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  • 8/18/2019 Revista Ciencias de la educación

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    Borrador para la Revista de Ciencias de la Educación

    Alumnos

    García, Natalia Legajo N°: G-!"#$% - Gilardoni, &elisa Legajo N': G-%("$!

    &alvasio, Agustín Legajo N': &-)"*$* - +ersiceti, &ariana Legajo N' +-".$%

    /ntroducción0

    El presente tra1ajo se enmarca dentro de la propuesta de la c2tedra 3rea del 4ujeto //, la cual consiste en

    el a1ordaje de un pro5ecto de narrativa con el o1jetivo de a6ian7ar la su1jetividad amena7ada de ni8os

    marginali7ados0

    El tra1ajo comprendió de dos instancias de investigación, por un lado se reali7aron entrevistas 9ue

     permitieron contetuali7ar al 1arrio donde se inscri1e el pro5ecto0 El criterio utili7ado para la reali7ación de las

    mismas 6ue partir de in6ormantes claves 5 seguir la ruta 9ue surgía de la in6ormación proporcionada por los

    mismos0 +or otro lado el tra1ajo contempló la intervención en la escuela ;+

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    esta1lecimiento0 A escasas cuadras de la escuela 6unciona la vecinal donde se cumplen servicios

    asistenciales, todos ellos 1ajo una contraprestación en 6orma de dinero0 Funcionan allí adem2s toda una suerte

    de ;talleres recreativos=* tales como, dan7a, msica, pl2stica, cocina, etc0

    Los vecinos consultados Hal igual 9ue la comisaríaI coinciden 9ue es un espacio tran9uilo, 5 a6a1le para

    vivir, con ecepción Jesto lo marca el o6icial de turno- de algunas calles 9ue 9uedan vedadas para el tr2nsito

     peatonal0

    Con el 6in de contetuali7ar el 1arrio ;4an &artín A=, tomaremos indicadores, los cuales 6ueron

    construidos a partir de las entrevistas reali7adas en el relevamiento 1arrial0

    • esconocimiento acerca del nom1re del 1arrio0

    • Contradicción en torno al origen de la escuela0

    En cuanto al desconocimiento acerca del nom1re del 1arrio podemos o1servar en todas las

    entrevistas una recurrente con6usión en cuanto a este tema0 4ólo uno de los docentes entrevistados 5

    a9uel 9ue 6uera el presidente de la vecinal al momento de la 6undación de la escuela, conocen el

    nom1re del 1arrio en cuestión mientras 9ue el resto o 1ien lo con6unden con algn 1arrio vecino,

    especialmente las elicias, o directamente sostienen desconocer el nom1re0 Adem2s tampoco se

    encuentran 1ien marcados los límites propios del 1arrio, las docentes de los alumnos 9ue

     participaron del pro5ecto de narrativa, no tienen 1ien en claro 9u> alumnos pertenecen al 1arrio de

    la escuela 5 cu2les no, esto podría de1erse al desconocimiento acerca de a9uello 9ue comprende ;lo

     1arrial= 5 a9uello 9ue le es ajeno0 En relación a esta tem2tica 6ue recurrente en los registros acer 

    mención al 6enómeno de despla7amiento 9ue tiene lugar en cuanto al alumnado 9ue asiste al

    esta1lecimiento, dado 9ue a la misma, asisten gran parte de su po1lación de 1arrios vecinos0

    &ientras 9ue una etracto signi6icativo de la po1lación del 1arrio ;4an &artín A= escogen otras

    escuelas0 En pala1ras de los entrevistados este eco se de1e al prestigio con 9ue cuenta la escuela

    en el imaginario social de los vecinos de los otros 1arrios 9ue ven en este esta1lecimiento una

    mejor opción 6rente a las instituciones 9ue les corresponde por el radio escolar0

    En relación a nuestro segundo eje de an2lisis se desprenden varias consideraciones0

    En primer lugar es menester anali7ar los testimonios de los entrevistados en cuanto a los responsa1les del

     pro5ecto0 A la pregunta Kde 9ui>n surge la propuesta nos encontramos con dos discursos di6erentes0 +or un

    lado, encontramos una similitud entre lo 9ue sostiene una de las vecinas, representante de la comisión de

    madres en el momento 6undacional de la escuela, 5 lo 9ue relata uno de los docentes, como representante de la

    escuela en estos dos testimonios se sostiene 9ue la in9uietud de construir una escuela, en lugar de una pla7a,

    surge de la comunidad 9ue ve como necesidad tener una escuela en el 1arrio, 5 comien7an a tra1ajar con tal 6in0* Este es el nom1re con el 9ue se los conocen0

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    +or otro lado encontramos otro discurso compartido por la vecinal Hcon el primer presidente de la vecinal como

    representanteI 5 el Rotar5 Clu1 Hsegn lo epresan en el artículo etraído de la p2gina o6icial del Rotar5 Clu1

    RosarioI segn el cual el pro5ecto a1ía surgido desde la vecinal0

    ?tra contradicción en relación al origen de la escuela gira en torno a la incidencia del Rotar50 A9uí una ve7

    m2s podemos encontrar dos versiones0 Nuevamente la escuela 5 los vecinos coinciden en a6irmar 9ue cuando

    el Rotar5 comen7ó a participar la comisión de padres 5a a1ían logrado levantar gran parte de la o1ra0 4in

    em1argo mientras la vecina entrevistada mira con 1uenos ojos la participación del Rotar5, el docente es m2s

    crítico respecto a la misma0 Esta di6erencia creemos 9ue se 6undaría en los di6erentes lugares 9ue ocupa cada

    uno en relación a la escuela0 &ientras 9ue vecina considera 9ue el aporte económico del Rotar5 6ue

    imprescindi1le para 6inali7ar la o1ra 9ue venían reali7ando los vecinos, por lo cual le est2 mu5 agradecida, el

    docente, por el lugar 9ue ocupa dentro de la escuela puede evaluar la participación de dico Clu1 atendiendo a

    la incidencia 9ue el mismo continuó teniendo en el esta1lecimiento m2s all2 de su aporte económico,

    asegurando 9ue el mismo se adjudicó la escuela como propia a tal punto de 9uerer tomar decisiones e incidir 

    so1re el desempe8o de la misma e incluso de sus miem1ros0 A lo deducimos 9ue el aporte del Rotar5 est2 mu5

    alejado de ser desinteresado, a di6erencia de lo planteado por el clu1 en el artículo pu1licado en su p2gina

    o6icial, lo cual ca1e aclarar 9ue al estar al alcance de un p1lico masivo da a entender sin m2s a9uello 9ue la

    institución como tal 9uiere transmitir0

    ?tros aspecto relevante vinculado al origen de la escuela, es la escase7 de respuestas por parte de la

    totalidad de los entrevistados en torno a la relación del primer contacto del Rotar5 Clu1 con la vecinal o los

    vecinos0 Ningn registro testimonia del neo 9ue unió al 1arrio 4an &artín ;A= con dico Clu10

    Con respecto al tra1ajo de recolección de datos, creemos pertinente detenernos a anali7ar 5 re6leionar 

    acerca de a9uello 9ue es recurrente, 9ue denota cierta regularidad, en la totalidad de los testimonios, esto es el

    supuesto olvido so1re todo en lo 9ue concierne a la construcción$6undación de la escuela 5 la participación del

    Rotar5 Clu1, en tal proceso0 Este 6enómeno es comn a todos los entrevistados, con ecepción de uno de los

    docentes0 La actual presidente de la Mecinal mani6iesta no recordar muco acerca de la escuela, 5a 9ue en a9uel

    entonces era ;mu5 cica=, mientras 9ue a posteriori contina a6irmando 9ue en ese momento 5a tenía su primer ijo

    El +residente de la vecinal, por otro lado, en el período de la construcción del esta1lecimiento educativo relata

    con lujo de detalles las diversas o1ras emprendidas por la vecinal en a9uel entonces, sin em1argo, cuando tiene

    9ue re6erirse a la escuela, este sostiene un cierto olvido o 6alta de recuerdos so1re el tema0 Así tam1i>n la vecina

    entrevistada argumenta 9ue de1ido a di6erentes ecos traum2ticos, 5a no recuerda muco acerca del período

    en cuestión, sólo mantiene intacto un grato recuerdo por la cola1oración de los vecinos 5 el aporte de todos a un

    6in comn

    )

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    A nuestro entender, nada de lo 9ue ocurre en el terreno de lo sociológico sucede es 6ruto de la causalidad,

    movidos por esta idea creemos 9ue este ocultamiento de in6ormación, este supuesto olvido, este silencio en

    torno a a9uello 9ue se sa1e pero se dice no recordar, no es 6ortuito, si 1ien no estamos en condición de

    aventurar posi1les causas, podemos mencionar 5 acer visi1le tal ocultamiento por parte de la totalidad de los

    involucrados0 Esta coincidencia presente en los diversos grupos, istóricamente antagónicos, nos a1lan de un

    mandato social 9ue opera autorregulando el imaginario de estos grupos 5 silenciando, por alguna ra7ón 9ue

    desconocemos, a los actores0

    Este eco 9ue aca1amos de mencionar se puede relacionar con el criterio 9ue utili7an las docentes para

    seleccionar a los alumnos 9ue participar2n del taller de cuentos0 Ellas, sostienen 9ue la ma5oría de ellos tienen

     pro1lemas en el lenguaje ;a1lan mal= ;pronuncian mal= 5 de uno de los alumnos nos dicen: “comenzó a

    hablar este año, la llamaban la mudita porque nadie le conocía la vos, ella sabía hablar pero no hablaba”

    +odemos in6erir 9ue el silencio del 1arrio, ese silencio al 9ue tuvo 9ue acceder el presidente de la

    vecinal 9uien se lamenta 9ue en el día de la inauguración, 5 en el marco de las pala1ras protocolares, no pudo

    a1lar, no tuvo la pala1ra, ese silencio penetra en la escuela, atraviesa la institución 5 a los alumnos de la

    misma los miem1ros del 1arrio no 9uieren a1lar, no pueden acerlo o 1ien pre6ieren callar, por otro lado los

    alumnos en la escuela, en decir de las docentes, a1lan mal, o tam1i>n eligen el silencio0

     4eguimos a /0 Ros1aco 9uien cita a +0 Aulagnier cuando a6irma 9ue: ;las instituciones secundarias son

    la garantía de otros discursos, como re6erente e6ectivo de discursos etra6amiliares 5 representante del discurso

    social=0  +odríamos agregar 9ue cuando la 1reca entre la cultura de los alumnos 5 la cultura escolar es

    demasiado etensa ;produce 9uie1res de consideración en la su1jetividad de los ni8os con e6ectos

    desestructurantes=)0

    Creemos 9ue los docentes de1erían 6avorecer el despliegue del potencial imaginario sim1ólico de los ni8os0 Los

    ni8os de esta escuela pertenecen a un sector pauperi7ado, el cual se 6ue paulatinamente alejando cada ve7 mas

    de la cultura, empo1reciendo los procesos de sim1oli7ación, así como tam1i>n perdiendo la aspiración a

     pro5ectarse a 6uturo0

    +odríamos pensar, siguiendo a Ros1aco, 9ue estos ni8os marginari7ados tienen mu5 comprometida tanto suimaginación como empo1recida su capacidad sim1ólica0

    +or todo lo dico 5 teniendo en cuenta 9ue este sector marginari7ado 6ue el 9ue m2s su6rió la aplicación de las

    duras políticas socio- económicas neoli1erales de las ltimas d>cadas, 9ue a generado la epulsión de este

    sector de la sociedad, llev2ndolos a los m2rgenes del sistema, despla72ndolos del tejido social, donde el Estado

    es indi6erente a sus necesidades 5 se los va marginari7ando, de modo cada ve7 mas violento, territorial, cultural,

     R?4BAC?, /0: “El docente como representante del Otro Social: su función subetivante!”! Fica deC2tedra0 +2g0 *0) /1idem0

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    social 5 su1jetivamente0 Llegando estos ni8os a la escuela con un lenguaje 9ue no coincide con las demandas de

    la misma

      Este di6icultad en la comunicación con los otros, traería como consecuencia el desinvestimiento de los

    o1jetos de la cultura 9ue el ni8o encuentra en la escuela, pudi>ndolo llevar a perder el deseo de sa1er 5

    llev2ndolo a replegarse so1re sí mismo0 +or esta ra7ón es 9ue, uno de los o1jetivos del pro5ecto 6ue intentar 

    acer desea1les dicos o1jetos culturales, 9ue puedan ser investidos li1idinalemente0 +ara esto, creemos

    necesario esta1lecer ;neos entre lo propio del sujeto 5 lo 9ue puede 1rindar la escuela=0  Cuando lo 9ue trae

    el sujeto no se tiene en cuenta se o1tura el pensamiento, por este motivo consideramos necesario poder 1rindar 

    neos entre los o1jetos culturales acerc2ndolos a los códigos del ni8o, alentando a 9ue se epresen, a a1lar de

    lo propio0 Es decir, tener en cuenta los enunciados autorre6erenciales, de6inidos por Ros1aco como: ;las

    ocurrencias, ideas, asociaciones imprevistas, 9ue epresan los ni8os=0 /ntentando 6avorecer tam1i>n nuevas

    6ormas de relación entre pares, así como tam1i>n la importancia de marcar ciertos límites, de sostener el no, de

    marcar el tiempo 5 el espacio, de1ido a 9ue creemos, al igual 9ue Ros1aco, 9ue ;el pensamiento sólo es 6acti1le

    de constituirse en torno 9ue a una le5 9ue le es eterna, 5 9ue los adultos encarnan0 Esta1leciendo lo proi1ido

    5 lo permitido000 Cuando la Le5 opera, permite la discriminación entre el o 5 el t, entre mundo interno$

    mundo eterno0 Las 6unciones de discriminación 5 clasi6icación constitu5en una de las 6unciones m2s

    importantes del o=

    En los encuentros se narran cuentos tratando de o6recer un o1jeto cultural 5 produciendo un acercamiento a la

    lengua escrita, o6reciendo en el relato un tipo de discurso con una 6unción social 5 comunicativa especí6ica, 5a

    9ue se crean a trav>s de la narrativa otras 6ormas de ver el mundo0 /ntentando a trav>s del cuento 9ue los ni8os

     puedan crear, pensar otras alternativas 5 a1rirse a otros sentidos0

    A trav>s de la coordinación se intenta 9ue los ni8os puedan construir 6inales alternativos al cuento,

    constru5endo con sus pala1ras lo 9ue la narración les genera, tra5endo lo propio al grupo a trav>s de sus relatos0

    4e intenta instaurar la estructura narrativa, marcando tanto el con6licto como el desenlace, intentando dar lugar 

    a la participación de los ni8os, a1riendo la posi1ilidad de di2logo 5 escuca

    ;/ntentar la apertura de un lugar de la pala1ra supone algunas reglas 12sicas0 La primera, es la de la escuca0Escucar es condición del decir0 Nadie a1la si no es escucado0= ( Es el adulto el 9ue de1e dar el lugar a la

    escuca, invitando a cada ni8o a 9ue siga contando, a recuperar su istoria, 5 poder intercam1iar con otros,

    siendo esta 6unción, en este pro5ecto la de la coordinadora 9uien va regulando el intercam1io para 9ue los

    alumnos se epresen, logrando adem2s, acer incapi> en las autore6erencias0

    +artiendo de los o1jetivos anteriormente mencionamos se pudo o1servar en los di6erentes encuentros los

    siguientes cam1ios o puntos de in6leión en el grupo:

     R?4BAC?, /: “"a función subetivante del docente # la formación del pensamiento autónomo”! Ficade C2tedra0 +2g0 % 5 !0( LEER&AN, 4: “Espacios de escucha! $"u%ares de palabra para los niños&” 0 +2g 0

    (

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      - En un principio los ni8os a la propuesta de escri1ir cuentos se niegan, lo 9ue se puede interpretar como

    9ue en un primer momento tienen miedo de a1lar0 Los alumnos epresan el deseo de 9uerer solamente di1ujar0

    Creemos 9ue los ni8os necesitan apo5arse en el di1ujo con la intención de ordenarse0 Relacionamos esto con lo

    9ue MigotsOi plantea en relación al di1ujo este es una instancia mediadora 9ue posi1ilita la ad9uisición del

    lenguaje tanto a1lado como escrito0 Lo sorprendente es 9ue luego pueden escri1ir cuentos llegando a

    esta1lecer el con6licto 5 1uscando despu>s alternativas posi1les0

    Aparecen en los discursos de los ni8os los enunciados de 6undamento: míticos, sagrados los cuales nos

    constitu5en como sujeto 5 9ue tiene para 9uien los enuncia car2cter de certe7a:

    ;En la con6ormación 5 el intercam1io con el otro, surge lo anelado, lo deseado, lo temido la construcción del

    semejante o1liga a un juego ela1orativo en el 9ue las pala1ras de cada uno de1en ser consideradas como

    respuestas al discurso de los dem2s, al mismo tiempo 9ue re6lejan la re6ormulación constante de lo propio=#

     perci1imos 9ue es desde aí, desde las autorre6erencias desde donde el grupo puede construir el cuento0

    Cuentan su eperiencia personal, para poder despu>s narrar so1re los sujetos 5 o1jetos del mundo0

    En el cuento aparecen los miedos, los peligros, los enigmas, lo pueden decir, los ponen en pala1ras, arman en

     parte esos miedos, si 1ien los enunciados son di6erentes, arman con reta7os de otras creencias0 a trav>s del

    cuento terminan resolviendo el con6licto, dando una solución, una alternativa posi1le

     +odríamos decir 9ue en el cuento aparece un pasado, su istoria el presente, donde cada ni8o usa la pala1ra

     para organi7arse, para decir, 5 un 6uturo, 9ue aparece como el desenlace, con la 1s9ueda de resoluciones 5

    alternativas posi1les0

    En el segundo cuento 9ue escri1en el grupo mismo se nom1ra como resolviendo el con6licto 5 lo 9ue nos

     parece importante destacar es como resuelven el con6licto, a trav>s de la pala1ra, por medio del ciste 5 no

    matando, como a1ían resuelto el desenlace el cuento anterior0 otro punto es 9ue empie7an a usar la lógica0

      -En uno de los encuentros mientras escri1imos el cuento los ni8os lo van ilustrando 5 una de las

    alumnas ace visi1le el tra1ajo de otra, pidi>ndole a posteriori 9ue les di1uje una princesa similar a la 9ue ella

    a1ía di1ujado en su oja0 En este momento podemos ver un punto de in6leión 5a 9ue esta alumna segn el

    diagnóstico de sus docentes 5, como se re6leja en los encuentros, le cuesta mucísimo epresarse ver1almente,es mu5 tímida, la docente nos dice:“ la llamaban la mudita porque nadie le conocía la vos, ella sabía hablar 

     pero no hablaba”

    Lo 9ue nos ace pensar 9ue antes, si no a1la1a, no era pr2cticamente sujeto Hen una carla in6ormal con su

    docente en un recreo nos dice: ;No te das cuenta 9ue est2, como no a1la, no molesta, es como si no u1iese

    venido=I0 Adem2s el conocimiento 9ue antes ella necesita1a del adulto, aora son los ni8os, sus pares los 9ue le

    demandan a ella el conocimiento0 Creemos 9ue esto es de suma importancia en la constitución su1jetiva de esta

    ni8a, como así tam1i>n en la con6ormación del grupo 5 en la concepción del conocimiento como construcción# ?p0 cit0 ( p2g0 (0

    #

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    social0 onde la complicidad entre los ni8os H en el encuentro la ni8a 9ue le pide a la otra 9ue le aga el di1ujo

    intenta ocultarnos el pedidoI ;H000I reactiva la con6ian7a en el otro, a la ve7 9ue, como en los adultos, potencia la

    capacidad de pensar H000I La complicidad entre ni8os genera la7os de solidaridad0 Los ni8os unidos por un

    sentimiento de complicidad, participan de otro modo0 Este sentimiento compartido acta como malla

    sostenedora para la angustia 5 temores 9ue provocan los movimientos tendientes a la independencia 5 9ue se

     ponen en juego, di6icultando el proceso de aprendi7aje0=.

    En el di1ujo de esta alumna Hla cual es reconocida por su compa8eraI encontramos una negación, aparecen los

     personajes con los ojos cerrados, podríamos decir 9ue a5 algo 9ue no 9uiere ver o aparece como en el primer 

    di1ujo, segn nuestra interpretación ella 1orroneada0 +ero en el cuento aparece la renegación, los ;deseos

     proi1idos 5 de6ensas, como la desmentida, 9ue permiten renegar de la muerte H000I=% 5a 9ue primero matan al

     policía, pero despu>s el 9ue termina muriendo es el malo, en este caso el lo1o0

    Esto a5udaría a 6ortalecer al o, permitiendo 9ue trans6orme, de alguna manera, esas triste7as, p>rdidas, duelos,

    miedos vividos con angustia, epresados a trav>s del con6licto del cuento, para dar lugar a trav>s de tra1ajar con

    la 6antasías 5 la producción sim1ólica, a nuevas istorias 5 nuevos sentidos0

    +aralelamente a la reali7ación del cuento los ni8os van di1ujando 5 esta ni8a en el 6inal de este encuentro

    termina encuadrando su di1ujo, podríamos pensar 9ue enmarca la situación 9ue le da temor Hdi1uja un cora7ón

    con cruces con dos pu8ales dentro de un recuadroI encerrando el miedo0

     En el antepenltimo encuentro nos sorprende 9ue en el momento de escri1ir el nom1re de los autores del

    cuento los ni8os presentes mani6iestan la intención de incluir a esta alumna 9ue est2 ausente, pero es reconocida

     por sus pares como parte del grupo, parte de un ;nosotros= del cual tam1i>n nos acen parte0

     En el penltimo encuentro es signi6icativo 9ue antes de dar la consigna, los ni8os en 6orma instant2nea

    comien7an a jugar con una 1otella, a tir2rsela entre ellos de un lado a otro de la mesa, nom1r2ndose, cuando la

    coordinadora intenta dar la consigna, uno de los ni8os epresa 9ue 6alta1a a esta ni8a agarrar la 1otella, creemos

    9ue este paso de esta ni8a de ser ;la mudita= a 9ue sus pares la agan presente del grupo, de un nosotros 9ue

    est2 constituido 5 en el cual no es necesario estar presente 6ísicamente para ser parte del mismo, como sucede

    en el encuentro anterior cuando escri1en su nom1re sin estar presente es lo 9ue, en nuestro pro5ecto la a1ilitaa pasar de ser la 9ue no intervenía espont2neamente, la tímida, a participar por sí misma, d2ndose en este

    encuentro 9ue es la primera en levantar la mano cuando preguntamos para sacarles una 6oto individual0

      - Pno de los ni8os repite en todos los encuentros la acción de esconderse, 5a sea detr2s de algn o1jeto o

    de1ajo de la mesa0 Esto nos lleva a pensar 9ue se esconde con el o1jetivo de ser encontrado, no encontrar al

    lo1o, ni al vampiro, ni al lo1isón con sus dientes 5 u8as largas 9ue nunca se corta Haportes 9ue ace el ni8o al

    . ?p0 Cit0 ) p2g0 *"0% ?p0 Cit0 # p2g0 *!0

    .

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    cuentoI, ni a >l mutilado Hcomo se di1uja a si mismo sin sus manosI sino 9ue se esconde para 9ue encontremos

    al sujeto0 Es así como una ve7 9ue 6ue encontrado puede 6irmar el cuento0

      -Pno de los alumnos al comen7ar a escri1ir el segundo cuento demuestra muco miedo, no 9uiere

    reali7ar el cuento, mientras los otros relatan >l se 9uiere ir, no 9uiere escucar 5 comien7a a di1ujar cora7ones

    con la inscripción ;te 9uiero=, reali7a una gran cantidad mostr2ndose in9uieto di1ujando una oja tras otra0 Los

     primeros cora7ones parecería mas armados pero a medida 9ue va di1ujando parece irse des1ordando, los

    cora7ones se van desarmando0 Luego parece des1ordarse completamente con el di1ujo de la casa con el teco

    inclinado donde toda la oja esta pintada de rojo0 llegando al 6inal del relato del cuento reali7ando un ltimo

    cora7ón 9ue se encuentra partido al medio, al cual le caen gotas, lo 9ue podría pensarse 9ue esta llorando

    di1ujo en el 9ue creemos 9ue se muestra >l, pone su nom1re adelante, deja ver al sujeto0

    En el antepenltimo encuentro es rescata1le el cam1io reali7ado por este alumno, el cual no sólo puede encerrar 

    el miedo para poder controlarlo sino 9ue tam1i>n a logrado poder nom1rar lo innom1ra1le, a podido poner en

     pala1ras lo 9ue antes no podía decir ni escucar en 1oca de sus pares0 Qermina matando al malo, matando al

    lo1o, matando al peligro0

      -En el antepenltimo encuentro nuevamente comien7an a aparecer las autorre6erencias, los miedos,

    angustias, etc0 +ero luego los ni8os se estructuran solos, 9ued2ndose con el cuento tradicional ;Caperucita

    Roja= el cual es parte de la cultura0 Cuento a trav>s del cual estos ni8os con tanto miedo, tanto p2nico, pueden

    armarse, epresarse tomando o1jetos de la cultura0

    En este encuentro tanto con los di1ujos como con el cuento, se re6leja 9ue todos terminan controlando el miedo,

    en el cuento el peligro Hel ca7ador mató al lo1oI 5 en los di1ujos el miedo se encuentra en el medio del

    recuadro, paso importante en la constitución su1jetiva0

    %