en un encuentro comu-nicacional, además permite evaluarse a sí mismo como

persona y recoger las impresiones relevantes y signifi-cativas de su interlocutor o interlocutores, todo ello sin aislarse del encuentro”. (Maffiol & Mateus, 2011 p.15). Resiliencia “la podríamos definir como la capacidad de una persona, grupo u organización para seguir proyec-tándose en el futuro, e incluso resultar fortalecido de la experiencia, a pesar de enfrentar acontecimientos desestabilizadores, condiciones de vida difíciles, situa-ciones de alta incertidumbre, y/o traumas severos, a veces graves.” (Ballest, 2010).

La utilización de estas herramientas nos facilita-rían el proceso de adaptación y entendimiento del clima organizacional al cual nos enfrentamos a diario. Cada institución o empresa, tiene en sí misma un clima organizacional, el cual es mayor de la suma de percepciones y personalidades individuales que viven e interpretan la cultura de la organización, como consecuencia dan un clima organizacional adecuado o no adecuado, donde llega la persona como uno más de sus miembros, p o r l o t a n t o debe sacar de sí todas sus competencias para lograr ser aceptado en la organización y tomar la decisión de adaptarse o no a ese estilo particular que la caracteriza.

El clima en las organizaciones se ha dicho que se asemeja a la personalidad en el ser humano, en estos términos, el individuo, el carácter subjetivo del mismo, el desarrollo de las relaciones entre sus miembros, dan forma y caracter al clima de la organización o viceversa, las características de la organización influyen en las percepciones que éstos tienen sobre el clima. Por lo tanto es fundamental: “La persona tenga en cuenta que su forma de percibir el mundo, difiere de las percepciones del otro y toma

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conciencia de que cada uno tiene una visión particular y con base en ella, define sus experiencias y situaciones como problemáticas o no”. (Maffiol & Mateus 2011, p. 16).

El individuo debe entonces revisar e identificar su forma de comunicación, hacia donde se dirige y el contenido de los pensamientos que se generan de esa situación específica, con la carga emocional que se desprende de ella y su lenguaje no verbal; todo lo anterior tiene una consecuencia en su interlocutor, por ende en el clima de dicha situación.

Teniendo en cuenta el concepto de organización como sistema abierto en el cual se observa el inter-cambio de información con su entorno en forma continua, nos permite observar como los subgrupos que conforman la organización y cada uno de los miembros de éstos, son fuente de un intercambio reciproco, asi lo son otros grupos sociales externos a la misma.

A raíz de esta visión y teniendo en cuenta a la organi-zación como sistema abierto, en donde se establece una comunicación con cada uno de los sistemas, encaja en forma clave el concepto de metaposición por medio del cual el practicante “tiene conciencia de sí mismo y ello le permite desarrollar un proceso empático genuino que se orienta hacia un resultado efectivo y eficaz su quehacer”. (Maffiol. 2002. p.4) como persona y psicólogo en formación.

Por lo anterior es importante descifrar la metapo-sición que abordan los individuos, en este caso los psicólogos en formación, con respecto al ambiente

laboral de la organización o sitio de práctica. La meta-posición nos muestra que la realidad es una percep-ción particular y elaborada sin conciencia, tomando en cuenta el conjunto de creencias del individuo y el concepto que tiene este de sí mismo. La identificación y el análisis de la influencia de las creencias perso-nales, son objetivos básicos en la dinámica de la meta-posición, y de la resiliencia el descubrimiento de nues-tras competencias para enfrentar situaciones difíciles donde se nos exige seguir adelante en los procesos de nuestro plan de vida profesional y personal.

La asesoría se convierte entonces en un ambiente ideal para apoyar el descubrimiento de procesos fundamen-tales para toda persona, como son la metaposición y la resiliencia, los cuales permiten identificar herramientas para que se apliquen en toda clase de contextos, facili-tando llevar a cabo la dinámica de adaptación, minimi-zando las posibles dificultades.

Igualmente darán como resultado una toma de deci-siones adecuada para continuar o nó, con un proceso de formación, con una relación laboral, una relación de pareja, o un proceso terapéutico.

Es decir, la metaposición y la resiliencia son herra-mientas que nos permiten desarrollar procesos de toma de decisiones y de adaptación al clima organizacional al que podemos estar expuestos de forma impuesta o voluntaria, y nos facilitan además construir contextos de reflexión continua en los diversos caminos elegidos para transitar en pos de nuestros proyectos de vida, aún así de cada uno de nosotros depende darnos la oportunidad de desarrollarlas.

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Maffiol, L. C. y Mateus, S. (2008). La entrevista metaposicional: modelo de comunicación efectivo y eficaz. En Revista Tesis Psicológica (3) Bogotá.

Maffiol, L. C. y Mateus, S. (2011) En los zapatos del otro, un modelo práctico para entrevistar. Broker Ediciones. Bogotá - Colombia.

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Resumen

Pensar en las formas de hacer psicoterapia y a su vez en la manera de enseñar esta práctica, funciona como un ejercicio clave de evaluación, de observación y por supuesto como un llamado para definir estrategias que permitan el reconocimiento de las coordenadas que describan dónde estamos y para dónde vamos.

Palabras clave: Metaposición, Estrategia, Psicoterapeutas en formación, Ser, Quehacer, Psicoterapia.

Luz Carmen Maffiol Arias *

1 Psicóloga Magíster en Psicología Clínica y de Familia. Docente Fundación Universitaria Los Libertadores, Universidad Santo Tomás de Aquino, Universidad San Buenaventura.

* Conferencia realizada en el Foro Alcances y Limitaciones de la Formación para la Intervención en Psicología Clínica. Panel: Realidad de la formación. Fundación Universitaria Los Liberta-dores, Bogotá, Noviembre 07 2008.

La Metaposición. Una estrategia para aprender lo que no puede ser enseñado1

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º2 encontré en el libro de Kopp (1971) Gurú Metáforas de un psicoterapeuta, ésta la utilizó un sabio tsadik al referirse al éxito que tenía con su congregación, ¿qué era lo que él hacía en relación con las personas que deseaban aprender de él? y específicamente le pregun-taban ¿qué tipo de sabiduría tenía él para ayudar a estas personas? Y Hayyim líder y maestro espiritual que servía a la comunidad jasídica responde compa-rando a su congregación con personas perdidas en un bosque inmenso. Estas personas se encontraron con un hombre que hacía mucho más tiempo que se había perdido. “Sin darse cuenta de ello, le preguntaron si les podía sacar del bosque. Su respuesta fue: Eso no lo puedo hacer. Pero puedo señalar los senderos que se alejan aún más hacia el corazón del bosque, y después, podemos tratar de encontrar juntos la salida”.1

Como dato curioso quisiera contarles que el jasidismo fue un movimiento de los siglos XVIII y XIX aproxima-damente, esta corriente judía mística tenía muchas coincidencias con la 3ª fuerza en Psicología porque fortaleció la valoración personal y ofreció a las comu-nidades de esa época una forma fresca y esperanza-dora de vivir, ya que brindaba un desarrollo espiritual personal e íntimo. Se describe que en esa época casi el 50% de los judíos de Europa del este formaron parte de este movimiento.

Ahora bien, continuando con nuestro tema, apre-ciamos que en la dinámica de enseñar o guiar a otro a formarse como psicoterapeuta, hay muchos asuntos que trascienden aspectos netamente conceptuales y

1 Kopp, S. B. (1971). Gurú. Metáforas de un psicoterapeuta. Barcelona: Editorial Gedisa. p. 68.

“O el pozo era en verdad profundo, o ella caía muy despacio, porque Alicia, mientras descendía, tuvo tiempo sobrado para mirar a su alrededor y para preguntarse qué iba a suceder después.”

Alicia en el país de las maravillas

Lewis Carroll

A propósito del título que describe esta convocatoria, “Realidad de la formación en Psicoterapia”, confío en poder describir la realidad que he construido para llegar hasta aquí. Por ejemplo, me pregunto ¿qué se necesita para hacer psicoterapia?

¿Qué se ha necesitado siempre desde que la psicote-rapia es denominada psicoterapia? Bueno mínimo se necesitan dos interlocutores, con algunas condiciones en la que alguno de ellos haga las veces, del que tiene definido en su realidad un conflicto y el otro asuma el rol del que tiene algunas claves, para que el otro supere el problema.

Comprendo que suena osadamente sintético y sencillo, sin embargo permítanme continuar por este sendero, vamos a ver a dónde llegamos, la verdad tengo una idea de la meta, sin embargo esperemos. Entonces estábamos en los protagonistas de la realidad psico-terapéutica, sin embargo para nuestro asunto reque-rimos otros personajes muy importantes, como lo son el aprendiz de psicoterapia o psicoterapeuta en formación y el maestro que le enseña.

En este punto, a propósito de una de las técnicas más eficaces en la psicoterapia, recuerdo una metáfora que

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cognitivos, es decir, los que estamos asumiendo el rol de formadores, generamos estrategias pedagógicas para invitar a los psicoterapeutas en formación, a profundizar y reflexionar acerca de posturas epistemo-lógicas, teorías y me odologías para leer y abordar los diversos conflictos humanos.

Por supuesto, dichas estrategias están condicionadas por períodos y espacios, con límites muy claros, por ejemplo hay que contar con el tiempo en el que se desarrollan temáticas relacionadas con la forma-ción para la intervención en psicología clínica, en un contexto de pregrado. Aún así con estos límites, creo que como mínimo estas estrategias necesitarían comprometerse con lograr arraigar en las entrañas de ese nuevo psicoterapeuta, la inquietud esencial que describe ese gusto y motivación indiscutible por formarse como psicólogo clínico.

Entonces cuando pienso en la persona de ese nuevo psicoterapeuta, también pienso en mí, me veo en ellos y viceversa. Entonces me abrazan inquietudes, satisfacciones e interrogantes, que me conducen a observar y autoobservar, que motivan a evaluar y autoevaluarme, invitándome a generar tácticas que permitan, identificar las coordenadas del espacio y tiempo epistemológicos en el que estoy ubicada y desde donde percibo y doy significado a las expe-riencias que evidencio, para construir la realidad que sustenta mi ser y quehacer.

Y concluyo entonces, que la formación en psicoterapia es un proceso en continuo desarrollo, como lo es la evolución humana, que además requiere tanto por

parte del psicoterapeuta en formación como del psico-terapeuta guía, una dinámica permanente de reflexión y revisión no sólo de las coordenadas epistemológicas sino también de las actividades que se realizan desde dicho lugar de conocimiento.

Y además creo que no sólo requerimos evaluar nuestro Quehacer sino nuestro Ser en el Quehacer y desde esta perspectiva considero que la Metaposi-ción, es una estrategia congruente. ¿En qué consiste entonces la Metaposición?. En el proceso mediante el cual, la persona que hace las veces de psicoterapeuta observa y evalúa no sólo su trabajo sino además sus emociones, sus sentimientos y su modo de pensar mientras realiza terapia.

Además, la Metaposición contiene elementos básicos que se entrelazan complejamente y que dan cuenta del ser y quehacer del psicoterapeuta, como los son: el comportamiento asertivo, la empatía y los indica-dores que describen a un terapeuta efectivo y eficaz.

Por lo tanto, entendida la Metaposición como “un proceso realizado por el entrevistador y que le faci-lita la posibilidad de ir evaluando lo que va suce-diendo en el encuentro, además le permite evaluarse a sí mismo como entrevistador, observarse a sí mismo como persona y recoger las impresiones relevantes y significativas del entrevistado, todo ello sin aislarse del encuentro”2; este proceso convoca al psicoterapeuta a

2 Maffiol. L. C. y Mateus, S. T. (2008). En los zapatos del otro. Un modelo práctico para entrevistar. Bogotá: Editorial Universidad San Buenaventura. p.15

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establecer y permanecer en contacto consigo mismo mientras simultáneamente desarrolla la relación psicoterapéutica.

La Metaposición invita al psicoterapeuta a tener conciencia de sí mismo y ello le permite desarrollar un proceso empático genuino que se orienta hacia un resul-tado efectivo y eficaz del quehacer de ese psicotera-peuta, ya que éste se mantiene en un estado de concen-tración integral, su Ser y su Quehacer encauzados hacia un mismo objetivo, siguiendo una misma visión.

De tal manera, esta conciencia permanente de Ser en el Quehacer, nos impele a los psicoterapeutas guía, a buscar cómo enseñar lo que no se puede enseñar, e incluso creo que impulsa a los psicoterapeutas en formación a preguntar lo que no se puede contestar, porque a veces lo que siento no puede ser envuelto en palabras y porque también las palabras dibujan mapas maravillosos pero nunca tanto como lo es, el terreno de la vida misma.

Entonces en el quehacer de la enseñanza me encuentro con el ser del psicoterapeuta en formación y lo observo ávido de información para su quehacer y también lo siento sediento de la fórmula de algún elíxir que lo aleje de su propia angustia. Entonces la dinámica del proceso de Metaposición nos invita a Ser en cada acti-vidad que realizamos, a trascender lo que hacemos y quiénes somos, ya que nos permite autoevaluarnos y paradójicamente nos facilita ampliar nuestra observa-ción del mundo cuando miramos hacia adentro.

La Metaposición, puede ser una estrategia clave para aprender lo que no puede ser enseñado, porque conecta la respuesta no sólo al interrogante sino al que interroga, es decir, el observador se reconoce en lo observado y además se sabe causa y efecto del complejo proceso de aprendizaje-enseñanza-apren-dizaje, tanto en el contexto educativo como en el contexto psicoterapéutico.

Es decir, el que enseña aprende, el que aprende enseña, el que cura, se sana, el que se sana, cura y así se fortalece la dinámica de la espiral con la que podríamos describir la interconexión humana y mediante el proceso de Metaposición, recordamos que estamos participando en ella.

Ahora bien, en esta relación psicoterapeuta guía con psicoterapeuta en formación vale la pena resaltar los estilos de cada uno, y como enfatiza Savater, F. (1997).

“es el momento de recordar que la pedagogía tiene

mucho más de arte que de ciencia, es decir que admite

consejos y técnicas pero que nunca se domina más que

por el ejercicio mismo de cada día, que tanto debe en

los casos más afortunados a la intuición.”3

A propósito, creo que los psicoterapeutas guía, cuando nos movemos entre las diversas opciones que permite la Metaposición, podemos dejar señales

3 Savater, F. (1997). El valor de educar. Barcelona: Editorial Ariel. p. 111.

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que faciliten marcar los límites que diferencian el terreno que pertenece al estilo del psicoterapeuta en formación y a los nuestros. Y además como describe Kopp (1971), creo que tal vez será más contundente mostrarnos como personas y escondernos como maestros y definitivamente evitar a toda costa perder el contacto con los psicoterapeutas en formación, como efecto de una metodología atrapada en un relato epistemológico refinado.

¿Y entonces qué realidad estamos construyendo mien-tras entablamos esta relación psicoterapeuta guía y psicoterapeuta en formación? Este es un ejemplo claro de interrogante sin respuesta, pero al respecto tengo un sueño y además le puse alas, y sueño con que el terapeuta en formación tenga la oportunidad de construir su propia visión para que acuda a ella, por ejemplo, cuando requiera afinar su propio estilo o cuando se sienta perdido, ya que las coordenadas de su visión lo conducirán hacia sí mismo.

Porque en mi sueño veo a los psicoterapeutas en formación construir su visión como lo hacía una tribu cazadora americana llamada los ojibwas. Había un momento apropiado, no antes ni después y el padre que hacía las veces de guía, llevaba a su hijo al bosque y allí lo dejaba solo para que este descubriera el sentido de la vida. Durante este proceso de autodes-cubrimiento el aprendiz, meditaba y ayunaba y lo más importante, nadie ni siquiera le insinuaba cuál podría ser o por dónde o qué era lo qué podría encontrar. “Se le decía que fuera cual fuese esa visión, aprendiera lo que aprendiese de sí mismo y del mundo, debía confiar en ello y respetarlo. Cuando regresaba la tribu respetaba su visión simplemente porque era de él y porque la había descubierto por sí mismo.”4

Y mi sueño alza el vuelo cuando confío en que en mi quehacer pedagógico podré resistir la tentación, de interrumpir el proceso del psicoterapeuta en forma-ción, cuando construye su visión.

4 Kopp, S. B. (1971). Gurú. Metáforas de un psicoterapeuta. Barcelona: Editorial Gedisa.

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Slaikeu, K. A. (1996). Intervención en crisis. Manual para práctica e investigación. México: Manual Moderno. 2ª. Edición.

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Revista E

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Tomm, K., traducido por Beyebach, M. y Rodrí-guez-Arias J. (Comps.). (1988). La entrevista como intervención. Parte II: Las preguntas reflexivas como forma de posibilitar la auto-curación. Salamanca: Publicaciones Universidad Pontificia de Salamanca.

Tomm, K., traducido por Beyebach, M. y Rodrí-guez-Arias J. (Comps.). (1988). La entrevista como intervención. Parte III: ¿Hacer preguntas circulares, estratégicas, o reflexivas? Salamanca: Publicaciones Universidad Pontificia de Salamanca.

Wainrib, B. y Bloch, E. (2000). Intervención en crisis y respuesta al trauma. Teoría y práctica. Bilbao: Edito-rial Desclée De Brouwer.

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Corresponde a las momias de chauchilla, su entorno por las altas temperaturas era perfecto para la momificación y se dejaban ofrendas que muestran una idea de vida mas allá de la muerte.

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Resumen

Las formas de la artesanía en México son diversas, sin embargo para no caer en generalizaciones hablaremos específicamente de la artesanía de fibras vegetales del municipio de Tequisquiapan, Querétaro, y cómo estas al pasar del tiempo las encontramos en nuestra cultura, siendo parte de la tradición de una sociedad, pasando de generación en generación. La arte-sanía en Tequisquiapan se resiste a perderse en el camino del consumo y el poder, dejándonos ver cómo han ido adaptando formas “modernas” de la sociedad actual para no borrarse y seguir entre nosotros, tales como la introducción de nuevos materiales, formas de venta, elaboración, organiza-ción y hasta la transmisión e identidad que busca nuevas alternativas para perdurar, que finalmente apuesta a la colectividad y así se intenta hacer frente al individuo que promueve la sociedad de consumo en nuestros días.

Nohemi Cruz Velázquez *

* Licenciada en Psicología Social de la Universidad Autónoma de Querétaro, México. Actualmente ayudante de investigación part-time. Desarrollo y dirección de investigación: “Las canastas creaciones que abrazan la memoria colectiva de nuestra familia artesana” en el municipio de Tequisquiapan, Qro., de 2009 -2011. Correo electrónico: [email protected], [email protected].

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Nº2 Las artesanías, en general, son muy diversas, hay una

amplia gama de coloridos que llaman nuestra aten-ción; texturas: suaves, ásperas, duras; materiales como madera, tela, barro, vara, semillas; sabores: dulces, salados, picosos, de eso es lo que está hecha nuestra cultura, de tradiciones y costumbres que han estado y siguen estando entre nosotros, en cada rincón del país donde los artesanos las elaboran día a día desde hace muchos años y quizás desde hace siglos.

La elaboración de artesanías de fibras vegetales es una de las actividades productivas predominantes que sostiene la economía local. Si bien, no se tiene una fecha exacta de su origen, se remonta aproximadamente a más de un siglo de tradición, entre los habitantes del municipio de Tequisquiapan en el estado de Querétaro.

Este es un lugar caracterizado por la producción y venta de artesanías de vara y mimbre principalmente, actividad transmitida de una generación a otra desde su surgimiento hasta la actualidad. Aunque no son las únicas artesanías que se elaboran en Tequisquiapan, además de esta existen otras dos: el tejido de hilo de gancho y el labrado de piedras preciosas.

La aparición de la actividad artesanal en Tequis-quiapan, cuenta con distintas versiones acerca de las primeras personas que introdujeron esta actividad en el lugar, además de que pareciera no haber fecha exacta de su aparición. La fecha no es trascendente, lo fundamental es ubicar más o menos cuánto tiempo tiene desarrollándose la actividad, esto traducido a comprender que tan arraigada ésta esta tradición entre la población.

Se sabe que surge en el barrio de La Magdalena, intro-ducida por familias del mismo lugar, en el año de 1913 ya las familias del barrio antes mencionado y del barrio de San Juan se dedicaban a realizar artesanías.

Se tiene conocimiento de dos versiones acerca del surgimiento de esta actividad en el municipio, las cuales son mencionadas por la familia Santos Cruz, quienes son artesanos, pues se dice este oficio es origi-nario de San Luis Potosí y por otro lado de Hidalgo, donde eran los abuelos de Don Miguel Santos, quienes aprendieron y adoptaron el oficio, pasándose de generación en generación, hasta llegar a su hijo Francisco Vicente Santos Cruz.

El oficio por referencia de esta familia, tiene aproxima-damente un siglo o más, surgió más o menos por el año 1915 o 1920 y mi primo comenta: “No se sabe bien a ciencia cierta”, cuándo surge y de dónde proviene.

Ellos mencionan la existencia de una tesis que elaboró una muchacha del Distrito Federal, acerca de las arte-sanías y ahí está toda la historia, se narra que llegaron de San Luis Potosí, los primeros artesanos se estable-cieron en “las cruces”, una capilla muy antigua en el barrio de la Magdalena, eso es lo que se cuenta.1

1 Información proporcionada en una entrevista realizada a la familia Santos Cruz, el día 13 de marzo de 2009, cabe señalar que esta es una de las 15 familias que integran a la familia Cruz y por lo tanto mi relación con ellos es importante, pues son mis tíos y mi primo.

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También existe la versión dada por Don Concepción Cruz y su hijo el Sr. Simón Cruz Valencia2, que las arte-sanías surgen porque en 1880 el Sr. Pablo González y su esposa junto con el Sr. Marco González quienes se dedicaban al negocio de hilados y tejidos de lana, introdujeron la cestería en el lugar, pues viajaban constantemente a vender sus productos a Querétaro, Guanajuato y San Luis Potosí, y en un pueblo del último estado mencionado se percatan de la existencia de cestos, de los cuales adquieren algunos, los desbaratan para observar el tejido, elaboran algunos y los ofrecen junto con su mercancía de lana y comienzan a llamar la atención de las personas y a venderse más que su mercancía, así elaboran más cestos y mejoran el tejido, de esta forma surge la artesanía en Tequisquiapan.

Don Concepción Cruz recuerda por transmisión oral de sus padres que sus abuelos ya se dedicaban a tejer la vara en el año de 1890, este dato reafirma la acti-vidad como una tradición en la familia Cruz.

La artesanía de vara coexistía con la agricultura antes de 1965, después adquiere mayor importancia en términos económicos y se convierte en la principal fuente de ingresos para el lugar.

Los artesanos fueron perfeccionando y enseñando la técnica de la elaboración de artesanías a sus hijos, así ha pasado de una generación a otra. Los materiales

2 Informantes clave para la elaboración de la tesis de geografía reali-zada por Teresa Evangelina Martínez Díaz en 1992, mi relación con ambos personajes es de suma importancia, pues el primero de ellos es mi bisabuelo paterno y el segundo mi tío abuelo.

utilizados para la elaboración de artesanías de fibras vegetales, vara, mimbre, rattán y bastón, eran traídos de lugares cercanos y extraídos del mismo lugar, así como también del extranjero.

El primer material utilizado para su elaboración es la vara, se extrae de las ramas del sauce, árbol que se loca-liza en las orillas del río San Juan. Los artesanos se perca-taron que podía extraer la materia prima para elaborar las artesanías y así es como surge esta actividad.

El mimbre es un material introducido hasta los años 70s, es por así decirlo un material nuevo y su costo es más elevado, pues se trae de Japón, Singapur, China y Honduras, sin embargo, es mucho más flexible y se obtiene menos desperdicio en comparación con la vara.

Pudo ser que el mimbre se empezara a introducir para contrarrestar algunas características de la vara, ya que ésta es menos flexible, se rompe, su grosor varía, es necesario limpiarla y por ello no puede ser aprove-chada en su totalidad; en comparación el mimbre, es más flexible, por lo cual suele tener mayor demanda para la elaboración de trabajos delicados y artísticos, como la fabricación de figuras de animales, además no se rompe fácilmente y tiene un mismo grosor.

Actualmente, se han ido incorporando a lo largo del tiempo otros materiales, que se siguen trayendo de lugares cercanos o de otros países, pues no pueden ser producidos en Tequisquiapan.

Los materiales que se producen actualmente en México son la vara y la jara, la vara de sauz se trae

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Nº2 de lugares cercanos como Guanajuato, además de la

madera traída de Michoacán, que también es utilizada para la elaboración de artesanías.

Los materiales extranjeros, como el mimbre traído de Singapur o Taiwán, la vara portuguesa, también llamada vara roja, traída de Chile, introducida por su color y su resistencia.3

También podemos encontrar artesanos, que han intro-ducido una amplia variedad de materiales para la elaboración de artesanías, tales como: alga marina, hoja de plátano, piel, tule, palma traída de Tecozautla, Hidalgo, y el plástico.4

Finalmente, esta actividad fue acrecentándose en Tequisquiapan, hasta llegar a ser considerada en el año de 1992 una de las actividades primordiales (Martínez, 1992).

Después de esta contextualización sobre la artesanía en Tequisquiapan, podemos comprender y ahondar en la discusión acerca de cómo la artesanía se resiste a las formas de poder y consumo a partir de los conceptos que abordamos aquí: comunidad, identidad y cultura.

Así, estoy retomando la conceptualización de iden-tidad, no solo para el presente artículo, sino también

3 Información proporcionada en una entrevista realizada a la familia Santos Cruz, el día 13 de marzo de 2009.

4 Información proporcionada por Francisco y Pablo Cruz Cruz quienes son artesanos, en una entrevista colectiva realizada el día 10 de mayo de 2010, cabe señalar que pertenecen a la familia Cruz, y mi relación con ellos es importante, pues son mis tíos, en tanto son primos de mi padre.

espero sea de gran ayuda para el tema que llevo traba-jando desde hace ya dos años y medio: la artesanía.

Es en la narrativa donde construimos la identidad, este caso en particular, es a través de las entrevistas realizadas a los artesanos y en lo que narramos día a día, eso que da significado y sentido a nuestras vidas, al pertenecer a una familia de artesanos, ellos mismos hablan de la identidad y lo que implicaría la pérdida de la actividad artesanal, que también sería la pérdida de nuestra identidad, no solo como familia artesana, sino como una sociedad de artesanos. Así, lo vemos en la siguiente parte donde mi tío habla explícitamente de la identidad:

“Prácticamente perderíamos nuestro, como podríamos decirlo, una identidad, perder la identidad, ciertamente en Tequisquiapan se conoce que es un pueblo de artesanos, entonces si se deja de hacer artesanías, perderíamos mucho esa identidad como artesanos, sería muy penoso que se perdiera, porque es una tradición que tiene bastante tiempo, desde los abuelos y si sería muy penoso que se perdiera, aparte de que las personas siempre van a ser importantes, muchas familias se dedican a eso, dependen mucho de eso, su economía, su estabilidad, es por eso que si fuera así, pues sería una decepción.”5

La narrativa de la familia artesana, no está construida únicamente por quienes hoy todavía son artesanos, sino también de quienes lo fueron o no lo son, la iden-tidad no es algo exclusivo del artesano, hoy se cons-truyen otras formas de continuar con la identidad, que

5 Miguel Cruz Cruz, artesano entrevistado el 23. de mayo de 2010)

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quizás ya no sean a partir de la elaboración y comercia-lización de artesanía, es decir, que solo está dada por el sentimiento de pertenencia a dicho grupo o familia.

Este es mi caso y el de algunos integrantes de la familia, quienes no nos dedicamos a la actividad arte-sanal, pero sin embargo, hay algo que va más allá del ejercicio pleno de la actividad, el sentimiento, la afec-tividad, que se relaciona con el lugar, con la artesanía, pero sobre todo el sentirse perteneciente a una familia de artesanos.

La transformación de la artesanía, de la tradición, va encaminada hacia lo que ilustro en párrafos anteriores, pues lo que hoy pasa es que hay nuevas formas de conti-nuar con la identidad, dadas las transformaciones en la forma de llevarse a cabo en las familias de artesanos.

Pero, qué relación existe o si es que la hay, entre estas dos temáticas: identidad y artesanía, ambas van de la mano en tanto la artesanía y la identidad son parte de un mismo pueblo, relacionadas con la cultura del municipio de Tequisquiapan, Qro., que en sus entrañas no puede concebir su sociedad sin la artesanía y en la narrativa de los artesanos siempre está presente, estas aparecen como elementos fundamentales de su cultura, pues como bien nos dirá Giménez en uno de sus textos La cultura como identidad y la identidad como cultura, ambos conceptos están relacionados y son indisociables, uno no puede ser explicado sin el otro, así, concuerdo con lo anterior.

Los mismos artesanos argumentan que la artesanía es parte de la identidad del pueblo de Tequisquiapan,

todo pueblo tiene una identidad, lo que los identi-fica, en este caso específico: la artesanía. Esta iden-tificación no remite meramente a una diferenciación, no creo que esta sea la única, ni la más importante función de la identidad, es decir la identidad no está en distinguir quién soy yo y quien eres tú, si fuese así entonces dónde entrarían los afectos y solo permitiría abordar esta diferenciación, con respecto a la posibi-lidad de relacionarse con otros.

La identidad remite a la noción de comunidad en tanto se comparte con otros, en un espacio y un tiempo, por lo tanto comunidad es identidad y comunidad refiere al sentimiento de pertenencia. Roitman (2008, p. 31) cita a Max Weber para definir comunidad: “es una relación social en la medida en que la acción social esté basada en el sentimiento subjetivo de pertenencia en común por parte de los partícipes (sentimiento de índole afectiva o tradicional)”.

Entonces, se van relacionando con la identidad otros conceptos, identidad=cultura e identidad=comu-nidad, quizás mi planteamiento resulta arriesgado, pero así encontraríamos una relación hasta cierto punto indisociable entre estos conceptos, de los cuales el sujeto no se puede separar, una referencia de esto la plantea Giménez, “no existe cultura sin sujeto ni sujeto sin cultura”, yo diría que tampoco sería posible la existencia de la identidad y la comunidad sin sujeto, ni sujeto sin identidad ni comunidad, todo sujeto está inserto en un entorno cultural determinado, pertene-ciente a una comunidad y con una identidad, dada esta última por su sentido de pertenencia a una comunidad.

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Nº2 Ahora bien, nuevamente retomando a Giménez, él

traza dos tipos de identidades: individuales y colec-tivas, con las cuales no estoy de acuerdo, pues la primera de ellas nos remite a aspectos de diferen-ciación, sobre cómo nos vemos y cómo nos ven los otros, las segundas refieren a no ser discretas, homo-géneas y delimitadas, me parece que yo no retomaría esta idea de identidades ni las distinguiría en los tipos anteriores, pues creo firmemente que la identidad es colectiva, es decir, se construye en común con otros.

En nuestra cultura, en la que hoy participamos, cuya característica es ser una cultura consumista desde el planteamiento de Zygmunt Bauman (2009), se encuen-tran elementos que indican un cierto tipo de identidad o impiden la construcción de la identidad, este tipo de cultura se caracteriza por algunos de los siguientes elementos referidos por el autor:

• Los vínculos humanos están mediados por el mercado de consumo, además son frágiles, inesta-bles y fáciles de romper.

• El sentimiento de pertenencia, está dado a partir de la autoidentificación que es algo buscado y exhibido a partir de “marcas de pertenencia” que se alcanzan en los comercios.

• “El síndrome consumista es velocidad, exceso y desperdicio.” (Bauman, 2009, p. 120). Por ello degrada la duración, lo perdurable, la utilidad y acentúa la transitoriedad, lo novedoso, lo inservible.

• La vida de consumo tiene que ver con estar en movimiento, “renovarse o morir”. Evita la satisfacción duradera y promueve las necesidades insaciables.

• “el verdadero ciclo económico”, el que verda-deramente mantiene la economía en movimiento, es el ciclo “cómprelo, disfrútelo, tírelo”. (Bauman, 2009, p. 135).

Todas estas características llevan a la imposibilidad de construir la identidad, por ello Bauman, propone dos elementos que impiden la construcción de la identidad y el desmantelamiento de la misma: comunidades de guardarropa o fantasma, con vencimiento, perteneces a ellas mientras compartas símbolos, estilos, gustos, objetos, etc.; y el mercado, los productos que no tienen una identidad neutral, sino una identidad incluida, esos objetos determinan a donde perteneces o quién eres.

Observamos que estos elementos lo que hacen es determinar un cierto tipo de “identidad”, si es que puede llamársele así desde la idea de una cultura consumista, más bien diría que son formas de iden-tificación con otros que determinan a un número de personas, a diferencia de la identidad que va más allá de la mera identificación y está definida en términos afectivos, refiriendo al sentido de pertenencia a un cierto grupo, colectivo o sociedad.

La relación entre artesanía y consumo de alguna forma se ha descrito en distintos momentos, como una oposi-ción entre lo local y lo global, donde se habla acerca

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de estas formas a las cuales se resiste el artesano, que se le imponen y transforman la artesanía, sus formas de organizarse, los materiales, los productos chinos, las formas de producir y vender, etc., pero que solo pueden ser entendidas al plantearlas como el contexto global, en el que se inserta la artesanía y sobre todo la tradición del municipio de Tequisquiapan. Sin embargo, es necesario mencionarlo en relación a la identidad y las complicaciones que de este contexto global, puedan repercutir en ella.6

Reiterando lo mencionado en otros momentos: la artesanía se resiste a ser un modo de vida individual, a priorizar la individualización como ocurre hoy día, pues la artesanía es una forma de vida colectiva, que se resiste y permanece en la actualidad, a pesar de las dificultades a las que se enfrenta, es colectiva en el más amplio de los sentidos, lo que emerge de esta es un sujeto colectivo, familiar, configurado así por esta tradición.

Además de lo que se ha venido desarrollando en el presente, la forma en que retomo el concepto de iden-tidad en relación con el tema de la artesanía, es la que otorga sentido y significado a la vida de los grupos, colectividades, etc., podemos entender esto más claramente cuando Mendoza (2001) dice:

6 Se ha abordado este tema, tanto en un ensayo realizado para el tópico cursado en el séptimo semestre de la licenciatura en psico-logía social, como en el primer capítulo de la tesis que ha derivado del trabajo con este tema durante los últimos años, por ello ya no se desarrolla ampliamente para el presente artículo.

“…existen colectivos que han permanecido, convi-vido y construido durante cierto tiempo su identidad en lugares públicos y que al ser estos destruidos o transformados, se está atentando contra tal identidad, contra su tradición que es lo que los certifica como grupo y su única razón de ser…”

Por nombrarlo de alguna manera cuando se habla de identidad, se habla de pertenencia a un lugar y tiempo que se comparte con otros y quizás no es necesario decir que se pertenece a un lugar porque ahí se nace o se vive, implica sentirse perteneciente, identificado, con el lugar, con los otros, pero para ello primero nos identificamos con un cierto número de personas y es así como ellos nos permiten pertenecer a su grupo por la identificación que se establece mutuamente, sino sería difícil definirse como parte de la familia artesana o de Tequisquiapan; como dice Fernández Christ-lieb (1999), La verdadera extensión de la persona, no termina donde se acaba su piel, sino ahí donde finaliza el lugar al que pertenece.

La identidad sería el sentido de pertenencia con respecto a un grupo que ocupa un lugar y un espacio, así nos lo señala Pérez-Taylor (1996): “La identidad, es el proceso por el cual, la memoria colectiva se manifiesta para crear un sentido de pertenencia al grupo social”.

Las ideas planteadas en el presente escrito hasta el momento, son las situaciones que impiden la cons-trucción de la identidad en referencia a una cultura consumista, la noción de identidad como el sentido de pertenencia, los conceptos que van de la mano con ella, comunidad y cultura.

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Nº2 Sin embargo, en el planteamiento de Gergen (2003)

en el capítulo 8, La narración en la vida social, encon-tramos que la identidad se construye a partir del relato sensible de la persona y también es movimiento siempre. En su conceptualización, el relato es utilizado para identificarnos con otros y a nosotros mismos, entonces no está fuera de lugar la importancia de la identificación para sentirse perteneciente a un grupo, en esto que llamo y planteo necesaria una identifica-ción mutua, en líneas anteriores.

Tampoco se está muy equivocado cuando se habla de la identidad, como lo que da sentido y significado a la vida de las personas y colectivos, complementando esta idea, diciendo que esto se logra a partir del relato, según cita Gergen (2003, p.232): “Para White y Epston (1990), “las personas conceden significados a sus vidas y relaciones relatando su experiencia” (p. 13).

Así pues, desde Gergen (2003) la identidad es un resultado sensible de un relato vital, a lo largo de su texto también relaciona este concepto con la cultura y la comunidad, y aporta otra idea fundamental, que refiere y se contradice en cierta forma al plantea-miento de Giménez sobre las identidades y sus tipos: las identidades nunca son individuales, cada una está suspendida en una gama de relaciones, es decir, está en función de las relaciones sociales y no desde el aspecto individual. La identidad no es el cuestiona-miento de quién soy en referencia a una diferenciación del otro, sino que ese ¿quién soy? dependerá de con quién me relacione, las formas narrativas dependen de la cultura, por ello si no existe la posibilidad de auto-

relatarse no hay cultura ni identidad y no podríamos dar cuenta de las relaciones sociales que se generan en la comunidad a la que se pertenece.

Con esto me gustaría cerrar el presente escrito, no sin antes decir que la identidad, va de la mano con la comunidad, el grupo, sociedad a la que se pertenece y la cultura que nos determina, la identidad esta justa-mente en el sentimiento de pertenencia y no en dife-renciar a unos de otros, y en definitiva es el resultado de un relato vital.

Hoy el ser artesano, o mejor dicho, sentirse parte de esta tradición, ha tomado formas distintas, la iden-tidad está en movimiento, nunca es la misma, hoy se es artesano y se siente uno parte de la tradición de distintas formas. Aquí estamos todos los integrantes de la familia Cruz, dedicados o no a la elaboración y venta de artesanías, hemos construido un relato vital, donde nuestra identidad, está ligada a ese pedazo de tierra, y a ese tiempo que parece no desvanecerse, sino seguir presente, para seguir siendo los mismos.

Por ello decía en líneas anteriores, la identidad rela-cionada con un tiempo y un espacio que se comparte con otros, y esto es también un planteamiento en la memoria colectiva, en la cual dos de sus marcos sociales donde se encuentra, son el espacio y el tiempo.

Como dice Pablo Fernández en uno de sus textos, sobre la comunidad: esta no es de uno, sino que uno pertenece a ella, al suelo; donde también Halbwachs (2004, p. 160) nos dirá lo siguiente acerca del espacio:

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“Así, cada sociedad delimita el espacio a su manera, pero de una vez por todas y para siempre siguiendo las mismas líneas, con objeto de constituir un marco fijo donde encierra y recupera sus recuerdos...”. Yo diría que es justo en este lugar a donde uno perte-nece, porque lo que me liga a él y me hace ser, no es únicamente el pedazo de suelo que piso, pues en mi caso y puede ser el de algunos más, el suelo que hoy pisamos, no nos pertenece ni le pertenecemos, amamos a otros, somos de otros y con otros.

Hoy no es necesario ser artesano o haber nacido en Tequisquiapan, para sentirse perteneciente a la familia artesana, yo soy un ejemplo claro de ello y algunos inte-grantes más de la familia también están en esta situación.

Entonces la identidad artesana no está perdida, es solo que hoy hay otra forma de identidad, hoy ser artesano o sentirse parte de la familia artesana, es algo afectivo distinto.

Quizás para mi bisabuelo era distinto, pues implicaba ser artesano y campesino al mismo tiempo, para los que siempre se han dedicado a la artesanía, quizás ser arte-sano lo es todo en su vida, pues no podrían concebirse sin ello, ya que desde pequeños comenzaron a serlo y llevan 35, 65 años o más dedicando día tras día a esta actividad.

Para mi padre, sus hermanos y sus primos que ya no se dedican y alguna vez llevaron a cabo este oficio, ser artesano es distinto porque dejaron de serlo, pero comparten y les compartieron este saber.

Sin embargo para mí y los que tuvimos un acerca-miento más directo con la elaboración de artesanía, ser artesano era ver el trabajo realizado por los mayores, aprender e interesarse por llevar a cabo la actividad, sentirse parte de la familia artesana, para saber de dónde vengo y a dónde voy.

Pero para los más pequeños que no ven el trabajo artesanal, ser artesano está más desligado de su vida diaria, implica no haber aprendido esta labor, pero quizás la valoran y tienen conocimiento de ella, o para otros tal vez ya no tenga ningún sentido ni signi-ficado en sus vidas, como lo fue para otras genera-ciones de la familia.

Así es como en las generaciones de cada una de las familias artesanas, puede existir una forma distinta y compleja de la identidad, ese sentimiento de perte-nencia que da sentido y significado a nuestras vidas, que ha tomado formas diversas, pero que finalmente se unen en una sola, la identidad: ser artesano.

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Referencias

Giménez, Gilberto. La cultura como identidad y la identidad como cultura. Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM. Documento PDF.

Gergen, Kenneth. 2003. Realidades y relaciones. Aproximaciones a la construcción social. Paidós. Buenos Aires. 2003.

Bauman, Zygmunt. Introducción o el secreto mejor guardado de la sociedad de consumidores; Cultura consumista. En Vida de Consumo. Fondo de Cultura Económica. México. 2009.

Roitman, Patricia. Fronteras borrosas: las formas inconclusas de la identidad, 2008, México, Querétaro, UAQ.

Halbwachs, M. (2004). La memoria colectiva. (I. Sancho-Arroyo, Trad.) España: Prensas Universitarias de Zaragoza.

Mendoza, J. (2001). Memoria Colectiva. En J. Mendoza, & M. A. González, Significados colectivos: Procesos y reflexiones teóricas. México: CIIACSO.

Fernández Christlieb, Pablo (1999). La Afectividad Colectiva. México: Editorial Taurus.

Pérez-Taylor, Rafael, (1996). Entre la Tradición y la Modernidad. México: Universidad Autónoma de México.

Martínez, Díaz Teresa Evangelina, La artesanía en Tequisquiapan, Qro., Tesis para obtener el título de Licenciado en Geografía, Universidad Nacional Autó-noma de México, D.F., 1992.

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Sergi Torner *

* Psicólogo de la Universitat Oberta de Catalunya UOC, en Cataluña España. Forma parte de Cátedra Libre Martín Baró. Trabajó en Colombia con comunidades campesinas en acompañamiento psicosocial, con víctimas de la rama judicial, además ha participado como educador en prisiones, en centros de rehabilitación de drogodependencia, con adolescentes y discapacitados psíquicos.

Un Breve Paseo por el Amor y la Muerte del Imaginario del Cine Estadounidense.

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Nº2 Primera Parte (Años 40 y 50)

Vivimos envueltos en un imaginario. Nuestra realidad, nuestra mirada, nuestra visión de las cosas, nuestras conductas y nuestra perspectiva de la vida constan-temente se encuentran inmersas en el simbolismo. Siendo el arte una de tantas formas de expresión de este simbolismo, y el cine una forma de arte, obte-nemos como resultado un imaginario determinado. Expresar la interpretación de una realidad u otra tiene un propósito. Tomar conciencia de la exis-tencia y el propósito de ese ideario que nos rodea e impregna nuestro quehacer cotidiano es importante para comprender la sociedad en la que vivimos y las tendencias que se generan dentro de su ideología.

El cine estadounidense, por su extensión, influencia y poderío, es potenciador de tendencias en estos imaginarios. Como ejemplo basta mirar la cartelera colombiana para comprobar que la mayoría de films en cartelera son estadounidenses. Apenas existen películas colombianas en el mercado.

Centrémonos en el imaginario que el cine estadouni-dense ha mostrado sobre la realidad social y política después de la II Guerra mundial. Enfoquémonos en un análisis del imaginario que mostraba y sus objetivos potenciales. En esta primera parte estudiaremos este fenómeno desde los años 40 hasta finales de los 50.

De manera preliminar, es esencial establecer las razones para comenzar esta generación de tenden-cias después de la II Guerra Mundial y no antes. Es entonces cuando se crean y/o renuevan las organiza-

ciones internacionales tales como la ONU, FMI y BM entre otras, que plantean parámetros según los cuáles se desarrolla cierta política internacional. Es en este momento específico cuando comienza a desarrollarse la sociedad de consumo tal y como la entendemos hoy en día.

Así mismo analizaremos cómo el cine estadounidense ha planteado la existencia de supuestos enemigos en una sociedad dual. Es indispensable considerar que en la actualidad, Estados Unidos es el país con mayor gasto en armamento, equivalente al 43% del presu-puesto mundial en este rubro. Para justificarlo, ha sido necesario entrar un largo proceso de confección de un ideario, entre cuyos recursos podemos encontrar al cine como brazo comunicador de su mensaje.

A continuación presentaremos una muestra de films a manera de una pequeña selección de producciones bien conocidas en su época, para mostrar la influencia que tuvieron en la sociedad. No nos centraremos en la calidad de las películas seleccionadas sino en el imaginario que describen y en el contexto dentro del cual se realizan.

Años de Posguerra (1946-1949)

• El año anterior ha finalizado la II Guerra Mundial (septiembre de 1945) y nos encontramos con un film titulado “¡Qué bello es vivir!” (It’s a Wonderful Life, 1946) dirigida por Frank Capra. Una especie de Cuento de Navidad (sólo que el protagonista es una persona portadora de los valores más honestos de la sociedad estadouni-dense) ambientada en la crisis del 29.

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• Tendencia generada por ese imaginario: Reco-nocimiento de la calidad moral que posterior-mente se irá transformando en el estandarte de los salvadores y representantes del mundo libre.

Se estrena el film “El Extraño” o “El Extranjero” (The Stranger, 1946) dirigida por Orson Wells. Este film muestra como un agente de la comisión de crímenes de guerra está buscando a uno de los autores intelectuales de los campos de exterminio Nazis, quien se esconde en algún lugar de los Estados Unidos.

Tendencia generada por este imaginario: Los enemigos siguen siendo los nazis. Este film es representativo de toda una serie de películas que ambientadas en la posguerra tienen como enemigos a nazis o a racistas antisemitas.

• Dos films del año 1947 son representativos de la denuncia del antisemitismo. Uno es “Encru-cijada De Odios” (Crossfire) dirigido por Edward Demtrick. En Segundo lugar, “La barrera invisible “ (Gentleman’s Agreement) dirigido por Elia Kazan. El primero, dentro del género policiaco y con el pretexto de buscar a un asesino, se convierte en un alegato contra el antisemitismo. El Segundo, un autor que escribe un libro sobre el antisemitismo decide hacerse pasar por judío, y éste hecho le lleva a descubrir cómo su entorno reacciona frente a su declaración, haciendo palpable el racismo existente. Esta película fue ganadora de 3 premios Oscar.

Tendencia generada por este imaginario: Mostrar cuán justa fue la II Guerra Mundial y confirmar que

el antisemitismo había llegado a su fin solo porque los nazis ya no estuvieran en el poder. Pero, ¿qué estaba pasando en el contexto internacional con el pueblo judío en ese momento? ¿Dónde se hallaban los desplazados judíos por la II Guerra Mundial? Es precisamente en ese año (1947) cuando las Naciones Unidas aprueban la partición de Palestina en dos estados: uno árabe y el otro judío. Y precisamente al año siguiente, Israel declara su independencia. La remembranza del antisemitismo ayudaba a crear un imaginario sobre un pueblo perseguido.

• El film Calle Madeline Nº 13” (13 Rue Made-leine, 1947) dirigida por Henry Hathaway. Se mues-tran las peripecias de la Oficina Inteligencia Naval (ONI) en una Francia ocupada por los nazis.

Tendencia generada por ese imaginario: Gracias a la Oficina de Inteligencia Naval, (ONI) se ganó la guerra. Esta agencia que se creó antes que la CIA se podría considerar su hermana mayor. En el momento de la realización de este film, la CIA acaba de ser creada, por tanto pretende inculcar la idea de que el servicio secreto es necesario para salvaguardar la libertad.

En conclusión, en relación a estos primeros años de posguerra se podría destacar que se confecciona una tendencia ideológica hacia las consecuencias de una Guerra, el enemigo que está desapareciendo y los antecedentes que la originaron. Sin embargo, es necesario - desde el punto de vista estadounidense para mantenerse en el poder- seguir manteniendo la necesidad de un estado en guerra y su extensión económica e ideológica. Por tanto, esos primeros años

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Nº2 de posguerra sirvieron para recordar los valores de la

sociedad estadounidense, que los nazis eran enemigos crueles y que se trató de una guerra justa. Serviría también para preparar el terreno a ocupar en la lucha contra los comunistas y la guerra fría.

En este contexto no hay que olvidar el plan Marshall. Este plan de reconstrucción se planteó en julio de 1947 en una cumbre donde participaron solo algunos países de Europa, ya que los comunistas no entraron en el pacto. El plan tuvo una duración de cuatros años. De 1947 a 1950, a los estados europeos que formaron parte de la OECE (antecedente de la futura OCDE) reci-bieron grandes ayudas económicas. De aquí también era importante mostrar que los países europeos habían sido víctimas de los nazis y los fascistas. De esa manera, el pueblo era inocente y podía recibir la ayuda del plan Marshall. La entrada en vigor del plan Marshall también tenía como objetivo evitar y frenar la fuerza del comu-nismo en Europa. Por ello, se tomaron medidas sociales para que el pueblo comprobara que no era necesario el comunismo. Como era de esperarse, en ese plan no se integraron los países comunistas, de modo que no sólo se trataba de un plan para reanimar la economía capitalista, sino también para frenar el comunismo.

Paseando por la Primera Mitad de los Años 50: Años de McCarthismo y la Guerra de Corea (1950-1956)

A la llegada de 1950 comienza la etapa conocida como McCarthismo (que viene del senador Joseph McCarthy). Hace referencia a los señalamientos de personas acusadas de ser comunistas (es decir, de

ser desleales, cometer subversión y/o traición a los Estados Unidos de América), procesadas ilegítima-mente e infringiendo sus derechos civiles. Esta etapa finalizó en 1956 y también es conocida como la lista negra o la caza de brujas, ya que se persiguieron también a algunos famosos de Hollywood.

En esta búsqueda de comunistas, aparecieron dife-rentes artistas que se unieron para demostrar que eran inocentes y delataron a muchas personas. Un buen ejemplo de ello fue Elia Kazan, que para demostrar que no era comunista, realizó dos films denotando lo buen estadounidense que era. Estas producciones fueron:

• El primero “Fugitivos del terror rojo” (Man on a Tightrope, 1953). La trama gira alrededor de una compañía de circo que quiere cruzar la frontera de Austria para huir de la represión comunista.

Tendencia generada por ese imaginario: Mostrar como la “dictadura” comunista reprime la libertad de expresión que en cambio sí se potencia y permite en Estados Unidos.

• La segunda “La Ley Del Silencio” (On the Waterfront, 1954). La historia muestra como un trabajador de los muelles de Nueva York denuncia a un jefe del sindicato por ser un mafioso.

Tendencia generada por ese imaginario: Ser un delator para salvaguardar la libertad de los Estados Unidos de América, es un acto de valentía y de honestidad. No revelar información sobre posibles comunistas es un acto de cobardía.

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• “Filón de plata” (Silver Lode) (1954) dirigida por Allan Dwan, dentro del género western. Dan (el personaje protagonista) vive en la ciudad de Silver Lode. Cuando está a punto de casarse se presenta un Agente Federal acusándole por el asesinato de su hermano. El pueblo conoce a Dan hace dos años y si bien al principio le creen, poco a poco empiezan a sospechar sobre si será verdad que es un asesino y le dan la espalda. Finalmente Dan demuestra su inocencia.

Tendencia generada por ese imaginario: Cues-tionar de forma sutil lo que estaba sucediendo en la sociedad estadounidense y en especial en la industria del cine, donde las personas se creían las de acusaciones de alguien desconocido perpe-tuadas sobre personas que estaba con ellos en el día a día. Se mostraba ya el crepúsculo de la a la caza de brujas de McCarthy.

Pero en 1950 no solo podemos encontrar la lista negra de Mc Carthy, sino también la guerra de Corea, que tuvo una duración de cuatro años (1950 a 1953) y muestra una abismal diferencia con la II Guerra Mundial a nivel de producciones cinemato-gráficas. En los años que duró la Segunda Guerra Mundial, surgieron más de un centenar de films esta-dounidenses sobre dicha guerra, mientras que sobre la guerra de Corea se rodaron apenas 9 films. Eso podría deberse a que esta iniciativa bélica no obtuvo un apoyo internacional tan sólido como la Guerra anterior.

• Una muestra sobre la Guerra de Corea es “A bayoneta calada” (Fixed Bayonets! ,1951) diri-gida por Samuel Fuller, que trata sobre La lucha heroica de los soldados estadunidenses frenando el avance de los comunistas.

Tendencia generada por ese imaginario: Mostrar la valentía de los estadounidenses que luchan por la libertad.

Y para finalizar esta primera mitad de los años 50 volvemos a los films que hablan de la II Guerra Mundial:

• Es en 1952 cuando se empieza a mostrar por vez primera un personaje histórico importante nazi con un aspecto más humano. Se trata de “Rommel, El Zorro Del Desierto” (The Desert Fox: The Story of Rommel, 1952) dirigida por Henry Hataway. Trata de una parte de la campaña nazi en el desierto y el suicidio de Rommel por haber sido uno de los perpetradores del atentado fallido de Hitler.

Tendencia generada por ese imaginario: Mostrar a un nazi ya no tan lineal, se debe a que los enemigos ya no son los nazis, y se pueden permitir mostrarlos más humanos y no tan demoníacos, de una sola pieza.

Como conclusión de esta primera mitad de los años 50 destacaría el hecho de construir un imaginario de enemigos en los comunistas para permitirse una imagen más humana de los nazis, cuidándose de no caer en el exceso para evitar sensibilidades con miem-bros de la comunidad judía.

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Montañas desérticas que se ven a lo largo de la zona costera pacifica del Perú.

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Conversatorio Publicaciones Estudiantiles

El pasado 15 de mayo del 2013, la Revista Estudiantil de Psicología: Delirium On-line, participó en el conversatorio de publicaciones estudiantiles, evento realizado en el marco del Congreso Latinoamericano de Estudiantes de Psicología en la Universidad San Buena-ventura sede Bogotá. El conversatorio se desarrollo en concordancia con la presentación del proceso de creación de revistas estudiantiles, boletines estudiantiles y espacios para la divulgación de saberes académicos.

Así, en representación de este nuevo espacio de construcción, apertura y trasformación de saberes, que representa la Revista Estudiantil de Psicología Delirium On-line, asis-tieron los editores y creadores de la misma, quienes explicaron el proceso de formación de la revista (sus comienzos y los avances logrados hasta la fecha). Seguidamente se desa-rrollo el debate con las opiniones y aportes del público asistente, quienes enfatizaron en la importancia de estos espacios académicos en la formación del Psicólogo, la responsabi-lidad de su decir a través de medios que promueven una conectividad entre la formación del estudiante y su que hacer profesional, se desplegaron contribuciones al seguimiento secuencial de los volúmenes de la revista y a modo de cierre se efectuó una conclusión por parte de cada uno de los ponentes de la mesa.

Integrando todas las intervenciones de los asistentes, se resalto el arduo trabajo, la dedica-ción y el avance de la revista en menos de dos años, sobrepasando dificultades y buscando novedosas alternativas en pro de despertar el interés de los estudiantes a participar y enri-quecerse de la revista.

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Vista de atardecer en terrenos de las líneas de Nazca en el Perú tomada en 2012.

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Convocatoria La Revista Estudiantil de Psicología “Delirium” On-Line, convoca a la comunidad a participar con producción escrita (ensayos, artículos, reseñas, resultados de investigación, y de prácticas), o crea-ciones artísticas (fotografías, videos, pinturas y dibujos) para su próxima publicación, enviándolas a [email protected]

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