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109 ACUICULTURA MARINA IV. OSTRICULTURA La ostricultura es una actividad muy anti- gua. Los griegos y los romanos ya aprove- chaban bancos naturales de ostras y trasla- daban los ejemplares de pequeño tamaño a zonas resguardadas y próximas a sus resi- dencias, donde practicaban una especie de cultivo sobre el fondo. En 1673, un japonés, Gorohachi Koroshiya, observó por primera vez que las ostras se fijaban a cañas de bambú clavadas en las playas. Estas cañas podían transportarse después a otros lugares donde no hubiera predadores y además se podían cultivar moluscos no sólo en el fondo, sino aprovechando toda la columna de agua. En 1920 se describe en Estados Unidos el primer método intensivo de reproducción y cría de larvas de ostras y entre 1937 y 1960 se desarrollan en Gran Bretaña las técnicas modernas de cría de larvas por parte del pro- fesor Walne, cuyos métodos, con ligeras variaciones, son los que se emplean en la actualidad. En Galicia, en la cornisa cantábrica y en algunas zonas del Mediterráneo existían, hasta los años sesenta, grandes bancos naturales de ostra plana, Ostrea edulis, la más apre- ciada entre todas las especies de este mo- lusco. Ahora bien, por ser muy perecedero, sólo se consumía en las poblaciones costeras. Al aumentar el nivel de vida de la población y mejorar las posibilidades de conservación y transporte en frío, así como las comunicacio- nes, se incrementó de forma espectacular la demanda de este producto, siendo sometidos los bancos naturales a una intensa sobreex- plotación que, en pocos años, acabó con ellos. En la actualidad quedan algunos peque- Banco natural de ostiones en Chipiona (Cádiz). ños bancos dispersos, especialmente en las rías altas y en puntos aislados del litoral can- tábrico y mediterráneo; es importante recu- perar las poblaciones naturales, ya que cons- tituyen una fuente de semilla mucho más económica que un centro de reproducción y cría artificial. En las costas del golfo de Cádiz existe otra especie, el ostión u ostra portuguesa, Cras- sostrea angulata. Aunque la demanda de ostión es mucho menor que la de ostra plana, los bancos naturales de esta especie sufrieron a mediados de los años setenta una grave epizootia que casi los hace desaparecer. Hoy se han recuperado algunos de estos bancos y se explotan, no demasiado intensamente, por parte de algunas cooperativas de maris- cadores. Explotación ostrícola Los primeros intentos de ostricultura en España se deben a la labor pionera del profe- sor Madariaga de la Campa, del Instituto Español de Oceanografía de Santander. A finales de los sesenta, comienzan a instalarse las primeras bateas para ostras en las rías gallegas, siguiendo técnicas de engorde simi- lares a las del mejillón. Estos ostricultores recogen ejemplares de pequeño tamaño de los bancos naturales o los importan, funda- mentalmente desde Francia. Las ostras se cuelgan de cuerdas y se dejan hasta que alcanzan el tamaño comercial. Poco a poco, el número de bateas de ostras fue aumen- tando, hasta que en los últimos años la pro- ducción entró en regresión por la falta de semilla. La sobrepesca y la aparición de numerosas epizootias hicieron desaparecer los bancos naturales españoles y franceses. Esto ha obligado a buscar otros suministrado- res aunque ofrezcan semillas de menos calidad. Bases fisiozootécnicas de producción En la actualidad existen en España tres espe- cies de ostras: las dos ya citadas, ostra plana y ostión, y la ostra japonesa o del Pacífico, Crassostrea gigas, que ha sido introducida en

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ACUICULTURA MARINAIV. OSTRICULTURA

La ostricultura es una actividad muy anti-gua. Los griegos y los romanos ya aprove-chaban bancos naturales de ostras y trasla-daban los ejemplares de pequeño tamaño azonas resguardadas y próximas a sus resi-dencias, donde practicaban una especie decultivo sobre el fondo. En 1673, un japonés,Gorohachi Koroshiya, observó por primeravez que las ostras se fijaban a cañas debambú clavadas en las playas. Estas cañaspodían transportarse después a otros lugaresdonde no hubiera predadores y además sepodían cultivar moluscos no sólo en el fondo,sino aprovechando toda la columna de agua.En 1920 se describe en Estados Unidos elprimer método intensivo de reproducción ycría de larvas de ostras y entre 1937 y 1960se desarrollan en Gran Bretaña las técnicasmodernas de cría de larvas por parte del pro-fesor Walne, cuyos métodos, con ligerasvariaciones, son los que se emplean en laactualidad.

En Galicia, en la cornisa cantábrica y enalgunas zonas del Mediterráneo existían, hastalos años sesenta, grandes bancos naturalesde ostra plana, Ostrea edulis, la más apre-ciada entre todas las especies de este mo-lusco. Ahora bien, por ser muy perecedero,sólo se consumía en las poblaciones costeras.Al aumentar el nivel de vida de la población ymejorar las posibilidades de conservación ytransporte en frío, así como las comunicacio-nes, se incrementó de forma espectacular lademanda de este producto, siendo sometidoslos bancos naturales a una intensa sobreex-plotación que, en pocos años, acabó conellos. En la actualidad quedan algunos peque-

Banco natural de ostiones en Chipiona (Cádiz).

ños bancos dispersos, especialmente en lasrías altas y en puntos aislados del litoral can-tábrico y mediterráneo; es importante recu-perar las poblaciones naturales, ya que cons-tituyen una fuente de semilla mucho máseconómica que un centro de reproducción ycría artificial.

En las costas del golfo de Cádiz existe otraespecie, el ostión u ostra portuguesa, Cras-sostrea angulata. Aunque la demanda deostión es mucho menor que la de ostra plana,los bancos naturales de esta especie sufrierona mediados de los años setenta una graveepizootia que casi los hace desaparecer. Hoyse han recuperado algunos de estos bancos yse explotan, no demasiado intensamente, porparte de algunas cooperativas de maris-cadores.

Explotación ostrícola

Los primeros intentos de ostricultura enEspaña se deben a la labor pionera del profe-sor Madariaga de la Campa, del InstitutoEspañol de Oceanografía de Santander. Afinales de los sesenta, comienzan a instalarselas primeras bateas para ostras en las ríasgallegas, siguiendo técnicas de engorde simi-lares a las del mejillón. Estos ostricultoresrecogen ejemplares de pequeño tamaño delos bancos naturales o los importan, funda-mentalmente desde Francia. Las ostras secuelgan de cuerdas y se dejan hasta quealcanzan el tamaño comercial. Poco a poco,el número de bateas de ostras fue aumen-tando, hasta que en los últimos años la pro-ducción entró en regresión por la falta desemilla. La sobrepesca y la aparición denumerosas epizootias hicieron desaparecerlos bancos naturales españoles y franceses.Esto ha obligado a buscar otros suministrado-res aunque ofrezcan semillas de menoscalidad.

Bases fisiozootécnicas de producción

En la actualidad existen en España tres espe-cies de ostras: las dos ya citadas, ostra planay ostión, y la ostra japonesa o del Pacífico,Crassostrea gigas, que ha sido introducida en

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los últimos años. Esta es muy parecida alostión, crece con rapidez y es muy resistentea las enfermedades. Algunos investigadoresafirman que C. angulata y C. gigas son dosvariedades de una misma especie.

Las ostras son moluscos lamelibranquiosque viven sujetos a las rocas u otros sustra-tos duros por medio de una sustancia cemen-tante. A diferencia del mejillón, si se lassepara del sustrato primitivo donde se fijaronno son capaces de regenerar el cemento, porlo que habrá que fijarlas al nuevo sustrato deforma artificial. Viven en zonas intermarealeso en fondos a 10-20 metros por debajo delnivel medio de bajamar. Se alimentan, al igualque el mejillón, filtrando fitoplancton del aguadel mar.

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Anatomía interna de la ostra plana (izquierda) y la ostraportuguesa (derecha). B, boca; PL, palpas labiales; M,manto; I, intestino; BR, branquias o ten/dios; MA, múscu-lo abductor; C, corazón; A, ano; E, estomágo; H. hígado

y CH, charnela.

Existen numerosas diferencias entre losgéneros Ostrea y Crassostrea. Todas Lasespecies son hermafroditas. El género Ostreaes protoándrico, es decir, primero se desarro-lla como macho y después va alternando lamaduración de gónadas masculinas y femeni-nas. Los ostiones y ostras del Pacífico madu-ran también inicialmente como machos, peroluego unos ejemplares cambian a hembras yotros se mantienen con gonadas masculinastoda su vida.

La época de reproducción se extiendedesde la primavera hasta el otoño. Las hem-bras de ostra plana producen, como media,un millón de huevos. La fecundación esinterna; las hembras captan el esperma que losmachos han liberado al agua y las larvaseclosionan en la cavidad paleal. Por el con-trario, los ostiones pueden llegar a emitirhasta 100 millones de huevos y la fecunda-ción se realiza en el agua.

Las larvas pelágicas de ambos génerosnadan libremente durante unos 15 días. Alfinalizar este período buscan un sustrato ade-cuado y se fijan a él. El ostión y la ostra del

Pacífico son, en general, más resistentes quela ostra plana a las condiciones adversas delmedio ambiente y toleran aguas más turbias ymás cálidas. La temperatura óptima para elcrecimiento de la ostra plana es de 15-20°C ysus límites de tolerancia térmica son 4°C y25°C. Las especies del género Crassostreatienen unos límites térmicos más amplios y sutemperatura óptima se sitúa entre 19 y 25°C.

Aior

Colectores de semi-lla de ostra. A, deteja árabe; B, deconchas de vieira,

y C, de PVC.

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Modelos de explotación

Como ya se ha indicado, para la cría deostras se puede partir de semilla de pequeñotamaño recogida en los bancos naturales, quese traslada a bateas o instalaciones de engor-de de diversos tipos. Sin embargo, es másfrecuente que la semilla se obtenga directa-mente instalando colectores a los que se fijanlas larvas pelágicas. Este es el método que seemplea en la mayor parte de los países. Loscolectores más frecuentes son tejas de barroo de PVC y conchas de ostra o de vieira. Sesitúan en puntos de la costa cercanos a ban-cos naturales; en la mayoría de los casos, losostricultores saben por experiencia en quélugares se fijan más larvas.

Los lugares de máxima fijación están deter-minados por una compleja serie de factores,entre los que cabe destacar las corrientes, laamplitud de la marea, la temperatura y laconcentración de fitoplancton. Es precisoelegir bien el momento en el que se van ainstalar los colectores para evitar la fijaciónde organismos competidores que pueden ocu-par el colector por completo sin dejar sitiopara las ostras o fijarse encima de las peque-ñas ostras impidiendo su desarrollo.

Una vez que se han fijado las larvas, loscolectores se llevan a lugares protegidosdonde la temperatura del agua es adecuada ylas condiciones del medio son más favora-bles, con riqueza suficiente de fitoplancton,ausencia de predadores, etc. Allí se mantie-nen hasta que alcanzan un tamaño de uno atres centímetros para despegarlas del colectory pasarlas a la batea. Para desprenderlas delcolector basta con flexionarlo, si es de mate-rial plástico, o empujar con un pincel o espá-tula pequeña en los otros casos.

Como las ostras no vuelven a secretar lasustancia cementante, se introducen en cesti-llos de plástico perforados, que luego secuelgan de las cuerdas. Este método es más

Cesbllos para engordar ostras en bateas.

práctico y menos engorroso que pegar lasostras, una por una, a la cuerda por medio deun poco de cemento, como todavía hacenalgunos ostricultores. Las ostras se sacanperiódicamente de los cestillos y se limpiancon agua a presión los cestos para evitar quelas algas y otros organismos incrustantesimpidan el paso del agua y, con ello, la ali-mentación de las ostras.

Permanecen en la batea de 12 a 18 meses,dependiendo del tamaño inicial de la semillade ostra, hasta que alcanzan la talla comer-cial. La técnica de producción descrita seemplea tanto para cultivar ostra plana enGalicia como, en algunos casos, para elostión en Cádiz y Huelva.

Las ostras también pueden engordarse sobreel fondo, dejando que crezcan en parques ozonas acotadas y protegidas donde se «siem-bran» manualmente desde embarcaciones. Esteprocedimiento es mucho menos efectivo, yaque hay mayores pérdidas y es más complejala recogida. Por otro lado, las ostras presen-tan peor aspecto ya que se incrustan nume-rosos organismos sobre sus valvas.

En algunas zonas y países se engordansobre fondo o sobre « mesas » , situadas acierta altura sobre el fondo y metidas dentrode sacos de malla plástica que facilitan elmanejo, especialmente las limpiezas y larecogida.

Finalmente, también se encuentran sistemasde engorde en bandejas con bordes metálicoso de madera y fondos de malla que se sitúansobre soportes a alturas adecuadas respectoa los niveles de pleamar y bajamar. En Aus-tralia, por ejemplo, estas bandejas son mane-jadas desde embarcaciones especialmenteequipadas y se facilita mucho la limpieza y elcontrol del crecimiento.

Operación de lim-pieza de los ces-ti/los de engorde.

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Bateas ostrícolas en la bahía de Hiroshima (Japón).

El engorde en bateas es el más empleadotanto en las rías gallegas como en Japón.Enormes superficies de las bahías, ensenadasy aguas costeras japonesas están ocupadaspor bateas ostrícolas, cuya producción sitúa aJapón como primer productor mundial deostras (ostra japonesa o del Pacífico).

Producción de ostras en ciclo completo

Ante la progresiva desaparición de bancosnaturales de ostra plana han empezado aaplicarse técnicas de reproducción y cría delarvas en cautividad. Se llevan a cabo en ins-talaciones especiales que se denominan cria-deros, aunque es frecuente oir el términoinglés «hatchery».

Para producir semilla se parte de reproduc-tores seleccionados por su rápido crecimiento,mantenidos en estanques con agua corrientey alimentados con fitoplancton purificado,también obtenido de forma artificial. Si sedesea que las ostras pongan fuera de tempo-rada, puede modificarse el termoperíodo ca-lentando el agua.

En el caso de la ostra plana, las larvas serecogen del agua a la salida del estanque dereproductores empleando filtros de tela denylon. Cuando se trata de reproducir ostión,ostra del Pacífico y también almejas, especiesen las que la fecundación es externa, serápreciso inducir la puesta mediante «shocks»térmicos y separar los productos gonadalesde machos y hembras. En este caso, lafecundación se realiza artificialmente y habráque controlar el número de huevos y esper-matozoides para evitar un exceso de estosúltimos (polispermia), que puede dar lugar auna fecundidad menor. Los huevos fecunda-dos se limpian y se mantienen en aguaestancada hasta que eclosionan las larvas.

Las larvas pelágicas, tanto de una como deotra especie, se crían en estanques con aguaaireada pero sin renovación y se alimentancon cultivos de microalgas de gran pureza.Regularmente se cambia el agua, se limpian

las larvas y se tratan con productos antibac-terianos. El agua que se emplea para la críade larvas debe estar previamente filtrada y esfrecuente que se trate con radiaciones ultra-violeta para desinfectarla.

Para la alimentación de las larvas de molus-cos se emplean sólo tres o cuatro especiesde microalgas. Es preciso cultivarlas en pureza.Se parte de cepas o poblaciones que se man-tienen en tubos de ensayo y se van haciendosiembras en volúmenes cada vez mayores: delos tubos de ensayo se pasa a botellas devidrio (2 a 10 litros); de éstas a bolsas deplástico o tanques (30-70 litros) y de aquí aestanques de plástico o cemento (1.000, 5.000litros o mayores). Para crecer, las microalgassólo necesitan agua, abono inorgánico y luz.Evidentemente, conforme se hace mayor elvolumen de cultivo, disminuye la densidad dealgas y aumenta la carga bacteriana (conta-minación). Es importante usar cultivos lo máspuros posible, que estén prácticamente exen-tos de bacterias, para la alimentación de laslarvas pelágicas, que son muy sensibles ainfecciones y otras enfermedades.

Cuando finaliza el período pelágico las lar-vas han crecido y cambiado de forma y nece-sitan fijarse. Se pueden emplear los colecto-res tradicionales, que se sumergen en losestanques de cría, para recogerlas. Reciente-mente, se utilizan como sustrato para la fija-ción de partículas de concha de ostra tritura-das al tamaño adecuado. Este material de

Cultivos de No-plancton que seemplean para ali-mentación de las

larvas de ostra.

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fijación tiene la ventaja de que no es precisoseparar la ostra del mismo cuando crece paracontinuar el engorde en bateas o sobre elfondo. Se evitan así las pérdidas que se pro-ducen de forma inevitable en la operación deseparar ostras de los colectores y, por otraparte, la concha de ostra es un sustrato pre-ferente para las ostras.

La cría de ostras, desde que se han fijadohasta que alcanzan unos 10 mm de longitud,se lleva a cabo en estanques con agua fil-trada, atemperada y, generalmente, reciclada.Se utilizan cajas de plástico o de madera conel fondo de red de nylon para crear unacorriente de agua descendente. Las pequeñasostras se siguen alimentando con cultivos defitoplancton.

Cuando las ostras han superado los 10 mmde longitud se las puede trasladar a estan-ques con agua corriente, donde se mantienenhasta que alcanzan los 3 cm. En esta etapaya no es preciso filtrar el agua, por lo que lasostras reciben fitoplancton natural que secompleta, cuando es posible, con los cultivospurificados y concentrados. El engorde hastatamaño comercial se realiza partiendo, deestas semillas de 3 cm, aproximadamente,sobre el fondo, en bolsas, bandejas o bateas,tal como se ha descrito anteriormente.

Semillas de ostra producidas en criadero.

La cría artificial de semilla de ostra ofreceinnumerables ventajas. Los índices de super-vivencia y de crecimiento son muy altos; esposible obtener puestas fuera de la épocanormal de reproducción y además se puedenllevar a cabo programas de mejora genética.En resumen, no se depende del medio natu-ral. Su principal inconveniente, no obstante,estriba en el coste de todos los procesosdescritos, el precio de las instalaciones y la

necesidad de un personal especializado. Estasson las razones de que la semilla de criaderono pueda competir con la natural en cuanto aprecio, aunque es indudable su óptima ca-lidad.

Situación actual de la ostricultura en España

Un grave problema que afecta a la ostricul-tura española desde hace unos años es laintroducción de varias epizootias en nuestrasaguas. Dos de ellas, la llamada «enfermedadde las branquias» o marteiliosis y la bonamio-sis, son responsables de la desapariciónde los bancos naturales de ostras en unabuena parte de Europa. Su presencia ya hasido diagnosticada en las rías gallegas, dondecausan numerosas bajas entre los ejemplaresde las bateas. Muchos ostricultores han recu-rrido a importar ostra de tamaño casi comer-cial que cuelgan de sus bateas durante uno odos meses para no exponerse a los riesgosde las enfermedades.

La incidencia de las epizootias y la desapa-rición de los bancos naturales ha puesto enuna situación muy delicada a los productoresde ostra plana españoles. El futuro de estaactividad parece, por tanto, incierto, si bienya se han tomado medidas por parte de lasautoridades competentes para potenciar laproducción nacional de semilla en los criade-ros y para recuperar los escasos bancosnaturales que aún quedan y crear otrosnuevos.

Es previsible que, si tienen éxito estas medi-das, el suministro de semilla de calidad quedeasegurado. Sin embargo, solucionar los pro-blemas que originan las epizootias va a sermás difícil. Por el momento, no se conoceterapia alguna y no es previsible que vaya adesarrollarse en el futuro inmediato. La únicaalternativa parece ser la declaración de zonaslibres de enfermedad en las cuales se con-trole la introducción tanto de semillas comode ejemplares adultos. Este método ya hasido implantado en Francia.

En cuanto a las otras dos especies, elostión y la ostra del Pacífico, los problemasque limitan su producción son más de tipocomercial que de carácter técnico. La deman-da de estas especies es aún escasa y los pre-cios de mercado, bajos. En Francia, porejemplo, han sustituido casi por completo a laostra plana, que ha quedado como productode lujo y de consumo esporádico. Es muyprobable que llegue a suceder lo mismo enEspaña.

Blanca Mas Alvarez y José Alejandro Tiana MariscalDepartamento de Producciones Animales

de la Facultad de Veterinaria de Madrid

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