Palu.cca Selección y nota: PEDRO SIMON

En el paaooo año 1972 la. R~blicaDemocrática Alemana celebró el se­tenta aniversario de la. gran artiataGreta Pal=, bailarina conocidainternacionalmente, pedagoga y co­reógrafa de la Escuela de BaileArtíatico dP. Dresde.Palucca ha sido considerada entrelaa máa deatacadda repreaentanteadel arte de la d,,.,za en n.....tra épo­ca, dentro de un eatilo de baile queha llamado "nuevo baile artútico".Ella fue durante casi trea decenios, elmáa brillante ejemplo de eate géM­ro. Nacida en 1902 en München, ea­tudió con Henrich Kriiller y MaryWigman. Fundó el grupo de baile"Palucca". Más íarde BU propio ea­cuela de Dresde, que f'U6 cerrada en­tre 1939 y 1945. En la o.ctualidad

14

en esa escuela, que e8 Bstatal, dirigeanualmente cursos de VeTano. Ade­más ofrece cursos en el extranjerocomo profesora invitada. Con esefin ha viajado a Estocolmo en máade una oca.sión. Palucca ea miembrode la Academia Alemana de laa Ar­tes de Berlín y de laa Artea Dea­criptivas en Francfort del Meno. En1960, le fue otorgado el PremioNacional.Con .... métodos pedagógicos. orien­tados Iv:lcia el dominio conscientedel cuerpo, al logro de BU plaatici­dad Y posibilidadea de expreaión, seha desarrollado un p.stilo de bailepeculiar. Bailarinea, actorea y con­juntos de teatro de la Unión So­viética, Birmania, Indonesia. y mu­chos otros paúea, viajan a Dreade

para participar en BUS cursos debaile. En 1971 participaron 80 solú­tas y pedagogos de baile de la URSSy otros paúea socialútas, de Egipto,Finlandia, Holanda, Italia, Mónaco,Suecia, R~bliea Federal de Ale­mania y Suiza.Como alumna ezcepcional de MaryWigman, Greta Palucca inició BU

carrera en 1920 en Dresde. Con BU

aris inspiró no 8ola'J'Rente a músicosy poetas, sino también a pintoresy flscultorea. Después del derrooa­miento del régimen hitleriano, elcuallv.<bia prohibido a Pal""",a prac­ticar la danza, eata gran artúta for­mó parte de laa personalidades delarte que dedicaron todo BU saber yBU fuerza a la creación de una nue­va cultura democrática.

sobreGretaPaluccaDe muchas de las llamadas viejasamistades no espero nada. Ellaspueden alterarle a uno, como mue­bles muertos, los limitados espaciosde tiempo. La duración de unaamistad estriba en la capacidad deproducir transformaciones dentrode una profunda concordancia.Palucca ha demostrado frecuente­mente el gran salto, para oponerel propio riesgo de la gravitación.En 1945, cuando comenzó nuestraamistad, se trataba de un riesgomuy distinto para nosotros en Ale­mania. Se trataba del salto del rei­no de la necesidad al reino de lalibertad, se trataba del futuro. Noobstante, este futuro vino con grandemora. El pasado tuvo que llt!rvencido en nuestro presente y através de él Tuvimos que aprenderde los experimentados compañerosde ruta, cuyas universidades habíansido los campos de concentración,el presidio y la emigración. Tuvi­mos que aprender cómo se relacio­nan la impaciencia y la pacienciarevolucionarias. Ante todo tuvhnosque enseñar cómo se vive a la ju­ventud estudiantil, que habíaaprendido a morir. Así nos enconotrábamos sentados frecuentementejunto a esta juventud en Weimaro Dresde. Se trataba de arquitec­tura, de baile y de cómo se puedehacer gráfico el camino hacia unhombre nuevo, socialista, desde elpunto de vista de la arquitecturao de la danza.Fueron y vinieron cartas de Oresdehacia Weimar, siempre con nuevaspreguntas. Este permanecer abier­to para un futuro configurable seconvirtió para nosotros en una granesperanza. Para Palucca y para mise convirtió en un riguroso esfuer­zo, pues la juventud no sabe aúnque también la maestría artísticase gana sobre todo por medio dela disposición de superar constan­temente lo ya sabido. Esta precau­ción frente a lo definitivo dio a

Prof. H. HEN8ELMAN

estas conversaciones una clase muycaracterística de seriedad, sosiegoy una jovialidad qul' se sentia enel ambiente. Ello nos lo procurósobre todo la filantropía de Palue­ca la cual forma el núcleo de supersonalidad Pascal dijo una vezque uno encontraria a los hombresmás originales mientras más inteli­gente fuera uno mismo. En Paluccase trata de esta inteligente formade la filantropía. Ella es productiva,y, como es bailarina, artísticamenteproductiva. Su arte se juzga a símismo sólo como ejemplo y se di­rige hacia los demás sobre todocomo invitación al baile, y a su vezel baile como alegoría de la libera­ción de las posibilidades que duer­men en nosotros. Su filantropía es­ta distanciada del hombre tal comoéste es y se dirige a la personali­dad que podría ser. Es decir, sedirige a lo que Marx nombra "laautoconfirmación de las fuerzas hu­manas esenciales" y en base a lascuales traza, con el vencimientorevolucionario de la explotacióncapitalista, el cuadro de una socie­dad comunista "donde el hombrese COnsagra completamente, con suproducción material y su actividadintelectual, a la materializaciónuniversal de sus aptitudes y facul­tades, a la realización plena de suinterior humano". Palucca reconoceeso -claro que no como científico,sino artísticamente- y lo trans­forma en creación. Lo que le inte­resa es descubrir las facultades decada cual, hasta ahora veladas, pa·ra que cada cual esté conscientede su aptitud y su fuerza para lo­grar un mundo a su semejanza. Suinvitación al baile encierra tambiénaquella invitación a traer al bailelas "relaciones rígidas", para decir­lo nuevamente con palabras deMarx. El arte del baile de Paluccano es, por tanto, exhibición de ba­llet, sino representación, y en modoalguno banquete para los ojos.

Eso presupone, naturalmente, quePalucca toma en serio cada hombreen relación con sus posibilidadesy que éste debe también tomarseen serio. Si no lo hace, entoncesésta será la única y sin duda segu­rísima oportunidad de experimen­tar su colera. Pero si lo hace, en·tonces ella tendrá una pacienciainfinita. Este tomar en serio a loshombres es a su vez, a pesar de al­tamente inteligente, de una signi­ficativa ingenuidad, cualidad que

.pertenece al modo de ser de mu­chos artistas.Un ejemplo: Palucca ama el mar ylos peces. En una de esas apartadasaldeas de pescadores, donde ella sedetiene gustosa y frecuentemente,le preguntan si no pudiera bailarpor una vez en el escenario de lataberna lo que interpreta a diarioen las grandes ciudades. Conveni­do: Palucca baila. Toda la aldea es­tá allí Ytambién un gramófono cre­pitante. ¡Bueno, allí reina el buenhumor! Suben y bajan al escenariodando voces. Uno está en familia."También ustedes pueden hacerlo",opina Palucca. "¿y por que no?",replica uno primero, todos después.Finalmente bailan todos ~moPalucca-, primero cohibidos, libe­rados luego, y finalmente casi des­bandados de alegria, con sombrillasabiertas, traseros bamboleantes yese fuerte humor específico delos hombres que trabajan ruda­mente.Pero para Palucca eso significa untriunfo artístico, que ella equiparaa todas sus otras noches brillantes.Por cierto, tiene toda la razón. Enesencia fue una peligrosa pruebade capacidad en relación con lafuerza de irradiación de su arte ycon lo cercano de este a la vida.Su ingenuidad consiste en no notareste peligro en absoluto.Aun cuando ella habla con mucha·chos de doce a trece años y mecuenta a mi, por ejemplo, estasconversaciones en todos sus deta­lles, ella misma no nota la contra·dicción entre el comienzo de estosniños y su propia maestría, porqueella siempre se siente como prin­cipiante. Eso viene, sin embargo,de la contradicción que concede acada cual la posibilidad de las ca-

15

pacidades, pero -que también cono­ce las dificultades de lo adquirido,por ejemplo, la dificutad de losimple. Paul Valery habla bella­mente de este elemento de la aca­bada simplicidad en el baile:

Comiepza con un simple movi­miento en circulo... ¡Un pasosimple, el más simple eslabón!Parece como si cortara el espacioen acciones bellas y equivalen­tes, y como si estampara con lostalones las tintineantes monedasdel movimiento. Parece calcularen piezas de oro y enumerar conellas lo que nosotros entregamosdisperso en el vil menudo de lospasos que damos en dirección aalguna meta.

Pero el baile de Palucca no es sólouna representación plástica en elespacio, sino también discusión conel espacio. Para ella no se tratasólo del descubrimiento de las po­sibilidades de las fuerzas esencialeshumanas, sino también del descu­brimiento del ambiente artistico

Palucca y Mary Wlgman.

creado por él, del espacio. El famo­sa ballet de los cisnes de Chaico­vski es bello, sin duda, pero la iden­tificación expuesta allí entre elhombre y la naturaleza -en estecaso, con la ornitología- no es elcampo de la discusión de Palucca.Su campo es el ambiente logradopor el hombre.Precisamente en ello es, a mi jui­cio, en lo que el arte de Paluccatiene una relación con la arquitec­tura, lo que puede ser un preludioa nuevas posibilidades para ambasartes. Pues por supuesto, con Paluc­ca se trata sólo de un preludioque provoca la pregunta sobre quévendrá después.También el baile exige nuevosprincipios. La línea de Laban,Wigman, Palucca tiene su conti­nuidad histórica Palucca ha enla­zado la antorcha de su arte con elfuego de la revolución socialista.La llevan adelante las muchas per­sonalidades artísticas formadas ensu escuela.

a.lgunos• • •JU1C10SsobreGretaPalucca

WASSILI KANDINSKY (Pintorruso. 1866-1944)La completa maestría es imposiblesin exactitud La exactitud es el re­sultado de un extenso trabajo. Perola aptitud para lo exacto es innatay una condición sumamente impor­tante del gran talento. El baile dePalucca es multifacético y puedeser examinado desde diferentespuntos de vista Pero lo que qui­siera subrayar aquí es la rara conSo"trucción exacta, no sólo del baileen el desarrollo temporal, sino, enprimer lugar, la exacta construc­ción de momentos aislados, que sonfijados a través de ÚlIltantáneas. Al­gunos ejemplos ofrecen dos impor­tantes rasgos caracteristicos de estaconstrucción: 1) la sencillez de todala forma 2) el elevarse hacia lagran forma Al profano puede pare­cerle fácil, pero el artista sabe va­lorar estas cualidades. La formasimple y grande sólo a pocos es con­cedida. Nada puede demostrar tan­to mi afirmación como la traduc­ción de las instantáneas en esque­mas gráficos. La exactitud rasgatambién los pliegues y extremosdel vestido. También la "materiamuerta" se subordina a la granconstrucción. La instantánea ofrecerígídas formas desmanteladas, queunas veces son el principio de undesarrollo y, otras, su punto culmi­nante. El orgánico, lento surgimien­to de la forma, los períodos detransición, no son perceptibles, ysólo pueden ser alcanzados a tra­vés de un retardador que amplíede un modo sorprendente el campode observación. El baile de Paluccadebiera ser fotografiado con un re­tardadar. a través del cual fuera

t•-

•-

...

."

posible la combrobación exacta deeste riguroso baile. No quisiera sermal comprendido: sólo he exami­.nado aquí un aspecto del arte dePalucca. Pero específicamente estelado es precisamente hoy dI> unaespecial importancia: estamos bajoel signo de una naciente ciencia delas art~s. Espero con seguridad quePalucca haga valiosos aportes tam­bién en este terreno.

P"-UL KLEE (Pintor y gráfi~alemán 1879-19411)La velada que ofreció la señoraPalucca hace algún tiempo en Wei­mar me ha convencido de queesta artista es muy importante. Suarte es especialmente apto para re­gocijar, de un modo excitante, aamplios circulos de la creación ar­tística moderna.Precisamente la circunstancia deque todo lo demasiado individual,todo lo casual estaba superado yelevado hacia lo típico, le propor­cionó a ella el no siempre unáni­me elogio de nuestro colectivo wei­marense de entonces.

LASZLO MOHOLY NAGY (Pin.tor y gráfico húngaro, 1895·1946)Hablamos de configuración, de re­gularidad de la configuración -tra­tamos de formular una nueva es­tética- y aún nos faltan las baseselementales de la propia configura­ción. Pero lentamente son conquís­tadas estas bases..En el terreno delbaile. Palucca es, hasta ahora, laúnica que comienza a realizar loque muy repetida veces fue exigi­do por muchos. Su cuerpo, ella mis­ma, es medio de configuración dela expresión pura de una nuevacultura danzaria: articulación ele­mental de lo corporal en estrechí:sima relación con la dinámica delespacio. No más cultos motivos sen­timentales, sexuales o "maravillas"ilustradas. Ella es para nosotros lanueva ley del movimiento enconotrada, la exactísima estructura deuna tensión siempre viva. Nosotrosmismos, agitados dentro de su dan­za, nos movemos por la fuerza desu vitalidad y su dominio. Paluccacondensa el espacio, lo eslabona: elespacio se dilata, se sumerge, se sus-

18

pende, fluctuando en todas airee­ciones. Y ella se crece, se tensa, serelaja, se multiplica. El espacio lees siempre actual, sin que ella secentralice. Las tensiones del espaciov·an en su cuerpo, suceden a tra­vés de su cuerpo, con una. indes­criptible naturalidad de su unidadcorporal-intelectual. Ella esla másclara entre las actuales bailari­nas.

MABY WIGMAN (Una de las mássignificativas representantes inter­nacionales de la danza moderna,1886)A mi llegada a Hannover me reci­bió una Palucca totalmente com­pungida: "No he logrado absoluta­mente nada. Sólo que las mucha­chas se tuvieran que quítar sus cor­sés, porque les faltaba el aire du­rante los ejercicios y las ballenasrotas les hacían mucho daño."Tuve que reírme, pues muy biensabía yo que con la caida de losfijamente acordonados corsés, ~­bién la resistencia de las bailari­nas hacia un estilo de baile tan ex­traño para ellaS, si no se habíaroto, al menos sí había cedido.tanampliamente, que uno podía atre­verse a trabajar con ellas. Paluccahabía resuelto su tarea sobresalien­temente.

PAUL DESSAU. (Profesor y com­positor)Palucca pertenece a 'los más gran­des y raros fenómenos artísticos denuestro tiempo. Soy afortunadopor haber podido verla. Energía,entusiasmo y fantasía la caracte­rizan. Todo ello lo transfiere a susalumnos, que no sólo aprenden apensar con sus piernas, sino tam­bién con la cabeza. Si yo fuera másjoven iría· a aprender con ella; perono puedo hacer otra cosa que ad­mirarla.

RUTHBERGHAUS. (Directora arotística del Berliner Ensemble)Greta Palucca, con valentía, fuerzae incansable dedicación, ha dadocomienzo en Dresde, en tiempos di­fíciles, al arte de la danza en nues­tro país. Mirando atrás sabemostodos que ella ha educado a gene-

raciones de oailarines, que hoy hanaprendido algo esencial para su tra­bajo, y con ello significo especial­mente que ella no ha educado sóloal bailarín, sino siempre al hombre.Palucca no puede separar el artede la vida ni la vida del arte, y asíha luchado, con paciencia y rigor,severidad y delicadeza, sensatez ysentimiento, por el comportamien­to socialista de cada uno de susalumnos.Como bailarina, es siempre parami la gran maestra que expresó ensus bailes su posición ante la vida.Yo le deseo que la alegría de vivir,la jovialidad; el orgullo y la for­malidad que tenían sus bailes si­gan siendo llevadas a la genera­ción joven. Estoy muy contenta de·haber podido estudiar con ella.

Traducción del alemán:NELSON BLANCO